PDF (Capítulo 7)

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La explosión de las derechas.
La Acción Nacional Derechista,
Jerarquía y la consolidación
del lide
1 ista
VII
Contexto del embrujo fascista en Colombia.
Fue en extremo dramática la situación mundial en la segunda mitad de la
década de los años treinta. El fascismo era una realidad avasallante, se encontraba
en el poder en varios países europeos y pretendía conquistarlo en el resto del mundo.
En 1935 se reunió en Moscú el VII Congreso de la Internacional comunista. En una
aproximación a los contenidos de las corrientes fascistas en el poder, Georges Dimitrov
anotó en ese momento: "El fascismo en el poder es la dictadura terrorista abierta de
los elementos más reaccionarios, más chovinistas y más imperialistas del capital
financiero"1.
Sobre la advertencia del peligro que significaba el arribo de los movimientos fascistas
al poder en casi todos los países del mundo, el Congreso llamó a los partidos comunistas
a evitar tal eventualidad. En esa dirección deberían auspiciar la creación de frentes
populares con las burguesías nacionales y democráticas que torpedeasen la acción
del peligro fascista.
Las directrices del Congreso comunista fueron acertadas. España, Francia y Chile
eligieron gobiernos del Frente Popular y en muchos otros países los comunistas
apoyaron los gobiernos reformistas, tal el caso del comunismo colombiano que respaldó
unívocamente al régimen de la Revolución en Marcha de Alfonso López Pumarejo.
En Brasil, para citar sólo un caso, el fascismo era una amenaza real. En el mismo
1
Citado en Dimitrov, Georges. Sobre el frente único obrero y popular. Bogotá, Ediciones CHIS, 1972. p. 82.
año de 1935 dos intentonas de golpe de Estado, una por parte del Partido Integralista,
la variante brasileña del fascismo, y otra a cargo del Partido Comunista, llevarían
más adelante a que Getulio Vargas escogiese la vía autoritaria del Estado Novo.
Las cosas empeoraron en 1936. La guerra civil española causó un impacto
extraordinario entre los colombianos, que vivieron esa confrontación como propia.
Del lado de los republicanos estuvieron los liberales y del de los monarquistas los
conservadores 2 . En la apertura de la primera Convención Conservadora de 1937,
Álzate haría aprobar una proposición del siguiente tenor: "El partido conservador de
Colombia hace constar su solidaridad moral con los nacionalistas españoles, cuya
gesta descomunal no busca apenas un cambio político en la península sino que
defiende los colores perennes de la civilización occidental cristiana contra la invasión
vertical de los bárbaros" 3 , Así, como fatal coincidencia, en la medida en que recrudecía
el enfrentamiento en la madre patria crecerá la violencia bipartidista en Colombia.
No estaban solos los conservadores en su oposición al régimen. La Acción Patriótica
Económica Nacional, conocida como la Apen y denominada por los nacionalistas
como "apenina" - y a los allí congregados como "apeninos"-, estaba conformada por
un núcleo amplio de ricos propietarios: latifundistas, industriales, financieros; y por
intelectuales, altos políticos y veteranos de las guerras civiles unidos para torpedear
las reformas de López. Actuaban como grupo político bipartidista, pero bueno es
advertir que tenía mayor presencia allí el liberalismo. Hacia este movimiento se
había desplazado uno de los Leopardos: José Camacho Carreño. La organización se
formalizó el 7 de marzo de 1935, y participó en las elecciones legislativas del 5 de
mayo de ese año, pero sufrió un duro revés: 850 votos. No desaparecerá de inmediato
de la escena política pero su ímpetu languidecerá 4 .
La Convención Conservadora de abril de 1935
y la abstención total.
El liberalismo no es un partido de gobierno
sino una máquina de opresión y de fraude, el
metódico desconocimiento del derecho.''
Se sentían pasos de animal grande. El rumor de una abstención total por parte del
conservatismo crecía día a día. El liberalismo, preocupado, analizaba la situación,
aventuraba hipótesis: que el general Berrío era quien estaba detrás de la propuesta
por "no poder contrarrestar la victoriosa organización electoral del liberalismo en
Antioquia, que es la única sección del país donde la transformación política de 1930,
había encontrado una resistencia aparentemente invencible" 6 . Al orgullo herido del
general Berrío achacaba El Espectador la descabellada fórmula. Múltiples
interpretaciones corrieron. El mismo editorialista de El País señaló que la abstención
integral llevaría a que el liberalismo invadiera todos los sitios y asumiera la
responsabilidad total del gobierno para que el proceso de disolución se precipitara".
Realmente, era una salida aventurada. Podría suceder y podría no suceder. Más que
disolución, las otras agrupaciones (el Partido Comunista, la Apen y la Unir) se
beneficiarían del espacio libre que dejaran los conservadores.
- Veáse Tirado Mejía. Alvaro. Aspectos políticos del primer gobierno de Alfonso López Pumarejo 19341938. Bogotá. Instituto Colombiano
de Cultura. 1981.
El Siglo, enero 31 de 1937, p. 1.
1
Sobre todo el proceso de la Apen puede verse Tirado Mejía. Alvaro. Aspectos políticos.... pp, 5 6 5 8 y 101-115.
7
Véase ""La Desobediencia civil"", en El Colombiano, abril 12 de 1935, p. 5.
' El Espectador, abril 5 de 1935, p. í.
Véase ibid.
156 El porvenir del pasado
Los liberales t e n í a n claros sus pronósticos. El país se había liberalizado
vertiginosamente y las elecciones para diputados de 1935 lo mostrarían a todas luces.
Se basaban en la composición política de las actuales asambleas: Antioquia: \ \
diputados liberales y 22 conservadores; Atlántico: 12 y 3! Bolívar: 12 y 6; Boyacá: 17
y 15; Cauca: 8 y 7; Caldas: 8 y 9; Cundinamarca'- 18 y 16; Huila: 7 y 8; Magdalena:
8 y 7; Nariño: 6 y 9; Santander: 16 y 2; Santander del Norte : 10 y 5; Tolima : 11 y 4;
Valle: 19 y 58. Ante esta situación las elecciones se anunciaban dramáticas.
En las memorias de Francisco José Ocampo, uno de los conservadores eminentes de
Caldas de ese momento, leemos:
Entonces los miembros del directorio viajamos a Bogotá nuevamente para asistir a la Convención
Nacional Conservadora que se reunió el seis de abril de 1935 y allá los caldenses propusimos la
abstención electoral, que la Convención discutió en memorables sesiones. En ellas, Fernando
Londoño, pronunció un documentado y emotivo discurso en que pedía al cuerpo soberano del
partido decretar la abstención electoral, confirmando el rechazo a la colaboración en el gobierno.
Londoño aseguró que como estaban las cosas y dada la agresividad liberal, las elecciones le iban
a costar al partido por lo menos seiscientos muertos, de los cuales los caldenses íbamos a poner
más de ciento8.
Justamente, los conservadores habían dialogado con el presidente López sobre la
situación en Caldas, y este había delegado a su ministro de gobierno, Alberto Lleras
Camargo, para que se desplazara a Manizales con el fin de enterase de la situación,
pero nada se logró. Fue entonces cuando se produjo la emblemática Convención
Conservadora.
Del 5 al 9 de abril de 1935 se llevó a cabo en Bogotá la Convención Nacional de
Directorios conservadores 10 . El leopardo Augusto Ramírez Moreno fue comisionado
para saludar en nombre de las directivas del partido a los delegados. El evento se
instaló a las cuatro de la tarde en la Casa Conservadora. Una embajada fue
comisionada para acompañar a Laureano Gómez desde su casa en Fontibón hasta la
Convención. El esperado general Berrío no llegó y las sesiones se llevaron a cabo a
puerta cerrada. Luis Ignacio Andrade, secretario general del partido, entregaba
diariamente un boletín de prensa a los periodistas. Tal cual se rumoraba, el 9 de
abril El Colombiano abrió su edición con un titular que rezaba: "La Convención
Conservadora acogió por unanimidad la tesis de la abstención total". Se cerraban así
las deliberaciones no sin antes reiterar adhesión a los jefes supremos del partido,
Laureano Gómez y Pedro J. Berrío. Ramírez Moreno quedó comisionado para redactar
el manifiesto que acompañaría al decreto de la abstención, que a la letra decía :
La convención de directorios c o n s e r v a d o r e s , oídas las exposiciones de los d e l e g a d o s
departamentales, intendenciales y comisariales, de las cuales se deduce, de modo evidente,
que el partido carece de garantías para el ejercicio del sufragio en las próximas elecciones!
que para privar a numerosos copartidarios de sus derechos políticos, los funcionarios liberales
les niegan la cédula electoral, cercenando así sus derechos civiles: que la concurrencia del
partido conservador a las u r n a s en las circunstancias a p u n t a d a s , además de colocarlo en
situación que no corresponde a su fuerza numérica, daría s e g u r a m e n t e ocasión a nuevos
atropellos y cruentas escenas, con mayor daño para el buen nombre de la república: y que
nada indica que en el corto lapso que falta p a r a las elecciones, tal estado de cosas pueda
modificarse favorablemente, resuelve: conceptuar que los jefes supremos del partido y el
*Véase ibid.. abril 11 de 1935, p. 3.
77
Ocampo, Francisco José. Memorias inconclusas de un amnésico. Bogotá. Editorial Cosmos, 1979. pp. 158-159
171
El Directorio Nacional Conservador estaba integrado por Hernando de la Vega. Mariano Ospina Pérez. Augusto Ramírez Moreno,
Hernando Uribe Cualla. Julio Holguín y Luis Ignacio Andrade. secretario general del partido.
El porvenir del pasado 157
directorio nacional conservador, salvo mejor dictamen suyo, que el partido acatará, deben
decretar la abstención de los conservadores en los comicios próximos 11 .
Al parecer, la decisión no fue fácil. Una delegación viajó en avión a deliberar con
Berrío, el patriarca antioqueño, y sólo entonces se produjo el acuerdo. Silvio Villegas,
que no había estado presente en la Convención, escribió: "Cualquiera que haya sido
nuestro concepto sobre el tema, en torno al cual tenemos nuestras razonadas reservas,
aquí estamos para acatar la determinación adoptada" 12 . El artículo, publicado en El
Colombiano, que llevaba por título "La desobediencia civil", mostraba que la decisión
había sido, a todas luces, difícil y sorprendente. No había otro camino, entonces, que
legitimar la medida. Villegas le apostaba a un debilitamiento del liberalismo al
desaparecer de la competencia política el opositor. Confiaba en que la anarquía y la
lucha entre aliados carcomieran al partido de gobierno, y argumentaba que la lucha
entre radicales e independientes había sido la fuerza que condujo a Núñez al poder13.
El espectro del Mahatma Gandhi rondaba: "Y hablamos de resistencia pasiva porque
consideramos que es la menos grave para el país, y la única posible", anotaba Villegas.
El leopardo consideraba la guerra civil moral y doctrinalmente justificada, pero temía
que el Perú pescase en río revuelto. Además, la experiencia histórica estaba presente:
el Estado moderno había evolucionado a tal punto que estaba en capacidad no sólo de
debelar en poco tiempo cualquier pronunciamiento, sino también de defenderse. Así,
Villegas estará, esta vez, de acuerdo con su jefe supremo, el doctor Laureano Gómez.
De inmediato, cuando apenas terminaba la Convención, el 11 de abril el Centro de
Acción Conservadora (CAC), órgano de la juventud derechista, recientemente creado,
deliberó ampliamente y se impuso organizar el partido durante la abstención total.
El País había dado la noticia en los siguientes términos: "Bajo la tutela de los jefes
supremos de nuestra causa, se constituyó ayer tarde el organismo de juventud
derechista que ha de encauzar las actividades de la nueva generación conservadora
en frente de la república liberal y de las izquierdas socializantes" 14 . Daba a entender
el periodista que los jefes supremos concillaban con la iniciativa. Más adelante se
avanza en la legitimación del grupo.
El CAC inicia su vida frente al signo de la violencia anárquica que prepara la quiebra de
nuestras instituciones y la ruina de la unidad nacional. Su posición en el estadio de nuestra
política queda pues definida por la presencia de factores disolventes que desde el día en que
ascendió al poder el partido liberal conspiran contra la estabilidad social y preparan para
Colombia el madero de tormento en que ha sido sacrificado el pueblo católico de México 1 '.
Su mesa directiva estaba integrada por Manuel Mosquera Garcés, presidente;
Gerardo Valencia, vicepresidente; y Francisco Fandiño Silva, secretario 16 . En esta
ocasión, Ramírez Moreno pronunció un elogiado discurso. El leopardismo estaba en
la cima de la popularidad 1 ', y los nexos y las redes nacionales de la juventud
derechista se estrechaban.
El conservatismo todo respaldó la directriz de la Convención. La Patria, declarando
oficialmente que era deber suyo "hacer invivible el ambiente de la República Liberal",
consideró pertinente recomendar cómo debía desarrollarse la medida:
77
Véase El Espectador, abril 9 de 1 935. p. 8. Entre los delegados que firmaron el documento estaban 7 Manuel Mosquera Garcés. Abel
Carbonell. Fernando Londoño Londoño. Francisco José Ocampo. Amadeo Rodríguez. Guillermo León Valencia, José Elias del
Hierro. Eudoro Galarza Ossa. J u a n Cristóbal Martínez. José Joaquín Moriega y otros,
- El Colombiano, abril 12 de 1935. p. 5.
Ibid.
7
El País, abril 1 2 de 1935. p. 5.
77
Ibid.
'" Ibid.. abril M de 1935, pp. 1 y 5.
77
El Colombiano, abril 12 de 1935, p, 1. Estaba en circulación la novela Los Leopardos, de Augusto Ramírez Moreno, la cual gozaba de
critica favorable. En octubre de 1 935. El i seo Arango ejercía como rector de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional 7 Silvio
Villegas era de nuevo director de La Patria.
158 El porvenir del pasado
Pero la abstención debe ser una abstención activa, beligerante, aunque parezcan contradictorios
tales términos. Si el partido renuncia a sus derechos, también debe renunciar a sus deberes. Es
decir, la abstención conduce lógicamente a la desobediencia civil, a la huelga de impuestos y
contribuciones, a la absoluta falta de respeto a las autoridades. Esto puede entrañar por parte
de los jefes la heroica voluntad de ir a la cárcel, si es preciso, como lo ha hecho repetidas veces
Gandhi en la India. Nuestro deber es hacer prácticamente invivible el ambiente en una república
donde apenas si alcanzamos el título de parias 18 .
El espectro del fenómeno de Gandhi en la India recibe un uso político, una emulación
curiosa porque se trataba de condiciones en extremo distintas. Pero ahí estaba el
fenómeno para irradiar influencia. Laureano Gómez había escrito ya en 1933 un
interesante ensayo sobre Gandhi muy aproximado a lo que realmente estaba
sucediendo en la India, pero de esa escritura y de sus reflexiones surgió la inspiración,
la propuesta del conservatismo para su estrategia de abstención en Colombia19. La
prensa de todos los matices, es bueno advertirlo, informaba permanentemente sobre
las vicisitudes de Gandhi, así que el colombiano lector estaba informado al respecto.
Pero era un remedo la imitación de Gandhi; pudo ser apenas una inspiración que el
mismo proceso histórico que vivía el país con sus protagonistas y sus intenciones se
encargó de desvirtuar y de hacer que la abstención total tomara rumbos distintos a
los de la India. Los inspirados en el apóstol indio no advirtieron la naturaleza de su
convocatoria que era incluyente y totalizadora. El Satyagraha de Gandhi era una
estrategia para liberar al país no de una dominación virtual, hipotética y amenazante,
sino de una dominación colonial real. Colombia no era la India.
Así, el Partido Conservador no participó en las elecciones legislativas de mayo de
1935. He aquí un documento importante para comprender ese momento:
Conservadores: por decreto de los jefes supremos y del directorio nacional, obrando en acuerdo
con el concepto u n á n i m e de la Convención de directorios d e p a r t a m e n t a l e s , el p a r t i d o
conservador no concurre a las urnas en las votaciones de mayo. Un inmenso plebiscito nacional
favorece esta t r a s c e n d e n t a l determinación [plebiscito que publicará El P a í s en entregas
sucesivas]. En tal v i r t u d n i n g ú n conservador, podrá sufragar por candidato alguno, ni
conservador, ni liberal, ni apenino. El directorio nacional está informado de que "la Apen"
adelanta gestiones para conseguir que los electores del conservatismo favorezcan las listas que
se dice lanzaré esa organización para diputados y representantes. / La secretaría general del
partido conservador, obedeciendo órdenes de los jefes supremos y del directorio nacional del
mismo, reprueba todo intento conservador en el sentido de violar la orden abstencionista, la
cual, para que produzca los benéficos resultados que ella comporta, se requiere que se cumpla
con arreglo a la más severa disciplina. El partido conservador no sufragará, así lo dispusieron
Laureano Gómez, Pedro J. Berrío, nuestros jefes supremos, el directorio nacional y la convención
de directorios departamentales. Incurren en grave responsabilidad, en el sentido de deslealtad
política, quienes de palabra o de obra contraríen esta determinación cuyo alcance político y
consecuencias históricas pesaron y midieron detenidamente quienes la decretaron. / Conviene,
además, advertir que los conservadores que hagan parte de las corporaciones electorales y
quienes en lo sucesivo reciban el encargo de representar al partido en ellas, deben concurrir y
ejercer las funciones correspondientes con redoblado celo y vigilancia. / Entiéndase, igualmente,
que la abstención electoral no es determinación pasiva de vencimiento sino instrumento de
lucha y forma de protesta contra las arbitrariedades del régimen liberal y contra el escandaloso
fraude que ha presidido la presente campaña electoral. / Los periódicos conservadores de la
República se servirán reproducir en lugar preferente el presente boletín. / Bogotá 20 de abril
de 1935. Luis Ignacio Andrade, Secretario General del partido conservador. 20
177
,y
771
Citado por El Colombiano, abril 11 de 1935. p. 3,
Gómez, Laureano. "Gandhi"". en Revista colombiana. Bogotá. No. 12. septiembre 15 de 1933. pp, 353-36 1.
El País, abril 21 de 1935, p. I.
El porvenir del pasado 159
La génesis de la Acción Nacional Derechista (AND).
Mientras Álzate organizaba y movilizaba las masas conservadoras antioqueñas en
la resistencia electoral a la República Liberal, bajo las banderas del nuevo nacionalismo
de derecha que ambicionaba remozar y modernizar el ideario conservador, sus pares
en Bogotá apresuraban la creación de una nueva agrupación que intentará también
incidir en la ideología del partido. En abril de 1935 se constituían en organización
política los jóvenes derechistas de Bogotá y en mayo del mismo año igual proceso
empezaba en Antioquia con el grupo Jerarquía.
Pero, en medio de la celeridad con que avanzaba el proceso histórico del país, la
constitución de un grupo autónomo de las derechas no sólo era lenta sino dramática
y accidentada. Querían los derechistas trabajar en y para el Partido Conservador.
Unos días avanzaban en ese propósito y otros retrocedían. Volvían a empezar, e,
igual, se encontraban con una pared de obstáculos construida por sus adversarios
del propio partido y por la presión en su contra que el liberalismo ejercía desde su
abundante y concurrente prensa.
Como lo demostramos al final del capítulo sexto, en el Directorio Nacional Conservador
Universitario (DNCU) se repetían y se reflejaban las mismas divisiones y tendencias
del conservatismo. Hacia 1933, los nacionalistas estaban representados, entre los
más protagónicos, por Carlos Vesga Duarte y Daniel Valois Arce, que demandaban la
apropiación directa del fascismo como inspiración y método de lucha, y además
proponían la creación de un nuevo partido. Valois había dedicado justamente su tesis
de grado en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional al tema del fascismo.
Sus contradictores, en cambio, se aferraban a las encíclicas papales y al programa
conservador de 1931 y se expresaban en la voz de Rafael Azula Barrera y Manuel
Mosquera Garcés. La Convención juvenil, que se había desarrollado en 1933, terminó
dividida en dos bandos. El sector tradicionalista que logró el liderazgo de la reunión
expidió una declaración de principios en la que promulgaba al catolicismo como la
doctrina que se debía seguir, incluso como alternativa al fascismo. Es decir, lo
descartaba de plano. Sólo coincidía con los jóvenes antioqueños en la beligerancia
que debía caracterizar al partido:
El partido conservador no puede permanecer en una resistencia pasiva ante los problemas
sociales que agitan con inusitada inquietud el alma colectiva en todos los países del orbe.
Cruzados de una doctrina espiritualista que en las urgencias públicas debe ser "cordial y no
tósigo, antorcha y no tea" para aplicar una frase lapidaria de Núñez, nuestra misión adquiere
proporciones heroicas toda vez que tiende a provocar en estas desoladas regiones, que tanto
eco prestan a locuras ultramarinas, un nuevo renacimiento cristiano sobre las ruinas de la
civilización que agoniza 21 .
Sin embargo, la aceleración del proceso de reformas que impulsaba el nuevo gobierno
mejoró las condiciones para que las derechas volvieran a coincidir.
Casi inmediatamente después de su posesión, el gobierno de López Pumarejo puso
sobre las curules de los congresistas el paquete de proyectos gracias a los cuales se
transformaría en el país el régimen de propiedad y se introduciría el intervencionismo
de Estado. Los jóvenes de la derecha comenzaron a crear grupos de resistencia.
77
Ibid., junio 21 de 1934, p. 3,
160 El porvenir del pasado
Algunos de ellos, como Juventud Derechista de Bogotá, establecieron contactos con
el conservatismo antioqueño primero y luego con sus juventudes nacionalistas para
unir criterios de lucha contra las anunciadas reformas de López. De ese grupo hicieron
parte Carlos Ariel Gutiérrez, Francisco Fandiño Silva, Gerardo Valencia, Eduardo
Carranza, Carlos Vesga Duarte, Ernesto Martínez Capella, Rafael Azula Barrera y
Manuel Mosquera Garcés. Más adelante, como lo dijimos arriba, cuando la Convención
Conservadora de abril de 1935 decretó la abstención total, los jóvenes de la derecha
conservadora hicieron su aparición con el nombre de Centro de Acción Conservadora
(CAC) y emitieron un trascendental comunicado dirigido "A la República":
Hemos resuelto constituirnos en centro de acción doctrinaria y política [...] Constituimos, los
jóvenes conservadores la v a n g u a r d i a de las derechas colombianas, moral, económica y
políticamente amenazadas por la revolución. Somos católicos, conservadores, nacionalistas y
reaccionarios. Católicos porque creemos, y porque dentro de un clima ético del catolicismo
hemos nacido a la cultura y al mundo, cuando los nuestros, no hace mucho tiempo, habían
modelado un país que no se sonrojaba de mirar hacia Roma, universal madre de los pueblos.
Conservadores, porque fueron los de este nombre quienes supieron imponer al respeto de
los extraviados el hecho católico colombiano, hoy inexpugnable, y porque fueron también ellos
los mantenedores del ideal bolivariano, realista y autoritario, que trajo orden y progreso a
nuestra humanidad criolla, urgida de frenos antes que de motores históricos. Nacionalistas,
porque defendemos lo que las minorías antecesoras modificaron para bien del pueblo en un
siglo de tanteos dramáticos mirando hacia nosotros mismos antes que al horizonte extranjero,
y porque sabemos que en la trayectoria sociológica indoamericana nos corresponde un lugar
directivo y primordial que no podremos cumplir sin antes haber delineado la contextura altanera
de Colombia. Reaccionarios, porque utilizamos toda nuestra fuerza para corresponder a la
violencia de la revolución, en un regreso al fanatismo necesario para las grandes empresas del
tiempo. Somos h e r e d e r o s de A n g o s t u r a s . Los nietos del 86. Los enemigos de Marx, el
contrafuerte de la avalancha revolucionaria, la reacción hacia el poder. He aquí nuestro lema.
Con él llamamos a la tropa de las reservas vivas de la nación en peligro 22 .
En el documento, que estaba firmado por Mosquera Garcés, presidente; Gerardo Valencia, vicepresidente, y Fandiño Silva, secretario, los derechistas se propusieron como
objetivo central la organización del partido durante la decretada abstención total.
La Acción Nacional Derechista (AND).
Las presiones de la nueva situación, en que el conservatismo se marginaba de la
participación electoral, llevaron al CAC a convertirse en una organización más sólida
y definida: Acción Nacional Derechista (AND). Con ese nombre empezó a aparecer
desde el 20 de abril de 1935 en las páginas de El País, periódico que brindó su apoyó
a la nueva iniciativa de la juventud derechista del centro de Colombia 2 '. La AND
nombró nueva directiva, en la que alternaban cargos y responsabilidades Manuel
Mosquera, Gerardo Valencia, Gabriel Carreño, Azula Barrera, Martínez Capella,
Eduardo Carranza. No se trataba de un movimiento político independiente del
conservatismo, al contrario, se organizaba para dinamizarlo. Era una necesidad del
mismo partido o, mejor, ambas partes se necesitaban. La AND utilizó por ello toda la
infraestructura que el partido tenía en Bogotá y en la región. Sin embargo, las
tensiones entre el tradicionalismo conservador y la nueva propuesta nacionalista
afloraron en todo momento. La gran prensa liberal también ejerció fuerte presión
-- Ibid. abril 17 de 193-5. pp. 1 y 5. Negrillas del autor de este trabajo.
1
En este periódico los derechistas contaron con una sección denominada "El Tablero de las Derechas", amén de contar con la difusión
de sus actividades a través de entrevistas y publicación de artículos.
El porvenir del pasado 161
para descalificar la actividad de la AND, lo que se reflejaba en el interior del
conservatismo. Presentar a la AND como un partido nuevo, distinto al conservatismo,
fue una estrategia de los adversarios internos y externos que melló en la marcha y
propósitos de la nueva agrupación, a tal punto que el 6 de junio de 1935 la AND se vio
obligada a emitir una resolución en la que declaraba que en ningún instante el
movimiento había tenido "el propósito de insurgencia contra las supremas directivas
conservadoras, y menos aún contra las doctrinas que ha sustentado el Partido
Conservador Colombiano a través de su historia" 24 . En tal sentido, el punto tercero
de la resolución declaraba disuelta la AND y reiteraba la fe en la doctrina que había
"animado nuestras actividades políticas"26. En adelante la plana mayor de AND siguió
su trabajo ideológico desde el interior del Partido Conservador, que de buen agrado le
comunicó al país que la AND había puesto sus estatutos a órdenes del Directorio
Nacional "para que los revise y modifique, y ha expresado su voluntad de obedecer a
la disciplina conservadora" 26 .
Como lo decían en el documento de su disolución, los derechistas siguieron poniéndole
fe a l a doctrina que había "animado" sus actividades políticas, y, como el Directorio
Nacional había ordenando participar en las elecciones para concejos municipales,
los jóvenes continuaron su prédica en la plaza pública y montando casas conservadoras
por los barrios de Bogotá. Renunciaron a postularse para los concejos, no obstante su
trabajo entre las masas, cosa que el Directorio Nacional saludó. Al poco andar,
volvieron por las suyas y continuaron llamándose representantes de la derecha,
acción derechista, hasta que volvieron con su razón social Acción Nacional Derechista.
Les había parecido que el gandhismo que predicaba Gómez y su crítica a los
paradigmas del fascismo hecha en su reciente libro El cuadrilátero 2 7 iban a
contrapelo de la realidad en que se encontraba la masa conservadora justamente
después de las sangrientas elecciones de octubre pasado.
El 6 de noviembre salió a la luz pública Derechas, el periódico de la AND que fue
celebrado por la sensibilidad derechista de todo el país. Por supuesto, se trató de un
avance cualitativo de la AND. El semanario contó con la participación intelectual de
un amplio número de colaboradores dispersos anteriormente en los medios
conservadores. Que apareciera un periódico central del derechismo en Bogotá
anunciaba preponderancia de los nacionalistas bogotanos sobre los demás, en particular sobre los líderes antioqueños.
La ideología de la AND.
Eran los derechistas gente joven, incluso muy joven, con deseos de proyección social.
Todos, o casi todos, de clase media. Los había médicos e ingenieros, pero la mayoría
estudiaba derecho. Hacían dos profesiones a la vez, una de ellas era la política.
Mientras cursaban esta, se graduaban en la otra. Así fue la suerte de la generación
de Álzate, a diferencia de la de los Leopardos, que irrumpieron a la política justamente
después de sus graduaciones. Se trataba pues de un movimiento de universitarios
conservadores. Esto debe tenerse en cuenta a la hora de los análisis sobre su actividad
política, ideológica y cultural. La perspectiva de una República Liberal excluyente a
la m a n e r a de la experiencia de la larga República Conservadora ha debido
21
27
2,7
27
El País, jumo 7 de 1935. p. 1.
Ibid.
Ibid., p. 3.
Véase Gómez, Laureano, El cuadrilátero. Bogotá, Editorial Centro, 1935.
162 El porvenir del pasado
atormentarlos. De consolidarse en el poder el liberalismo pocas o ninguna oportunidad
tendrían, a no ser por la vía de la apostatación a su credo. El año 36 reuniría en una
misma lucha, que era a la vez ideológica, política, generacional e, incluso, de
reivindicación de la provincia, a las generaciones de Silvio y Ramírez Moreno con la
de Álzate, Mejía Mejía y Azula Barrera. Peleaban por posicionarse en el partido y en
la sociedad, y buscaban sus espacios a la manera como se hacía en Colombia desde
los tiempos de las guerras civiles: excluyendo al otro, al vencido. Tal cual lo estaba
haciendo el liberalismo. La política era la guerra, la continuación de la guerra. El
otro era el enemigo y había que destruirlo. En la década de los treinta, en que
intervienen los derechistas, el espíritu de la guerra está latente, hace parte de los
discursos, está subyacente. Es una guerra lo que se vive, las campañas electorales
son sus batallas; sobre las plazas públicas, sobre las calles, van quedando regados
los muertos. Es el producto de una cultura que divide a los colombianos en liberales
y conservadores. Ambos pretenden la destrucción, la exclusión, la eliminación del
otro. Ambas subculturas aspiran a un país donde no esté el otro. Justamente, el
protagonismo de los jóvenes derechistas se debe a un vacío de liderazgo carismático
en el envejecido y desvencijado conservatismo que pierde las elecciones en 1930. Los
jóvenes no reconocen a los viejos jefes de la colectividad que habían llevado el partido
a la derrota, y los viejos, a su vez, no tienen ya ni la fuerza ni la autoridad ni la
legitimidad para influir sobre ellos. Y quien hereda la autoridad, Laureano Gómez,
a sus cuarenta y ocho años, en 1936, no posee el talento para manejar el ímpetu de
la juventud del partido. No cree en ellos, no pondera, es implacable, no obstante las
muestras de adhesión que ios jóvenes le manifestaron en la visita que hiciera el jefe
del partido a Manizales en los actos conmemorativos de los cincuenta años de la
Constitución de 1886. Para ese entonces, Laureano ya es el monstruo, el hombre
tempestad. Aquilino, que era su equivalente en Manizales, no tenía los excesos de
Laureano, pero era también implacable con los jóvenes. Quienes les hacían guiños —
Berrío, Valencia y Carreño, por ejemplo— estaban cansados y demasiado viejos para
afrontar la lucha.
Como se habrá podido advertir, los jóvenes nacionalistas estaban por doquier,
desperdigados, en uno y otro periódico conservador, incluso en los que se
autoproclamaban tradicionalistas-democráticos, como La Voz de Caldas o El País.
Con Derechas en Bogotá y Clarín en Medellín, se lograrán medios autónomos.
Desde estos periódicos, con voz propia, los derechistas expresarán la ideología de
generaciones conservadoras en cruce. Para moderar su epocalismo o para transmitir
en un léxico nacionalizante su ideología de época, es decir, su asimilación del fascismo,
los nacionalistas buscarán en el pasado de su propio partido los componentes que
necesitaban para introducir lo nuevo. En una relectura de los paradigmas ideológicos
y culturales transmitirán la buena nueva : "Catolicismo, Nación, América, tradición"2*.
Simón Bolívar es uno de esos paradigmas. Es el mito perfecto. En su comunidad se
habla de Bolívar como si fuera un pariente. Los derechistas no pueden renunciar a
él. Es en él y a través de él como se van a expresar. Por eso se autoproclamaron la
generación bolivariana y ubicaron en ella a quienes habían irrumpido en la política
entre 1930 y 1935. Encontraban a Bolívar tan contemporáneo que propusieron
retroceder a su tiempo y aplicar sus fórmulas de gobierno en el presente como la
única salida a la crisis del país 29 . No era un paradigma que hubieran descubierto
apenas. Bolívar estaba muy bien posicionado en el conservatismo. Sin excepción,
2
" Derechas, enero 10 de 1936. p. 3.
-" Para los miembros de la Acción Nacional Derechista. "1 reloj biológico de la nación colombiana empezaba el 17 de diciembre de 18,30
con la muerte de Simón Bolívar, Así las cosas, para 1935, los derechistas se hallaban en el año 105 de la Era Republicana.
El porvenir del pasado 163
todos, viejos y nuevos, lo idolatraban. Aquilino Villegas, contradictor de las derechas,
por ejemplo, escribía: "Fue para mí un semidiós. Nunca pensé en el hombre. Pasaba
ante mis ojos deslumhrados en un torbellino de gloria, invencible y sobrehumano,
severo, erguido en la gloriosa mudez de los ídolos. Le admiré y le amé con ciego
fanatismo" 30 . A través de Bolívar van a presentar los derechistas su nuevo enfoque de
la política, de hacerla y concebirla. Bolívar era el héroe compartido. Iba quedando
atrás la cláusula programática de 1849, firmada por Mariano Ospina y José Eusebio
Caro, según la cual: "El conservador no tiene por guía a ningún hombre; eso es
esencial en su programa" 31 . Este mandamiento, que si bien es cierto ya había
desaparecido de los posteriores programas, se citaba como si tuviera plena vigencia.
De hecho, era una gran mentira, pero los tradicionalistas se empecinaban en repetirlo
cada vez que les convenía. El Partido Conservador tenía también su panteón de
héroes a los que sus ideólogos acudían en el momento que la argumentación lo exigiese.
Es un proceso dialéctico: culto a los muertos ilustres y distancia frente a los vivos
ilustres. Los tradicionalistas, no obstante el mandamiento conservador, se aferrarán
a Laureano, y los nacionalistas acudirán al mandamiento para evitar, mediar y
atenuar su empoderamiento. Ante un líder nacional, los nacionalistas preferirán
jefes regionales.
Compartido Bolívar por toda la comunidad conservadora, los nacionalistas destacarán
de él todo aquello que les permita una relación con el nuevo conservatismo europeo.
Si se reconocía en Bolívar a un caudillo, quería decir que el caudillismo era un
fenómeno positivo en la historia, y así Mussolini, Franco y Hitler estarán reivindicados.
Carlos Ariel Gutiérrez, ideólogo de la AND, anotaba a propósito:
El concepto de caudillaje se presta a un confusionismo peligroso. Combatiendo esta forma
moderna de la política o del gobierno muchos demagogos han hecho fortuna. En los medios
democráticos circula mucho. Pero lo cierto es que no podrá citarse ningún ejemplo de fuerza
política de alguna trayectoria histórica que carezca de un jefe, de un dominador, del Urvater
freudiano. El hombre que se mida con el destino, ese es el que necesitan estas repúblicas
caóticas y anarquizadas. Sobre su caballo llanero el Libertador le confió a veinte repúblicas una
alta misión que todas juntas no han podido llevar a cabo. Contra las teorías marxistas que
sostienen que la historia la hacen los factores económicos o las pasiones de la turbamulta,
nosotros seguimos creyendo en el Héroe, en el gran capitán, en el caudillo 32 .
Pero, ¿quién sería este caudillo entre los nacionalistas...?
La sensibilidad derechista fue diseñando un esquema ideológico en el cual junto a
Bolívar estaría Cristo simbolizado en la cruz. Signo que después, durante la segunda
República Conservadora y, particularmente, durante el régimen de las Fuerzas
Armadas (1953" 1957), será la identidad de esos gobiernos.
El grupo Jerarquía.
El viernes 31 de mayo de 1935, El Colombiano anunció en primera página que en
lo sucesivo la segunda sección de los sábados estaría a cargo del grupo Jerarquía, La
sección llevaría el mismo nombre. A su vez, el domingo anterior, día de elecciones
para Cámara, en las cuales no participó el Partido Conservador, había salido un
71
Villegas. Aquilino. Las letras y los hombres. Bogotá. Biblioteca de autores colombianos. Ministerio de Educación, 1952, p. 23,
Los programas del partido conservador.... p. 22.
'- Diario del Pacífico, noviembre 12 de 1936. p. 3.
77
164 El porvenir del pasado
artículo-manifiesto de José Mejía Mejía para presentar a la agrupación. La
trascendencia de tal documento nos obliga a su lectura completa:
Es un grupo homogéneo que habrá de actuar sin pestañeos, derramando su acción política en
las masas reaccionarias hastiadas de república liberal. El partido necesita conservar su derecha,
canalizar las fuerzas populares en un sentido de reacción, sin dudas ni cavilaciones mentales.
Las corrientes disociadoras marchan nocturnamente hacia la descomposición de todos los
valores que nosotros consideramos básicos en la edificación de un orden tradicionalista y
católico. El grupo Jerarquía aspira a cuajar en las masas del partido un sistema emocional
contrarrevolucionario, una confirmación anímica antiliberal y un pensamiento anticomunista.
Un pueblo godo y católico no puede seguir masticando heterodoxia deraohberal falsamente
trajeada con el plumaje de las libertades públicas. La democracia liberal ha querido embotar los
cánones católicos sobre la libertad humana y sobre las prerrogativas individuales. El liberalismo
no es otra cosa que una versión política del luteranismo concupiscente. Los orígenes de la
democracia liberal no hay que buscarlos en las girondas del ochenta y nueve sino en las costras
áridas de la Reforma. / "JERARQUÍA" es brigada de choque y patrulla de asalto. No podemos
enmohecemos en la contemplación ni oxidarnos en la molicie de los viejos hábitos políticos del
partido. En la palpitación espiritual de esta hora, ser godo y católico significa una llamada
h e r o i c a . El g r u p o " J E R A R Q U Í A " f u n d a r á u n a m a n e r a de p e n s a r y de a c t u a r
contrarrevolucionaria. Las derechas representan en el mundo de hoy la expresión reaccionaria
contra todas las formas socializantes e individualistas que siguen la línea programática GinebraMoscou [sic.]. Las derechas tienen su faro en Roma, única verdad y respuesta a la esterilidad
contemporánea. El catolicismo atalaya todos los horizontes espirituales de la época. Las derechas
restauran en el mundo moderno la concepción católica y religiosa de la vida, ley y jerarquía
o r d e n a d o r a s . Reacción y d e r e c h a s i n c r u s t a n en la aridez m a t e r i a l i s t a de la sociedad
contemporánea el precepto evangélico y la norma católica de la vivencia h u m a n a " .
En efecto, el sábado primero de junio salió el suplemento Jerarquía, bajo la
responsabilidad de Gilberto Álzate Avendaño, Túlio González, José Mejía Mejía y
J u a n Zuleta Ferrer. Dos fotografías: una de Laureano Gómez en el extremo superior
izquierdo, y otra en el derecho: la del general Pedro J. Berrío. Las dos fotografías
daban a entender que el grupo hacía parte del Partido Conservador y que no aspiraba
a una opción disidente.
J e r a r q u í a era una continuación de la Página Universitaria que Álzate había
dirigido en el mismo periódico en 1929. Y como en aquella oportunidad, en que dicha
Página contribuyó a las campañas electorales conservadoras de entonces, esta vez
Jerarquía animará y preparará ideológicamente a los conservadores antioqueños
para las elecciones municipales que se realizarán el 7 de octubre de 1935.
Los jerárquicos constituían la generación siguiente a la de los Leopardos —es decir la
de Álzate—, en la versión antioqueña 31 . Eran muy jóvenes y esto debe pesar en cualquier
análisis que se emprenda sobre sus actividades. Precoces y universitarios osados con
ganas de figuración, encuentran desde las elecciones de 1933 un amplio espacio en
El Colombiano para promoverse como escritores columnistas y como candidatos
suplentes a la Cámara de Representantes. Conseguir la configuración de una sección
en el principal periódico de la región era su consagración.
En las tres primeras ediciones de Jerarquía se reprodujo el artículo "El caos de las
nuevas gentes. Ascensión y caída de la inteligencia: el héroe. Memorándum para
más conferencias en el Instituto Universitario de Manizales". que Álzate había ya
'" E! Colombiano, mayo 26 de 1935, p. 3.
1
Kl término jerárquico no era utilizado por estas personas para referirse a ellos mismos. Pertenece al autor
El porvenir del pasado 165
publicado en Crónica Literaria el año anterior 1 '. Desde entonces no volvió a aparecer
ningún escrito suyo. A diferencia de la experiencia de 1929 en Página Universitaria,
esta vez, en Jerarquía, la presencia física de Álzate no se expresó en colaboraciones
escritas, aunque los contenidos de los textos publicados en el suplemento estaban en
relación estrecha con su manera de pensar. Georges Goyau, uno de sus autores de
cabecera, pasó varias veces por sus ediciones. No estaba Álzate tan apegado al universo
eclesiástico colombiano como sus compañeros de equipo, pero sí compartía la
implementación en el país de los contenidos de la Doctrina Social de la Iglesia en la
resolución del problema social.
El grupo Jerarquía estaba interesado en ahondar la relación del Partido Conservador
con la Iglesia, de tal manera que las dos instituciones se confundieran en un solo haz
como había sido tradicionalmente y como debía ser en ese momento, con mayor
razón. Era la continuación de la prédica de los Leopardos en la década anterior y de
ellos emularon influencias. Como en el caso de los Leopardos, los jerárquicos cazaron
peleas con sus propios copartidarios, sólo que a Álzate no le correspondió afrontarlas,
lo que le permitió mayor juego político.
El primer número de Jerarquía traía artículos profundamente doctrinarios y un
recuadro de 'Posiciones y Proposiciones' en la misma dirección. Se trataba de una
bitácora ideológica condensada en diez mandamientos programáticos, que se
convertirán más adelante en la plataforma de Haz Godo, el más importante grupo de
derecha del departamento de Antioquia. Veamos:
1. Las derechas son para nosotros una concepción totalitaria del mundo, con vertientes en la
política, en el pensamiento y en el arte: 2. Confesamos a Cristo. Su iglesia no sólo nos da una
esperanza escatológica y una certeza de raíces, entre la angustia y el vaivén del tiempo presente,
sino que las implicaciones sociales de su doctrina sirven para resolver el litigio secular entre
capital y trabajo. Familia cristiana. Escuela confesional porque toda vida interior activa se apoya
en un dogma: 3. Concibiendo al hombre como una dualidad de arcilla y soplo, con exigencias
prácticas y vocación hacia lo divino, estamos contra el materialismo histórico, que funda el
proceso humano en el t r á m i t e de la economía y niega el influjo de móviles no utilitarios,
imponderables; 4. Antiliberales. Como sistema filosófico, político y económico, el liberalismo es la
anarquía: 5. Mientras el deslinde y amojonamiento de las clases económicas por el avance
industrial del país propicia el régimen corporativo, preconizamos una política agraria hacia la
proliferación de pequeños propietarios y una sistematización de las leyes nombradas obreras,
dándoles coherencia y madurez; 6. En cuanto a la estructura del Estado, nuestro grupo propone
un regreso al bolivarianismo en que tuvo raíz el partido. Gobiernos fuertes, responsables y
honestos. Democracia directa contra los corrales vocingleros del capitolio: 7. Colombianidad,
Nacionalismo económico. Defensa de la soberanía territorial. Culto de los héroes que suscite el
amor de la hazaña y fortalezca la conciencia del vínculo histórico. Restauración de los prospectos
internacionales del Libertador; 8. Nuestro objetivo es restaurar en el partido la voluntad de
dominio, que es el pathos de la política, a fin de que no se suma en mansuetud [sic] y se convierta
en un pardo montón de empleados cesantes; 9. La política es un servicio, un deber sin gozo. En
este país, donde se vive de la nación y no para ella, queremos un tipo del político que sienta su
vocación apostólicamente, como vivencia tremenda: 10. Continuidad. Pasión, disciplina116.
Los artículos que se publicaban en Jerarquía iban en la dirección de explicar, enfatízar
y profundizar los principios doctrinarios que debían caracterizar al conservatismo
en la nueva etapa que vivía. Afirmaba Juan Zuleta Ferrer:
77
77
La Crónica Literaria, mayo 12 de 1934. pp. 1-4.
El Colombiano, junio 1" de 1935. p. i. El recuadro de "Posiciones y Proposiciones"' alcanzó a salir en la mayor parte de las ediciones
de Jerarquía.
166 El porvenir del pasado
Pretendemos dar a las palabras, a los términos, un sentido renovado, profundo, más ontológico.
El antiguo simbolismo de la historia se hunde y la h u m a n i d a d necesita de un simbolismo
nuevo, que sepa expresar lo que pasa en los fondos de la conciencia. Necesitamos fórmulas
más audaces, más crueles, p a r a enfrentarnos al liberalismo que se descompone con sus
prejuicios individualistas, su imperialismo económico, la concupiscencia desenfrenada de su
vida pública, su ateísmo, su lucha brutal de clases y su soberano desdén por el alma 37 .
J e r a r q u í a les daba contenidos y explicaciones a los que podían considerarse
componentes distintivos pero negativos de la derecha 38 . Se autodenominaban
reaccionarios, y al respecto, así anotaba Zuleta Ferrer:
Con este vocablo queremos significar la voluntad de retroceder a buscar fuentes emocionales
en un pasado remoto en el espíritu que vitalizó nuestra democracia cuando estaban todavía
frescos los primeros laureles que cosechó la libertad, cuando una tensión de fuerzas humanas
fortalecía la débil estructura de la república naciente. Las generaciones que nos precedieron
nada han hecho para salvaguardar las antiguas y eternas realidades que plasmó el espíritu de
Bolívar sobre la dura cerviz de un continente subyugado 39 .
Una y otra vez apelaron a la religión católica porque consideraban que estaba allí la
solución a los problemas sociales:
Somos católicos sin reticencia. Defendemos la propiedad privada dentro de la órbita de su
función social. Sostenemos la tesis católica de la asociación obrera para la defensa de los
intereses profesionales y la implantación del contrato colectivo del salario mínimo vital.
Pensamos que el intervencionismo de estado debe existir no para anular la vida individual sino
para limitarla en los términos que el bien común exige10.
Y, a diferencia de los Leopardos, el grupo Jerarquía no estará ahora tan embebido en
los paradigmas de la derecha francesa. Las organizaciones juveniles de derecha que
intervenían en España: la Falange, los requetés carlistas, los mendigozxales y las J.
A. P. son ilustradas con profusión. De esta intrépida experiencia copiaron los estilos:
Queremos infundir a toda costa en nuestras masas voluntad de dominio, coraje, ímpetu, fe.
Solo la fe tiene virtud suficiente para movilizar las muchedumbres. Necesitamos crear una
mística para desalojar al liberalismo de la cultura, de la política, del espíritu. Hay que encontrar
una nueva estrategia, una fórmula activa que abra el camino de la lucha a una avalancha de
hombres jóvenes, llenos de entusiasmo y ávidos de preponderancia en la vida 41 .
Era el pensamiento fascista mediterráneo el que les seducía! de manera paralela con
el nacionalismo español, se van constituyendo como una organización de ese estilo.
Por eso no es casual su definición de la Falange: "La integran mozalbetes impávidos
que entreveran el curso universitario con los mítines de la plaza. Son un naciente
fascismo hispano, todavía en periodo caótico, bajo el comando de J. A. Primo de
Rivera" 42 . Se trataba, en realidad, de un discurso más alinderado con el fascismo
italiano, más definido. Barres y Maurras se diluyen, apenas son perceptibles. El
barresiano por excelencia del grupo, Álzate, está metido de cuerpo entero en la campaña
electoral para renovar concejo municipal, más aún cuando el partido había dado vía
libre a la participación en las elecciones.
Derechas no es un calificativo afortunado. Menos para los tiempos que corrían. Pero
sus gestores y dinamizadores en Colombia encontraron fundamentos para presentar
777
Ibid.
Los componentes que distinguen a la derecha fueron magistralmente expuestos por Emile Michel Cloran en Ensayo sobre el pensamiento
reaccionario (Bogotá, Tercer Mundo Editores, 1985) a propósito del pensamiento de Joseph de Maistre,
•' Ibid.
777
Ibid.
17
Ibid.
777
El Colombiano, junio 15 de 1935. p. 1.
:w
El porvenir del pasado 167
la derecha en positivo. Para Jerarquía, la derecha jugaba un papel espiritual y de
síntesis: "Frente a la invasión amarilla del este y contra la marea nórdica que se
derrama por el mundo, las derechas políticas trazan en esta hora la trayectoria
opuesta", opinaba José Mejía Mejía, el ideólogo más productivo del grupo, considerado
abiertamente fascista en una investigación de nuestros tiempos 43 . En cambio, decía
que "las izquierdas trituran el orden, subvierten las bases religiosas del ser, fatigan
la verdad y frustran las dimensiones éticas de la vida"". Y no era cualquier derecha:
J e r a r q u í a acude directamente a Roma, esquiva prudentemente a Mussolini, pero
sus contemporáneos saben que hacia allá apunta su lanza ;
Las derechas en el mundo son hoy día reacción y contrarrevolución. Gestas de catolicidad y no
desfiles de gestos. Dogma y autoridad y no libre examen, democracia liberal o dictadura del
proletariado. Las derechas son confesionalmente romanas, doctrinalmente católicas. Roma
contra Moscú. Orden y jerarquía frente a dispersión y atomismo. Dogmática católica en materia
social y económica. Tratado de paz entre el capital y el trabajo mediante las cartas pontificias.
Propietarización [sic] de las clases trabajadoras y equilibrios de grupos económicos delante de
la lucha clasista. Bases moral y religiosa de la economía y no materialismo económico13.
Era la continuación de una lectura en negativo de la Revolución Francesa, que venía
del siglo XIX y a la que Mejía agregó el ingrediente de la Revolución Rusa de 1917.
La primera había traído el individualismo, la segunda el colectivismo y por eso
había que luchar contra ellas. Esto explicaba por qué su hostilidad hacia el liberalismo,
el socialismo y el comunismo colombianos. Anotaba Mejía Mejía al respecto
Se ha establecido que liberalismo, individualismo, filosofía racionalista, son fruto del espíritu
de la revolución francesa, de la autoafirmación humanista, que empieza a pasar a la historia y
h a b r á n de perder su significado original. El individualismo creyó encadenar al hombro a sí
mismo, bajo imágenes que lo separaban de los demás hombres y del conjunto del mundo. Pero
esas cadenas caerán y esas imágenes habrán de borrarse. El colectivismo, su antítesis, afírmase
en la desjerarquización [sic] social, en la atomización del individuo y on la coerción de la secta.
Solo el dogma de Roma puede restablecer el equilibrio mediante el sacerdocio de su verdad.
Roma es síntesis en la contradanza liberal-colectivista411.
A medida que avanzaba el tiempo iba quedando clara la naturaleza del grupo. Junto
a la presencia reiterativa de los artículos de José Mejía Mejía irrumpen los temas
religioso-eclesiásticos escritos directamente por representantes del clero, en particular de sacerdotes jesuítas. Empieza a presentarse una intertextualidad coherente
entre los textos que produce el clero, interpelados de inmediato por el ideólogo de
Jerarquía. Ala altura del 15 de junio Mejía Mejía puede escribir: "Ni democracia
liberal ni colectivismo económico: catolicismo total es la síntesis conservadora de
nuestro siglo"47. Al lado de esta declaración empiezan a aparecer artículos de Georges
Goyau: "Catolicismo social y socialismo", por ejemplo, donde el autor explica paso a
paso el problema obrero y las soluciones que propone la Iglesia a partir de la encíclica
Rerum Novarum. Goyau hace una radiografía de las conclusiones a las que había
llegado en ella León XIII y encuentra que reposan en los textos sagrados y en la
evolución misma de los intérpretes de la Iglesia4".
En la edición del 6 de julio de 1935 hay un artículo de Monseñor J u a n Manuel
González Arbeláez sobre la Doctrina Social de la Iglesia. Es interesante el contenido
77
Galindo A.. Campo Elias y Muñoz P., Isabel. "El Partido Conservador en Antioquia 1935", en Revista Universidad Nacional de
Extensión Cultural. Medellín, No. 22. diciembre de 1986. pp. 55-65.
Ibid.
77
Ibid.
'" Ibid.
' El Colombiano, junio 15 de 1935. Sección II, p. 1
'* Ibid.. julio 13 de 1935, Sección II. p. 1.
77
168 El porvenir del pasado
del texto, por cuanto desde la Iglesia colombiana se adopta y se explica el
corporativismo como salida a los problemas nacionales:
Pió IX propugna la organización de la sociedad sobre la base de corporaciones profesionales
que busquen la armonía social necesaria. Las personas de una misma profesión están ligadas
por una similitud de fines que faciliten mejor su comprensión espiritual. La unión de los
diversos gremios constituye la corporación que concilia el interés no ya de un solo gremio sino
el de todos19.
Concluía el sacerdote que "el único socialismo posible es el corporativismo, lo demás
es subversión del orden y anarquía social"50. José Mejía Mejía aprovecha el sentido
del artículo de González Arbeláez para acotar: "El manifiesto comunista fue un
himno de Guerra, en tanto que la Rerum Novarum o la Quadragesimo Anno son
para el mundo su mejor carta constitucional" 51 .
Y así sucesivamente, Jerarquía va incorporando al clero en el suplemento. En la
edición del 20 de julio, abre con el artículo "Algo sobre Corporativismo", del sacerdote
jesuíta José M. Uribe. El interés del grupo aquí es mostrar que la Iglesia Católica no
sólo está interesada en resolver los problemas sociales, sino que además cuenta con
teorías para ello. Así mismo, se hace eco en Jerarquía del libro del padre Félix Henao
Botero La cuestión social, que aprovecha Mejía Mejía para decir lo suyo: "La mirada
de nuestro tiempo está sobre Roma que es la respuesta postrera a las fatigas desordenadas
de un siglo [...] La cuestión social es un ensayo pertrechado, un ancho examen que
despeja doctrinas, matices y laderas filosóficas fijando sin mudeces la concepción romanocatólica del mundo"52. Jerarquía privilegió el catolicismo como salida y como síntesis.
Se reproduce y se comenta la proposición de la Convención Conservadora de 1932 en
Antioquia, donde se adoptó oficialmente la doctrina social católica como parte constitutiva
de los programas conservadores. Las argumentaciones estarán sustentadas en adelante
en Georges Goyau: "La justicia social no ha de ser una espontánea secuela del acontecer,
sino producto de las ásperas voluntades humanas. No se la encuentra y recoge, hay que
buscarla y conquistarla" 53 .
Todo el proceso en que está involucrado el grupo Jerarquía, se encuentra motivado
por el ambiente de reforma que vive el país. Es resultado de la presión que sentía
este grupo de intelectuales ante la avalancha de idearios liberal populares que salen
a flote en los años treinta bajo el estímulo de la Revolución en Marcha. Están en
circulación movimientos del espíritu del unirismo que aspiran a una radicalización
de la República Liberal y que se expresan en múltiples órganos periodísticos: Alma
Libre, en El Socorro, Santander; El Radical, en Chiquinquirá, Boyacá, que dirigía
desde 1928 Julio Roberto Salazar Ferro; Horizontes, en Campoalegre, Huila; Crisol,
en Medellín; P l u m a Libre, en Pereira; El Socialista, en B a r r a n q u i l l a ; El
Compañero, en Bogotá, por citar sólo unos ejemplos.
El socialismo, que había marcado la pauta en el planteamiento del problema social y
en la movilización de las masas en los años veinte, cede el espacio al espectro liberal.
Desde allí se va a expresar parte del socialismo que no transita hacia el comunismo,
que se constituye como partido en julio de 1930. José Mejía Mejía intuye este proceso:
identifica a los hombres socialistas en el liberalismo que está representado en el
Congreso, y contra él descarga todo el peso de sus diatribas periodísticas de la época
477
Ibid., julio 6 de 1935, Sección II, p. 1.
7(7
Ibid.
• Ibid.
72
777
Ibid. julio 20 de 1935, Sección II. p. 1.
Ibid., junio 15 de 1935, Sección II, p, 1,
El porvenir del pasado 169
de Jerarquía. Se trata de Gerardo Molina y de Diego Luis Córdoba, parlamentarios
que van a cuestionar duramente la contraofensiva conservadora a las reformas
liberales. A estos habrán de unirse Armando Solano y El Tiempo, que coinciden en
afirmar que se trata del inicio de una guerra santa en Colombia54. Los artículos del
jerárquico Mejía Mejía están escritos en el mismo tono en que Aquilino Villegas
escribía sobre los liberales, a quienes nada les reconocía. Antes de cambiar de
adversario, Mejía ironiza sobre la calidad de la literatura del liberal José María
Vargas Vila, entronizado en ese momento en las 'casas liberales'. El blanco de sus
flechas es el intelectual abiertamente socialista o comunista, vivo o muerto, nacional
o extranjero. Nada produjeron Luis Tejada, Waldo Frank, ni André Gide.
Pero las presiones no venían únicamente del contexto nacional. En junio de 1935
Colombia reconoce políticamente a la Unión Soviética, y se inician a las relaciones
comerciales entre los dos países. El gobierno de Lázaro Cárdenas en México radicaliza
la reforma agraria y los ecos de la guerra de los cristeros retumban no sólo en ese
país, sino también en Colombia. La prensa conservadora pondrá amplificadores a
cualquier movimiento religioso de ese país : "El Pueblo de Méjico solicita completa
libertad religiosa. El movimiento católico tomó ayer una fuerza incontenible. La
multitud recorrió las calles gritando vivas a Cristo Rey"55, eran titulares ubicados
estratégicamente para que sirvieran de prevención en nuestro país.
Es curioso el comportamiento de los jefes políticos en la época. Deambulan
sigilosamente por el país y no se sabe nunca en qué andan, y cuando se sienten
descubiertos declaran que están en busca de "tierra caliente" para restablecer su
salud. En las convenciones son esquivos, no dan la cara directamente, y estas
funcionan a puerta cerrada. Así lo advertimos a mediados de junio de 1935, cuando
Laureano Gómez se aparece por Medellín, coincidiendo con la tragedia aérea que le
costó la vida al carismático cantante argentino Carlos Gardel. La gente, que quiere
homenajear a Gómez en su arribo, tiene que suspender la fiesta política por respeto
al ilustre desaparecido. Poco después, Gómez sigue buscando climas más ardientes,
se desplaza a la Costa y por lo regular se aloja —siempre alejado de la militancia— en
la finca de algún hacendado copartidario. Todo el mundo político sabe realmente en
qué anda el jefe supremo: recomponiendo el partido en toda la nación.
Del conservatismo empiezan a emanar u n a serie de movimientos ubicados,
curiosamente, a la derecha misma del partido, que no falta quién los denomine
disidencias o cosa parecida. Medellín está a la cabeza de este proceso. En vez de
'casas conservadoras', lo que existe es una serie de sensibilidades que se agrupan
alrededor de algún medio de expresión al amparo del nombre conservador y bien
vista por las autoridades eclesiásticas. Romper la dupla conservatismoTglesia era
inconcebible en el interior del partido. Eran las dos caras de una misma moneda,
una no podía existir sin la otra. Jerarquía lo sabía y por eso inició actividades
destacando las fotografías de los dos jefes supremos del partido. No intervino así
Alianza por la Fe, una agrupación paralela a Jerarquía que aspiraba, si no a crear
un partido católico independiente, al menos a contar con una agrupación más
controlada por la Iglesia. Cuando eso sucedió, los dos jefes supremos—Gómez y Berrío—
renunciaron a sus dignidades. Para que reconsideraran tal actitud, hubo de disolverse,
no sin resistencia, Alianza por la Fe. Jerarquía entendió el mensaje y se volvió
M
775
Véanse los artículos de José Mejía Mejía después del II Congreso Eucarístico, en Ibid., ediciones de agosto de 1935.
Ibid., junio 17 de 1935, p. 1.
170 El porvenir del pasado
sensible a cualquier acusación de movimiento independiente. Por eso, Mejía Mejía la
emprendió contra don B e r n a r d o Ángel, director y fundador de Colombia
Nacionalista cuando se atrevió a insinuarlo:
Jerarquía es un cuadrilátero de nuevos perfiles políticos al servicio del conservatismo. Estamos
incorporados en inteligencia y corazón a todos los momentos heroicos del partido. Ingresamos
al estadio político en la hora más espinosa y árida de la colectividad conservadora. No conocemos
más salario que la angustia. Estamos empeñados en una mera tarea de divulgación doctrinaria.
Proponemos principios y no ideas. Tenemos convicciones y no opiniones. ¿Qué programa
propugnan los "jóvenes independientes" engendrados por Colombia Nacionalista? 5 6 .
Sin embargo, para curarse en salud, Jerarquía solicitó a la dirección del periódico
que hiciera pública la autonomía con la que contaba la sección. El director no lo dudó
y escribió: "Concedí mi asentimiento para publicar un suplemento godo y católico
[...] No soy de los que se asustan por los síntomas de vitalidad que cada día muestra
el Partido Conservador. Me asustaría sí que en lugar de esos síntomas consoladores
y de muchas inquietudes, el partido a que pertenezco estimara que nada tiene que
decir, ni que reformar" 57 .
Ubicarse en las entrañas mismas de El Colombiano fue una excelente estrategia
de los jerárquicos. Dicho diario era lo más cercano a los movimientos totalitarios de
entonces, pero su peso en la provincia antioqueña le permitía darse esos lujos sin que
se afectaran sus relaciones con las directivas nacionales. José Mejía Mejía escribía
antes de Jerarquía en La Defensa, diario vespertino de Medellín. De allí salió por
discrepancias ideológicas. Le parecía a Mejía que la orientación de ese periódico no
era lo suficientemente firme. Fue entonces cuando, en compañía de sus compañeros
a bordo, pidió pista en El Colombiano. En una agresiva carta a Horacio Tovar,
director de La Defensa, escribió: "Mi éxodo se debió a su transigencia con la república
liberal. Usted no podía tolerar mis ofensas literarias contra los hombres y contra los
principios que hoy día nos rigen, que es lo que usted vastago luterano se merece" 58 .
Elecciones, ritos y movilización. El inicio del uso político de la muerte.
Mientras José Mejía Mejía se enfrentaba a todo el mundo desde Jerarquía, Gilberto
Álzate Avendaño se desempeñaba como presidente de la Junta Electoral Conservadora
de Medellín y como jefe del debate conservador para las elecciones de concejales en
octubre siguiente 59 . Se había convertido en un reconocido organizador político. La
crisis de la dirección, que tuvo su origen en Antioquia, sorprendió a Álzate en Bogotá.
Su permanencia en la ciudad fue saludada por El País, que le reconoció sus méritos.
Lo consideró conservador del más puro sabor y tradicionalista ferviente y convencido.
Definiéndolo como ágil guión de la política conservadora, el periódico lo llenó de
múltiples cualidades: "En él confluye una mezcla de idealista, de hombre de ideas, de
realista y de táctico" 60 . El País lo ubicó como lugarteniente excelente del general
Berrío y destacó su papel en el semanario Jerarquía que, según señalaba, "ha
hecho del partido un nuevo clima político. Le ha infundido la savia vitalizadora de su
preclara inteligencia de conductor y hombre de letras" 61 . Era un espaldarazo del
periódico oficial del conservatismo bogotano a las actividades de Jerarquía, que
muestra la simpatía por los métodos y contenidos allí esgrimidos: "Es necesaria,
7,17
Ibid., agosto 5 de 1935, p. 5. Negrillas de la investigación
Ibid.. junio 26 de 1935, Sección II, p, 1.
™ Ibid.. junio 26 de 1935, Sección II, p, 1.
7>H
El grupo Jerarquía hacía parte del Comité Municipal Conservador de Medellín. Pero era Álzate el más comprometido con el trabajo
de organizador político. Los demás fungieron más como orientadores ideológicos.
7777
Citado por El Colombiano, julio 13 de 1935. p. 5,
177
Ibid.
77
El porvenir del pasado 171
además, una profusa campaña de difusión ideológica y un vasto plan de acción popular entre las masas. Entre quienes están en capacidad para servir esos ideales,
Álzate Avendaño es en Antioquia uno de los más utilizables elementos" 62 , conceptuó
la dirección del periódico.
Jerarquía circulaba en medio de una campaña electoral dinámica, trascendental y
dramática que presagiaba un final trágico para el conservatismo 63 . La campaña electoral fue absorbiendo el suplemento Jerarquía. Sus principales ideólogos, Mejía Mejía,
quien tenía su propia columna diaria, "Rúbrica", y Zuleta Ferrer, se convirtieron en
editorialistas de El Colombiano. Así desaparecía la segunda sección del periódico, sin
explicaciones expresas, confundida en la maraña de una contienda electoral donde política,
religión e Iglesia se confundían en una sola cosa. Medellín se preparaba para celebrar el
II Congreso Nacional Eucarístico, que también pasó a ser un renglón de la agenda
electoral. El registro del magno evento cubrió buena parte de las ediciones de los periódicos
conservadores. Cientos de católicos participaron de todas las actividades: solemnes misas,
espectaculares procesiones de día, marchas de antorchas en la noche por las principales
calles de la ciudad. Se trataba de una estrategia de resistencia a las transformaciones
que estaba emprendiendo el Gobierno liberal. El inicio del Congreso Eucarístico, el 15
de agosto de 1935, era la expresión concentrada de esa resistencia. De ahí los titulares
a ocho columnas: "150.000 personas aclamaron ayer en Medellín a Jesús sacramentado.
Majestuoso desfile desde el campo de Las Playas hasta la Catedral" 64 . En fotonoticia
aparecía en todo su esplendor el templete eucarístico construido para la ocasión. La
virgen de Chiquinquirá, que había salido en peregrinación, llegó a Medellín para la
inauguración del evento, lo que causó gran conmoción popular. Los jerárquicos se
sumaron al evento editorializando en el periódico sobre Jesucristo y acerca de temas
afines al Congreso en curso.
El presidente López fue nombrado presidente honorario del Congreso. Al principio se
anunció su desplazamiento al evento, pero finalmente desistió. Los adversarios del
conservatismo interpretaron el acontecimiento y denunciaron su naturaleza. Gerardo
Molina expresó que los congresos eucarísticos eran "citas fanáticas de todas las fuerzas
reaccionarias" 65 , a lo que el jerárquico Mejía Mejía contestó airado en su columna
diaria, que había convertido en un campo de batalla contra el socialismo de Molina y
de Diego Luis Córdoba. Una lucha, una batalla por la conquista de las masas estaba
en su momento más alto. La estrategia de liberalización del electorado colombiano
avanzaba sin pausa; para ello estaba el poder y nada se ahorraba para que así fuera.
El abuso de poder de los liberales adquirió los distintivos de una revancha sin límites.
La abstención conservadora terminaba favoreciendo los propósitos del Partido Liberal.
Por liberalización del electorado el Partido Conservador entendió, además, su
descristianización, de tal modo que diseñó la resistencia desde la orientación y
reorientación de las masas. Transcurrido el Congreso Eucarístico, los ecos no saldrán
de la prensa conservadora. Se divulgarán artículos sobre las temáticas tratadas
hasta llegar a la publicación absoluta de todos sus materiales.
Y así continuó la campaña. Los conservadores tomaron medidas para que la radio,
la prensa, la tribuna y el pulpito, se movilizaran y dieran "la voz de alarma a los
católicos colombianos para que estén dispuestos a defender los sentimientos y creencias
" Ibid.
777
Se informó, por ejemplo, que d u r a n t e la inauguración de la Casa Conservadora del Barrio Las Cruces en Bogotá grupos liberales
apoyados por la policía habían provocado una grave confrontación con los conservadores que asistían al evento. El saldo fue de
algunos heridos, contusos y detenidos. Augusto Ramírez Moreno. Luis Ignacio Andrade y Mario Fernández de Soto fueron
insultados y, amedrentados, tuvieron que salir del sitio. Numerosos universitarios fueron conducidos a instalaciones de la
policía. Desde ese momento la prensa conservadora empezó a hablar de un deliberado plan liberal para atemorizar al conservatismo.
Véase ibid.. septiembre 20 de 1935. p. 1.
67
Ibid.. agosto 15 de 1935, p. 1.
77
/bid,. agosto 12 de 1935, p. 5.
172 El porvenir del pasado
religiosas"66. Por la emisora Ecos de la Montaña, los antioqueños pudieron sintonizar
un programa de adoctrinamiento: La Hora Católica. Por esta emisora también se
transmitían las conferencias que los ideólogos del partido ofrecían a su militancia,
textos que después eran reproducidos íntegramente por El Colombiano y por La
Defensa. José López Henao, por ejemplo, dictó una extensa conferencia sobre "El
Concordato". José María Bernal, a su vez, disertó sobre "El Municipio de ayer y el de
hoy". Comisiones universitarias visitaron los pueblos.
En octubre, un elemento nuevo reforzaría el elenco de ideólogos fascistas que nutrían la
campaña electoral en Antioquia: Daniel Valois Arce, recién graduado en la Facultad de
Derecho de la Universidad Nacional con una sugestiva tesis sobre la doctrina del
fascismo. Era saludado y felicitado por El Colombiano, que ponía a disposición del
joven profesional sus páginas "que esperan verse favorecidas con su estilo y sus ideas"67.
"...el salvaje a s a l t o de l a s t u r b a s l i b e r a l e s . . . "
El domingo 6 de octubre tuvieron lugar las elecciones municipales. Llenos de
prevención fueron los conservadores a los escrutinios. Se les previno de ataques y
fraude. El ideólogo principal de J e r a r q u í a escribió: "Hoy vamos a contar los
admiradores de Carlos Marx" 68 . "No votar por nuestra lista es acto de traición a la
patria", fue uno de los titulares de La Defensa el día anterior a las elecciones. Este
artículo, en su contenido rezaba: "Cada colombiano que patrocine las ideas
desmoralizadoras y las instituciones de destrucción social que predica el partido
liberal, comete grave delito de traición a la patria" 69 .
La jornada terminó mal. Al día siguiente, El Colombiano abrió con titular a ocho
columnas: "El niño Carlos Montoya fue asesinado anoche por la policía durante el
segundo ataque a la casa conservadora de la ciudad". La intensidad de los
acontecimientos contó con la diligencia de Álzate Avendaño, quien se multiplicó en
su labor de jefe del debate conservador. Hizo cuanto pudo para evitar una masacre
en la Casa Conservadora: conversó una y otra vez con las autoridades liberales para
persuadirlas de la imprudencia.
El Colombiano presentó los acontecimientos como si hubiesen sido fraguados de manera
premeditada. Declaró que todo había transcurrido por instrucciones del gobierno. La
Defensa, a su vez, tituló: "Los atropellos obedecieron a un plan general y oficial". Esta
generalización se hacía en vista de que en Barbosa, Amaga, Itagüí, Montebello, Fredonia
y Envigado también los conservadores habían sido hostigados. En Bello las elecciones
fueron suspendidas a las once de la mañana. En Manizales fueron destruidos los talleres
y las oficinas de La Patria. Hubo explosión de bombas y tiroteos en las calles de la
ciudad. Se culpaba de todo este desmán a la turba liberal, a la plebeya la policía local:
"La policía ayudó a la plebe a introducirse en las oficinas", reportaban los corresponsales70.
Dos conservadores muertos y veinticuatro prisioneros de ese partido fue el resultado
trágico de la jornada en esa capital.
Sea como fuere, salvando posibles exageraciones, lo cierto es que las elecciones revelaron
el estado de incivilidad que caracterizaba el comportamiento político de los
colombianos. Las denuncias de la prensa conservadora así lo revelan:
1777
Ibid.. mayo 30 de 1935. p. 5,
Ibid.. octubre 4 de 1935. p, 5,
" Ibid.. octubre 6 de 1935, p. 5,
7777
La Defensa, octubre 5 de 1935, p, I.
771
El Colombiano, octubre 7 de 1935. p. 1,
7:7
7i
El porvenir del pasado 173
Desde las primeras horas del día el alcalde se dedicó a encarcelar conservadores hasta llenar la
cárcel. También muchos liberales votaron sin cédula, pero los jurados de votación les admitían
unos simples certificados expedidos por el jurado electoral. Fue descubierta una maniobra
consistente en que los liberales echaban a los bolsillos de los conservadores cualquier clase de
arma, para luego denunciarlos y hacerlos encarcelar para restar esos votos 71 .
El conservatismo capitalizó los acontecimientos. El adolescente asesinado fue
convertido en héroe. Sus funerales no se podían despreciar: fueron invitadas todas
las entidades directivas y organizaciones del conservatismo, periódicos y revistas. El
Comité Central Universitario, del que hacía parte Jorge Luis Arango, futuro director de la Oficina de Prensa y Propaganda del régimen militar años más tarde, emitió
un comunicado de admirable carga semántica:
Ante el asesinato consumado antier en el adolescente compañero Luis Carlos Montoya por la
policía de Medellín, y reconociendo en éste una de las promesas heroicas del partido conservador
en sus nuevos capitales humanos; observando que el infante extinguido, constituía una risueña
esperanza para su familia, para el partido, y que la patria habría tenido en su inteligencia un
espléndido vigía, dada su temprana pasión por las ideas, CONSIGNA: Frente al conservatismo
colombiano y especialmente frente a las nuevas generaciones conservadoras que forcejean en
los claustros, que la muerte de Luis Carlos Montoya es en la historia del actual régimen el paso
de la violencia a la barbarie, y señala su sepulcro como el punto de partida donde saldrán las
legiones jóvenes de Colombia a restaurar la justicia y a vengar el derecho 72 .
Gilberto Álzate Avendaño dispuso que el cadáver del niño mártir fuera envuelto en la
bandera azul, símbolo del Partido Conservador. El féretro fue llevado en hombros de los
universitarios desde la que fue su residencia hasta la iglesia de la Candelaria y luego
hasta el cementerio. La pompa oficial conservadora fue impresionante. El ritual terminó
con un vibrante y conmovedor discurso de Rafael Naranjo Villegas en el cementerio.
En todo el país no fueron distintas las cosas. Las elecciones del 6 de octubre marcaron
el inicio de una confrontación, irreversible ya, entre las dos colectividades históricas,
que significaba el comienzo de una irregular guerra civil. Ante la incomprensión de
lo acontecido y ante la falta de solidaridad del diario El Espectador, que declaró que
la mayor parte de las víctimas habían sido liberales, el Directorio Nacional
Conservador emitió una resolución, uno de cuyos puntos decía: "Ordenar a los
conservadores que se abstengan de comprar El Espectador, de favorecerlo o de
apoyarlo en cualquier forma"73. La situación se complicó en Salamina, Caldas. Ante
las amenazas del liberalismo triunfante en las elecciones, los conservadores tuvieron
que abandonar la población y refugiarse en el campo o en Manizales. En la víspera
del día que se reunía en Bogotá la Convención Nacional del conservatismo, fueron
abaleados por la Policía en Fredonia una señora junto a tres de sus hijos; poco antes,
la población conservadora de esta localidad había iniciado un éxodo para eludir una
masacre previsible. La prensa conservadora se fue llenando de informes que revelaban
la situación de violencia en que habían concurrido los conservadores a las urnas. El
proceso de cedulación que acompañó la campaña electoral incidió en los resultados:
"el liberalismo ceduló no sólo todos sus efectivos electores legítimos, sino extranjeros,
menores de edad, privados de los derechos políticos y otorgó cedulaciones dobles y
aún triples. El fraude y la violencia se prepararon metódicamente para la famosa
jornada de la elección edílica"74, decía un informe desde Nariño, que terminaba así:
77
Ibid., octubre 7 de 1935, p, 5.
'•' Ibid. octubre 8 de 1936, p. 1,
La Defensa, octubre 9 de 1935, p. 1.
77
La Patria, noviembre 2 de 1935, p. 3.
7:7
174 El porvenir del pasado
En Pasto la policía les arrebataba las cédulas y los llevaba a la cárcel en considerable número
[...] Alas doce del día el liberalismo armado de gras, bayonetas, yataganes, cuchillos y manoplas,
apoyado por la policía y el ejército cargó sobre nuestros compartidarios, inermes, indefensos, y
se apoderó de las u r n a s . Hubo un muerto y t r e i n t a heridos en la b á r b a r a faena [.,.] En
Sotomayor fue horriblemente despedazado uno de nuestros copartidanos 7 3 .
Y así sucesivamente se reportaron casos en todo el país. Curiosamente, en este mismo
tono se narrará la violencia conservadora desde los medios liberales después de 1946.
De por sí, lo que ocurría en los años treinta podría ser visto como una retaliación del
liberalismo ante los 45 años de dominio conservador.
Así las cosas, los liberales ganaron en Medellín: 9.936 contra 7.377 sufragios
conservadores. Pero el conservatismo ganó en el departamento: 52.060, frente a
47.828 votos liberales 76 . El primero obtuvo derecho a nueve concejales y los segundos
a seis. Los resultados electorales a nivel nacional favorecieron al Partido Liberal, y
ese fue uno de los costos de la abstención conservadora. Del total de votos sufragados,
los liberales consiguieron el 64 % (374.957) y los conservadores el 35.3 % (206.577)77.
Realmente, la diferencia (168.380) no correspondía al tono de guerra que el conservatismo
le daba a la victoria liberal. La abstención, más que cualquier otro factor -el fraude, por
ejemplo— contribuía al aumento del electorado liberal en Colombia. Sin embargo, el
liberalismo retrocedió respecto de los resultados de 1933. En las elecciones municipales
de ese año había alcanzado 613.474 sufragios en todo el país. Es decir, en dos años se le
refundieron 238.517 votos. Podría esto significar que con la abstención los conservadores
votaban por candidatos liberales. De todas maneras, empezó a cristalizarse en el
electorado colombiano una tendencia liberal mayoritaria e irreversible.
Con todo, Gilberto Álzate Avendaño salió bien librado de la contienda electoral. Le
reconocieron su trabajo como organizador e incluso empezaron a llamarlo desde
entonces "capitán". El Colombiano escribió al respecto:
Gilberto Álzate estaba en todo. Rodeado de obreros y de estudiantes organizó esta campaña
cívica cumplida ayer. La cedulación, la inscripción, la instrucción de los jefes de zona y de los
vigilantes. A todo atendió. Después, cuando se perpetraba el ataque aleve de la policía enviada
dizque a defenderla, contra la Casa Conservadora, llevó al gobernador en persona para ver de
poner remedio al inaudito atentado. Y ya anoche, en el anfiteatro, ante el cuerpo exánime del
estudiante Montoya, reclamó la satisfacción dolorosa de ser él quien condujera a la casa del
luto los despojos de este muchacho sacrificado en la forma más inicua de cuantas puedan
imaginarse 7 8 .
"Un capitán de derechas", fue el título que José Mejía Mejía escogió para su columna, donde encomió a Álzate y le reconoció su trabajo:
No atendió únicamente al reclutamiento aritmético de nuestras masas. Como jefe del debate
municipal irrigó anímicamente el partido dándole un nuevo contenido de firmeza y emoción. El
conservatismo necesitaba ante todo un organizador tenaz de sus nervios. La disciplina requería
ajustamiento y tensión. Logró en pocos meses de cuajado afán ortodoxo la más alta educación
emocional y anímica que hayan realizado nuestros conductores políticos para la lidia testaruda
de un partido en los días decisivos de su angustia. El político empieza a invadir en él todas las
provincias sensibles y armoniosas. El conductor se perfila escuetizado y áspero. Las masas
77
Ibid.
Seis reformas estructurales.... pp. 296-298.
~ Ibid., p. 317.
777
El Colombiano, octubre 7 de 1935, p. 5.
777
El porvenir del pasado 175
conservadoras que protagonizaron los minutos heroicos del partido en las postreras elecciones
aprendieron a su lado graves lecciones de serenidad y ánimo [...] Gilberto Álzate conquistó el
domingo último un título merecido de conductor bizarro 79 .
En realidad, era el reconocimiento que le llegaba por haber hecho suyas las campañas
electorales del conservatismo desde las de 1929. Durante este periodo, había combinado
las vidas de intelectual y de político que lo dividían o que componían su ser. Era lo
uno y lo otro, pero predominaba el hombre político cuando no terminaba aún sus
estudios universitarios. Él y sus compañeros de Jerarquía se movían entre el mundo
de la universidad y de la política, que para entonces eran casi el mismo.
Álzate y la Convención Conservadora de octubre de 1935.
El 12 de octubre, cuando el diario La Defensa cumplía veintiséis años, se llevó a
cabo en Medellín una Convención de concejales conservadores de todo el departamento
con el propósito de escoger los dos delegados que llevarían la vocería regional en la
gran Convención Nacional que se realizaría próximamente en Bogotá. Los elegidos
fueron el general Pedro J. Berrío y Gonzalo Restrepo Jaramillo. Álzate participó en el
evento como delegado de Anorí. Más adelante, el general Berrío manifestó su decisión
irrevocable de no asistir a la Convención. Por tal razón, su suplente, Gilberto Álzate
Avendaño, concurriría al magno certamen 80 . Sus compañeros de equipo celebraron
tal eventualidad como un triunfo de Jerarquía, y lo era. Pero también era un
triunfo personal, un reconocimiento ganado por su papel en las elecciones recientes.
Vinieron las loas que nunca le habían faltado. Presentándolo y justificándolo, José
Mejía se sentía en Álzate representado:
[...] señero capitán de derechas, no es u n nombre sino m á s bien u n episodio espiritual de
nuestra historia política. Ha sido un organizador técnico de las masas conservadoras. Adversario
del gorro frigio y de los derechos del hombre, de la marea nórdica, liberal y socialista y del libre
examen de Ginebra, aspira esta diestra inteligencia derechista a un nuevo tipo de política
conservadora fundada sobre el pathos multitudinario y sostenida por afirmaciones rudas y
creadoras [...] Gilberto no es una mente en vilo, suspendido en abstracciones confusas y
difusas sino u n político de presa con residencia en la tierra, con los pies clavados en la indómita
realidad de nuestro suelo. Es de los pocos que en este país marchan agresivamente al encuentro
de su destino. Sólo los hombres seguros de sí mismos pueden instalarse sólidamente en la
historia. Y una época se modela por un gigante o por una teoría de atletas inteligentes 81 .
Así, la presencia de Álzate en la Convención Nacional era vista como la expresión de
la derecha antioqueña, la de Jerarquía, por entonces.
En efecto, como estaba anunciado, el lunes 21 de octubre en horas de la tarde se
instaló en Bogotá, a puerta cerrada, la Convención Nacional. La ciudad estaba a la
expectativa. La estación de trenes permanecía abarrotada de la militancia que
esperaba a los delegados, que procedían de distintos lugares del país. Algunos llegaron
por vía aérea, pero fue el tren el vehículo más utilizado por los convencionistas. El
líder vallecaucano Ignacio Rengifo, que no había vuelto a Bogotá desde 1929, cuando
era ministro de guerra, era esperado con ansiedad, pues, según decía la prensa
liberal, no sólo traía la fórmula para unir al Partido Conservador, sino también para
conseguir que esa colectividad colaborara con el régimen liberal.
777
Ibid., octubre 10 de 1935, p. 5.
"" Ibid.. octubre 20 de 1935, p. 1.
""• Ibid.. octubre 21 de 1935. p. 3,
176 El porvenir del pasado
La Convención reunió a la plana mayor del conservatismo nacional: Laureano Gómez,
Mariano Ospina Pérez, Ignacio Rengifo, Primitivo Crespo, Abel Carbonell, Miguel
Jiménez López. Juan Cristóbal Martínez. Álzate coincidió en la Convención con los
Leopardos Ramírez Moreno y Elíseo Arango, y con otros jóvenes de la nueva derecha
conservadora, como su paisano Fernando Londoño Londoño y el delegado por el Chocó
Manuel Mosquera Garcés, quien, a su vez, llevaba directamente la vocería de la AND.
La Convención Nacional fue presidida por Laureano Gómez, Ignacio Rengifo y Gonzalo
Restrepo Jaramillo. Gómez, que acababa de lanzar su libro El cuadrilátero 8 -, presentó
un amplio informe sobre la situación nacional del partido. Se escucharon los informes
de las regiones, y todos coincidían en quejas sorprendentes sobre el estado de violencia
a que estaba sometida la colectividad. La Convención aprobó mociones presentadas
por Londoño Londoño, en las cuales se protestó por los atentados del que fueron
víctimas Clímaco Villegas y el diario La Patria. En sus considerandos se planteó la
falta de garantías para el ejercicio de la política de los conservadores. Álzate y Ramírez
Moreno fueron comisionados para presentar ante el Presidente de la República la
situación del partido. El gandhismo que merodeaba en la Convención iluminaba a
un sector de la colectividad, que llamaba a la aplicación de la desobediencia civil en
el sentido de no acatar la legislación que el Congreso liberal homogéneo estaba
aprobando, justamente por no representar la voluntad de todos los colombianos.
Álzate Avendaño intervino sobre la orientación y la organización del conservatismo
en la política colombiana. Ante el propósito manifiesto de la Convención de aclamar
a Laureano Gómez jefe único, Álzate manifestó que no aceptaba por ningún motivo
esa designación por considerar que rompería la tradición del partido de no aceptar
caudillos. Enfatizó que no estaba dispuesto a consentir que el Partido Conservador
abandonara siquiera en apariencia su carácter doctrinario y se desviara hacia el
personalismo 83 . Se trataba de obstaculizar el avance de Laureano. Realmente, a
Álzate sí le llamaba la atención lo de la jefatura única, sólo que no en manos de su
adversario interno. Ante ese rotundo alegato, las directivas de la Convención se vieron
obligadas a trasladar para más adelante la elección del Directorio Nacional. En la
misma dirección intervino el representante de la AND, Manuel Mosquera Garcés,
quien profesaba antipatía hacia Laureano por su ensañado comportamiento con Marco
Fidel Suárez años atrás. Mosquera tomó la palabra, además, para poner en claro
que su agrupación "no constituía, como se había creído, una disidencia del partido,
porque se trataba de un grupo de acción constante, que laboraba en favor de la causa
conservadora sin aspiraciones distintas a las de servir los intereses del país"84. Álzate,
a su vez, para que no quedaran dudas de la relación estrecha entre conservatismo y
las derechas, declaró que "la Acción Derechista más que un grupo político es una
sociedad literaria" 85 .
El viernes 25 de octubre se eligió el nuevo Directorio Conservador, que sufrió una
ampliación considerable que significaba una representación de todas las corrientes y
una victoria de las juventudes derechistas que lograron evitar la jefatura única. El
Directorio quedó integrado así : Laureano Gómez, Mariano Ospina Pérez, Augusto
Ramírez Moreno, Pedro María Carreño y el general Amadeo Rodríguez. Se hizo la
salvedad de que los señores Berrío y Rengifo podrían intervenir con voz y voto en el
Directorio cuando estuvieran en la capital. Al día siguiente se nombraría al secretario
t¿
Se trataba de un retrato político sobre los cuatro personajes más importantes del momento 7 Mussolíni. Hitler, Stalin y Gandhi. La
intención de Gómez era poner en claro sus puntos de vista sobre los controvertidos personajes y neutralizar de esa manera los
ímpetus de la derecha en su partido.
777
El Colombiano, octubre 25 de 1935, p. 2,
77
EJ Tiempo, octubre 24 de 19,35, p. 1,
~7 Ibid.. p. 14.
El porvenir del pasado 177
o se ratificaría al titular en ese momento, como en efecto aconteció. El nuevo Directorio
tendrá poderes hasta junio de 1936. En la nómina de directorcitas, los nombres de
Ospina Pérez, Ramírez Moreno y Carreño eran de buen recibo en las juventudes
derechistas, a tal punto que cuando se clausuró el evento, a la salida donde esperaba
la muchachada conservadora, Londoño Londoño gritó: "¡Hemos triunfado! El
Directorio que acabamos de nombrar sí salvará al partido". Y, a su vez, Álzate ratificó
en el mismo tono: "Hemos hecho lo que ningún conservador esperaba. El Directorio
es inmejorable" 86 , es decir, la Convención constituía un avance de las derechas.
Realmente, el laureanismo salió diezmado. Se quemaron en las elecciones José de la
Vega, Abel Carbonell, Hernando Uribe Cualla, entre otros.
El hecho de haberse reunido la Convención en secreto y a puerta cerrada dio pie para
rumores y especulaciones. La prensa liberal, que manifestaba su preocupación en
columnas editoriales y que incluso presionaba para que sus puntos de vista fueran
incorporados a las deliberaciones, vaticinó: "Se asegura que entre el conjunto de medidas
reservadas o secretas existe hasta la de llegar a la revuelta armada, para lo cual se le
dio cabida en el directorio al general Amadeo Rodríguez, que en este caso vendrá a ser el
estratega del directorio, con la asesoría táctica de los generales Pedro J. Berrío e Ignacio
Rengifo, jefes supremos en los departamentos de Antioquia y Valle"87.
La Convención emitió una declaración en la cual consideró como necesidad absoluta
para la tranquilidad del país suspender la expedición de la reforma constitucional
hasta tanto futuras elecciones permitieran a la oposición llevar al Congreso a sus
voceros. Se reclamó del gobierno garantías reales y efectivas que permitieran la
expresión libre en los comicios. Anotaba el documento que dentro del régimen
democrático el Partido Conservador no se podía considerar vinculado y obligado al
cumplimiento de reformas, de cuya expedición se le había excluido por habérsele
hecho imposible la función electoral. En su documento, el Partido Conservador
repudió las reformas que desconocían al catolicismo como la religión del Estado y
establecía el monopolio de la educación por el mismo Estado, cambiando la tolerancia
por la libertad de cultos y estableciendo la legitimidad exclusiva del matrimonio
civil y del divorcio con la disolución del vínculo. Consideró funesta la reforma
constitucional y estimó que ella implicaba acallar la crítica de la oposición a los
actos del régimen imperante 88 .
En el documento concluyente de la Convención Nacional, se afirmó que el
conservatismo mantenía la doctrina mediante la cual el interés particular debía
ceder al interés social, pero rechazaba el hecho de que se pudiera privar de la propiedad
a alguien sin previa indemnización. Finalmente, el documento advierte que los graves
conflictos creados por las proyectadas reformas "comprometen la paz religiosa y obligan
a la desobediencia y crean un estado de intranquilidad permanente, suficiente para
estancar el progreso moral y material de la república" 89 . El balance de la prensa
liberal fue apenas correspondiente a las dimensiones de las conclusiones de la
Convención Conservadora. Sendos editoriales aparecieron! en uno de ellos, titulado
"El delirio conservador", criticó acremente la política de la desobediencia civil decretada
por el conservatismo y terminó diciendo: "El pueblo, cuya intuición puede ser en este
caso nuestro mejor abogado, elegirá el camino que le plazca y dirá con quién se
resuelve a hacer la jornada" 90 . Sus columnistas analizaron paso a paso cada uno de
877
Ibid.. octubre 26 de 1935. p. 16.
"7 Ibid.
" Ibid.
,!
' La Patria, octubre 26 de 1935, p. 1.
7771
El Tiempo, octubre 27 de 1935. p. 4.
178 El porvenir del pasado
los puntos conclusivos del evento. No obstante que el nuevo directorio conservador
era una síntesis de la composición ideológica del partido, los periodistas políticos de
la prensa liberal creyeron recoger el guante que se les tiraba. Haciendo uso del
pasado para sus argumentos, Armando Solano, en su columna titulada "Democracia
y fascismo" anotó que el Partido Liberal: "[...] no podría, sin traicionarse y sin
traicionar la república, tolerar una tentativa fascista. La aplastaría inexorablemente,
haciendo uso de la fuerza de la razón y de la razón de la fuerza, porque los crímenes
contra el Estado han de ser reprimidos por todos los medios"91.
Las cosas aparecieron más dramáticas cuando La Patria, el controvertido y
protagónico diario manizalita, aprovechó el prestigio de un prohombre regional y
nacional para abrir su edición del 26 de octubre con un impresionante titular: '"Ha
caído la noche sobre nuestra patria', dice Aquilino Villegas", Se trataba del uso político
de una carta que el insigne conservador había enviado a Silvio Villegas desde el
exterior, donde se encontraba enfermo. Los editores acompañaron el titular de un
destacado sumario de la carta :
Hoy no se escucha a la patria, lejana, sino el atroz murmullo de la matanza, del incendio, del
asesinato colectivo, de la claudicación internacional, del prevaricato, del soborno, del fraude
electoral, de la guerra de ópera bufa, de la improbidad y de la bellaquería. - L a afrenta que se nos
lanza en el extranjero es terrible. —El mordaz comentario de News Week sobre Colombia. -"En
este inmenso hospital, donde gimen tantos desdichados, no hay dolor comparable al mío."92.
La noticia cerraba con broche de oro toda una intensa construcción noticiosa para la
cual el lector estaba ya preparado.
Después de las violentas elecciones de octubre, no hubo señales de concordia, todo lo
contrario. El jerárquico José Mejía Mejía se valió de un reciente artículo del leopardo
Silvio Villegas sobre el advenimiento del fascismo, para expresar en concreto, y
entonces sí abiertamente, su devoción por esa doctrina. Las condiciones de violencia
a las que estaba sometido su partido y las cosas que decía su emulado superior se lo
permitían. En su columna de El Colombiano, que tituló "El rearme de los espíritus",
daba a entender que el leopardo no estaba hablando de Italia, sino de la realidad
colombiana. Mejía, experto en el arte de decir cosas a propósito de lo que otros decían,
aprovechó, como siempre lo hacía, para decir lo suyo :
El conservatismo quiere cambiar de piel, de lenguaje político y de hábitos psicológicos
La lucha electoral ú l t i m a p a t e n t i z a la u r g e n c i a de un vuelco emocional en
conservadoras. Los métodos republicanos de acción han sido derogados por el
gobierno. Y el conservatismo no puede seguir traduciendo en mansuetud y derrotas
el rótulo civil de sus hombres 83 .
y mentales.
las m a s a s
partido de
indefinidas
Mejía concordaba con Villegas en que el fascismo había surgido por la violencia de
las izquierdas y que ese era el nombre que tenían en ese momento los partidos
conservadores europeos: "La tensión psíquica de los partidos de derechas responde
como una terapéutica a la trayectoria destructora de los cuadros de izquierda. Es el
restablecimiento de la autoridad por encima de la metafísica de la libertad lo que
viene a justificar hoy día en las naciones europeas ciertos regímenes violentos de
excepción"94.
•>' I b i d .
*¿ La Patria, octubre 26 de 1935. p. 1.
77:1
El Colombiano, octubre 28 de 1935. p. 3.
1,1
Ibid.
El porvenir del pasado 179
Los resultados de las elecciones de octubre último le despejaron completamente el
camino al pensamiento fascista del conservatismo. La P a t r i a fue uno de sus
baluartes. Rechazó cualquier mediación. A u n artículo de Manuel Serrano Blanco en
El Espectador, que llamaba a que el conservatismo se decidiese por la tolerancia y
no por la violencia, el matutino manizalita respondió: "El dilema debiera ser este: la
abstención total o una reorganización adecuada para las luchas electorales. Ambas
políticas tienen sus peligros y sus compensaciones. Una organización táctica, de
ascendencia fascista, con jefes arrojados y valientes nos llevaría rápidamente al
poder, con heroicos sacrificios"95.
Y en ese ambiente de confrontación, la religión fue un ingrediente especial. La fracción
socialista en la Cámara de Representantes comenzó a finales de octubre un encendido
debate contra la Compañía de Jesús. Los parlamentarios confiaban que de esa manera
presionarían al gobierno para acometer una política contra la Iglesia y sus bienes.
La intensidad del debate llevó a que el 3 de noviembre de 1935 el Directorio Nacional
Conservador expidiera un manifiesto en rotundo rechazo a los planes de la izquierda
y a su encubrimiento por parte del gobierno: "El poder ejecutivo y la extrema izquierda
liberal están de acuerdo en los propósitos que deben cumplirse contra el patrimonio
religioso de la nación. Difieren en la táctica: la del gobierno es sigilosa, y franca la de
los izquierdistas" 96 . El manifiesto conservador declaró que la Nación estaba abocada
a la lucha religiosa. En ese sentido, dio la angustiosa voz de alerta a todos los
conservadores y a los católicos del país y finalizó de la siguiente manera: "La fe
religiosa, los fueros de la Iglesia, la seguridad del clero y de sus bienes, la paz de las
conciencias, el porvenir espiritual de las nuevas generaciones, la santidad de los
hogares, la moral pública y privada, están amenazados" 97 .
En noviembre de 1935, el gobierno presentó al Congreso su proyecto de nueva reforma
constitucional. La prensa conservadora del país publicó el texto del proyecto
íntegramente. Sobre el Gobierno cayó, entonces, un alud de réplicas expresadas en
editoriales, columnas de opinión y contrapropaganda. La propuesta del gobierno
radicalizó la discusión: "Derecha o izquierda", fue el editorial de Augusto Ramírez
M o r e n o en L a P a t r i a . P a r a el leopardo, el Gobierno se h a b í a decidido
irreversiblemente por la izquierda. Apropósito de la designación de Darío Echandía
como ministro de educación, este Ministerio cobró para los conservadores más
importancia que los otros. El conservatismo sabía que desde esa cartera los golpes de
su adversario eran más certeros. Anotaba, por eso, Ramírez:
Allí o desde allí se riega, se abona, se ara y se siembra, se vigila el desarrollo de las espigas
intelectuales, se fiscaliza la troje, se dispone del granero. El Ministerio de Educación es la
suprema amenaza para los propietarios y para los industriales, para el orden, para la tradición,
p a r a la católica armadura de nuestros juicios [...] Darío Echandía ha recibido el punto más
difícil, más influyente y alto del gobierno, tiene que dotar a la República Liberal de su equipo de
intelectuales doctrinarios, sistematizados en la defensa de las herejías del régimen 98 .
El 27 de noviembre, el Concejo de Medellín sintiendo amenazados los intereses del
municipio, aprobó una resolución de rechazo a la iniciativa gubernamental y recalcó
su voluntad para continuar trabajando en pro de la descentralización administrativa.
Sostuvo la necesidad de conservar la debida independencia entre la Nación, el
977
La Patria, noviembre 5 de 1935. p. 3
El Colombiano, noviembre 5 de 1935, p. 3.
Ibid.
7777
La Patria, noviembre 3 de 1935, p. 3.
7,17
,T
180 El porvenir del pasado
departamento y el municipio, de manera que los patrimonios fueran inviolables e
inconfundibles. Aprobó también exhortar a las cámaras para que se hicieran
intérpretes del clamor público y volvieran por los fueros de las corporaciones
municipales, según decían, amenazadas de muerte en el proyecto de Constitución
oficial99. La presión creció como espuma. La Iglesia y sus defensores cuestionaron el
artículo 30, que estipulaba la libertad de cultos. Y hasta El Tiempo medió para que
se cambiara el proyecto por un acto reformatorio de la Constitución de 1886.
En menos de un mes de propuesto el proyecto de nueva Constitución, el Gobierno
cedió y la prensa conservadora celebró. El 29 de noviembre, La Patria abrió edición
con la esperada noticia: "La Constitución no debe ser sustituida, dice el presidente
López". Y no faltó el comentario al pie de la información: "El Ejecutivo nacional
considera más aconsejable una reforma gradual de la constitución, que su sustitución
total, y que las reformas deben hacerse a medida que las circunstancias y necesidades
del país lo exijan"100.
Los nuevos periódicos de la derecha. Jerarquía saluda a Derechas.
A partir de 1935 se multiplicaron los periódicos y las organizaciones de derecha por
todo el país. Cuando Álzate estaba entretenido con la edición de la segunda sección de
El Colombiano, expresión del grupo Jerarquía, al cual pertenecía, en Medellín
empezó a circular Colombia Nacionalista, periódico que aspiraba a expresar los
sentimientos de un nacionalismo bipartidista ligado a intereses concretos de la industria nacional, según lo muestra la publicidad que lo financiaba. José Mejía Mejía,
como lo anotamos atrás, debatió y casó pelea con él como también había casado pelea
con La Defensa, otro diario local conservador. Acusó a don Bernardo Ángel, director y fundador de Colombia Nacionalista, de destruir el idioma: "Sus piezas políticas
son verdadera guiriguayas literarias. Posiblemente don Bernardo no crea conveniente
un instrumento castizo para su tarea proselitista. Prefiere un lenguaje popular, sin
embelecos sintácticos ni gracia estética"101.
Circulaba también una revista de abigarrado carácter literario, filosófico, ideológico
y político: Tradición. La revista, que salía bajo la dirección de Gonzalo Restrepo
Jaramillo, Alfonso Uribe Misas y José Restrepo Restrepo, le abrió las puertas a la
juventud conservadora del país. Allí pudieron los jóvenes recién graduados publicar
sus tesis o las síntesis de ellas. Se le hacía propaganda desde sus páginas a otros
medios de expresión conservadora que paralelamente circulaban en el país:
Derechas, en Bogotá; El Vigía, en Tunja; Trincheras, en Ibagué; y se anunciaba
la futura aparición de El Siglo. De igual manera, se publicaban listas de los textos
teóricos que podían y debían adquirir los jóvenes conservadores en las librerías
nacionales. Los títulos cobijaban el espectro todo de la literatura fascista y nacionalista
de todos los tonos. Tradición recomendaba a sus lectores las obras de Gustave Le
Bon, León Duguit, Charles Maurras, Maurice Barres, al tiempo que pregonaba los
libros de los autores conservadores que iban apareciendo: Espiritualismo y
fascismo, de Daniel Valois Arce; El p e n s a m i e n t o conservador, de Gonzalo
Restrepo Jaramillo, por ejemplo102.
M
El Colombiano, noviembre 27 de 1935. p. 1.
La Patria, 29 de noviembre de 1935, p. 1.
El Colombiano, agosto 5 de 1935. p. 5.
rl
" Valois Arce, Daniel. Espiritualismo y fascismo. Bogotá, Imprenta Voto Nacional, 19351 Restrepo Jaramillo, Gonzalo. El pensamiento
conservador en Colombia. Medellín, Tipografía Bedout, 1936.
7(777
7(77
El porvenir del pasado 181
Las ideas que se expresaban en los ensayos que aparecían en las revistas teóricoideológicas gozaban de una vulgarización en otros medios: el 6 de noviembre de
1935 había salido Derechas 103 . Este hebdomadario pasó a ser el órgano periodístico
de la Acción Nacional Derechista, sociabilidad política de las derechas cundr
boyacenses surgida en abril de 1935 paralelamente, como ya dijimos, a la
configuración de Jerarquía. El semanario fue saludado con entusiasmo por la
prensa conservadora. En las instalaciones de El Colombiano en Medellín se podían
comprar los ejemplares de Derechas.
Finalizaba el año 35, el del auge del fascismo en el mundo entero. El jerárquico José
Mejía Mejía, que se había ausentado de las páginas de El Colombiano para cumplir
con sus deberes universitarios, regresó al periódico para elevar su voz de entusiasmo
por el lanzamiento de Derechas:
Las nuevas voluntades que se congregan bajo el vocabulario de Dios y Patria son gente que
h a n liquidado el trino p a r a ingresar sin melindres en la política. D e r e c h a s establece la
restauración de Bolívar. La angustia presente emana de todas las claudicaciones espirituales,
cometidas en homenaje a las democracias tropicales. Volver la mirada a Bolívar es pensar en
autoridad, jerarquía y disciplina frente a la anarquía, el caos y la francachela de las democracias
liberales. La misión de las nuevas gentes conservadoras está definida en la hora responsable
que vivimos. La revolución francesa que todavía parece nutrir nuestros credos políticos fue
simplemente la premisa de la revolución rusa. 1789 y 1917 son fechas disímiles en la superficie
pero afines en el subsuelo. La nueva generación conservadora tiene necesariamente que ser
antiliberal y anticomunista. Nuestra concepción católica de la vida es una visión totalitaria del
mundo. Derechas será el enunciado de esta política heráclida que no mira el presente sino que
ataca el porvenir. Nuestro destino no es de hoy. Ingrata misión la de los hombres nuevos,
escribió un día Jiménez Caballero capitán de derechas europeas 104 .
El advenimiento de un órgano de expresión totalmente independiente y autónomo de
las jóvenes derechas fue recibido con satisfacción en el mundo periodístico, ya de
derecha, definitivamente fascista, configurado hasta entonces por El País 105 , El
Colombiano, La Defensa, Colombia y La Patria. Este último diario, por ejemplo,
replicó al entusiasmo colectivo de la siguiente manera:
Su ideal no es nuevo para nosotros ni extraño. Gilberto Álzate Avendaño lo agitó con osadía,
blandiendo sus principios en la pica de su pluma desde estas mismas columnas. Quizá este
diario sin titubeos modernos, sin peligrosos cambios de rótulos ha sido el mayor derechista en
su política. Hemos alzado como un pendón las dos palabras primordiales de su programa "Dios
y Patria". La aparición de Derechas nos llena del más vivo regocijo. Los redactores Gerardo
Valencia, sobrino del maestro, doctor en derecho, poeta de estirpe, y Carlos Ariel Gutiérrez
escritor vigoroso son los dos signos auténticos 106 .
Aunque eran periódicos ya de extrema derecha, en ellos cabía
conservatismo, un poco menos extremista, no tan decidido en el
profesaban quienes se reunirán alrededor de Derechas. Era este,
conservatismo; paradójicamente, sus postulados iban en contravía
los programas del conservatismo clásico.
70:7
todavía el otro
epocalismo que
realmente, otro
de lo que decían
El periódico traía un subtítulo 7 "Al servicio de la Acción Nacional Derechista"7. Estaba dirigido por Gerardo Valencia, Carlos Ariel
Gutiérrez y Guillermo Camacho.
77,7
El Colombiano, diciembre 12 de 1935. p, 5.
7777
Desde su aparición, el 18 de febrero de 1932, El País le abrió de par en par sus puertas a la juventud conservadora y acogió toda la
sensibilidad de este nuevo estilo político e ideológico en el país. AI respecto puede verse la edición del 17 de abril de 1932. Después
de la Convención Conservadora de octubre de 1935, sus luces se tornaron tenues. Ante las mil veces anunciada aparición de El Siglo.
se rumoró que el periódico se convertiría en un órgano de la Acción Católica Colombiana. Dejó de existir el 15 de junio de 1936. En
El Siglo, periódico que lo suplió, los jóvenes de la derecha ya no contaron con el apoyo que habían recibido en El País.
7,777
La Patria, noviembre 22 de 1935. p. 5.
182 El porvenir del pasado
Desempolvando y reconociendo el papel de Álzate.
Este recorrido lo hemos hecho para entender y hacer entender el ambiente donde
Álzate Avendaño estaba haciendo política. No tenía un protagonismo cotidiano como
el de los personajes de los que nos hemos valido para esta descripción, pero está allí,
entre la intervención, la organización y la expectación, labrándose más una imagen
de organizador que de ideólogo. Después de su participación como delegado por
Antioquia en la última Convención, Álzate permaneció un corto tiempo en la capital
y viajó luego a Manizales, donde permaneció del 2 al 12 de noviembre. La Patria le
dio la bienvenida con regocijo y destacó su participación en la Convención
Conservadora: "No sabemos qué admirar más en Álzate Avendaño, si al escritor o al
caudillo. Como sale de su pluma la palabra mondada, la egregia metáfora, así vierte
la voz de mando, el grito colérico. Para nosotros tiene otro encanto la visita de Álzate:
viene a ilustrarnos, a darnos manivela" 107 . Su regreso a Medellín fue registrado por
El Colombiano. Lo mismo que el colega de Manizales, el diario antioqueño alabó su
participación en el magno evento partidario de Bogotá y lo colmó de méritos. Informó
que el joven dirigente se había puesto, de nuevo, al frente de su acreditada oficina
judicial que había "venido sirviendo con el éxito que le otorgan sus admirables
capacidades intelectuales, su criterio jurídico y su laboriosidad incansable" 108 .
Finalmente, las páginas del matutino antioqueño fueron puestas a su disposición.
El 20 de diciembre, El Colombiano volvió a ocuparse de Álzate. Reportó que regresaba
a su patria chica con el ánimo de pasar unas vacaciones judiciales al lado de los
suyos y continuó en la tónica de fortalecer su reconocimiento:
Realizó en el año que termina una de las labores intelectuales y políticas más intensas y
fecundas. Como jefe de los debates electorales trabajó sin fatiga, con incomparable fervor
político y con eficacia eficaz. A su inteligencia organizadora se debió en gran parte el éxito
alcanzado por el conservatismo de Medellín en las p a s a d a s elecciones. Cordialmente lo
despedimos 109 ,
Y, como siempre, puso a su disposición las páginas del periódico.
Afínales de 1935, Álzate no se había graduado de abogado, pero como tal ejercía.
Paralelamente a sus estudios de derecho, cursaba otra carrera mucho más implicadora:
la de la política. Su participación en las campañas electorales de 1929 a 1935 lo
graduó de gran organizador político. De diversas latitudes fueron llegando los
reconocimientos. Dos años más tarde, desde El Colombiano, José Mejía Mejía, que
continuaba con su columna "Rúbrica" de los tiempos de Jerarquía, rememoraba lo
siguiente sobre el papel jugado por Álzate en las campañas electorales que hemos
tratado de reconstruir:
Tus días de jefatura electoral fueron la más idónea gimnasia psicológica para el electorado
conservador. Había necesidad de elevarles el ademán y encresparles los nervios. Delante de
una barbarie enflorada en burgomaestres y alguaciles, nuestras masas no podían continuar
con las m a n s a s costumbres de colectividad gobiernista. De comunidad pusilánime y lanar
teníamos que hacer el tránsito a partido oposicionista. Tú prologaste esa transformación interior
del conservatismo que es preciso continuar hasta adquirir la completa mutación cutánea en el
alma de las masas conservadoras 110 .
77
Ibid.. noviembre 3 de 1935, p, 5,
El Colombiano, noviembre 13 de 1935, p. 5.
Ibid.. diciembre 20 de 1935. p. 5.
7,7
Ibid.. enero 20 de 1937. p. 6.
77777
779
El porvenir del pasado 183
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