consecuencias sociales de la crisis economica en la europa

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CONSECUENCIAS SOCIALES
DE LA CRISIS ECONOMICA
EN LA EUROPA CAPITALISTA
Ernest Mandel
Publicamos a continuación la versión revisada de un informe realizado hace
algunos meses por Ernest Mandel en la reunión de los comités ejecutivos de las
secciones europeas de la IV Internacional. Este texto aborda las d i f e r e n t e s
consecuencias sociales de la crisis económica que actualmente atraviesan los
países de la Europa capitalista.
Más concretamente, este artículo analiza las cuestiones relativas al empleo y al
paro, a las consecuencias de la introducción de nuevas tecnologías en materia de
empleo y al estado de la reorganización del proceso de trabajo. Se abordan los
objetivos últimos del proyecto político y social global de la burguesía, así c o m o el
grado actual de su realización.
Finalmente, se estudian los diversos elementos de recomposición del moví
miento obrero y su resistencia a los ataques llevados a cabo por la burguesía.
La larga fase de depresión económica
en que se encuentra la economía capitalista no ofrece señal alguna de recuperación y se caracteriza por un
aumento estructural del paro. El índice de crecimiento del paro es igual al
índice de crecimiento de la productividad del trabajo, más el índice de crecimiento demográfico y menos el
índice de crecimiento económico. Por
término medio, la productividad del
trabajo continúa aumentando de un
2,5 a un 3% anualmente; dado que el
índice de crecimiento económico es
inferior a esta cifra, incluso sin considerar el movimiento
demográfico
aparece un aumento del paro.
El trasfondo económico
de la crisis
Evidentemente no se trata de una
depresión económica lineal. El ciclo
industrial sigue funcionando. Así
pues, en el marco de esta depresión se
suceden fases de recesión y de recuperación. Actualmente, prácticamente
en todos los países de la Europa capitalista se vive una situación de
recuperación. Pero durante 1986 ó en
1978 será inevitable una nueva fase
recesiva, aunque nadie pueda predecir
exactamente su fecha. La amplitud de
estos movimientos coyunturales es
distinta en cada caso. A este respecto,
la inserción de la Europa capitalista en
el mercado mundial, con la consiguiente
expansión
de
las
exportaciones, juega un papel Importante. Al contrario de lo que sucedió
en la segunda mitad de los años 70, la
Europa capitalista se beneficia actualmente, a diversos niveles, de todas las
debilidades estructurales de la economía americana; es decir, del elevado
cambio del dólar, de la falta de productividad de la industria americana, del
enorme déficit del presupuesto americano, de que el índice de inflación es
más alto en EEUU que en algunos
países de Europa occidental. Del
mismo modo, podría darse la situación
inversa: en cuanto comience la fase de
recesión en EEUU podría haber un
gran descenso de las exportaciones
europeas hacia aquel país. Por esta
razón, en Europa la próxima recesión
amenaza con ser mayor que en 19801982.
Es importante refutar el mito de la
decandencia de Europa en el mundo,
mito ampliamente extendido y cuya
función política es evidente, en cuanto
favorece la colaboración de clases y la
aceptación de políticas de austeridad.
De momento, y sin hacer especulaciones sobre el futuro, esto sigue siendo
un mito. La parte de los imperialismos
europeos en el mercado mundial,
tanto por las exportaciones de mercancías industriales como por las exportaciones de capitales, no ha
descendido. Es difícil establecer una
tendencia general, ya que hay discordancias entre países y de año en año.
Pero si hay una t e n d e n c i a general, va
más bien en sentido inverso: h a c i a un
ligero aumento de la parte de Europa
en las exportaciones de m e r c a n c í a s y
un neto incremento de las exportaciones de capitales. Esto es incluso
sensacional, pero evidentemente se
puede discutir su s i g n i f i c a d o . En Gran
Bretaña hay una reorientación real del
capital financiero h a c i a operaciones
financieras, p a r t i c u l a r m e n t e exportaciones de capitales que han alcanzado
niveles récord, lo que no es de por sí.
positivo para la b u r g u e s í a b r i t á n i c a ya
que, al contrario que en los países de
la Europa c o n t i n e n t a l , este movimiento va a c o m p a ñ a d o
por
una
verdadera
desindustrialización,
al
menos momentánea.
De manera general, la parte de
EEUU en el c o n j u n t o del s t o c k de
capitales invertidos en el extranjero es
ahora inferior al 4 0 % . Hay que remontarse al período anterior a la S e g u n d a
Guerra Mundial para volver a encontrar
esta cifra. Tanto la parte del Japón
como la de Europa están en c o n s t a n t e
crecimiento. Respecto a las exportaciones mundiales de bienes industriales, la parte de la RFA permanece
prácticamente estable en comparación con la m i t a d de los años 70, es
decir algo superior al 15%
del
mercado mundial, y crece respecto a
primeros de los 80, c u a n d o d e s c e n d i ó
a alrededor del 1 4 % . EEUU está por
debajo del nivel de los años 70; en
Japón hay un fuerte a u m e n t o . Actualmente la RFA es el primer país exportador de bienes industriales (15%
frente al 14% del J a p ó n y el 13,5% de
EEUU). Esto no es p r e c i s a m e n t e una
imagen de d e c a d e n c i a de Europa.
Lo que resulta e s p e c t a c u l a r es el
crecimiento de los países semi-industrializados c o m o exportadores
de
bienes industriales. Ésta parte se ha
prácticamente d o b l a d o de diez años
aquí. Ha pasado del 6,3% en 1975, al
11,2 ú 11,3% en la a c t u a l i d a d . Otro
mito que hay que deshacer: las exportaciones de bienes industriales de los
países del tercer m u n d o no son esencialmente exportaciones de multinacionales americanas, j a p o n e s a s o
europeas reinstaladas en esos países.
Esta categoría
de
exportaciones
supone un 20 ó 2 5 % del t o t a l . El resto
son exportaciones de i n d u s t r i a s cuyo
capital es propiedad de d i c h o s países,
bajo la forma de propiedad estatal,
p r o p i e d a d m i x t a o de
"jointventures"*.
Tomemos el ejemplo de uno de los
sectores-punta más importante, el de
las telecomunicaciones. A c t u a l m e n t e ,
en materia de t e l e c o m u n i c a c i o n e s las
exportaciones europeas son las más
importantes del mundo.
Suponen
anualmente 6.500 millones de dólares,
frente a los 3.200 millones de EEUU y
5.000 millones del Japón. Y todavía es
más i m p o r t a n t e el que la balanza
comercial europea, así c o m o la japonesa, en lo que concierne a aparatos e
i n s t r u m e n t o s m e c á n i c o s o de telecom u n i c a c i ó n , es a m p l i a m e n t e acreedora. Mientras tanto, la balanza comercial de EEUU en este terreno es deficitaria en dos tercios, lo que supone que
este país i m p o r t a el doble de lo que
exporta.
Por lo que respecta a la e l e c t r ó n i c a
de alto c o n s u m o — n o la electrónicapunta, militar y e s p a c i a l — , hay un
c a m b i o de s i t u a c i ó n a b s o l u t a m e n t e
espectacular, en perjuicio de EEUU.
Este país i m p o r t a el doble de lo que
exporta, sobre todo del Japón, pero
t a m b i é n de a l g u n o s países semiindustrializados.
Evolución del empleo
y del paro
V e a m o s la evolución del empleo y
del paro por ramas, antes de llegar a
c o n c l u s i o n e s sobre la evolución del
e m p l e o y del paro globalmente. A>
" g r o s s o m o d o " se puede d i s t i n g u i r
tres c a t e g o r í a s de ramas de actividad:
aquellas en las que hay un bajón
a b s o l u t o y neto del empleo, las que
e s t á n en una s i t u a c i ó n intermedia y
las que e x p e r i m e n t a n un a u m e n t o de
empleo.
Muy
esquemáticamente,
en
la
primera categoría, que es la de las
ramas más c a s t i g a d a s , hay concienc i a entre regresión de la d e m a n d a y
e f e c t o s de la i n t r o d u c c i ó n de nuevas
tecnologías. En ellas el empleo retrocede considerablemente. Se t r a t a de
los sectores de la c o n s t r u c c i ó n naval,
las minas, la siderurgia, el textil, el
calzado y, en cierta medida, la
p e t r o q u í m i c a y las refinerías del petróleo, aunque en este último caso la sit u a c i ó n sea un poco mejor.
La s e g u n d a c a t e g o r í a es a q u e l l a en
que la demanda, y por lo t a n t o la producción, sigue aumentando, pero a un
ritmo más lento que en el pasado, y en
la que t a m b i é n hay un fuerte incremento de nuevas tecnologías. Se t r a t a
de sectores clave, que c o n c i e r n e n a
casi la m i t a d del volumen t o t a l del
empleo industrial: el a u t o m ó v i l , la
construcción,
electrodomésticos
y
obras públicas. Aquí no hay retroceso
de d e m a n d a a medio plazo. La demanda sigue a u m e n t a n d o , pero é s t a va
a c o m p a ñ a d a de un a u m e n t o de la
productividad, es decir, de la utilización de nuevas t e c n o l o g í a s . Así pues
hay un efecto c o m b i n a d o sobre el
e m p l e o que es d i f í c i l de c o n c r e t a r , y a
que la c o m p e t e n c i a a c t ú a a f o n d o y la
evolución es diferente de país a país.
A l g u n o s países pierden terreno en el
mercado, lo q u e ' s i g n i f i c a un retroceso
de la c a p a c i d a d neta de empleo; o t r o s
países, que por el contrario, a u m e n t a n
su p a r t e en el m e r c a d o , p u e d e n e s t a b i l i z a r e i n c l u s o a u m e n t a r su c a p a c i d a d de e m p l e o . De m o m e n t o , la i n d u s tria automovilística española parece
e s t a r en e x p a n s i ó n , así c o m o la i n d u s t r i a del a u t o m ó v i l a l e m a n a ; en e l l a s se
c o n t r a t a , m i e n t r a s se s i g u e d e s p i d i e n d o en la i n d u s t r i a a u t o m o v i l í s t i c a
francesa y británica.
E s t á f i n a l m e n t e la t e r c e r a c a t e g o r í a ,
la de l a s r a m a s de a c t i v i d a d en las q u e
la e x p a n s i ó n de la d e m a n d a y de la
p r o d u c c i ó n p e r m a n e c e por e n c i m a de
la m e d i a . P a r a d ó j i c a m e n t e , en e s t o s
s e c t o r e s p u n t a , las n u e v a s t e c n o l o gías tienen mucho menos impacto
s o b r e el e m p l e o q u e en las o t r a s
r a m a s . Se t r a t a s o b r e t o d o de la c o n s t r u c c i ó n m e c á n i c a , de t o d o el s e c t o r
de c o n s t r u c c i ó n de m á q u i n a s y b i e n e s
de e q u i p o , la e l e c t r ó n i c a , el e q u i p o
científico, los p r o d u c t o s m é d i c o s y
f a r m a c é u t i c o s . La e l e c t r ó n i c a tiene
u n a c o m p o s i c i ó n o r g á n i c a del c a p i t a l
( p a r t e de los s a l a r i o s s o b r e los c o s t o s
de p r o d u c c i ó n ) p o r d e b a j o de la m e d i a
de l o s o t r o s s e c t o r e s .
H a c i e n d o la s í n t e s i s de t o d o s e s t o s
d a t o s , v e m o s en p r i m e r l u g a r q u e
a u m e n t a la m a s a de los p a r a d o s y l o s
í n d i c e s del paro. Pero, s a l v o los c a s o s
del E s t a d o e s p a ñ o l , P o r t u g a l e I r l a n d a
(este ú l t i m o p a í s p o d e m o s d e j a r l o al
m a r g e n , y a q u e se t r a t a en r e a l i d a d de
un p a í s no i m p e r i a l i s t a y no i n d u s t r i a lizado), el í n d i c e de p a r o se s i t ú a alred e d o r del 1 0 % . En G r a n B r e t a ñ a en los
ú l t i m o s c u a t r o a ñ o s se h a p a s a d o del
10,2 al 1 0 , 9 % . Pero en el E s t a d o
e s p a ñ o l , el í n d i c e de p a r o es el d o b l e .
En e s t e p a í s la p é r d i d a de p u e s t o s de
t r a b a j o en la i n d u s t r i a s i g n i f i c a m á s de
la c u a r t a p a r t e del e m p l e o i n d u s t r i a l ,
q u e h a b í a en 1977 (27%), h e c h o abs o l u t a m e n t e e x c e p c i o n a l en E u r o p a .
Por s u p u e s t o , e s t o s í n d i c e s de p a r o
c o n c i e r n e n al c o n j u n t o de la p o b l a c i ó n
a c t i v a y no d i c e n g r a n c o s a s o b r e el
v o l ú m e n de e m p l e o . El í n d i c e de p a r o
p u e d e a u m e n t a r a la vez q u e el
v o l ú m e n de e m p l e o , t o d o d e p e n d e de
la e v o l u c i ó n d e m o g r á f i c a . G l o b a l m e n te, las
fluctuaciones
del
empleo
todavía son débiles. A este respecto
hay que refutar otro mito, aquel según
el c u a l e s t a r í a m o s en E u r o p a y en
A m é r i c a del N o r t e en p l e n a d e s i n d u s trialización o " d e s a l a r i z a c i ó n " . Las
c i f r a s de e v o l u c i ó n del v o l ú m e n d e
e m p l e o en la E u r o p a c a p i t a l i s t a s o n
las s i g u i e n t e s : r e d u c c i ó n d e l 0 , 5 % e n
1983; e s t a b i l i z a c i ó n en 1984; l i g e r o
a u m e n t o d e l 0 , 2 % en 1985. Es p o c o
más o menos parecido a más largo
plazo. E s t a m o s a n t e f l u c t u a c i o n e s d e l
o r d e n del - 1 , 2 % a - 1 , 1 % d e s d e h a c e
diez a ñ o s . S o n f l u c t u a c i o n e s m í n i m a s . Si l a s c o m p a r a m o s c o n l a s d e l
p e r í o d o 1930-1938, la d i f e r e n c i a es evidente. Entonces había caídas
en
v e r t i c a l del e m p l e o , d e l o r d e n del 3 0 % .
Las actuales bajas son bajas margina-
les. E s t o no s i g n i f i c a q u e no sea grave
o
que
no
tenga
consecuencias
s o c i a l e s . E n la i n d u s t r i a la b a j a es más
f u e r t e . Pero el m o v i m i e n t o es menos
a m p l i o de lo q u e se a f i r m a en numerosos medios.
R e s p e c t o a F r a n c i a las cifras son
m u y r e p r e s e n t a t i v a s . El t o t a l de la pob l a c i ó n a c t i v a h a d i s m i n u i d o un 2,5%
e n t r e el 31 de d i c i e m b r e de 1979 y el 31
de d i c i e m b r e de 1984. El número de
"autónomos"
ha
d i s m i n u i d o en
280.000 p e r s o n a s , el de los asalariad o s en 250.000, e s d e c i r u n a reducción
del 1 , 4 % . En la i n d u s t r i a la reducción
del n ú m e r o de a s a l a r i a d o s es del
o r d e n d e l 1 0 % . Pero si a ñ a d i m o s fas
t e l e c o m u n i c a c i o n e s y el " t e r c i a r i o " no
c o m e r c i a l , la r e d u c c i ó n b a j a a menos
del 1 % . En el c o m e r c i o y los servicios
f i n a n c i e r o s el e m p l e o se estanca. En
el s e c t o r p ú b l i c o a u m e n t a .
Sin e m b a r g o es n e c e s a r i o aportar
algunas
precisiones
r e s p e c t o al
e m p l e o de l a s m u j e r e s y de los
j ó v e n e s . D e s d e el c o m i e n z o de la crisis
el e m p l e o f e m e n i n o a u m e n t a , incluso
de f o r m a b a s t a n t e neta. El empleo
m a s c u l i n o r e t r o c e d e . Los índices de
c r e c i m i e n t o d e l e m p l e o f e m e n i n o difieren s e g ú n l o s p a í s e s . En Dinamarca el
í n d i c e de a c t i v i d a d de las mujeres ha
p a s a d o del 6 3 % en 1975 al 72% en
1983, es d e c i r un a u m e n t o del 15%, lo
que es e n o r m e e n un p e r í o d o de crisis.
En S u e c i a se h a p a s a d o del 67 al 77%,
es d e c i r , un a u m e n t o c e r c a n o al 15%,
en B é l g i c a el í n d i c e de a c t i v i d a d de las
m u j e r e s h a p a s a d o del 44 al 50%, en
A u s t r i a d e l 48 al 5 0 % , en Francia del
49 al 5 1 % , e n A l e m a n i a del 49 al
4 9 , 6 % , e n I t a l i a d e l 34,5 al 40%. El
a u m e n t o m á s f u e r t e se c o n s t a t a en
N o r u e g a , d e un 53,3 a un 6 7 % , es decir
un a u m e n t o d e l 2 5 % en el espacio de
diez a ñ o s .
Es n e c e s a r i o m a t i z a r e s t a constatac i ó n d a d a la a m p l i t u d del trabajo
p r e c a r i o . L a m a y o r p a r t e del aumento
del t r a b a j o f e m e n i n o , es a u m e n t o del
t r a b a j o a t i e m p o p a r c i a l . En buena
p a r t e , el a u m e n t o de t r a b a j o a tiempo
p a r c i a l de l a s m u j e r e s es resultado de
u n a d o b l e c o a c c i ó n e c o n ó m i c a . Los
i n g r e s o s d e l m a t r i m o n i o disminuyen a
consecuencia
de la c r i s i s y las
m u j e r e s t r a t a n de t r a b a j a r para neutralizar e s t a s p é r d i d a s . Por o t r a parte la
c r i s i s h a c e q u e h a y a m e n o s empleos
p e r m a n e n t e s d i s p o n i b l e s , especialm e n t e p a r a l a s m u j e r e s . Pero también
a c t ú a un f e n ó m e n o
socio-cultural,
d a d a la s o b r e c a r g a de t r a b j o de las
mujeres
—trabajo
d o m é s t i c o no
p a g a d o m á s t r a b a j o p r o f e s i o n a l — , lo
q u e d a l u g a r a j o r n a d a s de trabajo de
1 3 , 1 4 , 1 5 , 1 6 h o r a s c u a n d o se trabajaa
j o r n a d a c o m p l e t a . T a m b i é n hay una
e l e c c i ó n d e l i b e r a d a de u n a parte de la
m a n o de o b r a f e m e n i n a , al menos en
l o s p a í s e s n ó r d i c o s , q u e o p t a por el
trabajo a t i e m p o parcial.
En conjunto, el i n c r e m e n t o de trabajo a tiempo parcial es m u y diferente de
un país a otro. Entre 1973 y 1983 el
trabajo a t i e m p o parcial pasó a ser de
25% en Suecia, del 21 al 2 4 % en Dinamarca, del 16 al 19% en Gran Bretaña,
del 8,7 al 2 1 % en H o l a n d a , lo que
constituye el a u m e n t o m á s fuerte si
las e s t a d í s t i c a s son c o r r e c t a s . En
Bélgica el índice pasó del 4 al 8 % en
Francia del 7 al 10% y en la R e p ú b l i c a
Federal de A l e m a n i a del 10 al 1 2 % .
Italia es el único país en el que hay
regresión, del 6 , 4 % al 4 , 6 % , pero incluso en ésto es una c u e s t i ó n de estadísticas. En e f e c t o , en Italia u n a gran
parte del t r a b a j o a t i e m p o parcial es
trabajo negro no i n t e g r a d o en las
estadísticas o f i c i a l e s .
La p a r t i c i p a c i ó n de las mujeres en el
trabajo a t i e m p o parcial es e n o r m e .
Efectúan m á s del 8 0 % de este t i p o de
trabajo en Europa. En la R e p ú b l i c a
Federal de A l e m a n i a el í n d i c e es del
92%, mientras que en o t r o s países
europeos se s i t ú a entre el 80 y el 8 5 % .
Tras A l e m a n i a viene S u e c i a c o n un
89,6%. En Gran B r e t a ñ a e s t a proporción es inferior, un 7 0 % .
Hay un gran a u m e n t o del paro entre
los jóvenes de 16 a 25 años. El paro de
larga duración, en el que B é l g i c a tiene
un triste récord, t a m b i é n e x p e r i m e n t a
un fuerte a u m e n t o . El í n d i c e de paro
de los jóvenes ha pasado, en la
República Federal A l e m a n a , del 3 , 9 %
del total de los p a r a d o s al 10% desde
el comienzo de los a ñ o s 80; del 15 al
26% en Francia, del 14 al 2 2 % en Gran
Bretaña, del 25 al 3 4 % en I t a l i a y así
s u c e s i v a m e n t e . Sólo en S u e c i a permanece
prácticamente
estable
este
índice, p a s a n d o del 5,1 al 6 % . Entre
los jóvenes de m e n o s de 25 años, este
í n d i c e pasó en el Estado e s p a ñ o l del
28,5% en 1980 al 44,5% en la actualidad. Es el í n d i c e m á s elevado de t o d a
Europa. Y lo que es m u y grave en t o d o s
e s t o s p a í s e s es el h e c h o
de que en
e s t a m a s a de p a r a d o s hay un n ú m e r o
c r e c i e n t e de jóvenes que n u n c a han
t r a b a j a d o , que n u n c a han t e n i d o
e m p l e o d e s d e que d e j a r o n la escuela,
lo que es un f e n ó m e n o c o n evidentes
i n c i d e n c i a s s o c i o p o l í t i c a s , f u e n t e de
g r a n d e s a m e n a z a s para el movimiento obrero.
El paro de l a r g a d u r a c i ó n refleja la
m i s m a t e n d e n c i a h a c i a el deterioro.
Entre 1980 y 1984, el paro de u n a
d u r a c i ó n de d o s a ñ o s o m á s ha p a s a d o
del 12 al 2 2 % en el c o n j u n t o de los
p a r a d o s en Francia, del 8 al 1 5 % en la
R e p ú b j i c a Federal de A l e m a n i a , del 8
al 3 2 % en el E s t a d o e s p a ñ o l , del 13 al
2 0 % en Italia, del 39 al 4 9 % en
Bélgica.
Evolución de la cualificación
y nuevas tecnologías
P a s e m o s a la c u e s t i ó n m á s delicada y t a m b i é n m á s c o n t r o v e r t i d a , la de
la e s t r u c t u r a del e m p l e o en m a t e r i a de
c u a l i f i c a c i ó n . E v i d e n t e m e n t e nos enc o n t r a m o s en el c e n t r o de un p r o c e s o
c u y o perfil es c o m p l e j o . De m o m e n t o
es i m p o s i b l e saber cuál de las tendenc i a s en c u r s o va a ser p r e d o m i n a n t e .
C u a l q u i e r e x t r a p o l a c i ó n de u n a de las
t e n d e n c i a s en c u r s o en este c o m p l e j o
p r o c e s o puede ser f u e n t e de m u y
graves errores de previsión.
Nos e n c o n t r a m o s a h o r a m u y al princ i p i o de la a u t o m a t i z a c i ó n c o m p l e t a .
Todavía e s t a m o s en lo que se l l a m a
fase de s e m i - a u t o m a t i z a c l ó n : no se
t r a t a de que el e m p l e o m a n u a l o el
e m p l e o a s a l a r i a d o sean r a d i c a l m e n t e
e l i m i n a d o s de la i n d u s t r i a . En e s t a s
c o n d i c i o n e s la r e c o m p o s i c i ó n de la
clase obrera, las r e l a c i o n e s entre los
t r a b a j a d o r e s m a n u a l e s y los o b r e r o s
c u a l i f i c a d o s , a n t i g u a s y nuevas cualificaciones profesionales, son muy
f l u c t u a n t e s s e g ú n las r a m a s industriales o las e m p r e s a s , m u y d i f e r e n t e s
en f u n c i ó n de que en ellas las nuevas
t e c n o l o g í a s sean a m p l i a , p a r c i a l o
solamente marginalmente aplicadas.
C u a l q u i e r c o n c l u s i ó n que p a r t a de la
g e n e r a l i z a c i ó n de e j e m p l o s de los
s e c t o r e s p u n t a , en d o n d e es f r e c u e n t e
el e m p l e o de r o b o t s , p r e s u p o n e a l g o
no d e m o s t r a d o , es decir que en los
p r ó x i m o s diez a ñ o s el c o n j u n t o de la
i n d u s t r i a se vaya a reorganizar en base
a este m o d e l o . N a d i e puede a f i r m a r l o ,
porque nadie lo sabe y, de m o m e n t o ,
e s t o parece m u y i m p r o b a b l e .
La i n t r o d u c c i ó n de una t e c n o l o g í a
r a d i c a l m e n t e nueva i n d u c e a u n a reorg a n i z a c i ó n del c o n j u n t o del p r o c e s o
de t r a b a j o . Pero t a m b i é n hay t o d a u n a
serie de s e r v i d u m b r e s que a c o m p a ñan este c a m b i o , de las que a priori no
se s a b e que d u r a c i ó n vayan a tener: el
aprendizaje, la e x p e r i m e n t a c i ó n de
e s t a nueva t e c n o l o g í a , la reorganizac i ó n del p r o c e s o del t r a b a j o , e x i g e n
m u c h a m a n o de obra, i n c l u y e n d o , lo
que no es poco, un r e e q u i p a m i e n t o , es
decir, la c o n s t r u c c i ó n de nuevas empresas, nuevas m á q u i n a s , c o n las
c o r r e s p o n d i e n t e s i n c i d e n c i a s s o b r e el
e m p l e o . I n c i d e n c i a s m u y d i f e r e n t e s de
las que t e n d r í a u n a s i t u a c i ó n en la que
e s t a t e c n o l o g í a se e n c o n t r a s e y a en
m a r c h a . La b u r g u e s í a , la p a t r o n a l , la
b u r o c r a c i a s i n d i c a l y, e v i d e n t e m e n t e ,
el e s t a d o b u r g u é s y los g o b i e r n o s ,
utilizan de f o r m a d e l i b e r a d a t o d o e s t e
d i s c u r s o sobre la r o b o t i z a c i ó n p a r a
a t e m o r i z a r a los t r a b a j a d o r e s . S i e m p r e
se puede predecir que é s t a será la realidad d e n t r o de diez años; es p o s i b l e ,
pero r e f i r i é n d o s e a la r e a l i d a d de hoy
este d i s c u r s o t i e n e u n a f u n c i ó n claramente manipuladora y simplificador a A s í , en F r a n c i a las c i f r a s no prueban n i n g u n a b a j a de c u a l i f i c a c i ó n de
la m a n o de obra. El n ú m e r o de o b r e r o s
c u a l i f i c a d o s en la i n d u s t r i a a u m e n t ó
entre 1975 y 1983 p a s a n d o de 2,8
m i l l o n e s a 2,9. Es p o s i b l e que este
hecho s e a pasajero, pero ahí e s t á n las
cifras. D u r a n t e el m i s m o período, el
n ú m e r o de o b r e r o s no c u a l i f i c a d o s
bajó de 4 a 3,5 m i l l o n e s . El p o r c e n t a j e
de o b r e r o s c u a l i f i c a d o s r e s p e c t o al
c o n j u n t o de los t r a b a j a d o r e s de la in-
d u s t r i a p a s ó del 39 al 4 5 % . Estas
c i f r a s no p e r m i t e n hacer la d o s i f i c a c i ó n entre las a n t i g u a s c u a l i f i c a c i o nes y las nuevas. El e m p l e o obrero de
c u a l i f i c a c l ó n a n t i g u a ha d i s m i n u i d o
m a n i f i e s t a m e n t e . El t o t a l s ó l o ha
a u m e n t a d o en cien mil u n i d a d e s y las
nuevas c u a l i f i c a c i o n e s son numerosas. Así pues la c o n c l u s i ó n es evidente: hay r e d u c c i ó n de las a n t i g u a s
cualificaciones.
¿En qué r a d i c a pues la v e r d a d e r a
d i f i c u l t a d de análisis?. Se t r a t a de que
en la m a y o r í a de las p r o y e c c i o n e s que
c o n c i e r n e n al n ú m e r o de r o b o t s y a la
tendencia
a la
robotización
se
a b s t r a e n t o t a l m e n t e las s a l i d a s , es decir el v o l u m e n de p r o d u c c i ó n y ventas.
Se razona c o m o si las nuevas tecnologías f u e s e n i n t r o d u c i d a s y u t i l i z a d a s
en f u n c i ó n de los ú n i c o s c r i t e r i o s de la
e f i c a c i a t é c n i c a y las g a n a n c i a s en
c o s t o s s a l a r i a l e s , sin tener en c u e n t a
el
hecho
de
que
las
nuevas
tecnologías
implican
un
enorme
a u m e n t o del v o l ú m e n de p r o d u c c i ó n y
exigen, pues, una g r a n e x p a n s i ó n del
m e r c a d o para que p u e d a n ser aplicad a s de f o r m a rentable.
Por e j e m p l o en la p r o d u c c i ó n del
m o t o r del " F i a t - u n o " la p r o d u c t i v i d a d
del t r a b a j o ha e x p e r i m e n t a d o
un
a u m e n t o s u p e r i o r al 2 0 0 % , t r a s la
u t i l i z a c i ó n de o r d e n a d o r e s y r o b o t s .
A n t e s h a c í a n f a l t a 250 m i n u t o s para
p r o d u c i r un m o t o r y a h o r a b a s t a n 107.
La c a d e n a e s t á o r g a n i z a d a de f o r m a
que se p u e d a p r o d u c i r un m o t o r c a d a
20 s e g u n d o s . Pero el a p a r a t o p r o d u c t i -
vo s ó l o se utiliza al 3 0 % de su capac i d a d . ¿Por qué?. Porque para poder
t r a b a j a r al 1 0 0 % sería necesario
vender d o s o t r e s veces m á s coches
que en la a c t u a l i d a d . ¿Qué quiere decir
vender tres veces, m á s coches?. Act u a l m e n t e , el a u m e n t o de la venta de
a u t o m ó v i l e s es del o r d e n del 2,5 al 3%
por año. E v i d e n t e m e n t e , hay compet e n c i a en el interior del sector. Fiat
puede esperar que su parte del
m e r c a d o a u m e n t e a c o s t a de otros
c o n s t r u c t o r e s de a u t o m ó v i l e s , pero
s ó l o un p o c o . Esto es lo que limita la
i n t r o d u c c i ó n de nuevas tecnologías,
Hay que tener en c u e n t a el crecimiento e c o n ó m i c o en su conjunto, las
s a l i d a s , los m e r c a d o s , el poder de
c o m p r a , las c i f r a s de v e n t a globales.
Las p r o y e c c i o n e s , las perspectivas de
los p r o p i o s i n d u s t r i a l e s van en este
sentido.
D u r a n t e una c o n f e r e n c i a internacional de i n d u s t r i a l e s de la robótlca que
tuvo lugar h a c e un año, las cifras que
se a v a n z a r o n eran m u y modestas,
p r e v i e n d o que de aquí a 1990 se
r o b o t i z a r í a un 1,5 ó 2 % del trabajo
i n d u s t r i a l . Esto es una cifra global.
Esto no q u i e r e decir que en ciertas
r a m a s la c i f r a no p u e d a ser mucho
m á s elevada, pero en conjunto la
t e n d e n c i a a la r o b o t i z a c i ó n sigue
siendo muy marginal.
En el f a m o s o t a l l e r - p u n t a de Fiat, al
que h a c í a m o s a l u s i ó n unas líneas más
arriba y en el que hay 103 [ordenadores
y 56 r o b o t s , el e m p l e o obrero total ha
p a s a d o de 3.100 a 2.670 trabajadores,
es decir se ha perdido un 13% de los
puestos de trabajo. Incluso con la introducción de nuevas tecnologías, la
fábrica si'gue lejos de estar totalmente automatizada.
Empleo industrial
y empleo en los servicios
De forma general, desde hace más
de diez años se registra un retroceso
—aunque menos pronunciado de lo
que generalmente se p i e n s a — del
empleo en la industria y un aumento
neto del empleo en el sector llamado
de servicios.
En el conjunto de la Europa capitalista el empleo industrial ha bajado
anualmente un 1,2% entre 1973 y 1975,
un 0,6% anual entre 1975 y 1979, un
2,9% en el período 1980-82 y un 2,6%
en 1983, lo que dá una disminución
acumulada del 17% en 11 años.
Simultáneamente, el empleo en el
sector
servicios
ha
aumentado
anualmente un 1,8% entre 1973 y 1975,
un 1,9% entre 1975 y 1979, un 1,2%
entre 1980 y 1982, y 0,9% en 1983.
Estos valores medios ocultan fuertes
diferencias entre países. Así en Italia,
Estado español, Finlandia, Noruega,
Suecia, el empleo en la industria
siguió aumentando entre 1973 y 1975.
En Grecia, Islandia y
Portugal,
aumentó hasta 1982. En Italia el descenso fue relativamente débil hasta
1984. Es mucho más pronunciado en
Gran
Bretaña,
Estado
español,
Bélgica, Holanda, Francia y RFA.
Inversamente, el crecimiento del
empleo en los servicios está por debajo de la media en Bélgica, Alemania
Occidental, Dinamarca, Suiza, Estado
español y Gran Bretaña. Es ligeramente más alto en Francia, Suecia y
Holanda. Es muy pronunciado en Austria, Luxemburgo e Italia.
Sin embargo, estas estadísticas
deben ser reexaminadas de forma crítica si se las quiere interpretar de un
punto de vista marxista. En efecto,
numerosas empresas que las estadísticas oficiales clasifican en el sector
servicios en realidad están ubicadas
en la industria desde el punto de vista
de la producción de valor y por lo tanto
de plusvalía. Se trata especialmente
del sector de los transportes, del gaselectricidad-agua, las telecomunicaciones y el sector electrónica/software
(informática-logical).
Al hacer esta reclasificación, el
cuadro obtenido cambia radicalmente.
Se ve que no hay ningún tipo de "desindustrialización".
El
capitalismo
tardío se caracteriza más bien por una
industrialización más pronunciada del
conjunto de la vida económica, lo que
se manifiesta especialmente por una
mecanización acentuada (y por tanto
un descenso potencial del empleo) en
el sector comercial y en el sector
financiero, los sectores de servicio por
excelencia.
Sólo hay expansión neta del empleo
no industrial en el sector público, expansión que todavía continúa. Pero
también a este respecto hay que tener
cuidado con las extrapolaciones. La
crisis cada vez más pronunciada de
las finanzas públicas, y las reducciones de gastos que lleva consigo progresivamente en todos los países,
podrían reinvertir rápidamente esta
tendencia.
Estos desplazamientos sectoriales
del empleo implican indudablemente
una recomposición de la clase obrera.
¿ I m p l i c a n f a t a l m e n t e un debilitamiento
del
movimiento
obrero
organizado?. Tampoco se puede extrapolar en este tema. La única constante que parece deducirse es la de un
crecimiento relativo del peso de los
asalariados, y por lo tanto de los sindicatos, en el sector público, respecto
a los sectores tradicionales. Pero esto
no implica automáticamente un debilitamiento de la combatividad obrera ni
de la capacidad de lucha del movimiento sindical. Paralizar los centros
de telecomunicación, las grandes empresas de transporte, las centrales
eléctricas, los bancos, pueden golpear
a una economía capitalista tan fuertemente como ayer podían hacerlo la
parálisis de las minas, de la siderurgia
e incluso de la industria del automóvil.
En no pocos países, ciertos sindicatos
de la función pública están hoy en
cabeza de la combatividad obrera.
Nada impide a priori que esta tendencia se amplíe.
Otra cosa es el saber si los bastiones tradicionales del movimiento obrero, desde el punto de vista de la concentración de mano de obra y de la
tradición de combatividad, pueden ser
reemplazados por nuevos bastiones.
Más adelante volveremos sobre esta
cuestión. Señalemos simplemente que
la concentración de asalariados en los
férrocarriles, correos y centrales de
telecomunicación, aeropuertos, industria electrónica, es
considerable.
Nuevos bastiones sindicales podrían
surgir en ellos.
Evolución del nivel de vida
de los asalariados
¿Cuáles han sido a largo plazo los
efectos de la crisis sobre el nivel de los
salarios directos reales y de las prestaciones sociales y sobre la problemát i c a de la pauperización?. En este
terreno, hay prácticamente un retroceso general del poder de compra de los
trabajadores, salvo quizás en el caso
de Noruega. Pero una vez más este
retroceso es muy distinto según los
países. También en este caso el
retroceso más pronunciado se sitúa en
el Estado español y en Portugal. Es
también claro en Bélgica, ya que el
poder de compra del salario medio ha
bajado un 16% en el espacio de 7
años. En Gran Bretaña y en RFA esta
baja es algo menos fuerte. En Italia y
en Francia todavía es menos fuerte. En
Gran Bretaña, se registra una pérdida
del poder de compra del salario medio
de un 7,6% desde 1979. Esta pérdida
es de un 10% para los obreros
manuales en los últimos 10 años. Son
reducciones que varían de un 1 a un
1,5% anualmente. En Italia parecen
ser del mismo orden con pérdidas del
1,2 al 1,5% por año. En la RFA también
es similar con disminuciones del 1,2 al
1,3% anuales desde 1979.
Es más difícil calcular el retroceso
de las prestaciones de la seguridad
social. A este respecto, hay dos movimientos que se entrecruzan. En principio la prestación personal individual
retrocede, pero en su conjunto las
prestaciones aumentan, aunque no
sea más que en función del aumento
del paro. Globalmente se puede decir
que las prestaciones sociales han bajado en términos de poder de compra,
pero menos que los salarios.
Hay dos razones para ésto. En
primer lugar, la burguesía ha estimado, por otra parte con razón, que
ataques frontal'es contra la seguridad
social provocarían reacciones más
duras que ataques contra los salarios.
Especialmente si se tocase la prestación de enfermedad, la respuesta
podría ser general y no puntual. La burguesía quiere fragmentar la respuesta
obrera. Por tanto tiene interés en retrasar los ataques contra la seguridad
social en relación a los que realiza
contra los salarios. Por otra parte, si
bien el interés de la burguesía en,
reducir los salarios reales es manifiesto y universal, está más dividida
con la cuestión de la seguridad social.
Incluso el gobierno Thatcher, en Gran
Bretaña, está dividido en este tema.
Efectivamente, gracias a la red de
protección a la seguridad social los
efectos socio-políticos de la crisis han
sido hasta ahora más reducidos que
durante los años 30. En estas condiciones, romper brutalmente esta red
sería evidentemente jugar con fuego.
Esto no quiere decir que no habrá
ataques contra la seguridad social
sino todo lo contrario. El déficit, de la
seguridad social aumenta al prolongarse la crisis. En estas condiciones,
el sistema de protección social va a
ser cuestionado en el futuro con más
fuerza, aunque la burguesía, tratará
tanto como le sea posible, de moderar
y escalonar sus ataques. Una vez más,
es el Estado español quien encabeza
esta cuestión, con un ataque concentrado sobre las prestaciones de paro,
dirigido pues contra la minoría más
v u l n e r a b l e de la c l a s e obrera, que no
puede d e f e n d e r s e a sí m i s m a . En este
país p r á c t i c a m e n t e las tres c u a r t a s
partes de los p a r a d o s no p e r c i b e n
p r e s t a c i ó n . Todavía no se e s t á a este
nivel en el resto de Europa, pero los
a t a q u e s c o n t r a las p r e s t a c i o n e s al
paro van a a u m e n t a r . El r e s u l t a d o de
t o d o esto es que, i n c l u s o si los g a s t o s
globales
de
seguridad
social
a u m e n t a n , el n ú m e r o de p e r s o n a s y
f a m i l i a s que se e n c u e n t r a n por d e b a j o
del índice de pobreza sube considerab l e m e n t e . Hay .un i m p o r t a n t e d e b a t e
s o b r e la d e f i n i c i ó n de la pobreza.
C o m o m a r x i s t a s es n o r m a l no a c e p t a r
los c r i t e r i o s de los b u r g u e s e s y de s u s
e x p e r t o s . Pero el d e b a r e real no versa
s o b r e la d e f i n i c i ó n , s i n o s o b r e la tend e n c i a . C u a l q u i e r a que sea la definic i ó n que se dé a la pobreza, c u a n d o el
n ú m e r o de p o b r e s a u m e n t a la pauperización se agrava. El n ú m e r o de pobres r e p r e s e n t a hoy en día en la m a y o r
parte de los países c a p i t a l i s t a s de
Europa, alrededor de un 1 5 % de la
p o b l a c i ó n . En el E s t a d o e s p a ñ o l , en
Portugal y en el sur de Italia, este
p o r c e n t a j e es e v i d e n t e m e n t e m á s elevado.
En la RFA, el n ú m e r o de p e r s o n a s
que viven de las p r e s t a c i o n e s p ú b l i c a s
se ha c a s i d u p l i c a d o , p a s a n d o de 1,4 a
2,5 m i l l o n e s de p e r s o n a s . El n ú m e r o de
p a r a d o s que no p e r c i b e n n i n g u n a prestación
ha p a s a d o de 800.000 a
2.000.000. Si se s u m a n e s t a s d o s
c i f r a s , son c a s i 5.000.000 de p e r s o n a s
las que se e n c u e n t r a n , m a n i f i e s t a m e n t e en una s i t u a c i ó n de pobreza
p r o n u n c i a d a . En Gran B r e t a ñ a , el
n ú m e r o de p e r s o n a s que se p u e d e n
c o n s i d e r a r c o m o pobres, t a m b i é n se
ha p r á c t i c a m e n t e d u p l i c a d o , p a s a n d o
entre 1975 y 1984 de ser 4,5 m i l l o n e s a
ser 8,5 m i l l o n e s de p e r s o n a s . Q u i e n e s
p e r c i b e n lo que se l l a m a " s o c i a l
b e n e f i t " m e d i o ( p r e s t a c i ó n d a d a a los
n e c e s i t a d o s , de alrededor de 20.000
p e s e t a s por mes), han p a s a d o de ser
3,7 a ser 5,4 m i l l o n e s de p e r s o n a s , y
los que p e r c i b e n un 1 0 % m á s que
esto, lo que sigue s i e n d o m i s e r a b l e ,
han p a s a d o de 1 a 1,7 m i l l o n e s de
p e r s o n a s . Los que p e r c i b e n m e n o s
que la g a r a n t í a de e s t a a s i s t e n c i a
p ú b l i c a han p a s a d o de ser 1,8 a ser 3,2
m i l l o n e s de p e r s o n a s . Esto da un t o t a l
que ha p a s a d o de ser 6,5 a ser 10,4
m i l l o n e s de p e r s o n a s en un país de
50.000.000 de h a b i t a n t e s .
La s i t u a c i ó n es b a s t a n t e m e j o r en
los países e s c a n d i n a v o s .
Bélgica,
H o l a n d a y F r a n c i a se e n c u e n t r a n en
situación
intermedia.
Italia,
Gran
B r e t a ñ a , el E s t a d o e s p a ñ o l y P o r t u g a l
e s t á n m u c h o peor p r o v i s t o s . Por o t r a
parte, en Italia se ven d i f e r e n c i a s reg i o n a l e s , e s p e c i a l m e n t e entre el norte,
d o n d e m á s o m e n o s hay el m i s m o porc e n t a j e de p o b r e s que en el resto de
Europa, y el sur, d o n d e la s i t u a c i ó n es
c e r c a n a a la del E s t a d o español y
Portugal. Hay un f e n ó m e n o intermedio
entre la p a u p e r i z a c i ó n
puramente
m a t e r i a l y el i m p a c t o de las nuevas
t e c n o l o g í a s , que p r o v o c a la pérdida de
las a n t i g u a s c u a l i f i c a c i o n e s y todo lo
que e s t o lleva c o n s i g o de miseria
m o r a l , a m a r g u r a , i n q u i e t u d , miedo,
desesperazión,
sentimiento
de
i n u t i l i d a d s o c i a l y desmoralización.
La reorganización
del proceso del trabajo
El i m p a c t o de las nuevas tecnologías s o b r e la o r g a n i z a c i ó n del trabajo
hace de b i s a g r a entre el análisis
d e s c r i p t i v o y la p r o b l e m á t i c a de las rel a c i o n e s de fuerza entre clases.
En la h i s t o r i a del c a p i t a l i s m o , cada
vez que ha h a b i d o una larga depresión,
se ha v e r i f i c a d o una reorganización
del p r o c e s o de t r a b a j o , que no es sol a m e n t e , ni s i q u i e r a en primer lugar,
tecnológica.
Es d i f í c i l c u a n t i f i c a r esto, pero lo
e s e n c i a l de lo que p a s a en las empres a s en este terreno, es resultado de
una r a c i o n a l i z a c i ó n sin nueva tecnología. Para la b u r g u e s í a se t r a t a además
de a p r o v e c h a r s e del paro y del miedo
al paro, para t o m a r s e la revancha
c o n t r a los m i l i t a n t e s de vanguardiadel
período precedente. Ha habido y habrá
d e s p i d o s s e l e c t i v o s de los militantes
s i n d i c a l e s m á s c o m b a t i v o s . Muy frec u e n t e m e n t e para este t i p o de ataques, la p a t r o n a l c u e n t a c o n la complic i d a d previa de la b u r o c r a c i a sindical.
E v i d e n t e m e n t e , d e s d e el punto de
v i s t a e c o n ó m i c o la reorganización del
p r o c e s o de t r a b a j o t i e n e objetivos prec i s o s . El c r e c i m i e n t o de la intensidad
del t r a b a j o es una c a r a c t e r í s t i c a general en un período de larga depresión.
Es la f o r m a m á s c l a r a de aumentar la
producción
de
plusvalía.
Muchas
c o s a s de las que se h a b l a hoy en mat e r i a de f l e x i b i l i d a d , de una utilización
m á s larga de las herramientas de
t r a b a j o , de g e n e r a l i z a c i ó n del trabajo
continuo, tienen esta función.
T a m b i é n t i e n e lugar el desmantelam i e n t o de las c o n q u i s t a s del control
s i n d i c a l de las c a d e n a s , acompañado
por el r e p l a n t e a m i e n t o del taylorismo,
por e m p l e a r un t é r m i n o que vuelve a
p o n e r s e de m o d a . De nuevo no se trat a de un f e n ó m e n o puramente tecnol ó g i c o , s i n o de u n a ' evolución que
posee t a m b i é n d i m e n s i ó n social. Se
t r a t a de a c r e c e n t a r el c o n t r o l del capit a l s o b r e el t r a b a j o , de aumentar la
p r e s i ó n s o b r e los obreros, de desmantelar c o n q u i s t a s del pasado. En la fase
p r e c e d e n t e , se i n t r o d u j e r o n elementos
de c o n t r o l o b r e r o y s i n d i c a l respecto al
r i t m o de las c a d e n a s o respecto a las
c a d e n c i a s de t r a b a j o . Actualmente se
a s i s t e a u n a i m p o r t a n t e regresión en
e s t e terreno.
Esta cuestión va íntimamente ligada a otros dos problemas: ¿Hay
desconcentración
industrial?
¿hay
desmoronamiento o al menos debilitamiento de los grandes bastiones
obreros, sindicales, centros básicos
de la combatividad obrera que han
dominado la lucha de clases en Europa durante los veinte o veinticinco
últimos años?. Es necesario matizar la
respuesta.
En primer lugar, por lo que respecta
a la desconcentración, hay que decir
que es un hecho muy marginal. Según
estadísticas de la OCDE, la parte del
empleo total en las empresas de más
de 500 asalariados aumentó en Suecia
entre 1975 y 1983; durante el mismo
período en Bélgica disminuyó algo
menos de un 2% y un 3% en Francia.
La parte del empleo total en las empresas de más de 100 asalariados
aumentó en Holanda pero disminuyó
un 2% en Dinamarca.
En Gran Bretaña, en el sector de la
industria manufacturera, la parte del
empleo en empresas de más de 500
asalariados pasó del 70% en 1977 al
68% en 1982, variación ínfima. En Italia, se cita la cifra del 46,4% del
conjunto de los asalariados de la industria manufacturera que trabajan en
1981 en empresas de más de 500
asalariados. Teniendo en cuenta que
el c r e c i m i e n t o
del n ú m e r o
de
empresas en el sector servicios, donde
el tamaño medio es inferior al de las
industrias manufactureras, la impresión de una cuasi-estabilidad se
refuerza todavía más.
Hay que destacar un fenómeno importante: la reducción del número de
trabajadores de las empresas muy
grandes. Pero la dificultad de juzgar
esta evolución reside en el hecho de
que incluso tras tal disminución estas
empresas siguen teniendo una dimensión importante. Tomemos como referencia las empresas automovilísticas.
Cuando una gran empresa se reduce
de 80.000 a 60.000 obreros, hay que
decir que se ha verificado un fuerte
descenso de la concentración obrera.
Pero una fábrica de 60.000 trabajadores sigue siendo una empresa muy
grande. Evidentemente hay sectores
que se han derrumbado, como la construcción naval, la siderurgia, etc. Pero
allí donde los sectores globalmente
han subsistido o crecido, las empresas que predominan siguen siendo
muy grandes. Este es especialmente el
caso del automóvil, la aeronáutica, la
electrónica y la química en la mayor
parte de los países: Fiat, Volkswagen,
Ford, General Motors, Daimler-Benz,
Seat, Renault, Volvo, Citròen-Peugeot,
Siemens, Philips, GEC, Plessey, las
tres " g r a n d e s " de la química alemana,
las tres " g r a n d e s " de la química suiza,
Rhone-Pulenc, ICI, Montédison, etc.
Pero hay que incluir un matiz. No hay
una ligazón mecánica entre el tamaño
de la empresa, la fuerza del sindicato y
la combatividad obrera. Es totalmente
posible que a corto y medio plazo la
gran empresa subsista, pero que el
índice de sindicación disminuya y que
la combatividad obrera disminuya
todavía más. Así pues, hay que diferenciar estos movimientos, país a
país.
Incontestablemente,
algunos
bastiones obreros han caido: BritishLeyland, la industria de la prensa, la
siderurgia y los astilleros en Gran Bretaña; la siderurgia y los astilleros en el
Estado español; La siderurgia Valona
en Bélgica; la siderurgia en Francia.
Otros, como la siderurgia del Ruhr y
del Sarre en la RFA, se han debilitado
pero no han caido.
Sin embargo todavía subsisten
numerosos
bastiones.
En
Gran
Bretaña, la RFA, en los países escandinavos, en la mayoría de los países
del Benelux y en Austria, no hay
ningún debilitamiento de conjunto de
las fuerzas sindicales. Hay una reducción del índice de sindicación, pero es
menor que la reducción del empleo,
hecho excepcional, ya que hay que recordar que en el período de crisis comparable, el de los años 30, el debilitamiento sindical fue terrible. Tanto los
sindicatos ingleses como los de la
mayoría de los países de Europa
perdieron en algunos casos hasta la
mitad de sus afiliados. Esta vez, en los
países enumerados un poco más
arriba, el d e b i l i t a m i e n t o sindical es
marginal.
Hay casos intermedios c o m o el de
Grecia y Portugal, en los que la desindicación es real pero no muy pronunc i a d a todavía. Por el contrario, hay que
señalar casos de bajón de la sindicación, sobre todo los del Estado
español y Francia. En ellos se puede
hablar de desplome sindical. El fenómeno es más neto que en los años 30.
Dicho ésto, no hay correlación
a u t o m á t i c a y m e c á n i c a entre, por una
parte, la permanencia de los bastiones
tradicionales del m o v i m i e n t o obrero
desde el punto de vista numérico, la
a m p l i t u d de las empresas, el peso
e c o n ó m i c o de las empresas, y, por la
otra, la fuerza sindical. T a m p o c o hay
correlación a u t o m á t i c a entre el índice
de s i n d i c a c i ó n y la c o m b a t i v i d a d
obrera. Pueden manifestarse discord a n c i a s en los dos sentidos. Así,
puede haber una baja de s i n d i c a c i ó n
c o m b i n a d a con una c o m b a t i v i d a d
obrera menos debilitada o incluso en
alza. En el Estado español, la curva de
las huelgas va más bien hacia arriba
desde hace dos años, o al menos iba
hacia arriba entre 1983 y 1984. En Gran
Bretaña se verifica más bien el fenómeno inverso. En este caso el índice
de s i n d i c a c i ó n sigue siendo elevado,
pero la c o m b a t i v i d a d obrera retrocede
m a n i f i e s t a m e n t e . No hay que subestimar los muy serios efectos de la
derrota de los mineros. Se t r a t a b a de
algo
más
que
de
una
bataíla
s i m b ó l i c a , ya que c o n c e r n í a a las
relaciones de fuerza globales entre las
clases. Los mineros lucharon valerosamente,
pero
permanecieron
aislados. Una batalla aislada de este
t i p o c o n t r a t o d o un gobierno y t o d a la
patronal es muy dura. C o m o la batalla
fue muy larga hubo s a c r i f i c i o s muy
duros para los obreros. Por ello, el
efecto de la derrota es muy sensible.
Lo que ahora está pasando entre los
mineros (escisión sindical en el NUM,
aparición de un s i n d i c a t o derechista
que amenaza con dividir a otros
sectores de la clase obrera, o incluso
al c o n j u n t o del m o v i m i e n t o sindical)
d e s e n c a d e n a una m e c á n i c a muy peligrosa y no hay que s u b e s t i m a r las implicaciones que pueda tener para el
c o n j u n t o del m o v i m i e n t o obrero.
Tendencias de
la resistencia obrera
No hay ninguna razón para desdeñar, bajo ningún pretexto, luchas por
reivindicaciones
limitadas
o
puntuales. Por el contrario, cualquier
victoria
obrera,
cualquier
lucha
defensiva victoriosa,
aunque
sea
sobre las c u e s t i o n e s más pequeñas,
es hoy más i m p o r t a n t e que largos
d i s c u r s o s sobre c u e s t i o n e s generales.
La clase obrera debe "reaprender" q u e
es capaz de obtener éxitos, incluso en
período de depresión y de paro. Puede
obtenerlos, pero en lo inmediato, no
sobre objetivos de conjunto. Comprendiendo ésto, se lucha encarnizadamente, incluso con objetivos puntuales, ya que la victoria y el éxito son
importantes. La pedagogia del éxito,
d e m o s t r a n d o con hechos que la lucha
puede pagar, es hoy lo más importante.
El e s c e p t i c i s m o de los obreros
en c u a n t o a la posible victoria de su
lucha es m u c h o más reducido cuando
se t r a t a de pequeñas reivindicaciones
que están a su alcance a nivel de
empresa que cuando se t r a t a de
grandes problemas. Nadie cree poder
c o m b a t i r el paro en una sola empresa.
Pero impedi r una m o d i f i c a c i ó n de las
t a r i f i c a c i o n e s o de las clasificaciones
en una f á b r i c a está efectivamente al
alcance de los obreros de la fábrica
c o n c e r n i d a en un m o m e n t o determinado. Y si en tales luchas los trabajadores obtienen éxitos repetidos, esto
puede comenzar a tener efectos
positivos a más largo plazo.
Todo esto es puramente c o y u n t u r a l .
En modo alguno e x c l u i m o s la posibilidad de un c a m b i o en la s i t u a c i ó n .
Hay que comparar la situación actual
con otras análogas que conoció el
m o v i m i e n t o obrero al principio d e los
años 30 y a primeros de los años 60.
Hay que hacer este estudio en cada
país, para ver c ó m o las luchas obreras
resurgieron tras un repliegue muy
largo. En general el reinicio d e las
luchas no comenzó con cuestiones espectaculares ni en t o d a s las empresas
a la vez, ni siquiera en ramas enteras.
Comenzó con pequeños éxitos que
fueron a c u m u l á n d o s e . Evidentemente,
el c l i m a p o l í t i c o era muy distinto.
J u g a b a n f a c t o r e s extraeconómicos,
c o m o la c u e s t i ó n del fascismo en los
años 30. En los años 60 había un clima
social m u c h o más favorable en su conj u n t o , con una s i t u a c i ó n de pleno
empleo. Pero se olvida un poco rápido,
por ejemplo, que tras el golpe d e los
generales en Argel, en Francia había
m i l i t a n t e s que se preparaban para
" e c h a r s e al m o n t e " y entrar en la
c l a n d e s t i n i d a d . T a m p o c o se debe
olvidar c ó m o el estado de ánimo de los
trabajadores evolucionó rápidamente.
En 1962-63, la a t m ó s f e r a en Francia no
era muy o p t i m i s t a , sin hablar de la que
e x i s t í a en la RFA.
El proyecto global,
político y social,
de la burguesía
La burguesía, es decir conservadores y neo-liberales, al margen de adjetivos, tiene un proyecto político y
dos, viejos. Pero el efecto acumulativo
de este cambio se hace sensible en la
clase obrera a partir del momento en
que el fenómeno alcanza un cierto
nivel cuantitativo. Evidentemente, hay
una cuestión de transformación de
cantidad en calidad. Si quienes se ven
marginados son un 5% de los proletarios, los efectos sobre el conjunto de
la clase no serán dramáticos. Pero si
suponen un 30 ó un 35%, entonces el
efecto acumulativo se hace grave.
Ahora bien, este es el fin hacia el que
se orienta la burguesía, al menos en
los países grandes. De hecho, la burguesía no lo oculta: su proyecto es
golpear de forma permanente, no sólo
los ingresos sino también el " s t a t u s "
de un tercio o de un 40% de la clase
obrera. Por esta razón está justificado
utilizar el término "sociedad dual"
para caracterizar el proyecto burgués,
ya que si este objetivo se alcanza, si es
un tercio o un 40% de la clase obrera
quien se ve privada de un mínimo de
protección o de solidaridad colectiva,
entonces se vuelve a la situación
anterior a 1914, en países como Bélgica.
social de conjunto. Este proyecto va
más allá de, simplemente, arrancar un
cierto porcentaje suplementario en el
reparto del producto nacional a costa
de las masas trabajadoras o de
aumentar la tasa de plusvalía y
restablecer la t a s a r e beneficios.
Aprovechando la depresión económica y el relativo debilitamiento del
movimiento
obrero
—fenómeno
general aunque desigual según los
p a í s e s — , la burguesía t r a t a de
modificar
permanentemente
la
relación de fuerzas entre las clases e
institucionalizar esta modificación, lo
que esencialmente significa: desmantelar las conquistas más importantes
del movimiento obrero durante este
último cuarto de siglo o de los últimos
50 años. Resumiendo todas estas conquistas en una sola fórmula, se puede
decir que el movimiento obrero había
conseguido imponer un
aumento
cuantitativo de nivel objetivo de solidaridad de clase, combinando legislación social, fuerza sindical, control del
proceso de trabajo y peso político.
Esta fórmula puede parecer "objetivista" y vaga, pero es muy real y eminentemente marxista. El peso del movimiento obrero ha actuado en la
sociedad protegiendo mejor a todas
las capas menos favorecidas. Este es
el contenido más global de todo lo
sucedido desde la crisis de los años
30.
Esta conquista era muy importante.
Los marxistas revolucionarios deben
ser conscientes de ello, porque esto
incide en la m i s m a definición de qué
es la condición proletaria para Marx, a
saber: la inseguridad fundamental de
las condiciones de existencia. Esto es
lo que implica la obligación económica de vender continuamente su fuerza
de trabajo, venta nunca garantizada y
cuyo resultado financiero nunca está
asegurado. El conjunto de estas conquistas, evidentemente, no suprimió la
inseguridad de la condición proletaria,
pero redujo considerablemente su
amplitud para capas determinadas de
la población obrera. El hecho objetivo
de que un parado esté mejor indemnizado que antes, de que un enfermo o
un jubilado estén mejor remunerados,
y que los menos cualificados y los no
organizados estén protegidos por un
salario
mínimo, tiene un efecto
objetivo sobre la cohesión y la fuerza
de disuasión de la clase obrera, independientemente de la conciencia que
tengan los y las que han luchado por
arrancar estas reivindicaciones o
quienes se han beneficiado de ellas
sin haber luchado.
Al desmantelarse parcial o totalmente estas conquistas, la solidaridad disminuye, objetivamente. Las diferentes capas se ven afectadas de
forma diferente y quedan más o menos
abandonadas a su propia suerte, sobre
todos los y las que son más débiles:
emigrantes, mujeres, jóvenes, inváli-
Lo que ante todo facilita esta evolución es la actitud irresponsable de la
burocracia sindical y obrera en
general, que o bien es cómplice de
esta política o bien inconscientemente
al principio, se ve después arrastrada
a claudicar ante la ofensiva capitalista, por electoralismo, por todo tipo de
consideraciones, incluido el egoísmo,
o simplemente por defender sus privilegios. Lo que por otra parte es
estúpido, ya que estos " m e n ú s privilegiados" serán cuestionados a la
larga si el movimiento obrero se
debilita estructuralmente.
Además,
hay que tener en cuenta los efectos
objetivos de la crisis, los retrocesos y
las derrotas. Una clase obrera que
constata haber perdido dos, tres,
cuatro batallas y que el paro aumenta,
no reacciona ya de la m i s m a forma
que una clase obrera que todavía está
en plena posesión de sus fuerzas.
Es preciso constatar que el enemigo
de clase posée una dirección política,
un proyecto, un plan, una orientación
mucho más resueltos y mucho más decididos que el personal que dirije el
movimiento obrero, que desgraciadamente no muestra estas mismas
cualidades.
Finalmente, hay que añadir que las
fuerzas combativas del sindicalismo y
la extrema izquierda política, al
margen del hecho de que se estén
reforzando, no gozan de una credibilidad tal que puedan en lo inmediato
contrapesar el desarrollo de los otros
factores. Incluso si estas fuerzas se
van desarrollando, siguen siendo modestas y no pueden llegar a neutralizar por sí mismas los efectos negativos de todo lo enumerado más arriba.
A s í p u e s no hay t o d a v í a u n a a l t e r n a t i v a p o l í t i c a g l o b a l c r e í b l e , es d e c i r ,
creíble para una fracción significativa
de la c l a s e o b r e r a q u e c o n s i d e r a s e
esta alternativa como una perspectiva
por la q u e p o d e r m o v i l i z a r s e c o n posib i l i d a d e s de é x i t o a c o r t o plazo.
La
a u s e n c i a de tal a l t e r n a t i v a g l o b a l
c r e í b l e es en sí m i s m a un f a c t o r de la
situación.
Q u i z á s G r a n B r e t a ñ a s e a la ú n i c a
excepción
a este
respecto,
pero
i n c l u s o e s t e j u i c i o es i n c i e r t o . Es
e v i d e n t e q u e la i z q u i e r d a del p a r t i d o
laborista y del m o v i m i e n t o sindical
constituye una fuerza considerable
q u e p e s a en la s i t u a c i ó n . Pero no es
evidente que represente una alternat i v a c r e í b l e a nivel de la c l a s e o b r e r a .
Existe quizás una situación análoga
en D i n a m a r c a .
A s í p u e s , en t a l e s c o n d i c i o n e s el
p r o y e c t o de la b u r g u e s í a no d e b e ser
s u b e s t i m a d o . L l e v a a t o d o el movim i e n t o o b r e r o a la d e f e n s i v a . La m a y o r
p a r t e de las f u e r z a s del m o v i m i e n t o
obrero moderado tradicional evolucionan h a c i a la d e r e c h a , lo q u e no q u i e r e
d e c i r q u e el p r o y e c t o de la b u r g u e s í a
vaya a triunfar a u t o m á t i c a m e n t e . Esto
d e p e n d e de las r e l a c i o n e s de f u e r z a
a c t u a l e s y no de las r e l a c i o n e s de
f u e r z a q u e la b u r g u e s í a q u e r r í a c r e a r
de a q u í a 5 ó 10 a ñ o s . A c t u a l m e n t e
estas relaciones son tales que todavía
c r e a n , en la m a y o r p a r t e de los p a í s e s ,
p o d e r o s o s o b s t á c u l o s a la r e a l i z a c i ó n
del p r o y e c t o b u r g u é s . En la RFA, Italia,
Gran bretaña, países escandinavos,
p a í s e s del B e n e l u x , la c l a s e o b r e r a
m a n t i e n e u n a c a p a c i d a d de r e s p u e s t a
t a l q u e , c u a n d o las p r o v o c a c i o n e s
r e b a s e n c i e r t o l í m i t e , la b u r g u e s í a se
ve o b l i g a d a a r e t r o c e d e r , a m a n i o b r a r ,
a a p a c i g u a r l a s p r o t e s t a s . No p u e d e
imponer todas sus soluciones día a
día, m e s a m e s , de f o r m a lineal.
N o o b s t a n t e , d e b e m o s ser c o n s c i e n t e s del p e l i g r o y de las i m p l i c a c i o n e s de su p o l í t i c a . T o d o s
los
p r o y e c t o s de la b u r g u e s í a t i e n d e n a
aumentar y a institucionalizar
las
d i v i s i o n e s en el s e n o de la c l a s e
obrera, divisiones entre a u t ó c t o n o s y
extranjeros,
hombres
y
mujeres,
jóvenes y adultos, adultos y jubilados,
t r a b a j a d o r e s c u a l i f i c a d o s y no c u a l i f i c a d o s , s e c t o r e s de a c t i v i d a d e n
retroceso y sectores punta, sector
público y sector privado y entre trabaj a d o r e s de d i f e r e n t e s p a í s e s . En e s t e
ú l t i m o c a s o , t r a t a n d o de s u s t i t u i r la
s o l i d a r i d a d i n t e r n a c i o n a l p o r la acept a c i ó n de r e d u c c i o n e s de s a l a r i o a f i n
de p o d e r c o m p e t i r i n t e r n a c i o n a l m e n t e
( s u p u e s t a m ¡ nte p a r a " p r o t e g e r
el
e m p l e o " ) lo q u e l l e v a a r e d u c c i o n e s de
s a l a r i o s r e a l e s en t o d o s l o s p a í s e s . La
p o l í t i c a de la b u r g u e s í a
pretende
provocar,
ampliar,
institucionalizar
estas divisiones, proponer medidas
d i s t i n t a s , según los casos, para que
é s t a s d i v i s i o n e s p e r m a n e z c a n y para
q u e su p e s o a u m e n t e en las relaciones e n t r e el C a p i t a l y el Trabajo
t o m a d o s en c o n j u n t o . S e r í a un error
negar que han obtenido
algunos
é x i t o s . A p e s a r de las r e a c c i o n e s muy
p o s i t i v a s de l o s j ó v e n e s c o n t r a el rac i s m o , en lo q u e c o n c i e r n e a la clase
o b r e r a a d u l t a Jos e f e c t o s de la
x e n o f o b i a s o n r e a l e s en t o d a una serie
de p a í s e s de E u r o p a . Se p u e d e debatir
la a m p l i t u d d e l f e n ó m e n o , pero ya hay
resultados
electorales
que lo
c o n f i r m a n , c o m o l o s del " F r e n t e Nac i o n a l " de Le Pen en F r a n c i a o los de
las f u e r z a s de e x t r e m a derecha en
G i n e b r a , L a u s a n n e o Bruselas. Son
e l e m e n t o s q u e no hay q u e subestimar,
q u e no c o n c i e r n e n s ó l o a la pequeña
b u r g u e s í a . Es e f e c t o no s ó l o de la
c r i s i s , s i n o de la c r i s i s c o m b i n a d a con
t o d o s los f a c t o r e s p o l í t i c o s precedentemente enumerados.
A e s t e r e s p e c t o , u n o de los grandes
p r o b l e m a s es la o r g a n i z a c i ó n de los
parados.
Comparando
la
actitud
a c t u a l del m o v i m i e n t o o b r e r o con la
q u e t e n í a el m o v i m i e n t o c o m u n i s t a en
los a ñ o s 30, q u e d e s a r r o l l a b a una
e n o r m e a c t i v i d a d e n t r e los parados y
t e n í a un é x i t o c o n s i d e r a b l e en su
o r g a n i z a c i ó n , el r e t r o c e s o s a l t a a la
v i s t a . G r a n B r e t a ñ a es el caso más
p a l p a b l e . E s t u d i a n d o a t e n t a m e n t e el
a s c e n s o de lo q u e l o s burgueses
l l a m a n " v i o l e n c i a en l o s suburbios",
e s t u d i a n d o lo q u e s u c e d e entre los
j ó v e n e s p a r a d o s de l o s b a r r i o s indust r i a l i z a d o s p o b r e s , lo m e n o s que
p u e d e d e c i r s e es q u e el j u i c i o sobre
e s t e f e n ó m e n o d e b e ser matizado. La
r a d i c a l i z a c i ó n de l o s j ó v e n e s negros
es un h e c h o p o s i t i v o , pero la "radicaliz a c i ó n " , si se p u e d e u t i l i z a r este término, de l o s j ó v e n e s h i n c h a s de fútbol es
o t r a h i s t o r i a . E s c u c h a n d o la explicac i ó n q u e e l l o s m i s m o s d a n en la radío
y en la t e l e v i s i ó n , r e c u e r d a más a una
m e n t a l i d a d f a s c i s t a q u e a o t r a cosa:
a f i r m a c i ó n de la v i r i l i d a d , de la neces i d a d de la l u c h a f í s i c a , exaltación de
la v i o l e n c i a por la v i o l e n c i a . Son temas
d e s a r r o l l a d o s por l o s f a s c i s t a s en los
a ñ o s 30. H a y q u e e s t a r m u y atentos a
t o d o lo q u e p u e d a s u c e d e r entre los
j ó v e n e s d e s m o r a l i z a d o s que nunca
han t r a b a j a d o , q u e llevan parados
c u a t r o o c i n c o a ñ o s , que no tienen
n i n g u n a p e r s p e c t i v a , a los que el
m o v i m i e n t o o b r e r o no o f r e c e ninguna
p e r s p e c t i v a y a l o s q u e las organizac i o n e s r e v o l u c i o n a r i a s o f r e c e n únicam e n t e s o l u c i o n e s en los l í m i t e s de sus
t o d a v í a m u y r e d u c i d a s dimensiones.
Las diferentes
respuestas obreras
G l o b a l m e n t e , p o r el m o m e n t o hay
t r e s t i p o s de r e s p u e s t a del conjunto de
la c l a s e o b r e r a de la E u r o p a capitalis-
m
t a Hay una minoría resignada, una
minoría radicalizada y una mayoría
disponible para respuestas puntuales
pero difícilmente movilizable sobre
objetivos globales. Esto es evidentemente muy esquemático, pero parece
corresponder a la situación de la mayoría de los países concernidos. La
disminución
del control
de
los
aparatos burocráticos sobre la clase
obrera no implica necesariamente un
fenómeno regresivo. Es quizás el caso
de Francia y de Gran Bretaña, pero no
lo es evidentemente en el Estado
español y en Dinamarca.
Tomemos
el e j e m p l o
de
las
amenazas de represión y de despido
que en período de crisis penden sobre
los militantes más combativos. En el
pasado, en los años 30 e incluso a
primeros de los años 50, prácticamente no tenían defensa. Hoy en día, para
la burocracia sindical es una aventura
lanzarse a un apoyo abierto a los
despidos de los delegados sindicales.
Al haber cambiado las relaciones de
fuerza, deben andarse con rodeos. No
se puede decir que sea exactamente la
misma situación que en los años 30.
La recomposición del movimiento
obrero, el debilitamiento del control de
las burocracias sobre el conjunto de la
clase obrera organizada, es un
fenómeno muy complejo. Es cierto que
mientras coincida con un retroceso
defensivo de las luchas obreras, este
debilitamiento del control de las direcciones burocráticas no tendrá evidentemente el mismo impacto y la misma
dinámica que cuando coincida con un
ascenso de las luchas. Estamos pues
en una fase difícil,
intermedia.
Apreciar esta dinámica país a país, en
relación con la realidad y el comportamiento de la clase obrera, exige una
adecuada implantación de nuestras
organizaciones y un conocimiento importante de lo que sucede en la clase
obrera. No podemos contentarnos a
este respecto con generalidades o
abstracciones, ni mucho menos con
especulaciones.
De momento los únicos datos
globales que tenemos son los de los
grandes movimientos de resistencia
de la clase obrera. A este respecto, el
balance es diferente según los países.
En la gran movilización italiana en
defensa de la escala móvil que,
naciendo en la asamblea auto-convocada de delegados de fábrica, culminó
con la manifestación de Roma de
cerca de un millón de trabajadores,
hubo un debilitamiento del control de
los aparatos burocráticos y a continuación una recuperación parcial de
esta movilización. En la huelga general
de los servicios públicos en Bélgica,
así como en la huelga general de
Dinamarca, el debilitamiento de este
control era visible, así como la estrecha dependencia del movimiento res-
pecto a la iniciativa sindical. En el
Estado español, la huelga general
estuvo también marcada por una
disminución real del control de las
burocracias sindicales. Por el contrario, en la RFA, el gran movimiento de
los metalúrgicos, al principio por las
35 horas y después en defensa del
derecho de huelga, sigue estando bajo
un estrecho control sindical. Lo mismo
sucedió con la larga huelga de los
mineros de Gran Bretaña y con las diferentes movilizaciones de respuesta
obrera en Portugal.
Estos movimientos realizados a lo
largo de los últimos 18 meses,
confirman la definición, prudente en
resumidas cuentas, que sobre la reacción del conjunto de los trabajadores
hemos dado anteriormente. Difícilmente se puede caracterizar estas
luchas como respuestas de minorías
radicalizadas. Confirman que sectores
importantes de la clase obrera, quizás
su mayoría, siguen dispuestos a respuestas combativas, aunque de forma
puntual y en circunstancias particulares. A este respecto, Francia es laj
excepción y no la regla. Hay que seguir
con atención especial la evolución en
la RFA, donde la clase obrera se
encuentra en situación ascendente en
capacidad de respuesta en relación a
otros grandes países de Europa.
Desde hace varios años, en diversos países en la Europa capitalista se
manifiestan tendencias hacia la recomposición del movimiento obrero
organizado y del peso de las diferentes corrientes políticas de su interior.
Recordemos alguno de los fenómenos
más espectaculares: fuerte retroceso
de la influencia electoral del Partico
Comunista Francés (PCF), aunque en
las empresas sea menos pronunciado;
retroceso no menos espectacular del
Partido Comunista Español (PCE);
hundimiento de algunos pequeños
partidos comunistas (en Gran Bretaña, en Bélgica y en Holanda); espectacular ascenso de las organizaciones
reformistas de izquierda y centristas
en Dinamarca; ascenso de la izquierda
laborista en Gran Bretaña; ascenso de
los verdes en la RFA.
Nos encontramos todavía en el
inicio de esta recomposición; sus
límites de conjunto siguen siendo
vagos. Por lo tanto, sería al menos
prematuro
extraer
conclusiones
generales sobre un ocaso universal de
los PCs, un ascenso universal de la
social-democracia, una expresión generalizada de la nueva radicalización
obrera en el seno de la social-democracia o un desplazamiento generalizado del movimiento obrero hacia la
derecha. Por no poner más que un
ejemplo, el fenómeno de los verdes es
muy diferente de un país a otro. En
Bélgica, incluso es sensiblemente
distinto entre Flandes y Valonia. Así
pues, no podemos desembarazarnos
de este fenómeno político con una
fórmula abstracta que caracterice a
los Verdes como "corriente pequeñoburguesa" o pretendiendo que " n o
forman parte del movimiento obrero
organizado". Por ejemplo, en la R F A e s
imposible explicar lo sucedido si se
afirma que el ascenso de los verdes
expresa una evolución política hacia la
derecha. Muy al contrario. No solo a
ojos de amplias masas, sino también
de forma objetiva, la incursión electoral y parlamentaria de los verdes ha
ejercicio una presión hacia la izquierda
en la vida política, en la social-democracia e incluso, de forma parcial, en
los
sindicatos.
Aparece
como
expresión o, si se prefiere, como recuperación electoral de los elementos de
radicalización del decenio precedente,
recuperación que se le ha ido de las
manos a la socialdemocracia, precisamente como consecuencia de su política de colaboración de clases y de
vergonzosa
capitulación
ante
la
burguesía en la cuestión de la lucha
anti-guerra, del fenómeno ecologista,
de las reivindicaciones feministas,
etc.
Se puede lamentar que estos
"nuevos movimientos sociales" se desarrollen fuera del movimiento obrero
organizado e incluso frecuentemente
sin hacer frente único con él, pero la
culpa de ello recáe en las direcciones
tradicionales del movimiento obrero,
incapaces de tomar en cuenta reivindicaciones muy legítimas y progresistas, y sentidas además como tal por
sectores crecientes de la propia clase
obrera, c o m o lo c o n f i r m a el movimiento por la paz y el m o v i m i e n t o anti-Otan
en el E s t a d o e s p a ñ o l , en la RFA, en
Gran Bretaña, Italia, H o l a n d a , Bélgica,
y el i m p a c t o de la c u e s t i ó n e c o l o g i s t a
sn RFA, A u s t r i a o Suiza.
Esto
no
quiere
decir
que
f o r m u l e m o s un p r o n ó s t i c o o p t i m i s t a
s o b r e la d i n á m i c a de los Verdes. En la
RFA, la e v e n t u a l i d a d m á s p r o b á b l e es
una e v o l u c i ó n en s e n t i d o r e f o r m i s t a ,
una t r a n s f o r m a c i ó n
en
tendencia
s o c i a l - d e m ó c r a t a c l á s i c a , i n c l u s o bajo
la f o r m a de una c o l a b o r a c i ó n gubernam e n t a l . En o t r o s países, pueden manifestarse tendencias más derechistas,
c o m o es el c a s o de A u s t r i a . Pero esta
t r a n s f o r m a c i ó n provocará r e a c c i o n e s
y d i f e r e n c i a c i o n e s en el seno de e s t a s
c o r r i e n t e s , d i f e r e n c i a c i o n e s a las que
deben ser s e n s i b l e s los revolucionarios.
Las m o v i l i z a c i o n e s anti-guerra, antii m p e r i a l i s t a s , las p r o t e s t a s de los
jóvenes, t o d o s e s t o s
movimientos
a u t ó n o m o s son r e s u l t a d o de una d o b l e
d e s i n c r o n i z a c i ó n . Por una parte una
d e s i n c r o n i z a c i ó n objetiva, r e s u l t a d o
de que c a p a s s o c i a l e s d i f e r e n t e s se
ven a f e c t a d a s de m a n e r a d i f e r e n t e por
la c r i s i s de la s o c i e d a d b u r g u e s a . Por
la otra, una d e s i n c r o n i z a c i ó n subjetiva de las r e s p u e s t a s entre
el
m o v i m i e n t o obrero o r g a n i z a d o y o t r a s
c a p a s d i s t i n t a s de la s o c i e d a d . Las
o r g a n i z a c i o n e s obreras tenían un g r a n
retraso sobre e s t a s c u e s t i o n e s . Era
inevitable que o t r a s las tomasen en
m a n o . Lo que había sucedido con la
r a d i c a l i z a c i ó n de la juventud había
d e b i d o preparar al m o v i m i e n t o obrero
para e n t e n d e r lo que ha sucedido en
los d e m á s c a m p o s .
A h o r a se p l a n t e a el problema de rec o n s t r u i r la u n i d a d de lucha del conj u n t o de e s t a s c o m p o n e n t e s de la cont e s t a c i ó n p o t e n c i a l al capitalismo en
c r i s i s c o n t r a la s o c i e d a d burguesa.
Sobre el papel es f á c i l efectuar tal
r e u n i f i c a c i ó n pero, en la práctica, las
r e l a c i o n e s de fuerza son decisivas, las
c o r r i e n t e s r e v o l u c i o n a r i a s son todavía d é b i l e s y los a p a r a t o s burocrátic o s m u y p o d e r o s o s . En estas condic i o n e s en la p r á c t i c a la reunificación
será larga y d i f í c i l . Necesita además
que el p r o y e c t o s o c i a l i s t a , el programa
s o c i a l i s t a , vuelvan a ser creíbles a los
o j o s de las g r a n d e s masas. Los marx i s t a s r e v o l u c i o n a r i o s deben luchar
s i s t e m á t i c a m e n t e por ésto. Es una de
sus
tareas
principales,
sabiendo
a d e m á s que no p o d r á n por sí mismos
m o d i f i c a r las relaciones de fuerza
a c t u a l e s . Así pues, en estas condiciones r e l a t i v a m e n t e desfavorables, la
r e u n i f i c a c i ó n de fuerzas en lucha
c o n t r a el c a p i t a l i s m o no culminará
r á p i d a m e n t e . Podrá realizarse tendenc i a l m e n t e , s o b r e t o d o cuando haya un
nuevo a s c e n s o global de luchas de
masas.
es
En e s t a s c o n d i c i o n e s , el gran riesgo
que t o d o s e s t o s movimientos
sociales tomen un cariz reformista.
Pero esto no puede ser razón para
romper el frente único o para irse de
estos movimientos, sino todo lo contrario. La tentación reformista de los
"nuevos movimientos sociales" da a
los marxistas revolucionarios una posibilidad
de
reforzarse.
Espontáneamente, sobre todo los
jóvenes que se han incorporado a
ellos, no son reformistas. Frecuentemente son rebeldes, refractarios al
reformismo. Si las direcciones de
estos grandes movimientos se deslizan por la pendiente reformista, se
abre un espacio político para los
marxistas revolucionarios. No hay
ninguna
contradicción
en
esto
mientras se conserve el sentido de las
proporciones.
Un movimiento
de
masas de cien mil personas puede
evolucionar hacia la derecha y al
mismo tiempo podemos ganar a 500 ó
1.000 personas para nuestro proyecto
revolucionario y para nuestras organizaciones,
especialmente
para
nuestras organizaciones de juventud.
Los marxistas revolucionarios deben
por lo tanto armarse con un programa
concreto y preciso para dialogar con
estos movimientos; programa que ya
tenemos para la lucha anti-guerra,
feminista, juvenil; el último Congreso
Mundial de la IV a Internacional ha
mandatado a la nueva dirección a
trabajar sobre un programa para la
cuestión ecologista.
Más importante que estos fenómenos de los "nuevos movimientos sociales" y que su impacto político sobre
la clase obrera son los fenómenos de
recomposición en el propio seno del
movimiento obrero organizado. Respecto a este asunto se trata de
reafirmar dos constantes de nuestro
análisis.
Por un lado, es imposible que,en
todos los países donde las organizaciones tradicionales siguen siendo políticamente hegemónicas en el seno
de la clase obrera, se produzcan
fenómenos de radicalización masiva
que no tengan repercusión en estas
mismas organizaciones tradicionales.
Por el otro, previsiones o especulaciones sobre lo que pueda pasar
mañana o pasado mañana en el
interior de estas
organizaciones
tradicionales no debe impedirnos
tomar en mano las posibilidades de
reforzarnos hoy ganando fuerzas, sin
duda más reducidas, que se radicalizan al margen de, o rompiendo con,
estas organizaciones.
No sólo no hay contradicción
alguna entre estos dos análisis, sino
que desde el punto de vista de la construcción del partido revolucionario el
segundo condiciona en gran medida a)
primero. Porque, salvo en Gran Bretaña, el resultado final de esta futura
radicalización en el seno de los par-
tidos tradicionales depende en gran
medida de la relación de fuerzas organizativas,
numéricas,
entre
los
marxistas revolucionarios y las demás
tendencias políticas. Cuanto más nos
reforcemos hoy, en influencia política
autónoma y organizativamente,
mayores serán las posibilidades de
evitar que una futura radicalización de
masas en el seno de los PS y de los PC
derive
una vez más h a c i a
el
reformismo de izquierdas o hacia el
centrismo.
Por lo tanto es evidente el peso
capital, decisivo, del trabajo sindical
en una serie de países. La capacidad
de los marxistas revolucionarios en
demostrar en la práctica la utilidad de
sus organizaciones en el transcurso
de las luchas defensivas que se
desarrollan actualmente les ofrece la
posibilidad de ganar militantes obreros combativos en el seno de los sindicatos y de las empresas. A nivel del
conjunto del movimiento sindical esto
parece rebasar nuestras fuerzas, pero
es totalmente posible en ciertos
sectores y ciertas empresa. También
está ligado a nuestra capacidad de
luchar de forma sistemática con una
línea política a largo plazo, basada en
un programa global contra la crisis. Se
trata de una lucha esencialmente
propagandística que a corto plazo no
va a desembocar en movilizaciones de
masas. Los marxistas revolucionarios
no pueden hoy organizar una huelga
general por la semana de 35 ó de 32
horas. Pero la batalla propagandística
es muy importante. No se trata solamente de volver a dar confianza a la
clase obrera. Se trata también de
volver a dar confianza a la vanguardia.
Lo menos que se puede decir es que la
propia vanguardia combativa no tiene
mucha fe en el proyecto socialista,
está desconcertada. Así pues esta batalla es una importante batalla de
propaganda que se refiere a un
programa, a la forma con la que se
puede combatir la crisis, el paro, con
la que se puede hacer retroceder la
economía de mercado, combatir la
división obrera, a condición de tener la
voluntad política de hacerlo. Así pues,
hay que coronar este programa de
orientación antl-capitalista global con
un objetivo político que pueda "ser
formulado con precisión en numerosos países. Este objetivo político
central no debe quedar entre paréntesis, porque así se cae en el sindicalismo puro, en el economicismo, y
se pierde credibilidad, tanto a nivel de
vanguardia como a nivel de masas.
Nadie cree realmente que se pueda
luchar contra el paro y contra la crisis
económica sector a sector, fábrica a
fábrica, rama a rama. Luego, la existencia de una solución
política,
aunque no sea " r e a l i s t a " a corto plazo,
sigue siendo más que nunca la condición previa para que un programa
antí-crisis global sea creible.
Se puede y se debe discutir de
plazos, ritmos, posibilidades de luchas
intermedias entre las luchas defensivas puntuales inmediatas y estos
grandes objetivos, a la luz de las
relaciones de fuerzas políticas, económicas y sociales en cada país, que
son muy diferentes. A este respecto no
vamos a plantear ningún tipo de análisis para el conjunto de la Europa
capitalista. No vamos a concluir con
una consigna política común al
conjunto de los paíse capitalistas de
Europa, con una fórmula o un modelo
de recomposición del movimiento
obrero común para toda Europa.
Hacerlo así sería un grave error, ya que
la estructura real del movimiento
obrero organizado es demasiado diferente en las distintas partes de Europa
como para permitir tal modelo común.
Pero cada una de las secciones
europeas de la IV a
Internacional
debería integrar las conclusiones de
este análisis en su programa de
acción. Y cada una de ellas debería ser
consciente de que, independientemente de la conciencia que los trabajadores tengan sobre ello, la dimensión internacional de la lucha de
clases se ve objetivamente reforzada y
no debilitada por la consecuencia de
la crisis. La necesidad de una coordinación internacional de la resistencia
de los trabajadores frente a la ofensiva internacional del capital es más
importante que nunca. Fracciones
crecientes de la clase obrera tomarán
progresivamente conciencia de e l l o . D
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