Introducción El libro de Jonás es la historia de un profeta que

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JONAS
Introducción
El libro de Jonás es la historia de un profeta que resentía amargamente el hecho de que Dios amara y
cuidara de la gente mala. El libro no enseña que Dios ama a los malos porque son malos, sino más bien
porque son humanos, de un valor intrínseco para él a pesar de su conducta y de su desdén por el Dios
verdadero. Se enfatiza la manera como Jonás intentó resistir la misión que Dios le dio, que era predicar una
advertencia al pueblo de Nínive, una gran ciudad en la antigua Asiria. Jonás sabía que esta advertencia
podría llevar al pueblo de Nínive a arrepentirse y ser perdonado.
Este es precisamente el resultado al que él se oponía, puesto que el antiguo gran poder de Asiria era un
enemigo cruel de los israelitas, entre muchas otras naciones, y Jonás, un israelita nacionalista, quería que
los asirios fueran dañados, no ayudados. No obstante, el Señor obligó a Jonás a cumplir su misión profética,
y en el proceso le enseñó, a Jonás y a los lectores del libro, que él es Dios que tiene cuidado de pueblos y
naciones más allá de su propio pueblo escogido.
El libro no sugiere universalismo, es decir, que todos los pueblos y naciones son escogidos, pero sí enseña
que los pueblos incrédulos todavía pueden beneficiarse de alguna manera de la compasión de Dios. A este
respecto el libro enseña la doctrina bíblica de la gracia común (eso es, que algunas de las bendiciones de
Dios en esta vida son dadas a toda la gente en general, no solamente a los creyentes). El libro también
representa una de varias anticipaciones del ATAT Antiguo Testamento acerca de la ampliación del nuevo
pacto del reino de Dios, para incluir a los creyentes de los gentiles tanto como a los israelitas. Y más
especialmente, es una versión temprana de las enseñanzas radicales de Jesús de que sus seguidores deben
amar a sus enemigos.
No hay indicio en el libro de que Jonás hubiera pensado por sí mismo en tratar de presentar al pueblo de
Nínive al único y verdadero Dios al que ellos, en su politeísmo equivocado y en su adoración pagana, habían
estado tratando todo el tiempo (como Pablo lo hizo con los atenienses en Hech. 17). El libro tampoco nos
da una indicación de que los ninivitas pensaran en convertirse ellos mismo a la fe en Je hovah en ninguna
manera que no fuera el arrepentimiento descrito en el cap. 3. De esta manera, el libro no atribuye a los
ninivitas la que comúnmente es llamada “gracia especial”, los beneficios de conocer y obedecer realmente
al único Dios verdadero revelado en la Biblia.
LA PERSONA DE JONAS Y LA AUTORIA DEL LIBRO
Aparte del mismo libro de Jonás, Jonás es mencionado solamente en un lugar en el ATAT Antiguo
Testamento (2 Rey. 14:25), allí es identificado como el profeta israelita del norte que profetizó du rante los
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días del rey Jeroboam II diciendo que Israel tomaría posesión de nuevo de territorio de Siria que
tradicionalmente era parte de la tierra prometida. Jonás y Jesús eran profetas de Galilea. Jonás era de Gatjefer (2 Rey. 14:25), una ciudad en el distrito de Zabulón, justo a tres millas al nordeste de Nazaret. Por
tanto, no es de sorprender que Jesús, que se crió en Naza ret, hubiera tomado la historia de este bien
conocido profeta para simbolizar su propia resurrección, y utilizar la advertencia de Jonás al pueblo de
Nínive para arrepentirse, como símbolo de su propio llamado al arrepentimiento (Mat. 12:38–41; Luc.
11:29–32).
El nombre Jonás significa “paloma” en heb., pero no hay ningún simbolismo en su nombre. Muchos
israelitas llevaban nombres similares de animales (cf.cf. Confer (lat.), compare Jonás, el padre de Pedro,
Mat. 16:17). El nombre de su padre era Amitai (1:1), pero fuera de esto nada se puede conocer de su
familia o de su trasfondo personal. Es usual que los libros proféticos den pocos detalles de familia acerca de
sus autores. Como virtualmente todos los profetas antiguos, Jonás era un poeta, de modo que su
composición o recitación de un poema, aun desde el interior de un gran pez o ballena (cap. 2) difícilmente
sorprende. El aparece en el libro como un ardiente nacionalista, proisraelita y antiextranjeros. Presumiblemente, cualquier cosa que adelantara a Israel y contribuyera a la declinación o caída de sus ene migos, él la
hubiera favorecido. Su fuerte nacionalismo lo llevó a pecar al resentir la compasión de Dios hacia un pueblo
enemigo y resistir el mandato divino. Su teología también era imperfecta en relación con la soberanía de
Dios. Su intento de fuga indica que Jonás puede haber pensado, como muchos pueblos antiguos, que un
dios (o diosa) tenía poderes mayores en las regiones donde era conocido y adorado, y que la distancia
geográfica de la tierra de Jehovah significaba, hasta cierto grado al menos, libertad del control de Jehovah.
Alternativamente, él puede haber creído que podía resistir mejor el llamado de Dios encaminándose en
dirección opuesta a Nínive, que quedaba al oriente. Así, embarcándose, se alejó al occidente tanto como le
fue posible (por el mar Mediterráneo), esperando que Dios escogiera entonces a algún otro profeta para
predicarle a Nínive y que a él lo dejara en paz. Alejarse de Israel significaba alejarse de la asignación del
Señor, según esta perspectiva. Jonás, por supuesto, pronto se dio cuenta de la verdad, pero el libro lo
describe honestamente como uno al que Dios perdonó y usó a pesar de sus desatinos y fracasos, como es el
caso con todos los seres humanos a los que Dios utiliza. Jonás, en otras palabras, es difícilmente un modelo
a seguir para nosotros. Algo de su conducta y algunas de sus creencias eran absolutamente reprensibles,
pero él era un profeta israelita genuino e inspirado.
No se identifica al autor del libro. Toda la información del libro podría provenir del autor de dos fuentes
humanas: de Jonás mismo, que conocía los detalles de la mayoría de la historia, y de los ma rineros
mencionados en el cap. 1, que supieron que habían ofrecido sacrificios al Señor después de su repentina
liberación de la tormenta en el mar (1:16). El hecho de que en el libro a menudo se critica a Jonás no
significa que él no pudiera haber sido su autor. Por comparación, en los Evangelios en el NTNT Nuevo
Testamento frecuentemente se critica a los discípulos, entre los cuales están sus autores. El libro no
muestra evidencia de redacción de varios autores o de inserciones o supresiones del texto original (véase la
gráfica en la pág. 656).
FECHA Y AMBIENTE
Virtualmente, no hay evidencia que nos diga cuándo fue compuesto el libro. No podemos estar seguros de
la fecha exacta, puesto que su lenguaje no delata ningún rasgo conocido de que su composición haya sido
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particularmente tarde o temprano en el desarrollo del heb. Los intentos por discernir supuestos
“arameísmos” (formas de palabras hebreas derivadas del arameo después del 600 a. de J.C.a. de J.C. Antes
de Jesucristo), o dependencia en Jonás de declaraciones acerca de otros profetas, tales como Jeremías, han
sido infructuosos. El salmo en el cap. 2 sí emplea alguna terminología temprana (p. ej.p. ej. Por ejemplo
nephesh en el sentido de “garganta” *“alma” en la RVR, 1960+, en el v. 5 es lit.lit. Literalmente lo que
traduce la RVARVA Reina-Valera Actualizada), pero esa característica de la poesía heb. a menudo es
insignificante. Asiria era ampliamente odiada después de 745 a. de J.C.a. de J.C. Antes de Jesucristo, cuando
Tiglat Pileser III avivó e institucionalizó su imperialismo y empezó a amenazar a Siria y a Palestina, de modo
que uno de los énfasis centrales del libro (que Dios ama hasta a los asirios) ciertamente hubiera sido muy
necesitado en Israel en cualquier tiempo después de esa fecha. El libro pudiera haber sido compuesto antes
de 745, en anticipación de esa necesidad, o después, en respuesta a ella. El men saje del libro es
virtualmente eterno de cualquier modo, y el lenguaje sencillo y directo, normal del hebreo clásico.
Es más fácil situar los eventos descritos. Segundo Reyes 14:25 relaciona a Jonás con el período del largo
reinado de Jeroboam II en Israel (793–753 a. de J.C.a. de J.C. Antes de Jesucristo). 1:2 se refiere al
“problema” de Nínive (maldad es una traducción menos probable, particularmente puesto que a través del
libro la actitud de Dios hacia Nínive no es denunciatoria sino misericordiosa, en agudo contraste con la de
Jonás). Esto sugiere una fecha en las décadas anteriores a Tiglat-Pileser III, durante las cuales Asiria
experimentó un período de torbellino político y declinación económica (eso es, “problema”) bajo una
sucesión de reyes débiles. Cualquier fecha entre 800 y alrededor de 750 quedaría bien. Pero todavía es
posible ser más preciso. El punto más débil de Asiria durante ese medio siglo vino durante el reinado de
Asurdan III (772–756) bajo cuya dirección Asiria sufrió tanto pérdidas militares importantes como reveses
económicos. Disturbios contra el gobierno, que obligaron a Asurdan a huir de su resi dencia real al menos
una vez, y un eclipse solar total el 15 de junio del 763 a. de J.C.a. de J.C. Antes de Jesucristo (considerado un
presagio de severo disgusto divino por los grandemente supersticiosos asirios) pueden haber provisto la
ocasión para la clase de rituales de arrepentimiento popular descritos en 3:5–9. Hubo probablemente
buena razón para que un rey débil se uniera y apoyara oficialmente la efusión popular de arrepentimiento a
la predicación de Jonás por parte de una población temerosa de la guerra, azotada por la hambruna y
asustada por un eclipse solar. Una fecha para la misión de Jonás a finales de 760 a. de J.C.a. de J.C. Antes de
Jesucristo no puede estar muy errada.
El escenario del libro de Jonás en el siglo VII a. de J. C.a. de J. C. Antes de Jesucristo
MENSAJE Y PROPOSITO
El libro de Jonás presenta un contraste entre el odio egocéntrico de Jonás hacia sus enemigos y la
compasión de Dios por ellos. Es clara la intención de enseñar a los lectores del libro que no debieran imitar
la actitud y práctica de Jonás. Dos veces en el cap. 4 Dios le pregunta a Jonás qué derecho tiene él de estar
enojado, primero acerca del perdón de Nínive por parte de Dios (v. 4) y luego acerca de la pérdida de la
planta de ricino que había dado sombra a la enramada de Jonás del ardiente sol (v. 9). Esto último lo había
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hecho Dios como una lección para el profeta. Si Jonás se preocupaba por la planta, no queriendo verla
morir, ¿no debiera Dios preocuparse por la población de toda una ciudad, no queriendo verla morir (v. 11)?
¿No es la gente (o los animales también, v. 11) mucho más valiosa que las plantas? ¿No tienen un valor
intrínseco? Aunque fueran nuestros enemigos, eso no debiera significar que pensemos que no merezcan
compasión de Dios.
Sin embargo, el contraste de los valores relativos de la planta y la gente en el cap. 4 es solamente una de las
dos principales lecciones objetivas en el li bro. La otra es el contraste entre la gratitud de Jonás por ser
rescatado de una ruina que bien merecía, y su resentimiento por el rescate de los ninivitas de una ruina que
ellos bien merecían. En el cap. 1 él confiesa a los marineros que la tormenta divinamente enviada y que
amenazaba sus vidas era culpa suya y que su ahogamiento los libraría. A punto de ahogarse, de repente él
es tragado, y así rescatado de la muerte, por un gran pez o ballena (1:17). El cap. 2 registra la elocuente
oración de gratitud de Jonás por su propio rescate, estableciendo así un contraste con su insatisfacción
hipócrita por el rescate de la gente de Nínive en el cap. 4.
FORMA Y ESTILO
La forma del libro es narración biográfica, una sub-categoría de la narrativa histórica hebrea similar a la que
se encuentra en porciones biográficas de los libros proféticos (más notablemente en Jeremías), y en las
historias de Elías y Eliseo en 1 y 2 Reyes. Las construcciones de las oraciones, las transiciones, la descripción
de las escenas y el uso prominente del diálogo son todas características norma les de la narrativa histórica
hebrea del ATAT Antiguo Testamento. También lo es la presencia de un poema (cap. 2) en medio de lo que
es, fuera de esa sección, prosa. La inclusión ocasional de la poesía en el curso de la narración histórica es la
norma, no la excepción, en los libros históricos del ATAT Antiguo Testamento. A través del Pentateuco y de
los profetas anteriores uno encuentra docenas de ejemplos. El hecho de que el libro sea una narrativa
pedagógica tampoco es excepcional; todas las narraciones del ATAT Antiguo Testamento lo son, hasta algún
grado.
Los que se inclinan a considerar el libro como ficticio usualmente lo clasifican como una alegoría, una
parábola o una fábula. Sin embargo, no tiene la forma de ninguna de éstas. Las alegorías del ATAT Antiguo
Testamento se caracterizan por grupos de personajes obviamente estilizados ajustados a una trama
concebida sencillamente, que juntos simbolizan de- sarrollos históricos conocidos (p. ej.p. ej. Por ejemplo
Sal. 80:8–19; Eze. 19). Las parábolas son historias muy cortas (normalmente unas cuantas oraciones
gramaticales) relatadas en un estilo escaso, a manera de ilustrar un solo punto o principio (p. ej.p. ej. Por
ejemplo Isa. 5:1 7; Eze. 17:22–24). Las fábulas son historias que incluyen plantas o animales que hablan
para ilustrar simbólicamente alguna faceta de la historia, cultura o experiencia personal (p. ej.p. ej. Por
ejemplo Jue. 9:7–15). Jonás es demasiado largo, complejo, y detallado en asuntos históricos y muy
directamente biográfico y narrativo para ser cualquiera de esas.
El estilo del libro es sencillo y normal para la narrativa hebrea. Se lee fácilmente en el original y no contiene
humor ni descripciones escandalosas. Los que encuentran el libro humorístico en alguna manera o
escandaloso están interpretando la historia de acuerdo con sus propias expectaciones, no analizando el
estilo del libro mismo. El lenguaje no es exagerado, los eventos no son absurdos, y el propio
comportamiento de Jonás lo menos que tie ne es humorismo. Aunque el libro contiene ironía (p. ej.p. ej.
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Por ejemplo el resentimiento de Jonás por la liberación de Nínive después de su propia complacencia por
ser librado personalmente, o de su valoración de una simple planta por encima de muchas vidas humanas)
es, como mucha de la ironía bíblica, no humorística, sino trágica. Jonás no es un desventurado idiota ni un
chapucero del que (o con el que) debemos reírnos, aunque sea por lástima. El es implacablemente serio en
cuanto a su odio por los enemigos de su pueblo, e irracional hasta morir porque Dios estaba dispuesto a
librar en vez de aplastar a Nínive. Reírse de Jonás significaría dejar de tomar en serio el sensato propósito
del libro, que es el de guardarnos de considerar a nuestros enemigos como Jonás lo hizo. Los que hablan en
el libro (Dios, los marineros, Jonás y el rey) lo hacen de manera natural, de acuerdo con las normas del
diálogo de la narrativa hebrea. El poema en el cap. 2 es un ejemplo típico de un salmo de acción de gracias,
del cual hay varios en el Salterio.
UNIDAD E INTEGRIDAD
La historia de Jonás es completa e independiente y no muestra evidencia de haber perdido algún contenido
por razón de corrupción textual o por manipulación deliberada. De hecho, el texto está notablemente bien
conservado. Algunos académicos han argumentado que el salmo en el cap. 2 está fuera de lugar, añadido
por un editor posterior, puesto que la historia de todas maneras se lee muy bien omitiendo el salmo y las
palabras que lo introducen. Sin embargo, virtualmente todas las secciones poéticas de narraciones
históricas del ATAT Antiguo Testamento son similares en este respecto. Más aun, un importante elemento
de la historia original se perdería si el salmo fuera dejado fuera: la hipocresía de la elocuente gratitud de
Jonás por su propio inmerecido rescate de la muerte (que el salmo refleja claramente) en contaste con su
resentimiento por el rescate inmerecido de Nínive de la muerte (cap. 4). Sobre la estrecha interconexión del
salmo con el resto del libro, véase también G. Landes, “The Kerygma of the book of Jonah”, Interpretation
21 (1967) 3–31].
HISTORICIDAD
¿Sucedieron de veras los eventos descritos en el libro? ¿No son partes de la historia tan inusitadas que
obviamente son ficticias? ¿Vivió un hombre por tres días dentro de un gran pez, y una gran ciudad se
arrepiente en masa por la predicación de un obscuro profeta extranjero? ¿Creció una gran planta cerca de
la enramada de Jonás y luego murió repentinamente para enseñarle a Jonás una lección? ¿Realmente
manipuló Dios la naturaleza, desde una poderosa tormenta hasta un pequeño gusano, por amor a un
profeta rebelde?
El libro sostiene que todas estas cosas sí sucedieron. Por supuesto, si uno cree que los milagros no pueden
suceder, que Dios nunca interviene deci sivamente en los asuntos humanos, entonces el libro de Jonás y
también todos los otros relatos que hablan de asuntos sobrenaturales deben ser falsos. Tal rechazo rígido a
considerar lo sobrenatural como una parte de la realidad es, por supuesto, improbable, y la mera negación
de que cierta clase de eventos puedan ocurrir es difícilmente un medio de argumentación digno. ¿Podría y
lo haría un Creador sobrenatural manipular la natura leza para sus fines, algunas veces tan intensamente
hasta el punto de amenazar o quitar vida humana? La Biblia en general y el libro de Jonás en particular
ciertamente describen a Dios exactamente de esta manera.
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En cualquier caso el examen cuidadoso de los eventos descritos en el libro revelan que ninguno es
especialmente exótico si uno está dispuesto a conceder la posibilidad de los eventos sobrenaturales en un
mundo todavía controlado por su Creador divino. Por ejemplo, la tormenta en el cap. 1 no es de ninguna
manera inusitada en el Mediterráneo oriental; su encuentro con Jonás y el barco en el que él estaba es más
un asunto de sincronización que de cantidad o calidad. Está bien documentado que varias personas
(principalmente balleneros) han sobrevivido largos períodos dentro de criaturas marinas. La capacidad del
cuerpo de concentrar oxígeno en tejidos críticos, incluido el cerebro, en presencia de agua fría, está tan
bien establecido médicamente que se considera un hecho común. Las condiciones necesarias para que los
asirios tan supersticiosos respondieran a la predicación de Jonás con un arrepentimiento tan amplio, sin
consideración de lo ritual que fuera, estaban de hecho presentes durante las primeras décadas del siglo VIII
a. de J.C.a. de J.C. Antes de Jesucristo, dentro y fuera de Nínive. Numerosos ejemplos de períodos
nacionales de arrepentimiento de corta duración, como el descrito en el libro, de hecho están registrados
en los archivos históricos asirios. En cuanto a la planta que murió rápidamente por el ardiente calor cuando
sus raíces fueron consumidas, necesita principalmente la oportunidad y la situación como requisitos
principales. Fuera de eso no hay nada especialmente inusitado en cuanto a su crecimiento y muerte.
Las circunstancias que rodean esos eventos sobrenaturales son tratados con mayor detalle en el
comentario que sigue.
BOSQUEJO DEL CONTENIDO
1:1-3 La rebelión de Jonás por la misión que Dios le encomendó de darle a Nínive una oportunidad de
arrepentirse
1:4-16 Una tormenta enviada por Dios le impide a Jonás huir de su misión
1:17—2:10
La gratitud de Jonás por la gracia de Dios al rescatarlo de la muerte
3:1-3a Un segundo principio para la misión de predicar a Nínive
3:3b-10
El arrepentimiento resultante de la predicación de Jonás en Nínive
4:1-4 La ingratitud de Jonás por la gracia de Dios al rescatar a Nínive de la muerte
4:5-11 Retrospección: Una lección objetiva cuando Jonás todavía estaba deseando la destrucción de Nínive
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Comentario
1:1-3 LA REBELION DE JONAS POR LA MISION QUE DIOS LE ENCOMENDO DE DARLE A NINIVE UNA
OPORTUNIDAD DE ARREPENTIRSE
1 Jonás es identificado como el profeta israelita norteño de principios del siglo octavo a. de J.C.a. de J.C.
Antes de Jesucristo (conocido por 2 Rey. 14:25).
2 La traducción de la RVARVA Reina-Valera Actualizada predica contra ella; porque su maldad ha subido a
mi presencia es menos probable que “predícale porque su problema me interesa.” La palabra heb. ra<ah,
que algunas veces significa “perversidad” o “maldad” a menudo significa más bien “problema”, “calamidad”
o “desastre”. La LXXLXX Septuaginta (versión griega del AT) tiene “predica en ella”, que puede ser más
original que “predícale a ella”. Lo que Jonás escuchó fue una misión nacida de la compasión de Dios por
Nínive, no una tarea que necesariamente resultaría en juicio sobre la ciudad.
3 Tarsis, a menudo un nombre de lugar, significa “mar abierto”. Jonás esperaba huir de la presencia de
Jehovah tomando un barco que iba del puerto filisteo de Jope por el Mediterráneo a un sitio distante. A él
probablemente no le importaba cuál fuera. Los profetas del ATAT Antiguo Testamento podían ser usados
por Dios aunque su entendimiento teológico no fuera perfecto en cada punto, y la teología de Jonás
aparentemente incluía, incorrectamente, la antigua idea, bastante uniforme, de que un dios tiene poder
sólo en esos lugares donde es adorado. Lejos de Israel, Jonás esperaba estar alejado del poder de Dios que
lo hacía hacer lo que él no quería hacer: predicar a Asiria, el odiado enemigo de Israel.
1:4-16 UNA TORMENTA ENVIADA POR DIOS LE IMPIDE A JONAS HUIR DE SU MISION
4-6 El profundo sueño de Jonás, que tal vez reflejaba cansancio después de su apresurado viaje desde la
región montañosa israelita hasta la costa, o depresión ante la perspectiva de un exilio autoimpuesto, le
chocó al capitán. El, como su politeísta tripulación, asumía que algún dios estaba enojado con ellos y que
ese dios (o algún otro) podía detener la tormenta si le rogaban.
7–9 Echando suertes (lanzaban pequeñas piedras de un recipiente, y según la forma en que caían, indicaban
respuestas de sí o no) en forma típica, en un proceso de eliminación, los marineros concluyeron
correctamente que la relación de Jonás con su dios era el problema. El Dios verdadero estaba claramente
detrás de los resultados (cf.cf. Confer (lat.), compare Hech. 1:26). Debe hacerse notar que Prov. 16:33 (“las
suertes se echan en el regazo, pero a Jehovah pertenece toda decisión”) es una manera de decir que Dios, y
no nuestras técnicas de adivinación, controlan los eventos de la vida, y no es una promesa que el uso de las
suertes siempre dirá la voluntad de Dios. No obstante, si él decide hacerlo así, Dios puede, en un caso dado,
usar suertes, o cualquier otro medio de predicción, para revelar su verdad, aunque las suertes estén en
manos de paganos. Jonás se identificó como un hebreo lo haría con extraños, y mostró en sus palabras que
él ya estaba aceptando el hecho de que el Señor, como Creador de todo, no estaba limitado en su influencia
a ninguna región geográfica.
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10 Todas las narraciones del ATAT Antiguo Testamento son concisas y condensadas en estilo, y a través del
libro de Jonás debemos recordar que muchas palabras y acciones no se mencionan, como realmente se
explicó aquí. De la misma manera no se menciona el límite completo de la predicación de Jonás, resumida
en 3:4 con solamente unas palabras clave. Aquí: “¿Por qué has hecho esto?” es retórico, con el significado
esencial de: “¡Fíjate qué cosa tan horrible has he cho!” Esto indica el reconocimiento de los marineros de
que el pecado merecía un castigo severo.
11-13 Jonás propuso su propia muerte, un fin para la tristeza de haber dejado su hogar y su subsistencia
para probar un escape que ahora había fracasado, y también como una solución para el pe ligro del barco.
Los marineros, siguiendo una ruta costera como lo hacían casi todas las embarcaciones antiguas, esperaban
en vano remar a la costa porque la alternativa, matar a Jonás, no les gustaba.
14–16 Sin otra opción, ellos obtuvieron los resultados deseados arrojando a Jonás a su muerte. Co mo
sincretistas (creyentes de que todos los dioses de los pueblos realmente existen y deben ser temidos y
necesitados) no tuvieron problema al orar al dios de Israel, a Jehovah, y más tarde, después de llegar a la
playa, ir a uno de las altares del Jehovah israelita para ofrecerle sacrificios de gratitud y de paz, aunque ellos
eran filisteos, no israelitas. (Jope era en ese tiempo una ciudad filistea.) En esta épo ca,
desafortunadamente, muchos sacerdotes israelitas aceptaban alegremente ofrendas de extranjeros no
ortodoxos. El hecho de que ellos no eran israelitas de raza no era un problema. En 1 Rey. 8:41–43, en la
oración de Salomón en la dedicación del templo de Jerusalén, se refleja la esperanza de que los extranjeros
pudieran adorar allí “a fin de que … conozcan tu nombre, te teman como tu pueblo Israel. … ” Sin embargo,
el texto no dice que se convirtieron ni que hayan adorado en Jerusalén. Por causa de que Jope colindaba
con el te rritorio israelita (en el norte), no con Judea, es muy probable que los marineros adoraron en uno
de los altares del norte que existían contrariando la ley bíblica (Deut. 12; cf.cf. Confer (lat.), compare 1 Rey.
12:25–33). La adoración por extranjeros no convertidos era impropia hasta en Jerusalén (Exo. 12:43–49);
Lev. 22:25) aunque la adoración por extranjeros convertidos era bienvenida sobre la misma base que lo era
la adoración de los israelitas (cf.cf. Confer (lat.), compare Núm. 9:14; 15:14).
1:17-2:10 LA GRATITUD DE JONAS POR LA GRACIA DE DIOS AL RESCATARLO DE LA MUERTE
17 Lo que Jonás esperaba era la muerte por ahogamiento. Las palabras Jehovah dispuso un gran pez indican
al lector que Jonás no moriría, sino que sería rescatado. Hay varios relatos confiables de supervivencia de
gente en el mar después de ser tragados por ballenas (ver D. K. Stuart, Hosea-Jonah [Word Books, 1987]).
Esas fueron supervi vencias naturales debido a la notable capacidad del cuerpo para vivir con pequeñas
cantidades de oxígeno (aunque normalmente inconsciente) en agua fría, algo médicamente bien
establecido. Un factor es también la frecuente salida de las ballenas a la superficie para tomar aire. El
rescate de Jonás fue un arreglo divino, sin embargo, y por tanto sobrenatural en gran medida. Gran pez en
la nomenclatura heb. puede designar o una ballena o uno de los tiburones más grandes. Tres días y tres
noches es una frase especial usada en el mundo antiguo con el significado de “bastante tiempo para estar
ya muerto”. Se deriva originalmente de la antigua noción de que el viaje del alma al más allá requería tres
días y tres noches. El uso que Jesús hizo de la misma frase para ilustrar la duración de su muerte antes de su
resurrección (Mat. 12:40) lleva una fuerza similar: es una manera de decir que él verdaderamente moriría,
no que él estaría lit.lit. Literalmente muerto por setenta y dos horas.
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2:1 Ya sea que él hubiera estado consciente todo el tiempo o no, Jonás estuvo suficientemente alerta algún
tiempo durante sus días dentro del pez o ballena para comprender que no se había ahogado sino que
estaba siendo mantenido vivo, y para pronunciar el salmo de gratitud que sigue en los vv. 2 9. La forma y
estructura del salmo indican que Jonás entendió bien que había recibido vida en vez de la muerte que
merecía. Un salmo de acción de gracias era un poema musical orado en gratitud después de la liberación de
alguna clase de amenaza o miseria. Doce salmos en el salterio son ex clusiva o parcialmente salmos
individuales de acción de gracias (Sal. 18, 21, 30, 32, 34, 40, 66, 92, 103, 108, 116, 118). Seis son salmos de
acción de gracias exclusiva o parcialmente colectivos (Sal. 65, 67, 75, 107, 124, 126). Salmos semejantes se
encuentran también fuera del salterio (p. ej.p. ej. Por ejemplo 1 Sam. 2:1–10; Isa. 38:9–20). Los salmos de
acción de gracias tienen usualmente cinco elementos: (i) una declaración introductoria de aprecio por el
rescate; (ii) una descripción de la miseria de la que fueron rescatados; (iii) una descripción de la apelación
para ser rescatados; (iv) una indicación del rescate mismo; y (v) un testimonio o voto para continuar
mostrando gratitud mediante adoración futura. El salmo de Jonás incluye los cinco elementos, en el orden
listado arriba. No hay manera de decir si Jonás compuso este salmo él mismo (como profeta él era un poeta
musical por entrenamiento) o si sencillamente él usó un salmo que él ya conocía para expresar su gratitud.
Sea como fuere, el salmo es una declaración elocuente y muy bien puede haber sido pulida antes del
evento.
2 Este versículo es la introducción del salmo, que resume el rescate de Jonás.
3–6 Estos versículos relatan la miseria en la que Jonás estuvo. Varios salmos usan la metáfora del
ahogamiento como una clase de declaración de toda suerte de miseria, de modo que el salmo de Jonás no
debe ser considerado como único de su situación personal. Los salmos tienden a describir unas cuantas
pruebas severas (principalmente enemistad, enfermedad, ser atrapado, ahogamiento y muerte) como
dificultades típicas las cuales el lector puede substituir mentalmente con su propia miseria. En el v. 4 pero
aún he de ver … es mejor traducirlo “Cómo puedo ver otra vez … ”, sobre la base de antiguas lecturas de
mss.mss. Manuscritos gr.
6b Este versículo constituye la breve descripción del rescate.
7 Aquí Jonás incluye palabras de imploración por el rescate, típico de salmos de este tipo.
8, 9 Estos versículos son la sección del testimonio/voto final del salmo. “Vanos ídolos” (BABA Biblia de las
Américas) en el v. 8 es lit.lit. Literalmente en heb. vanidades ilusorias, como traduce más correctamente la
RVARVA Reina-Valera Actualizada. La idolatría es peligrosa por muchas razones, siendo una de las más
prominentes que los ídolos no pueden salvar. Sólo el Señor, el Dios de Israel, puede salvar. Las últimas
palabras del salmo: ¡La salvación pertenece a Jehovah! (lit.lit. Literalmente “la salvación es del Señor”)
pueden tener también el sentido de que él salva al que quiere; él está a cargo de todo el asunto de la
salvación. Esto, de la propia boca de Jonás, anunciaba la posibilidad de que el Señor decidiría rescatar a los
ninivitas de sus problemas.
10 De nuevo se nos recuerda que las acciones del pez o ballena eran controladas por Dios. Los marineros
habían fracasado en llevar a Jonás a la playa (1:13). Dios sí lo hizo, aunque por medio del pez, salvando a
Jonás de la muerte. Las nociones de que la piel de Jonás quedaría manchada por el ácido del estómago son
meras especulaciones.
Este tipo de salmo a esta altura del libro envía un mensaje claro. Los israelitas antiguos que escuchaban o
leían la historia de Jonás no podían dejar de captar la implicación. Un salmo de acción de gra cias es un
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canto de gratitud. No es una oración general adecuada para cualquier ocasión. Las personas oraban salmos
de acción de gracias porque habían sido rescatados de peligros o dificultades, a manera de agradecer a Dios
por mostrar misericordia. Jonás estaba declarando, a la manera común de adoración de los israelitas de su
tiempo (eso es, por medio de un salmo), que él estaba agradecido por la misericordia que Dios le había
mostrado. El estaba vivo aunque no lo merecía. No se había ahogado, aunque la muerte era el castigo que
él merecía (1:12). Jonás había experimentado la gracia de Dios y él lo sabía y lo dijo elocuentemente y con
lujo de detalle. Dios no lo había tratado como sus pecados merecían. Ese es el mensaje del salmo orado
desde el interior del gran pez.
3:1-3A UN SEGUNDO PRINCIPIO PARA LA MISION DE PREDICAR A NINIVE
La palabra del Señor vino a Jonás por segunda vez. Desde 1:2 Jonás había estado experimentando el control
de Dios de los eventos de su vida, pero no había escuchado a Dios hablarle directamente. Ahora él escuchó
de nuevo una comisión verbal divina y directa. La segunda comisión era esencialmente igual a la primera. La
fraseología en el v. 2, proclámale el mensaje que yo te daré, es una clase común de mandato divino, que
indica que Dios inspiraría a Jonás con las palabras apropiadas una vez que hubiera llegado a la escena en
Nínive. El v. 3 indica que Jonás obedeció, y ahora estaba preparado para decir cualquier cosa que Dios le
ordenara que dijera en Nínive. Ya no se resistiría en comunicar un mensaje positivo a los enemigos de su
nación.
Jonás tuvo una segunda oportunidad. Y así, en la misericordia de Dios, que también podamos nosotros
tenerla. Pero esto no puede ser interpretado como la moraleja de la historia. No hay aquí un principio
enunciado de que Dios siempre obra de esa manera con los que se rebelan contra su voluntad. Jonás no es
de ninguna manera una figura típica y su situación en absoluto es típica de todos los creyentes. Su actitud
equivocada hacia sus enemigos es definitivamente una advertencia para los creyentes, y su error es
francamente tratado en el cap. 4 para nuestro bene ficio. Pero no todas las partes de su vida funcionan
como ejemplos para las nuestras. Consecuentemente, no debemos asumir que Dios llegaría hasta tales
extremos para corregir nuestra propia rebelión contra él. Y no debemos olvidar que Jonás siguió odiando su
divina misión aunque se hubiera sometido a ella, y más tarde sufrió todavía más. Así que esta historia no
nos enseña que Dios nunca nos excluirá de su servicio aunque hayamos perdido el camino la primera vez
(cf.cf. Confer (lat.), compare Luc. 9:57–62).
3:3B-10 EL ARREPENTIMIENTO RESULTANTE DE LA PREDICACION DE JONAS EN NINIVE
3b Nínive no era técnicamente la capital de Asiria en ese tiempo (aunque “capital” es una noción más
moderna), pero estaba surgiendo como su ciudad más importante, un lugar donde las visitas diplomáticas
formales requerían tres días de acuerdo con la regla diplomática asiria. La traducción de v. 3b de DHHDHH
Dios Habla Hoy (“Nínive era una ciudad tan grande que para recorrerla toda había que caminar tres días”)
es correcta en contraste con de tres días de camino de RVARVA Reina-Valera Actualizada y RVR, que
interpretan mal el significado del heb. El punto no es que Nínive tenía una cierta circunferencia, sino que se
necesitaban tres días para que un forastero hiciera una visita apropiada. El primer día un visitante de Estado
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(embajador, visitante real, etc.) llegaría, se establecería, ubicaría a los apropiados funcionarios de gobierno
y les presentaría sus credenciales. El siguiente día el visitante sería recibido por los oficiales en funciones y
el negocio que traía sería tratado. El tercer día se le despediría oficialmente, entregándole el mensaje que
llevaría al gobierno de su Estado.
4 Jonás cumplió sólo la parte del primer día del programa, haciendo contacto únicamente a la ma nera de
un embajador. Los profetas en el mundo antiguo eran a menudo considerados como pertenecientes a un
oficio afín al de un embajador, puesto que representaban a un dios. De esa manera disfrutaban de una
clase de inmunidad diplomática y de una condición cortesana, que observamos, p. ej.p. ej. Por ejemplo en
la historia de 1 Rey. 22 o en la asociación estrecha de Isaías con los reyes de Judá. El mensaje que Dios
inspiró en él proveía cuarenta días de advertencia, implicando así que el arrepentimiento podía impedir el
castigo. Cuarenta es una palabra usada algunas veces en el ATAT Antiguo Testamento para implicar una
extensión indefinida. El pueblo de Nínive reconoció esta manera común de dar una advertencia. Ellos
sabían que si no hubiera habido una oportunidad para arrepentimiento, no se hubiera especificado un
período, definido o indefinido.
5–9 El arrepentimiento surgió el primer día, aun antes de la recepción del segundo día oficial. El rey
(presumiblemente Asurdan III, que o estaba en la ciudad o fue notificado por un mensajero en otro lugar)
aprovechó la ola de sentimiento público y lo hizo oficial, tal vez emitiendo su proclama oficial (7–9) el
segundo o tercer día. Han quedado registros del antiguo imperio neo asirio de proclamacio nes similares
llamando a ayunar y a vestir cilicio (tela áspera de arpillera, picante, que se usaba a manera de abnegación)
hasta para los animales.
El término rey de Nínive (6) es una manera normal de referirse a un rey que regía sobre una ciudad dada
como parte de su imperio, y no significa que él fuera rey solamente de Nínive (cf.cf. Confer (lat.), compare 1
Rey. 21:1 donde Acab, llamado en otros lugares “rey de Israel” es llamado “rey de Samaria”).
¿Qué habrá llevado a una gran población de asirios a reaccionar tan favorable y penitencialmente ante la
predicación de un obscuro profeta extranjero? De textos asirios sabemos de cuatro circunstancias que
pudieron haber movido a un pueblo, o a su rey, a ayunar y a afligirse: la invasión por un enemigo; un eclipse
total de sol; hambruna y una epidemia; y una inundación grave. Sabemos que naciones enemigas, tales
como Urartu, habían derrotado a los asirios en un número de encuentros militares en el tiempo de Asurdan
III, y que ocurrió un terremoto grave en el reino de uno de los reyes con el nombre Asurdan, pero no con
certeza fue Asurdan III. Más aun, el 15 de junio de 763 a. de J.C.a. de J.C. Antes de Jesucristo, en el año
décimo de Asurdan III, hubo un eclipse total de sol en Asiria. Encima y más allá de todo esto, el Señor
soberano se propuso que ellos se arrepintieran. No es de sorprender, entonces, que una población nerviosa
y supersticiosa hubiera respondido tan prestamente a lo que les pudiera haber parecido la res puesta a sus
problemas. Un dios extranjero estaba advirtiéndoles por medio de esos eventos, y ahora aquí en medio de
ellos estaba su profeta dándoles una advertencia verbal de su necesidad de arrepentimiento. Las
expresiones en el decreto reconocían la posibilidad, pero no la certeza, de que el arrepentimiento pudiera
producir la liberación. (9). Jonás tampoco sabía cuál sería el resultado. ¿Consideraría Dios el ayuno y
aflicción de los ninivitas como sincero y suficiente para el perdón? Jonás, como pronto veremos, esperaba
que no. Los ninivitas, por otra parte, esperaban que sí.
10 El arrepentimiento de los ninivitas fue genuino, aunque temporal. El lenguaje de este versículo no
implica un arrepentimiento permanente, ni una conversión para adorar al Dios de Israel. El pueblo había
actuado de acuerdo con sus propias tradiciones religiosas, sobre lo poco que sabían, y sus acciones fueron
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aceptadas con agrado por Dios. Más tarde él causó la destrucción de Nínive (en 612 a. de J.C.a. de J.C. Antes
de Jesucristo en cumplimiento de la predicación de Habacuc y de otros). Ahora, sin embargo, él los
perdonó, justo lo opuesto de lo que Jonás quería.
4:1-4 LA INGRATITUD DE JONAS POR LA GRACIA DE DIOS AL RESCATAR A NINIVE DE LA MUERTE
El odio de Jonás por sus enemigos era tan grande que hasta resentía la misma naturaleza de Dios. ¡Protestó
contra ella por medio de la oración! En efecto dijo: “Esto es exactamente lo que temía que iba a suceder
porque tú eres el que hace esta clase de cosas.” Su confesión acerca del carácter de Dios (clemente y
compasivo … ) utilizó una fraseología común que se encuentra a menudo en el ATAT Antiguo Testamento
(Exo. 34:6; Sal. 86:15). Su petición de morir (3) era el abatido ruego de uno que ha visto cosas importantes
para él ocurrir en una manera opuesta a lo que esperaba. Había perdido su propósito de vivir, que estaba
tan envuelto en la esperanza de la derrota de los enemigos de su nación. En respuesta Dios pregunta:
¿Haces bien en enojarte tanto?, y lo hace para beneficio de los lectores también. ¿Podemos nosotros, o
cualquiera de entre nosotros, resentirnos por la compasión de Dios por alguien, incluyendo a nuestros
enemigos?
4:5-11 RETROSPECCION: UNA LECCION OBJETIVA CUANDO JONAS TODAVIA ESTABA DESEANDO LA
DESTRUCCION DE NINIVE
Los eventos en 4:5–11 ocurrieron durante los “cuarenta” días entre el primer día de la visita del profeta y el
reconocimiento de Jonás, al fin de ese período, de que Nínive había sido librada (1–4). El v. 5 por esta razón
se traduce mejor: “Jonás había salido y … ” De esta manera el libro termina con una parte de la historia que
es especialmente escogida para ilustrar la deficiencia de la actitud de Jonás, en vez de decir al lector si
Nínive había sido destruida o no, que ya se sabía. Lo malo de la actitud de Jonás, y por ende lo malo de
cualquier actitud similar, es ciertamente la lección más importante del libro.
5-8 Jonás salió de la ciudad probablemente el tercer día de su visita, como se esperaba en el protocolo, y
construyó un refugio en las llanuras desérticas y abiertas al oriente. Probablemente él esperaba ver una
gran exhibición de fuego y azufre. Dado que Mesopotamia en general no tiene árboles, él haría su refugio
de piedras, sin un techo. De nuevo Dios usó su control de la naturaleza para afectar a Jonás. El produjo una
planta de ricino que creció al lado y por encima del refugio de Jonás, de modo que él tuvo sombra, de
hecho un techo. Después Dios hizo que la planta muriera, por medio de un gusano o larva, y de nuevo usó
la naturaleza para afectar a Jonás, esta vez por medio de un caluroso y sofocante viento del nordeste y por
el sol. Jonás, de hecho, afuera al sol del mediodía, estaba consecuentemente en tal miseria que la muerte
hubiera sido un alivio para él. Sin la planta, estaba sufriendo. ¡Cómo le hacía falta esa planta!
9-11 Jonás (y el lector) debía aprender del valor relativo de la vida humana. El profeta, en su cálida
postración, estaba furioso por la muerte de su planta. Nada tonto, Jonás había comprendido seguramente
que Dios estaba detrás de esos acontecimientos. Pero todavía protestó en su enojo diciendo que quería
morir. El profeta que hacía poco había agradecido a Dios elocuentemente por rescatarlo de la muerte
¡ahora quería morir! ¡Y nada me nos que por una planta que había vivido tan poco!
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Si Jonás podía interesarse tan profundamente por una planta, y desear vehementemente que no hubiera
muerto, ¿no podía Dios preocuparse mucho más por la gente, y hasta por los animales? Puesto que todas
las culturas valoran a los animales más que a las plantas y a la gente más que a los animales, la enseñanza
de Dios para el profeta es clara. Jonás había querido que una planta fuera librada, pero no la gente. Su
sistema de valores estaba completamente equivocado.
A los lectores se les pregunta implícitamente: ¿Somos como Jonás? ¿Están también tan torcidos nuestros
valores? ¿Odiamos a nuestros enemigos y deseamos, u oramos, que les venga el mal mientras aceptamos el
perdón y la gracia para nosotros? Jesús enseñó a sus seguidores que deben amar a sus enemigos (Mat.
5:44). Es una enseñanza a menudo difícil de cumplir, pero una enseñanza que no puede ser desobedecida.
Douglas Stuart
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Comentario Bíblico Siglo XXI
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