El expediente N° 24.483-I caratulado: “AUDIVIC SA s/ recu

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Buenos Aires,
11
de
abril
de 2012.
AUTOS Y VISTOS:
El expediente N° 24.483-I caratulado: “AUDIVIC S.A. s/ recurso
de apelación” ,
Y RESULTANDO:
I.- Que a fs. 34/98 se interpone recurso de apelación contra la
resolución Nro. 318/04 de fecha 7 de diciembre de 2004, suscripta por el Jefe
División Revisión y Recursos, Dirección Regional Comodoro Rivadavia de la AFIPDGI, en virtud de la cual se determina la obligación tributaria de la responsable
frente al impuesto a las ganancias, períodos fiscales 1999 a 2001 y se liquidan
intereses resarcitorios.
Explica que está en juego la hermenéutica del art. 73 de la ley del
impuesto a las ganancias con relación a las operaciones efectuadas por la
responsable con sujetos vinculados.
Plantea la nulidad de la resolución apelada con sustento en la
violación al derecho de defensa en juicio, debido proceso adjetivo e igualdad ante la
ley. Agrega que la misma se encuentra viciada de falsedad ideológica.
Señala que se ha diferido la apertura del sumario juzgando la
conducta desplegada como incursa en los lineamientos de la ley penal tributaria sin
la previa consideración del descargo efectuado y sin dictamen convalidante de la
sección penal tributaria.
Aduce en tal sentido que se ha prejuzgado al responsable por cuanto
al correrse la vista el juez difirió la consideración de la conducta fiscal hasta que
sea dictada la sentencia definitiva en la causa penal, sin evaluar el descargo del
contribuyente y la prueba ofrecida.
Destaca que el art. 18 de la ley 24.769 condiciona la formulación de
la denuncia penal a la previa existencia de una resolución determinativa de las
obligaciones tributarias del contribuyente. Explica que la determinación de oficio no
es un litigio común, habida cuenta de que viene precedida por la notificación de la
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formación de la causa penal tributaria en los términos de la ley 24.769, lo que
amerita una mayor protección hacia el administrado.
Considera que el organismo fiscal actuó de mala fe al atribuir
falsamente a la contribuyente la comisión de un delito tributario atento la
inexistencia de dolo. Estima que no procede la denuncia penal aludida con sustento
en las presunciones legales establecidas en las leyes impositivas y expone las
razones por las que entiende que no se ha cometido el delito que se le endilga.
Agrega que la responsable sufre el tormento de la amenaza penal tributaria por la
paradoja
de
defender
sus
derechos
tributarios
en
el
marco
del
Estado
Constitucional.
En punto al fondo del asunto, señala que
el acto determinativo no
logra contradecir el descargo efectuado por la firma en el que se acreditó que no
existen en el caso “terceros” que hayan gozado de la disposición de fondos
considerada en los términos del art. 73 de la ley del impuesto a las ganancias,
habida cuenta que se trata de operaciones entre controlada y controlante.
Afirma que la determinación recurrida se sustenta en criterios
internos de la administración, que de manera alguna son hábiles para desplazar la
jurisprudencia existente en la materia y que avala el proceder de la contribuyente.
Alega en tal sentido que el acto apelado efectúa una interpretación “contra
legem” al considerar que existe utilización de fondos en caso de operaciones de
préstamos entre sociedades vinculadas.
Argumenta que las firmas Audivic S.A. -controlada- y Audinac S.A.
-controlante- constituyen un grupo económico, por lo que no puede considerarse a
ninguna de ellas “tercero” respecto de la otra.
Explica que Audivic S.A. se constituyó como consecuencia del dictado
de la ley 19.640 con el objeto de fabricar en Tierra del Fuego los productos bajo las
marcas “JVC” y “Audinac”. Relata que Audinac S.A. es la propietaria de la marca
“Audinac” y licenciataria en la República Argentina de la marca JVC. En tal sentido,
menciona en tal sentido que Audivic S.A. comercializa únicamente los productos
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JVC fabricados en Tierra del Fuego, bajo licencia de JVC, la que le ha sido otorgada
por Audinac S.A. Dice que las empresas tienen los mismos clientes, utilizan la
misma estructura de comercialización, de logística y de administración y subraya
que existe una dependencia de capital total,
por cuanto los dueños de ambas
sociedades son los mismos.
Señala que en razón de la forma de operar, la supervivencia de
Audinac S.A. es imprescindible para la de Audivic SA, dado que la primera es la
propietaria de la licencia de lo que produce la segunda. En ese sentido, alega que
ha aportado en instancia de inspección la certificación emitida por el INPI que
acredita que Audivic SA es la firma beneficiaria de las licencias y que produce los
bienes en Tierra del Fuego, pero los productos se negocian bajo la marca “Audinac
S.A.”
Añade que se trata de una sola empresa con dos departamentos
operacionales: uno del promocionado y el otro que opera los mismos productos sin
el paraguas de la promoción industrial, siendo decisión del grupo operar a través de
sociedades separadas en virtud de estrategias económicas.
Puntualiza
que
de
los
antecedentes
administrativos
surge
la
dependencia financiera, de organización y económica de la controlada a favor de la
controlante, no existiendo la diversidad de partes exigida por el art. 73 de la ley del
tributo. Argumenta que tampoco existe posibilidad de diferenciación de sus
intereses, lo que obsta a la existencia de una disposición de fondos a favor de un
tercero.
Sostiene que el principio de realidad económica aleja la posibilidad de
que se configure el supuesto previsto en la norma en cuestión, atento a que los
fondos, aún en su transferencia, siempre han pertenecido a una misma cabeza
económica y jurídica.
Explica que la disposición de fondos que se pretende gravar esta
debidamente contabilizada en la cuenta “saldo sociedades art. 33 de la ley de
sociedades”, lo que se traduce en la existencia de una cuenta corriente entre
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controlante y controlada. Por ello, entiende que la hermenéutica del art. 33 de la
ley de sociedades comerciales no está limitada únicamente al control interno o
jurídico, sino que es comprensiva del control económico en cuanto contempla el
que resulte de “los especiales vínculos existentes entre las sociedades”, norma que
despeja la existencia de un tercero en supuestos de “controlada” y “controlante”.
Menciona que los fondos del grupo son manejados y dispuestos en
función de las necesidades financieras de cada ente, lo que la doctrina denomina
como “confusión de intereses propios”. Al respecto, dice que el juez administrativo
ha pasado por alto, entre otros, la existencia de la comunidad de fondos, el uso de
fondos indistintos entre ambas empresas, la utilización de la misma oficina o
emplazamiento de negocios, el empleo del mismo personal y la identidad en el
directorio.
Enfatiza que una sociedad participa en más del 10% en el capital de
la otra y alega que existe una vinculación calificada porque la participación supera
el 25% y que existe un control interno y jurídico de la controlante sobre la
controlada.
Sostiene que toda vez que la actividad más importante está en
cabeza de la controlada, el dinero que emana de la “cuenta corriente intergrupo”
fue afectado a asistir los quebrantos que tuvo la controlante Audinac S.A. Así, la
aludida cuenta corriente no es otra cosa que los envíos de fondos de un ente a otro
con relación a operaciones realizadas en interés común entre el fabricante del
producto y el beneficiario de la licencia de denominación del producto.
Enfatiza al respecto que los fondos se aplicaron al proceso productivo
de la controlante, beneficiado por la liberalidad de la ley 19.640, extremos que
entiende no han sido rebatidos por la administración fiscal.
Tilda de falsa la afirmación del ente recaudador en el sentido de que
existe colisión de intereses entre ambas firmas y que los actos de la controlada no
se reflejan en los estados y actividades de la controlante.
Dice que las relaciones de capital entre controlante y controlada
determinan que los fondos pertenecen a un mismo y único estamento económico,
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lo que descarta – a su juicio - que la utilización de fondos por cualquiera de ambas
traduzca un mutuo convencional.
Se agravia de la liquidación de intereses practicada por el Fisco
Nacional, ofrece prueba y hace reserva de caso federal.
II.-
Que a fs. 108/116 contesta el recurso la representación fiscal,
que por las razones de hecho y derecho que expone, peticiona se confirmen los
actos impugnados, con costas.
III.- Que habiéndose producido la prueba ordenada a fs. 126, a fs.
240 se declara cerrada la instrucción y se elevan los autos a conocimiento de la
Sala.
A fs. 270/274 obra el alegato de la representación fiscal, no habiendo
hecho uso la actora del derecho conferido a fs. 260.
Finalmente, a fs. 275 pasan los autos a sentencia
Y CONSIDERANDO:
I.- Que conforme surge de las actuaciones administrativas, mediante
O.I. 4074/6 se inició la fiscalización de la responsable dedicada la fabricación de
radio y televisión, aparatos de grabación y reproducción de sonido y video y
productos conexos, cerrando sus ejercicio el 31 de marzo de cada año.
Se verificó, de acuerdo a lo informado por la contribuyente mediante
notas agregadas a fs. 213 y 231 del Cuerpo Nº 2 del cuerpo impuesto a las
ganancias, que la cuenta “Sociedades art. 33 ley 19.550” integrante del activo
exteriorizado en los Estados Contables correspondientes a los periodos fiscales
1999, 2000 y 2001, corresponde a movimientos de fondos entre Audivic S.A. y su
controlante Audinac S.A. con domicilio fiscal en el Territorio Continental de la
Nación.
Se constató que las operaciones de compra y venta entre las
empresas mencionadas no son significativas, por lo que se consideró que dichas
operaciones no son el producto o consecuencia de actividades propias del giro de la
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empresa.
Entendió el Fisco Nacional que la condición de empresas vinculadas
no exime a la responsable de la aplicación de la ley fiscal, atento tratarse de dos
sociedades legalmente constituidas con estatutos y objetos sociales propios, con
inscripciones diferentes ante la Inspección General de Justicia y con registro e
inspección ante el organismo fiscal para cada una de ellas, por lo que concluyó que
la responsable omitió declarar intereses por disposición de fondos a favor de
terceros, conforme lo normado por el art. 73 de la ley del impuesto a las ganancias.
Por otra parte, se verificó que la cuenta “Otros Créditos” reflejada en
los Estados Contables de la firma, esta integrada -entre otros- por las subcuentas:
“Cuenta particular Horacio Rocha”, “Cuenta particular Simonutti” y “Cuenta
particular Eduardo Ramirez”, las que reflejan retiros dinerarios durante los períodos
fiscalizados, constatándose que el Sr. Eduardo Ramirez (director) posee domicilio
fiscal en el Territorio Continental mientras que los restantes lo tienen en el Área
Especial Aduanera.
Se advirtió que no se efectuaron pagos de honorarios a los directores
en los periodos auditados ni que el saldo de la cuenta particular del director
mencionado obedezca a la distribución de dividendos en efectivo decidido por
Asamblea,
considerándose
que
los
aludidos
retiros
no
corresponderán
a
operaciones realizadas en interés de la empresa.
En razón de ello, la inspección considero que los débitos registrados
en las cuentas “Sociedades art. 33 – ley 19.550” y “Cuenta particular Eduardo
Ramirez” constituyen una disposición de fondos a favor de terceros conforme lo
normado por el art. 73 de la ley del impuesto a las ganancias, generando una
ganancia equivalente a un interés con capitalización anual no menor al fijado por el
Banco de la Nación Argentina para descuentos comerciales.
Se verifica que la aludida ganancia deriva del desarrollo de una
actividad financiera que trasciende el Régimen promocional previsto por la ley
19.640, correspondiendo su gravabilidad.
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Se constató, en consecuencia, que la responsable no declaró los
intereses que se derivan de las disposiciones de fondos efectuadas a favor de
Audinac S.A. durante los períodos 1999 a 2001 ni los provenientes de las
disposiciones efectuadas a favor del Sr. Eduardo Ramirez durante el periodo fiscal
1999 (fs. 193 a 198 Cuerpo Impuesto a las Ganancias Nro. 1). La inspección
consideró para los ejercicios 2000 y 2001 el importe exteriorizado por la empresa
como “intereses presuntos” para la cuenta particular E. Ramirez (Anexo II).
Se extrajeron los importes debitados y acreditados en las cuentas
mencionadas de los libros mayores aportados por la responsable (fs. 233 y 234
Cuerpo Impuesto a las Ganancias II).
Para la determinación de la ganancia neta sujeta a impuesto de los
periodos fiscales 1999 a 2001 se partió del resultado contable exteriorizado por la
rubrada en cada ejercicio, al que se le adicionaron los intereses generados por la
disposición de fondos a favor de terceros y los demás ajustes impositivos
efectuados por la contribuyente (Anexo III).
El impuesto determinado se obtuvo de aplicar al monto arribado
según las consideraciones precedentes, la tasa del 35% del artículo 69 de la ley del
gravamen, de dicho monto se restó el impuesto determinado para el Área Aduanera
Especial -en función de encontrarse liberado en función de lo dispuesto en la ley
19.640, y las retenciones y percepciones sufridas de acuerdo a lo exteriorizado en
las declaraciones juradas- arribando al impuesto a ingresar para los periodos
fiscales 1999 a 2001. El impuesto liberado aludido surge de aplicar la tasa del 35%
al resultado contable de cada período asignado por la contribuyente al Área
Aduanera Especial (fs. 196 a 198 Anexo III).
En función de ello, se proyectaron las liquidaciones del impuesto a las
ganancias, periodos fiscales 1999 a 2001.
II.- Que corresponde en primer término tratar la defensa de nulidad
deducida por la actora.
En lo referente a la violación de la garantía de defensa en juicio y
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debido proceso adjetivo, cabe recordar que esta Sala sostuvo en numerosos
pronunciamientos que, a los efectos de la procedencia de una nulidad, interesa que
exista un vicio o violación de una forma procesal o la omisión de un acto que
origina el incumplimiento del propósito perseguido por la ley y que pueda dar lugar
a la indefensión (C.Civ. Sala F, LL 114-834; 10.006-S; id. 116-783; 10.822-S), por
lo que las nulidades procesales son inadmisibles cuando no se indican las defensas
de las que habríase visto privado de oponer el impugnante (C.C., Sala C, LL 1351102; 10.836-S), debiendo además ser fundadas en un interés jurídico, ya que no
pueden invocarse por la nulidad misma, razón por la cual deben ofrecerse
elementos que acrediten, en principio, el perjuicio sufrido, si se quiere que la
anulación de lo actuado pueda tener lugar (C.Civ. Sala E, LL 116-245; id. LL 123969; 13.886-S).
Por su parte, conforme lo tiene dicho reiteradamente nuestro más
Alto Tribunal (Fallos 205:549, 247:52, 267:393, entre otros) cuando la restricción
de la defensa en juicio ocurre en un procedimiento que se sustancia en sede
administrativa, la efectiva violación del artículo 18 de la C.N no se produce en tanto
exista la posibilidad de subsanarse esa restricción en una etapa jurisdiccional
ulterior, porque se satisface la exigencia de la defensa en juicio, ofreciendo la
posibilidad de ocurrir ante un organismo jurisdiccional en procura de justicia.
III.- Que en ese contexto, corresponde tratar los diversos agravios
que sustentan al planteo nulidificante de la recurrente sobre la base de entender
que el juez administrativo prejuzgó su conducta, sin que sea válido que el mismo
haya diferido el juzgamiento de la conducta fiscal hasta que sea dictada la
sentencia definitiva en la causa penal.
Pese a la insistencia del argumento, la recurrente no ha podido
explicar ni acreditar de que forma el aludido vicio ha afectado su derecho de
defensa, habida cuenta que se desprende de la lectura de los antecedentes
administrativos que la misma ha contestado los requerimientos y aportado la
documentación e información que le fuera requerida, ha contestado la vista de las
actuaciones y ha producido prueba en instancia administrativa.
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A mayor abundamiento, no le asiste razón a la actora cuando
sostiene que se ha prejuzgado la conducta, toda vez que el Fisco Nacional se ha
limitado -tanto en la vista como en la determinación de oficio- a diferir la
instrucción del sumario a los fines de formular la denuncia penal correspondiente,
mas no a juzgar la conducta de la responsable.
Al respecto, el art. 18 de la ley 24.769 refiere exclusivamente a la
exigencia de que la denuncia penal se formule una vez dictada la determinación de
oficio de la deuda tributaria, circunstancia que concurre en la especie.
En puntual contestación al agravio vinculado con la falta de dictamen
de la sección penal tributaria, debe señalarse que el marco normativo vigente no
exige la previa emisión de un dictamen del área correspondiente para la
procedencia de la formulación de la denuncia penal que prevé el art. 18 de la ley
24.769.
En punto a los argumentos nulidificantes referentes a la inexistencia
de dolo y las demás razones por las que entiende que no se ha incurrido en el
delito que se le endilga, la recurrente tuvo oportunidad de plantearlos ante el fuero
penal tributario, siendo ajeno a la competencia de este Tribunal el juzgamiento de
los mismos.
En razón de ello, corresponde rechazar el planteo de nulidad deducido
por la actora. Con costas.
IV.- Que corresponde en consecuencia tratar los agravios planteados
por la recurrente relativos al fondo del asunto.
Tal como ha quedado planteada la litis, deberán estos juzgadores
expedirse sobre la procedencia del ajuste efectuado por el Fisco Nacional con
sustento en el artículo 73 de la ley de impuesto a las ganancias y el artículo 103 de
su decreto reglamentario, en cuanto caracterizó a las operaciones de préstamos
efectuadas por la responsable a favor de la firma Audinac S.A. y del director Sr.
Eduardo Ramirez, como disposiciones de fondo a favor de terceros y, en
consecuencia presumió la existencia de una ganancia gravada en los términos de la
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normativa precitada.
Sobre el particular, como lo sentenciara esta Sala en autos “San José
S.A” de fecha 16 de abril de 2008: “... para resolver el caso cabe tener presente
que, en lo que aquí interesa, el artículo 73 de la ley de impuesto a las ganancias
establece “Toda disposición de fondos o bienes efectuados a favor de terceros por
parte de los sujetos comprendidos en el art. 49, inc. a), y que no respondan a
operaciones realizadas en interés de la empresa, hará presumir, sin admitir prueba
en contrario, una ganancia gravada equivalente a un interés con capitalización
anual no menor al fijado por el Banco de la Nación Argentina para descuentos
comerciales...”.
“Como lo señalara, esta sala “in re” “Papelera Coronda S.A. (fallo del
10/08/98) al analizar dicha norma, la ley establece una presunción, que no admite
prueba en contrario, que hace presumir la existencia de ganancia gravada por las
sociedades, cuando dispongan de bienes o fondos en favor de terceros, siempre
que no respondan a operaciones realizadas en interés de la empresa; es decir, que
toda disposición de fondos que realice una sociedad de capital que no puede
encuadrarse como operación realizada en interés de la empresa, queda sujeta a la
imposición.”
“Por su parte, el alcance que debe entenderse “en interés de la
sociedad” ha sido delimitado por el art. 103 del decreto reglamentario de la ley,
que en sus primeros párrafos establece: “A efecto de la aplicación del artículo 73 de
la ley, se entenderá que configura la disposición de fondos o bienes que dicha
norma contempla, cuando aquellos sean entregados en calidad de préstamos sin
que ello constituya una consecuencia propia del giro de la empresa o deban
considerarse generadoras de beneficios gravados. Se considerará que constituyen
una consecuencia de operaciones propias del giro de la empresa, las sumas
anticipadas a directores, síndicos y miembros del consejo de vigilancia en concepto
de honorarios, en la medida que no excedan los importes fijados por la asamblea
correspondiente al ejercicio por el cual se adelantaron y siempre que tales
adelantos se encuentren individualizados y registrados contablemente.”
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“Continuando con el análisis, es de destacar que la norma transcripta
resulta clara en el sentido que todas las operaciones que se relacionen con el giro
comercial de la empresa o que importen un beneficio gravado por la sociedad,
serán consideradas realizadas en interés de ella; asimismo, constituye una
consecuencia de operaciones propias del giro empresarial las sumas anticipadas a
directores, síndicos y miembros del consejo de vigilancia en concepto de
honorarios, siempre que se cumplan los requisitos establecidos en la propia
norma.”
Asimismo, cabe puntualizar que el quinto párrafo del aludido artículo
establece “La imputación de intereses y actualización previstos por el citado artículo
de la ley, procederá cuando la disposición de fondos o bienes devengue una renta
inferior en más del 20% (viente por ciento) a la que debe imputarse de acuerdo
con dicha norma, en cuyo caso se considerará interés y actualización presuntos
imputables resultan iguales a la diferencia que se registre entre ambas...”
De esta forma, el Poder Ejecutivo estableció las precisiones para la
imputación de intereses y actualizaciones en función de la renta del bien dispuesto,
de manera tal que, cuando la disposición de fondos o bienes devengue una renta
inferior del 20% o más de la que debe considerarse de acuerdo con las variantes
definidas en la norma comentada, tal diferencia deberá imputarse como renta
gravada.
Continuando con el análisis, es de destacar que la norma transcripta
resulta clara en el sentido que todas las operaciones que se relacionen con el giro
comercial de la empresa o importen un beneficio gravado para la sociedad, serán
consideradas realizadas en interés de ella. Es que, la finalidad de este instituto, no
es otra que impedir que mediante artilugios legales de entregas de fondos o bienes
a terceros que exploten los mismos, la sociedad acreedora no obtenga una
retribución a cambio y evite de esta forma el pago del tributo.
V.- Que, en este orden de ideas, estos juzgadores se han expedido
sobre el tema en cuestión en la causa “AKAPOL S.A.”de fecha 08/07/2003, en el
sentido de que “...asiste razón al Fisco Nacional en cuanto afirma que tales
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empresas son “terceros” en relación a la aquí recurrente. En efecto, más allá de las
relaciones existentes entre ellas, cada sociedad de capital tiene su personalidad
propia, cada una es un sujeto de derecho perfectamente individualizado y
esencialmente distinto de los restantes y es sujeto directo del impuesto como
persona de existencia ideal de conformidad con el artículo 1 de la ley del tributo”,
por lo que nada obsta a la aplicación en la especie de las disposiciones del art. 73
de la ley del tributo.
Cabe advertir que idéntica inteligencia le asignó a las normas el
Máximo Tribunal en los autos “Fiat Concord S.A.”, con fecha 6 de marzo del
corriente.
VI.- Que por su parte, en relación al alcance de lo que debe
entenderse “en interés de la sociedad”, corresponde a estarse a lo normado en el
art. 103 de la reglamentación de la ley del impuesto a las ganancias, en el sentido
de que todas las operaciones que se relacionen con el giro comercial de la empresa
o que importen un beneficio gravado para la sociedad, serán consideradas
realizadas en interés de ella.
En la especie, las razones alegadas por la contribuyente en el sentido
de que las sumas dispuestas fueron afectadas a asistir los quebrantes que tuvo la
controlante Audinac S.A. y se aplicaron al proceso productivo de la misma, llevan a
la convicción de que las operaciones respondieron a los intereses de la empresa
receptora de los fondos.
De
modo
que,
es
claro
que
los
préstamos
efectuados
no
corresponden a operaciones propias del giro comercial de la recurrente.
VII.- Que citado lo que antecede, corresponde confirmar el criterio
del organismo fiscal en cuanto caracterizó a las operaciones de préstamos
efectuadas por la responsable a favor de su controlante Audinac S.A. como
disposiciones de fondo a favor de terceros y, en consecuencia presumió la
existencia de una ganancia gravada en los términos del art. 73 de la ley del
impuesto. Con costas.
VIII.- Que por su parte, ante la falta de agravios de la actora en
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punto al ajuste referente a las disposiciones de fondos a favor del Sr. Eduardo
Ramirez las que habrían originado utilidades en concepto de intereses presuntos en
los términos del art. 73 de la ley del tributo y art. 103 de su decreto reglamentario,
corresponde confirmar por este concepto la determinación recurrida. Con costas.
IX.- Que por último corresponde a estos juzgadores expedirse sobre
la impugnación de los intereses liquidados por el Fisco Nacional, por entender que
los mismos quebrantan los principios, derechos y garantías constitucionales.
Al respecto, cabe recordar que le esta vedado a este Tribunal
pronunciarse “...respecto de la falta de validez constitucional de las leyes tributarias
o aduaneras y sus reglamentaciones, a no ser que la jurisprudencia de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación haya declarado la inconstitucionalidad de las
mismas, en cuyo caso podrá seguirse la interpretación efectuada por ese Tribunal
de la Nación.” (cfr. art. 185 de la ley ritual). Sin embargo, nada obsta para que el
Tribunal Fiscal analice el planteo constitucional y arribe a la declaración de validez
de las resoluciones apeladas, si lo considerase pertinente conforme a derecho,
habida cuenta de que la restricción del actual artículo 185 de la ley 11683 se refiere
estrictamente a la declaración de inconstitucionalidad, mas no impide que, por otro
lado, se afirme su validez jurídica (cfr. “Ferramar S.R.L.”. CNACAF, Sala I,
16/05/00).
No obstante ello, tal como lo tiene dicho el Alto Tribunal, “El fin de
permitir el normal desenvolvimiento de la finalidad del Estado justifica la elevación
de las tasas más allá de lo normal, porque es razonable que los intereses que
perciba el Estado por la demora en el pago de los impuesto sean superiores a
aquellos por los que sea posible a los particulares obtener en el mercado financiero,
pues de no ser así los contribuyentes podrían contemplar la alternativa -claramente
perniciosa para el bien común – de obtener financiamiento por la vía de dejar de
cumplir puntualmente con sus obligaciones tributarias”. (Arcana, Orazio, del
18/3/86)
A mayor abundamiento, los intereses constituyen una indemnización
debida al Fisco como reparación por la mora en la cancelación de las obligaciones
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tributarias (cfr. “La Vendimia SA”. TFN, Sala A, 17/4/98).
En mérito a ello, corresponde confirmar los intereses liquidados por el
Fisco Nacional.
Por lo expuesto, SE RESUELVE:
1º) Rechazar el planteo de nulidad articulado por la actora. Con
costas.
2º) Confirmar parcialmente la resolución apelada. Con costas.
Se deja constancia que la presente resolución se dicta con el voto
coincidente de dos vocales titulares de la Sala, por encontrarse vacante la Vocalia
de la 2º Nominación (art. 184 de la ley 11.683).
Regístrese, notifíquese a la actora por edictos, oportunamente
devuélvanse los antecedentes administrativos acompañados y archívese.
Ignacio J. Buitrago
Vocal
Ernesto C. Celdeiro
Vocal
14
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