VIAJE HACIA EL INTERIOR DE LA TIERRA ¿ Qué hay adentro de la tierra? La pregunta fue siempre tan elemental como imposible de contestar. Cuando Julio Verne trató de dar su propia respuesta, hizo que sus personajes, el geólogo alemán Otto Libermann y su sobrino Axel, ingresaran al interior de la tierra por un cráter en una montaña de la costa occidental de Islandia. Lo que Libermann y su sobrino encontraron después de varios días de marcha, fue la imagen viva del paraíso de los geólogos: bosques de cristales, formaciones inverosímiles de lava y hasta mares interiores. La expedición de Verne estaba fechada en 1863, pero solo ocurría en la imaginación del autor de ciencia ficción y sus lectores. métodos físicos para ayudar a desentrañar los misterios geológicos. La electricidad sería uno de esos métodos. Por supuesto, paralelamente a esta búsqueda sistemática, aparecían en el panorama una variada gama de aventureros, charlatanes o videntes que aseguraban la infalibilidad de sus métodos. El uso de péndulos y horquetas para señalar desde minas de oro hasta fuentes de agua mineral, es antiguo en el mundo. El exceso de demanda creó la oferta, en un momento determinado había máquinas misteriosas con toda clase de rayos que aseguraban penetrar en las profundidades desconocidas. No poca fabulación ha despertado siempre el interior de la tierra. Sobre la dura superficie de la tierra, sin embargo, la pregunta seguía sin respuesta, aunque había cada vez más razones para lamentarlo. El mundo en plena edad industrial requería cada vez más metales y minerales, y a la búsqueda de recursos subterráneos se acababa de añadir una nueva demanda: el petróleo. Las costosas perforaciones en la dura corteza, hechas casi al azar, confiadas a algunas comprobaciones empíricas, no parecían ser una base sólida para una industria a gran escala. Pero se hacían intensos esfuerzos, y cada día se aprendía un poco más. Hacia el cambio de siglo, la geología de prospección en la superficie estaba en vísperas de entrar en una revolución, con la aplicación de El viaje científico y sistemático hacia el interior de la tierra, prosiguió aceleradamente su marcha en el nuevo siglo. Uno de los que llegarían más lejos en ese viaje era un joven profesor de física de la Escuela de Minas de París, Conrad Schlumberger, que hacia la primera década del siglo comenzó a trabajar sobre la idea que las mediciones eléctricas podían servir para conocer la estructura de la tierra. La idea era prometedora pero estaba lejos de ser comprobada. Haciendo pruebas en el laboratorio de la Escuela, el profesor comenzó a delinear un método geofísico que se basaba en la resistividad eléctrica de las rocas. El amplio rango de valores que obtuvo lo animaron a continuar los estudios. 3 Marcel Schlumberger con su instrumento para toma de muestras. Su procedimiento trataba de detectar minerales en el interior de la tierra. Para ello generaba un campo eléctrico 11 Viaje hacia el interior de la tierra 4 Marcel Schlumberger en la cabina de un camión de adquisición de registros. en el terreno, a continuación, mediante la medición del voltaje en esa superficie, elaboraba una representación gráfica, delineando curvas equipotenciales. Por último, comparaba la forma de esas curvas graficadas con las curvas teóricas esperadas para un terreno homogéneo. Las pruebas en laboratorio demostraron que el método funcionaba, pero había que comprobar la teoría en la práctica, en el campo. La principal conclusión de esa campaña de 1912, fue demostrar que el método de mediciones eléctricas de superficie era posible de realizarse fuera de las condiciones ideales del laboratorio. En el verano de 1912, en la finca de la familia en Val Richer, en Noruega, Conrad obtuvo las primeras mediciones superficiales sobre el terreno. Ese mismo año diagramó su primer mapa de curvas equipotenciales, sobre una región de Normandía rica en minas de hierro. Los instrumentos utilizados eran todavía muy elementales, pero luego de una intensa campaña, aprovechando sus conocimientos previos sobre este terreno, logró interpretar los datos de las curvas equipotenciales, y por medio de ellas obtener una idea de la estructura del subsuelo estudiado. solucionar, pero aun con instrumentos muy elementales, los resultados eran promisorios. La principal conclusión de esa campaña de 1912, fue demostrar que el método de mediciones eléctricas de superficie era posible de realizarse fuera de las condiciones ideales del laboratorio. Las condiciones eran muy diferentes en uno y otro caso, en el campo se presentaban innumerables dificultades que había que Explorando las profundidades del Perú Ese mismo año y en los años siguientes, continuaron los experimentos en el campo. En octubre de 1912, en un área con formaciones geológicas bien conocidas en Sassi, Francia, los levantamientos demostraron que las mediciones de superficie podían correlacionarse con la geología del subsuelo. Al año siguiente, las mediciones de superficie obtenidas en Soumont, Normandía, lograron definir la extensión de una falla subterránea que había atravesado un cuerpo mineralizado. El caso fue definido como un primer éxito geológico concreto, a cargo de cinco personas y unos equipos de medición por demás rudimentarios. Cada uno de estos trabajos presentaba novedades que nadie esperaba. En 1913, por ejemplo, se presentó 5 Paul Schlumberger con su hijo Conrad, su nuera y algunos de sus nietos. El vehículo, un Chenard y Walker, fue el primer camión topográfico. Fotografía tomada por Marcel Schlumberger.Val Richer, 1912. un fenómeno hasta entonces desconocido, llamado la polarización espontánea. Conrad aprovecho esta técnica para delinear un cuerpo mineralizado de piritas en Sain Bel, Rhône. Al año siguiente, el método desarrollado por Conrad condujo al descubrimiento de un cuerpo mineralizado de cobre en Tilva Roche, en Serbia. Los resultados de esa campaña eran importantes al menos por dos razones: era la primera vez que se descubría un cuerpo mineralizado no magnético por medios físicos, pero además, era el primer trabajo comercial emprendido por Conrad Schlumberger. La prospección eléctrica se convirtió desde entonces en una técnica comprobada. 1914 fue un año de intensos adelantos en el método geofísico planteado por Conrad. En Serbia se había demostrado incluso su viabilidad como emprendimiento comercial, pero aun tendrían que pasar años, y el mundo tendría que cambiar, antes de que los trabajos de Conrad cristalizaran en gran escala. En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial, y el profesor de la Escuela de Minas se enroló en el ejército francés para servir en un batallón de artillería. Los experimentos tuvieron que ser postergados hasta la llegada de tiempos mejores. UNA FAMILIA DE EMPRENDEDORES Los Schlumberger eran un clan familiar bien conocido en Alsacia, al norte de Francia. Al menos desde el siglo XVI hay registros de ellos como curtidores de pieles, y desde el siglo XVIII como gente instalada en la industria del vino. Protestantes, ligados por alianzas matrimoniales con otros clanes familiares de la región, los Schlumberger eran conocidos como una familia emprendedora. En 1810, Nicolás Schlumberger abrió una hilandería que hasta hoy existe en Guebwiller, Alsacia. Durante todo el siglo XIX la industria prosperó, su hijo Paul se hizo cargo de la fabrica al promediar el siglo, todo parecía indicar que ese sería también el destino de los nietos de Nicolas, los hermanos Schlumberger, entre los que estaban Conrad y Marcel, que llevarían sus inquietudes profesionales muy lejos de su natal Alsacia. La ocupación por las tropas prusianas del territorio, marcaron la región desde la década de 1870, los hijos estudiaron en Paris, y el amor por la ciencia que Paul cultivaba desde siempre, influyó en el futuro de la familia. Conrad había nacido en Guebwiller, en 1878, durante la ocupación prusiana, y en 1893 se trasladó a Paris para iniciar sus estudios de física. Se graduó con honores en la Escuela Politécnica, y luego pasó a estudiar en la Escuela de Minas, prestigiosa institución de la ciencia 13 Viaje hacia el interior de la tierra 5 Conrad Schlumberger comprobando sus primeros experimentos de campo en su finca en Normandía. francesa, donde ingresó como profesor a la edad de 29 años. Fue en esa etapa de su vida que Conrad concibió su teoría geofísica de mediciones eléctricas, que andando el tiempo lo llevaría a desentrañar el interior de la tierra, pero todavía pasarían años para que ese sueño se hiciera realidad. En el sótano de la Escuela, utilizando una bañera de cobre prestada por su esposa, Conrad recreó un modelo del interior de la tierra en donde colocó muestras de petróleo. Pasando una corriente eléctrica por estos modelos creados en la bañera, midió el flujo y registró las curvas equipotenciales. La intuición que hasta entonces era meramente teórica, comenzó a cobrar cuerpo en la práctica. La distorsión de las curvas indicaba la presencia de las muestras de petróleo. Su hermano Marcel, seis años menor que Conrad, también se traslado a París donde ingresó a la Escuela Saint Paul en la que se graduaría de ingeniero mecánico. Ambos Explorando las profundidades del Perú hermanos eran de temperamentos diferentes, mientras Conrad era un científico embebido en los conocimientos de su tiempo, Marcel era un inventor nato, hombre práctico capaz de resolver los problemas y profundamente interesado en la mecánica. Cuando la guerra mundial estalló, Marcel pasó a servir en una nueva arma que por entonces comenzaba a dar sus primeros pasos, la caballería motorizada y blindada, es decir, los tanques. Poco antes de la guerra había comenzado a trabajar en minas, junto con su suegro. En cierta forma, Conrad y Marcel estaban en busca de lo mismo, grandes yacimientos subterráneos, uno por medios teóricos y científicos, el otro por medios prácticos. Cuando la guerra terminó en 1918, la posibilidad de unir sus fuerzas se presentó. Años después, W. Gillingham, que llegó a ser vicepresidente de la compañía que fundaron los hermanos, escribió: “A los hermanos Schlumberger se los podía imaginar como un equipo. Conrad – físico, soñador, hombre de ideas – y Marcel – 3 Bosquejo tomado de un cuaderno de Conrad Schlumberger. En 1919 el mundo recién se estaba recuperando de una larga y penosa guerra, pero estaba listo para iniciar un período de renovado y deslumbrante progreso. ingeniero, pragmático, inventor; hombre de acción – se complementaban perfectamente. Juntos pudieron orquestar tiempo, talento y oportunidad, para poner a trabajar la ciencia al servicio de la humanidad. Para ayudar a identificar sitios ocultos del depósito mundial de minerales, idearon formas de medir los parámetros interiores del subsuelo de un modo nuevo y eficaz”. En 1919 el mundo recién se estaba recuperando de una larga y penosa guerra, pero estaba listo para iniciar un período de renovado y deslumbrante progreso. Conrad reanudó sus experimentos con la electricidad, pero fue su hermano Marcel quien lo convenció de unir fuerzas e incursionar de manera comercial con los nuevos métodos en desarrollo. En esa coyuntura, sería el padre de ambos, Paul, la figura que facilitaría esa unión y proporcionaría los medios para que la nueva sociedad se prolongue en el tiempo y alcance sus objetivos. De ese momento crucial ha sobrevivido un acuerdo, redactado por Paul, que es uno de los más interesantes documentos fundacionales de una industria moderna. En sus párrafos decía: “Me comprometo a proporcionar a mis hijos Conrad y Marcel Schlumberger los fondos necesarios, cuyo importe no superará los quinientos mil francos, para ser destinados a la utilización de las mediciones eléctricas para la exploración del subsuelo (…) Por su parte, mis hijos acuerdan no diluir sus esfuerzos trabajando en otras áreas. Este campo es suficientemente amplio para ocupar toda su inventiva y para explorarlo correctamente deben consagrarse por entero a esa actividad (…) En esta actividad los intereses de la investigación científica predominan sobre los financieros. Se me mantendrá informado y podré dar mi opinión acerca de los desarrollos importantes y los fondos que se requieran. El dinero que doy constituye mi aporte a un trabajo fundamentalmente científico y en segundo término práctico (…) Considero que este trabajo es de gran importancia y estoy muy interesado en el mismo. Marcel aportará a Conrad su destacada capacidad como ingeniero y su sentido práctico. Conrad, por su parte será el hombre de ciencia. Les daré todo mi apoyo.” Como se ve del documento fundacional, la sociedad de los hermanos Schlumberger nació con una vocación científica que no la abandonaría en los años venideros. 15 Viaje hacia el interior de la tierra 5 En la costa del Golfo de México, en 1925, una brigada de Schlumberger intenta localizar una estructura petrolífera mediante prospección eléctrica de superficie. En esta ocasión, parece haber una falla técnica. 5 Marcel Schlumberger, Mailly y Deschâtre prueban un dispositivo de prospección de superficie a treinta millas de profundidad. Explorando las profundidades del Perú La profunda admiración que Paul sentía hacia la ciencia, y que había inculcado en sus hijos desde niños, sería una fuerza constante para impulsar nuevos emprendimientos que llevaría a la sociedad de los hermanos a un primer plano en los estudios geofísicos. La profunda admiración que Paul sentía hacia la ciencia, y que había inculcado en sus hijos desde niños, sería una fuerza constante para impulsar nuevos emprendimientos que llevaría a la sociedad de los hermanos a un primer plano en los estudios geofísicos. Sin embargo, no bastaba tener el respaldo financiero de Paul, ni el aporte técnico de Marcel, ni siquiera la genialidad científica de Conrad, para llevar adelante una empresa comercial en un campo tan pionero como el que ellos se habían fijado. Hacía falta también, una cuota de liderazgo para formar y dirigir los equipos de trabajo, además de una fuerte fe en sus valores a fin de sobrellevar las crisis económicas, las guerras mundiales o las convulsiones políticas que encontrarían en el mundo donde pretendían desarrollar su trabajo. Como si todo eso fuera poco, aun se presentarían dificultades más domésticas como las pérdidas financieras, la hostilidad de otros colegas, el desinterés y la desconfianza de los posibles clientes, y por último, las impugnaciones legales que marcarían los primeros tiempos de la empresa. Todo eso fue superado por los hermanos Schlumberger, que tuvieron que descubrir en la práctica las cualidades personales que diferencian el fracaso del éxito. Así fue como nació en 1919, en la ciudad de París, a lado de la Explanada de los Inválidos, una pequeña compañía a la que bautizaron con el nombre de Société de Prospection Electrique, el modesto origen de una de los emprendimientos más espectaculares del siglo. Las “flamantes instalaciones” abrieron sus puertas en la 30 Rue Fabert y consistían de cinco modestas habitaciones que serían acondicionadas como oficina, taller y laboratorio. La instalaciones se conservan actualmente al lado de la sede central de Schlumberger en Francia. El primer paso fue formar el equipo humano que sería el encargado de realizar las tareas. Fue así como los hermanos Schlumberger se vincularon a algunos jóvenes profesionales que tuvieron fe en el método de exploración que la pequeña compañía estaba desarrollado. Entre los primeros colaboradores se hallaban Pierre Baron, Jacques Gallois y Anargey Leonardon, que andando el tiempo serían figuras claves en el desarrollo de la empresa en los Estados Unidos. En esos primeros tiempos todo era más sencillo y voluntarioso. Los ingenieros recorrieron el campo de Francia, particularmente, la zona de North Val. Desplegándose por bosques y prados, cada uno tenía un rol que atender. Un ingeniero plantaba los electrodos que transmitían la corriente, otro se encargaba de extender los cables, mientras que un tercero hacía las mediciones correspondientes. El método de curvas equipotenciales 17 Viaje hacia el interior de la tierra Fue ante esta comprobación que Conrad Schlumberger dio otro paso decisivo en el desarrollo de su método de prospección eléctrica al introducir una nueva medición: la resistividad aparente de la tierra. funcionaba, pero en la búsqueda de la excelencia que animaba la empresa, pronto fue evidente que los resultados eran demasiados limitados para encontrarles una aplicación a gran escala. Fue ante esta comprobación que Conrad Schlumberger dio otro paso decisivo en el desarrollo de su método de prospección eléctrica al introducir una nueva medición: la resistividad aparente de la tierra. Se trata de una medición que indica el grado de resistencia de la tierra ante una corriente eléctrica. La exploración ganó en efectividad y el método geofísico dio un paso adelante, pero eso no significó que las dificultades hubieran terminado. 5 Una página del cuadernos de notas de Marcel Schlumberger. Explorando las profundidades del Perú Tal vez no lo habían considerado de todo, pero resultaba muy difícil convencer a los responsables de la industria minera de las bondades del nuevo método. Por cierto los primeros tiempos fueron años de gran entusiasmo pero de magros resultados comerciales, apenas unos pocos contratos pequeños mantuvieron a la compañía en funcionamiento. Si no hubiera sido por la fe de Paul Schlumberger en el trabajo de sus dos hijos, y su constante apoyo financiero, es muy probable que la sequía de contratos hubiera significado el fin de la pequeña compañía. 5 Extracto de carta de Paul Schlumberger a sus hijos (detalle). 14 19 Explorando las profundidades del Perú 5 Prospección de superficie con un camión equipado con instrumentos de medición construidos por Conrad Schlumberger, y equipos eléctricos auxiliares comprados al ejército. En la foto se observa el asistente de Conrad preparando un experimento en las montañas Auvergne, 1914. Página opuesta: En una helada planicie de Alsacia, Bayle y Sauvage durante la prospección de depósitos de potasio. El gran aporte práctico que los hermanos Schlumberger proponían a la industria minera, era el de un método verificable para determinar la probabilidad de existencia de minerales metálicos, sin que sea necesario efectuar las costosas excavaciones del terreno que hasta entonces eran inevitables para hallar el mineral. Se trataba de un ahorro gigantesco de recursos y esfuerzos, pero no resultó sencillo para la industria minera darse cuenta de las posibilidades que se le ofrecían. La idea de las mediciones eléctricas de superficie, aunque debían de desarrollarse con un gran despliegue de cables, medidores y otros aparatos, tenía poco atractivo visual, por lo que el método no siempre lograba despertar la confianza de sus examinadores. Por otro lado, apenas se utilizaba el término geofísica, y muchos geólogos, en quienes la industria confiaba para dar el visto bueno a estas innovaciones, se rehusaban a vislumbrar alguna promesa en esta novísima disciplina. nueva disciplina, llegaría años más tarde, al ingresar en el panorama nuevos factores que alteraban la valoración final. Sería fundamentalmente el factor económico el que haría la gran diferencia. Los elevados costos en dinero y los plazos extendidos de tiempo que se requerían para efectuar los tradicionales pozos exploratorios, hicieron cada vez más evidente la necesidad de contar con una metodología alternativa para explorar el subsuelo. Lentamente, la industria minera y las compañías petroleras abrieron los ojos ante las nuevas posibilidades que se les ofrecía. Finalmente, llegó el momento en que nadie más puso en duda el valor científico del trabajo de los hermanos Schlumberger y las enormes posibilidades prácticas que abría su aplicación. El método de mediciones eléctricas se siguió perfeccionando, y sus instrumentos llegaron a ser cada vez más aptos con cada nueva experiencia, pero el cambio en la tendencia acerca de la aceptación de la 21 Explorando las profundidades del Perú DEL COPEY AL PRIMER POZO DE PETRÓLEO E l petróleo es casi tan antiguo como la tierra, y su relación con los hombres es más variada y anterior de lo que se cree. En distintas partes del mundo se le conoció con distintos nombres. Betún, nafta, pasasaphalto, en las antiguas culturas del medio oriente, ricas en manaderos naturales de esta sustancia. En América tiene al menos dos nombres reconocidos por los arqueólogos, el chapopotli de los antiguos mexicanos, y el copé, o copey, palabra de origen tallán, pueblo que floreció en lo que hoy en día es el norte del Perú, particularmente los departamentos de Piura y Tumbes. En cuanto a los usos que el hombre antiguo encontró para esta sustancia, una de las primeras y más evidentes fue el aprovechamiento de sus cualidades combustibles para producir luz, utilizando cañas huecas o candiles, junto con mechas de lana de auquénidos o fibras vegetales. El ingenio inventado en edad remota producía una luz brillante, pero que humeaba y tiznaba fuertemente a su alrededor. Otro uso, esta vez militar, que se encontró para la brea ardiente fue el de utilizarlo en las flechas incendiarias, arma muy poderosa cuando se trataba de sitiar alguna ciudad o edificación, así lo certifican los 3 Un grupo de trabajadores construyen el ramal Corrientes–San José de Saramuro, de 104 kilómetros de longitud, en el Oleoducto Nor peruano, 1976. testigos del sitio del Cuzco en 1533, cuando los flecheros de las tropas de Manco Inca incendiaron los techos de paja y madera de la ciudad. Existe otra utilidad que las culturas andinas encontraron para esta sustancia. Sin tener contacto con el fuego, las breas calentadas en recipientes de barro podían servir como aglutinantes. Aunque los arqueólogos todavía lo discuten, consta en los testimonios escritos que los caminos incaicos, al menos en ciertos tramos, habían utilizado ya una clase de asfalto para su construcción. El más detallado en este punto ha sido el historiador norteamericano William Prescott, quien citando a Sarmiento de Gamboa y Garcilaso de la Vega, describió un camino inca compuesto “de grandes losas de piedra, cubiertas a lo menos en algunas partes, con una mezcla bituminosa a la que el tiempo había dado una dureza superior a la de la piedra misma”. También con las breas naturales se prepararía un betún que, al menos en Tumbes, se aplicaba sobre el rostro en algunos ritos religiosos. En los alrededores a otros surtidores naturales, en la selva, por ejemplo, sus virtudes como repelente de insectos, difícilmente habría pasado desapercibida. Esa observación, junto con otra sobre un uso contra los ácaros de los auquénidos en los manaderos de Pirín, en la cuenca del lago Titicaca, ha sido hecha por el historiador Waldemar Espinoza. Por su parte, 23 Del copey al primer pozo de petroleo 5 Establecimiento Industrial de Petróleo Faustino Piaggio ya Antonio Raimondi había observado en el siglo XIX, el curioso espectáculo de una recua de cerdos revolcándose instintivamente en esta “grasa de la tierra”. A estos usos ancestrales y caseros, siempre practicados en pequeña escala durante los tiempos precolombinos, se sumaron dos aplicaciones prácticas de importancia durante los tres siglos coloniales. Con ellos se inauguró una nueva fase en la explotación de la sustancia negra, viscosa y oleaginosa, una explotación más intensiva pero ciertamente insignificante comparada con la escala de la explotación que llegaría después. El primero de estos usos ya figuraba en la Biblia, sea en el arca de Noé, o en la cuna flotante sobre la que Moisés salvo la vida en las aguas del Nilo. Se trataba de utilizar las breas como pintura en las carenas que periódicamente se debían hacer a los navíos de madera. Además de impermeabilizar mejor contra el agua salada, el calafateo con brea protegía las quillas durante cierto tiempo contra uno de los enemigos más terribles de los navegantes, la broma o gusano de mar, que llegaba a carcomer los fondos de un navío de madera. Se trataba de un uso altamente apreciado y quien sabe vital para el transporte marítimo, pero el uso más intensivo, que consumiría las mayores cantidades Explorando las profundidades del Perú el calafateo con brea protegía las quillas contra uno de los enemigos más terribles de los navegantes, la broma o gusano de mar, que llegaba a carcomer los fondos de un navío de madera. de este recurso, no estaba en los diques del Callao donde se hacía el carenado de los barcos, sino en las haciendas vitivinícolas, particularmente las del departamento de Ica. Las breas actuaban en este caso como impermeabilizantes en los fondos de las botijas de barro que se utilizaban para envasar y transportar vino y pisco. La vid fue una introducción muy temprana en la agricultura colonial y la producción de vinos y aguardientes era ya un hecho significativo a fines del siglo XVI. Existían otros fines prácticos para el petróleo o el “aceite de piedra, como se le llamaba, aunque nuestra mentalidad de hombres modernos difícilmente los consideraría. Tal era el caso de las presuntas aplicaciones medicinales que en opinión de algunos tenían las breas. En el Virreinato del Perú el más entusiasta promotor de esta medicina fue Eusebio Llano Zapata quien la consideraba poco menos que un elixir maravilloso que curaba una gran variedad de males. Según el historiador Pablo Macera, el sabio colonial aseguraba que el petróleo servía para combatir “el envenenamiento, la flojera de nervios, la sofocación uterina, los efectos verminosos, la supresión de menstruos y los tumores”. La Conquista y los tres siglos coloniales encontraron una gran variedad de usos a esta sustancia, pero aun se desconocían las potencias ocultas del petróleo. Durante la colonia, y aun durante muchas décadas de la República, nada significativo ocurrió en materia de aprovechamiento de esta sustancia. Los desarrollos técnicos o incluso las necesidades de energía no apremiaban lo suficiente, como lo harían en una época posterior, en la que el maquinismo y la industria cambiarían la faz de la tierra. Entonces sonaría la hora del petróleo, y su búsqueda y extracción alcanzaría magnitudes que los antiguos pobladores nunca habrían podido soñar. Nadie ha registrado el día exacto en que el hecho ocurrió. Simplemente nadie era conciente que desde ese día, muchos de los usos tradicionales habían comenzado a cambiar. Debió de ser un día cualquiera de 1860 o 1861 en que desembarcaron sin mayor expectativa las primeras latas de kerosene o kerosén que llegaron al puerto del Callao. El líquido transparente se asociaba para los entendidos a la palabra Pensilvannia, y eran barcos norteamericanos los que traían los primeros cargamentos. La iniciativa de importación pudo ser de varios que coincidieron casi a la misma vez, particularmente las competitivas casas importadoras de Lima. De todas maneras, alguien debió de ser el primero aunque su nombre no quedó registrado. Un detalle comercial importante: el líquido se introducía por primera vez con unas lámparas de mecha, “a propósito para su uso”, que comenzaban a aparecer en distintas formas y colores. No pasó mucho tiempo para que el giro comercial del kerosene tome la suficiente importancia para que se inicien los primeros litigios por escrito, en los que se discutió la primicia de esta importación. De hecho, el petróleo y los líos judiciales nunca han estado muy lejos uno de otro. Se dijo que Felipe Barreda, “lo había introducido para el uso de su propia casa”, y cuando el asunto se hizo público, se supo que en Tacna se alumbraban desde hacía mucho tiempo con este nuevo aceite. De todos modos, durante uno o dos años, la novedad, sin pasar desapercibida, tampoco anunció 25 5 Compañía Petrolera Lobitos, 1908. que un cambio espectacular en el consumo estaba en pleno desarrollo. La primera aplicación práctica que se encontró para el kerosene fue la del alumbrado. Este sería el primer uso comercial del petróleo en gran escala. Esta utilidad se difundió como sustituto de la costosa industria de la ballena, que proporcionaba una cantidad siempre limitada de aceites, o de las cererías tradicionales, que en el Perú debían importar el sebo de las velas, ya que no contaban con suficiente cantidad de materia prima. La necesidad de quemar algo más que grasas animales en la iluminación nocturna, parece haber sido bastante evidente hacia mediados del siglo XIX. En más de un país, gente con inventiva, científicos o prácticos, buscaban una fuente eficiente de luz. De hecho, el gas carbónico, que llegó al Perú en 1855, ya había comenzado a disipar la herencia de tinieblas del siglo de las luces de candil. Conforme se difundía, el kerosene comenzó a empujar hacia el desuso a las velas, y sobre todo, al aceite de ballena. Entre las personas que trabajaban intensamente para encontrar una fuente de luz barata y confiable figura un Doctor Abraham Gesner, de Nueva Escocia, quien patentó Explorando las profundidades del Perú en 1853, un proceso para producir aceite para lámparas del carbón. No era el primero en destilar los carbones, de hecho existían varias fórmulas adquiridas por distintas fábricas, pero Gesner le daría una nueva palabra al mundo cuando patentó su formula bajo el nombre de Kerosene. Seis años después, en un lugar llamado Titusville, Pensilvannia, se perforó el primero pozo de petróleo. A la primera destilación de ese “aceite de rocas” se le llamó por extensión kerosene, aunque era distinto a su primo el original de carbón. Así, del líquido extraído del subsuelo en Pensilvannia, mediante un primer proceso, se le dio el nombre genérico de kerosene o kerosén. La divulgación del nuevo aceite para lámparas se difundió casi simultáneamente a lo largo del Atlántico y del Pacifico, a la velocidad del comercio y la navegación a vela. Naturalmente el Callao y una decena de puertos secundarios de la costa del Perú, fueron los primeros lugares a donde llegó la nueva sustancia. En unos pocos años, su uso, si bien no era una novedad, ya estaba establecido y en fase de expansión. Una vez reconocido el hecho de que el petróleo tenía un uso industrial, ¿cuánto tiempo pasaría antes que alguien recuerde esos áridos y tristes manaderos de la costa norte, entre tumbes y Piura, sin contar con otros yacimientos en la sierra del sur? Es decir, cuanto tiempo pasaría para que el Perú, en vez de ser un importador más, se convierta en productor de petróleo eran los terratenientes de la región los que tenían en su mano la primera llave del petróleo. Al principio, al menos en el Perú. La explotación petrolera sería cosa de hacendados. y, de ser posible, de su valioso derivado, el kerosene. La idea era demasiado tentadora como para creer que los depósitos de la costa norte pasen desapercibidos por mucho tiempo. Ya en 1862 se decía pesimistamente que en el Perú había varios yacimientos de petróleo, aunque de ninguno de ellos podría obtenerse un producto adecuado para el alumbrado. Los comerciantes de la capital podían ser los que tenían el capital suficiente para salir de dudas, pero eran los terratenientes de la región los que tenían en su mano la primera llave del petróleo. Al principio, al menos en el Perú. La explotación petrolera sería cosa de hacendados. La hacienda colonial de Máncora, una gran extensión de “tierras eriazas y realengas” que iban desde Amotape hasta Tumbes, existía aunque era escasamente productiva desde 1629, sucediéndose su propiedad entre varias familias, un convento religioso y hasta una administración por enfiteusis. Después de muchos trámites notariales, hacia la década de 1860, cuando el kerosene se comenzó a poner de moda, uno de los propietarios de la hacienda Máncora, Manuel Antonio de la Lama, fue el primer propietario de la zona que dejó de extraer copé y sospechó que sus tierras estaban situadas sobre petróleo. De la Lama estaba perfectamente al tanto de las minas de brea que se seguían excavando en la República. Su familia tenía por herencia 26 pozos o zanjas en 1858, y unos años más tarde, ante la noticia de esa nueva sustancia que vendían los norteamericanos, no podía dejar de intuir que ese “pez o copé liquido”, una sustancia ligera, fácilmente inflamable, que arruinaba y obligaba a abandonar los pozos que no dieran un producto suficientemente denso, podía no ser la maldición que se creía, sino todo lo contrario, el gran negocio de su vida. De esos primeros tiempos es poco lo que se sabe. De la Lama entró en sociedad en el año de 1861 con un comerciante del Puerto de Paita de apellido Rudens con el fin de reunir entre los dos el capital necesario para explorar la región. Explorar parecería una palabra demasiado ambiciosa, si se piensa lo que los socios hicieron en ese primer intento y se lo compara con lo que luego sería la búsqueda sistemática de petróleo. Meses después de formada la sociedad, en 1862, se contactaron con un escocés de apellido Farrier y sin más fuerza que la humana, utilizando lampa y pico, un grupo de jornaleros contratados abrió diez zanjas no demasiado diferentes a las que se utilizaban para recoger la brea colonial. Aunque había una diferencia, las zanjas tenían como promedio una profundidad de diez metros. Los trabajos fueron hechos bajo la supervisión de Farrier. La búsqueda de petróleo en el Perú comenzó en la zona de Zorritos, al norte del río Bocapan, en el Departamento 27 Del copey al primer pozo de petroleo de Tumbes. No hay indicaciones precisas de por que se eligió ese lugar y no cualquier otro, pero no cuesta mucho imaginar las razones para tal decisión: en Zorritos abundaban los “ojos de copé”, además la zona estaba cerca del mar, lo que facilitaría el transporte de los equipos si se pasaba a una segunda etapa; por último, a “ojo de buen cubero”, quizás Farrier o de la Lama, habrían pensado que el suelo de Zorritos era más fácil y seguro de excavar. Los resultados fueron los esperados. El petróleo fluyó moderadamente, sino en cantidad – aquello no era todavía perforar un pozo de petróleo – si en calidad. Se tomaron muestras que fueron llevadas hacia Inglaterra y los Estados Unidos. A la espera de los resultados de los análisis detallados, los socios de la Lama y Rudens, decidieron transportar a Lima los primeros cien barriles de petróleo con destino a la Fabrica de Gas que funcionaba en San Jacinto, donde actualmente queda la Plaza San Martín. En ese tiempo, si algo parecía estar cambiando para mejor en la República, era el alumbrado, particularmente el alumbrado público. Hacía apenas siete años que el Presidente Ramón Castilla había encendido el primer farol a gas desde uno de los balcones del Palacio de Gobierno. En ese breve lapso, Lima había instalado un sistema de alumbrado público a gas con cuatro faroles por cuadra, mientras las residencias elegantes o acomodadas de la ciudad, se apuntaban entusiastamente al suministro de San Jacinto. Para la década de 1860, la Fábrica de Gas alimentaba más de dos mil faroles en calles y plazas y cerca del doble en casas, oficinas y comercios. De hecho, el gas estaba en todo su apogeo y producía una luz que tenía, si no más brillo, si más prestigio social. El lamparín de kerosene, una verdadera novedad, sería un recurso para los pobres, o para aquellos que vivían fuera de las redes de gas que se instalaban con gran entusiasmo por las calles más céntricas de Lima. 5Modelos de lámparas que funcionan a base de combustible. Explorando las profundidades del Perú Para abastecer esa demanda existía la fábrica de San Jacinto, que producía gas a base de carbón mineral, hacia esa fábrica fueron destinados los primeros cien barriles que se extrajeron de Zorritos. Se dice que el petróleo se destinó a ensayar la producción de gas, aunque no hay noticias sobre los resultados. Pero la Fábrica de Gas de San Jacinto, es importante, además, por que en ella trabajaba la persona que de la Lama y Rudens necesitaban para dar un paso más en su búsqueda de petróleo. Se trata del ingeniero norteamericano Prentice, que había sido el responsable 5 Pozos de extracción en Zorritos de la empresa The London & Pacific Petroleum, 1905. de instalar la fábrica y la red de tuberías de gas. Prentice vivía en Lima desde hacía casi una década, y pasaba por ser, con justa razón, como una de las personas más autorizadas en estos temas técnicos. Es probable que los socios hayan entrado en contacto con Prentice en la Fabrica de San Jacinto, a propósito de la introducción de los primeros cien barriles. En todo caso, el nombre de Prentice quedaría asociado para siempre con el petróleo en el Perú. El tiempo había transcurrido y para ese entonces, los análisis de las muestras enviadas a Inglaterra y los Estados Unidos estaban de regreso: los resultados eran óptimos, se trataba de un petróleo de gran calidad, apto para producir kerosene. De la Lama y Rudens vieron la oportunidad y como buenos propietarios nacionales pidieron ayuda al Supremo Gobierno. Se ignora en que forma se materializó esta intervención, pero lentamente las piezas fueron encajando. Prentice había leído sobre los trabajos de Edwin Drake en Titusville, y conocía el boom de perforaciones que se había desatado en los Estados Unidos después de 1859. El equipo que se necesitaba para abrir uno de estos pozos no era imposible de adquirir aunque debía de ser buscado en el extranjero; constaba esencialmente de un juego de barrenas para penetrar el suelo, tuberías de hierro para ir forrando el avance de la obra y una máquina de vapor que proporcione la fuerza necesaria. Utilizando sus contactos profesionales en los Estados Unidos, Prentice encargó el equipo necesario, más algún operador práctico familiarizado con su manejo, que tal vez sería auxiliado por algunos obreros de la fabrica de gas. Los preparativos para el primer pozo de petróleo en el Perú y en toda Sudamérica estaban en marcha. Después de muchos esfuerzos y trabajos, las herramientas encargadas a los Estados Unidos llegaron finalmente, y el equipo se trasladó a Zorritos, al mismo lugar donde el año anterior Ferrier y su grupo de excavadores habían abierto diez zanjas profundas. El lugar quedaba al sur de la Bahía de La Cruz, punto en que Francisco Pizarro desembarcó al llegar al Perú. El dos de noviembre de 1863 se comenzó a perforar el primer pozo sujeto a los cánones impuesto por la naciente industria petrolera. Fue bautizado lacónicamente “Pozo N° 4”, y su perforación avanzó lentamente a razón de un metro cada día. Tres semanas y tres días después, cuando se calculaba que ya habían alcanzado los 24 metros de profundidad, un chorro caliente de crudo surgió ante la expectación de los operarios. La broca había cortado una filtración a “escasa profundidad” con una producción inicial de 2500 galones por día. Era el primer pozo de petróleo en esta parte del mundo. Es decir, el primer pozo en Sudamérica. 29 Explorando las profundidades del Perú UN RETRATO DEL INTERIOR DE LA TIERRA C onforme la industria y el motor a explosión se expandían en el nuevo siglo, las demandas de mayor abastecimiento de petróleo crecían hasta cuotas nunca antes imaginadas. El proceso tuvo un momento brillante en la década de 1920, cuando la demanda estimuló y dio alas a un conjunto de nuevos conocimientos y avances. Fue sobre todo en Inglaterra y en los Estados Unidos donde los geólogos demostraron la relación que era factible establecer entre el tipo de estructuras del subsuelo y las formaciones petrolíferas. Hasta ese momento era sabido que el petróleo se depositaba en las partes superiores de estratos porosos entrampados en capas impermeables. La industria, sin embargo, todavía no estaba preparada para generalizar el uso de métodos que reemplazaran a las tradicionales perforaciones para explorar los estratos más profundos. 1923 fue un momento clave para la empresa de los Schlumberger. Por un lado, Conrad, cumpliendo el acuerdo firmado por su padre, renunció a su cátedra de física en la Escuela de Minas, para dedicarse exclusivamente al estudio y perfeccionamiento de su método. Por otro lado, 3 Pozo Dieffenbach No. 2905, Equipo de perforación No. 7, en Pechelbronn, Francia donde se produjo el primer registro eléctrico en 1927. un hombre de negocios francés, Jules Meny, vinculado a una compañía petrolera con trabajos en Rumania, se acercó a uno de los geólogos de la empresa, el joven suizo Edouard Poldini, para preguntarle si el método de resistividad podía utilizarse para explorar las estructuras petrolíferas. Lo que al principio fue una inquietud fue tomando formas cada vez más definidas. Se envió al campo a un especialista en prospección con sus equipos. Los resultados preliminares parecían interesantes y eso animó a la firma de un primer contrato, al principio solo para cubrir los costos de los experimentos, pero pronto el contrato fue ampliado para cubrir la exploración de un área muy vasta. Al cabo de algunas semanas el trabajo de los exploradores comenzó a dar sus frutos. Las mediciones de la resistividad aparente en la superficie, levantaron un mapa que mostraba las curvas de nivel del domo salino de Aresti, una estructura asociada a un importante yacimiento de hidrocarburos que sería intensamente explotado con el tiempo Se trataba no solo del primer domo salino delineado mediante prospección eléctrica de superficie, sino también del primer domo salino productor de petróleo registrado mediante una técnica geofísica. Las consecuencias del trabajo en Rumania no tardarían en mostrarse. Para Schlumberger fue el primer trabajo de 31 Un retrato del interior de la tierra Con el fin de obtener lecturas más precisas acerca de la existencia o no de petróleo en el subsuelo, los hermanos incorporaron a sus procedimientos información sobre resistividad de las formaciones más profundas. magnitud realizado por la empresa para una compañía petrolera, y por eso mismo, el comienzo de una serie de contratos que irían llegando con el tiempo. No pasó mucho antes de que las novedades de Rumania se hagan conocidas en la industria del petróleo. La cuesta empinada de los primeros tiempos comenzaba a ceder. Una de las primeras interesadas fue la Shell Company, que a través de una subsidiaria de la Royal Dutch de Texas, firmó el primer contrato de exploración en Texas y Louisiana, y poco después, otro contrato para ampliar las exploraciones al Estado de California. Siguiendo una historia oral de la familia, una descendiente, Annette Gruner Schlumberger, ha reconstruido el día en que el Doctor Mekel, jefe de los servicios geofísicos de la Shell en La Haya, visitó en compañía de Conrad, un trabajo que la empresa de los hermanos estaba realizando en Pechelbronn, Francia, para ver las mediciones que se practicaban en un pozo antes de decidirse a encomendarles un trabajo mayor. 5 Henri Doll controla una sonda de adquisición de registros en Bakú, 1932. Explorando las profundidades del Perú “La brigada, debidamente alertada, había hecho lo que correspondía: una capa de arena tendida sobre el camino hasta el pozo, un toque de pintura al viejo camión, equipos limpios y calibrados. El escenario estaba preparado. Conrad y el Doctor Mekel llegaron. 5 Henri Doll (con auriculares), Allegrete y Gallois prueban un método electromagnético para determinar la inclinación de los sedimentos antiguos que subyacen formaciones más jóvenes. solicitando personal para este nuevo trabajo, se requerían “ingenieros atléticos” que pudieran culminar con éxito la pesada labor. Valle de San Joaquín, California, 1928. Deschâtre pasó a ofrecer una demostración del aparato, Sauvage prosiguió con las mediciones y trazó los diagramas. “Lindo y sofisticado” dijo el Doctor Mekel, ahora váyanse, tengo que probarlo yo mismo”. A Conrad, supongo, no le gustaba que lo tomaran por un Doctor Moineau (nota: cierto inventor poco escrupuloso que había anunciado tener un “radio condensador” que detectaba la existencia de reservas de petróleo), y a los ingenieros por cómplices, pero de algún modo la cautela era atendible. Se le permitió hacer lo que quería. El resultado pareció satisfacerlo por que se preparó un contrato con la Roxana Petroleum Corporación, subsidiaria de la Royal Dutch de Texas, seguido de un contrato de trabajo en California”. Otro campo de experimentación de aquellos años fue Alsacia, tierra natal de la familia Schlumberger, allí lograron un éxito geológico de gran importancia. En la primavera de 1926, la busqueda de elevaciones salinas, de la que dependía la explotación minera de potasio, desembocó en el descubrimiento del anticlinal de Mayenheim, y junto con él la detección del domo salino de Hettenschlag. Se trataba de una tarea considerable, explorar la llanura de Alsacia costaba medio millón de francos de la época, había que cubrir más de trescientas millas cuadradas y se requerían unas cuatro mil mediciones eléctricas. El trabajo entre bosques y viñedos, arrastrando cables y aparatos ponía a prueba la resistencia de los exploradores. Como decía un anunció publicado en el Jornal des Mines, La experiencia fue coronada por el éxito, los métodos eléctricos demostraban su validez en la planicie de Alsacia, allí donde la geología clásica nunca había podido hallar con anterioridad un solo domo salino. Algunos meses más tarde, cuando las perforaciones demostraron la existencia del domo, la gráfica realizada en Hettenschlag, fue colgada como un cuadro en el lugar de honor de la oficina de Conrad. Para participar de estos descubrimientos a la comunidad científica, el mismo Conrad leyó un trabajo que daba cuenta de sus descubrimientos ante la Academíe des Sciences, en febrero de 1928. Un poco antes, en 1927, una nueva experiencia marcaría un hito histórico en el desarrollo de la compañía. Como escribió W.J. Gillingham, “es difícil hoy día poner en perspectiva los eventos de ese 5 de septiembre de 1927 (…) en esa fecha tres hombres pusieron en funcionamiento el primer log eléctrico en el mundo. Ese hecho puso a Schlumberger en un nuevo curso de desarrollo y dió a la industria del petróleo una poderosa nueva herramienta para la exploración”. Hasta ese día de 1927 la investigación del subsuelo se encontraba limitada a la medición de la resistividad del terreno por medio de electrodos plantados en la superficie. Alguien escribió que los prospectores eran “como ciegos tanteando su camino”, el yacimiento de mineral o de petróleo podía estar bajo sus mismos pies, y no obstante, las técnicas existentes no alcanzaban 33 Un retrato del interior de la tierra 5 Replica del primer registro, un gráfico trazado a mano. Este demostró que las medidas eléctricas en un agujero del taladro podrían ayudar a identificar las formaciones geológicas. a “verlo”. Con el fin de obtener lecturas más precisas acerca de la existencia o no de petróleo en el subsuelo, los hermanos incorporaron a sus procedimientos información sobre resistividad de las formaciones más profundas. De esa manera, concibieron la idea de medir dicha resistividad empleando una sonda eléctrica que descendía a los pozos perforados atravesando los diversos estratos del subsuelo. El experimento se realizó en Pechelbronn, en la Alsacia natal, en un pequeño campo petrolero, acaso el único en Francia en ese momento, y estuvo a cargo de Henry Doll, yerno de Conrad, graduado de la Politechnique y de la Escuela de Minas, que acababa de ingresar a trabajar en la compañía. Junto con Doll, ese día histórico estaban Roger José y Charles Sheibli, como operadores de las herramientas y Conrad Schlumberger y E.M. Poldini como testigos. El grupo hizo descender por el pozo el equipo conocido con el nombre de sonda, cuando ésta llegó al fondo se envió una corriente eléctrica hasta el instrumento de tres electrodos que se encontraban en el interior. La corriente se dispersó por las capas adyacentes del subsuelo, la intensidad de esa corriente era medido por uno de los tres electrodos, y luego vuelta a medir por otro electrodo que se hallaba por encima del anterior. La diferencia en el potencial eléctrico Explorando las profundidades del Perú indicó la resistividad aparente de la zona investigada. La operación se reiteró una y otra vez mientras se extraía la sonda del pozo, formando una idea de las diversas capas del subsuelo que iban atravesando. Todo se realizó mediante procedimientos casi artesanales, los instrumentos eran subidos y bajados mediante un malacate en forma manual. Ese día nació la “extracción eléctrica de núcleos”, llamada así por analogía con las muestras geológicas llamadas “núcleos”, que se extraían físicamente con máquinas. Años después, cuando Henry Doll trató de explicarle a su hija como fue el experimento, le pidió a su hija que imagine un ojo que subiendo y bajando a lo largo de todo un pozo, pudiera reconocer los distintos estratos atravesados a lo largo de toda la perforación, “nada más fácil de entender”, agregó. El mismo Doll reconstruyó por escrito ese día de 1927: “Era un día agradable de un hermoso otoño. Nos dirigimos hacia el pozo, Dieffenbach 2905 (…) en una camioneta vieja que había sido utilizada para la prospección de superficie y estaba totalmente destartalada (…) el pozo tenía unos 500 metros de profundidad, es decir unos 1500 pies. No habríamos podido alcanzar una profundidad mayor ya que solo contábamos con unos 1800 pies de cable (…) Comenzamos a efectuar nuestras mediciones. Alguien tenía que desconectar el conector, alguien más hacia girar el malacate, a la vez otro más debía de permanecer en el piso del equipo de perforación para observar el contador de la roldada…todo era un gran ir y venir. Yo tomaba nota de las mediciones en un bloc, junto con la lectura de la profundidad. Luego se lo desconectaba, se enrollaba un metro para pasar a la siguiente estación y se volvía a conectar. Se hacía la siguiente lectura y así sucesivamente, un metro por vez (…) Al principio corríamos de un lado al otro, pero pronto nos familiarizamos con el procedimiento y logramos un total de 50 estaciones por hora. A razón de un metro por estación, el tiempo de prospección era de unos 160 pies por hora (…) El arreglo en su totalidad funcionó bien. Todo resultó como estaba previsto, salvo por un incidente. Cuando salimos del pozo, con la sonda colgando en la torre de perforación, soltamos el peso para retirarlo del extremo inferior de la sonda. Pero olvidamos que el tubo superior, al ser hueco, se había llenado de lodo que nos cubrió como una lluvia y nos dejó en un estado deplorable. Terminamos el día yendo a un pueblo vecino para darnos un baño”. Desde ese momento, la representación gráfica de las mediciones efectuadas mediante sondas, fue conocido con el nombre de log, que andando el tiempo se convertiría en el documento de referencia más importante para la perforación de un pozo petrolero. Después de ese primer experimento se repitió la prueba en otros pozos con resultados positivos. Los registros demostraban que las capas de terreno duro muestran una resistividad que puede diferenciarse claramente de las capas más blandas. La utilidad del nuevo registro bautizado como log, iba a tener en el futuro un fuerte impacto en la industria petrolera. Su importancia radicaba en que correlacionando varios de ellos emplazados a cierta distancia, se podía reconstruir la estructura geológica de amplias extensiones. Por medio de este sencillo y económico procedimiento se podían evitar las costosas extracciones de núcleos que la industria tradicional había utilizado para obtener muestras de las formaciones. El ahorro en dinero, tiempo y esfuerzo que el método aportaba, parecía evidente. Sin embargo, también este radical procedimiento iba a encontrar obstáculos. Al principio los equipos eran sumamente rudimentarios, las características del terreno donde se trabajaba también influían, además la actitud de los geólogos era de un descreimiento casi total, por último, el log aparecía en 35 Un retrato del interior de la tierra 5 La ingeniosa “balanza romana” le indicaba a la brigada cuándo la herramienta de adquisición de registros quedaba aprisionada en el pozo debido al movimiento del brazo largo que absorbía la tensión del cable, 1929. vísperas de la gran depresión financiera de 1929, eran malos tiempos para la introducción de novedades. La extracción eléctrica de núcleos se iba a convertir, sin embargo, en la actividad principal de la nueva compañía, e iba a ser la responsable de su espectacular crecimiento en el mundo. Conrad, por su parte, encontraba en esta técnica un procedimiento que aun requería más estudio, la veía todavía como una técnica secundaria. La prospección del subsuelo había sido mejorada pero no estaba a punto de transformarse por este hallazgo. Nadie podía vislumbrar en ese momento los efectos revolucionarios que tendría sobre la búsqueda y extracción de petróleo. El log, sin embargo, había sido lanzado al mundo y lentamente se abriría paso. En 1929 se enviaron ingenieros y equipos de adquisición de registros de pozos a Venezuela, Estados Unidos y la Unión Soviética. De los intentos que se hicieron para implementarlo, solo algunos emprendidos por la Shell Oil tuvieron éxito. El caso más saltante fue el de Venezuela que en los últimos diez años había multiplicado muchas veces su producción total y que ya se situaba como la segunda potencia petrolera en el mundo. Explorando las profundidades del Perú 5 Las operaciones de adquisición de registros continuaron en el campo Pachelbronn. Para el año 1929, hubo mejoras en el equipo: el cable era fabricado con tres conductores pero el torno todavía era manual. Página opuesta: Trabajo de prospección superficial realizado por Brown en el Cañón Abiti, Canadá, 1927. 37 Explorando las profundidades del Perú EL PRIMER AUGE L os que intervienen en la industria de los hidrocarburos saben bien que encontrar petróleo dista mucho de aprovecharlo comercialmente. Eso lo aprendieron también por experiencia propia los hombres que estuvieron atrás de la perforación del primer pozo de petróleo en el Perú, ninguno de los cuales estuvo involucrado directa o significativamente en la naciente actividad petrolera en los años siguientes. La explicación más frecuente se encuentra en la brevedad de los fondos que los socios locales podían aportar en relación a una industria en la que todo estaba por construirse. En los años venideros habría un intento del grupo original por pasar de la exploración a la extracción de petróleo. Diego de la Lama, sucesor de Manuel Antonio, redoblaría la sociedad con el comerciante Rudens y con el Estado peruano en una suerte de empresa mixta que aparentemente nunca operó. El petróleo estaba allí pero había mucho por hacer antes de aprovechar la primera gota. No se crea, sin embargo que la experiencia resultó estéril para los que estuvieron atrás de esta perforación inicial. Al menos para la familia de la Lama el hallazgo fue un golpe de buena fortuna. Lo que eran unas tierras desérticas sin utilidad agrícola y casi nulas 3 Campo petrolífero “Negritos”. para el pastoreo, adquirieron un nuevo valor que en ese momento era difícil de calcular. Los primeros propietarios no lograron dar el salto de terratenientes a productores de petróleo, pero sus tierras se valorizaron considerablemente. El pozo N° 4 inauguró un período de actividad petrolera sin antecedentes en Sud América que dejó algunas lecciones que los que vinieron después supieron aprovechar. Al igual que con la gran minería del cobre, que despuntaría a partir de 1902, sería principalmente el capital y la organización de los norteamericanos, los que se encargarían con provecho esta primera experiencia petrolera. En la historia económica nacional, el rubro del petróleo siempre se consideró un bastión casi exclusivo del capital extranjero. Así fue desde el principio, no obstante que el primer pozo fue abierto por dos socios locales de la provincia. En el proceso, otros dineros nacionales ingresaron a la actividad del petróleo, se desarrolló un puerto y un antecedente quedó fijado en la región. Sería como un rápido y muy temprano nacimiento: los depósitos del norte del Perú, fueron los primeros yacimientos que se explotaron en la costa americana del Océano Pacífico. Pero también fue un nacimiento en falso, que daría vida a una industria que sólo duró algo más de una década, luego de lo cual, los activos campamentos del desierto desaparecieron sin dejar, en apariencia, más rastros que hierros oxidados en el desierto. 39 El primer auge La primera compañía petrolera con un nombre reconocido fue la Peruvian Petroleum Company. El hombre atrás de este nombre era un viejo conocido en el negocio del kerosene, E. P. Larkin Los primeros interesados en extraer petróleo en la costa norte fue la sociedad que formaron de la Lama, Rudens y aparentemente el Estado. Pero no era precisamente una compañía, o no llegaron más allá de la firma de un acuerdo. La compañía exploradora y explotadora iba a ser la forma en que los buscadores y extractores de petróleo se presentarían en lo sucesivo. La primera compañía petrolera con un nombre reconocido fue la Peruvian Petroleum Company. El hombre atrás de este nombre era un viejo conocido en el negocio del kerosene, E. P. Larkin, que de regreso en el país en 1864, traía la representación de un capital suscrito en los Estados Unidos para buscar y extraer petróleo. Sin pérdida de tiempo, Larkin arrendó a la familia de la Lama el yacimiento confirmado de Zorritos y durante seis años trabajó en la zona con éxito variable. Se ha dicho que trajo al país los más modernos instrumentos de su época con los que perforó al menos tres pozos productivos de los que obtenía 480 barriles por día. El perfil de las primeras torres, la instalación de tubos, tanques de hierro, talleres, creó al pie del fondeadero de Zorritos, un paisaje inédito en la costa del Pacífico 4 Negritos, campo petrolífero a comienzos del siglo XX. Explorando las profundidades del Perú 41 El primer auge 5 Paisaje industrial en Talara, a principios del siglo XX. sur. Con el tiempo otras regiones comenzaron a tomar ese aire de campamento industrial que caracterizaba a los yacimientos. De esa manera E. P. Larkin se convirtió en el primero que extrajo petróleo en escala industrial en la costa norte del Perú, el primero de una larga lista ya que su permanencia en la zona sería relativamente breve. En 1869, luego de confrontar dificultades técnicas debidas a la naturaleza del terreno que encerraba el yacimiento, y a la falta de un nuevo acuerdo con la familia de la Lama, propietaria del sitio, la Peruvian Petroleum Company dejó de operar. Esta sería la primera de muchas otras compañías que, muchas veces heredando terrenos e instalaciones, se instalarían en una zona comprobadamente rica en recursos petrolíferos. Antes de que se cumpla un año del retiro de Larkin para que otra firma, la Compañía Peruana de Refinar Petróleo, regrese a Zorritos y reemprenda los trabajos donde Larkin los había dejado. El propietario de esta compañía era otro norteamericano, el Capitán Henry C. Smith, que aportaría un capital considerablemente mayor al Explorando las profundidades del Perú que tenía la Peruvian, con el que pudo emprender una exploración más seria de la zona y adquirir los terrenos que consideró tenían buenas posibilidades para instalar allí nuevos pozos. Pero lo nuevo en este emprendimiento del Capitán Smith es que por primera vez se pasaría al refinado del hidrocarburo. La “Compañía Peruana de Refinar Petróleo” hizo honor a su nombre y no se limitó a buscar y extraer el crudo. Aunque se discute si la primera refinería que funcionó en el país y en América Latina, fue esa u otra que abrió en el puerto del Callao. Consta que Smith construyó una instalación para refinar petróleo y producir kerosene ubicada al pie del río Tumbes, cerca del punto conocido como Bebedero. En ese lugar se procesó durante varios años la considerable cantidad de seis mil toneladas de petróleo. El kerosene obtenido era vendido en barriles de madera que se transportaban hacia el Callao y otros puertos en un pequeño vapor de 50 toneladas, el “Máncora”, que sirvió a la compañía durante siete años hasta que la embarcación desapareció en un naufragio. Después del “Mancora” vendrían muchos otros transportes. Para entonces la industria del petróleo en el Perú ya tenía algo más de una década de experiencia y su epicentro Casi al mismo tiempo que Smith, un inmigrante inglés fundó la “Compañía Petrolera R. Thorne”, pero quien trató de marcar la diferencia y estuvo a punto de lograrlo fue Henry Meiggs, que por entonces tenía grandes intereses en distintos rubros económicos dentro del país. más activo, Zorritos, se había convertido ya en una zona productora y abastecedora de petróleo para el país. Más tarde, el Capitán Smith confrontó dificultades financieras, pero en los primeros años el negocio debió de ser muy lucrativo puesto que no tardaron en aparecer otras empresas competidoras. Casi al mismo tiempo que Smith, un inmigrante inglés fundó la “Compañía Petrolera R. Thorne”, pero quien trató de marcar la diferencia y estuvo a punto de lograrlo fue el conocido capitán de empresa Henry Meiggs, que por entonces tenía grandes intereses en distintos rubros económicos dentro del país. La carrera de Henry Meiggs es todo un símbolo de ese momento de la historia republicana. El Perú vivía los estertores del auge del guano, “la prosperidad falaz” como la llamó Basadre, estaba por concluir, pero antes de que eso ocurra, existía el propósito en el gobierno del Coronel José Balta, de gastar el último resto de riqueza en obras públicas. Llegado al país al terminar la década de 1860, la primera y más visible intervención de Meiggs fue un contrato millonario con el Estado para construir las líneas de ferrocarril que, en el imaginario público, debían sacar al país de su secular atraso. Sin pérdida de tiempo se aplicó a la tarea, desatando un caudal de energías que transformaron, no siempre para bien, los estáticos paisajes de la costa y de la sierra por donde debían correr las humeantes máquinas portadoras del progreso decimonónico. Su primer y más resonante éxito fue la construcción de la línea Mollendo a Arequipa, para lo que reclutó un ejército de 12 mil trabajadores chilenos, bolivianos y peruanos. Simultáneamente Meiggs inició más de media docena de trazos de ferrocarril por todo el territorio nacional. Para la mayoría de personas de ese tiempo, y un posteriormente, la actividad dominante de Meiggs fue la construcción de ferrocarriles, pero lo cierto era que sus intereses comerciales y financieros se extendían, o eran complementarios, a muchos otros campos. En pocos años incursionó en la minería de la plata y el carbón, en las salitreras del sur, en el guano, en negocios inmobiliarios en Lima, en la agricultura de la costa norte, y desde 1873, en la recién abierta actividad petrolera. Lo hizo a su manera, de modo que no existiera ninguna duda de sus grandes ambiciones. En lugar de instalarse en Zorritos, que era hasta entonces la única zona confirmada y explotada, decidió explorar un nuevo territorio más al sur, comenzando por una saliente en la costa llamada Punta Pariñas, en el Departamento de Piura, el punto más occidental de 43 El primer auge 5 Vapor Bukin cargando petróleo en el muelle de Talara, fines del siglo XIX. América del Sur. Con un capital de ciento cincuenta mil dólares, una verdadera fortuna para la época, buscó petróleo y lo encontró en la costa del sitio de Negritos. Los registros más antiguos sobre la zona indican que los trabajos de perforación fueron dirigidos por F. Fowkes, y que el primer pozo que dio resultado alcanzó los 330 pies de profundidad y un rendimiento de 400 barriles diarios. Con esos antecedentes, la empresa decidió instalar en el puerto del Callao una “pequeña oficina de refinación”, que disputa con la que funcionaba en Tumbes, el título de ser la primera refinería de América Latina. En todo caso, no hay duda alguna que en el Perú se perforó el primer pozo petrolero y funcionó la primera refinería de petróleo. Todavía no se ha hecho un estudio serio sobre los grandes intereses que Henry Meiggs llegó a artícular en la economía peruana del siglo XIX. Su temprana muerte, en 1875, proyectó una sombra de irresolución sobre las múltiples empresas que promovía, muchas de las cuales dejaron de existir anticipándose a la ruina nacional de 1879 y los años siguientes. De haber vivido un poco más de tiempo, habría completado en el norte una obra quizás más duradera que la de sus ferrocarriles, al abrir el puerto de Talara, y con eso sembrar los cimientos de la primera ciudad que nació y creció gracias a la industria del petróleo en el Perú. A su muerte las obras quedaron paralizadas; la división de sus bienes entre herederos, socios y acreedores, debió Explorando las profundidades del Perú de ser un asunto arduo y complejo, pero finalmente la explotación petrolera pasó a manos de la firma J.B. Mulloy y Cia., que continuó los trabajos y obtuvo del gobierno el permiso para habilitar el puerto de Talara como punto de embarque del crudo de la región. Lo que al principio parecía una mera decisión comercial o burocrática cambiaría el paisaje humano de la región. Para la historia Meiggs ha quedado como la personalidad más llamativa entre los protagonistas de ese primer auge petrolero que comenzó a poco de abrirse el “Pozo N° 4” y que duró hasta entrada la guerra con Chile. Pero durante ese breve período otro personaje de trayectoria mucho más larga, incursionó en el giro del petróleo, un personaje profundamente anclado en la historia financiera e industrial del Perú. Se trataba de un hombre de negocios de origen genovés y residente durante muchos años en el Callao, Don Faustino Piaggio. La historia de este inmigrante italiano podría ser un caso de éxito rotundo entre los inmigrantes del nuevo mundo. Desembarcó en el Perú cuando tenía 18 años, y como en las grandes historias de la inmigración hacia América, “su equipaje y su fortuna lo constituían el deseo de labrarse un futuro”. Comenzó como empleado atrás del mostrador de una tienda en el Portal de Botoneros en Lima, pero al año siguiente a su arribo, decidió radicar en el Callao como vendedor de una tienda de abarrotes. Ocho años más tarde había añadido su nombre a la firma “Basso Hermanos”, convertida en “Basso Hermanos y Piaggio”, importantes importadores y mayoristas del comercio en el primer puerto. Con el transcurso del tiempo, Piaggio adquiriría la totalidad de la empresa en 68 mil soles de 1878, pagaderos a razón de cuatro mil soles cada semestre, una transacción record 3 Publicidad en litografía de una compañía petrolera peruana, Faustino Piaggio. en los negocios del puerto. La fortuna de Piaggo, sin embargo, recién estaba en sus comienzos. Faustino Piaggio tuvo una larga vida en la que se destacó como un benefactor y hombre público del primer puerto. En su momento llegó a ocupar la alcaldía del puerto y sería recordado como el hombre que llevó la luz eléctrica al fundar, en 1901, la “Compañía Eléctrica del Callao” que operaba una pequeña planta a vapor instalada en Chucuito. Aunque sus negocios siempre estuvieron vinculados con la vida económica del puerto, una parte importante de sus intereses estuvieron colocados en la industria del petróleo en Zorritos. Cuando la guerra con Chile terminó y sus terribles secuelas quedaron atrás, Piaggio reinició la explotación petrolera y se convirtió en el principal abastecedor del mercado local de kerosene. Fundó una compañía que sería la única empresa nacional que durante muchos años existiría paralelamente con las firmas petroleras extranjeras. Pero todo eso ocurriría mucho tiempo después, cuando Piaggio regresó como propietario único de Zorritos. En esta primera etapa, su firma comercial del Callao, probablemente como abastecedora de víveres y materiales, comenzó a trabajar con el Capitán Henry Smith y su “Compañía Peruana de Refinar Petróleo”. Hacia 1875 o 76, el abastecedor se convirtió en “socio habilitador”. Es de suponer que las dificultades financieras de Smith abrieron el camino al hábil genovés. Piaggo se instaló con su acostumbrada energía en Zorritos, pero los malos tiempos estaban por llegar para todo el Perú. Las frágiles instalaciones de Zorritos, con sus torres de madera, y su vida en carpas con una rústica existencia, cerraron y casi desaparecieron con la misma rapidez con que se habían levantado. Zorritos fue el primer depósito que explotó la industria local. Reabriría su producción en la siguiente década, pero para entonces el centro de gravedad de la industria petrolera se había corrido 100 kilómetros hacia el sur, y a pesar de su importancia, los depósitos de Tumbes, los más septentrionales de la costa, ya no serían los más productivos. Piaggio ingresó al negocio en vísperas de la ruina de la guerra, no llegó a aprovechar el corto auge de los años 60 y 70, pero quedó en mejor posición que otros para reabrir el campo cuando los tiempos cambiaran. De todas maneras, Piaggo tuvo suerte en Zorritos, en cambio, las compañías que se habían instalado en Negritos, conocieron la ruina más completa cuando la marina chilena bombardeo desde el mar las instalaciones cercanas a la orilla. Se trató de uno de los primeros ataques a instalaciones petroleras en tiempos de guerra de que se guarde memoria. 45 Explorando las profundidades del Perú LA GRAN EXPANSIÓN P ara el mundo eran tiempos de recesión económica y penuria, pero para la empresa formada por los hermanos Schlumberger, fueron tiempos pioneros en los que las experiencias acumuladas durante la década anterior comenzaron a dar sus frutos. 1929 fue un año muy importante en el desarrollo de la compañía en el mundo de los negocios. A partir de ese año, los hermanos Schlumberger, Conrad y Marcel, a los que se había sumado Henry Doll – grupo conocido en la industria como “los Profesionales” – afianzaron la técnica de adquisición de registros, mientras su aceptación y difusión corrían parejas alrededor del mundo. Fue en ese año de 1929 que la Unión Sovietica cerró un contrato con la empresa para utilizar sus servicios en los importantes y ya legendarios campos petrolíferos de Baku, así como en la región de Groznyi, en el norte de los Cáucasos. Los trabajos se realizaron y los resultados fueron tan auspiciosos que convencieron a las autoridades soviéticas de firmar numerosos contratos. Un gran número de equipos fue despachado a la Unión Soviética que, desde los Urales hasta Siberia, recibió el aporte de los equipos de prospección para una industria petrolera que estaba en pleno crecimiento. La magnitud de la labor de la 3 Boceto extraído del cuaderno notas de Marcel Schlumberger. compañía puede medirse si se considera que en siete años los equipos enviados realizaron más de siete mil operaciones de adquisición de registros, aplicando sus métodos de prospección de superficie sobre unas veinte mil millas cuadradas de territorio. Esta expansión de la compañía coincidía en el tiempo con la gran depresión de la bolsa de Nueva York, que para 1930 ya se había extendido por todo el mundo. También para la compañía de los hermanos Schlumberger se presentaron inconvenientes, pero pasados los primeros momentos, el grupo continuó mejorando su técnica y está siguió llamando la atención de las compañías petroleras, que pese a la recesión, debían alimentar un mercado que con gran demanda. Poco a poco, la crisis económica fue dejada atrás y el método de adquisión de registros fue introducido en diversos lugares del globo. Al principio fue en los Estados Unidos, Sumatra, Venezuela y Argentina. Luego en Borneo, México y Rumanía. Más tarde en Francia, Inglaterra, Japón, Java, Egipto, Irak, África y las Indias Occidentales. En pocos años, la mayoría de las compañías petroleras comenzaron a solicitar los registros, y el personal enviado a todo el mundo comenzaron a ser conocidos – al parecer los primeros en llamarlos así fueron los trabajadores tejanos – como los schlumbergers. La expansión que experimentó la compañía a lo largo y ancho de los campos 47 La gran expansión 5 Un tractor de Schlumberger sufre una avería en el invierno de la costa del Golfo de México, 1929-1930. petroleros de todo el mundo, durante estos cruciales años treinta, puede comprenderse si se considera que en 1933 la compañía disponía de ocho equipos de prospección, mientras que en 1938 los equipos habían crecido hasta convertirse en 140, la mitad de los cuales trabajaban en los Estados Unidos. Fue durante este fructífero período, en 1931, que se realizó el descubrimiento accidental de un potencial espontáneo (SP, por sus siglas en ingles), que se producía naturalmente por el lodo del pozo en los límites de las rocas permeables. El descubrimiento se materializó tiempo después en una nueva técnica de medición: la grabación simultánea de curvas de potencial espontáneo o natural y curvas de resistividad. La curva de polarización espontánea proporcionaba información Explorando las profundidades del Perú sobre la permeabilidad de los estratos, y la curva de resistividad sobre la cantidad de agua o petróleo que hay en ellos, Se ha dicho que el rápido éxito que tuvo la extracción eléctrica de núcleos se debió a la notable relación complementaria de estas curvas. Por medio de esta técnica, los productores podían diferenciar las capas petrolíferas permeables de las impermeables, que eran no productivas. Annette Gruner Schlumberger ha escrito sobre el momento en que este descubrimiento se produjo: “La aventura más inesperada de todas se produjo de la observación casual de un fenómeno que parecía anormal. Un día cuando mi esposo estaba trabajando en unas mediciones cerca de Seminole, notó un temblor casi imperceptible de la aguja del potenciometro mientras no había corriente alguna circulando entre los electrodos. Cuando un segundo trazado de la curva tomada a la misma profundidad confirmó la observación hizo una anotación en el dorso del registro. “Vibraciones La combinación de curvas de potencial espontáneo con curvas de resistividad, proporcionó una herramienta mucho más poderosa que el registro de resistividad solo, a fin de localizar el petróleo y estimar sus posibilidades de producción. de las agujas. Probable SP). Seis meses después, en París, encontró esta nota por pura casualidad, lo que dio lugar a un curso de pensamiento sumamente fructífero. El día en que se lo comentó a Conrad, este me dijo en confianza que Henry (Doll) acababa de poner el dedo en un descubrimiento que podría ser decisivo para el futuro de la investigación de los Profesionales”. La pista comenzó a ser seguida. Primero en los laboratorios y luego en el campo (en Pechelbronn en 1930-31, Maracaibo, Grozny y Bakú, en 1932). Las pruebas demostraron que el SP (curva de potencial espontáneo que aparece sin estimulación artificial) aclaró un fenómeno de electrofiltración que se debe, como se había supuesto, a la diferencia de presión entre la columna de lodo dentro del pozo y los estratos circundantes, pero también se ocasionaba por los distintos grados de salinidad del lodo y del agua presente en forma capilar en los estratos permeables. El efecto de batería que esto da como resultado, establece corrientes de tipo electroquímico que incluye variaciones de potencial. La combinación de curvas de potencial espontáneo con curvas de resistividad, proporcionó una herramienta mucho más poderosa que el registro de resistividad solo, a fin de localizar el petróleo y estimar sus posibilidades de producción. Este nuevo aporte fue decisivo para que la compañía logre introducir en el mercado unas técnicas radicalmente nuevas en un momento de depresión económica. Esos adelantos en la búsqueda y el estimado de las posibilidades petrolíferas fue de gran valor para el ingreso con éxito en uno de los mercados más importantes del momento, los Estados Unidos. Las formaciones geológicas de California y de la Costa del Golfo eran difíciles de analizar, pero la combinación de la resistividad y el potencial espontáneo, resultaron instrumentos idóneos para localizar arenas petrolíferas, que además eran óptimas para establecer la correlación. Ya para el año de 1933 había 243 trabajos de adquisición de registros realizándose en los Estados Unidos, y la demanda de los servicios de la compañía crecía aceleradamente. En septiembre de 1943, Schlumberger tenía 12 ingenieros, cuarenta empleados y 11 camiones que operaban en los Estados Unidos. Operaciones de tal volumen llevaron a la compañía a crear su primera compañía subsidiaria, localizada en Houston, Texas, en 1934. Se le bautizó como la Schlumberger Well Surveying Corporación, y quedó al mando de Michelle Léonardon, hombre que había estado en la compañía desde los primeros tiempos, y que veía en el enorme potencial de los norteamericanos un prometedor futuro para la nueva subsidiaria. En efecto, el crecimiento de las actividades en los Estados Unidos fue rápido y sólido. Schlumberger supo mantener su liderazgo técnico mientras la industria del petróleo reconocía la enorme utilidad que esta compañía proporcionaba. El reconocimiento académico logó casi de inmediato cuando los hermanos Schlumberger fueron reconocidos con dos importantes premios concedidos por 49 La gran expansión 5 El ingeniero Henri Doll en Oklahoma, 1939. El cable flojo en el sistema era una desventaja para el registro. instituciones norteamericanas. La medalla de oro Lucas del Instituto Americano de Ingenieros de Minas, y el Premio Especial de la Asociación de Geólogos Americanos del Petróleo (AAPG). Era la primera vez que se entregaba la medalla Lucas a un no norteamericano, y la segunda vez que el premio de la AAPG se entregaba. Ambos reconocimientos sirvieron para afianzar el prestigio en este competitivo mercado. Para mediados de la década del treinta, en 1935, se realizaron más de 3,000 operaciones de adquisición de registros en los Estados Unidos. En ese punto, los grandes productores de petróleo de los Estados Unidos tomaron conciencia de la utilidad que les reportaba el contar con los registros adecuados. Los responsables de la industria en la Unión Soviética, se habían demorado menos en darse cuenta de lo que tenían entre manos. Los estadounidenses tardaron unos cinco años más que sus pares rusos, pero una vez que vieron sus alcances los consideraron como indispensables. Para entonces la compañía ya tenía un estilo y unos símbolos distintivos. El camión de adquisición de registros se convirtió en un distintivo de las operaciones de campo Explorando las profundidades del Perú Para entonces la compañía ya tenía un estilo y unos símbolos distintivos. El camión de adquisición de registros se convirtió en un distintivo de las operaciones de campo de Schlumberger, se institucionalizó el color azul como característico de la nueva corporación. de Schlumberger, se institucionalizó el color azul como característico de la nueva corporación. En los años siguientes el crecimiento de los servicios a las distintas compañías petroleras creció considerablemente. Hacia 1938 la compañía contaba con un plantel de cien prospectores y casi trescientos chóferes y mecánicos. Una nota triste ocurrió en esos años de gran crecimiento: la muerte de Conrad Schlumberger en 1936. La muerte de este pionero de la ciencia y la industria ocurrió cuando su compañía crecía aceleradamente aunque todavía esta lejos de ser lo que más tarde representó. En todo caso, su muerte sobrevino cuando el éxito de la firma creada por él y su hermano ya era una realidad irreversible. 5 Un trabajo de adquisición de registro en el campo Rantau, en las Indias Orientales Holandesas, 1930. 5 Invierno en la Unión Soviética, 1929 – 1930. El pickup marca Ford está sostenido a un pozo en la región de Grozny. 51 Explorando las profundidades del Perú AÑOS DE PRUEBA L a Segunda Guerra Mundial estalló en 1939, los primeros tiempos de la gran conflagración fueron de un ímpetu indetenible para las armas alemanas. El ejercito francés pronto fue puesto fuera de combate y el 14 de junio de 1940, los soldados alemanes hicieron su ingreso a París. La ocupación había comenzado. Para la compañía Schlumberger estos acontecimientos afectarían su normal desenvolvimiento. Muy poco antes de que el ejército alemán invadiera territorio francés, la compañía interrumpió sus actividades. Sin embargo, antes de que el avance alemán lo haga impracticable, los archivos técnicos de la oficina central en París, lograron ser evacuados a la sede de la compañía en Houston, Texas, que durante los siguientes cuatro años se convertiría en el cuartel general de la compañía. Ya instalados en los Estados Unidos, el desarrollo de nuevas herramientas y técnicas de adquisición de registros eléctricos prosiguió durante toda la década. La investigación de esos años condujo a importantes descubrimientos tecnológicos. Un factor que influyó poderosamente fue el desarrollo de la electrónica, que posibilitó el lanzamiento de una nueva herramienta llamada la sonda de inducción. Mediante la creación 3 Gillingham y Claudet en un trabajo de registro en un campo petrolífero cerca de Houston, 1934. de un fuerte campo electromagnético, esta nueva herramienta medía la resistividad de la tierra a cierta distancia del pozo; la sonda de inducción no era afectada por el lodo utilizado para perforar el pozo. La primera experiencia hecha con la sonda de inducción se registró en Texas, en mayo de 1946. Sin embargo, no causó mayor impresión, aunque representaría a la larga un paso decisivo en futuros avances. Fue el primero de un nuevo tipo de registros que se convertirían en la referencia más confiable para aquellos que tienen que tomar las decisiones en la industria petrolera. La época de guerra que se vivía marcaría también las actividades de la compañía, que haría importantes contribuciones en el campo de la electrónica a la industria militar de los Estados Unidos. Con la experiencia acumulada en el diseño y la construcción de herramientas electrónicas, capaces de tolerar ambientes muy difíciles y condiciones de operación severas, como las que se encuentran normalmente en los pozos petroleros, era natural que el aporte de Schlumberger se hiciera sentir en la industria electrónica. Así se creó la Electro Mechanical Research, fundada durante la guerra mundial para realizar investigaciones clasificadas para los servicios armados norteamericanos. A partir de esta compañía, Schlumberger expandiría sus operaciones abarcando varios campos bajo la designación de “Medición, 53 Años de prueba 5 Deschâtre y Legrand adquirieron registros en California, en 1932. El registro simultáneo de las curvas de potencial espontáneo inclinómetro de resistividad en 1947, y el inclinómetro de resistividad continúa en 1952 y resistividad permitió resolver numerosos problemas complejos para las compañías petroleras que operaban en California y la costa estadounidense del Golfo de México. Control y Componentes”. Estos servicios pronto llegaron a representar un segmento importante en las actividades de la compañía. Otro aporte importante en esos años de guerra, lo haría Henry Doll que inventó un detector de minas que llegaría a salvar muchas vidas en las fuerzas de los aliados. El invento de Doll le valió un certificado de agradecimiento por parte del Departamento de Guerra de los Estados Unidos. Mientras tanto en París, Marcel Schlumberger había continuado sus trabajos auxiliado por un importante grupo de colaboradores. La combinación de su talento práctico con los avances de la electrónica que se desarrollaban en los Estados Unidos, produjo el diseño de nuevas herramientas que sirvieron para ampliar el campo de la toma de registros eléctricos. Desde 1940, Marcel comenzó a correr levantamientos direccionales controlados desde la superficie para medir la inclinación del pozo. En 1941 la compañía lanzó el medidor de echados (inclinómetro) de potencial espontáneo, que permitió mejorar considerablemente la resolución vertical de los registros. La técnica siguió perfeccionándose con el Explorando las profundidades del Perú Otro aspecto que experimentó cambios en esos años, fue el clásico camioncito azul que era característica de Schlumberger. El color continuó sin variaciones, pero el interior del camión de adquisición de registros eléctricos experimentó grandes modificaciones. Se le equipó con un malacate y un cable eléctrico que le permitían la posibilidad de cumplir una amplia gama de servicios en pozos de mayor profundidad. Contaba además con dispositivos especiales que complementaban las tradicionales herramientas de adquisición de registros eléctricos, efectuando la medición de nuevos parámetros que eran de gran utilidad para la economía de recursos de la exploración, mediciones como diámetros, temperatura e inclinaciones de los pozos. Gracias a estos adelantos, lo que hoy se conoce en la industria petrolera como “servicio al pozo” dio otro paso adelante. Este servicio no fue un área que se desarrolló Al clásico camioncito azul se le equipó con un malacate y un cable eléctrico que le permitían la posibilidad de cumplir una amplia gama de servicios en pozos de mayor profundidad. 5 Medida simultánea de la resistencia y la potencia requerida en dos máquinas de registro en Gura Ocnitei, Rumania, a inicios de la década del 30. de un momento a otro, sino que fue evolucionando paulatinamente a través del tiempo hasta convertirse en el complejo tecnológico, segmento que representa en la actualidad. Otro aspecto que se renovó considerablemente, particularmente en los años inmediatos de la post guerra fue la organización de la misma compañía. Las operaciones en el campo se dividieron entre cuatro compañías independientes, cada una a cargo de un área geográfica independiente, lo que daba cuenta de la magnitud global que habían tomado los trabajos de Schlumberger. Las cuatro áreas fueron: Europa y África; medio y lejano Oriente; América Latina; Estados Unidos y Canadá. Esta organización por zonas geográficas de trabajo, fue complementada por otra reorganización por áreas, la investigación se desvinculó de las actividades de desarrollo. En 1946, el Centro de Investigación Electro Mecánica (EMR, por sus siglas en ingles) se trasladó de Houston a Main Street en Ridgefield, Connecticut. Y en 1948, en Old Dump Road, Ridgefield, se creó un centro de investigaciones provisto con los más modernos laboratorios. Sería desde este centro que Henry Doll dirigiría las investigaciones de la compañía que en las décadas siguientes tendrían gran impacto sobre la industria del petróleo. 55 Explorando las profundidades del Perú EL LÍQUIDO NORTE L a International Petroleum Company Ltd., era una descendiente directa de la “Standard Oil”, el consorcio desmantelado en 1911 por las leyes contra el monopolio en los Estados Unidos. Como subsidiaria inscrita en Toronto, pasaba por ser una parte menor del poderoso conglomerado, pero su peso resultaba demasiado grande en un país como el Perú de 1913. Su origen se remonta a esa subdivisión de bienes que precipitó la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos. Una importante refinería en Vancouver quedó desvinculada de su fuente de abastecimiento, los campos de California, que pasaron a manos de otra entidad. En 1912, la Standard Oil de Nueva Jersey, heredera de las instalaciones de Vancouver, buscaba restablecer cuanto antes un flujo constante y propio de petróleo hacia su refinería en la costa occidental del Canadá. El candidato más adecuado y practicable para convertirse en el nuevo proveedor de crudo, era el único yacimiento conocido y explotado a este lado del océano antes que se descubra petróleo en California en 1899. 7000 kilómetros al sur, bajando por la costa del Pacífico, estaban los campos de Negritos y aledaños, en el Perú. De allí saldría el petróleo para la refinería en Canadá. La compañía, sin embargo, no apareció como tal hasta la década de 1920. Los nuevos capitales comenzaron por tomar el control de la London & Pacific. La intervención de los capitales norteamericanos significó un aumento en la escala de producción, y la introducción de modernas tecnologías; sin embargo, no alteró, más bien acentuó unas tendencias que ya estaban en proceso. Salvo algunos campos secundarios, la compañía no descubrió nuevos yacimientos, ni dio un giro dramático a una historia que había comenzado cuarenta años antes de su llegada al Perú. Se limitó a desarrollar, con comprobada eficacia, un escenario que en buena cuenta se había planteado desde mucho tiempo atrás. 3 En el puerto de Pimentel, un obrero de la International Se trataba pues de un petróleo de alta calidad al que se sumaban algunas consideraciones geográficas y geológicas que hacían aun más propicia su explotación Petroleum Company limpia de arena la boca de una tubería submarina para la descarga de combustible, 1961. El petróleo peruano estaba considerado como de calidad superior a los demás petróleos que se podían obtener en el continente. Se trataba de un producto rico en sustancias volátiles o esencias livianas, ideal para combustibles, aunque problemático para aceites lubricantes, que el Perú siempre tuvo que importar. No obstante, la ausencia de parafina en el crudo peruano, lo hacía apto para producir lubricantes más adecuados a los climas fríos, como los que existían en los mercados que abastecía la refinería de Canadá. 57 El líquido norte 5 Vista panorámica de los campos de Brea y Pariñas, en la década del 50 (Fotografía cortesía de PetroPerú). en escala industrial. La más importante era la localización de los yacimientos, situados en la costa, cerca del mar, lo cual facilitaba la exportación por vía marítima. Del pozo productor, a los tanques de almacenamiento, y de allí a los buques petroleros, había distancias cortas, cubiertas por oleoductos. Otra ventaja geográfica de los yacimientos de la costa septentrional del Perú, era su ubicación central en el continente; ubicados a no demasiada distancia de la línea ecuatorial, se presentaban como idealmente situados para abastecer los mercados de consumo del sur y del norte. Finalmente, se trataba de yacimientos irregulares y complejos geológicamente, pero poco profundos y de fácil acceso. La barrena del explorador se topaba con cantidades industrialmente aprovechables de petróleo a una profundidad promedio de 45 pies, en terrenos de fácil y económica perforación. Las ventajas del yacimiento eran indudables. Cuando la compañía norteamericana tomó control de la London & Pacific, la producción estaba en plena alza, pero eso ocurría en vísperas de la primera guerra mundial. En los cinco años siguientes el problema del transporte fue una limitación seria, pero la falta de barcos coincidió con algunos de los momentos más álgidos del conflicto interno que la compañía sostenía con el Estado. La gran expansión comenzó en 1922, año en que el conflicto arribó a una primera, aparente, definición. En pocos Explorando las profundidades del Perú años el petróleo ocupó una parte importante en el ramo tradicional de materias primas del país. Otro fue el panorama durante la depresión de los años treinta, cuando la producción se estancó momentáneamente, aunque rápidamente dio muestras de crecer no obstante el ambiente poco propicio en el mundo. La demanda mundial descendió por causa del menor consumo, mientras que el descubrimiento de grandes yacimientos en Texas y en la Unión Soviética, empujaba los precios hacia abajo. Para el Perú fue una situación paradójica, la producción crecía mientras los precios se deterioraban. Hacia mediados de los años treinta se producía cincuenta por ciento más de petróleo que en la década anterior; en 1936 los campos peruanos alcanzaron su record histórico, algo más de 15 millones de barriles. Una marca que durante muchos años no tendría equivalente. El fenómeno de gran producción y precios bajos tenía una explicación. Por un lado, los distintos gobiernos, urgidos por demandas fiscales, presionaron a la International para que aumente su producción. La compañía, por su lado, aceptó de buena gana esa presión, considerando que, según el acuerdo de 1922, hasta 1942 iba a disfrutar de un régimen tributario preferencial que no estaba dispuesta a desperdiciar. Durante veinte años o más, la IPC redujo significativamente los esfuerzos de exploración, mientras se limitaba a trabajar intensivamente su propiedad de Brea y Pariñas. La situación, sin embargo, era insostenible a largo plazo y En principio Talara y los campos petroleros que confluían hacia ese destino, reunían todas las condiciones de los llamados enclaves extranjeros: una porción del territorio en el que la presencia del Estado no existía o era muy débil. hacia 1938 la línea de producción inició su declive. La perforación de más pozos logró a duras penas sostener la producción en los años cuarenta; la segunda guerra mundial estimuló la actividad, no obstante repetirse el problema del transporte marítimo. En esos años la demanda interna era relativamente pequeña. La producción nacional abastecía sobradamente el mercado interno, era parcialmente desviada hacia las refinerías que la compañía tenía en Canadá y los Estados Unidos, y finalmente alcanzaba para cubrir una parte de las necesidades de la región. Hacia 1931 el Perú consumía el 19 por ciento de su producción; la parte más importante, el 29 por ciento, partía hacia la refinería de Vancouver, mientras que el 11 por ciento del crudo iba a los Estados Unidos. En la región, el comprador más importante era la Argentina que adquiría el 20 por ciento entre petróleo crudo y productos refinados; a Chile se exportaba un 11 por ciento en refinados; el resto, es decir el 21 por ciento, era exportado a Bolivia, Ecuador, Centro América, Colombia, Noruega y Brasil. Se estimaba que la compañía abastecía las necesidades de petróleo de la costa occidental de Sudamérica, con un tercio de la producción nacional. Para ello había construido instalaciones y estaciones de almacenamiento en los puertos de Balboa, Paita, Callao, Pisagua, Iquique, Tocopilla, Antofagasta, Taltal y Valparaíso. El puerto de Talara era el centro de esa gran área de influencia. Al principio era apenas una caleta de embarque y desembarque, eso cambió y entró en un proceso de rápido crecimiento desde que una refinería comenzó a construirse en 1915. En principio Talara y los campos petroleros que confluían hacia ese destino, reunían todas las condiciones de los llamados enclaves extranjeros: una porción del territorio en el que la presencia del Estado no existía o era muy débil. Enclavada en una región desértica, con muy poca población y aislada del resto del territorio por la ausencia casi total de caminos, al menos hasta la década de 1940, cuando se construye la carretera Panamericana, la región petrolífera peruana parecía existir con una vida propia, independiente a la del resto del país. La industria del petróleo parecía un factor poco significativo en la economía y en la vida nacional. Salvo por las regalías que el Estado cobraba por la exportación de petróleo, y por los sueldos y jornales que se pagaban en la región y quedaban mayormente en ella, los efectos de la industria no eran demasiado visibles para el resto del país. A pesar de ocupar un buen tercio de las exportaciones del país, el petróleo no podía competir en lo que los economistas llaman encadenamiento hacia atrás, con la agricultura de exportación de la costa, e incluso con la minería, que creaba frecuentemente enclaves autosuficientes, aunque estos quedaban por lo general en el interior del país, en las zonas más altas y despobladas, que requerían la previa construcción de caminos y de fuentes de energía para hacer posible la producción. Talara y los campos aledaños podían prescindir de esas condiciones, el único camino que necesitaban era el mar y la energía la sacaban del mismo subsuelo. Talara era como una isla dentro del país. 59 El líquido norte El censo nacional de 1940 registró 7,711 trabajadores petroleros, estimando en algo más de 40 mil las personas que dependían económicamente de la industria. A largo plazo, sin embargo, el conjunto del país sentiría el impacto de la actividad petrolera, y la región productora pasaría por una serie de intensos cambios que la transformarían para siempre. La creación de una industria moderna donde antes solo había un desierto, implantó nuevos y desconocidos patrones de eficiencia, productividad y consumo, que actuó de diversas maneras sobre una población al principio dispersa y poco preparada. Paulatinamente se fue formando la base de un proletariado petrolero que andando el tiempo dejaría su impronta sobre la vida nacional. No fue una historia plácida ni exenta de estallidos violentos. La primera señal de que algo había cambiado dramáticamente en la costa noroeste del país, ocurrió en 1917, cuando Talara, Negritos y Lobitos, fueron agitados por una huelga en la que los trabajadores reclamaban el aumento de sus salarios en un treinta por ciento. La demanda desembocó en un episodio sangriento en el que murieron 11 obreros y otros 15 quedaron gravemente heridos. Con períodos de calma y de tensión, la región siguió su marcha mientras la actividad política y sindical se desarrollaba con una intensidad mayor a la del resto del país. que dependían económicamente de la industria. El petróleo empleaba más gente que la minería del oro, la plata y el cobre. Hasta 1935, la dirección de la industria estaba a cargo de un núcleo de 250 empleados extranjeros, la mayoría de ellos canadienses, ingleses y norteamericanos. Solo cuatro ingenieros peruanos trabajaban para la IPC, cifra explicable si se considera que recién en 1946 la Escuela Nacional de Ingeniería abrió un Departamento de Petróleo, que más tarde se convertiría en la Facultad de Petróleo. Hacia la década de 1940, Talara ya era una comunidad que bordeaba los 25 mil habitantes y estaba en vísperas de dejar de ser el pueblo de casas de madera, los famosos “canchones”, que se habían comenzado a construir allí desde 1849, año al que se remonta la primera ocupación moderna de la bahía. En 1945 la sindicalización de los obreros fue legalmente reconocida, y poco después, en 1947, la compañía inició los planes para la construcción de una nueva Talara que puede considerarse la primera ciudad planificada del Perú. En pocos años se construyeron escuelas, hospitales, iglesias, un estadio, 4 En la campiña piurana, padre, hijo, nieto y bisnieto, cuatro gen- El censo nacional de 1940 registró 7,711 trabajadores petroleros, estimando en algo más de 40 mil las personas Explorando las profundidades del Perú eraciones de la familia Valiente, vinculada a la industria peruana del petróleo desde 1904. Fotografía de los años 60. 61 El líquido norte 5 Uno de las primeras estaciones de venta de combustible. una mercantil, casino para obreros y empleados, y oficinas de gobierno, todo lo cual cambió la fisonomía del antiguo campamento petrolero. Tradicionalmente el abastecimiento de alimentos llegaba de Sullana y de los ricos valles de Piura, mientras que las frutas eran traídas desde Tumbes. El problema crítico de la región, sin embargo, era la falta de agua; esta tuvo que ser traída desde el río Chira, a 35 kilómetros de distancia. El puerto creció como una ciudad peculiar en el contexto de la costa norte peruana. El nivel de vida de su población era significativamente más elevado que el promedio nacional; el índice de mortalidad infantil, por ejemplo, era el más bajo del Perú. La densidad de sus barrios, el diseño de sus calles y hasta el estilo de vida que allí se llevaba, recordaban más a un suburbio norteamericano que a una caleta norteña. La presencia extranjera, sin embargo, comenzaba a ceder lugar a un mayor número de nacionales. En 1947 eran 99 peruanos los que trabajaban en el cuerpo técnico y burocrático de la compañía, junto Explorando las profundidades del Perú a 272 extranjeros; en 1964 la proporción se había invertido y ya eran 251 peruanos entre técnicos y administrativos, frente a 56 extranjeros. La nacionalización, no legal sino real, había comenzado hacía mucho tiempo. Al ser la productora del ochenta por ciento de la producción de petróleo en el Perú, la trayectoria de “la Petroleum”, como se le decía en los años treinta, se confunde con la historia de esa industria en el país. Desde su arribo la producción creció consistentemente, sin grandes saltos pero con segura regularidad; salvo en 1931 y 1932, en que los precios y la demanda mundial se derrumbaron, y entre 1939 y 1942, en que los campos del norte comenzaron a dar muestras de agotamiento, casi no hubo año en que la estadística petrolera no indicara un crecimiento moderado pero sostenido. No obstante este incremento, la delantera en producción de petróleo en América Latina, que el Perú había detentado desde el temprano año de 1863, fue desplazándose hacia otros países donde se descubrieron grandes reservas. Hasta 1924 el Perú fue 5 Instalaciones de refinamiento en Talara en los años 40. el primer productor de petróleo en América del sur, a partir de ese año el lugar fue ocupado por Venezuela que comenzó a desarrollar sus yacimientos a gran escala. En 1927 la producción peruana fue alcanzada y superada por la de Colombia. Al comenzar la década de los treinta, aun ocupábamos el noveno lugar en el mundo entre las naciones productoras, pero ya en 1931, la Argentina ocupó ese puesto, desplazando al Perú al décimo lugar en el mundo y el tercero en América de sur. En los años y décadas siguientes, la declinación de la producción nacional, sino en cifras netas, se hizo más visible en relación a su antigua importancia como país exportador. Un ciclo había terminado, pero otro estaba por comenzar. la delantera en producción de petróleo en América Latina, que el Perú había detentado desde el temprano año de 1863, fue desplazándose hacia otros países donde se descubrieron grandes reservas. 63 Explorando las profundidades del Perú UNA COMPAÑÍA PARA EL MUNDO L a Segunda Guerra Mundial cambió el mundo de varias maneras. El crecimiento del consumo de hidrocarburos durante su desarrollo, y el incremento todavía mayor que siguió en la post guerra, obligaron a las compañías petroleras a extremar su búsqueda por todos los rincones del globo. Schlumberger promovió y acompañó este desarrollo expandiendo sus servicios, introduciendo nuevas tecnologías y convirtiéndose en una empresa de escala planetaria. Hacia mediados de la década del cincuenta, los equipos de la empresa habían crecido y se habían renovado considerablemente. En los primeros tiempos, el personal de Schlumberger había sido exclusivamente francés, como lo eran los fundadores, pero para mediados de siglo, los ingenieros que laboraban en la empresa podían ser contratados en cualquier lugar del mundo, desde México a la Argentina, o desde los Estados Unidos a Australia. Una cultura internacional se propagó por toda la compañía. Los chóferes de los clásicos camiones azules podían venir de medio Oriente o de Canadá. En todas partes del mundo, desde las arenas calcinantes de Libia, hasta los bosques helados de Tierra del fuego, el globo entero se convirtió en el escenario de los equipos de trabajo de la empresa en 3 Vista de torres de perforación en la costa peruana la búsqueda siempre creciente de petróleo. Trabajar en Schlumberger significaba contar con el apoyo de una organización internacional que permitía al trabajador ser transferido por todo el mundo para atender las necesidades de la industria petrolera. Fueron también años de importantes reconocimientos. En 1951 Henry Doll fue premiado con la medalla de la Legión de Honor del gobierno francés. Las razones de ese premio eran las múltiples invenciones que Doll había hecho en favor de la industria y el prestigio que la compañía había alcanzado en todo el mundo. Como correlato de esa expansión, en 1953 se inauguraron en Houston, Texas, las oficinas centrales de la rama norteamericana, dirigida por Pierre Schlumberger, hijo de Marcel. La inauguración de las nuevas oficinas se hizo con gran despliegue y unos ocho mil invitados de todo el mundo pudieron ver de cerca las nuevas oficinas, los laboratorios y los talleres que se extendían por un área de 1,000,000 pies cuadrados. Ese mismo año de 1953 ocurrió la inesperada muerte del último de los fundadores, Marcel Schlumberger. Había dedicado toda su vida al éxito y al crecimiento de la empresa. A diferencia de su hermano Conrad, él si llegó a ver el crecimiento de la compañía a una escala verdaderamente global. En algo más de treinta años, la pequeña empresa que él y su hermano habían creado 65 Una compañía para el mundo 5 Interior de un camión de adquisición de registros con un grabador de cinta magnética. Izquierda: La red de resistores construida en SDR en 1952. Se trata de un importante complemento de la teoría en los días previos a las computadoras digitales. Cuando los métodos numéricos la convirtieron en obsoleto, fue llevada al museo de la compañía Schlumberger en Crèvecoeur-en-Auge, Francia. con ayuda de su padre en 1919, había alcanzado unas dimensiones que los fundadores difícilmente habrían imaginado en los primeros e inciertos tiempos. Un año antes del sensible deceso, Schlumberger había efectuado el primero de una serie de movimientos estratégicos con el fin de proporcionar a sus clientes en todo el mundo una gama de servicios lo más amplia posible. De esa manera, la compañía ingresó a la actividad de perforación con la adquisición de la mitad de las acciones de la compañía de perforaciones Forex. Por ese entonces la actividad petrolera dentro de los Estados Unidos y América del Norte en general, se halaba en una fase de gran expansión. Hacia 1955, en los laboratorios de Schlumberger en los Estados Unidos trabajaban unos 220 ingenieros y físicos. Paralelamente otros 350 especialistas trabajaban en la fabricación del instrumental para cientos de equipos de exploradores que recorrían el continente desde México hasta Alaska. Otro centenar de equipos trabajaban a lo largo de América Latina, medio y lejano Oriente, Europa y África. En 1956, Schlumberger amplio sus servicios de evaluación de formaciones para incluir las pruebas de evaluación de producción a agujero descubierto. Esto lo hizo mediante la adquisición de Johnston Testers, que había creado una tecnología ad hoc. Ese mismo año, en Curazao, Antillas Holandesas, se creó la Schlumberger Limited, como compañía propietaria de todos los segmentos de negocios de Schlumberger. Al cumplirse los 38 años de su fundación, en 1957, la compañía fue reorganizada para adaptarse a la escala de una compañía que funcionaba en todo el mundo. Las cuatro subsidiarias se unieron bajo la dirección de una sociedad Explorando las profundidades del Perú de control, la Schlumberger Limited, que tiempo después comenzó a cotizar sus acciones en la Bolsa de Valores de Nueva York. Esta reorganización, marcó el comienzo de las actividades diversificadas en los campos de la electrónica, las mediciones y los equipos de medición. Uno de los aportes tecnológicos más significativos de esa década fueron las sondas de Doll, llamadas así por su inventor Henry Doll. La exploración de nuevos yacimientos petrolíferos en los Estados Unidos y en el mundo, fue un factor que incentivó el desarrollo tecnológico aplicado. Doll, uno de los pioneros de estas nuevas tecnologías, ideó desde su centro de investigación en Ridgefield, Connecticut, un invento que revolucionaría por completo la técnica de adquisición de registros de resistividad básica. El desarrollo de Doll consistía en dos nuevos tipos de sondas electrónicas sofisticadas que lograron transformar la evaluación de formaciones a principios de la década del cincuenta. Uno de los tipos incluía el microperfil y el microlateroperfil, que permitía obtener mediciones de alta resolución en la zona cercana a la pared del pozo y en capas muy delgadas. El segundo tipo era el registro de inducción que efectuaba mediciones a mayor distancia del pozo en áreas de la formación no afectadas por la presencia del pozo. Estas sondas electrónicas aportaban información certera, susceptible de ser procesadas por computadoras, para proporcionar una interpretación cuantitativa de la producción potencial de petróleo de la roca yacimiento. Estas herramientas de muestreo electrónico sirvieron como base para la construcción de otras versiones más avanzadas, que proporcionaron registros de gran utilidad para el manejo técnico y económico de los campos petroleros. 67 Explorando las profundidades del Perú LA BÚSQUEDA INCESANTE D esde los orígenes de la industria, muchos pozos han sido perforados en todas las regiones del Perú. El primero, el “Pozo N° 4”, que fue también el primer hallazgo, inició la larga historia de la exploración petrolera en el Perú, que comenzó muy tempranamente con éxito, aunque luego, salvo descubrimientos parciales, no dio los resultados esperados. El hecho es que, casi la totalidad de los yacimientos que se explotaron en los primeros setenta años del siglo XX, ya eran conocidos treinta años antes de que comience el siglo. Históricamente ese resultado se debe, desde luego, a la ausencia de hallazgos significativos en las diversas campañas de exploración, pero junto a los resultados de campo, han existido otras causas que desanimaron o retrasaron la búsqueda de nuevas fuentes de petróleo. La poca claridad de parte de las autoridades, el embrollo político y legal que durante mucho tiempo afectó la actividad, y la falta de un consenso nacional sobre la necesidad de impulsar nuevas exploraciones, fueron factores que también hicieron su parte en este resultado. El siglo XX comenzó con un embargo que detuvo la búsqueda de nuevos depósitos, cuando la autoridad del 3 Trabajadores de la industria petrolera en las instalaciones de La Pampilla, década de los 80. (Cortesía PetroPerú) Ministerio de Fomento, prohibió en 1910 la declaración de nuevos denuncios y adjudicación de concesiones en Tumbes y Paita, las dos zonas más promisorias y mejor conocidas hasta ese momento. La argumentación que explicaba esa política restrictiva podía ser entendible en el corto plazo; en efecto, el desorden administrativo en el que se desarrollaba la política de concesiones, obligaba a una intervención decidida de parte del Estado. Linderos poco claros y denuncios que se sobreponían unos a otros, hacían impracticable un registro ordenado de la actividad. Sin embargo, en lugar de proceder a sanear la situación y levantar la prohibición en el más breve plazo, la autoridad amplió las áreas de restricción en 1912 y la generalizó a todo el territorio nacional en 1913. El conflicto de La Brea y Pariñas ya tenía una primera víctima del fuego cruzado entre las partes: la exploración por parte de terceros de nuevas áreas que podían haber concluido en nuevos denuncios. El Estado descubría tardíamente la magnitud del negocio petrolero y su incapacidad para regularlo y aprovecharlo nacionalmente. La reacción casi instintiva fue una prohibición que, amparada inicialmente en justificadas razones administrativas, se extendió durante más de diez años por razones políticas que retrasaron el desarrollo de la industria. Ocurrió, sin embargo, una experiencia interesante que ponía el énfasis en una región totalmente diferente a las 69 La búsqueda incesante Las afloraciones petrolíferas de Pirín, en la provincia de Huancané, departamento de Puno, eran conocidas desde los tiempos coloniales; de allí se extraía la brea que los artesanos de Caravelí utilizaban en la confección de odres para vinos y aguardientes. 4 Registro eléctrico del Pozo 2642, tomado el 12 de Octubre de 1938. Hasta el momento es el registro más antiguo de los trabajos de Schlumberger en el Perú. (Cortesía PerúPetro) ya conocidas: la exploración del yacimiento de Pirín, en la cuenca del lago Titicaca, a casi cuatro mil metros sobre el nivel del mar. Las afloraciones petrolíferas de Pirín, en la provincia de Huancané, departamento de Puno, eran conocidas desde los tiempos coloniales; de allí se extraía la brea que los artesanos de Caravelí utilizaban en la confección de odres para vinos y aguardientes. De ese modo, la zona fue considerada como muy prometedora. Ya en 1875 se habían realizado trabajos, convirtiéndose en la región con más posibilidades después de la zona de Talara. Pirín suscitó un nuevo interés en el siglo XX, considerando las facilidades de transporte que se habían establecido y su ubicación con respecto a importantes mercados de consumo. El centro del posible yacimiento quedaba a unos 23 kilómetros de la estación ferrocarrilera de Juliaca, y a menos de 50 kilómetros de Puno, puerto lacustre sobre el Titi Caca. El petróleo que saliera de Pirín podía abastecer al sur peruano, en primera instancia al triángulo ferroviario Explorando las profundidades del Perú La búsqueda incesante Las afloraciones petrolíferas de Pirín, en la provincia de Huancané, departamento de Puno, eran conocidas desde los tiempos coloniales; de allí se extraía la brea que los artesanos de Caravelí utilizaban en la confección de odres para vinos y aguardientes. 5 Detalle de llaves de control en tuberías, Talara, década del 50 4 Registro eléctrico del Pozo 2642, tomado el 12 de Octubre de 1938. Hasta el momento es el registro más antiguo de los trabajos de Schlumberger en el Perú. (Cortesía PerúPetro) ya conocidas: la exploración del yacimiento de Pirín, en la cuenca del lago Titicaca, a casi cuatro mil metros sobre el nivel del mar. Las afloraciones petrolíferas de Pirín, en la provincia de Huancané, departamento de Puno, eran conocidas desde los tiempos coloniales; de allí se extraía la brea que los artesanos de Caravelí utilizaban en la confección de odres para vinos y aguardientes. De ese modo, la zona fue considerada como muy prometedora. Ya en 1875 se habían realizado trabajos, convirtiéndose en la región con más posibilidades después de la zona de Talara. Pirín suscitó un nuevo interés en el siglo XX, considerando las facilidades de transporte que se habían establecido y su ubicación con respecto a importantes mercados de consumo. El centro del posible yacimiento quedaba a unos 23 kilómetros de la estación ferrocarrilera de Juliaca, y a menos de 50 kilómetros de Puno, puerto lacustre sobre el Titi Caca. El petróleo que saliera de Pirín podía abastecer al sur peruano, en primera instancia al triángulo ferroviario Explorando las profundidades del Perú 71 La búsqueda incesante 5 Cuadrilla de trabajadores en el desierto de Sechura, 1956. que se formaría entre Mollendo, Puno y Cuzco. Pero las perspectivas iban más lejos, ya que el Titi Caca abría la puerta hacia Bolivia y su activa industria minera, así como a la zona salitrera septentrional de Chile, que importaba la totalidad de su consumo de combustible por los puertos del Pacífico. La actividad en la zona de Pirín comenzó en 1906, con la “Titi Caca Oil Company”, que realizó diez perforaciones poco profundas en los siguientes dos años. De los diez pozos perforados, tres resultaron totalmente estériles, mientras que los siete restantes arrojaron resultados diversos, hasta de 40 barriles diarios. Pronto, sin embargo, los exploradores tuvieron que confrontar su principal problema, la presencia de fuertes corrientes de agua en el subsuelo que desmantelaba los pozos y emulsionaba el petróleo. Así era imposible continuar adelante. Explorando las profundidades del Perú El proyecto fue abandonado durante diez años, hasta que en 1917 se estableció en el puerto de Iquique una pequeña compañía, formada por capitales chilenos, la “Sociedad de Petróleos España”, que por la suma de 30 mil libras adquirió los derechos sobre la concesión, instalaciones, maquinaria y trabajos ejecutados por la primera compañía. La “Sociedad de Petróleos España” logró obtener un permiso especial para proseguir los trabajos, completando la perforación de cinco nuevos pozos; nuevamente la presencia de fuertes corrientes de agua, que llegaba a elevarse hasta cinco metros sobre la boca del pozo, impidió proseguir con los trabajos. Este fue el yacimiento más estudiado de la región, pero existían otras áreas en la misma cuenca que también llamaron la atención de los buscadores de petróleo; tal fue el caso de Corapata a 10 kilómetros al sur de Pirín, y de Samán, a orillas del río Ramis, donde la “Peruvian Corporation”, administradora del ferrocarril, inició trabajos de exploración en 1921. Finalmente la búsqueda en la provincia de Huancané resultó infructuosa y los 5 Vista de las instalaciones de Talara a mediados del siglo XX. campos del departamento de Puno regresaron a manos del Estado en 1924. Pirín fue la excepción en una década en la que el otorgamiento de nuevos denuncios había quedado prohibida. La primera etapa de exploración intensa en el siglo XX, ocurrió cuando la ley del petróleo de 1922 volvió a abrir el territorio a nuevas iniciativas. La ley de ese año fijó en diez por ciento las regalías sobre el crudo extraído y estableció nuevos montos a los impuestos sobre la superficie, elevando las tasas para aquellos denuncios que permanecían sin trabajar. Sin embargo, la disposición de la nueva ley que tuvo efectos más tangibles, fue la suspensión de la moratoria sobre nuevos denuncios que había estado vigente durante más de una década. Poco a poco se verificó una ola de denuncios que tuvo como consecuencia una intensificación de los trabajos de exploración. Las expectativas se dispersaron por casi la totalidad del territorio nacional, por primera vez los buscadores de petróleo fijaron su mirada en el vasto e inexplorado oriente, pero las mayores demandas se ubicaron en la costa norte, que era hasta ese momento la única región productiva. Por primera vez el nombre de Sechura se mencionó como una inminente promesa de grandes hallazgos. El dilatado desierto de Sechura parecía el lugar más indicado para iniciar la búsqueda de nuevos depósitos. La información geológica disponible y la cercanía con los yacimientos ya descubiertos, hacían de Sechura el centro de nuevas exploraciones. El interés que despertó la región puede seguirse en el número de denuncios solicitados en el norte del país; los registros indican que los 43,051 denuncios que existían en 1922, se convirtieron en 206,824 en el plazo de dos años. Por primera vez en lo que iba del siglo, el desierto fue escenario de intensas campañas de exploración. La iniciativa la tuvieron las compañías ya establecidas, fundamentalmente la IPC y la “Lobitos Oilfields”, que en la 73 La búsqueda incesante Hacia 1938 se encontró petróleo por primera vez en la selva, con lo que se abrió un nuevo horizonte que, no obstante, apenas fue aprovechado en los años siguientes. década anterior, a pesar de la moratoria, habían explorado el desierto tratando de consolidar su control sobre las áreas más prometedoras; del total de nuevos denuncios, casi la tercera parte provenían de la IPC. Pero la inmensidad del territorio en cuestión, y las altas expectativas que se habían cifrado en Sechura, atrajeron a otras compañías internacionales, que desde el fin de la guerra mundial habían enviado emisarios al Perú mostrando su interés ante una eventual apertura. La más importante de las nuevas empresas que ingresaron al país fue la Shell, que por intermedio de una compañía subsidiaria inició la búsqueda de nuevos depósitos en 1924. El auge de nuevos denuncios alcanzó también a algunos grupos nacionales; Carlos Cillóniz, agricultor algodonero del sur, llegó a perforar tres pozos en su concesión, aunque ninguno tuvo éxito; otro grupo, encabezado por Carlos Ortiz de Zevallos, se asoció con la firma alemana Stinnes para llevar a cabo trabajos de exploración; otros capitalistas nacionales concedieron participación a la Shell sobre los denuncios que habían hecho. A lo largo de la década del veinte, el desierto de Sechura fue intensamente explorado; el mayor despliegue corrió a cargo de la IPC que llegó a perforar 22 pozos exploratorios, otro tanto hizo la empresa Lobitos. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos sostenidos a lo largo de los años, la exploración en el desierto resultó estéril. Pero la historia petrolera de Sechura, que casi monopoliza el interés de los exploradores en los primeros cincuenta Explorando las profundidades del Perú años del siglo, apenas estaba comenzando. La búsqueda de nuevas fuentes prácticamente se detuvo durante las décadas del treinta y del cuarenta. Hacia 1938 se encontró petróleo por primera vez en la selva, con lo que se abrió un nuevo horizonte que, no obstante, apenas fue aprovechado en los años siguientes; en el resto del territorio, los denuncios otorgados bajo el marco de la ley de 1922, fueron abandonados voluntariamente y regresaron paulatinamente a manos del Estado; con ellas comenzó a formarse lo que se llamó las “reservas del Estado”, áreas que sólo podían regresar al régimen de los denuncios privados mediante un decreto específico. El último denuncio importante que revertió al Estado fue el que hizo en 1927 la “Phillips Petroleum” en Sechura; con su retiro, pocos años después, el desierto que circundaba los campos más productivos, regresó a manos del Estado y la situación general volvió a foja cero. Siguieron años en los que el malestar en que se había convertido el litigio de la Brea y Pariñas, permaneció latente, tornando el tema del petróleo como altamente sensible para los sucesivos gobiernos, que no se mostraron dispuestos a desarrollar políticas decididas. La única concesión otorgada por los gobiernos de Prado y Bustamante fue en la selva, a una compañía nacional; en el resto del territorio, aunque no se dijera expresamente como en 1910, pesaba un status quo que era el reflejo de 4 Perforación de un pozo petrolífero por sistema “rotary”. 75 La búsqueda incesante 5 Buque transportador en el puerto de Zorritos. nuestra indefinición y falta de consenso. La percepción más difundida era que la legislación vigente en materia de petróleo, herencia de los gobiernos de Leguía y Benavides, era demasiado liberal y poco cuidadosa de los intereses nacionales; se imponía fijar las nuevas reglas y relanzar decididamente el tema, pero los años pasaron sin que se tomen mayores iniciativas. Incluso la exploración en la selva, que se presentaba como la esperanza mejor fundada hacia el futuro, fue detenida durante la segunda guerra mundial, cuando las grandes compañías internacionales mostraron un renovado interés en la cuenca del Amazonas, buscando obtener concesiones en Ecuador, Colombia, Perú y Bolivia. En condiciones normales, la principal iniciativa en la búsqueda de nuevos depósitos habría correspondido a quien era, por un gran margen a su favor, el primer operador en el país, es decir la IPC; se trataba, sin embargo, de una empresa que estaba en entredicho y que tampoco se mostraba muy dispuesta a ampliar sus riesgos en el país. Luego de explorar infructuosamente en Sechura durante el auge que comenzó en 1922, y de catear tentativamente algunas áreas en la selva en la misma década, la IPC se Explorando las profundidades del Perú retrajo significativamente, ocupada en hacer producir cada vez más intensamente los campos de Piura, sujetos a un régimen tributario de excepción que concluía en 1942. Pero esos campos comenzaron a dar las primeras señales de agotamiento desde 1940, aproximadamente, y la compañía a pasó a mostrar una mayor preocupación por reponer sus depósitos. La segunda oportunidad del desierto de Sechura, al menos en el terreno de las negociaciones, comenzó a correr desde el año de 1938, cuando el gobierno de Benavides echando mano de una experiencia que ya se había puesto en práctica en otros países, le propuso a la IPC un contrato que convertía al Estado en socio, para explorar y desarrollar un total de cinco millones de hectáreas en las reservas que poseía en el desierto de Sechura. Las negociaciones comenzaron a desarrollarse en secreto, pero se vivían los tramos finales del gobierno de Benavides, el más dinámico de la época en materia petrolera, y hacia mediados de ese año, cuando los términos del contrato no estaban aun acordados, ingresó un nuevo gobierno, el primero de Manuel Prado, que detuvo y mandó al archivo lo avanzado. Luego de explorar en Sechura durante el auge que comenzó en 1922, y de catear tentativamente algunas áreas en la selva, la IPC se retrajo significativamente, ocupada en hacer producir cada vez más los campos de Piura, sujetos a un régimen tributario de excepción que concluía en 1942. La primera mitad de la década del cuarenta fue de quietud casi completa en lo que toca a la búsqueda de nuevos yacimientos. La IPC continuó trabajando exclusivamente los campos del norte, con un agravante que comprometió aun más su imagen ante la opinión pública nacional: orientó sus trabajos de exploración hacia la costa del Ecuador, precisamente en los momentos en que ambos países escalaban sus diferencias limítrofes y desembocaban en un conflicto militar en 1941. En materia petrolera, la búsqueda tras la frontera que inició la IPC en 1940, parecía tener fundadas razones. Si la exploración en el sur, es decir en Sechura, había sido infructuosa, tal vez la búsqueda hacia el norte, en El Golfo de Guayaquil, podría dar los resultados esperados; de hecho, durante la Colonia, las breas de Piura, Tumbes y las de la Punta de Santa Elena, en el otro extremo del golfo, parecían el producto de una misma región. Pero si esa búsqueda parecía estar bien orientada en materia petrolera, políticamente era altamente inconveniente para los intereses del Perú. resultados apreciables. Al principio las negociaciones progresaron rápidamente sobre la base de lo concordado en 1938 durante el gobierno de Benavides. A mediados de 1946 un proyecto de contrato fue presentado y aprobado en la Cámara de Diputados. El proyecto consideraba compromisos mínimos en el ritmo de la exploración y la perforación, el pago de regalías de 12.5 por ciento sobre el total de la producción, y desde luego, el acatamiento de la legislación tributaria vigente por parte de la compañía en las nuevas áreas a desarrollar. Pero tal vez el incentivo más poderoso, como en todos los acuerdos importantes con la IPC, se circunscribía al corto plazo, mediante el pago de ocho millones y medio de soles que se destinarían a obras de infraestructura en la región, incluyendo el asfaltado de una parte de la carretera Panamericana y la construcción de un puente sobre el río Chira, cuya necesidad estratégica se había hecho notar durante el conflicto de 1941. Adicionalmente, una vez fijados los términos, estos se harían públicos y se abriría la competencia invitando a otras empresas a mejorar la oferta. La situación siguió sin cambios hasta 1946. Un nuevo gobierno, el de José Luis Bustamante y Ribero, había asumido el mando coincidiendo con el fin de la segunda guerra mundial. En esas circunstancias se abrieron nuevamente las posibilidades de Sechura, esta vez por iniciativa de la IPC, de regreso de su aventura en la costa del Ecuador, después de gastar 22 millones de dólares sin Los años siguientes fueron de intensa discusión, en los que se configuraría definitivamente el “problema del petróleo” como tópico de reivindicación nacionalista que proporcionó ingente combustible a la hoguera de la lucha política parlamentaria. A la distancia, más de un observador ha comentado que las condiciones de ese célebre “contrato de Sechura”, eran convenientes para 77 La búsqueda incesante Nuevamente los ojos se posaron sobre el gran desierto del norte, que como había sucedido treinta años antes, se volvió el escenario de intensas campañas de exploración. el país, o en todo caso, más favorables que las obtenidas en el siguiente ciclo de Sechura, durante el gobierno del general Odría. Pero los desencuentros políticos y la animadversión histórica con la IPC, hicieron imposible cualquier acuerdo. El “contrato de Sechura” se debatió intensamente en el Senado, convirtiéndose cada vez más, en un instrumento capaz de socavar la existencia misma del gobierno. Finalmente, la pugnacidad que desató la discusión y su fracaso final, actuaron como detonantes del golpe de Estado de 1948. La hora de Sechura no llegaría en verdad hasta 1952, cuando el nuevo gobierno procedió a tomar sumariamente algunas decisiones que los gobiernos anteriores no habían logrado alcanzar. La principal fue una nueva ley de petróleo que, en condiciones muy liberales, volvió a abrir el territorio a la exploración. Nuevamente los ojos se posaron sobre el gran desierto del norte, que como había sucedido treinta años antes, se volvió el escenario de intensas campañas de exploración. La novedad más significativa de este nuevo momento de la industria, fue la aparición de empresas nacionales que por su número y efectividad protagonizaron lo que un observador llamó “el inesperado renacimiento de las compañías petroleras peruanas”. Esta nueva presencia que terminaría colocando en la línea de partida trazada por la ley de 1952, a cinco compañías nacionales frente a otras siete foráneas, se Explorando las profundidades del Perú sustentaba en varios hechos que se presentaban por primera vez. Por un lado, la ley otorgaba condiciones especiales a los participantes nacionales, bajo la forma de derechos preferenciales en el acceso a las áreas de denuncio; pero además, el capital nacional atravesaba por un buen momento, viviendo un claro auge, por ejemplo, en la actividad minera, lo que permitió reunir las inversiones necesarias para ingresar en este nuevo rubro. El “renacimiento” de los nacionales sirvió para relanzar un sector que durante demasiados años había sido muy problemático. A pesar de las magnitudes de capital que imponía el negocio petrolero, la participación local era bien vista y estimulada, incluso por los sectores más críticos a las políticas del gobierno. Unos pocos años antes, durante la discusión del frustrado contrato original, el director de “El Comercio”, Luis Miro Quesada, ya proponía que fueran inversionistas peruanos los que se hicieran cargo de desarrollar los previsibles campos de Sechura. Entre las firmas peruanas que finalmente quedaron inscritas y comenzaron a operar en el norte, estuvo la “Compañía El Oriente”, de la familia Gildemeister, creada años antes para buscar y desarrollar campos en la selva; la “Compañía San Miguel”, vinculada a otra familia de agricultores, los Cillóniz, que ya había perforado tres pozos en Sechura durante el auge de 1920; la “Petrolera Peruana”, que asociaba importantes capitales locales bajo la dirección de Augusto Gildemeister; “Petróleo Sullana”, formada por los hermanos Wiese, importantes banqueros de la capital; y finalmente la 5 Campo petrolero en Zorritos. “Compañía Sudamericana de Petróleo”, más pequeña que las anteriores, que reunía capitales nuevos provenientes de una entusiasta clase media limeña. Aunque muy activas y beneficiadas con un ingreso preferencial a las áreas más promisorias, las compañías nacionales no podían cubrir el inmenso territorio, que fue abierto básicamente a las grandes empresas internacionales. La concesión más extensa fue otorgada a la “Richmond Oil Company”, pero también participaron con extensos denuncios la Seaoil Ltd, la IPC, la Texaco y la Gulf Oil. Los trabajos de campo comenzaron bajo gran expectativa de la prensa nacional, que cubrió la apertura de Sechura como la realización de un viejo sueño muchas veces postergado. El primer pozo, el “Virú 4-X-1”, comenzó a perforarse en agosto de 1953, a 65 kilómetros al sur oeste de la ciudad de Piura. Fue el primero de más de treinta pozos de exploración – trece de ellos a cargo de compañías nacionales - que se hicieron en los siguientes tres años. No obstante, por segunda vez el desierto de Sechura burlaría las expectativas generales que se habían cifrado en su hipotética riqueza. Salvo un depósito menor hallado por la “Petrolera Peruana”, la segunda gran temporada de exploraciones en Sechura resultó improductiva para los participantes. Hacia 1956, la fiebre de perforaciones era cosa del pasado y la mayoría de los denuncios habían regresado a manos del Estado. Terminado el espejismo que se disipó a un costo de veinte millones de dólares, las miradas voltearon paulatinamente hacia el oriente, a la región de la montaña, que abarca casi el sesenta por ciento de la superficie del Perú. Dada su inmensidad, la búsqueda de petróleo en la selva sería equivalente a terminar explorar el conjunto del territorio nacional, tarea de muchas campañas a lo largo del tiempo que aun no ha concluido. Las dificultades iniciales – condiciones geográficas dificiles, distancias, ausencia de información – hicieron lentos los primeros avances en esa dirección. La sospecha más o menos fundada de que la amazonía podía ocultar ingentes cantidades de petróleo, comenzó casi con el siglo junto al acopio de multitud de datos sobre manaderos naturales de petróleo y hervideros de gas que se encontraban a lo largo del 79 La búsqueda incesante lado oriental de la cordillera de los Andes, desde Venezuela hasta la Tierra del Fuego. Curiosamente, la mayoría de estas referencias se situaban en Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Argentina, escaseando las menciones del Perú, sea por que no existían o por que se desconocía el territorio. Los estudios a cargo de especialistas enviados por compañías internacionales empezaron en la segunda década del siglo XX y continuaron con más intensidad después de 1922. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de los países que comparten la cuenca amazónica, en el Perú no se perforó ningún pozo exploratorio en ese período. El estimulo de continuar con la accesible explotación de los campos costeros y las enormes dificultades que planteaba la selva, hicieron que la exploración del oriente sea marginal mientras Sechura no fuera definitivamente descartada. La primera vez que se encontró petróleo en la selva fue de manera accidental, como corolario de un largo Explorando las profundidades del Perú 5 Vista de tuberías en los campos de Talara. (Cortesía PetroPerú) proceso que comenzó en 1929, durante un viaje en avión de Lima a Iquitos, en el que el geólogo norteamericano Robert Moran, divisó desde el aire una estructura geológica llamada Aguas Calientes que juzgó ideal para iniciar la búsqueda. El denuncio del área se hizo en 1931, con el respaldo de un grupo de California, que costeó los estudios llevados a cabo hasta 1936; finalmente, once años después de la fugaz visión aérea de Moran, en 1938, la “Compañía Ganso Azul” perforó el primer pozo en la selva que resultó positivo. En los años siguientes se confirmó la existencia de un depósito de dimensiones modestas, pero que permitió la perforación de siete pozos productivos y la construcción de una pequeña refinería que podía procesar seiscientos barriles por día. La experiencia de “Ganso Azul” debió servir como estímulo a otras compañías, y de hecho, reactivo el interés en la montaña, pero las dificultades que planteaba la geografía Sólo una compañía logró una importante concesión durante esos años, la petrolera “El Oriente”, de Augusto Gildemeister, uno de los propietarios de la hacienda azucarera “Casa Grande”, que obtuvo en 1941 una concesión de 34 mil hectáreas en la región de Contamana. y el status quo en materia petrolera del gobierno de Prado, retrasaron el verdadero comienzo de la exploración petrolera en la selva peruana. Sólo una compañía logró una importante concesión durante esos años, una empresa nacional creada especialmente para trabajar en la región, la petrolera “El Oriente”, de Augusto Gildemeister, uno de los propietarios de la hacienda azucarera “Casa Grande”, que obtuvo en 1941 una concesión de 34 mil hectáreas en la región de Contamana. La actividad en la selva continuó de manera lenta hasta 1952, cuando la nueva ley del petróleo clarificó las políticas del Estado y la exploración tornó con fuerza al país. Sin embargo, la competencia con la ilusión aparentemente fundada de Sechura, puso en un segundo lugar la búsqueda de petróleo en la selva. Del total de solicitudes presentadas por las compañías petroleras al Ministerio de Fomento, 21 se referían a Sechura y sólo 4 eran para el resto del país; de todos modos, a medida que Sechura defraudaba a los exploradores, la selva concitaba mayores expectativas. En 1955, luego de un período de intensa prospección, se comenzaron a perforar los primeros pozos exploratorios que llegaron a ser quince en los tres años siguientes. Los participantes en esa primera ola de exploración petrolera de la selva, fueron los mismos que competían en el desierto de la costa, si bien la inmensidad de la amazonía hacía que la disputa de territorios fuera bastante más holgada. En 1956, quince compañías tenían concesiones en la selva sobre un total de casi quince millones de hectáreas. El primer éxito, y el único en esa década, correspondió a la petrolera “El Oriente”, que descubrió un nuevo depósito en Maquía, en 1957. La compañía, asociada con varias empresas alemanas, venía haciendo sucesivas campañas en los últimos 15 años. El desarrollo comercial del campo fue rápido y posible debido a la nueva refinería que el Estado decidió construir en Iquitos. El petróleo de Maquía y de Aguas Calientes, se destinaría cada vez más hacia el mercado regional, en rápido crecimiento y difícilmente atendido desde Talara. Durante la siguiente década la exploración prosiguió a un ritmo lento que reflejaba el poco estimulo y las dificultades que los exploradores encontraban en la selva. A comienzos de la década, la más importante empresa minera, la Cerro de Pasco Corporation, creó una división petrolera y se sumó a la búsqueda en el oriente, pero sin obtener resultados positivos. Otra compañía muy activa en la selva fue la Mobil, que en 1961 descubrió un importante yacimiento de gas en Aguaytía, que no pudo ser aprovechado comercialmente por los enormes costos que significaba acercar ese gas a los mercados consumidores. Las distancias y las barreras geográficas han impuesto desde el principio exigentes condiciones para llevar adelante el negocio petrolero. Siendo el mercado de la selva muy pequeño, la única posibilidad comercial ha dependido siempre del traslado de la producción hacia el Pacífico o el Atlántico; el primer caso dependía de la 81 La búsqueda incesante construcción de un oleoducto, que sólo podría justificarse económicamente mediante el hallazgo de depósitos de grandes dimensiones. Por eso, la apuesta en la selva siempre ha sido de alto riesgo para las compañías. El descubrimiento de importantes yacimientos en la selva del Ecuador hacia fines de los años sesenta, reanimó el interés de los exploradores en la cuenca amazónica en general, y en la del Perú en particular. Para la época, sin embargo, los actores y las condiciones estaban cambiando. La creación de “Petroperú”, luego de la nacionalización de la IPC en 1968, hizo de la compañía estatal la mayor compañía exploradora en la selva, sea por cuenta propia o mediante contratos de participación en la producción con distintas empresas internacionales. Mientras el régimen militar endurecía su posición frente a las compañías mineras extranjeras, en el sector petrolero, en cambio, el llamado “modelo peruano” servía para interesar y atraer a nuevos socios. 5 Vista de refinería Luis F. Díaz, ubicada a 14 km. de la ciudad de Iquitos, año 1955. (Cortesía PetroPerú). Explorando las profundidades del Perú La búsqueda de petróleo en la selva bajo estas nuevas condiciones se inició en 1971 y continuó con gran intensidad hasta mediados de la década. El primer éxito fue temprano y estuvo a cargo de la propia compañía estatal que en 1971 descubrió un depósito en el lugar llamado Trompeteros, en la región del río Corrientes; más tarde, otra compañía, la “Occidental Petroleum”, halló petróleo en la región del río Pastaza, al noroeste de Trompeteros. El descubrimiento de Trompeteros fue anunciado al país con gran despliegue, presentándose como la confirmación de la antigua esperanza petrolera de la selva. La construcción de un oleoducto de 856 kilómetros de extensión, que terminaba a orillas del Océano Pacífico, en el puerto de Bayovar, pareció confirmar esa esperanza desde junio de 1976, cuando el petróleo de los campos del oriente llegó por primera vez a la costa. No obstante esos éxitos, el total de reservas encontradas hasta ese momento era relativamente pequeña, y muchas compañías empezaron a retirarse en la segunda mitad de los setenta. En la perspectiva del largo plazo, la única que puede dar cuenta de la exploración en la selva, lo ocurrido hasta ese momento solo era uno de los primeros capítulos de una historia que todavía no concluye, si tenemos en cuenta que en la actualidad más de 50 contratos de exploración han sido firmados con más de 20 empresas operadoras. 5 Litoral de Zorritos, en Tumbes. 5 Trabajadores en las instalaciones de Zorritos. 83 Explorando las profundidades del Perú LA INVESTIGACIÓN EN TIEMPOS DE CRISIS ENERGÉTICA L as décadas de 1970 y 1980 verían el nacimiento y desarrollo de varias grandes crisis energéticas que conmoverían el escenario, hasta ese momento relativamente estable, de la industria petrolera internacional. Iniciativas políticas en los países productores, en busca de un mayor control de sus recursos, se sumaron a la ascensión como jugador a escala mundial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, entidad creada en 1960 sobre la base de cinco países productores. Nuevas reglas de juego sacudieron el panorama internacional, sin embargo, con alzas y bajas, la industria siguió adelante proporcionando al mundo una energía vital para su misma existencia. Al promediar la segunda mitad del siglo XX, la energía atómica había dado muestras de su potencial y se expandía rápidamente, pero eso no significaba que la energía proporcionada por los hidrocarburos quede relegada o en un segundo plano. Por el contrario, el mundo demandaba cada vez más petróleo, y su dependencia de esta fuente no podía ser subestimada. Sin poder ser ajeno a este inquietante panorama, pero por caminos independientes, la investigación aplicada a la prospección petrolera, hacía uso de nuevas herramientas 3 Unidad de bombeo trabajando junto al mar (Cortesía PetroPerú) y medios que abrían el camino hacia ambiciosos horizontes de desarrollo. Dentro de este panorama, Schlumberger incorporó sus propias creaciones técnicas, las mismas que hasta el tiempo presente, con los avances y perfeccionamientos posteriores, siguen siendo utilizadas por los especialistas. De esa forma, en 1971 se incorporó el sistema de registros combinados, que en una sola carrera permitía efectuar registros de rayos gamma, potencial espontáneo, inducción, resistividad y sónico, entre otros. La introducción de esta nueva técnica marcó un cambio importante ya que redujo sustancialmente el tiempo que se requería para la evaluación de formaciones. Pero según los especialistas, el gran hito tecnológico en materia de registros se produjo en 1977 con la introducción de servicios cibernéticos (CSU) en el campo. La unidad CSU inauguró una nueva era en la grabación de datos de registros digitales. Esta herramienta permitía visualizar segmentos de registros durante su adquisición y generar datos de registros e interpretaciones procesadas por computadora. Todo esto se realizaba en el mismo pozo, y permitía a los responsables tomar decisiones rápidas y oportunas. Una nueva adquisición ocurrió en ese mismo año, la compra de la compañía The Analysts, una empresa de perforación direccional, y adquisición de registros de lodo. Esta adquisición permitió a Schlumberger crear 85 5 Castillos de perforación. Foto tomada desde la base hacia arriba en uno de los campos de la selva. (Cortesía PetroPerú) valor adicional para sus clientes, combinando evaluación de formaciones con perforación. Pero, en general, toda la década del setenta, como la siguiente, estuvieron señaladas por pequeñas o grandes innovaciones que siguieron llevando hacia delante la investigación aplicada a la prospección petrolera. Entre otros hitos, pueden señalarse los siguientes: En 1970 se introdujo en el campo la técnica Saraband, que fue el primer análisis del yacimiento por computadora. Al año siguiente, se produjo el ya mencionado sistema de registros combinados, así como la evolución de la herramienta de pruebas de pozos. En asociación con la firma Johnstons Tester, se creó la primera herramienta de prueba operada a presión. Un año después, en 1972, se desarrollo la herramienta de Resistividad Lateroperfil Dual (DLL), que realiza mediciones simultáneas de la región somera invadida por los fluidos del pozo y de la región profunda correspondiente a la formación no dañada. Explorando las profundidades del Perú En 1970 se introdujo en el campo la técnica Saraband, que fue el primer análisis del yacimiento por computadora. Al año siguiente, se produjo el sistema de registros combinados. En 1976 se produjo el desarrollo de la herramienta de Rayos Gamma Inelásticos (IGT), que a continuación fue ofrecida a los clientes como herramienta de Espectrometría de Rayos Gamma Inducidos (GST). La herramienta produjo un registro de la relación carbonooxígeno; un indicador de la saturación de petróleo obtenido a través de la tubería de revestimiento. Al año siguiente, como se mencionó, se introdujo en el campo la Unidad de Servicio Cibernético (CSU). Además, se desarrollo la herramienta GNTG, un dispositivo de medición de porosidad neutrón de cuatro detectores, que incluía dos detectores de neutrones epitermales, además de dos detectores de neutrones termales de la herramienta CNL. Por otro lado, se desarrollo el modelo de doble agua para areniscas arcillosas, utilizados en la mayoría de los programas de detección petrofísica. En 1978 se desarrolló la herramienta Sónica Digital (SGT) de primera generación, que utiliza fuentes monopolares para generar formas de ondas sónicas y las registra para el procesamiento pozo arriba, tanto en las velocidades compresionales como las de corte en las formaciones. Igualmente, entre 1977 y 1984 se conducen investigaciones sobre la herramienta de Porosidad de Aceleración (APT), esta herramienta neutrón de múltiples detectores, que utiliza un pulsador de neutrones como fuente, mide el tiempo de desaceleración de los neutrones. Finalmente, en 1979, se observa por primera vez la propagación de la onda lenta, una característica de la acústica de los medios porosos. Sus características incluyen la permeabilidad derivadas de las ondas Stoneley, así como atenuadores acústicos que eliminan las señales indeseadas. LA INFORMÁTICA Y LAS TELECOMUNICACIONES REVOLUCIONAN EL MUNDO globo. Simultáneamente, el correo electrónico y el Internet, dejaron de ser curiosidades tecnológicas y se convirtieron en herramientas de uso diario que revolucionaron la comunicación entre las personas y el acopio de información en los depósitos de datos. En un lapso relativamente corto de tiempo, el mundo había cambiado y los nuevos jugadores debían adaptarse al nuevo tablero mundial si querían proseguir sus tareas con éxito. Schlumberger siempre fue una compañía pionera en servicios de alta especialización, sus conocimientos y tecnologías estuvieron a lo largo del tiempo a la vanguardia en los avances e innovaciones que tocaban a la industria del petróleo. En función de esa especialización, también tomó la iniciativa en el manejo de las nuevas dinámicas empresariales. Durante este tiempo, comenzó a plasmar de manera más patente una política de reorganización que adaptaba a la compañía a la corriente mundial de diversificación por unidades de negocios. Fueron múltiples las absorciones y los procesos de sinergia con Las décadas de los ochenta y noventa iniciaron y vieron el despliegue de procesos de cambio en el mundo que hasta ahora mismo están lejos de haber concluido. Los logros tecnológicos alteraron los procesos políticos, comerciales, industriales, y hasta la vida cotidiana de las personas se vio sujeta a grandes innovaciones que unas décadas atrás parecían inimaginables. En el centro de esta revolución, las telecomunicaciones se convirtieron en un campo de experimentación y avance que paulatinamente hicieron sentir su efecto en otras esferas de la actividad. Nació un universo virtual que con el paso del tiempo se convirtió en un espacio real en el que se realizaban millones de transacciones. El término globalización saltó a las primeras planas y paulatinamente se hizo una palabra de uso diario para millones de personas en todo el 5 Cuaderno de notas de Marcel Schlumberger con esquema de balas que fueron utilizadas para perforar la tubería de revestimiento. 87 La investigación en tiempos de crisis energética 5 Trabajador de Schlumberger en prueba de un panel de memoria digital. otras compañías o con divisiones de la misma, procesos que ocurrieron simultáneamente en muchos países. La meta siempre fue la búsqueda de la excelencia en cada una de las áreas en donde la compañía se desenvolvía. Este proceso se comenzó a materializar con la adquisición de distintas compañías vinculadas con la exploración y explotación. Fue así como en el año de 1984 se funda Anadrill, como resultado de la fusión de la unidad de negocios de perforación de Dowell, y la empresa The Analysts. Al poco tiempo, Anadrill adquirió utra compañía, Directional Enterprises Incorporated, mientras que simultáneamente absorbía el negocio de perforación y pesca de la compañía Flopetrol Johnston. Estas operaciones le permitieron alcanzar un claro liderazgo en la división de servicios de perforaciones direccionales y registros de lodo. El clima de adquisiciones y fusiones imperó a lo largo de la década de los ochenta. Precisamente en 1984 Schlumberger hizo otra importante operación al adquirir la compañía de equipos de perforación Sedco, además del cincuenta por ciento de la Dowell de Estados Unidos. Sobre esa base, un año más tarde se conformó la Sedco Forex Drilling Company. En lo que corresponde a exploraciones de reservas de petróleo y gas, la compañía continuó expandiéndose al adquirir en 1985 la Explorando las profundidades del Perú Merlín y el cincuenta por ciento de Geco. Este proceso culminaría en 1988 al comprar el restante cincuenta por ciento de Geco. Como resultado de estas operaciones, Schlumberger se afianzó en la exploración a través de servicios y equipos de avanzada de levantamientos sísmicos. La compañía siguió actuando en varios frentes, así mientras adquiría la compañía Flopetrol, que tenía como línea básica la realización de pruebas de pozos, en 1986, fue fusionada con Wireline, empresa especializada en servicios de registros geofísicos. Este fue el origen de una nueva compañía, la Wireline & Testing. Por otro lado, Schlumberger efectuó cambios en su estructura interna, incorporando a su accionar nuevos centros, departamentos o divisiones para hacer más efectivo el trabajo. De esa manera nació el Centro de Investigaciones de Cambridge, en Inglaterra, las filiales de Applicon y Balteau, y el departamento especializado en la adquisición de registros durante la perforación (LWD por sus siglas en inglés), ubicado en Texas. Paralelamente a esta nueva estructura de las funciones corporativas, Schlumberger continuó con toda intensidad promoviendo la aplicación en la industria petrolera de nuevos conocimientos científicos. Entre otros proyectos, Schlumberger siguió ampliando se campo de acción, que en décadas pasadas se centraba fundamentalmente en el tema de registros eléctricos, y puso un pie sobre nuevos segmentos de servicios. inició estudios sobre los valores extremadamente altos (>106) de la constante dieléctrica de baja frecuencia en las rocas. Otro tanto ocurrió con las investigaciones en el área de la petrofísica, sobre el uso de la resonancia magnética nuclear (RMN). pieza maestra en equipos de estimulación con control de procesamiento mediante computadoras. Esta unidad ofreció su primer servicio en Canadá, en donde fue bautizada con el nombre de “Christine”, en honor a un libro del novelista norteamericano Stephen King. Mientras esto ocurría en el campo de los estudios científicos aplicados, Schlumberger creó, perfeccionó y comercializó una amplia gama de equipamiento de vanguardia en sus distintas divisiones. Mención destacada merece el caso de “Cristal”, la estación de trabajo de interpretación de registros en forma gráfica (base de GeoFrame); igualmente la herramienta Phaser Induction, para perfeccionar la detección de capas delgadas, la herramienta LWD de adquisición de registros durante la perforación, o la unidad de adquisición de registros y generación de imágenes multitarea, Maxi 500. Con estas innovaciones, Schlumberger siguió ampliando se campo de acción, que en décadas pasadas se centraba fundamentalmente en el tema de registros eléctricos. En estos nuevos tiempos Schlumberger puso un pie sobre nuevos segmentos de servicios. Los adelantos tecnológicos siguieron a lo largo de la década de los noventa, una breve reseña de ellos debería incluir los siguientes: No solo en el área de nuevas herramientas se incorporaron adelantos, también en lo que toca a la cementación y estimulación de pozos a nivel mundial, se llevaron adelante importantes emprendimientos como el Registrador de Bombeo, Acidificación y Cementación PACR; igualmente la herramienta ultrasónica de Evaluación de la Cementación CET, que tiene como propósito agregar información azimutal al análisis de adherencia del cemento, o el primer Mezclador de Densidad Óptima Programable, POD, que fue la primera En 1991, la utilización de la geonavegación por primera vez para planear la trayectoria de la perforación en pozos horizontales. Ese año se introdujo el Probador Modular de la Dinámica de la Formación MDT y el generador de Imágenes Microeléctricas de Cobertura Total FMI. Al año siguiente, se adquirió la GeoQuest Sistem Inc. Otro cambio fue la conversión de la Schlumberger SINet al protocolo TCP/IP con capacidades para la red. En el año de 1993, se creó la línea de productos GeoQuest fusionando Schlumberger Data Service, Zinder Graphics y GeoQuest System Inc. Asimismo, nació el concepto de Evaluación de Perforación Integrada y el Sistema de 89 La investigación en tiempos de crisis energética Adquisición de Registros IDEAL, igualmente se corren los primeros registros sónicos compresionales durante la perforación. Dos años más tarde, en 1995 se incorpora la tecnología Platform Express, el concepto de equipo avanzado en tierra SIMPLER, las herramientas de adquisición de registros durante la perforación arc5, y la unidad de adquisición de registros MAXIS Express. Igualmente se adquiere la división petrolera de Intera Technologies Corp., el medidor AEG, el grupo de estudio de yacimientos y las tecnologías de simulación de yacimientos ECLIPSE. Además, se creó el grupo de Manejo Integrado de Proyectos IPM, que funciona como un grupo de ingeniería y servicios independientes. Asimismo, se crea Omnes como asociación de riesgos compartidos entre Schlumberger y Cable y Wireless plc. Finalmente entra en comercialización la herramienta de Resonancia Magnética combinable CMR. Hacia el año de 1996, se diseña el manejo de yacimientos en tiempo real para mejorar la recuperación de yacimientos de petróleo y proveer soluciones avanzadas de tecnología de la información (TI) a la industria petrolera. En el campo de las adquisiciones, se adquiere Oilphase. Se finaliza el primer trabajo comercial de representación comercial con imágenes sónicas. Al año siguiente, se introduce el fluido de fracturamiento hidráulico libre de polímeros y no dañino ClearFRAC. Explorando las profundidades del Perú Hacia el año de 1996, se diseña el manejo de yacimientos en tiempo real para mejorar la recuperación de yacimientos de petróleo y proveer soluciones avanzadas de tecnología de la información (TI) a la industria petrolera. En 1998 Schlumberger adquiere Camco Internacional Inc. También se incorpora la herramienta de adquisición de registros de quinta generación, PS Platform, y la Sonda de Lateroperfil de Alta Resolución (HRLA por sus siglas en ingles). Al año siguiente, Schlumberger y Smith Internacional se asocian para crear la compañía de fluidos de perforación más grande del mundo. Igualmente se instala el portal de conectividad remota en Houston. Con el cambio de siglo y la llegada del nuevo milenio, Schlumberger y sus compañías filiales prosiguen en su proceso de crecimiento. Geco-Prakla se combina con Western Atlas para crear la compañía de sísmica continental y marina, WesternGeco. Asimismo Schlumberger lanza IndigoPool. Com. También se comienza a efectuar levantamientos sísmicos con la técnica Q-Marine. Poco después Schlumberger adquiere Sema plc (consultoría de TI), también 5 Plataforma de perforación del zócalo continental. (Cortesía PetroPerú) adquiere Phoenix y Sensa (medición de la distribución de la temperatura con medidores de fibra óptica). También se instala el teleportal de conectividad remota en Macae, Brasil, y se forma Schlumberger Information Solutions (S&S) para respaldar el manejo de yacimientos en tiempo real y la optimización de los procesos de negocios de E&P. Conforme avanza la primera década del siglo XXI, otros avances se suman, de esa manera se instala el teleportal de conectividad remota en Singapur. Se introduce la herramienta de geonavegación en tiempo real proVision para LWD; el sistema de perforación OrientXact; la plataforma de adquisición de registros operados a cable para pozos de diámetro reducido de alta presión y alta temperatura SlimXtreme; y el sistema avanzado de cementación flexible FlexSTONE. También se adquiere A. Comeau and Associates Limited para mejorar las capacidades de los pozos con levantamiento artificial. En los últimos años se efectuaron levantamientos sísmicos con la técnica Q-Land. Además, se introduce el sistema direccionable de rotación total PowerDrive Xceed; el tractor de servicios de producción MaxTRAC; el sistema LWD seismicVISION; el sistema de cementación ligero de alto rendimiento LiteCRETE; el laboratorio móvil de análisis de volumen – presión – temperatura PVT Express; y el sistema de evaluación petrofísica DecisiónXpress. Además se concluyen las instalaciones de fabricación satelital y el segundo teleportal en Aberdeen. Se adquiere VoxelVision (tecnología sismica y de visualización de avanzada en base a PC’s. Finalmente, Schlumberger continúa su proceso de adquisiciones con la compra de una participación en la principal compañía de servicios petroleros de Rusia, PetroAlliance Services Company Limited. 91 Explorando las profundidades del Perú FLUJOS Y REFLUJOS DE UNA INDUSTRIA H acia fines de la década del sesenta, un acontecimiento político vendría a cambiar radicalmente el panorama petrolero del Perú. Ese año, en octubre, tropas del Ejercito Peruano estacionadas en la zona, procedieron a ocupar las instalaciones de la International Petroleum en Talara. Ese mismo día, el 9 de octubre, el gobierno militar presidido por el General Juan Velasco Alvarado, promulgó el decreto ley que contemplaba la expropiación del llamado Complejo Industrial de La Brea y Pariñas. Con ese acto se puso fin a medio siglo de primacía de la IPC. Comenzaba una nueva época en la industria petrolera peruana. Al año siguiente, otro decreto supremo creó Petróleos del Perú, empresa estatal que asumiría la tarea de explorar, explotar, refinar, comercializar y desarrollar la industria del petróleo en el país. La empresa funcionó inicialmente sobre los bienes de la Empresa Petrolera Fiscal, que constaban de las refinerías de La Pampilla e Iquitos, las áreas reservadas de la IPF, los campos petrolíferos de Los órganos, así como sus estaciones de servicio. A todo ello se sumaron los bienes expropiados a la IPC, es decir, fundamentalmente los campos de La 3 Trabajadores son conducidos desde el puerto de Iquitos a las zonas de exploración de Trompeteros, Capirona y Pavayacu, 1972. Brea y Pariñas, la refinería de Talara y todo el conjunto industrial de la ciudad, las instalaciones adyacentes, plantas de agua, electricidad, la red de plantas de almacenamiento y distribución diseminadas por todo el país, las estaciones de servicio, y los otros bienes que durante medio siglo la IPC había acumulado en territorio nacional. En los primeros tiempos de Petroperú, la empresa experimentó una serie de ampliaciones y adecuaciones para atender el mercado interno. Se inició la fabricación de grasas líticas multigrados en la refinería de Talara, además de un complejo de craqueo catalítico. Simultáneamente con estas mejoras se amplió la planta de grasas y se construyó un nuevo muelle para carga líquida. Mientras esto ocurría en el norte, en La Pampilla se completó una primera ampliación de la capacidad de refinación hasta alcanzar los 30 mil barriles diarios. Los ojos de la nueva empresa, sin embargo, estaban puestos en la necesidad de encontrar nuevas fuentes de suministro, para lo que se organizó la división de Operaciones Selva, que en 1971 decidió perforar el pozo Corrientes 1-X. Luego de un período de incertidumbres, el 16 de noviembre de 1971 se encontró por primera vez petróleo en la selva norte. La noticia se difundió por todo el país como una muestra de la capacidad técnica de los 93 Flujos y reflujos de una industria Por primera vez se tomaba conciencia de la importancia estratégica de los hidrocarburos. La necesidad de hacer viables los hallazgos de la selva norte tomó una nueva prioridad. trabajadores peruanos. Posteriormente se perforaron con éxito los pozos de Capirona 2-X y Pavayacu 3-X. 5 Brota el petróleo, en la vista trabajador petrolero en la Ama- Los resultados positivos sirvieron para darle cumplimiento a un ambicioso programa de desarrollo de la Amazonía, planificado años antes, cuando se hicieron los primeros estudios de prospección en las áreas del río Tigre, y en la del río Corrientes. Se trataba de una importante área de siete millones de hectáreas en donde positivamente se había hallado petróleo. Existían, sin embargo, varios problemas técnicos para el transporte del crudo hacia las refinerías, de modo que los pozos debieron ser cerrados momentáneamente hasta que en el año 1974 se inició la producción. descubierto radicaba en las dificultades de transporte, el mismo que debía de realizarse por medio de barcazas, lo que hacía la operación muy lenta y costosa. Adicionalmente el tráfico de barcazas estaba totalmente condicionado al régimen de los ríos y sus condiciones de navegación. Mientras esto ocurría en el Perú, en el mundo, el embargo petrolero de los países árabes, daba un nuevo cariz a la industria del petróleo. Por primera vez se tomaba conciencia de la importancia estratégica de los hidrocarburos. La necesidad de hacer viables los hallazgos de la selva norte tomó una nueva prioridad. El problema para la utilización del petróleo recién Explorando las profundidades del Perú zonía peruana (Cortesía de PetroPerú) La selva norte, sin embargo, siguió siendo centro de exploraciones y de nuevos hallazgos. En 1971 se llegó a un acuerdo con la Occidental Peruana Inc., que operaría en el lote 1A. Fue el primer contrato con una compañía extranjera, y el primer contrato de operaciones bajo un nuevo modelo contractual, llamado Modelo Peruano. La Occidental no tardó en hallar nueve reservorios de petróleo en su área asignada. Para entonces, se estimaba que entre Petroperú y la Oxy había la capacidad de explotar unos 130 mil barriles diarios de petróleo de la selva norte, ingente producción que debía enfrentar el cuello de 5 Estación del río Morona, en el trazo del Oleoducto Nor Peruano. (Cortesía de PetroPerú) botella del transporte, ya que por medio fluvial apenas se podían transportar cinco mil barriles por día. El problema comenzó a resolverse cuando en 1973 se llegó a un acuerdo para la construcción del Oleoducto Nor Peruano. Se trataba de una obra de envergadura para la cual se construyó un campamento de producción en el yacimiento de Shiviyacu. Paralelamente se construyeron instalaciones de producción, tanques de almacenamiento, etc. Rápidamente se procedió al tendido del oleoducto de 42 kilómetros para el transporte del crudo hasta el puerto de Marsella. La obra se completó con la construcción de un Terminal, el cual contaba con una planta de tratamiento del crudo, tanques para el almacenamiento, laboratorios, etc. El proyecto inicialmente contemplaba un sistema para sacar el petróleo desde Marsella hasta un punto de distribución que sería el Terminal de Santa Clara, en el río Amazonas. Desde ese punto el producto era embarcado a Manaos, Brasil, en buques tanques o en barcazas. El petróleo de la selva norte había encontrado una primera forma de llegar a los sedientos mercados del mundo. En los años siguientes Petroperú continuó con un ambicioso proyecto de modernización y ampliación de sus instalaciones. En 1975 construyó la central térmica de Malacas, que abrió con tres turbinas a gas. Al año siguiente, se iniciaron las actividades de la Planta de Negro de Humo, a pocos kilómetros de la ciudad de Talara. La producción inicial fue de algo más de 7000 toneladas métricas, pero en el plazo de un año la producción casi se duplicó. Otro tanto ocurrió con el Complejo de Fertilizantes, diseñado para producir 300 toneladas métricas por día, a partir del gas natural de la zona de Talara. Estos desarrollos ocurrían en la costa, pero de forma simultánea, en el interior del país, la construcción del Oleoducto Nor Peruano continuaba aceleradamente. Fue así que en mayo de 1977 el petróleo de la Amazonía llegó 95 Flujos y reflujos de una industria 5 Plataformas petroleras vistas desde la orilla del mar en Talara. al fin al puerto de Bayovar sobre el Océano Pacífico. Se trataba de una obra que, entre la estación Numero 5, en la selva, y el puerto de Bayovar, se extendía por unos 550 kilómetros de largo, instalando un tubo con un diámetro de 36 pulgadas. En su marcha, el oleoducto atravesaba las tres regiones naturales del Perú, selvas húmedas, frías sierras y desiertos costeros. Su punto más alto es el paso de Porculla a 2350 metros sobre el nivel del mar. Las obras tardaron unos 30 meses en completarse y requirieron un financiamiento de 671 millones de dólares, para lo cual se organizó la participación de los gobiernos del Japón, la República Federal de Alemania, Los Estados Unidos, entre otros. La llegada del crudo de la selva norte al Pacífico, supuso un gran impulso para la industria petrolera peruana, pero las demandas del mercado interno seguían apremiando a la empresa que debía abastecer un consumo creciente de energía. Por ello, en 1977, se inició la construcción de una segunda planta de destilación primaria en La Pampilla, Explorando las profundidades del Perú con la cual la capacidad de refinación alcanzó los 102 mil barriles por día. Al año siguiente entró en producción el Complejo de Solventes de Petroperú, levantado al lado de la refinería de Talara, y pensado para producir 10,650 toneladas métricas anuales de alcohol isopropílico, además de 5000 toneladas métricas anuales de acetona. Mientras la demanda de hidrocarburos crecía en el Perú y el mundo, la producción de crudo también experimentaba una curva ascendente. En 1980, la producción nacional alcanzó un promedio de 195 mil barriles diarios, con lo que se estableció una nueva marca de producción. Al año siguiente, la Oxy Perú, logró una producción de 124 mil barriles diarios, extraídos de sus campos en los desiertos de la costa y en la selva nor oriental. Se trata de una marca que hasta ahora no ha podido ser superada. Otras ampliaciones se imponían simultáneamente en otras regiones del país. En Iquitos cada vez era más claro que la refinería Luis F. Diaz ya no estaba en capacidad de atender el mercado local. El déficit se cubría con transferencias desde la costa, sin embargo, la solución era costosa y no atenuaba el déficit que crecía en la región. Para En 1984, la empresa angloholandesa Shell descubrió importantes yacimientos de gas en Camisea, con unas reservas que se calcularon inicialmente en 12 billones de pies cúbicos de gas natural y unos 600 millones de barriles de líquidos. solucionar el problema se imponía la construcción de una nueva refinería, que comenzó a funcionar en 1982. Aunque la capacidad de refinación no había dejado crecer en este período, la necesidad de contar con nuevas fuentes de suministro de crudo se insinuaba como otro tema crítico que había que enfrentar. En 1983, mediante un préstamo del Banco Mundial, se inició el Proyecto Laguna-Zapotal que haría posible la perforación de más de cien pozos por año. Esta campaña de perforaciones lograría revertir la curva decreciente que hasta ese momento tenía la actividad productiva. Simultáneamente con esta reactivación de la fase de producción, el Estado encaró un viejo tema que desde hacía décadas era fuente de inquietud: la demanda creciente en las regiones productoras, básicamente la costa norte, para que una parte de la riqueza que se extraía del subsuelo se invirtiese en infraestructura y en mejoras sociales. Se creó así el canon petrolero, por medio del cual se asignó el 12.5 por ciento de participación sobre la renta que producía la explotación del petróleo y el gas. El canon se convirtió de esa manera en una fuente de recursos para los departamentos de Piura y Tumbes. Los viejos campos del extremo norte, ya no eran sin embargo, los únicos lugares de exploración petrolera. La actividad había sentado sus reales en la selva. Hacia el año 1984, Petroperú mejoró significativamente sus niveles de eficiencia al instalar un nuevo sistema de bombas electrocentrífugas. Esta innovación permitió elevar la producción de petróleo en la selva. En junio de ese año, se alcanzó una producción record de 44 mil barriles. Todo ello fue acompañado por nuevas instalaciones, como el nuevo aeropuerto de Trompeteros llamado Sargento Lores. Pero también la empresa privada estaba embarcada en la búsqueda de nuevos yacimientos. El motor de esa búsqueda era sin duda el petróleo, pero en el proceso, nuevas fuentes de energía harían su aparición. En 1984, la empresa angloholandesa Shell descubrió importantes yacimientos de gas en Camisea, con unas reservas que se calcularon inicialmente en 12 billones de pies cúbicos de gas natural y unos 600 millones de barriles de líquidos. En los siguientes cuatro años se desarrollarían las negociaciones para poner en valor ese descubrimiento, sin embargo, las tratativas no progresaron, eventualmente en 1988 las negociaciones fueron suspendidas. Se trataba del descubrimiento energético más importante realizado en suelo peruano durante el siglo XX, sin embargo, aun tendrían que pasar muchos años para que las riquezas que ocultaba el suelo de Camisea dieran sus frutos en beneficio de todo el país. 97 Flujos y reflujos de una industria se creó Perupetro S.A, que se propone “promover la inversión en las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos”, así como negociar, celebrar y supervisar los diversos contratos que se establezcan entre el Estado y las compañías privadas. A mediados de los años ochenta, nuevos reacomodos en las instancias políticas impactaron en el panorama petrolero. En 1985 el gobierno planteó la renegociación de los contratos establecidos con la Belco y con la Occidental. Los nuevos términos fueron aceptados solo por esta última compañía. Las reclamaciones de la Belco, por su parte, se ventilaron en instancias judiciales. Como resultado de estas decisiones, Petroperú se hizo cargo de las operaciones en las plataformas marinas que la Belco venía operando. Para cumplir con ese cometido, a fines de 1986 se organizó la empresa Petromar, una filial de Petroperú, que toma a su cargo las operaciones de extracción que se realizaban en el zócalo continental. Con esta nueva base de operaciones, Petroperú pudo incrementar sus niveles de producción, con lo que la compañía pasó a aportar el 51 por ciento de la producción total del país. El riesgo en la actividad petrolera es siempre alto, de modo que en estos años se vivieron diversos éxitos y contrastes. En 1989 Petroperú perforó dos nuevos pozos en Chambira, pero sus resultados quedaron comprometidos por falta de nuevos recursos y de infraestructura. Unos años después en 1991, la empresa estatal firmó un contrato con Graña y Montero Petrolera. El objetivo era la explotación del lote 1. Al año siguiente se continuó con la perforación de pozos de desarrollo, en el marco del proyecto Corrientes-Pavayacu. El éxito de los pozos de Pavayacu impulsó la construcción de dos nuevas baterías de recolección. De esa manera, en Explorando las profundidades del Perú mayo de 1994 se alcanzó una producción record de algo más de siete mil barriles diarios. Se trataba de un crudo de excelente calidad proporcionado por el pozo 148D. En medio de este clima de expansión relativa, se logró terminar el oleoducto de 35 kilómetros que unía Chambira con Corrientes, lo que permitió extraer el petróleo de la región. De ese modo, unos quince años después de que el petróleo brotara por primera vez en la selva norte, el país continuaba completando las instalaciones que hicieran posible la existencia de una industria petrolera en una de las áreas más remotas e inaccesibles del territorio nacional Una larga historia como la del petróleo en el Perú – el primer país que lo produjo industrialmente en América Latina – tiene marchas y contramarchas. De esa manera, la política estatista que desde finales de la década de los sesenta había sido la norma, comenzó a ser revisada radicalmente a comienzos de la década de los noventa. El primer activo que intentó privatizarse fue la refinería de Conchan, filial del ente petrolero estatal, aunque la subasta quedó desierta al no alcanzarse el precio base. Ese mismo año se vendieron casi la totalidad de las estaciones de servicio que tenía la empresa del Estado. Finalmente, también en 1992 se privatizó la Compañía Peruana de Gas, Solgas. Las primeras privatizaciones de 1992 serían solo el comienzo de una serie de operaciones que dejarían me manos privadas la actividad petrolera. Para ello, el gobierno promulgó, a mediados de 1993, la Ley Orgánica de Hidrocarburos, que plantea la promoción del desarrollo de las industrias del sector sobre la base de la libre competencia y el libre acceso a las actividades. Un poco antes, el gobierno había eliminado el monopolio estatal en las diversas fases de la industria. La nueva ley surtió efecto y con el paso de los meses y de los años, numerosas empresas petroleras del mundo, se establecieron en el país para firmar contratos de exploración y explotación. Simultáneamente, se creó Perupetro S.A, que se propone “promover la inversión en las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos”, así como negociar, celebrar y supervisar los diversos contratos que se establezcan entre el Estado y las compañías privadas. En los tiempos que vendrían, un nutrido conjunto de bienes y de lotes por explorar pasarían del Estado a manos privadas para su desarrollo. Entre otros pueden citarse el contrato con Rio Bravo para la explotación del lote IV; el arreglo con Mercantile Perú Oil & Gas para la explotación del lote III. Asimismo, en 1993, la Occidental inició la perforación del primer pozo horizontal en el Perú, el pozo San Jacinto 23H. En octubre de ese año, se suscribió un contrato con GMP para la explotación del lote V. Poco después se llegó a un acuerdo con la compañía Sapet para la explotación del lote VII. Entre los activos que fueron privatizados se hallaba la empresa 5 Fotografía nocturna de la Refinería de Talara. (Cortesía de PetroPerú) Petrolera Transoceánica, filial de Petroperú, encargada del transporte por mar del combustible. El nuevo titular fue Glenpoint Enterprises Inc, que adquirió los cuatro buques tanques que hacían ese servicio. Otras operaciones importantes de esa época fueron el contrato con Petro-Tech para la explotación del lote Z2B. Igualmente la explotación integral de los yacimientos de gas de Aguaytía en la selva central. El contrato se firmó con The Maple Gas por los lotes 31B y 31D, y con otra empresa asociada por el lote 31C. La misma corporación pasó a arrendar la refinería de Pucallpa por el lapso de veinte años. En 1994 se firmó el contrato de exploración y explotación con la compañía Murphy por el lote 71. A mediados de la década los contratos con compañías petroleras internacionales se aceleran y afianzan. En 1995 se firmó un contrato con Repsol, IPF, Brasoil, Ranger Oil, para explorar primero y luego explotar el lote Z29. Otros contratos de ese año fueron con Sapet, para la explotación del lote VI; el contrato de exploración y explotación con ARCO para el lote 64; y con el consorcio Barret, Advantage, Pedco, Hanwha, Hyunday, para explorar y explotar el lote 67. Al año siguiente, se firmó 99 Flujos y reflujos de una industria hacia la primera mitad de la primera década del siglo XXI, el panorama de los hidrocarburos en el Perú da señales de una intensa reactivación. un contrato con Petrolera Monterrico para la explotación del lote II, así como otro contrato con el consorcio Mobil, Elf, Esso para explorar y explotar los lotes 77 y 78. En la misma linea se firmó un contrato con Olympic para la exploración y explotación de lote XIII. A pesar del avanzado proceso de privatizaciones de los años anteriores, existían aun algunos activos en manos del Estado, uno de los más importantes era la refinería La Pampilla, cuyo sesenta por ciento de acciones fue vendida en 1996 a Refinadores del Perú, consorcio formado por Repsol de España, YPF de Argentina, Mobil Oil del Perú, Graña y Montero, y otros accionistas minoritarios. Asimismo, fueron subastados los lotes 8/8X que fueron adquiridos por Pluspetrol Perú Corp. Otra subasta importante fue la planta de lubricantes de Petrolube, filial de Petroperú, que fue adquirida por Mobil Oil del Perú. Otro tanto se hizo con la central térmica de Malacas y las plantas de Pariñas y Verdún, operadas hasta entonces por Petroperú. La buena pro se otorgó al Consorcio Eléctrico Cabo Blanco, que se comprometió a instalar 80 Mw adicionales en el plazo de un año. Los contratos de exploración y explotación siguieron aumentando en los años venideros. La empresa Pérez Companc ganó la subasta por el lote X. El consorcio Shell Mobil adquirió los derechos del lote 75. Asimismo, el consorcio PanEnergy, Buenaventura, Mosbacher, firmaron un acuerdo de exploración y explotación del lote 85. A partir del año 1998 los contratos se multiplican. Ese año se cerraron nada menos que quince acuerdos. Así se firmó con Enterprise por el lote 32; con Pérez Companc por el lote ZI; con Occidental por el lote Z3; con San Jorge por el lote 68; con Coastal-Hunt por los lotes 73A, 73B, y 73C. Con ARCO por el lote 86; con Pluspetrol por el lote XII; con Petrolera Monterrico por el lote XV; con Pérez Companc por el lote XVI; con Explorando las profundidades del Perú Repsol por el lote 33; asimismo, ya en el año 1999, con Pan Energy para la exploración y explotación de los lotes 40 y 41; otra vez con Pérez Companc por el lote 34; y con Repsol por el lote 35. Todos estos emprendimientos requieren un tiempo de maduración, sin embargo, hacia la primera mitad de la primera década del siglo XXI, el panorama de los hidrocarburos en el Perú da señales de una intensa reactivación. Sin duda, el caso más significativo de este renacimiento es el del gas de Camisea. La historia de la puesta en valor de este yacimiento es larga y compleja. En 1994 se reiniciaron las conversaciones con Shell para la explotación, conversaciones que habían quedado interrumpidas desde 1988. Luego de algunos acuerdos preliminares, en 1996 se firmó un contrato de licencia con el consorcio Shell Mobil para la explotación del gas. Sin embargo, dos años después, el operador del contrato, Shell, comunicó su decisión de no pasar a la siguiente etapa. Por su lado, el gobierno continuó la búsqueda de un nuevo operador para Camisea. Fue así que en 1999 se creó el Comité Especial del Proyecto Camisea, que aprobó un esquema de desarrollo del proyecto y dio a publicidad la nueva licitación que designaría al nuevo operador. Se consideraron dos módulos, de producción y de transporte, que debían estar en operaciones a mediados del 2003. Cumplidos los concursos, resultó ganador del módulo de producción el Consorcio Camisea, formado por Pluspetrol Perú Corporation, y Hunt Oil Company of Perú, SK Corporation y Tecpetrol del Perú, más adelante se integraría el consorcio estatal argelino Sonatrach. Restaba la parte de transporte y distribución, de modo que la construcción del gasoducto y el poliducto quedó a cargo del consorcio Transportadora de gas del Perú, TGP, 5Vista de la Refinería de Iquitos. (Cortesía de PetroPerú) en el Perú la petrolera estatal brasileña Petrobrás, que adquirió el lote X en el noroeste del país. liderado por una compañía del grupo Techint, asociada con Pluspetrol Perú Corporation, Hunt Oil Company of Perú, SK Corporation, Sonatrach Petroleum Corporation, y Graña y Montero S.A. Así mismo, se habilitó el sistema de distribución en Lima y Callao. Con estas importantes operaciones, el país comenzó a escuchar sobre un nuevo concepto, el cambio en la matriz energética, que considera el uso del gas en industrias, hogares y transportes, abaratando los costos de energía y mudando el consumo hacia una energía más limpia como es el gas. Como resultado de este intenso período de nuevas inversiones, la exploración de nuevas fuentes de hidrocarburo comenzó a dar los primeros resultados. En el 2005 se hicieron públicos dos nuevos hallazgos de importancia. La Repsol YPF encontró petróleo en la selva norte, con el pozo exploratorio Buenavista 1X, con una producción de tres mil barriles de petróleo por día. El otro descubrimiento ocurrió en el mar, cuando PetroTech, empresa que había perforado el pozo San Pedro 1X, logró una producción inicial de 1200 barriles por día.Otros descubrimientos se anuncian en el panorama inmediato, mientras las actividades de exploración se multiplican en los últimos años. Los nuevos hallazgos, aun en fase de confirmación, se encuentran particularmente en la selva norte y en el área tradicional petrolera de la costa norte del Perú. De esa manera, el horizonte petrolero nacional ingresa en este nuevo siglo a una nueva fase de desarrollo. Es previsible que en los próximos años, tanto la producción, como las reservas comprobadas, alcancen nuevas marcas que permitan el regreso del Perú como una importante plaza en la producción petrolera de la región, y lo conviertan en un exportador de hidrocarburos. Finalmente los contratos estuvieron suscritos a fines del año 2000. En los siguientes dos años las obras deberían haber sido concluidas. Sin embargo, los plazos acordados fueron superados más rápido que lo contemplado originalmente, y hacia junio del 2004 se inició la producción comercial del lote 88 – Camisea, con la llegada del gas a Lima. Con el nuevo siglo continuaron expandiéndose las actividades petrolíferas en el país. En el año 2000, Pluspetrol adquirió el lote 1AB que había sido operado por Occidental. Tiempo después, inició sus operaciones 101 Explorando las profundidades del Perú SCHLUMBERGER, UNA TRADICIÓN DE EXCELENCIA C onocimientos, innovaciones tecnológicas y trabajo humano en equipo, forman el eje de lo que Schlumberger representa en el mundo. Durante más de 80 años, la compañía se ha esforzado en desarrollar estos recursos con la finalidad de brindar soluciones que mejoran la productividad de nuestros clientes. Como resultado de estos esfuerzos, hoy poseemos la tecnología, los servicios y las soluciones, que permiten a los clientes traducir en tiempo real los datos adquiridos, convirtiéndola en información útil y valiosa, es decir, en el conocimiento necesario para la toma de las mejores decisiones, en cualquier momento y en cualquier lugar. Aprovechar de esta manera la información que proporciona la tecnología, ofrece enormes oportunidades para aumentar la eficiencia y la productividad. Se trata de un salto cualitativo, de solo proporcionar información tradicional específica, hemos pasado a entregar el conocimiento “a tiempo”, conocimiento que es capaz de resolver las cambiantes necesidades de quienes solicitan nuestros servicios. Schlumberger proporciona un portafolio muy amplio de tecnologías. Su experiencia global y una cuidadosa calidad del servicio, logran que los usuarios de nuestros servicios puedan maximizar la productividad durante la vida de sus reservorios. La compañía proporciona el mejor conocimiento sobre las reservas y su ubicación y se asegura que todos los trabajos – desde las fases iniciales de la perforación del pozo, hasta su terminación – sean diseñados para incrementar la eficacia, optimizar la recuperación y reducir los riesgos. Todos los días en 80 países del mundo, ayudamos a nuestros clientes a buscar y producir petróleo y gas con respeto por el medio ambiente. La actitud pionera ha sido la base de nuestro éxito durante todas estas décadas. Hoy, Schlumberger es la compañía líder a nivel mundial en servicios a la industria del petróleo. Como una organización formada por personas, Schlumberger tiene la convicción de que la diversidad estimula la creatividad y la colaboración. Reflejando esta creencia, y en el constante esfuerzo por entender las necesidades de nuestros clientes, la compañía emplea a más de 70 mil personas, provenientes de más de 140 nacionalidades, que operan en aproximadamente en 80 países del mundo. Los trabajadores de Schlumberger están comprometidos ha realizar su mejor esfuerzo para crear el más alto nivel de valor agregado en todas las operaciones en las que participan. Con 23 instalaciones dedicadas a la investigación y la ingeniería, Schlumberger pone un fuerte énfasis en desarrollar la tecnología innovadora que agrega valor a la actividad que realizan nuestros clientes. Una prueba 103 Schlumberger, una tradición de excelencia 5 Vista panorámica de la Base de Somatito, Los órganos, Talara, durante la década de los 80. de esa vocación por la innovación tecnológica es que en el 2006 se invirtieron 619 millones de dólares en R&D (Research & Development). Como organización humana Schlumberger se asienta en valores y conductas que rigen su actuación. En la búsqueda de poner en práctica lo mejor de sus recursos, la compañía ha asumido el compromiso de brindar servicios que amplíen y optimicen el rendimiento de los clientes. Tres valores bien establecidos sostienen el trabajo de la compañía. Ellos se centran en las personas, la tecnología y las ganancias. • Nuestros trabajadores se esfuerzan en el reto de sobresalir en cualquier ambiente y en su dedicación por el cuidado de la seguridad. El servicio al cliente, a nivel mundial, es nuestra mayor fortaleza. • Nuestro compromiso con la tecnología y la calidad, es la base de nuestra ventaja competitiva. • Nuestra determinación para producir beneficios superiores, es la piedra angular de nuestra independencia, acción y crecimiento futuro. Schlumberger se compromete a la excelencia en todo aquello que realiza. Nuestra meta es hacer negocios de una manera consistente y transparente en todas las ocasiones. Los clientes depositan su confianza en la compañía, particularmente en lo que toca al manejo de información Explorando las profundidades del Perú Nuestros trabajadores se esfuerzan en el reto de sobresalir en cualquier ambiente y en su dedicación por el cuidado de la seguridad. sensible y confidencial. Por eso, nuestra reputación de integridad y trato justo, es de vital importancia para ganar y mantener esa confianza. Schlumberger se esfuerza por mantener la confianza de todos los clientes y accionistas, así como de las personas que participan en nuestras operaciones. Cuando se demuestra claramente que la compañía se comporta de una manera ética, se amplía su reputación de integridad, que a su vez ayuda a atraer y conservar a los clientes y trabajadores. Por eso actuamos bajo un código de ética. Este código y las políticas de Schlumberger, se aplican a todos aquellos que trabajan en la compañía. Nuestro código tiene el propósito de ayudar a cada trabajador a manejar situaciones de negocios de una manera profesional y justa. En él se acentúan los valores de Schlumberger y se anima a los trabajadores a que incorporen esos valores en sus vidas laborales. Como una guía práctica y clara del comportamiento que la compañía espera de cada uno de sus trabajadores, nuestro código fija deliberadamente altos y consistentes niveles para todos los miembros de la compañía, sin importar su posición o el lugar en donde trabajen en el mundo. Una de nuestras mayores fortalezas es la diversidad de nuestro equipo de trabajo, hombres y mujeres de muchas 5 Trabajador de Schlumberger en instalación petrolera en Talara, nacionalidades y con variados antecedentes, que trabajan juntos y comparten objetivos comunes. Schlumberger no tiene “una nacionalidad” que describa su cultura, por eso opera de una manera realmente global a través del mundo. Como una compañía global alienta prácticas justas de empleo por todo el mundo, y ofrece oportunidades equitativas a todos sus empleados, sin importar la raza, la edad, el sexo, la religión o el origen nacional. Schlumberger busca encontrar sus recursos humanos en todas las naciones del globo. Como compañía hemos tenido éxito en atraer y desarrollar personas de todas las nacionalidades, ya sean no occidentales o de países emergentes. Son trabajadores que se han integrado en todos los niveles de la fuerza de trabajo, inclusive gerenciales. Ese mismo empeño ha sido puesto en la diversidad de género. Desde 1994 en que se empezó con esta política, se han hecho avances sustanciales. A futuro, nuestra meta es incrementar progresivamente el porcentaje de mujeres que reclutamos a nivel mundial, asegurar un adecuado desarrollo profesional para mujeres de alto performance, y aumentar nuestra flexibilidad organizacional para atender a un rango más amplio de situaciones personales. Como una organización global, creemos que es de suma importancia interesarnos en los problemas de la comunidad, utilizando nuestros recursos imaginativamente y asumiendo consistentemente nuestras responsabilidades. Schlumberger sostiene diversos programas comunitarios, focalizados en temas de educación, particularmente en economías emergentes y en desarrollo. Hemos elegido el tema de la educación por que tiene el poder de movilizar y motivar a las personas, y por que resulta crucial en el desarrollo social y económico de las naciones. En ese espíritu, Schlumberger anima y sostiene programas específicos como SEED (Schlumberger Excellence in Educational Development), creado en 1998 como una respuesta a las necesidades de tecnología en información y comunicaciones en los países en desarrollo. SEED es una respuesta a los desafíos que presenta la educación científica en todo el mundo, y es una aplicación de los recursos que Schlumberger puede suministrar para enfrentar estos desafíos. SEED utiliza tres recursos específicos de Schlumberger: la gente motivada y con voluntad de compartir su conocimiento 105 Schlumberger, una tradición de excelencia Desde 1998, 108 escuelas que representan 150.000 alumnos en 31 países, han sido conectados a la Internet gracias a los equipos de voluntarios y su tiempo, la habilidad en la tecnología de redes y una variedad de disciplinas científicas, y una presencia desde largo tiempo en muchos países en el mundo. El programa SEED conecta a los niños en edad escolar de los sectores desfavorecidos en los países en desarrollo con la Internet, comparte el verdadero mundo de las ciencias a través de un centro de ciencias en línea multilingüe, y posibilita los proyectos en colaboración entre los niños en edad escolar en todo el mundo. El programa ofrece a los jóvenes la oportunidad tangible de participar de las ventajas económicas y sociales que permite el acceso a los nuevos conocimientos y tecnologías. La visión que propone al mundo es la de construir una comunidad de aprendizaje que derribe las barreras y que construya conexiones. Desde 1998, 108 escuelas que representan 150.000 alumnos en 31 países, han sido conectados a la Internet gracias a los equipos de voluntarios en los siguientes países: Argelia, Angola, Argentina, Azerbaiján, Brasil, Chad, China, Colombia, Ecuador, Egipto, India, Indonesia, Irán, Kazajstán, Malasia, México, Nigeria, Omán, Pakistán, Perú, Rumania, Rusia, Siria, Sudáfrica, Tailandia, Trinidad, Venezuela, Vietnam y Yemen. Otra de las iniciativas de la compañía es la Fundación Schlumberger, una organización que otorga subvenciones y becas, que crea y opera proyectos globales y locales centrados en educación científica en economías emergentes. Schlumberger participa en estas iniciativas Explorando las profundidades del Perú debido a la convicción que existe en sus trabajadores que la educación es importante para efectuar cambios en las desigualdades sociales. La compañía ayuda y anima estas iniciativas, en tanto es una comunidad de personas diversas y talentosas, así como también una organización empresarial. Por eso, la Fundación Schlumberger proporciona ayudas enfocadas en dos programas generales: Educación científica y tecnológica para estudiantes y profesores de secundaria y de la universidad, en los lugares en donde la gente de Schlumberger vive y trabaja. Proyectos y programas locales iniciados e implementados dentro de los mercados geográficos de Schlumberger, incluyendo aquellos donde los empleados participan o lideran proyectos por iniciativa propia. La educación es un factor crucial que permite que los individuos realicen todo su potencial, y en última instancia, que las naciones logren cumplir con los retos económicos y el desarrollo social y humano de sus poblaciones. Por eso, Schlumberger, a través de su Fundación, trabaja en todo el mundo para ampliar las oportunidades de los jóvenes y que estos tengan acceso a la mejor educación científica y tecnológica. 4 Personal de Schlumberger, al fondo la ciudad de Talara. 107 INVESTIGACIONES FUNDAMENTALES Y DESARROLLO DE TECNOLOGÍAS APLICADAS AL MUNDO PETROLERO Por Jean Paul Lafournere esde sus inicios, con los hermanos Marcel y Conrad Schlumberger, la compañía que ellos fundaron se ha destacado por su dedicación casi obsesiva en conducir investigaciones fundamentales, tanto en física como en matemática, dentro de un campo mucho mas amplio, con el fin de desarrollar tecnologías innovadoras, y a veces revolucionarias, para la exploración y la producción de hidrocarburos. D A lo largo del tiempo, Schlumberger ha ido poniendo hitos en el ámbito Petrolero, por su numero de patentes y sus gestiones en R&D y R&E. Eso ha permitido su constante avance tecnológico sobre las de mas compañías del sector. Cabe aquí resaltar el atraso casi “genético” de los ingenieros sobre los investigadores. Los primeros penando por desarrollar las tecnologías soñadas y dibujadas por los investigadores muchos años atrás. Como ejemplos, dos mediciones emblemáticas, esperadas por generaciones de ingenieros petroleros, petrofísicos, reservoristas y geólogos: la medida de resistividad de las formaciones geológicas a través del revestidor y la aplicación de resonancia magnética al ámbito pretrofísico. La industria ha esperado respectivamente 50 y 45 años, desde la etapa de investigación fundamental, conducida poco después de la segunda guerra mundial, hasta la fase de implementación en los pozos de hidrocarburos, a fines del siglo XX. Ambos desarrollos han sido finalmente posibles, porque al fin se obtenía la capacidad de poder medir nano-voltios en el primer caso, y la capacidad de construir imanes permanente de alta potencia y de minuto tamaño, en el segundo caso Explorandolas lasprofundidades profundidadesdel delPerú Perú Explorando 5 Detalle del registro eléctrico del Pozo 2642, 1938 Los frenos al desarrollo y la construcción de herramientas, se explica principalmente por la espera de los avances de otras industrias, como la electrónica, mecánica, robótica y metalurgia, que aportan los elementos necesarios para dar forma a esos sueños que primero dibujaron los investigadores e ingenieros de Schlumberger. En los últimos años los avances tecnológicos acelerados en todas estas industrias, han permitido a Schlumberger la posibilidad de desarrollar e introducir en la industria petrolera un número creciente de nuevas tecnologías. No cabe duda que las nuevas ciencias, para destacar solo una, las nanotecnologias, brindaran a medida de sus avances los componentes necesarios a los ingenieros de Schlumberger, para dar la luz a los variados proyectos de investigaciones aun pendientes. En una industria percibida por muchos como muy conservadora, a veces anticuada, con una imagen publica asociada esencialmente a sus aspectos negativos, se destacan algunas empresas, entre ellas, particularmente Schlumberger, que a través de sus valores contribuye a hacer de esta industria un escaparate envidiable y duradero, en términos de avances tecnológicos, de desarrollo humano, compromiso social, desarrollo sustentable, seguridad y respeto del medio ambiente. Schlumberger del Perú, a lo largo de mas de 70 años al servicio continuo de la industria petrolera peruana, se inscribe tanto en la historia de la Schlumberger en el mundo, como en la del Perú moderno. Nuestro leit motiv en el Perú, sigue siendo el de participar en esta industria con lo mejor de Schlumberger, la experiencia y profesionalismo de nuestra gente y la aplicación de nuestras tecnologías. En el 2007 Schlumberger Del Perú es líder en América Latina en cuanto a aplicación de nuevas tecnologías, haciendo de este país un ejemplo de modernidad y de dinamismo tecnológico, sin nada para envidiar a industrias petroleras mas mediatizadas como las de Venezuela, Brasil , o México. 5 Los registros modernos incluyen multitud de informaciones que permiten tomar decisiones adecuadas y a tiempo.. 109 Schlumberger en el Perú: un testimonio personal SCHLUMBERGER EN EL PERÚ: UN TESTIMONIO PERSONAL Por Carlos E. Mogollón Ibarra O cupar un lugar entre las personas que trabajan en Schlumberger, es algo más que tener una oportunidad profesional, es una oportunidad de carrera para crecer. Los estudiantes a punto de graduarse en carreras afines a la industria del petróleo y el gas, encuentran en Schlumberger el lugar donde desarrollar una carrera sólida con formación profesional de empresa de calidad mundial. Hoy somos cientos de peruanos que formamos parte de los más de 70,000 empleados que tenemos el privilegio de pertenecer a esta compañía. Tal vez mi experiencia personal pueda servir para ilustrar esta afirmación. Comencé a trabajar en Schlumberger hace mas de 27 años, en la década de los ochenta, en la base Somatito - Los Órganos - Talara. Sobre el escritorio, el gerente de la época tenía un contrato que me invitaba a leer y luego firmar. Yo escuchaba la oferta de trabajo con mucha convicción. Indudablemente, para un muchacho, que había pasado una semana de evaluación con otros muchachos que buscábamos una oportunidad y con el bolsillo sin “peso alguno”, era como ganarse una lotería tener entre manos un contrato para trabajar en el laboratorio de “Drilling Services”, o Dowell Schlumberger, que hoy llamamos Well Services. En esa época, mi mente estaba ligada en una media beca de postgrado para estudiar en Alemania, pero todo eso podía quedar en el camino, pues la decisión a tomar de inmediato era tajante: estudiar o trabajar… Difícil situación, más aun cuando se tienen 23 años y algunos centavos en el bolsillo, pero muchas aspiraciones firmes hacia el futuro para explorar ideas, nuevos estilos de vida, emociones y sueños. De pronto, me proponían despertar de ese sueño para participar en otro: la exploración y producción del oro negro y el gas. Explorando las profundidades del Perú Seguramente en ese momento yo no comprendía del todo que, al unirme a la compañía estaba tomando una decisión que involucraba mi futuro desarrollo como profesional y como persona. Schlumberger busca la excelencia en la calidad de servicio para nuestros clientes, ya que al final, la satisfacción de los clientes hace que ellos tengan lealtad para seleccionarnos en sus proyectos futuros. Pero eso exige que cada persona tenga el debido entrenamiento, capacitación especializada, y mentores que ayuden al empleado a tener el perfil que la compañía requiere de cada uno de nosotros para hacer la diferencia en un mercado altamente competitivo como es el de los servicios petroleros. De otra parte, el empleado debe tener alto rendimiento y ser respetuoso de las normas de la empresa, todo ello dentro de los valores de Schlumberger que están ligados a su gente, la tecnología y los resultados financieros. Entonces la calidad de servicio se transforma en un hábito y la seguridad es una cultura, así como también el cuidado de la salud y el medio ambiente. Las capacitaciones y las evaluaciones del personal forma altos perfiles profesionales en una industria como la del petróleo, donde “las cosas se deben hacer bien la primera vez”. En los años ochenta, cuando me tocó iniciar este camino, hacía muchos años que Schlumberger había establecido una clara política de formación de sus empleados. La capacitación para la gente de cemento, fracturas, acidificaciones y bombeos, se realizaban en escuelas como el BTC (Bolivia Training Center), UTC (United Kingdon Training Center), MTC (Middle East Training Center) o el KTC (Kellyville Training Center). Compartir la enseñanza con personas de todo el mundo, y conocer científicos que están a la vanguardia en sus respectivos campos, fue una experiencia muy formativa. Sin duda, los entrenamientos y las evaluaciones en todas las 5 Grupo de trabajadores de Schlumberger en la locaciòn de Pagoreni. especialidades, y en diferentes etapas de la carrera, son muy efectivas en la formación profesional del empleado Schlumberger. En esta formación se pone mucho énfasis en los valores, para consolidar un perfil de empleado con respeto y fiel seguimiento de los códigos de conducta y ética en los negocios de Schlumberger, a fin de poder cumplir con los objetivos de nuestros clientes. Al firmar el contrato que se me ofrecía, quedaba unido a una organización humana en la que no existe la distancia, ni las diferencias de razas y religiones, incluyendo los idiomas, creencias, tradiciones, áreas geográficas, etcétera. Nos sentimos un equipo humano con ideales bien definidos, con alto sentido de responsabilidad social, especialmente en las zonas donde trabajamos. Creemos en nuestra gente, nuestras familias y miramos siempre hacia el futuro. Basados en la innovación, las nuevas tecnologías y los retos, en Schlumberger orientamos nuestros esfuerzos y conocimientos a dar soluciones a las necesidades de nuestros clientes. Filosóficamente hablando, alcanzar la perfección no es posible, ya que el hombre sostiene durante siglos una lucha natural y constante para conseguirlo. Esta búsqueda de la perfección continuará por siempre, pero difícilmente se alcanzara, pues el hombre es un ser perfectible. De la misma manera, en Schlumberger el trabajador encuentra el espacio adecuado para esta búsqueda de la superación, mediante continuas innovaciones, desarrollos y nuevos productos que siempre hacen noticia en el mundo del petróleo y el gas. En el Perú, la presencia de Schlumberger se remonta más lejos de lo que a primera vista podría parecer. Hay que recordar que somos un país con una antigua y activa trayectoria petrolera. No en vano nos corresponde el mérito de ser el país que, en 1863, en Zorritos, perforó el primer pozo de petróleo de América Latina. Ese hecho marcó el 111 Schlumberger en el Perú: un testimonio personal 5 Vista panorámica de la base de Schlumberger en Talara. inició de una industria petrolera que, con alzas y bajas, ha continuado hasta el presente, modelando una parte de la geografía económica y humana del país, como puede constatarse en el extremo norte de la costa peruana. Por su parte, la compañía formada en 1919 por los hermanos Conrad y Marcel Schlumberger, daba sus primeros pasos en los años veinte, y rápidamente expandía sus trabajos de exploración hacia distintos puntos del mundo. Hasta la mitad de esa década, el Perú había sido el primer productor de petróleo de América de Sur, por lo tanto, era un candidato ideal para poner en práctica las revolucionarias tecnologías que los hermanos Schlumberger estaban desarrollando. En la segunda mitad de la década del veinte, surgieron nuevos países petroleros, como Venezuela, donde Schlumberger llegó en 1929. Ante el descubrimiento de grandes yacimientos de petróleo en distintas partes del continente, el Perú cedió en 1924 la primogenitura en materia de hidrocarburos que detentaba desde 1863. Sin embargo, los yacimientos de la costa norte siguieron siendo importantes centros productores que, al comenzar la década de 1930, situaban al Perú en el noveno lugar en el mundo entre los países productores de petróleo. Fue en esa década, cuando el Perú era el tercer productor de petróleo de América del sur, que Schlumberger realizó sus primeras labores en el subsuelo del Perú. Lamentablemente hasta el momento no se ha podido encontrar la documentación específica que fije la fecha precisa de esos primeros trabajos en territorio nacional. Explorando las profundidades del Perú Fue cuando el Perú era el tercer productor de petróleo de América del sur, que Schlumberger realizó sus primeras labores en el subsuelo. La investigación para hallar las pruebas documentales de esa presencia, continúan actualmente. Sin embargo, existe información complementaria que permite situar el arribo de los técnicos de Schlumberger al Perú en los primeros años de la década del treinta. Efectivamente, en 1934, en la zona de Ancón, en el Ecuador, Schlumberger realizó el registro eléctrico del pozo Nº 317. Los ingenieros y técnicos de Schlumberger que participaron en esas labores, habían partido desde la base de Talara. De ese modo, la presencia de Schlumberger en el Perú se remonta al menos al año de 1933. Desde entonces, Schlumberger ha estado presente en todas las vicisitudes, buenas y malas, que ha lo largo de las décadas ha vivido la industria de hidrocarburos en el Perú. Algunos hitos de esa presencia han quedado registrados en las diversas oficinas y razones sociales que la compañía ha tenido en el Perú. Después de la segunda guerra mundial, en octubre de 1947, Schlumberger abrió una oficina permanente mediante una sucursal de Schlumberger Surenco S.A., en la ciudad de Lima. En 1972, Technical Consultants se estableció en la ciudad de Iquitos. En 1978, se construyó la Base de Somatito - Los Organos - Talara, establecida para proporcionar los servicios de bombeo y perforación direccional, que funcionó bajo el nombre de Drilling Services hasta 1984. En 1983 se abrió Servipetrol Inc – Iquitos, que fue establecida como sucursal del Perú; un año más tarde cambio de nombre a Sucursal Iquitos. Ese mismo año, 1984, otra sucursal de Servipetrol Inc.- Talara, fue establecida en la ciudad de Lima, y antes de que termine el año, abrió la oficina de Dowell Schlumberger Perú S.A. Al año siguiente, 1985, Anadrill del Perú S.A., se estableció en Lima. Simultáneamente, se constituía la Camco Reda S.A., en la ciudad de Iquitos. El primer día de agosto de 1996, fue constituida en Lima Schlumberger del Perú S.A. En 1999, abrió la Omnes Ltd, sucursal del Perú. Ya en el nuevo siglo, en el 2001, se constituyó la Western Geco Peru S.A., y en julio del 2004, la Schlumberger del Amazonas S.A.C. Durante todos estos años, muchos nombres, muchas personas, muchas personalidades de Schlumberger se han entrenado, han trabajado aquí, o simplemente han visitado los campos de petróleo y gas de Talara, Negritos, El Alto, Somatito o el zócalo en el norte del país, así como también la selva Norte, Iquitos, o la selva Sur como Camisea o Pagoreni. Son muchas las personas que han pasado por el Perú, pero en este libro solo nombraré a una de esas personas, alguien que es parte de la historia de Schlumberger, y que es reconocido ampliamente por todos los empleados de la compañía por su ejemplar calidad humana, además de su gran capacidad técnica e innovadora. Me refiero a John Yearwood, quien no solo hizo sus primeros trabajos en Talara, sino que también se casó con una distinguida dama Talareña. Los que han trabajado junto a él recuerdan gratos momentos, experiencias que son parte importante de la vida, momentos que se guardan como miembro de la familia Schlumberger. Pasan los años, y la naturaleza afecta grandemente al Perú con lluvias torrenciales cíclicas que ocurren cada 50 años. A ello se sumaron las crisis económicas, con una hiperinflación desastrosa que puso al Perú en un situación de profunda tristeza, y por si fuera poco, un período de violencia ocasionada por grupos extremistas que hundieron a nuestro país en un panorama desolador y con un futuro incierto. En el campo de los hidrocarburos, por otra parte, fuimos afectados por ciclos de crisis de los precios del petróleo, lo que redundó en la falta de inversiones, pues la exploración de los hidrocarburos es un negocio de riesgo. A pesar de todas estas vicisitudes vividas en los años ochenta y noventa, Schlumberger ha permanecido en el Perú, confiando en que vendrán tiempos mejores, pues el petróleo y gas duermen en nuestro suelo, a la espera de que las inversiones se hagan realidad. En Schlumberger estamos convencidos que ese tiempo ha llegado, conjuntamente con una recuperación de los precios del petróleo y el gas, que permitirán que muchos inversionistas miren hacia el Perú y generen trabajo en todas las actividades de la cadena extractiva, productiva y de transporte de los hidrocarburos. Así ha pasado el tiempo y, en Diciembre del 2004, después de 18 años, regresé a mi querido Perú para liderar a un selecto grupo de peruanos y ciudadanos de todo el mundo, y para aplicar junto con ellos todo lo aprendido en otros ambientes geográficos, economías y diferentes culturas. A ellos se suman jóvenes recién egresados de las universidades o instituciones técnicas, que encuentran la gran oportunidad de trabajar y hacer una carrera en Schlumberger para mejorar su calidad de vida. 113 Schlumberger en el Perú: un testimonio personal 5 Trabajadores de Schlumberger en instalación petrolera de Talara. Vivir durante mucho tiempo en el extranjero, puede proporcionar una perspectiva sobre el propio país. Así, a mi regreso, he escuchado muchas quejas que son como ecos en los diversos estratos sociales, síntomas de cómo nos percibimos los peruanos. Se habla de discriminación étnica, inmadurez, desorganización, impuntualidad, mediocridad, conformismo, desesperanza, facilismo, desidia, machismo, oportunismo, arribismo, envidia, corrupción, violencia, etc. Todo ello serían las características de algunos peruanos. Pero las preguntas que nos deberíamos hacer son otras: ¿que he hecho por el Perú?, ¿por mi persona?, ¿por mi familia?, ¿por la comunidad? Existe una verdad que dice que “el hombre es pobre debido a que tiene ideas pobres”, y esto es lo que debemos cambiar. No hay duda que nuestro país afronta graves problemas históricos, sociales, económicos, estructurales, coyunturales, espirituales y éticos; así como grandes retos, y por supuesto, muchas oportunidades para cambiar una realidad que nos agobia. Solo nos falta estar convencidos de que podemos hacerlo en base a disciplina, ideas, creatividad, respeto y una gran fe en nosotros mismos. Explorando las profundidades del Perú Por otro lado, no hay duda que los peruanos hemos sido bendecidos con un gran país, rico y variado, que todavía no sabemos aprovechar. Comenzaré por la gastronomía que ya es reconocida en el mundo entero, y desde luego, el pisco, que todo el mundo sabe que es peruano. Si hablamos de frutas, tenemos variedades únicas como la chirimoya, la guanábana, la lúcuma, la granadilla. Y si se trata de auquénidos están la alpaca, la vicuña; pero además tenemos el caballo de paso. No podemos olvidarnos de la quinua (en mas de 25 variedades); el olluco (en mas de 30 variedades); la papa (en mas de 3000 variedades); el maíz (que tiene los granos mas grandes del mundo y mas de 32 variedades); la palta mas suave el mundo; el algodón mas fino del mundo (pima, tanguis); el árbol de sauce llorón, que contiene un componente que es la base de la aspirina; el yacón, una raíz similar a la yuca del cual se extrae la insulina para la producción industrial; la maca y sus componentes son ingredientes del viagra, y todo eso es de origen peruano. En cuanto a la geografía, y la naturaleza, en el Perú hay más de 50 montañas con más de 6000 msnm. Existen 1769 glaciares. Más de 1700 variedades diferentes de pájaros, somos el país con la variedad más grande de aves en el En el campo de los hidrocarburos, el Perú es parte importante de la historia. El país ya había hecho esfuerzos por encontrar petróleo, en el año de 1830 y en 1862, la buena noticia se hizo eco al encontrar petróleo en la quebrada de Tulsillal. mundo. El Perú es el segundo país en el mundo con una variedad de 34 especies de primates. Es el tercer país en el mundo con 361 especies de mamíferos. El quinto con 297 especies de reptiles. El quinto en anfibios con 251 especies. Tenemos, además, 84 de las 103 zonas ecológicas que existen en el mundo. Los más diversos tipos de clima se encuentran en el Perú, colocándose entre los 5 países de la mayor diversidad biológica del mundo; el océano peruano ofrece 700 variedades de peces y 400 variedades de crustáceos; el lago mas alto del mundo es el Titicaca, que es compartido con Bolivia; 6 Detalle de la base de Schlumberger de Talara. el río Amazonas con mas de 1000 afluentes, viene a ser el mas largo del mundo, cuyo flujo es de 150,000 m3/seg., se inicia en el Perú. Todo ello, desde luego, nos plantea una especial responsabilidad en cuanto al cuidado del medio ambiente. Con todos esos recursos en nuestro territorio, es bueno considerar que los TLC (Tratado de libre Comercio) son importantísimos para el futuro del Perú, pero debemos entenderlos en toda su magnitud, y para eso caben las siguientes preguntas: ¿Porque exportamos la materia prima y porque no el producto final? Es decir, porque exportamos un tonelada de materia prima por 100 dólares, en lugar de un kilo de producto por 1000 dólares? En definitiva, ¿porque no atraemos inversiones para que el producto final sea realizado en Perú?, ¿porque no hacemos alianzas con esas grandes empresas? En el campo específico de los hidrocarburos, el nombre del Perú es parte importante de la historia. El país ya había hecho esfuerzos por encontrar petróleo, aunque sin éxito, en el año de 1830, siendo que, en 1862, la buena noticia se hizo eco al encontrar petróleo en 8 zanjas de 10 metros de profundidad, en la quebrada de Tulsillal, del norte peruano. Pero la gran noticia ocurre el 2 de Noviembre de 1,863, cuando el Ing. Prentice 115 Schlumberger en el Perú: un testimonio personal 5 Curso de capacitación sobre el cuidado del medio ambiente dictado en las instalaciones de Schlumberger en Talara. escogió el pozo 4, localizado en Zorritos, Tumbes, dando inicio a la perforación del primer pozo del Perú y de Sudamérica. Es por eso que el 2 de Noviembre se recuerda como el Día del Ingeniero Petrolero. El año 2005, después de 20 años “secos”, se presentaron tres descubrimientos importantísimos para la industria petrolera peruana. Primero Repsol, después Petrotech y al final de año OXY, nos dieron buenas noticias que alientan a la inversión extranjera, significando un interesante contribución al crecimiento del Perú gracias a las regalías que se obtienen. En este rubro, hay muchas noticias buenas que harán del Perú un “boom” de actividades petroleras especialmente en la exploración. Para poner en valor todos estos recursos, debemos hacer un gran esfuerzo en la educación. En Schlumberger, como Explorando las profundidades del Perú miembros de una organización cuyo gran capital es su gente y su conocimiento, somos particularmente concientes de este reto. Es claro que todo esto tiene que ver con el capital humano, la educación, las escuelas y las universidades. Es decir la educación y reeducación, humanista y científica, la cual es una misión compartida, a cargo de la familia comprometida y de los educadores concientes. La falta de una educación que se base en el respeto, la ética, la disciplina y la supresión de la corrupción, es la principal causa de que éstos males se conserven a través de las generaciones. La escuela puede ser un corrector muy útil que puede ayudar no sólo a los alumnos sino también a los padres, para contribuir a hacer el gran cambio que necesita el Perú para insertarse en este mundo globalizado altamente competitivo. Algunos de los retos que tenemos por delante son los siguientes: • Debemos trabajar mucho en la formación del capital humano, en fijarse metas para ser altamente competitivos. 117 Schlumberger en el Perú: un testimonio personal Otra iniciativa de la SSA, junto con otras instituciones, ha sido el apoyo brindado a 12 niños de la Posada de Belén del CallaoLima, mediante ayuda para sus alimentos, salud y estudios. • Debemos ser innovadores y creativos, fomentando oportunidades de negocios con alta calidad empresarial. • Los alumnos deben tener capacidad de adaptación geográfica y cultural. • Hablar castellano no es suficiente, el ingles debería ser obligatorio para obtener el nivel internacional de los egresados. • La responsabilidad social, debe ser una tarea de todos. • Se debe eliminar la informalidad en el país y luchar por la formalización de todas las PYMES. El peruano es muy emprendedor, pero es especialista en la informalidad. • Empujar por la globalización y de esta manera romper todas las fronteras y paradigmas económicos. • Eliminar la débil vinculación de las universidades y las empresas privadas. Se deben hacer alianzas entre la universidad y las empresas privadas. • Mejorar la calidad de vida de las personas debe ser una meta alcanzable en poco tiempo. • Fomentar el cambio de actitud en los alumnos para obtener buenos resultados. Debemos ser proactivos. • Incentivar los trabajos científicos, patentes y marcas. Tenemos muchos recursos para hacerlo como tesis patrocinadas por la empresa privada. Por eso, en Schlumberger el tema de la educación es una de nuestras responsabilidades corporativas, ya que tiene el poder de movilizar y motivar a las personas, y es el factor clave en el desarrollo social y económico de las naciones. De esa manera, Schlumberger sostiene programas específicos como SEED (Schlumberger Excellence in Educational Development), creado en 1998 como una respuesta a las necesidades de tecnología en información y comunicaciones en los países en desarrollo. SEED busca enfrentar los desafíos que presenta la educación científica en todo el mundo. En la búsqueda de ese cometido, utilizamos tres recursos que Schlumberger tiene en su haber: gente motivada Explorando las profundidades del Perú y con voluntad de compartir su conocimiento y su tiempo; habilidad en la tecnología de redes y una variedad de disciplinas científicas; finalmente, una presencia continua en muchos países del mundo. El Perú es uno de los 108 países en donde este proyecto trabaja. SEED conecta a los niños en edad escolar en los países en desarrollo con la Internet. El programa ofrece a los niños y jóvenes una oportunidad de participar de las ventajas económicas y sociales que permite el acceso a los nuevos conocimientos y tecnologías. La visión que proponemos es la de construir una comunidad de aprendizaje que derribe las barreras y que construya conexiones. Esta atención al tema de la educación ha sido asumida especialmente por las esposas de nuestros trabajadores, que forman el grupo de la SSA (Schlumberger Spouses Association), quienes de una manera muy entusiasta y sin fines de lucro, dedican su tiempo a mitigar responsablemente las necesidades de los niños mas necesitados de nuestra sociedad. Ellas tienen la gran satisfacción de haber contribuido a conseguir el reconocimiento oficial por parte del Ministerio de Educación, de la escuela “San José Obrero” de Villa Maria del Triunfo, en Lima; al mismo tiempo, obtuvieron las plazas de los 8 profesores que venían trabajando “ad honorem” durante dos años. Esta escuela empezó con 15 alumnos y ahora son más de 130 niños. Lo que al inicio fue un trabajo arduo de los padres y madres de familia, y de la SSA, es ahora una realidad. Juntos han logrado construir cuatro aulas de madera, junto con otras facilidades como los servicios higiénicos, y áreas de trabajo, incluyendo un horno semi industrial donde los niños aprenden formas de trabajo que mas tarde les permitirán ser independientes económicamente. Otra iniciativa de la SSA, junto con otras instituciones, ha sido el apoyo brindado a 12 niños de la Posada de Belén del Callao-Lima, mediante ayuda para sus alimentos, salud y estudios. Para la familia Schlumberger es un orgullo y una satisfacción comprobar iniciativas como estas, bien orientadas y con la creatividad necesaria para generar los fondos económicos necesarios, que contribuyen con responsabilidad social hacia las personas más necesitadas, especialmente los niños en edad de recibir educación. Todos debemos estar comprometidos en fomentar la educación para la vida, educación de nivel internacional 5 Vista panorámica de la refinería y la ciudad de Talara. y con ideas innovadoras. Para ello debemos fijarnos plazos no muy lejanos, para obtener metas basadas en nuestra fe, conocimiento y perseverancia. La empresa privada posee una gran responsabilidad que cumplir en la comunidad, pero por su parte, las autoridades también deben crear las condiciones y la infraestructura necesaria para atraer a los inversionistas internacionales. Las infraestructuras son referidas a contar con áreas industriales modernas, muelles, medios de transporte, sistemas logísticos, procesos definidos, etc., con atractivos aranceles y condiciones tributarias que logren atraer a la inversión privada al Perú. Así generaremos trabajo, propiciando que nuestras exportaciones no sean solo de materia prima, sino de productos elaborados que digan “Made in Perú”, ya que gran parte de los recursos naturales son producidos por nuestro país. los jóvenes egresados de universidades e institutos, quienes ingresan a la empresa con muchos deseos de superación. Ellos me recuerdan mis inicios, aquel 11 de febrero de 1980, en el campo de Somatito, de mi querida Talara. En esa tierra rica en petróleo, la formación geológica Mogollón – gran productora de crudo de alta calidad, pero muy difícil para las brocas de perforación – hace que mi apellido sea recordado siempre por todos aquellos que de una u otra manera nos dedicamos a la actividad petrolera. Con mucho orgullo digo: “Talareño soy, he dedicado toda mi vida a mi familia y a Schlumberger, y con mucha fe en Dios, trabajo duro e ideales claros, la vida me ha dado muchas satisfacciones”. Haciendo un balance de los últimos 32 meses, en los que he liderado esta empresa en mi querido Perú, puedo comentar que han sido los más fructíferos y satisfactorios de mi vida. Durante este tiempo hemos experimentado un crecimiento sostenido en los negocios, generando muchas oportunidades de trabajo, especialmente para 119