FAECYS 3 de mayo de 2015 Rechazo al tope salarial del Gobierno y anuncio de paros En las próximas 72 horas distintos gremios evaluarán medidas de fuerza. Se oponen al 20-25% que fijó Cristina para la suba de haberes. Los bancarios confirmaron: irán a un paro. Los gremios, tanto oficialistas como opositores, rechazaron el nuevo tope del 20% al 25% en las paritarias dispuesto por el Gobierno y se preparan para quebrar el cepo salarial con paros y movilizaciones, que podrían derivar en una huelga general de varios sectores para la segunda quincena de mayo. La “mesa chica” de la CGT oficialista analizará mañana la inquietante situación y uno de sus integrantes, el mercantil Armando Cavalieri, pedirá a sus colegas impulsar medidas de fuerza para quebrar los límites impuestos por la Casa Rosada: el líder de Comercio es uno de los grandes afectados porque consensuó con las cámaras empresariales un aumento del 30%, en dos cuotas, pero la Presidenta lo vetó. El dirigente incluso le llevó el jueves pasado al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, una copia del acuerdo en la que consta que el porcentaje se había decidido “en función de la rentabilidad del sector y sin que el Estado pusiera un peso”. No hubo caso. La UOM retomará mañana sus negociaciones que están estancadas luego de que Cristina Kirchner rechazó el 28% acordado extraoficialmente entre sindicalistas y empresarios. Los metalúrgicos mantienen en suspenso un paro de 36 horas resuelto hace quince días, al que le pondría fecha si mañana no se firma el convenio. El jefe del gremio, Antonio Caló, soporta fuertes presiones de la mayoría de su consejo directivo para que no firme la paritaria por menos del 28/30%. ADVERTISEMENT La Asociación Bancaria tendrá pasado mañana otro encuentro con los empresarios, pero ya lanzó protestas ante la falta de respuesta a su reclamo de un 33% de aumento y compensación del impuesto a las ganancias: este miércoles y jueves habrá asambleas con interrupción de tareas y movilizaciones, y la semana próxima, un paro de 24 horas. “La paritaria tiene que estar por encima del 30%”, dijo ayer Sergio Palazzo, el líder de los bancarios, a Radio Mitre, y justificó el porcentaje reclamado en la necesidad de “superar la situación” creada por el impuesto a las ganancias y la inflación. Agregó: “El relato alcanza hasta que el trabajador va al supermercado”. Como anticipó Clarín ayer, Cristina Kirchner y el ministro Axel Kicillof primero trataron de frenar cualquier aumento superior al 30% en los convenios “testigo” como la UOM, Comercio y la UOCRA, pero desde hace una semana resolvieron que las mejoras deben encuadrarse en una franja del 20 al 25% anual porque, según creen, es la más adecuada para evitar que las mejoras provoquen un alza inflacionaria y compliquen la economía en el final del ciclo kirchnerista. Otro gremio que está al borde del paro es la Federación de Trabajadores Aceiteros, que reclama un 42% de aumento y cuyo conflicto salarial se congeló por la conciliación obligatoria dispuesta por el Gobierno. Este procedimiento finalizará mañana, a las 14, sin ningún acuerdo entre las partes y la federación que conduce Daniel Yofra, enrolada en la CTA opositora, comenzaría un paro por tiempo indeterminado. En diálogo con Clarín, el sindicalista dijo que el nuevo tope salarial “no se justifica” y rechazó la propuesta aceptada por el Sindicato San Lorenzo de los aceiteros, filial que adhiere al kirchnerismo, de 2.000 pesos por un mes, a cuenta de un futuro convenio. Entre los gremios del transporte, en el plenario convocado para el 12 de mayo, se lanzarían medidas de fuerza: algunos quieren que haya paro en una actividad por día durante una semana, aunque no se descarta otra huelga de 24 horas como el 31 de marzo pasado. El secretario adjunto de la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT), Omar Maturano, de La Fraternidad, dijo a Clarín que su gremio “no aceptará” el tope salarial del 25% y se preguntó: “¿No era que las paritarias son libres? Si no lo son, que el Gobierno dé un aumento por decreto”. Gerardo Martínez, líder de la UOCRA y uno de los sindicalistas favoritos de Cristina Kirchner, aseguró a Clarín que “la mayoría de los gremios estarán cerrando sus paritarias en torno del 29%, a pesar de lo que se diga desde el Gobierno”. Además, dijo que “confía” en que la Presidenta elevará el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias como anticipó la semana pasada. El titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, destacó a Clarín que el tope del 25% es “inaceptable, vergonzoso y lamentable” y advirtió que “los dirigentes que firmen por ese porcentaje estarán entregando el poder adquisitivo de los salarios de sus trabajadores”. Sostuvo que el reclamo salarial del gremio de Camioneros “hasta ahora supera el 30%” y anticipó que la central obrera que lidera se reunirá esta semana para analizar la situación y decidir alguna medida junto a los gremios moyanistas. EDICIÓN IMPRESA ECONOMÍA Y POLÍTICA 04.05.15 | 00:00 Gremios resisten tope del Gobierno a paritarias y amenazan con conflictos La CGT oficial se reúne hoy para protestar por el intento oficial de condicionar las paritarias. Bancarios, aceiteros, comercio y hasta la UOM alertan con medidas de fuerza La determinación del Gobierno de imponer un techo del 24% a los aumentos salariales de este año con la advertencia de que no homologará acuerdos por encima de ese porcentaje fue demasiado aún para los gremios más cercanos a la Casa Rosada, que ya preparan la resistencia contra la maniobra oficial y hasta amenazan con desplegar un profundo escenario de conflicto. La propia CGT que lidera el metalúrgico Antonio Caló reunirá esta tarde a su mesa chica con el objetivo de definir los alcances de la reacción gremial frente a lo que interpretan como una clara ofensiva para "limitar la libre negociación" entre sindicatos y empresas. El estancamiento de la paritaria metalúrgica, en la que Caló y el resto de la conducción de la UOM se niegan a cerrar una suba en torno al 25%, sumado a la denuncia pública del titular del sindicato decomercio , Armando Cavalieri, acerca de que el Ministerio de Trabajo rechaza homologar el convenio salarial de 30% que ya acordó con las cámaras de la actividad, avivaron el malestar dentro de la central obrera oficialista. La intención de buena parte de la dirigencia es definir hoy mismo un pronunciamiento crítico contra la actitud del Gobierno y rechazar cualquier imposición de techos para los aumentos. "Vamos a ir en busca del mejor salario posible y no vamos a aceptar ningún tope, es una locura firmar un 24% o 25%", aseguró Héctor Daer (Sanidad), referente junto a Cavalieri del denomina grupo de "los gordos". El propio jefe de los mercantiles advirtió, a su vez, con la posibilidad concreta de avanzar con medidas de fuerza en defensa de la "libertad" de las paritarias. "En esta situación estamos todos en conflicto", enfatizó. El tenor de la réplica cegetista dependerá en buena medida del resultado de la nueva audiencia paritaria que la UOM y las cámaras metalúrgicas mantendrán hoy desde las 10 en la cartera laboral. Si Caló no logra llevarse de Trabajo una señal concreta de que podrá encaminar su convenio hacia un incremento apenas por debajo del 30% (el gremio estaría dispuesto a firmar entre un 28% y 29%), seguramente el malestar se trasladará a la reunión que horas después compartirá la primera línea de la CGT. "Es muy posible que se active el paro de 36 horas que está en suspenso", alertó anoche un dirigente de la cúpula de la UOM. La alternativa de un escenario de conflicto en diversas actividades no es tan lejano. El gremio bancario, que reclama un aumento del 33% más una compensación por los descuentos de Ganancias, se volverá a reunir mañana con los representantes de los bancos y si no logra un entendimiento le pondrá fecha a una huelga para la próxima semana. "Pretenden imponer un tope, pero el relato alcanza hasta que el trabajador va al supermercado", acusó Sergio Palazzo, titular de la Asociación Bancaria, y alertó que "hay conversaciones con otros gremios para tomar medidas" de fuerza. También la Federación gremial aceitera, junto con la CGT regional San Lorenzo, prevé disponer hoy mismo el inicio de una huelga por tiempo indeterminado que paralizará las exportaciones de granos en reclamo de un incremento salarial del 42%. Los gremios enfrentados desde hace tiempo al Ejecutivo también se sumaron a la polémica. Pablo Moyano, número dos de Camioneros, cruzó duro al Gobierno al que acusó de "presionar" al sindicalismo y a las empresas para fijar un tope a los salarios y anticipó que su gremio rechazará cualquier suba inferior al 33%. "Presionan a los gremios y las empresas para imponer un techo y después vienen con el verso de paritarias libres", lanzó. Tanto en la CGT opositora, que conduce Hugo Moyano, como en el frente de gremios del transporte, enrolados en la CATT, sumaron advertencias de conflictos si la Casa Rosada no da marcha atrás en su propósito de condicionar las paritarias. 2 de mayo de 2015 El Gobierno le pone un techo de 25% a la suba de salarios Paritarias. El tope sería para los gremios emblemáticos, como UOM, Comercio y UOCRA. Hay malhumor en los sindicatos K. Antonio Caló, secretario general de la CGT Balcarce. Ricardo Carpena Las paritarias están más estancadas que nunca y hay indicios de que se aproxima una reacción sindical que se expresaría en una oleada de paros y de movilizaciones: Cristina Kirchner y el ministro Axel Kicillof no sólo insisten en que los acuerdos se pacten por debajo del 30% anual,como anticipó Clarín, sino que desde hace una semana frenan cualquier aumento que supere la franja del 22 al 25% porque, según creen, es la más adecuada para evitar que las mejoras provoquen un alza inflacionaria y compliquen la economía en el final del ciclo kirchnerista. Ese nuevo tope salarial motivó que fracasara imprevistamente el principio de acuerdo por un 28% de aumento alcanzado la semana pasada entre la UOM y las cámaras del sector y que también se congelara el 30% en dos cuotas consensuado entre gremialistas y empresarios de Comercio. La presión oficial está poniendo al sindicalismo K al borde de un plan de lucha: Armando Cavalieri, el líder de los mercantiles, le pidió al titular de la CGT Balcarce, Antonio Caló, que reúna de urgencia al consejo directivo para analizar la delicada situación y decidir de manera inmediata medidas de fuerza que logren romper el cepo salarial impuesto por el Gobierno en los últimos siete días. Lo mismo debatirá Cavalieri el miércoles próximo con el secretariado de la poderosa Federación de Comercio, que representa a más de un millón de trabajadores. Es que el líder mercantil se fue con las manos vacías del encuentro que tuvo anteayer con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, durante el cual insistió en que el 30% de aumento consensuado con las cámaras del sector se había decidido “en función de la rentabilidad del sector y sin que el Estado pusiera un peso”. No es la primera respuesta negativa que recibe Cavalieri: se reunió de apuro con la Presidenta el jueves 16 de abril, en Parque Norte, aprovechando que ella iba a hablar en un acto del radicalismo K, para tratar de convencerla de que aceptara el 30% de aumento, pero Cristina no quería ninguna mejora “con un 3 adelante”. Poco después, desde Rusia, incluso corrigió lo que sería su número ideal para las paritarias:entre un 22 y un 25%, en sintonía con la inflación que mide el Indec. Hace cinco días, Tomada dijo al canal CN5 que la Presidenta “no pidió que las paritarias cerraran con aumentos por debajo del 30”, pero admitió que las mejoras “deberían acompañar la inflación, estimada en torno del 20 o 22% para este año”. Ese moderado nivel de aumentos coincide con lo que pidió el titular de la UIA, Héctor Méndez, como tope en la negociación colectiva de este año. Los gremios están reclamando entre el 30% y el 42/43% (como en el caso de los aceiteros y la Alimentación), en algunos casos para compensar la caída del poder adquisitivo de los salarios durante el año pasado, algo que el Gobierno no reconoce, aunque sí lo destaca hasta uno de los dirigentes más fieles a la Casa Rosada como Hugo Yasky, líder de la CTA oficialista: “Consideramos al año 2014 como atípico porque desde 2003 es la primera vez que los salarios van a estar por debajo de la inflación”, dijo en noviembre pasado. En pleno estancamiento de su paritaria, Caló y la plana mayor de la UOM se reunieron el lunes pasado con Kicillof para escuchar en su boca las detalladas explicaciones sobre por qué un aumento superior al 25% pondría en riesgo la estabilidad económica. Aunque los metalúrgicos no le dijeron nada, parece difícil que aflojen: considerado el gremio testigo para el Gobierno, reclamó un 32% y el congreso nacional de delegados resolvió un paro de 36 horas por si fracasaban las negociaciones, que Caló sigue demorando pese a la falta de acuerdo con los empresarios. Algunos sindicatos ya firmaron por encima de la nueva pauta oficial, como los obreros del tabaco (33%) y los trabajadores de la carne (31,5%), pero hay un puñado gremios estratégicos, que integran laUOM, Comercio y UOCRA, que tradicionalmente firman sus convenios en abril y sobre los que el Gobierno siempre trata de influir porque sus paritarias sirven de orientación al resto. Los bancarios, liderados por Sergio Palazzo, tampoco avanzaron en sus negociaciones: presionan con retomar desde el miércoles su plan de lucha ante la falta de respuesta a su reclamo de un 33% de aumento y de que el sector patronal se haga cargo de compensar el Impuesto a las Ganancias. En este último punto incluso hay menos certezas que nunca acerca de si la Presidenta finalmente dispondrá algún alivio, como consignaban versiones oficiales y sindicales. Una de las posibilidades es el envío al Congreso de un proyecto de ley que modifique las escalas sobre las que se calcula el impuesto. Los gremios del transporte pidieron sin suerte una audiencia con Cristina para hablar sobre “el impuesto al salario”, entre otros temas, y el 12 de este mes lanzarían nuevas medidas de fuerza, mientras la Federación de Luz y Fuerza confirmó otro paro de 24 horas para el 13 de mayo. El jefe de la UOCRA, Gerardo Martínez, aseguró la semana pasada a Ambito Financiero que el Gobierno elevaría el mínimo no imponible a 22.000 pesos, pero el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dijo que “no hay ningún estudio de esas características” en la Casa Rosada. “No sé de dónde sacó eso Gerardo, no tengo la menor idea y es más, estoy convencido de que no”, dijo. 4 de mayo de 2015 Paritarias: tope de Kicillof divide al Gobierno y da aire a unidad de la CGT Por: Mariano Martín El Gobierno expuso diferencias internas por las trabas en las negociaciones salariales. El tope de aumentos del 25% que fijó el ministro de Economía, Axel Kicillof, para la ronda de este año fue asumido con malestar por su par de Trabajo, Carlos Tomada, encargado de darlo a conocer entre gremios afines que negocian, como la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y Comercio. Y de paso, aceleró la posible unificación de la CGT: en medio de señales en esa línea, la versión oficial se reunirá para debatir posibles protestas. Como había anticipado este diario, por primera vez en una década el Ejecutivo se convirtió en el principal obstáculo para los acuerdos salariales. Y también por primera vez, la necesidad de fijar un tope fue explicitada: desde el Ministerio de Trabajo admitieron a Ámbito Financiero que Tomada informó a sindicalistas que “hoy el escenario inflacionario no amerita ese nivel de aumentos”, en alusión a los planteos del 30% de suba. El tope recogió rechazo unánime de todos los sindicatos de cada vertiente de la CGT. Ayer, Armando Cavalieri, jefe del gremio mercantil, dio detalles de la charla que mantuvo el viernes con el ministro y confirmó el blanqueo del límite del 25 por ciento: “Así es; con mucho pesar, no lo dijo muy entusiasmado. Dijo que lo hacía siguiendo directivas superiores”, apuntó el líder de Comercio en radio América. El gremio tenía preacordado con la Cámara Argentina de Comercio (CAC) una suba para este año del 30% en dos cuotas de 15 por ciento, en abril y octubre, y sólo restaba pactar el pago de dos o tres sumas no remunerativas durante la vigencia del convenio. El presidente de la CAC, Carlos de la Vega, ratificó ayer mismo la existencia de ese entendimiento, y la imposibilidad de firmarlo ante una sugerencia desde el Gobierno. Las dificultades de Comercio se repiten en otras paritarias, como la de la UOM, que lleva varias semanas de indefinición y que esta semana puede desembocar en un paro nacional. Hoy a las 10 habrá una nueva audiencia entre el gremio y las cámaras empresariales metalúrgicas. Aunque el último ofrecimiento formal de los ejecutivos había alcanzado sólo el 23% y el sindicato mantenía su reclamo original del 32% de suba, en ambas orillas admitieron que había margen para acordar apenas por debajo del 30%, como sugirió en un principio Kicillof. El escenario cambió drásticamente la semana pasada, cuando el propio jefe de Economía transmitió a empresarios (Tomada debió hacerlo entre sindicalistas) que el Ejecutivo no avalaría aumentos mayores al 24 o 25 por ciento. Esa advertencia estaba desprovista de alguna compensación que esperaban los gremialistas, como una adecuación en Ganancias. Gerardo Martínez, el gremialista con mejor diálogo con Cristina de Kirchner, le había dicho a este diario luego de compartir con la mandataria la gira a Rusia que el Gobierno subiría a $ 22 mil el mínimo no imponible antes de las elecciones. La versión fue desalentada luego por funcionarios. La CGT oficialista, de Antonio Caló, reactivará hoy su “mesa chica” con una reunión a las 16 en la Unión del Personal Civil de la Nación. “Todos tenemos el mismo problema, la paritaria sin resolver. Puede haber un conflicto”, advirtió Cavalieri, un histórico conciliador que hasta se permitió chicanear al ministro de Economía: “Kicillof me hace acordar a Cavallo cuando decía que el salario era inflacionario. Es Cavillof”. En la vereda de Moyano, sin urgencias por contar con paritarias que arrancan más adelante, leyeron, sin embargo, el malestar de sus pares de la CGT oficialista. Hoy sus principales dirigentes irán al gremio del personal del Gas, que conduce Oscar Mangone, a un encuentro con la Pastoral Social de la Iglesia Católica. En esa reunión hablarán de un impulso del papa Francisco por la unidad gremial y llamarán a sus pares a fusionarse lo antes posible. Cavalieri alentó ese escenario: “Estamos a un paso de reencontrarnos. Los del transporte tienen problemas por Ganancias, a nosotros porque nos ponen un pie encima. Tenemos que juntarnos para hacerle entender al Gobierno que está equivocado”. 4 de mayo de 2015 Del cielo al infierno por sólo 3 puntos MUNDO GREMIAL.Es la diferencia entre la pauta salarial que quiere imponer el Gobierno y la que negociaron dos de los principales gremios aliados del oficialismo. Ricardo Carpena Tres puntos. Sólo tres puntos es la distancia que existe actualmente entre la solución de la encerrona en la que quedaron las paritarias y el infierno de paros que prometen los gremios en caso de que no afloje el cepo salarial. Cristina Kirchner y Axel Kicillof quieren aumentos en la franja del 22 al 25%. Los metalúrgicos de la UOM firmarían por un 28% y lo mismo aceptaría la UOCRA. Quizá Comercio también ceda. Ese es el argumento que esgrimirán en la intimidad los ministros más políticos del Gabinete ante su colega de Economía. La decisión, como siempre, está en manos de la Presidenta. ¿Hay tanto peligro de zozobra económica si la negociación colectiva ronda el 28% de aumento? Un dirigente ultra-K como Hugo Yasky considera razonable una mejora del 30% en los casos de los sueldos más rezagados porque la inflación de este año será del 25% y hubo un 5% de caída salarial en 2014. El problema es quién se hace cargo de compensar esa pérdida. Con su pretensión de que se negocien las paritarias de acuerdo con la inflación futura, y no la pasada, el Gobierno le transfiere el costo a los trabajadores, o a las posibilidades de los empresarios. Pero tampoco parece exactamente así. Armando Cavalieri dijo que el 30% consensuado con las cámaras mercantiles se pactó “en función de la rentabilidad del sector” y que, por ende, no será trasladado a los precios. El Ministerio de Trabajo siempre tuvo al alcance un menú de opciones para descomprimir las paritarias, como sumas fijas no remunerativas, aumentos en cuotas y mejoras camufladas para las obras sociales. Hoy, se dinamitaron las variantes. De los aumentos por debajo del 30% se pasó al tope del 22 al 25%. Se vetaron los acuerdos cortos. Y nadie sabe (excepto el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez) qué sucederá con otro factor de interferencia en las tratativas salariales: el Impuesto en las Ganancias. El Gobierno puede amenazar con no homologar las paritarias que superen el cepo, pero sabe que, en la práctica, no puede aplicarlo: los gremios saldrían a la calle para protestar, en una pulseada con demasiados ecos de lo que sucedió en 1975 con el “Rodrigazo”. El momento es delicado: no es una buena señal que los convenios salariales sigan sin firmarse. Y el laberinto en el que se metió Cristina implica que si ahora cede, dejará la imagen de una derrota ante la “corpo” sindical. Algunos sindicalistas piensan que la Presidenta quiere utilizar la pelea salarial para enfrentarlos con la sociedad y sumar votos. Puede ser una apuesta riesgosa. El poder de persuasión del Gobierno cede en la medida en que se acerca su fecha de vencimiento. Y el poder del sindicalismo crece, como sucedió en el paro general del 31 de marzo, cuando sus fracciones se unen. No es casual que en las últimas horas, ante la difusión del tope en las paritarias, se hayan multiplicado los llamados y las promesas de reunión entre dirigentes de sectores antagónicos. “Es el momento en que deberían juntarse los titulares de las tres CGT”, dijo Omar Maturano, de La Fraternidad. Aun así, la tarea no es sencilla. Empiezan a pesar las apuestas disímiles para las elecciones y se afianzan las peleas: en la CGT Balcarce hay dirigentes muy enojados con el individualismo de Gerardo Martínez porque, una vez más, anticipó el aumento del mínimo no imponible y vaticinó la pronta unidad sindical sin haber hablado con sus aliados. Incluso hay decisiones personales que incidirán en este escenario: Hugo Moyano decidió que se presentará para otra reelección en las elecciones del Sindicato de Camioneros, en septiembre, y lo mismo resolvió Ricardo Pignanelli para los comicios de SMATA de octubre. Lo que confirma que el gremialismo peronista sigue los viejos preceptos del alfonsinismo, pero al revés: es decir, poca renovación y nada de cambio. 4 de mayo de 2015 Cavalieri: "El Gobierno quiere imponer una barrera al salario" El líder del sindicato de Empleados de Comercio además consideró que, de ese modo, pone "un tope al crecimiento" y remarcó que "el Ejecutivo intima a los empresarios a no ceder y además a no homologar los convenios" El gremialista argumentó que el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, "recibe órdenes superiores" de negar aumentos mayores a un 30 por ciento en las paritarias correspondientes a este año. Así lo aseguró en medio de las negociaciones salariales, que a esta altura del año presentan un complejo panorama, el cual incluye medidas de fuerza por parte de algunos sindicatos. En el caso del gremio dirigido por Cavalieri, las negociaciones fracasaron hasta el momento, ya que no pudo conseguir el pretendido aumento del 30 por ciento en dos cuotas. En declaraciones radiales, el sindicalista también apuntó al ministro de Economía, Axel Kicillof,ya que, según criticó, "está enfrascado en una posición". "Creo que está equivocado porque a él le conviene mucho que el mercado interno tenga crecimiento", argumentó, y cuestionó: "No habla bien de Kicillof el tema este, de imponer una barrera al salario". La CGT oficialista admite que el Gobierno quiere un techo salarial El líder de UPCN, Andrés Rodríguez, dijo que hay "una responsabilidad del Poder Ejecutivo" de ponerle límite a las paritarias "al no homologar" algunos acuerdos que los alcanzaron con las patronales. Sobre la cifra que pretendería el Gobierno, el dirigente aseguró: "no es conveniente en este momento". 06/05/2015| 13:45 CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El secretario general de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) e integrante de la CGT oficialista, Andrés Rodríguez, reconoció este miércoles que el Gobierno Nacional intenta ponerle techo a las negociaciones paritarias al "no homolgar" el ministerio de Trabajo algunos acuerdos salariales entre los sindicatos y las patronales. Dichos convenios superarían la pauta que maneja el Gobierno, que buscaría que sea no superior al 25%. Consultado por radio América sobre si el Ejecutivo ejerce algún tipo de presión para ponerle techo a las paritarias, Rodríguez dijo "hay una tendencia" a que las negociaciones "se contengan dentro un marco adecuado", pero advirtió que ese "marco adecuado no coincide en cifras con lo que se está manejando en algunos casos" y que la cartera de Carlos Tomada procedió entonces con "la no homologación de convenios y con lo que están acordando los sindicatos libremente con la parte empleadora". Y agregó: "Digamos que al no homolgar convenios que se firman hay una responsabilidad también del Poder Ejecutivo. Es importante que haya conversaciones para lograr un equilibrio, si no se originan conflictos". Uno de esos casos es el del gremio de empleados de comercio. Su titular, Armando Cavallieri, reconoció que el Gobierno se negó a aprobar el acuerdo del 30% alcanzado con la patronal. En ese sentido, Rodríguez dijo que distintos sindicatos están teniendo "complicaciones" para cerrar acuerdos. Para resolverlas, el líder de UPCN pidió un diálogo con el Gobierno. 6 de mayo de 2015 Tomada niega el “techo” a las paritarias, pero reconoció una reunión con Cavalieri Sin embargo, el ministro de Trabajo reconoce que se reunió con el titular del gremio de Comercio y que pide "responsabilidad" en las negociaciones salariales. Buenos Aires. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, negó que el Gobierno fije un "techo" a las negociaciones paritarias, pero advirtió que piden "responsabilidad" en la negociación y que "no se puede tirar un número (de aumento) al voleo". En diálogo con una radio porteña, el funcionario pidió mirar los índices inflacionarios, que "según todas las consultoras no va a superar el 26 o el 26 por ciento este año", marco en el cual definió como razonable "imaginar una evolución de salarios que mantenga la capacidad adquisitiva, sin por eso establecer un techo". "Nosotros no lo vamos a fijar, no es que hemos establecido un número, un porcentaje, y de eso no nos movemos. Creemos, y en esto quiero ser muy claro, que tenemos derecho, como lo hacemos todos los años, a plantear un tema de responsabilidad. Creemos que no se puede tirar al voleo un número, jugando livianamente con un activo que nos pertenecen a todos", señaló. Tomada advirtió además que "hay quienes efectivamente quieren suprimir las paritarias", y pidió ser "muy cuidadosos" con los reclamos. Pese a negar que se quiere imponer un tope, reconoció que se reunió con el secretario general de la Federación Argentina de Empleados de Comercio (Faecys), Armando Cavalieri, en el marco de la paritaria con las entidades empresarias del sector. El dirigente gremial había sugerido que el jefe de la cartera laboral "recibe órdenes superiores" de negar aumentos mayores a un 30 por ciento en las paritarias correspondientes a este año.