La Ratonera La Ratonera Revista asturiana de teatro. N.º 30. Septiembre de 2010. 6 € Septiembre 2010 Texto: Una historia contada al revés, o no de Josep Maria Miró ISSN 1578-2514 9 771578 251002 30 30 Laboral Teatro: abajo el telón Teatro del Norte, 25 años A puerta cerrada Marcos Ordóñez La vaca muerta Circo Sumario La Ratonera Revista asturiana de teatro N.º 30. Septiembre de 2010 Dirección Roberto Corte, Pedro Lanza Redacción Francisco Díaz-Faes, Boni Ortiz, Eva Vallines, José Luis Campal Edita ORIS Teatro Av de La Vega 67, 2º 33940 El Entrego (Asturias) Teléfono: 652869861 [email protected] Recepción de artículos y correspondencia Av de Portugal 9, 3º D 33207 Gijón (Asturias) [email protected] Correctora Eva Vallines Diseño y maquetación Pedro Lanza Foto portada A puerta cerrada, de Teatro Margen Fotógrafo: Paco Paredes ISSN: 1578-2514 Dep. Legal: AS-4093-2000 Impresión: Ápel (Gijón) 3 4 7 9 11 13 15 17 20 24 26 28 35 70 73 76 80 84 94 100 103 104 108 112 115 118 Editorial: Una suma de errores Sartre y los otros. Roberto Corte Los prodigios del deseo. Boni Ortiz Una buena temporada para Beckett. Diego Díaz Laboral Teatro: abajo el telón. Venancio J. Mayo Pérez El extraño caso de Laboral Teatro... Venancio J. Mayo Pérez Laboral es un espejo de lo que queremos... Boni Ortiz El huerto florece. Gemma de Luis 25 años de Teatro del Norte. Etelvino Vázquez Entrevista a Paraninfo 58. Néstor Villazón Historia de un teatro. Joaquín Fuertes Entrevista a Josep Maria Miró. Eva Vallines Texto: Una historia contada al revés, o no. Josep Maria Miró Con Marcos Ordóñez, sus armas críticas. Roberto Corte Entrevista a Marcos Ordóñez. R. C. Entrevista a Ortiz de Gondra y David Desola. Saúl Fernández Mirando hacia atrás con ira. Boni Ortiz Agustín de la Villa (y II). Xosé Lluís Campal y Aurora Sánchez 'La vaca muerta' de Zozaya. Aurora Sánchez y José Luis Campal Mejor reír que llorar. Adolfo Simón II Encuentro Ibérico de Revistas de Teatro El arte de Talía en tiempos revueltos. Carlos Rivera Díaz 'Primaverano' pictórico/teatral. Adolfo Simón Torgeir Wethal, todo un ejemplo. Etelvino Vázquez Cuando sopla el duende. Francisco Martín Medrano Libros y revistas Editorial Una suma de errores A D ca normalizada, no presupone que nos convirtamos en cómplices defensores del papanatismo, ni en adocenados partidarios del posicionamiento acrítico. Y muchísimo menos de la estulticia y la picaresca desvergonzada. Las críticas que en reiteradas ocasiones hemos planteado a los políticos responsables de la Laboral las hicimos en función de los abusos consentidos al director de programación Mateo Feijóo (arbitrariedad, honorarios exageradísimos y desproporcionados por desempeñar su trabajo, nepotismo, desconsideración absoluta hacia la vanguardia dramática, hacia Asturias…) y porque carecían de un proyecto general mínimamente articulado y coherente, que fuera más allá del teatro de vanidades y vaguedades al que concurre cierta vanguardia que usa y abusa del relumbrón, del escaparate, y de los eventos rimbombantes a los que, desgraciadamente, ya tan aficionados somos en nuestro país. De lo cual puede ser buen ejemplo de clausura la instalación del joven Kris Verdonck en el II Ciclo Performance, en un sentido conceptual —a diferencia de las elaboradas y exquisitas intervenciones de Ana Borralho y Carlos Marquerie—. hora la concesión de la programación para Ciudad de la Cultura al Grupo José Luis Moreno, Kulteperalia, confirma los peores augurios. No se trata de deslegitimar las galas televisivas, el teatro comercial, las zarzuelas y el arte entendido como un mero entretenimiento —en Cabueñes hay sitio para todos—, sino de confirmar la trascendencia ideológica que conlleva el abanderar una programación que pone en entredicho los valores que cabe otorgarle a un servicio público. Pues de todos es sabido que a partir de ahora —y digan lo que digan— en la Laboral ya no habrá lugar para la experimentación creativa. El teatro convencional más rancio suma enteros y gana todas las partidas. Lo ocurrido ha puesto al descubierto la falta de una visión de conjunto y que estamos al albur de unos políticos a los que les importa muy poco Asturias y el teatro. 3 A Septiembre 2010 E l giro de 180º realizado en la línea de programación de la Laboral pone de relieve la radicalidad con que se abordan los recortes presupuestarios para paliar la crisis, lo animado y vivo que se presenta el debate en su vertiente mediática y política, y el vaciado o descalabro ideológico y conceptual que supone para el Gobierno del Principado el validar ahora una programación que está, por su naturaleza y principios, en las antípodas del proyecto inaugural. O, al menos, así se nos quería hacer creer. nte el aluvión de críticas aparecidas en la prensa regional durante estos días —las hay para todos los gustos: más o menos necesarias, más o menos interesadas y oportunistas— no estaría de más que el lector hiciera hincapié en aquellas que se presentan como más responsables. Las que entienden que no sólo desde la taquilla y la rentabilidad económica cabe abordar la oferta cultural de un servicio público, y las que piensan que, en gran medida, la programación de la Laboral se inscribe en un proyecto territorial de conjunto, Ciudad de la Cultura, que se desea como una alternativa complementaria a la programación y producción habitual, merced a una infraestructura que se predispone óptima para abordar espectáculos de grandes audiencias y otros con aforos más reducidos. Y esto a pesar de la ventaja o el inconveniente que supone la utilización de un espacio emblemático enclavado lejos del casco urbano de Gijón. esde esta misma página siempre hemos sido claros partidarios de un plan que diese relevancia a las nuevas tendencias escénicas y a las corrientes más innovadoras y creativas, razón que nos hermana en intenciones con la idea original del proyecto. Quienes piensen lo contrario nos han malentendido o esgrimen intereses espurios al hacerlo. Ahora bien, el reconocer la vanguardia y la experimentación como un elemento imprescindible en el desarrollo de una sociedad artísti- Sartre y los otros a puerta cerrada La Ratonera / 30 4 De Jean Paul Sartre Teatro Margen Intérpretes: José Luis de San Martín, José Antonio Lobato, Begoña Faro, Ángeles Arenas Vestuario: Azucena Rico Cámaras: Alejandro Rodríguez y Alfonso Aguirre Set televisión: Huella Ayudante de dirección: Marisa Pastor Espacio escénico y dirección: Arturo Castro Teatro Jovellanos Gijón, 13 de junio de 2010 Arturo Castro monta con su grupo Margen A puerta cerrada, un trabajo que ya había realizado hace cuatro años para concluir sus estudios de dirección, cuando era alumno de la ESAD. Su propuesta de entonces es la misma que ahora —si mal no recuerdo—, incluyendo los intérpretes, aunque con los cambios pertinentes que se evidencian entre el personal del equipo técnico, que no alteran en nada la originalidad y los riesgos ya acometidos. La traducción de antes era de Eladio de Pablo, aunque en esta versión su nombre no aparece —ni ningún otro— en el programa de mano. Yo hice la crítica pertinente en el 2006 y la colgué en el blog de esta revista. Supongo que por semejanza, en buena parte, estoy obligado a repetirme. Es posible que A puerta cerrada sea la pieza de Sartre más representada y representativa, la que más le sobrevive. Quizá todo esto ocurre porque algunas de sus piezas de combate que en otro tiempo fueron tan leídas, con sus meollos éticos de urgencia y coyuntura –y estoy pensando en Muertos sin sepultura y Las manos sucias –, eran de hoja caduca para el glacial ideológico de esta nueva era. Y mucho me temo que la profilaxis, y las razones políticamente bienintencionadas que hoy esgrime nuestra conciencia, las hayan sepultado a la meta del olvido. De cualquier manera lo que parece claro es que A puerta cerrada por el momento resiste, y ha quedado como obra de un repertorio culto que intermitentemente se exhibe para goce y deleite de un público residual con veleidades seudo-reflexivas. (Y a mucha honra, porque yo también me incluyo.) Dije en aquella crítica de urgencia que lo que más me llamaba la atención del montaje era el que estábamos ante una propuesta tan arriesgada como atractiva. Y ahora lo reafirmo. Arturo Castro ha montado la pieza de Sartre, con su planteamiento existencial, como si se tratara de un programa televisivo de Gran Hermano. Propuesta que tiene como mayor virtud la de indagar en la similitud formal y circunstancial existente entre la pieza y el reality show (la encerrona, puesto que los personajes están obligados a convivir bajo un mismo techo), pero también el inconveniente de intentar cuadrar la tesis sartriana con otras que son específicamente sociológicas o mediáticas (suplantación de la realidad por la ficción, etc., como parece sugerirnos con un sentido crítico), y que muy poco o nada tiene en común, porque pertenecen a campos proposicionales distintos, más allá de los estrictos oportunismos fortuitos que se A puerta cerrada, producción de Teatro Margen. (Foto de Paco Paredes.) puedan apreciar. Una de las partes de la fenomenología sartriana afirma que “l´enfer, c´est les Autres” porque “los Otros” (conservo la mayúscula que aparece en el original) con sus miradas nos juzgan, desestabilizan y conforman nuestra libertad hasta convertirse en una parte de nosotros mismos. Aquí en nuestro propio verdugo. Tesis que de rebote cablearía muy forzada con la novela de Orwell, pero dif ícilmente con la telebasura porque, entre otras consideraciones, el Ojo del programa Gran Hermano —obviamente— no es el Ojo de 1984. Mucho se ha discutido y malin- terpretado el concepto del infierno que en nuestra conciencia nos suponen “los Otros”, sobre todo en los años sesenta, cuando el existencialismo todavía era un arma ideológica cargada de actualidad. Ionesco, que era bastante rencoroso y resentido y consideraba a Sartre la bête noire que había depravado lo poco que tenían de inteligente las letras francesas, se llevó la palma de los despropósitos cuando dijo que El ser y la nada expresaba “una moral imperialista” ya que “cada individuo quiere hacer de los otros su objeto, un instrumento moral que se parece al del mundo nazi, ya que sólo establece entre los hombres relaciones de imperialismo y colonización”. En fin, así de entretenidas y personales eran las disputas literarias que animaban la vie parisienne. Por lo demás, en el comienzo de esta A puerta cerrada del grupo Margen, todo se presenta con un grado sumo de verosimilitud formal, que atrapa a los asistentes al saberse partícipes de un programa de televisión. El escenario se dispone como en un plató, y a la izquierda hay una grada con los espectadores, que a su vez también hacen de espectadores para los que están en la platea. En el Septiembre 2010 Roberto Corte Espectáculo dramático. Nada que tenga que ver con las improvisaciones, los sobreentendidos, las imposturas, las verdades a medias, los odios, los sensacionalismos, los sentimientos impúdicos y los códigos de emisión y recepción que se establecen entre sujetos que se saben protagonistas de un poder mediático. Nada que tenga que ver con ese otro teatro del simulacro y la caja tonta que discurre lábil y omnipresente por los hábitos y conciencias de los ciudadanos siglo XXI. Esas micromitologías de usar y tirar, telemáticas, cada vez más virtuales y globalizadas, por donde ahora nos miran y nos miramos, y con las que configuramos nuestro cotidiano infierno particular. Pero lo dicho acerca de la similitud con la emisión de un Estudio 1 no es un valor peyorativo, es el resultado que confirma la inmensa dificultad que conlleva el embridar tesis aparentemente afines, que después la praxis del montaje nos demuestra que ni en la forma ni en el fondo lo son tanto. Quienes no hayan tenido la suerte de ver los Estudio 1 de los primeros años setenta, aquí pueden hacerse una idea precisa de su mejor momento. Porque la pieza de Sartre puede disfrutarse con todo su rigor reflexivo y dramático. José Lobato, que interpreta a García, a un periodista cobarde que dirige un diario pacifista mientras tortura a su mujer con adulterios, hace un trabajo excelente. Al igual que Begoña Faro como Estelle, la rubia infanticida, y Ángeles Arenas como Inés, una empleada de Correos tan sensual y lesbiana como perversa. Un triángulo de víctimas y verdugos que se torturan porque se les fuerza a convivir en un mismo espacio donde nunca es de noche y están condenados a verse ininterrumpidamente (no cuento pormenores porque tiene argumento conocido). José Luis San Martín hace del portero firme e irónico que los introduce en el habitáculo. Las imágenes que aparecen en la superpantalla, a veces, se desmarcan de la retransmisión del directo para intercalar cinematográficamente, en blanco y negro, el juego sucio del pasado que estos personajes tratan de ocultar. Apuesta fuerte pues, la de este Margen con una A puerta cerrada, tan arriesgada y discutible como apropiada para disfrutar con un teatro de intérpretes, de tesis, muy bien ejecutado, que representa unos conflictos que parece que no van con los tiempos, pero que aún gozan del merecido prestigio que a mediados del siglo pasado le otorgaron unas gentes que pensaban que en el escenario también había un lugar para la filosof ía. Los prodigios del deseo 7 Cristina Lorenzo y David González en La zapatera prodigiosa, producción de Teatro del Norte. (Foto de Gerardo Llaneza.) Boni Ortiz la zapatera prodigiosa De Federico García Lorca Teatro del Norte Dirección: Etelvino Vázquez Intérpretes: Cristina Lorenzo, David González y Etelvino Vázquez Espacio escénico y atrezzo: Carlos Lorenzo Vestuario: Manuela Caso Música original: Alberto Rionda Iluminación: Rubén Álvarez y Etelvino Vázquez Peluquería y maquillaje: Gloria Romero Federico García Lorca decía de La zapatera prodigiosa que respondía a “un afán de claridad, de sencillez, de limpieza”. Y de ese modo, con las maneras teatrales que pudieran derivarse de esa sentencia, la hace funcionar Teatro del Norte en una versión Septiembre 2010 La Ratonera / 30 6 centro, incomunicado por unas vallas, se sitúa un habitáculo con una puerta y tres canapés donde transcurre la acción, y a la derecha parte del equipo técnico que selecciona las imágenes que recogerán dos cámaras para una retransmisión en directo a través de una superpantalla. La música con que los personajes acceden al espacio, doblemente sacralizado, también contiene la parafernalia y el atractivo con que se presenta un Gran Hermano, pues todo va muy cuidado... Aunque lo que ocurre a continuación es que el vestuario y la propia opción que se toma en la dirección de intérpretes, al lado de un texto puro que carece de adaptación para enfrentarse a las nuevas circunstancias —y quizá éste sea uno de los hándicaps más infranqueable—, nos distancia de una propuesta que inicialmente se prometía atractiva. Y que, desgraciadamente, se pervierte porque los elementos que a partir de ese momento se introducen de manera convencional convierten el set de grabación de un reality show en un Estudio 1 de los de antes, a la antigua usanza. Y lo que estamos viendo es a todas luces la retransmisión de una A puerta cerrada con las claves de ambientación tal y como se estrenó en el 44. Ejemplar. Impecable. Excelente en su ejecución. Pero teatro que se graba en un formato televisivo. La Ratonera / 30 Etelvino Vázquez en La zapatera prodigiosa. en la que se economizan elementos, a cambio del sobreesfuerzo y del trabajo creativo. Al fondo, un telón de celosía permite ver tras él, iluminando allí, a los personajes que vienen y van por la calle, entre ellos a las Vecinas y Beatas difamantes. A cada lado una pata por la que entran y salen a escena los actores con las cosas, y en el medio mismo, la puerta de la casa de nuestra Zapatera entre paredes de aire. A la derecha del vida David González que, año tras año, crece y crece como actor, aprovechando el magisterio de Etelvino Vázquez. A Cristina Lorenzo le encaja esta Zapaterita como si Federico García Lorca, en vez de escribir esta obra para la Xirgu, lo hubiese hecho para ella. Da gusto verla. Y de Etelvino Vázquez qué se puede decir a estás alturas... Qué decir de quien es la columna vertebral del teatro de riesgo y búsqueda que, con sus aciertos y errores, hacen en Asturias sus numerosos discípulos como Moisés González, Ana Eva Guerra, Roberto Corte, Maxi Rodríguez, Luis Vigil, Ana Morán, Toño Caamaño, Javier Expósito, Manuel Pizarro..., y un larguísimo etcétera que, seguramente, le desearán un feliz 25 aniversario de su Teatro del Norte. La Zapaterita vive y sueña entre dos mundos. Tras ella los vecinos difamantes de un pueblo que murmura y chismorrea, y por delante el público al que se debe, al que cuenta sus sueños y desventuras para que, de unos y otras, se pueda sacar un ejemplo para vivir. Porque al fin y al cabo, el teatro de eso trata. La Zapaterita siendo ella misma frente a todos, muestra su dimensión prodigiosa, también soñando y viviendo el camino que lleva a lo anhelado. Pero ¡ay, cuando se llega!, ¡qué pena más grande! Una buena temporada para Beckett 9 Final de partida, producción de La Pajarita de Papel. Diego Díaz final de partida La Pajarita de Papel Teatro de la Puerta Estrecha Madrid, diciembre de 2009 fin de partida Barataria Teatro Teatro Jovellanos Gijón, mayo de 2010 Cuento al menos cuatro montajes diferentes de Final de Partida este año en las carteleras españolas. La versión de Krystian Lupa, protagonizada por el maestro José Luis Gómez para su Teatro de la Abadía, es lógicamente la que más trascendencia ha tenido, pero junto a esta, otras compañías más modestas también se han decidido a poner en pie este texto denso, oscuro y especialmente dif ícil. Aquí vamos a hablar de las puestas en escena por parte de los madrileños La Pajarita de Papel, y de los asturianos Barataria Teatro, mencionando de paso, una cuarta apuesta, tal vez la más insólita, original y arriesgada, un montaje con marionetas de la obra de Samuel Beckett a cargo de los italianos Teatrino Giullare, presentada esta primavera en el Teatro Pradillo de Madrid. Para La Pajarita de Papel, compañía que gestiona el magnífico Teatro de la Puerta Estrecha en Lavapiés, en el corazón del Madrid más castizo, éste es su segundo asalto a esta críptica obra del premio Nobel irlandés, y sin ser ningún buen conocedor de Beckett, creo que todo está bien resuelto, es decir, actores, ilumi- Septiembre 2010 8 proscenio, una mesilla con una maceta de rosas rojas y a la izquierda, el banquillo de trabajo del Zapatero con una de las dos sillas. Esta “farsa violenta en dos actos” —como la llamará su autor— encaja, como anillo al dedo, en la línea del teatro popular que Teatro del Norte viene realizando desde sus inicios, con títulos como el Lázaro de Tormes, Martín de Villalba, o El viejo celoso, tratadas con gran dominio de la expresión, la pantomima y la Comedia del Arte. Los dieciséis personajes propuestos por el autor son sintetizados sin que nada se pierda, por la magia del trabajo bien hecho. Baste decir que los coros de vecinas y mujerucas, son dos actores como mascarones que se manifiestan detrás de la celosía, con sus voces de arpías pregrabadas, igual que los rumores y maledicencias de todo el pueblo que cerca y hiere a la Zapaterita, con sus mentiras y envidias. Lo mismo con las coplas —como espinas— que le cantan: “¿Quién te compra Zapatera el paño de tus vestidos y esas chambras de batista con encajes de bolillos? Ya la corteja el alcalde, ya la corteja don Mirlo. Zapatera, zapatera, ¡zapatera te has lucido!”. Al Mozo de la Faja, a Don Mirlo, al Alcalde, al Niño, a la Vecina Roja y a una Beata, les da Laboral Teatro: abajo el telón Venancio J. Mayo Pérez nación, escenograf ía, aunque la propuesta no llegue en absoluto a entusiasmarme. Viéndola no dejo de sentir o que yo estoy en Ganímedes y ellos en Plutón, o viceversa. Lo siento, Samuel. Una sábana cubre a Hamm, amo ciego inmovilizado en una silla plantada en el centro de una habitación cerrada. Cuando su sirviente Clov la retira, empieza la acción, o mejor dicho, la no acción, de esta extrañísima obra. ¿Una fábula sobre la incomunicación, sobre la dialéctica amoesclavo, sobre un futuro posnuclear? Ni idea. Tras dos sesiones de la obra de Beckett, una en Madrid, y otra en el Jovellanos de Gi- jón, sigo sin saber nada sobre Final de partida y empiezo a pensar que tal vez fuera eso lo que buscaba Beckett. Conseguir el máximo desconcierto en el espectador, esa sensación incómoda, pegajosa y de pesadilla que nos inunda viendo una obra, que a veces se hace insoportable. Quizás me haya resultado algo, un poquito más dinámica y agradable, la visión del montaje dirigido por Roberto Corte para Barataria Teatro, y eso creo que tiene que ver bastante con el excelente trabajo del dúo protagonista, Jorge Moreno y Adrián G. Zamanillo, que explotan al máximo todas las posibilidades de la relación sadoma- soquista amo-esclavo. Creo que el acierto de la dirección de Roberto Corte, además de ese espacio opresivo y claustrofóbico que construye para la ocasión, reside en no haber perdido de vista todo el potencial cómico que esconde el texto de Beckett bajo unas cuantas toneladas de negrura. El vestuario del patético Hamm que interpreta Jorge Moreno, en un papel poco habitual para él, y del que sale muy airoso, ataviado con esa ridícula gorra soviética y esas zapatillas de peluche, nos recuerdan que la vida por muy cabrona, miserable y extraña que sea, no dejará de hacernos gracia, incluso en los peores momentos. 11 H3, de Bruno Beltrâo-Grupo Rua. del Teatro de la Laboral, repitió el éxito de la pasada temporada con la participación de grupos como Aufgang, cuyo concierto se recordará durante largo tiempo, así como de Flyng Lotus, D-Fuse, Plaid o Murcof entre otros grupos de interés. Daniel Aschwanden y Peter Stamer realizaron por las calles de Gijón diversas intervenciones bajo la denominación de La caja negra, un trabajo sobre el registro de la memoria, derivada de la comunicación privada entre dos personas, que se complementó con una instalación dentro de la iglesia de la Laboral. Llegó el 7 de mayo, y una de las representantes más internacionales de la llamada nueva danza portuguesa, la artista coreógrafa y performer Vera Mantero, nos ofreció en su primer día Septiembre 2010 La Ratonera / 30 Fin de partida, producción de Barataria Teatro. El 24 del pasado mes de julio tuvo lugar, sobre el escenario del teatro, la última propuesta artística perteneciente a la programación dirigida hasta esa fecha por Mateo Feijóo. Por el citado escenario han pasado en los últimos meses espectáculos de diverso signo, que hablan de la diversidad de las propuestas y públicos hacia las que fueron dirigidas. Podemos citar así los conciertos de Vicente Amigo y Manolo Sanlúcar, el Festival Spoken Word que celebró su sexta edición con la participación de Patti Smith, y también del escritor Jonathan Coe que con la formación musical The High Llamas, presentó un espectáculo concebido en exclusiva para este evento. Bruno Beltrâo-Grupo Rua presentó durante 50 minutos su obra H3, que reflejó una puesta en escena del hip hop más intelectual y abierto, liberado de sus rígidos códigos. Por su parte la cuarta edición del Festival L.E.V. (Laboratorio de Electrónica Visual), con la colaboración La Ratonera / 30 One mysterious Thing, said e.e.cummings, de Vera Mantero. (Foto de Jorge Gonçalves.) tres piezas cortas ya históricas dentro de su repertorio. Perhaps she could dance first and think afterwards, Olympia y One mysterious Thing, said e.e. cummings, esta última una pieza que quedará grabada para el recuerdo. En el segundo día ofreció en escena el estreno absoluto de We are going to miss everything we don’t need, una crítica a los nuevos valores y funcionamiento materialista del mundo actual, que nos dirige hacia la posibilidad de un nuevo mundo basado en la economía de la felicidad, un mundo cuyos ín- dices de calidad de vida se midan por el nivel de felicidad de sus ciudadanos. Con la propuesta The Dallas Steak House del dúo Melville Mitchell, comenzó el primer ciclo de Performance, que ofreció también dentro de su programación la hermosa performance-instalación Blessures de Yann Marussich, así como la divertidísima performance-concierto Larry Peacock de Land, Ulf Sievers y Henri Fleur. En el segundo ciclo de Performance, Carlos Marquerie presen- El extraño caso de Laboral Teatro y la programación maldita Venancio J. Mayo Pérez La Laboral pasa del vanguardismo al populismo con la Pantoja, los Lunnis y zarzuela Giro radical en los espectáculos, que se encomiendan ahora a José Luis Moreno La Nueva España, 11-08-2010 Con el proyecto artístico Mugatxoan, que tuvo lugar entre el 5 al 24 de Julio del presente año, la programación diseñada por Mateo Feijoo para el Teatro de la Laboral ha tocado a su fin. Han sido tres años de festival continuo, por el que han pasado propuestas escénicas y actividades culturales de muy diversa índole, danza, teatro, conciertos, performances, instalaciones, exposiciones fotográficas, jornadas de formación, residencias, entre otros. La programación del Teatro de la Laboral atrajo durante este tiempo, a nuestra Comunidad Autónoma, a una más que estimable representación de los mejores y más actuales creadores de referencia en Europa, un lujo con el que no han podido contar durante éste tiempo ni siquiera grandes capitales como Madrid o Barcelona, y esta es una realidad abierta a la comparación y al contraste de quien desee hacerlo. Alrededor de esta programación se han vertido muchos pareceres y opiniones, a favor y en contra, entre estas últimas se achacó a esta programación, y por extensión a su director, no contar con las compañías de la propia región, ser una programación elitista, no atraer suficiente público o de tener un coste elevado, entre otras. Seguramente puede haber algo de razón en estas opiniones, pero creo que no toda. Respecto a las justas demandas esgrimidas por las compañías de teatro locales, considero que esta programación, por lo visto hasta la fecha, era una programación elaborada bajo unos criterios muy personales, en los que tanto en la forma como en el fondo, los trabajos de las compañías asturianas, en general, no encajaban. Y esto no es poner en duda la profesionalidad y capacidad de las mismas, considero, en mi particular opinión, que su ausencia en este espacio escénico se debió fundamentalmente a una deficiente concepción inicial del pro- yecto, desde la Administración autonómica, que hubiera precisado ser más elaborado y mejor planificado para que permitiera encajar a éstas en su desarrollo, así como a diferencias de criterio, de formas de entender y personales entre las diversas partes. Por otro lado la acusación constante de ser una programación elitista, me parece, por repetida, la más interesada, dañina y desacertada de todas. Si por elitista se entiende la concepción de un espacio o actividad dirigido únicamente al desarrollo o disfrute de un grupo muy selecto de personas, y en el que, con este fin, se establecen barreras de entrada sociales o económicas, entonces disiento completamente de esa etiqueta impuesta. No existió nunca barrera alguna ni económica (entradas entre 10 y 20 € de media), ni social, ya que en ningún momento pude ver, en la mayoría de los espectáculos a los que he acudido, más que a personas de toda condición y procedencia. Si por elite, respecto de esta programación, podemos considerar también que sólo estaba al alcance de unos pocos “entender” 13 Septiembre 2010 12 tó la maravillosa, elegante, sugerente y apabullante Entre las brumas del cuerpo, una experiencia emocional sobre el amor y la muerte, con una puesta en escena tan cuidada como soberbia. Igualmente participaron Kris Verdonck con Stills, una intervención de imágenes proyectadas sobre el edificio de la Laboral, y Ana Borralho y Joâo Galante con Taller Sexy MF, un sorprendente taller performance presentado al público donde cuerpos femeninos con rostros masculinos y cuerpos masculinos con rostros femeninos juegan a la confusión sexual y la seducción con los asistentes. Por último hacer mención al humor surrealista de Grace Ellen Barkey & Needcompany con This door is too small (for a bear), una pequeña delicia inclasificable. Por su parte La Machine puso en escena La Symphonie Mecanique, en el patio de la Laboral, congregando a cientos de personas cada uno de los días en que representó. La programación dirigida por Mateo Feijóo bajó el telón definitivamente con Mugatxoan, proyecto dirigido a jóvenes artistas de todas las disciplinas que comienzan a crear sus primeras piezas, y que acogió diversos talleres y actuaciones que tuvieron su continuación en Arteleku (San Sebastián) y la Fundaçao Serralves (Portugal). que estos determinen qué es o no cultura, utilizándolos además como herramienta de ataque? ¿Hemos dado tiempo a que esta tipología de manifestaciones artísticas se asentasen? ¿Ha trabajado, apostado y defendido la Administración autonómica su propio proyecto lo suficiente? ¿Por qué se realizan exigencias a un programador, que no se realizan a otros programadores y espacios escénicos de nuestra región? ¿Por qué no ocuparnos también del presupuesto supuestamente elevado de otras actividades culturales y artísticas que se vienen desarrollando actualmente en Asturias y que también podemos considerar alejadas del común de los mortales? En la contestación de estas preguntas, entre otras muchas que nos podríamos hacer, encontraremos algunas de las respuestas que pueden contribuir a aclarar un panorama que se extiende y toma profundidad más allá de la propia programación y del hasta hace poco programador de Laboral Teatro. Resulta igualmente curioso observar como éste es el único teatro de Asturias del que se opina y del que se tira en todas direcciones (esperemos que no se rompa). Promotores, compañías de teatro, empresa pública, políticos, escritores, hostelería de Asturias, magos, críticos de dan- za, en definitiva todo un elenco que, por supuesto tienen derecho de opinión, pero que en muy contadas ocasiones han acudido a ver los espectáculos programados en el Teatro de la Laboral o no han ido nunca. Repito, curiosamente esto no ocurre con el resto de espacios escénicos de nuestra comunidad. Entre todos la mataron y ella sola se murió. Esto viene pareciendo una especie de Cluedo, de juego del asesinato, que bien podríamos titular El extraño caso de Laboral Teatro y la programación maldita. Para terminar pienso que en esta región debemos intentar contribuir más a sumar, a construir, a colaborar, apoyar y desarrollar, desde el respeto y la tolerancia, dejando de mirarnos al ombligo, que a generar dinámicas destructivas, conspirar, dividir y restar. La labor de programación de Mateo Feijóo ha tocado a su fin para satisfacción de unos y pesar de otros, pero los problemas y necesidades de siempre siguen ahí, nada ha cambiado. Bueno sí, lo que hasta ahora teníamos y que nunca antes habíamos tenido, desaparece, y de lo que ya teníamos ahora tenemos más (sin menosprecio alguno), más Monchito, más Doña Rogelia, más Lunnis, más Ballets Rusos, y más Zarzuela, un mal sucedáneo del modelo Oviedo. Mercedes Álvarez, la Consejera de Cultura del gobierno asturiano, dijo: “Laboral es un espejo de lo que queremos para Asturias” Boni Ortiz ¿A que la frase da miedo? Pues es lo que hay. Está en las hemerotecas, como están otras muchas, dichas a lo largo de estos tres años y pico de funcionamiento de Laboral Escena..., de la que, por cierto, me había prometido a mí mismo, no hablar más. ¡Qué rabia me da, mentirme a mí mismo, tú! Desde que me fuera, hace poco menos de un año, cansado de tanto divismo y exhibicionismo trascendental, en el primer “descanso” del espectáculo que dio Angélica Liddell en la Laboral con su “Casa de las Fuerzas Metaf ísicas”, decidí no volver por allí a nada. Me había prometido pasar de la Laboral. Estaba todo dicho y como decía Antonin Artaud: “La repetición es la muerte”... y en este asunto en concreto, queridos amigos y amigas, nos estábamos repitiendo todos, y mucho. Aunque lo que más se repetía era el error del “proyecto Mateo”, el despilfarro, la falta absoluta de interés en la oferta, y, el “erre que erre” de unos responsables po- 15 Isabel Pantoja actuó en el patio de Laboral Ciudad de la Cultura el pasado 21 de agosto. Septiembre 2010 La Ratonera / 30 14 sus espectáculos, estoy aún más en desacuerdo, primero porque no creo que debamos minusvalorar la capacidad de entendimiento de los espectadores. Segundo porque, al igual que en otros aspectos de la vida, las personas solemos tener la inquietud de adentrarnos, en algún momento de nuestras vidas, por otros caminos en nuestras actividades personales, referidas al desarrollo y conocimiento personal, del tipo que sea y al nivel que sea, así el acceso al entendimiento, en este caso que nos ocupa, es muy similar a de cualquier otro campo, y no requiere más que de un poco de iniciativa, interés, constancia y paciencia, aunque hoy en día se nos empuje a lo contrario. Y tercero, ¿Qué tiene de elitista, La Machine, Manolo Sanlucar, La Zaranda, Cesc Gelabert y muchos otros espectáculos similares a estos, programados en este teatro como se programan en muchos otros teatros de España? Por supuesto que ha habido espectáculos de vanguardia, cómo no, pero ni mucho menos fueron lo único. ¿Acaso no son también cultura que no está de más conocer y sobre todo en una región en la que apenas han tenido presencia? Respecto al escaso público asistente a los espectáculos. ¿Debemos medir la cultura únicamente en números? ¿Dejamos de la Laboral creemos en otras realidades, fronterizas, híbridas, desterritorializadas, que toman en préstamo distintos campos y corpus teóricos para mostrarnos la realidad inmediata desde diferentes planos (...)”. Y ante este dominio del lenguaje, de la gramática; ante este verbo; ante este juego perfecto de prestidigitación; ante una maravilla de volatinero de esta índole; ante esta joya del fuego fatuo, uno se pregunta ¿qué se puede hacer, salvo sucumbir?, ¿qué se le puede reprochar —por tanto— a Mercedes Álvarez o a Jorge Fernández León? Pues nada. Además les quedan cuatro días, pues su destino está ligado al del presidente Tini Areces, que no volverá a ser candidato. Y ya que estamos hablando de políticos, piénsese que faltan unos meses para las elecciones autonómicas y la constitución de un nuevo gobierno, que si fuese del PSOE, podría optar por el “equipo de Daniel G. Granda” y si fuese del PP, vaya usted a saber. Pues bien, ahora estamos en el mismo punto de octubre de 2007, sólo que todos más pobres, fecha en la que este menda decía: “(...) Nos han regalado un teatro magnífico, grande y en las afueras, extraordinariamente equipado, cómodo y que suena ‘quetecagas’... Pero ahora, ¿qué hacemos con él? (...)”. De momento le han dado el patio a un neurocirujano y ventrílocuo falso, que lleva años dando muestra de su especial sensibilidad, desde los tiempos en que les metía mano a Monchito, al aldeano Macario y a aquel cuervo fascista nombrado Rockefeller, pasando por Entre amigos, hasta llegar a las pedagógicas Escenas de matrimonio. Bueno, no pasa nada: la pista de patinaje de los inviernos ya apuntaba maneras... Además, como José Luis Moreno sabe sumar, no comerá el turrón aquí, y la pista de hielo volverá a casa por Navidad. Pero ahora queda el Teatro y un buen montón de pequeños locales vinculados a él, donde se pueden hacer muchas cosas, siempre con el gran inconveniente de estar en aldea. Sólo hay una solución para Laboral Teatro: dotarle de base social y vincularlo al teatro asturiano. Los profesionales del teatro en Asturias y la Consejería de Cultura deberían contemplarlo como única salida. P.D.: Llevo toda la mañana peleándome con este engendro de artículo y, ahora, me dan ganas de darle a “Eliminar”. Es de locos que llevemos más de tres años explicando a nuestros gestores que, nuestro primer y único teatro autonómico, tendría que estar al servicio del teatro asturiano. Entrevista a Estrella García El huerto florece Gemma de Luis En estos momentos en los que todo son quejas, incertidumbres y preocupaciones con respecto al panorama teatral asturiano nos encontramos con un nuevo proyecto de la compañía Zig-Zag Danza quien, con mucha ilusión y esfuerzo, va a hacer que aflore en Gijón una Sala Alternativa de Teatro y Danza llamada El Huerto. Se abre así la posibilidad de sembrar nuevas propuestas artísticas fuera de los circuitos convencionales, lo que constituye una noticia motivadora tanto a nivel del creador como del espectador, ya que se palpa en todo el proceso —incluso antes de su apertura oficial— una intención sana y abierta encaminada a que El Huerto sea un aglutinante teatral. Hablamos con Estrella García, directora de la compañía, para que nos cuente en exclusiva a los lectores de La Ratonera detalles de este nuevo proyecto. Pregunta. ¿Cómo surge la idea de abrir El Huerto? Respuesta. Desde que en los años 90 del pasado siglo XX la Sala Quiquilimón cerrase sus puertas y el Teatro Arango hiciese definitivamente lo propio a comienzos del presente siglo, para convertirse en una clínica de estética, la ciudad de Gijón y la Comunidad Autónoma del Principado de Asturias, dejaron de tener iniciativas privadas en relación a la exhibición de artes escénicas y de música en la ciudad. Si hablamos de espacios de exhibición estables propiamente dichos, en la ciudad de Gijón, nos encontraremos que, como edificios teatrales se cuenta con el Teatro Jovellanos y con el renovado Teatro de la Laboral. Al referirnos a espacios estables, queremos hacer entender que son espacios que albergan una programación igualmente estable y continua a lo largo del año. Fuera de estos espacios sólo hallaremos salones de actos de algunos centros municipales que en muchos casos no cuentan ni tan siquiera con el equipamiento mínimo para una representación escénica; dejando patente que en su diseño y concepción no fueron pensados, creados, ni construidos para albergar representaciones de artes escénicas, sino que surgie- 17 Estrella García el día 28 de junio en El Huerto. ron a la sombra de la denominación “espacio polivalente”. Así tan sólo tres de estos espacios cuentan con una dotación técnica mínima para la actuación: el Centro Municipal Integrado Pumarín Gijón-Sur, el Centro Municipal Integrado de El Llano, y el Ateneo de la Calzada. Por último reseñar la existencia de La Colegiata San Juan Bautista, una capilla que fue utilizada por Cajastur para sus ciclos de teatro y danza, para públicos infantil y adulto, que ahora se programan en el Recinto Ferial Septiembre 2010 La Ratonera / 30 16 líticos que, además de mostrar su ignorancia —también en estos asuntos teatrales—, dejaron constancia de una prepotencia (por decirlo suavemente) infantil, al no informarse primero y al no escuchar después. Lo único que han hecho ha sido tirar el dinero de todos nosotros, a sabiendas de que nada habría de sucederles... Porque, vamos a ver. En toda esta retahíla de despropósitos iniciada en mayo de 2007, continuada en octubre con la inauguración del inmenso e innecesario Teatro, hasta el final del primer contrato de Feijóo, hay un tiempo y unos resultados que debieron haberse analizado con dos dedos de frente y sacar las conclusiones pertinentes. Pero no, se insistió en el “proyecto Mateo” que era claro como el agua: programar a sus colegas de la Escena Contemporánea y la exclusión del teatro hecho en Asturias, cuando no el desprecio más absoluto, como sucediera en el Encuentro de Programadores del Instituto Cervantes. Con esos criterios programó entre el 2007 y 2009, y con resultados a la vista, se le renovó desde la Consejería de Cultura, que es quien entiende de la materia en cuestión. Pero claro, qué se le pude reprochar a su titular, Mercedes Álvarez, ante un plan explicado por Mateo Feijóo en estos términos: “(...) Desde el Teatro a la exhibición de espectáculos, sino que además sirvan de centros dinamizadores de la zona, barrio o ciudad donde se alojan a través de cursos y encuentros con otros artistas y funcionando como ejes creadores de nuevos públicos y trampolín de exhibición para los nuevos creadores, que tienen dif ícil su entrada en los grandes teatros públicos. Son espacios que ofrecen otras posibilidades a las compañías, como que un espectáculo pueda estar programado más de un día para dar acceso a mayor número de público al mismo, así como dar la oportunidad a la compañía de que su espectáculo pueda verse durante un periodo de tiempo mayor, no teniendo que estar limitada la representación a un solo día, como ocurre en los espacios de programación actuales. Por otro lado se pretende cubrir las carencias en la oferta escénica de la ciudad, como puedan ser los espectáculos infantiles y familiares en las temporadas, días y horarios que actualmente no existen (por ejemplo la oferta de espectáculos familiares en las mañanas y/o tardes de los fines de semana) de una forma continuada y estable. En definitiva, se trata de crear una línea de programación estable de un pequeño formato de artes escénicas, que no compita con la oferta existente en la ciu- dad, sino que se una a ella y asegure una presencia más continua y normalizada de estas artes a través de un espacio que actualmente no existe. P. ¿Cuándo empezaron las obras? R. Digamos que las físicas en abril, pero los papeleos a comienzo de año, y “el antes de dar el paso”, nos ha llevado más de un año. Sobre todo calcular si lo podríamos soportar económicamente, con éste son tres locales los que tiene la empresa en alquiler. P. ¿Cómo es la financiación? R. Totalmente privada para las obras y puesta en marcha, es decir, la asume Zig-Zag Danza, pero lógicamente estamos buscando líneas de ayudas públicas y privadas para la programación y actividades formativas. Por el momento sólo hemos recibido una ayuda testimonial de la Fundación Municipal de Cultura de Gijón y del Principado de Asturias para las primeras actividades de El Huerto. P. ¿Cuándo está prevista la inauguración? R. Hemos hecho unas jornadas de puertas abiertas a finales de junio para los adultos y un fragmento del espectáculo La Danza, un camino a recorrer para los más pequeños, a comienzos de junio. Todo bastante informal, con las obras por el medio, con los entre- 19 Estrella García le explica a Guti, de la cafetería Lord Byron, los pormenores de las obras de El Huerto, el pasado 28 de junio. sijos de El Huerto al aire, y programamos algunos talleres de verano, pero las primeras funciones para el público en general serán a finales de septiembre. P. ¿Vais a relacionaros con otras salas? R. Lógicamente sí. Además tenemos a buenos amigos dentro del gremio que regentan salas. Si te refieres a entrar en la red, eso vendrá con el tiempo, entre otros requisitos se necesita llevar dos años funcionando y tener una programación estable. P. ¿Cómo ha sido la reacción hasta ahora de la gente? R. Muy buena y variada. Algunos se sorprenden, muchos se alegran y hasta algunos nos dan el pésame (se ríe). P. ¿Cómo fue la jornada de puertas abiertas? R. Fueron tres días de puertas abiertas para adultos, 18, 19 y 20 de junio y uno para niños, el sábado 26. Fue muy divertido, montamos un mini huerto que tenía también algo de fauna (gallinas y cerditos) y dos maniquíes para que el personal se pudiera retratar vestidos de hortelanos. Kaos, taller de danza, presentó su pieza Drops, drops, drops, bailamos, reímos y todos juntos nos tomamos unos vinitos. Damos fe de que unas 200 personas ya conocen lo que era El Huerto en ese momento. P. ¿Cómo definiríais a “El Huerto”? R. Un espacio abierto a todos los profesionales que quieran sembrar, regar y ver crecer sus proyectos e inquietudes. Septiembre 2010 La Ratonera / 30 18 Luis Adaro, de Gijón. Tras este breve repaso por los espacios de nuestra ciudad es notoria la falta de un espacio escénico de pequeño formato, equipado de forma versátil para poder acoger cualquier espectáculo, y esto nos animó a emprender este proyecto de sala alternativa que en el resto de comunidades es numerosa su presencia. Además nosotros como empresa llevamos 18 años trabajando en el ámbito de la enseñanza, y en el artístico, es decir, como compañía, vamos a cumplir los 10 años. Nos parece un paso lógico, que damos desde la madurez y el conocimiento. Sería impensable hacerlo sin la trayectoria anterior, todas las salas tienen detrás un proyecto artístico y de formación. P. ¿Cuál es su finalidad? R. Pensamos que es un proyecto necesario y nos sumamos a la idea de abandonar la política de “centralización” de las artes escénicas alrededor de los grandes teatros y unidades de producción nacionales, para tratar de crear una red de espacios escénicos de pequeño y mediano formato que puedan ser más accesibles a un sector de población más amplio, con el fin de alcanzar el ideal de que en cada barrio de cada gran ciudad pueda existir un espacio de estas características. Es una apuesta que busca fomentar espacios que no sólo se dediquen 25 años de Teatro del Norte La Ratonera / 30 20 El 12 de julio de 2010, casi un mes después de la muerte, a los 103 años, del bailarín japonés Kazuo Ohno, el Teatro del Norte cumple 25 años. El 12 de julio de 1985, en la biblioteca de la Casa de la Cultura de Pola de Siero el Teatro del Norte hacía su primera representación, Malas noticias acerca de mí mismo. Y entre Malas noticias acerca de mí mismo y La zapatera prodigiosa de García Lorca, último espectáculo estrenado del Teatro del Norte, han pasado 25 años. Y han pasado a gran velocidad, como la vida misma, y al mismo tiempo no han pasado, como si el tiempo se hubiese detenido durante esos 25 años obligándonos, como nuevos Sísifo, a repetir al infinito el eterno rito de ensayar, representar, cargar, descargar, montar, desmontar… mientras la vida, al otro lado de la cuarta pared, con total indiferencia, seguía su curso, sin ocuparse de nosotros que la íbamos perdiendo, creyendo, con más voluntarismo que razón, que la ganábamos sobre el escenario. Quizás 25 años no es demasiado tiempo para una persona y, si son los primeros, son un periodo de aprendizaje fundamental, pero para una Compañía de Teatro, que se sustenta sobre un delicado equilibrio de tensiones, conflictos, errores, premios, realidades, fantasías, éxitos, fracasos, riqueza, pobreza…, 25 años nos hacen estar ya en el umbral de la vejez. Durante estos 25 años hemos perdido sueños, ideales, compañeros, proyectos. No ha sido un camino fácil. Pero también hemos ganado presencia como compañía, público, hemos consolidado nuestra experiencia pedagógica como punto de referencia para muchos estudiantes de teatro, hemos seguido ahondando en un repertorio contemporáneo y hemos mantenido un diálogo interminable con nuestros autores clásicos. Hemos representado por toda España, Portugal, Francia, Holanda, Italia, Rumania, Montenegro, Moldavia, Egipto, USA, Brasil, Argentina, Uruguay, México y El Salvador. Y todo ello, con la impresión de no haber salido nunca de Lugones, nuestra casa, y punto de referencia ineludible. Que un grupo de teatro dure 25 años no es lo normal, como que una persona, aunque sea el grandísimo Kazuo Ohno viva 103 años tampoco es lo habitual. Llevar 25 años haciendo teatro, en el mismo lugar, con los mismos sueños, con los mismos problemas, con los mismos conflictos, con los mismos ideales, no es lo normal, no es un ejemplo para nadie, es una excepción. Es más bien el producto de la cabezonería, de una voluntad absurda, del miedo a cambiar, del paso del tiempo y de algunas razones del corazón que la razón no comprende. Y esas aparentemente inútiles, insignificantes e invisibles razones del corazón, esas razones que no se pueden definir con palabras, que sólo se dan forma en la acción, como los personajes, son las que día a día nos empujan a seguir frente a políticas teatrales inexistentes, Administraciones cicateras, Ayuntamientos avaros, programadores ignorantes, o teatros y "laborales" como reinos de Taifas. Esas razones del corazón son 21 Etelvino Vázquez en La zapatera prodigiosa, último espectáculo de Teatro del Norte. (Foto de Gerardo Llaneza.) las que nos obligan seguir a pesar de indiferencias, de la falta de crítica, a pesar de nuestra ausencia en los medios, a pesar de traiciones, abandonos, miedos, desilusiones, falta de recursos, de público, pobreza... Porque esas razones del corazón tienen más fuerza que todo ese rosario de obstáculos que lle- vamos padeciendo desde hace 25 años, porque no todo tiempo pasado fue mejor, porque para nosotros todo tiempo pasado fue siempre igual. El teatro sólo existe en el presente absoluto y se proyecta hacia el futuro. El pasado ya no es de nosotros, es de los espectadores, de su memoria, ese inasible espacio donde se guarda el teatro, como los cuadros en las paredes de los museos. Con que nuestro trabajo quede en la memoria de un solo espectador, estos 25 años de trabajo, titánico y en apariencia absurdo, habrán tenido sentido. Nuestros espectáculos habrán tenido valor para al menos un espectador. Si en estos 25 años hemos Septiembre 2010 Etelvino Vázquez dando lo mejor de nosotros mismos, transfigurándonos en el escenario y ardiendo en una llama invisible ante los ojos atónitos de un espectador que por momentos siente la misma curiosidad que un niño. Pero que nadie se engañe, y 25 años nos dan un cierto escepticismo y distancia, no nos creemos el ombligo del mundo y casi seguro que todo el teatro que hemos creado a lo largo de estos 25 años no tiene gran valor ni pasará a la historia. La duda, la incertidumbre, el fracaso e incluso la crítica insultante han sido nuestros amigos más fieles en este largo recorrido teatral, y también en ese largo recorrido el desaliento ha sido nuestra forma de respirar más cotidiana. No, que nadie piense que esto ha sido fácil, que nadie nos halague con cantos de sirena. Tras 25 años conocemos nuestras limitaciones y nuestras posibilidades, nos hemos hecho hermanos del dolor y de la pena, y sabemos que no somos ni un grano de arena en el complejo engranaje del mundo teatral. Que nadie tome al Teatro del Norte como ejemplo, desaparecer a los 7 o 10 años hubiese sido lo más normal y comprensible, que nadie copie nuestra obstinación y cabezonería, y que tampoco nadie, como nosotros, espere reconocimiento o un camino de éxitos y aplausos. La indiferencia será la moneda de pago más común, la soledad, la marginación y el abandono. Por eso, cuando pienso en todos los actores y actrices, técnicos, decoradores, diseñadoras, músicos que han formado o forman parte del Teatro del Norte, pienso que han sido y son, tal vez sin ellos darse cuenta, pequeñas rocas sobre las que se ha ido sustentando esta casa que llamamos Teatro del Norte, llevada en sus espaldas casi como un paso de Semana Santa. Sin su esfuerzo, sin su entrega sin medida, sin su resistencia, sin su creatividad y cariño, esta casa que llamamos el Teatro del Norte hubiese volado con el primer golpe de aire. Ellos son y serán nuestro sustento y nuestra razón de ser, sin ellos nada de esto tendría sentido. Sin ellos y sin el encuentro a lo largo del camino con una serie de personas iguales a nosotros, viajeros de la velocidad, que diría Grotowski, gente de nuestra misma raza, de nuestra misma familia teatral, gente que empeña todas sus razones del corazón en cada nueva creación, gente comprometida ética y estéticamente con el teatro. Compañeros del Teatro del Arte o mejor de la Tragedia del Arte, a pesar de la distancia, y de la práctica teatral tan diferente, pero, sobre todo, herma- nos del alma teatral, soñadores con los ojos abiertos, y creyentes a ciegas de que otro teatro es posible. Sí, en estos 25 años nos hemos ido haciendo mayores, casi viejos, pero hemos aprendido a hacernos resistentes, que no indiferentes, sabiendo que nuestra resistencia cultural, nuestra lucha teatral, a pesar de la indiferencia reinante, ha sido una actividad cultural importantísima en nuestra región, pese a quien pese. Por eso quien quiera imitar a este anciano que llamamos Teatro del Norte, y sueñe con llegar a esta edad absurda, llena de achaques de todo tipo, que no piense en nuestra obstinación, en ese constante darnos contra el muro, que piense en sus razones del corazón, que las sienta y las haga visibles, con su trabajo, con su revuelta, con su obstinación, y si no las siente que piense en otra cosa, que el teatro, que viene de muy lejos, seguirá alimentándose de hombres y mujeres, soñadores con los ojos abiertos, que en otro lugar, tal vez en otro continente, sueñan ese momento mágico, casi un instante, en que en medio de una representación el actor y el espectador son uno solo, soñando los dos al mismo tiempo que viven en otro mundo que es posible. Finalmente quisiera nombrar a todas las personas que han pa- sado por el Teatro del Norte a lo largo de estos 25 años. Espero no olvidarme de ninguno. Actores y Actrices: Luis Vigil, Maxi Rodríguez, Roberto Corte, Laura Poyal, Begoña Vallina, Carlos Fernández, Manuel Altares, Carlos Martínez, Rosa Merás, Carmen Gloria García, Ana Gladis Rodríguez, Ernesto Arias, Rosa Manteiga, Belén Fernández, Avelino Rubio, José Miguel Díaz, Antonio Caamaño, Ana Eva Guerra, Luis Soage, Pepe Mieres, Youse García, Patricia Rey, Saladina Jota, José Luis Busto, Carlos Lorenzo, Ana Maria Blanco, Ana Villa, Santiago López, Manuel Pizarro, Laura Cuervo, Moisés González, Elisa Marinas, Javier Expósito, Ana Morán, Ana Belén Vázquez, David Acera, Santiago Alia, Cris Puertas, Juan Blanco, Cecilia Hopkins, Leonel Cisneros, Carlos Mesa, David Soto, David González y Cristina Lorenzo. Técnicos: Jesús Pérez, Chus Carmelo y Rubén Álvarez. Escenógrafos: Paco Cao, Vicente Banciella, Gonzalo Mateos y Carlos Lorenzo. Músicos: Mike Cohen y Alberto Rionda. Vestuario: Yuli y Manuela Caso. Maquillaje y peluquería: Gloria Romero. Diseño de carteles y progra- Malas noticias acerca de mí mismo (1985). mas: Paco Cao, Vicente Banciella y Gerardo Llaneza. Fotos: Rafa Pérez y Gerardo Llaneza. Vídeo: Alejandro Rodríguez. Asimismo, quisiera nombrar a las instituciones que a lo largo de estos 25 años nos han apoyado y que sin su ayuda el Teatro del Norte no hubiese podido llegar hasta aquí: Fundación de Cultura del Ayuntamiento de Siero, Obra Social y Cultural de CajAstur, Consejería de Cultura del Principado de Asturias e Instituto Nacional de Artes Escénicas, INAEM, del Ministerio de Cultura. Muchas gracias. 23 Septiembre 2010 La Ratonera / 30 22 encontrado dónde hacer teatro, cómo hacer teatro, qué teatro hacer, en los 25 años siguientes, si somos capaces de continuar, aunque seamos una excepción, nos queda por conquistar el valor que nuestro trabajo ha de tener para los espectadores. Y ahí topamos no con el público —y no lo olvidemos, hay teatro sin público, pero hay mucho más público aún sin teatro—, sino con las posibilidades que tenemos de llegar al público y esas posibilidades, por desgracia, no están en nuestras manos, sino en manos de Administraciones y demás entes públicos. ¡El teatro para el que lo trabaja!, como la tierra, llevamos gritándolo a lo largo de estos 25 años. ¡Otro teatro es posible!, seguiremos gritando una y mil veces, aunque nadie nos oiga. Porque los secretos del corazón constantemente nos susurran que otro teatro es posible, como otro mundo, que en el teatro podemos soñar con los ojos abiertos, que el teatro es un espacio de libertad y comprensión, de creatividad, de ética, de encuentro y de compartir casi todo con ese otro polo del teatro tan imprescindible como los actores que es el público. Y ante el público, ya sea español, portugués, francés, americano, africano, nos hemos ido inmolando en cada representación, Entrevista a Paraninfo 58 “Quiero que el texto sea el protagonista, no yo” La Ratonera / 30 24 Paraninfo 58 es una compañía joven que comienza su andadura en el circuito profesional del teatro asturiano. Dejo unos segundos para los prejuicios… Para los que continúan con nosotros charlaremos brevemente con sus fundadores, Andrés P. Dwyer y Juan Blanco, director y uno de los intérpretes del montaje respectivamente, para ahondar un poco más en su Día de autos. Pregunta. ¿Cómo es Asturias para un grupo que comienza, a pesar de vuestros trabajos anteriores? Dwyer. En principio complicado. (Risas). Pero bueno, sabemos que teníamos que hacerlo, así que, ¿por qué esperar? A pesar de que es una provincia pequeña, han salido muchas compañías adelante y su número es bastante elevado. Juan. Esta obra puede funcionar sobre todo con la gente joven. En este aspecto quizá seamos menos “teatrales” que el resto de compañías, en el sentido de que buscamos un teatro más natural. Y ése es el fin que persigue Dwyer en la dirección. Dwyer. Además, uno de los factores que más nos han hecho involucrarnos en este proyecto es que conocemos a muchas personas que no se cansan de ver películas, pero que nunca van al teatro. Lo que pretendemos es alejarnos de todo ese artificio teatral, del engolamiento barato. Algo más asequible al público, pero que provoque una reacción. P. Lo cierto es que la obra de José Busto viene avalada por el Premio Marqués de Bradomín del 2002. Colaborasteis en el primer montaje que realizó la compañía Bacanal Teatro. ¿Qué tiene este texto para que volváis a él? Juan. Yo creo que Día de autos es un texto que merece verse representado por varias razones. Puede llegar a gran parte del público y provocar un debate, porque además es una historia con múltiples matices. Tiene referencias a Koltès, Mamet o el Godot de Beckett, lo que significa que su historia va mucho más allá de lo que en un principio parece contarnos. Dwyer. Además pretendemos darle un ritmo ágil, a pesar de que en ella existan numerosas pausas. Queremos que llegue al mayor número de espectadores. Y no requiere de una gran escenografía. P. ¿Y cómo ha sido el proceso de ensayos? Juan. Para mí lo más complicado ha sido adaptarme al cambio de escenas, porque los personajes están en continua evolución, tanto en el plano externo como en el interno. Dwyer. En mi caso, lo que pretendo mientras dirijo es ser fiel al texto y a la historia que cuenta, no crear imágenes sugerentes que se alejan de él. Quiero que el texto sea el protagonista, no yo. P. ¿Qué futuro les espera a los dos personajes principales? Juan. Bueno, son dos hombres que carecen de principios. El autor ve las drogas como “una metáfora de la ansiedad social existente”. Los dos personajes se drogan como si no hubiera mañana, con la inmediatez que nos obliga a actuar hoy en día. Dwyer. Evidentemente no es una apología de las drogas. Son gente que ansía la libertad, pero 25 Andrés P. Dwyer y Juan Blanco, integrantes de Paraninfo 58, Resistencia Teatral. que nunca la encuentra. Porque su libertad es una falsa idea de la libertad, una “libertad” que continuamente están perdiendo. P. ¿Cómo veis el futuro de la compañía en el teatro asturiano? Dwyer. Es difícil que una buena obra llegue a gran parte del público, pero lo vamos a intentar con textos apropiados como éste, con un tipo de teatro que nos separe del resto. Juan. Es cierto que vivimos en una crisis permanente y todos deseamos que el panorama mejore, pero vamos a intentar mantenernos a buen nivel con obras que merezcan la pena, aunque algunas sean desconocidas para el espectador común. Septiembre 2010 Néstor Villazón Joaquín Fuertes La Ratonera / 30 26 Entré a mediados de agosto en el Teatro Jovellanos como quien ha perdido la fe y regresa finalmente al templo. Pero no esperen, o no se alarmen, de que aspire a ser el catecúmeno que vuelva a criticar lo que allí se hace o se deja de hacer. Desde 1965, fecha en que comencé a escribir sobre lo que veía y lo que imaginaba, tratando de domeñar las filias y las fobias para hacer algo presentable en beneficio del teatro, de todo ese desfile en que se mezcló lo brillante con lo absurdo y el tinglado de la antigua farsa con la excrecencia de lo más chabacano, de los pocos que recuerdo y los muchos que he olvidado no son otra cosa que un montón de cadáveres. Las voces son silencio, y los cuerpos untados en el camerino, para aparecer más hermosos o más deformes, sólo son ya un montón de cenizas. Si alguien, por gremialismo, puede sentirse ofendido de que este don nadie haga reflexión sobre la feria de vanidades detrás de las candilejas, puedo asegurar que a los que pasaban por la sala les ocurrió otro tanto, se fueron deshojando en la mirada de un superviviente que ha llegado a la conclusión, después de más de cuarenta años, de que allí ya no pinta nada, o muy poco. Pinto tan poco, que no conocía el teatro remodelado, como tampoco conozco el de la Laboral. Me embargó una gran emoción al pisar de nuevo el llamado coliseo de Begoña. Las butacas nuevas, que sustituyeron aquellas diseñadas por algún inquisidor, y que a mí en los buenos tiempos de la fila cuatro número dos, me obligaban a sacar las piernas hacia el pasillo, lo que aprovechaban algunas vedettes para sentarse encima, y hasta hacían daño con los almidones del trasero y las lentejuelas. Bibi Andersen fue uno ¿o una? de los pesos que soporté en mi larga y puñetera vida como comentarista teatral. Recuerdo que también tuve en el cuello a una cubana preciosa, de las que formaban el conjunto de las hermanas Benítez, y una vedette de verdad, exuberante, que se hacía llamar Betty Gable. Las viejas butacas las subastaron, y si fuera fetichista hubiera comprado la dos de la fila cuatro: ahí se escribió una parte de mi ignorada historia. También me deshice de un coche en el que se sentaron miembros de la Real Academia y candidatos al premio Nobel; lo único que hice fue decírselo al que me lo compró, que no creo que le haya prestado mayor importancia. Ese día, en que me reencontré con el Teatro Jovellanos, me llené de todas la viejas nostalgias. Era el 16 de agosto, y la Compañía Asturiana había llenado la sala sin un solo hueco. Arsenio González, a quien le pido siempre que nos vemos que procure editar sus preciosos versos en bable, perdidos en su humildad de campesino como yo, había escrito la obra que se representaba. En el escenario, Eladio, Pili, Josefina… los que suman los más de cincuenta años en que nos conocimos; y los jóvenes, que siguen reescribiendo la maltrecha pero interminable historia del teatro. Que el cuerpo no descanse, que sólo repose el traje y los decorados. Que sigan así, jóvenes también los maduros, porque la vejez no trae cosa buena. Como dice Woody Allen, el que pueda que no sea tonto, que no envejezca. A la entrada y a la 27 El Teatro Jovellanos de Gijón visto desde un palco. (Foto de Kike Llamas.) ras cuando lo interpelaron. Siempre, dándole vueltas y preguntándonos, desde los clásicos, quiénes somos; a qué venimos a este perro mundo; la tabarra del conócete a ti mismo…, o, el yo soy yo y mis circunstancias. A este buen hombre llamado el Manquín, tramoyista y demás labores, cuando alguien le preguntó desde la sala si era el empresario, él, le respondió sin dudar: soy la puta tu madre. He ahí un ser con las ideas claras, que sabía perfectamente quién era en cada momento, escribiendo con cinco palabras un texto que equivale a un cierre shakespeariano, de que el mundo es una historia de ruido y de furia contada por un necio. ¡Arriba el telón! Septiembre 2010 Historia de un teatro salida se ve la multitud, el pueblo. ¿Qué tenemos contra el pueblo? Han ido a reírse, a disfrutar, a ser cómplices de las trapacerías de Chiripa y de las andanzas del zorramplón de Galbana. La moza se casa con quien debe casarse, y si la engañan, alguien la avisará desde la sala: “Neña, ese non te quier, el que te quier ye el otru”. Me saluda una pareja de profesores, que no se avergüenzan de que les encante este tipo de teatro. Hablo con Angelín, el luchador del taller, que fue represaliado en una huelga, y a sus casi 90 años viene a buscar el consuelo de unas sonrisas para la soledad. La diferencia con este teatro, llamado costumbrista, es que todo el mundo sabe lo que va a buscar, y Arsenio González y la Compañía Asturiana han sabido dárselo una vez más. Eso que hemos visto en el escenario es también teatro, reído y aplaudido en tres días por más de tres mil personas. Todo el mundo lo tiene claro cuando acude a que le cuenten estas historias, donde la filosofía de Ximielga no es menos importante, tal vez, que la de los que construyeron con sus postulados este mundo atroz en que nos encontramos. Donde hay tantas dudas planteadas a lo largo de la historia, en ese mismo escenario (no sé si era entonces Teatro Jovellanos o Dindurra), había un señor que tenía las cosas muy cla- Entrevista a Josep Maria Miró "La figura de autor-director me encanta" La Ratonera / 30 28 Josep Maria Miró tiene ya una prometedora trayectoria jalonada de premios, entre ellos el Premi Born que obtuvo el pasado año. Trabajador incansable, simultanea la escritura con la dirección de sus propios textos y los de otros autores, así como con las ayudantías de dirección junto a Xavier Albertí. Apasionado por Pinter, en su obra, caracterizada por una voz propia con rasgos poéticos e inscrita en la corriente de Josep M. Benet i Jornet y Lluïsa Cunillé, destaca la combinación de una atmósfera pretendidamente realista salpicada de elementos oníricos, personajes enigmáticos, sucesos que se intuyen y algún elemento sobrenatural que acaba adueñándose de la conciencia del espectador. A través de diálogos breves, cargados de una gran fuerza y en ocasiones de gran lirismo, los protagonistas luchan por comprender el mundo ayudados por esos otros personajes que son su espejo. En Una història explicada del revés, o no, el éxito, la traición a los ideales y a uno mismo, la soledad, la incomunicación y la deriva ideológica de toda una sociedad perfectamente reconocible, toman el protagonismo de un drama construido en homenaje a Pinter “al revés”, es decir, comenzando por el final, buscando un lector cómplice por medio de esta inversión cronológica de los hechos. Pregunta. Háblanos de tus comienzos, ¿cómo empieza tu afición al teatro hasta que llegas a la autoría y a la dirección? Respuesta. Desde pequeño me gusta el teatro, pero no es hasta mi ingreso en el Institut del Teatre, que me lo empiezo a plantear seriamente. Antes estudié —y trabajé— de periodista y empecé un doctorado en literatura catalana —que este año, precisamente, me gustaría reactivar—. Durante años he sido un auténtico devorador de teatro como espectador y me colé todo lo que pude para verlo. Empecé en el Institut en 2004 y he tenido la suerte de encontrar por el camino unos compañeros y amigos maravillosos, con los que he tenido la suerte de poder trabajar a su lado: Xavier Albertí, Lluïsa Cunillé, Josep Maria Benet i Jornet, Narcís Comadira… y de escribir y trabajar mucho. Muchísimo. P. Para los que no vivimos en Madrid ni Barcelona, los proyectos como “En Blanco” de la Cuarta Pared o el T6 del Teatre Nacional de Catalunya, dedicados a la escritura teatral, nos suenan a utopía. Cuéntanos tu experiencia en el T6. R. Estoy vinculado al proyecto T6 del Teatre Nacional de Catalunya (TNC), donde en marzo del 2011 estrenaré Gang Bang (Abierto hasta la hora del Ángelus). El TNC nos encargó a seis autores —Carles Mallol, Marta Buchaca, Pere Riera, Cristina Clemente, Jordi Casanovas y un servidor— un texto, con la condición de funcionar como autor-director. Una especie de hoja en blanco, con el único requisito de compartir una misma compañía de nueve actores, que elegimos los mismos autores: seis consensuados y tres, los más jóvenes, a través de un casting al que se presentaron más de 900 actores. En el proceso de escritura contamos con Josep Maria Benet i Jornet como interlocutor y a quien le mostramos algunos de Josep Maria Miró. los materiales, charlamos con él y compartimos materiales y buenos ratos, sinceramente... El T6 es un proyecto enfocado a la autoría, pero en esta edición el TNC ha querido apostar por la figura del autor-director que es una tendencia que ha cogido fuerza en estos últimos años. El T6 es una apuesta por la nueva autoría catalana y en las diferentes ediciones se ha reinventado y cada vez ha cogido más forma y solidez. P. Visto desde fuera parece que hay diferencias de estilo y tratamiento entre la dramaturgia catalana y la del resto de España. ¿Es una apreciación infundada o compartes esta opinión? R. Es cierto. A veces hablando con amigos y compañeros de otros puntos de España, les hablaba de grandes nombres que para nosotros son clave para entender el panorama teatral de hoy y no les sonaban de nada, y ellos me hablaban de algunos nombres que a mí me parecían tan lejanos como si me hablaran de teatro senegalés, por decir algo. Pero también pasa con los propios autores de aquí. A veces vivimos demasiado de espaldas los unos de los otros. Estaría bien que en Madrid, Andalucía, Asturias, Euskadi… fuera cada vez más normal ver el teatro de Lluïsa Cunillé, Paco Zarzoso o de autores jóvenes como Jordi Casa- novas, Victoria Spunzberg o los novísimos Albert Arribas, Marc Artigau… Y que en Cataluña viéramos piezas de Antonio Álamo, Paco Becerra… Pero no es así. En otro país esto sería insólito. P. Tu vinculación al teatro abarca tanto la escritura como la dirección. De hecho, acabas de dirigir La voix humaine de J. Cocteau. ¿Crees que la autoría y la dirección están cada vez más ligadas? ¿Es inconcebible el autor al margen del hecho escénico? R. Personalmente me parece inconcebible el autor al margen del hecho escénico. ¡Escribimos teatro! ¿Cómo se puede obviar la escena si nuestro objetivo es lle- 29 Septiembre 2010 Eva Vallines Born y que quiero especialmente. Una història explicada del revés, o no (aprovecho para felicitar la excelente traducción de Eva Vallines) es la tercera obra que publico en castellano. En 2005 se publicó 360” que fue accésit del Marqués de Bradomín. ¿Constantes? Me imagino que hay, pero uno mismo siempre es dif ícil que las analice como se hace desde fuera. Recientemente, un amigo me llamó la atención al decirme que en todas mis obras hay algún personaje desaparecido o que desea hacerlo. ¿Te puedes creer que no me había percatado de ello? Y es cierto y no… No evidente. ¡Evidentísimo! Como constantes, muy conscientes, normalmente de un texto a otro siempre hay un personaje que en una obra se plantea, aunque sea anecdóticamente, y en el otro se desarrolla y cobra mayor dimensión; o una historia; o una anécdota… Por ejemplo algunas réplicas del primer diálogo entre Olga y la mujer de Una història explicada del revés, o no son exactamente las mismas de un diálogo en las últimas réplicas entre Ángela y Albert en La dona i el debutant. Pero esto es más anecdótico. Casi un juego personal. Sobre todo hay constantes en la búsqueda de un lenguaje y un estilo y también temáticas… Manías y obsesiones. Algunos textos, sin tener nada que ver, parecen hermanos o primos lejanos. P. ¿Tienes ya fecha de estreno para La dona que perdia tots els avions? R. Me gustaría contestarte que sí, pero de momento no hay fecha de estreno. A veces somos muy triunfalistas y presumimos de pasar un buen momento teatral… Encontrar una buena producción no es fácil y actualmente, con la actual coyuntura económica, la situación no es la más favorable. Pero bueno… Cada vez tengo más claro que las cosas van llegando a su debido momento y que hay que ser paciente. La dona que perdia tots els avions me gusta mucho y quiero tirarla adelante. El texto lo escribí para dos actrices y amigas, Lina y Mercè, que sé que serán unas buenas cómplices y… Espero que en breve te pueda decir que ya tenemos fecha, sala y producción resuelta. Soy paciente y optimista. A veces pienso que dedicándonos a esto y en este país son dos buenas actitudes vitales. P. ¿Adviertes alguna evolución entre tus primeras obras y las más recientes? R. Sí, bastantes. Desde la primera obra hasta ahora también está mi paso por el Institut del Teatre y el trabajo con diferentes proyectos al lado de profesionales como Xavier Albertí, que es un 31 Los autores del T6: Jordi Casanovas, Marta Buchaca, Carles Mallol, Cristina Clemente, Josep Maria Miró y Pere Riera. (Foto de David Ruano.) auténtico maestro, y mis primeras aventuras en solitario. Todo esto ha provocado una evolución de instrumentos dramatúrgicos, influencias y también del hecho de trabajar y tener un contacto directo con el sector teatral. También he cambiado yo, en cuanto a “la mochila vital” e inquietudes. Ahora me lo tomo todo con más calma. Con más serenidad. Escribir sólo se puede hacer desde la necesidad, la honestidad y el rigor. Evoluciona la forma de escribir y uno mismo. Tomas más consciencia de lo que implica escribir, hacer teatro y también empiezas a relativizar muchas cosas: los elogios, las críticas —buenas y malas— y también cuando te hacen comentarios y te dicen que deberías escribir de otra forma más próxima a las tendencias y a tu generación… Que también ocurre esto, ¡eh! P. Estás vinculado a la escuela catalana de Josep Maria Benet i Jornet, Lluïsa Cunillé, etc. Además de Pinter ¿reconoces otras influencias? Septiembre 2010 La Ratonera / 30 30 gar al escenario? La figura de autor-director me encanta. La dirección también es una forma de reescritura, de acabar de concretar el texto, de pulirlo, de acabarlo, de revisarlo… de ver los problemas reales que puede plantear cuando lo levantas. Eso no quiere decir que no entregue un texto a otro director —¡me encantaría!—, pero me imagino que también me gustaría participar del proceso de ensayos con un seguimiento, estar allí, aunque fuera atento a lo que sucede… Ensayar un texto es un proceso maravilloso, irrepetible… Y a no ser que te dirijan en la otra punta del mundo…, a mí me costaría no participar de alguna manera de ello. P. Tu obra aún es de dif ícil acceso fuera de Cataluña. Eres un autor joven y hasta ahora no había ediciones en castellano. Acabo de leer en la revista R.G.T. la edición gallega de La dona que perdia tots els avions, con la que conseguiste el Premi Born. Como en Una història explicada del revés, o no, aparecen personajes enigmáticos que evocan lo sobrenatural, aunque con un planteamiento abierto y sugerente. ¿Es ésta una constante de toda tu obra? R. En breve también se publicará en Primer Acto la versión castellana de La dona que perdia tots els avions que fue Premi R. A Benet i Jornet y Cunillé, a parte de conocerlos y de una muy buena relación con ellos, los admiro y me gusta mucho su obra. En el caso de Pinter me parece un dramaturgo excelente y gracias al ciclo Assaigs Oberts en el Teatre Lliure me sumergí en su obra y me ayudó a apreciarlo mucho más. ¿Influencias? Muchas y bienvenidas todas: desde los libros que me gustan; los directores que me dejan clavado en la butaca; las películas que voy a ver al cine y que me regalan amigos —especialmente Lluïsa, que siempre me regala películas maravillosas—; hasta los materiales a partir de los cuales he hecho no, o con unas consecuencias dif ícilmente diagnosticables— por haberse traicionado a sí mismas y en lo que creen. También aparece de fondo el abrupto recorrido histórico con la entrada de España en la OTAN, la caída del muro de Berlín, el fracaso internacional en el conflicto yugoslavo, la Barcelona olímpica o el ascenso político de la derecha española… El extraño recorrido ideológico de estas mujeres va de la mano con el de estos sucesos. Trabajé diez años como periodista y he visto muchos compañeros que han sacrificado sus principios ideológicos y su rigor por hacer carrera. También en el teatro. Es un texto en el que hay plasmadas muchas preocupaciones. También un mundo que, como ellas, parece que avanza a mejor pero cíclicamente va tropezando en los mismos errores. No sé si lo buscaba, pero sí que hay este extraño —¡y jodido!— viaje generacional de Barcelona en estos diez años. P. En esta obra el lector/espectador se encuentra con un preciso rompecabezas ya terminado, que primero tiene que destruirse para que luego las piezas vayan encajando. Es decir, haces del espectador parte activa de una dramaturgia “en construcción”, ¿cuál ha sido la respuesta del público en su puesta en escena? R. Las cuarenta y una primeras réplicas de la obra son muy claras sobre cuál va a ser el código y cuál es la relación que se le pide al lector/espectador con la obra, que es evidente que es la de un espectador/lector activo. En el montaje en el ciclo Assaigs Oberts conté con tres actrices maravillosas, Mercè Mariné, Isabel Cabós y Maria Pau Pigem y con Maria Vera como ayudante de dirección. Fueron dos meses estupendos. Fue un trabajo a conciencia y encontré en ellas una complicidad máxima. Cuando haces un viaje así… ¡te sientes tan afortunado de hacer esto que llamamos teatro! De la respuesta en escena, recibí comentarios de algunos espectadores, que sin conocer el texto de antemano, hicieron una reconstrucción muy precisa de los hechos y con un nivel de análisis asombroso y llegando incluso más lejos de lo que proponía mi propia escritura. También hay quien me dijo que encontraba que era un texto complejo, dif ícil y críptico. Es una obra que, en todo caso, no deja indiferente. Dos puntos bien discordantes de recepción… Lo fascinante del teatro es que los niveles de lectura puedan ser múltiples, que cuando te sientas como espectador es como jugar con un calidoscopio. P. El tema del éxito y las expectativas vitales planea sobre los personajes de Una història explicada del revés, o no llenándoles de amargura e insatisfacción ¿cuál es tu postura al respecto? R. El concepto de éxito es muy complejo. ¿Qué y quién determina qué es éxito? En Una història explicada del revés, o no, Olga y Alicia son, supuestamente, mujeres de éxito, en todo caso determinado desde círculos exteriores, pero para ellas nunca tendrá ese sentido, porque no lo sienten como tal… Olga recibe un balazo y todo el mundo la reconoce como una periodista-heroína pero ella no quería serlo… Ella no recibe el balazo porque crea en lo que hace… Ella en el fondo quería morir porque no es capaz de matarse o de asimilar su dolor. Esa bala, a ojos del mundo, es una medalla, para ella una desgracia; Alicia recibe un premio y pasea el trofeo no como tal, sino como si fuera una carga haciendo autostop y acabando en un bar de carretera, un tugurio más bien cutre y decadente, sin nadie con quien compartirlo y festejarlo. Detrás está la falta de honestidad con lo que hacen, la traición a los propios ideales… Sus motivos personales les hacen asimilar el éxito como amargura e insatisfacción. Hoy leía a Abilio Estévez, su último y maravilloso libro El bailarín ruso de Montecarlo, donde para- Josep Maria Miró en su despacho. frasea la frase de Rilke: La fama es la suma de malentendidos que se suman alrededor de un hombre. El éxito puede ser algo parecido. El éxito tiene una dimensión pública y otra íntima y éstas pueden coincidir, pero no necesariamente. Si detrás de lo que uno hace no hay compromiso, honestidad, verdad… el éxito se puede convertir en una porquería. P. ¿Estás trabajando ya en una nueva obra? R. Ahora mismo estoy escribiendo Gang Bang para el Teatre Nacional. Me gusta y me estoy divirtiendo mucho. Imagínate: La acción transcurre en un local de sexo masculino en Barcelona, desbordado de clientes por 33 Septiembre 2010 La Ratonera / 30 32 J. M. Miró en Ciutadella (Menorca), el pasado noviembre, donde recibió el Premi Born. dramaturgias como la obra poética y periodística de Joan Maragall, Domènech de Bellmunt, Sebastià Gasch, Blai Bonet... Todo va dejando mella. Cada vez me siento más ignorante y con más ganas de aprender. Recientemente, Benet i Jornet me recomendó una lista de títulos de Prudenci Bertrana, Puig i Ferreter, Soldevila... Sólo me había leído un par de ellos... Estoy seguro que los devoraré y algo quedará. Siempre pienso... ¡Qué burro que soy! ¡Cuánto me falta por aprender! P. Una història explicada del revés, o no surge a partir de un trabajo sobre la pieza Traición de Pinter, enmarcado dentro del ciclo Assaigs Oberts del Teatre Lliure. Tu propuesta sustituye la traición sentimental y conyugal de la obra original por la traición a los ideales y a la amistad entre tres mujeres. ¿Buscabas un retrato generacional de la Barcelona de los años 80-90? R. Una història explicada del revés, o no parte de la estructura narrativa de Traïció y hay un intento de búsqueda en el lenguaje pinteriano, con el trasfondo de la traición ideológica y de amistad de sus protagonistas, como bien dices. Es un texto sobre la ordenación de la memoria personal y colectiva. En diez años Olga y Alícia hacen un viaje —sin retor- la coincidencia con la visita del Papa en la Sagrada Familia. En el local, que se llama La llum (La luz), confluyen desde el cliente más antiguo del local; un político de izquierdas y otro demócratacristiano; un joven que cumple 18 años y que para celebrar la feliz coincidencia con la visita del Pontífice ofrece su cuerpo a todo el mundo para que lo posea; una catequista drogada de GHB por sus pupilos; una mujer de la limpieza preocupada por el estado del mundo; un cliente octogenario ex franquista reciclado a demócrata y con deseos de ser castigado... o un padre que se presenta allí, en una situación límite, buscando a su hijo —¡Fíjate! Lo que contaba antes… otro personaje desaparecido—. Pero ya tengo otras obras en mente y en marcha, alguna empezada, y alguna, incluso, terminada una primera versión. La empezada estoy muy excitado con ella y tiene mucho —y al mismo tiempo nada— que ver con Una història explicada del revés. Es una de estas obras hermanas de que te hablaba. Siempre estoy escribiendo. Creo que no sé hacer otra cosa. Una no UNA historia HISTORIAcontada CONTADA al ALrevés, REVÉS, o O NO Josep Miró Coromina Josep Maria MiróMaria Coromina Josep Maria Miró Coromina 35 Septiembre 2010 La Ratonera / 30 34 (Vic, 1977) Licenciado en dirección y dramaturgia en el Institut del Teatre de Barcelona, doctorando en literatura catalana y licenciado en periodismo por la UAB. Actualmente es autor residente en el Teatro Nacional de Catalunya en el Proyecto T6, donde estrenará en marzo de 2011 su nueva obra Gang Bang (Abierto hasta la hora del Ángelus). Es autor de La mujer que perdía todos los aviones (2009) –XXXIV Premi Born–, Una història explicada del revés, o no (2009) –Ciclo Assaigs Oberts, Teatre Lliure–, La dona i el debutant (2008) –Premi Ex Aequo Teatre Principal–, La gran nit de Lurdes G. (2008) –Coautoría con Cristina Clemente. Accésit Premi Lluís Solà–, Quan encara no sabíem res (2007) –Finalista internacional Stückmarkt y XX Premi 50è aniversari crèdit andorrà–, 360” (2006) –Accésit XX Premio Marqués de Bradomín–, Les dones de Caín (2005) –IV Premi Ramon Vinyes–, L’esvoranc –IX Premi Boira–, 11/7: L’escorxador –Mejor texto y montaje del concurso de monólogos basados en hechos reales La realitat supera la ficció– y de las dramaturgias Com si entrés en una pàtria –A partir de textos de Joan Maragall–, Cocaïna, absenta, pastilles de valda i cafè amb llet –Espectáculo musical a partir de cuplés y textos de ensayo y crónica periodística de Domènech de Bellmunt, Sebastià Gasch, Josep Maria Planas, Santiago Rusiñol y Ángel Zúñiga–, Captius –A partir de cuentos de Joan Barril– y El dia que vaig conèixer Harold Pinter –A partir de textos de H. Pinter-. Ha dirigido sus propios textos, la ópera La voix humaine con texto de Jean Cocteau y música de Francis Poulenc y los espectáculos de creación Eva i Adam: El darrer Gènesis (Cocreación y codirección con Marc Artigau) y Litúrgia E/XXI, los dos representados en el ciclo Drames litúrgics en el Monasterio de Santa Maria de l’Estany. Ha sido ayudante de dirección de Xavier Albertí en más de ocho producciones, de Toni Casares y de la coreógrafa Germana Civera. Ha trabajado como guionista en varias series televisión y como periodista en COM ràdio, RNE-R4, Ràdio Sant Cugat, El 9 Nou y la Revista de la UNESCO en Catalunya. de Josep Maria Miró Coromina Traducción de Eva Vallines Menéndez 36 La Ratonera / 30 Agradecimientos: Xavier Albertí, Josep Maria Benet i Jornet, Judith Colell, Lluïsa Cunillé, Víctor Molina, Víctor Muñoz y Montse Olivella Para Isabel Cabós, Mercè Mariné, Mari Pau Pigem y Maria Vera. Amigas y maravillosas compañeras de viaje. Me gusta caminar por esta gran ciudad, a mi aire. Es divertido no conocer a nadie. Cuando me cruzo con alguien por la calle no se dan cuenta de que no les conozco de nada. Ellos conocen a otra gente e incluso mucha otra gente les conoce a ellos, por tanto piensan que si no les conozco, conozco a los demás. Por eso me miran, intentan llamar mi atención, esperan que les hable. Como no les conozco, no les hablo. Ni siquiera siento la más mínima tentación de hacerlo. Voces, madre, no estoy solo, porque todo aquello que me ha pasado alguna vez está conmigo y me hace compañía. Voces familiares de Harold Pinter Una història explicada del revés, o no se estrenó el 3 de abril de 2009 en la Sala Fabià Puigserver del Teatre Lliure, dentro del Ciclo Assaigs Oberts a partir de la obra Traición (Betrayal) de Harold Pinter, con la siguiente ficha artística: Autoría y Dirección: Josep Maria Miró Coromina Intérpretes: Isabel Cabós (Mujer/Hombre alemán), Mercè Mariné (Olga) y Maria Pau Pigem (Alicia) Ayudante de dirección: Maria Vera Roldán Espacio sonoro: Natan Paruzel Asesor de movimiento: Roberto G. Alonso Tratamiento del espacio escénico / Iluminación / Elementos: Maria Pons –Trabajo a partir del espacio y la iluminación original de Carlos Alfaro– Diseño de cartel: Mercè Rocadembosc Fotograf ía: Diana Martín Lapeña Vestuario: Teatre Lliure y Maria Araujo Peluquería: Toni Santos Una historia contada al revés, o no 37 1. Enero de 1996. Barcelona. Interior del piso de Paula. Olga observa algún detalle mientras la mujer la mira atentamente. Alicia está en otra habitación. Personajes Alicia Olga Mujer/Hombre alemán Alicia.- (Desde la otra habitación.) ¿Quién les habrá dejado las llaves? En 1996 Alicia tiene 42 años y Olga 43. La acción transcurre entre enero de 1996 y diciembre de 1985. Olga.- (A la mujer. En voz baja, como si no quisiese que la oyesen.) ¿Crees que si me equivoco me dejarán repetirla? Mujer.- ¿Quieres que te cuente una historia? Alicia.- ¿La Bulldog? Olga.- No estoy para historias. No ves que... Aho- El signo / indica que la réplica siguiente corta directamente la intervención anterior. Alicia tiene algunas intervenciones en cursiva. Responden a la naturaleza del personaje. Pausa. ra no estoy para historias. Para tus historias. ¿No ves que ahora/ Mujer.- Una historia contada al revés. Olga.- ¿Al revés? Mujer.- Sí, al revés. Olga.- ¿Por el final? Mujer.- Por el final. O por el principio. Es igual. Una historia contada al revés... o no. Olga.- Las historias nunca se empiezan a contar por el final. Mujer.- ¿Por qué no? Olga.- Tiene poco interés llegar al final, si el final resulta que es el principio. Mujer.- ¿Por qué? Olga.- Porque ya está todo contado. Mujer.- ¿Sí? Olga.- Sí, todo contado. El final es lo que importa. Llegar al final, no al principio. Mujer.- Te equivocas. También te equivocas. Septiembre 2010 Una historia contada al revés, o no Josep Maria Miró Coromina Alicia.- (Desde la otra habitación.) Está todo igual, ¿no? La mujer y Olga se miran. Alicia.- (Desde la otra habitación.) Yo la habría vendido. Olga.- No te cae bien, ¿no? Pausa. 38 Olga.- No. No te cae bien. Mujer.- Siempre te has querido convencer de que... Olga.- Venga, dilo. Mujer.- Nada. (Pausa.) Te la cuento, ¿o no? Olga.- Esta manía tuya/ Mujer.- De contar historias al revés. Olga.- Sí, al revés. La Ratonera / 30 La mujer coge una bolsa como si estuviese a punto de irse. Olga.- ¿Te vas? (Pausa.) ¿Te vas por ella? Mujer.- Olga... Yo aquí no pinto nada. Olga.- Entonces por qué/ Mujer.- ¿Cuánto hacía que no os veíais? Pausa. Mujer.- ¿Cuánto? Olga.- Diez... Once años. Mujer.- Debéis de tener cosas que contaros. Olga.- No. Ya ves... Prefiere ver el piso. Mujer.- ¿Y tú? Olga.- Yo no. Josep Maria Miró Coromina Josep Maria Miró Coromina Una historia contada al revés, o no Mujer.- Aunque... sería divertido quedarme a la entrevista. Olga.- ¿Crees que si me equivoco me dejarán repetirla? La mujer coge la bolsa y se va. Olga se queda pensativa. Entra Alicia. Alicia.- ¿Con quién hablabas? Olga.- Con nadie. Alicia.- Té del olvido. Olga.- ¿Cómo? Alicia.- ¿Qué? Olga.- Has dicho: “Té del olvido”. Alicia.- Que te he oído. Olga.- No sé por qué tarda tanto. Alicia.- ¿A qué hora ha dicho que volvería? Olga.- Ha dicho que salía a tomar un café para hacer tiempo mientras llegabas. Alicia.- Me había parecido oír... Olga.- No. Alicia.- ¿Ya habíais empezado? Olga.- ¿Sin ti? Te esperábamos. Alicia.- El piso está igual. Olga.- Este lugar... (Pausa.) Este lugar nunca me ha/ Alicia.- ¿Quién os ha abierto? Olga.- Cuando llegué ya estaba la de la entrevista. Alicia.- ¿Quién se debía quedar el piso? Olga.- No lo sé. Alicia.- Es como si oliese a... Olga.- A cerrado. Alicia.- A la Bulldog. Olga.- A cerrado. Alicia.- ¿Y dónde vives ahora? 39 Mari Pau Pigem y Mercè Mariné en Una història explicada del revés, o no. (Foto de Diana Martín Lapeña.) Olga.- Aquí. Alicia.- ¿En Barcelona? Olga.- Sí. Alicia.- Te hacía/ Olga.- Desde hace tiempo. Alicia.- Hace poco te vi en uno de aquellos reportajes. Olga.- Debía de ser grabado. Alicia.- No. Olga.- Ya sabes que nunca estoy demasiado tiempo en ninguna parte. Aquí, allá... Y al final siempre en Barcelona. Alicia.- ¿Y te quedas todavía muchos más días? Olga.- No sé si volveré a marchar. Alicia.- Creía que te gustaba. Olga.- Cualquier sitio mejor que Barcelona. Alicia.- Esto te debe de parecer poco ecimoniante. Olga.- ¿Estimulante? Alicia.- Sí, emocionante. Olga.- Poco emocionante. Alicia.- ¿Y sabes qué nos preguntará? Olga.- Quiere que le hablemos de Paula. Alicia.- No sé si me gusta la idea. Septiembre 2010 Una historia contada al revés, o no La Ratonera / 30 40 Olga.- ¿Te puedes creer que a veces todavía/ Alicia.- No me hagas reír. Olga.- ¿Tú no/ Alicia.- No. Olga.- Claro. Qué tontería. Alicia.- Bueno... Olga.- ¿Qué? Alicia.- Que sí. Alguna vez, sí. Olga.- ¿Por qué me has dicho que no, entonces? Alicia.- No lo sé. Olga.- ¿La conoces? Alicia.- ¿A la de la entrevista? Olga.- Sí. Alicia.- No. Olga.- Pero, ¿has hablado con ella? Alicia.- Como tú, imagino. Por teléfono. Me tenía que llamar hace un par de semanas. Olga.- Sí, a mí también. Alicia.- Pero nada... Y ahora, un momento, antes de que llegases y de que saliera a tomar un café. Olga.- No sé si me gusta la idea. Alicia.- Entonces, ¿por qué dijiste que sí? Olga.- Sólo porque me dijo que tú también habías aceptado. Alicia.- A mí me dijo lo mismo. Olga.- Nunca te puedes fiar de un periodista y menos si son mujeres. Alicia.- Que lo digas tú... Olga.- Deformación profesional. Alicia.- ¡Ya lo sé! Te vi en un reportaje de Jerusalén. Olga.- Jerusalén. Alicia.- ¿No tenías miedo? Olga.- ¿Más que aquí? Alicia.- Allí llegarán tiempos peores. Olga.- ¿Es que sabes algo? Josep Maria Miró Coromina Alicia.- Nada. ¿Qué quieres que sepa? ¿Y por qué has decidido quedarte? Olga.- No sé si me quedaré. Alicia.- Has dicho que no pensabas irte. Olga.- De momento. Alicia.- ¿Has pensado qué diremos de Paula? Olga.- No. Alicia.- Ahora tendría 65 años. Olga.- Más. Alicia.- Quizá se habría vuelto una vieja dócil. Olga.- ¿Tú crees? Alicia.- Que empezaría a fallar. Olga.- Lo dudo. Alicia.- Que echaría en falta no haber tenido hijos y nietos. Olga.- ¿Paula? Alicia.- Que empezaría a hacer cosas extrañas. Olga.- Imposible. Alicia.- Como ir bien vestida y revolver la basura de la calle y de casa. Olga.- Eso ya lo hacía. Alicia.- Y chochear. Olga sonríe. Alicia.- Y que empezaría a tener miedo. Olga.- ¿Miedo? Alicia.- De las cosas pequeñas. Olga.- Como todo el mundo. Alicia.- Y manías. Olga.- Manías ya tenía. Alicia.- Y que habría acabado viviendo con su secretaria. Olga.- La Bulldog. Alicia.- Su mujer de confianza. Olga.- ¿Crees que eran/ Josep Maria Miró Coromina Alicia.- No. Olga.- ¿No? Alicia.- No. La Bulldog, sí. Pero Paula, no. Olga.- ¿Por qué dices entonces que habría acabado yendo a vivir con ella? Alicia.- Por no estar sola. Olga.- ¿Qué habrá sido de ella? Alicia.- Quizá también esté muerta. Olga.- Pero si debe de tener nuestra edad. Alicia.- Debe de estar muerta. Olga.- No. Alicia.- ¿No has sabido nada? Olga.- No. Alicia.- No podía ni vernos. Olga.- Podían haberla llamado a ella para la entrevista. Alicia.- Seguro que la llamaron. Antes que a nosotras. Olga.- Seguramente. Alicia.- Pero ella no habría aceptado de ninguna manera. Olga.- Yo tampoco podía con ella. Alicia.- Ahora escribo biograf ías. Olga.- ¿Sí? Alicia.- Por encargo. Olga.- ¿Gente famosa? Alicia.- Anónima. Olga.- Vidas interesantes. Alicia.- No. Olga.- Historias peculiares. Alicia.- No. Olga.- Qué curioso. Alicia.- ¿El qué? Olga.- Biograf ías de personas anónimas sin vidas interesantes, ni historias peculiares. Alicia.- Yo hago que parezcan interesantes. Una historia contada al revés, o no Olga.- ¿Todavía trabajas con el mismo editor? Alicia.- Biograf ías privadas. Para cuando se mueran, para sus más allegados: amigos, familiares... Olga.- Según qué nos pregunte... También podríamos... Alicia.- Yo también lo había pensado. Pausa. Olga.- Y ¿qué? Alicia.- ¿Qué de qué? Olga.- Sé que las cosas te han ido bien. Alicia.- Sí. A ti también. Olga.- No me puedo quejar. Alicia.- No nos podemos quejar. Olga.- Tenemos lo que queríamos. Alicia.- Sí. Lo que queríamos. Olga.- Y estás igual. Alicia.- (Ríe.) No. (Pausa.) Mejor. Olga.- Eso, mejor. Alicia.- Te queda bien el pelo así. Olga.- ¿Te gusta? Alicia.- Sí. Está bien así. Te hace interesante. 41 Pausa. Olga.- ¿Quieres saber con quién hablaba antes? Alicia.- ¿No me has dicho que con nadie? Olga.- Sí. Alicia.- Entonces, ¿por qué me has dicho que con nadie? Olga.- No lo sé. Olga coge un papel y escribe algo. Se lo da a Alicia. Septiembre 2010 Una historia contada al revés, o no Alicia.- ¿Me estás tomando el pelo? Olga.- No. Alicia.- ¿Por qué lo has escrito en un papel? Olga.- Por aquello. Alicia.- ¿El qué? Olga.- Sabes perfectamente de qué estoy hablando. Alicia.- ¿Sabes? Olga.- ¿Qué? Alicia coge el papel y también escribe algo. Se lo da a Olga. 42 Olga.- ¿Me estás tomando el pelo? Alicia.- No. Olga.- ¿Y por qué lo has escrito en un papel? Alicia.- Por aquello. Olga.- ¿El qué? Alicia.- También sabes perfectamente de qué estoy hablando. La Ratonera / 30 Pausa. Alicia.- Rómpelo. Olga.- Ah... sí. Olga rompe el papel. Alicia.- ¿Te has fijado? Olga.- ¿Qué? Alicia.- Todo está pasando como lo escribí en mi novela. Oscuro. Josep Maria Miró Coromina Josep Maria Miró Coromina 2. Una historia contada al revés, o no La mujer se echa a reír. Enero de 1996. Unas horas antes. Barcelona. Bar. La mujer y Alicia se toman un gin-tonic. Alicia.- He visto un hombre tan guapo que me he mareado. Mujer.- ¿Aquí? Alicia.- No. Cuando venía. Mujer.- Me extrañaba. Alicia.- ¿Por qué? Mujer.- Aquí nunca hay hombres guapos. Alicia.- ¿No? Mujer.- ¿Sí? (Pausa.) No. Pausa. Mujer.- ¿Y dónde habéis quedado? Alicia.- En el piso. Mujer.- ¿Olga también? Alicia.- Nos la quieren hacer juntas. Mujer.- ¿Ya has pensado qué dirás? Alicia.- Depende de qué pregunte. Mujer.- Los periodistas nunca hacen preguntas interesantes. Alicia.- En eso tienes razón. Mujer.- En eso y en que en este bar nunca hay hombres guapos. Alicia.- Todo el mundo dice que Olga es una buena paracaidista. Mujer.- Pero no todos los periodistas reciben un tiro en una emboscada en Sarajevo. Alicia.- Ya lo decían antes. Mujer.- Olga... Alicia.- No te cae bien, ¿no? Pausa. Alicia.- No. No te cae bien. Pausa. Mujer.- Siempre te has querido convencer de que... Alicia.- Venga, dilo. Mujer.- Nada. Pausa. Alicia.- ¿Tú también vendrás? Mujer.- Quizá. Alicia.- Pero/ Mujer.- Si voy, sólo miraré. Alicia.- ¿Vendrá alguien más? Mujer.- No lo sé. ¿Tendría que saberlo? Alicia.- Si han llamado a alguien más, nos lo podrían haber dicho. Mujer.- ¿Qué importa? Alicia.- Hace años que no veo a nadie de la redacción. No tengo ganas de ver a nadie. Mujer.- Al menos les podrás decir que las cosas te han ido bien. A la mayoría de la gente le molesta saber que a los demás les ha ido mejor que a ellos. (Pausa.) Venga... Dime qué les contarás. Imagina que soy la que te hace la entrevista, ¿de acuerdo? (Pausa.) ¿De acuerdo? (Pausa.) Seguro que te mirará con esa pose de... Lo suelen hacer. Seguro que lo hará. “Usted que es una escritora de éxito/” 43 Septiembre 2010 Una historia contada al revés, o no Alicia.- ¿De éxito? Mujer.- Sí, de éxito. Alicia.- ¿Por qué/ Mujer.- Alicia... es un juego. Venga...“Usted que es una escritora de éxito y que conoció a Paula... ¿Cómo la definiría?”. Mejor aún: “¿Podría definirla en una sola palabra?”. Pausa. La Ratonera / 30 44 Alicia.- Impertinente, desafiante, incisiva, inteligente, insultante, intuitiva, arrogante, pedante —intencionadamente pedante—, incansable... (Pausa.) No. Mejor: Infatigable. Mordaz, culta, luchadora, ambiciosa, preponente, agresiva —profesionalmente hablando claro—, déspota, irónica, corrosiva, hosca, independiente —como persona, claro—. Mujer.- ¿Como persona? ¿Como periodista no? Alicia.- Han pasado diez años desde su muerte. Todo ha cambiado... Habría que verla ahora. Mujer.- Ésta sí que es buena. Alicia.- Risugora, controladora, perspicaz/ Mujer.- Pero eso no vale. Te había pedido una sola palabra. Alicia.- Y yo te contestaría: “Es muy dif ícil definirla con una sola palabra”. Mujer.- Seguro que Olga sería capaz de responder con una sola palabra. Alicia.- Claro... Para ella no sería demasiado dif ícil. Para alguien que es capaz de sintetizar y encontrar las palabras adecuadas para contar en cincuenta segundos el estado del mundo, responder a esta pregunta le puede parecer hasta una tontería. Mujer.- ¿No estaba en Jerusalén? Josep Maria Miró Coromina Alicia.- Lo de la entrevista ha sido sólo una coincidencia. Mujer.- ¿Por qué? Alicia.- No viene por la entrevista, ni está de paso en Barcelona. Mujer.- ¿No? Alicia.- Tiene una oferta para volver. Mujer.- ¿Sí? Alicia.- Por la puerta grande. Mujer.- ¿Y eso? Alicia.- Un cargo de responsabilidad. Mujer.- Caramba. Alicia.- Está cantado que habrá un cambio político en las elecciones de marzo. Mujer.- ¿Te habría gustado que te lo ofreciesen a ti? Alicia.- ¿Trabajar para esos? (Pausa.) No, gracias. (Pausa.) Me retiré. Mujer.- Te retiraste y lo cambiaste por las biograf ías y las novelas de premio. Alicia.- Haces que suene/ Mujer.- Si acaba siendo verdad que hay un cambio, algunas personas también necesitarán que alguien les escriba una historia realmente interesante. ¿No es lo que haces? Alguna vida gris podría salir beneficiada. Ya sabes lo que pasa con lo que escribes. (Pausa.) ¿Olga aceptará? Pausa. Alicia.- Sí. Mujer.- No estás muy segura. Alicia.- Es lo que siempre ha querido. Mujer.- ¿Trabajar para los que vendrán? Alicia.- Tendría que haber aceptado hace años/ Mujer.- Cuando se lo propusieron los otros. Josep Maria Miró Coromina Alicia.- Se suponía que era una mujer de principios. Mujer.- Antes lo has dicho: “Han pasado diez años, el mundo ha cambiado”. Alicia.- ¡Ésta sí que es buena! Mujer.- Y entonces aceptará. Alicia.- Sí. Mujer.- ¿Quién te lo ha dicho? Alicia.- Nadie. (Pausa.) Es lo que pasaba en mi novela Mujer.- Olga en un despacho, desde luego, es mujer muerta. Alicia.- En Sarajevo no tuvo suerte. Mujer.- Porque tú no quisiste. Alicia.- También tienes razón. Pausa. Alicia.- ¿Otra? Mujer.- Es tarde. Alicia.- No mucho. Mujer.- Y tendrías que ir tirando. Alicia.- Voy bien. Mujer.- Olga ya debe de haber llegado. Alicia.- Ahora que espere ella. Mujer.- Y quizá la que os va a hacer Ia entrevista. Alicia.- Que espere también. Mujer.- Pero si ya has acabado. Alicia.- ¿Y qué? Mujer.- No está bien hacer esperar. Alicia.- Yo estoy muy acostumbrada. Mujer.- ¿Esperas a alguien? Alicia.- No. Mujer.- ¿No? Alicia.- Quizá. Mujer.- A un hombre. Una historia contada al revés, o no Alicia.- Puede ser. Mujer.- Vienes a este bar/ Alicia.- Me gusta este sitio. Mujer.- Porque hay hombres guapos. Alicia.- Sí. Mujer.- Como el que esperas. Alicia.- Puede ser. Mujer.- Tu amante. Alicia.- Mi amante. (Ríe.) No hablo de un hombre. Mujer.- ¿No? Alicia.- ¿No? Tantos que no los podrías contar con los dedos de las manos. Ni aunque añadieras los de los pies. Mujer.- Qué suerte. Alicia.- Cuando voy por la calle, todavía hago que se vuelvan muchos hombres a mirarme. Mujer.- No lo dudo. Alicia.- Te sorprenderías. Mujer.- ¿Y los vienes a buscar aquí? Alicia.- Y en la calle. Mujer.- En la calle. Alicia.- Sí, y en los parques. Mujer.- En los parques. Alicia.- Sí, y en los bares. Mujer.- Como éste. Alicia.- Sí, como éste. Este bar me gusta. Aquí ya me conocen. Mujer.- ¿Y qué les dices? Alicia.- “Hola”. Mujer.- ¿Les dices “Hola” y ya basta con eso? Alicia.- A veces ni eso. Uno me dijo que no había conocido ninguna mujer capaz de aguantar la mirada tanto tiempo sin pestañear. Mujer.- ¿Sí? Alicia.- Algunos, incluso se me han acercado y me han ofrecido dinero. 45 Septiembre 2010 Una historia contada al revés, o no Mujer.- ¿Y tú qué haces? Alicia.- A veces lo cojo. Mujer.- Parece divertido. Alicia.- Lo es. Mujer.- ¿Y todavía haces autostop? Pausa. La Ratonera / 30 46 Alicia.- Afuera me he encontrado con uno de mis amantes. Mujer.- Ah, ¿sí? Alicia.- Se me ha tirado encima. Está loco por mí. Mujer.- Qué bien. Alicia.- Es ése de la mesa de al lado del tabaco. Mujer.- Está bien. Alicia.- Sí. Mujer.- Muy bien. Alicia.- Sí. Mujer.- ¿El que se estira los puños de las mangas? Alicia.- Sí. Mujer.- ¿Que se coloca el cuello de la camisa? Alicia.- Sí. Mujer.- ¿Que sonríe? Alicia.- Sí. Mujer.- ¿Que se levanta? Alicia.- Sí. Mujer.- ¿Que se acerca a la chica de la barra? Alicia.- Sí. Mujer.- ¿Y la coge por la cintura? Alicia.- Sí. Mujer.- ¿Y le muerde el cuello? Alicia.- Sí. Mujer.- ¿Y le dice algo al oído? Alicia.- Sí. Mujer.- ¿Y la hace reír fuerte? Josep Maria Miró Coromina Alicia.- Sí. Mujer.- Qué escandalosa, ¿no? Alicia.- Sí. Mujer.- ¿El que le da un beso? Alicia.- Sí. Mujer.- Qué beso más largo, ¿no? Alicia.- Sí. Mujer.- ¿Y que no se despega? Alicia.- Sí. Mujer.- ¿Y que ahora se va con la chica? Alicia.- Sí. Mujer.- ¿Y sube con ella al piso de arriba? Alicia.- Sí. Mujer.- ¿Y que no la deja marchar ni un segundo? Alicia.- Sí. Mujer.- ¿Y está loco por ti? Alicia.- Sí. Mujer.- Está bien... Muy bien. Alicia ríe con fuerza. La mujer la mira. Mujer.- ¿Todavía te pasa? Alicia.- Todavía. De vez en cuando. Mujer.- Pensaba que ya no. Alicia.- Sí. (Pausa.) No es tan guapo. Mujer.- ¿No? Alicia.- No. No me lo parece. Mujer.- Te equivocas. Alicia.- Más bien feo. Mujer.- Espera. Alicia.- ¿Qué? Mujer.- Te digo que esperes. Espera y míralo bien. Las dos mujeres observan. Alicia.- No me lo puedo creer. Josep Maria Miró Coromina Mujer.- ¿Lo ves? Alicia.- Sí. Mujer.- No te engañaba. Alicia.- Es increíble. Pero, ¿cómo lo ha hecho? Mujer.- Un don natural. Alicia.- Para volverse guapo de repente. ¿Cómo lo sabías? Mujer.- Tengo ojo para estas cosas. Alicia.- Cógeme. Mujer.- ¿Qué? Alicia.- Creo que me volveré a marear. Mujer.- Creo que yo también. Alicia.- Parecemos... Y pensar que había gente que decía que tú y ella erais/ Mujer.- También decían que me había encoñado contigo y con Olga. Una historia contada al revés, o no Alicia.- ¿Sabes? Mujer.- ¿Qué? Alicia.- Frágil. Mujer.- ¿Frágil? Alicia.- Sí... Lo de antes... todas aquellas palabras. Frágil. Mujer.- Ésa no la habías dicho. Alicia.- “Paula era frágil. También lo era”. Tendría que haber contestado eso. Oscuro. 47 Las dos mujeres ríen. Mujer.- Es ponerse a bailar y... Alicia.- No acabo de entender cómo lo ha hecho. Mujer.- Como algunos actores cuando suben a un escenario. O como tú. Alicia.- ¿Yo? Mujer.- Contigo también tuve buen ojo. Alicia.- ¿Por qué lo dices? Mujer.- Cuando presentabas las noticias. Alicia.- Ah, sí. Mujer.- Hasta que comenzó a pasarte aquello. Alicia.- ¿Me lo tienes que recordar cada vez que me ves? Mujer.- Pero ahora estás muy bien. Alicia.- Sí. Me encanta cómo baila. Pausa. Septiembre 2010 Una historia contada al revés, o no 3. Agosto de 1992. Barcelona. Sala de espera de un hospital. La mujer y Olga están sentadas. 48 Olga.- (Con gesto de dolor.) Cada vez que vuelvo encuentro esta ciudad más aburrida. Mujer.- ¿Te duele? Olga.- Los puntos, que me tiran. Mujer.- ¿Volverás allí? Olga.- En cuanto haya cicatrizado y me den el alta. Mujer.- Aquí dicen que la ciudad está como nunca. Olga.- O que nunca más volverá a estar igual. Mujer.- (Parafraseando.) À la ville de... Barcelona. La Ratonera / 30 Olga se acerca a la ventana. Olga.- Aquí ya no pinto nada. Mujer.- Ni yo. Olga.- Desde hace tiempo. Mujer.- Antes de irte tendrías que salir a dar una vuelta. Las calles están llenas de deportistas. Olga.- Más vale que no. Tengo miedo que me caiga una flecha encendida o una pesa lanzada con exceso de fuerza y la dirección equivocada. Mujer.- Tiene gracia que lo digas tú, que esta vez casi no lo cuentas. Olga.- Sí, me libré por los pelos. Mujer.- Y era más complicado estar allí en medio, que pasar desapercibida. Olga.- ¿Sabes aquel chiste de Claudia Schiffer? Mujer.- No. Olga.- Seguro que sí. Es muy conocido. Josep Maria Miró Coromina Josep Maria Miró Coromina Una historia contada al revés, o no Mujer.- Tengo mala memoria para los chistes. Olga.- Y yo los cuento muy mal. Mujer.- Venga. Olga.- Es uno que le pregunta a otro: “Dos cosas que te llevarías a una isla desierta”. “A Claudia Schiffer y a mi mejor amigo”. “¿A tu mejor amigo?” “Sí, para que después lo cuente”. Mujer.- Es muy malo. Olga.- No es exactamente así, pero/ Mujer.- Es igual. Es muy malo. Olga.- ¿No lo habías oído nunca? Mujer.- No. Olga.- ¿De qué sirve hacer las cosas si no se pueden contar? Mujer.- Claro. (Pausa.) Pero tú no lo querías contar. 49 Pausa. Mujer.- Tendrías que intentar estarte quieta. Olga.- Este sitio... Si me estoy quieta tengo la sensación de que... Mujer.- ¿De qué? Olga.- De que oiré cómo la gente deja de respirar, cómo las máquinas se detienen y cómo sus familiares y amigos lloran en algún rincón o dentro de un ascensor. Por eso no cojo nunca el ascensor cuando vengo al hospital. Siempre van llenos de gente que llora. Una vez me quedé encerrada diez minutos o más en un ascensor con un hombre. Ni se dio cuenta. Comencé a apretar todos los botones y tuve la sensación de que me quedaba sin aire. Y él, ni reaccionó. Es mejor no coger el ascensor en un hospital. Mujer.- ¿Qué le pasaba? Olga.- También... (Pausa larga.) ¿Tienes un cigarro? Mercè Mariné en Una història explicada del revés, o no. (Foto de Diana Martín Lapeña.) Mujer.- Ojalá. Sabes que aquí no se puede fumar. Olga.- (Ríe.) Consígueme un cigarro, nos encerramos en el baño y nos lo fumamos a medias. Mujer.- Como dos adolescentes. Olga.- Estaría bien. Mujer.- Como en los viejos tiempos. Olga.- Para escaparnos de la redacción y poner a todo el mundo de vuelta y media. Mujer.- Con Alicia. Olga.- Estaría bien poder volver atrás. Mujer.- ¿Sí? Olga.- ¿Por qué me has venido a ver? Pausa. Mujer.- ¿Y ella, te ha venido a ver? Olga.- ¿Alicia? Mujer.- Sí. Olga.- No, ella no. ¿Por qué iba a hacerlo? Mujer.- Esta vez tu vuelta a Barcelona ha sido sonada. Olga.- Debe de estar firmando libros. Mujer.- ¿Y te ha llamado? Olga.- Si no me llamó ni cuando... Mujer.- ¿Qué? Septiembre 2010 Una historia contada al revés, o no Olga.- Nada. Mujer.- Tú también le fallaste. Le habías dicho que/ Olga.- Insistió. No podía hacerlo sólo porque fuésemos amigas. Mujer.- ¿No? Olga.- No. Y ella, en cambio, qué le habría costado... (Pausa.) No. No es lo mismo. A mí... Déjalo estar. Pausa. 50 Mujer.- Entonces, ¿no la has vuelto a ver? Olga.- Desde que dejé de fumar. Mujer.- 1985. Olga.- Siete años. Mujer.- Sí. (Pausa.) Lo peor de... ¿Sabes? Pagaría lo que fuera por un cigarro. Olga.- Pero ya no puedes. Mujer.- Ni tú volver atrás. La Ratonera / 30 Pausa. Mujer.- Venga. Fumémonos un cigarro. Olga.- Aquí no se puede fumar. Mujer.- Sí. Olga.- Y me has dicho que no tienes ninguno. Mujer.- Sí. Olga.- ¿Entonces? Mujer.- Cierra los ojos. Las dos mujeres cierran los ojos. La mujer da la primera calada. Mujer.- Me acabo de cargar las dos torres de la Villa Olímpica. Ahora te toca a ti. Sólo una calada, ¿eh? Josep Maria Miró Coromina Olga.- (Hace que coge el cigarro y da una calada.) Me acabo de cargar el Maremágnum. Ten. Mujer.- (Hace que coge el cigarro y da una calada.) Yo, la Rambla de Prim. Olga.- (Hace que coge el cigarro y da una calada.) Yo, la Plaça de Glòries. Mujer.- (Hace que coge el cigarro y da una calada.) Yo, la gamba de Mariscal sobre la mesa de un restaurante. Olga.- (Hace que coge el cigarro y da una calada.) Pues yo, todos los restaurantes del Moll de la Fusta. Mujer.- (Hace que coge el cigarro y da una calada.) Y yo, la Torre d’Aragó-València. Olga.- (Hace que coge el cigarro y da una calada.) Yo, la de Consell de Cent. Mujer.- (Hace que coge el cigarro y da una calada.) Y yo, ¡la de Collserola! Olga.- (Hace que coge el cigarro y da una calada.) Yo... “El llapis” de Diagonal con el Passeig de Gràcia. Mujer.- (Hace que coge el cigarro y da una calada.) Los Edificios de Núñez y Navarro. Olga.- (Hace que coge el cigarro y da una calada.) El Teatro... Mujer.- Acaban de empezar, déjale un poco de tiempo al menos... Olga.- (Hace que coge el cigarro y da una calada.) Pues, ¡la Plaça Cataluña! Mujer.- ¡Primero el Corte Inglés! Olga.- Eso, ¡el Corte Inglés y después la Plaça Cataluña! Mujer.- (Hace que coge el cigarro y da una calada.) ¡Y la Sagrada Familia! Las dos mujeres abren los ojos y ríen. Josep Maria Miró Coromina Mujer.- ¿Mejor? Olga.- Todavía me tiran un poco, pero mejor. Mujer.- Mmmmmm... Todavía es como si lo tuviese en la boca... Qué bien... Olga.- Sí, qué bien... Mujer.- ¿Has visto? Aquella mujer no te quita ojo. Olga.- (Gritando. Enfadada.) ¿Por qué sólo me mira a mí, eh? Mujer.- (Divertida por la situación.) ¿Qué le puede hacer tanta gracia? Olga.- (A la mujer que la ha estado observando.) ¡Ella! Si tiene alguna queja... Ella me lo ha dado... Ella es la que va repartiendo cigarrillos en un hospital. Olga se vuelve a acercar a la ventana. Olga.- Ya me ha puesto de... Pero, ¿qué coño han hecho con esta ciudad? Mujer.- Nueva York. Olga.- Me gusta más cómo ha quedado después de este cigarro. Mujer.- ¿Aunque parezca un campo de batalla? Olga.- Te acabas acostumbrando. Mujer.- Alicia ha escrito un libro. Olga.- ¿Otra novela? Mujer.- Un libro de encargo sobre la nueva Barcelona. Olga.- Dios mío... Mujer.- En el libro hay una fotograf ía de ella con/ Olga.- Ya me lo imagino. Mujer.- Con el mismo. Olga.- ¿También se la ha tirado? Mujer.- No lo sé. Olga.- Caramba. Mujer.- ¿Llegaste a leer su novela? Una historia contada al revés, o no Olga.- No. La empecé, pero no. No entiendo ni cómo se la pudieron acabar los del jurado. Mujer.- Pues se llevó un premio bien prestigioso. Olga.- Sí. Precisamente... Mujer.- ¿Qué? Olga.- Todo el mundo sabe que este premio ya está dado desde el día que lo encargan. Pausa. Mujer.- Tiene gracia que en la novela también haya una periodista en una guerra en el centro de Europa. Olga.- Sí. Mujer.- Que huía. Olga.- Trabajaba. Mujer.- Eso decía. Olga.- Una enviada especial. Mujer.- Una temeraria. Olga.- Protegida en un hotel de lujo. Mujer.- Pero se escapaba de vez en cuando. Olga.- Salía para contar qué estaba pasando. Mujer.- Salía porque le gustaba pasear en medio de un tiroteo. Olga.- Buscaba la noticia. Mujer.- O una bala perdida. Olga.- Se encontraba en medio de un tiroteo. Mujer.- O se metía por el medio, sin ninguna necesidad. Olga.- No parece que hayamos leído el mismo libro. Mujer.- Tú sólo lo empezaste. ¿No? Pausa. Mujer.- ¿Y recuerdas qué le pasaba al personaje después del tiro? 51 Septiembre 2010 Una historia contada al revés, o no 52 Olga.- No. Mujer.- Claro que sí lo recuerdas. Desde aquel momento, aquella bala que la tenía que matar se convertía en una medalla. Volvía al conflicto pero se le quitaban las ganas de volver a meterse por el medio y tomar partido, no fuese que se volviese a convertir, sin quererlo, en una heroína. Se desentendía. También Occidente. Se limitaba a pasar su crónica/ Olga.- Yo he elegido ir a Bosnia porque soy la única/ Mujer.- Porque eres una mujer de principios. (Pausa.) Olga... No hablo de ti. Te explico lo que quizá no habías llegado a leer. Ficción. Una novela y nada más. Allí no tendría que pasar nada de eso. ¿Cómo podría pasar eso en el corazón de Europa? Todo el mundo está pendiente. Algo tendría que fallar para que las cosas llegasen hasta ese punto. La Ratonera / 30 Pausa. Olga.- Alicia podría haber sido más arriesgada en su novela. Mujer.- ¿Por qué? Olga.- Podría haber escogido que fuese un tiro mortal. Mujer.- Hay cosas peores. Olga.- Como aquel hombre. Mujer.- ¿Qué? Olga.- El del ascensor. Se le había muerto un hijo. Mujer.- ¿Te lo contó? Olga.- Hay cosas que no hace falta contarlas. La mujer vuelve a acercarse a la ventana. Josep Maria Miró Coromina Mujer.- De verdad, Olga, tendrías que salir a la calle. La ciudad está como nunca. Oscuro. Josep Maria Miró Coromina 4. Noviembre de 1989. Afueras de Barcelona. Bar de carretera. En una mesa están sentadas la mujer y Alicia. Alicia tiene un trofeo en las manos y se toma un gin-tonic. Mujer.- ¿Pesa mucho? Alicia.- Seis kilos. Mujer.- ¡Seis kilos! Alicia.- O al menos eso dicen. Mujer.- ¿Y los demás? Alicia.- ¿Quiénes? Mujer.- Los de la fiesta. Alicia.- Me he ido hace un rato. Mujer.- ¿Aburrida? Alicia.- Mortal. Mujer.- ¿Y has cargado con ello toda la noche hasta aquí? Alicia.- En la fiesta y en seis coches diferentes. Mujer.- ¿Seis coches? Alicia.- Dos taxis y cuatro coches que me han cogido. Mujer.- ¿Has vuelto a hacer autostop? Alicia.- Sí. Mujer.- Estás loca. Alicia.- Unos impresentables. Mujer.- ¿Qué ha pasado? Alicia.- Me han cogido y... Mujer.- ¿Qué? Alicia.- Y después me han hecho bajar del coche. Mujer.- ¿Con este tiempo? Alicia.- Sí. Mujer.- ¿En medio de la carretera? Una historia contada al revés, o no Alicia.- Sí. Mujer.- Unos impresentables. Alicia.- Unos desgraciados. Mujer.- ¿Estás bien? Te han hecho... Pausa. Alicia.- (Ríe.) No. Pausa. Mujer.- ¿Cómo eran? Alicia.- Los tres primeros no debían de tener más de veintidós años. El último un hombre de unos sesenta y cinco. Todos tenían la misma cara. Mujer.- Pero... ¿qué ha pasado? Alicia.- Nada. Mujer.- No me engañes. Alicia.- Nada. Mujer.- Cuéntamelo. Alicia.- ¿Qué parezco? Mujer.- ¿Qué quieres decir? Alicia.- Eso: ¿Qué parezco? Mujer.- No sé... Alicia.- Si me encontrases en la carretera, haciendo autostop... Mujer.- Una mujer bien vestida... guapa... con un trofeo... No sé qué quieres decir... Alicia.- ¿Me encuentras guapa? Mujer.- Eres guapa. Alicia.- ¿Te lo parezco? Mujer.- Siempre lo has sido. Alicia.- ¿Todavía ahora? Mujer.- Claro. Alicia.- Qué desgraciados. Mujer.- ¿Me lo vas a contar? 53 Septiembre 2010 Una historia contada al revés, o no Una historia contada al revés, o no Josep Maria Miró Coromina Una historia contada al revés, o no Pausa. Mujer.- A ver... (Cogiéndolo y pasándolo de una mano a otra sin esfuerzo. Como si flotara entre sus dedos.) Sí que pesa. Alicia.- Seis kilos. Lo tendría que haber tirado en algún sitio o dejarlo en uno de los coches que me han hecho bajar. Mujer.- Has estado esperando mucho tiempo un premio así. Alicia.- Estoy muy acostumbrada a esperar. Mujer.- Y ahora ya lo tienes. Alicia.- Tampoco haré nada. Mujer.- Olga... Alicia.- ¿También la ves? Mujer.- A veces. Alicia.- Pensaba/ Mujer.- A ella también. Alicia.- Esto se está llenando, ¿eh? Mujer.- Le tendrías que enviar un ejemplar. Alicia.- ¿Por qué? Mujer.- Hay capítulos divertidos. Alicia.- No sé si le harán mucha gracia. Mujer.- Ninguna de nosotras sale muy bien parada. Alicia.- ¿Estás enfadada? Mujer.- ¿Por la novela? No. Me parece divertido incluso. Aunque... Hay una cosa. Alicia.- ¿Qué? Mujer.- Siempre es más fácil escribir lo que va a pasar que lo que pasó. Alicia.- ¿Lo dices por algo? Mujer.- Pusiste que aquella noche hice autostop y me cogieron diez coches. Alicia.- Aquella noche... ¿Por qué? Mujer.- Lo sabes perfectamente. Alicia.- Aquella noche... 55 Mari Pau Pigem e Isabel Cabós en Una història explicada del revés, o no. (Foto de Diana Martín Lapeña.) Mujer.- Veintitrés. Y antes había cogido cuatro taxis y tres autobuses diferentes. Alicia.- ¿Y también te hicieron bajar? La mujer ríe. Alicia.- No me lo has contado nunca. Mujer.- No lo he contado nunca a nadie. Alicia.- ¿Tampoco a Olga? Mujer.- Tampoco. Pausa. Mujer.- Primero tres autobuses, después cuatro taxis, y al final, a la salida de Barcelona, me puse a hacer dedo. (Pausa.) ¿A ti te cogieron pronto? Septiembre 2010 La Ratonera / 30 54 Alicia.- El primero era el más joven. Todavía llevaba la L. Conducía despacio. De esos que van un poco nerviosos al volante. No debía de llegar a los diecinueve. Ha sido educado. Me ha preguntado a dónde iba y ha apartado algunas cosas para hacerme sitio. No hablaba demasiado y no quitaba la vista de la carretera. A los cinco minutos le he puesto la mano en la pierna. “¿Qué haces?”. “Allí hay un desvío. Métete ahí y para el coche”. “¿Qué?” “Que allí hay un desvío. Métete ahí y para el coche”. Me ha mirado como si le fuese a atracar. (Pausa.) ¿Tengo cara de atracadora? Mujer.- No. Alicia.- ¿De asesina? Mujer.- No. Alicia.- ¿De llevar una pistola o algo por el estilo? Mujer.- No. Alicia.- Me ha mirado como si le fuese a atracar o a hacerle vete tú a saber qué. Mujer.- ¿Y qué ha pasado? Alicia.- “¿Quieres que nos divirtamos un rato?”. Y me ha hecho bajar del coche. Un desgraciado. Mujer.- En mitad de la carretera. Alicia.- Sí. Mujer.- ¿Y los otros tres? Alicia.- Más de lo mismo. Mujer.- ¿Lo mismo? Alicia.- Bueno... No... El viejo, después de decirle eso, me ha hecho bajar del coche y se ha hecho una paja antes de arrancar mientras me miraba allí plantada con esta mierda/ Mujer.- De seis kilos. Alicia.- Sí. (Pausa.) Tendría que haber cogido la matrícula y denunciarlos a los cuatro. (Pausa.) ¡Qué mierda de trofeo! Josep Maria Miró Coromina La Ratonera / 30 56 Alicia.- Casi cuarenta y cinco minutos antes de que me parase el primero. Mujer.- Cuarenta y cinco segundos y me paró el primero. Me divertía un poco con ellos/ Alicia.- ¿Eran guapos? Mujer.- Guapísimos. Después bajaba en algún bar o en alguna ciudad que me gustase, me tomaba una copa y volvía a ponerme allí. Alicia.- ¿Llegaste muy lejos? Mujer.- Crucé toda Europa. Alicia.- ¿Toda Utropa? Mujer.- Sí, toda Europa en una noche. Alicia.- ¿En una noche? Mujer.- Sí. París, Bruselas, Florencia, Roma, Nápoles... “Tu mi fai gira, tu mi fai gira, come fossi una bambola. Poi mi butti gi? Poi mi butti fi? Come fossi una bambola. Non ti accorgi quando piango, quando sono triste e stanca tu... pensi solo per te”... Berlín, Bonn, Zurich... Qué noche más fantástica... Fui a lugares prohibidos. A ciudades que tenían los días contados y que ahora ni reconocerías. Las ciudades, los gobiernos y las personas cambian tan deprisa... Y ¿sabes? Los hombres que me cogían en sus coches, me hablaban susurrando al oído/ Alicia.- ¿Qué te decían? La mujer dice algo al oído de Alicia. Alicia.- ¿De verdad? Mujer.- De verdad. Alicia.- ¿Y tú qué les respondías? La mujer dice algo al oído de Alicia. Alicia.- ¿En serio? Josep Maria Miró Coromina Mujer.- En serio. Alicia.- Parece divertido. Mujer.- ¿De verdad te lo parece? Pausa. Alicia.- Me ha entrado una sed... Mujer.- ¿Quieres algo? Alicia.- Un sin-fonic. Mujer.- ¿Otro? Alicia.- Bien cargado. Mujer.- Si te tomas los gin-tonics tan cargados, al final ya no sabrás dónde estás ni con quién hablas. Alicia.- ¿Y? Mujer.- Eh... Alicia.- ¿Qué? Mujer.- ¿Has visto el grupito de allí al fondo? Hay uno que no deja de mirarte. Alicia.- Paso. Mujer.- Si te gustan los alemanes... esta noche podrías estar de suerte. Alicia.- Siempre me han caído mal los alemanes... Mujer.- Ya. La mujer se levanta. Alicia.- Lo que me has contado... Mujer.- ¿Sí? Alicia.- Es lo que le pasaba al personaje de mi novela. Mujer.- Sí, pero pusiste diez y fueron veintitrés coches. Alicia.- Pero lo demás... Mujer.- Te olvidaste de que sólo subía en coches rojos. Josep Maria Miró Coromina Alicia.- Laupa... ¿Sabes? Mujer.- Di. Alicia.- Prensaba que las socas serían divergentes. Ya ves... Mujer.- ¿Qué te lo hacía pensar? Alicia.- No lo sé. ¡Vierda de trimio! Mujer.- De seis kilos. La mujer va a buscar una copa. Alicia mira a su alrededor y coge con fuerza el trofeo. Hace un gesto como si estuviese un poco mareada. Al poco rato vuelve a acercarse a Alicia. Hombre alemán.- ¿Está sola? Alicia.- No... Contigo. Estoy contigo. Hombre alemán.- ¿Conmigo? Alicia.- Sí. Hombre alemán.- ¿Y este trofeo? Alicia.- La novela. Hombre alemán.- ¿Me deja que la invite a una copa? Alicia.- ¿Otra? Hombre alemán.- Para celebrarlo. Alicia.- Para mí otro gin-tonic. Hombre alemán.- Yo una cerveza. Alicia.- ¿Celebrar qué? Hombre alemán.- La caída. Alicia.- ¿La caída? Hombre alemán.- Del Muro. Alicia.- ¿Qué muro? Hombre alemán.- ¿Está de broma? Alicia.- ¿Qué quiere decir? Hombre alemán.- Hans Wengenroth. Vivo aquí pero soy de Berlín Oriental. ¿Usted? Alicia.- Alicia. He llegado haciendo autostop. Una historia contada al revés, o no Hombre alemán.- ¿De Berlín? Alicia.- De Barcelona. Hombre alemán.- Encantado. Alicia.- Igualmente. Siempre me han gustado los alemanes. (Pausa. Mira a su alrededor.) ¿Y estamos en Berlín? Hombre alemán.- (Ríe.) Qué divertida. Alicia.- Sí. Hombre alemán.- Usted/ Alicia.- ¿Seguro que no nos conocemos? Hombre alemán.- Segurísimo. Alicia.- Le debo de haber confundido. Hombre alemán.- Debo de tener cara del típico alemán. Alicia.- ¿Típico alemán? (Ríe.) Precisamente no le he confundido con el típico alemán. Hombre alemán.- ¿No? Alicia.- ¿Cuando baila se transforma? Hombre alemán.- ¿En qué? Alicia.- En un hombre guapo, porque... ¿usted es guapo? Hombre alemán.- (Ríe.) Pche. A algunas mujeres se lo parezco. 57 Alicia abre el bolso y saca unos billetes. Alicia.- ¿Si le doy esto querría pasar la noche conmigo? Hombre alemán.- Usted es divertida. Alicia.- Hablo en serio. Hombre alemán.- Muy divertida. Alicia.- Sí. (Pausa.) Perdone... ¿Qué me decía del Muro? Hombre alemán.- Que esta noche han derribado el Muro de Berlín. Alicia.- No sabía nada. Septiembre 2010 Una historia contada al revés, o no La Ratonera / 30 58 Hombre alemán.- ¿Está de broma? Alicia.- También hablo en serio. Hombre alemán.- Los periódicos, la televisión hablan de ello a todas horas. Alicia.- ¿Qué le parezco? Hombre alemán.- ¿Qué quiere decir? Alicia.- Así, a primera vista, ¿qué le parezco? Hombre alemán.- Una mujer atractiva... guapa, sí, guapa... con un trofeo. Alicia.- ¿Tengo cara de alcatradora? Hombre alemán.- ¿Cómo? Alicia.- Que si tengo cara de atracadora. Hombre alemán.- No. Alicia.- ¿De asesina? Hombre alemán.- No. Alicia.- ¿Y de llevar un arma o algo por el estilo? Hombre alemán.- Tampoco. Alicia.- ¿Qué dice que ha pasado con el Muro? Hombre alemán.- No puede ser que no sepa nada. Hace días que no se habla de otra cosa: ¡Esta noche han derribado el Muro de Berlín! Alicia.- (Mira el trofeo.) Es una buena noticia, ¿no? Hombre alemán.- ¡Claro que es una buena noticia! Alicia.- (Sin dejar de mirar el trofeo.) Y después de esto, ¿qué? Hombre alemán.- ¿Después de esto, qué? (Pausa.) Seguro que estos cambios harán que el mundo vaya mejor. Sólo puede ir a mejor. Alicia.- (Sin dejar de mirar el trofeo.) ¿Y cómo es que no sabía nada? ¿Es verdad, eh? No me engaña, ¿no? Seguramente debe de ser... Si usted lo dice... No sé qué me puede haber pasado. Debía de estar distraída. Josep Maria Miró Coromina Alicia se levanta y se pone a bailar sola en medio del bar, sin dejar de sonreír y con el trofeo en las manos. Oscuro. Josep Maria Miró Coromina 5. Marzo de 1986. Estambul. Habitación de hotel. Mujer y Olga. Mujer.- ¿Has visto las noticias? Olga.- No. Mujer.- Llevan todo el día hablando de mí. Olga.- La protagonista. Mujer.- Sí. Esta vez soy yo la protagonista. Y ¿sabes? Olga.- ¿Qué? Mujer.- Me gusta que hablen de mí. Olga.- Aunque/ Mujer.- Sí. Alicia ha dado la noticia y le ha pasado una cosa muy divertida. (Se echa a reír. Pausa.) ¿Sabes qué me molesta un poco? Todo esto del referéndum de la entrada de España en la OTAN. Olga.- Como a mucha gente. Hoy es uno de esos días que no envidio nada estar allí, en la redacción, discutiendo cuál tendría que ser el tratamiento. Alicia no debe de tener este problema. Mujer.- A mí la entrada en la OTAN me interesa menos que a Alicia o a ti la revuelta por la independencia del Kurdistán. Olga.- Claro que me interesa. Por eso estoy aquí. Mujer.- Si no fuera por lo de la OTAN, mi noticia quizá abriría todos los informativos. La mujer vuelve a reír, mientras comienza a dar vueltas por la habitación. Mujer.- ¿De verdad te gusta este sitio? Una historia contada al revés, o no Olga.- La habitación es amplia y está decorada con... No está decorada... Es esto. No está decorada y está bien. Es más cómodo. Quizá no es nada del otro mundo, pero... Una habitación estándar. Eso, una habitación estándar. Lo mejor son las vistas. Da a Santa Sof ía y tiene luz buena parte del día. En caso de que un día no salgas por cualquier cosa, está bien que sea luminosa. Se puede trabajar, o quedarte leyendo, o viendo la televisión. Se ven más de cuarenta canales: La CNN, la BBC, la RAI... Los importantes... Hasta el nuestro, si se puede decir que el nuestro es o ha sido alguna vez importante. El nuestro. Nuestro. Cuando digo nuestro me siento ridícula. Debo parecer uno de esos trabajadores corporativistas que hablan de su empresa como si fuese su casa. Precisamente yo. ¡Qué tontería! Mujer.- Entre tú y la OTAN... Olga.- ¿Qué quieres decir? Mujer.- ¿Es mi día y no hablaremos de mí? Olga.- Me has preguntado si me gustaba este sitio. Mujer.- Lo he dicho por decir. Olga.- Pensaba que te interesaba. Mujer.- No. La verdad, no. Pero me resulta curioso vivir en un sitio así. Olga.- No sé qué tiene de curioso. Mujer.- No has puesto ni una sola cosa tuya. Olga.- No. Mujer.- Ni un recuerdo de despedida de tus compañeros de la redacción. Olga.- No. Mujer.- Ni una fotograf ía. Olga.- No. Mujer.- Según de quién no importa, pero... una fotograf ía, por ejemplo, de nosotras tres: Tú, Alicia y yo. 59 Septiembre 2010 Una historia contada al revés, o no Olga.- No. Mujer.- O de tú y yo. Olga.- No. Mujer.- O de Carlos. Olga.- ... Pausa. La Ratonera / 30 60 Olga.- No entiendo por qué me has venido a ver. Mujer.- Quería comprobar que estabas bien. Olga.- Tan lejos. Mujer.- Para mí las distancias... (Pausa.) Tienes razón: Las vistas a Santa Sof ía son fantásticas. Esta ciudad es fascinante. También cambiará, como todo, pero es un lugar extraordinario. Está bien que hayas dejado la redacción. Te dará una perspectiva... Viajarás mucho, pero volverás, seguro que volverás, y verás que de aquí a unos años no tendrá nada que ver con esto. Cada vez que vuelvas a Barcelona también te la encontrarás más cambiada. Ya lo verás. Olga.- ¿Qué sabes? Mujer.- Cosas. Pausa. Mujer.- ¿Ya has hecho amigos aquí? Olga.- ¿Amigos? Mujer.- Sí, todo eso de la camaradería entre los corresponsales y los enviados especiales. Olga.- Todo el mundo va a lo suyo. Mujer.- Tampoco nadie cuenta nada. Olga.- No, tampoco. Mujer.- Esta mañana hablabas con un hombre en el bar. Olga.- ¿Me has visto? Josep Maria Miró Coromina Mujer.- Sí. Olga.- ¿Dónde estabas? Mujer.- En la barra tomándome un café. Es interesante mirar a la gente en el bar o en el hall de un hotel. Y más aquí, que no hay turistas. Olga.- Se llama Mark. Mujer.- ¿Qué más? Olga.- No lo sé. Es el fotógrafo de la agencia Reuters. Mujer.- A este hombre también le ha pasado algo gordo. Olga.- ¿Qué sabes? Mujer.- Cosas. Olga.- ¿Le conoces? Mujer.- No. Olga.- ¿Por qué has dicho entonces que también le había pasado algo gordo? Mujer.- Tienes mejores vistas que él. Su habitación es igual que la tuya, pero al otro lado. Da al río. Olga.- ¿Te ha dicho algo? Mujer.- Nunca da su apellido. Olga.- ¿Le has hablado? Mujer.- Ya lleva unos cuantos años sin vivir en ninguna parte. De un país a otro. Olga.- ¿Qué te ha dicho? Mujer.- No le he hablado. Olga.- ¿Qué sabes? Mujer.- Cosas. Olga.- ¿Qué tipo de cosas? Mujer.- Podría haber tenido un accidente. Olga.- ¿Un accidente? Mujer.- Desafortunado. Olga.- Los accidentes siempre son desafortunados. Mujer.- Un descuido. Josep Maria Miró Coromina Una historia contada al revés, o no 61 Mercè Mariné e Isabel Cabós en Una història explicada del revés, o no. (Foto de Diana Martín Lapeña.) Olga.- ¿Qué tipo de descuido? Mujer.- Con un niño. Olga.- ¿De qué estás hablando? Mujer.- Un bebé. Olga.- ¿Mark tiene un hijo? Mujer.- Nunca habla de si tiene hijos. Olga.- ¿De dónde lo has sacado? Mujer.- Este tipo de personas nunca hablan de nada. Olga.- ¿Cómo lo sabes? Mujer.- Hay cosas/ Olga.- ¿Qué dices? Mujer.- Podría haber dejado a su hijo en la habitación. Olga.- ¿Podría? Mujer.- Un niño de meses, recién colocado en su camita. Olga.- ¿De qué estás hablando? Mujer.- Una llamada larga por teléfono y el niño que intenta girarse. Septiembre 2010 Una historia contada al revés, o no La Ratonera / 30 62 Olga.- Una llamada/ Mujer.- Podría no haberse dado cuenta. Olga.- ¿De qué? Mujer.- No haberlo oído. Olga.- ¿Le pasó eso? Mujer.- No lo sé. Olga.- ¿No lo sabes? ¿Entonces qué estás diciendo? Mujer.- Y seguir al teléfono, con una conversación demasiado importante. Olga.- ¿Qué cosa hay más importante? Mujer.- Cosas demasiado importantes. Olga.- ¡Eso no le ha pasado! Mujer.- Y mientras tanto... Demasiado pequeño como para poder girarse. Olga.- Te lo inventas. Mujer.- Después de la llamada podría haber llegado tarde. Olga.- ¿Qué dices? Mujer.- Un caso terrible. Mala suerte, pero terrible. Olga.- Pero qué estás diciendo. Mujer.- Y que ahora prefiriese vivir lejos de todo. Olga.- ¡Basta! Mujer.- En una habitación de hotel. Olga.- ¡Te lo has inventado todo! Mujer.- Sin una sola fotograf ía. Olga.- ¡Te lo estás inventando todo! Mujer.- Ni una fotograf ía de Carlos. Olga.- ¡Cierra la boca de una puta vez! Pausa. Mujer.- Qué carácter. Olga.- A Mark tampoco le ha pasado. No le ha pasado nada de eso. Josep Maria Miró Coromina Mujer.- Olga... Era sólo un juego... Imaginarnos quién podría ser, ¿no? Pausa larga. Mujer.- Abajo, cuando estabais en el bar, te ha dicho algo al oído. Olga.- Sí. Mujer.- ¿Un secreto? Olga.- Él tampoco es del tipo de hombres que cuenta secretos en el bar de un hotel. Mujer.- Entonces, ¿qué te ha dicho? Olga.- Me ha preguntado si quería que subiese a mi habitación. Mujer.- ¿Y tú qué le has respondido? Olga.- ¿Por qué no? Quizá hoy nos alcanzará un disparo. La mujer ríe. Mujer.- Anda... Pongamos la televisión a ver qué dicen en las noticias. Olga.- Ya las he visto. Mujer.- ¿La mía también? Olga.- Sí. Mujer.- ¿Por qué me has dicho que no? Olga.- No lo sé. Mujer.- ¿Las daba Alicia? Olga.- Le ha empezado a temblar la voz. Mujer.- Lo he visto. Olga.- Se ha quedado en blanco, como si no pudiese leer el telepronter. Mujer.- Eso también. Olga.- Se ha puesto a escribir algo en un papel y lo ha roto. Mujer.- Eso ha sido divertido. Josep Maria Miró Coromina Olga.- Lo ha hecho/ Mujer.- Un juego estúpido. Todavía sigue creyéndoselo. Olga.- Y la otra chica, la que hacía la traducción simultánea para sordomudos, la miraba sin saber qué hacer. Mujer.- Era muy divertido. Olga.- ¿Lo encuentras divertido? Mujer.- Y después ha vuelto a comenzar desde el principio. Olga.- Pero se ha echado a reír. Mujer.- Eso ha estado muy bien. Olga.- Por los nervios. Mujer.- O no. Olga.- Claro que era por los nervios. Mujer.- Pero si ya le pasaban cosas así antes. Olga escribe algo en un papel y lo rompe. Mujer.- Olga... Tú también... Olga.- Quizá/ Mujer.- Es un juego estúpido. Olga.- Quizá/ Mujer.- Un juego infantil. Olga.- Quizá... Mujer.- Con Carlos no te sirvió de nada. Pausa. Mujer.- ¡Anda! ¿Y qué han dicho en las noticias? Olga.- Que te han encontrado. Mujer.- ¿Dónde? Olga.- Dentro de un coche, con un hombre. Mujer.- ¿Dónde? Olga.- En Francia. Cerca de la frontera. Mujer.- ¿En qué lugar? Una historia contada al revés, o no Olga.- En un pantano, al borde de una carretera. Mujer.- ¿Cómo han ido a parar allí? Olga.- Un hombre ha avisado a la policía... Había un montón de objetos flotando en el agua. Mujer.- ¿Cómo ha sido? Olga.- Las lluvias deben de haber removido las aguas. Mujer.- ¿Objetos? Olga.- Carpetas, bolsas, objetos que han salido de la guantera del coche y del maletero. Y también el morro de un coche rojo... Mujer.- Y dentro un hombre y yo. Olga.- Sí. Mujer.- ¿Cómo sabían que era yo? Olga.- Todos los indicios... Mujer.- ¿Indicios? Olga.- Era tu coche. Mujer.- (Ríe.) Quizá se han precipitado. Olga.- Se ve que era imposible reconocerte. Mujer.- ¿Han tenido mucho trabajo? Olga.- Un equipo de submarinistas ha empleado casi todo el día en las tareas de rescate. Mujer.- ¿Quién era el hombre? Olga.- No se sabe. Alguien que habrías cogido por el camino... Mujer.- ¿Tú crees? Olga.- No lo sé... Mujer.- Qué final... Olga.- El mismo día de tu nacimiento. Eso no parece una casualidad. Mujer.- Puede que no. Olga.- ¿Por qué despareciste? Mujer.- Lo sabes perfectamente. Olga.- ¿Por qué me sigues? La mujer se pone cómoda en una butaca. 63 Septiembre 2010 Una historia contada al revés, o no Mujer.- ¿Cómo has dicho que se llama el fotógrafo de Reuters? Olga.- Mark. Mujer.- Eso, Mark... ¿A qué hora te ha dicho que vendrá? Olga.- Ha dicho que me telefoneará para avisarme. Mujer.- Si me quedo sólo miraré. (Pausa.) Podría ser divertido. La mujer coge el mando y enciende la televisión. Suena el teléfono. Oscuro. 64 Josep Maria Miró Coromina Josep Maria Miró Coromina 6. Diciembre de 1985. Barcelona. Office-Sala de Reuniones de una redacción informativa. Olga y Alicia están sentadas en una mesa. Alicia.- Bien... Olga.- ¿Cómo estás? Alicia.- Bien. Olga.- Tienes buen aspecto. Alicia.- Pues, en realidad, no estoy tan bien. Olga.- ¿Por qué? ¿Qué te pasa? Alicia.- Resaca. (Levanta el vaso.) Salud. (Alicia bebe.) ¿Cómo estás? Olga.- Bien. La Ratonera / 30 Pausa. Alicia.- ¿Crees que de repente podría haberme vuelto disléxica? Olga.- Me parece que no. Alicia.- ¿Seguro? Olga.- Lo habrías sido toda la vida. Alicia.- Cada vez lo puedo controlar menos. Olga.- ¿De qué hablas? Alicia.- ¿Viste ayer las noticias? Olga.- Sí. Alicia.- ¿Y qué? Olga.- No sé. Alicia.- No puede ser que no te fijases en lo que dije. (Parafrasea.) “Y ahora, en exabrupto unas declaraciones del impertinente del gobierno español”. Olga... Dije eso. Olga.- Un lapsus. Yo una vez dije que Maradona Una historia contada al revés, o no era brasileño. Alicia.- No es un simple lapsus. Es que... últimamente se enciende el piloto rojo de la cámara, empiezo y... No controlo... No sé por qué, y digo cosas como epidural en lugar de episcopal, homicidio en lugar de concilio, pelo rasta en lugar de pederastia, persistente en lugar de presidente, Caradura en lugar de Calcuta... Se me escapa la risa en las noticias serias y en las que no lo son tengo que hacer esfuerzos por no ponerme a llorar. Olga.- No le des importancia. Alicia.- ¿Cómo que no le dé importancia? Olga.- Estas cosas pasan. Alicia.- ¿Tan habitualmente? Olga.- Debe de ser una cosa transitoria. Alicia.- ¿Cómo me ves? Olga.- Bien. Alicia.- Si no trabajases en esto y me vieses en la televisión, ¿qué pensarías? Olga.- Que eres una buena presentadora. Alicia.- Una buena presentadora no dice exabrupto por exclusiva ni impertinente por presidente. Olga.- No hagas una montaña de un grano de arena. Alicia.- ¿Crees que soy una buena periodista? 65 Pausa. Olga.- Eres una buena presentadora. Alicia.- Tendría que ir pensando en hacer otra cosa. Olga.- ¿De qué? Alicia.- Albert ni me habla. Olga.- Tiene mucho trabajo con todo eso de la remodelación del organigrama. Alicia.- Igual ya no le gusto. Septiembre 2010 Una historia contada al revés, o no La Ratonera / 30 66 Olga.- Eres una buena presentadora. Alicia.- No me ha comentado nada de los cambios. Olga.- Está muy ocupado. Alicia.- Pero siempre tiene un momento para las nuevas que van meneando el culo y, en cambio, no saben nada. Olga.- Albert/ Alicia.- Paula nunca me ha cuestionado. Olga.- Él tampoco. Alicia.- Y ahora con todo esto de mi dislexia. (Pausa.) ¿Me ayudarás? Olga.- No sé cómo. Alicia.- Serás la nueva jefa de informativos/ Olga.- No hay nada seguro. Alicia.- Se rumorea: Todo el mundo te respeta, estás preparada y en tu mejor momento. Está cantado. Olga.- Se dicen muchas cosas. Alicia.- Lo tienes todo a favor y estarías a la altura. Olga.- ¿Qué me quieres convencer? Alicia.- ¿Te lo han ofrecido? Olga.- ¿No se rumoreaba? Alicia.- ¿No se dicen muchas cosas? Olga y Alicia ríen. Olga.- Quizá ahora no sería el mejor momento. Este referéndum por el medio/ Alicia.- ¿El referéndum? Olga.- El tratamiento informativo. Alicia.- Tienes que aprovechar esta oportunidad. Olga.- ¿Y los principios? Alicia.- Paula siempre dice que el mundo cambia constantemente. Josep Maria Miró Coromina Olga.- Tiene gracia que la cites a ella. Alicia.-Y que hay que tomar partido. Olga.- En algún momento se tuvo que equivocar para pasar de lo más alto a una simple redactora. Alicia.- No puedo perder este trabajo. Olga.- Nuestro trabajo es contar/ Alicia.- Me tienes que ayudar. Olga.- Que los nuestros nos dijeron que nunca nos meterían en esta mierda. Alicia.- Olga, me han llamado la atención. Pausa larga. Alicia.- Hace dos días que Paula no aparece por la redacción. Olga.- Otra de sus rarezas. Alicia.- La han llamado y nada. No sé si está bien que... Ha sido una figura muy importante, quizá tendrían que cuidar un poco su caso. Olga.- ¿Ya se lo han dicho? Alicia.- No. Ella con nosotras/ Olga.- Nosotras nada. Alicia.- Pero/ Olga.- No es cosa nuestra. Pausa. Alicia.- ¿Le hablarás de mí a Albert? Olga.- Estos días la cosa está complicada. Alicia.- Háblale. Olga.- Está muy ocupado y... Pero... le hablaré. Tengo que llamarlo esta noche. Le hablaré con calma. Alicia.- ¿Sí? Olga.- Haré lo que pueda. Josep Maria Miró Coromina Alicia.- Y con Paula/ Olga.- No es asunto nuestro. Alicia.- Ella con nosotras/ Olga.- (Parafraseándola.) “A veces hay que tomar partido”. (Pausa.) Últimamente me pone tan nerviosa. Pausa. Alicia.- A mí también. Olga.- Muy nerviosa. Alicia.- Cómo cambian las cosas. Olga.- ¿Qué quieres decir? Alicia.- La admirábamos. Olga.- Sí. Alicia.- Era la mejor. Nos lo eneseñó todo y queríamos ser como ella. Olga.- Y ahora, en cambio... Alicia.- Allí en un rincón. Olga.- Mirando de aquella manera como si le hubiera hecho algo. Sin hablarme, pero, en cambio, esperando el momento. Alicia.- Como si supiese algo. Pausa. Olga.- Con sus bolsas de plástico arrugadas, donde guarda recortes de todo. Algunos de hace años. Como si fuese su hemeroteca. Cogiendo el teléfono sin tocar el aparato por miedo a pillar algún tipo de infección. Hablando alto y separando un buen trozo la cara del auricular para que no le toque la piel. Escribiendo con la Olivetti cuando todo el mundo ya usa ordenadores. Mirándolo todo con desconfianza. Ella... Ella que siempre nos decía que el mundo cambia y que todo esto Una historia contada al revés, o no tiene que llevar a mejorar. Y que nosotras... Nosotras lo contaríamos... Nosotras y nuestras convicciones más profundas nos tendrían que servir para esta transformación. (Parafrasea.) “Seguro que todos estos cambios harán que las cosas vayan mejor. Seguro. La historia nos lo ha demostrado”. (Pausa.) Y ahora me pone muy nerviosa. Que se haya hecho mayor y no haya sabido... Y también la Bulldog... Allí en aquel rincón sin decir nada y mirando de aquella manera. Las tendrían que retirar a las dos. Una renovación. Hay gente que podríamos... También aquí hace falta un cambio. Aire fresco. Una forma diferente de hacer las cosas. Las dos mujeres se quedan calladas sin decir nada. Beben. Olga.- Pásate un día por el piso. Alicia.- Hace tiempo que lo decimos... En el Eixample, ¿no? Olga.- Sí. Alicia.- ¿Estás contenta? Olga.- Una buena decisión. De aquí a unos años se los quitarán de las manos. Era el momento y... No me veo viviendo fuera de Barcelona. Cuando la descubran... Esta ciudad es extraordinaria. Alicia.- ¿Y cómo está Carlos? Olga.- Grande. Está grande y muy guapo. Crecen tan rápido los críos... A veces me da un poco de miedo perderme algunas cosas..., pero procuro que no. Estar el máximo tiempo con él, aunque volviendo a trabajar, a veces se hace dif ícil. Pero... es la mejor experiencia. Te lo recomiendo. Te aseguro que vale la pena. Alicia.- A mí no me mires. 67 Septiembre 2010 Una historia contada al revés, o no Una historia contada al revés, o no Pausa. Alicia.- ¿Pensarás en ello? Olga.- ¿En qué? Alicia.- Cuando hables con Albert. Olga.- ¡Ah!... Sí, sí... claro. Hablaré con él. Esta noche, quizá. La Ratonera / 30 68 Pausa. Alicia.- He comenzado a escribir una novela. Olga.- ¿Sí? Alicia.- Una historia contada al revés. Olga.- ¿Al revés? Alicia.- Sí, al revés. Olga.- ¿Por el final? Alicia.- Por el final. O por el principio. Es igual. Una historia contada al revés... o no. Olga.- Las historias nunca comienzan a contarse por el final. Alicia.- ¿Por qué no? Olga.- Tiene poco interés llegar al final, si el final resulta que es el principio. Alicia.- ¿Por qué? Olga.- Porque ya está todo contado. Alicia.- ¿Sí? Olga.- Sí, todo contado. El final es lo que importa. Llegar al final, no al principio. Alicia.- Paula siempre dice que es imposible que seamos capaces de entender el exterminio judío sin saber nada del destete de Eutiquiano de Luni. Olga.- Paula revuelve las bolsas de basura para escribir una noticia. Alicia.- Una historia sobre tres mujeres. Olga.- ¿Tres mujeres? Alicia.- Podríamos ser nosotras tres de aquí a unos años. Olga.- ¿Y nos irían bien las cosas? Alicia.- Tendríamos lo que queremos. Olga.- ¿Cada una? Alicia.- Sí, aunque... Olga.- ¿Qué? Alicia.- Sí. Cada una consigue lo que quiere. Olga.- A ver si lo entiendo: Comienza por el final y el final es el principio de la novela. Alicia.- Sí. Olga.- Y desde el principio ya sabes que tienen lo que siempre habían querido. Alicia.- Sí. Olga.- ¿Y cuál es la gracia? Alicia.- Llegar al principio después de haberlas visto al final. Josep Maria Miró Coromina Alicia.- ¿Y a Paula? Olga.- ¿Paula? Alicia.- Sí, Paula. Olga.- (Pausa.) También. (Pausa.) ¿Me prometes que la romperás? Una historia contada al revés, o no Alicia.- Sí, la romperé. Oscuro. Barcelona, marzo de 2009 69 Pausa. Olga.- Recuerdas lo que hacíamos con los papeles para que no pasase/ Alicia.- Sí. Olga.- Rómpela. Alicia.- ¿Mi novela? Olga.- Sí. Alicia.- ¿Me ayudarás? Olga.- Sí. Septiembre 2010 Olga.- ¿Por qué no? Alicia.- No... No... Me gusta ir a lo mío. Olga.- ¿Sí? Alicia.- No tener que estar pendiente de nadie. Olga.- Haz como yo. Alicia.- Me gusta estar sola. La maternidad no está hecha para mí. Josep Maria Miró Coromina Con Marcos Ordóñez, sus armas críticas La Ratonera / 30 70 Es novelista y profesor en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, aunque el reconocimiento máximo entre los lectores lo alcanzó como crítico de teatro en las páginas de El Correo Catalán, El Observador, Avui, y desde hace diez años en El País, con la sección A pie de obra. Ahora acaba de impartir un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo donde, a modo de prontuario exhaustivo y clarividente, ha dictado su proceder en esta materia. Justo cuando me dispongo a escribir estas líneas cae en mis manos un número atrasado de la revista Clarín —el azar tiene estas sorpresas— donde se le hace una entrevista a Joan de Sagarra. En ella el otrora Atila del teatro catalán confiesa con humor su afición al whisky irlandés —Jameson y Paddy, preferentemente— y su amistad con Marcos Ordóñez, a quien reconoce como uno más de su familia de escritores. Es posible que Marcos Ordóñez prefiera la ginebra al whisky, aunque todo esto lo saco a la palestra porque presiento que entre los dos críticos hay elementos que los hermanan más allá del mero ejercicio profesional, como son la afición a la buena literatura, las amistades, y el disfrute con las pequeñas cosas, que son las importantes. Cualidades imprescindibles que ha de tener cualquier persona para desempeñar este oficio con unas garantías mínimas de fortaleza y salud mental. Marcos Ordóñez ha hablado mucho y bien en este seminario que lleva por título Telón de fondo: el teatro y la crítica desde dentro. Es irónico, mitómano —lo justo y necesario, también fue crítico de cine—, tiene una buena formación anglosajona y una voz grave y seductora que hace aún más agradable todo cuanto dice. Su mucha experiencia y la formación adquirida a lo largo de cuatro décadas lo han convertido en un comunicólogo apasionado. Recuerda con placer sus primeros contactos con el teatro en la adolescencia, como espectador, viendo compañías de las de antes, de las que ya no existen. Y reconoce que la Barcelona de los años setenta y primeros ochenta, con el Teatre Lliure, los grupos independientes y la movida de la Transición, cerraron una etapa irrepetible. Como el programa presentado en este curso de verano era deliberadamente apretado —y el tiempo vuela que es un primor—, fiel cumplidor con sus obligaciones no consintió descansos de más de diez minutos cada dos horas. El grueso de la materia se impartía por las mañanas, que se cerraban con los ruegos y preguntas pertinentes, entre la gente joven. Las tardes, ya más distendidas, quedaban para el disfrute de las versiones en DVD. Los apartados “La formación como crítico” y “La crítica como biograf ía” le sirvieron para abrir el programa con recuerdos de su iniciación en la crítica, para después entremeterse por territorios más profusos que abordaron las características de los actores, los directores, el Siglo de Oro, el teatro isabelino, y las corrientes más importantes de interpretación durante el siglo XX. Todo salpicado con entretenidas anécdotas. Puesto que me es imposible contarles en dos folios los contenidos de un programa de cinco días, me limitaré 71 Marcos Ordóñez firmando ejemplares de sus libros en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo el pasado mes de julio. a revelar algunas de sus apreciaciones que considero más destacables. Dictámenes que salen de su agudísimo sentido común, verdades como puños —bastante irrefutables— que conviene no olvidar para combatir la insensatez, que, como sabemos, es una epidemia que afecta a esta profesión y nunca descansa. Ahí van comprimidos, encadenados y desordenados, varios consejos y parte de su poética: “En la redacción de una crítica lo más dif ícil es encontrar una estructura y conseguir el tono. Cuando se escribe hay que hacerlo de oído para notar el ritmo. En la representación se toman unas notas, después, ya en casa, se es- boza un borrador sobre el que se apuntan las primeras impresiones. Tras releer el texto de la obra —es aconsejable hacerlo después de la función, nunca antes, así se evitan los prejuicios— es cuando se ve lo que funciona o lo que está fuera de lugar porque no guarda relación con el tema en cuestión. Hay críticas que se hacen en dos Septiembre 2010 Roberto Corte del texto que ahonde en nuestra comprensión, 5) arrojar luz sobre la comprensión artística, y 6) arrojar luz sobre la relación del arte con la vida. La voluntad de estilo no está de nuestra mano, y suele conducir a una impostura. La diferencia entre escribir bonito, que es querer lucirse, y escribir bien, que es que las frases digan con la mayor exactitud lo que se quiere decir, es lo primero que conviene aprender. El estilo ya surge cuando una voz auténtica toma la palabra. El teatro es uno de los mejores lugares del mundo donde estar cuando hay arte y el peor del mundo cuando no funciona. Es el territorio del todo o nada. El actor que te llama para recriminarte una mala crítica rarísima vez lo hará para agradecerte una buena. La crítica negativa es la prueba de la amistad, y sirve para librarse de las relaciones dictadas exclusivamente por el interés. El tópico suele atribuir al crítico una constante cuota de ferocidad, pero eso es falso: el verdadero crítico ama el talento como el gourmet la buena mesa. Ambos odian comer mal, odian comer a solas y odian no poder contar lo bien que han comido”. A Marcos Ordóñez le gusta tener como premisa la frase de John Gielgud que dice “el arte del teatro consiste en lograr que el público deje de toser”, y la de Max Beerbohm, “la tarea fundamental del crítico es hacerse leer”. Su sentido de la honestidad le lleva a reconocer en su mujer —Pepita Galbany— a la compañera ideal que le ayuda en la corrección, en los problemas terminológicos y en la discusión de contenidos. La asistencia conjunta a las representaciones es casi imprescindible. Como Marcos Ordóñez es un crítico conocido —y alto— su presencia en el patio de butacas nunca pasa desapercibida. Una vez finalizada la función, si es de su agrado, suele felicitar a los intérpretes. Por el contrario, cuando el resultado no es más que el dolor de un mal sueño o la nebulosa de un naufragio, suele abandonar la sala de la manera más discreta posible, a poder ser durante el segundo aplauso, un poco contraído y aparentando contestar en el móvil una llamada urgente. Aunque reconoce que esta estrategia no siempre es válida para intentar sortear a los pelmazos de turno que no paran de preguntar “¿qué?, ¿cómo lo ves?, ¿qué te ha parecido?”. Acerca de su colaboración semanal en El País siempre comenta “es un privilegio. Es lo que deseé toda mi vida, escribir sobre lo que me gusta y sin la urgencia a que obliga la crítica convencional”. Entrevista con Marcos Ordóñez "El crítico ha de comprometerse con su propia mirada" R. C. Marcos Ordóñez nació en Barcelona, en 1957. Escribió teatro, La noche de Eldorado; narrativa, Una vuelta por el Rialto, Rancho aparte, Puerto Ángel, Tarzán en Acapulco, Comedia con fantasmas, Ronda del Gijón; un libro de cine, Beberse la vida: Ava Gardner en España; la biograf ía de Alfredo Landa y Nuria Espert, tras largas entrevistas con los protagonistas, Alfredo el Grande. Vida de un cómico y De aire y fuego. Memorias; además de un libro sobre teatro, A pie de obra (Alba Editorial 2003), donde pasa revista a los autores más significativos del teatro clásico y contemporáneo. Tras el seminario que impartió en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, nos contestó al siguiente cuestionario. Pregunta. La crítica es necesariamente una cuestión de estilo. Usted también es novelista. ¿Qué ha pesado más a la hora de decidirse profesionalmente por la crítica, su vocación literaria o su experiencia teatral? 73 Marcos Ordóñez. Respuesta. Es una cuestión de estilo y de muchas cosas más, por supuesto. A condición de que el estilo no se busque imperativamente: si lo hay, es por un proceso de decantación. En lugar de es- Septiembre 2010 La Ratonera / 30 72 horas, vienen inspiradas. Si el espectáculo es bueno y te excita, desfila ante tus ojos y te pones a escribir como un poseso. Aunque la mayoría de las veces las críticas son fruto de un proceso que requiere dos o tres días, escritos que necesitan tres o cuatro versiones. Para descubrir si suenan bien lo mejor es leer lo escrito en voz alta. Los objetivos del crítico son: 1) traducir las emociones, 2) argumentar tus opiniones, apoyar tu verdad, y 3) establecer y razonar lo que funciona y lo que no (intento de diagnóstico y si es posible sugerir un tratamiento). También hay una moral del crítico. Truffaut siempre decía que la catadura moral del crítico se percibe cuando éste se alegra del error o se lamenta de él. El teatro es un medio caliente, el crítico se contagia de ese voltaje para bien y para mal. Pero hay que calibrar el tono del texto, no hacer sangre. La crítica combina opinión, información y análisis, y hay que utilizar el arte de la narración para que no sea un acta judicial o un boletín de notas. Tiene que traducir el lenguaje escénico al lenguaje literario. La crítica ofrece seis servicios posibles: 1) presentar obras o autores desconocidos, 2) convencernos de que un autor u obra están subestimados, 3) mostrar la relación entre obras de diferentes épocas, 4) una lectura fuente. (Remito a la segunda parte de la primera respuesta). P. Muchas son las trifulcas que han tenidos los críticos con los autores, directores y actores. Algunas son históricas, y muy conocidas. La de Leopoldo Alas Clarín con Bonafoux casi llega al duelo, aunque el motivo fue La Regenta. Creo recordar que Luis Contreras en sus memorias cuenta que Azorín tuvo que esfumarse de Madrid una temporada porque Dicenta lo buscaba para un ajuste de cuentas. Más recientemente la de Sagarra con Flotats fue también sonada ¿Le han amenazado alguna vez por una crítica, o esto ya pertenece al pasado y no es más que una mixtificación romántica? R. Felizmente no. Ha habido, como es lógico, desavenencias, discusiones, alguna que otra ruptura y alguna que otra reconciliación. Felizmente también, creo que el teatro me ha dado más amigos que enemigos. P. ¿Con quién ha de comprometerse el crítico? R. Con su propia mirada, con el esmero en el trabajo y con sus lectores. La mirada y el esmero en el trabajo también conllevan el compromiso con los que hacen el espectáculo. Nos pagan para contar de qué manera los integrantes de un espectáculo han conseguido verdad sobre la esce- na o lo contrario. P. En el curso de Santander ha dicho que su colaboración semanal en El País lo libera de la servidumbre que supone la crítica obligatoria de urgencia, y que eso lo considera un privilegio. Además de mayor tiempo para la reflexión y más espacio, ¿qué otra diferencia destacaría? R. Una de las innumerables ventajas de la crítica semanal es que puedes escoger de lo que hablas: transmitir los entusiasmos y reservar los palos para quienes tienen anchas espaldas. Cuando digo anchas espaldas me refiero a las piezas de caza mayor: autores y directores de fuste, grupos de cumplida trayectoria que, de repente, bajan la guardia y se venden barato. Un periódico como El País es una gran caja de resonancia, y pegar un palo a un pequeño espectáculo que no ha salido bien es algo parecido a una ejecución pública. Hablando de pequeños espectáculos, hay otro destinatario muy importante y que cada vez tiene más peso: el programador. No es que escriba pensando en ellos ni mucho menos, pero me gusta contribuir a la posible difusión de las mejores funciones. Forma parte de mi trabajo. O de mi pasión, que viene a ser lo mismo. P. Solemos dividir la cartelera entre Madrid y Barcelona como si se tratara de dos grupos teatrales distintos. ¿Encuentra diferencias importantes entre los públicos, los autores y los artistas de estas comunidades? R. Es una pregunta con varias en la tripa, y cuyas respuestas requerirían bastante tiempo y bastante espacio. Diré tan sólo que el autor catalán está, en términos generales, más arropado institucionalmente que el castellano. Cosa que no sé, por cierto, hasta qué punto es buena, también en términos generales, aunque el modelo T6 del Nacional catalán, que ha creado una compañía para que los autores trabajen con ella y dirijan sus obras, me parece modélico. Pienso que falta más comunicación y más intercambio entre Barcelona y Madrid, pero también entre Madrid y Asturias, y Barcelona y Sevilla, y Sevilla y Galicia. P. Como buen espectador también hace seguimiento del teatro inglés y francés. ¿Cómo ve el teatro español en relación con los otros teatros europeos? R. Otra pregunta de respuesta muy larga. Me fatiga (será el calor) pensar en términos tan amplios como “teatro español”, “teatro inglés” o “teatro neozelandés”. La experiencia me ha enseñado a pensar en temporadas, e incluso Marcos Ordóñez en el Palacio de la Magdalena de Santander. así cuesta mucho llegar a conclusiones: tan pronto has alcanzado una, brota el espectáculo que te demuestra lo contrario. (Ahí está la gracia, por otro lado). Si me piden medidas cuantificables, diría que rara vez salgo decepcionado del teatro cuando voy a Londres. P. Y respecto a los críticos extranjeros, ¿ve muchas diferencias? R. La posibilidad de comer platos de muy distintos cocineros les hace tener un gusto más amplio, aunque tampoco eso es una certeza absoluta: por ejemplo, la tendencia de los críticos británi- cos a alabar espectáculos plomizos por sus “valores ideológicos” (Enron es el último ejemplo) es bastante enojosa. P. ¿Qué le recomendaría a un joven aspirante a crítico? R. Que mire mucho, que lea mucho y que escriba mucho. Y que no acepte ninguna idea recibida sin cuestionarla antes. Pero si es un verdadero crítico (es decir, alguien que posee una curiosidad, una independencia y un entusiasmo a prueba de bombas), no necesitará consejos salvo el de alimentar y hacer crecer sus cualidades. (Y ni siquiera ése). 75 Septiembre 2010 La Ratonera / 30 74 tilo yo prefiero hablar de mirada. Y de tono (o de tonos: depende de cada espectáculo, de cada propuesta). En cuanto a la segunda parte de la pregunta, escribir es escribir, sea narrativa o sea crítica. A fin de cuentas, los procedimientos narrativos son siempre los mismos: intentar contar una historia de la manera más clara y atrayente posible. Y mantener el interés del lector. P. Uno de los tópicos más arraigado entre el gremio era el pensar que detrás de cada crítico hay un autor o intérprete malogrado. ¿Cuál es su experiencia como autor dramático? R. En 1991 escribí y estrené una función, La noche de Eldorado. “Salió” en forma de función como otras cosas habían “salido” en forma de novela o ensayo. No reincidí por una razón fundamental (entre otras): cuando escribes un libro controlas todo el proceso y eres el responsable de aciertos y errores. En teatro o cine, como es sabido, tu trabajo depende de demasiados intermediarios. A cambio, si los dioses son favorables, puedes gozar de la felicidad (y el respaldo) del trabajo en equipo. P. ¿Qué adeuda la crítica a la literatura? R. Todo, puesto que ambas se hacen con palabras, aunque el término “adeudar” es excesivo: no hay deudas, hay una misma Charla en Avilés con los dramaturgos Borja Ortiz de Gondra y David Desola Teatro bajo el sol tremendo de agosto La Ratonera / 30 76 Borja Ortiz de Gondra (Bilbao, 1965) estrenó a comienzos de agosto en Avilés Memento mori, una tragedia bienintencionada sobre la crisis burguesa, el óxido colonial y las familias derrotadas; una obra-encargo de Cristina Rota y de su Centro de Nuevos Creadores, un espectáculo para los que quieren cambiar el mundo sin levantarse de la cama. David Desola (Barcelona, 1971), por su parte, sigue de gira con La charca inútil, un texto sobre los fantasmas creados por el pánico del día a día, un guión por el que obtuvo el Premio Lope de Vega en 2007. Dos de los escritores más destacados de la escena actual, y de los más premiados, hablan de teatro y del oficio de escribir para La Ratonera. El sol consume este mediodía agosteño de Avilés. Pregunta. ¿Tienen un trabajo singular? DAVID DESOLA. Sí que es un trabajo singular, porque yo no lo considero un trabajo. Yo no sé Borja... BORJA ORTIZ DE GONDRA. Para mí sí que lo es. Me gano la vida con ello y, encima, tengo una licencia fiscal y pago impuestos. Lo que me sigue sorprendiendo es que me paguen por hacer algo que me gusta. Singular sí que es. Cuando te piden la profesión en el banco, cuando pides una hipoteca, nunca sé qué decir. Si digo dramaturgo siempre te preguntan: “¿Y eso qué es?”. P. ¿Cómo pagan ustedes los impuestos? D. D. y B.O. de G. Como autónomos, somos autónomos. D. D. Estamos exentos de IVA. B.O. de G. Como todos los escritores. Pagamos nuestros impuestos y no vivimos del arte. Esta es una profesión, profesión. No es un “hobby” que hacemos por las tardes cuando volvemos de la oficina. Lo que hay es un compromiso con lo que haces y muchos años de escritura. ¿Cómo se llega a estrenar? Eso ni David ni yo lo sabemos porque estrenar es un milagro. Cuando estrenas siempre piensas: “Voy a disfrutarlo, porque este milagro no se va a volver a producir”. ¿Pero cuántos años llevamos, David, que se si- gue produciendo? D. D. Yo llevo once años, pero viviendo de esto, a temporadas. Luego hay que reciclarse. B.O. de G. Yo llevo veinte. P. ¿Son los dramaturgos vivos una especie en extinción? D. D. Los autores españoles a lo mejor existimos más fuera de España que dentro del país. B.O. de G. Existimos. Si ves la nómina de la asociación de autores descubres que hay doscientos cincuenta escritores y, para eso, tienes que tener, creo, dos obras estrenadas. Otra cosa es que la estructura teatral tenga interés en reconocerlo y tenga ganas de hacer obras que siempre son una apuesta. En el noventa por ciento de las ocasiones estas obras nuevas no se han hecho nunca y no han sido un éxito en otro país, que es lo que siempre te están pidiendo. D. D. La dificultad es que se interese por nosotros la producción privada. Las obras que he estrenado las hicieron empresas privadas. B.O. de G. En mi caso debo decir que Memento mori es un encargo, no es una obra que yo que- 77 Borja Ortiz de Gondra y David Desola en una terraza de Avilés durante la entrevista. (Foto de Mara Villamuza.) ría escribir o tuviera ya escrita. Me llamó Cristina Rota y me ofreció trabajar con ella. La producción es privada al cien por ciento, un riesgo, una apuesta que se juega ella por algo que no existe. Esto es un ejemplo de una productora que se juega su dinero por hacer algo en lo que cree, federando a la gente que lo puede hacer. D. D. La charca inútil no es un encargo, es una obra escrita por libre, pero en la que hubo interés en ponerla en escena antes, incluso, del “Lope de Vega”. P. ¿Por qué eligieron el teatro y no otro género? B.O. de G. Vengo del mundo del teatro. Estudié interpretación y después dirección. Cuando me puse a escribir lo natural es que me saliera teatro. Tengo mucho respeto por cada uno de los géneros, cada uno tiene sus propias claves. No creo que uno pueda ser un escritor todoterreno y saltar de un género a otro. El teatro es un género híbrido, con un pie en el escenario y otro en la literatura. Septiembre 2010 Saúl Fernández nizar un acto que consistiría en estrenar la obra que ganó el año pasado y reunir a los ganadores un poco para dar la alternativa. Si miras la nómina de la gente que ha ganado o han quedado como finalistas, te encuentras con que la inmensa mayoría todavía sigue en activo. De acuerdo que hay algunos que no volvieron a escribir, pero los nombres que ves en las carteleras están en la lista del “Marqués de Bradomín”. D. D. Se pasaron a la televisión, al cine. Conozco algunos que trabajan en series, en películas. P. ¿Y lo de los actores en común? B. O. de G. Una casualidad, pero es sintomática. D. D. El círculo de gente del teatro en el que me muevo yo es muy pequeño porque no soy hombre de teatro, un intruso casi. Pero, curiosamente, coincide con el de Borja, que es mucho mayor que el mío. Tenemos amigos en común. P. ¿Cómo ven los estrenos de sus textos después del primer debut? B. O. de G. Que te quieran hacer, quien sea, es un verdadero lujo. D. D. Te piden permiso, generalmente no hay dinero de por medio, dependiendo de qué países. Son montajes semiprofesionales, casi amateurs. Me están montando en Panamá, en Argentina y voy a estrenar en Iraq… Montajes pequeños, sin apenas despliegues. B. O. de G. Me montaron en Finlandia, por ejemplo. Cuando escribo una obra no sé a quién va dirigida. No tengo en la cabeza el espectador ideal. Escribo lo que creo que tengo que contar. Después se lo apropia una primera compañía, que siempre te sorprende, porque es una mirada distinta sobre lo que tú has hecho. Cuando se empiezan a multiplicar montajes te das cuenta de que la base es la misma, pero los espectáculos son radicalmente distintos. Lo que te enseña esto es que el texto es el setenta por ciento del espectáculo, que se completa con una mirada distinta en el escenario. Es obvio que la mirada extranjera descubre valores que yo ni los había visto. La gran sorpresa de mi vida es que en México representaron un texto mío que era muy privado, que había surgido de algo que me había contado una amiga actriz… Bueno, pues cuando llegué a México los actores me dijeron: “Muchas gracias por haber contado nuestra historia…”. Y yo nunca había puesto los pies allá, no conocía nada de la sociedad mexicana. D. D. Estoy de acuerdo con Borja. El texto es el setenta por ciento de la función, pero cuando es un texto original. Me está pasando una cosa muy curiosa con Siglo XX, que estás en los cielos, que están montando en México y la han mexicanizado. Es una obra que habla de la Guerra Civil española y de la Movida madrileña de los años ochenta… Pues, de repente, habla de los sucesos de la plaza de las Tres Culturas y de Ciudad Juárez. La premisa es la misma, pero sólo eso. Así que el texto sólo será en este caso un treinta por ciento del espectáculo. B. O. de G. Los textos son hijos. Yo no tengo más hijos que mis textos. Uno pare lo que puede y no sabe qué van a hacer en su vida. Hay textos que tú escribes pensando que van a tener una gran carrera y que se quedan en un cajón y otros de los que no pensabas nada y te sorprenden… Lo único que he notado es la repercusión. Mi primer libro es de 1992, un libro que publicó el Ministerio de Asuntos Sociales. Bueno, pues recibí un e-mail de una universidad de California en el que me dicen que lo leyeron y que les interesa que vaya a dar unas conferencias. Internet ha reducido tanto el mundo… D. D. El otro día me llegó un cuestionario de una chica de origen argelino que está haciendo una tesis sobre las acotaciones del teatro español contemporáneo. B. O. de G. Me llegó a mí también. Vive en París, pero yo me entrevisté con ella en Madrid. ¡Te hace unas preguntas…! D. D. Pero yo quería añadir una cosa a esto que hablábamos de los hijos. El tipo este que ha traducido Almacenados al persa me cuenta que la obra es ideal para el Iraq actual, porque define muy bien la situación de la gente en Bagdad. B. O. de G. Uno escribe dando palos de ciego, no sabes a dónde vas. Cuando ocurren estas cosas que cuenta David es porque has trascendido la anécdota. Y eso está muy bien. Esto es lo más grande que te puede pasar. P. ¿Y cuáles son las obras que prefieren de entre las propias? B. O. de G. Yo, la que todavía no he escrito. D. D. Yo diría lo mismo, pero Borja me ha pisado la respuesta. Bueno, si tengo que elegir una sería Siglo XX, que estás en los cielos, precisamente porque tuvo un problema... P. ¿Qué futuro les espera? B. O. de G. En septiembre empiezo a ensayar la siguiente obra que se llama Duda razonable y que estrenaremos en noviembre. En diciembre, por su parte, empiezo a ensayar otra nueva, que se llama Aurora. D. D. ¿Y son encargos? 79 Borja Ortiz de Gondra y David Desola pasando ante el Teatro Palacio Valdés. (Foto de Mara Villamuza.) B. O. de G. Sí, sí. Esta primavera estrené otro encargo: Algo más inesperado que la muerte, pero no es que sea prolífico, es pura casualidad. D. D. Yo estreno en unos días una comedia escrita a cuatro manos con Arturo Ruiz, que es un cortometrajista amigo mío, que habla de un torero hinduista; se titula Torero, las tres últimas suertes de Antonio el Macareno. Se centra en la fauna que envuelve al torero y en el torero como víctima de su propio éxito. Septiembre 2010 La Ratonera / 30 78 D. D. Yo no tengo formación teatral, mi formación es cinematográfica. Me dedicaba al guión de cine y en algunos casos, fallidos, a la dirección. Vengo de los cortometrajes. Mi primer contacto con el teatro fue escribiendo Baldosas sin haber leído ni visto teatro jamás en la vida. La tercera vez que pisé un teatro, precisamente, fue para ver el estreno de mi primera comedia. P. Cuente, cuente… D. D. Todo parte del guión de un cortometraje que dirigió un conocido mío que no me gustó, no me gustó la visión que le había dado. Había convertido una comedia neorrealista en un thriller, casi. Entonces pensé en adaptarla al teatro porque leí por Internet las bases del Premio Marqués de Bradomín. Leí un par de obras para saber un poco… B. O. de G. …Cómo se hacía. D. D. …La liturgia. Me presenté con la suerte de ganarlo y, además, de poder verla estrenada comercialmente. P. Los dos, curiosamente, tienen en común el Premio Marqués de Bradomín. B. O. de G. Y más cosas. Actores que compartimos, por ejemplo. D. D. Y representante. B. O. de G. Este año se celebran los veinticinco años del premio y están tratando de orga- La Máscara hace 50 años Mirando hacia atrás con ira La Ratonera / 30 80 Mirando hacia atrás con ira, en la década de los 60, se convirtió en toda una referencia teatral de los grupos de “Teatro de Cámara” del momento. Lo cierto es que John Osborne y su obra, tras ser estrenada en Londres, en el Royal Court Theatre en 1956, iba a convertirse en la bandera de una nueva generación de autores del teatro inglés, que renovarían un panorama teatral de encefalograma plano desde Bernard Shaw, considerando caso aparte —y es lo suyo— el teatro irlandés de La Abadía, tras la independencia con Yeats, O’Casey y Synge. Aquellos llamados jóvenes airados: Arnold Wesker1, John Ardeu, Edward Bond y Harold Pinter, o la propia Shelagh Delaney, serían los encargados de poner en su sitio al teatro inglés de posguerra. La Máscara, en tensión constante desde su fundación tres años antes, iba a estrenar la emblemática obra en la primavera de 1960, bajo la dirección de Laureano Mántaras que sobre ella diría: “(...) con ella empiezo realmente a comprender las di- mensiones del hecho teatral en su conjunto. De alguna manera, a partir de Mirando hacia atrás con ira, inicio mi propio camino de director; entiendo las tareas del director, su papel, su intervención global en la producción de la obra. Hasta aquel momento, pese a haber dirigido, sólo era consciente de una parte, tal vez la mecánica. Pero hay más, y con Mirando... lo descubrí”. José Mª de Quinto, uno de los dinamizadores del Grupo de Teatro Realista (GTR) junto a Alfonso Sastre, la había dirigido un año antes con Germán Cobos como Jimmy y Margarita Lozano como Alison. La traducción al castellano la realizó Antonio Gobernado y se exhibió con gran éxito de público en el Bellas Artes, Recoletos y Goya de Madrid y en Barcelona en el Candilejas. El propio José Mª de Quinto, en unas notas de dirección aparecidas en el n.º 7 de Primer Acto, decía de la obra y del protagonista: “(...) Jimmy Porter excede su propia individualidad y se convierte en representante de otros Jimmy Porter que viven conscientemente las dif íciles horas del mundo. En este ser o no ser representativo Jimmy Porter, reside la efectividad o la inoperancia social del drama de Osborne. A mi juicio y salvando las peculiaridades de carácter local, Jimmy personaliza y resume el fenómeno inquietante de una juventud rebelde, anarquizante y angustiada, que se está manifestando en nuestro tiempo. Se trata de una juventud decepcionada y escéptica que no cree en consignas, ni en dogmas y que no está dispuesta a dejarse embaucar por postulados más o menos vacuos y grandilocuentes. (...) No hay posibilidad de hacer nada, de comprometerse con nada. Todo se presenta sucio y vulgar. A la juventud le ha sido negado su papel (...)”. ¿Les suena? Sin duda es una letanía repetida a lo largo de esta última fase de acumulación capitalista, que diría algún marxista. Ese pesimismo liquidador se expresa con claridad en lo que Jimmy dice en una ocasión: “Me siento desamparado de un mundo que a la generación de tu padre se le ha ido de las manos. Odiamos a este mundo como el hijo puede odiar momentáneamente Mirando hacia atrás con ira, espectáculo producido por La Máscara en 1960, bajo la dirección de Laureano Mántaras. a la madre muerta; sólo por eso, porque lo ha dejado huérfano y no responde a los tremendos porqués”. Y nuestro querido y respetado José Mª de Quinto, remataba sus notas diciendo: “(...) Osborne se ha limitado a dar testimonio, a exponer la verdad de esa juventud (...) y ése es el más estimable compromiso del dramaturgo”. En cualquier caso y ya que arriba los hemos relacionado, que poco tenía esto que ver con —por ejemplo—, Rosas rojas para mí, de Sean O’Casey. La Máscara hizo un montaje realista muy en consonancia con la problemática tratada en la obra de Osborne, construyendo para ello un decorado detallado siguiendo el modelo sugerido por el autor: una pieza abuhardillada con su cama, aparador, sillones y otros objetos que intervienen en la acción como la tabla de planchar, además del atrezzo menudo: periódicos, ropas, etcétera. El reparto estaba encabezado por Eladio Sánchez como Jimmy y Ana Mª Friera encarnando a Alison. Cliff era el propio Laureano Mántaras, Helena: Eloisa Vega y, el coronel Redfern lo interpretó Vicente Calvet. La obra, estrenada en marzo de 1960, fue muy representada y muy bien acogida por la crítica en Gijón, Avilés, Noreña, Pravia, Mieres, Salinas, Oviedo y Santander. Resulta curioso lo que envejecen algunas obras teatrales. Tuve la ocasión hace cinco años de ver en el Palacio Valdés de Avilés, con Laureano Mántaras sentado a mi lado, un montaje de Némore Producciones de esta pieza “mítica” y quedamos los dos muy decepcionados, a pesar del adecuado tratamiento al presentárnosla sin actualizaciones y ubicada en su tiempo, no sólo por vestuarios y objetos, también por el mantenimiento de las crónicas periodísticas referidas a lo largo del texto... Aquella obra que fuera bandera de sublevaciones contra el teatro acomodaticio y evasivo de la década de los cincuenta en Inglaterra, no se aguantaba de pie. Los 81 Septiembre 2010 Boni Ortiz 70 82 83 museística de un texto significativo y de obligada referencia, para las gentes del teatro extraoficial que se hacía en España, en el comienzo de los sesenta y que vino a reforzar el predominante realismo del momento (...)”. Nota 1 Wesker, en una visita a España en 1979, dijo en relación a la denomina- ción de “jóvenes airados”: “Nosotros no somos un grupo. La descripción ha tenido mucho éxito, pero, como gran parte de las cosas que hacen los periodistas, tiende a desorientar a la gente. Los informadores tenían que hallar un nuevo nombre que darle a aquel grupo de escritores, y éste fue el que consiguieron. Yo diría que nunca existió en mí la ira, sino una buena porción de energía, de energía fresca”. $POMBDPMBCPSBDJØOEF 6OJØOEF"DUPSFTEF"TUVSJBT XXXBDUPSFTEFBTUVSJBTDPN Septiembre 2010 jóvenes “rebeldes, anarquizantes y angustiados” de nuestros días están muy alejados de aquel Jimmy Porter. Y la obra, alejada de su eficacia coyuntural, se manifestaba sin ambages como un anticuado melodrama social. En la crítica que de ella hice para La Voz de Asturias, decía: “(...) Montar hoy esta función, no parece tener otro objetivo que la simple divulgación La Ratonera / 13 21 La Ratonera / 30 En marzo de 1960 La Máscara estrenó Mirando hacia atrás con ira, de John Osborne. Agustín de la Villa, dramaturgu xixonés (y II) Xosé Lluís Campal Aurora Sánchez La Ratonera / 30 84 L’espíritu qu’alendaba nes propuestes escéniques d’Agustín de la Villa1 enllazaba col pasáu pintureru y’l tipismu costumista del barriu altu de Xixón, Cimavilla. Al dicir de los profesionales qu’asistieron a les representaciones d’estes obres, l’escritor atrapaba de forma cabal el llinguaxe y l’ambiente del barriu marineru, faciendo les veces d’una ayalga qu’ufrir a los heriedes d’esa tradición. «La gracia de su estilo corría pareja con una sentimentalidad y tendencia a lo dramático»2, dixo daquién d’elles. I. Ventajas de la sindicación Ventajas de la sindicación, pequeñu sainete en bable, representóse nel Teatru Xovellanos de Xixón el domingu 16 de mayu de 1915 dientru de los actos de la Fiesta’l Trabayu que realizaron los sindicatos católicos de la ciudá, col coliséu a reventar: «Llena completamente la sala de obreros en casi todas las localidades y ocupando el resto de éstas distinguidas damas y señoritas, y respetables caballeros, que siguen con todo interés y apoyan con todas sus fuerzas el movimiento católico social»3. La obrina tuvo la particularidá de que punxéronla n’escena cuatru muyeres –llamaes Rosario García, Josefina Martínez, Consuelo Álvarez y Oliva Álvarez– en representación de los cuadros sindicalistes femeninos de modistes, cigarreres, criaes y obreres de fábrica. Según la prensa, el testu encerraba «toda la gracia que José Lin sabe derrochar en cuanto escribe», polo que l’auditoriu «no cesó de reír durante toda la obra, que fue admirablemente representada»4. II. ¡Libertad! ¡Libertad!, comedia dramática nun actu, estrenóla’l xueves 3 de xunu de 1920, nel Teatru Xovellanos de Xixón, la Compañía de Melodrames de Manrique Gil, dientru d’un programa nel que tamién s’escenificaron dos pieces más: La garra y El sexo débil. La representación de ¡Libertad! diose otra vuelta’l domingu 6 de xunu. Na receición d’esta comedia dramática sorrayóse l’esmeru col que la compañía teatral montó un llibretu d’un autor qu’empicipiaba. El críticu d’El Comercio tien inmeyorable opinión de la tenrura emotiva qu’Agustín de la Villa despliega pa facer d’un asuntu que tolos espectadores talantaben perfechamente una simboloxía a propósitu del títulu. Del mou que sigue comentóse la puesta de llargu d’Agustín de la Villa nuna función de mayor llongura que l’anterior, Ventajas de la sindicación: «He aquí un pequeño poema, lleno de gracia y de sentimiento. La nota de ternura siempre es dif ícil de hacer en el teatro, y máxime un autor novel; pero Agustín de la Villa (...) ha triunfado en toda la línea, y triunfaría lo mismo aquí que fuera de aquí, porque “¡Libertad!” es un verdadero encanto, y no obtuvo un éxito grande y sincero por tratarse de un gijonés, a quien hay que animar, sino porque la obra puede ir a todas partes. Se trata de llevar a la escena el ambiente de un asilo de ancianos desamparados, con mil detalles pletóricos de esa risa que conmue- ve (...). El demandadero de las Hermanitas tiene prisioneros en las jaulas a unos pájaros parleros. También cuida de un viejo, que recluido en el asilo, reclama como los pájaros libertad. ¡Qué bien dibujado este tipo de anciano andariego! Pero un día, pájaros y viejo, por un descuido del guardador, encuentran sus jaulas abiertas y salen volando, con el júbilo de los libertados, cantando un himno al aire y la vida. ¿Verdad que el pensamiento es hermoso? Pues el desarrollo de la acción parece de un avezado en estos menesteres escénicos. Los versos son bellos y dulces; algunos de una ternura honda, de buena ley. La prosa es fluida, movida, y el diálogo fácil. En suma, que “¡Libertad!” es un dechado de observación y de factura, dicho sea sin la menor hipérbole»5. III. Los figos de San Miguel Los figos de San Miguel, comedia nun actu y en prosa y versu, estrenóla, con decoraos del escenógrafu Antonio Recio, la Compañía Cómico-Llírica Asturiana du 14 de xunu de 1924, reconociendo l’auditoriu l’afayadizu desenvolvimientu de los actores, como recoyó la prensa: «La labor de Carballido fue excelente, siendo muy bien secundada por Amado en la interpretación de “Celesto”. Así lo comprendió el público, que premió con aplausos el trabajo de ambos»6. Al autor presentábenlu nos programes de mano de 1920 como «uno de los mejores escritores de nuestro bable». d’Isidro Carballido nel Teatru Vital Aza de Sama Llangréu’l llunes 1 de payares de 1920. Al Teatru Dindurra de Xixón arribaría Los figos de San Miguel el domingu 19 d’avientu de 1920; repondríase otres vegaes más alantre: nel Teatru Xovellanos púnxose, por cuenta de la mesma compañía de Carballido, el sába- IV. La feria del Robledal La feria del Robledal, sainete nun actu de costumes asturianes en versu y prosa, estrenólu’l sábadu 11 de payares de 1922 la Compañía de Comedies Indarte-Castillo nel Teatru Xovellanos de Xixón; la crítica aplaudió la interpretación señalando que quedara peraparente pa unos profesionales que malapenes conocíen les costumes asturianes. Dende les columnes del diariu decanu, el críticu que robla como M. va enumberando’l paisanaxe collorista que chisca la pieza d’Agustín de la Villa y que retrata 85 Septiembre 2010 Nomes escaecíos de la hestoria lliteraria asturiana de cuerpu enteru tou un tiempu de señardaes yá descalabraes: «Una de nuestras típicas fiestas regionales da ocasión a Agustín de la Villa para hacer desfilar ante el espectador numerosos tipos, todos ellos de marcadísimo sabor regional. El coplero que relata los más espeluznantes sucesos, valiéndose de un cartelón y recitando historias con voz de canturía monótona, las clásicas vendedoras de rosquillas y confituras, avellaneras, etc.; la barraca o taberna improvisada, en donde se reúnen los mozos para beber la dorada sidra; el trato del paisano que va a mercar su vaca, todos esos detalles desfilan por la obra... hasta los aprovechados individuos que, a mansalva, [engañan] a un res– y nueche –22.30 hores–). Les apreciaciones de 1924 fálenmos de que, nel sen interpretativu, «se destacó sobremanera la labor de Carballido, Joaquín Sánchez Villaverde y Amado, que escucharon merecidos aplausos», ansí como que fueren valoratibles les execuciones del aparatu musical: «¡También fue del agrado del público la labor del “Gaiteru de Libardón” y del tambor de la Abadía, así como la de las parejas de baile y cantadores de aires regionales, que estuvieron felicísimos»9. V. Los de arriba y los de abajo Los de arriba y los de abajo, sainete de costumes asturianes nun actu, púnxolu n’escena la Compañía Cómico-Llírica Asturiana d’Isidro Carballido nel Teatru Xovellanos de Xixón el domingu 25 de mayu de 1924, en tres funciones (16.00, 19.00 y 22.30 hores). VI. La casona La casona10 representóse’l vienres 15 de mayu de 1925 nel Teatru Xovellanos de Xixón, al cargu de la Compañía CómicoLlírica Asturiana d’Isidro Carballido. Conocemos el conteníu y desenrollu climáticu polo que-mos cuenta’l cronista de La Prensa, qu’esmigaya los asuntos y intenciones del drama. El pri- mer actu resúmelu y interprétalu d’esta manera: «El primer acto es un canto al abolengo de una familia. Es un canto a la casona, a la rica casa que albergó, con digno ejemplo, a los que por nobleza de casta rendían con fervor el culto al santo hogar, a la caridad de hermano, y que por esto recibían y merecían la ayuda de Dios. Don Pepito, el jefe de familia, padre amantísimo, cariñoso, mantiene sin inquietud su viudez por no dar a su hijo Fernando una madrastra. En la casa ayuda con sus valiosos menesteres una huérfana que recibió toda la educación y oraciones de la casona. Fernando está próximo a casarse con una distinguida joven del Robledal, cuyo casamiento llena de gozo a don Pepito. En la casona entra el pintoresco matrimonio de Picapleitos y Generosa, que entre felicitaciones por el nuevo casamiento y frases llenas de humorismo, que caricaturizan el fantasma obsesionante del pleitista, acaba muy fina e irónicamente, recomendando a don Pepito que se case. Y recogiendo un decir, agitado en la ociosidad de los vecinos, le comunican que como futura está señalada la honesta huerfanita. Don Pepito, al quedarse solo, prolonga la insinuación a la huérfana Matilde, y ésta temerosa, por el decir de las gentes, sale de la casona, dedicando un respeto a su honradez y un tierno agradecimiento a los que la recogieron y educaron. Y termina el acto quemando don Pepito, entre santas sonrisas, un homenaje al amor. En este acto, abundan las ternuras de la gracia y se desenvuelve un diálogo fácil y correcto. Destaca primorosamente el consejo del padre al hijo, próximo a casarse. Es toda la doctrina de un padre leal, justo, bueno y creyente. Y esto llega a nosotros con el obsequio de unos versos llenos de delicadeza e inspiración»11. No que cinca al ñudu o segundu actu, Manuel Conde esprímelu asina: «En el segundo, Fernando aparece viudo y don Pedro, casado con la virtuosa Matilde. Como una aberración que se enrosca a la voluntad, Fernando, loco y enamorado, se coloca ante Matilde y le declara su monstruosidad. Ésta recuerda el escudo moral de la casona y horrorizada trata de alejar a su hijastro, que descuidándose cae por la caja escalera. Los familiares y amigos de la casona recogen al herido y prestan auxilio a Matilde, desmayada. El golpe que recibió Fernando es mortal y don Pepito, desconociendo el origen de la tragedia, deshace entre lágrimas su corazón de padre al contemplar la mueca única de la vida: la muerte»12. El comentarista aprecia semeyances y diverxencies ente lo que monta melodramáticamente Agustín de la Villa y lo qu’apaecía nuna obra de Jacinto Benavente de 1913 entitulada La malquerida, interpretada pola gran actriz María Guerrero y d’una intensidá tráxica que-y prestaba muncho al públicu d’entós: «Este acto tiene parecido con el final de “La malquerida”. Pero en esta obra de don Jacinto eso constituye toda la obra y en la de Agustín es un suceso factor. “La casona” tiene por tema una moral más elevada. Persigue otra cosa. Se encontraron los dos en un camino, yendo cada uno a distinto sitio y en busca de diferentes asuntos. El maestro pinta la tragedia de la monstruosidad y nuestro autor presenta eso como un ejemplo, uno de tantos, fuerte, sí; pero siempre ejemplo, y no eje único de la obra»13. Al llegar al tercer actu, Conde tresmítemoslu asina (y hai qu’agradecé-ylo enforma porque, anque nun dispongamos del manuscritu d’ella –como del de toles pieces dramátiques d’Agustín de la Villa–, podemos llegar a facemos una idea afayadiza, más o menos sauta, de lo que pasaba nesti tremebundu drama d’ambiente rural): «En el tercer acto los vecinos llegan a presumir el motivo de la 87 Septiembre 2010 La Ratonera / 30 86 “paisano”, abusando de su pretendida malicia, para poner en práctica uno de los más acreditados procedimientos del timo del entierro»7. El comentarista resalta l’asturianía de la obra y emparéxala con un famosu cuentu de Leopoldo Alas: «Agustín de la Villa toma por asunto para basar la parte sentimental y trama de la obra uno de los incidentes de la feria: la venta de la vaca, que es el cariño del aldeano astur y en la que él cifra muchas veces sus deseos de riqueza, y con la que se van, al venderla, estas ilusiones, y aun más, el recuerdo del pasado bienestar. En esto “La feria del Robledal” evoca el “¡Adiós, Cordera!”, de Clarín, y como la producción del inolvidable maestro, tiene un fondo de intensa y cordial ternura»8. Ente les vegaes qu’esta comedia tornó a los escenarios hai qu’anotar dos feches: el 22 de setiembre de 1923, nel Teatru Dindurra de Xixón; y el vienres 13 de xunu de 1924, cuando representóla la Compañía Cómico-Llírica Asturiana d’Isidro Carballido nel Teatru Xovellanos de Xixón, en dos funciones (tardi –19.00 ho- destia. Su obra le ha llevado legítimamente al triunfo»15. Con too, sedrá otru críticu, el d’El Comercio que robla F., el primeru en falar de La casona, y en facelo con encomiásticu enclín hacia’l comediógrafu local. F. arranca cotexando’l testu de De la Villa colos qu’atrás tuvieren surdío de la mesma pluma: «Conocíamos otras producciones teatrales de Agustín de la Villa, encuadradas en marco más modesto y no por ello menos estimable. Algunas de ambiente asturiano que acusaban una observación sagaz y justa en el autor»16. Y de secute, l’analista entra na consideración xeneral del drama, onde resalta la intensidá emotiva, el curiáu na esposición d’un tema que pue ferir sensibilidaes, la fuxida de toa clas de vulgaridá y l’apueste pola cenciellez y la serenidá: «Ahora nos ofrece un drama de tesis, de asunto dif ícil para la escenificación, porque además de tener que depurar durezas del lenguaje y expresiones vivas de sentimientos exaltados y tortuosos, hubo de ambientarla teniendo en cuenta los gustos del público selecto que no quiere truculencias ni conflictos, sino un deslizamiento suave de acción y resoluciones que no dejan al final preocupaciones ni inquietudes. Y logra Agustín de la Villa el complejo acierto en “La casona”. El asunto no es de originalidad absoluta, pero encierra una modalidad nueva y una concepción menos vulgar. El autor de “La casona” no es un comediógrafo profesional, es autor dramático por inclinaciones espirituales, que le arrastran, de vez en vez, a dejar la pluma de oficinista para tomar la de literato, a la que afluye el humorismo a veces, la tragedia a ratos, y siempre el acierto, la serenidad y la sencillez, aun diríamos la elocuencia. En “La casona” hay todo eso metódicamente repartido, y, aunque algunas escenas pudieran tener más acierto con la brevedad, no dejan de ser interesantes»17. Nun-y concede menor trescendencia’l comentarista a la hora d’apurrimos dellos xuicios al rodiu del visu poéticu d’Agustín de la Villa, yá que les sos obres teatrales avezaben a entemecer los cachos en prosa coles partes rimaes en versu: «La característica literaria del autor no es la de Agustín de la Villa, sino la de José Lin. Es decir, no es la prosa la que más entusiasma al autor, es el verso el que ejerce dominadora influencia sobre él. Y si “La casona” no es un drama en verso desde la frase “Primer acto” hasta la de “Telón” del tercero, no es porque Agustín no tenga condiciones de versificar todas las escenas, es que comprende la dificul- tad en los actores de llevar prendido el verso sin desmayo en toda la acción. Estrofas gentiles, audaces, sonoras y líricas exornan a ratos las escenas de “La casona” y con acierto singular las entrevera en el conjunto»18. VII. La Santa Compaña El sainete d’ambiente asturianu nun actu La Santa Compaña algamó’l premiu correspondiente a “composiciones escéniques en bable” –dotáu con 250 pesetes– nel III Certame Provincial del Trabayu de La Felguera, al que se presentare embaxo’l lema “¡Mio reina!”. Escenificóse’l miércoles 21 de xunetu de 1926 nel Teatru Pilar Duro de la villa felguerina, pela Compañía Asturiana d’Isidro Carballido, qu’a xuiciu de la prensa montóla «con la mayor propiedad»19. La representación tuvo presidida polos marqueses de La Felguera, qu’anque taben «veraneando en su hermosa finca de Cabueñes (Gijón), quisieron dar esta nueva prueba de afecto al pueblo que tanto los quiere y se trasladaron a éste con el solo objeto de asistir al festival»20. El periodista, y tamién dramaturgu xixonés, Joaquín Alonso Bonet valorábala con procuru, resaltando l’aspeutu llíricu d’un asuntu tan apegáu a les tradiciones llariegues pero tamién avisando al comediógrafu del pelligru que cuerre amasando esta clas d’asuntos ensin guardar el consabíu tientu pa nun cayer nos escesos melodramáticos: «Villa ha escrito un sainete con categoría de comedia, no ha querido salir de ese marco a que el bable tiene reducida la literatura regional, pero en él se descubren posibilidades para manumitirse y enderezar sus pasos por otras sendas. Tiene su sainete premiado “La Santa Compaña” valores muy estimables de teatralidad, además del muy considerable del color local y además –y esto es lo que le acerca a la comedia que pudiéramos llamar “urbana”– insinúa una ejemplaridad, un anhelo de mejoramiento social, que le recomiendan ventajosamente para más altas empresas. El tipo central del gaitero es un acierto grande de observación y el brochazo costumbrista, muy sobrio y a la vez muy vigoroso, destacando como nota de comediógrafo notable la presencia de la Santa Compaña, de indiscutible efecto teatral y, por lo tanto, muy peligrosa para quien, como Villa, no tenga bien acreditada cierta experiencia. Hemos leído su obra, en la cual hay, además, retazos poéticos muy sentidos, y estimamos muy justo el agasajo ya que éste puede ser aliento para futuras floraciones más logradas aún dentro del teatro regional»21. VIII. Tres pies pa un bancu Tres pies pa un bancu ye’l títulu del entremés que la Compañía d’Isidro Carballido estrenó nel Teatru Payret de L’Habana’l 25 de mayu de 1927 nel cursu d’una xira americana peles colonies d’asturianos emigraos na islla antillana. IX. La verbena de la Soledad La verbena de la Soledad, drama en versu y prosa de costumes xixoneses en tres actos –l’últimu en dos cuadros–, acoyólu’l miércoles 7 de marzu de 1928’l Teatru Xovellanos de Xixón con bultable ésitu, qu’emburriaría al coliséu a repetir les funciones el martes 20 de marzu. Na sesión inaugural, l’elencu d’actores componíenlu: Balbina Barrera, Aurora Sánchez, Irene Moradillo, Marina Meana, Adelina Morán, Soledad Menéndez, M. Díaz, Pedro González Bustillo, José Gutiérrez, L. Suárez, Macario Villa, etc. L’aplausu popular –tampoco nun faltaron nesta obra los cancios tradicionales al cargu d’El Presi– desplica que, años depués, vaya reponese. Asina acontez el llunes 2 de xunu de 1930, cuando se pon n’escena nel Teatru Xovellanos a beneficiu de l’Asociación de Cultura y Hixene del barriu de Cimavilla, y pal que se crearon 89 Septiembre 2010 La Ratonera / 30 88 verdadera muerte de Fernando y culpan de todo a la madrastra. Don Pepito se entera y en un parlamento henchido de pasión la ya santa Matilde confirma y da certeza a lo que pregona el rumor. Don Pepito no quiere perdonar a su hijo muerto, aunque está convencido de que la monstruosidad iba a su hijo y no éste a ella. Mas una carta de Fernando a un amigo tranquiliza al padre desgraciado y descubre la bondad y el alma limpia del exheredero de la nobleza de la casona. En esta carta Fernando dice que huirá, que prefiere alejarse del peligro por no dejar de ser quien es. Y se titula él mismo víctima y perseguido de una monstruosidad. Y aquella casona, que vivió entre espantos y penas por un momento las sacudidas de la adversidad, vuelve a la realidad, anunciando que la elevadísima Matilde pronto será madre. Y don Pepito, dando gracias a Dios, adivina las ricas virtudes del próximo heredero, hermoso florón de la casona»14. Les valoraciones finales del espectáculu son, en llinies xenerales, positives pa Conde: «Es interesante por todos los conceptos; tiene alma, belleza y es humano. Entre nosotros, podemos decir que hay un autor y una figura que debemos darle el prestigio que merece y no consentir que se anule entre la nada de la mo- Pañeda y José González, encarnando a dos mozos. El críticu de La Prensa apunta aciertos y fallinos. Ente los primeros atopa’l clima festivu d’una cellebración enraigonada nel alma mariñana de la ciudá y una mañosa forma de maniobrar dramáticamente con tola carne emocional qu’Agustín de la Villa pon a cocer: «El primero, y más considerable, [de los aciertos] es el emplazar una acción dramática en el ambiente clásico, de fiesta realmente típica, de la verbena de la Virgen de los pescadores, una de las pocas expansiones populares que van quedando de la tradición netamente gijonesa. La Soledad, los Remedios, la Consolación, esas tres fiestas gremiales de la villa, tienen mucho de la entraña local. La primera quizá conserve más patentes y activos esos valores gijoneses. De ahí el que la intervención del autor dramático haya encontrado campo fecundo. Sobre el marco de Cimadevilla emplazó una acción bien movida y observada. El mozo que va a servir al Rey, la novia que se queda acongojada en la casa, las cartas secuestradas, el matrimonio a desgana de la jovencita con un hombre de edad superior. Los celos, la venganza, la agresión truculenta. Y, en medio de todo esto, las notas pintorescas, bien observadas. El colorido es muy justo»25. Ensin embargu, el debe del dramaturgu nun-y quita un migayu de xacíu lliterariu al conxuntu: «Claro que hay lunares que señalar; pero éstos quizá queden oscurecidos bajo los aciertos y pinceladas que dan vida al drama. Hay verso y prosa en la obra. En la primera forma se encuentran pasajes que acaso recuerden las coplas carnavalescas, lo que viene como anillo al dedo al medio en que se desarrolla el drama. Escenas hay movidas y patéticas. El público siente, ríe y aplaude en muchos momentos. ¿A qué más puede aspirar un autor?»26. X. Una noche de San Juan Una noche de San Juan estrenóse’l llunes 25 de febreru de 1929 nel Teatru Xovellanos de Xixón. Yera, como rezaba la publicidá, un «sainete de ambiente popular gijonés en tres actos –los dos últimos divididos en dos cuadros– escrito en castellano, verso y prosa». El repartu taba formáu por: Aurora Sánchez (nel papelu de Pepa la Morena), Marina Meana (como Milagros), Soledad Menéndez (como Concha), Irene Moradillo (como la Sabia), señorita Cueli (nos papelos d’Ella y de la Francesa), S. Piquero (como una Vecina), Pedro G. Bustillo (como Ramonín), José Gutiérrez (como Cesáreo), Benito Castañeda (como Ernesto), Luis Rendueles (como don Justo) y Eduardo Monsó (como Él); amestábense a estos personaxes tres vecines (qu’interpretaben les señorites Pérez, Díaz y Menéndez) y tres mozos, encarnaos polos siñores Barrera, Trabanco y Fernández. La obra taba ambientada na dómina na que se punxo n’escena y al elencu acompañábenlu munchos figurantes que facíen de vecinos, invitaos, cigarreres y mozos de la rodiada, nun faltando la banda música y’l Coro “Armonías de la Quintana”, que cantaba na cabera escena’l perconocíu “Siñor San Xuan”. La mesma fueya promocional indicaba que pa la función d’Una noche de San Juan l’escenógrafu Carlos Carrión pintara cincu decoraos: «Uno, que es fiel copia de un típico rincón de la calle de Garcilaso; otro, que representa una bella perspectiva del Muro de San Lorenzo; otro, lindísimo, de oficina estilo moderno; otro, interior de una modesta casa de artesanos gijoneses, y, por último, una bonita alegoría de la típica “Foguera de San Juan”». L’acoyida dispensada a la nueva propuesta costumista d’Agustín de la Villa resultó d’empaque si atendemos a lo que, un día depués del estrenu, con llenos dafechu nes sesiones de tardi y nueche, escribía eloxosamente l’anónimu comentarista teatral de La Prensa: «Trátase de una sátira de ambiente local en tres actos, tratados todos ellos con verdadera maestría y conocimiento grande de la técnica, con lo que hace que el argumento en que se basa la obra tenga un interés grande desde el principio al fin. Las notas comunes y sentimentales también supo Agustín de la Villa distribuirlas con certeza a lo largo de todo el sainete, y si a esto añadimos que éste está admirablemente dialogado, se explica claramente el éxito grande que alcanzó. Y de la interpretación hemos de decir en honor a la verdad que fue excelente, acabada, por parte de cuantos en la obra intervinieron, destacándose, no obstante, la labor de Aurora Sánchez y de Pedro G. Bustillo y José Gutiérrez, que se revelaron una vez más como verdaderos artistas, sobre todo la primera, puede decirse que es ella sola toda la obra»27. Pel so llau, El Comercio sorrayaba que «como seguramente el propósito del autor fue que el público riera a todo placer, obtuvo el éxito apetecido, pues así lo refrendaron los muchísimos aplausos al autor, a sus intérpretes y al escenógrafo don Carlos Carrión, por sus magníficas decoraciones»28. 91 XI. La flor que brotó en el fango La flor que brotó en el fango, drama en versu y prosa en tres actos inspiráu en costumes xixoneses, estrenólu’l miércoles 18 de mayu de 1932 la Compañía Astu- Septiembre 2010 La Ratonera / 30 90 tres nuevos decoraos, «que representan “La Corrada”, la capilla de la Soledad y una silueta del Campo Valdés en plena noche»22; o nel homenaxe a l’autor nel mesmu teatru’l miércoles 15 de mayu de 1932; o cuando en 1936 torne la Compañía Asturiana d’Aurora Sánchez y Pepe Gutiérrez a representar La verbena de la Soledad nel Teatru Pilar Duro de La Felguera (febreru) y nel Salón París de Noreña (el llunes 16 de marzu)23. La obra ufiértase entós como «un trozo de vida real del popular barrio gijonés de Cimadevilla, (...) donde se pone de manifiesto el buen corazón y el gracejo peculiar de aquella populosa barriada de marineros»24. El repartu de personaxes, nel casu femenín, yera ésti: Lolita Argibay (como María Luisa), Aurora Sánchez (nel rol de Ramona la Gabarra), Conchita Argibay (como la siñora Remedios), Puri Gómez (nel papelu de Lucrecia) y Avelina Muñiz y María Luisa Alonso, encarnando a dos muyeres. Nel apartáu masculín intervinieron: Ángel Álvarez (como Rogelio), Pepe Gutiérrez (como Xuan Pinzón), Jesús Panadero (faciendo de don Mariano), Carlos Morán (como’l Taberneru); Luis Gutiérrez (como’l Carteru), Cipriano Uría (nel rol d’un Pescaor), Fermín Sánchez (como un personaxe que toca la guitarra) y Fernando La Ratonera / 30 92 riana del míticu actor José Manuel Rodríguez nel Teatru Xovellanos de Xixón. La crítica foi especialmente positiva tanto pa col trabayu interpretativu («Dio ocasión a que destacaran nuevamente sus méritos artísticos Balbina Barrera, Aurora Sánchez, Irene Moradillo, Benito Castañeda, José Manuel Rodríguez y cuantos participaron en el estreno del drama, ya que desempeñaron sus respectivos papeles con gran justeza») como pal enfotu compositivu d’un escritor en retirada yá («Agustín de la Villa recogió abundantes aplausos y salió al palco escénico diferentes veces, ante los insistentes requerimientos del público que llenaba el Jovellanos»29). A los nomes que cita’l cronista de La Prensa tenemos qu’amestar los d’Avelino Prieto, José Gutiérrez, Guillermina Pérez, Adelina Suárez, Vi- centina Díaz, José Álvarez y Luis Rendueles, ente otros, que yeren, al dicir d’El Comercio, «ventajosamente conocidos en los medios teatrales gijoneses»30 (de Balbina Barrera dirá que tuvo fecha «una actriz de talla», y de José Manuel Rodríguez que resultó «tan gracioso y cómico como siempre»31); y, a xuiciu de La Prensa, nomes que «garantizan de antemano lo irreprochable que ha de resultar la interpretación»32. El rotativu decanu, la xornada del debut, informa de que la xente fexo coles bien llargues el día anantes pa mercar entrades nes taquilles del teatru, polo que «las representaciones constituirán dos enormes llenos». L’asuntu que tocaba nesta obra yera moralmente un poco delicáu pa la dómina, al nun ser l’ambientación de la pieza nin hestórica nin tradicional, sinón contemporánea. Pa llibrase de tracamundios o d’acusaciones d’engañu, Agustín de la Villa fexo pública una nota’l mesmu día del estrenu que dicía: «El autor considera un deber el poner en conocimiento del público que uno de los actos de la obra se desarrolla en una popular casa de mujeres de vida alegre; pero escrito sin crudeza alguna de lenguaje, las escenas de todo el drama, si bien con todo verismo, se suceden dentro de los límites marcados por la más sana moral y buena educación»33. El comentarista d’El Comercio quíta-y fierro al hipotéticu riesgu de meter n’escena un espaciu de pecáu, yá que la obra, «a juzgar por lo que nos dicen personas que han presenciado los ensayos, ha de conquistar al público desde las primeras escenas, pues se trata de XII. Folixa a esgaya Folixa a esgaya, sainete n’asturianu, foi escritu ex profeso por Agustín de la Villa pa la Compañía Los Mariñanes, que lu estrenó, nun programa nel que tamién s’ufría Los patatuses, d’Eladio Verde, el xueves 6 de xineru de 1949 nel Salón Imperio, qu’esistía nel paséu de Begoña xixonés, en tres pases: a les 17.00, 19.30 y 22.45 hores. El repartu del grupu teatral taba compuestu por: César Ordieres, Maudilia Fernández, Ángeles Ceñal, Josefina Fernández, Nieves Ordieres, Isolina García, Julia Ordieres, Jaime García, Mariano Castro, Emiliano Acosta, José Fernández, Antonio Rivero, José Cueto y el cantaor de tonada El Ruiseñor de Carreño. La representación, dixo la prensa, foi «muy celebrada» y el resultáu, un «éxito estimable»35. Notes 1 Na primer entrega d’esti trabayu incurrimos nuna errata, qu’agora correximos: na páxina 61, segunda columna, llinia 17, dizse qu’Agustín de la Villa collaboró n’El Comercio con una estaya en versu qu’apaecía los domingos. Esa seición enxertábase, ensin embargu, los sábados y tenía’l rótulu de “Coplas del sábado”. Esis- tió, polo menos, dende xineru de 1912 fasta febreru de 1913. 2 “Anoche falleció Agustín de la Villa”, El Comercio [Xixón], 9-III-1952. 3 “Los sindicalistas católicos. Los brillantes festejos de ayer”, El Pueblo Astur [Xixón], 17-V-1915, páxina 2. 4 Ibídem. 5 “Los estrenos en el Jovellanos. Libertad”, El Comercio [Xixón], 4-VI-1920, páxina 1. 6 “La actuación de la Compañía Asturiana”, La Prensa [Xixón], 15-VI-1924. 7 M.: “De ambiente asturiano”, El Comercio [Xixón], 12-XI-1922, páxina 2. 8 Ibídem. 9 “La fiesta asturiana de ayer”, La Prensa [Xixón], 14-VI-1924. 10 Na SGAE esta obra ta rexistrada col títulu de Los de la casona. Agradecemos el datu a Mª Luz González Peña, direutora de CEDOA. 11 Conde, Manuel: “Autores gijoneses. La casona, de Agustín de la Villa”, La Prensa [Xixón], 21-V-1925, páxina 4. 12 Ibídem. 13 Ibídem. 14 Ibídem. 15 Ibídem. 16 “Del estreno en el Jovellanos. La casona, drama en tres actos en verso y prosa, original de don Agustín de la Villa”, El Comercio [Xixón], 17-V-1925. 17 Ibídem. 18 Ibídem. 19 “La representación de una obra premiada”, El Noroeste [Xixón], 23-VII1926. 20 “El festival literario de ayer en el Teatro Pilar Duro”, La Prensa [Xixón], 22VII-1926, páxina 1. 21 A. Bonet, Joaquín: “Glosario del día. En torno al teatro asturiano”, La Prensa [Xixón], 8-VIII-1926, páxina 1. 22 El Noroeste [Xixón], 1-VI-1930, páxina 2. 23 Vid. “Relación cronológica de montajes”, en Ortiz, Boni: Aurora Sánchez y el teatro asturiano, Xixón, Conseyería d’Educación y Cultura del Principáu d’Asturies, 2003, páxines 159 y 161. 24 Fueya promocional de la función. 25 “Estreno de La verbena de la Soledad”, La Prensa [Xixón], 8-III-1928. 26 Ibídem. 27 “Se estrena, con gran éxito, Una noche de San Juan, de Agustín de la Villa”, La Prensa [Xixón], 26-II-1929, páxina 3. 28 “Ayer se estrenó con gran éxito Una noche de San Juan”, El Comercio [Xixón], 26-II-1929. 29 “En el Jovellanos. El estreno de ayer”, La Prensa [Xixón], 19-V-1932, páxina 1. 30 “La flor que brotó en el fango”, El Comercio [Xixón], 15-V-1932, páxina 2. 31 “La flor que brotó en el fango”, El Comercio [Xixón], 20-V-1932, páxina 5. 32 “En el Jovellanos”, La Prensa [Xixón], 15-V-1932, páxina 4. 33 Publicidá apaecida n’El Comercio [Xixón], 18-V-1932. 34 “Hoy se estrena en el Jovellanos La flor que brotó en el fango”, El Comercio [Xixón], 18-V-1932. 35 “Presentación de la Compañía astur Los Mariñanes”, Voluntad [Xixón], 7-I-1949, páxina 2. 93 Septiembre 2010 un drama que recoge escenas populares de una alta emotividad y realismo»34. 'La vaca muerta' de Zozaya Aurora Sánchez José Luis Campal La Ratonera / 30 94 I. Centenario En breve se cumplirá el centenario del estreno de Misterio, obra teatral en tres partes del reconocido escritor de orientaciones republicanas Antonio Zozaya cuyo segundo cuadro transcurre en la Asturias campesina que representaba por aquel entonces la zona rural de Infiesto, en las estribaciones orientales de la región. II. El autor Antonio Zozaya y You, natural de Madrid, donde vino al mundo en 1859, tuvo por oficio el de la abogacía, que abandonó a los tres lustros para consagrarse durante el resto de su vida al ejercicio del periodismo y la escritura de creación en sus diversas modalidades (poesía, teatro, novela, ensayo filosófico –en 1880 fundó la Biblioteca Económica Filosófica–). La muerte le sorprendería en el exilio mexicano que siguió a la guerra civil, dándose por fecha factible de su fallecimiento la del 9 de febrero de 1943. En el mundo de la prensa, Zozaya se vació colaborando indesmayablemente, bajo su propia firma o empleando los seudónimos El Sastre del Campillo y Carlos Christian Federico Schüler, en revistas y periódicos como El Liberal, La Libertad, Mundo Gráfico, La Ilustración Española y Americana, Madrid Cómico, La Lectura, Nuestro Tiempo, Alma Española, La Vida Galante, La Vanguardia, Gente Vieja o el gijonés El Noroeste, además de dirigir el rotativo La Justicia. Defensor sin ambages del ideario social que espoleaba la concepción republicana del gobierno, puso en todo momento su pluma al servicio de los desfavorecidos y la clase obrera, todo lo cual le sería recompensado con los tributos y homenajes que recibiría, a pesar de que generalmente los eludía. Entre ellos cabe citar uno de 1919, organizado por los periodistas de la capital, y otro de 1927, en el transcurso del cual se bautizó una plaza con su nombre y se realizó la edición de una compilación articulista suya bajo el título Ideogramas, posible gracias a una multitudinaria suscripción popular. Zozaya tenía a gala tanto el ser, desde octubre de 1924, hijo adoptivo de Soria, ciudad en la que cursó el Bachillerato, como el hecho de ostentar, desde 1931, la presidencia del Patronato de la Biblioteca Nacional. Perteneció a instituciones de raigambre intelectual como la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, en cuyo seno fue elegido académico el 27 de octubre de 1934. De la extensa producción literaria de Antonio Zozaya recordamos aquí algunos hitos. En el apartado poético: Poemas de humildad y de ensueño (Valladolid, Vda. de Montero, 1914), Todos los cánticos (Valencia, Prometeo, ¿1926?), Poemas y leyendas (Madrid, “Los poetas”, 1930). En el género escénico: el boceto de comedia dramática Cuando los hijos lloran... (Madrid, Tip. de El Liberal, 1906) y el tríptico Misterio (Madrid, R. Velasco, 1911). En la parcela narrativa: La dictadora (Barcelona, Impr. Heinrich y Cª, 1902, que El Noroeste publicaría como folletón por entregas al año siguiente), La maldita culpa (Madrid, “El cuento semanal”, 1907), La bala fría (Madrid, “El cuento semanal”, 1908), Cómo delinquen los viejos (Madrid, “El cuento semanal”, 1908), La princesita de pan y miel (Madrid, “El cuento semanal”, 1908), Almas de mujeres (Madrid, Sucesores de Hernando, 1920), Miopita (Madrid, Prensa Gráfica, 1922; novela corta adaptada en 1951 al cine como Cielo negro por el director gallego Manuel Mur Oti), Los instintos (Madrid, Prensa Gráfica, 1922), Maritín (Madrid, Prensa Gráfica, 1923), Las auroras (Madrid, Biblioteca de La Libertad, 1924), Los amores muertos (Madrid, Prensa Gráfica, 1924), La princesa Fulgor de Nieve (Buenos Aires, 1925), etc. Y como pensador y cronista dispone Zozaya de contribuciones como: La crisis religiosa (Madrid, Biblioteca Económica Filosófica, 1891), El huerto de Epicteto (Valencia, F. Sempere y Cª, ¿1906?), El libro del saber doliente (Valencia, F. Sempere y Cª, ¿1909?), Por los cauces serenos (Valencia, F. Sempere y Cª, 1912), La guerra de las ideas (Madrid, SGEL, 1915), Solares de hidalguía (Madrid, Perlado, Páez y Cª, 1915), La patria ciega (Madrid, Est. Tip. de El Liberal, 1918), Libertad, propiedad y alma colectiva (Madrid, Impr. Torrent, 1935), etc. A éstos habría que añadir sus numerosas traducciones de, entre otros, D’Alembert, Aristóteles, Cicerón, Diderot, Descartes, Kant, Leib- niz, Hipócrates, Platón, Rousseau, Maquiavelo, Spinoza, John S. Mill y Schopenhauer. O los prólogos que redactó para libros de Alfonso Camín, Campoamor, Calderón de la Barca o Luis de Tapia. Sobre este prolífico autor existe un trabajo, que no hemos podido consultar, de María Zozaya Montes titulado “Trayectoria de un intelectual madrileño olvidado: Antonio Zozaya y You”, inserto en el n.º 19 de la revista Ferran correspondiente a mayo de 2000. III. La vaca muerta El miércoles 21 de diciembre de 1910 se estrenaba en el Teatro Español de Madrid Misterio, tríptico dramático original de Antonio Zozaya y dividido en tres actos (Los relicarios, La vaca muerta y Lo que lleva el correo), cada uno de los cuales se localizaba, respectivamente, en Santander, Asturias y Burgos. El reparto del acto asturiano estaba compuesto por los siguientes actores: Matilde Moreno (como Armida), Consuelo Badillo (en el papel de Carmina), Ricardo Calvo (encarnando a Miguel), Pedro Granda (como el Tío Ramón), Federico González (en el papel de Martín), José Lucio (haciendo las veces de Bastián) y Castor Sapela (en el rol de Paco). Su indumentaria es netamente autóctona, con la salvedad del viajero sure- Antonio Zozaya. ño Martín, quien aparece preguntando por el patrón del parador y ataviado, nos pone sobre aviso el dramaturgo, «con traje de camino, polainas, espuelas y sombrero cordobés». En la primera escena del cuadro primero se nos describe así la vestimenta de los personajes: «Todos visten al estilo de los aldeanos de Asturias. Carmina, con jubón y mangas abullonadas». Y en la escena primera del segundo cuadro hallamos esta breve acotación: «Suena lejos un canto asturiano. Al acabar éste entra en escena el Tío Ramón con montera y báculo». La vaca muerta se desarrolla en las cercanías de Infiesto (a seis leguas, exactamente) durante el año de 1860, y no escatima Zozaya realizaciones bables del oriente: «ajuera», «juída», «juerza», «juenti», «juerti», «trújome», «oitri», etc. El escenario donde 95 Septiembre 2010 El autor madrileño estrenó en 1910 una pieza en bable de la Asturias rural simpáticas leyendas publicitarias, en cada dos páginas correlativas, y que ayudarían a sufragar, imaginamos, el coste de la edición. El acto segundo La vaca muerta ocupaba las páginas 8 a 14, y en ellas podían leerse los siguientes anuncios en dos líneas, una por página: «Corta-fuegos para cinematógrafos / Casimiro Ramos, Ventura Rodríguez, 18», «Nuevo motor a creosota sin válvulas.– Representantes / en España: Catalá y Armisen, Mayor, 46, Madrid», «Cómprese Alrededor del Mundo, portadas en color / lectura amena, profusión de grabados.–20 cts. número». IV. El bable de la obra Todos los personajes que intervienen en el acto La vaca muerta, salvo Martín, compaginan un registro dialectal elaborado con interferencias del castellano. Se expresan mayoritariamente en un bable elemental pero documentado, ya que un escritor desconocedor de la realidad lingüística vernácula no recurriría a locuciones que precisan un contacto oral con dicha realidad, pues la traducción va más allá de una mera sustitución de vocablos: «bien fecho en te dominar», «rubios los sus cabellos», etc. No está ayuna la pieza de vacilaciones ortográficas que delatan una influencia galleguista («muller» en vez de «muyer», «ue- llos» u «ollos» en lugar de «güeyos», «vaquiña» por «vaquina», etc.) y construcciones incorrectas por redundantes («falta nos fainos» en lugar de «falta nos fai», «falta fainos» o «fainos falta»). Zozaya emplaza la acción en los inicios de la segunda mitad del siglo XIX, y la elección del bable nos asegura que ha visitado Asturias, así como que mantuvo estrecha relación con ilustrados literatos del momento oriundos de la región, caso del luanquín Edmundo González Blanco o del ovetense Ramón Pérez de Ayala. El natural uso de la lengua asturiana lo refrenda la espontaneidad con que se integra en un discurso castellano, y habla claro y alto acerca de su viabilidad escénica –la obra, lejos de ir dirigida a un público asturiano, tuvo un consumo externo, al estrenarse en Madrid e ir después de gira por varias ciudades españolas–; esta circunstancia lingüística ni amilanó al autor a la hora de hacer hablar a sus personajes de acuerdo con su entorno, ni encontró especial resistencia entre los espectadores no asturianos ante una forma de expresarse con la que no estaban familiarizados. Para ver ese singular empleo que se hace del bable a comienzos del siglo XX por parte de un autor foráneo reproducimos dos pasajes del acto segundo de Misterio. El primero corresponde a la escena VIII de su cuadro primero: «Paco (A Martín): ¿Non ha oído falar de las Xanas? Martín: ¿Las Chanas? Maldito si conozco a tan respetables señoras. Bastián: Son... fades engañosas que facen a las gentes el mal de filu. Martín: ¡Ta, ta ta! (Sonriendo) De filo pasen todos los males. A los que yo temo es a los que vienen de plano. Paco: Non ría tan prestu. Agora mesmu ha llegáu Pachu, con el gadañu al hombru, y jura que ha visto una cosa mu espantable mu cerquita de la Carbayera. Miguel (Prestando atención): ¿De la Carbayera? Frente a frente tengo la mi casona. Paco: Jura y perjura Pachu que, tanimientras caminaba, ha guipadu en el caminu un gran bulto negro, y ha oídu ansina como sollozos apagaus. Miguel (Inquieto): ¿Frente a la casona? Paco: Y non atrevióse a pasar, y, dando un gran rodéu, escapó reblincando por un atayo, que a poco si non pierde las calces. Miguel (En pie): ¿Diz que un bulto negru? (Conteniéndose y volviendo a su asiento) ¡Bah! Ninyerías.» 97 Fragmento de la edición del acto "La vaca muerta". Y el segundo pertenece a la escena III del segundo cuadro: «Miguel: Non, non mi marcho. Ansina mesmo dijísteme el día Septiembre 2010 La Ratonera / 30 96 transcurrirán los hechos está dividido entre un espacio interior, una taberna o llagar («Interior de un despacho de sidra, anejo a un parador, en las cercanías de Infiesto. Puerta al foro y laterales. Armario con utensilios. Mesas y taburetes.», se lee en el primer cuadro), y otro exterior («Bosque en el camino de Infiesto. A la izquierda una fuente rústica. Al fondo derecha, la casona», apunta Zozaya en el segundo de los cuadros de este acto II). A lo largo de la obra salen a relucir no pocos de los elementos que conforman el folclore (cantos y giraldillas) y las costumbres y tradiciones propiamente asturianas (consideración de los animales domésticos como sustento de la casería), desde la cultura de la sidra y las fogueras de San Xuan hasta los utensilios agropecuarios, la gastronomía (ensalzamiento de «las excelentes magras de Avilés y el queso de Cangas», declara el visitante andaluz), mitología (xanas y güestia) y curanderismo populares (agüeyamientu). La pieza teatral de Zozaya se publicaría en volumen, además de en 1911, en 1913, dentro de una curiosa edición de 20 páginas, ilustrada por F. Mota y que hacía el n.º 257 de la colección “Los contemporáneos y los maestros”. Esta versión incluía en los márgenes inferiores de sus páginas unas La Ratonera / 30 98 V. Balance del estreno La repercusión crítica que la obra generó entre los profesionales que se ocupaban de examinar las novedades teatrales de los locales madrileños fue notoria, no pasando desapercibida esta propuesta escénica de un destacado krausista, inquilino principalísimo de las columnas de la prensa escrita nacional, como Zozaya. Desde La Correspondencia, el crítico Caramanchel, al día siguiente del estreno, participaba a sus lectores que «Antonio Zozaya, el escritor culto e inteligente, el compañero queridísimo, está de enhorabuena. Ha probado fortuna en el teatro, ha demostrado conocer el mecanismo escénico –bien lo confirman los prolongados aplausos del público– y claro es que, con eso y su gran talento, es seguro que en el arte dramático le esperan triunfos muy brillantes». Y le hinca el diente a lo que ha visto sobre las tablas, centrándose en el cuadro que nos interesa aquí: «El nuevo dramaturgo ha querido descifrar la sensación del misterio en las almas primitivas de los campesinos. (...) El cuadro asturiano “La vaca muerta” se reduce a la reconquista de un marido campesino por su esposa abandonada. Aquí lo principal es el ambiente. Zozaya es poeta, y nuevamente en “La vaca muerta” lo ha demostrado». Con lo que Caramanchel no se manifiesta tan generoso es con la percepción del autor en lo que atañe a caracterización psicológica de los tipos que pone a actuar y su incrustación en un clima netamente astur: «Aquellos personajes, fuera del actor Granda, asturiano en el acento, no parecen de Asturias, y no toda la culpa es de los actores. La observación del autor fue, a todas luces, superficial». Otro comentarista de la época, José Alsina, alude en El País al segundo acto en los términos que siguen: «Es un cuadro poético, muy bello, tal vez el mejor del tríptico por su sobriedad y la perspicacia de observación que asoma en él constantemente. Pero no se da el misterio, sino superstición, en el extraño y cotidiano fantasma de la carretera, y en los dichos y hechos del tío Ramón. Más que nada, la vaca muerta tiene un ca- rácter simbólico, confortador y optimista» (22-XII-1910). Y en sentido análogo habríamos de colocar lo que el redactor de las “Notas teatrales” de ABC declara sobre La vaca muerta: «Es una tierna pintura del paisaje asturiano, y hay en su ambiente encantadora sencillez, bucólica y diáfana poesía. El final es de bella emoción, y un acierto de autor dramático» (26-XII-1910). Estas aseveraciones se sitúan, como vemos, en franca oposición a las conclusiones de Caramanchel y vienen a sumarse a las que, en El Liberal, periódico donde Zozaya se sentía en casa, nos da J. Arimón: «“La vaca muerta” ofrece un conjunto dramático de muchísimo interés y, sobre todo, muy nuevo y muy original en nuestra escena» (22-XII-1910). A propósito de la asturianía de la parte central de Misterio, así como de los escollos que presentaba su exacta captación del alma regional, contamos con varios testimonios, de los que seleccionamos dos: 1) J. del Busto-Solís afirma en El Globo que estamos ante «un lindo cuadro de costumbres asturianas. Al levantarse el telón, y descubrirnos con “llagar”, nosotros sentimos cierto temor. Sin duda alguna, era aquél el más dif ícil empeño. Llevar al teatro una obra que se desenvuelve en una región determi- nada, y, por tanto, los actores que en ella intervienen han de darnos la sensación perfecta, acabada, del tipo regional, nos parece una empresa erizada de dificultades». E incidía en los reparos mostrados por Caramanchel: «Los distinguidos actores del Español, ni por su acento ni por sus ademanes, nos recordaban a los habitantes de esos pueblecillos diminutos, acurrucados en la falda de las escarpadas montañas de Asturias. Fuera de Pedro Granda, que es asturiano, las palabras que allí se emplean, y que los demás actores repetían, nos causaron sorpresa, a nosotros que hemos pasado muchos años en Asturias y hemos convivido con aquellos rústicos campesinos» (23XII-1910). 2) Por su lado, Manuel Bueno se centraba, en las páginas de Heraldo de Madrid, en el sentido fatalista de la obra: «¿Cuál es aquí la intervención de la fatalidad? La muerte del hijo de Miguel y Armida, primero; la pasión culpable de Miguel, después, y, por último, el martirio de la vaca. En esta parte de la obra parece como si se eclipsase un poco el talento del dramaturgo. Se echa de menos allí la efusión poética que está pidiendo el cuadro y en el mismo trazado de los caracteres se advierte mucho de convencional. Así debió entenderlo también el público, pues no anduvo tan pródigo en el aplauso 99 Final del segundo acto de Misterio. como en la primera y última parte de la representación» (23-XII1910). A estas señales de disensión con el planteamiento de Zozaya que hemos recogido de los reseñistas teatrales se agregó el hecho de no lograr la completa anuencia del público, como recordará años después el autor al confesar que «quise explicar esta santidad del animal doméstico y tuve que retirar la obra de la escena [porque] no iban las gentes». Septiembre 2010 que fícete del anillu promesa. Armida (Reanimándose ante el grato recuerdo): ¿Ti acuerdas? Yo avanzaba por la vereduca, cantando y guiando a la Roxa, que facía sonar, al andar, su campanu. Tú saliste a mi encuentro, fatigadu, pero risueño: el chaquetón al hombru, y en la mano el destral. ¡Qué hermosu estabas, galanín! Pedísteme un besu, y yo refugiéme detrás de la probe vaquina. Apoyadus sobre ella como sobre un barandal caliente, falamus de amores.» Adolfo Simón La Ratonera / 30 100 Hay una tendencia, errónea, a pensar que lo que se hace a través del humor en el arte, tiene menos mérito. Pero cuando hablamos con profesionales de larga trayectoria, todos dicen lo mismo: “Lo más difícil es hacer reír al público”. Hay una sala en Madrid que, más allá de un truculento momento vivido en el pasado como sala X, se ha convertido hoy en un referente para el aficionado al teatro de la ciudad, con un público creado boca a boca, a lo largo del tiempo, me estoy refiriendo al Teatro Alfil, espacio dedicado en exclusividad a propuestas de humor desde la formación, producción o exhibición. El Teatro Alfil es una sala con más de medio siglo de historia, en sus primeros años fue cine de sesión matinal, donde los universitarios y aficionados veían el habitual programa doble de los cincuenta y todo tipo de exhibiciones cinematográficas. En los setenta casi llegó a estar en ruinas, hasta que se convirtió en una sala de teatro y cabaret; con un paréntesis como sala Teatro Alfil. (Foto de Arctarus.) X, muy popularizada entre el público af ín a este tipo de propuestas. A partir de los años ochenta y debido a su situación estratégica en el madrileño barrio de Malasaña se convirtió también en un lugar emblemático dentro de la movida, donde se pudieron escuchar algunos de los mejores conciertos de la época e incluso se llegaron a grabar discos de grupos punteros de aquel momento. En la primera mitad de los noventa, se centra más en una producción puramente teatral, que la prensa dio en llamar de “contenido social”. En mil novecientos noventa y seis la compañía Yllana se hace cargo de su gestión buscando para este teatro una línea de programación de espectáculos de humor y de corte transgresor, haciendo de este espacio un lugar de confluencia de artistas que mostraban nuevas y arriesgadas propuestas y de grandes figuras nacionales e Brokers, espectáculo de Yllana. tival Internacional de Teatro de Humor. No es la primera vez que acoge festivales escénicos ya que en los años setenta fue escenario para el Festival Internacional de Teatro Independiente. La Compañía Morgan, encabezada por el director Ángel García Moreno, realizó allí la mayor parte de sus producciones, relativamente vanguardistas para lo que imperaba en los teatros madrileños en los comienzos de la transición política tras la dictadura franquista. La sala ocupa los bajos de un edificio de viviendas enclavado en el chaflán de las calles Pez y Madera. La mayor parte de las localidades se sitúan en el patio de butacas, donde se habilitó una barra de bar, abierta antes de las representaciones para poder consumir en el transcurso de la función. En el piso superior se localiza el control técnico y un par de filas de butacas destinadas al público. El escenario es de reducidas dimensiones y carece de peine por lo que no permite montar escenograf ías aparatosas, aunque gracias al ingenio han conseguido múltiples soluciones estéticas. Algo característico del lugar es que los artistas trabajan muy cerca del público. Entre los espectáculos estrenados desde los setenta hasta la década del dos mil, cabría destacar: El realquilado, Historia de unos cuantos, Coqueluche, Los emigrados, Kitú, Las planchadoras, Rematadamente locos, Ana... en la urbe se muere uno de risa, Los consensos medievales, El bebé furioso, Danny y Roberta, Noches de 101 Septiembre 2010 Mejor reír que llorar internacionales como Pepe Rubianes, Pepe Viyuela, Leo Bassi o Jango Edwars, poco habituales en el panorama teatral español. El Teatro Alfil es una sala singular con una azarosa historia durante la última década del siglo XX. Su existencia peligró a principio de mil novecientos noventa y tres cuando el entonces concejal de Distrito Centro, Ángel Matanzo, ordenó el cierre. Aunque alegó incumplimiento de normativa municipal y denuncias de los vecinos del edificio en cuyos bajos se localiza, los sectores teatrales achacaron la orden a la caricatura que se hacía del concejal en el espectáculo La menina desnuda: cabaret portátil, que se representaba en el momento de la clausura que, afortunadamente, fue temporal. Pero tres años más tarde volvió a pasar por momentos delicados, cuando se dictó una orden judicial de desahucio ante las deudas acumuladas por la empresa que dirigía el teatro en aquel momento. La situación se resolvió al asumir su gestión el grupo de teatro Yllana a mediados de los noventa. Hasta la fecha sigue abierto y ha conseguido captar, con su programación arriesgada y fundamentalmente humorística a un sector del público caracterizado por su juventud. En las últimas temporadas, además de la programación regular, acoge anualmente un Fes- Avner Eisenberg y su Exception to gravity, representado en el Alfil en la temporada 2009. amor ef ímero, No hay camino al paraíso, nena, Trampa para pájaros, Con las tripas vacías, El color de agosto, Glub-glub, Bronte, Solo los peces muertos siguen el curso del río, Hipo, Los monólogos de la vagina, ¡Qué pelo más guay! y Nouvelle reciclage. Desde sus orígenes, el Alfil se ha distinguido por su interés en programar autores contemporáneos, preferentemente españoles. En su escenario han estrenado, entre otros dramaturgos, Gil Albors, Martínez II Encuentro Ibérico de Revistas de Teatro Redacción La Revista Galega de Teatro organizó el pasado 3 y 4 de julio en Cangas do Morrazo, Pontevedra, el II Encontro Ibérico de Revistas de Teatro. En la localidad se citaron, además de la revista mencionada, representantes de Primer Acto, Artez, ADE, Zirkolika, Sete Palcos, Assaig de Teatre y La Ratonera. A dos años vista de la celebración del primer encuentro, y tras comentar las peculiaridades de difusión y la situación económica por la que atraviesa cada publicación, los reunidos han manifestado la voluntad de crear una Coordinadora de publicaciones periódicas de las artes escénicas que comprenda el máximo de revistas ibéricas existentes que acrediten garantía de continuidad. La Coordinadora tendría por objetivo: 1. La creación de un espacio común para el enriquecimiento de la información, reflexión, investigación, análisis y crítica sobre las artes escénicas. 2. Reforzar la visibilidad de las publicaciones de las artes escé- 103 Algunos participantes en el II Encuentro Ibérico de Revistas de Teatro. nicas. 3. Incidir en la defensa del trabajo de las publicaciones como patrimonio cultural. 4. Mejorar los mecanismos de distribución y difusión. 5. Servir de interlocutor con las instituciones y otros colectivos a modo de voz vertebradota del sector. Y 6. Contribuir al desarrollo de la formación en el área de las artes escénicas. Los reunidos en el encuentro también quisieron resaltar que tanto el nombre de la coordinadora como sus objetivos fundaciona- les se plantean como una propuesta abierta al debate y a posibles modificaciones que vengan del resto de publicaciones. Razón que les ha llevado a cursar invitaciones de participación a una treintena de revistas de las que esperan comentarios y reflexiones. La Revista Galega de Teatro ya ha conseguido la invitación formal del Festival Internacional de Expresión Ibérica, FITEI, para la celebración en Oporto del tercer encuentro en la primavera de 2011. Septiembre 2010 La Ratonera / 30 102 Mediero, Alfonso Vallejo, Ernesto Caballero, Jesús Cracio, Paloma Pedrero, Romero Esteo, Alonso de Santos, Rodríguez Méndez, Germán Bueno o Albert Vidal. El Alfil es un teatro de difícil clasificación, actualmente se encuentra a mitad de camino entre lo que podríamos denominar comercial y alternativo. Yllana como compañía de teatro gestual se funda en mil novecientos noventa y uno, desde sus orígenes hasta hoy han producido dieciséis espectáculos, alguno de ellos de gran popularidad, con muchas funciones realizadas y gran asistencia de público como Muuuu!, Glub glub, 666, Star trip, Los mejores sketches de Monty Python, Pagagnini, Zoo o Brokers. En estos momentos están preparando una nueva producción cuyo título será Sensormen y que se estrenará en la próxima temporada. Tanto la Compañía como la Sala han sido reconocidas con prestigiosos premios a su labor teatral. En estos momentos, el Alfil es un lugar de referencia en la cartelera de Madrid que no defrauda a su público, ya que, si se busca un buen rato de entretenimiento, allí tienes una buena cita. Además, en las últimas temporadas también ha acogido el ciclo de Teatro x la identidad, algo que amplía su espectro de programación. El arte de Talía en tiempos revueltos Carlos Rivera Díaz La Ratonera / 30 En el cine te preguntas: ¿cómo lo habrán hecho? Y en el teatro: ¿cómo lo hacen? Ésa es la diferencia entre el truco (el cine) y la magia (el teatro). La cita de Orson Welles que se rememora en la obra Su seguro servidor Orson Welles, ilustra perfectamente lo que está haciendo que el público acuda a las salas de teatro más que nunca. Mientras nuestro cine se hunde, salvo raros hallazgos como Celda 211 o la co-producción El secreto de sus ojos, renace con una fuerza imparable el arte inmemorial del teatro. Algunos de 105 Tórtolas, crepúsculo y... telón, de Francisco Nieva. Producción del CDN. (Foto de David Ruano.) Miguel Ángel Solá y Blanca Oteyza representando Por el placer de volver a verla. sus protagonistas más destacados han reflexionado sobre este hecho durante los últimos meses en algunos momentos que he tenido la suerte de compartir con ellos. Cada cual tiene su forma de sentir el buen momento del teatro. Unos lo relacionan con la búsqueda de la verdad. Otros ven la clave de su éxito en el hecho de que sea vivo o que sea una forma de ocio relativamente barata. Para contrarrestar, algunos actores lo ven como una falsa alegría ya que los espectáculos “más sesudos” no están cumpliendo las expectativas. Con un inconfundible aroma a la Pampa Argentina se presenta Miguel Ángel Solá, uno de esos actores que “no se casan con nadie”. Ha hecho cine y televisión; pero en el teatro es el medio en que más a gusto se siente. Habla del empuje del teatro frente al artificio de lo audiovisual como “una lucha de palillos de dientes contra misiles”. Una batalla contra el artificio “que perderemos, pero no sin luchar”. Más optimista se encuentra su compañera (en la vida real y en el teatro) Blanca Oteyza cuando dice que “seguirá siendo la eterna lucha entre los siempre y los jamases, pero ganaremos”. Esta pareja unida por Argentina, tierra de Solá y tierra de hermanamiento para Oteyza, se han caracterizado por hacer un teatro inteligente que se ha caracterizado por no pertenecer a “ninguna cadena de amiguismos”. Es el pú- blico el único juez que ha hecho de Por el placer de volver a verla uno de los mejores montajes de la temporada. El texto, brillantemente interpretado por Solá y Oteyza, transita por las emociones vitales. De la risa al llanto hay sólo un paso. La delicada línea que separa la vida de la muerte. El público se entrega ante un texto que toca la fibra sensible de un público deseoso de experimentar, de vivir otras realidades paralelas como son las que nos plantea el teatro. Cincuenta años en escena cumplen este año. Sus nombres: José Lifante y Manuel de Blas. Qué mejor que hablar de la salud de nuestro teatro que con dos personas que han vivido entre bambalinas. Lifante hace hincapié en el hecho de que el teatro “sea siempre distinto”. Nunca se sabe lo que le puede pasar al actor en escena. Un día está con la moral baja y al día siguiente hace una función perfecta. De Blas también se refiere al directo como la esencia que hace que los espectadores Septiembre 2010 104 El espectador acude en busca de respuestas al teatro. En busca de respuestas a una realidad que vive sumida en sus propias miserias. Así, este contexto de crisis económica no ha hecho más que aumentar las ganas de la gente por el teatro. En el escenario, nos encontramos una verdad al desnudo que parece inconcebible dentro de un mundo deshumanizado poblado por los intereses económicos. La Ratonera / 30 106 A todos nos gustaría vivir en un musical El género que ha comenzado ha revitalizar nuestro teatro es sin duda el género musical. Desde que en 1999 se pusiese en escena el musical Grease en el Teatro Lope de Vega, han sido contantes los estrenos y revivals de musicales de éxito. Mamma mia, El fantasma de la ópera, Jesucristo Superstar o el toque castizo con El otro lado de la cama y Hoy no me puedo levantar. Género amado y odiado a partes iguales, se ha convertido en el principal bastión de la Gran Vía madrileña en la última década. Y es que “esa parte ritual de tener que ir a un teatro de la Gran Vía, que se apaguen las luces y que se suba el telón es una experiencia maravillosa” como recalcaba Willy Toledo. El problema está en aquellos que meten a todos los musicales en el mismo saco, como recalcó la veterana Vicky Peña. Y es que “no pueden meter en el mismo grupo a musicales de la calidad dramática de Sweeney Todd con otros como Hoy no me puedo levantar. La música es parte de nuestras vidas y con “sus vibraciones nos hace volar muy alto”. No se trata de un espectáculo musical con unas simples canciones metidas “con calzador”. La base está en que son historias con buenos actores que encima cantan y bailan. En este aspecto de la música como complemento a la propia obra coinciden Peña y Elena Roger, que ha deslumbrado en Madrid con Piaf. No concibo que haya gente a la que no le guste el teatro Paco Valladares vio cómo una leucemia acababa con su trabajo en Llama un inspector. El actor logró vencer en la augusta batalla y volver a las tablas con el mismo montaje. Ahora, reflexiona sobre el teatro, “donde más se trabaja y menos se cobra”. El teatro, ese eternamente enfermo crónico, no nota la crisis tanto como podría parecer. En este contexto de incertidumbre, el teatro se ve como una ocasión para “olvidarte de este momento absurdo en el que vivimos”. Sabe bien de lo que habla. Ahora se mete en la piel de un dramaturgo, otrora de éxito, en Trampa mortal, obra que ha interpretado en hasta tres ocasiones. Un millón de espectadores menos Según recoge el Anuario SGAE de las artes escénicas, musicales y audiovisuales el teatro se ha llevado uno de los mayores batacazos dentro de la cultura. Los datos son claros: se ha pasado de casi 16 millones y medio de espectadores en 2008 a poco más de 15 millones y medio en 2009. Ahora bien, lo cierto es que se ha visto mucho menos teatro en las provincias. En Madrid se vive un momento excelente en cuanto a espectáculos. Desde los más comerciales a los más intimistas tienen su espacio, con amplias diferencias de asistencia, como es obvio. Cosa distinta es si nos vamos al resto de provincias. El problema no reside tanto en los espectadores, que suelen llenar muchas de las funciones según se puede extraer de las palabras de muchos intérpretes consultados; sino en los ayuntamientos. Como siempre, la cultura ha sido uno de los principales recortes en tiempos de crisis. Se contratan menos obras y se paga mal y tarde. Más allá de la mandrágora Los amantes del teatro y por extensión de la cultura en general, 107 Vicky Peña en Sweeney Todd. (Foto de Ros Ribas.) nos contentamos con saber hace unos meses que comenzaba un proyecto audiovisual para nosotros. Se llamaba Cultural.es y la famosa crisis ha hecho que ese proyecto tome derroteros muy distintos. En un principio concebido como canal, desde septiembre se incorporará a la 2 como medida de ahorro. Su director, Pere Roca, se está esforzando en que “los teatreros” encuentren su sitio en este canal. Así, tras la muerte del mítico “La Mandrágora”, se ha creado “Mi reino por un caballo”. Un pro- grama sobre las artes escénicas que pretende ir “más allá” y llegar a “públicos menos elitistas”. Además, consciente de que los espectadores de teatro reclaman más presencia del medio en la televisión, ha recuperado los Estudios 1 con un “formato adaptado al lenguaje audiovisual”. Miremos al futuro El futuro espera. El teatro volverá a levantarse de nuevo para emprender la batalla. El telón se volverá a levantar para crear emo- ciones. Emociones vividas o soñadas. El mundo gira y las historias siguen surgiendo. Esta temporada podremos rememorar a Victor Hugo con Los Miserables, descubrir La fiesta de los jueces o disfrutar con la vanguardia más absoluta que supone la revisión de cualquiera de los clásicos. Brindemos por Valle, brindemos por Shakespeare, brindemos por Ernesto Caballero. En fin, brindemos por conseguir que el telón, pura vida al desnudo, no se baje nunca… Septiembre 2010 se reúnan en el acontecimiento teatral. Y es que “con el directo te vuelves completamente loco, no es algo enlatado”. Juntos, Lifante y De Blas han protagonizado esta temporada Tórtolas, crepúsculo y... telón, un acertado montaje de Francisco Nieva que se vertebra a través del contraste entre la vanguardia y lo clásico. 'Primaverano' pictórico/teatral PRIMAVERANO Arte Teatralidad Pictórico La Ratonera / 30 108 En Madrid, este año, la primavera se ha resistido mucho, el invierno alargaba su sombra constantemente de la mano de la lluvia y el frío. Y sin embargo, la sensación, a nivel de exposiciones relacionadas de algún modo con la escena, era que todo estaba floreciendo y que cuando llegase el verano… maduraría. Más allá de lo expuesto, relacionado concretamente con lo escénico, hubo muchas opciones para ver el trabajo de artistas que, de algún modo, han conseguido que su vida y obra tenga una teatralidad indiscutible. Xavier Mascaró, Maruja Mallo, Miquel Barceló, Carlos Saura, John Berger/Isabel Coixet, Antoni Miralda… Son sólo algunos de los artistas actuales o del pasado que han estado de rabiosa actualidad en los últimos meses, por haber desarrollado una obra llena de rasgos expresivos y conceptuales. Escultores, pintores, cineastas y fotógrafos, escritores o constructores de mundos en el Paseo de Recoletos, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, CaixaForum, Centro de Arte Fernán Gómez, Casa Encendida o Palacio de Velazquez-Reina Sofía, los mejores escenarios del arte. El Paseo de Recoletos de Madrid se convirtió, durante dos meses, en un museo al aire libre para albergar las veinticinco esculturas monumentales de Xavier Mascaró. Piezas realizadas en hierro, inéditas la gran mayoría, procedentes de la última producción del artista español nacido en París y afincado en Madrid y Nueva York. Entre las obras inéditas destacaba Músicos que alcanzaba los cuatro metros de altura y que fue ubicada entre el Museo del Prado y el Jardín Botánico o la barca de diecisiete metros de largo anclada en la confluencia de la Cuesta de Moyano con el Paseo del Prado. Entre Cibeles y el cruce con Prim estaban instalados veintidós guardianes, diez de ellos de tres metros de alto por casi dos de ancho y doce más pequeños, piezas fundidas a partir de una misma matriz, de un mismo molde interior, pero con texturas y oxidaciones diferentes. Las piezas se presentaron desnudas y sin rostro, abiertas a un interior que podíamos observar, con la sensación de poder asomarnos al abismo de esos guerreros venidos de otra época para completar el horror escenográfico de nuestros días. La ministra de cultura, Ángeles González-Sinde, junto al director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez y la presidenta de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), Soledad López, inauguraron la exposición Maruja Mallo, la mayor retrospectiva realizada hasta el momento en torno a la figura de una de las creadoras más relevantes de la historia del arte español del siglo XX. La muestra, producida por la Fundación Caixa Galicia y la SECC, tras su paso por Vigo llegó a Madrid, en concreto al Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, una insti- 109 Esculturas de Xavier Mascaró en el Paseo del Prado, Madrid. (Foto de Pedranocharco.) tución intrínsecamente ligada a la artista, pues Mallo fue la primera mujer que consiguió ser admitida en la escuela de la academia para cursar sus estudios artísticos. Maruja Mallo fue una de las artistas más personales y relevantes de la vanguardia española pero además fue una figura carismática en la escena intelectual del Madrid de las primeras décadas del siglo XX. Íntima amiga de los grandes nom- bres de la poesía española como Alberti, Lorca o Miguel Hernández, su manera de vivir y su personal producción artística la convirtieron en una de las más relevantes pioneras de la modernidad y por supuesto del feminismo, lo que la valió el calificativo de la gran transgresora de la generación del 27. Su arrolladora personalidad y su interesante producción artística, muy ligada al movimien- to surrealista, la hicieron valedora de la admiración de personas tan ilustres como Ortega y Gasset o André Breton. La muestra presentada ha sido la mayor antológica dedicada a Maruja Mallo y con ella se pretendió recuperar la determinante aportación de Mallo a las vanguardias históricas. Ciento treinta piezas entre óleos, dibujos, fotografías y documentación de la época, componían esta fantás- Septiembre 2010 Adolfo Simón Miquel Barceló presentó, bajo el título La solitude organisative, la gran retrospectiva que esperábamos desde hace tiempo sobre su obra. Barceló es uno de los artistas más importantes del arte contemporáneo actual a nivel mundial y pudimos disfrutar de su trayectoria en CaixaForum-Madrid hasta bien entrada la primavera. La muestra reunió ciento ochenta obras entre pinturas, papeles y esculturas haciendo un recorrido cronológico de su trayectoria entre mil novecientos ochenta y tres a dos mil nueve. El objetivo consistía en mostrar las facetas e influencias en su obra. Allí pudimos ver desde las primeras pinturas, donde primaba la materia, hasta sus representaciones de la naturaleza y el ascetismo de su obra en la actualidad. Desde la primera vez que vi un lienzo o escultura de Barceló pensé que su obra era materia para la escena, algo que pudo comprobarse cuando realizó la pieza-performance Pasodoble junto al coreógrafo Joseph Nadj en la que unían al tiempo, danza y escultura en barro. La polifacética actividad de Carlos Saura, desarrollada, además de en el cine, la fotografía, la literatura, el teatro, la danza, el dibujo y la pintura quedó expuesta de manera clara en la exposición Otras miradas realizada en el Centro de Arte Fernán Gó- mez de Madrid. La obra de Carlos Saura hablaba por sí misma y era evidente que entre las piezas seleccionadas por el comisario de la muestra, Asier Mensuro, se intentaba reflexionar sobre una serie de conceptos recurrentes entre los temas que trata, lo que facilitó la organización de dicha exposición en bloques temáticos como, por ejemplo, la violencia y la muerte, las mujeres, la historia de España, la música y la danza, la fotografía y el cine… con el objetivo de mostrar al visitante la totalidad del viaje vital y artístico de Carlos Saura, con la máxima claridad conceptual y por si eso fuera poco, el dibujo y la pintura, que practica en dos modalidades bien distintas, los llamados fotosaurios o fotografías pintadas y sus dibujos con texto, que completaron una muestra de expresividad variada y sorprendente. From I to J fue una exposición interdisciplinar presentada en La Casa Encendida de Madrid que aunaba performance, arquitectura, teatro, cine y literatura. From I to J es el homenaje de Isabel Coixet al escritor británico John Berger. A partir del libro de Berger, From A to X, la cineasta española creó junto a la arquitecta Benedetta Tagliabue una instalación-laberinto de una teatralidad escenográfica apabullante, a ello sumó la complicidad de algunas de las ac- trices más renombradas del cine actual, como Penélope Cruz, Mónica Bellucci, Sophie Calle, Patricia Clarkson, Julie Delpy, Isabelle Huppert, Maria de Medeiros, Sarah Polley, Tilda Swinton y Leonor Watling para sumergir sus voces en una muestra que simulaba una cárcel. En From I to J, los visitantes escuchan en distintas celdas grabaciones de las actrices leyendo algunas de las cartas del libro de Berger. Además, Coixet mostró las fotografías que hizo durante las grabaciones y una pieza filmada por ella donde John Berger reflexiona sobre el proceso que le condujo a escribir From A to X. El veintitrés de junio, el Museo Reina Sofía inauguró la exposición Miralda. De gustibus non disputandum en el Palacio de Velázquez del Parque del Buen Retiro de Madrid, un espacio cerrado desde dos mil cinco que abría de nuevo sus puertas al público con la retrospectiva más importante que se ha hecho hasta ahora de Antoni Miralda. La muestra proponía un recorrido por su amplia trayectoria partiendo de un contexto histórico y artístico global. Desde sus primeras obras y ceremoniales públicos realizados en París en la década de los sesenta, hasta las grandes intervenciones intercontinentales del proyecto Honeymoon realizado entre los ochenta y noventa para llegar al Exposición de Barceló, La solitude organisative, en CaixaForum, Madrid. FoodCulturaMuseum, su proyecto más reciente. Miralda. De gustibus non disputandum se compone de instalaciones, montajes fotográficos, proyecciones de películas, esculturas/monumentos, objetos y dibujos preparatorios. Destaca la presentación de Stomak Digital, una base de datos o archivo digital que pone a disposición del usuario toda la obra del artista hasta la fecha, digitalizada y ordenada por temáticas o tipologías. La obra de Miralda, inseparable de un contexto social y político, es un trabajo de observación del presente, cercano a la etnología. El artista aborda aspectos desatendidos en la práctica del arte, entre ellos el de los alimentos como experiencia artística y la implicación del público participante en el acto creador. En palabras de la comisaria de la muestra, Danielle Tilkin, “a través de acciones ceremoniales, Miralda pone en escena minuciosas coreograf ías, fiestas de los sentidos y de la vida. La ritualización de la comida, su preparación, coloración, ofrenda o consumición, se convierten en magnífica celebración de lo imaginario hecha realidad por centenares de participantes”. Sin duda, un banquete para los sentidos el viaje recorrido a través de la portentosa obra de estos artistas. 111 Septiembre 2010 La Ratonera / 30 110 tica retrospectiva que planteaba un minucioso recorrido por toda la producción de la artista gallega, desde su primera obra importante, fechada en mil novecientos veintisiete, La isleña, hasta sus últimas producciones, más cercanas al constructivismo y a la geometría, como Protoesquema de mil novecientos ochenta y dos. Más de cincuenta años de trabajo en los que Mallo coqueteó con prácticamente todas las corrientes de vanguardia, desde sus primeras obras centradas en la exaltación del deporte y de las fiestas populares y en las que en el vibrante estallido cromático se vislumbraban influencias naif, sus años en Francia donde el surrealismo irrumpe con fuerza en su personal estilo pictórico, el constructivismo que comienza a trabajar a su vuelta a Madrid y un sinfín de matices e influencias que Mallo reinterpretó y asumió como propios creando un estilo del todo personal y totalmente acorde con el arte de vanguardia de cada momento. Además la exposición se completaba con el documental: Maruja Mallo, mitad ángel mitad marisco en el que se recoge su trayectoria vital y artística a través de imágenes de archivo en las que la propia Maruja contaba sus experiencias y performances absolutamente novedosas para la época en que los realizó. Torgeir Wethal, todo un ejemplo La Ratonera / 30 112 El pasado 27 de junio moría el actor Torgeir Wethal, cofundador con Eugenio Barba del Odin Teatret de Dinamarca. Con la muerte de Torgeir muere uno de los actores emblemáticos del teatro europeo como en su día había pasado con la muerte de Ryszard Cieslak, el actor de Grotowski. Conocí al Odin en 1981, al ser seleccionado para participar en Volterra (Italia) en la II sesión de la ISTA (Escuela Internacional de Teatro Antropológico), que dirige Eugenia Barba. Pero en Volterra no estaba Torgeir. A Torgeir no lo conocí hasta que el Odin vino a Asturias en 1983, actuando en Oviedo, Gijón y Avilés. Pero antes de esta presencia, yo ya lo conocía a través de videos y películas. Le había visto, y le seguí viendo infinitas veces, haciendo del famoso “enano” en El libro de las danzas, con la máscara de Sartori, le vi haciendo training, realizando acrobacias..., le vi y traté de imitarlo y su imagen era un estímulo para todos nosotros intentado imi- tar lo inimitable. Y también un enigma, ¿cómo podía andar tanto tiempo en cuclillas, cómo podía morirse el enano con aquellos saltos, aquellos golpes, y sin hacerse daño? Le vi en El Millón con sus ojos vivarachos y su enorme ironía, y con unos saltos que parecían suspenderlo en el aire. Le vi en el Amazonas, en Ayacucho, en la ciudad, en…Y casi siempre en películas que él mismo había dirigido y que eran nuestra envidia y nuestro sueño. Desde el 83 nos hemos visto muchas veces en Madrid, en Valladolid, en Badajoz, en Sevilla, en Francia, en Portugal, en Holstebro. En el año 2008 el Odin actuó en Lugo y no sé si por pereza o por falta de tiempo, no fui a su encuentro teniéndolos tan cerca. Hubiese sido un buen lugar para haber visto a Torgeir por última vez. Pero, ante su vitalidad, ¿quién piensa en despedidas? Desde que le conocí en el 83 siempre recuerdo su constante sonrisa, su amabilidad, su discreción, su humildad, su proximidad. Incluso llegué a hacer un curso con él en Saintes (Francia) y su atención y exquisitez como pedagogo eran más que evidentes. A lo largo de estos 30 años de mi relación con el Odin he visto a Torgeir hacer papeles muy diferentes. Cómo olvidarle en el Inquisidor de El evangelio de oxyrhincus con su voz inimitable, el penitente, casi como un empalado de La Vera, de Kaosmos, el Ulises de Mythos, con su manera de moverse tan particular, o la entrada con la cuerda en el comienzo de Andersen, lo que nos muestra, no sólo de una inmensa presencia escénica, sino un actor con una grandísima técnica y una enorme capacidad de transformación. Y recuerdo, sobre todo, cuando le vi en Badajoz en la demostración Los vientos que susurran. Lo que hacía Torgeir era muy diferente a lo que mostraban el resto de los actores del Odin. Para mi sorpresa su manera de actuar era como de teatro “uso”, transformándose, por momentos, en el Dirk Bogarde de Muerte en Venecia, o así me lo pareció, y abriéndome nuevas perspectivas sobre el trabajo del Odin. Princi- 113 Torgeir Wethal, en Wroclaw (Polonia) en 2005, en la 14.ª sesión de la ISTA. (Odin Teatret & CTLS Archives, foto de Francesco Galli.) pios comunes aunque los resultados sean diferentes. Y ahora, al enterarme de su muerte me doy cuenta de que a pesar de nuestra distancia geográfica y personal, Torgeir siempre ha estado presente en mi inconsciente teatral, en mi formación teatral, en mi sueño teatral. Cómo, sin yo saberlo, fue mi maestro invisible, alguien a quien uno le hubiera gustado parecerse, como actor y como persona. Y aunque con su muerte una página de nuestra vida también se muere, yo estoy convencido de que su ejemplo de lealtad, trabajo y compromiso seguirán estimulándonos para que el teatro no sea únicamente una actividad de mercaderes. Septiembre 2010 Etelvino Vázquez La Ratonera Suscripciones Apellidos .......................................................................................................... Nombre ............................................................................................................ Domicilio ......................................................................................................... Código postal ........................... Localidad ................................................ Provincia .......................................................................................................... Teléfono ..................................... Email ......................................................... Elijo como forma de pago: La Ratonera / 30 GIRO POSTAL dirigido a LA RATONERA. N.º de giro ..................................................... expedido en ......................................... Fecha ............................................. CHEQUE a nombre de Oris Teatro, remitido a la dirección de la revista. TRANSFERENCIA BANCARIA a Oris teatro N.º de cuenta de Cajastur 2048-0049-21-3000143629 Fecha Dirección: Oris Teatro. Av de la Vega 67, 2º. 33940, El Entrego (Asturias) Teléfono: 652869861. Email: [email protected] No hice otra cosa que poner nombres especiales al príncipe, al río, a la isla, insinuándoles a los eruditos que la isla no existía, que la ciudad era un fantasma, que el río estaba seco y que el príncipe no tenía pueblo. Tomás Moro. Utopía Nuestro deseo busca la belleza. Y hay momentos en que ‘eureka’, ‘albricias’, ‘lo encontré’. Estoy conmocionado por cuatro eventos que me han sacudido el alma. Me parece haber dado un importante paso adelante en descifrar el mapa del tesoro que nos describe certeramente la escritora Rosa Montero, quien lo refiere a la infancia, pero que es en la edad adulta cuando podemos completarlo. Paso a desvelarles las pistas, apabullantes pruebas, de que afortunadamente para nosotros Tomás Moro se equivocó, ya que no tuvo la suerte de disfrutar con las actuaciones de quienes les detallo a continuación. Ara Malikian Ensemble, concierto ‘Música Zíngara’ en la 115 Ara Malikian Ensemble. Plaza de la Constitución de Comillas, 25 de julio de 2010. Esta agrupación de cuerda liderada por el prodigioso violista armenio nos puso los pelos de punta y consiguió poner en movimiento los corazones y los pies de cuantos pudimos gozar con la música de esta raza originaria de la India. La energía que irradiaron con los distintos registros de su música cautivó. Hubo diferentes momentos memorables, sin duda que uno de los más aplaudidos resultó “Canción que me cantaba mi madre”. El violinista además nos agasajó con su particular visión oral y divertida del éxodo gitano, en un recorrido que hizo escalas en el este europeo, antes de recalar en nuestra tierra y América. La temática merece un estudio en profundidad y divulgativo de este pueblo vinculado Septiembre 2010 Datos del suscriptor: Firma Cuando sopla el duende Francisco Martín Medrano Deseo recibir en mi domicilio tres números de LA RATONERA al precio de 15 €. Como regalo recibiré un libro de la colección “Deus ex machina Teatro”. 114 CIRCO CIRCO CIRCO Alicia Trueba, en el aro aéreo, y Raúl Alegría, mago, artistas del Circo Perdido. (Fotos de Vicente Ansola.) do tiene una atmósfera deliciosa y genuina con música en directo, de Cristian Londoño y su banda. Un conjunto de completos artistas encabezados por Alicia Trueba borda el hilo argumental: el mago Raúl Alegría, la cantante Marta López, la trombonista Aurora Alifouco, el contador Alekos, el contrabajo Francisco Javier García y el actor de sombras Nelson Jara. Estamos ante un espectáculo muy divertido que, aun con guiños de cabaret, es para todos los públicos. Humor y ternura, maravillosa receta la de estos luchadores, a los que el temporal no les impidió poner en pie al público al final de sus representaciones. En el Festival de Perpiñán, pudimos reencontrarnos con la de- licia ‘El Circo Invisible’ de Victoria Chaplin y Jean-Baptiste Thiérrée. La hija de Charlot nos volvió a mostrar por qué fue capaz de escaparse con el mago y dejar a su padre tirado en la que iba a ser su última película. Sus creaciones tienen un ritmo lento que permite paladear su personal visión onírica de los objetos y del mundo. Es una deliciosa metáfora de la creatividad y la belleza. Consiguen con maestría de adultos inventar con pureza y autenticidad de niños. Con la única escenograf ía de una pista circular nos ofrecen universos de sombrillas, ruedas de bicicletas, maletas… Acompañados de conejos y patos son hombres orquesta que consiguen una particular visión del transformismo. Son el máxi- A la izquierda uno de los números de El Circo Invisible. A la derecha el compositor Carlos Galán. (Foto de Pilar Toro.) mo exponente del circo poético de autor. Y como perla de este cofre el compositor Carlos Galán, quien presentó en el madrileño Teatro de la Zarzuela a.Babel, Op. 70. Historias de un manicomio. Esta ópera cómica congregó a destacados especialistas como Antón García Abril y Tomás Marco. Y no es para menos, porque independientemente del estilo, moderno con guiños magistrales a lo clásico, nos devela a un entusiasta y destacado portento, probablemente cercano a la genialidad. Carlos Galán se mueve como pez en el agua en un complejo montaje del que es además autor del libreto, director de escena y mu- sical de: la Orquesta de la Comunidad de Madrid, el coro del Teatro de la Zarzuela, su grupo ‘Cosmos 21’, las sopranos Elena Rivera y Milagros Poblador, la mezzosoprano Marina Makhmoutova, los tenores Antoni Comas y Jesús Aladrén, los barítonos Enrique Sánchez-Ramos y Carlos London, los bajos Xavier Ribera-Vall y Abel García, así como el cantautor Currito de Barbate. El Grupo de danza ‘Laboratorio’ completa un muy interesante cartel. Mención especial merece la trapecista Graziella Galán, que destacó en su polivalente discurso aéreo —cuerda vertical, trapecio y caminar por el techo—, siempre supeditando su quehacer en pro de la obra conjunta; advertimos que de alguna manera estamos ante un homenaje mutuo entre Carlos y Graziella, maestros de la sensibilidad. Estamos convencidos de que el bel canto tiene en Carlos un innovador que hará las delicias del nuevo director del Teatro Real, quien apuesta por la ópera de vanguardia. Verle al frente de todo este tinglado imponente nos contagia pasión por aquello que él tanto ama. Uno no quiere perderse ninguna producción de estas personalidades de la escena actual para seguir buscando aliento al vivir a través del duende lorquiano, del cual ellos son responsables depositarios. 117 Septiembre 2010 La Ratonera / 30 116 estrechamente al mundo de titiriteros y cirqueros. Ojalá historiadores rigurosos y comprometidos como Genís Matabosch investiguen el periplo de esta raza y nos desgranen las claves de una aventura apasionante, de la cual Ara Malikian musicalmente nos ha puesto la miel en los labios, quien además es un gran hombre espectáculo. ‘El Circo Perdido’, primera producción en carpa del ‘Café de las Artes Teatro’, se presentó en junio dentro del recinto del Palacio de la Magdalena de Santander. Si ya esta compañía nos atrapa en otros escenarios, bajo la lona adquiere tintes de inusitada hermosura. Un pequeño circo sobre césped es de por sí atrayente, más aún si además su conteni- 118 materia crítica. formas de ocio y de consumo en la cultura áurea Enrique García Santo-Tomás (ed.) Iberoamericana, 2009. 428 págs. La Ratonera / 30 Marcelino J. Suárez Ardura Cada vez es más frecuente la publicación de libros formados por la acumulación de diferentes aportaciones y trabajos de distintos autores. Tienen estas obras la virtud de mostrar el estado de la cuestión de un tema determinado desde la perspectiva que pueda ofrecer una gran variedad de disciplinas o desde el punto de vista de las diversas corrientes, paradigmas o escuelas que constituyan el campo de batalla de una misma categoría. En este sentido, seme- jan a las actas con las que se pretende materializar las intervenciones en encuentros, jornadas y congresos; no ocultan tampoco su parecido con los números monográficos de señaladas revistas especializadas, que procuran la concurrencia de los investigadores más prestigiosos para tratar ciertas cuestiones consideradas a veces cruciales o de actualidad. Ya no hace falta convocar el congreso, ni organizar el seminario o el coloquio; la llamada telefónica y el correo electrónico son tecnologías suficientes para coordinar la publicación de tales obras. Sin duda, a este género bibliográfico pertenece el cuidado volumen Materia crítica. Formas de ocio y de consumo en la cultura áurea, publicado por editorial Iberoamericana en 2009 en edición de Enrique García Santo-Tomás, que comentaremos a continuación. Instituciones culturales e ideología en la España aurisecular Materia crítica acoge, bajo el motivo común de las formas de ocio y de consumo en la cultura del Siglo de Oro, a diecisiete autores que nos presentan diferentes estudios relacionados con la llamada cultura material de los siglos XVI y XVII en España. Una temática claramente vinculada a lo que, desde las disciplinas históricas, se ha venido denominando historia cultural, después del giro antropológico que está anegando determinadas parcelas de la Historia. Y sin embargo, sólo nominalmente estamos ante un campo categorial homogéneo porque, como se comprueba en los trabajos aquí agrupados, la verdadera característica es la heterogeneidad de los términos referenciales, la diversidad de los recursos metodológicos y la discontinuidad de los campos explicativos configurados. Enrique García SantoTomás en la introducción con la que abre la obra reconoce tal característica: “El presente volumen reúne una serie de artículos de naturaleza y temática diversa con el propósito de reflexionar sobre los modos de consumo más significativos de la España de los siglos XVI y XVII.” (Pág. 11). En realidad, para ser rigurosos, los únicos puntos comunes que ca- Luisa de Padilla y María de Guevara (Nieves Romero-Díaz), verificando su “discurso familiar” en tanto que ideología orientada a la restauración de los valores de la nobleza; se aborda el estudio de la fiesta de los toros (María del Valle Ojeda Calvo) a través de las obras de teatro de Lope de Vega y de Tirso de Molina, resaltando la importancia de la misma y mostrando cómo sus distintos aspectos sirven para la construcción de la acción dramática; o se investiga cómo la visión foránea de los modos y formas de ocio en la España del diecisiete (Jesús Pérez-Magallón) adolecía de un sesgo partidista vinculado a la configuración geopolítica de la pérdida de hegemonía de España. En la tercera parte (El arte de acumular: libros, pintura, coleccionismo) se aborda en otros cuatro trabajos el análisis de dos instituciones culturales características del Siglo de Oro español: el libro y el bodegón. De un lado, como hace Héctor Urzáiz Tortajada, señalando la importancia del libro impreso durante el periodo barroco como objeto de veneración o, como Arantza Mayo pone de manifiesto, constatando el predominio del libro religioso en las bibliotecas de la España aurisecular, generalizado por todos los estamentos sociales. De otro lado, a través del estudio de los bodegones (Javier Portús) como fuentes para el análisis histórico cultural de un periodo tan dif ícil como el del barroco, señalando su compleja red de significados, relacionados con el estatus social y la riqueza; y confirmando cómo los bodegones poéticos se insertan en una tradición literaria clásica en vez de proceder de fuentes populares o realistas (Antonio Sánchez Jiménez), a través del análisis de las listas de frutas y verduras que aparecen en el Isidro de Lope de Vega o en la Fábula de Polifemo y Galatea de Luis de Góngora. Ya la cuarta parte (El lujo y la cultura de la imagen) dedica tres trabajos a analizar otras tantas cuestiones relacionadas con los objetos de lujo y los condicionantes simbólicos que estos pueden ir adquiriendo en distintos contextos sociales. Primero, Bernardo J. García García se centra en una fuente historiográfica como las “licencias de paso” para describir un detallado cuadro sobre los regalos de lujo y la actividad diplomática. Elena del Río Parra estudia los artículos de lujo demandados por la sociedad de los siglos XVI y XVII, desvelando cómo afectaron, al menos desde el punto de vista ideológico, a la sociedad del Siglo de Oro al mudar la jerarquía de los objetos y remitir su valor a la posición de quien los posee. Y por último, el fenómeno de los 119 Septiembre 2010 Libros y revistas bría reconocer son dos: en positivo, las coordenadas espaciales y temporales relativas al Imperio Español de los siglos XVI y XVII; en negativo, la heterogeneidad de las coordenadas gnoseológicas y, acaso, filosóficas. El conjunto de la obra aparece estructurado en ocho partes según las cuales se ordenan los diferentes contenidos, más o menos en virtud de la mayor afinidad de los asuntos. Comienza, pues, con una Introducción a cargo de Enrique García Santo-Tomás quien ofrece en rápidas pinceladas un cuadro general de la misma, a la vez que plantea los problemas metodológicos con los que se encuentran los estudios de la llamada cultura material: utilización de nuevas fuentes para los análisis culturales, relaciones sujetoobjeto, antecedentes históricos e importancia de la interdisciplinariedad. Le sigue una segunda parte (Visiones del ocio urbano) donde se agrupan cuatro artículos que abordan cuestiones relacionadas con la vida cotidiana, las ceremonias y fiestas populares, las ideologías morales y el teatro. Así, se ponen de manifiesto los vínculos entre literatura y juego (Pedro Ruiz Pérez) en relación con el tejido social que cristaliza en la era moderna; se analizan las propuestas reformadoras de La sexta parte (Textos entre[tejidos]) nos ofrece tres análisis que relacionan la producción textil y la construcción ideológica. En primer lugar, y desde una perspectiva teórica y metodológica, Encarnación Juárez-Almendros señala la importancia de la producción y consumo de los vestidos, los tejidos y las decoraciones en Europa a partir del siglo XVI de cara al conocimiento histórico (por ejemplo, como expresiones ideológicas). Marcella Trambaioli analiza la visión que el teatro español tiene de las ciudades italianas, descubriendo los clichés con que éstas quedan connotadas y demostrando que la literatura, una vez más, utiliza una lógica (tópica) sin nada que ver con la realidad. Finalmente, el análisis de la obra de Tirso de Molina, Don Gil de las calzas verdes, de María M. Carrión nos muestra la textura ideológica que envuelve esta pieza, señalando cómo a través del objeto de las calzas verdes (en tanto que el elemento crítico) se proyectan los conflictos relativos al género/sexo y al vestido, a la vez que se ponen de manifiesto los fluctuantes valores con respecto a la sangre, los linajes, el lujo, el dinero y la belleza. Por último, el volumen se cierra con las partes séptima y octava donde se ofrece al lector respectivamente una interesante bibliograf ía ordenada por temas (de carácter general, sobre ropa y accesorios, sobre comida y banquetes y hábitos alimenticios, relativa a juegos y al acto de jugar, de consumo de arte y coleccionismo y sobre el libro) y una breve reseña bibliográfica de cada uno de los colaboradores. Unidad y distinción de las ciencias Materia crítica. Formas de ocio y de consumo en la cultura áurea ofrece, pues, una colección de artículos sobre las formas de ocio y consumo de la España aurisecular relacionándolas con una gran multiplicidad de instituciones culturales y desvelando su funcionalidad social. Es la perspectiva efectiva del estudio de la sociedad, bien que a una escala histórico-cultural y microsociológica que pone de manifiesto las ideologías que envuelven la dinámica cultural de tales instituciones (los juegos, el teatro, la fiesta de los toros, el libro religioso, el bodegón, el intercambio de regalos, los objetos de lujo, el coche, los alimentos, el tabaco y la ropa), la que confiere un mismo tono a la obra. Con todo, desde nuestro punto de vista —situado en un plano gnoseológico—, no cabe ver este trabajo colectivo como el resultado de la comunión de una pluralidad de aportaciones psico- lógicas, antropológicas, literarias, sociológicas, históricas, de género, etc. más que intencionalmente. Tales aportaciones quedan disueltas dando lugar unas veces a sociología del conocimiento, otras a historia social y cultural y aún otras a análisis filológicos. Esto no significa que no reconozcamos que aquellos campos disciplinares y corrientes metodológicas puedan ofrecer, como de hecho lo hacen, importantes apoyos para los análisis históricos aquí contenidos. Pero deben ser interpretados, si nos atenemos a un punto de vista estrictamente gnoseológico, como partes materiales más que como partes formales. Consecuentemente, es la misma perspectiva gnoseológica la que nos obliga a distanciarnos del planteamiento reflexivo de Enrique García Santo-Tomás según el cual se interpreta este volumen en términos de interdisciplinariedad. A nuestro juicio —y al margen de la valoración que podamos hacer sobre el contenido del libro—, en rigor, no hay tal interdisciplinariedad, si con ello se quiere sugerir la eliminación de las fronteras entre las disciplinas o categorías científicas. La perspectiva que supone la disolución de las fronteras entre los distintos campos categoriales parte de una visión de los mismos exclusivamente en términos de instituciones sociales y, por tanto, entiende la formación de las disciplinas como resultado de las convenciones pragmáticas de las comunidades de científicos (de los departamentos universitarios). Al contrario, son las categorías científicas las que al constituirse nos permiten hablar de comunidades científicas y no al revés. En realidad, cuando se habla de interdisciplinariedad (emic) se está diciendo algo oscuro y confuso, porque, a la vez que se pretende disolver los límites constitutivos de las diferentes disciplinas, se está reconociendo efectivamente su existencia. La interdisciplinariedad es una ciencia buscada. La variedad y pluralidad temática de Materia crítica. Formas de ocio y de consumo en la cultura áurea no implica interdisciplinariedad —salvo en un sentido débil— por muy de moda que esté esta palabra. Ahora bien, esto nos lleva a toparnos con el término “cultura material” para advertir ya no sólo el hecho según el cual toda forma de cultura es material y que, por lo tanto, dif ícilmente quepa hablar de cultura material como si hubiera instituciones u otras formas culturales que no lo fueran —como si hubiera una cultura inmaterial o espiritual—, sino que los análisis de la llamada cultura material no cobran su categoricidad gnoseológica en tanto que cultura material misma, porque no es el objeto el que conforma las ciencias. Consiguientemente, es un vano empeño el de insistir en su no disciplinariedad ya que la sola existencia de términos fisicalistas (objetos de cultura material) no puede conferir, por sí misma, estatuto gnoseológico a una disciplina sin tener en cuenta otros componentes sintácticos semánticos y pragmáticos concatenados diaméricamente. No hace falta, pues, tener que afirmar que el análisis de la cultura material tiene que caer bajo una categoría científica que la englobe en un único cuerpo gnoseológico para negar esto, dado que de hecho son numerosas las disciplinas que contienen en sus respectivos campos componentes materiales y formales que involucran a la cultura material, y, por tanto, tener que postular la interdisciplinariedad. Basta con reconocer que las instituciones culturales —las instituciones religiosas, sociales, artísticas, etc.— desbordan en todo momento los campos categoriales, porque su análisis no se agota en los mismos, y que precisamos necesariamente de una perspectiva que es “no disciplinar” pero tampoco interdisciplinar. Mas argumentar esto excede los límites concedidos para esta reseña. 121 Septiembre 2010 La Ratonera / 30 120 coches, como producto urbano y cortesano del siglo XVII, es abordado por Alejandro López Álvarez mediante un detallado análisis de normas y reglamentos que nos permiten conocer su función social como elemento de exclusividad y distinción tanto en la metrópoli como en las Indias. El apetito de lo prohibido (Quinta parte) profundiza en la dimensión social e ideológica que envuelve al consumo de productos tan cotidianos como los alimentos y cuestiona el papel de la literatura como un documento histórico directo, descriptor de determinadas realidades. Así, en primer lugar, Alfredo AlvarEzquerra nos muestra cómo los cambios que se producen a finales del siglo XVI repercuten en la estratificación social, ocasionando casi de inmediato demandas de reforma moral o de remoralización de la sociedad, lo cual repercutiría en una serie de medidas encaminadas a la reforma de las costumbres, marcando espacios y usos e imponiendo una nueva fiscalidad. Por su parte, Santiago Fernández Mosquera, partiendo de la vida y de la obra de Francisco de Quevedo, nos muestra que la literatura no recoge un fenómeno histórico-cultural como la difusión del tabaco con la verdadera fuerza que se derivaba de su implantación. Lluis Portal Editorial Universos Coleición puru teatru n.º 1 Mieres, 2009, 78 páxines Premiu Uviéu de Teatru 2007 La Ratonera / 30 122 Chechu García L’escritor Lluis Portal estrénase na dramaturxa asturiana con Oh, 36! testu en cuatro actos que tien la guerra civil española como telón de fondu y que ta inspirada na vida del médicu y escritor maliayés Carlos de la Concha. L’escenariu ye únicu, la casa asturiana onde demientres dellos meses vivió escondíu Don Carlos, metíu nun abellugu nel suelu p’afuxir de la persecución del dirixente anarquista y masón Cristóbal Cano. L’aniciu presenta una familia conservadora con Doña América, muyer mui católica y esposa de Don Carlos, y la so criada Ciriaca, dambes les dos apolmonaes poles ción del teatru popular asturianu. La guerra civil ye una apuesta perinteresante del autor qu’abre camín a futuros trabayos qu’afonden nun pasáu tan cercanu como poco andáu pol nuesu teatru. Con Oh,36!, la Editorial Universos abre con ésitu la so coleición “puru teatru”, una primer pieza de calidá qu’esperemos marque’l nivel del restu de testos dramáticos que se publiquen na coleición. poison Lluis Portal Editorial Universos Coleición puru teatru n.º 2 Mieres, 2009, 56 páxines Premiu Uviéu de Teatru 2008 Ch. G. Tres muyeres coinciden nuna casa y descubren qu’amen a un mesmu home, un home que les ta engañando: Fernando. Esti ye’l filu argumental de Poison, una obra en tres actos que ye’l segun- du trabayu dramáticu del escritor Lluis Portal. Cristina, queda citada en casa d’Ana, nel diálogu ente les dos muyeres va a descubrise que Cristina ye l’amante de Fernando y Ana la so esposa. La noticia, que les garra por sorpresa, fai que los discursos de venganza y llerza pol engañu s’eleven a un primer planu. Entantes, llega Maya, una mocina que tá embaranzada de Fernando lo que va a enguedeyar la escena averándola al vodevil. Pero lo que lleva camín d’una comedia al usu, va a camudar nel tercer actu, onde l’autor introduz toles claves del teatru de misteriu, con un crime ensin esclariar (l’asesinatu de Fernando), con un planteamientu de calter xeneral nesti tipu de teatru detectivescu (onde nun falta nin el policía inquisitivu y roceanu: l’inspector Pedrayes), con estes blimes alredor de los papeles protagonistes de tres muyeres engañaes y un policía, muévese Poison, pieza que lloñe d’algamar les sos velenoses y deductives intenciones dramátiques, queda curtia en planificación y resolución, échase en falta un afondamientu mayor, quedando’l final albentestate. Mentar tamién dellos xiros y usos castellanos que resten potencialidá y frescura a dalgún de los personaxes. Anque Poison foi merecedora del Premiu Uviéu de Teatru nel añu 2008, ye una obra menor que nun algama l’altor que’l so autor, Lluis Portal, mos regalare en Oh, 36! Taremos mui sollertes a futuros proyectos de Lluis Portal, un autor que sorprendió col so primer trabayu y que pué ser ún de los nomes de la renovación del teatru n’asturianu. thule Josep Carles Laínez Academia de la Llingua Asturiana Coleición Mázcara n.º 14 Uviéu, 2010, 68 páxines Premiu al meyor testu teatral Academia de la Llingua 2008 Ch. G. Thule ye’l tercer trabayu n’asturianu del autor valencianu Josep Carles Laínez, una pieza estremada en ocho escenes, que tien como motor dramáticu la búsqueda vital. Seis personaxes masculinos representaos por dos actores, van a aporfiar por atopar Thule, una tierra maxinaria pero real, que pué ser una islla nel árticu, una llinde nes emociones de los amantes o un barcu que torna a casa. Laínez apuesta por un teatru averáu a lo esperimental que se fai duru pal espectador y tamién en dellos momentos pal llector, la so voz dramática sigue una mena de ritu alloñáu del mundu real, con cantos dialécticos a la nada onde nun esiste un discursu pragmáticu, namás duldes, entrugues y glayíos de desesperación. Dos marinos atrapaos pol xelu nun barcu, ven visiones, pantasmes, sienten la fría gadaña del olvidu; dos amantes que raspien lo imposible del amor y un llargu recorríu, casi eternu pa poder volver al hogar, son les tres histories que s’entemecen nun universu de silenciu y negrura. P’afitar más esta señaldá vital, l’autor usa dos espacios dixebraos nel escenariu, con dellos diálogos onde los personaxes qu’intervienen nun falen ente ellos. Thule ye una pieza con más cuayu que’l so primer trabayu n’asturianu Elsa metálico (ALLA, coleición mázcara, 5) de 1998, si naquella el vaciu, el silenciu y la soledá yeren la exa, nesti Thule síguese un camín más culturalista ya interesante, con personaxes de toque helenísticu que yá apaecieren en obres anteriores, Últimes hores d’Hefestión en Babilonia (La Ratonera, 17). 123 Septiembre 2010 oh, 36! presiones del comité y cola rocea de que se descubra la gatera del suelu onde tienen l’agospiu. Con esta trama y unos personaxes mui medíos, Lluis Portal ye quien a esquivar el documentalismu historicista, llevantando una obra sólida y bien armada, onde los datos salten del testu de forma natural, calteniendo un ritmu mui dinámicu. Choca y ye un puntu a favor que’l represaliáu, nesti casu, yelo de la república, lo que vien a frañer el clixé y da una visión más global de la inxusticia y deshumanización qu’hai en toa guerra. Anque la obra ta enllena de dramatismu, tien dellos chisgos humorísticos bien consiguíos que-y dan al conxuntu del testu un equilibriu mui acertáu. Ciriaca, la sirvienta, vien a furrular d’elementu cómicu moderáu, llogrando amatagar l’escesu de dureza. Amás, l’anécdota del santu que salven de la quema de la ilesia y guarden en casa tou tapáu y del que namás se ve un puñu n’altu saliendo pente les mantes, va a dar un xuegu dialécticu mui prestosu. Quiciabis el discursu que l’anarquista Cristóbal Cano, vencíu y derrotáu, tien con Don Carlos al final de la pieza seya lo más meyorable de la obra, pidiendo’l llector un “tour de force” de más altor ente los dos enemigos. Polo demás, Lluis Portal llogra con esta obra un pasu más na moderniza- aullidos y humareda. las ratas van a la oficina Lola Roel Espiral/ Teatro Editorial Fundamentos, 2010 Néstor Villazón La cita de Nietzsche que abre el volumen (“Libertad, tal es vuestro rugido predilecto”) nos pone sobre la pista de cómo es el teatro discursivo de Lola Roel, una consecución de diálogos estudiados y analíticos con barrenderos-poetas, escritores que juegan a asesinos, funcionarios que desconocen sus trabajos y hasta un gato llamado Zarathustra que hace su entrada con la siguiente afirmación: “Ciertamente, la luna tiembla esta noche de forma especial”. Su teatro no es un teatro de acción visible, sino que los conflictos son siempre interiores: nacen por y para la observación de la experiencia. En el primero de sus textos, Aullidos y humareda, la naturaleza de los mismos radica en la universalidad del conflicto humano, por lo que no se adhieren o especifican en una sola obra, sino que la obra es muchas veces la excusa para dicho análisis. Si atendemos a su argumento —la extraña conversación de un barrendero y un gato, junto con la muerte de un librero sirven como apertura de la obra— , veremos que no hay un conflic- to argumentalmente trascendente —no al menos en el plano externo—, sino el análisis de un conflicto, la lucha del ser humano con su propio yo, que a su vez son todos los conflictos imaginables. La segunda de sus obras, Las ratas van a la oficina, se centra en una cuestión más social —desconocemos si la analogía con aquella conocida serie de televisión es provocada o no—, en una crítica a los organismos públicos, inmersos en un sistema acomodaticio que hace pasar los días entre cuestiones ineficaces —se dirime durante casi toda la obra sobre qué hay que tirar a la basura, lo que más adelante servirá como metáfora—, pero en los que la falta de interés ante cuestiones de carácter general perjudica en última instancia a las de carácter particular, que no ven apoyo ni salida. Deshacerse de una basura en la oficina de la cual no es necesario deshacerse, para seguir haciendo nada. Situación absurda que nos remite a lo absurdo y cruel de nuestra sociedad, con unos personajes que ya adelantan el tono de la obra: Tutú, Ilegal, Alter, Ego… Una situación de quietud de los organismos estatales, reflejo de la posible quietud del país, en un teatro, el de Lola Roel, dominado por las referencias filosóficas y el tono poético de sus elucubraciones, que no busca salida a los pro- blemas que plantea, sino que los muestra para que cada espectador o lector sea el crítico de su propia naturaleza. outside (Teatro poético 2006-2009) Roberto García de Mesa Espiral/Teatro Editorial Fundamentos, 2010 N. V. Si tuviéramos que definir en una palabra el teatro poético de Roberto García de Mesa quizá sería la de “búsqueda”. Siempre muy cerca del género performático, su teatro es más una sugerencia que una afirmación, o mejor dicho, una exposición parcial de los hechos que produce diversas interpretaciones de carácter general en cada uno de los espectadores. Como decía Voltaire —y que aquí el autor rescata en una de sus obras— “el secreto de aburrir a la gente consiste en contarlo todo”. Ya en su prólogo advertimos que nos encontramos ante un poeta: “En este libro he pretendido dialogar sobre todo con la palabra poética más viva, desde la voz, desde el grito, y no tanto desde la acotación”. Incluso él mismo se refiere a la pertinencia en su teatro de esa generación perdida de la escena de vanguardia española, que se utiliza sobre la base de clásicos como Artaud, Jarry o Koltès. Por lo general, nos encontramos ante un teatro condicionado en gran medida por el momento histórico en que vivimos, con referencias y críticas al mundo bélico, político o de corte social, esto es, cotidiano. Esto no excluye la incursión en otros más personales, como puedan ser los de El no-actor —quizá uno de sus textos más sobresalientes— o Isla mínima. La suavidad melódica de su teatro poético contrasta con lo áspero de su temática, que persigue permanentemente una reacción en el espectador. Un teatro en el que la interacción con el público siempre está latente, si bien no por lo general de una forma agresiva, directa, sino como ocurre en Hamlet Post Scriptum, donde el príncipe de Dinamarca exclama: “Un espectador que sepa mi nombre./ Un espectador que cumpla con mis expectativas./ Porque esto es una comedia. / He cifrado mi éxi- to.” La brevedad es también nota predominante en los quince textos que completan el volumen, si bien —como ya decíamos— estos se ven acompañados y necesitados de una coreograf ía escénica. En Bestiario nos dice en su única acotación: “Esta obra, en realidad, es como una instalación artística”. Con la amarga ironía que destilan sus textos (“No se arriesgue con el teatro contemporáneo”, Meditaciones en), termina, siempre, brindando el propio texto a su interlocutor: “Todo lo que hemos contado aquí./ Todo lo que hemos olvidado/. Lo que no hemos dicho, lo han dicho ustedes” (Outside). 125 fedra Juan Mayorga KRK Ediciones Colección A Escena Oviedo, 2010 Eva Vallines Que un autor de la talla de Mayorga haya decidido hacer una Septiembre 2010 La Ratonera / 30 124 De la cultura griega van salir les figures protagonistes de Thule, el famosu marín Piteas, un erastés y un erómenos, arquetipos de l’Atenes clásica que van furrular como un adultu que tresmite al xoven les virtúes y saberes nuna rellación homoerótica con unes llindes mui marcaes pola sociedá. Too ello va a facer qu’anque les intenciones de Thule seyan más metafísiques que dramátiques y magar la enorme dificultá de llevar esti tipu de teatru a les tables, la so llectura nun resulte abegosa, atopando nella rellumos d’un pensamientu que s’avera a les grandes entrugues y a la verdá. Thule fai´l númberu catorce de la coleición Mázcara de l’Academia de la Llingua Asturiana, coleición que dende 1994 vien ufiertando un garrapiellu de títulos onde s’amuesa la evolución del teatru escritu n’asturianu nes dos últimes décades. en la cual Fedra se presenta como una mujer desvergonzada que revela su amor descaradamente a Hipólito, al que acarrea la perdición con su falsa acusación. Debido a la reacción negativa del público, Eurípides compuso otra versión, Hipólito coronado, que es la que hoy en día conservamos y en la que Mayorga se basa principalmente. Sófocles y Licofrón también compusieron una Fedra. De ellas sólo se conservan muy pocos fragmentos, aunque sabemos que influyeron en la de Séneca. La versión del mito que presenta Séneca también va a marcar de forma importante la obra de Mayorga, empezando por el título (aunque ya toda la tradición, a partir de Séneca concede el título a la heroína y desplaza a Hipólito, si exceptuamos el Hipólito de Garnier, en 1573). Ovidio le dedicará a Fedra su Heroida IV. En el neoclasicismo la Fedra de Racine retoma el mito introduciendo nuevos ingredientes, como el personaje de Aricia. Ya en época contemporánea destaca la Fedra de D’Annunzio, que celebra el triunfo de la pasión. En España van a ser importantes las de Unamuno, Villalonga y Espriu. Más recientemente, autores como Domingo Miras y Lourdes Ortiz han escrito una Fedra revisando el mito y por último nos encontramos las aportaciones más actuales, de Raúl Hernández y Sa- rah Kane, en las que hay una labor de deconstrucción de la base mítica tradicional. La Fedra de Mayorga es una obra de creación propia a partir de los materiales que le ofrecen principalmente Eurípides, Séneca y Racine. No es una adaptación, como la que realiza Unamuno al transponer los personajes a la época contemporánea, al modificar el final (Hipólito no muere, sino que tras conocerse la verdad se reconcilia con su padre) y al introducir la religión y el arrepentimiento cristiano en el personaje de Fedra. Mayorga realiza una reescritura del mito que lo actualiza sin necesidad de transposiciones temporales. El propio Mayorga afirma: “no hemos querido actualizar la fábula pues el mito siempre es actual”. Y realmente estamos ante un texto plenamente actual, por la fuerza de los personajes, por su verdad y por la tragedia atemporal de sus sentimientos. No se dan en esta obra coordenadas espaciales ni temporales, no se menciona época ni lugar, ni falta que hace. Mayorga elimina, respecto a la versión de Eurípides, los personajes de las diosas Afrodita y Ártemis (que abren y cierran la tragedia euripidea), los coros y el mensajero. En su lugar introduce nuevos personajes, como Acamante, el hijo de Fedra y Teseo, que no aparece en ningu- no de sus predecesores y que es quien presenta los sentimientos más puros, recordándonos en su escena de lucha con Hipólito a la pareja Aquiles-Patroclo. De Racine toma el dar nombre a la nodriza, Enone, y el personaje de Terámenes, aunque allí es el preceptor de Hipólito y aquí su mejor amigo. El personaje de Enone adquiere en Mayorga una importancia estratégica, pues será quien aliente esperanzas en el corazón de Fedra e intervenga para tratar de convencer a Hipólito de que ceda a los deseos de su ama. Esto también ocurría en Eurípides, si bien en éste Fedra nunca revela su amor directamente a Hipólito y de hecho su encuentro es fugaz, no llegan a dialogar. Ni siquiera asistimos a la conversación de la nodriza e Hipólito, sino que en una sabia elipsis, Eurípides sólo nos muestra lo que Fedra escucha tras una puerta. Mayorga, siguiendo a Séneca y Racine, nos ofrece en la escena 8 el encuentro entre Fedra e Hipólito, en el que ésta le confiesa su amor, y que constituye uno de los puntos álgidos de la obra. Otro aspecto en el que Mayorga sigue a Séneca es en situar a Teseo en el Hades, lo cual exculparía en parte a Fedra, pues lo cree muerto. A su regreso de los infiernos, Teseo, tanto en Mayorga como en Séneca, encuentra aún viva a Fedra, mientras que en Eurípides ya se ha ahorca- do dejando una tablilla inculpatoria, que desencadena el trágico final de Hipólito. Al igual que en Séneca, la Fedra de Mayorga, tras conocer la muerte de Hipólito a causa de la maldición lanzada por su padre, revela la verdad y se da muerte con la espada, uniéndose por fin al cadáver de Hipólito y culpando a Teseo y al destino del trágico final de ambos. Nuestro autor presenta rasgos nuevos en los dos protagonistas, Hipólito no es el joven orgulloso que peca de hybris en la tragedia euripidea, sino que incluso en la escena 11 se atisba una posible rendición a los efectos del amor. Fedra, es exculpada en parte, pues ella nunca estuvo de acuerdo en revelar su incestuoso amor y sólo accede a culpar a Hipólito a instancias de la nodriza, como ocurre en Racine, con el único fin de tratar de salvar a su hijo. Se humaniza de esta forma a unos personajes que sufren las consecuencias de un amor loco que violenta las leyes morales y les llevará a la destrucción. Otros temas que aborda este drama son el problema político de la sucesión, la misoginia de la época, de la que se duelen Fedra y Enone, el poder de las palabras: “eso es lo que destruye a las familias y a los pueblos: las palabras”, que son las que van modificando la acción a lo largo de toda la obra, a través de diálogos breves y brillantes y decisivos monólogos. Un texto con grandes dosis de poesía, pero con una sencillez que llega al corazón del lector/espectador y con un ritmo dramático impecable, marcado por una ágil y dinámica sucesión de escenas. Una obra recomendable para todos los interesados en revivir un mito inmortal de la mano de un autor capaz de convertir las palabras en espectáculo. 127 teatro promoción resad 2009 Espiral/Teatro Editorial Fundamentos, 2010 E.V. La editorial Fundamentos lleva desde 1999 publicando los trabajos de los alumnos recién licenciados de la especialidad de Dramaturgia de la RESAD. En el presente volumen, Lola Blasco, Antonio Sansano, Óscar Guedas y Laura Rubio han optado por incluir sus trabajos del Taller Fin de Carre- Septiembre 2010 La Ratonera / 30 126 versión de un clásico, es una oportunidad para disfrutar de uno de los mitos que más juego ha dado a lo largo de la historia. El fatídico amor de Fedra hacia su hijastro Hipólito tiene paralelos en otras culturas, como el tema de Putifar, que encontramos en el Génesis y en las literaturas egipcia, hitita, mesopotámica, india y persa. La variante con incesto, la del hijomadrastra, es la que aparece en los trágicos griegos, debido a su gran potencial trágico. En la literatura griega no hay rastro del mito de Fedra e Hipólito hasta época clásica. El nombre de Fedra únicamente es mencionado con anterioridad en la Odisea, en el catálogo de mujeres que hace Odiseo al bajar al Hades. Parece ser que el tema central deriva de una antigua leyenda originaria de Trecén, donde sabemos que se rendía culto a Hipólito, el joven puro, hermoso y virginal, amante de la caza y los bosques. Este mito se vincularía más tarde al del héroe Teseo y se introduciría la figura de su oponente, Fedra, la mujer pasional que enloquece por amor y que irá usurpando el protagonismo a Hipólito en las distintas versiones del mito. En la tragedia griega es donde se realiza la primera concreción del desventurado amor de Fedra por su hijastro. De hecho, parece que el Hipólito velado de Eurípides, fue su primera versión, sas nocturnas). En el primero de ellos nos trasladamos a la Roma clásica de la mano del poeta Catulo, que recorre en una ajetreada noche las calles de una Roma envuelta en las intrigas políticas de finales de la República. Una obra cargada de poesía en la que se entremezclan los versos del propio Catulo. Moths (Mariposas nocturnas) es una obra de gran madurez, que recrea la relación de Virginia Woolf y su hermana, la pintora Vanessa Bell. La reflexión acerca del arte y en concreto la relación entre la pintura y la literatura, la búsqueda de la identidad y las intrigas amorosas entre el cuarteto protagonista, formado por las dos hermanas, el marido de Vanessa, Clive Bell, amante ocasional de Virginia y el crítico de arte Roger Fry, amante de Vanessa, conforman un texto que tiene entre sus virtudes la adecuada aproximación a la atmósfera del grupo de Bloomsbury, tanto a través del lenguaje como de los demás elementos dramáticos. Lobos de Antonio Sansano, es un impresionante drama familiar que reproduce un ambiente asfixiante y enrarecido a modo de western cinematográfico con una estructura circular, que refleja un mundo de hombres donde las dos únicas mujeres que aparecen serán las catalizadoras de la tragedia. También inscrita en el universo familiar está Car- ne de membrillo, de Amanda Rodríguez, reflexión sobre el pasado en la que el tiempo y los recuerdos amenazan el presente de la pareja formada por Pablo y Esperanza. Por último, Milonga de la enzima dorada, de Álvaro Lizarrondo, gira en torno a la inmortalidad y los alquimistas. Ambientada en la Polonia actual, en la mansión Mickiewicz, donde los científicos Tadeusz Kowizki y María Tarska persiguen la inmortalidad, combina la fantasía con unas pinceladas de humor. En suma, este volumen ofrece una buena oportunidad para tomarle el pulso a la dramaturgia más reciente. artículo de José Monleón como introducción al tema y a los autores. Miguel Signes Mengual, al que los asturianos más veteranos recordarán porque en los sesenta creó el grupo de agitación Teatro Documento de Oviedo, presenta en La obscuridad del ocre la primera parte de su trilogía cobre la Transición y la Democracia. E Ignacio Amestoy desarrolla en este bonito monólogo a dos voces que es Candela Guzmán, la Candela, una historia realizada a partir de unos trabajos de investigación sobre unas fosas en cortijos andaluces durante la Guerra Civil, y sobre el secuestro de bebés en España. sentaciones más relevantes. El cuaderno contiene colaboraciones de Joan Maria Gual (director del montaje para el Teatro Español), de Juan V. Martínez, Cristina Raventós, Silvia de Marta, de los intérpretes Manuel Barceló, Itziar Miranda y Maica Barroso, y dos artículos largos sobre la recepción de Ionesco en Europa y España de Joan-Anton Benach y Cèlibe Vilvandre de Sousa. 129 chocolate para desayunar rondó para dos mujeres y dos hombres la obscuridad del ocre la lección candela guzmán, la candela Teatro Español Madrid, 2010 Miguel Signes Mengual Ignacio Amestoy El teatro de papel Primer Acto Madrid, 2010 El libro incluye la Ley de Memoria Histórica y un importante palio para tratar las rivalidades de éxito y de diferencia —o de dependencia— que hay entre los sexos. El libro lleva un prólogo de Guadalupe Soria y una amena nota del autor, Ese cuarto propio de la mujer, que en su día le sirvió a Amestoy de conferencia y aquí nos sirve para repasar la importancia que han tenido los personajes femeninos en su obra. Ignacio Amestoy Eugène Ionesco Espiral/teatro EditorialFundamentos, 2009 Al igual que en otros títulos anteriores de esta magnífica colección, La lección, de Ionesco, viene acompañada de importante material gráfico y de un significativo estudio sobre las repre- Chocolate para desayunar es el Premio Lope de Vega 2001 y un divertimento sobre el rol de comportamientos entre hombres y mujeres de una misma familia. Ahora aparece al lado de Rondó para dos mujeres y dos hombres, otra pieza al amparo del mismo setepalcos, n.º 6 Cena Lusófona R. António José de Almeida, 2 3000-040 Coimbra Número monográfico sobre el teatro en Cabo Verde. Inventario de los grupos teatrales y de los espacios de Santo Antâo, S. Vicente, Boavista, Maio, Santiago y Brava, así como de los dramaturgos más representados. Una entrevista a Joâo Branco y otra a Jorge Martins donde se evidencia la falta de espacios convenientemente equipados para las representaciones, así como el interés Septiembre 2010 La Ratonera / 30 128 ra. En cambio, del Taller de Dramaturgia provienen los de Álvaro Lizarrondo, Amanda Rodríguez y Diana Soto Power. El nivel de los siete textos que aquí se recogen es muy alto. Sorprende la buena factura y solvencia de la escritura de estos jóvenes. Cada una de las obras está introducida por unas interesantes palabras de profesores de la especialidad como Fernando Doménech, Yolanda Pallín, García May, Itziar Pascual, José Cruz, Daniel Sarasola y el propio Pedro Víllora, autor de la introducción y responsable de la edición. Otra de las características del volumen es la gran variedad de registros que ofrecen las obras de estos nuevos dramaturgos. Nos encontramos textos de carácter experimental como Oración por un caballo de Lola Blasco, inspirada en el atleta negro Jesse Owens, aquí convertido en caballo, que en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 puso en tela de juicio la supremacía de la raza aria, ayudado por el atleta alemán Luz Long, y Huérfanos de Diana Soto Power, extraña mascarada de ambientación dantesca en la que personajes sin rostro evocan de forma simbólica la historia de un banquero malvado y sus hijos. De corte más realista y con carácter histórico son los trabajos de Óscar Guedas Los Cantos de Catulo (Catulli Carmina), y de Laura Rubio Moths (Maripo- primer acto, n.º 331 Ricardo de la Vega, 18 28028 Madrid La Ratonera / 30 130 ade / teatro, n.º 131 Costanilla de los Ángeles, 13, bajo izq. 28013 Madrid Nueve escenógrafos y catorce directores de escena conocidos dan su opinión acerca del —no siempre bien llevado ni entendido— lugar que ha de ocupar la escenograf ía en el montaje escénico. Sobre “El esoterismo en el teatro”, título del apartado monográfico más importante de este número, escriben García May, Antonio Ballesteros, Manuel F. Vieites, Ana Contreras, Blanca Baltés y Alicia E. Blas, y se publica el texto en un acto sobre espiritismo Más allá, del gallego Xaime Quintanilla Martínez. La revista también contiene la pieza breve Franka Stein, de Luis Maluenda, y sus otros apartados sobre noticias de los asociados y el homenaje sorpresa rendido a Juan Antonio Hormigón. ars dramatica, n.º 3 Escuela Superior de Arte Dramático del Principado de Asturias El número tres de la revista Ars Dramatica, de igual formato que el anterior, recoge trabajos de los talleres de 4.º de Dirección, un repaso a la cartelera asturiana del 2009, noticias de la V Semana Cultural, el texto de Angélica Liddell Antes de los trece años ya habré leído a Wittgenstein, y un espacio dedicado a la pedagogía con artículos de Nacho Ortega, Enrique Villanueva, Rosa Ana Muñoz Cayado, Fermín Menéndez, Josefa Ortuño, Ana Serna Aguirre y Ana Mª Pérez de Amézaga. El editorial, firmado por Joaquín Amores, informa del desarrollo del nuevo proyecto curricular según directrices de la U.E. artez, n.º 160 Aretxaga, 8, bajo 48003 Bilbao Muchos de los festivales más importantes celebrados en España y Europa tienen seguimiento en estas páginas: Feria de Teatro de Castilla y León, Festival Puerta al Mediterráneo, FETAL, Festival Internacional de San Javier, Festival Internacional de Teatro de Brasilea, ARCA´10, Odin Week Festival, Desalona, Teatro de Calle de Medina del Campo, FITAG, Certamen Teatral del Marquesado… al lado de noticias de estreno y artículos de opinión de María José Ragué-Arias, Alfonso Sastre, Josu Montero, Javier Villán, Carlos Be, Jaime Chabaud, y otros. traducido por Alfonso Becerra, se incluye en la revista en un apartado amarillo bien diferenciado. La Feria de Títeres de Lleida, ALT´10 y XI Festival de Títeres de Redondela, junto a otros artículos más directamente relacionados con el teatro de la comunidad de Galicia, cierran el número del verano. 131 pygmalion, n.º 1 Revista de teatro general y comparado Instituto del Teatro de Madrid rgt, n.º 63 Apdo. Correos 210 36940 Cangas, Pontevedra casahamlet, n.º 12 Rúa Alfonso VII, 11-baixo 15005 A Coruña Casahamlet divide sus apartados en dos bloques, uno de teoría y otro de creación. Alfonso A la espera de la edición en castellano, quienes quieran acercarse al último Premi Born pueden hacerlo en gallego desde estas páginas. A muller que perdía todos os avións —también disponible en euskera a través de Artezblai—, de Josep Maria Miró, Revista monográfica dedicada a “El teatro catalán en los inicios del siglo XXI” en un trabajo coordinado por el profesor David George, que cuenta con la participación de especialistas: Mercè Saumell, Ricard Gázquez, Ramon X. Rosselló y Sharon G. Feldman. Se incluye una entrevista con Boadella, un ameno artículo de López Mozo sobre las filias y fobias de Rodríguez Méndez y la pieza de Josep Maria Benet i Jornet Salamandra. Septiembre 2010 que la escena despierta entre los jóvenes. La revista, a color en sus 107 páginas, sostiene —al igual que en sus anteriores números— una buena impresión y diseño. El teatro del británico David Hare, dentro del XIV Ciclo Autor, que anualmente organiza en Madrid Vicente León, tiene en este Primer Acto el apartado principal de la revista, que también incluye el texto Vía Dolorosa, que trata sobre el conflicto palestino-israelí, donde el autor recrea su viaje a Oriente Próximo. Los encuentros y festivales, Festival Escena Contemporánea, el CELCIT, junto al Encuentro IITM en Marsella, los ficheros y reseñas bibliográficas, cierran los contenidos. Becerra de Becerreá, profesor en la Escola Superior de Arte Dramática de Galicia, abre el número con “Metáforas dramatúrxicas do ser humano (o personaxe dramático e as súas variantes escénicas)”. Las ilustraciones, de atractivo color, que acompañan a los artículos y textos dramáticos embellecen las obras de Marcos Abalde Covelo, Eva F. Ferreira, Teresa González Costa, Carlos Labraña, Manuel Lourenzo, Jacobo Paz, Olivia Pena, Gustavo Pernas Cora, Xesús Pisón, Rubén Ruibal y Roi Vidal. El teatro asturiano pasa por tus manos 132 La Ratonera Revista asturiana de teatro www.la-ratonera.net [email protected]