Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) Jesús Vértiz Ramírez* Lía Herrera Salazar *Instituto Nacional de Salud Pública Contenido I. Introducción 2 II. Marco Conceptual 4 III. Diseño, Implantación y Utilización del Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios 6 Diseño e implantación Utilización del SAEH en la toma de decisiones: el caso de dos hospitales 6 11 Hospital uno 12 Hospital dos 14 IV. Discusión 17 V. Conclusiones 19 VI. Recomendaciones 21 Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 2 I. Introducción La información sobre el desempeño de los sistemas de salud es indispensable para orientar la gestión en todos los niveles, desde la rectoría hasta la prestación de servicios. Contar con sistemas que produzcan dicha información no ha sido fácil. En México, desde la segunda mitad de la década de 1990 se ha considerado ésta como una prioridad que se ha traducido en el diseño de sistemas de información que, de manera más bien acelerada, han ido centrándose en el uso de la tecnología informática. Actualmente se ha propuesto la integración del Sistema Nacional de Información en Salud (SINAIS), el cual está integrado por diversos subsistemas que han sido denominados de forma tal que permitan una identificación rápida tanto para quienes participan en la producción de la información respectiva, como para los usuarios de la misma. De este modo, se identifican, entre otros, el Subsistema de Información de Equipamiento, Recursos Humanos e Infraestructura para la Atención a la Salud (SINERHIAS), el Subsistema de Cuentas en Salud (SICUENTAS), el Subsistema Epidemiológico y Estadístico de Defunciones (SEED). El subsistema de servicios otorgados específico para el nivel hospitalario es el Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios (SAEH).1 Desde 1998 el SAEH se utiliza en los hospitales generales del país pertenecientes a las secretarías de salud estatales para dar cuenta de la atención que en ellos se brinda. Si bien sus resultados han permitido contar con estadísticas nacionales, su utilidad en el nivel de la unidad hospitalaria no es del todo clara. En este documento se relata el desarrollo del SAEH, hasta la adquisición de su actual configuración, y se describe la forma en que es utilizado en dos hospitales del país. Está divido en tres partes; en la primera se presenta un marco conceptual sobre la naturaleza e importancia de los sistemas de información. En la segunda parte se presenta, en forma de estudio de caso, la serie de acontecimientos más relevantes que rodearon la creación del SAEH y se describen tanto su estructura como su funcionamiento general. La tercera parte muestra los casos de utilización del SAEH en dos hospitales generales, cada uno ubicado en un estado diferente de la República Mexicana. Para cada unidad se describen su entorno y sus características generales más importantes; se presenta a las personas involucradas en la utilización del subsistema y se describe las principales actividades, desde la generación de los datos básicos hasta la elaboración y el envío de informes a directivos de la unidad y de los niveles estatal y federal, para concluir con la forma en que se utiliza la información derivada del SAEH en la orientación de las acciones y la toma de decisiones por parte de los directivos de los hospitales. El trabajo concluye con la discusión acerca de la utilización del SAEH en el nivel local. Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 3 II. Marco Conceptual Un sistema es un conjunto de elementos, relacionados e interdependientes, que actúan de manera conjunta en pos del logro de un objetivo o de una finalidad. Dos o más sistemas pueden estar relacionados formando un sistema de mayor complejidad. Todos los sistemas, además, están en interacción con el medio del cual forman parte y con el que mantienen intercambios con efectos recíprocos: el sistema afecta al medio y viceversa. Los sistemas utilizan recursos (entradas) del medio en el que están inmersos para transformarlos a través de la interacción de sus elementos y devolverlos al medio en formas diversas (salidas). Lo más importante de los sistemas son las relaciones entre elementos, entre sistemas y entre los sistemas y su entorno. De acuerdo con el concepto anterior, y según la Norma Oficial Mexicana NOM-040-SSA22004, en materia de información en salud, un sistema de información en salud es un “…conjunto de elementos, recursos y personas que interactúan, bajo criterios y procedimientos definidos, para realizar de manera sistemática las actividades relacionadas con la organización y la administración de la información.” Se entiende que esta información se refiere al funcionamiento de todo el sistema de salud. Entre los elementos de los sistemas de información que determinan la forma en que éstos funcionan destacan los siguientes: a) Factores organizacionales y ambientales: donde sobresalen la cultura de información, el diseño y la estructura de la organización, el ejercicio de las funciones y responsabilidades y los recursos destinados al funcionamiento del sistema de información. b) Factores técnicos: entre los que son de gran importancia la calidad de los datos, el diseño del propio sistema de información y tecnología de información disponible. c) Factores conductuales: que se refieren a los conocimientos, habilidades, actitudes, valores y motivación de las personas que desempeñan alguna función (generadores de datos, procesadores, analistas, tomadores de decisiones). Las entradas de los sistemas de información en salud son de dos categorías: por un lado, están los datos que se refieren al funcionamiento del sistema de salud y de sus diversos componentes, y por otro, los datos relacionadas de manera específica con el funcionamiento de los propios sistemas de información. La calidad de las entradas a los sistemas de información está definida por la validez de los datos, su confiabilidad, su integridad, su precisión y su oportunidad. Las principales salidas de los sistemas de información en salud corresponden de manera directa las entradas (los datos) sobre el funcionamiento del sistema de salud y consisten en información que puede presentar, en mayor o menor medida, una serie de características que dan cuenta de su calidad. Entre las características que sobresalen, al igual que con los datos de entrada, están la integridad, la precisión y la oportunidad. Se supone que la información íntegra, precisa y oportuna orientará y facilitará mejor la toma de decisiones y la realización de las acciones en los diferentes niveles del sistema de salud, lo cual podría contribuir a un mejor desempeño y, en última instancia, al logro de un mejor estado de salud de la población. Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 4 Las entradas y salidas de los sistemas de información están en interacción constante e intensa con los factores tecnológicos, organizacionales y conductuales que determinan su funcionamiento en todos los niveles del sistema, desde las unidades médicas hasta el nivel nacional, y con las decisiones que se toman en los ámbitos de resolución, desde la rectoría, hasta la gestión de programas y servicios de salud. La calidad y funcionamiento de cualquiera de estos elementos y factores determina el desempeño del sistema de información en su conjunto. De lo anterior la importancia de considerar en el diseño y la implantación de cualquier sistema de información, no sólo los factores estructurales (tecnológicos y organizacionales), sino también las variables humanas que pudieran ser el factor decisivo para su adecuado funcionamiento. Resulta bastante claro que las fallas de índole tecnológica en los equipos de cómputo, las redes informáticas y los programas utilizados pueden tener consecuencias de diversa magnitud (dependiendo del tamaño y sitio de las fallas) en el desempeño de todo sistema de información. Lo que no resulta tan evidente es el efecto que tienen las deficiencias en los factores conductuales. En tal sentido, por ejemplo, es necesario asegurar que los productores de los datos que entran al sistema de información están conscientes de la trascendencia que éstos tienen para llegar a un conocimiento más preciso del funcionamiento de la unidad en particular y de los programas y el sistema de salud en lo general. Si el sistema procesa datos sin validez, inconsistentes, incompletos, imprecisos y rezagados, la información que produzca será deficiente y no podrá ser utilizada para la toma de decisiones. En el otro extremo, la renuencia a analizar y utilizar la información derivada de estos sistemas por parte de los tomadores de decisiones, puede afectar hacia atrás su desempeño (del propio sistema de información) pues las personas encargadas de producir, recopilar y procesar los datos y entregar las salidas podrían considerar, con justa razón, que el esfuerzo de hacerlo bien carece de sentido. Como se puede apreciar, los sistemas de información en salud presentan un altísimo nivel de complejidad, el cual está determinado por el origen, la cantidad y los tipos de datos que en ellos se procesan, por el número de variables que intervienen en su funcionamiento y por las posibilidades de generar multiplicidad de salidas de acuerdo con los niveles de atención y resolución del sistema de salud. Como muchos otros sistemas relacionados con la actividad de organizaciones sociales, la coordinación entre los elementos de los sistemas de información en salud debe ser estrecha y muy precisa para que sus salidas sean no sólo utilizables, sino, además y sobre todo, utilizadas. Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 5 III. Diseño, Implantación y Utilización del Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios Durante la segunda mitad de la década de 1990 se diseñó e implantó en México el Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios (SAEH). De acuerdo con las ideas presentadas en el apartado anterior, el SAEH podría ser caracterizado de la siguiente manera: a) Se refiere de manera específica a la atención que se brinda en los hospitales del sector. En particular, procesa datos referentes a los egresos para transformarlos en información que dé cuenta de datos sociodemográficos, clínicos y de utilización de los recursos. b) Está apoyado por una plataforma tecnológica que permite “automatizar” la generación de diversos informes. c) En su alimentación, administración y utilización participa personal de diversas áreas y con funciones bien definidas, lo cual exige un diseño organizacional particular. d) En su implantación se consideraron acciones de capacitación al personal involucrado. e) Sus salidas pueden ser consideradas para apoyar la toma de decisiones desde el nivel de la unidad hasta el nacional y al menos con tres propósitos: gestión, evaluación e investigación. En este apartado se presenta el estudio de caso sobre la utilización del SAEH en dos hospitales mexicanos. En primer lugar se describen las circunstancias que rodearon el diseño e implantación del SAEH en los hospitales de México, para pasar a describir cómo el SAEH es utilizado específicamente en dos unidades hospitalarias. Interesa de manera particular la forma en que el SAEH es “visto” tanto por los encargados de integrar sus bases de datos como por los directivos de los hospitales. Diseño e implantación La primera versión del Sistema Automatizado de Egresos Hospitalarios (SAEH) fue diseñada durante la primera mitad de la administración 1994 – 2000. Durante esos años en el país eran cada vez más evidentes los cambios demográficos y epidemiológicos y quedaba claro que el envejecimiento acelerado de los habitantes era una realidad que pronto exigiría el fortalecimiento de los servicios de salud, en especial de la atención que se brinda en los hospitales. El nuevo grupo en el gobierno se había propuesto impulsar un nuevo federalismo que fortaleciera y articulara la soberanía de los estados y la libertad de los municipios con el fin de desarrollar las condiciones institucionales para atender los problemas locales. En tal sentido, cobró enorme relevancia la decisión de continuar con el proceso de descentralización, iniciado en 1983 y que para finales de 1994 sólo había alcanzado a 14 estados de la república con resultados muy limitados. El programa de reforma del sector salud 1995 – 2000 incluía un programa específico para la modernización y sistematización de la información estadística y epidemiológica. La importancia que en esa administración se daría al desarrollo de los sistemas de información en salud se evidenciaría, entre otras cosas, por el hecho de que estaba Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 6 considerado como una de las acciones esenciales irreductibles de salud, donde al respecto se afirmaba lo siguiente: “Para lograr la consolidación del proceso de descentralización es indispensable reforzar o en su caso desarrollar los sistemas de información que permitan el control, seguimiento y evaluación de la operación de los programas y servicios en las entidades federativas. En efecto, la información se convierte en un elemento estratégico de cohesión para la integración de las unidades descentralizadas bajo un esquema sistémico y no como células aisladas, sin menoscabo de su autonomía de gestión.”2 Ese fue el entorno en el que un grupo de jóvenes funcionarios, expertos en los campos de la informática y la estadística, llegó a ocupar posiciones clave en la Secretaría de Salud, donde con facilidad se integró un equipo de trabajo en la entonces Dirección General de Estadística e Informática (DGEI). Uno de los retos principales que enfrentó este grupo fue el de adecuar el sistema de información y evaluación de aquel entonces, así como sus recursos,… “… para apoyar la toma de decisiones en el nivel local y mantener al mismo tiempo un cuerpo común de indicadores nacionales, capaces de medir en forma oportuna y confiable el desempeño de los servicios y las condiciones de salud de la población.”3 Entre diversos proyectos prioritarios, el equipo de la DGEI se dio a la tarea de consolidar los avances logrados durante la administración anterior en cuanto al desarrollo de un sistema de información que procesara, de manera automatizada, los datos que los médicos tratantes registraban en la hoja de hospitalización incluida entre los formatos primarios del entonces llamado Sistema de Información en Salud para Población Abierta (SISPA). Las salidas de este sistema deberían permitir la medición del producto hospitalario y facilitar el análisis de los motivos de demanda, así como de los resultados y los costos de la atención. Con ello se esperaba también que este sistema de información contribuyera a la gestión clínica y de recursos en las unidades hospitalarias. El grupo encargado de realizar este proyecto trabajó arduamente para contar con información precisa sobre la plataforma tecnológica disponible en los hospitales del país y en las áreas estatales responsables de la atención hospitalaria. El panorama presentaba dos características sobresalientes: la heterogeneidad y el atraso tecnológico. Si bien en algunos estados del norte y del centro del país había hospitales que ya contaban con algo de equipo que permitiera instalar un programa con la capacidad suficiente para procesar toda la información derivada de los egresos, lo cierto es que, en su gran mayoría, las unidades hospitalarias del resto del país tenían carencias muy importantes. Por otro lado, si se considera que hasta 1995, inclusive, la estadística nacional de egresos se obtenía mediante muestreo con datos extraídos de los formatos de alta hospitalaria, se comprenderá la relativamente poca importancia que en realidad se daba a los registros hospitalarios. El único dato disponible en prácticamente todos los hospitales se refería a las defunciones.4 Entre las atribuciones que confería la normatividad en materia de información y política informática a la DGEI, estaban la de ser la ventanilla única para la publicación y difusión de cifras con carácter oficial y la de diseñar los formatos y procedimientos que deberían ser utilizados por todas las entidades federativas y todas las unidades de atención médica para integrar la información del nivel nacional. Los integrantes del joven grupo de la DGEI asumieron esta responsabilidad e iniciaron una revisión exhaustiva de los instrumentos, formatos y procedimientos disponibles hasta ese momento. Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 7 El diseño original de la hoja de hospitalización contenida en el SISPA había sido posible después de un número importante de consultas con expertos, visitas de validación a algunos hospitales y diversas pruebas. Gracias a ello fue fácil llegar a un acuerdo acerca de los datos que debían ser considerados en el formato primario del sistema de información que se estaba diseñando. De este modo, en un lapso relativamente breve, se logró contar con un modelo de hoja de hospitalización en el que el médico responsable debía registrar una serie de datos de identificación sociodemográfica del paciente, de los motivos de su internamiento; de los procedimientos diagnósticos y terapéuticos realizados durante el mismo; de los diagnósticos al egreso y del motivo del alta. Con respecto a los datos clínicos que debían ser registrados en el nuevo formato el equipo de trabajo enfrentaba un problema: la versión en español de la décima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) estaba siendo publicada por la Organización Panamericana de la Salud, precisamente, en 1995.5 Esto significaba que la CIE-10 aún no había sido difundida ni se había oficializado su uso y, por ende, no era conocida por todas las personas que la debían utilizar para registrar datos clínicos. Los líderes del grupo, sin dejar de ver hacia adelante, decidieron que debía seguirse utilizando la CIE-9. La pérdida de la información era inaceptable y hubiera sido muy grande durante tres años ya que no fue sino hasta el 1° de enero de 1998 que el uso de la nueva versión de la CIE se hizo oficial.6 Para el grupo de la DGEI quedaba claro el camino a seguir: era necesario asegurar que el formato diseñado se utilizara en todos los hospitales para registrar datos de todos los egresos. En forma paralela se buscarían las vías para ir generando conciencia de la necesidad de fortalecer la estructura tecnológica y organizacional entre los directivos hospitalarios y los funcionarios responsables en los niveles estatales. Eran ellos precisamente quienes debían realizar las gestiones correspondientes y sólo así sería posible garantizar que en las unidades existiera el equipo adecuado. De este modo, comenzó un período de intensa comunicación entre la DGEI y los directivos estatales y hospitalarios. A través de visitas, reuniones, talleres, entrevistas e innumerables llamadas telefónicas se logró, en 1996, que en prácticamente todos los hospitales del país se registraran los datos que se requerían en la hoja de hospitalización. La actualización del equipamiento, por el contrario, ocurrió a un ritmo más lento, pues fue necesario que se propiciara la coordinación entre diversos programas nacionales y estatales para poder contar con el financiamiento necesario. Si bien el ambiente institucional era favorable, hubo que esperar a que llegara 1998 para estar en condiciones lanzar, de manera oficial, el Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios (SAEH). En ese año, la DGEI, imprimió un nuevo impulso a la realización de actividades de comunicación y capacitación dirigidas a los responsables de las áreas de estadística de los servicios de salud estatales, quienes debían hacer lo propio con los responsables de las áreas de estadística en los hospitales. Se diseñaron manuales de instalación y operación del SAEH, junto con los correspondientes materiales de capacitación, y se exploraron diversas formas para hacer la entrega del programa, desde paquetes de discos de 3.5”, hasta la posibilidad de obtener tanto el programa como los manuales vía Internet. Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 8 Entre 1998 y 2000 el equipo de la DGEI encargado de administrar el SAEH estuvo muy ocupado asesorando a los usuarios del sistema en su instalación, su funcionamiento y en la solución de problemas. Durante ese período se acumuló, además de una enorme cantidad de bases de datos, gran experiencia en su procesamiento y en la generación de cuadros y gráficas de salida. Llegó el año 2000 y con él un equipo de gobierno cuya orientación empresarial era compatible con el interés hacia la mejora de la calidad y de la eficiencia de la administración saliente. Esta coincidencia quizá haya sido un factor que permitió preservar diversos proyectos importantes en distintas dependencias del gobierno federal, aun después de los cambios en los equipos de altos funcionarios que comandaban todas las áreas. Tal fue el caso del SAEH. Cuando se retiraron las personas que encabezaban la DGEI, lo hicieron con la seguridad de haber cumplido cabalmente sus responsabilidades en cuanto al funcionamiento del SAEH, no sin dejar de advertir que el sistema podía ser mejorado, tanto en lo que respecta a la plataforma tecnológica como en la utilización de la información que producía. Un nuevo grupo, integrado también por expertos de talla internacional* y técnicos de gran prestigio, llegó a conducir el área, misma que muy pronto se llamaría Dirección General de Información y Evaluación del Desempeño, y formaría parte de la Coordinación General de Planeación Estratégica de la Secretaría de Salud. Desafortunadamente para los integrantes de este grupo, durante los dos primeros años de la nueva administración hubo gran incertidumbre en relación con la estructura de la Secretaría para las áreas de apoyo a las funciones sustantivas. Después de un par de intentos de reestructuración se determinó, en 2003, separar las funciones de evaluación del desempeño de las de administración del sistema de información y se crearon dos direcciones generales, la Dirección General de Evaluación del Desempeño y la Dirección General de Información en Salud, ambas ubicadas en la Subsecretaría de Innovación y Calidad. No obstante la falta de definición inicial, durante 2001 el flamante equipo de expertos logró actualizar el diagnóstico de los sistemas de información en salud que funcionaban en el país, con miras a integrar un Sistema Nacional de Información en Salud (SINAIS). A grandes rasgos, la situación que encontraron se resume en el siguiente párrafo: “A pesar de los notables avances en el manejo de las nuevas tecnologías de información y comunicación, en México todavía no se cuenta con un verdadero Sistema Nacional de Información en Salud. Lo que existe es una serie de subsistemas desconectados en su estructura y procesos, que generan poca información sobre salud positiva, productividad, riesgos, y desempeño. El sistema actual no está completamente articulado con el aparato administrativo de las instituciones de salud y es incompleto en la colección de información del sector privado. La desvinculación entre las necesidades de información de los usuarios y los productos que genera el sistema actual, reditúa en insatisfacción, poca confiabilidad, y el desarrollo de sistemas de información paralelos en las instituciones estatales de salud. Lo anterior, aunado a la falta de canales de difusión y mecanismos horizontales y flexibles de acceso a sus productos, genera dificultades importantes para una gestión adecuada de los recursos de información por toda la sociedad.”7 * Entre los que figuran algunos exfuncionarios de la Organización Mundial de la Salud. Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 9 Para los nuevos funcionarios, uno de los problemas centrales era la limitada utilización de las salidas de los sistemas de información en las unidades médicas. Reconocieron que: “…los generadores de los datos son los menos involucrados en el conocimiento del proceso de producción de información y su participación se circunscribe al llenado de formularios que en ocasiones llegan a entorpecer el buen funcionamiento del servicio en lo que se refiere a las actividades sustantivas.”8 Conocedores de la materia, admitieron que la abundancia de datos irrelevantes y una identificación poco precisa de las necesidades de información de los usuarios eran la causa de la pérdida de importancia de los datos para el productor original, a la vez que, de manera paradójica, crece el interés para el nivel federal.9 Para el caso específico del SAEH, se encontró que su aplicación en todo el país durante los años anteriores, permitía contar con grandes cúmulos de datos que fueron utilizados en 2003 como fuente principal para elaborar un estudio sobre los principales resultados de los hospitales de las secretarías de salud estatales y de los hospitales federales de referencia.10 Las bases de datos del SAEH y la experiencia acumulada, servirían también para promover el mejoramiento del propio sistema. La versión de 1998, diseñada en lenguaje de programación Fox, fue actualizada en varias ocasiones y se utilizó hasta 2004. Ya bajo la responsabilidad de la Dirección General de Información en Salud, en ese año se difundió el uso de una nueva versión, desarrollada en ambiente Windows, más familiar y amigable para el usuario. En esa versión ya se incorporaban elementos que reflejaban la principal política de salud de esa administración: el Seguro Popular de Salud. Con estas modificaciones los responsables de este sistema, ubicados en la Subdirección de Información Hospitalaria, han pretendido mejorar la captura y calidad de los datos, así como la información que se produce. La última actualización del SAEH fue instalada durante 2004 y una de sus principales características es su capacidad para generar una base única de datos, permitiendo la combinación de las diferentes variables para emitir reportes específicos de acuerdo a lo que se desea consultar.11 El equipo técnico que diseñó el nuevo programa del SAEH logró que éste presentara las siguientes características:12 • • • • • • • Diseño y operación 100% en ambiente Windows y en red, lo que le proporciona una mayor funcionalidad, mejor interfaz gráfica y sobre todo una manera más fácil de trabajar en él. El programa cuenta con varios catálogos cuya utilización limita la comisión de errores al momento de la captura. Interfaz gráfica que proporciona orientaciones prácticas para facilitar la captura de los datos. Utiliza una sola Base de Datos que contiene todos los catálogos y tablas que se utilizan en sistema. Generación de reportes con una interfaz que permite apreciar en forma directa el reporte, además de contar con la facilidad de exportar a diferentes aplicaciones, por ejemplo, Excel. Nueva forma de respaldar utilizando la utilería WinZip que permite el respaldo y restauración de las tablas y de las propias bases de datos. En esta versión no es necesaria la generación de índices de las tablas y el mantenimiento de las bases de datos es más sencillo. Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 10 Desde su versión original, la estructura básica del SAEH ha sido prácticamente la misma. Las entradas provienen de los datos que los médicos tratantes registran en la hoja de hospitalización. De esta hoja se obtienen datos de la unidad, del paciente (desde sus orígenes, se consideró indispensable contar con registros nominales), de la estancia y, cuando es el caso, de la defunción, de la atención obstétrica o de la atención por lesión. La última actualización permite registrar si el paciente es derechohabiente de alguna institución de seguridad social o si está afiliado al Seguro Popular De igual manera, el proceso original no ha variado y consiste en lo siguiente: • • • • Cuando un paciente es dado de alta, los médicos tratantes registran los datos en la hoja de hospitalización y la integran al expediente clínico. En cuanto los expedientes son entregados en el archivo clínico (diariamente), se validan los datos y se codifican utilizando la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) para los diagnósticos y la CIE -9 para los procedimientos médicos y quirúrgicos. Las hojas de hospitalización con los datos codificados se capturan en el programa para alimentar una base de datos que el sistema procesa de manera automática. El diseño del programa incluye criterios de validación internos para sexo, edad y características de la enfermedad. Las bases de datos son transmitidas a los niveles estatal y nacional, donde son sometidas a una nueva validación. El interés porque el sistema fuera utilizado en las unidades hospitalarias llevó a que los expertos que diseñaron la última versión incorporaran la posibilidad de generar una serie de informes en forma de tabulados estadísticos de mortalidad por entidad, jurisdicción y municipio de residencia habitual y de defunción del fallecido. El nuevo reto sería garantizar que esto sucediera. Utilización del SAEH en la toma de decisiones: el caso de dos hospitales El SAEH es uno de los subsistemas de más reciente creación y, aunque ha sido una de las fuentes principales para evaluar el desempeño hospitalario a escala nacional 13 al parecer, su utilización es limitada en el nivel de los propios hospitales, ya que los directivos no consultan sus resultados para tomar decisiones. Las causas de esta subutilización varían tanto como las opiniones que se tienen respecto a él. Se ha observado desde una falta de interés por la información contenida hasta el desconocimiento del propio sistema por parte incluso de algunos directivos de alto nivel. A continuación se describe la forma en que se llevan a cabo los procesos relacionados con la integración de las bases de datos del SAEH y la utilización de sus productos en dos hospitales del país ubicados en dos estados distintos. Interesa sobre todo conocer la forma en que en las unidades se garantiza la validez y la confiabilidad de los datos y la forma en que estos son o no utilizados para orientar las acciones y la toma decisiones por parte de los directivos. Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 11 Cada hospital fue visitado en una ocasión y durante dos días se realizaron las siguientes actividades: • • • • • Presentación de objetivos y alcances de la investigación a directivos involucrados en el manejo del SAEH. Aplicación de guía de entrevista-observación del proceso de alimentación de datos al SAEH. Recopilación de formatos para registro de datos de pacientes Observación del flujo de información en diferentes servicios utilizando lista de cotejo: urgencias, hospitalización, consulta externa, archivo, codificación, estadística. Recopilación de bases de datos del SAEH correspondientes a egresos de 2004 para proceder a un análisis estadístico de las mismas A continuación se describen los resultados de la aplicación de las guías de entrevista y observación. Hospital uno Está ubicado en la capital de un estado del noroeste del país. En el estado hay poco menos 2.8 millones de habitantes, de los cuales 1.2 millones, 43%, carecen de seguridad social. La esperanza de vida de los habitantes de esta entidad es de las más altas del país tanto para hombres como para mujeres y presenta una de las tasas de mortalidad materna más bajas. No obstante, tiene un importante problema de subregistro de la mortalidad infantil y de menores de cinco años. Entre las principales causas de mortalidad en adultos están el cáncer pulmonar, las enfermedades isquémicas del corazón, la tuberculosis pulmonar y, para el caso de los hombres, los homicidios. El estado es uno de los que más han avanzado en la afiliación de familias al SPS. En sus hospitales se observa uno de los porcentajes más elevados de satisfacción de los usuarios con el tiempo de espera para recibir atención en el servicio de urgencias, así como una tendencia a mejorar los registros de diagnósticos y procedimientos al egreso de los pacientes (en 2003 aproximadamente 33% de los egresos contaban con más de un diagnóstico y en 35% se daba cuenta de algún procedimiento14). El actual Secretario de Salud en el estado se ha mostrado muy interesado en promover mejoras a la calidad de los servicios de salud, de manera particular, en el hospital que fue visitado para realizar este estudio. En el hospital, de 120 camas, se otorgaron en 2004 71,386 consultas, de las cuales el 97% fueron de especialidad. El número de egresos ascendió a 10, 979 con un total de 33,331 días estancia, un promedio de 3.02 días de estancia hospitalaria y 80.42% de ocupación. El total de cirugías ese año fue de 662 para tener un promedio de 2.64 cirugías diarias por quirófano. Como en prácticamente todos los hospitales generales del sector, una parte muy importante (casi un tercio) de los motivos de ingreso es la atención del parto. Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 12 La integración del SAEH comienza al momento de que un paciente egresa del hospital y el médico tratante llena la hoja de hospitalización, en la que los datos de identificación de la unidad ya están impresos. De este modo, los datos que deben ser registrados son los de identificación del paciente, los procedimientos realizados, el diagnóstico principal y los diagnósticos secundarios. Por lo general, no hay omisiones en los datos de identificación ni en el diagnóstico principal. Por el contrario, la falta de datos sobre procedimientos y diagnósticos secundarios es todavía muy común. Aun cuando la Norma Oficial Mexicana NOM 168 para el llenado del expediente clínico lo prohíbe, es frecuente el uso de abreviaturas, sobre todo las más frecuentes (como HTA para hipertensión arterial y FUM, para fecha de última regla). De hecho, el personal médico y del departamento de estadística reconocen la existencia de un código interno, no escrito y que ellos llaman precodificación, en relación a procedimientos y patologías para organizar los datos del expediente en las áreas de hospitalización y urgencias. Por cierto, la NOM 168 es prácticamente desconocida en las áreas clínicas del hospital y aunque saben de su existencia en el archivo clínico y en el área de estadística, no cuentan con una copia del mismo. Si bien no hay un horario establecido para colectar los expedientes de los pacientes que han egresado, es habitual que cada mañana una persona de archivo clínico recorra los pisos con ese fin. Los expedientes de los egresos ocurridos el día anterior son entregados temporalmente al Departamento de Estadística, área encargada de integrar el SAEH. El jefe de esta área, un joven profesionista en el área de sistemas informáticos que ocupa el cargo desde hace varios años, ha delegado la responsabilidad de la codificación y la captura en un equipo de cuatro mujeres encabezado por una licenciada en administración de empresas que desde hace aproximadamente 10 años se hace cargo de la captura de todas las hojas de hospitalización. Sólo ella y el jefe del departamento han recibido capacitación formal en el manejo del sistema y en la forma de utilizar la CIE-9 y la CIE-10 para la codificación de los procedimientos y los diagnósticos que registran los médicos en las hojas de hospitalización. Las tres codificadoras tienen formación de nivel técnico y han aprendido las funciones que les corresponden respecto del SAEH de manera empírica, siempre orientadas por la licenciada responsable de la captura. Todo el personal del Departamento de Estadística conoce y maneja bien la CIE-9 y la CIE-10, de las cuales tienen un par de ejemplares cuyo estado confiesa que son constantemente consultados. En cuanto el área de estadística recibe los expedientes de los egresos, inicia la revisión de los mismos para identificar si todos cuentan con la hoja de hospitalización. En los en que no es así, de inmediato se localiza al médico tratante para que localice o en su defecto elabore esta importante hoja. Sin embargo, esta situación llega a ocurrir muy rara vez, de modo que prácticamente todos los expedientes tienen la hoja con los datos del egreso. Durante un tiempo se acostumbraba hacer una revisión rápida de las hojas de hospitalización para identificar si faltaba algún dato, sobre todo, relacionado con los diagnósticos y procedimientos. Cuando así ocurría, se devolvía el expediente al jefe del servicio, a quien se le solicitaba localizar al médico tratante para completar los registros. Pero esto retrasaba de manera importante las siguientes actividades del proceso, por lo que se tomó el acuerdo implícito de dejar esta medida como última opción para rescatar datos. Esto significó que el personal de esta área se echó a cuestas la responsabilidad de indagar en el expediente cada vez que hay omisiones. Más aún, en el servicio cuentan con algunos textos médicos que llegan a ser consultados por las codificadoras cuando tienen dudas sobre ciertos términos. Las consultas y el acuerdo entre ellas son un recurso Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 13 más para cumplir con el cometido de contar con datos completos en las hojas de hospitalización. Si bien esto no suele ser frecuente, se tiene la expectativa de que dejará de ocurrir cuando el expediente clínico electrónico esté funcionando por completo.† Cuando las hojas de hospitalización han sido codificadas, son colocadas en la mesa de trabajo de la responsable de realizar la captura de los datos en el sistema. Ella, avalada por el Jefe del Departamento de Estadística, considera que la capacitación que ha recibido, junto con su amplia experiencia, la posibilitan para detectar errores de codificación cuando éstos llegan a ocurrir. En ese momento se valida el dato que originó la duda en consulta con las codificadoras, a través de la revisión del expediente, de la consulta a textos clínicos o del acuerdo entre las codificadoras. La consulta al médico tratante vuelve a ser la última opción. Al haber establecido como fecha de corte de la captura los días 25 de cada mes, el equipo formado por las codificadoras y la responsable de la captura cumple puntualmente con la entrega de las bases de datos del SAEH al Jefe del Departamento de Estadística. Él personalmente genera los reportes de las estadísticas e indicadores que son entregados mensualmente a los jefes de servicio y a los integrantes del Cuerpo de Gobierno del hospital. Las bases de datos y los informes que son enviados a las áreas correspondientes en los niveles estatal y nacional son preparados por la capturista. El personal del área de estadística, incluido el jefe, consideran que los principales usuarios de la información que el SAEH genera son los residentes que están elaborando sus trabajos de tesis. Se percibe una especie de desencanto cuando reconocen que los informes que entregan a los directivos no son empleados para tomar decisiones. Aunque los altos directivos afirman que la información derivada de todo este proceso es utilizada en las reuniones mensuales del cuerpo de gobierno, lo cierto es que no estuvieron en condiciones de exponer algún ejemplo específico al respecto. Hospital dos El segundo hospital está en un estado del centro del país cuya población asciende a más de 2.4 millones de habitantes de los cuales 41% son derechohabientes de instituciones de seguridad social y entre 12 y 14% vive en hogares indígenas. La esperanza de vida al nacimiento está entre las diez últimas al igual que la mortalidad infantil. Las principales causas de muerte en el estado son las enfermedades cerebrovasculares y los accidentes de tránsito. El gobernador de la entidad ha promovido con firmeza las políticas y programas dictados desde el nivel federal. No obstante, aparece entre los últimos diez sitios en tres de los cuatro indicadores con los que se evalúa el avance de la Cruzada Nacional por la Calidad de los Servicios de Salud, estrategia planteada por la Secretaría de Salud para mejorar la atención en las unidades médicas de todo el país. Uno de los programas en que el estado ha mostrado un desempeño más adecuado es el Seguro Popular de Salud, el cual recibió un decidido impulso durante 2005, año en que se afilió a un número importante de familias. † En el hospital está funcionado una red informática local a la que todo el personal médico tiene acceso a través de una clave personal. La red funciona habitualmente las 24 horas del día; sin embargo, refieren que el funcionamiento es lento por la gran cantidad de usuarios que la utilizan para consulta o registro de datos. Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 14 El hospital en que se realizó el estudio está identificado como el único hospital público de tercer nivel en el estado. Cuenta con poco más de 250 camas y tiene la capacidad de brindar atención a padecimientos relacionados con 57 especialidades médicas. Es campo clínico de cinco carreras y sede de 11 residencias de especialidades. Al año otorga más de 170,000 atenciones, en su mayor parte, consultas de especialidad. En 2003 la unidad reportó poco menos de 12,800 egresos, con 82% de ocupación, y 5,067 intervenciones quirúrgicas mayores. En la unidad cuentan con una red local a la que sólo tiene acceso, mediante claves individualizadas, personal de trabajo social de determinadas áreas (consulta externa, urgencias, admisión y jefatura) así como los departamentos de estadística e informática. Este sistema permite llevar un registro electrónico de los datos de identificación de los pacientes al momento de su ingreso a hospitalización o a urgencias. Según la opinión de los usuarios de esta red, funciona de manera adecuada las 24 horas y su principal utilidad es que facilita la impresión de los formatos clínicos ya con los datos de los pacientes. Estos formatos son posteriormente integrados a los expedientes y llenados a mano (muy pocas veces con máquina de escribir), por médicos internos y residentes y, en raras ocasiones, por los médicos tratantes. Aunque el personal médico reconoce que el uso de siglas y abreviaturas no es correcto, lo cierto es que se recurre a ellas con gran frecuencia y sin que se haya acordado un código. Cuando un paciente egresa y se ha elaborado la hoja de hospitalización, el expediente es entregado en control de enfermería. De ahí es tomado cada día por la mañana, pero sin un horario determinado, por la secretaria del área de estadística, quien hace una revisión rápida para asegurarse de que estén completos. En caso de que falte algún formato, lo cual es poco frecuente, la secretaria comenta el caso con la jefa de piso, a quien solicita su apoyo para localizar a los médicos responsables y poder así completar los expedientes. Los expedientes son llevados al área de estadística donde una auxiliar administrativa extrae la hoja de hospitalización y verifica que estén todos los datos necesarios. La meta es que los datos requeridos para la captura en el SAEH estén completos; por eso, cuando alguno no es legible, la auxiliar consulta a los médicos que asisten al área (sin que necesariamente sean los que elaboraron las notas) o, en el mejor de los casos, busca al médico responsable para aclarar sus dudas. Según el personal del área de estadística, más de la mitad de los expedientes tienen problemas de legibilidad. El tiempo que esto representa para la auxiliar explica por qué ella está dedicada casi de manera exclusiva a esta actividad. La situación se complica cuando, sobre todo en relación con los diagnósticos, faltan datos, se detectan errores o incongruencias graves, o las dudas originadas por la caligrafía de los médicos no son esclarecidas. En todos esos casos la auxiliar se ve en la necesidad de recurrir al expediente clínico para tratar de entregar las hojas de hospitalización lo más completas que sea posible. Cuando la revisión del expediente no es suficiente para resolver las dudas, éste es enviado al jefe del servicio correspondiente para que en un lapso definido rastree los datos y complete la información. Las hojas de hospitalización que ya han sido revisadas y completadas por la auxiliar, son entregadas a la codificadora, cuyas herramientas principales de trabajo son la CIE-10 para enfermedades y la CIE-9 para procedimientos médicos o quirúrgicos. La Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 15 codificadora, una mujer que en la secundaria tuvo alguna formación técnica, recibió su única capacitación formal para la realización de esta función diez años atrás, cuando recién se incorporaba al puesto. De ahí en adelante se ha apoyado en su antecesora (quien ahora se dedica a la captura) y desde hace cuatro años recibe asesoría cada dos o cuatro semanas por parte de un instructor en codificación médica que trabaja en la secretaría de salud del estado y cuya función es visitar las unidades de salud para apoyar al personal involucrado en el procesamiento electrónico de datos para la elaboración de los informes institucionales. Las hojas de hospitalización codificadas son colocadas en la mesa de trabajo de la capturista. Ella concluyó la carrera de técnico programador en computadoras y, al igual que la codificadora, la capacitación que recibió para desempeñar su función le fue proporcionada cuatro años antes por la persona que ocupaba ese puesto. Es la única del área que ha acudido a cursos de actualización con cierta frecuencia (por lo menos una vez por año). La capturista también recibe la asesoría del instructor en codificación médica que acude por parte de las oficinas estatales. Asegura que su experiencia le permite identificar algunos errores en la codificación y que el cruce de información que hace con el sistema en el que trabajo social registra los datos de los pacientes contribuye a que las bases de datos estén completas y previene duplicidades y omisiones. La capturista, la codificadora y la auxiliar se han integrado en un equipo de trabajo con funciones claramente definidas para cada una de ellas, lo cual no impide que se apoyen entre sí para resolver dudas o para cubrirse cuando alguna se ausenta. Las tres mujeres se sienten seguras y orgullosas del trabajo que realizan. Están convencidas de que cumplen cabalmente con la institución al entregar de manera oportuna y completa las bases de datos del SAEH y generar los reportes que les son solicitados por médicos para alguna investigación (de 30 a 40 por año), o por jefes de división (entre cinco y seis por año). Sin embargo, ninguna de ellas puede explicar cómo se utiliza la información que entregan. El jefe de estadística es el responsable de integrar los reportes que cada mes son enviados a los niveles estatal y federal. No se identificaron reportes elaborados en la propia unidad para la consulta de los miembros de la junta de gobierno. El único informe del SAEH que recibe la dirección general es el que le envía el nivel estatal. El responsable de estadística comentó que cada año se entrega un reporte especial a cada división y jefatura. Llamó la atención que dicha entrega coincidiera con el momento en que se realizó la visita al hospital para la realización de este estudio (en el mes de julio). Se pudo constatar que varios jefes de servicio tenían en sus escritorios un extenso ejemplar del reporte de los egresos del año anterior. Sin embargo, cuando se preguntó al jefe de medicina preventiva cuál era, desde su punto de vista, la utilidad de los productos del SAEH, en particular del reporte que tenía en sus manos, comenzó a hacer referencia a otros sistemas de información relacionados con la vigilancia epidemiológica y terminó por reconocer que conocía muy poco del SAEH. Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 16 IV. Discusión La discusión considerará el diseño y la implantación del SAEH, algunos aspectos relevantes de su aplicación en las unidades visitadas y sobre la utilización de sus productos en la toma de decisiones. Se comenta, de manera especial, la posibilidad de cometer errores en el proceso de integración de las bases de datos. Al final se presenta una serie de conclusiones. Si se parte de los componentes que integran el modelo presentado en el marco conceptual (técnico, organizacional y conductual), es de llamar la atención cómo el desarrollo del SAEH ha estado enfocado en el fortalecimiento tecnológico. Los equipos que han sido responsables del sistema han tenido clara la necesidad de que las unidades cuenten con equipo de cómputo actualizado y con capacidad suficiente para soportar el procesamiento de grandes bases de datos. También se ha privilegiado el diseño del sistema, garantizando que sea más amigable a los usuarios y facilitando la generación de reportes locales. Desde el punto de vista organizacional, la descripción deja entrever que el proceso de descentralización no ha sido un factor que limite la capacidad del nivel federal para dictar la estructura que debería crearse en los estados y en los hospitales. Esto se debe a que las secretarías de salud estatales suelen adoptar diseños organizacionales compatibles con el diseño de la secretaría en el nivel federal a fin de agilizar el flujo de información, la comunicación y la toma de decisiones conjuntas. Sin embargo, se percibe cierta deficiencia en la especificación de las funciones y responsabilidades de los responsables de los sistemas de información, en particular del SAEH, en los estados. Sobre todo, es notoria la necesidad de precisar la forma y periodicidad con que se deben emitir reportes para uso local, así como de recomendaciones sobre la forma en que se podrían utilizar éstos para orientar las acciones y la toma de decisiones. También desde la perspectiva organizacional, cabe considerar que la incertidumbre sobre la estructura y ubicación de las áreas durante los primeros años de la administración actual, quizá hayan obstaculizado un avance más rápido en la difusión de la nueva versión del SAEH y, sobre todo, de una campaña orientada a fomentar su uso local. El componente que parece haber recibido menor atención es el conductual. Es cierto que el nivel federal se ha visto fortalecido con la incorporación de expertos en los campos de la información, la tecnología informática y la evaluación. También lo es que todos ellos comparten el propósito de desarrollar la capacidad de gestión en todos los niveles (federal, estatal, jurisdiccional y de unidad médica) tomando como base la buena información sobre el desempeño institucional. No debe pasar inadvertido el hecho de que el actual Secretario de Salud impulsó desde la Organización Mundial de la Salud uno de los más importantes esfuerzos de evaluación del desempeño de los sistemas de salud en el mundo entero,15 lo cual habla de su interés en el tema de la información sobre los sistemas de salud. Sin duda todos estos factores contribuyeron para que la Secretaría de Salud estuviera en condiciones de publicar una serie de documentos que dan cuenta del funcionamiento de las instituciones del sector salud. De manera particular, interesa el “Observatorio del Desempeño Hospitalario 2003”, basado en buena medida en información derivada del SAEH. Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 17 No obstante, desde el nivel estatal hasta el de las unidades no parece existir esa misma claridad de propósito entre los responsables de las áreas de planeación y evaluación. O al menos no parece ser homogénea entre los estados. Aunque las áreas estatales de estadística e informática podrían identificar mejor la relevancia del tema, ello podría deberse más a la formación de los responsables de dichas áreas que a la presencia de una política o un programa de desarrollo de los sistemas de información dictados por los altos funcionarios estatales. En los hospitales, estas mismas áreas parecen responder más a la inercia de los requerimientos estatales y nacionales, que a la necesidad de aportar elementos para que los directivos de las unidades tomen decisiones basadas en la información disponible. Así lo reflejan, por un lado, la preocupación de quienes participan en la integración del SAEH para cumplir “en tiempo y forma” con el envío de las bases de datos a los niveles estatal y nacional. Por otro lado, el escaso conocimiento que poseen los directivos hospitalarios acerca de los productos del SAEH y el aún más limitado uso que hacen de ellos constituye una clara señal del poco valor que se da al trabajo de las personas que recopilan los expedientes, codifican los datos y alimentan el sistema. La integración del SAEH se convierte así en una labor rutinaria, descontextualizada que aporta poco sentido a la labor de quienes la llevan a cabo. Incluso, en el hospital dos, donde la visita para la realización de este estudio coincidió con la entrega anual del reporte del SAEH a los jefes de división y departamento, se generó la impresión de que dicha coincidencia obedeció más a la intención de evidenciar que el SAEH sí se usa y se difunde ante el equipo de investigadores, que a una práctica frecuente en la unidad. A lo anterior habrá que añadírsele la indiferencia de los profesionales de la salud hacia la necesidad de generar datos válidos y confiables. Sigue siendo muy común la práctica de exigir a internos y residentes que elaboren las notas clínicas de los expedientes, mientras que los médicos adscritos apenas asientan algunos comentarios haciendo una supervisión superficial de las notas escritas por los médicos en formación. Esto puede ser una de las causas de la falta de datos en los expedientes cuando son entregados a estadística o a archivo clínico. La pesquisa de datos que en ambos hospitales se realiza forma parte de lo cotidiano del proceso cuando debería ser más bien una excepción. Llama la atención que en ninguno de los dos hospitales se comentó que hubiera algún tipo de supervisión médica al proceso de elaboración de los reportes. La dependencia del criterio de personal con formación empírica y la falta de supervisión médica en el proceso de integración del SAEH, junto con la débil cultura de información entre los clínicos son condiciones que incrementan el riesgo de cometer errores. De hecho, la segunda parte de este estudio consistió en hacer un análisis de las bases de datos del SAEH de 2004 para ambos hospitales (los detalles se comentaran en otra publicación). Se consideraron errores en el folio, en el nombre y la edad del paciente, en días estancia y duplicaciones de expedientes y registros de pacientes. Para el hospital uno se identificó que, de aproximadamente 12 mil registros, el 38% presentaban algún error; en el hospital dos, el porcentaje de registros con errores fue de 10.5%. Aunque las diferencias son marcadas y el número de errores exceden por mucho en el hospital uno, las variaciones en el tipo de errores entre un hospital y otro llevan a pensar que pueden ser atribuidos principalmente a errores en la captura de la información o incluso en el registro inicial de los datos en las hojas de alta hospitalaria. Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 18 V. Conclusiones: Fortalezas • Existe la tecnología adecuada para su desarrollo en hospitales • Existen experiencias de éxito con bajas inversiones • Procesa datos referentes a los egresos para transformarlos en información que dé cuenta de datos sociodemográficos, clínicos y de utilización de los recursos • Está apoyado por una plataforma tecnológica que permite automatizar la generación de diversos informes • Sus salidas pueden ser consideradas para apoyar la toma de decisiones desde el nivel de la unidad hasta el nacional y al menos con tres propósitos: gestión, evaluación e investigación. Debilidades 1.- Falta de capacitación de recursos humanos. Los servicios de información en el sector público adolecen de un gran defecto: escasez de personal calificado. Esto se debe en general porque en esta área se encuentran, tradicionalmente, los salarios menos atractivos del mercado laboral. Aunque podría argumentarse que no se pueden pagar sueldos altos a quienes carecen de elevados niveles de calificación, la modernización de los sistemas informáticos, así como la automatización cada vez más generalizada de los procedimientos en la generación de información están modificando un perfil más especializado para el personal asignado a las áreas de estadística. La capacitación a capturistas y codificadores juega un papel muy importante en la estandarización del proceso de captura y en la credibilidad de la información por los propios trabajadores de la salud. A pesar de que los jefes de estadística y de archivo clínico perciben que el personal está bien capacitado, la realidad, expresada por los propios trabajadores, es que “han ido aprendiendo en el camino” y cada quien hace su trabajo como mejor puede. 2.- Sub valoración de las áreas de estadística. En términos generales, las áreas de estadística de los países en vías de desarrollo tienen fama de ser el rincón de los “trastes viejos”, el lugar al cual se envía al personal que nadie quiere sea por su ineptitud, su edad avanzada o su comportamiento conflictivo. Además estas áreas sufren generalmente de escasez crónica de recursos. En ambos hospitales el equipo de cómputo es precario y escaso y en uno de ellos el personal expresaba constantemente la queja sobre el escaso valor e importancia que se le otorgaba a su trabajo por parte de las otras áreas del hospital. 1. Escasa cultura sobre la importancia de la Información. En nuestro país la importancia y el valor que se le otorgan a las estadísticas y reportes oficiales es mínima, y esto se debe, en parte, a la escasa credibilidad que se tiene en ellos. Desgraciadamente, quienes se encargan de realizar los registros iniciales de los datos, así como la captura de la información, tienen la misma opinión, por lo tanto, Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 19 no consideran necesario ni mucho menos importante realizar adecuadamente su labor. 2. Heterogeneidad en el proceso. La implantación del SAEH presenta modificaciones importantes en su estructura en cada hospital, además de que es manejado según sus recursos y posibilidades, por lo que a pesar de ser el mismo sistema de información, la calidad de los datos varía de manera importante entre los hospitales que lo utilizan. En las unidades estudiadas la cantidad de personal involucrado en el procesamiento de la información así como la calidad del equipo con se cuenta, por mencionar sólo algunas características, varían tanto como la calidad, oportunidad y confiabilidad de la información que generan. 3. Desconocimiento del sistema. Conforme el nivel jerárquico es menor, se desconoce la utilidad de los productos del sistema de información, incluido el SAEH. No se sabe qué expectativas se cubren, cómo apoyan a los procesos de toma de decisión ni cómo participan en la generación o modificación del conocimiento. Menos aún se sabe cómo los productos del sistema de información repercuten en los niveles de calidad de la atención que se brinda y en el estado de salud de las poblaciones involucradas, por lo que no se le da la suficiente importancia para mejorar la calidad de la información registrada, capturada y emitida. Así mismo, el personal involucrado en estas labores tiene la percepción de que su trabajo carece de sentido y valor, por lo que el empeño por mejorarlo es mínimo. Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 20 4. Difusión y uso local de la información. La difusión de los productos del sistema de información se realiza básicamente desde el nivel central, y de manera vertical (con excepción de la información existente en Internet). La difusión y acceso horizontal a nivel institucional y a nivel de la sociedad en general, es menos privilegiada. En ambos hospitales los reportes mensuales son entregados (tardíamente) al director general, archivándose en esa área de manera permanente, y sin ser difundidos a las demás áreas involucradas en la generación de dicha información. En una de las unidades refirieron que se realizan reportes anuales, los cuales son enviados a las diferentes áreas y departamentos del hospital. Es tiempo de que la mejora de los sistemas de información ponga en primer plano el componente conductual. Son las directivos y funcionarios quienes estimulan o no el registro fidedigno de datos; son los profesionales de la medicina quienes ven o no la importancia de ello; es el personal de las áreas de estadística e informática el que, a final de cuentas, se responsabiliza de la calidad de la información que se produce y, finalmente, son los funcionarios y directivos quienes, de nueva cuenta, hacen uso de los productos de los sistemas de información o los ignoran. Las actualizaciones tecnológicas son importantes, al igual que el ajuste de las estructuras organizacionales, pero ambas medidas son insuficientes si al final lo que se persigue es fomentar una toma de decisiones más racional, fundada en datos que lleven a un mejor desempeño del sistema de salud, en este caso de los hospitales, y a un uso más eficiente de los recursos disponibles. VI. Recomendaciones A continuación se presentan algunas recomendaciones orientadas a fomentar el aprovechamiento local de sistemas como el SAEH. Las recomendaciones se agruparon en tres categorías: fortalecimiento del equipo humano de las áreas de estadística e informática, perfeccionamiento de la tecnología y desarrollo de una cultura organizacional en la que se valore la información. Es importante asegurar la capacitación y actualización continuas del personal involucrado en la generación de los informes que el hospital está obligado a enviar periódicamente a los niveles estatal y nacional. La revisión de temas como estadística, informática, registros médicos, archivo clínico y codificación con base en la Clasificación Internacional de Enfermedades debe considerarse cuando hay movimientos de personal para evitar que quiénes ingresan a trabajar en las áreas mencionadas obstaculicen, aunque sea por un tiempo, la producción de informes.. Es necesario que en los hospitales las áreas de estadística e informática trabajen de manera coordinada para “promover” sus servicios entre las diversas áreas y servicios clínicos. Es frecuente que los productos de los sistemas de información y los recursos relacionados con ellos no se utilicen porque el personal de las áreas clínicas no conoce su potencial. Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 21 De la mayor importancia es que quien solicite y utilice la información derivada de cualquier sistema de información tenga la certeza de que los datos recabados son veraces y confiables. En el caso del SAQEH, para colaborar con ello y limitar en la medida de lo posible los errores en codificación y captura sería conveniente tomar las siguientes medidas: • Reglamentar el llenado de los formatos primarios a máquina o en computadora. • Sistematizar el proceso de validación de datos asignando a personal cuya actividad específica sea ésta. • Estandarizar los procesos de recolección y verificación de datos faltantes para evitar situaciones como las descritas en los hospitales estudiados, en las cuales se realizan consensos entre las codificadoras o se hace una especie de encuesta para decidir que se ingresará al sistema. • Crear candados y filtros eficaces para el ingreso y resguardo de los datos, como en el caso de los días de estancia, número de expediente, servicio por edad o género. • Ingresar en el SAEH la base de datos correspondiente a la CIE-10 y la CIE-9, con el objeto de mejorar y eficientar la codificación de patologías y procedimientos. • Asignar a una persona encargada exclusivamente de supervisar el proceso de generación de la información en cada unidad hospitalaria, que tenga conocimientos y habilidades básicas en las áreas de informática y medicina. Por último, en lo que respecta al desarrollo de una cultura organizacional que valora la información, podrían considerarse las siguientes líneas de acción: • Promover que en los programas para la formación de profesionales de la salud, sobre todo médicos y enfermeras, se incluya cursos sobre temas como gestión clínica, medicina basada en evidencias o seguridad para el paciente, en donde se destaque la importancia y relación de los registros clínicos con el aseguramiento de la atención, la prevención de errores y efectos adversos, y el aprovechamiento óptimo de los recursos disponibles. • Independientemente de lo anterior, en los hospitales podría igualmente la realización de cursos, seminarios, talleres y sesiones clínicas con los mismos temas, con la ventaja de que podría utilizarse información de la propia unidad. • Los directivos hospitalarios pueden encomendar a los responsables de las áreas de medicina y enfermería, junto con los encargados de las áreas de informática y estadística, que diseñen un sistema de evaluación y monitoreo de la calidad de los registros clínicos. De este modo sería evidente el interés de la alta dirección en el tema de la información hospitalaria. • Las dos recomendaciones anteriores no podrán aplicarse, o no tendrán el efecto deseado, si los directivos hospitalarios no tienen una idea clara de la importancia y utilidad de los productos que son y podrían ser generados por los diversos sistemas de información que operan en las unidades. Las áreas responsables de la información y la evaluación, tanto en el nivel nacional como en el estatal, podrían programar una jornada intensiva en la que se demuestre a los directivos de los hospitales el tipo de decisiones que se pueden tomar cuando se cuenta con información adecuada, Esto podría verse reforzado con visitas de expertos a las unidades programadas en común acuerdo con los directores generales y los directores médicos y de enfermería (con el propósito de garantizar su participación). Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 22 Todo esto podrá contribuir a contar con información correcta y oportuna para la generación de estadísticas estatales y nacionales. Pero sobre todo, a que en las sesiones de las juntas de gobierno y de los diversos comités hospitalarios se incluya el análisis de información de las distintas áreas y servicios con el objeto de identificar problemas o tendencias a los que se deba prestar atención para ofrecer atención más segura, prevenir errores y evitar desperdicios. 1 Secretaría de Salud, Coordinación de Planeación Estratégica, Dirección General de Información y Evaluación del Desempaño. Programa de acción: sistema nacional de información en salud 2001-2006. México, 2002. 2 Programa de reforma del Sector Salud, 1995 – 2000 3 Programa de reforma del Sector Salud, 1995 – 2000. 4 Dirección General de Estadística e Informática de la Secretaría de Salud, Estadística de egresos hospitalarios de la Secretaría de Salud, 1996. Salud Pública de México / vol.40, no.1, enero-febrero de 1998 5 Organización Panamericana de la Salud. Boletín Epidemiológico, Vol. 24 No.2, junio 2003 6 Dirección General de Estadística e Informática de la Secretaría de Salud, Estadística de egresos hospitalarios de la Secretaría de Salud, 1996. Salud Pública de México / vol.40, no.1, enero-febrero de 1998 7 Secretaría de Salud, Coordinación de Planeación Estratégica, Dirección General de Información y Evaluación del Desempaño. Programa de acción: sistema nacional de información en salud 2001-2006. México, 2002. Pág. 9. 8 Ídem, pág. 33 9 Ídem, pág. 34. 10 Secretaría de Salud. Observatorio del desempeño hospitalario 2003. 11 Entrevista telefónica realizada en octubre de 2005 con el Act. Daniel Castro Carrillo, de la Subdirección de Información Hospitalaria, Dirección General de Información en Salud, Secretaría de Salud. 12 Secretaría de Salud. Dirección General de evaluación del Desempeño. Sistema automático de egresos hospitalarios. Versión 2004. Manual del usuario. 13 Secretaría de Salud. Observatorio del Desempeño Hospitalario 2003. 14 Secretaría de Salud. Observatorio del Desempeño Hospitalario 2003. 15 World Health Organization. The world health report 2000 - Health systems: improving performance. Evaluación Diagnóstica del Sistema Nacional de Información en Salud (Subsistema Automatizado de Egresos Hospitalarios) 23