GARANTÍAS INDIVIDUALES, SUSPENSIÓN DE LAS GARANTÍAS Y JUICIO DE AMPARO En los tiempos más antiguos de la humanidad, no existía la menor concepción a propósito de los derechos del hombre. Antes de arribar al estadio conocido como “civilización”, el hombre tuvo que superar un periodo de salvajismo y otro de barbarie; en el primero de ellos, la subsistencia se basaba en el consumo de pescado y en el precario uso del fuego; después, durante los tiempos de la barbarie, surgió algo que estuvo ausente en la etapa anterior: la organización de los hombres en tribus, lo que prefiguró la llegada de las sociedades políticas, inicio de la civilización propiamente dicha. Las relaciones existentes entre los hombres de aquella época eran de tipo meramente patriarcal o matriarcal, en virtud de que, en tiempos del salvajismo y de la barbarie, la división de clases se fundaba sobre el principio del género; es decir, los “derechos” de cada cual dependían del sexo con que hubieran nacido. Además, en los comienzos de la civilización, era común la institución de la esclavitud, condición que impide el reconocimiento de cualquier tipo de derecho. La autoridad se reunía en quienes poseían mayor fuerza física o moral; así, los mejores cazadores, los ancianos y los sacerdotes, tomaban decisiones que los demás estaban obligados a seguir, so pena de recibir castigos físicos o morales. No obstante, ya cuando la escritura había aparecido, se presentaron algunos documentos que muestran ciertas inquietudes del ser humano en torno a la protección de sus derechos; por ejemplo, los diez mandamientos de Moisés, el Código de Hammurabi y las leyes de Solón. Es de hacer notar que, a pesar de que algunas de las normas eran crueles, se basaban en un alto sentido de moralidad y rectitud; además de que no había privilegios de clase, lo que puede considerarse como una verdadera garantía individual en los términos en que actualmente es concebida. LAS PARTES DE LA CONSTITUCIÓN En principio, debe señalarse que la Constitución es la norma suprema que organiza a los poderes del Estado y protege los derechos fundamentales de las personas. Tradicionalmente se ha aceptado que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, al igual que la de otros países democráticos, se divide en dos partes, la dogmática y la orgánica. PARTE DOGMÁTICA: Por dogma (del latín dogma) se entiende, entre otras cosas, “proposición que se asienta por firme y cierta y como principio innegable de una ciencia, es decir, que no admite discusión. Luego, lo dogmático será lo relativo a los dogmas, a las verdades que no requieren ninguna comprobación. En el caso de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la primera de sus partes o secciones se llama “dogmática”, porque en ella está contenida una serie de verdades que se reputan válidas sin necesidad de ser demostradas. En la parte dogmática de la Constitución donde se encuentran especificadas las garantías individuales, específicamente en los artículos 1° al 29. PARTE ORGÁNICA: Del latín organicus cuando se refiere, entre otras cosas, “a la Constitución de corporaciones o entidades colectivas o a sus funciones o ejercicios”. La parte orgánica de la Constitución es aquella que establece la organización, la integración y el funcionamiento de los poderes públicos, en el ámbito tanto federal como local, y que define el alcance de la esfera de competencia que cada uno de esos poderes tiene atribuida. CONCEPTO DE GARANTÍAS INDIVIDUALES La palabra garantía proviene del francés garant; entre sus acepciones se encuentran “efecto de afianzar lo estipulado” y “cosa que asegura o protege contra algún riesgo o necesidad”. En realidad, las nociones de afianzamiento, aseguramiento y protección son indisociables del concepto de garantías individuales. En efecto, puede decirse que las garantías individuales son “derechos públicos subjetivos consignados a favor de todo habitante de la república que dan a sus titulares la potestad de exigirlos jurídicamente a través de la verdadera garantía de los derechos públicos fundamentales del hombre que la constitución política de los estados unidos mexicanos consigna, esto es, la acción constitucional de amparo”. El artículo 1° de la ley fundamental, al señalar que “ en los estados unidos mexicanos todo individuo gozara de las garantías que otorga esta constitución “, da a entender que los derechos que todo ser humano tiene, por el solo hecho de serlo, son perfectamente reconocidos, pero que, para tener efectividad, necesitan ser garantizados es decir, afianzados o asegurados a través de normas que tenga el rango supremas, de modo que las autoridades del estado deban cometerse a lo estipulado por dichas normas. PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES QUE RIGEN A LAS GARANTÍAS INDIVIDUALES Los principios constitucionales que rigen a las garantías individuales se ubican en los artículos 133 y 135 de la constitución política de los estados unidos mexicanos. El artículo 133 consagra el principio de la supremacía constitucional, al establecer que la ley fundamental, así como las leyes que emanen de ella y los tratados internacionales celebrados por el estado mexicano constituirán la “ley suprema de la unión”. Como las garantías individuales se hallan plasmadas en el texto constitucional, son también supremas, pues se encuentran por encima de cualquier norma secundaria. Por otra parte, lo que el articulo 135 dispone es que la constitución mexicana es rígida, en el sentido en que solo puede ser reformada o adicionada cuando “el congreso de la unión, por el voto de las dos terceras partes de los individuos presentes, acuerde las reformas o adiciones, y que estas sean aprobadas por la mayoría de las legislaturas de los estados”. Así, la rigidez de las garantías individuales supone que solo se les podrá alterar cuando se cubran los requisitos que especifica el artículo citado. CARACTERÍSTICAS DE LAS GARANTÍAS INDIVIDUALES Las principales características de las garantías individuales son la unilateralidad y la irrenunciabilidad. Son unilaterales porque su observancia está a cargo del estado, que es el sujeto pasivo de ellas, es decir, su receptor. Así, los particulares son los sujetos activos de las garantías, porque a ellos les corresponde hacerlas respetar cuando un acto de autoridad del estado las vulnere. Por lo que hace el carácter de irrenunciabilidad, las garantías individuales lo son en el sentido de que nadie puede renunciar a ellas. Todo particular cuenta con garantías individuales por el solo hecho de hallarse en el territorio nacional. Más todavía, dado que los derechos humanos son inherentes al hombre, es de esperar que los medios para asegurarlos, las garantías compartan esa inherencia. Tal como lo establece el primer artículo de la norma suprema, las garantías individuales solo pueden ser restringidas o suspendidas al tenor de lo que aquella establezca, y hay que agregar que tales restricciones, así como la suspensión, no puede ser permanentes, como se verá más adelante. Puede añadirse, por otro lado, que las garantías individuales son también supremas, inalienables e imprescriptibles. Son supremas en virtud de que se hallan establecidas en la constitución general, cuyo artículo 133 establece el principio de la supremacía constitucional en los siguientes términos: “esta constitución, las leyes del congreso de la unión que emanen de ella y todos los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren con el presidente de la republica, con aprobación del senado, serán la ley suprema de toda la unión. Los jueces de cada estado se arreglarán a dicha constitución, leyes y tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las constituciones o leyes de los estados.” Por último, son inalienables porque no pueden ser objeto de enajenación e imprescriptibles porque su vigencia no está sujeta al paso del tiempo. CLASIFICACIÓN DE LAS GARANTÍAS INDIVIDUALES Pase a lo anterior, el examen de la doctrina permite clasificar a las garantía individuales en cinco grupos: 1. De seguridad jurídica; 2. De igualdad; 3. De libertad; 4. sociales y 5. De propiedad. GARANTÍAS DE SEGURIDAD JURÍDICA: Las garantías de seguridad jurídica tienen como fin que las autoridades del estado no incurran en arbitrariedades a la hora de aplicar el orden jurídico a los individuos. La libertad y la dignidad de estos se ve salvaguardada cuando las autoridades evitan actuar con desapego a las leyes, particularmente a las formalidades que se deben observar antes de que a una persona se le prive de sus propiedades o de su libertad. Los artículos que consagran estas garantías son el 8., el 14 y del 16 al 23. GARANTÍAS DE IGUALDAD: Este tipo de garantías esta enderezado a proteger la condición de igualdad que todas las personas ubicadas en el territorio de la nación guardan respecto de las leyes y ante las autoridades. Es decir, las garantías de igualdad dejan de lado cualquier consideración referente a que, por cuestiones de raza, sexo o condición social, las leyes deben de aplicarse de manera distinta a cada persona a la que aquellas se apliquen. Las garantías de igualdad están contenidas en los artículos 1, 4., 12 y 13. GARANTÍAS DE LIBERTAD: Las garantías de libertad son aquellas que, independientemente de informar al individuo sobre los derechos que constitucionalmente le son conferidos para que pueda actuar son dificultades en la sociedad a que pertenece, imponen cotos a la actividad que el estado realice a fin de limitar o anular los derechos naturales que el hombre tiene por el simple hecho de ser persona. Estas garantías están consagradas en los artículos 2,5,6,7,9,10,11,15,16, párrafos noveno y siguientes y 24, que se refieren, respectivamente, a la libertad de autodeterminación de los pueblos indígenas; la libertad de trabajo y la nulidad de pactos contra la dignidad humana; la libertad de pensamiento ; la libertad de imprenta; la libertad de reunión con fines políticos, la libertad de poseer armas en el domicilio y de portarlas en los términos que fije la ley, la libertad de tránsito, la prohibición de extraditar reos políticos; la libertad de intimidad, y la libertad de conciencia y de culto. GARANTÍAS SOCIALES: Según la jurisprudencia de la suprema corte de justicia de la nación, las garantías sociales “por su propia naturaleza, están por encima de los derechos individuales a los que restringe en su alcance liberal, en términos del artículo 1° de la propia ley fundamental. Las garantías sociales tienen la particularidad de no referirse al individuo separado de otros individuos. Por el contrario, estas garantías que por primera vez en la historia fueron consagradas en el ámbito constitucional en México, en 1917 pretenden proteger los derechos y los intereses de grupos sociales determinado, cuya precaria situación económica los coloca en desventaja respecto de otros personas que cuentan con mayores recursos. grupos de Lo que pretenden las garantías sociales es que ciertos grupos de individuos gocen de la protección de la constitución respecto de de derechos varios, fundamentalmente de tipo laboral. Así, los artículos 3, 27 y 123 constitucionales se refieren ampliamente a las prerrogativas otorgadas a esos grupos sociales. El artículo 3° prevé la posibilidad de que todo individuo acceda a la impartición de la educación que el estado, tanto en el ámbito federal como local y municipal, está obligado a llevar a efecto. Dentro de los principios fundamentales contenidos en este precepto pueden señalarse el carácter laico de la educación ofrecida por el estado, la gratuidad de tal educación y la necesidad de que el congreso de la unión expida leyes necesarias para que, a lo largo de la republica mexicana, se unifique y coordine el sistema educativo de la nación. GARANTÍAS DE PROPIEDAD La existencia de las garantías de propiedad obedece a cuestiones de tipo económico, fundamentalmente. El desarrollo de los medios de producción, así como la distribución de la riqueza obtenida a través de aquellos, ameritan un control constante por parte del estado , en orden a prevenir situaciones caóticas que podrían surgir en caso de que los particulares fueran libres para apropiarse de los que quisieran. Ahora bien, desde el punto de vista social, la garantía de la propiedad se desprende del contenido de los tres primeros párrafos del artículo 27 de la ley suprema. En esos párrafos se prevé que la propiedad originaria de las tierras y aguas comprendidas en el territorio nacional le corresponde a la nación, más todavía, se aclara que toda expropiación deberá hacerse por causa de utilidad pública, es decir, en atención a intereses sociales, no individuales y mediante indemnización , por último, se dispone que la nación tiene , en todo tiempo el derecho de imponer modalidades a la propiedad privada , siempre que ello sea preciso para la salvaguarda del interés público. Todo esto tiene por objeto que haya equidad en la distribución de la riqueza pública, así como que el desarrollo del país sea equilibrado y que mejoren las condiciones de vida de la población rural y urbana. SUSPENSIÓN DE LAS GARANTÍAS INDIVIDUALES El artículo 29 de la constitución política de los estados unidos mexicanos señala: “en los casos de invasión, perturbación grave de la paz pública, o de cualquier otro que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto, solamente el presidente de los estados unidos mexicanos , de acuerdo con los titulares de la secretaria de estados, los departamentos administrativos y la procuraduría general de la república y con aprobación del congreso de la unión, y , en los recesos de este, de la comisión permanente, podrá suspender en todo el país o en lugar determinado las garantías que fuesen obstáculos para hacer frente, rápida y fácilmente a la situación, pero deberá hacerlo por un tiempo limitado, por medio de prevenciones generales y sin que la suspensión se contraiga a determinado individuo . Si la suspensión tuviese lugar hallándose el congreso reunido, este concederá las autorizaciones que estime necesarias para que el ejecutivo haga frente a la situación, pero si se verificase en tiempo de receso, se convocara sin demora al congreso para que las acuerde.” La suspensión de las garantías individuales debe responder a la existencia de una situación de gravedad especial, que pueda efectuar tanto a la nación entera como a una localidad en particular, la situación de que se habla puede ser debida tanto a fenómenos naturales como a la actuación desordenada e ilegal de multitudes enardecidas. Únicamente el presidente de la republica puede determinar, previo acuerdo con los titulares de las secretarias de estado y el de la procuraduría general de la republica, que se suspendan todas o solo algunas de las garantías consagradas en el texto constitucional, para esto último, es muy importante que, al expedirse la legislación de emergencia, el presidente establezca con claridad cuáles son las garantías que quedan suspendidas. Hay que poner el acento en el hecho de que la suspensión siempre debe ser temporal. Durara mientras, como consecuencia de graves eventos, la seguridad de la sociedad este en peligro. Una vez pasada la turbulencia, la suspensión se levantara y las garantías suspendidas volverán a la situación en que se encontraban antes de la situación de gravedad. MEDIOS DE PROTECCIÓN DE LAS GARANTÍAS INDIVIDUALES EL JUICIO DE AMPARO El juicio de amparo es el medio protector por excelencia de las garantías individuales establecidas en la constitución federal. Tiene por objeto resolver conflictos que se presenten: Por leyes o actos de las autoridades que violen garantías individuales; Por leyes o actos de las autoridades federal que vulneren o restrinjan la soberanía de los estados o del distrito federal; y Por leyes o actos de estos últimos que afecten la competencia federal. La constitución es el objeto de la tutela que el amparo brinda al gobernado. De esto se deduce que el juicio de amparo tiene una doble finalidad: en primer lugar, preservar la constitución política y, en segundo, guardar la esfera jurídica del gobernado contra todo acto del poder público. Las funciones que cumple el juico de amparo son cinco: Tutela de la libertad personal. Combatir leyes constitucionales. Ser un medio de impugnación de sentencias judiciales. Reclamar actos y resoluciones de la administración. Proteger los derechos sociales de los campesinos sometidos al régimen de la reforma agraria. Cuando el amparo protege a los quejosos contra leyes que violan las garantías individuales, se le conoce como amparo contra leyes. En caso de que se promueva para proteger contra actos violatorios de las garantías, se le denomina amparo-garantías. Si es promovido contra la inexacta y definitiva aplicación de la ley al caso concreto, se está en presencia de un amparo-casación o amparo-recuro. Por último, si el amparo se interpone por la existencia de invasiones reciprocas de las soberanías federales o estatales, se les conocerá como amparo soberanía o amparo por invasión de esferas. El amparo puede ser directo o indirecto. El amparo directo o “recurso de inconstitucionalidad, aun cuando constituye un control concreto de constitucionalidad, funciona más bien como un recurso de casación o de última instancia. Por su parte, el amparo indirecto se acerca a lo que en la doctrina se denomina “acción concreta de constitucionalidad.”