Explorando las profundidades del Perú

Anuncio
VIAJE HACIA EL
INTERIOR DE LA TIERRA
¿
Qué hay adentro de la tierra? La pregunta fue siempre
tan elemental como imposible de contestar. Cuando
Julio Verne trató de dar su propia respuesta, hizo
que sus personajes, el geólogo alemán Otto Libermann y
su sobrino Axel, ingresaran al interior de la tierra por un
cráter en una montaña de la costa occidental de Islandia.
Lo que Libermann y su sobrino encontraron después de
varios días de marcha, fue la imagen viva del paraíso de los
geólogos: bosques de cristales, formaciones inverosímiles
de lava y hasta mares interiores. La expedición de Verne
estaba fechada en 1863, pero solo ocurría en la imaginación
del autor de ciencia ficción y sus lectores.
métodos físicos para ayudar a desentrañar los misterios
geológicos. La electricidad sería uno de esos métodos.
Por supuesto, paralelamente a esta búsqueda sistemática,
aparecían en el panorama una variada gama de aventureros,
charlatanes o videntes que aseguraban la infalibilidad de
sus métodos. El uso de péndulos y horquetas para señalar
desde minas de oro hasta fuentes de agua mineral, es
antiguo en el mundo. El exceso de demanda creó la oferta,
en un momento determinado había máquinas misteriosas
con toda clase de rayos que aseguraban penetrar en las
profundidades desconocidas. No poca fabulación ha
despertado siempre el interior de la tierra.
Sobre la dura superficie de la tierra, sin embargo, la
pregunta seguía sin respuesta, aunque había cada vez
más razones para lamentarlo. El mundo en plena edad
industrial requería cada vez más metales y minerales,
y a la búsqueda de recursos subterráneos se acababa
de añadir una nueva demanda: el petróleo. Las costosas
perforaciones en la dura corteza, hechas casi al azar,
confiadas a algunas comprobaciones empíricas, no
parecían ser una base sólida para una industria a gran
escala. Pero se hacían intensos esfuerzos, y cada día
se aprendía un poco más. Hacia el cambio de siglo, la
geología de prospección en la superficie estaba en
vísperas de entrar en una revolución, con la aplicación de
El viaje científico y sistemático hacia el interior de la
tierra, prosiguió aceleradamente su marcha en el nuevo
siglo. Uno de los que llegarían más lejos en ese viaje
era un joven profesor de física de la Escuela de Minas
de París, Conrad Schlumberger, que hacia la primera
década del siglo comenzó a trabajar sobre la idea que
las mediciones eléctricas podían servir para conocer
la estructura de la tierra. La idea era prometedora pero
estaba lejos de ser comprobada. Haciendo pruebas en el
laboratorio de la Escuela, el profesor comenzó a delinear
un método geofísico que se basaba en la resistividad
eléctrica de las rocas. El amplio rango de valores que
obtuvo lo animaron a continuar los estudios.
3 Marcel Schlumberger con su instrumento para toma de muestras.
Su procedimiento trataba de detectar minerales en el
interior de la tierra. Para ello generaba un campo eléctrico
11
Viaje hacia el interior de la tierra
4 Marcel Schlumberger en la cabina de un
camión de adquisición de registros.
en el terreno, a continuación, mediante la medición del
voltaje en esa superficie, elaboraba una representación
gráfica, delineando curvas equipotenciales. Por último,
comparaba la forma de esas curvas graficadas con las
curvas teóricas esperadas para un terreno homogéneo.
Las pruebas en laboratorio demostraron que el método
funcionaba, pero había que comprobar la teoría en la
práctica, en el campo.
La principal conclusión de esa
campaña de 1912, fue demostrar
que el método de mediciones
eléctricas de superficie era
posible de realizarse fuera de
las condiciones ideales del
laboratorio.
En el verano de 1912, en la finca de la familia en Val Richer,
en Noruega, Conrad obtuvo las primeras mediciones
superficiales sobre el terreno. Ese mismo año diagramó su
primer mapa de curvas equipotenciales, sobre una región
de Normandía rica en minas de hierro. Los instrumentos
utilizados eran todavía muy elementales, pero luego de
una intensa campaña, aprovechando sus conocimientos
previos sobre este terreno, logró interpretar los datos de
las curvas equipotenciales, y por medio de ellas obtener
una idea de la estructura del subsuelo estudiado.
solucionar, pero aun con instrumentos muy elementales,
los resultados eran promisorios.
La principal conclusión de esa campaña de 1912, fue
demostrar que el método de mediciones eléctricas
de superficie era posible de realizarse fuera de las
condiciones ideales del laboratorio. Las condiciones
eran muy diferentes en uno y otro caso, en el campo se
presentaban innumerables dificultades que había que
Explorando las profundidades del Perú
Ese mismo año y en los años siguientes, continuaron los
experimentos en el campo. En octubre de 1912, en un área
con formaciones geológicas bien conocidas en Sassi,
Francia, los levantamientos demostraron que las mediciones
de superficie podían correlacionarse con la geología del
subsuelo. Al año siguiente, las mediciones de superficie
obtenidas en Soumont, Normandía, lograron definir la
extensión de una falla subterránea que había atravesado un
cuerpo mineralizado. El caso fue definido como un primer
éxito geológico concreto, a cargo de cinco personas y unos
equipos de medición por demás rudimentarios.
Cada uno de estos trabajos presentaba novedades
que nadie esperaba. En 1913, por ejemplo, se presentó
5 Paul Schlumberger con su hijo Conrad, su nuera y algunos de sus nietos. El vehículo, un Chenard y Walker, fue el primer camión
topográfico. Fotografía tomada por Marcel Schlumberger.Val Richer, 1912.
un fenómeno hasta entonces desconocido, llamado
la polarización espontánea. Conrad aprovecho esta
técnica para delinear un cuerpo mineralizado de
piritas en Sain Bel, Rhône. Al año siguiente, el método
desarrollado por Conrad condujo al descubrimiento
de un cuerpo mineralizado de cobre en Tilva Roche,
en Serbia. Los resultados de esa campaña eran
importantes al menos por dos razones: era la primera
vez que se descubría un cuerpo mineralizado no
magnético por medios físicos, pero además, era el
primer trabajo comercial emprendido por Conrad
Schlumberger. La prospección eléctrica se convirtió
desde entonces en una técnica comprobada.
1914 fue un año de intensos adelantos en el método
geofísico planteado por Conrad. En Serbia se había
demostrado incluso su viabilidad como emprendimiento
comercial, pero aun tendrían que pasar años, y el
mundo tendría que cambiar, antes de que los trabajos de
Conrad cristalizaran en gran escala. En 1914 estalló la
Primera Guerra Mundial, y el profesor de la Escuela de
Minas se enroló en el ejército francés para servir en un
batallón de artillería. Los experimentos tuvieron que ser
postergados hasta la llegada de tiempos mejores.
UNA FAMILIA DE EMPRENDEDORES
Los Schlumberger eran un clan familiar bien conocido en
Alsacia, al norte de Francia. Al menos desde el siglo XVI
hay registros de ellos como curtidores de pieles, y desde
el siglo XVIII como gente instalada en la industria del vino.
Protestantes, ligados por alianzas matrimoniales con
otros clanes familiares de la región, los Schlumberger
eran conocidos como una familia emprendedora. En 1810,
Nicolás Schlumberger abrió una hilandería que hasta
hoy existe en Guebwiller, Alsacia. Durante todo el siglo
XIX la industria prosperó, su hijo Paul se hizo cargo de
la fabrica al promediar el siglo, todo parecía indicar que
ese sería también el destino de los nietos de Nicolas, los
hermanos Schlumberger, entre los que estaban Conrad y
Marcel, que llevarían sus inquietudes profesionales muy
lejos de su natal Alsacia. La ocupación por las tropas
prusianas del territorio, marcaron la región desde la
década de 1870, los hijos estudiaron en Paris, y el amor
por la ciencia que Paul cultivaba desde siempre, influyó
en el futuro de la familia.
Conrad había nacido en Guebwiller, en 1878, durante la
ocupación prusiana, y en 1893 se trasladó a Paris para
iniciar sus estudios de física. Se graduó con honores
en la Escuela Politécnica, y luego pasó a estudiar en la
Escuela de Minas, prestigiosa institución de la ciencia
13
Viaje hacia el interior de la tierra
5 Conrad Schlumberger comprobando sus primeros
experimentos de campo en su finca en Normandía.
francesa, donde ingresó como profesor a la edad de 29
años. Fue en esa etapa de su vida que Conrad concibió
su teoría geofísica de mediciones eléctricas, que
andando el tiempo lo llevaría a desentrañar el interior de
la tierra, pero todavía pasarían años para que ese sueño
se hiciera realidad. En el sótano de la Escuela, utilizando
una bañera de cobre prestada por su esposa, Conrad
recreó un modelo del interior de la tierra en donde
colocó muestras de petróleo. Pasando una corriente
eléctrica por estos modelos creados en la bañera, midió
el flujo y registró las curvas equipotenciales. La intuición
que hasta entonces era meramente teórica, comenzó a
cobrar cuerpo en la práctica. La distorsión de las curvas
indicaba la presencia de las muestras de petróleo.
Su hermano Marcel, seis años menor que Conrad, también
se traslado a París donde ingresó a la Escuela Saint Paul
en la que se graduaría de ingeniero mecánico. Ambos
Explorando las profundidades del Perú
hermanos eran de temperamentos diferentes, mientras
Conrad era un científico embebido en los conocimientos
de su tiempo, Marcel era un inventor nato, hombre
práctico capaz de resolver los problemas y profundamente
interesado en la mecánica. Cuando la guerra mundial
estalló, Marcel pasó a servir en una nueva arma que por
entonces comenzaba a dar sus primeros pasos, la caballería
motorizada y blindada, es decir, los tanques. Poco antes
de la guerra había comenzado a trabajar en minas, junto
con su suegro. En cierta forma, Conrad y Marcel estaban
en busca de lo mismo, grandes yacimientos subterráneos,
uno por medios teóricos y científicos, el otro por medios
prácticos. Cuando la guerra terminó en 1918, la posibilidad
de unir sus fuerzas se presentó.
Años después, W. Gillingham, que llegó a ser
vicepresidente de la compañía que fundaron los
hermanos, escribió: “A los hermanos Schlumberger
se los podía imaginar como un equipo. Conrad
– físico, soñador, hombre de ideas – y Marcel –
3 Bosquejo tomado de un cuaderno de
Conrad Schlumberger.
En 1919 el mundo recién se
estaba recuperando de una
larga y penosa guerra, pero
estaba listo para iniciar
un período de renovado y
deslumbrante progreso.
ingeniero, pragmático, inventor; hombre de acción
– se complementaban perfectamente. Juntos pudieron
orquestar tiempo, talento y oportunidad, para poner a
trabajar la ciencia al servicio de la humanidad. Para
ayudar a identificar sitios ocultos del depósito mundial
de minerales, idearon formas de medir los parámetros
interiores del subsuelo de un modo nuevo y eficaz”.
En 1919 el mundo recién se estaba recuperando de una
larga y penosa guerra, pero estaba listo para iniciar un
período de renovado y deslumbrante progreso. Conrad
reanudó sus experimentos con la electricidad, pero fue
su hermano Marcel quien lo convenció de unir fuerzas e
incursionar de manera comercial con los nuevos métodos
en desarrollo. En esa coyuntura, sería el padre de ambos,
Paul, la figura que facilitaría esa unión y proporcionaría
los medios para que la nueva sociedad se prolongue en el
tiempo y alcance sus objetivos. De ese momento crucial
ha sobrevivido un acuerdo, redactado por Paul, que es
uno de los más interesantes documentos fundacionales
de una industria moderna. En sus párrafos decía:
“Me comprometo a proporcionar a mis hijos Conrad
y Marcel Schlumberger los fondos necesarios, cuyo
importe no superará los quinientos mil francos, para ser
destinados a la utilización de las mediciones eléctricas
para la exploración del subsuelo (…)
Por su parte, mis hijos acuerdan no diluir sus
esfuerzos trabajando en otras áreas. Este campo es
suficientemente amplio para ocupar toda su inventiva y
para explorarlo correctamente deben consagrarse por
entero a esa actividad (…)
En esta actividad los intereses de la investigación
científica predominan sobre los financieros. Se me
mantendrá informado y podré dar mi opinión acerca
de los desarrollos importantes y los fondos que se
requieran. El dinero que doy constituye mi aporte a
un trabajo fundamentalmente científico y en segundo
término práctico (…)
Considero que este trabajo es de gran importancia y
estoy muy interesado en el mismo. Marcel aportará a
Conrad su destacada capacidad como ingeniero y su
sentido práctico. Conrad, por su parte será el hombre de
ciencia. Les daré todo mi apoyo.”
Como se ve del documento fundacional, la sociedad de
los hermanos Schlumberger nació con una vocación
científica que no la abandonaría en los años venideros.
15
Viaje hacia el interior de la tierra
5 En la costa del Golfo de México, en 1925, una brigada de Schlumberger intenta localizar una estructura petrolífera mediante
prospección eléctrica de superficie. En esta ocasión, parece haber una falla técnica.
5 Marcel Schlumberger, Mailly y Deschâtre prueban un dispositivo de prospección de superficie a treinta millas de profundidad.
Explorando las profundidades del Perú
La profunda admiración que
Paul sentía hacia la ciencia,
y que había inculcado en sus
hijos desde niños, sería una
fuerza constante para impulsar
nuevos emprendimientos que
llevaría a la sociedad de los
hermanos a un primer plano en
los estudios geofísicos.
La profunda admiración que Paul sentía hacia la ciencia,
y que había inculcado en sus hijos desde niños, sería una
fuerza constante para impulsar nuevos emprendimientos
que llevaría a la sociedad de los hermanos a un primer
plano en los estudios geofísicos.
Sin embargo, no bastaba tener el respaldo financiero
de Paul, ni el aporte técnico de Marcel, ni siquiera la
genialidad científica de Conrad, para llevar adelante
una empresa comercial en un campo tan pionero como
el que ellos se habían fijado. Hacía falta también, una
cuota de liderazgo para formar y dirigir los equipos de
trabajo, además de una fuerte fe en sus valores a fin de
sobrellevar las crisis económicas, las guerras mundiales
o las convulsiones políticas que encontrarían en el mundo
donde pretendían desarrollar su trabajo. Como si todo
eso fuera poco, aun se presentarían dificultades más
domésticas como las pérdidas financieras, la hostilidad
de otros colegas, el desinterés y la desconfianza de los
posibles clientes, y por último, las impugnaciones legales
que marcarían los primeros tiempos de la empresa. Todo
eso fue superado por los hermanos Schlumberger, que
tuvieron que descubrir en la práctica las cualidades
personales que diferencian el fracaso del éxito.
Así fue como nació en 1919, en la ciudad de París, a
lado de la Explanada de los Inválidos, una pequeña
compañía a la que bautizaron con el nombre de Société
de Prospection Electrique, el modesto origen de una de
los emprendimientos más espectaculares del siglo. Las
“flamantes instalaciones” abrieron sus puertas en la 30
Rue Fabert y consistían de cinco modestas habitaciones
que serían acondicionadas como oficina, taller y
laboratorio. La instalaciones se conservan actualmente
al lado de la sede central de Schlumberger en Francia.
El primer paso fue formar el equipo humano que sería
el encargado de realizar las tareas. Fue así como los
hermanos Schlumberger se vincularon a algunos jóvenes
profesionales que tuvieron fe en el método de exploración
que la pequeña compañía estaba desarrollado. Entre
los primeros colaboradores se hallaban Pierre Baron,
Jacques Gallois y Anargey Leonardon, que andando
el tiempo serían figuras claves en el desarrollo de la
empresa en los Estados Unidos.
En esos primeros tiempos todo era más sencillo y
voluntarioso. Los ingenieros recorrieron el campo
de Francia, particularmente, la zona de North Val.
Desplegándose por bosques y prados, cada uno tenía un
rol que atender. Un ingeniero plantaba los electrodos que
transmitían la corriente, otro se encargaba de extender
los cables, mientras que un tercero hacía las mediciones
correspondientes. El método de curvas equipotenciales
17
Viaje hacia el interior de la tierra
Fue ante esta comprobación que
Conrad Schlumberger dio otro
paso decisivo en el desarrollo
de su método de prospección
eléctrica al introducir una
nueva medición: la resistividad
aparente de la tierra.
funcionaba, pero en la búsqueda de la excelencia
que animaba la empresa, pronto fue evidente que los
resultados eran demasiados limitados para encontrarles
una aplicación a gran escala.
Fue ante esta comprobación que Conrad Schlumberger
dio otro paso decisivo en el desarrollo de su método
de prospección eléctrica al introducir una nueva
medición: la resistividad aparente de la tierra. Se trata
de una medición que indica el grado de resistencia de
la tierra ante una corriente eléctrica. La exploración
ganó en efectividad y el método geofísico dio un paso
adelante, pero eso no significó que las dificultades
hubieran terminado.
5 Una página del cuadernos de notas de Marcel Schlumberger.
Explorando las profundidades del Perú
Tal vez no lo habían considerado de todo, pero resultaba
muy difícil convencer a los responsables de la industria
minera de las bondades del nuevo método. Por cierto
los primeros tiempos fueron años de gran entusiasmo
pero de magros resultados comerciales, apenas unos
pocos contratos pequeños mantuvieron a la compañía
en funcionamiento. Si no hubiera sido por la fe de
Paul Schlumberger en el trabajo de sus dos hijos, y
su constante apoyo financiero, es muy probable que
la sequía de contratos hubiera significado el fin de la
pequeña compañía.
5 Extracto de carta de Paul
Schlumberger a sus hijos (detalle).
14 19
Explorando las profundidades del Perú
5 Prospección de superficie con un camión equipado con instrumentos de medición construidos por Conrad Schlumberger, y equipos
eléctricos auxiliares comprados al ejército. En la foto se observa el asistente de Conrad preparando un experimento en las montañas
Auvergne, 1914. Página opuesta: En una helada planicie de Alsacia, Bayle y Sauvage durante la prospección de depósitos de potasio.
El gran aporte práctico que los hermanos Schlumberger
proponían a la industria minera, era el de un método
verificable para determinar la probabilidad de existencia
de minerales metálicos, sin que sea necesario efectuar
las costosas excavaciones del terreno que hasta
entonces eran inevitables para hallar el mineral. Se
trataba de un ahorro gigantesco de recursos y esfuerzos,
pero no resultó sencillo para la industria minera darse
cuenta de las posibilidades que se le ofrecían. La idea de
las mediciones eléctricas de superficie, aunque debían
de desarrollarse con un gran despliegue de cables,
medidores y otros aparatos, tenía poco atractivo visual,
por lo que el método no siempre lograba despertar la
confianza de sus examinadores. Por otro lado, apenas
se utilizaba el término geofísica, y muchos geólogos, en
quienes la industria confiaba para dar el visto bueno a
estas innovaciones, se rehusaban a vislumbrar alguna
promesa en esta novísima disciplina.
nueva disciplina, llegaría años más tarde, al ingresar en
el panorama nuevos factores que alteraban la valoración
final. Sería fundamentalmente el factor económico el que
haría la gran diferencia. Los elevados costos en dinero y
los plazos extendidos de tiempo que se requerían para
efectuar los tradicionales pozos exploratorios, hicieron
cada vez más evidente la necesidad de contar con
una metodología alternativa para explorar el subsuelo.
Lentamente, la industria minera y las compañías
petroleras abrieron los ojos ante las nuevas posibilidades
que se les ofrecía. Finalmente, llegó el momento en que
nadie más puso en duda el valor científico del trabajo de
los hermanos Schlumberger y las enormes posibilidades
prácticas que abría su aplicación.
El método de mediciones eléctricas se siguió
perfeccionando, y sus instrumentos llegaron a ser cada
vez más aptos con cada nueva experiencia, pero el
cambio en la tendencia acerca de la aceptación de la
21
Explorando las profundidades del Perú
DEL COPEY AL PRIMER
POZO DE PETRÓLEO
E
l petróleo es casi tan antiguo como la tierra, y
su relación con los hombres es más variada y
anterior de lo que se cree. En distintas partes
del mundo se le conoció con distintos nombres. Betún,
nafta, pasasaphalto, en las antiguas culturas del medio
oriente, ricas en manaderos naturales de esta sustancia.
En América tiene al menos dos nombres reconocidos por
los arqueólogos, el chapopotli de los antiguos mexicanos,
y el copé, o copey, palabra de origen tallán, pueblo
que floreció en lo que hoy en día es el norte del Perú,
particularmente los departamentos de Piura y Tumbes.
En cuanto a los usos que el hombre antiguo encontró para
esta sustancia, una de las primeras y más evidentes fue el
aprovechamiento de sus cualidades combustibles para
producir luz, utilizando cañas huecas o candiles, junto
con mechas de lana de auquénidos o fibras vegetales.
El ingenio inventado en edad remota producía una luz
brillante, pero que humeaba y tiznaba fuertemente a su
alrededor. Otro uso, esta vez militar, que se encontró
para la brea ardiente fue el de utilizarlo en las flechas
incendiarias, arma muy poderosa cuando se trataba de
sitiar alguna ciudad o edificación, así lo certifican los
3 Un grupo de trabajadores construyen el ramal Corrientes–San
José de Saramuro, de 104 kilómetros de longitud, en el Oleoducto
Nor peruano, 1976.
testigos del sitio del Cuzco en 1533, cuando los flecheros
de las tropas de Manco Inca incendiaron los techos de
paja y madera de la ciudad.
Existe otra utilidad que las culturas andinas encontraron
para esta sustancia. Sin tener contacto con el fuego,
las breas calentadas en recipientes de barro podían
servir como aglutinantes. Aunque los arqueólogos
todavía lo discuten, consta en los testimonios escritos
que los caminos incaicos, al menos en ciertos tramos,
habían utilizado ya una clase de asfalto para su
construcción. El más detallado en este punto ha sido
el historiador norteamericano William Prescott, quien
citando a Sarmiento de Gamboa y Garcilaso de la Vega,
describió un camino inca compuesto “de grandes losas
de piedra, cubiertas a lo menos en algunas partes, con
una mezcla bituminosa a la que el tiempo había dado
una dureza superior a la de la piedra misma”.
También con las breas naturales se prepararía un
betún que, al menos en Tumbes, se aplicaba sobre el
rostro en algunos ritos religiosos. En los alrededores a
otros surtidores naturales, en la selva, por ejemplo, sus
virtudes como repelente de insectos, difícilmente habría
pasado desapercibida. Esa observación, junto con otra
sobre un uso contra los ácaros de los auquénidos en los
manaderos de Pirín, en la cuenca del lago Titicaca, ha sido
hecha por el historiador Waldemar Espinoza. Por su parte,
23
Del copey al primer pozo de petroleo
5 Establecimiento Industrial de Petróleo Faustino Piaggio
ya Antonio Raimondi había observado en el siglo XIX, el
curioso espectáculo de una recua de cerdos revolcándose
instintivamente en esta “grasa de la tierra”.
A estos usos ancestrales y caseros, siempre practicados
en pequeña escala durante los tiempos precolombinos,
se sumaron dos aplicaciones prácticas de importancia
durante los tres siglos coloniales. Con ellos se inauguró
una nueva fase en la explotación de la sustancia
negra, viscosa y oleaginosa, una explotación más
intensiva pero ciertamente insignificante comparada
con la escala de la explotación que llegaría después.
El primero de estos usos ya figuraba en la Biblia, sea
en el arca de Noé, o en la cuna flotante sobre la que
Moisés salvo la vida en las aguas del Nilo. Se trataba
de utilizar las breas como pintura en las carenas que
periódicamente se debían hacer a los navíos de madera.
Además de impermeabilizar mejor contra el agua salada,
el calafateo con brea protegía las quillas durante cierto
tiempo contra uno de los enemigos más terribles de los
navegantes, la broma o gusano de mar, que llegaba a
carcomer los fondos de un navío de madera.
Se trataba de un uso altamente apreciado y quien
sabe vital para el transporte marítimo, pero el uso más
intensivo, que consumiría las mayores cantidades
Explorando las profundidades del Perú
el calafateo con brea protegía
las quillas contra uno de
los enemigos más terribles
de los navegantes, la broma
o gusano de mar, que llegaba
a carcomer los fondos de un
navío de madera.
de este recurso, no estaba en los diques del Callao
donde se hacía el carenado de los barcos, sino en
las haciendas vitivinícolas, particularmente las del
departamento de Ica. Las breas actuaban en este caso
como impermeabilizantes en los fondos de las botijas
de barro que se utilizaban para envasar y transportar
vino y pisco. La vid fue una introducción muy temprana
en la agricultura colonial y la producción de vinos y
aguardientes era ya un hecho significativo a fines del
siglo XVI.
Existían otros fines prácticos para el petróleo o
el “aceite de piedra, como se le llamaba, aunque
nuestra mentalidad de hombres modernos difícilmente
los consideraría. Tal era el caso de las presuntas
aplicaciones medicinales que en opinión de algunos
tenían las breas. En el Virreinato del Perú el más
entusiasta promotor de esta medicina fue Eusebio Llano
Zapata quien la consideraba poco menos que un elixir
maravilloso que curaba una gran variedad de males.
Según el historiador Pablo Macera, el sabio colonial
aseguraba que el petróleo servía para combatir “el
envenenamiento, la flojera de nervios, la sofocación
uterina, los efectos verminosos, la supresión de
menstruos y los tumores”.
La Conquista y los tres siglos coloniales encontraron
una gran variedad de usos a esta sustancia, pero aun
se desconocían las potencias ocultas del petróleo.
Durante la colonia, y aun durante muchas décadas de
la República, nada significativo ocurrió en materia de
aprovechamiento de esta sustancia. Los desarrollos
técnicos o incluso las necesidades de energía no
apremiaban lo suficiente, como lo harían en una
época posterior, en la que el maquinismo y la industria
cambiarían la faz de la tierra. Entonces sonaría la hora
del petróleo, y su búsqueda y extracción alcanzaría
magnitudes que los antiguos pobladores nunca habrían
podido soñar.
Nadie ha registrado el día exacto en que el hecho ocurrió.
Simplemente nadie era conciente que desde ese día,
muchos de los usos tradicionales habían comenzado a
cambiar. Debió de ser un día cualquiera de 1860 o 1861 en que
desembarcaron sin mayor expectativa las primeras latas
de kerosene o kerosén que llegaron al puerto del Callao.
El líquido transparente se asociaba para los entendidos a
la palabra Pensilvannia, y eran barcos norteamericanos
los que traían los primeros cargamentos. La iniciativa
de importación pudo ser de varios que coincidieron casi
a la misma vez, particularmente las competitivas casas
importadoras de Lima. De todas maneras, alguien debió de
ser el primero aunque su nombre no quedó registrado. Un
detalle comercial importante: el líquido se introducía por
primera vez con unas lámparas de mecha, “a propósito
para su uso”, que comenzaban a aparecer en distintas
formas y colores.
No pasó mucho tiempo para que el giro comercial del
kerosene tome la suficiente importancia para que se
inicien los primeros litigios por escrito, en los que se
discutió la primicia de esta importación. De hecho, el
petróleo y los líos judiciales nunca han estado muy
lejos uno de otro. Se dijo que Felipe Barreda, “lo había
introducido para el uso de su propia casa”, y cuando
el asunto se hizo público, se supo que en Tacna se
alumbraban desde hacía mucho tiempo con este nuevo
aceite. De todos modos, durante uno o dos años, la
novedad, sin pasar desapercibida, tampoco anunció
25
5 Compañía Petrolera Lobitos, 1908.
que un cambio espectacular en el consumo estaba en
pleno desarrollo.
La primera aplicación práctica que se encontró para
el kerosene fue la del alumbrado. Este sería el primer
uso comercial del petróleo en gran escala. Esta utilidad
se difundió como sustituto de la costosa industria de la
ballena, que proporcionaba una cantidad siempre limitada
de aceites, o de las cererías tradicionales, que en el Perú
debían importar el sebo de las velas, ya que no contaban
con suficiente cantidad de materia prima. La necesidad de
quemar algo más que grasas animales en la iluminación
nocturna, parece haber sido bastante evidente hacia
mediados del siglo XIX. En más de un país, gente con
inventiva, científicos o prácticos, buscaban una fuente
eficiente de luz. De hecho, el gas carbónico, que llegó al
Perú en 1855, ya había comenzado a disipar la herencia
de tinieblas del siglo de las luces de candil. Conforme se
difundía, el kerosene comenzó a empujar hacia el desuso
a las velas, y sobre todo, al aceite de ballena.
Entre las personas que trabajaban intensamente para
encontrar una fuente de luz barata y confiable figura un
Doctor Abraham Gesner, de Nueva Escocia, quien patentó
Explorando las profundidades del Perú
en 1853, un proceso para producir aceite para lámparas
del carbón. No era el primero en destilar los carbones, de
hecho existían varias fórmulas adquiridas por distintas
fábricas, pero Gesner le daría una nueva palabra al mundo
cuando patentó su formula bajo el nombre de Kerosene.
Seis años después, en un lugar llamado Titusville,
Pensilvannia, se perforó el primero pozo de petróleo. A la
primera destilación de ese “aceite de rocas” se le llamó
por extensión kerosene, aunque era distinto a su primo el
original de carbón. Así, del líquido extraído del subsuelo
en Pensilvannia, mediante un primer proceso, se le dio el
nombre genérico de kerosene o kerosén.
La divulgación del nuevo aceite para lámparas se
difundió casi simultáneamente a lo largo del Atlántico y
del Pacifico, a la velocidad del comercio y la navegación
a vela. Naturalmente el Callao y una decena de puertos
secundarios de la costa del Perú, fueron los primeros
lugares a donde llegó la nueva sustancia. En unos pocos
años, su uso, si bien no era una novedad, ya estaba
establecido y en fase de expansión. Una vez reconocido
el hecho de que el petróleo tenía un uso industrial, ¿cuánto
tiempo pasaría antes que alguien recuerde esos áridos y
tristes manaderos de la costa norte, entre tumbes y Piura,
sin contar con otros yacimientos en la sierra del sur? Es
decir, cuanto tiempo pasaría para que el Perú, en vez de ser
un importador más, se convierta en productor de petróleo
eran los terratenientes de la
región los que tenían en su mano
la primera llave del petróleo. Al
principio, al menos en el Perú. La
explotación petrolera sería cosa
de hacendados.
y, de ser posible, de su valioso derivado, el kerosene. La
idea era demasiado tentadora como para creer que los
depósitos de la costa norte pasen desapercibidos por
mucho tiempo. Ya en 1862 se decía pesimistamente que
en el Perú había varios yacimientos de petróleo, aunque de
ninguno de ellos podría obtenerse un producto adecuado
para el alumbrado. Los comerciantes de la capital podían
ser los que tenían el capital suficiente para salir de dudas,
pero eran los terratenientes de la región los que tenían
en su mano la primera llave del petróleo. Al principio, al
menos en el Perú. La explotación petrolera sería cosa de
hacendados.
La hacienda colonial de Máncora, una gran extensión de
“tierras eriazas y realengas” que iban desde Amotape
hasta Tumbes, existía aunque era escasamente
productiva desde 1629, sucediéndose su propiedad
entre varias familias, un convento religioso y hasta
una administración por enfiteusis. Después de muchos
trámites notariales, hacia la década de 1860, cuando
el kerosene se comenzó a poner de moda, uno de los
propietarios de la hacienda Máncora, Manuel Antonio de
la Lama, fue el primer propietario de la zona que dejó de
extraer copé y sospechó que sus tierras estaban situadas
sobre petróleo. De la Lama estaba perfectamente al
tanto de las minas de brea que se seguían excavando
en la República. Su familia tenía por herencia 26 pozos o
zanjas en 1858, y unos años más tarde, ante la noticia de
esa nueva sustancia que vendían los norteamericanos,
no podía dejar de intuir que ese “pez o copé liquido”, una
sustancia ligera, fácilmente inflamable, que arruinaba y
obligaba a abandonar los pozos que no dieran un producto
suficientemente denso, podía no ser la maldición que se
creía, sino todo lo contrario, el gran negocio de su vida.
De esos primeros tiempos es poco lo que se sabe. De
la Lama entró en sociedad en el año de 1861 con un
comerciante del Puerto de Paita de apellido Rudens
con el fin de reunir entre los dos el capital necesario
para explorar la región. Explorar parecería una palabra
demasiado ambiciosa, si se piensa lo que los socios
hicieron en ese primer intento y se lo compara con lo que
luego sería la búsqueda sistemática de petróleo. Meses
después de formada la sociedad, en 1862, se contactaron
con un escocés de apellido Farrier y sin más fuerza que la
humana, utilizando lampa y pico, un grupo de jornaleros
contratados abrió diez zanjas no demasiado diferentes
a las que se utilizaban para recoger la brea colonial.
Aunque había una diferencia, las zanjas tenían como
promedio una profundidad de diez metros. Los trabajos
fueron hechos bajo la supervisión de Farrier.
La búsqueda de petróleo en el Perú comenzó en la zona
de Zorritos, al norte del río Bocapan, en el Departamento
27
Del copey al primer pozo de petroleo
de Tumbes. No hay indicaciones precisas de por que
se eligió ese lugar y no cualquier otro, pero no cuesta
mucho imaginar las razones para tal decisión: en Zorritos
abundaban los “ojos de copé”, además la zona estaba
cerca del mar, lo que facilitaría el transporte de los
equipos si se pasaba a una segunda etapa; por último, a
“ojo de buen cubero”, quizás Farrier o de la Lama, habrían
pensado que el suelo de Zorritos era más fácil y seguro de
excavar. Los resultados fueron los esperados. El petróleo
fluyó moderadamente, sino en cantidad – aquello no era
todavía perforar un pozo de petróleo – si en calidad. Se
tomaron muestras que fueron llevadas hacia Inglaterra
y los Estados Unidos. A la espera de los resultados de
los análisis detallados, los socios de la Lama y Rudens,
decidieron transportar a Lima los primeros cien barriles
de petróleo con destino a la Fabrica de Gas que
funcionaba en San Jacinto, donde actualmente queda la
Plaza San Martín.
En ese tiempo, si algo parecía estar cambiando para
mejor en la República, era el alumbrado, particularmente
el alumbrado público. Hacía apenas siete años que el
Presidente Ramón Castilla había encendido el primer farol
a gas desde uno de los balcones del Palacio de Gobierno.
En ese breve lapso, Lima había instalado un sistema de
alumbrado público a gas con cuatro faroles por cuadra,
mientras las residencias elegantes o acomodadas de
la ciudad, se apuntaban entusiastamente al suministro
de San Jacinto. Para la década de 1860, la Fábrica de
Gas alimentaba más de dos mil faroles en calles y plazas
y cerca del doble en casas, oficinas y comercios. De
hecho, el gas estaba en todo su apogeo y producía una
luz que tenía, si no más brillo, si más prestigio social. El
lamparín de kerosene, una verdadera novedad, sería
un recurso para los pobres, o para aquellos que vivían
fuera de las redes de gas que se instalaban con gran
entusiasmo por las calles más céntricas de Lima.
5Modelos de lámparas que funcionan a base de combustible.
Explorando las profundidades del Perú
Para abastecer esa demanda existía la fábrica de San
Jacinto, que producía gas a base de carbón mineral,
hacia esa fábrica fueron destinados los primeros
cien barriles que se extrajeron de Zorritos. Se dice
que el petróleo se destinó a ensayar la producción
de gas, aunque no hay noticias sobre los resultados.
Pero la Fábrica de Gas de San Jacinto, es importante,
además, por que en ella trabajaba la persona que de
la Lama y Rudens necesitaban para dar un paso más
en su búsqueda de petróleo. Se trata del ingeniero
norteamericano Prentice, que había sido el responsable
5 Pozos de extracción en Zorritos de la empresa The London &
Pacific Petroleum, 1905.
de instalar la fábrica y la red de tuberías de gas. Prentice
vivía en Lima desde hacía casi una década, y pasaba
por ser, con justa razón, como una de las personas más
autorizadas en estos temas técnicos. Es probable que
los socios hayan entrado en contacto con Prentice en
la Fabrica de San Jacinto, a propósito de la introducción
de los primeros cien barriles. En todo caso, el nombre de
Prentice quedaría asociado para siempre con el petróleo
en el Perú.
El tiempo había transcurrido y para ese entonces, los
análisis de las muestras enviadas a Inglaterra y los Estados
Unidos estaban de regreso: los resultados eran óptimos, se
trataba de un petróleo de gran calidad, apto para producir
kerosene. De la Lama y Rudens vieron la oportunidad y
como buenos propietarios nacionales pidieron ayuda al
Supremo Gobierno. Se ignora en que forma se materializó
esta intervención, pero lentamente las piezas fueron
encajando. Prentice había leído sobre los trabajos de Edwin
Drake en Titusville, y conocía el boom de perforaciones
que se había desatado en los Estados Unidos después de
1859. El equipo que se necesitaba para abrir uno de estos
pozos no era imposible de adquirir aunque debía de ser
buscado en el extranjero; constaba esencialmente de un
juego de barrenas para penetrar el suelo, tuberías de hierro
para ir forrando el avance de la obra y una máquina de
vapor que proporcione la fuerza necesaria. Utilizando sus
contactos profesionales en los Estados Unidos, Prentice
encargó el equipo necesario, más algún operador práctico
familiarizado con su manejo, que tal vez sería auxiliado por
algunos obreros de la fabrica de gas. Los preparativos para
el primer pozo de petróleo en el Perú y en toda Sudamérica
estaban en marcha.
Después de muchos esfuerzos y trabajos, las herramientas
encargadas a los Estados Unidos llegaron finalmente, y
el equipo se trasladó a Zorritos, al mismo lugar donde el
año anterior Ferrier y su grupo de excavadores habían
abierto diez zanjas profundas. El lugar quedaba al sur
de la Bahía de La Cruz, punto en que Francisco Pizarro
desembarcó al llegar al Perú. El dos de noviembre de
1863 se comenzó a perforar el primer pozo sujeto a los
cánones impuesto por la naciente industria petrolera. Fue
bautizado lacónicamente “Pozo N° 4”, y su perforación
avanzó lentamente a razón de un metro cada día. Tres
semanas y tres días después, cuando se calculaba que
ya habían alcanzado los 24 metros de profundidad, un
chorro caliente de crudo surgió ante la expectación de los
operarios. La broca había cortado una filtración a “escasa
profundidad” con una producción inicial de 2500 galones
por día. Era el primer pozo de petróleo en esta parte del
mundo. Es decir, el primer pozo en Sudamérica.
29
Explorando las profundidades del Perú
UN RETRATO DEL
INTERIOR DE LA TIERRA
C
onforme la industria y el motor a explosión se
expandían en el nuevo siglo, las demandas
de mayor abastecimiento de petróleo crecían
hasta cuotas nunca antes imaginadas. El proceso
tuvo un momento brillante en la década de 1920,
cuando la demanda estimuló y dio alas a un conjunto
de nuevos conocimientos y avances. Fue sobre todo
en Inglaterra y en los Estados Unidos donde los
geólogos demostraron la relación que era factible
establecer entre el tipo de estructuras del subsuelo
y las formaciones petrolíferas. Hasta ese momento
era sabido que el petróleo se depositaba en las partes
superiores de estratos porosos entrampados en capas
impermeables. La industria, sin embargo, todavía no
estaba preparada para generalizar el uso de métodos
que reemplazaran a las tradicionales perforaciones
para explorar los estratos más profundos.
1923 fue un momento clave para la empresa de los
Schlumberger. Por un lado, Conrad, cumpliendo el acuerdo
firmado por su padre, renunció a su cátedra de física en
la Escuela de Minas, para dedicarse exclusivamente al
estudio y perfeccionamiento de su método. Por otro lado,
3 Pozo Dieffenbach No. 2905, Equipo de perforación No. 7,
en Pechelbronn, Francia donde se produjo el primer registro
eléctrico en 1927.
un hombre de negocios francés, Jules Meny, vinculado
a una compañía petrolera con trabajos en Rumania, se
acercó a uno de los geólogos de la empresa, el joven
suizo Edouard Poldini, para preguntarle si el método de
resistividad podía utilizarse para explorar las estructuras
petrolíferas.
Lo que al principio fue una inquietud fue tomando
formas cada vez más definidas. Se envió al campo a
un especialista en prospección con sus equipos. Los
resultados preliminares parecían interesantes y eso
animó a la firma de un primer contrato, al principio solo
para cubrir los costos de los experimentos, pero pronto
el contrato fue ampliado para cubrir la exploración de un
área muy vasta. Al cabo de algunas semanas el trabajo
de los exploradores comenzó a dar sus frutos. Las
mediciones de la resistividad aparente en la superficie,
levantaron un mapa que mostraba las curvas de nivel
del domo salino de Aresti, una estructura asociada a
un importante yacimiento de hidrocarburos que sería
intensamente explotado con el tiempo
Se trataba no solo del primer domo salino delineado
mediante prospección eléctrica de superficie, sino
también del primer domo salino productor de petróleo
registrado mediante una técnica geofísica. Las
consecuencias del trabajo en Rumania no tardarían en
mostrarse. Para Schlumberger fue el primer trabajo de
31
Un retrato del interior de la tierra
Con el fin de obtener
lecturas más precisas acerca
de la existencia o no de
petróleo en el subsuelo, los
hermanos incorporaron a sus
procedimientos información
sobre resistividad de las
formaciones más profundas.
magnitud realizado por la empresa para una compañía
petrolera, y por eso mismo, el comienzo de una serie
de contratos que irían llegando con el tiempo. No pasó
mucho antes de que las novedades de Rumania se
hagan conocidas en la industria del petróleo. La cuesta
empinada de los primeros tiempos comenzaba a ceder.
Una de las primeras interesadas fue la Shell Company,
que a través de una subsidiaria de la Royal Dutch de
Texas, firmó el primer contrato de exploración en Texas
y Louisiana, y poco después, otro contrato para ampliar
las exploraciones al Estado de California. Siguiendo una
historia oral de la familia, una descendiente, Annette
Gruner Schlumberger, ha reconstruido el día en que el
Doctor Mekel, jefe de los servicios geofísicos de la Shell
en La Haya, visitó en compañía de Conrad, un trabajo
que la empresa de los hermanos estaba realizando
en Pechelbronn, Francia, para ver las mediciones
que se practicaban en un pozo antes de decidirse a
encomendarles un trabajo mayor.
5 Henri Doll controla una sonda de adquisición de registros en
Bakú, 1932.
Explorando las profundidades del Perú
“La brigada, debidamente alertada, había hecho lo
que correspondía: una capa de arena tendida sobre
el camino hasta el pozo, un toque de pintura al viejo
camión, equipos limpios y calibrados. El escenario
estaba preparado. Conrad y el Doctor Mekel llegaron.
5 Henri Doll (con auriculares), Allegrete y Gallois prueban un
método electromagnético para determinar la inclinación de los
sedimentos antiguos que subyacen formaciones más jóvenes.
solicitando personal para este nuevo trabajo, se requerían
“ingenieros atléticos” que pudieran culminar con éxito la
pesada labor.
Valle de San Joaquín, California, 1928.
Deschâtre pasó a ofrecer una demostración del
aparato, Sauvage prosiguió con las mediciones y trazó
los diagramas. “Lindo y sofisticado” dijo el Doctor
Mekel, ahora váyanse, tengo que probarlo yo mismo”. A
Conrad, supongo, no le gustaba que lo tomaran por un
Doctor Moineau (nota: cierto inventor poco escrupuloso
que había anunciado tener un “radio condensador”
que detectaba la existencia de reservas de petróleo), y
a los ingenieros por cómplices, pero de algún modo la
cautela era atendible. Se le permitió hacer lo que quería.
El resultado pareció satisfacerlo por que se preparó
un contrato con la Roxana Petroleum Corporación,
subsidiaria de la Royal Dutch de Texas, seguido de un
contrato de trabajo en California”.
Otro campo de experimentación de aquellos años fue
Alsacia, tierra natal de la familia Schlumberger, allí lograron
un éxito geológico de gran importancia. En la primavera
de 1926, la busqueda de elevaciones salinas, de la que
dependía la explotación minera de potasio, desembocó
en el descubrimiento del anticlinal de Mayenheim, y junto
con él la detección del domo salino de Hettenschlag. Se
trataba de una tarea considerable, explorar la llanura de
Alsacia costaba medio millón de francos de la época,
había que cubrir más de trescientas millas cuadradas y se
requerían unas cuatro mil mediciones eléctricas. El trabajo
entre bosques y viñedos, arrastrando cables y aparatos
ponía a prueba la resistencia de los exploradores. Como
decía un anunció publicado en el Jornal des Mines,
La experiencia fue coronada por el éxito, los métodos
eléctricos demostraban su validez en la planicie de
Alsacia, allí donde la geología clásica nunca había
podido hallar con anterioridad un solo domo salino.
Algunos meses más tarde, cuando las perforaciones
demostraron la existencia del domo, la gráfica realizada
en Hettenschlag, fue colgada como un cuadro en el
lugar de honor de la oficina de Conrad. Para participar
de estos descubrimientos a la comunidad científica, el
mismo Conrad leyó un trabajo que daba cuenta de sus
descubrimientos ante la Academíe des Sciences, en
febrero de 1928.
Un poco antes, en 1927, una nueva experiencia marcaría
un hito histórico en el desarrollo de la compañía. Como
escribió W.J. Gillingham, “es difícil hoy día poner
en perspectiva los eventos de ese 5 de septiembre
de 1927 (…) en esa fecha tres hombres pusieron en
funcionamiento el primer log eléctrico en el mundo.
Ese hecho puso a Schlumberger en un nuevo curso de
desarrollo y dió a la industria del petróleo una poderosa
nueva herramienta para la exploración”.
Hasta ese día de 1927 la investigación del subsuelo se
encontraba limitada a la medición de la resistividad
del terreno por medio de electrodos plantados en la
superficie. Alguien escribió que los prospectores eran
“como ciegos tanteando su camino”, el yacimiento de
mineral o de petróleo podía estar bajo sus mismos pies,
y no obstante, las técnicas existentes no alcanzaban
33
Un retrato del interior de la tierra
5 Replica del primer registro, un gráfico trazado a mano. Este
demostró que las medidas eléctricas en un agujero del taladro
podrían ayudar a identificar las formaciones geológicas.
a “verlo”. Con el fin de obtener lecturas más precisas
acerca de la existencia o no de petróleo en el subsuelo,
los hermanos incorporaron a sus procedimientos
información sobre resistividad de las formaciones
más profundas. De esa manera, concibieron la idea de
medir dicha resistividad empleando una sonda eléctrica
que descendía a los pozos perforados atravesando los
diversos estratos del subsuelo.
El experimento se realizó en Pechelbronn, en la Alsacia
natal, en un pequeño campo petrolero, acaso el único
en Francia en ese momento, y estuvo a cargo de Henry
Doll, yerno de Conrad, graduado de la Politechnique y de
la Escuela de Minas, que acababa de ingresar a trabajar
en la compañía. Junto con Doll, ese día histórico estaban
Roger José y Charles Sheibli, como operadores de las
herramientas y Conrad Schlumberger y E.M. Poldini
como testigos. El grupo hizo descender por el pozo el
equipo conocido con el nombre de sonda, cuando ésta
llegó al fondo se envió una corriente eléctrica hasta
el instrumento de tres electrodos que se encontraban
en el interior. La corriente se dispersó por las capas
adyacentes del subsuelo, la intensidad de esa corriente
era medido por uno de los tres electrodos, y luego vuelta
a medir por otro electrodo que se hallaba por encima
del anterior. La diferencia en el potencial eléctrico
Explorando las profundidades del Perú
indicó la resistividad aparente de la zona investigada.
La operación se reiteró una y otra vez mientras se
extraía la sonda del pozo, formando una idea de las
diversas capas del subsuelo que iban atravesando. Todo
se realizó mediante procedimientos casi artesanales,
los instrumentos eran subidos y bajados mediante un
malacate en forma manual.
Ese día nació la “extracción eléctrica de núcleos”,
llamada así por analogía con las muestras geológicas
llamadas “núcleos”, que se extraían físicamente con
máquinas. Años después, cuando Henry Doll trató de
explicarle a su hija como fue el experimento, le pidió a su
hija que imagine un ojo que subiendo y bajando a lo largo
de todo un pozo, pudiera reconocer los distintos estratos
atravesados a lo largo de toda la perforación, “nada más
fácil de entender”, agregó.
El mismo Doll reconstruyó por escrito ese día de 1927:
“Era un día agradable de un hermoso otoño. Nos dirigimos
hacia el pozo, Dieffenbach 2905 (…) en una camioneta
vieja que había sido utilizada para la prospección de
superficie y estaba totalmente destartalada (…) el pozo
tenía unos 500 metros de profundidad, es decir unos 1500
pies. No habríamos podido alcanzar una profundidad
mayor ya que solo contábamos con unos 1800 pies de
cable (…) Comenzamos a efectuar nuestras mediciones.
Alguien tenía que desconectar el conector, alguien
más hacia girar el malacate, a la vez otro más debía
de permanecer en el piso del equipo de perforación
para observar el contador de la roldada…todo era un
gran ir y venir. Yo tomaba nota de las mediciones en un
bloc, junto con la lectura de la profundidad. Luego se lo
desconectaba, se enrollaba un metro para pasar a la
siguiente estación y se volvía a conectar. Se hacía la
siguiente lectura y así sucesivamente, un metro por vez
(…) Al principio corríamos de un lado al otro, pero pronto
nos familiarizamos con el procedimiento y logramos un
total de 50 estaciones por hora. A razón de un metro por
estación, el tiempo de prospección era de unos 160 pies
por hora (…) El arreglo en su totalidad funcionó bien. Todo
resultó como estaba previsto, salvo por un incidente.
Cuando salimos del pozo, con la sonda colgando en la
torre de perforación, soltamos el peso para retirarlo
del extremo inferior de la sonda. Pero olvidamos que
el tubo superior, al ser hueco, se había llenado de lodo
que nos cubrió como una lluvia y nos dejó en un estado
deplorable. Terminamos el día yendo a un pueblo vecino
para darnos un baño”.
Desde ese momento, la representación gráfica de
las mediciones efectuadas mediante sondas, fue
conocido con el nombre de log, que andando el tiempo
se convertiría en el documento de referencia más
importante para la perforación de un pozo petrolero.
Después de ese primer experimento se repitió la prueba
en otros pozos con resultados positivos. Los registros
demostraban que las capas de terreno duro muestran
una resistividad que puede diferenciarse claramente de
las capas más blandas.
La utilidad del nuevo registro bautizado como log,
iba a tener en el futuro un fuerte impacto en la
industria petrolera. Su importancia radicaba en que
correlacionando varios de ellos emplazados a cierta
distancia, se podía reconstruir la estructura geológica
de amplias extensiones. Por medio de este sencillo y
económico procedimiento se podían evitar las costosas
extracciones de núcleos que la industria tradicional había
utilizado para obtener muestras de las formaciones.
El ahorro en dinero, tiempo y esfuerzo que el método
aportaba, parecía evidente. Sin embargo, también este
radical procedimiento iba a encontrar obstáculos. Al
principio los equipos eran sumamente rudimentarios, las
características del terreno donde se trabajaba también
influían, además la actitud de los geólogos era de un
descreimiento casi total, por último, el log aparecía en
35
Un retrato del interior de la tierra
5 La ingeniosa “balanza romana” le indicaba a la brigada cuándo la herramienta de adquisición de registros quedaba aprisionada en el
pozo debido al movimiento del brazo largo que absorbía la tensión del cable, 1929.
vísperas de la gran depresión financiera de 1929, eran
malos tiempos para la introducción de novedades.
La extracción eléctrica de núcleos se iba a convertir, sin
embargo, en la actividad principal de la nueva compañía,
e iba a ser la responsable de su espectacular crecimiento
en el mundo. Conrad, por su parte, encontraba en
esta técnica un procedimiento que aun requería más
estudio, la veía todavía como una técnica secundaria.
La prospección del subsuelo había sido mejorada pero
no estaba a punto de transformarse por este hallazgo.
Nadie podía vislumbrar en ese momento los efectos
revolucionarios que tendría sobre la búsqueda y
extracción de petróleo.
El log, sin embargo, había sido lanzado al mundo
y lentamente se abriría paso. En 1929 se enviaron
ingenieros y equipos de adquisición de registros de
pozos a Venezuela, Estados Unidos y la Unión Soviética.
De los intentos que se hicieron para implementarlo, solo
algunos emprendidos por la Shell Oil tuvieron éxito.
El caso más saltante fue el de Venezuela que en los
últimos diez años había multiplicado muchas veces su
producción total y que ya se situaba como la segunda
potencia petrolera en el mundo.
Explorando las profundidades del Perú
5 Las operaciones de adquisición de registros continuaron en el
campo Pachelbronn. Para el año 1929, hubo mejoras en el equipo:
el cable era fabricado con tres conductores pero el torno todavía
era manual. Página opuesta: Trabajo de prospección superficial
realizado por Brown en el Cañón Abiti, Canadá, 1927.
37
Explorando las profundidades del Perú
EL PRIMER AUGE
L
os que intervienen en la industria de los
hidrocarburos saben bien que encontrar petróleo
dista mucho de aprovecharlo comercialmente.
Eso lo aprendieron también por experiencia propia
los hombres que estuvieron atrás de la perforación
del primer pozo de petróleo en el Perú, ninguno de los
cuales estuvo involucrado directa o significativamente
en la naciente actividad petrolera en los años
siguientes. La explicación más frecuente se encuentra
en la brevedad de los fondos que los socios locales
podían aportar en relación a una industria en la que todo
estaba por construirse. En los años venideros habría un
intento del grupo original por pasar de la exploración a
la extracción de petróleo. Diego de la Lama, sucesor
de Manuel Antonio, redoblaría la sociedad con el
comerciante Rudens y con el Estado peruano en una
suerte de empresa mixta que aparentemente nunca
operó. El petróleo estaba allí pero había mucho por
hacer antes de aprovechar la primera gota.
No se crea, sin embargo que la experiencia resultó
estéril para los que estuvieron atrás de esta perforación
inicial. Al menos para la familia de la Lama el hallazgo
fue un golpe de buena fortuna. Lo que eran unas
tierras desérticas sin utilidad agrícola y casi nulas
3 Campo petrolífero “Negritos”.
para el pastoreo, adquirieron un nuevo valor que en
ese momento era difícil de calcular. Los primeros
propietarios no lograron dar el salto de terratenientes a
productores de petróleo, pero sus tierras se valorizaron
considerablemente.
El pozo N° 4 inauguró un período de actividad petrolera
sin antecedentes en Sud América que dejó algunas
lecciones que los que vinieron después supieron
aprovechar. Al igual que con la gran minería del cobre,
que despuntaría a partir de 1902, sería principalmente el
capital y la organización de los norteamericanos, los que
se encargarían con provecho esta primera experiencia
petrolera. En la historia económica nacional, el rubro del
petróleo siempre se consideró un bastión casi exclusivo del
capital extranjero. Así fue desde el principio, no obstante
que el primer pozo fue abierto por dos socios locales de
la provincia. En el proceso, otros dineros nacionales
ingresaron a la actividad del petróleo, se desarrolló un
puerto y un antecedente quedó fijado en la región. Sería
como un rápido y muy temprano nacimiento: los depósitos
del norte del Perú, fueron los primeros yacimientos que
se explotaron en la costa americana del Océano Pacífico.
Pero también fue un nacimiento en falso, que daría vida
a una industria que sólo duró algo más de una década,
luego de lo cual, los activos campamentos del desierto
desaparecieron sin dejar, en apariencia, más rastros que
hierros oxidados en el desierto.
39
El primer auge
La primera compañía petrolera
con un nombre reconocido fue
la Peruvian Petroleum Company.
El hombre atrás de este nombre
era un viejo conocido en el
negocio del kerosene, E. P. Larkin
Los primeros interesados en extraer petróleo en la costa
norte fue la sociedad que formaron de la Lama, Rudens
y aparentemente el Estado. Pero no era precisamente
una compañía, o no llegaron más allá de la firma de
un acuerdo. La compañía exploradora y explotadora
iba a ser la forma en que los buscadores y extractores
de petróleo se presentarían en lo sucesivo. La primera
compañía petrolera con un nombre reconocido fue
la Peruvian Petroleum Company. El hombre atrás de
este nombre era un viejo conocido en el negocio del
kerosene, E. P. Larkin, que de regreso en el país en
1864, traía la representación de un capital suscrito
en los Estados Unidos para buscar y extraer petróleo.
Sin pérdida de tiempo, Larkin arrendó a la familia de la
Lama el yacimiento confirmado de Zorritos y durante
seis años trabajó en la zona con éxito variable. Se ha
dicho que trajo al país los más modernos instrumentos
de su época con los que perforó al menos tres pozos
productivos de los que obtenía 480 barriles por día. El
perfil de las primeras torres, la instalación de tubos,
tanques de hierro, talleres, creó al pie del fondeadero
de Zorritos, un paisaje inédito en la costa del Pacífico
4 Negritos, campo petrolífero a comienzos del siglo XX.
Explorando las profundidades del Perú
41
El primer auge
5 Paisaje industrial en Talara, a principios del siglo XX.
sur. Con el tiempo otras regiones comenzaron a tomar
ese aire de campamento industrial que caracterizaba a
los yacimientos.
De esa manera E. P. Larkin se convirtió en el primero que
extrajo petróleo en escala industrial en la costa norte del
Perú, el primero de una larga lista ya que su permanencia
en la zona sería relativamente breve. En 1869, luego de
confrontar dificultades técnicas debidas a la naturaleza
del terreno que encerraba el yacimiento, y a la falta de
un nuevo acuerdo con la familia de la Lama, propietaria
del sitio, la Peruvian Petroleum Company dejó de operar.
Esta sería la primera de muchas otras compañías que,
muchas veces heredando terrenos e instalaciones,
se instalarían en una zona comprobadamente rica en
recursos petrolíferos.
Antes de que se cumpla un año del retiro de Larkin para
que otra firma, la Compañía Peruana de Refinar Petróleo,
regrese a Zorritos y reemprenda los trabajos donde
Larkin los había dejado. El propietario de esta compañía
era otro norteamericano, el Capitán Henry C. Smith,
que aportaría un capital considerablemente mayor al
Explorando las profundidades del Perú
que tenía la Peruvian, con el que pudo emprender una
exploración más seria de la zona y adquirir los terrenos
que consideró tenían buenas posibilidades para instalar
allí nuevos pozos.
Pero lo nuevo en este emprendimiento del Capitán
Smith es que por primera vez se pasaría al refinado del
hidrocarburo. La “Compañía Peruana de Refinar Petróleo”
hizo honor a su nombre y no se limitó a buscar y extraer
el crudo. Aunque se discute si la primera refinería que
funcionó en el país y en América Latina, fue esa u otra que
abrió en el puerto del Callao. Consta que Smith construyó
una instalación para refinar petróleo y producir kerosene
ubicada al pie del río Tumbes, cerca del punto conocido
como Bebedero. En ese lugar se procesó durante varios
años la considerable cantidad de seis mil toneladas de
petróleo. El kerosene obtenido era vendido en barriles de
madera que se transportaban hacia el Callao y otros puertos
en un pequeño vapor de 50 toneladas, el “Máncora”,
que sirvió a la compañía durante siete años hasta que la
embarcación desapareció en un naufragio. Después del
“Mancora” vendrían muchos otros transportes.
Para entonces la industria del petróleo en el Perú ya tenía
algo más de una década de experiencia y su epicentro
Casi al mismo tiempo que Smith,
un inmigrante inglés fundó la
“Compañía Petrolera R. Thorne”,
pero quien trató de marcar la
diferencia y estuvo a punto de
lograrlo fue Henry Meiggs, que
por entonces tenía grandes
intereses en distintos rubros
económicos dentro del país.
más activo, Zorritos, se había convertido ya en una zona
productora y abastecedora de petróleo para el país. Más
tarde, el Capitán Smith confrontó dificultades financieras,
pero en los primeros años el negocio debió de ser muy
lucrativo puesto que no tardaron en aparecer otras
empresas competidoras. Casi al mismo tiempo que Smith,
un inmigrante inglés fundó la “Compañía Petrolera R.
Thorne”, pero quien trató de marcar la diferencia y estuvo
a punto de lograrlo fue el conocido capitán de empresa
Henry Meiggs, que por entonces tenía grandes intereses
en distintos rubros económicos dentro del país.
La carrera de Henry Meiggs es todo un símbolo de ese
momento de la historia republicana. El Perú vivía los
estertores del auge del guano, “la prosperidad falaz”
como la llamó Basadre, estaba por concluir, pero antes
de que eso ocurra, existía el propósito en el gobierno del
Coronel José Balta, de gastar el último resto de riqueza
en obras públicas. Llegado al país al terminar la década
de 1860, la primera y más visible intervención de Meiggs
fue un contrato millonario con el Estado para construir
las líneas de ferrocarril que, en el imaginario público,
debían sacar al país de su secular atraso. Sin pérdida
de tiempo se aplicó a la tarea, desatando un caudal de
energías que transformaron, no siempre para bien, los
estáticos paisajes de la costa y de la sierra por donde
debían correr las humeantes máquinas portadoras del
progreso decimonónico. Su primer y más resonante éxito
fue la construcción de la línea Mollendo a Arequipa, para
lo que reclutó un ejército de 12 mil trabajadores chilenos,
bolivianos y peruanos. Simultáneamente Meiggs inició
más de media docena de trazos de ferrocarril por todo el
territorio nacional.
Para la mayoría de personas de ese tiempo, y un
posteriormente, la actividad dominante de Meiggs
fue la construcción de ferrocarriles, pero lo cierto
era que sus intereses comerciales y financieros se
extendían, o eran complementarios, a muchos otros
campos. En pocos años incursionó en la minería de la
plata y el carbón, en las salitreras del sur, en el guano,
en negocios inmobiliarios en Lima, en la agricultura
de la costa norte, y desde 1873, en la recién abierta
actividad petrolera. Lo hizo a su manera, de modo que
no existiera ninguna duda de sus grandes ambiciones.
En lugar de instalarse en Zorritos, que era hasta
entonces la única zona confirmada y explotada, decidió
explorar un nuevo territorio más al sur, comenzando
por una saliente en la costa llamada Punta Pariñas, en
el Departamento de Piura, el punto más occidental de
43
El primer auge
5 Vapor Bukin cargando petróleo en el muelle de Talara, fines del
siglo XIX.
América del Sur. Con un capital de ciento cincuenta mil
dólares, una verdadera fortuna para la época, buscó
petróleo y lo encontró en la costa del sitio de Negritos.
Los registros más antiguos sobre la zona indican que los
trabajos de perforación fueron dirigidos por F. Fowkes,
y que el primer pozo que dio resultado alcanzó los 330
pies de profundidad y un rendimiento de 400 barriles
diarios. Con esos antecedentes, la empresa decidió
instalar en el puerto del Callao una “pequeña oficina
de refinación”, que disputa con la que funcionaba en
Tumbes, el título de ser la primera refinería de América
Latina. En todo caso, no hay duda alguna que en el
Perú se perforó el primer pozo petrolero y funcionó la
primera refinería de petróleo.
Todavía no se ha hecho un estudio serio sobre los
grandes intereses que Henry Meiggs llegó a artícular
en la economía peruana del siglo XIX. Su temprana
muerte, en 1875, proyectó una sombra de irresolución
sobre las múltiples empresas que promovía, muchas
de las cuales dejaron de existir anticipándose a la
ruina nacional de 1879 y los años siguientes. De haber
vivido un poco más de tiempo, habría completado en
el norte una obra quizás más duradera que la de sus
ferrocarriles, al abrir el puerto de Talara, y con eso
sembrar los cimientos de la primera ciudad que nació y
creció gracias a la industria del petróleo en el Perú. A
su muerte las obras quedaron paralizadas; la división de
sus bienes entre herederos, socios y acreedores, debió
Explorando las profundidades del Perú
de ser un asunto arduo y complejo, pero finalmente la
explotación petrolera pasó a manos de la firma J.B.
Mulloy y Cia., que continuó los trabajos y obtuvo del
gobierno el permiso para habilitar el puerto de Talara
como punto de embarque del crudo de la región. Lo
que al principio parecía una mera decisión comercial o
burocrática cambiaría el paisaje humano de la región.
Para la historia Meiggs ha quedado como la personalidad
más llamativa entre los protagonistas de ese primer auge
petrolero que comenzó a poco de abrirse el “Pozo N°
4” y que duró hasta entrada la guerra con Chile. Pero
durante ese breve período otro personaje de trayectoria
mucho más larga, incursionó en el giro del petróleo, un
personaje profundamente anclado en la historia financiera
e industrial del Perú. Se trataba de un hombre de negocios
de origen genovés y residente durante muchos años en el
Callao, Don Faustino Piaggio. La historia de este inmigrante
italiano podría ser un caso de éxito rotundo entre los
inmigrantes del nuevo mundo. Desembarcó en el Perú
cuando tenía 18 años, y como en las grandes historias de
la inmigración hacia América, “su equipaje y su fortuna
lo constituían el deseo de labrarse un futuro”. Comenzó
como empleado atrás del mostrador de una tienda en el
Portal de Botoneros en Lima, pero al año siguiente a su
arribo, decidió radicar en el Callao como vendedor de una
tienda de abarrotes. Ocho años más tarde había añadido
su nombre a la firma “Basso Hermanos”, convertida en
“Basso Hermanos y Piaggio”, importantes importadores
y mayoristas del comercio en el primer puerto. Con el
transcurso del tiempo, Piaggio adquiriría la totalidad de la
empresa en 68 mil soles de 1878, pagaderos a razón de
cuatro mil soles cada semestre, una transacción record
3 Publicidad en litografía de una compañía petrolera peruana,
Faustino Piaggio.
en los negocios del puerto. La fortuna de Piaggo, sin
embargo, recién estaba en sus comienzos.
Faustino Piaggio tuvo una larga vida en la que se destacó
como un benefactor y hombre público del primer puerto.
En su momento llegó a ocupar la alcaldía del puerto y
sería recordado como el hombre que llevó la luz eléctrica
al fundar, en 1901, la “Compañía Eléctrica del Callao” que
operaba una pequeña planta a vapor instalada en Chucuito.
Aunque sus negocios siempre estuvieron vinculados
con la vida económica del puerto, una parte importante
de sus intereses estuvieron colocados en la industria del
petróleo en Zorritos. Cuando la guerra con Chile terminó
y sus terribles secuelas quedaron atrás, Piaggio reinició
la explotación petrolera y se convirtió en el principal
abastecedor del mercado local de kerosene. Fundó una
compañía que sería la única empresa nacional que durante
muchos años existiría paralelamente con las firmas
petroleras extranjeras. Pero todo eso ocurriría mucho
tiempo después, cuando Piaggio regresó como propietario
único de Zorritos. En esta primera etapa, su firma comercial
del Callao, probablemente como abastecedora de víveres y
materiales, comenzó a trabajar con el Capitán Henry Smith
y su “Compañía Peruana de Refinar Petróleo”. Hacia 1875 o
76, el abastecedor se convirtió en “socio habilitador”. Es de
suponer que las dificultades financieras de Smith abrieron
el camino al hábil genovés.
Piaggo se instaló con su acostumbrada energía en
Zorritos, pero los malos tiempos estaban por llegar
para todo el Perú. Las frágiles instalaciones de Zorritos,
con sus torres de madera, y su vida en carpas con una
rústica existencia, cerraron y casi desaparecieron con
la misma rapidez con que se habían levantado. Zorritos
fue el primer depósito que explotó la industria local.
Reabriría su producción en la siguiente década, pero
para entonces el centro de gravedad de la industria
petrolera se había corrido 100 kilómetros hacia el sur, y
a pesar de su importancia, los depósitos de Tumbes, los
más septentrionales de la costa, ya no serían los más
productivos. Piaggio ingresó al negocio en vísperas
de la ruina de la guerra, no llegó a aprovechar el corto
auge de los años 60 y 70, pero quedó en mejor posición
que otros para reabrir el campo cuando los tiempos
cambiaran. De todas maneras, Piaggo tuvo suerte
en Zorritos, en cambio, las compañías que se habían
instalado en Negritos, conocieron la ruina más completa
cuando la marina chilena bombardeo desde el mar las
instalaciones cercanas a la orilla. Se trató de uno de los
primeros ataques a instalaciones petroleras en tiempos
de guerra de que se guarde memoria.
45
Explorando las profundidades del Perú
LA GRAN EXPANSIÓN
P
ara el mundo eran tiempos de recesión económica
y penuria, pero para la empresa formada por los
hermanos Schlumberger, fueron tiempos pioneros
en los que las experiencias acumuladas durante la
década anterior comenzaron a dar sus frutos. 1929 fue un
año muy importante en el desarrollo de la compañía en el
mundo de los negocios. A partir de ese año, los hermanos
Schlumberger, Conrad y Marcel, a los que se había
sumado Henry Doll – grupo conocido en la industria como
“los Profesionales” – afianzaron la técnica de adquisición
de registros, mientras su aceptación y difusión corrían
parejas alrededor del mundo.
Fue en ese año de 1929 que la Unión Sovietica
cerró un contrato con la empresa para utilizar sus
servicios en los importantes y ya legendarios campos
petrolíferos de Baku, así como en la región de
Groznyi, en el norte de los Cáucasos. Los trabajos se
realizaron y los resultados fueron tan auspiciosos que
convencieron a las autoridades soviéticas de firmar
numerosos contratos. Un gran número de equipos fue
despachado a la Unión Soviética que, desde los Urales
hasta Siberia, recibió el aporte de los equipos de
prospección para una industria petrolera que estaba
en pleno crecimiento. La magnitud de la labor de la
3 Boceto extraído del cuaderno notas de Marcel Schlumberger.
compañía puede medirse si se considera que en siete
años los equipos enviados realizaron más de siete mil
operaciones de adquisición de registros, aplicando
sus métodos de prospección de superficie sobre unas
veinte mil millas cuadradas de territorio.
Esta expansión de la compañía coincidía en el tiempo con
la gran depresión de la bolsa de Nueva York, que para
1930 ya se había extendido por todo el mundo. También
para la compañía de los hermanos Schlumberger se
presentaron inconvenientes, pero pasados los primeros
momentos, el grupo continuó mejorando su técnica
y está siguió llamando la atención de las compañías
petroleras, que pese a la recesión, debían alimentar un
mercado que con gran demanda. Poco a poco, la crisis
económica fue dejada atrás y el método de adquisión de
registros fue introducido en diversos lugares del globo. Al
principio fue en los Estados Unidos, Sumatra, Venezuela
y Argentina. Luego en Borneo, México y Rumanía. Más
tarde en Francia, Inglaterra, Japón, Java, Egipto, Irak,
África y las Indias Occidentales.
En pocos años, la mayoría de las compañías petroleras
comenzaron a solicitar los registros, y el personal enviado
a todo el mundo comenzaron a ser conocidos – al parecer
los primeros en llamarlos así fueron los trabajadores
tejanos – como los schlumbergers. La expansión que
experimentó la compañía a lo largo y ancho de los campos
47
La gran expansión
5 Un tractor de Schlumberger sufre una avería en el invierno de
la costa del Golfo de México, 1929-1930.
petroleros de todo el mundo, durante estos cruciales
años treinta, puede comprenderse si se considera
que en 1933 la compañía disponía de ocho equipos de
prospección, mientras que en 1938 los equipos habían
crecido hasta convertirse en 140, la mitad de los cuales
trabajaban en los Estados Unidos.
Fue durante este fructífero período, en 1931, que se
realizó el descubrimiento accidental de un potencial
espontáneo (SP, por sus siglas en ingles), que se
producía naturalmente por el lodo del pozo en los
límites de las rocas permeables. El descubrimiento se
materializó tiempo después en una nueva técnica de
medición: la grabación simultánea de curvas de potencial
espontáneo o natural y curvas de resistividad. La curva
de polarización espontánea proporcionaba información
Explorando las profundidades del Perú
sobre la permeabilidad de los estratos, y la curva de
resistividad sobre la cantidad de agua o petróleo que
hay en ellos, Se ha dicho que el rápido éxito que tuvo
la extracción eléctrica de núcleos se debió a la notable
relación complementaria de estas curvas. Por medio
de esta técnica, los productores podían diferenciar las
capas petrolíferas permeables de las impermeables, que
eran no productivas.
Annette Gruner Schlumberger ha escrito sobre el
momento en que este descubrimiento se produjo:
“La aventura más inesperada de todas se produjo de
la observación casual de un fenómeno que parecía
anormal. Un día cuando mi esposo estaba trabajando
en unas mediciones cerca de Seminole, notó un temblor
casi imperceptible de la aguja del potenciometro
mientras no había corriente alguna circulando entre
los electrodos. Cuando un segundo trazado de la curva
tomada a la misma profundidad confirmó la observación
hizo una anotación en el dorso del registro. “Vibraciones
La combinación de curvas de
potencial espontáneo con curvas
de resistividad, proporcionó
una herramienta mucho más
poderosa que el registro de
resistividad solo, a fin de
localizar el petróleo y estimar
sus posibilidades de producción.
de las agujas. Probable SP). Seis meses después, en
París, encontró esta nota por pura casualidad, lo que dio
lugar a un curso de pensamiento sumamente fructífero.
El día en que se lo comentó a Conrad, este me dijo en
confianza que Henry (Doll) acababa de poner el dedo en
un descubrimiento que podría ser decisivo para el futuro
de la investigación de los Profesionales”.
La pista comenzó a ser seguida. Primero en los
laboratorios y luego en el campo (en Pechelbronn en
1930-31, Maracaibo, Grozny y Bakú, en 1932). Las pruebas
demostraron que el SP (curva de potencial espontáneo que
aparece sin estimulación artificial) aclaró un fenómeno de
electrofiltración que se debe, como se había supuesto, a
la diferencia de presión entre la columna de lodo dentro
del pozo y los estratos circundantes, pero también se
ocasionaba por los distintos grados de salinidad del
lodo y del agua presente en forma capilar en los estratos
permeables. El efecto de batería que esto da como
resultado, establece corrientes de tipo electroquímico
que incluye variaciones de potencial.
La combinación de curvas de potencial espontáneo con
curvas de resistividad, proporcionó una herramienta
mucho más poderosa que el registro de resistividad
solo, a fin de localizar el petróleo y estimar sus
posibilidades de producción. Este nuevo aporte fue
decisivo para que la compañía logre introducir en el
mercado unas técnicas radicalmente nuevas en un
momento de depresión económica.
Esos adelantos en la búsqueda y el estimado de las
posibilidades petrolíferas fue de gran valor para
el ingreso con éxito en uno de los mercados más
importantes del momento, los Estados Unidos. Las
formaciones geológicas de California y de la Costa del
Golfo eran difíciles de analizar, pero la combinación
de la resistividad y el potencial espontáneo, resultaron
instrumentos idóneos para localizar arenas petrolíferas,
que además eran óptimas para establecer la correlación.
Ya para el año de 1933 había 243 trabajos de adquisición
de registros realizándose en los Estados Unidos, y
la demanda de los servicios de la compañía crecía
aceleradamente. En septiembre de 1943, Schlumberger
tenía 12 ingenieros, cuarenta empleados y 11 camiones
que operaban en los Estados Unidos.
Operaciones de tal volumen llevaron a la compañía a crear
su primera compañía subsidiaria, localizada en Houston,
Texas, en 1934. Se le bautizó como la Schlumberger Well
Surveying Corporación, y quedó al mando de Michelle
Léonardon, hombre que había estado en la compañía desde
los primeros tiempos, y que veía en el enorme potencial de
los norteamericanos un prometedor futuro para la nueva
subsidiaria. En efecto, el crecimiento de las actividades en
los Estados Unidos fue rápido y sólido. Schlumberger supo
mantener su liderazgo técnico mientras la industria del
petróleo reconocía la enorme utilidad que esta compañía
proporcionaba. El reconocimiento académico logó casi
de inmediato cuando los hermanos Schlumberger fueron
reconocidos con dos importantes premios concedidos por
49
La gran expansión
5 El ingeniero Henri Doll en Oklahoma, 1939. El cable flojo en el
sistema era una desventaja para el registro.
instituciones norteamericanas. La medalla de oro Lucas
del Instituto Americano de Ingenieros de Minas, y el
Premio Especial de la Asociación de Geólogos Americanos
del Petróleo (AAPG). Era la primera vez que se entregaba
la medalla Lucas a un no norteamericano, y la segunda
vez que el premio de la AAPG se entregaba. Ambos
reconocimientos sirvieron para afianzar el prestigio en
este competitivo mercado.
Para mediados de la década del treinta, en 1935, se
realizaron más de 3,000 operaciones de adquisición
de registros en los Estados Unidos. En ese punto, los
grandes productores de petróleo de los Estados Unidos
tomaron conciencia de la utilidad que les reportaba el
contar con los registros adecuados. Los responsables
de la industria en la Unión Soviética, se habían demorado
menos en darse cuenta de lo que tenían entre manos.
Los estadounidenses tardaron unos cinco años más que
sus pares rusos, pero una vez que vieron sus alcances
los consideraron como indispensables.
Para entonces la compañía ya tenía un estilo y unos
símbolos distintivos. El camión de adquisición de registros
se convirtió en un distintivo de las operaciones de campo
Explorando las profundidades del Perú
Para entonces la compañía
ya tenía un estilo y unos
símbolos distintivos. El
camión de adquisición de
registros se convirtió en un
distintivo de las operaciones
de campo de Schlumberger, se
institucionalizó el color azul
como característico de la nueva
corporación.
de Schlumberger, se institucionalizó el color azul como
característico de la nueva corporación. En los años
siguientes el crecimiento de los servicios a las distintas
compañías petroleras creció considerablemente.
Hacia 1938 la compañía contaba con un plantel de cien
prospectores y casi trescientos chóferes y mecánicos.
Una nota triste ocurrió en esos años de gran crecimiento:
la muerte de Conrad Schlumberger en 1936. La muerte de
este pionero de la ciencia y la industria ocurrió cuando
su compañía crecía aceleradamente aunque todavía esta
lejos de ser lo que más tarde representó. En todo caso, su
muerte sobrevino cuando el éxito de la firma creada por él
y su hermano ya era una realidad irreversible.
5 Un trabajo de adquisición de registro en el campo Rantau, en las Indias Orientales Holandesas, 1930.
5 Invierno en la Unión Soviética, 1929 – 1930. El pickup marca Ford está sostenido a un pozo en la región de Grozny.
51
Explorando las profundidades del Perú
AÑOS DE PRUEBA
L
a Segunda Guerra Mundial estalló en 1939, los
primeros tiempos de la gran conflagración fueron
de un ímpetu indetenible para las armas alemanas.
El ejercito francés pronto fue puesto fuera de combate
y el 14 de junio de 1940, los soldados alemanes hicieron
su ingreso a París. La ocupación había comenzado.
Para la compañía Schlumberger estos acontecimientos
afectarían su normal desenvolvimiento. Muy poco antes
de que el ejército alemán invadiera territorio francés,
la compañía interrumpió sus actividades. Sin embargo,
antes de que el avance alemán lo haga impracticable,
los archivos técnicos de la oficina central en París,
lograron ser evacuados a la sede de la compañía en
Houston, Texas, que durante los siguientes cuatro años
se convertiría en el cuartel general de la compañía.
Ya instalados en los Estados Unidos, el desarrollo de
nuevas herramientas y técnicas de adquisición de
registros eléctricos prosiguió durante toda la década.
La investigación de esos años condujo a importantes
descubrimientos tecnológicos. Un factor que influyó
poderosamente fue el desarrollo de la electrónica, que
posibilitó el lanzamiento de una nueva herramienta
llamada la sonda de inducción. Mediante la creación
3 Gillingham y Claudet en un trabajo de registro en un campo
petrolífero cerca de Houston, 1934.
de un fuerte campo electromagnético, esta nueva
herramienta medía la resistividad de la tierra a cierta
distancia del pozo; la sonda de inducción no era
afectada por el lodo utilizado para perforar el pozo. La
primera experiencia hecha con la sonda de inducción
se registró en Texas, en mayo de 1946. Sin embargo, no
causó mayor impresión, aunque representaría a la larga
un paso decisivo en futuros avances. Fue el primero de
un nuevo tipo de registros que se convertirían en la
referencia más confiable para aquellos que tienen que
tomar las decisiones en la industria petrolera.
La época de guerra que se vivía marcaría también las
actividades de la compañía, que haría importantes
contribuciones en el campo de la electrónica a
la industria militar de los Estados Unidos. Con la
experiencia acumulada en el diseño y la construcción
de herramientas electrónicas, capaces de tolerar
ambientes muy difíciles y condiciones de operación
severas, como las que se encuentran normalmente
en los pozos petroleros, era natural que el aporte
de Schlumberger se hiciera sentir en la industria
electrónica. Así se creó la Electro Mechanical
Research, fundada durante la guerra mundial para
realizar investigaciones clasificadas para los servicios
armados norteamericanos. A partir de esta compañía,
Schlumberger expandiría sus operaciones abarcando
varios campos bajo la designación de “Medición,
53
Años de prueba
5 Deschâtre y Legrand adquirieron registros en California, en
1932. El registro simultáneo de las curvas de potencial espontáneo
inclinómetro de resistividad en 1947, y el inclinómetro de
resistividad continúa en 1952
y resistividad permitió resolver numerosos problemas complejos
para las compañías petroleras que operaban en California y la
costa estadounidense del Golfo de México.
Control y Componentes”. Estos servicios pronto
llegaron a representar un segmento importante en las
actividades de la compañía.
Otro aporte importante en esos años de guerra, lo haría
Henry Doll que inventó un detector de minas que llegaría a
salvar muchas vidas en las fuerzas de los aliados. El invento
de Doll le valió un certificado de agradecimiento por parte
del Departamento de Guerra de los Estados Unidos.
Mientras tanto en París, Marcel Schlumberger había
continuado sus trabajos auxiliado por un importante
grupo de colaboradores. La combinación de su talento
práctico con los avances de la electrónica que se
desarrollaban en los Estados Unidos, produjo el diseño
de nuevas herramientas que sirvieron para ampliar el
campo de la toma de registros eléctricos. Desde 1940,
Marcel comenzó a correr levantamientos direccionales
controlados desde la superficie para medir la inclinación
del pozo. En 1941 la compañía lanzó el medidor de echados
(inclinómetro) de potencial espontáneo, que permitió
mejorar considerablemente la resolución vertical de
los registros. La técnica siguió perfeccionándose con el
Explorando las profundidades del Perú
Otro aspecto que experimentó cambios en esos años,
fue el clásico camioncito azul que era característica de
Schlumberger. El color continuó sin variaciones, pero el
interior del camión de adquisición de registros eléctricos
experimentó grandes modificaciones. Se le equipó con
un malacate y un cable eléctrico que le permitían la
posibilidad de cumplir una amplia gama de servicios
en pozos de mayor profundidad. Contaba además
con dispositivos especiales que complementaban
las tradicionales herramientas de adquisición de
registros eléctricos, efectuando la medición de nuevos
parámetros que eran de gran utilidad para la economía
de recursos de la exploración, mediciones como
diámetros, temperatura e inclinaciones de los pozos.
Gracias a estos adelantos, lo que hoy se conoce en la
industria petrolera como “servicio al pozo” dio otro paso
adelante. Este servicio no fue un área que se desarrolló
Al clásico camioncito azul se
le equipó con un malacate y un
cable eléctrico que le permitían
la posibilidad de cumplir una
amplia gama de servicios en
pozos de mayor profundidad.
5 Medida simultánea de la resistencia y la potencia requerida en
dos máquinas de registro en Gura Ocnitei, Rumania, a inicios de la
década del 30.
de un momento a otro, sino que fue evolucionando
paulatinamente a través del tiempo hasta convertirse en
el complejo tecnológico, segmento que representa en la
actualidad.
Otro aspecto que se renovó considerablemente,
particularmente en los años inmediatos de la post
guerra fue la organización de la misma compañía. Las
operaciones en el campo se dividieron entre cuatro
compañías independientes, cada una a cargo de un
área geográfica independiente, lo que daba cuenta de
la magnitud global que habían tomado los trabajos de
Schlumberger. Las cuatro áreas fueron: Europa y África;
medio y lejano Oriente; América Latina; Estados Unidos
y Canadá. Esta organización por zonas geográficas de
trabajo, fue complementada por otra reorganización por
áreas, la investigación se desvinculó de las actividades
de desarrollo. En 1946, el Centro de Investigación Electro
Mecánica (EMR, por sus siglas en ingles) se trasladó de
Houston a Main Street en Ridgefield, Connecticut. Y en
1948, en Old Dump Road, Ridgefield, se creó un centro
de investigaciones provisto con los más modernos
laboratorios. Sería desde este centro que Henry Doll
dirigiría las investigaciones de la compañía que en las
décadas siguientes tendrían gran impacto sobre la
industria del petróleo.
55
Explorando las profundidades del Perú
EL LÍQUIDO NORTE
L
a International Petroleum Company Ltd., era una
descendiente directa de la “Standard Oil”, el
consorcio desmantelado en 1911 por las leyes
contra el monopolio en los Estados Unidos. Como
subsidiaria inscrita en Toronto, pasaba por ser una
parte menor del poderoso conglomerado, pero su peso
resultaba demasiado grande en un país como el Perú de
1913. Su origen se remonta a esa subdivisión de bienes
que precipitó la decisión de la Corte Suprema de los
Estados Unidos. Una importante refinería en Vancouver
quedó desvinculada de su fuente de abastecimiento,
los campos de California, que pasaron a manos de
otra entidad. En 1912, la Standard Oil de Nueva Jersey,
heredera de las instalaciones de Vancouver, buscaba
restablecer cuanto antes un flujo constante y propio de
petróleo hacia su refinería en la costa occidental del
Canadá. El candidato más adecuado y practicable para
convertirse en el nuevo proveedor de crudo, era el único
yacimiento conocido y explotado a este lado del océano
antes que se descubra petróleo en California en 1899.
7000 kilómetros al sur, bajando por la costa del Pacífico,
estaban los campos de Negritos y aledaños, en el Perú.
De allí saldría el petróleo para la refinería en Canadá.
La compañía, sin embargo, no apareció como tal hasta
la década de 1920. Los nuevos capitales comenzaron por
tomar el control de la London & Pacific. La intervención
de los capitales norteamericanos significó un aumento
en la escala de producción, y la introducción de
modernas tecnologías; sin embargo, no alteró, más bien
acentuó unas tendencias que ya estaban en proceso.
Salvo algunos campos secundarios, la compañía no
descubrió nuevos yacimientos, ni dio un giro dramático
a una historia que había comenzado cuarenta años
antes de su llegada al Perú. Se limitó a desarrollar, con
comprobada eficacia, un escenario que en buena cuenta
se había planteado desde mucho tiempo atrás.
3 En el puerto de Pimentel, un obrero de la International
Se trataba pues de un petróleo de alta calidad al que
se sumaban algunas consideraciones geográficas y
geológicas que hacían aun más propicia su explotación
Petroleum Company limpia de arena la boca de una tubería
submarina para la descarga de combustible, 1961.
El petróleo peruano estaba considerado como de
calidad superior a los demás petróleos que se podían
obtener en el continente. Se trataba de un producto
rico en sustancias volátiles o esencias livianas, ideal
para combustibles, aunque problemático para aceites
lubricantes, que el Perú siempre tuvo que importar. No
obstante, la ausencia de parafina en el crudo peruano,
lo hacía apto para producir lubricantes más adecuados
a los climas fríos, como los que existían en los mercados
que abastecía la refinería de Canadá.
57
El líquido norte
5 Vista panorámica de los campos de Brea y Pariñas, en la
década del 50 (Fotografía cortesía de PetroPerú).
en escala industrial. La más importante era la localización
de los yacimientos, situados en la costa, cerca del mar, lo
cual facilitaba la exportación por vía marítima. Del pozo
productor, a los tanques de almacenamiento, y de allí a los
buques petroleros, había distancias cortas, cubiertas por
oleoductos. Otra ventaja geográfica de los yacimientos
de la costa septentrional del Perú, era su ubicación
central en el continente; ubicados a no demasiada
distancia de la línea ecuatorial, se presentaban como
idealmente situados para abastecer los mercados de
consumo del sur y del norte. Finalmente, se trataba de
yacimientos irregulares y complejos geológicamente,
pero poco profundos y de fácil acceso. La barrena del
explorador se topaba con cantidades industrialmente
aprovechables de petróleo a una profundidad promedio
de 45 pies, en terrenos de fácil y económica perforación.
Las ventajas del yacimiento eran indudables.
Cuando la compañía norteamericana tomó control de la
London & Pacific, la producción estaba en plena alza,
pero eso ocurría en vísperas de la primera guerra mundial.
En los cinco años siguientes el problema del transporte
fue una limitación seria, pero la falta de barcos coincidió
con algunos de los momentos más álgidos del conflicto
interno que la compañía sostenía con el Estado. La gran
expansión comenzó en 1922, año en que el conflicto
arribó a una primera, aparente, definición. En pocos
Explorando las profundidades del Perú
años el petróleo ocupó una parte importante en el ramo
tradicional de materias primas del país.
Otro fue el panorama durante la depresión de los
años treinta, cuando la producción se estancó
momentáneamente, aunque rápidamente dio muestras
de crecer no obstante el ambiente poco propicio en el
mundo. La demanda mundial descendió por causa del
menor consumo, mientras que el descubrimiento de
grandes yacimientos en Texas y en la Unión Soviética,
empujaba los precios hacia abajo. Para el Perú fue una
situación paradójica, la producción crecía mientras los
precios se deterioraban. Hacia mediados de los años
treinta se producía cincuenta por ciento más de petróleo
que en la década anterior; en 1936 los campos peruanos
alcanzaron su record histórico, algo más de 15 millones
de barriles. Una marca que durante muchos años no
tendría equivalente.
El fenómeno de gran producción y precios bajos tenía una
explicación. Por un lado, los distintos gobiernos, urgidos
por demandas fiscales, presionaron a la International
para que aumente su producción. La compañía, por su
lado, aceptó de buena gana esa presión, considerando
que, según el acuerdo de 1922, hasta 1942 iba a
disfrutar de un régimen tributario preferencial que no
estaba dispuesta a desperdiciar. Durante veinte años
o más, la IPC redujo significativamente los esfuerzos
de exploración, mientras se limitaba a trabajar
intensivamente su propiedad de Brea y Pariñas. La
situación, sin embargo, era insostenible a largo plazo y
En principio Talara y los campos
petroleros que confluían hacia
ese destino, reunían todas las
condiciones de los llamados
enclaves extranjeros: una
porción del territorio en el que
la presencia del Estado no existía
o era muy débil.
hacia 1938 la línea de producción inició su declive. La
perforación de más pozos logró a duras penas sostener
la producción en los años cuarenta; la segunda guerra
mundial estimuló la actividad, no obstante repetirse el
problema del transporte marítimo.
En esos años la demanda interna era relativamente
pequeña. La producción nacional abastecía sobradamente
el mercado interno, era parcialmente desviada hacia
las refinerías que la compañía tenía en Canadá y los
Estados Unidos, y finalmente alcanzaba para cubrir una
parte de las necesidades de la región. Hacia 1931 el Perú
consumía el 19 por ciento de su producción; la parte más
importante, el 29 por ciento, partía hacia la refinería de
Vancouver, mientras que el 11 por ciento del crudo iba
a los Estados Unidos. En la región, el comprador más
importante era la Argentina que adquiría el 20 por ciento
entre petróleo crudo y productos refinados; a Chile se
exportaba un 11 por ciento en refinados; el resto, es
decir el 21 por ciento, era exportado a Bolivia, Ecuador,
Centro América, Colombia, Noruega y Brasil. Se estimaba
que la compañía abastecía las necesidades de petróleo
de la costa occidental de Sudamérica, con un tercio
de la producción nacional. Para ello había construido
instalaciones y estaciones de almacenamiento en los
puertos de Balboa, Paita, Callao, Pisagua, Iquique,
Tocopilla, Antofagasta, Taltal y Valparaíso.
El puerto de Talara era el centro de esa gran área de
influencia. Al principio era apenas una caleta de embarque
y desembarque, eso cambió y entró en un proceso de
rápido crecimiento desde que una refinería comenzó
a construirse en 1915. En principio Talara y los campos
petroleros que confluían hacia ese destino, reunían todas
las condiciones de los llamados enclaves extranjeros: una
porción del territorio en el que la presencia del Estado no
existía o era muy débil. Enclavada en una región desértica,
con muy poca población y aislada del resto del territorio por
la ausencia casi total de caminos, al menos hasta la década
de 1940, cuando se construye la carretera Panamericana,
la región petrolífera peruana parecía existir con una vida
propia, independiente a la del resto del país.
La industria del petróleo parecía un factor poco
significativo en la economía y en la vida nacional. Salvo
por las regalías que el Estado cobraba por la exportación
de petróleo, y por los sueldos y jornales que se pagaban
en la región y quedaban mayormente en ella, los efectos
de la industria no eran demasiado visibles para el
resto del país. A pesar de ocupar un buen tercio de las
exportaciones del país, el petróleo no podía competir en
lo que los economistas llaman encadenamiento hacia
atrás, con la agricultura de exportación de la costa, e
incluso con la minería, que creaba frecuentemente
enclaves autosuficientes, aunque estos quedaban por
lo general en el interior del país, en las zonas más altas
y despobladas, que requerían la previa construcción
de caminos y de fuentes de energía para hacer posible
la producción. Talara y los campos aledaños podían
prescindir de esas condiciones, el único camino que
necesitaban era el mar y la energía la sacaban del mismo
subsuelo. Talara era como una isla dentro del país.
59
El líquido norte
El censo nacional de 1940
registró 7,711 trabajadores
petroleros, estimando en algo
más de 40 mil las personas que
dependían económicamente de
la industria.
A largo plazo, sin embargo, el conjunto del país
sentiría el impacto de la actividad petrolera, y la región
productora pasaría por una serie de intensos cambios
que la transformarían para siempre. La creación de una
industria moderna donde antes solo había un desierto,
implantó nuevos y desconocidos patrones de eficiencia,
productividad y consumo, que actuó de diversas
maneras sobre una población al principio dispersa y
poco preparada. Paulatinamente se fue formando la
base de un proletariado petrolero que andando el tiempo
dejaría su impronta sobre la vida nacional.
No fue una historia plácida ni exenta de estallidos
violentos. La primera señal de que algo había cambiado
dramáticamente en la costa noroeste del país, ocurrió en
1917, cuando Talara, Negritos y Lobitos, fueron agitados
por una huelga en la que los trabajadores reclamaban el
aumento de sus salarios en un treinta por ciento. La demanda
desembocó en un episodio sangriento en el que murieron
11 obreros y otros 15 quedaron gravemente heridos. Con
períodos de calma y de tensión, la región siguió su marcha
mientras la actividad política y sindical se desarrollaba con
una intensidad mayor a la del resto del país.
que dependían económicamente de la industria.
El petróleo empleaba más gente que la minería del
oro, la plata y el cobre. Hasta 1935, la dirección de la
industria estaba a cargo de un núcleo de 250 empleados
extranjeros, la mayoría de ellos canadienses, ingleses
y norteamericanos. Solo cuatro ingenieros peruanos
trabajaban para la IPC, cifra explicable si se considera
que recién en 1946 la Escuela Nacional de Ingeniería
abrió un Departamento de Petróleo, que más tarde se
convertiría en la Facultad de Petróleo.
Hacia la década de 1940, Talara ya era una comunidad
que bordeaba los 25 mil habitantes y estaba en vísperas
de dejar de ser el pueblo de casas de madera, los famosos
“canchones”, que se habían comenzado a construir allí
desde 1849, año al que se remonta la primera ocupación
moderna de la bahía. En 1945 la sindicalización de los
obreros fue legalmente reconocida, y poco después, en
1947, la compañía inició los planes para la construcción
de una nueva Talara que puede considerarse la
primera ciudad planificada del Perú. En pocos años se
construyeron escuelas, hospitales, iglesias, un estadio,
4 En la campiña piurana, padre, hijo, nieto y bisnieto, cuatro gen-
El censo nacional de 1940 registró 7,711 trabajadores
petroleros, estimando en algo más de 40 mil las personas
Explorando las profundidades del Perú
eraciones de la familia Valiente, vinculada a la industria peruana
del petróleo desde 1904. Fotografía de los años 60.
61
El líquido norte
5 Uno de las primeras estaciones de venta de combustible.
una mercantil, casino para obreros y empleados, y
oficinas de gobierno, todo lo cual cambió la fisonomía
del antiguo campamento petrolero. Tradicionalmente el
abastecimiento de alimentos llegaba de Sullana y de los
ricos valles de Piura, mientras que las frutas eran traídas
desde Tumbes. El problema crítico de la región, sin
embargo, era la falta de agua; esta tuvo que ser traída
desde el río Chira, a 35 kilómetros de distancia.
El puerto creció como una ciudad peculiar en el contexto
de la costa norte peruana. El nivel de vida de su población
era significativamente más elevado que el promedio
nacional; el índice de mortalidad infantil, por ejemplo,
era el más bajo del Perú. La densidad de sus barrios, el
diseño de sus calles y hasta el estilo de vida que allí se
llevaba, recordaban más a un suburbio norteamericano
que a una caleta norteña. La presencia extranjera, sin
embargo, comenzaba a ceder lugar a un mayor número de
nacionales. En 1947 eran 99 peruanos los que trabajaban
en el cuerpo técnico y burocrático de la compañía, junto
Explorando las profundidades del Perú
a 272 extranjeros; en 1964 la proporción se había invertido
y ya eran 251 peruanos entre técnicos y administrativos,
frente a 56 extranjeros. La nacionalización, no legal sino
real, había comenzado hacía mucho tiempo.
Al ser la productora del ochenta por ciento de la
producción de petróleo en el Perú, la trayectoria de
“la Petroleum”, como se le decía en los años treinta,
se confunde con la historia de esa industria en el país.
Desde su arribo la producción creció consistentemente,
sin grandes saltos pero con segura regularidad; salvo en
1931 y 1932, en que los precios y la demanda mundial se
derrumbaron, y entre 1939 y 1942, en que los campos del
norte comenzaron a dar muestras de agotamiento, casi
no hubo año en que la estadística petrolera no indicara
un crecimiento moderado pero sostenido.
No obstante este incremento, la delantera en
producción de petróleo en América Latina, que el
Perú había detentado desde el temprano año de
1863, fue desplazándose hacia otros países donde se
descubrieron grandes reservas. Hasta 1924 el Perú fue
5 Instalaciones de refinamiento en Talara en los años 40.
el primer productor de petróleo en América del sur, a
partir de ese año el lugar fue ocupado por Venezuela
que comenzó a desarrollar sus yacimientos a gran
escala. En 1927 la producción peruana fue alcanzada
y superada por la de Colombia. Al comenzar la década
de los treinta, aun ocupábamos el noveno lugar en el
mundo entre las naciones productoras, pero ya en 1931,
la Argentina ocupó ese puesto, desplazando al Perú al
décimo lugar en el mundo y el tercero en América de
sur. En los años y décadas siguientes, la declinación
de la producción nacional, sino en cifras netas, se hizo
más visible en relación a su antigua importancia como
país exportador. Un ciclo había terminado, pero otro
estaba por comenzar.
la delantera en producción
de petróleo en América Latina,
que el Perú había detentado
desde el temprano año de 1863,
fue desplazándose hacia otros
países donde se descubrieron
grandes reservas.
63
Explorando las profundidades del Perú
UNA COMPAÑÍA
PARA EL MUNDO
L
a Segunda Guerra Mundial cambió el mundo de
varias maneras. El crecimiento del consumo de
hidrocarburos durante su desarrollo, y el incremento
todavía mayor que siguió en la post guerra, obligaron a
las compañías petroleras a extremar su búsqueda por
todos los rincones del globo. Schlumberger promovió y
acompañó este desarrollo expandiendo sus servicios,
introduciendo nuevas tecnologías y convirtiéndose en
una empresa de escala planetaria.
Hacia mediados de la década del cincuenta, los
equipos de la empresa habían crecido y se habían
renovado considerablemente. En los primeros tiempos,
el personal de Schlumberger había sido exclusivamente
francés, como lo eran los fundadores, pero para
mediados de siglo, los ingenieros que laboraban en
la empresa podían ser contratados en cualquier lugar
del mundo, desde México a la Argentina, o desde los
Estados Unidos a Australia. Una cultura internacional
se propagó por toda la compañía. Los chóferes de los
clásicos camiones azules podían venir de medio Oriente
o de Canadá. En todas partes del mundo, desde las
arenas calcinantes de Libia, hasta los bosques helados
de Tierra del fuego, el globo entero se convirtió en el
escenario de los equipos de trabajo de la empresa en
3 Vista de torres de perforación en la costa peruana
la búsqueda siempre creciente de petróleo. Trabajar en
Schlumberger significaba contar con el apoyo de una
organización internacional que permitía al trabajador
ser transferido por todo el mundo para atender las
necesidades de la industria petrolera.
Fueron también años de importantes reconocimientos.
En 1951 Henry Doll fue premiado con la medalla de la
Legión de Honor del gobierno francés. Las razones
de ese premio eran las múltiples invenciones que Doll
había hecho en favor de la industria y el prestigio que
la compañía había alcanzado en todo el mundo. Como
correlato de esa expansión, en 1953 se inauguraron
en Houston, Texas, las oficinas centrales de la rama
norteamericana, dirigida por Pierre Schlumberger, hijo
de Marcel. La inauguración de las nuevas oficinas se
hizo con gran despliegue y unos ocho mil invitados de
todo el mundo pudieron ver de cerca las nuevas oficinas,
los laboratorios y los talleres que se extendían por un
área de 1,000,000 pies cuadrados.
Ese mismo año de 1953 ocurrió la inesperada muerte
del último de los fundadores, Marcel Schlumberger.
Había dedicado toda su vida al éxito y al crecimiento
de la empresa. A diferencia de su hermano Conrad, él si
llegó a ver el crecimiento de la compañía a una escala
verdaderamente global. En algo más de treinta años, la
pequeña empresa que él y su hermano habían creado
65
Una compañía para el mundo
5 Interior de un camión de adquisición de registros con un grabador
de cinta magnética. Izquierda: La red de resistores construida en
SDR en 1952. Se trata de un importante complemento de la teoría en
los días previos a las computadoras digitales. Cuando los métodos
numéricos la convirtieron en obsoleto, fue llevada al museo de la
compañía Schlumberger en Crèvecoeur-en-Auge, Francia.
con ayuda de su padre en 1919, había alcanzado unas
dimensiones que los fundadores difícilmente habrían
imaginado en los primeros e inciertos tiempos.
Un año antes del sensible deceso, Schlumberger había
efectuado el primero de una serie de movimientos
estratégicos con el fin de proporcionar a sus clientes
en todo el mundo una gama de servicios lo más amplia
posible. De esa manera, la compañía ingresó a la
actividad de perforación con la adquisición de la mitad
de las acciones de la compañía de perforaciones Forex.
Por ese entonces la actividad petrolera dentro de los
Estados Unidos y América del Norte en general, se
halaba en una fase de gran expansión. Hacia 1955, en
los laboratorios de Schlumberger en los Estados Unidos
trabajaban unos 220 ingenieros y físicos. Paralelamente
otros 350 especialistas trabajaban en la fabricación del
instrumental para cientos de equipos de exploradores
que recorrían el continente desde México hasta Alaska.
Otro centenar de equipos trabajaban a lo largo de
América Latina, medio y lejano Oriente, Europa y África.
En 1956, Schlumberger amplio sus servicios de evaluación
de formaciones para incluir las pruebas de evaluación de
producción a agujero descubierto. Esto lo hizo mediante
la adquisición de Johnston Testers, que había creado
una tecnología ad hoc. Ese mismo año, en Curazao,
Antillas Holandesas, se creó la Schlumberger Limited,
como compañía propietaria de todos los segmentos de
negocios de Schlumberger.
Al cumplirse los 38 años de su fundación, en 1957, la
compañía fue reorganizada para adaptarse a la escala de
una compañía que funcionaba en todo el mundo. Las cuatro
subsidiarias se unieron bajo la dirección de una sociedad
Explorando las profundidades del Perú
de control, la Schlumberger Limited, que tiempo después
comenzó a cotizar sus acciones en la Bolsa de Valores de
Nueva York. Esta reorganización, marcó el comienzo de las
actividades diversificadas en los campos de la electrónica,
las mediciones y los equipos de medición.
Uno de los aportes tecnológicos más significativos de
esa década fueron las sondas de Doll, llamadas así
por su inventor Henry Doll. La exploración de nuevos
yacimientos petrolíferos en los Estados Unidos y en
el mundo, fue un factor que incentivó el desarrollo
tecnológico aplicado. Doll, uno de los pioneros de
estas nuevas tecnologías, ideó desde su centro de
investigación en Ridgefield, Connecticut, un invento que
revolucionaría por completo la técnica de adquisición de
registros de resistividad básica.
El desarrollo de Doll consistía en dos nuevos tipos
de sondas electrónicas sofisticadas que lograron
transformar la evaluación de formaciones a principios
de la década del cincuenta. Uno de los tipos incluía el
microperfil y el microlateroperfil, que permitía obtener
mediciones de alta resolución en la zona cercana a la
pared del pozo y en capas muy delgadas. El segundo tipo
era el registro de inducción que efectuaba mediciones
a mayor distancia del pozo en áreas de la formación
no afectadas por la presencia del pozo. Estas sondas
electrónicas aportaban información certera, susceptible
de ser procesadas por computadoras, para proporcionar
una interpretación cuantitativa de la producción potencial
de petróleo de la roca yacimiento. Estas herramientas
de muestreo electrónico sirvieron como base para la
construcción de otras versiones más avanzadas, que
proporcionaron registros de gran utilidad para el manejo
técnico y económico de los campos petroleros.
67
Explorando las profundidades del Perú
LA BÚSQUEDA
INCESANTE
D
esde los orígenes de la industria, muchos pozos
han sido perforados en todas las regiones del
Perú. El primero, el “Pozo N° 4”, que fue también
el primer hallazgo, inició la larga historia de la exploración
petrolera en el Perú, que comenzó muy tempranamente
con éxito, aunque luego, salvo descubrimientos parciales,
no dio los resultados esperados.
El hecho es que, casi la totalidad de los yacimientos que
se explotaron en los primeros setenta años del siglo XX,
ya eran conocidos treinta años antes de que comience el
siglo. Históricamente ese resultado se debe, desde luego,
a la ausencia de hallazgos significativos en las diversas
campañas de exploración, pero junto a los resultados
de campo, han existido otras causas que desanimaron
o retrasaron la búsqueda de nuevas fuentes de petróleo.
La poca claridad de parte de las autoridades, el embrollo
político y legal que durante mucho tiempo afectó la
actividad, y la falta de un consenso nacional sobre la
necesidad de impulsar nuevas exploraciones, fueron
factores que también hicieron su parte en este resultado.
El siglo XX comenzó con un embargo que detuvo la
búsqueda de nuevos depósitos, cuando la autoridad del
3 Trabajadores de la industria petrolera en las instalaciones de
La Pampilla, década de los 80. (Cortesía PetroPerú)
Ministerio de Fomento, prohibió en 1910 la declaración
de nuevos denuncios y adjudicación de concesiones en
Tumbes y Paita, las dos zonas más promisorias y mejor
conocidas hasta ese momento. La argumentación que
explicaba esa política restrictiva podía ser entendible en
el corto plazo; en efecto, el desorden administrativo en el
que se desarrollaba la política de concesiones, obligaba
a una intervención decidida de parte del Estado. Linderos
poco claros y denuncios que se sobreponían unos a
otros, hacían impracticable un registro ordenado de la
actividad. Sin embargo, en lugar de proceder a sanear la
situación y levantar la prohibición en el más breve plazo,
la autoridad amplió las áreas de restricción en 1912 y la
generalizó a todo el territorio nacional en 1913.
El conflicto de La Brea y Pariñas ya tenía una primera víctima
del fuego cruzado entre las partes: la exploración por parte
de terceros de nuevas áreas que podían haber concluido
en nuevos denuncios. El Estado descubría tardíamente
la magnitud del negocio petrolero y su incapacidad para
regularlo y aprovecharlo nacionalmente. La reacción casi
instintiva fue una prohibición que, amparada inicialmente
en justificadas razones administrativas, se extendió
durante más de diez años por razones políticas que
retrasaron el desarrollo de la industria.
Ocurrió, sin embargo, una experiencia interesante que
ponía el énfasis en una región totalmente diferente a las
69
La búsqueda incesante
Las afloraciones petrolíferas
de Pirín, en la provincia de
Huancané, departamento de
Puno, eran conocidas desde los
tiempos coloniales; de allí se
extraía la brea que los artesanos
de Caravelí utilizaban en la
confección de odres para vinos y
aguardientes.
4 Registro eléctrico del Pozo 2642, tomado el 12 de Octubre de
1938. Hasta el momento es el registro más antiguo de los trabajos
de Schlumberger en el Perú. (Cortesía PerúPetro)
ya conocidas: la exploración del yacimiento de Pirín, en la
cuenca del lago Titicaca, a casi cuatro mil metros sobre
el nivel del mar. Las afloraciones petrolíferas de Pirín, en
la provincia de Huancané, departamento de Puno, eran
conocidas desde los tiempos coloniales; de allí se extraía
la brea que los artesanos de Caravelí utilizaban en la
confección de odres para vinos y aguardientes. De ese
modo, la zona fue considerada como muy prometedora.
Ya en 1875 se habían realizado trabajos, convirtiéndose
en la región con más posibilidades después de la zona de
Talara.
Pirín suscitó un nuevo interés en el siglo XX,
considerando las facilidades de transporte que se
habían establecido y su ubicación con respecto a
importantes mercados de consumo. El centro del
posible yacimiento quedaba a unos 23 kilómetros de
la estación ferrocarrilera de Juliaca, y a menos de 50
kilómetros de Puno, puerto lacustre sobre el Titi Caca.
El petróleo que saliera de Pirín podía abastecer al sur
peruano, en primera instancia al triángulo ferroviario
Explorando las profundidades del Perú
La búsqueda incesante
Las afloraciones petrolíferas
de Pirín, en la provincia de
Huancané, departamento de
Puno, eran conocidas desde los
tiempos coloniales; de allí se
extraía la brea que los artesanos
de Caravelí utilizaban en la
confección de odres para vinos y
aguardientes.
5 Detalle de llaves de control en tuberías, Talara, década del 50
4 Registro eléctrico del Pozo 2642, tomado el 12 de Octubre de
1938. Hasta el momento es el registro más antiguo de los trabajos
de Schlumberger en el Perú. (Cortesía PerúPetro)
ya conocidas: la exploración del yacimiento de Pirín, en la
cuenca del lago Titicaca, a casi cuatro mil metros sobre
el nivel del mar. Las afloraciones petrolíferas de Pirín, en
la provincia de Huancané, departamento de Puno, eran
conocidas desde los tiempos coloniales; de allí se extraía
la brea que los artesanos de Caravelí utilizaban en la
confección de odres para vinos y aguardientes. De ese
modo, la zona fue considerada como muy prometedora.
Ya en 1875 se habían realizado trabajos, convirtiéndose
en la región con más posibilidades después de la zona de
Talara.
Pirín suscitó un nuevo interés en el siglo XX,
considerando las facilidades de transporte que se
habían establecido y su ubicación con respecto a
importantes mercados de consumo. El centro del
posible yacimiento quedaba a unos 23 kilómetros de
la estación ferrocarrilera de Juliaca, y a menos de 50
kilómetros de Puno, puerto lacustre sobre el Titi Caca.
El petróleo que saliera de Pirín podía abastecer al sur
peruano, en primera instancia al triángulo ferroviario
Explorando las profundidades del Perú
71
La búsqueda incesante
5 Cuadrilla de trabajadores en el desierto de Sechura, 1956.
que se formaría entre Mollendo, Puno y Cuzco. Pero las
perspectivas iban más lejos, ya que el Titi Caca abría
la puerta hacia Bolivia y su activa industria minera, así
como a la zona salitrera septentrional de Chile, que
importaba la totalidad de su consumo de combustible
por los puertos del Pacífico.
La actividad en la zona de Pirín comenzó en 1906, con la
“Titi Caca Oil Company”, que realizó diez perforaciones
poco profundas en los siguientes dos años. De los diez
pozos perforados, tres resultaron totalmente estériles,
mientras que los siete restantes arrojaron resultados
diversos, hasta de 40 barriles diarios. Pronto, sin
embargo, los exploradores tuvieron que confrontar su
principal problema, la presencia de fuertes corrientes
de agua en el subsuelo que desmantelaba los pozos y
emulsionaba el petróleo. Así era imposible continuar
adelante.
Explorando las profundidades del Perú
El proyecto fue abandonado durante diez años, hasta
que en 1917 se estableció en el puerto de Iquique una
pequeña compañía, formada por capitales chilenos, la
“Sociedad de Petróleos España”, que por la suma de
30 mil libras adquirió los derechos sobre la concesión,
instalaciones, maquinaria y trabajos ejecutados por la
primera compañía. La “Sociedad de Petróleos España”
logró obtener un permiso especial para proseguir los
trabajos, completando la perforación de cinco nuevos
pozos; nuevamente la presencia de fuertes corrientes de
agua, que llegaba a elevarse hasta cinco metros sobre la
boca del pozo, impidió proseguir con los trabajos.
Este fue el yacimiento más estudiado de la región, pero
existían otras áreas en la misma cuenca que también
llamaron la atención de los buscadores de petróleo; tal
fue el caso de Corapata a 10 kilómetros al sur de Pirín,
y de Samán, a orillas del río Ramis, donde la “Peruvian
Corporation”, administradora del ferrocarril, inició
trabajos de exploración en 1921. Finalmente la búsqueda
en la provincia de Huancané resultó infructuosa y los
5 Vista de las instalaciones de Talara a mediados del siglo XX.
campos del departamento de Puno regresaron a manos
del Estado en 1924.
Pirín fue la excepción en una década en la que el
otorgamiento de nuevos denuncios había quedado
prohibida. La primera etapa de exploración intensa en el
siglo XX, ocurrió cuando la ley del petróleo de 1922 volvió
a abrir el territorio a nuevas iniciativas. La ley de ese año
fijó en diez por ciento las regalías sobre el crudo extraído
y estableció nuevos montos a los impuestos sobre la
superficie, elevando las tasas para aquellos denuncios
que permanecían sin trabajar. Sin embargo, la disposición
de la nueva ley que tuvo efectos más tangibles, fue la
suspensión de la moratoria sobre nuevos denuncios que
había estado vigente durante más de una década.
Poco a poco se verificó una ola de denuncios que tuvo
como consecuencia una intensificación de los trabajos
de exploración. Las expectativas se dispersaron por
casi la totalidad del territorio nacional, por primera vez
los buscadores de petróleo fijaron su mirada en el vasto
e inexplorado oriente, pero las mayores demandas se
ubicaron en la costa norte, que era hasta ese momento
la única región productiva. Por primera vez el nombre
de Sechura se mencionó como una inminente promesa
de grandes hallazgos. El dilatado desierto de Sechura
parecía el lugar más indicado para iniciar la búsqueda de
nuevos depósitos. La información geológica disponible y
la cercanía con los yacimientos ya descubiertos, hacían
de Sechura el centro de nuevas exploraciones.
El interés que despertó la región puede seguirse en el
número de denuncios solicitados en el norte del país; los
registros indican que los 43,051 denuncios que existían
en 1922, se convirtieron en 206,824 en el plazo de dos
años. Por primera vez en lo que iba del siglo, el desierto
fue escenario de intensas campañas de exploración.
La iniciativa la tuvieron las compañías ya establecidas,
fundamentalmente la IPC y la “Lobitos Oilfields”, que en la
73
La búsqueda incesante
Hacia 1938 se encontró
petróleo por primera vez
en la selva, con lo que se
abrió un nuevo horizonte
que, no obstante, apenas fue
aprovechado en los años
siguientes.
década anterior, a pesar de la moratoria, habían explorado
el desierto tratando de consolidar su control sobre las áreas
más prometedoras; del total de nuevos denuncios, casi
la tercera parte provenían de la IPC. Pero la inmensidad
del territorio en cuestión, y las altas expectativas que se
habían cifrado en Sechura, atrajeron a otras compañías
internacionales, que desde el fin de la guerra mundial
habían enviado emisarios al Perú mostrando su interés
ante una eventual apertura. La más importante de las
nuevas empresas que ingresaron al país fue la Shell,
que por intermedio de una compañía subsidiaria inició la
búsqueda de nuevos depósitos en 1924.
El auge de nuevos denuncios alcanzó también a algunos
grupos nacionales; Carlos Cillóniz, agricultor algodonero
del sur, llegó a perforar tres pozos en su concesión,
aunque ninguno tuvo éxito; otro grupo, encabezado por
Carlos Ortiz de Zevallos, se asoció con la firma alemana
Stinnes para llevar a cabo trabajos de exploración;
otros capitalistas nacionales concedieron participación
a la Shell sobre los denuncios que habían hecho. A lo
largo de la década del veinte, el desierto de Sechura
fue intensamente explorado; el mayor despliegue
corrió a cargo de la IPC que llegó a perforar 22 pozos
exploratorios, otro tanto hizo la empresa Lobitos. Sin
embargo, a pesar de los esfuerzos sostenidos a lo largo
de los años, la exploración en el desierto resultó estéril.
Pero la historia petrolera de Sechura, que casi monopoliza
el interés de los exploradores en los primeros cincuenta
Explorando las profundidades del Perú
años del siglo, apenas estaba comenzando. La búsqueda
de nuevas fuentes prácticamente se detuvo durante
las décadas del treinta y del cuarenta. Hacia 1938 se
encontró petróleo por primera vez en la selva, con lo que
se abrió un nuevo horizonte que, no obstante, apenas
fue aprovechado en los años siguientes; en el resto del
territorio, los denuncios otorgados bajo el marco de
la ley de 1922, fueron abandonados voluntariamente y
regresaron paulatinamente a manos del Estado; con ellas
comenzó a formarse lo que se llamó las “reservas del
Estado”, áreas que sólo podían regresar al régimen de los
denuncios privados mediante un decreto específico. El
último denuncio importante que revertió al Estado fue el
que hizo en 1927 la “Phillips Petroleum” en Sechura; con
su retiro, pocos años después, el desierto que circundaba
los campos más productivos, regresó a manos del Estado
y la situación general volvió a foja cero.
Siguieron años en los que el malestar en que se había
convertido el litigio de la Brea y Pariñas, permaneció
latente, tornando el tema del petróleo como altamente
sensible para los sucesivos gobiernos, que no se
mostraron dispuestos a desarrollar políticas decididas.
La única concesión otorgada por los gobiernos de Prado y
Bustamante fue en la selva, a una compañía nacional; en
el resto del territorio, aunque no se dijera expresamente
como en 1910, pesaba un status quo que era el reflejo de
4 Perforación de un pozo petrolífero por sistema “rotary”.
75
La búsqueda incesante
5 Buque transportador en el puerto de Zorritos.
nuestra indefinición y falta de consenso. La percepción
más difundida era que la legislación vigente en materia
de petróleo, herencia de los gobiernos de Leguía y
Benavides, era demasiado liberal y poco cuidadosa
de los intereses nacionales; se imponía fijar las nuevas
reglas y relanzar decididamente el tema, pero los años
pasaron sin que se tomen mayores iniciativas. Incluso
la exploración en la selva, que se presentaba como la
esperanza mejor fundada hacia el futuro, fue detenida
durante la segunda guerra mundial, cuando las grandes
compañías internacionales mostraron un renovado
interés en la cuenca del Amazonas, buscando obtener
concesiones en Ecuador, Colombia, Perú y Bolivia.
En condiciones normales, la principal iniciativa en la
búsqueda de nuevos depósitos habría correspondido a
quien era, por un gran margen a su favor, el primer operador
en el país, es decir la IPC; se trataba, sin embargo, de
una empresa que estaba en entredicho y que tampoco se
mostraba muy dispuesta a ampliar sus riesgos en el país.
Luego de explorar infructuosamente en Sechura durante
el auge que comenzó en 1922, y de catear tentativamente
algunas áreas en la selva en la misma década, la IPC se
Explorando las profundidades del Perú
retrajo significativamente, ocupada en hacer producir
cada vez más intensamente los campos de Piura, sujetos
a un régimen tributario de excepción que concluía en
1942. Pero esos campos comenzaron a dar las primeras
señales de agotamiento desde 1940, aproximadamente, y
la compañía a pasó a mostrar una mayor preocupación
por reponer sus depósitos.
La segunda oportunidad del desierto de Sechura, al
menos en el terreno de las negociaciones, comenzó
a correr desde el año de 1938, cuando el gobierno de
Benavides echando mano de una experiencia que ya
se había puesto en práctica en otros países, le propuso
a la IPC un contrato que convertía al Estado en socio,
para explorar y desarrollar un total de cinco millones de
hectáreas en las reservas que poseía en el desierto de
Sechura. Las negociaciones comenzaron a desarrollarse
en secreto, pero se vivían los tramos finales del gobierno
de Benavides, el más dinámico de la época en materia
petrolera, y hacia mediados de ese año, cuando los
términos del contrato no estaban aun acordados, ingresó
un nuevo gobierno, el primero de Manuel Prado, que
detuvo y mandó al archivo lo avanzado.
Luego de explorar en Sechura
durante el auge que comenzó en
1922, y de catear tentativamente
algunas áreas en la selva, la IPC
se retrajo significativamente,
ocupada en hacer producir cada
vez más los campos de Piura,
sujetos a un régimen tributario de
excepción que concluía en 1942.
La primera mitad de la década del cuarenta fue de quietud
casi completa en lo que toca a la búsqueda de nuevos
yacimientos. La IPC continuó trabajando exclusivamente
los campos del norte, con un agravante que comprometió
aun más su imagen ante la opinión pública nacional:
orientó sus trabajos de exploración hacia la costa
del Ecuador, precisamente en los momentos en que
ambos países escalaban sus diferencias limítrofes
y desembocaban en un conflicto militar en 1941. En
materia petrolera, la búsqueda tras la frontera que inició
la IPC en 1940, parecía tener fundadas razones. Si la
exploración en el sur, es decir en Sechura, había sido
infructuosa, tal vez la búsqueda hacia el norte, en El
Golfo de Guayaquil, podría dar los resultados esperados;
de hecho, durante la Colonia, las breas de Piura, Tumbes
y las de la Punta de Santa Elena, en el otro extremo del
golfo, parecían el producto de una misma región. Pero si
esa búsqueda parecía estar bien orientada en materia
petrolera, políticamente era altamente inconveniente
para los intereses del Perú.
resultados apreciables. Al principio las negociaciones
progresaron rápidamente sobre la base de lo concordado
en 1938 durante el gobierno de Benavides. A mediados de
1946 un proyecto de contrato fue presentado y aprobado
en la Cámara de Diputados. El proyecto consideraba
compromisos mínimos en el ritmo de la exploración y la
perforación, el pago de regalías de 12.5 por ciento sobre el
total de la producción, y desde luego, el acatamiento de la
legislación tributaria vigente por parte de la compañía en
las nuevas áreas a desarrollar. Pero tal vez el incentivo más
poderoso, como en todos los acuerdos importantes con la
IPC, se circunscribía al corto plazo, mediante el pago de
ocho millones y medio de soles que se destinarían a obras
de infraestructura en la región, incluyendo el asfaltado de
una parte de la carretera Panamericana y la construcción
de un puente sobre el río Chira, cuya necesidad
estratégica se había hecho notar durante el conflicto de
1941. Adicionalmente, una vez fijados los términos, estos
se harían públicos y se abriría la competencia invitando a
otras empresas a mejorar la oferta.
La situación siguió sin cambios hasta 1946. Un nuevo
gobierno, el de José Luis Bustamante y Ribero, había
asumido el mando coincidiendo con el fin de la segunda
guerra mundial. En esas circunstancias se abrieron
nuevamente las posibilidades de Sechura, esta vez por
iniciativa de la IPC, de regreso de su aventura en la costa
del Ecuador, después de gastar 22 millones de dólares sin
Los años siguientes fueron de intensa discusión, en los
que se configuraría definitivamente el “problema del
petróleo” como tópico de reivindicación nacionalista
que proporcionó ingente combustible a la hoguera de la
lucha política parlamentaria. A la distancia, más de un
observador ha comentado que las condiciones de ese
célebre “contrato de Sechura”, eran convenientes para
77
La búsqueda incesante
Nuevamente los ojos se
posaron sobre el gran desierto
del norte, que como había
sucedido treinta años antes, se
volvió el escenario de intensas
campañas de exploración.
el país, o en todo caso, más favorables que las obtenidas
en el siguiente ciclo de Sechura, durante el gobierno
del general Odría. Pero los desencuentros políticos y la
animadversión histórica con la IPC, hicieron imposible
cualquier acuerdo. El “contrato de Sechura” se debatió
intensamente en el Senado, convirtiéndose cada vez
más, en un instrumento capaz de socavar la existencia
misma del gobierno. Finalmente, la pugnacidad que
desató la discusión y su fracaso final, actuaron como
detonantes del golpe de Estado de 1948.
La hora de Sechura no llegaría en verdad hasta 1952,
cuando el nuevo gobierno procedió a tomar sumariamente
algunas decisiones que los gobiernos anteriores no
habían logrado alcanzar. La principal fue una nueva ley
de petróleo que, en condiciones muy liberales, volvió a
abrir el territorio a la exploración. Nuevamente los ojos
se posaron sobre el gran desierto del norte, que como
había sucedido treinta años antes, se volvió el escenario
de intensas campañas de exploración. La novedad más
significativa de este nuevo momento de la industria, fue
la aparición de empresas nacionales que por su número
y efectividad protagonizaron lo que un observador llamó
“el inesperado renacimiento de las compañías petroleras
peruanas”.
Esta nueva presencia que terminaría colocando en
la línea de partida trazada por la ley de 1952, a cinco
compañías nacionales frente a otras siete foráneas, se
Explorando las profundidades del Perú
sustentaba en varios hechos que se presentaban por
primera vez. Por un lado, la ley otorgaba condiciones
especiales a los participantes nacionales, bajo la forma
de derechos preferenciales en el acceso a las áreas de
denuncio; pero además, el capital nacional atravesaba
por un buen momento, viviendo un claro auge, por
ejemplo, en la actividad minera, lo que permitió reunir las
inversiones necesarias para ingresar en este nuevo rubro.
El “renacimiento” de los nacionales sirvió para relanzar
un sector que durante demasiados años había sido muy
problemático. A pesar de las magnitudes de capital que
imponía el negocio petrolero, la participación local era bien
vista y estimulada, incluso por los sectores más críticos a
las políticas del gobierno. Unos pocos años antes, durante
la discusión del frustrado contrato original, el director de
“El Comercio”, Luis Miro Quesada, ya proponía que fueran
inversionistas peruanos los que se hicieran cargo de
desarrollar los previsibles campos de Sechura.
Entre las firmas peruanas que finalmente quedaron inscritas
y comenzaron a operar en el norte, estuvo la “Compañía El
Oriente”, de la familia Gildemeister, creada años antes para
buscar y desarrollar campos en la selva; la “Compañía San
Miguel”, vinculada a otra familia de agricultores, los Cillóniz,
que ya había perforado tres pozos en Sechura durante
el auge de 1920; la “Petrolera Peruana”, que asociaba
importantes capitales locales bajo la dirección de Augusto
Gildemeister; “Petróleo Sullana”, formada por los hermanos
Wiese, importantes banqueros de la capital; y finalmente la
5 Campo petrolero en Zorritos.
“Compañía Sudamericana de Petróleo”, más pequeña que
las anteriores, que reunía capitales nuevos provenientes de
una entusiasta clase media limeña.
Aunque muy activas y beneficiadas con un ingreso
preferencial a las áreas más promisorias, las compañías
nacionales no podían cubrir el inmenso territorio,
que fue abierto básicamente a las grandes empresas
internacionales. La concesión más extensa fue
otorgada a la “Richmond Oil Company”, pero también
participaron con extensos denuncios la Seaoil Ltd, la
IPC, la Texaco y la Gulf Oil.
Los trabajos de campo comenzaron bajo gran
expectativa de la prensa nacional, que cubrió la
apertura de Sechura como la realización de un viejo
sueño muchas veces postergado. El primer pozo, el
“Virú 4-X-1”, comenzó a perforarse en agosto de 1953,
a 65 kilómetros al sur oeste de la ciudad de Piura. Fue
el primero de más de treinta pozos de exploración
– trece de ellos a cargo de compañías nacionales - que
se hicieron en los siguientes tres años. No obstante,
por segunda vez el desierto de Sechura burlaría las
expectativas generales que se habían cifrado en su
hipotética riqueza. Salvo un depósito menor hallado
por la “Petrolera Peruana”, la segunda gran temporada
de exploraciones en Sechura resultó improductiva para
los participantes. Hacia 1956, la fiebre de perforaciones
era cosa del pasado y la mayoría de los denuncios
habían regresado a manos del Estado.
Terminado el espejismo que se disipó a un costo de veinte
millones de dólares, las miradas voltearon paulatinamente
hacia el oriente, a la región de la montaña, que abarca
casi el sesenta por ciento de la superficie del Perú. Dada
su inmensidad, la búsqueda de petróleo en la selva sería
equivalente a terminar explorar el conjunto del territorio
nacional, tarea de muchas campañas a lo largo del
tiempo que aun no ha concluido.
Las dificultades iniciales – condiciones geográficas
dificiles, distancias, ausencia de información –
hicieron lentos los primeros avances en esa dirección.
La sospecha más o menos fundada de que la amazonía
podía ocultar ingentes cantidades de petróleo,
comenzó casi con el siglo junto al acopio de multitud
de datos sobre manaderos naturales de petróleo y
hervideros de gas que se encontraban a lo largo del
79
La búsqueda incesante
lado oriental de la cordillera de los Andes, desde
Venezuela hasta la Tierra del Fuego. Curiosamente,
la mayoría de estas referencias se situaban en
Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Argentina,
escaseando las menciones del Perú, sea por que no
existían o por que se desconocía el territorio.
Los estudios a cargo de especialistas enviados por
compañías internacionales empezaron en la segunda
década del siglo XX y continuaron con más intensidad
después de 1922. Sin embargo, a diferencia de la mayoría
de los países que comparten la cuenca amazónica,
en el Perú no se perforó ningún pozo exploratorio en
ese período. El estimulo de continuar con la accesible
explotación de los campos costeros y las enormes
dificultades que planteaba la selva, hicieron que la
exploración del oriente sea marginal mientras Sechura
no fuera definitivamente descartada.
La primera vez que se encontró petróleo en la selva
fue de manera accidental, como corolario de un largo
Explorando las profundidades del Perú
5 Vista de tuberías en los campos de Talara. (Cortesía PetroPerú)
proceso que comenzó en 1929, durante un viaje en avión
de Lima a Iquitos, en el que el geólogo norteamericano
Robert Moran, divisó desde el aire una estructura
geológica llamada Aguas Calientes que juzgó ideal para
iniciar la búsqueda. El denuncio del área se hizo en 1931,
con el respaldo de un grupo de California, que costeó
los estudios llevados a cabo hasta 1936; finalmente, once
años después de la fugaz visión aérea de Moran, en
1938, la “Compañía Ganso Azul” perforó el primer pozo
en la selva que resultó positivo. En los años siguientes
se confirmó la existencia de un depósito de dimensiones
modestas, pero que permitió la perforación de siete pozos
productivos y la construcción de una pequeña refinería
que podía procesar seiscientos barriles por día.
La experiencia de “Ganso Azul” debió servir como estímulo
a otras compañías, y de hecho, reactivo el interés en la
montaña, pero las dificultades que planteaba la geografía
Sólo una compañía logró
una importante concesión
durante esos años, la petrolera
“El Oriente”, de Augusto
Gildemeister, uno de los
propietarios de la hacienda
azucarera “Casa Grande”, que
obtuvo en 1941 una concesión de
34 mil hectáreas en la región de
Contamana.
y el status quo en materia petrolera del gobierno de Prado,
retrasaron el verdadero comienzo de la exploración
petrolera en la selva peruana. Sólo una compañía logró
una importante concesión durante esos años, una empresa
nacional creada especialmente para trabajar en la región,
la petrolera “El Oriente”, de Augusto Gildemeister, uno de
los propietarios de la hacienda azucarera “Casa Grande”,
que obtuvo en 1941 una concesión de 34 mil hectáreas en
la región de Contamana.
La actividad en la selva continuó de manera lenta hasta
1952, cuando la nueva ley del petróleo clarificó las
políticas del Estado y la exploración tornó con fuerza
al país. Sin embargo, la competencia con la ilusión
aparentemente fundada de Sechura, puso en un segundo
lugar la búsqueda de petróleo en la selva. Del total de
solicitudes presentadas por las compañías petroleras
al Ministerio de Fomento, 21 se referían a Sechura y
sólo 4 eran para el resto del país; de todos modos, a
medida que Sechura defraudaba a los exploradores, la
selva concitaba mayores expectativas. En 1955, luego
de un período de intensa prospección, se comenzaron a
perforar los primeros pozos exploratorios que llegaron a
ser quince en los tres años siguientes. Los participantes
en esa primera ola de exploración petrolera de la selva,
fueron los mismos que competían en el desierto de la
costa, si bien la inmensidad de la amazonía hacía que
la disputa de territorios fuera bastante más holgada. En
1956, quince compañías tenían concesiones en la selva
sobre un total de casi quince millones de hectáreas.
El primer éxito, y el único en esa década, correspondió
a la petrolera “El Oriente”, que descubrió un nuevo
depósito en Maquía, en 1957. La compañía, asociada con
varias empresas alemanas, venía haciendo sucesivas
campañas en los últimos 15 años. El desarrollo comercial
del campo fue rápido y posible debido a la nueva refinería
que el Estado decidió construir en Iquitos. El petróleo de
Maquía y de Aguas Calientes, se destinaría cada vez
más hacia el mercado regional, en rápido crecimiento y
difícilmente atendido desde Talara.
Durante la siguiente década la exploración prosiguió
a un ritmo lento que reflejaba el poco estimulo y las
dificultades que los exploradores encontraban en la
selva. A comienzos de la década, la más importante
empresa minera, la Cerro de Pasco Corporation, creó una
división petrolera y se sumó a la búsqueda en el oriente,
pero sin obtener resultados positivos. Otra compañía muy
activa en la selva fue la Mobil, que en 1961 descubrió
un importante yacimiento de gas en Aguaytía, que no
pudo ser aprovechado comercialmente por los enormes
costos que significaba acercar ese gas a los mercados
consumidores.
Las distancias y las barreras geográficas han impuesto
desde el principio exigentes condiciones para llevar
adelante el negocio petrolero. Siendo el mercado de la
selva muy pequeño, la única posibilidad comercial ha
dependido siempre del traslado de la producción hacia
el Pacífico o el Atlántico; el primer caso dependía de la
81
La búsqueda incesante
construcción de un oleoducto, que sólo podría justificarse
económicamente mediante el hallazgo de depósitos de
grandes dimensiones. Por eso, la apuesta en la selva
siempre ha sido de alto riesgo para las compañías.
El descubrimiento de importantes yacimientos
en la selva del Ecuador hacia fines de los años
sesenta, reanimó el interés de los exploradores en
la cuenca amazónica en general, y en la del Perú en
particular. Para la época, sin embargo, los actores y
las condiciones estaban cambiando. La creación de
“Petroperú”, luego de la nacionalización de la IPC en
1968, hizo de la compañía estatal la mayor compañía
exploradora en la selva, sea por cuenta propia o
mediante contratos de participación en la producción
con distintas empresas internacionales. Mientras el
régimen militar endurecía su posición frente a las
compañías mineras extranjeras, en el sector petrolero,
en cambio, el llamado “modelo peruano” servía para
interesar y atraer a nuevos socios.
5 Vista de refinería Luis F. Díaz, ubicada a 14 km. de la ciudad de
Iquitos, año 1955. (Cortesía PetroPerú).
Explorando las profundidades del Perú
La búsqueda de petróleo en la selva bajo estas nuevas
condiciones se inició en 1971 y continuó con gran
intensidad hasta mediados de la década. El primer éxito
fue temprano y estuvo a cargo de la propia compañía
estatal que en 1971 descubrió un depósito en el lugar
llamado Trompeteros, en la región del río Corrientes;
más tarde, otra compañía, la “Occidental Petroleum”,
halló petróleo en la región del río Pastaza, al noroeste
de Trompeteros. El descubrimiento de Trompeteros fue
anunciado al país con gran despliegue, presentándose
como la confirmación de la antigua esperanza petrolera
de la selva. La construcción de un oleoducto de 856
kilómetros de extensión, que terminaba a orillas del
Océano Pacífico, en el puerto de Bayovar, pareció
confirmar esa esperanza desde junio de 1976, cuando el
petróleo de los campos del oriente llegó por primera vez
a la costa. No obstante esos éxitos, el total de reservas
encontradas hasta ese momento era relativamente
pequeña, y muchas compañías empezaron a retirarse
en la segunda mitad de los setenta. En la perspectiva
del largo plazo, la única que puede dar cuenta de la
exploración en la selva, lo ocurrido hasta ese momento
solo era uno de los primeros capítulos de una historia
que todavía no concluye, si tenemos en cuenta que en
la actualidad más de 50 contratos de exploración han
sido firmados con más de 20 empresas operadoras.
5 Litoral de Zorritos, en Tumbes.
5 Trabajadores en las instalaciones de Zorritos.
83
Explorando las profundidades del Perú
LA INVESTIGACIÓN
EN TIEMPOS DE
CRISIS ENERGÉTICA
L
as décadas de 1970 y 1980 verían el nacimiento y
desarrollo de varias grandes crisis energéticas
que conmoverían el escenario, hasta ese
momento relativamente estable, de la industria petrolera
internacional. Iniciativas políticas en los países
productores, en busca de un mayor control de sus
recursos, se sumaron a la ascensión como jugador a
escala mundial de la Organización de Países Exportadores
de Petróleo, OPEP, entidad creada en 1960 sobre la base
de cinco países productores. Nuevas reglas de juego
sacudieron el panorama internacional, sin embargo, con
alzas y bajas, la industria siguió adelante proporcionando
al mundo una energía vital para su misma existencia.
Al promediar la segunda mitad del siglo XX, la energía
atómica había dado muestras de su potencial y se
expandía rápidamente, pero eso no significaba que la
energía proporcionada por los hidrocarburos quede
relegada o en un segundo plano. Por el contrario,
el mundo demandaba cada vez más petróleo, y su
dependencia de esta fuente no podía ser subestimada.
Sin poder ser ajeno a este inquietante panorama, pero por
caminos independientes, la investigación aplicada a la
prospección petrolera, hacía uso de nuevas herramientas
3 Unidad de bombeo trabajando junto al mar
(Cortesía PetroPerú)
y medios que abrían el camino hacia ambiciosos
horizontes de desarrollo. Dentro de este panorama,
Schlumberger incorporó sus propias creaciones
técnicas, las mismas que hasta el tiempo presente, con
los avances y perfeccionamientos posteriores, siguen
siendo utilizadas por los especialistas.
De esa forma, en 1971 se incorporó el sistema de registros
combinados, que en una sola carrera permitía efectuar
registros de rayos gamma, potencial espontáneo,
inducción, resistividad y sónico, entre otros. La introducción
de esta nueva técnica marcó un cambio importante ya que
redujo sustancialmente el tiempo que se requería para la
evaluación de formaciones. Pero según los especialistas,
el gran hito tecnológico en materia de registros se produjo
en 1977 con la introducción de servicios cibernéticos
(CSU) en el campo. La unidad CSU inauguró una nueva
era en la grabación de datos de registros digitales. Esta
herramienta permitía visualizar segmentos de registros
durante su adquisición y generar datos de registros e
interpretaciones procesadas por computadora. Todo
esto se realizaba en el mismo pozo, y permitía a los
responsables tomar decisiones rápidas y oportunas.
Una nueva adquisición ocurrió en ese mismo año, la
compra de la compañía The Analysts, una empresa de
perforación direccional, y adquisición de registros de
lodo. Esta adquisición permitió a Schlumberger crear
85
5 Castillos de perforación. Foto tomada desde la base hacia
arriba en uno de los campos de la selva. (Cortesía PetroPerú)
valor adicional para sus clientes, combinando evaluación
de formaciones con perforación. Pero, en general, toda
la década del setenta, como la siguiente, estuvieron
señaladas por pequeñas o grandes innovaciones
que siguieron llevando hacia delante la investigación
aplicada a la prospección petrolera. Entre otros hitos,
pueden señalarse los siguientes:
En 1970 se introdujo en el campo la técnica Saraband, que
fue el primer análisis del yacimiento por computadora.
Al año siguiente, se produjo el ya mencionado sistema
de registros combinados, así como la evolución de la
herramienta de pruebas de pozos. En asociación con la
firma Johnstons Tester, se creó la primera herramienta de
prueba operada a presión. Un año después, en 1972, se
desarrollo la herramienta de Resistividad Lateroperfil Dual
(DLL), que realiza mediciones simultáneas de la región
somera invadida por los fluidos del pozo y de la región
profunda correspondiente a la formación no dañada.
Explorando las profundidades del Perú
En 1970 se introdujo en el campo
la técnica Saraband, que fue el
primer análisis del yacimiento
por computadora. Al año
siguiente, se produjo el sistema
de registros combinados.
En 1976 se produjo el desarrollo de la herramienta de
Rayos Gamma Inelásticos (IGT), que a continuación
fue ofrecida a los clientes como herramienta de
Espectrometría de Rayos Gamma Inducidos (GST). La
herramienta produjo un registro de la relación carbonooxígeno; un indicador de la saturación de petróleo
obtenido a través de la tubería de revestimiento. Al año
siguiente, como se mencionó, se introdujo en el campo
la Unidad de Servicio Cibernético (CSU). Además, se
desarrollo la herramienta GNTG, un dispositivo de
medición de porosidad neutrón de cuatro detectores,
que incluía dos detectores de neutrones epitermales,
además de dos detectores de neutrones termales de la
herramienta CNL. Por otro lado, se desarrollo el modelo
de doble agua para areniscas arcillosas, utilizados en la
mayoría de los programas de detección petrofísica.
En 1978 se desarrolló la herramienta Sónica Digital (SGT)
de primera generación, que utiliza fuentes monopolares
para generar formas de ondas sónicas y las registra para
el procesamiento pozo arriba, tanto en las velocidades
compresionales como las de corte en las formaciones.
Igualmente, entre 1977 y 1984 se conducen investigaciones
sobre la herramienta de Porosidad de Aceleración (APT),
esta herramienta neutrón de múltiples detectores, que
utiliza un pulsador de neutrones como fuente, mide el
tiempo de desaceleración de los neutrones. Finalmente,
en 1979, se observa por primera vez la propagación de la
onda lenta, una característica de la acústica de los medios
porosos. Sus características incluyen la permeabilidad
derivadas de las ondas Stoneley, así como atenuadores
acústicos que eliminan las señales indeseadas.
LA INFORMÁTICA Y LAS
TELECOMUNICACIONES
REVOLUCIONAN EL MUNDO
globo. Simultáneamente, el correo electrónico y el
Internet, dejaron de ser curiosidades tecnológicas
y se convirtieron en herramientas de uso diario que
revolucionaron la comunicación entre las personas y
el acopio de información en los depósitos de datos. En
un lapso relativamente corto de tiempo, el mundo había
cambiado y los nuevos jugadores debían adaptarse al
nuevo tablero mundial si querían proseguir sus tareas
con éxito.
Schlumberger siempre fue una compañía pionera en
servicios de alta especialización, sus conocimientos y
tecnologías estuvieron a lo largo del tiempo a la vanguardia
en los avances e innovaciones que tocaban a la industria
del petróleo. En función de esa especialización, también
tomó la iniciativa en el manejo de las nuevas dinámicas
empresariales. Durante este tiempo, comenzó a plasmar
de manera más patente una política de reorganización
que adaptaba a la compañía a la corriente mundial
de diversificación por unidades de negocios. Fueron
múltiples las absorciones y los procesos de sinergia con
Las décadas de los ochenta y noventa iniciaron y vieron
el despliegue de procesos de cambio en el mundo que
hasta ahora mismo están lejos de haber concluido. Los
logros tecnológicos alteraron los procesos políticos,
comerciales, industriales, y hasta la vida cotidiana de las
personas se vio sujeta a grandes innovaciones que unas
décadas atrás parecían inimaginables.
En el centro de esta revolución, las telecomunicaciones
se convirtieron en un campo de experimentación y
avance que paulatinamente hicieron sentir su efecto
en otras esferas de la actividad. Nació un universo
virtual que con el paso del tiempo se convirtió en
un espacio real en el que se realizaban millones de
transacciones. El término globalización saltó a las
primeras planas y paulatinamente se hizo una palabra
de uso diario para millones de personas en todo el
5 Cuaderno de notas de Marcel Schlumberger con esquema
de balas que fueron utilizadas para perforar la tubería de
revestimiento.
87
La investigación en tiempos de crisis energética
5 Trabajador de Schlumberger en prueba de un panel de memoria digital.
otras compañías o con divisiones de la misma, procesos
que ocurrieron simultáneamente en muchos países. La
meta siempre fue la búsqueda de la excelencia en cada
una de las áreas en donde la compañía se desenvolvía.
Este proceso se comenzó a materializar con la adquisición
de distintas compañías vinculadas con la exploración y
explotación. Fue así como en el año de 1984 se funda Anadrill,
como resultado de la fusión de la unidad de negocios de
perforación de Dowell, y la empresa The Analysts. Al
poco tiempo, Anadrill adquirió utra compañía, Directional
Enterprises Incorporated, mientras que simultáneamente
absorbía el negocio de perforación y pesca de la compañía
Flopetrol Johnston. Estas operaciones le permitieron
alcanzar un claro liderazgo en la división de servicios de
perforaciones direccionales y registros de lodo.
El clima de adquisiciones y fusiones imperó a lo largo
de la década de los ochenta. Precisamente en 1984
Schlumberger hizo otra importante operación al adquirir
la compañía de equipos de perforación Sedco, además
del cincuenta por ciento de la Dowell de Estados
Unidos. Sobre esa base, un año más tarde se conformó
la Sedco Forex Drilling Company. En lo que corresponde
a exploraciones de reservas de petróleo y gas, la
compañía continuó expandiéndose al adquirir en 1985 la
Explorando las profundidades del Perú
Merlín y el cincuenta por ciento de Geco. Este proceso
culminaría en 1988 al comprar el restante cincuenta por
ciento de Geco. Como resultado de estas operaciones,
Schlumberger se afianzó en la exploración a través de
servicios y equipos de avanzada de levantamientos
sísmicos.
La compañía siguió actuando en varios frentes, así
mientras adquiría la compañía Flopetrol, que tenía como
línea básica la realización de pruebas de pozos, en 1986,
fue fusionada con Wireline, empresa especializada
en servicios de registros geofísicos. Este fue el origen
de una nueva compañía, la Wireline & Testing. Por
otro lado, Schlumberger efectuó cambios en su
estructura interna, incorporando a su accionar nuevos
centros, departamentos o divisiones para hacer más
efectivo el trabajo. De esa manera nació el Centro de
Investigaciones de Cambridge, en Inglaterra, las filiales
de Applicon y Balteau, y el departamento especializado
en la adquisición de registros durante la perforación
(LWD por sus siglas en inglés), ubicado en Texas.
Paralelamente a esta nueva estructura de las funciones
corporativas, Schlumberger continuó con toda intensidad
promoviendo la aplicación en la industria petrolera de
nuevos conocimientos científicos. Entre otros proyectos,
Schlumberger siguió ampliando
se campo de acción, que en
décadas pasadas se centraba
fundamentalmente en el tema de
registros eléctricos, y puso un
pie sobre nuevos segmentos de
servicios.
inició estudios sobre los valores extremadamente altos
(>106) de la constante dieléctrica de baja frecuencia en
las rocas. Otro tanto ocurrió con las investigaciones en
el área de la petrofísica, sobre el uso de la resonancia
magnética nuclear (RMN).
pieza maestra en equipos de estimulación con control
de procesamiento mediante computadoras. Esta unidad
ofreció su primer servicio en Canadá, en donde fue
bautizada con el nombre de “Christine”, en honor a un
libro del novelista norteamericano Stephen King.
Mientras esto ocurría en el campo de los estudios
científicos aplicados, Schlumberger creó, perfeccionó
y comercializó una amplia gama de equipamiento de
vanguardia en sus distintas divisiones. Mención destacada
merece el caso de “Cristal”, la estación de trabajo de
interpretación de registros en forma gráfica (base de
GeoFrame); igualmente la herramienta Phaser Induction,
para perfeccionar la detección de capas delgadas, la
herramienta LWD de adquisición de registros durante
la perforación, o la unidad de adquisición de registros y
generación de imágenes multitarea, Maxi 500.
Con estas innovaciones, Schlumberger siguió ampliando
se campo de acción, que en décadas pasadas se
centraba fundamentalmente en el tema de registros
eléctricos. En estos nuevos tiempos Schlumberger
puso un pie sobre nuevos segmentos de servicios. Los
adelantos tecnológicos siguieron a lo largo de la década
de los noventa, una breve reseña de ellos debería incluir
los siguientes:
No solo en el área de nuevas herramientas se
incorporaron adelantos, también en lo que toca a la
cementación y estimulación de pozos a nivel mundial,
se llevaron adelante importantes emprendimientos como
el Registrador de Bombeo, Acidificación y Cementación
PACR; igualmente la herramienta ultrasónica de
Evaluación de la Cementación CET, que tiene como
propósito agregar información azimutal al análisis de
adherencia del cemento, o el primer Mezclador de
Densidad Óptima Programable, POD, que fue la primera
En 1991, la utilización de la geonavegación por primera
vez para planear la trayectoria de la perforación en pozos
horizontales. Ese año se introdujo el Probador Modular
de la Dinámica de la Formación MDT y el generador de
Imágenes Microeléctricas de Cobertura Total FMI. Al
año siguiente, se adquirió la GeoQuest Sistem Inc. Otro
cambio fue la conversión de la Schlumberger SINet al
protocolo TCP/IP con capacidades para la red.
En el año de 1993, se creó la línea de productos GeoQuest
fusionando Schlumberger Data Service, Zinder Graphics
y GeoQuest System Inc. Asimismo, nació el concepto
de Evaluación de Perforación Integrada y el Sistema de
89
La investigación en tiempos de crisis energética
Adquisición de Registros IDEAL, igualmente se corren
los primeros registros sónicos compresionales durante
la perforación. Dos años más tarde, en 1995 se incorpora
la tecnología Platform Express, el concepto de equipo
avanzado en tierra SIMPLER, las herramientas de
adquisición de registros durante la perforación arc5, y
la unidad de adquisición de registros MAXIS Express.
Igualmente se adquiere la división petrolera de Intera
Technologies Corp., el medidor AEG, el grupo de
estudio de yacimientos y las tecnologías de simulación
de yacimientos ECLIPSE. Además, se creó el grupo de
Manejo Integrado de Proyectos IPM, que funciona
como un grupo de ingeniería y servicios independientes.
Asimismo, se crea Omnes como asociación de riesgos
compartidos entre Schlumberger y Cable y Wireless plc.
Finalmente entra en comercialización la herramienta de
Resonancia Magnética combinable CMR.
Hacia el año de 1996, se diseña el manejo de yacimientos
en tiempo real para mejorar la recuperación de
yacimientos de petróleo y proveer soluciones avanzadas
de tecnología de la información (TI) a la industria
petrolera. En el campo de las adquisiciones, se adquiere
Oilphase. Se finaliza el primer trabajo comercial de
representación comercial con imágenes sónicas. Al
año siguiente, se introduce el fluido de fracturamiento
hidráulico libre de polímeros y no dañino ClearFRAC.
Explorando las profundidades del Perú
Hacia el año de 1996, se diseña
el manejo de yacimientos en
tiempo real para mejorar la
recuperación de yacimientos de
petróleo y proveer soluciones
avanzadas de tecnología de la
información (TI) a la industria
petrolera.
En 1998 Schlumberger adquiere Camco Internacional
Inc. También se incorpora la herramienta de adquisición
de registros de quinta generación, PS Platform, y la
Sonda de Lateroperfil de Alta Resolución (HRLA por
sus siglas en ingles). Al año siguiente, Schlumberger y
Smith Internacional se asocian para crear la compañía
de fluidos de perforación más grande del mundo.
Igualmente se instala el portal de conectividad remota
en Houston.
Con el cambio de siglo y la llegada del nuevo milenio,
Schlumberger y sus compañías filiales prosiguen en
su proceso de crecimiento. Geco-Prakla se combina
con Western Atlas para crear la compañía de sísmica
continental y marina, WesternGeco. Asimismo
Schlumberger lanza IndigoPool. Com. También se
comienza a efectuar levantamientos sísmicos con
la técnica Q-Marine. Poco después Schlumberger
adquiere Sema plc (consultoría de TI), también
5 Plataforma de perforación del zócalo continental. (Cortesía PetroPerú)
adquiere Phoenix y Sensa (medición de la distribución
de la temperatura con medidores de fibra óptica).
También se instala el teleportal de conectividad
remota en Macae, Brasil, y se forma Schlumberger
Information Solutions (S&S) para respaldar el manejo
de yacimientos en tiempo real y la optimización de los
procesos de negocios de E&P.
Conforme avanza la primera década del siglo XXI,
otros avances se suman, de esa manera se instala
el teleportal de conectividad remota en Singapur. Se
introduce la herramienta de geonavegación en tiempo
real proVision para LWD; el sistema de perforación
OrientXact; la plataforma de adquisición de registros
operados a cable para pozos de diámetro reducido
de alta presión y alta temperatura SlimXtreme; y el
sistema avanzado de cementación flexible FlexSTONE.
También se adquiere A. Comeau and Associates
Limited para mejorar las capacidades de los pozos con
levantamiento artificial.
En los últimos años se efectuaron levantamientos
sísmicos con la técnica Q-Land. Además, se introduce
el sistema direccionable de rotación total PowerDrive
Xceed; el tractor de servicios de producción MaxTRAC; el
sistema LWD seismicVISION; el sistema de cementación
ligero de alto rendimiento LiteCRETE; el laboratorio
móvil de análisis de volumen – presión – temperatura
PVT Express; y el sistema de evaluación petrofísica
DecisiónXpress. Además se concluyen las instalaciones
de fabricación satelital y el segundo teleportal en
Aberdeen. Se adquiere VoxelVision (tecnología sismica y
de visualización de avanzada en base a PC’s. Finalmente,
Schlumberger continúa su proceso de adquisiciones con
la compra de una participación en la principal compañía
de servicios petroleros de Rusia, PetroAlliance Services
Company Limited.
91
Explorando las profundidades del Perú
FLUJOS Y REFLUJOS
DE UNA INDUSTRIA
H
acia fines de la década del sesenta, un
acontecimiento político vendría a cambiar
radicalmente el panorama petrolero del Perú.
Ese año, en octubre, tropas del Ejercito Peruano
estacionadas en la zona, procedieron a ocupar
las instalaciones de la International Petroleum en
Talara. Ese mismo día, el 9 de octubre, el gobierno
militar presidido por el General Juan Velasco
Alvarado, promulgó el decreto ley que contemplaba
la expropiación del llamado Complejo Industrial de La
Brea y Pariñas. Con ese acto se puso fin a medio siglo
de primacía de la IPC. Comenzaba una nueva época
en la industria petrolera peruana.
Al año siguiente, otro decreto supremo creó Petróleos
del Perú, empresa estatal que asumiría la tarea de
explorar, explotar, refinar, comercializar y desarrollar la
industria del petróleo en el país. La empresa funcionó
inicialmente sobre los bienes de la Empresa Petrolera
Fiscal, que constaban de las refinerías de La Pampilla
e Iquitos, las áreas reservadas de la IPF, los campos
petrolíferos de Los órganos, así como sus estaciones de
servicio. A todo ello se sumaron los bienes expropiados
a la IPC, es decir, fundamentalmente los campos de La
3 Trabajadores son conducidos desde el puerto de Iquitos a las
zonas de exploración de Trompeteros, Capirona y Pavayacu, 1972.
Brea y Pariñas, la refinería de Talara y todo el conjunto
industrial de la ciudad, las instalaciones adyacentes,
plantas de agua, electricidad, la red de plantas de
almacenamiento y distribución diseminadas por todo
el país, las estaciones de servicio, y los otros bienes
que durante medio siglo la IPC había acumulado en
territorio nacional.
En los primeros tiempos de Petroperú, la empresa
experimentó una serie de ampliaciones y
adecuaciones para atender el mercado interno. Se
inició la fabricación de grasas líticas multigrados
en la refinería de Talara, además de un complejo
de craqueo catalítico. Simultáneamente con estas
mejoras se amplió la planta de grasas y se construyó
un nuevo muelle para carga líquida. Mientras esto
ocurría en el norte, en La Pampilla se completó una
primera ampliación de la capacidad de refinación
hasta alcanzar los 30 mil barriles diarios.
Los ojos de la nueva empresa, sin embargo, estaban
puestos en la necesidad de encontrar nuevas fuentes
de suministro, para lo que se organizó la división de
Operaciones Selva, que en 1971 decidió perforar el pozo
Corrientes 1-X. Luego de un período de incertidumbres,
el 16 de noviembre de 1971 se encontró por primera vez
petróleo en la selva norte. La noticia se difundió por todo
el país como una muestra de la capacidad técnica de los
93
Flujos y reflujos de una industria
Por primera vez se tomaba
conciencia de la importancia
estratégica de los hidrocarburos.
La necesidad de hacer viables los
hallazgos de la selva norte tomó
una nueva prioridad.
trabajadores peruanos. Posteriormente se perforaron
con éxito los pozos de Capirona 2-X y Pavayacu 3-X.
5 Brota el petróleo, en la vista trabajador petrolero en la Ama-
Los resultados positivos sirvieron para darle
cumplimiento a un ambicioso programa de desarrollo
de la Amazonía, planificado años antes, cuando se
hicieron los primeros estudios de prospección en las
áreas del río Tigre, y en la del río Corrientes. Se trataba
de una importante área de siete millones de hectáreas
en donde positivamente se había hallado petróleo.
Existían, sin embargo, varios problemas técnicos para
el transporte del crudo hacia las refinerías, de modo
que los pozos debieron ser cerrados momentáneamente
hasta que en el año 1974 se inició la producción.
descubierto radicaba en las dificultades de transporte,
el mismo que debía de realizarse por medio de
barcazas, lo que hacía la operación muy lenta y costosa.
Adicionalmente el tráfico de barcazas estaba totalmente
condicionado al régimen de los ríos y sus condiciones
de navegación.
Mientras esto ocurría en el Perú, en el mundo, el
embargo petrolero de los países árabes, daba un nuevo
cariz a la industria del petróleo. Por primera vez se
tomaba conciencia de la importancia estratégica de
los hidrocarburos. La necesidad de hacer viables los
hallazgos de la selva norte tomó una nueva prioridad.
El problema para la utilización del petróleo recién
Explorando las profundidades del Perú
zonía peruana (Cortesía de PetroPerú)
La selva norte, sin embargo, siguió siendo centro
de exploraciones y de nuevos hallazgos. En 1971 se
llegó a un acuerdo con la Occidental Peruana Inc.,
que operaría en el lote 1A. Fue el primer contrato
con una compañía extranjera, y el primer contrato
de operaciones bajo un nuevo modelo contractual,
llamado Modelo Peruano. La Occidental no tardó
en hallar nueve reservorios de petróleo en su área
asignada. Para entonces, se estimaba que entre
Petroperú y la Oxy había la capacidad de explotar unos
130 mil barriles diarios de petróleo de la selva norte,
ingente producción que debía enfrentar el cuello de
5 Estación del río Morona, en el trazo del Oleoducto Nor Peruano. (Cortesía de PetroPerú)
botella del transporte, ya que por medio fluvial apenas
se podían transportar cinco mil barriles por día.
El problema comenzó a resolverse cuando en 1973 se
llegó a un acuerdo para la construcción del Oleoducto
Nor Peruano. Se trataba de una obra de envergadura
para la cual se construyó un campamento de producción
en el yacimiento de Shiviyacu. Paralelamente se
construyeron instalaciones de producción, tanques
de almacenamiento, etc. Rápidamente se procedió
al tendido del oleoducto de 42 kilómetros para el
transporte del crudo hasta el puerto de Marsella. La
obra se completó con la construcción de un Terminal,
el cual contaba con una planta de tratamiento del
crudo, tanques para el almacenamiento, laboratorios,
etc. El proyecto inicialmente contemplaba un
sistema para sacar el petróleo desde Marsella hasta
un punto de distribución que sería el Terminal de
Santa Clara, en el río Amazonas. Desde ese punto el
producto era embarcado a Manaos, Brasil, en buques
tanques o en barcazas. El petróleo de la selva norte
había encontrado una primera forma de llegar a los
sedientos mercados del mundo.
En los años siguientes Petroperú continuó con un
ambicioso proyecto de modernización y ampliación de
sus instalaciones. En 1975 construyó la central térmica
de Malacas, que abrió con tres turbinas a gas. Al año
siguiente, se iniciaron las actividades de la Planta de
Negro de Humo, a pocos kilómetros de la ciudad de
Talara. La producción inicial fue de algo más de 7000
toneladas métricas, pero en el plazo de un año la
producción casi se duplicó. Otro tanto ocurrió con el
Complejo de Fertilizantes, diseñado para producir 300
toneladas métricas por día, a partir del gas natural de la
zona de Talara.
Estos desarrollos ocurrían en la costa, pero de forma
simultánea, en el interior del país, la construcción del
Oleoducto Nor Peruano continuaba aceleradamente. Fue
así que en mayo de 1977 el petróleo de la Amazonía llegó
95
Flujos y reflujos de una industria
5 Plataformas petroleras vistas desde la orilla del mar en Talara.
al fin al puerto de Bayovar sobre el Océano Pacífico. Se
trataba de una obra que, entre la estación Numero 5, en
la selva, y el puerto de Bayovar, se extendía por unos 550
kilómetros de largo, instalando un tubo con un diámetro
de 36 pulgadas. En su marcha, el oleoducto atravesaba
las tres regiones naturales del Perú, selvas húmedas,
frías sierras y desiertos costeros. Su punto más alto
es el paso de Porculla a 2350 metros sobre el nivel del
mar. Las obras tardaron unos 30 meses en completarse
y requirieron un financiamiento de 671 millones de
dólares, para lo cual se organizó la participación de los
gobiernos del Japón, la República Federal de Alemania,
Los Estados Unidos, entre otros.
La llegada del crudo de la selva norte al Pacífico, supuso
un gran impulso para la industria petrolera peruana, pero
las demandas del mercado interno seguían apremiando a
la empresa que debía abastecer un consumo creciente de
energía. Por ello, en 1977, se inició la construcción de una
segunda planta de destilación primaria en La Pampilla,
Explorando las profundidades del Perú
con la cual la capacidad de refinación alcanzó los 102 mil
barriles por día. Al año siguiente entró en producción el
Complejo de Solventes de Petroperú, levantado al lado
de la refinería de Talara, y pensado para producir 10,650
toneladas métricas anuales de alcohol isopropílico,
además de 5000 toneladas métricas anuales de acetona.
Mientras la demanda de hidrocarburos crecía en el Perú y
el mundo, la producción de crudo también experimentaba
una curva ascendente. En 1980, la producción nacional
alcanzó un promedio de 195 mil barriles diarios, con lo
que se estableció una nueva marca de producción. Al
año siguiente, la Oxy Perú, logró una producción de
124 mil barriles diarios, extraídos de sus campos en los
desiertos de la costa y en la selva nor oriental. Se trata de
una marca que hasta ahora no ha podido ser superada.
Otras ampliaciones se imponían simultáneamente en otras
regiones del país. En Iquitos cada vez era más claro que la
refinería Luis F. Diaz ya no estaba en capacidad de atender
el mercado local. El déficit se cubría con transferencias
desde la costa, sin embargo, la solución era costosa
y no atenuaba el déficit que crecía en la región. Para
En 1984, la empresa
angloholandesa Shell
descubrió importantes
yacimientos de gas en Camisea,
con unas reservas que se
calcularon inicialmente en 12
billones de pies cúbicos de gas
natural y unos 600 millones de
barriles de líquidos.
solucionar el problema se imponía la construcción de una
nueva refinería, que comenzó a funcionar en 1982.
Aunque la capacidad de refinación no había dejado
crecer en este período, la necesidad de contar con
nuevas fuentes de suministro de crudo se insinuaba
como otro tema crítico que había que enfrentar. En
1983, mediante un préstamo del Banco Mundial, se
inició el Proyecto Laguna-Zapotal que haría posible la
perforación de más de cien pozos por año. Esta campaña
de perforaciones lograría revertir la curva decreciente
que hasta ese momento tenía la actividad productiva.
Simultáneamente con esta reactivación de la fase de
producción, el Estado encaró un viejo tema que desde
hacía décadas era fuente de inquietud: la demanda
creciente en las regiones productoras, básicamente
la costa norte, para que una parte de la riqueza que
se extraía del subsuelo se invirtiese en infraestructura
y en mejoras sociales. Se creó así el canon petrolero,
por medio del cual se asignó el 12.5 por ciento de
participación sobre la renta que producía la explotación
del petróleo y el gas. El canon se convirtió de esa manera
en una fuente de recursos para los departamentos de
Piura y Tumbes.
Los viejos campos del extremo norte, ya no eran sin
embargo, los únicos lugares de exploración petrolera.
La actividad había sentado sus reales en la selva. Hacia
el año 1984, Petroperú mejoró significativamente sus
niveles de eficiencia al instalar un nuevo sistema de
bombas electrocentrífugas. Esta innovación permitió
elevar la producción de petróleo en la selva. En junio
de ese año, se alcanzó una producción record de 44
mil barriles. Todo ello fue acompañado por nuevas
instalaciones, como el nuevo aeropuerto de Trompeteros
llamado Sargento Lores.
Pero también la empresa privada estaba embarcada
en la búsqueda de nuevos yacimientos. El motor de esa
búsqueda era sin duda el petróleo, pero en el proceso,
nuevas fuentes de energía harían su aparición. En
1984, la empresa angloholandesa Shell descubrió
importantes yacimientos de gas en Camisea, con
unas reservas que se calcularon inicialmente en 12
billones de pies cúbicos de gas natural y unos 600
millones de barriles de líquidos. En los siguientes
cuatro años se desarrollarían las negociaciones para
poner en valor ese descubrimiento, sin embargo, las
tratativas no progresaron, eventualmente en 1988 las
negociaciones fueron suspendidas. Se trataba del
descubrimiento energético más importante realizado
en suelo peruano durante el siglo XX, sin embargo,
aun tendrían que pasar muchos años para que las
riquezas que ocultaba el suelo de Camisea dieran sus
frutos en beneficio de todo el país.
97
Flujos y reflujos de una industria
se creó Perupetro S.A, que
se propone “promover la
inversión en las actividades
de exploración y explotación
de hidrocarburos”, así como
negociar, celebrar y supervisar
los diversos contratos que se
establezcan entre el Estado y las
compañías privadas.
A mediados de los años ochenta, nuevos reacomodos
en las instancias políticas impactaron en el panorama
petrolero. En 1985 el gobierno planteó la renegociación de
los contratos establecidos con la Belco y con la Occidental.
Los nuevos términos fueron aceptados solo por esta última
compañía. Las reclamaciones de la Belco, por su parte,
se ventilaron en instancias judiciales. Como resultado
de estas decisiones, Petroperú se hizo cargo de las
operaciones en las plataformas marinas que la Belco venía
operando. Para cumplir con ese cometido, a fines de 1986
se organizó la empresa Petromar, una filial de Petroperú,
que toma a su cargo las operaciones de extracción que se
realizaban en el zócalo continental. Con esta nueva base
de operaciones, Petroperú pudo incrementar sus niveles
de producción, con lo que la compañía pasó a aportar el
51 por ciento de la producción total del país.
El riesgo en la actividad petrolera es siempre alto, de
modo que en estos años se vivieron diversos éxitos
y contrastes. En 1989 Petroperú perforó dos nuevos
pozos en Chambira, pero sus resultados quedaron
comprometidos por falta de nuevos recursos y de
infraestructura. Unos años después en 1991, la empresa
estatal firmó un contrato con Graña y Montero Petrolera.
El objetivo era la explotación del lote 1. Al año siguiente
se continuó con la perforación de pozos de desarrollo,
en el marco del proyecto Corrientes-Pavayacu. El éxito
de los pozos de Pavayacu impulsó la construcción de
dos nuevas baterías de recolección. De esa manera, en
Explorando las profundidades del Perú
mayo de 1994 se alcanzó una producción record de algo
más de siete mil barriles diarios. Se trataba de un crudo
de excelente calidad proporcionado por el pozo 148D.
En medio de este clima de expansión relativa, se logró
terminar el oleoducto de 35 kilómetros que unía Chambira
con Corrientes, lo que permitió extraer el petróleo de la
región. De ese modo, unos quince años después de que
el petróleo brotara por primera vez en la selva norte,
el país continuaba completando las instalaciones que
hicieran posible la existencia de una industria petrolera
en una de las áreas más remotas e inaccesibles del
territorio nacional
Una larga historia como la del petróleo en el Perú – el
primer país que lo produjo industrialmente en América
Latina – tiene marchas y contramarchas. De esa manera,
la política estatista que desde finales de la década de
los sesenta había sido la norma, comenzó a ser revisada
radicalmente a comienzos de la década de los noventa.
El primer activo que intentó privatizarse fue la refinería
de Conchan, filial del ente petrolero estatal, aunque la
subasta quedó desierta al no alcanzarse el precio base.
Ese mismo año se vendieron casi la totalidad de las
estaciones de servicio que tenía la empresa del Estado.
Finalmente, también en 1992 se privatizó la Compañía
Peruana de Gas, Solgas.
Las primeras privatizaciones de 1992 serían solo el
comienzo de una serie de operaciones que dejarían
me manos privadas la actividad petrolera. Para ello, el
gobierno promulgó, a mediados de 1993, la Ley Orgánica
de Hidrocarburos, que plantea la promoción del
desarrollo de las industrias del sector sobre la base de
la libre competencia y el libre acceso a las actividades.
Un poco antes, el gobierno había eliminado el monopolio
estatal en las diversas fases de la industria. La nueva
ley surtió efecto y con el paso de los meses y de los
años, numerosas empresas petroleras del mundo,
se establecieron en el país para firmar contratos de
exploración y explotación. Simultáneamente, se creó
Perupetro S.A, que se propone “promover la inversión
en las actividades de exploración y explotación
de hidrocarburos”, así como negociar, celebrar y
supervisar los diversos contratos que se establezcan
entre el Estado y las compañías privadas.
En los tiempos que vendrían, un nutrido conjunto de
bienes y de lotes por explorar pasarían del Estado a
manos privadas para su desarrollo. Entre otros pueden
citarse el contrato con Rio Bravo para la explotación del
lote IV; el arreglo con Mercantile Perú Oil & Gas para la
explotación del lote III. Asimismo, en 1993, la Occidental
inició la perforación del primer pozo horizontal en el
Perú, el pozo San Jacinto 23H. En octubre de ese año,
se suscribió un contrato con GMP para la explotación
del lote V. Poco después se llegó a un acuerdo con la
compañía Sapet para la explotación del lote VII. Entre los
activos que fueron privatizados se hallaba la empresa
5 Fotografía nocturna de la Refinería de Talara. (Cortesía de
PetroPerú)
Petrolera Transoceánica, filial de Petroperú, encargada
del transporte por mar del combustible. El nuevo titular
fue Glenpoint Enterprises Inc, que adquirió los cuatro
buques tanques que hacían ese servicio.
Otras operaciones importantes de esa época fueron
el contrato con Petro-Tech para la explotación del
lote Z2B. Igualmente la explotación integral de los
yacimientos de gas de Aguaytía en la selva central. El
contrato se firmó con The Maple Gas por los lotes 31B
y 31D, y con otra empresa asociada por el lote 31C.
La misma corporación pasó a arrendar la refinería
de Pucallpa por el lapso de veinte años. En 1994 se
firmó el contrato de exploración y explotación con la
compañía Murphy por el lote 71.
A mediados de la década los contratos con compañías
petroleras internacionales se aceleran y afianzan.
En 1995 se firmó un contrato con Repsol, IPF, Brasoil,
Ranger Oil, para explorar primero y luego explotar el lote
Z29. Otros contratos de ese año fueron con Sapet, para
la explotación del lote VI; el contrato de exploración y
explotación con ARCO para el lote 64; y con el consorcio
Barret, Advantage, Pedco, Hanwha, Hyunday, para
explorar y explotar el lote 67. Al año siguiente, se firmó
99
Flujos y reflujos de una industria
hacia la primera mitad de
la primera década del siglo
XXI, el panorama de los
hidrocarburos en el Perú
da señales de una intensa
reactivación.
un contrato con Petrolera Monterrico para la explotación
del lote II, así como otro contrato con el consorcio Mobil,
Elf, Esso para explorar y explotar los lotes 77 y 78. En la
misma linea se firmó un contrato con Olympic para la
exploración y explotación de lote XIII.
A pesar del avanzado proceso de privatizaciones de los
años anteriores, existían aun algunos activos en manos
del Estado, uno de los más importantes era la refinería La
Pampilla, cuyo sesenta por ciento de acciones fue vendida
en 1996 a Refinadores del Perú, consorcio formado
por Repsol de España, YPF de Argentina, Mobil Oil del
Perú, Graña y Montero, y otros accionistas minoritarios.
Asimismo, fueron subastados los lotes 8/8X que fueron
adquiridos por Pluspetrol Perú Corp. Otra subasta
importante fue la planta de lubricantes de Petrolube, filial
de Petroperú, que fue adquirida por Mobil Oil del Perú.
Otro tanto se hizo con la central térmica de Malacas y las
plantas de Pariñas y Verdún, operadas hasta entonces
por Petroperú. La buena pro se otorgó al Consorcio
Eléctrico Cabo Blanco, que se comprometió a instalar
80 Mw adicionales en el plazo de un año. Los contratos
de exploración y explotación siguieron aumentando en
los años venideros. La empresa Pérez Companc ganó la
subasta por el lote X. El consorcio Shell Mobil adquirió los
derechos del lote 75. Asimismo, el consorcio PanEnergy,
Buenaventura, Mosbacher, firmaron un acuerdo de
exploración y explotación del lote 85.
A partir del año 1998 los contratos se multiplican. Ese
año se cerraron nada menos que quince acuerdos.
Así se firmó con Enterprise por el lote 32; con Pérez
Companc por el lote ZI; con Occidental por el lote Z3;
con San Jorge por el lote 68; con Coastal-Hunt por los
lotes 73A, 73B, y 73C. Con ARCO por el lote 86; con
Pluspetrol por el lote XII; con Petrolera Monterrico
por el lote XV; con Pérez Companc por el lote XVI; con
Explorando las profundidades del Perú
Repsol por el lote 33; asimismo, ya en el año 1999, con
Pan Energy para la exploración y explotación de los
lotes 40 y 41; otra vez con Pérez Companc por el lote
34; y con Repsol por el lote 35.
Todos estos emprendimientos requieren un tiempo de
maduración, sin embargo, hacia la primera mitad de
la primera década del siglo XXI, el panorama de los
hidrocarburos en el Perú da señales de una intensa
reactivación. Sin duda, el caso más significativo de este
renacimiento es el del gas de Camisea. La historia de la
puesta en valor de este yacimiento es larga y compleja.
En 1994 se reiniciaron las conversaciones con Shell para
la explotación, conversaciones que habían quedado
interrumpidas desde 1988. Luego de algunos acuerdos
preliminares, en 1996 se firmó un contrato de licencia con
el consorcio Shell Mobil para la explotación del gas. Sin
embargo, dos años después, el operador del contrato,
Shell, comunicó su decisión de no pasar a la siguiente
etapa. Por su lado, el gobierno continuó la búsqueda de
un nuevo operador para Camisea.
Fue así que en 1999 se creó el Comité Especial del
Proyecto Camisea, que aprobó un esquema de desarrollo
del proyecto y dio a publicidad la nueva licitación que
designaría al nuevo operador. Se consideraron dos
módulos, de producción y de transporte, que debían
estar en operaciones a mediados del 2003. Cumplidos los
concursos, resultó ganador del módulo de producción
el Consorcio Camisea, formado por Pluspetrol Perú
Corporation, y Hunt Oil Company of Perú, SK Corporation
y Tecpetrol del Perú, más adelante se integraría el
consorcio estatal argelino Sonatrach.
Restaba la parte de transporte y distribución, de modo
que la construcción del gasoducto y el poliducto quedó a
cargo del consorcio Transportadora de gas del Perú, TGP,
5Vista de la Refinería de Iquitos. (Cortesía de PetroPerú)
en el Perú la petrolera estatal brasileña Petrobrás, que
adquirió el lote X en el noroeste del país.
liderado por una compañía del grupo Techint, asociada
con Pluspetrol Perú Corporation, Hunt Oil Company of
Perú, SK Corporation, Sonatrach Petroleum Corporation,
y Graña y Montero S.A. Así mismo, se habilitó el sistema
de distribución en Lima y Callao. Con estas importantes
operaciones, el país comenzó a escuchar sobre un nuevo
concepto, el cambio en la matriz energética, que considera
el uso del gas en industrias, hogares y transportes,
abaratando los costos de energía y mudando el consumo
hacia una energía más limpia como es el gas.
Como resultado de este intenso período de nuevas
inversiones, la exploración de nuevas fuentes de
hidrocarburo comenzó a dar los primeros resultados.
En el 2005 se hicieron públicos dos nuevos hallazgos
de importancia. La Repsol YPF encontró petróleo en la
selva norte, con el pozo exploratorio Buenavista 1X, con
una producción de tres mil barriles de petróleo por día.
El otro descubrimiento ocurrió en el mar, cuando PetroTech, empresa que había perforado el pozo San Pedro
1X, logró una producción inicial de 1200 barriles por
día.Otros descubrimientos se anuncian en el panorama
inmediato, mientras las actividades de exploración
se multiplican en los últimos años. Los nuevos
hallazgos, aun en fase de confirmación, se encuentran
particularmente en la selva norte y en el área tradicional
petrolera de la costa norte del Perú. De esa manera, el
horizonte petrolero nacional ingresa en este nuevo siglo
a una nueva fase de desarrollo. Es previsible que en los
próximos años, tanto la producción, como las reservas
comprobadas, alcancen nuevas marcas que permitan
el regreso del Perú como una importante plaza en la
producción petrolera de la región, y lo conviertan en un
exportador de hidrocarburos.
Finalmente los contratos estuvieron suscritos a fines
del año 2000. En los siguientes dos años las obras
deberían haber sido concluidas. Sin embargo, los
plazos acordados fueron superados más rápido que lo
contemplado originalmente, y hacia junio del 2004 se
inició la producción comercial del lote 88 – Camisea, con
la llegada del gas a Lima.
Con el nuevo siglo continuaron expandiéndose las
actividades petrolíferas en el país. En el año 2000,
Pluspetrol adquirió el lote 1AB que había sido operado
por Occidental. Tiempo después, inició sus operaciones
101
Explorando las profundidades del Perú
SCHLUMBERGER, UNA
TRADICIÓN DE EXCELENCIA
C
onocimientos, innovaciones tecnológicas y
trabajo humano en equipo, forman el eje de lo que
Schlumberger representa en el mundo. Durante
más de 80 años, la compañía se ha esforzado en desarrollar
estos recursos con la finalidad de brindar soluciones que
mejoran la productividad de nuestros clientes.
Como resultado de estos esfuerzos, hoy poseemos la
tecnología, los servicios y las soluciones, que permiten a
los clientes traducir en tiempo real los datos adquiridos,
convirtiéndola en información útil y valiosa, es decir, en
el conocimiento necesario para la toma de las mejores
decisiones, en cualquier momento y en cualquier
lugar. Aprovechar de esta manera la información que
proporciona la tecnología, ofrece enormes oportunidades
para aumentar la eficiencia y la productividad. Se trata
de un salto cualitativo, de solo proporcionar información
tradicional específica, hemos pasado a entregar el
conocimiento “a tiempo”, conocimiento que es capaz
de resolver las cambiantes necesidades de quienes
solicitan nuestros servicios.
Schlumberger proporciona un portafolio muy amplio
de tecnologías. Su experiencia global y una cuidadosa
calidad del servicio, logran que los usuarios de nuestros
servicios puedan maximizar la productividad durante
la vida de sus reservorios. La compañía proporciona el
mejor conocimiento sobre las reservas y su ubicación
y se asegura que todos los trabajos – desde las fases
iniciales de la perforación del pozo, hasta su terminación
– sean diseñados para incrementar la eficacia, optimizar
la recuperación y reducir los riesgos.
Todos los días en 80 países del mundo, ayudamos a
nuestros clientes a buscar y producir petróleo y gas con
respeto por el medio ambiente. La actitud pionera ha sido
la base de nuestro éxito durante todas estas décadas.
Hoy, Schlumberger es la compañía líder a nivel mundial
en servicios a la industria del petróleo.
Como una organización formada por personas,
Schlumberger tiene la convicción de que la diversidad
estimula la creatividad y la colaboración. Reflejando esta
creencia, y en el constante esfuerzo por entender las
necesidades de nuestros clientes, la compañía emplea
a más de 70 mil personas, provenientes de más de 140
nacionalidades, que operan en aproximadamente en 80
países del mundo. Los trabajadores de Schlumberger
están comprometidos ha realizar su mejor esfuerzo para
crear el más alto nivel de valor agregado en todas las
operaciones en las que participan.
Con 23 instalaciones dedicadas a la investigación y la
ingeniería, Schlumberger pone un fuerte énfasis en
desarrollar la tecnología innovadora que agrega valor a
la actividad que realizan nuestros clientes. Una prueba
103
Schlumberger, una tradición de excelencia
5 Vista panorámica de la Base de Somatito, Los órganos, Talara,
durante la década de los 80.
de esa vocación por la innovación tecnológica es que
en el 2006 se invirtieron 619 millones de dólares en R&D
(Research & Development).
Como organización humana Schlumberger se asienta
en valores y conductas que rigen su actuación. En la
búsqueda de poner en práctica lo mejor de sus recursos, la
compañía ha asumido el compromiso de brindar servicios
que amplíen y optimicen el rendimiento de los clientes.
Tres valores bien establecidos sostienen el trabajo de la
compañía. Ellos se centran en las personas, la tecnología
y las ganancias.
• Nuestros trabajadores se esfuerzan en el reto de
sobresalir en cualquier ambiente y en su dedicación por
el cuidado de la seguridad. El servicio al cliente, a nivel
mundial, es nuestra mayor fortaleza.
• Nuestro compromiso con la tecnología y la calidad, es
la base de nuestra ventaja competitiva.
• Nuestra determinación para producir beneficios
superiores, es la piedra angular de nuestra independencia,
acción y crecimiento futuro.
Schlumberger se compromete a la excelencia en todo
aquello que realiza. Nuestra meta es hacer negocios de una
manera consistente y transparente en todas las ocasiones.
Los clientes depositan su confianza en la compañía,
particularmente en lo que toca al manejo de información
Explorando las profundidades del Perú
Nuestros trabajadores se
esfuerzan en el reto de
sobresalir en cualquier ambiente
y en su dedicación por el
cuidado de la seguridad.
sensible y confidencial. Por eso, nuestra reputación de
integridad y trato justo, es de vital importancia para ganar
y mantener esa confianza. Schlumberger se esfuerza por
mantener la confianza de todos los clientes y accionistas,
así como de las personas que participan en nuestras
operaciones. Cuando se demuestra claramente que la
compañía se comporta de una manera ética, se amplía su
reputación de integridad, que a su vez ayuda a atraer y
conservar a los clientes y trabajadores.
Por eso actuamos bajo un código de ética. Este código
y las políticas de Schlumberger, se aplican a todos
aquellos que trabajan en la compañía. Nuestro código
tiene el propósito de ayudar a cada trabajador a manejar
situaciones de negocios de una manera profesional y
justa. En él se acentúan los valores de Schlumberger
y se anima a los trabajadores a que incorporen esos
valores en sus vidas laborales. Como una guía práctica
y clara del comportamiento que la compañía espera
de cada uno de sus trabajadores, nuestro código fija
deliberadamente altos y consistentes niveles para todos
los miembros de la compañía, sin importar su posición o
el lugar en donde trabajen en el mundo.
Una de nuestras mayores fortalezas es la diversidad de
nuestro equipo de trabajo, hombres y mujeres de muchas
5 Trabajador de Schlumberger en instalación petrolera en Talara,
nacionalidades y con variados antecedentes, que trabajan
juntos y comparten objetivos comunes. Schlumberger no
tiene “una nacionalidad” que describa su cultura, por
eso opera de una manera realmente global a través del
mundo. Como una compañía global alienta prácticas justas
de empleo por todo el mundo, y ofrece oportunidades
equitativas a todos sus empleados, sin importar la raza, la
edad, el sexo, la religión o el origen nacional.
Schlumberger busca encontrar sus recursos humanos
en todas las naciones del globo. Como compañía hemos
tenido éxito en atraer y desarrollar personas de todas
las nacionalidades, ya sean no occidentales o de países
emergentes. Son trabajadores que se han integrado
en todos los niveles de la fuerza de trabajo, inclusive
gerenciales.
Ese mismo empeño ha sido puesto en la diversidad de
género. Desde 1994 en que se empezó con esta política,
se han hecho avances sustanciales. A futuro, nuestra
meta es incrementar progresivamente el porcentaje
de mujeres que reclutamos a nivel mundial, asegurar
un adecuado desarrollo profesional para mujeres
de alto performance, y aumentar nuestra flexibilidad
organizacional para atender a un rango más amplio de
situaciones personales.
Como una organización global, creemos que es de suma
importancia interesarnos en los problemas de la comunidad,
utilizando nuestros recursos imaginativamente y
asumiendo consistentemente nuestras responsabilidades.
Schlumberger sostiene diversos programas comunitarios,
focalizados en temas de educación, particularmente en
economías emergentes y en desarrollo. Hemos elegido el
tema de la educación por que tiene el poder de movilizar
y motivar a las personas, y por que resulta crucial en el
desarrollo social y económico de las naciones.
En ese espíritu, Schlumberger anima y sostiene
programas específicos como SEED (Schlumberger
Excellence in Educational Development), creado en 1998
como una respuesta a las necesidades de tecnología
en información y comunicaciones en los países en
desarrollo. SEED es una respuesta a los desafíos que
presenta la educación científica en todo el mundo, y es
una aplicación de los recursos que Schlumberger puede
suministrar para enfrentar estos desafíos. SEED utiliza
tres recursos específicos de Schlumberger: la gente
motivada y con voluntad de compartir su conocimiento
105
Schlumberger, una tradición de excelencia
Desde 1998, 108 escuelas que
representan 150.000 alumnos en
31 países, han sido conectados a
la Internet gracias a los equipos
de voluntarios
y su tiempo, la habilidad en la tecnología de redes y
una variedad de disciplinas científicas, y una presencia
desde largo tiempo en muchos países en el mundo.
El programa SEED conecta a los niños en edad escolar de
los sectores desfavorecidos en los países en desarrollo
con la Internet, comparte el verdadero mundo de las
ciencias a través de un centro de ciencias en línea
multilingüe, y posibilita los proyectos en colaboración
entre los niños en edad escolar en todo el mundo. El
programa ofrece a los jóvenes la oportunidad tangible
de participar de las ventajas económicas y sociales
que permite el acceso a los nuevos conocimientos y
tecnologías. La visión que propone al mundo es la de
construir una comunidad de aprendizaje que derribe
las barreras y que construya conexiones.
Desde 1998, 108 escuelas que representan 150.000
alumnos en 31 países, han sido conectados a la Internet
gracias a los equipos de voluntarios en los siguientes
países: Argelia, Angola, Argentina, Azerbaiján,
Brasil, Chad, China, Colombia, Ecuador, Egipto, India,
Indonesia, Irán, Kazajstán, Malasia, México, Nigeria,
Omán, Pakistán, Perú, Rumania, Rusia, Siria, Sudáfrica,
Tailandia, Trinidad, Venezuela, Vietnam y Yemen.
Otra de las iniciativas de la compañía es la Fundación
Schlumberger, una organización que otorga subvenciones
y becas, que crea y opera proyectos globales y locales
centrados en educación científica en economías
emergentes. Schlumberger participa en estas iniciativas
Explorando las profundidades del Perú
debido a la convicción que existe en sus trabajadores
que la educación es importante para efectuar cambios
en las desigualdades sociales. La compañía ayuda y
anima estas iniciativas, en tanto es una comunidad de
personas diversas y talentosas, así como también una
organización empresarial.
Por eso, la Fundación Schlumberger proporciona ayudas
enfocadas en dos programas generales:
Educación científica y tecnológica para estudiantes
y profesores de secundaria y de la universidad, en
los lugares en donde la gente de Schlumberger vive y
trabaja.
Proyectos y programas locales iniciados e implementados
dentro de los mercados geográficos de Schlumberger,
incluyendo aquellos donde los empleados participan o
lideran proyectos por iniciativa propia.
La educación es un factor crucial que permite que
los individuos realicen todo su potencial, y en última
instancia, que las naciones logren cumplir con los
retos económicos y el desarrollo social y humano de
sus poblaciones. Por eso, Schlumberger, a través de su
Fundación, trabaja en todo el mundo para ampliar las
oportunidades de los jóvenes y que estos tengan acceso
a la mejor educación científica y tecnológica.
4 Personal de Schlumberger, al fondo la ciudad de Talara.
107
INVESTIGACIONES FUNDAMENTALES
Y DESARROLLO DE TECNOLOGÍAS APLICADAS
AL MUNDO PETROLERO
Por Jean Paul Lafournere
esde sus inicios, con los hermanos Marcel y
Conrad Schlumberger, la compañía que ellos
fundaron se ha destacado por su dedicación casi
obsesiva en conducir investigaciones fundamentales,
tanto en física como en matemática, dentro de un
campo mucho mas amplio, con el fin de desarrollar
tecnologías innovadoras, y a veces revolucionarias, para
la exploración y la producción de hidrocarburos.
D
A lo largo del tiempo, Schlumberger ha ido poniendo hitos
en el ámbito Petrolero, por su numero de patentes y sus
gestiones en R&D y R&E. Eso ha permitido su constante
avance tecnológico sobre las de mas compañías del
sector. Cabe aquí resaltar el atraso casi “genético” de los
ingenieros sobre los investigadores. Los primeros penando
por desarrollar las tecnologías soñadas y dibujadas por
los investigadores muchos años atrás. Como ejemplos, dos
mediciones emblemáticas, esperadas por generaciones
de ingenieros petroleros, petrofísicos, reservoristas y
geólogos: la medida de resistividad de las formaciones
geológicas a través del revestidor y la aplicación de
resonancia magnética al ámbito pretrofísico.
La industria ha esperado respectivamente 50 y 45 años,
desde la etapa de investigación fundamental, conducida
poco después de la segunda guerra mundial, hasta la
fase de implementación en los pozos de hidrocarburos, a
fines del siglo XX. Ambos desarrollos han sido finalmente
posibles, porque al fin se obtenía la capacidad de poder
medir nano-voltios en el primer caso, y la capacidad
de construir imanes permanente de alta potencia y de
minuto tamaño, en el segundo caso
Explorandolas
lasprofundidades
profundidadesdel
delPerú
Perú
Explorando
5 Detalle del registro eléctrico del Pozo 2642, 1938
Los frenos al desarrollo y la construcción de herramientas,
se explica principalmente por la espera de los avances de
otras industrias, como la electrónica, mecánica, robótica
y metalurgia, que aportan los elementos necesarios
para dar forma a esos sueños que primero dibujaron
los investigadores e ingenieros de Schlumberger. En los
últimos años los avances tecnológicos acelerados en
todas estas industrias, han permitido a Schlumberger
la posibilidad de desarrollar e introducir en la industria
petrolera un número creciente de nuevas tecnologías.
No cabe duda que las nuevas ciencias, para destacar
solo una, las nanotecnologias, brindaran a medida de sus
avances los componentes necesarios a los ingenieros de
Schlumberger, para dar la luz a los variados proyectos
de investigaciones aun pendientes.
En una industria percibida por muchos como muy
conservadora, a veces anticuada, con una imagen publica
asociada esencialmente a sus aspectos negativos, se
destacan algunas empresas, entre ellas, particularmente
Schlumberger, que a través de sus valores contribuye
a hacer de esta industria un escaparate envidiable y
duradero, en términos de avances tecnológicos, de
desarrollo humano, compromiso social, desarrollo
sustentable, seguridad y respeto del medio ambiente.
Schlumberger del Perú, a lo largo de mas de 70 años
al servicio continuo de la industria petrolera peruana,
se inscribe tanto en la historia de la Schlumberger en
el mundo, como en la del Perú moderno. Nuestro leit
motiv en el Perú, sigue siendo el de participar en esta
industria con lo mejor de Schlumberger, la experiencia
y profesionalismo de nuestra gente y la aplicación de
nuestras tecnologías. En el 2007 Schlumberger Del Perú
es líder en América Latina en cuanto a aplicación de
nuevas tecnologías, haciendo de este país un ejemplo
de modernidad y de dinamismo tecnológico, sin nada
para envidiar a industrias petroleras mas mediatizadas
como las de Venezuela, Brasil , o México.
5 Los registros modernos incluyen multitud de informaciones
que permiten tomar decisiones adecuadas y a tiempo..
109
Schlumberger en el Perú: un testimonio personal
SCHLUMBERGER
EN EL PERÚ:
UN TESTIMONIO
PERSONAL
Por Carlos E. Mogollón Ibarra
O
cupar un lugar entre las personas que trabajan
en Schlumberger, es algo más que tener una
oportunidad profesional, es una oportunidad
de carrera para crecer. Los estudiantes a punto de
graduarse en carreras afines a la industria del petróleo
y el gas, encuentran en Schlumberger el lugar donde
desarrollar una carrera sólida con formación profesional
de empresa de calidad mundial. Hoy somos cientos de
peruanos que formamos parte de los más de 70,000
empleados que tenemos el privilegio de pertenecer a
esta compañía.
Tal vez mi experiencia personal pueda servir para ilustrar
esta afirmación. Comencé a trabajar en Schlumberger
hace mas de 27 años, en la década de los ochenta,
en la base Somatito - Los Órganos - Talara. Sobre el
escritorio, el gerente de la época tenía un contrato que
me invitaba a leer y luego firmar. Yo escuchaba la oferta
de trabajo con mucha convicción. Indudablemente,
para un muchacho, que había pasado una semana de
evaluación con otros muchachos que buscábamos una
oportunidad y con el bolsillo sin “peso alguno”, era como
ganarse una lotería tener entre manos un contrato para
trabajar en el laboratorio de “Drilling Services”, o Dowell
Schlumberger, que hoy llamamos Well Services. En esa
época, mi mente estaba ligada en una media beca de
postgrado para estudiar en Alemania, pero todo eso
podía quedar en el camino, pues la decisión a tomar de
inmediato era tajante: estudiar o trabajar…
Difícil situación, más aun cuando se tienen 23 años
y algunos centavos en el bolsillo, pero muchas
aspiraciones firmes hacia el futuro para explorar ideas,
nuevos estilos de vida, emociones y sueños. De pronto,
me proponían despertar de ese sueño para participar en
otro: la exploración y producción del oro negro y el gas.
Explorando las profundidades del Perú
Seguramente en ese momento yo no comprendía del todo
que, al unirme a la compañía estaba tomando una decisión
que involucraba mi futuro desarrollo como profesional y
como persona. Schlumberger busca la excelencia en
la calidad de servicio para nuestros clientes, ya que
al final, la satisfacción de los clientes hace que ellos
tengan lealtad para seleccionarnos en sus proyectos
futuros. Pero eso exige que cada persona tenga el
debido entrenamiento, capacitación especializada, y
mentores que ayuden al empleado a tener el perfil que la
compañía requiere de cada uno de nosotros para hacer
la diferencia en un mercado altamente competitivo
como es el de los servicios petroleros. De otra parte, el
empleado debe tener alto rendimiento y ser respetuoso
de las normas de la empresa, todo ello dentro de los
valores de Schlumberger que están ligados a su gente,
la tecnología y los resultados financieros.
Entonces la calidad de servicio se transforma en un hábito
y la seguridad es una cultura, así como también el cuidado
de la salud y el medio ambiente. Las capacitaciones
y las evaluaciones del personal forma altos perfiles
profesionales en una industria como la del petróleo, donde
“las cosas se deben hacer bien la primera vez”.
En los años ochenta, cuando me tocó iniciar este camino,
hacía muchos años que Schlumberger había establecido
una clara política de formación de sus empleados.
La capacitación para la gente de cemento, fracturas,
acidificaciones y bombeos, se realizaban en escuelas
como el BTC (Bolivia Training Center), UTC (United
Kingdon Training Center), MTC (Middle East Training
Center) o el KTC (Kellyville Training Center). Compartir la
enseñanza con personas de todo el mundo, y conocer
científicos que están a la vanguardia en sus respectivos
campos, fue una experiencia muy formativa. Sin duda,
los entrenamientos y las evaluaciones en todas las
5 Grupo de trabajadores de Schlumberger en la locaciòn
de Pagoreni.
especialidades, y en diferentes etapas de la carrera, son
muy efectivas en la formación profesional del empleado
Schlumberger. En esta formación se pone mucho énfasis
en los valores, para consolidar un perfil de empleado con
respeto y fiel seguimiento de los códigos de conducta y
ética en los negocios de Schlumberger, a fin de poder
cumplir con los objetivos de nuestros clientes.
Al firmar el contrato que se me ofrecía, quedaba unido a
una organización humana en la que no existe la distancia,
ni las diferencias de razas y religiones, incluyendo los
idiomas, creencias, tradiciones, áreas geográficas,
etcétera. Nos sentimos un equipo humano con ideales
bien definidos, con alto sentido de responsabilidad social,
especialmente en las zonas donde trabajamos. Creemos
en nuestra gente, nuestras familias y miramos siempre
hacia el futuro. Basados en la innovación, las nuevas
tecnologías y los retos, en Schlumberger orientamos
nuestros esfuerzos y conocimientos a dar soluciones a
las necesidades de nuestros clientes.
Filosóficamente hablando, alcanzar la perfección no
es posible, ya que el hombre sostiene durante siglos
una lucha natural y constante para conseguirlo. Esta
búsqueda de la perfección continuará por siempre,
pero difícilmente se alcanzara, pues el hombre es un
ser perfectible. De la misma manera, en Schlumberger
el trabajador encuentra el espacio adecuado para
esta búsqueda de la superación, mediante continuas
innovaciones, desarrollos y nuevos productos que
siempre hacen noticia en el mundo del petróleo y el gas.
En el Perú, la presencia de Schlumberger se remonta
más lejos de lo que a primera vista podría parecer. Hay
que recordar que somos un país con una antigua y activa
trayectoria petrolera. No en vano nos corresponde el mérito
de ser el país que, en 1863, en Zorritos, perforó el primer
pozo de petróleo de América Latina. Ese hecho marcó el
111
Schlumberger en el Perú: un testimonio personal
5 Vista panorámica de la base de Schlumberger en Talara.
inició de una industria petrolera que, con alzas y bajas,
ha continuado hasta el presente, modelando una parte de
la geografía económica y humana del país, como puede
constatarse en el extremo norte de la costa peruana.
Por su parte, la compañía formada en 1919 por los
hermanos Conrad y Marcel Schlumberger, daba sus
primeros pasos en los años veinte, y rápidamente
expandía sus trabajos de exploración hacia distintos
puntos del mundo. Hasta la mitad de esa década, el Perú
había sido el primer productor de petróleo de América
de Sur, por lo tanto, era un candidato ideal para poner
en práctica las revolucionarias tecnologías que los
hermanos Schlumberger estaban desarrollando.
En la segunda mitad de la década del veinte, surgieron
nuevos países petroleros, como Venezuela, donde
Schlumberger llegó en 1929. Ante el descubrimiento de
grandes yacimientos de petróleo en distintas partes del
continente, el Perú cedió en 1924 la primogenitura en
materia de hidrocarburos que detentaba desde 1863.
Sin embargo, los yacimientos de la costa norte siguieron
siendo importantes centros productores que, al comenzar
la década de 1930, situaban al Perú en el noveno lugar en
el mundo entre los países productores de petróleo.
Fue en esa década, cuando el Perú era el tercer productor
de petróleo de América del sur, que Schlumberger
realizó sus primeras labores en el subsuelo del Perú.
Lamentablemente hasta el momento no se ha podido
encontrar la documentación específica que fije la fecha
precisa de esos primeros trabajos en territorio nacional.
Explorando las profundidades del Perú
Fue cuando el Perú era el
tercer productor de petróleo
de América del sur, que
Schlumberger realizó sus
primeras labores en el subsuelo.
La investigación para hallar las pruebas documentales
de esa presencia, continúan actualmente. Sin embargo,
existe información complementaria que permite situar el
arribo de los técnicos de Schlumberger al Perú en los
primeros años de la década del treinta. Efectivamente, en
1934, en la zona de Ancón, en el Ecuador, Schlumberger
realizó el registro eléctrico del pozo Nº 317. Los
ingenieros y técnicos de Schlumberger que participaron
en esas labores, habían partido desde la base de Talara.
De ese modo, la presencia de Schlumberger en el Perú
se remonta al menos al año de 1933.
Desde entonces, Schlumberger ha estado presente en
todas las vicisitudes, buenas y malas, que ha lo largo de
las décadas ha vivido la industria de hidrocarburos en
el Perú. Algunos hitos de esa presencia han quedado
registrados en las diversas oficinas y razones sociales
que la compañía ha tenido en el Perú.
Después de la segunda guerra mundial, en octubre
de 1947, Schlumberger abrió una oficina permanente
mediante una sucursal de Schlumberger Surenco S.A.,
en la ciudad de Lima. En 1972, Technical Consultants
se estableció en la ciudad de Iquitos. En 1978, se
construyó la Base de Somatito - Los Organos - Talara,
establecida para proporcionar los servicios de
bombeo y perforación direccional, que funcionó bajo
el nombre de Drilling Services hasta 1984. En 1983 se
abrió Servipetrol Inc – Iquitos, que fue establecida
como sucursal del Perú; un año más tarde cambio de
nombre a Sucursal Iquitos. Ese mismo año, 1984, otra
sucursal de Servipetrol Inc.- Talara, fue establecida en
la ciudad de Lima, y antes de que termine el año, abrió
la oficina de Dowell Schlumberger Perú S.A. Al año
siguiente, 1985, Anadrill del Perú S.A., se estableció en
Lima. Simultáneamente, se constituía la Camco Reda
S.A., en la ciudad de Iquitos. El primer día de agosto
de 1996, fue constituida en Lima Schlumberger del Perú
S.A. En 1999, abrió la Omnes Ltd, sucursal del Perú. Ya
en el nuevo siglo, en el 2001, se constituyó la Western
Geco Peru S.A., y en julio del 2004, la Schlumberger del
Amazonas S.A.C.
Durante todos estos años, muchos nombres, muchas
personas, muchas personalidades de Schlumberger
se han entrenado, han trabajado aquí, o simplemente
han visitado los campos de petróleo y gas de Talara,
Negritos, El Alto, Somatito o el zócalo en el norte del
país, así como también la selva Norte, Iquitos, o la selva
Sur como Camisea o Pagoreni.
Son muchas las personas que han pasado por el Perú,
pero en este libro solo nombraré a una de esas personas,
alguien que es parte de la historia de Schlumberger, y
que es reconocido ampliamente por todos los empleados
de la compañía por su ejemplar calidad humana, además
de su gran capacidad técnica e innovadora. Me refiero
a John Yearwood, quien no solo hizo sus primeros
trabajos en Talara, sino que también se casó con una
distinguida dama Talareña. Los que han trabajado junto
a él recuerdan gratos momentos, experiencias que son
parte importante de la vida, momentos que se guardan
como miembro de la familia Schlumberger.
Pasan los años, y la naturaleza afecta grandemente al
Perú con lluvias torrenciales cíclicas que ocurren cada
50 años. A ello se sumaron las crisis económicas, con
una hiperinflación desastrosa que puso al Perú en un
situación de profunda tristeza, y por si fuera poco, un
período de violencia ocasionada por grupos extremistas
que hundieron a nuestro país en un panorama desolador
y con un futuro incierto. En el campo de los hidrocarburos,
por otra parte, fuimos afectados por ciclos de crisis de
los precios del petróleo, lo que redundó en la falta de
inversiones, pues la exploración de los hidrocarburos es
un negocio de riesgo.
A pesar de todas estas vicisitudes vividas en los años
ochenta y noventa, Schlumberger ha permanecido en
el Perú, confiando en que vendrán tiempos mejores,
pues el petróleo y gas duermen en nuestro suelo, a la
espera de que las inversiones se hagan realidad. En
Schlumberger estamos convencidos que ese tiempo ha
llegado, conjuntamente con una recuperación de los
precios del petróleo y el gas, que permitirán que muchos
inversionistas miren hacia el Perú y generen trabajo en
todas las actividades de la cadena extractiva, productiva
y de transporte de los hidrocarburos.
Así ha pasado el tiempo y, en Diciembre del 2004,
después de 18 años, regresé a mi querido Perú para
liderar a un selecto grupo de peruanos y ciudadanos
de todo el mundo, y para aplicar junto con ellos todo lo
aprendido en otros ambientes geográficos, economías
y diferentes culturas. A ellos se suman jóvenes recién
egresados de las universidades o instituciones
técnicas, que encuentran la gran oportunidad de
trabajar y hacer una carrera en Schlumberger para
mejorar su calidad de vida.
113
Schlumberger en el Perú: un testimonio personal
5 Trabajadores de Schlumberger en instalación petrolera
de Talara.
Vivir durante mucho tiempo en el extranjero, puede
proporcionar una perspectiva sobre el propio país. Así,
a mi regreso, he escuchado muchas quejas que son
como ecos en los diversos estratos sociales, síntomas
de cómo nos percibimos los peruanos. Se habla de
discriminación étnica, inmadurez, desorganización,
impuntualidad, mediocridad, conformismo, desesperanza,
facilismo, desidia, machismo, oportunismo, arribismo,
envidia, corrupción, violencia, etc. Todo ello serían las
características de algunos peruanos.
Pero las preguntas que nos deberíamos hacer son otras:
¿que he hecho por el Perú?, ¿por mi persona?, ¿por mi
familia?, ¿por la comunidad? Existe una verdad que
dice que “el hombre es pobre debido a que tiene ideas
pobres”, y esto es lo que debemos cambiar. No hay duda
que nuestro país afronta graves problemas históricos,
sociales, económicos, estructurales, coyunturales,
espirituales y éticos; así como grandes retos, y por
supuesto, muchas oportunidades para cambiar una
realidad que nos agobia. Solo nos falta estar convencidos
de que podemos hacerlo en base a disciplina, ideas,
creatividad, respeto y una gran fe en nosotros mismos.
Explorando las profundidades del Perú
Por otro lado, no hay duda que los peruanos hemos sido
bendecidos con un gran país, rico y variado, que todavía
no sabemos aprovechar. Comenzaré por la gastronomía
que ya es reconocida en el mundo entero, y desde luego,
el pisco, que todo el mundo sabe que es peruano. Si
hablamos de frutas, tenemos variedades únicas como
la chirimoya, la guanábana, la lúcuma, la granadilla. Y si
se trata de auquénidos están la alpaca, la vicuña; pero
además tenemos el caballo de paso.
No podemos olvidarnos de la quinua (en mas de 25
variedades); el olluco (en mas de 30 variedades); la
papa (en mas de 3000 variedades); el maíz (que tiene los
granos mas grandes del mundo y mas de 32 variedades);
la palta mas suave el mundo; el algodón mas fino del
mundo (pima, tanguis); el árbol de sauce llorón, que
contiene un componente que es la base de la aspirina;
el yacón, una raíz similar a la yuca del cual se extrae
la insulina para la producción industrial; la maca y sus
componentes son ingredientes del viagra, y todo eso es
de origen peruano.
En cuanto a la geografía, y la naturaleza, en el Perú hay
más de 50 montañas con más de 6000 msnm. Existen 1769
glaciares. Más de 1700 variedades diferentes de pájaros,
somos el país con la variedad más grande de aves en el
En el campo de los
hidrocarburos, el Perú es parte
importante de la historia. El
país ya había hecho esfuerzos
por encontrar petróleo, en
el año de 1830 y en 1862, la
buena noticia se hizo eco al
encontrar petróleo en la
quebrada de Tulsillal.
mundo. El Perú es el segundo país en el mundo con una
variedad de 34 especies de primates. Es el tercer país
en el mundo con 361 especies de mamíferos. El quinto
con 297 especies de reptiles. El quinto en anfibios con
251 especies. Tenemos, además, 84 de las 103 zonas
ecológicas que existen en el mundo. Los más diversos
tipos de clima se encuentran en el Perú, colocándose
entre los 5 países de la mayor diversidad biológica del
mundo; el océano peruano ofrece 700 variedades de
peces y 400 variedades de crustáceos; el lago mas alto
del mundo es el Titicaca, que es compartido con Bolivia;
6 Detalle de la base de Schlumberger de Talara.
el río Amazonas con mas de 1000 afluentes, viene a ser
el mas largo del mundo, cuyo flujo es de 150,000 m3/seg.,
se inicia en el Perú. Todo ello, desde luego, nos plantea
una especial responsabilidad en cuanto al cuidado del
medio ambiente.
Con todos esos recursos en nuestro territorio, es bueno
considerar que los TLC (Tratado de libre Comercio) son
importantísimos para el futuro del Perú, pero debemos
entenderlos en toda su magnitud, y para eso caben las
siguientes preguntas: ¿Porque exportamos la materia
prima y porque no el producto final? Es decir, porque
exportamos un tonelada de materia prima por 100
dólares, en lugar de un kilo de producto por 1000 dólares?
En definitiva, ¿porque no atraemos inversiones para que
el producto final sea realizado en Perú?, ¿porque no
hacemos alianzas con esas grandes empresas?
En el campo específico de los hidrocarburos, el nombre
del Perú es parte importante de la historia. El país ya
había hecho esfuerzos por encontrar petróleo, aunque
sin éxito, en el año de 1830, siendo que, en 1862, la
buena noticia se hizo eco al encontrar petróleo en 8
zanjas de 10 metros de profundidad, en la quebrada de
Tulsillal, del norte peruano. Pero la gran noticia ocurre
el 2 de Noviembre de 1,863, cuando el Ing. Prentice
115
Schlumberger en el Perú: un testimonio personal
5 Curso de capacitación sobre el cuidado del medio ambiente
dictado en las instalaciones de Schlumberger en Talara.
escogió el pozo 4, localizado en Zorritos, Tumbes,
dando inicio a la perforación del primer pozo del Perú
y de Sudamérica. Es por eso que el 2 de Noviembre se
recuerda como el Día del Ingeniero Petrolero.
El año 2005, después de 20 años “secos”, se presentaron
tres descubrimientos importantísimos para la industria
petrolera peruana. Primero Repsol, después Petrotech
y al final de año OXY, nos dieron buenas noticias que
alientan a la inversión extranjera, significando un
interesante contribución al crecimiento del Perú gracias
a las regalías que se obtienen. En este rubro, hay muchas
noticias buenas que harán del Perú un “boom” de
actividades petroleras especialmente en la exploración.
Para poner en valor todos estos recursos, debemos hacer
un gran esfuerzo en la educación. En Schlumberger, como
Explorando las profundidades del Perú
miembros de una organización cuyo gran capital es su gente
y su conocimiento, somos particularmente concientes de
este reto. Es claro que todo esto tiene que ver con el capital
humano, la educación, las escuelas y las universidades. Es
decir la educación y reeducación, humanista y científica,
la cual es una misión compartida, a cargo de la familia
comprometida y de los educadores concientes.
La falta de una educación que se base en el respeto, la
ética, la disciplina y la supresión de la corrupción, es la
principal causa de que éstos males se conserven a través
de las generaciones. La escuela puede ser un corrector
muy útil que puede ayudar no sólo a los alumnos sino
también a los padres, para contribuir a hacer el gran
cambio que necesita el Perú para insertarse en este
mundo globalizado altamente competitivo. Algunos de
los retos que tenemos por delante son los siguientes:
• Debemos trabajar mucho en la formación del
capital humano, en fijarse metas para ser altamente
competitivos.
117
Schlumberger en el Perú: un testimonio personal
Otra iniciativa de la SSA, junto
con otras instituciones, ha sido
el apoyo brindado a 12 niños de
la Posada de Belén del CallaoLima, mediante ayuda para sus
alimentos, salud y estudios.
• Debemos ser innovadores y creativos, fomentando
oportunidades de negocios con alta calidad
empresarial.
• Los alumnos deben tener capacidad de adaptación
geográfica y cultural.
• Hablar castellano no es suficiente, el ingles debería ser
obligatorio para obtener el nivel internacional de los
egresados.
• La responsabilidad social, debe ser una tarea de
todos.
• Se debe eliminar la informalidad en el país y luchar por
la formalización de todas las PYMES. El peruano es muy
emprendedor, pero es especialista en la informalidad.
• Empujar por la globalización y de esta manera romper
todas las fronteras y paradigmas económicos.
• Eliminar la débil vinculación de las universidades y las
empresas privadas. Se deben hacer alianzas entre la
universidad y las empresas privadas.
• Mejorar la calidad de vida de las personas debe ser
una meta alcanzable en poco tiempo.
• Fomentar el cambio de actitud en los alumnos para
obtener buenos resultados. Debemos ser proactivos.
• Incentivar los trabajos científicos, patentes y marcas.
Tenemos muchos recursos para hacerlo como tesis
patrocinadas por la empresa privada.
Por eso, en Schlumberger el tema de la educación
es una de nuestras responsabilidades corporativas,
ya que tiene el poder de movilizar y motivar a las
personas, y es el factor clave en el desarrollo
social y económico de las naciones. De esa manera,
Schlumberger sostiene programas específicos como
SEED (Schlumberger Excellence in Educational
Development), creado en 1998 como una respuesta
a las necesidades de tecnología en información
y comunicaciones en los países en desarrollo.
SEED busca enfrentar los desafíos que presenta
la educación científica en todo el mundo. En la
búsqueda de ese cometido, utilizamos tres recursos
que Schlumberger tiene en su haber: gente motivada
Explorando las profundidades del Perú
y con voluntad de compartir su conocimiento y su
tiempo; habilidad en la tecnología de redes y una
variedad de disciplinas científicas; finalmente, una
presencia continua en muchos países del mundo.
El Perú es uno de los 108 países en donde este
proyecto trabaja. SEED conecta a los niños en edad
escolar en los países en desarrollo con la Internet. El
programa ofrece a los niños y jóvenes una oportunidad
de participar de las ventajas económicas y sociales
que permite el acceso a los nuevos conocimientos
y tecnologías. La visión que proponemos es la de
construir una comunidad de aprendizaje que derribe
las barreras y que construya conexiones.
Esta atención al tema de la educación ha sido asumida
especialmente por las esposas de nuestros trabajadores,
que forman el grupo de la SSA (Schlumberger Spouses
Association), quienes de una manera muy entusiasta
y sin fines de lucro, dedican su tiempo a mitigar
responsablemente las necesidades de los niños mas
necesitados de nuestra sociedad. Ellas tienen la
gran satisfacción de haber contribuido a conseguir
el reconocimiento oficial por parte del Ministerio de
Educación, de la escuela “San José Obrero” de Villa
Maria del Triunfo, en Lima; al mismo tiempo, obtuvieron
las plazas de los 8 profesores que venían trabajando
“ad honorem” durante dos años. Esta escuela empezó
con 15 alumnos y ahora son más de 130 niños. Lo que
al inicio fue un trabajo arduo de los padres y madres
de familia, y de la SSA, es ahora una realidad. Juntos
han logrado construir cuatro aulas de madera, junto con
otras facilidades como los servicios higiénicos, y áreas
de trabajo, incluyendo un horno semi industrial donde
los niños aprenden formas de trabajo que mas tarde les
permitirán ser independientes económicamente.
Otra iniciativa de la SSA, junto con otras instituciones, ha
sido el apoyo brindado a 12 niños de la Posada de Belén
del Callao-Lima, mediante ayuda para sus alimentos, salud
y estudios. Para la familia Schlumberger es un orgullo y
una satisfacción comprobar iniciativas como estas, bien
orientadas y con la creatividad necesaria para generar
los fondos económicos necesarios, que contribuyen con
responsabilidad social hacia las personas más necesitadas,
especialmente los niños en edad de recibir educación.
Todos debemos estar comprometidos en fomentar la
educación para la vida, educación de nivel internacional
5 Vista panorámica de la refinería y la ciudad de Talara.
y con ideas innovadoras. Para ello debemos fijarnos
plazos no muy lejanos, para obtener metas basadas en
nuestra fe, conocimiento y perseverancia.
La empresa privada posee una gran responsabilidad
que cumplir en la comunidad, pero por su parte, las
autoridades también deben crear las condiciones
y la infraestructura necesaria para atraer a los
inversionistas internacionales. Las infraestructuras son
referidas a contar con áreas industriales modernas,
muelles, medios de transporte, sistemas logísticos,
procesos definidos, etc., con atractivos aranceles y
condiciones tributarias que logren atraer a la inversión
privada al Perú. Así generaremos trabajo, propiciando
que nuestras exportaciones no sean solo de materia
prima, sino de productos elaborados que digan “Made
in Perú”, ya que gran parte de los recursos naturales
son producidos por nuestro país.
los jóvenes egresados de universidades e institutos,
quienes ingresan a la empresa con muchos deseos
de superación. Ellos me recuerdan mis inicios, aquel
11 de febrero de 1980, en el campo de Somatito, de
mi querida Talara. En esa tierra rica en petróleo, la
formación geológica Mogollón – gran productora de
crudo de alta calidad, pero muy difícil para las brocas
de perforación – hace que mi apellido sea recordado
siempre por todos aquellos que de una u otra manera
nos dedicamos a la actividad petrolera. Con mucho
orgullo digo: “Talareño soy, he dedicado toda mi vida
a mi familia y a Schlumberger, y con mucha fe en Dios,
trabajo duro e ideales claros, la vida me ha dado muchas
satisfacciones”.
Haciendo un balance de los últimos 32 meses, en los
que he liderado esta empresa en mi querido Perú, puedo
comentar que han sido los más fructíferos y satisfactorios
de mi vida. Durante este tiempo hemos experimentado
un crecimiento sostenido en los negocios, generando
muchas oportunidades de trabajo, especialmente para
119
Descargar