Flamenco in San Francisco - University of San Francisco (USF)

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Fall 2012
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atmósfera relajante, acogedora. Cuando yo lo visité una fría noche lluviosa de septiembre, no era
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para pasar ocio sino para ver a un espectáculo de flamenco. No sabía mucho de esta forma de
baile, solamente que es un arte español que involucra los brazos y el taconeo. Pero esta noche
conocí a la bailaora (palabra catalana que significa bailarina de flamenco) profesional Stephanie
Narváez y de pronto pude ver la belleza y el poder del arte del flamenco.
Esta noche había dos bailaoras, un hombre en la guitarra y un cantante - aprendí luego que esto
se llama el cuaderno. Stephanie y su compañera llevaban vestidos negros con adornos rojos, el
maquillaje haciendo que brillen los ojos. Podía ver en su comportamiento antes de bailar que
Stephanie estaba nerviosa (el bar era pequeñito, y estaba sentado muy cerca) pero cuando subió
al tablado cualquier temor que se hallaba en su cara fue reemplazado por la confianza. Al tiempo
que marcaba el ritmo con los pies, movía los brazos en concordancia con la emoción de la
música. Parece que la música, que empieza con el grito del cante jondo (la forma de cantar que
es el alma de flamenco) encuentra su última extensión en los dedos del bailaora. Mientras que la
guitarra forma el cuerpo de la canción, está manejado por la fuerza del ritmo del taconeo, o sea,
por la bailaora. Con el pelo rizado de negro cayéndole sobre el mantón que envuelve sus
espaldas, la cara de piel aceituna, y los ojos brillantes de azul, Stephanie es la imagen perfecta de
una bailaora de flamenco. Mientras su destreza en el baile era visible desde el principio, lo que
me sorprendió fue su compromiso total con el acto de bailar. Por un momento parecía que
estaba rodeada por campesinos en una taberna andaluz. Pero cuando miro alrededor y veo que
solamente hay dos hombres aparte de mí, de repente es el bar que parece fuera de su tiempo, y es
el cuaderno el que pertenece al tiempo correcto.
Tuve el honor de entrevistar a Stephanie sobre las raíces del baile además de aprender mucho de
Links
Center for Latino Studies in the Americas
(CELASA)
Chican@ Latin@ Studies
Latin American Studies
Latin American Student Organization
(LASO)
esta artista. Stephanie y yo nos reunimos sobre un café una semana después de la noche en
Pause. Le pregunté cómo empezó a bailar flamenco.
Narváez: Empecé cuando tenía 7 años. Mi mamá era modelo. Ella es puertorriqueña. Ella nació
en Puerto Rico pero se mudó a Boston. Y ella era modelo, y quería que yo fuera modelo también
a los cinco años. Había comerciales y había uno en que pedían una madre y una hija, y ella
quería que yo fuera la hija... Pero en las audiciones yo lo hice muy mal, no podía caminar bien.
Mis piernas estaban chuecas... Entonces ella se preocupó porque pensaba que nunca podría ser
modelo. Entonces me llevó al doctor. El doctor dijo "no te preocupes, ella está bien. Solo necesita
tomar clases de baile." Entonces ella me llevó a clases de ballet. Y no le gustaron porque yo era la
única latina. Era más gordita. No me gustó. Me llevó a clases de jazz, de tap. Eso si me gustó.
Tap más que todo porque era muy percusivo...Yo tenía siete años cuando empecé y al principio
me gustaban algunas cosas y no me gustaban otras. Me gustaba que se veía muy bonito en la
forma. Y los vestidos eran muy bonitos. Cuando era joven lo que me gustaba era ser bonita. Y lo
que no me gustó del flamenco es que era muy crudo. A veces no hay que ser bonito para ver la
belleza ¿no? Y yo no entendía eso a esa edad porque era muy pequeña. No fue hasta que tenía
diez años que entendí lo que me gustaba de flamenco.
Esta parte más brusca de flamenco atrajo a Stephanie profundamente. A Stephanie la han
influido mucho dos mujeres que revolucionaron el flamenco para las mujeres: Concha Vargas y
Carmen Amaya. Una búsqueda de YouTube titulada Concha Vargas nos muestra una mujer con
poder elemental, nada menos que inolvidable. Con respecto a Amaya, era la primera mujer en
hacer el taconeo. Su sobrina nieta, Omayra Amaya, fue la primera mentora de Stephanie; estudió
con Amaya a la edad de diez. N: [Antes de Carmen Amaya] la mujer se ponía enfrente y levantaba los manos, y había una cola
de hombres atrás, haciendo el taconeo para ella, aparentando que ella lo estaba haciendo. Y ella
solamente tenía que levantar los manos y lucir bella. Carmen Amaya era una gitana de Barcelona
que desde que era joven asombró a la gente porque era tan apasionante. Omayra me contaba
historias de cómo, después de bailar, Carmen Amaya vomitaba a causa de cuánto se metía en el
baile.
Stephanie me contó una historia resumida de flamenco. Las raíces del arte empiezan en la época
de la reconquista cuando los reyes Isabel y Fernando expulsaban de su territorio a los árabes, los
judíos y los gitanos. El cante jondo, que posee un distintivo sonido árabe, se creó durante este
periodo de persecución. Las artes de las tres culturas se combinaron a lo largo de los siglos para
formar el tipo de canción y baile que conocemos hoy. Sin embargo, el flamenco no ganó fama
hasta la mitad del siglo XIX. En el periodo de los "cafés cantantes" (aproximadamente 18501920), el flamenco se extendió por todas partes de Europa. Después de la subida al poder de
Franco y la pérdida de muchos artistas del país, el Estado apoyó al flamenco porque es nativo de
España. Eso concordaba con la política del Caudillo de aislacionismo. Pero me interesaba más la
trayectoria de los artistas individuales.
Wittrock: ¿Qué puedes decir de esta forma de danza que se distingue de otras formas?
N: Una responsabilidad de vivir es algo que creo que distingue al flamenco de otras cosas.
Porque tienes que estar presente en el momento y agarrarlo.
La respuesta me anonadó un poco. No sólo porque en cuatro palabras abarcó lo que significa ser
artista, sino también porque, preparando la entrevista, había compuesto cuatro frases que
considero verdad para cada artista. Se las presenté a Stephanie con la esperanza de ganar un
vislumbre al interior de su mente artística, además de encontrar algo que forma parte de la
consciencia de todos los artistas.
1. Un artista tiene que crear su arte
N: Si no bailo el flamenco no me siento yo. Me sale el malhumor y estoy irritable. Soy como una
sombra de mí misma. Entonces tengo que bailar, el flamenco en particular.
2. El artista es un forastero. No necesariamente antisocial pero tiene una perspectiva que es en
un sentido "de afuera."
N: Hmm... Siempre he pensado que era solamente mi personalidad, nunca que tenía que ver con
ser artista. ¿Qué significa para ti?
W: Como actor siempre estoy mirando a los hábitos de las personas, pequeñas cosas
irracionales, cosas así... Me hace dar un paso atrás, como en una fiesta, para observar...
Quizás es diferente para las bailarinas.
N: Bueno, estamos todo el tiempo enfrentados al espejo. Entonces siempre hay algo de
autocrítica. Muchas veces tengo que alejarme de eso. A menudo antes de bailar miro, trato de
mirar a los otros y conectar con ellos. Entonces puedo ser los dos: eres una forastera pero tienes
que conectarse con la gente para el arte. Porque si no conectas con ellos pues van a decir que el
taconeo era bueno, y ella parece bella pero ¿qué significa para mí? En el baile hay que golpearles
personalmente.
4. Hacemos el arte para la audiencia.
N: Siempre olvido esto, porque amo tanto al flamenco que lo hago para mí misma. Pero cuando
entras al escenario... tienes que conectar con ellos porque si no ¿qué va sacar la gente? Hay que
inspirarlos.
Lo que me inspira de Stephanie es que se gana la vida bailando. Enseña clases de flamenco a los
niños y baila con frecuencia en varios lugares de la ciudad. Para encontrar más sobre las
actividades de Stephanie puede visitar su sitio web: www.stephanienarvaez.com. Además, está
preparando de hacer una gira nacional con la Compañía de Teatro de Flamenco de Juan Siddi
que empieza en el enero de 2013. Más información está disponible en
www.juansiddiflamenco.com.
2130 Fulton Street | San Francisco, CA 94117-1080 | (415) 422-5555
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