RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS Fidel Kinori, Sara Guila(1,2); Eiroá Orosa, Francisco(1,2). (1) Psicólogo/a, Servicio de Psiquiatria, Hospital Universitario vall d’hebron, Universidad Autónoma de Barcelona (2) Departamento de Psiquiatria y Medicina Legal, Universidad Autónoma de Barcelona [email protected] Patología dual, TEPT, trastorno por uso de sustancias, tratamientos eficaces, Psicología positiva, Crecimiento Postraumático. RESUMEN: Los pacientes que presentan una comorbilidad entre Trastorno por Uso de Sustancias (TUS) y Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT), no sólo resultan de difícil diagnóstico por las dificultades en la identificación de una clara etiología ya sea de cada uno de los trastornos cómo común, sino que las consecuencias del trauma presentan peculiaridades que requieren de un abordaje complejo para su control. El objetivo de este trabajo es revisar las indicaciones sobre los abordajes más efectivos para esta población clínica. Se trata de describir no sólo los modelos etiológicos, sino destacar las técnicas psicológicas de probada eficacia, para el tratamiento de la sintomatología del Estrés Traumático, que pueden presentar los pacientes con un diagnóstico de Patología Dual (TEPT y TUS). 1 13º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS Contenidos Recomendaciones clínicas para el tratamiento de pacientes con trastorno por estrés postraumático y trastornos por uso de sustancias ......................................1 Introducción ..................................................................................................3 Modelos etiológicos de comorbilidad entre TUS y TEPT .......................................4 Definición del TEPT, sintomatología y fenomenología ..........................................5 Fenomenología del trauma ...........................................................................9 Un breve repaso de los trastornos adictivos .....................................................11 Técnicas psicoterapéuticas específicas en TEPT+TUS ........................................13 El Programa Terapéutico “Seeking Safety”....................................................14 La “Alianza de trabajo” como factor terapéutico ............................................15 Otra perspectiva de trabajo bajo las propuestas de la psicología positiva..........16 -213º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS Para este trabajo se plantean los siguientes objetivos: 1. Presentar una definición de la Patologia Dual y del Trastorno por Uso de Sustancias (TUS) y el Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT). 2. Introducir los diferentes modelos etiológicos que explican la relación entre los dos trastornos. 3. Proponer un modelo de evaluación específico para la detección de esta patologia comórbida (TEPT+TUS). 4. Resumir las técnicas psicológicas de intervención que contribuyan al control de la sintomatología del TEPT en estos pacientes, según las evidencias. 5. Incorporar las perspectivas de la Alianza de Trabajo, la Psicología Positiva, el Crecimiento Postraumático y el impacto en las Creencias Básicas en el abordaje de esta comorbilidad. Introducción En la actualidad, un número importante de pacientes que son visitados en centros especializados de atención a las toxicomanías, presentan lo que los expertos denominan patología dual. Bajo este criterio diagnóstico, se incluyen a pacientes que presentan comorbilidad entre un trastorno adictivo y cualquier otra patología. Existen tres posibles perspectivas etiológicas que pueden influir en el abordaje de esta comorbilidad Una de las comorbilidades de más difícil diagnóstico y abordaje, es la que presenta el Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT) con el Trastorno por uso de sustancias (TUS). Estos pacientes presentan un abuso o dependencia a una sustancia acompañado de una reacción patológica a una experiencia extrema. Tanto el TEPT como el TUS son trastornos con una elevada comorbilidad y diagnósticos diferenciales per se. Mientras que las reacciones a experiencias extremas pueden desembocar en otras formas de psicopatología como trastornos depresivos o transformaciones duraderas de la personalidad y suele ser comórbido con otros trastosnos del espectro ansioso, Depresión, Trastorno Obsesivo Compulsivo, Trastorno Límite de la Personalidad y trastornos psicóticos; los TUS conviven con la práctica totalidad de los diagnósticos psiquiátricos. La epidemiología de esta comorbilidad es muy alta llegándose a calcular que entre un 20 y un 30% de los pacientes diagnosticados con TUS cumplen criterios de TEPT (Driessen et al., 2008; Ouimette, Moos, & Brown, 2003). -313º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS Modelos etiológicos de comorbilidad entre TUS y TEPT No siempre está claro la secuencia de aparición de ambos trastornos y si existe una relación causal o funcional entre ambos complicando no solo el diagnóstico si no el tratamiento y el curso de la enfermedad. Brown y Wolfe (1994), revisan tres hipótesis clásicas que explican la relación entre TEPT y TUS: 1. Hipótesis de la Automedicación. Según esta perspectiva, los sujetos con TEPT utilizan las drogas con el objeto de controlar y aliviar los síntomas del trastorno traumático (Brown & Wolfe, 1994; Brown, Read, & Kahler, 2003; Khantzian, 1985). 2. Hipótesis del “Alto riesgo”. Esta visión defiende que el uso de las sustancias es una conducta de alto riesgo que provoca exposición situaciones traumáticas (Cottler, Compton, Mager, & Spitznagel, 1992). El paradigma de este caso serían los consumidores de opiáceos en ambientes marginales (Villagómez, Meyer, Lin, & Brown Jr., 1995). 3. Hipótesis de la Susceptibilidad. Según este tercer enfoque, las personas consumidores de drogas desarrollan más vulnerabilidad neurobiológica para desarrollar TEPT después de estar expuestos a situaciones traumáticas (Jacobsen, Southwick, & Kosten, 2003). Está hipótesis coincide con una buena parte de la investigación sobre los efectos neurobiológicos del estrés crónico (K.T. Brady & Sinha, 2005). Estas tres hipótesis fueron testadas por Chilcoat y Breslau (1998) encontrando evidencia tanto para la hipótesis de la automedicación como parcialmente para la hipótesis de la susceptibilidad y no para la del alto riesgo. Sin embargo, esto puede ser debido a la heterogeneidad de la muestra utilizada. Nuestro propio grupo de trabajo ha encontrado una elevada tasa de consumidores de opiáceos en una muestra de quemados (Eiroá-Orosa, Fidel-Kinori, Giannoni-Pastor, Tasqué-Cebrián, & ArgüelloAlonso, 2011). Siguiendo estas hipótesis, se podría intentar establecer una secuencia en la que el trastorno por uso de sustancias aparece como una respuesta a una experiencia traumática, la experiencia traumática ocurre en el contexto de consumo o incluso identificamos una sensibilidad mayor que en otros pacientes a los efectos de la sintomatología postraumática. Podría parecer que hay una relación lineal, una causalidad clara. Sin embargo, la realidad epidemiológica y clínica es bien diferente. La mayoría de estos pacientes tienen una historia muy irregular de consumo y experiencias traumáticas, es muy difícil (aunque la dificultad no le resta importancia) establecer una línea clara y causal. -413º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS Definición del TEPT, sintomatología y fenomenología Para los profesionales no habituados a trabajar con pacientes afectados de este diagnóstico, se introducen algunos aspectos generales sobre el mismo. El diagnóstico del Trastorno por Estrés Postraumático aparece oficialmente en la tercera versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-III, American Psychiatric Association, 1980). Aunque los conocimientos sobre las reacciones emocionales después de acontecimientos traumáticos, llevaban varias décadas de investigación y publicación, su inclusión en los manuales diagnósticos no se hizo posible hasta que las reivindicaciones llevadas a cabo por asociaciones de ex-combatientes y otros colectivos consiguieron oficializar el trastorno y sus efectos. Mientras que en esa primera versión, se admitía el papel central del «suceso» en la etiología de los síntomas de malestar subjetivo (estresor reconocible, criterio A del diagnóstico), en las revisiones posteriores del DSM (American Psychiatric Association, 2000), la definición del estresor ha llegado a ser progresivamente más amplia. De este modo, se incluye que el suceso traumático podía ser no sólo experimentado, sino escuchado o visualizado y que el acontecimiento, no necesariamente revista la característica de anormalidad. En cuanto al futuro, existe un gran debate sobre la necesidad de la necesidad de que el sujeto haya experimentado un suceso que amenace su integridad física (Van Hooff, McFarlane, Baur, Abraham, & Barnes, 2009). Estas especificaciones han concluido en una ampliación del concepto de “estresores” y por tanto de los colectivos vulnerables a desarrollar sintomatología post-traumática y a ser usuarios de tratamientos psicológicos y psiquiátricos para su resolución. Entre ellos, personas supervivientes de campos de concentración, víctimas de agresiones sexuales, víctimas de violencia criminal y/o política, niños maltratados, trabajadores de colectivos sanitarios y de seguridad que ayudan a afectados por esos acontecimientos, supervivientes directos e indirectos de catástrofes naturales o desastres humanos, de accidentes de tráfico e incluso personas a las que se les ha diagnosticado una enfermedad potencialmente mortal. El trastorno tiene dos categorías diferenciadas: TEA (Trastorno por Estrés Agudo) y TEPT (Trastorno por Estrés postraumático). Ambas categorías coinciden en los criterios diagnósticos y se diferencian exclusivamente en cuanto que la primera considera la aparición de los síntomas durante los 30 días consecutivos al hecho y en la importancia que se da en el TEA a la sintomatología disociativa. . -513º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS La sintomatología característica de estos diagnósticos es: los síntomas de reexperimenación, de evitación-embotamiento y de hiperactivación. A continuación ofrecemos un extracto de los criterios diagnósticos DSM-IV-TR (American Psychiatric Association, 2000). Criterios para el diagnóstico de Trastorno por estrés agudo A. La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que han existido 1 y 2: 1. la persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno (o más) acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás 2. la persona ha respondido con un temor, una desesperanza o un horror intensos B. Durante o después del acontecimiento traumático, el individuo presenta tres (o más) de los siguientes síntomas disociativos: 1. sensación subjetiva de embotamiento, desapego o ausencia de reactividad emocional 2. reducción del conocimiento de su entorno (p. ej., estar aturdido) 3. desrealización 4. despersonalización 5. amnesia disociativa (p. ej., incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma) C. El acontecimiento traumático es reexperimentado persistentemente en al menos una de estas formas: imágenes, pensamientos, sueños, ilusiones, episodios de flashback recurrentes o sensación de estar reviviendo la experiencia, y malestar al exponerse a objetos o situaciones que recuerdan el acontecimiento traumático. D. Evitación acusada de estímulos que recuerdan el trauma (p. ej., pensamientos, sentimientos, conversaciones, actividades, lugares, personas). E. Síntomas acusados de ansiedad o aumento de la activación (arousal) (p. ej., dificultades para dormir, irritabilidad, mala concentración, hipervigilancia, -6- 13º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS respuestas exageradas de sobresalto, inquietud motora). F. Estas alteraciones provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo, o interfieren de forma notable con su capacidad para llevar a cabo tareas indispensables, por ejemplo, obtener la ayuda o los recursos humanos necesarios explicando el acontecimiento traumático a los miembros de su familia. G. Estas alteraciones duran un mínimo de 2 días y un máximo de 4 semanas, y aparecen en el primer mes que sigue al acontecimiento traumático. H. Estas alteraciones no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o a una enfermedad médica, no se explican mejor por la presencia de un trastorno psicótico breve. Criterios para el diagnóstico de Trastorno por estrés postraumático A. La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que han existido 1 y 2: 1. la persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno (o más) acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás 2. la persona ha respondido con un temor, una desesperanza o un horror intensos. Nota: En los niños estas respuestas pueden expresarse en comportamientos desestructurados o agitados B. El acontecimiento traumático es reexperimentado persistentemente a través de una (o más) de las siguientes formas: 1. recuerdos del acontecimiento recurrentes e intrusivos que provocan malestar y en los que se incluyen imágenes, pensamientos o percepciones. Nota: En los niños pequeños esto puede expresarse en juegos repetitivos donde aparecen temas o aspectos característicos del trauma 2. sueños de carácter recurrente sobre el acontecimiento, que producen malestar. Nota: En los niños puede haber sueños terroríficos de contenido irreconocible 3. el individuo actúa o tiene la sensación de que el acontecimiento traumático -713º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS está ocurriendo (se incluye la sensación de estar reviviendo la experiencia, ilusiones, alucinaciones y episodios disociativos de flashback, incluso los que aparecen al despertarse o al intoxicarse). Nota: Los niños pequeños pueden reescenificar el acontecimiento traumático específico 4. malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático 5. respuestas fisiológicas al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático C. Evitación persistente de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la reactividad general del individuo (ausente antes del trauma), tal y como indican tres (o más) de los siguientes síntomas: 1. esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el suceso traumático 2. esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del trauma 3. incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma 4. reducción acusada del interés o la participación en actividades significativas 5. sensación de desapego o enajenación frente a los demás 6. restricción de la vida afectiva (p. ej., incapacidad para tener sentimientos de amor) 7. sensación de un futuro desolador (p. ej., no espera obtener un empleo, casarse, formar una familia o, en definitiva, llevar una vida normal) D. Síntomas persistentes de aumento de la activación (arousal) (ausente antes del trauma), tal y como indican dos (o más) de los siguientes síntomas: 1. dificultades para conciliar o mantener el sueño 2. irritabilidad o ataques de ira 3. dificultades para concentrarse 4. hipervigilancia 5. respuestas exageradas de sobresalto E. Estas alteraciones (síntomas de los Criterios B, C y D) se prolongan más de 1 mes. -813º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS F. Estas alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. Fenomenología del trauma Los pacientes que han atravesado a lo largo de su vida situaciones que produjeron “heridas emocionales”, situaciones que habitualmente son aceptadas como “traumáticas”, son personas particularmente sensibles a las reacciones de aceptación por parte de los demás. Respecto a la evolución de estas personas, se consideran que tienen peor pronóstico aquellos que han atravesado situaciones traumáticas. Y dentro de esta cohorte, los que han padecido situaciones traumáticas que repetidas y prolongadas en el tiempo. Por ejemplo: personas que han padecido abusos infantiles (especialmente si fue efectuado por un familiar o por alguien en quien el menor confiaba), haber padecido situaciones de violencia doméstica, haber vivido la experiencia de ser prisioneros de guerra, víctimas de tortura, de abuso físico y emocional; víctimas de la explotación sexual, entre otros. Por otra parte, una serie de características, sean factores propios de la persona afectada como de las características del acontecimiento, influyen en la evolución: entre ellos destaca, el grado de control y de predictibilidad del evento, el número y calidad de las pérdidas, la capacidad de la persona afectada para afrontarlo, las secuelas físicas de esa situación, sentimientos negativos vinculados al mismo (por ejemplo, de culpa por haber sobrevivido o por no haber hecho alguna acción para evitarlo). Según Janoff-Bulman (1992) las personas tenemos un conjunto de creencias o asunciones esenciales sobre nosotros mismos, el mundo y los otros. Estas creencias son implícitas, se basan en la experiencia emocional y se mantienen fuertemente a pesar de la adversidad. Existen tres categorías principales a la vez subdivididas en subcategorías y que pueden verse afectadas después de un trauma: -913º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS Benevolencia: 1. Creencias sobre el carácter benevolente del mundo en general y de los hechos que en él ocurren en particular. 2. Creencias sobre un mundo social benevolente y los otros en quienes confiar: 3. Creencias sobre la integración social: Corsini (2004) estima oportuno añadir una tercera subcategoría a las dos anteriores. Sentido del Mundo: 1. Creencias sobre el control del mundo (ilusión de control). 2. Creencias sobre el azar 3. Creencias sobre la justicia. Dignidad: 1. Creencias positivas sobre el yo (autoestima). 2. Creencias sobre la eficacia o el control del yo y la capacidad de la persona de controlar el mundo. Blanco y Díaz (2004) ponen como ejemplo los actos de violencia colectiva para explicar cómo los sucesos traumáticos cuestionan profundamente las creencias básicas positivas sobre el mundo, el mundo social y el yo. Estos autores destacan cinco puntos principales: 1. Los traumas colectivos rompen los lazos de relación entre el individuo y la comunidad y cuestionan el criterio de bienestar de integración social. 2. Los traumas rompen las creencias en la bondad de la gente y rompen la confianza en la gente. 3. Una acción de violencia colectiva o hecho traumático hace que disminuya el valor que nos otorgamos. Al ocurrir puede que ya no nos sintamos necesarios para la continuidad de nuestro entorno y estos fenómenos están asociados a la disminución de la contribución social. 4. La precariedad con la que se atienden algunos sucesos, cuestiona la creencia en el progreso social y del cambio y evolución positiva de la sociedad. Esto se asocia a un quiebre de las creencias en el sentido del mundo y en un yo motivado y con futuro. 5. También se produce un retroceso en el sentido de coherencia social y la predictibilidad del mundo social. -1013º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS Un breve repaso de los trastornos adictivos La adicción se define básicamente como: 1. La dependencia física y / o psicológica de una sustancia que es capaz de cambiar el entorno químico del cerebro. 2. Cualquier consumo o, más recientemente agregado, comportamientos que se llevan a cabo a pesar del efecto negativo o las consecuencias que tiene sobre nuestra salud física, psicológica o bienestar social. 3. Cuando un consumo o el comportamiento, que antes daban placer, se hace para evitar los síntomas de abstinencia que se producen cuando su uso se reduce o se detiene. 4. Un consumo o comportamiento que se busca con compulsión y / o el deseo desmesurado (craving). En el diagnóstico existe una diferencia entre abuso y dependencia, pero, a pesar de su introducción en el DSM IV todavía se utiliza vagamente, pudiendo desaparecer en el DSM V. Debemos añadir la importancia de las adicciones comportamentales como el juego o el sexo que han ganado una gran importancia en estos años y que han obligado a revisar buena parte de los preceptos neurobiológicos sobre las adicciones. A continuación ofrecemos un extracto de los criterios diagnósticos DSM-IV-TR (American Psychiatric Association, 2000). Criterios para la dependencia de sustancias Un patrón desadaptativo de consumo de la sustancia que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por tres (o más) de los ítems siguientes en algún momento de un período continuado de 12 meses: 1. tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes ítems: (a) una necesidad de cantidades marcadamente crecientes de la sustancia para conseguir la intoxicación o el efecto deseado (b) el efecto de las mismas cantidades de sustancia disminuye claramente con su consumo continuado 2. abstinencia, definida por cualquiera de los siguientes ítems: -1113º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS (a) el síndrome de abstinencia característico para la sustancia (v. Criterios A y B de los criterios diagnósticos para la abstinencia de sustancias específicas) (b) se toma la misma sustancia (o una muy parecida) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia 3. la sustancia es tomada con frecuencia en cantidades mayores o durante un período más largo de lo que inicialmente se pretendía 4. existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo de la sustancia 5. se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la sustancia (p. ej., visitar a varios médicos o desplazarse largas distancias), en el consumo de la sustancia (p. ej., fumar un pitillo tras otro) o en la recuperación de los efectos de la sustancia 6. reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de la sustancia 7. se continúa tomando la sustancia a pesar de tener conciencia de problemas psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que parecen causados o exacerbados por el consumo de la sustancia (p. ej., consumo de la cocaína a pesar de saber que provoca depresión, o continuada ingesta de alcohol a pesar de que empeora una úlcera) Criterios para el abuso de sustancias A. Un patrón desadaptativo de consumo de sustancias que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por uno (o más) de los ítems siguientes durante un período de 12 meses: 1. consumo recurrente de sustancias, que da lugar al incumplimiento de obligaciones en el trabajo, la escuela o en casa (p. ej., ausencias repetidas o rendimiento pobre relacionados con el consumo de sustancias; ausencias, suspensiones o expulsiones de la escuela relacionadas con la sustancia; descuido de los niños o de las obligaciones de la casa) 2. consumo recurrente de la sustancia en situaciones en las que hacerlo es físicamente peligroso (p. ej., conducir un automóvil o accionar una máquina bajo -1213º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS los efectos de la sustancia) 3. problemas legales repetidos relacionados con la sustancia (p. ej., arrestos por comportamiento escandaloso debido a la sustancia) 4. consumo continuado de la sustancia, a pesar de tener problemas sociales continuos o recurrentes o problemas interpersonales causados o exacerbados por los efectos de la sustancia (p. ej., discusiones con la esposa acerca de las consecuencias de la intoxicación, o violencia física) B. Los síntomas no han cumplido nunca los criterios para la dependencia de sustancias de esta clase de sustancia. Técnicas psicoterapéuticas específicas en TEPT+TUS El Diagnóstico del TEPT remite a una multiplicidad de consecuencias psicológicas, biológicas y sociales para la persona y su entorno directo. La eficacia terapéutica probada no es la misma para todas ellas, lo que lleva a una extensión desigual en la presentación de la información, que ha sido realizada atendiendo a las consideraciones que siguen. Aunque, como se dijo en el primer capítulo existe una gran comorbilidad entre los dos trastornos, existen pocos tratamientos combinados para los dos trastornos. El equipo de Edna Foa llevó a cabo un ensayo aleatorizado con dependientes de cocaína de 16 sesiones (Kathleen T Brady, Dansky, Back, Foa, & Carroll, 2001). La terapia consiste en una combinación de técnicas de terapia imaginativa y exposición en vivo para tratar los síntomas de TEPT y técnicas cognitivo-conductuales para el tratamiento de la dependencia de cocaína. -1313º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS El Programa Terapéutico “Seeking Safety” El Modelo de “En busca de la seguridad”, “Seeking safety” en la versión original norteamericana (Najavits, 2003) es una terapia psicológica centrada en la ayuda para personas después de un trauma, cuando presentan un trastorno de estrés postraumático y abuso de sustancias. El objetivo principal es ofrecer alternativas de superación a las dos situaciones. En palabras de la autora, Lisa Najavits: a alcanzar la seguridad. Según esta autora, el tratamiento fue diseñado para un uso flexible. Se ha llevado a cabo en formato de grupo e individual, orientado para hombres o grupo mixto. Puede aplicarse el programa completo, mujeres, pero también en formato de o con menor número de temas, en una variedad de contextos (ambulatorio, hospitalario, residencial). También se ha utilizado con personas que tienen antecedentes de haber pasado situaciones traumáticas, pero no cumplen los criterios para trastorno de estrés postraumático (TEPT). Su construcción se inició en 1992, con subvenciones del Instituto Nacional de estudio sobre Abusos de Drogas (NIHDA). Fue desarrollado por Lisa M. Najavits, en la Escuela Médica de Harvard, dentro del centro Hospital McLean. “En busca de la seguridad”, se compone de 25 temas, cuyos principios clave son: 1. La Seguridad como el objetivo principal (ayudar a los clientes alcanzar la seguridad en sus relaciones, el pensamiento, la conducta y las emociones). 2. El tratamiento integrado (que se trabaje tanto en el TEPT como en el abuso de sustancias, y al mismo tiempo) 3. Centrar la atención en los ideales para contrarrestar la pérdida de ideales Abordaje simultáneo de las Cuatro áreas: cognitiva, conductual, interpersonal de gestión, caso 4. La atención a los procesos clínicos (ayudando a los médicos trabajar en la contratransferencia, el auto-cuidado y otros vinculados) Actualmente el programa goza de un gran éxito y está empezando a utilizarse en más poblaciones. -1413º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS La “Alianza de trabajo” como factor terapéutico Por otra parte, las investigaciones sobre los resultados de la eficacia de los tratamientos psicoterapéuticos, han demostrado que más allá de los marcos teóricos, ciertos factores comunes de los procesos psicoterapéuticos, son el eje del éxito de un tratamiento. Dentro de los más significativos, se ha demostrado que la calidad de la relación paciente-terapeuta y la implicación emocional del paciente, son los más relevantes (Corbella & Botella, 2004). Es así como se ha comprobado repetidamente que una adecuada alianza terapéutica, evaluada desde el paciente, resulta la variable con mayor capacidad predictiva de éxito en todas las modalidades de tratamiento y poblaciones. Incluso la eficacia de una técnica depende más de la interacción terapéutica, que de la técnica en sí o de las cualidades del terapeuta. La relación terapéutica es importante tanto para el proceso terapéutico como para el resultado de éste. De hecho, la mayoría de autores, al margen de cuál sea su enfoque terapéutico, coinciden en la idea de que una relación positiva entre los pacientes y sus terapeutas es una condición necesaria para la eficacia de los tratamientos. Por tanto, los terapeutas más eficaces serían aquellos más capaces de generar una atmósfera propicia para desarrollar tanto una positiva relación terapéutica, por sus habilidades de relación, como para incentivar a que el paciente se involucre emocionalmente. Para Carl Rogers (1957), el poder de la relación terapéutica incluye tres componentes esenciales: “Autenticidad” (el terapeuta se entrega y expresa sinceramente, actuando de forma congruente), “Empatía” (puede ponerse en el punto de vista del cliente) y “Aceptación positiva incondicional” (aceptar al cliente como es, sin juzgarlo en su esencia). En la actualidad, los investigadores concuerdan en que la alianza terapéutica es una construcción dinámica: se realiza de forma conjunta entre el paciente y el terapeuta, de modo que las expectativas, opiniones, cogniciones que van desarrollando respecto al trabajo que realizan, resultan relevantes para el establecimiento de la alianza terapéutica, en un contexto de aceptación e implicación. Los elementos que predicen el establecimiento de la alianza con el paciente en las primeras fases del tratamiento son: (a) el grado de comodidad del terapeuta con las relaciones de intimidad; (b) la baja hostilidad y (c) el elevado apoyo social (Dunkle, 1996). El esfuerzo colaborativo entre terapeuta y paciente implica que se trata de un abordaje en equipo para la solución del o de los problemas. El terapeuta promueve la actitud de que “dos cabezas son que mejor que una” al abordar las dificultades personales. Según varios autores, la naturaleza colaborativa de la intervención terapéutica puede fortalecerse a través de los siguientes métodos: 1. Desarrollar la relación sobre una base recíproca. Ninguno de los participantes tiene un rol -1513º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS superior: los objetivos se establecen de común acuerdo 2. Evitar agendas escondidas. Todos los procedimientos son abiertos y se explican claramente al paciente 3. Diseñar tareas/actividades entre las sesiones, de un modo colaborativo para mantener los logros alcanzados 4. Admitir errores y buscar alternativas Otra perspectiva de trabajo bajo las propuestas de la psicología positiva La aproximación convencional a la psicología del trauma se ha focalizado exclusivamente en los efectos negativos del suceso en la persona que lo experimenta, concretamente, en el desarrollo del trastorno de estrés postraumático. Sin embargo, hay dos factores que nos llevan a pensar que hay factores más importantes: a) la baja prevalencia de TEPT a pesar de la alta prevalencia de exposición a experiencias que cumplen el criterio A1 b) la vivencia positiva de muchas personas que, a pesar de haber sufrido una experiencia traumática, han aprendido o han desarrollado capacidades emocionales a través de la superación del trauma. Ya Viktor Frankl (1967) habló de la oportunidad en las crisis para reevaluar lo que ha sido la vida hasta ahora y para buscar un nuevo sentido a la existencia. Aunque no ha sido hasta bien recientemente cuando se ha comenzado aceptar como un objeto relevante de estudio científico el bienestar subjetivo. Para ello los factores que contribuyen al cambio “positivo”, al bienestar a pesar de la adversidad también han tenido un lugar en el ámbito de la investigación (Seligman & Csikszentmihalyi, 2000). Tedeschi y Calhoun (1996) desarrollaron el concepto de crecimiento postraumático a través de una extensa revisión de la literatura. Estos autores dividen el concepto de crecimiento postraumático en 3 bloques principales: 1. Cambios en la percepción que se tiene de uno mismo. Sentirse más fuerte, más reafirmado en uno mismo, con más experiencia y más capacidad para afrontar dificultades futuras. 2. Cambios en las relaciones interpersonales. Como por ejemplo recuperar y afianzar relaciones con la familia. 3. Cambios en la filosofía de la vida. Se aprecia más lo que se tiene, se valora más los detalles. Creemos que estos factores de crecimiento tienen una gran importancia, aunque en muchas -1613º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS ocasiones deben ser abordados después de un trabajo intenso y bajo el paraguas de una buena relación terapéutica. Pérez-Sales (2006) hace una propuesta de psicoterapia basada en las fortalezas desde la psicología positiva. Para este autor la psicoterapia del trauma debe estar basada en la potenciación de las fortalezas y la resistencia del paciente ante la adversidad más que en el simple alivio sintomático. Recientemente su equipo de investigación vinculado al Hospital Universitario La Paz y al Grupo de Acción Comunitaria ha publicado un instrumento psicométrico, el cuestionario VIVO (Pérez Sales et al., 2012) disponible en http://psicosocial.info/ que permite estructurar el proceso psicoterapéutico desde este punto de vista. -1713º Congreso Virtual de Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012 www.interpsiquis.com - Febrero 2012 Psiquiatria.com RECOMENDACIONES CLÍNICAS PARA EL TRATAMIENTO DE PACIENTES CON TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y TRASTORNOS POR USO DE SUSTANCIAS Referencias American Psychiatric Association. (1980). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders Third Edition. Washington, DC: American Psychiatric Publishing. American Psychiatric Association. (2000). Diagnostic and statistical manual of mental disorders: DSM-IV-TR. (p. 943). American Psychiatric Publishing. Blanco, A., & Díaz, D. (2004). 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