el fuerte de santa engracia de pancorbo

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EL FUERTE DE SANTA ENGRACIA DE PANCORBO
En Pancorbo, podemos encontrar restos de dos importantes fortalezas, de épocas diferentes,
el castillo de Santa Marta y el Fuerte de Santa Engracia. No hay que olvidar que el desfiladero de
Pancorbo es la puerta de acceso a la Meseta y en él encontraron refugio gentes de todas las épocas,
desde los celtas y romanos, hasta los franceses en el siglo XIX.
El fuerte de Santa Engracia surgió entre 1794 y 1797, en el contexto de la revolución
francesa, cuando, a raíz de haberse declarado la guerra a Francia, en 1793, se temió la invasión de
las tropas revolucionarias. El Estado Mayor del Ejército Español vio necesaria la defensa de Los
Obarenes. La construcción de la fortaleza fue muy compleja y el pueblo tuvo que adaptarse al gran
número de obreros y soldados que, de la noche a la mañana, llegaron al desfiladero. Los problemas
de abastecimiento fueron frecuentes, sobre todo en el castillo que, a pesar de contar con aljibes, no
tenía agua suficiente para tantas personas.
En 1808 los franceses llegaron a la Península y comenzó la Guerra de la Independencia.
Cuando en 1813 el final de la guerra ya estaba próximo, los franceses partieron en retirada,
manteniendo mil hombres en el fuerte de Santa Engracia para cubrirse las espaldas. El general inglés
Wellington marchó rápidamente tras ellos y al llegar a Pancorbo ordenó atacar a los soldados
refugiados en el fuerte. Esta acción se conoce con el nombre de “Sitio de Pancorbo”. Los ingleses no
tardaron mucho en arruinar la fortaleza y los franceses se rindieron.
En 1820, durante el Trienio Liberal, el gobierno decidió reparar la fortaleza para que
continuara sirviendo con fines militares. Pero tres años después llegaron los Cien Miel Hijos de San
Luis para apoyar al monarca Fernando VII, que, al mando del duque de Angulema, arrasaron
literalmente el castillo.
Muy relacionado con esta fortaleza está el telégrafo óptico, un sistema de comunicación que
comenzó a utilizarse en el siglo XIX y que era mucho más rápido y eficaz que el correo ordinario. Este
sistema no empleaba cables, pues se basaba en la transmisión de información alfabética y numérica
codificada mediante destellos realizados con espejos a sucesivas torretas que iban comunicándose y
trasmitiendo el mensaje en cadena. Fue un importante instrumento gubernamental. Una de las líneas
principales, la denominada “de Castilla”, que unía Madrid con Valladolid, Burgos, Vitoria, San
Sebastián y Francia, pasaba por Pancorbo, en cuyas cercanías aún se conservan algunas de estas
torretas.
Textos elaborados por la Universidad de Burgos
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