La explosión de las derechas. La Acción Nacional Derechista, Jerarquía y la consolidación del lide 1 ista VII Contexto del embrujo fascista en Colombia. Fue en extremo dramática la situación mundial en la segunda mitad de la década de los años treinta. El fascismo era una realidad avasallante, se encontraba en el poder en varios países europeos y pretendía conquistarlo en el resto del mundo. En 1935 se reunió en Moscú el VII Congreso de la Internacional comunista. En una aproximación a los contenidos de las corrientes fascistas en el poder, Georges Dimitrov anotó en ese momento: "El fascismo en el poder es la dictadura terrorista abierta de los elementos más reaccionarios, más chovinistas y más imperialistas del capital financiero"1. Sobre la advertencia del peligro que significaba el arribo de los movimientos fascistas al poder en casi todos los países del mundo, el Congreso llamó a los partidos comunistas a evitar tal eventualidad. En esa dirección deberían auspiciar la creación de frentes populares con las burguesías nacionales y democráticas que torpedeasen la acción del peligro fascista. Las directrices del Congreso comunista fueron acertadas. España, Francia y Chile eligieron gobiernos del Frente Popular y en muchos otros países los comunistas apoyaron los gobiernos reformistas, tal el caso del comunismo colombiano que respaldó unívocamente al régimen de la Revolución en Marcha de Alfonso López Pumarejo. En Brasil, para citar sólo un caso, el fascismo era una amenaza real. En el mismo 1 Citado en Dimitrov, Georges. Sobre el frente único obrero y popular. Bogotá, Ediciones CHIS, 1972. p. 82. año de 1935 dos intentonas de golpe de Estado, una por parte del Partido Integralista, la variante brasileña del fascismo, y otra a cargo del Partido Comunista, llevarían más adelante a que Getulio Vargas escogiese la vía autoritaria del Estado Novo. Las cosas empeoraron en 1936. La guerra civil española causó un impacto extraordinario entre los colombianos, que vivieron esa confrontación como propia. Del lado de los republicanos estuvieron los liberales y del de los monarquistas los conservadores 2 . En la apertura de la primera Convención Conservadora de 1937, Álzate haría aprobar una proposición del siguiente tenor: "El partido conservador de Colombia hace constar su solidaridad moral con los nacionalistas españoles, cuya gesta descomunal no busca apenas un cambio político en la península sino que defiende los colores perennes de la civilización occidental cristiana contra la invasión vertical de los bárbaros" 3 , Así, como fatal coincidencia, en la medida en que recrudecía el enfrentamiento en la madre patria crecerá la violencia bipartidista en Colombia. No estaban solos los conservadores en su oposición al régimen. La Acción Patriótica Económica Nacional, conocida como la Apen y denominada por los nacionalistas como "apenina" - y a los allí congregados como "apeninos"-, estaba conformada por un núcleo amplio de ricos propietarios: latifundistas, industriales, financieros; y por intelectuales, altos políticos y veteranos de las guerras civiles unidos para torpedear las reformas de López. Actuaban como grupo político bipartidista, pero bueno es advertir que tenía mayor presencia allí el liberalismo. Hacia este movimiento se había desplazado uno de los Leopardos: José Camacho Carreño. La organización se formalizó el 7 de marzo de 1935, y participó en las elecciones legislativas del 5 de mayo de ese año, pero sufrió un duro revés: 850 votos. No desaparecerá de inmediato de la escena política pero su ímpetu languidecerá 4 . La Convención Conservadora de abril de 1935 y la abstención total. El liberalismo no es un partido de gobierno sino una máquina de opresión y de fraude, el metódico desconocimiento del derecho.'' Se sentían pasos de animal grande. El rumor de una abstención total por parte del conservatismo crecía día a día. El liberalismo, preocupado, analizaba la situación, aventuraba hipótesis: que el general Berrío era quien estaba detrás de la propuesta por "no poder contrarrestar la victoriosa organización electoral del liberalismo en Antioquia, que es la única sección del país donde la transformación política de 1930, había encontrado una resistencia aparentemente invencible" 6 . Al orgullo herido del general Berrío achacaba El Espectador la descabellada fórmula. Múltiples interpretaciones corrieron. El mismo editorialista de El País señaló que la abstención integral llevaría a que el liberalismo invadiera todos los sitios y asumiera la responsabilidad total del gobierno para que el proceso de disolución se precipitara". Realmente, era una salida aventurada. Podría suceder y podría no suceder. Más que disolución, las otras agrupaciones (el Partido Comunista, la Apen y la Unir) se beneficiarían del espacio libre que dejaran los conservadores. - Veáse Tirado Mejía. Alvaro. Aspectos políticos del primer gobierno de Alfonso López Pumarejo 19341938. Bogotá. Instituto Colombiano de Cultura. 1981. El Siglo, enero 31 de 1937, p. 1. 1 Sobre todo el proceso de la Apen puede verse Tirado Mejía. Alvaro. Aspectos políticos.... pp, 5 6 5 8 y 101-115. 7 Véase ""La Desobediencia civil"", en El Colombiano, abril 12 de 1935, p. 5. ' El Espectador, abril 5 de 1935, p. í. Véase ibid. 156 El porvenir del pasado Los liberales t e n í a n claros sus pronósticos. El país se había liberalizado vertiginosamente y las elecciones para diputados de 1935 lo mostrarían a todas luces. Se basaban en la composición política de las actuales asambleas: Antioquia: \ \ diputados liberales y 22 conservadores; Atlántico: 12 y 3! Bolívar: 12 y 6; Boyacá: 17 y 15; Cauca: 8 y 7; Caldas: 8 y 9; Cundinamarca'- 18 y 16; Huila: 7 y 8; Magdalena: 8 y 7; Nariño: 6 y 9; Santander: 16 y 2; Santander del Norte : 10 y 5; Tolima : 11 y 4; Valle: 19 y 58. Ante esta situación las elecciones se anunciaban dramáticas. En las memorias de Francisco José Ocampo, uno de los conservadores eminentes de Caldas de ese momento, leemos: Entonces los miembros del directorio viajamos a Bogotá nuevamente para asistir a la Convención Nacional Conservadora que se reunió el seis de abril de 1935 y allá los caldenses propusimos la abstención electoral, que la Convención discutió en memorables sesiones. En ellas, Fernando Londoño, pronunció un documentado y emotivo discurso en que pedía al cuerpo soberano del partido decretar la abstención electoral, confirmando el rechazo a la colaboración en el gobierno. Londoño aseguró que como estaban las cosas y dada la agresividad liberal, las elecciones le iban a costar al partido por lo menos seiscientos muertos, de los cuales los caldenses íbamos a poner más de ciento8. Justamente, los conservadores habían dialogado con el presidente López sobre la situación en Caldas, y este había delegado a su ministro de gobierno, Alberto Lleras Camargo, para que se desplazara a Manizales con el fin de enterase de la situación, pero nada se logró. Fue entonces cuando se produjo la emblemática Convención Conservadora. Del 5 al 9 de abril de 1935 se llevó a cabo en Bogotá la Convención Nacional de Directorios conservadores 10 . El leopardo Augusto Ramírez Moreno fue comisionado para saludar en nombre de las directivas del partido a los delegados. El evento se instaló a las cuatro de la tarde en la Casa Conservadora. Una embajada fue comisionada para acompañar a Laureano Gómez desde su casa en Fontibón hasta la Convención. El esperado general Berrío no llegó y las sesiones se llevaron a cabo a puerta cerrada. Luis Ignacio Andrade, secretario general del partido, entregaba diariamente un boletín de prensa a los periodistas. Tal cual se rumoraba, el 9 de abril El Colombiano abrió su edición con un titular que rezaba: "La Convención Conservadora acogió por unanimidad la tesis de la abstención total". Se cerraban así las deliberaciones no sin antes reiterar adhesión a los jefes supremos del partido, Laureano Gómez y Pedro J. Berrío. Ramírez Moreno quedó comisionado para redactar el manifiesto que acompañaría al decreto de la abstención, que a la letra decía : La convención de directorios c o n s e r v a d o r e s , oídas las exposiciones de los d e l e g a d o s departamentales, intendenciales y comisariales, de las cuales se deduce, de modo evidente, que el partido carece de garantías para el ejercicio del sufragio en las próximas elecciones! que para privar a numerosos copartidarios de sus derechos políticos, los funcionarios liberales les niegan la cédula electoral, cercenando así sus derechos civiles: que la concurrencia del partido conservador a las u r n a s en las circunstancias a p u n t a d a s , además de colocarlo en situación que no corresponde a su fuerza numérica, daría s e g u r a m e n t e ocasión a nuevos atropellos y cruentas escenas, con mayor daño para el buen nombre de la república: y que nada indica que en el corto lapso que falta p a r a las elecciones, tal estado de cosas pueda modificarse favorablemente, resuelve: conceptuar que los jefes supremos del partido y el *Véase ibid.. abril 11 de 1935, p. 3. 77 Ocampo, Francisco José. Memorias inconclusas de un amnésico. Bogotá. Editorial Cosmos, 1979. pp. 158-159 171 El Directorio Nacional Conservador estaba integrado por Hernando de la Vega. Mariano Ospina Pérez. Augusto Ramírez Moreno, Hernando Uribe Cualla. Julio Holguín y Luis Ignacio Andrade. secretario general del partido. El porvenir del pasado 157 directorio nacional conservador, salvo mejor dictamen suyo, que el partido acatará, deben decretar la abstención de los conservadores en los comicios próximos 11 . Al parecer, la decisión no fue fácil. Una delegación viajó en avión a deliberar con Berrío, el patriarca antioqueño, y sólo entonces se produjo el acuerdo. Silvio Villegas, que no había estado presente en la Convención, escribió: "Cualquiera que haya sido nuestro concepto sobre el tema, en torno al cual tenemos nuestras razonadas reservas, aquí estamos para acatar la determinación adoptada" 12 . El artículo, publicado en El Colombiano, que llevaba por título "La desobediencia civil", mostraba que la decisión había sido, a todas luces, difícil y sorprendente. No había otro camino, entonces, que legitimar la medida. Villegas le apostaba a un debilitamiento del liberalismo al desaparecer de la competencia política el opositor. Confiaba en que la anarquía y la lucha entre aliados carcomieran al partido de gobierno, y argumentaba que la lucha entre radicales e independientes había sido la fuerza que condujo a Núñez al poder13. El espectro del Mahatma Gandhi rondaba: "Y hablamos de resistencia pasiva porque consideramos que es la menos grave para el país, y la única posible", anotaba Villegas. El leopardo consideraba la guerra civil moral y doctrinalmente justificada, pero temía que el Perú pescase en río revuelto. Además, la experiencia histórica estaba presente: el Estado moderno había evolucionado a tal punto que estaba en capacidad no sólo de debelar en poco tiempo cualquier pronunciamiento, sino también de defenderse. Así, Villegas estará, esta vez, de acuerdo con su jefe supremo, el doctor Laureano Gómez. De inmediato, cuando apenas terminaba la Convención, el 11 de abril el Centro de Acción Conservadora (CAC), órgano de la juventud derechista, recientemente creado, deliberó ampliamente y se impuso organizar el partido durante la abstención total. El País había dado la noticia en los siguientes términos: "Bajo la tutela de los jefes supremos de nuestra causa, se constituyó ayer tarde el organismo de juventud derechista que ha de encauzar las actividades de la nueva generación conservadora en frente de la república liberal y de las izquierdas socializantes" 14 . Daba a entender el periodista que los jefes supremos concillaban con la iniciativa. Más adelante se avanza en la legitimación del grupo. El CAC inicia su vida frente al signo de la violencia anárquica que prepara la quiebra de nuestras instituciones y la ruina de la unidad nacional. Su posición en el estadio de nuestra política queda pues definida por la presencia de factores disolventes que desde el día en que ascendió al poder el partido liberal conspiran contra la estabilidad social y preparan para Colombia el madero de tormento en que ha sido sacrificado el pueblo católico de México 1 '. Su mesa directiva estaba integrada por Manuel Mosquera Garcés, presidente; Gerardo Valencia, vicepresidente; y Francisco Fandiño Silva, secretario 16 . En esta ocasión, Ramírez Moreno pronunció un elogiado discurso. El leopardismo estaba en la cima de la popularidad 1 ', y los nexos y las redes nacionales de la juventud derechista se estrechaban. El conservatismo todo respaldó la directriz de la Convención. La Patria, declarando oficialmente que era deber suyo "hacer invivible el ambiente de la República Liberal", consideró pertinente recomendar cómo debía desarrollarse la medida: 77 Véase El Espectador, abril 9 de 1 935. p. 8. Entre los delegados que firmaron el documento estaban 7 Manuel Mosquera Garcés. Abel Carbonell. Fernando Londoño Londoño. Francisco José Ocampo. Amadeo Rodríguez. Guillermo León Valencia, José Elias del Hierro. Eudoro Galarza Ossa. J u a n Cristóbal Martínez. José Joaquín Moriega y otros, - El Colombiano, abril 12 de 1935. p. 5. Ibid. 7 El País, abril 1 2 de 1935. p. 5. 77 Ibid. '" Ibid.. abril M de 1935, pp. 1 y 5. 77 El Colombiano, abril 12 de 1935, p, 1. Estaba en circulación la novela Los Leopardos, de Augusto Ramírez Moreno, la cual gozaba de critica favorable. En octubre de 1 935. El i seo Arango ejercía como rector de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional 7 Silvio Villegas era de nuevo director de La Patria. 158 El porvenir del pasado Pero la abstención debe ser una abstención activa, beligerante, aunque parezcan contradictorios tales términos. Si el partido renuncia a sus derechos, también debe renunciar a sus deberes. Es decir, la abstención conduce lógicamente a la desobediencia civil, a la huelga de impuestos y contribuciones, a la absoluta falta de respeto a las autoridades. Esto puede entrañar por parte de los jefes la heroica voluntad de ir a la cárcel, si es preciso, como lo ha hecho repetidas veces Gandhi en la India. Nuestro deber es hacer prácticamente invivible el ambiente en una república donde apenas si alcanzamos el título de parias 18 . El espectro del fenómeno de Gandhi en la India recibe un uso político, una emulación curiosa porque se trataba de condiciones en extremo distintas. Pero ahí estaba el fenómeno para irradiar influencia. Laureano Gómez había escrito ya en 1933 un interesante ensayo sobre Gandhi muy aproximado a lo que realmente estaba sucediendo en la India, pero de esa escritura y de sus reflexiones surgió la inspiración, la propuesta del conservatismo para su estrategia de abstención en Colombia19. La prensa de todos los matices, es bueno advertirlo, informaba permanentemente sobre las vicisitudes de Gandhi, así que el colombiano lector estaba informado al respecto. Pero era un remedo la imitación de Gandhi; pudo ser apenas una inspiración que el mismo proceso histórico que vivía el país con sus protagonistas y sus intenciones se encargó de desvirtuar y de hacer que la abstención total tomara rumbos distintos a los de la India. Los inspirados en el apóstol indio no advirtieron la naturaleza de su convocatoria que era incluyente y totalizadora. El Satyagraha de Gandhi era una estrategia para liberar al país no de una dominación virtual, hipotética y amenazante, sino de una dominación colonial real. Colombia no era la India. Así, el Partido Conservador no participó en las elecciones legislativas de mayo de 1935. He aquí un documento importante para comprender ese momento: Conservadores: por decreto de los jefes supremos y del directorio nacional, obrando en acuerdo con el concepto u n á n i m e de la Convención de directorios d e p a r t a m e n t a l e s , el p a r t i d o conservador no concurre a las urnas en las votaciones de mayo. Un inmenso plebiscito nacional favorece esta t r a s c e n d e n t a l determinación [plebiscito que publicará El P a í s en entregas sucesivas]. En tal v i r t u d n i n g ú n conservador, podrá sufragar por candidato alguno, ni conservador, ni liberal, ni apenino. El directorio nacional está informado de que "la Apen" adelanta gestiones para conseguir que los electores del conservatismo favorezcan las listas que se dice lanzaré esa organización para diputados y representantes. / La secretaría general del partido conservador, obedeciendo órdenes de los jefes supremos y del directorio nacional del mismo, reprueba todo intento conservador en el sentido de violar la orden abstencionista, la cual, para que produzca los benéficos resultados que ella comporta, se requiere que se cumpla con arreglo a la más severa disciplina. El partido conservador no sufragará, así lo dispusieron Laureano Gómez, Pedro J. Berrío, nuestros jefes supremos, el directorio nacional y la convención de directorios departamentales. Incurren en grave responsabilidad, en el sentido de deslealtad política, quienes de palabra o de obra contraríen esta determinación cuyo alcance político y consecuencias históricas pesaron y midieron detenidamente quienes la decretaron. / Conviene, además, advertir que los conservadores que hagan parte de las corporaciones electorales y quienes en lo sucesivo reciban el encargo de representar al partido en ellas, deben concurrir y ejercer las funciones correspondientes con redoblado celo y vigilancia. / Entiéndase, igualmente, que la abstención electoral no es determinación pasiva de vencimiento sino instrumento de lucha y forma de protesta contra las arbitrariedades del régimen liberal y contra el escandaloso fraude que ha presidido la presente campaña electoral. / Los periódicos conservadores de la República se servirán reproducir en lugar preferente el presente boletín. / Bogotá 20 de abril de 1935. Luis Ignacio Andrade, Secretario General del partido conservador. 20 177 ,y 771 Citado por El Colombiano, abril 11 de 1935. p. 3, Gómez, Laureano. "Gandhi"". en Revista colombiana. Bogotá. No. 12. septiembre 15 de 1933. pp, 353-36 1. El País, abril 21 de 1935, p. I. El porvenir del pasado 159 La génesis de la Acción Nacional Derechista (AND). Mientras Álzate organizaba y movilizaba las masas conservadoras antioqueñas en la resistencia electoral a la República Liberal, bajo las banderas del nuevo nacionalismo de derecha que ambicionaba remozar y modernizar el ideario conservador, sus pares en Bogotá apresuraban la creación de una nueva agrupación que intentará también incidir en la ideología del partido. En abril de 1935 se constituían en organización política los jóvenes derechistas de Bogotá y en mayo del mismo año igual proceso empezaba en Antioquia con el grupo Jerarquía. Pero, en medio de la celeridad con que avanzaba el proceso histórico del país, la constitución de un grupo autónomo de las derechas no sólo era lenta sino dramática y accidentada. Querían los derechistas trabajar en y para el Partido Conservador. Unos días avanzaban en ese propósito y otros retrocedían. Volvían a empezar, e, igual, se encontraban con una pared de obstáculos construida por sus adversarios del propio partido y por la presión en su contra que el liberalismo ejercía desde su abundante y concurrente prensa. Como lo demostramos al final del capítulo sexto, en el Directorio Nacional Conservador Universitario (DNCU) se repetían y se reflejaban las mismas divisiones y tendencias del conservatismo. Hacia 1933, los nacionalistas estaban representados, entre los más protagónicos, por Carlos Vesga Duarte y Daniel Valois Arce, que demandaban la apropiación directa del fascismo como inspiración y método de lucha, y además proponían la creación de un nuevo partido. Valois había dedicado justamente su tesis de grado en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional al tema del fascismo. Sus contradictores, en cambio, se aferraban a las encíclicas papales y al programa conservador de 1931 y se expresaban en la voz de Rafael Azula Barrera y Manuel Mosquera Garcés. La Convención juvenil, que se había desarrollado en 1933, terminó dividida en dos bandos. El sector tradicionalista que logró el liderazgo de la reunión expidió una declaración de principios en la que promulgaba al catolicismo como la doctrina que se debía seguir, incluso como alternativa al fascismo. Es decir, lo descartaba de plano. Sólo coincidía con los jóvenes antioqueños en la beligerancia que debía caracterizar al partido: El partido conservador no puede permanecer en una resistencia pasiva ante los problemas sociales que agitan con inusitada inquietud el alma colectiva en todos los países del orbe. Cruzados de una doctrina espiritualista que en las urgencias públicas debe ser "cordial y no tósigo, antorcha y no tea" para aplicar una frase lapidaria de Núñez, nuestra misión adquiere proporciones heroicas toda vez que tiende a provocar en estas desoladas regiones, que tanto eco prestan a locuras ultramarinas, un nuevo renacimiento cristiano sobre las ruinas de la civilización que agoniza 21 . Sin embargo, la aceleración del proceso de reformas que impulsaba el nuevo gobierno mejoró las condiciones para que las derechas volvieran a coincidir. Casi inmediatamente después de su posesión, el gobierno de López Pumarejo puso sobre las curules de los congresistas el paquete de proyectos gracias a los cuales se transformaría en el país el régimen de propiedad y se introduciría el intervencionismo de Estado. Los jóvenes de la derecha comenzaron a crear grupos de resistencia. 77 Ibid., junio 21 de 1934, p. 3, 160 El porvenir del pasado Algunos de ellos, como Juventud Derechista de Bogotá, establecieron contactos con el conservatismo antioqueño primero y luego con sus juventudes nacionalistas para unir criterios de lucha contra las anunciadas reformas de López. De ese grupo hicieron parte Carlos Ariel Gutiérrez, Francisco Fandiño Silva, Gerardo Valencia, Eduardo Carranza, Carlos Vesga Duarte, Ernesto Martínez Capella, Rafael Azula Barrera y Manuel Mosquera Garcés. Más adelante, como lo dijimos arriba, cuando la Convención Conservadora de abril de 1935 decretó la abstención total, los jóvenes de la derecha conservadora hicieron su aparición con el nombre de Centro de Acción Conservadora (CAC) y emitieron un trascendental comunicado dirigido "A la República": Hemos resuelto constituirnos en centro de acción doctrinaria y política [...] Constituimos, los jóvenes conservadores la v a n g u a r d i a de las derechas colombianas, moral, económica y políticamente amenazadas por la revolución. Somos católicos, conservadores, nacionalistas y reaccionarios. Católicos porque creemos, y porque dentro de un clima ético del catolicismo hemos nacido a la cultura y al mundo, cuando los nuestros, no hace mucho tiempo, habían modelado un país que no se sonrojaba de mirar hacia Roma, universal madre de los pueblos. Conservadores, porque fueron los de este nombre quienes supieron imponer al respeto de los extraviados el hecho católico colombiano, hoy inexpugnable, y porque fueron también ellos los mantenedores del ideal bolivariano, realista y autoritario, que trajo orden y progreso a nuestra humanidad criolla, urgida de frenos antes que de motores históricos. Nacionalistas, porque defendemos lo que las minorías antecesoras modificaron para bien del pueblo en un siglo de tanteos dramáticos mirando hacia nosotros mismos antes que al horizonte extranjero, y porque sabemos que en la trayectoria sociológica indoamericana nos corresponde un lugar directivo y primordial que no podremos cumplir sin antes haber delineado la contextura altanera de Colombia. Reaccionarios, porque utilizamos toda nuestra fuerza para corresponder a la violencia de la revolución, en un regreso al fanatismo necesario para las grandes empresas del tiempo. Somos h e r e d e r o s de A n g o s t u r a s . Los nietos del 86. Los enemigos de Marx, el contrafuerte de la avalancha revolucionaria, la reacción hacia el poder. He aquí nuestro lema. Con él llamamos a la tropa de las reservas vivas de la nación en peligro 22 . En el documento, que estaba firmado por Mosquera Garcés, presidente; Gerardo Valencia, vicepresidente, y Fandiño Silva, secretario, los derechistas se propusieron como objetivo central la organización del partido durante la decretada abstención total. La Acción Nacional Derechista (AND). Las presiones de la nueva situación, en que el conservatismo se marginaba de la participación electoral, llevaron al CAC a convertirse en una organización más sólida y definida: Acción Nacional Derechista (AND). Con ese nombre empezó a aparecer desde el 20 de abril de 1935 en las páginas de El País, periódico que brindó su apoyó a la nueva iniciativa de la juventud derechista del centro de Colombia 2 '. La AND nombró nueva directiva, en la que alternaban cargos y responsabilidades Manuel Mosquera, Gerardo Valencia, Gabriel Carreño, Azula Barrera, Martínez Capella, Eduardo Carranza. No se trataba de un movimiento político independiente del conservatismo, al contrario, se organizaba para dinamizarlo. Era una necesidad del mismo partido o, mejor, ambas partes se necesitaban. La AND utilizó por ello toda la infraestructura que el partido tenía en Bogotá y en la región. Sin embargo, las tensiones entre el tradicionalismo conservador y la nueva propuesta nacionalista afloraron en todo momento. La gran prensa liberal también ejerció fuerte presión -- Ibid. abril 17 de 193-5. pp. 1 y 5. Negrillas del autor de este trabajo. 1 En este periódico los derechistas contaron con una sección denominada "El Tablero de las Derechas", amén de contar con la difusión de sus actividades a través de entrevistas y publicación de artículos. El porvenir del pasado 161 para descalificar la actividad de la AND, lo que se reflejaba en el interior del conservatismo. Presentar a la AND como un partido nuevo, distinto al conservatismo, fue una estrategia de los adversarios internos y externos que melló en la marcha y propósitos de la nueva agrupación, a tal punto que el 6 de junio de 1935 la AND se vio obligada a emitir una resolución en la que declaraba que en ningún instante el movimiento había tenido "el propósito de insurgencia contra las supremas directivas conservadoras, y menos aún contra las doctrinas que ha sustentado el Partido Conservador Colombiano a través de su historia" 24 . En tal sentido, el punto tercero de la resolución declaraba disuelta la AND y reiteraba la fe en la doctrina que había "animado nuestras actividades políticas"26. En adelante la plana mayor de AND siguió su trabajo ideológico desde el interior del Partido Conservador, que de buen agrado le comunicó al país que la AND había puesto sus estatutos a órdenes del Directorio Nacional "para que los revise y modifique, y ha expresado su voluntad de obedecer a la disciplina conservadora" 26 . Como lo decían en el documento de su disolución, los derechistas siguieron poniéndole fe a l a doctrina que había "animado" sus actividades políticas, y, como el Directorio Nacional había ordenando participar en las elecciones para concejos municipales, los jóvenes continuaron su prédica en la plaza pública y montando casas conservadoras por los barrios de Bogotá. Renunciaron a postularse para los concejos, no obstante su trabajo entre las masas, cosa que el Directorio Nacional saludó. Al poco andar, volvieron por las suyas y continuaron llamándose representantes de la derecha, acción derechista, hasta que volvieron con su razón social Acción Nacional Derechista. Les había parecido que el gandhismo que predicaba Gómez y su crítica a los paradigmas del fascismo hecha en su reciente libro El cuadrilátero 2 7 iban a contrapelo de la realidad en que se encontraba la masa conservadora justamente después de las sangrientas elecciones de octubre pasado. El 6 de noviembre salió a la luz pública Derechas, el periódico de la AND que fue celebrado por la sensibilidad derechista de todo el país. Por supuesto, se trató de un avance cualitativo de la AND. El semanario contó con la participación intelectual de un amplio número de colaboradores dispersos anteriormente en los medios conservadores. Que apareciera un periódico central del derechismo en Bogotá anunciaba preponderancia de los nacionalistas bogotanos sobre los demás, en particular sobre los líderes antioqueños. La ideología de la AND. Eran los derechistas gente joven, incluso muy joven, con deseos de proyección social. Todos, o casi todos, de clase media. Los había médicos e ingenieros, pero la mayoría estudiaba derecho. Hacían dos profesiones a la vez, una de ellas era la política. Mientras cursaban esta, se graduaban en la otra. Así fue la suerte de la generación de Álzate, a diferencia de la de los Leopardos, que irrumpieron a la política justamente después de sus graduaciones. Se trataba pues de un movimiento de universitarios conservadores. Esto debe tenerse en cuenta a la hora de los análisis sobre su actividad política, ideológica y cultural. La perspectiva de una República Liberal excluyente a la m a n e r a de la experiencia de la larga República Conservadora ha debido 21 27 2,7 27 El País, jumo 7 de 1935. p. 1. Ibid. Ibid., p. 3. Véase Gómez, Laureano, El cuadrilátero. Bogotá, Editorial Centro, 1935. 162 El porvenir del pasado atormentarlos. De consolidarse en el poder el liberalismo pocas o ninguna oportunidad tendrían, a no ser por la vía de la apostatación a su credo. El año 36 reuniría en una misma lucha, que era a la vez ideológica, política, generacional e, incluso, de reivindicación de la provincia, a las generaciones de Silvio y Ramírez Moreno con la de Álzate, Mejía Mejía y Azula Barrera. Peleaban por posicionarse en el partido y en la sociedad, y buscaban sus espacios a la manera como se hacía en Colombia desde los tiempos de las guerras civiles: excluyendo al otro, al vencido. Tal cual lo estaba haciendo el liberalismo. La política era la guerra, la continuación de la guerra. El otro era el enemigo y había que destruirlo. En la década de los treinta, en que intervienen los derechistas, el espíritu de la guerra está latente, hace parte de los discursos, está subyacente. Es una guerra lo que se vive, las campañas electorales son sus batallas; sobre las plazas públicas, sobre las calles, van quedando regados los muertos. Es el producto de una cultura que divide a los colombianos en liberales y conservadores. Ambos pretenden la destrucción, la exclusión, la eliminación del otro. Ambas subculturas aspiran a un país donde no esté el otro. Justamente, el protagonismo de los jóvenes derechistas se debe a un vacío de liderazgo carismático en el envejecido y desvencijado conservatismo que pierde las elecciones en 1930. Los jóvenes no reconocen a los viejos jefes de la colectividad que habían llevado el partido a la derrota, y los viejos, a su vez, no tienen ya ni la fuerza ni la autoridad ni la legitimidad para influir sobre ellos. Y quien hereda la autoridad, Laureano Gómez, a sus cuarenta y ocho años, en 1936, no posee el talento para manejar el ímpetu de la juventud del partido. No cree en ellos, no pondera, es implacable, no obstante las muestras de adhesión que ios jóvenes le manifestaron en la visita que hiciera el jefe del partido a Manizales en los actos conmemorativos de los cincuenta años de la Constitución de 1886. Para ese entonces, Laureano ya es el monstruo, el hombre tempestad. Aquilino, que era su equivalente en Manizales, no tenía los excesos de Laureano, pero era también implacable con los jóvenes. Quienes les hacían guiños — Berrío, Valencia y Carreño, por ejemplo— estaban cansados y demasiado viejos para afrontar la lucha. Como se habrá podido advertir, los jóvenes nacionalistas estaban por doquier, desperdigados, en uno y otro periódico conservador, incluso en los que se autoproclamaban tradicionalistas-democráticos, como La Voz de Caldas o El País. Con Derechas en Bogotá y Clarín en Medellín, se lograrán medios autónomos. Desde estos periódicos, con voz propia, los derechistas expresarán la ideología de generaciones conservadoras en cruce. Para moderar su epocalismo o para transmitir en un léxico nacionalizante su ideología de época, es decir, su asimilación del fascismo, los nacionalistas buscarán en el pasado de su propio partido los componentes que necesitaban para introducir lo nuevo. En una relectura de los paradigmas ideológicos y culturales transmitirán la buena nueva : "Catolicismo, Nación, América, tradición"2*. Simón Bolívar es uno de esos paradigmas. Es el mito perfecto. En su comunidad se habla de Bolívar como si fuera un pariente. Los derechistas no pueden renunciar a él. Es en él y a través de él como se van a expresar. Por eso se autoproclamaron la generación bolivariana y ubicaron en ella a quienes habían irrumpido en la política entre 1930 y 1935. Encontraban a Bolívar tan contemporáneo que propusieron retroceder a su tiempo y aplicar sus fórmulas de gobierno en el presente como la única salida a la crisis del país 29 . No era un paradigma que hubieran descubierto apenas. Bolívar estaba muy bien posicionado en el conservatismo. Sin excepción, 2 " Derechas, enero 10 de 1936. p. 3. -" Para los miembros de la Acción Nacional Derechista. "1 reloj biológico de la nación colombiana empezaba el 17 de diciembre de 18,30 con la muerte de Simón Bolívar, Así las cosas, para 1935, los derechistas se hallaban en el año 105 de la Era Republicana. El porvenir del pasado 163 todos, viejos y nuevos, lo idolatraban. Aquilino Villegas, contradictor de las derechas, por ejemplo, escribía: "Fue para mí un semidiós. Nunca pensé en el hombre. Pasaba ante mis ojos deslumhrados en un torbellino de gloria, invencible y sobrehumano, severo, erguido en la gloriosa mudez de los ídolos. Le admiré y le amé con ciego fanatismo" 30 . A través de Bolívar van a presentar los derechistas su nuevo enfoque de la política, de hacerla y concebirla. Bolívar era el héroe compartido. Iba quedando atrás la cláusula programática de 1849, firmada por Mariano Ospina y José Eusebio Caro, según la cual: "El conservador no tiene por guía a ningún hombre; eso es esencial en su programa" 31 . Este mandamiento, que si bien es cierto ya había desaparecido de los posteriores programas, se citaba como si tuviera plena vigencia. De hecho, era una gran mentira, pero los tradicionalistas se empecinaban en repetirlo cada vez que les convenía. El Partido Conservador tenía también su panteón de héroes a los que sus ideólogos acudían en el momento que la argumentación lo exigiese. Es un proceso dialéctico: culto a los muertos ilustres y distancia frente a los vivos ilustres. Los tradicionalistas, no obstante el mandamiento conservador, se aferrarán a Laureano, y los nacionalistas acudirán al mandamiento para evitar, mediar y atenuar su empoderamiento. Ante un líder nacional, los nacionalistas preferirán jefes regionales. Compartido Bolívar por toda la comunidad conservadora, los nacionalistas destacarán de él todo aquello que les permita una relación con el nuevo conservatismo europeo. Si se reconocía en Bolívar a un caudillo, quería decir que el caudillismo era un fenómeno positivo en la historia, y así Mussolini, Franco y Hitler estarán reivindicados. Carlos Ariel Gutiérrez, ideólogo de la AND, anotaba a propósito: El concepto de caudillaje se presta a un confusionismo peligroso. Combatiendo esta forma moderna de la política o del gobierno muchos demagogos han hecho fortuna. En los medios democráticos circula mucho. Pero lo cierto es que no podrá citarse ningún ejemplo de fuerza política de alguna trayectoria histórica que carezca de un jefe, de un dominador, del Urvater freudiano. El hombre que se mida con el destino, ese es el que necesitan estas repúblicas caóticas y anarquizadas. Sobre su caballo llanero el Libertador le confió a veinte repúblicas una alta misión que todas juntas no han podido llevar a cabo. Contra las teorías marxistas que sostienen que la historia la hacen los factores económicos o las pasiones de la turbamulta, nosotros seguimos creyendo en el Héroe, en el gran capitán, en el caudillo 32 . Pero, ¿quién sería este caudillo entre los nacionalistas...? La sensibilidad derechista fue diseñando un esquema ideológico en el cual junto a Bolívar estaría Cristo simbolizado en la cruz. Signo que después, durante la segunda República Conservadora y, particularmente, durante el régimen de las Fuerzas Armadas (1953" 1957), será la identidad de esos gobiernos. El grupo Jerarquía. El viernes 31 de mayo de 1935, El Colombiano anunció en primera página que en lo sucesivo la segunda sección de los sábados estaría a cargo del grupo Jerarquía, La sección llevaría el mismo nombre. A su vez, el domingo anterior, día de elecciones para Cámara, en las cuales no participó el Partido Conservador, había salido un 71 Villegas. Aquilino. Las letras y los hombres. Bogotá. Biblioteca de autores colombianos. Ministerio de Educación, 1952, p. 23, Los programas del partido conservador.... p. 22. '- Diario del Pacífico, noviembre 12 de 1936. p. 3. 77 164 El porvenir del pasado artículo-manifiesto de José Mejía Mejía para presentar a la agrupación. La trascendencia de tal documento nos obliga a su lectura completa: Es un grupo homogéneo que habrá de actuar sin pestañeos, derramando su acción política en las masas reaccionarias hastiadas de república liberal. El partido necesita conservar su derecha, canalizar las fuerzas populares en un sentido de reacción, sin dudas ni cavilaciones mentales. Las corrientes disociadoras marchan nocturnamente hacia la descomposición de todos los valores que nosotros consideramos básicos en la edificación de un orden tradicionalista y católico. El grupo Jerarquía aspira a cuajar en las masas del partido un sistema emocional contrarrevolucionario, una confirmación anímica antiliberal y un pensamiento anticomunista. Un pueblo godo y católico no puede seguir masticando heterodoxia deraohberal falsamente trajeada con el plumaje de las libertades públicas. La democracia liberal ha querido embotar los cánones católicos sobre la libertad humana y sobre las prerrogativas individuales. El liberalismo no es otra cosa que una versión política del luteranismo concupiscente. Los orígenes de la democracia liberal no hay que buscarlos en las girondas del ochenta y nueve sino en las costras áridas de la Reforma. / "JERARQUÍA" es brigada de choque y patrulla de asalto. No podemos enmohecemos en la contemplación ni oxidarnos en la molicie de los viejos hábitos políticos del partido. En la palpitación espiritual de esta hora, ser godo y católico significa una llamada h e r o i c a . El g r u p o " J E R A R Q U Í A " f u n d a r á u n a m a n e r a de p e n s a r y de a c t u a r contrarrevolucionaria. Las derechas representan en el mundo de hoy la expresión reaccionaria contra todas las formas socializantes e individualistas que siguen la línea programática GinebraMoscou [sic.]. Las derechas tienen su faro en Roma, única verdad y respuesta a la esterilidad contemporánea. El catolicismo atalaya todos los horizontes espirituales de la época. Las derechas restauran en el mundo moderno la concepción católica y religiosa de la vida, ley y jerarquía o r d e n a d o r a s . Reacción y d e r e c h a s i n c r u s t a n en la aridez m a t e r i a l i s t a de la sociedad contemporánea el precepto evangélico y la norma católica de la vivencia h u m a n a " . En efecto, el sábado primero de junio salió el suplemento Jerarquía, bajo la responsabilidad de Gilberto Álzate Avendaño, Túlio González, José Mejía Mejía y J u a n Zuleta Ferrer. Dos fotografías: una de Laureano Gómez en el extremo superior izquierdo, y otra en el derecho: la del general Pedro J. Berrío. Las dos fotografías daban a entender que el grupo hacía parte del Partido Conservador y que no aspiraba a una opción disidente. J e r a r q u í a era una continuación de la Página Universitaria que Álzate había dirigido en el mismo periódico en 1929. Y como en aquella oportunidad, en que dicha Página contribuyó a las campañas electorales conservadoras de entonces, esta vez Jerarquía animará y preparará ideológicamente a los conservadores antioqueños para las elecciones municipales que se realizarán el 7 de octubre de 1935. Los jerárquicos constituían la generación siguiente a la de los Leopardos —es decir la de Álzate—, en la versión antioqueña 31 . Eran muy jóvenes y esto debe pesar en cualquier análisis que se emprenda sobre sus actividades. Precoces y universitarios osados con ganas de figuración, encuentran desde las elecciones de 1933 un amplio espacio en El Colombiano para promoverse como escritores columnistas y como candidatos suplentes a la Cámara de Representantes. Conseguir la configuración de una sección en el principal periódico de la región era su consagración. En las tres primeras ediciones de Jerarquía se reprodujo el artículo "El caos de las nuevas gentes. Ascensión y caída de la inteligencia: el héroe. Memorándum para más conferencias en el Instituto Universitario de Manizales". que Álzate había ya '" E! Colombiano, mayo 26 de 1935, p. 3. 1 Kl término jerárquico no era utilizado por estas personas para referirse a ellos mismos. Pertenece al autor El porvenir del pasado 165 publicado en Crónica Literaria el año anterior 1 '. Desde entonces no volvió a aparecer ningún escrito suyo. A diferencia de la experiencia de 1929 en Página Universitaria, esta vez, en Jerarquía, la presencia física de Álzate no se expresó en colaboraciones escritas, aunque los contenidos de los textos publicados en el suplemento estaban en relación estrecha con su manera de pensar. Georges Goyau, uno de sus autores de cabecera, pasó varias veces por sus ediciones. No estaba Álzate tan apegado al universo eclesiástico colombiano como sus compañeros de equipo, pero sí compartía la implementación en el país de los contenidos de la Doctrina Social de la Iglesia en la resolución del problema social. El grupo Jerarquía estaba interesado en ahondar la relación del Partido Conservador con la Iglesia, de tal manera que las dos instituciones se confundieran en un solo haz como había sido tradicionalmente y como debía ser en ese momento, con mayor razón. Era la continuación de la prédica de los Leopardos en la década anterior y de ellos emularon influencias. Como en el caso de los Leopardos, los jerárquicos cazaron peleas con sus propios copartidarios, sólo que a Álzate no le correspondió afrontarlas, lo que le permitió mayor juego político. El primer número de Jerarquía traía artículos profundamente doctrinarios y un recuadro de 'Posiciones y Proposiciones' en la misma dirección. Se trataba de una bitácora ideológica condensada en diez mandamientos programáticos, que se convertirán más adelante en la plataforma de Haz Godo, el más importante grupo de derecha del departamento de Antioquia. Veamos: 1. Las derechas son para nosotros una concepción totalitaria del mundo, con vertientes en la política, en el pensamiento y en el arte: 2. Confesamos a Cristo. Su iglesia no sólo nos da una esperanza escatológica y una certeza de raíces, entre la angustia y el vaivén del tiempo presente, sino que las implicaciones sociales de su doctrina sirven para resolver el litigio secular entre capital y trabajo. Familia cristiana. Escuela confesional porque toda vida interior activa se apoya en un dogma: 3. Concibiendo al hombre como una dualidad de arcilla y soplo, con exigencias prácticas y vocación hacia lo divino, estamos contra el materialismo histórico, que funda el proceso humano en el t r á m i t e de la economía y niega el influjo de móviles no utilitarios, imponderables; 4. Antiliberales. Como sistema filosófico, político y económico, el liberalismo es la anarquía: 5. Mientras el deslinde y amojonamiento de las clases económicas por el avance industrial del país propicia el régimen corporativo, preconizamos una política agraria hacia la proliferación de pequeños propietarios y una sistematización de las leyes nombradas obreras, dándoles coherencia y madurez; 6. En cuanto a la estructura del Estado, nuestro grupo propone un regreso al bolivarianismo en que tuvo raíz el partido. Gobiernos fuertes, responsables y honestos. Democracia directa contra los corrales vocingleros del capitolio: 7. Colombianidad, Nacionalismo económico. Defensa de la soberanía territorial. Culto de los héroes que suscite el amor de la hazaña y fortalezca la conciencia del vínculo histórico. Restauración de los prospectos internacionales del Libertador; 8. Nuestro objetivo es restaurar en el partido la voluntad de dominio, que es el pathos de la política, a fin de que no se suma en mansuetud [sic] y se convierta en un pardo montón de empleados cesantes; 9. La política es un servicio, un deber sin gozo. En este país, donde se vive de la nación y no para ella, queremos un tipo del político que sienta su vocación apostólicamente, como vivencia tremenda: 10. Continuidad. Pasión, disciplina116. Los artículos que se publicaban en Jerarquía iban en la dirección de explicar, enfatízar y profundizar los principios doctrinarios que debían caracterizar al conservatismo en la nueva etapa que vivía. Afirmaba Juan Zuleta Ferrer: 77 77 La Crónica Literaria, mayo 12 de 1934. pp. 1-4. El Colombiano, junio 1" de 1935. p. i. El recuadro de "Posiciones y Proposiciones"' alcanzó a salir en la mayor parte de las ediciones de Jerarquía. 166 El porvenir del pasado Pretendemos dar a las palabras, a los términos, un sentido renovado, profundo, más ontológico. El antiguo simbolismo de la historia se hunde y la h u m a n i d a d necesita de un simbolismo nuevo, que sepa expresar lo que pasa en los fondos de la conciencia. Necesitamos fórmulas más audaces, más crueles, p a r a enfrentarnos al liberalismo que se descompone con sus prejuicios individualistas, su imperialismo económico, la concupiscencia desenfrenada de su vida pública, su ateísmo, su lucha brutal de clases y su soberano desdén por el alma 37 . J e r a r q u í a les daba contenidos y explicaciones a los que podían considerarse componentes distintivos pero negativos de la derecha 38 . Se autodenominaban reaccionarios, y al respecto, así anotaba Zuleta Ferrer: Con este vocablo queremos significar la voluntad de retroceder a buscar fuentes emocionales en un pasado remoto en el espíritu que vitalizó nuestra democracia cuando estaban todavía frescos los primeros laureles que cosechó la libertad, cuando una tensión de fuerzas humanas fortalecía la débil estructura de la república naciente. Las generaciones que nos precedieron nada han hecho para salvaguardar las antiguas y eternas realidades que plasmó el espíritu de Bolívar sobre la dura cerviz de un continente subyugado 39 . Una y otra vez apelaron a la religión católica porque consideraban que estaba allí la solución a los problemas sociales: Somos católicos sin reticencia. Defendemos la propiedad privada dentro de la órbita de su función social. Sostenemos la tesis católica de la asociación obrera para la defensa de los intereses profesionales y la implantación del contrato colectivo del salario mínimo vital. Pensamos que el intervencionismo de estado debe existir no para anular la vida individual sino para limitarla en los términos que el bien común exige10. Y, a diferencia de los Leopardos, el grupo Jerarquía no estará ahora tan embebido en los paradigmas de la derecha francesa. Las organizaciones juveniles de derecha que intervenían en España: la Falange, los requetés carlistas, los mendigozxales y las J. A. P. son ilustradas con profusión. De esta intrépida experiencia copiaron los estilos: Queremos infundir a toda costa en nuestras masas voluntad de dominio, coraje, ímpetu, fe. Solo la fe tiene virtud suficiente para movilizar las muchedumbres. Necesitamos crear una mística para desalojar al liberalismo de la cultura, de la política, del espíritu. Hay que encontrar una nueva estrategia, una fórmula activa que abra el camino de la lucha a una avalancha de hombres jóvenes, llenos de entusiasmo y ávidos de preponderancia en la vida 41 . Era el pensamiento fascista mediterráneo el que les seducía! de manera paralela con el nacionalismo español, se van constituyendo como una organización de ese estilo. Por eso no es casual su definición de la Falange: "La integran mozalbetes impávidos que entreveran el curso universitario con los mítines de la plaza. Son un naciente fascismo hispano, todavía en periodo caótico, bajo el comando de J. A. Primo de Rivera" 42 . Se trataba, en realidad, de un discurso más alinderado con el fascismo italiano, más definido. Barres y Maurras se diluyen, apenas son perceptibles. El barresiano por excelencia del grupo, Álzate, está metido de cuerpo entero en la campaña electoral para renovar concejo municipal, más aún cuando el partido había dado vía libre a la participación en las elecciones. Derechas no es un calificativo afortunado. Menos para los tiempos que corrían. Pero sus gestores y dinamizadores en Colombia encontraron fundamentos para presentar 777 Ibid. Los componentes que distinguen a la derecha fueron magistralmente expuestos por Emile Michel Cloran en Ensayo sobre el pensamiento reaccionario (Bogotá, Tercer Mundo Editores, 1985) a propósito del pensamiento de Joseph de Maistre, •' Ibid. 777 Ibid. 17 Ibid. 777 El Colombiano, junio 15 de 1935. p. 1. :w El porvenir del pasado 167 la derecha en positivo. Para Jerarquía, la derecha jugaba un papel espiritual y de síntesis: "Frente a la invasión amarilla del este y contra la marea nórdica que se derrama por el mundo, las derechas políticas trazan en esta hora la trayectoria opuesta", opinaba José Mejía Mejía, el ideólogo más productivo del grupo, considerado abiertamente fascista en una investigación de nuestros tiempos 43 . En cambio, decía que "las izquierdas trituran el orden, subvierten las bases religiosas del ser, fatigan la verdad y frustran las dimensiones éticas de la vida"". Y no era cualquier derecha: J e r a r q u í a acude directamente a Roma, esquiva prudentemente a Mussolini, pero sus contemporáneos saben que hacia allá apunta su lanza ; Las derechas en el mundo son hoy día reacción y contrarrevolución. Gestas de catolicidad y no desfiles de gestos. Dogma y autoridad y no libre examen, democracia liberal o dictadura del proletariado. Las derechas son confesionalmente romanas, doctrinalmente católicas. Roma contra Moscú. Orden y jerarquía frente a dispersión y atomismo. Dogmática católica en materia social y económica. Tratado de paz entre el capital y el trabajo mediante las cartas pontificias. Propietarización [sic] de las clases trabajadoras y equilibrios de grupos económicos delante de la lucha clasista. Bases moral y religiosa de la economía y no materialismo económico13. Era la continuación de una lectura en negativo de la Revolución Francesa, que venía del siglo XIX y a la que Mejía agregó el ingrediente de la Revolución Rusa de 1917. La primera había traído el individualismo, la segunda el colectivismo y por eso había que luchar contra ellas. Esto explicaba por qué su hostilidad hacia el liberalismo, el socialismo y el comunismo colombianos. Anotaba Mejía Mejía al respecto Se ha establecido que liberalismo, individualismo, filosofía racionalista, son fruto del espíritu de la revolución francesa, de la autoafirmación humanista, que empieza a pasar a la historia y h a b r á n de perder su significado original. El individualismo creyó encadenar al hombro a sí mismo, bajo imágenes que lo separaban de los demás hombres y del conjunto del mundo. Pero esas cadenas caerán y esas imágenes habrán de borrarse. El colectivismo, su antítesis, afírmase en la desjerarquización [sic] social, en la atomización del individuo y on la coerción de la secta. Solo el dogma de Roma puede restablecer el equilibrio mediante el sacerdocio de su verdad. Roma es síntesis en la contradanza liberal-colectivista411. A medida que avanzaba el tiempo iba quedando clara la naturaleza del grupo. Junto a la presencia reiterativa de los artículos de José Mejía Mejía irrumpen los temas religioso-eclesiásticos escritos directamente por representantes del clero, en particular de sacerdotes jesuítas. Empieza a presentarse una intertextualidad coherente entre los textos que produce el clero, interpelados de inmediato por el ideólogo de Jerarquía. Ala altura del 15 de junio Mejía Mejía puede escribir: "Ni democracia liberal ni colectivismo económico: catolicismo total es la síntesis conservadora de nuestro siglo"47. Al lado de esta declaración empiezan a aparecer artículos de Georges Goyau: "Catolicismo social y socialismo", por ejemplo, donde el autor explica paso a paso el problema obrero y las soluciones que propone la Iglesia a partir de la encíclica Rerum Novarum. Goyau hace una radiografía de las conclusiones a las que había llegado en ella León XIII y encuentra que reposan en los textos sagrados y en la evolución misma de los intérpretes de la Iglesia4". En la edición del 6 de julio de 1935 hay un artículo de Monseñor J u a n Manuel González Arbeláez sobre la Doctrina Social de la Iglesia. Es interesante el contenido 77 Galindo A.. Campo Elias y Muñoz P., Isabel. "El Partido Conservador en Antioquia 1935", en Revista Universidad Nacional de Extensión Cultural. Medellín, No. 22. diciembre de 1986. pp. 55-65. Ibid. 77 Ibid. '" Ibid. ' El Colombiano, junio 15 de 1935. Sección II, p. 1 '* Ibid.. julio 13 de 1935, Sección II. p. 1. 77 168 El porvenir del pasado del texto, por cuanto desde la Iglesia colombiana se adopta y se explica el corporativismo como salida a los problemas nacionales: Pió IX propugna la organización de la sociedad sobre la base de corporaciones profesionales que busquen la armonía social necesaria. Las personas de una misma profesión están ligadas por una similitud de fines que faciliten mejor su comprensión espiritual. La unión de los diversos gremios constituye la corporación que concilia el interés no ya de un solo gremio sino el de todos19. Concluía el sacerdote que "el único socialismo posible es el corporativismo, lo demás es subversión del orden y anarquía social"50. José Mejía Mejía aprovecha el sentido del artículo de González Arbeláez para acotar: "El manifiesto comunista fue un himno de Guerra, en tanto que la Rerum Novarum o la Quadragesimo Anno son para el mundo su mejor carta constitucional" 51 . Y así sucesivamente, Jerarquía va incorporando al clero en el suplemento. En la edición del 20 de julio, abre con el artículo "Algo sobre Corporativismo", del sacerdote jesuíta José M. Uribe. El interés del grupo aquí es mostrar que la Iglesia Católica no sólo está interesada en resolver los problemas sociales, sino que además cuenta con teorías para ello. Así mismo, se hace eco en Jerarquía del libro del padre Félix Henao Botero La cuestión social, que aprovecha Mejía Mejía para decir lo suyo: "La mirada de nuestro tiempo está sobre Roma que es la respuesta postrera a las fatigas desordenadas de un siglo [...] La cuestión social es un ensayo pertrechado, un ancho examen que despeja doctrinas, matices y laderas filosóficas fijando sin mudeces la concepción romanocatólica del mundo"52. Jerarquía privilegió el catolicismo como salida y como síntesis. Se reproduce y se comenta la proposición de la Convención Conservadora de 1932 en Antioquia, donde se adoptó oficialmente la doctrina social católica como parte constitutiva de los programas conservadores. Las argumentaciones estarán sustentadas en adelante en Georges Goyau: "La justicia social no ha de ser una espontánea secuela del acontecer, sino producto de las ásperas voluntades humanas. No se la encuentra y recoge, hay que buscarla y conquistarla" 53 . Todo el proceso en que está involucrado el grupo Jerarquía, se encuentra motivado por el ambiente de reforma que vive el país. Es resultado de la presión que sentía este grupo de intelectuales ante la avalancha de idearios liberal populares que salen a flote en los años treinta bajo el estímulo de la Revolución en Marcha. Están en circulación movimientos del espíritu del unirismo que aspiran a una radicalización de la República Liberal y que se expresan en múltiples órganos periodísticos: Alma Libre, en El Socorro, Santander; El Radical, en Chiquinquirá, Boyacá, que dirigía desde 1928 Julio Roberto Salazar Ferro; Horizontes, en Campoalegre, Huila; Crisol, en Medellín; P l u m a Libre, en Pereira; El Socialista, en B a r r a n q u i l l a ; El Compañero, en Bogotá, por citar sólo unos ejemplos. El socialismo, que había marcado la pauta en el planteamiento del problema social y en la movilización de las masas en los años veinte, cede el espacio al espectro liberal. Desde allí se va a expresar parte del socialismo que no transita hacia el comunismo, que se constituye como partido en julio de 1930. José Mejía Mejía intuye este proceso: identifica a los hombres socialistas en el liberalismo que está representado en el Congreso, y contra él descarga todo el peso de sus diatribas periodísticas de la época 477 Ibid., julio 6 de 1935, Sección II, p. 1. 7(7 Ibid. • Ibid. 72 777 Ibid. julio 20 de 1935, Sección II. p. 1. Ibid., junio 15 de 1935, Sección II, p, 1, El porvenir del pasado 169 de Jerarquía. Se trata de Gerardo Molina y de Diego Luis Córdoba, parlamentarios que van a cuestionar duramente la contraofensiva conservadora a las reformas liberales. A estos habrán de unirse Armando Solano y El Tiempo, que coinciden en afirmar que se trata del inicio de una guerra santa en Colombia54. Los artículos del jerárquico Mejía Mejía están escritos en el mismo tono en que Aquilino Villegas escribía sobre los liberales, a quienes nada les reconocía. Antes de cambiar de adversario, Mejía ironiza sobre la calidad de la literatura del liberal José María Vargas Vila, entronizado en ese momento en las 'casas liberales'. El blanco de sus flechas es el intelectual abiertamente socialista o comunista, vivo o muerto, nacional o extranjero. Nada produjeron Luis Tejada, Waldo Frank, ni André Gide. Pero las presiones no venían únicamente del contexto nacional. En junio de 1935 Colombia reconoce políticamente a la Unión Soviética, y se inician a las relaciones comerciales entre los dos países. El gobierno de Lázaro Cárdenas en México radicaliza la reforma agraria y los ecos de la guerra de los cristeros retumban no sólo en ese país, sino también en Colombia. La prensa conservadora pondrá amplificadores a cualquier movimiento religioso de ese país : "El Pueblo de Méjico solicita completa libertad religiosa. El movimiento católico tomó ayer una fuerza incontenible. La multitud recorrió las calles gritando vivas a Cristo Rey"55, eran titulares ubicados estratégicamente para que sirvieran de prevención en nuestro país. Es curioso el comportamiento de los jefes políticos en la época. Deambulan sigilosamente por el país y no se sabe nunca en qué andan, y cuando se sienten descubiertos declaran que están en busca de "tierra caliente" para restablecer su salud. En las convenciones son esquivos, no dan la cara directamente, y estas funcionan a puerta cerrada. Así lo advertimos a mediados de junio de 1935, cuando Laureano Gómez se aparece por Medellín, coincidiendo con la tragedia aérea que le costó la vida al carismático cantante argentino Carlos Gardel. La gente, que quiere homenajear a Gómez en su arribo, tiene que suspender la fiesta política por respeto al ilustre desaparecido. Poco después, Gómez sigue buscando climas más ardientes, se desplaza a la Costa y por lo regular se aloja —siempre alejado de la militancia— en la finca de algún hacendado copartidario. Todo el mundo político sabe realmente en qué anda el jefe supremo: recomponiendo el partido en toda la nación. Del conservatismo empiezan a emanar u n a serie de movimientos ubicados, curiosamente, a la derecha misma del partido, que no falta quién los denomine disidencias o cosa parecida. Medellín está a la cabeza de este proceso. En vez de 'casas conservadoras', lo que existe es una serie de sensibilidades que se agrupan alrededor de algún medio de expresión al amparo del nombre conservador y bien vista por las autoridades eclesiásticas. Romper la dupla conservatismoTglesia era inconcebible en el interior del partido. Eran las dos caras de una misma moneda, una no podía existir sin la otra. Jerarquía lo sabía y por eso inició actividades destacando las fotografías de los dos jefes supremos del partido. No intervino así Alianza por la Fe, una agrupación paralela a Jerarquía que aspiraba, si no a crear un partido católico independiente, al menos a contar con una agrupación más controlada por la Iglesia. Cuando eso sucedió, los dos jefes supremos—Gómez y Berrío— renunciaron a sus dignidades. Para que reconsideraran tal actitud, hubo de disolverse, no sin resistencia, Alianza por la Fe. Jerarquía entendió el mensaje y se volvió M 775 Véanse los artículos de José Mejía Mejía después del II Congreso Eucarístico, en Ibid., ediciones de agosto de 1935. Ibid., junio 17 de 1935, p. 1. 170 El porvenir del pasado sensible a cualquier acusación de movimiento independiente. Por eso, Mejía Mejía la emprendió contra don B e r n a r d o Ángel, director y fundador de Colombia Nacionalista cuando se atrevió a insinuarlo: Jerarquía es un cuadrilátero de nuevos perfiles políticos al servicio del conservatismo. Estamos incorporados en inteligencia y corazón a todos los momentos heroicos del partido. Ingresamos al estadio político en la hora más espinosa y árida de la colectividad conservadora. No conocemos más salario que la angustia. Estamos empeñados en una mera tarea de divulgación doctrinaria. Proponemos principios y no ideas. Tenemos convicciones y no opiniones. ¿Qué programa propugnan los "jóvenes independientes" engendrados por Colombia Nacionalista? 5 6 . Sin embargo, para curarse en salud, Jerarquía solicitó a la dirección del periódico que hiciera pública la autonomía con la que contaba la sección. El director no lo dudó y escribió: "Concedí mi asentimiento para publicar un suplemento godo y católico [...] No soy de los que se asustan por los síntomas de vitalidad que cada día muestra el Partido Conservador. Me asustaría sí que en lugar de esos síntomas consoladores y de muchas inquietudes, el partido a que pertenezco estimara que nada tiene que decir, ni que reformar" 57 . Ubicarse en las entrañas mismas de El Colombiano fue una excelente estrategia de los jerárquicos. Dicho diario era lo más cercano a los movimientos totalitarios de entonces, pero su peso en la provincia antioqueña le permitía darse esos lujos sin que se afectaran sus relaciones con las directivas nacionales. José Mejía Mejía escribía antes de Jerarquía en La Defensa, diario vespertino de Medellín. De allí salió por discrepancias ideológicas. Le parecía a Mejía que la orientación de ese periódico no era lo suficientemente firme. Fue entonces cuando, en compañía de sus compañeros a bordo, pidió pista en El Colombiano. En una agresiva carta a Horacio Tovar, director de La Defensa, escribió: "Mi éxodo se debió a su transigencia con la república liberal. Usted no podía tolerar mis ofensas literarias contra los hombres y contra los principios que hoy día nos rigen, que es lo que usted vastago luterano se merece" 58 . Elecciones, ritos y movilización. El inicio del uso político de la muerte. Mientras José Mejía Mejía se enfrentaba a todo el mundo desde Jerarquía, Gilberto Álzate Avendaño se desempeñaba como presidente de la Junta Electoral Conservadora de Medellín y como jefe del debate conservador para las elecciones de concejales en octubre siguiente 59 . Se había convertido en un reconocido organizador político. La crisis de la dirección, que tuvo su origen en Antioquia, sorprendió a Álzate en Bogotá. Su permanencia en la ciudad fue saludada por El País, que le reconoció sus méritos. Lo consideró conservador del más puro sabor y tradicionalista ferviente y convencido. Definiéndolo como ágil guión de la política conservadora, el periódico lo llenó de múltiples cualidades: "En él confluye una mezcla de idealista, de hombre de ideas, de realista y de táctico" 60 . El País lo ubicó como lugarteniente excelente del general Berrío y destacó su papel en el semanario Jerarquía que, según señalaba, "ha hecho del partido un nuevo clima político. Le ha infundido la savia vitalizadora de su preclara inteligencia de conductor y hombre de letras" 61 . Era un espaldarazo del periódico oficial del conservatismo bogotano a las actividades de Jerarquía, que muestra la simpatía por los métodos y contenidos allí esgrimidos: "Es necesaria, 7,17 Ibid., agosto 5 de 1935, p. 5. Negrillas de la investigación Ibid.. junio 26 de 1935, Sección II, p, 1. ™ Ibid.. junio 26 de 1935, Sección II, p, 1. 7>H El grupo Jerarquía hacía parte del Comité Municipal Conservador de Medellín. Pero era Álzate el más comprometido con el trabajo de organizador político. Los demás fungieron más como orientadores ideológicos. 7777 Citado por El Colombiano, julio 13 de 1935. p. 5, 177 Ibid. 77 El porvenir del pasado 171 además, una profusa campaña de difusión ideológica y un vasto plan de acción popular entre las masas. Entre quienes están en capacidad para servir esos ideales, Álzate Avendaño es en Antioquia uno de los más utilizables elementos" 62 , conceptuó la dirección del periódico. Jerarquía circulaba en medio de una campaña electoral dinámica, trascendental y dramática que presagiaba un final trágico para el conservatismo 63 . La campaña electoral fue absorbiendo el suplemento Jerarquía. Sus principales ideólogos, Mejía Mejía, quien tenía su propia columna diaria, "Rúbrica", y Zuleta Ferrer, se convirtieron en editorialistas de El Colombiano. Así desaparecía la segunda sección del periódico, sin explicaciones expresas, confundida en la maraña de una contienda electoral donde política, religión e Iglesia se confundían en una sola cosa. Medellín se preparaba para celebrar el II Congreso Nacional Eucarístico, que también pasó a ser un renglón de la agenda electoral. El registro del magno evento cubrió buena parte de las ediciones de los periódicos conservadores. Cientos de católicos participaron de todas las actividades: solemnes misas, espectaculares procesiones de día, marchas de antorchas en la noche por las principales calles de la ciudad. Se trataba de una estrategia de resistencia a las transformaciones que estaba emprendiendo el Gobierno liberal. El inicio del Congreso Eucarístico, el 15 de agosto de 1935, era la expresión concentrada de esa resistencia. De ahí los titulares a ocho columnas: "150.000 personas aclamaron ayer en Medellín a Jesús sacramentado. Majestuoso desfile desde el campo de Las Playas hasta la Catedral" 64 . En fotonoticia aparecía en todo su esplendor el templete eucarístico construido para la ocasión. La virgen de Chiquinquirá, que había salido en peregrinación, llegó a Medellín para la inauguración del evento, lo que causó gran conmoción popular. Los jerárquicos se sumaron al evento editorializando en el periódico sobre Jesucristo y acerca de temas afines al Congreso en curso. El presidente López fue nombrado presidente honorario del Congreso. Al principio se anunció su desplazamiento al evento, pero finalmente desistió. Los adversarios del conservatismo interpretaron el acontecimiento y denunciaron su naturaleza. Gerardo Molina expresó que los congresos eucarísticos eran "citas fanáticas de todas las fuerzas reaccionarias" 65 , a lo que el jerárquico Mejía Mejía contestó airado en su columna diaria, que había convertido en un campo de batalla contra el socialismo de Molina y de Diego Luis Córdoba. Una lucha, una batalla por la conquista de las masas estaba en su momento más alto. La estrategia de liberalización del electorado colombiano avanzaba sin pausa; para ello estaba el poder y nada se ahorraba para que así fuera. El abuso de poder de los liberales adquirió los distintivos de una revancha sin límites. La abstención conservadora terminaba favoreciendo los propósitos del Partido Liberal. Por liberalización del electorado el Partido Conservador entendió, además, su descristianización, de tal modo que diseñó la resistencia desde la orientación y reorientación de las masas. Transcurrido el Congreso Eucarístico, los ecos no saldrán de la prensa conservadora. Se divulgarán artículos sobre las temáticas tratadas hasta llegar a la publicación absoluta de todos sus materiales. Y así continuó la campaña. Los conservadores tomaron medidas para que la radio, la prensa, la tribuna y el pulpito, se movilizaran y dieran "la voz de alarma a los católicos colombianos para que estén dispuestos a defender los sentimientos y creencias " Ibid. 777 Se informó, por ejemplo, que d u r a n t e la inauguración de la Casa Conservadora del Barrio Las Cruces en Bogotá grupos liberales apoyados por la policía habían provocado una grave confrontación con los conservadores que asistían al evento. El saldo fue de algunos heridos, contusos y detenidos. Augusto Ramírez Moreno. Luis Ignacio Andrade y Mario Fernández de Soto fueron insultados y, amedrentados, tuvieron que salir del sitio. Numerosos universitarios fueron conducidos a instalaciones de la policía. Desde ese momento la prensa conservadora empezó a hablar de un deliberado plan liberal para atemorizar al conservatismo. Véase ibid.. septiembre 20 de 1935. p. 1. 67 Ibid.. agosto 15 de 1935, p. 1. 77 /bid,. agosto 12 de 1935, p. 5. 172 El porvenir del pasado religiosas"66. Por la emisora Ecos de la Montaña, los antioqueños pudieron sintonizar un programa de adoctrinamiento: La Hora Católica. Por esta emisora también se transmitían las conferencias que los ideólogos del partido ofrecían a su militancia, textos que después eran reproducidos íntegramente por El Colombiano y por La Defensa. José López Henao, por ejemplo, dictó una extensa conferencia sobre "El Concordato". José María Bernal, a su vez, disertó sobre "El Municipio de ayer y el de hoy". Comisiones universitarias visitaron los pueblos. En octubre, un elemento nuevo reforzaría el elenco de ideólogos fascistas que nutrían la campaña electoral en Antioquia: Daniel Valois Arce, recién graduado en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional con una sugestiva tesis sobre la doctrina del fascismo. Era saludado y felicitado por El Colombiano, que ponía a disposición del joven profesional sus páginas "que esperan verse favorecidas con su estilo y sus ideas"67. "...el salvaje a s a l t o de l a s t u r b a s l i b e r a l e s . . . " El domingo 6 de octubre tuvieron lugar las elecciones municipales. Llenos de prevención fueron los conservadores a los escrutinios. Se les previno de ataques y fraude. El ideólogo principal de J e r a r q u í a escribió: "Hoy vamos a contar los admiradores de Carlos Marx" 68 . "No votar por nuestra lista es acto de traición a la patria", fue uno de los titulares de La Defensa el día anterior a las elecciones. Este artículo, en su contenido rezaba: "Cada colombiano que patrocine las ideas desmoralizadoras y las instituciones de destrucción social que predica el partido liberal, comete grave delito de traición a la patria" 69 . La jornada terminó mal. Al día siguiente, El Colombiano abrió con titular a ocho columnas: "El niño Carlos Montoya fue asesinado anoche por la policía durante el segundo ataque a la casa conservadora de la ciudad". La intensidad de los acontecimientos contó con la diligencia de Álzate Avendaño, quien se multiplicó en su labor de jefe del debate conservador. Hizo cuanto pudo para evitar una masacre en la Casa Conservadora: conversó una y otra vez con las autoridades liberales para persuadirlas de la imprudencia. El Colombiano presentó los acontecimientos como si hubiesen sido fraguados de manera premeditada. Declaró que todo había transcurrido por instrucciones del gobierno. La Defensa, a su vez, tituló: "Los atropellos obedecieron a un plan general y oficial". Esta generalización se hacía en vista de que en Barbosa, Amaga, Itagüí, Montebello, Fredonia y Envigado también los conservadores habían sido hostigados. En Bello las elecciones fueron suspendidas a las once de la mañana. En Manizales fueron destruidos los talleres y las oficinas de La Patria. Hubo explosión de bombas y tiroteos en las calles de la ciudad. Se culpaba de todo este desmán a la turba liberal, a la plebeya la policía local: "La policía ayudó a la plebe a introducirse en las oficinas", reportaban los corresponsales70. Dos conservadores muertos y veinticuatro prisioneros de ese partido fue el resultado trágico de la jornada en esa capital. Sea como fuere, salvando posibles exageraciones, lo cierto es que las elecciones revelaron el estado de incivilidad que caracterizaba el comportamiento político de los colombianos. Las denuncias de la prensa conservadora así lo revelan: 1777 Ibid.. mayo 30 de 1935. p. 5, Ibid.. octubre 4 de 1935. p, 5, " Ibid.. octubre 6 de 1935, p. 5, 7777 La Defensa, octubre 5 de 1935, p, I. 771 El Colombiano, octubre 7 de 1935. p. 1, 7:7 7i El porvenir del pasado 173 Desde las primeras horas del día el alcalde se dedicó a encarcelar conservadores hasta llenar la cárcel. También muchos liberales votaron sin cédula, pero los jurados de votación les admitían unos simples certificados expedidos por el jurado electoral. Fue descubierta una maniobra consistente en que los liberales echaban a los bolsillos de los conservadores cualquier clase de arma, para luego denunciarlos y hacerlos encarcelar para restar esos votos 71 . El conservatismo capitalizó los acontecimientos. El adolescente asesinado fue convertido en héroe. Sus funerales no se podían despreciar: fueron invitadas todas las entidades directivas y organizaciones del conservatismo, periódicos y revistas. El Comité Central Universitario, del que hacía parte Jorge Luis Arango, futuro director de la Oficina de Prensa y Propaganda del régimen militar años más tarde, emitió un comunicado de admirable carga semántica: Ante el asesinato consumado antier en el adolescente compañero Luis Carlos Montoya por la policía de Medellín, y reconociendo en éste una de las promesas heroicas del partido conservador en sus nuevos capitales humanos; observando que el infante extinguido, constituía una risueña esperanza para su familia, para el partido, y que la patria habría tenido en su inteligencia un espléndido vigía, dada su temprana pasión por las ideas, CONSIGNA: Frente al conservatismo colombiano y especialmente frente a las nuevas generaciones conservadoras que forcejean en los claustros, que la muerte de Luis Carlos Montoya es en la historia del actual régimen el paso de la violencia a la barbarie, y señala su sepulcro como el punto de partida donde saldrán las legiones jóvenes de Colombia a restaurar la justicia y a vengar el derecho 72 . Gilberto Álzate Avendaño dispuso que el cadáver del niño mártir fuera envuelto en la bandera azul, símbolo del Partido Conservador. El féretro fue llevado en hombros de los universitarios desde la que fue su residencia hasta la iglesia de la Candelaria y luego hasta el cementerio. La pompa oficial conservadora fue impresionante. El ritual terminó con un vibrante y conmovedor discurso de Rafael Naranjo Villegas en el cementerio. En todo el país no fueron distintas las cosas. Las elecciones del 6 de octubre marcaron el inicio de una confrontación, irreversible ya, entre las dos colectividades históricas, que significaba el comienzo de una irregular guerra civil. Ante la incomprensión de lo acontecido y ante la falta de solidaridad del diario El Espectador, que declaró que la mayor parte de las víctimas habían sido liberales, el Directorio Nacional Conservador emitió una resolución, uno de cuyos puntos decía: "Ordenar a los conservadores que se abstengan de comprar El Espectador, de favorecerlo o de apoyarlo en cualquier forma"73. La situación se complicó en Salamina, Caldas. Ante las amenazas del liberalismo triunfante en las elecciones, los conservadores tuvieron que abandonar la población y refugiarse en el campo o en Manizales. En la víspera del día que se reunía en Bogotá la Convención Nacional del conservatismo, fueron abaleados por la Policía en Fredonia una señora junto a tres de sus hijos; poco antes, la población conservadora de esta localidad había iniciado un éxodo para eludir una masacre previsible. La prensa conservadora se fue llenando de informes que revelaban la situación de violencia en que habían concurrido los conservadores a las urnas. El proceso de cedulación que acompañó la campaña electoral incidió en los resultados: "el liberalismo ceduló no sólo todos sus efectivos electores legítimos, sino extranjeros, menores de edad, privados de los derechos políticos y otorgó cedulaciones dobles y aún triples. El fraude y la violencia se prepararon metódicamente para la famosa jornada de la elección edílica"74, decía un informe desde Nariño, que terminaba así: 77 Ibid., octubre 7 de 1935, p, 5. '•' Ibid. octubre 8 de 1936, p. 1, La Defensa, octubre 9 de 1935, p. 1. 77 La Patria, noviembre 2 de 1935, p. 3. 7:7 174 El porvenir del pasado En Pasto la policía les arrebataba las cédulas y los llevaba a la cárcel en considerable número [...] Alas doce del día el liberalismo armado de gras, bayonetas, yataganes, cuchillos y manoplas, apoyado por la policía y el ejército cargó sobre nuestros compartidarios, inermes, indefensos, y se apoderó de las u r n a s . Hubo un muerto y t r e i n t a heridos en la b á r b a r a faena [.,.] En Sotomayor fue horriblemente despedazado uno de nuestros copartidanos 7 3 . Y así sucesivamente se reportaron casos en todo el país. Curiosamente, en este mismo tono se narrará la violencia conservadora desde los medios liberales después de 1946. De por sí, lo que ocurría en los años treinta podría ser visto como una retaliación del liberalismo ante los 45 años de dominio conservador. Así las cosas, los liberales ganaron en Medellín: 9.936 contra 7.377 sufragios conservadores. Pero el conservatismo ganó en el departamento: 52.060, frente a 47.828 votos liberales 76 . El primero obtuvo derecho a nueve concejales y los segundos a seis. Los resultados electorales a nivel nacional favorecieron al Partido Liberal, y ese fue uno de los costos de la abstención conservadora. Del total de votos sufragados, los liberales consiguieron el 64 % (374.957) y los conservadores el 35.3 % (206.577)77. Realmente, la diferencia (168.380) no correspondía al tono de guerra que el conservatismo le daba a la victoria liberal. La abstención, más que cualquier otro factor -el fraude, por ejemplo— contribuía al aumento del electorado liberal en Colombia. Sin embargo, el liberalismo retrocedió respecto de los resultados de 1933. En las elecciones municipales de ese año había alcanzado 613.474 sufragios en todo el país. Es decir, en dos años se le refundieron 238.517 votos. Podría esto significar que con la abstención los conservadores votaban por candidatos liberales. De todas maneras, empezó a cristalizarse en el electorado colombiano una tendencia liberal mayoritaria e irreversible. Con todo, Gilberto Álzate Avendaño salió bien librado de la contienda electoral. Le reconocieron su trabajo como organizador e incluso empezaron a llamarlo desde entonces "capitán". El Colombiano escribió al respecto: Gilberto Álzate estaba en todo. Rodeado de obreros y de estudiantes organizó esta campaña cívica cumplida ayer. La cedulación, la inscripción, la instrucción de los jefes de zona y de los vigilantes. A todo atendió. Después, cuando se perpetraba el ataque aleve de la policía enviada dizque a defenderla, contra la Casa Conservadora, llevó al gobernador en persona para ver de poner remedio al inaudito atentado. Y ya anoche, en el anfiteatro, ante el cuerpo exánime del estudiante Montoya, reclamó la satisfacción dolorosa de ser él quien condujera a la casa del luto los despojos de este muchacho sacrificado en la forma más inicua de cuantas puedan imaginarse 7 8 . "Un capitán de derechas", fue el título que José Mejía Mejía escogió para su columna, donde encomió a Álzate y le reconoció su trabajo: No atendió únicamente al reclutamiento aritmético de nuestras masas. Como jefe del debate municipal irrigó anímicamente el partido dándole un nuevo contenido de firmeza y emoción. El conservatismo necesitaba ante todo un organizador tenaz de sus nervios. La disciplina requería ajustamiento y tensión. Logró en pocos meses de cuajado afán ortodoxo la más alta educación emocional y anímica que hayan realizado nuestros conductores políticos para la lidia testaruda de un partido en los días decisivos de su angustia. El político empieza a invadir en él todas las provincias sensibles y armoniosas. El conductor se perfila escuetizado y áspero. Las masas 77 Ibid. Seis reformas estructurales.... pp. 296-298. ~ Ibid., p. 317. 777 El Colombiano, octubre 7 de 1935, p. 5. 777 El porvenir del pasado 175 conservadoras que protagonizaron los minutos heroicos del partido en las postreras elecciones aprendieron a su lado graves lecciones de serenidad y ánimo [...] Gilberto Álzate conquistó el domingo último un título merecido de conductor bizarro 79 . En realidad, era el reconocimiento que le llegaba por haber hecho suyas las campañas electorales del conservatismo desde las de 1929. Durante este periodo, había combinado las vidas de intelectual y de político que lo dividían o que componían su ser. Era lo uno y lo otro, pero predominaba el hombre político cuando no terminaba aún sus estudios universitarios. Él y sus compañeros de Jerarquía se movían entre el mundo de la universidad y de la política, que para entonces eran casi el mismo. Álzate y la Convención Conservadora de octubre de 1935. El 12 de octubre, cuando el diario La Defensa cumplía veintiséis años, se llevó a cabo en Medellín una Convención de concejales conservadores de todo el departamento con el propósito de escoger los dos delegados que llevarían la vocería regional en la gran Convención Nacional que se realizaría próximamente en Bogotá. Los elegidos fueron el general Pedro J. Berrío y Gonzalo Restrepo Jaramillo. Álzate participó en el evento como delegado de Anorí. Más adelante, el general Berrío manifestó su decisión irrevocable de no asistir a la Convención. Por tal razón, su suplente, Gilberto Álzate Avendaño, concurriría al magno certamen 80 . Sus compañeros de equipo celebraron tal eventualidad como un triunfo de Jerarquía, y lo era. Pero también era un triunfo personal, un reconocimiento ganado por su papel en las elecciones recientes. Vinieron las loas que nunca le habían faltado. Presentándolo y justificándolo, José Mejía se sentía en Álzate representado: [...] señero capitán de derechas, no es u n nombre sino m á s bien u n episodio espiritual de nuestra historia política. Ha sido un organizador técnico de las masas conservadoras. Adversario del gorro frigio y de los derechos del hombre, de la marea nórdica, liberal y socialista y del libre examen de Ginebra, aspira esta diestra inteligencia derechista a un nuevo tipo de política conservadora fundada sobre el pathos multitudinario y sostenida por afirmaciones rudas y creadoras [...] Gilberto no es una mente en vilo, suspendido en abstracciones confusas y difusas sino u n político de presa con residencia en la tierra, con los pies clavados en la indómita realidad de nuestro suelo. Es de los pocos que en este país marchan agresivamente al encuentro de su destino. Sólo los hombres seguros de sí mismos pueden instalarse sólidamente en la historia. Y una época se modela por un gigante o por una teoría de atletas inteligentes 81 . Así, la presencia de Álzate en la Convención Nacional era vista como la expresión de la derecha antioqueña, la de Jerarquía, por entonces. En efecto, como estaba anunciado, el lunes 21 de octubre en horas de la tarde se instaló en Bogotá, a puerta cerrada, la Convención Nacional. La ciudad estaba a la expectativa. La estación de trenes permanecía abarrotada de la militancia que esperaba a los delegados, que procedían de distintos lugares del país. Algunos llegaron por vía aérea, pero fue el tren el vehículo más utilizado por los convencionistas. El líder vallecaucano Ignacio Rengifo, que no había vuelto a Bogotá desde 1929, cuando era ministro de guerra, era esperado con ansiedad, pues, según decía la prensa liberal, no sólo traía la fórmula para unir al Partido Conservador, sino también para conseguir que esa colectividad colaborara con el régimen liberal. 777 Ibid., octubre 10 de 1935, p. 5. "" Ibid.. octubre 20 de 1935, p. 1. ""• Ibid.. octubre 21 de 1935. p. 3, 176 El porvenir del pasado La Convención reunió a la plana mayor del conservatismo nacional: Laureano Gómez, Mariano Ospina Pérez, Ignacio Rengifo, Primitivo Crespo, Abel Carbonell, Miguel Jiménez López. Juan Cristóbal Martínez. Álzate coincidió en la Convención con los Leopardos Ramírez Moreno y Elíseo Arango, y con otros jóvenes de la nueva derecha conservadora, como su paisano Fernando Londoño Londoño y el delegado por el Chocó Manuel Mosquera Garcés, quien, a su vez, llevaba directamente la vocería de la AND. La Convención Nacional fue presidida por Laureano Gómez, Ignacio Rengifo y Gonzalo Restrepo Jaramillo. Gómez, que acababa de lanzar su libro El cuadrilátero 8 -, presentó un amplio informe sobre la situación nacional del partido. Se escucharon los informes de las regiones, y todos coincidían en quejas sorprendentes sobre el estado de violencia a que estaba sometida la colectividad. La Convención aprobó mociones presentadas por Londoño Londoño, en las cuales se protestó por los atentados del que fueron víctimas Clímaco Villegas y el diario La Patria. En sus considerandos se planteó la falta de garantías para el ejercicio de la política de los conservadores. Álzate y Ramírez Moreno fueron comisionados para presentar ante el Presidente de la República la situación del partido. El gandhismo que merodeaba en la Convención iluminaba a un sector de la colectividad, que llamaba a la aplicación de la desobediencia civil en el sentido de no acatar la legislación que el Congreso liberal homogéneo estaba aprobando, justamente por no representar la voluntad de todos los colombianos. Álzate Avendaño intervino sobre la orientación y la organización del conservatismo en la política colombiana. Ante el propósito manifiesto de la Convención de aclamar a Laureano Gómez jefe único, Álzate manifestó que no aceptaba por ningún motivo esa designación por considerar que rompería la tradición del partido de no aceptar caudillos. Enfatizó que no estaba dispuesto a consentir que el Partido Conservador abandonara siquiera en apariencia su carácter doctrinario y se desviara hacia el personalismo 83 . Se trataba de obstaculizar el avance de Laureano. Realmente, a Álzate sí le llamaba la atención lo de la jefatura única, sólo que no en manos de su adversario interno. Ante ese rotundo alegato, las directivas de la Convención se vieron obligadas a trasladar para más adelante la elección del Directorio Nacional. En la misma dirección intervino el representante de la AND, Manuel Mosquera Garcés, quien profesaba antipatía hacia Laureano por su ensañado comportamiento con Marco Fidel Suárez años atrás. Mosquera tomó la palabra, además, para poner en claro que su agrupación "no constituía, como se había creído, una disidencia del partido, porque se trataba de un grupo de acción constante, que laboraba en favor de la causa conservadora sin aspiraciones distintas a las de servir los intereses del país"84. Álzate, a su vez, para que no quedaran dudas de la relación estrecha entre conservatismo y las derechas, declaró que "la Acción Derechista más que un grupo político es una sociedad literaria" 85 . El viernes 25 de octubre se eligió el nuevo Directorio Conservador, que sufrió una ampliación considerable que significaba una representación de todas las corrientes y una victoria de las juventudes derechistas que lograron evitar la jefatura única. El Directorio quedó integrado así : Laureano Gómez, Mariano Ospina Pérez, Augusto Ramírez Moreno, Pedro María Carreño y el general Amadeo Rodríguez. Se hizo la salvedad de que los señores Berrío y Rengifo podrían intervenir con voz y voto en el Directorio cuando estuvieran en la capital. Al día siguiente se nombraría al secretario t¿ Se trataba de un retrato político sobre los cuatro personajes más importantes del momento 7 Mussolíni. Hitler, Stalin y Gandhi. La intención de Gómez era poner en claro sus puntos de vista sobre los controvertidos personajes y neutralizar de esa manera los ímpetus de la derecha en su partido. 777 El Colombiano, octubre 25 de 1935, p. 2, 77 EJ Tiempo, octubre 24 de 19,35, p. 1, ~7 Ibid.. p. 14. El porvenir del pasado 177 o se ratificaría al titular en ese momento, como en efecto aconteció. El nuevo Directorio tendrá poderes hasta junio de 1936. En la nómina de directorcitas, los nombres de Ospina Pérez, Ramírez Moreno y Carreño eran de buen recibo en las juventudes derechistas, a tal punto que cuando se clausuró el evento, a la salida donde esperaba la muchachada conservadora, Londoño Londoño gritó: "¡Hemos triunfado! El Directorio que acabamos de nombrar sí salvará al partido". Y, a su vez, Álzate ratificó en el mismo tono: "Hemos hecho lo que ningún conservador esperaba. El Directorio es inmejorable" 86 , es decir, la Convención constituía un avance de las derechas. Realmente, el laureanismo salió diezmado. Se quemaron en las elecciones José de la Vega, Abel Carbonell, Hernando Uribe Cualla, entre otros. El hecho de haberse reunido la Convención en secreto y a puerta cerrada dio pie para rumores y especulaciones. La prensa liberal, que manifestaba su preocupación en columnas editoriales y que incluso presionaba para que sus puntos de vista fueran incorporados a las deliberaciones, vaticinó: "Se asegura que entre el conjunto de medidas reservadas o secretas existe hasta la de llegar a la revuelta armada, para lo cual se le dio cabida en el directorio al general Amadeo Rodríguez, que en este caso vendrá a ser el estratega del directorio, con la asesoría táctica de los generales Pedro J. Berrío e Ignacio Rengifo, jefes supremos en los departamentos de Antioquia y Valle"87. La Convención emitió una declaración en la cual consideró como necesidad absoluta para la tranquilidad del país suspender la expedición de la reforma constitucional hasta tanto futuras elecciones permitieran a la oposición llevar al Congreso a sus voceros. Se reclamó del gobierno garantías reales y efectivas que permitieran la expresión libre en los comicios. Anotaba el documento que dentro del régimen democrático el Partido Conservador no se podía considerar vinculado y obligado al cumplimiento de reformas, de cuya expedición se le había excluido por habérsele hecho imposible la función electoral. En su documento, el Partido Conservador repudió las reformas que desconocían al catolicismo como la religión del Estado y establecía el monopolio de la educación por el mismo Estado, cambiando la tolerancia por la libertad de cultos y estableciendo la legitimidad exclusiva del matrimonio civil y del divorcio con la disolución del vínculo. Consideró funesta la reforma constitucional y estimó que ella implicaba acallar la crítica de la oposición a los actos del régimen imperante 88 . En el documento concluyente de la Convención Nacional, se afirmó que el conservatismo mantenía la doctrina mediante la cual el interés particular debía ceder al interés social, pero rechazaba el hecho de que se pudiera privar de la propiedad a alguien sin previa indemnización. Finalmente, el documento advierte que los graves conflictos creados por las proyectadas reformas "comprometen la paz religiosa y obligan a la desobediencia y crean un estado de intranquilidad permanente, suficiente para estancar el progreso moral y material de la república" 89 . El balance de la prensa liberal fue apenas correspondiente a las dimensiones de las conclusiones de la Convención Conservadora. Sendos editoriales aparecieron! en uno de ellos, titulado "El delirio conservador", criticó acremente la política de la desobediencia civil decretada por el conservatismo y terminó diciendo: "El pueblo, cuya intuición puede ser en este caso nuestro mejor abogado, elegirá el camino que le plazca y dirá con quién se resuelve a hacer la jornada" 90 . Sus columnistas analizaron paso a paso cada uno de 877 Ibid.. octubre 26 de 1935. p. 16. "7 Ibid. " Ibid. ,! ' La Patria, octubre 26 de 1935, p. 1. 7771 El Tiempo, octubre 27 de 1935. p. 4. 178 El porvenir del pasado los puntos conclusivos del evento. No obstante que el nuevo directorio conservador era una síntesis de la composición ideológica del partido, los periodistas políticos de la prensa liberal creyeron recoger el guante que se les tiraba. Haciendo uso del pasado para sus argumentos, Armando Solano, en su columna titulada "Democracia y fascismo" anotó que el Partido Liberal: "[...] no podría, sin traicionarse y sin traicionar la república, tolerar una tentativa fascista. La aplastaría inexorablemente, haciendo uso de la fuerza de la razón y de la razón de la fuerza, porque los crímenes contra el Estado han de ser reprimidos por todos los medios"91. Las cosas aparecieron más dramáticas cuando La Patria, el controvertido y protagónico diario manizalita, aprovechó el prestigio de un prohombre regional y nacional para abrir su edición del 26 de octubre con un impresionante titular: '"Ha caído la noche sobre nuestra patria', dice Aquilino Villegas", Se trataba del uso político de una carta que el insigne conservador había enviado a Silvio Villegas desde el exterior, donde se encontraba enfermo. Los editores acompañaron el titular de un destacado sumario de la carta : Hoy no se escucha a la patria, lejana, sino el atroz murmullo de la matanza, del incendio, del asesinato colectivo, de la claudicación internacional, del prevaricato, del soborno, del fraude electoral, de la guerra de ópera bufa, de la improbidad y de la bellaquería. - L a afrenta que se nos lanza en el extranjero es terrible. —El mordaz comentario de News Week sobre Colombia. -"En este inmenso hospital, donde gimen tantos desdichados, no hay dolor comparable al mío."92. La noticia cerraba con broche de oro toda una intensa construcción noticiosa para la cual el lector estaba ya preparado. Después de las violentas elecciones de octubre, no hubo señales de concordia, todo lo contrario. El jerárquico José Mejía Mejía se valió de un reciente artículo del leopardo Silvio Villegas sobre el advenimiento del fascismo, para expresar en concreto, y entonces sí abiertamente, su devoción por esa doctrina. Las condiciones de violencia a las que estaba sometido su partido y las cosas que decía su emulado superior se lo permitían. En su columna de El Colombiano, que tituló "El rearme de los espíritus", daba a entender que el leopardo no estaba hablando de Italia, sino de la realidad colombiana. Mejía, experto en el arte de decir cosas a propósito de lo que otros decían, aprovechó, como siempre lo hacía, para decir lo suyo : El conservatismo quiere cambiar de piel, de lenguaje político y de hábitos psicológicos La lucha electoral ú l t i m a p a t e n t i z a la u r g e n c i a de un vuelco emocional en conservadoras. Los métodos republicanos de acción han sido derogados por el gobierno. Y el conservatismo no puede seguir traduciendo en mansuetud y derrotas el rótulo civil de sus hombres 83 . y mentales. las m a s a s partido de indefinidas Mejía concordaba con Villegas en que el fascismo había surgido por la violencia de las izquierdas y que ese era el nombre que tenían en ese momento los partidos conservadores europeos: "La tensión psíquica de los partidos de derechas responde como una terapéutica a la trayectoria destructora de los cuadros de izquierda. Es el restablecimiento de la autoridad por encima de la metafísica de la libertad lo que viene a justificar hoy día en las naciones europeas ciertos regímenes violentos de excepción"94. •>' I b i d . *¿ La Patria, octubre 26 de 1935. p. 1. 77:1 El Colombiano, octubre 28 de 1935. p. 3. 1,1 Ibid. El porvenir del pasado 179 Los resultados de las elecciones de octubre último le despejaron completamente el camino al pensamiento fascista del conservatismo. La P a t r i a fue uno de sus baluartes. Rechazó cualquier mediación. A u n artículo de Manuel Serrano Blanco en El Espectador, que llamaba a que el conservatismo se decidiese por la tolerancia y no por la violencia, el matutino manizalita respondió: "El dilema debiera ser este: la abstención total o una reorganización adecuada para las luchas electorales. Ambas políticas tienen sus peligros y sus compensaciones. Una organización táctica, de ascendencia fascista, con jefes arrojados y valientes nos llevaría rápidamente al poder, con heroicos sacrificios"95. Y en ese ambiente de confrontación, la religión fue un ingrediente especial. La fracción socialista en la Cámara de Representantes comenzó a finales de octubre un encendido debate contra la Compañía de Jesús. Los parlamentarios confiaban que de esa manera presionarían al gobierno para acometer una política contra la Iglesia y sus bienes. La intensidad del debate llevó a que el 3 de noviembre de 1935 el Directorio Nacional Conservador expidiera un manifiesto en rotundo rechazo a los planes de la izquierda y a su encubrimiento por parte del gobierno: "El poder ejecutivo y la extrema izquierda liberal están de acuerdo en los propósitos que deben cumplirse contra el patrimonio religioso de la nación. Difieren en la táctica: la del gobierno es sigilosa, y franca la de los izquierdistas" 96 . El manifiesto conservador declaró que la Nación estaba abocada a la lucha religiosa. En ese sentido, dio la angustiosa voz de alerta a todos los conservadores y a los católicos del país y finalizó de la siguiente manera: "La fe religiosa, los fueros de la Iglesia, la seguridad del clero y de sus bienes, la paz de las conciencias, el porvenir espiritual de las nuevas generaciones, la santidad de los hogares, la moral pública y privada, están amenazados" 97 . En noviembre de 1935, el gobierno presentó al Congreso su proyecto de nueva reforma constitucional. La prensa conservadora del país publicó el texto del proyecto íntegramente. Sobre el Gobierno cayó, entonces, un alud de réplicas expresadas en editoriales, columnas de opinión y contrapropaganda. La propuesta del gobierno radicalizó la discusión: "Derecha o izquierda", fue el editorial de Augusto Ramírez M o r e n o en L a P a t r i a . P a r a el leopardo, el Gobierno se h a b í a decidido irreversiblemente por la izquierda. Apropósito de la designación de Darío Echandía como ministro de educación, este Ministerio cobró para los conservadores más importancia que los otros. El conservatismo sabía que desde esa cartera los golpes de su adversario eran más certeros. Anotaba, por eso, Ramírez: Allí o desde allí se riega, se abona, se ara y se siembra, se vigila el desarrollo de las espigas intelectuales, se fiscaliza la troje, se dispone del granero. El Ministerio de Educación es la suprema amenaza para los propietarios y para los industriales, para el orden, para la tradición, p a r a la católica armadura de nuestros juicios [...] Darío Echandía ha recibido el punto más difícil, más influyente y alto del gobierno, tiene que dotar a la República Liberal de su equipo de intelectuales doctrinarios, sistematizados en la defensa de las herejías del régimen 98 . El 27 de noviembre, el Concejo de Medellín sintiendo amenazados los intereses del municipio, aprobó una resolución de rechazo a la iniciativa gubernamental y recalcó su voluntad para continuar trabajando en pro de la descentralización administrativa. Sostuvo la necesidad de conservar la debida independencia entre la Nación, el 977 La Patria, noviembre 5 de 1935. p. 3 El Colombiano, noviembre 5 de 1935, p. 3. Ibid. 7777 La Patria, noviembre 3 de 1935, p. 3. 7,17 ,T 180 El porvenir del pasado departamento y el municipio, de manera que los patrimonios fueran inviolables e inconfundibles. Aprobó también exhortar a las cámaras para que se hicieran intérpretes del clamor público y volvieran por los fueros de las corporaciones municipales, según decían, amenazadas de muerte en el proyecto de Constitución oficial99. La presión creció como espuma. La Iglesia y sus defensores cuestionaron el artículo 30, que estipulaba la libertad de cultos. Y hasta El Tiempo medió para que se cambiara el proyecto por un acto reformatorio de la Constitución de 1886. En menos de un mes de propuesto el proyecto de nueva Constitución, el Gobierno cedió y la prensa conservadora celebró. El 29 de noviembre, La Patria abrió edición con la esperada noticia: "La Constitución no debe ser sustituida, dice el presidente López". Y no faltó el comentario al pie de la información: "El Ejecutivo nacional considera más aconsejable una reforma gradual de la constitución, que su sustitución total, y que las reformas deben hacerse a medida que las circunstancias y necesidades del país lo exijan"100. Los nuevos periódicos de la derecha. Jerarquía saluda a Derechas. A partir de 1935 se multiplicaron los periódicos y las organizaciones de derecha por todo el país. Cuando Álzate estaba entretenido con la edición de la segunda sección de El Colombiano, expresión del grupo Jerarquía, al cual pertenecía, en Medellín empezó a circular Colombia Nacionalista, periódico que aspiraba a expresar los sentimientos de un nacionalismo bipartidista ligado a intereses concretos de la industria nacional, según lo muestra la publicidad que lo financiaba. José Mejía Mejía, como lo anotamos atrás, debatió y casó pelea con él como también había casado pelea con La Defensa, otro diario local conservador. Acusó a don Bernardo Ángel, director y fundador de Colombia Nacionalista, de destruir el idioma: "Sus piezas políticas son verdadera guiriguayas literarias. Posiblemente don Bernardo no crea conveniente un instrumento castizo para su tarea proselitista. Prefiere un lenguaje popular, sin embelecos sintácticos ni gracia estética"101. Circulaba también una revista de abigarrado carácter literario, filosófico, ideológico y político: Tradición. La revista, que salía bajo la dirección de Gonzalo Restrepo Jaramillo, Alfonso Uribe Misas y José Restrepo Restrepo, le abrió las puertas a la juventud conservadora del país. Allí pudieron los jóvenes recién graduados publicar sus tesis o las síntesis de ellas. Se le hacía propaganda desde sus páginas a otros medios de expresión conservadora que paralelamente circulaban en el país: Derechas, en Bogotá; El Vigía, en Tunja; Trincheras, en Ibagué; y se anunciaba la futura aparición de El Siglo. De igual manera, se publicaban listas de los textos teóricos que podían y debían adquirir los jóvenes conservadores en las librerías nacionales. Los títulos cobijaban el espectro todo de la literatura fascista y nacionalista de todos los tonos. Tradición recomendaba a sus lectores las obras de Gustave Le Bon, León Duguit, Charles Maurras, Maurice Barres, al tiempo que pregonaba los libros de los autores conservadores que iban apareciendo: Espiritualismo y fascismo, de Daniel Valois Arce; El p e n s a m i e n t o conservador, de Gonzalo Restrepo Jaramillo, por ejemplo102. M El Colombiano, noviembre 27 de 1935. p. 1. La Patria, 29 de noviembre de 1935, p. 1. El Colombiano, agosto 5 de 1935. p. 5. rl " Valois Arce, Daniel. Espiritualismo y fascismo. Bogotá, Imprenta Voto Nacional, 19351 Restrepo Jaramillo, Gonzalo. El pensamiento conservador en Colombia. Medellín, Tipografía Bedout, 1936. 7(777 7(77 El porvenir del pasado 181 Las ideas que se expresaban en los ensayos que aparecían en las revistas teóricoideológicas gozaban de una vulgarización en otros medios: el 6 de noviembre de 1935 había salido Derechas 103 . Este hebdomadario pasó a ser el órgano periodístico de la Acción Nacional Derechista, sociabilidad política de las derechas cundr boyacenses surgida en abril de 1935 paralelamente, como ya dijimos, a la configuración de Jerarquía. El semanario fue saludado con entusiasmo por la prensa conservadora. En las instalaciones de El Colombiano en Medellín se podían comprar los ejemplares de Derechas. Finalizaba el año 35, el del auge del fascismo en el mundo entero. El jerárquico José Mejía Mejía, que se había ausentado de las páginas de El Colombiano para cumplir con sus deberes universitarios, regresó al periódico para elevar su voz de entusiasmo por el lanzamiento de Derechas: Las nuevas voluntades que se congregan bajo el vocabulario de Dios y Patria son gente que h a n liquidado el trino p a r a ingresar sin melindres en la política. D e r e c h a s establece la restauración de Bolívar. La angustia presente emana de todas las claudicaciones espirituales, cometidas en homenaje a las democracias tropicales. Volver la mirada a Bolívar es pensar en autoridad, jerarquía y disciplina frente a la anarquía, el caos y la francachela de las democracias liberales. La misión de las nuevas gentes conservadoras está definida en la hora responsable que vivimos. La revolución francesa que todavía parece nutrir nuestros credos políticos fue simplemente la premisa de la revolución rusa. 1789 y 1917 son fechas disímiles en la superficie pero afines en el subsuelo. La nueva generación conservadora tiene necesariamente que ser antiliberal y anticomunista. Nuestra concepción católica de la vida es una visión totalitaria del mundo. Derechas será el enunciado de esta política heráclida que no mira el presente sino que ataca el porvenir. Nuestro destino no es de hoy. Ingrata misión la de los hombres nuevos, escribió un día Jiménez Caballero capitán de derechas europeas 104 . El advenimiento de un órgano de expresión totalmente independiente y autónomo de las jóvenes derechas fue recibido con satisfacción en el mundo periodístico, ya de derecha, definitivamente fascista, configurado hasta entonces por El País 105 , El Colombiano, La Defensa, Colombia y La Patria. Este último diario, por ejemplo, replicó al entusiasmo colectivo de la siguiente manera: Su ideal no es nuevo para nosotros ni extraño. Gilberto Álzate Avendaño lo agitó con osadía, blandiendo sus principios en la pica de su pluma desde estas mismas columnas. Quizá este diario sin titubeos modernos, sin peligrosos cambios de rótulos ha sido el mayor derechista en su política. Hemos alzado como un pendón las dos palabras primordiales de su programa "Dios y Patria". La aparición de Derechas nos llena del más vivo regocijo. Los redactores Gerardo Valencia, sobrino del maestro, doctor en derecho, poeta de estirpe, y Carlos Ariel Gutiérrez escritor vigoroso son los dos signos auténticos 106 . Aunque eran periódicos ya de extrema derecha, en ellos cabía conservatismo, un poco menos extremista, no tan decidido en el profesaban quienes se reunirán alrededor de Derechas. Era este, conservatismo; paradójicamente, sus postulados iban en contravía los programas del conservatismo clásico. 70:7 todavía el otro epocalismo que realmente, otro de lo que decían El periódico traía un subtítulo 7 "Al servicio de la Acción Nacional Derechista"7. Estaba dirigido por Gerardo Valencia, Carlos Ariel Gutiérrez y Guillermo Camacho. 77,7 El Colombiano, diciembre 12 de 1935. p, 5. 7777 Desde su aparición, el 18 de febrero de 1932, El País le abrió de par en par sus puertas a la juventud conservadora y acogió toda la sensibilidad de este nuevo estilo político e ideológico en el país. AI respecto puede verse la edición del 17 de abril de 1932. Después de la Convención Conservadora de octubre de 1935, sus luces se tornaron tenues. Ante las mil veces anunciada aparición de El Siglo. se rumoró que el periódico se convertiría en un órgano de la Acción Católica Colombiana. Dejó de existir el 15 de junio de 1936. En El Siglo, periódico que lo suplió, los jóvenes de la derecha ya no contaron con el apoyo que habían recibido en El País. 7,777 La Patria, noviembre 22 de 1935. p. 5. 182 El porvenir del pasado Desempolvando y reconociendo el papel de Álzate. Este recorrido lo hemos hecho para entender y hacer entender el ambiente donde Álzate Avendaño estaba haciendo política. No tenía un protagonismo cotidiano como el de los personajes de los que nos hemos valido para esta descripción, pero está allí, entre la intervención, la organización y la expectación, labrándose más una imagen de organizador que de ideólogo. Después de su participación como delegado por Antioquia en la última Convención, Álzate permaneció un corto tiempo en la capital y viajó luego a Manizales, donde permaneció del 2 al 12 de noviembre. La Patria le dio la bienvenida con regocijo y destacó su participación en la Convención Conservadora: "No sabemos qué admirar más en Álzate Avendaño, si al escritor o al caudillo. Como sale de su pluma la palabra mondada, la egregia metáfora, así vierte la voz de mando, el grito colérico. Para nosotros tiene otro encanto la visita de Álzate: viene a ilustrarnos, a darnos manivela" 107 . Su regreso a Medellín fue registrado por El Colombiano. Lo mismo que el colega de Manizales, el diario antioqueño alabó su participación en el magno evento partidario de Bogotá y lo colmó de méritos. Informó que el joven dirigente se había puesto, de nuevo, al frente de su acreditada oficina judicial que había "venido sirviendo con el éxito que le otorgan sus admirables capacidades intelectuales, su criterio jurídico y su laboriosidad incansable" 108 . Finalmente, las páginas del matutino antioqueño fueron puestas a su disposición. El 20 de diciembre, El Colombiano volvió a ocuparse de Álzate. Reportó que regresaba a su patria chica con el ánimo de pasar unas vacaciones judiciales al lado de los suyos y continuó en la tónica de fortalecer su reconocimiento: Realizó en el año que termina una de las labores intelectuales y políticas más intensas y fecundas. Como jefe de los debates electorales trabajó sin fatiga, con incomparable fervor político y con eficacia eficaz. A su inteligencia organizadora se debió en gran parte el éxito alcanzado por el conservatismo de Medellín en las p a s a d a s elecciones. Cordialmente lo despedimos 109 , Y, como siempre, puso a su disposición las páginas del periódico. Afínales de 1935, Álzate no se había graduado de abogado, pero como tal ejercía. Paralelamente a sus estudios de derecho, cursaba otra carrera mucho más implicadora: la de la política. Su participación en las campañas electorales de 1929 a 1935 lo graduó de gran organizador político. De diversas latitudes fueron llegando los reconocimientos. Dos años más tarde, desde El Colombiano, José Mejía Mejía, que continuaba con su columna "Rúbrica" de los tiempos de Jerarquía, rememoraba lo siguiente sobre el papel jugado por Álzate en las campañas electorales que hemos tratado de reconstruir: Tus días de jefatura electoral fueron la más idónea gimnasia psicológica para el electorado conservador. Había necesidad de elevarles el ademán y encresparles los nervios. Delante de una barbarie enflorada en burgomaestres y alguaciles, nuestras masas no podían continuar con las m a n s a s costumbres de colectividad gobiernista. De comunidad pusilánime y lanar teníamos que hacer el tránsito a partido oposicionista. Tú prologaste esa transformación interior del conservatismo que es preciso continuar hasta adquirir la completa mutación cutánea en el alma de las masas conservadoras 110 . 77 Ibid.. noviembre 3 de 1935, p, 5, El Colombiano, noviembre 13 de 1935, p. 5. Ibid.. diciembre 20 de 1935. p. 5. 7,7 Ibid.. enero 20 de 1937. p. 6. 77777 779 El porvenir del pasado 183