TRIBUNAL DE SENTENCIA: Chalatenango a las doce y quince

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0901-97-2005
TRIBUNAL DE SENTENCIA: Chalatenango, a las nueve horas treinta
minutos del día veintiocho de octubre del dos mil cinco.
Causa número 53-07-2005, seguida contra el imputado Fredys Antonio
Salinas Landaverde, de dieciocho años de edad, acompañado, jornalero,
originario de esta ciudad, y con residencia en Reubicación Uno, casa doce,
polígono quince, de esta misma jurisdicción, hijo de Dalila de Jesús
Landaverde viuda de Salinas y de Eugenio Salinas, procesado por el delito
de HOMCIDIO AGRAVADO, previsto y sancionado en el Artículo 128 en
relación al 129 Numerales 1 y 7 del Código Penal, en perjuicio de la vida del
señor Eleazar Eugenio Salinas Landaverde. Figurando como representante
del Ministerio Fiscal, el Licenciado Carlos Antonio Torres y como Defensor
Público el Licenciado Pedro Antonio Torres Perdomo; conociendo de la
causa el Tribunal de Sentencia, integrado por los Suscritos Jueces,
Licenciados Sandra Luz Chicas Bautista, Jesús Ulises García y José
Alvaro Solano Solano; dirigiendo la audiencia de Vista Pública, la
Licenciada Sandra Luz Chicas Bautista, en su calidad de Jueza Presidente.
RESULTANDO:
La Representación Fiscal acusó al imputado Fredys Antonio Salinas
Landaverde, por el hecho siguiente: Es el caso que el día dieciséis de julio
del presente año, a eso de las cero horas con quince minutos, en colonia
Reubicación uno, polígono ocho, casa número trece de esta jurisdicción, en
horas de la noche, específicamente como a las once horas con treinta
minutos, el testigo Juan Alexander Salinas Landaverde, manifestó que su
hermano Fredys Antonio Salinas Landaverde, le preguntó por su otro
hermano es decir un hermano de ambos, de nombre Eleazar Eugenio Salinas
Landaverde, en momentos en que se encontraba en la casa de su mamá
señora Dalila de Jesús Landaverde viuda de Salinas, ubicada en la dirección
ya mencionada, se da el caso que el testigo le contestó que no se encontraba
en ese lugar, manifestándole Fredys al testigo que si llegaba loquiando, que
se fuera para la casa del imputado, ya que en la misma tenía un mortero, y
que le valía venir o no a la casa, y que Fredys además dijo, Va a ver Eleazar,
le quiso pegar a Chepe en la cancha de fútbol, retirándose Fredys de la casa
en donde estaba el testigo, no sin antes decirle Fredys al testigo que cerrara
la puerta de la vivienda; luego como a las doce de la noche, llegó Eleazar a
la vivienda en donde residía dicho occiso con su madre y se fue al cuarto a
dormir, y que posteriormente llegó Fredys y le gritaba a Eleazar, me las vas
a pagar, y que Eleazar solo silbaba y posteriormente Eleazar salió del cuarto
con un corvo, y le dio un planazo a la pila de cemento en donde captan agua,
diciéndole Eleazar a Fredys "cuando vos querrás dos damos verga";
posteriormente Fredys se retiró del lugar, hacia la casa de habitación donde
reside con la mujer; posteriormente el testigo, juntamente con su otro
Hermano Carlos Salinas y otras personas, se retiraron también de dicha casa,
quedándose solamente Eleazar dentro de la misma, ya que la mamá de
ambos es decir del testigo victima e imputado, se encontraba en la casa de su
hermana antes mencionada, se escucharon tres disparos, por lo que el testigo
y su hermano regresaron a la casa de su madre en donde se había quedado
Eleazar, y que cuando ya iban llegando pasó Fredys frente a ellos y les tiró
la bicicleta y le dijo "toma agarrala", llevando también un arma de fuego
tipo revolver treinta y ocho en la mano izquierda, retirándose rumbo al lago
suchitlan, y que cuando llegaron a la vivienda el testigo observó desde la
calle a su hermano Eleazar cerca del corredor de la vivienda en el suelo
recostado y al tocarlo ya estaba muerto y cerca del cadáver se encontraba un
corvo tirado en el suelo, siendo que los disparos el testigo los escuchó como
a las cero horas con quince minutos del día dieciséis de julio del presente
año, posteriormente se hizo presente al lugar de los hechos el medico
forense y fiscal de turno, así como agentes investigadores, con el fin de
proceder al reconocimiento del cadáver, al cual se le observaban tres
impactos de arma de fuego.
II.
Que los hechos antes narrados han sido promovidos por el Ministerio Fiscal, por el
delito de HOMICIDIO AGRAVADO, previsto en los artículos 128 en relación al
129 Numerales 1 y 7 del Código Penal.
IIIEl debate se celebró en AUDIENCIA PÚBLICA, el día veintiuno de
octubre del dos mil cinco.
IV.
En los procedimientos se han observado las prescripciones y términos de ley, y
CONSIDERANDO:
I.
a)-
Que este TRIBUNAL DE SENTENCIA, resolvió todos los puntos sometidos a su
conocimiento y, en la aplicación de las reglas de la sana crítica establecidas en los
Artículos 162 inciso 3º y 356 inciso 1º del Código Procesal Penal, valoró la prueba
vertida en la Vista Pública que a continuación se describe:
Prueba Pericial presentada por el Ministerio Fiscal:
Resultado para determinar presencia de residuos de bario y plomo en
cadáver de la víctima. Practicado por el Analista Físico Químico Profesor
Héctor Rogelio Murgas Domínguez, bajo la referencia FQ. FRO 07042399
DPTC 8363/2004. El cual es practicado en relación a Homicidio de Eleazar
Eugenio Salinas Landaverde, teniéndose a la vista 5/6 cuatro cajas plásticas
transparentes selladas, conteniendo frotados de la región dorsal y palmar
superior de ambas manos del cadáver de Eleazar Eugenio Salinas
Landaverde. Dichos frotados fueron recolectados por personal de
Inspecciones oculares de la Delegación de la PNC de Chalatenango, en el
lugar de la inspección. Efectuando el análisis Químico para determinar la
presencia de residuos de bario y plomo en los frotados RESULTADO:
Evidencia No 5/6 ES NEGATIVA la presencia de residuos de bario y plomo
en los frotados. Al final de dicho documento aparece una firma ilegible de la
persona que suscribe dicho documento y un sello circular de la Policía
Nacional Civil, División Policía Técnica y científica. Análisis Físico
Químico. El Salvador, C.A.
Protocolo de autopsia practicado por el Doctor Roberto Arnoldo
Rivera, el día dieciséis de julio del dos mil cuatro, a las diez horas treinta
minutos a la victima ELEAZAR EUGENIO SALINAS LANDAVERDE,
por el Doctor Roberto Arnoldo Rivera, siendo la causa de la muerte:
Herida penetrante de tórax, con lesión de corazón, producida por proyectil
disparado por arma de fuego. Al momento de la Autopsia tenía un
tanatrocronodiagnóstico de diez a doce horas. Al examen externo presentaba
cinco orificios de proyectil disparado de arma de fuego, tres de ellos
corresponden a orificio de entrada sin presentar tatuaje de pólvora ni
quemadura y dos a orificios de salida localizadas en tórax, hombro derecho
y mano izquierda. Además se observan escoriaciones y herida contusa en y
hemicara derecha. Internamente encontré herida perforante de corazón y
laceración de pulmón izquierdo, los cuales produjeron un sangramiento
masivo, siendo estas lesiones la causa directa de muerte. En radiografía se
observa un cuero radio opaco en hemotórax derecho, el cual se recupera de
color gris y sin deformidades, enviándose al Fiscal. Al final de dicho
documento aparece una firma ilegible de la persona que lo suscribe y un
sello circular del Instituto de Medicina Legal, Dr. Roberto Masferrer,
Región Central, Nueva San Salvador, El Salvador, C.A.
Reconocimiento del cadáver practicado por la Dra. Ana Griselda Ruiz,
levantado a las dos horas cinco minutos del día dieciséis de julio del dos mil
cuatro. Al cadáver de Eleazar Eugenio Salinas Landaverde, quien nació el
día veintiocho de agosto de mil novecientos setenta y cuatro, siendo la
descripción de la escena Cadáver en decubito lateral izquierdo. Dentro de
casa de habitación, con miembros superiores e interiores semiflexionados,
cabeza al sur, piel al poniente, con brazos y tórax impregnados de sangre. El
cual vestía de la siguiente manera: sin camisa, reloj de metal en muñeca
izquierda, jean de lona azul, cincho negro con hebilla de metal, calzoncillo
azul, sin calcetines, ni zapatos. Presentando los siguientes signos abióticos,
rigidez incompleta, frialdad, al momento no livideces, teniendo
aproximadamente de dos a tres horas de fallecido. EVIDENCIA EXTERNA
DEL TRAUMA: En pómulo derecho hay herida tipo contusa de uno punto
cinco por cero punto cinco centímetros más excoriación en la zona. En
región acromial derecha orificio de cero punto ocho por cero punto ocho
centímetros. En región pectoral izquierda orificio de dos por un centímetro.
En región escapular derecha orificio de cero punto siete por cero punto cinco
centímetros. En pared lateral del tórax derecho a doce centímetros del
orificio mencionado se palpa cuerpo extraño. En mano izquierda cara dorsal
hay herida irregular de un centímetros. Causa de la muerte: A determinar por
autopsia. Se recuperó evidencia para estudio de la policía Nacional Civil Si.
Al final de dicho documento aparecen una firma ilegible de la doctora que
practica dicho reconocimiento y un sello circular correspondiente al Instituto
de Medicina Legal de Chalatenango.
b)-
Prueba Testimonial ofrecida por el Ministerio Fiscal:
Testigo Roberto Arnoldo Rivera, quien en lo medular declaró: Que
reconoce como suya la firma que calza en el protocolo que tiene en su poder,
presentando el cadáver del señor Eleazar, lesiones producidas por proyectil
disparado por arma de fuego en tórax, hombro derecho y brazo izquierdo,
encontrando que el disparo que penetró en hemitox izquierdo, lesionó el
lóbulo del pulmón izquierdo, lesionó el corazón y se alojó en pared costal
derecha; que las lesiones que ha dicho, fueron producidas por disparos de
arma de fuego, atendiendo a sus características, como es el anillo contuso
erosivo, orificio propiamente dicho, y por la literatura los disparos de arma
corta o pistola, a una distancia de cincuenta centímetros, puede dejar
residuos de polvo y bario y plomo, lo que no se encontró en este caso, por lo
que pudieron ser a larga distancia, aclarando que recibió el cadáver en
calzoncillo, no presentaba las ropas y pudo en ésta quedar los residuos de
pólvora; que la lesión del corazón fue la que ocasionó la muerte a la persona;
que por los signos abióticos, el cadáver tenía de diez a doce horas de
fallecido. Que encontró en total cinco orificios tres de ellos corresponden a
entrada y dos a salida en tórax, hombro derecho y mano izquierda; que el
tercer orificio de entrada está en región pectoral izquierda, alojándose el
proyectil en región derecha; que se tomaron muestras de sangre para examen
toxicológico pero no practicó su persona tal estudio; que la autopsia la
practicó como a las diez de la mañana y la persona pudo haber fallecido
entre las siete y diez de la noche del día anterior; que no puede especificar
cual de los disparos fue el que se realizó primeramente. Que eran tres
orificios de entrada, siendo difícil dar respuesta exacta del fallecimiento de
la persona, ya que el tanatocronodiagnóstico es calculado, basándose en
algunos parámetros, y en este caso "yo le pongo que el cadáver está hasta
doce horas", como son livideses modificables, teniendo un rango de dos
horas; que la autopsia la hizo a las diez y media de la mañana, por lo que el
rango es entre las diez y doce horas, lo que significa que la persona falleció a
las diez y media de la noche a las doce y media, por lo que corrige su
respuesta dada a la defensa. Que las livides aparecen a las tres horas de
fallecida la persona.
Testigo Ana Griselda Ruiz, quien en lo pertinente expresó: Que el
cadáver presentaba lesiones que describe basándose en el reconocimiento
que tiene en su poder, habiendo encontrado tres orificios en el cadáver y por
sus características fueron ocasionados por proyectil disparado por arma de
fuego; que en cara había un golpe de tipo contuso, por lo quedo haberse
ocasionado con el puño de la mano, con un objeto romo (pedazo de madera)
o inclusive al caer al suelo podo haberse golpeado; que no logró especificar
causa de muerte, por lo que remitió el cadáver a autopsia. Que en el lugar,
encontraron el cadáver y estaba la señora Sandra Estela Salinas Landaverde,
quien les dijo que esta persona había llegado el quince de julio a las
veintitrés cincuenta horas aproximadamente a discutir con el hermano y el
hermano le disparó, no mencionando el nombre de este hermano; que el
cadáver según tanacronodiagnóstico, tenía de dos a tres horas de fallecido.
Que no identificó a Sandra, con documento; que encontró tres orificios en
región acromial derecha, región pectoral izquierda y en región de mano
izquierda, palpándose objeto extraño en pared lateral del tórax que se
palpaba a flor de piel, señalando las ubicaciones. Al nuevo interrogatorio, la
testigo responde: Que por las circunstancias en que practica el
reconocimiento de cadáver, solo describió la presencia de tres orificios, para
que el patólogo lo describa bien al practicar la autopsia, ya que ella no
contaba con la suficiente iluminación y la presencia de sangre, por lo que
pudieron haber pasado desapercibidos la presencia de otros orificios. Que el
cadáver es desvestido completamente, lo observan minuciosamente desde la
cabeza, y en el presente caso revisó físicamente en esa forma minuciosa,
pudiendo haber dejado de notar algún orificio, porque no cuenta con la
iluminación adecuada, la presencia de demasiada sangre o costra; que en
mano izquierda de la persona, solo encontró un orificio.
Testigo y ofendida Dalida de Jesús Landaverde viuda de Salinas, quien
en lo pertinente manifestó: Que es la madre del imputado y a la vez madre
de la víctima, respondiendo la testigo que es su deseo de abstenerse de
declarar.
Testigo Sandra Estela Salinas Landaverde, quien en lo pertinente
declaró: Que es hermana del imputado y a la vez de la víctima,
respondiendo la testigo que es su deseo de abstenerse de declarar.
Testigo Juan Alexander Salinas Landaverde, quien en lo medular
expresó: Que es hermano del imputado y a la vez de la víctima,
respondiendo la testigo que es su deseo de abstenerse de declarar.
Testigo Carlos Alberto Salinas Landaverde, quien en lo pertinente
manifestó: Que es hermano tanto del imputado como de la víctima,
respondiendo la testigo que es su deseo de abstenerse de declarar.
Testigo María Luisa González Monge, quien en lo medular expresó: Que
es cuñada del imputado porque tiene un niño de tres años cinco meses con
un hermano de él y del fallecido; que vive en Reubicación uno y ha sido
citada por el supuestamente asesinato de Eleazar, no recordando cuando
sucedió, pero fue en el año dos mil cuatro, no recordando la hora, pero se
encontraba en la casa de su cuñada Ana Gloria Salinas Landaverde, con la
niña Jesús y los nietos de esta misma; que no ha sido entrevistada por la
policía y no ha dicho nada sobre los hechos, que sabe poco leer y escribir,
pero sabe poner su nombre, pero no recuerda haber sido entrevistada, no
obstante con autorización del Tribunal al mostrarse el acta de entrevista a la
testigo, con autorización del Tribunal, la testigo responde: Que ese es su
nombre, que Juan y Carlos Alberto, Salinas, acababan de llegar, escucharon
cuatro disparos, por lo que salieron corriendo a ver donde había quedado
Eleazar, solo; que es cierto que Carlos Alberto al preguntarle ella quién
había sido, este le dijo que había sido Fredys, "lo encontramos y lo perdimos
de vista", no diciéndole Carlos si Fredys llevaba algo o no; que Juan y
Sandra, llegaron a decir a su suegra que Eleazar estaba muerto y cuando ésta
le preguntó quien había sido, éstos le dijeron que Fredys; que ella dijo que
Freys mató a Eleazar por un altercado que tuvo con un muchacho del tres
Eleazar, aclarando que dijo eso porque escuchó que Juan le decía eso a otro
muchacho; que de Fredy, no ha sabido nada después de los hechos, pero a
éste no lo vio en el funeral de Eleazar. Que antes de firmar el acta en que
está su nombre, no se la leyeron y tampoco lo hizo su persona porque poco
sabe leer; que escuchó decir a Juan que Eleazar le había querido pegar en la
cancha a otra persona; que Sandra y Juan, dijeron haber encontrado muerto a
Eleazar en la casa de la niña Jesús, que está a una distancia de dos casas,
yendo a ver la niña Jesús, Sangra y Juan, desconociendo qué hizo Carlos,
porque no estaba en el lugar, pero le dijo a su persona que "había encontrado
a Fredys, lo habían seguido pero que lo habían perdido de vista", no
diciéndole que lo habían visto dispararle a Eleazar; que la niña Jesús, le
preguntó a Juan y Sandra, quién había sido, respondiendo estos que Fredys
había sido, pero ella no lo vio, quedándose en la casa, no viendo a Fredys;
que a Juan, no le sabe el otro nombre pero es menor de edad y no estaba con
ellas cuando se escucharon los disparos "creo que andaban vagando"; que se
oyeron unos tres a cuatro disparos; que Sandra, se sabía quedar donde la
mamá de la niña Jesús, que no es la misma casa donde estaba su persona,
pero queda a la par; que no escuchó decir a Juan que Fredy, le haya contado
algo de los hechos. Que Juan es de apellido Salinas Landaverde porque es
hermano de Carlos; que Juan dijo que en la casa no había nadie, que él solito
estaba; que la niña Jesús y ella, estaban en la casa de la hija de la primera;
que no hacía mucho que habían llegado Juan y Carlos, a la casa donde
estaba ella y la niña Jesús; que al propio momento de escuchar los disparos
Juan y Carlos, no estaban allí.
Testigo Bernaldina Landaverde, quien en lo medular expresó: Que se
abstendrá de declarar en esta audiencia, estándose ante la misma
circunstancia que la testigo anterior.
Testigo Medardo Franco Rivera, quien lo pertinente manifestó: Que ha
sido citado por el fallecimiento de Eleazar Eugenio Salinas Landaverde, lo
que sucedió el dieciséis de julio de dos mil cuatro, habiéndosele asignado el
caso, recordando haber realizado como diligencias, haber tomado entrevista
a la testigo señora María Luisa González Monge, en fecha dieciséis de
agosto del año pasado, recordando que la señora en resumen le dijo que ese
día dieciséis de julio, había visitado la vivienda donde vivía el ahora occiso,
de donde se retiró a las nueve de la noche, quedando únicamente en la
vivienda un joven hermano de Eleazar, de nombre Juan, escuchando música,
yéndose ella a otra vivienda cercana a la colonia, cerca de la casa de la
madre de Juan, de nombre Dalila, y como a las diez de la noche, se hizo
presente Juan, diciendo que Eleazar, había llegado a la vivienda tomado con
un corvo, y por eso él se había salido por la ventana de la casa; que la testigo
le narró que estando con la señora y el joven Juan, escucharon unas
detonaciones, cuando Juan y Carlos, fueron a ver y en ese sector, habían
encontrado al hermano de Eleazar de nombre Fredy, quien se les había
corrido, tratando de darle alcance pero lo perdieron de vista, regresándose a
la casa donde encontraron a Eleazar fallecido, por lo que Juan y Sandra,
fueron a decirle a la madre de la víctima que estaba muerto y que presumían
porque habían encontrado a Fredy, que éste había sido porque lo "habían
encontrado y se les había corrido"; la entrevista se la leyó a la testigo y ésta
la ratificó. Que Juan y Sandra, no dijeron haber visto que Fredy mató a
Eleazar, pero que podía haber sido Fredy. Que no entrevistó a Juan y Sandra.
Testigo Salvador Atilio Jiménez Alas, quien en lo medular expresó: Que
el quince de julio de dos mil cuatro, se encontraba viendo una película en su
casa, cuando escuchó una cierta como discusión pequeña, escuchando que
una persona dijo "vos te sentís macho porque venís armado", porque
"entendí y conocí fue Eleazar", ya que conocía la voz, después escuchó que
dijo en tres veces "dale, halale", escuchando como tres disparos, saliendo a
la primer puerta de su casa, espiando para afuera, viendo que venía Juan y
Calín, de adentro de la casa y venía Juan, llorando, preguntándole qué
pasaba y le dijo "mataron a Eleazar", y Juan en su ignorancia o locura que
desconoce, le dijo "fue Fredy"; que su persona no quiso salir a verlo, solo vi
a él, no entendí la demás, solo la del muchacho Eleazar conoció que dijo
"vos te sentís macho porque traés el arma, halale, halale, podía haber uno
dos o tres afuera, solo oía su persona, no vio a nadie".
Testigo Ana Rosa Rauda Cedillos, quien en lo medular expresó: Que
prefiere no declarar en esta audiencia.
d)-
Prueba Documental ofrecida por el Ministerio Fiscal:
Acta de Reconocimiento de cadáver elaborada por el Fiscal Ricardo
Cruz, Levantada el día dieciséis de julio del 2004, en Colonia Reubicación,
Polígono 8, número 13, Chalatenango, describiendo la escena del crimen
como cerrada, occiso ubicado dentro de casa de habitación paredes de
ladrillo, techo de teja, habitación aproximadamente de dos metros cincuenta
centímetros de ancho. Descripción del occiso Nombre: Eleazar Eugenio
Salinas Landaverde, de veintitrés años de edad, complexión delgada, un
metro sesenta y siete centímetros de estatura, piel morena, ojos negros,
posición del occiso: decúbito dorsal, con cabeza al sur, pies al poniente,
presenta tres impactos producidos por bala de arma de fuego, una en región
acranial derecha, una en sector escapular derecha, otro en pectoral izquierdo,
se palpa cuerpo extraño en tórax derecho. Al final de dicho documento
aparecen dos firmas ilegibles correspondientes al Fiscal y Médico Forense.
Acta de Inspección de cadáver en el lugar de los hechos, donde la
victima fue atacada por el imputado con su croquis de ubicación.
Levantada en la Casa número ocho polígono trece, Reubicación, número
uno, departamento de Chalatenango, a las dos horas con cinco minutos del
día dieciséis de julio del año dos mil cuatro. Por los investigadores Francisco
Antonio Aguirre Peñate y Luis Alfredo Figueroa, con el objeto de practicar
inspección ocular policial de cadáver, obteniendo el resultando siguiente:
Que se tiene conocimiento por medio de llamada realizada por Unidad
policial de Reubicación, al estar presente en el lugar se encontraba, el cuerpo
en decúbito dorsal, en corredor de vivienda construida de Norte a Sur, el
campo se encontraba sobre suelo protegido con base de cemento rodeado de
mancha roja, siendo de sexo masculino, cabeza al sur, pies al poniente,
siendo identificado con el nombre de Eleazar Eugenio Salinas Landaverde,
identificado por medio de Documento único número cero uno seis uno uno
cuatro cero tres guión siete, extendida en Chalatenango, 15-8-2002, de
veintinueve años de edad, estado civil casado, profesión u oficio carpintero,
residente en casa número ocho, polígono trece Reubicación, uno,
Chalatenango, nació en Chalatenango, el veintiocho de agosto de mil
novecientos setenta y cuatro, hijo de los señores Dalila de Jesús Landaverde,
Danilo de Jesús Landaverde, siendo las reseñas físicas ojos café, pelo negro
ondulado, estatura un metro sesenta centímetros, complexión delgada, piel
morena, señales especiales no se le observan. El cadáver presenta lesión en
la región acronial derecha, lesión en región pectoral izquierda, lesión en
región escapular derecha, palpándose cuerpo extraño en tórax derecho.
Asimismo alrededor del cuerpo se encuentra los indicios siguientes: un par
de ginas estilo sandalia color rojo, sin marca, muestra de mancha color pardo
al parecer sangre, una camisa color blanco tipo sport estilo camiseta, marca
Nike color blanco con azul, conteniendo mancas de color pardo al parecer
sangre, en la puerta de la entrada principal, que está construida de madera y
pintada de color verde, en la parte superior se observa el regreso de aparente
proyectil que continúa con la trayectoria entrando en el borde de la parte
superior de la segunda puerta, pero se buscó minuciosamente y no encontró,
en el lugar no se encontraba ninguna vainilla se presume que fue un revolver
el que se utilizó en el hecho, se buscó minuciosamente en otras parte de las
perforaciones y no fue posible encontrarlas es lo que describe al respecto.
También se secuestró el pantalón. Entrevistándose a Sandra Estela Salinas
Landaverde, quien manifestó: Que como a eso de las doce de la noche como
con diez minutos llegó a la casa de habitación su hermano Eleazar Eugenio
Salinas Landaverde, en estado de ebriedad, y que al mismo tiempo inhalaba
pega, quien generalmente sabía andar violento, pues se encontraban
tomando, licor con el otro hermano Fredys Antonio Salinas Landaverde,
como de dieciocho años de edad, quien andaba tomado también, dice que
ella no vive en esa casa pero si en la que está a la par en el mismo terreno,
porque sabe que en ese lugar no se puede vivir, por el pleito en que viven
sus dos hermanos, pues dice que tanto uno como el otro, que escuchaba que
se retaban a peliar, dice que escuchó sonar un corvo que aparentemente lo
andaba Eleazar, se escuchaba que lo sonaban al interior de la casa pues,
después de la disputa escuchó como dos balazos y escuchó que alguien
corría en la calle, presume que era su hermano Fredy, seguidamente escuchó
que alguien se quejaba o sea dolor, al interior de la casa, posteriormente
llegó Carlos Alberto y Juan Alexander, los dos hermanos con los mismos
apellidos Salinas Landaverde, quien observaron la escena y ello pudo
apreciar también uno de ellos se encontraba en el interior de la casa cuando
ocurría el hecho pero al ver lo acalorado se tiró por una ventana y se fue para
donde su madre, momentos después fue que comentó que escuchó los
disparos, uno de ellos persiguió como para el embalse a su hermano, pero
por temor a que lo matase a él ya no continua. Al final de dicho documento
aparecen cinco firmas ilegibles de las personas que suscriben dicho
documento.
Auto de ratificación de secuestro, realizado por el señor Juez Primero
de Paz Ciudad. Dictado por el Juzgado Primero de Paz, de Chalatenango, a
las quince horas del día dieciséis de julio de dos mil cuatro. Mediante el cual
se da por recibido el oficio 1175, diligencias de investigación respectivas en
dos folios, pero no así los objetos secuestrados por haber sido remitidos a
prácticas de experticia, que a continuación se describen, un par de ginas de
cuerina color rojo con manchas de color rojo al parecer sangre, una camiseta
color blanco con azul, marca nike, con manchas de color rojo al parecer
sangre, y un pantalón de lona color celeste, con manchas de color rojo al
parecer sangre procedentes del Cabo Juan Carlos López, actuando como
investigador asignado al caso. En dicho oficio el solicitante pide la
ratificación del secuestro de los objetos antes descritos, los cuales fueron
recolectados en secuestro a las 02:05, horas de este día en la casa número 8
polígono 13, Reubicación núcleo 1, de esta jurisdicción. Por lo que se
ratifica el secuestra de los objetos ya descritos en el párrafo uno de la
resolución. Al final de dicho documento aparecen dos firmas ilegibles
correspondientes al señor Juez y Secretario.
Album fotografico, De fecha 16 de julio de 2004. Que ilustra la inspección
de cadáver, por el delito de Homicidio, en Eleazar Eugenio Salinas
Landaverde, siendo el imputado Fredy Antonio Salinas Landaverde, en casa
número ocho, polígono trece, Reubicación, núcleo 1, Chalatenango.
Constando de diez fotografías, cada una con el sello de la Policía Nacional
Civil, División de Policía Técnica y Científica. El Salvador y una firma
ilegible de la persona que elaboró el mismo.
II.
Análisis y valoración de la prueba incorporada al juicio sobre la existencia del
delito y la autoría del imputado, en el mismo, aplicando las reglas de la sana
critica.
El Ministerio Público Fiscal, acusó al señor Fredys Antonio Salinas
Landaverde, por el delito de Homicidio Agravado en perjuicio de la vida del
señor Eleazar Eugenio Salinas Landaverde, tipificado en el art. 128 en
relación con el art. 129 N° 1 y 7 ambos del Código Penal; para que este
delito se configure, de conformidad a los preceptos legales invocados,
deberán acreditarse los elementos objetivos y subjetivos siguientes: 1) Que
haya una acción humana de matar; 2) Que como consecuencia de esa acción
humana se tenga como resultado material la muerte de una persona
independiente; 3) Que exista una relación de causalidad, esto es, que debe
establecerse un nexo causal entre la acción de matar y el resultado causado;
estos como elementos objetivos del tipo penal y, como elemento subjetivo 4)
el dolo de matar, que consiste en el conocimiento que el sujeto agente tiene
de que matar esta prohibido por la norma penal, pero que no obstante, el
sujeto agente orienta su voluntad a producir el resultado prohibido por la ley
penal. Este elemento es por su naturaleza-subjetiva no se puede acreditar con
algún medio de prueba, que no sea la confesión del imputado, por ello debe
establecerse a través de un proceso intelectivo de inferencia que se hace a
partir de hechos objetivos acreditados. En el presente caso deberá probarse
además las agravantes específicas Número 1 y 7 del art. 129 C. Pn., que se
refieren a que el autor y la víctima son hermanos y que los motivos son
fútiles, es decir, por motivos de poca importancia.
Para probar el extremo procesal de la existencia del delito, la Fiscalía
presentó como prueba, el protocolo de autopsia practicada al cadáver de
Eleazar Eugenio Salinas Landaverde por el médico forense Dr. Roberto
Arnoldo Rivera y Reconocimiento de cadáver practicado por la médico
forense Dra. Ana Griselda Ruiz, quienes también declararon como peritos,
acta de reconocimiento de cadáver levantada por el Fiscal Ricardo Cruz;
acta de inspección de cadáver en el lugar del hecho, croquis de ubicación y
álbum fotográfico.
Del reconocimiento médico forense practicado por la Dra. Ana Griselda
Ruiz, al cadáver de Eleazar Eugenio Salinas Landaverde, a las dos horas y
cinco minutos del día dieciséis de julio del año dos mil cuatro, cadáver que
fue localizado en el polígono ocho casa número trece, Reubicación número
Uno, Chalatenango, consta: De dos a tres horas de fallecido; en pómulo
derecho hay herida tipo contusa y escoriación; orificio en región acronial;
orificio en región escapular derecha; de pared lateral del tórax derecho, a 12
cm del orificio mencionado anteriormente, se palpa cuerpo extraño. Causa
de la muerte a determinar por autopsia.
El resultado de autopsia practicada por el médico forense Dr. Roberto
Arnoldo Rivera, a las diez horas y treinta minutos del día dieciséis de julio
de 2004, determina como evidencia externa del trauma reciente; varias
lesiones producidas por arma de fuego, ninguna de ellas presenta tatuaje de
pólvora ni quemaduras, se constata orificio de entrada en región pectoral
izquierda, provocando en su trayectoria laceración del borde anterior del
lóbulo superior del pulmón izquierdo provocando herida perforante del
corazón a nivel del ventrículo derecho, causando una tamponada cardiaca,
luego laceró la hoja diafragmática derecha y el lóbulo derecho del hígado,
músculos del séptimo espacio intercostal derecho en su tercio lateral, con
herida e infiltrado hemorrágico del músculo dorsal ancho, donde se alojó el
proyectil, que fue recuperado de color gris y sin deformidades. Una segunda
lesión, con orificio de entrada en hombro derecho región anterior,
provocando en su trayectoria herida e infiltrado hemorrágico de tejidos
blandos, sin dañar tejido óseo y con orificio de salida de proyectil en la
región supra escapular derecha; y, una tercera lesión producida por proyectil
de arma de fuego, escoriaciones en región malar derecha y en mejía del
mismo lado; herida contusa en malar derecha. Dictamina como causa de la
muerte. Herida penetrante de tórax, con lesión de corazón producida
por proyectil disparado por arma de fuego.
Los médicos forenses al declarar en audiencia ratificaron sus dictámenes
periciales y explicaron los mismos al contestar el interrogatorio de las partes.
Estos dos medios probatorios acreditan que el señor Eleazar Eugenio Salinas
Landaverde, fue muerto el día dieciséis de julio de 2004, a consecuencia de
una de las tres lesiones de proyectil disparado con arma de fuego que
recibió, hecho que supone la acción de una persona que accionó el arma de
fuego, por lo que identificamos desde ya que existió una acción humana y un
resultado material la muerte de una persona independiente, es decir, de una
persona que tiene vida por si misma en contraposición a la existencia del ser
humano en el claustro materno; asimismo se infiere del hecho de haberse
usado un arma de fuego como medio comisito y la posición de uno de los
disparos en una parte vital del cuerpo de la víctima, que el sujeto agente
actúo con dolo, es decir, con ánimus necandi, o lo que es igual animo de
matar; el informe de autopsia sostiene que internamente hay herida
perforante de corazón y laceración del pulmón izquierdo, las cuales
produjeron un sangramiento masivo, siendo estas lesiones la causa de la
muerte, se establece aquí la relación de causalidad, en tanto que no
solamente hay una relación natural de causa a efecto, sino que las heridas
provocadas por el comportamiento criminal, son la causa eficiente de la
muerte, en tanto que se produjeron con un medio idóneo e impactaron partes
vitales del cuerpo, creando la condición eficiente que produjo la muerte. En
cuanto a la agravante específica del número uno del art. 129 Pn., debe
tenerse por acreditada con el dicho de la señora Dalila de Jesús Landaverde
viuda de Salinas, quien manifestó en su interrogatorio de identificación, que
es madre del imputado y del fallecido Eleazar Eugenio Salinas Landaverde,
por lo que imputado y víctima eran hermanos y, se abstuvo de declarar la
referida señora de conformidad al art. 186 del Código Procesal Penal, y de
acuerdo al art. 162 Pr.Pn., debe de tenerse por acreditada esta circunstancia
agravante.En suma, se han acreditado los elementos objetivos y subjetivos del tipo
penal acusado, es decir, se ha acreditado la existencia del delito. Asimismo
se acreditaron las circunstancias de tiempo y lugar del hecho, con el acta de
inspección ocular policial levantada en el lugar del hecho, que fue la casa
número ocho del polígono trece de Reubicación número Uno, de
Chalatenango, que incluye un cróquis de ubicación y un album fotográfico
de ocho exposiciones del cadáver en el lugar del hecho.
AUTORIA. A efecto de probar la autoría del imputado Fredys Antonio
Salinas Landaverde se ofreció prueba testimonial, entre ella las
declaraciones de Sandra Estela Landaverde, Juan Alexander, Carlos Alberto
y Bernardina, los tres de apellido Salinas Landaverde y, la primera
manifestó que era la madre del imputado, la segunda, tercero y cuarto
manifestaron ser hermanos del imputado y la quinta dijo ser cuñada del
imputado, por lo que se abstuvieron de declarar de conformidad al art. 186
del Código Procesal Penal, asimismo se abstuvo de declarar la testigo, Ana
Rosa Rauda Cedillos que manifestó ser compañera de vida del imputado,
esto también de conformidad al artículo 186 del Código Procesal Penal,
habiéndo declarado únicamente María Luisa González Monge, Medardo
Franco Rivera (Agente Investigador) y Salvador Atilio Jimenez Alas.
Al declarar la testigo María Luisa González Monge, manifestó que es
cuñada del imputado y del fallecido, porque es compañera de vida de un
hermano de ellos, por lo que no obstante tener esa relación, de conformidad
al art. 186 inc. último C. Pr. Pn., por mayoría de votos del tribunal se
consideró que la situación de élla esta comprendida en la excepción de la
facultad de abstenerse de declarar, porque la condición de cuñada del
imputado y de la víctima, la pone en grado de parentesco en la línea
colateral o de afinidad igual respecto de ambos, y en consecuencia debe
rendir su declaración. La Jueza presidenta no estuvo de acuerdo con esta
decisión y razonó su voto, diciendo que la finalidad de lo dispuesto en el art.
186 del Código Procesal Penal es preservar la interrogación y unidad
familiar, como una obligación del Estado tal como lo prevé el art. 32 de la
Constitución de la República, por lo que de acuerdo al art. 17 Pr.Pn., debe
hacerse una interpretación extensiva del artículo 186 Pr.Pn., como
consecuencia de no compartir la decisión mayoritaria, no entrará, la señora
Jueza a valorar esta declaración como medio de prueba.
Conviene aclarar desde ya, que el tribunal solo cuenta con prueba referencial
e indiciaria a valorarse a efecto de determinar si se ha acreditado o no si el
imputado es el autor del delito acusado.
El Tribunal en forma mayoritaria entra a la valoración de la declaración de
la testigo María Luisa González Monge, quien en lo pertinente dijo: Que
vive en Reubicación Uno y ha sido citada por el supuesto asesinato de
Eleazar, no recordando cuando sucedió, pero fue el año dos mil cuatro, no
recordando la hora, pero se encontraba en la casa de su cuñada Ana Griselda
Salinas Landaverde, con la niña Jesús y los nietos de esta misma, que sabe
poco leer y escribir pero sabe poner su nombre; que no recuerda haber sido
entrevistada, con autorización del Tribunal, al mostrarle el representante
fiscal un acta de entrevista, la testigo reconoció que ahí esta su nombre; que
Juan y Carlos Alberto acababan de llegar; cuando escucharon cuatro
disparos, por lo que Juan y Carlos, salieron corriendo a ver al lugar donde
había quedado Eleazar solo, que es cierto que Carlos Alberto al preguntarle
ella quien había sido, éste le dijo que había sido Fredys "lo encontramos y lo
perdimos de vista, no diciendo Carlos si Fredys llevaba algo o no; Juan y
Sandra llegaron a decirle a su suegra que Eleazar estaba muerto y cuando
ésta les preguntó quien había sido, éstos le dijeron que Fredys; que Carlos
no le dijo haber visto a Fredys disparar a Eleazar, que Juan y Sandra le
dijeron a la niña Jesús que Fredys había sido, pero ella no lo vio.
Según el Tribunal, puede apreciarse que la testigo da testimonio que oyó
cuatro disparos; que Juan y Carlos salieron corriendo a ver donde se había
quedado Eleazar y, refiere que Juan y Carlos le dijeron que habían
encontrado a Fredys y lo perdieron de vista, no diciendole si Fredys llevaba
algo o no; asimismo refiere que Carlos y Juan dijeron que Eleazar estaba
muerto y que Fredys había sido; el Tribunal hace notar que según lo referido
por la testigo, cuando Juan y Carlos, encontraron a Fredys, no le dijeron si
éste llevaba algo o no; y siendo que la vivienda en que estaba la testigo y la
vivienda donde ocurrió el hecho, están cerca y siendo que Carlos y Juan
salieron corriendo a ver donde está Eleazar, debe entenderse que
transcurrieron a penas algunos minutos y que era probable que el hechor
llevara el arma homicida; sin embargo, Juan y Carlos no le vieron nada, o al
menos no dijeron si le vieron algo a Fredys; por otra parte la testigo no
refiere si Juan y Carlos habían visto juntos a Fredys y a Eleazar en la casa
del crimen, antes de escuchar los disparos, porque entonces Juan y Carlos
afirmaron que Fredys había sido él que disparó a Eleazar?; la información
de si habían visto al imputado con la víctima antes en el lugar del hecho, es
necesaria, para tener el hecho de que Fredys fue encontrado por Juan y
Carlos y que lo perdieron de vista, como un indicio de la autoría; tal como la
testigo refiere el hecho, la afirmación que hacen Juan y Carlos, de que
Fredys mató a Eleazar, parece más una suposición no sustentada en otros
hechos que los testigos directos del hecho referido, hubiesen constatado. Por
otra parte el agente investigador, Medardo Franco Rivera al declarar, dijo,
que el día dieciséis de julio de dos mil cuatro se le asignó el caso del
fallecimiento de Eleazar Eugenio Salinas Landaverde, y como diligencias
entrevistó a la señora María Luisa González Monge, en fecha dieciséis de
agosto del año pasado, quien en resumen le dijo: Que ese día dieciséis de
julio, había visitado la vivienda donde vivía el ahora occiso, de donde se
retiró a las nueve de la noche, quedando únicamente en la vivienda un
jóven hermano de Eleazar de nombre Juan escuchando música, yéndose
élla a una vivienda cercana de la colonia cerca de la casa de la madre de
Juan llamada Dalila y como a las diez de la noche, se hizo presente Juan,
diciendo que Eleazar había llegado a la vivienda tomado, con un corvo y por
eso él se había salido por la ventana de la casa; que estando con la señora
Dalila y Juan escucharon unas detonaciones; cuando Juan y Carlos fueron a
ver en ese sector habían encontrado al hermano de Eleazar de nombre
Fredys, quien se les había corrido tratándose de darle alcance pero lo
perdieron de vista, regresándose a la casa donde encontraron a Eleazar
fallecido. El Tribunal puede apreciar que el testigo básicamente confirma el
testimonio de referencia rendido por la testigo María Luisa González
Monge, en consecuencia se mantiene la apreciación que el tribunal
mayoritario hace sobre la declaración de la testigo González Monge, en el
sentido de que no obstante la testigo fue entrevistada el dieciséis de agosto
del dos mil cuatro, la testigo no le refierió al agente si Juan le dijo si también
vio llegar a la casa a Fredys, si no se lo dijo sería porque Juan no vió llegar a
Fredy a la casa, o porque simplemente no se le ocurrió mencionarlo, pero en
todo caso esta información resulta muy importante, para entender el porque
de la afirmación de Juan y Carlos, que refiere la testigo, de que Fredys había
matado a Eleazar.
El testigo Salvador Atilio Jiménez Alas, nos dice que escuchó una pequeña
discusión y conoció la voz de Eleazar que dijo: "vos te sentís macho porque
venís armado" después escuchó que dijo en tres veces, "dale halale",
escuchando como tres disparos, saliendo a la puerta de su casa, espiando
para afuera, viendo que venían Juan y Calin de adentro de la casa, Juan
venía llorando y al preguntarles que pasaba le dijeron "mataron a Eleazar", y
Juan en su ignorancia o locura, que desconoce, dijo: "fue Fredy, que solo
conoció la voz del muchacho Eleazar, podía haber uno, dos o tres afuera,
solo oyó su persona, no vió a nadie. El testigo da testimonio de que escuchó;
pero no escuchó otra voz de otra persona, sino solo la del ahora occiso,
Eleazar; que podía haber uno, dos o tres afuera, pero el no vio a nadie, el
testigo no explica por que pensó que podían haber más personas afuera,
el testigo no vio a Fredys salir de la casa del hecho, no obstante que dice que
salió a espiar por la puerta después de los disparos, pero ya vió que venían
saliendo Juan y Carlos de la casa, no resultando explicable cómo, si el no se
tardó en ir a ver afuera después de los disparos, ya pudo ver a Juan y a Calin
saliendo de la casa donde resultó muerto Eleazar, pero no pudo ver a Fredy,
cerca de la casa, pues dice que no vio a nadie, se refiere a que no vió a nadie
más fuera a parte de Juan y Calin. Tales medios de prueba resultan
insuficientes para que el Tribunal arribe a una certeza positiva de que el
imputado Fredys Antonio Salinas Landaverde es el autor del delito de
Homicidio que se le imputa, en consecuencia es procedente decretar una
sentencia absolutoria a su favor.
HECHOS PROBADOS:
Entre las once o doce de la noche del día dieciséis de julio de dos mil cuatro,
en el interior de la casa número TRECE del polígono OCHO de
Reubicación, número UNO, de Chalatenango, el señor Eleazar Eugenio
Salinas Landaverde, se le produjeron tres lesiones con disparos de arma de
fuego, una de dichas lesiones descrita como penetrante de tórax, con lesión
del corazón, lóbulo superior del pulmón izquierdo y lóbulo derecho del
hígado, siendo las lesiones de tales órganos la causa de la muerte; se acreditó
que entre el fallecido y el imputado eran hermanos; adecuándose los hechos
al delito de Homicidio Agravado. No se acreditó la autoría.
POR TANTO;
De conformidad a los Artículos 1, 11, 12, 172 y 181 de la Constitución de la
República de El Salvador; Artículos 1, 2, 3, 128, 129 Nos. 1 y 7 todos del
Código Penal; Artículos 1, 2, 8, 9, 10, 15, 53, 87, 129, 130, 162 inc. 3º,
Artículos del 324 al 360, 447 y 448, todos del Código Procesal Penal, este
Tribunal de Sentencia habiendo votado en la deliberación sobre todos los
asuntos sometidos a su conocimiento, fundado en motivos de hecho y de
derecho, antes expuesdtos, por unanimidad de votos y en nombre de la
República de El Salvador, FALLA: I)- Declárase ABSUELTO DE
RESPONSABILIDAD PENAL Y CIVIL al señor Fredys Antonio Salinas
Landaverde, de dieciocho años de edad, acompañado, jornalero, originario
de esta ciudad, y con residencia en Reubicación Uno, casa doce, polígono
quince, de esta misma jurisdicción, hijo de Dalila de Jesús Landaverde viuda
de Salinas y de Eugenio Salinas, procesado por el delito de HOMCIDIO
AGRAVADO, previsto y sancionado en el Artículo 128 en relación al 129
Numerales 1 y 7 del Código Penal, en perjuicio de la vida del señor Eleazar
Eugenio Salinas Landaverde, en consecuencia continúe en la libertad en
que se encuentra sin ninguna restricción a la misma. Los gastos procesales
son a cargo del Estado, una vez firme el fallo, háganse las comunicaciones
de Ley. Oportunamente archívese el expediente y margínese en el libro de
entradas. Mediante lectura en este acto, queda notificada esta sentencia.
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