Anselm Kiefer, Dionisio Aeropagita – El orden de los ángeles, 1984-1986 FIGURACIONES COLECCIÓN DE ARTE CONTEMPORÁNEO FUNDACIÓN ”LA CAIXA” Dossier de prensa CaixaForum Barcelona Del 19 de junio al 27 de septiembre de 2009 Nota de prensa La Obra Social ”la Caixa” presenta en CaixaForum Barcelona una selección de obras de los años ochenta de artistas que reivindicaron el papel figurativo, expresivo y simbólico de la pintura Figuraciones. Colección de Arte Contemporáneo Fundación ”la Caixa” Una generación de pintores jóvenes protagonizaron en los primeros años de la década de los ochenta una revitalización de la pintura como medio expresivo. Artistas como Julian Schnabel, Georg Baselitz, A. R. Penck, Anselm Kiefer y Miquel Barceló reivindicaron el poder de la imagen figurativa y recuperaron el discurso pictórico como vehículo de comunicación entre artista y público. La Colección de Arte Contemporáneo Fundación ”la Caixa”, nacida de forma simultánea a la emergencia de esta pintura expresionista, registró su impacto adquiriendo un representativo conjunto de obras de los artistas más reconocidos del momento en la escena internacional. Ahora, la Obra Social ”la Caixa” presenta una selección de dicho periodo artístico mediante una docena de pinturas que conectan aquel momento con el legado expresionista del siglo XX y que daban respuesta a la abstracción y al arte conceptual dominante. Figuraciones. Colección de Arte Contemporáneo Fundación ”la Caixa”, que podrá verse en CaixaForum Barcelona hasta el 27 de septiembre, reúne obras que van de 1981 a 1987 en que la figuración es al mismo tiempo un elemento formal y una forma de construir una narrativa simbólica. Los autores elegidos son Miquel Barceló, Georg Baselitz, José Manuel Broto, Miguel Ángel Campano, Enzo Cucchi, Ferran García Sevilla, Xavier Grau, Anselm Kiefer, Juan Navarro Baldeweg, A. R. Penck, Julian Schnabel y José María Sicilia. La muestra Figuraciones. Colección de Arte Contemporáneo Fundación ”la Caixa” podrá verse en CaixaForum Barcelona (avda. del Marquès de Comillas, 6-8) del 19 de junio al 27 de septiembre de 2009. Barcelona, 18 de junio de 2009. La directora de la Colección de Arte Contemporáneo Fundación ”la Caixa”, Nimfa Bisbe, presentó hoy en CaixaForum Barcelona la exposición Figuraciones. Colección de Arte Contemporáneo Fundación ”la Caixa”, una revisión sobre la renovación de la pintura como medio expresivo que se produjo en la década de los ochenta a partir de una docena de obras de los fondos de arte contemporáneo de la entidad. La exposición remite a la década de creación de la Colección de Arte Contemporáneo Fundación ”la Caixa”. Al principio de los ochenta, la entidad había organizado exposiciones como Otras figuraciones (1981), 26 pintores, 13 críticos: panorama de la pintura joven española (1982), Italia: la transvanguardia (1983, Pintura americana: los ochenta (1982) y Origen y visión. Nueva pintura alemana (1984). Estas emblemáticas muestras reflejaron la nueva sensibilidad pictórica de aquellos años, el protagonismo que asumió la práctica de la pintura y la euforia que despertó en la sociedad y en la escena artística. La Colección de Arte Contemporáneo Fundación ”la Caixa” se inició en 1985 y en aquel primer momento de configuración de sus fondos tuvo en cuenta especialmente el trabajo de artistas emergentes en distintas expresiones artísticas, tanto de la escena nacional como internacional. Así, la Colección registró el impacto que produjo entonces la pintura neoexpresionista adquiriendo numerosas piezas, algunas de ellas seleccionadas para formar parte de la presente muestra. La Colección de Arte Contemporáneo Fundación ”la Caixa” está formada hoy día por más de 750 obras y en sus fondos se encuentran trabajos de los artistas más importantes de los últimos treinta años, de distintas procedencias y generaciones, que constituyen en su conjunto un reflejo de nuestro mundo. Desde las primeras incorporaciones de obras del minimalismo, el arte povera y la escultura de los años ochenta, la Colección ha reunido una magnífica representación de artistas fundamentales de los últimos años y ha apostado por creadores en el inicio de sus carreras. Dicha labor ha exigido un riguroso seguimiento de la evolución estética contemporánea, necesaria para mantener el espíritu abierto e innovador de la Colección. La exposición Figuraciones se enmarca en la voluntad de la Obra Social ”la Caixa” de mostrar su fondo de arte contemporáneo de forma continuada en CaixaForum Barcelona en sucesivas exhibiciones agrupadas alrededor de distintas temáticas, técnicas o discursos artísticos. Tras la reflexión sobre la realidad en que vivimos y los conflictos que nos rodean en la exposición Zonas de riesgo, la entidad prepara una nueva muestra en la que el pintor andaluz Luis Gordillo seleccionará e interpretará obras de la Colección en CaixaForum Barcelona, dentro de un ciclo de exposiciones, La mirada del artista, que ya ha contado con la participación de Juan Uslé y Soledad Sevilla. En paralelo, y con la voluntad de dar a conocer de forma internacional la prestigiosa Colección de Arte Contemporáneo Fundación ”la Caixa”, en los últimos años se han organizado exposiciones en ciudades del mundo entero, entre otras en Pekín, Varsovia, Bucarest, Lisboa y, recientemente, Emden (Alemania). En la década de los ochenta coexistieron las expresiones artísticas más variadas. Entre ellas, destaca la que protagonizaron una nueva generación de pintores que, como respuesta a la abstracción y conceptualización imperantes, apostaron por la figuración, la expresión y el simbolismo como vía de renovación de la pintura. La nueva pintura figurativa recicló los géneros clásicos de la pintura, yuxtapuso la figuración a la abstracción, usó de forma indiferenciada las referencias conceptuales y formales, y apostó por una pincelada de tipo expresivo, espontáneo e, incluso, esquemático que reafirmaba la experiencia sensual del arte. Fue un movimiento heterogéneo que exaltaba la subjetividad individual y cuyo fundamento era una actitud vital, desideologizada y hedonista. Así pues, las doce pinturas presentes en Figuraciones se caracterizan por identificarse con el legado expresionista del siglo XX, desde la pintura alemana expresionista de principios de siglo hasta el informalismo, pasando por el expresionismo abstracto americano. Los artistas alemanes pintaron con una mirada romántica sobre la tradición del arte alemán. A través de un estilo primitivista, A. R. Penck buscó un lenguaje universal centrado en la esquematización de la figura humana. Georg Baselitz plasmó su estrategia pictórica inscrita en una densa pincelada gestual y en la inversión de la imagen figurativa con la intención de liberar a la pintura de las condiciones de representación. También la identidad alemana constituyó la fuente de inspiración de Anselm Kiefer, quien abordó los mitos y páginas más negras de la historia de su país con una paleta oscura, gruesas capas de pintura y la incorporación de recursos escultóricos a la superficie pictórica. En Italia, Enzo Cucchi realizó una pintura saturada de color y recurrió a la alegoría para introducir el contenido simbólico en su obra. El artista norteamericano Julian Schnabel fundió en un mismo gesto abstracción y figuración con actitud irónica. En la escena española, la efervescencia pictórica se tradujo en un flujo imparable de imágenes que brotaban en distintas claves. El tono neoexpresionista europeo fue asumido por Miquel Barceló, quien en sus inicios recurrió al repertorio formal de las vanguardias para construir una pintura abigarrada y colorista. En la pintura de José María Sicilia, fondo y figura conviven en un mismo plano batiéndose en un espacio de límites y tensiones configurado por vibrantes pinceladas de vivo cromatismo. Desde ópticas distintas, Juan Navarro Baldeweg, Ferran García Sevilla y Miguel Ángel Campano abordaron la figuración para estructurar formalmente la superficie del cuadro. Por último, más inclinados por la renovación de la abstracción a partir de la expresividad de la figuración, Xavier Grau fundía figuras sobre fondos embarullados, mientras que José Manuel Broto usaba fondos monocromos para esbozar encima mínimos elementos figurativos. Figuraciones. Obras expuestas MIQUEL BARCELÓ (Felanitx, Mallorca, 1957) Mapa de carne, 1982 Pigmentos y látex sobre tela, 195 × 345 cm Mapa de carne (1982) pertenece a la etapa inicial de la pintura de Miquel Barceló, en la que se observan referencias a la historia del arte pictórico, como las figuras de ascendencia picassiana, al mismo tiempo que se pone de manifiesto la relación de proximidad con uno de los movimientos artísticos de marcada presencia internacional en aquella época: la transvanguardia italiana. El cuadro representa un gran retablo de figuras híbridas, entre humanas y animales, que se abren para mostrarnos su anatomía interna; un abigarrado mapa de carne que ya apunta el interés del artista por el tema de la metamorfosis, desarrollado en bodegones de años posteriores. JOSÉ MANUEL BROTO (Zaragoza, 1949) Celebración en el lago I, 1984 Óleo sobre tela, 250 × 200 cm La trayectoria pictórica de Broto parte de los años setenta con un planteamiento consistente en resaltar el valor de la pintura por sí misma y la práctica pictórica como ejercicio autónomo. A principios de los ochenta, su pintura austera y monocroma se volvió más emotiva, conectando con la abstracción informal y valorando las posibilidades expresivas del color. En 1984, Broto se instaló en París, donde realizó un ciclo completo de obras en relación con aguas turbulentas de lagos, ríos, fuentes y cascadas, del que forma parte Celebración en el lago I. Es un momento en el que en su obra pueden encontrarse referencias a la pintura de Antoni Tàpies, Robert Motherwell y Cy Twombly. GEORG BASELITZ (Deutschbaselitz, Alemania, 1938) Madre negra con niño negro, 1985 Óleo sobre tela, 202 × 294 cm Georg Baselitz inició en 1969 el método pictórico por el que es más conocido, «la inversión de la imagen», un estilo compositivo que infringía los principios convencionales de la estructura de la obra pictórica para liberarla de las condiciones de la representación. El 1985 realizó una serie de pinturas basadas en el tema «madre con niño» caracterizadas por estar estructuradas a partir de densas masas de color y figuras estáticas de tipo arcaico. En esta pintura, el artista representó a los personajes de piel negra, aludiendo al arte africano, del que es coleccionista desde 1976. ANSELM KIEFER (Donaueschingen, Alemania, 1945) Dionisio Aeropagita – El orden de los ángeles, 1984-1986 Plomo, zinc, cartón, alambre de acero, acrílico, emulsión, óleo y laca sobre tela, 331 × 554 cm A partir de 1984, Anselm Kiefer se centra en el paisaje de tonos oscuros, con un horizonte alto que enfrenta al espectador a una tierra quemada, devastada y asolada por el sufrimiento humano. En este díptico, el artista representa una alegoría de la salvación espiritual. Perteneciente a su serie de pinturas de ángeles, es una obra rica en efectos pictóricos y densa en significados, cuya iconografía surge de una amalgama de elementos gnósticos, cabalísticos y místicos. Tal y como indica su título, escrito en el ángulo superior izquierdo, Kiefer parte del texto de Pseudo-Dionisio Areopagita, aparecido en el siglo V, que establece una jerarquía celestial de nueve órdenes de ángeles, representados e la tela mediante rocas de plomo cayendo sobre la Tierra. Una hélice de avión, también realizada en plomo, domina la obra como símbolo del vuelo y de trascendencia. MIGUEL ÁNGEL CAMPANO (Madrid, 1948) La Grappa XXXVIII, 1986 Óleo sobre tela, 202 × 294 cm La pintura de Campano ha sido descrita como diálogo permanente entre la tradición de la pintura y la modernidad. Hacia finales de 1985, Miguel Ángel Campano inició la serie «La Grappa», tomando como punto de referencia el cuadro de Nicolas Poussin L’automne (también conocido como La grappe de Canaan ou de la Terre promise). En esta obra, Campano reduce los elementos figurativos a la evocación del objeto del deseo: el gigantesco racimo de uvas. La labor pictórica se centra en el fondo y en la relación de este con los elementos figurativos, que constituyen lo representativo y el primer plano, pero de modo elusivo. ENZO CUCCHI (Ancona, Italia, 1950) Sin título (Rue Rimbaud), 1985 Óleo sobre tela con plancha de hierro, 280 × 350 cm Enzo Cucchi es uno de los representantes más significativos de la transvanguardia italiana, un grupo de artistas reunidos por el crítico Achile Bonito Oliva que activó la renovación de la pintura con el retorno a la figuración. Esta obra pertenece a la serie «Arthur Rimbaud en Harar», que el artista realizó en 1985, rememorando el viaje del poeta francés a Abisinia. Sin olvidar el mito literario del escritor, sus andanzas a través del desierto fueron para Cucchi un motivo crucial para reflexionar pictóricamente sobre temas tan sugerentes como la muerte y el silencio. En esta pintura la alusión al poeta es muy explícita, ya que Cucchi pegó a la tela una reconstrucción del rótulo de la calle de Arthur Rimbaud en Harar. FERRAN GARCÍA SEVILLA (Palma de Mallorca, 1949) Músicas lejanas o doble voz, 1981 Acrílico sobre tela, 195 × 240 cm García Sevilla está considerado como uno de los nombres clave del retorno internacional a la pintura en los años ochenta. Como en todas sus pinturas de los inicios de su trayectoria, el artista empleó una paleta de colores muy reducida y fondos monocromos. Aquí, de forma esquemática, dibuja sobre el ocre una serpiente bajo una especie de templete o monumento funerario. En aquella época, el artista estaba muy interesado en las culturas mediterráneas antiguas ―de Etruria a Egipto― y sus rituales. El ojo de la serpiente es el único elemento luminoso, imagen sexual del poder de la energía. Los cuadros que García Sevilla pintó en esta época tienen también algo de jeroglíficos y pinturas rupestres. XAVIER GRAU (Barcelona, 1951) La primera palabra IV, 1987 Técnica mixta sobre tela, 195 × 160 cm Xavier Grau formó parte desde 1970, junto a José Manuel Broto, Javier Rubio y Gonzalo Tena, del grupo Trama, que abrió nuevas vías entre la abstracción y la figuración. A partir de la segunda mitad de los años ochenta, la pintura de Xavier Grau pasa de un uso casi exclusivo del color a la insinuación de ciertos elementos figurativos que el autor enfatiza, en ocasiones, con el título de los cuadros. En La primera palabra IV, el trazo no se supedita al color, sino que ambos actúan como verdaderos elementos estructurales de un juego rico en superposiciones. JUAN NAVARRO BALDEWEG (Santander, 1939) Cabeza, negro y plata, 1983 Látex sobre tela, 200 × 200 cm Navarro Baldeweg ha combinado sabiamente sus facetas de arquitecto y pintor en toda su obra. En los años ochenta, introdujo en su pintura la figuración, mediante un diálogo con la tradición clásica, la pintura de Matisse y Picasso, y la tradición del expresionismo abstracto americano. La enigmática cabeza que ocupa toda la tela surge del interés de este artista por la escultura arcaica de los kouros y su interpretación de la tradición expresionista del color y el gesto. JULIAN SCHNABEL (Nueva York, Estados Unidos, 1951) El Quijote se encuentra a Corleone, 1983 Técnica mixta sobre tela, 275 × 305 cm En su pintura, Julian Schnabel ha sido especialmente proclive al exceso y a lo grandioso, tanto en lo referente a las dimensiones de sus obras como al acabado, ya sea por la abundancia de lo que acontece sobre la tela o justamente al contrario, por su austeridad. La intensidad expresiva y emotiva de su gesto ha impregnado sus telas con acusados contrastes entre elementos disparatados, como en esta visión de Don Corleone y Don Quijote, con la que ha creado una atmósfera explosiva altamente sugerente. Su pintura equivale a un viaje interminable durante el cual se superponen fragmentos de historias y visiones sin jerarquía alguna, pero con un sabio efectismo teatral que acentúa su poder alusivo y metafórico. A. R. PENCK (Dresde, Alemania, 1939) Tríptico para Basquiat, 1984 Esmalte sintético sobre tela, 250 × 950 cm A. R. Penck, seudónimo de Ralf Winkler, irrumpió en la escena neoyorquina con un impredecible éxito en 1981, junto a otros artistas alemanes como Markus Lüpertz y Georg Baselitz. Su presencia se vio compensada por la repentina aparición de creadores neoyorquinos procedentes de los sectores no oficiales, como el representante del grafito Jean-Michel Basquiat, a quien está dedicada esta pintura. Entre los personajes de este tríptico se reconocen figuras de la propia pintura de Basquiat. JOSÉ MARÍA SICILIA (Madrid, 1954) Tulipa 00, 1985 Óleo sobre tela, 260 × 190 cm José María Sicilia inició su trayectoria con una obra neoexpresionista de gesto vibrante y empaste cromático. Esta pintura es una de las primeras de la serie de tulipas y flores que empezó en 1985, con la que inició una depuración de formas a través de un tratamiento abstracto. En ella todavía permanece el tono expresionista propio de su aplicación del empaste pictórico y de la intensidad emotiva de su gesto. El trazo pictórico denso proporciona espesor a la imagen y un efecto de textura de gran impacto. El tallo del tulipán se perfila como el elemento estructural de la composición, integrada por ese fondo luminoso pintado como una malla compacta y vibrante, casi barroca. Figuraciones. Colección de Arte Contemporáneo Fundación ”la Caixa” Del 19 de junio al 27 de septiembre de 2009 CaixaForum Barcelona Avenida del Marquès de Comillas, 6-8 08038 Barcelona Horario: De lunes a domingo, de 10 a 20 h Sábados, de 10 a 22 h Entrada gratuita Servicio de Información Obra Social Fundación ”la Caixa” Tel. 93 495 39 45 De lunes a domingo, de 9 a 20 h www.lacaixa.es/obrasocial Imagen de portada: ANSELM KIEFER (Donaueschingen, Alemania, 1945), Dionisio Aeropagita – El orden de los ángeles, 1984-1986. Plomo, zinc, cartón, alambre de acero, acrílico, emulsión, óleo y laca sobre tela, 331 × 554 cm. Colección de Arte Contemporáneo Fundación ”la Caixa”. Para más información Departamento de Comunicación Obra Social ”la Caixa” Josué García 93 – 404 61 51 / 638 14 63 30 / [email protected] http://prensa.lacaixa.es/obrasocial/ www.obrasocial.lacaixa.es