Poder Judicial de la Nación Neuquén, 23 de noviembre de 2009. Y VISTOS: Para dictar sentencia en los presentes caratulados: "LOPEZ, JULIO C/ ADMINISTRACIÓN NAC. DE LA SEGURIDAD SOCIAL (ANSES) S/ ORDINARIO" (Expte. Nº 164, Folio 287, Año 2000), de los que RESULTA: 1) Que a fs. 7/11 comparece el Sr. Julio López, por medio de apoderado, a iniciar demanda contra la Administración Nacional de la Seguridad Social, con domicilio en Capital Federal, persiguiendo el reajuste del haber jubilatorio desde la concesión del beneficio, en el año 1985, hasta el presente. Relata a tales fines haber prestado servicios en Ferrocarriles Argentinos desde 1946 hasta 1985 en que accedió el beneficio jubilatorio, desempeñando al momento de su USO OFICIAL retiro de la actividad en la categoría de Guardatren “U”. Señala que al momento de interponer la demanda su haber como pasivo ascendía a $ 308,50, que resulta sustancialmente inferior al que le hubiese correspondido de haberse aplicado los índices previstos por la ley vigente al momento de obtener el beneficio, constituyendo a su juicio la injusta desproporción una clara violación de los arts. 14 bis y 17 de la Constitución Nacional. Afirma que la prestación previsional que recibe no guarda relación con el sueldo del trabajador activo, creando serias dificultades económicas al actor. Admite que la Constitución Nacional no preconiza un único sistema de movilidad, confiando su elección a la prudencia legislativa, pero opina que el que se implante sólo será válido en tanto no desvirtúe la razón de ser de la movilidad, que es acompañar a las prestaciones en el transcurso del tiempo para reforzarlas a medida que decaiga su poder adquisitivo. Plantea la inconstitucionalidad de los arts. 49, 53 y 55 de la ley 18.037 y del art. 160 de la ley 24.241, así como de las previsiones de la ley 24.463 que derogan el principio de proporcionalidad que siempre rigió la relación entre el haber de pasividad y el de actividad, negando la naturaleza sustitutiva del primero respecto del segundo. Funda su derecho, ofrece prueba, hace reserva del caso federal y pide que oportunamente se haga lugar a la demanda, con costas. 2) Corrido traslado de la acción, comparece a fs. 34/42 la Administración Nacional de la Seguridad Social a contestarla por medio de su apoderado. Niega que el actor haya ingresado a trabajar para Ferrocarriles Argentinos el 3/12/46 y que al momento de su retiro se desempeñara como Guardatren, negando también que su haber jubilatorio se encuentre reducido por la no aplicación de los índices de corrección correspondientes, y que hubiese una injusta desproporción entre el haber de pasividad y el del activo, defendiendo la constitucionalidad de las normas objetadas. En este sentido, recuerda que originariamente, la financiación función del sistema únicamente de de los reparto fue aportes del estructurada personal en activo, habiéndose acudido a aportes de la Tesorería General para salvar los desequilibrios financieros. Tras el dictado de la ley 24.463, agrega, se ha destacado que el régimen previsional público es de reparto, basado en el principio de solidaridad, garantizando el Estado Nacional el otorgamiento y pago de las prestaciones establecidas, pero sólo hasta el monto de fijándose los créditos anualmente en presupuestarios la ley de comprometidos, presupuesto el límite máximo del crédito para atender el pago de las sentencias judiciales. Pone de resalto que el Estado Nacional no ha asumido responsabilidad directa en la materialización concreta del derecho al beneficio previsional. Advierte que la limitación de naturaleza financiera es un dato objetivo que acota las posibilidades reales para hacer frente a los pagos de los haberes, alegando que el régimen de reparto fue estructurado sobre la base de una absoluta independencia de la puntual y concreta remuneración del equivalente en actividad del beneficiario. También observa que en el marco del principio de solidaridad, los beneficios más altos son reducidos con la finalidad de lograr una adecuada cobertura para los sectores de más bajos recursos. Explica que el sistema de movilidad previsto por la ley 18.037 ha perdido vigencia, y fue sustituido por el art. Poder Judicial de la Nación 5 de la régimen ley 24.463, previsional según el público cual las tendrán prestaciones la del movilidad que anualmente determine la Ley de Presupuesto Nacional, conforme al cálculo de recursos respectivos, recordando Suprema de Justicia Constitución de Nacional no la que la Corte Nación ha advertido que la preconiza un único sistema de movilidad, confiando su elección a la prudencia legislativa. Recuerda además que el art. 7 de la ley 24.463 establece expresamente en su último párrafo que la movilidad en ningún caso podrá consistir en una determinada proporción entre el haber de retiro y la remuneración de los activos. Sostiene que el accionante parte de la premisa equivocada de atribuir al Estado Nacional una obligación de garantía ilimitada que no es tal, pues ella está restringida a la partida presupuestaria aprobada cada año por el Congreso USO OFICIAL de la Nación. Tras describir cómo fue calculado el haber previsional inicial del actor, explica que en virtud del art. 13 de la ley 23.928, de orden público, a partir del 31/3/91 se suprimieron los mecanismos de actualización monetaria o repotenciación de créditos, careciendo desde entonces de todo sustento legal los cuestionamientos hacia el sistema de movilidad implementado por el art. 53 de la ley 18.037 (que contemplaba el nivel general de variación de las remuneraciones en general y no la particular variación que pudo tener el salario de un activo individualmente considerado). Destaca además que la Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró en “Jáuregui, Olga Esther s/Jubilación Ordinaria”, del 6/7/89, que el sistema de movilidad de las prestaciones de la ley 18.037 se sustenta en un sistema de coeficientes que no contempla la evolución de los activos para determinar la movilidad de las prestaciones. Niega que el haber básico de pasividad del actor ascienda a $ 308,50, afirmando que a dicho importe debe adicionarse la movilidad y el suplemento del haber mínimo ferroviario, por lo que en el periodo 02/2006, afirma, el Sr. López percibió un haber de $ 631,83. Añade que recientemente se han otorgado distintos aumentos a los jubilados que perciben los haberes mínimos, que alcanzan al actor. Ofrece prueba, opone subsidiariamente excepción de prescripción -dejándola planteada para el caso de que se entienda procedente el reclamo, en relación a las diferencias en los haberes devengadas con posterioridad al otorgamiento del beneficio, recordando que el plazo fijado por los arts. 168 de la ley 24.241 y 82 de la ley 18.037 es de dos añosfunda su derecho y hace reserva del caso federal, pidiendo que se rechace la demanda, con costas. 3) Corrido traslado de la excepción de prescripción a fs. 48 -y antes de darse inicio a la audiencia del art. 360 del CPCyC-, la actora mantuvo silencio. Celebrada la audiencia referida, en ella se tuvo por fracasada la instancia conciliatoria declarándose la apertura del período probatorio, arrimándose al proceso las siguientes medidas: informativa a la Unión Ferroviaria (fs. 57) y al ANSES (fs. 59 y 76), clausurándose a fs. 79 el período respectivo. Agregado el alegato presentado por la demandada (fs.85/86), a fs. 89 se llamó AUTOS para dictar sentencia; y CONSIDERANDO: I) Que tal como ha quedado trabada la litis, de acuerdo a la reseña efectuada, la actora pretende que judicialmente se ordene el reajuste de su haber previsional inicial de acuerdo a la evolución que tuvieron las remuneraciones idéntica de categoría y un trabajador situación en laboral, actividad desde 1985 con a la fecha, con más los intereses moratorios respectivos. Todo en función de considerar que el derecho constitucional a que la ley establezca "jubilaciones...móviles" comprende el derecho a un ingreso sustituya la actividad. que mantenga remuneración el que status del percibía beneficiario cuando estaba y en Concluye por ello que las normas vigentes -que condujeran según afirma a un evidente desfase entre ambos niveles salariales- sintéticamente resultan expuesta, inconstitucionales. la posición sustentada Tal es, por el de la público de demandante. Por Seguridad su Social lado, ha la Administración señalado que el Nacional sistema reparto se funda en el principio de solidaridad, y que el Estado sólo colabora con los aportes máximos fijados cada año en la Ley de Presupuesto, sin que su responsabilidad sea Poder Judicial de la Nación directa ni ilimitada. Opuso además la prescripción de la acción. II) Examinando por razones metodológicas la suerte de la defensa de prescripción intentada, subsidiario, y a los fines de pese a su carácter delimitar el análisis de fundabilidad de la pretensión sólo a los períodos por los cuales la acción se declare vigente, tenemos que el art. 82 de la ley 18.037 –al que remite el art. 168 de la ley 24.241establece en dos años el plazo para la prescripción de la acción para reclamar el cumplimiento de “la obligación de pagar los haberes devengados con posterioridad a la solicitud del beneficio”. Habiendo sido otorgado el beneficio previsional (por invalidez) el 17/9/85 (fs. 49 del Expediente administrativo nº 721-0008510-1-11 reservado en Caja de Seguridad), al 3 de diciembre de 1999 en que se interpuso el USO OFICIAL primer reclamo administrativo –agregado como foja 1 del expediente administrativo nº 024-20072900805-146-1 acumulado a aquél otro prescripción legajo- ya había transcurrido el plazo de respecto de todas las diferencias devengadas hasta noviembre de 1997. Respecto de las diferencias originadas a partir de diciembre de 1997, en cambio, el plazo de la prescripción quedó interrumpido por el reclamo efectuado. Es que el art. 82 de la ley 18.037 citado establece que “La presentación de la solicitud prescripción, ante la siempre Caja que al interrumpe momento el de plazo de formularse el peticionario fuere acreedor al beneficio solicitado.” Así las cosas, el 3 de diciembre de 1999 comenzó a computarse nuevamente el plazo de prescripción respecto de las diferencias nacidas desde diciembre de 1997, interponiéndose la demanda el 8 de mayo de 2000, esto es, antes de que transcurriera un nuevo plazo bienal. De modo que la defensa de prescripción intentada prosperará por las diferencias reclamadas respecto de todos los períodos anteriores a noviembre de 1997 inclusive. El análisis de la pretensión se limitará entonces a las diferencias devengadas con posterioridad a esa época (diciembre de 1997 en adelante). III) Puesta así a examinar la materia a decidir, advierto que la misma no es novedosa. Desde antiguo los tribunales han debatido sobre el alcance de la previsionales garantía de establecida movilidad por el de las art. 14 prestaciones bis de la Constitución Nacional habiendo la Corte Suprema de Justicia de la Nación desde el inicio entendido que el régimen de la ley 18.037 razonable constituía de la en principio garantía aludida, una ya reglamentación que la norma constitucional no especifica el procedimiento a seguir para el logro del objetivo propuesto en cuanto a la evolución del haber, dejando librado el punto al criterio del legislador (Fallos 297:146; 300:195; 269:174; 295:674; 303:1155; 305:1213; 307:2366). La ley 18.037 establecía en su art. 49 la manera de determinar el haber previsional inicial, que debía guardar proporción con los salarios de los agentes en actividad, actualizados según el índice que fijara la Secretaría de Estado de Seguridad Social al 31 de diciembre de cada año, en función de las variaciones del nivel general de las remuneraciones. En el art. 53 preveía un sistema de movilidad de las prestaciones variación del previsionales nivel en general función de las también de la remuneraciones, delegando en la Secretaría de Estado de Seguridad Social la elaboración de los índices respectivos. Por último, su art. 55 facultó al Poder Ejecutivo Nacional a fijar un haber mínimo, estableciendo además la norma un haber máximo. La validez constitucional del sistema, como se reseñara, fue aceptada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en los precedentes citados, por ser considerado en principio una razonable reglamentación de la garantía constitucional. Pero tal validez quedó condicionada a que la aplicación del sistema no derivara en confiscatorio para el patrimonio del beneficiario. Así, por ejemplo, fue la misma Corte Suprema de Justicia de la Nación la que consideró en “Tudor, Enrique J. c. Administración Nacional de la Seguridad Social” (19/08/2004, ED 03/09/2004, 4 - LA LEY 06/10/2004, 11 - TySS 2004, 863) que debía “declararse la inconstitucionalidad de los arts. 55 de la ley 18.037 y 9 de la ley 24.463 en tanto Poder Judicial de la Nación el haber calculado anterioridad, pone según de las sentencias manifiesto que el dictadas tope de con $3.100 aplicado resulta confiscatorio”. De donde aplicación de resulta la que ley constitucionalmente, estaba reducción el 18.037 los haberes. previsionales era desproporcionada mantenido para que resultase la válida dado por la razonabilidad de la de hubiese límite Si estando en la merma en de los relación actividad, era a haberes la que considerada confiscatoria y el principio general dejaba de tener efecto. Así señaló que “Debe confirmarse la sentencia que declaró la inconstitucionalidad del art. 53 de la ley 18.037 (t. o. 1976) e hizo lugar al reajuste peticionado por la afiliada sobre la base del régimen de movilidad prescripto por la ley 14.473 (art. 52, inc. ch), pero en cambio, debe USO OFICIAL dejarse sin efecto el pronunciamiento en cuanto no refirió ni limitó dicha concretas de invalidez constitucional confiscatoriedad a las acreditadas situaciones -o que se acrediten-, permitiendo que se incluyan en la amplitud de sus términos situaciones no abarcadas por el informe producido por el organismo previsional, sin la debida comprobación de su confiscatoriedad.” (Cfr. Corte Suprema de Justicia de la Nación • 05/12/1983 • Muriago de Coll, Fanny • LA LEY 1984-B, 326 - DT 1984-B, 1496). Por lo demás, la Corte Suprema negó que tuviese gravedad institucional –apta recurso extraordinario- el para habilitar criterio la vía interpretativo del para juzgar en qué situaciones se producía dicha desproporción (“Rolón Zappa, Víctor Francisco”, Fallos 308:1848). Sobre la época hasta la cual estuvo vigente el régimen de movilidad de los arts. 49, 53 y 55 de la ley 18.037, la Corte Suprema de Justicia de la Nación tuvo oportunidad de expedirse en “Sánchez, María del Carmen c/ Administración Nacional de la Seguridad Social” el 17 de mayo de 2005 (LL-20/05/2005), señalando que aquél se mantuvo hasta la sanción de la ley 24.463 (30/3/95) que lo derogó para el futuro. Descartó así que la ley 23.928 hubiese alterado aquél método de movilidad, posición ésta que había fijado el Alto Tribunal en su anterior composición en autos "Chocobar, Sixto C. c/ Caja Nac. de Previsión para el Personal del Estado y Servicios Públicos" –fallo del 27/12/96, en publicado el Suplemento de Derecho Constitucional de la Revista La Ley del 21 de marzo de 1997-. En este último precedente, la Corte había considerado que el sistema de movilidad del haber previsional establecido por la ley 18.037 había sido derogado por los arts. 7,10 y 13 de la ley 23.928 por cuando constituía un método de actualización de créditos con fundamento en la depreciación monetaria. Por ello, sólo admitía su aplicación hasta el 31/3/91, en que según la ley 23.928, cesaba todo índice indexatorio. De tal modo, conforme la actual doctrina judicial del Alto Tribunal, correspondería aplicar al actor el régimen de movilidad previsto por el art. 53 de la ley 18.037, con el tope previsto por su art. 55, hasta el 30/3/95, determinando el haber inicial en el modo señalado por el art. 49. Ello, normas no siempre condujere beneficiario de confiscatoria, a y cuando una lesión magnitud en cuyo la aplicación en el suficiente caso el de tales patrimonio para del tornarse sistema resultaría inconstitucional. Para lo cual será necesario examinar en concreto si en nuestro supuesto se configura aquélla brecha para verificar la constitucionalidad de las normas en relación al Sr. López. Cabe preguntarse qué pasa después de dicha fecha (30/3/95). El art. 7 apartado 2 de la ley 24.463 señala que a partir de su vigencia, las prestaciones tendrán la movilidad "que anualmente determine la Ley de Presupuesto", habiéndose mantenido en congelada silencio el legislador la movilidad (Cfr. desde entonces y Graciela E. Cipolleta, “El Fallo Sánchez ¿un cambio de criterio o solo la interpretación de los alcances de un texto derogado?” LL-24-5-05). Frente Federal de la al vacío Seguridad legal, la Sala Social decidió I el de la Cámara 16/6/2005 en “González, Elisa L. c. Administración Nac. de la Seguridad Social” (LA LEY 2005-D, 928, con nota de Eloy A. Nilsson; Javier B. Picone - ED 05/08/2005, 4 - IMP 2005-17, 2345 - JA 2005-III, 746) que en tanto los haberes de los activos se han incrementado significativamente sin que dichos aumentos se Poder Judicial de la Nación hayan visto reflejados en el haber de los pasivos, a fin de corregir tal distorsión y mientras el Congreso no asuma su competencia en la materia, los haberes previsionales deberán ser objeto de reajuste, elaborando un método distinto para tres períodos que definió: El primero, transcurrido entre abril de 1995 y abril de 1997, en el cual se inclinó por la aplicación del A.M.P.O., por ser el sistema adoptado por los arts. 21 y 32 de la ley 24.241 para calcular la movilidad del haber. En este sentido, la sentencia calculó la variación del AMPO entre fines de marzo de 1994 ($ 63) y abril de 1997 ($ 80) concluyendo que el aumento había sido del 27%, estimando confiscatorio entonces que el haber previsional no hubiese recibido al menos un aumento del 12% para que la merma no resultara confiscatoria (en tanto excedió el 15%). USO OFICIAL La Sala I de la Alzada aludió a un segundo período, transcurrido entre mayo de 1997 y diciembre de 2001, en que no se habrían verificado movimientos apreciables en el nivel de los salarios y del costo de vida, habiendo inclusive el índice de precios al consumidor registrado un retroceso del 3,10%, motivo por el cual no consideró lesiva la falta de movilidad en los haberes previsionales. Pero a partir de enero de 2002 sí se habrían generado variaciones en tales índices económicos, que incluyó al índice general de remuneraciones. Y es así que ordenó que a partir de enero de 2002 el haber de los pasivos, a fin de corregir tal distorsión y mientras el Congreso no asuma su competencia en la materia, sean objeto de reajuste semestral en función del incremento que surja del índice general de las remuneraciones confeccionado por el INDEC, en cuanto éste exceda el 15% a partir de lo cual se considera confiscatorio, todo ello sin perjuicio de que los haberes reajustados no deberán exceder las limitaciones consignadas en el precedente "Villanustre, Raúl Félix" dictado por la Corte Suprema de la Justicia de la Nación (no pueden exceder los porcentajes establecidos en la ley de fondo respecto de los sueldos de los activos). También la Sala II del mismo Tribunal entendió el 17/10/2005 tratamiento que de frente la a la movilidad omisión legislativa jubilatoria, del “corresponde establecer un ajuste al haber previsional del 35,50% a partir de julio de 2005 y, hasta tanto el Congreso cumpla con la manda legal, se le reconocerán en forma semestral las diferencias que excedan el porcentaje de confiscatoriedad del 10% en función de la variación del promedio de las remuneraciones declaradas al sistema.”.(“Ortino, José A. v. Administración Nacional de la Seguridad Social”, publicado en RDLSS 2006-1-25 y en Lexis Nexis On Line). En similar sentido, la Sala III expuso su parecer el 14/09/2005 en “Rueda, Roberto c. Administración Nac. de la Seguridad Social” (DT 2006 (enero), 103, publicado también en La Ley On Line), según el cual “A partir del 30 de marzo de 1995, el reajuste previsional deberá practicarse mediante la aplicación del promedio de las remuneraciones declaradas al sistema integrado de jubilaciones y pensiones que difunde el Ministerio de Economía, dado que resulta el mecanismo que más se adecua a la consecución del objetivo, ya que toma como base la remuneración bruta promedio mensual de los puestos de trabajo e incluye la totalidad de los sectores contribuyentes existentes afectados al sistema de reparto” (del voto del doctor Poclava Lafuente). Como se ve, ante la omisión del Congreso, las distintas Salas del Tribunal especializado en la materia han regulado el modo en que la garantía constitucional del art. 14 bis quedaría resguardada. La Corte Suprema de Justicia de la Nación también lo hizo finalmente, en “Badaro, Adolfo Valentín c/ Administración Nacional de la Seguridad Social”, el 8/8/2006 primero (Fallos 329:3089), y el 26/11/2007 luego (LL-2007-F688). Lo hizo en el caso de un jubilado que percibía un haber mensual superior a $ 1.000, y que por ello, se había mantenido ajeno a los incrementos otorgados para las escalas inferiores. En el precedente emitido el 8/8/2006, la Corte Suprema consideró que la ausencia de aumentos en el haber previsional que se verificaba en los beneficiarios que percibían una prestación superior a $ 1.000, desde 1995 a la fecha, no se compadece con un sistema válido de movilidad, desde que la garantía consagrada en el art. 14 bis de la Constitución Nacional tiene como finalidad acompañar a las prestaciones en el transcurso del tiempo para reforzarlas a Poder Judicial de la Nación medida que decae su valor con relación a los salarios de actividad. Opinó que la política de otorgar incrementos sólo a los haberes previsionales más bajos trae como consecuencia el achatamiento de la escala de prestaciones y provoca que quienes contribuyeron al sistema en forma proporcional a sus mayores ingresos se acerquen cada vez más al beneficiario mínimo, poniendo efectuaron en aportes igualdad diferentes de y condiciones quitándoles a el los que derecho a cobrar de acuerdo con su esfuerzo contributivo. Entendió que la creación, a través del decreto 1199/2004, de un suplemento por movilidad equivalente al 10% para los haberes previsionales inferiores a $1000 con el propósito de atender en primer lugar las necesidades más urgentes, no puede llevar a convalidar una postergación USO OFICIAL indefinida de aquellos jubilados que no se encuentran en el extremo inferior de la escala de haberes. Dejó sentado que la movilidad del haber previsional no es un reajuste por inflación, sino que constituye una previsión con contenido social referida a la índole sustitutiva de la prestación jubilatoria, para lo cual es necesario que su cuantía mantenga una proporción razonable con los ingresos de los trabajadores. Destacó Constitución que si Nacional bien el garantiza art. la 14 bis movilidad de de la las jubilaciones dejando librada a la prudencia legislativa la determinación del razonable no y método, puede tal reglamentación desconocer el derecho debe ser de los beneficiarios a una subsistencia decorosa y acorde con la posición que tuvieron durante su vida laboral. Concluyó por ello que la omisión del Congreso de la Nación de disponer un ajuste por movilidad en el haber previsional del actor privó a éste del derecho previsto en el art. 14 bis de la Constitución Nacional, pero sostuvo que ello no habilitaba al Poder Judicial “a fijar la movilidad que cabe reconocer en la causa por cuanto, la trascendencia de la resolución y las condiciones económicas imperantes requieren de una evaluación cuidadosa y medidas de alcance general, debido a la complejidad de la gestión del gasto público y de las múltiples necesidades que está destinado a satisfacer.” El Alto Tribunal consideró inoportuno suplir la inactividad del Poder Legislativo, y por ello, recordando que no es sólo facultad sino también deber el del legislador el de fijar el contenido concreto de la garantía constitucional prevista por el art. 14 bis, difirió el pronunciamiento sobre el período cuestionado, “por un plazo que resulte suficiente para el dictado de las disposiciones pertinentes”, comunicando al Poder Ejecutivo y al Congreso de la Nación su decisión para que adopten las medidas a las que se aludiera. Ahora bien: transcurrido más de un año desde el dictado del pronunciamiento aludido, sin que el Congreso de la Nación hubiese sancionado la ley prevista por el art. 7 de la ley 24.463, fijando el mecanismo específico de movilidad, la Corte Suprema de Justicia de la Nación emitió un nuevo pronunciamiento en la misma causa, en la que recordó que en la anterior ocasión, “al expedirse ..., la Corte consideró que correspondía al Congreso de la Nación fijar los incrementos mediante las leyes de presupuesto, de acuerdo con lo dispuesto por el art. 7, inc. 2, de la ley 24.463, pero que hasta el año 2006 no lo había hecho y esa omisión había producido, a partir de la crisis del año 2002, un severo deterioro en las condiciones de vida del apelante, que juzgó particularmente evidenciado por las variaciones registradas en los indicadores económicos.” Reseñó además que “después de examinar las atribuciones con que cuentan los distintos departamentos del Estado para fijar los incrementos y evaluar las condiciones económicas, financieras y de distribución del gasto público, el Tribunal estimó prudente diferir la decisión sobre la validez del sistema de movilidad impugnado por el recurrente por un plazo que resultara suficiente para el dictado de las disposiciones faltantes. A fin de hacer saber a las autoridades responsables la necesidad observada, comunicó al Poder Ejecutivo y a las dos cámaras del Congreso de la Nación el contenido del fallo”. Añadió “Que la ley 26.198, que aprobó el presupuesto general de la administración nacional del año 2007, convalidó las modificaciones en los valores mínimos de las prestaciones dispuestas en los decretos 391/03, 1194/03, 683/04, 1199/04, 748/05 y 764/06, el suplemento por movilidad establecido en el decreto 1199/04 y el incremento general de Poder Judicial de la Nación los beneficios dispuesto por el citado decreto 764/06 (art. 48).” y “ ...otorgó un aumento del trece por ciento (13%), a ser percibido por todos los jubilados a partir del 1° de enero de 2007 sobre los importes correspondientes al 31 de diciembre de 2006 (art. 45); fijó el haber mínimo en la suma total de quinientos treinta pesos ($ 530) mensuales (art. 46) y autorizó al Poder Ejecutivo a conceder en el curso del año incrementos adicionales en las prestaciones, cuando la evolución de las finanzas públicas lo permitiera (art. 47), lo cual se concretó...a través del decreto 1346/07, que incrementó las prestaciones en un 12,50% a partir del 1° de setiembre” de 2007. Estimó el Alto Tribunal que “el fallo dictado en la causa fue preciso al detallar la omisión legislativa que la Corte había advertido y el daño derivado de ella, por lo que USO OFICIAL no podían suscitarse dudas respecto del contenido de la norma cuyo dictado se estimó necesario: debía reparar adecuadamente el menoscabo sufrido por los beneficiarios que percibían haberes superiores a los mínimos por la falta de una oportuna adaptación a los cambios en las condiciones económicas.” Entendió que resultaba “igualmente claro que las prescripciones de la ley 26.198, que se han reseñado, no son aquéllas que el Tribunal reclamó en la sentencia de fecha 8 de agosto de 2006. Tal conclusión deriva del texto legal aprobado por el Congreso, que ejerce por primera vez las facultades reservadas por la ley de solidaridad previsional y de tal forma establece el incremento anual de las prestaciones, pero que no contiene precepto alguno dirigido a resolver la particular situación que se ha comprobado en autos, vinculada con años anteriores. Así lo expresa su art. 51, en tanto interpreta que las alzas acordadas constituyen la movilidad mínima garantizada para el ejercicio 2007.” Añadió a todo ello que el porcentaje de aumento otorgado para el año 2007 por la citada ley 26.198 rige para la totalidad de la clase pasiva, sin examinar el achatamiento en la escala de beneficios señalado por la Corte, además de que no se ha hecho cargo de que ese desfase se ha venido agravando durante los últimos cinco años, “por lo que no podría sostenerse que la ley 26.198 haya cumplido el deber de corregirlo, máxime cuando ha convalidado en su art. 48 las normas que lo originaron. De estas últimas, sólo el decreto 764/06 introdujo una mejora en el haber del actor, pero su magnitud, como se verá, no guarda relación con la disminución evidenciada en la causa.” Desde tal perspectiva y considerando agotado el plazo razonable a que aludía el fallo anterior, la Corte estimó pertinente expedirse sobre las impugnaciones al sistema instituido por el art. 7, inc. 2, de la ley 24.463, a la luz de su concreto ejercicio durante el período comprendido entre el 1° de enero de 2002 y el 31 de diciembre de 2006, desestimando las objeciones que el actor formulara referentes a la insuficiencia del aumento del 13% previsto en la citada ley 26.198, “ya que su adecuación sólo podrá ser examinada eventualmente, en forma conjunta con el incremento dispuesto por el decreto 1346/07, recién cuando se conozca la evolución definitiva del estándar durante el corriente ejercicio” de vida del –el fallo fue jubilado dictado el 26/11/2007-. Y así, la Corte recordó que si bien había aceptado la validez constitucional de los cambios de los regímenes de movilidad, esto es, del reemplazo de un método de determinación de incrementos por otro, realizado a fin de lograr una mejor administración o dar mayor previsibilidad financiera al sistema de seguridad social (Fallos: 255:262; 295:694; 308:199; 311:1213; 318:1327), el reconocimiento de esa facultad se encontraba sujeto a una indudable limitación, ya que tales modificaciones no pueden conducir a reducciones confiscatorias en los haberes (Fallos: 158:132; 170:394; 179:394; 234:717; 253:783; 258:14; 300:616; 303:1155). Destacó que la ley 24.463 consagró un régimen de movilidad con un nivel de protección menor que el que tenían los existentes hasta el momento de su entrada en vigencia. “La eliminación de los ajustes basados en la comparación con indicadores salariales, mediante la derogación del art. 160 de la ley 24.241, que había mantenido el art. 53 de la ley 18.037, justifica dicha afirmación. También contribuye a demostrar el objetivo de la norma bajo análisis el hecho de que suprimiera los aumentos según las variaciones en los ingresos del sistema que preveía el art. 32 de la ley 24.241 y la prohibición de disponer recomposiciones sobre la base de las remuneraciones individuales. Tales disposiciones, en Poder Judicial de la Nación suma, despojaron a los beneficios de parámetros para su recomposición.” Concluye que el Congreso de la Nación no cumplió con el mandato, en las oportunidades y con el alcance exigidos por el art. 14 bis de la Constitución Nacional, pues para conferir eficacia a la finalidad protectora de la ley fundamental, sostuvo, su reglamentación debe guardar una razonable vinculación con los cambios que afectan al estándar de vida que se pretende resguardar, lo que no sucede si el régimen en cuestión termina desconociendo la realidad que debe atender haberes (Fallos: que se 327:3677), apartan por con correcciones completo de los en los indicadores económicos. Advirtió que “tal defecto se comprueba en el caso pues, frente a subas en el nivel de precios del 91,26% en el USO OFICIAL período examinado” -1/1/2002 al 31/12/2006- y modificaciones en los salarios del 88,57%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, la prestación del actor se encuentra alcanzada sólo por el incremento general del 11% dispuesto por el decreto acreditan 764/06 en ese suficientemente la mismo lapso, pérdida guarismos invocada por que el apelante”. Destacó además que no había quedado demostrado en la causa la existencia de muy graves circunstancias de orden económico o financiero que impidieran el mandato constitucional recuperación prestación sustancial del actor, o disponer, del y acatar en lo inmediato cuando deterioro ello menos, sufrido tampoco surge por la de los antecedentes de las normas en juego, lo que lo llevó desestimar por falta de fundamento las una invocaciones a del organismo previsional referentes a la gravedad institucional del caso y la crisis de las cuentas públicas, manifestaciones que además, estimó que no condicen con la mejora en las cifras de la recaudación y balance fiscal que son de público conocimiento. Por las razones expuestas, decidió declarar en el caso la aplicable inconstitucionalidad y ordenar su del régimen sustitución y el de pago movilidad de las diferencias pertinentes, fijando en el Considerando 21 del fallo el método a seguir. Dispuso en este sentido que los haberes jubilatorios deben ajustarse de modo de dar adecuada satisfacción a su carácter sustitutivo, lo que “lleva a resolver la cuestión planteada mediante la utilización del nivel general del índice de salarios elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.” Por último, dejó aclarado que ello no obstaba en el caso a la ulterior aplicación de las disposiciones del art. 45 de la ley 26.198 y del decreto 1346/07, pues no podía ser interpretados como que respondían al cumplimiento del deber impuesto por la sentencia del Tribunal del 8 de agosto de 2006, que puso el acento en el deterioro de las prestaciones jubilatorias durante los años 2002 a 2006. En síntesis, el Alto Tribunal resolvió declarar la inconstitucionalidad del art. 7, inc. 2, de la ley 24.463, disponer que la prestación del actor se ajustase, a partir del 1° de enero de 2002 y hasta el 31 de diciembre de 2006, según las variaciones anuales del índice de salarios, nivel general, elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, y ordenar a la demandada que abonare el nuevo haber y las retroactividades que surgiesen de la liquidación, en el plazo previsto por el art. 2 de la ley 26.153, estas últimas con más los intereses a la tasa pasiva según el precedente de Fallos: 327:3721 ("Spitale" —La Ley Online—), autorizándose la deducción de las sumas que pudieran haberse abonado en cumplimiento de las disposiciones del decreto 764/06. Al panorama jurisprudencial reseñado, cabe agregar todavía que el 15/10/2008 se promulgó la ley 26.417, cuyo art. 1 estableció que todas las prestaciones previsionales otorgadas en virtud de la Ley 24.241, de regímenes nacionales generales anteriores a la misma regímenes especiales institutos partir de la establecido derogados, provinciales regímenes fueron en y el en o por municipales transferidos a entrada y sus modificatorias, de de 32 de de la la ex-cajas previsión la Nación, vigencia artículo las o cuyos se ajustarán ley Ley conforme 24.241 y lo sus modificatorias, que también modificó. El art. 32 citado quedó redacto del siguiente modo: “Las prestaciones mencionadas en los incisos a), b), c), d), e) y f) del modificatorias, artículo serán 17 móviles. de El la Ley índice 24.241 de y movilidad sus se obtendrá conforme la fórmula que se aprueba en el Anexo de la presente ley. En ningún caso la aplicación de dicho índice Poder Judicial de la Nación podrá producir la disminución del haber que percibe el beneficiario.” La fórmula utiliza como variables la variación de los recursos tributarios por beneficio con que cuenta el ANSES, así como del nivel de remuneraciones. El art. 15 de la ley 26.417 estableció que “El primer ajuste en base a lo establecido en el artículo 32 y concordantes de la Ley 24.241 y sus modificatorias se aplicará el 1º de marzo de 2009.” De modo que a partir del 1 de marzo de 2009 se aplicará el sistema de movilidad previsto expresamente por el legislador, en cumplimiento del mandato contenido por el art. 7 de la ley 24.463. III) En resumidas cuentas, conforme la abundante jurisprudencia imperante en la materia, que se ha intentado USO OFICIAL sistematizar en el punto precedente, constitucional de los arts. 49, 53 y 55 la validez de la ley 18.037 a cuya luz se ha fijado el haber inicial del actor y se ha reajustado el mismo, sometiéndolo al tope legal, dependerá de la merma que su aplicación provoque en relación al salario activo respetando siempre los porcentajes legales (entre el 70 y el 82%). Dicha normativa, de admitirse su constitucionalidad, será aplicada hasta el 30/3/95. A partir de allí y hasta diciembre de 2001, no habría habido desfase alguno que reparar, según “Badaro”. Para el período 1/1/02 al 31/12/06, habrá que estarse a lo dispuesto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en “Badaro II”, donde ordenó que la prestación del actor se ajustase según las variaciones anuales del índice de salarios, nivel general, elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. IV) Puesta a examinar entonces si existe el alegado desfase entre el haber previsional inicial fijado para el Sr. López y el salario del personal activo, tenemos que del expediente administrativo reservado surge que su haber inicial era de A 78 del expediente administrativo en Caja de Seguridad 70,045 al 1/11/85 (fs. reservado en Caja de Seguridad), ascendiendo a A 221,83 al 7/8/87. Para verificar si existe desfase entre el haber jubilatorio percibido por el actor desde allí en adelante, en relación al salario del trabajador activo, y en su caso, de qué magnitud, nos encontramos con varias dificultades. En primer lugar, el informe de fs. 57 sólo contiene el sueldo de un guardatren en actividad al 4/12/2006 (señalando que era de $ 799). Pero ninguna información se brindó que permita comparar su salario pasivo con el activo al momento del otorgamiento del beneficio (noviembre de 1985). Según se afirmara a fs. 78 del legajo administrativo, su haber inicial estaría configurado por el 70% del salario de actividad, bien que partiendo de la base de salarios tomados a valores históricos y actualizados en el modo previsto por el art. 49 de la ley 18.037. Pero careciendo de todo elemento de prueba que permita tener por configurado el desafasaje exigido por la jurisprudencia para considerar inconstitucional los arts. 49 y 53 de la ley 18.037, estimo que el planteo no podrá prosperar. Cabe recordar en este sentido que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha reiteradamente señalado en materia previsional -durante la vigencia de la anterior legisla- ción- que "...para llegar a establecer la solución que corresponda al caso concreto es preciso determinar si en las circunstancias de la respectiva causa aparece o no quebrada la línea de razonable proporcionalidad que debe existir entre la situación de pasividad y la que resultaría de haber continuado el titular en el desempeño de su función..." (Fallos 307:1985). Sobre el punto, es esclarecedor el voto en disidencia de los Ministros Petracchi, Belluscio y Bossert en “Villagra, María 14/10/99, donde verificado que Teresa s/ Pensión”, recordaron el uso de que un Fallos “...este sistema 322:2458 del Tribunal ha distinto del que prescribía el régimen legal aplicable posibilitó resultados notoriamente apartados de la realidad que se debía ponderar, pues el monto de la prestación así obtenida no saneaba en todos los casos el deterioro producido en el haber por aplicación de coeficientes administrativos defectuosos...a la vez que en otros, excedía en determinados períodos la remuneración que habría percibido el beneficiario de haber continuado en actividad, situación que ha debido ser atendida Poder Judicial de la Nación por la Corte dejando de lado o limitando la fórmula abstracta propuesta en el fallo (causas V.30.XXII ´Villanustre, Raúl Félix´; M.373.XXI ´Melo, Damián Nicolás´; L.3 y L.85.XXI ´Llanos, Carmen´, falladas 17 de diciembre de 1991, 25 de febrero de 1992 y 3 de marzo de 1992 respectivamente)...”. Por ello, no habiéndose demostrado en el caso, de manera concreta, el desfase que constituye el presupuesto de hecho sobre el que se construye el reclamo, no será posible declarar la inconstitucionalidad de los arts. 49 y 53 de la ley 18.037. Sin perjuicio de ello, respecto de los períodos posteriores al 31/3/91 y devengados hasta el 31/3/95, el organismo previsional -que admitió no haber aplicado la ley 18.037 por entenderla derogado frente a la vigencia de la ley 23.928- deberá aplicar la movilidad prevista por la ley USO OFICIAL citada. En este sentido, es de aplicación el precedente emitido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en “Sánchez, María del Carmen c. Administración Nac. de la Seguridad Social” (LA LEY 2005-D, 855 - DJ 2005-2, 1156 - IMP 2005-17, 2344 - TySS 2005, 660), según el cual el régimen de movilidad de las prestaciones jubilatorias según el índice del nivel general de remuneraciones previsto en el art. 53 de la ley 18.037 subsiste con posterioridad a la sanción de la ley 23.928 y hasta la sanción de la ley 24.463 (30/3/95). Por ello, corresponderá ordenar al ANSES que reajuste el haber previsional del actor desde el 31/3/91 y hasta el 30/3/95 a través de aquél sistema, aunque estén prescriptas las diferencias habidas en sus haberes por tal período. Es que no debe confundirse procedimiento de el derecho cálculo del de la actor a obtener un desde la movilidad determinación del haber, con su derecho a obtener el pago de las diferencias devengadas por el período prescripto (Cfr. Corte Suprema de Justicia de la Nación, 13/11/2007, Blume, Orlando c. Administración Nacional de la Seguridad Social, LA LEY 28/12/2007, 5 - LA LEY 2008-A, 356 - DJ 23/01/2008, 143). Por lo demás, fue también el Alto Tribunal el que sostuvo que por el período transcurrido entre el 31/3/91 y el 30/3/95 debe aplicarse lisa y llanamente la movilidad prevista por la ley 18.037, sin deducción de ningún índice de confiscatoriedad (28/11/2006, Pellegrini, Américo c. Administración Nac. de la Seguridad Social, LA LEY 14/02/2007, 6 - LA LEY 2007-A, 487 - DJ 2007-I, 385 - DT 2007 Fallos Corte: 329:5525) pues el problema relación con la falta de actualización de los actora encontraba citada, que no planteado en ingresos de la solución en las propias normas de la ley contemplaron merma alguna en la movilidad reconocida ni en el monto de los ajustes que correspondía trasladar a los pasivos en la forma y tiempo previstos en el art. 53. Por último, cabe decidir qué sucederá con el haber previsional del actor desde el 31/3/95 a la fecha, teniendo en cuenta que el Congreso de la Nación ha omitido reglamentar la pauta de movilidad a la que alude el art. 7 inciso 2 de la ley 24.463, habiendo ya pasado más de una década desde la implementación del sistema. En el caso que nos ocupa, el actor percibía un haber jubilatorio inferior a $ 1.000, por lo que resultará necesario evaluar cuáles son los aumentos dispuestos por el Poder Ejecutivo Nacional o por el Congreso de la Nación que lo beneficiaron, para verificar si la situación es similar o no a la juzgada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el precedente citado. Y así tenemos que desde 1997 a la fecha, el actor sólo vio incrementado su haber del siguiente modo: * Aplicación del "SUPLEMENTO POR MOVILIDAD", creado por el art. 1 del Decreto 1199/2004, equivalente al 10% del haber mensual de cada prestación, el que se devengó a partir del 1º de septiembre de 2004. * Incremento del 11% otorgado por el Decreto 764/2006 a partir del 1/6/2006, habiendo la norma además aumentado el haber mínimo a $ 470. * Incremento del 13% a partir del 1º de enero de 2007, establecido por el art. 45 de la ley 26.198, que además fijó en su art. 46 el haber mínimo en la suma de $ 530. * Aumento del 12% desde el 1/9/2007, dispuesto por Decreto 1346/07. * Incremento del 15% establecido por el Decreto 279/08 (7,5% a partir del 1/3/08 y otro 7,5% desde el 1/7/08). Todos los aumentos detallados han beneficiado también a quienes percibían un salario superior a $ 1.000, de Poder Judicial de la Nación modo que juzgo la situación idéntica a la tenida en cuenta por el Alto Tribunal en “Badaro”. Por ello, similar también será la solución que se adopte, con la única salvedad del período transcurrido con posterioridad al 31/12/2006 y hasta el 30/6/2009, pues este Tribunal evolución se encuentra definitiva ya del en condiciones estándar durante los años 2007, 2008 de de vida evaluar del “la jubilado” y primer trimestre del 2009 (Considerando 12). En este último sentido, tenemos que el índice de salarios creció desde el 31/12/2006 al 31/3/2009 (época a partir de la cual se aplica el sistema previsto por la ley 26.417) el 37 % (289,60 –índice al 31/3/09- : 187,62 –índice al 31/12/06- = 1,54 = 54%). Los aumentos en el haber jubilatorio otorgados para igual período por el art. 45 de la USO OFICIAL ley 26.198 (13% a partir del 1/1/07), Decreto 1346/07 (12,50% a partir del 1/9/07) y Decreto 279/08 (7,50% a partir del 1/1/08 y otro 7,50% a partir del 1/7/08) ascienden con conjunto al 40,50%, a lo que debe adicionarse todavía la prestación única dada por el Decreto 2300/2008 de $ 200, importes que sin embargo, no son suficientes para compensar el deterioro sufrido (57%). De modo que el reclamo prosperará en relación a las diferencias devengadas desde el 3/12/97 y el 31/3/2009, sin que procedan por los períodos posteriores por encontrarse en vigencia la ley 26.417 que cumpliendo el vacío legal, reguló para el futuro el sistema de movilidad de las prestaciones. Régimen cuya solvencia para atenerse a la norma constitucional no ha sido aún evaluada. IV) Por todo lo hasta aquí expuesto, corresponde acoger la defensa de prescripción interpuesta por ANSES por las diferencias devengadas en los períodos noviembre de 1985 a noviembre de 1997, declarar la inconstitucionalidad del art. 7 inc. 2 de la ley 24.463 y hacer lugar a la demanda en lo que respecta a la movilidad de la prestación previsional por el período diciembre de 1997 al 31/3/2009, disponiendo que la prestación del actor se ajuste hasta el 31/3/95 de acuerdo al sistema previsto por la ley 18.037 y a partir del 1/1/2002, según las variaciones anuales del índice de salarios, nivel general, elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, debiendo la demandada abonar el nuevo haber liquidación y las retroactividades –únicamente en este que caso surjan por posteriores a noviembre de 1997, inclusive-, los de la períodos en el plazo previsto por el art. 22 de la ley 24.463 (modificado por el art. 2 de la ley 26.153), éstas últimas con más los intereses moratorios calculados a la tasa pasiva promedio que publica mensualmente el Banco Central de la República Argentina (Cfr. Fallos 327:3721). Las costas serán impuestas en el orden causado, tanto en lo atinente a la incidencia generada por la defensa de prescripción como por el proceso principal, en atención a lo dispuesto perjuicio de por el art. 21 de la que no se encuentra advertir ley mencionada. acreditada Sin la condición de cada profesional frente al Impuesto al Valor Agregado en el modo exigido por la Resolución General 689/99 de la AFIP y por razones de economía procesal, se procederá igualmente en este estado a regular los honorarios de los profesionales intervinientes según la actuación cumplida por cada uno, dejando aclarado que sólo corresponderá adicionar el 21% del profesionales Impuesto que al Valor acrediten su Agregado condición de de aquellos Responsables Inscriptos ante aquél Tributo. Por ello, RESUELVO: I) HACER LUGAR a la excepción de prescripción articulada por la Administración Nacional de la Seguridad Social en torno al reclamo atinente a las diferencias devengadas entre noviembre de 1985 y noviembre de 1997 ambos inclusive, RECHAZANDO el planteo de inconstitucionalidad de los arts. 49 y 53 de la ley 18.037, y DECLARANDO la inconstitucionalidad del art. 7 inc. 2 de la ley 24.463, HACIENDO LUGAR demanda intentada por en consecuencia parcialmente a la el Sr. JULIO LOPEZ contra la Administración Nacional de la Seguridad Social, disponiendo que la prestación del actor se ajuste por el período 31/3/91 al 31/3/95 de acuerdo al mecanismo previsto por los arts. 49 y 53 de la ley 18.037 y desde el 1/1/2002 al 31/3/2009, según las variaciones anuales del índice de salarios, nivel general, elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, debiendo la demandada abonar el nuevo haber y las retroactividades que surjan de la liquidación por las diferencias devengadas a partir del mes de diciembre de 1997 Poder Judicial de la Nación (no prescriptas), en el plazo de ciento veinte días hábiles (120 días) de quedar firme la presente, plazo previsto por el art. 22 de la ley 24.463 (modificado por el art. 2 de la ley 26.153), devengando las diferencias adeudadas un interés moratorio a la tasa pasiva promedio que publica mensualmente el Banco Central de la República Argentina (Cfr. Fallos 327:3721) –que se devengará desde la mora y hasta el efectivo pago-. II) Costas por su orden, tanto en lo que atañe al proceso principal como a la incidencia originada en la defensa de prescripción (art. 21 ley 24.463). Tomando como base las pautas previstas por el art. 6 de la ley 21.839, regulo los honorarios de los Dres. ALBERTO R. APARICIO, actuando como apoderado por el actor, en la suma de pesos QUINIENTOS ($ 500) y los de la Dra. NORMA M. BUSTAMANTE, USO OFICIAL patrocinante de la misma parte, en la suma de pesos UN MIL QUINIENTOS ($ 1.500). Todo de conformidad con lo establecido por los arts. 7,9 y 38 de la ley 21.839. Los honorarios regulados devengarán en caso de mora el interés previsto por el art. 61 de la ley 21.839. En lo atinente a los honorarios de los Dres. Jorge Vela y Rodolfo Luis Vargas, encontrándose en vigencia el art. 7 del Decreto 1204/2001, no corresponde regular los mismos. Notifíquese y regístrese. Firme que sea, devuélvase al ANSES el expediente administrativo reservado en Caja de Seguridad, a cuyo fin se librará oficio de estilo.