Poder Judicial de la Nación

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Poder Judicial de la Nación
Neuquén,
23
de noviembre de 2009.
Y VISTOS: Para dictar sentencia en los presentes
caratulados: "LOPEZ, JULIO
C/
ADMINISTRACIÓN
NAC. DE LA
SEGURIDAD SOCIAL (ANSES) S/ ORDINARIO" (Expte. Nº 164, Folio
287, Año 2000), de los que
RESULTA: 1) Que a fs. 7/11 comparece el Sr. Julio
López, por medio de apoderado, a iniciar demanda contra la
Administración Nacional de la Seguridad Social, con domicilio
en
Capital
Federal,
persiguiendo
el
reajuste
del
haber
jubilatorio desde la concesión del beneficio, en el año 1985,
hasta el presente.
Relata a tales fines haber prestado servicios en
Ferrocarriles Argentinos desde 1946 hasta 1985 en que accedió
el
beneficio
jubilatorio,
desempeñando
al
momento
de
su
USO OFICIAL
retiro de la actividad en la categoría de Guardatren “U”.
Señala que al momento de interponer la demanda su
haber
como
pasivo
ascendía
a
$
308,50,
que
resulta
sustancialmente inferior al que le hubiese correspondido de
haberse aplicado los índices previstos por la ley vigente al
momento de obtener el beneficio, constituyendo a su juicio la
injusta desproporción una clara violación de los arts. 14 bis
y 17 de la Constitución Nacional.
Afirma que la prestación previsional que recibe no
guarda relación con el sueldo del trabajador activo, creando
serias dificultades económicas al actor.
Admite que la Constitución Nacional no preconiza un
único
sistema
de
movilidad,
confiando
su
elección
a
la
prudencia legislativa, pero opina que el que se implante sólo
será válido en tanto no desvirtúe la razón de ser de la
movilidad,
que
es
acompañar
a
las
prestaciones
en
el
transcurso del tiempo para reforzarlas a medida que decaiga
su poder adquisitivo.
Plantea la inconstitucionalidad de los arts. 49, 53
y 55 de la ley 18.037 y del art. 160 de la ley 24.241, así
como de las previsiones de la ley 24.463 que derogan el
principio de proporcionalidad que siempre rigió la relación
entre el haber de pasividad y el de actividad, negando la
naturaleza sustitutiva del primero respecto del segundo.
Funda su derecho, ofrece prueba, hace reserva del
caso federal y pide que oportunamente se haga lugar a la
demanda, con costas.
2) Corrido traslado de la acción, comparece a fs.
34/42 la Administración Nacional de la Seguridad Social a
contestarla por medio de su apoderado.
Niega que el actor haya ingresado a trabajar para
Ferrocarriles Argentinos el 3/12/46 y que al momento de su
retiro se desempeñara como Guardatren, negando también que su
haber jubilatorio se encuentre reducido por la no aplicación
de los índices de corrección correspondientes, y que hubiese
una injusta desproporción entre el haber de pasividad y el
del activo, defendiendo la constitucionalidad de las normas
objetadas.
En este sentido, recuerda que originariamente, la
financiación
función
del
sistema
únicamente
de
de
los
reparto
fue
aportes
del
estructurada
personal
en
activo,
habiéndose acudido a aportes de la Tesorería General para
salvar los desequilibrios financieros. Tras el dictado de la
ley
24.463,
agrega,
se
ha
destacado
que
el
régimen
previsional público es de reparto, basado en el principio de
solidaridad, garantizando el Estado Nacional el otorgamiento
y pago de las prestaciones establecidas, pero sólo hasta el
monto
de
fijándose
los
créditos
anualmente
en
presupuestarios
la
ley
de
comprometidos,
presupuesto
el
límite
máximo del crédito para atender el pago de las sentencias
judiciales. Pone de resalto que el Estado Nacional no ha
asumido
responsabilidad
directa
en
la
materialización
concreta del derecho al beneficio previsional.
Advierte que la limitación de naturaleza financiera
es un dato objetivo que acota las posibilidades reales para
hacer frente a los pagos de los haberes, alegando que el
régimen de reparto fue estructurado sobre la base de una
absoluta independencia de la puntual y concreta remuneración
del
equivalente
en
actividad
del
beneficiario.
También
observa que en el marco del principio de solidaridad, los
beneficios más altos son reducidos con la finalidad de lograr
una
adecuada
cobertura
para
los
sectores
de
más
bajos
recursos.
Explica que el sistema de movilidad previsto por la
ley 18.037 ha perdido vigencia, y fue sustituido por el art.
Poder Judicial de la Nación
5
de
la
régimen
ley
24.463,
previsional
según
el
público
cual
las
tendrán
prestaciones
la
del
movilidad
que
anualmente determine la Ley de Presupuesto Nacional, conforme
al cálculo de recursos respectivos, recordando
Suprema
de
Justicia
Constitución
de
Nacional
no
la
que la Corte
Nación
ha
advertido
que
la
preconiza
un
único
sistema
de
movilidad, confiando su elección a la prudencia legislativa.
Recuerda además que el art. 7 de la ley 24.463
establece expresamente en su último párrafo que la movilidad
en ningún caso podrá consistir en una determinada proporción
entre el haber de retiro y la remuneración de los activos.
Sostiene
que
el
accionante
parte
de
la
premisa
equivocada de atribuir al Estado Nacional una obligación de
garantía ilimitada que no es tal, pues ella está restringida
a la partida presupuestaria aprobada cada año por el Congreso
USO OFICIAL
de la Nación.
Tras
describir
cómo
fue
calculado
el
haber
previsional inicial del actor, explica que en virtud del art.
13 de la ley 23.928, de orden público, a partir del 31/3/91
se suprimieron los mecanismos de actualización monetaria o
repotenciación de créditos, careciendo desde entonces de todo
sustento
legal
los
cuestionamientos
hacia
el
sistema
de
movilidad implementado por el art. 53 de la ley 18.037 (que
contemplaba
el
nivel
general
de
variación
de
las
remuneraciones en general y no la particular variación que
pudo
tener
el
salario
de
un
activo
individualmente
considerado).
Destaca además que la Corte Suprema de Justicia de
la
Nación
declaró
en
“Jáuregui,
Olga
Esther
s/Jubilación
Ordinaria”, del 6/7/89, que el sistema de movilidad de las
prestaciones de la ley 18.037 se sustenta en un sistema de
coeficientes que no contempla la evolución de los activos
para determinar la movilidad de las prestaciones.
Niega que el haber básico de pasividad del actor
ascienda
a
$
308,50,
afirmando
que
a
dicho
importe
debe
adicionarse la movilidad y el suplemento del haber mínimo
ferroviario, por lo que en el periodo 02/2006, afirma, el Sr.
López percibió un haber de $ 631,83.
Añade que recientemente se han otorgado distintos
aumentos a los jubilados que perciben los haberes mínimos,
que alcanzan al actor.
Ofrece prueba, opone subsidiariamente excepción de
prescripción -dejándola planteada para el caso
de que se
entienda procedente el reclamo, en relación a las diferencias
en los haberes devengadas con posterioridad al otorgamiento
del beneficio, recordando que el plazo fijado por
los arts.
168 de la ley 24.241 y 82 de la ley 18.037 es de dos añosfunda su derecho
y hace reserva del caso federal, pidiendo
que se rechace la demanda, con costas.
3) Corrido traslado de la excepción de prescripción
a fs. 48 -y antes de darse inicio a la audiencia del art. 360
del CPCyC-, la actora mantuvo silencio.
Celebrada la audiencia referida, en ella se tuvo
por
fracasada
la
instancia
conciliatoria
declarándose
la
apertura del período probatorio, arrimándose al proceso las
siguientes medidas: informativa a la Unión Ferroviaria (fs.
57) y al ANSES (fs. 59 y 76), clausurándose a fs. 79 el
período respectivo.
Agregado
el
alegato
presentado
por
la
demandada
(fs.85/86), a fs. 89 se llamó AUTOS para dictar sentencia; y
CONSIDERANDO: I) Que tal como ha quedado trabada la
litis, de acuerdo a la reseña efectuada, la actora pretende
que
judicialmente
se
ordene
el
reajuste
de
su
haber
previsional inicial de acuerdo a la evolución que tuvieron
las
remuneraciones
idéntica
de
categoría
y
un
trabajador
situación
en
laboral,
actividad
desde
1985
con
a
la
fecha, con más los intereses moratorios respectivos. Todo en
función de considerar que el derecho constitucional a que la
ley establezca "jubilaciones...móviles" comprende el derecho
a
un
ingreso
sustituya
la
actividad.
que
mantenga
remuneración
el
que
status
del
percibía
beneficiario
cuando
estaba
y
en
Concluye por ello que las normas vigentes -que
condujeran según afirma a un evidente desfase entre ambos
niveles
salariales-
sintéticamente
resultan
expuesta,
inconstitucionales.
la
posición
sustentada
Tal
es,
por
el
de
la
público
de
demandante.
Por
Seguridad
su
Social
lado,
ha
la
Administración
señalado
que
el
Nacional
sistema
reparto se funda en el principio de solidaridad, y que el
Estado sólo colabora con los aportes máximos fijados cada año
en la Ley de Presupuesto, sin que su responsabilidad sea
Poder Judicial de la Nación
directa ni ilimitada. Opuso además la prescripción de la
acción.
II) Examinando por razones metodológicas la suerte
de la defensa de prescripción intentada,
subsidiario,
y
a
los
fines
de
pese a su carácter
delimitar
el
análisis
de
fundabilidad de la pretensión sólo a los períodos por los
cuales la acción se declare vigente, tenemos que el art. 82
de la ley 18.037 –al que remite el art. 168 de la ley 24.241establece en dos años el plazo para la prescripción de la
acción para reclamar el cumplimiento de “la obligación de
pagar los haberes devengados con posterioridad a la solicitud
del
beneficio”.
Habiendo
sido
otorgado
el
beneficio
previsional (por invalidez) el 17/9/85 (fs. 49 del Expediente
administrativo
nº
721-0008510-1-11
reservado
en
Caja
de
Seguridad), al 3 de diciembre de 1999 en que se interpuso el
USO OFICIAL
primer reclamo
administrativo –agregado como foja 1
del
expediente administrativo nº 024-20072900805-146-1 acumulado
a aquél otro
prescripción
legajo- ya había transcurrido el plazo de
respecto
de
todas
las
diferencias
devengadas
hasta noviembre de 1997.
Respecto de las diferencias originadas a partir de
diciembre de 1997, en cambio, el plazo de la prescripción
quedó interrumpido por el reclamo efectuado. Es que el art.
82 de la ley 18.037 citado establece que “La presentación de
la
solicitud
prescripción,
ante
la
siempre
Caja
que
al
interrumpe
momento
el
de
plazo
de
formularse
el
peticionario fuere acreedor al beneficio solicitado.”
Así las cosas, el 3 de diciembre de 1999 comenzó a
computarse nuevamente el plazo de prescripción respecto de
las
diferencias
nacidas
desde
diciembre
de
1997,
interponiéndose la demanda el 8 de mayo de 2000, esto es,
antes de que transcurriera un nuevo plazo bienal.
De modo que la
defensa de prescripción intentada
prosperará por las diferencias reclamadas respecto de todos
los períodos anteriores a noviembre de 1997 inclusive.
El análisis de la pretensión se limitará entonces a
las
diferencias
devengadas
con
posterioridad
a
esa
época
(diciembre de 1997 en adelante).
III) Puesta así a examinar la materia a decidir,
advierto que la misma no es novedosa.
Desde antiguo los tribunales han debatido sobre el
alcance
de
la
previsionales
garantía
de
establecida
movilidad
por
el
de
las
art.
14
prestaciones
bis
de
la
Constitución Nacional habiendo la Corte Suprema de Justicia
de la Nación desde el inicio entendido que el régimen de la
ley
18.037
razonable
constituía
de
la
en
principio
garantía
aludida,
una
ya
reglamentación
que
la
norma
constitucional no especifica el procedimiento a seguir para
el logro del objetivo propuesto en cuanto a la evolución del
haber, dejando librado el punto al criterio del legislador
(Fallos
297:146;
300:195;
269:174;
295:674;
303:1155;
305:1213; 307:2366).
La ley 18.037 establecía en su art. 49 la manera de
determinar el haber previsional inicial, que debía guardar
proporción con
los salarios de
los agentes en
actividad,
actualizados según el índice que fijara la Secretaría de
Estado de Seguridad Social al 31 de diciembre de cada año, en
función
de
las
variaciones
del
nivel
general
de
las
remuneraciones.
En el art. 53 preveía un sistema de movilidad de
las
prestaciones
variación
del
previsionales
nivel
en
general
función
de
las
también
de
la
remuneraciones,
delegando en la Secretaría de Estado de Seguridad Social la
elaboración de los índices respectivos.
Por último, su art. 55 facultó al Poder Ejecutivo
Nacional a fijar un haber mínimo, estableciendo además la
norma un
haber máximo.
La
validez
constitucional
del
sistema,
como
se
reseñara, fue aceptada por la Corte Suprema de Justicia de la
Nación en los precedentes citados, por ser considerado en
principio
una
razonable
reglamentación
de
la
garantía
constitucional.
Pero
tal
validez
quedó
condicionada
a
que
la
aplicación del sistema no derivara en confiscatorio para el
patrimonio del beneficiario.
Así, por ejemplo, fue la misma Corte Suprema de
Justicia de la Nación la que consideró en “Tudor, Enrique J.
c.
Administración
Nacional
de
la
Seguridad
Social”
(19/08/2004, ED 03/09/2004, 4 - LA LEY 06/10/2004, 11 - TySS
2004, 863) que debía “declararse la inconstitucionalidad de
los arts. 55 de la ley 18.037 y 9 de la ley 24.463 en tanto
Poder Judicial de la Nación
el
haber
calculado
anterioridad,
pone
según
de
las
sentencias
manifiesto
que
el
dictadas
tope
de
con
$3.100
aplicado resulta confiscatorio”.
De
donde
aplicación
de
resulta
la
que
ley
constitucionalmente, estaba
reducción
el
18.037
los
haberes.
previsionales
era
desproporcionada
mantenido
para
que
resultase
la
válida
dado por la razonabilidad de la
de
hubiese
límite
Si
estando
en
la
merma
en
de
los
relación
actividad,
era
a
haberes
la
que
considerada
confiscatoria y el principio general dejaba de tener efecto.
Así señaló que “Debe confirmarse la sentencia que
declaró la inconstitucionalidad del art. 53 de la ley 18.037
(t. o. 1976) e hizo lugar al reajuste peticionado por la
afiliada sobre la base del régimen de movilidad prescripto
por la ley 14.473 (art. 52, inc. ch), pero en cambio, debe
USO OFICIAL
dejarse sin efecto el pronunciamiento en cuanto no refirió ni
limitó
dicha
concretas
de
invalidez
constitucional
confiscatoriedad
a
las
acreditadas
situaciones
-o
que
se
acrediten-, permitiendo que se incluyan en la amplitud de sus
términos situaciones no abarcadas por el informe producido
por el organismo previsional, sin la debida comprobación de
su confiscatoriedad.” (Cfr. Corte Suprema de Justicia de la
Nación •
05/12/1983 •
Muriago de Coll, Fanny •
LA LEY
1984-B, 326 - DT 1984-B, 1496).
Por lo demás, la Corte Suprema negó que tuviese
gravedad
institucional
–apta
recurso
extraordinario-
el
para
habilitar
criterio
la
vía
interpretativo
del
para
juzgar en qué situaciones se producía dicha desproporción
(“Rolón Zappa, Víctor Francisco”, Fallos 308:1848).
Sobre
la
época
hasta
la
cual
estuvo
vigente
el
régimen de movilidad de los arts. 49, 53 y 55 de la ley
18.037,
la
Corte
Suprema
de
Justicia
de
la
Nación
tuvo
oportunidad de expedirse en “Sánchez, María del Carmen c/
Administración Nacional de la Seguridad Social” el 17 de mayo
de 2005 (LL-20/05/2005), señalando que aquél se mantuvo hasta
la sanción de la ley 24.463 (30/3/95) que lo derogó para el
futuro.
Descartó así que la ley 23.928 hubiese alterado
aquél método de movilidad,
posición ésta que había fijado el
Alto Tribunal en su anterior composición en autos "Chocobar,
Sixto C. c/ Caja Nac. de Previsión para el Personal del
Estado y Servicios Públicos" –fallo del 27/12/96,
en
publicado
el Suplemento de Derecho Constitucional de la Revista La
Ley del 21 de marzo de 1997-.
En
este
último
precedente,
la
Corte
había
considerado que el sistema de movilidad del haber previsional
establecido por la ley 18.037 había sido derogado por los
arts. 7,10 y 13 de la ley 23.928 por cuando constituía un
método de actualización de créditos con fundamento en la
depreciación monetaria. Por ello, sólo admitía su aplicación
hasta el 31/3/91, en que según la ley 23.928, cesaba todo
índice indexatorio.
De tal modo, conforme la actual doctrina judicial
del Alto Tribunal, correspondería aplicar al actor el régimen
de movilidad previsto por el art. 53 de la ley 18.037, con el
tope previsto por su art. 55, hasta el 30/3/95, determinando
el haber inicial en el modo señalado por el art. 49.
Ello,
normas
no
siempre
condujere
beneficiario
de
confiscatoria,
a
y
cuando
una
lesión
magnitud
en
cuyo
la
aplicación
en
el
suficiente
caso
el
de
tales
patrimonio
para
del
tornarse
sistema
resultaría
inconstitucional.
Para lo cual será necesario examinar en concreto si
en
nuestro
supuesto
se
configura
aquélla
brecha
para
verificar la constitucionalidad de las normas en relación al
Sr. López.
Cabe preguntarse qué pasa después de dicha fecha
(30/3/95).
El art. 7 apartado 2 de la ley 24.463 señala que a
partir de su vigencia, las prestaciones tendrán la movilidad
"que anualmente determine la Ley de Presupuesto", habiéndose
mantenido
en
congelada
silencio
el
legislador
la movilidad (Cfr.
desde
entonces
y
Graciela E. Cipolleta, “El
Fallo Sánchez ¿un cambio de criterio o solo la interpretación
de los alcances de un texto derogado?” LL-24-5-05).
Frente
Federal
de
la
al
vacío
Seguridad
legal,
la
Sala
Social
decidió
I
el
de
la
Cámara
16/6/2005
en
“González, Elisa L. c. Administración Nac. de la Seguridad
Social” (LA LEY 2005-D, 928, con nota de Eloy A. Nilsson;
Javier B. Picone - ED 05/08/2005, 4 - IMP 2005-17, 2345 - JA
2005-III, 746) que en tanto los haberes de los activos se han
incrementado significativamente sin que dichos aumentos se
Poder Judicial de la Nación
hayan visto reflejados en el haber de los pasivos, a fin de
corregir tal distorsión y mientras el Congreso no asuma su
competencia en la materia, los haberes previsionales deberán
ser objeto de reajuste, elaborando un método distinto para
tres períodos que definió:
El
primero,
transcurrido
entre
abril
de
1995
y
abril de 1997, en el cual se inclinó por la aplicación del
A.M.P.O., por ser el sistema adoptado por los arts. 21 y 32
de la ley 24.241 para calcular la movilidad del haber.
En este sentido, la sentencia calculó la variación
del AMPO entre fines de marzo de 1994 ($ 63) y abril de 1997
($
80)
concluyendo
que
el
aumento
había
sido
del
27%,
estimando confiscatorio entonces que el haber previsional no
hubiese recibido al menos un aumento del 12% para que la
merma no resultara confiscatoria (en tanto excedió el 15%).
USO OFICIAL
La Sala I de la Alzada aludió a un segundo período,
transcurrido entre mayo de 1997 y diciembre de 2001, en que
no se habrían verificado movimientos apreciables en el nivel
de los salarios y del costo de vida, habiendo inclusive el
índice de precios al consumidor registrado
un retroceso del
3,10%, motivo por el cual no consideró lesiva la falta de
movilidad en los haberes previsionales.
Pero
a
partir
de
enero
de
2002
sí
se
habrían
generado variaciones en tales índices económicos, que incluyó
al índice general de remuneraciones. Y es así que ordenó que
a partir de enero de 2002 el haber de los pasivos, a fin de
corregir tal distorsión y mientras el Congreso no asuma su
competencia en la materia, sean objeto de reajuste semestral
en función del incremento que surja del índice general de las
remuneraciones confeccionado por el INDEC, en cuanto éste
exceda el 15% a partir de lo cual se considera confiscatorio,
todo ello sin perjuicio de que los haberes reajustados no
deberán exceder las limitaciones consignadas en el precedente
"Villanustre, Raúl Félix" dictado por la Corte Suprema de la
Justicia de la
Nación (no pueden exceder los
porcentajes
establecidos en la ley de fondo respecto de los sueldos de
los activos).
También la Sala II del mismo Tribunal entendió el
17/10/2005
tratamiento
que
de
frente
la
a
la
movilidad
omisión
legislativa
jubilatoria,
del
“corresponde
establecer un ajuste al haber previsional del 35,50% a partir
de julio de 2005 y, hasta tanto el Congreso cumpla con la
manda
legal,
se
le
reconocerán
en
forma
semestral
las
diferencias que excedan el porcentaje de confiscatoriedad del
10%
en
función
de
la
variación
del
promedio
de
las
remuneraciones declaradas al sistema.”.(“Ortino, José A. v.
Administración Nacional de la Seguridad Social”, publicado en
RDLSS 2006-1-25 y en Lexis Nexis On Line).
En similar sentido, la Sala III expuso su parecer
el
14/09/2005 en “Rueda, Roberto c. Administración Nac. de
la Seguridad Social” (DT 2006 (enero), 103, publicado también
en La Ley On Line), según el cual “A partir del 30 de marzo
de 1995, el reajuste previsional deberá practicarse mediante
la aplicación del promedio de las remuneraciones declaradas
al sistema integrado de jubilaciones y pensiones que difunde
el Ministerio de Economía, dado que resulta el mecanismo que
más se adecua a la consecución del objetivo, ya que toma como
base la remuneración bruta promedio mensual de los puestos de
trabajo e incluye la totalidad de los sectores contribuyentes
existentes afectados al sistema de reparto” (del voto del
doctor Poclava Lafuente).
Como
se
ve,
ante
la
omisión
del
Congreso,
las
distintas Salas del Tribunal especializado en la materia han
regulado el modo en que la garantía constitucional del art.
14 bis quedaría resguardada.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación también
lo
hizo
finalmente,
en
“Badaro,
Adolfo
Valentín
c/
Administración Nacional de la Seguridad Social”, el 8/8/2006
primero (Fallos 329:3089), y el 26/11/2007 luego (LL-2007-F688). Lo hizo en el caso de un jubilado que percibía un haber
mensual
superior
a
$
1.000,
y
que
por
ello,
se
había
mantenido ajeno a los incrementos otorgados para las escalas
inferiores.
En
el
precedente
emitido
el
8/8/2006,
la
Corte
Suprema consideró que la ausencia de aumentos en el haber
previsional
que
se
verificaba
en
los
beneficiarios
que
percibían una prestación superior a $ 1.000, desde 1995 a la
fecha, no se compadece con un sistema válido de movilidad,
desde que la garantía consagrada en el art. 14 bis de la
Constitución Nacional tiene como finalidad acompañar a las
prestaciones en el transcurso del tiempo para reforzarlas a
Poder Judicial de la Nación
medida que decae su valor con relación a los salarios de
actividad.
Opinó que la política de otorgar incrementos sólo a
los haberes previsionales más bajos trae como consecuencia el
achatamiento
de
la
escala
de
prestaciones
y
provoca
que
quienes contribuyeron al sistema en forma proporcional a sus
mayores ingresos se acerquen cada vez más al beneficiario
mínimo,
poniendo
efectuaron
en
aportes
igualdad
diferentes
de
y
condiciones
quitándoles
a
el
los
que
derecho
a
cobrar de acuerdo con su esfuerzo contributivo.
Entendió que la creación,
a través del decreto
1199/2004, de un suplemento por movilidad equivalente al 10%
para los haberes previsionales
inferiores a $1000 con el
propósito de atender en primer
lugar las necesidades más
urgentes,
no
puede
llevar
a
convalidar
una
postergación
USO OFICIAL
indefinida de aquellos jubilados que no se encuentran en el
extremo inferior de la escala de haberes.
Dejó sentado que la movilidad del haber previsional
no es un reajuste por inflación, sino que constituye una
previsión
con
contenido
social
referida
a
la
índole
sustitutiva de la prestación jubilatoria, para lo cual es
necesario que su cuantía mantenga una proporción razonable
con los ingresos de los trabajadores.
Destacó
Constitución
que
si
Nacional
bien
el
garantiza
art.
la
14
bis
movilidad
de
de
la
las
jubilaciones dejando librada a la prudencia legislativa la
determinación
del
razonable
no
y
método,
puede
tal
reglamentación
desconocer
el
derecho
debe
ser
de
los
beneficiarios a una subsistencia decorosa y acorde con la
posición que tuvieron durante su vida laboral.
Concluyó por ello que la
omisión del Congreso de
la Nación de disponer un ajuste por movilidad en el haber
previsional del actor privó a éste del derecho previsto en el
art. 14 bis de la Constitución Nacional, pero sostuvo que
ello no habilitaba al Poder Judicial “a fijar la movilidad
que cabe reconocer en la causa por cuanto, la trascendencia
de
la
resolución
y
las
condiciones
económicas
imperantes
requieren de una evaluación cuidadosa y medidas de alcance
general, debido a la complejidad de la gestión del gasto
público y de las múltiples necesidades que está destinado a
satisfacer.”
El
Alto
Tribunal
consideró
inoportuno
suplir
la
inactividad del Poder Legislativo, y por ello, recordando que
no es sólo facultad sino también deber el del legislador el
de fijar el contenido concreto de la garantía constitucional
prevista por el art. 14 bis, difirió el pronunciamiento sobre
el período cuestionado, “por un plazo que resulte suficiente
para
el
dictado
de
las
disposiciones
pertinentes”,
comunicando al Poder Ejecutivo y al Congreso de la Nación su
decisión para que adopten las medidas a las que se aludiera.
Ahora bien: transcurrido más de un año desde el
dictado del pronunciamiento aludido, sin que el Congreso de
la Nación hubiese sancionado la ley prevista por el art. 7 de
la ley 24.463, fijando el mecanismo específico de movilidad,
la Corte Suprema de Justicia de la Nación emitió un nuevo
pronunciamiento en la misma causa, en la que recordó que en
la anterior ocasión, “al expedirse ..., la Corte consideró
que
correspondía
al
Congreso
de
la
Nación
fijar
los
incrementos mediante las leyes de presupuesto, de acuerdo con
lo dispuesto por el art. 7, inc. 2, de la ley 24.463, pero
que hasta el año 2006 no lo había hecho y esa omisión había
producido, a partir de la crisis del año 2002, un severo
deterioro en las condiciones de vida del apelante, que juzgó
particularmente evidenciado por las variaciones registradas
en los indicadores económicos.”
Reseñó
además
que
“después
de
examinar
las
atribuciones con que cuentan los distintos departamentos del
Estado para fijar los incrementos y evaluar las condiciones
económicas, financieras y de distribución del gasto público,
el Tribunal estimó prudente diferir la decisión sobre la
validez del sistema de movilidad impugnado por el recurrente
por un plazo que resultara suficiente para el dictado de las
disposiciones
faltantes.
A
fin
de
hacer
saber
a
las
autoridades responsables la necesidad observada, comunicó al
Poder Ejecutivo y a las dos cámaras del Congreso de la Nación
el contenido del fallo”.
Añadió
“Que
la
ley
26.198,
que
aprobó
el
presupuesto general de la administración nacional del año
2007, convalidó las modificaciones en los valores mínimos de
las prestaciones dispuestas en los decretos 391/03, 1194/03,
683/04, 1199/04, 748/05 y 764/06, el suplemento por movilidad
establecido en el decreto 1199/04 y el incremento general de
Poder Judicial de la Nación
los beneficios dispuesto por el citado decreto 764/06 (art.
48).” y “ ...otorgó un aumento del trece por ciento (13%), a
ser percibido por todos los jubilados a partir del 1° de
enero de 2007 sobre los importes correspondientes al 31 de
diciembre de 2006 (art. 45); fijó el haber mínimo en la suma
total de quinientos treinta pesos ($ 530) mensuales (art. 46)
y autorizó al Poder Ejecutivo a conceder en el curso del año
incrementos
adicionales
en
las
prestaciones,
cuando
la
evolución de las finanzas públicas lo permitiera (art. 47),
lo
cual
se
concretó...a
través
del
decreto
1346/07,
que
incrementó las prestaciones en un 12,50% a partir del 1° de
setiembre” de 2007.
Estimó el Alto Tribunal que “el fallo dictado en la
causa fue preciso al detallar la omisión legislativa que la
Corte había advertido y el daño derivado de ella, por lo que
USO OFICIAL
no podían suscitarse dudas respecto del contenido de la norma
cuyo dictado se estimó necesario: debía reparar adecuadamente
el
menoscabo
sufrido
por
los
beneficiarios
que
percibían
haberes superiores a los mínimos por la falta de una oportuna
adaptación a los cambios en las condiciones económicas.”
Entendió que resultaba “igualmente claro que las
prescripciones de la ley 26.198, que se han reseñado, no son
aquéllas que el Tribunal reclamó en la sentencia de fecha 8
de agosto de 2006. Tal conclusión deriva del texto legal
aprobado por el Congreso, que ejerce por primera vez las
facultades reservadas por la ley de solidaridad previsional y
de
tal
forma
establece
el
incremento
anual
de
las
prestaciones, pero que no contiene precepto alguno dirigido a
resolver la particular situación que se ha comprobado en
autos, vinculada con años anteriores. Así lo expresa su art.
51, en tanto interpreta que las alzas acordadas constituyen
la movilidad mínima garantizada para el ejercicio 2007.”
Añadió a todo ello que
el porcentaje de aumento
otorgado para el año 2007 por la citada ley 26.198
rige para
la totalidad de la clase pasiva, sin examinar el achatamiento
en la escala de beneficios señalado por la Corte, además de
que no se ha hecho cargo de que ese desfase se ha venido
agravando durante los últimos cinco años, “por lo que no
podría sostenerse que la ley 26.198 haya cumplido el deber de
corregirlo, máxime cuando ha convalidado en su art. 48 las
normas que lo originaron. De estas últimas, sólo el decreto
764/06 introdujo una mejora en el haber del actor, pero su
magnitud, como se verá, no guarda relación con la disminución
evidenciada en la causa.”
Desde
tal
perspectiva
y
considerando
agotado
el
plazo razonable a que aludía el fallo anterior, la Corte
estimó
pertinente
expedirse
sobre
las
impugnaciones
al
sistema instituido por el art. 7, inc. 2, de la ley 24.463, a
la
luz
de
su
concreto
ejercicio
durante
el
período
comprendido entre el 1° de enero de 2002 y el 31 de diciembre
de 2006, desestimando
las objeciones que el actor formulara
referentes a la insuficiencia del aumento del 13% previsto en
la citada ley 26.198, “ya que su adecuación sólo podrá ser
examinada eventualmente, en forma conjunta con el incremento
dispuesto por el decreto 1346/07, recién cuando se conozca la
evolución
definitiva
del
estándar
durante el corriente ejercicio”
de
vida
del
–el fallo fue
jubilado
dictado el
26/11/2007-.
Y así, la Corte recordó que si bien había aceptado
la validez constitucional de los cambios de los regímenes de
movilidad,
esto
es,
del
reemplazo
de
un
método
de
determinación de incrementos por otro, realizado a fin de
lograr una mejor administración o dar mayor previsibilidad
financiera al sistema de seguridad social (Fallos: 255:262;
295:694; 308:199; 311:1213; 318:1327),
el reconocimiento de
esa facultad se encontraba sujeto a una indudable limitación,
ya que tales modificaciones no pueden conducir a reducciones
confiscatorias
en
los
haberes
(Fallos:
158:132;
170:394;
179:394; 234:717; 253:783; 258:14; 300:616; 303:1155).
Destacó que la ley 24.463 consagró un régimen de
movilidad con un nivel de protección menor que el que tenían
los existentes hasta el momento de su entrada en vigencia.
“La eliminación de los ajustes basados en la comparación con
indicadores salariales, mediante la derogación del art. 160
de la ley 24.241, que había mantenido el art. 53 de la ley
18.037,
justifica
dicha
afirmación.
También
contribuye
a
demostrar el objetivo de la norma bajo análisis el hecho de
que suprimiera
los aumentos según las variaciones en los
ingresos del sistema que preveía el art. 32 de la ley 24.241
y la prohibición de disponer recomposiciones sobre la base de
las
remuneraciones
individuales.
Tales
disposiciones,
en
Poder Judicial de la Nación
suma,
despojaron
a
los
beneficios
de
parámetros
para
su
recomposición.”
Concluye que el Congreso de la Nación no cumplió
con
el
mandato,
en
las
oportunidades
y
con
el
alcance
exigidos por el art. 14 bis de la Constitución Nacional, pues
para conferir eficacia a la finalidad protectora de la ley
fundamental, sostuvo,
su reglamentación debe guardar una
razonable vinculación con los cambios que afectan al estándar
de vida que se pretende resguardar, lo que no sucede si el
régimen en cuestión termina desconociendo la realidad que
debe
atender
haberes
(Fallos:
que
se
327:3677),
apartan
por
con
correcciones
completo
de
los
en
los
indicadores
económicos.
Advirtió que “tal defecto se comprueba en el caso
pues, frente a subas en el nivel de precios del 91,26% en el
USO OFICIAL
período examinado” -1/1/2002 al 31/12/2006- y modificaciones
en los salarios del 88,57%, según el Instituto Nacional de
Estadística y Censos, la prestación del actor se encuentra
alcanzada sólo por el incremento general del 11% dispuesto
por
el
decreto
acreditan
764/06
en
ese
suficientemente
la
mismo
lapso,
pérdida
guarismos
invocada
por
que
el
apelante”.
Destacó además que no había quedado demostrado en
la causa la existencia de muy graves circunstancias de orden
económico o financiero que impidieran
el
mandato
constitucional
recuperación
prestación
sustancial
del
actor,
o
disponer,
del
y
acatar en lo inmediato
cuando
deterioro
ello
menos,
sufrido
tampoco
surge
por
la
de
los
antecedentes de las normas en juego, lo que lo llevó
desestimar
por
falta
de
fundamento
las
una
invocaciones
a
del
organismo previsional referentes a la gravedad institucional
del caso y la crisis de las cuentas públicas, manifestaciones
que además, estimó que no condicen con la mejora en las
cifras de la recaudación y balance fiscal que son de público
conocimiento.
Por las razones expuestas, decidió declarar en el
caso
la
aplicable
inconstitucionalidad
y
ordenar
su
del
régimen
sustitución
y
el
de
pago
movilidad
de
las
diferencias pertinentes, fijando en el Considerando 21 del
fallo el método a seguir. Dispuso en este sentido que los
haberes jubilatorios deben ajustarse de modo de dar adecuada
satisfacción
a
su
carácter
sustitutivo,
lo
que
“lleva
a
resolver la cuestión planteada mediante la utilización del
nivel
general
del
índice
de
salarios
elaborado
por
el
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.”
Por último, dejó aclarado que ello no obstaba en el
caso
a la ulterior aplicación de las disposiciones del art.
45 de la ley 26.198 y del decreto 1346/07, pues no podía ser
interpretados como que respondían al cumplimiento del deber
impuesto por la sentencia del Tribunal del 8 de agosto de
2006, que puso el acento en el deterioro de las prestaciones
jubilatorias durante los años 2002 a 2006.
En síntesis, el Alto Tribunal resolvió declarar la
inconstitucionalidad del art. 7, inc. 2, de la ley 24.463,
disponer que la prestación del actor se ajustase, a partir
del 1° de enero de 2002 y hasta el 31 de diciembre de 2006,
según las variaciones anuales del índice de salarios, nivel
general, elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas
y Censos, y ordenar a la demandada que abonare el nuevo haber
y las retroactividades que surgiesen de la liquidación, en el
plazo previsto por el art. 2 de la ley 26.153, estas últimas
con más los intereses a la tasa pasiva según el precedente de
Fallos: 327:3721 ("Spitale" —La Ley Online—), autorizándose
la deducción de las sumas que pudieran haberse abonado en
cumplimiento de las disposiciones del decreto 764/06.
Al panorama jurisprudencial reseñado, cabe agregar
todavía que el 15/10/2008 se promulgó la ley 26.417, cuyo
art. 1 estableció que
todas las prestaciones previsionales
otorgadas en virtud de la Ley 24.241, de regímenes nacionales
generales anteriores a la misma
regímenes
especiales
institutos
partir
de
la
establecido
derogados,
provinciales
regímenes fueron
en
y
el
en
o
por
municipales
transferidos a
entrada
y sus modificatorias, de
de
32
de
de
la
la
ex-cajas
previsión
la Nación,
vigencia
artículo
las
o
cuyos
se ajustarán
ley
Ley
conforme
24.241
y
lo
sus
modificatorias, que también modificó.
El art. 32 citado quedó redacto del siguiente modo:
“Las prestaciones mencionadas en los incisos a), b), c), d),
e)
y
f)
del
modificatorias,
artículo
serán
17
móviles.
de
El
la
Ley
índice
24.241
de
y
movilidad
sus
se
obtendrá conforme la fórmula que se aprueba en el Anexo de la
presente ley. En ningún caso la aplicación de dicho índice
Poder Judicial de la Nación
podrá
producir
la
disminución
del
haber
que
percibe
el
beneficiario.”
La fórmula utiliza como variables
la variación de
los recursos tributarios por beneficio con que cuenta el
ANSES, así como del nivel de remuneraciones.
El art. 15 de la ley 26.417 estableció que “El
primer ajuste en base a lo establecido en el artículo 32 y
concordantes
de
la
Ley
24.241
y
sus
modificatorias
se
aplicará el 1º de marzo de 2009.”
De modo que a partir del 1 de marzo de 2009 se
aplicará el sistema de movilidad previsto expresamente por el
legislador, en cumplimiento del mandato contenido por el art.
7 de la ley 24.463.
III) En resumidas cuentas, conforme la abundante
jurisprudencia imperante en la materia, que se ha intentado
USO OFICIAL
sistematizar
en
el
punto
precedente,
constitucional de los arts. 49, 53 y 55
la
validez
de la ley 18.037 a
cuya luz se ha fijado el haber inicial del actor y se ha
reajustado el mismo, sometiéndolo al tope legal, dependerá de
la merma que su aplicación provoque en relación al salario
activo respetando siempre los porcentajes legales (entre el
70 y el 82%).
Dicha
normativa,
de
admitirse
su
constitucionalidad, será aplicada hasta el 30/3/95.
A partir de allí y hasta diciembre de 2001, no
habría habido desfase alguno que reparar, según “Badaro”.
Para
el
período
1/1/02
al
31/12/06,
habrá
que
estarse a lo dispuesto por la Corte Suprema de Justicia de la
Nación en “Badaro II”, donde ordenó que la prestación del
actor se ajustase según las variaciones anuales del índice de
salarios, nivel general, elaborado por el Instituto Nacional
de Estadísticas y Censos.
IV) Puesta a examinar entonces si existe el alegado
desfase entre el haber previsional inicial fijado para el Sr.
López
y el salario del personal activo, tenemos que del
expediente
administrativo
reservado
surge que su haber inicial era de A
78
del
expediente
administrativo
en
Caja
de
Seguridad
70,045 al 1/11/85 (fs.
reservado
en
Caja
de
Seguridad), ascendiendo a A 221,83 al 7/8/87.
Para verificar si existe desfase entre el haber
jubilatorio percibido por el actor desde allí en adelante, en
relación al salario del trabajador activo, y en su caso, de
qué magnitud, nos encontramos con varias dificultades.
En primer lugar, el informe de fs. 57 sólo contiene
el
sueldo
de
un
guardatren
en
actividad
al
4/12/2006
(señalando que era de $ 799). Pero ninguna información se
brindó que permita comparar su salario pasivo con el activo
al
momento
del
otorgamiento
del
beneficio
(noviembre
de
1985).
Según
se
afirmara
a
fs.
78
del
legajo
administrativo, su haber inicial estaría configurado por el
70% del salario de actividad, bien que partiendo de la base
de salarios tomados a valores históricos y actualizados en el
modo previsto por el art. 49 de la ley 18.037.
Pero
careciendo
de
todo
elemento
de
prueba
que
permita tener por configurado el desafasaje exigido por la
jurisprudencia para considerar inconstitucional los arts. 49
y
53
de
la
ley
18.037,
estimo
que
el
planteo
no
podrá
prosperar.
Cabe recordar en este sentido que la Corte Suprema
de Justicia de la Nación ha reiteradamente señalado en materia previsional
-durante la vigencia de la anterior legisla-
ción- que "...para llegar a establecer la solución que corresponda al caso concreto es preciso determinar si en las
circunstancias de la respectiva causa aparece o no quebrada
la línea de
razonable proporcionalidad que debe existir
entre la situación de pasividad y la que resultaría de haber
continuado
el
titular
en
el
desempeño
de
su
función..."
(Fallos 307:1985).
Sobre
el
punto,
es
esclarecedor
el
voto
en
disidencia de los Ministros Petracchi, Belluscio y Bossert en
“Villagra,
María
14/10/99,
donde
verificado
que
Teresa
s/
Pensión”,
recordaron
el
uso
de
que
un
Fallos
“...este
sistema
322:2458
del
Tribunal
ha
distinto
del
que
prescribía el régimen legal aplicable posibilitó resultados
notoriamente apartados de la realidad que se debía ponderar,
pues el monto de la prestación así obtenida no saneaba en
todos
los
casos
el
deterioro
producido
en
el
haber
por
aplicación de coeficientes administrativos defectuosos...a la
vez
que
en
otros,
excedía
en
determinados
períodos
la
remuneración que habría percibido el beneficiario de haber
continuado en actividad, situación que ha debido ser atendida
Poder Judicial de la Nación
por la Corte dejando de lado o limitando la fórmula abstracta
propuesta en el fallo (causas V.30.XXII ´Villanustre, Raúl
Félix´;
M.373.XXI
´Melo,
Damián
Nicolás´;
L.3
y
L.85.XXI
´Llanos, Carmen´, falladas 17 de diciembre de 1991, 25 de
febrero de 1992 y 3 de marzo de 1992 respectivamente)...”.
Por ello, no habiéndose demostrado en el caso, de
manera concreta, el desfase que constituye el presupuesto de
hecho sobre el que se construye el reclamo, no será posible
declarar la inconstitucionalidad de los arts. 49 y 53 de la
ley 18.037.
Sin perjuicio de ello, respecto de los períodos
posteriores al
31/3/91 y devengados hasta el
31/3/95, el
organismo previsional -que admitió no haber aplicado
la ley
18.037 por entenderla derogado frente a la vigencia de la ley
23.928-
deberá
aplicar
la
movilidad
prevista
por
la
ley
USO OFICIAL
citada.
En este sentido, es de aplicación el precedente
emitido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en
“Sánchez,
María
del
Carmen
c.
Administración
Nac.
de
la
Seguridad Social” (LA LEY 2005-D, 855 - DJ 2005-2, 1156 - IMP
2005-17, 2344 - TySS 2005, 660), según el cual
el régimen de
movilidad de las prestaciones jubilatorias según el índice
del nivel general de remuneraciones previsto en el art. 53 de
la ley 18.037 subsiste con posterioridad a la sanción de la
ley 23.928 y hasta la sanción de la ley 24.463 (30/3/95). Por
ello, corresponderá ordenar al ANSES que reajuste el haber
previsional del actor desde el 31/3/91 y hasta el 30/3/95 a
través
de
aquél
sistema,
aunque
estén
prescriptas
las
diferencias habidas en sus haberes por tal período. Es que no
debe
confundirse
procedimiento
de
el
derecho
cálculo
del
de
la
actor
a
obtener
un
desde
la
movilidad
determinación del haber, con su derecho a obtener el pago de
las diferencias devengadas por el período prescripto (Cfr.
Corte Suprema de Justicia de la Nación, 13/11/2007, Blume,
Orlando c. Administración Nacional de la Seguridad Social, LA
LEY 28/12/2007, 5 - LA LEY 2008-A, 356 - DJ 23/01/2008, 143).
Por lo demás, fue también el Alto Tribunal el que
sostuvo que por el período transcurrido entre el 31/3/91 y el
30/3/95
debe
aplicarse
lisa
y
llanamente
la
movilidad
prevista por la ley 18.037, sin deducción de ningún índice de
confiscatoriedad
(28/11/2006,
Pellegrini,
Américo
c.
Administración
Nac.
de
la
Seguridad
Social,
LA
LEY
14/02/2007, 6 - LA LEY 2007-A, 487 - DJ 2007-I, 385 - DT 2007
Fallos
Corte:
329:5525)
pues
el
problema
relación con la falta de actualización de los
actora encontraba
citada, que no
planteado
en
ingresos de la
solución en las propias normas de la ley
contemplaron merma alguna en la
movilidad
reconocida ni en el monto de los ajustes que correspondía
trasladar a los pasivos en la forma y tiempo previstos en el
art. 53.
Por último, cabe decidir qué sucederá con el haber
previsional del actor desde el 31/3/95 a la fecha, teniendo
en cuenta que el Congreso de la Nación ha omitido reglamentar
la pauta de movilidad a la que alude el art. 7 inciso 2 de la
ley 24.463, habiendo ya pasado más de una década desde la
implementación del sistema.
En el caso que nos ocupa, el actor percibía
un
haber jubilatorio inferior a $ 1.000, por lo que resultará
necesario evaluar cuáles son los aumentos dispuestos por el
Poder Ejecutivo Nacional o por el Congreso de la Nación que
lo beneficiaron, para verificar si la situación es similar o
no a la juzgada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación
en el precedente citado.
Y así tenemos que desde 1997 a la fecha, el actor
sólo vio incrementado su haber del siguiente modo:
* Aplicación del
"SUPLEMENTO POR MOVILIDAD", creado por el
art. 1 del Decreto 1199/2004, equivalente al 10% del haber
mensual de cada prestación, el que se devengó a partir del 1º
de septiembre de 2004.
*
Incremento
del
11%
otorgado
por
el
Decreto
764/2006
a
partir del 1/6/2006, habiendo la norma además aumentado el
haber mínimo a $ 470.
* Incremento del 13% a partir
del 1º de enero de 2007,
establecido por el art. 45 de la ley 26.198, que además fijó
en su art. 46 el haber mínimo en la suma de $ 530.
* Aumento del 12% desde el 1/9/2007, dispuesto por Decreto
1346/07.
* Incremento del 15% establecido por el Decreto 279/08 (7,5%
a partir del 1/3/08 y otro 7,5% desde el 1/7/08).
Todos
los
aumentos
detallados
han
beneficiado
también a quienes percibían un salario superior a $ 1.000, de
Poder Judicial de la Nación
modo que juzgo la situación idéntica a la tenida en cuenta
por el Alto Tribunal en “Badaro”.
Por ello, similar también será la solución que
se
adopte, con la única salvedad del período transcurrido con
posterioridad al 31/12/2006 y hasta el 30/6/2009, pues este
Tribunal
evolución
se
encuentra
definitiva
ya
del
en
condiciones
estándar
durante los años 2007, 2008
de
de
vida
evaluar
del
“la
jubilado”
y primer trimestre del 2009
(Considerando 12).
En este último sentido, tenemos que el índice de
salarios creció desde el 31/12/2006 al 31/3/2009 (época a
partir de la cual se aplica el sistema previsto por la ley
26.417) el 37 % (289,60 –índice al 31/3/09- : 187,62 –índice
al
31/12/06-
=
1,54
=
54%).
Los
aumentos
en
el
haber
jubilatorio otorgados para igual período por el art. 45 de la
USO OFICIAL
ley 26.198 (13% a partir del 1/1/07), Decreto 1346/07 (12,50%
a partir del 1/9/07) y Decreto 279/08 (7,50% a partir del
1/1/08
y
otro
7,50%
a
partir
del
1/7/08)
ascienden
con
conjunto al 40,50%, a lo que debe adicionarse todavía la
prestación única dada por el Decreto 2300/2008 de $ 200,
importes que sin embargo, no son suficientes para compensar
el deterioro sufrido (57%).
De modo que el reclamo prosperará en relación a las
diferencias devengadas desde el 3/12/97 y el 31/3/2009,
sin
que procedan por los períodos posteriores por encontrarse en
vigencia la ley 26.417 que cumpliendo el vacío legal, reguló
para el futuro el sistema de movilidad de las prestaciones.
Régimen
cuya
solvencia
para
atenerse
a
la
norma
constitucional no ha sido aún evaluada.
IV) Por todo lo hasta aquí expuesto, corresponde
acoger la defensa de prescripción interpuesta por ANSES por
las diferencias devengadas en los períodos noviembre de 1985
a noviembre de 1997, declarar la inconstitucionalidad del
art. 7 inc. 2 de la ley 24.463 y hacer lugar
a la demanda en
lo que respecta a la movilidad de la prestación previsional
por el período diciembre de 1997 al 31/3/2009, disponiendo
que la prestación del actor se ajuste hasta el 31/3/95 de
acuerdo al sistema previsto por la ley 18.037 y a partir del
1/1/2002,
según
las
variaciones
anuales
del
índice
de
salarios, nivel general, elaborado por el Instituto Nacional
de Estadísticas y Censos, debiendo la demandada abonar el
nuevo
haber
liquidación
y
las
retroactividades
–únicamente
en
este
que
caso
surjan
por
posteriores a noviembre de 1997, inclusive-,
los
de
la
períodos
en el plazo
previsto por el art. 22 de la ley 24.463 (modificado por el
art. 2 de la ley 26.153), éstas últimas con más los intereses
moratorios calculados a la tasa pasiva promedio que publica
mensualmente el Banco Central de la República Argentina (Cfr.
Fallos 327:3721).
Las costas serán impuestas en el orden causado,
tanto en lo atinente a la incidencia generada por la defensa
de prescripción como por el proceso principal, en atención a
lo
dispuesto
perjuicio
de
por
el
art.
21
de
la
que
no
se
encuentra
advertir
ley
mencionada.
acreditada
Sin
la
condición de cada profesional frente al Impuesto al Valor
Agregado en el modo exigido por la Resolución General 689/99
de la AFIP y por razones de economía procesal, se procederá
igualmente en este estado a regular los honorarios de los
profesionales intervinientes según la actuación cumplida por
cada uno, dejando aclarado que sólo corresponderá adicionar
el
21%
del
profesionales
Impuesto
que
al
Valor
acrediten
su
Agregado
condición
de
de
aquellos
Responsables
Inscriptos ante aquél Tributo.
Por ello,
RESUELVO:
I)
HACER
LUGAR
a
la
excepción
de
prescripción articulada por la Administración Nacional de la
Seguridad
Social
en
torno
al
reclamo
atinente
a
las
diferencias devengadas entre noviembre de 1985 y noviembre de
1997
ambos
inclusive,
RECHAZANDO
el
planteo
de
inconstitucionalidad de los arts. 49 y 53 de la ley 18.037, y
DECLARANDO la inconstitucionalidad del art. 7 inc. 2 de la
ley 24.463, HACIENDO LUGAR
demanda
intentada
por
en consecuencia parcialmente a la
el
Sr.
JULIO
LOPEZ
contra
la
Administración Nacional de la Seguridad Social, disponiendo
que la prestación del actor se ajuste por el período 31/3/91
al 31/3/95 de acuerdo al mecanismo previsto por los arts. 49
y 53 de la ley 18.037 y desde el 1/1/2002
al 31/3/2009,
según las variaciones anuales del índice de salarios, nivel
general, elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas
y Censos, debiendo la demandada abonar el nuevo haber y las
retroactividades
que
surjan
de
la
liquidación
por
las
diferencias devengadas a partir del mes de diciembre de 1997
Poder Judicial de la Nación
(no prescriptas), en el plazo de ciento veinte días hábiles
(120 días) de quedar firme la presente, plazo previsto por el
art. 22 de la ley 24.463 (modificado por el art. 2 de la ley
26.153),
devengando
las
diferencias
adeudadas
un
interés
moratorio a la tasa pasiva promedio que publica mensualmente
el
Banco
Central
de
la
República
Argentina
(Cfr.
Fallos
327:3721) –que se devengará desde la mora y hasta el efectivo
pago-.
II) Costas por su orden, tanto en lo que atañe al
proceso
principal
como
a
la
incidencia
originada
en
la
defensa de prescripción (art. 21 ley 24.463). Tomando como
base las pautas previstas por el art. 6 de la ley 21.839,
regulo
los
honorarios
de
los
Dres.
ALBERTO
R.
APARICIO,
actuando como apoderado por el actor, en la suma de pesos
QUINIENTOS ($ 500) y los de la Dra. NORMA M. BUSTAMANTE,
USO OFICIAL
patrocinante de la misma parte, en la suma de pesos UN MIL
QUINIENTOS ($ 1.500). Todo de conformidad con lo establecido
por los arts. 7,9 y 38 de la ley 21.839. Los honorarios
regulados devengarán en caso de mora el interés previsto por
el art. 61 de la ley 21.839. En lo atinente a los honorarios
de los Dres. Jorge Vela y Rodolfo Luis Vargas, encontrándose
en vigencia el art. 7 del Decreto 1204/2001, no corresponde
regular los mismos.
Notifíquese y regístrese. Firme que sea, devuélvase
al ANSES el expediente administrativo reservado en Caja de
Seguridad, a cuyo fin se librará oficio de estilo.
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