Cristina Hoyos retrata el sentir del pueblo gitano a través de Federico

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O.J.D.: 4560
E.G.M.: No hay datos
Fecha:
15/07/2006
Sección: CULTURA
Páginas: 28,29
Cristina Hoyosretrata el sentir del
pueblo gitano a través de Federico
cenario, una retmi6n en la que
surgen historias y recuerdos
identificados con los poemasdel
LUISAPJONTE
YGARTg~
Granada
as reyertas,los amores,
la
marginaci6n, la persecuL dón, la fiesta, las fraguas...
Los cuadros más emocionantes
del imaginadogitano se ven retratados en el nuevo espectáculo diseñado por Cristina Hoyo~
para el Ballet Flamencode Ah.
delucia, inspirado en varios
poemasdel ’Romancerogitano’
de FedericoGarela Lorca. Se estren~ ayer en el escenario del
G enera]il-e, despuésde un preestrenoel pasadojueves, y se seguirá representando hasta el 26
de agosto, exceptuando ]os
domingos.
El escenario, diseñadopor José Carlos Plaza y Paco Leal, pone la nota moderna. Una gran
p;mtella proyectaretratos de Federlco, puentes de las afueras y
juegos psicodélicos de luces,
mientras una gran viga en primera línea inclinada a diez metros de altura, escribe versos del
’Romancero’. Comoelementos
de decoración,una furgonetavieja, una fogata artificial y una
amenazante alambrada recrean
un espacio privado y humilde.
Entre el público, muchoexmanjeroadmir6el desplieguet&nico y flamencode la obra, aca-
autolL
’El romancede la luna, luna’
fue el primerode ellos, en el que
ma muchachode blanco (Javier
Crespo) se asomahaa una fragua con tres yunques, al compás
marcial y terrible de una música
pregrabadae industrial, similar
a la de bandas comoNine Inch
Nalls o Throbbing Grisrle. Un
apunte modernomás para un espectáculo de flamenco.
bandoen pie al finalizar. Losjóvenes foráneos bajaban hacia las
00.00 horas la cuesta de la Al.
hambraenuaxciando"¡Superbe!"
e imitando torpemente pero con
ilusión los zapateados. Tratándose del estreno ofldal, tambi6n
acudieronlas autoridades polRicas del gobiernomunicipal, pzovinelal y regional.
A las 22.00 horas aún no era
noche cerrada en la A]hambra,
con lo que el inicio oscurodel espectáculo se quedó en una clarioscura penumbra. El semblante de Lofcapreside el primer
encuentro entee gitanos alrede.
dar del fuego, a la derechadel es-
Cri~inoHoyos,
enel ~noldel espectdrulo,
~~údo
deverde¯ CH.V.
ETNIA GITANA
~6 Ja LU~ por el margen izquierdo, encarnada por la
ballaora SusanaCasas, seguida de
una gigantescabata de cola blanca. Y comenzó
el baile puro.
’Romancerogitano’ continuó
con ’Preciosay el aire’, pieza en
la que Rosa Belmonteentró con
mmpandereta iluminada, antes
de sea" amenazadapor un grupo
de desalmados que la intentan
violar. Su llanto asfixiado en sile]ado, ante la figura del "cónsal
de los ingleses" que hace de salvador, fue uno de los momentos
que mássobrecogió al público.
"Ya me acuerdo, érase una
vez una monjagitana", declamó
en el siguiente cuadrounode los
protagonistas del encuentro, an-
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tes de que empezaraa bailar María del Mar Monterocaracterizada comouna religiosa. A continuad6n,llegó la violencia de la
’Reyerta’, de tres hombrescontra tres, crucede navajasy de bastones coreografiados, mientras
las mujeres intentan separar a
los contendientes. Cñstina Hoyos es la que lamenta el desastroso final, en su pñmeraaparidón dentro del espectácdio: °Seflores guardiasdviles: aqui / pasó lo de siempre. / Hanmuerto
cuatro romanos / y cinco
car~gineses’.
Másdivertido fue el encuentTo enlze José Luis Vidal y Cristina Gallegoen ’Lacasadainfiel’.
Fecha:
15/07/2006
Sección: CULTURA
Páginas: 28,29
"Yyo mela llevé al río / creyendo que era mozaela,/ pero t~dia
mañdo’,recitó 61 [las declamadonesfueron criticadas por parte del públicoal final del espectáculo]. Undueto lleno de sensualidady alegrla.
AntoñJto ’El Camborio’ fue
después detenido per los Guardas Civiles cuando"con una vara de mimbre/ va a Sevilla a ver
los toros%El baile militar quelos
intérpretes realizaron caracterizados de benemérítos también
provocó una inesperada sensación c6mica.
Sensación que fue arcancada
de ralz cuando, a continuación,
en ’Muertode Antoñito ’FACaro-
La ~estaen sse
~aa~ma~aneabs
w~hmos
como
proyecciones,
músicas
er4~it~¿~o latas
~cdag~
Lacoreógmfa
y
direcl~ra
dela
pt~’lucción
apareció
¢~variosr~~le.tosy
bailó
unsolo
hacia
elflnaldelaobra
ETNIA GITANA
bocio", ’Él Junco’ cayó muertoy
el escenariose tifló per completo de rojo. Volvióa aparecer en
escenapata velarle la propiaCrisfina Hoyos.
Los mismosagentes de la autorided y unos cuantos másprotagonizaron después el ’Romancede la Guardia Civil’, que
se transformóen fiesta de gitanas rojas comodaveles y gitanos
verdes comoaceitunas, hasta que
los ’lechugas’les cortan la celebraci6n, símbolode la margfuación y persecución del pueblo
gitano.
A la voz de ~iOh,dodadde los
gitanos! ~ tennfuó d númerocoral y eI espectáculo apunta a su
fin. Fue el momentode ’Romancede la pena negra’, en el
que es Cristina Hoyos,en el papel de Soledad Montoya,la que
realizó un solo dramático y expresivo, vestida de verde ("Verde, que te quiero verde" fue el
himno conductor de’ Romancero gitano’ I, acompa~ada
de sus
castañuelas. Lleg6 el final, que
no debería ser revelado en r~speto a los miles de espectadores
que verán "Romancerogitano’
durantetodo el verano, y el pfiblico se levantóen pie a aplaudir
a la coreÓgrafa. Federico firma
virtualmente su propio retxato y
vuelve a recuperarse su memoña y su homenajea este pueblo.
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