ruta de la alcarria y los embalses

Anuncio
RUTA DE LA ALCARRIA Y LOS EMBALSES
RECORRIDO
Resulta difícil comenzar a hablar de esta comarca y no mencionar al Nobel
de Literatura (1989), Camilo José Cela (Padrón, 1916 – Madrid, 2002).
Cuando él se plantea en la Primavera de 1946 escribir un libro de viajes,
recorriendo una de las zonas rurales donde menos huella hubiese dejado el
llamado progreso, sus amigos le recomiendan acercarse a La Alcarria. Así
nace la universal obra "Viaje a la Alcarria", en el que Cela describe esta
tierra como "un hermoso país al que la gente no le da la gana ir".
Es éste un clásico recorrido por una zona de la Provincia de Guadalajara de
paisajes grandiosos que enmarcan conjuntos urbanos con un rico patrimonio,
iglesias, palacios y arquitectura civil de diferentes estilos. A lo largo de esta
ruta podremos contemplar unos espacios naturales de gran variedad y
espectacularidad, porque la Alcarria es un raro ejemplo de área no
montañosa que ofrece al visitante un fuerte contraste visual determinado por
la coexistencia de formas del relieve tan distintas como son los páramos,
extensas campiñas tapizadas por fértiles vegas, valles encajados, cerros
testigo y fuertes pendientes. A los encantos de la naturaleza le sumaremos
un asombroso conjunto de arquitectura popular y el atractivo de algunas
grandes ciudades monumentales cargadas de historia.
El recorrido de esta ruta se inicia con la visita a la villa alcarreña de Torija,
de gran importancia estratégica en otro tiempo, al ser uno de los pasos
naturales que desde la Submeseta va hacia Aragón. La Plaza de la Iglesia es
un bello ejemplo de arquitectura popular, con soportales y capiteles
alcarreños del s. XVI. A ella da el ábside de la Iglesia, del s. XVI, restaurada
en el XVIII, encontrándose en el presbiterio los enterramientos de los
primeros Vizcondes de Torija; un bello retablo del s. XVII, procedente de la
iglesia de Santa María de Atienza, y en el costado norte, la capilla fundada
por don Bernardino de Mendoza, del s. XVII. Pero el edificio de mayor interés
en Torija es su espléndido castillo medieval. Según algunos cronistas, sus
orígenes se remontan a finales del siglo XII, cuando esa zona estaba
controlada por los Templarios. Pero su actual estructura es de la segunda
mitad del siglo XV, cuando la fortaleza pasa a manos de la familia Mendoza.
En la actualidad guarda en el interior de su Torre del Homenaje el Museo de
la afamada obra de Cela “Viaje a la Alcarria” y su Patio de Armas alberga el
flamante Centro de Interpretación Turística de la Provincia de
Guadalajara – CITUG.
Después nos dirigimos a Brihuega, en pleno corazón de la Alcarria, villa
histórica y monumental enclavada en un entorno paisajístico excepcional, el
valle del Tajuña. El conjunto del casco antiguo conserva construcciones de
gran interés histórico-artístico. A la entrada se alza el rollo jurisdiccional y
gran parte del recinto amurallado. Del s. XVIII es la Real Fábrica de Paños,
de arquitectura circular, con puerta barroca y románticos jardines de estilo
versallesco, no debiendo olvidarnos de sus magníficas iglesias románicas,
como San Felipe, Santa María de la Peña y San Miguel. Nos disponemos
ahora a recorrer el Valle del Tajuña en dirección a Cifuentes; el curso del río
ofrece mínimos desvíos para visitar algunas aldeas de gran encanto como
Cívica, en la que hay que destacar un conjunto urbano con grutas,
manantiales, terrazas, paseos... Llegamos a Cifuentes, situada en el páramo
alcarreño entre los valles del Tajo y el Tajuña, de gran monumentalidad y
centro de una comarca de bellos parajes. Su nombre proviene del gran
número de sus manantiales. Magnífica zona de pesca y criaderos de truchas.
De aquí nos desviamos hasta Trillo en cuyo término encontramos el
magnífico paraje de las Tetas de Viana, declaradas Monumento Natural en el
año 2006, dos espectaculares montes o cerros testigos gemelos. De gran
interés en Trillo es su magnífico Puente sobre el río Tajo. La tradición nos
habla de su origen árabe, aunque su construcción está datada en la segunda
mitad del siglo XVI. Su condición de lugar de paso del río más largo de
España le confirió enorme importancia en el pasado, habiendo sido
escenario de cruentas batallas, como las de la Guerra de Sucesión y la
Guerra de la Independencia, donde fue volado y posteriormente reconstruido
por Fernando VII, según consta en la inscripción de piedra de la baranda..
Seguimos la carretera, bajando hacia el sur para acercarnos bordeando los
embalses a Durón, pequeño núcleo urbano rodeado de magníficos paisajes
donde abundan las casonas y palacios del s. XVI al XVIII. Cuenta también
con una magnífica Iglesia Parroquial (s. XVII), con importante portada
barroca, una ermita y una fuente también barrocas y un rollo del s. XVI.
Cruzamos al otro lado del pantano y nos encontramos con Pareja, donde se
puede disfrutar de maravillosas vistas sobre el embalse de Entrepeñas y su
vegetación típica de la Alcarria. Descendemos hacia la población alcarreña
de Sacedón, situada entre los embalses de Entrepeñas y Buendía. Localidad
emblemática de lo que en su día fue denominado como “Mar de Castilla”,
alcanzando un extraordinario auge como enclave ideal para la práctica de
todo tipo de deportes naúticos, así como para la pesca (lucio, carpa).
Continuamos rumbo al sur hasta llegar a Anguix donde lo más sobresaliente
es su castillo levantado sobre una peña que corona un profundo baranco por
el que discurre el Tajo. Se trata del espectacular e histórico castillo de
Anguíx, que ya figurara en la crónicas de Abderramán III, y cuya desafiante
silueta custodia los caminos de La Alcarria . Continuando el rumbo del Tajo
nos encontramos con Sayatón, importante enclave paisajístico, Almonacid
de Zorita, importante conjunto de trazado medieval y Albalate de Zorita,
con su Iglesia Parroquial de San Andrés, del s. XV-XVI. Muy próxima
encontramos Zorita de los Canes, situada en un alto peñón a la orilla
izquierda del Tajo. Su castillo, del s. XII y XIII, tiene una magnífica
panorámica de las aguas del Tajo. Pero lo más destacable son las ruinas de
Recópolis, ciudad visigoda mandada construir por el rey Leovigildo en el año
578, en honor de su hijo Recaredo. Es uno de los pocos núcleos urbanos
que nos legó la sociedad visigoda.
Continuamos nuestro viaje hacia Mondéjar, una villa que posee un
importante patrimonio arquitectónico. Volvemos sobre nuestros pasos para
ahora dirigirnos a una de las más importantes poblaciones de Guadalajara:
Pastrana, situada entre el Tajo y el Tajuña, villa alcarreña, de trazado y
ambiente medieval y declarada conjunto histórico, que cuenta con
importantes monumentos y una densa historia marcada por dos personajes
tan relevantes como la Princesa de Éboli y la propia Santa Teresa de Jesús.
Acabamos nuestro recorrido en Horche, a escasos 14 kilómetros de la
Capital, situada sobre el Valle del río Ungría, con su soportalada Plaza
Mayor, típicamente castellana, y su Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de
la Asunción, del siglo XV.
ACCESOS
Comenzamos la ruta por Torija, localidad a la que se accede en el kilómetro
72, Salida 73, de la A-2, dirección Zaragoza. Desde aquí nos desplazamos a
Brihuega, por la CM-2011, para retomar después de nuevo la A-2, hasta el
kilómetro 103, en donde cogemos la N-204 hasta Cifuentes. Nos desviamos
a la CM-2115, para visitar Trillo. Volvemos a la N-204 y recorremos las
localidades de Durón, Pareja y Sacedón. Tomamos la CM-2009 para
alcanzar Anguix y Sayatón, utilizando posteriormente la CM-200 para llegar
a Almonacid de Zorita y Albalate de Zorita. De vuelta, nos desviamos por
la GU-219 para visitar Zorita de los Canes y después por la CM-119
llegamos hasta Mondéjar. Volvemos sobre nuestros pasos para tomar el
desvío por la CM-2007 que nos conduce a Pastrana. Seguimos esta vía
hasta enlazar con la N-320 en el cruce de Alhóndiga y tomar dirección
Guadalajara, encontrándonos con Horche, a tan sólo 14 kilómetros de la
Capital. Antes de llegar a Guadalajara, no podemos dejar de desviarnos a
Lupiana, por la GU-921, para visitar su magnífico monasterio, volviendo
nuevamente en dirección al inicio de la ruta.
MONUMENTOS
TORIJA
Plaza Mayor: Con soportales y capiteles alcarreños del siglo XVI, que forma
un importante conjunto de arquitectura popular.
Iglesia de la Asunción, siglo XVI: Renacentista del siglo XVI y restaurada
en el siglo XVIII. Tiene tres naves en las que destaca el arco triunfal, tallado
en piedra con decoración plateresca, grutescos y vegetal, de clara influencia
del gran maestro Alonso de Covarrubias Son también interesantes los
escudos policromados que decoran los muros del crucero y los
enterramientos de los primeros condes de Coruña y vizcondes de Torija (de
la familia Mendoza) en el presbiterio.
Castillo: El castillo es de planta cuadrada con torreones esquineros de
planta circular. Está construido con piedras de sillería y tiene en los muros
unos garitones circulares rematados por vistosas almenas. Posee en sus
cortinas laterales y los torreones esquineros una airosa cornisa, desprovista
de las almenas que tuvo en su día. La gran torre del homenaje es la que
concede peculiaridad al castillo torijano. Se alza en el ángulo oriental como
un apéndice de la fortaleza y posee más de 30 metros de altura, albergando
en su interior el Museo del Viaje a la Alcarria, dedicado a la universal obra
de Camilo José Cela.
En la actualidad, en el Patio de Armas del castillo está ubicado el Centro de
Interpretación Turística de la Provincia de Guadalajara – CITUG (Ver
enlace a CITUG).
BRIHUEGA
Antigua Real Fábrica de Paños y sus Jardines: A mitad del siglo XVIII se
fundó en Brihuega La Real Fábrica de Paños, uno de los edificios más
destacados de la arquitectura industrial de esta época en España, construido
por el arquitecto Don Manuel de Villegas. Su construcción es fruto de la
importante tradición textil que se desarrolla en la villa briocense. La Fábrica
se levantó dentro del recinto amurallado de la ciudad, en el lugar que
ocupaba la ermita de Santa Lucía. Durante la segunda mitad del siglo XVIII
fue una de las instalaciones industriales más prestigiosas del país. Cerro sus
puertas en 1835 y comenzó su andadura en el sector privado hasta los días
de la guerra civil.
El edificio presenta una puerta barroca de 1810 que da acceso a un patio con
capilla. El zaguán precede al cuerpo principal o rotonda, donde estaban
instalados los ochenta y cuatro telares de paños que constituían la
infraestructura básica de la fábrica. Al sur del edificio se hallan los
magníficos jardines de estilo romántico, con paseos, fuentes, estatuas y
frondosas alamedas.
Castillo de la Peña Bermeja: Debe su nombre al hecho de estar asentado
sobre un saliente rocoso de color rojizo. Esta fortaleza, de origen árabe,
conserva casi íntegro su recinto amurallado.
Actualmente, el núcleo del castillo consta de un espacio central, el más
elevado, en el que hoy aparecen unas construcciones que debieron
pertenecer a salones del palacio. Adosado a este primitivo núcleo
constructivo, existe una larga nave cubierta de bóveda de cañón que hoy se
utiliza como Capilla de la Vera Cruz, a la que se entra por sencilla puerta
desde el prado de Santa María. Desde el nivel superior se accede a la que
fue Capilla del Castillo, y que es hoy la pieza artística más singular que en
él se conserva. Es un espacio de dimensiones cuadradas, planta poligonal,
con cinco lados, y que constituye un elegante espacio de arquitectura gótica
inicial, de corte cisterciense, obra de los primeros años del siglo XIII, tiene
sus cubiertas formadas por arquerías apuntadas, ojivales, y en el ábside se
abren tres ventanales esbeltos y apuntados, mostrando ménsulas de
decoración vegetal, y claves en las bóvedas.
Dentro del patio de armas se ubica la Iglesia de Santa María de la Peña,
Patrona de la villa (ver a continuación…).
Iglesia de Santa María de la Peña: Construida en la primera mitad del siglo
XIII, en ella destaca como en pocos casos el carácter netamente cisterciense
de la arquitectura de transición del románico al gótico. En ella se conservan
muchos elementos románicos, como por ejemplo los muros exteriores, los
capiteles, etc. En el interior se encuentra la imagen de la Virgen de la Peña,
Patrona de Brihuega.
Picota o rollo: Situada junto a la Puerta de la Cadena. Esa columna con su
picota fue señal durante siglos de que Brihuega era villa y no aldea.
Plaza del Coso: Es una plaza amplia, abierta y airosa rodeada de edificios
muy variados en cuanto a estilo y época de construcción. El nombre de El
Coso posee dos etimologías populares, por un lado significa mercado y por
otro, plaza de toros.
Iglesia de San Felipe: Al igual que Nª Sª de la Peña, es otro gran ejemplo
del románico tardío del primer cuarto del siglo XIII. Se trata de
construcciones urbanas, de tres naves, y grandes pretensiones
arquitectónicas, alejadas de la humildad de otros templos rurales de La
Alcarria. La cabecera de la iglesia es la parte que mejor conserva los rasgos
románicos.
Iglesia de San Miguel: Construida en el primer cuarto del silgo XIII,
conserva su grandiosa portada abierta al muro de poniente, en limpio estilo
románico de transición. Forma parte del trío de construcciones románicas
muy tardías de Brihuega, construidas en los años del obispado de don
Rodrigo Ximenez de Rada.
CIFUENTES
Plaza Mayor (s. XVI): De marcado sabor castellano, es un gran espacio
triangular con soportales en las casas de construcción popular alcarreña en
dos de sus lados, todas con planta baja y principal y tejados de teja. En un
lado se encuentra el Ayuntamiento, presidido por el escudo de los Silva, que
antes estuvo en la desaparecida Puerta de la Fuente.
Iglesia de San Salvador (s. XIII): De transición románica-gótica, con
añadidos y reformas del siglo XVI. En el muro occidental encontramos una
espectacular portada románica, dedicada a Santiago, abocicada, en la que
se desarrolla el progarama iconográfico de la "psicomaquia" o lucha de la fe
y la idolatría, gran rosetón y tejaroz con modillones. En ella se percibe la
influencia de la escuela borgoñona y del Poitou francés.
La portada principal es renacentista, con los elementos barrocos, de 1645.
Las naves y el ábside son de los siglos XIV y XV, góticos, separados por
arcos apuntados y que cubren con bóvedas de crucería sencillas.
En el siglo XVI se añadieron distintas capillas, como la Capilla de Arces, la
de la Concepción y en la cabecera la de la Virgen de las Flores.
Casa de los Gallos: Frente a la iglesia, la Casa de los Gallos, casona del
siglo XVI, con enorme escudo en piedra tallada de leones rampantes. En la
fachada tenía antes dos gallos en hierro forjado que le dieron el nombre. Es
un interesante, aunque mal conservado, ejemplo de arquitectura civil
castellana y alcarreña.
Convento de Santo Domingo: Destaca la portada de su iglesia,
renacentista, de una sola nave. También se conserva el claustro y otras
dependencias. En la actualidad es sede del Centro de Arte Santo Domingo,
así como del Centro de Recepción de Visitantes de Cifuentes.
Castillo: Se conservan importantes restos del castillo, del s. XIV, construido
por el Infante don Juan Manuel en 1.324, magnate y señor de la villa y
sobrino de Alfonso X el Sabio. Queda la planta cuadrada con torreones en
dos de sus ángulos, torre del homenaje y puerta de ingreso apuntada y
adovelada. Otros edificios de interés son un palacio renacentista del siglo
XVI, un molino de balsa del siglo XVIII (con escudo de la villa), y en la
carretera a Trillo, la Picota, la Casa del Calderón, la Sinagoga, el convento
de Nuestra Señora de Belén, y el convento de Santo Domingo.
TRILLO
Monasterio de Santa María de Ovila: Antes de llegar a Trillo, junto al río
Tajo, en un paraje de ensueño, aparecen las ruinas de la que en su momento
fue gran abadía cisterciense de Santa María de Óvila. Declarado Monumento
Nacional en el año 1931, fue fundado a finales del siglo XII por Alfonso VIII.
En los comienzos del siglo XX, fue adquirido por el magnate de la prensa
americana, William Randolph Hearst, para ponerlo en su mansión de San
Simeón, en Califormia. Hoy pueden verse aún algunos restos en una sala del
De Young Museum de San Francisco.
Puente: El Puente de Trillo es la construcción más emblemática de la Villa.
Su origen se remonta a mediados del siglo XVI, aunque es posible que
existiese una construcción anterior más antigua, que, según cuenta la
tradición, podría remontarse a tiempos de los árabes, o incluso de los
romanos. Trillo era por aquel entonces lugar de paso entre Segontia
(Sigüenza) y Segóbriga (Cuenca).
Destruido durante la Guerra de la Independencia por los franceses, fue
reconstruido por Fernando VII. En la actualidad aún se puede ver la
inscripción conmemorativa de este hecho, que data de 1826.
La Iglesia Parroquial de Santa María de la Estrella: Mira al sur, al río Tajo,
y al norte, a la Plaza Mayor. Es del siglo XVI, de una nave con cubierta de
buen alfarje y arco triunfal. Destaca la portada sur, plateresca.
DURÓN
Calle Mayor: De notable interés es su calle principal, conjunto perfecto en
perspectiva, materiales y trazado, en el que abundan palacios y casonas (del
siglo XVI al XVIII), una fuente barroca de 1.793, y la picota del siglo XVI.
Iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza: La Iglesia Parroquial,
setecentista, tiene una interesante portada barroca, al sur, y torre fechada en
1.693. Barroca es también la Ermita de la Esperanza, trasladada, piedra a
piedra, a un camino cercano al pueblo a causa de las obras del Pantano de
Entrepeñas.
PAREJA
Plaza Mayor: barroca, en la que aparece el Ayuntamiento moderno, un viejo
palacio y populares casas soportaladas, una de ellas con columnas de hierro
de finales del siglo XIX. En algunas calles hay buenos ejemplos de
arquitectura popular alcarreña, de grandes portones, sillarejo y sillar en piso
bajo, y alto con adobe revocado y grandes aleros en madera. Constituye una
de las más bellas muestras de arquitectura popular alcarreña.
Iglesia renacentista: La Iglesia Parroquial es columnaria del siglo XVI, con
dos etapas en su construcción: hacia 1.530 se hizo el ábside y el crucero, y
hacia 1.550 el resto de las naves. La portada es da estilo purista, fechada en
1.540.
SACEDÓN
Iglesia Parroquial, siglo XVIII: La Parroquia de Nª Sª la Virgen de la
Asunción es del siglo XVII. Su bella portada presenta notables aires
renacentistas. En las proximidades encontramos la Ermita de la Santa Cara
de Dios, de estilo barroco.
ANGUIX
Castillo: Situado en un paraje de extraordinaria belleza, en la orilla rocosa
del río Tajo, custodia desde su atalayada altura los caminos y senderos de
La Alcarria. Las crónicas de Abderramán III (siglo X) ya hablaban de la
existencia de una gran fortaleza en este lugar. En el año 1136, el territorio
pasó a manos del caballero toledano Martín Ordóñez, quien levantó un
nuevo castillo sobre las ruinas de la anterior fortaleza. Tras pertenecer a la
orden de Calatrava, pasó posteriormente a ser propiedad del rey Enrique IV
de Castilla, siendo finalmente adquirido en el año 1484 por el Primer Conde
de Tendilla, don Iñigo López de Mendoza.
En la actualidad, a pesar de su general estado de deterioro, resalta
fuertemente aún su majestuosa Torre del Homenaje, sobre la esquina
suroeste, que le confiere al edificio su prestancia antañona y fuertemente
evocadora. Hoy, este notable monumento, es finca particular y propiedad
privada.
SAYATÓN
Iglesia de San Pedro: Es un edificio del siglo XVI, La ermita de San Roque y
la ermita de El Santo ó San Salvador: están bastante bien conservadas,
ambas a las afueras del pueblo.
ALMONACID DE ZORITA
Plaza Mayor: En ella se conservan los típicos soportales adintelados sobre
pilares y zapatas, un palacio gótico del siglo XIV, con arco apuntado de
entrada, y los consiguientes edificios públicos. Tiene una estructura
verdaderamente singular, con diversos niveles, limitando en sus costados por
antiguas edificaciones con soportales delanteros, lo que le confiere un
aspecto muy popular.
La Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Silos: Ubicada en un extremo
del pueblo, es de finales del siglo XV. Destaca su portada gótico-flamígera, al
sur, decorada con escudos de los Reyes Católicos y de la Orden de
Calatrava. La cabecera es de tendencia manierista, trazada por Juan Sanz o
Sánchez del Pozo en 1.555, y rematada por Juan de Olabarrieta.
El antiguo Colegio y Convento de los Jesuitas: Muestra todavía su
gallardía barroca en pleno centro de la Villa. La iglesia de los Jesuitas es
sede actual de la Ermita de la Virgen de la Luz. Su portada con escalinata
tiene un complicado molduraje y escudo real, acabando en dos espadas
laterales. Su interior también es de elegantes proporciones y ofrece una sola
nave.
Convento de las monjas Concepcionista: A la salida del pueblo, a
poniente, el Convento de la Concepción, fundado por monjas
concepcionistas en el año 1.580, luego ocupado por franciscanas descalzas,
monjas concepcionistas y ahora deshabitado.
Palacio de los Condes de San Rafael: Fuera del pueblo, a poniente, sobre
el camino que lleva a Zorita, se ve el Palacio de los Condes de San Rafael,
obra del s. XVIII, con buena portada de rebuscadas molduras, escudos
heráldicos tallados, muchas ventanas con buenas rejas y muros de aparejo
de piedra y ladrillo. Una torre esquinera con capitel le confiere un aire
señorial y español muy característico. Su interior está magníficamente
conservado.
ALBALATE DE ZORITA
Iglesia de San Andrés, finales del siglo XV y primera mitad del XVI:
Templo gótico que guarda en la Capilla de la Santa Cruz la venerada Cruz de
Perro, admirada en otros tiempos por el rey Carlos I y por Felipe III. Patrona
de la villa y motivo central de su escudo, se trata de una joya de orfebrería
del siglo XIII, realizada en bronce dorado, de 47,5 cms. de altura por 28 de
envergadura, rematando sus extremos con escuetas flores de lis y en el
centro la figura de Cristo crucificado. Su peculiar nombre viene originado por
su milagroso hallazgo, en el año 1514, a las orillas del Tajo, siendo
encontrada por un perro – Cósula - que estaba escarbando bajo una gran
roca.
Fuente medieval: Merece la pena visitar también la afamada fuente
medieval de los 13 caños, una de las mejores de La Alcarria. Desde 1557 se
tiene constancia de su existencia, aunque la construcción actual es del siglo
XVII, con un fuerte muro de sillería en el que está tallada la Cruz de Perro y
del que surge un fuerte caudal de agua a través de ocho gruesos caños de
piedra tallada en forma de leoninas o perrunas cabezas. Es un claro ejemplo
de fuente renacentista por el modo de recoger el manantial y canalizarlo. Sin
lugar a dudas constituye uno de los símbolos más conocidos de la localidad.
Casonas: Por el interior del pueblo se encuentran algunas casonas de
tallado sillar y escudos heráldicos, así como buenos ejemplos de arquitectura
popular, en el que se ponen de manifiesto los modos constructivos
alcarreños, así como la espléndida picota.
Ermita de Cubillas: Se encuentra a dos kilómetros del pueblo y conserva
del siglo XII la portada en estilo románico, con decoración de punta de
diamante en las arquivoltas, bajo alero de 31 canecillos de temas figurados y
vegetales, del más puro estilo románico.
ZORITA DE LOS CANES
Castillo: Situado en un alto peñón en la orilla izquierda del Tajo, este
espectacular castillo esta declarado Monumento Histórico-Artístico desde el
año 1.931. La historia de esta alcazaba fundada por Muhammad I en el siglo
IX corre pareja con la de la villa. La invasión almorávide de fines del siglo XI
la dejó prácticamente destruida siendo posteriormente reconstruida por la
Orden de Calatrava a lo largo de los siglos XII y XIII, período al que
pertenece la actual estructura del castillo. Su planta es alargada e irregular,
rodeada de una muralla, dotada antaño de almenas, hoy ya en ruinas.
Conserva la torre albarrana que vigila la entrada al castillo, una puerta de
hierro formada por un arco doble, la iglesia del castillo, de bella factura
románica, con bóveda de cañón y fajones, sobre capiteles traídos desde las
ruinas de Recópolis, los enterramientos de caballeros calatravos y la Sala del
Moro, probable Salón de reuniones de altos cargos de la Orden de Calatrava.
Parque Arqueológico de Recópolis: Yacimiento de la única ciudad visigoda
conocida en Europa. Declarado Conjunto Histórico-Artístico en el año 1.946.
Recópolis fue mandada construir por el rey Leovigildo en el año 578 para
conmemorar la consolidación del poder real y el estado conocido como reino
visigodo de Toledo. Se le dio el nombre de Recópolis en honor de su hijo y
futuro rey Recaredo. Su ubicación responde a un plan meramente
estratégico, para controlar el territorio y sus distintos recursos, pues desde
este lugar se dominan tres valles y un río, el Tajo, que en aquella época era
navegable. La ciudad se organiza en dos calles principales que se cortan la
una a la otra. En la gran plaza encontramos la basílica y el conjunto palatino.
Es el conjunto más antiguo de palacio-basílica altomedieval de todo el
Occidente europeo. La basílica visigoda era de tres naves y se unía al
palacio por una edificación. Las ruinas fueron descubiertas en la década de
los cuarenta por Juan Cabré, que realizó las primeras excavaciones en
1.949. La técnica de construcción de los principales edificios era de sillería
en arenisca y piedra de toba, extraídas de las canteras próximas y talladas
con técnicas romanas.
En el año 2005 se creó el Parque Arqueológico de Recópolis, en cuyo Centro
de Interpretación se ofrece de manera interactiva y para todo tipo de público
toda la riqueza arqueológica de esta ciudad visigoda, los últimos avances
científicos que las distintas campañas de excavación sistemática de la última
década han arrojado sobre Recópolis y las distintas culturas que la habitaron.
En la actualidad, Recópolis se ha convertido en uno de los Parques
Arqueológicos más relevantes y visitados de Castilla-La Mancha.
MONDÉJAR
Plaza Mayor: De clásico sabor castellano, con construcciones de fines del
siglo XIX en tres de sus lados, soportalados todos ellos y centro de actividad
social y económica de la villa.
La Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena: En el costado meridional
de la Plaza Mayor aparece la mole inmensa y gris de esta Iglesia dedicada a
Santa María Magdalena. Magnífica obra arquitectónica de comienzos del
siglo XVI, y por lo tanto una de las más tempranas obras del Renacimiento
español. El templo comenzó a levantarse en 1516, por expreso deseo de don
Luis Hurtado de Mendoza, segundo marqués de Mondéjar. Tiene tres largas
naves, de 35 metros de larga cada una, rematadas en elegantes techumbres
de destacada tracería nervada, sien do más alta la central que las laterales.
Todo su interior rezuma un innegable aire gótico. Por el contrario, las dos
portadas exteriores constituyen extraordinarias muestras del renacimiento
más sobresaliente.
Ruinas del convento de San Antonio: Declarado Monumento Nacional en
1.921. Fue fundado por don Iñigo López de Mendoza en 1489, comenzando
poco después a levantarse el convento y su iglesia, que se concluyó hacia
1508. Quedan restos de la portada y del hastial de la cabecera de la iglesia.
La portada consta de un gran arco semicircular con varias arquivoltas
cuajadas de fina decoración de rosetas, hojas etc. apoyadas en jambas con
similar ornamento. El autor de esta maravillosa iglesia es Lorenzo Vázquez
de Segovia, afamado arquitecto de los Mendoza y uno de los grandes
introductores del Renacimiento en España, como lo prueba el magnífico
Palacio de los Duques de Medinaceli de Cogolludo.
Ermita de San Sebastián: Desde el otero en que se alza la Ermita de San
Sebastián se contempla la panorámica de todo el pueblo de Mondéjar. La
Ermita fue construida a principios del siglo XVI por el Primer Marqués de
Mondéjar, habiendo sufrido diversas transformaciones pues lo que puede
verse en la actualidad corresponde a siglos posteriores. En su interior
destaca la cripta o Cueva de los Judíos, con pasos o escenas de la Pasión
de Cristo, realizados en yeso a tamaño mayor del natural y policromados en
vivos colores. Fueron restaurados en 1.973, pues el conjunto fue
prácticamente destruido durante la guerra civil española. Tienen más de
cuatro siglos, pues en 1.581 ya se tienen noticias de estas figuras.
Casonas: Mondéjar cuenta con numerosas casonas antiguas y palacios, la
inmensa mayoría del siglo XVIII, diseminados por sus calles y plazas.
PASTRANA
Colegiata: La Colegiata de Pastrana – Iglesia Parroquial de Nuestra Señora
de la Asunción - es una mezcla de estilos, gótico del siglo XIV y renacentista
del XVII. En su interior destacan las tres naves separadas por altos pilares
que rematan en grupos de capiteles de decoración foliácea, de los que
arrancan bóvedas de nervaturas apuntadas. Al exterior, esta iglesia colegiata
nos muestra una portada de aire gótico en su muro norte, precedida de un
atrio enlosado en el que se ven antiguas lápidas. En este bello rincón,
rodeado de una barbacana de piedra, murió recitando sus versos el gran
poeta alcarreño José Antonio Ochaíta. No podemos olvidar en su interior el
magnífico retablo mayor, con algunas tallas de santos franciscanos y pinturas
del artista madrileño Matías Gimeno (pintor y retablero de Madrid, formado
en Italia). y el Museo Parroquial. Este Museo alberga varias piezas maestras
entre las que destacan sus famosos tapices flamencos del último cuarto del
siglo XV, tejidos en los talleres de Paschier Granier, de Tournai (Bélgica),
sobre dibujos de Nuño Gonçalvez, uno de los mejores talleres flamencos de
la época. Esta extraordinaria colección de seis tapices reflejan escenas de la
conquista de diversas plazas del norte de África por las tropas de Alfonso V
de Portugal. Otras obras del Museo son un Cristo románico del siglo XIII y
pinturas de Carreño, Luis Fernández y El Greco, además de piezas artísticas
e históricas de gran valor.
Palacio Ducal: El Palacio Ducal que preside la Plaza de la Hora es una
grandiosa muestra de arquitectura renacentista de finales del s. XVI. Su
construcción se inició en el año 1545, finalizándose las obras en 1580. Doña
Ana de la Cerda levantó su Palacio junto a la muralla pastranera, y
posteriormente se abrió una amplia plaza de armas delantera. El tracista y
arquitecto diseñador de este gran palacio fue Alonso de Covarrubias. La
fachada, sin apenas ornamentación, es de piedra sillar. En el centro, la
portada principal destaca por su carácter italianizante, y se puede leer la
leyenda “De Mendoza y De la Cerda”. El edificio es un claro ejemplo del
renacimiento español : planta cuadrada con torres esquinales y patio central,
así como un jardín escalonado en la parte posterior del mismo. En el interior
se conservan unos maravillosos artesonados obra igualmente de Alonso de
Covarrubias.
En la Torre de Levante, conocida como Cámara de la Reja Dorada, estuvo
retenida y prisionera la princesa de Éboli, doña Ana de Mendoza y de la
Cerda, entre los años 1581 y 1592, por orden del rey Felipe II.
Dice la leyenda que tan sólo podía asomarse una hora al día a la bella reja
del Torreón, desde la que se divisa la Plaza Mayor, de ahí que a la Plaza se
la llame "Plaza de la Hora". Los restos de la princesa descansan en la cripta
de la Colegiata.
Plaza de los Cuatro Caños: En la plaza de este nombre, muy cerca de la
Calle Mayor y de la Plaza del Ayuntamiento, se encuentra esta tradicional
fuente, sin duda, uno de los elementos urbanos más emblemáticos de la villa
de Pastrana. Es una gran fuente señorial del siglo XVI y se ubican en cuatro
laterales los cuatro mascarones en relieve sobre los que salen los cuatro
caños que arrojan el agua que les llega desde un conocido manantial
cercano. Los mascarones son todos diferentes, lo que ha suscitado distintas
hipótesis en cuanto simbología se refiere. Tiene un pilón octogonal y en su
centro se alza la copa grande y semiesférica, de piedra, pero hueca, donde
se almacena el agua que posteriormente arroja por los mencionados caños.
Convento de San Francisco: Fundado en 1436 en el sitio de Valdemorales,
el Convento de San Francisco se traslada a extramuros de Pastrana en
1460. Construido en diferentes épocas, lo más antiguo de lo que hoy se
conserva son los cuatro muros de cal y canto y la espadaña de la iglesia. Se
trata de un gran edificio monasterial realizado en sillarejo e hiladas de ladrillo
con ventanales enrejados. La fachada ofrece un atrio de 5 altos arcos y en lo
alto se levanta la gran espadaña de tres arcos. Forma junto con la ermita de
Santa Ana y el Antiguo Hospital la bella Plaza del Deán.
Convento del Carmen: Se encuentra en las afueras de la Villa Ducal. Fue
fundado por Santa Teresa El conjunto del Convento del Carmen conserva,
además del propio Convento, y dentro de sus jardines carmelitanos, la Ermita
de San Pedro, origen del mismo, la Ermita de Santa Teresa (o del Santo
Sordo) y el cenobio o Cueva de San Juan de la Cruz. El convento es una
espectacular construcción de un bien conservado estilo barroco, de tipología
carmelita.
La iglesia del convento posiblemente fue trazada por fray Alberto de la Madre
de Dios, que vivió y murió en el convento, quien realizó una fachada de
tipología carmelita, de tres arcos. Tiene una sola nave con pilastras toscanas
y arcos de medio punto, cubierta con bóvedas de cañón y lunetos y cúpula
rebajada en el crucero. Las capillas, situadas entre los contrafuertes,
aparecen profusamente decoradas. Otros elementos que destacan son el
coro, la sacristía y el claustro bajo. En su interior encontramos numerosas
obras pictóricas de Alonso de Arco, Regino Páramo o Juan Carreño de
Miranda; una colección de retratos realizados por maestros de la escuela
madrileña, e importantes esculturas como el Cristo de la Verdad de Gregorio
Fernández. Instalado en el claustro y la iglesia del convento existe un Museo
Teresiano, con recuerdos de la estancia de la santa en la villa, y un Museo
de Historia Natural, con distintas especies de animales traídas de Filipinas y
Extremo Oriente por la Orden Franciscana.
Convento de San José: Fundado por Santa Teresa y los duques de
Pastrana en 1.569. El convento es una reunión de casas. En una de ellas en
el siglo XVII, se hizo la hermosa iglesia actual, de una sola nave y con un
campanario de espadaña. Tiene cinco altares barrocos y una lápida de
alabastro con el escudo de los Vegas.
HORCHE
Plaza Mayor: Típicamente castellana, una de las más hermosas de La
Alcarria. En ella se encuentra el Ayuntamiento, ochocentista, que presenta
fachada de soportales bajos y gran galería corrida en la principal. Este
mismo tipo de casa se repite en los barrios del Albaicín y de las Flores,
donde se abren un sinfín de calles empinadas, con reminiscencias moriscas.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción: Es renacentista, con gran atrio
porticado de capiteles procedentes del cercano monasterio jerónimo de San
Bartolomé, de Lupiana. Posee una gran torre, visible desde gran parte de
Horche, que alberga un imponente campanario.
Primeramente, la iglesia solo tenía una nave central, más corta que la actual.
Debido a las pequeñas dimensiones de la misma, en 1563 el ayuntamiento
de la villa decidió ensancharla con un total de tres naves, aunque la obra no
fue nada fácil y tardó años en completarse. En 1587 se finalizó el presbiterio
y el retablo; en 1621 se mejoró la torre, aunque esta se volvió a levantar tras
su hundimiento en el año 1847, por lo que la actual torre de la iglesia no es la
original de la misma. Tan importante como la propia iglesia han sido los
retablos que ha albergado a lo largo de su historia. El primer retablo data del
año 1535, aunque este fue destruido en el año 1936, durante la guerra civil
española y del que solo se conserva el remate superior. Más tarde fue
reconstruido y puede ser admirado actualmente en la iglesia de Horche.
Ermita de Nuestra Señora de la Soledad : Es la ermita que alberga la
imagen de la patrona de Horche. Ubicada a la entrada del pueblo, frente al
cementerio. Construida en el siglo XVI y bendecida en el año 1565.
Compuesta de un atrio porticado delante y un calvario en las cercanías. El
día 19 de Marzo de 1589 fue declarada “Ermita de Nuestra Señora de la
Soledad y de la Vera Cruz”, y desde entonces en ella se venera la imagen de
la Virgen de la Soledad. En su interior se encuentra la imagen de la Virgen
de la Soledad y la de la mayoría de pasos de Semana Santa.
LUPIANA
Monasterio de San Bartolomé:: Es uno de los monasterios con más historia
de Castilla. En este lugar se fundó la Orden de los Jerónimos y aquí vino en
varias ocasiones el rey Felipe II. Construido sobre la antigua ermita de San
Bartolomé, el monasterio adquirió sus mayores cotas de preeminencia
política y económica durante el siglo XVI.
El claustro grande de Lupiana es sin duda una de las joyas del Renacimiento
español. Fue diseñado y dirigido por Alonso de Covarrubias en 1535, y
tallado y construido por Hernando de Arenas y sus hombres a partir de junio
de ese año. Ofrece una planta rectangular, y suponía para Covarrubias el
reto de construir un nuevo claustro sobre el antiguo preexistente, con unas
dimensiones preestablecidas y forzadas. El resultado fue una de las grandes
joyas del renacimiento español, donde la autoría y el estilo de Covarrubias
aparecen de forma inequívocamente personal. Una de las mayores
impulsoras del monasterio fue doña Aldonza de Mendoza, hermanastra del
primer Marqués de Santillana, que fue enterrada en la iglesia del monasterio
en un bellísimo sepulcro gótico con su imagen tallada en alabastro blanco,
que actualmente se encuentra en el Museo de Guadalajara, en el Palacio del
Infantado.
PAISAJES
Vega del Tajuña, en Brihuega: Repleta de manantiales y arroyos, el agua
brota de sus fuentes durante todas las épocas del año, lo que confiere a la
zona un sonido de fondo característico. Curiosa es la fuente Blanquina,
donde brotan doce robustos caños de aguas. Detrás, se encuentran los
antiguos lavaderos, hoy restaurados, en los que fluyen otros doce caños del
mismo manantial. Son agradables de escuchar las de la Plaza del Coso, la
del Tinte, la del Hisopo... Los miradores, cargados de aromas a romero y
tomillo, espliego e hinojo, salvia y ajedrea, le ayudarán a disfrutar de las
hermosas vistas que Brihuega tiene al río Tajuña. El visitante no puede dejar
de percibir el fuerte contraste entre el verdor de la Vega y la sobriedad de los
llanos, característica peculiar de toda la Alcarria.
Paraje de la Cueva del Beato, en Cifuentes: Cifuentes toma su nombre del
agua cristalina de sus innumerables manantiales. Cifuentes puede ser
también el punto de partida de excursiones: a la cueva de los Casares (Riba
de Saelices), al Alto Tajo, a los pantanos de La Tajera y Entrepeñas... El
visitante no debería dejar de ver los manantiales que dan origen al río
Cifuentes, en el centro mismo del casco urbano y que conforman un lugar
encantador. La Cueva del Beato (s. XVII) es un pequeño santuario donde se
venera a la Virgen de Loreto. Está ubicada en las cercanías de la villa, en un
bello paraje rodeado de frondosos pinares.
Panorámica desde las Tetas de Viana, en las proximidades de Trillo: En
plena Alcarria, entre las localidades de Trillo y Viana de Mondéjar, aparece el
magnífico paisaje de las Tetas de Viana, dos montes o cerros testigos
gemelos situados en las inmediaciones de la localidad de Viana de Mondéjar,
que destacan desde el fondo del Valle del Tajo con sus singulares siluetas
que dan origen a su nombre. Si queréis aprovechar el día para hacer un poco
de ejercicio, a pie o en bicicleta, os proponemos subir a las Tetas de Viana
(1.135 m.). Cubiertas de encinas y matorral bajo oloroso, con fácil acceso a
la parte superior de una de ellas (de espaldas al pueblo de Viana de
Mondéjar, la de la izquierda), desde la que podremos tener una panorámica
de todo el término municipal y pedanías que lo componen (Azañon, La
Puerta, Morillejo y la propia Viana de Mondejár).
Declaradas Monumento Natural en el año 2006, constituyen un verdadero
referente geográfico de La Alcarria.
Paraje sobre el Embalse de Entrepeñas, en Durón: Durón se encuentra
en un enclave espectacular, flanqueado por los farallones del Paraje del
Tirados y de la Hoz Angosta. Desde aquí podremos disfrutar de unas
interesantes vistas del Pantano de Entrepeñas.
Vistas de Entrepeñas desde Pareja: Desde el pueblo de Pareja se puede
disfrutar de maravillosas vistas sobre el Pantano de Entrepeñas y su
vegetación típica de la Alcarria y de este peculiar ecosistema de zona
húmeda, por influencia del embalse.
Zonas recreativas junto a Sacedón: A todo el conjunto panorámico que
proporciona el Embalse de Entrepeñas, conocido como el “Mar de Castilla”,
se deben unir todas las zonas recreativas y playas que en los 50 kilómetros
de costa de los embalses pueden disfrutarse. Se pueden practicar todo tipo
de deportes acuáticos (vela, piragüismo...) y pesca (lucio, carpa...). En lo
alto del cerro Pajarero, la Confederación Hidrográfica del Tajo construyó un
monumento al Sagrado Corazón de Jesús, obra de Nicolás Martínez, que
con sus 23 metros de altura divisa los tres pantanos. De gran valor
paisajístico, por su peculiar enclave, es la ermita de la Virgen del Socorro,
ubicada en una sierra rodeada de pinares.
Sierra de Altomira, en Almonacid de Zorita: Es una de las sierras más
occidentales del Sistema Ibérico. Cerros de roca caliza por los plegamientos
terciarios, en donde el clima mediterráneo ha facilitado la extensión del
bosque de coníferas con predominio de pino carrasco. Las sendas y veredas
que circundan las aguas del embalse de Bolarque, discurren por entornos
con abundante vegetación de encinas, chaparros, olivos, sabina, madroños,
así como variedades de setas y hongos (níscalos, setas de chopo, etc.).
Como actividades de ocio, destacamos las siguientes: observación de
colonias de águilas reales, halcones, buitres, etc.; acampada en el refugio de
San Antón, así como senderismo, piragüismo y esquí acuático; ala delta y
parapente en el cerro Ventanillas. También existe un coto de caza mayor,
menor y pesca.
Panorámica sobre el Tajo desde Zorita de los Canes: Camilo José Cela
ya describió Zorita de los Canes como : ”…. situada en una curva del Tajo,
rodeada de campos de cáñamo y echada a la sombra de las ruinas del
Castillo de la Orden de Calatrava.” En la margen izquierda del Tajo, al pie del
histórico Castillo (una alcazaba de origen andalusí construida a principios del
siglo IX, en tiempos del emir Mohamed I), se asienta este pintoresco caserío
de grata estampa, bien cuidado, sugestivo y ameno.
A los pies de la villa discurre mansamente el río Tajo que marcha hacia la
ciudad visigoda de Recópolis, fundada por Leovigildo en el año 578 y cuyas
ruinas se hallan en el mismo término municipal.
Atractivos parajes sobre el río Arles, en Pastrana: El paraje conocido
como "La Pangía" es un despoblado, situado en plena desembocadura del
río Arlés en el Tajo, donde se pueden observar varias construcciones de
siglos pasados, entre las que se encuentran varios molinos y restos de
murallas cuyos orígenes se remontan al año 1570, cuando un importante
grupo de familias de moriscos expatriados de las Alpujarras formaron un
destacado poblado en ese enclave.
Panorámicas sobre el valle del Ungría, en Horche: Por la Vega de Horche
discurre el cauce del río Ungría, afluente del Tajuña, que ofrece hermosas
vistas desde lo alto de esta atractiva localidad castellana.
FIESTAS
Las rondas y grupos de música tradicional, venidos de distintos puntos de la
Provincia, tienen una cita obligada en los últimos días del mes de Diciembre,
entre las celebraciones de Nochebuena y Nochevieja, en la villa de Torija,
donde se viene celebrando desde hace más de veinte años el Certamen de
Rondas Tradicionales Navideñas, declarado Fiesta de Interés Turístico
Provincial. Brihuega festeja sus Fiestas Patronales de Nuestra Señora de la
Peña del 10 al 20 de Agosto, donde podremos disfrutar de numerosos actos:
la ancestral Procesión de Recogida de la Cera, declarada igualmente de
Interés Turístico Provincial (día 14), día de la Patrona (día 15) y los ya
tradicionales Encierros de Toros por el campo, considerados uno de los
más antiguos de España, pues se tiene constancia escrita de su existencia
desde 1578, y están declarados Fiesta de Interés Turístico Regional (día 16
por la tarde y 17 por la mañana). Las Ferias Tradicionales de Cifuentes se
celebran los días 28, 29 y 30 de Octubre, durante los cuales el visitante
evocará el pasado medieval de la villa, podrá degustar productos típicos y
comprar todo tipo de artesanía tradicional. Durante la Semana Santa,
también en Cifuentes, destacan la "Procesión del Encuentro" y la "Quema del
Judas", en la Plaza Mayor. Por otra parte, los Descensos en piragua por el
río Tajo (entre Morillejo y Trillo), organizados desde hace más de diez años
por el Club Piragüismo Trillo, a finales del mes de Julio, constituye una de las
citas más relevantes para los aficionados al piragüismo de toda España, y
además permite a los deportistas participantes disfrutar de parajes naturales
de enorme y singular belleza. También en Trillo, el día 30 de Abril, se
celebran los Mayos. Es una costumbre muy arraigada en la tradición
castellana consistente en plantar un árbol desprovisto de ramas en la Plaza y
hacer rondas cantando coplas relativas a la belleza de las chicas del pueblo.
En Sacedón se celebra la Romería a la Virgen del Socorro, que se realiza
durante el tercer Domingo del mes de Septiembre. Asímismo, podemos
destacar en Almonacid de Zorita la Fiesta del Corpus Christi, que en la
actualidad se sigue celebrando con decorativas alfombras sobre las calles de
pétalos de flores y serrín teñido. En Albalate de Zorita se celebra una de las
fiestas de Interés Turístico Provincial de mayor arraigo y seguimiento
popular, como es la festividad de San Blas, que tiene lugar el día 3 de
Febrero. Durante la Procesión se saca la imagen del Santo, acompañado por
un baile de botargas y danzantes. En este abanico de manifestaciones
festivas no puede olvidarse la Feria Apícola de Castilla-La Mancha, que
tiene como marco incomparable la villa de Pastrana, referente para todo el
sector nacional e internacional, y que el pasado año 2011 alcanzó su XXX
edición. En Horche, son de gran vistosidad las Hogueras de la Purísima, que
se celebran, como en muchos otros pueblos de la Provincia, el día 7 de
Diciembre, fiesta declarada de Interés Turístico Provincial.
ARTESANÍA
Brihuega es la villa de esta ruta que poseyó una mayor e intensa actividad
artesanal, manteniendo en la actualidad algunas actividades en las que ha
alcanzado una merecida fama. La Ebanistería: Producción identificada con el
llamado mueble castellano, caracterizado por el empleo de cuarterones y por
su ya lejana inspiración en el mueble renacentista español. La Cerámica: La
producción ha evolucionado desde su carácter tradicional y utilitario al
creativo y suntuario, y se distingue por la utilización de diversos barros y el
esmaltado con diferentes minerales, predominando los tonos azules en la
mayoría de las piezas. Forja: Como en prácticamente todas las poblaciones
de Castilla-La Mancha, se trabaja el hierro, realizándose barandas, balcones
y rejería. También en Cifuentes se desarrolla una importante actividad
artesana, en la que destaca la talla de esculturas, fuentes, chimeneas y
escudos utilizando como material básico la piedra. Es destacable la actividad
artesanal de Durón, donde se trabaja artísticamente el mimbre, la caña, la
forja y la soldadura, entre otros. Durante muchos años Pastrana gozó de una
merecida fama por sus trabajos de forja, ejemplo de los cuales es su famosa
Reja Dorada de su Palacio Ducal, situado en la Plaza de la Hora.
Actualmente esta especialidad artesana ha ido evolucionando desde una
función utilitaria hasta otra de carácter suntuario y se siguen realizando sobre
todo barandas de balcón, rejas y puerta. Esta tradición, más allá de caer en
el olvido con el paso del tiempo, en nuestros días ha pasado a formar parte
de una de las características que contribuyen al carácter de sus gentes. Al
igual que Pastrana, Horche se distingue por sus artesanos dedicados a la
talla, que gozan de un merecido reconocimiento nacional, y a la producción
de muebles de estilo castellano, puertas y taquillones en madera de nogal,
abedul y pino. La producción de objetos de mimbre - cestas, mesas sillones,
arcones etc.. - está bien representada en Moratilla de los Meleros y
Yélamos de Abajo.
Esta actividad artesanal es, sin duda, reflejo de la historia y la tradición de
una tierra que durante siglos ha sabido salvaguardar sus ancestrales usos y
costumbres, y que hacen que hoy sigan presentes en la vida cotidiana de sus
gentes.
GASTRONOMÍA
Triunfan en esta zona los corderos y cabritos típicos alcarreños, en diferentes
modalidades, así como la sopa del pastor, las migas, las gachas, el
morteruelo, los níscalos y las setas de cardo. Las judías con oreja, las
truchas, el codillo a la casera y las degustaciones de caza son otros de sus
platos más típicos. Las codornices en escabeche, el conejo hecho de mil
formas posibles, la perdiz o el jabalí son una buena muestra de ello. Los
sabrosos productos de la matanza del cerdo, cuyo ritual se repite año tras
año en numerosas familias y en actos públicos abiertos a todo el mundo en
un sinfín de pueblos, como día de fiesta mayor, durante los meses de Enero
y Febrero, también están presentes en La Alcarria. Así pues, morcillas,
chorizos, lomos en adobo, tocino, jamones y somarrillos, no son de
despreciar por estos lares. En cuanto a dulces, no podemos olvidar los
afamados y populares bizcochos borrachos, y entre las especialidades de
repostería destacan las tortas de chicharrones, galletitas, rosquillas, tortas de
la Virgen, harinosas, y mantecados...y si es posible acompañados de una
buena copa de orujo de Morillejo, aguardiente que desde hace más de
trescientos años viene destilándose en este lugar de forma absolutamente
artesanal.
Pero sin lugar a dudas, la calidad de la Gastronomía de La Alcarria queda
bien patente a través de sus tres Denominaciones de Origen : D.O. Miel de
la Alcarria, D.O. Aceite de la Alcarria y D.O. Vino de Mondéjar, a las que hay
que añadir la Marca de Calidad Diferenciada del Cordero de la Alcarria (ver
Sección de Gastronomía).
Descargar