CONSECUENCIAS SOCIALES DE LA CRISIS ECONOMICA EN LA EUROPA CAPITALISTA Ernest Mandel Publicamos a continuación la versión revisada de un informe realizado hace algunos meses por Ernest Mandel en la reunión de los comités ejecutivos de las secciones europeas de la IV Internacional. Este texto aborda las d i f e r e n t e s consecuencias sociales de la crisis económica que actualmente atraviesan los países de la Europa capitalista. Más concretamente, este artículo analiza las cuestiones relativas al empleo y al paro, a las consecuencias de la introducción de nuevas tecnologías en materia de empleo y al estado de la reorganización del proceso de trabajo. Se abordan los objetivos últimos del proyecto político y social global de la burguesía, así c o m o el grado actual de su realización. Finalmente, se estudian los diversos elementos de recomposición del moví miento obrero y su resistencia a los ataques llevados a cabo por la burguesía. La larga fase de depresión económica en que se encuentra la economía capitalista no ofrece señal alguna de recuperación y se caracteriza por un aumento estructural del paro. El índice de crecimiento del paro es igual al índice de crecimiento de la productividad del trabajo, más el índice de crecimiento demográfico y menos el índice de crecimiento económico. Por término medio, la productividad del trabajo continúa aumentando de un 2,5 a un 3% anualmente; dado que el índice de crecimiento económico es inferior a esta cifra, incluso sin considerar el movimiento demográfico aparece un aumento del paro. El trasfondo económico de la crisis Evidentemente no se trata de una depresión económica lineal. El ciclo industrial sigue funcionando. Así pues, en el marco de esta depresión se suceden fases de recesión y de recuperación. Actualmente, prácticamente en todos los países de la Europa capitalista se vive una situación de recuperación. Pero durante 1986 ó en 1978 será inevitable una nueva fase recesiva, aunque nadie pueda predecir exactamente su fecha. La amplitud de estos movimientos coyunturales es distinta en cada caso. A este respecto, la inserción de la Europa capitalista en el mercado mundial, con la consiguiente expansión de las exportaciones, juega un papel Importante. Al contrario de lo que sucedió en la segunda mitad de los años 70, la Europa capitalista se beneficia actualmente, a diversos niveles, de todas las debilidades estructurales de la economía americana; es decir, del elevado cambio del dólar, de la falta de productividad de la industria americana, del enorme déficit del presupuesto americano, de que el índice de inflación es más alto en EEUU que en algunos países de Europa occidental. Del mismo modo, podría darse la situación inversa: en cuanto comience la fase de recesión en EEUU podría haber un gran descenso de las exportaciones europeas hacia aquel país. Por esta razón, en Europa la próxima recesión amenaza con ser mayor que en 19801982. Es importante refutar el mito de la decandencia de Europa en el mundo, mito ampliamente extendido y cuya función política es evidente, en cuanto favorece la colaboración de clases y la aceptación de políticas de austeridad. De momento, y sin hacer especulaciones sobre el futuro, esto sigue siendo un mito. La parte de los imperialismos europeos en el mercado mundial, tanto por las exportaciones de mercancías industriales como por las exportaciones de capitales, no ha descendido. Es difícil establecer una tendencia general, ya que hay discordancias entre países y de año en año. Pero si hay una t e n d e n c i a general, va más bien en sentido inverso: h a c i a un ligero aumento de la parte de Europa en las exportaciones de m e r c a n c í a s y un neto incremento de las exportaciones de capitales. Esto es incluso sensacional, pero evidentemente se puede discutir su s i g n i f i c a d o . En Gran Bretaña hay una reorientación real del capital financiero h a c i a operaciones financieras, p a r t i c u l a r m e n t e exportaciones de capitales que han alcanzado niveles récord, lo que no es de por sí. positivo para la b u r g u e s í a b r i t á n i c a ya que, al contrario que en los países de la Europa c o n t i n e n t a l , este movimiento va a c o m p a ñ a d o por una verdadera desindustrialización, al menos momentánea. De manera general, la parte de EEUU en el c o n j u n t o del s t o c k de capitales invertidos en el extranjero es ahora inferior al 4 0 % . Hay que remontarse al período anterior a la S e g u n d a Guerra Mundial para volver a encontrar esta cifra. Tanto la parte del Japón como la de Europa están en c o n s t a n t e crecimiento. Respecto a las exportaciones mundiales de bienes industriales, la parte de la RFA permanece prácticamente estable en comparación con la m i t a d de los años 70, es decir algo superior al 15% del mercado mundial, y crece respecto a primeros de los 80, c u a n d o d e s c e n d i ó a alrededor del 1 4 % . EEUU está por debajo del nivel de los años 70; en Japón hay un fuerte a u m e n t o . Actualmente la RFA es el primer país exportador de bienes industriales (15% frente al 14% del J a p ó n y el 13,5% de EEUU). Esto no es p r e c i s a m e n t e una imagen de d e c a d e n c i a de Europa. Lo que resulta e s p e c t a c u l a r es el crecimiento de los países semi-industrializados c o m o exportadores de bienes industriales. Ésta parte se ha prácticamente d o b l a d o de diez años aquí. Ha pasado del 6,3% en 1975, al 11,2 ú 11,3% en la a c t u a l i d a d . Otro mito que hay que deshacer: las exportaciones de bienes industriales de los países del tercer m u n d o no son esencialmente exportaciones de multinacionales americanas, j a p o n e s a s o europeas reinstaladas en esos países. Esta categoría de exportaciones supone un 20 ó 2 5 % del t o t a l . El resto son exportaciones de i n d u s t r i a s cuyo capital es propiedad de d i c h o s países, bajo la forma de propiedad estatal, p r o p i e d a d m i x t a o de "jointventures"*. Tomemos el ejemplo de uno de los sectores-punta más importante, el de las telecomunicaciones. A c t u a l m e n t e , en materia de t e l e c o m u n i c a c i o n e s las exportaciones europeas son las más importantes del mundo. Suponen anualmente 6.500 millones de dólares, frente a los 3.200 millones de EEUU y 5.000 millones del Japón. Y todavía es más i m p o r t a n t e el que la balanza comercial europea, así c o m o la japonesa, en lo que concierne a aparatos e i n s t r u m e n t o s m e c á n i c o s o de telecom u n i c a c i ó n , es a m p l i a m e n t e acreedora. Mientras tanto, la balanza comercial de EEUU en este terreno es deficitaria en dos tercios, lo que supone que este país i m p o r t a el doble de lo que exporta. Por lo que respecta a la e l e c t r ó n i c a de alto c o n s u m o — n o la electrónicapunta, militar y e s p a c i a l — , hay un c a m b i o de s i t u a c i ó n a b s o l u t a m e n t e espectacular, en perjuicio de EEUU. Este país i m p o r t a el doble de lo que exporta, sobre todo del Japón, pero t a m b i é n de a l g u n o s países semiindustrializados. Evolución del empleo y del paro V e a m o s la evolución del empleo y del paro por ramas, antes de llegar a c o n c l u s i o n e s sobre la evolución del e m p l e o y del paro globalmente. A> " g r o s s o m o d o " se puede d i s t i n g u i r tres c a t e g o r í a s de ramas de actividad: aquellas en las que hay un bajón a b s o l u t o y neto del empleo, las que e s t á n en una s i t u a c i ó n intermedia y las que e x p e r i m e n t a n un a u m e n t o de empleo. Muy esquemáticamente, en la primera categoría, que es la de las ramas más c a s t i g a d a s , hay concienc i a entre regresión de la d e m a n d a y e f e c t o s de la i n t r o d u c c i ó n de nuevas tecnologías. En ellas el empleo retrocede considerablemente. Se t r a t a de los sectores de la c o n s t r u c c i ó n naval, las minas, la siderurgia, el textil, el calzado y, en cierta medida, la p e t r o q u í m i c a y las refinerías del petróleo, aunque en este último caso la sit u a c i ó n sea un poco mejor. La s e g u n d a c a t e g o r í a es a q u e l l a en que la demanda, y por lo t a n t o la producción, sigue aumentando, pero a un ritmo más lento que en el pasado, y en la que t a m b i é n hay un fuerte incremento de nuevas tecnologías. Se t r a t a de sectores clave, que c o n c i e r n e n a casi la m i t a d del volumen t o t a l del empleo industrial: el a u t o m ó v i l , la construcción, electrodomésticos y obras públicas. Aquí no hay retroceso de d e m a n d a a medio plazo. La demanda sigue a u m e n t a n d o , pero é s t a va a c o m p a ñ a d a de un a u m e n t o de la productividad, es decir, de la utilización de nuevas t e c n o l o g í a s . Así pues hay un efecto c o m b i n a d o sobre el e m p l e o que es d i f í c i l de c o n c r e t a r , y a que la c o m p e t e n c i a a c t ú a a f o n d o y la evolución es diferente de país a país. A l g u n o s países pierden terreno en el mercado, lo q u e ' s i g n i f i c a un retroceso de la c a p a c i d a d neta de empleo; o t r o s países, que por el contrario, a u m e n t a n su p a r t e en el m e r c a d o , p u e d e n e s t a b i l i z a r e i n c l u s o a u m e n t a r su c a p a c i d a d de e m p l e o . De m o m e n t o , la i n d u s tria automovilística española parece e s t a r en e x p a n s i ó n , así c o m o la i n d u s t r i a del a u t o m ó v i l a l e m a n a ; en e l l a s se c o n t r a t a , m i e n t r a s se s i g u e d e s p i d i e n d o en la i n d u s t r i a a u t o m o v i l í s t i c a francesa y británica. E s t á f i n a l m e n t e la t e r c e r a c a t e g o r í a , la de l a s r a m a s de a c t i v i d a d en las q u e la e x p a n s i ó n de la d e m a n d a y de la p r o d u c c i ó n p e r m a n e c e por e n c i m a de la m e d i a . P a r a d ó j i c a m e n t e , en e s t o s s e c t o r e s p u n t a , las n u e v a s t e c n o l o gías tienen mucho menos impacto s o b r e el e m p l e o q u e en las o t r a s r a m a s . Se t r a t a s o b r e t o d o de la c o n s t r u c c i ó n m e c á n i c a , de t o d o el s e c t o r de c o n s t r u c c i ó n de m á q u i n a s y b i e n e s de e q u i p o , la e l e c t r ó n i c a , el e q u i p o científico, los p r o d u c t o s m é d i c o s y f a r m a c é u t i c o s . La e l e c t r ó n i c a tiene u n a c o m p o s i c i ó n o r g á n i c a del c a p i t a l ( p a r t e de los s a l a r i o s s o b r e los c o s t o s de p r o d u c c i ó n ) p o r d e b a j o de la m e d i a de l o s o t r o s s e c t o r e s . H a c i e n d o la s í n t e s i s de t o d o s e s t o s d a t o s , v e m o s en p r i m e r l u g a r q u e a u m e n t a la m a s a de los p a r a d o s y l o s í n d i c e s del paro. Pero, s a l v o los c a s o s del E s t a d o e s p a ñ o l , P o r t u g a l e I r l a n d a (este ú l t i m o p a í s p o d e m o s d e j a r l o al m a r g e n , y a q u e se t r a t a en r e a l i d a d de un p a í s no i m p e r i a l i s t a y no i n d u s t r i a lizado), el í n d i c e de p a r o se s i t ú a alred e d o r del 1 0 % . En G r a n B r e t a ñ a en los ú l t i m o s c u a t r o a ñ o s se h a p a s a d o del 10,2 al 1 0 , 9 % . Pero en el E s t a d o e s p a ñ o l , el í n d i c e de p a r o es el d o b l e . En e s t e p a í s la p é r d i d a de p u e s t o s de t r a b a j o en la i n d u s t r i a s i g n i f i c a m á s de la c u a r t a p a r t e del e m p l e o i n d u s t r i a l , q u e h a b í a en 1977 (27%), h e c h o abs o l u t a m e n t e e x c e p c i o n a l en E u r o p a . Por s u p u e s t o , e s t o s í n d i c e s de p a r o c o n c i e r n e n al c o n j u n t o de la p o b l a c i ó n a c t i v a y no d i c e n g r a n c o s a s o b r e el v o l ú m e n de e m p l e o . El í n d i c e de p a r o p u e d e a u m e n t a r a la vez q u e el v o l ú m e n de e m p l e o , t o d o d e p e n d e de la e v o l u c i ó n d e m o g r á f i c a . G l o b a l m e n te, las fluctuaciones del empleo todavía son débiles. A este respecto hay que refutar otro mito, aquel según el c u a l e s t a r í a m o s en E u r o p a y en A m é r i c a del N o r t e en p l e n a d e s i n d u s trialización o " d e s a l a r i z a c i ó n " . Las c i f r a s de e v o l u c i ó n del v o l ú m e n d e e m p l e o en la E u r o p a c a p i t a l i s t a s o n las s i g u i e n t e s : r e d u c c i ó n d e l 0 , 5 % e n 1983; e s t a b i l i z a c i ó n en 1984; l i g e r o a u m e n t o d e l 0 , 2 % en 1985. Es p o c o más o menos parecido a más largo plazo. E s t a m o s a n t e f l u c t u a c i o n e s d e l o r d e n del - 1 , 2 % a - 1 , 1 % d e s d e h a c e diez a ñ o s . S o n f l u c t u a c i o n e s m í n i m a s . Si l a s c o m p a r a m o s c o n l a s d e l p e r í o d o 1930-1938, la d i f e r e n c i a es evidente. Entonces había caídas en v e r t i c a l del e m p l e o , d e l o r d e n del 3 0 % . Las actuales bajas son bajas margina- les. E s t o no s i g n i f i c a q u e no sea grave o que no tenga consecuencias s o c i a l e s . E n la i n d u s t r i a la b a j a es más f u e r t e . Pero el m o v i m i e n t o es menos a m p l i o de lo q u e se a f i r m a en numerosos medios. R e s p e c t o a F r a n c i a las cifras son m u y r e p r e s e n t a t i v a s . El t o t a l de la pob l a c i ó n a c t i v a h a d i s m i n u i d o un 2,5% e n t r e el 31 de d i c i e m b r e de 1979 y el 31 de d i c i e m b r e de 1984. El número de "autónomos" ha d i s m i n u i d o en 280.000 p e r s o n a s , el de los asalariad o s en 250.000, e s d e c i r u n a reducción del 1 , 4 % . En la i n d u s t r i a la reducción del n ú m e r o de a s a l a r i a d o s es del o r d e n d e l 1 0 % . Pero si a ñ a d i m o s fas t e l e c o m u n i c a c i o n e s y el " t e r c i a r i o " no c o m e r c i a l , la r e d u c c i ó n b a j a a menos del 1 % . En el c o m e r c i o y los servicios f i n a n c i e r o s el e m p l e o se estanca. En el s e c t o r p ú b l i c o a u m e n t a . Sin e m b a r g o es n e c e s a r i o aportar algunas precisiones r e s p e c t o al e m p l e o de l a s m u j e r e s y de los j ó v e n e s . D e s d e el c o m i e n z o de la crisis el e m p l e o f e m e n i n o a u m e n t a , incluso de f o r m a b a s t a n t e neta. El empleo m a s c u l i n o r e t r o c e d e . Los índices de c r e c i m i e n t o d e l e m p l e o f e m e n i n o difieren s e g ú n l o s p a í s e s . En Dinamarca el í n d i c e de a c t i v i d a d de las mujeres ha p a s a d o del 6 3 % en 1975 al 72% en 1983, es d e c i r un a u m e n t o del 15%, lo que es e n o r m e e n un p e r í o d o de crisis. En S u e c i a se h a p a s a d o del 67 al 77%, es d e c i r , un a u m e n t o c e r c a n o al 15%, en B é l g i c a el í n d i c e de a c t i v i d a d de las m u j e r e s h a p a s a d o del 44 al 50%, en A u s t r i a d e l 48 al 5 0 % , en Francia del 49 al 5 1 % , e n A l e m a n i a del 49 al 4 9 , 6 % , e n I t a l i a d e l 34,5 al 40%. El a u m e n t o m á s f u e r t e se c o n s t a t a en N o r u e g a , d e un 53,3 a un 6 7 % , es decir un a u m e n t o d e l 2 5 % en el espacio de diez a ñ o s . Es n e c e s a r i o m a t i z a r e s t a constatac i ó n d a d a la a m p l i t u d del trabajo p r e c a r i o . L a m a y o r p a r t e del aumento del t r a b a j o f e m e n i n o , es a u m e n t o del t r a b a j o a t i e m p o p a r c i a l . En buena p a r t e , el a u m e n t o de t r a b a j o a tiempo p a r c i a l de l a s m u j e r e s es resultado de u n a d o b l e c o a c c i ó n e c o n ó m i c a . Los i n g r e s o s d e l m a t r i m o n i o disminuyen a consecuencia de la c r i s i s y las m u j e r e s t r a t a n de t r a b a j a r para neutralizar e s t a s p é r d i d a s . Por o t r a parte la c r i s i s h a c e q u e h a y a m e n o s empleos p e r m a n e n t e s d i s p o n i b l e s , especialm e n t e p a r a l a s m u j e r e s . Pero también a c t ú a un f e n ó m e n o socio-cultural, d a d a la s o b r e c a r g a de t r a b j o de las mujeres —trabajo d o m é s t i c o no p a g a d o m á s t r a b a j o p r o f e s i o n a l — , lo q u e d a l u g a r a j o r n a d a s de trabajo de 1 3 , 1 4 , 1 5 , 1 6 h o r a s c u a n d o se trabajaa j o r n a d a c o m p l e t a . T a m b i é n hay una e l e c c i ó n d e l i b e r a d a de u n a parte de la m a n o de o b r a f e m e n i n a , al menos en l o s p a í s e s n ó r d i c o s , q u e o p t a por el trabajo a t i e m p o parcial. En conjunto, el i n c r e m e n t o de trabajo a tiempo parcial es m u y diferente de un país a otro. Entre 1973 y 1983 el trabajo a t i e m p o parcial pasó a ser de 25% en Suecia, del 21 al 2 4 % en Dinamarca, del 16 al 19% en Gran Bretaña, del 8,7 al 2 1 % en H o l a n d a , lo que constituye el a u m e n t o m á s fuerte si las e s t a d í s t i c a s son c o r r e c t a s . En Bélgica el índice pasó del 4 al 8 % en Francia del 7 al 10% y en la R e p ú b l i c a Federal de A l e m a n i a del 10 al 1 2 % . Italia es el único país en el que hay regresión, del 6 , 4 % al 4 , 6 % , pero incluso en ésto es una c u e s t i ó n de estadísticas. En e f e c t o , en Italia u n a gran parte del t r a b a j o a t i e m p o parcial es trabajo negro no i n t e g r a d o en las estadísticas o f i c i a l e s . La p a r t i c i p a c i ó n de las mujeres en el trabajo a t i e m p o parcial es e n o r m e . Efectúan m á s del 8 0 % de este t i p o de trabajo en Europa. En la R e p ú b l i c a Federal de A l e m a n i a el í n d i c e es del 92%, mientras que en o t r o s países europeos se s i t ú a entre el 80 y el 8 5 % . Tras A l e m a n i a viene S u e c i a c o n un 89,6%. En Gran B r e t a ñ a e s t a proporción es inferior, un 7 0 % . Hay un gran a u m e n t o del paro entre los jóvenes de 16 a 25 años. El paro de larga duración, en el que B é l g i c a tiene un triste récord, t a m b i é n e x p e r i m e n t a un fuerte a u m e n t o . El í n d i c e de paro de los jóvenes ha pasado, en la República Federal A l e m a n a , del 3 , 9 % del total de los p a r a d o s al 10% desde el comienzo de los a ñ o s 80; del 15 al 26% en Francia, del 14 al 2 2 % en Gran Bretaña, del 25 al 3 4 % en I t a l i a y así s u c e s i v a m e n t e . Sólo en S u e c i a permanece prácticamente estable este índice, p a s a n d o del 5,1 al 6 % . Entre los jóvenes de m e n o s de 25 años, este í n d i c e pasó en el Estado e s p a ñ o l del 28,5% en 1980 al 44,5% en la actualidad. Es el í n d i c e m á s elevado de t o d a Europa. Y lo que es m u y grave en t o d o s e s t o s p a í s e s es el h e c h o de que en e s t a m a s a de p a r a d o s hay un n ú m e r o c r e c i e n t e de jóvenes que n u n c a han t r a b a j a d o , que n u n c a han t e n i d o e m p l e o d e s d e que d e j a r o n la escuela, lo que es un f e n ó m e n o c o n evidentes i n c i d e n c i a s s o c i o p o l í t i c a s , f u e n t e de g r a n d e s a m e n a z a s para el movimiento obrero. El paro de l a r g a d u r a c i ó n refleja la m i s m a t e n d e n c i a h a c i a el deterioro. Entre 1980 y 1984, el paro de u n a d u r a c i ó n de d o s a ñ o s o m á s ha p a s a d o del 12 al 2 2 % en el c o n j u n t o de los p a r a d o s en Francia, del 8 al 1 5 % en la R e p ú b j i c a Federal de A l e m a n i a , del 8 al 3 2 % en el E s t a d o e s p a ñ o l , del 13 al 2 0 % en Italia, del 39 al 4 9 % en Bélgica. Evolución de la cualificación y nuevas tecnologías P a s e m o s a la c u e s t i ó n m á s delicada y t a m b i é n m á s c o n t r o v e r t i d a , la de la e s t r u c t u r a del e m p l e o en m a t e r i a de c u a l i f i c a c i ó n . E v i d e n t e m e n t e nos enc o n t r a m o s en el c e n t r o de un p r o c e s o c u y o perfil es c o m p l e j o . De m o m e n t o es i m p o s i b l e saber cuál de las tendenc i a s en c u r s o va a ser p r e d o m i n a n t e . C u a l q u i e r e x t r a p o l a c i ó n de u n a de las t e n d e n c i a s en c u r s o en este c o m p l e j o p r o c e s o puede ser f u e n t e de m u y graves errores de previsión. Nos e n c o n t r a m o s a h o r a m u y al princ i p i o de la a u t o m a t i z a c i ó n c o m p l e t a . Todavía e s t a m o s en lo que se l l a m a fase de s e m i - a u t o m a t i z a c l ó n : no se t r a t a de que el e m p l e o m a n u a l o el e m p l e o a s a l a r i a d o sean r a d i c a l m e n t e e l i m i n a d o s de la i n d u s t r i a . En e s t a s c o n d i c i o n e s la r e c o m p o s i c i ó n de la clase obrera, las r e l a c i o n e s entre los t r a b a j a d o r e s m a n u a l e s y los o b r e r o s c u a l i f i c a d o s , a n t i g u a s y nuevas cualificaciones profesionales, son muy f l u c t u a n t e s s e g ú n las r a m a s industriales o las e m p r e s a s , m u y d i f e r e n t e s en f u n c i ó n de que en ellas las nuevas t e c n o l o g í a s sean a m p l i a , p a r c i a l o solamente marginalmente aplicadas. C u a l q u i e r c o n c l u s i ó n que p a r t a de la g e n e r a l i z a c i ó n de e j e m p l o s de los s e c t o r e s p u n t a , en d o n d e es f r e c u e n t e el e m p l e o de r o b o t s , p r e s u p o n e a l g o no d e m o s t r a d o , es decir que en los p r ó x i m o s diez a ñ o s el c o n j u n t o de la i n d u s t r i a se vaya a reorganizar en base a este m o d e l o . N a d i e puede a f i r m a r l o , porque nadie lo sabe y, de m o m e n t o , e s t o parece m u y i m p r o b a b l e . La i n t r o d u c c i ó n de una t e c n o l o g í a r a d i c a l m e n t e nueva i n d u c e a u n a reorg a n i z a c i ó n del c o n j u n t o del p r o c e s o de t r a b a j o . Pero t a m b i é n hay t o d a u n a serie de s e r v i d u m b r e s que a c o m p a ñan este c a m b i o , de las que a priori no se s a b e que d u r a c i ó n vayan a tener: el aprendizaje, la e x p e r i m e n t a c i ó n de e s t a nueva t e c n o l o g í a , la reorganizac i ó n del p r o c e s o del t r a b a j o , e x i g e n m u c h a m a n o de obra, i n c l u y e n d o , lo que no es poco, un r e e q u i p a m i e n t o , es decir, la c o n s t r u c c i ó n de nuevas empresas, nuevas m á q u i n a s , c o n las c o r r e s p o n d i e n t e s i n c i d e n c i a s s o b r e el e m p l e o . I n c i d e n c i a s m u y d i f e r e n t e s de las que t e n d r í a u n a s i t u a c i ó n en la que e s t a t e c n o l o g í a se e n c o n t r a s e y a en m a r c h a . La b u r g u e s í a , la p a t r o n a l , la b u r o c r a c i a s i n d i c a l y, e v i d e n t e m e n t e , el e s t a d o b u r g u é s y los g o b i e r n o s , utilizan de f o r m a d e l i b e r a d a t o d o e s t e d i s c u r s o sobre la r o b o t i z a c i ó n p a r a a t e m o r i z a r a los t r a b a j a d o r e s . S i e m p r e se puede predecir que é s t a será la realidad d e n t r o de diez años; es p o s i b l e , pero r e f i r i é n d o s e a la r e a l i d a d de hoy este d i s c u r s o t i e n e u n a f u n c i ó n claramente manipuladora y simplificador a A s í , en F r a n c i a las c i f r a s no prueban n i n g u n a b a j a de c u a l i f i c a c i ó n de la m a n o de obra. El n ú m e r o de o b r e r o s c u a l i f i c a d o s en la i n d u s t r i a a u m e n t ó entre 1975 y 1983 p a s a n d o de 2,8 m i l l o n e s a 2,9. Es p o s i b l e que este hecho s e a pasajero, pero ahí e s t á n las cifras. D u r a n t e el m i s m o período, el n ú m e r o de o b r e r o s no c u a l i f i c a d o s bajó de 4 a 3,5 m i l l o n e s . El p o r c e n t a j e de o b r e r o s c u a l i f i c a d o s r e s p e c t o al c o n j u n t o de los t r a b a j a d o r e s de la in- d u s t r i a p a s ó del 39 al 4 5 % . Estas c i f r a s no p e r m i t e n hacer la d o s i f i c a c i ó n entre las a n t i g u a s c u a l i f i c a c i o nes y las nuevas. El e m p l e o obrero de c u a l i f i c a c l ó n a n t i g u a ha d i s m i n u i d o m a n i f i e s t a m e n t e . El t o t a l s ó l o ha a u m e n t a d o en cien mil u n i d a d e s y las nuevas c u a l i f i c a c i o n e s son numerosas. Así pues la c o n c l u s i ó n es evidente: hay r e d u c c i ó n de las a n t i g u a s cualificaciones. ¿En qué r a d i c a pues la v e r d a d e r a d i f i c u l t a d de análisis?. Se t r a t a de que en la m a y o r í a de las p r o y e c c i o n e s que c o n c i e r n e n al n ú m e r o de r o b o t s y a la tendencia a la robotización se a b s t r a e n t o t a l m e n t e las s a l i d a s , es decir el v o l u m e n de p r o d u c c i ó n y ventas. Se razona c o m o si las nuevas tecnologías f u e s e n i n t r o d u c i d a s y u t i l i z a d a s en f u n c i ó n de los ú n i c o s c r i t e r i o s de la e f i c a c i a t é c n i c a y las g a n a n c i a s en c o s t o s s a l a r i a l e s , sin tener en c u e n t a el hecho de que las nuevas tecnologías implican un enorme a u m e n t o del v o l ú m e n de p r o d u c c i ó n y exigen, pues, una g r a n e x p a n s i ó n del m e r c a d o para que p u e d a n ser aplicad a s de f o r m a rentable. Por e j e m p l o en la p r o d u c c i ó n del m o t o r del " F i a t - u n o " la p r o d u c t i v i d a d del t r a b a j o ha e x p e r i m e n t a d o un a u m e n t o s u p e r i o r al 2 0 0 % , t r a s la u t i l i z a c i ó n de o r d e n a d o r e s y r o b o t s . A n t e s h a c í a n f a l t a 250 m i n u t o s para p r o d u c i r un m o t o r y a h o r a b a s t a n 107. La c a d e n a e s t á o r g a n i z a d a de f o r m a que se p u e d a p r o d u c i r un m o t o r c a d a 20 s e g u n d o s . Pero el a p a r a t o p r o d u c t i - vo s ó l o se utiliza al 3 0 % de su capac i d a d . ¿Por qué?. Porque para poder t r a b a j a r al 1 0 0 % sería necesario vender d o s o t r e s veces m á s coches que en la a c t u a l i d a d . ¿Qué quiere decir vender tres veces, m á s coches?. Act u a l m e n t e , el a u m e n t o de la venta de a u t o m ó v i l e s es del o r d e n del 2,5 al 3% por año. E v i d e n t e m e n t e , hay compet e n c i a en el interior del sector. Fiat puede esperar que su parte del m e r c a d o a u m e n t e a c o s t a de otros c o n s t r u c t o r e s de a u t o m ó v i l e s , pero s ó l o un p o c o . Esto es lo que limita la i n t r o d u c c i ó n de nuevas tecnologías, Hay que tener en c u e n t a el crecimiento e c o n ó m i c o en su conjunto, las s a l i d a s , los m e r c a d o s , el poder de c o m p r a , las c i f r a s de v e n t a globales. Las p r o y e c c i o n e s , las perspectivas de los p r o p i o s i n d u s t r i a l e s van en este sentido. D u r a n t e una c o n f e r e n c i a internacional de i n d u s t r i a l e s de la robótlca que tuvo lugar h a c e un año, las cifras que se a v a n z a r o n eran m u y modestas, p r e v i e n d o que de aquí a 1990 se r o b o t i z a r í a un 1,5 ó 2 % del trabajo i n d u s t r i a l . Esto es una cifra global. Esto no q u i e r e decir que en ciertas r a m a s la c i f r a no p u e d a ser mucho m á s elevada, pero en conjunto la t e n d e n c i a a la r o b o t i z a c i ó n sigue siendo muy marginal. En el f a m o s o t a l l e r - p u n t a de Fiat, al que h a c í a m o s a l u s i ó n unas líneas más arriba y en el que hay 103 [ordenadores y 56 r o b o t s , el e m p l e o obrero total ha p a s a d o de 3.100 a 2.670 trabajadores, es decir se ha perdido un 13% de los puestos de trabajo. Incluso con la introducción de nuevas tecnologías, la fábrica si'gue lejos de estar totalmente automatizada. Empleo industrial y empleo en los servicios De forma general, desde hace más de diez años se registra un retroceso —aunque menos pronunciado de lo que generalmente se p i e n s a — del empleo en la industria y un aumento neto del empleo en el sector llamado de servicios. En el conjunto de la Europa capitalista el empleo industrial ha bajado anualmente un 1,2% entre 1973 y 1975, un 0,6% anual entre 1975 y 1979, un 2,9% en el período 1980-82 y un 2,6% en 1983, lo que dá una disminución acumulada del 17% en 11 años. Simultáneamente, el empleo en el sector servicios ha aumentado anualmente un 1,8% entre 1973 y 1975, un 1,9% entre 1975 y 1979, un 1,2% entre 1980 y 1982, y 0,9% en 1983. Estos valores medios ocultan fuertes diferencias entre países. Así en Italia, Estado español, Finlandia, Noruega, Suecia, el empleo en la industria siguió aumentando entre 1973 y 1975. En Grecia, Islandia y Portugal, aumentó hasta 1982. En Italia el descenso fue relativamente débil hasta 1984. Es mucho más pronunciado en Gran Bretaña, Estado español, Bélgica, Holanda, Francia y RFA. Inversamente, el crecimiento del empleo en los servicios está por debajo de la media en Bélgica, Alemania Occidental, Dinamarca, Suiza, Estado español y Gran Bretaña. Es ligeramente más alto en Francia, Suecia y Holanda. Es muy pronunciado en Austria, Luxemburgo e Italia. Sin embargo, estas estadísticas deben ser reexaminadas de forma crítica si se las quiere interpretar de un punto de vista marxista. En efecto, numerosas empresas que las estadísticas oficiales clasifican en el sector servicios en realidad están ubicadas en la industria desde el punto de vista de la producción de valor y por lo tanto de plusvalía. Se trata especialmente del sector de los transportes, del gaselectricidad-agua, las telecomunicaciones y el sector electrónica/software (informática-logical). Al hacer esta reclasificación, el cuadro obtenido cambia radicalmente. Se ve que no hay ningún tipo de "desindustrialización". El capitalismo tardío se caracteriza más bien por una industrialización más pronunciada del conjunto de la vida económica, lo que se manifiesta especialmente por una mecanización acentuada (y por tanto un descenso potencial del empleo) en el sector comercial y en el sector financiero, los sectores de servicio por excelencia. Sólo hay expansión neta del empleo no industrial en el sector público, expansión que todavía continúa. Pero también a este respecto hay que tener cuidado con las extrapolaciones. La crisis cada vez más pronunciada de las finanzas públicas, y las reducciones de gastos que lleva consigo progresivamente en todos los países, podrían reinvertir rápidamente esta tendencia. Estos desplazamientos sectoriales del empleo implican indudablemente una recomposición de la clase obrera. ¿ I m p l i c a n f a t a l m e n t e un debilitamiento del movimiento obrero organizado?. Tampoco se puede extrapolar en este tema. La única constante que parece deducirse es la de un crecimiento relativo del peso de los asalariados, y por lo tanto de los sindicatos, en el sector público, respecto a los sectores tradicionales. Pero esto no implica automáticamente un debilitamiento de la combatividad obrera ni de la capacidad de lucha del movimiento sindical. Paralizar los centros de telecomunicación, las grandes empresas de transporte, las centrales eléctricas, los bancos, pueden golpear a una economía capitalista tan fuertemente como ayer podían hacerlo la parálisis de las minas, de la siderurgia e incluso de la industria del automóvil. En no pocos países, ciertos sindicatos de la función pública están hoy en cabeza de la combatividad obrera. Nada impide a priori que esta tendencia se amplíe. Otra cosa es el saber si los bastiones tradicionales del movimiento obrero, desde el punto de vista de la concentración de mano de obra y de la tradición de combatividad, pueden ser reemplazados por nuevos bastiones. Más adelante volveremos sobre esta cuestión. Señalemos simplemente que la concentración de asalariados en los férrocarriles, correos y centrales de telecomunicación, aeropuertos, industria electrónica, es considerable. Nuevos bastiones sindicales podrían surgir en ellos. Evolución del nivel de vida de los asalariados ¿Cuáles han sido a largo plazo los efectos de la crisis sobre el nivel de los salarios directos reales y de las prestaciones sociales y sobre la problemát i c a de la pauperización?. En este terreno, hay prácticamente un retroceso general del poder de compra de los trabajadores, salvo quizás en el caso de Noruega. Pero una vez más este retroceso es muy distinto según los países. También en este caso el retroceso más pronunciado se sitúa en el Estado español y en Portugal. Es también claro en Bélgica, ya que el poder de compra del salario medio ha bajado un 16% en el espacio de 7 años. En Gran Bretaña y en RFA esta baja es algo menos fuerte. En Italia y en Francia todavía es menos fuerte. En Gran Bretaña, se registra una pérdida del poder de compra del salario medio de un 7,6% desde 1979. Esta pérdida es de un 10% para los obreros manuales en los últimos 10 años. Son reducciones que varían de un 1 a un 1,5% anualmente. En Italia parecen ser del mismo orden con pérdidas del 1,2 al 1,5% por año. En la RFA también es similar con disminuciones del 1,2 al 1,3% anuales desde 1979. Es más difícil calcular el retroceso de las prestaciones de la seguridad social. A este respecto, hay dos movimientos que se entrecruzan. En principio la prestación personal individual retrocede, pero en su conjunto las prestaciones aumentan, aunque no sea más que en función del aumento del paro. Globalmente se puede decir que las prestaciones sociales han bajado en términos de poder de compra, pero menos que los salarios. Hay dos razones para ésto. En primer lugar, la burguesía ha estimado, por otra parte con razón, que ataques frontal'es contra la seguridad social provocarían reacciones más duras que ataques contra los salarios. Especialmente si se tocase la prestación de enfermedad, la respuesta podría ser general y no puntual. La burguesía quiere fragmentar la respuesta obrera. Por tanto tiene interés en retrasar los ataques contra la seguridad social en relación a los que realiza contra los salarios. Por otra parte, si bien el interés de la burguesía en, reducir los salarios reales es manifiesto y universal, está más dividida con la cuestión de la seguridad social. Incluso el gobierno Thatcher, en Gran Bretaña, está dividido en este tema. Efectivamente, gracias a la red de protección a la seguridad social los efectos socio-políticos de la crisis han sido hasta ahora más reducidos que durante los años 30. En estas condiciones, romper brutalmente esta red sería evidentemente jugar con fuego. Esto no quiere decir que no habrá ataques contra la seguridad social sino todo lo contrario. El déficit, de la seguridad social aumenta al prolongarse la crisis. En estas condiciones, el sistema de protección social va a ser cuestionado en el futuro con más fuerza, aunque la burguesía, tratará tanto como le sea posible, de moderar y escalonar sus ataques. Una vez más, es el Estado español quien encabeza esta cuestión, con un ataque concentrado sobre las prestaciones de paro, dirigido pues contra la minoría más v u l n e r a b l e de la c l a s e obrera, que no puede d e f e n d e r s e a sí m i s m a . En este país p r á c t i c a m e n t e las tres c u a r t a s partes de los p a r a d o s no p e r c i b e n p r e s t a c i ó n . Todavía no se e s t á a este nivel en el resto de Europa, pero los a t a q u e s c o n t r a las p r e s t a c i o n e s al paro van a a u m e n t a r . El r e s u l t a d o de t o d o esto es que, i n c l u s o si los g a s t o s globales de seguridad social a u m e n t a n , el n ú m e r o de p e r s o n a s y f a m i l i a s que se e n c u e n t r a n por d e b a j o del índice de pobreza sube considerab l e m e n t e . Hay .un i m p o r t a n t e d e b a t e s o b r e la d e f i n i c i ó n de la pobreza. C o m o m a r x i s t a s es n o r m a l no a c e p t a r los c r i t e r i o s de los b u r g u e s e s y de s u s e x p e r t o s . Pero el d e b a r e real no versa s o b r e la d e f i n i c i ó n , s i n o s o b r e la tend e n c i a . C u a l q u i e r a que sea la definic i ó n que se dé a la pobreza, c u a n d o el n ú m e r o de p o b r e s a u m e n t a la pauperización se agrava. El n ú m e r o de pobres r e p r e s e n t a hoy en día en la m a y o r parte de los países c a p i t a l i s t a s de Europa, alrededor de un 1 5 % de la p o b l a c i ó n . En el E s t a d o e s p a ñ o l , en Portugal y en el sur de Italia, este p o r c e n t a j e es e v i d e n t e m e n t e m á s elevado. En la RFA, el n ú m e r o de p e r s o n a s que viven de las p r e s t a c i o n e s p ú b l i c a s se ha c a s i d u p l i c a d o , p a s a n d o de 1,4 a 2,5 m i l l o n e s de p e r s o n a s . El n ú m e r o de p a r a d o s que no p e r c i b e n n i n g u n a prestación ha p a s a d o de 800.000 a 2.000.000. Si se s u m a n e s t a s d o s c i f r a s , son c a s i 5.000.000 de p e r s o n a s las que se e n c u e n t r a n , m a n i f i e s t a m e n t e en una s i t u a c i ó n de pobreza p r o n u n c i a d a . En Gran B r e t a ñ a , el n ú m e r o de p e r s o n a s que se p u e d e n c o n s i d e r a r c o m o pobres, t a m b i é n se ha p r á c t i c a m e n t e d u p l i c a d o , p a s a n d o entre 1975 y 1984 de ser 4,5 m i l l o n e s a ser 8,5 m i l l o n e s de p e r s o n a s . Q u i e n e s p e r c i b e n lo que se l l a m a " s o c i a l b e n e f i t " m e d i o ( p r e s t a c i ó n d a d a a los n e c e s i t a d o s , de alrededor de 20.000 p e s e t a s por mes), han p a s a d o de ser 3,7 a ser 5,4 m i l l o n e s de p e r s o n a s , y los que p e r c i b e n un 1 0 % m á s que esto, lo que sigue s i e n d o m i s e r a b l e , han p a s a d o de 1 a 1,7 m i l l o n e s de p e r s o n a s . Los que p e r c i b e n m e n o s que la g a r a n t í a de e s t a a s i s t e n c i a p ú b l i c a han p a s a d o de ser 1,8 a ser 3,2 m i l l o n e s de p e r s o n a s . Esto da un t o t a l que ha p a s a d o de ser 6,5 a ser 10,4 m i l l o n e s de p e r s o n a s en un país de 50.000.000 de h a b i t a n t e s . La s i t u a c i ó n es b a s t a n t e m e j o r en los países e s c a n d i n a v o s . Bélgica, H o l a n d a y F r a n c i a se e n c u e n t r a n en situación intermedia. Italia, Gran B r e t a ñ a , el E s t a d o e s p a ñ o l y P o r t u g a l e s t á n m u c h o peor p r o v i s t o s . Por o t r a parte, en Italia se ven d i f e r e n c i a s reg i o n a l e s , e s p e c i a l m e n t e entre el norte, d o n d e m á s o m e n o s hay el m i s m o porc e n t a j e de p o b r e s que en el resto de Europa, y el sur, d o n d e la s i t u a c i ó n es c e r c a n a a la del E s t a d o español y Portugal. Hay un f e n ó m e n o intermedio entre la p a u p e r i z a c i ó n puramente m a t e r i a l y el i m p a c t o de las nuevas t e c n o l o g í a s , que p r o v o c a la pérdida de las a n t i g u a s c u a l i f i c a c i o n e s y todo lo que e s t o lleva c o n s i g o de miseria m o r a l , a m a r g u r a , i n q u i e t u d , miedo, desesperazión, sentimiento de i n u t i l i d a d s o c i a l y desmoralización. La reorganización del proceso del trabajo El i m p a c t o de las nuevas tecnologías s o b r e la o r g a n i z a c i ó n del trabajo hace de b i s a g r a entre el análisis d e s c r i p t i v o y la p r o b l e m á t i c a de las rel a c i o n e s de fuerza entre clases. En la h i s t o r i a del c a p i t a l i s m o , cada vez que ha h a b i d o una larga depresión, se ha v e r i f i c a d o una reorganización del p r o c e s o de t r a b a j o , que no es sol a m e n t e , ni s i q u i e r a en primer lugar, tecnológica. Es d i f í c i l c u a n t i f i c a r esto, pero lo e s e n c i a l de lo que p a s a en las empres a s en este terreno, es resultado de una r a c i o n a l i z a c i ó n sin nueva tecnología. Para la b u r g u e s í a se t r a t a además de a p r o v e c h a r s e del paro y del miedo al paro, para t o m a r s e la revancha c o n t r a los m i l i t a n t e s de vanguardiadel período precedente. Ha habido y habrá d e s p i d o s s e l e c t i v o s de los militantes s i n d i c a l e s m á s c o m b a t i v o s . Muy frec u e n t e m e n t e para este t i p o de ataques, la p a t r o n a l c u e n t a c o n la complic i d a d previa de la b u r o c r a c i a sindical. E v i d e n t e m e n t e , d e s d e el punto de v i s t a e c o n ó m i c o la reorganización del p r o c e s o de t r a b a j o t i e n e objetivos prec i s o s . El c r e c i m i e n t o de la intensidad del t r a b a j o es una c a r a c t e r í s t i c a general en un período de larga depresión. Es la f o r m a m á s c l a r a de aumentar la producción de plusvalía. Muchas c o s a s de las que se h a b l a hoy en mat e r i a de f l e x i b i l i d a d , de una utilización m á s larga de las herramientas de t r a b a j o , de g e n e r a l i z a c i ó n del trabajo continuo, tienen esta función. T a m b i é n t i e n e lugar el desmantelam i e n t o de las c o n q u i s t a s del control s i n d i c a l de las c a d e n a s , acompañado por el r e p l a n t e a m i e n t o del taylorismo, por e m p l e a r un t é r m i n o que vuelve a p o n e r s e de m o d a . De nuevo no se trat a de un f e n ó m e n o puramente tecnol ó g i c o , s i n o de u n a ' evolución que posee t a m b i é n d i m e n s i ó n social. Se t r a t a de a c r e c e n t a r el c o n t r o l del capit a l s o b r e el t r a b a j o , de aumentar la p r e s i ó n s o b r e los obreros, de desmantelar c o n q u i s t a s del pasado. En la fase p r e c e d e n t e , se i n t r o d u j e r o n elementos de c o n t r o l o b r e r o y s i n d i c a l respecto al r i t m o de las c a d e n a s o respecto a las c a d e n c i a s de t r a b a j o . Actualmente se a s i s t e a u n a i m p o r t a n t e regresión en e s t e terreno. Esta cuestión va íntimamente ligada a otros dos problemas: ¿Hay desconcentración industrial? ¿hay desmoronamiento o al menos debilitamiento de los grandes bastiones obreros, sindicales, centros básicos de la combatividad obrera que han dominado la lucha de clases en Europa durante los veinte o veinticinco últimos años?. Es necesario matizar la respuesta. En primer lugar, por lo que respecta a la desconcentración, hay que decir que es un hecho muy marginal. Según estadísticas de la OCDE, la parte del empleo total en las empresas de más de 500 asalariados aumentó en Suecia entre 1975 y 1983; durante el mismo período en Bélgica disminuyó algo menos de un 2% y un 3% en Francia. La parte del empleo total en las empresas de más de 100 asalariados aumentó en Holanda pero disminuyó un 2% en Dinamarca. En Gran Bretaña, en el sector de la industria manufacturera, la parte del empleo en empresas de más de 500 asalariados pasó del 70% en 1977 al 68% en 1982, variación ínfima. En Italia, se cita la cifra del 46,4% del conjunto de los asalariados de la industria manufacturera que trabajan en 1981 en empresas de más de 500 asalariados. Teniendo en cuenta que el c r e c i m i e n t o del n ú m e r o de empresas en el sector servicios, donde el tamaño medio es inferior al de las industrias manufactureras, la impresión de una cuasi-estabilidad se refuerza todavía más. Hay que destacar un fenómeno importante: la reducción del número de trabajadores de las empresas muy grandes. Pero la dificultad de juzgar esta evolución reside en el hecho de que incluso tras tal disminución estas empresas siguen teniendo una dimensión importante. Tomemos como referencia las empresas automovilísticas. Cuando una gran empresa se reduce de 80.000 a 60.000 obreros, hay que decir que se ha verificado un fuerte descenso de la concentración obrera. Pero una fábrica de 60.000 trabajadores sigue siendo una empresa muy grande. Evidentemente hay sectores que se han derrumbado, como la construcción naval, la siderurgia, etc. Pero allí donde los sectores globalmente han subsistido o crecido, las empresas que predominan siguen siendo muy grandes. Este es especialmente el caso del automóvil, la aeronáutica, la electrónica y la química en la mayor parte de los países: Fiat, Volkswagen, Ford, General Motors, Daimler-Benz, Seat, Renault, Volvo, Citròen-Peugeot, Siemens, Philips, GEC, Plessey, las tres " g r a n d e s " de la química alemana, las tres " g r a n d e s " de la química suiza, Rhone-Pulenc, ICI, Montédison, etc. Pero hay que incluir un matiz. No hay una ligazón mecánica entre el tamaño de la empresa, la fuerza del sindicato y la combatividad obrera. Es totalmente posible que a corto y medio plazo la gran empresa subsista, pero que el índice de sindicación disminuya y que la combatividad obrera disminuya todavía más. Así pues, hay que diferenciar estos movimientos, país a país. Incontestablemente, algunos bastiones obreros han caido: BritishLeyland, la industria de la prensa, la siderurgia y los astilleros en Gran Bretaña; la siderurgia y los astilleros en el Estado español; La siderurgia Valona en Bélgica; la siderurgia en Francia. Otros, como la siderurgia del Ruhr y del Sarre en la RFA, se han debilitado pero no han caido. Sin embargo todavía subsisten numerosos bastiones. En Gran Bretaña, la RFA, en los países escandinavos, en la mayoría de los países del Benelux y en Austria, no hay ningún debilitamiento de conjunto de las fuerzas sindicales. Hay una reducción del índice de sindicación, pero es menor que la reducción del empleo, hecho excepcional, ya que hay que recordar que en el período de crisis comparable, el de los años 30, el debilitamiento sindical fue terrible. Tanto los sindicatos ingleses como los de la mayoría de los países de Europa perdieron en algunos casos hasta la mitad de sus afiliados. Esta vez, en los países enumerados un poco más arriba, el d e b i l i t a m i e n t o sindical es marginal. Hay casos intermedios c o m o el de Grecia y Portugal, en los que la desindicación es real pero no muy pronunc i a d a todavía. Por el contrario, hay que señalar casos de bajón de la sindicación, sobre todo los del Estado español y Francia. En ellos se puede hablar de desplome sindical. El fenómeno es más neto que en los años 30. Dicho ésto, no hay correlación a u t o m á t i c a y m e c á n i c a entre, por una parte, la permanencia de los bastiones tradicionales del m o v i m i e n t o obrero desde el punto de vista numérico, la a m p l i t u d de las empresas, el peso e c o n ó m i c o de las empresas, y, por la otra, la fuerza sindical. T a m p o c o hay correlación a u t o m á t i c a entre el índice de s i n d i c a c i ó n y la c o m b a t i v i d a d obrera. Pueden manifestarse discord a n c i a s en los dos sentidos. Así, puede haber una baja de s i n d i c a c i ó n c o m b i n a d a con una c o m b a t i v i d a d obrera menos debilitada o incluso en alza. En el Estado español, la curva de las huelgas va más bien hacia arriba desde hace dos años, o al menos iba hacia arriba entre 1983 y 1984. En Gran Bretaña se verifica más bien el fenómeno inverso. En este caso el índice de s i n d i c a c i ó n sigue siendo elevado, pero la c o m b a t i v i d a d obrera retrocede m a n i f i e s t a m e n t e . No hay que subestimar los muy serios efectos de la derrota de los mineros. Se t r a t a b a de algo más que de una bataíla s i m b ó l i c a , ya que c o n c e r n í a a las relaciones de fuerza globales entre las clases. Los mineros lucharon valerosamente, pero permanecieron aislados. Una batalla aislada de este t i p o c o n t r a t o d o un gobierno y t o d a la patronal es muy dura. C o m o la batalla fue muy larga hubo s a c r i f i c i o s muy duros para los obreros. Por ello, el efecto de la derrota es muy sensible. Lo que ahora está pasando entre los mineros (escisión sindical en el NUM, aparición de un s i n d i c a t o derechista que amenaza con dividir a otros sectores de la clase obrera, o incluso al c o n j u n t o del m o v i m i e n t o sindical) d e s e n c a d e n a una m e c á n i c a muy peligrosa y no hay que s u b e s t i m a r las implicaciones que pueda tener para el c o n j u n t o del m o v i m i e n t o obrero. Tendencias de la resistencia obrera No hay ninguna razón para desdeñar, bajo ningún pretexto, luchas por reivindicaciones limitadas o puntuales. Por el contrario, cualquier victoria obrera, cualquier lucha defensiva victoriosa, aunque sea sobre las c u e s t i o n e s más pequeñas, es hoy más i m p o r t a n t e que largos d i s c u r s o s sobre c u e s t i o n e s generales. La clase obrera debe "reaprender" q u e es capaz de obtener éxitos, incluso en período de depresión y de paro. Puede obtenerlos, pero en lo inmediato, no sobre objetivos de conjunto. Comprendiendo ésto, se lucha encarnizadamente, incluso con objetivos puntuales, ya que la victoria y el éxito son importantes. La pedagogia del éxito, d e m o s t r a n d o con hechos que la lucha puede pagar, es hoy lo más importante. El e s c e p t i c i s m o de los obreros en c u a n t o a la posible victoria de su lucha es m u c h o más reducido cuando se t r a t a de pequeñas reivindicaciones que están a su alcance a nivel de empresa que cuando se t r a t a de grandes problemas. Nadie cree poder c o m b a t i r el paro en una sola empresa. Pero impedi r una m o d i f i c a c i ó n de las t a r i f i c a c i o n e s o de las clasificaciones en una f á b r i c a está efectivamente al alcance de los obreros de la fábrica c o n c e r n i d a en un m o m e n t o determinado. Y si en tales luchas los trabajadores obtienen éxitos repetidos, esto puede comenzar a tener efectos positivos a más largo plazo. Todo esto es puramente c o y u n t u r a l . En modo alguno e x c l u i m o s la posibilidad de un c a m b i o en la s i t u a c i ó n . Hay que comparar la situación actual con otras análogas que conoció el m o v i m i e n t o obrero al principio d e los años 30 y a primeros de los años 60. Hay que hacer este estudio en cada país, para ver c ó m o las luchas obreras resurgieron tras un repliegue muy largo. En general el reinicio d e las luchas no comenzó con cuestiones espectaculares ni en t o d a s las empresas a la vez, ni siquiera en ramas enteras. Comenzó con pequeños éxitos que fueron a c u m u l á n d o s e . Evidentemente, el c l i m a p o l í t i c o era muy distinto. J u g a b a n f a c t o r e s extraeconómicos, c o m o la c u e s t i ó n del fascismo en los años 30. En los años 60 había un clima social m u c h o más favorable en su conj u n t o , con una s i t u a c i ó n de pleno empleo. Pero se olvida un poco rápido, por ejemplo, que tras el golpe d e los generales en Argel, en Francia había m i l i t a n t e s que se preparaban para " e c h a r s e al m o n t e " y entrar en la c l a n d e s t i n i d a d . T a m p o c o se debe olvidar c ó m o el estado de ánimo de los trabajadores evolucionó rápidamente. En 1962-63, la a t m ó s f e r a en Francia no era muy o p t i m i s t a , sin hablar de la que e x i s t í a en la RFA. El proyecto global, político y social, de la burguesía La burguesía, es decir conservadores y neo-liberales, al margen de adjetivos, tiene un proyecto político y dos, viejos. Pero el efecto acumulativo de este cambio se hace sensible en la clase obrera a partir del momento en que el fenómeno alcanza un cierto nivel cuantitativo. Evidentemente, hay una cuestión de transformación de cantidad en calidad. Si quienes se ven marginados son un 5% de los proletarios, los efectos sobre el conjunto de la clase no serán dramáticos. Pero si suponen un 30 ó un 35%, entonces el efecto acumulativo se hace grave. Ahora bien, este es el fin hacia el que se orienta la burguesía, al menos en los países grandes. De hecho, la burguesía no lo oculta: su proyecto es golpear de forma permanente, no sólo los ingresos sino también el " s t a t u s " de un tercio o de un 40% de la clase obrera. Por esta razón está justificado utilizar el término "sociedad dual" para caracterizar el proyecto burgués, ya que si este objetivo se alcanza, si es un tercio o un 40% de la clase obrera quien se ve privada de un mínimo de protección o de solidaridad colectiva, entonces se vuelve a la situación anterior a 1914, en países como Bélgica. social de conjunto. Este proyecto va más allá de, simplemente, arrancar un cierto porcentaje suplementario en el reparto del producto nacional a costa de las masas trabajadoras o de aumentar la tasa de plusvalía y restablecer la t a s a r e beneficios. Aprovechando la depresión económica y el relativo debilitamiento del movimiento obrero —fenómeno general aunque desigual según los p a í s e s — , la burguesía t r a t a de modificar permanentemente la relación de fuerzas entre las clases e institucionalizar esta modificación, lo que esencialmente significa: desmantelar las conquistas más importantes del movimiento obrero durante este último cuarto de siglo o de los últimos 50 años. Resumiendo todas estas conquistas en una sola fórmula, se puede decir que el movimiento obrero había conseguido imponer un aumento cuantitativo de nivel objetivo de solidaridad de clase, combinando legislación social, fuerza sindical, control del proceso de trabajo y peso político. Esta fórmula puede parecer "objetivista" y vaga, pero es muy real y eminentemente marxista. El peso del movimiento obrero ha actuado en la sociedad protegiendo mejor a todas las capas menos favorecidas. Este es el contenido más global de todo lo sucedido desde la crisis de los años 30. Esta conquista era muy importante. Los marxistas revolucionarios deben ser conscientes de ello, porque esto incide en la m i s m a definición de qué es la condición proletaria para Marx, a saber: la inseguridad fundamental de las condiciones de existencia. Esto es lo que implica la obligación económica de vender continuamente su fuerza de trabajo, venta nunca garantizada y cuyo resultado financiero nunca está asegurado. El conjunto de estas conquistas, evidentemente, no suprimió la inseguridad de la condición proletaria, pero redujo considerablemente su amplitud para capas determinadas de la población obrera. El hecho objetivo de que un parado esté mejor indemnizado que antes, de que un enfermo o un jubilado estén mejor remunerados, y que los menos cualificados y los no organizados estén protegidos por un salario mínimo, tiene un efecto objetivo sobre la cohesión y la fuerza de disuasión de la clase obrera, independientemente de la conciencia que tengan los y las que han luchado por arrancar estas reivindicaciones o quienes se han beneficiado de ellas sin haber luchado. Al desmantelarse parcial o totalmente estas conquistas, la solidaridad disminuye, objetivamente. Las diferentes capas se ven afectadas de forma diferente y quedan más o menos abandonadas a su propia suerte, sobre todos los y las que son más débiles: emigrantes, mujeres, jóvenes, inváli- Lo que ante todo facilita esta evolución es la actitud irresponsable de la burocracia sindical y obrera en general, que o bien es cómplice de esta política o bien inconscientemente al principio, se ve después arrastrada a claudicar ante la ofensiva capitalista, por electoralismo, por todo tipo de consideraciones, incluido el egoísmo, o simplemente por defender sus privilegios. Lo que por otra parte es estúpido, ya que estos " m e n ú s privilegiados" serán cuestionados a la larga si el movimiento obrero se debilita estructuralmente. Además, hay que tener en cuenta los efectos objetivos de la crisis, los retrocesos y las derrotas. Una clase obrera que constata haber perdido dos, tres, cuatro batallas y que el paro aumenta, no reacciona ya de la m i s m a forma que una clase obrera que todavía está en plena posesión de sus fuerzas. Es preciso constatar que el enemigo de clase posée una dirección política, un proyecto, un plan, una orientación mucho más resueltos y mucho más decididos que el personal que dirije el movimiento obrero, que desgraciadamente no muestra estas mismas cualidades. Finalmente, hay que añadir que las fuerzas combativas del sindicalismo y la extrema izquierda política, al margen del hecho de que se estén reforzando, no gozan de una credibilidad tal que puedan en lo inmediato contrapesar el desarrollo de los otros factores. Incluso si estas fuerzas se van desarrollando, siguen siendo modestas y no pueden llegar a neutralizar por sí mismas los efectos negativos de todo lo enumerado más arriba. A s í p u e s no hay t o d a v í a u n a a l t e r n a t i v a p o l í t i c a g l o b a l c r e í b l e , es d e c i r , creíble para una fracción significativa de la c l a s e o b r e r a q u e c o n s i d e r a s e esta alternativa como una perspectiva por la q u e p o d e r m o v i l i z a r s e c o n posib i l i d a d e s de é x i t o a c o r t o plazo. La a u s e n c i a de tal a l t e r n a t i v a g l o b a l c r e í b l e es en sí m i s m a un f a c t o r de la situación. Q u i z á s G r a n B r e t a ñ a s e a la ú n i c a excepción a este respecto, pero i n c l u s o e s t e j u i c i o es i n c i e r t o . Es e v i d e n t e q u e la i z q u i e r d a del p a r t i d o laborista y del m o v i m i e n t o sindical constituye una fuerza considerable q u e p e s a en la s i t u a c i ó n . Pero no es evidente que represente una alternat i v a c r e í b l e a nivel de la c l a s e o b r e r a . Existe quizás una situación análoga en D i n a m a r c a . A s í p u e s , en t a l e s c o n d i c i o n e s el p r o y e c t o de la b u r g u e s í a no d e b e ser s u b e s t i m a d o . L l e v a a t o d o el movim i e n t o o b r e r o a la d e f e n s i v a . La m a y o r p a r t e de las f u e r z a s del m o v i m i e n t o obrero moderado tradicional evolucionan h a c i a la d e r e c h a , lo q u e no q u i e r e d e c i r q u e el p r o y e c t o de la b u r g u e s í a vaya a triunfar a u t o m á t i c a m e n t e . Esto d e p e n d e de las r e l a c i o n e s de f u e r z a a c t u a l e s y no de las r e l a c i o n e s de f u e r z a q u e la b u r g u e s í a q u e r r í a c r e a r de a q u í a 5 ó 10 a ñ o s . A c t u a l m e n t e estas relaciones son tales que todavía c r e a n , en la m a y o r p a r t e de los p a í s e s , p o d e r o s o s o b s t á c u l o s a la r e a l i z a c i ó n del p r o y e c t o b u r g u é s . En la RFA, Italia, Gran bretaña, países escandinavos, p a í s e s del B e n e l u x , la c l a s e o b r e r a m a n t i e n e u n a c a p a c i d a d de r e s p u e s t a t a l q u e , c u a n d o las p r o v o c a c i o n e s r e b a s e n c i e r t o l í m i t e , la b u r g u e s í a se ve o b l i g a d a a r e t r o c e d e r , a m a n i o b r a r , a a p a c i g u a r l a s p r o t e s t a s . No p u e d e imponer todas sus soluciones día a día, m e s a m e s , de f o r m a lineal. N o o b s t a n t e , d e b e m o s ser c o n s c i e n t e s del p e l i g r o y de las i m p l i c a c i o n e s de su p o l í t i c a . T o d o s los p r o y e c t o s de la b u r g u e s í a t i e n d e n a aumentar y a institucionalizar las d i v i s i o n e s en el s e n o de la c l a s e obrera, divisiones entre a u t ó c t o n o s y extranjeros, hombres y mujeres, jóvenes y adultos, adultos y jubilados, t r a b a j a d o r e s c u a l i f i c a d o s y no c u a l i f i c a d o s , s e c t o r e s de a c t i v i d a d e n retroceso y sectores punta, sector público y sector privado y entre trabaj a d o r e s de d i f e r e n t e s p a í s e s . En e s t e ú l t i m o c a s o , t r a t a n d o de s u s t i t u i r la s o l i d a r i d a d i n t e r n a c i o n a l p o r la acept a c i ó n de r e d u c c i o n e s de s a l a r i o a f i n de p o d e r c o m p e t i r i n t e r n a c i o n a l m e n t e ( s u p u e s t a m ¡ nte p a r a " p r o t e g e r el e m p l e o " ) lo q u e l l e v a a r e d u c c i o n e s de s a l a r i o s r e a l e s en t o d o s l o s p a í s e s . La p o l í t i c a de la b u r g u e s í a pretende provocar, ampliar, institucionalizar estas divisiones, proponer medidas d i s t i n t a s , según los casos, para que é s t a s d i v i s i o n e s p e r m a n e z c a n y para q u e su p e s o a u m e n t e en las relaciones e n t r e el C a p i t a l y el Trabajo t o m a d o s en c o n j u n t o . S e r í a un error negar que han obtenido algunos é x i t o s . A p e s a r de las r e a c c i o n e s muy p o s i t i v a s de l o s j ó v e n e s c o n t r a el rac i s m o , en lo q u e c o n c i e r n e a la clase o b r e r a a d u l t a Jos e f e c t o s de la x e n o f o b i a s o n r e a l e s en t o d a una serie de p a í s e s de E u r o p a . Se p u e d e debatir la a m p l i t u d d e l f e n ó m e n o , pero ya hay resultados electorales que lo c o n f i r m a n , c o m o l o s del " F r e n t e Nac i o n a l " de Le Pen en F r a n c i a o los de las f u e r z a s de e x t r e m a derecha en G i n e b r a , L a u s a n n e o Bruselas. Son e l e m e n t o s q u e no hay q u e subestimar, q u e no c o n c i e r n e n s ó l o a la pequeña b u r g u e s í a . Es e f e c t o no s ó l o de la c r i s i s , s i n o de la c r i s i s c o m b i n a d a con t o d o s los f a c t o r e s p o l í t i c o s precedentemente enumerados. A e s t e r e s p e c t o , u n o de los grandes p r o b l e m a s es la o r g a n i z a c i ó n de los parados. Comparando la actitud a c t u a l del m o v i m i e n t o o b r e r o con la q u e t e n í a el m o v i m i e n t o c o m u n i s t a en los a ñ o s 30, q u e d e s a r r o l l a b a una e n o r m e a c t i v i d a d e n t r e los parados y t e n í a un é x i t o c o n s i d e r a b l e en su o r g a n i z a c i ó n , el r e t r o c e s o s a l t a a la v i s t a . G r a n B r e t a ñ a es el caso más p a l p a b l e . E s t u d i a n d o a t e n t a m e n t e el a s c e n s o de lo q u e l o s burgueses l l a m a n " v i o l e n c i a en l o s suburbios", e s t u d i a n d o lo q u e s u c e d e entre los j ó v e n e s p a r a d o s de l o s b a r r i o s indust r i a l i z a d o s p o b r e s , lo m e n o s que p u e d e d e c i r s e es q u e el j u i c i o sobre e s t e f e n ó m e n o d e b e ser matizado. La r a d i c a l i z a c i ó n de l o s j ó v e n e s negros es un h e c h o p o s i t i v o , pero la "radicaliz a c i ó n " , si se p u e d e u t i l i z a r este término, de l o s j ó v e n e s h i n c h a s de fútbol es o t r a h i s t o r i a . E s c u c h a n d o la explicac i ó n q u e e l l o s m i s m o s d a n en la radío y en la t e l e v i s i ó n , r e c u e r d a más a una m e n t a l i d a d f a s c i s t a q u e a o t r a cosa: a f i r m a c i ó n de la v i r i l i d a d , de la neces i d a d de la l u c h a f í s i c a , exaltación de la v i o l e n c i a por la v i o l e n c i a . Son temas d e s a r r o l l a d o s por l o s f a s c i s t a s en los a ñ o s 30. H a y q u e e s t a r m u y atentos a t o d o lo q u e p u e d a s u c e d e r entre los j ó v e n e s d e s m o r a l i z a d o s que nunca han t r a b a j a d o , q u e llevan parados c u a t r o o c i n c o a ñ o s , que no tienen n i n g u n a p e r s p e c t i v a , a los que el m o v i m i e n t o o b r e r o no o f r e c e ninguna p e r s p e c t i v a y a l o s q u e las organizac i o n e s r e v o l u c i o n a r i a s o f r e c e n únicam e n t e s o l u c i o n e s en los l í m i t e s de sus t o d a v í a m u y r e d u c i d a s dimensiones. Las diferentes respuestas obreras G l o b a l m e n t e , p o r el m o m e n t o hay t r e s t i p o s de r e s p u e s t a del conjunto de la c l a s e o b r e r a de la E u r o p a capitalis- m t a Hay una minoría resignada, una minoría radicalizada y una mayoría disponible para respuestas puntuales pero difícilmente movilizable sobre objetivos globales. Esto es evidentemente muy esquemático, pero parece corresponder a la situación de la mayoría de los países concernidos. La disminución del control de los aparatos burocráticos sobre la clase obrera no implica necesariamente un fenómeno regresivo. Es quizás el caso de Francia y de Gran Bretaña, pero no lo es evidentemente en el Estado español y en Dinamarca. Tomemos el e j e m p l o de las amenazas de represión y de despido que en período de crisis penden sobre los militantes más combativos. En el pasado, en los años 30 e incluso a primeros de los años 50, prácticamente no tenían defensa. Hoy en día, para la burocracia sindical es una aventura lanzarse a un apoyo abierto a los despidos de los delegados sindicales. Al haber cambiado las relaciones de fuerza, deben andarse con rodeos. No se puede decir que sea exactamente la misma situación que en los años 30. La recomposición del movimiento obrero, el debilitamiento del control de las burocracias sobre el conjunto de la clase obrera organizada, es un fenómeno muy complejo. Es cierto que mientras coincida con un retroceso defensivo de las luchas obreras, este debilitamiento del control de las direcciones burocráticas no tendrá evidentemente el mismo impacto y la misma dinámica que cuando coincida con un ascenso de las luchas. Estamos pues en una fase difícil, intermedia. Apreciar esta dinámica país a país, en relación con la realidad y el comportamiento de la clase obrera, exige una adecuada implantación de nuestras organizaciones y un conocimiento importante de lo que sucede en la clase obrera. No podemos contentarnos a este respecto con generalidades o abstracciones, ni mucho menos con especulaciones. De momento los únicos datos globales que tenemos son los de los grandes movimientos de resistencia de la clase obrera. A este respecto, el balance es diferente según los países. En la gran movilización italiana en defensa de la escala móvil que, naciendo en la asamblea auto-convocada de delegados de fábrica, culminó con la manifestación de Roma de cerca de un millón de trabajadores, hubo un debilitamiento del control de los aparatos burocráticos y a continuación una recuperación parcial de esta movilización. En la huelga general de los servicios públicos en Bélgica, así como en la huelga general de Dinamarca, el debilitamiento de este control era visible, así como la estrecha dependencia del movimiento res- pecto a la iniciativa sindical. En el Estado español, la huelga general estuvo también marcada por una disminución real del control de las burocracias sindicales. Por el contrario, en la RFA, el gran movimiento de los metalúrgicos, al principio por las 35 horas y después en defensa del derecho de huelga, sigue estando bajo un estrecho control sindical. Lo mismo sucedió con la larga huelga de los mineros de Gran Bretaña y con las diferentes movilizaciones de respuesta obrera en Portugal. Estos movimientos realizados a lo largo de los últimos 18 meses, confirman la definición, prudente en resumidas cuentas, que sobre la reacción del conjunto de los trabajadores hemos dado anteriormente. Difícilmente se puede caracterizar estas luchas como respuestas de minorías radicalizadas. Confirman que sectores importantes de la clase obrera, quizás su mayoría, siguen dispuestos a respuestas combativas, aunque de forma puntual y en circunstancias particulares. A este respecto, Francia es laj excepción y no la regla. Hay que seguir con atención especial la evolución en la RFA, donde la clase obrera se encuentra en situación ascendente en capacidad de respuesta en relación a otros grandes países de Europa. Desde hace varios años, en diversos países en la Europa capitalista se manifiestan tendencias hacia la recomposición del movimiento obrero organizado y del peso de las diferentes corrientes políticas de su interior. Recordemos alguno de los fenómenos más espectaculares: fuerte retroceso de la influencia electoral del Partico Comunista Francés (PCF), aunque en las empresas sea menos pronunciado; retroceso no menos espectacular del Partido Comunista Español (PCE); hundimiento de algunos pequeños partidos comunistas (en Gran Bretaña, en Bélgica y en Holanda); espectacular ascenso de las organizaciones reformistas de izquierda y centristas en Dinamarca; ascenso de la izquierda laborista en Gran Bretaña; ascenso de los verdes en la RFA. Nos encontramos todavía en el inicio de esta recomposición; sus límites de conjunto siguen siendo vagos. Por lo tanto, sería al menos prematuro extraer conclusiones generales sobre un ocaso universal de los PCs, un ascenso universal de la social-democracia, una expresión generalizada de la nueva radicalización obrera en el seno de la social-democracia o un desplazamiento generalizado del movimiento obrero hacia la derecha. Por no poner más que un ejemplo, el fenómeno de los verdes es muy diferente de un país a otro. En Bélgica, incluso es sensiblemente distinto entre Flandes y Valonia. Así pues, no podemos desembarazarnos de este fenómeno político con una fórmula abstracta que caracterice a los Verdes como "corriente pequeñoburguesa" o pretendiendo que " n o forman parte del movimiento obrero organizado". Por ejemplo, en la R F A e s imposible explicar lo sucedido si se afirma que el ascenso de los verdes expresa una evolución política hacia la derecha. Muy al contrario. No solo a ojos de amplias masas, sino también de forma objetiva, la incursión electoral y parlamentaria de los verdes ha ejercicio una presión hacia la izquierda en la vida política, en la social-democracia e incluso, de forma parcial, en los sindicatos. Aparece como expresión o, si se prefiere, como recuperación electoral de los elementos de radicalización del decenio precedente, recuperación que se le ha ido de las manos a la socialdemocracia, precisamente como consecuencia de su política de colaboración de clases y de vergonzosa capitulación ante la burguesía en la cuestión de la lucha anti-guerra, del fenómeno ecologista, de las reivindicaciones feministas, etc. Se puede lamentar que estos "nuevos movimientos sociales" se desarrollen fuera del movimiento obrero organizado e incluso frecuentemente sin hacer frente único con él, pero la culpa de ello recáe en las direcciones tradicionales del movimiento obrero, incapaces de tomar en cuenta reivindicaciones muy legítimas y progresistas, y sentidas además como tal por sectores crecientes de la propia clase obrera, c o m o lo c o n f i r m a el movimiento por la paz y el m o v i m i e n t o anti-Otan en el E s t a d o e s p a ñ o l , en la RFA, en Gran Bretaña, Italia, H o l a n d a , Bélgica, y el i m p a c t o de la c u e s t i ó n e c o l o g i s t a sn RFA, A u s t r i a o Suiza. Esto no quiere decir que f o r m u l e m o s un p r o n ó s t i c o o p t i m i s t a s o b r e la d i n á m i c a de los Verdes. En la RFA, la e v e n t u a l i d a d m á s p r o b á b l e es una e v o l u c i ó n en s e n t i d o r e f o r m i s t a , una t r a n s f o r m a c i ó n en tendencia s o c i a l - d e m ó c r a t a c l á s i c a , i n c l u s o bajo la f o r m a de una c o l a b o r a c i ó n gubernam e n t a l . En o t r o s países, pueden manifestarse tendencias más derechistas, c o m o es el c a s o de A u s t r i a . Pero esta t r a n s f o r m a c i ó n provocará r e a c c i o n e s y d i f e r e n c i a c i o n e s en el seno de e s t a s c o r r i e n t e s , d i f e r e n c i a c i o n e s a las que deben ser s e n s i b l e s los revolucionarios. Las m o v i l i z a c i o n e s anti-guerra, antii m p e r i a l i s t a s , las p r o t e s t a s de los jóvenes, t o d o s e s t o s movimientos a u t ó n o m o s son r e s u l t a d o de una d o b l e d e s i n c r o n i z a c i ó n . Por una parte una d e s i n c r o n i z a c i ó n objetiva, r e s u l t a d o de que c a p a s s o c i a l e s d i f e r e n t e s se ven a f e c t a d a s de m a n e r a d i f e r e n t e por la c r i s i s de la s o c i e d a d b u r g u e s a . Por la otra, una d e s i n c r o n i z a c i ó n subjetiva de las r e s p u e s t a s entre el m o v i m i e n t o obrero o r g a n i z a d o y o t r a s c a p a s d i s t i n t a s de la s o c i e d a d . Las o r g a n i z a c i o n e s obreras tenían un g r a n retraso sobre e s t a s c u e s t i o n e s . Era inevitable que o t r a s las tomasen en m a n o . Lo que había sucedido con la r a d i c a l i z a c i ó n de la juventud había d e b i d o preparar al m o v i m i e n t o obrero para e n t e n d e r lo que ha sucedido en los d e m á s c a m p o s . A h o r a se p l a n t e a el problema de rec o n s t r u i r la u n i d a d de lucha del conj u n t o de e s t a s c o m p o n e n t e s de la cont e s t a c i ó n p o t e n c i a l al capitalismo en c r i s i s c o n t r a la s o c i e d a d burguesa. Sobre el papel es f á c i l efectuar tal r e u n i f i c a c i ó n pero, en la práctica, las r e l a c i o n e s de fuerza son decisivas, las c o r r i e n t e s r e v o l u c i o n a r i a s son todavía d é b i l e s y los a p a r a t o s burocrátic o s m u y p o d e r o s o s . En estas condic i o n e s en la p r á c t i c a la reunificación será larga y d i f í c i l . Necesita además que el p r o y e c t o s o c i a l i s t a , el programa s o c i a l i s t a , vuelvan a ser creíbles a los o j o s de las g r a n d e s masas. Los marx i s t a s r e v o l u c i o n a r i o s deben luchar s i s t e m á t i c a m e n t e por ésto. Es una de sus tareas principales, sabiendo a d e m á s que no p o d r á n por sí mismos m o d i f i c a r las relaciones de fuerza a c t u a l e s . Así pues, en estas condiciones r e l a t i v a m e n t e desfavorables, la r e u n i f i c a c i ó n de fuerzas en lucha c o n t r a el c a p i t a l i s m o no culminará r á p i d a m e n t e . Podrá realizarse tendenc i a l m e n t e , s o b r e t o d o cuando haya un nuevo a s c e n s o global de luchas de masas. es En e s t a s c o n d i c i o n e s , el gran riesgo que t o d o s e s t o s movimientos sociales tomen un cariz reformista. Pero esto no puede ser razón para romper el frente único o para irse de estos movimientos, sino todo lo contrario. La tentación reformista de los "nuevos movimientos sociales" da a los marxistas revolucionarios una posibilidad de reforzarse. Espontáneamente, sobre todo los jóvenes que se han incorporado a ellos, no son reformistas. Frecuentemente son rebeldes, refractarios al reformismo. Si las direcciones de estos grandes movimientos se deslizan por la pendiente reformista, se abre un espacio político para los marxistas revolucionarios. No hay ninguna contradicción en esto mientras se conserve el sentido de las proporciones. Un movimiento de masas de cien mil personas puede evolucionar hacia la derecha y al mismo tiempo podemos ganar a 500 ó 1.000 personas para nuestro proyecto revolucionario y para nuestras organizaciones, especialmente para nuestras organizaciones de juventud. Los marxistas revolucionarios deben por lo tanto armarse con un programa concreto y preciso para dialogar con estos movimientos; programa que ya tenemos para la lucha anti-guerra, feminista, juvenil; el último Congreso Mundial de la IV a Internacional ha mandatado a la nueva dirección a trabajar sobre un programa para la cuestión ecologista. Más importante que estos fenómenos de los "nuevos movimientos sociales" y que su impacto político sobre la clase obrera son los fenómenos de recomposición en el propio seno del movimiento obrero organizado. Respecto a este asunto se trata de reafirmar dos constantes de nuestro análisis. Por un lado, es imposible que,en todos los países donde las organizaciones tradicionales siguen siendo políticamente hegemónicas en el seno de la clase obrera, se produzcan fenómenos de radicalización masiva que no tengan repercusión en estas mismas organizaciones tradicionales. Por el otro, previsiones o especulaciones sobre lo que pueda pasar mañana o pasado mañana en el interior de estas organizaciones tradicionales no debe impedirnos tomar en mano las posibilidades de reforzarnos hoy ganando fuerzas, sin duda más reducidas, que se radicalizan al margen de, o rompiendo con, estas organizaciones. No sólo no hay contradicción alguna entre estos dos análisis, sino que desde el punto de vista de la construcción del partido revolucionario el segundo condiciona en gran medida a) primero. Porque, salvo en Gran Bretaña, el resultado final de esta futura radicalización en el seno de los par- tidos tradicionales depende en gran medida de la relación de fuerzas organizativas, numéricas, entre los marxistas revolucionarios y las demás tendencias políticas. Cuanto más nos reforcemos hoy, en influencia política autónoma y organizativamente, mayores serán las posibilidades de evitar que una futura radicalización de masas en el seno de los PS y de los PC derive una vez más h a c i a el reformismo de izquierdas o hacia el centrismo. Por lo tanto es evidente el peso capital, decisivo, del trabajo sindical en una serie de países. La capacidad de los marxistas revolucionarios en demostrar en la práctica la utilidad de sus organizaciones en el transcurso de las luchas defensivas que se desarrollan actualmente les ofrece la posibilidad de ganar militantes obreros combativos en el seno de los sindicatos y de las empresas. A nivel del conjunto del movimiento sindical esto parece rebasar nuestras fuerzas, pero es totalmente posible en ciertos sectores y ciertas empresa. También está ligado a nuestra capacidad de luchar de forma sistemática con una línea política a largo plazo, basada en un programa global contra la crisis. Se trata de una lucha esencialmente propagandística que a corto plazo no va a desembocar en movilizaciones de masas. Los marxistas revolucionarios no pueden hoy organizar una huelga general por la semana de 35 ó de 32 horas. Pero la batalla propagandística es muy importante. No se trata solamente de volver a dar confianza a la clase obrera. Se trata también de volver a dar confianza a la vanguardia. Lo menos que se puede decir es que la propia vanguardia combativa no tiene mucha fe en el proyecto socialista, está desconcertada. Así pues esta batalla es una importante batalla de propaganda que se refiere a un programa, a la forma con la que se puede combatir la crisis, el paro, con la que se puede hacer retroceder la economía de mercado, combatir la división obrera, a condición de tener la voluntad política de hacerlo. Así pues, hay que coronar este programa de orientación antl-capitalista global con un objetivo político que pueda "ser formulado con precisión en numerosos países. Este objetivo político central no debe quedar entre paréntesis, porque así se cae en el sindicalismo puro, en el economicismo, y se pierde credibilidad, tanto a nivel de vanguardia como a nivel de masas. Nadie cree realmente que se pueda luchar contra el paro y contra la crisis económica sector a sector, fábrica a fábrica, rama a rama. Luego, la existencia de una solución política, aunque no sea " r e a l i s t a " a corto plazo, sigue siendo más que nunca la condición previa para que un programa antí-crisis global sea creible. Se puede y se debe discutir de plazos, ritmos, posibilidades de luchas intermedias entre las luchas defensivas puntuales inmediatas y estos grandes objetivos, a la luz de las relaciones de fuerzas políticas, económicas y sociales en cada país, que son muy diferentes. A este respecto no vamos a plantear ningún tipo de análisis para el conjunto de la Europa capitalista. No vamos a concluir con una consigna política común al conjunto de los paíse capitalistas de Europa, con una fórmula o un modelo de recomposición del movimiento obrero común para toda Europa. Hacerlo así sería un grave error, ya que la estructura real del movimiento obrero organizado es demasiado diferente en las distintas partes de Europa como para permitir tal modelo común. Pero cada una de las secciones europeas de la IV a Internacional debería integrar las conclusiones de este análisis en su programa de acción. Y cada una de ellas debería ser consciente de que, independientemente de la conciencia que los trabajadores tengan sobre ello, la dimensión internacional de la lucha de clases se ve objetivamente reforzada y no debilitada por la consecuencia de la crisis. La necesidad de una coordinación internacional de la resistencia de los trabajadores frente a la ofensiva internacional del capital es más importante que nunca. Fracciones crecientes de la clase obrera tomarán progresivamente conciencia de e l l o . D