toca familiar núm. 224/2015 juicio familiar especial de divorcio

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TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
JUICIO FAMILIAR ESPECIAL DE DIVORCIO
MAGISTRADA PONENTE:
LIC. LUISA MARÍA SOTO GONZÁLEZ.
SECRETARIA DE ESTUDIO Y CUENTA:
LIC. MA. DEL ROSARIO MORENO RUELAS.
Saltillo, Coahuila de Zaragoza, a (21) veintiuno de octubre de
(2015) dos mil quince. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
V I S T O S los autos para resolver el toca familiar
número 224/2015, relativo al recurso de apelación interpuesto
por **********, en contra de la sentencia definitiva de (01) uno de
septiembre de (2014) dos mil catorce, dictada por la C. Juez
********** de Primera Instancia en Materia Familiar del Distrito
Judicial de Saltillo, con residencia en esta ciudad, dentro de los
autos del juicio familiar especial de divorcio incausado,
expediente número **********, promovido por ********** frente a
**********, y;
R E S U L T A N D O:
PRIMERO. La sentencia de primera instancia
concluyó con los siguientes puntos resolutivos:
“…PRIMERO.- Este juzgado resultó ser competente para
conocer y resolver el presente juicio. SEGUNDO.- Las partes
actuaron con capacidad procesal por ser mayores de edad.
TERCERO.- La parte actora principal **********, acreditó las
pretensiones constitutivas de su acción, en consecuencia:
CUARTO.- Se decreta en forma definitiva la separación de
persona de la C. **********, como de la menor **********,
********** Y ********** DE APELLIDOS **********, en el domicilio
ubicado en la calle **********, número **********, del ********** en
esta ciudad. QUINTO.- Se decreta la guarda y custodia
definitiva de los menores **********, ********** Y ********** DE
APELLIDOS **********, a favor de su madre la C. **********.
SEXTO.- Se condena al C. **********, al pago de una pensión
alimenticia definitiva a favor de sus menores hijas **********,
********** Y ********** DE APELLIDOS ********** consistente en
el 45% (CUARENTA Y CINCO POR CIENTO) de los ingresos
totales que por cualquier motivo obtenga el demandado C.
********** de los sueldos, salarios, tiempo extra, reparto de
utilidades,
bonos
de
despensa,
ayuda
escolar,
compensaciones, vacaciones, aguinaldos, terminación laboral
en su caso y demás prestaciones que obtenga el demandado
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**********, como trabajador del **********, con domicilio conocido
en calle ********** número ********** planta alta entre carretera a
********** y ********** de esta ciudad; al efecto gírese Oficio al C.
REPRESENTANTE LEGAL DEL **********, para que con
fundamento en lo dispuesto por el artículo 272 del Código Civil
vigente en el Estado, lleve a cabo el descuento decretado, el
cual deberá efectuar después de proceder a descontar las
deducciones de ley, exclusivamente como son: el impuesto
sobre el producto del trabajo, servicio médico y cuota sindical, y
lo deposite en la cuenta bancaria con clave intercambiaria
********** del Banco ********** aperturada por la parte actora
**********, previa identificación y acuse de recibo. Se apercibe a
dicho Representante Legal que en caso de no dar estricto
cumplimiento a lo ordenado, se aplicará y hará efectiva en su
contra una Multa de cincuenta días de salario mínimo
vigente en la región, sin perjuicio de la sanción penal en
que pudiera incurrir por desacato a una autoridad judicial y
será responsable de los daños y perjuicios que se causen
al acreedor alimentisra pos sus omisiones. SEPTIMO.- A fin
de garantizar la pensión alimenticia provisional decretada a
favor de los referidos menores, SE DECRETA EL EMBARGO
PRECAUTORIO del inmueble ubicado en la calle **********
numero ********** ********** del ********** en esta ciudad, inscrito
en el Registro Público de la Propiedad bajo la PARTIDA
NÚMERO **********, LIBRO **********, SECCIÓN I, DE FECHA
**********; para tal efecto gírese atento oficio al C. DIRECTOR
DEL REGISTRO PÚBLICO DE LA PROPIEDAD con domicilio
conocido en esta ciudad, a fin de que sea servido llevar a cabo
la inscripción de dicho embargo, siempre y cuando el inmueble
de referencia, se encuentra inscrito o registrado a nombre del
demandado C. **********. OCTAVO.- Se condena al demandado
********** al pago de una compensación del 50% (CINCUENTA
POR CIENTO), de los bienes que haya adquirido durante el
matrimonio, misma que se liquidará en ejecución de sentencia.
NOVENO.- No ha lugar a hacer especial condenación en
costas. NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE…” (NOTA: La
transcripción es literal).
SEGUNDO. Inconforme con la mencionada
sentencia, ********** interpuso el recurso de apelación que, una
vez calificado en esta instancia, le fue admitido en el efecto
devolutivo y, tramitado ante esta Sala, se citó a las partes para
oír sentencia definitiva; y,
C O N S I D E R A N D O:
PRIMERO. Que conforme a lo dispuesto por el
artículo 865 del Código Procesal Civil vigente en el Estado, al
resolver el recurso de apelación el Tribunal de Alzada podrá
revocar o modificar el auto o la sentencia recurridos, si estima
fundados los agravios del apelante; o bien, confirmar la
resolución apelada si considera infundados dichos agravios.
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SEGUNDO. El apelante ********** expresó los
agravios que constan en su escrito recibido el (27) veintisiete de
mayo de (2015) dos mil quince, que en su parte conducente son
del tenor literal siguiente:
“…PRIMERO: Violenta la garantía de debida fundamentación y
motivación así como la de debido proceso consagrada en el
artículo 16 Constitucional, en relación con lo establecido por el
artículo 519 y 520 del Código Procesal Civil de Coahuila, por
falta de congruencia, fundamentación y motivación al condenar
en el resolutivo “CUARTO.- Se decreta en forma definitiva la
separación de persona de la C. **********, como de la menor
**********, ********** Y ********** DE APELLIDOS **********, en el
domicilio ubicado en la calle **********, número **********, del
********** en esta ciudad” pues en el considerando CUARTO de
la resolución recurrida la a quo dejó de manifiesto que
“Mediante auto de fecha veintiuno de enero de dos mil catorce,
quedó disuelto el vínculo matrimonial entre ********** Y **********
y quedaron como pretensiones pendientes de resolución
distinta a la disolución del vínculo matrimonial solicitadas por la
parte actora **********, las siguientes: 1).- El señalamiento y
aseguramiento de los alimentos de nuestros menores hijos de
matrimonio de nombre **********, ********** Y ********** DE
APELLIDOS **********, mediante el pago de una pensión
alimenticia del 45% de todas y cada una de la percepciones que
por cualquier medio obtenga o prestaciones laborales que le
corresponden al ahora demandado.; 2).- El aseguramiento de
las pensiones alimenticias mediante embargo precautorio
respecto del inmueble ubicado en calle **********, número
**********, del ********** de esta ciudad, inscrito en el Registro
Público de la Propiedad bajo la partida **********, Libro **********,
Sección I, de fecha **********.” Pues una vez establecidas las
pretensiones a resolver en definitiva realiza pronunciamiento
plus petitio pues del estudio de los considerandos no hay
razonamiento alguno ni análisis y valoración de pruebas que la
motiven a condenar lo señalado, lesionando mi derecho de
propiedad pues de la documental pública consistente en la
certificación del Registro Civil relativa al matrimonio que celebré
con la actora y que debió otorgársele valor probatorio pleno
según lo dispone el artículo 456 del Código Procesal Civil de
Coahuila, se advierte que contrajimos matrimonio bajo el
régimen de separación de bienes, y que dicho inmueble lo
adquirí antes de la celebración del matrimonio que quedó
disuelto, omitiendo la a quo analizar y valorar cada una de las
documentales que la parte actora anexó a su solicitud de
divorcio y que de acuerdo a su sana crítica y máximas de la
experiencia debió valorar, lesionando mi derecho de seguridad,
debido proceso y certeza jurídica que toda resolución emitida
por órgano jurisdiccional debe proteger y respetar. SEGUNDO:
El ad quem debe advertir que la a quo transgredió derechos
que preservan el interés superior de los menores tutelados por
el artículo 4° Constitucional en relación con el 9 punto 3 y 10
punto 2, de la Convención sobre los Derechos del Niño, el
artículo 17 punto 4 de Pacto de San José, al omitir en la
sentencia definitiva las modalidades del ejercicio del derecho de
convivencia que en ejercicio de la patria potestad me concede
la ley, en relación a mis menores hijos **********, ********** y
********** de apellidos **********, privándome de trato con mis
hijos y transgrediendo el interés superior de ellos, pues el
derecho de convivencia no es exclusivo de los padres sino
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también de los hijos, pues éstos tienen derecho a que se
propicien las condiciones que les permitan un adecuado
desarrollo psicológico y emocional, para lo cual resulta
necesario la convivencia con sus progenitores, en la medida en
que su omisión conlleva la imposibilidad de tener una relación
paterno-filial con su padre, contraviniendo lo establecido por el
artículo 372 del Código Civil de Coahuila, el cual dispone que la
resolución que fije la situación de los hijos menores de edad,
deberá contener entre otros puntos lo relativo a los derechos
inherentes a la guarda y custodia, así como a las obligaciones
de crianza y el derecho de los hijos a convivir con ambos
progenitores, atendiendo en todo momento en interés de los
hijos y a la aptitud física y moral de los padres, a cuyo efecto
deberá oír a estos y a los hijos. Y siendo que el interés superior
del menor es un principio de rango constitucional implícito en la
regulación de los derechos de los menores, previstos en el
artículo 4° Constitucional, le corresponde al órgano
jurisdiccional encontrar mecanismos para garantizar el derecho
de los menores de mantener relaciones personales y de trato
directo con sus padres en forma regular. Asegurando la
continuación de la convivencia familiar que en virtud de la
separación de sus padres se suspendió y si bien la a quo
determinó en el resolutivo: “QUINTO: Se decreta la guarda y
custodia definitiva de los menores **********, ********** y
********** de apellidos **********, a favor de su madre la C.
**********,”, omitió establecer el derecho de visitas o régimen de
convivencia a mi favor como padre no custodio, resultando ser
un derecho también de los menores y que debió pronunciarse
teniendo como eje rector el interés superior de los menores
buscando en todo momento incentivar y preservar la
convivencia, olvidando aplicar los principios jurídicos que deben
tenerse en cuenta para el correcto desarrollo entre los menores
y sus padres cuándo éstos se encuentran separados, como lo
son los derechos humanos consagrados en el artículo 4°
Constitucional y el 9 de la Convención sobre los derechos del
niño, que van encaminadas a la protección de los menores y a
permitirles el goce pleno de sus derechos como seres
humanos, al disponer que los Estados Partes respetarán el
derecho del niño que esté separado de uno o de ambos padres
a mantener relaciones personales y contacto directo con ambos
padres de modo regular, salvo si ello es contrario al interés
superior del niño. Así pues, la a quo omitió en perjuicio del
ejercicio de mis derechos de padre y de mis hijos la aplicación
de las disposiciones señaladas, así como las siguientes
jurisprudencias: CONVIVENCIA, RÉGIMEN DE. PRINCIPIOS
JURÍDICOS QUE DEBEN TENERSE EN CUENTA PARA SU
CORRECTO DESARROLLO ENTRE MENORES Y SUS
PROGENITORES, CUANDO ÉSTOS SE ENCUENTRAN
SEPARADOS O DIVORCIADOS. (transcribe datos de
localización, texto y precedentes). MENORES DE EDAD. EL
DERECHO DE VISITA Y CONVIVENCIA CON SUS
PROGENITORES ES DE ORDEN PÚBLICO E INTERÉS
SOCIAL Y, EN CASO DE OPOSICIÓN, EL JUZGADOR
RESOLVERÁ LO CONDUCENTE EN ATENCIÓN AL INTERÉS
SUPERIOR DE AQUÉLLOS. (transcribe datos de localización,
texto y precedentes). TERCERO: Me causa agravio la doble
condena decretada en mi contra contenida en los resolutivos
SEXTO y SEPTIMO de la sentencia recurrida, violentando mi
derecho a debido proceso contemplada en el artículo 16
Constitucional, pues no obstante que en virtud del divorcio
resulta procedente la determinación y aseguramiento de
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contribuir económicamente al sostenimiento de los hijos
menores de edad en proporción a los ingresos o bienes de los
progenitores según lo dispone la fracción III del artículo 372 del
Código Civil de Coahuila, y que en atención al contenido del
409 de dicho ordenamiento legal, el aseguramiento podrá
consistir en hipoteca, prenda, fianza, depósito de cantidad
bastante a cubrir los alimentos o a cualquier otra forma de
garantía suficiente a juicio del juez, la imposición del doble pago
al condenarme en forma definitiva a favor de mis menores hijos
**********, ********** y ********** de apellidos **********, al 45% de
los ingresos totales que obtenga como trabajador del **********,
ordenándose al representante legal a llevar a cabo el descuento
a que he sido condenado, constituyéndose así embargo a mi
salario como garantía del cumplimiento a lo condenado, y a lo
condenado en el resolutivo QUINTO que a fin de garantizar la
pensión alimenticia provisional, “que debió decir definitiva y que
dicho resolutivo resulta incongruente y contrario a lo dispuesto
por el artículo 357 y 366 del Código Procesal Civil de Coahuila
el cual impone al a quo fundamentación y motivación que
justifiquen el embargo decretado, y de las pruebas
desahogadas no existen elementos que la lleven a decretar
dicho aseguramiento el cual según lo establece el artículo 369
del ordenamiento legal invocado se convertirá en definitivo
cuando la resolución recurrida adquiera la autoridad de cosa
juzgada, incongruencia que también agravia las garantías
consagradas en los artículos 14 y 16 Constitucional” a favor de
mis hijos el “EMBARGO PRECAUTORIO” del inmueble ubicado
en la calle ********** número ********** del ********** de esta
ciudad, el cual se encuentra a mi nombre, pues no obstante que
resulta procedente condenarme al pago de una suma de dinero
suficiente a satisfacer las necesidades de mis acreedores
alimentistas, conforme al principio de proporcionalidad de los
mismos, esto no conlleva al doble pago o garantía del importe
de esas necesidades que incluye la habitación, el vestido, la
recreación, la educación, la asistencia médica y la comida, pues
la doble condena impuesta como doble garantía desnaturaliza
la institución de los alimentos la cual es de orden público,
convirtiéndola en una fuente de lucro para el acreedor lo que
resulta inadmisible jurídicamente y ajeno a la finalidad de los
alimentos que por su naturaleza cubren necesidades que
surgen de momento a momento, dirigidas a menores de edad
que por sus circunstancias se encuentran imposibilitados a
allegarse de lo necesario para sus subsistencia. Así mismo, la
condena de pagar alimentos a favor de mis menores hijos
consistente en el 45% de mis ingresos carece de
fundamentación y motivación, violentando la garantía
consagrada en el artículo 16 Constitucional, así como el
principio de proporcionalidad contenido en el artículo 399 del
Código Civil de Coahuila, pues no se desahogó ningún medio
de prueba que determinara mi capacidad económica, ni las
necesidades de mis hijos de tal modo que la aquo tuviera
elementos para motivar y fundar dicha determinación.
CUARTO: La aquo transgredió al resolver, los artículos 14 y 16
Constitucional que tutelan los derechos de seguridad jurídica,
legalidad y de debido proceso, en relación a lo dispuesto por el
artículo 368 del Código Civil de Coahuila, el cual establece:
“Cuando uno de los cónyuges en un matrimonio celebrado bajo
el régimen de separación de bienes se hubiere dedicado
preponderantemente al cuidado de los hijos o al desempeño del
trabajo del hogar, podrá reclamar una compensación pecunaria
que no podrá exceder del cincuenta por ciento del valor de los
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bienes que se hubieren adquirido durante el matrimonio. El
juzgador que conozca de la reclamación resolverá atendiendo a
las circunstancias de cada caso.” Pues no obstante que, con las
testimoniales desahogadas a las cuales la aquo les otorgó
eficacia demostrativa que adminiculó con la documental pública
consistente en la certificación del registro civil relativa al
matrimonio que contraje con **********, advirtió que lo
celebramos bajo el régimen de separación de bienes, quedaron
acreditados los elementos de su procedencia, sin embargo
dichas probanzas resultan insuficientes para condenarme al
pago de una compensación del 50% de los bienes que se
hayan adquirido en el matrimonio, pues con ningún medio de
prueba de los aportados por la actora queda acreditado la
existencia de los bienes que durante la vigencia del matrimonio
hubiere adquirido, ni considera las circunstancias del caso pues
no existe en la sentencia recurrida razonamiento legal alguno
que la haya motivado a determinar el porcentaje que me
condenó, ni las circunstancias tomadas en cuenta para
determinar el porcentaje a que fui condenado, resultando una
inexacta aplicación al precepto legal invocado afectando mi
esfera jurídica patrimonial..…” (Nota: La transcripción es literal)
TERCERO. Los agravios expresados por **********
son unos infundados, otros inoperantes y otros fundados.
Antes de entrar al estudio correspondiente, conviene
traer a cuenta los antecedentes del caso que nos ocupa.
Mediante escrito recibido el 11 de octubre de 2013,
compareció ********** a promover procedimiento especial de
divorcio en contra de **********, en los términos de lo dispuesto
por los artículos 576, 577, 578 y demás del Código Procesal
Civil del Estado de Coahuila.
La promovente solicitó se decretaran las medidas
provisionales consistentes en la separación de los cónyuges, el
señalamiento y aseguramiento de una pensión alimenticia a
favor de ella y de los hijos menores de edad procreados en el
matrimonio, de nombres **********, ********** y ********** de
apellidos **********; y para garantizar el cumplimiento de la
pensión alimenticia a favor de los menores, solicitó el embargo
precautorio del inmueble en el que se constituyó el domicilio
conyugal, afirmando que se encontraba inscrito en el Registro
Público a favor del deudor alimentista.
A su demanda de divorcio, la solicitante acompañó
el convenio a que alude la ley, en el cual formuló las propuestas
relativas a las diversas cuestiones que deben ser objeto del
mismo.
En la cláusula primera manifestó que contrajo
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matrimonio con el demandado el día 26 de mayo de 2001 bajo
el régimen de separación de bienes, y que el último domicilio
conyugal lo establecieron en el inmueble ubicado en la **********
número ********** del **********, de esta ciudad.
En la segunda, declaró que dentro del matrimonio
procrearon tres hijos de nombres **********, ********** y **********
de apellidos **********, quienes a la fecha son menores de edad.
En la cláusula tercera señaló que ambos
progenitores estaban de acuerdo en que la guarda y custodia
de los menores le fuera confiada a la promovente, en la casa
que constituyó el último domicilio conyugal.
En la cuarta propuso que los hijos podrían convivir
con su padre dos días al mes, en fin de semana, de las 10:00 a
las 21:00 horas, previo aviso a la madre.
En la cláusula quinta propuso que el padre de los
menores cubriera una pensión alimenticia consistente en
$15,000.00 mensuales, los cuales correspondían al 30% de sus
ingresos, proponiendo que en caso de enfermedad grave que
implicara gastos fuertes que no pudieran ser cubiertos con la
pensión, el padre se comprometía a pagarlos por partes
iguales. Que la cantidad debía ser depositada en la cuenta que
especificó y propuso que el deudor alimentista debía garantizar
el cumplimiento de su obligación, designando un aval, o bien
con otro medio suficiente.
También propuso que se transmitiera la propiedad
del inmueble en el que se constituyó el domicilio conyugal a
favor de los hijos.
En la sexta de las cláusulas, propuso que ella
conservara el menaje del hogar.
En la séptima manifestó que en virtud de que se
casaron bajo el régimen de separación de bienes, era
innecesario proponer un proyecto de partición de bienes.
En la octava manifestó que se tenía un adeudo por
concepto de colegiaturas de los hijos, el cual ascendía a la
cantidad de $90,270.00 (noventa mil doscientos setenta pesos
0/100 moneda nacional).
En la cláusula novena, la promovente solicitó que se
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decretara a su favor el pago de una pensión alimenticia y una
compensación pecuniaria, consistente en el 50% del inmueble
ubicado en la ********** número ********** del ********** de esta
ciudad, por encontrarse en el supuesto contemplado en el
artículo 367 del Código Procesal Civil, esto es, por haberse
dedicado por completo a las labores del hogar y al cuidado de
los hijos.
Mediante auto de fecha 30 de octubre de 2013, se
tuvo a ********** por promoviendo juicio familiar de divorcio en
contra de su esposo **********; se ordenó emplazar al
demandado; se decretó una pensión alimenticia provisional
consistente en el 45% de los ingresos que obtuviera el
demandado; se decretó un embargo precautorio para garantizar
el pago de alimentos sobre el inmueble ubicado en la **********
número ********** del ********** de esta ciudad, por lo que se
ordenó girar oficio al Director del Registro Público, para que
procediera a inscribir el embargo precautorio decretado. Así
mismo, se decretó la guarda y custodia de los menores a favor
de la promovente en el domicilio señalado y se ordenó dar vista
a la Agente del Ministerio Público adscrita al juzgado para que
manifestara lo que a su representación social conviniera (foja
108).
El 8 de enero de 2014, la Agente del Ministerio
Público fue notificada del auto de fecha 30 de octubre de 2013,
manifestando no tener objeción respecto de la disolución del
vínculo matrimonial y en cuanto a la propuesta de convenio
presentado, solicitó que una vez que compareciera el
demandado o concluyera el plazo otorgado para tal fin, se le
diera vista (foja 119 vuelta).
El demandado fue emplazado a juicio mediante
diligencia actuarial de fecha 3 de diciembre de 2013 (foja119).
Mediante auto de fecha 9 de enero de 2014, se
ordenó dar vista de nueva cuenta a la Agente del Ministerio
Público adscrita al juzgado, la cual fue desahogada el 15 de
enero de 2014, solicitando la representante social que se
continuara con el procedimiento en los términos de lo dispuesto
por el artículo 582 del Código Procesal Civil (foja 121).
Por acuerdo de fecha 21 de enero de 2014, se
declaró la rebeldía de **********; así mismo, se declaró la
disolución del vínculo matrimonial que unía a las partes y se
ordenó correr traslado a la promovente para que ofreciera las
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TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
pruebas de su intención (foja 123).
A la solicitante del divoricio le fueron admitidas las
pruebas confesional y declaración de parte a cargo de **********;
las documentales públicas consistentes en las actas de
nacimiento y de matrimonio de las partes, así como las de
nacimiento de los hijos; la testimonial a cargo de **********,
********** y **********; la inspección judicial que debería
efectuarse en el expediente número ********** radicado en el
mismo juzgado, actuaciones judiciales y presunciones legales y
humanas.
También le fueron admitidas las documentales
privadas consistentes en:
1. Análisis clínicos de prueba de embarazo.
2. Tres estados de cuenta de colegiaturas expedidos
por el **********, relativos a los adeudos de ********** **********,
********** ********** y ********** **********, respectivamente.
3. Sesenta tickets de diversos negocios (Super Q,
OXXO EXPRES, 7 ELEVEN, Operadora de Cinemas, KRISPY
KREME MÉXICO, Carnes San Miguel, COSTCO, Farmacias
Guadalajara, Soriana Hiper, Sonigas, Abastecedora de
Oficinas, Mc Donalds Saltillo, H-E-B, La Posta, Panadería Tres
Espigas, Gas Ideal, Gonmogas, Gas Casablanca).
4. Recibos de pago de electricidad y teléfono.
5. Una receta médica expedida por la Doctora
Patricia Georgina Montiel Duarte, a favor del paciente **********
**********, de fecha 9 de octubre de 2012.
6. Un recibo provisional, folio 4491, expedido por
Imagen Diagnostica, S. A. de C. V., a favor de la paciente
********** **********, de fecha 17 de octubre de 2012.
7. Dos avisos sin fecha de expedición, remitente ni
destinatario.
8. Dos avisos expedidos por la Asociación de
vecinos de la colonia **********, A. C., dirigidos a **********, uno
sin fecha de emisión y el otro de fecha 14 de noviembre de
2012.
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TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
El demandado no ofreció pruebas.
En la audiencia de fecha 18 de julio de 2014, se
desahogó la prueba confesional a cargo del demandado, quien
fue declarado confeso de las 7 posiciones formuladas en el
pliego respectivo; la testimonial a cargo de **********, ********** y
**********. En la misma audiencia la actora se desistió del
desahogo de la prueba de declaración de parte a cargo del
demandado. Por último, al no haber pruebas pendientes de
especial desahogo, la Juez declaró cerrada la fase probatoria y
concedió a las partes un plazo común para que presentaran
conclusiones.
Cabe señalar que la prueba de inspección judicial
admitida a la actora, misma que debía desahogarse sobre las
constancias del expediente ********** de la estadística del
mismo juzgado, no fue desahogada, ni existe pronunciamiento
alguno sobre dicha probanza.
Una vez consumada la fase de conclusiones, la
Juez dictó la sentencia objeto del presente recurso, en la que
decretó la guarda y custodia definitiva de los menores a favor
de la madre; condenó al padre al pago de una pensión
alimenticia definitiva a favor de sus hijos, consistente en el 45%
de todos los ingresos que obtuviera, ordenando se girara oficio
al lugar de trabajo para que se llevara a cabo el descuento
respectivo y fuera depositado en la cuenta bancaria aperturada
por la madre. A fin de garantizar la pensión alimenticia, la Juez
decretó el embargo precautorio del inmueble ubicado en la
********** número ********** de la colonia ********** de esta
ciudad y, por último, condenó al demandado al pago de una
compensación pecuniaria consistente en el 50% de los bienes
que se hubieren adquirido durante el matrimonio, misma que se
liquidaría en ejecución de sentencia.
Inconforme con la sentencia dictada en la primera
instancia, ********** la recurrió en apelación, expresando contra
ella los siguientes agravios.
En el primer agravio, el apelante afirma que se
violentó la garantía de fundamentación y motivación así como la
de debido proceso, consagradas en el artículo 16
Constitucional, en relación con lo establecido por los artículos
519 y 520 del Código Procesal Civil de Coahuila, por falta de
congruencia, fundamentación y motivación al decretarse en
forma definitiva la separación de personas, estableciéndose que
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TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
********** y los menores hijos **********, ********** y ********** de
apellidos **********, permanecieran en el domicilio ubicado en la
calle **********, número **********, del ********** de esta ciudad
de Saltillo.
Alega el recurrente que tal cuestión no era una de
las pretensiones pendientes por resolver, pues en el
considerando cuarto de la resolución que se impugna, la A quo
señaló que quedaron pendientes las siguientes:
1). El señalamiento y aseguramiento de los
alimentos de los menores hijos de nombres **********, **********
y ********** de apellidos **********, mediante el pago de una
pensión alimenticia del 45% de todas y cada una de la
percepciones que por cualquier medio obtenga o prestaciones
laborales que le corresponden al padre.
2). El aseguramiento de las pensiones alimenticias
mediante embargo precautorio del inmueble ubicado en calle
**********, número **********, del ********** de esta ciudad,
inscrito en el Registro Público de la Propiedad bajo la partida
**********, Libro **********, Sección I, de fecha **********.
Por ello, afirma el inconforme, la Juez realizó un
pronunciamiento plus petitio, pues del estudio de los
considerandos se advierte que no hay razonamiento alguno ni
análisis y valoración de pruebas que la motiven a resolver al
respecto.
Así mismo, afirma el exponente, la determinación
aludida lesiona su derecho de propiedad, pues de la
documental pública consistente en la certificación del Registro
Civil relativa al matrimonio que celebró con la actora, a la cual
debió otorgarse valor probatorio pleno según lo dispone el
artículo 456 del Código Procesal Civil de Coahuila, se advierte
que el matrimonio se contrajo bajo el régimen de separación de
bienes, y que dicho inmueble lo adquirió antes de la celebración
del matrimonio que quedó disuelto, omitiendo la A quo analizar
y valorar cada una de las documentales que la parte actora
anexó a su solicitud de divorcio de acuerdo a su sana crítica y
máximas de la experiencia, lesionando el derecho de seguridad,
debido proceso y certeza jurídica del apelante.
Del resumen anterior, esta Sala Colegiada Civil y
Familar advierte que el apelante combate la separación de
personas decretada por la Juez así como la determinación de
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TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
que la actora y los hijos permanecieran en el domicilio
conyugal, ubicado en la ********** número ********** de la colonia
********** de esta ciudad, afirmando que ello es incongruente y
carece de la debida motivación y fundamentación por dos
razones.
a) Porque se trata de un pronunciamiento plus
petitio, ya que dicha pretensión no quedó pendiente de
resolución según lo establecido en la misma sentencia.
b) Porque se lesionó el derecho de propiedad del
apelante, ya que el inmueble lo adquirió antes de la celebración
del matrimonio disuelto, lo cual se acreditó con las
documentales que la Juez omitió valorar.
En criterio de quienes resuelven, el primer
planteamiento es infundado, pero el segundo se considera
fundado, lo anterior según las razones y fundamentos que se
exponen a continuación, estimándose prudente dividir el
análisis respectivo en dos apartados para atender cada
planteamiento en forma individual, dando así claridad a lo que
aquí se resuelve.
a) Planteamiento relativo a que se trata de un
pronunciamiento plus petitio.
En principio, cabe precisar que es cierto que en el
considerando cuarto de la sentencia impugnada, la A quo
señaló que quedaron como pretensiones pendientes de
resolución las referidas por el apelante, es decir, la relativa al
señalamiento y aseguramiento de los alimentos de los menores
hijos del matrimonio y el aseguramiento de los alimentos
mediante el embargo precautorio del inmueble ubicado en calle
********** número ********** del ********** de esta ciudad.
Ahora bien, para el análisis que nos ocupa, se
estima pertinente reiterar lo señalado en los antecedentes del
caso y que tienen relación con el tema.
En dicho apartado se puntualizó que la señora
**********, demandó el divorcio y presentó el convenio a que
alude la ley, señalando en la cláusula primera que el domicilio
conyugal se estableció en el inmueble ubicado en la **********
número ********** del **********, de esta ciudad de Saltillo.
Así mismo, en la cláusula tercera propuso que la
13
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
guarda y custodia de los menores le fuera confiada a ella, en la
casa que constituyó el domicilio conyugal.
En la sentencia impugnada la Juez decretó, entre
otras cuestiones, la separación de personas y determinó que la
actora y sus menores hijos permanecieran en el domicilio
conyugal.
Dentro de tal contexto, resulta incuestionable que la
Juez actuó conforme a derecho al decretar la separación de
personas, determinando cuál de los padres tendría la guarda y
custodia de los hijos así como el domicilio en que éstos debían
residir, pues todas estas circunstancias deben resolverse como
consecuencia de la disolución del vínculo matrimonial, además
de que fueron objeto de solicitud conforme a las propuestas
hechas por la solicitante del divorcio pero, destacadamente,
porque son cuestiones que deben quedar resueltas en la
sentencia que emane de un procedimiento especial de divorcio.
En efecto, de conformidad con el artículo 362 del
Código Civil del Estado, el divorcio disuelve el vínculo
matrimonial y deja a los cónyuges en aptitud de contraer otro.
Así mismo, el artículo 366 del ordenamiento
sustantivo en cita, establece que las acciones y pretensiones
derivadas del matrimonio relativas a la situación de hijos
menores o incapaces, al derecho de alimentos o al régimen
patrimonial adoptado en el matrimonio, que sean consecuencia
de la disolución del vínculo, se resolverán en el mismo
procedimiento de divorcio.
También, en las fracciones I y V del artículo artículo
372 del Código Civil del Estado, se establece que la resolución
que fije la situación de los hijos menores de edad o mayores
incapaces deberá contener todo lo relativo a los derechos
inherentes a la guarda y custodia, atendiendo en todo momento
al interés de los hijos y a la aptitud física y moral de los padres,
a cuyo efecto deberá oír a estos y a los hijos, y en caso de
estimarlo necesario a los abuelos, tíos o hermanos mayores;
así como las demás que sean necesarias para garantizar el
bienestar, el desarrollo, la protección y el interés de los hijos
menores de edad.
De los anteriores preceptos legales se desprende
que la sentencia de divorcio debe contener las determinaciones
relativas a todas las cuestiones que deben quedar resueltas por
14
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
virtud del mismo, como es la separación de los cónyuges, la
situación de los hijos menores de edad, los alimentos de éstos y
en su caso de los cónyuges, así como todo lo relativo a los
bienes.
Por tal motivo, si en el caso que se analiza, se
disolvió el matrimonio existente entre las partes y, por ende, el
juicio se continuó por las cuestiones o pretensiones que
quedaron pendientes, entonces, es correcto que la Juez se
pronunciara en relación a todas ellas, pues de lo contrario
incurriría en violación de los principios de congruencia y
exhaustividad previstos en los artículos 519 y 520 del Código
Procesal Civil del Estado.
Lo anterior es así no obstante que la juzgadora, al
señalar en su sentencia las pretensiones pendientes por
resolver, no incluyera las relativas a la separación de personas,
a la guarda y custodia de los hijos de las partes ni la
concerniente al domicilio donde debían residir, pues tal omisión
no exime a la autoridad de pronunciarse respecto de todas las
cuestiones que deben determinarse con motivo del divorcio,
máxime cuando se trata de la situación de menores de edad,
pues además es obligación de toda autoridad velar por el
interés superior de los niños y de las niñas, emitiendo las
determinaciones o providencias necesarias para ello.
Por lo tanto, resulta infundado que la Juez haya
resuelto una pretensión plus petitio o de manera incongruente al
decretar la separación de los cónyuges y resolver sobre la
guarda y custodia de los menores hijos de las partes,
determinando el lugar donde residirían, pues como quedó
expuesto, en la sentencia que emana de un juicio de divorcio
deben resolverse todas las cuestiones derivadas del mismo,
máxime cuando se trata de derechos inherentes a menores de
edad.
b) Planteamientos relativos a que se lesionó el
derecho de propiedad del señor **********.
Como se señaló, el recurrente alega que se lesionó
su derecho de propiedad al decretarse que su ex cónyuge y sus
hijos permanecieran en el domicilio conyugal, ubicado en la
********** número ********** del **********, de esta ciudad de
Saltillo, porque dicho inmueble lo adquirió antes de la
celebración del matrimonio que quedó disuelto, afirmando que
ello se acreditó con el acta de matrimonio que goza de valor
15
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
probatorio pleno conforme al artículo 514 del Código Procesal
Civil del Estado así como con las demás documentales
exhibidas por la solicitante del divorcio, las cuales omitió valorar
la juzgadora conforme a la sana crítica y las máximas de la
experiencia.
En relación a lo anterior, esta Sala Colegiada Civil y
Familiar estima que la determinación de que la ex cónyuge y los
hijos del matrimonio disuelto permanecieran en la casa que
sirvió de domicilio conyugal lesiona el derecho de propiedad
que afirma tener el apelante respecto de dicho inmueble, ello
por las razones y fundamentos que a continuación se exponen.
Para dilucidar la cuestión planteada es menester
determinar, en primer lugar, si en autos se acreditó que el señor
********** es titular del derecho de propiedad que invoca como
lesionado.
En relación a tal derecho de propiedad, la ex
cónyuge afirmó en su solicitud de divorcio, que el inmueble en
el que se constituyó el domicilio conyugal, ubicado en la
********** número ********** del **********, de esta ciudad de
Saltillo, se encuentra inscrito en el Registro Público a favor de
su ex marido bajo la partida **********, libro **********, sección I,
de fecha **********.
Ahora bien, ante la contumacia del señor **********,
deben tenerse por negados los hechos invocados por la
solicitante del divorcio, lo anterior de conformidad con el artículo
406 del Código Procesal Civil del Estado; lo que implica la
negación por parte del señor ********** de ser propietario del
inmueble de referencia, quedando así fijada la litis respecto del
tema que nos ocupa. Debe destacarse que el ahora apelante no
compareció a juicio durante la primera instancia.
En tal contexto, esta autoridad estima que
correspondía a la parte solicitante probar sus afirmaciones, ello
en términos de la fracción I del artículo 552 del Código Procesal
Civil del Estado.
Ahora bien, analizadas que fueron las constancias
de autos, quienes esto resuelven consideran que contrario a lo
argumentado por el recurrente, con las pruebas documentales
exhibidas por la solicitante del divorcio no se acredita el
derecho de propiedad que se defiende en este agravio, pues
como se advierte de la mención que de ellas se hizo en el
16
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
apartado de antecedentes del caso, ninguna se refiere ni
ampara tal derecho y, en cuanto al acta de matrimonio que
goza de valor probatorio pleno, con ella únicamente se acredita
la celebración del mismo, que se contrajo el 26 de mayo de
2001 y que el régimen patrimonial adoptado por los
contrayentes fue el de separación de bienes.
Sin embargo, dentro del proceso existen otros
elementos suficientes para tener por acreditado que el inmueble
en cuestión se encuentra registrado como propiedad del
apelante, ello en razón de los siguientes motivos.
Obra en autos la confesión ficta en que incurrió el
mencionado señor ********** al dejar de asistir al desahogo de la
prueba confesional admitida a su cargo, el cual se verificó en la
audiencia de fecha 18 de julio de 2014 (foja 147), pues fue
declarado confeso de las 7 posiciones formuladas en el pliego
respectivo que fueron calificadas de legales, dentro de las que
se le cuestionó en forma literal lo siguiente: “QUE DIGA
**********, SI ES CIERTO COMO LO ES…6.- Que de nuestro
matrimonio la suscrita aporté para adquirir diversos bienes los
cuales usted puso a su nombre.”
Así mismo, tanto en este como en el tercero de los
agravios, el apelante formula alegaciones que contradicen la
negativa derivada de la contumacia y corroboran la confesión
ficta referida, pues en el presente agravio se invoca lesión al
derecho de propiedad del apelante respecto del inmueble en
cuestión, mientras que en el tercero se combate el embargo
decretado sobre dicho inmueble como garantía de los alimentos
a que fue condenado el recurrente, siendo importante destacar
que en el tercer agravio el apelante manifestó literalmente “del
inmueble ubicado en ********** número ********** del ********** de
esta ciudad, el cual se encuentra a mi nombre”.
Entonces, si bien es cierto que no obra en autos un
título de propiedad o alguna certificación del Registro Público
que arrojaran certeza sobre la titularidad del derecho de
propiedad del inmueble en mención, también lo es que la
confesión ficta del apelante, adminiculada con la fecha de
celebración del matrimonio que se desprende del acta
respectiva así como con las afirmaciones que formula en los
agravios señalados y la expresión de datos registrales e
identificación plena del bien, conllevan a esta autoridad a
estimar que, efectivamente, el inmueble en cuestión se
encuentra inscrito a favor del apelante desde el 28 de abril de
17
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
2003.
No es obstáculo a lo anterior, el criterio que señala
que la propiedad se acredita con el título respectivo, pues en
ella se establece que tal derecho no puede justificarse mediante
testimoniales y presunciones, y en la especie, la controversia
respecto a la propiedad del inmueble surgió únicamente como
consecuencia de la contumacia, pero se desvaneció totalmente
ante la confesión ficta del demandado de haber adquirido
bienes durante el matrimonio y haberlos puesto a su nombre,
pues dicha confesión se corrobora con la conducta del apelante
asumida en esta segunda instancia, en la que expresamente
admite ser propietario del inmueble referido al formular agravios
tendientes a la defensa del mismo. La anterior apreciación
encuentra sustento en el artículo 513 en relación con el artículo
424 del Código Procesal Civil del Estado.
Una vez dilucidado el tema, debe procederse a
establecer si se lesiona el derecho de propiedad del apelante al
determinarse que su excónyuge e hijos menores de edad
permanezcan viviendo en el inmueble que sirvió de domicilio
conyugal al matrimonio que quedó disuelto.
En criterio de quienes esto analizan, como así se
anticipó, tal determinación lesiona el derecho de propiedad del
recurrente, puesto que si bien fue dictada en beneficio de los
menores hijos de éste, también lo es que la misma implica la
privación del derecho de posesión que deriva de la propiedad
del inmueble, privación que no fue limitada en los términos que
establece la ley y de ahí lo fundado de la lesión alegada.
No se soslaya que la Juez omitió razonar y fundar la
determinación de que se trata, sin embargo, esta autoridad
estima que dicha omisión no genera agravio al recurrente en
tanto que si bien es cierto que se dictó de manera incompleta,
también lo es que la misma resulta acertada porque se traduce
en la protección del interés superior de los menores hijos del
recurrente.
Lo anterior así se considera en virtud de que para
decidir sobre este tipo de medidas, debe atenderse a los
elementos personales, familiares, materiales, sociales y
culturales que concurren en una familia determinada, buscando
lo que se entiende mejor para los hijos, para su desarrollo
integral, su personalidad, su formación psíquica y física.
18
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
Lo anterior encuentra apoyo en la siguiente
jurisprudencia.
GUARDA Y CUSTODIA DE LOS MENORES DE EDAD.
ELEMENTOS A LOS QUE HA DE ATENDER EL JUEZ AL
MOMENTO DE MOTIVAR SU DECISIÓN. El interés superior de
los menores, previsto en el artículo 4o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, como criterio
ordenador, ha de guiar cualquier decisión sobre guarda y
custodia de menores de edad. Dicho de otro modo, el interés
del menor constituye el límite y punto de referencia último de la
institución de la guarda y custodia, así como de su propia
operatividad y eficacia. En consecuencia, al interpretar la norma
aplicable al caso concreto, el juez habrá de atender, para la
adopción de la medida debatida, a los elementos personales,
familiares, materiales, sociales y culturales que concurren en
una familia determinada, buscando lo que se entiende mejor
para los hijos, para su desarrollo integral, su personalidad, su
formación psíquica y física, teniendo presente los elementos
individualizados como criterios orientadores, sopesando las
necesidades de atención, de cariño, de alimentación, de
educación y ayuda escolar, de desahogo material, de sosiego y
clima de equilibrio para su desarrollo, las pautas de conducta de
su entorno y sus progenitores, el buen ambiente social y familiar
que pueden ofrecerles, sus afectos y relaciones con ellos, en
especial si existe un rechazo o una especial identificación; la
edad y capacidad de autoabastecerse de los menores, entre
muchos otros elementos que se presenten en cada caso
concreto. 1
Entonces, si en la especie se toma en cuenta que el
inmueble que sirvió de domicilio conyugal, ubicado en la
********** número ********** del **********, de esta ciudad de
Saltillo, es donde han vivido los menores, que no existen
pruebas de que sea inadecuado por carecer de los servicios o
condiciones indispensables para considerar que se trata de la
vivienda digna y decorosa a la que tiene derecho y que el
dueño es el padre cuya obligación es proporcionar alimentos a
los menores que la ocuparán, quienes esto analizan consideran
que tal determinación es lo mejor para los hijos del matrimonio
disuelto, en tanto que implica privilegiar el interés superior de
los mismos ya que mediante ella se conserva el entorno familiar
y de habitación que habitualmente han tenido y dentro del cual
se han desarrollado, lo que indiscutiblemente beneficia su
desarrollo integral, su personalidad, su formación psíquica y
1
Época: Décima Época. Registro: 2006226. Instancia: Primera Sala. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación. Libro 5, Abril de 2014, Tomo I. Materia(s): Constitucional, Civil. Tesis: 1a./J. 23/2014 (10a.). Página: 450. Amparo directo en revisión
1573/2011. 7 de marzo de 2012. Cinco votos de los Ministros Jorge Mario Pardo Rebolledo, José Ramón Cossío Díaz, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia,
Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y
González. Amparo directo en revisión 2554/2012. 16 de enero de 2013. Mayoría de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea,
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Disidente: José Ramón Cossío Díaz.
Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González. Amparo directo en revisión 3394/2012. 20 de febrero de 2013. Cinco
votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García
Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Arturo Bárcena Zubieta. Amparo directo en revisión
918/2013. 12 de junio de 2013. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho a
formular voto concurrente, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Ignacio Valdés Barreiro. Amparo directo en revisión 583/2013. 11 de septiembre de 2013. Cinco
votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García
Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González. Tesis de jurisprudencia
23/2014 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada de diecinueve de marzo de dos mil catorce.
19
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
física.
Es importante destacar que el apelante no alega
adeudar o estar pagando el inmueble en cuestión, como
tampoco aduce que carece de una vivienda digna para él, a la
que sin duda tiene derecho, sino que su argumento se limita a
que se lesiona su derecho de propiedad, por lo que en ese
sentido, se estima que la determinación no lesiona el derecho
fundamental a una vivienda digna que tiene el deudor
alimentista, pues se insiste, en ningún momento se está
invocando violación a éste derecho.
Ahora bien, teniendo en cuenta que el inmueble que
sirvió de domicilio conyugal es propiedad del recurrente, debe
estimarse que la adopción de la medida afecta tal derecho
porque se limita su ejercicio al privársele de su posesión, pero
si ello se origina por virtud de la disolución del matrimonio y en
beneficio de los menores hijos del mismo, entonces debe
estimarse legal como así se razonó.
Sin embargo, tal afectación no puede ser indefinida,
pues si obedece a una obligación de alimentos, debe limitarse
en cuanto al tiempo de su duración y, si en la especie no se
determinó el tiempo en que permanecería vigente tal
determinación entonces, por tal motivo, se afecta el derecho de
propiedad del recurrente.
En efecto, de conformidad con el inciso d) del
artículo 363 del Código Civil del Estado, debe designarse el
cónyuge al que corresponderá la posesión y disfrute del
domicilio conyugal, y en su caso, del menaje de la casa;
además deberá señalarse el tiempo que durará ese derecho.
Por lo tanto, si se determinó que la ex cónyuge y los
hijos bajo su guarda y custodia permanecieran en el domicilio
conyugal por ser ello lo más benéfico para los menores, es
claro que ello restringe el derecho de propiedad del recurrente;
entonces, la justificación de tal medida debe limitarse en cuanto
al tiempo, máxime que la razón de la privación de la posesión
del inmueble se sustenta en la obligación alimenticia y, por
tanto, la vigencia de dicha obligación debe servir como límite de
la determinación adoptada.
En consecuencia, quienes esto analizan consideran
que la sentencia impugnada deberá modificarse para efecto de
determinar que la señora ********** y los hijos habidos dentro del
20
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
matrimonio disuelto, permanecerán en posesión del domicilio
conyugal hasta en tanto no cese la obligación alimenticia que
tiene el recurrente respecto de sus hijos, en el entendido de que
será hasta que haya cesado dicha obligación respecto de cada
uno de ellos.
Lo anterior sin soslayar lo establecido en el artículo
426 del Código Civil del Estado, conforme al cual en materia de
alimentos, las resoluciones judiciales, provisionales o no,
pueden modificarse cuando cambien las circunstancias de la
situación de hecho que las determinaron.
En conclusión, este primer agravio resultó en parte
infundado y en parte fundado.
En el segundo de los conceptos de agravio, el
recurrente argumenta que la A quo transgredió los derechos
que preservan el interés superior de los menores, tutelado en el
artículo cuarto constitucional en relación con los artículos 9 de
la Convención sobre los Derechos del Niño y 17 del Pacto de
San José, al omitir resolver sobre las modalidades del ejercicio
del derecho de convivencia que le concede la ley con sus
menores hijos, puesto que en el resolutivo quinto de la
sentencia recurrida, solo se pronunció sobre la guarda y
custodia de los menores, sin resolver la forma en que debe
llevarse a cabo la convivencia con los menores.
Es fundado el concepto de agravio resumido en el
párrafo que precede.
En efecto, el artículo 372 del Código Civil del
Estado, establece lo siguiente:
ARTÍCULO 372. La resolución que fije la situación de los hijos
menores de edad o mayores incapaces deberá contener las
siguientes disposiciones:
I. Todo lo relativo a los derechos inherentes a la guarda y
custodia, así como a las obligaciones de crianza y el
derecho de los hijos a convivir con ambos progenitores,
atendiendo en todo momento al interés de los hijos y a la
aptitud física y moral de los padres, a cuyo efecto deberá oír a
estos y a los hijos, y en caso de estimarlo necesario a los
abuelos, tíos o hermanos mayores;
II. Todas las medidas necesarias para protegerlos de actos de
violencia familiar o cualquier otra circunstancia que lastime u
obstaculice su desarrollo armónico y pleno.
III. La determinación y aseguramiento de los alimentos que los
21
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
ex cónyuges tienen obligación de contribuir, en proporción a sus
bienes o ingresos, a favor de los hijos, incluyendo el caso de
que la mujer se encuentre encinta.
IV. Para el caso de los mayores incapaces sujetos a la tutela de
alguno de los ex cónyuges, las medidas a que se refiere este
articulo para su protección
V. Las demás que sean necesarias para garantizar el bienestar,
el desarrollo, la protección y el interés de los hijos menores de
edad.
De la disposición transcrita se advierte que la
fracción I exige que en la resolución que fije la situación de los
menores deben establecerse las bases para garantizar el
derecho de convivencia de éstos con el progenitor que no los
tenga bajo su custodia, exigencia que no cumplió la A quo,
puesto que, si bien resolvió sobre la guarda y custodia de los
hijos del matrimonio disuelto, omitió pronunciarse sobre el
derecho de convivencia de los menores con su padre.
La omisión de la Juez de resolver sobre tal cuestión
implica una violación a los derechos que preservan el interés
superior de los menores, tutelado por los artículos 4o. de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, del 1o.
al 41 de la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada
en la ciudad de Nueva York, de los Estados Unidos de
Norteamérica y ratificada por el Estado Mexicano el veintiuno
de septiembre de mil novecientos ochenta y nueve, la cual es
obligatoria en cuanto a su observancia por parte de los órganos
jurisdiccionales del Estado, según lo dispuesto por el artículo
133 constitucional, por ello, es acertada la violación que aduce
el recurrente, de ahí lo fundado del agravio.
Entonces, ante la omisión de la juzgadora, debe
procederse a resolver sobre el derecho de visitas y convivencia
de los menores con su padre, ello tomando en cuenta que la
guarda y custodia fue decretada en forma definitiva a favor de la
madre y respecto de ello no se inconformó el apelante.
La parte actora propuso en la cláusula cuarta del
convenio que presentó, que la convivencia del demandado con
los menores podría realizarse dos días al mes, en fin de
semana, de las 10:00 a las 21:00 horas, con previo aviso a su
madre, sin embargo, el demandado omitió comparecer a juicio a
fijar su postura en relación a ello.
Por otra parte, de las constancias que integran los
22
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
autos, no se advierten circunstancias probadas que impidan se
autorice la convivencia de los menores con su padre, por el
contrario, dicha convivencia fue incluso propuesta por la madre;
sin que se soslaye que los testigos que rindieron declaración
sobre los hechos objeto del debate, declararon que desde que
se separó del domicilio conyugal el demandado no ha visitado a
los niños, pues a juicio de quienes esto analizan, esta
circunstancia no constituye un impedimento para que se
verifique tal convivencia, pues no se estima que por tal razón se
genere algún riesgo para el sano desarrollo de los menores.
Por ello, la resolución recurrida deberá modificarse
para efecto de decretar el derecho de convivencia de los
menores con su padre, cuyas modalidades deberán fijarse en
ejecución de sentencia, para lo cual, deberá escucharse a los
padres y a los menores **********, ********** y ********** de
apellidos ********** quienes cuentan con 10, 8 y 5 años de edad,
conforme lo dispuesto en la fracción I del artículo 372 del
Código Civil del Estado de Coahuila.
Lo que así se determina en virtud de que el derecho
de visitas y convivencia se cataloga como un derecho
fundamental de los menores porque es tendente a proteger su
interés superior, siendo éste por tanto de orden público y de
interés social, y sólo debe impedirse con alguno de sus padres
cuando se estime razonadamente que resultaría más perjudicial
que benéfico al menor.
Lo anterior encuentra apoyo en la siguiente
jurisprudencia.
VISITA Y CONVIVENCIA DE LOS MENORES CON SUS
PROGENITORES. ES UN DERECHO FUNDAMENTAL QUE
TIENDE A PROTEGER EL INTERÉS SUPERIOR DE
AQUÉLLOS SIENDO, POR TANTO, DE ORDEN PÚBLICO E
INTERÉS SOCIAL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
PUEBLA). Conforme a los artículos 635 y 636 del Código Civil
para el Estado de Puebla, la convivencia de los menores con
sus padres y con la familia de ambos, permite el sano desarrollo
de aquéllos, pues conlleva al conocimiento y trato directo que
tienen los infantes con sus ascendientes y demás parientes a
fin de lograr su cabal integración al núcleo familiar y obtener
identidad plena al grupo social al que pertenecen. En tal virtud,
el desarrollo normal de un menor se produce en el entorno de
éste y su armonía con la familia y grupo social al que pertenece,
que le permite y otorga la posibilidad en atención a sus
capacidades físicas y mentales, para su preparación a una vida
independiente en sociedad, con la percepción de respeto en
razón a los derechos que les asisten a los demás; lo cual se
logra alcanzar cuando se garantizan sus derechos a la vida,
integridad física y mental, salud, identidad, familia y
23
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
fundamentalmente la convivencia con los padres, en tanto que
ello no le resulte más perjudicial que benéfico. En esos
términos, el artículo 637 de la aludida codificación
categóricamente establece: "No podrán impedirse, sin justa
causa, las relaciones personales ni la convivencia entre el
menor y sus parientes, ni siquiera cuando la patria potestad o la
guarda corresponda a uno de ellos, por lo que en caso de
oposición a la solicitud de cualquiera de ellos o incumplimiento
del convenio en que las partes hubieren fijado el tiempo, modo
y lugar para que los ascendientes que no tengan la guarda del
menor lo visiten y convivan con él, el Juez de lo familiar
resolverá lo conducente, en atención al interés superior del
menor. ...". Por ello el tribunal contará con los medios eficaces
que considere necesarios para decretar la convivencia en el
modo y forma que beneficie a los menores y en caso de
incumplimiento parcial o total podrá decretar las medidas de
apremio que concede la ley o dar vista al Ministerio Público si
del comportamiento de quien deba permitir la convivencia se
desprende algún delito; y que sólo por mandato judicial expreso
y fundado en causa justa podrá impedirse, suspenderse o
perderse el derecho de convivencia a que se refiere dicho
dispositivo legal. Atento a lo cual, el derecho de visita y
convivencia con sus progenitores, debe catalogarse como un
derecho fundamental del menor porque es tendente a proteger
su interés superior, siendo éste por tanto de orden público y de
interés social, y sólo se impedirá esa convivencia con alguno de
sus padres cuando se estime razonadamente que resultaría
más perjudicial que benéfico al menor. Por lo que, ante tal
situación, en aras de ese supremo derecho que tienen los niños
a ser amados y respetados, sin condición alguna, por regla
general sus progenitores deben ejercer tanto la guarda y
custodia, como el derecho de visita y convivencia, en un
ambiente de comprensión y respeto para con sus hijos,
procurando en todo momento su pleno desarrollo físico y
mental. Y, concatenadamente, la autoridad judicial se encuentra
obligada a que los menores puedan gozar de ese máximo
principio de convivir con ambos padres y las familias de éstos,
para lo cual debe tomar las medidas necesarias a fin de
proteger ese interés superior. 2
Consecuentes con lo anterior, el segundo agravio
resultó fundado.
En el tercero de los motivos de inconformidad, el
apelante alega que la A quo realizó una doble condena en su
contra, contenida en los resolutivos quinto y séptimo de la
sentencia recurrida, violentando con ello su derecho al debido
proceso tutelado por el artículo 16 constitucional.
2
Época: Décima Época. Registro: 2008896. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación. Libro 17, Abril de 2015, Tomo II. Materia(s): Constitucional. Tesis: VI.2o.C. J/16 (10a.). Página: 1651.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEXTO CIRCUITO. Amparo en revisión 303/2012. 24 de septiembre de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Humberto Schettino Reyna. Amparo en revisión 463/2013. 13 de febrero de
2014. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Humberto Schettino Reyna. Amparo directo 497/2013. 13 de marzo de
2014. Unanimidad de votos. Ponente: Ma. Elisa Tejada Hernández. Secretario: Nelson Loranca Ventura. Amparo directo 526/2013. 13 de marzo de
2014. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Humberto Schettino Reyna. Amparo en revisión 6/2015. 19 de febrero de
2015. Unanimidad de votos. Ponente: Ma. Elisa Tejada Hernández. Secretario: Nelson Loranca Ventura. Nota: En relación con el alcance de la
presente tesis destacan las diversas aisladas 1a. CCCVI/2013 (10a.) y 1a. CCCVIII/2013 (10a.), de rubros: "GUARDA Y CUSTODIA DE UN MENOR
DE EDAD Y RÉGIMEN DE CONVIVENCIA. SON INSTITUCIONES PARALELAS Y COMPLEMENTARIAS DIRIGIDAS A SALVAGUARDAR EL
DERECHO DE LOS MENORES DE EDAD A LA CONVIVENCIA FAMILIAR EN CONTEXTOS DE CRISIS INTRAFAMILIAR." y "RÉGIMEN DE
CONVIVENCIA O DERECHO DE VISITAS. ELEMENTOS A LOS QUE HA DE ATENDER EL JUEZ DE LO FAMILIAR AL MOMENTO DE MOTIVAR
SU DECISIÓN.", que aparecen publicadas en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro XXV, Tomo 2, octubre de
2013, páginas 1051 y 1063, respectivamente. Esta tesis se publicó el viernes 17 de abril de 2015 a las 9:30 horas en el Sema nario Judicial de la
Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 20 de abril de 2015, para los efectos previstos en el punto séptimo del
Acuerdo General Plenario 19/2013.
24
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
Argumenta el recurrente que la Juez decretó a cargo
del apelante una pensión alimenticia para los menores,
consistente en el 45% de los ingresos que por cualquier
concepto obtuviera, constituyéndose así el embargo a su salario
y, por otra parte, en garantía del pago de dichos alimentos,
decretó embargo sobre el inmueble ubicado en la **********
número ********** del ********** de esta ciudad, de lo cual resulta
que se decretó doble garantía del pago de alimentos.
Expone también el apelante que la condena al pago
de la pensión alimenticia consistente en el 45% de sus ingresos
carece de fundamentación y motivación, además de que
violenta el principio de proporcionalidad contenido en el artículo
399 del Código Civil, pues no se desahogó ningún medio de
prueba que determinara su situación económica ni las
necesidades de sus hijos.
Como se advierte, los motivos de agravio
expresados por el apelante están dirigidos a combatir dos
determinaciones distintas, la relativa al doble embargo para
garantizar el pago de alimentos y la consistente en el porcentaje
fijado en tal concepto. Por tal motivo, se estima prudente dividir
el estudio en dos apartados.
a) Planteamientos que se formulan en relación con
el doble embargo.
En criterio de esta Sala, asiste razón al recurrente al
combatir la imposición de un doble aseguramiento del pago de
la pensión alimenticia decretada a favor de los hijos menores de
edad procreados en el matrimonio, pues de la sentencia
impugnada se advierte que, efectivamente, para garantizar el
pago de tales alimentos, la A quo decretó el embargo del salario
del condenado y, además, fincó embargo sobre inmueble
ubicado en ********** número ********** del ********** de esta
ciudad, para el mismo efecto.
En relación con el aseguramiento de la pensión
alimenticia, los artículos 409 y 412 del Código Procesal Civil,
disponen lo siguiente:
Artículo 409. El aseguramiento podrá consistir en hipoteca,
prenda, fianza, depósito de cantidad bastante a cubrir los
alimentos o cualquiera otra forma de garantía suficiente a juicio
del juez. (Lo subrayado es de la Sala)
Artículo 412. El obligado a dar alimentos cumple la obligación
25
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
asignando una pensión competente al acreedor alimentario, o
incorporándolo a la familia. Si el acreedor se opone a ser
incorporado, compete al juez, según las circunstancias, fijar la
manera de ministrar los alimentos.
Del primero de los artículos transcritos, se advierte
la enumeración de las formas en que puede garantizarse el
pago de la pensión alimenticia, pero debe destacarse que dicha
enumeración no es limitativa, pues en la parte final del precepto
se faculta al juzgador para que, tomando en cuenta las
circunstancias del caso señale otra forma que, a su juicio, sea
suficiente para garantizar el pago de la pensión.
La misma facultad se concede en el segundo de los
preceptos citados, al establecer que compete al juzgador fijar la
manera en que el deudor alimentista deberá ministrar los
alimentos decretados.
Ahora bien, de acuerdo con la redacción del artículo
409 citado, puede entenderse que al preverse diversas formas
en que puede garantizarse el pago de la pensión alimenticia, se
hace en forma disyuntiva no conjuntiva, esto es, puede ser
cualquiera de ellas, pero no obliga a que sean varias de las
señaladas, pues el objeto de la disposición es la de garantizar
el pago, lo cual se logra con cualquiera de las formas a que
alude el precepto, o bien, con la que el Juez, de acuerdo a su
prudente arbitrio, considere suficiente.
En este contexto, quienes esto analizan, consideran
que asiste razón al apelante al combatir la doble imposición de
garantía para el pago de la pensión alimenticia decretada a su
cargo y a favor de sus menores hijos. Ello es así, puesto que en
el resolutivo sexto de la sentencia recurrida, se decretó el pago
de una pensión alimenticia consistente en el 45% de los
ingresos que obtuviera el aquí apelante, para lo cual se ordenó
girar oficio al representante legal de su centro de trabajo para
que realizara el descuento del porcentaje decretado e hiciera
entrega del mismo a la actora, mediante el depósito de la
cantidad correspondiente en la cuenta bancaria proporcionada.
Además, en el resolutivo séptimo, decretó embargo
sobre el inmueble ubicado en ********** número ********** del
********** de esta ciudad, para el mismo efecto.
Esto es, el pago de la pensión alimenticia quedó
garantizado mediante el embargo del sueldo del deudor
26
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
alimentista en el porcentaje decretado por ese concepto, pero
además, la Juez decretó el embargo del inmueble descrito en el
resolutivo séptimo de la misma sentencia, lo cual constituye un
doble aseguramiento que contraviene lo dispuesto por el
artículo 409 del Código Procesal Civil.
Lo expuesto encuentra sustento en el criterio
contenido en la tesis emitida por el Tercer Tribunal Colegiado
del Décimo Primer Circuito, que enseguida se transcribe:
ALIMENTOS. NO PROCEDE DECLARAR FIRME EL
EMBARGO SOBRE BIENES DEL DEUDOR, CUANDO
AQUÉLLOS ESTÁN ASEGURADOS CON DESCUENTOS A
SU SALARIO. Incorrectamente en la sentencia se declara firme
el embargo provisional trabado sobre un bien inmueble inscrito
a nombre del deudor alimentista, puesto que aquél se impuso
mientras durara la tramitación del juicio, como garantía del pago
de alimentos; y si de autos consta que éstos se encuentran
asegurados con el descuento directo que al sueldo del deudor
se hace, es claro que no hay por qué embargar en definitiva el
referido bien, en razón de que la cobertura de la prestación
reclamada quedó garantizada con el descuento que se practica
al demandado en su sueldo, la retención que del mismo se
hace y la respectiva entrega a los acreedores. Circunstancia
con la que quedan aseguradas las pensiones futuras a que fue
condenado, lo que permite levantar el secuestro precautorio
que sobre el inmueble se había practicado, ya que proceder en
contrario significaría la imposición de un doble gravamen que
no tiene justificación. Sin que lo anterior signifique que, ante el
incumplimiento del deudor con la obligación respecto de las
pensiones correspondientes, no pueda nuevamente trabarse
ejecución en sus bienes. 3
No pasa desapercibido para quienes esto analizan
que en el resolutivo séptimo de la sentencia recurrida, la Juez
señaló, en la parte que interesa, lo siguiente:
[…] SÉPTIMO. A fin de garantizar la pensión alimenticia provisional
decretada en favor de los referido menores, SE DECRETA EL
EMBARGO PRECAUTORIO del inmueble ubicado en la calle
********** número ********** (ciento ocho) del ********** de esta ciudad
[…]
Esto es, conforme a los términos en que se
encuentra redactado el resolutivo séptimo, se advierte que la A
quo decreta un embargo precautorio para garantizar el pago de
una pensión alimenticia provisional, lo cual no es congruente
con lo establecido en el resolutivo sexto, en el que se decretó
una pensión alimenticia definitiva. Sin embargo, quienes esto
3
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 542/97. Heriberto Cortés Ramírez. 4 de diciembre de 1997.
Unanimidad de votos. Ponente: Moisés Duarte Aguíñiga. Secretaria: Ma. Perla Leticia Pulido Tello. Nota: Por ejecutoria de fecha 25 de noviembre de
2009, la Primera Sala declaró inexistente la contradicción de tesis 260/2009 en que participó el presente criterio. Época: Novena Época. Registro:
196020. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo VII,
Junio de 1998. Materia(s): Civil. Tesis: XI.3o.10 C. Página: 610.
27
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
analizan estiman que el vocablo utilizado se debe a un error
involuntario, pues es claro que al decretarse la pensión
alimenticia en forma definitiva, la forma de garantizarla que se
establezca, debe entenderse también en forma definitiva.
En consecuencia, es fundada la parte del agravio
analizada en los párrafos que preceden, por lo que habrá de
modificarse la sentencia recurrida para omitir el resolutivo
séptimo de la misma, quedando sin efecto el embargo
decretado sobre el bien inmueble descrito, pues el embargo al
salario del obligado constituye una forma conveniente de
garantizar el pago de la pensión alimenticia decretada, máxime
que dicha forma no fue combatida por el recurrente.
b) Planteamientos que se formulan en relación al
porcentaje decretado en concepto de pensión alimenticia.
Otra cuestión que se plantea en este tercer agravio,
es la relativa a que la condena al pago de alimentos a favor de
los menores hijos del apelante, consistente en el 45% del total
de sus ingresos, carece de fundamentación y motivación,
además de que violenta el contenido del artículo 399 del Código
Civil, pues no se desahogó ningún medio de prueba para
determinar la capacidad económica del obligado ni las
necesidades de sus hijos menores de edad.
Este agravio, aunque fundado, a la postre deviene
inoperante en virtud de que el porcentaje decretado en
concepto de pensión alimenticia se estima ajustado a derecho,
lo anterior en base a los siguientes razonamientos.
En el considerando séptimo de la sentencia, la A
quo, al resolver sobre la pensión alimenticia a cargo del
demandado y a favor de los hijos menores de edad procreados
dentro del matrimonio disuelto, determinó lo siguiente:
[…] En virtud de la minoría de edad de la menor (sic) **********,
********** y ********** DE APELLIDOS **********, quienes por tal
circunstancia se encuentran imposibilitados para trabajar y
allegarse de los medios necesarios para su subsistencia, con
fundamento en lo dispuesto por el artículo 403 del Código Civil
de Coahuila, que establece la obligación de los padres a dar
alimentos a sus hijos, y en virtud de que mediante auto de
treinta (30) de octubre del año dos mil trece (2013), se decretó
una pensión alimenticia provisional a favor de dichos menores
correspondiente al 45% (CUARENTA Y CINCO PORCIENTO)
de los ingresos totales que por cualquier motivo obtenga el
demandado C. ********** de los sueldos, salarios, tiempo extra,
reparto de utilidades, bonos de despensa, ayuda escolar,
28
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
compensaciones, vacaciones, aguinaldos, terminación laboral
en su caso y demás prestaciones que obtenga el demandado
********** como trabajador del **********, con domicilio en calle
********** número ********** planta alta entre carretera a **********
y ********** de esta ciudad; […].
De las consideraciones expuestas por la A quo, se
advierte la fundamentación y motivación en que sustentó la
necesidad de los menores de recibir alimentos de su padre; así
mismo se advierte que como sustento del porcentaje fijado, se
invocó que este había sido decretado de manera provisional a
favor de los tres hijos, al inicio del juicio.
En efecto, la A quo expresó que la condena se
decretaba en virtud de la minoría de edad de los hijos del
demandado quienes por tal circunstancia se encontraban
imposibilitados para trabajar y allegarse de los medios
necesarios para su subsistencia, fundando su determinación en
lo dispuesto en el artículo 403 del Código Civil de Coahuila. Por
lo que es evidente que la condena al pago de alimentos se
encuentra fundada y motivada en los derechos y necesidades
de los menores.
Ahora bien, por lo que hace al porcentaje fijado,
acorde a lo expresado en el considerando transcrito, se tiene
que la Juez determinó dicha proporción atendiendo al hecho de
que son tres los acreedores alimentistas, y que este porcentaje
fue fijado de manera provisional en el auto de radicación de la
demanda.
Dentro del tal contexto, es claro que para la fijación
del porcentaje no se consideró la capacidad económica del
obligado ni las necesidades de sus hijos, esto en términos de
cantidades líquidas, es decir, no se consideró a cuánto
ascienden los ingresos que efectivamente obtiene el padre ni el
monto líquido de los gastos que deben cubrirse para el integral
desarrollo de los menores, por lo que en ese sentido es fundado
el agravio.
De igual manera, resulta fundado lo que señala el
recurrente en el sentido de que en autos no se desahogó
ningún medio de prueba para acreditar su capacidad económica
ni las necesidades de sus hijos.
Lo anterior aunque fundado, a la postre deviene
inoperante porque si bien es cierto que no se aportó prueba
alguna para acreditar el monto al que ascienden los ingresos
29
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
del apelante ni los gastos que se erogan para satisfacer las
necesidades de los menores, ello no impide decretar una
pensión alimenticia en base a un porcentaje, máxime que en
autos existen elementos para ello.
En efecto, de las actas de nacimientos de los hijos
del recurrente se advierte que a la fecha cuentan con 10, 8 y 5
años de edad, lo que implica que su necesidad de alimentos es
absoluta, pues por su minoría de edad no pueden allegarse
alimentos por sí mismos.
Además, obran en autos las documentales relativas
a diversos recibos de pago de servicios, atención médica y
adquisición de alimentos, así como avisos de adeudos por
concepto de pago del servicio de agua y una constancia de las
inscripciones y colegiaturas pendientes de pago en el Colegio
Albatros, de los cuales se obtienen la certeza de que se erogan
gastos que deben cubrirse para satisfacer las necesidades de
los hijos, pues se refieren a los servicios del domicilio donde
habitan, de la escuela a la que asisten y a la compra de
productos comestibles.
Además, debe tomarse en cuenta la conducta del
obligado quien no compareció a juicio y, por ello, no demostró
haber aportado recursos para satisfacer los gastos ni estar
cumpliendo con su obligación de dar alimentos a sus hijos.
Los anteriores elementos que se obtiene de autos,
conlleva a esta autoridad a estimar que la pensión alimenticia y
su aseguramiento mediante el embargo del 45% de todos los
ingresos que obtenga el apelante, es adecuada y proporcional,
pues al margen de que se desconozca el numerario en cantidad
líquida a la que ascienden los ingresos del obligado y la que
requieren sus hijos, es claro que al fijar dicho porcentaje se
acata el principio de proporcionalidad con que debe
determinarse esta obligación.
En efecto, la proporcionalidad que debe existir entre
la posibilidad económica del deudor y las necesidades de los
hijos, aun y cuando no se conozca el monto líquido de una y
otra, se satisface estableciendo un monto porcentual porque
ello implica que la cantidad líquida que se deduzca siempre
será en la proporción de los ingresos, aumentando o
disminuyendo en la misma medida en que éstos varíen, de tal
forma que no se trastocan los límites de proporcionalidad,
porque no se deducirá una cantidad superior a la que resulte de
30
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
dicho porcentaje, y existen jurisprudencias que establece que
tal forma de fijar la pensión alimenticia es correcta, las cuales
son del tenor literal siguiente.
ALIMENTOS.
PRESTACIONES
QUE
DEBEN
CONSIDERARSE PARA FIJAR LA PENSIÓN. Es correcta la
pensión alimenticia fijada en forma porcentual a los ingresos
que percibe el deudor como contraprestación a sus servicios,
pues aquélla debe establecerse con base en el salario
integrado que percibe el demandado, entendiéndose por éste,
no sólo los pagos hechos en efectivo por cuota diaria, sino
también por las gratificaciones, percepciones, habitación,
primas, comisiones, prestaciones en especie y cualquier otra
prestación o cantidad que se entregue al trabajador por su
trabajo y los únicos descuentos susceptibles de tomarse en
cuenta son los fijos, es decir, los correspondientes al impuesto
sobre la renta (impuestos sobre productos del trabajo), de fondo
de pensiones y las aportaciones que se enteren al Instituto
Mexicano del Seguro Social como cuotas; pues dichas
deducciones son impuestas por las leyes respectivas, pero no
son susceptibles de tomarse en cuenta las cuotas sindicales o
de ahorro, ya que si bien es cierto que son deducciones
secundarias o accidentales que se calculan sobre la cantidad
que resulta del salario que percibe todo trabajador, también lo
es que sobre éstas sí debe fijarse el porcentaje de la pensión
alimenticia decretada en favor de los acreedores alimentistas,
así como también deben estar incluidas las percepciones que el
demandado obtenga por concepto de ayuda de renta,
despensas, compensación por antigüedad, aguinaldo,
vacaciones, prima vacacional y todas las demás percepciones o
cantidades que reciba el demandado por su trabajo en la
empresa donde labora. 4
PENSIÓN ALIMENTICIA. SU MONTO RESULTA CORRECTO
TOMANDO COMO BASE LA TOTALIDAD DE LAS
PERCEPCIONES
DEL
DEUDOR
ALIMENTARIO,
DISMINUYENDO DEDUCCIONES DE CARÁCTER LEGAL
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ). El artículo
242 del Código Civil del Estado establece que los alimentos han
de ser proporcionados a la posibilidad del que debe darlos y a
la necesidad del que debe recibirlos; por su parte, el diverso
210 del Código de Procedimientos Civiles local prevé la
reclamación sobre la pensión alimenticia provisional fijada por la
autoridad competente; de la interpretación armónica de esos
preceptos se obtiene que el monto de la pensión sólo resulta
correcto si se señala como tal la cantidad o porcentaje que
corresponda, tomando como base la totalidad de las
percepciones que el deudor alimentario perciba, disminuyendo
deducciones de carácter legal no derivadas de obligaciones
personales impuestas al deudor alimentario como podrían ser,
entre otros, el impuesto al ingreso por trabajo realizado. Por
tanto, los derechos personales derivados de las necesidades
alimentarias, deben ser calculados del monto total de las
4
Época: Décima Época. Registro: 160962. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta. Libro I, Octubre de 2011, Tomo 3. Materia(s): Civil. Tesis: VI.2o.C. J/325 (9a.). Página: 1418. SEGUNDO TRIBUNAL
COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEXTO CIRCUITO. Amparo directo 176/89. 13 de junio de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo
Calvillo Rangel. Secretario: Jorge Alberto González Álvarez. Amparo directo 192/98. 4 de junio de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: Antonio
Meza Alarcón. Secretaria: Myriam del Perpetuo Socorro Rodríguez Jara. Amparo directo 282/2000. 18 de agosto de 2000. Unanimidad de votos.
Ponente: Raúl Armando Pallares Valdez. Secretaria: Gloria Margarita Romero Velázquez. Amparo directo 587/2001. 14 de febrero de 2002.
Unanimidad de votos. Ponente: Ma. Elisa Tejada Hernández. Secretario: Enrique Baigts Muñoz. Amparo en revisión 448/2010. 28 de abril de 2011.
Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Humberto Schettino Reyna.
31
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
percepciones de carácter permanente. 5
Debe agregarse que establecer un porcentaje para
cubrir los alimentos genera la seguridad al deudor en el sentido
de que no le serán deducidas cantidades mayores a las que su
capacidad económica soporte, lo cual se traduce en la certeza
de que no será obligado a pagar más de lo que puede.
Ahora bien, es claro que el recurrente no combate
en forma directa el monto del porcentaje dercretado, pues
únicamente aduce que la Juez no tenía elementos para
determinarlo porque no se desahogaron pruebas respecto de su
capacidad económica y en relación a las necesidades de sus
hijos, pero en forma alguna externa inconformidad directa, esto
es, no aduce razones por las cuales estime que el 45% no es
proporcional a sus ingresos y a las necesidades de sus hijos.
No obstante ello, quienes esto analizan consideran
que debe atenderse a la causa de pedir y, en base a la misma,
dilucidar si el 45% decretado en concepto de pensión
alimenticia para los menores hijos del recurrente es un
porcentaje suficiente y proporcional.
En primer término debe establecerse que si son tres
los hijos del apelante, podemos inferir que del 45% que se
estableció, corresponde el 15% a cada uno de los hijos; así
mismo, queda claro que al obligado corresponde un 55% de sus
ingresos, máxime que no justificó tener otras obligaciones
alimenticias o cualquier otra circunstancia que implicara que el
porcentaje decretado le perjudique por dejarlo con una
percepción inferior al 50% de sus ingresos.
Ahora bien, se considera que asignar el 15% de los
ingresos del deudor alimenticio a cada uno de sus hijos, es un
monto suficiente y proporcional porque los alimentos
comprenden, conforme al artículo 395 del Código Civil del
Estado, la comida, el vestido, la habitación y la asistencia en
casos de enfermedad. Respecto de los menores los alimentos
comprenden, además, los gastos necesarios para la educación
preescolar, primaria y secundaria del alimentista, su recreación
y para proporcionarle algún oficio, arte o profesión honestos y
adecuados a sus circunstancias personales.
5
Época: Novena Época. Registro: 180304. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta. Tomo XX, Octubre de 2004. Materia(s): Civil. Tesis: VII.3o.C. J/9. Página: 2172. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA CIVIL DEL SÉPTIMO CIRCUITO. Amparo directo 639/2001. 21 de enero de 2002. Unanimidad de votos. Ponente: Mario Alberto Flores
García. Secretaria: María Isabel Morales González. Amparo directo 129/2002. 4 de abril de 2002. Unanimidad de votos. Ponente: Adrián Avendaño
Constantino. Secretario: Gilberto Cueto López. Amparo directo 600/2002. 22 de noviembre de 2002. Unanimidad de votos. Ponente: Adrián
Avendaño Constantino. Secretario: Gilberto Cueto López. Amparo directo 58/2004. 26 de abril de 2004. Unanimidad de votos. Ponente: Adrián
Avendaño Constantino. Secretaria: María Guadalupe Cruz Arellano. Amparo directo 175/2004. 18 de junio de 2004. Unanimidad de votos. Ponente:
Hugo Arturo Baizábal Maldonado. Secretaria: María Guadalupe Cruz Arellano.
32
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
Entonces, si consideramos que el ahora apelante
cubre el rubro de habitación al determinarse que sus hijos
permanecerán en el inmueble que sirvió de domicilio conyugal,
pues el inmueble es de su propiedad, luego faltaría cubrir el
resto de los rubros a que se alude en el precepto legal citado.
Por ello, se considera que el 15% para cada hijo es
adecuado por estimarse que, además de la habitación, deben
sufragarse los gastos de comida, vestido, asistencia en casos
de enfermedad, así como los necesarios para la educación
preescolar, primaria y secundaria de cada uno de ellos, su
recreación y los que se generen para proporcionarles algún
oficio, arte o profesión honestos y adecuados a sus
circunstancias personales.
No debe omitirse señalar que, aunado a los rubros
que en forma general se señalan en el precepto anterior, deben
contemplarse los gastos de servicios del hogar, como la energía
eléctrica, el agua y el gas, los cuales son indispensables para
que los menores tenga un nivel mínimo de bienestar.
Así mismo, deben tenerse en cuenta los gastos de
manutención del inmueble, los cuales deben ser cubiertos en
tanto que los niños tiene derecho a una vivienda digna y
decorosa, que cuente con todos los servicios y se mantenga en
las condiciones físicas adecuadas para tal efecto, pues ello es
un derecho fundamental que debe protegerse máxime que se
trata de menores de edad y es obligación de toda autoridad
velar por el interés superior de éstos.
Lo anterior encuentra apoyo en la siguiente tesis.
DERECHO FUNDAMENTAL A UNA VIVIENDA DIGNA Y
DECOROSA. SU CONTENIDO A LA LUZ DE LOS
TRATADOS INTERNACIONALES. El artículo 11, numeral 1,
del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 12
de mayo de 1981, establece el derecho de toda persona a una
vivienda adecuada, así como la obligación de los Estados Parte
de tomar las medidas apropiadas para asegurar su efectividad.
Ahora bien, de la interpretación realizada por el Comité de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización
de las Naciones Unidas en la Observación General No. 4 (1991)
(E/1992/23), a dicho numeral, así como de los Lineamientos en
Aspectos Prácticos respecto del Derecho Humano a la Vivienda
Adecuada, elaborados por el Comité de Asentamientos
Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, y los
Principios de Higiene de la Vivienda, emitidos por la
Organización Mundial de la Salud, en Ginebra en 1990, se
33
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
concluye que el derecho fundamental a una vivienda digna y
decorosa, tiene las siguientes características: (a) debe
garantizarse a todas las personas; (b) no debe interpretarse en
un sentido restrictivo; (c) para que una vivienda se considere
"adecuada" requiere contar con los elementos que garanticen
un nivel mínimo de bienestar a quien la habite, esencialmente,
una infraestructura básica adecuada, que proteja de la
humedad, la lluvia, el viento, así como riesgos estructurales,
con instalaciones sanitarias y de aseo, un espacio especial para
preparar e ingerir los alimentos, espacio adecuado para el
descanso, iluminación y ventilación adecuadas, acceso al agua
potable, electricidad, y drenaje; y, (d) los Estados deben
adoptar una estrategia nacional de vivienda para alcanzar el
objetivo establecido en el pacto internacional de referencia, así
como tomar e implementar las medidas legislativas,
administrativas, presupuestarias y judiciales adecuadas para la
realización plena de dicho derecho, dentro de las cuales está
asegurar a la población recursos jurídicos y mecanismos
judiciales para que los gobernados puedan reclamar su
incumplimiento, cuando las condiciones de las viviendas no
sean adecuadas o sean insalubres. Así, dichos aspectos
constituyen los elementos básicos del derecho a una vivienda
digna y decorosa reconocido por el artículo 4o., párrafo
séptimo, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, consistente en que todas las personas cuenten con
una vivienda que tenga los elementos mínimos necesarios para
ser considerada como tal. 6
También se pondera la circunstancia relativa a que
al obligado le resta el 55% de sus ingresos, lo cual implica que
la deducción decretada no le perjudica, lo que es evidente si se
confronta el 15% que se estima suficiente por cada hijo con el
55% del que podrá disponer el obligado para sufragar
únicamente sus necesidades.
Por último, no puede soslayarse la circunstancia
relativa a que la madre de los menores está imposibilitada para
trabajar, según quedó determinado en la sentencia de primera
instancia sin que el ahora apelante expresara agravio contra
ello; en tal escenario, es evidente que ella no está en
posibilidad de aportar cantidad de dinero alguna para sufragar
los gastos de manutención a que se hizo referencia, lo que
contribuye a estimar que el 15% de pensión alimenticia
asignada por cada uno de los hijos es un porcentaje adecuado
para cubrir sus necesidades.
En orden a todo lo anterior, se concluye que el 45%
decretado en concepto de pensión alimenticia es adecuado y
proporcional, de ahí la legalidad de tal determinación.
6
Época: Décima Época. Registro: 2006171. Instancia: Primera Sala. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación. Libro 5, Abril de 2014, Tomo I. Materia(s): Constitucional. Tesis: 1a. CXLVIII/2014 (10a.). Página: 801. Amparo directo en revisión
3516/2013. Ricardo Javier Moreno Padilla y otro. 22 de enero de 2014. Mayoría de cuatro votos de los Ministros Arturo Zald ívar Lelo de Larrea,
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Disidente: José Ramón Cossío Díaz, quien
reservó su derecho a formular voto particular. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz Contreras.
34
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
No se soslaya que la solicitante del divorcio propuso
que la pensión alimenticia se fijara en la cantidad de $15,000.00
mensuales afirmando que la misma corresponde al 30% de los
ingresos del obligado alimentista; sin embargo, en criterio de
quienes esto analizan, tal propuesta no vincula a la autoridad a
resolver en los términos de la misma, pues al tratarse del
derecho de alimentos de los menores hijos del matrimonio que
quedó disuelto, deben dictarse todas las medidas necesarias
para salvaguardar el interés superior de los mismos.
Aunado a lo anterior, debe señalarse que lo
propuesto por la madre constituye solo eso, una propuesta, con
la cual el padre no estuvo de acuerdo, pues ello se deduce de
su contumacia, por lo que es la autoridad jurisdiccional quien
tiene no solo la facultad, sino el deber de resolver tal
desacuerdo y, partiendo de la base de que debe privilegiar el
interés superior de los menores, determinar una pensión
alimenticia suficiente y proporcional.
Debe agregarse también que en autos no se
aportaron pruebas tendientes a demostrar que la cantidad
propuesta corresponde al porcentaje aludido, ni siquiera para
acreditar el monto de los ingresos del obligado, para con ello
estar en aptitud de considerar dicha propuesta y ponderar su
suficiencia y la posibilidad del padre de proporcionarla, lo cual
constituye una razón más para sostener que correspondía a la
autoridad juzgadora determinar la pensión alimenticia en el
porcentaje que razonadamente estimara suficiente y
proporcional, de ahí que su determinación se estime apegada a
derecho.
En consecuencia, este tercer agravio resulta en
parte fundado y en parte inoperante.
En el cuarto de los conceptos de inconformidad
expresados por el apelante, argumenta que la A quo
transgredió los artículos 14 y 16 constitucionales que tutelan los
derechos de seguridad jurídica, legalidad y de debido proceso
en relación con el artículo 368 del Código Civil de Coahuila al
decretar el pago de una compensación pecuniaria del 50% de
los bienes adquiridos durante el matrimonio, a favor de la parte
actora.
Expone que las pruebas rendidas en el juicio,
consistentes en la testimonial y la documental pública relativa al
35
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
acta de matrimonio en la que se señala que el matrimonio se
celebró bajo el régimen de separación de bienes, son
insuficientes para condenarlo al pago compensatorio
mencionado, pues con ninguno de los medios de prueba
aportados por la actora se acredita la adquisición de bienes
durante la vigencia del matrimonio, además de que la Juez no
realizó razonamiento legal alguno que lo motivara a determinar
el porcentaje decretado.
Conforme a los argumentos expresados, es claro
que el apelante controvierte tanto la condena al pago de la
compensación pecuniaria como el porcentaje decretado por
dicho concepto, pues respecto de lo primero alega que no se
acreditó la adquisición de bienes, y en relación a lo segundo,
afirma que no se razonaron los motivos para establecer el
porcentaje.
En principio, esta autoridad estima importante
destacar que no se formula agravio mediante el cual se
combata la determinación de la Juez consistente en que la
solicitante
del
divorcio
acreditó
haberse
dedicado
preponderantemente al cuidado de los hijos y al desempeño del
trabajo del hogar, siendo tales circunstancias en las que dicha
autoridad se fundó para estimar la actualización de la hipótesis
prevista en el artículo 368 del Código Civil de Coahuila, por lo
que las consideraciones expresadas al respecto, deberán
quedar intocadas.
Entonces, lo aquí alegado queda acotado a los dos
argumentos referidos, consistentes en que la compensación
pecuniaria no es procedente porque no se acreditó que se
hubieren adquirido bienes durante el matrimonio y en que el
porcentaje decretado carece de motivación y fundamentación.
Para dilucidar lo anterior, es conveniente señalar
que el artículo 368 del Código Civil de Coahuila dispone lo
siguiente:
Artículo 368. Cuando uno de los cónyuges en un matrimonio
celebrado bajo el régimen de separación de bienes se hubiere
dedicado preponderantemente al cuidado de los hijos o al
desempeño del trabajo del hogar, podrá reclamar una
compensación pecuniaria que no podrá exceder del cincuenta
por ciento del valor de los bienes que se hubieren adquirido
durante el matrimonio.
El juzgador que conozca de la reclamación
atendiendo a las circunstancias de cada caso.
resolverá
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TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
Conforme al precepto transcrito, se tiene que la
finalidad del mecanismo compensatorio aludido es corregir la
eventual desproporción del perjuicio económico que cualquiera
de los cónyuges pueda resentir debido al tipo de trabajo
desempeñado
durante
el
matrimonio,
labores
preponderantemente enfocadas al hogar y/o a los hijos, y está
disponible indistintamente para cualquiera de ellos, con
independencia de su género y de la posición procesal que
ocupen dentro del juicio de divorcio, ya sea actor o demandado.
Lo expuesto encuentra sustento en el criterio
contenido en la jurisprudencia emitida por la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, que enseguida se
transcribe:
DIVORCIO.
COMPENSACIÓN
EN
CASO
DE.
INTERPRETACIÓN DE LA FRACCIÓN VI DEL ARTÍCULO
267 DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL,
VIGENTE DEL 4 DE OCTUBRE DE 2008 AL 24 DE JUNIO DE
2011. La finalidad del mecanismo compensatorio previsto en el
artículo 267 del Código Civil para el Distrito Federal, vigente del
4 de octubre de 2008 al 24 de junio de 2011, es corregir
situaciones de enriquecimiento y empobrecimiento injustos
derivadas de que uno de los cónyuges asuma las cargas
domésticas y familiares en mayor medida que el otro. A partir
de esa premisa originada de la interpretación teleológica de la
norma se obtiene que, cuando la disposición citada establece
los supuestos en que debe operar la compensación, el
elemento común e indispensable es que el cónyuge solicitante
se haya dedicado a las labores domésticas y de cuidado, en
detrimento de sus posibilidades de desarrollarse con igual
tiempo, intensidad y diligencia en una actividad en el mercado
laboral convencional. Así, al disolver un matrimonio celebrado
bajo el régimen de separación de bienes, tendrá derecho a
exigir la compensación hasta en un 50% de los bienes de su
contraparte, el cónyuge que se haya dedicado al desempeño
del trabajo del hogar y, en su caso, al cuidado de los hijos,
sufriendo con ello un perjuicio patrimonial tal que, en
consecuencia, 1) no haya adquirido bienes, o 2) haya adquirido
notoriamente menos bienes que el otro cónyuge que sí pudo
desempeñarse en una actividad remuneratoria. Corresponderá
al juez en cada caso, según lo alegado y probado, estimar el
monto de la compensación con el objeto de resarcir el perjuicio
económico causado. 7
No obsta que el criterio que se sostiene en la
jurisprudencia transcrita interprete la fracción VI del artículo 267
del Código Civil para el Distrito Federal, pues el contenido de
7
Contradicción de tesis 490/2011. Suscitada entre los Tribunales Colegiados Tercero y Octavo, ambos en Materia Civil del Primer Circuito. 29 de
febrero de 2012. La votación se dividió en dos partes: mayoría de cuatro votos en cuanto a la competencia. Disidente y Ponente: José Ramón Cossío
Díaz. Mayoría de cuatro votos en cuanto al fondo. Disidente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Mireya Meléndez Almaraz. Tesis de
jurisprudencia 54/2012 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha veintiocho de marzo de dos mil doce. Época:
Décima Época. Registro: 2000780. Instancia: Primera Sala. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
Libro VIII, Mayo de 2012, Tomo 1. Materia(s): Civil. Tesis: 1a./J. 54/2012 (10a.). Página: 716.
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TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
dicha norma es similar al del artículo 368 del Código Civil de
Coahuila.
Ahora bien, del artículo 368 invocado, se advierte
que el mismo establece textualmente que cuando uno de los
cónyuges en un matrimonio celebrado bajo el régimen de
separación de bienes se hubiere dedicado preponderantemente
al cuidado de los hijos o al desempeño del trabajo del hogar,
podrá reclamar una compensación pecuniaria que no podrá
exceder del cincuenta por ciento del valor de los bienes que se
hubieren adquirido durante el matrimonio, entonces, es
indudable que para la actualización del supuesto, debe
acreditarse que el matrimonio se celebró bajo el régimen de
separación de bienes y que quien solicita la compensación se
ha dedicado preponderantemente al cuidado de los hijos o al
desempeño del trabajo del hogar.
Pero además, de dicho precepto se infiere que debe
acreditarse también la existencia de bienes adquiridos durante
el matrimonio, pues es respecto de ellos sobre los que habrá de
ejecutarse la compensación pecuniaria que en su caso se
decrete a favor de quien la solicite.
De ahí que, resulta legal estimar que la condena al
pago de la compensación pecuniaria de que se trata se
encuentra condicionada a la existencia de bienes adquiridos
durante el matrimonio.
Sin embargo, carece de razón el apelante al afirmar
que en autos no se justificó la adquisición de bienes durante el
matrimonio, pues según se analizó en el primer agravio, el
ahora apelante confesó fictamente haber adquirido bienes
durante el matrimonio y haberlos puesto a su nombre, y dicha
confesión se corrobora con la conducta del recurrente asumida
en esta segunda instancia, en la que expresamente admite ser
propietario del inmueble referido al formular agravios tendientes
a la defensa de tal derecho.
Debe reiterarse que la confesión ficta del apelante,
adminiculada con la fecha de celebración del matrimonio que se
desprende del acta respectiva así como con las afirmaciones
que se formula en los agravios y la expresión de datos
registrales e identificación plena del bien, conllevan a esta
autoridad a estimar que, efectivamente, el inmueble en que se
constituyó el domicilio conyugal, ubicado en ********** número
********** del ********** de esta ciudad se encuentra inscrito a
38
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
favor del apelante desde el **********.
Lo anterior puede así sostenerse no obstante que el
ahora apelante alegue que dicho inmueble lo adquirió antes de
contraer matrimonio, pues ninguna prueba aportó para
demostrar tal hecho, ya que no compareció a juicio durante la
primera instancia aún y cuando fue emplazado legalmente.
Pero además, contra tal afirmación, obran en autos las pruebas
antes referidas, así como las declaraciones de los testigos de la
parte contraria.
En efecto, conforme a las declaraciones rendidas
por los testigos presentados por la solicitante del divorcio, se
tiene que ********** declaró que sabía que su presentante y el
demandado, cuando eran novios compraron un terreno y
durante el matrimonio lo vendieron para poder comprar otro
terreno donde constituyeron el hogar conyugal y lo pusieron a
nombre de **********; por su parte, el testigo ********** declaró
que los bienes que se hicieron durante el matrimonio de su
presentante y el señor ********** lo hicieron entre los dos pues
un terreno lo compraron aún de solteros cuando su presentante
aún trabajaba; que los bienes que hicieron durante su
matrimonio se pusieron a nombre de ********** por haber
convenido en casarse por separación de bienes; finalmente, la
testigo ********** declaró que la casa donde actualmente vive su
presentante y sus hijos se encuentra a nombre del señor
**********; que sabe que su presentante colaboró con el señor
********** en la construcción de la casa.
Las anteriores declaraciones gozan de valor
probatorio en tanto que fueron emitidas por personas capaces,
que conocen los hechos directamente según la razón de su
dicho, y fueron contestes sobre puntos concernientes al litigio,
lo anterior de conformidad con el artículo 513 del Código
Procesal Civil del Estado.
Por lo tanto, la confesión ficta del ahora apelante,
adminiculada con la fecha en que se celebró el matrimonio de
acuerdo al acta respectiva y con las declaraciones referidas,
arrojan certeza en cuanto a que el bien se adquirió durante el
matrimonio.
Entonces, con los medios de prueba referidos, se
reitera, se acredita la existencia de al menos un bien inmueble
adquirido durante la vigencia del matrimonio, en el cual se
constituyó el domicilio conyugal.
39
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
En orden a lo anterior, se declara infundado lo
alegado en cuanto a la improcedencia de la condena al pago de
la compensación pecuniaria, pues como se determinó, es falso
que en autos no se haya justificado que se adquirieron bienes
durante el matrimonio.
Por otra parte, también es falso que la A quo haya
omitido exponer de manera clara las razones que la llevaron a
fijar, en concepto de la compensación pecuniaria a que alude el
artículo 368 del Código Civil del Estado, el 50% de los bienes
que se hubieren adquirido durante la vigencia del matrimonio,
pues del considerando cuarto de su resolución se advierte que
dicha autoridad expuso las circunstancias especiales que
quedaron acreditadas en el juicio, y que tomó en consideración
para estimar procedente la condena decretada en tal
porcentaje, pues al respecto señaló que quedó acreditado que
la actora presenta una lesión en la columna que le impide
desempeñar un trabajo remunerable, que siempre estuvo al
cuidado de los hijos y del hogar y que carece de bienes propios,
por lo que es inconcuso que la juzgadora si motivó el porcentaje
en que debía pagarse la compensación pecuniaria, resolución
que fundó en lo previsto por los artículos 367 del Código Civil y
513 y 514 del Código Procesal Civil, ambos del Estado de
Coahuila.
En conclusión, son infundados los conceptos de
agravio expresados por el apelante, pues la condena al pago de
una compensación pecuniaria a favor de la parte actora se
estima ajustada a derecho.
Consecuentes
con
las
consideraciones
y
fundamentos expuestos, los motivos de agravio expresados por
********** resultaron unos infundados, otros inoperantes, pero
otros fundados y suficientes para modificar la sentencia
recurrida conforme a los lineamientos precisados en esta
resolución.
CUARTO. En virtud de que la parte recurrente no se
colocó en ninguno de los supuestos previstos por el artículo 138
del Código Procesal Civil vigente, no ha lugar a hacer especial
condena al pago de costas en esta instancia.
Por lo expuesto y fundado, con apoyo en los
artículos 135, 136, 137, 140 y 141 de la Constitución Política
del Estado de Coahuila de Zaragoza, así como en los
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TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
numerales 16, 18 y 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
se resuelve:
PRIMERO. Se MODIFICA la sentencia de primera
instancia, para quedar como sigue:
PRIMERO.- Este juzgado resultó ser competente para
conocer y resolver el presente juicio.
SEGUNDO.- Las partes actuaron con capacidad
procesal por ser mayores de edad
TERCERO.- La parte actora principal **********,
acreditó las pretensiones constitutivas de su acción, en
consecuencia:
CUARTO.- Se decreta en forma definitiva la
separación de personas de la C. **********, como de la
menor **********, ********** Y ********** DE APELLIDOS
**********, en el domicilio ubicado en la calle **********,
número **********, del ********** en esta ciudad, hasta
en tanto no cese la obligación alimenticia que tiene el
señor ********** respecto de sus hijos, en el entendido
de que será hasta que haya cesado dicha obligación
respecto de cada uno de ellos.
QUINTO.- Se decreta la guarda y custodia definitiva de
los menores **********, ********** Y ********** DE
APELLIDOS **********, a favor de su madre la C.
**********.
SEXTO.- Se condena al C. **********, al pago de una
pensión alimenticia definitiva a favor de sus menores
hijas **********, ********** Y ********** DE APELLIDOS
********** consistente en el 45% (CUARENTA Y
CINCO POR CIENTO) de los ingresos totales que por
cualquier motivo obtenga el demandado C. **********
de los sueldos, salarios, tiempo extra, reparto de
utilidades, bonos de despensa, ayuda escolar,
compensaciones, vacaciones, aguinaldos, terminación
laboral en su caso y demás prestaciones que obtenga
el demandado **********, como trabajador del **********,
con domicilio conocido en calle ********** número
********** planta alta entre carretera a ********** y
********** de esta ciudad; al efecto gírese Oficio al C.
REPRESENTANTE LEGAL DEL **********, para que
con fundamento en lo dispuesto por el artículo 272 del
Código Civil vigente en el Estado, lleve a cabo el
descuento decretado, el cual deberá efectuar después
41
TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
de proceder a descontar las deducciones de ley,
exclusivamente como son: el impuesto sobre el
producto del trabajo, servicio médico y cuota sindical, y
lo deposite en la cuenta bancaria con clave
interbancaria ********** del Banco ********** aperturada
por la parte actora **********, previa identificación y
acuse de recibo. Se apercibe a dicho Representante
Legal que en caso de no dar estricto cumplimiento a lo
ordenado, se aplicará y hará efectiva en su contra
una Multa de cincuenta días de salario mínimo
vigente en la región, sin perjuicio de la sanción
penal en que pudiera incurrir por desacato a una
autoridad judicial y será responsable de los daños
y perjuicios que se causen al acreedor alimentista
pos sus omisiones.
SÉPTIMO.- Se decreta la convivencia de ********** con
sus menores hijos **********, ********** y ********** de
apellidos **********, cuyas modalidades deberán fijarse
en ejecución de sentencia, para lo cual, deberá
escucharse a los padres y a los menores, conforme lo
dispuesto en la fracción I del artículo 372 del Código
Civil del Estado de Coahuila.
OCTAVO.- Se condena al demandado ********** al
pago de una compensación del 50% (CINCUENTA
POR CIENTO), de los bienes que haya adquirido
durante el matrimonio, misma que se liquidará en
ejecución de sentencia.
NOVENO.- No ha lugar a hacer especial condenación
en costas.
SEGUNDO. No ha lugar a hacer especial condena
al pago de costas en la segunda instancia.
NOTIFÍQUESE
PERSONALMENTE,
con
fundamento en la fracción 211, fracción V, del Código Procesal
Civil. Con testimonio de esta resolución, devuélvanse los autos
originales al juzgado de origen y, en su oportunidad, archívese
el toca como asunto concluido.
Así, por mayoría de votos, lo resolvió el Pleno de la
Sala Colegiada Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia
del Estado, integrado por los Magistrados MARTHA ELENA
AGUILAR DURÓN, MÍRIAM CÁRDENAS CANTÚ, LUISA
MARÍA SOTO GONZÁLEZ, GABRIEL AGUILLÓN ROSALES
y CARLOS JAVIER GARCÍA MATA, con voto en contra del
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TOCA FAMILIAR NÚM. 224/2015
último de los nombrados y voto en contra de GABRIEL
AGUILLÓN ROSALES únicamente por lo que hace al
resolutivo cuarto, siendo ponente la tercera de los nombrados,
ante la Licenciada MARÍA BLANCA ESTELA SUBEALDEA
RODRÍGUEZ, Secretaria de Acuerdo y Trámite que autoriza y
da fe.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - _________________________________
MAG. MARTHA ELENA AGUILAR DURÓN
___________________________________
MAG. MÍRIAM CÁRDENAS CANTÚ
_____________________________________
MAG. GABRIEL AGUILLÓN ROSALES
__________________________________
MAG. CARLOS JAVIER GARCÍA MATA
________________________________
MAG. LUISA MARÍA SOTO GONZÁLEZ
(PONENTE)
________________________________________________
LIC. MARÍA BLANCA ESTELA SUBEALDEA RODRÍGUEZ
(SECRETARIA DE ACUERDO Y TRÁMITE)
En la misma fecha se fijó en el acuerdo de ley. Conste.- - - - - - - - - - - - - LMSG/MRMR
(Esta hoja pertenece a la sentencia del toca familiar 224/2015, resuelta el día (21)
veintiuno de octubre de (2015) dos mil quince, por mayoría de votos en el Pleno de la
Sala Colegiada Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Estado, integrado por
los Magistrados Martha Elena Aguilar Durón, Míriam Cárdenas Cantú, Gabriel Aguillón
Rosales, Carlos Javier García Mata y Luisa María Soto González, siendo ponente la
última de los nombrados, ante la Licenciada María Blanca Estela Subealdea Rodríguez,
Secretaria de Acuerdo y Trámite.)
La licenciada María Blanca Estela Subealdea Rodríguez, secretaria de acuerdo y trámite de la Sala
Colegiada Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Estado, hago constar y certifico
que, en términos de lo previsto en los artículos 27, fracción IX, 58 y 75 fracción III, de la Ley de
Acceso a la Información y Protección de Datos Personales del Estado de Coahuila de Zaragoza, en
esta versión pública se suprime la información considerada como reservada o confidencial que
encuadra en el ordenamiento mencionado y en las disposiciones aplicables.
Este documento fue cotejado previamente con su original por la licenciada María del Rosario
Moreno Ruelas, secretaria de estudio y cuenta, quien elaboró la presente versión pública.
María Blanca Estela Subealdea Rodríguez
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