ROMEO Y JULIETA (W. Shakespeare) A) Argumento y temas. Romeo y Julieta son los hijos de dos familias enfrentadas: los Montesco y los Capuleto. En una fiesta de disfraces Romeo conoce a Julieta y surge entre ellos el flechazo incontenible. Frente a esta pasión amorosa de los jóvenes se alza otra fuerza no menos poderosa: el odio ancestral entre sus familias. Romeo y Julieta saltan por encima de ese odio, desafían las convenciones sociales jurándose amor eterno y se casan en secreto. Preparan la huida para poder vivir ese amor, pero un destino adverso acabará con los dos. No obstante, la impresión última es que el amor puro de los dos amantes va más allá de la muerte. De hecho sus familias se reconcilian al final. Este argumento queda ya esbozado en el soneto del prólogo, y la acción, vertiginosa y bien estructurada, se desarrolla en solo cinco días. Los temas importantes de la obra son los siguientes: - El destino adverso, el azar ciego y las premoniciones trágicas (en boca del propio Romeo o Julieta) aparecen a lo largo de la obra. Las muertes de Tebaldo y Mercucio, la estrategia fallida de Fray Lorenzo, la intervención de Baltasar (criado de Romeo), etc. precipitan, sin querer, el trágico final de la obra. -La enemistad entre las familias, que afecta a amos y a criados, se presenta como una barrera infranqueable entre las mismas, aunque haya algún intento por evitar enfrentamientos por parte de Capuleto o el Príncipe. - El amor es, por supuesto, el tema fundamental. El amor es una fuerza arrebatadora que salta por encima de todas las normas sociales y desafía incluso a la muerte (Julieta se suicida ante el cadáver de Romeo, quien se ha suicidado al creer que Julieta está muerta). La obra, de hecho, simboliza como ninguna la fuerza incontenible del amor, y ha pasado a ser un icono del amor romántico en todas las épocas. No obstante, Romeo y Julieta solo aparecen juntos cuatro veces en toda la obra: cuando se conocen en la fiesta de disfraces, en la escena del balcón, cuando se disponen a casarse y antes de su separación forzada. - La obra también presenta un choque entre las ideas tradicionales (padres de Julieta) y otras más libres y subversivas, representadas por el ama, el propio Fray Lorenzo (cómplice de los amantes) y, sobre todo, por la propia Julieta, que no es una heroína simple y convencional (como podría parecer), sino decidida y conflictiva, capaz de desafiar las reglas de la sociedad patriarcal y tomar decisiones por sí misma B) Rasgos estilísticos. La crítica considera a Romeo y Julieta como una de las obras más “poéticas” o “retóricas” de Shakespeare; no solo por el uso de la rima, sino por la gran abundancia de imágenes, metáforas, símiles, oxímoron (odio amoroso, fuego glacial…) y figuras de todo tipo. Pero también es una obra donde destaca, por contraste, el uso de un lenguaje cotidiano, coloquial, incluso soez (en boca de los criados), que manifiesta un claro realismo. La diferencia de registros idiomáticos sirve para caracterizar a los personajes; por ej. el tono lírico, el lenguaje idealizado (parodia del lenguaje amoroso petrarquista) que utiliza Romeo contrasta con el habla chispeante y realista, lleno de juegos de palabras y descripciones concretas, que utiliza Mercurio. La obra se caracteriza por la abundancia de contrastes dramáticos y temáticos apoyados por una expresión muy rica en la que el verso coexiste con la prosa, el verso suelto con el rimado, el juego de palabras con la expresión directa, la expresión culta con la coloquial, lo lírico con lo dramático, las escenas alegres, turbulentas y rápidas con otras lentas y solemnes, de levado tono poético (entre los amantes). Este juego de oposiciones es tan importante que toda la obra se levanta sobre estructuras binarias o elementos contrapuestos que afectan tanto al contenido como a la expresión: Capuleto/Montesco, amor/odio, amor idealista/amor carnal, noche/alba, luz/oscuridad, padres/hijos, amos/criados, lecho nupcial/lecho de muerte, orden/desorden, lenguaje artificioso petrarquista/lenguaje soez y obsceno, blanco/negro, jardín/balcón, etc, etc. C) Producción literaria del autor La obra de Shakespeare abarca todos los géneros dramáticos de la época: la comedia de enredo, de raíces clásicas e italianas, donde predomina la intriga amorosa y los malentendidos. Entre estas destacan títulos como El sueño de una noche de verano o La tempestad, con una mezcla original de realidad y fantasía. Escribe dramas históricos, basados en personajes y episodios de la historia inglesa, que reflejan un pasado violento de asesinatos y conspiraciones; sus personajes ya están muy definidos (Ricardo III). Y las grandes tragedias, donde los protagonistas alcanzan la categoría de mitos universales que encarnan las grandes pasiones humanas: el amor (Romeo y Julieta), los celos (Otelo), la duda (Hamlet), la ambición (Macbeth)… (Ampliar en el texto, p. 106) D) Contexto histórico-literario. Shakespeare es el máximo representante del llamado teatro isabelino, nombre que designa al teatro inglés iniciado en las últimas décadas del siglo XVI y que perdura hasta mitad del XVII. El reinado de Isabel I supuso el auge militar de Inglaterra y la aparición de importantes cambios en el ámbito de la política, la economía o la religión (con la fractura producida por la reforma protestante). Estos cambios afectan también a la concepción de la familia. De hecho, hay autores que han interpretado el sentido último de Romeo y Julieta, y otras obras del autor, como una reflexión sobre las relaciones conflictivas entre familias, el riesgo de los matrimonios prematuros, etc. El teatro isabelino recibe influencias populares y cultas, pero se aparta de las reglas clásicas: no respeta la norma de las tres unidades, mezcla elementos trágicos y cómicos, la prosa y el verso…Así, en Romeo y Julieta la muerte de Mercurio supone un giro importante en el argumento: hasta ese momento la obra parecía más una comedia de enredo y ese episodio la orienta hacia una tragedia con un final intensamente dramático. En todo caso, Shakespeare, aun manteniéndose fiel a las influencias de su época, impone su sello personal e inconfundible en todas sus obras. Los autores más importantes contemporáneos a Shakespeare son: Thomas Kid, con su gran éxito La tragedia española, que anticipa temas y personajes; Christopher Marlowe, autor de la primera versión de Fausto; y Ben Jonson, más realista, conocedor de las costumbres populares es autor de comedias famosas, como Volpone.