Marcha Verde/marcha verde 2

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El mismo día, 16 de octubre de 1975, Hassan II convoca una marcha para ocupar
“lo que es nuestro” (Marcha Verde):
” tenemos que iniciar una marcha verde desde el Norte de Marruecos hacia el
Sur y del Este al Oeste. Tenemos, querido pueblo, que levantarnos como un
solo hombre, con orden y organización para dirigirnos al Sahara y
encontrarnos con nuestros hermanos allí“
Parece ser que esta marcha estaba preparada mucho antes de que resolviera la
Corte Internacional de Justicia y que fue apoyada o financiada por EEUU debido a
unas desavenencias con España por las minas de fosfatos de la zona. Tratan de
forzar a España para negociar la entrega del Sahara Occidental. La Marcha
Verde estaba compuesta por unos 350.000 marroquíes que se dirigieron a la
frontera del Sahara, zona que, previamente, el ejército español había minado y
alambrado. Se producen momentos de tensa calma.
Franco está en las últimas y el Régimen se debilita. Por un lado, se defiende el
referéndum de autodeterminación en Naciones Unidas y, por otro, se mantenía
conversaciones “secretas” (el 22 de octubre de 1975, el Ministro del Movimiento,
José Solís, se entrevista con Hassan II en Rabat) para negociar la entrega del
Sahara Occidental. Cuando Fernado Martínez Laínez levantó la liebre los militares
y los propios saharauis se sintieron traicionados.
El 2 de noviembre, Don Juan Carlos visita El Aaiún para tranquilizar tanto a
militares como saharauis: “España saldrá de este lance con honor” (¿?). El
Consejo de Seguridad insta a Marruecos a detener la invasión, pero Hasán II sabe
que cuenta con el veto de EEUU y sigue con su plan.
El 9 de noviembre la Marcha Verde se detiene y el 14 de noviembre se firman
los Acuerdos de Madrid por los que España cede la administración del Sahara a
la Yemaá Saharaui, Marruecos y Mauritania
LA SITUACIÓN DEL PUEBLO SAHARAUI
L a situación del pueblo saharaui se agrava extraordinariamente, cuando en 1975 fue expulsado de
su territorio en el Sáhara Occidental por la ocupación de Marruecos y Mauritania, con la firma de
los Acuerdos Tripartitos de Madrid en noviembre de 1975, impidiéndose con ello la celebración del
previsto referéndum de autodeterminación, bajo los auspicios de la ONU y en el marco de la
Resolución 1.514 que reconoce este derecho a los pueblos colonizados. Desde ese momento el
pueblo saharaui vive un verdadero drama humanitario, con gran parte de la población en
campamentos de refugiados, otra en los territorios ocupados del Sáhara Occidental y otra parte en
la diáspora.
El pueblo saharaui tiene reconocido su derecho a la autodeterminación y a ejercitarlo mediante un
referéndum libre y democrático en las múltiples y reiteradas resoluciones de la ONU, en diversos
pronunciamientos de la Unión Europea y en el Dictamen del Tribunal Internacional de Justicia en
octubre de 1975. A pesar de ello Marruecos ocupa ilegalmente el territorio del Sáhara Occidental y
bloquea sistemáticamente la celebración del Referéndum, creando en la zona una situación de
inestabilidad y vulnerando los principios del Derecho Internacional.
El Estado español tiene una responsabilidad histórica, política, jurídica y moral al ser la antigua
potencia colonial y propiciar con la firma de los ilegales Acuerdos Tripartitos de Madrid de 1975 la
ocupación del territorio, impidiéndose con ello culminar el proceso de descolonización. A pesar de
la ocupación ni la ONU ni ningún país del mundo reconoce la soberanía marroquí sobre el
territorio al ser un proceso descolonizador inconcluso, reafirmándose que la única solución que
respete la legalidad internacional y que sea firme y duradera se debe propiciar en el marco del
derecho de autodeterminación del pueblo saharaui, bajo los auspicios de las Naciones Unidas.
Existe una enorme preocupación por la violación de los derechos humanos en el Sáhara
Occidental, expresada en las resoluciones de las Naciones Unidas, en el Consejo de Derechos
Humanos de la ONU, al igual que en los informes del relator de la ONU contra la tortura y la
reciente visita del enviado personal del secretario general de la ONU, Sr. Christopher Ross, a los
territorios ocupados. Igualmente, prestigiosas organizaciones defensoras de los Derechos
Humanos han denunciado la situación como Amnistía Internacional y la Fundación Robert
Kennedy de EE UU. El propio representante de los EE UU en el Consejo de Seguridad planteó una
propuesta de ampliar el mandato de la Minurso a los DD HH, que finalmente fue desechada por
presiones de Francia, España y Rusia, ante la negativa del Gobierno de Marruecos. Esta situación
crea un clima de represión y de intimidación en la población saharaui, que sufre todo tipo de
vulneraciones en sus derechos políticos, sociales y económicos. Las torturas, las detenciones
ilegales, los juicios sin garantías, las condenas injustas, la prohibición de la presencia de
observadores de Derechos Humanos en el Territorio está creando un clima de violencia que sólo
consigue agravar la situación. Especialmente grave ha sido el juicio militar contra 25 activistas
saharauis del Campamento de Gdaym-Izik con condenas a cadenas perpetuas, y a 30 años, 25
años y 20 años de prisión, vulnerándose las mínimas garantías procesales de los detenidos y
denunciándose las torturas y la ausencia de pruebas, como han informado los observadores
internacionales presentes en el juicio.
Igualmente preocupante es el expolio de las riquezas naturales, que, de manera ilegal, se viene
produciendo en el territorio del Sáhara Occidental y que vulneran los derechos económicos de la
población saharaui.
Por otra parte, las enormes dificultades para solventar las necesidades de carácter humanitario en
los campamentos de refugiados de Tinduf, están a punto de provocar una catástrofe humanitaria.
Las carencias alimentarias, sanitarias, abastecimiento de agua, equipamientos sociales y
educativos y de necesidades básicas están llevando a la población refugiada a una situación de
desesperación, agravándose todo ello por la disminución de la ayuda humanitaria de los países
donantes como consecuencia de la crisis económica y los recortes sociales y presupuestarios.
Canarias tiene una especial sensibilidad con la causa y la tragedia del pueblo saharaui, por su
cercanía geográfica y por las tradicionales e históricas relaciones sociales, económicas,
educativas y comerciales que siempre se mantuvo desde la época de la colonia durante decenas
de años. La Comunidad Canaria está muy interesada en que se avance a una urgente solución de
este largo conflicto que sólo se puede garantizar en el marco del respeto a la legalidad
internacional, las resoluciones de las Naciones Unidas y el respeto a los irrenunciables derechos
del pueblo saharaui a vivir en paz y en libertad en su territorio.
Es importante recordar algunos acontecimientos recientes que configuran un escenario alentador
para presionar al Gobierno de Marruecos en el sentido de desbloquear la situación actual:
? La última Resolución 2099 (2013) del Consejo de Seguridad de la ONU reitera una vez más que la
solución pasa por respetar el principio de autodeterminación y celebrar un referéndum para que el
pueblo saharaui decida su futuro.
? El conflicto de Malí es una amenaza para la estabilidad de la región y para su desarrollo por lo
que otro conflicto en el Sáhara Occidental tendría repercusiones imprevisibles.
? El deterioro interno y externo del Gobierno de Marruecos y del propio rey, así como sus propias
desavenencias, son evidencias palpables que debilita aún más la importancia estratégica de
Marruecos para las potencias occidentales.
? El creciente protagonismo de Argelia en la región, con acuerdos económicos y comerciales con
EE UU, Francia y España, es un factor de equilibrio para propiciar una solución pacífica y
respetuosa con el orden internacional y los derechos del pueblo saharaui.
? La propuesta del Gobierno de los EE UU de evidenciar la violación de los DD HH por Marruecos
en el Sáhara Occidental y encargar su protección a la Minurso, es un varapalo al Gobierno de
Marruecos que tendrá sus repercusiones en el futuro.
Por todo ello es esencial que el movimiento solidario con la causa del pueblo saharaui impulse un
conjunto de acciones prioritarias que se concretan en:
1. Reiterar el apoyo al derecho que tiene reconocido el Pueblo Saharaui a la autodeterminación y a
ejercitarlo a través de un Referéndum libre, democrático y donde se planteen todas las opciones,
incluida la opción de la independencia, tal como reconoce el Derecho Internacional y, sobre todo,
las reiteradas resoluciones de la ONU. El conflicto tiene su origen en un proceso de
descolonización que no ha concluido, por lo que cualquier fórmula que no respete este principio
se aleja de una solución efectiva y realista.
2 . Mostrar la preocupación por la violación de los derechos humanos en los territorios ocupados
que se ejerce sobre la población civil saharaui del Sáhara Occidental e instar el cese inmediato de
la represión, la libertad de todos los presos políticos saharauis defensores de los DD HH, el fin del
expolio de los recursos naturales y el acceso al territorio de observadores internacionales. En este
sentido es esencial la ampliación del mandato de la Minurso para garantizar el respeto de los
derechos humanos en el territorio y que la ONU garantice no sólo el alto el fuego, sino que evite la
vulneración de los derechos humanos, hasta la celebración del referéndum. Igualmente se exige la
anulación del juicio militar contra los 25 activistas del campamento de Gdaym-Izik y la libertad
inmediata de los detenidos.
3. Apoyar los proyectos de ayuda humanitaria destinados a paliar las graves carencias de
productos básicos en los campamentos de refugiados, sobre todo en alimentación, salud,
educación, vestidos, calzados y servicios básicos. Hacer un llamamiento al Gobierno de España, a
todas las instituciones públicas y la población para que, en el marco de sus posibilidades,
mantengan e incrementen la Cooperación humanitaria, y, en especial, el proyecto de Vacaciones
en Paz que posibilita la llegada de miles de niños y niñas.
4. Solicitar del Gobierno de España una posición clara en defensa de la legalidad internacional y la
implementación de los acuerdos de la ONU para desbloquear la celebración del Referéndum que
impide el Gobierno de Marruecos y se abstenga de propiciar acciones que refuerzan la actitud
marroquí de seguir ocupando el Sáhara Occidental.
Igualmente es necesario que el Gobierno de España facilite el reconocimiento efectivo del Frente
Polisario, como representante legítimo del pueblo saharaui, tal como lo considera la ONU, y facilite
y otorgue a sus representantes el mismo estatus diplomático del que goza la Misión Diplomática
Palestina en el Reino de España, con el objeto de facilitar sus iniciativas políticas y humanitarias
orientadas a responder a las necesidades del pueblo saharaui.
5. Hacer un llamamiento a la opinión pública, organizaciones solidarias, sociales, educativas,
sindicales e instituciones públicas para apoyar estas justas demandas de la población saharaui.
Igualmente instar a la Comunidad Internacional, en especial a la ONU, UE y los gobiernos de
Francia, España y EE UU para que en sus relaciones bilaterales con el Gobierno de Marruecos le
insten a garantizar la legalidad internacional, las resoluciones de la ONU, en especial, la
celebración del referéndum de autodeterminación y el respeto de los derechos humanos de la
población saharaui en los territorios ocupados.
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