nüm. 69 revista semanal y biblioteca musical año iii advertencia

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NÜM. 69
REVISTA SEMANAL Y BIBLIOTECA MUSICAL
AÑO III
MADRID 15 DE ENERO DE 1880
PRECIOS DE SUSCRICION.
Kn España... 24 rs. trimestre, 45 semestre, y 84 año.
EB Portugal. 30
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Extranjero... 36
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En la isla de Cuba 5 pesos semestre y 8 al año (oro).
En Méjico 2 1\2 reales semanales.
Harnero suelto, una peseta (periódico j música).
SDierlcIoa al peHódIoo aolo, la mitad de los precios fijados.
Dirección: Peligros, 10 y 12, Madrid
ADVERTENCIA
La Dirección de la CRÓNICA DE LA
MÚSICA se ha trasladado á la calle de
Peligros, 10 y 12, principal; y la Administración á, la calle del Olmo, 10, piso segundo.
A NUESTROS LECTORES
IESDE 1.° de este mes se ha hecho cargo de esta publicación nuestro querido amigo el conocido ex-editor de música
D. Andrés Vidal y Llimomi, que, retirado
hace algunos meses de los negocios industriales, y dedicado á ocupaciones puramente artísticas, más conformes con
sus estudios ó inclinaciones, desea contribuir, en la medida de sus fuerzas, al
desarrollo del arte en España, haciendo
en la CRÓNICA DE LA MÚSICA todas aquellas
reformas y mejoras que puedan ayudar
al resultado que se propone y al mejor
servicio de los intereses de los artistas
españoles.
Al efecto se ha rodeado, como observarán nuestros lectores en la cabeza de este
número, de personas competentes y conocidísimas en el arte y en la literatura musical, contando desde luógo con la ayuda
y colaboración de los académicos señores
DIRECTOR-PROPIETARIO, D. ANDRÉS VIDAL Y LLIMONA
RF,n.A.CTORES Y COLABORADORES
ARNAO (3. Antonio), de las Academias Española y
de Bellas Artes. - CASTRO Y SERRANO (D José).—
ESPERANZA Y SOLA(D. José). —HERNANDO (don
D. Rafael), de la Academia de Bellas Artes.—INZENG.\ (D. José), de la Academia de Bellas Artes.—
JIMENO(D. Ildefonso), de la Academia de Bellasf
Artes.—MARSILLACH (D.Joaqnin).—MEDINA (don
Eduardo).-PEÑA Y GONI (D. Antonio).-ROMERO
YANDIA (D. Antonio), de la Academia de Bellas Artes.
Arnao, Hernando, Inzenga, Jimeno y Romero, varios profesores del Conservatorio
y partícula res, y los escritores y críticos
Esperanza y Sola, Castro y Serrano, Peña yGoñi, Medina y Marsillach, y otras
varias personas que anunciaremos oportunamente.
Para conseguir la mayor conveniencia
de nuestros abonados, y atendiendo las
indicaciones de muchos de ellos, hemos
resuelto que desde 1." de Febrero próximo, las obras que forman la Biblioteca musical que repartimos con todos los números se dividan en dos secciones: una fácil
y recreativa, compuesta de las obras de
autores nacionales y extranjeros, más
apropósito para los aficionados que empiezan el estudio del piano, y otra difícil
é instructiva, que se compondrá de las
obras de salón y de estudio que convienen
á los artistas consumados. Las dos secciones se han de componer siempre de
obras para piano.
Los actuales suscritores, y los que lo
sean nuevos, deberán avisarnos dentro
de este mes la sección que prefieren, á fin
de servir á cada cual lo que le convenga,
y se encuentre mejor servido.
Comprenderán nuestros abonados que
esta duplicidad de música para cada número nos impone nuevos sacrificios, pero
no vacilamos en hacerlos, como no vacilaremos nunca en todo aquello que tienda
á la mayor utilidad de la CRÓNICA y al mejor servicio de artistas y aficionados, en
justa correspondencia del gran apoj'o que
desde un principio ha merecido nuestra
publicación.
SE PUBLICA LOS JUEVES.
Cada número comprende el periódico ó sea Revista
general de todo lo concerniente al divino arte en España y en el Extranjero, y ocho grandes páginas de
música selecta, casi siempre nueva, formando una
Biblioteca musical fabulosamente barata.
Agentes exclusivos; Méjico, Parres y Compaflia.—Cuba, M. de Villa,
Habana.—Puerto-Kico, Fermín Toledo.
Administración: Olmo, 10, 2.°, Madrid.
UNA VISITA Á HAYDN
EN 1805 (1).
¿ill^iFERENTES vccos fuí á vcr á Joseplí
ft^JjHaydn, viejo y achacoso, y muy
a^ retraído de las visitas.
A la primera nos acompañó Wolfgang
Mozart, amable joven de trece años, cuyas disposiciones anuncian un talento digno de la reputación de su padre, el gran
compositor. En la primavera anterior este
pequeño artista había festejado el 73° aniversario del nacimiento de Haydn con un
concierto que dirigió él mismo en el Teatro an der Wien, presentando una cantata
compuesta por él en honor del decano de
los músicos alemanes.
Haydn vive retirado en el faubourg
Gumpendorf, donde tiene una pequeña
casa muy cómoda, con jardín. Algunos
viejos criados nos recibieron en el piso
bajo. La limpieza y la tranquilidad reinaban por todas partes, y los movimientos
silenciosos de los servidores demostraban
el tierno ínteres que tornaban en los sufrimientos de su amo. Fuimos anunciados y recibidos. El criado nos condujo al
piso superior; atravesamos varías habitaciones, al fin de las cuales encontramos
á Haydn, Sencillamente vestido con una
levita oscura. Nos recibió con mucha cordialidad.
Haydn tiene ya setenta y cuatro años
de edad (2). Es de estatura regular; los
rasgos de su fisonomía no tienen nada
de distinguido, pero revelan una benevo-"
lencia que predispone mucho en su favor.
La visita tlel joven Mozart, que no le había visto hacia bastante tiempo, causó
(1) Carta de un viajero francés, publicada por la
«Guide musical» de Bruselas.
(2) Nació el 31 de Marzo de n 8 2 y murió el 31 de
Mayo de lt*09, es decir, cuatro afios después de escrita esta carta.
CRÓNICA DE LA
^ran placer al respetable viejo. Habló con
el de sus estudios y de sus progresos en
música, con toda la afección de un antiguo amigo.
Viendo á Haydn fatigado, cortamos la
conversación al cabo de media hora. El
buen viejo nos despidió muy amigablemente, concediéndome permiso para repetir mis visitas.
En la última que le hice, que fué el 20
de Diciembre de 1805, estaba Haydn más
sereno que de ordinario. Se encontraba
mejor y hasta trabajaba algo. Por casualidad h'abia tropezado con una de sus primeras obras, una misa que había compuesto para canto solamente en 1742, siendo niño de coro de la iglesia de San Esteban. Este trabajo le hizo sonreír, y le añadió acompañamientos, con intención de
dedicar esta primera y quizá última producción do su genio á su protector el príncipe Esterhazy.
Haydn posee una mediana fortuna, adquirida principalmente en dos viajes á Inglaterra. Pasó con muchos apuros su juventud, pero sujio hacerse camino.
El padre de Haydn, pobre aldeano de
Rohran (Austria), habia aprendido á tocar el arpa siendo obre^ro en Francfort, y
los domingos acompañaba á su esposa
canciones del país. Haydn recuerda todavía esas canciones. Un maestro de escuela de Haimburg observó la afición con que
Haydn escuchaba las canciones de su madre y los acompañamientos de su padre,
y aconsejó á éste que procurase dar educación musical al niño, á cuyo efecto se
comprometia á llevárselo á su escuela. En
ella aprendió Haydn á leer y escribir, religión, canto, violin, timbales y otros instrumentos. Dos años después se presentó
en la aldea M. Reuter, maestro de la capilla imperial, que al mismo tiempo dirigía la música en la iglesia de San Esteban
de Viena, y eligió á Haydn entre otros
chicos para reemplazar á algunos de los
niños de coro. Ocho años estuvo en la iglesia de San Esteban, instruyéndose con
profesores hábiles en el canto, en el ejercicio de varios instrumentos y en la teoría de la música en general. Al mismo
tiempo oia ejecutar buena música, y su
imaginación era ya tan activa, que intentó algunas composiciones.
A la edad de diez y seis años salió de la
iglesia de San Esteban, al cambiar el carácter de su voz, y durante bastante tiempo experimentó todos los rigores de la
suerte, ganando muy penosamente la vida
en Viena. Experimentó hambre, frió y desnudez, y en estas condiciones daba lecciones modestas y hacia partes de orquesta.
Un viejo clavicordio era su único compañero y constituía toda su dicha. Por fln
obtuvo una discipula de canto y piano, que
se llamaba señorita Martínez (1), amiga
de Metastasio, y en casa de esta joven encontró durante tíes años alimentación
gratis.
Por aquella época fué nombrado Haydn
maestro de capilla de los hermanos de la
Caridad de Leopoldstadt, con sesenta íiorines de sueldo al año, cuyo destino le
obligábala asistir á la iglesia á las ocho
de la mañana. A las diez tocaba el órgano
en la capilla del conde de Hangwitz, y á
las once cantaba en la iglesia de San Esteban; servicios todos muy poco retribuidos. De seguro otros hubieran sucumbido
á tanto trabajo.
Haydn no ha estado nunca en Italia. Si
hubiese ido alguna vez, con sus buenos
rincipios de canto y de armonía, habriase
echo un gran nombre como compositor
de ópera. Habla italiano con bastante facilidad, y confiesa que debe mucho á un
músico italiano llamado Porpora. Le conoció, si no me equivoco, en Meinersdorff,
en casa de una señora, y le sirvió unos
tres meses casi como criado, únicamente
por aprender. Porj)ora enseñaba el canto
á la expresada señora, y Haydn acompa-
E
(1) Mariasa Martínez, nacida en Yiena hacia n 4 5 ,
muerta en 1812.
MÚSICA
naba al clavicordio. De esta manera se
formó el hombre cuyas sublimes inspiraciones han resonado en todas las orquestas de Europa, y que ha trabajado en su
arte durante medio siglo con gíoria siempre creciente.
EL ASTRÓNOMO HERSCHEL,
ORGANISTA
^ L uiLLERMO Herschel nació en HannolA^ ver el 15 de Noviembre de 1738. SáQfi bese poco de su familia; su bisabuelo, Abraham Herschel, fué expulsado de
Mahren á causa de su ferviente devoción
hacia la fe protestante. Isaag, hijo de
Abraham, hallábase establecido en los alrededores de Leipzig. Su hijo mayor, Jacobo Herschel, padre del astrónomo, se
negó á continuar la profesión del padre.
Abandonó la casa y las labores agrícolas
para abrazar la carrera musical, y fué á
establecerse en Hannover, donde se dedicó á la práctica del arte que habia elegido. Era hombre notable bajo todos aspectos. Pero su patrimonio demasiado modesto no lo permitió dar una educación
completa á sus hijos, que eran diez,y seis
varones y cuatro hembras. líl mayor. Jacobo detíio su nombre en el arte á'un músico de un regimiento hannoveriano, con
el cual anduvo por Inglaterra, y pronto
fué á unirse con su tercer hermano, Guillermo, que estudiaba la música, y con
.predilección la metafísica.
En 1795 contaba Guillermo veintiún años
de edad, y se dirigió á Inglaterra en busca de su hermano Jacobo, cuya influencia
podía serle útil en aquel país. Sus ensayos fueron verdaderamente penosos; recibió muchos desengaños y sufrió miseria, que soportó con gran dignidad. Por
último, la fortuna, que acaba siempre por
favorecer á los audaces, puso en su camino á lord Durham. Este noble personaje
apreció el talento del joven hannovierano
y le encargó de la instrucción del cuerpo de
música de un regimiento inglés que estaba de guarnición en las fronteras de Escocia.
Este fué el punto de partida en la fortuna artística de Herschel, el cual poco á
poco se dio á conocer ventajosamente,
tanto que en 1765 le fué ofrecido el puesto
de organista en Halifax (Yorkshire). La
asignación que por este cargo disfrutaba
y las lecciones adquiridas, tan numerosas
como quería, proporcionaron al joven músico una desahogada posición y'una notoriedad verdadera. Aprovechando su nueva
fortuna, Guillermo Herschel comenzó de
nuevo su propia educación. Procuróse libros, diccionarios y gramáticas, y solo,
sin maestro, aprendió el latin, el italiano
y algo de griego.
No es presumible que las tendencias del
nuevo sabio se ejercitaran á expensas del
arte que le proporcionaba la vida. Herschel, para proseguir sus estudios de lingüistica, se dedicaba á un análisis profundo de una obra muy oscura del R.
Smith, sobre la teoría matemática de la
música. Dicho análisis era tanto más notable, cuanto que requería conocimientos
de álgebra y de geometría que Herschel
no habia aclquirido á la sazón, pero que
suplía instintivamente.
En 1766 el organista de Halifax fué llamado á la capilla de Bath. Este cargo era
mucho más lucrativo que el que por entonces desempeñaba; pero imponía al artista obligaciones mucho más graves también. Herschel debía ser un artista muy
hábil, puesto que era solicitado para hacerse oir en los salones, en las reuniones
particulares, en el teatro, en las audiciones pv'iblicas; en una palabra, determinó
la existencia del pianista á la moda en la
sociedad más elegante de Inglaterra. Apenas si podía satisfacer los encargos de
NÚM. 69
nuevas lecciones que se le proponían, y,
sin embargo, este hombre tan absorto en
el arte, este artista tan solicitado, no sólo
no se apartó de sus preocupaciones científicas, sino que encontró medios en el torbellino que le rodeaba de robustecer sus
estudios. ¡Qué pruebas debió dar de energía y de fuerza de abstracción! La música, considerada en sus elementos más
abstractos, condujo á Herschel á las matemáticas; las matemáticas lo llevaron á
la óptica, agente principal de su celebridad. La casualidad, como siempre, forma
una parte muy importante en la nueva dirección que debían tomar los estudios del
organista de Bath.
Un telescopio, un simple telescopio de
dos pies de magnitud, cayó cierto día entre sus manos. Herschel aplicó por pura
curiosidad los ojos al instrumento y quedó sorprendido del espectáculo que la bóveda celeste, para él desconocicfa, le presentaba. Aquel instrumento, bastante imperfecto por cierto, le revelaba la existencia de una cantidad de estrellas que á simple vista no se descubrían. El organista,
estupefacto ante aquel mundo desconocido que se ofrecía á sus ojos, escribió lleno
de entusiasmo á Londres para procurarse un telescopio de más fuerza. Pero la
contestación del óptico fué un triste desencanto para el pobre artista: el precio
del instrumento deseado superaba en mucho á la cantidad de que podía disponer.
Para otro cualquiera esta noticia hubiera
sido un golpe terrible; Herschel al recibirla se sintió con vivísimo deseo de realizar su propósito.
Siéndole imposible la adquisición de un
telescopio, Herschel resolvió fabricarlo.
Encerróse en su gabinete, y allí combinó
las diversas leyes matemáticas que reflejan la luz con mayor intensidad y practicó toda suerte de experiencias sin otro
guía que su maravillosa intuición y la indomable energía de su voluntad. Por fln,
en 1771 tuvo la fortuna de construir un telescopio de cinco pies ingleses de foco, hecho todo por él. El instrumento funcionaba á maravilla y extendió muchísimo los
confines de aquel infinito que tanta atracción ejercia sobre el artista. El resultado
le animó á desarrollar su obra. Al telescopio de cinco pies siguieron los de siete,
de ocho, de diez y por fln de veinte, todos
por él construidos con una fortuna jamas
desmentida. Y como para coronar tanta
perseverancia y obstinación tanta, la casualidad proporcionó al organista astrónomo ocasión de que demostrara la profundidad de sus estudios de los espacios
celestes con el descubrimiento de un nuevo planeta situado en los conflnes de nuestro sistema solar. Herschel tuvo la suerte
y la honra de descubrirlo en 13 de Marzo
lie 1781.
. : j , ,
Desde aquel momento la notoriedad del
astrónomo v del óptico eclipsó la del músico. El rey"Gregorio III, muy aflcionado á
las ciencias, y hombre inteligente, quiso
conocer al organista de iBath, y oj'ó con
sumo agrado la relación que Herschel le
hizo de sus trabajos, de sus amargas decepciones y de su entusiasmo. Comprendió que tras de aquel tenaz observador se
ocultaba un gran hombre y resolvió no separarse de ól. Señaló á Herschel una pensión vitalicia de 300 guineas y le ofreció
una habitación próxima al castillo de
Windsor, primero en Clay-Hald, después
en Slongh, donde Herschel debía escribir
su inmortal Diario de obseroaeiones, del
que ha dicho Arago que era ciertamente
en todo el mundo el que acusaba mayor númera de descubrimientos.
Inútil es decir que en aquel tiempo Herschel habíase familiarizado en absoluto con
la geometría y con el álgebra. Si cupiera
alguna duda, Ío probarían sus hechos. En
ocasión en que era organista en Bath
planteóse un problema sobre las vibraciones de la cuerda. Herschel lo resolvió, y su
Memoria, muy apreciada de los hombres
de ciencia, fué publicada en muchas revistas especiales.
NÚM. 69
GRÓNIGA DE L A
La vida del célebre astrónomo pertenece á la ciencia desde el principio de su
Diario. Absorto por completo en sus meditaciones sublimes, abandonó por completo
el órgano.
P. LACOME.
AYALA
la memoria del insigne poeta han
y dedicado el Ateneo de Madrid y el
Teatro Español, una velada el primero, y una función el segundo, que han
sido verdaderas solemnidades.
La velada del Ateneo empezó por breves
y sentidas palabras de su presidente el
Sr. Moreno Nieto, y á continuación leyeron los académicos"^Sres. Cañete y Valera
magníficas poesías de Ayala y trozos de
sus obras El hombre de Estado, El tejado
de vidrio y Consuelo. Entre las primeras
llamó podcrosísimamente la atención,
«omo la llamará á nuestros lectores, la
siguiente
MÜSIGA
Esta carta la escribió el Sr. Ayala en
Guadalcanal, en 1856.
La función del Teatro Español se compuso de la comedia El tanto por ciento y
lectura de poesías de los Sres. Cáceres,
García Gutiérrez, Cano y Coello. La del
ilustre autor de El trovador merece ser
conocida de nuestros lectores, y dice así:
Á DON ADELARDO LÓPEZ DE AYALA
¿De qué celeste n u m e n alcanzaste,
¡Gloria del suelo en que «rodó tu cuna!»
El alto ingenio que al saber se a d u n a
Como la perla al generoso e n g a s t e ?
Poeta y orador, raro contraste
De varias dotes, con i g u a l fortuna
En el templo del a r t e , en la tribuna.
Espléndidos laureles c o n q u i s t a s t e .
¡Pero nos dejas ya!—Dios me es testigo
Do que aceptara, inútil, pobre anciano.
P a r t i r yo solo ó caminar contigo.
Pero ya que mi r u e g o ha sido en v a n o .
Te despiden el v a t e y el amigo
Y ambos te dicen: «¡Hasta luego, hermano!»
'
A. G.\ECÍA GUTIBHEEZ.
EPÍSTOLA Á ARRIETA
De n u e s t r a g r a n Tirtud y fortaleza
Al mundo hacemos con placer t e s t i g o :
L a s ruindades del alma y su ñaqueza
Sólo se cuentan al secreto a m i g o .
De mi ardiente ansiedad y mi tristeza
A solas quiero razonar contig-o:
R a s g u e i su alma sin pudor el velo
Quien busque admiración y no consuelo.
No quiera Dios que en rimas inocentes
A l m u n d o dé de mi pesar indicios.
I m i t a n d o á esos genios imprudentes
Q u e alzan la voz p a r a cantar sus vicios.
Yo busco, retirado de las g e n t e s .
De la amistad los dulces beneficios:
N o h a y causa ni razón que me convenza
Do que es genio la falta de v e r g ü e n z a .
E n esta humilde y escondida estancia.
Donde aún resuenan con medroso acento
Los primeros sollozos de mi infancia
y de mi padre el postrimer lamento;
Esclarecido el mundo á la distancia
A que de a q u í le mira el p e n s a m i e n t o .
S e eleva la verdad que a m a b a t a n t o ,
Y a n t e s que afecto me produce espanto.
Aquí, a u m e n t a n d o m i congoja fiera,
Mi edad pasada y la presente miro;
L a limpia voz de mi v i r t u d entera.
H o y convertida en áspero suspiro;
El noble aliento de m i edad primera
T r o c a d o en la ansiedad con que respiro.
<"laro publican dentro da mi pecho
Lo que hizo Dios y lo que el m u n d o h a hecho.
Perdido t e n g o el crédito conmigo,
Y avanza cual g a n g r e n a el desaliento;
Conozco y aborrezco á mi enemigo,
Y en s u s brazos me arrojo soñoliento.
L a conciencia el deleite que consigo
P e r t u r b a siempre; sofocar su acento
Q u i e r e el placer, y lleno de impaciencia.
N i gozo el mal ni aplaco la conciencia.
Aquí, revuelto en la fatal madeja
Del torpe amor, disipador, cansado
d e l tiempo que al p a s a r sólo me deja
E l d i s g u s t o de haberlo m a l g a s t a d o ;
S i el hondo afán con que de mí se c u e n t a
T o d o mi ser me tiene desvelado,
¿ P o r qué antes no ha de ser impedimento
Lo que es después atroz remordimiento?
¡Valor! y que resulte de mi daSo
F e c u n d o el bien; que de la edad perdida
B r ó t e l a clara luz del desengaBo,
I l u m i n a n d o mi razón dormida.
P a r a vivir me b a s t a con u n a ñ o .
Q u e envejecer no es a l a r g a r la v i d a ;
J o v e n murió tal vez que eterno ha sido,
Y viejos mueren sin Haber vivido.
Que t u voz, queridísimo Emiliano,
M e m a n t e n g a s e g u r o en rni porfía;
Y asi el Creador, que con t a n l a r g a m a n o
T e regaló fecunda fantasía.
T e enriquezca mostrándote el arcana
De su eterna y espléndida armonía.
T a n t o que el hombre en s o placer ó duelo
T u canto elija p a r a h a b l i r al cielo.
LOS TEATROS LÍRICOS
LA ÓPERA
AS dos primeras representaciones de
Mignon, de Ambrosio Thomas, en el
Teatro Real, han dejado mucho que
desear. Exceptuando la señora Nilsson,
que cantó de una manera admirable la romanza del acto primero, los demás artistas parecía que estaban en competencia
para hacerlo mal. Al terminar la primera
representación, preguntaba un aficionado
á un entendido crítico:
—¿Qué le parece á usted?
—iEl qué?
—La ópera.
—/.Qué ópera?
—La que acabamos de oir, hombre,
Mignon.
—iMignonl... No he oído Mignon.
Y decía verdad el ilustrado artista. Lo
que se ha cantado en el Teatro Real no
na si.do la preciosa ópera de Ambrosio
Tlioml^s; habrá sido cualquier cosa que
nadie puede comparar con dicha partitura. La misma señora Nilsson, que estuvo
á la altura de su reputación en el primer
acto, como indicamos más arriba,.dejó
bastante que desear en los demás, demostrando un afán tan grande por subrayar, digá.moslo asi, las frases, por dar
mayor expresión á las ideas melódicas,
que, con permiso de la señora Nilsson,
creemos que eso es desnaturalizar algo
la obra de un gran maestro.
La victima de las dos representaciones
ha sido el tenor Sr. Westberg, que no
tiene condiciones, y cuya voz desagradable provocó las iras del público. Naturalmente, le t a n rescindido la contrata, y
está estudiando su parte en Mignon el
tenorino Sr. Valero.
—Una artista que venia precedida de
gran reputación, la señora D' Angeri, ha
debutaclo en la ópera Los Hugonotes, demostrando que tiene una buena voz, de
timbre argentino, de una igualdad admirable en todas las notas de una extensa
escala, con el volumen suficiente para
afrontar sin riesgo alguno el repertorio
dramático, y apta al mismo tiempo para
plegarse á las dificultades de la vocalización.
El miedo de que se hallaba poseida la
impidió, sin embargo, brillar tanto como
brillará sin duda en otras representaciones y en otras óperas. El público la recibió muy bien. El conjunto de Los Hugonotes es bastante bueno, pero no comprendemos la serie de bombos y platillos que
la prensa diaria administra al barítono
Sr. Kaschmanp, que no hace más que pasar, y gracias. La señora Scalchi y los señores Gayarre, Vidal y Verger, bien. La
señorita Torresella, regular.
La orquesta, que no quiso dirigir el
maestro Gialdini, traído con gran bombo
de Italia, estuvo á cargo del Sr. D. Manuel
Pérez. Ya se había dado á conocer éste,
con gran contentamiento de los aficionados á la música, como director de brillante porvenir, cuando estuvo al frente de la
compañía de ópera que actuó hace dos
años en el Teatro de la Comedia. De entonces acá, han sido varias las obras que
se encomendaron á su inteligencia artística, y siempre ha obtenido los aplausos
del publico, los elogios de la prensa y los
plácemes de sus compañeros. Pero en ninguna de ellas han sobresalido tanto sus
condiciones de maestro como en esta de
Hugonotes, sin ensayai'la, y sólo por acceder á los ruegos de la empresa, que imposibilitada estaba de representarla con los
directores contratados.
Antes de empezar la representación, hablaljan dos concurrentes al Paraíso sobre
quién dirigiria la orquesta.
—/,Será Barbíeri?—preguntaba uno.
—Ño lo creo,—contestaba el otro;—dicen
que Barbieri está muy ocupado preparando otro saínete con coplas para la Comedia, y ademas, Rovira no quiere que dirija.
—¿Por qué?
—No sé; pero dicen que hay pleito entre
Barbieri y Rovira.
—¿Será Gialdini?
—Tampoco lo creo. Parece que no tiene
afición más que á la música italiana, y
ha presentado sus excusas á la memoria
de Meyerbeer.
—¿Será Bretón?
—Imposible. Está muy ocupado con los
coros, tratando de que salgan bien, pero,
apesar de todo, salen mal.
Empezaron á reunirse los músicos, Perezito entre ellos; pero éste, en vez de sentarse ante su atril de concertino, trepó al
sitial y empuñó la batuta.
—¡Ahü!—exclamaron los dos interlocutores del Paraíso.—¡Tres directores y dirige el concertino!
Después se supo que, por decreto del
Sr. Rovira, Perezito era ya tan director
como los otros, y por lo visto más que los
otros, porque es el que saca de apuros á.
la empresa.
Nos parece bien.
—El Sr. Tamberlick llegará en breve á
Madrid, y cantará en el Teatro de la Opera el Otello, en la cual tomarán parte la
señora Nilsson, Kaschmann, Valero y
Vidal.
La segunda ópera que cantará la célebre artista señora Ortolani, será el Don
Pasquale, de Donizetti.
La señora de Rezskó y el bajo Sr. Vidal
están contratados para la próxima temporada en el Teatro de la Opera.
LA ZARZUELA
La Tela de araña, zarzuela en dos actos
estrenada en el teatro de la calle de JoveUanos, ha obtenido buen éxito á fuei-za de
aplausos de la claque, que es numerosísima en dicho coliseo, pero vale muy poco.
Los autores del libro, señores Navarro
(D. Calixto) y Govantes, no han tenido que
calentarse mucho la mollera para hilvanar un asunto cuyo corte francés se conoce á la legua, y cuyo ligero extracto
ponemos á continuación:
En un pueblo de España, cuyo nombre
ignoramos, vive un tal I). Pablo en compañía de una sobrina, de quien es tutor,
y de un negro que trajo aquél de la Habana, donde estuvo en sus mocedades. Empéñase el tío en casar á su sobrina con
otro sobrino, marino por más señas, que
á la sazón se halla en la quinta de D. Pablo, á cuyo fin éste indica al galán que la
niña le desprecia y le tiene por un hombre
grosero, glotón y ordinario hasta dejarlo
de sobra.
NÚM. 69
CRÓNICA DE L A MÚSICA
El marino se siente herido en su amor
propio, y jura conquistar el amor de su
prima, para darle una lección y abandonarla después. La joven, que no se hace
de pencas, canta un dúo de amor con su
pretendiente, dúo cuyo alhrjro fué repetido, y cuando va á darle el anhelado si,
aparece el tio, la pareja emprende la fuga,
y cae el telón enmedio de los más inusitados y estrepitosos aplausos.
El Sr. Ferrer manifestó entonces que
los autores de la zarzuela deseaban conservar el incógnito, y después de un prolongado intermedio,'se levantó de nuevo
la cortina y empezó el acto segundo.
D. Pablo acaba do recibir una carta de
la Habana en que le anuncian que ha fallecido otro tio de su sobrina, leíí'ando á
ésta su cuantiosa fortuna. Asáltale entonces la idea de casarse con su pupila,
siguiendo los consejos del negro Pancho,
con quien canta otro dúo, que'tambien fué
repetido al estallar los primeros aplausos.
D. Pablo intenta contrariar los proyectos
de los dos amantes, pero apesar de sus
tretas, no logra sus torpes deseos, y la
cosa termina, como es natural, con la
boda de los sobrinos.
Al caer de nuevo el telón, llegaron las
manifestaciones de agrado á un punto indescriptible.
Así se fabrican los éxitos.
La música, del Sr. Nieto, es do lo más
pretenciosa que hemos oido, pero no logra
conseguir sus pretensiones. Apesar del
carácter ligero y festivo de la obra, está
escrita por regla general la música con
tristeza y melancolía. La ejecución fué
buena por parte del Sr. Ferrer, y recular
por la señora Di-Franco y los señores
Guerra j Banq uelí s.
La señorita Soler Di-Franco, para cuyo
beneficio se estrenó la zarzuela, fué obsequiada con gran número de coronas y ramos y algunos valiosos regalos, como
prueba de las simpatías que tiene en el
público de Madrid.
Desde principio de la temporada hasta
fin de año, se han estrenado en el Teatro
de la Zarzuela las siguientes obras:
El Tigre de mar.—En dos actos y en verso, libro de D. Antonio Arnao, música del
maestro Zubiaurre. Mal éxito. Se retiró
la segunda noche.
Tierra.—Cuadro lírico-dramático en un
acto y en verso, libro de D. José CampoArana, música del maestro Llanos. Muy
buen éxito. So ha representado más de
veinte noches.
Amor que empieza rj amor que acaba.—
Zarzuela en un acto y en prosa, arreglada
del francés por D. Rosendo Dalmau, música del maestro Fernandez Caballero.
Éxito regular.
Corona contra corona.—Drama lírico en
tres actos y en verso, libro de D. Calixto
Navarro, música del maestro Bretón. Éxito mediano.
El Pañuelo de hierbas.—Zarzuela cómica
en dos actos y en prosa, arreglada del
i r a n c e s p o r D . Mariano Pina Domínguez,
PIAííOS
PIANOS
Se han recibí lo de las mejores fábricas del extranjero, y »e vendea K plazos
y al contado 4 precios muy confimfcos.
Se hallan de muestra de todas clases y
se da razón de 'as condiciones en la Aaministracion de la CRÓNICÍI DE LA MÚSI-
CA, Olmo, 10, segniido.
Nuestra enhorabuena á los valiosos artistas que constituyen la Sociedad.
El domingo 24 se verificará una sesión
extraordinaria á beneficio de la Sociedad
establecida para socorrer á los artistas
necesitados.
Se ha publicado en elegante edición el
drama de la señora doña Faustina Saez
de Melgar, La cadena rota, el cual va precedido de una carta del Sr. D. José Echeííaray y de un juicio crítico de D. Leandro
Herrero. No se ha puesto en escena todavía el drama de la Sra. Melgar, pero llamará la atención de los aficionados.
^«i'V» A^VV ÍVVM'AAA*'VVV'VVV'WVV ft^A* WVV» WW» ñ^W'W\«?V>/M> ftñftñ
LOS TEATROS DE VERSO
t ^ ^ l L (le Apolo parece que ha suspen^fe^ dido sus funciones. El Español y la
^LÉií Comedia no han presentado novedad alguna en la última semana.
En el Teatro Martin se han estrenado
con regular éxito el drama en un acto,
original del Sr. Jakson Veyan, Hijo de rinda, y un juguete cómico en un acto, de don
Tomás Perea, Espíritu y materia, y se prepara un drama en dos actos, del Sr. Fernandez y González, titulado Lo que ha de
ser está escrito.
Anunciase el próximo estreno en el Teatro Español de un drama en un acto, titulado En la tumba del olvido.
Del 15 al 20 de los corrientes, se verificará en el Teatro Español el nuevo drama en tres actos, del Sr. Selles, En el cielo
y en el suelo.
En el Teatro de la Comedia ha empezado á ensayarse una en tres actos, original del Sr. Bermejo, titulada Rivales inocentes.
En breve comenzarán en el mismo coliseo los ensayos de otra obra en dos actos, del Sr. Flores García, nominada iíompe-cabezas.
Wá
NOTICIAS VARIAS
El Jurado, compuesto de profesores del
Conservatorio de Paris, para adjudicar el
premio fundado en el testamento de Rossini, lo ha concedido á Mad. Grandoal. La
obra es una gran composición sobre el
asunto de La fdle de Jaire. La ejecución
solemne de la obra premiada se verificará
en cuanto los intereses de la fundación
de Rossini lleguen á 6.000 francos; hoy
sólo hay recaudado 3.000.
En el Teatro de la Gaitó de Paris empezarán las representaciones de la Patti el
14 de Febrero próximo. La célebre diva
empezará por la Traoiata. Dirigirá la orquesta el Sr. Vianesi.
SUMARIO D E ESTE NÚMERO
TEXTO: I. Advertencia. —II. A nuestros lectores. Nuestra colaboración. Una reforma en la Biblioteca musical.—III. Una visita á Ha jdn en 1805.—IV. El astrónomo Herscbel, organista, por P. Lacome. —VAyala; recuerdo i su memoria, Epístola á Arriata. Soneto de D. A. García Gutiérrez. —VI. Los teatros líricos. La Opera. «Mignon- en el Teatro Real
y la señoraNilseon. El debut déla señora D'Aagerienloa «Hug'onotes>. La Zarzuela. «La t«la d»
araña», zarzuela en dos actos, letra de los señoreBNavarro (D. Calixto) y Govantes y música del maestro Nieto. Las obras estrenadas en el Teatro déla
Zarzuela desde principio de temporada.—VII. Losteatras de verso. —VIII. Noticia» varias La última
sesión ordinaria de la Sociedad de Cuartetos. Un
drama de la Sra. Saez de Melgar. El premio fundado por Ros.sini.—IX. Anuncios.
MÚSICA: Dinamita (ocho páginas).
rjEi^ A Sociedad de Cuartetos ha terminaM^ñ^ do por este año sus sesiones ordina'WaÁl rías con el concierto verificado en el
salón pequeño del Conservatorio el domingo último. Dedicada esta sesión á Beethoven, fueron interpretadas tres notables
obras del gran maestro: el cuarteto enfa
LA ADMINISTRACIÓN
(obra 59), el trío en re (obra 70) para piaDE LA
no, violin y violoncello, y el cuarteto en
mi bemol , arreglado del Gran Quinteto
CASA EDITORIAL DE mEDINA
(obra 16).
Y DE LA
El público era más numeroso que de costumbre, y los Sres. Monasterio, GuelbenREVISTA EUROPEA
zu, Mireclíi, Pérez y Lestan parecían tamse ha trasladado á la calle de San Nicolás,
bién más inspirados que otras veces.
El andante cantabile del cuarteto en sí número 11, principal, Madrid.
bemol mereció los honores de la repetición. Su interpretación ha sido acabada, Imprenta, plaza do la Armería, 3 duplicado. Madrid.
perfecta.
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D. Mariano Ramirez, LeganitoB, 2.
D Pablo Martin. Correo. 4.
Señora Viuda de Ha jen, Fuencarral, 2.
música del maestro Rubio. Éxito regular.
Un Tenor jubilado.—Zarzuela en un acto
y en verso, libro de D. J. M. N., y música
del maesti'o M... Mal éxito. Se retiró la
noche del estreno.
El Cepillo de las ánimas.—Bvama lírico
en tres actos y en verso, libro de D. Emilio Alvarez, música del maestro Fernandez Caballero. Éxito regular. Esta obra se
estrenó la víspera de las fiestas reales.
El Corpus de sangre.—Drama lírico en
tres actos y en verso, libro del maestro
Fernandez 'Caballero. Éxito muy malo.
Sólo se representó tres noches. Esta obra
se estrenó el dia do Noche-Buena.
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