EEUU: internet para sojuzgar al mundo EEUU creó a Internet en sus laboratorios de la guerra sucia, la más poderosa arma de su arsenal mediático, en la creencia de que Quien domine la información dominará al mundo, y junto con la prensa escrita, radio, cine y televisión, lo usó secretamente hasta que el espionaje cibernético que desató a través de la Web fue puesto a descubierto por Edward Snowden Internet, cuyo origen se remonta a 1969 nació como un proyecto del Departamento de Defensa de los EEUU a través de la Agencia de Proyectos para la Investigación Avanzada, (Advanced Research Projects Agency (ARPA por sus siglas en inglés) . ARPA conectó 4 sistemas distantes en una red denominada ARPANET para permitir la entrada y salida de conexiones para asegurar las comunicaciones en caso de un ataque nuclear. El revolucionario invento en el campo de las comunicaciones mejoró notablemente al extenderse al ámbito académico donde se utilizó y desarrolló integrándose a un medio centenar de universidades y otros centros de investigación del país para el intercambio de opiniones entre los científicos. Quien iba a imaginar que con el tiempo, Internet recuperaría su origen bélico, al ser utilizado por el gobierno de EEUU como medio facilitador de un nefasto proyecto de espionaje global PRISMA, (PRISM por sus siglas en inglés) dirigido a grabar toda las informaciones personales, empresariales y gubernamentales hechas a través de la Red alrededor del mundo Ahora, las otras armas de la Guerra de Cuarta Generación usadas por el Imperio para destruir países tratan de dejar en la impunidad el crimen que EEUU cometió con apoyo de Internet, al destruir la privacidad del mundo, “ámbito de la vida privada que se tiene derecho a proteger de cualquier intromisión”, la que jamás podrá recuperarse porque quedó destruida para siempre. Y es que esas armas no solo se usan para desviar la atención de algunos crímenes, como la masacre realizada el pasado 21 de agosto por los mercenarios armados y financiados por Washington, que bombardearon con gas venenoso un suburbio de Damasco y culpan del hecho al gobierno sirio, sino que las utilizan para justificar una intervención armada en el país del Medio Oriente. Y por si fuese poco, se defiende y justifica con la soberbia y arrogancia propias de todo alto funcionario del poderoso imperio, el espionaje que EEUU realiza a través de Internet, por vía telefónica y postal contra su propio pueblo y contra los pueblos y gobiernos del resto del planeta. Como lo hizo John Kerry, secretario de Estado yanqui durante su visita a Brasil, una semana antes de la masacre en Siria, quien en un alarde de cinismo, manifestó que EEUU continuará con el espionaje cibernético global, “porque su país seguirá haciendo lo necesario para preservar la seguridad de los estadounidenses y del mundo en general.” Es un desprecio y burla a la Humanidad entera, que rechaza y condena la ilegal e ilegítima intromisión que el gobierno de EEUU realiza contra la privacidad de los pueblos y gobiernos del planeta, valiéndose de su inmenso poderío tecnológico asociado al militar, el mas grande del mundo. Pero, como dice el viejo y sabio refrán, “No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista”, y el cuerpo de la sociedad humana viene dando muestras desde hace cierto tiempo de una resistencia que comienza a hacer mella en los muros de la fortaleza del imperio que, como sucedió con todos los imperios de la historia, está condenado a muerte. Una serie de procesos libertarios a lo largo y ancho del planeta, liderados por gobernantes revolucionarios de la mano de sus pueblos se han rebelado contra esa bestia, que en lenta agonía lanza todavía terribles coletazos y dentelladas en vano esfuerzo por evitar su inexorable muerte. Ha derribado con apoyo de mercenarios y apátridas que se venden por un puñado de dólares a algunos combatientes, como en Serbia, Libia, Honduras, Paraguay y Egipto; lo intentó pero fracasó en Irak y Afganistán, lo mismo le ocurrió en Cuba, Venezuela, Ecuador y Bolivia, donde insiste aún en su empeño por derribar a sus gobiernos que son del pueblo, y hoy trata de hacerlo en Siria. Cuando lo permite la ficticia legalidad y legitimidad de su brazo político, el Consejo de Seguridad de la ONU, interviene militarmente a través de la OTAN, su brazo armado, y cuando no puede hacerlo de esa manera, recurre inicialmente a la conspiración, y una vez dadas las condiciones, envía a sus lacayos a los que financia y arma en pos de su presa y finalmente interviene directamente. Ahora se dispone a hacer lo último, es decir atacar directamente junto con sus socios de la OTAN a Siria, a pesar de que los expertos de la ONU, no han concluido aún las investigaciones iniciadas hace algunas horas para determinar el origen del ataque con gas tóxico, pues argumenta el Imperio y sus aliados europeos como pretexto para hcerlo, que las huellas se habrían borrado. Es el modus operandi de EEUU, un Estado forajido con gobiernos delincuentes que a lo largo de la historia invadió pueblos y saqueó sus recursos naturales haciendo uso de la violencia mediante guerras de conquista, causa de muerte de millones de inocentes. precedidas de la guerra de Cuarta Generación, silenciosa, pero no por ello menos letal que la primera. Cuenta con una con un arma que hasta hace poco tiempo era secreta, mas poderosa y destructiva que la prensa escrita, la radio, el cine y la televisión, el espionaje cibernético que realiza a través de Internet y del espionaje telefónico y postal que destruyeron para siempre la privacidad del ser humano, precioso tesoro, aún mas valioso que el oro, los diamantes, perlas y zafiros de todo el planeta. Pero mientras haya seres honestos y valientes, héroes y mártires como Edward Snowden, Bradley Manning, Julian Assange y Glenn Greenwald, tan revolucionarios como Fidel, Chávez, Correa, Ortega, Néstor y Cristina, por mucha que sea la fuerza de las armas convencionales, de los medios mercenarios y del espionaje cibernético, mas rápida será la inexorable muerte del Imperio. Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)