La mayor cuenca hidrográfica de Cuba, es la cuenca

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EFECTOS DEL APORTE FLUVIAL EN LA SALINIDAD Y LOS NUTRIENTES
DEL GOLFO DE GUACANAYABO, CUBA, EN MESES LLUVIOSOS DE 2008 Y 2009
Yuliesky Garcés y Abel Betanzos
Centro de Investigaciones Pesqueras, 5ta. Ave. y 246,
Santa Fe, Playa, Ciudad de La Habana, CP 19100, Cuba,
[email protected], [email protected]
RESUMEN
Muestreos realizados en meses lluviosos de los años 2008 y 2009 manifiestan influencia de aguas dulces en la
salinidad del Golfo de Guacanayabo, registrándose valores promedios de 34,9 y 33,6 ‰, respectivamente.
Elementos no conservativos como el SiO3, el P-PO4- y el N-NH4+ manifiestan una tendencia al incremento a
medida que disminuye la salinidad presentándose correlaciones negativas significativas (α<0,05), corroborando la
importancia de los escurrimientos fluviales en el aporte de nutrientes. Los bajos coeficientes de correlación
denotan otras fuentes de aporte. En comparación con registros anteriores se observan disminuciones en los SiO3,
incrementos del P-PO4- y una variabilidad con tendencia ascendente-descendente en los compuestos
nitrogenados.
Palabras clave: Golfo de Guacanayabo, lluvias, escurrimientos fluviales, salinidad, nutrientes.
EFFECTS OF FLUVIAL DEPOSITS ON THE SALINITY AND NUTRIENTS IN THE GULF
OF GUACANAYABO, CUBA, IN RAINY MONTHS OF 2008 AND 2009
ABSTRACT
Random sampling in rainy months of 2008 and 2009 years show the influence of freshwater on Guacanayabo Gulf
salinity with average values of 34,9 and 33,6 ‰, respectively. Non-conservative elements as SiO3, P-PO4- and
N-NH4+ have a tendency to increase with decreasing salinity, being observed negative significant correlations
(α < 0,05), corroborating the importance of rainfall runoff as nutrient contributors. Low correlation coefficients
denote other sources of supply. In comparison with previous records, SiO3 decreases, P-PO4- increases and
variability with no definite trend in nitrogen compounds are observed.
Key words: Gulf of Guacanayabo, rainfall runoff, salinity, nutrients.
INTRODUCCIÓN
La presencia de una presa o embalse puede modificar sustancialmente el patrón estacional y la distribución
horizontal de especies marinas en ríos y esteros por las variaciones de la salinidad (Baldó et al., 2005) e influir en
la disminución del tamaño de sus poblaciones debido a la reducción de la productividad orgánica primaria
generada por el represamiento de los ríos.
La construcción de embalses para almacenamiento de aguas fluviales en Cuba toma impulso en 1971 y
acrecentándose entre 1991 y 1992 hasta alcanzar una capacidad en las cuencas hidrográficas que vierten al
Golfo de Guacanayabo de 1 812,36 millones de metros cúbicos (CubAgua, 2009), lo que sumado a eventos de
sequía (Izaguirre y Celeiro, 2003) contribuyen a incrementar la salinidad en la región; registrándose en el período
1
2002-2005 salinidades de hasta 47 ‰ en lagunas interiores (Isla, 2006) y salinidades promedio > 37,5 ‰ en
aguas costeras adyacentes. (Pérez et al., 2003) Según Piñeiro (2004 y 2006), en la región suroccidental de Cuba
el desarrollo de obras hidráulicas ha limitado el escurrimiento fluvial hacia las zonas costeras del noroeste del
Golfo de Batabanó y generado procesos de azolvamiento y salinización aguas abajo de las cuencas fluviales con
intrusión salina en las aguas subterráneas, lo que elimina a los mantos acuíferos cercanos a la costa como
fuentes portadoras de aguas dulces y nutrientes.
El objetivo principal de este trabajo es determinar niveles de influencia de los escurrimientos fluviales generados
por la lluvia en la salinidad y los nutrientes del Golfo de Guacanayabo, en meses lluviosos; teniendo en cuenta
que en el período lluvioso cae aproximadamente el 80 % del total de lluvia anual y se generan los mayores
volúmenes de escurrimiento fluvial. (Lluis-Riera, 1977; CubAgua, 2009)
MATERIALES Y MÉTODOS
Descripción del área de estudio
El Golfo de Guacanayabo (GG) es un golfo abierto en contacto con las aguas del Mar Caribe y se ubica en la
parte oriental de la plataforma suroriental de Cuba (Fig. 1). Según Fernández-Vila et al. (2006) sus aguas
muestran promedios generales de salinidad de 36,53 ‰, con máximos y mínimos promedio de 38,90 y 32,50 ‰,
respectivamente. Decenas de ríos y arroyos de carácter permanente y temporal tributan sus aguas a diez
cuencas hidrográficas que vierten a la zona costera del GG, incluyendo el río Cauto con más de 340 km de
longitud del cauce principal y 1987 millones de m3 de escurrimiento medio anual. (CubAgua, 2009)
El área de estudio se dividió en tres zonas (Fig. 1) que coinciden con zonas de pesca comercial de camarón
rosado (Farfantepenaeus notiales). Se ejecutaron siete cruceros de investigación en el 2008 y cinco en el 2009 en
los que se muestrearon 17 estaciones, ubicadas a través de un GPS Garmin 1998, las que se agruparon en seis
transeptos (Fig. 1). Por las particularidades oceanográficas locales descritas por Emilsson y Tápanes (1971) y
Rodríguez (1983) que manifiestan influencia de aguas dulces al Norte y noreste del GG y características
semioceánicas al Sur, se realizan análisis zonales incluyéndose las estaciones 14 y 15 de la zona I en los análisis
de la zona III.
Zona II
Zona I
Zona III
Fig. 1 Red de estaciones de muestreo e información sobre el área de estudio.
2
El período de estudio comprende los meses de abril-noviembre de los años 2008 y 2009, meses que
mayoritariamente corresponden al período lluvioso en Cuba (mayo-octubre), agregándose dos meses de seca
que ocasionalmente han presentado lluvias significativas.
Se utilizaron datos de cuencas hidrográficas y de nivel medio de capacidad de embalse de aguas fluviales, en
millones de metros cúbicos (hm3) de las provincias de Granma y Las Tunas (Atlas Nacional de Cuba, 1989;
CubAgua, 2009) y datos de lluvia (mm) desde enero de 1975 hasta octubre de 2009 de la estación meteorológica
(EM) de Manzanillo, que se ubica aguas abajo de los embalses y cercana a la costa.
Los valores de salinidad y nutrientes utilizados corresponden al nivel de superficie (0,50 m) al no encontrarse
diferencias significativas (ANOVA; p > 0,05) entre los valores de superficie y fondo. La salinidad se obtuvo con
una sonda YSI 85 con precisión de 0,1 partes por mil (‰). Las muestras de agua para análisis de nutrientes se
tomaron con una botella Van Dorn y se almacenaron en frascos de polipropileno de 1 L preservándose a 4 °C por
72 h y posteriormente congeladas a –20 °C hasta su análisis en el laboratorio. Los análisis de Nitrito (N-NO2 -),
Amonio (N-NH4+); Silicatos (SiO3) y Fosfatos (P-PO4-) se determinaron por el método de FAO (1975), y los nitratos
(N-NO3-) por Vann Mell (1982). No se realizaron análisis de silicato en el año 2008. Los valores de nitrito y nitrato
se agrupan en nitrógenos oxidados (N-NO2- + N-NO3- = NOx). Los datos de nutrientes se presentan en μmol/L
(μM). Para análisis comparativo se utilizaron datos anteriores de nutrientes registrados por Lluis-Riera (1977) y
Perigó et al. (1993) citados por Isla (2006), seleccionando los valores según meses y estaciones de muestreo
similares.
Se presentan valores medios de salinidad y nutrientes con la desviación estándar y anomalías estandarizadas del
acumulado de lluvia anual; además de correlaciones lineales entre pares de variables y análisis comparativos por
zonas (ANOVA) basados en la diferencia mínima significativa (LSD) de Fisher.
RESULTADOS
Panorama pluvioso
Al constituir la lluvia la base principal del escurrimiento fluvial en Cuba, se hace imprescindible un análisis de la
variabilidad estacional e interanual de este parámetro en la región. El acumulado de lluvia anual en Manzanillo no
manifiesta una clara tendencia (Fig. 2a), aunque desde 1999 se observa un período de anomalías negativas o de
valores cercanos al promedio histórico, que en relación con la tasa anual de evaporación (> 2 000 mm), se
consideran años con déficit de precipitaciones. Únicamente el año 2007 registra un incremento relativo
(1 327 mm) por encima de la media histórica (1 139 mm).
El año 2008 presenta un período lluvioso con menor promedio (120,9 mm) que el del 2009 (151,9 mm), aunque el
acumulado anual (1 181,8 mm) se comporta ligeramente por encima del histórico; registrándose en los primeros
meses del año 2008, meses poco lluviosos, precipitaciones atípicamente altas como las de marzo (204 mm) y
Media histórica
2008
2009
240
2
R = 0.0001
200
Lluvia
Lineal (Lluvia)
160
120
80
2008
2005
2002
1999
1996
1993
1990
1987
1984
1981
40
1978
(a)
y = 0.0011x - 0.0193
Lluvia
3.00
2.00
1.00
0.00
-1.00
-2.00
-3.00
1975
Anomalías
abril (141 mm) (Fig. 2b), constituyendo el valor de marzo record de lluvia para ese mes desde 1975.
(b)
0
E
F
M
A
M
J
J
A
S
O
N
D
Fig. 2 Anomalías y tendencia (paralela al eje de las X) de la lluvia anual (a) y promedios mensuales de lluvia (b).
3
Salinidad
Durante los meses de estudio la salinidad manifiesta valores totales promedio de 34,4 ± 1,6 con máximo y mínimo
de 36,6 y 28,5 en agosto y septiembre de 2008, respectivamente. El período lluvioso con menor promedio de
salinidad correspondió al 2009, con 33,6 ± 1,3; el 2008 muestra valores promedios de 34,9 ± 1,1. De
167 registros, el 1,7 % presentan salinidades < 29,9; el 50,3 % manifiestan salinidades entre 30 y 34,9; el 46,2 %,
salinidades entre 35 y 35,9 y salinidades > 36 el 1,8 %, lo que denota influencia de aguas dulces. Al correlacionar
la lluvia promedio mensual con la salinidad media por meses, no se presenta una relación estadísticamente
significativa (R2 = 0,10; α > 0,05), lo que permite inferir que no en todos los casos la lluvia registrada por la EM de
Manzanillo, incide en la salinidad de la región; como es el caso de abril de 2009 (Fig. 3a). En el análisis
comparativo entre zonas no se presentan diferencias significativas (ANOVA; p > 0,05). Los promedios de la zona I
muestran menores salinidades evidenciando una mayor influencia de aguas fluviales (Fig. 3b).
Salinidad
Lluvia
34.5
150
100
33.0
50
31.5
0
30.0
(a)
2008
2009
Salinidad
36.0
200
Abr
May
Jun
Jul
Ago
Sep
Oct
Nov
Abr
May
Jun
Jul
Ago
Sep
Oct
Lluvia (mm)
250
(b)
Fig. 3 Variaciones de la salinidad y la lluvia (a) y análisis comparativo de la salinidad por zonas (b),
medias e intervalos (LSD) del 95 % de probabilidad.
Nutrientes
Al analizar los valores de silicatos (SiO3) correspondiente a 54 muestras del 2009 (Fig. 4a) se observa una
tendencia al aumento a medida que disminuye la salinidad (r = –0,52; R2 = 0,27; α < 0,05). El valor promedio es
de 6,70 ± 5,30 µM, los máximos registrados, de 15,36 a 22,14 µM, corresponden al mes de junio de 2009 (Fig. 5)
y a las seis estaciones de la zona I, donde desemboca la cuenca del Cauto.
En el análisis del fósforo de fosfatos (P-PO4-) correspondiente a los años 2008 y 2009 (n = 88) se obtiene una
concentración media de 1,50 ± 1,27 µM. Aunque manifiestan una tendencia al aumento a medida que disminuye
la salinidad (Fig. 4b), la correlación entre estas variables es muy débil (r = –0,27; R2 = 0,09; α < 0,05). Por otra
parte, tanto la lluvia como la salinidad media mensual no presentan relación estadística significativa (α > 0,05) con
la media mensual del fósforo. Los mayores promedios mensuales se registran en abril (3,53 µM) y mayo
(2,99 µM) de 2009 (Fig. 5) y se alternan entre las zonas I y II; los menores promedios mensuales (0,40 µM) en
mayo de 2008 y julio (0,83 µM) de 2009, principalmente en la zona III.
4
SiO3
25
2
R = 0.27
μMol/L
μMol/L
10
5
4
3
2
1
0
28
30
32
NOx
34
36 S‰
(b)
20
μMol/L
15
10
5
0
30
32
28
30
32
34
36
38 S‰
34
NH4
2
R = 0.034
28
0
y = 0.4566x - 13.382
25
μMol/L
R = 0.09
5
15
(c)
2
6
20
(a)
y = -0.2758x + 10.967
PO4
y = -2.1123x + 77.698
(d)
36
38 S‰
y = -1.2066x + 43.501
14
12
10
8
6
4
2
0
2
R = 0.39
28
30
32
34
36
38 S‰
Fig. 4a, b, c, d Relaciones salinidad-concentración de nutrientes generadas
con los datos totales obtenidos y tendencia lineal.
Las formas oxidadas de nitrógeno inorgánico (NOx) manifiestan una ligera tendencia al aumento a medida que se
incrementa la salinidad (Fig. 4c), aunque no muestran una correlación estadísticamente significativa (α > 0,05). El
92 % de los valores registrados de nitrógenos oxidados manifiestan valores < 4,28 µM (< 0,06 mg/L); la
concentración promedio es de 2,30 ± 3,35 µM (n = 88). El máximo promedio mensual (4,21 µM) se registra en
abril de 2008 (Fig. 5) mes en el que se presentan los mayores valores puntuales (entre 19 y 21 µM) en las zonas
I y III.
El amonio (N-NH4+) muestra una media de 2,10 ± 2,62 µM y una tendencia al incremento ante disminuciones de la
salinidad (Fig. 4d); en análisis por puntos de muestreo (n = 88), ambas variables muestran una correlación
negativa significativa (R2 = 0,39; α < 0,05). El 74 % de las muestras presentan valores < 2,14 µM (< 0,03 mg/L).
Entre promedios mensuales se presenta una correlación inversa estadísticamente significativa (r = –0,82;
R2 = 0,68; α < 0,05). En abril de 2008 y abril-mayo de 2009 se registran los mayores promedios mensuales
(Fig. 5).
En los muestreos del año 2008 los nitratos + nitritos (NOx) constituyen el 82,5 % del Nitrógeno Total Inorgánico
(NTI); mientras que en los muestreos del 2009 el amonio presenta un mayor porcentaje (65,7 %) que el resto de
los compuestos del NTI.
5
10
SiO3
PO4
NOx
NH4
Salinidad
37.0
34.0
4
33.0
2008
Oct
Jul
Sep
Jun
May
Abr
Nov
Sep
Ago
31.0
Jul
0
Jun
32.0
May
2
Abr
µMol/L
35.0
6
Salinidad
36.0
8
2009
Fig. 5 Variaciones de la concentración media de los nutrientes y la salinidad promedio en los meses muestreados.
Los meses de mayores concentraciones de nutrientes corresponden a la primavera. En el caso de los
compuestos nitrogenados y el fósforo de fosfato, los máximos se ubican entre abril y mayo (Fig. 5). Los silicatos
manifiestan altos valores en los cuatro meses de estudio con máximo en junio de 2009, mes de importantes
precipitaciones, que por el efecto acumulativo de las intensas lluvias de mayo (Fig. 2b y 3a) debieron generar un
incremento en el escurrimiento terrígeno. Los meses estudiados en el año 2008 manifiestan menores
concentraciones de PO4 y NH4 que los del 2009, solo los nitrógenos oxidados manifiestan una media superior a la
de 2009, coincidiendo con mayores salinidades.
DISCUSIÓN
A partir de datos de escurrimiento fluvial y reservas naturales subterráneas (Atlas Nacional de Cuba, 1989 y
CubAgua, 2009) se estima para la región una retención o utilización total del balance hídrico de aguas dulces
superior a 1 850 hm3, aproximadamente un 52 % de los recursos hídricos totales, lo que se considera una
limitación importante en el aporte de aguas dulces hacia el GG; sobre todo en la estación de seca y en años con
déficit de precipitaciones.
Los acumulados de lluvia por encima de la media histórica en los meses de marzo y abril de 2008 (Fig. 2b),
sumado a intensas precipitaciones asociadas a perturbaciones ciclónicas que afectaron la región a fines de
agosto y septiembre de 2008, inciden en el tenor halino del GG; registrándose los menores promedios de
salinidad (33 y 33,9) en septiembre y octubre. El año 2009 también presenta precipitaciones por encima de la
media histórica en mayo, junio y octubre (Fig. 2b), registrándose los menores promedios de salinidad mensuales
(33,1-33,6) de abril-junio.
La correlación estadística no significativa (α > 0,05) entre la lluvia de la EM de Manzanillo y la varianza de la
salinidad, debe ser consecuencia de escurrimientos generados por precipitaciones en otras localidades e incluso
puede haber influencia de aguas de escurrimiento subterráneo, aunque no pueden descartarse eventos
voluntarios de liberación de aguas represadas o muestreos ejecutados antes de las lluvias principales.
En contraste con lo expresado por Emilsson y Tápanes (1971) y Rodríguez (1983) de que las zonas costeras al
Norte y noreste (zonas I y II) del GG muestran una mayor influencia de aguas dulces, en este estudio se registran
las menores salinidades al noreste y Sur del golfo, zonas I y III (Fig. 3b). Las causas deben estar en el incremento
del represamiento desde 1992 en las cuencas que vierten a las zonas I y II y a la influencia de escurrimientos por
6
la zona III, donde los recursos hídricos presentan menor cantidad de embalses. (Atlas Nacional de Cuba, 1989;
CubAgua, 2009)
Las concentraciones de silicato, fosfato y amonio (Fig. 4a, b, d) manifiestan una tendencia al incremento a medida
que disminuye la salinidad, presentándose relaciones estadísticamente significativas (α < 0,05); aunque los bajos
coeficientes de correlación muestran que las variaciones de la salinidad explican menos del 40 % de la varianza
de los compuestos antes mencionados, lo que pudiera indicar diferentes génesis en el aporte de nutrientes no
vinculados directamente con los escurrimientos.
En zonas marinas costeras de la región suroriental de Cuba se reportan concentraciones de nutrientes en aguas
intersticiales (hasta 15 cm de profundidad en el sedimento) de cinco a diez veces superiores a las que se
presentan en la interface agua-sedimento; (González y Fajardo, 1994) considerándose el agua intersticial como
una fuente adicional de nutrientes ante procesos de resuspensión generados por las corrientes marinas y el
oleaje. (Camacho-Ibar y Álvarez-Borrego, 1988) Estos criterios y procesos continuos de remineralización de
materia orgánica en las áreas al Norte y noreste del GG descritos por Lluis-Riera (1977) deben ser la causa de los
altos valores del P-PO4- registrados en las zonas I y II y de la débil correlación entre las fluctuaciones de la
salinidad y la varianza del fósforo de fosfato.
Por otra parte, los volúmenes de residuales producidos por la camaronicultura en la zona interior costera de la
cuenca del Cauto, con alrededor de 2000 m3/día de intercambio de agua de los estanques (Isla, 2006), aportan
altas concentraciones de materia orgánica, así como sustancias químicas derivadas de la fertilización y del
alimento no ingerido hacia los cuerpos de aguas costeros; que según Isla (2006), ante los procesos de
degradación incrementan las concentraciones de nitrógeno y fósforo. Las amplitudes del flujo y reflujo de las
mareas, con promedios en esta región no mayores de 0,50 m, contribuyen al aporte de nutrientes desde las
lagunas costeras hacia las aguas adyacentes del GG y viceversa. (Pérez et al., 2003)
Otros procesos que pueden contribuir al aporte de nutrientes son los derivados de la disolución de exoesqueletos
de organismos del fitoplancton y de la regeneración bentónica de nutrientes. (Álvarez-Borrego, 2004) Según
Regnault et al. (1988) y Camacho-Ibar et al. (2003) una fuente de amonio puede ser la que proviene de la
excreción de la macrofauna, sobre todo de moluscos bivalvos del genero Crassostrea sp. Hernández-Ayón et al.
(2004) manifiestan un aporte de NH4+ > 200 μMol excretados por ostión (Crassostrea gigas)/día en lagunas
costeras del pacífico mexicano en meses de primavera y otoño. En las zonas costeras del GG se observa una
abundante presencia de ostiones de la especie Crassostrea rhizophorae en lagunas y esteros de las zonas I y III;
además de otros bivalvos como el Arca zebra, con mayor abundancia en las zonas I y II.
En análisis por zonas, los mayores promedio de SiO3 se registran en las zonas I y III; los mayores promedio de
P-PO4-, se localizan en las zonas I y II; en relación con los nitrógenos oxidados (NO2- + NO3-) los mayores
promedio se comparten entre las zonas I y III y el nitrógeno amoniacal (N-NH4+) muestra sus máximos en las
zonas III y I.
Al analizar los resultados obtenidos y compararlos con datos anteriores (Fig. 6) se observa que los valores
promedio de SiO3 disminuyen en relación con el período 1972-1973. La limitación en el aporte de agua dulce
pudiera explicar su tendencia a la disminución, aunque los escurrimientos del período 2008-2009 permitieron
valores promedio mayores de 5 µM. El P-PO4- muestra una media con tendencia al incremento en los tres
períodos (Fig. 6), consecuencia de procesos físicos y/o biogeoquímicos anteriormente mencionados. Los valores
medios de nitrógenos oxidados (NO2- + NO3-) se incrementan del período 1972-73 al 1990-91 (Fig. 6), lo que
pudiera estar relacionado con procesos de nitrificación debido al desarrollo de la camaronicultura y al aporte de
residuales domésticos o de otras fuentes de contaminación; en los muestreos de 2008-2009 los NOx disminuyen
aunque con valores superiores a los encontrados por Lluis-Riera (1977). Estos resultados coinciden con lo
7
expresado por Baisre (2006) sobre la entrada y uso de nitrógeno inorgánico como fertilizante en Cuba, al
manifestar una disminución en el período 1970-1972 y el inicio en 1973 de un incremento sostenido con máximo
en 1989, año a partir del cual tiende a la disminución; lo que justifica la presencia de los altos valores de
nitrógenos oxidados registrados en 1990-1991(Fig. 6) y su posterior tendencia a la disminución. En cuanto al
amonio, el período 2008-2009 muestra un promedio similar aunque ligeramente superior (1,99 µM) en relación
con 1990-91 (1,95 µM). En el período 1990-1991 las concentraciones de NOx son muy superiores a las del
N-NH4+, mientras que en 2008-2009 no se observa mucha diferencia (Fig. 6).
Entre 1970 y el 2009 afectaron la región un total de 25 perturbaciones ciclónicas (UNISYS, 2009), de las que
el 44 % se manifiestan entre el año 2000 y el 2009 (1,1 ciclones/años), a diferencia del período 1990-1999
con 8 % de incidencia (0,2 ciclones/años). El aumento en la intensidad y frecuencia de eventos extremos en los
últimos diez años amplifican los procesos de erosión-deposición, turbulencia, resuspensión y mezcla, lo que
puede ser otra causa a considerar en el incremento del fósforo y contribuir a las concentraciones de silicatos y de
los compuestos nitrogenados en el período 2008-2009 (Fig. 6).
μM
μM
SiO3
10.00
2.00
8.00
PO4
1.50
6.00
1.00
4.00
0.50
2.00
0.00
72-73
90-91
0.00
2008-2009
μM
72-73
Compuestos nitrogenados
90-91
2008-2009
Nox
NH4
6.00
4.00
2.00
0.00
72-73
90-91
2008-2009
Fig. 6 Concentración media de nutrientes en tres períodos con diferencias de 18 años entre c/u: 1972-1973
(Lluis-Riera, 1977), 1990-1991 Perigó et al. (1993) citados por Isla (2006) y 2008-2009 (este estudio).
CONCLUSIONES
Meses con lluvias intensas superiores a la media histórica en los años 2007-2009, generaron escurrimientos
fluviales que inciden en la disminución del tenor halino del Golfo de Guacanayabo; registrándose, en los meses
muestreados del 2008 y 2009, valores promedio de 34,9 ± 1,1 y 33,6 ± 1,3 ‰, respectivamente.
Los silicatos, los fosfatos y el amonio tienden al incremento a medida que disminuye la salinidad (α < 0,05), lo que
denota la influencia de los escurrimientos fluviales en el aporte de nutrientes; sin embargo, los débiles
coeficientes de correlación muestran una moderada responsabilidad de las fluctuaciones de la salinidad en la
varianza de estos nutrientes, sugiriendo la presencia de otras fuentes de aporte. Los nitrógenos oxidados se
8
incrementan con el aumento de la salinidad aunque no se manifiesta una relación estadística significativa
(α > 0,05).
En análisis comparativo, los silicatos disminuyen del período 1972-1973 al 2008-2009, lo que se explica en el
incremento del represamiento; los fosfatos tienden al incremento sugiriendo diferentes génesis en el aporte de
este elemento; los nitrógenos oxidados aumentan de 1972-1973 al 1990-1991, debido al incremento en la década
de los 80 en los aportes de nitrógeno inorgánico por fertilizantes y al desarrollo de la camaronicultura,
disminuyendo en 2008-2009 pero por encima de los registros de 1972-1973; el nitrógeno amoniacal se
incrementa ligeramente del 1990-1991 al 2008-2009.
REFERENCIAS
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