En la actualidad las posturas sostenidas frente al aborto no son pocas. Desde una corriente jurídica que sostiene que “el aborto es un derecho” porque así lo prescriben ciertas leyes positivas. Otra con base en la idea del AGGIORNARMENTO apunta a la “imposición de un progreso histórico donde el pensamiento antiguo llenos de tapujos tiene que ceder frente a nuevas concepciones a nuevas formas de pensar que son tenidas como derechos”. Por último están los que se oponen a todo tipo de aborto, aquellos que luchan contra los medios de comunicación hermanados con planes políticos que bregan incansablemente por la instauración del reinado del aborto. El Papa, la Madre Teresa, y muchos otros elevan al primer plano no al aborto sino el embarazo como amenaza contra la vida humana. El aborto no fue –ni es- la antítesis de la exaltada, sino muchas veces el instrumento para cumplir mejor esa misión, dando a pocos hijos mejores condiciones de vida y educación. Es cierto que la “…intervención que se llama aborto “terapéutico o médico” y las leyes coincidiendo con el sentido común, generalmente lo justifican, avala el sentido común el llamado aborto terapéutico y el eugenésico. Cada vez son más los pro-abortistas, otros dicen estar en contra pero lo aceptan, sin embargo la “aparente” licitud de la del niño en casos especiales, pero son también formas de abortos tapados para encubrir un aborto. Es difícil comprender el sufrimiento de una madre y que busque la vida, es lo razonable; lo difícil es comprender como no se comprende la vida del niño y se le busque la muerte, esto es razonable. No es costoso entender que una mujer violada pide justicia; pero pretender que esto se haga contra un inocente es el colmo de las injusticias. Como católico creo que la vida humana se hace presente desde el instante mismo de la concepción. Pero soy consciente que si solo nos quedamos con la verdad religiosa corremos el riesgo de apartar del mundo jurídico la discusión del aborto. Sobre el tema debemos separar nuestras convicciones religiosas- que por lo general nos conducen a soluciones dogmáticas- del análisis científico y jurídico. Para mí la tolerancia del aborto constituye un hecho inconstitucional al que se ha intentado revestir de constitucionalidad y siendo la constitución la ley suprema de todos y no solamente de los católicos, es preciso encontrar argumentos para combatir el aborto sin hacer uso de fundamentos intransmisibles a quienes sus principios morales o religiosos no le imponen creer en la existencia de la vida humana desde la concepción. El aborto terapéutico presenta un conflicto entre dos intereses, la vida del feto o la vida de la madre, y se opta por esta última. Se llama “aborto en estado de necesidad” y la solución es aborto Página 5 terapéutico y aborto eugenésico. Estas dos formas de aborto están des incriminadas en nuestra ley penal. La vida de una persona comienza desde el momento de su concepción. Es frecuente escuchar que la vida de la madre por ser madre es mas importante que la del hijo recién concebido, y, por ese motivo, seria lícito abortar cuando aquella esté en peligro. En este caso, el aborto se permite simplemente por el valor superior de la vida materna sobre la criatura, y el peligro viene a ser, no ya al motivo principal por el cual se podría abortar, sino la circunstancia por la cual se pone en práctica por la valoración mencionada. ¿Es más importante la vida de la madre que la del hijo? La respuesta es: nadie jamás puede poner valor o precio a la vida de una persona, porque ambas tienen la misma naturaleza y proceden de la misma fuente. Ambos participan de la “ esencia hombre” animal racional, y por lo tanto un mismo grado de ser; así resulta imposible hablar que uno es más importante que otro. La desesperación nunca ha sido buena concejera y conducen a resultados lamentables. El aborto terapéutico es el llamado aborto de la desesperación, pero esto no quiere decir que no sea fundado, pero pretender matar a un niño en gestación, es desesperar por algo que se escapa del hombre: la vida tiene un dueño, que no es el que precisamente el que pretende tomar la decisión desesperante. El aborto terapéutico expresa “tiene por fin salvar la vida o la salud de la madre cuando el peligro no haya podido evitarse por otros medios” (art 86) La doctrina penal acerca del aborto terapéutico, afirma que “…se trata de un aborto justificado porque es indispensable para la salud o la vida de la madre”, y agrega que “esa indispensabilidad queda librada al criterio del profesional interviniente que no tiene otro limite que su no justificación por algún criterio médico”. Etimológicamente eugenesia significa bien nacido. Se apunta a la condición buena y saludable del neonato y no a un parto sin dificultad. Teniendo en cuenta lo anterior, se deduce que aborto eugenésico tiene que ver con la matanza de aquellos que supuestamente no nacerán bien físicamente o con alguna tara o dionisia. Nuestra legislación indica, no a cualquier niño con malformación se lo puede eliminar, sino a aquel que venga a la vida fruto de una violación recaída sobre una mujer idiota o demente (art 86). La violación debe ser uno de los delitos que más hace sufrir a la víctima, uno de los más viriles, perversos y espantosos de entre todos los ilícitos. La mujer violada mueve a compasión, y no es menos digna de esta el “pequeño ser” a quien se lo quiere ajusticiar con un aborto es decir asesinándolo. Es al violador a quien se lo debe castigar, no al inocente niño. Página 5