LECTURAS INTERDISCIPLINARIAS EN TORNO A LA MÚSICA Nelson Niño Vásquez EDITOR Ediciones Universitar ias de Valparaíso Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Programa de Incentivo a las Unidades Académicas (PIUA) 2015-2016 fondo concursable dependiente de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios Avanzados Dirección de Investigación PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE VALPARAÍSO LECTURAS INTERDISCIPLINARIAS EN TORNO A LA MÚSICA, 2016 © Nelson Niño Vásquez (Editor) Enrique Reyes Segura Daniel Díaz Soto Félix Cárdenas Vargas Nicolás Moreno Yaeger Michel Cara Jara Isabel Césped Corrotea Manuel Arce Vera Rafael Díaz Silva Silvia Herrera Ortega Pablo Palacios Torres Registro de Propiedad Intelectual Nº 267.739 ISBN: 978-956-17-0682-8 Derechos Reservados Tirada: 500 ejemplares Ediciones Universitarias de Valparaíso Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Calle 12 de Febrero 21, Valparaíso Teléfono: 56 - 32 - 227 3902 [email protected] www.euv.cl Dirección de Arte: Guido Olivares S. Diseño: Mauricio Guerra P. / Alejandra Larraín R. Corrección de Pruebas: Claudio Abarca Lobos Impresión: Salesianos S.A. HECHO EN CHILE ÍNDICE Proemio. Dr. Luis Merino Montero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 I. LA COMPOSICIÓN MUSICAL Enrique Reyes Segura: Cueca Perra, para una pianista actuante: la muerte del Alma Nacional Chilena, una propuesta interdisciplinaria . . . . . . . . 13 Daniel Díaz Soto: Emociones y juego en la experiencia interdisciplinaria música y teatro . . . . . . . . 37 Félix Cárdenas Vargas: El Baile Chino y su proyección en la creación de una obra vocal instrumental: Misa Alférez (2004) . . . . . . . . . . . . . . . . 67 II. LA INTERPRETACIÓN MUSICAL Nicolás Moreno Yaeger: El vibráfono, orígenes y repertorio temprano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93 III. LA PEDAGOGÍA MUSICAL Michel Cara Jara: Naturaleza Cíclica del Proceso de Aprendizaje de la Lectura Musical . . . . . . . 5 109 LECTURAS INTERDISCIPLINARIAS EN TORNO A LA MÚSICA IV. LA MUSICOLOGÍA Nelson Niño Vásquez: Louis Moreau Gottschalk en Valparaíso: Música y homenajes en tiempos de guerra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137 Isabel Césped Corrotea: Pedro Césari: Compositor de héroes y gestas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159 Manuel Arce Vera: La Nueva Canción Chilena en Valparaíso: Tiemponuevo y una nueva propuesta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193 Rafael Díaz Silva: Viajan los lugares a las personas propicias: Valparaíso como el gettho de la música multirracial . . . . . . . . . . . . . . . 213 Silvia Herrera Ortega: Ramón Gorigoitía, un compositor chileno en Alemania. ‘Narrador de estirpe’: identidad, compromiso . . . . . . . . . . . . . . . . . . 227 Pablo Palacios Torres: De lo nacional a lo popular: itinerario de la creación musical en Chile (1930-1970) . . . . . . . . . . . . . 259 RESEÑAS DE LOS AUTORES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 283 6 PROEMIO La interdisciplina en el quehacer académico-artístico e institucional Este libro titulado Lecturas interdisciplinarias en torno a la música, editado por Nelson Niño Vásquez, forma parte de un proyecto que busca dar respuesta a una de las contradicciones de nuestra época. Por una parte, está la convergencia interdisciplinaria que brota por todas partes en el quehacer académico-artístico y de los saberes en general. Por la otra, está la segmentación centrífuga de los saberes y de los quehaceres que se advierte en la estructura de las instituciones, como resultado de décadas de inercia. El libro se configura en cuatro grandes secciones: Composición, Interpretación, Pedagogía y Musicología, nucleadas mediante una reflexión crítica, por una parte, y por tomar como su referente a la Región de Valparaíso como el eje histórico, artístico y cultural que condiciona y a la vez nutre este proceso reflexivo. La primera sección, Composición, contiene tres capítulos. Enrique Reyes Segura presenta una reflexión sobre la poiesis de Cueca perra para una pianista actuante, y su relación con un país “sin alma” desde el quiebre profundo de Chile a contar del 11 de septiembre de 1973. Daniel Díaz Soto aborda la relación interdisciplinaria entre la música y el teatro a partir del proceso de la puesta en escena, mientras que Félix Cárdenas Vargas se adentra en la conjugación de la música de tradición escrita con la herencia de la religiosidad popular del Valle Aconcagua que caracteriza su Misa Alférez compuesta en 2004. En la segunda sección, Interpretación Musical, Nicolás Moreno Yaeger estudia el repertorio de un instrumento como el vibráfono, de gran relevancia en la música contemporánea, un período que debe tener el énfasis que le corresponde en la 7 LECTURAS INTERDISCIPLINARIAS EN TORNO A LA MÚSICA formación musical de los intérpretes. Michel Cara Jara, sobre la base de un sólido basamento teórico, analiza en la tercera sección un aprendizaje que es clave para la interpretación de la música de tradición escrita: la lectura musical, el que además se vincula con otra importante línea de trabajo del Instituto: la Pedagogía. De los seis artículos que conforman la cuarta sección, Musicología, se perfila la gran importancia que ha tenido Valparaíso en la historia musical chilena. Nelson Niño Vásquez presenta los resultados de su investigación acerca de la visita a Valparaíso en 1866 del pianista y compositor norteamericano Louis Moreau Gottschalk, la que además significó un importante estímulo para el desarrollo y proyección de los valores musicales locales. Se complementa muy bien con el estudio de Isabel Césped Corrotea acerca de Pedro Césari, una figura que llevó a cabo un importante quehacer por la música en el Valparaíso decimonónico, en especial con las bandas instrumentales, las que tuvieron una gran incidencia en el espacio público de la época. Contribuye a una perspectiva integrada el trabajo de Manuel Arce Vera acerca de la Nueva Canción Chilena en Valparaíso, habida consideración del impacto que este movimiento musical ha tenido en el país durante los siglos XX y XXI. En un orden más general resulta muy ilustrativa la hipótesis que plantea Rafael Díaz Silva acerca de la condición finis terrae de la Región de Valparaíso y su incidencia en los rasgos definitorios de una escuela composicional de la región. Su trabajo se complementa muy bien con el de Silvia Herrera Ortega acerca del compositor Ramón Gorigoitía, oriundo y formado en Valparaíso, pero que reside actualmente en Alemania, en cuyo quehacer creativo se advierten rasgos artísticos y culturales derivados de la condición de Valparaíso como uno de los importantes puertos de Chile. Proyectándose al resto del país, el estudio de Pablo Palacios Torres sobre el itinerario de la creación musical chilena entre 1930 y 1970 abarca períodos muy importantes de la historia de la música chilena de tradición escrita en el siglo XX, los que se correlacionan con cambios fundamentales en la historia nacional. Como praxis institucional este libro refleja el proceso de consolidación y madurez del Instituto de Música de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, al alcanzar los cuarenta y cinco años de fecunda existencia. Se manifiesta en un quehacer académico que conjuga las dimensiones de crear y pensar en las cuatro áreas que conforman el contenido del libro, y que proyecta al siglo XXI el señero legado de Carlos Poblete Varas y Margot Loyola Palacios. Esto conlleva el priorizar líneas 8 LECTURAS INTERDISCIPLINARIAS EN TORNO A LA MÚSICA de trabajo, establecer un núcleo multitemático y multidisciplinario de profesores e impulsar un desarrollo académico de la docencia de pregrado, postgrado, creación e investigación, que no sea endogámico, sino que por el contrario, tenga la porosidad necesaria con el medio externo tanto del país como internacional. De ahí que este libro, y en general el proyecto de desarrollo del Instituto, sirvan como un modelo que se debiera considerar con la seriedad debida por las restantes instituciones dedicadas a promover la música en Chile. Prof. Dr. Luis Merino Montero Departamento de Música y Sonología Facultad de Artes Universidad de Chile 9 I La Composición Musical Cueca Perra, para una pianista actuante: la muerte del Alma Nacional Chilena, una propuesta interdisciplinaria1 ENRIQUE REYES SEGURA [email protected] RESUMEN Esta obra músico-teatral de mi autoría, Cueca Perra, dedicada a la pianista Patricia Escobar y compuesta el año 2013, se estrenó ese mismo año en el marco del X Festival Internacional de Música Contemporánea Darwin Vargas realizado entre los días 14 y 19 de octubre de 2013 en Valparaíso, evento organizado por el Departamento de Composición del Instituto de Música la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Esta pieza emerge desde la impotencia y el dolor que ha significado vivir por más de treinta años en un país “sin alma” y fue ejecutada el día sábado 19 de octubre de 2013 en jornada de cierre del Festival antes mencionado. Para un instrumento de cuerdas frotadas, perder el “alma” significaría la muerte del mismo; para un ser humano creyente perder su alma es quedar atrapado para siempre en un limbo sin descanso. Bástenos recordar la tragedia de Fausto del escritor W. Göethe o incluso, en un ámbito más poético y posterior, la del escritor Oscar Wilde en su obra de Dorian Gray. En este marco para un país perder el alma significa también la muerte de la resonancia de su ser institucional, la muerte de los valores que sustentaban la convivencia nacional, la muerte de la confianza en las Fuerzas Armadas, garantes de la constitución y la democracia chilena que un 11 de septiembre de 1973 se levantaron en armas en contra de su propio pueblo, quedando para siempre El presente análisis realizado por el compositor, busca mostrar las múltiples capas semánticas y sintácticas, simbólicas e intertextuales que están en juego en la obra y su particular relación con el teatro. 1 13 LECTURAS INTERDISCIPLINARIAS EN TORNO A LA MÚSICA sus manos manchadas por la sangre derramada de sus compatriotas que indefensos fueron vilmente asesinados. Esta obra para una pianista actuante es un espacio de acción y reflexión en torno a la irreversibilidad de los hechos y sus trágicas consecuencias. Es una propuesta interdisciplinaria en la que la pianista debe actuar su papel de mujer que llora el recuerdo de su amado detenido-desaparecido bailando y tarareando sola la cueca La Consentida, en un 18 de septiembre de cualquier año después de la dictadura y que luego toca el piano como un desahogo catártico que le permite sobrellevar el nuevo estado de cosas. Ella nos representa como colectividad y como individuos que aun sintiéndonos miserables, bailamos y permitimos que la miseria se vista de fiesta cada 18 de septiembre. PROLEGÓMENOS Que el propio compositor de una obra musical publique un análisis de su pieza, es sin duda una ventaja en todo sentido si consideramos que nadie mejor que él conoce los laberintos laboriosos del pensamiento que le dieron origen. Sin embargo, hay que aceptar también que él, como ser inmerso en una cultura, está afecto y por ende dispone de las mismas herramientas de juicio que cualquier músico tiene a su alcance para analizar en su tiempo. Conocido es el ensayo “Filosofía de la Composición”, del poeta y escritor norteamericano Edgar Allan Poe, publicado en 1848 y consignado en el texto Ensayos y Críticas2 traducido por el escritor Julio Cortázar, su gran admirador, en el cual el poeta analiza concienzudamente el proceso de creación de su célebre poema El Cuervo, mostrando su gran capacidad deductiva y emitiendo juicios categóricos en torno al quehacer poético. También son conocidos los múltiples textos analíticos escritos por el compositor francés del siglo XX Pierre Boulez3 reunidos en su libro Puntos de Referencia, que abordan todo tipo de problemáticas asociadas tanto al pensamiento musical como a la artesanía de sus obras propiamente tal. De igual forma los trabajos de tesis de posgrado en el ámbito de la composición musical demandan del compositor un análisis de su obra que como sabemos tiene muchos puntos de vista para ser abordado. Todo lo anterior, sumado a los análisis que realizan los musicólogos de las obras de 2 3 Poe 1987: 65-80. Boulez 1984: 107-120. 14 LECTURAS INTERDISCIPLINARIAS EN TORNO A LA MÚSICA los compositores, configuran y por ende construyen el mundo en torno a las obras musicales como objeto de estudio. Escribo este ensayo con el propósito de mostrar las múltiples capas intertextuales que conforman esta obra y, al mismo tiempo, con miras a establecer una línea de investigación en el ámbito interdisciplinario que permita abordar las problemáticas asociadas a la relación entre dominios del arte que hoy tensionan permanentemente el quehacer artístico-musical del siglo XXI en nuestra sociedad. EL CONCEPTO DE LA OBRA CUECA PERRA Como hemos aprendido desde nuestra infancia todos los chilenos, la cueca es el baile declarado oficialmente como danza nacional en Chile, por tanto goza de carta de ciudadanía en todo el territorio, lo que en cierta forma obliga a cualquier chileno a tomar una posición frente a ella, la interpela y al mismo tiempo le ofrece una condición de posibilidad para identificarse con su chilenidad. Los niños en las escuelas aprenden a bailar cueca y el 18 de septiembre, día en que se conmemora el inicio del proceso de la independencia nacional con el establecimiento de la Primera Junta de Gobierno, es casi una obligación bailarla o, en su defecto, verla bailar. No hay forma de abstraerse, en todos los recintos comerciales, supermercados, malls, centros comerciales, colegios, etc., en esa fecha no se escucha otra cosa que música folklórica con un fuerte predominio de la cueca. En síntesis, el baile y su música, que van juntas, representan en cierta forma lo que denominaré en este ensayo el “Alma Nacional”. La destacada investigadora y folklorista Margot Loyola Palacios escribe en su libro denominado La Cueca: danza de la vida y la muerte lo siguiente: Su danzar magnífico ha lucido en salones aristocráticos y también en salones de medio pelo. Ha acompañado la tristeza de los labriegos en sus ranchos humildes; ha ayudado al hombre en sus duras faenas en trillas a yegua, en vendimias, en esquilas, y en todo trabajo de campo; ha celebrado la hidalguía del huaso de manta y espuela en los rodeos; compartido la alegría en fiestas de enamorados o de niños que nacen a la vida; ha llorado en velorios de angelitos y en la fe religiosa de nuestro pueblo, que suplica y paga mandas arrodillados frente a los altares […]4. 4 Loyola 2010: 23. 15 LECTURAS INTERDISCIPLINARIAS EN TORNO A LA MÚSICA Situados aquí, la obra a componer debía insertarse en esta imaginaria que, como ya fue mencionado, representa lo más esencial de la chilenidad. Existen muchos tipos de cueca; entre los más conocidos se encuentran la cueca chora, la cueca brava, la cueca larga, la cueca del angelito, la cueca robada, entre otras. Todas ellas tienen sus particulares características que las definen como tales, sin embargo, todas ellas son, en última instancia, cuecas. En consecuencia, existe un denominador común que hace posible que una cueca sea reconocida como tal, independientemente de su particularidad; una especie de esencia que está siempre presente y esa esencia se manifiesta claramente en la música que sostiene el texto y la coreografía. La música, nos dice la folklorista Margot Loyola, debe estar organizada en un metro ternario de seis octavos o tres cuartos alternados5. Además, la música se inscribe en el sistema tonal-modal, por tanto, ya hasta aquí hemos definido dos elementos esenciales de ella que resultan a todas luces obvios para los ojos de un músico incluso amateur. Lo anterior, es decir, componer una obra musical sustentada en estos dos elementos, sin duda se ubica en la decisión de no poner en crisis lo esencial de aquello que conforma la música de la cueca, con el firme propósito de que la conexión con el denominador común resulte evidente. Ahora bien, los instrumentos armónicos tradicionales para hacer sonar la música han sido la guitarra -por excelencia- y el piano, ambos acompañados por otros instrumentos como el acordeón, el tormento, el arpa, el pandero, etc. En su texto La Cueca: danza de la vida y la muerte, la destacada folklorista Margot Loyola expresa: “El piano ha sido instrumento emblemático de cuecas de salón obrero, prostíbulos y casas de canto”6. Para esta obra, dado su particular emocionar, debía ser un instrumento sonoramente potente, pero al mismo tiempo vinculado a la tradición del burdel, por tanto no podía ser otro que el piano. Como se dijo, existe una gran tradición de las cuecas que se interpretaban y bailaban en burdeles y era el piano el instrumento por excelencia que sostenía la música. En tal sentido, los primeros elementos definidos para comenzar a trabajar en la composición fueron el metro seis octavos, la tonalidad de La menor y el piano solista como instrumento musical. Podemos preguntarnos desde ya ¿Por qué La menor como tonalidad? , pregunta del todo válida. Si miramos las letras musicales desde la clave anglosajona que conforman la palabra “cueca”, 5 6 Loyola 2010: 120. Ibid., 132. 16 LECTURAS INTERDISCIPLINARIAS EN TORNO A LA MÚSICA veremos de inmediato que son: C, E, A, es decir Do, Mi y La, notas con las cuales podemos conformar la triada de La menor. Lo anterior recoge una práctica que fue muy conocida y trabajada por el compositor J. S. Bach quien escribió una de las piezas del Arte de la Fuga con las letras musicales de su propio nombre, es decir, B=Sib, A=La, C=Do y H=Si. Esta tradición fue seguida por otros compositores posteriores como R. Schumann y A. Berg. De esta manera queda definido el marco sobre el cual se inicia el proceso de composición musical. Cabe señalar que el adjetivo que acompaña al sustantivo del nombre, es decir, “perra” surge de la mano con el tono general de la obra, es decir, la miseria representada por esta palabra tan plurivalente. Existen muchas acepciones para este adjetivo, el cual en su gran mayoría alude a connotaciones negativas e incluso peyorativas cuando no insultantes. La expresión “eres una perra” dicha a una mujer tiene fuertes implicancias éticas y morales y resulta del todo ofensiva considerando la asociación que ha existido desde tiempos remotos entre esta palabra con una prostituta. Así también, existe en nuestra sociedad una gran desvalorización al animal hembra, a la que se le atribuye una carga negativa. Sin perjuicio de lo anterior, también en Chile es muy común la expresión “agüita perra” que alude a una infusión muy pobre que generalmente se sirve con trozos de cascarita de limón o incluso con nada, solo el agua caliente, lo que alude a una condición de precariedad extrema y, por tanto, negativa. En otro plano se esgrime la expresión “pateando la perra” aludiendo a estar pasándolo muy mal. En suma, es difícil encontrar esta palabra como adjetivo en que no tenga una connotación negativa. Además, si se observan las letras musicales que la conforman, éstas son E y A, es decir las notas Mi y La. Ambas notas pertenecen a la triada de tónica en la tonalidad de La menor, por tanto, se insertan en el tono que ya la palabra “cueca” había definido. Lo anterior refuerza la idea de imaginar una fantasía pianística en torno a la cueca que muestre y haga patente la miseria humana. LA HISTORIA DENTRO DE LA HISTORIA Un relato es por antonomasia otros relatos. Esto quiere decir que cada vez que se construye una obra, en su interior se anidan en forma poetizada otros relatos que le dan forma sin que necesariamente se dejen ver explícitamente. Esta obra contiene varias historias que conforman su impronta sin que por ello la música se inscriba en el género programático; sustentan su poesía en un sentido amplio y su artesanía en uno más acotado. Estas historias se tocan y se cruzan generando una trama com- 17 LECTURAS INTERDISCIPLINARIAS EN TORNO A LA MÚSICA pleja con un espesor semiótico interesante para una obra de este tipo. Si miramos la tradición musical, el género más cercano a esta propuesta sería la desarrollada por el maestro Luciano Berio en su Sinfonía 1968. En ella las citas en su tercer movimiento generan una trama riquísima que adquieren un nuevo significado en el devenir total de la obra. Este procedimiento compositivo le permite al lector-auditor poder identificarse con las citas y reconocer su propia identidad en ellas. LA INTERDISCIPLINARIEDAD Iniciemos esta reflexión en torno a un concepto asociado a la disciplina; el de interdisciplinariedad, que de algún modo nos introduce en el problema de la relación entre dominios, asumiendo, desde ya como disciplinas diferentes, las distintas manifestaciones del arte, que están llamadas a encontrarse en un espacio determinado. Como problema, es extensivo a cualquier dominio en el cual se dé esta misma condición; por ejemplo, en el mundo científico se reúnen biólogos y físicos, como en el artístico lo hacen músicos y actores. En tal sentido, y desde el punto de vista fenomenológico, viven la misma problemática. El destacado pensador Fritz Wallner, de la Universidad de Viena, quien se ha especializado en el tema, establece como condición de posibilidad para que tenga lugar la interdisciplinariedad, la necesidad de establecer un “ámbito común”, cuestión con la cual concordamos plenamente. Él lo expresa de esta forma: Tras ir a un ámbito común uno se entiende mejor a sí mismo, es decir, por este medio uno entiende mejor la propia disciplina, en tanto uno percibe planteamientos que normalmente en la propia disciplina no trata – a esto llamamos extrañamiento: el proceso de ir a un ámbito común, que está fuera de ambas disciplinas […]7. Lo común se constituye en un factor clave, para que tenga lugar el encuentro entre dos o más disciplinas llamadas a dialogar en una misma mesa. Surge de inmediato otra pregunta: ¿Cómo encontrar o, mejor dicho aún, construir un ámbito común? Tal como lo señala F. Wallner, ese ámbito común debe estar por sobre ambas disciplinas. De este modo, ninguna puede establecer una suerte de dominio sobre la otra. 7 Wallner 1994: 16. 18 LECTURAS INTERDISCIPLINARIAS EN TORNO A LA MÚSICA Sin embargo, lo anterior supone un acuerdo de ambas partes: reconocer ese ámbito como común, es decir, en él deben poder reconocerse elementos, ya sean éstos de carácter procesal, fisonómico o de cualquier tipo, que permitan que ese reconocimiento se produzca. Situado en el mundo científico, F. Wallner nos dice: Si ustedes, pues, ven argumentar a un psicólogo con un físico, éstos tendrían que encontrarse en un ámbito que esté fuera de ambas ciencias, éste podría ser, en este caso, un ámbito filosófico, lo que tendría incluso todavía más atractivo, dado que se encontrarían en un ámbito en el cual cada uno de los dos es un aficionado, y así se daría una igualdad de oportunidades8. Se desprende de lo anterior, como un valor positivo, la “igualdad de oportunidades”. No resulta difícil darse cuenta de que en un diálogo entre dos dominios, uno intentará arrastrar al otro hacia sí, a objeto de establecer un cierto grado de poder en la relación. Sin embargo, si esto sucediera, lo interdisciplinario, como espacio de relaciones, dejaría de ser tal, para convertirse en algo disciplinario, en que una somete a la otra. En el mundo del arte, a nuestro juicio, se viven los mismos problemas, que emergen asociados a la “subordinación” de unos dominios a otros. El concepto de funcionalidad, por ejemplo, tan característico en la jerga artística, denota de inmediato una falta de libertad, que en la mayoría de los casos, es visto como negativo. No obstante lo anterior, la búsqueda de la igualdad, en la relación de dominios antes mencionada, ha sido un motor que ha incentivado la exploración de encuentros artísticos diversos. En síntesis, la interdisciplinariedad supone la interrelación entre personas que se cultivan en un dominio del quehacer artístico y que se convocan voluntariamente para construir en conjunto un nuevo objeto. Esto no es otra cosa que la conjunción articulada de distintas miradas, que le dan forma y lo animan como un todo que contiene en su interior todas las voces tramadas de aquéllos que comparten un emocionar común. 8 Wallner 1994: 16. 19 LECTURAS INTERDISCIPLINARIAS EN TORNO A LA MÚSICA LO INTERDISCIPLINARIO EN LA CUECA PERRA Una “pianista profesional” como ser humano y persona puede actuar desde su intuición y, como amateur, dejarse llevar en función de una o más situaciones que representen en una trama una idea que se articula con otras. Éstas, en su devenir, van conformando el total de lo que denominamos una obra interdisciplinaria, es decir, del momento que se actúa frente un público sobre un escenario emerge un aspecto que podríamos llamar como “propio” del dominio del teatro. El asunto más interesante es precisamente el hecho de que sin poseer estudios ni una práctica teatral sostenida, es posible actuar en ciertos ámbitos que denomino básicos si la personalidad y el temple lo permiten. Éste es el caso de esta obra cuya puesta en escena es muy elemental y, por tanto, no demanda de su ejecutante una expertisse en el ámbito teatral, sin embargo, sí lo hace en el ámbito de la interpretación pianística. Lo anterior pretende establecer que el dominio común en el cual tanto el compositor como la intérprete trabajarán juntos será el del teatro, que es a su vez un dominio en el cual ambos son amateurs, por tanto, se cumple así lo expresado por Wallner en su planteamiento. La propuesta teatral y la puesta en escena ha sido elaborada en conjunto a partir de un emocionar común. Lo anterior, si bien es cierto, supone el riesgo de caer en una puesta en escena del todo naif por la falta de expertisse, no es menos cierto que este dominio surge en forma natural e intuitiva de la mano con la intención general de la obra que es precisamente lo que se busca experimentar. En todo caso, y a modo de reflexionar críticamente también en este ámbito, se consultan los aspectos teatrales a un actor y docente del teatro. DESCRIPCIÓN GENERAL La propuesta interdisciplinaria se inicia estando la sala en total obscuridad con la proyección de un breve video sin audio, del bombardeo al Palacio de la Moneda acaecido el día 11 de septiembre del año 1973 y conocido por todos los chilenos, que enmarca y connota de inmediato el relato posterior. La ausencia del sonido característico de la imagen provoca un efecto de tensión inicial, que por una parte informa y por otra dispone al espectador a seguir conectado con la puesta en escena. Cabe señalar aquí, que además del contenido mismo del video, también es muy 20