NÜM. 69 REVISTA SEMANAL Y BIBLIOTECA MUSICAL AÑO III MADRID 15 DE ENERO DE 1880 PRECIOS DE SUSCRICION. Kn España... 24 rs. trimestre, 45 semestre, y 84 año. EB Portugal. 30 . 56 > 108 » Extranjero... 36 . 68 » 132 » En la isla de Cuba 5 pesos semestre y 8 al año (oro). En Méjico 2 1\2 reales semanales. Harnero suelto, una peseta (periódico j música). SDierlcIoa al peHódIoo aolo, la mitad de los precios fijados. Dirección: Peligros, 10 y 12, Madrid ADVERTENCIA La Dirección de la CRÓNICA DE LA MÚSICA se ha trasladado á la calle de Peligros, 10 y 12, principal; y la Administración á, la calle del Olmo, 10, piso segundo. A NUESTROS LECTORES IESDE 1.° de este mes se ha hecho cargo de esta publicación nuestro querido amigo el conocido ex-editor de música D. Andrés Vidal y Llimomi, que, retirado hace algunos meses de los negocios industriales, y dedicado á ocupaciones puramente artísticas, más conformes con sus estudios ó inclinaciones, desea contribuir, en la medida de sus fuerzas, al desarrollo del arte en España, haciendo en la CRÓNICA DE LA MÚSICA todas aquellas reformas y mejoras que puedan ayudar al resultado que se propone y al mejor servicio de los intereses de los artistas españoles. Al efecto se ha rodeado, como observarán nuestros lectores en la cabeza de este número, de personas competentes y conocidísimas en el arte y en la literatura musical, contando desde luógo con la ayuda y colaboración de los académicos señores DIRECTOR-PROPIETARIO, D. ANDRÉS VIDAL Y LLIMONA RF,n.A.CTORES Y COLABORADORES ARNAO (3. Antonio), de las Academias Española y de Bellas Artes. - CASTRO Y SERRANO (D José).— ESPERANZA Y SOLA(D. José). —HERNANDO (don D. Rafael), de la Academia de Bellas Artes.—INZENG.\ (D. José), de la Academia de Bellas Artes.— JIMENO(D. Ildefonso), de la Academia de Bellasf Artes.—MARSILLACH (D.Joaqnin).—MEDINA (don Eduardo).-PEÑA Y GONI (D. Antonio).-ROMERO YANDIA (D. Antonio), de la Academia de Bellas Artes. Arnao, Hernando, Inzenga, Jimeno y Romero, varios profesores del Conservatorio y partícula res, y los escritores y críticos Esperanza y Sola, Castro y Serrano, Peña yGoñi, Medina y Marsillach, y otras varias personas que anunciaremos oportunamente. Para conseguir la mayor conveniencia de nuestros abonados, y atendiendo las indicaciones de muchos de ellos, hemos resuelto que desde 1." de Febrero próximo, las obras que forman la Biblioteca musical que repartimos con todos los números se dividan en dos secciones: una fácil y recreativa, compuesta de las obras de autores nacionales y extranjeros, más apropósito para los aficionados que empiezan el estudio del piano, y otra difícil é instructiva, que se compondrá de las obras de salón y de estudio que convienen á los artistas consumados. Las dos secciones se han de componer siempre de obras para piano. Los actuales suscritores, y los que lo sean nuevos, deberán avisarnos dentro de este mes la sección que prefieren, á fin de servir á cada cual lo que le convenga, y se encuentre mejor servido. Comprenderán nuestros abonados que esta duplicidad de música para cada número nos impone nuevos sacrificios, pero no vacilamos en hacerlos, como no vacilaremos nunca en todo aquello que tienda á la mayor utilidad de la CRÓNICA y al mejor servicio de artistas y aficionados, en justa correspondencia del gran apoj'o que desde un principio ha merecido nuestra publicación. SE PUBLICA LOS JUEVES. Cada número comprende el periódico ó sea Revista general de todo lo concerniente al divino arte en España y en el Extranjero, y ocho grandes páginas de música selecta, casi siempre nueva, formando una Biblioteca musical fabulosamente barata. Agentes exclusivos; Méjico, Parres y Compaflia.—Cuba, M. de Villa, Habana.—Puerto-Kico, Fermín Toledo. Administración: Olmo, 10, 2.°, Madrid. UNA VISITA Á HAYDN EN 1805 (1). ¿ill^iFERENTES vccos fuí á vcr á Joseplí ft^JjHaydn, viejo y achacoso, y muy a^ retraído de las visitas. A la primera nos acompañó Wolfgang Mozart, amable joven de trece años, cuyas disposiciones anuncian un talento digno de la reputación de su padre, el gran compositor. En la primavera anterior este pequeño artista había festejado el 73° aniversario del nacimiento de Haydn con un concierto que dirigió él mismo en el Teatro an der Wien, presentando una cantata compuesta por él en honor del decano de los músicos alemanes. Haydn vive retirado en el faubourg Gumpendorf, donde tiene una pequeña casa muy cómoda, con jardín. Algunos viejos criados nos recibieron en el piso bajo. La limpieza y la tranquilidad reinaban por todas partes, y los movimientos silenciosos de los servidores demostraban el tierno ínteres que tornaban en los sufrimientos de su amo. Fuimos anunciados y recibidos. El criado nos condujo al piso superior; atravesamos varías habitaciones, al fin de las cuales encontramos á Haydn, Sencillamente vestido con una levita oscura. Nos recibió con mucha cordialidad. Haydn tiene ya setenta y cuatro años de edad (2). Es de estatura regular; los rasgos de su fisonomía no tienen nada de distinguido, pero revelan una benevo-" lencia que predispone mucho en su favor. La visita tlel joven Mozart, que no le había visto hacia bastante tiempo, causó (1) Carta de un viajero francés, publicada por la «Guide musical» de Bruselas. (2) Nació el 31 de Marzo de n 8 2 y murió el 31 de Mayo de lt*09, es decir, cuatro afios después de escrita esta carta. CRÓNICA DE LA ^ran placer al respetable viejo. Habló con el de sus estudios y de sus progresos en música, con toda la afección de un antiguo amigo. Viendo á Haydn fatigado, cortamos la conversación al cabo de media hora. El buen viejo nos despidió muy amigablemente, concediéndome permiso para repetir mis visitas. En la última que le hice, que fué el 20 de Diciembre de 1805, estaba Haydn más sereno que de ordinario. Se encontraba mejor y hasta trabajaba algo. Por casualidad h'abia tropezado con una de sus primeras obras, una misa que había compuesto para canto solamente en 1742, siendo niño de coro de la iglesia de San Esteban. Este trabajo le hizo sonreír, y le añadió acompañamientos, con intención de dedicar esta primera y quizá última producción do su genio á su protector el príncipe Esterhazy. Haydn posee una mediana fortuna, adquirida principalmente en dos viajes á Inglaterra. Pasó con muchos apuros su juventud, pero sujio hacerse camino. El padre de Haydn, pobre aldeano de Rohran (Austria), habia aprendido á tocar el arpa siendo obre^ro en Francfort, y los domingos acompañaba á su esposa canciones del país. Haydn recuerda todavía esas canciones. Un maestro de escuela de Haimburg observó la afición con que Haydn escuchaba las canciones de su madre y los acompañamientos de su padre, y aconsejó á éste que procurase dar educación musical al niño, á cuyo efecto se comprometia á llevárselo á su escuela. En ella aprendió Haydn á leer y escribir, religión, canto, violin, timbales y otros instrumentos. Dos años después se presentó en la aldea M. Reuter, maestro de la capilla imperial, que al mismo tiempo dirigía la música en la iglesia de San Esteban de Viena, y eligió á Haydn entre otros chicos para reemplazar á algunos de los niños de coro. Ocho años estuvo en la iglesia de San Esteban, instruyéndose con profesores hábiles en el canto, en el ejercicio de varios instrumentos y en la teoría de la música en general. Al mismo tiempo oia ejecutar buena música, y su imaginación era ya tan activa, que intentó algunas composiciones. A la edad de diez y seis años salió de la iglesia de San Esteban, al cambiar el carácter de su voz, y durante bastante tiempo experimentó todos los rigores de la suerte, ganando muy penosamente la vida en Viena. Experimentó hambre, frió y desnudez, y en estas condiciones daba lecciones modestas y hacia partes de orquesta. Un viejo clavicordio era su único compañero y constituía toda su dicha. Por fln obtuvo una discipula de canto y piano, que se llamaba señorita Martínez (1), amiga de Metastasio, y en casa de esta joven encontró durante tíes años alimentación gratis. Por aquella época fué nombrado Haydn maestro de capilla de los hermanos de la Caridad de Leopoldstadt, con sesenta íiorines de sueldo al año, cuyo destino le obligábala asistir á la iglesia á las ocho de la mañana. A las diez tocaba el órgano en la capilla del conde de Hangwitz, y á las once cantaba en la iglesia de San Esteban; servicios todos muy poco retribuidos. De seguro otros hubieran sucumbido á tanto trabajo. Haydn no ha estado nunca en Italia. Si hubiese ido alguna vez, con sus buenos rincipios de canto y de armonía, habriase echo un gran nombre como compositor de ópera. Habla italiano con bastante facilidad, y confiesa que debe mucho á un músico italiano llamado Porpora. Le conoció, si no me equivoco, en Meinersdorff, en casa de una señora, y le sirvió unos tres meses casi como criado, únicamente por aprender. Porj)ora enseñaba el canto á la expresada señora, y Haydn acompa- E (1) Mariasa Martínez, nacida en Yiena hacia n 4 5 , muerta en 1812. MÚSICA naba al clavicordio. De esta manera se formó el hombre cuyas sublimes inspiraciones han resonado en todas las orquestas de Europa, y que ha trabajado en su arte durante medio siglo con gíoria siempre creciente. EL ASTRÓNOMO HERSCHEL, ORGANISTA ^ L uiLLERMO Herschel nació en HannolA^ ver el 15 de Noviembre de 1738. SáQfi bese poco de su familia; su bisabuelo, Abraham Herschel, fué expulsado de Mahren á causa de su ferviente devoción hacia la fe protestante. Isaag, hijo de Abraham, hallábase establecido en los alrededores de Leipzig. Su hijo mayor, Jacobo Herschel, padre del astrónomo, se negó á continuar la profesión del padre. Abandonó la casa y las labores agrícolas para abrazar la carrera musical, y fué á establecerse en Hannover, donde se dedicó á la práctica del arte que habia elegido. Era hombre notable bajo todos aspectos. Pero su patrimonio demasiado modesto no lo permitió dar una educación completa á sus hijos, que eran diez,y seis varones y cuatro hembras. líl mayor. Jacobo detíio su nombre en el arte á'un músico de un regimiento hannoveriano, con el cual anduvo por Inglaterra, y pronto fué á unirse con su tercer hermano, Guillermo, que estudiaba la música, y con .predilección la metafísica. En 1795 contaba Guillermo veintiún años de edad, y se dirigió á Inglaterra en busca de su hermano Jacobo, cuya influencia podía serle útil en aquel país. Sus ensayos fueron verdaderamente penosos; recibió muchos desengaños y sufrió miseria, que soportó con gran dignidad. Por último, la fortuna, que acaba siempre por favorecer á los audaces, puso en su camino á lord Durham. Este noble personaje apreció el talento del joven hannovierano y le encargó de la instrucción del cuerpo de música de un regimiento inglés que estaba de guarnición en las fronteras de Escocia. Este fué el punto de partida en la fortuna artística de Herschel, el cual poco á poco se dio á conocer ventajosamente, tanto que en 1765 le fué ofrecido el puesto de organista en Halifax (Yorkshire). La asignación que por este cargo disfrutaba y las lecciones adquiridas, tan numerosas como quería, proporcionaron al joven músico una desahogada posición y'una notoriedad verdadera. Aprovechando su nueva fortuna, Guillermo Herschel comenzó de nuevo su propia educación. Procuróse libros, diccionarios y gramáticas, y solo, sin maestro, aprendió el latin, el italiano y algo de griego. No es presumible que las tendencias del nuevo sabio se ejercitaran á expensas del arte que le proporcionaba la vida. Herschel, para proseguir sus estudios de lingüistica, se dedicaba á un análisis profundo de una obra muy oscura del R. Smith, sobre la teoría matemática de la música. Dicho análisis era tanto más notable, cuanto que requería conocimientos de álgebra y de geometría que Herschel no habia aclquirido á la sazón, pero que suplía instintivamente. En 1766 el organista de Halifax fué llamado á la capilla de Bath. Este cargo era mucho más lucrativo que el que por entonces desempeñaba; pero imponía al artista obligaciones mucho más graves también. Herschel debía ser un artista muy hábil, puesto que era solicitado para hacerse oir en los salones, en las reuniones particulares, en el teatro, en las audiciones pv'iblicas; en una palabra, determinó la existencia del pianista á la moda en la sociedad más elegante de Inglaterra. Apenas si podía satisfacer los encargos de NÚM. 69 nuevas lecciones que se le proponían, y, sin embargo, este hombre tan absorto en el arte, este artista tan solicitado, no sólo no se apartó de sus preocupaciones científicas, sino que encontró medios en el torbellino que le rodeaba de robustecer sus estudios. ¡Qué pruebas debió dar de energía y de fuerza de abstracción! La música, considerada en sus elementos más abstractos, condujo á Herschel á las matemáticas; las matemáticas lo llevaron á la óptica, agente principal de su celebridad. La casualidad, como siempre, forma una parte muy importante en la nueva dirección que debían tomar los estudios del organista de Bath. Un telescopio, un simple telescopio de dos pies de magnitud, cayó cierto día entre sus manos. Herschel aplicó por pura curiosidad los ojos al instrumento y quedó sorprendido del espectáculo que la bóveda celeste, para él desconocicfa, le presentaba. Aquel instrumento, bastante imperfecto por cierto, le revelaba la existencia de una cantidad de estrellas que á simple vista no se descubrían. El organista, estupefacto ante aquel mundo desconocido que se ofrecía á sus ojos, escribió lleno de entusiasmo á Londres para procurarse un telescopio de más fuerza. Pero la contestación del óptico fué un triste desencanto para el pobre artista: el precio del instrumento deseado superaba en mucho á la cantidad de que podía disponer. Para otro cualquiera esta noticia hubiera sido un golpe terrible; Herschel al recibirla se sintió con vivísimo deseo de realizar su propósito. Siéndole imposible la adquisición de un telescopio, Herschel resolvió fabricarlo. Encerróse en su gabinete, y allí combinó las diversas leyes matemáticas que reflejan la luz con mayor intensidad y practicó toda suerte de experiencias sin otro guía que su maravillosa intuición y la indomable energía de su voluntad. Por fln, en 1771 tuvo la fortuna de construir un telescopio de cinco pies ingleses de foco, hecho todo por él. El instrumento funcionaba á maravilla y extendió muchísimo los confines de aquel infinito que tanta atracción ejercia sobre el artista. El resultado le animó á desarrollar su obra. Al telescopio de cinco pies siguieron los de siete, de ocho, de diez y por fln de veinte, todos por él construidos con una fortuna jamas desmentida. Y como para coronar tanta perseverancia y obstinación tanta, la casualidad proporcionó al organista astrónomo ocasión de que demostrara la profundidad de sus estudios de los espacios celestes con el descubrimiento de un nuevo planeta situado en los conflnes de nuestro sistema solar. Herschel tuvo la suerte y la honra de descubrirlo en 13 de Marzo lie 1781. . : j , , Desde aquel momento la notoriedad del astrónomo v del óptico eclipsó la del músico. El rey"Gregorio III, muy aflcionado á las ciencias, y hombre inteligente, quiso conocer al organista de iBath, y oj'ó con sumo agrado la relación que Herschel le hizo de sus trabajos, de sus amargas decepciones y de su entusiasmo. Comprendió que tras de aquel tenaz observador se ocultaba un gran hombre y resolvió no separarse de ól. Señaló á Herschel una pensión vitalicia de 300 guineas y le ofreció una habitación próxima al castillo de Windsor, primero en Clay-Hald, después en Slongh, donde Herschel debía escribir su inmortal Diario de obseroaeiones, del que ha dicho Arago que era ciertamente en todo el mundo el que acusaba mayor númera de descubrimientos. Inútil es decir que en aquel tiempo Herschel habíase familiarizado en absoluto con la geometría y con el álgebra. Si cupiera alguna duda, Ío probarían sus hechos. En ocasión en que era organista en Bath planteóse un problema sobre las vibraciones de la cuerda. Herschel lo resolvió, y su Memoria, muy apreciada de los hombres de ciencia, fué publicada en muchas revistas especiales. NÚM. 69 GRÓNIGA DE L A La vida del célebre astrónomo pertenece á la ciencia desde el principio de su Diario. Absorto por completo en sus meditaciones sublimes, abandonó por completo el órgano. P. LACOME. AYALA la memoria del insigne poeta han y dedicado el Ateneo de Madrid y el Teatro Español, una velada el primero, y una función el segundo, que han sido verdaderas solemnidades. La velada del Ateneo empezó por breves y sentidas palabras de su presidente el Sr. Moreno Nieto, y á continuación leyeron los académicos"^Sres. Cañete y Valera magníficas poesías de Ayala y trozos de sus obras El hombre de Estado, El tejado de vidrio y Consuelo. Entre las primeras llamó podcrosísimamente la atención, «omo la llamará á nuestros lectores, la siguiente MÜSIGA Esta carta la escribió el Sr. Ayala en Guadalcanal, en 1856. La función del Teatro Español se compuso de la comedia El tanto por ciento y lectura de poesías de los Sres. Cáceres, García Gutiérrez, Cano y Coello. La del ilustre autor de El trovador merece ser conocida de nuestros lectores, y dice así: Á DON ADELARDO LÓPEZ DE AYALA ¿De qué celeste n u m e n alcanzaste, ¡Gloria del suelo en que «rodó tu cuna!» El alto ingenio que al saber se a d u n a Como la perla al generoso e n g a s t e ? Poeta y orador, raro contraste De varias dotes, con i g u a l fortuna En el templo del a r t e , en la tribuna. Espléndidos laureles c o n q u i s t a s t e . ¡Pero nos dejas ya!—Dios me es testigo Do que aceptara, inútil, pobre anciano. P a r t i r yo solo ó caminar contigo. Pero ya que mi r u e g o ha sido en v a n o . Te despiden el v a t e y el amigo Y ambos te dicen: «¡Hasta luego, hermano!» ' A. G.\ECÍA GUTIBHEEZ. EPÍSTOLA Á ARRIETA De n u e s t r a g r a n Tirtud y fortaleza Al mundo hacemos con placer t e s t i g o : L a s ruindades del alma y su ñaqueza Sólo se cuentan al secreto a m i g o . De mi ardiente ansiedad y mi tristeza A solas quiero razonar contig-o: R a s g u e i su alma sin pudor el velo Quien busque admiración y no consuelo. No quiera Dios que en rimas inocentes A l m u n d o dé de mi pesar indicios. I m i t a n d o á esos genios imprudentes Q u e alzan la voz p a r a cantar sus vicios. Yo busco, retirado de las g e n t e s . De la amistad los dulces beneficios: N o h a y causa ni razón que me convenza Do que es genio la falta de v e r g ü e n z a . E n esta humilde y escondida estancia. Donde aún resuenan con medroso acento Los primeros sollozos de mi infancia y de mi padre el postrimer lamento; Esclarecido el mundo á la distancia A que de a q u í le mira el p e n s a m i e n t o . S e eleva la verdad que a m a b a t a n t o , Y a n t e s que afecto me produce espanto. Aquí, a u m e n t a n d o m i congoja fiera, Mi edad pasada y la presente miro; L a limpia voz de mi v i r t u d entera. H o y convertida en áspero suspiro; El noble aliento de m i edad primera T r o c a d o en la ansiedad con que respiro. <"laro publican dentro da mi pecho Lo que hizo Dios y lo que el m u n d o h a hecho. Perdido t e n g o el crédito conmigo, Y avanza cual g a n g r e n a el desaliento; Conozco y aborrezco á mi enemigo, Y en s u s brazos me arrojo soñoliento. L a conciencia el deleite que consigo P e r t u r b a siempre; sofocar su acento Q u i e r e el placer, y lleno de impaciencia. N i gozo el mal ni aplaco la conciencia. Aquí, revuelto en la fatal madeja Del torpe amor, disipador, cansado d e l tiempo que al p a s a r sólo me deja E l d i s g u s t o de haberlo m a l g a s t a d o ; S i el hondo afán con que de mí se c u e n t a T o d o mi ser me tiene desvelado, ¿ P o r qué antes no ha de ser impedimento Lo que es después atroz remordimiento? ¡Valor! y que resulte de mi daSo F e c u n d o el bien; que de la edad perdida B r ó t e l a clara luz del desengaBo, I l u m i n a n d o mi razón dormida. P a r a vivir me b a s t a con u n a ñ o . Q u e envejecer no es a l a r g a r la v i d a ; J o v e n murió tal vez que eterno ha sido, Y viejos mueren sin Haber vivido. Que t u voz, queridísimo Emiliano, M e m a n t e n g a s e g u r o en rni porfía; Y asi el Creador, que con t a n l a r g a m a n o T e regaló fecunda fantasía. T e enriquezca mostrándote el arcana De su eterna y espléndida armonía. T a n t o que el hombre en s o placer ó duelo T u canto elija p a r a h a b l i r al cielo. LOS TEATROS LÍRICOS LA ÓPERA AS dos primeras representaciones de Mignon, de Ambrosio Thomas, en el Teatro Real, han dejado mucho que desear. Exceptuando la señora Nilsson, que cantó de una manera admirable la romanza del acto primero, los demás artistas parecía que estaban en competencia para hacerlo mal. Al terminar la primera representación, preguntaba un aficionado á un entendido crítico: —¿Qué le parece á usted? —iEl qué? —La ópera. —/.Qué ópera? —La que acabamos de oir, hombre, Mignon. —iMignonl... No he oído Mignon. Y decía verdad el ilustrado artista. Lo que se ha cantado en el Teatro Real no na si.do la preciosa ópera de Ambrosio Tlioml^s; habrá sido cualquier cosa que nadie puede comparar con dicha partitura. La misma señora Nilsson, que estuvo á la altura de su reputación en el primer acto, como indicamos más arriba,.dejó bastante que desear en los demás, demostrando un afán tan grande por subrayar, digá.moslo asi, las frases, por dar mayor expresión á las ideas melódicas, que, con permiso de la señora Nilsson, creemos que eso es desnaturalizar algo la obra de un gran maestro. La victima de las dos representaciones ha sido el tenor Sr. Westberg, que no tiene condiciones, y cuya voz desagradable provocó las iras del público. Naturalmente, le t a n rescindido la contrata, y está estudiando su parte en Mignon el tenorino Sr. Valero. —Una artista que venia precedida de gran reputación, la señora D' Angeri, ha debutaclo en la ópera Los Hugonotes, demostrando que tiene una buena voz, de timbre argentino, de una igualdad admirable en todas las notas de una extensa escala, con el volumen suficiente para afrontar sin riesgo alguno el repertorio dramático, y apta al mismo tiempo para plegarse á las dificultades de la vocalización. El miedo de que se hallaba poseida la impidió, sin embargo, brillar tanto como brillará sin duda en otras representaciones y en otras óperas. El público la recibió muy bien. El conjunto de Los Hugonotes es bastante bueno, pero no comprendemos la serie de bombos y platillos que la prensa diaria administra al barítono Sr. Kaschmanp, que no hace más que pasar, y gracias. La señora Scalchi y los señores Gayarre, Vidal y Verger, bien. La señorita Torresella, regular. La orquesta, que no quiso dirigir el maestro Gialdini, traído con gran bombo de Italia, estuvo á cargo del Sr. D. Manuel Pérez. Ya se había dado á conocer éste, con gran contentamiento de los aficionados á la música, como director de brillante porvenir, cuando estuvo al frente de la compañía de ópera que actuó hace dos años en el Teatro de la Comedia. De entonces acá, han sido varias las obras que se encomendaron á su inteligencia artística, y siempre ha obtenido los aplausos del publico, los elogios de la prensa y los plácemes de sus compañeros. Pero en ninguna de ellas han sobresalido tanto sus condiciones de maestro como en esta de Hugonotes, sin ensayai'la, y sólo por acceder á los ruegos de la empresa, que imposibilitada estaba de representarla con los directores contratados. Antes de empezar la representación, hablaljan dos concurrentes al Paraíso sobre quién dirigiria la orquesta. —/,Será Barbíeri?—preguntaba uno. —Ño lo creo,—contestaba el otro;—dicen que Barbieri está muy ocupado preparando otro saínete con coplas para la Comedia, y ademas, Rovira no quiere que dirija. —¿Por qué? —No sé; pero dicen que hay pleito entre Barbieri y Rovira. —¿Será Gialdini? —Tampoco lo creo. Parece que no tiene afición más que á la música italiana, y ha presentado sus excusas á la memoria de Meyerbeer. —¿Será Bretón? —Imposible. Está muy ocupado con los coros, tratando de que salgan bien, pero, apesar de todo, salen mal. Empezaron á reunirse los músicos, Perezito entre ellos; pero éste, en vez de sentarse ante su atril de concertino, trepó al sitial y empuñó la batuta. —¡Ahü!—exclamaron los dos interlocutores del Paraíso.—¡Tres directores y dirige el concertino! Después se supo que, por decreto del Sr. Rovira, Perezito era ya tan director como los otros, y por lo visto más que los otros, porque es el que saca de apuros á. la empresa. Nos parece bien. —El Sr. Tamberlick llegará en breve á Madrid, y cantará en el Teatro de la Opera el Otello, en la cual tomarán parte la señora Nilsson, Kaschmann, Valero y Vidal. La segunda ópera que cantará la célebre artista señora Ortolani, será el Don Pasquale, de Donizetti. La señora de Rezskó y el bajo Sr. Vidal están contratados para la próxima temporada en el Teatro de la Opera. LA ZARZUELA La Tela de araña, zarzuela en dos actos estrenada en el teatro de la calle de JoveUanos, ha obtenido buen éxito á fuei-za de aplausos de la claque, que es numerosísima en dicho coliseo, pero vale muy poco. Los autores del libro, señores Navarro (D. Calixto) y Govantes, no han tenido que calentarse mucho la mollera para hilvanar un asunto cuyo corte francés se conoce á la legua, y cuyo ligero extracto ponemos á continuación: En un pueblo de España, cuyo nombre ignoramos, vive un tal I). Pablo en compañía de una sobrina, de quien es tutor, y de un negro que trajo aquél de la Habana, donde estuvo en sus mocedades. Empéñase el tío en casar á su sobrina con otro sobrino, marino por más señas, que á la sazón se halla en la quinta de D. Pablo, á cuyo fin éste indica al galán que la niña le desprecia y le tiene por un hombre grosero, glotón y ordinario hasta dejarlo de sobra. NÚM. 69 CRÓNICA DE L A MÚSICA El marino se siente herido en su amor propio, y jura conquistar el amor de su prima, para darle una lección y abandonarla después. La joven, que no se hace de pencas, canta un dúo de amor con su pretendiente, dúo cuyo alhrjro fué repetido, y cuando va á darle el anhelado si, aparece el tio, la pareja emprende la fuga, y cae el telón enmedio de los más inusitados y estrepitosos aplausos. El Sr. Ferrer manifestó entonces que los autores de la zarzuela deseaban conservar el incógnito, y después de un prolongado intermedio,'se levantó de nuevo la cortina y empezó el acto segundo. D. Pablo acaba do recibir una carta de la Habana en que le anuncian que ha fallecido otro tio de su sobrina, leíí'ando á ésta su cuantiosa fortuna. Asáltale entonces la idea de casarse con su pupila, siguiendo los consejos del negro Pancho, con quien canta otro dúo, que'tambien fué repetido al estallar los primeros aplausos. D. Pablo intenta contrariar los proyectos de los dos amantes, pero apesar de sus tretas, no logra sus torpes deseos, y la cosa termina, como es natural, con la boda de los sobrinos. Al caer de nuevo el telón, llegaron las manifestaciones de agrado á un punto indescriptible. Así se fabrican los éxitos. La música, del Sr. Nieto, es do lo más pretenciosa que hemos oido, pero no logra conseguir sus pretensiones. Apesar del carácter ligero y festivo de la obra, está escrita por regla general la música con tristeza y melancolía. La ejecución fué buena por parte del Sr. Ferrer, y recular por la señora Di-Franco y los señores Guerra j Banq uelí s. La señorita Soler Di-Franco, para cuyo beneficio se estrenó la zarzuela, fué obsequiada con gran número de coronas y ramos y algunos valiosos regalos, como prueba de las simpatías que tiene en el público de Madrid. Desde principio de la temporada hasta fin de año, se han estrenado en el Teatro de la Zarzuela las siguientes obras: El Tigre de mar.—En dos actos y en verso, libro de D. Antonio Arnao, música del maestro Zubiaurre. Mal éxito. Se retiró la segunda noche. Tierra.—Cuadro lírico-dramático en un acto y en verso, libro de D. José CampoArana, música del maestro Llanos. Muy buen éxito. So ha representado más de veinte noches. Amor que empieza rj amor que acaba.— Zarzuela en un acto y en prosa, arreglada del francés por D. Rosendo Dalmau, música del maestro Fernandez Caballero. Éxito regular. Corona contra corona.—Drama lírico en tres actos y en verso, libro de D. Calixto Navarro, música del maestro Bretón. Éxito mediano. El Pañuelo de hierbas.—Zarzuela cómica en dos actos y en prosa, arreglada del i r a n c e s p o r D . Mariano Pina Domínguez, PIAííOS PIANOS Se han recibí lo de las mejores fábricas del extranjero, y »e vendea K plazos y al contado 4 precios muy confimfcos. Se hallan de muestra de todas clases y se da razón de 'as condiciones en la Aaministracion de la CRÓNICÍI DE LA MÚSI- CA, Olmo, 10, segniido. Nuestra enhorabuena á los valiosos artistas que constituyen la Sociedad. El domingo 24 se verificará una sesión extraordinaria á beneficio de la Sociedad establecida para socorrer á los artistas necesitados. Se ha publicado en elegante edición el drama de la señora doña Faustina Saez de Melgar, La cadena rota, el cual va precedido de una carta del Sr. D. José Echeííaray y de un juicio crítico de D. Leandro Herrero. No se ha puesto en escena todavía el drama de la Sra. Melgar, pero llamará la atención de los aficionados. ^«i'V» A^VV ÍVVM'AAA*'VVV'VVV'WVV ft^A* WVV» WW» ñ^W'W\«?V>/M> ftñftñ LOS TEATROS DE VERSO t ^ ^ l L (le Apolo parece que ha suspen^fe^ dido sus funciones. El Español y la ^LÉií Comedia no han presentado novedad alguna en la última semana. En el Teatro Martin se han estrenado con regular éxito el drama en un acto, original del Sr. Jakson Veyan, Hijo de rinda, y un juguete cómico en un acto, de don Tomás Perea, Espíritu y materia, y se prepara un drama en dos actos, del Sr. Fernandez y González, titulado Lo que ha de ser está escrito. Anunciase el próximo estreno en el Teatro Español de un drama en un acto, titulado En la tumba del olvido. Del 15 al 20 de los corrientes, se verificará en el Teatro Español el nuevo drama en tres actos, del Sr. Selles, En el cielo y en el suelo. En el Teatro de la Comedia ha empezado á ensayarse una en tres actos, original del Sr. Bermejo, titulada Rivales inocentes. En breve comenzarán en el mismo coliseo los ensayos de otra obra en dos actos, del Sr. Flores García, nominada iíompe-cabezas. Wá NOTICIAS VARIAS El Jurado, compuesto de profesores del Conservatorio de Paris, para adjudicar el premio fundado en el testamento de Rossini, lo ha concedido á Mad. Grandoal. La obra es una gran composición sobre el asunto de La fdle de Jaire. La ejecución solemne de la obra premiada se verificará en cuanto los intereses de la fundación de Rossini lleguen á 6.000 francos; hoy sólo hay recaudado 3.000. En el Teatro de la Gaitó de Paris empezarán las representaciones de la Patti el 14 de Febrero próximo. La célebre diva empezará por la Traoiata. Dirigirá la orquesta el Sr. Vianesi. SUMARIO D E ESTE NÚMERO TEXTO: I. Advertencia. —II. A nuestros lectores. Nuestra colaboración. Una reforma en la Biblioteca musical.—III. Una visita á Ha jdn en 1805.—IV. El astrónomo Herscbel, organista, por P. Lacome. —VAyala; recuerdo i su memoria, Epístola á Arriata. Soneto de D. A. García Gutiérrez. —VI. Los teatros líricos. La Opera. «Mignon- en el Teatro Real y la señoraNilseon. El debut déla señora D'Aagerienloa «Hug'onotes>. La Zarzuela. «La t«la d» araña», zarzuela en dos actos, letra de los señoreBNavarro (D. Calixto) y Govantes y música del maestro Nieto. Las obras estrenadas en el Teatro déla Zarzuela desde principio de temporada.—VII. Losteatras de verso. —VIII. Noticia» varias La última sesión ordinaria de la Sociedad de Cuartetos. Un drama de la Sra. Saez de Melgar. El premio fundado por Ros.sini.—IX. Anuncios. MÚSICA: Dinamita (ocho páginas). rjEi^ A Sociedad de Cuartetos ha terminaM^ñ^ do por este año sus sesiones ordina'WaÁl rías con el concierto verificado en el salón pequeño del Conservatorio el domingo último. Dedicada esta sesión á Beethoven, fueron interpretadas tres notables obras del gran maestro: el cuarteto enfa LA ADMINISTRACIÓN (obra 59), el trío en re (obra 70) para piaDE LA no, violin y violoncello, y el cuarteto en mi bemol , arreglado del Gran Quinteto CASA EDITORIAL DE mEDINA (obra 16). Y DE LA El público era más numeroso que de costumbre, y los Sres. Monasterio, GuelbenREVISTA EUROPEA zu, Mireclíi, Pérez y Lestan parecían tamse ha trasladado á la calle de San Nicolás, bién más inspirados que otras veces. El andante cantabile del cuarteto en sí número 11, principal, Madrid. bemol mereció los honores de la repetición. Su interpretación ha sido acabada, Imprenta, plaza do la Armería, 3 duplicado. Madrid. perfecta. DE LA BELLEZA EN LA MOSICA OPERAS COMPLETAS PARA PIANO BERNAREGGI GASSO Y COMPAÑÍA Los pianos de esta fábrica se venden en Madrid en los almacenes siguientes; D. Carlos Saco del Valle, Jacometre20, 39. D. Nicolás Toledo. Fuencarral. 11. D. José Manin, Valverde. 20. D. Mariano Ramirez, LeganitoB, 2. D Pablo Martin. Correo. 4. Señora Viuda de Ha jen, Fuencarral, 2. música del maestro Rubio. Éxito regular. Un Tenor jubilado.—Zarzuela en un acto y en verso, libro de D. J. M. N., y música del maesti'o M... Mal éxito. Se retiró la noche del estreno. El Cepillo de las ánimas.—Bvama lírico en tres actos y en verso, libro de D. Emilio Alvarez, música del maestro Fernandez Caballero. Éxito regular. Esta obra se estrenó la víspera de las fiestas reales. El Corpus de sangre.—Drama lírico en tres actos y en verso, libro del maestro Fernandez 'Caballero. Éxito muy malo. Sólo se representó tres noches. Esta obra se estrenó el dia do Noche-Buena. ENSAYO DE HEFORMA DE LA ESTÉTICA MUSICAL, á seis reales cada una. ROSSINI. por EDUARDO HA NSLICK, traducción de m ELISA M lüIÍN EE C-IECIA BINA Un elegante tomo en 8° prolongado, de 192 páginas y esmerada impresión, BELLINI. PRECIO DOS PESETAS EN TODA ESPAÑA. Los pedidos ee dirigirán & la Casa editorial de Medina, caue de San Nicolás, 11, Madrid. DONIZETTL Los suscritores á LA CSÓNICA DB LA MOZAKT. MÚSICA disfrutarán la rebaja del 25 por 100 haciendo el pedido. AUBER. II barbiere di Siviglia Semiramide. La gazza ladra. L-italianain Algeii. Otello. Matilde di Shabran. La donna del Lago Norma. La sonnambula. La straniera. II pirata. Beatrice di Tenda. Romeo e Julieta. L'elixir d'amore. Lucrezia Borgia. La regina di Golconda. Don Giovanni. II flauto mágico. La muta di Portici. MERCADANTE Elisa e Claudio. La vestale. SPONTINI. Le astuzie femminili. CIMAROSA. BEETHOVEN. Fidelio. Chiara di RosembergRICCI. II prato degli seirvani. HEROLD. Ifigenia iu Aulide. GLUCK, — Armida. WfiBER. Oberon. — Der Freyschütz. PAISIELLO. Nina pazza per amore. Los pedidos á la Casa editorial d » Medina, San Nicolás, 11. AFINADOR DE PIANOS Las personas que necesiten un boeaafinador, pueden avisar en la Administración de la CRÓNICA PE LA MÚSICA T en el almacén de papel calle del ArenaL número 16.