~:>j' I I I I EL OBISPO DE P ANAl\IA AL j li CONGRESO DE COLOMBIA. II il i I I I I JI ..••• Il') t BANCO DE LA REPUBLICA 8IBLlOTiCA LUIS - ANGEL I ARANGO ! BOGOTÁ. HIPRENTA DE ECllEVERRÍA I HERMANOS. 1878. ---~~ I.~ Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia EXPOSICION QU.E RAC.E AL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA EL OBISPO DE PANAMA. tiiudadanos SeDad~res y Representantes. V cngo ante vosotros, en uso del derecho de peticion, y confiado no IDénos en la justicia que me asiste que cn la elevada imparcialidad que es fuerza presida á todos los actos legielativos del Congreso de mi Patria, Ú hacer la exposicion y sú plicR siguientes: El Congreso de 1877 emitió una ley adicional á la de crédito público. en fuerza de la cual y de un golpe, privó á la Iglesia de Colombia de todos los capitales con que la piedad particular lahabia generosamente dotado, los cuales aunque desamortizados por el Gobierno, cran por él reconocidos, y pagados tambienlos réditos que él mismo les :fij6 primero y les redujo despues. Por otra ley del mismo año, llamada de inspeccion civil en materia de cultos, los Obispos y sacerdotes de toda Colombia han sido colocados en una posicion insostenible, por serles á nn tiempo mandados actos, que están entre sí en pngna abierta y declarada. Fueron ademas por otrà ley del mismo año privados á perpetuidad del ejercicio de sus funciones, y desterrados del pais por diez años los Illmos. Señores Bermúdez y Restrepo, González y Montoya, Obispos respectivamente de P9,payan y PaSto, de Antioquia y Medellin. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -2- Por haber protestado contra las disposiciones que acabo de citar, el llImo. Sefior Parra, Obispo de Pam· plona, fué sometido á juiciO'¡ juzgado y sentenciado á pasar dos mil dias confinado en la ciudad de Barranquilla. Son además muchos en número los sacerdotes en las cinco diócesis citadas, que han sido desterradoEl, ó se han vi3to obligados á huir ó vivir errantes y sin abrigo en lad soledades. Todos estos hechos son de Plíblica notoriedad, y causan en toda la República no poco malestar, al cual solo vosotros, inspirándoos en sentimientos verdaderamente patrióticos, podeis poner el su&pirado remedio. Consiste éste, en devolver á la Iglesin Católica la antigua posicion que le habia hecho la CODstitucion de Rionegro, la cual si no ventajas, dábale las condiciones necesarias para su existencia, de las cuales hoy se ve privada por las leyes de 1877. Lo podeis hacer, porque vuestros poderes son los mismos que los de los legisladores del año pasado. Lo debeis hacer, porque vosotros estais reunidos despues de lá victor'in, que hace á los hombres magnánimos, y bajo las influencias de la paz, que es aconsejadora de la justicia. Ellos, los legisladores de 1877, dictaban sus leyes en medio del humo de la pólvora, y eran interrumpidas sus discusiones por el estruendo del cañon de la mas cruda guerra civil que haya ensangrentado la Patria, rodeándoles una atmósfera mfectada por la exageracion, las falsas nuevas, los odjos implacables que la sitnacion de guerra enciende en los ánimos .. l\1ovíales á ellos la idea de desarmar ó aniquilar á quien juzgaban enemigo, y empujábales, sin duda, el espíritu de represalia. Por eso tal vez no vieron con·la claridad que á legisladores compete que los bienes de que privaban á la Iglesia Católica, eran propiedad de ella, y propiedad reconocida por el mismo Gobierno de Colombia, á destruir la cua.1no alcanzaba ni podiaalcanzar su poder. No vieron que por muchos motivos de disgusto que haya. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -3- en el dendor contra el acreedor, nnnca puede aqnel declararse dneño de los bienes del último. Si lo hubieran visto, no habrian dado en tiempos como los que atl'avesamos, tan funesto ejemplo al atacar asi la propiedad en un acto legislativo. y es tan palpable la injusticia cometida por esa ley, qne no se alcanza á ver con qué razones pueda justificarse, ni he aida á ninguno que alegue en su defensa algun motivo plausible. Es además general persuasion en el pais, que tarde ó temprano será reparado el mal hecho por esa ley en el Congreso de 1877. Y creo que os cubriríais de gloria, si desoyendo las sugestiones de partido, diéseis aida á lo que justicia pide, y quitáseis ese descrédito de encima de la N aeíon, derogando una lèY tan impropiamente llamada de crédito público. En la de inspeccion civil en materia de cultos deben considerarse dos cosas. La una, el motivo que á emitirla movió á los legisladores. La otra, lo que en su conjunto y pormenores dispone. El motivo alegado por el Congreso y repetido por el periodismo de que se han hecho eco todos los que no se dan el trabajo de pensar, es que el clero de Colombia promovi6 y fomentó la pasada revoluciono Nada hay mas falso bajo del sol que esta asercion, casi por todos l'epetida, y tal vez creida por nadie. El clero de Colombia tomado en su conjunto, hoy como ántes, conoce muy bien que su mision es de paz. El clero de Colombia sabe que no hay conquistas en el . campo de las ideas, sino por la difusion de ellas. El clero de Colombia sabe que no le ei3 lícito tomar parte en una guerra civil; y sabe además, que aunque le fuese lícito, no le convendria, porque entóncefl vendria á ser no el clero del pais, sino el clero de un partido, y no podria cumplir con su mision santa y benéfica para con todos. Por estas razones el clero colombiano no tomó parte en la guerra desastrosa que acaba de asolar el pais. Los que aseguran lo contrario citan algunas pastorales de los señores Obispos. Las he leido todas con la mayor atencion, y no· he hallado en ninguna de ellas ni Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -4- una palabra que excite á la rebelion, 6 que empuje á los pueblos á las armas ... Es cierto que se opusieron los señores Obispos á las escuelas oficiales. Pero porque los maestros protestantes en vaJ'ias de ellas atacaban la religion de nuestros padres. Donde no lo hicieron, los Obispos por amor á la paz callaron procurando con todos los medios conciliatorios prevenir el mal. I Además, la cuestion de las escuelas no fué la única causa de division y de guerra. Basta recorrer los periódicos del año de 1875, escritos por miembros de todos los partidos, para ver las muchas caui')as que la promovian y fomentaban .. Si se halló á varios sacerdotes en los ejércitos que peleaban cóntra el Gobierno, fué, en primer logar, porque lOB llamaron para tener quien les diese los 1Íltimo~ auxilioB eu el trance de la muerte; y en segundo, porque en muchos lugares donde las tropas del Gobierno mandaban, se le!'!trataba como á enemigos, miéntras que los otros no los perseguian. Si no hubiese habido esta circunstancia desfavorable, creo que la mayor parte de los sacerdotes habrian quedado en su puesto aun en 10 mas crudo de la guerra. He averiguado si hubo sacerdotes conocidos y de alguna influencia que predicasen la guerra, y todavía ni de uno solo lo sé de una manera indudable. Y dado que hubiese habido uno que otro en todo el pais ¿ uno que otro es el clero de Colombia ~ El Gobierno de la Union ha presenciado el proceder del elero en la capital. Yo he visto aquí el mio, y 10 ha visto el Gobierno del Estado. i Ha habido una sola expl'esion de encono, ó ménos moderada en nuestros labios en esa época luctuosa, de tan terrible exaItacion, y cuando se nos atribuian á nosotros todos los males ~ No la ha habido. Lo cual os debe persuadir no diferencia en la conducta del clero, sino que las diferencias han procedido de la variedad de circunstancias en qU'e é'l se ha hallado en los diferentes puntos de la República. Hoy que se ha serenado la atmósfera, las cosas se ven con imparcialidad, y se em17iezaá ver claro que no Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -5- fué el clero la causa de la guerra. Son notables las pa· labras del general Salgar en su :Memoria al Congreso de este año~y que me complazco en citar aquí: "La guerra habria estallado, áun supuesta la absoluta abstcncion de los sacerdotes." Palabras muy distintas por cierto de las que :figuran en la Memoria del Secretario del aîío anterior. Pero aun suponiendo que el clc)'o hubiese hablado y escrito contra las leyes, el ha berlo hecho, como lo sabeis, 'no seria un crimen en Colombia delante de la ley, puesto que la libertad que concede la Constitucion á todo colombiano para expresar sus pensamientos no tiene limitacion de ninguna clase. Y los miembros del clero, como colombia110sque son, están en perfecto derecho de expresar sus pensamientos de palabra 6 por escrito con plena y perfecta libertad. Es esto tan claro que uno de los jefes más conocidos é inteligentes del partido liberal, primero como :Magistrado, despues como Presidente de la Union, declaró en términos expresos que existen en documentos oficiales, que no tiene el clero ménos libertad para expresar sus pensamientos que cualquiera otro ciudadano de Colombia. * La cuestlon es tan clara, que tengo la conviccion más profund a de que así como la ley 35 de 9 de mayo quiso castigo.r un crímen que no existia y que si tuvo razon de ser fué como movimiento estratégico para el tiempo de guerra,'del mismo modo es contraria al espíritu y letra <lela Constitucion naciûnal. Esta garantiza de la manera más terminante: 1.0 La más amplia libertad en la expresion del pensamiento; 2.° La más completa libertad de cultos; 3.° La igualdad más perfecta entre los ciudadanos. Ahol'R. pregullto yo t podrá decirse con vedad que hay cn Colombia la más amplia y absoluta libertad para ln. expresion del pensamiento, desde que el clero, que es numeroso, no puede ni hablar ni escribir con esa li. bertad? Es claro como el sol, que DO. i Podrá decirse que puesta esa restriccion al· clero, existe esa gal'antí~ et Il Diario Oficial," número 2,711, de 29 de noviembre de 1872. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -6- constitucional consignada en la más liberal de .las Oons~ tituciones políticas ~ Es claro como la luz, que no. i Y puede un Congreso por una ley ordinaria y sin dar los Estados su consentimiento, mudar un punto de la Constitucion, suprimiendo una de las garantías que ella da ~ Todos los colombianos sabemos que no. i Y es ley la que viola la Constitucion ~ Todos los que saben siquiera sea algo de Derecho, responderán que no.. Además, i queda en pié la libertad de cultos conce· did.'\ por la Constitucion, desde que es el Presidente de la Union, quien quita y pone Obispos, quien da ó rehusa jurisdiccion á sacerdotes, quien juzga de la idoneidad de unes y otros ~ Es clarisimo,que no. Los católicos profesamos la religion católica, y católica es la Nacion entera. y los católicos queremos nuestra religi.on como ella es; y ella tiene en su esencia el que su sacerdocio venga del cielo por medio de los órganos q?e instituyó Jesncl'i8to, y no de los hombres que de El no han recibido mision ninguna para con la Iglesia. Luego si se nos obliga;1 no conocer por Obispos, obedeciéndoles, á los que nos dió el Sumo Pontífice, y por sacerdotes á los que los Obispos consagraron y enviaron á enseñar y administrar los sacramentos, los católicos de Colombia no gozamos de la libertad de practicar nuestra religion cvmo nos 10 ha garantizado la Constitucion de Rionegl·o. Si se pretende que no obedezcamos al Pontífice Romano, Jefe de la Iglesia católica, y hiere nuestro corazon la ley, llamándole Soberano extranjero, á él que es el Padre de nuestras almas, y coloca entre los crímenes punibles el promulgar sus enseñanzas en el pais, diremos que además de desconocer que la autor,idad del Pontífice ha sido y es la salvaguardia de todas las sociedades, quiere romper los vínculos de obediencia que unen á los hijos con el padre, á 108 súbditos con quien tiene poder para mandarles en nombre de Dias, á los católicos todos de Colombia con la cabeza reconocida del catolicismo. i y es esa la libertad que nos garantiza para practicar nuestra religion, la Constitucion de Rionegro? Además, toda religion es un conjunto de doctrinas, y la católica no es el conjunto de las que plazcaIt á. las Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -7pasiones y v131eidades de los hombres, sino el de todas las que nos enseñó Jesucristo, y de las cuales es depositaria la Iglesia. Por palabra ó por escrito se propaga la doctrina, y de ese modo la católica ha sido enseñada y aprendida en el mundo. Luego al decir la Constitucion que en Colombia es libre el ejercicio de cualquiera religion, dice que la palabra 6 los escritos de los ministros religiosos es libre en la enseñanza de lu doctrina por ellos profesada. Puesta la ley 35, el ministro católico al exponer las doctrinas de la Iglesia, tendrá que averiguar si no habrá alguna ley que esté en oposicion con ella, y sin duda que habrá de hallarlas, porque en los tiempos que corren, ¿ qué legislador es el que cuida de armonizar los derechos? Ejemplo de esto es la misma ley 35, acerca de In. cual muchos hombres políticos creen, y juzgo que varios de buena fe, hija de ignorancia en ciencias eclesiásticas, que no ataca en nada las enseÎianzas de la Iglesia. ¿ Qué hará en el caso el ministro católico ~ ¿ Ex:pondrá la doctrina que ·la ley ataca? Entónces se le castigará como á enemigo de la patria, y con penas atroces. Dejará de exponerla? No cumple con el deber que tiene de enseñar la doctrina católica. En el primero de estas casos, la primera pena será la de retirarle el pose. Retirado éste por el poder civil, segun la latísima interpretacion que á la ley tlió el Presidente de Ia ReplÍbliea, el sacerdote no puede, sin incurrir en nueva responsabilidad delante de la ley, ejercer ninguno de los actos de su ministerio, ni siquiera celebrar el santo sacrificio de la Misa. ¿ Dejará de ejercerlos? ¿ Negará, porque lo prohibe el Presidente, los sacramentos á los que con de· recho y con necesidad los piden? Si asi hiciere, es prevaricador delante de Dios, de su conciencia y de los hombres, y de su proceder siguese en la parroquia ó en la diócesis, la turbacion, el descontento, la desespel'acion tambien. Si fiel á su conciencia y á 8US juramentos y á la justicia que le obliga á hacer los oficios de párroco ó de Obispo para con la grey que es suya y le sostiene, sigue, á pesar de retirado el pase, cumpliendo sus deberes espirituales, la multa y el destierro le esperan, y á las poblaciones la orfandad espiritual, con que Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -8- pueblos que creen no pueden conformarsejamas, porque l'aben que el sacerdocio es el canal por Dios establecido para que bajen del cielo la gracia, los consuelos y el perdon. No! Los pueblos de Colombia en cuya medula fe mueve viva y ardiente la llama santa del catolicismo, 110 pueden de un golpe y por lo que ordena 'una ley, deshacerse de sus convicciones mas íntimas, apagar en d <:orazonlas creencias que con él nacieron, y ménos l'enunciar á la eterna vida que su religion les promete v les ela. Con respe<;to al pase, ó placet, ó exequatur, que en dgunas épocas han ejercido algunos de los Gobiernos, debo observar: 1.0 Que Nuestro Señor Jesucristo al fundar la Iglesia no pidió el placet de nadie, y sin él se predicó el Evangelio en todo el mundo; 2.0 Que la Iglesia como sociedad independiente que es, y de un <n,den distinto del de la sociedad civil, nUllca ha reconocido como inherente á la soberanía de ésta, el dar ó negar el placet; 3. Que en los reinos ó repúblicas en que éste ha existido, ha sido s610 en virtuel ele concesion especial y expresa del Soberano Pontífice, y 6. cambio de otras concesiones no ménos generosas del poder civil en favor de la Iglesia; 4.0 Que los Gobiernos que en el dia han querido gozar de este privilegio, lo han obtenido por medio ~e concordatos con la Santa Sede; 5.° Que jamas se ha considerado necesario el pase, sino para los puestos en que se ejerce jorisdiccion; 6.° Que en los paises en que se profesa verdadera libertad, y que por los nuestros son considerados como modelos no hay tal pase, yeso á pesar de ser protestantes, como sucede en Inglaterra y en los Estados Unidos. Si ln. República insiste en gozar de ese privilegio y quiere hacerla de un modo licito, contra el cual cierto no protestarémos los Obispos; si quiere arreglar de un modo que podamos callar los intereses de la Iglesia; si le place y le conviene intervenir en los nombramientos de los Prelados, queda para todo esto un camino, y fácil, que es entenderse con la Santa Sede, con quien no hay gobierno que lo haya pretendido desde Francia en el primer año de este siglo hasta el Perú en estos últimos, 'que no lo haya obtenido. o 0 Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia I -oLas leyes josennas, famosas por sus impertinencias para con el clero, dieron motivo á. que Federico de Pl'usi3, llamase al emperador José, mi hermano el Sacristan. En ese dictado tienen que incurrir los gobiernos que entran por el camino odioso que les trilzó aqnel emperador. Y bn Colombia cómo, por qné reglas, por medio de qué trámites, p~esto que ninguno hay £:stablecido desde que la Iglesia fué separada del :Estado, se gobernará el Presidente para dar 6 denegar el pase? ~Cómo hará con los sacerdotes que se vayan ordenando? ~De qué medios se valdrá para averiguar si 10 merecen delante de la ley ~ i En qué motivos fundará su conce~ion 6 su negacio~ 1 Como veis, ciudadanos Legisladores, las ci:cunstancias que acompañaron la emision de la ley 35, no permitieron prever todas las dificultades que creaha á los que afecta y al mismo Gobierno que la va á ejecutar, i Pero qué diremos de la condicion en que coloca a1 clero de Colombia ~ En todas las edades y en las naciones todas el sacerdacio por su institucion, su elevado £n, sus relaciones con los pueblo~, ha sido considerado como un estado de vida digno de veneracion y de ca~·Qo. En la idea ele Jesucristo el saccL'dote es el protector, el amigo, el padre de la humanidad. En aquellos que saben por su vida realizar este ideal, vemos todos al hombt'e de Dios, al ángel consolador, al compañero fiel de nuestra vida, sean tranquilos ó sean amargos nuestros dias. Nos creemos por 10 mismo honrados honrãndoles, y grandes obedeciendo á las insinuaciones de su caridad evangélica. Rodéales una atmósfera compuesta d.e nues~ tro respeto y de la pureza que exhala su corazon. Eso ha sido el sacel'docio católico en la historia. Eso ha sido en nuestro pais, no solo en los tiempos en que la paz y el órden permitieron ed.ucarlo en la ciencia y en lB práctica de la virtud, sino aun en medio de los tiempos en que tan difícil ha sido darlc esa completa formacion. y á este clero ã cuál es la condicion que en Colombia le queda puestas las leyes de que me o~upo ~ k q ueda una condicion no solo sin sombra de respeto, sino comparable únicamente á la de lOB esclavos. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -10- Ya el sacerdote no podia elegir ni ser elegido pam los puestos públicos, de lo cual ha venido aun á decirse que no es ciudadano, y á considerársele, porque obedece al Sumo Pontifiee, como súbdito de un poder extranjero, sin gozar de ninguno de los privilegios que áéstos favorecen. El sMe,tdote colombiano no tiene patria. La suya lo desconoce solo porque es sacerdote, y esto aun cuando corra por sus venas la sangre de alguno de los próceres de Colombia. A fuerza de irIe persiguiendo paso á paso y estrechándole siempre, habíanle reducido á solo el pequeño ámbito del templo. Allí podia siquiera orar, consolar, enseñar. Hoy la ley va á colocarse entre él y el altar de sus oraciones, y sube tambien al lugar venerando de sus enseñanzas para taparle los labios. En su patria cualquiera, aunque extranjero, aunque ignorante, aunque malvado, puede hablar y escribir f~ontra todo y contra todos, y la ley, aunque herida delante de él, escucha, pasa y se encoge de hombros. Solo el sacerdote aunque sabio, aunque bueno, aunque patriota, tiene á la ley delante que le disputa cada adjetivo y establece luch~con él por cada pensamiento, y está lista para echarle por tierra, si tiene la desgracia de proferir uno solo dietinto de los suyos. La ley cielTa á veces los ojos para no ver á un asesino, y atraviesa con ardiente mirada hasta el corazon del sacerdote con hambre de encontrarle culpable. Y la ley está á veces encarnada en un tinterillo de aldea tal vez cargado de vicios, y juzga, y discute y' condena á un sacerdote que ha encanecido sobre 109 libros y cuyas canas no han 8ido profanadas nunca por el vicio. A la ley se le hace sufrir tortura para que ensanche el paso y parezca pequeño un criminal notable, y sobre el sacerdote cae rigorosa, inflexible y queda con la boca llena de risa al verle partir para el destierro. Es honra de las naciones un sacerdocio resplandeciente por su saber y sus virtudes. ¿ Y podrá Colombia tener ests, gloria, tratando al suyo con la dureza y vilipendio que acabo de indicar? i Y Colombia no es nuestra patria tambien? i No fueron nuestros padres los que la crearon para todos ~ Así, asi paga Colombia á su clero . , Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -11- sn patriotismo en las edades pasadas, sus luces, sus virtudes y sus servicios de que está. llena la historia de la patria? Si quedan vigentes las leyes de que he venido hablando, irrisoria seria la igualdad en esta tierra que . tanto se jacta de haberla conquistado y fundado. Lo que habria en ella seria al lado de otras clases felices, una clase desheredada, sin derechos y con cargas, sin proteccion y abrumada de opresiones, en todas partes consideradn, solo en Colombia vilipendiada y oprimida. Oil pido, pues, ciudadanos r... egisllldores, con todo el . respeto que mereceis, con toda la confianza que vuestras luces me inspiran, con todo el fervor que el asunto demanda, que derogueis, ya que en vuestra mano está, la ley 35 de inspeccion de cultos, y ]a adicional á la de crédito público, apoyándome en las razones que acabo de indicaros con franqueza igual á las consideraciones que os ~lebo. y pel'mitidme que añada una súplica ardiente porque levanteis el destierro decretado contra los Ilustl'Ísimas señores Obispos del Cauca y Antioquia y el confinamiento que está sufriendo el Ilustrísimo señor Obispo de ramplona. i No son bastantes los trabajos que han pasado los unos al scr sacados violéntàmente de sus diócesis ó al huir de ella amenazados? ¿ No son bastantes á vuestros ojos los de los otros en vivir errantes y escondidos? Direis que lo quisieron. Pero si por una purte la ley les mandába dejar el pais, por otra sus juramentos de Obispos les prohibían severísimamente abandonar sus diócesis, y veian ademas serios peligros en la salida. Direis que protestaron contra las leyes dadas. Pero ¿ y qué habian de hacer, si ellas violan los derechos de que ellos son representantes y guardianes? De derecho natural es, y á ello nadie en el mundo puede con razon oponerse, el defender cada uno sus propios derechos. Solo que en la época luctuosa que acabamos de atravesar, el uso de cualquiera de estos derechos habia dado en ser llamado robe11on y concitacion á la guerra. A mis ojos, dejad que 10 diga co~ franqueza entera, Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia -12- respeto merecen esos prelados venerables, porque sa· biendo qué cúmulo de calamidades venia sobre ellos, en nada tuvieron sus martirios por cumplir un deber que les imponia su conciencia, y a los ojos de los que levantan el COl'az:mmas alto que las pasiones del momento, no serán, no, traidol'es de 'la patria, ni trastornad(.res del ól'ùen público, sino varones para quienes el dolor es nada delante del deber. En cuanto á mí, que estoy colocado en una lejanaextremidad de la República, no pude ele\'ar á tiempo una representacion al Congreso; y comprendiendo q ne las facultades del Poder .Ejecutivo no alcanzaban á suspendel' la ley, he preferido esperar á que el Cuerpo legislativo estuviese reunido d~ nuevo, dejando que se calmaran entre tanto el estrépito de la guerra'y el c11lmoreo de las pasiones exaltadas por ella, para que la voz se pudiese oil' y recibirse lo que ella diga con la impal'cialidad necesaria para hacer justicia. ConfÏo en que hablo no á un jurado compuesto de enemigos, sino al Congreso de mi patria, á 108 encargadOl; de todos los intereses de ella, á Sil mas respetable I'epl'esentacion, esperando que oirá mis palabras y no les dará otro sentido q1,le el que ellas llevan; porque léjos de querer producir con ellas la mas ligera conmocion en el pais, tienden por el contrario al afianzamiento de la paz por la tranquilidad que devolvereis á la conciencia de los colombianos, devolviéndoles sus Prelados en goce de sus facultades y en ejercicio de sus funciones'; tienden al crédito de la Nacion, suplicándoos devol vais á la Iglesia 10 que es suyo; tienden á la conservacion del órden, dejándonos á nosotros los Obispos y sacerdotes en el libre uso de los poderes que nos confió la Iglesia, para servimos de ellos solo para el mayor bien de, nuestra patria; tienden por último á procurar el olvido de desavenencias y á obtener una paz sólida, durable, regeneradora, por el respeto práctico de todos los derechos. Ciudadanos Legisladores. Panamá, marzo 25 de 1878. t JOSÉ TELÉSFORO, Oqispo de Panamá. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia