SONIDO Y LUZ

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SEMANARIO
FARMAcéUTICO
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SONIDO Y L U Z
El sonido y la luz se originan por v i r t u d de una causa cualquiera
de movimiento, capaz de poner en determinadas condiciones de v i b r a c i ó n las p e q u e ñ í s i m a s partes constituyentes de los cuerpos ó de
los medios en que puede realizarse el f e n ó m e n o . Así, para obtener
el sonido, basta, por ejemplo, hacer que choque el martillo sobre un
timbre, frotar con un arco las cuerdas de un violín, pellizcar con los
dedos las de una guitarra ó arpa, golpear de modo conveniente las
teclas de un piano, hacer pasar con la fuerza necesaria por la estrecha hendidura de la embocadura de un tubo sonoro una corriente
de aire ó de otro fluido, etc., etc.; y basta t a m b i é n para producir la
luz, que choquen un pedazo de cuarzo con otro, ó que se pongan
en conflicto los á t o m o s de oxigeno con los de carbono, h i d r ó g e n o ,
e t c é t e r a , que pase la corriente e l é c t r i c a por un estrechamiento del
conductor que la vuelve á la pila
En todos estos casos el hecho
es el mismo: un movimiento anterior determina otro; ó m á s bien pud i é r a m o s decir que se transforma en otro vibratorio, por v i r t u d del
cual los citados cuerpos adquieren la cualidad de sonoros ó de l u minosos, cualidad que s o s t e n d r á n mientras subsista el movimiento.
Y aun esto no es suficiente: se necesitan a d e m á s , si los f e n ó m e nos han de pasar del t é r m i n o de origen, mejor a ú n , del de potencia,
otras dos condiciones, á saber: que estos cuerpos se encuentren i n mediatamente rodeados de medios para propagar su movimiento oscilatorio—por cuanto el sonido no se transmite por el v a c í o , ni la luz
á t r a v é s de los cuerpos opacos—y que tengan la e n e r g í a suficiente
para comunicarlo de modo que resulte ostensible en el medio. Cuando esto sucede, las p e q u e ñ a s partes de los cuerpos en v i b r a c i ó n
chocan en cada avance de sus oscilaciones con las partecillas m á s
p r ó x i m a s del medio, que, empujadas de este medio hacia fuera, van
á golpear á las de la capa inmediata, las cuales, á su vez, avanzan y
chocan con las de m á s allá, éstas con las que le son vecinas, y así
sucesivamente...
Pero como todas las partes elementales del medio que han sido
desituadas, vuelven d e s p u é s del choque con las de la capa inmedia
ta, en virtud de su elasticidad, á sus anteriores posiciones de e q u i l i b r i o , y aun las sobrepasan, resulta que, al fin de sus excursiones
de retroceso, se encuentran empujadas de nuevo hacia fuera: las de
la primera capa, por los choques de las del cuerpo en v i b r a c i ó n ; las
de la segunda, por las de la primera que ya avanzan, y las de cada
una de las d e m á s por las de las inmediatas posteriores. Como consecuencia de estos hechos repetidos sin cesar, en tanto dura el f e n ó meno, el medio queda dispuesto en ondas esféricas y c o n c é n t r i c a s
al foco de donde parte el movimiento, ondas cuya superficie y masa
van aumentando de la primera á la ú l t i m a , en r a z ó n del cuadrado
de sus distancias al centro, al paso que la amplitud de las oscilaciones de las p e q u e ñ a s partes que las forman disminuye en la misma
MAYO 25 DE 1890.—AÑO X V I I I . — N Ú M . 34.
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r a z ó n , por el hecho de que la fuerza que obra sobre cada una de
las ondas es la misma y su masa aumenta, según queda dicho.
Si al sistema de ondas que acabamos de describir, se le considera por un momento dividido, mediante un plano horizontal, en dos
partes iguales, cada una de las superficies de sección se nos presenta
bajo la misma forma y con un movimiento semejante al que se observa en las aguas de un lago tranquilo, cuando un cuerpo las conmueve en un punto de su superficie.. T o d o el mundo sabe que desde
el punto afectado parte inmediatamente una semionda circular, especie de rodete líquido que sobresale del nivel del agua, y cuya
sección vertical es, en la d i r e c c i ó n del radio, un arco de c í r c u l o : á
esta semionda convexa (positiva), sigue al instante otra c ó n c a v a
(negativa), más baja que el nivel general del liquido, pero t a m b i é n
circular y de sección arqueada, como la precedente; á ésta sucede
otra alta, d e s p u é s una baja, y así sucesivamente hasta que el m o v i miento se extingue á lo lejos. El f e n ó m e n o , pues, se repite una^
otra y otra vez, pero de manera que allí donde en el caso anterior
hubo una semionda positiva, hay en el que le sigue una negativa,
avanzando el movimiento una semionda cada vez que se reproduce
el acto.
La sección vertical del sistema en la dirección de su radio, forma
una l í n e a ondeada cuyos arcos convexos podemos considerarlos separados de los c ó n c a v o s por la c o n t i n u a c i ó n de la recta de nivel de
las aguas. La flecha ó altura que separa esta recta por la parte media
de los arcos, va decreciendo gradualmente (según dicha ley, del
cuadrado de las distancias) á contar de la primera hasta la última,
que se confunde con ella. Sea la que quiera la elevación de la semionda positiva y la d e p r e s i ó n de la negativa, la longitud de las
ondas no se altera, es decir, que es la misma para todas, siempre que
no varíe el n ú m e r o de los que se producen por segundo.
En el agua, lo mismo que en los d e m á s medios, el movimiento
ondulatorio marcha, se propaga; pero e n t i é n d a s e que las p e q u e ñ a s
partes que lo representan no hacen otra cosa que oscilar alrededor
de su posición de equilibrio, recorriendo en sus vaivenes la longitud
de una onda. Cuando el centro de equilibrio se halle en la parte
media de una semionda negativa, r e c o r r e r á por cada lado la mitad
de ésta y otra mitad de las dos semiondas positivas con otra negativa, r e c o r r e r á por cada lado la mitad de ésta y otra mitad de las dos
semiondas positivas inmediatas; si e s t á en el punto de unión de una
semionda positiva con otra negativa, r e c o r r e r á la una por un lado,
y la otra por el opuesto, é igual s u c e d e r á esté donde quiera su centro de oscilación: siempre r e c o r r e r á la longitud de una onda.
No importa, según se v e , que el sonido necesite para propagarse
la materia ponderable, sea ésta gaseosa, líquida ó sólida, y que la
luz lo e f e c t ú e solamente por la imponderable ó e t é r e a : el mecanismo mediante el cual se verifica el f e n ó m e n o es semejante é i d é n t i c a s
sus leyes. La distancia á que se extienden las ondas, la amplitud del
movimiento de las p e q u e ñ a s partes que las forman, y, como consecuencia, la intensidad del sonido y la luz, dependen, en igualdad
de condiciones, de la e n e r g í a con que obra la causa que las provo-
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ca: el n ú m e r o de ondas que se suceden por segundo es igual al de
las vibraciones del cuerpo sonoro ó luminoso; la longitud de las
mismas está en r a z ó n directa de la velocidad de p r o p a g a c i ó n del
medio é inversa del n ú m e r o de vibraciones ( 1 ) ; y la velocidad, que
es independiente de la e n e r g í a con que o b r ó la causa determi d i ñ a n t e del f e n ó m e n o y del n ú m e r o de vibraciones, se halla en r a z ó n
recta de la elasticidad del medio é inversa de su densidad. De
modo que si una causa cualquiera modifica estas condiciones, ó el
movimiento pasa á otro medio que las posea en distinto grado, la
longitud de las ondas crece ó disminuye en p r o p o r c i ó n de la v e l o c i dad, sin que el n ú m e r o de a q u é l l a s que se sucede por segundo deje
de ser igual al de las vibraciones.
Las ondas del sonido y de la luz que hallan en su camino c u e r pos que no las dan paso, se doblan y vuelven sobre el medio reflejándose; y el f e n ó m e n o se verifica de tal suerte, que si los rayos sonoros ó luminosos llegan al plano de- r e ñ e x i ó n en la d i r e c c i ó n de la
normal, retroceden por la misma línea; y si al llegar forman con ella
un á n g u l o cualquiera (ángulo de incidencia) salen por el lado opuesto, s i m é t r i c a m e n t e y formando otro á n g u l o (ángulo de reflexión) de*
igual abertura. Los dos á n g u l o s se encuentran en el mismo plano, y
éste es perpendicular al de reflexión. En virtud del conocimiento de
estas leyes, podemos imprimir á los rayos sonoros y luminosos una
dirección cualquiera, enfocarlos, dispersarlos, etc., etc.
(Se continuará.)
E. N . Y B.
(La Veterinaria Española.)
ASUNTOS
CIENTÍFICOS
MEDICAMENTOS NUEVOS
CARACTERES
DE LA ANTIFEBRINA
D I S T I N T I V O S
EXALGINA, FENACETINA
Y METACETINA
por Ritsert y E . Hirschsohn
A n í i / e 6 r m a = = A c e t a l i n i d a = C 1 6 H* NO,, ó C4 Ha 0 2 , (Cls¡ H7 N) en
átomos C H j — C O — N H — C , . H 5 .
Exalgina = Orthometilacetanilida = C18
NO^ en á t o m o s
C
H
N<r^^^3
(4) E l número de vibraciones de un sonido ó de un color, multiplicado por la
longitud de las ondas, da la velocidad de propagación del medio; ó, de otro modo,
la velocidad de propagación del medio, dividida por el número de vibraciones, da
la longitud de las ondas.
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SEMANARIO
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Fenacetina == Acetaparafenitidina = Paraoxetilacetanilida = Eter
etílico acetilado del paramidofenol ó paraoxifenolamina = C2o H13
N04, en átomos
H4 < ^ NH, C2 H3 O
Metacetina — Acetaparanisidina = Paraoximetilacetanilida=Eter
metílico acetilado del paramidofenol ó de la paraoxifenolamina —
C,g
N 0 4 , en átomos
H 4 < ^ NH, C2 H3 O
Estos cuatro medicamentos nuevos que se presentan con el mismo
aspecto, se expenden con frecuencia unos por otros ó mezclados.
Así que ha sido objeto en estos últimos tiempos de i n v e s t i g a c i ó n ,
el hallar reacciones que puedan distinguirlos.
Ritsert acaba de estudiar en particular la a c c i ó n del ácido c l o r h í drico, n í t r i c o , c r ó m i c o y lejía de potasa sobre cada uno de estos
cuerpos, y resume el resultado de sus investigaciones en la tabla
que insertamos m á s arriba.
El autor recomienda a d e m á s la r e a c c i ó n siguiente, que puede
servir para diferenciar una mezcla de exalgina y antifebrina:
Se hierve una solución de exalgina adicionada de lejía de potasa, y deja enfriar, y si á la solución diluida se la a ñ a d e un poco
de agua de cloro (preparada recientemente), el líquido se enturbia
pasajeramente, permanece dos ó tres minutos incoloro y toma de seguida coloración azul obscura.
Tratada de igual modo la antifebrina, da inmediatamente después de la adición del agua de cloro una c o l o r a c i ó n de película de
cebolla, que con el tiempo aumenta de intensidad, pero sin pasar
nunca al azul.
Por su parte, M . Hirschsohn se ha ocupado sobre todo de la solubilidad de la antifebrina, exalgina y fenacetina en diferentes líquidos. En la siguiente tabla se consigna el volumen necesario de cada
disolvente para igr. de substancia:
Cloroformo D = 1,497.
ANTIFEBRINA
EXALGINA
FENACETINA
6co
goc
20cc
Incompletamente
Éter absoluto.
52
13,5
insoluble, aun
en 300oc.
Alcohol á 95°
.x
Sulfuro de carbono
Éter del petróleo D =
Benzol
0,65
10
4,6
Insoluble aun en
10
300cc.
140
lOOcc
4,6
25oo
Insoluble aun en
300cc.
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Vese que la exalgina se distingue inmediatamente de los otros
medicamentos.
Hirschsohn ha utilizado la solubilidad relativa en étep del p e t r ó •
leo para investigar la antifebrina y la fenacetina que podrian encontrarse mezcladas.
Si se adiciona, en efecto, á una solución de exalgina en el c l o roformo, diez veces su volumen de é t e r del p e t r ó l e o , la solución
permanece clara, mientras que las soluciones clorofórmicas de la an
tifebrina y fenacetina dan un precipitado cristalino. Si existen en
mezcla, el precipitado es tanto m á s abundante cuanto que los dos
últimos cuerpos se encuentran en p r o p o r c i ó n mayor.
A ñ a d a m o s que el procedimiento no da indicaciones más que
cuando la fenacetina y antifebrina alcanzan cierta p r o p o r c i ó n ; é s t a
debe ser á lo menos de un 10 por 100 para la primera y de un 20
por. 100 para la segunda.
(Pharm. Zeetch. f . Russland, X X I X , p. 136, 1890, y X X I X , p. 17;
1890.)
PIRODIN A
Se dió desde luego este nombre en Inglaterra á un producto
preconizado como antipirético por el D r . Dreschfeld, compuesto de
tres partes de una substancia inerte y otra de acetilfenilhidra^ina;
en el día se designa con el de pirodina, ó t a m b i é n con el de hidracetina á la monoacetilfenilhidrazina pura.
L a pirodina Ct6 HI0 N2 Oa, ó en fórmula a t ó m i c a C6 H j , NH-NH,
Cj H3 O, se presenta bajo la forma de un polvo constituido por peq u e ñ o s cristales blancos, brillantes, inodoros y casi sin sabor. Es
fácilmente soluble en alcohol, con dificultad en agua callente y muy
poco en la misma fría. Punto de fusión: 128o C.
Este cuerpo posee propiedades reductoras e n é r g i c a s , reduce ya
en frío el licor c u p r o p o t á s i c o . Adicionado á una solución acuosa de
ferricianuro de potasio y de percloruro de hierro, determina inmediatamente la formación de un precipitado de azul de Prusia. Descolora las soluciones de permanganato potásico y precipita el platino de los solutos del cloruro de dicho metal.
Se caracteriza t a m b i é n la pirodina por la propiedad que posee
de producir una c o l o r a c i ó n rojo c a r m í n cuando se disuelve en ácido
sulfúrico concentrado, adicionado con nítrico (98 + 2).
S e g ú n Guttmann, la pirodina es un medicamento a n t i p i r é t i c o y
a n a l g é s i c o recomendable en el reumatismo articular agudo; se la
puede emplear al exterior. Asimismo en la psoriasis, en pomada al
10 por 100. E l mismo autor indica debe tenerse c i r c u n s p e c c i ó n en
su uso ál interior, siendo necesario no pasar de la dosis de 5 á i d
centigramos por día, ni administrarla m á s que durante tres días
consecutivos; de otro modo produce en el enfermo la cianosis y el
colapso.
(Pharmaceustiche Post, X X I I I , p. 203, 1890.)
SÉMAPÍARÍO F A R M A C E U T I C O
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NOTICIAS VARIAS
V A C A N T E . — L o está la plaza de Ayudante de las c á t e d r a s de M a teria f a r m a c é u t i c a vegetal, Q u í m i c a o r g á n i c a y Ejercicios p r á c t i c o s
de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada, dotada
con el sueldo anual de 1.000 pesetas. Se p r o v e e r á por oposición entre los licenciados ó doctores en la Facultad que lo soliciten. Los
ejercicios s e r á n tres: contestar á diez preguntas, preparar una l e c ción y en manejar y aplicar p r á c t i c a m e n t e dos aparatos ó i n s t r u mentos.
Las solicitudes se a d m i t i r á n en la S e c r e t a r í a general de la U n i versidad de Granada hasta las tres de la tarde del d í a 25 del corriente.
ARTÍCULO EN PROYECTO.—Como a n u n c i ó el digno ex Ministro y
diputado D . José Muro al ocuparse en el Congreso d e l asunto de
las farmacias militares, p r o p ó n e s e , según nuestros informes, presentar una adición al articulado de la ley de presupuestos para el a ñ o
e c o n ó m i c o p r ó x i m o , autorizando al Ministro de la Guerra para que
por las boticas de los hospitales militares se faciliten medicamentos
gratuitamente á los jefes y oficiales del e j é r c i t o . Y á este fin, tanto
el referido s e ñ o r diputado como nuestro dignísimo c o m p a ñ e r o D o n
Gabriel de la Puerta, han estudiado minuciosamente las cuentas e n viadas á la C á m a r a popular por el Gobierno, y de su trabajo parece
deducirse que, sin quebranto alguno, puede llevarse á cabo la i n sinuada reforma, que r e c i b i r á n con aplauso seguramente los m i l i tares.
Los defensores de nuestros derechos en el Congreso e s t á n d e c i didos, de todas suertes, á demostrar los abusos que se cometen y á
hacer ver la necesidad de corregirlos vigorosamente; y al efecto
p r e s e n t a r á n datos tan elocuentes que ño puede dudarse siquiera de
que el Ministro de la Guerra a c c e d e r á sin reservas á nuestras j u s tas peticiones favoreciendo al propio tiempo á los jefes y oficiales
del e j é r c i t o y dando en tierra con los abusos escandalosos que han
promovido e n é r g i c a s protestas y que han dado ocasión seguramente
á la p e r t u r b a c i ó n e c o n ó m i c a á que se refería el Sr. Gamazo en uno
de sus últimos discursos.
ADHESIÓN.—Los f a r m a c é u t i c o s de Cartagena han enviado la s i guiente c o m u n i c a c i ó n : « C o n g r e g a d o s en el d í a de ayer los farmacéuticos de esta ciudad, se a c o r d ó significar á V. S. para, que se
sirva transmitirla á la Junta directiva del Colegio de F a r m a c é u t i c o s
de esa corte, cuya s e c r e t a r í a le está encomendada, su completa conformidad y a d h e s i ó n á las resoluciones adoptadas con motivo de las
farmacias militares, y se le manifieste al propio tiempo que para todo
cuanto á la clase se refiera existe a s p i r a c i ó n u n á n i m e para prestar
decidida c o o p e r a c i ó n y concurso á los acuerdos de la expresada
Junta, deseando se s e ñ a l e la l í n e a de conducta que nos compete
para coadyuvar al nobilísimo p r o p ó s i t o que á a q u é l l a g u í a . Lo que
tengo el honor de transmitirle en nombre de los f a r m a c é u t i c o s de
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SEMANARIO FARMACÉUTICO
esta localidad para los efectos que procedan.—Dios, etc.—Cartagena 10 de Mayo de 1890.—José Y i d a l . »
L o JUSTO.—Los drogueros de San Feliú del Llobregat despachraban al público toda clase de medicamentos, específicos, aguas minerales y d e m á s artículos de uso m é d i c o ; y habiendo denunciado estos
abusos al Subdelegado del distrito D . J o a q u í n Domingo, se formó
expediente, y resolvió el Gobernador de la provincia imponer á los
drogueros 75 pesetas de multa á cada uno, c o n m i n á n d o l e s en caso
de reincidencia con entregarles á los tribunales de justicia.
En esta conducta debieran inspirarse todos los gobernadores; pero
ocurre por desgracia que de esos casos se dan muy pocos, y aun sucede con m á s frecuencia que los mismos que muestran tales bríos en
p e r s e c u c i ó n del intrusismo se cansan pronto y hasta se arrepienten.
TRABAJO ÚTIL.—La acreditada Revista Journ. de Pharm et Chem.
ha publicado un breve resumen de las tesis relativas á F a r m a c o l o g í a
que durante el curso de 1888 1889 han sido presentadas á la Facultad de Medicina de París. Por entender es verdaderamente útil
este trabajo llevado á cabo por el D r . Beurmann, vamos á publicar
sumariamente ló más importante d e l mismo.
Los a n a l g é s i c o s han sido objeto de estudios numerosos, habiendo
consagrado tres tesis á la c o c a í n a ; la de Delbosc: De la cocaína y de
sus accidentes; estudio experimental clínico. Es favorable al empleo de
este medicamento.
La de M . Roger Spillman: Contribución a l estudio de algunos procedimientos de anestesia por la cocaína en el tratamiento del hidrocele
por las inyecciones de iodo.
La de M . Bouchet: De la cocaína en c i r u g í a ; antisepsia uterina
con el insujiador uterino. Recomienda su uso para las operaciones
que se practiquen en el ú t e r o .
M . Dauthuille ha publicado un Estudio sobre el sulfonal, cuyo
medicamento coloca al lado del d o r a l y analiza sus efectos fisiológicos y t e r a p é u t i c o s , y le considera recomendable, sobre todo en
el insomnio por causas nerviosas, en los n e u r o s t é n i c o s y enfermos
afectados de lesiones cerebrales. Entiende es ineficaz cuando existe
dolor vivo; en el reumatismo ciático, en los c a r d í a c o s y en l o s b r í g ticos. Su acción es menos constante que la del cloral, pero o f r é c e l a
ventaja de ser insípido y no p r o d u c i r efecto sobre la c i r c u l a c i ó n .
La tesis de M . Gaudineau, intitulada: Contribución a l estudio de la
acción fisiológica y terapéutica d é l a metilacetanilida; exalgina, es un
trabajo muy completo sobre las propiedades de este agente. Es un
tóxico muy e n é r g i c o , mata á la dosis de 0,45 gramos por k i l o g r a mo de peso del animal; á dosis t e r a p é u t i c a (0,25 gramos, 0,40 gramos y 0,80 gramos) es un buen a n e s t é s i c o que no irrita el e s t ó m a g o
y su a c c i ó n es, sobre todo, notable en las neuralgias.
M. M é n a r d , en su Contribución a l estudio de la ciática y p a r t i c u larmente de su tratamiento por la analgesina, preconiza la antipirina
(analgesina) como el mejor medicamento a n t i á l g i c o y curativo de
esta afección, debiendo ser administrada á altas dosis.
(Se continuará.)
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