TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE CUNDINAMARCA SECCIÓN CUARTA SUBSECCIÓN "A"

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TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE CUNDINAMARCA
SECCIÓN CUARTA
SUBSECCIÓN "A"
Bogotá, D.C., doce (12) de diciembre de dos mil doce (2012).
MAGISTRADO PONENTE: Dr. JOSÉ ANTONIO MOLINA TORRES
REF.: EXPEDIENTE No. 25000 23 27 000 2011 00274 01
DEMANDANTE: CODENSA S. A. ESP
DEMANDADO: DISTRITO CAPITAL
ASUNTO: TASA CONTRIBUTIVA
SENTENCIA
La EMPRESA CODENSA S. A. ESP, actuando a través de apoderado presenta demanda en ejercicio de la
acción de nulidad y restablecimiento del derecho contra los actos administrativos de la SECRETARÍA
DISTRITAL DE PLANEACIÓN, mediante los cuales se pretende cobrar la tasa contributiva de
estratificación relativa al año 2011.
PRETENSIONES
La parte actora persigue con su demanda (fls. 3-15) que se declare la nulidad de:
La Resolución No. 0077 de 31 de enero de 2011 y de la Resolución No. 0800, de 17 de junio de 2011,
mediante las cuales la Secretaría Distrital de Planeación pretende el cobro de la tasa contributiva de
estratificación por el año 2011.
Que a título de restablecimiento del derecho se disponga que CODENSA S. A. ESP no está obligada al
pago de la tasa contributiva de estratificación respecto del año 2011.
Igualmente, que no son de cargo de CODENSA las costas en que haya incurrido el Distrito Capital en
relación con la actuación administrativa o con el presente proceso.
HECHOS
El Despacho los resume de la siguiente manera:
1. Los artículos 101 y siguientes de la Ley 142 de 1994 contienen las reglas concernientes al régimen de
estratificación socioeconómica. Por su parte el artículo 11 de la Ley 505 de 1999 previo que las empresas
de servicios públicos domiciliarios deben aportar económicamente a los municipios, a efectos de garantizar
la estratificación en cada jurisdicción. A través de sentencia C-1371 de 2000 la Corte Constitucional declaró
la exequibilidad del precitado artículo.
2. La Ley 732 de 2002 reiteró que es función de los alcaldes realizar y adoptar la estratificación
socioeconómica, empleando para ello las metodologías que señale Planeación Nacional. Es de advertir
que dichas metodologías hoy son de competencia del DAÑE. En torno a este aporte debe leerse también el
parágrafo del artículo 6 de la Ley 732.
3. La Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado, mediante el Concepto 1535 de 2003 afirmó
que el mentado concurso económico debe ser reglamentado por el Presidente de la República, lo cual
ocurrió a través del Decreto 007 de 2010. Sin embargo, respecto de la definición del costo de la realización
y actualización de las estratificaciones el decreto solo se remitió a "las actividades descritas en los
Manuales e Instructivos Metodológicos Nacionales establecidos".
4. El Alcalde de Bogotá a través del Decreto 096 de 2010 delegó en el Secretario Distrital de Planeación la
estimación del costo anual del servicio de estratificación y la determinación del monto del concurso
económico de las empresas de servicios públicos domiciliarios y del Distrito Capital. A su turno, dicho
Secretario deberá presentar esa estimación al Comité permanente de Estratificación para que sea incluido
en el proyecto anual de presupuesto de la vigencia fiscal siguiente. En este sentido la Secretaría de
Planeación cumplió con lo suyo y al efecto se expidió el Acuerdo Distrital 457 de 2010, contentivo del
presupuesto anual del Distrito Capital y del costo anual del servicio de estratificación para la vigencia fiscal
2011.
NORMAS VIOLADAS Y CONCEPTO DE LA VIOLACIÓN
La demandante invoca como normas violadas las siguientes:
Artículo 189-11 de la Constitución Política. Artículo 101 de la Ley 142 de 1994. Artículo 11 de la Ley 505 de
1999. Parágrafo del artículo 6 de la Ley 732 de 2002. Los artículos 1 y 2 del Decreto 007 de 2010.
Primer cargo. Nulidad de la actuación administrativa, por cuanto la estimación del costo anual del servicio
de estratificación y la determinación del concurso económico para el año 2011 fueron realizados por un
funcionario que carecía de competencia para ello.
Respecto de la tasa contributiva de estratificación el Alcalde Mayor delegó la estimación del costo anual de
estratificación y la estimación del concurso económico en la Secretaría Distrital de Planeación; pero como
dicha delegación es improcedente, deviene la nulidad de los actos expedidos por la oficina delegataria.
Sobre el particular debe tenerse en cuenta que el artículo 40 del Decreto Ley 1421 de 1993 autoriza al
Alcalde Mayor para delegar funciones en cabeza de los secretarios. En concordancia con ello el artículo 11
de la Ley 489 de 1998 determina que no podrán transferirse mediante delegación las funciones que por su
naturaleza o por mandato constitucional o legal no son susceptibles de delegación. En este sentido, en
torno al régimen dé estratificación el artículo 101.1 de la Ley 142 de 1994 prevé: «Es deber de cada
municipio clasificar en estratos los inmuebles residenciales que deben recibir servicios públicos. Y es deber
indelegable del alcalde realizar la estratificación respectiva».
Ésta función fue reiterada por el artículo 2 de la Ley 732 de 2002, y el artículo 2 del Decreto 005 de 2010
estableció que también era competencia del alcalde la estimación del costo anual del servicio de
estratificación. Así, considerando que la estratificación es una función indelegable del alcalde, conviene
determinar si la estimación del costo anual de estratificación y la estimación del concurso económico, son
actividades inherentes a ella, y por tanto, se encuentran amparadas por tal prohibición.
El artículo 1 del Decreto 005 de 2010 define así el servicio de estratificación: «Es el servicio de clasificación
de los inmuebles residenciales a cargo de cada Municipio y Distrito con el apoyo del Comité Permanente de
Estratificación, el cual comprende todas las actividades que conduzcan a la realización, adopción,
actualización y suministro de información para la aplicación de la estratificación tanto urbana como
semiurbana o de centros poblados y rural que comprende fincas y viviendas dispersas».
Por su parte, el concurso económico o tasa contributiva de estratificación fue establecido para que los
alcaldes pudieran realizar, adoptar, aplicar y actualizar las estratificaciones. En consecuencia, la referida
delegación hecha por el Alcalde Mayor al Secretario Distrital de Planeación es improcedente, esto es, por la
prohibición fijada por el artículo 101 de la Ley 142 de 1994. De acuerdo con lo anterior, los actos
demandados fueron expedidos por un funcionario incompetente al tenor de la causal de nulidad prevista en
el numeral 1o del artículo 730 del ET.
Segundo cargo. Nulidad de la actuación administrativa por ausencia de los elementos necesarios para el
cobro de la tasa contributiva de estratificación.
- Naturaleza jurídica de la tasa contributiva de estratificación y los elementos necesarios para su cobro.
Según la Corte Constitucional, el citado concurso económico responde a la naturaleza jurídica de tasa. En
la sentencia C-1371 de 2000 dijo la Corte a propósito de los elementos de la tasa vertida en la Ley 505 de
1999, a efectos de recuperar el costo del servicio prestado, que «como dichos elementos de la obligación
tributaria resultan ser de difícil precisión técnica, la ley se ha limitado a diseñar unos lineamientos que serán
desarrollados para su aplicación por el Presidente de la República, [...]».
Sin embargo, a través del Decreto 007 de 2010 el Presidente no estableció el sistema ni el método,
necesarios para definir los costos del servicio de estratificación.
- Carencia de determinación del sistema y el método de la tasa contributiva de estratificación por parte del
Presidente de la República.
Con referencia a la omisión presidencial los actos demandados se remiten a «las actividades descritas en
los manuales e instructivos metodológicos nacionales establecidos».
Aparentemente, en la legislación vigente se encuentra que las metodologías de estratificación están
previstas en la Resolución 392 de 2004, expedida por el DANE y sin el concurso del Presidente de la
República, lo cual quebranta el artículo 189-11 de la Carta Política. Cabe recordar que según el Consejo de
Estado el Presidente no puede delegar ni transferir su potestad reglamentaria a ningún otro funcionario o
entidad pública, pues ella es exclusiva del Presidente de la República. En el mismo sentido la Corte ha
dicho que la facultad reglamentaria se caracteriza por ser una atribución constitucional inalienable,
intransferible, inagotable e irrenunciable.
A través del Decreto 007 de 2010 el Presidente no estableció la forma para determinar el costo recuperable
del servicio de estratificación, puesto que simplemente se remitió a las metodologías dispuestas en la
Resolución 392 de 2004 del DANE.
Con arreglo a lo anterior, y ante todo, teniendo en cuenta que la potestad reglamentaria recae con
exclusividad en el Presidente para fijar el sistema y el método para determinar el costo recuperable del
servicio de estratificación, resulta violatorio de la Constitución y de las leyes 505 de 1999 y 732 de 2002 que
en el Decreto 007 el Presidente simplemente se remitiera a las metodologías establecidas por el DAÑE. Por
ende, este decreto debe ser inaplicado por el Tribunal por cuanto no define el sistema y el método para
establecer los costos recuperables del sistema de estratificación.
Tercer cargo. Nulidad de la actuación administrativa por cuanto el Presidente, a través del Decreto 007 de
2010 se excedió en el ejercicio de la potestad reglamentaria.
De acuerdo con el artículo 338 de la Constitución, la potestad tributaria no permite que los elementos
esenciales del tributo puedan establecerse a través del reglamento. Por ello, al expedir el precitado decreto
el Presidente no podía suplir la competencia del Congreso respecto de los elementos esenciales de la tasa
contributiva de estratificación.
Por consiguiente, considerando que a través del Decreto 007 de 2010 el Gobierno definió algunos de los
elementos esenciales de la mencionada tasa, tales como el hecho generador, el sujeto activo y el sujeto
pasivo y la base gravable, el Presidente se excedió en el ejercicio de la facultad reglamentaria prevista en el
artículo 189-11 superior, esto es, que se arrogó atribuciones propias del legislador, en quien radica
exclusivamente el poder impositivo, quebrantando así el artículo 338 de la Constitución, al igual que el
principio de separación de funciones establecido en el artículo 121 ibídem. En estas condiciones, el
Tribunal debe inaplicar el Decreto 007 de 2010 y consecuentemente declarar la nulidad de los actos
censurados.
CONTESTACIÓN
La apoderada del Distrito Capital se opone a las pretensiones de la demanda (fls. 80 - 92) con base en la
siguiente argumentación:
Como bien se puede observar, la Resolución 077 de 2011 se sustenta jurídicamente en normas de orden
constitucional y legal, a saber: artículo 338 de la Carta Política, artículo 11 de la Ley 505 de 1999, artículo 2
de la Ley 732 de 2002, parágrafo 1o del artículo 6 ibídem, Decreto 0007 de 2010, artículo 2 del Decreto
Distrital 096 de 2010 y Resolución 392 de mayo de 2004. La misma suerte sigue la Resolución 0800 de
2011, mediante la cual se decidió el recurso de reposición con estricta observancia del debido proceso. Por
ende, los actos acusados se ajustan a derecho.
Sobre la naturaleza del concurso económico de que trata el artículo 11 de la Ley 505 de 1999, es de advertir
que el Consejo de Estado (concepto 1535 dé 2003) transcribió los apartes pertinentes de la sentencia
C-1371 de 2000, relativos a la exequibilidad del mencionado artículo 11. Con arreglo a esta sentencia,
mediante el Decreto 007 de 2010 el Gobierno definió la tasa contributiva. Igualmente conviene acotar que
los recursos que deben aportar las empresas de servicios públicos domiciliarios.
En cuanto a la presunta falta de competencia para la estimación del costo anual del servicio de
estratificación y la determinación del concurso económico por el año 2011, es de señalar que la Resolución
0077 de 2011 se enmarcó en la obligación del Distrito de realizar y adoptar la estratificación, al igual que la
determinación del monto del concurso económico de las empresas de servicios públicos domiciliarios y del
Distrito Capital, considerando que dichas empresas (art. 11 Ley 505/99) como sujetos pasivos tienen el
deber de prestar el concurso económico al Distrito por el servicio de estratificación.
Al respecto el término empleado en el artículo 1 de la parte resolutiva del acto impugnado alude a "asignar
el concurso económico", el cual es concordante con la determinación del costo del servicio de
estratificación. En el presente caso el término asignar lleva inmersa la estimación de dicho costo, por lo
cual, emplear uno u otro vocablo no altera la determinación del concurso económico del servicio de
estratificación. Además, no se puede olvidar que el artículo 11 de la Ley 505 de 1999 previo el deber de los
alcaldes de garantizar el funcionamiento de la estratificación, haciendo que esta se adopte, aplique y
permanezca actualizada a través del Comité Permanente de Estratificación Municipal o Distrital, a cuyos
efectos la entidad territorial contará con el concurso económico de las empresas de servicios públicos,
quienes aportarán por partes iguales a cada servicio que presten, tomando en cuenta que el monto
correspondiente al servicio se repartirá proporcionalmente entre el número de empresas que lo presten.
En cuanto a la supuesta falta de competencia de la Secretaría Distrital de Planeación para expedir la
Resolución 077 de 2011, encontramos que este acto se fundamenta en el Decreto Distrital 096 de 2010,
que está vigente. Adicionalmente se observa que la parte actora confunde la competencia del Alcalde
Mayor para estratificar con la competencia para fijar la tasa contributiva de estratificación.
La Secretaría Distrital de Planeación hace parte del sector central de la Administración, y en este sentido a
través de la Dirección de Estratificación tiene a su cargo la realización de la estratificación de Bogotá (Dto.
Dtal. 550/06), con base en las metodologías determinadas por los organismos nacionales; y como función
delegada tiene la asignación del concurso económico y la tasa contributiva de estratificación.
En relación con la nulidad contemplada en el artículo 730 del ET, ella se concentra en un campo de
nulidades que pueden ser alegadas dentro del procedimiento administrativo, con causales taxativas, para
invocar en plazos precisos, pero este mecanismo no fue utilizado en su oportunidad.
Frente a la inaplicación del Decreto 007 de 2010 debe observarse que como él goza de presunción de
legalidad, no ha sido suspendido ni declarado nulo, es de obligatorio cumplimiento. No puede
desconocerse tampoco la facultad reglamentaria del Presidente. La inaplicación de una norma es
restrictiva, y en el presente caso no se advierte alguna incompatibilidad evidente.
Excepciones:
Se inició una acción distinta a la que corresponde y se observa falta de competencia del Tribunal
Administrativo de Cundinamarca para conocer de la acción de inconstitucionalidad respecto del Decreto
007 de 2010. Nótese que la parte actora alega un supuesto exceso en el ejercicio reglamentario del
Presidente, usurpando así funciones del Congreso, tema que no es de competencia de este Tribunal. La
eventual ilegalidad del citado decreto debe ventilarse ante el Consejo de Estado.
Insuficiencia de poder. Para la época del otorgamiento del poder el representante legal para asuntos
judiciales (12 - 08 - 11) era el señor JAIRO ERNESTO ARIAS ORJUELA y no CAMILO CAICEDO TRIBÍN,
lo cual se acredita con el certificado de existencia y representación legal expedido por la Cámara de
Comercio el 8 de agosto de 2011, aportado por la parte demandante.
ALEGATOS DE CONCLUSIÓN
La parte actora reiteró los argumentos de su demanda (fols. 163 - 165). Agregó que en la contestación de la
demanda no hay ningún tipo de defensa técnica, pues se limita a negar los cargos sin llegar a desvirtuarlos.
También se opuso a las excepciones propuestas por el Distrito, destacando el control constitucional por vía
de excepción (art. 4 CP). Seguidamente aludió a la supuesta insuficiencia de poder, indicando que en la
mitad del folio 6 del expediente judicial obra la evidencia de que lo dicho por el Distrito no es cierto, dado
que en el certificado de existencia y representación legal que acompaña a la demanda aparece como uno
de los representantes legales para asuntos judiciales CAMILO CAICEDO TRIBÍN, quien otorgó el poder.
El Distrito Capital insistió en lo ya expresado al contestar la demanda, dentro de lo cual reivindicó las
excepciones propuestas (fols. 166 - 168).
MINISTERIO PÚBLICO
Dentro de la oportunidad procesal la Procuradora Tercera Judicial Administrativa rindió concepto de fondo
(fols. 171 - 176 vto.). En resumen afirmó:
De acuerdo con él artículo 11 de la Ley 505 de 1999, con el parágrafo 1o del artículo 6 de la Ley 732 de
2002, al igual que con lo dicho por la Corte Constitucional en sentencia C-1371 de 2001 y por el Consejo de
Estado en el Concepto 1535 de 2 de octubre de 2003, la tasa retributiva de nivel local la recaudan los
municipios y distritos, que debe destinarse al servicio de estratificación. El sujeto activo es el distrito o
municipio, con el alcalde o sus funcionarios como responsable legales. Los sujetos pasivos son las
empresas de servicios públicos domiciliarios. El hecho generador es el servicio de estratificación que presta
el distrito o municipio a las empresas comercializadoras de servicios públicos domiciliarios, el que según el
artículo 11 de la Ley 505 de 1999 comprende todas las actividades tendientes a la estratificación. La base
gravable la constituyen los valores facturados por las empresas de servicios a los usuarios residenciales
(sin descontar subsidios ni contribuciones) por servicios cuya liquidación depende de la aplicación de la
estratificación. La tarifa está vinculada a los gastos oficiales para prestar el servicio y a la cuantificación del
beneficio para quien usa el servicio. Para este caso la ley la fijó como parcial a la luz de un método.
El sistema o metodología lo determina el Decreto 07 de 2010. Igualmente, con apoyo en el artículo 40 del
Decreto Ley 1421 de 1993 y en el artículo 9 de la Ley 489 de 1998, la delegación hecha en cabeza de la
Secretaría de Plantación Distrital tiene sustento normativo. Es decir, que esta dependencia tiene
competencia para proferir los actos cuestionados.
En cuanto a que el Decreto 07 de 2010 no cuenta con la forma para determinar el costo recuperable del
servicio de estratificación, pues se remitió a las metodologías previstas en la Resolución 392 de 2004 del
DAÑE, con violación de la Constitución y de las leyes 505 de 1999 y 732 de 2002. Asimismo, en lo tocante
al carácter indelegable de la potestad reglamentaria del Presidente y a la supuesta inaplicabilidad del
Decreto 07 de 2010, conviene traer a colación lo dicho por la Corte Constitucional en sentencia C-1371 de
2000 al estudiar la exequibilidad del artículo 11 de la Ley 505 de 2009. De esta sentencia se desprende que
la mencionada tasa contiene los elementos esenciales de la obligación tributaria, con los principios
necesarios para que las autoridades se sujeten en cuanto a la definición de los costos recuperables y las
tarifas correspondientes. La Ley 505 de 2009 contiene los elementos del tributo.
No se encuentra irregularidad en el ejercicio de la facultad reglamentaria del Presidente, por cuanto la
potestad cuestionada cuenta precisamente con autorización legal (parágrafo 1o, art. 6 Ley 732 de 2002),
esto es, aquí se expresa que dicho concurso económico se aplicará de acuerdo con la reglamentación que
haga el Gobierno Nacional del artículo 11 de la Ley 505 de 1999, la que se puede ejercer directamente o
por remisión normativa a otras reglamentaciones ya existentes.
Con base en todo lo anterior la vista fiscal solicita se desestimen las pretensiones de la demanda.
CONSIDERACIONES
1. Planteamiento del problema jurídico
El debate se centra en la determinación de las competencias que orbitan en torno a la fijación de la tasa
contributiva de estratificación.
2. Régimen Jurídico
2.1 Los servicios públicos domiciliarios y su régimen especial
Corno bien se sabe, a partir de la Constitución de 1991 los servicios públicos domiciliarios adquirieron un
renovado reconocimiento en torno a su expresión jurídica, económica, técnica, ambiental, cultural, y todo,
en una perspectiva social; esto es, en el sentido de que el Estado Social de Derecho destaca a la persona
como la razón de ser y el fin primordial de la organización política. Nos hallamos entonces ante un Estado
antropocéntrico1, que al efecto inscribe a tales servicios con unas características básicas: son inherentes a
la finalidad social del Estado, él es su garante, son universales, se deben prestar con eficiencia, no son
gratuitos, se someten a los principios de solidaridad y redistribución, los usuarios tienen derecho a
participar en su gestión y control, pueden ser prestados por el Estado directa o indirectamente, por
comunidades organizadas o por particulares, el Presidente de la República debe fijar las políticas generales
de administración y control de eficiencia de tales servicios, y claro, dichos servicios gozan de un régimen
jurídico especial.
El constituyente de 1991 quiso someter estos servicios a un régimen jurídico especial. Por ello, en procura
de la pronta expedición de la ley apremió al Congreso de la República a través del artículo transitorio 48,
con el fin de que expidiera la ley correspondiente conforme a los parámetros que al respecto le señaló.
Advirtió además que si al término de las dos legislaturas siguientes a la instalación del Congreso no se
hubiere expedido la normativa rectora, el Presidente de la República quedaba habilitado para poner en
vigencia la respectiva preceptiva mediante decretos con fuerza de ley. Es decir, ante la eventual omisión
del Congreso, el Presidente quedó autorizado directamente por la Carta Política para asumir la función
legislativa sobre la materia, aunque por una sola vez.
En éstas condiciones, la Ley 142 de 1994 y la Ley 143 de 1994, con la concurrencia de todas las leyes que
las modifican, adicionan y complementan, constituyen el régimen jurídico especial que gobierna los
servicios públicos domiciliarios, de suerte que su aplicación goza de un primado constitucional que le
otorga prevalencia a sus mandatos de cara a las normas generales que regulan otros servicios públicos o
materias propias de la organización y funcionamiento de la Administración Pública. Sin perjuicio de las
previsiones de reenvío que la legislación sobre servicios públicos domiciliarios enfila hacia otras reglas de
derecho; incluso, ante los evidentes vacíos de esta legislación que al margen de sus cánones de reenvío
sea necesario satisfacer con otras prescripciones legales.
Con arreglo a estas directrices, y a manera de ejemplo, la primacía de la mencionada normativa se hace
manifiesta en temas tales como: tipología societaria de las empresas de servicios públicos, régimen
accionario, régimen de contratación, características del contrato de prestación de servicios públicos
domiciliarios (de condiciones uniformes), participación del usuario en la gestión y control de las empresas y
régimen laboral. Desde luego, sin olvidar que frente a cada hipótesis al jurista le corresponde articular
sistemáticamente los preceptos constitucionales, las leyes, los reglamentos y la jurisprudencia, acatando el
imperio de los valores y principios, así como el orden de precedencia y especialidad que informan el
ordenamiento jurídico, (arts. 365 a 370 CP).
En esta dimensión, a través de su artículo 1o la Ley 142 de 1991 señaló taxativamente los servicios
públicos domiciliarios, a saber: acueducto, alcantarillado, aseo, energía eléctrica, distribución de gas
1
Sentencia C-558 de 2001 de la Corte Constitucional.
combustible, telefonía pública básica conmutada y la telefonía local móvil en el sector rural.
Sin embargo, en virtud de la Ley 1341 de 2009, los servicios de telefonía que regulaba la Ley 142 de 1994
ya no tienen el carácter de servicios públicos domiciliarios. Por ello, hoy se catalogan sencillamente como
servicios públicos, tal como acontece con el servicio de alumbrado público. Asimismo, el Ministerio de
Comunicaciones cambió su nombre por el de Ministerio de Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones. Por su parte, la Comisión de Regulación de Telecomunicaciones se denomina hoy
Comisión de Regulación de Comunicaciones - CRC. Y, en lo tocante a la fuerza vinculante de la Ley 142 de
1994 en el plano de la telefonía, a través del artículo 73 la Ley 1342 de 2009 se prohija la aplicación de los
artículos 4, 17, 24, 41, 42 y 43 de la citada Ley de Servicios Públicos.
2.2 La estratificación y su correlativa tasa contributiva
A través de los artículos 101 a 104, la Ley 142 de 1994 establece el régimen de estratificación de los
inmuebles residenciales (urbanos y rurales), señalando al efecto que es deber indelegable de los alcaldes
realizar la estratificación respectiva en sus jurisdicciones (art. 101.1 Ib.). En esta perspectiva los alcaldes
pueden contratar las tareas de estratificación con entidades públicas nacionales o locales, o privadas de
reconocida capacidad técnica (art. 101.2 Ib.), pero en todo caso, cada alcalde deberá adoptar mediante
decreto los resultados de la estratificación (art. 101.3 ib.).
Dispone igualmente el artículo 101.5 ibídem que antes de iniciar los estudios conducentes a la adopción, el
alcalde deberá conformar un comité permanente de estratificación socioeconómica que lo asesore, cuya
función principal es velar por la adecuada aplicación de las metodologías suministradas por el DAÑE (lit. g),
numeral 3o, art. 2, Dto. 262 de 2004). Sin perjuicio de las sanciones correspondientes, ante la renuencia de
las autoridades municipales el Gobernador puede tomar las medidas necesarias y celebrar los contratos
del caso para garantizar que la estratificación se ajuste a las normas rectoras. En dicho evento, la Nación
deberá descontar de las transferencias destinadas al municipio las sumas necesarias y pagarlas al
departamento. Finalmente, cuando quiera que se presenten motivos de inconformidad, toda persona o
grupo e personas podrá solicitar por escrito la revisión del estrato urbano o rural que se le asigne. En
primera instancia ante la alcaldía municipal, y en apelación ante el Comité Permanente de Estratificación, a
cuyos efectos cada instancia dispone de un término de dos meses para resolver, so pena de que se
configure el silencio administrativo positivo (art. 104 Ley 142/94).
Posteriormente, al tenor de su artículo 2 la Ley 732 de 2002 reiteró el deber de los alcaldes de realizar y
adoptar las estratificaciones a su cargo.
Ahora bien, con el fin de facilitar la financiación y viabilidad de la estratificación, mediante el artículo 11 de la
Ley 505 de 1999 se previó:
ARTÍCULO 11. Los alcaldes deberán garantizar que las estratificaciones se realicen, se adopten, se
apliquen y permanezcan actualizadas a través del Comité Permanente de Estratificación Municipal o
Distrital. Para esto contarán con el concurso económico de las empresas de servicios públicos domiciliarios
en su localidad, quienes aportaran en partes iguales a cada servicio que se preste, descontando una parte
correspondiente a la localidad; tratándose de varias empresas prestadoras de un mismo servicio, el monto
correspondiente al servicio se repartirá proporcionalmente entre el número de empresas que lo presten.
En relación con este artículo dijo la Corte Constitucional:
Bajo esta consideración, la Corte encuentra que la norma demandada, esto es el artículo 11 de la Ley 505
de 1999, en lo que a la tasa allí establecida se refiere, precisa algunos de sus elementos esenciales y
permite obtener una interpretación razonable de otros para configurar la obligación tributaria, mediante un
análisis sistemático y lógico de la normatividad que rige la materia de la estratificación en los servicios
públicos domiciliarios.
6.2. Los elementos fundamentales de un tributo y su contenido son los siguientes2:
"En términos generales, puede decirse que la base gravable es uno de los elementos determinantes de la
cuantía de la prestación de dar, que es objeto de la obligación tributaria sustancial. En efecto, en la
obligación tributaria, aparecen por un lado el sujeto activo, que es la entidad estatal con derecho para exigir
el pago del tributo, el sujeto pasivo o persona en quien recae la obligación correlativa, el hecho gravado ó
situación de hecho indicadora de una capacidad contributiva a la cual la ley confiere la virtualidad de
generar la obligación tributaria, y la base gravable y la tarifa, que son los elementos determinantes de la
cuantía misma de la obligación.
La base gravable ha sido definida usualmente como la magnitud o la medición del hecho gravado a la cual
se le aplica la tarifa, para de esta manera determinar la cuantía de la obligación tributaria.". (Subraya la
Sala).
6.3. Aplicados los anteriores criterios jurisprudenciales a la disposición enjuiciada, en lo que interesa a este
estudio, se puede concluir lo siguiente:
1. El hecho gravable en las tasas, consiste en el servicio que se presta y que va a ser retribuido con la
misma, lo que para el caso en particular se ve reflejado en la asistencia que los comités permanentes de
estratificación otorgan a la realización, adopción, aplicación y actualización de las estratificaciones,
mediante un proceso del cual las empresas de servicios públicos domiciliarios son, como ya se dijo, sus
beneficiarías.
2.
El sujeto activo de la obligación tributaria lo conforman los comités permanentes de
estratificación, encargados de prestar el servicio antes referido y a los cuales se les debe pagar por el
mismo y los sujetos pasivos de la tasa compensatoria por dicho servicio, las empresas de servicios públicos
domiciliarios y la localidad o el municipio. Respecto de quién debe cobrar el aludido concurso económico, si
bien podría argumentarse que la disposición acusada no señala expresamente la autoridad encargada de
tal recaudo, sin duda alguna una interpretación lógica de la normatividad analizada, permite indicar que es
el mismo alcalde como funcionario responsable de dicho proceso de estratificación, el llamado a cumplir
con el respectivo recaudo.
3.
Respecto de (i.) la base gravable, la ley, las ordenanzas o los acuerdos no tienen que señalar las
sumas concretas sobre las cuales ha de liquidarse > el tributo. La Corte ha dicho que razones de tipo
administrativo y de carácter técnico, conducen a desechar esta interpretación extrema del principio de
legalidad del tributo, por lo que la ley debe limitarse a indicar la manera como debe ser fijado ese valor 3 y
(ii.) en cuanto al sistema y el método, también se ha señalado que es suficiente que del contenido de la
norma tributaria se deduzcan tanto los principios que deben respetar las autoridades como las reglas
generales las que estarán sujetas, al definir los costos recuperables y las tarifas correspondientes 4.
Del alcance de los anteriores criterios en la disposición acusada se colige que, cuando la misma señala que
las empresas de servicios públicos domiciliarios y las localidades "aportarán en partes iguales a cada
servicio que se preste, descontando una parte correspondiente a la localidad" y que cuando se trate de
varias empresas prestadoras de un mismo servicio "el monto correspondiente al servicio se repartirá
proporcionalmente entre el número de empresas que los presten", se cuenta con reglas y formas
específicas de ponderación de los factores que permitirán una previa definición de los criterios con que se
harán los cálculos específicos de determinación de la base gravable, el sistema y el método de la tasa en
mención, con el fin de alcanzar la recuperación del costo del servicio prestado por los comités permanentes
de estratificación, al adelantar la estratificación en centros poblados.
Sólo que, como dichos elementos de la obligación tributaria resultan ser de difícil precisión técnica, la ley se
ha limitado diseñar unos lineamientos que serán desarrollados para su aplicación por el Presidente de, la
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3
4
Ídem. Sentencia C-583 de 1996, M.P. Dr. Vladimiro Naranjo Mesa.
Ver la Sentencia C-583 de 1996.
Sentencia, C-482 de 1996, M.P. Dr. Jorge Arango Mejía.
República, en ejercicio de la potestad reglamentaria que le asiste, con el fin de dar cumplida ejecución a la
ley (C.P., art 189).
Esa reglamentación tendrá que definir, por ejemplo, si el reparto proporcional mencionado se hará con
base a la facturación del servicio público domiciliario o al número de usuarios o al uso mismo que se le
otorgue a la estratificación, situaciones que no por no encontrarse específicamente establecidas en la
disposición enjuiciada, no alcanzan a afectar la tipicidad del tributo aludido.
También, es del caso señalar que por tratarse la disposición acusada de una norma sobre estratificaciones
de los centros poblados dentro del territorio nacional, la cual ha dado lugar a la expedición de una
regulación con carácter general, las asambleas y los concejos no estarían llamados a fijar el respectivo
sistema y método de la tasa allí creada, a través de una especie de subsidiariedad normativa, pues si bien
dichas corporaciones administrativas están igualmente facultadas constitucionalmente para establecer
tasas y contribuciones, el sistema y el método para definir los costos de los servicios prestados o la
participación en los beneficios que les proporcionen, así como la forma de hacer su reparto, su ejercicio se
circunscribiría exclusivamente a los casos en los cuales el gravamen tenga origen y deba regir en el
respectivo ámbito territorial, es decir en el departamental, distrital o municipal
4. Por otra parte, la Corte encuentra que en la norma enjuiciada
aun cuando no se establece expresamente la autoridad delegatoria competente para fijar la tarifa de la tasa
para la recuperación de los costos del servicio que lleguen a prestar los comités permanentes de
estratificación, como acertadamente lo indicó el accionante, esta situación no alcanza a configurar una
violación del ordenamiento superior, pues esa determinación se logra a través de una labor de
interpretación lógica de la preceptiva acusada, toda vez que, si la función de estratificación está radicada en
cabeza de los alcaldes, de igual manera lo estará el recaudo del concurso económico al cual están
obligadas las empresas de servicios públicos domiciliarios para efectos de cumplir con dicha función.
5. Y, por último, frente a las afirmaciones esbozadas por el actor en
el sentido de que la recuperación de los costos y la manera de distribuirlos, repercutirá en una
incorporación final de dicho monto dentro de las tarifas de las distintas categorías o estratos sociales de
usuarios, "des-subsidiando a los subsidiados", la Corte acoge el señalamiento del Departamento Nacional
de Planeación, en el sentido de que el costo de la labor de estratificación ya se encuentra presupuestado
como gastos generales de las empresas de servicios públicos domiciliarios y no afectan el régimen tarifario
de los servicios públicos, en tanto que, las tarifas, en atención a los principios de eficiencia económica y de
suficiencia financiera, reflejan exclusivamente la estructura de los costos y los gastos propios de la
operación del servicio público5.
Con arreglo a lo anterior, la mencionada tasa se halla integrada por los siguientes elementos:
Sujeto activo - lo conforman los comités permanentes de estratificación, encargados de prestar el servicio
de estratificación en los términos de ley. Concurrentemente figuran las alcaldías a través de la función
recaudadora del aludido concurso económico.
Sujeto pasivo - las empresas de servicios públicos domiciliarios.
El hecho generador - consiste en la asistencia que los comités permanentes de estratificación le dispensan
a la realización, adopción, aplicación y actualización de la estratificación.
Tarifa - para efectos de determinar la tarifa, los lineamientos del sistema y el método se desprenden del
enunciado del artículo 11 en comento, según el cual, las empresas de servicios públicos domiciliarios en su
localidad, aportarán en partes iguales a cada servicio que se preste, descontando una parte
correspondiente a la localidad; tratándose de varias empresas prestadoras de un mismo servicio, el monto
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Sentencia C-1371 de 2000 de la Corte Constitucional.
correspondiente al servicio se repartirá proporcionalmente entre el número de empresas que lo presten.
Agrega la Corte Constitucional en su fallo que, «como dichos elementos de la obligación tributaria
resultan ser de difícil precisión técnica, la ley se ha limitado a diseñar unos lineamientos que serán
desarrollados para su aplicación por el Presidente de la República, en ejercicio de la potestad
reglamentaria que le asiste, con el fin de dar cumplida ejecución a la ley (C.P., art 189)».
En torno a esta temática la Ley 732 de 2002 prescribió a través del parágrafo primero del artículo 6:
PARÁGRAFO lo. Los Comités Permanentes de Estratificación funcionarán en cada municipio y distrito de
acuerdo con el modelo de reglamento interno que les suministre el Departamento Nacional de Planeación
el cual deberá contemplar que los Comités harán veeduría del trabajo de la Alcaldía y que contarán con el
apoyo técnico y logístico de la Alcaldía, quien ejercerá la secretaría técnica de los Comités. Dicho
reglamento también definirá el número de representantes de la comunidad que harán parte de los Comités
y establecerá que las empresas comercializador as de servicios públicos domiciliarios residenciales harán
parte de los Comités. Estas prestarán su concurso económico para que las estratificaciones se realicen y
permanezcan actualizadas, de acuerdo con la reglamentación que el Gobierno Nacional haga del artículo
11 de la Ley 505 de 1999.
Posteriormente el Gobierno Nacional expidió el Decreto 07 de 2010, «Por el cual se reglamenta el artículo
11 de la Ley 505 de 1999 y el parágrafo 1° del artículo 6 de la Ley 732 de 2002». Mediante este decreto el
Presidente desarrolló los lineamientos previstos en el artículo 11 de la Ley 505 de 1999, en consonancia
con lo determinado por la Corte Constitucional, y desde luego, con referencia al parágrafo 1o del artículo 6
de la Ley 732 de 2002.
En las consideraciones del Decreto 07 de 2010 se recuerda que en Sentencia C-1371 de 2000, la Corte
Constitucional reconoció que el artículo 11 de la Ley 505 de 1999 contiene los elementos constitutivos del
sistema y el método de la susodicha tasa, al paso que cuenta con reglas y formas de ponderación para
hacer los cálculos específicos, las cuales incluyen la de descontar una parte correspondiente a la localidad.
Seguidamente el decreto adopta las definiciones relativas a servicio de estratificación, realización de la
estratificación, adopción de la estratificación, aplicación de la estratificación y otros aspectos pertinentes.
También define la tasa contributiva como el resultado de dividir el monto del concurso económico sobre la
base gravable, indicando a la vez que el concurso económico (art. 11 Ley 505/99) corresponde a la
contribución creada con el fin de recuperar parcialmente los costos del servicio de estratificación prestado
por la localidad (distrito, municipio, o departamento en el caso de San Andrés) a las empresas
comercializadoras de servicios públicos domiciliarios para permitirles la facturación de los servicios
prestados a sus usuarios residenciales.
En este contexto, al tenor de los artículos 2, 3 y 4 el Decreto 07 de 2010 expresa:
Artículo 2°. Determinación del costo del servicio de estratificación. Cada Alcaldía estimará, de conformidad
con lo establecido en el artículo Io de este decreto, el costo anual del servicio de estratificación y lo
presentará al Comité Permanente de Estratificación antes de someter a aprobación del Concejo Distrital o
Municipal el proyecto de presupuesto para la vigencia fiscal siguiente. Las recomendaciones del Comité
Permanente de Estratificación deberán constar en las actas de las sesiones convocadas para estudiar el
costo anual del servicio de estratificación.
Los aportes que en cumplimiento del artículo 11 de la Ley 505 de 1999 hagan las empresas
comercializador as de servicios públicos domiciliarios, se destinarán exclusivamente a atender las
actividades propias del servicio de estratificación.
Artículo 3 o. Determinación del monto del concurso económico. En cumplimiento de lo dispuesto por el
artículo 11 de la Ley 505 de 1999, el monto del concurso económico se calculará así:
En donde:
CEi: Concurso Económico correspondiente a la empresa comercializador a de servicios públicos i.
i: Cada una de las empresas comercializador as de servicios públicos domiciliarios en la localidad.
J = 1,2,...NSPD: Cada uno de los servicios públicos domiciliarios de acueducto, alcantarillado, aseo,
energía eléctrica, distribución de gas, combustible, telefonía fija pública básica conmutada y telefonía local
móvil en el sector rural; prestados por la empresa i en la localidad.
NSPD: Número de servicios públicos domiciliarios prestados en la localidad.
CSE: Costo anual del Servicio de Estratificación, calculado de acuerdo con el artículo 2° del presente
decreto.
NURi j: Número de usuarios residenciales de la empresa i para el servicio público domiciliario j en la
localidad, durante el año inmediatamente anterior.
NURj: Número total de usuarios residenciales para el servicio público domiciliario j en la localidad, durante
el año inmediatamente anterior.
Parágrafo. El aporte de cada empresa no superará el producto de la base gravable por el monto máximo
de la tasa contributiva dispuesto en el siguiente artículo.
Artículo 4o. Monto máximo de la Tasa. La tasa contributiva no podrá superar los siguientes porcentajes: el
seis por diez mil (0.06%) en Bogotá, D. d, el cuatro por mil (0.4%) en los demás distritos y municipios de
categoría especial, el seis por mil (0.6%) en los Distritos y Municipios de primera y segunda categorías, y el
ocho por mil (0.8%) en los municipios de tercera, cuarta, quinta y sexta categorías, de acuerdo con la
clasificación de la Ley 617 de 2000.
Artículo 5°. Fecha y forma de pago de la contribución. El pago de los aportes de las empresas de servicios
públicos domiciliarios se efectuará en dos cuotas, la primera antes del 15 de febrero y la segunda antes del
15 de agosto de cada año.
Como bien se aprecia, en desarrollo de lo dispuesto en la Ley 142 de 1994, en la Ley 505 de 1999, en la Ley
732 de 2002 y en armonía con las directrices de la sentencia C-1371 de 2000 de la Corte Constitucional, la
tasa contributiva que fue creada con el fin de recuperar parcialmente los costos del servicio de
estratificación goza de una regulación que consulta plenamente los mandatos constitucionales, legales y
reglamentarios respectivos, por lo cual, en modo alguno se advierte incompatibilidad manifiesta entre las
normas inferiores y los dispositivos de la Carta Política.
3. EL CASO CONCRETO
Se trata de establecer si el Distrito Capital actuó conforme a derecho al expedir las resoluciones 077 de
2011 y 0800 de 2011, mediante las cuales se asigna el concurso económico y la tasa contributiva de
estratificación de Bogotá D.C., para el año 2011.
3.1 Acervo probatorio
- Resolución No. 077 de 31 de enero de 2011, por la cual la Secretaría Distrital de Planeación asigna el
concurso económico y la tasa contributiva de estratificación de Bogotá D.C., para el año 2011 (fols. 28 - 32).
- Resolución 0800 de 17 de junio de 2011, por las cuales se deciden unos recursos de reposición
interpuestos contra el anterior acto.
- Resolución de octubre 19 de 2007, por la cual la Tesorería Municipal de la Calera decidió el recurso de
reconsideración (fls. 38 - 52).
3.2 Análisis de la Sala
Primeramente se resolverá sobre las excepciones propuestas por el Distrito Capital, a saber:
Excepción de incompetencia del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, pues según el Distrito se inició
una acción de inconstitucionalidad frente al Decreto 07 de 2010, pese a que lo adecuado habría sido la
acción de nulidad ante el Consejo de Estado.
Al respecto la Sala observa que en la demanda no se pide la inexequibilidad ni la nulidad del Decreto 07 de
2010; antes bien, lo que se impetra es la inaplicación de este decreto (art. 4 CP), lo cual es compatible con
la acción de nulidad y restablecimiento del derecho. No prospera la excepción.
También excepciona el Distrito aduciendo insuficiencia del poder para actuar en representación de
CODENSA S.A. ESP. En este sentido afirma que en la época del otorgamiento del poder, el representante
legal para asuntos judiciales era el señor JAIRO ERNESTO ARIAS ORJUELA, y no el señor CAMILO
CAICEDO TRIBÍN.
Sobre este particular obra en el expediente el Certificado de la Cámara de Comercio de Bogotá, conforme
al cual, en la época de otorgamiento del poder el representante legal para asuntos judiciales era el señor
CAMILO CAICEDO TRIBÍN (fol. 19). No prospera la excepción.
En éstas condiciones la Sala abordará el examen de fondo de los cargos formulados por la parte actora.
Primer cargo - Alega la sociedad demandante que la estimación del costo anual del servicio de
estratificación y la determinación del concurso económico para el año 2011, fueron realizados por un
funcionario que carecía de competencia. Esto es, dado que la tasa contributiva de estratificación se
estableció para que los alcaldes pudieran realizar, adoptar, aplicar y actualizar las estratificaciones, la
delegación hecha por el Alcaide Mayor al Secretario Distrital de Planeación resulta improcedente, habida
consideración del artículo 101.1 de la Ley 142 de 1994.
La Sala constata que mediante Decreto 096 de 2010 el Alcalde Mayor de Bogotá D.C. delegó en el
Secretario Distrital de Planeación la estimación del costo anual del servicio de estratificación y la
determinación del monto del concurso económico de las empresas de servicios públicos domiciliarios y del
Distrito Capital, de conformidad con lo establecido en los artículos 1, 2 y 3 del Decreto Nacional 07 de 2010
y las normas que lo modifiquen, adicionen o complementen.
Esté decretó distrital de delegación se expidió con fundamento en el artículo 40 del Decreto Ley 1421 de
1993, según el cual: «El Alcalde Mayor podrá delegar las funciones que le asignen la Ley y los Acuerdos en
los secretarios, jefes de departamento administrativo, gerentes o directores de entidades descentralizadas,
en los funcionarios de la administración tributaria, y en las juntas administradoras y los Alcaldes Locales».
Norma con la cual guardan consonancia los artículos 9, 10 y 12 de la Ley 489 de 1998.
Pues bien, con arreglo al artículo 101.1 de la Ley 142 de 1994 es deber indelegable del alcalde realizar la
estratificación respectiva, lo cual se traduce en el carácter indelegable de los decretos por los cuales el
alcalde debe adoptar y actualizar la estratificación de los inmuebles residenciales (urbanos y rurales) de su
jurisdicción. Sin embargo, la expedición de tales decretos no es óbice para que el alcalde contrate las
tareas de estratificación con entidades públicas nacionales o locales, o privadas de reconocida capacidad
técnica, tal como expresamente lo reconoce el artículo 101.2 de la Ley 142 de 1994. Con mayor razón, el
Alcalde Mayor puede delegar en el Secretario Distrital de Planeación la estimación del costo anual del
servicio de estratificación y la determinación del monto del concurso económico de las empresas de
servicios públicos domiciliarios y del Distrito Capital, toda vez que ello corresponde a funciones distintas de
las comprendidas en los decretos de adopción y actualización de la estratificación, donde el Alcalde Mayor
lidera el complejo de tareas inherentes a la comentada estratificación. No prospera el cargo.
Segundo cargo - Dice la parte actora que hay nulidad de la actuación administrativa por ausencia de los
elementos necesarios para el cobro de la tasa contributiva de estratificación. Que el Presidente no
estableció el sistema ni el método, al paso que los actos demandados se remiten a las actividades descritas
en los manuales e instructivos metodológicos nacionales. A través del Decreto 07 de 2010 el Presidente no
estableció la forma para determinar el costo recuperable del servicio de estratificación, puesto que
simplemente se remitió a las metodologías dispuestas en la Resolución 392 de 2004 del DAÑE.
Como ya se vio, al revisar la validez del artículo 11 de la Ley 505 de 1999 sostuvo la Corte Constitucional
que este artículo establece las «[...] reglas y formas específicas de ponderación de los factores que
permitirán una previa definición de los criterios con que se harán los cálculos específicos de determinación
de la base gravable, el sistema y el método de la tasa en mención, con el fin de alcanzar la recuperación del
costo del servicio prestado por los comités permanentes de estratificación, al adelantar la estratificación en
centros poblados».6
Vale decir, en la sentencia C-1371 de 2000 la Corte Constitucional reconoció que el artículo 11 de la Ley
505 se pliega a los dictados del artículo 338 superior, en tanto contiene los elementos constitutivos del
sistema y el método de la tasa, al propio tiempo que concentra las reglas y formas de ponderación para
hacer los cálculos concretos, tal como lo advierte en sus considerandos el Decreto 07 de 2010, por el cual
se reglamenta el artículo 11 de la Ley 505 de 1999 y el parágrafo 1o del artículo 6 de la Ley 732 de 2002.
Según lo ha verificado la Sala, en el seno de la función reglamentaria el Decreto 07 de 2010 desarrolló
adecuadamente lo concerniente al sistema y al método para determinar la mentada tasa contributiva. De
otra parte, no es cierto que este decreto se haya remitido a las metodologías dispuestas en la Resolución
392 de 2004 del DAÑE, de suerte que la potestad reglamentaria no ha sufrido desmedro alguno. Por lo
demás, cabe registrar que la facultad reglamentaria en cabeza del Presidente no es absoluta, dado que al
declarar la exequibilidad del artículo 68 de la Ley 142 de 1994 la Corte expresó:
La Carta no define de manera expresa cuáles funciones de las incluidas en el artículo 189 de la Carta
pueden ser delegadas o no sino que defiere a la ley la precisión de las atribuciones presidenciales
delegables. Por ende, se debe a entender que el principio general es que la ley puede autorizar la
delegación de cualquier función presidencial, sin que esa posibilidad esté restringida a aquellas que el
primer mandatario ejecuta como suprema autoridad administrativa, razón por la cual esta Corte ha
explícitamente reconocido que también son susceptibles de delegación las funciones en su calidad de jefe
de gobierno. Es entonces claro que la mayor parte de las funciones presidenciales pueden ser delegadas,
como efectivamente lo ha manifestado esta Corte en varias oportunidades; sin embargo, esta misma
Corporación ha considerado que excepcionalmente es improcedente la delegación, cuando se trata de una
atribución que compromete a tal punto la integralidad del Estado y la investidura presidencial, que se
requiere una actuación directa del Presidente como garantía de unidad nacional 7.
En gracia de discusión, cualquier referencia que pudiera hacer el Decreto 07 dé 2010 a las metodologías
prescritas por el DAÑE goza de sustento legal en términos del artículo 101.5 de la Ley 142 de 1994 y del
Decreto 262 de 2004, donde la normativa le defiere en definitiva al DAÑE la competencia para fijar las
metodologías relativas a la estratificación. Más todavía, una tal referencia solo aparece en los
considerandos del Decreto 096 de 2010, mediante el cual el Alcalde Mayor de Bogotá delegó en el
Secretario Distrital de Planeación la estimación del costo anual del servicio de estratificación y la
determinación del monto del concurso económico de las empresas de servicios públicos domiciliarios y del
Distrito Capital. Lo cual es jurídicamente válido. Por lo mismo, no prospera el cargo.
Tercer cargo - afirma la empresa demandante que la actuación administrativa es nula por cuanto el
6
7
Sentencia C-1371 de 2000.
Sentencia C-272 de 1998.
Presidente, a través del Decreto 07 de 2010 se excedió en el ejercicio de la potestad reglamentaria. Que en
tal sentido, la potestad tributaria no permite que los elementos esenciales del tributo puedan establecerse a
través del reglamento, esto es, que el Presidente no puede reemplazar al Congreso en lo tocante a la
definición de los elementos esenciales de la tasa contributiva de estratificación, a menos que se quiera
vulnerar el artículo 338 de la Carta Política.
De conformidad con la argumentación jurídica de esta sentencia, la Sala destaca lo expresado por la Corte
Constitucional en la sentencia C-1371 de 2000, en el sentido de que el artículo 11 de la Ley 505 de 1999
precisa algunos elementos esenciales de la tasa de estratificación, a tiempo que permite obtener una
interpretación razonable de otros para configurar la obligación tributaria. Y como ya se reseñó atrás, en esa
misma sentencia la Corte Constitucional reconoció que el artículo 11 de la Ley 505 se pliega a los dictados
del artículo 338 superior, en tanto contiene los elementos constitutivos del sistema y el método de la tasa, al
propio tiempo que concentra las reglas y formas de ponderación para hacer los cálculos concretos. No
sobra observar que la parte demandante incurre en un yerro de técnica jurídica al pretender la inaplicación
del Decreto 07 de 2010 valiéndose de una argumentación que tendría algún arraigo en la esfera de la
acción de nulidad por inconstitucionalidad, que no en los predios de inconstitucionalidad manifiesta que
contempla el artículo 4 superior. No prospera el cargo.
En mérito de lo expuesto, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Cuarta, Subsección "A",
administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley,
FALLA
1. No prosperan las excepciones propuestas por el Distrito Capital.
2. Se DENIEGAN las pretensiones de la demanda.
3. Por no configurarse los presupuestos normativos, no se condena en costas.
4. En firme esta providencia, archívese el expediente previa devolución de los antecedentes
administrativos a la oficina de origen y del sobrante o excedente de gastos del proceso si a ello hubiere
lugar. Déjense las constancias y anotaciones de rigor.
Cópiese, notifíquese, comuníquese y cúmplase.
Aprobado según consta en acta de la fecha.
(Fdo.) NELLY YOLANDA VILLAMIZAR DE PEÑARANDA, Magistrada Ponente; JOSÉ ANTONIO MOLINA
TORRES, Magistrado y BEATRIZ MARTÍNEZ QUINTERO, Magistrada.
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