Buenos Aires, 11 de abril de 2012. AUTOS Y VISTOS: El expediente N° 24.483-I caratulado: “AUDIVIC S.A. s/ recurso de apelación” , Y RESULTANDO: I.- Que a fs. 34/98 se interpone recurso de apelación contra la resolución Nro. 318/04 de fecha 7 de diciembre de 2004, suscripta por el Jefe División Revisión y Recursos, Dirección Regional Comodoro Rivadavia de la AFIPDGI, en virtud de la cual se determina la obligación tributaria de la responsable frente al impuesto a las ganancias, períodos fiscales 1999 a 2001 y se liquidan intereses resarcitorios. Explica que está en juego la hermenéutica del art. 73 de la ley del impuesto a las ganancias con relación a las operaciones efectuadas por la responsable con sujetos vinculados. Plantea la nulidad de la resolución apelada con sustento en la violación al derecho de defensa en juicio, debido proceso adjetivo e igualdad ante la ley. Agrega que la misma se encuentra viciada de falsedad ideológica. Señala que se ha diferido la apertura del sumario juzgando la conducta desplegada como incursa en los lineamientos de la ley penal tributaria sin la previa consideración del descargo efectuado y sin dictamen convalidante de la sección penal tributaria. Aduce en tal sentido que se ha prejuzgado al responsable por cuanto al correrse la vista el juez difirió la consideración de la conducta fiscal hasta que sea dictada la sentencia definitiva en la causa penal, sin evaluar el descargo del contribuyente y la prueba ofrecida. Destaca que el art. 18 de la ley 24.769 condiciona la formulación de la denuncia penal a la previa existencia de una resolución determinativa de las obligaciones tributarias del contribuyente. Explica que la determinación de oficio no es un litigio común, habida cuenta de que viene precedida por la notificación de la 1 formación de la causa penal tributaria en los términos de la ley 24.769, lo que amerita una mayor protección hacia el administrado. Considera que el organismo fiscal actuó de mala fe al atribuir falsamente a la contribuyente la comisión de un delito tributario atento la inexistencia de dolo. Estima que no procede la denuncia penal aludida con sustento en las presunciones legales establecidas en las leyes impositivas y expone las razones por las que entiende que no se ha cometido el delito que se le endilga. Agrega que la responsable sufre el tormento de la amenaza penal tributaria por la paradoja de defender sus derechos tributarios en el marco del Estado Constitucional. En punto al fondo del asunto, señala que el acto determinativo no logra contradecir el descargo efectuado por la firma en el que se acreditó que no existen en el caso “terceros” que hayan gozado de la disposición de fondos considerada en los términos del art. 73 de la ley del impuesto a las ganancias, habida cuenta que se trata de operaciones entre controlada y controlante. Afirma que la determinación recurrida se sustenta en criterios internos de la administración, que de manera alguna son hábiles para desplazar la jurisprudencia existente en la materia y que avala el proceder de la contribuyente. Alega en tal sentido que el acto apelado efectúa una interpretación “contra legem” al considerar que existe utilización de fondos en caso de operaciones de préstamos entre sociedades vinculadas. Argumenta que las firmas Audivic S.A. -controlada- y Audinac S.A. -controlante- constituyen un grupo económico, por lo que no puede considerarse a ninguna de ellas “tercero” respecto de la otra. Explica que Audivic S.A. se constituyó como consecuencia del dictado de la ley 19.640 con el objeto de fabricar en Tierra del Fuego los productos bajo las marcas “JVC” y “Audinac”. Relata que Audinac S.A. es la propietaria de la marca “Audinac” y licenciataria en la República Argentina de la marca JVC. En tal sentido, menciona en tal sentido que Audivic S.A. comercializa únicamente los productos 2 JVC fabricados en Tierra del Fuego, bajo licencia de JVC, la que le ha sido otorgada por Audinac S.A. Dice que las empresas tienen los mismos clientes, utilizan la misma estructura de comercialización, de logística y de administración y subraya que existe una dependencia de capital total, por cuanto los dueños de ambas sociedades son los mismos. Señala que en razón de la forma de operar, la supervivencia de Audinac S.A. es imprescindible para la de Audivic SA, dado que la primera es la propietaria de la licencia de lo que produce la segunda. En ese sentido, alega que ha aportado en instancia de inspección la certificación emitida por el INPI que acredita que Audivic SA es la firma beneficiaria de las licencias y que produce los bienes en Tierra del Fuego, pero los productos se negocian bajo la marca “Audinac S.A.” Añade que se trata de una sola empresa con dos departamentos operacionales: uno del promocionado y el otro que opera los mismos productos sin el paraguas de la promoción industrial, siendo decisión del grupo operar a través de sociedades separadas en virtud de estrategias económicas. Puntualiza que de los antecedentes administrativos surge la dependencia financiera, de organización y económica de la controlada a favor de la controlante, no existiendo la diversidad de partes exigida por el art. 73 de la ley del tributo. Argumenta que tampoco existe posibilidad de diferenciación de sus intereses, lo que obsta a la existencia de una disposición de fondos a favor de un tercero. Sostiene que el principio de realidad económica aleja la posibilidad de que se configure el supuesto previsto en la norma en cuestión, atento a que los fondos, aún en su transferencia, siempre han pertenecido a una misma cabeza económica y jurídica. Explica que la disposición de fondos que se pretende gravar esta debidamente contabilizada en la cuenta “saldo sociedades art. 33 de la ley de sociedades”, lo que se traduce en la existencia de una cuenta corriente entre 3 controlante y controlada. Por ello, entiende que la hermenéutica del art. 33 de la ley de sociedades comerciales no está limitada únicamente al control interno o jurídico, sino que es comprensiva del control económico en cuanto contempla el que resulte de “los especiales vínculos existentes entre las sociedades”, norma que despeja la existencia de un tercero en supuestos de “controlada” y “controlante”. Menciona que los fondos del grupo son manejados y dispuestos en función de las necesidades financieras de cada ente, lo que la doctrina denomina como “confusión de intereses propios”. Al respecto, dice que el juez administrativo ha pasado por alto, entre otros, la existencia de la comunidad de fondos, el uso de fondos indistintos entre ambas empresas, la utilización de la misma oficina o emplazamiento de negocios, el empleo del mismo personal y la identidad en el directorio. Enfatiza que una sociedad participa en más del 10% en el capital de la otra y alega que existe una vinculación calificada porque la participación supera el 25% y que existe un control interno y jurídico de la controlante sobre la controlada. Sostiene que toda vez que la actividad más importante está en cabeza de la controlada, el dinero que emana de la “cuenta corriente intergrupo” fue afectado a asistir los quebrantos que tuvo la controlante Audinac S.A. Así, la aludida cuenta corriente no es otra cosa que los envíos de fondos de un ente a otro con relación a operaciones realizadas en interés común entre el fabricante del producto y el beneficiario de la licencia de denominación del producto. Enfatiza al respecto que los fondos se aplicaron al proceso productivo de la controlante, beneficiado por la liberalidad de la ley 19.640, extremos que entiende no han sido rebatidos por la administración fiscal. Tilda de falsa la afirmación del ente recaudador en el sentido de que existe colisión de intereses entre ambas firmas y que los actos de la controlada no se reflejan en los estados y actividades de la controlante. Dice que las relaciones de capital entre controlante y controlada determinan que los fondos pertenecen a un mismo y único estamento económico, 4 lo que descarta – a su juicio - que la utilización de fondos por cualquiera de ambas traduzca un mutuo convencional. Se agravia de la liquidación de intereses practicada por el Fisco Nacional, ofrece prueba y hace reserva de caso federal. II.- Que a fs. 108/116 contesta el recurso la representación fiscal, que por las razones de hecho y derecho que expone, peticiona se confirmen los actos impugnados, con costas. III.- Que habiéndose producido la prueba ordenada a fs. 126, a fs. 240 se declara cerrada la instrucción y se elevan los autos a conocimiento de la Sala. A fs. 270/274 obra el alegato de la representación fiscal, no habiendo hecho uso la actora del derecho conferido a fs. 260. Finalmente, a fs. 275 pasan los autos a sentencia Y CONSIDERANDO: I.- Que conforme surge de las actuaciones administrativas, mediante O.I. 4074/6 se inició la fiscalización de la responsable dedicada la fabricación de radio y televisión, aparatos de grabación y reproducción de sonido y video y productos conexos, cerrando sus ejercicio el 31 de marzo de cada año. Se verificó, de acuerdo a lo informado por la contribuyente mediante notas agregadas a fs. 213 y 231 del Cuerpo Nº 2 del cuerpo impuesto a las ganancias, que la cuenta “Sociedades art. 33 ley 19.550” integrante del activo exteriorizado en los Estados Contables correspondientes a los periodos fiscales 1999, 2000 y 2001, corresponde a movimientos de fondos entre Audivic S.A. y su controlante Audinac S.A. con domicilio fiscal en el Territorio Continental de la Nación. Se constató que las operaciones de compra y venta entre las empresas mencionadas no son significativas, por lo que se consideró que dichas operaciones no son el producto o consecuencia de actividades propias del giro de la 5 empresa. Entendió el Fisco Nacional que la condición de empresas vinculadas no exime a la responsable de la aplicación de la ley fiscal, atento tratarse de dos sociedades legalmente constituidas con estatutos y objetos sociales propios, con inscripciones diferentes ante la Inspección General de Justicia y con registro e inspección ante el organismo fiscal para cada una de ellas, por lo que concluyó que la responsable omitió declarar intereses por disposición de fondos a favor de terceros, conforme lo normado por el art. 73 de la ley del impuesto a las ganancias. Por otra parte, se verificó que la cuenta “Otros Créditos” reflejada en los Estados Contables de la firma, esta integrada -entre otros- por las subcuentas: “Cuenta particular Horacio Rocha”, “Cuenta particular Simonutti” y “Cuenta particular Eduardo Ramirez”, las que reflejan retiros dinerarios durante los períodos fiscalizados, constatándose que el Sr. Eduardo Ramirez (director) posee domicilio fiscal en el Territorio Continental mientras que los restantes lo tienen en el Área Especial Aduanera. Se advirtió que no se efectuaron pagos de honorarios a los directores en los periodos auditados ni que el saldo de la cuenta particular del director mencionado obedezca a la distribución de dividendos en efectivo decidido por Asamblea, considerándose que los aludidos retiros no corresponderán a operaciones realizadas en interés de la empresa. En razón de ello, la inspección considero que los débitos registrados en las cuentas “Sociedades art. 33 – ley 19.550” y “Cuenta particular Eduardo Ramirez” constituyen una disposición de fondos a favor de terceros conforme lo normado por el art. 73 de la ley del impuesto a las ganancias, generando una ganancia equivalente a un interés con capitalización anual no menor al fijado por el Banco de la Nación Argentina para descuentos comerciales. Se verifica que la aludida ganancia deriva del desarrollo de una actividad financiera que trasciende el Régimen promocional previsto por la ley 19.640, correspondiendo su gravabilidad. 6 Se constató, en consecuencia, que la responsable no declaró los intereses que se derivan de las disposiciones de fondos efectuadas a favor de Audinac S.A. durante los períodos 1999 a 2001 ni los provenientes de las disposiciones efectuadas a favor del Sr. Eduardo Ramirez durante el periodo fiscal 1999 (fs. 193 a 198 Cuerpo Impuesto a las Ganancias Nro. 1). La inspección consideró para los ejercicios 2000 y 2001 el importe exteriorizado por la empresa como “intereses presuntos” para la cuenta particular E. Ramirez (Anexo II). Se extrajeron los importes debitados y acreditados en las cuentas mencionadas de los libros mayores aportados por la responsable (fs. 233 y 234 Cuerpo Impuesto a las Ganancias II). Para la determinación de la ganancia neta sujeta a impuesto de los periodos fiscales 1999 a 2001 se partió del resultado contable exteriorizado por la rubrada en cada ejercicio, al que se le adicionaron los intereses generados por la disposición de fondos a favor de terceros y los demás ajustes impositivos efectuados por la contribuyente (Anexo III). El impuesto determinado se obtuvo de aplicar al monto arribado según las consideraciones precedentes, la tasa del 35% del artículo 69 de la ley del gravamen, de dicho monto se restó el impuesto determinado para el Área Aduanera Especial -en función de encontrarse liberado en función de lo dispuesto en la ley 19.640, y las retenciones y percepciones sufridas de acuerdo a lo exteriorizado en las declaraciones juradas- arribando al impuesto a ingresar para los periodos fiscales 1999 a 2001. El impuesto liberado aludido surge de aplicar la tasa del 35% al resultado contable de cada período asignado por la contribuyente al Área Aduanera Especial (fs. 196 a 198 Anexo III). En función de ello, se proyectaron las liquidaciones del impuesto a las ganancias, periodos fiscales 1999 a 2001. II.- Que corresponde en primer término tratar la defensa de nulidad deducida por la actora. En lo referente a la violación de la garantía de defensa en juicio y 7 debido proceso adjetivo, cabe recordar que esta Sala sostuvo en numerosos pronunciamientos que, a los efectos de la procedencia de una nulidad, interesa que exista un vicio o violación de una forma procesal o la omisión de un acto que origina el incumplimiento del propósito perseguido por la ley y que pueda dar lugar a la indefensión (C.Civ. Sala F, LL 114-834; 10.006-S; id. 116-783; 10.822-S), por lo que las nulidades procesales son inadmisibles cuando no se indican las defensas de las que habríase visto privado de oponer el impugnante (C.C., Sala C, LL 1351102; 10.836-S), debiendo además ser fundadas en un interés jurídico, ya que no pueden invocarse por la nulidad misma, razón por la cual deben ofrecerse elementos que acrediten, en principio, el perjuicio sufrido, si se quiere que la anulación de lo actuado pueda tener lugar (C.Civ. Sala E, LL 116-245; id. LL 123969; 13.886-S). Por su parte, conforme lo tiene dicho reiteradamente nuestro más Alto Tribunal (Fallos 205:549, 247:52, 267:393, entre otros) cuando la restricción de la defensa en juicio ocurre en un procedimiento que se sustancia en sede administrativa, la efectiva violación del artículo 18 de la C.N no se produce en tanto exista la posibilidad de subsanarse esa restricción en una etapa jurisdiccional ulterior, porque se satisface la exigencia de la defensa en juicio, ofreciendo la posibilidad de ocurrir ante un organismo jurisdiccional en procura de justicia. III.- Que en ese contexto, corresponde tratar los diversos agravios que sustentan al planteo nulidificante de la recurrente sobre la base de entender que el juez administrativo prejuzgó su conducta, sin que sea válido que el mismo haya diferido el juzgamiento de la conducta fiscal hasta que sea dictada la sentencia definitiva en la causa penal. Pese a la insistencia del argumento, la recurrente no ha podido explicar ni acreditar de que forma el aludido vicio ha afectado su derecho de defensa, habida cuenta que se desprende de la lectura de los antecedentes administrativos que la misma ha contestado los requerimientos y aportado la documentación e información que le fuera requerida, ha contestado la vista de las actuaciones y ha producido prueba en instancia administrativa. 8 A mayor abundamiento, no le asiste razón a la actora cuando sostiene que se ha prejuzgado la conducta, toda vez que el Fisco Nacional se ha limitado -tanto en la vista como en la determinación de oficio- a diferir la instrucción del sumario a los fines de formular la denuncia penal correspondiente, mas no a juzgar la conducta de la responsable. Al respecto, el art. 18 de la ley 24.769 refiere exclusivamente a la exigencia de que la denuncia penal se formule una vez dictada la determinación de oficio de la deuda tributaria, circunstancia que concurre en la especie. En puntual contestación al agravio vinculado con la falta de dictamen de la sección penal tributaria, debe señalarse que el marco normativo vigente no exige la previa emisión de un dictamen del área correspondiente para la procedencia de la formulación de la denuncia penal que prevé el art. 18 de la ley 24.769. En punto a los argumentos nulidificantes referentes a la inexistencia de dolo y las demás razones por las que entiende que no se ha incurrido en el delito que se le endilga, la recurrente tuvo oportunidad de plantearlos ante el fuero penal tributario, siendo ajeno a la competencia de este Tribunal el juzgamiento de los mismos. En razón de ello, corresponde rechazar el planteo de nulidad deducido por la actora. Con costas. IV.- Que corresponde en consecuencia tratar los agravios planteados por la recurrente relativos al fondo del asunto. Tal como ha quedado planteada la litis, deberán estos juzgadores expedirse sobre la procedencia del ajuste efectuado por el Fisco Nacional con sustento en el artículo 73 de la ley de impuesto a las ganancias y el artículo 103 de su decreto reglamentario, en cuanto caracterizó a las operaciones de préstamos efectuadas por la responsable a favor de la firma Audinac S.A. y del director Sr. Eduardo Ramirez, como disposiciones de fondo a favor de terceros y, en consecuencia presumió la existencia de una ganancia gravada en los términos de la 9 normativa precitada. Sobre el particular, como lo sentenciara esta Sala en autos “San José S.A” de fecha 16 de abril de 2008: “... para resolver el caso cabe tener presente que, en lo que aquí interesa, el artículo 73 de la ley de impuesto a las ganancias establece “Toda disposición de fondos o bienes efectuados a favor de terceros por parte de los sujetos comprendidos en el art. 49, inc. a), y que no respondan a operaciones realizadas en interés de la empresa, hará presumir, sin admitir prueba en contrario, una ganancia gravada equivalente a un interés con capitalización anual no menor al fijado por el Banco de la Nación Argentina para descuentos comerciales...”. “Como lo señalara, esta sala “in re” “Papelera Coronda S.A. (fallo del 10/08/98) al analizar dicha norma, la ley establece una presunción, que no admite prueba en contrario, que hace presumir la existencia de ganancia gravada por las sociedades, cuando dispongan de bienes o fondos en favor de terceros, siempre que no respondan a operaciones realizadas en interés de la empresa; es decir, que toda disposición de fondos que realice una sociedad de capital que no puede encuadrarse como operación realizada en interés de la empresa, queda sujeta a la imposición.” “Por su parte, el alcance que debe entenderse “en interés de la sociedad” ha sido delimitado por el art. 103 del decreto reglamentario de la ley, que en sus primeros párrafos establece: “A efecto de la aplicación del artículo 73 de la ley, se entenderá que configura la disposición de fondos o bienes que dicha norma contempla, cuando aquellos sean entregados en calidad de préstamos sin que ello constituya una consecuencia propia del giro de la empresa o deban considerarse generadoras de beneficios gravados. Se considerará que constituyen una consecuencia de operaciones propias del giro de la empresa, las sumas anticipadas a directores, síndicos y miembros del consejo de vigilancia en concepto de honorarios, en la medida que no excedan los importes fijados por la asamblea correspondiente al ejercicio por el cual se adelantaron y siempre que tales adelantos se encuentren individualizados y registrados contablemente.” 10 “Continuando con el análisis, es de destacar que la norma transcripta resulta clara en el sentido que todas las operaciones que se relacionen con el giro comercial de la empresa o que importen un beneficio gravado por la sociedad, serán consideradas realizadas en interés de ella; asimismo, constituye una consecuencia de operaciones propias del giro empresarial las sumas anticipadas a directores, síndicos y miembros del consejo de vigilancia en concepto de honorarios, siempre que se cumplan los requisitos establecidos en la propia norma.” Asimismo, cabe puntualizar que el quinto párrafo del aludido artículo establece “La imputación de intereses y actualización previstos por el citado artículo de la ley, procederá cuando la disposición de fondos o bienes devengue una renta inferior en más del 20% (viente por ciento) a la que debe imputarse de acuerdo con dicha norma, en cuyo caso se considerará interés y actualización presuntos imputables resultan iguales a la diferencia que se registre entre ambas...” De esta forma, el Poder Ejecutivo estableció las precisiones para la imputación de intereses y actualizaciones en función de la renta del bien dispuesto, de manera tal que, cuando la disposición de fondos o bienes devengue una renta inferior del 20% o más de la que debe considerarse de acuerdo con las variantes definidas en la norma comentada, tal diferencia deberá imputarse como renta gravada. Continuando con el análisis, es de destacar que la norma transcripta resulta clara en el sentido que todas las operaciones que se relacionen con el giro comercial de la empresa o importen un beneficio gravado para la sociedad, serán consideradas realizadas en interés de ella. Es que, la finalidad de este instituto, no es otra que impedir que mediante artilugios legales de entregas de fondos o bienes a terceros que exploten los mismos, la sociedad acreedora no obtenga una retribución a cambio y evite de esta forma el pago del tributo. V.- Que, en este orden de ideas, estos juzgadores se han expedido sobre el tema en cuestión en la causa “AKAPOL S.A.”de fecha 08/07/2003, en el sentido de que “...asiste razón al Fisco Nacional en cuanto afirma que tales 11 empresas son “terceros” en relación a la aquí recurrente. En efecto, más allá de las relaciones existentes entre ellas, cada sociedad de capital tiene su personalidad propia, cada una es un sujeto de derecho perfectamente individualizado y esencialmente distinto de los restantes y es sujeto directo del impuesto como persona de existencia ideal de conformidad con el artículo 1 de la ley del tributo”, por lo que nada obsta a la aplicación en la especie de las disposiciones del art. 73 de la ley del tributo. Cabe advertir que idéntica inteligencia le asignó a las normas el Máximo Tribunal en los autos “Fiat Concord S.A.”, con fecha 6 de marzo del corriente. VI.- Que por su parte, en relación al alcance de lo que debe entenderse “en interés de la sociedad”, corresponde a estarse a lo normado en el art. 103 de la reglamentación de la ley del impuesto a las ganancias, en el sentido de que todas las operaciones que se relacionen con el giro comercial de la empresa o que importen un beneficio gravado para la sociedad, serán consideradas realizadas en interés de ella. En la especie, las razones alegadas por la contribuyente en el sentido de que las sumas dispuestas fueron afectadas a asistir los quebrantes que tuvo la controlante Audinac S.A. y se aplicaron al proceso productivo de la misma, llevan a la convicción de que las operaciones respondieron a los intereses de la empresa receptora de los fondos. De modo que, es claro que los préstamos efectuados no corresponden a operaciones propias del giro comercial de la recurrente. VII.- Que citado lo que antecede, corresponde confirmar el criterio del organismo fiscal en cuanto caracterizó a las operaciones de préstamos efectuadas por la responsable a favor de su controlante Audinac S.A. como disposiciones de fondo a favor de terceros y, en consecuencia presumió la existencia de una ganancia gravada en los términos del art. 73 de la ley del impuesto. Con costas. VIII.- Que por su parte, ante la falta de agravios de la actora en 12 punto al ajuste referente a las disposiciones de fondos a favor del Sr. Eduardo Ramirez las que habrían originado utilidades en concepto de intereses presuntos en los términos del art. 73 de la ley del tributo y art. 103 de su decreto reglamentario, corresponde confirmar por este concepto la determinación recurrida. Con costas. IX.- Que por último corresponde a estos juzgadores expedirse sobre la impugnación de los intereses liquidados por el Fisco Nacional, por entender que los mismos quebrantan los principios, derechos y garantías constitucionales. Al respecto, cabe recordar que le esta vedado a este Tribunal pronunciarse “...respecto de la falta de validez constitucional de las leyes tributarias o aduaneras y sus reglamentaciones, a no ser que la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación haya declarado la inconstitucionalidad de las mismas, en cuyo caso podrá seguirse la interpretación efectuada por ese Tribunal de la Nación.” (cfr. art. 185 de la ley ritual). Sin embargo, nada obsta para que el Tribunal Fiscal analice el planteo constitucional y arribe a la declaración de validez de las resoluciones apeladas, si lo considerase pertinente conforme a derecho, habida cuenta de que la restricción del actual artículo 185 de la ley 11683 se refiere estrictamente a la declaración de inconstitucionalidad, mas no impide que, por otro lado, se afirme su validez jurídica (cfr. “Ferramar S.R.L.”. CNACAF, Sala I, 16/05/00). No obstante ello, tal como lo tiene dicho el Alto Tribunal, “El fin de permitir el normal desenvolvimiento de la finalidad del Estado justifica la elevación de las tasas más allá de lo normal, porque es razonable que los intereses que perciba el Estado por la demora en el pago de los impuesto sean superiores a aquellos por los que sea posible a los particulares obtener en el mercado financiero, pues de no ser así los contribuyentes podrían contemplar la alternativa -claramente perniciosa para el bien común – de obtener financiamiento por la vía de dejar de cumplir puntualmente con sus obligaciones tributarias”. (Arcana, Orazio, del 18/3/86) A mayor abundamiento, los intereses constituyen una indemnización debida al Fisco como reparación por la mora en la cancelación de las obligaciones 13 tributarias (cfr. “La Vendimia SA”. TFN, Sala A, 17/4/98). En mérito a ello, corresponde confirmar los intereses liquidados por el Fisco Nacional. Por lo expuesto, SE RESUELVE: 1º) Rechazar el planteo de nulidad articulado por la actora. Con costas. 2º) Confirmar parcialmente la resolución apelada. Con costas. Se deja constancia que la presente resolución se dicta con el voto coincidente de dos vocales titulares de la Sala, por encontrarse vacante la Vocalia de la 2º Nominación (art. 184 de la ley 11.683). Regístrese, notifíquese a la actora por edictos, oportunamente devuélvanse los antecedentes administrativos acompañados y archívese. Ignacio J. Buitrago Vocal Ernesto C. Celdeiro Vocal 14