II. CUATRO GRANDES CONSTATACIONES En las últimas dos

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II. CUATRO GRANDES CONSTATACIONES
En las últimas dos décadas, las investigaciones en salud pública permitieron establecer sin ninguna
duda, cuatro constataciones capitales :
1) la primera constatación es que el medio ambiente físico, social, económico y cultural desgasta de
manera diferencial, la vida de las personas, de las familias y de las colectividades. Existen
desigualdades frente a la salud que los investigadores explican recurriendo a dos grandes
modelos : a) el de los gradientes, que afirma que entre más elevada sea la posición social de un
individuo, mejor es su estado de salud; b) el de los investigadores más radicales para quienes las
personas menos favorecidas economicamente, que tienen menor nivel de escolarización, que se
sitúan abajo en la escala social o que no se benefician de una vida social que les satisfaga, se
encuentran con mayor frecuencia enfermos y se ven más comprometidos en problemas sociales,
que las personas que gozan de mejores condiciones económicas y sociales. Para estos dos grupos
de investigadores el ambiente físico, social, económico y cultural en el cual evolucionan las
personas, las familias y las colectividades constituye un determinante potente del estado de salud
y de bienestar de las personas, familias y poblaciones. Las políticas que se desprenden de estas
observaciones, consisten en actuar sobre los factores del ambiente social y económico, que son
los ingresos, el empleo, las redes de solidaridad y de apoyo, el nivel de escolaridad y las
condiciones relacionadas con el trabajo para mejorar el estado de salud y de bienestar de la
población.
2) La segunda constatación es que los procesos patógenos se conjugan de tal manera que producen
una mayor vulnerabilidad en las personas, en las familias y en las comunidades forman cadenas
complejas en las cuales actúan de manera interactiva, factores ambientales, biológicos,
sicológicos, sociales, económicos, culturales. Hay unanimidad entre los investigadores para
reconocer la existencia de una mayor prevalencia de problemas sociales y de salud de ciertas
personas, ciertas familias y ciertas zonas geográficas, las cuales, aparecen, a los ojos de los
expertos en salud pública como los más desfavorecidos en el seno de la población general. Los
investigadores estan, sin embargo, lejos de la unanimidad cuando se trata de identificar los
factores intermediarios (las mediaciones) a través de los cuales se ejerce la influencia de las
desigualdades sociales, económicas y culturales sobre la salud y el bienestar de los individuos.
3) la tercera constatción es que existe una gran variación entre las personas de una misma categoría
socioeconómica e incluso en el seno de grupos marginalizados o excuidos de la sociedad. Dicha
intragrupo » es generalmente explicada por la existencia de uno u otro de los
esquemas siguientes : a) presencia de factores de protección que contrarrestan la influencia
negativa de los factores patógenos ; b) presencia de una resiliencia en las personas o los grupos
que les permite resistir frente a circunstancias adversas frente a las que otras personas o grupos
resisten menos.
4) la cuarta constatación es que las intervenciones iniciadas a menudo por el Estado durante los
últimos diez años, se han realizado en un contexto de grandes dificultades financieras y de una
cierta parálisis del Estado, en algunos países más que en otros frente al rol de redistribución
equitable de la riqueza colectiva. Las desigualdades sociales y económicas al interior de los
los países del norte como del sur, se han ampliado durante
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estas dos últimas décadas con las consecuencias que eso pudo acarrear sobre el nivel de salud y
de bienestar de las poblaciones.
III. LAS CINCO CARAS DE LA « NUEVA SALUD PUBLICA »
Al término de un primer examen de la literatura reciente en salud pública, principalmente de la
que se interesa por los determinantes sociales de la salud, pensamos poder someter a discusión,
una cartografía de ese campo que nos aporta algunos puntos de referencia que permiten guiarnos
en este vasto territorio teórico y metodológico que conforma hoy en día la Salud Pública. La
cartografía propuesta es provisional y apunta únicamente hacia el lanzamiento de los debates :
sabemos muy bien que las cosas son mucho más complejas de lo que resumimos, también,
sabemos que no se puede reducir jamás un territorio al mapa que se ha hecho de él.
Para guiarnos mejor en la exploración común que emprendemos, pensamos que es útil
cartografiar el vasto campo de la «
lica » con referencia a cinco grandes
modelos que nos parecen dominantes hoy en día. Los hemos identificado a partir de las
categorias de variables que encontramos resaltadas en cada una de las versiones de la Nueva
Salud Pública, a saber las variables : 1) sociales, colectivas, comunitarias; 2) culturales y
comportamentales; 3) económicas; 4) políticas; 5) éticas. Somos conscientes del hecho que
hubieramos podido proponerles otras clasificaciones pero creemos que ésta es particularmente
robusta (Rocher 1972).
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1. Perspectiva social, colectiva, comunitaria.
Esta revisión privilegia el estudio de los grupos sociales, de las categorías (clases) sociales, de las
colectividades y de las comunidades tanto como medio de vida cotidiano que como espacio de
pertenencia de las personas y de las familias. Es en esos espacios sociales y colectivos que toman
forma, son transmitidos y se mantienen modelos específicos de comportamiento y de hábitos de
vida particulares que las personas comparten ampliamente en común con los otros miembros de
su grupos de pertenencia. La dimensión colectiva de la vida y de los comportamientos de las
personas es el núcleo de los estudios que se hacen en referencia a lo que se puede llamar aqui la
ica.
Los trabajos de los investigadores promotores de un enfoque sociográfico apuntan principalmente a
reinsertar las personas en las familias (dinámicas familiares, relaciones marido-mujer, padres-hijos),
en los grupos sociales (tipos de trabajo, categorias y clases sociales), en los medios de vida
(vecindario donde las personas viven). Estos estudios han permitido poner en evidencia la existencia
de una disparidad social más o menos fuerte entre los grupos, y en el seno de los grupos, y
relacionar esta disparidad con desigualdades en la salud y el bienestar de los grupos. Los
investigadores han puesto en evidencia la existencia de asociaciones o de correlaciones más o menos
-económicas de las categorias y clases sociales, de territorios
geográficos, y de otra parte, el perfil de salud de las personas, familias y grupos miembros de esas
colectividades.
Los investigadores han propuesto diferentes explicaciones a la existencia de esas correlaciones,
explicaciones que sólo se pueden comprender, cuando se relacionan con la teoría de la sociedad que
los diferentes investigadores defienden, de manera más a menudo implícita que explícita.
Retenemos aqui sólo dos perfiles que situamos en los dos polos extremos de un continuum :
1) Una teoría de la sociedad pensada en términos de integración funcional de los diferentes
grupos sociales. Este enfoque nos parece que está representado, entre otros, por el
programa, (cada vez más importante) de investigación y de teorización que se lleva a cabo
alrededor de la noción de « capital social ». Si bien el capital social es interpretado por los
investigadores como las características de un grupo o de una colectividad, sus
componentes son generalmente medidos a nivel individual : red de relaciones
cooperativas, nivel de compromiso cívico y de participación en los grupos, grado de
confianza, etc. La noción de « capital social » conecta en efecto, las investigaciones con
una realidad que se sitúa en un doble nivel : colectivo e individual, como si fuera
imposible desprender la dimensión individual de las pertenencias colectivas. A pesar de
esta limitación, la utilización de la noción de « capital social » ha permitido impulsar una
alternativa social y colectiva entre las explicaciones centradas sobre los aspectos
estrictamente individuales de la pobreza y sobre la dimensión singular de los
comportamientos de las personas que la Salud Pública clásica tendía a separar de sus bases
colectivas. Esta noción fué también impulsada con el fin de desplazar el centro de
gravedad de las intervenciones dirigidas hacia las personas individuales en el sentido de un
enfoque centrado sobre los determinantes colectivos de la salud (para una reflexión más
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profunda, ver Berkman et Kawachi, 2000; Bélanger, Sullivan et Sévigny 2000; Portes,
1998)
2) Una teoría más conflictual de la sociedad. Los investigadores sugieren aqui la idea que la
desigualdad social y económica (estatus, poder, seguridad de ingresos) ejerce una
influencia directa sobre el contenido de las relaciones sociales, sobre la densidad de la
cohesión social y de diferentes formas de capital (social, económico y cultural). En este
enfoque crítico, los conceptos de pertenencia de clase, de desigualdad y de « confianza
social » se abordan a un nivel macro y se situan en el centro de una teoría crítica del
funcionamiento jerárquico e inequitable de las sociedades. El perfil de salud no puede por
lo tanto, ser mejorado, dicen estos investigadores, sino a través de correcciones
estructurales del contexto socioeconómico, político y cultural que provoca la desigualdad
entre los grupos y el acceso diferencial a la salud. Las nociones de clase social, de
conflicto, de poder, de jerarquía que proceden de una teoría no funcionalista de la sociedad
son retomadas en esta versión crítica de la Nueva Salud Pública. MacIntyre (1997) mostró
Informe Black », que es peligroso establecer una distinción demasiado
estricta entre los comportamientos ( « behaviors ») y las circunstancias materiales
material circumstances »), distinción que ha sido, dice ella, conceptual y politicamente
útil en su tiempo, pero esta en vía de transformarse en una antítesis falsa.
Hemos incluido enseguida un comentario sobre la violencia, reconociendo que es un tema que cada
vez más preocupa a los investigadores no sólo de América latina, sino del resto del planeta.
La violencia estructural es la violencia causada por la estructura económica y social de la
sociedad, las desigualdades sociales son una forma de violencia porque son perjuicios
causados por personas sobre otras personas. Esta forma de violencia actúa de forma continua,
invisible y puede ser la más letal. Un ejemplo es el que presenta A. Sen (1988) : el hambre es
causada por la falta de dinero para comprar los alimentos y no por la falta de alimentos, el
exceso de mortalidad infantil entre la población negra de los Estados Unidos es una forma de
violencia.
La violencia estructural es la causa social de la violencia comportamental, existen procesos
sicológicos intermediarios. Cuando las personas son humilladas y discriminadas, los
comportamientos violentos aparecen como una reacción de defensa contra la agresión. Los
niveles de Norepinefrina y Dopamina aumentan y actúan sobre el riesgo de accidentes
cerebro-vasculares y de infarto del miocardio. Los datos sobre las diferencias entre los grupos
étnicos en los Estados Unidos, apoya esta hipótesis.
La violencia estructural actúa de manera directa por la vía de la discriminación y de las
desigualdades en la vivienda, el medio de trabajo, la alimentación y de manera indirecta mediante la
violencia comportamental con homicidios, suicidios, maltrato a los niños, a las personas mayores y
la violencia conyugal.
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2. Perspectiva cultural comportamental
Dos enfoques principales nos parece que dominaron en el pasado entre los investigadores que
defienden el estudio de los aspectos culturales y comportamentales de los problemas de salud :
a) El estudio de las relaciones entre los comportamientos de las personas, principalmente de
sus comportamientos llamados a riesgo como el hecho de fumar, de beber, de no hacer
ejercicio físico…, y la aparición de diversos problemas de salud. Sometemos a la discusión
tres ejemplos de este enfoque culturo-comportamentalista :
-
Ejemplo 1 : En artículos científicos sobre el SIDA publicados a fines de la década de los 80 y
principios de los 90, no es raro encontrar un número creciente de referencias hechas de
comportamientos sexuales “desviados”, yendo desde la bulemia de apetitos sexuales, hasta
culturas “patológicas” de sexualidad, que estan en ciertos países o regiones. Por ejemplo, en
1989, dos científicos australianos sostuvieron que habían establecido que “lo que da el gran
contraste entre Eurasia y Africa no es la sexualidad masculina sino la femenina ” (Caldwell et
al 1989). Para construir su llamado “African sexual system,” estos autores recolectaron
materiales etnográficos sobre costumbres sexuales en diferentes sociedades étnicas africanas,
los cuales los llevaros a describir una “cultura de sexualidad” prevaleciente en Africa. Esta
“cultura de sexualidad” es caracterizada por promiscuidad, adulterio, falta de culpabilidad y
permisividad sexual entre las mujeres, sexo prematrimonial y la ausencia de reglas morales e
institucionales que gobiernen la sexualidad, lo que a su turno explicaría las altas tasas de
transmisión del VIH. No obstante que estos investigadores han reiterado la proclamación de
su “Cultura Africana de Sexualidad Promiscua”, ellos también trataron de demostrar que el
cinturon existente de SIDA en Africa Central, Oriental y Suroriental, corresponde
ampliamente con áreas geograficas del Africa con gran número de hombres sin circuncición.
(Caldwell y Caldwell 1996). La ausencia de la circuncición de los hombres fué adicionada a
la lista como otro factor clave en el modelo de riesgo para el SIDA, además de la
promiscuidad de hombres y mujeres.
-
Ejemplo 2. Luego de las guerras de independencia africanas, el crecimiento de las ciudades y
la construcción de autopistas, y sucesivos cambios en el paisaje social (guerras interétnicas,
camiones, minas, etc.) trajeron mucha gente desde remotas zonas rurales a las ciudades, la
mayoría de ellos eran hombres solteros y algunos eran portadores del HIV contaminados. La
uentros sexuales heterosexuales, compañeros sexuales múltiples y
prostitución, los cuales son puntos claves del modelo natural de transferencia y las principales
rutas de transmisión del VIH y de expansión del SIDA en el continente africano. Este
segundo ejemplo ilustra la base social de los comportamientos individuales.
-
Ejemplo 3. En un estudio epidemiológico de casos y controles en los Estados Unidos,
(Zunzunegui, et al, 1986) se estudiaron los factores de riesgo para el carcinoma cervical
uterino en mujeres casadas de origen hispánico y en sus cónyuges. Las parejas fueron
entrevistadas para evaluar su comportamiento sexual y otros posibles factores de riesgo. Los
casos fueron muy diferentes de los controles en el número de experiencias sexuales pasadas
de los esposos. En efecto, los casos tenian una probabilidad 5.3 veces mayor de estar casadas
con hombres que habían tenido 20 o más contactos sexuales que los controles. Este ejemplo
ilustra el impacto de los comportamientos y del componente cultural, sobre la salud.
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b) el estudio de las representaciones, actitudes y sistemas de explicaciones de las personas
relativos a las enfermedades… Se sabe como este tipo de estudios degeneró y acabó por
producir estudios del tipo KAP.
Los enfoques post-culturalistas de la Nueva Salud Pública son mucho más ricos que los dos
que acabamos de describir. Ellos se interesan globalmente en dos grandes campos de estudio :
1) la investigación sobre los lenguajes de tensión (depresión) desarrollados por los diferentes
grupos sociales y culturales como base de las representaciones, comportamientos y prácticas
de las personas ; 2) la investigación sobre las características culturales de las sociedades.
-
Ejemplo 1. El estudio de Kleinman presentado en el texto de E. Corin (1996) sobre la
neurosis en China ilustra como los signos y síntomas descritos como depresión en
occidente, no tienen validez cultural en la cultura china, incluso si es posible para los
investigadores identificar los síntomas de la depresión.
-
Ejemplo 2. Un estudio sobre el apoyo social (Corin 1986) y los comportamientos de
búsqueda de ayuda de parte de las personas mayores en la provincia de Quebec (Canadá),
indica que independientemente del tipo de apoyo social realmente disponible, las normas y
las expectativas individuales y colectivas, determinan específicamente, con quienes, las
personas mayores prefieren contar y a quienes ellos se sienten con derecho de pedir ayuda.
Las personas mayores que viven en diferentes tipos medios se distinguen en cuanto a las
personas a las cuales ellos prefieren pedir ayuda, en este estudio, las personas mayores que
viven en medio rural, prefieren acudir a su cónyuge cuando es posible; las personas
acomodadas de la ciudad de Quebec, prefieren acudir a sus hijos; las mujeres de zonas
urbanas pobres, esperan la ayuda de su familia y del vecindario, mientras que los hombres
de ese medio prefieren contar con los amigos y los vecinos.
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3. Perspectiva económica
En Gran Bretaña se asocia su aparición con la publicación e
Informe Black ». Sir
Douglas Black, antiguo presidente del Colegio Real de Médicos y sus colegas de la salud pública y
de las ciencias sociales, habían mostrado entonces que existía en Inglaterra y en el país de Gales,
una muy fuerte correlación estadística entre la salud y la clase social. Sir Black y sus colaboradores
afirmaban no saber exactamente por qué la gente de las clases sociales altas son en mucho mejor
estado de salud que los otros. No es ciertamente, sostienen ellos, porque tienen mejor acceso a los
servicios de salud ; no es tampoco, según ellos, la pobreza en si que explicaría las disparidades, ni
incluso los mejores o peores hábitos de vida de las personas individuales.
Apoyándose sobre los primeros resultados de los « Estudios Whitehall », publicados algunos años
antes por Michael Marmot (1978) y su equipo epidemiológico, los autores del Informe Black
generalizaron a todo el conjunto de los medios de trabajo británicos lo que los epidemiólogos
habían descubierto en el caso de l
servidores civiles británicos de cuello blanco
por cada descenso en el rango, desde los ejecutivos senior hacia abajo hasta los ejecutivos rasos,
hay más angina, más diabetes y más bronquitis. La asociación entre la posición ocupada por las
personas en el trabajo y la salud, era más fuerte que la asociación entre la clase social y salud o que
la asociación entre hábitos de vida (tabaco, alcohol, falta de ejercicio físico) y salud Black después de Marmot.
El gobierno conser vador que había sucedido al Partido Laborista en 1979 se sintió irritado por el
Informe Black al que consideraba como un trazo ideológico producido por los defensores del
-state’ y por activistas que bajo la cobertura de la Medicina Social, buscaban romper el
sistema de clases sociales sobre el que reposa toda la sociedad británica. Los expertos en salud
pública autorizaban a los políticos para invadir el campo de lo sociopolítico cuando afirmaban que
jerarquía social es un problema de salud pública » (Shweder 1997 : 8).
Se pueden distinguir dos orientaciones teóricas principalmente en el seno de esta versión
:
a) La perspectiva de la « salud de las poblaciones » (Population Health):
En la popular obra : Why are some healthy and others not ? que publicaron en 1994 los
investigadores del Instituto Canadiense para la Investigación Avanzada (ICRA), la tesis
principal de Marmot y de Sir Black fué retomada sin ser fundamentalmente modificada. La
obra inicialmente aparecida en inglés, fué también publicada dos años después en francés bajo
el título “Être ou ne pas être en santé. Biologie et déterminants sociaux de la maladie Los
investigadores del ICRA se apoyaron también para defender su tesis sobre algunos otros
datos : datos primatológicos sobre las relaciones en los grandes primates, entre la posición
jerárquica social y el nivel de salud ; los resultados recientes de la siconeuroinmunología ; los
estudios sobre el stress ; y los hechos reportados en la historia social y médica del siglo XIX.
Esta perspectiva puede ser resumida en tres puntos principales : a) son los gradientes al
interior de la organización de trabajo y más globalmente la posición social de un
individuo que constituyen el mejor predictor de su nivel general de salud ; b) el impacto
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diferencial de los gradientes se manifiesta principalmente sobre la mortalidad a
diferentes edades y sobre el conjunto agrupado de todas las patologías ; c)factores
sicológicos (por ejemplo, el sentimiento de impotencia de las personas de bajo estatus),
biológicos (por ejemplo, las respuestas siconeuroinmunológicas individuales), sociales
(por ejemplo, la poca movilidad en la escala social) y culturales (los ejemplos no faltan
aqui) actúan en sinergia para mediar de alguna manera las interacciones que se
establecen entre el rango y el nivel de salud de una persona.
b) la perspectiva “desigualdad crítica”
Se insiste, sobre todo en este segundo grupo de investigadores, sobre la pobreza : primero, el
modelo de desigualdad social, (social inequality model) desarrollado por Paul Farmer, Didier
Fassin y otros, donde la pobreza, la guerra, el racismo, la desigualdad de género, los
programas de ajuste estructural, los desplazamientos y las migraciones, son identificados
como determinantes de riesgo. El argumenta que “raramente el análisis científico se enfoca
sobre las fuerzas sociales subyacentes, políticas e históricas que influyen la selección de
comportamientos o sobre los efectos de desigualdades sociales y económicas o
en la asignación de recursos, reforzados por los gobiernos bajo presión de instituciones
financieras internacionales, todos las cuales le han asigado un valor ímplicito marginal”
(Farmer 1999). Para Didier Fassin (1999), los determinantes históricos, politicos, sociales y
económicos son más importantes que la cultura y el comportamiento en explicar, por ejemplo,
la epidemia de VIH-SIDA y sus tendencias.
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4. Perspectiva política
Los tres enfoques que acabamos de evocar desembocan todos en lo político : ellos, sin embargo, no
enfrentan de la misma manera las relaciones entre lo político y lo social, lo económico, etc.
Los debates sociopolíticos suscitados en Canadá inglés por la obra de los investigadores del Instituto
Canadiense de Investigación avanzada implicaron expertos de diferentes tendencias en el seno de la
“new public health”. He aqui algunas informaciones sobre los debates que se mantienen todavía :
-Los miembros del Critical Social Science Group de Toronto (B. Poland, D. Coburn, A. Robertson,
J. Eakin et al. 1998) fueron, sin duda los más radicales en su crítica : ellos oponen una perspectiva
políticoeconómica al enfoque de la salud poblacional (« population health » ) y sostienen que “ los
factores o fuerzas que producen un esta tus de salud son contenidas en un gran todo (capitalismo
industrial avanzado) el cual da a las partes su caracter y da la forma a sus relaciones” (1998 : 785).
Ellos reprochan en otras palabras a los investigadores del ICRA, a Bob Evans y a Greg Stoddart
(1990) en particular, el hecho de no haber tenido el coraje de denunciar al sistema político liberal y
la economía capitalista que son el origen de las desigualdades de salud y que contribuyen a
mantenerlas; esta “no denunciación” les parece aún más grave c uando estos dos economistas de la
salud han afirmado claramente, en su artículo de 1990, que “la financiación de los sistemas de salud
pueden ser deletéreos para el estado de salud de las poblaciones por el hecho de restarle atención a
los determinantes económicos de la salud”. Evans, Stoddart y los investigadores del ICRA
rechazaron, afirman los miembros del Critical Social Science Group, sacar conclusiones lógicas que
-Otras críticas vinieron de otras partes : 1) John Frank (1995) presenta, con mayor simpatía, el
aporte nuevo de la “Salud Poblacional” (Population Health) que conmina, según él a los expertos de
la salud pública a “examinar críticamente las desigualdades sociales y políticas que las mantienen y
a evaluar esas fuerzas culturales y económicas que contribuyen a marcar los gradientes en el estado
de salud minando la salud de las poblaciones vulnerables: los niños, los ancianos, los pobres y los
desempleados, las minorías visibles, los nuevos canadienses” (1995 : 163); 2) Guidotti (1997)
reprocha a los autores el haber subordinado la atención de salud unicamente a la economía y
considerar la creación de riqueza y su distribución como las fuerzas principales que originan las
disparidades en salud. En otras palabras la cuestión de la atención de salud y de la salud en general,
no sería en última instancia para los investigadores del ICRA sino un asunto de econometría; 3)
Ronald Labonté (1995) afirma que los promotores de la “Population Health” usan una nueva jerga
que podría paradójicamente provocar una remedicalización de la salud en un sentido que “encaja
más con la agenda de la economía de mercado neoliberal y su llamado a un Estado minimalista”
(1995 : 167)
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5. Perspectiva ética en la Salud Pública Crítica (« critical public health »)
Se esperaría que sus promotores se comprometieran más con los pasos de la revista británica
Critical Public Health y de los trabajos de Petersen y Lupton (1996), en el debate suscitado por los
enfoques sociográfico, post-culturalista, económico y político de la Salud Pública. Los partisanos de
la Critical PublicHealth se quedaron silenciosos porque su denuncia de la Salud Pública clásica
enfoca más su contenido moralizador que la cuestión de las relaciones entre economía y salud : es en
efecto la moral implícita vehiculizada por los programas de Salud Pública que ellos escogieron para
denunciar. La alternativa al modelo del ICRA, ellos la encuentran en un modelo más centrado sobre
les y de las experiencias subjetivas, reintroduciendo
en el discurso de la salud pública los fundamentos incluso del pensamiento liberal.
Dos constataciones se desprenden aqui : 1) La Critical Public Health nos dirije hacia, en algunas de
sus corrientes al menos, a una desociologización de toda la Salud Pública : ella pertenece en efecto
por ciertos aspectos a la corriente del post- modernismo. 2) es sorprendente que los defensores de
enfoques más tradicionales, aquellos derivados, por ejemplo de la Salud Comunitaria, no se hayan
hecho oir en estos debates.
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IV. ENTRE TEORIA, MÉTODO Y TÉCNICAS DE INVESTIGACION
La Nueva Salud Pública de la que hablamos, desde hace al menos dos décadas, se presentaría
entonces bajo estas cinco caras principales que se pueden describir y diferenciar, nos parece
interrogándonos sobre los tres puntos siguientes :
a) ¿Cuál es la postura teórica que se hace predominar en el estudio de la sociedad ? Existen
diferentes teorías de la sociedad (de durkheimianas a post-durkheimianas; de reformista a
radical) y múltiples modelos de comprensión de los determinantes de la salud, modelos con
frecuencia relacionados con la concepción que los investigadores se hacen sobre el
funcionamiento de los grupos humanos ;
b) ¿Cuál es el peso de las distintas disciplinas ? Las disciplinas clásicas (la demografía, la
sociología, la antropología, la politología, la economía, la ética y la crítica de las ideologías)
se combinaron a campos disciplinarios más recientes (los estudios culturales, los estudios
post-coloniales, las ciencias sociales críticas, los enfoques semiológicos) para formar el nuevo
paradigma que se encuentra en la base de la “Nueva Salud Pública”. Sin embargo, es evidente
que cada una de las versiones de esta “Nueva Salud Pública” combina de manera original
estas diferentes disciplinas haciendo prevalecer unas en detrimento de otras.
c) ¿ Cuáles son las categorías de informaciones que se harán prevalecer ? Las diferentes
versiones de la “Nueva Salud Pública” consideran la dimensión social, colectiva y
comunitaria de la salud de las personas, de las familias y de los grupos. La salud pública se ha
convertido en una auténtica ciencia social pero los especialistas de esta “Nueva Salud
Pública” no recogen necesariamente las mismas categoría
grande, yendo desde estudios centrados sobre las medidas calitativas, por ejemplo, de los
indicadores de “Capital Social, económico, o cultural” a estudios econométricos, hasta
estudios centrados sobre las bases colectivas de los comportamientos individuales, etc. Cada
una de las versiones de esta “Nueva Salud Pública” se diferencia igualmente desde el punto
de vista del método y de las técnicas de recolección de los datos que ella prefiere.
d) ¿Cuáles son las intencione s o el proyecto que se persigue desarrollar?
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