Lengua y Literatura - Viaje a la Alcarria - Camilo

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lITERATURA
Resumen de la Obra
Viaje a la Alcarria
Camilo José Cela
Nacido en Iría Flavia, A Coruña, en 1916, es uno de los principales narradores del
siglo XX y Premio Nobel de Literatura en 1989. Comenzó su carrera literaria desde
muy temprano. Combatió en la Guerra Civil en el bando sublevado, si bien después
se fue alejando del franquismo. Sus primeras publicaciones pertenecen al género de
la poesía, pero no tardó en encontrar en la novel a su verdadera expresión. Ha
cultivado también con sobresaliente acierto en mi opinión, libros de viajes y como
estudioso se ha ocupado de tratar el exotismo. Vivió en Madrid hasta 1956, fecha
en la que se trasladó a Mallorca. Allí fundó y dirigió la revista literaria Papeles de
Son Armadans. En los ochenta se instaló en Guadalajara. Formó parte, como
senador designado por el rey, de la primera legislatura democrática de las Cortes
españolas (1977-1978). Miembro de la Real Academia Española desde 1956, en
1995 obtuvo el Premio Cervantes algo que resultó irónico al propio Cela por haber
recibido antes el premio de "más prestigio" y luego el de "grado inferior".
La literatura de Cela y el mundo que en ella se manifiesta caen dentro del ámbito
de la estética expresionista. Atento a la realidad, el escritor la ve a través de una
concepción exigente de la lengua y de la forma. A través de su actividad académica
ha incorporado o restituido al diccionario y al uso literario no pocas palabras
olvidadas o proscritas, muchas de ellas incluidas en VIAJE A LA ALCARRIA.
La amplia obra de Cela puede dividirse en las categorías de novela, libros de viaje,
"apuntes carpetovetónicos" y obra teórica, además de alguna incursión poética,
escritos periodísticos y libros de memorias. En la novela se inició con gran brillantez
con La familia de Pascual Duarte (1942), libro de un áspero realismo calificado de
"tremendista". Publicó después Pabellón de reposo (1943), donde la fatalidad de la
enfermedad se trasciende en el drama común. Con La colmena, publicada en
Buenos Aires en 1951 a causa de la censura, el autor da un nuevo paso en la
profundización de su mundo literario: la visión de un Madrid de posguerra en el que
todos parecen haber perdido se plasma en un gran fresco, lleno de individualidades
caídas en la mezquindad de la historia. La cantira (1955), novela de corte
tradicional al igual que Mazurca para dos muertos (1983). Antes Cela había
acometido Oficio de tinieblas 5Mrs. Caldwell habla con su hijo (1953), San Camilo
1936 (1969), Cristo versus Arizona (1988), El asesinato del perdedor (1994) y La
cruz de San Andrés. Esas nubes que pasan (1945), Historia de España (1959) o el
volumen recopilatorio La dama pájara (1994). (1973), de tono experimental, fiel a
cierto surrealismo. Otras novelas son (1994). Al campo estricto de la narración
corresponden también diversos libros de cuentos:
En cuanto a los libros de viaje, destaca sobremanera el VIAJE A LA ALCARRIA
(1948), obra maestra del género, a la que siguieron crónicas de otros itinerarios:
Del Miño al Bidasoa (1953), Judíos, moros y cristianos (1956), Primer viaje andaluz
(1959) o Viaje a Pirineo de Lérida (1965). Instantáneas de una España profunda y
desgarrada ofrecidos con forma de novela son: El bonito crimen del Carabineros
(1947), El gallego y su cuadrilla (1951), El molino de viento (1956), Los viejos
amigos (1961), Tobogán de hambrientos (1962), Garito de hospicianos (1963), etc.
Fruto de las investigaciones filológicas del autor y de su especial interés por el tema
erótico son el Diccionario secreto (1968 y 1971), Enciclopedia del erotismo (19761977). Habría que añadir, además de su inicial libro de poemas Pisando la dudosa
luz del día (1945), la labor de articulista recopilada en libros como Mesa revuelta
(1965), Desde el palomar de Hita (1991) o El camaleón soltero (1992); diversos
escritos de cariz autobiográfico, como La rosa (1959) y Memorias, entendimientos y
voluntades (1993); y alguna incursión teatral: Marina Sabina (1970). Todo ello
conforma una obra amplia y variada, escrita con un dominio inusitado del idioma,
atrevida en las formas y marcada por una búsqueda constante de expresividad. En
1999 publicó Madera de boj.
Viaje a la Alcarria
El 9 de marzo de 1948 sale de la imprenta el libro VIAJE A LA ALCARRIA, del que es
autor el conocido novelista gallego Camilo José Cela. Cela ya es popular porque
desde hace seis años su novela La Familia de Pascual Duarte Pabellón de Reposo,
las Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes, El bonito crimen del
carabinero y un libro de versos y otro de cuentos. Y hasta ha tenido la audacia de
exponer sus pinturas en Madrid. Admira y escandaliza a los españoles. También ha
publicado
El nuevo libro VIAJE A LA ALCARRIA está editado por la Revista de Occidente, tiene
232 páginas y 44 fotografías de Karl Wlasak. La encuadernación es en rústica y el
precio 65 pesetas.
El famoso relato de Camilo José Cela, es una obra consagrada de la literatura
española que, dentro de una aparente simplicidad, encierra una gran sabiduría
formal. La sencillez de VIAJE A LA ALCARRIA es resultado de un difícil ejercicio de
depuración formal y su amenidad es el acceso a un mundo de gran hondura lírica.
La pureza de empleo del idioma, lo ha convertido en libro de texto en muchas
universidades extranjeras y no sólo ha servido para el estudio del idioma castellano
sino también de la fisonomía de la España rural de la posguerra.
La narración en tercera persona diferencia a este texto del tono tradicional de los
relatos de viajes, en que siempre habla el protagonista.
Una indagación que pretenda no dejar desperdicio, encontrará que el VIAJE A LA
ALCARRIA es una novela de aventuras. Al menos, rastreará en sus páginas lo dos
elementos más característicos de ellas: el exotismo y el riesgo. Nada más singular
que el escenario primitivo por donde transcurre el relato y en donde el viajero
encuentra las situaciones más comprometidas. Pasa hambre en el camino, duerme
al raso, desciende con peligro de deslomarse por el barranco de Trascastillo en
Durón, es atacado en Tendilla por perros y gansos, sube a Casasana por vericuetos
ásperos, en la senda por las Tetas de Viana encuentra los vestigios de un crimen,
sufre prisión en Budia, le echan de Pareja a las voces de “Usted coge su morral y se
va. ¡Como hay Dios..!” Nuestro aventurero también irá registrando con su corazón
el hallazgo de mozas, criadas y señoritas que aparecen en su camino por la
Alcarria.
De la lectura del libro VIAJE A LA ALCARRIA, se desprende que el viajero hizo el
viaje a pie y en solitario, pero la confrontación con las notas de su cuaderno de
viaje obliga a matizar estos dos supuestos. Cela tuvo la compañía intermitente de
una pareja de fotógrafos austríacos -Karl Wlasak y Conchita Stichaner- que se
encargaron de hacer las fotografías que ilustran la edición príncipe. En la primera y
tercera parte de sus viajes, es decir, la correspondiente a Guadalajara, Taracena,
Torija, hasta Brihuega, y desde La Puerta, Budia, El Olivar a Durón, Cela fue en
solitario. En la segunda y cuarta, esto es, desde Bruhuega, Cifuentes, Trillo, Viana,
hasta La Puerta y desde Pareja, Casasana, Sacedón, Tendilla hasta Pastrana fue
acompañado por ellos.
Resumen
I - Habla y expone los pensamientos del viajero de cuando decide su próximo viaje
y se propone los lugares y los pasos que va a seguir en éste, planeando la forma de
hacerlo. El viajero está en su casa rodeado de mapas e instrumentos propios de un
viajante.
II - El viajero sale de su casa fijándose en todos los detalles que le rodean en la
ciudad de Madrid, recorre calles examina situaciones, en definitiva: describe de
manera subjetiva lo que se va encontrando por el camino dentro de la capital.
Después entra en el tren camino de su destino fijándose de nuevo en el tipo de
personas que utilizan el ferrocarril: Campesinos, soldados, guardias civiles… A
continuación se describen los personajes. El viajero pierde en un sorteo en el tren.
Prosigue su viaje: entabla conversación con otro viajero, mientras contempla
escenas que se suceden en el tren; ve pasar las diferentes ciudades: Torrejón,
Alcalá, Azuqueca… Por fin llegan a Guadalajara donde nuestro viajero se apea y
recorre la ciudad encontrándose nuevamente con personajes muy diversos y
provisionándose de lo necesario para su viaje.
III - Sale el viajero de Guadalajara por el camino que lleva a Zaragoza; Un chico,
Armando, le acompaña en un corto período de su viaje. Las gentes con que se
encuentra son cordiales y amables. Llega a Taracena donde compra vino y sigue
avanzando; el viajero entabla amistad con un carrero que le lleva hasta Torija,
hablan de sus cosas: las mulas, la vegetación, el tiempo, Torija; una vez allí el
viajero reposa en su parador. Prosigue el viaje, esta vez camino de Brihuega, en
ese camino se encuentra con un hombre y su mula y con una antipática mujer.
Nuestro viajero toma un atajo y pronto llega a Brihuega.
IV - Prosigue el viajero por el atajo interesándose por su nombre que le proporciona
un tartamudo en el camino. Más tarde llega el viajero a una fonda donde sigue
conociendo gente, llamándole la atención la jovial camarera llamada Merche. Entra
el viajero en el pueblo, y se encuentra con escenas pintorescas como la de las
mozuelas lavando; al día siguiente se entusiasma con escenas de la vida cotidiana.
El pueblo le parece hermoso al igual que sus chicas, se detiene con un viejo del
lugar para hablar de este tema.
A continuación le ocurre al viajero el suceso más interesante: Nuestro viajero se
detiene en una tienda a comprar donde se encuentra al pintoresco Julio Vacas, este
hombre, con aires de poeta, al encontrar un fiel espectador en el viajero no deja de
recitar y hablar con nuestro protagonista premiando su fidelidad regalándole dos
libros. Juntos fueron a la taberna donde el viajero disuade al ya “pesado” Julio
Vacas. Más tarde visita el bonito jardín de la ciudad.
V - Continúa el viajero río Tajuña arriba parándose a observar y descansar cuando
se encuentra con un cordial hombre que le acompañará en esta parte de su ruta
hasta Cifuentes, nacerá amistad y el viejo le transmite a nuestro protagonista
esbozos de su experiencia sobre el lugar. Juntos llegan a Cifuentes donde se
separarán; en Cifuentes el viajero va a saludar a un antiguo amigo que le habla
sobre el pueblo, su antigüedad, características, geografía… mientras lo visitan y
observan. En el pueblo el viajero se encuentra entre otros con un niño enfermo y su
madre, y con el cura, que rescató el púlpito de su iglesia que estaba en Madrid;
también visita la sinagoga.
VI - Abandona nuestro viajero Cifuentes, hacia Trillo. En su camino se une a un
buhonero que tenía pata de palo desde la República, don Estanislao de Kastka
Rodríguez y Rodríguez, juntos comen y llegan hasta Gárgoles. Gárgoles es un
pueblo con cuevas reestructuradas como vivienda. Antes de llegar le abandona el
buhonero. Nuestro viajero come en el parador de Gárgoles ante la atenta mirada de
algunos de sus pobladores. Prosigue nuestro viajero hacia Trillo; Trillo es un bonito
lugar según nos lo describe el viajero, él encuentra a sus gentes agradables al
contrario que los pobladores de las villas de alrededor; el pueblo es, por desgracia,
famoso por haber sido afectado por la lepra, y en contraposición también famoso
por sus curativas “Termas de Carlos III”. En la posada el viajero se encuentra con
dos comerciantes con uno de los cuales entabla conversación, se llama Martín, más
tarde compartirán las dos camas de una habitación. Resulta significativo señalar
que el viajero (Cela) parece ser por sus relatos un hombre de pocas palabras y sin
embargo con todo el mundo entabla conversación y amistad, sin duda por el
carácter sociable y amistoso de los alcarreños.
VII - Al día siguiente el viajero reemprende la marcha temprano con el hijo de la
posadera, Quico, como guía a través de las Tetas de Viana. Dejan lejos el Tajo,
Quico le va explicando lo que ven, realmente le sirve de ayuda pues le ahorra
tiempo al llevarle por un atajo, además, con él no le falta conversación. Llegan a
Viana de Mondéjar aunque no llegan a entrar. Tras la comida y ya en terreno llano
Quico regresa a su posada. Llega hambriento nuestro viajero al pueblo de La Puerta
dedicado al carbón vegetal y a la huerta, es un pueblo pobre y sólo su hospitalario
alcalde le puede dar al viajero algo de pan. Se hospeda en su posada riendo a
carcajadas con dos mujeres del lugar.
Salen temprano al día siguiente él y otro hombre con un carro que el viajero ha
contratado, van hacia Budia; de nuevo el viajero encuentra en su guía un magnífico
conocedor de la zona. Este es el primer momento en el libro en que don Camilo
José Cela introduce su nombre, identificándose como el viajero, apodo que seguirá
usando como hasta ahora lo había hecho. Tras una lluvia torrencial llegan bastante
tarde a Budia. Allí no tiene suerte, no encuentra posada ni cena aunque su amigo
Martín le procura ambas cosas. Al siguiente día nuestro viajero va a visitar al padre
de un amigo suyo, es Don Severino Domínguez Alonso, médico del lugar, que le
recibe en su casa y le habla de Budia.
VIII - Sale de nuevo el viajero, esta vez en busca del pueblo de Durón. En el
camino se encuentra con otra persona con la que entabla amistad, se llama Roque
y le acompañará en parte del camino. Llega hasta Durón donde le llama la atención
lo simpáticos que son en este pueblo en contraposición al cercano Budia. Al poco de
salir de Durón hacia el pueblo de Pareja se encuentra nuestro viajero con dos
Guardias Civiles que le acompañan un pequeño trozo y le indican el camino a
seguir. Pareja le queda lejos por lo que el viajero se echa un rato en la cuneta del
camino. Al levantarse reanuda su marcha aún de noche y llega hasta Pareja, le
sorprende su dinamismo con mujeres que lavan, niños que corren…; entra en la
fonda del pueblo a desayunar. Le llama la atención un buhonero que vende coplas.
En la fonda el viajero conoce a las trabajadoras Elena y María, son, según él, “un
buen partido para cualquiera”. A nuestro viajero le ha parecido Pareja un pueblo
sumamente acogedor. Se queda dormido, al despertar y tras un inusitado
malentendido con las hermanas, ha de abandonar la fonda y termina durmiendo en
un tejar.
IX - Sale el viajero hacia Casasana por un precario camino y bajo un asfixiante
calor. Ya en Casasana va a preguntar por la madre de la persona de Durón, Carmen
Gabarda, su madre le acoge. Casasana es un pueblo eminentemente ganadero. Allí
el viajero visita su maltrecha pero limpia escuela. Sale de Casasana a mediodía con
ayuda de un joven con caballería que le llevará el equipaje hasta su siguiente
destino: Sacedón. Antes pasan por Córcoles aunque no llegan a entrar, enfilando ya
hacia Sacedón. Córcoles tiene buenas tierras, mejores que las de Casasana, fueron
vendidas a bajo precio por el conde de la localidad a sus pobladores. Continúa el
viaje con una conversación con Felipe El Sastre, el hombre que le lleva el equipaje.
Llegando a Sacedón se encuentra con la gente que vuelve de trabajar el campo. Lo
primero que ve nuestro viajero al llegar a Sacedón, son los jóvenes jugando al
frontón y los viejos mirando. Sacedón tiene bastante actividad, a pesar de las horas
que son, es dinámico, e incluso se encuentra con la llegada de un variopinto
autobús, variopinto por sus personajes. Prudentemente nuestro viajero va a la
posada, allí se encuentra con Martín, el viajero comerciante que conoció en Trillo, él
le esperaba y ya le tiene todo procurado en la posada, antes de cenar van a dar
una vuelta encontrándose con Felipe El Sastre e invitándole a cenar. Tras la cena y
el posterior café fueron a saludar a un amigo de Martín: Paco “Piñón Libre”,
aficionado ciclista. Tras esta visita se van a dormir. A la mañana siguiente tras un
paseo por Sacedón se marcha nuestro viajero del pueblo, esta vez, no irá andando
sino que atajara en autobús.
X - El capítulo décimo transcurre dentro del autobús, que llevará al viajero al
“empalme de Tendilla”. El trayecto transcurre entre diferentes anécdotas: unas
criadas que cantan, la gente habla sobre los pantanos que se están haciendo, el de
Entrepeñas y el del Guadiela. Nuestro viajero observa el paisaje. En Tendilla es
donde tiene Pío Baroja un olivar. En el parador de Tendilla tiene lugar un suceso
desagradable: allí no salió a recibirle nada más que una agresiva perra que incluso
trató de morder a nuestro protagonista que la rechazó de una patada, al hacerlo
salió la señora del lugar que le echó del parador de un modo amenazante. En
contrapartida nuestro viajero encontró en el extremo opuesto del pueblo una fonda
regentada por una amable mujer aunque también le agredió uno de sus animales,
esta vez un ganso. Tras comer en Tendilla el viajero salió para su empalme donde
descansó y esperó en un merendero la llegada del autobús que le había de llevar a
Pastrana.
XI - Llega el viajero a Pastrana ya casi de noche, y lo primero que hace es buscar
alguna posada. Pastrana es grande, y sin duda alguna tendrá más de media
docena. Llega a su plaza donde hay diversos personajes: guardias civiles,
muchachas, niños… allí se encuentra con el alcalde, don Mónico Fernández
Toledano, con el que el viajero entabla amistad y juntos van al casino donde el
alcalde le presenta a don Paco, el médico y comienzan los tres una larga
conversación que durará hasta tarde.
A la mañana siguiente, el viajero inició la visita; su primera impresión es la de
encontrarse en una ciudad medieval. En la plaza de la Hora está el palacio de los
duques donde fue encerrada y murió la princesa de Éboli. El palacio está maltrecho
y reaprovechado para el comercio del trigo. En el palacio se quiso hacer un museo
con tapices de la zona aunque no fructificó. Continúa el viajero su visita, llamándole
la atención los hermosos nombres de las calles. Visita la plaza de los Cuatro Caños,
la iglesia en compañía de su sacristán, también el convento, junto con sus dos
amigos; le parece hermoso y lleno de tradición aunque como todo lo anteriormente
visto, “es hoy un pueblo desmedrado”. Pastrana es grande y es cansada su visita
por lo que el viajero vuelve a la posada. Después salen en el coche de don Paco
rumbo a Zorita de los Canes, para visitarla antes de anochecer. Las gentes de
Zorita son amables, todos rubios de ojos azules. Vuelven casi de noche, el viajero
se duerme en el camino víctima del cansancio; al llegar de nuevo a Pastrana los
tres amigos van al casino “a tomar un vermú”.
Contexto histórico
La España del “estraperlo”
Nos encontramos de lleno en la posguerra española. Las fechas que trata el libro lo
sitúan en el año 1946. Es una época de miseria, de aislamiento internacional, del
“estraperlo” o mercado negro debido en su mayor causa al intervencionismo
extralimitado del estado sobre todo en agricultura que ya, con la creación del
Servicio Nacional del Trigo (S.N.T) en plena guerra civil, controlaba todas las
facetas de la producción, comercialización y consumo de trigo, fijaba precios,
comercializaba zonas trigueras, ordenaba a los agricultores para la entrega del
trigo, controlaba el cumplimiento de las fábricas de harina de adquirir el grano en
los silos estatales, registros de productores, transacciones al exterior… Esta práctica
por parte del estado, contraria a la lógica económica, impulsó la actividad ilegal,
que sería sancionada. La política del gobierno no contemplaba la existencia de
malas cosechas y las alzas de precios consiguientes. Los resultados fueron muy
negativos para la mayor parte del pueblo, sometido al régimen de racionamiento
por medio de las llamadas “Cartillas o Cupones de Racionamiento” que no sólo eran
alimenticias sino que también se racionaba desde el tabaco hasta la gasolina.
El precio fijo fue contestado por el agricultor con una reducción de la producción y
bajo rendimiento, una forma generalizada de resistencia pasiva contra la que no
valían amenazas sancionadoras. La producción de los distintos cereales disminuyó
respecto a los niveles de preguerra: aún en el quinquenio 1949 - 1953, la media
alcanzada de la producción de trigo fue ligeramente inferior a la media del período
prebélico, que ascendió a 35 819 000 qm. El suministro de alimentos llegó a ser tan
crítico que hubo de recurrirse a las importaciones para mantener un nivel mínimo
de racionamiento: entre 1940 y 1949 España recibió de Argentina un total de más
de 34 millones de Qm, el 91,4 % del total importado.
Agricultores y consumidores optaron por los intercambios ilegales, consolidándose
así un mercado negro o “estraperlo”, que llegó a ser de más envergadura que el
mercado oficial. Entre 1939 y 1950, el mercado negro comercializó un 56,7 % del
trigo, frente a un 43,3 % del mercado oficial. Se generalizó así la figura del
estraperlista, algunos de ellos amasaron importantes fortunas, sobre todo los
grandes propietarios trigueros, los intermediarios y los propios interventores. Los
intereses de estos grupos atrasaron la liberalización de la economía, iniciada sólo a
partir de 1951, gracias a las medidas impuestas por el nuevo ministro de
Agricultura, Rafael Cavestany.
La política intervencionista y proteccionista fue responsable de la desaceleración e
incluso reducción del ritmo de crecimiento industrial. Las medidas autárquicas
favorecieron un atraso manifiesto en relación con los países capitalistas de Europa.
No obstante, la intervención proporcionó dos mecanismos de acumulación. Por un
lado, los bajos precios de los productos agrarios favorecieron un nivel mínimo de
racionamiento de los obreros industriales, haciendo más liviana la pérdida del poder
adquisitivo de los salarios en los años cuarenta. Por otro lado, la evolución de los
precios agrícolas gracias a la economía “paralela” a la oficial permitió una formación
de capital en el sector agrario, tutelado por la intervención del estado que
salvaguardaba los privilegios de grandes propietarios aumentando las concesiones
de abonos y maquinaria. Al mismo tiempo se observan reajustes en la propiedad de
la tierra: nuevos nombres se integran al colectivo de grandes propietarios.
La España política
FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS Y SOCIALES DEL RÉGIMEN FRANQUISTA
El régimen se caracterizó por la acumulación de poderes en la persona de Franco,
reafirmándose en los primeros años cuarenta. Su figura se fue rodeando de
símbolos y lemas para resaltar su liderazgo y carácter providencial.
Bases ideológicas del régimen:
- ANTICOMUNISMO: ("rojos").
- "DEMOCRACIA ORGÁNICA" DEL RÉGIMEN: régimen superior según sus mentores.
- NACIONALCATOLICISMO: Estado ultracatólico; la iglesia ejerció un dominio
absoluto sobre la vida social y la educación.
_ TRADICIONALISMO: Unidad ante todo de la patria. Que buscaba en el pasado las
justificaciones de la unidad española.
- SÍMBOLOS MILITARES Y ORGANIZACIÓN CASTRENSE: Impregnando la vida
cotidiana (vestimenta militar, desfiles, exaltaciones de la bandera y del himno
español y de la figura de Franco)
A partir de los sesenta la modernización y la influencia exterior hizo pasar a un
segundo plano estos valores.
- LOS CUADROS DE LA DICTADURA: LAS "FAMILIAS" POLÍTICAS
Todas las organizaciones (excepto la Falange) habían sido prohibidas.
Pero a parte de la Falange, Franco buscó colaboradores entre grupos ideológicos o
corporativos que la historiografía bautizó como "familias" del régimen.
Serán familias del régimen:
- Los propios miembros de la FALANGE: cantera de dirigentes y cuadros para la
dictadura. Sus valores eran la disciplina y la lealtad a Franco.
- El EJÉRCITO: La ocupación de los cargos estaba condicionada por la carrera
militar y por el grado. Muchos militares con cargos de responsabilidad habían sido
colaboradores de Franco durante la guerra. (Varela, Vigón y el propio Carrero
Blanco). El ejército siempre estuvo subordinado a la persona de Franco.
- Los CATÓLICOS: Grupo muy influyente que incluso aportó intervenciones en
política. Importantes la "Asociación Católica Nacional de Propagandistas" y más
tarde el "Opus Dei".
- Los MONÁRQUICOS: tendencias 1_Carlista (muy conservadores)
2_ Partidarios de dar paso a la restauración monárquica terminada la guerra,
encarnados en la figura de don Juan de Borbón quién se instaló en Estoril (Portugal)
con algunos partidarios. Pero Franco se negó a dejar el poder. Sin embargo muchos
monárquicos siguieron colaborando con el régimen.
- INSTITUCIONALIZACIÓN DEL RÉGIMEN Y AUTARQUÍA.
Tras su victoria Franco acumuló todos los poderes, en julio del 39 la Presidencia de
la Junta Política y la Secretaría General. En agosto reestructuraba la Administración
Central del Estado y fijaba ministerios eliminando la Vicepresidencia del Gobierno y
lo más fundamental autorizaba al Jefe del Estado a aprobar decretos-ley sin previa
deliberación del Gobierno.
La dictadura formó con siete leyes orgánicas una especie de "constitución sui
generis" para la institucionalización del régimen:
a) El Fuero del Trabajo de 1938: prohibía el sindicalismo y otorgaba el monopolio
de las relaciones laborales a la "Organización Sindical" de la falange.
b) La Ley Constitutiva de las Cortes (julio del 42): Que establecía una cámara cuya
función era deliberar sobre los borradores de las leyes. En absoluto representaban
la soberanía nacional, por cuanto el Caudillo conservaba plena potestad legislativa.
c) El Fuero de los Españoles (julio del 45): para maquillar la imagen autoritaria del
régimen reafirmando su carácter tradicionalista y católico.
d) Ley de Referéndum Nacional (octubre del 45)
e) Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado: Definía al régimen como "reino" y
autorizaba a Franco a elegir a su sucesor.
f) Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958) y g) Ley Orgánica del Estado
(1967).
En 1939 la prioridad del régimen era reconstruir un país devastado. Se implantó un
régimen de AUTARQUÍA económica y de intervención del Estado. Se creó el
Instituto Nacional de Industria (INI). Sin embargo el arrasamiento industrial y la
deuda de guerra hacían difícil la situación. Eran los llamados AÑOS DEL HAMBRE, la
agricultura tenía un papel primordial. Proliferaron prácticas como el mercado negro
y el contrabando.
LA EVOLUCIÓN POLÍTICA DURANTE LOS AÑOS CUARENTA
Condicionada por la política exterior. Primero el Acuerdo de asociación al Eje BerlínRoma-Tokio. En 1940 tuvo lugar en la frontera de HENDAYA el encuentro entre
Franco y Hitler, que fue un fracaso. En 1941 cuando los alemanes atacaron la URSS
el régimen llevó a constituir la "DIVISIÓN AZUL", enviada a luchar con los nazis en
el frente ruso.
En 1945 tras la guerra mundial, las naciones vencedoras reunidas en Potsdam
negaron la entrada de España en la recién creada ONU. La postura de bloqueo
frente a España fue creciendo en años sucesivos agravando aún más la situación
económica del país. Sólo la importación de petróleo estadounidense y los acuerdos
comerciales con Argentina permitieron la supervivencia del régimen.
A partir de 1948 la presión favorable de Estados Unidos (que en el marco de la
"guerra fría" veía a España como un aliado anticomunista) hizo mejorar las
relaciones exteriores españolas, levantándose bloqueos y restricciones comerciales
y políticas. En el interior afloraron ministros de carácter eclesiástico en detrimento
de los falangistas. En 1948 se publicó el "MANIFIESTO DE LAUSANA" firmado por
don Juan de Borbón apoyando la transición a la democracia, las Cortes
Constituyentes y una amplia amnistía; este documento empeoró las relaciones de
don Juan con Franco.
En esta década la oposición fue desarticulada e incluso la represión fue regulada
por la "Ley de Represión contra la Masonería y el Comunismo".
Importante fue el fenómeno de LA GUERRILLA contra el régimen formada por
republicanos (anarquistas y comunistas), hostigaban a las fuerzas del orden y del
Ejército, se ubicaban en las montañas del Pirineo, Asturias, Galicia-León, Santander
y núcleos montañosos del interior (eran los llamados "maquis")
La España social
Lo que a continuación se expone son anécdotas que nos reflejan la sociedad de la
época:
En Madrid, “con ocasión de la reducción de los cupos de gasolina”, volvían a verse
los coches tirados por caballos. La Organización Nacional de Ciegos reparte
bastones blancos. RENFE informa que para evitar el comercio ilícito con los billetes
de ferrocarril todos los pasajeros deberán acreditar su identidad. Los billetes pasan
a ser nominativos. En España la penicilina fue utilizada por primera vez en 1944.
Los años de la posguerra española vieron nacer muchas cosas: El 30 de diciembre
de 1942 se creó el Seguro Obligatorio de Enfermedad para los trabajadores. El 4 de
septiembre de 1943 se establecía el Libro de Familia, obligatorio para los nuevos
matrimonios. El 20 de noviembre de 1943 se decretaba la obligación de afiliarse al
SEU - Sindicato Español Universitario - a todos los estudiantes que cursaban
estudios universitarios. El 20 de marzo de 1944 se creaba el documento nacional de
identidad - DNI -. El 23 del mismo mes se especificaba que las mujeres
comprendidas entre los diecisiete y los treinta y cinco años debían prestar el
Servicio Social si querían obtener algún título, cargos, carnet de conducir, licencias
de caza, pesca o pasaporte. Fueron años en los que proliferaron en el país casi
tantas conmemoraciones como días tenía el año: Día del Papa, de la Unificación, del
Estudiante Caído, del Caudillo, de la Victoria, de la Raza, del Papel, del Plato Único,
del Periodista, del Actor, del Valor, del Cinema, del Ahorro e incluso existió el Día
del Guardia Urbano.
En el año que nos ocupa (1946) una docena de huevos cuesta en Teruel 17
pesetas; un kilo de carne se vende en León a 9,50. En Ávila los tomates están a
1,20 y las judías a 3,50. En Madrid un kilo de pimientos cuesta una peseta y un kilo
de higos, 1,50.
Relación obra - contexto histórico
Cela tiene una obsesión por los detalles geográficos, los nombres, apodos, leguas y
circunstancias que contribuyen a dar una sensación de veracidad. La España de la
posguerra era pobre y doliente y llena de temor y resentimiento. La España de
1946 estaba sometida al bloqueo internacional por la complacencia que había
tenido con las fuerzas del Eje durante la segunda guerra mundial y por la
persistencia de Franco en el poder. Sólo Churchill había valorado con realismo la
tozudez de Franco y el orgullo del español que haría contraproducentes las
presiones exteriores y sólo servirían para que el régimen se eternizase. Aparte que
algunas de las campañas de los aliados contra la España franquista eran bastante
pintorescas, como la que ese mismo año 46 acusaba de agresor a nuestro país por
fabricar la bomba atómica en Ocaña.
En el interior se vivía con cautela y desconfianza y sólo se toleraba la discrepancia
en cuestiones deportivas. Se hablaba de los goles de Zarra, de la escalada de
Langarica, del arrojo de Ortueta. Y poco más. La España de 1946 era una fotografía
confusa y dramática que Cela intentaba desvelar. Cela hace un recorrido por una
España de posguerra, rural y en más de una ocasión hambrienta, son los años del
hambre, algunas de los personajes del libro manifiestan su preocupación por “poder
llevarse algo a la boca durante el día”.
“Ahora no es como antes; ahora, para malcomer, hay que sudarlas” (página 187 Destino. Edición 16.ª)
El año 46 fue un año de sequía así lo reflejaba la censurada prensa:
“Ante la agravación de la sequía se suprimen los trenes eléctricos de Madrid y se
restringen los demás en toda España”
Sin embargo nuestro viajero no sólo coge el tren sino que éste va lleno de gente,
debió ser un tiempo antes de las restricciones. La sequía se puede apreciar si bien
no directamente de las palabras de los personajes sí por las numerosas menciones
que se hace al agua de lo que se deduce la importancia que tenía para la zona
hasta el punto incluso de conocer un pueblo por su abundancia o no de agua.
Es una época de represión, de control policial, esto se refleja en VIAJE A LA
ALCARRIA por el número de guardias civiles que salen reflejados, un total de
cuatro.
También es la época de construcción de nuevos pantanos totalmente típicos de esta
etapa del régimen franquista (“queda inaugurado este pantano”). La referencia se
refiere a la aparición en varias ocasiones en el libro de la alusión a la construcción
de las presas de Entrepeñas y del río Guadiela:
“La gente habla de los pantanos que están haciendo en el Tajo y en el Guadiela.
Según aseguran, van a ser algo muy importante” (paginas 191-192 - Destino.
Edición 16.ª)
Incluso algunas de las zonas por las que pasó Cela en 1946 hoy se encuentran
anegadas bajo las aguas:
“Marchando por la Entrepeña el viajero ve una hermosa decoración (…)”
El libro también hace referencia al “estraperlo” o mercado negro:
“Pasan carros de mulas para arriba y para abajo, y de vez en cuando, cruza un
camión cargado hasta los topes; a veces la guardia civil detiene algún camión; el
estraperlo suelen llevarlo debajo de la carga”. (Pagina 176 - Destino - Edición 16.ª)
Ante la Política intervencionista del Estado a todos los niveles (producción,
comercialización, consumo, racionamiento) agricultores y consumidores optaron por
los intercambios ilegales, consolidándose así un mercado negro o “estraperlo”, que
llegó a ser de más envergadura que el mercado oficial. El mercado negro generaría
importantes beneficios a grandes propietarios, intermediarios y a los propios
interventores haciendo aparecer así la figura del “estraperlista”.
Opinión personal
Comencé el libro con la resignación de “leer un libro por obligación”, normalmente
estos libros suelen hacerse largos y aburridos; nada que ver con la realidad. La
altísima categoría literaria ya demostrada por Camilo José Cela con sus
innumerables premios literarios entre los que destacan el Nobel y el Cervantes
queda sobradamente elogiada por mi tras la lectura de VIAJE A LA ALCARRIA en el
que ha sabido reflejar la realidad social y rural de la España del año 1946 usando
con una forma y un estilo que roza la perfección nuestro ya de por sí difícil idioma
que es el castellano. El libro es ameno, despierta la curiosidad en cada momento y
traslada a nuestra mente de manera ejemplar la sociedad de la posguerra
alcarreña. Cela ha sabido usar como nadie la narración en tercera persona, lo que
diferencia a este texto del tono tradicional de los relatos de viajes, pues este libro
en mi opinión es algo más que un libro de viajes, Cela no reduce su obra a una
narración de lo que se encuentra por el camino, sino que traslada formas de sentir
de las gentes de la comarca alcarreña.
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