Revista Pasarela número 7.

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SUMARIO
PRESENTACIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Rogelio Blanco Martínez
MI TÍO ÁNGEL.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Juan Carlos García
DIOS NOS LIBRE DE VIVIR ÉPOCAS INTERESANTES. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
F. Jesús González García
MENDOZA EN EL RECUERDO: “LOS HERMANOS SEAN UNIDOS…”. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
José María González García
D. ÁNGEL GONZÁLEZ ÁLVAREZ, UN CEPEDANO HUMILDE, SABIO Y PODEROSO. . . . . . . . . . . . 12
Antonio Natal Álvarez
MIS RECUERDOS DE ÁNGEL. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
Antonio García Álvarez
REPORTAJE GRÁFICO: BARRIOS DE VEGA. "El otro lado" (II Parte). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
Benito Álvarez
PLANTAS MEDICINALES DE NUESTRA TIERRA. "El orégano". . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Enrique García (Zacos de Cepeda)
LOS VERANOS DE DON ÁNGEL EN VEGA DE MAGAZ .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
Marisa García Alonso
Ángeles Centeno y Amalia García Alonso
María Pilar Juan Cantón
ÁNGEL GONZÁLEZ ÁLVAREZ. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
José María García Álvarez
DON ÁNGEL, MI PROFESOR DE METAFÍSICA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
Yolanda Canseco Redondo
ANTE EL CENTENARIO DE D. ÁNGEL GONZÁLEZ ÁLVAREZ. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Afrodisio Ferrero Pérez
“FUE NOTICIA”. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
OBTENCIÓN DE LA CÁTEDRA DE FILOSOFÍA EN LA UNIVERSIDAD DE MADRID
“FUE NOTICIA”. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
NOMBRAMIENTO DE D. ÁNGEL GONZÁLEZ A. DIRECTOR GRAL. DE ENSEÑANZA MEDIA
“FUE NOTICIA”. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
DON ÁNGEL GONZÁLEZ ÁLVAREZ CONSEJERO DEL REINO
MEMORIAL EN RECUERDO DE ÁNGEL LUIS GONZÁLEZ GARCÍA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Benito Álvarez y Porfirio González
SOMOS CEPEDANOS
BLOG
DE
VEGA MAGAZ : vegademagaz.blogspot.com.es
(Autor: Juan Rojas Escribano)
Editada y dirigida por: La Comisión Organizadora de la Semana Cultural
Portada: Benito Escarpizo
Contraportada: Acuarela de Benito Álvarez
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Homenaje a D. Ángel González Álvarez
PRESENTACIÓN
ÁNGEL GONZÁLEZ ÁLVAREZ. PEDAGOGO CEPEDANO
Rogelio Blanco Martínez
a región de La Cepeda ha sido cuna de grandes
mujeres y hombres y en su mayoría anónimos.
La Cepeda ha dado personas abnegadas y
laboriosas, amantes de sus familias y tradiciones,
que al decir de la pícara Justina y a propósito de los
leoneses en general: gentes “moridas por su tierra”.
La grandeza cepedana reside en la sencillez y la
humildad, la generosidad y la laboriosidad de sus
habitantes. Raramente de esta tierra se pueden
señalar nombres señeros, lo que no es óbice para que
de cuando en cuando debamos reseñar la existencia
L
D. Ángel González Álvarez
c o n v e rtuntur” golpe a b a
convincente en el texto y en
boca del profesor. Un recurso
de tesis y conclusión de las
propuestas ónticas a defender.
Dejando a un lado los
primeros vaivenes metafísicos
y ya en la Universidad de
Comillas de Madrid,
lentamente me distancié de la
filosofía neotomista emanada
de Aristóteles, velada cristianamente por Santo
Tomás y promulgada por el papa León XIII en la
encíclica Aeteri patris. “Don Ángel”, en su amplitud
de intereses y afanes intelectuales se participó de
esta corriente filosófica dominante en la España
nacional-católica de la postguerra, mas tuvo la
habilidad de no ser excluyente y acertadamente
dialogar con otros clásicos y también modernos; era
conocedor de los planteamientos de R. Descartes, E.
Kant, M. Heidegger, K. Jaspers o de los
existencialistas.
Ciertamente esta postura intelectual le abrió sus
posicionamientos metafísicos, pero no alcanzó a
entrever las disquisiciones radicales del Estagirita y
creador del término metafísica, para el que su campo
semántico se amparaba en torno al verbo griego eimi
y no el latino sum que carece del participio activo to
ön, que formaliza la expresión ens a la pasividad, es
decir, la metafísica es, recibiendo la lluvia heredada
de Empédocles, un diluir del ser por las entrañas, un
adentramiento en los hondones más profundos del
ser, de la física. No obstante, “don Ángel” combate
de alguna personalidad que destaque en algún campo
socialmente reconocido. Es el caso que nos ocupa.
Es preciso, pues, detener la mirada en la biografía de
un cepedano de Magaz y con motivo de la
efemérides de su natalicio (1916), en
concreto en Ángel González Álvarez
o, sencillamente, en “don Ángel”.
Don Ángel, por las referencias y testimonios conocidos,
Personalmente no traté a don
fue un profesor entregado, respetuoso, atento y
Ángel, más sabía de sus quehaceres.
dedicado a sus alumnos .
Mis primeros estudios universitarios
en Madrid no fueron en la
Complutense y cuando decidí estudiar
contra sensistas y empiristas cuando cuestionan la
Filosofía en esta Universidad, “don Ángel” no me
metafísica. Quede claro que, desde posiciones
impartió su asignatura pues logré su convalidación,
neotomistas, la defiende en textos claros, con frases
no obstante en el Seminario de Astorga, el texto
rigurosas, complejas y largas, a través de una
obligado para la asignatura de Metafísica era el de
exposición metódica y ordenada, con lenguaje
“don Ángel”, el publicado por la editorial Gredos.
directo y vivo, ajeno a florituras retóricas.
Fue mi primer acercamiento a la Filosofía y los
De la lectura de sus libros, por razones de una
contenidos ontológicos, en principio, me resultaron
investigación leí el que originara su tesis doctoral, El
escabrosos; a pesar de ello el “verum et ens
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internacionales en los que los intelectuales
españoles, caso de América, eran mal recibidos toda
vez que los grandes maestros, y en su mayoría, se
hallaban en el exilio y aquellos que se quedaron en
España eran vistos como afines al régimen
franquista. Por otra parte, para “don Ángel” no era
fácil “sentar cátedra” tras la ocupación de la misma
por “don José Ortega y Gasset hasta 1954. Se trataba
de un procedente con carácter iconográfico, cargado
de simbología y respeto, en definitiva del filósofo
español más relevante del siglo XX. Si bien Ortega
durante la contienda bélica se ausentó en Francia,
Argentina y fija su penúltima residencia en Portugal;
D. Ángel en la última lección de Gerardo Diego 1966
por lo tanto desatendió la cátedra de Metafísica de la
tema de Dios en la filosofía existencial, su opera
Complutense, aunque nunca renunció a ella ni de tal
prima, texto canalizado a la tesis de quién lo ejecuta
se le desalojó, a la vez que recibía los emolumentos
intencionadamente, pues defiende que el ateísmo es
asignados a tal categoría docente; por lo tanto, se
convoca esta plaza docente tras la
jubilación de don José. No llegó,
pues, don Ángel con pie crecido,
Como Director General de Enseñanzas Medias, se le
y tras dejar la cátedra homónima
reconoce su empeño y eficacia en la dotación de
en Murcia, a la de Madrid; no
infraestructuras académicas en dicho ciclo. Su etapa fue
obstante, y sin alharacas, logró el
febril en ideas y fabril en la construcción de unidades
respeto manteniéndose leal a sus
pla nte am ientos filosófico s,
educativas
válidos y “oficiales” en las
primeras décadas del franquismo,
un deísmo, toda vez que es una profesión de fe en la
pero cuestionadas en las últimas toda vez que las
no existencia de Dios ya que “no tiene (el ateo)
nuevas corrientes trataban de abstruso a todo aire
prueba para demostrarlo” (su ateísmo) y,
escolástico. La docencia la ejerció en todos los
posteriormente, y una vez editadas sus obras
ciclos educativos.
filosóficas más conocidas, don Ángel se centró, con
En este orden como pedagogo, don Ángel, que
numerosos textos, artículos y libros, en la educación.
ejerció la docencia en todos los niveles educativos,
He de reconocer que estos textos menos conocidos
no solo demostró su maestría en la cátedra desde la
me resultaron enriquecedores. Hecho que me lleva,
si así se pudiera hablar, a defender aquí al ilustre
cepedano más como pedagogo que como filósofo,
adjetivo en el que se suele enmarcar mientras se
obvia la otra dimensión referida.
En primer lugar, don Ángel, por las referencias y
testimonios conocidos, y hasta sus últimos días, fue
un profesor entregado, respetuoso, atento y dedicado
a sus alumnos. Los testimonios son múltiples. Tal
atención y afecto se incrementaba si el alumno que
se le acercaba era leonés, sobre todo si, además, era
cepedano. Cuidadoso y exigente, sus clases eran un
modelo expositivo y didáctico. Y esta tarea la
ejercitó en todos los niveles educativos, si bien fue
la Universidad donde expandió magistralmente
como profesor de Lógica, de Historia de la Filosofía
y sobre todo como catedrático de Metafísica en
universidades españolas y americanas. A tal
actividad nunca renunció e incluso como
conferenciante o asistente en Congresos
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D. Ángel en el homenaje al profesor Iglesias 1975
que dirigió tesinas y tesis abundantes, desde la que
compartió magisterio con relevantes filósofos y fue
maestro de generaciones jóvenes, pues promovió los
encuentros de filosofía entre ellos, se implicó de hoz
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Homenaje a D. Ángel González Álvarez
y coz en cuantas instituciones participó, que fueron
numerosas. Tal compromiso lo ejerció eficazmente
como Secretario General en el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas y en el mismo organismo
presidió el insigne Patronato Raimundo Lulio y el
Instituto Luis Vives, y en la Universidad caminó por
“Don Ángel” fallece en 1991 en Madrid tras dejar
la estela señalada, pues además de ser miembro de la
Academia de Ciencias Morales y Políticas,
Consejero de Banco y Procurador en Las Cortes,
amén de Preceptor del futuro Rey. Profesor y
pedagogo, conferenciante, filósofo neotomista,
acenetista y católico, humanista,
político y, sobre todo, cepedano, recibió
los oportunos reconocimientos
Profesor y pedagogo, conferenciante, filósofo
mediante la Gran Cruz de Alfonso el
neotomista, acenetista y católico, humanista, político y,
Sabio y la Encomienda de Isabel la
sobre todo, cepedano
Católica a una biografía con el sentido
del respeto y del servicio.
todos los estratos de responsabilidad, así fue
Esta conjunción de características subyacen tras
secretario de su facultad; pero, y sobre todo, destacó
la atenta miranda, la propia de un filósofo que
como Rector y como Director General de Enseñanza
ejerció de homo quaerens: “¿Qué exige el ser
Media (1962-1967). Como Rector de la Universidad
particular del hombre para estar inserto en el orden
Complutense ocupó el cargo de 1973 a 1977.
universal? ¿Cómo debe el ser particular del hombre
Durante este período mantuvo vivo diálogo con
estar constituido para poder justificar su finitud?”,
docentes y discentes, y su despacho fue puerta
nos interpela don Ángel. Preguntas propias de quien
abierta y apoyo para los alumnos cepedanos. Es el
entiende que toda filosofía es vana si no sirve para
segundo leonés, tras Lázaro Bardón y en el anterior
paliar el dolor de los hombres.O
siglo quién, por otra parte, también tenía resabios
cepedanos, que preside la institución universitaria
más relevante de España.
La tarea y afán, como Director General de
Enseñanzas Medias, se le reconoce su empeño y
eficacia en la dotación de infraestructuras
académicas en dicho ciclo. Su etapa fue febril en
ideas y fabril en la construcción de unidades
educativas. De esta tarea, siempre impecable, dan
cuenta la diseminación de centros en nuestra
provincia, más de una docena, de los que señalo los
más próximos a la Cepeda: Carrizo, Veguellina, La
Bañeza, Santa María del Páramo y Astorga. Una
fértil posibilidad para la juventud leonesa que, a la
sazón, no recibía más ofertas que la emigración o el
internamiento en centros religiosos. Las riquezas que
tal red educativa ha concedido a los leoneses son
cuantiosas por las que debemos estar eternamente
agradecidos a don Ángel. En tercer lugar, como ya
se señaló, la dimensión intelectual de don Ángel
reconocida nos viene desde la filosofía; mas esta
dimensión, sin obviarla, aquí se detiene para señalar
su numerosa producción pedagógica en las revistas:
Verdad y Vida, Enseñanzas Medias, Cuadernos de
Pensamiento, Revista de Filosofía, etc.; así como en
monografías: Manual de Historia de la Filosofía,
Filosofía de la Educación. En estas monografías,
tras la carga de la experiencia teórica y práctica,
defiende la reforma de la enseñanza, la unión de
humanidades y la técnica, la formación de
profesorado, etc., un adelanto a futuros
planteamientos pedagógicos aún imperantes.
Homenaje a D. Ángel González Álvarez
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MI TÍO ÁNGEL
Juan Carlos García
N
o es fácil escribir sobre alguien tan admirado
y querido, sin emocionarse.
A finales del año 1974 yo era un joven
cercano a la mayoría de edad y salí del Instituto Padre
Isla de León para acabar el bachiller y el COU en
Madrid y buscar un trabajo. Fui ayudado y “tutelado”
por varios tíos míos, entre ellos mi tío Ángel.
hijo. Yo era un hermano más
para mis primos Pepe, Juan
Carlos, Jesu. (Ángel Luis
estaba en Navarra, venía poco
a Madrid). Tía Dioni siempre
pendiente de mí en todo
momento. Recuerdo que me
preguntaba con mucho interés,
sobre mis gustos culinarios,
para procurar que estuviera a
gusto y contento. Me sentí muy
querido durante todo este tiempo.
Cuando encontré un trabajo, no pude mantener esa
asiduidad de los martes, pero de vez en cuando seguía
yendo en la medida que mis horarios me lo permitían.
Aquellos años de mi juventud solo recibí hospitalidad
y cariño, impagables.
Cuando apenas era un niño y en la adolescencia, oía
a otros familiares que Tío Ángel era una persona
importante. Le recuerdo siempre leyendo en la gran
terraza que tenía en su casa de verano en Vega, pero no
podía darme cuenta de la dimensión de su figura. Eran
Imagen en pintura del Rectorado de la Universidad Complutense
Durante más de dos años, acudía encantado
–habitualmente los martes– a comer a su casa de
Madrid, en la calle Isaac Peral, que linda con el
campus de la Complutense. Universidad de la que
entonces tío Ángel, era el Rector, y en la que además
impartía clases como Catedrático en la Facultad de
Filosofía y Letras. Fueron tiempos difíciles de grandes
Los libros te enaltecen, te hacen grande,
te hacen sentirte digno, libre, humilde,
todas cualidades de tío Ángel
cambios en España que coincidieron con el final del
régimen de Franco y el primer año y medio de la
transición a la democracia.
Toda la familia de tío Ángel, me acogió como a un
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La antigua casa de verano en Vega Magaz, con su castaño en
primer término
años en los que jugaba a veces con mis primos, que
eran un poco mayores que yo, y correteábamos por el
monte cercano a nuestras casas.
En esta foto de la antigua casa de verano en Vega de
Magaz, ya no están los pinos que la rodeaban, pero en
la foto podemos ver el castaño donde tantas veces nos
subíamos mis primos, mis hermanos y yo.
Sin embargo, cuando llegué a Madrid, era lo
suficientemente mayor para darme cuenta de la
relevancia de los cargos, los trabajos y los libros que
escribía. Por eso tengo recuerdos muy nítidos de aquel
tiempo. Era muy interesante y aleccionador para mí
compartir aquellos momentos con él, escucharle lo que
decía, lo que opinaba, muchas veces con sentido del
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Homenaje a D. Ángel González Álvarez
humor, muy propio de las personas de gran
preparación intelectual.
Su casa de Madrid estaba llena de libros y
estanterías por todos los pasillos, libros por todas
partes, que literalmente parece que se caían de sus
montones. Creo que la mejor decoración de una casa,
es precisamente la que te proporciona sabiduría. Los
libros te enaltecen, te hacen grande, te hacen sentirte
digno, libre, humilde, todas cualidades de tío Ángel.
En el almuerzo, tío Ángel siempre nos preguntaba
Facultad de Filosofía y letras
a mis primos y a mí, sobre nuestras actividades y
estudios en esa mañana. Él solía contar las novedades
de la Universidad y desgranaba su repleta agenda de la
tarde. Era la normalidad de cualquier familia. Siempre
teníamos alguna conversación en torno a la actualidad
política y social del momento tan intenso en que
vivíamos. Yo solía callar, porque no tenía una opinión
formada sobre los muchos temas que hablaban. Mis
primos eran algo mayores que yo, todos universitarios
y recuerdo discrepancias, siempre argumentadas entre
ellos. Era apasionante; todos se expresaban con
brillantez, eran conversaciones de adultos, sin choque
generacional alguno, simplemente de alto nivel
intelectual. Tío Ángel nunca hablaba desde la
solvencia que da la experiencia, siempre desde la
argumentación, al mismo nivel que sus hijos, mis
primos.
Antes de acabar el almuerzo, siempre me decía:
“Juan Carlos, ¿necesitas algo?”, y muchas veces le dije
que sí, porque sobre todo por el año 1977 estaba
buscando trabajo y si “echaba” una solicitud de trabajo
–entonces se llamaba instancia– en alguna Empresa,
siempre procuraba preguntarle si conocía a alguien,
para que me diera un contacto para llamarle de su parte
o una carta de presentación, para tener más
posibilidades de ser llamado a entrevista o examen.
A menudo recuerdo que trataba de ayudar a todas
las personas que le llamaban o le visitaban. Todos
procedentes de nuestro pueblo o pueblos cercanos, o
de Astorga; personas que tío Ángel no conocía en la
mayoría de los casos. Recuerdo a tía Dioni, diciéndole
a menudo, que no se olvidara de tal o cual persona, que
tenía que llamar a alguien o enviar una nota de
Homenaje a D. Ángel González Álvarez
presentación. Eran muchos los profesores que le
escribían. Tío Ángel se lamentaba a veces, porque
decía que él no podía dar trabajo, que no era
empresario, sino profesor. Eran años difíciles con la
crisis del petróleo que tanto golpeó a todos por aquel
entonces.
En muchas ocasiones yo pasaba la sobremesa con
mi primo Jesu, estudiante y apasionado de la música
clásica. Eran sobre todo tardes musicales, escuchando
varios “long play” o casetes. Compartíamos el gusto
por las canciones de los Beatles, las tenía casi todas, y
en ocasiones, escuchaba las partituras que mi primo
tocaba al piano, para enseñarme algo de música clásica,
y otras veces literalmente tocaba piezas para sus
prácticas del Conservatorio, clases de piano y armonía.
Alegría por toda la casa.
Cuando tío Ángel trabajaba en casa,
inmediatamente después del almuerzo, Dioni nos daba
dinero a Jesu y a mí, para ir al cine, y así esa tarde no
sonaba el piano. Tengo un recuerdo especial en
concreto de la película Cowboy Midnight, que vimos
en el desaparecido Cine Alexandra. A Jesu y a mí nos
impactó dicha película.
En ocasiones salía de casa con el tío Ángel y le
acompañaba al Rectorado paseando. Eran apenas
doscientos metros, pero me encantaba hacerlo. Siempre
me contaba alguna cosa interesante y al tiempo yo
Academia de Ciencias Morales y Políticas. Plaza de la Villa de
Madrid
pensaba que algo le protegería, así no estaba solo.
Otras veces nos despedíamos dentro del Metro, en un
punto de transbordo, yo me iba a casa y él a sus
reuniones de la Secretaría del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, o en la Academia de
Ciencias Morales y Políticas, y otras veces se dirigía al
Congreso de los Diputados. Eran tiempos diferentes a
los actuales. No tan mediáticos. Mi tío Ángel era una
persona conocida físicamente en ámbitos universitarios
solamente, creo. Él viajaba en metro y autobús
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continuamente, y de haber sido hoy, hubiera sido una
temeridad, no olvidemos que además de Diputado en
Cortes, era Consejero del Reino. A veces pensaba en
su seguridad sobre todo recuerdo alguna ocasión,
subirme en la parada del bus de la Facultad de
Ciencias de la Información, y me encontraba con tío
Ángel, siendo el rector, de pie sujetando con una mano
la cuerda o la barra de aquellos buses urbanos
antiguos, y con la otra sosteniendo su enorme cartera.
Una persona mayor, en medio de tantos jóvenes, en
aquellos años tan convulsos y de tanto inconformismo
en el campus, y sabiendo positivamente que le
conocían la mayoría de los estudiantes que transitaban
en esos autobuses, pensaba que podían agredirle o
insultarle. Tío Ángel solo utilizaba el coche oficial
como se dice coloquialmente, de pascuas a ramos. No
podemos olvidar que en esos años hubo atentados y
secuestros. ETA tenía un comando
activo no fichado en Madrid.
Toma de juramento al Presidente Suárez en Zarzuela el 5 de julio
de 1977 (Ángel González Álvarez al fondo a la izquierda)
generosidad y compromiso en la época que le tocó
vivir. Él era uno de los Diputados en Cortes, que dio el
…al intelectual, al filósofo, al escritor, al político y al
Tío Ángel contaba muchas cosas
trabajador incansable, al hombre que dedicó la mayor
con gracejo, y recuerdo anécdotas
parte del tiempo de su vida a sus estudiantes.
de su etapa en Mendoza en
Argentina, donde nació mi primo
Juan Carlos, de sus etapas como
sí a un cambio político que se necesitaba en esos
Director General de Enseñanza Media, de cuando era
momentos en España. Me enorgullece verle a veces en
director del Colegio Mayor Nebrija, contaba cosas de
videos o reportajes de televisión. En este fotograma
Magaz, de su infancia. Eran anécdotas que siempre
–sacado de un reportaje sobre la democracia realizado
recordaré.
por Victoria Prego, para TVE– vemos a tío Ángel,
Estoy orgulloso de formar parte de la familia de tío
ejerciendo como testigo del nombramiento del primer
Ángel, el hombre que posibilitó la creación de tantos
presidente de la democracia, Adolfo Suárez.
centros de enseñanza e institutos en la provincia de
Tuvo participación política en alguna campaña a
León, y en tantos lugares, el ilustre y brillante
elecciones generales en el período de la transición,
catedrático de Metafísica, que enseñó muchos años a
como integrante de listas por la provincia de León, no
varias generaciones de filósofos, la persona que tanto
como un empeño personal –me consta– sino a petición
ayudó a quién pudo, el profesor que consideraba la
de otros intelectuales y políticos de su época,
enseñanza como un valor supremo para todas las
simplemente porque se lo pedían.
personas. Y sobre todo me alegro por haber sido tan
afortunado al conocerlo tan de cerca.
Yo pude ver de cerca algunos de esos momentos,
compartiendo
información y anécdotas con esta
Tío Ángel solo tenía visión en un ojo, tras sufrir un
persona tan eminente. Como decimos los periodistas
desgraciado accidente años atrás y a veces me
“yo estaba allí, nadie me lo contó”. Dedico este artículo
pregunto, qué grandeza, qué fuerza de voluntad,
que me ha pedido el editor de La Pasarela, al
escribir más de un centenar de publicaciones, entre
intelectual, al filósofo, al escritor, al político y al
libros y conferencias, artículos, tesis, ensayos… tener
trabajador incansable, al hombre que dedicó la mayor
ocupaciones y responsabilidades tan importantes, con
parte del tiempo de su vida a sus estudiantes, a la
esa limitación física tan importante. Era portentoso.
familia y a todos los demás, le digo desde aquí que me
Era verdaderamente sorprendente.
acuerdo mucho de él y siempre le llevaré en mi
No solo fue, sino que sigue siendo –ahora en el
corazón. También fue un poco mi padre. Escribiendo
recuerdo– un referente para mí y otras muchas persona
estas letras me he emocionado. Gracias tío Ángel.O
de las que fue amigo, algunas muy relevantes, que a
menudo le llamaban a casa para pedir opinión o
consejo.
Tío Ángel siempre hablaba de su condición de
enseñante. Pero fue un hombre público que actuó con
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Homenaje a D. Ángel González Álvarez
DIOS NOS LIBRE DE VIVIR ÉPOCAS INTERESANTES
F. Jesús González García
Mis recuerdos de la Transición Española
os años setenta, algo idealizados actualmente, fueron
años interesantes, convulsos, a los que se les puede
aplicar la máxima oriental muy repetida por escritores
de la talla de Albert Camus, que terminó una conferencia en
Upsala con esas mismas palabras.
L
En 1973 mi padre, Ángel González Álvarez, dejó de ser
que más probabilidades tenían aparentemente, como Manuel Fraga o
José María de Areilza. Los componentes de la terna fueron finalmente
Silva Muñoz, López Bravo y Adolfo
Suárez. La ambigüedad de la frase de
Fernández M iranda: “Estoy en condiciones de ofrecer al Rey lo que el Rey
me ha pedido” dio título a un libro
veinte años posterior escrito por sus
descendientes basándose en su diario.
En los tres años que mi padre fue rector tuvo que capear
el temporal navegando por aguas turbulentas de lucha
universitaria, confrontaciones continuas y panorama político
crispado. Se preocupó por rebajar la tensión y gestionar y
ampliar la universidad buscando un lugar cercano a Madrid,
decidiéndose por Alcalá, que llegaría a ser una universidad
independiente. También se encargó de preparar las primeras
elecciones democráticas a rector, a las que no se presenta,
cesando en julio de 1976.
D. Ángel miembro del Consejo del Reino en 1973
Secretario General del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas al ser nombrado Rector de la Universidad Complutense, cargo que conllevaba el de consejero nato en el
Consejo de Estado. Al día siguiente un amigo me felicitó
jocosamente por mi nombramiento como hijo del Rector. No
me di cuenta en ese momento del alcance de sus palabras.
Pronto vi que se me conocía como el hijo del Rector, cosa
nada envidiable siendo yo estudiante universitario en esa
época, pero me enseñó algo sobre la vida y las personas.
Hubo quien se acercó a mí por esa razón, quien me huyó y a
quien esta circunstancia le fue completamente indiferente.
Con el atentado a Carrero Blanco el 20 de diciembre de
1973 comenzó la Transición española. Para entonces, mi
padre había sido elegido Consejero del Reino como representante de todos los rectores de universidad. Por esa razón
tomó parte en la confección de la terna para Presidente de
Gobierno. En esa ocasión los nombres fueron Nieto Antúnez
(75 años), Arias Navarro (65 años) y Fernández Miranda (58
años). Nada contó mi padre sobre las deliberaciones, puesto
que eran secretas, pero sí le dijeron que cuando Franco vio
la terna comentó: “Curioso. El pasado, el presente y el
futuro”. Y es que parece que Torcuato Fernández Miranda
iba para Presidente del Gobierno. Sin embargo, fue nombrado Presidente de las Cortes y del Consejo del Reino, también
por terna decidida en el propio Consejo del Reino.
El 1 de julio de 1976 el rey Juan Carlos aceptó la
dimisión que Arias Navarro le había ofrecido de manera
protocolaria cuando aquél subió al trono. Era necesario
elaborar una nueva terna, presidido el Consejo del Reino por
Fernández Miranda, político inteligente que propuso un
sistema de votaciones eliminatorias con múltiples intervenciones a lo largo de varias horas de sesiones en las que se
destacaron las desventajas de cada político para el cargo de
presidente. De esta manera fueron eliminados algunos de los
Homenaje a D. Ángel González Álvarez
Amigos y conocidos que le consideran un experto en
materia educativa le convencen para que en las elecciones de
junio de 1977 se presente al Senado por Alianza Popular.
Quien todavía tenga una visión idílica de aquella época
puede leer las Memorias de Silva Muñoz, en las que describe
detalladamente el ambiente de la campaña electoral. No sólo
sacó mi padre muchos menos votos que los representantes de
UCD (“Llegaron barriendo” fue su único comentario, pues
jamás volvió a hablar de ello), sino que quedó también muy
por detrás de Cristóbal Halffter. Como estudiante de música,
me consoló el aprecio que habían mostrado los leoneses por
el que era para mí el mejor compositor de música contemporánea de España
en ese momento.
A partir de
entonces mi padre
se centró únicamente en la cátedra y en el estudio
y es de destacar
que, siendo como
era aristotélico de
toda la vida, se D. Ángel, Rector de la Univ. Complutense
sintió fascinado
por Platón en sus últimos años. La enfermedad le impidió
llevar a cabo un libro sobre filosofía griega.
Mi padre no fue realmente un político, sino un buen
gestor. Todos los cargos que tuvo estuvieron directa o
indirectamente relacionados con la enseñanza, incluyendo la
investigación. Si tuviera que destacar sus principales cualidades, además de su amor a la educación y a la filosofía, estas
serían su dedicación incansable al trabajo, su bondad y
magnanimidad. Las mismas cualidades tenía su hijo mayor,
mi hermano Ángel Luis, catedrático de Metafísica como él,
cuyo reciente fallecimiento tanto hemos llorado los que lo
conocíamos bien. O
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MENDOZA EN EL RECUERDO: “LOS HERMANOS SEAN UNIDOS…”
José María González García
ngel González Álvarez, mi padre, catedrático
de Metafísica a la sazón en la Universidad de
Murcia, viajó a la ciudad de Mendoza por vez
primera en 1949 para asistir al I Congreso Nacional de
Filosofía, un Congreso que superó los límites iniciales
de la nación Argentina y fue la reunión internacional
más importante de los profesionales de la filosofía en
aquellos años. En la sesión inaugural, primero el
profesor alemán Gadamer y después mi padre
pronunciaron los discursos de salutación en nombre de
los congresistas europeos. La salutación de mi padre
comenzaba con las siguientes palabras, muy acordes
con la retórica de la época:
Á
“Mi voz es hoy portadora de un mensaje de la vieja
Europa para esta dilecta Nación llena de gracia y juventud.
Al corazón mismo de la España incomprendida, llegaban,
pocos días ha, viajeros de la hermana Portugal, de la noble
Francia, de la bella Italia, de la hospitalaria Suiza, de la
torturada y profunda Alemania, para emprender con
nosotros, los españoles, fundidos en único afán, el vuelo de
ángeles que habría de hacer escala definitiva en esta tierra
mendocina, marco incomparable de este Congreso de
Filosofía que con tan buenos auspicios estamos
inaugurando”.
Más tarde, dentro de las sesiones de Metafísica, mi
padre presentó una ponencia titulada “La estructura
entitativa del hombre” que puede leerse en el volumen
de Actas de dicho congreso.
nacido en León en
1948 y yo en Murcia
en marzo de 1950.
Meses después
marchó toda la
familia a Argentina y
Juan Carlos nació en
Mendoza e1 1 de mayo de 1951. Supongo que las
primeras remembranzas infantiles son elaboraciones
que uno acaba haciendo suyas cuando se las han
contado muchas veces y no auténticos recuerdos
personales. En cualquier caso, las primeras imágenes
de mi vida consisten en un viaje interminable en barco
regresando de Argentina a España. Ciertamente, para
mi mente infantil quince días de travesía oceánica entre
Buenos Aires y La Coruña debieron parecer una
eternidad, un espectáculo interminable frente a un mar
infinito que no se acababa nunca y una fiesta
permanente en la que cada tarde había una sorpresa
especial.
En el álbum de recuerdos familiares se puede ver
todavía una pequeña fotografía fechada en junio de
1951 en la que estamos Angel Luis y yo, con dos años
y un año respectivamente, cada uno con una pelota
bajo el brazo, de pie delante de unos azulejos
típicamente españoles, con dibujos geométricos, los
azulejos de una infancia perdida en los juegos
Fruto de este viaje fue la invitación a impartir clases
de filosofía y a organizar la docencia y la investigación
en la Universidad Nacional de Cuyo en Mendoza,
tareas que compaginó con la docencia en su cátedra de
la Universidad de Murcia, trabajando un semestre al
año en cada una de las dos Universidades separadas
por un océano de distancia y el ancho de la tierra
argentina, pues Mendoza se ubica al pie de los Andes,
ya cerca de la frontera chilena. Esos años fueron muy
productivos y la firma de González Álvarez aparece en
varios artículos de la revista Philosophia, en un largo
texto sobre “La ilustración francesa”, así como en los
libros Introducción a la Metafísica (1951) y Filosofía
de la Educación (1952), publicados por la Universidad
de Cuyo. También fue Director del Instituto de
Filosofía y Disciplinas Auxiliares de dicha
Universidad entre 1949 y 1953, así como fundador y
presidente de la Sociedad Cuyana de Filosofía en 1950.
Pero en este breve artículo quisiera referirme a la
época de Mendoza desde la perspectiva de los
recuerdos familiares. Mi hermano Ángel Luis había
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José María y Ángel Luis en Mendoza, junio de
1951
compartidos de algún lugar para mí desconocido de
Mendoza. Juan Carlos, recién nacido un mes antes, no
PASARELA VII
Homenaje a D. Ángel González Álvarez
y en los niños que jugaban pude
identificar mi propia infancia y la de
mis hermanos Ángel Luis y Juan
Carlos (Jesús nació años más tarde, ya
en Madrid, en 1955). Pero la mayor
sorpresa fue descubrir en el fondo de la plaza un muro
de cerámicas pintadas en el que se representaban varias
escenas: las carabelas de Colón avistando América por
vez primera, la fundación de la ciudad de Mendoza por
Pedro del Castillo en 1561, la obra misionera de los
religiosos con los indígenas, una escena de don Quijote
y una escena del poema del gaucho Martín Fierro, de
José Hernández, precisamente con los versos que
nuestro padre nos hizo aprender de memoria a base de
repetirlos siempre que había una pelea o un conflicto
Y hoy, también emocionado, escribo estas líneas con el
dolor de la reciente e inesperada muerte de Ángel Luis
aparece en la foto. Muchos años transcurrieron desde
entonces y aquella plaza, los juegos infantiles y los
azulejos fueron cubiertos por el grueso manto del
olvido y arrinconados, pues la vida siguió
inevitablemente su curso y aquella imagen de los
azulejos entró a formar parte de mi inconsciente.
Pero cincuenta años más tarde, los azulejos fueron
evocados de nuevo por la postal de unos amigos,
viajeros por Mendoza, que conocían la vinculación de
mi infancia con la ciudad. En dicha postal aparecían
muchos azulejos formando los
revestimientos de fuentes, estanques,
bancos, pequeños muros y, sobre
todo, se le otorgaba un nombre a ese
espacio: plaza de España en Mendoza
(Argentina). La postal despertó en mí
el recuerdo y busqué ansiosamente las
fotos en el álbum familiar hasta
comprobar que se trataba de los
mismos azulejos.
Un segundo aldabonazo en la
conciencia del recuerdo aconteció en
1998, durante mi participación en el I
Congreso Iberoamericano de
Filosofía, celebrado en Cáceres y en
Madrid, y en el que conocí a un
profesor argentino de la Universidad
de Cuyo, Arturo Roig, y a su esposa,
quienes habían sido alumnos de mi
padre en la época de Mendoza, cinco décadas antes, y
guardaban una grata memoria de su antiguo maestro.
Un año más tarde, en 1999, impartí un curso de
doctorado en una universidad de Santiago de Chile y
aproveché un largo fin de semana para cruzar en
autobús la cordillera de los Andes y viajar a Mendoza
con la finalidad de recuperar una parte de mi infancia
perdida y buscar las huellas de la estancia de mi padre
en la ciudad. De hecho, por pura casualidad me alojé
en el mismo hotel en el que él había estado durante el
primero de sus viajes. También entré de nuevo en
contacto con Arturo Roig y su esposa, aprendiendo de
ellos muchos detalles de la ciudad y de los primeros
años de la década de los cincuenta en la Universidad de
Cuyo. Y, finalmente, en un paseo solitario lleno de
nostalgia por el centro de Mendoza me encaminé a la
plaza de España, buscando los azulejos del recuerdo. Y
los encontré en su sitio, si bien un poco deslucidos por
el paso del tiempo: el estanque, el trazado del parque,
los bancos eran los mismos cincuenta años más tarde
Homenaje a D. Ángel González Álvarez
entre nosotros y que yo recordaba de una manera más
breve de lo que aparecía grabado en los azulejos:
“Los hermanos sean unidos
Pues esta es la ley primera,
Ya que si entre sí pelean
Los devoran los de afuera”.
No pude contener la emoción al leer estos versos.
Mi padre había muerto ocho años antes, pero sus
palabras seguían resonando vivas en mi recuerdo. Y
hoy, también emocionado, escribo estas líneas con el
dolor de la reciente e inesperada muerte de Ángel Luis,
a quien conté esta anécdota de mi primer regreso a
Mendoza durante nuestra última conversación en
Madrid. Y, claro está, también él recordaba las
palabras de Martín Fierro que son una tradición
familiar: “Los hermanos sean unidos…”O
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D. ÁNGEL GONZÁLEZ ÁLVAREZ, UN CEPEDANO HUMILDE, SABIO Y PODEROSO
Antonio Natal Álvarez
Ángel, que así le llamaba toda la comunidad
educativa, fue un profesor modelo. Daba sus
clases con una puntualidad kantiana y con
claridad cartesiana: “La claridad es la cortesía del
filósofo”. Como experto en Filosofía Escolástica y
Personalismo Cristiano, asistió a Congresos
internacionales, en los que coincidió con el Papa Juan
Pablo II, filósofo en vida y ahora santo.
D.
Este Papa hizo su tesis Doctoral sobre San Juan de
la Cruz, seguramente por la influencia que sus amigos
españoles ejercieron en el Pontífice.
confesó: “Aprobé un
Instituto de Enseñanzas
Medias para Vega de Magaz
pero lamentablemente no se
pudo llevar a efecto porque
el Ayuntamiento de entonces
no me facilitó un solar para
ubicarlo. Para mí fue
doloroso porque tenía la
ilusión de construir un
Instituto en mi tierra pero no
hubo manera. Le dije al
alcalde que me diera un terreno rústico, si no disponía
de urbanos, y que yo ya haría las gestiones para
recalificarlo. No saqué al alcalde de su negativa. Yo
que había arado, con las vacas de mi tío Luis, campos
D. Ángel, recorrió todo el escalafón: empezó de
maestro de escuela en pueblos (Porqueros por
ejemplo), después llegó a catedrático de Instituto y más
tarde ganó la cátedra de Metafísica de la Universidad
Complutense de Madrid, sustituyendo a
Ortega y Gasset, uno de nuestros mejores
escritores y pensadores. Ortega estuvo
D. Ángel tenía una relación magnífica con sus alumnos
comprometido con León hasta el punto de
a los que atendía con dedicación, humildad y esmero.
presentarse a Diputado a Cortes por
"Hay que sustituir la máquina de suspender por el
nuestra Provincia, obteniendo más votos
método de enseñar", era su máxima.
que el propio alcalde de León.
D. Ángel tenía una relación magnífica
con sus alumnos a los que atendía con dedicación,
humildad y esmero. “Hay que sustituir la máquina de
suspender por el método de enseñar”, era la máxima de
D. Ángel con el ministro Lora Tamayo en Astorga
D. Ángel, al que los buenos estudiantes lo hacían feliz.
También fue Director General de Enseñanzas
Medias, cargo que aprovechó para construir casi todos
los Institutos de Bachillerato de nuestra Provincia. Un
día, en una de las frecuentes reuniones que mis
hermanos y yo manteníamos con él, le agradecí el que
hubiera dotado a León de numerosos Institutos, pero
también le reproché cariñosamente que no hubiera
construido un Instituto en la Cepeda. Entonces nos
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y quiñones inmensos, sabía que lo que sobra en la
Cepeda es terreno pero a mí no me dieron un trozo para
poner un Instituto. Al final le tuve que decir al
arquitecto del Ministerio, con todo el pesar de mi
corazón, que tachase del proyecto el nombre de Magaz
de Cepeda y pusiera el de Carrizo de la Ribera porque
el alcalde de Carrizo sí facilitó los terrenos para
instalar el Centro Educativo”.
A mi hermano Gregorio, D. Ángel le dirigió la
Tesis Doctoral. A Domingo, el fraile agustino, no le
dio clases. Yo sí tuve el placer de escucharlas. Los tres
somos Doctores en filosofía y los tres asistimos a las
reuniones con D. Ángel. Tuvimos una buena amistad
con él, hasta tal punto que no había secretos para
nosotros. Le visitamos en la Universidad, en el
Rectorado y en su propio domicilio. Gregorio hacía la
Tesis sobre M. Clavel, el coordinador de los Jóvenes
Filósofos franceses, artífices e ideólogos de mayo del
68. D. Ángel era conservador pero estaba abierto a
todo lo que fuese investigación; de hecho, también
dirigió el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas.
Gregorio fue escolta personal del Rey, así que
hablaban más de Zarzuela que de la Tesis. Siempre le
decía: “la Tesis la llevas muy bien, termínala y
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Homenaje a D. Ángel González Álvarez
Adolfo Suárez, agradecido o reconociendo los
méritos académicos de D. Ángel, le propuso que
fuese Ministro de Educación.
encuadérnala para presentarla cuanto antes”. D. Ángel
también le dio clases al Príncipe Juan Carlos (ahora
Rey Emérito). Por esta razón, Zarzuela tenía confianza
contra D. Ángel; hay que tener en cuenta
además que estamos hablando de unos
tiempos difíciles y de una Universidad muy
politizada y muy convulsa.
Reconocía que aunque se llamase Ángel,
“no somos ángeles” como escribió Santa
Teresa de Jesús, y por lo tanto, podía cometer errores.
Admitía la crítica y a mí me encargó que le informase
de cualquier asunto mal gestionado en la Universidad,
a fin de ponerle remedio inmediatamente. Era muy
ejecutivo y los asuntos se resolvían de manera rápida.
Procuré cumplir este encargo. Varias veces le fui a
ver para denunciar injusticias claras en la
Administración de la Universidad. Inmediatamente y
delante de mí, llamaba al Ministro o a las Autoridades
correspondientes para resolver el asunto. Y así era: a
los pocos días la Orden Ministerial aparecía en el
Boletín Oficial
D. Ángel saludando al Rey Juan Carlos
para sugerir a D. Ángel que en la terna destinada a
nombrar Presidente del Gobierno, viniera también el
nombre de Adolfo Suárez. Eran trece los Consejeros
del Reino, –D. Ángel, uno de ellos– y una de sus
misiones, en la España predemocrática, consistía en
proponer al Rey la famosa terna. Las peleas de los
Consejeros se centraban en quién iba el primero, pues
el Rey elegía generalmente al número uno. D. Ángel,
que ya estaba avisado, colocó, sin problemas, a Suárez
en el número tres. Curiosamente D. Juan Carlos le dio
la vuelta a la terna y nombró a Suárez Presidente del
Gobierno.
Adolfo Suárez, agradecido o reconociendo los
méritos académicos de D. Ángel, le propuso que fuese
Ministro de Educación. D. Ángel le puso algunas
condiciones, entre ellas que pudiera desarrollar su
proyecto educativo. D. Ángel había publicado un libro,
que nos dedicó a los tres hermanos, en el que trazaba
las líneas maestras de un sistema educativo. Suárez le
contestó que habría que revisarlo y cambiar cosas.
Entonces D. Ángel, agradeciéndole el ofrecimiento, le
dijo que no, y que buscase a una persona más flexible.
A pesar del poder que D. Ángel tuvo, especialmente
cuando detentó los cargos de Rector de la Universidad
de Madrid y Consejero del Reino, nunca se le subieron
los cargos a la cabeza. Atendía a todo el mundo y
recibía a cualquier estudiante que se lo pidiese. Por
esta razón, nunca vi en la Universidad una pintada
Homenaje a D. Ángel González Álvarez
También contaba D. Ángel que no era suficiente
con dar la Licenciatura al terminar la carrera. Había
que procurar dar trabajo junto con dicha Licenciatura
para conseguir un empleo. Siguiendo este criterio, D.
Ángel colocó a cientos de titulados, especialmente si
procedían de León o la Cepeda. El propio Eugenio de
Nora, buen amigo de D. Ángel a pesar de las
diferencias ideológicas, me comentó que D. Ángel le
D. Ángel con un grupo de sus alumnos
había ofrecido trabajo en la Universidad. No lo aceptó
porque el astorgano Gullón le abrió también las puertas
de las Universidades norteamericanas, y porque Suiza
le ofreció las mejores condiciones para que enseñase
en la Universidad.
Tanto mis hermanos como yo nos sumamos
encantados a este Homenaje a D. Ángel y felicitamos
a los organizadores del mismo.O
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MIS RECUERDOS DE ÁNGEL
Antonio García Álvarez
is primeros recuerdos de Ángel se remontan a
En el año 1959, charlando con
finales de la década de los años cuarenta y
él un día, me sugirió y aconsejó
principios de los cincuenta del siglo pasado. D.
que fuese a vivir al Nebrija. El
Ángel, el catedrático, hijo del señor Venancio de M agaz,
Colegio Mayor, me dijo, tiene
venía con su familia a pasar el verano a Vega. Unos años
una actividad cultural que no
antes, Ángel se había casado con Nieves, hija del señor
hay en la Residencia, lo cual
Esteban, de Vega.
redunda
M
Nieves era sobrina de mi madre, Andrea, y existía entre
am b as
un
cariño
mutuo especial. Hay
que
in d ica r
que
formación
en
una
integral
mejor
de
los
universitarios.
Hice caso de los sabios
consejos de Ángel y solicité
Andrea siempre tuvo
plaza en el Colegio Mayor Nebrija. De esta forma, en
con sus sobrinos una
octubre de 1959, cursando segundo curso en la Escuela
relación muy intensa,
Técnica Superior de Ingenieros de Montes, me incorporé como
derivada de ser la
residente al Colegio.
hermana menor, que
Quiero dejar constancia de que la intervención de Ángel
vivía con la abuela
en este proceso se limitó a los consejos que he mencionado.
Isabel a cuya casa
La selección de aspirantes a entrar en el Colegio se hacía
acudían
nietos
atendiendo al expediente académico, y el mío respondía a las
con asiduidad. Desde
exigencias requeridas. Por otra parte, mi primera habitación
los
muy joven, Andrea
ayudaba a la abuela a
cuidar de los nietos.
El Sr. Venancio, D. Ángel y tres de sus En el caso de Nieves,
hijos
esta relación tuvo
características propias, ya que Sabina, hermana de Andrea y
madre de Nieves falleció joven, siendo Nieves todavía muy
niña.
Como era de rigor, Ángel y Nieves saludaban a mi
familia, y allí, dando vueltas alrededor de los mayores, estaba
yo. Cuando se terminaba la visita, mi padre, Lorenzo, me
ponía a Ángel como modelo a seguir. Tú estudia, me decía,
y no tendrás que dedicarte a estos trabajos tan duros que
D. Ángel en la imposición de la beca colegial a Antonio García
Álvarez. Colegio Mayor Nebrija 1962
hacemos nosotros. En 1955 fui a Madrid para iniciar los
estudios de preparación del ingreso en ingeniería. M e
estaba situada, como la de la mayoría de los novatos, en el
acompañaba mi padre y, entre otras visitas, estuvimos en
que se llamaba “pasillo del maldito”.
casa de Ángel y Nieves, en la calle Donoso Cortés. Pasamos
El Colegio se componía de un edificio central, donde se
la tarde con la familia, y fuimos a la zona norte de la calle
ubicaban los servicios comunes y de unos pabellones, donde
Cea Bermúdez, entonces el descampado del “cerro del
se localizaban las habitaciones de los estudiantes. En el
pimiento”, donde los mayores tomábamos un refresco
segundo piso del edificio central se encontraba la vivienda
mientras los niños jugaban alrededor.
del Director. Pronto comencé a ser conocido como “el
Yo fui a vivir a la residencia Virgen del Lluch, situada
sobrino de D. Ángel”. Aunque yo explicaba cuál era la
cerca de la Avenida de la Reina Victoria; por lo que, dada la
relación familiar que me unía al Director, la coincidencia de
cercanía a Donoso Cortés, los visitaba algunas veces. A
los segundos apellidos y la diferencia de edad entre ambos,
comienzos del año siguiente falleció Nieves, y poco después
hacían que dominara esa postura frente a la real.
se incorporó a la familia Dioni, como responsable de
organizar la casa y de cuidar de los niños.
En el comedor había una mesa en la que se colocaban,
cuando asistían a la comida o cena, el Director, el
Mi mayor relación con Ángel la tuve cuando residí en el
Subdirector y el Secretario. La mesa se completaba con
Colegio M ayor Antonio de Nebrija, del cual él era Director.
estudiantes. Había una norma, no escrita, que cualquiera que
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Homenaje a D. Ángel González Álvarez
entrara en el comedor existiendo algún sitio libre en la mesa
presidencial, debería
ocuparlo; por
lo
que
elogiosas para Ángel, por parte de mi interlocutor.
muchos
En los años posteriores, visitaba con frecuencia a la
estudiantes no entraban en el comedor hasta que la mesa
familia en su casa situada en uno de los bloques de las
estuviera completa. Ello reducía el número de los asiduos
viviendas de profesores de la Universidad Complutense, en
ocupantes de la mesa presidencial.
la calle Ministro Ibáñez Martín. Estas visitas se fueron
En consecuencia, fueron muchas las comidas o cenas que
me senté en dicha mesa, y muchas, por tanto, las veces que
espaciando a medida que mis ocupaciones profesionales y
familiares me mantenían más ocupado.
coincidí con Ángel. Se hablaba de las noticias del día, de
Coincidíamos en Vega durante el verano. A veces subía
cuestiones universitarias, de los asuntos del Colegio,
yo a su casa del monte, y en el jardín a la sombra de los
actividades culturales, la marcha del equipo de rugby, etc.
manzanos, tomábamos algún refresco. Yo era ya un joven
El equipo de dirección tomaba el café en el salón
profesional, y el tema de la situación laboral de los
conocido como “el casinillo”. Allí, era frecuente que D.
universitarios jóvenes salía en la conversación. Tenía gran
Ángel, y D. Sergio Rábade, Subdirector del Colegio,
preocupación por la preparación profesional de los docentes
acompañados de estudiantes de filosofía mantuvieran una
y, consecuentemente, porque recibieran una remuneración y
tertulia sobre temas de dicha materia que, las personas que
una consideración social adecuadas. Alguna vez me preguntó
por los ingresos que se percibían en el Ministerio de
Agricultura por los funcionarios de nivel universitario, con
el fin de poder comparar cómo estaba la situación en relación
con el Ministerio de Educación.
En este orden de cosas, puedo contar una anécdota que
me relató. Decía que defendiendo estas cuestiones en los
ámbitos políticos, entre otros argumentos, aportaba el
siguiente: Mi padre cuando tiene una vaca enferma acude al
veterinario, un profesional con 5 años de estudio, con una
remuneración y una consideración social dignas. La
educación de nuestros hijos merece, con mayor justificación,
D. Ángel con los colegiales y residentes del Colegio Mayor
Nebrija 1960
estar en manos de unos buenos profesionales, bien
remunerados y con la consideración social adecuada.
Al comienzo de los años ochenta, un grupo de colegiales
éramos de la rama de ciencias, como era mi caso,
encontrábamos siempre muy interesante. La Escuela Técnica
Superior de Ingenieros de Montes está situada en la Ciudad
Universitaria, no lejos de la Facultad de Filosofía, motivo
por el cual, con frecuencia, Ángel, por las mañanas en su
camino a la Facultad, me llevaba en su coche y me dejaba a
del Nebrija creamos la Asociación de Colegiales del Colegio
Mayor Antonio de Nebrija. Ángel, como colegial que era, se
afilió a la Asociación y acudía a las Asambleas Anuales.
Como una parte importante de los asistentes a estos actos
éramos colegiales de su época, disfrutábamos con él en estas
reuniones rememorando los tiempos de 20 años atrás.
la altura de lo que se conocía como el paraninfo, por ser un
Cerramos este
espacio pensado para este fin, que ha terminado dedicado a
campos
de
deportes.
Era
frecuente
que,
relato de mis
mientras
principales
charlábamos, aprovechara para ultimar la preparación de la
recuerdos, con
clase que iba a impartir.
el
de
su
En este período, la relación con la familia fue, también,
fa lle cim ie nto ,
muy intensa, pues con frecuencia subía yo a su casa, que
en 1991, y su
como he dicho estaba en la segunda planta para departir con
entierro en el
Dioni y con los chicos. Ángel, con su apariencia de persona
cementerio de
seria, contaba en su conversación abundantes anécdotas, por
lo que se hacía muy ameno. En el Colegio, con carácter
general, gozaba de simpatías y era respetado por su calidad
humana y su talla intelectual.
Director del Colegio Mayor Nebrija
Magaz.
V a l g a n
estas líneas para dejar constancia de mi admiración por
Ángel, y de mi amistad y cariño para él y toda la familia,
Durante años, después de dejar el Colegio, ya en el
Nieves, Dioni, Ángel Luis, Pepe, Carlos y Jesu. Creo que
ejercicio de mi actividad profesional, cuando me encontraba
todo ello justifica mi interés porque Ángel cuente con un
con algún colegial del Nebrija de nuestra época, se me hacía
buen homenaje en el centenario de su nacimiento.O
la pregunta: ¿qué tal está tu tío? La conversación continuaba
con recuerdos de aquellos tiempos y por supuesto con frases
Homenaje a D. Ángel González Álvarez
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REPORTAJE GRÁFICO: BARRIOS DE VEGA. "El otro lado" (II Parte)
Benito Álvarez
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Homenaje a D. Ángel González Álvarez
PLANTAS MEDICINALES DE NUESTRA TIERRA. "El orégano"
Enrique García (Zacos de Cepeda)
Orégano (Oreganum Vulgare)
ecuerdo como si fuera ayer cuando era niño, y
pasaba el día entero en el monte con las ovejas,
el inconfundible aroma del orégano. Por algo su
nombre significa “Alegría de la Montaña”. Por aquel
entonces los campos estaban limpios y pastados, y el
o r é ga n o s e m u l t i p l i c a b a po r d o q u i e r .
Desgraciadamente hoy en día podríamos citar
literalmente el refrán “no todo el monte es orégano”.
Hoy por hoy, al multiplicarse la maleza en nuestros
campos escasea más, pero es una gran aventura y un
reto salir a buscarlo.
R
Estamos ya más acostumbrados a cultivarlo en casa
o comprarlo desecado en el súper, pero pocos saben lo
Los beneficios del
Oreganum Vulgare
conocidos en la antigüedad
son pocos comparados con
lo que la ciencia moderna ha
descubierto, y algunos te
pueden sorprender:
• Antioxidante: El
orégano contiene, como el
tomillo y el romero, timol y
ácido rosmarínico, que
ayudan a disminuir los
efectos de los radicales libres, que son los responsables
del envejecimiento celular. Su actividad antioxidante
es cuarenta veces más potente que las manzanas o los
arándanos.
• Minerales y vitaminas: Es una rica fuente de
vitamina K y manganeso, importantes en la circulación
de la sangre y en la salud de los huesos.
• Potente fungicida: Se ha comprobado
históricamente que su capacidad para combatir hongos
y levaduras como la «cándida albicans» son
impresionantes.
• Propiedades antibióticas: Un compuesto químico
que contiene, llamado carvacol, ha generado gran
interés en la comunidad científica. El carvacol puede
ser incluso más potente que la penicilina. Estudios
recientes sugieren que las propiedades antibióticas del
orégano podrían matar el conocido «Staphylococcus
Aureous», virus resistente a los antibióticos más
poderosos de la ciencia moderna.
tan saludable que es esta hierba. Cuando hagáis guisos
con orégano, vais a encontraros con mucho más que un
golpe de sabor, estaréis recibiendo una incalculable
serie de beneficios para la salud.
Históricamente el orégano no solo era reconocido
por su sabor, sino que se dice que era un símbolo de
alegría y felicidad. Los novios de la antigua Grecia y
Roma se ponían coronas de orégano en la cabeza en la
celebración de sus nupcias. Llevada en la cartera, se
decía que esta planta atraía suerte, salud y sentimientos
positivos. Se dice que fue creada por la Diosa Afrodita
para hacer más feliz al ser humano.
Homenaje a D. Ángel González Álvarez
• Otras propiedades y usos del orégano: Ha sido
utilizado exitosamente para matar gran cantidad de
parásitos intestinales como las amebas y lombrices.
Para infestaciones
externas del pelo,
como piojos y
liendres. Tomado
en infusión es un
excelente digestivo,
ayuda a tratar la
indigestión,
flatulencia, vómitos
y diarreas. El aceite
esencial de orégano ayuda a combatir problemas de
acné y espinillas, debido a su efecto antibiótico, así
como para tratar el mal aliento y los problemas de
encías y úlceras bucales.O
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LOS VERANOS DE DON ÁNGEL EN VEGA DE MAGAZ
LOS NIÑOS DE DON ÁNGEL
Marisa García Alonso
uando llegaba el verano, con la alegría de las vacaciones y todo lo que ello suponía,
como los baños en el río, las fiestas de los pueblos, las excursiones, etc., también
había algo que cambiaba nuestras vidas: la llegada de los veraneantes. Entre estos,
destacaban los que todos conocíamos como “los niños de Don Ángel”. Se abría la casa
blanca de la carretera del cementerio y nuestros juegos se extendían para un espacio que
no era común en las otras épocas del año: la casa de D.
Ángel y sus alrededores en el monte. Los niños, de
diferentes edades, Ángel Luis, Pepe, Carlos y Jesusín
acababan por ser amigos de diferentes generaciones de
niños y niñas del pueblo que con ellos crecíamos cada verano y con ellos
compartíamos intereses y juegos. Como niños de ciudad –Madrid– siempre traían
novedades que integrábamos en nuestro campo de conocimientos y de diversiones
y, al mismo tiempo, ellos se contagiaban de una libertad y modo de vida que no era
común en su mundo de la capital.
C
Su padre, Don Ángel, era un enigma para nosotros. Todos los días, lo veíamos
bajar la cuesta y pasar por la calle en dirección a la misa de tarde, vestido de negro
y con gafas oscuras, distinguido, distante y ensimismado. A veces sólo y otras
acompañado de los niños, vestidos de domingo, derechos y formales, que nos
parecían diferentes de los que también eran nuestros compañeros de juegos y
diversiones.
El señor Venancio, su hijo D. Ángel y
tres nietos
Fuimos creciendo y la vida nos llevó por diferentes caminos y geografías, pero
ellos –los niños de Don Ángel– quedaron en nuestra memoria como una de las
muchas vivencias que formaron parte del imaginario del verano en nuestro pueblo, Vega de Magaz.O
VALENTÍN: EL CHÓFER DE DON ÁNGEL
Ángeles Centeno y Amalia García Alonso
ecordamos nuestros veranos de adolescentes en Vega.
Teníamos una pandilla estupenda de estudiantes, la mayoría
nos pasábamos los inviernos en internados y deseábamos
con anhelo que llegaran las vacaciones para disfrutar de todo lo que
el pueblo nos ofrecía: los paseos en bicicleta, los baños en la presa
de arriba, las chocolatadas en la barrera, las tardes en los pinos y,
como no, las fiestas patronales de todos los pueblos de alrededor
que esperábamos con gran ilusión. Pero hubo algún verano
especial…
R
Creemos, no a ciencia cierta, que fue por los años en que Don
Ángel fue secretario general del CSIC (67/73), cuando en sus veranos en Vega, le acompañaban su chofer Valentín
y su familia: su mujer, Lupe y sus dos hijos, Javier y Tinín. Estos eran más o menos de nuestra edad y enseguida
se unieron a la pandilla. Valentín, que era un hombre aficionado al teatro, nos propuso preparar una obra para
representarla al final del verano. Nosotros, ávidos de novedades, como todos los jóvenes, aceptamos
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PASARELA VII
Homenaje a D. Ángel González Álvarez
inmediatamente. Preparamos varias obras pero recordamos
especialmente “El médico a palos” de Molière. Fue una experiencia
que no hemos olvidado. Ensayábamos en la escuela y allí la
representamos. Cuando llegó el día, montamos un escenario en alto,
no recordamos cómo, con su decorado hecho con papel de embalar
que comprábamos en casa de la señora Margarita y su telón para el
que utilizábamos sábanas que llevábamos de nuestras casas. Fue todo
un éxito. Al final pasamos la bandeja y con lo recaudado nos dimos
una merendola, probablemente en la barrera del monte que era donde
llevábamos a cabo nuestras celebraciones.
A lo largo de nuestra vida profesional, como maestras, las dos
hemos sido entusiastas del teatro y hemos preparado infinidad de
obras teatrales con nuestros alumnos. ¿Quién sabe si la semilla la
puso Valentín, ese chofer de Don Ángel, que nos introdujo en esa afición durante algunos veranos de nuestra
adolescencia.O
Casa veraniega de D. Ángel junto al castaño
centenario
A LA SOMBRA DE DON ÁNGEL
María Pilar Juan Cantón
¿R
ecuerdas, amiga, el pinar inmenso en los largos días veraniegos?
El pinar fue el escenario de las aventuras del Capitán Trueno, Goliath, Crispín
y Sigrid. Jesu era el Capitán que vencía a sus enemigos en innumerables
aventuras. Yo representaba el resto de los personajes: Goliath, Crispín, a veces Sigrid.
La casa de Don Ángel era un refugio sereno, igual que su figura apacible junto a ella.
Y además, los árboles frutales en el monte cercano con las ciruelas “Claudia” de dulce
sabor, imponían un descanso a las infatigables tareas de jugar y ser felices.
A lo lejos, las risas de otros niños se estrellaban contra el cielo: –Ahora ya podríamos
morirnos, decías, pues no podemos ser más felices de lo que somos.
Contemplo desde el ahora aquel pasado espléndido en que el mundo se detenía en una
tarde, en la hoguera vespertina, en los cuentos y los cantos de la noche. Salvajes, libres, montaraces,
contemplábamos el humo que ascendía a las estrellas. Oíamos la noche, la abubilla, el estornino, los pájaros de los
pinares.
–¡Vamos al monte esta noche! Haremos fuego y una chocolatada en La Barrera!
De la felicidad no se hablaba, no había tiempo porque la vivíamos palpitante en comunión con la tierra y los
amigos, tan silvestres como las zarzas, con los que jugábamos al escondite, a “Tres navíos en la mar”, a hacer fuego
en los lugares prohibidos, a mirar la noche y las estrellas entre el fuego chispeante.
¡Momentos plenos de la vida! Éramos niños ocupados en vivir.O
Homenaje a D. Ángel González Álvarez
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ÁNGEL GONZÁLEZ ÁLVAREZ
José María García Álvarez
l 31 de enero de 1917 se casaron en la iglesia
de Vega de Magaz Esteban García y Sabina
Álvarez García. Él era natural de Vega, donde
también habían nacido y vivido sus padres Pedro
García y María García. Sabina había nacido el 11 de
diciembre de 1897 y era natural y vecina de Vega
como sus padres Toribio Álvarez e Isabel García.
Sabina era la penúltima de seis hermanos.
E
Dado que el padre de Esteban y la madre de
Sabina eran hermanos, el matrimonio necesitó
dispensa de segundo grado de consanguineidad, lo
cual era bastante frecuente en aquella época en casi
todos los pueblos cercanos a Vega.
Su primera y única hija llamada Nieves nació en
Vega de Magaz en el año de 1918. Pronto quedó
Sabina, había sido madrina y
tía de Rosalía, mi madre;
Nieves era prima carnal y
muy amiga de mi madre. Y,
finalmente, Nieves también
fue mi madrina a la que debo
mi nombre con el que
también bautizó a uno de sus
hijos.
Por otra parte mi padrino
Bernardo González, natural y vecino de Cogorderos,
era hermano del abuelo paterno de Ángel González
y de mi abuela Lorenza. Dado que Bernardo murió
pronto recuerdo que la falta de mi padrino fue
cubierta con creces por el cariño y los regalos de mi
madrina Nieves. Entonces yo la veía más alta de lo
normal, con largo y abundante pelo, siempre sincera,
sonriente y generosa.
Vivía en la casa de sus padres, donde la visitaba
con frecuencia. Raras veces no tenía algún detalle
conmigo. Particularmente, me gustaban los billetes
de tren, ya picados por el revisor, pero perfectamente
conservados, que me regalaba y yo coleccionaba con
orgullo.
Familia de D. Ángel
huérfana de madre y su padre casó en segundas
nupcias con Pilar García.
Nieves, que sería la futura esposa de Ángel
González Álvarez, vivió en la casa de sus padres
ubicada junto al paso a nivel de Vega de Magaz,
donde permanecería hasta el día de su boda
celebrada en la Catedral de Astorga. Los numerosos
invitados también concurrieron al banquete nupcial
en un restaurante de dicha ciudad.
Nieves vivió con su marido en diversas
provincias españolas y en Argentina. Tuvo 4 hijos y
murió en Madrid el 22 de junio de 1956 cuando sólo
contaba 38 años de edad. No obstante está enterrada
en el cementerio de su pueblo de Vega de Magaz.
La relación de mi familia con Nieves viene de
muy largo: Pedro García y María García habían sido
padrinos del bautizo de mi abuelo Pedro, celebrado
en Vega el 15 de noviembre de 1886. Su madre,
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Boda de Nieves con D. Ángel
Creo que mi madre fue de las primeras en
enterarse del noviazgo y futuro casamiento de Ángel
y Nieves. Y recuerdo algunas visitas a la casa de mis
padres cuando todavía eran novios.
También que estuve invitado a su boda. Lo
recuerdo como una de las primeras bodas a las que
asistí fuera de Vega y porque me puse enfermo de
tanto comer.
Cuando Ángel González quedó viudo, y yo sin
padrinos, él asumió el papel de mi padrino puesto
PASARELA VII
Homenaje a D. Ángel González Álvarez
“Sin León no hubiera España. Y antes
que en Castilla leyes, León tuvo fueros y
reyes…”
que continuó haciéndome regalos en la festividad de
Reyes. Entonces me decepcionaban un tanto:
siempre eran libros o material escolar.
decepcionados. Sin embargo, después de una breve
pausa, obviando el papel, levantando la cabeza,
mirando a todos y con palabra alta, clara y
convincente dijo: “Sin León no hubiera España. Y
antes que en Castilla leyes, León tuvo fueros y
reyes…” y continuó en el mismo tono manteniendo
la admiración y emoción de todos los presentes
Son muchos los recuerdos que tengo de Ángel
González Álvarez. Supongo que como les pasaría a
casi todos los niños de Vega me daba cierta
vergüenza saludarlo. Sin embargo, pronto me di
cuenta de que era una persona especial, puesto que
siempre me escuchaba y surgía entre nosotros una
conversación fluida y amena, lo que sólo me había
sucedido con otras dos personas mayores.
Entre todas las remembranzas de Ángel conservo
dos anécdotas que dicen mucho de su forma de ser.
A última hora de la tarde del nueve de febrero de
1974 en una discreta sala del hotel San Marcos de
León se celebró el acto de entrega del título de
“Leonés del año 1973" que le había sido concedida
a Ángel González Álvarez. Obedeciendo a mi padre
asistí para acompañarlo junto al resto de la
Homenaje a D. Ángel como Director Gral. de Enseñanza Media
D. Ángel pronunciando un discurso
durante el resto del discurso.
El contraste entre el inicio del acto y el final
quedó bien patente. Cuando comenzó su discurso,
Ángel parecía el más pequeño y humilde entre las
engreídas y prepotentes autoridades leonesas.
Cuando finalizó, su figura resplandecía sobre todas
ellas.
Durante el verano algunas personas venían a
visitarlo a su casa de Vega de Magaz, casi siempre
para pedirle algo. Un día lo hacía yo acompañando
a mi primo Federico y a otra persona. Le
preguntaron por el entonces famoso filósofo Zubiri.
No he olvidado su respuesta en la que después de
desvivirse en halagos de todo tipo, concluyó
diciendo: “Y lo más importante de Zubiri es que
todavía es una persona joven, por lo que tiene un
gran porvenir. Sólo me supera en varios años”.O
corporación del Ayuntamiento de Magaz de Cepeda.
Durante unos minutos allí también estuvieron
esperando al homenajeado el Gobernador y todas las
autoridades civiles y militares de la provincia. De
pie, formábamos un pequeño corro en el que pronto
apareció Ángel que se situó al lado del gobernador
para recibir el galardón y decir unas palabras, cuyo
inicio no he olvidado.
Con voz insegura y titubeante saludaba a los
presentes mientras buscaba en sus bolsos un pequeño
papel al que llamó la chuleta que había preparado en
su habitación del hotel para que mitigase sus nervios
y le ayudase en esta difícil coyuntura a la que no
estaba acostumbrado. Ante tal aparente turbación del
orador, todos los presentes y yo estábamos un tanto
Homenaje a D. Ángel González Álvarez
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DON ÁNGEL, MI PROFESOR DE METAFÍSICA
Yolanda Canseco Redondo
alor. Un cielo azul intenso. El verde del pinar.
Cinco figuras bajando la cuesta de la calle del
cementerio en dirección a la iglesia. Don Ángel
y sus cuatros hijos, todos perfectamente trajeados,
alineados, serios, formales y silenciosos se dirigen a
misa el domingo. Había llegado el verano.
C
Poco podía sospechar yo que aquel señor tan serio
y tan distante, al que veía siendo niña desde la terraza
de mi casa, llegaría algún día a ser mi profesor.
Pasaron algunos años y, al entrar en la Facultad de
Filosofía, mi familia me
comunicó que, con toda
probabilidad, algún año me
daría clase don Ángel,
puesto que ocupaba la
cátedra de Metafísica en la
Universidad de Madrid.
Al comenzar yo la carrera
de Filosofía, don Ángel era
el rector de la Universidad
Complutense, pero fue
durante los cursos de 1977 a
1980 cuando fue mi
profesor. En principio, solo
debería haber impartido Metafísica, pero un cambio de
planes hizo que nuestra promoción recibiera también
de él clases de Teodicea y de Ontología.
Recuerdo que don Ángel González Álvarez era muy
puntual y daba las clases siempre ataviado con traje y
corbata. Lo primero que hacía cuando llegaba a la
mesa del aula era cambiarse las gafas oscuras con las
que solía ir por otras más adecuadas para la lectura,
también con los cristales oscuros. Enseguida sacaba
unos apuntes o una libreta y explicaba el tema
correspondiente. No escribía nunca en la pizarra ni
gesticulaba demasiado cuando hablaba, salvo un dibujo
espacial que construía en el aire con su mano derecha.
Con su dedo índice levemente extendido, el pulgar
apoyado en él y el resto de los dedos replegados sobre
la palma de la mano, pintaba en el aire lo que parecía
una madeja o una representación tridimensional del
infinito.
En sus clases era muy metódico, ordenado y claro.
Sus autores favoritos eran Aristóteles y santo Tomás de
Aquino. Y fue precisamente explicando el texto de
Aristóteles que habla de la admiración como punto de
partida de la filosofía y del conocimiento, cuando le oí
nombrar por primera vez a mi bisabuelo, Julián
Canseco, que había sido su maestro. En varias
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ocasiones habló don Ángel en
clase de él y lo hizo con
emoción y con agradecimiento
por haberle despertado la
curiosidad por el saber.
Creo que don Ángel
González Álvarez fue un buen
profesor, dentro de un estilo de
enseñanza tradicional. No hay
que olvidar que fue uno de los
representantes más
importantes de la
neoescolástica.
Al margen de su contribución intelectual, vertida
en un buen número de libros y de conferencias, cabe
señalar dos aportaciones
de don Ángel que tuvieron gran proyección y
que, como profesora de
Filosofía, quiero destacar. Una, muy de agradecer, fue el enorme
esfuerzo que realizó por
crear nuevos centros de
enseñanza, no sólo en
las ciudades, sino también en núcleos rurales.
Otra, que fue el impulsor, allá por el año 1963,
de la Primera Convivencia Española de Filósofos Jóvenes, que posteriormente se llamaría Congreso de Filósofos Jóvenes, y que
desde 2009, se conoce como Congreso de Filosofía
Joven. Ambas muestran la importancia que don Ángel
le daba a la educación, a la enseñanza y, en particular,
a la Filosofía como fuentes de humanización, de conversión de las personas en seres pensantes capaces de
crear un mundo racional.O
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Homenaje a D. Ángel González Álvarez
ANTE EL CENTENARIO DE D. ÁNGEL GONZÁLEZ ÁLVAREZ
Afrodisio Ferrero Pérez
(Adaptación de artículos recientemente publicados en la prensa leonesa)
n este año 2016 se cumplen cien años del
nacimiento de Ángel González Álvarez, (Magaz
de Cepeda, 11 de agosto de 1916). Si bien, ahora
no está con nosotros, sí está presente en el universo
cultural, por su meritoria y brillante actividad. Aunque
se inició como maestro, posteriormente pasó a ejercer
como catedrático de Instituto desde donde dio el salto a
la Universidad, siendo catedrático de Metafísica de la
Universidad Complutense de Madrid.
E
Como es notorio, la Metafísica es la parte de la
filosofía que trata del ser, de sus principios, de sus
propiedades y de sus causas primeras. En este terreno él
nos dejó su huella como investigador incansable
persiguiendo saberes científicos que plasmaba en
comportamientos profundamente humanos. Desde esta
perspectiva haremos referencia a publicaciones,
conferencias y las intervenciones en las Cortes
Españolas. Tras los estudios de Filosofía presentó su
tesis doctoral sobre El tema de Dios en la Filosofía
Existencial. Fue tal su repercusión que pronto fue
nombrado, en el curso 1944-45, ayudante del profesor
Eulogio Palacios en la Universidad Complutense. En
este período impartió un seminario de Teología Natural
momento en el que surgió su conexión con la Filosofía
que no le abandonaría ya nunca. En 1946 obtuvo la
Cátedra de Teología de la Universidad de Murcia.
Entre sus recuerdos ocupaba un lugar muy destacado
la etapa en que ejerció como maestro de enseñanza
primaria en Porqueros, pueblo perteneciente al
municipio de Magaz de Cepeda. Recordaba la
contrariedad que supuso el tener que dejar su trabajo, lo
que hizo con pesar, para prestar el servicio militar
obligatorio, momentos en los que ya despuntaba su
vocación de enseñante, que ejerció iniciando en la
lectura y la escritura a los soldados, ya que
desgraciadamente, en aquella época, había una gran
cantidad de analfabetos. Tenía una máxima que repetía
machaconamente: “quien no sabe, ni aprender quiere,
burro vive y burro muere”.
Su etapa como profesor universitario le puso en
contacto con una disciplina en la que se esforzó por
conseguir la renovación; obra en la que empleó un gran
rigor intelectual. Destacamos su Teología Natural; el
Tratado Metafísico de la Primera Causa del Ser; El
tema de Dios en la Filosofía Existencial; su
Introducción a la Metafísica, la Filosofía de la
Educación; La Historia de la Filosofía entre otras obras,
acompañadas de gran número de artículos, comentarios,
estudios y conferencias que pronunciaba por toda la
Homenaje a D. Ángel González Álvarez
geografía española e
hispanoamericana. Por toda
esta labor como investigador y
profesor, es por mérito propio,
uno de los grandes intelectuales
del siglo XX.
Como representante del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas, obtuvo
representación en las Cortes, donde dejó su impronta en
numerosas leyes sobre temas docentes: como la Ley
General de Educación 1970; la Ley de Pruebas de
Aptitud para el acceso a Facultades y Escuelas Técnicas
Superiores 1974, entre otras. Precisamente, en ese
momento, cuando defendió las pruebas de aptitud, hizo
algunas consideraciones sobre la misión de la enseñanza
universitaria: “La universidad, como finalidad esencial,
debe centrarse en la orientación del estudio, en el
aprendizaje del saber y en el cultivo de la ciencia como
elementos regulados y presididos por la verdad”. En
estas intervenciones en el pleno de las Cortes, de las que
fui testigo, pude observar sus cualidades como orador,
dominando a la perfección la dicción, el gesto y la
compostura, todo combinado con una gran erudición.
Siguiendo el desarrollo de su trayectoria de maestro,
profesor de instituto, catedrático de Universidad y posteriormente Rector de la Universidad Complutense de
Madrid y miembro del Consejo del Reino, fue distinguido con la mención de Leonés del año 1973, en atención
a su meritoria labor
para conseguir que se
e s t a b le c ie ran en la
provincia
leonesa un
número importante de
D. Ángel nombrado "Leonés del año" 1973
institutos de
enseñanza media y otros centros educativos. También
fue distinguido en Astorga, en su memoria se le dio el
nombre de Ángel González Álvarez a un colegio de
enseñanza primaria. Además se le distinguió con el
título de hijo predilecto de esta ciudad. Este personaje
del que Victoriano Cremer dijo: “Don Ángel es un leonés de todos los años, de toda la vida”. Por todos los
méritos expuestos, creo que bien merece un recuerdo, en
este primer centenario de su nacimiento.O
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“FUE NOTICIA”
OBTENCIÓN DE LA CÁTEDRA DE FILOSOFÍA EN LA UNIVERSIDAD DE MADRID
LEONESES QUE TRIUNFAN –Revista LEÓN–Nº 3–julio 1954
on Ángel González Álvarez es un leonés, cuyo
nombre ha saltado de pronto al primer plano de una
popularidad que pudiéramos llamar científica. Su
personalidad ha adquirido en poco tiempo, un tan
extraordinario relieve que sin pasión alguna puede asegurarse
que estamos ante una figura para la posteridad.
D
Por hoy, bastará con decir que ha obtenido por oposición
la cátedra de filosofía de la Universidad Central; la misma
Cátedra que explicó el inmenso Ortega y Gasset.
Nuestro compañero y consocio Juan Pedro Vera ha
¿representa como creemos que su personalidad intelectual
ha calado más allá de nuestras fronteras y que en España el
que verdaderamente vale, llega a lograr sus aspiraciones?
–Afirmar lo contrario sería ofender a los argentinos. Las
Universidades argentinas pueden contratar a profesores de
cualquier nacionalidad. Fui por primera vez a la República
Argentina como miembro de un Congreso de Filosofía.
Cuando me disponía a regresar a España, tres Universidades
–Buenos Aires, Córdoba y Cuyo– me insinuaron que me
quedara. La Universidad Nacional de Cuyo me ofreció
posteriormente con mucha insistencia y gran generosidad la
Cátedra de Metafísica. Con el permiso de nuestro Ministerio
de Educación Nacional acepté la propuesta. Ya he explicado
en Mendoza, “la tierra del sol y del buen vino”, cinco cursos
de Metafísica.
–¿Le ha satisfecho mucho la obtención de esta Cátedra
de la Universidad de Madrid? ¿Cree que ha sido
consecuencia de su revalorización en el extranjero o más
bien la proyección de unos valores que ya estaban
suficientemente acreditados en la Universidad de Murcia?
sostenido con Don Ángel la siguiente entrevista:
–Sabemos que usted es leonés de nacimiento. ¿Qué
puede decirnos sobre el particular para nuestros lectores?
–Soy leonés por nacimiento y por formación. Nací en
Magaz de Cepeda, Ayuntamiento del Partido de Astorga. En
el mismo pueblo aprendí las primeras letras. En la capital
estudié la carrera de Magisterio. En Ponferrada hice el
Bachillerato. En mi mismo Ayuntamiento ejercí la profesión
de Maestro durante dos años. Por carecer León de Facultad
de Filosofía y Letras, hube de ausentarme de nuestra
Provincia. Pero a ella volví en busca de la compañera de mi
vida. Me casé en Astorga y nuestro primer hijo nació en
León. Tiene cinco años y el orgullo –frecuentemente
manifestado– de ser leonés como papá y como mamá.
–¿A qué atribuye que usted sea hoy uno de los cerebros
más completos de Europa en el ámbito de la Metafísica?
–Aunque no me tengo por uno de los cerebros más
completos, puedo decirle que lo poco que valgo lo debo a
mis padres, a mis maestros y a mi propio trabajo. El aforismo
“lo que natura no da no lo presta Salamanca”, sólo hasta
cierto punto es verdadero. En él se refugian las instituciones
docentes y los profesores y maestros para justificar sus
fracasos. También se apoyan en él muchos estudiantes para
excusarse de trabajar. Permítame que me apoye en la
autoridad de Santo Tomás. Dice este gran filósofo: “Quien
tiene talento y se da al ocio, se hace necio y obtuso; pero
quien no tiene talento y se ejercita en el estudio, adquiere
talento; y así, al que tiene estudio se le da ciencia y talento,
y al que no lo tiene, incluso aquello que tiene, esto es, el
talento, se le quita”. Con mayor voluntad de trabajo y mejor
sistema educacional, haríamos milagros en España.
–La satisfacción es siempre menor a la ilusión de lo que
se nos ofrece en esperanza. Por otra parte, a medida que
crecemos en años, decrecen las satisfacciones que nos
proporciona la vida. No le extrañe, pues, si le digo que no he
logrado la meta de mis aspiraciones en el orden profesional
con la mayor naturalidad. Con esto doy por contestada su
primera pregunta. Por lo que respecta a la segunda pareciera
que ninguno de los dos supuestos que usted hace me trajeron
a Madrid. La cátedra se anunció a oposición, turno libre, y,
tras los seis ejercicios, el tribunal me propuso para
desempeñarla.
–Hoy se habla mucho de usted en Madrid. ¿Qué
aportaciones esenciales ha dado a la Filosofía para
justificar esta expectación?
–He aquí los títulos de los libros publicados:
1.- El tema de Dios en las Filosofía existencial.
2.- Historia de la Filosofía.
3.- Teología natural. Tratado metafísico de la Primera
Causa del ser.
4.- Introducción a la Metafísica.
5.- Filosofía de la Educación.
6.- Introducción de la Filosofía
Pero la expectación a que usted se refiere es de otra
índole. Soy hijo del tiempo nuevo y respiro los aires
renovadores de nuestra secular cultura.
–¿Qué le parece nuestra revista mirándola como leonés
y no como hombre de ciencia?
–Como leonés me parece encantadora. Mi mujer ha leído,
casi de un tirón, los dos números que tuvo la amabilidad de
obsequiarme. Me es muy grato decirles que hasta en los
aspectos científico y literario “LEÓN” es de subido valor.
Solo nos resta agradecer a don Ángel González Álvarez
las atenciones tenidas con el periodista, y a través de él, con
la Casa de León.O
–Esa invitación que se le hizo para ir a la Argentina,
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Homenaje a D. Ángel González Álvarez
“FUE NOTICIA”
NOMBRAMIENTO DE D. ÁNGEL GONZÁLEZ A. DIRECTOR GRAL. DE ENSEÑANZA MEDIA.
1962 Revista Enseñanza Media. Número 108–111
l Gobierno español ha nombrado Director
General de Enseñanza Media al Excmo. Sr. D.
Ángel González Álvarez. Sus condiciones
humanas, y también, las profesionales (catedrático de
Instituto, catedrático de universidad, escritor filosófico
profundo y fecundo, etc) son sobradamente conocidas
entre sus compañeros de escalafones. Mas hay un
aspecto de su vida que, por ser más reciente, quizá es
menos conocido: su ingreso como miembro de número
en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
E
Ilmo. Sr. Don Ángel González Álvarez.
Dtor. Gral. de Enseñanza Media
Perfil biográfico del nuevo Director general de
Enseñanza Media
El nuevo Director General de Enseñanza Media,
Ilmo. Sr. Ángel González Álvarez, es natural de Magaz
de Cepeda, provincia de León, donde nació el 11 de
agosto de 1916. Cursó los estudios del Magisterio
primario en la Escuela Normal de León, y los del
Bachillerato, como alumno libre, en el Instituto
Nacional de Enseñanza Media de Ponferrada. Cambia
los libros por las armas al iniciarse el Movimiento
nacional. Terminada la guerra hace los estudios
comunes en la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad de Valladolid.
de Institutos Nacionales de Enseñanza Media y obtiene
el número 1. Ejerció la enseñanza en La Coruña, y
poco tiempo después en el Instituto “Ramiro de
Maeztu”, de Madrid. En 1945 lee su tesis doctoral “El
tema de Dios en la Filosofía existencial”, cuya
dirección inició el profesor García Morente y continuó
el profesor Yela Utrilla, obteniendo la calificación de
sobresaliente y premio extraordinario.
Ha hecho viajes ampliando estudios, pronunciando
conferencias o asistiendo a congresos internacionales
por Italia, Francia, Suiza y casi toda Hispanoamérica.
Durante el curso 1944–45 fue nombrado ayudante del
profesor Leopoldo Eulogio Palacios, y explicó en la
Universidad de Madrid un curso de Teología natural.
En 1946 obtiene por oposición la cátedra de Metafísica
de la Universidad de Murcia.
Fue también nombrado profesor extraordinario de
Metafísica en la Universidad argentina de Cuyo,
cátedra que desempeñó durante cinco cursos sin dejar
incumplidas sus obligaciones docentes como
catedrático de Murcia. En Argentina dirigió el Instituto
de Filosofía y Disciplinas Auxiliares y la revista
“Philosophia”; organizó, reglamentó, y puso en
funcionamiento los cursos del doctorado en Filosofía;
fundó y presidió la Sociedad Cuyana de Filosofía…
Dejó, sobre todo, muchos discípulos, varios de los
cuales le siguieron a su regreso a España, obteniendo
el doctorado en la Universidad de Madrid. Argentina
reconoció su labor nombrándole miembro honorario de
las Universidades argentinas. El Estado español, por su
parte, le premió con las encomiendas de Isabel la
Católica y de Alfonso X el Sabio.
El profesor González Álvarez obtuvo, por nueva
oposición, la cátedra de Ontología y Teología natural
de la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid. Desde
ella ha emprendido, en estrecha colaboración con sus
colegas, la fecunda renovación de la Filosofía en
España. En esos momentos fue consejero del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas.O
Continúa en la de Madrid los cursos especiales de
Filosofía, en cuya licenciatura obtuvo premio
extraordinario. Hace oposiciones a cátedra de Filosofía
Homenaje a D. Ángel González Álvarez
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“FUE NOTICIA”
DON ÁNGEL GONZÁLEZ ÁLVAREZ CONSEJERO DEL REINO
TRES NUEVOS CONSEJEROS DEL REINO. 19 de diciembre de 1973
(Tomado de la noticia publicada en el diario YA el 20 de diciembre de 1973)
F
ueron elegidos don Ángel González Álvarez, don Miguel Ángel García–Lomas y don Alejandro Fernández
Sordo.
Consejeros del Reino 19 –XII–1973
Don Ángel González Álvarez, rector de la Universidad Complutense, fue elegido ayer consejero del Reino, en
representación de los rectores, en elección celebrada en el palacio de las Cortes.
Se habían presentado como candidatos don Ángel González Álvarez y don Gratiniano Nieto, rector de la
Universidad Autónoma de Madrid, pero este último, antes de procederse a la elección, retiró su candidatura.
Formada la mesa por los rectores señores Batllé Vázquez, rector de Murcia; Pastor Rupérez, de Bilbao, y Rico
Gutiérrez, de la Politécnica de Valencia, se procedió a la votación, en la que don Ángel González Álvarez obtuvo
quince votos. Hubo también tres papeletas en blanco.
Asistieron a la elección la totalidad de los rectores, excepto el señor Vicente Gella, de Zaragoza, que excusó su
asistencia…
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Homenaje a D. Ángel González Álvarez
MEMORIAL EN RECUERDO DE ÁNGEL LUIS GONZÁLEZ GARCÍA
Benito Álvarez y Porfirio González
atedrático de amplios horizontes e hijo de D. Ángel González Álvarez. Ángel Luis González García nació
el 13 de septiembre de 1948 en León y falleció el 16 de abril de 2016 en Pamplona, víctima de un infarto.
En la Universidad de Navarra fue catedrático de Metafísica, vicerrector, decano, director del
departamento y presidente del Servicio de publicaciones. Era doctor honoris causa por la Universidad Panamericana
de México.
C
Con más de setenta tesis doctorales dirigidas, son muchos los discípulos que deja en España y Latinoamérica
que deben recoger la invitación que lanzaba a menudo, de centrarse en lo verdaderamente importante; la tarea de
pensar y reflexionar sobre los problemas perennes de la Filosofía sin distraerse con otras luces de bengala. Trabajar,
ayudar a otros a crecer humanamente, servir a la universidad, esa fue su pasión.
Miguel García Valdecasas
Vicedecano de la Universidad de Filosofía y Letras. Univ. de Navarra
(Palabras escritas por el Vicedecano y publicadas en el ABC del 23 de abril de 2016)
Homenaje a D. Ángel González Álvarez
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LA PASARELA DE VEGA MAGAZ va dedicada, en esta ocasión, a D. ÁNGEL GONZÁLEZ
ÁLVAREZ al cumplirse el centenario de su nacimiento, como homenaje por su aportación a la educación
española, a la Filosofía y por el amor a su tierra leonesa.
ACTOS DE HOMENAJE A D. ÁNGEL EN EL CENTENARIO DE SU NACIMIENTO.
AYUNTAMIENTO DE MAGAZ DE CEPEDA
Día 10 de agosto: Inauguración de la exposición sobre D. Ángel González Álvarez
Día 11 de agosto: Senderismo. “Ruta de historias y leyendas en Vega de Magaz”
Día 12 de agosto: Mesa redonda sobre D. Ángel por los filósofos Antonio, Gregorio y Domingo Natal
Día 13 de agosto: Inauguración del monolito a D. Ángel en el Polideportivo y charla de José María
González (Hijo de D. Ángel)
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