1982 FUNDACION Dr. J.R. Villavicencio Síndrome de las Piernas Inquietas: Nuevo Desafío Dra. Ana Isabel Fumagalli Servicio de Neurología, Sanatorio Parque Rosario. Argentina [email protected] Resumen El Síndrome de Piernas Inquietas o Restless Legs Syndrome (RLS) consiste en el deseo de mover las piernas, generalmente asociado a parestesias y disestesias en situaciones de reposo que se alivian momentáneamente con el movimiento. El RLS síndrome es un desorden común que combina formas idiopáticas y sintomáticas asociadas a múltiples causas. La prevalencia es del 3 al 10 % en la población general. La fisiopatología se asocia con la transmisión dopaminérgica y al metabolismo del hierro. Las formas sintomáticas se asocian con insuficiencia renal crónica, embarazo y polineuropatía. El tratamiento es requerido solamente en casos moderados a severos. El tratamiento incluye levodopa, agonistas dopaminérgicos, anticonvulsivantes, opioides y benzodiacepinas. Numerosos trabajos sobre el RLS han sido publicados durante el 2005 evaluando la epidemiología y el impacto en la población general en diferentes países. Es necesario un reconocimiento médico del RLS para lograr un diagnóstico preciso. Abstract The restless legs syndrome (RLS) is a disorder characterised by an intense urge to move the legs accompanied by a marked sense of discomfort or pain. It is most pronounced in the evening or during the night and the symptoms are relieved by movement. The restless legs syndrome is a common disorder that encompasses idiopathic and symptomatic forms associated to many causes. The prevalence of RLS is 310% in the general population.The pathophysiology of RLS is related to dopamine transmission, iron deficiency, end-stage renal failure, pregnancy and polyneuropathy. Treatment is needed only in the moderate to severe forms of the disorder. The pharmacologic treatment used in RLS includes L-DOPA, dopamine agonists, anticonvulsants, opiates, and benzodiazepines. Many multinational studies evaluating the epidemiology and impact of RLS in a general and a primary care population were published in 2005. Physician awareness of RLS is necessary in order to obtain an accurate diagnosis. Palabras clave: síndrome de piernas inquietas prevalencia - tratamiento Key words: restless legs syndrome - prevalence treatment El Síndrome de Piernas Inquietas o Restless Legs Syndrome (RLS) consiste en un trastorno caracterizado por el deseo compulsivo de mover las piernas, generalmente asociado a parestesias durante situaciones de reposo que se alivian momentáneamente con el movimiento (1). La primera descripción clínica de piernas inquietas se atribuye a Thomas Willis en 1672 publicado en “The London practice of physick”, 1 ed, London.1685:404. En 1861, Wittmaack denominó el desorden "anxiety tibiarum " asociándolo a una forma de histeria. El neurólogo sueco Ekbon en 1945 realizó la primera revisión de las características clínicas del Síndrome de Piernas Inquietas y reconoció dos subtipos: doloroso y parestésico. El Síndrome de Ekbom también es denominado Acromelalgia Hereditaria (1). medad vinculada a las primeras horas de la noche. Es característico que el paciente mueva sus pies en la cama o deba incorporarse y caminar a veces sobre el lugar y frotar sus pies. Otras veces el síndrome es referido sólo como una sensación de malestar en las extremidades inferiores. La necesidad urgente de mover las piernas se acompaña de síntomas sensitivos pudiendo ser unilaterales o bilaterales. En un 48% de los casos involucran miembros superiores. Ocurren también durante el despertar y frecuentemente cuando el paciente permanece sentado durando largos períodos de tiempo mejorando al caminar y con el ejercicio. Concomitantemente cursa con dolor crónico de las extremidades. El Síndrome de Piernas Inquietas o RLS es sin embargo, un auténtico desconocido para quienes lo padecen dado que frecuentemente es subestimado no siendo diagnosticado correctamente (2,3). Las parestesias y disestesias en miembros inferiores que aparecen durante el reposo son mayores cuando el paciente se dispone a acostarse. Se trata de una enfer- Las alteraciones del sueño asociadas son el incremento de la latencia, la disminución de su eficacia y los despertares nocturnos provocando somnolencia diurna y fatiga excesiva (4, 3, 7). Prevalencia La prevalencia del RLS también ha sido subestimada en el pasado pero estudios poblacionales epidemiológicos actuales muestran que el 3 al 10% de la población lo presenta. Esta cifra es aún más elevada en las personas ANUARIO FUNDACIÓN Dr. J. R. VILLAVICENCIO | 2005 | Nº XIII | 065 - 070 065 Síndrome de las Piernas Inquietas: Nuevo Desafío de más de 65 años, situándose entre el 30 al 40%. Los pacientes mayores sufren los síntomas con más frecuencia y durante períodos de tiempo más largos. Pudiendo aparecer incluso entre los 7 y 10 años de edad (5, 6). El RLS ocurre en ambos sexos, pero la incidencia es mayor en mujeres (6). Algunos investigadores estiman que el RLS afecta aproximadamente a 12 millones de estadounidenses. En España lo sufre el 5,8% de la población entre los 18 y 65 años. Muchos pacientes con síntomas leves no necesitan tratamiento farmacológico. Pacientes que requieren tratamiento continuo son los mayores de 50 años, consistiendo con el promedio de edad de las poblaciones incluidas en los trabajos publicados para el tratamiento del síndrome (5, 6, 7). Manifestaciones Clínicas En 1995 los criterios clínicos diagnósticos para el RLS fueron establecidos por el Internacional Restless Legs Syndrome Study Group (IRLSSG), un importante grupo internacional de estudio del Síndrome de Piernas Inquietas formado por 28 investigadores de 7 países. Durante una conferencia de consenso avalada por el NIH en mayo de 2002 los expertos, miembros del IRLSSG y autoridades en epidemiología y escalas de diseño editaron los criterios esclarecedores. Estos criterios fueron revisados y publicados en el 2003 (7). El panel presenta la lista de las características clínicas del síndrome. Sólo 4 criterios deben ser presentados para confirmar el diagnóstico (7): > Criterios Diagnósticos Esenciales propuestos por el International Restless Legs Syndrome Study Group: 1. El deseo de mover las piernas, generalmente asociado a parestesias y disestesias. 2. La exacerbación o inicio de los síntomas durante los períodos de descanso y el alivio con el caminar o con la actividad física. 3. Inquietud motora. 4. Empeoramiento nocturno de los síntomas. > Criterios de Apoyo Respuesta positiva al tratamiento dopaminérgico. Movimientos periódicos de los miembros durante el despertar o sueño. Historia positiva familiar de RLS sugestiva de herencia autosómica dominante. > Características Asociadas Curso natural clínico del desorden. Inicio a cualquier edad, pero es más frecuente en la edad media o mayores. Curso progresivo pero se ha descripto también en forma episódica. 066 Trastornos del sueño. Insomnio por discomfort de la pierna y necesidad de movimiento. Neuropatía periférica o radiculopatía se presentan en formas no familiares. Disminución de ferritina en el suero <50ug/lt. También se asocian al RLS las discinesias periódicas o aperiódicas del despertar. En niños se debe diferenciar del déficit de atención por hiperactividad (ADHD) aunque niños con ADHD también lo padecen en forma conjunta y en muchas ocasiones los síntomas son interpretados como dolores del crecimiento (8). Más del 80% de las personas con RLS también sufren una condición más común conocida como trastorno de movimientos periódicos de las extremidades (PLMD). Se caracteriza por movimientos involuntarios bruscos de las piernas, que ocurren durante el sueño, generalmente con una frecuencia de 10 a 60 segundos. Los síntomas hacen que el paciente se despierte repetidamente e interrumpen severamente el sueño. A diferencia del RLS, los movimientos causados por el PLMD son involuntarios. Aunque muchos pacientes con este síndrome también desarrollan el PLMD, la mayoría de las personas con este trastorno no sufren de RLS (4, 7). Etiopatogenia A lo largo de las últimas décadas se ha producido un gran avance en el conocimiento de la etiopatogenia. El síndrome ha sido descripto como un desorden idiopático o secundario a un déficit de hierro, embarazo, insuficiencia renal crónica, enfermedades sistémicas o neurológicas (9). Un tercio de los casos primarios son hereditarios con un patrón de herencia autosómica dominante para estas formas. Al menos 3 genes, localizados en los cromosomas 12,14 y 9 han sido hasta ahora identificados (7, 10). El déficit en la utilización, transporte y almacenamiento de hierro tiene un rol protagónico. La deficiencia de hierro es la causa más frecuente asociada a la forma urémica. El empeoramiento ha sido asociado con bajas concentraciones sanguíneas de ferritina. En muchos pacientes la disminución de hierro no es detectada. Otra asociación frecuente es el fallo renal y la presencia de este síndrome en pacientes sometidos a hemodiálisis (5, 7, 11). Algunas mujeres lo padecen por primera vez en el embarazo o empeoran los síntomas temporariamente durante el mismo. Las que lo experimentan durante el embarazo tienen historia familiar (12). Otras causas a tener en cuenta son el déficit vitamínico, diabetes, insuficiencia cardíaca congestiva, enfermedad pulmonar o gástrica y vasculopatía ANUARIO FUNDACIÓN Dr. J. R. VILLAVICENCIO | 2005 | Nº XIII | 065 - 070 1982 FUNDACION Dr. J.R. Villavicencio periférica. Se asocia también con artritis reumatoidea, fibromialgia, neuropatía periférica y radiculopatía. Puede presentarse en la enfermedad de Huntington, en la Esclerosis Lateral Amiotrófica y en el síndrome de Gilles de la Tourette (9). El diagnóstico es clínico, los exámenes de laboratorio son útiles para avalar el diagnóstico y poner en evidencia algunas afecciones asociadas que requieren un tratamiento específico. La polisomnografía permite identificar y caracterizar los trastornos del sueño. La electromiografía y las velocidades de conducción sensitivas y motoras documentan la presencia de neuropatía o radiculopatía (1, 5, 7, 9). Diagnóstico diferencial Aunque el RLS puede ser exacerbado por la neuropatía periférica o la radiculopatía, estos déficits no incluyen la necesidad imperiosa de mover las piernas para mejorar el discomfort y los síntomas no empeoran con el descanso o a la noche. El RLS debería también ser distinguido de la acatisia inducida por neurolépticos en el cual el movimiento motor inducido por los antipsicóticos bloquean los receptores dopaminérgicos. También debe ser diferenciado de un discomfort posicional. Fisiopatología La existencia de tanta heterogeneidad dentro de RLS confirma que es un síndrome con distintos grupos fisiopatológicos. La patogenia del RLS continúa en el terreno de las especulaciones a pesar de lo cual la evidencia concluye en una disfunción del SNC. La tomografía por emisión de fotón único (SPECT) sugiere una deficiencia en los receptores D2 postsinápticos estriatales en el RLS (13, 15). Los casos idiopáticos y neuropáticos comparten características clínicas, sugiriendo una patofisiología subyacente similar. Las neuropatías podrían iniciar cambios en el SNC similares a los observados en las formas familiares. Los modelos animales permitieron demostrar la alteración de la función de los neurotransmisores a nivel del SNC, debido a trastornos en los nervios periféricos. El mecanismo por el cual una alteración periférica produce efectos centrales es pobremente comprendido, pero algunos de ellos pueden ser producidos por el transporte neuronal retrógrado de factores tróficos. De este modo el Síndrome de Piernas Inquietas con alteración neuropática sería análogo a otros desórdenes del movimiento como temblor, distonía y parkinsonismo (13). La mejoría sintomática con agonistas dopaminérgicos y opioides así como el agravamiento con antagonistas sugieren una disfunción de estos sistemas. Las descripciones clásicas del RLS jerarquizan el compromiso predominante de los miembros inferiores sugiriendo una alteración del sistema dopaminérgico caudal a la protuberancia o en la médula espinal (7, 13). Otras poblaciones neuronales posiblemente involucradas en la patogénesis del RLS son las dopaminérgicas diencefálicas A11, que por su localización en el tálamo, sustancia mesencéfalica periventricular y su proyección en la médula espinal modulan la nocicepción y posiblemente afectan el control motor, transformándolas en protagonistas para futuros estudios (14, 15). Por RMI funcional se constata una sobreactividad en cerebelo, núcleo rojo, y tronco cerebral en el curso del RLS. Quedando por confirmar qué área genera primariamente estos movimientos involuntarios en el RLS. Debido al patrón circadiano del RLS y asumiendo que el tronco cerebral desinhibe las vías espinales, se concluye que las estructuras reticulares sitas a ese nivel aparecen como los generadores primarios de esta alteración (13, 14, 15). Tratamiento Antes de iniciar el tratamiento farmacológico las medidas en higiene del sueño y la actividad física moderada deben ser instituidas y todas las posibilidades de tratamiento sintomáticas deben ser consideradas. Evitar alimentos o fármacos que pueden agravar el RLS como cafeína, antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina (SIRS), tricíclicos, bloqueantes dopaminérgicos como los neurolépticos y los antieméticos (16, 17). La elección del fármaco debe tener en cuenta las consideraciones individuales del paciente incluyendo edad, severidad y frecuencia de los síntomas. Desde un enfoque práctico y de acuerdo a las guías de la American Academy of Sleep Medicine, se puede confirmar que los agonistas dopaminérgicos son el tratamiento de primera línea en el manejo de los síntomas del RLS generalmente otorgando un alivio del 70 al 100 %, seguido de los oipoides, anticonvulsivantes y benzodiacepinas. De los anticonvulsivantes el gabapentin es de segunda elección y es preferido en pacientes que no toleran los agonistas dopaminérgicos. Aunque no hay estudios disponibles la terapia de combinación debe ser necesaria y entre las benzodiacepinas el clonazepam es indicado por su larga vida media (17). Los tratamientos deben ser instaurados cuando ocurren los síntomas. Si los síntomas se inician temprano las dosis deben ser divididas. Al inicio sólo la dosis nocturna debe ser indicada. El tratamiento intermitente durante el día según los eventos lo requieran, reuniones, concurrencia al teatro, viajes en avión, o actividades con largos períodos de inactividad o posición sentada (17). Agentes Dopaminérgicos La levodopa es efectiva en tratar los síntomas nocturnos ANUARIO FUNDACIÓN Dr. J. R. VILLAVICENCIO | 2005 | Nº XIII | 065 - 070 067 Síndrome de las Piernas Inquietas: Nuevo Desafío del RLS, y mejorar la calidad del sueño subjetiva y objetiva en pacientes con enfermedad idiopática o urémica. La levodopa más benserazida ha sido aprobada para el tratamiento del síndrome en Alemania, Suiza y Austria durante muchos años. La mayoría de los trials han incluído pacientes con enfermedad moderada a severa y persistente. El 40% padeció el fenómeno de “augmentation” o incrementación. La levodopa es efectiva en dosis más bajas que las necesarias para la enfermedad de Parkinson usualmente 100 mg por día. Limitan su uso los fenómenos de incrementación y rebote. El fenómeno de “augmentation” es causado por el tratamiento dopaminérgico en los pacientes con RLS y es definido como una exacerbación temprana de los síntomas durante el día y la afectación de otras partes del cuerpo. Es más frecuente en pacientes con síntomas severos del síndrome pero no está relacionado con el sexo, la edad, o la severidad de base del síndrome (1, 7, 16). El efecto rebote es la aparición de los síntomas asociados a la vida media de la droga coincidiendo con el “wearing off”. Agonistas dopaminérgicos Como bromocriptina, pramipexol, pergolida, ropinirol y apomorfina controlan los síntomas de RLS con bajas dosis y menor riesgo de “augmentation”, sin embargo se puede desarrollar tolerancia más rápidamente. El pramipexol es un agonista D3 desarrollado para el Parkinson, mostró una eficacia rápida y una buena tolerabilidad en el tratamiento del síndrome de piernas inquietas, según los resultados presentados por un estudio clínico de gran envergadura realizado en pacientes con RLS. Diversos estudios avalan su utilidad en este síndrome incluyendo un estudio en 109 pacientes indicando que una dosis entre 0.5mg y 0.75mg de pramipexol diarios provee una disminución significativa en la severidad de los síntomas. En el estudio el pramipexol mostró un inicio de acción rápido y proporcionó una mejoría significativa en la calidad del descanso de los pacientes (18). estudio americano el promedio de mejoramiento según el IRLS score fue significativamente mejor con ropinirol luego de 12 semanas comparado con el placebo. La dosis promedio diaria en las 12 semanas en ambos estudios fue 1.9 mg. En el tatamiento con agonistas dopaminérgicos se recomienda tener en cuenta el rol de la titulación de la dosis y el desarrollo de los fenómenos de “augmentation” y rebote (22). Anticonvulsivantes El gabapentin es el tratamiento preferido para pacientes que no toleran los agonistas dopaminérgicos, su eficacia es apoyada por diversos estudios clínicos. El rango de las dosis es de 300 a 2400mg por día. La carbamacepina puede ser efectiva pero su indicación es menos aconsejable (23). Opioides Se informó un efecto beneficioso luego del tratamiento con propoxifeno, codeína, oxicodona y tramadol (24). Benzodiacepinas La más usada es a menudo el clonazepam, aunque también son efectivas el alprazolam y diazepam (25). Otros La Clonidina y el baclofeno se han preferido para pacientes con movimientos periódicos de los miembros. Hierro En un estudio randomizado a doble ciego comparado con placebo en 28 pacientes el sulfato ferroso no mejoró significativamente el desorden pero los pacientes no fueron seleccionados de acuerdo a las concentraciones de ferritina las cuales son un parámetro importante para diagnosticar y tratar la deficiencia de hierro (7). En otro estudio altas dosis de infusión de hierro se asociaron con una significativa pero transitoria reducción de los síntomas de RLS en pacientes con insuficiencia renal (26). Síndrome de Piernas Inquietas en el 2005 La pergolida es un alcaloide semisintético derivado del ergot, agonista D1 y D2. En el estudio PEARLS que incluyó 100 pacientes con pergolida disminuyó la severidad medida con el IRLS score y fue asociado con un mejoramiento global (19, 20). EL mejoramiento constatado por polisomnografía se registró luego de 6 semanas de tratamiento. La dosis se considera entre 0.52 a 0.72 mg. Los efectos adversos más serios de la pergolida son fibrosis pulmonar y disfunción cardíaca (21). El ropinirol es el agonista dopaminérgico más extensamente estudiado aprobado en USA por la FDA en mayo del 2005, Francia y Suiza. Dos extensos estudios multicéntricos han evaluado la eficacia del ropinirol en el RLS. Un estudio abarcó 284 pacientes en 10 países europeos y otro en USA 267 pacientes. El IRLS score fue menor en los tratados con ropinirol comparado con placebo en el estudio europeo. En el 068 135 publicaciones sobre el RLS correspondientes al año 2005 fueron indexadas en MEDLINE. El síndrome fue comentado mundialmente, actualizado en la mayoría de los congresos internacionales, logrando una importante repercusión mediática en nuestro país (27). El estudio REST incluyendo a la población general de 6 países (Francia, Alemania, Italia, España, Inglaterra, USA), preguntó a 15.391 personas si habían experimentado algún síntoma del RLS durante el año anterior, sobre la naturaleza y frecuencia de esos síntomas, el grado de molestia asociado, las consultas y diagnósticos previos. Concluyó que el 7.2 % de todas las personas encuestadas refirieron haber presentado por lo menos algunos síntomas del RLS y si bien el 81% había informado a su médico de atención primaria sobre los síntomas, sólo el 6.2 % afirmó haber recibido un diagnóstico de Síndrome de Piernas Inquietas (28). ANUARIO FUNDACIÓN Dr. J. R. VILLAVICENCIO | 2005 | Nº XIII | 065 - 070 1982 FUNDACION Dr. J.R. Villavicencio El Dr. David Rye director del Programa de Medicina del Sueño de la Universidad Emory en Atlanta y presidente de la junta de asesoría médica de la Restless Legs Syndrome Foundation, actualizó las causas y tratamiento del RLS, especialmente en su relación con el sueño (29). Avalando el estudio de la Universidad Johns Hopkins afirmó que el ropinirol reducía los movimientos involuntarios de las piernas de 49 por hora a sólo 12 por hora en personas con RLS sugiriendo una dosis menor que la indicada para la enfermedad de Parkinson. La Dra. Cheryl Waters de la Universidad de Columbia en Nueva York, estimó que uno de cada 10 adultos tiene alguna forma de RLS, aunque para la mayoría, los síntomas son manejables no sugiriendo tratamiento en todos los casos. En el INSTANT Study Tison y col. evaluaron la epidemiología del RLS Incluyendo 10.263 adultos franceses utilizando los criterios propuestos por el International RLS Study Group en 1995. La prevalencia coincidió con otros estudios siendo mayor en mujeres, 10% y 5% en hombres y disminuyó luego de la edad de 64 años. Concluyendo que el RLS es subdiagnosticado y pocos pacientes reciben recomendación de tratamiento (30). Hogl B. y col. en un estudio que incluyó 701 pacientes confirmaron la alta prevalencia, la preponderancia femenina y el bajo reconocimiento en la población general del RLS, siendo el 44% de los casos moderados. De éstos ninguno había sido previamente diagnosticado o tratado con terapia dopaminérgica (31). Bibliografía Otros autores utilizando la población del Bruneck Study para stroke (706 hombres y mujeres entre 50 a 89 años) atribuyeron una prevalencia del 28% para los desórdenes del movimiento siendo el temblor el más frecuente (14.5%), seguido del RLS (10.8%) y el parkinsonismo (7%) (32). Ondo de la Baylor College of Medicine luego de observar numerosas familias con temblor esencial prospectivamente halló una alta frecuencia de RLS no diagnosticado en pacientes que presentaban temblor. Estos hallazgos se asociaron con una importante historia familiar sugiriendo compartir con el temblor esencial similaridades genéticas (33). Auger y Montplaisir evaluaron la concomitancia de esclerosis múltiple (EM) y RLS utilizando el cuestionario para el RLS en 200 pacientes con esclerosis múltiple. Concluyendo que la EM y el RLS tendrían factores susceptibles comunes (34). Abetz y col. al igual que Walters avalaron el cuestionario: Restless Legs Syndrome Quality of Life questionnaire (RLSQoL) dirigido a una población total de 547 pacientes para evaluar prevalencia (35, 36). Considerando que el reconocimiento médico de los síntomas ayudaría al diagnóstico precoz y al eventual tratamiento, el nuevo desafío sería identificar el Síndrome de Piernas Inquietas con un enfoque multidisciplinario en la consulta. 11-Shaughnessy P, Lee J, O'Keeffe ST. Restless legs syndrome in patients with hereditary hemochromatosis. Neurology. 2005 Jun 28;64(12):2158. 1- Scorticati MC. Síndrome de las piernas inquietas en cap 49, Otros movimientos anormales en Micheli F, Nogués M., Asconapé J., Fernández Pardal M., Biller J.Tratado de Neurología Buenos Aires: Editorial Panamericana,2002; 622-624 12- Manconi M, Govoni V, De Vito A, et al. Restless legs syndrome and pregnancy. Neurology 2004; 63: 106569. 2- Walters AS. Toward a better definition of the restless legs syndrome. Mov Disord. 1995; 10: 63442. 13- Kriguer Norberto, Revisión del Síndrome de Piernas Inquietas http://rems.com.ar/resumen_3_1999.htm 3- Ondo WG, Restless legs syndrome. 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