VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Copyright 2011, Jane A. Simington, Ph.D. ISBN #978-0-9813735-6-0 Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida o transmitida en ninguna forma ya sea por medios electrónicos o mecánicos, incluyendo fotocopiado, grabación o cualquier método de almacenamiento y de recuperación conocido al día de hoy, o por ser inventado, sin el permiso por escrito del Jane A. Simington con la excepción de algún crítico que desee citar pasajes en relación con una crítica escrita que será incluida en una publicación educativa o transmisión de radio o TV. Jane A. Simington, Ph.D. Taking Flight International www.takingflightinternational.com Tel: (780) 473 6732 Fax: (780) 472 0885 www.takingflightbooks.com and www.takingflightinternational.com Contact us at [email protected] and [email protected] Simington, Jane, Viaje hacia lo sagrado : remendando un alma quebrantada / Jane A. Simington ; [traducido por] Augustin Vela. Translation of: Journey to the sacred. Includes bibliographical references and index. Issued also in electronic format. ISBN 978-0-9813735-7-7 1. Spiritual healing. I. Vela, Augustin, 1958- II. Title. BT732.5.S54518 2011 C2011-905944-4 234'.131 2 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Introducción En algún momento en la vida, cada uno de nosotros lucha intentando encontrarle sentido a las circunstancias que rodean una experiencia difícil. Dicha adversidad puede ser circunstancial, como la pérdida de un trabajo, la pérdida de un ser querido, la pérdida de un miembro del cuerpo, o la pérdida de la autoestima después de haber sido profundamente lastimado. El evento puede ser evolutivo, como el que se vive cuando se vacía el nido, o al advertir los cambios físicos asociados con la vejez. Estos momentos cruciales, después de los que la vida nunca será igual, nos fuerzan a dejar atrás lo que tanto valorábamos anteriormente. Nos lamentamos por lo que ya no tenemos. Pero avanzar en la vida requiere que no solamente sobrevivamos sino que también crezcamos por las lecciones aprendidas, mientras lidiamos con las respuestas físicas, emocionales y espirituales de nuestra pena. Mientras algunos autores describen las reacciones físicas y emocionales a la pérdida y prescriben estrategias para neutralizar sus efectos, pocos se refieren al tormento espiritual experimentado mientras intentamos encontrarle sentido a lo que nos pasó y un nuevo propósito para el resto de nuestra vidas. Sin embargo, el dolor espiritual es una intensa agonía, ya que las preguntas persistentes del alma no se silencian hasta que encontramos las respuestas que se ajustan a nuestra visión del mundo —una visión que pudo haber sido drásticamente alterada por la experiencia. Otros han escrito relatos personales de lo que ocurre en el alma después de una experiencia traumática en la vida, y existe literatura que describe métodos de sanación usados alrededor del mundo. Algunos autores comparan los conceptos contenidos en las religiones orientales y 3 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington occidentales y otros se refieren a la espiritualidad humana fuera del marco religioso. Pero ningún trabajo previo ha combinado todo lo anterior. Ningún autor ha comparado antes las experiencias vividas de los conflictos del alma en la hora oscura, las historias arquetípicas del sueño y los símbolos, las historias de los mitos y el folklore, las historias de las tradiciones de fe y las historias de las creencias indígenas antiguas y prácticas de espiritualidad y sanación. Ningún trabajo previo presenta una estructura sobre la cual la terapia moderna del alma, ya sea auto inducida o prescrita por un profesional, pueda apoyarse. Ningún trabajo anterior provee un lenguaje para trabajar el alma, ni combina lo antiguo y lo moderno, la ciencia y el folklore, la religión y la espiritualidad, ni la teoría, la práctica y la investigación. Este trabajo brinda definiciones y descripciones de los conceptos del espíritu, que pueden adaptarse a las prácticas de la salud y la sanación usadas por quienes sanamos personal y profesionalmente dentro del mundo moderno occidental. Ningún trabajo previo demuestra la eficacia de estas prácticas para sanar almas atormentadas y lograr la auto transformación. Ningún trabajo previo describe cómo pueden usarse estos métodos para ayudar a alguien afligido durante su viaje hacia la sanación. Durante los últimos cinco años, más de trescientos artículos concernientes a la carencia de atención a las cuestiones espirituales de la gente, han aparecido en diarios especializados en psicología, trabajo social, enfermería, fisioterapia, y terapia ocupacional. Estas profesiones ayudan en momentos en que la vida parece abrumadora. Los autores nos recuerdan que la dimensión espiritual de nuestra humanidad tiene una influencia omnipresente sobre el pensamiento, el comportamiento, el bienestar y la salud general. Y mientras el cuidado del espíritu humano es primordial para sanar en casi todas las otras culturas, del pasado y del presente, los modelos de asistencia y prácticas de religión de la sociedad occidental han prestado poca atención a las necesidades del espíritu humano quebrantado. El resurgimiento del interés se basa en un reconocimiento creciente de este vacío, de la necesidad de sanar el alma y de las diferencias entre la espiritualidad y la religión. El contenido de este libro fluye de mi propia necesidad de sobrevivir la oscura noche de la aflicción hasta el alba. Durante mi tiempo en la oubliette —el calabozo francés sin puerta o ventana— busqué respuestas para apaciguar las preguntas persistentes que manaban constantemente desde las crecientes grietas en el centro de mi ser. Incapaz de encontrar la sanación 4 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington de mi alma en los métodos prescritos por los sistemas del mundo occidental o en la religión en la que crecí, recurrí a la educación. En la escuela de posgrado, investigué las raíces antiguas de la sanación. Me hundí en un proceso paralelo de descubrir métodos antiguos y más holísticos, junto con teorías modernas de psicología, sociología, antropología, gerontología, enfermería y más. Me di cuenta que únicamente en las culturas influidas por el pensamiento occidental (en un esfuerzo por el purismo científico) hay una carencia de espiritualidad como el núcleo de la práctica de sanación. Decidida a comprender la espiritualidad diferenciándola de la religión, y desesperada por apaciguar la turbulencia dentro de mi propia alma, utilicé cada gramo de energía disponible en mi educación doctoral. Analicé minuciosamente cada creencia, cada dogma, cada credo que había repetido durante tanto tiempo, de la boca hacia afuera. Necesitaba encontrarle sentido a mi formación cristiana, pero descubrí que las enseñanzas de Jesús habían sido alteradas muchas veces a lo largo de los siglos, según intereses políticos y económicos. Estudié folklore y mitología, historias de diosas, y astrología. Estudié Chamanismo y las religiones orientales. Examiné investigaciones sobre experiencias cercanas a la muerte, y sobre la regresión a vidas pasadas. Medité en sitios sagrados en Europa, en Asia, en el Perú, Venezuela y México. Reflexioné acerca del orden natural y escuché lo sagrado de las historias personales que compartieron conmigo quienes viajaron a mi lado. Mis heridas sangrantes fueron limpiadas y vendadas a la manera de los pueblos indígenas de Norte y Sudamérica, por los curanderos Kahuna de Hawái, y por la energía Chi y Ki de China y Japón. Descubrí en estos métodos un misticismo frecuentemente ausente en los métodos curativos y de salud del mundo occidental. Ahora trabajo con quienes intentan avanzar más allá de las experiencias difíciles de la vida. Con los que están desconsolados por las muchas pérdidas en su vida y con mujeres que han sufrido abuso. Trabajo con los que han sobrevivido a la tortura. Trabajo con mujeres en una penitenciaría federal. Escucho el dolor de alma y prescribo estrategias para la sanación del alma. El contenido de este libro nos enseña cómo llevar a un espíritu quebrantado desde la supervivencia hasta la transformación. Provee un nuevo paradigma. Porque, para ocuparnos del sufrimiento del alma, debemos ser capaces de ver la vida más allá de los límites físicos y emocionales, más allá de los 5 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington confines de la religión y la cultura, más allá de las barreras de nuestro limitado sistema filtrador. Reconocimientos Quisiera expresar mi más profundo agradecimiento a tantas personas anónimas, cuyas historias están entrelazadas con la mía propia. Espero sinceramente mantener su dignidad mientras comparto sus mensajes de integridad y valor. Estoy muy agradecida a mis padres. Ellos plantaron profundamente las semillas que otros han regado. Gracias a cada hermana y hermano y cada amigo y colega, que caminaron tan apaciblemente a mi lado durante esos días intensamente oscuros. Cada uno, a su propia y única manera, colaboró para aligerar mi carga. Pero especialmente, agradezco el estímulo que me dieron mi esposo Bill y mis hijas Elana y Jodi. Que cada uno de ustedes reciba multiplicada por millones la alegría que han traído a mi vida. Y aunque daría cualquier cosa por haber aprendido de una manera diferente las lecciones compartidas en este libro, estoy consciente que mi hijo Billy ha sido mi mejor profesor. Te estoy tremendamente agradecida Billy, por el amor y la vibrante corta vida que compartiste con nosotros. 6 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Índice Capítulo 1: En busca del Espíritu …………………………………………………… 8 Capítulo 2: El Poder Que Da y Mantiene la Vida ……………………………... 18 Capítulo 3: El Desarrollo del Alma ………………………………………………… 30 Capítulo 4: El Escudo del Alma ……………………………………………………… 44 Capítulo 5: La Energía del Alma……………………………………………………… 54 Capítulo 6: Una guía para el Viaje del Alma ……………………………………. 62 Capítulo 7: La Pérdida del Alma ……………………………………………………. 72 Capítulo 8: El Despertar ……………………………………………………………….. 82 Capítulo 9: Las Múltiples Caras de Dios ………………………………………… 88 Capítulo 10: Las Formas de Dios …………………………………………………… 97 Capítulo 11: El Cielo ……………………………………………………………………. 112 Capítulo 12: Santificado Sea tu Nombre ……………………………………….. 126 Capítulo 13: Venga a nosotros Tu Reino ………………………………………. 140 Capítulo 14: Hágase Tu voluntad …………………………………………………. 152 Capítulo 15: Así en la Tierra Como En el Cielo ……………………………… 169 Capítulo 16: El pan Nuestro de cada día ……………………………………….. 184 Capítulo 17: El Perdón ………………………………………………………………… 198 Capítulo 18: La Tentación, el Pecado y la Maldad …………………………. 210 Capítulo 19: El Reino, el Poder y la Gloria ……………………………………. 221 Referencias ………………………………………………………………………………... 224 7 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 1: En busca del Espíritu Antepasados, espíritus poderosos, Que viven entre nosotros: Sus tumbas son las montañas, Sus cascadas son las nubes: las plantas son sus joyas. - Invocación de Sumatra ¿Te has preguntado usted alguna vez por qué el primer juguete de un niño es una sonaja? ¿Por qué nosotros, incluso desde niños, estamos fascinados por las conchas y rocas marinas? ¿Qué es lo que nos hipnotiza del fuego del campamento? ¿Qué tiene la flauta que nos encanta? ¿Qué tiene el golpe del tambor y la repetición continua del mantra que llama nuestra atención? ¿Qué nos conmueve por dentro? ¿Qué memorias primitivas nos despierta? ¿Hacia qué vínculos ancestrales somos atraídos? ¿Qué semillas latentes germinan cuando percibimos formas de animales en las nubes que flotan en las alturas? Y cuando a los diez años acampamos en el jardín, o a la orilla del lago ¿estamos recordando tiempos más felices, más comunales, más sagrados? ¿Son esos momentos en nuestros modernos tipis, reminiscencias de sucesos de otros campamentos y de otros fuegos? Bienvenido a este viaje a lo sagrado. Cierra tus ojos por un momento para comenzar el viaje. Permite que tu alma sea alimentada por la tradición de las Historias de la Medicina. Siente tu conexión con la Madre Tierra. Reclama el orgullo de tu papel tribal. Aprende que esa disposición a viajar es la llave para soltar las ataduras que encadenan el espíritu. Rompe los grilletes. Deja que tu espíritu remonte vuelo. Permite la sanación de tu alma. 8 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington El espíritu pertenece al Jefe del Clan del Viento. El espíritu se pasea sobre el viento y viene con él, tomando la forma de una nube, cuando es necesario enviar un mensaje a alguien sobre el Buen Camino Rojo de la vida física. Recuerda las piedras sagradas. Recuerda su uso en las ceremonias sagradas y su propósito curativo. Recuerda los mensajes musitados. Comprende que, al igual que las conchas, sus parientes del mar, ellas gustosamente comparten su historia con los que conocen "el sagrado lenguaje de las piedras." (1) Recuerda el mantra, el canto, y el ritmo de la danza. Recuerda el golpe constante del tambor que nos guía en nuestro viaje al mundo espiritual, donde recibiremos instrucciones para sanar. Su ritmo incansable será un recordatorio constante de los latidos del corazón de la Madre Tierra, y reforzará el vínculo profundo e infatigable entre la Tierra, nosotros mismos, y toda la creación. Permite que resurjan las memorias. Deja que cada célula resuene en júbilo mientras se recarga al ritmo de los golpes del tambor, el llamado para reconectarse en Unidad con la energía del Gran Espíritu. El alma recuerda. Anhela volver a experimentar la plenitud de la Unión Sagrada. Instintivamente sabemos que nuestros sentimientos de abatimiento resultan de nuestra separación de esta Unidad. Comprendemos que la búsqueda incesante para llenar ese desesperado vacío es porque no sabemos cómo reconectarnos con nuestra esencia espiritual. Hemos llegado a reconocer, “que el resplandor ambarino de la era del progreso no lanza suficiente luz sobre el camino a seguir.” (2) Sin embargo, desperdiciamos años involucrados en actividades que ahogan los sonidos y ciegan la vista, destruyendo así las señales puestas a lo largo de nuestro camino para orientar nuestro viaje interior. Para muchos, el catalizador que crea la voluntad de responder al reclamo del alma, surge únicamente después de la consecuencia traumática de una crisis personal. El agudo dolor de una pérdida despierta frecuentemente la necesidad de reestructurar la visión que tenemos del mundo y de nuestro lugar dentro de él. Durante esos momentos, estamos tan hundidos en las profundidades de la desesperación que apenas podemos andar a tientas. Ansiamos sentir el sol brillando sobre nuestras caras, y experimentar el calor de su resplandor, 9 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington pero somos incapaces de imaginar cómo podría ocurrir nuevamente, ya que apenas podemos recordar esa sensación. Sabemos que el viaje provoca inquietud por nuestro desarrollo y crecimiento espiritual. Inseguros de la trayectoria y temerosos del terreno, frecuentemente oscurecido por un velo de dogma religioso y envuelto en una máscara de tabú cultural, luchamos en nuestro intento de hacer el viaje. Sin embargo, sólo debemos explorar las civilizaciones antiguas para comprender que se le han brindado a la humanidad muchas guías para orientar nuestro viaje, a lo largo de la historia. Explorar lugares antiguos y sagrados, como Machu Picchu y Stonehenge, puede recordarnos que han sido creados por quienes ya habían descubierto lo que Robert Frost llamó: “el secreto que habita en el centro y sabe.” (3) Con su sabiduría, estos ancestros han legado guías monumentales para los que llegarían después. Uno de esos artefactos antiguos se aloja en un pequeño monasterio en Bangkok, Tailandia. Este recordatorio poderoso de nuestra propia capacidad para desenterrar lo sagrado de nuestro interior surgió a la luz en 1957, cuando se le pidió a un pequeño grupo de monjes que se mudara para construir una autopista que atravesaría su propiedad. Su monasterio alojaba un gigantesco Buda de arcilla. En cuanto la grúa levantó la enorme estructura, la arcilla comenzó a agrietarse. Preocupado por el antiguo tesoro, el monje director ordenó el desalojo del equipo y la colocación de una lona para cubrir el Buda. Antes de retirarse a dormir, se aventuró en la noche lluviosa para verificar la condición del venerado tesoro. Para su asombro, un haz de luz se reflejaba desde el montículo de arcilla a la luz de su antorcha. Debajo de 20 centímetros de arcilla, los monjes descubrieron un Buda ¡de oro sólido! La impresionante creación mide dos metros y medio de altura, pesa dos toneladas y media, y se dice que está valorada en más de 196 millones de dólares. Los historiadores creen que, cuatro siglos antes, los guardianes del Buda Dorado lo cubrieron de arcilla en un esfuerzo por impedir que su tesoro fuera destruido por los invasores birmanos. Aparentemente, todos los 10 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington monjes fueron asesinados, quedando así su secreto intacto hasta esa noche lluviosa de hace algunas décadas. Mirando con sobrecogimiento el Buda Dorado uno no puede dejar de reflexionar sobre el simbolismo tan apropiadamente descrito por Jack Canfield. (4) Todos nosotros somos como ese Buda de arcilla, cubiertos por un cascarón creado por el miedo y el dolor. Para algunos, la arcilla se ha ido formando aun antes del nacimiento. A medida que transitamos por la vida, nuestras capas se espesan y se endurecen, resguardándonos, según nosotros, de daños adicionales, pero en realidad separándonos y aislándonos de nuestros vínculos con los demás y con el mundo. Sin embargo, más profundamente enterrado debajo de tantas capas de arcilla endurecida está nuestro propio “Buda Dorado”, “Cristo Dorado”, “Esencia Dorada”, que es nuestro verdadero ser. (5) Tal como el monje con el martillo y el cincel, nuestra tarea es descubrir ahora, una vez más, nuestro resplandor interior. En mis estudios de doctorado, y durante los años de investigación y práctica clínica que prosiguieron, yo ansiaba desesperadamente determinar qué constituye el bienestar espiritual. Aunque en parte satisfecha con las conclusiones generales, sólo cuando me maravillé con el simbolismo del Buda cubierto de arcilla, armé una definición de espiritualidad que se ajustaba a la visión del mundo formada a través del conocimiento de mi experiencia de vida. Por primera vez, fui capaz de definir la espiritualidad de una manera que correspondía a este conocimiento. El Buda Dorado simboliza lo que ahora puedo comprender más ampliamente. A menudo se hace referencia a la espiritualidad como un viaje. Sabía que mi experiencia dolorosa me había forzado a volver sobre mis pasos muchas veces y a transitar por terrenos nuevos y desconocidos. Había sido un viaje largo y arduo –un viaje de búsqueda y de anhelo– que me había hundido en lo más profundo de mi alma. Yo conocía a Job. Compartía su clamor. “Grito ¡Injusticia! y nadie me escucha. Imploro ‘Auxilio’ y no hay reparación. Ha puesto en mi camino un muro infranqueable; ha llenado mis sendero de densa oscuridad; me ha despojado de mi gloria, ha dejado mi frente sin corona. Me destruye por todas partes y desaparezco; ha arrancado cual árbol mi esperanza.” (6) 11 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Mi dolor me recordaba constantemente que había perdido el control y había puesto mi fe y confianza en los lugares equivocados y en las cosas equivocadas. Jesús, aunque muy lejos la mayor parte del viaje, en su total solidaridad conmigo como un ser humano, no estaba ajeno a mi sufrimiento. En el fondo de la desesperación, aprendí igual que el poeta Jesuita Gerard Manley Hopkins, “En un destello, en un soplo, soy instantáneamente lo que es Cristo, ya que él fue lo que yo soy.” (7) Y yo elijo añadir “y ‘es’ lo que soy.” Imprevistamente, como Jonás, (8) fui expulsada de vuelta a la vida por el gran pez. Aunque, como Arthur Frank en A Voluntad del Cuerpo, (9) llegué “tres días tarde, cubierta de limo y oliendo a pescado.” Yendo cuesta arriba había encontrado la esperanza para vivir con integridad. Había aprendido la paz de la quietud solitaria. Esa es la cuarta parte de la lección. El segundo cuarto de la lección fue estar con otros. Aprendí a presenciar el sufrimiento en la vida y a tender la mano. Del Talmud, (10) —el libro Judío de la sabiduría, aprendí que en cada brizna de hierba hay un ángel inclinado, murmurándole “crece.” Finalmente, del libro sagrado chino, el Tao Te Ching, (11) aprendí: A ver el mundo por mí misma. A tener fe en como son las cosas. A amar al mundo como a mí misma; porque sólo entonces podré sentir afecto por todas las cosas. Mi viaje para encontrar consuelo me llevó a recorrer de nuevo los pasillos de la educación formal. Me hundí en las numerosas teorías de varias “ologías.” Las teorías de la psicología y sociología, antropología, gerontología, tanatología y enfermería me dieron un lenguaje para mi experiencia y me ayudaron inmensamente en la comprensión cognitiva de mi aflicción. Lamentablemente, y como sabe cualquiera que haya experimentado algún suceso traumático en su vida, hay respuestas tanto afectivas como cognitivas a la aflicción. Mi cabeza y el corazón se rehusaban a trabajar juntos, y para mi corazón quebrantado no encontré ningún alivio en la literatura. Experimenté una inmensa incertidumbre. Mientras mi cabeza se sentía confortable con una solución que había obtenido de una u otra teoría, mi corazón quebrantado gemía “¿y qué hay de…?” Lo más inquietante fue darme cuenta que las “ologías” estaban desprovistas de cualquier solución a la furiosa tempestad dentro de mi alma. En general, 12 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington las teorías eluden las verdaderas inquietudes del alma que siguen al trauma y resultan de la experiencia de pérdida. Aunque reconozco el inmenso valor cognitivo y práctico de lo que recibí a través de la educación universitaria, el reconocimiento de que el contenido superficial no podía alimentar mi alma ansiosa me condujo ávidamente a investigar la raíz de cada concepto y noción conocida. Sin una plena conciencia, la investigación me sumergió en un proceso paralelo de búsqueda de respuestas en la literatura y prácticas de tiempos más antiguos. Me sorprendí, algunos años después, al descubrir que la gente se refería a estos antiguos inicios como creencias de la “Nueva Era.” No hay nada nuevo en el pensamiento de la Nueva Era. Lo que se conoce como la Nueva Era está lejos de ser nuevo; es antiguo, es primitivo. Es el conocimiento de lo sagrado y de la relación entre lo sagrado y la sanación, que era parte de la experiencia de vida de todos antes de la Era del Cientifismo. Terminé la universidad con cuatro títulos; ninguno en teología (que se describe normalmente como el estudio de Dios). En cambio, he construido una teología personal, a partir de la acumulación de una cuarta parte de aprendizaje formal mezclada con tres cuartas partes de experiencias vividas. Mi teología surge de una conversación con Dios en la cual analicé y discutí cada teoría, cada experiencia, cada palabra y noción teológica que alguna vez oí o creí. Ahora, como Job, después de tres días en el limo y el hedor, elijo seguir viendo la inmensidad del océano, del cielo y de la tierra. Elijo continuar para ver la cara cambiante de Dios. Ya no quiero seguir viendo al mundo a través de los ojos de las “ologías” de la era moderna. En su afán de ser científicas e investigables, cada una ha diseñado los parámetros que dictan a sus seguidores lo que es apropiado observar, medir y describir. Las observaciones que no se ajustan a criterios mesurables son, por lo tanto, fácilmente rechazadas como irreales. Esto ha creado un sistema filtrador predeterminado que pone vendas sobre los ojos y tapa los oídos de sus seguidores. Poner parámetros a la obtención del conocimiento bloquea el propio proceso del saber. Conocer es expandirse. Conocer es crecer de manera evolutiva. Como un río que nunca cesa de fluir hasta que alcanza el océano, así es el proceso evolutivo en la propia vida, y en la vida colectiva, es un viaje interminable para conocer lo más importante – a Dios. 13 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Durante mi período en el vientre de la ballena, destapé la Caja de Pandora de mi sistema de creencias. Los fantasmas y las brujas, las serpientes y los monstruos acumulados en su interior salieron a la superficie para liberarse. Me tomó doce años juntar los pedazos. Decidí no volver a tapar la caja. Era preferible dejar los temores y pavores fluir libremente en vez de esconderlos y sellarlos. Es más fácil confiar cuando uno puede ver directamente lo que viene y lo que pasa, que pensar que uno debe encubrir lo que no es bonito de ver, oír o creer. Nuestras “ologías” de la era moderna nos han hecho “ocultar”, y el ocultamiento nos hace temerosos. Cuando tememos, debemos controlar. Debemos controlarnos a nosotros mismos, a otros y al mundo que nos rodea. Debemos asegurarnos de apartar y cubrir con una manta cualquier cosa que no esté dentro de lo “normal”, según lo determinan nuestros instrumentos de medición aceptables. Pero, con cada encubrimiento, aumenta nuestra necesidad de controlar porque tememos lo que puede escaparse si quitamos la tapa. Ya no elijo el miedo. Decidí explorar, descubrir y conocer todos los caminos posibles que puedan conducirme a lo sagrado. Quiero ver la presencia de Dios en más y más formas, en más y más lugares y en más y más prácticas. Mi estudio de la espiritualidad provino de una profunda necesidad personal de subsistir hasta el amanecer atravesando por la oscura noche de la angustia. Yo luché con Dios. ¡Ah, cuánto he luchado! Conozco el anhelo por recibir el sueño bendito, igual que Jacob. (12) Comparto contigo la lucha, y comparto contigo la bendición. Mi desesperada necesidad orientó la atención de mi trabajo de doctorado y de graduación. La búsqueda por conocer la sanación me llevó más allá de la literatura. Me condujo a una mejor comprensión de prácticas desarrolladas en tiempos más antiguos, tal vez más sagrados. Mis sangrantes heridas fueron limpiadas y vendadas a la manera de los pueblos indígenas de Norte y Sudamérica, por los curanderos Kahuna de Hawái, por la energía Chi y Ki de China y Japón. Descubrí en estos métodos una percepción de lo sagrado frecuentemente ausente en los métodos de asistencia a la salud del mundo occidental. Medité en sitios sagrados en Europa, Asia, Perú, Venezuela y México. Reflexioné sobre el orden natural y escuché lo sagrado de las 14 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington historias personales que compartieron conmigo quienes viajaron a mi lado. Mi mente se llenó. Mis manos se hicieron diestras, mi alma estalló. Las definiciones y descripciones del espíritu y del alma y de espiritualidad y religión que vienen a continuación, incorporan el conocimiento que obtuve mediante estas experiencias, a través de los trabajos de estudio, los libros que he leído, los lugares que he visitado, la gente que he conocido, y las habilidades que he aprendido. Esta información ha sido recogida del chamanismo y de las religiones orientales, lo cual ayudó a discernir la verdad escondida bajo los dogmas del Cristianismo, como también de varias fuentes desarrolladas para conectarse con la Guía Divina, incluyendo la Mitología y la Astrología. Asimismo, incluye conocimientos sobre los campos de energía y la sanación energética, y una creencia en la visión de Hildegarda de Bingen (13). En sus visiones, Bingen vio que la consciencia no está contenida dentro de nosotros, sino que nosotros residimos dentro de ella. Principalmente, mi definición de espiritualidad incluye un conocimiento del Fuego Sagrado interior. Pienso que la espiritualidad puede definirse como un viaje trino para descubrir las tres erres de la vida: recordar, relacionar y reconectar. El primer viaje es el del recuerdo. La espiritualidad es un viaje para recordar quienes somos realmente. Es un viaje de redescubrimiento, y para reclamar nuestra Esencia Resplandeciente, nuestra Verdadera Esencia, nuestra Esencia Divina. Es recordar que el Espíritu, la Energía Eterna que creó todas las cosas y también nos creó a nosotros, continúa fluyendo a través de nosotros, es parte de nosotros. Nuestro espíritu, nuestra energía de vida es parte de la Energía Creativa, la Fuerza Creativa. El Fuego de la Creación arde profundamente dentro de nosotros. Nuestro espíritu, nuestra energía de vida, es parte de la misma energía de vida que penetra todas las cosas vivientes, incluso el calcinante centro de la tierra. Nosotros somos parte de la Fuerza de Vida del Creador, y de todo lo que ha sido creado. El símbolo del Buda Dorado nos recuerda que, como la arcilla usada para proteger nuestra verdadera esencia interior, nuestra pesada capa también esconde nuestro brillo, impidiendo a otros ver nuestro Fuego Creativo. Asimismo, nos impide detectar la luz de los que nos rodean, que irradia hacia nosotros. Afortunadamente, sólo se necesitan unas pequeñas grietas 15 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington para que el brillo se encuentre con la antorcha de otro que pueda estar tratando desesperadamente de encontrar luz en la oscuridad. La espiritualidad, entonces, es también un viaje para relacionar. Es un viaje profundo dentro de la arcilla, para descubrir ahí la Llama Eterna. El viaje interior viene a ser el catalizador para el viaje exterior. Una vez que se aviva la llama, la energía del resplandor siempre creciente penetra y erosiona la capa de arcilla. Nos convertimos en un faro. Detectamos el destello reflejado de la luminosidad de otros. En nuestro deseo de compartir las vibraciones de energía de nuestro creciente fuego, llegamos a rodearnos de aquellos capaces de resonar en sincronía con nosotros. Nuestras constantes vibraciones nos atraen hacia las constantes vibraciones del resplandor que nos rodea. La espiritualidad, entonces, es también un viaje de reconexión. Es la creciente conciencia de la maravilla y la expansión del universo, una creciente atención sobre la “intensidad” del Fuego Sagrado en toda la creación. La espiritualidad es darnos cuenta de nuestro lugar dentro del universo y nuestra conexión con el esplendor, el poder, la Grandeza en Todo, saber y sentirnos privilegiados de formar parte de ese Todo. La espiritualidad es un proceso. No es un producto final. La espiritualidad es una constante conciencia de la Presencia Sagrada dentro de nosotros, dentro de otros, dentro de todo lo que ha sido creado. Es el desarrollo de una relación de amor en constante aumento y profundización, un vínculo íntimo con la Energía Divina que está dentro de nosotros, y alrededor, y que conecta Todo. La espiritualidad es un viaje que nos transporta más y más profundamente dentro de nuestro corazón y nuestra mente. Es un proceso infinito y circular de amor y consciencia en expansión. Con cada nueva lección, viene un aumento de la capacidad de amar. Con cada expresión de amor viene un aumento de la capacidad de aprender y de comprender. La maestría de cada lección es el ímpetu para impulsarnos más profundamente en más posibilidades para amar y conocer el amor. Pero, como la arcilla que recubre al Buda Dorado, nuestro manto de temor puede envolvernos en la oscuridad y bloquear nuestro proceso de conocimiento. Como topos, podemos elegir confiar en la oscuridad de 16 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington nuestro encierro, y permanecer ciegos al resplandor que nos rodea. Podemos continuar ocultándonos en la oscuridad de nuestro molde de arcilla, imaginando estrategias para convencer a nuestra alma que el viaje hacia la luz no es para nosotros. Razonamos: “He estudiado; he aprendido; he pasado los exámenes; tengo la respuestas. La experiencia no se ajusta a mi modelo, a mi imagen.” Tenemos libre albedrío. La decisión es siempre nuestra. Pero, si no estamos preparados para destrozar los ídolos que hemos creado, nos arriesgamos a retrasar el crecimiento del alma. El crecimiento del alma exige la creación de nuevas imágenes que puedan sostener la aceptación de nuevos conocimientos en el transcurso del viaje. 17 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 2: El Poder Que Da y Mantiene la Vida El Poder que da vida a todas las cosas Y nos da de Sí mismo lo que podemos saber, No es algo que deba darse por hecho. Llena mi oscuridad, Luz de Poder, Comprensión de lo desconocido. Te adoraré, Luz de Luz Aunque sólo veo una Chispa Brillante en la oscuridad de mi alma. - Margaret Joy Borle “Chispa Brillante”, “Luz de Poder”, “Fuego Interior” – todas son metáforas para enseñarnos que no estamos separados de la Llama Eterna, sino que somos una parte del Origen. Estas metáforas existen para recordarnos que lo que llamamos “nuestro espíritu” es una continuación de “La Luz de Luz”, “Dios”, “Gran Misterio.” La energía que nos sostiene, y cada pieza y parte de la creación, desde una roca hasta el género humano, es mantenida por la fuerza del Gran Misterio. Esta energía, conocida como “Energía Universal”, “Espíritu Santo”, “Gran Espíritu” y que se describe frecuentemente como el aire, el hálito de vida, nos mantiene juntos como pegamento, uniéndonos a Todo. Con cada hálito que aspiramos en nuestro ser, el Viento —la energía del Gran Espíritu, la energía que alimenta y mantiene la energía del espíritu dentro de Todo, nos alimenta y nos sostiene. 18 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington La chispa de vida dentro de cada célula es la energía del Gran Espíritu. Cualquier célula fuera de la circulación, no puede sostenerse. Los átomos del alma radican en cada gen, están allí para retener y albergar la Energía Divina. Sin embargo, el alma es también parte de ella y está en continua comunicación con el estado de conciencia que nos circunda. Nuestra energía del alma, compuesta del grado de Energía Divina que hemos acumulado, fluye continuamente desde nuestro núcleo, extendiéndose más allá y dentro de nuestra conciencia. Nuestra conciencia penetra y se entremezcla con la conciencia de cada ser humano y con la conciencia colectiva en su totalidad. Todo en la creación tiene conciencia, su propio campo de energía. Los seres humanos tienen conciencia. Los animales tienen conciencia. Los árboles y las rocas tienen conciencia. Cada uno es un campo de energía. Cada campo de energía se entremezcla con el campo de energía de lo demás. Cada campo de energía es parte del alma colectiva, del Todo. Mediante nuestra conexión de conciencia-a-conciencia con el Todo, cada uno de nosotros tiene el potencial para obtener el conocimiento y la sabiduría que pueden usarse para expandir nuestra capacidad más allá de lo que generalmente se considera un nivel normal. La mayoría de los seres humanos nunca alcanza su potencial ni funciona al máximo de sus capacidades, porque su sistema de creencias le impide avanzar más allá de una perspectiva predeterminada de ellos mismos. Muchas de nuestras creencias indican y refuerzan una visión limitada de nuestro potencial. Las creencias limitantes nos obstruyen y nos impiden llegar hasta donde puede extenderse realmente nuestra luz. Sin embargo, a veces meditamos sobre las memorias desvanecidas de un conocimiento más profundo. Cada uno ha tenido la experiencia de capturar un destello de sí mismo fuera de los parámetros en que nuestra visión del mundo nos ha enmarcado. Nuestra conexión de conciencia a conciencia es el motivo por el cual alguien nos llama por teléfono justamente después que hemos estado pensando en esa persona. Es también el motivo por el cual podemos sentir cuando alguien nos observa desde un automóvil en el carril contiguo. Por eso, también, cuando pasamos por una sala donde hay una pareja de esposos conversando muy gentilmente, aún así “percibimos” que hay tensión. Sentimos la “atmósfera de artificialidad” que invade la sala. 19 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Mediante esta misma conexión podemos comunicarnos a distancia, cuando existe una necesidad de hacer contacto. Poner en práctica la creencia de nuestra conexión de conciencia a conciencia con el Todo puede cambiar vidas y relaciones de muchas maneras. Hace algunos años mi esposo salió de nuestro hogar llevando consigo una herida causada por un comentario ofensivo que yo había hecho. Apenas se había cerrado la puerta, lamenté mis palabras. Reconociendo el intenso dolor que él debía estar sintiendo, quise rápidamente aplicar un “ungüento” para reparar el daño. Decidí practicar una estrategia curativa que apenas estaba aprendiendo, basada en la creencia de la conexión de conciencia a conciencia. Después de hacer un ejercicio respiratorio para aquietar mis pensamientos y conectarme a mi centro, comencé a enviar amor conscientemente desde mi corazón hacia el universo. Pedí que el amor se moviera hacia mi esposo y lo rodeara. Envié tanta energía de amor como pude. Pedí que la energía lo envolviera de amor y compasión, y que actuara para su mejor provecho. Muy pronto, pude visualizarlo. Lo vi parado a un lado de la pista de hockey, un lugar que solía frecuentar en tiempos más felices. Comencé a visualizarme junto a él. En unos segundos estuve a su lado. Ambos estábamos rodeados de nuestros propios resplandores áureos y unidos a la vez en un resplandor común. En la visualización, yo pedía perdón. Pedía que él regresara a casa. Enseguida llegó. Al contarle mi arrepentimiento, mi asombrado esposo me relató cómo había sentido mi presencia y oído mi llamado. Este conmovedor incidente, en el que me descubrí capaz de enviar amor para sanar una relación fracturada, fue un paso inicial para solidificar mis conocimientos de las poderosas habilidades que cada persona tiene, porque nosotros no estamos separados, sino más bien somos, mediante nuestra conexión de conciencia a conciencia, una parte del Todo. Esta misma conexión no sólo nos permite comunicarnos a distancia con seres queridos físicamente vivos, sino también comunicarnos con los que ya no están entre nosotros. Yo pasé los últimos días de vida de mi padre a su lado. Por eso, y por el tiempo que pasé con mi madre antes y después del funeral, había estado ausente de mis responsabilidades habituales como directora del coro. Había tenido poco tiempo para ensayar antes del servicio de Pascua. Nuestro coro había llegado a ser conocido en nuestra pequeña comunidad por la inspiración y la alegría que fluía del talentoso y entusiasta 20 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington grupo. Yo sabía que muchos feligreses y también visitantes, asistirían a la celebración con la esperanza de que nuevamente la música los acercara más a lo sagrado. Hablé con mi padre sobre este dilema. Le recordé que no era mi culpa que el coro no hubiera podido prepararse. Le pedí que de algún modo me ayudara a cumplir bien nuestra actuación. Esa mañana de Pascua, cuando entraba a la iglesia, me sentí rodeada por la presencia de mi padre. Él no había sido músico; sin embargo, mi invocación de ayuda para este esfuerzo musical había sido escuchada y mi pedido otorgado. El desempeño del coro fue extraordinario, sobresaliendo en calidad, creo, a cualquier actuación anterior y quizá futura. Es mediante nuestra conexión de conciencia a conciencia que las plegarias son escuchadas. Y es mediante dicha conexión que también podemos hacer cosas que podrían considerarse milagros. Es así como Jesús calmó los mares y los vientos. Es por eso que funcionan las danzas para que llueva. Esta misma conexión es la que hace que el sanador pueda canalizar la energía útil para sanar. También podemos comunicarnos con los árboles y las rocas, las nubes y los relámpagos. Por esta conexión, tenemos también la capacidad de comunicarnos, como lo hizo San Francisco de Asís, con los pájaros y los animales. Desde tiempos inmemoriales, la gente se ha conectado, individual y colectivamente, con el poder puesto a su disposición desde el mundo natural y el reino animal. Aún en la actualidad, el reino celestial y los animales ofrecen sus características, sabiduría, conocimiento y protección a los que respetan estas relaciones sagradas. En nuestra cultura, frecuentemente hace falta el silencio de “permanecer inmóviles” después de la crisis, para que descubramos lo sagrado del mundo natural y lo sagrado de nuestra conexión con ese mundo. Cuando era enfermera, aprendí mucho sobre la belleza y el valor de esta conexión. Una mujer que había trabajado muchos años como misionera cristiana en África, me manifestó su gratitud por haber aprendido la creencia de recurrir a lo Divino dentro del Todo cuando necesitamos ayuda y consuelo. Tarde en su vida había concebido un hijo largamente deseado, pero la intensa alegría rápidamente se convirtió en tristeza abrumadora 21 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington cuando la pareja se enteró que su niño iba a enfrentar graves problemas físicos y mentales. En su profundo dolor, ella escribió muchos poemas describiendo la tristeza que había sentido y las estrategias que usaba para calmar su angustia interior. Escribió sobre su encuentro con Dios en cada interacción con el mundo natural y el reino animal. Después que murió, su esposo me regaló un libro de sus poemas, pidiéndome que los compartiera con cualquier persona a la que le pudieran servir. En la Canción Del Petirrojo, (1) ella describe una de muchas maneras en que nuestra llama puede reavivarse al conectarse con la Chispa Divina que arde brillantemente en todas las criaturas de Dios, incluso en un minúsculo ser emplumado. El cielo estaba oscuro, las nubes estaban grises, El día estaba cargado de dolor; Cuando, en lo alto por la calle, lo oí, cantando. . . en la lluvia. Sobre una rama el petirrojo se posó, su garganta se hinchó al cantar; Mientras debajo, la gente pasaba Un gentío absorto, apresurado. El me cantó acerca del gran amor de Dios, este minúsculo pájaro emplumado. Yo escuché, era un dulce mensaje; Mi corazón se conmovió profundamente. Y aunque el día era lúgubre El no fruncía el ceño. Sereno y tranquilo, trinó, con su vestimenta marrón y naranja. Su gorjeo resonó en mi corazón, profundamente en la noche. Porque su canto escuché, Una vez más mi camino se iluminó. Yo dudo que él haya soñado, o planificado, Las lecciones que recibí; O lo mucho que me ayudó a aprender el arte de cantar en la lluvia. 22 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington La autora nos recuerda que los humanos no somos los únicos seres capaces de dar y recibir amor. Los que hemos tenido perros o caballos estamos conscientes de esa capacidad. Numerosos estudios han mostrado los efectos positivos de la terapia con mascotas. (2) La gente que tiene mascotas se recupera más rápido, después de una cirugía o enfermedad, que los que no tienen ningún animal esperándolos en casa. Los animales en los hogares para ancianos y en las clínicas de recuperación brindan su amor para que las personas solitarias y abandonadas puedan cubrir su necesidad de caricias. Se ha demostrado que las caricias afectuosas y el contacto físico son muy necesarios para la supervivencia, la estabilidad emocional, el equilibrio intelectual y cognitivo, y para el bienestar espiritual. (3) A los animales no les importa si ya no somos hermosos a los ojos del mundo. Ellos dan su amor incondicionalmente, y hasta terapéuticamente. Durante décadas los perros han guiado a los ciegos, y ahora también están demostrando su capacidad para alertar a epilépticos de una convulsión inminente. Los caballos también están revelando su capacidad de ayudar a mejorar la calidad de vida y la salud. Personas con esclerosis múltiple han reportado un inmenso sentimiento de paz y quietud, un mayor nivel de energía, e incluso la transformación de síntomas neurológicos después de un contacto frecuente con los caballos y de haber cabalgado. (4) Como los antiguos y los pueblos indígenas de hoy, nosotros también podemos aprender a conectarnos con los poderes curativos disponibles en el reino animal y el mundo natural. Cualquier jardinero que tenga “mano para las plantas” conoce los valiosos resultados de dirigir pensamientos y palabras positivas y cariñosas a sus plantas. Dorothy Gurney manifestó que ella siempre se sintió más cerca de Dios en su jardín que en cualquier otra parte sobre la tierra, (5) mientras otros encuentran la misma cercanía en el campo, cerca del mar, en las montañas, o el desierto. Existe evidencia de que la razón por la que nos sentimos tanto mejor en la naturaleza es que el pasto, el bosque, y el océano son capaces de extraer iones positivos de nosotros y neutralizarlos en los iones negativos creados por esos ambientes. Los iones positivos en nuestros cuerpos y en nuestros campos de energía son nocivos para la salud. Los lugares contaminados o desprovistos de aire fresco están densamente infiltrados con iones positivos. Los profesionales que trabajan con campos de energía humana y usan la energía universal con propósitos curativos, creen que fuerzas nocivas tales como la envidia, el odio, los celos, el temor, la ira y la ansiedad, albergan la 23 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington energía acarreada por los iones positivos. (6) Los iones negativos son beneficiosos para la salud. Por eso, el aire se siente vigorizante después de una tormenta eléctrica. El relámpago libera millones de iones negativos en la atmósfera. Nosotros, y toda la vida sustentada por la Madre Tierra, crecemos en la abundancia de iones negativos. Líderes espirituales en todo el mundo han mostrado con el ejemplo que los seres humanos necesitan contacto con los centros de poder del mundo natural. Durante tiempos difíciles cada uno de ellos se retiró a lugares donde podrían no solamente conservar, sino también fortalecer, su propia santidad. Para recibir consuelo y sabiduría sagrada, Buda buscó el árbol de Bodhi; el Herican Baba de India fue a una cueva en la montaña; Jesús se retiró al desierto. Cuando Jesús necesitaba desahogo, frecuentemente se iba al mar. Durante su agonía, cuando fue abandonado por el hombre, buscó el confort del huerto. Durante mis estudios de grado, trabajé como enfermera directora en una clínica de asistencia a largo plazo. A mí me gusta cantar y solía hacerlo para los pacientes. Casi todas las mañanas alguien pedía la consagrada canción “Yo Camino Solitario en el Jardín.” (7) “Él camina conmigo y me platica y me dice que yo le pertenezco… El gozo que compartimos mientras permanecemos ahí. . . nadie más lo ha conocido.” Esa canción inevitablemente provocaba lágrimas de alguien. Más tarde cuando volvía a ver a la persona de ojos llorosos, la memoria reavivaba la letra de la canción. Cada historia revelaba momentos de alegría cuando la persona se había sentido profundamente conectada con Dios, o momentos de tristeza cuando se había sentido profundamente desconectada de Dios. Cada historia revelaba una enorme comprensión de la Presencia Divina disponible en el mundo natural. Muchos en esta clínica, y en nuestra cultura urbana, han perdido su contacto con el latido del corazón de la Madre Tierra. Muchos ya no saben cómo conectarse a los poderes sanadores disponibles en el reino natural y animal. La mayoría de nosotros ya no sabe cómo producir nuestros propios alimentos, o cómo usar plantas y minerales para propósitos curativos. Cuando perdemos nuestra capacidad de estar en sincronía con el mundo natural, también nos desconectamos de nuestro propio ritmo personal. Nos sentimos fuera de sincronización con nosotros mismos y con todo lo que nos 24 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington rodea. Nos sentimos tensos y ansiosos y fácilmente nos desestabilizamos al menor soplo de dificultad. Para volver a restablecer, mantener, y fortalecer nuestra conexión, sólo necesitamos cerrar los ojos mientras nos paramos firmemente e inhalamos, sintiendo el gozo de los latidos que llegan a nuestro cuerpo desde el corazón fundido de la Madre Tierra. Nosotros penetramos en la consciencia de los animales, las plantas, las piedras y hasta del arco iris, y también en la de otros seres humanos. Damos y también recibimos. Todo está separado, pero también existimos como un solo ente en el estado de consciencia universal. Esta consciencia, de la que formamos parte, no está limitada por parámetros de tiempo ni de espacio. El tiempo y el espacio son ideas de la creación humana. Son conceptos relativos. Esto significa que existen únicamente porque nosotros les hemos dado significado. Y los significados que les atribuimos son muy dependientes de la cultura y las circunstancias. Recuerda alguna tarde cuando te sumergiste en tu actividad favorita. ¿Cuán rápidamente pasó el tiempo? En otro momento, mira una olla de agua esperando que hierva. ¿Pasó el tiempo tan rápidamente como cuando realizabas tu actividad favorita? Generalmente no toma más de tres de minutos para que hierva; sin embargo, mientras esperamos, pueden parecer como veinte. Pregúntale a un anciano, recluido por el resto de su vida en un asilo, cómo las circunstancias han alterado su sentido del tiempo. Pregúntale cuándo se fue su último visitante; entonces pregúntale a la enfermera. Las respuestas no coincidirán. Verdaderamente, el tiempo puede volar o permanecer estático. Realmente es una cuestión de percepción. Cuando estamos diligentemente involucrados en tareas que disfrutamos, rara vez hay suficientes horas en un día para hacer todo lo que queremos. Pero cuando no realizamos una actividad significativa, el tiempo parece interminable. La gente de culturas con menos tendencia a vivir guiadas por “las manecillas del reloj”, tiene una percepción del tiempo bastante diferente de la nuestra, pero de la que podemos aprender mucho. Hace algunos años tuve una conversación con una mujer Cri (Indígena canadiense) de mediana edad. Hablamos de su noción de “estar a tiempo” para una cita. Creyendo que le ayudaría a tener una mejor comprensión sobre la importancia de cumplir los 25 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington compromisos, me encontré más bien en retirada, sintiendo una profunda preocupación personal y social. Me alarmé cuando ella identificó los modos en que nosotros hemos llegado a estar más enfocados en el tiempo que en el crecimiento personal y las relaciones. Al examinar sus nociones reconocí que, de muchas maneras, no hemos dominado las máquinas. Ellas nos han dominado a nosotros. Las herramientas, como el reloj, el teléfono celular, la computadora y el correo electrónico, diseñados para ayudarnos a ahorrar tiempo, ahora esclavizan a muchos. Estas tecnologías pueden fácilmente atarnos al trabajo continuo, privándonos de momentos preciosos de paz personal y de oportunidades para fortalecer y acrecentar los lazos familiares. Tiempo robado que no puede recobrarse. Las definiciones que le asignamos al tiempo y al espacio dictan no solamente como vivimos nuestras vidas, sino que también nos definen a nosotros con respecto al mundo y al mundo hacia nosotros. Si permanecemos en nuestra piel, tenemos límites. Si el mundo está separado de nosotros, no podemos aprovechar las energías a nuestro alrededor. Nuestro presente no influiría el futuro. Las plegarias serían inútiles. Pero nosotros no permanecemos en nuestra piel. No tenemos límites. Somos ilimitados. Nos extendemos dentro de la consciencia del Todo. La consciencia del Todo, incluyendo cada aspecto de nuestra consciencia, existe ahora en lo relativo. El momento actual, el ahora, contiene pasado, presente, y futuro. Es por eso que experimentamos el déjá vu. Es por eso que a veces tenemos percepciones momentáneas de vidas anteriores. Es por eso que los místicos pueden describir sucesos futuros. Puesto que el tiempo y el espacio ocurren ahora mismo, nada es estático. El futuro, aun previsto por el mejor clarividente, o pronosticado en un sueño, puede cambiarse. Es por eso que algunas profecías no se manifiestan. La predicción se cumplirá únicamente si la energía invertida continúa fluyendo exactamente de la misma manera. Cambiando la energía, se cambia el resultado. Hay muchos resultados posibles. De muchas maneras, el efecto depende de nosotros. Un hecho ocurrido hace algunos años me convenció de que no necesitamos ser como banderas que ondean en cierta dirección, determinada por los 26 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington vientos de una profecía. La noche antes que mi hija menor y un amigo partieran de regreso a la universidad, tuve un sueño intensamente perturbador en el que los veía implicados en un trágico accidente de tránsito. Aunque por un lado traté de disuadirlos de partir, tampoco confié en el mensaje del sueño lo suficiente como para alarmarlos, o hacer que se quedaran. Sin embargo, momentos después que partieron me sentí abrumada por un fuerte temor. Mi día se convirtió en un rezo continuo de implorar por su seguridad. Rogué al poderoso Arcángel Miguel que pusiera su armadura alrededor ellos para escudarlos del peligro. En la tarde, sonó el teléfono. Supe instantáneamente que eran noticias de su accidente. La llamada era desde la patrulla de la policía en que mi hija y su amigo estaban ahora a salvo. Su automóvil había quedado destruido. Un vehículo fuera de control se había desviado hacia su carril, golpeando y aventando su vehículo hacia el carril de resguardo. Una lámpara del alumbrado público había caído sobre el automóvil de mi hija. Chamanes y curanderos provenientes de diversas culturas creen que el Creador legó al ser humano la capacidad de controlar los elementos. Nuestros pensamientos influyen la trayectoria de las líneas de energía que alimentan la Tierra. Nuestros pensamientos pueden cambiar el curso de las líneas de energía. Supe que mis oraciones habían sido escuchadas y respondidas. Supe que mis plegarias le habían salvado la vida a mi hija. Supe que mis oraciones habían cambiado el curso del resultado pronosticado en el sueño. La energía de mis oraciones había alterado el resultado del accidente. El futuro fue cambiado en el ahora. Y así como el futuro, el pasado es también una parte relativa del presente. La energía del pasado puede también ser alterada. Quienes se afligen por ofensas pasadas creen que ya nada puede hacerse para cambiar lo que ha sucedido en el pasado. Una de las cosas más difíciles de superar en el pesar son los asuntos irresueltos. Cuando un ser querido muere, como ya no podemos verlo, frecuentemente creemos que ya no estará más a nuestra disposición. Guardamos culpabilidad por agravios cometidos y nos lamentamos de lo bueno que podríamos haber hecho. Desearíamos resolver faltas pasadas y reparar de alguna manera las veces que no amamos como deberíamos haberlo hecho. Si pensamos que estamos limitados a lo que registra nuestro 27 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington sistema nervioso, podríamos desperdiciar años o incluso el resto de nuestras vidas hundiéndonos en ese sentimiento de impotencia. Pero si comenzamos, aunque sea lentamente, a tomar conciencia de nuestra energía espiritual y a darnos cuenta que la energía espiritual se extiende más allá de nosotros hasta la eternidad, seremos capaces de comprender que podemos estar presentes en el pasado y el futuro. Podemos entrar en la consciencia de nuestros seres queridos, vivos o fallecidos. Cada suceso pasado puede transportarse al presente. Podemos enviar amor, y recibir amor. Podemos enviar perdón y recibir perdón. Podemos remediar el dolor del pasado. Podemos sanar los efectos de heridas pasadas que, si permanecen desatendidas, continúan incidiendo en el futuro. Sólo necesitamos expandir nuestra consciencia para aprovechar los tremendos poderes a los que ya estamos conectados. El fortalecimiento del Fuego Interno, el incremento del flujo de Energía Divina en nuestro ser y la irradiación de ese flujo desde nuestro ser hacia el Todo, aumenta la conexión. El viaje a lo sagrado, el viaje interior al lugar de lo estático, y el viaje hacia fuera, hacia la conexión con el Todo, se emprende diciendo “sí” a las posibilidades de recibir las constantes imágenes de lo sagrado. Es la disposición para permitir esta sabiduría, una apertura de conciencia, lo que expande el conocimiento. Se ha dicho que conocer es amar. Cuando sabemos, la fascinación nos hace avanzar. El viaje es en sentido circular, siempre expandiéndose, siempre evolucionando. El catalizador para el viaje es el deseo — un deseo de saber. Nuestra invitación es aceptada libremente. Lo Divino es amor. El amor es Divino. El flujo de amor hacia nosotros aumenta. Con el aumento del flujo, nuestra imagen de lo Divino cambia, crece, se expande. Cada imagen es más amorosa. Crecemos cuando conocemos el amor. Deseamos más; más sabiduría, más amor. Descubrimos; comprendemos; experimentamos; conocemos; amamos. Y comenzamos nuevamente. Con cada nuevo inicio, cada revolución, cada evolución personal, volcamos al colectivo una cantidad aumentada del Amor Divino que siempre se expande y resplandece desde nuestro propio núcleo. 28 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Y al avanzar, el colectivo entero avanza. Mientras evolucionamos personalmente, el colectivo evoluciona. Mientras nos llenamos del Amor Divino, llegamos a ser más y más nuestra propia Divinidad. Nuestro conocimiento se expande y aumenta nuestra capacidad para conectarnos en sincronía con vibraciones más altas y más finas —vibraciones con las que antes no podríamos resonar. Se nos ha concedido un potencial increíble. Nosotros podemos escoger utilizarlo o no. Cuando damos incluso los mínimos pasos para remover la manta de sufrimiento y temor que nos sofoca, avanzamos nosotros y el Todo en un viaje profundo. Nuestra disposición a viajar por el sendero sagrado de la sanación nos empuja, y por lo tanto al colectivo entero, a una siempre creciente Unidad con lo Divino. El viaje a lo sagrado es un viaje de evolución. No sólo se nos ha regalado, sino también encargado la responsabilidad de ser co creadores de un universo en evolución. 29 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 3: El Desarrollo del Alma Oculto profundamente dentro de cada uno de nosotros hay algo especial esperando surgir hay algo esperando para convertirse en un gran logro, y su descubrimiento - también será grandioso. - Jane A. Simington Cuando nos sentimos heridos, cuando el manto de oscuridad se entrelaza tan estrechamente que apenas podemos respirar, cuando nos sentimos tan inadecuados, tan pequeños, es difícil concebir que podríamos ser más. Desde ese lugar aterrador, nos asusta atrevernos a imaginar tal grandeza como una brasa resplandeciente de Energía Divina. En nuestro sufrimiento hemos aprendido a permanecer en lo familiar. Aunque haya momentos en los que anhelamos algo más, hemos aprendido también que es más seguro quedarse con lo ya conocido. Sin embargo, el primer paso, el esfuerzo inicial, debe hacerlo uno. Se nos ha dado a elegir, luz u oscuridad, alegría o tristeza. Reconocemos la voz, aunque sea tenue, distante y tímida. Debemos reaccionar al llamado. Si echamos una mirada furtiva, levantando tan solo un segundo una punta de nuestro manto, la clara evidencia de una realidad mayor nos hace señales. Somos más. Formamos parte de algo. No estamos separados. Somos parte de un plan mucho mayor. La energía que nos une, que nos conecta al Todo es visible por doquier. Haz una taza de té; mira cómo se eleva el vapor. Camina; observa las ondas de calor que se levantan desde el suelo calcinante. Presta atención al resplandor circundante de tu sombra. Como postuló Einstein, todo es energía. (1) 30 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington La energía recibida a través de nuestros órganos de la vista, del sonido y del tacto, es interpretada por nuestro sistema nervioso. El sistema nervioso de cada organismo tiene una capacidad diferente para captar e interpretar frecuencias de energía. Cuando una persona sufre la pérdida del sentido del oído, pierde la capacidad para interpretar el sonido fuera de su escala de decibeles. Aún así este mismo sonido es fácilmente perceptible para los demás. Cuando a una persona se le deteriora la vista, ya no puede contemplar muchas imágenes que en otros tiempos podía. Un daño al nervio de los ojos, del oído y de otros órganos de los sentidos interfiere con la capacidad de ver, oír, gustar, oler, y sentir las sensaciones que son fácilmente perceptibles para otros. Cada sensación resulta de la transferencia de la vibración de energía. Aun cuando algunos sistemas nerviosos ya no puedan interpretar algunas imágenes, sonidos y olores, las vibraciones de energía enviadas por el medio ambiente a los sentidos no dejan de ser reales. Cada mañana cuando salgo a caminar, me deleito mirando el gran entusiasmo con que mi perro pega su nariz a lo largo del recorrido. Se afana en olfatear cada olor, a veces incluso haciendo pausas para registrar las diferencias entre las fragancias de las flores silvestres. No dudo de la autenticidad de lo que olfatea. Como tampoco dudo de los sonidos e imágenes que mi perro y el ciervo oyen y ven a lo largo de la brecha y que la mayoría de los humanos no. Aunque no he visto nunca ondas eléctricas o sonoras, mi uso diario de la electricidad, la radio, televisión, y el teléfono confirma mi creencia en estas energías. Señales de esta realidad invisible abundan en todos lados, incluso dentro de nosotros. El cuerpo humano es un maravilloso, pero delicado, sistema de energía. La transmisión de energía corre continuamente dentro de y entre cada célula de nuestro cuerpo. Nuestros sistemas esenciales funcionan cuando la energía se transfiere. Se puede medir la descarga eléctrica para determinar la potencia del cerebro, el corazón, y de los músculos; la frecuencia y la regularidad de estas vibraciones aumentan o disminuyen en respuesta a la salud y la enfermedad. La energía de la que estamos hechos, y con la que funcionamos, no solamente está contenida dentro de nosotros, sino también irradia de nosotros. Todo tiene un aura, un campo de energía, a su alrededor. Hace algunos años me asombré de descubrir que podía ver el aura con mis ojos desnudos. Una 31 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington tarde miraba desde mi balcón un abeto particularmente grande, y me sorprendí de que el árbol no terminara en el tope. El hermoso abeto estaba rodeado por una luz, que parecía más bien como el resplandor que circunda la llama de una vela. Al observar, noté que la luz blanca se movía hacia atrás y hacia adelante como si el árbol respirase. Mientras miraba, advertí que la luz que circundaba al árbol se mezclaba con una luz similar que envolvía el árbol contiguo, y el próximo, y el siguiente. El resplandor que circundaba cada árbol, pero también conectándolos unos con otros, disminuía y crecía como si los árboles respiraran en armonía, o quizás comunicándose. Poco después de esa experiencia inicial con los árboles, descubrí que yo también estaba rodeada por luz. Una tarde que pasé más tiempo de lo usual frente al espejo, comencé a ver una sombra resplandeciente cubriendo mi cabeza y cuerpo superior. (Como para convencerme de su autenticidad, una intermitente luz azulada como eléctrica comenzó a titilar mientras la luz pulsaba sobre mi cuello y brazos, primero de un lado, luego del otro.) No mucho después, comencé a ver resplandores similares rodeando a otras personas. Pero pasaron varios años antes que pudiera distinguir que la luz que me circundaba y me conectaba a otros, contenía otros colores además del blanco y el azul pálido. Una tarde, mientras escuchaba atentamente a un conferencista, me sentí intensamente atraída hacia las ráfagas moradas y púrpuras que destellaban desde su cabeza y cuerpo superior. Él compartía apasionadamente sus creencias sobre la necesidad de devolver los conceptos de lo sagrado a la educación. Sus creencias en las realidades espirituales eran expresadas no solamente con palabras, sino también se proyectaban en su campo de energía. Nuestro campo de energía contiene la energía emanada desde nosotros. Contiene aspectos de nuestras realidades espirituales, emocionales y físicas. Estas dimensiones de nuestra humanidad no están separadas, sino que son interdependientes unas de otras y están en un proceso continuo de intercambio de energía, unas con otras, y con todo en la creación. Por lo tanto, no podemos estar físicamente bien cuando sangramos emocionalmente, o estamos dañados espiritualmente. El cuerpo, la mente y el espíritu son inseparables. Lo que afecta un aspecto afecta los otros, y la totalidad. Cuando, por ejemplo, nuestra alma anhela el perdón, expresamos sentimientos de culpa y de arrepentimiento y sobrellevamos la pena en 32 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington nuestro cuerpo físico, frecuentemente como un dolor de espalda, para recordarnos el peso de la carga que acarreamos. Nuestra cultura no reconoce el sufrimiento del alma. Hemos perdido el conocimiento para diagnosticar los síntomas del sufrimiento del alma, y la habilidad para proveer el remedio. Esta carencia de reconocimiento ha llevado a cualquier expresión de sufrimiento del alma a “ocultarse”, forzando a los que padecen de heridas del alma a disfrazar su sufrimiento de maneras más socialmente aceptables. Pero el dolor físico revela la grieta en los cimientos. Hace algún tiempo un hombre joven llegó, buscando ayuda por depresión. Dijo repetidamente que su depresión comenzó después que se había quebrado la pierna. Cuando dirigí el foco desde su depresión (síntoma emocional) a la pierna quebrada (síntoma físico) me contó que su pierna se había fracturado haciendo un trabajo que le desagradaba mucho. Sentía que estaba desperdiciando su tiempo, su talento y sus habilidades. Cuando le pregunté qué le gustaba hacer realmente (espiritual), él reveló su deseo de ser artista, pero sus padres lo habían convencido que el salario de un artista no le podría dar una vida decente. Entonces, había ido a la universidad y obtuvo un grado en un campo con muchas posiciones disponibles. Este hombre compartió una historia de un alma atribulada. Estaba fuera de curso. El propósito de su vida no podía realizarse bajo las circunstancias en las cuales estaba forzado a vivir. Su capacidad para desarrollar y compartir las habilidades y talentos únicos que le habían sido dados había sido reprimida. La angustia de su alma revelaba por sí misma síntomas de depresión emocional. Su cuerpo físico respondía con una pierna quebrada, para impedirle permanecer en un trabajo que interfería con el propósito de su alma. Mientras para mí era claramente una historia de sufrimiento del alma, su cultura y educación lo habían condicionado para creer que el “problema” que necesitaba resolver era su depresión. Esperaba que la “terapia hablada” y quizás una receta de alguna medicina para mejorar el ánimo podrían aliviar los síntomas. Se asombró, pero reconoció instantáneamente la verdad, cuando orienté la discusión fuera de los síntomas emocionales y hacia el alma y el significado y propósito de su vida. Sigue desempeñándose como trabajador social, pero ahora incorpora sus habilidades como 33 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington terapeuta en arte. El propósito de su vida se está realizando. Su alma ahora conoce el gozo, y ya no está plagado de sentimientos de tristeza aguda y temor abrumador. Informes de quienes practican la ciencia de la psiconeuroinmunología indican que hasta un 80 - 90% de los síntomas físicos tienen sus raíces en cuestiones psicológicas o espirituales. Dado que psicología realmente significa el estudio del alma, creo que hay muy pocos, si acaso alguno, síntomas físicos y emocionales que no surjan de la descomposición en la raíz espiritual. Nuestro mundo está lleno de sufrimientos que requieren un remiendo del alma, pero el padecimiento del alma rara vez es discutido, evaluado, o diagnosticado. Mientras la medicina moderna del mundo occidental ha hecho fantásticos progresos en la erradicación de enfermedades agudas y catastróficas, el incremento del cáncer, las enfermedades crónicas y autoinmunes, los problemas sociales, el alcoholismo, la violencia familiar y el abuso de las drogas indica que algo muy significativo y de raíces profundas está faltando en nuestras vidas individuales y colectivas. Cuando el gemido de un alma atormentada no es escuchado, los cuerpos físicos y emocionales demuestran la “lesión” en el núcleo. Cuando el tratamiento está solamente dirigido a aliviar el dolor físico y a disminuir el sufrimiento emocional, pero no se ocupa de la pena en el alma, los esfuerzos son fútiles, o al menos de corta duración. Las vibraciones de energía que circundan el cuerpo físico de alguien que padece física, emocional o espiritualmente, no son cálidas, tersas y equilibradas como cuando hay bienestar, sino más bien, excesivamente calientes, frías, erráticas o irregulares. La evaluación del campo de energía de la persona es un paso inicial en cualquiera de los ahora reintroducidos métodos de sanación por transmisión de energía. Estos métodos han sido aceptados rápidamente por quienes han presenciado los resultados, y han experimentado la ineficacia del sistema de salud pública para cubrir las necesidades más profundas de la gente. Las prácticas antiguas de sanación se basan en una profunda comprensión del campo humano de energía, y de la conexión entre cada campo humano de energía y el del Todo. Estas técnicas parten del conocimiento que los seres humanos somos seres espirituales, y que el cuerpo es una “bobina 34 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington mortal” (2) habitada por un espíritu, a fin de cumplir un propósito único para un mayor bienestar del individuo, así como también para un mayor bienestar del Todo. Estas prácticas son métodos de sanación. Aunque también puede buscarse y lograrse una cura, la meta primordial no es curar el cuerpo físico, sino sanar el alma. Es vastamente reconocido que para vivir plenamente física y emocionalmente, el espíritu debe estar lleno de vida. Es fundamental para sanar comprender que el sufrimiento físico y emocional tiene su raíz en las inquietudes del alma de la gente. Recuerda las numerosas referencias bíblicas de Jesús diciéndonos que el malestar del alma se muestra en el cuerpo humano. Sus palabras son claras con respecto a quienes desafían su capacidad para perdonar los pecados. “¿Qué es más fácil decir: ‘Tus pecados están perdonados ' o ‘Levántate y anda '?” (3) En su cercanía con la Fuerza Creativa del Todo, los antiguos sabían, como Jesús, que la energía del universo, el Hálito de lo Divino, era útil para fortalecer y mantener la Fuerza Creativa dentro de los seres humanos. El arte de sanar surgió de la Fuerza Creativa. Si bien todos los métodos que usan la transmisión de energía se desarrollan en base a este conocimiento, el Reiki, el método de transmisión de energía para la sanación originario de Japón, claramente describe la fuente de dicha energía. Rei (Divino) y Ki (Energía). Los relatos acerca de los grandes sanadores de todo el mundo, independientemente de sus creencias religiosas, hablan sobre su comprensión de la fuente de esta energía y de la capacidad de los seres humanos para aprovecharla con propósitos curativos. Recuerden la mujer que tenía una hemorragia y pensó que sanaría con sólo tocar la túnica de Jesús. Recuerden como Jesús se volvió hacia ella y preguntó, “¿Quien me tocó?” Y mientras Pedro presionaba a Jesús diciéndole “Señor ¡la muchedumbre es grande y te está aplastando!” Jesús insistió, “Alguien me ha tocado, lo sé porque la energía ha salido de mí.” Pero nosotros tenemos aún muchos prejuicios contra la sanación. Creemos que se necesita un santo para sanar. No nos sentimos lo suficientemente dotados, así que nos sentimos tanto turbados como desafiados por la idea de que nosotros también podamos transmitir energía curativa. (5) Las referencias bíblicas le recuerdan a la persona común que debe responder a su misión sanadora. “Y estas señales acompañarán a los que creen; en mi nombre expulsarán al demonio; tendrán el don de las lenguas; podrán 35 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington agarrar serpientes con sus manos, y no sufrir daño alguno si beben venenos mortíferos; colocarán las manos sobre los enfermos, y los sanarán.” (6) Jesús no dijo “santos”. Dijo “creyentes” comunes y corrientes. Y también dijo, “aunque yo no soy nadie, no hay nada que estos discípulos tengan que yo no tenga también. Ustedes han presenciado que todas los signos que marcan al verdadero apóstol, crearon infaliblemente señales, maravillas, milagros.” (7) La falsa humildad —el temor a ser indigno— no solamente interfiere con el desarrollo del potencial, también nos impide llegar a otros. La sanación que fluye de la Energía Divina fortalece el alma del sanador, el alma de la persona que la recibe, y la conexión de alma a alma. Frecuentemente oigo a personas que han asistido a cursos para aprender alguna de las diferentes técnicas de sanación por imposición de manos, contar la curación del alma que personalmente experimentaron mientras fluía Energía Divina a través de ellos para sanar a otro. Comienzan a sentir una sensación creciente de paz y tranquilidad, de gozo y felicidad, y casi todos sienten un aumento de la energía personal. Su conciencia se expande, y notan belleza en cosas y lugares donde no la habían visto antes. Los que atraen la energía universal para ayudar a otros, también se dan cuenta de los cambios positivos que suceden en sus relaciones. Una señora, cuya meta principal de aprender las técnicas era la de aliviar las dificultades respiratorias de su marido, contó con deleite acerca del fortalecimiento ocurrido en su débil matrimonio, paralelamente con el mejoramiento en la calidad de vida de su esposo después de unas pocas semanas de tratamiento. Durante la práctica de cualquiera de las artes de sanar, la Energía Divina, frecuentemente descrita como la energía universal, ya que es la energía del Todo, es atraída hacia el centro del corazón de la persona que actúa como sanadora. Aquí, la energía que fluye desde el universo, se mezcla con la compasión (hacia la persona deseosa de sanar) retenida en el corazón del sanador, y fluye desde el centro del corazón hacia sus palmas. El sanador entonces dirige la energía hacia el paciente, con la intención de producir sanación del más alto nivel. La compasión y la intención parecen ser las cualidades que fortalecen la capacidad de canalizar las energías universales útiles para propósitos curativos. La compasión se describe frecuentemente como “el amor sin ataduras”, (8) un amor que se da a alguien sin ningún tipo de apego a los resultados. El deseo de tener control sobre el resultado final interfiere 36 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington efectivamente con las habilidades del sanador. Para desprenderse de cualquier apego o necesidad personal de obtener resultados específicos, un sanador guía el proceso con la intención de ayudar y de sanar de la mejor manera posible. Cuando las energías se dirigen hacia el mayor bien, los resultados pueden diferir de lo anticipado, pero frecuentemente van más allá de lo considerado humanamente posible. La sanación es un trabajo del alma. La sanación permite que la energía del alma penetre. El incremento de la energía del alma aumenta las frecuencias de las vibraciones emitidas por nosotros. Me gusta mucho recordar un experimento de la clase de ciencias en sexto grado que me introdujo al concepto de la energía. El profesor puso un diapasón sobre cada escritorio. Cuando él hizo sonar el suyo, cada uno de los nuestros sonó en el mismo tono, a la misma frecuencia del que fue tañido. Recordé ese experimento años después, cuando Wayne Dyer, en Real Magic (9) nos recordó que somos como un diapasón. Resonamos con las vibraciones que nos circundan. Cuando nosotros agrietamos la arcilla, dejando que la luz brille sobre nuestras heridas, y cuando respondemos a la invitación de abrir nuestra conciencia, mente y corazón, comenzamos a resonar con frecuencias más y más altas que llegan a rodearnos. Atraemos gente diferente, gente que resuena de la misma manera con nuestras nuevas y más altas vibraciones. Los viejos conocidos ya no están cerca. Dejamos de tener “cosas en común.” Sus vibraciones más lentas ya no resuenan con las nuestras más finas, más claras y más rápidas. Ellos ya no se sienten en sincronía con nosotros. Y nuestras vibraciones más finas atraen hacia nosotros lecciones de vibraciones más altas, lecciones que podemos comprender ahora, las lecciones que necesitamos para continuar el proceso evolutivo y circular de nuestro crecimiento. Empezamos a reconocer la verdad del proverbio Zen, “Cuando el estudiante esté listo, el profesor aparecerá.” El profesor aparece de muchas formas. El profesor puede ser un recuerdo, un sueño, un poema, una canción, la historia de alguien, un mito, un curso, una película, un arroyo, un árbol, un arco iris, una roca. Como dice el viejo dicho –los iguales se atraen. Las vibraciones de la energía acrecentada del alma que emana desde nosotros hacia la conciencia universal tienen el potencial de causar impacto 37 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington en la conciencia de cualquier otro ser humano, así como también en la conciencia de la colectividad entera. Nuestras tremendas facultades cocreativas nos marcan a cada uno con la enorme responsabilidad de ser el mejor compañero posible de los demás durante el viaje, (10) y de promover la paz y la virtud en nuestro mundo. Como somos vibraciones de energía, y como las vibraciones resuenan en sincronía con vibraciones similares, es imperioso que seamos cuidadosos con lo que irradiamos. Lo que irradiamos en pensamiento, palabra y obra, tiene un efecto poderoso de bumerang. Como el proverbio afirma, “Como un hombre piense en su corazón, así es él.” Y, “Si alguien devuelve mal por bien, de su casa el mal no partirá.” También “Un corazón alegre es la salud del cuerpo, pero un espíritu deprimido reseca los huesos”, (11) nos recuerda que nuestros pensamientos y obras retornan a casa para quedarse. Lo que deseamos traer a nuestras vidas es lo que debemos proyectar en pensamiento y obras. No podemos tener relaciones armoniosas y llenas de paz si nos enfocamos en nuestros errores y en los de los demás. Si queremos amor, debemos reflejar amor. Si queremos alegría, debemos reflejar alegría. Cuando era niña me encantaba estar con mi padre. Yo era la hija menor de una familia grande. Para tener su absoluta atención, aprendí pronto en la vida que dependía de mí buscarlo cuando estaba solo. Muy temprano en las mañanas de verano, mi padre se dirigía a las pasturas para traer el ganado al establo para el ordeñe. A mí me gustaba despertarme temprano y caminar con él para compartir momentos especiales. Mi compañero de juegos y hermano favorito era un año menor que yo. Pasábamos muchas horas juntos explorando el mundo. Él me enseñó a usar la balsa y a hacer fuertes, y me mostró los lugares donde anidaban los patos silvestres. Nosotros también, sin embargo, frecuentemente reñíamos para determinar el predominio en la jerarquía de nuestra familia. Una mañana, después de que el día anterior había estado particularmente lleno de conflictos, salí a una temprana aventura con mi padre. Mientras caminábamos, discutimos los incidentes del día previo. Me sorprendí al conocer su punto de vista sobre el conflicto con mi hermano. Cuando llegamos a la base de la colina, mi padre llamó al ganado como usualmente lo hacía. Las vacas, al oír su voz, comenzaron su obediente caminata desde la pastura hacia el establo. Mientras esperábamos junto al abrevadero, mi padre me pidió que recogiera una piedra y la lanzara al agua. Al hacerlo, él 38 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington me incitó a notar como el golpe creaba una onda a través de todo el lago. Mi mente joven estaba asombrada por la reacción. Dándose cuenta de mi capacidad para percibir la lección, mi padre me dijo que imaginara que yo era la roca y el lago era nuestra familia. Recuerdo haber permanecido muy silenciosa, pero reconocí la inmensa importancia de lo que me comunicaba. En ese momento me di cuenta de las ondas que estaba causando y que eso no solamente me afectaba a mí y a mi hermano sino, de alguna manera, a mi familia entera. La sabiduría de mi padre incitó mi deseo de saber. Comencé a frecuentar el aula al aire libre, ávida de aprender. Las piedras llegaron a ser mis instructores. Mediante su tutela recogí lecciones valiosas de la vida. De sus ondas aprendí acerca de la influencia. Vi entremezclarse tres, cuatro y cinco círculos causados por las salpicaduras de las rocas, y advertí el impacto de estos círculos sobre la primera onda. Durante esos cálidos días de verano de mi niñez, llegué a tener conciencia, no solamente de la influencia que tenemos sobre otros, sino también de la influencia que otros tienen sobre nosotros. Noté cuan intensamente las ondas de una roca penetraban las ondas de las demás. Aunque yo valoraba los efectos positivos, también me preguntaba si esto era siempre algo bueno. ¿Me enviaban siempre los demás lo que me era útil, correcto, exacto, verdadero? ¿Había alguna manera de evitar que esto sucediera? ¿Había alguna manera de protegerme contra los malos pensamientos de otros? Recuerdo haber tenido sentimientos de temor y malestar cuando la maestra proyectaba su enojo contra otro estudiante. ¿Estaban sus ondas de ira y las ondas de mi hermano afectado y las de los otros compañeros de clase, entrelazándose con las mías? Me desagradaba esa maestra. Era una mujer amargada, y proyectaba cruelmente su amargura sobre sus pequeños objetivos. Mientras miraba las agitadas ondas regresar lentamente desde la orilla hacia el área donde la roca había caído por primera vez, aprendí que lo que proyectamos nos vuelve de la misma manera. Ese verano con las piedras, me sentí ufanada al darme cuenta que aunque la profesora influyó miserablemente en mi vida y en la vida de todos en aquella pequeña escuela de solamente un salón, las ondas de su influencia volverían eventualmente a ella. Pero ahora, en la adultez, y después de haberme 39 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington quebrado en la proverbial rueda de la vida, tengo una percepción diferente de su amargura. Aunque de niña era difícil soportarlo, y doloroso ver a mi hermano sufrir su cólera, ahora soy capaz de comprender las razones de sus acciones y las razones que debe haber usado para justificar su comportamiento. Sabiendo ahora que ella misma era un ser humano atormentado, desesperadamente en busca de amor, siento más necesidad de transmitir simpatía que odio, de enviar pensamientos de compasión y plegarias en lugar de proyectar más cólera a su manera, con la esperanza que estos mensajes puedan disolver de algún modo las tribulaciones del pasado. Años después de haber salido de esa escuela, recordé las piedras y las ondas en el agua. En una situación de emergencia, la enfermera de triage es el primer contacto que la mayoría de los familiares del paciente y el paciente mismo tienen con el personal de hospital. La enfermera en esta posición tiene una fuerte influencia en cuanto a crear una atmósfera predominante de quietud y confianza, o una de caos. En gran parte, ambas situaciones dependen mucho de las emociones que se proyecten a la familia y al resto del personal, durante la evaluación inicial. Más adelante, como supervisora clínica en gerontología, el poder de nuestra influencia sobre los demás se demostró una vez más. Noté que en cuestión de minutos, cuando un anciano inquieto comienza a pasearse, un segundo, y entonces un tercero, y un cuarto, y hasta un quinto, se unían al primero moviéndose en círculo alrededor de la unidad de enfermería. Lograr el interés de las estudiantes de enfermería era esencial para probar mis suposiciones. Si la “atmósfera” de inquietud del primero se proyectaba al ambiente y era “captada” por quienes lo seguían ¿las influencias más positivas podían también ser captadas? ¿Podrían enviarse intencionalmente vibraciones más positivas para cambiar el efecto de su comportamiento? Las estudiantes accedieron a hacer la prueba. Cada una fue asignada a un anciano nervioso de la lista de la unidad de enfermería. Tenían que leer los registros, hacer una visita previa, luego escribir una descripción “previa” de cualquier pensamiento y sentimiento que surgiera sobre la persona asignada. Tenían que guardar esta descripción en un sobre sellado hasta la culminación de la prueba. 40 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Cada mañana al despertarse, y cada noche antes de retirarse, la estudiante iba a pensar conscientemente, y a enviar mentalmente, tres pensamientos positivos que transmitieran amor y simpatía al anciano asignado a ellas. Cuando estuvieran en la unidad, debían enviar los mismos pensamientos positivos nuevamente, antes de entrar a la habitación de la persona y antes de brindarle cualquier cuidado. En sus informes verbales y escritos sobre los ancianos, debían ser exactas en cuanto a lo que habían observado, oído, olfateado y tocado. También se les pidió no abundar en detalles subjetivamente de ninguna manera. Los resultados, aun después de una sola semana, fueron impresionantes. Cuando las estudiantes compartieron sus informes semanales sobre el comportamiento del anciano, y la descripción posterior de sus propias impresiones y pensamientos sobre la persona, reconocieron la trascendencia de lo que había ocurrido. En cada caso, las estudiantes experimentaron un mejoramiento de su relación con el anciano. En la descripción posterior ellas vieron a cada persona de una forma diferente, más positiva. El comportamiento irritable de los cinco ancianos, a medida que transcurría el experimento, había disminuido con la recepción de la energía afectuosa proyectada hacia ellos. Aunque la agresión al personal era un comportamiento familiar para todos estos individuos, ninguna de las estudiantes había sido agredida. ¿Cómo pudieron las ávidas y afectuosas estudiantes de enfermería hacer un impacto tan positivo en las vidas de cinco ancianos irritables? ¿Estaban sintiendo los ancianos los efectos positivos de los pensamientos de amor y afecto proyectados hacia ellos? ¿Cómo pueden los pensamientos de amor y afecto disminuir comportamientos agitados o nerviosos? En el prefacio del libro En Busca del Silencio (12) de Elizabeth O'Conner, N. Gordon Cosby escribió: “El único viaje que al final importa es el viaje al lugar de profunda quietud dentro de uno mismo. Llegar a ese lugar es estar en casa; no encontrarlo es inquietud eterna.” “No encontrarlo es inquietud eterna.” En mi pesar, conocí la intranquilidad, el anhelo, la búsqueda. También conocí la ansiedad de buscar respuestas que parecían evadirme, respuestas necesarias para sanar un corazón fracturado, un alma atribulada. 41 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington En nuestra intranquilidad, en nuestro intento de encontrar la quietud, ¿podemos ser ayudados por otros? ¿Pueden, el amor y la compasión que enviamos a otros, ayudarles para su viaje espiritual? ¿Fueron los pensamientos de amor y simpatía proyectados por las estudiantes de enfermería a los ancianos agitados, capaces de calmar las huellas de pasadas ondas en sus atribuladas almas? En Cuerpo sin Edad, Mente sin Tiempo (13) Deepak Chopra enfatiza que cada célula de nuestro cuerpo está constantemente escuchando a escondidas nuestros pensamientos. Yo he llegado a comprobar la verdad de esto. He visto numerosos ejemplos del poder del pensamiento para crear éxito o fracaso, salud o enfermedad. Creo que esto es porque el pensamiento es la voz del alma. El alma vive dentro de cada célula. Es el alma la que conoce nuestros pensamientos, y es afectada por ellos. Cada célula en nuestro cuerpo guarda una memoria de cada una de nuestras experiencias de alegría en el alma, así como también cada experiencia de dolor. La sanación del alma requiere la liberación de las tribulaciones del alma de cada célula, y la infusión de alegría en el espacio que queda disponible. La sanación del alma comienza por cambiar nuestro pensamiento, nuestra conversación con el alma. La sanación del alma comienza por enviar mensajes de amor hacia nuestro interior. El amor es la semilla que se convertirá en gozo para llenar los espacios dejados por la liberación de las tribulaciones del alma. Aunque el alma conoce nuestros pensamientos, y guarda la memoria de nuestras experiencias, debido a nuestra conexión de conciencia a conciencia con todos los demás, también conoce y es afectada por los pensamientos de otros. Uno no tiene que decirle a alguien que nos agrada o nos desagrada. La comunicación de alma a alma ha ocurrido largo tiempo antes que sus capacidades mentales hayan actuado suficientemente para poner palabras a sus emociones. En mi vida profesional y personal escucho muchas historias de relaciones rotas. Cada vez, vuelvo a la sabiduría obtenida de las lecciones de mi padre y de las enseñanzas de las ondas en el agua y las piedras. He visto el poder de mi pensamiento influir para peor, y luego para mejor, en numerosos sucesos en mi vida. Aliento a otros a reconocer que nuestros 42 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington pensamientos no quedan retenidos dentro de nosotros, sino que irradian más allá, como las ondas en el lago, llegando a formar parte de un lago más grande, la “sopa” colectiva. Los hago reflexionar sobre las lecciones que he recogido de las ondas en el agua y las piedras, de la sala de emergencia, y de la capacidad de las estudiantes de enfermería para disminuir la tensión de los cinco ancianos irritados, por medio de su voluntad de enviar consciente e intencionalmente pensamientos de amor y simpatía. Les pido a los que vienen a consulta, que recuerden el cambio de imagen de los ancianos experimentado por las estudiantes después de una semana de estar enviando afecto y amor. Les pido que reflexionen sobre cualquier cambio que pueda ser necesario en su pensamiento acerca de su propia relación. Les recuerdo que el alma conoce sus pensamientos, y que el alma de su compañero, amigo, hijo, o hija también conoce sus pensamientos. El primer paso para cambiar cualquier relación es crear nuevos pensamientos sobre nosotros mismos, sobre la otra persona, y sobre la relación. Enseño acerca del poder del amor. “Algún día cuando hayamos dominado los vientos, las olas, las mareas y la gravedad, pondremos al servicio de Dios la energía del amor. Entonces, por segunda vez en la historia del mundo, el hombre habrá descubierto el fuego.” (14) 43 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 4: El Escudo del Alma Ángeles de Dios, mis guardianes queridos. Gracias al amor de Dios, Ustedes han sido asignados a mí aquí. Cada momento de este día están a mi lado. Ilumínenme. Protéjanme. Cuídenme. Guíenme. - Plegaria Tradicional al Ángel Guardián. Un ser humano es un “sistema abierto”. Esto significa que, cuando estamos desprotegidos, nos exponemos a las influencias que nos circundan. Podemos ser invadidos por bacterias y adquirir los virus de alguien enfermo. Del mismo modo, podemos “absorber” y ser influidos por los pensamientos, las palabras y las acciones de otros. Sus pensamientos, palabras, y obras pueden penetrar literalmente nuestro ser. Por eso, es difícil para alguien en un ambiente caótico tener equilibrio emocional. En el capítulo anterior, los miembros de la familia que llegan a la sala de emergencia y los ancianos irritados eran “afectados” por la tensión “flotante” emitida por la enfermera de turno, y por otros pacientes tensos. Todos conocemos personas que irradian paz y calma. A todos nos gusta estar cerca de ellas. Dejamos su compañía sintiéndonos “llenos”, con energía. Sentimos que de algún modo hemos absorbido algo de su esperanza, paz y positividad. También sabemos que hay otros cuya presencia nos desagrada. Ellos “nos desgastan”, “nos oprimen”. Cuando dejamos su compañía nos sentimos deprimidos, temerosos, drenados, vacíos. También estamos conscientes que hay algunos que no tienen las mejores intenciones hacia nosotros en su corazón. Piensan negativamente, incluso quizás tienen pensamientos de odio o maldad; y pueden proyectar infortunio sobre nosotros. Todos reconocemos, por lo menos en cierto grado, el impacto de las influencias positivas como también de las negativas que otros pueden ejercer sobre nosotros. Quienes comprenden plenamente los efectos 44 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington posibles de ser un sistema abierto a las influencias ambientales, buscan formas de protegerse del impacto negativo. Nuestros ancestros tenían una comprensión mucho más clara de las fuerzas del bien y del mal que nosotros ahora. Ellos desarrollaron sistemas de defensa para protegerse de influencias nocivas. La purificación, que es una práctica de cubrirse con el humo del fuego sagrado que arde dentro de una olla ritual, es un método común de resguardarse. La purificación se usa en muchas religiones y en muchas partes del mundo. Los pueblos aborígenes norteamericanos se limpian y se protegen a sí mismos y al espacio que los rodea con el humo de hierbas o salvia quemada. Los pueblos del mundo oriental queman incienso de diversas fragancias, dependiendo del tipo de limpieza. La intención de la protección es la de purificar el campo de energía de la persona y el ambiente que la circunda, de cualquier cosa que pueda ser nociva, y proveer un escudo protector para impedir que la maldad penetre. La práctica del incienso usada en la veneración religiosa en muchas iglesias cristianas, tiene sus raíces en la práctica de obtener protección. El humo que sale de los quemadores de incienso, y el humo de la pipa usada por pueblos Indígenas durante la ceremonia sagrada, también simboliza las plegarias enviadas de los seres humanos al Creador. Al fumar la pipa, cada pizca de tabaco se quema hasta hacerse ceniza fina para hacerle honor a cada parte sagrada de la creación que ha contribuido al crecimiento del tabaco. Esto nos recuerda que el Espíritu está en todas las cosas, y se requiere para todo. Cada hojuela de tabaco personifica la esencia espiritual del Todo. El humo elevándose hacia los cielos lleva consigo las oraciones de gratitud y plegarias de petición para ser guiados, nutridos, sanados y protegidos. Trabajo con gente que tiene historias personales llenas de emociones intensamente dolorosas. La gente que busca sanación sabe que su “llaga” interfiere con su capacidad para lograr plenitud en la vida. Su dolor a menudo se intensifica por la invasión frecuente de recuerdos dañinos. Por su incapacidad para definir sus propios límites, muchas personas son un blanco fácil para volver a sufrir por alguien que puede aprovecharse de su vulnerabilidad. 45 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Cuando hemos sido maltratados, especialmente si el trauma ha ocurrido tempranamente en la vida, tenemos un sentido confuso de espacio personal. El espacio personal es un término psicológico para definir la burbuja invisible que nos rodea. Es nuestro campo de energía, nuestra aura, nuestra conciencia. Cuando nuestro espacio personal ha sido frecuentemente invadido, perdemos el sentido de nuestros propios límites. El abusador ha violado nuestra integridad tan frecuentemente que nuestra aura se fractura y continuamente deja escapar la energía preciosa. Vemos que los demás son más fuertes, más sólidos, estables, moderados. Parecen ser más poderosos, más inteligentes, más dignos que nosotros. Pareciera que ellos tienen todas las respuestas y nosotros ninguna. Deseamos lo que tienen. Estamos conscientes de nuestras carencias, de nuestro vacío, y queremos desesperadamente estar intactos, llenos, enteros y completos. Ansiamos creer que lo que tienen y lo que prometen puede llenar nuestro vacío. Esto nos hace vulnerables, y cuando somos vulnerables podemos ser manipulados fácilmente, por eso queremos creer tan urgentemente que lo que nos dicen es verdad. Como un primer paso en el proceso de sanación, enseño a quienes acarrean esa carga tan pesada a “blindarse”. El blindaje ayuda a limpiar y sellar el campo de energía, definiendo los límites y previniendo una mayor fuga de energías sagradas. El blindaje también provee una armadura protectora para resguardarse contra más abusos. Pero el blindaje es importante no solamente para la persona en busca de sanación; es también una práctica esencial para alguien que está ayudando a otra a sanar. Cuando expresamos nuestra experiencia, el dolor albergado profundamente dentro de cada célula, almacenado allí desde su ocurrencia, se libera a nuestro campo de energía. La energía que contiene el dolor de esa experiencia transita más allá de nosotros, impregnando los campos de energía de los que nos rodean y escurriéndose hacia el entorno mayor. Cuando comencé a caminar con otros que atravesaban por circunstancias difíciles en su vida, rápidamente reconocí la importancia crítica de blindarme contra las influencias negativas que rodeaban este trabajo. Mientras escuchaba las historias de dolor y frecuentemente de horror, podía sentir el impacto sobre mi propio campo de energía, y podía sentir la densidad del temor y aprensión que impregnaban mi ser y mi oficina. 46 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Cuando la gente cuenta una historia de maltrato por parte de otra, la energía liberada en su campo, y consecuentemente en el entorno mayor, contiene no solamente su propio dolor, temor, y cólera, sino también lleva la influencia de odio y otras emociones nocivas proyectadas hacia ellos por sus perpetradores. Los consejeros y otros colaboradores que ignoran el daño que puede resultar en su desprotegido campo de energía, pueden llegar a desequilibrarse física y emocionalmente, aun después de un corto tiempo de práctica. He aprendido a purificarme usando salvia quemada en un recipiente de concha marina. Me purifico y protejo mi oficina cada mañana y repito el ritual después de la visita de una persona que transmite el dolor abrumador de una profunda lesión. Aunque el método más común para protegerse contra los efectos de influencias negativas es la purificación por el humo, también se puede visualizar un blindaje durante la meditación. Cada mañana durante la meditación, visualizo un velo rosado sagrado de seda o un capullo de cristal que me circunda. Ruego que este escudo permita que solamente las cosas buenas se muevan desde mí hacia otros, y que solamente las cosas buenas entren en mi espacio sagrado. Me gusta esta visualización porque puedo reforzar rápidamente el escudo cuando surge una necesidad. Luego aplico a otros una protección sagrada similar al final de un tratamiento de sanación por energía. La envoltura los rodea, sella las energías sanadoras, y los protege de daños físicos, emocionales y espirituales. También enseño un ejercicio de blindaje en el cual el regalo de la luz áurea de sanación y amor se visualiza descendiendo desde el Espíritu del Creador hacia la corona de la cabeza y se mueve hacia abajo a lo largo del cuerpo, llenándolo hasta desbordar, y envolviendo el cuerpo en un escudo de luz cristalina protectora. Muchas prácticas religiosas que han perdido sus significados tradicionales, surgieron de un ritual primitivo basado en una conciencia de las fuerzas del bien y del mal en el mundo y de la necesidad de protegerse contra la filtración nociva. Prácticas como rociarse uno mismo y alrededor con agua bendita, poner palmas benditas a la entrada del hogar, esparcir sal sagrada en la puerta de entrada, untarse el cuerpo con aceite bendito, y prender velas, todas surgen de la necesidad esencial de adquirir protección contra la intrusión espiritual. Promuevo el resurgimiento de estas prácticas para los propósitos que fueron destinadas inicialmente. Ya sea que hayamos sido profundamente dañados o no, o trabajemos con otros que hayan sufrido, 47 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington podemos ser influidos por los pensamientos, palabras y acciones de los que nos rodean. Cuando tomamos seriamente nuestra responsabilidad de mantener nuestro propio campo de energía limpio y protegido, disminuimos la posibilidad de enviar energías obstruidas, contaminadas, dañinas o malas desde nuestro campo de energía hacia el de otros y del colectivo mayor. De noche, mi madre nos acostaba a cada uno de nosotros con una oración pidiendo que los Ángeles de la Guarda estuvieran a nuestro lado para iluminarnos, para protegernos, para cuidarnos, y para guiarnos. Un cuadro de un ángel muy grande y hermoso que volaba sobre dos niños pequeños mientras cruzaban un puente, estaba colgado en mi alcoba. El salmo 91 estaba inscrito en la parte baja del cuadro. “Él encargará a sus ángeles protegerte durante todo tu camino.” Mi madre nunca tuvo duda alguna sobre la existencia de su Ángel guardián. Cuando yo era muy joven, me contó que durante un tiempo difícil en su juventud se había despertado una noche por un resplandor. Su Ángel de la Guarda, parado al pie de su cama, le aseguró que las cosas iban a salir bien. Ella nos enseñó que había clasificaciones de ángeles, los Arcángeles eran de la orden más alta. El Arcángel Miguel tiene los poderes más protectores, ya que ganó la batalla del bien contra el mal. Él continúa su lucha contra el mal, controlándolo con su espada y escudo protector. Yo les pido a quienes han sido hondamente dañados que hagan un esfuerzo sincero por aumentar su conciencia sobre la existencia de guías y seres angelicales, para que les pidan su protección y su guía. Insisto en la oración que mi madre me enseñó, porque creo que los ángeles nos iluminan, nos protegen, nos cuidan y nos guían. Enfatizo la importancia de un diálogo fervoroso con el Arcángel Miguel, implorándole que nos proteja con su escudo protector. Virtualmente todos los sistemas religiosos del mundo incluyen seres celestiales en su cosmología. (1) La creencia que los mensajeros angélicos fueron enviados por Dios, para guiar y proteger a los seres humanos, está emplazada en los manuscritos de las tres religiones más importantes del mundo Occidental, el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam. (2) Numerosos patriarcas en el Antiguo Testamento, incluyendo a Abraham y Jacob, (3) recibieron guía y consuelo de los ángeles. La revelación llegó a Mahoma, y a Mikha’il por medio de Jibril (Gabriel). (4) El Nuevo Testamento inicia con ángeles que pronostican una nueva relación floreciente entre Dios y el 48 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington hombre, creando así un puente entre el Antiguo y el Nuevo testamento, y la estructura sobre la cual se basa el Cristianismo. (5) Sin embargo, pocos rituales religiosos encierran esta creencia. Cuando las creencias no se refuerzan mediante la celebración, se extinguen con el tiempo. Aunque las religiones importantes del mundo profesan una convicción en las facultades protectoras y orientadoras de los ángeles, el resurgimiento actual de esta creencia adormecida no emergió de las religiones tradicionales, sino desde las religiones terrenales, no desde la jerarquía de la iglesia, sino desde las raíces - la gente. Desde los comienzos de la civilización, los seres humanos se han encomendado al mundo de los espíritus para su guía y protección. Las evidencias permanecen en las expresiones artísticas dejadas en cavernas alrededor del mundo. Carl Jung (6) nos recordó que, aun en nuestro tiempo, apenas uno se aleja a cierta distancia de Europa Occidental y las culturas influidas por ella, la gente vive en un mundo encantado haciendo muy poca, si acaso alguna, distinción entre lo sagrado y lo secular, entre las realidades físicas y las espirituales. En estas culturas, cada acto del diario vivir, desde sembrar semillas, a cazar, hacer las tareas de casa, al nacimiento de un niño, a la muerte, es un acto sagrado. Cada acto es una devoción, un acto de comunión. La vida cotidiana es una promulgación sacramental de su unidad con el mundo espiritual. Ellos confían en su capacidad para recibir guía y protección desde el reino espiritual durante su sueño y durante la vigilia. Aunque profundamente dentro de cada uno existe un reconocimiento de las mismas historias primordiales tal como son promulgadas por los pueblos indígenas alrededor del mundo, la mayoría de nosotros permanece inconsciente de nuestra conexión cercana con el mundo de los espíritus. (7) Cuando viví en Hawái, un anciano polinesio me contó que creía que su gente estaba más cerca de los espíritus y estaba más dispuesta a recibir su guía y asistencia porque esa relación estrecha nunca había sido interrumpida. Enfatizó que nosotros en el mundo occidental moderno hemos perdido esta refinada capacidad porque por largo tiempo lo sagrado de nuestra conexión con el mundo de los espíritus había sido irreverente, ignorado, y negado. Sin embargo, cada noche, nuestra vida durante el sueño provee la guía de la misma fuente que ellos la obtienen. Nosotros soñamos con las mismas imágenes arquetípicas de muerte y resurrección, del bien y del mal, de la persistente realidad del espíritu, y del protagonista que es capaz de triunfar 49 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington sobre adversidades increíbles, incluso la maldad, tal como lo hacían los antiguos, y como siguen haciéndolo los pueblos primitivos y modernos en todo el mundo. Los protagonistas de historias ejemplares muestran que es posible ganar, a pesar de grandes adversidades, si uno tiene protección y Guía Divina. Aunque el mundo está lleno de engaños y de malicia uno no debe ser dominado por ellos. En su libro Dreamquest, (8) Morton Kelsey afirma, “Cuando se comprenden las historias de héroes, nos pueden dar una anatomía gráfica del alma humana y los mundos ilimitados con los que está en contacto.” Aunque muchos en nuestro mundo necesitan desesperadamente de la guía, protección y cuidado que deberían ser accesibles para ellos, la mayoría de nuestras prácticas y tradiciones religiosas han negado el ritual que se enfoca en la lucha fundamental entre el bien y el mal, en nuestra necesidad como seres humanos de protección y guía espiritual, y en las maneras en que los seres humanos podemos establecer, mantener y fortalecer nuestra realidad coexistente con el mundo de los espíritus. Morton indica que el interés renaciente en la mitología es porque, “Pocas de nuestras iglesias proveen a los seres humanos del alimento simbólico necesario para la supervivencia. Las mujeres y hombres contemporáneos no son nutridos adecuadamente con solo su dieta de razón, lógica y materia.” (9) No fue por error que la invitación para reavivar la relación entre lo humano y lo angélico se extendió a los pueblos de la tierra. Siempre se han enviado mensajes desde la Divinidad a los que no se preocupan por nociones preconcebidas que interfieren con su capacidad para oír, y responder. Nuestras hambrientas almas anhelan ser nutridas. Durante estos tiempos difíciles, necesitamos una vez más fusionar nuestras conexiones con el mundo espiritual. Anhelamos un mundo donde lo sagrado y lo secular estén entrelazados, porque esta interacción de la realidad con el mundo espiritual es una parte común de la vida. Las historias de héroes contadas a través del folklore y la mitología ayudan a prevenir el hambre. Como en las parábolas del Nuevo Testamento, las historias del Antiguo Testamento, las historias mitológicas, los cuentos de hadas y las tradiciones folklóricas, todas revelan mensajes de múltiples niveles, mensajes que somos capaces de interpretar de acuerdo con nuestros variados niveles de disponibilidad. 50 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Te aliento a familiarizarte con la historia de la antigüedad. Mucho se puede aplicar a nuestras propias vidas, de las lecciones aprendidas por los protagonistas. Es casi imposible interpretar nuestros mensajes del sueño si no tenemos por lo menos una noción básica del mito. Les pido a las mujeres prestar especial atención a las historias sobre Diosas. Hay muchas diosas dentro de cada mujer, arquetipos que simbolizan las debilidades y las fortalezas femeninas. El estudio de las diosas de diferentes culturas puede brindar a las mujeres un mejor entendimiento de sí mismas y sus relaciones. Reconocer a la diosa dentro de sí mismas, y aceptar el reflejo de sus capacidades particulares puede ser una experiencia enriquecedora. Después de escuchar una historia dolorosa, frecuentemente pregunto: “¿A qué te recuerda esto?” Generalmente, la respuesta llega rápidamente, porque surge desde el nivel primario, el nivel que retiene una evocación, el nivel que ha oído antes historias prototípicas. Entonces pregunto, “¿Cómo termina esa historia?” Nuestras historias y tragedias personales tienen paralelo con el folklore antiguo. Saber que un héroe sobrevivió, conquistó, y triunfó sobre la muerte y la maldad puede ser un modelo poderoso a seguir, aunque en ese momento podamos sentirnos totalmente apartados de cualquier conexión con el mundo, física o espiritualmente. Cuando hemos sufrido, nuestra alma queda despojada de virtudes. La sanación del alma exige la recuperación de las virtudes que se han perdido o nos han robado. La confianza es la virtud primordial desde la cual fluyen todas las demás. Es básico para la sanación del alma admitir cuán hondamente han erosionado esta virtud esas malas experiencias. Cuando hemos sido severamente traicionados por el orden universal, difícilmente creemos que las cosas puedan mejorar. Aunque seamos incapaces de comprender cómo pudo habernos sucedido esa desgracia, tendremos incluso una mayor dificultad para aceptar nuestra incapacidad de confiar en algo que antes ingenuamente habíamos dado por sentado. Pudimos haber confiado alguna vez en las muchas expresiones y prácticas de una religión particular. Pero ahora sentimos que nuestras creencias estaban fundadas sobre un terreno inestable. Incapaces de sentirnos libres de más amenazas, podemos perder la confianza en todas las cosas, incluyendo la Divinidad. Cuando somos incapaces de confiar, nos volvemos temerosos y ansiosos. Sabemos que nos han sucedido cosas malas, y tememos que vuelvan a 51 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington suceder. Cuando somos incapaces de confiar, las relaciones fracasan (incluyendo la que tenemos con la Divinidad). Comenzamos a sentirnos separados y apartados, desconectados y solos, acechados por el temor omnipresente. Aunque purificarse con humo, visualizar, usar sal, aceite o agua bendita, y pedir protección angélica son técnicas usadas alrededor del mundo para protegerse de influencias nocivas, las prácticas de conectarse a la tierra también son invaluables para establecer y mantener el equilibrio durante tiempos difíciles. Conectarse a la tierra es una manera de restablecer nuestra conexión con el universo. Al hacerlo, nos estamos alineando con la Madre Tierra. Llegamos a ser como un árbol. Visualizamos raíces profundas que se mueven desde las plantas de nuestros pies hacia abajo dentro del cuerpo de la tierra. Cuando nos arraigamos a la Madre Tierra, podemos aprovechar su fortaleza y recibir sustento de ella. Cuando nos plantamos firmemente, podemos balancearnos como un árbol pero permanecer inalterables. Conectarse a la tierra es una técnica poderosa para restablecer el equilibrio necesario y reactivar la confianza en el orden universal, que es fundamental para desarrollar confianza en todas las demás relaciones. Los sanadores tradicionales enseñan el poder de usar piedras para disipar la confusión y realinearnos con las influencias terrestres que dan equilibrio y serenidad. Existentes desde los albores de la creación, las piedras han acumulado energía electromagnética de la superficie de la tierra. Su energía almacenada puede ser transmitida a alguien que sostenga una piedra y respire hasta que pase la tensión. Las rocas que se utilizan para sanación se recogen de los lechos de los ríos o de las costas marinas. En el proceso de lavado esas piedras han adquirido las facultades de equilibrio del agua. Alguien que sostenga entre sus manos una piedra purificada por el mar o un río recibe, por lo tanto, no sólo la fuerza de la energía de la tierra sino también la energía de equilibrio del agua. Tanto la fuerza como la obtención de equilibrio son factores esenciales para sanar. Yo tengo una canasta de piedras lavadas por el mar. Invito a quienes puedan beneficiarse de su fuerza nutriente y su conectividad, a recoger una piedra y tenerla siempre cerca. Las personas que han sufrido experiencias traumáticas frecuentemente tienen reminiscencias o momentos en los 52 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington cuales vuelven a experimentar el trauma. Esto puede ocasionar intenso sufrimiento emocional. A veces la experiencia es tan difícil que se disocian de ella, abstrayéndose emocionalmente de la realidad presente. La terapia de la piedra es una ayuda tremenda durante esos periodos. Aliento a las personas a guardar una piedra en el bolsillo, donde puedan fácilmente tomarla a la primera advertencia de un mal recuerdo. Sostener una piedra no solamente impide la disociación, sino también ayuda a la disminución general de los temores e inquietudes asociados con la incapacidad de confiar en el orden universal. Un sanador aborigen me enseñó que es responsabilidad de cada persona vivir en armonía con todas sus relaciones. Aprender a vivir en armonía comienza por honrar el uso tradicional de los objetos de la medicina sagrada. La Madre Tierra nos ha dado todo lo que necesitamos. El agua, los árboles y las rocas han sido colocados a lo largo de nuestro camino. Tienen el poder de nutrir, de sanar, de proteger, y de guiar nuestro viaje. Usar la medicina sagrada, ofrecida por estos objetos, ayuda a restablecer el equilibrio interior. Solamente cuando hayamos aprendido a “caminar en equilibrio” podremos vivir verdaderamente en armonía. 53 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 5: La Energía del Alma Soñar el sueño imposible, Pelear con el invencible adversario, Soportar la insoportable pena, Correr hacia donde el valiente no se atreve a ir - Dale Wasserman – El Hombre de La Mancha El alma humana frecuentemente se describe desde el punto de vista de un propósito individual y único. Esta creencia se basa en la suposición que cada persona tiene un propósito único en la vida, y que hemos sido dotados de las capacidades para lograr ese propósito. Nuestros talentos son los dones de nuestra alma al universo. Cuando somos creativos, cuando usamos nuestros talentos y habilidades, realizamos el trabajo del alma. Los artesanos de la edad Media tenían un profundo respeto por los talentos que habían recibido. Pensaban que las espirales de sus huellas digitales eran marcas dejadas por el alma al entrar al cuerpo y que ellas infundían su energía a lo que tocaban y a las cosas que elaboraban. Respetaban lo sagrado de los dones de su alma y aplicaban intensamente dicha energía en su labor. Al percibir su trabajo como una extensión de sí mismos, y como una expresión de su alma, exigían que cada creación fuera completada a su máximo potencial, cada pieza una expresión original de su alma, una obra de arte. Cuando trabajo con alguien que ha sido profundamente lastimado, aliento su expresión creativa. A través de su sanación muchos descubren, por sí mismos, el poder de usar sus talentos creativos como medio de expresar el dolor de su alma y como una manera de demostrar que se está logrando la sanación. Pienso que aplicarse intencionalmente a desarrollar energías creativas puede “bombear el surtidor”, por decirlo así. Presionando sólo un poco, nuestra participación en actividades creativas puede acelerar el alivio del dolor del alma. Con el alivio llega la invitación para su sanación. 54 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Les pido que fotografíen lo que les da esperanza. También les pido que dibujen, pinten o esculpan su intenso dolor interior. Luego los aliento a que escriban historias, poemas y canciones, que aprendan alfarería, trabajo en vidrio pintado, que canten y que bailen. Todas son expresiones creativas que proveen alivio al alma dolorida y la conducen hacia su sanación y crecimiento. Pienso que la creatividad es la expresión del alma. Cuando veo florecer la creatividad, incluso el deseo de repintar una pared o colgar un cuadro, lo veo como un paso hacia la sanación del alma. Desarrollar y usar nuestros talentos y habilidades es una expresión de energía de nuestra alma. La energía del alma es una medida de la profundidad de nuestras vidas. Cuando somos creativos estamos dando a luz, como el universo dio a luz a las muchas estrellas y flores. El universo tiene el hábito de crear belleza. Cuando usamos nuestras ideas creativas, estamos multiplicando las oportunidades para nosotros mismos y para otros de experimentar la plenitud en la vida. Pero toda nuestra envoltura, cuando la usamos para protegernos del mundo, interfiere con nuestra capacidad de servir al mundo. La capa de arcilla nos impide ver nuestra propia luz, nuestras propias capacidades y nuestros propios talentos. Al haber sentido dolor, tememos más pérdidas. Nuestro temor nos impide asumir riesgos, tener fe. Nuestras inhibiciones nos retienen, nos impiden recibir la tremenda abundancia disponible para nosotros a cambio del producto de nuestros talentos. Incluso a algunas personas se les ha enseñado que mostrar al mundo sus habilidades es ser vano o es fanfarronear. Pero cada uno de nosotros ha sido dotado con talentos necesarios para el crecimiento y expansión del Todo. La Biblia claramente muestra que estamos aquí para multiplicar los talentos que nos han sido dados. El sirviente que duplicó los talentos dados por su amo fue bendecido. “¡Bien hecho, siervo bueno y fiel!” En lo poco has sido fiel, al frente de mucho te pondré. El sirviente que los ocultó, argumentando que lo hizo para mantenerlos seguros, fue maldecido. “¡Siervo malo y perezoso! Quitadle, por tanto, el talento y dádselo al que tiene los diez mil. Porque a todo el que tiene se le dará y hasta que sea rico, pero al que no 55 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington tiene, incluso lo poco que tiene se le quitará.” (1) Se nos recuerda aquí que no es vanidad desarrollar y expandir nuestras habilidades. Es esencial. Aunque compartir nuestros talentos al máximo de nuestra capacidad será gratificado en la otra vida, se nos ha prometido que, al hacerlo, recibiremos abundancia en esta vida también. En otros tiempos, parte de la preparación de las ceremonias incluía pintarse la cara. Cada cara pintada narraba los atributos que la persona era capaz de compartir para la expansión y el crecimiento de la tribu entera. Uno solamente mostraba los atributos que poseía realmente, porque cualquiera de ellos podía ser requerido en cierto momento. Uno “perdía prestigio” si era incapaz de desempeñarse en algo que supuestamente sabía. Pretender tener atributos que uno no tiene es fanfarronear. Desarrollar y usar los talentos propios para el bien del Todo es productivo. Al expresarnos de maneras creativas, compartimos un mayor potencial con el mundo. Esto es no solamente prudente, sino sano. Cuando salimos adelante con valentía, cuando permitimos que incluso un minúsculo brillo de nuestro esplendor fluya a través de las fisuras de nuestro dolor, nuestra conexión con lo sagrado se fortalece. Hacemos avanzar nuestro crecimiento del alma individualmente y el crecimiento del alma del Todo. Para los pueblos que reconocen y honran su conexión con la Tierra, las prácticas y las ceremonias han sido y siguen siendo una expresión de su conexión con lo sagrado. Aunque un Chamán puede viajar al mundo de los espíritus en favor de una persona enferma, el individuo debe buscar la visión a fin de recibir guía espiritual sobre cómo mejorar el desarrollo y utilización de sus habilidades y atributos personales. El lugar elegido para la búsqueda de la visión y el sitio para otras ceremonias sagradas deben ser puntos donde la conexión humana con la Madre Tierra es poderosa. La Tierra tiene líneas de energía semejantes a los meridianos de energía en el cuerpo humano. Cuando un ser humano busca la conexión con la Tierra, la energía comienza a fluir a esa área porque nuestro cuerpo, como la Tierra, es electromagnético. Al honrar la conexión con paciencia y práctica, la alineación crece y la conexión se fortalece. Se crea un lugar de poder cuando la energía de la Madre Tierra es atraída frecuentemente al sitio donde se requiere la energía para sanar y guiar. 56 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Generalmente nos referimos a “lugares sagrados” como a sitios donde han ocurrido milagros, tales como Lourdes o Fátima, y a “Tierra Santa” como a los lugares donde Jesús caminó y oró. Pero cada parte de la Tierra es sagrada. La sacralidad de cualquier área puede aumentarse simplemente atrayendo la energía a ese lugar. Abraham estuvo en el desierto. Morgana La Fey, la media hermana del Rey Arturo, se dirigió al monte de las Diosas. Los Pueblos Terrenales se reunían en lugares rocosos convertidos en sitios sagrados para sus ceremonias. Desde tiempos antiguos, la gente ha comprendido que la Madre Tierra abastece de buena voluntad la energía cuando comulgan con ella mediante el ritual. Los cantos, los tambores, y las danzas ceremoniales atraen la energía sagrada al sitio, que puede entonces usarse para una búsqueda de visión, para clamar por lluvia, para pedir sanación, o para pedir una bendición. Las piedras de un sitio sagrado retienen, para siempre, los pensamientos y palabras de cada buscador. Los sanadores capaces de usar piedras terapéuticamente pueden conocer por ellas lo que ha sucedido en cualquier ubicación. Las ceremonias de adoración de pueblos que reconocen y honran su conexión con la Tierra, celebran la sacralidad de su conexión al Todo. Esta religión se basa en la creencia que todos en la creación deben honrar y sustentar la vida y la sanación en cada parte de ella. Cuando recordamos celebrar los ritos, cuando reconocemos con agradecimiento nuestros atributos y cuando bailamos con alegría en unidad y armonía, atraemos la energía sagrada para nuestra sanación, y para la sanación del Todo. Pero quienes hemos sido educados en la cultura Occidental podríamos encontrar las enseñanzas y prácticas de nuestra religión más orientadas a sí misma que a promover nuestra conexión espiritual con el Todo. Las ceremonias de adoración a las cuales estamos acostumbrados podrían o no equipararse con las necesidades crecientes de nuestra alma. Podremos ser altamente religiosos y aún estar privados del alimento que nutre nuestra alma. Más que ayudar a quitarnos nuestra envoltura de dolor y oscuridad, y guiarnos en el viaje que nos conecte a la luz del Todo, los dogmas y rituales de nuestra fe tradicional pueden contribuir a aumentar nuestro sentido de desconexión, agregando capas adicionales a nuestra cobertura de temor. 57 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington La preservación de cualquier religión resulta del reforzamiento del sistema fundamental de creencias sobre el que dicha religión está basada. Muchas de las creencias y prácticas que aceptamos en el mundo Occidental, frecuentemente sin cuestionar, tienen sus raíces en una estructura religiosa jerárquica de la Edad Media. Muchas de nuestras interpretaciones de lo que es sagrado, y de nuestra relación con lo sagrado, han llegado a nosotros a través de un modelo que a lo largo de los siglos se ha fusionado estrechamente con sistemas políticos que mantienen el poder, invalidando al mayor segmento de seguidores. Muchas de las enseñanzas y postulados subyacentes a los que adherimos, se arraigan en prácticas medievales que utilizaban tácticas de temor para imponer compromisos y afiliación con la religión. Fundamental en ese modelo es la suposición que los seres humanos somos indignos de cualquier relación directa con la Divinidad, y que cualquier relación con la Divinidad requiere un intermediario. Además de esta suposición, existe la noción que únicamente aquellos en posición de autoridad religiosa tienen la capacidad de distinguir lo sagrado de lo profano. Únicamente ellos, por lo tanto, pueden describir una relación humana - divina digna de veneración, amor, esperanza, confianza y perdón. Nuestras creencias fundamentales sobre nuestro mérito propio y sobre nuestro mérito en las relaciones se establecen desde el comienzo de la vida. Nuestras primeras creencias son reforzadas una y otra vez por las instituciones religiosas y políticas que nos rodean. Estas poderosas instituciones penetran en nuestro sistema de creencias, influyendo fuertemente nuestro pensamiento y nuestro comportamiento. Como resultado, retenemos numerosas ideas contradictorias que desgastan nuestra autoestima e interfieren con nuestra capacidad de desarrollar y mantener una relación personal afectiva con una Presencia Divina. Se enfatiza mucho la maldad de los seres humanos y la indignidad de la persona. Una vez le di a mi hijo un lápiz que tenía inscrito: “Yo soy maravilloso y valioso. Dios no crea basura.” ¿Como podemos ser parte de la Divinidad y aún ser indignos de una relación personal? Muchas religiones enseñan que el cuerpo es un templo precioso, que alberga el espíritu. Pero también el tormento del cuerpo físico, sin mencionar lo emocional, como medio de purificación y de renovación, es una práctica profundamente arraigada. Esta idea, junto con la negación del aspecto 58 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington femenino de la deidad, ha conducido a prácticas que no solamente denigran el alma individual, sino que, y especialmente, denigran a la mujer y su espiritualidad. Las reglas dirigidas a mantener a las mujeres impotentes dentro de las religiones organizadas, no solamente han excluido a las mujeres de las posiciones de liderazgo, sino que han consolidado la creencia que las mujeres son creaciones menos valiosas que sus contrapartes masculinas. Aunque muchos movimientos religiosos han tomado medidas para erradicar la práctica de excluir a la mujer, estas perspectivas arraigadas continúan aún hoy infiltrando actitudes y acciones hacia las mujeres. No hacía mucho que trabajaba con mujeres que intentaban recuperarse de una vida traumática, cuando empecé a identificar alusiones religiosas y políticas de violencia contra ellas. Los problemas que las mujeres encaran en la actualidad son, en gran parte, un resultado de la historia de la mujer dentro de la iglesia. Durante la Edad Media y en las décadas de la colonización, había una conciencia creciente de la relación entre la religión y el poder, entre el poder y el usufructo. Las autoridades eclesiásticas reconocieron que para tener la ventaja del poder era necesario que los sacerdotes establecieran control sobre la gente y su sistema de creencias. Para los Pueblos Terrenales, la sanación y la espiritualidad no eran cosas distintas. Ellos celebraban la Divinidad en toda la naturaleza y honraban la sabiduría y la capacidad del sanador que podía conectarse a la Fuente de energía Divina y usarla para sanar. Las habilidades del sanador eran requeridas durante tiempos de enfermedad física y también durante crisis espirituales. A fin de adoctrinar a la gente en un nuevo sistema de creencias, los sacerdotes necesitaron usurpar el poder otorgado a los sanadores y a las Religiones Terrenales. Dado que muchos de los sacerdotes eran incapaces de dar sanación, hubo necesidad de separar de las mentes y prácticas de la gente la conexión largamente mantenida entre la sanación física y sus creencias sobre lo sagrado. Las enseñanzas y prácticas relacionadas con la sanación llegaron a estar intencionalmente asociadas solamente con lo espiritual. Esto relegó la responsabilidad para sanar solamente en Jesús, eliminando a los que decían ser sus seguidores, de su obligación de sanar a los enfermos tal como Él les había indicado, e impidiendo desempeñar sus rituales sagrados a quienes podían brindar sanación física y espiritual. 59 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Las religiones Terrenales fueron prohibidas, y los que siguieron practicando su espiritualidad de esa manera fueron atormentados, y condenados a muerte. El significado anexo a ciertas palabras de uso común, tales como “bruja”, una mujer con facultades sobrenaturales, “pagano”, una palabra común para designar a la Gente Terrenal, y “vudú”, buscar hondamente en los significados del universo, fue corrompido intencionalmente al ser asociados con algo perverso más que con algo bueno. Cualquier persona acusada de tener facultades para sanar era declarada maligna - acosada y horriblemente mutilada. Durante este reino del terror, una mujer podría ser señalada como “bruja” por reprender, sermonear, o por replicarle a su esposo. Ambos, la iglesia y el estado, aceptaban que una mujer era menos valiosa que un hombre, y que la mujer era propiedad de su esposo. Estas creencias y prácticas se convirtieron en ley y aun continúan influyendo las leyes y prácticas en nuestros días. Actitudes que proyectan las cualidades perversas en el género femenino han sido secreta y públicamente usadas como una excusa para mantener a las mujeres en posiciones inferiores, para contener su influencia. Esto ha marcado a la mujer como blanco justificable para su explotación y perpetúa la violencia contra ellas, y contra todos los que están atrapados en posiciones de impotencia. Esas convicciones nos mantienen encerrados en un sistema de creencias que continuamente apoya la falta de dignidad. Los sentimientos de falta de dignidad nos hacen dudar de nuestras propias capacidades. Objetamos nuestro propio poder y cualquier conexión personal a algo que pueda reforzar la creencia que tenemos facultades sagradas. Estas creencias refuerzan nuestra oscuridad y nos mantienen envueltos en una nube de temor. Mientras sigamos aferrados a estas creencias como una manera de sentirnos parte de algo y de ser aceptados, esas mismas creencias nos mantendrán separados y aparte. Estas creencias nos impiden conocernos realmente y conectarnos con la Totalidad. Vivir dentro de los confines de tales creencias nos hace permanecer inquietos, desear, anhelar, y buscar. Es inherente a la experiencia humana sentir el deseo persistente de conectarse con lo sagrado. Anhelamos la Presencia Divina. Anhelamos quebrar la capa de arcilla que nos envuelve. Anhelamos dejar que la Luz Divina brille desde 60 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington nosotros. Anhelamos dar y recibir la luz, disfrutar, sanar y crecer en el intercambio. Cuando nuestras prácticas y enseñanzas religiosas sostienen este crecimiento, también se sustenta nuestro viaje de sanar hacia la luz. Pero cuando la religión evade o deforma esta verdad, el dolor de una mayor separación es insoportable. Cuando las prácticas que edifican lo sagrado de cualquier pueblo les son arrebatadas, la vida espiritual de cada individuo y del grupo entero languidece. Cuando la religión afirma el viaje espiritual, y lo sagrado en el ser, en otros y en el Todo, la religión y la espiritualidad se fusionan y el alma crece. 61 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 6: Una guía para el Viaje Espiritual La única luz que vale la pena seguir es la que brilla dentro de tu alma. - V. Blake Hace algunos años recibí una tarjeta postal con el verso arriba mencionado escrito bajo una fotografía de un amanecer. La tarjeta hace largo tiempo que desapareció de mis pertenencias pero la imagen y las palabras permanecen indeleblemente grabadas en mi mente y en mi alma. El resplandor interior, como la fotografía del sol que irrumpe en luz desde su lugar de descanso, es un poderoso recordatorio de nuestra capacidad de convertir nuestro mundo de oscuridad en luz. Sin embargo, estamos demasiado conscientes que no es durante nuestros días soleados sino durante nuestras temporadas lluviosas, que descubrimos las muchas capas de arcilla que nos cubren. Es durante los tiempos de crisis que somos catapultados hacia las grietas de nuestro ser, para descubrir ahí la armadura que protege nuestro quebranto. Aunque sabemos que es únicamente desde la oscuridad que podemos capturar los primeros rayos de luz, también sabemos que durante nuestros tiempos difíciles haría falta nada menos que una grúa gigantesca para mover las pesadas capas que nos han envuelto. Cuando trabajo con personas que intentan superar la oscuridad, trato de involucrarlas en actividades que las ayuden a pensar en una manera más holística. En un ejercicio, comienzan por visualizarse como un círculo brillante lleno de luz y totalidad. De una hoja de papel dorado, cortan un círculo grande para representar su plenitud. Los hago enfocarse en el círculo áureo que contiene todos sus atributos y sueños, esperanzas, sentimientos, aspiraciones, deseos, y habilidades que los conectan y relacionan con la Divinidad y con los demás. Luego les pido que intenten recordar algún momento en el que se hayan sentido más enteros y completos. 62 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Al principio de la fase de sanación, muchos son incapaces de verse de esta manera. Pero la mayoría es capaz de imaginar, dibujar, pintar, registrar, y describir por lo menos algo de lo que es posible. Incapaz de verse a sí misma como un círculo áureo lleno de luz, una mujer imaginó, con esperanza, algo diferente. Dibujó una brillante flor de diente de león con hojas que vibraban en su follaje, contra un fondo negro. La semana siguiente, volvió con una foto de un diente de león creciendo en un callejón. Los dientes de león florecieron a pesar de las circunstancias poco propicias. Pudieron compartir su pleno esplendor por su capacidad para buscar la luz a través de una grieta en la pared de cemento. Algún tiempo después, al describir como los millones de semillas del diente de león ahora viajaban por el aire, murmuró. “Sólo piensen en todo ese potencial.” El audaz diente de león, que había llegado a ser para ella un símbolo poderoso, nos recuerda a cada uno que, con similar tenacidad, también podemos superar obstáculos gigantescos. Que también podemos salir adelante ante grandes adversidades; podemos florecer. Nosotros, como Israel, podemos conocer la liberación. (1) El viaje de los Israelitas puede ser nuestra guía. Nuestro desierto y la tierra estéril pueden florecer con abundantes flores. Podemos volver a disfrutar una canción alegre. Nuestra ardiente arena puede convertirse en oasis. Nuestro dolor puede volverse regocijo y alegría. La tristeza y el pesar pueden desvanecerse. Yo les pido, a quienes estén dispuestos a superar el trauma, que reflexionen sobre el impacto que la pérdida, el cambio, el dolor, el tormento, han tenido sobre su sentido de integridad. Les pido que adviertan de qué manera su visión de ellos mismos ha cambiado. Que identifiquen cómo sus actitudes y sentimientos hacia sí mismos, hacia otros, el universo y su Dios, han cambiado. Que consideren la cantidad de energía que están invirtiendo al enfocarse en su lucha contra esos sentimientos. ¿Cuántos recursos usamos mientras lidiamos con el sufrimiento? Sobre una hoja de papel blanco, ellos dibujan un segundo círculo del mismo tamaño que el anterior. En este círculo trazan un segmento como una tajada de pastel, que representa el impacto del trauma sobre su sentido de totalidad. El segmento se colorea usando diseños, símbolos y colores de su preferencia que mejor describan su sufrimiento. El tamaño del segmento, los símbolos y los colores dependen de la importancia del impacto. Para 63 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington algunos, es enorme. Otros sienten que su sentido completo de integridad ha sido consumido por el cambio, la pérdida, la crisis o el trauma. Para muchos hay solamente oscuridad. Para otros, la oscuridad se confunde con diseños retorcidos de rojo intenso. Ellos incrustan dicho segmento sobre el círculo de su integridad áurea. Este poderoso ejercicio se hace no para enfatizar la herida, sino como un punto de partida desde donde pueda comenzar la sanación. El primer paso para sanar es reconocer la profundidad de nuestro sufrimiento. Muchos han negado el dolor de su congoja, y a muchos se les ha negado la pena de su sufrimiento. Nuestra participación activa y física en los ejercicios de sanación para reconocer nuestros sufrimientos y nuestro deseo de superarlos, demuestra nuestro compromiso hacia nosotros mismos y hacia el universo. Este reconocimiento parece acelerar el proceso de recuperación. A través del ejercicio del círculo y del segmento, hay un reconocimiento visual y tangible que la esencia áurea ha sido enterrada bajo capas de temor y dolor. De este reconocimiento parte el ímpetu para buscar herramientas que agrietarán nuestro escudo. Habiendo sido escogidas e implementadas las estrategias de sanación, se coloca un símbolo sobre el segmento de sufrimiento, como un recordatorio concreto de la sanación que está ocurriendo. Colocamos estrellas doradas, plateadas, y azules; también usamos figuras de árboles y flores para representar la reconexión sanadora con la naturaleza. Otros colocan notas musicales y otros símbolos artísticos para representar su capacidad de volver a expresar la voz reavivada en sus almas. Una persona desgastó el segmento con un pequeño cortaplumas para mostrar el oro que, bajo su sufrimiento, comenzaba a resplandecer. A veces, a causa de un fuerte trauma o a causa de una “acumulación” de sucesos no sanados, nuestro sentido entero de totalidad puede ser consumido por la oscuridad. Pueden ocurrir pérdidas múltiples en sucesión tan rápida que hay poco tiempo para sanar una antes de sentir el efecto de la siguiente. En esos momentos, incluso puede ser difícil distinguir los aspectos de una pérdida y los de otra. 64 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Con la pérdida de un trabajo, por ejemplo, uno frecuentemente experimenta una pérdida de dignidad, una pérdida de función, de estatus, de poder, y de responsabilidades. Estas pérdidas pueden estar compuestas por pérdidas financieras y materiales. Puede haber una pérdida asociada con el apoyo de la familia, e incluso una pérdida de relaciones, por divorcio o separación. Las pérdidas múltiples, especialmente cuando las sufrimos en rápida sucesión, pueden destrozar nuestra capacidad para confiar en las circunstancias de la vida. Frecuentemente veo esta incapacidad de confiar, o de esperar que las cosas mejoren, en ancianos que deben ser puestos bajo cuidado a largo plazo. A su arribo al asilo, muchos parecen confusos. Cuando se analiza la acumulación de múltiples pérdidas recientemente experimentadas, se comprende la razón de su desorientación. En muchos casos, la asesoría y el apoyo compasivo, en vez de las drogas psicotrópicas, pueden ser más efectivos para restablecer el equilibrio. Sin importar la edad, el sufrimiento interfiere con las capacidades cognitivas, ocasionando períodos de turbación aguda. Como nuestra mente está ocupada en tratar de “averiguar qué salió mal” somos incapaces de enfocarnos durante algún tiempo, en nada más que el suceso traumático y sus efectos sobre nosotros. Esto interfiere con nuestra capacidad para pensar de manera clara y organizada. Tenemos dificultad para tomar decisiones, y frecuentemente no tomamos las correctas. Entonces comenzamos a dudar de nuestras capacidades, y a temerle a lo desconocido, porque reconocemos la alteración en nuestros procesos de pensamiento. Llegamos a experimentar olvido, agitación e inquietud. Quienes no han experimentado algún trauma tienen dificultad para comprender el enorme impacto y los efectos sobre el funcionamiento humano que resulta de una experiencia personal traumática. Pocos reconocen cuán generalizados son los traumas. Pero el trauma se presenta de muchas maneras. Los efectos pueden resultar de guerras, desastres naturales, accidentes de auto o avión, choques de tren, raptos, ataques, asesinatos, muertes súbitas, suicidios y muerte infantil. (2) Apenas ahora se está empezando a reconocer el trauma que resulta de la violencia doméstica, el abuso infantil o sacrificios en sectas religiosas. (3)(4)(5) Los síntomas psicológicos y los desórdenes psiquiátricos más serios ocurren cuando el trauma se prolonga y se repite. (6) El trauma más pernicioso es el que se inflige deliberadamente en una relación donde la víctima es dependiente, sobre todo en una relación padre - hijo. El trauma más grave implica una 65 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington actitud de intención perversa por parte del perpetrador. (7) (8) (9). Y si bien podemos llegar comprender que esos sucesos traumáticos nos dejan luchando con un sentido de desintegración, hay otro cúmulo de sucesos y periodos en la vida, que no son frecuentemente reconocidos por nosotros mismos u otros, que nos sacan de curso y nos dejan pugnando en un estado de desequilibrio. Vivimos en un mundo de cambio, y con cada cambio hay pérdida. El cambio puede ser de desarrollo, tal como cuando un hijo se va de la casa, o circunstancial, como el que debemos encarar ante una mudanza, o el incendio de nuestra casa. Algunos cambios son elegidos. Otros son impuestos. Los cambios impuestos nos roban el control. Los cambios impuestos nos dejan como marionetas pendiendo desde una cuerda, sacudiéndose al antojo del viento. El grado de control que tenemos sobre la situación parece influir en nuestra adaptación. Al parecer, cuando podemos planificar con antelación, dedicar tiempo y energía a anticipar el cambio y las pérdidas subsiguientes, estamos mejor capacitados para superar la experiencia. Por eso, las muertes inusitadas, y las muertes que ocurren fuera de tiempo, como la de un niño, o un cambio que se nos impone, como ser desterrados de nuestro país debido a la guerra, o la súbita pérdida del trabajo, tiene un impacto tan profundo. Cada suceso traumático ocasiona cambios en muchos aspectos de nuestra vida. Para algunos, el cambio puede ser enorme. Para otros, puede ser menos traumático. Pero todo el cambio trae consigo aspectos de pérdida. Para algunos, el cambio puede anunciar a la vez la pérdida de una relación pasada y un futuro planificado. Para otros, el cambio puede incluir una necesidad de renunciar a un sueño largamente contemplado, una meta que nunca podrá lograrse. Pérdida significa final. Algo debe terminar antes que algo pueda comenzar. Debemos dejar ir lo viejo antes de poder continuar con lo nuevo. Nos resistimos al cambio. Preferimos el statu quo. Nos sentimos más seguros con lo conocido. Los finales significan clausura, decir adiós. Los finales ocasionan pena; lo que se ha perdido no puede recobrarse. La pena causada por lo que nos ha sido despojado puede ser muy, muy profunda. Aunque la trascendencia de la pérdida y los efectos a largo plazo dependen de cada persona, la pérdida nos afecta, y frecuentemente más de lo nos 66 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington permitimos reconocer. No sólo nuestra capacidad de pensar se altera, sino que el impacto se siente en cada aspecto de nuestro ser. Frecuentemente, ya sea porque no queremos reconocer los daños causados por el impacto de un suceso traumático, o porque no podemos, o elegimos no perder el tiempo y la energía requeridos para sanar, “posponemos” nuestra sanación. Lavamos el exterior, poniendo mucho cuidado de no restregar demasiado hondo. Tomamos solamente el tiempo suficiente para sanar una frágil capa que cubra el dolor de la superficie. Como la herida infectada de una fractura compleja, si no se cura antes de entablillarla, la supuración de la llaga pronto se hará evidente sobre el yeso. Cubrimos la secreción colocando una venda tras otra. Las vamos haciendo cada vez más gruesas, más fuertes, más y más como una capa de arcilla. Y seguimos adelante. Pero las heridas desatendidas tienen una manera de rehusarse a permanecer olvidadas. El más leve golpe, frecuentemente cuando menos lo esperamos, puede convertir la gota de sangre en hemorragia. La hemorragia interfiere con nuestras vidas. Las heridas hondamente ocultas bajo muchas capas de envoltura deben ser desinfectadas hasta el núcleo. El pesado tejido debe removerse completamente. La sanación debe ocurrir de adentro hacia fuera. Para que puedan captar visualmente la necesidad de comenzar a sanar desde el núcleo, usualmente pido a las personas con las que trabajo, que vuelvan al ejercicio de su círculo de plenitud, y que reevalúen el segmento que representa el impacto del sufrimiento. Dicho segmento se divide en tres secciones. La sección de arriba se llama “mi yo físico”, la del medio “mi yo emocional” y la de la base “mi yo espiritual.” Se dibujan dos círculos alrededor del segmento. En el primero se escribe “mi mundo social.” El círculo más grande se marca “el medio ambiente.” Los círculos que rodean el segmento simbolizan que nosotros, como seres humanos, somos cuerpo, mente y espíritu y que no estamos separados, sino que formamos parte, y estamos constantemente influyendo, y somos influidos por nuestros ambientes sociales y naturales. Este ejercicio de metáfora visual nos recuerda que cuando experimentamos un suceso traumático en la vida, la angustia repercute en cada aspecto de 67 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington nuestro ser. Si cada aspecto está dañado, la sanación requiere que invirtamos tiempo, energía y recursos en sanar cada una de estas dimensiones. Sin embargo, tristemente, la mayoría de nuestros recursos personales y profesionales ponen vendajes sobre la herida, ignorando el foco de supuración. Atendemos el dolor físico y el sufrimiento emocional, pero estos recursos son frecuentemente utilizados y retirados antes que la agonía del alma aflore a la superficie. Las primeras reacciones al trauma se experimentan inicialmente en nuestro cuerpo físico. El flujo de adrenalina nos prepara para pelear o para huir. Toma solo unos días antes que el impacto ceda ante el tormento acumulado y se haga sentir en nuestro cuerpo emocional, pero toma meses o aun años afrontar las intensas tribulaciones del alma. Cuando hemos sido profundamente lastimados, respondemos al sufrimiento del alma en tres fases. Al principio, intentamos satisfacer las preguntas que provienen del exterior del alma con respuestas retóricas familiares. Respondemos desde las creencias que en general nos han inculcado pero que nunca hemos experimentado personalmente. Tratamos de apaciguar el alma con afirmaciones como “Fue la voluntad divina.” “Todo ocurre por alguna razón.” “Yo sé que ahora está en un mejor lugar.” “Nos volveremos a encontrar algún día.” “Debe ser como Dios quiere que sea.” “Debo estar en esta relación por alguna razón.” Pero nuestras almas no se convencen. Las viejas creencias son incapaces de responder sus incesantes preguntas. Nuestras almas claman por conocer la verdad. En la segunda fase afrontamos el reto. Somos forzados a rebelarnos contra nuestro sistema de creencias. Debemos desafiar cada creencia, cada postulado sobre la vida y la muerte y sus significados. Este tortuoso periodo de incertidumbre es, pienso, lo que San Juan de la Cruz refirió como “La Noche Oscura del Alma”, (10) y que Santa Teresa de Ávila (11) tan acertadamente describió. Ellos escribieron que durante la noche oscura del alma somos lanzados fuera de curso y forzados a luchar contra los demonios que se esconden en la oscuridad, justamente bajo la superficie de nuestra conciencia. 68 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Nos sumergimos en el foso de nuestra alma, para volver desde ahí a trazar los tramos de nuestro viaje. Somos forzados a examinar la persona en que nos hemos convertido, y nos atormentamos sobre lo que aún nos queda por realizar. Somos conducidos hacia la búsqueda del saber. No podemos encontrar reposo. Moviéndonos cautelosamente a través del borde, comenzamos a descender en la oscuridad. Paramos y cavilamos en cada grieta a lo largo de las paredes del pasillo. Los efectos de la erosión son visibles. Blanqueadas por el sol y pulidas por los vientos del tiempo, fisuras de tamaños y formas indescriptibles yacen en diversas etapas de reconstrucción. Cada grieta traza el itinerario de nuestra alma. Cada fragmento da a conocer nuestra historia. El progreso, desconsoladoramente lento, es frecuentemente bloqueado. Muchas veces lanzados en retroceso, somos forzados a desandar los pasos ya avanzados. Aunque ocasionalmente nos elevamos sobre las alas del águila hacia la cumbre de nuestras tribulaciones, en su mayor parte bregamos en la ordinariez de la planicie. Nos sumergimos en los valles y andamos sobre las ardientes arenas del árido desierto de nuestras experiencias. Nos percatamos que hay afilados acantilados que deben ser pulidos. Hay valles profundos que deben llenarse y áreas yermas que deben cultivarse y regarse. (12) La peregrinación no es fácil. El viaje interior rara vez lo es. Es una trayectoria formidable cubierta de peligro. Es un tiempo de prueba, y revela lo inadecuado de nuestras antiguas maneras normales de ser. Es un tiempo de aridez, desolación y depresión, cuando nos sentimos abandonados por otros. Pero especialmente, cuando nos sentimos total y completamente olvidados por Dios. Devorados por la oscuridad y separados y desligados de las normas establecidas. Demasiado agotados para continuar luchando, sucumbimos; nos rendimos. Nos hundimos cada vez más. La oscuridad se intensifica. Entramos al pozo. Nos hundimos en el silencio de la amargura. Desciende la nube envolvente. Comienza nuestro período de recluirnos en un capullo. Pero nuestra lucha en la oscuridad no transcurre sin mérito, porque en el momento más oscuro es cuando llega el verdadero mensaje de 69 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington transformación. “Es durante nuestro tiempo oscuro, que los ojos comienzan a ver”. (13) Es en ese tiempo que nuestra conciencia se mezcla con la conciencia de Dios. (14) Nuestro tiempo en el capullo es el tiempo de purificación del alma, permitiendo nuestro pasaje a niveles más altos de conciencia. Si logramos resistir hasta el amanecer, si podemos, como dice Joan Boryshenko, “confiar y creer que nuestra noche oscura fue sólo un preludio para la luz” (15), entonces podremos avanzar mediante la transición conscientes que, si hacemos el trabajo necesario para nuestro renacimiento, veremos el alba despertar nuestra alma para darle la bienvenida al espíritu que regresa. Sabemos que ya no somos los mismos, que nunca volveremos a serlo. La experiencia del trauma y la experiencia del viaje nos ha cambiado en esencia. ¿Pero qué somos, entonces? ¿Qué tipo de mariposa llegará a ser esta larva, que es apenas capaz de arrastrarse sobre la dura superficie de la tierra? Cubiertos totalmente por las nutrientes fibras del capullo, comenzamos nuestra transformación. Nuestros gemidos de agonía (constantes y casi inconscientes) se vuelven leves murmullos de solaz. Soñamos. Vislumbramos un significado más grandioso para nuestra existencia. Comenzamos a ver algunos diseños en la fibra de nuestro capullo. Advertimos que la fibra ha sido tejida y moldeada por nuestras experiencias. Percibimos la belleza y originalidad de nuestra tela y vemos que el filamento es absorbido por la tela de nuestro ser. Dormimos, soñamos y sanamos. Nuestra luz brilla y comienza, suave y constantemente a irradiar. Las capas exteriores de nuestro capullo fibroso se desmoronan; los hilos se desatan. El capullo se debilita. La mariposa está presta a surgir. Pero ahora debemos demostrar que podemos abrir nuestras alas. Debemos mostrar que podemos volar hacia la luz. Esta es una tarea trascendental. Requiere todo nuestro valor. Sabemos poco sobre este nuevo ser en que nos hemos transformado. Se nos hace difícil confiar en el resplandor de esto tan nuevo. 70 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Hemos vivido tanto tiempo en la oscuridad. La conocemos bien. Sabemos como movernos en ella. No conocemos la luz. Sin embargo, ahora estamos firmemente conscientes que para poder lograr nuestro gran propósito, debemos buscar la luz. Debemos irradiar nuestro resplandor. Debemos tomar valor. Debemos superar el temor. Debemos correr el riesgo. Debemos revolotear hacia adelante. Debemos preservar las verdades que hemos aprendido en el capullo. Debemos compartir lo que hemos asimilado. Debemos creer en nuestro propio resplandor. Estamos inmersos en la tercera etapa de la lucha de nuestra alma. No tenemos todas las respuestas, y las que tenemos continúan variando, a la vez que cambia nuestra conciencia. Pero ahora sabemos cuales son las viejas creencias que no debemos retener; habiendo sido puestas a prueba en el fuego de nuestra experiencia fueron consumidas por las llamas. Las que retenemos ahora aún van más allá. Han llegado a ser nuestro conocimiento personal. Para algunos, el desafío de salir del capullo y avanzar en la vida es demasiado aterrador. Incapaces de aceptar su propio resplandor, su propia metamorfosis, prefieren hundirse más profundamente en el capullo. Incapaces de recibir sustento de la debilitada envoltura, sus alas se marchitan. Atorados entre las desgastadas fibras, nunca vislumbrarán las posibilidades de su luz. Otros, impacientes por el periodo de inactividad, y desconfiando del proceso, abandonan el capullo mucho antes de descubrir qué tipo de mariposa iban a ser. Con las alas demasiado inmaduras para mantener el vuelo, revolotean por la vida incapaces de alcanzar las alturas a las cuales estaban destinados a volar. Pero, si no apresuramos el tiempo de recogimiento en nuestro capullo, y salimos a luz antes que nuestras alas estén secas y totalmente formadas, entonces experimentaremos ¡la gloria de la mariposa! También sabremos qué es ser una cosa hermosa. No volveremos a necesitar arrastrarnos, porque nuestras delicadas alas atraerán la brisa del hálito divino, y siguiendo los marcadores provistos para guiar nuestro viaje, nos remontaremos hacia el logro de nuestro propósito. 71 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 7: La Pérdida del Alma En medio del invierno Descubrí dentro de mí Un verano invencible. - Albert Camus La mayoría de nosotros nos hemos hecho expertos en reconocer los síntomas físicos de la angustia y el sufrimiento, tanto en nuestra vida personal como en la profesional. Comprendemos la relación entre la tristeza y la falta de apetito y sueño. Sabemos que el dolor abdominal, el dolor de pecho, el dolor de cabeza y el dolor de espalda pueden ser síntomas de que el cuerpo físico se repliega en agonía. Y sabemos que los ríos turbulentos de las emociones de ira y arrepentimiento deben ser navegados. Pero ¿cuántos de nosotros tenemos alguna idea de cómo es el sufrimiento del alma, o la pérdida de totalidad de nuestra alma? Los pueblos indígenas de muchas partes del mundo tienen una creencia común sobre la reacción humana ante la crisis existencial. Según esta creencia, el choque psicológico experimentado después del trauma fragmenta el alma. Una o varias partes del alma pueden abandonar el cuerpo para retornar a la paz del mundo de los espíritus. Instintivamente, conscientes que el suceso traumático ha ocasionado daño, los chamanes y otros sanadores desempeñan diversos rituales a fin de instar al espíritu a volver a su hogar humano. Aunque estas prácticas no son acogidas públicamente dentro de nuestra cultura Occidental, de algún modo su legitimidad suena verdadera. Profundamente dentro de cada uno de nosotros perduran las raíces heredadas de nuestros ancestros. A cierto nivel cada persona está consciente de este conocimiento. Nuestra memoria es una parte indeleble de la memoria colectiva, que contiene la historia de todos en el universo. La historia del trayecto de nuestra alma, así como también la historia del trayecto del alma del colectivo, el trayecto de todo el género humano, es una 72 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington parte de este conocimiento. Nuestra capacidad para aprovechar lo que Jung llamó el inconsciente colectivo (y que yo prefiero llamar el conocimiento colectivo) nos permite rearmarnos y comprender verdades mayores que pudimos haber conocido anteriormente. Nuestro lenguaje, arraigado en el saber de nuestros ancestros, es una parte de la memoria colectiva. Repetimos las creencias latentes acerca de los efectos del trauma sobre nuestra alma cuando nos referimos a nosotros mismos como “inanimados” o “bajos de espíritu” en las ocasiones en que nos sentimos vencidos, desconectados, o ajenos al flujo vivo de la vida misma. (1) Nos referimos a nosotros mismos como “con el espíritu destrozado” cuando hemos sido despojados de la energía que nos permite sentir plenitud y valor. Hay veces en cada una de nuestras vidas que quisiéramos “dejar ir el espíritu.” Cuando atravesamos por nuestras propias noches oscuras ponemos más atención al conocimiento antiguo del alma quebrantada después de alguna experiencia traumática. Durante estos momentos estamos agudamente conscientes del quebranto de nuestro espíritu. Reconocemos que nuestra energía está siendo enfocada en la búsqueda de un propósito para nuestra existencia. Sabemos que tenemos poca energía útil para cualquier cosa que no sea para la búsqueda, y aunque es sumamente incómodo, también sabemos que estar “atorados” es esencial. Estamos conscientes de nuestra deficiencia. Reconocemos que debemos permanecer quietos y silenciosos en la profundidad, hasta que podamos acumular la energía necesaria para sanar nuestro núcleo fracturado. Reconocemos que en el quebranto no se hace ningún progreso. En septiembre de 1985 mi espíritu se fugó. El dolor psicológico de perder un hijo me forzó a experimentar la noche más profunda y oscura del alma. Como Perséfone, (2) un día cortaba flores en un hermoso jardín, y al siguiente me perdía en la oscuridad del mundo subterráneo. La vida había sido brillante y gloriosa, pero aquella mañana de septiembre, todo desapareció. Había pisado una trampa y estaba cautiva en una prisión sin ventanas. Atrapada en la oscuridad, me sentía abandonada y olvidada. Durante diez largos años vagué inanimada, buscando en las sombras una manera de salir, buscando en la oscuridad lo que había perdido. Aunque nunca había oído sobre la noción de la noche oscura del alma, estaba 73 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington profundamente consciente que mi reacción inicial al impacto por la muerte de mi hijo me había dejado hueca y vacía, incompleta y desconectada. Envuelta en un pesado manto oscuro, vivía en un confuso estado de desequilibrio. Sentimientos de anhelo dominaban mi pensamiento. Sabía que estaba buscando. Sabía que buscaba lo que había perdido. Sí, buscaba a mi hijo perdido, pero más precisamente, buscaba mi propio yo perdido, mi alma perdida y las características que se habían marchado con ella. Sabía que la nube que me envolvía no iba a disiparse hasta que no encontrara al objeto de mi búsqueda. Ya no podía seguir existiendo como un cascarón vacío. De algún modo mi descenso en el aparentemente insondable foso de agonía despertó una voz en lo más profundo de mi ser. Estaba siendo empujada a comprender. La agitación no cesaba. La voz de mi alma, profunda dentro de cada célula de mi cuerpo, agonizaba. Destrozada y rota, cada célula clamaba en desesperada necesidad de ser colmada con la energía del espíritu. El espíritu había escapado de una situación insufrible y mi vida no podía regresar a su curso hasta que no pudiera convencer a mi espíritu que su hogar humano había sido no sólo restaurado, sino renovado y fortalecido. Necesitaba sanación. Necesitaba prácticas de sanación que convencieran a mi espíritu de permanecer en su hogar. Necesitaba convencer a mi restituido espíritu que su propósito de recorrer el Camino Espiritual de la vida física podía ser cumplido. A causa de mi propia experiencia, ahora admito y reconozco la pérdida del alma. Yo trabajo con gente afligida por múltiples pérdidas en su vida. Escucho historias de sus almas vaciándose y de su necesidad de reclamar la energía de su espíritu. Las mujeres que han sido objeto de abuso cuando niñas, frecuentemente cuentan que, al querer evadirse del abuso, escapaban al mundo de los espíritus. Comprenden que aunque “ellas” regresaban después del abuso, alguna parte de ellas nunca volvía. Nunca se sintieron íntegras. Nunca se sintieron completas. Me han contado de su evasión en color púrpura. De haber sido rodeadas y luego levantadas en púrpura. Conozco la importancia espiritual del color púrpura. No es difícil comprender que estas son historias sobre la asistencia recibida del reino de los espíritus. Me han dicho que fueron levantadas en 74 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington púrpura y luego puestas debajo de un “Árbol Maternal Sagrado”, tan grande era la necesidad de nutrirse. Otra me contó que había sido llevada por un pájaro gigante, y otra que había sido acogida en los brazos de los ángeles. Mientras el cuerpo fue forzado a soportar, el espíritu se apartó. Pero, frecuentemente, las partes separadas del alma y sus características no vuelven. Yo estudié las prácticas del chamán. Viajé al mundo del espíritu. Ayudada por el chamán y los espíritus guías, recobré las partes perdidas del alma. Hice esto usando las antiguas prácticas de los chamanes, pero también se me proporcionaron las partes del alma requeridas para la sanación de la persona que recibía la energía que yo transfería durante un tratamiento de Reiki. Durante esas ocasiones, he sido guiada para reconocer y acoger el regreso de la parte del alma y para usar el Rei (Divino) Ki (la Energía) para sellar la parte retornada a los chakras (centros de energía) de la corona y el corazón de la persona. Las terapias de energía sanadora se llaman a veces métodos de sanación “alternativos”. Esto es porque hemos llegado a reconocerlos como opciones alternas a los métodos farmacéuticos y quirúrgicos. Yo prefiero, sin embargo, referirme a esas prácticas espirituales y de sanación como métodos “complementarios”. Creo que ambas, la medicina occidental y las formas naturales y sagradas de sanar, deben ser reconocidas por el bien que pueden proveer a quienes lo necesitan. Los métodos de los modelos naturales y sagrados del mundo debieran ser usados para complementar el Modelo Científico, no como su sustituto. Muchas personas interesadas en formas más naturales de sanar están siendo atraídas también hacia formas alternas de espiritualidad. Han reconocido la relación cercana y antigua entre la sanación y la espiritualidad, y han identificado una necesidad de combinar ambas. Mientras los métodos de sanación por transferencia de energía son formas alternas profundamente fundadas en la espiritualidad, el chamanismo es una forma alterna de espiritualidad, profundamente fundada en la práctica de la sanación. El interés en formas alternativas de espiritualidad ha originado que muchos retornen a las Religiones Terrenales. El chamanismo y otras Religiones Terrenales proveen una integración con la naturaleza y el mundo natural, junto con el acceso a otros reinos de la realidad más allá del mundo material. 75 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Tom Cowan, autor de El Chamanismo y el Espíritu Celta (2) afirma que la palabra “chamán” viene de las tribus Siberianas, que usaban esa palabra para referirse al hombre o mujer con una clase especial de poder espiritual. Los chamanes son visionarios, sanadores extáticos. En otras tradiciones, se llaman “consejeros espirituales.” Un chamán, sin embargo, no guía a otros basado en experiencias personales sino que, conectándose por medio de un estado de trance al mundo de los espíritus, transmite la guía impartida allí. Cowan, un antiguo Católico Romano y ex seminarista Jesuita, encontró una atractiva mezcla entre la espiritualidad Celta, personificada en su prácticas de chamanismo, y el sistema de creencias Cristianas. Escribe: “Druidas y sacerdotisas, bardos y poetas, héroes legendarios, mitológicos dioses y diosas, santos y monjes cristianos, místicos, brujas y sanadores – lo que separa a estos individuos a través del tiempo y el espacio y por el avance del mundo tecnológico y científico, no es tan fuerte como lo que los conecta: los sólidos valores espirituales que han permanecido constantes durante siglos.” (3) Si realmente escudriñamos la vida de Jesús y su papel de sanador y generador de cambios, se hace evidente que sus acciones estarían más estrechamente asociadas a las de un sanador chamán que a las de un sacerdote. (4) El chamanismo está siendo revivido. El Espíritu de la Tierra llama a la gente a respetar la naturaleza. Dios está siempre presente en cada parte de la naturaleza, en cada parte de la creación. No respetar la Tierra es no respetar lo Sagrado. Como escribe Cowan, “La manera más natural de encontrar a Dios el Creador es a través de la naturaleza, de las estaciones, de los elementos.” (5) Dos veces en Buddha Viviente, Cristo Viviente (6) Thich Nhat Hanh comparte una leyenda cristiana recordando la presencia de Dios en la naturaleza. Es a mediados del invierno. San Francisco le dice al árbol de almendro, “¡Habla conmigo sobre Dios!” El árbol responde. Dios responde. El árbol comienza a florecer. Esta imagen poderosa nos enseña que Dios vive en la creación. El renacimiento del árbol en pleno invierno nos urge a reconocer la belleza, el esplendor, la gloria que es el reino del Creador dentro de la creación. En sus últimos años, mi suegro nos legó una suma de dinero. Nosotros decidimos gastarlo mientras él estuviera vivo, así el sabría cuánto apreciamos su regalo. Amo el sol y he disfrutado durante muchos años su 76 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington saludo matutino de calor y promesa. No puedo imaginar un cuadro más acertado de la cara del Creador que el del sol ardiente de la mañana. Conocedor de mi pasión por el sol, mi esposo usó el dinero para agregar a nuestra alcoba un magnífico solario con dirección al oriente. Ahora, cada mañana cuando el sol anuncia otro día, recito el Salmo de Gloria del Antiguo Testamento, (7) cuya copia grabada en caligrafía me regaló un amigo muy querido. “¡Cuán claramente el cielo revela la gloria de Dios! ¡Cuán simplemente muestra lo que Él ha hecho! Cada día se lo anuncia al día siguiente; Cada noche se lo repite a la próxima. Ningún discurso o palabra es pronunciado, Ningún sonido se oye; Pero el mensaje sale a todo el mundo Y es oído en todos los confines de la tierra. Dios hizo un hogar en el cielo para el sol; Sale por la mañana como un novio feliz, Como un atleta, ávido de correr una carrera. Comienza en un extremo del cielo y se desplaza hacia el otro, Nada puede esconderse de su calor.” El salmista vio, igual que San Francisco, la gloria de Dios en toda la creación. Todo es obra del Creador; todo lleva el Hálito, la Energía del Espíritu del Dador de Vida. El chamanismo y otras Religiones Terrenales están siendo revividas, a la vez que el llamado para poner atención a la vida en nuestro planeta se hace más fuerte. Pero el Chamanismo también está siendo revivido para cubrir las necesidades de sanación de la gente. Desde la Edad del Cientifismo, en un esfuerzo por separar la salud pública y la religión, hemos separado a la sanación de la espiritualidad. Pero, con todo y nuestro conocimiento científico, nuestra cultura ha llegado a ser cada vez más una cultura de aflicción. Muchos se sienten fuera de su sitio. Se sienten desolados, solos, separados, aparte. 77 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Nuestras instituciones están llenas de gente que ha perdido su conexión con lo sagrado, y, al hacerlo, también ha perdido cualquier conexión consigo misma, con otros, y con el mundo que la rodea. Cuando estamos abatidos y nuestra alma está destrozada; cuando nuestro espíritu ha huido, pugnamos, como con un plato roto, volver a juntar los pedazos. Pero aun al esforzarnos en sanar, la evocación de recuerdos puede provocar nuestra necesidad de “huir” y nos disociamos. Escapamos de nuestra dolorosa existencia y huimos del recuerdo que nos causa sufrimiento. Dentro de la aflicción somos incapaces de separar las dos. La pena es demasiado intensa para soportarla. Debemos partir, y partimos, como dijo una mujer “lejos . . . lejos . . . muy lejos.” Escapamos una vez más hacia la seguridad del reino espiritual, aunque a expensas de aumentar nuestra aflicción. En Ingresando al Círculo, (8) Olga Kharitidi, una psiquiatra rusa, describe cómo un viaje a las montañas Altai en Siberia la introdujo al aprendizaje del Chamanismo. Por medio de su Chamán instructor, Umai, descubrió los antiguos secretos de la sabiduría Siberiana que le fueron otorgados para ayudarla en su trabajo de sanadora. Umai describió, “las Enfermedades de la mente tienen solamente dos causas, que son totalmente opuestas. Una forma en que la gente puede llegar a enloquecer es si su alma o una parte de ella se ha perdido… La segunda es cuando están abrumados o invadidos por un poder extraño. Hay solamente dos maneras; no más.” El diagnóstico de Umai sobre la causa de las enfermedades mentales es idéntico a los descubrimientos hechos por Michael Harner, en su estudio de las prácticas de Chamanismo alrededor del mundo. Harner, autor y profesor de Chamanismo elemental, es considerado el padre del Neo-Chamanismo en Norteamérica. (9) Ambos, Kharitidi y Harner, comparten ejemplos explícitos de la sanación completa que resulta de la recuperación del alma y de la extracción de intrusiones espirituales. Olga Kharitidi comparte una historia de su experiencia como sanadora, sobre una mujer en estado terminal de esquizofrenia catatónica. Después de una breve cita en la que la Dra. Kharitidi exhortó a su sanador espiritual gemelo a “salir” (y a efectuar la sanación), la mujer se recuperó completamente, y pudo ser dada de alta del hospital psiquiátrico. 78 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington He observado frecuentemente, la palidez y la pesada sombra que nubla los ojos de quienes están experimentando tensión mental y emocional. Siempre he pensado que los ojos son “las ventanas del alma.” De esto ahora estoy segura. Luego de la sanación del alma he presenciado el retorno del resplandor y el destello a los ojos. Es una declaración de su capacidad de poder ver más claramente lo que no veían desde mucho tiempo atrás. La persona que recibe la sanación del alma reconoce que algo trascendente ha tenido lugar. Aunque no puedan ser capaces inmediatamente de relacionar todo lo sucedido, la mayoría cuenta acerca del cambio profundo que ya sienten por dentro. En poco tiempo son capaces de reconocer completamente la sanación que ha ocurrido. Una tarde fui convocada para ayudar con la sanación de un hombre joven perturbado a quien no conocía. Durante el “viaje” encontré a un niñito de unos tres años de edad, vistiendo pantalones azules y una camisa roja a cuadros, colgado de cabeza de una estrella. Siendo nueva en esta profesión, dudaba de mis habilidades y de lo que estaba viendo, pero confié en lo que me estaba guiando. Cuando la sanación se completó, compartí con el joven los fragmentos de la historia que me parecieron importantes. Aunque él podía identificarse con mucho de lo que vi y oí, fue incapaz de hacer cualquier conexión de memoria con el niñito o la estrella. Algunos días después, un talentoso profesor me dijo que tenía algo importante que decirme. El joven había vuelto para completar la historia. Cuando compartió con su madre lo que había ocurrido durante la sanación, ella rompió en llanto, contándole cómo la vida entera de la familia había estado “de cabeza” durante sus primeros años. Su padre había sido alcohólico. Una tarde, estando borracho, tropezó en la cuna, volcándola. El niñito quedó pendiendo del adorno de estrella de su cuna. Su madre le contó que durante varios días ella no pudo controlar sus gritos aterrorizados. Después de mi iniciación a la práctica del chamanismo no dudé nunca más de la realidad de la pérdida del alma. Yo la experimenté personalmente y, durante mi entrenamiento Chamán, experimenté la sanación de mi alma. He viajado al Mundo del Espíritu. He recobrado partes perdidas del alma. He presenciado la sanación, que previamente no hubiera creído posible, como reunir la fragmentación de personalidades múltiples. Aunque no soy un Chamán en el sentido tradicional, sino una contemporánea. He aprendido el 79 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington valor de reverenciar el Mundo del Espíritu. Acepto su guía. Estoy agradecida de su asistencia. Valoro este trabajo y, aunque hay muchas cosas que no conozco, sé que el viaje y no la llegada es mi meta. Durante mucho tiempo, después de estudiar y practicar las técnicas de sanación asociadas al Chamanismo, continué remitiendo a cualquiera que buscaba mi asistencia al respecto. Aunque reconocía el tremendo valor del trabajo, no me sentía capacitada. Todavía el “Espíritu” parecía ser de una mente diferente. Poco después de comenzar mi educación y práctica en Chamanismo, “recibí” una parte del alma mientras transfería energía Reiki. Las palabras no pueden describir mi asombro, pero sí la reverencia y la gratitud que sentí cuando una especie de filamento de la mujer con la que trabajaba, flotó suavemente en el chakra de su corazón. Parte de su alma había escapado dos años antes, cuando tuvo noticias de la muerte súbita y traumática de su hermano. Cuando una parte del alma escapa, las características asociadas con ella parten también. Cuando una parte de alma vuelve, sus características vuelven. Como en todos los casos de trabajo del alma, esta mujer necesitaba ahora tomar la decisión consciente de integrar las características restituidas y desarrollar los dones de su alma para que su espíritu pudiera, en este cuerpo físico y en estas condiciones, cumplir el propósito para el cual vino. Si somos capaces de abrigar la noción de la pérdida del alma, entonces debemos tener en consideración lo que se pierde cuando parte del alma escapa. Según la creencia de los chamanes, el alma tiene características, y son estas características las que nos hacen totalmente vivos, totalmente humanos, plenos y completos. Las características nos permiten sentir alegría, e incluyen la capacidad de apreciar, de ser creativo, de ser independiente, de asumir riesgos, de dar y recibir amor, de adorar, de maravillarnos. Las características incluyen una capacidad de conectarnos a la sabiduría, para diferenciar lo bueno de lo malo, para obtener e impartir conocimientos, para conocer y decir la verdad pero no ser prejuiciosos, para sentir y transmitir compasión, para dar consejos, para ser valientes, y para conocer nuestra personalidad y nuestro pleno potencial, pero siendo humildes y justos. 80 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington En Bienvenido a Casa (10) Sandra Ingerman describe la importancia de darles la bienvenida a las partes restituidas del alma. Insiste en la necesidad de tomarse el tiempo para reconocer e integrar dichas características. La integración de las características no es tan simple. Es fácil percatarse si nuestra independencia escapa a la edad de tres años y retorna a los treinta y tres, algún ajuste deberá hacerse. Si nuestro sentido de jovialidad o alegría se escapa a una edad temprana, su retorno, aunque es bienvenido y necesario para sentirnos completos, requerirá cierta adaptación, no solamente de nuestra parte sino también de quienes no están habituados a relacionarnos con dichas características. Si somos capaces de comprender la pérdida del alma y la desintegración que resulta, no es difícil comprender por qué los sanadores chamanes consideran nuestra cultura como una cultura con una gran necesidad de sanar. Mediante el reconocimiento de la pérdida de mi propia alma, y la fragmentación de otras, y en una búsqueda de la totalidad, comencé a examinar las estrategias que prometían una sanación más completa. Al observar los resultados, llegué a reconocer el valor de los métodos de sanación usados desde tiempos antiguos. Como Olga Kharitidi, Michael Harner, y Sandra Ingerman afirman, estos métodos se basan en la sabiduría hallada en el mundo del espíritu. La sanación chamánica provee una sanación inmediata que no puede lograrse con métodos Occidentales, aun después de años de psicoterapia intensiva. Olga Kharitidi comienza su libro Ingresando al Círculo (12) con un cántico que, afirma, se ofrece tradicionalmente en reparación por posibles violaciones de las condiciones bajo las cuales se permite que el conocimiento Sagrado sea compartido. Ha llegado el momento de unir más estrechamente las prácticas de salud y sanación. Al mismo tiempo, es necesario decir plegarias como esta para asegurarnos de que cada uno de nosotros cumple su parte para transmitir la verdad. Si había algo en el aire Si había algo en el viento Si había algo en los árboles o arbustos Que podía pronunciarse y fue alguna vez escuchado por los animales, Que este Conocimiento Sagrado vuelva a nosotros. - Atharvaveda (VII 66) 81 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 8: El Despertar El hombre inteligente fija Su mirada sobre la sabiduría Pero los ojos del ignorante están puestos En los confines de la tierra. - Proverbios 17:24 Karen Martin (1) desarrolló un modelo en el cual se representa el camino recorrido mientras se experimenta un sufrimiento, como un número ocho. La figura del ocho se usa en muchas culturas para simbolizar el infinito. El propósito evidente de la Dra. Martin al usar este símbolo fue describir el sufrimiento como un viaje que puede tomar un largo tiempo. Y desde luego, para algunos, la lucha por liberarse de dicho sufrimiento dura el resto de sus vidas. Cuando yo utilizo su modelo, me gusta representar la figura como haciéndose más y más pequeña cuando vamos encontrando significado a lo que nos ha sucedido, y un nuevo propósito para nuestras vidas. La Dra. Martin teoriza que, en la aflicción, algunos responden inicialmente con su cabeza y otros con sus instintos. Los que empiezan a penar con sus cabezas, como representa la porción de arriba de la figura, tratan de intelectualizar lo sucedido. Los que reaccionan con sus instintos, los que comienzan al pie del camino, responden inicialmente a la congoja desahogando fuertes emociones. Parece que quienes comienzan por tratar de “analizar las cosas”, rápidamente se dan cuenta que no pueden encontrar las respuestas tan pronto como desearían. Su consternación los catapulta al foso de sus instintos, donde ahí también repercute el aguijón emocional de la pena profunda. Quienes reaccionan instintivamente pronto reconocen que su clamor emocional ha tenido poco efecto. La congoja continúa arraigándose y, a su vez, intentan estrategias analíticas. Yo siempre había puesto mucha fe en mi capacidad para arreglármelas. Siempre había sido capaz de mantener mi cabeza en alto durante tiempos tormentosos en mi vida. Siempre había podido transformar las cosas tomando el control de mi situación. Era un ser humano inteligente. Conocía el poder del conocimiento. Frecuentemente había podido encontrar y aplicar soluciones halladas en la palabra sabia y escrita de otros. 82 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Desesperada por sanar mi corazón quebrantado, desesperada por recobrar mi personalidad perdida, mi alma perdida, y con una necesidad urgente de sentirme nuevamente completa, razoné: “Puedo llenar los espacios vacíos. Puedo remendar este quebranto, si solamente pudiera encontrar la información correcta para hacerlo posible”. Otros han experimentado el sufrimiento antes. Seguramente había soluciones, direcciones, fórmulas, teorías, conceptos, modelos, estructuras, paradigmas. Tenía que haber una manera, un mapa - una guía para el trayecto. Arañando y vociferando, intenté equilibrar los bordes irregulares de mi quebranto. Instruida tanto en enfermería como en psicología, tenía experiencia en trabajar con quienes luchan contra los sufrimientos de la vida. Estaba más o menos familiarizada con la literatura básica sobre la pena y la pérdida, pero no podía recordar ninguna mención sobre la noción de dolor del alma. Como un peregrino, busqué solaz. Mis centros de retiro fueron las bibliotecas y las librerías. Digerí la palabra escrita, hambrienta de pistas que me dieran las respuestas que tan urgentemente necesitaba. Anhelaba saber cómo poner fin a este dolor. Anhelaba saber cómo sentirme completa nuevamente. Clamaba por información que proveyera la llave para abrir la prisión donde mi alma estaba cautiva. Pocos autores que teorizan sobre la pena y la pérdida, incluyendo a Karin Martin, describen la necesidad de restablecer el significado y propósito en la vida después de una experiencia dolorosa. Aunque el significado y el propósito han sido por siglos reconocidos y descritos como algo espiritual, los teóricos de la angustia discutían estos conceptos como algo emocional antes que espiritual. Ninguno pareció reconocer la profundidad del desconsuelo. Ninguno pareció comprender las preguntas acerca de Dios, las preguntas auténticas, esas que me plagaban noche y día; esas que requerían toda mi atención. Volqué mi atención hacia otros que sufrían. Mi práctica me ofreció la oportunidad de combinar mi experiencia con la de otros. Yo oí el dolor del alma. Escuché historias sobre el alma. En sus conflictos oí mis propios conflictos; en sus esfuerzos, los míos. Ellos también anhelaban conocer las mismas respuestas que yo buscaba. Pero yo no podía dar soluciones. Nuestras almas estaban encadenadas y yo no podía proporcionar la llave. Pero el conocimiento acumulado en nuestro viaje colectivo desafió mi visión del mundo y mi visión de cómo funciona. Me aferré a mis propias nociones 83 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington de salud y enfermedad, de curar y sanar. Me sentí abochornada porque, aunque tenía muchos años de práctica en salud, donde asistí gente que experimentaba extremo dolor, conocía poco sobre el sufrimiento. Y no sabía nada en absoluto sobre la sanación. Muchas de mis ideas y, por lo tanto, la manera en que cuidaba de mí y de otros, se basaban principalmente en la educación formal. En mi preparación educativa, se hablaba de la noción que los seres humanos tienen componentes físicos, emocionales y espirituales, pero era generalmente aceptado que estas entidades estaban claramente separadas. Durante mis años de educación se hacía énfasis en atender primero las necesidades físicas, y después las necesidades emocionales. Se hacía poca mención de cómo reconocer o cómo atender asuntos espirituales. Cualquier información suministrada sobre la atención de las necesidades espirituales comparaba la espiritualidad con la religión, y la práctica religiosa con las intervenciones espirituales. El marco en el cual había sido educada, y alrededor del cual estructuré mi práctica, tenía hondas raíces en el cientifismo. El Modelo Curativo que fluyó desde este enfoque había creado un modo de pensar dominante y convincente que me aseguraba que, si fuera posible erradicar los gérmenes, todos los males de la vida cesarían. Los esfuerzos se enfocaban en erradicar enfermedades y partes enfermas con drogas químicas o extracción quirúrgica. Mínima atención se ponía al poder de la mente. Pocos reconocían la influencia del espíritu sobre la salud, la totalidad y la integridad. La capacidad de la medicina de ponerse a punto con el microscopio permitió la reducción de los seres humanos a piezas más y más pequeñas. Esta visión reductora se centró en fijar o curar partes individuales, dando poca importancia a la persona completa. El adelanto tecnológico permitió el trasplante de órganos y la creación de especialidades y especialistas. Cuando este enfoque no daba los resultados esperados, nuevos especialistas eran agregados al equipo para que así un ser humano buscando tratamiento para su enfermedad, pudiera ser subdividido y examinado bajo una lente aun más precisa. Dentro de este Modelo Curativo, cada especialidad dictaba lo que era importante evaluar y, por lo tanto, qué intervenciones serían apropiadas. Asistí a conferencias. Leí textos. Fotocopié numerosos artículos de periódicos, pero nunca encontré un vocabulario para describir los efectos de 84 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington la pérdida traumática y el subsiguiente quebranto del alma. Yo no había localizado un modelo que prescribiera una acción para curar o recuperar mi quebrantado espíritu. En Las Dimensiones Espirituales de la Práctica de Enfermería (2) Ruth Stoll define las necesidades espirituales como “cualquier factor necesario para que una persona establezca y/o mantenga una relación dinámica personal con Dios (según su definición) y por medio de esa relación experimente perdón, amor, esperanza, confianza y significado y propósito en la vida”. Una década después, los sujetos de estudio de Hunglemann (3) indicaban que el espíritu humano anhelaba la conexión con otros, con el mundo a su alrededor y con una Presencia Divina. Ambos, Stoll y Hungleman, afirmaban que la angustia espiritual puede resultar de necesidades espirituales insatisfechas. Aunque sus hallazgos fueron reportados y descritos a finales de los setenta y principio de los ochenta, sus esfuerzos parecen haber tenido poco efecto, si acaso alguno, sobre la práctica. Siguió faltando información que describiera cómo se manifiestan los aspectos espirituales o cómo un individuo que lucha por sobrevivir más allá del trauma y la pérdida podía reclamar su sentido de totalidad espiritual. Sin embargo, cuando revisé su trabajo, sus hallazgos se aplicaban a mis sentimientos y experiencias. Pude también aplicarlos en las vidas de quienes compartían conmigo sus historias llenas de dolor. Era evidente que cuando padecemos una pena profunda, luchamos contra la incapacidad de confiar en Dios o en el orden universal. Yo vivía con una inquietud constante, temiendo que me pudieran suceder más tragedias. Sabía también que mi reducida capacidad para confiar en mí y en otros interfería con mis opciones y decisiones que, a su vez, obstaculizaban mis relaciones y mi carrera. Aunque frecuentemente me sentía muy sola y desconectada de otros y del mundo que me rodeaba, la mayor parte del tiempo estaba demasiado ocupada mental y emocionalmente tratando de concluir cual había sido el error, y de discernir el propósito para el resto de mi vida, tratando de hacer cualquier esfuerzo serio para acercarme a los demás. También sabía que estaba abrumada por el pesar y por una necesidad de perdón, de mí y de mi hijo, y que estos sentimientos estaban erosionando mi propia imagen y mi auto estima. Sentía definitivamente una gran necesidad 85 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington de aplicar ejercicios de amor propio, pero la culpabilidad y los sentimientos de futilidad y de desesperanza eran demasiado abrumadores para convencerme que yo era digna de amarme a mi misma o a los demás. Yo había sido desarmada. Y vuelta a ensamblar incorrectamente. Las partes importantes habían sido descartadas durante el re ensamblaje. Había señales visibles en mí, y en quienes caminaban a mi lado, acerca de la relación entre el sufrimiento y el dolor emocional, y entre el sufrimiento y el dolor físico, y del aumento de enfermedades crónicas y auto inmunes. Llegué a estar cada vez más consciente que, cuando las necesidades más profundas del alma no son atendidas de maneras que respeten a cada persona como un espíritu único y maravilloso, con numerosas necesidades sacramentales culturalmente diferentes, se produce un aumento dramático de los problemas sociales como el abuso de drogas, el alcoholismo, el vandalismo y la violencia familiar. Con nuestro quebranto nos desprendemos de nuestras conexiones espirituales. Cuando somos incapaces de sanar de maneras que nos ayuden a reconectarnos a la corriente de Energía Divina interna, así como también dentro del espíritu colectivo de otros y de la naturaleza, nos convertimos en una masa volcánica, frenética en nuestra necesidad de estallar desde los confines de nuestra oscuridad hacia la luz. La intensa necesidad de reconectar la Chispa Divina interna a la Energía Divina externa puede hacernos explotar de muchas maneras inexplicables. En nuestra confusión de sentirnos aislados, y siendo incapaces de reconectarnos y de sentir que pertenecemos a la totalidad, nos desmoronamos. La cólera y el temor se proyectan en muchas direcciones. Confundidos y desesperados, arremetemos contra nosotros mismos, contra otros, e incluso contra la Madre Tierra. Aunque el enfoque de la Medicina Occidental ha evolucionado claramente el Modelo Científico de la investigación y la práctica, resultando en una cada vez mejor capacidad para diagnosticar y tratar síntomas físicos, ha sido menos efectivo en su capacidad para aliviar el sufrimiento humano. El arreglo de partes y la proclamación de cura, bastante aislada de cualquier intento verdadero y concreto de proveer medidas integradas de cuidado médico, aumenta el sufrimiento experimentado por los seres humanos. La separación entre curación y sanación espiritual contribuye, de numerosas y 86 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington diversas maneras, al desgarramiento que está ocurriendo en nuestro tejido social. El enfoque curativo ha tenido una influencia poderosa y penetrante en la visión de sí misma de la humanidad y sus necesidades de sanación. El verbo “heal” (sanar, en inglés) viene de la palabra Anglosajona haelan, que significa “integrar.” El concepto de integración o de totalidad denota cualidades de orden, de integridad y de equilibrio entre las partes. Esto implica, como Platón nos recordaba, que ninguna parte puede estar realmente bien si la totalidad no está bien y la totalidad no puede estar realmente bien si las partes no están bien. Esto significa que aunque los seres humanos estamos constituidos de cuerpo, mente, y espíritu, y nos desenvolvemos en relaciones sociales y ambientales, no podemos ser separados en partes que pueden curarse aisladamente de la totalidad. ¿Cómo pudimos habernos alejado tanto de las raíces de la sanación? De muchas maneras hemos perdido de vista nuestra totalidad humana. Hemos olvidado las palabras de Platón. Ya no honramos nuestra propia necesidad de sanación e integridad, sino que nos unimos con quienes se concentran en curar por partes, pieza por pieza. Hemos olvidado que, permaneciendo como unidad, somos mucho más. Hemos olvidado que, aún si todas nuestras partes físicas son curadas, nuestra alma podría permanecer en tremenda y desesperada necesidad de sanar. Hemos olvidado que no se puede encontrar paz, sentirse libres de culpabilidad, enojo o remordimiento, cuando el espíritu está quebrantado. Y evidentemente hemos perdido de vista nuestra necesidad innata de reconectarnos a la luz del Espíritu Divino que yace en espera profunda bajo el manto de nuestros temores. El sistema médico Occidental, en el cual yo había invertido tanto tiempo, llegó a parecerme inadecuado como sistema de sanación. De continuar aplicando los métodos y prácticas de este modelo, estaría engañándome y brindando un servicio deficiente a los demás. Nosotros necesitamos más, merecemos más. El despertar a la verdad significó un punto decisivo. Al divergir mi camino, “Yo tomé el menos transitado y eso hizo toda la diferencia.” (4) 87 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 9: Las Múltiples Facetas de Dios Te buscaba en los océanos y te encontré en un arroyo. Te esperé despierto durante horas y entraste en mi sueño. Te veo en el resplandor de las estrellas y te escucho en el viento. He llegado a comprender que eres fiel y que anhelas ser mi amigo. - Brendalee Boisvert CSM Incapaz de apaciguar el aguijón interior, y de encontrar respuestas en los eruditos y en los sistemas que me circundaban, no tuve más opción que emprender sola mi marcha. Mi alma encadenada necesitaba ser liberada. Necesitaba huir del cautiverio. Aunque estaba dispuesta a viajar con la esperanza de encontrar luz, temía a la oscuridad del terreno desconocido. Sabía tan poco sobre mi propio interior. Debilitada y sangrando emocionalmente, vistiendo únicamente el paño andrajoso de un cuerpo físicamente exhausto, inicié mi jornada. Mi objetivo era encontrar y beber del Cáliz Sagrado. Sedienta, anhelaba extinguir mi sed de paz interior. Los eruditos de mi profesión no me habían auxiliado. Quizás los de mi religión pudieran. Reflexioné sobre evocaciones bíblicas de quienes habían transitado por la oscuridad y renacieron en la luz. Me acordé de Jonás (1) y su experiencia en el vientre de la ballena, y de Lázaro (2) y Jesús (3) quienes, las enseñanzas nos cuentan, regresaron a la vida después de haber estado en la tumba. Comencé a comprender que la fábula de Jonás, el milagro de Lázaro y la resurrección de Jesús manifiestan la transformación que tiene lugar cuando los seres humanos se reconectan a la plenitud de la presencia de Dios. 88 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Sus ejemplos me dieron ánimo. Comprendí que el descenso a la oscuridad de mi propia tumba era necesario para acallar la voz que clamaba por respuestas. Tenía que descubrir la verdad de por qué me encontraba a la deriva, por qué había sido dejada olvidada en cautiverio. En mi desesperación, convoqué al Dios que una vez había sentido tan cerca de mí. Furiosamente reproché su control de las cosas. El Dios que había conocido ostentaba y manejaba un mundo ordenado. En esta visión del mundo, los justos eran premiados y no les sucedían cosas malas a quienes seguían las leyes de su religión. Éramos buena gente. Rezábamos juntos en familia; asistíamos regularmente a la iglesia; donábamos gratuitamente nuestro tiempo y talentos en apoyo de numerosas actividades religiosas y comunitarias. Pero en vez de gratificación, habíamos recibido tormento. Toda la felicidad había sido despojada de nuestras vidas. Estábamos en un enorme agujero negro y vacío, un vacío que estaba siempre presente y no podía llenarse. Recibimos consuelos simplistas de amigos y familiares, y tarjetas con frases de condolencia, diciéndonos que Dios tenía para nuestro hijo y hermano un plan especial en el cielo. Yo he visto familias fracturadas. He sabido de niños despreciados por sus padres. He conocido niños maltratados, niños víctimas de descuido y abuso. Mi cólera se inflamó. ¿Si Dios necesitaba un niño tan desesperadamente, por qué no tomaba a uno que viviera en circunstancias dolorosas? ¿Por qué estábamos siendo atormentados, y no algún padre que abusa de sus hijos? Sin lugar a dudas, nuestro hijo, un niño rodeado de amor, tenía más para ofrecer al mundo que un niño criado en esas condiciones sin amor. Mi enfurecida crítica del orden universal me involucró en un diálogo continuo con una deidad, pero una deidad que era desconocida para mí y que parecía cambiar frecuentemente y sin previo aviso. En mi confusión, traté de reparar los ídolos que yacían rotos a mi alrededor. Pero ninguno sería reparado. Mientras el Dios de mi pasado parecía distante e indiferente, cada nueva expresión se hacía más ávida de involucrarse en mi lamento. Cada vez menos cómoda al recitar los rezos practicados por repetición desde mi niñez, comencé a vaciar el improvisado tormento de mi pena. Mientras mi diaria rutina interior se convertía en silenciosa compasión con cualquiera 89 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington que fuera la deidad de turno, mis momentos en el exterior estallaron en extensas caminatas. Había sido criada en un hogar enteramente católico y educada en escuelas católicas. La mayor parte de mi vida había sentido una afectiva y cercana relación personal con Jesús. Tenía una imagen de Jesús como hijo de Dios y mi salvador personal. En general confiaba en él para actuar como intermediario entre su Padre y yo. Aunque las oraciones, canciones y escrituras que había aprendido me repetían que Dios era también mi padre, yo no tenía un verdadero sentido de alguna conexión personal, como tampoco tenía una imagen particular de Dios, a excepción de la de Jesús. Mi interpretación de Dios era muy parecida a mi interpretación de Jesús, y mi relación con Dios era una sola e igual que mi relación con Jesús. En mi confusión, comencé a darme cuenta que mi interpretación de Jesús era, principalmente, no un conocimiento basado en el descubrimiento personal, sino una repetición de las ideas de otros. Las enseñanzas que había recibido derivaban de numerosas traducciones de las primeras interpretaciones de sus palabras y obras, que han llegado a nosotros adulteradas, habiendo sido así frecuentemente para favorecer intereses religiosos y políticos durante muchos siglos. Las modificaciones a las enseñanzas de Jesús comenzaron en la era formativa del Cristianismo, con la destrucción de evangelios cristianos antiguos considerados “heréticos” (que significa no endosado por las autoridades clericales.) Los Evangelios Nósticos, descubiertos en 1945, incluyen obras Cristianas fechadas por Helmut Koester, profesor de la cátedra de Nuevo Testamento en la Universidad de Harvard, como escritas unos veinte años antes que cualquiera de los Evangelios del Nuevo Testamento. Estas escrituras, que incluyen diálogos, conversaciones, y visiones atribuidas a Jesús y sus seguidores, se prohibieron por considerarse “blasfemas” ya que invitaban a cada discípulo a identificarse con el propio Jesús. (4) El Jesús de mi interpretación (cuya imagen había llegado a conocer mediante los ojos de otros), y al cual había sentido siempre tan cercano y tan presente, me había abandonado ahora. ¿Cómo pudo Dios - Jesús haberme abandonado cuando más lo necesitaba? 90 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Alguien me regaló el poema “Huellas.” E inmediatamente me deshice de él. El poema era demasiado cierto; la verdad restregaba mis heridas sangrantes. El autor de este poema también se había sentido abandonado por Jesús durante sus más oscuros momentos. (5) Yo sufría demasiada angustia para ver la valentía descubierta por el poeta. Para mí, el poema era un estéril recordatorio que ahora estaba sola, y muy asustada. Durante este tiempo intensamente solitario, mi madre me envió una tarjeta que aún hoy permanece pegada en la puerta de mi refrigerador. Las palabras, que describían la pintura de la tarjeta de un minúsculo barco sobre un mar embravecido, fueron tomadas de la plegaria de los Pescadores Bretones. (6) Las palabras precisamente describían mi vida y mi situación. “Oh, Dios, apiádate de mí. El mar es tan inmenso y mi barco es tan pequeño.” Yo estaba sola, a la deriva en el enfurecido mar oscuro de la vida. Estaba fuera de control. Me estaba ahogando. En mi desesperación, grité, “¿Jesús dónde estás? ¿Por qué no me auxilias?” Y Jesús susurró. “Ven y conoce al padre.” Yo tambaleé de asombro. Lo volví a escuchar, una y otra vez. “Ven y conoce al padre.” “¿Cómo?” Clamé. Durante los largos días que siguieron a la invitación inicial, Jesús me repitió una y otra vez . . . “Yo nunca te pedí que me rezaras a mí”. Y recordé cuando a Jesús le preguntaron, “¿Cómo se reza?” Y él respondió. “Recen así . . .” Empecé a repetir la oración que Jesús nos había pedido rezar. Aunque la oración me era familiar “Padre Nuestro, que estás en el cielo . . .,” tropezaba con cada frase. Cada palabra me hacía sentir en conflicto. Jesús dijo “nuestro”. . . él no había dicho “mi padre”. . . había dicho “nuestro.” ¿Qué significa “nuestro”? Mi formación religiosa me había presentado numerosas ideas confusas. Había tanta jerga religiosa, que al igual que la niebla, hacía no solamente difícil ver apropiadamente, sino también impedía mi avance. Estaba desconcertada al descubrir cuántas palabras religiosas había usado centenares de veces, con tan poca comprensión de su significado. Aunque encontrarle sentido a mi congoja significaba tratar de encontrar respuestas a las desesperadas preguntas angustiosas de mi alma, hallar las respuestas significaba tratar de ensamblar de manera lógica los muchos pensamientos conflictivos y confusos enmarañados en mi cabeza, mi corazón y mi alma, incluyendo pensamientos sobre mi relación con lo Divino. 91 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Jesús era Dios. Mi religión me lo había enseñado. La doctrina había determinado un Dios trino… tres “Personas” en un solo Dios, Dios Padre . . . Dios Hijo (Jesús) . . . Dios Espíritu Santo. Había predicado esta creencia probablemente un millón de veces. Ahora ya no estaba tan segura. El Antiguo Testamento se refería a Jehová como al viento. A mí siempre me había gustado ese simbolismo. En mis largas caminatas, lejos en el campo, me sentía ahora más en contacto con una Presencia Divina al sentir la brisa suavemente soplando sobre el pasto. Recordé las palabras de W.O. Mitchell en Quien ha visto el Viento, (7) y eso me provocó una nueva reverencia hacia el viento. Una canción espiritual familiar persistía en mi conciencia: El espíritu de Dios está en el agua clara que fluye, Soplando la grandeza a los árboles sobre la colina. Espíritu de Dios, la creación clama. Llena la tierra. Hazla nacer, y sopla donde quieras. Sopla, sopla, sopla, hasta que. . . El Hálito Del Espíritu . . . sople sobre mí. (8) Me pregunté. ¿Puede el Espíritu de Dios estar en el agua, los árboles, y las colinas? A mí me enseñaron que solamente el ser humano había sido hecho a imagen y semejanza de Dios. ¿Podía el Hálito del Espíritu, ser el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo? ¿Podía ser realmente el hálito que sustenta vida para todas las otras cosas? ¿Era el hálito, como dice el Antiguo Testamento, Dios? El Diccionario Webster indica que hálito significa “espíritu.” El viento que sopla sobre el pasto de la pradera parecía estar hablando, tratando de darme una pista. Puse mayor atención a las plantas, las nubes y los pájaros en vuelo. Cada uno de ellos necesitaba al viento como sustentador de vida, el hálito. La evidencia del hálito estaba en todos lados. Reflexioné de nuevo sobre la canción. “Sopla, hasta que... el Hálito del Espíritu . . . sople sobre mí.” ¿Podría este mismo hálito, el soplo que sustenta toda la vida, ser el mismo hálito que me amparaba? ¿Podría el Hálito del Espíritu estar dentro de mí? ¿Podría el hálito ser la Energía de Dios? ¿Podría el Espíritu Santo ser el Hálito, la Energía de Dios? ¿Podría este Hálito, esta Energía, ser el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo? ¿Era realmente el Espíritu Santo el Dios dador de 92 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington vida y la fuerza sustentadora dentro de mí y dentro de todo que ha sido creado? Un sueño me procuró una percepción firme que esta nueva conciencia era un conocimiento importante. Yo veía unas puertas masivas de hierro con candado, bloqueando las llamas y la enorme energía que pugnaba por liberarse desde una gigantesca hoguera relumbrando al rojo vivo. Recitaba un poema, memoria remanente de la escuela, mientras intentaba interpretar el mensaje revelado, “Dios trabaja con el yunque, soldando barras doradas. Entre las fulgurantes llamas, está creando un molde. . .” (9) Mientras el sueño me daba confianza que Dios se estaba ocupando en moldear lo que fuera que yo iba llegar a ser, y me sentía aliviada al descubrir fuego en mi hoguera, reflexionaba durante largas horas sobre la enorme fuente de energía que pugnaba tan arduamente por liberarse. Recordé las palabras de Jamie Sams. (10) “Fuego Sagrado interno, lugar de la Llama Eterna. Destruye las barreras en nombre del Gran Misterio.” ¿Podría haber realmente un fuego sagrado dentro de mí? ¿Era la fuente de energía interna, la energía de lo Sagrado? Había oído que somos una Chispa de lo Divino, pero esto era mucho más que una chispa. ¿Eran esas barreras, esos candados, lo que impedían a la Energía Divina liberarse, mi congoja, mi pena? ¿Era eso lo que me impedía conectarme totalmente a la fuente, lo que me impedía utilizar mi pleno potencial? ¿Estaba usando únicamente esa pequeña fracción de mi Potencial Divino que había sido capaz de escabullirse por la barrera? Podía oír las palabras de William James. “Comparado con lo que deberíamos ser, nosotros estamos sólo despiertos a medias. Nuestro fuego se apaga, nuestros designios son demarcados.” (11) Yo no quería vivir con mis designios demarcados. Quería dejar que la energía acumulada estallara. Quería utilizarla. Quería utilizarla para proseguir mi vida. Pero también podía oír claramente las palabras de Henry Ward Beecher. “Muchos hombres se construyen al igual que las catedrales, la parte más cercana al suelo queda terminada, pero las partes que se remontan a los cielos - los miradores y las torres quedan eternamente incompletas.” (12) 93 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Yo me sentía firmemente plantada. Había logrado cierto éxito. Pero ahora todo eso había pasado. Toda la energía y tiempo que había invertido en el esfuerzo parecían insignificantes. Sentía que había fracasado. Tenía mucho para dar, mucha experiencia, mucha educación, pero no tenía ningún propósito. Estaba atorada, y no sabía como destrabarme. En La Vida Iluminada, (13) Abe Arkhoff concluye que muy pocos viven su pleno potencial; pocos viven la vida que les estaba destinada. Yo no quería pertenecer a ese grupo. Deseaba más. Esta masiva energía estaba dentro de mí con un propósito. Necesitaba conocer ese propósito. Necesitaba conocer mi propósito. Sabía que, al descubrirlo, encontraría la llave para abrir esas puertas gigantescas. Pero ahora estaba más consciente que nunca, que ignoraba lo que estaba destinada a ser. Ignoraba cómo iba a desenvolverse el resto de mi vida, ni dónde comenzar. Y me sentía minada por la búsqueda. Había leído que el alma ama la tranquilidad. Mi cuerpo exhausto y el alma agobiada anhelaban ese estado. Quizás la respuesta estaba en la meditación. Traté diversas formas y diversos profesores. Los maestros decían que las respuestas yacen dentro de uno. Me encantaba la meditación y los ejercicios de respiración que la acompañaban. No encontré las respuestas que buscaba. Lo que encontré en su lugar fue silencio. Acogí el silencio, era un descanso. No había encontrado silencio durante mucho tiempo. El acoso, que durante meses había plagado mis pensamientos, se había hecho cada vez menos pesado y menos exigente de mi atención constante. Lenta y apaciblemente desde el centro del silencio, llegué a conocer la paz de la quietud. Y en la quietud escuché el susurro de Dios. Me estaba invitando. No había ninguna equivocación. La voz era apenas perceptible, pero el mensaje era claro. “Regresa a mi pradera.” Acepté. Corrí hacia los campos. El descubrimiento fue increíble. Corrí. Caminé. Anduve merodeando. Permanecí. Mientras los años pasaban, me deleitaba con el murmullo tierno que se mecía sobre la brisa y flotaba en las gotas de lluvia. Escuché su susurro, y lo seguí escuchando una y otra vez, en el silbido de las ramas del sauce, en el aullido del coyote, y en el graznido del pato. Escuché, y oí la canción de Dios. Me maravillé con la lealtad hacia su naturaleza de las criaturas emplumadas. Sin fallar, su melodía le recordaba al sol cuando salir y cuando ponerse. 94 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Permanecí y me deleité con la risa de Dios en el agua que agita y cosquillea las rocas a lo largo de su trayectoria en el barranco. Me sentí incitada e intenté reír al unísono. No había reído durante mucho tiempo. Mis hermanas y sus familias me visitaron. Me dejé llevar por la genuina y fuerte risa que compartieron conmigo al relatar los sucesos recientes en la vida de sus familias. Había leído el libro de Norman Cousin (14) en el que afirma haberse sanado de cáncer dos veces mediante el uso de la risa. Sí, sonreí, aunque apenas, pero no recordaba cuando fue la última vez que había reído a carcajadas. Y sabía con certeza que hacía años que no había disfrutado de una fuerte risotada, del tipo recomendado para mejorar la salud y la curación. Si la risa era suficientemente poderosa para sanar el cáncer, seguramente podía usarla para ahuyentar algunos de estos sofocantes sentimientos. Afuera en la pradera, muy lejos de los ojos y los oídos de alguien que pudiera pensar que estaba al borde de la locura, me forzaba a reír. Lo hice continuamente, una y otra vez, día tras día, hasta que la risa pudiera salir voluntariamente. Yo permanecía hasta tarde en el campo y la pradera. Disfrutaba la oportunidad de poder absorber las emanaciones del perfume de Dios. Saboreaba las fragancias que flotaban a través de las flores, elevándose hacia el cielo. Me fascinaba capturar el dulce aroma de los pétalos de las rosas, y de las salvias y el pasto silvestre que alfombraban la pradera. Comencé a saborear a Dios, en el néctar de la miel silvestre, en la dulzura de las fresas frescas, y en la sal de mis lágrimas. Y comencé a sentir a Dios, en la calidez de los rayos del sol, en la frescura del aire de la noche. Descubrí la fortaleza de Dios en el destello de los relámpagos, en la voz poderosa del trueno, y en los remolinos del viento. Conocí la ternura de Dios a través de las florecillas azules y los corderitos recién nacidos. Y comencé a sentir el roce de Dios, en las caricias de mis hijas, de mi esposo, y de mi madre. Llegué a ver, a oír, a oler, y a sentir a Dios en toda la creación. Comencé a notar el majestuoso color de Dios. Era visible en todos lados. La gama de Dios resplandecía desde lo azulado de las montañas, desde el azul cobalto del océano y desde el verdor de los bosques. Vi el dorado de Dios en la cara 95 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington del girasol que se alzaba sobre mi cerca y en lo anaranjado de la amapola que se asomaba por el borde de una piedra. Cada vez que me deleitaba con la vista de las margaritas en sus frescos, rizados y blancos vestidos, me acordaba de un poema que un paciente agonizante había escrito sobre su descubrimiento de la presencia de Dios, después de una tragedia: Yo ascendí por el camino escarpado y escabroso, Obstáculos ásperos de atravesar; Cuando repentinamente divisé algunas margaritas, Alzándose entre el pasto. Ellas me sonrieron con sus blancas caras níveas Y oh, tan puras, Recordándome de nuevo Que todas las promesas de Dios se cumplen. (15) Cavilé y reflexioné, y mi visión del mundo se destrozó. Ninguna personificación podría ser atribuida al Dios que yo había llegado a descubrir y a amar. Mi Dios de ahora era demasiado grande, no podía describirse de ninguna manera. Un Dios personificado era demasiado pequeño, demasiado limitado. ¿Qué dentro de mí desearía una Divinidad limitada a una forma personificada? ¿Por qué habría yo de desear un Dios semejante a mí, excepto con algunos poderes sobrehumanos que podían convenientemente ser invocados cuando necesitaba auxilio? ¿Por qué la Energía Divina, que crea y se manifiesta dentro de todas las cosas, debería tener únicamente una forma humana, y no la forma de todas las cosas? Seguramente el “nuestro” fue designado para algo más que el clamor humano. Seguramente la plegaria, que Jesús nos invitó a usar en nuestra oración con Dios, está dirigida a todas las criaturas de Dios. 96 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 10: Las Formas de Dios Mi corazón toma cualquier Forma. Es una pastura para gacelas y un convento Para monjes Cristianos, Y un templo para los ídolos y el kaaba del peregrino Y el libro del Corán. Yo sigo la religión del amor: Cualquier camino que tomen los camellos del Amor, Esa es mi religión y mi fe. - Ibn Arabi La palabra “psiquis” se refiere al alma humana. Se origina en la diosa Psiquis, cuyo nombre proviene de los símbolos tanto del “el hálito de vida” como de “la mariposa.” Psiquis era una mujer mortal, y aunque estaba casada con Eros, el dios de amor, no se le permitía verlo. Cuando Psiquis ignoró la orden y observó a Eros, él voló lejos, aparentemente para siempre. Para poder reunirse con Eros, Psiquis fue requerida, por Afrodita, la diosa de amor y madre de Eros, para completar una serie de tareas imposibles. Su determinación fue premiada con ayuda inesperada, y Psiquis se convirtió en diosa y pudo reunirse con Eros. (1) El mito nos enseña que, aunque el amor y el alma pertenecen uno al otro, y que la unión de los dos puede transformar lo humano en divino, esa unión es posible únicamente mediante el crecimiento y la perseverancia. Yo ya no podía concebir a Dios de una forma personificada, aún así imploraba volver a tener la conexión estrecha que una vez había sentido con Jesús. Pero mientras más suplicaba, más me evadía su imagen. Cada intento por invocar a mi salvador me sumergía más en un debate espiritual contra los principios religiosos de mi pasado. La creencia básica sobre la que todos los otros parecían descansar era la de un Dios trino, tres personas en un solo Dios. Puesto que ya no podía volver a aceptar el concepto personificado, y 97 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington puesto que ahora estaba convencida que la persona del Espíritu Santo no era una persona del todo, sino que era realmente el Espíritu, la Energía de Dios, la Fuerza de Vida del Creador, comencé a luchar con la noción de Jesús en este modelo de la trinidad personificada. Jesús era el hijo de Dios. Yo sabía que esto era cierto. Claramente recordaba a Dios haberlo afirmado así cuando Jesús se bautizó. “Este es mi hijo amado, en quien tengo mis complacencias.” (2) Jesús era el hijo de Dios. (3) Jesús era mi hermano (pero no realmente). Yo era una hija de Dios (pero no realmente). Cuando yo dirigía el coro de la iglesia cantaba numerosas canciones proclamando esta relación. Frecuentemente había hablado superfluamente acerca de la relación fraterna con Jesús, y la relación como hija de Dios, pero de algún modo estas relaciones parecían muy secretas. Nunca pude recordar alguna práctica sagrada que públicamente proclamara que yo era hermana de Jesús o hija de Dios. ¿A qué se debía eso? ¿Cómo era que no me había percatado de la carencia de celebraciones de estas relaciones, y de la ausencia de gloria de la santidad de mi feminidad, o de algún aspecto de lo femenino en la deidad? Traté de retardar la excavación. Temía saber qué más podría desenterrar. Pero a mis pensamientos no los detendría la bandera roja. Siguieron avanzando. Si Dios era mi Padre, yo era hija de Dios, Jesús era mi hermano, y Jesús era Dios, ¿como podría no tener dentro de mí el potencial de llegar a ser Dios también? ¿Qué estirpe, qué semilla no se desarrolló para ser de la misma forma que la del padre? Una semilla de higo no llega a ser un árbol de abedul. Una semilla de trigo no llega a ser una rosa. Una yegua encinta no da a luz un perrito. La lógica era inconcebible. . . y me hacía muy, muy temerosa. Esto sonaba como blasfemia. ¿Qué pasaría si alguien supiera sobre mis reflexiones? Temí que los policías teológicos hicieran sonar su silbato y gritaran “¡Hereje pagana!” ¿Podría ser acosada y luego quemada en una hoguera? Había sucedido en el pasado. Había estudiado lógica, y esta era, desde luego, la conclusión lógica. Pero de algún modo las cosas no encajaban. ¿Estaba equivocada alguna parte de la conjetura? 98 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Atraída hacia la historia bíblica de la transfiguración, (4) reflexioné sobre las palabras y las imágenes visuales de la escena. Había aprendido que cada alegoría, cada historia, cada parábola del Nuevo Testamento, era significativa, no solamente para la gente de ese tiempo, sino para la gente de todas las épocas. ¿Qué lecciones tenía que aprender de la transfiguración? Jesús había dicho que todo lo que él hizo, sus seguidores podrían hacerlo también, y aún mayores cosas. ¿Existía la transfiguración para mostrarnos que cada uno de nosotros puede ser transformado como lo fue Jesús? ¿Estamos sobre la tierra en nuestra forma física para manifestar la gloria de Dios que está dentro de nosotros? ¿Somos todos parte de Dios, teniendo cada uno la tarea de irradiar la Luz de Dios desde nuestro interior? Al reflejar cada uno de nosotros nuestra luz, nuestra Luz Divina, el Fuego Interno, ¿nos armonizamos más y más con la Luz de Dios? Cuando usamos la fuente de Energía Divina interna, cuando nuestro fuego se hace más intenso, haciendo nuestra luz más visible, ¿nos estamos aproximando más y más hasta llegar a ser uno con la Fuerza de Dios que está dentro de nosotros, y más y más llenos con la expresión de la Fuerza de Dios, que es una parte de todo lo que ha sido creado? ¿Somos nosotros parte del Creador, llamados a ser chispas para iluminar, para co crear con el Creador? ¿Qué chispa no tiene el potencial de llegar a ser una auténtica llama? Se me había enseñado que Jesús era tanto Dios como humano. ¿Podría ser cierto que cada uno de nosotros es Dios y humano también? ¿Fue Jesús una expresión avanzada de la expresión co creativa que cada uno de nosotros es llamado a ser? Dios dijo, “Este es mi hijo amado, en quien tengo mis complacencias.” (5) ¿Era el papel de Jesús mostrarnos esta verdad, revelarnos nuestra propia capacidad para transformar, para transfigurar? ¿Era la misión de Jesús dar un ejemplo para todos nosotros, mostrándonos cómo cada uno puede dirigirse hacia su propia transfiguración, su propia transformación, a cuyo tiempo nosotros también oiríamos “Este es mi hijo/ hija amado/ amada en quien tengo mis complacencias?” Jesús dijo que vino para liberarnos. (6) ¿Pretendía liberarnos de la ignorancia y de la estrecha visión que percibimos de nosotros mismos individual y colectivamente? ¿Había venido Jesús para alzarnos de nuestra magra existencia? ¿Estaban sus enseñanzas llamándonos a emerger de nuestra manta de temor, dolor, y desilusión? ¿No nos convocan todas las enseñanzas de Jesús hacia la luz? 99 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington En el Antiguo Testamento, Yahvé condujo al desierto a quienes amaba. “Los conduciré por el desierto y hablaré a su corazón.” (7) Es un recordatorio que el dulce susurro de Dios puede ser fácilmente suprimido cuando nos sumergimos en el ruido mundano. ¿Tenían mis noches oscuras y mi encierro el propósito de descubrir la verdad de mi propia capacidad para transformarme, para transfigurarme? ¿Fue la ruptura de las viejas ideas una llave para abrir las puertas encadenadas, que impedían al fuego de lava incandescente fluir en una sólida llamarada reluciente? ¿Estaban mis oscuras noches preparando el terreno fértil para mi propio enriquecimiento? ¿Estaba recordando mi propia magia única? En La Magia Verdadera (8) Wayne Dyer enfatiza que la magia no es más que un cambio en la conciencia. ¿Podría mi magia manifestarse? ¿Podría encontrar y usar mis dones, mis talentos, mis capacidades? ¿Podría romper la cadena que sujeta el fuego de mi alma? ¿Era yo una creación única, aunque parte de la Llama Eterna? ¿Existía en esta tierra para descubrir la Llama Divina interna y para iluminar y extender la Llama Divina por toda la tierra? Pero yo había aprendido que Jesús era el único hijo engendrado de Dios. ¿Cómo osaba pensar que podía identificarme con la Llama Eterna, el Hálito de Vida? Esto era, evidentemente, contrario a lo que se me había enseñado. ¡Oh, Jesús! gemí. ¿Dónde estás? ¿Cuál es la verdad? No quiero creer en herejías o blasfemar. Me debatía. ¿Comparto o ignoro esta verdad? Volví a soñar. Nuevamente, era una enfermera que trabajaba en el turno de medianoche. Intentaba finalizar el cuidado matutino de un anciano muy robusto. De algún modo era incapaz de “limpiarlo completamente.” Aunque intentaba llamar su atención, él parecía completamente abstraído de mis esfuerzos así como también de su entorno. Pedí auxilio. Mi asistente me indicó que había ahora otras tareas que requerían atención y se molestó conmigo porque yo continuaba en mis esfuerzos inútiles. Miré el reloj. Eran las siete de la mañana. Ya tenía que irme. Cuando me disponía a hacerlo, noté dos cánulas nasales, ambas cerca de la cara del anciano. Traté de volver a insertar una de ellas en su fosa nasal, pero los conductos se enredaron, y 100 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington no eran suficientemente largas. En mi intento por desenredar una de las cánulas, descubrí que ambas habían sido desconectadas de la fuente de oxígeno y no pude completar la tarea. Era hora de preparar mi informe. Jung afirmaba que un sueño no interpretado es un mensaje de los dioses que no nos hemos preocupado por leer. Enseñaba que, durante el sueño, exploramos el conocimiento colectivo, el lugar donde mora la sabiduría antigua. El simbolismo del sueño era demasiado claro. (9) En el folklore y la mitología, el símbolo arquetípico de un anciano se ve como la autoridad, y frecuentemente se asocia con ideas antiguas, actitudes antiguas. La autoridad sujetando las viejas actitudes estaba ajena a lo que sucedía a su alrededor y estaba cerca de la muerte. El oxígeno simboliza el hálito, el hálito de vida, la fuente de vida. Según Tom Chetwynd en el Diccionario de Símbolos, (10) respirar en el sueño o en los mitos representa el espíritu vital masculino. El espíritu vital de la pasada autoridad agonizaba. La autoridad se había desconectado de la fuente, del Hálito de Vida. Los conductos que se adherían a la fuente se habían enredado demasiado para desenredarlos. El tiempo expiraba. Había otras cosas que necesitaban atención ahora. Eran las siete. En el Diccionario de los Sueños, Boushahla y Reidl-Geubtner afirman que “el siete es la combinación de tres (el cielo) más cuatro (la tierra) y se refiere a la naturaleza dual del hombre, que se asocia con el desarrollo espiritual, el despertar.” (11) Era el momento para un despertar espiritual. Reflexioné sobre las palabras de Jung. “Es imprescindible percibir el error en lo que era antes nuestra convicción, sentir la falsedad en lo que era nuestra verdad, y medir el grado de oposición y hasta hostilidad en lo que nos tomó para ser amor.” (12) ¿Cómo, a través de los siglos, la fuente del Hálito de Vida, fue distorsionada, confundida y enredada por las autoridades de tal manera que perdimos nuestra conexión con ella? ¿Acaso nos hemos enfocado tanto en el mensajero, Jesús, que no escuchamos el mensaje? ¿Hemos perdido de vista la verdadera fuente del Hálito de Vida al que debemos conectarnos? 101 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington En Si Dios No Muere, (13) Bernard Martin cuenta que a partir de una profunda pérdida personal llegó a concluir que era necesario matar al Dios de su concepción o quedarse permanentemente con el pensamiento estéril. “Este Dios que había imaginado debe morir. Es necesario matar al Dios de mi fe.” Agonicé con la verdad que había sido revelada. ¿Había creado un ídolo en Jesús? ¿Había adorado a un ídolo? ¿Era el momento y era necesario destrozar el ídolo? ¿Había permanecido Jesús intencionalmente alejado para que yo pudiera descubrir la verdadera fuente de vida? Pero, ¿cómo había llegado a creer en esta distorsión de la verdad en los mensajes dados por Jesús? ¿Había desarrollado una visión de oveja del pastor, o había estado intencionalmente cegada a la verdad de mi propia relación con Dios, la relación que me conecta a toda la creación y, por lo tanto, a todo el poder contenido allí? ¿Estaban las enseñanzas de mi formación fundadas en una filosofía de obediencia, manteniéndome sumisa al cegarme a mi derecho de nacimiento? “Pero, Jesús, tú prometiste que cuando te buscáramos te encontraríamos, cuando te buscáramos de todo corazón.” (14) “Jesús, todos mis pensamientos, todas estas conclusiones parecen poco cristianas. Desafían el pensamiento Cristiano que tú estableciste.” Jesús musitó. “Yo nunca fui Cristiano.” Mi deseo de reconectarme con Jesús me impulsaba más y más a un territorio que era cada vez menos familiar. Me atemorizaba el terreno inexplorado. Quise sentir la seguridad y comodidad que sentía antes cuando caminaba y hablaba con el Jesús conocido. Anhelaba que los parámetros de nuestra relación fueran los mismos con los que había crecido. La búsqueda, la distorsión, eran algo amenazador. La verdad que estaba revelando me aislaba. Poca gente quería discutir esas posibilidades. Pocos deseaban considerar esas ideas. Pocos se atrevían a desafiar su visión del mundo firmemente arraigada. Pocos se aventuraban a dejar la seguridad de lo familiar. Yo necesitaba más apoyo, más ayuda, más orientación. Mi religión me había enseñado que “el libro sagrado” brindaría respuestas. Revisé textos famosos. 102 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Muchas veces en la Biblia, Jesús invocó a su Padre pidiendo guía, dirección y apoyo. Yo clamé, tal como Jesús. “. . . Padre.” Y, la voz dentro de mí dio un alarido. “¿Qué quiso decir Jesús cuando exclamó la palabra Padre?” Asistí a la presentación de un erudito bíblico. Su traducción al inglés de las palabras pronunciadas por Jesús me impresionó. La información cubría mi profunda necesidad de comprender la conversación de Jesús. “Una traducción más exacta de la palabra 'Padre' dentro del contexto de las palabras de Jesús sería, 'dador de vida.” Reconocí la verdad en las palabras del erudito. Era primavera. Nueva vida surgía en respuesta a la tibieza nutriente del hálito creativo que envolvía el campo. Señales de nuevos comienzos eran visibles por doquier. Mi niño estaba en la primavera de su vida. Él nunca conocería el pleno florecimiento de amor del verano. El nunca sostendría una mujer entre sus brazos; nunca procrearía un hijo. Yo nunca conocería sus dones, sus talentos, sus habilidades en la temporada de otoño o de verano. Yo nunca conocería su pleno potencial. Ansié por los años de madre y de abuela que se me habían negado. Cada señal de vida nueva, recordándome al hijo que había dado a luz pero que ya no podría nutrir, desgarraba los aspectos femeninos de mi ser. Una biopsia en mi seno mostraba el daño en mi cuerpo. La supuración fue evidente en este órgano que sustenta una vida nueva. Yo anhelaba revelar esta tristeza. Ansiaba tener un confidente. Necesitaba conversar sobre este tema. Clamaba hacia alguna deidad que pudiera comprenderme. Mi hijo había muerto. Era tan joven aún. Yo era su madre. Se supone que una madre debe nutrir y confortar y mantener a su niño, protegido y abrigado. Yo no sabía a dónde había ido mi hijo. ¿Estaba seguro? ¿Quién cuidaba de él? ¿Qué cosas tenía que encarar solo? ¿Cómo era el lugar donde se encontraba? ¿Qué peligros lo acechaban? Yo necesitaba un aliado. Necesitaba a alguien en el otro lado, alguien que pudiera comprender esos asuntos —alguien que fuera como un padre para él. Necesitaba a alguien que lo cuidara, lo abrazara. Necesitaba a alguien que le leyera cuentos en la noche y que escuchara sus bromas infantiles. Necesitaba que alguien supiera que a él le gustaba la avena para el desayuno. Necesitaba a alguien que supiera que a él 103 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington le gustaba sentarse en la escalera, cerca del conducto de la calefacción, en las mañanas de invierno. Necesitaba a alguien que supiera cuánto le gustaba cazar y pescar y atrapar pescaditos. Necesitaba a alguien en el otro lado que supiera que él jugaba hockey, y que era un buen jugador. Necesitaba a alguien que supiera que él acababa de ganar su primer trofeo de golf. Alguien que entendiera que a él realmente no le interesaba mucho la escuela, porque pensaba que le quitaba tiempo demasiado precioso para descubrir las maravillas que existen en el mundo natural. Necesitaba a alguien que pudiera ver su hermosa chispa vibrante que comenzaba a desarrollarse. Necesitaba desesperadamente a alguien que le proveyera cuidados maternales por lo menos hasta que fuera un poquito mayor, un poco más seguro, por lo menos hasta que yo pudiera estar allí para hacerlo. Mi anhelo me dirigió hacia la única deidad femenina que yo conocía. Después de todo, razoné, ella comprendería. Su propio hijo le había sido arrebatado de una manera cruel siendo aún joven. Ella debía comprender mis sentimientos. Supliqué a la Virgen María que reconfortara a mi hijo, que cuidara de él, que fuera su protectora. Ella asintió y, de mi enorme gratitud, se desarrolló una estrecha relación. Pero esta profunda relación con la Virgen María me condujo a un conflicto aún mayor sobre mi visión del mundo. ¿Cómo pude antes haber expresado una creencia únicamente en el aspecto masculino de Dios? ¿Podría tener mi Dios de ahora solamente un género masculino, incluso tener género? Busqué evidencias en el esplendor que me circundaba. El orden natural en toda la creación es un proceso de nacer y renacer, un proceso procreador, sustentador. Había clara evidencia de que este orden fluía más de la energía de una deidad femenina que de una deidad masculina. Me di cuenta que, dentro de mí misma también, había una creciente y progresiva mezcla de ambos, lo masculino y lo femenino. Tenía muchas características tradicionalmente asociadas con ser mujer. Yo era creativa. Me gustaba cantar, bailar, cultivar, decorar. Era una cuidadora, para mi familia y para los muchos pacientes que había cuidado. Pero también poseía muchas aptitudes más asociadas con lo masculino. Aunque ahora me sentía menos capaz, anteriormente había sido un buen líder. Había sido ascendida en mi profesión por mis habilidades y capacidades para resolver problemas y pensar claramente. 104 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Comencé a observar las vidas de otras personas. Muchos de los que ahora trataba profesionalmente tenían más edad. Mis estudios de Gerontología enunciaban que cuando uno envejece exitosamente, se crea una fusión de características masculinas y femeninas. Las teorías sugieren que en la edad madura una tarea de desarrollo importante que encaran los hombres es la de desarrollar más sus aspectos procreadores ocultos, y las mujeres, desarrollar más su potencial masculino, para darle un sentido de totalidad y de cumplimiento a su vida. Al escuchar a adultos de edad avanzada cómo relataban sus conflictos en la vida, volví a escuchar este tema una y otra vez. La evidencia demostraba la teoría. En sus relatos, esta gente identificaba un anhelo por engrandecer sus aspectos poco o mal desarrollados. Sus narraciones me recordaron a mi padre. En sus últimos años él participaba en tareas que, en sus años jóvenes, habrían sido no solamente inusuales, sino probablemente vedadas a causa de la imagen que él tenía de sí mismo como proveedor y protector. Mis hijas todavía bromean sobre cómo, a diferencia de cuando su abuela hacía jardinería y ellas se servían de su cosecha, cuando el abuelo tomó posesión del sembradillo de frambuesas prohibió estrictamente a los niños acercarse, aduciendo que pisotearían las matas. Él se sentía inmensamente orgulloso de su recién encontrado entretenimiento, y le complacía ver el producto de su recién descubierta habilidad. Mientras la fortaleza física de mi padre declinaba, la necesaria inversión de papeles permitió a mi madre demostrar más plenamente su capacidad como administradora y protectora de sus vidas y de mi padre agonizante. Reflexionar sobre la vida, preguntarse si los Dioses estarían complacidos con la vida que hemos llevado, y los talentos que hemos desarrollado, es un proceso no solamente del envejecimiento, sino que ocurre, independientemente de la edad, como preparación para la muerte inminente. Es un proceso de determinar y completar asuntos pendientes al máximo de nuestra capacidad, y dentro del tiempo que resta, para que pueda realizarse una conclusión satisfactoria. Mientras escuchaba profesionalmente, me identificaba personalmente. Presenciaba en sus quebrantos, mi propio quebranto. En sus esfuerzos por sanar, aprendía lecciones para mi propia vida. Yo también examinaba la 105 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington vida. ¿Dónde había cometido el error? ¿Qué había hecho para disgustar a los dioses? ¿Cómo podrían ser apaciguados? “Que todo valle sea elevado, y todo monte y cerro rebajado.” (15) ¿Qué en mi interior necesitaba ser elevado? ¿Qué necesitaba ser rebajado? ¿Qué necesitaba atención? ¿Qué características masculinas o femeninas requerían ser sustentadas para que en la totalidad yo pudiera desarrollar y manifestar más completamente mis capacidades y talentos únicos? Aunque no encaraba una muerte física, mucho de lo que había sido había muerto ya, y otro tanto estaba por ser enterrado. Esta era mi oportunidad de prestar atención a las áreas descuidadas de mi vida, ponerme al día, como se dice, con lo que era realmente importante. Este punto decisivo, este tiempo después del cual la vida nunca vuelve a ser la misma, me daba la oportunidad de hacer los cambios mientras todavía había tiempo. Era muy claro que el proceso de revisión de la vida, el cual tenía el privilegio de presenciar en adultos de edad avanzada, en personas más jóvenes que agonizaban, y en mí misma, mientras era estimulada por una necesidad de aceptar nuestra mortalidad, daba oportunidad para el crecimiento del alma. La necesidad del alma de totalidad, de logro, exige plena atención al desarrollo de los aspectos subdesarrollados masculino y femenino de nuestra persona. Mientras aceptaba conscientemente los desafíos de mi existencia propuestos por mis reflexiones, mi voz interior tambaleaba bajo el peso de la inconsistencia obvia entre la nueva información y mi previa comprensión. ¿Por qué razón, una deidad que posee solamente características masculinas, plantaría dentro de los seres humanos una profunda necesidad de desarrollar más completamente ambos aspectos, masculino y femenino, de su humanidad para entrar al reino después de su muerte? ¿Por qué razón, un Dios que posee únicamente masculinidad querría que sus criaturas humanas desarrollaran más totalmente ambas características masculinas y femeninas? Nuevas y más profundas grietas aparecían en mi ya fracturado sistema de creencias. Mi dolorosa necesidad de que mi hijo fuera asistido al otro lado por alguien que pudiera comprender el amor materno, me había conducido a descubrir y a afianzarme a los aspectos femeninos de Dios. Pero ahora mi 106 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington imagen del Dios Padre yacía en ruinas. No podía volver a identificarme con la representación de Dios como Padre - Hijo, y el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Yo ansiaba al Dios de Noemí, Sara, Ruth, Rebeca, y Raquel. Mientras lo superfluo aumentaba con el objetivo de hacer conciencia sobre la creencia de que Dios posee características de ambos géneros era implícita a mi fe, las señales obvias de la masculinidad de Dios intrínsecas al Cristianismo se hacían visibles en todos lados. En mi fe tradicional encontré únicamente metáforas masculinas para lo Divino, y en lenguaje del culto, una carencia de pronombres para representar cualquier aspecto femenino de Dios. Me sentí menospreciada como mujer, al reconocer el insignificante papel de la mujer en los rituales de mi religión, y en la escasez de mujeres en posiciones de autoridad dentro de la jerarquía religiosa. Me sentí avergonzada por mis años de ceguera a tales prácticas, sabiendo que en esa desproporción de poder entre géneros está la raíz de la violencia contra las mujeres, y contra quienes se encuentran en una posición de desventaja. Yo había estudiado sobre el poder, sus usos y malos usos. Había trabajado con muchos que han sufrido maltrato por el mal empleo del poder coercitivo. Había reconocido en el sufrimiento, el sentido disminuido de la fortaleza y estima personal y, asimismo, que mientras más lastimada y más maltratada es una mujer, más fácil es para un perpetrador reincidir. Había presenciado el insaciable apetito del poder coercitivo, el deseo de controlar a los demás, de despojar de poder a alguien para hundirlo en el foso profundo de la inseguridad. Había visto ese deseo de aumentar el “ego” en detrimento de otros, en situaciones políticas, laborales, familiares, e incluso en situaciones de poder mal empleado por quienes se consideraban representantes de Dios. Estos mensajes secretos o manifiestos les transmiten a las mujeres que son menos dignas ante los ojos de su iglesia que sus contrapartes varones. Estos mensajes, junto con un reconocimiento cada vez mayor del flagrante mal empleo del poder del clero contra mujeres y niños, y más frecuentemente contra quienes han experimentado ya un trauma sustancial, han creado una acrecentada conciencia sobre la inconsistencia entre los comportamientos, valores y actitudes de los líderes y quienes los representan. En ninguna parte de los evangelios se nos ha dado una imagen de Jesús como alguien 107 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington que mostraba superioridad sobre los demás. En ningún lugar de las escrituras presenciamos la usurpación del poder de otro por Jesús, o de maltrato repetido hacia quienes son vulnerables. Vemos, en cambio, como Jesús mostró compasión hacia las mujeres menos aceptadas por las normas sociales de la época. (16) Jesús no prosiguió con su maltrato. No las despojó del poco poder que tenían. Él las facultó. Acrecentó su llama, llenándolas con el poder del amor incondicional. Me sentí agraviada con el descubrimiento dentro de los textos, fundamentos de mi religión, del sesgo lingüístico no encontrado en los textos originales. Fue perturbador descubrir que los patriarcas de la iglesia dieron interpretaciones sexistas a textos y sucesos que podían haberse descrito de mejor manera, y que incluyeron numerosas descripciones de la mujer como subordinada a los hombres, y como la personificación de la maldad y la tentación. En su investigación acerca del papel de la mujer en la religión, Nimira Lalani (17) encontró muchas interpretaciones en textos considerados sagrados, que circunscriben a la mujer como secundaria, incluyendo la noción de que la mujer fue creada al final para mostrar el predominio del hombre. Ella resalta que estas situaciones podrían ser interpretadas de manera diferente, especialmente considerando que el orden de la creación indica progresión, no regresión. Subraya que ya que Dios hizo dormir al hombre antes de la creación de la mujer ¡El hombre no fue ni espectador ni participante, como tampoco fue un asesor durante su creación! Ansiaba las celebraciones sobre la santidad de la mujer, que exaltaran su potencial creativo, como dadora de vida y sustentadora. Ansiaba el ritual que marcara los cambios importantes en mi vida como mujer y madre. Anhelaba oportunidades para reflexionar sobre mi cambiante y creciente relación con lo Divino. Necesitaba una religión que trajera un nuevo sentido de celebración a mi vida y a mis experiencias con los poderes fomentadores y protectores de la deidad femenina que crecía dentro de mí. Investigué otras religiones y tradiciones religiosas. ¿Sentían otras mujeres lo mismo que yo? ¿Incluían, segregaban, o negaban a la mujer y sus necesidades de veneración, otras religiones? 108 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Mediante mi investigación y viajes a países donde se practican las religiones Islámicas e Hindúes, concluí que en estas tradiciones, también, las mujeres están excluidas de los roles de autoridad en la práctica de su fe. Nimira Lalani indica que, para alimentar su hambre espiritual, las mujeres Hindúes construyen solidaridad femenina y encuentran fuentes alternas de poder religioso, participando en rituales de ciclos de vida que se enfocan en la salud y prosperidad de sus familias. Lalani también observó que, incluso en el Budismo, a pesar de ser considerado en todo el mundo como el más equitativo, ya que Buda enfatizó durante su iluminación una unidad completa de los aspectos masculinos y femeninos de la persona, quedan restos de un prejuicio cultural sobre el género. Este sesgo todavía priva a las mujeres de una aceptación manifiesta de participar equitativamente en la vida comunitaria religiosa. ¿Cómo sucedió esta desvalorización de las mujeres en sus comunidades religiosas? Examiné religiones del pasado y desenterré profundas raíces sexistas en las prácticas religiosas. Lo más asombroso fue descubrir que la mayoría de las culturas habían sido una vez matriarcales. El poder que las mujeres tienen a causa de sus cercanos nexos con la naturaleza (mediante sus capacidades co creativas) tradicionalmente ha sido temido. Este temor del poder de las mujeres, especialmente durante su periodo de luna (el ciclo menstrual), se volvió a través de los siglos el catalizador para introducir tradiciones que, en forma gradual pero infaliblemente, despojaron a las mujeres del poder. Una de esas estrategias de remoción del poder fue difundir, en las mentes de los hombres y de las mujeres por igual, la noción de que la mujer y su sexualidad no son sagradas, santas y poderosas, sino pecadoras y sucias. Recuerdo cierta vez, siendo adulta joven, un bautismo. Las palabras “este niño concebido en el pecado”, todavía retumban en mis oídos. Vacilé con incredulidad. ¿No eran la sexualidad, la concepción y la maternidad, sagradas ante los ojos de mi iglesia? Una mujer fue capaz de concebir a un Dios -Dios que es amor; ¿mas la unión amorosa de una pareja era un pecado? ¿Era este otro mensaje mostrando a la mujer como seductora, como la personificación de la maldad? ¿Qué motivaba ese pensamiento, que envolvía en malevolencia la santidad de la sexualidad y la co creación de la vida mediante el amor de un hombre y una mujer? 109 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Yo necesitaba una religión que hiciera más que tolerar a la mujer. Necesitaba una religión que no le diera la espalda a las mujeres que sufren. Una religión que honrara y venerara los aspectos femeninos y divinos de la deidad y de mi persona. Como Patricia Lynn Reilly, en Un Dios Parecido a Mí, (18) ya no podía aceptar más una religión basada en la vergüenza modelada por los hombres, para los hombres, y basada en la experiencia de los hombres. Necesitaba sentirme conectada. Necesitaba sentirme restituida. Necesitaba restaurar mis cimientos. Mucho antes que las religiones llegaran a estar dominadas por los hombres, las mujeres se conectaban con la Diosa que moraba dentro de sí mismas, dentro de la naturaleza y dentro del Todo. Yo busqué la Diosa y encontré en las religiones antiguas una imagen de ella, representante del poder femenino, tan misericordiosa como independiente. Descubrí que, desde el principio, las mujeres se han conectado con la Diosa para su realización espiritual y para solidarizarse con otras mujeres. Hoy, dentro del santuario de las Religiones Terrenales, cualquier mujer, en cualquier etapa de la vida, puede encontrarse a sí misma reflejada en la Diosa, representada como doncella, madre, o anciana sabia. Mucho tiempo antes que el poder y la religión se hicieran socios, la gente había encontrado lo sagrado. Las Religiones Terrenales han mantenido una conexión con lo Sagrado. Durante mis noches oscuras alcancé brevemente a vislumbrarlo; ese destello había fulgurado luz sobre lo profano. Recordé mis muchas experiencias con un Sanador Kahuna en Hawái, y mis visitas a los Sitios Sagrados. Recordé la Posada de la Luna y la glorificación por parte de la tribu entera de la necesidad de cada mujer de nutrirse y de reconectarse a la Madre Tierra y la Hermandad Sagrada durante su periodo menstrual, para que el equilibrio y el ritmo fueran mantenidos en su vida. Yo ansiaba el equilibrio y el ritmo. Ansiaba reconectarme al ciclo sagrado en mi vida. Necesitaba una vez más sentir los latidos de mi corazón en sincronía con el latido del corazón de la Madre Tierra. Necesitaba pertenecer a la totalidad. Lo sagrado creciente dentro de mí necesitaba una voz, necesitaba expresión. El Dios masculino de la religión de mi niñez se había hecho demasiado frugal, aún así yo no podía relacionarme únicamente con una imagen de 110 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington diosa. Mi sentido de totalidad, mi necesidad de plenitud exigía más. Necesitaba una relación con una Presencia Divina que pudiera ayudarme a reconocer y expandir ambos aspectos, masculino y femenino, de mi ser. Había sentido al Creador en el viento. Había saboreado, olfateado, y tocado al Espíritu Creativo. Anhelaba una religión que entendiera esta forma de Energía de Dios, y me pudiera ayudar a celebrar la constante expresión del Crecimiento Divino dentro de mí, y dentro del Todo. 111 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 11: El Cielo El cielo está sobre todo; allí hay un juez Que ningún rey puede corromper. - William Shakespeare (Henry VIII) Mi hijo había muerto en otoño. Era otoño una vez más. Observando la cosecha de frutas, me acordé de un pasaje bíblico citado en una canción que alguna vez en mi pasado me había gustado mucho y frecuentemente cantaba. “Si el grano de trigo cae en tierra y muere, queda solo. Pero si muere, producirá abundante fruto.” (1) La canción nos enseña que la muerte es necesaria para renacer y crecer. Mi paseo por el campo se había hecho costumbre. Recibía a diario el esplendor y las lecciones a través del mundo natural. El campo, la pradera, y el lago compartían numerosas historias sobre el proceso continuo de la vida. El perenne renacimiento murmuraba que la vida continúa, a pesar de los signos visibles de muerte. Semillas de evidencia exponen la consagrada verdad que la muerte y el renacimiento son una parte inevitable de la vida. No son entidades separadas, sino que vienen en Géminis, la forma dual. Recordé que la pérdida es tan natural como el cambio de marea. Me di cuenta que una hermosa puesta de sol debe hundirse en el océano para que la noche nazca, haciendo posible el alba de la mañana siguiente. Los girasoles, que llegué a apreciar tanto al verlos volver sus caras hacia el resplandor del sol de verano, también revelan que deben dejar caer gradualmente su semilla y morir para que en la primavera siguiente nueva vida pueda germinar con el mismo esplendor que ahora presenciaba. Pero, aunque las lecciones aprendidas observando el orden natural reforzaban la esperanza en el proceso de renacer, y ofrecían alguna promesa que, de algún modo, en algún lugar, la vida continúa aun más allá de la muerte, yo estaba todavía sumamente sensible al hecho que la pérdida tenía otros significados. En comparación con la traumática y súbita muerte de mi 112 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington hijo, y las significativas pérdidas que otros han experimentado, estos recordatorios eran apenas perceptibles. Yo había desarrollado fuertes lazos de afecto con mi hijo. El rompimiento de éstos, y los intentos por sanar las heridas me habían dejado privada, despojada, desproveída, desposeída. Me sentía aislada de todo y de todos, incluso de la vida misma. Estaba ansiosa, insuficiente, consumida. El invaluable tesoro precioso de mi niño, nuestra relación, y todas las promesas de cualquier momento futuro juntos habían desaparecido. No había manera de recuperarlos. El sentido total de mí misma había sido destruido. Mi autoestima, mi respeto propio, mi orgullo propio y mi dignidad habían menguado. Ya no sabía lo que representaba, con qué me identificaba, o en qué creía. No podía pretender avanzar usando mis habilidades puesto que ya no sabía cuáles eran. Estaba llena de dudas y plagada de temor e inquietud. Había perdido mi sentido de seguridad. Dudaba de mi capacidad para confiar en mí, en otros y en el orden universal. Aunque las señales a mi alrededor, más especialmente las del otoño, apoyaban la noción del renacimiento y nuevo crecimiento después de la muerte, la estación misma y todas las memorias dolorosas del aniversario que traía consigo, me hacía luchar, más que nunca, con las preguntas alrededor del “por qué” con relación a mi hijo. Podía ver que, como el trigo en la canción, la experiencia me había ocasionado “caer”, para yacer estéril. Me había visto a mí misma, la percepción que tenía sobre mí, y lo que creía, morir. Aún podía ver señales incipientes del nuevo nacimiento y crecimiento dentro de mí, pero no podía aceptar que mi hijo hubiese sucumbido. Mi hijo estaba en la primavera de su vida, no en el otoño. Él no había tenido tiempo para mostrar al mundo todo su potencial. ¿Por qué se lo habían llevado? ¿Cómo podía ser una experiencia de crecimiento perder la vida a tan temprana edad? ¿Dónde podría realizarse su vida, renacer? ¿En qué área tenía su potencial? Antes tenía una aceptación simplista sobre la vida después de la muerte y el cielo. Ahora estaba plagada de numerosos conflictos sobre esta incuestionable aserción. “¿Existe el cielo? ¿Dónde está el cielo? ¿Está él en el cielo?” “¿Cómo es el cielo?” “¿Qué está haciendo ahí?” Tratando de ser amable, la gente me ofreció tarjetas y plegarias. “Que las almas de los seres que han partido descansen en paz.” Yo quería gritar, y frecuentemente lo hacía. No podía soportar pensar que mi hijo descansaría 113 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington para toda la eternidad. Él había amado la vida. Tenía tanto que realizar, ver, y descubrir. Era creativo y activo. Mi atormentada alma necesitaba respuestas del cielo y las actividades que allí se realizaban. En mi angustia, imploré. “Oh, dador de vida que estás en el cielo.” “¡Cielo!” “¿Qué es el cielo?” “Necesito saber sobre el cielo.” Descubrí en Una Guía para Meditar Caminando, (2) que Thich Nhat Hanh creía que el mundo en el que vivimos, aquí mismo, ahora mismo, contiene todas las maravillas que podemos esperar encontrar en el cielo. Estaba impresionada por su afirmación. Pero más especialmente, estaba agradecida por las satisfactorias imágenes visuales que él crea mientras explica sus creencias sobre honrar la santidad de esta tierra celestial. Él enfatiza que, debido a la santidad de la Tierra, cuando nos paseamos sobre ella, lo debemos hacer con la dignidad del Buda, de Jesús. Yo estaba consciente del poder de caminar. Sabía que aparte de aumentar el vigor y la fortaleza física, caminar ayuda a mejorar la autoestima y disminuye los sentimientos depresivos. Sabía que caminando se disminuye la tristeza, haciendo un espacio para que entre la paz. Y había descubierto que mi gastado camino por el campo me había llevado a reconocer lo Sagrado en toda la creación. Thich Nhat Hanh nos habla de la importancia de poner atención, de estar totalmente presentes ante la belleza de las imágenes, los sonidos y los olores que nos circundan. Al hacerlo, comenzamos a ver el potencial infinito en cada uno. Una vez más, me volqué hacia la naturaleza, esta vez a la orilla del mar. Las olas alegremente venían hacia mí, llevándose todo lo que me lastimaba. Con gratitud contemplaba como las olas se alejaban, llevándose mis temores y dolores, mi ira y mis lamentos hacia el “reino de la creación”, para hacerme sentir revitalizada y renacida. Yo reflexionaba, a medida que Thich Nhat Hanh recomendaba y mostraba que existe la posibilidad de la Unidad con toda la creación y con todas las posibilidades de creación. Llegué a descubrir que el océano, como la pradera, era místico y santo. Ambos guardan secretos para quienes buscan alejarse de los tormentos de sus circunstancias cotidianas. Ambos están llenos de sol, llenos de posibilidades abundantes, y ambos se mezclan en el cielo de una forma que frecuentemente hace difícil distinguir donde comienza uno y donde termina 114 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington el otro. Ambos dan una perspectiva diferente de la vida y la realidad. Ambos proveen un mejor panorama, más grandioso, del que estamos acostumbrados, un paisaje confinado únicamente por los límites de nuestros sentidos. Alejados de la orilla o de la multitud, tenemos una perspectiva diferente de nuestra propia importancia. Ante la inmensidad, nos empequeñecemos, y el poder de la creación nos cubre. Envueltos en la grandiosidad de nuestros alrededores, aunque estemos solos nos sentimos menos solos, mientras que estando aparte nos sentimos más separados. Notamos más claramente nuestra relación con la totalidad. Llegamos a reconocer la importancia de cada brizna de pasto, de cada coral. Respetamos su existencia, conociendo su valor dentro del grandioso ciclo de la vida, su importancia dentro del orden universal. Me sentí conmovida al percibir el esplendor, la inmensidad. Sentí el viento y me llené del hálito que da vida abundante. Hice una pausa. Reflexioné. Un verso de Eclesiásticos repercutió en mí: “Lo que es, ya antes fue; lo qué será, ya es.” (3) Me pregunté si este lugar era lo que ha sido, lo que es, y lo que está aún por venir. ¿He encontrado aquí, en este lugar, lo que había venido a buscar? Yo había venido contemplando la posibilidad de que, de algún modo, en algún lugar, mi hijo continuaba existiendo. Había estado buscado las verdades acerca del cielo. Las ideas que estaba incubando y las conclusiones a las que había llegado estaban alterando dramáticamente mi percepción del mundo y mi lugar dentro de él. El mundo que estaba descubriendo era enormemente diferente a mi mundo de ayer. El mundo que me rodeaba había llegado a ser más inmenso, más grandioso, más desconocido, y aún más Sagrado. Mi visión del mundo había cambiado, y con el cambio de visión yo también había cambiado. Lo que era antes muy importante, tenía ahora poca importancia. Lo que era de poca importancia era ahora trascendente. La pérdida, la turbulencia de la lucha, y la realidad que ahora supe que existía habían alterado mi percepción. Yo sabía que no era la misma, ni jamás iba volver a serlo, porque había visto en la pradera, en el océano, en el cambio de las estaciones, y en los ciclos de las fases de la luna, un orden que no podía ignorar. La pérdida seguida por el renacimiento se apreciaba por doquier y en todas las formas de vida, aun en el proceso continuo del modelo 115 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington rítmico de mi vida. Yo había perdido muchos pasados y ganado muchos presentes. Había pasado por muchos cambios. Me había adaptado para recomenzar muchas veces. Aprendí que el cambio involucra dejar ir lo que fue y reemplazarlo con lo que es. Me resistía. Me atemorizaba lo desconocido en la tierra de los nuevos comienzos. Anhelaba volver a lo seguro y simplista del ayer. Extrañaba el pasado. Echaba de menos lo que había cambiado, lo que había perdido. Lamentaba lo que tendría que dejar atrás si me decidía a continuar avanzando. Como de costumbre, mi corazón y mi cabeza no trabajaban acompasadamente. Mi corazón se negaba a aceptar lo que mi cabeza comenzaba a comprender. Yo quería sanar. Quería sentirme completa nuevamente. Pero sanar parecía ser tan doloroso como el sufrimiento mismo. Sabía que no podría seguir viviendo con las mismas percepciones, ideas y actitudes de antes, pero si avanzaba ¿iba a dejar a mi hijo olvidado, y a desconocer la belleza de su vida y nuestra vida juntos? Los descubrimientos en la naturaleza habían probado ser una llave eficaz para abrir las formidables puertas que ceñían la energía de mi alma. Pero ¿deseaba, realmente, abrir esos enormes portales? Estaba familiarizada con las heladas aguas de la congoja, y sabía como navegar en su furiosa corriente. Lo que temía era el paso por el desconocido e imprevisible río de la sanación. ¿Sucumbiría bajo el desbordamiento de mis propias emociones dolorosas? Noé había sobrevivido la mayor inundación de toda la historia. Sólo después de la inundación fue recompensado con el arco iris. Cada vez que la lluvia me premiaba con un arco iris, me acordaba de la experiencia de Noé. (4) Reflexioné sobre la mezcla de lluvia y sol que era necesaria para crear el arco iris. También reflexioné sobre esta mezcla en mi propia vida. Me dejé llevar por la vibración del arco iris. Había leído que la gente usa los colores para propósitos curativos. Quise saber más sobre esto. Estudié acerca del color y sus asociaciones psicológicas y espirituales. Estuve fascinada de descubrir que cada color tiene su propia frecuencia, que la frecuencia de cada color retiene la misma frecuencia que una nota musical, y 116 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington que ambas frecuencias, la del color y la de la música, pueden usarse para sanar y para aumentar nuestra propia frecuencia de energía. Aprendí que ciertos colores particulares nos atraen cuando tenemos necesidad de ellos en nuestra vida. Esto me pareció fascinante. Empecé a vestirme mucho de morado, un color que nunca antes había preferido. Ahora podía reconocer el significado. El morado representa el reino espiritual. Me debatía entre numerosas preguntas espirituales. Sentía una gran necesidad de la energía de este color. Estaba agradecida con el color morado. Necesitaba su energía. Necesitaba el morado para que me apoyara en mi búsqueda de la verdad. Antes de la muerte de mi hijo, la música había sido una parte vital de mi vida. Yo cantaba continuamente, no sólo por placer personal sino también para el disfrute de otros. Ajustar los horarios para todo lo que involucraba enseñar música a los niños había sido una parte de mi rutina. Mi hijo tocaba el saxofón, mis hijas tocaban el piano. Me di cuenta que desde hacía mucho tiempo no había habido música en nuestro hogar. Yo ya no cantaba, y no me acordaba cuando se había abierto el piano por última vez. Tampoco podía recordar cuándo habían cesado las lecciones. Me senté al piano. La música no fluía. Traté de cantar. Las palabras eran monótonas, sin sentido, inexpresivas. Mi alma no podía ser engañada tan fácilmente. Me faltaba la energía del alma para crear. Si no podía producir por mi misma los efectos que necesitaba, entonces usaría los trabajos de otros. Yo había estudiado que los sonidos agudos y fuertes pueden aumentar la inquietud y el temor, pero los sonidos del viento, de la ondulación del mar y de la música clásica suave pueden orientar nuestras frecuencias de energía en sincronía con vibraciones más tranquilas. Coloqué campanillas de viento. Introduje sonidos musicales, apenas perceptibles, en mi hogar, en mi oficina y en mi auto. Llené botellas decorativas con agua de colores y las coloqué en una ventana. Ahí el sol reflejaba los colores sobre mí mientras trabajaba. También agregué en mi hogar y en mi guardarropa colores morados, verdes y azules, los colores importantes para sanar y para mantener el equilibrio. La ansiedad y el persistente temor que me habían acompañado constantemente habían disminuido. Convencida de que una salud mental más positiva era, por lo menos en parte, resultado de haber introducido colores y sonidos terapéuticos y estabilizadores en mi vida, incorporé la investigación sobre estos métodos no tradicionales en la enseñanza y la 117 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington práctica. Alentaba a quienes se sentían inquietos y ansiosos, así como también a quienes proveían cuidados a personas ancianas y agonizantes, que probaran estos métodos y que observaran si eso disminuía la inquietud y aumentaba la tranquilidad en dichas circunstancias. Las respuestas positivas fueron notables. Después de notar el mejoramiento en los patrones de sueño, y la disminución de las noches en vela, atribuidos a las noches en que ponían grabaciones de las olas del mar, y viendo los efectos positivos de haber introducido colores y sonidos terapéuticos y estabilizadores aun en pequeñas cantidades, una empleada del área de cuidados a largo plazo decidió aumentar dramáticamente la cantidad de azul en el ambiente de sus residentes ancianos más inquietos. No sólo empezaron a usar ese color en su ropa de cama y en decoraciones, sino que lo usaron de diversas maneras durante la comida, incluyendo vajillas adornadas con azul y jarras azules para el agua potable. Estaban convencidos que este cambio en el color les había ayudado a disminuir la fatiga a la hora de la comida, como así también durante todo el día. Al estudiar el color, descubrí que al incrementar la belleza en nuestras vidas, no solamente mediante el uso de colores y música, sino también de otras maneras, como agregar flores y fragancias, podemos estimular las endorfinas, la propia sustancia del cuerpo tipo morfina. Al estimular las endorfinas, podemos disminuir sentimientos depresivos y mejorar el humor. Llegó a ser importante para mí entretenerme y sentir el aroma de las flores silvestres a lo largo de mis caminatas. Cuando mis hijos eran pequeños, la primavera siempre se hacía presente en mi cocina con un ramillete de flores silvestres. ¿Cuántos días habían pasado desde que había recibido esos preciosos impulsos de amor? ¿Cuándo cesaron esas pequeñas manos de ofrecerme florecitas? Mis hijas ya no eran pequeñas. ¿Cuándo habían crecido? Yo había estado abstraída desde hacía mucho tiempo. Era tiempo de volver, tiempo de despertar. Era tiempo de poner algunas flores sobre mi repisa. Mi tía me envió un casete. Las canciones habían sido escritas, arregladas, e interpretadas, por una de las religiosas de su comunidad. 118 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington “Yo estoy en el arco iris y estoy en la lluvia. Estoy en tus sueños rotos y en tu dolor. Estoy en tu duelo y vengo para mostrarte el camino. Estoy en y soy parte de todo y estoy en ti para quedarme.” (5) Volví a recordar el arco iris y comencé a respirar en los colores. Invité a entrar al rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, índigo, y violeta. Le di permiso a cada color para penetrar en mi ser, llenar cada célula, y reemplazar la oscuridad de duelo albergada allí. Necesitaba la energía curativa de cada color. Le pedí a cada célula abrirse para recibirlos, y resonar con su misma frecuencia apacible. Inhalé los colores vibrantes que me rodeaban. Invité al azul del cielo y al verde de los bosques y el pasto a equilibrar y sanar mi dolor emocional. Pedí al rojo y al naranja que me conectaran a la tierra y que sanaran mi dolor físico. Inhalé el amarillo para tomar valor, y pedí al morado majestuoso de las montañas que sanara mi alma herida. Respirando en el arco iris, descubrí que yo también era un arco iris, que distintas áreas de mi cuerpo recogían los diversos colores en el universo y, a la vez, los reflejaba de vuelta. Podía sentir mi cuerpo desbordarse de colores y rodearme con ellos. Podía verlos moverse a través de mí y mezclarse con los colores circundantes en otros y en la naturaleza. Al descubrir que las meditaciones de color sanaban, comencé un ritual matutino regular del color. En la cima de una colina distante, con los brazos alzados hacia el universo, rogué para que la Energía del Espíritu del Creador me llenara de la luz dorada. El dorado es el color más frecuentemente asociado con lo Divino. Al fluir la luz, descubrí dentro de mí centros de energía, cada centro lleno de su propio color brillante, pero fusionándose con el inmediato y extendiéndose más allá de mí. En cuanto la luz dorada entró en mi corona, se convirtió inmediatamente en violeta vibrante, llenando mi cabeza completamente, pero convirtiéndose en índigo al moverse desde mi frente hacia la garganta. Aquí la luz se hizo azul cobalto, para fundirse en un verde brillante que saturó el centro de mi corazón. El verde se hizo amarillo en el plexo solar, y luego naranja justamente arriba de mi hueso púbico. El naranja se fusionó con un rojo brillante que inundó mis piernas y penetró en la tierra. 119 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Agradecida por la energía, pedí que se me concedieran los dones del Espíritu, así podría usarlos para desplazarme más allá de mi sufrimiento, para mi propio bien y el bien de Todos. Descubrí que los dones del Espíritu estaban dentro de mi cuerpo. Encontré sabiduría en el violeta del centro de mi corona, comprensión en el índigo del tercer ojo en mi frente, y conocimiento en el azul de mi garganta. Encontré compasión en el verde del centro de mi corazón, valentía en el amarillo de mi plexo solar. Descubrí creatividad para ser usada con humildad en el centro anaranjado de la reproducción. Quedé turbada de asombro y del amor del Creador, y de toda la creación, cuando me conecté al universo en el rojo de mi raíz chacra. El universo existía en mí y yo en el universo. Dios existía en mí y yo en Dios. Yo era un holograma. Estaba fascinada de enterarme que otros creían de manera similar y comencé a encontrar evidencia para apoyar la convicción de Bohm, (6) que el universo entero estaba estructurado como un holograma. En El Universo Holográfico (7) Michael Talbot cita a Karl Pribram en una entrevista en Psychology Today. Karl comentó, “No es que el mundo de las apariencias esté equivocado; no es que no haya objetos ahí, al nivel de la realidad. Es que si uno penetra y observa el universo con un sistema holográfico, obtiene una vista diferente, una realidad diferente. Y que otras realidades pueden explicar cosas que han permanecido hasta la fecha científicamente inexplicables: fenómenos paranormales, concurrencias, y coincidencias aparentemente significativas de sucesos.” Mi mundo ya no era el mismo al que había pertenecido. El mundo era Sagrado y yo no estaba separada de él sino conectada al Todo. Si yo era una parte de la totalidad, mi persona no sanada interfería con la sanación del universo entero. Tenía la responsabilidad de sanar. Busqué métodos para conseguirlo. Estudié técnicas de sanación por transferencia de energía, primero para mi beneficio y luego para poder ayudar a otros. Estudié reflexología. Practiqué para lograr tocar cada órgano del cuerpo con tan solo frotar las plantas de los pies o las palmas de las manos. Estudié iridología. Pasé algún tiempo con un médico que había llegado recientemente de China. Él usaba un medidor de voltaje para probar la energía en la oreja. Cuando él tocaba un punto particular sobre la oreja con una sonda fina, el indicador sobre el monitor registraba el voltaje. Cuando el 120 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington voltaje bajaba de lo normal, indicando una disminución de la corriente de energía, consultaba una figura de una oreja enorme. La figura de la oreja estaba transpuesta sobre un diagrama del cuerpo entero. El médico diagnosticaba precisamente el órgano afectado, basándose en la disminución de corriente de energía del órgano, tal como indicaba el medidor y que correspondía a la figura. Estas prácticas se basan en la creencia que todo en el universo es una repetición de la totalidad, y que la totalidad está contenida dentro de cualquiera de las partes. Si se trata cualquiera de las partes, también se trata la totalidad. El ojo, el pie, la mano y la oreja - cada uno se usa en el tratamiento basado en el conocimiento del holograma. Todos los tratamientos se basan en la comprensión de que la energía fluye a lo largo de las líneas de energía, conocidas como meridianos. El Universo, la Tierra y el cuerpo humano, todos son sostenidos por la energía que fluye a lo largo de los meridianos. Descubrí que yo también era una sola con la energía del Todo, y conectada a todos los otros campos de energía en el universo entero. ¿Si yo era una sola con el universo, estaba el universo y quizás incluso el cielo, en mí? Yo estaba fascinada por la teoría de Albert Einstein, (8) que la energía no puede ser creada ni ser destruida, únicamente transformarse. Necesitaba saber más sobre la energía. Necesitaba descubrir por mí misma si la energía de la vida, tan profundamente factible en una vida joven, y tan obviamente invisible en la muerte, podría desde luego ser transformada. ¿Podría la vida continuar después de la muerte? ¿Podría la vibrante energía que era mi hijo ser transformada? Con el correr de los años, escuché a pacientes agonizantes describir visitas recibidas de miembros de la familia que habían fallecido. Estas experiencias se diagnosticaban comúnmente como alucinaciones, pero mi certeza interior siempre había desafiado tales explicaciones simplistas como una “salida fácil” y dentro de la zona de comodidad. Mi disposición para “escuchar” historias paranormales rodeó mi vida profesional y personal con gente deseosa del alivio que viene cuando alguien les cree. Después de haber sido resucitado, un hombre joven contó que había sentido que su espíritu había abandonado su cuerpo físico y se había 121 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington entristecido cuando fue compelido a volver. Un amigo dijo haber visto una luz moverse desde el cuerpo de su padre al momento de morir, y estudiantes y colegas compartieron sus observaciones sobre “evidencias” del espíritu partiendo cuando un paciente muere. Un movimiento para explorar este terreno condujo a investigaciones sobre experiencias cercanas a la muerte, conducidas por Elizabeth Kubler Ross, (9) Raymond Moody, (10) Melvin Morse (11) y Kenneth Ring. (12) La documentación de las descripciones de “experiencias de muerte” de individuos devueltos a la vida después de largos períodos de muerte clínica (la ausencia de todas las señales vitales fue confirmada médicamente) ha mostrado una considerable consistencia. Sus hallazgos hablan convincentemente en favor de una existencia espiritual después de la muerte física. En Life At Death –A scientific Investigation of the Near Death Experience, y Heading For Omega, (13) Kenneth Ring describe un patrón particular acerca de la experiencia de muerte. La persona siente una separación del cuerpo físico y llega a estar consciente de un sentimiento de tremenda paz y bienestar. La persona comienza a sentir que su conciencia – el yo verdadero, flota sobre el cuerpo físico, y es capaz de verlo objetivamente, casi como un espectador. El yo verdadero comienza a moverse a través de un túnel oscuro, propulsado rápidamente hacia una brillante y hermosa luz áurea o blanca. La luz emerge y es sumamente agradable mientras pulsa y envuelve de amor a la persona. El individuo experimenta una revisión panorámica de su vida que contiene virtualmente cada experiencia. Ve la vida objetivamente —como lo era realmente— y ve los efectos de sus acciones sobre otros. La condición de una vida bien vivida se medía de acuerdo a cuán bien él o ella amó. La persona podría también encontrar un pariente o un personaje religioso de algún tipo, y ser requerido de tomar una decisión sobre continuar con la experiencia o regresar a la vida física. La decisión parece depender frecuentemente del individuo. En algunos casos, se le comunica a la persona que él o ella debe volver, que todavía no es tiempo. Estos investigadores enfatizan que, mientras las experiencias cercanas a la muerte han sido estudiadas principalmente en Occidente, esto no se limita 122 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington de ninguna manera sólo a la gente Occidental. La gente de todas las culturas ha reportado sobre ello de manera semejante. Al escudriñar la literatura, descubrí que las percepciones descritas por quienes han tenido experiencias cercanas a la muerte no pueden ser explicadas por medios normales y sugieren que profundos sucesos paranormales tienen lugar durante esas experiencias. La gente frecuentemente vuelve de una experiencia así con información que de ninguna manera posible hubieran podido obtener. Algunos han reportado haber visto parientes difuntos que no tenían ninguna idea que hubiesen muerto; otros cuentan haber encontrado parientes, como una hermana bebé, de la cual no tenían conocimiento. Los numerosos informes y su consistencia sugieren que algo muy real sucede. En opinión de los Doctores Kubler-Ross y Kenneth Ring, la gente que sobrevive la muerte clínica posee después una total certeza interior que la muerte no existe de la manera que ellos la habían imaginado. El mensaje que transmiten es que no debemos temer a morir, que la muerte es apacible, hermosa y una experiencia gloriosamente trascendente. El Dr. Melvin Morse ha presentado centenares de casos de niños que han tenido experiencias cercanas a la muerte. Todos los niños hablan de que se dirigían hacia una luz que parecía estar “repleta de sabiduría, perdón y amor.” Como madre, yo necesitaba esta certeza. Ansiaba saber que lo que mi hijo tuvo que experimentar cuando abandonó su cuerpo físico no lo había aterrorizado, que no había estado solo en el proceso y, principalmente, que estaba en un lugar de amor. El Dr. Morse informa que después de la resucitación, los niños frecuentemente describen como todo en el mundo conviene en una luz reluciente. Al entrevistar a estos niños más tarde en sus vidas, descubrió que ellos rara vez ingieren alcohol o drogas, ya que entienden que estas sustancias de algún modo obstruyen, más que acercar a la luz. Él, así como también los Doctores Elizabeth Kubler Ross, Kenneth Ring, y Raymond Moody transmiten su profunda convicción en alguna forma de existencia consciente después de la muerte. De sus hallazgos deduje que la cognición es el alma. 123 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Mi estadía cerca del mar, mis paseos por el campo, y mis indagaciones sobre las experiencias cercanas a la muerte, me convencieron que nada existe separado de la Unidad, separado o aparte de la creación, de la totalidad. ¿Podría el alma pertenecer a un alma mayor, a una cognición más grande, a un lugar celestial? En el siglo 12, Hildegarda de Bingen (14) tuvo una visión de la consciencia. Ella la vio, pero no en su interior, sino radicando fuera de sí misma. Tuvo la visión de que la conciencia que fluye de nosotros nos conecta de persona a persona y de la persona a todas las cosas, y nos mantiene siempre totalmente en comunión con lo sagrado, en cada momento de la creación. Siglos después, Carl Jung (15) (16) confirmó la visión de Hildegarda. Él y otros han contribuido para crear una conciencia de una realidad mucho mayor, una realidad de la cual en todo momento cada uno de nosotros forma parte. Esta realidad, que contiene la conciencia de todo el tiempo, existe porque nuestra conciencia se mezcla con la conciencia colectiva. La conciencia colectiva está compuesta de todas las esperanzas, los sueños, las aspiraciones, los conocimientos, las estrategias de sanación, los milagros, etc. que han existido, existen y existirán. Todo lo que existe en la conciencia es lo relativo ahora. ¿Podría la energía del alma de un ser querido estar tan próxima como las vibraciones de otras ondas invisibles eléctricas y sonoras? ¿Vamos nosotros lado a lado con nuestros seres queridos, incapaces la mayor parte del tiempo de verlos u oírlos? He leído y he sabido de visitaciones, tanto durante el sueño como en estado consciente, de seres queridos que han fallecido. Un hombre joven que padecía una enfermedad terminal había recibido tratamientos regulares de transferencia de energía. Yo lo había dejado al cuidado de otra persona mientras pasaba algunas semanas cerca del mar para restablecerme. Hacia el fin de las vacaciones desperté sacudida con una certeza captada. El joven iba ascendiendo mediante un tipo de escalera mecánica gigantesca. Cuando pasó por el área donde yo estaba parada, detrás de una estructura como una ventana, se volvió hacia mí, sonrió y se despidió con la mano. En la parte de arriba, apareció un andén a la derecha de la escalera mecánica. 124 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Mientras el filamento como una nube que rodeaba al andén se disipaba, vi a mi hijo que permanecía al lado de una gran presencia reluciente. La presencia dijo: “porque tú has dado amor incondicional, se te dará la oportunidad de abrazar una vez más a tu hijo.” Yo abracé a mi hijo cubriéndolo con todo el amor que era capaz de sentir. La sensación era verdadera, no como un sueño. Por un momento sentí a mi hijo en su forma corporal. Yo había orado por sentir esta experiencia. Había implorado por ello. Hasta la fecha continúo disfrutando ese regalo. Se me había mostrado que finalmente había aprendido los poderosos efectos del amor incondicional - amar sin compromisos. Como madre, no siempre había dado amor sin expectativas. Yo había vislumbrado el cielo. Ya no podía dudar de esta realidad. Yo sabía que mi hijo estaba ahí. Sabía que él estaba siendo orientado y protegido. Yo había visto al Universo dentro de mí, y a mi alrededor, y había visto la escalera mecánica ascendiendo. Sabía que algo del cielo existía en mí y a mi alrededor. También sabía que algo del cielo existía fuera de esta dimensión. 125 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 12: Santificado Sea Tu Nombre El infinito, cuando contenía todas las cosas, En Nada y de la Nada todo lo creó, ¿Sobre qué base fue fijado el torno en el que giró esta esfera y moldeó tan impecablemente? ¿Quién sopló los Fuelles de sus vastos hornos? ¿O quien sostuvo el Molde donde el mundo fue fundido? ¿Quién colocó su Piedra Angular? ¿O de quién vino la orden? ¿Dónde se apoyan los Pilares sobre los cuales se sostiene? ¿Quien delineó y bordeó la tierra con hermosura, Con Ríos como Listones verdes del color de las esmeraldas? ¿Quién hizo los Mares y les puso límites, quien contuvo las aguas como a una madeja de hilo dentro de una caja de Plata? ¿Quién extendió su cubierta o quien hiló sus cortinas? ¿Quién lanzó al Sol por esta senda? - Edward Taylor (El Prefacio) Antes del Segundo Concilio Vaticano, los rituales religiosos en la tradición Católica Romana se llevaban a cabo con poca participación de la congregación. Esta práctica se originó en la creencia que solamente los sacerdotes ordenados eran considerados dignos de un diálogo directo con el Omnipotente. Hablando en latín y de espaldas a la gente, cada acto sacerdotal representaba la necesidad de un mediador entre la gente indigna y su Dios. Mientras el coro interpretaba una misa cantada en latín, su participación estaba separada también de la congregación, por el idioma, la distancia, y la estructura física de un altillo. Pero en ocasiones muy especiales, tal como el Domingo de Confirmación, y el día de Corpus Christi, la congregación entera se levantaba en reverencia al unirnos en una versión Inglesa de “Santo Dios Alabamos Tu Nombre.” (1) Señor nuestro nos inclinamos ante ti. 126 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Todos sobre la tierra acatan Tu voluntad, todos en el cielo Te adoran a Ti. Infinito es Tu vasto dominio, perpetuo es Tu Nombre. A la manera simplista de un niño, yo pensaba que en ocasiones como esta, Dios podía escuchar nuestra devoción aún cuando fuera transmitida en un idioma diferente del latín, el cual asumí que era el idioma hablado en el cielo. El pavor creció cuando mi voz se unió al unísono con los centenares que declaraban su admiración hacia el nombre de Dios y hacia las obras hechas por nuestro Creador. Hasta la fecha me siento conmovida por la solemnidad de esos momentos de veneración comunal, cuando recupero la reverencia de esa gloriosa canción moviéndose en espiral desde el minúsculo domo de nuestra iglesia hacia las catedrales del Reino. La música y las canciones han sido siempre mis canales más claros para transmitir y recibir mensajes al Divino. Desde muy pequeña, me fascinaba cantar, y lo hacía cuando fuera y dondequiera que hubiese una mínima oportunidad. Esos momentos de exaltar con canciones, fuera sola, o con la comunidad entera de mi iglesia, y declarando mi admiración hacia nuestro Dios, y hacia toda la Creación, han sido a lo largo de mi vida las experiencias más sagradas. Pero por muchos años después de la muerte de mi hijo fui incapaz de cantar. Los numerosos discos y casetes que solía escuchar rara vez los sacaba de sus fundas. Las palabras no salían; la melodía no fluía. Las palabras no eran las correctas; las melodías no se adaptaban a las expresiones de mi alma. Me descubrieron un crecimiento de mi glándula tiroides. La garganta se asocia con la comunicación de nuestra voz, de nuestra verdad. Es la avenida de la expresión, especialmente la expresión creativa. La glándula tiroides es responsable del crecimiento y el progreso. Yo estaba bloqueando mi propio crecimiento. Se me había dado un don. No lo estaba usando. No estaba expresando quién era realmente, o en lo que realmente creía. No estaba alabando de la manera correcta para mí. No estaba compartiendo con palabras, o canciones, las Verdades Sagradas que ahora veía claramente. Mi energía creativa bloqueada estaba trabada en una protuberancia en mi garganta. Ese crecimiento anormal manifestaba una necesidad de cambio. Un salmo conocido repercutió en mí. Aunque mi garganta no podía expresar su voz, cada célula gemía mis sentimientos. 127 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Escucha Señor el sonido de mi llamado; Escucha y ten compasión. Mi alma anhela Tu gloria; Escucha Señor y respóndeme. (2) Mi trabajo con los pueblos indígenas había aumentado. No podía ignorar una conciencia instintiva y una reverencia hacia lo sagrado de las prácticas y el poder de los métodos de sanación tradicionales. Estaba descubriendo una conexión entre lo que estaba experimentando en mi viaje interior y lo que estaba presenciando en sus prácticas. Ansiaba saber más sobre la relación sagrada entre la humanidad y Toda la Creación. Leí un folleto olvidado inadvertidamente por algún estudiante, colega, o cliente. Me inscribí en un curso y con él vinieron muchos días gloriosos de verano llenos de aprendizaje, a través del estudio de las antiguas prácticas de Chamanismo. Guías y colaboradores poderosos del mundo del espíritu habían estado en espera. Ellos alegremente aceptaron mi invitación. Porque es solamente al ser convocados que ellos se hacen presentes. El creador ha dado libre albedrío a la humanidad. La guía espiritual respeta nuestra decisión. El dragón me rodeó, me orientó, y llegó a ser visible de muchas maneras y en diversos lugares. La mayoría de la gente educada dentro del cristianismo ve a los dragones como seres maléficos, ya que lo único que llegamos a saber es del dragón exterminado por San Jorge. El dragón es un símbolo complejo y universal, visto como algo aterrador, pero a la vez controlable. El dragón es tradicionalmente el Guardián del Poder. Hay un lado heroico en cada uno de nosotros, que debe hacer frente a pruebas difíciles, con el fin de superar el lado débil de nuestra naturaleza para alcanzar nuestros recursos interiores. El dragón permite este conflicto. La simbología a ser descubierta en la historia de San Jorge y el dragón es que, controlando al dragón espiritualmente, llegamos a ser los guardianes de nuestro propio poder, de nuestro propio futuro. La lechuza me orientó en mis viajes al mundo subterráneo. La lechuza se asocia con la estrategia y la sabiduría, y es capaz de ver en la oscuridad. Yo necesitaba la protección y la sabiduría, y la buena visión en la oscuridad que la lechuza podía ofrecer. La lechuza revoloteaba cuando estudié sobre la pérdida del alma, y me orientó en mi incompetencia cuando practicaba la 128 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington recuperación del alma. Conociendo mi inexperiencia, la lechuza completó, sola y sin impedimentos debido a mi carencia de habilidad y conocimiento, las recuperaciones del alma. Dejándome sana y salva en un área protegida, mi ayudante la lechuza buscó y volvió con la parte o las partes perdidas del alma, encomendándome solamente la tarea de sellar el tesoro encontrado. El espíritu del reno entró, dirigiendo mis experiencias al tiempo que yo aprendía como extraer escollos del alma. Con su cornamenta en alto, conectándonos al mundo superior, y con sus cuatro patas arraigándonos firmemente al plano físico, viajamos con seguridad. Mi espíritu y el espíritu del reno se fusionaron cuando extirpamos los escollos que impedían a otros cumplir su misión en la vida. El reno me permitió aprender, no solamente a extraer los escollos del alma de otros, sino a reconocer los míos propios. Del reno aprendí la importancia de estar conectada al mundo espiritual, pero también la importancia de estar conectada a la Tierra. Cuando por primera vez usé la meditación a través del color para visualizar los colores dentro de mi propio centro de energía, y cuando comencé a identificar los colores que fluyen a mi aura, el morado, el color asociado con el mundo del espíritu, era visible, pero los rojos y los naranjas, colores que me conectan a la Tierra, estaban ausentes o, a lo mejor, opacos. Mi vida no funcionaba. No podía expresar mis pensamientos con palabras claras, ni podía manifestar mis ideas en la realidad. Nosotros estamos destinados a vivir conectados a la Tierra. Se nos han asignado deberes terrenales. Se nos ha encomendado aumentar la actividad celestial sobre la Tierra. No podremos llevarlo a cabo si no somos una parte firme de la ella y estamos profundamente afianzados en ella. Un talentoso profesor me enseñó a ser como la gente erguida -los árboles, a enviar mi pelo, como ramas, hacia el cielo, para conseguir energía espiritual. Aprendí a dirigir las energías a través de mi cuerpo, y a pedirles que se lleven todo lo que no me es útil. Aprendí a plantarme firmemente y a dirigir la energía hacia las grandes raíces que se extendían desde las plantas de mis pies profundamente hacia dentro de la Madre Tierra. Aprendí que, sin estar conectada a la Tierra, yo no era capaz de manifestar en la realidad las ideas de la mente. Sin esta unión, nos desconectamos de la fuente que alimenta nuestro Fuego Sagrado. Pero cuando nos establecemos 129 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington firmemente y mantenemos nuestra conexión con la Madre Tierra, el temor y el sufrimiento son arrancados de nosotros, y a la vez recibimos el combustible requerido para desarrollar totalmente nuestros talentos y habilidades. Cuando somos agradecidos por los dones sagrados que se nos han dado, cuando damos incondicionalmente y con lo mejor de nuestro potencial, y cuando celebramos con gozo nuestra Unidad con el Universo, santificamos la fuerza co creativa interior, la Llama Eterna del Gran Misterio, el Creador, del cual nuestra Sacralidad es una parte. Algunos meses después de acoger a mi guía el reno, descubrí, Los Latidos del Corazón de la Creación: Siguiendo al Espíritu del Reno (3) de Linda Schierse Leonard. Por ella, reconocí que la capacidad del reno para encontrar su camino entre la maleza y sobrevivir los más crudos inviernos era una guía ejemplar a seguir. Reflejada dentro de los ojos apacibles del reno había una imagen de lo que yo debía llegar a ser. Necesitaba recobrar y confiar en mis propios instintos. Mi guía el reno me exhortaba a creer como la gente reno lo hace. Si yo permitía al espíritu reno orientarme, quizás como Leonard prometió, “imágenes de esperanza y paz” podrían inspirarme una vez más, y yo sería capaz otra vez de “honrar y afirmar la vida.” El Dr. Leonard enfatiza que “La imagen del reno moviéndose a través de la estepa sugiere la posibilidad de supervivencia y una renovación de la confianza y seguridad. Nada excepto la extinción puede parar al reno en su migración anual con un fin determinado. Las imágenes enfatizan la gracia salvadora del silencio, del espacio, y de la soledad. Nos da una visión de otro mundo, uno que aún no ha sido contaminado por la desesperación, en el cual nosotros también podríamos avanzar con libertad”. (4) Las pinturas rupestres indican que el hombre probablemente siempre ha necesitado de animales auxiliares y otros espíritus guías para su orientación y protección. Por su patrón de vida, su hábitat, y sus instintos naturales, los animales guías pueden dirigirnos hacia y durante nuestro recorrido espiritual. Viviendo en una existencia simbiótica con los animales, nuestros ancestros aprendieron a reconocer que nada existe aisladamente. Cada parte de la creación es una parte esencial y entrelazada. Cuando cada parte da y recibe con su mejor potencial, el Todo existe en un equilibrio apacible y abundante. 130 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Mientras más aprendía, más reconocía cuán sacramental era el Chamanismo. Mientras más lo practicaba, más consciente era de lo Sagrado dentro de mí y dentro de toda la creación. Mientras más consciente era de lo Sagrado, más estrecha era mi relación con el Creador. Mientras más conectada me sentía a todo en la creación, más conectada me sentía a Jesús y sus enseñanzas. Yo veía en sus palabras y obras, contenidas dentro de un marco de amor, un deseo de comunicar la sabiduría tradicional de lo Sagrado dentro del Todo. Cuando primero comencé a estudiar las Religiones Terrenales fui inmediatamente atraída hacia el misticismo de estas prácticas tradicionales, pero aún me preguntaba dónde estaba Jesús en todo esto. Divagué. Yo era una sanadora tradicional, rodeada por una luz clara de cristal que fluía desde un enorme círculo de Seres Sagrados que sobrevolaban arriba de mí. Jesús estaba en ese círculo. Buda estaba en ese círculo. El círculo de Seres Sagrados al que Jesús y Buda pertenecían estaba como cercado. El resplandor áureo que brillaba sobre ellos venía desde arriba de ellos. Yo recibí sanación del Chamanismo. Esta vez, no solamente mi visión del mundo sino también mi mundo, estalló. Por tres días la magnitud de la vida que me rodeaba se hizo más real, más grandiosa, más viva de lo que habría creído posible anteriormente. Yo era parte de los árboles, de las rocas, del lago. Podía ver, oír y sentir los árboles, las rocas, el lago. Su energía me rodeó y estuvo dentro de mí. Y podía ver, oír, y sentir mi energía, mi aura, dentro de los árboles, de las rocas, del lago. Ya no estaba sola. Estaba en el Universo y el Universo estaba en mí. Era parte del Todo. Pero era libre. Había sido liberada de los obstáculos espirituales. Las partes separadas de mi alma habían vuelto, y habían traído consigo las características que se habían alejado. Mi alma fragmentada había sido reparada. Ya podía recobrar mi totalidad. Ya podía recobrar los dones de mi alma. Mis talentos y habilidades habían sido liberados de las cadenas de su prisión. Mi alma rescatada podía expresar totalmente su voz creativa. Una vez más, podía recibir una guía mediante las canciones que suavemente flotaban en mi conciencia. Una vez más podía proclamar con canciones la gloria del Señor. Había descubierto, como San Ireneo, que “la gloria de Dios es el hombre plenamente vivo.” (5) 131 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Yo estaba viva, más viva de lo que había estado desde niña. Había trabajo que hacer. El tiempo era importante. Tenía dones para compartir. Ya no podía ocultar más mis talentos detrás de una protuberancia en mi garganta. Tenía que manifestar la gloria que existía dentro de mí. Yo había implorado a Jesús que me mostrara el camino. Jesús me había invitado a penetrar la realidad de Dios. Yo había aceptado la invitación. Mirando profundamente y escuchando atentamente, me había liberado de los vínculos de la ceguera creada por el temor y el sufrimiento, forzosamente aplicada por una tradición religiosa más enfocada en reforzar una creencia dentro de su monopolio de la verdad, que en orientar a cada individuo en un proceso que purificaría e iluminaría las brasas humeantes de su Llama Eterna. Como enfatizó Thich Nhat Hanh en Buda Viviente, Cristo Viviente (6) no es ni el Budismo ni el Cristianismo, sino las vidas de Jesús y Buda lo importante para nosotros, porque seres tan humanos como ellos vivieron de maneras en las que nosotros también podemos vivir. Jesús y Buda existían en Unidad con lo Divino dentro de ellos. Cuando nos hacemos totalmente humanos llegamos a estar en solidaridad completa con lo humano y lo Divino de Jesús. Thich Nhat Hanh afirma acerca de Buda: “Él era humano, pero, a la vez, se convirtió en una expresión mayor del espíritu de la humanidad.” “Cuando estamos en contacto con el espíritu más alto dentro de nosotros, también somos un Buda, llenos del Espíritu Santo, y nos volvemos más tolerantes, más abiertos, más profundos, y más comprensivos.” Yo había soñado con la Llama Eterna dentro de mí, bloqueada de fulgurar por gigantescas puertas encadenadas de acero. Tanto Jesús como Buda se referían a sí mismos como una puerta. Ambos son maestros que muestran el camino. Ellos mostraron cómo abrir la puerta. Fueron ejemplo de amor, comprensión, valentía y aceptación. Un profesor me enseñó que cuando uno viaja al oriente tiene la oportunidad de encontrar la Puerta Dorada, la puerta que conduce a todos los niveles de comprensión y conciencia. El Oriente es donde el Abuelo Sol nos saluda cada mañana, nos baña, si lo permitimos, en la bondad del nuevo amanecer. El Abuelo Sol nos envía los rayos dorados de la energía masculina que necesitamos (seamos hombres o mujeres) para vivir en la totalidad. Con el desarrollo de nuestros aspectos masculinos, utilizamos más plenamente las 132 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington habilidades del lado izquierdo del cerebro. Pensamos más lógicamente, somos capaces de comprender y aplicar conceptos. Funcionamos de una manera organizada, y vemos más claramente cómo las ideas pueden pasar del mundo del pensamiento al mundo de la acción. Cuando las energías masculinas surgen en nuestro cuerpo llegamos a ser como guerreros. Llegamos a ser buenos líderes, y protectores, y avanzamos con valentía contra el temor a la limitación. Jamie Sams (7) es una talentosa profesora que guía nuestro viaje por las tres etapas que conducen a la iluminación encontrada más allá de la Puerta Dorada de Oriente. Nosotros recorremos la primera etapa usando cualquier destreza y habilidad que poseamos. Cada esfuerzo por desarrollar y compartir nuestros dones es premiado con la energía que expande más su desarrollo. Nosotros progresamos hacia la segunda etapa arrancándonos los venenos de daños pasados. Los viejos resentimientos crean las toxinas que supuran, y mantienen nuestras heridas interminablemente abiertas. Buscar y usar estrategias de sanación nos ayuda a superar la segunda etapa hacia la Puerta Dorada. La tercera etapa hacia la iluminación es compartir. Debemos compartir lo que tenemos. Debemos compartir nuestro tiempo, nuestra energía, y nuestras habilidades. Debemos dar en gratitud, por todo lo que se nos ha dado. Pasar a través de la Puerta Dorada es moverse hacia la Luz Dorada del Conocimiento. El Conocimiento es la fusión de la sabiduría con la comprensión obtenida a través de la experiencia. La Luz Dorada del conocimiento irradia desde el resplandor del Fuego Sagrado interior. Pasar por la Puerta Dorada es pasar por la Puerta de la Verdad. Es llegar al lugar donde no hay limitaciones, ni temores, ni dudas. Atravesar la Puerta Dorada de la Verdad es, creo, a lo que el poeta místico William Blake se refería cuando escribió, “Si las puertas de la percepción fueran limpiadas, el hombre vería todo tal como es, infinito.” (8) Nuestra percepción está compuesta de pensamientos y sentimientos, creencias y actitudes que son únicas a cada uno de nosotros, y que se basan en nuestras experiencias pasadas. Nuestra percepción nos puede dar una visión alterada de la realidad. Blake creía que mientras más limpiemos de expectativas los lentes opacos de nuestra percepción, estaremos mejor capacitados para salirnos de lo mundano, y para aprovechar la fuente de creatividad infinita. 133 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Ir más allá del umbral de las limitaciones, el temor y las dudas es vivir con valentía espiritual tal como se describe en Fuego en el Alma (9) de Joan Borysenko. “La valentía espiritual crece mediante nuestra voluntad para seguir recordando, para seguir buscando lo sagrado detrás de todas las aparentemente mundanas y aun terribles facetas de la vida.” Borysenko comenta que la valentía espiritual es más que la fe de sentirnos finalmente seguros. Es también la certeza interior de que es así. Ese conocimiento es el conjunto de todas nuestras experiencias, sueños, descubrimientos fortuitos y la práctica de recordar - que es parte de nuestro conocimiento del alma. Yo creo que cuando hacemos un verdadero esfuerzo para avanzar hacia la Puerta Dorada de la Iluminación, se nos dan vislumbres de la realidad contenida más allá. Mientras más nos acercamos al umbral, más aumenta el deleite del descubrimiento fortuito, y nos hacemos más conscientes de la verdad que encierra el dicho “la coincidencia es la manera que usa Dios para permanecer anónimo.” En los momentos en que estamos plenamente enfocados en la vida es cuando experimentamos el infinito. En estos momentos no conocemos el temor. Cuando experimentamos el amor, la alegría, la gratitud, la compasión, la paz, y la belleza, entramos en contacto con una realidad mayor. Cuando contemplamos extasiados un amanecer, o admiramos la belleza salvaje de una bandada de gansos agitando sus alas al volver al Norte, trascendemos nuestro propio ser y conocemos la Unidad en una forma mayor. Cuando nos maravillamos, estamos santificando al Creador por cada momento pleno de esplendor. Nosotros podemos aprender a aplicar las lecciones del Oriente cuando necesitamos comenzar nuevamente. Cuando una etapa es nueva ocupa toda nuestra atención. Una de las lecciones más importantes del Oriente es la de aprender a enfocar nuestra atención. Cuando niño, uno sabe instintivamente como hacerlo. Nos dejamos absorber completamente al examinar cada nuevo aspecto a nuestro alrededor. Nuestra conciencia total queda sumergida en la mariposa, la hoja, la piedra. Nuestro “pequeño hermano ratón” hace lo que hace con todo su pequeño ser. Nosotros podemos aprender con su guía cómo poner atención al momento. Cuando estamos enfocados en el momento, todos nuestros sentidos se implican en lo que hacemos. Es este alto grado de atención, esta dedicación completa a lo que 134 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington hacemos, lo que aumenta nuestras capacidades. Es la práctica de ser contemplativo. La contemplación es mejor conocida, sin embargo, como una práctica meditativa Zen para desviar la conciencia de lo mundano a lo infinito. Pero sin importar qué método tradicional usemos, prestar atención, dejándonos absorber completamente por el momento preciso de una acción, de una experiencia, es una estrategia muy fortalecedora. Mantenerse enfocado en el presente, nos libera del dolor del pasado, y nos previene de gastar energía preciosa en temores futuros. La contemplación nos conduce a la Puerta Dorada de la Iluminación. Aunque durante mucho tiempo estuve convencida del potencial sanador de esas prácticas, no fue sino hasta hace poco, estando con mi madre en su jardín, que entendí totalmente el “sobrecogimiento” del momento contemplativo. Cuando mi madre, por entonces casi en sus noventa años, se detuvo mientras observaba una rosa, quedé suspendida por encima de la realidad por la experiencia en lo sagrado de la unión desplegada entre mi madre y la flor. Yo sabía que ella percibía al Creador en su obra. Y sabía que al percibirlo ella estaba santificando el nombre de su Dios. En ese momento presencié la Unidad de nuestra condición humana con la plenitud de nuestra verdadera realidad. En ese momento aprendí la lección de la contemplación, una poderosa lección del Oriente. No es coincidencia que los maestros mellizos del Oriente sean el ratón y el águila, una de las criaturas más humildes y la otra de las más nobles. Nosotros debemos recorrer muchas veces en la vida el Oriente de la Sagrada Rueda Medicinal a fin de reconocer nuestra propia vulnerabilidad y la de otros. Pero mientras no se haga el viaje al Sur, el lugar del corazón, para aprender sobre el sacrificio, la sensibilidad, y el amor incondicional, estaremos llenos de un falso sentido de grandeza personal como para poder ayudar verdaderamente a la gente. Hasta que no viajemos al Poniente en busca del poder personal, y del uso correcto del poder, y hasta que la sabiduría del Norte no sea reunida, no podremos verdaderamente estar al servicio de los demás. De hecho, la esencia de lo que es ser humano es servir. Esa es la mayor lección de la Rueda Medicinal. Tal como los círculos de piedra y los laberintos, y otras formas de círculos sagrados encontrados alrededor del mundo, las Ruedas Medicinales se 135 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington vinculan a la cosmología de los pueblos. Estas formas circulares nos muestran cómo movernos hacia el centro de nuestro propio ser. Nos ayudan a alinearnos con las fuerzas que crearon y sostienen la tierra. Las ruedas también proveen un modelo para lograr el equilibrio en cualquier tarea. Al usarla para orientar actividades, esas actividades se equilibran. Las Ruedas Sagradas se basan en las cuatro direcciones y cada lado representa una cualidad particular. Las direcciones son símbolos arquetípicos de las diversas cualidades que se combinan para formar una totalidad. Los círculos simbolizan estas cualidades en una variedad de maneras (colores, espíritus, animales, tiempo, y símbolos del zodíaco) pero todos nos muestran que las diferentes cualidades se combinan para crear una totalidad. Las cuatro direcciones pueden subdividirse en otras, múltiplos de cuatro, que a la vez crean ocho, dieciséis, o veinticuatro secciones, para representar más diversidad. Ya que estas cualidades diversas están todas igualmente equilibradas alrededor de la rueda, ésta ofrece un sistema para integrar la diversidad dentro de una totalidad armoniosa. Mientras en América del Norte generalmente asociamos la Rueda Medicinal con las enseñanzas de los indígenas americanos, diversas culturas alrededor del mundo han usado y continúan usando la rueda para explicar el funcionamiento del universo. Algunos ejemplos incluyen la Rueda Celta, la Rueda Romana de la Fortuna y la Kalachakra Tibetana. Los celtas, un pueblo tribal de Europa y las Islas Británicas del siglo 4 antes de la era cristiana, crearon una Rueda Sagrada para representar su creencia de que el universo descansaba sobre una rueda y las cuatro de direcciones. (10) Una extensión de esta rueda puede encontrarse en las enseñanzas de las Diosas Celtas. Arianrhod, conocida como la Diosa de la Rueda Plateada, llegó a estar asociada con la rueda que los celtas encontraron en el cielo. (11) Nosotros conocemos esta rueda como la Vía Láctea. El calendario Azteca fechado en 1011 DC se asocia con los Indios Aztecas de México. Esta rueda tiene ocho divisiones en su capa exterior y cuatro divisiones principales en el anillo interior. La rueda refleja la visión Azteca del cosmos, con el dios sol en el centro. Los cuatro símbolos alrededor del 136 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington dios sol representan los cuatro elementos, tierra, viento, fuego y agua. (12) La Rueda Romana de la Fortuna era central para el antiguo concepto Romano de justicia. Esta rueda estaba basada en los doce signos del zodíaco y mostraba la relación de sucesos sobre la Tierra con el movimiento de las estrellas en las constelaciones. (13) La rueda sigue la regla de usar múltiplos de cuatro para determinar los puntos sobre el círculo. La cualidad de los signos del zodíaco demuestra metafóricamente la energía usada en hacer la totalidad. Otra rueda que orienta a la gente respecto al universo es la Kalachakra Tibetana. La Kalachakra, también conocida como la Rueda del Tiempo, es una detallada pintura de arena creada por los lamas y monjes Budistas Tibetanos. Esta pintura de arena es un modelo de círculos dentro de otros círculos, con ocho círculos contenidos dentro del círculo más amplio. Hay cuatro divisiones centrales en el interior de la rueda diseñada con los colores rojo, amarillo, blanco y negro. (14) La Rueda Darma de los Budistas Tibetanos representa el proceso de desarrollo personal. Esta rueda muestra el ciclo que la gente debe pasar en su búsqueda de claridad interior. (15) Los Yoruba son una tribu de África occidental del área ahora conocida como Nigeria. La Rueda de Yoruba es parecida a la Rueda Romana porque es un medio de adivinación. Su rueda está dividida en cuatro divisiones principales, basada en las cuatro direcciones, con cuatro subdivisiones adicionales. La Rueda de Yoruba transmite la unidad del cosmos de Yoruba y se usa para llamar a los espíritus de esa dirección. (16) Las ruedas Lakota y Tsalagi son probablemente las más conocidas de las Ruedas norteamericanas de Medicina Indígena. Las cuatro direcciones son la base de estas ruedas. Palabras, animales, las estaciones del año y los colores se usan para simbolizar las cualidades de los diversos puntos sobre la rueda. (17) Hace algunos años, tuve un vívido sueño que permaneció en el primer plano de mi conciencia. Con cada nueva experiencia, con cada sueño subsiguiente, ganaba más sabiduría. Pero sólo cuando estudié la Rueda Medicinal logré una mayor comprensión. 137 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Un gallo había entrado, transformándose súbitamente en pavo real. Desplegando un plumaje brillante, desfiló hacia el escenario. El plumaje resplandeciente emergía desde su mismo centro, bañándolo en un resplandor luminoso de entusiasmo y energía. Tan repentinamente como apareció, la magnífica criatura estalló en llamas. Del núcleo de las cenizas desintegradas apareció mi cara. Yo estaba abrumada por la necesidad de comprender el simbolismo. No tengo un amplio conocimiento de mitología y nunca había oído del fénix, el pájaro mítico que resurgió de sus propias cenizas. Pero sabía que este sueño era demasiado importante para quedarse sin una interpretación, que este sueño era de algún modo transformador. Emprendí el estudio de los sueños. Me prometí ser una estudiante modelo de ahí en adelante si, durante el primer día, el instructor descifraba las asombrosas imágenes. El gallo representa generalmente el símbolo de un nuevo día. Ver aparecer uno en el sueño anuncia un nuevo comienzo, un viaje por el Oriente. El cambio del gallo a fénix indica un crecimiento de comprensión de lo simple y llano a lo hermoso del ave vistosamente emplumada. El ave fénix simboliza una necesidad de morir para poder vivir íntegramente, una necesidad de abandonar lo viejo antes que lo nuevo surja. El fénix representa el renacer, la inmortalidad, la resurrección, todos los símbolos del Oriente. Todo nos recuerda que después de la oscuridad viene el amanecer. Cuando mis días no eran más que lamentos, búsqueda y ruegos, yo gritaba clamando: “Oh, Dios ayúdame. Muéstrame el camino. No sé qué quieras de mí, pero haré lo que sea. Lo he intentado por mi misma y no puedo avanzar. Mi vida no funciona. Mi vida es un caos. Cualquier cosa que quieras de mí lo haré. Tan solo sé claro conmigo, parece ser que soy muy ciega y muy limitada de oído, pero me rindo. No puedo hacer esto sola. Necesito desesperadamente que me muestres lo que quieres de mí, y cómo hacerlo. Por favor, trae a mi vida la gente que necesito, y por favor condúceme a la gente que necesita de mis dones.” Desde dentro de mi sombría y oscura existencia no fui capaz de reconocer lo que mucho tiempo después llegué a saber. Darse por vencido, la cesión total del control, el reconocimiento del poco control que realmente tenía de todas maneras, anunciaban los primeros rayos de la mañana. Ahora recuerdo que había asistido a una conferencia sobre el significado de la palabra “Amén.” El 138 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington conferencista tradujo Amén como dejarse caer en los brazos de Dios. Llegué a sentirme como un niño confiado lanzado al aire por un padre afectivo. Había llegado al punto donde, aunque no sabía cómo, confiaba en que aterrizaría en los brazos abiertos de un Creador afectuoso. Ahora sé que el sueño del fénix no es extraño entre quienes intentan subsistir frente a circunstancias adversas. Siempre les pido a las personas con quienes trabajo que lleven un registro y hagan un diario de sus sueños. He escuchado sus historias del fénix. Les ofrezco las esperanzas y promesas que aporta el sueño del fénix. Cada uno de nosotros tiene la capacidad de renovarse, de comenzar nuevamente el viaje a Oriente. Podemos transformarnos a nosotros mismos y nuestras vidas independientemente de lo que hayamos pasado. A lo mejor el propósito real de nuestro sufrimiento es que, a partir de nuestro dolor, resurgiremos como el fénix. Tal vez el verdadero propósito de nuestro sufrimiento sea que, en nuestra transformación, recibiremos nueva visión, nueva percepción, nuevos conocimientos, nueva conciencia. Y quizás el propósito verdadero de nuestro sufrimiento sea que mientras nuestras llameantes experiencias convierten nuestras viejas nociones en cenizas, podamos glorificar al Creador de maneras siempre nuevas y maravillosas. Porque solamente entonces podremos servir verdaderamente a los demás. 139 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 13: Venga A Nosotros Tu Reino Hay un íntimo centro en todos nosotros Donde la verdad mora plenamente.....y “saber” Más bien consiste en abrir una brecha Por donde el esplendor encarcelado pueda escapar, Que en generar una entrada para una luz, Que supuestamente está fuera. - Robert Browning (El Esplendor Encarcelado) En 1945, un muchacho que excavaba un hoyo para extraer fertilizante de cal cerca del alto Nilo descubrió una vasija enterrada. La vasija contenía manuscritos antiguos. De su traducción recibimos un cuadro dramáticamente diferente de Jesús, de sus enseñanzas y de la antigua iglesia Cristiana que el que presenta el Nuevo Testamento. Las escrituras incluyen diálogos, conversaciones y visiones atribuidas a Jesús y a sus Discípulos, así como también una cantidad de evangelios Cristianos, incluyendo el Evangelio de Felipe, el Libro Oculto de Juan, el Apocalipsis de Pablo, y el Evangelio de Tomás. (1) Los manuscritos habían sido escondidos para salvarlos de la orden de destrucción del Arzobispo de Alejandría, en el siglo tercero DC. En El Salvador que ríe, (2) John Dart nos habla de la importancia de la Biblioteca Nóstica Nag Hammadi. Él dice que las enseñanzas contenidas aquí revelan una “religión olvidada durante dieciséis siglos, una religión relacionada con la tradición Judeo-Cristiana pero radicalmente distinta.” En el Evangelio de Tomás leemos que cuando a Jesús se le preguntó sobre el reino de Dios, respondió: “Si los que los guían les dicen, 'vean, el reino está en el cielo,' los pájaros llegarán ahí primero. Si dicen, 'está en el mar,' los peces llegarán ahí primero. Más bien, el reino está dentro de ustedes y fuera de ustedes. Cuando lleguen a conocerse a sí mismos entonces ustedes serán conocidos, y se darán cuenta que son ustedes los hijos del Padre vivo. Pero si no llegan a conocerse a sí mismos, entonces vivirán en la pobreza, y ustedes serán esa pobreza.” (3) 140 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Jesús afirma claramente que el reino está dentro y fuera de nosotros. Él nos conduce a conocer la verdad sobre nosotros mismos. Él no proclama ser el único hijo engendrado de Dios, como insiste el Evangelio de Juan en el Nuevo Testamento, sino que dice en cambio “ustedes son los hijos de Dios.” Todos nosotros somos los hijos del Creador y, como sus hijos, cada uno tiene el potencial de Dios. Y cuando descubrimos esto llegamos a conocer nuestro verdadero legado. No son solamente las palabras de Jesús las que nos conducen a nuestro interior en busca de la verdad, sino que el mensaje resuena desde todos los rincones de la tierra y es transmitido por filósofos de diversas culturas y tradiciones. El folklore, los cuentos de hadas y las historias mitológicas recuerdan que, desde los primeros tiempos, los rituales sagrados nos han orientado en nuestro viaje a través del portal interior. Las religiones del mundo continúan enseñándonos este importante tema. Quienes siguen las enseñanzas de Confucio saben que lo que el hombre subdesarrollado busca está afuera. Lo que el hombre avanzado busca está dentro de sí mismo. A los sintoístas se les pide no buscar a Dios en el cielo distante, ya que se encuentra en el propio corazón del hombre. El hinduismo enseña que Dios se oculta en los corazones de todos. Entre los sikhs de la India, el gurú Grant Sahid también enseña que Dios mora en cada corazón; Su luz está en cada corazón. Y un budista sabe que si uno piensa que la Ley existe fuera de uno mismo no está acogiendo la Ley absoluta, sino una enseñanza inferior. (4) Visionarios, clarividentes y profetas, como Edgar Cayce (5) y Emmanuel Swedenborg (6) nos han instruido mucho también, sobre la verdad contenida dentro de nuestros propios corazones. De varias maneras nos exhortan a poner atención en lo que pensamos, cómo hablamos y cómo nos comportamos, ya que ello nos afecta en esta vida, en la vida después de la muerte, y también en futuras encarnaciones. Testimonios obtenidos de individuos que han tenido experiencias de muerte cercana, así como también de quienes han regresado a una vida pasada y a la vida intermedia, corroboran las enseñanzas de los filósofos, así como las de Cayce, Swedenborg y otros. El Dr. Ian Stevenson, jefe del Departamento de Psiquiatría de la facultad de medicina de la Universidad de Virginia, ha documentado centenares de casos de niños que han recordado espontáneamente vidas pasadas. Sus apuntes académicos, incluyendo Veinte Casos Sugestivos de Reencarnación (7) y Niños 141 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Que Recuerdan Sus Vidas Pasadas, (8) son revolucionarios. El Dr. Stevenson y su equipo se apegan a la más estricta metodología de investigación cuando examinan en forma detallada cada aspecto de la referida experiencia de vida pasada. En cada uno de sus casos reportados, un niño, comúnmente entre las edades de dos a cuatro años, sin ser inducido, recuerda espontáneamente detalles explícitos de una vida pasada. A fin de merecer la atención y ser examinados por el equipo del Dr. Stevenson, los recuerdos de “vida pasada” deben ser muy específicos y detallados, y brindar al equipo información suficiente para comenzar una investigación de ratificación de la identidad anterior. El equipo comienza su investigación comprobando que el niño no pudo haber averiguado por otros medios sobre la experiencia recordada. Tal es el caso de Sukla de India, quien, cuando tenía un año y medio arrullaba a un trozo de madera y lo llamaba “Minu”, su hija. A los pocos años, Sukla recordó detalles suficientes para que su familia la llevara a la aldea de su recordada vida anterior. Sukla los condujo al hogar donde vivía una niña llamada Minu. La madre de Minu había muerto cuando Minu era apenas un bebé. En otro caso, Michael Wright, de Texas, de tres años de edad, asombró a su madre con detalles precisos de un accidente de auto en el cual él había muerto anteriormente. La vida que recordaba era la de un amigo de secundaria de su madre. Aunque ni la relación de su madre con el amigo, ni el accidente jamás habían sido mencionados, el pequeño de tres años de edad pudo describir el accidente con detalles precisos. Las publicaciones del Dr. Stevenson (9) (10) proveen evidencia que sus sujetos vivieron una vida previa. Hallazgos similares han sido reportados por los investigadores Brian Weiss en Muchas Vidas, Muchos Maestros, (11) y A Través del Tiempo hacia la Sanación, (12) Roger Woolger en Otras Vidas Otros seres, (13)Helen Wambach en Volviendo a Vivir Vidas Pasadas: Evidencia bajo Hipnosis, (14) y Edith Fiore en Usted Ha Estado Aquí Antes. (15) El Dr. Wambach dice: “Si te sientas al lado de un camino y 1,000 personas pasan contándote que han cruzado un puente en Pensilvania, te convences de la existencia de ese puente.” (16) Mientras cada uno de los investigadores arriba mencionados se había propuesto refutar la reencarnación, ellos, como el Dr. Alexander Cannon, un inglés galardonado por su trabajo por nueve universidades europeas, aceptaron el testimonio de individuos con vidas pasadas únicamente bajo 142 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington coerción. En El Poder interior, (17) el Dr. Cannon escribe: “Desde hace años la teoría de la reencarnación ha sido una pesadilla para mí y traté arduamente de refutarla y hasta discutí con individuos en trance argumentando que estaban hablando disparates. Pero con el correr de los años, un individuo tras otro repetía la misma historia, a pesar de sus diferentes y diversas creencias. Ahora más de mil casos han sido investigados y tengo que admitir que existe tal cosa conocida como reencarnación.” Como se discutió anteriormente, los investigadores que han examinado las historias de los que han sido resucitados después de una experiencia de muerte cercana, concluyen que la conciencia continúa en el reino de espíritu. Los investigadores sobre la reencarnación concluyen que la cognición no solamente continúa como una esencia espiritual, sino que las emociones también sobreviven a la sepultura. Los sujetos regresados reviven tanto los sentimientos positivos como los menos positivos asociados con sucesos de vidas previas. Aunque la mayoría de las experiencias de vidas pasadas recordadas son dolorosas, con el recuerdo viene la sanación. La Dra. Edith Fiore, una psicóloga clínica de Saratoga, California subraya que, “Si la fobia de alguien es eliminada instantánea y permanentemente por el recuerdo de un suceso del pasado, parece tener sentido lógico que dicho suceso debe haber acaecido.” (18) En Vidas Pasadas de Niños, (19) Carol Bowman indica que los temores y fobias inexplicables de niños no solamente desaparecen, sino incluso síntomas físicos han sanado después de rememorar vidas anteriores. Ella cuenta de casos estudiados en que las heridas y enfermedades físicas de una vida se manifiestan en el cuerpo físico de la siguiente, apareciendo como la misma enfermedad, una alergia, o incluso como una marca de nacimiento ubicada en el mismo lugar donde una herida previa había sido infligida. Ella y otros investigadores concluyen que la pronta recuperación física y emocional ocurrida después de re experimentar una enfermedad o herida de una vida pasada, se debe a que el sujeto es ahora capaz de visualizar la causa original desde un punto de vista más distante y objetivo. Nuestra naturaleza holística como seres humanos está corroborada por los increíbles hallazgos de la investigación sobre la regresión. Mientras nuestro cuerpo físico se desintegra, nuestras experiencias físicas y nuestras respuestas emocionales a las experiencias son “asimiladas” en nuestra 143 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington conciencia. Indeleblemente grabadas en nuestra alma, estas “marcas” son acarreadas en futuras encarnaciones. Ellas recuerdan dónde hemos estado, lo que hemos realizado, y lo que aún debemos realizar. El investigador y terapeuta de regresión Joel Whitton, un psiquiatra de Toronto, ha aprendido mucho sobre el valor restablecedor emocional y físico, no solamente en la terapia de regresión, sino que también en La Vida Intermedia, (20) él y Joe Fisher describen el valor espiritual de la exploración de vidas pasadas. El Doctor Whitton descubrió por accidente que la gente puede no solamente experimentar regresiones a vidas pasadas, sino también volver a visitar la vida que ocurre en el alma entre sus encarnaciones terrenales. En el Libro Tibetano de los Muertos, (21) el tiempo durante el que el alma radica fuera del cuerpo físico, se denomina como el estado bardo. En el bardo, se hacen los planes para futuras encarnaciones, y el estudio del alma sobre lo que necesitará saber y comprender para avanzar. El bardo es la escuela teórica; la encarnación física es la experiencia clínica. La vida sobre la tierra provee las pruebas que determinan el nivel en que las lecciones se han aprendido. Nosotros mismos diseñamos las pruebas. Nosotros mismos determinamos cuan bien usaremos nuestro tiempo en el bardo y en la vida física. Los terapeutas de regresión y los teóricos escriben que individuos regresados reportan que la entrada a la vida intermedia comienza frente a los jueces kármicos. La vida que acaba de concluir es revisada y el alma es capaz de ver cómo encaja la vida pasada más reciente en el marco mayor del desarrollo de su alma. El alma presencia las pruebas pasadas, y revisa dónde hay todavía lecciones necesarias que aprender. El alma toma decisiones sobre su evolución espiritual. Bajo hipnosis una mujer me mostró su intenso deseo de descubrir el camino hacia Dios. “Hay muchos niveles más altos y la idea es que uno debe volver, muchas veces, en forma física a fin de parecerse más a Dios para alcanzar un día el nivel donde está su espíritu.” Los niveles se describen frecuentemente como variando en intensidad de belleza y resplandor, y como teniendo ciudades, universidades, grandes antesalas para aprender, y bibliotecas. En su libro No Estamos Solos, (22) 144 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Robert Marsh escribe sobre sus experiencias Eckankar en el viaje del alma: “Sin mucha ceremonia, él me condujo en el cuerpo del Alma a la ciudad espiritual de Agam Des.” “Llegamos a un enorme templo abovedado que brillaba intensamente con matices cremas.” Después de otro viaje escribe: “Fuimos instruidos en una enorme academia, con los mismos niveles altos de disciplina y obediencia. Nosotros éramos como de segundo nivel en una extensa iluminación que llegaba hasta quince o veinte niveles.” En una subsiguiente búsqueda de sabiduría espiritual, Marsh viajó al quinto nivel del alma. Él describe su gozo al presenciar allí, los Cisnes de Dios. No sorprende que instintivamente nos atraiga el cuento del patito feo. Recordamos nuestros propios atisbos del quinto nivel, nuestra propia percepción de los cisnes. Nuestras almas saben que, para avanzar en los crecientes niveles de iluminación, debemos mudar nuestras deslucidas plumas de pato. Debemos convertirnos en cisnes. Nuestro amor hacia el cisne viene no solamente de recuerdos de vidas entre encarnaciones, sino también de memorias primitivas de la vida tribal. Reconocemos al cisne como el guardián de la sumisión al sueño. Nuestras almas recuerdan que en encarnaciones previas podíamos viajar de un estado consciente a un estado de sueño, la realidad donde nuestra alma viaja mientras nuestro cuerpo se desdobla, para “ver” con la visión ilimitada, y para traer información requerida en el mundo físico. Nuestras almas buscan reactivar la memoria de su misión predeterminada y auto diseñada que ha sido nublada, durante la vida, por un manto de temor. Nuestras almas anhelan adquirir el conocimiento, pero han olvidado cómo viajar. El sueño experimentado durante el estado lúcido es diferente de los sueños experimentados mientras dormimos. En un viaje durante el estado lúcido la visión es clara. Si la necesidad de saber es urgente, los mensajes desde la realidad del sueño infiltrarán nuestros sueños mientras dormimos. En estos sueños lúcidos, las escenas son vívidas. No permanecemos en el usual estado pasivo como en sueños, sino que estamos activamente involucrados. Estos son los sueños que más frecuentemente tenemos cuando, durante un ritual sagrado, hemos “manifestado” o planteado una pregunta para la cual pedimos un sueño respuesta. Durante mis largos días llenos de duelo yo había “manifestado” muchos de esos sueños. Había presenciado el fulgurante fuego interno. Había visto la 145 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Llama Eterna bloqueada tras las puertas creadas por el sufrimiento y el temor. Me había maravillado del potencial del fénix. Se me habían mostrado las posibilidades de la Llama Eterna de la creatividad y la pasión en mi vida, las posibilidades del reino interior. Pero también se me había mostrado que el orgullo y la arrogancia deben ser purgados antes de poder resurgir de las cenizas humeantes como el fénix y “encarar” el reino exterior. Comencé a comprender que la muerte del cuerpo o la muerte del ego eran apenas los primeros pasos para renacer. Comencé a reconocer que el ego edifica esperanza, confianza y valor como un disfraz a falta de amor propio. Los sueños me habían propulsado hacia la grieta de mi ser, la grieta del universo, donde no hay tiempo ni espacio, donde todo es uno con la energía inicial de la creación que surge de la Llama Eterna. A través de la grieta en el universo vislumbré la creatividad pura. Distinguí mis nacientes talentos y capacidades. Escudriñando más allá de la oscuridad, acumulé valor para enfrentar mis temores y moverme hacia quien y qué llegaría a ser. Pero el potencial aún permanecía latente, ya que no sabía cómo convertirlo en realidad, ni hacia qué dirección encaminarme. Mis sueños me acosaron para que prestara atención a lo que era realmente importante. Mis heridas estaban sanando. Ansiaba vivir en la realidad del nuevo comienzo, pero las antiguas maneras de ser ya no funcionaban. Sabía que estaba siendo llamada para hacer algo más significativo de lo que alguna vez había hecho antes. No tenía ninguna idea de lo que podría ser, pero creía que lo debía saber, que lo había sabido desde hace mucho tiempo. La angustia de la incertidumbre, de la búsqueda, y del deseo me hizo irritable y ansiosa. Frecuentemente despertaba con palpitaciones, y sabía que era otro recordatorio de que quedaba poco tiempo. Cuando era niña, aprendí a buscar consuelo en los santos, especialmente los Santos Patrones. Sabía que San Antonio era el santo patrón para ayudar a encontrar objetos perdidos. San Antonio me había ayudado muchas veces a lo largo de mi vida. Ahora necesitaba su ayuda más que nunca. No podía ubicar información importante, detalles valiosos. Antes tenía muchas habilidades y talentos, ahora tenía solamente un potencial no desarrollado. Había perdido el rumbo. Era una persona diferente ahora. Necesitaba averiguar quién era y para qué era competente. San Antonio se unió gustosamente a mis caminatas diarias y escuchó mis súplicas. “Ayúdame a 146 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington encontrar en mí lo que tengo que hacer…Ayúdame a encontrar mis talentos y habilidades…Ayúdame a descubrir maneras de compartir mis habilidades con el mundo. Permite a otros encontrar en mí lo que buscan.” San Antonio me condujo a un Chamán. Marché al son del tambor. Aprendí a cruzar las barreras del tiempo y del espacio en donde ambas realidades pueden apreciarse. Descubrí que toda la realidad es paralela. El reino interior, la realidad que creamos primero en nuestros pensamientos y luego en nuestro comportamiento - es la realidad que experimentamos mientras vivimos en la encarnación física, así como también en el más allá. San Antonio me condujo hacia los maestros de la auto conciencia. Jesús dijo “el reino está dentro de ti y fuera de ti.” Comprendí que lo que discurría en mí estaba afectando mi realidad. Lo que discurría en mí era resultado de todo mi comportamiento - todos los actos, todas mis acciones. Lo más importante, ahora reconocía que toda la realidad comienza primero en el mundo del pensamiento y permanece allí en forma de actitudes y creencias. Mi destino estaba determinado por mi capacidad de cambiar mis pensamientos. Mi capacidad para avanzar en la vida, para pasar las pruebas que me había propuesto, estaba en mi poder. Los resultados dependían de mis decisiones. El Libro Tibetano de los Muertos (23) afirma que el entorno del alma en el estado bardo es producido por lo que hay en el "interior." James van Praagh (24) indicó que el ambiente de la vida intermedia es un reflejo de nuestras formas de pensamiento. La bondad de pensamiento resulta en la bondad de la acción. La bondad llega a ser realidad en ambas, la vida presente y la vida intermedia. Una mujer encontró música más allá de cualquier cosa jamás oída en este mundo. Para otros eran palacios espléndidos y jardines hermosos. Pero la carencia de bondad de pensamiento también resulta en la carencia de bondad en la acción, y se manifiestan ambos en esta realidad, así como también en la próxima. Los autores de Vida Entre la Vida (25) citan el caso de Víctor Bracknell quien, como la persona de Michael Gallander en una vida anterior, fue un generoso puritano del siglo diecisiete. Él estaba convencido que cumplía la voluntad de Dios y que sus despiadadas acciones durante las Cruzadas serían premiadas a su muerte con la presencia de Jesús. Pero la 147 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington vida intermedia no le aportó ninguna visión de Cristo. A cambio, se vio confrontado con los sufrimientos que él había infligido sobre otros. Muchos terapeutas de regresión a vidas pasadas y filósofos de la reencarnación nos recuerdan que el curso de la evolución de nuestra alma no puede ser alterado por la noción simplista de ser 'salvado.' El Buda nos enseñó que el recorrido hacia la iluminación (26) (hacer brillar la luz interior) es transitado por el pensamiento justo, seguido por una acción justa. Jesús nos enseñó las bienaventuranzas. (27) Dale alimento al hambriento. Dale de beber al sediento. Acoge al desamparado. Atiende al enfermo. Visita al preso. Porque lo que hagamos por el menor de los hermanos, lo haremos en solidaridad. Lo que hagamos a otros se lo hacemos al Colectivo. Lo que hacemos a la Totalidad lo hacemos a nosotros mismos, como será revelado cuando nos llegue la hora ante los jueces kármicos. Frecuentemente he visto que cuando alguien ha perdido un ser querido, se preocupa por las veces que no cumplió con los mandatos religiosos prescritos, necesarios para su entrada al reino. Yo les sugiero que piensen sobre las bienaventuranzas. Les pido que reflexionen sobre los esfuerzos que hicieron sus seres queridos para dar amor y cuidado a otros. El amor en pensamiento y obra, como la manera para encontrar el reino dentro y fuera, se describe no solamente en el Cristianismo y el Budismo, también quienes siguen otras tradiciones diferentes y diversas son guiados por el amor hacia Dios, hacia sí mismos y hacia otros. El mensaje transmitido por el Confucionismo es el de emplear todo el corazón en cualquier cosa que uno hace. El Corán enseña que la riqueza no consiste en una abundancia de objetos mundanos, sino en tener un corazón servicial. Quienes siguen la tradición Jaina aprenden a dominar sus sentidos, para evitar cometer faltas, para no hacer ningún daño a otro ser viviente, ni en pensamiento, ni en obra. Y al estudiante de Taoísmo se le enseña a dar ayuda sin buscar recompensa. (28) Cuando Jesús dijo “el reino está tanto dentro como fuera de ti”, estaba probablemente refiriéndose a la totalidad del crecimiento del alma que ha tenido lugar en la multiplicidad de formas humanas en que el alma se ha alojado, y a la noción de que hemos creado, con nuestros pensamientos, palabras y obras, nuestro propio reino interno y externo, no solamente en 148 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington esta vida, sino también en el más allá. Él estaba probablemente pidiéndonos que prestemos atención, que nos asomemos a las grietas de nuestro ser, porque ahí redescubriremos lo que ya sabíamos, porque nosotros mismos hemos escrito el libreto. El Camino Sagrado le permite al buscador ver esos aspectos de sí mismo que yacen bajo la superficie de la realidad física, y descubrir el universo de la conciencia que está construido de lecciones aprendidas en el Poniente. Los autores de El Árbol Sagrado, (29) escriben que “El Poniente es la dirección de donde viene la oscuridad. Es la dirección de lo desconocido, del tránsito interior, de los sueños, de la oración y de la meditación. El Poniente es el lugar de la experimentación, donde la voluntad se estira hasta sus límites exteriores para que se pueda adquirir el don de la perseverancia.” Cualquiera que haya afrontado una dificultad se habrá dado cuenta de que mientras más cerca estemos de la cima, más arduo es el ascenso. La capacidad para enfrentar el desafío está dentro de cada uno de nosotros, siempre y cuando hayamos recibido la energía del Poniente. Uno de mis maestros dirigió mi atención hacia la energía del oso, el animal del Poniente, y me invitó a pasar un tiempo de quietud en hibernación. Un día mientras observaba a las “hermanas nubes”, vi al oso moviéndose pesadamente hacia mí. El oso me recordó que el trueno y el relámpago frecuentemente vienen desde el Poniente. Ellos son los portadores del poder y la energía útil - la energía para sanar, defender y proteger, la energía para crear y para completar nuestras metas. Pero la energía del “hermano trueno”, puede ser acumulada solamente cuando, como el oso, nos recogemos en el silencio de nuestro ser. La comprensión obtenida puede encontrarse únicamente abstrayéndose del clamor del mundo y apartándose para orar y ser puesto a prueba. Volver a la oscuridad de la cueva, o volver al seno matero, ambos traen consigo un nuevo nacimiento. El Poniente es el lugar donde acumulamos la energía femenina. Mediante la introspección, las nuevas ideas, como los bebés, pueden fecundarse, nutrirse, nacer. En el Poniente comienza todo el futuro. Cuando nosotros, como el oso en el otoño, entramos en hibernación obtenemos el conocimiento de lo que es importante para ser cosechado y qué debe ser dejado de lado como desecho. 149 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington La tortuga también simboliza el Poniente. Nuestro renacimiento puede ser dolorosamente lento. La tortuga simboliza la perseverancia, y es únicamente mediante la perseverancia que podemos adquirir los dones de nuestra experiencia del otoño, que es la estación del Poniente. Cuando más lo necesitaba, un colega me dio un poema de Pierre Teilhard de Chardin, que describe claramente el viaje al poniente y la necesidad de perseverar hasta descubrir el reino en nuestro interior: Por sobre todas las cosas, confía en el trabajo lento de Dios. Nosotros por naturaleza, somos impacientes en todo para alcanzar el fin sin demora. Nos gustaría brincar las etapas intermedias. Estamos impacientes de ponernos en marcha hacia algo desconocido, algo nuevo. Pero es la ley de todo progreso, que se logra pasando etapas de inestabilidad - y que puede tomar un tiempo largo. Y así pienso que sucede contigo. Tus ideas maduran gradualmente - déjalas crecer, déjalas tomar forma, sin demasiado apuro. No trates de forzarlas, como si ellas pudieran ser hoy lo que con el tiempo serán mañana. Únicamente Dios puede decir lo que este nuevo espíritu lentamente formándose dentro de ti llegará a ser. Dale a nuestro Dios el beneficio de creer que su mano te está conduciendo, y acepta la ansiedad de sentirte en suspenso e incompleto. Cuando viajamos al centro de nuestro ser, experimentamos directamente la conexión entre nuestra alma y el universo, y entre nuestro espíritu y el Espíritu del Creador. Llegamos a conocer más completamente quiénes somos verdaderamente y lo que realmente estamos destinados a ser. Estos son los dones que recibimos cuando nos graduamos en el Poniente. Cuando 150 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington hemos penetrado el reino interior, hemos aprendido las lecciones del Poniente. Cuando hemos aprendido las lecciones del Poniente, estamos listos para penetrar el universo exterior. Estas son las lecciones para ser aprendidas en el Norte. Las lecciones de la sabiduría. 151 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 14: Hágase tu voluntad “El nacimiento no es más que un sueño y un olvido: El alma que se eleva con nosotros, nuestra estrella vital, Ha tenido en otras partes su morada, Y vino de muy lejos: Ni llena de olvido, Ni en completa desnudez, Sino de las nubes de gloria de donde venimos, De Dios que es nuestro hogar: El cielo está sobre nosotros en la infancia” - William Wordsworth (Oda: Atisbos de Inmortalidad) Quienes se encuentran alejados de nuestro mundo de teorías biológicas, creen que nosotros estamos influidos directamente por siete generaciones de ancestros, y tenemos una responsabilidad directa sobre las próximas siete generaciones. Dentro de esta creencia existe la suposición que nosotros heredamos no solamente las características físicas, sino también las esperanzas frustradas, los sueños y hasta los recuerdos de nuestros ancestros. En otras palabras, heredamos no solamente sus atributos físicos sino también los emocionales y espirituales, y nosotros “prometemos” llevar a cabo y realizar sus aspiraciones incumplidas para hacer avanzar, de manera evolutiva, a los que vienen atrás. Una colega estudiante comentó una experiencia que parece apoyar esta creencia, por lo menos en parte. En sus vacaciones de verano ella visitó Escocia. Durante una excursión a sitios históricos, en un pueblo desconocido para ella, mi compañera de clase se sintió incitada a separarse del grupo y a seguir un corredor de adoquín hacia la entrada de un pequeño taller. Estimulada por una valentía inusual, empujó la puerta para abrirla, sabiendo de antemano exactamente lo que vería. El taller, que alguna vez fue un hogar, contenía un fogón de piedra y muchos detalles menores con los cuales ella sentía una fuerte familiaridad. Al oír la descripción y la ubicación, y reconociendo el nexo con los nombres de los propietarios actuales, su madre 152 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington pensaba que el ahora taller había sido una vez el hogar de la bisabuela de mi colega. Mi colega no sabía de sus raíces escocesas. Su bisabuela escocesa había llegado al Canadá a edad mediana, con el nombre inglés de su esposo. Ella siempre había anhelado volver, y frecuentemente hablaba de su vida y su hogar en Escocia. Su hija, la abuela de mi compañera de clase, estaba casada con un canadiense de ascendencia irlandesa. Por lo tanto, mi compañera de clase siempre se había considerado a sí misma de ascendencia anglo-irlandesa. Ahora no solamente valora su herencia escocesa, sino también cree firmemente que dentro de su mezcla genética existen las dulces memorias de la vida de su bisabuela en Escocia, y su deseo incumplido de volver al hogar donde nació y donde tuvo una infancia feliz. Los que refutan la posibilidad de las experiencias de vida anterior estarían satisfechos con que la teoría de la memoria heredada podría explicar completamente la experiencia de mi compañera de clase en Escocia. Otros preferirían creer que recordó estas memorias explorando en el conocimiento colectivo, donde radican las memorias de Todos. Pero ¿niega alguna de estas explicaciones la posibilidad de que mi colega estaba, de hecho, recordando una experiencia de vida anterior, una experiencia previa indeleblemente grabada sobre su propia alma? En Cuerpo Sin Edad, Mente Sin Tiempo, (1) Deepak Chopra sostiene que pacientes de trasplantes han reportado experiencias sobrenaturales después de un trasplante de órgano. Desconociendo la identidad del donador, los beneficiados frecuentemente comienzan a participar en memorias y experiencias del donador. En cierto caso, una mujer, que había recibido un trasplante de corazón, comenzó a sentir fuertes deseos de cerveza y croquetas de Pollo de McDonald's así como también a tener sueños sobre un muchacho llamado Timmy. Después descubrió que Timmy había sido el donador de su nuevo corazón. Timmy, que tenía un gusto particular por la cerveza, había tenido un accidente mortal regresando a su casa desde McDonald's. Chopra nos recuerda que nuestras células acarrean memorias de cada una de nuestras experiencias, así que al recibir las células de otra persona también recibimos sus memorias. Dentro de cada una de nuestras células hay una proteína compleja llamada ácido desoxirribonucleico (ADN). EL ADN retiene información genética. Su 153 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington gemelo, el ácido ribonucleico (ARN), es responsable de transferir información genética dentro de la célula. EL ADN nos proporciona nuestra herencia y se considera que permanece sin cambio, ya que es heredado, durante toda la vida. EL ARN, no obstante, cambia según las circunstancias de la vida. Chopra dice que en tiempo de exámenes, los estudiantes de medicina sufren una disminución de interleukina2, un químico en el sistema inmune que combate el cáncer. “La producción de interleukina2 es controlada por el mensajero ARN, lo que significa que la ansiedad del estudiante por pasar sus exámenes se comunica directamente con sus genes.” Cuando nos afligimos, cuando nos sentimos desesperanzados, nuestro perfil bioquímico se altera según nuestras emociones. Cuando nos sofocamos bajo un manto de sufrimiento y depresión, disminuye el flujo de electroquímicos en los sitios neurotransmisores. Nuestros niveles hormonales bajan y nuestro sistema inmunológico se hace menos efectivo. Nuestras células inmunológicas y las glándulas endocrinas contienen los mismos receptores para las señales del cerebro que nuestras neuronas (células nerviosas especializadas). Ellas funcionan como una extensión del cerebro, en su capacidad para recobrar información. Están equipadas para registrar y responder a cada fracción de información que sustente o amenace nuestra supervivencia y nuestra totalidad. Incluso nuestros receptores en la piel pueden registrar la diferencia entre una caricia amorosa y otro tipo de contacto, y nuestras lágrimas contienen rastros de químicos diferentes cuando estamos tristes que cuando estamos contentos. Estos cambios físicos mesurables, en respuesta al trastorno emocional y espiritual al nivel celular, alteran el ARN. EL ARN es el socio gemelo del ADN. Un niño hereda ADN. ¿Está el ADN que nosotros transmitimos influido por nuestras propias respuestas a la vida, como se demuestra en nuestro ARN? Si el receptor de un órgano también recibe las memorias contenidas dentro de las células del donador, es razonable asumir que nuestros niños también reciben nuestras memorias en sus células. Si ellos reciben nuestras memorias, ¿por qué no podrían recibir también las memorias de sus abuelos que pasaron a nosotros y que nosotros les pasamos a ellos? Los cambios físicos mesurables, aun al nivel celular, en respuesta al trastorno espiritual y emocional demuestran una vez más la interconexión entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Cuando uso la energía con propósitos 154 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington curativos, la persona que recibe el intercambio sufre a veces una descarga emocional abrumadora, frecuentemente manifestada en llanto o en sollozo, seguida por intensos sentimientos de paz y calma, justamente cuando comienzan a disminuir los síntomas físicos. Cada aspecto del funcionamiento físico, y cada cambio físico dentro de nuestro cuerpo es un proceso de intercambio de energía. Esta energía no permanece contenida dentro de nosotros sino que irradia más allá. Nuestro campo de energía contiene la mezcla de nuestro sufrimiento físico, nuestras esperanzas, sueños, aspiraciones, regocijos, tristezas. Nuestro campo de energía es la suma total de cada vibración liberada mediante la creación de cada uno de nuestros pensamientos, palabras y obras. Como se mencionó con anterioridad, los investigadores sobre la muerte cercana concluyen que nuestra esencia humana, nuestro conocimiento, continúa existiendo después de la muerte. La conciencia que radica fuera de nosotros, pero que es producto de lo que ocurre dentro de cada aspecto de nuestro ser, no muere. Quienes han resucitado indican que han visto cómo nuestra conciencia se entremezcla con la conciencia del Todo. Si nuestra conciencia no muere, y si es el resultado de toda nuestra experiencia vivida, y si se entremezcla con la conciencia mayor, la conciencia mayor debe también, por lo tanto, contener las experiencias holísticas vividas de todos los que han existido. Es muy razonable, entonces, asumir que podemos no solamente extraer de la memoria colectiva, sino que también es comprensible que podamos transferir a nuestros hijos nuestras características físicas, emocionales y espirituales, así como a sus antepasados inmediatos y como nuestra conciencia “colinda” con la conciencia del Todo, nosotros poseemos el colectivo dentro de nuestra propia composición. Cada uno de nosotros hereda y a la vez transfiere la esencia holística del colectivo. ¿Pero, interfiere la aceptación de recurrir al conocimiento colectivo, o de heredar desde el común colectivo, con nuestra capacidad para poder renacer? ¿O, podría ser posible que, en lugar de interferir, ambas suposiciones apoyen altamente la teoría del renacimiento? Cuando reexaminamos la profunda experiencia de mi compañera de clase en el pueblo escocés ¿estamos delimitando nuestro pensamiento al preguntarnos si ella heredó las esperanzas, los sueños y las aspiraciones de 155 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington su bisabuela? ¿Nos preguntamos si ella extrajo dicha información del fondo común colectivo, o hacemos honor a la verdad en ambos y hacemos una tercera pregunta, más profunda? ¿Heredó mi compañera de clase las esperanzas, los sueños y las aspiraciones colectivas, y hasta las propiedades físicas acumuladas por la humanidad a lo largo de nuestra historia? ¿Heredó ella una parte del colectivo, pero más específicamente desde el fondo común colectivo? ¿Fueron estas “extracciones” tendencias heredadas e infundidas con las esperanzas individuales, sueños, aspiraciones, e incluso atributos físicos del alma que existieron una vez como su bisabuela, las que se alojaban ahora en el cuerpo de mi compañera de clase? Terapeutas e investigadores de vidas pasadas han presentado numerosos descubrimientos, a partir de investigaciones individuales y de grupo para convencer incluso a los más fieles defensores de la vida única que nosotros, de hecho, llegamos a ser nuestros propios antepasados. En Vidas Pasadas de Niños, (2) Carol Bowman cuenta que cuando se muestran antiguas fotos de familia a niños, no es inusual que tengan un recuerdo retrospectivo, y que afirmen enfáticamente “¡Ahí estoy yo!” mientras señalan a una persona determinada. Ciertamente, influimos en las generaciones siguientes para llegar a ser nosotros dichas generaciones. Nosotros transitamos por varios ciclos de vida, encontrándonos con la misma gente una y otra vez. Según terapeutas y teóricos de la regresión y grupos de reencarnación, en los cuales evoluciona el mismo conjunto de almas, mediante relaciones constantemente cambiantes en vidas diferentes, se repiten frecuentemente. En las palabras de uno de mis clientes que se sentía obligado a compensar, “Yo no obré muy bien en mi última vida, ahora tengo que pagar la deuda.” Carol Bowman (3) da muchos ejemplos de niños que espontáneamente, sin técnicas hipnóticas, describen vidas pasadas compartidas con los mismos hermanos, los mismos padres. Los niños también han recordado ciclos de vida en los que eran el padre o abuelo de su padre actual. Durante la regresión de un niño de cinco años de edad, Carol cuenta cómo el niño explicó la interacción del alma dentro de su grupo. “Cuando uno muere, tiene opciones.” Uno puede revisar cualquier escena de la vida recién terminada y obtener respuestas a cualquier pregunta. Puede ver lo que pasa con la gente que ha quedado atrás. “Puede regresar mientras sea un espíritu 156 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington y despedirse y ver qué les sucederá a ellos en el futuro. Si ve que todo está bien con ellos, esto lo libera para abandonar el plano terrestre (sus palabras textuales).” Según el Dr. Whitton (4), a veces la necesidad kármica de regresar a la misma situación de relación es tan fuerte que un alma escogerá, o se le aconsejará que escoja, la aflicción corporal. Una mujer, sabiendo que había una alta incidencia de la enfermedad de Alzheimer en su familia, eligió reencarnar de todas maneras, aduciendo que los nexos kármicos con su madre eran más importantes que cualquier deficiencia genética. (5) Cuando consideramos las posibilidades que nos comunican los maestros espirituales, visionarios, clarividentes, poetas, e investigadores, y las que conocemos mediante nuestro propio conocimiento instintivo, comenzamos a ver la realidad y nuestras relaciones de una manera mucho más grandiosa. Vemos la vida de manera diferente -en una forma más continua. Comprendemos, igual que el Dr. Morris Netherton en Terapia de Vidas Pasadas. (6) “A la naturaleza le tomó diez millones de años construir el Gran Cañón del Colorado. No puedo creer que tome simplemente setenta u ochenta años construir el alma de un hombre.” Y luego preguntamos, “¿Qué sucede con los niños que tienen únicamente un año, ocho años o trece años de vida?” Muy frecuentemente nos relacionamos con nuestros seres queridos, especialmente con nuestros hijos, de maneras que transmiten poco respeto. Frecuentemente somos desatentos cuando otros hablan. Podemos hablar de manera condescendiente, o sarcásticamente. Podemos ordenarles, sin considerar sus sentimientos, gustos y aversiones. Frecuentemente no usamos las mismas frases de cortesía, como “por favor” y “gracias”, que empleamos con gente extraña. Pero si consideramos que este ser querido, esta hermana, este hijo podría, de hecho, haber sido nuestra propia madre, nuestra propia abuela; si reconociéramos que nuestro hijo de cuatro años de edad puede realmente ser un alma altamente evolucionada, grandiosa y antigua, responderíamos de manera diferente, con un mayor respeto - con admiración. Si reconociéramos que el padre por el que penamos puede ser el hijo que concebimos; que el hermano o hermana con quien discutimos podría ser nuestro esposo o esposa del pasado, apreciaríamos más totalmente el esquema mayor de las cosas. 157 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Si nos alejáramos del modelo que nos ha cegado de como vemos nuestras vidas y nuestras relaciones de manera tan restringida y estrecha, comenzaríamos a observar a nuestros seres queridos y su comportamiento de manera diferente. Examinaríamos nuestra relación con ellos. Valoraríamos lo que son realmente. Podríamos asistirlos más en lo que ellos tienen que llegar a ser, porque reconoceríamos las razones de su vida y de nuestro tiempo juntos. Podríamos ver sus marcas de nacimiento, sus enfermedades, fobias, temores, y errores de modo diferente. Averiguaríamos donde se originó su comportamiento; exploraríamos la causa a fin de aliviar el síntoma. Veríamos más allá de lo físico de una vida. Despertaríamos nuestra memoria silenciada del grandioso proceso, de nuestra conexión a todo lo que hemos sido, y de nuestra conexión con todos los demás, que ha existido y continúa existiendo. Hace algún tiempo acompañé a mi esposo a ver la película Sharp’s Regiment, (7) basada en el libro de Bernard Cornwell. Un sargento durante una batalla trataba de motivar a sus hombres a seguir un cambio de planes que surgió de un cambio en la filosofía. Sus palabras capturaron mi atención. “No es un pecado nacer en la suciedad, pero es un pecado terrible querer permanecer allí.” No es un pecado haber venido de dondequiera que hayamos venido, pero es un pecado terrible querer permanecer allí. De no haber estado eclipsados por una ideología, apoyada por quienes se aferran a la creencia que vivimos solamente una vez, no habríamos cerrado nuestras mentes a la explosión de información que confirma lo opuesto. Percibiríamos de manera diferente si no nos hubieran mantenido ignorantes quienes se esconden detrás de sus metodologías que, en vez de construir una teoría que se adapte a la evidencia circular, desesperadamente continúan ciñendo los hallazgos entre los hoyos cuadrados de su realidad preconcebida. Dondequiera que miremos, lo que sea que palpemos, hay evidencia de una realidad siempre evolucionando, siempre expansible. Nosotros somos más. Nuestras células no son simplemente pedazos de materia que controlan procesos físicos. En el estado bardo escogemos, con la guía de nuestros maestros kármicos, las lecciones que nos ayudarán a la evolución de nuestra alma. Cuando pasamos las pruebas, progresamos no solamente hacia el cumplimiento de 158 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington nuestro propio propósito en la vida, sino que nuestro desenvolvimiento personal hace avanzar al colectivo entero. Joel Whitton dice que aunque tenemos libertad de rechazar el consejo de planificación de los jueces, si no escuchamos el consejo de nuestros maestros kármicos, y entramos en esta vida sin un plan kármico, determinamos para nosotros mismos una vida de pruebas y privaciones improductivas e innecesarias porque, sin una guía para seguir, el alma se convierte en una víctima del destino más que en un participante. Quienes viven de acuerdo con sus planes kármicos sienten una seguridad interior que la vida se desarrolla como debiera. Quienes no lo hacen, sienten, en vez, que todo está fuera de control. (8) Cuando no seguimos el plan que hemos trazado para el avance de nuestra alma, adquirimos un fuerte sentimiento que estamos fuera de rumbo – como un buque sin timonel. Yo sabía que mi cuerpo entero había tambaleado durante esos días sombríos de lucha por encontrar el significado de lo que me había sucedido, y tratando de determinar el propósito del resto de mi vida. Yo vivía en temor, y luché con un temor abrumador. Ahora oigo frecuentemente a otros describir sentimientos y experiencias similares, usualmente idénticas, cuando intentan recobrar el control de su existencia. Para muchos, es solamente durante la oscuridad que sigue a un suceso traumático en la vida, que comienzan a prestar atención a las inquietudes de lo más profundo de nuestras apagadas almas. Como una señal, la crisis nos advierte que, a menos que volvamos a retomar el rumbo, resultará un desastre. Al analizar las descripciones de los sujetos de estudio de Joel Whitton sobre la guía kármica, y cómo ellos habían creado sus lecciones para esta vida basados en lo que el alma necesitaba para su desarrollo, pongo en duda que el ADN sea realmente un factor del alma. Si la conciencia no muere y es resucitada y si la conciencia lleva memorias físicas, emocionales y espirituales, llevaría también nuestro plan kármico para este ciclo de vida. El socio gemelo, el ARN, podría entonces estar diseñado para registrar el progreso del alma hacia el logro de su misión individual y colectiva. Ya que el ARN cambia en respuesta al pensamiento, y que nuestra química entera del cuerpo se altera cuando el ARN cambia, no es de extrañar que cuando nos debatimos con un propósito sentimos los efectos en cada sistema del cuerpo. 159 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington De los detalles compartidos por los sujetos del Dr. Whitton deducimos que el proceso planificador en el estado de vida intermedia es más bien como un ensayo para la próxima vida, y a veces para las próximas vidas. En 1897, Ralph Waldo Trine fue uno de los primeros en describir cómo creamos nuestra realidad inicialmente en el mundo invisible. En su libro, En Armonía Con el Infinito (9) Trine escribió, “Todo es inicialmente previsto en lo invisible antes de manifestarse en lo visible; en la idea antes de realizarse en lo real, en lo espiritual antes de mostrarse en lo material. El reino de lo invisible es el reino de la causa. El reino de lo visible es el reino del efecto. La naturaleza del efecto está siempre determinada y condicionada por la naturaleza de su causa.” Trine nos recordaba que nosotros cumplimos en la tierra lo que diseñamos en el cielo. Que cumplimos en la realidad lo que creamos en nuestras mentes. Que recibimos en el cielo lo que creamos en la tierra. Cada experiencia nos lleva más cerca de lograr nuestros proyectos en la vida o más lejos de la Unidad. Como seres humanos tenemos libre albedrío, el poder para decidir. ¿Es la voluntad de Dios, por lo tanto, realmente como la describimos, o está para apoyar nuestro libre albedrío? ¿Estamos culpando a Dios cuando las experiencias que tenemos en la vida se basan realmente en elecciones que hemos hecho, algunas en esta vida, otras basadas en varios ciclos de vida y aun en ciclos de vida intermedia de libre albedrío? Antes de mi propia experiencia trágica, yo podía señalar las numerosas manifestaciones de experiencias que resultaron de decisiones tomadas en esta vida. Tanto en mi vida personal como en la profesional, el origen de las circunstancias actuales podía frecuentemente ser rastreado a una decisión personal. Pero de algún modo, debido a las lágrimas de mi propio sufrimiento, la vida ya no parecía tan ordinaria, tan normal. Eran muchos los ejemplos en que la causa como una elección personal y el efecto de las circunstancias dolorosas de la vida no podían conectarse. Yo miraba a mi alrededor a los que nacen en la vil pobreza, o en países destrozados bajo el tormento de la guerra. Fui testigo de abusos contra niños. ¿Cómo podían sus experiencias, al comienzo de su vida, estar basadas en sus decisiones personales? ¿Cómo podía la muerte súbita y trágica de un niño estar basada en una elección? ¿Cómo podían centenares de personas en un funesto avión haber elegido una muerte inmediata, cada uno de ellos viviendo en circunstancias muy diferentes? 160 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Sin embargo, recordé claramente un comentario que le hice al psicólogo apenas unos días después del funeral de mi hijo, lacónicamente comenté, “Así tenía que ser; de esa manera estaba determinado.” Yo sabía que él se había sentido confundido, pero tan convencido como yo de la verdad en lo que había dicho, me sentí incapaz de decir algo más. Mi respuesta, pronunciada durante un tiempo de crisis personal, surgió de algún lugar del conocimiento intuitivo. Durante las crisis, nuestra necesidad de sobrevivir es grande, aunque el impacto de la experiencia obstruye nuestra capacidad para manejar las circunstancias de la vida de nuestras maneras usuales y conocidas. Durante esos períodos tendemos a responder desde un nivel más profundo, más intuitivo. Mi respuesta a la interpelación del psicólogo, asociada con la experiencia que siguió, me provocaba a determinar si y cómo, tales circunstancias difíciles de la vida podrían posiblemente ser un resultado de la elección. Durante los primeros días de duelo, el obispo, a quien nosotros respetamos mucho, llegó desde la ciudad vecina para ofrecer sus condolencias. Su presencia significó mucho para mi familia. Al intentar explicar los detalles del accidente, me sentí turbada de saber que para que ese accidente hubiera sucedido tuvieron que haberse dado muchas concurrencias exactamente al tiempo justo. Su simple comentario afectuoso “los accidentes no existen”, congelaron mi capacidad de decir más. Aunque no había oído nunca esa noción, aquí nuevamente se proclamaba otra verdad profunda, la proclamación de una creencia que demandaba una explicación. Aunque el obispo pudo haberse referido a la noción generalmente aceptada de la “voluntad de Dios”, sus comentarios avivaron una chispa en algún lugar en las aún inexploradas fisuras de mi alma. ¿Habremos hecho “un pacto” con otros, antes de nacer? ¿Será posible que nosotros quizás ordenemos e intercambiemos con otros de nuestro grupo ancestral de almas, las lecciones particulares que nuestra alma necesita para progresar en su evolución particular, así como también el crecimiento del colectivo entero? Esa reflexión me obligó a explorar la posibilidad de ciclos previos de vida. El pensamiento del renacimiento, de la reencarnación, amenazaba el núcleo fundamental de mi sistema de creencias. Yo era cristiana. El cristianismo, que surge de la resurrección, rechaza la reencarnación. El Concilio de Constantinopla en el siglo seis condenó la teología del Origen y su noción de 161 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington la reencarnación como impropia para los cristianos, ya que desafiaba la creencia en la resurrección. Mi hijo había muerto a tan temprana edad. Él no había tenido la oportunidad de experimentar la vida de lleno, completamente. Yo quería creer que él podía tener otra oportunidad, que podría conocer los goces del amor. Aún quería creer que algún día nuestra familia, su padre, hermanas y yo, podríamos estar todos juntos nuevamente. Me hostigaba contemplar la posibilidad que él podría ser parte de alguna otra familia mientras a nosotros se nos había despojado de la felicidad de verlo crecer y desarrollarse. Pero la idea de vivir más de una de vida tenía mucho sentido. Desde mi niñez yo había expresado la creencia en un Dios justo. Ahora yo desafiaba, por justicia, cómo un dios podía juzgar para toda la eternidad la vida de alguien a quien se le habían dado sólo trece años. ¿Cómo podían compararse las acciones de alguien tan joven con las de alguien a quien se le habían dado noventa años? ¿Cómo podía un dios justo permitir a algunos una vida en los barrios pobres de Calcuta y a otros en el Palacio de Buckingham? ¿Como podían vivir algunos con las incomodidades del siglo catorce mientras nosotros vivimos con las conveniencias del siglo veinte? ¿Cómo podía alguien sufrir una vida entera sirviendo la voluntad de otro, y nunca tener una oportunidad para experimentar los deleites y placeres terrenales conocidos por otros? El renacimiento podría ser indudablemente una manera de justificar las injusticias que veía. Reencarnar en un conjunto de circunstancias diferente para cumplir lo que el alma aún necesitaba lograr permitirían seguramente su crecimiento, y seguramente sería una manera de vivir las experiencias no vividas de una vida previa. Mientras discernía estas nociones conflictivas, cavilé sobre numerosas experiencias de deja-vu de mi niñez, cuando sentía que hacía algo que ya había hecho antes, que había estado antes en determinado lugar. Reflexionaba sobre las frecuentes peleas de la niñez entre mi hermano y yo. Casi siempre comenzaban porque yo desafiaba sus comentarios “Yo soy la niña y tú el niño.” ¿Habría sido él la niña, y yo el niño, en la última vida que estuvimos juntos? 162 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Recordé a mi padre reír por algo que el hermano menor de mi madre dijo a su padre. “Cuando yo era grande y tú pequeño.” ¿Era éste un recuerdo de la niñez de un tiempo anterior cuando sus papeles estaban invertidos? ¿Por qué recordaba ahora estos episodios? ¿Qué se agitó dentro de mí a tan tierna edad, tan poderosamente, como para grabar imborrablemente esas palabras en mi memoria? Recordé, como estudiante de secundaria, escribir un artículo sobre el Hinduismo. Ahora, distante de esa experiencia, me maravillo. ¿Cómo era posible que yo, criada en un estricto hogar católico, asistiendo a una escuela femenina dirigida por monjas católicas, pudiera concebir las nociones necesarias para escribir ese artículo? ¿Por qué había elegido ese tema? A lo largo de mis dieciséis años, había encontrado únicamente tres personas no católicas, aunque seguramente eran cristianas. Mi investigación literaria fue difícil. Había poca información disponible sobre el Hinduismo. Fui sacudida por la idea que alguna gente creyera realmente que tenemos más de una vida. Pero, puse todo mi esfuerzo en la tarea con tal empeño que gané una oportunidad de presentar el artículo en un foro público. ¿Fue esto un detonador de recuerdos de algo sucedido antes? ¿Era esto un recordatorio de experiencias previas? ¿Estaba presagiando lo importante para prestarle atención? Sin embargo, muchos años pasaron, y solamente después de la tragedia y la mudanza a Hawái en busca de sanación, resurgiría la idea de la reencarnación. Una colega de la universidad en Hawái compartió numerosas historias sobre su firme convicción que ella había vivido anteriormente en Hawái. Nacida en California, había llegado como enfermera. Desde el momento de desembarcar ella “supo” que Hawái era su “hogar.” Se casó, y siendo su esposo de ascendencia hawaiana, sus hijos fueron admitidos en la Escuela Kamahamaha, una escuela originalmente patrocinada por la Reina Kamahamaha para asegurar la educación de los niños hawaianos. Aunque estaba encantada de que sus niños fueran admitidos, mi colega contó que a lo largo de los muchos años de escuela de sus hijos, cada vez que ella entraba a las instalaciones era abrumada por un incontrolable llanto. ¿Qué memorias fueron despertadas? ¿Qué experiencias fueron recordadas? ¿Había renacido quizás, con una necesidad de reconectarse con su “familia” para aprender la lección del alma asignada a esta vida? 163 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington El renacimiento implica reencarnación, y la reencarnación implica una reentrada del alma al cuerpo físico. El teólogo cristiano Orígenes, del siglo tres, habló sobre la preexistencia del alma desde la eternidad. Como indica Thich Nhat Hanh en Buda Viviente Cristo Viviente (10), esta creencia es parecida a la de la reencarnación ya que, si hemos sido encarnados una vez, hay posibilidad de ser encarnados nuevamente. Thich Nhat Hanh nos recuerda que el alma es inmortal. Es el cuerpo el que necesita ser resucitado. Es el cuerpo el que despertará en el juicio final. Enterada de mi investigación, una amiga me llamó para compartir su descubrimiento del libro Vidas Pasadas de Niños de Carol Bowman. (11) La vocecita interior razonó —si un niño de apenas dos años dice, “yo recuerdo cuando morí antes”, o “mi otra mamá tenía el pelo rizado”,... necesitamos prestar atención. En el primer capítulo de su libro, Carol relata una historia de su propio hijo de cinco años, que se aterrorizaba con los sonidos fuertes. Cuando se le pidió cerrar sus ojos y relatar lo que veía cuando oía los ruidos fuertes, inmediatamente se describió como un soldado —un soldado adulto — un soldado adulto aterrorizado, forzado a matar a otros hombres para seguir vivo. Describió la ropa que vestía y también las escenas de la batalla donde su vida acabó. Ansiosamente, estudié páginas y páginas de investigaciones sobre vidas pasadas. Descubrí que aunque apenas recientemente se han investigado las vidas pasadas de niños, existe una increíble y creciente documentación que indica que las memorias de vidas pasadas son recordadas naturalmente por niños jóvenes. Libremente, bajo hipnosis, o durante estados de trance autoinducido, los adultos, en virtualmente cada cultura y en todos los países del mundo también comparten memorias de haber vivido antes. Parecen importar poco si las creencias religiosas de la persona que recuerda la vida pasada incluyen la reencarnación. Al reflexionar sobre las palabras de los sujetos jóvenes de Carol Bowman que contaban haber renacido, frecuentemente en el mismo grupo ancestral, razoné: Si renacemos en el cuerpo físico, y si reencarnamos para desarrollar nuestro grupo entero de almas, podríamos entrar de nuevo fácilmente en un cuerpo físico que tenga mucha similitud al que tenemos ahora. Nosotros 164 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington heredaríamos de un fondo genético similar en características físicas. Y seguí dándole vueltas al asunto. Yo me había visualizado en una cultura diferente. Una mañana, mientras subía en el ascensor a mi oficina en el quinto piso, la puerta se abrió frente a una mujer joven. Nos sonreímos e intercambiamos un cordial buenos días, del tipo que se da a alguien conocido. Mientras estábamos paradas frente a frente, ambas admitimos que la otra se nos hacía familiar, aunque nunca nos habíamos encontrado anteriormente. Cerca de un año después nos volvimos a encontrar, esta vez en una conferencia. Las dos recordamos nuestro encuentro anterior. Decidimos conocernos mejor y acordamos encontrarnos durante el almuerzo. Apenas empezada la conversación mi nueva conocida momentáneamente “se transformó” asemejando una india americana. Aunque su aspecto facial permanecía igual, su pelo cambió de rubio a negro y era detenido con una banda adornada con tres plumas. De las trenzas que cubrían su cara pendían adornos y plumas. Audazmente, osé comentarle lo que había visualizado. Ella me confió que desde hacía mucho tiempo había sentido una “intensa necesidad de saber más sobre la vida de las mujeres aborígenes.” Meses antes, yo había asistido a un ritual sagrado con tambores. El centro ceremonial se ubicaba cerca de un pequeño río, en un área semi bordeada de árboles. Al cese del tambor, y durante la quietud que envuelve la invitación a la gente para compartir en el Círculo Sagrado, yo “vi” a través de la puerta entreabierta centenares de tipis situados en la ribera del río. Yo estaba ahí, en medio de la actividad que tenía lugar en el círculo del centro. Llevaba leña para el fuego, cuidadosa de no perturbar, pero a la vez poniendo suma atención al diálogo. ¿Habíamos compartido mi nueva conocida y yo una vida como mujeres aborígenes? ¿Qué lecciones aprendieron nuestras almas en aquel tiempo? ¿Por qué habíamos llegado a reunirnos ahora? Poco después de este recordatorio cósmico de una vida tribal y como para reforzar la lección de la continuidad de la vida y mi necesidad de enfocarme en los mensajes provistos, comencé a tener una serie de experiencias donde, desde un estado consciente, “me sentía” elevada de mi cuerpo físico. Durante estos momentos me vi como una esclava egipcia implicada románticamente con un soldado romano, que se asemejaba a mi esposo actual. Mi esposo de hoy me había salvado de la esclavitud sexual desde hacía siglos. Mi actual 165 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington esposo había sido un amante del pasado. Nuestra relación prohibida entonces era sancionada ahora. Hace algunas décadas, Martha Rogers (12) una famosa enfermera y teórica de física cuántica, propuso que desde el nacimiento hasta la muerte cada humano está evolucionando. A la vez que cada ser humano evoluciona, el colectivo entero avanza de manera evolutiva. Mientras nuestro grupo de almas evoluciona, así también lo hace el colectivo entero. ¿Podría ser posible que el grupo completo de almas se moviese en conjunto a través de cada cambio evolutivo? ¿Pueden los modelos que se nos han suministrado en el mundo natural aplicarse también en el mundo del espíritu? Que los seres humanos evolucionan a la vez que el grupo de almas evoluciona, y el colectivo entero evoluciona a la vez que el grupo de almas evoluciona, es un modelo de la teoría de la masa crítica del comportamiento aprendido. Según esta teoría, el comportamiento de una especie entera cambia cuando suficientes miembros de dicha especie comienzan a comportarse de una manera determinada. La energía activada al crear la acción por uno de los miembros se proyecta en el colectivo. Del conocimiento colectivo la energía es tomada por otro, y luego otro y así consecutivamente. Cuando suficientes miembros de cualquier especie realizan determinado comportamiento, se alcanza una masa crítica y la especie entera actúa ahora de la nueva manera. En The Hundredth Monkey (El Centésimo Mono), (13) Ken Keyes da apoyo a la teoría de la masa crítica. Él cuenta de un grupo de monos bajo observación fuera de las costas de Japón. Un día un mono comenzó a lavar un camote de cierta manera en el agua salada. Pronto, los otros monos comenzaron a imitar dicho comportamiento. Cuando un número determinado (la masa crítica) lavaba sus camotes de esta manera, otros monos a centenares de millas de distancia, sin haber tenido ningún contacto físico con el primer grupo, comenzaron a lavar sus camotes de exactamente la misma forma. Wayne Dyer (14) enfatiza la importancia de esta teoría para el desarrollo humano y la paz mundial. Si entendemos claramente el efecto que como individuos tenemos sobre el colectivo, seríamos más conscientes de los pensamientos que emitimos, de las palabras que decimos, y de las obras que hacemos. 166 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Cada uno tiene la responsabilidad de controlar lo que envía al conocimiento colectivo. Si nos damos verdaderamente cuenta que nuestro comportamiento contribuye al comportamiento total necesario para alcanzar una masa crítica de cambio de comportamiento, seríamos más conscientes de nuestro potencial individual para crear paz o guerra, para conservar la tierra o para destruirla. Mis pensamientos se aceleraron. Nosotros creamos nuestra propia realidad en este mundo. Nuestro conocimiento es la suma total de nuestras experiencias en la vida. Nuestro conocimiento no muere. Nuestro conocimiento se mezcla con el conocimiento del Todo. Es razonable, por lo tanto, asumir que nosotros también creamos nuestra realidad en el mundo del espíritu. Cuando evolucionamos, también lo hace nuestro grupo de almas, cuando nuestro grupo de almas evoluciona, también evoluciona el colectivo entero. Cuando evolucionamos atraemos hacia nosotros las lecciones y las relaciones que nos permiten avanzar. Consistentemente, los investigadores que hablan sobre las experiencias de quienes han regresado después de una muerte clínica, enfatizan que lo más importante en la vida es el amor. Lo segundo es el conocimiento. Quienes han recibido una segunda oportunidad para vivir, vuelven con la convicción que la vida es tan increíblemente importante que debemos tener un sentimiento de tremenda gratitud hacia todo lo que la vida nos ofrece, aun los sufrimientos infligidos sobre nosotros, porque ellos nos ofrecen una oportunidad para expresar compasión y amor hacia nosotros mismos y hacia otros. “Hágase tu voluntad.” Yo he recitado esas palabras frecuentemente. Pero con el sufrimiento, desafié la voluntad de Dios. Ahora lo pensaría mejor. ¿Era la voluntad de Dios que yo sufriera, o era realmente mi elección de sufrir? ¿Había sufrido por la voluntad de Dios, o como resultado de mi libre albedrío? Nuestro hijo había muerto. ¿Habíamos hecho nosotros esta elección, que muriera joven y que nosotros sufriéramos? ¿Habíamos predeterminado con nuestro hijo y hermano, y él con nosotros, las lecciones que él y nosotros necesitábamos aprender en esta vida para que pudiéramos expresar más totalmente y más libremente amor y compasión hacia nosotros mismos y hacia otros, para que pudiéramos avanzar en nuestro crecimiento del alma, y 167 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington el crecimiento del alma de Todos? ¿Están las circunstancias y entornos inmediatos en que nacimos, basados en elecciones que hemos creado para experiencia de nuestra alma? ¿Están las alegrías y tristezas de la vida basadas en elecciones que hicimos previamente? ¿Somos responsables de las experiencias de nuestra vida? ¿Ofrece cada experiencia el potencial de desarrollar nuestra capacidad para amarnos a nosotros mismos y a otros? ¿Nos ofrece cada experiencia el potencial para aumentar nuestro conocimiento del amor. . . de Dios. . . de Dios que es amor. . . del amor que es Dios? 168 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 15: Así en la Tierra Como En el Cielo Pero su angustia no disminuía. Finalmente ella dio a luz otro niño, Y grande fue el regocijo del padre; y fuerte su grito “¡Un Hijo!” Ese día, para su gozo - él era el único. Desalentada y pálida la madre yacía; su alma estaba aturdida. . . Entonces repentinamente gritó con salvaje angustia, Sus pensamientos puestos no en el recién nacido sino en el niño ausente. . . “¡Mi ángel está en su sepultura y yo no estoy a su lado!” Hablando a través del bebé, ahora sostenido en su regazo Ella oye nuevamente la voz amada muy familiar: “¡Soy yo, - pero no lo digas!” Mirándola a la cara. - Víctor Hugo - Cuál es el Mensaje de este Apacible Espíritu “Así en la tierra como en el cielo.” Reflexioné. Yo había oído predicar esta frase únicamente con relación a la noción de la autoridad divina del Papa para crear el dogma, para decidir cuáles escrituras eran sagradas y cuáles no, para declarar qué acciones eran pecaminosas y las que no lo eran, y con relación a la capacidad única del clero para interpretar, dispensar y administrar sacramentos. Había oído frecuentemente que Jesús aseguró a sus apóstoles varones: Todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. (1) Sin embargo, estaba consciente que a través de los siglos esta frase había sido usada para oprimir, humillar, torturar, y masacrar. Esta frase había sido usada para explotar y ocasionar incalculable sufrimiento a otros en nombre de Jesús. Tomando en consideración que en ninguna parte en las palabras y obras de Jesús había alguna evidencia que él hubiese enseñado, o modelado, tal autocracia, y que mi dolor personal había creado dentro de mí una sensibilidad al sufrimiento de otros, no podía identificarme con esa racionalización extrema. ¿Cuál era el propósito de Jesús con esta enseñanza? ¿Cuál era el verdadero mensaje dado a los que seguirían? ¿Qué me decía Jesús ahora? ¿Qué 169 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington necesitaba encontrar en sus enseñanzas a fin de aliviar mi sufrimiento, de avivar mi chispa, de guiarme a conocer y amar a mi Madre - Padre Creador? “Y conoceréis la verdad y la verdad los hará libres.” (2) Estas palabras de Jesús son citadas frecuentemente. Pero pienso que la verdad que más profundamente nos habla del viaje eterno de nuestra alma ha sido intencionalmente negada en la doctrina Cristiana. Los cristianos y todos los ciudadanos del mundo que han sido influidos por el Cristianismo, sufren en ambas vidas, esta y la próxima, de la ceguera creada mediante la manipulación de las auténticas verdades enseñadas por Jesús. El karma y la reencarnación son los conceptos más importantes de conocer y comprender, para descubrir el significado y propósito de la vida, para contestar las preguntas imponderables sobre la vida, la muerte y el sufrimiento, y para comprender verdaderamente las enseñanzas del Antiguo y el Nuevo Testamento. La Ley del Karma está registrada en las escrituras. Cuando estamos dispuestos a descartar nuestras ideas preconcebidas, somos capaces de reconocer fácil y claramente las verdades importantes contenidas dentro de esta ley, tal como fueron reveladas por los patriarcas, por Jesús y los apóstoles. Cuando nos quitamos las vendas del adoctrinamiento, creado durante siglos por quienes se han beneficiado financiera y políticamente, impidiendo a las masas conocer las verdades contenidas dentro de La Ley del Karma, nos damos cuenta que Jesús enseñó sobre la reencarnación. Cuando deseamos verdaderamente movernos profundamente hacia una relación de amor con nuestro Creador, nos abrimos hacia el conocimiento. Este conocimiento no viene de la teoría teológica o de las palabras de otros. Viene del Espíritu Divino profundamente dentro de cada uno de nosotros. El viaje de nuestra alma, nuestro viaje espiritual, es un viaje interminable y creciente, de amor y conocimiento. Cuando deseamos conocer verdaderamente, comenzamos a recordar y a reconocer los pequeños indicios que comunican a nuestro cerebro lo que el alma ya sabe. En cierto momento en la vida, cada uno de nosotros enfrenta una experiencia que nos hace debatirnos con preguntas sobre el significado y propósito de la vida, del sufrimiento, y de la muerte. Hacer frente a una crisis nos vuelca hacia nuestro interior. El tránsito hacia el alma nos fuerza a examinar a fondo las preguntas que hasta este momento habíamos 170 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington solamente atisbado. Pero en la confusión, en un intento de encontrarle sentido a lo sucedido, examinamos las posibilidades del bien y el mal, del cielo y el infierno, de la resurrección y el renacimiento. Una encuesta de Gallup en 1982 indicó que el 23 por ciento de los Estadounidenses cree en el renacimiento. (3) Hay fuertes indicios que la cantidad sigue aumentando. El despertar del conocimiento espiritual surge de la profundidad de nuestro ser. Aquí yace la semilla de la conciencia. Mientras se recorre la cortina del olvido cuando entramos en esta vida, a veces se nos da un destello del pasado distante, un momento tan real como si estuviéramos una vez más en otra realidad, pero tan tangible como en la que estamos enfocados actualmente. Nosotros podemos tener memorias efímeras de momentos de bondad que debemos aprender a aumentar; podemos quizás presenciar un suceso en el que nuestras acciones nos han dañado a nosotros mismos o a otros; podemos vislumbrar las acciones de otros que nos han dañado —acciones que hemos rehusado perdonar. Los comportamientos, pensamientos o palabras dañinas interfieren con nuestro movimiento hacia la Unidad con el Creador. Tales comportamientos acarrean el karma que necesita ser equilibrado. Nosotros tenemos poca memoria de vidas anteriores porque necesitamos estar delimitados en el aquí y ahora. Tenemos un cometido para esta vida, y no podemos llegar a ninguna parte ahora, si estamos atascados en el ayer. Recientemente, una señora llegó en busca de ayuda para ser orientada en un “viaje.” Debido a los sueños que la plagaban y a diversas experiencias en estado consciente, se dio cuenta que algo de una vida pasada interfería con su progreso en el presente. Un asunto del pasado necesitaba ser resuelto para que ella pudiera vivir el resto de sus días con el sentimiento de tranquilidad de haber realizado su propósito predeterminado en esta vida. Después del viaje, me contó que en cuanto el tambor comenzó a sonar, fue inmediatamente llevada por un águila a un gran árbol. Desde este punto estratégico le fue mostrado un campamento de gente tribal. Su inmediato y abrumador sentido de aceptación cambió en un instante a un sentimiento de temor y angustia. Percibió una traición y presenció la matanza de muchos de los suyos. Fue impulsada en medio de la matanza y fue inducida a sentir nuevamente el terrible dolor emocional y físico de la herida mortal que terminó con su vida. 171 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Tan pronto como descendió, fue llevada, desde la escena de la matanza hacia un lugar seguro debajo de un árbol. Como para reforzar lo que había sucedido, el águila decretó: “¡Eso es pasado! ¡No permanezcas en el pasado! Tú tienes una perla de sabiduría. Esa sabiduría debe ser impartida.” Obviamente conmovida, pero agradecida por la experiencia, estaba ahora consciente que muchos de sus patrones de comportamiento en su vida actual se basaban en un intenso temor de volver a ser traicionada. Tenía mucha sabiduría para impartir, pero su incapacidad de confiar había interferido con su capacidad de completar plenamente el cometido de su alma. Comprender La Ley del Karma es la clave para comprender el viaje del alma. El alma es eterna. El propósito del alma es lograr la unidad con su Creador. Nuestra alma no necesariamente tiene la capacidad o la oportunidad de cumplir esta misión en una sola vida. Si necesitamos otra vida y otra, y otra más, la misma alma renace bajo nuevas circunstancias, con un nuevo cometido, que la ayudará a avanzar en su viaje espiritual de reunión. Una vez oí un dicho místico. “Nuestro cuerpo es como un automóvil; nos subimos en él; lo usamos; lo dejamos; pero nosotros no somos el automóvil.” Nuestro cuerpo es como un vestido. Nosotros lo usamos. El vestido se desgasta, frecuentemente antes que el alma termine sus viajes. Antes de las influencias del Cristianismo, la noción que el alma eterna vuelve a habitar un cuerpo físico era parte del sistema de creencias de los pueblos antiguos en todo el mundo. Platón enseñaba que el alma era inmortal y su disposición en esta vida acarreaba la disposición de personificaciones pasadas. ¿Qué padre no ha reconocido las numerosas variaciones en las reacciones y respuestas de sus niños ante las diferentes situaciones y experiencias de la vida? Numerosas tribus entre los pueblos indígenas de América del Norte, Centro y Sudamérica, África, Australia, Siberia, así como también muchos pueblos del Pacífico, incluyendo a los hawaianos y tahitianos han creído y continúan creyendo en la reencarnación. La reencarnación era parte de las creencias espirituales de muchos de los primeros habitantes de Europa, incluyendo los lapones, finlandeses, isleños, noruegos, sajones, suecos, daneses, alemanes, y los pueblos celtas de Bretaña, Irlanda, Escocia y Gales. (4), (5) 172 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Hoy en día, la reencarnación se asocia principalmente con religiones originadas en el lejano Oriente, incluyendo el Hinduismo y el Budismo. En estas tradiciones, la reencarnación se relaciona con La Ley del Karma. El karma es una palabra sánscrita que significa pensamiento, palabra y acción. Cada pensamiento, palabra y acción crea energía; la energía que irradia de nosotros llega a ser nuestra conciencia y se mezcla con la conciencia de Todos. La energía creada afecta nuestra vida y el mundo en forma de karma bueno, si la acción, el pensamiento, o el acto se hizo con la acción correcta y con la intención correcta. El Karma Negativo es creado en nuestra vida y en el mundo si nuestras acciones, pensamientos o actos son incorrectos, o hechos con malas intenciones. La Ley del Karma requiere que lo que sea enviado regrese de igual manera. La Regla de Oro dice, no le hagas a otros lo que no te gustaría que te hicieran a ti. (6) La Ley del Karma afirma, lo que le hagas a otros se te hará a ti. El Antiguo Testamento enseña: “vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, cardenal por cardenal.” (7) El mensaje continúa a través del Nuevo Testamento. Jesús dijo, “Vuelve tu espada a su sitio. Porque todos los que empuñen espada, a espada perecerán.” (8) Jesús estaba reforzando las palabras de Yahvé a Noé y sus hijos “Quien vertiere sangre de hombre, por otro hombre será su sangre vertida.” (9) Lo que es enviado por nosotros en pensamiento, palabra u obra desarrollará, u obstruirá, nuestra capacidad para movernos hacia la Unidad. Porque no estamos separados, sino que formamos parte del Todo, lo que se envía desde nosotros también desarrolla u obstruye el movimiento del colectivo entero hacia la Unidad Sagrada. Un día de otoño, cuando era niña, estaba sentada en el jardín viendo como mi madre hacía nuevas almohadas de plumas. Ella reciclaba las plumas de las almohadas viejas para complementar las que hacían falta. Después de reciclar las plumas en su fresca vivienda sacudía las fundas viejas para limpiarlas de cualquier pluma restante. Yo estaba encantada de ver como las plumas liberadas flotaban donde fuera que la brisa las llevara. Respondiendo a este oportuno momento, mi madre me explicó que nuestras palabras son como las plumas. Ella advirtió que debemos tener cuidado con lo que decimos. Porque es casi imposible volver a juntar las plumas esparcidas por el viento; es imposible recobrar las palabras pronunciadas por nuestra lengua. Uno nunca sabe quién será afectado o dónde aterrizarán las 173 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington palabras. Debemos decir únicamente palabras que, sin importar donde aterricen, rindan solamente buenos resultados. Mi madre me estaba dando una guía para vivir cristianamente. Pero también me estaba instruyendo sobre los efectos del karma. Mi padre, aunque quizás nunca había oído sobre el karma y la reencarnación, me dio un mensaje importante sobre la ley kármica, que frecuentemente menciono. Una nublada mañana cuando iba a su lado durante la corta caminata para juntar el ganado camino a casa, aprendí la lección que he venido a llamar La Ley del Eco. Yo nunca antes había experimentado un eco, pero al llamar mi papá al ganado, claramente oí sus palabras resonar. Fascinada, traté también. Lo que envié, recibí. Muchas veces en mi vida he reflexionado sobre La Ley del Eco. Lo que nosotros enviamos, se nos regresa. Cuando gritamos hola, en un barril, regresa hola. Cuando gritamos “amor”, regresa “amor”. Cuando gritamos “odio”, regresa “odio”. El universo es un barril gigante donde el eco devuelve en la misma forma lo que se envía. La Ley del Karma enseña que lo que emanamos es lo que recibimos. Lo podemos recibir en esta vida, o lo podemos recibir en futuras encarnaciones. Nosotros llevamos el karma bueno que hemos acumulado y llevamos el karma negativo que no ha sido equilibrado por los efectos del bueno. No podremos llegar a ser uno con nuestro Creador hasta que no tengamos ningún rastro negativo, ningún karma negativo. Todo el karma negativo debe ser equilibrado por acciones, pensamientos y palabras buenas. La Ley del Karma requiere que los pensamientos, palabras y actos de una vida pasada que fueron desequilibrados durante esa vida determinen el cometido y las lecciones de la presente. Los pensamientos, palabras y obras de esta vida determinan nuestro destino en futuras vidas. No hay injusticia en el universo. Hay únicamente continuidad del ser. Nuestros pensamientos, palabras y obras vuelven a nosotros como nuestros maestros, así podemos saber como se siente estar en el lado opuesto de lo que hemos enviado. Las lecciones que siguen a una acción negativa pueden suceder muy rápidamente, o pueden seguir en otra vida. La rapidez con que recibimos nuestras lecciones aumenta al aumentar nuestro nivel de conciencia (y la conciencia aumenta al aumentar el amor y el conocimiento). 174 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington En No Estamos Solos, (10) Robert Marsh afirma "Mientras más lejos lleguemos en el camino espiritual, más rápido es el regreso.” Las lecciones son provistas para que podamos auto corregirnos y desarrollar nuestra capacidad de amar. Nuestro viaje a lo sagrado, nuestra búsqueda de maneras para incrementar nuestra capacidad de amar y de conocer el amor nos hace avanzar en la Unidad. Nosotros anhelamos la Unidad. Anhelamos terminar nuestro sentimiento de separación, de disociación, de estar desprendidos. La Ley del Karma es para todos. Funciona automáticamente y sin prejuicio. Nadie está exento. Nadie queda impune. La ley kármica orienta nuestro viaje y el viaje de Todos. Nosotros escogemos qué karma cumpliremos y las cargas de nuestro karma que serán adquiridas al nacer. Escogemos la distancia que avanzaremos en nuestro viaje a la Unidad. Cuando pasamos las pruebas de las lecciones, reconociendo que cada lección es una oportunidad que nos conduce al amor, a un completo e incondicional amor hacia Dios, hacia nosotros mismos y hacia otros, nuestra alma responde en júbilo. Nosotros no hemos sido condicionados para pensar desde un punto de vista de retribución kármica, y desde un punto de vista de aceptar nuestras lecciones y de pasar nuestras pruebas como avance hacia la unidad con el Creador. Se nos ha enseñado, en vez, que es fatalista creer en el karma. Y hemos empleado mal las enseñanzas de Jesús para perpetuar la creencia que otra persona acarrea nuestra carga. En su carta a los Gálatas, Pablo escribe. “Cada hombre sostendrá su propia carga.” Jesús no dijo: yo llevaré tu carga. Él dijo: “Mi carga es ligera.” (11) Él no acarreaba ningún karma. Como afirma Clare Profhet en El Karma, La Reencarnación y El Cristianismo, (12) Jesús hablaba de la carga del karma. Él no dijo “si me aceptas como tu Señor y Salvador negaré La Ley del Karma”. Él no anuló la ley. Él la reforzó. Jesús dijo “Os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás declarado justo y por tus palabras serás condenado.” (13) Hace siglos, las enseñanzas directas de Jesús sobre La Ley del Karma fueron removidas del texto sagrado. El evangelio Nóstico de Pistis Sophia (14) cita estas palabras de Jesús: “las almas afluyen de uno a otro, de cuerpos diferentes del mundo.” No fue hasta en el siglo cuarto, cuando el Cristianismo evolucionó a una institución más apta para la manipulación política y la oposición desarrolló 175 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington la reencarnación en la teología cristiana. La nueva alianza de la Iglesia y el Estado se sintió amenazada por quienes creían en el renacimiento, porque tales Cristianos tendían a tener más confianza en sí mismos; eran individuos de pensamiento libre cuyo servilismo no podía ser garantizado. (15), (16), (17) No obstante, tomó hasta el año 553 D.C. antes que el Emperador Justiniano emitiera un edicto eclesiástico condenando como “monstruosa” la creencia en la reencarnación y desencadenando una campaña de terror. Aquellos que rehusaban renunciar a sus convicciones fueron masacrados. Pero, debido a que las bandas cristianas rebeldes, especialmente los Cátaros, mantuvieron tan tenazmente su fe, tomó hasta el siglo trece para que la creencia en la reencarnación fuera purgada del pensamiento Occidental. Solamente el rescoldo humeante de la llama moderada de la reencarnación permaneció dentro de las ollas sagradas del fuego de los alquimistas y los Rosacruces. Durante el Renacimiento, y la Época Ilustre que siguió, las brasas fueron atizadas. Pero el tímido resplandor no fue suficiente para balancear las masas que se movían vertiginosamente desde los asuntos espirituales hacia los asuntos mecánicos y científicos. No fue sino hasta mediados de mil novecientos cincuenta y, sobre todo en los sesenta, que la influencia del pensamiento Oriental penetró más seriamente la formidable fortificación Occidental emplazada durante siglos contra la creencia en la reencarnación. (18), (19), (20) A principios de 1950 psiquiatras y psicólogos comenzaron a “experimentar” sobre los beneficios de la hipnosis para remover recuerdos más profundos de pacientes atormentados. Casos publicados sobre reminiscencias de vidas pasadas, aumentaron el interés y la conciencia pública. Quienes se inquietaron por lo que consideraban ser una inconsistencia entre sus creencias y la doctrina Cristiana comenzaron a examinar los textos sagrados. Muchos encontraron que La Ley de la Causa y Efecto, La Ley del Karma se arraiga firmemente en las escrituras Judeo-cristianas. (21) El Antiguo Testamento, que comienza con el Libro de Génesis, está lleno de historias de penas severas contra las malas acciones y recompensa para las buenas acciones. Las historias de Adán y Eva, de Caín y Abel, y del diluvio universal, todas mencionan esta ley. Se nos ha enseñado que lo que se siembra, se cosecha. Los relatos dan a conocer que, tal como nuestros primos indígenas creen, las bendiciones y los pecados de una generación son 176 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington legados a las generaciones siguientes. Se nos recuerda en el Éxodo que el horrendo karma puede descender, no solamente sobre los individuos, sino sobre los pueblos que se alejen de la Unidad con su Creador. (22) En el Libro de Obadiah, leemos: “Lo que has hecho te será hecho a ti, tus actos serán revertidos sobre tu propia cabeza.” (23) Se nos recuerda una y otra vez que todo vuelve a nosotros – tanto nuestros buenos actos como también los malos. Clare Prophet (24) nos recuerda que, al igual que Abraham y Salomón (25), (26) nosotros también somos puestos a prueba. Ella enfatiza que dichas pruebas son oportunidades para recibir bendiciones. Se nos dan abundantes oportunidades para construir el karma bueno que traemos a esta vida y para rehacer el karma negativo. Se nos dan muchas oportunidades para convertir hasta el rastro más negativo en un rastro ardiente de gloria. He ahí el por qué el karma no es fatalista. Como con cualquier profecía, podemos alterar su trayectoria profética al cambiar nuestras vidas y al cambiar la energía que emitimos. Cuando hacemos un compromiso para crecer en el amor y el conocimiento de Dios, y nos movemos constantemente en esa dirección, se nos da la oportunidad de equilibrar incluso la carga más pesada del karma. Nosotros podemos cambiar el curso de nuestra vida al cambiar nuestros pensamientos, palabras y obras. Nosotros gozamos de libre albedrío, la voluntad para escoger el bien o el mal, la voluntad para escoger cambiar la energía kármica que emitimos. Todo lo que hacemos, todo lo que nos sucede, se basa en una elección que hemos hecho. El libre albedrío, sin embargo, de ninguna manera elimina la ley kármica. Podemos vivir miserablemente al emanar, y recibir en retorno, pensamientos, palabras, y acciones dañinas. Podemos acortar nuestras vidas eligiendo un estilo de vida que daña nuestro templo sagrado. Podemos escoger alargar nuestra vida y nuestra felicidad equilibrando nuestro karma. Nosotros, desde luego, tenemos libre albedrío. Somos responsables de las elecciones que hacemos. Ésta, pienso, es la más sagrada de las leyes. Jesús dijo “no crean que he venido para abolir la ley y los profetas. He venido, no para abolirlas, sino para darles cumplimiento. Os aseguro, que mientras duren el cielo y la tierra 177 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington no dejará de estar vigente ni una i ni una tilde de la ley sin que todo se cumpla.” (27) Sin embargo, los cristianos, al estudiar la Biblia, ignoran la Ley del Karma claramente referida en las escrituras. Un modo de pensar creado por siglos de adoctrinamiento religioso, social y político, que bloqueó las primeras enseñanzas de Jesús como se registra en los textos nósticos, ha creado un paradigma que ciega a muchos de advertir que Jesús habló de la realidad de la ley kármica. Seguidores de otras religiones, que no han sido influidos por el pensamiento cristiano, son capaces de identificar simplemente lo que los cristianos se niegan frecuentemente a ver. Personas de otras teologías son capaces de indicar rápidamente las numerosas referencias al karma y la reencarnación en el Antiguo y el Nuevo Testamento. En Buda Viviente Cristo Viviente (28) Thich Nhat Hanh, un monje Budista, lo indica claramente. Él insiste en recordarnos que Buda significa “despertar.” Para llegar a ser como Cristo, nosotros los cristianos necesitamos llegar a ser más como Buda. Necesitamos despertar. En Karma, Reencarnación y Cristianismo, (29) Clare Prophet nos recuerda que el Sermón de la Montaña fue una lección de Jesús sobre la ley kármica. “Como juzgues serás juzgado y con la vara que midas serás medido.” (30) Jesús confirmó su razón de ser. “Yo he venido para liberarlos.” (31) Si no comprendemos sus enseñanzas, y no seguimos los ejemplos brindados para orientar nuestro viaje de amor, permaneceremos estancados en el ciclo del nacimiento y renacimiento. Jesús fue amor perfecto. Él dijo: el Padre y yo somos uno. Como amor perfecto, Él era uno con el Dios Creador. Jesús vino para mostrarnos cómo hacer resplandecer nuestra propia Chispa Divina y cómo conducir nuestra Llama Sagrada hacia la Unidad con la Llama Eterna. Jesús vino como nuestro guía. Él dijo “aprendan de mí.” (32) Se nos está pidiendo amar. (33) Se vuelve a repetir en el Nuevo Testamento lo que habíamos oído en el Antiguo. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, tu mente, y tu alma. Ama a los otros como a ti mismo. (34) 178 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Jesús dijo “yo he venido a ti para darte vida abundante”. (35) Si continuamos creyendo que lo que emitimos no nos afecta a nosotros o al colectivo entero en ninguna forma, continuaremos viviendo cubiertos por nuestro manto de temor y sufrimiento, nunca conoceremos nuestra verdadera capacidad, nunca recibiremos la abundancia que es nuestra por derecho propio. Pero si tenemos ojos para ver, y oídos para oír, reconoceremos la verdad y avanzaremos constantemente en dirección de reclamar nuestra responsabilidad, y finalmente nuestro lugar de Unidad con nuestro Creador. Los discípulos de Jesús conocían las leyes del karma y la reencarnación. Ellos sabían que un hombre podía nacer en circunstancias difíciles para reivindicarse por el karma pasado. También conocían la ley del Antiguo Testamento, que afirma que los pecados del padre podrían ser infringidos a sus hijos. Ellos creían que las obras buenas, así como también los pecados de una generación podrían ser infringidos a generaciones subsiguientes. Fue solamente a causa de su profunda comprensión de la Ley del Karma que fueron capaces de formular las preguntas que hicieron a Jesús sobre la causa de la ceguera del hombre al nacer. (36) Jesús no les respondió. Tampoco negó completamente ninguna de las posibilidades que los apóstoles propusieron, sino que ofreció una tercera. Jesús afirmaba que nada en la vida es completamente negro o blanco. Les estaba recordando, y a nosotros, que no estamos en posición de juzgar las condiciones de otros. Él estaba reforzando que las Leyes del Karma, que dirigen ambos karmas individuales y de grupo, son reales. Si no lo fueran, Jesús habría hecho una declaración clara y profunda negando la base misma de la pregunta del apóstol. Pero no fue así. Él les dijo a los apóstoles que existían ambas posibilidades, pero no todos los que nacen en circunstancias difíciles cumplen su karma o el karma de su grupo de almas. Algunos que nacen en circunstancias difíciles pueden ser los grandes espíritus, los grandes maestros, llegados para enseñar el amor y la compasión, venidos para ayudar en el avance de este mundo. Jesús nos enseñaba que en algunas circunstancias (incluyendo esa ante los apóstoles en ese momento) la gente pasa por situaciones difíciles en la vida para que la Gloria de Dios pueda darse a conocer. Pero esto no hace una separación entre lo que es elección de las condiciones de vida, y el libre albedrío. La elección fue hecha para obtener la gloria de Dios revelada en el sufrimiento. Jesús mismo fue un gran ejemplo. Su vida y su muerte estuvieron rodeadas por circunstancias difíciles. 179 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Mientras que en esta circunstancia Jesús enfatizaba la gloria de Dios, estaba también reconociendo el karma, los grupos ancestrales, la elección y el libre albedrío. Él enfatizaba que los pensamientos y las acciones de cada persona contribuyen al bien o al mal de este mundo. Cada día usamos nuestro libre albedrío. Cada día escogemos aumentar el bien o interferir con él en el mundo. Aunque cada uno acarrea las limitaciones de carácter determinadas por acciones y pensamientos pasados, a la vez, cada uno escoge seguir dicha tendencia, o rebelarse contra ella. La astrología es la escritura del karma. Nuestro mapa natal indica qué cosas buenas y qué aspectos negativos, de vidas anteriores, acarreamos en esta vida. Los Reyes Magos llegaron a rendir homenaje. Ellos habían estudiado las posiciones de los planetas al tiempo del nacimiento de Jesús. Ellos habían visto su estrella natal. Sabían que el nacimiento de este niño era increíble. Sabían que el niño nacido bajo esta estrella tenía un karma perfectamente equilibrado. Sabían que vino a este mundo para hacer buenas obras. Él no acarreaba ningún karma negativo que necesitara ser equilibrado. Su gloria fue revelada en el universo. Fue escrito en las estrellas, en la posición de los planetas. Nosotros podemos aprender de nuestro mapa astrológico, así como también del estudio de la numerología, sobre las cualidades que tenemos que desarrollar para equilibrar el impulso negativo del karma que venimos arrastrando. La astrología y la numerología son las herramientas que podemos usar para tener un mejor dominio de nuestras vidas. Podemos aprender de lo que nuestros ancestros nos legaron, o podemos ignorarlo. Esto, y las visiones y los sueños proféticos, prevén lo que sucederá si no hacemos algo para detener el karma que nos impulsa hacia la calamidad. Una profecía provee información. Mediante el uso del libre albedrío podemos hacer elecciones para efectuar un cambio. En Vida Entre la Vida (37) Joel Whitton menciona que, de sus sujetos de estudio, ha aprendido que las pruebas kármicas se construyen en nuestra escritura kármica. Que pasemos o no estas pruebas determina cómo, y hasta dónde, progresaremos en este tiempo de vida. Un ejemplo dramático ejemplifica este punto: 180 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Cuando era muy joven, Steven Logan se sentía sumamente negativo hacia su abusivo padre y rara vez lo visitó en el asilo de ancianos. En una ocasión, sin embargo, Steven se sintió compelido a visitarlo. Encontró a su padre muy enfermo y mantenido con vida artificial. Cuando se paró junto a su cama, Steven notó que el tubo del respirador se había zafado. Tenía la opción de pedir ayuda o ignorarlo. Después de un momento de reflexión, corrió en busca de una enfermera, que apresuradamente reemplazó el tubo. Algunos años después, Steven tuvo un accidente serio en bicicleta. Descubrió más tarde, bajo hipnosis, que si hubiera dejado que su padre muriera, él mismo habría muerto en el mencionado accidente. Si perdonara a su padre por todos los abusos que había cometido durante varios ciclos de vida, él finalizaría su plan kármico. Hay que recordar que durante los primeros años de la niñez, durante el sueño, y cuando somos regresados bajo hipnosis, nosotros no estamos restringidos por valores sociales y culturales, por nuestro sistema de creencias, o por ninguna doctrina. Nuestra alma liberada es independiente de la programación terrestre y es por eso que vemos y hablamos desde las profundidades de la sabiduría del alma. En No Estás Solo, (38) Robert Marsh cuenta que con anterioridad a la adopción de sus hijas mellizas, él y su esposa tuvieron sueños similares de un tiempo de vida en que sus hijas mellizas fueron raptadas por un ejército invasor. En el sueño, una de las mellizas recriminaba al padre. “Espero que ahora hagas un mejor trabajo que el que hiciste anteriormente.” Marsh sabía que le estaban dando otra oportunidad y que estaba siendo advertido de “no fallar en esta ocasión.” Yo también tuve un sueño en el que se me recordaba que había “fallado.” Había prometido asistir a un concierto en la escuela de mi hija. Llegaba corriendo arrebatadamente al salón de conciertos, justamente cuando la cortina se cerraba al terminar la actuación de mi hija. Vestida con traje de negocios y portando dos portafolios era evidente que yo andaba “a la carrera” entre contratos “importantes”. Pregunté si mi hija iba a actuar nuevamente. El profesor respondió. “No hay una segunda actuación.” Mi hijo estaba parado al lado opuesto del escenario. Me miró, sacudió su cabeza, y mientras se volvía lentamente y caminaba alejándose, me dijo, “Mamá, aún no estás prestando atención a lo que es realmente importante.” 181 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Sus palabras me despertaron en un sobresalto. El hecho de darme cuenta de la fuente de esas primeras palabras con el psicólogo me abrumó. “Así tenía que ser.” Yo no había estado prestando atención a lo que era realmente importante. Había fallado. No había entendido. ¿Podría haber cambiado la escritura kármica si hubiera “despertado” más pronto? Lo que está ligado en la tierra está ligado en el cielo. ¿Podría yo haber cambiado la profecía? ¿No había cambiado en la tierra lo que pudo haber sido cambiado en el cielo? Pero aún estaba fallando. Había llegado muy lejos. Había hecho tantos cambios. Ya no era la misma persona. Pero mi hijo me lo estaba advirtiendo. “Aún no estás prestando atención a lo que es realmente importante.” Pero ¿qué era eso tan importante a lo que debía prestarle atención? Fui guiada a un hombre clarividente. “Tu vida está fuera de equilibrio.” Él sugirió a una mujer que enseñaba adivinación. Aprendí a prestar atención a las varias maneras en que podía recibir la Guía Divina. Aprendí a confiar en las sensaciones de mi cuerpo, y a usar un péndulo cuando buscaba guía. Aprendí que el temor no viene del espíritu, sino del ego. El espíritu sabe que no tiene límite. El ego teme la pérdida de la autoestima, y nos impulsa a ocultarnos detrás de una “máscara.” Cuando ocultamos nuestra verdad, cuando no decimos lo que sabemos que es correcto, cuando no le damos a otros lo que más necesitan de nosotros. Yo había estado ocultando lo que sabía profundamente dentro de mí, que era una verdad importante. Había compartido solamente lo que había aprendido en las aulas, y únicamente lo que podía ser cuantificado y medido por la ciencia, aún sabiendo que no creía en la eficacia de los métodos. Practicaba poco lo que enseñaba a otros. Las estrategias curativas que personalmente usaba se basaban en modelos muy diferentes de los que enseñaba. Quizás era tiempo de remover la máscara. . . de hablar desde una sabiduría interior. Necesitaba la valentía del Chamán. Nuevamente había escuchado que no estaba “yendo correctamente.” Se me recordaba “actuar honestamente.” Se me instaba a prestar atención a las lecciones del Sur. En el Sur de la Sagrada Rueda Medicinal aprendemos a vivir en equilibrio con nosotros mismos y con toda la creación. En el Sur aprendemos que el 182 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Gran Misterio creó a cada criatura con dones y habilidades. Los seres humanos frecuentemente no conocen sus talentos únicos, porque han sido cubiertos por el temor. Hasta que no destrocemos las expectativas que hemos puesto sobre nosotros mismos, y las que hemos permitido que otros nos pongan, no encontraremos lo que nos es único para compartir con los demás. Sólo cuando nos quitamos la máscara de temor vemos quiénes somos realmente y venimos a comprender la belleza de nuestra esencia original. Aprendí del Chamán que cuando estamos tensos, cuando corremos a los cuatro vientos, debemos parar y reconectarnos. Debemos plantar nuestras raíces firmemente, y permanecer quietos como “los árboles” para que podamos ver lo que crece en nuestro bosque. Únicamente cuando nos plantamos firmemente, y recibimos la energía para fortalecer y mantener ambos aspectos de nuestro ser, el masculino y el femenino, a la vez que reconocemos con gratitud el origen de cada bendición, podremos caminar con equilibrio. Solamente entonces somos capaces de manifestar totalmente nuestras habilidades y dones creativos. En nuestra relación con el reino vegetal, él es el proveedor que continuamente cubre las necesidades de otros, mientras que en el reino mineral, las rocas son las portadoras de la energía. Los árboles y las rocas se equilibran el uno con el otro como portadores y proveedores. Yo recibí del reino mineral. Un cristal de cuarzo rosado sobre mi corazón trajo sanación y absorbió el temor. Un cristal de cuarzo transparente en mi bolsillo me trajo claridad y conocimiento. También recibí del reino vegetal. Le pedí a cada árbol y cada planta compartir sus dones únicos. Del pino, pedí paz y serenidad. Le pedí al sauce que me enseñara a doblarme para poder ser fructífera en el uso de mis capacidades. Le pedí al roble la fortaleza y el valor. Al fresno montano le pedí protección contra el mal. 183 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 16: El Pan Nuestro de Cada Día Cuando me pidas una bendición, Me arrodillaré ante ti y te pediré perdón. - William Shakespeare - El Rey Lear “Danos el pan nuestro de cada día” ha sido siempre para mí una plegaria tanto de súplica como de gratitud. Entre los recuerdos más gratos de mi niñez están los del olfato. Principalmente, el aroma que despedía el pan hecho en casa de mi madre. Consagradas profundamente en lo más recóndito de mi cerebro están las imágenes y sonidos que acompañan esos deliciosos olores. Fui criada en una familia rural grande y carecíamos de riqueza material, pero el pan lo teníamos asegurado. Mi madre llenaba de pan los barriles vacíos de sirope y los colocaba en un pequeño vagón rojo para asegurar su entrega, por parte de mis hermanos y yo, a nuestro padre y sus trabajadores. Ese mismo pan que llenaba los barriles, alimentaba nuestros estómagos hambrientos durante los días de escuela. Y el pan recién salido del horno nos daba la bienvenida cuando regresábamos a casa en esas frías tardes invernales de la pradera. El pan era esencial para nuestra supervivencia, y para nuestras celebraciones. Aunque el pan honraba cada comida, y las muchas meriendas intermedias, los panes “especiales” anunciaban una festividad. Los buñuelos dulces nos esperaban en la Víspera de Navidad o después de la misa de la Vigilia Pascual. Su arribo indicaba que el tiempo de ayuno y abstinencia había terminado. Aunque el pan era abundante, era sagrado. Nunca debíamos desperdiciarlo. El pan duro se convertía en el budín de los días siguientes, y el relleno para el pollo o el pavo de los días de fiesta. Los trozos sobrantes alimentaban al perro y los muchos gatos, o se humedecían y suavizaban en la leche para los patos y gansos recién nacidos. Nosotros reconocíamos que el pan nuestro de cada día era un regalo valioso. Lo compartíamos libremente, pero también entendíamos que el pan agraciaba nuestra mesa durante las celebraciones y apaciguaba nuestras rechinantes tripas gracias al amor y al trabajo de cada miembro de nuestra familia, y a causa de la gracia de nuestro Dios. 184 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington El pan está hecho de harina. La harina está hecha de grano. Nuestra subsistencia dependía de las cosechas de grano. Nosotros valorábamos la tierra, la lluvia, y el sol. Todos, mezclados adecuadamente, eran necesarios para una cosecha generosa. Respetábamos el trabajo de plantar, cosechar, y moler. Apreciábamos el amasado y las formas de los bollos de masa. La familia entera participaba en el trabajo de producir nuestro pan de cada día; mientras algunas tareas eran hechas a máquina, otras eran demasiado preciosas. Éstas eran producidas por el amor y la habilidad humana. Jesús debió haber tenido reflexiones similares cuando oró, “Danos hoy el pan nuestro de cada día.” Él debe haber pensado, asimismo, que el buen pan también necesita sal, y necesita levadura. La sal es un preservativo. La oración para el pan de cada día pide, también, que seamos conservados, que estemos seguros y protegidos. A Jesús le gustaban las alegorías. Él hubiera contemplado la levadura, porque ella hace que la masa crezca. Él nos hubiera pedido que, como el efecto de la levadura sobre la masa, nosotros también necesitamos crecer para alcanzar nuestro pleno potencial. Jesús nos hubiera recordado el pasaje poco conocido de El Libro de los Números, (1) que habla de la manera en que los Israelitas iban a transportar el Arca de la Alianza. Mientras para transportar la carpa y la mayor parte de los atuendos sagrados iban a usarse bueyes y carretas, lo más sacrosanto tenía que ser cargado por los hombres. Jesús debe haber conocido la labor requerida para hacer el pan nuestro de cada día. Él nos recordaba que cuando pedimos recibimos, pero plantar las semillas para el futuro también requiere esfuerzo de nuestra parte. La fertilidad en la vida nos llega mediante nuestros esfuerzos activos. Jesús sabía que cuando hacemos el esfuerzo, y cuando pedimos con gratitud, recibimos en abundancia. Jesús debe haber conocido la gratitud en los corazones y en los labios de quienes aran y plantan y muelen y hornean. Él debe haber conocido su respeto hacia la tierra, el sol y la lluvia. En nuestro hogar campesino, cada comida comenzaba con una bendición. “Bendícenos Señor, y estos alimentos que vamos a recibir.” Y cada comida terminaba con dar gracias. “Te damos gracias Dios Omnipotente por todos los beneficios que hemos recibido.” De mis padres aprendí la gratitud. De ellos aprendí también a ser consciente. De niña aprendí a hacer una pausa en mi trabajo diario para recordar las 185 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington muchas bendiciones recibidas. Aunque hubo veces que descuidé este cometido, su valor siempre se mantuvo en casa. Cada mediodía, parábamos a mitad de nuestras labores para agradecer la abundancia en nuestras vidas. Al resonar de la campana en la torre de la iglesia, pausábamos un momento para recitar el Ángelus. De todos los gratos recuerdos en el hogar de mi madre, que me conectan a mis raíces, lo que más valoro son las estampas del Ángelus y la Magnífica. Aunque durante mis noches oscuras era difícil encontrar suficientes cosas para sentirme agradecida, el punto decisivo llegó a hurtadillas con mi decisión de re aprender la gratitud consciente. Al murmurar “te agradezco”, mientras el sol de primavera se filtraba en la cocina fui recompensada con cálidos resplandores dorados de valentía. Cuando pedí auxilio en mi desesperada situación, teniendo fe que de algún modo podría obtenerlo, y confiando apenas lo suficiente para esperar lo que no podía lograr por mí misma, fue la chispa de gratitud la que me empujó a escalar la cumbre de la montaña de angustia. El ascenso arduo y tortuoso durante la inclemente tormenta no terminaba aún cuando la gratitud me condujo a la cumbre. El mundo parecía diferente desde ahí. El sol realmente surgía. Brillaba, incluso sobre quienes se encontraban envueltos en nubes. Aunque el descenso no fue fácil, fue menos aterrador porque el viaje fue de día, y yo podía reconocer claramente la guía de quienes me orientaban. Los teólogos frecuentemente hablan de gracia y dividen el concepto en “gracia otorgada” y “gracia recibida.” Ellos probablemente hablarían de mi experiencia desde el punto de vista de la gracia. Pero yo, personalmente, nunca he encontrado una definición apropiada para la “gracia.” Aun después de muchas reflexiones y estudios, me siento incapaz de separar la gracia de la energía del Creador. Para mí, “la gracia otorgada” significa la conciencia innata del alma acerca de nuestra conexión con el Creador, y por este conocimiento es que anhelamos reintegrarnos en la Unidad total, por la que fuimos formados y a la cual pertenecemos. Yo creo que “la gracia recibida” es nuestra propia voluntad para movernos en dirección de buscar esta Unidad. Nosotros tenemos libre albedrío. 186 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Debemos dar el primer paso; aun con un indicio de movimiento de nuestra parte viene una infusión del Espíritu, de la Energía (el Soplo, el Hálito) del Creador. Mientras más avanzamos en este sentido, más abiertos estamos para recibir más plenamente de la Fuerza Creadora de Vida y es mayor nuestra capacidad para dar, para co crear, a la vez. El avance es una elección. La elección debe ser el primer paso para sanar. Los rápidos traicioneros en los ríos de la angustia, cualquiera sea la causa, la pérdida de un ser querido, la separación o el divorcio, la pérdida de nuestra dignidad debido al abuso y la violencia, pueden sumergirnos completamente. Aunque la corriente nos puede llevar lejos a la deriva, en algún punto debemos decidir hundirnos o nadar. No tenemos otra opción. Es más fácil hundirnos, porque al descender en la creciente frigidez de las profundas aguas, el dolor llega a congelarse. Pero al amenguar el dolor, amenguamos la vida. Si nadamos debemos estar dispuestos a convulsionarnos sin control, haciendo todo lo posible para mantener nuestra cabeza por encima de la creciente turbulencia. Debemos llegar al punto en que, justamente antes de darnos por vencidos, de ahogarnos, pedimos auxilio. Esa instancia parece disponible únicamente al momento de darnos cuenta de nuestra desesperación, cuando reconocemos el poco control que realmente tenemos. Pero de algún modo, y más increíblemente, es únicamente en la sumisión total de nuestro control a las manos del Omnipotente que el control regresa a nuestra vida. Intentar controlar cada aspecto de nuestras vidas, y frecuentemente las vidas de aquellos alrededor de nosotros, forma una válvula que va cerrando la punta del embudo que trae la energía del abundante universo hacia nuestro ser. Nuestros chakras son como torbellinos, orientando la energía del universo hacia nuestro ser. Estos vórtices orientan la corriente de energía de lo que necesitamos en nuestras vidas. Todo lo que debemos hacer es darnos cuenta que no estamos separados y aparte del universo, que no podemos permanecer solos, y que todo en el universo esta disponible para nosotros cuando nos conectamos con gratitud a la Presencia Creadora. Cuando nos abrimos con gratitud para recibir las energías de amor y luz, nos abrimos a la inmensa abundancia del universo. 187 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Cuando los estudié por primera vez, y comencé a sentir los chakras, los vórtices de energía sobre mí y sobre quienes orientaba la energía, me recordaban las cornucopias. Los chakras se sentían y aparecían en mi imaginación como una cornucopia, el Cuerno de la abundancia. La fiesta del Día de Gracias siempre ha tenido un significado muy importante para mí. Por eso, durante los años en que me sentí desconectada del universo, la celebración del Día de Gracias era muy dolorosa. El Cuerno de la abundancia traía numerosos recordatorios de lo que alguna vez había tenido y con lo que ya no parecía poder conectarme. La inactividad y quietud de mis centros de energía confirmaban los bloqueos del flujo de energía. De niña aprendí que las mujeres Iroquesas tejían canastas en forma de cornucopia como un recordatorio, para agradecer por las cosas buenas recibidas que nos ayudan en la realidad física. El Cuerno de la abundancia, lleno de frutas, simboliza la abundancia que se manifiesta en la realidad física desde la abundancia del universo. El maíz sustentaba la vida de los Iroqueses. La abundancia de maíz era motivo para celebrar. Ellos celebraban con gratitud el maíz recibido, así como mi familia campesina celebraba la abundancia de trigo. Nosotros frecuentemente acreditamos el origen del festejo del Día de Gracias a los Peregrinos. Sin embargo, fueron los Iroqueses quienes trataron de enseñar, mediante el Cuerno de la abundancia, que dar gracias es algo que debemos hacer de una manera constante. Ellos trataron de inculcar a los colonos la importancia de dar gracias, aun antes de recibir, reconociendo que es el agradecimiento lo que hace que la abundancia se manifieste. A través del Cuerno de la abundancia, los Iroqueses querían decirles a los recién llegados que necesitaban desprenderse de sus ideas de escasez. Los inmigrantes, llegados de países que durante siglos habían sido gobernados por el orgullo, eran incapaces de concebir esas nociones y prefirieron en cambio catalogarlas como superstición. Las enseñanzas sagradas de los Iroqueses enseñaban que recibimos en proporción a lo que damos. Ellos animaron a los recién llegados a la Isla Turtle a devolver con gratitud, a la Madre Tierra, una porción de lo que habían tomado, para mantener el flujo de abundancia moviéndose a través de la cornucopia. (2) Mi hija mayor es maestra. Cierta vez le pidieron dar la homilía de la celebración del Día de Gracias a los estudiantes y al personal de su escuela. Mientras caminábamos una tarde, discutíamos sobre lo que sería importante 188 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington incluir en el mensaje. Ella quería que sus palabras fueran “significativas” y la expresión de gratitud “verdadera.” Reflexionamos sobre la abundancia que habíamos recibido el año anterior, y cavilamos sobre las bendiciones por las que estábamos agradecidas. Su abuelo había quedado ciego debido a una radiación accidental en su quiasma óptico. Nosotras estábamos agradecidas por nuestra vista. Mi prima vivía ahora en una casa de salud porque era incapaz de sostener su propio peso debido a la esclerosis múltiple. Estábamos agradecidas por nuestras piernas, y por nuestra independencia. Mi amiga y colega, a quien mi hija conocía y admiraba, había perdido el oído como resultado de un daño al nervio auditivo, ocasionado por una inflamación. El impedimento auditivo la había forzado no solamente a renunciar a su carrera, sino que le había ocasionado cambios enormes en cada aspecto de su vida. Estábamos agradecidas por nuestro oído. Aunque mi hija no se enfocó en ninguno de estos puntos, su charla recordó a los estudiantes sus muchas oportunidades. Varios en su aula habían venido de países del tercer mundo y países arrasados por la guerra. Ellos compartieron su gratitud por la abundancia en su nuevo hogar, y como grupo ofrecieron plegarias de agradecimiento. Hace algunos años, acepté una oferta de trabajo en el Perú. Era un contrato difícil de cumplir. El apoyo y los recursos para la educación eran escasos. Esas situaciones enseñan sobre la gratitud, no solamente por lo que uno tiene sino también por el regalo de aprender y el regalo de la vida misma. Posteriormente, compartí estas experiencias con un grupo de canadienses adultos de clase media quienes, aunque todavía en sus sesentas y cincuentas, optaban por jubilarse. Los alenté a pensar seriamente lo que sería el resto de sus vidas. Les indiqué que las expectativas de vida en el Perú continúan siendo apenas de treinta cinco años de edad. Les pedí que consideraran, en comparación, sobre su jubilación pues ellos todavía tendrían toda una vida por delante. ¿Cómo usarían el resto de su vida? Cuando la discusión con este grupo de mediana edad giró hacia el tema de la gratitud, surgió una historia más dramática. Una mujer contó haber leído sobre cómo el comportamiento de un esposo alcohólico cambió completamente gracias al poder de la gratitud. (3) La mujer, cuya historia se contaba, había asistido a una serie de charlas sobre la manifestación de la 189 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington abundancia. Ella estaba convencida que su carencia de gratitud había contribuido al problema de alcohol de su compañero. Después de discutirlo con sus cuatro hijos adultos, decidieron comenzar un viaje de gratitud para celebrar las cosas buenas que habían recibido. Se concluyó que, incluso con todas sus fallas, su padre había contribuido positivamente en cada una de sus vidas. Para comenzar la celebración, la madre invitó a sus hijos a una comida el viernes por la tarde. Todos llegaron menos su esposo. El celebró, en cambio, en el bar del barrio, y no apareció hasta mucho después que sus hijos se habían marchado a sus casas. Sin embargo la esposa persistió. La tarde del sábado, nuevamente los hijos se reunieron para “compartir su agradecimiento por su padre.” Una vez más, el padre eligió estar ausente. Incluso una tercera vez, la tarde del domingo, nuevamente en ausencia de su padre, los hijos y su madre dieron gracias por el regalo de su padre y esposo, y por las bendiciones que habían recibido porque él había sido parte de sus vidas. El domingo por la tarde, cuando el esposo retornó al hogar, oyó cantar. Abrió la puerta, esperando unirse a una fiesta para beber, y literalmente cayó en medio de una reunión de Alcohólicos Anónimos (AA.) Nunca más volvió a beber. Aunque frecuentemente se necesita mucho más que tres de días de gratitud para reformar a un alcohólico, la historia es un poderoso tributo a la gratitud. Y si es posible que un ser humano cambie las circunstancias de su vida por la gratitud, lo mismo es posible para cada uno de nosotros. Los AA enseñaron al esposo a estar agradecido por el regalo de la vida, y cómo controlar el alcoholismo a través de la confianza en el poder de sanación de su Dios. Los doce pasos del programa enseñan que podemos liberarnos de las garras de la adicción cuando admitimos nuestra incapacidad de dirigir nuestras vidas y le damos el control de nuestro destino a Dios. Pero a veces confundimos dar el control de nuestra vida a Dios, con dar el control de nuestra vida a otros. Creo que a veces las tragedias suceden para mostrarnos que debemos confiar en Dios, no en otros, para co capitanear nuestro buque. Nosotros, confiando en la mano orientadora del Creador, debemos dominar nuestro propio destino. Frecuentemente cuando estamos afligidos y nos sentimos a la deriva, nos asimos a la primera compañía o persona dispuesta a aventarnos un chaleco salvavidas. Pero nuestra primera acción ante el 190 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington dolor y la sanación del alma, y para hacer avanzar nuestra vida, es recordar donde está realmente el control. Únicamente entonces, podemos deslizarnos sutilmente a la silla del capitán. Cuando nuestra confianza está en el lugar correcto, podemos ir agarrando velocidad y ganar la confianza necesaria para conducir nuestra propia embarcación, porque sabemos que nuestro curso ha sido establecido, y que estamos protegidos y somos orientados en nuestro viaje. Los valores materialistas y mecanizados no son consecuentes con la noción que no estamos a cargo, que realmente tenemos poco control. Tampoco nuestra cultura nos enseña que al devolver con gratitud una porción de lo que recibimos, realmente ganamos. Impulsados por una mentalidad que exige progreso, tan rápido y tanto como sea posible por las escaleras del éxito, se ejerce un feroz control de los recursos, frecuentemente extendiéndose incluso hacia la esclavitud de otros. Cuando aún no hemos aprendido que saber compartir y la gratitud crean lo extraordinario, no nos damos cuenta de la verdad vista por Albert Einstein. Hay solamente dos maneras de vivir la vida. Una es como que nada es un milagro. La otra es como que todo es un milagro. (4) Hasta que aprendemos, como lo hizo la esposa del alcohólico, que cuando reemplazamos el control con la gratitud los milagros pueden suceder. Cuando no aplicamos esta sabiduría, el abastecimiento mengua, porque el orgullo y la necesidad de tener el control cierran la válvula universal que bloquea el flujo de la abundancia. Si vivimos continuamente con un corazón abierto y agradecido, los milagros son una parte común de la vida. Abe Arkoff en La Vida Iluminada, (5) enfatizó que nuestra lista de gratitudes debería equiparar nuestros años de vida. Yo frecuentemente menciono sus comentarios. Durante un curso que enseñé, llamado “Viviendo a Pleno Potencial”, un caballero de setenta y ocho años de edad volvió a la clase del día siguiente con su lista de setenta y ocho gratitudes. Sus gratitudes incluían: “Yo desperté esta mañana muy agradecido por haber dormido bien. Agradecí que el sol brillaba. Elsi y yo nos sentimos mejor los días soleados. Estoy agradecido porque si tuviera que volver a vivir mi vida, no cambiaría muchas cosas. Estoy agradecido por Elsi, mi esposa durante cincuenta y un años. Estoy agradecido que ambos tenemos buena salud. Estoy agradecido por nuestros cuatro saludables y amados hijos. Estoy agradecido por mis seis nietos.” 191 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Frecuentemente doy este ejercicio. He aprendido que ser agradecido no solamente trae las cosas que necesitamos a nuestras vidas, sino que cuando reflexionamos sobre las muchas bendiciones que son frecuentemente parte no reconocidas de nuestras vidas, recibimos un poderoso surgimiento de esperanza. Cada vez que escucho, o leo la lista de gratitudes de alguien, me maravillo. Aún no he visto una lista que no incluya gratitud por el calor del sol. En algunas tradiciones el sol es un símbolo de Dios, y los rayos del sol se ven como una metáfora de la bondad que fluye del Creador. Independientemente de la cultura de la que provengamos, todas las personas parecen estar instintivamente conscientes de nuestra necesidad del resplandor del calor del dios sol en nuestras vidas. Recuerdo las numerosas veces cuando, desde el foso de la desesperación, una canción basada sobre las promesas hechas por Yahvé, hacia aquellos en éxodo, flotaba en mi pensamiento. “Él te alzará sobre las alas del águila. Te sostendrá sobre el hálito del amanecer. Te hará brillar como el sol y te acogerá en la palma de sus manos.” (6) Nosotros anhelamos la calidez y la proximidad prometida. El Talmud (7) nos recuerda que si lo único que rezamos siempre es una plegaria de gratitud, con eso bastaría. Cuando somos agradecidos, la calidez de la energía creativa comienza a fluir nuevamente, descongelando nuestras cavernas más interiores y reconectándonos a la Gran Unidad. Cuando encauzamos nuestras vidas con confianza, la Unión Divina sucede y nuestras mentes se convierten en terreno fértil para nuestro propio enriquecimiento. La vieja historia de Kokopelli tocando la flauta dice que Dios crece dentro de uno y optimiza nuestro ciclo de fertilidad. Las semillas fértiles florecen en la música, que puede ser cantada solamente desde nuestra alma única. El mito de Kokopelli se cuenta y repite en muchas y diversas maneras por todo el suroeste de los Estados Unidos, México y Sudamérica. Los Aztecas contaban que una virgen de su clan había sido impregnada por Kokopelli y dio a luz un niño varón, que llegó a ser un gran líder espiritual. Con la gentileza de su madre y el fuego de su padre, el niño sagrado ayudó a su gente a encontrar su camino para retornar a las estrellas. La leyenda nos recuerda que cada criatura viva es mágica, porque cada una de ellas es una estrella, una chispa del fuego Divino. Es únicamente cuando devolvemos nuestra voluntad, para estar en unión con la Voluntad Divina, 192 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington que nuestra música más hermosa puede producirse y compartirse. La fertilidad en la vida puede ser nuestra cuando escogemos unirnos activamente a la Unión Divina con el objeto de descubrir, desarrollar y compartir la música interior. Kokopelli, mediante la magia de su canción, enseñó que si queremos que las semillas que sembramos caigan sobre suelo fértil, debemos cambiar nuestra conciencia y usar nuestros talentos en una manera productiva. Este mensaje poderoso nos provee un doble camino, el sendero de la conciencia creciente y el sendero de la productividad. Ser agradecidos, ser conscientes y la meditación nos llevan en esta dirección. La visualización y la imaginería son invaluables técnicas de meditación para hacernos avanzar en una manera productiva. Aunque las palabras imaginería y visualización se usan frecuentemente de manera intercambiable, no tienen exactamente el mismo significado. Ambas técnicas se basan en el conocimiento que toda la realidad se crea primero en el mundo del pensamiento, en el mundo del espíritu. Nosotros no cambiamos de comportamiento y luego pensamos. Cambiamos primero nuestros pensamientos y el comportamiento lo sigue. Ambas técnicas también se basan en el conocimiento que nuestro cerebro responde a imágenes visuales. En ambas, la imaginería y la visualización, pasamos a un estado meditativo y le damos al cerebro las imágenes que queremos que crea. En la visualización, intentamos prever el resultado exactamente de la manera que queremos que sea. Implicando cada uno de nuestros sentidos: la vista, el oído, el gusto, el tacto, y hasta el olfato, en un proceso activo que nos permita ser más capaces de orientar firmemente nuestras vidas en esa dirección. Por ejemplo, si nos preparamos para una entrevista, podemos mejorar nuestras posibilidades de éxito al crear en nuestra imaginación la entrevista entera, la manera en que queremos que transcurra. Poniendo atención a los estímulos sensitivos fortalecemos nuestras posibilidades. Si somos capaces de imaginar el olor, las imágenes (por ejemplo: ver a toda la gente que conduce la entrevista, amistosa y sonriente), y si podemos oír las palabras de antemano, diciéndonos que somos el candidato elegido, aumentamos nuestras posibilidades de éxito. 193 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington En la imaginería no nos atenemos a la imagen exacta sino, más bien, aplicamos símbolos para representar lo que deseamos. La imaginería ha demostrado ser una herramienta efectiva para la sanación física, emocional y espiritual. En Amor, Medicina y Milagros (8) Bernie Siegel reporta sobre el poder de la mente a través del uso de símbolos de imaginería para curar hasta tumores inoperables de cerebro. El alma responde a los símbolos del colectivo. Estos son símbolos que se conocen desde tiempos antiguos. Estos mismos símbolos aparecen en nuestros sueños. La imaginería se usa frecuentemente en combinación con rituales sagrados porque, al igual que los símbolos, los rituales son también bien conocidos por el alma. Usados en combinación, los resultados pueden ser aun mejores. Un colega nos contó como la imaginería y los rituales habían aliviado el sufrimiento del alma de una joven madre que había parido un bebé muerto. Cada noche la madre era plagada por sueños dolorosos en que veía a su niño con necesidad de limpiarse y volver. Se realizó una imaginería guiada usando el símbolo del agua, para limpiar tanto el cuerpo físico como el alma, así como también para simbolizar la corriente que fluye entre esta vida y la próxima. La madre simbólicamente limpió y nutrió a su bebé. Entonces, puso suavemente al bebé en los brazos de un ángel aguardando. La imaginería y los rituales sagrados liberaron a la madre de sus dolorosos sueños. Yo practico y enseño técnicas de meditación, incluyendo la visualización, la imaginería y los rituales sagrados. Los uso solos, en conjunto, y en combinación con ejercicios de respiración y técnicas de transferencia de energía. Los uso cuando hay una necesidad de liberarse de la culpabilidad y el remordimiento. Los uso cuando hay una necesidad de perdón, cuando hay una necesidad de liberarse del pasado y continuar con la vida, sin importar la razón. Creo que una de las cosas más difíciles de hacer en la sanación es liberarse uno mismo del pasado. Porque hasta que no se consigue desprenderse de lo que nos retiene, no podemos realmente progresar. Mis esfuerzos conscientes para sanar fueron fuerte y positivamente afectados por los escritos de Louise Hay. He regalado varias copias de su libro Puedes Sanar Tu Vida (9) a aquellos con quienes trabajo. De ella, 194 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington aprendí el poder sanador del ritual. De ella, aprendí a afirmarme. Durante esos intensos tiempos oscuros, envuelta en el terciopelo azul de la depresión, copié de su libro doce afirmaciones que apliqué a mi vida y a mi necesidad de sanación. Decidida, me forcé a levantarme temprano de mi lecho cada mañana, e instauré la quietud de mi cuarto, al que ahora llamo mi espacio sagrado. Debido a que en mi estado depresivo era incapaz de memorizar, leía cada afirmación una y otra vez, hasta que cada célula se llenaba hasta desbordarse con la nueva información que necesitaba para reemplazar la antigua que había albergado tan fuertemente adentro. Meses después, era capaz de repetirlas cuando salía a caminar. Una de las cosas más difíciles de aceptar fue que yo no había sido capaz de decirle adiós a mi hijo. Soñé. Mi hijo apareció, se veía tal como cuando tenía cinco años de edad. En la entrada de nuestra casa actual, se detuvo para examinar, en forma detallada, las figuras de arcilla que él había creado de niño. Como para reforzar algún mensaje importante para mí, y para validar alguna realidad para sí mismo, preguntó varias veces “¿Yo hice esto cuando era tu pequeño niño?” Yo sabía que se me había mostrado que mi hijo había aprendido lecciones de mí cuando estuvo a mi cargo. Ahora él tenía otras lecciones que aprender, aprendizaje pasado que él necesitaba aumentar. Me di cuenta instantáneamente que lo estaba reteniendo e impidiéndole hacer lo que ahora era importante para él. Necesitaba liberarlo. Él tenía cosas que hacer y mi angustia estaba no solamente frenándome, también estaba interfiriendo con su capacidad para progresar en lo que él tenía que realizar a continuación. Yo tenía miedo de dejarlo ir, aterrorizada de pensar que al soltarlo iba a deshonrar nuestra relación, aunque sabía que al aferrarme al pasado no conseguiría avanzar en mi vida. Sabía que, al continuar enfocándome en el dolor del pasado, consumía la energía que necesitaba para desarrollar otras maneras de usar mis capacidades. Tomando valor, del cual tenía poco, comencé. Elegí una colina, una por la que pasaba casi todas las mañanas, llorando, durante mis caminatas. Era a principios de la primavera. Los primeros rayos apenas comenzaban a diseñar esponjosos querubines rosados sobre las nubes. Miré hacia el cielo. 195 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Manteniendo mis manos abiertas afirmé como había aprendido del libro de Louise Hay. (10) “Libero el pasado con amor.” Visualicé el dolor y la tristeza fluyendo de mi corazón y fluyendo de mis palmas, cayendo a la tierra como granos negros de carbón. Cuando ya no pude ver ninguna corriente oscura fluyendo de mí, visualicé la luz dorada que fluía de las manos del Creador y hacia mi corona. Miré como la luz fluyó descendentemente, llenando mi cuerpo entero. Afirmé “Al liberar el pasado, entra lo nuevo y fresco y vital.” Esa noche soñé. Mi hijo apareció. Se acercó. Sus brazos me rodearon. Sentí su calor, su joven vibrante vida. Gemí. “Si sólo hubiera podido decir adiós.” Él dijo, “Madre, no hay necesidad de decir adiós.” Dejé escapar un suspiro, que vino desde una profundidad que no sabía que existía dentro de mí; sollocé “Te libero.” Mis palabras lo rodearon en un arco iris como remolino. El arco iris remolinó hacia arriba. Yo sabía que debía completar la afirmación “Al liberarte también me libero.” Mi hijo se disolvió en una luz increíble. La misma luz me penetró y me rodeó. ¡La transformación! En la mañana siguiente, mientras caminaba, hablé con mi hijo. Le pedí que aunque él tuviese cosas que hacer, que yo ignoraba y en las que no quería entrometerme, si era posible que él tomara mi mano por un momento durante mis caminatas matutinas. Mi mano sintió su calor. “La consciencia” me rodeó. No tenía que decir adiós. Él no me había dejado realmente. Al liberarlo, yo podía estar más cerca de él que lo que había estado cuando lo tuve sujetado tan estrechamente. Recordé un póster que vi en alguna parte en mi pasado, con una prosa de Fritz Perls. “Si amas a alguien déjalo en libertad. Si vuelve, es tuyo. Si no, nunca lo fue.” Y así durante meses. . . y hasta años, por unos momentos cada mañana cuando paseaba por el campo, mi hijo me tomaba una mano y mi padre la otra. Frecuentemente siento que ellos me ofrecen una cuerda, invitándome a saltar, a sentirme niña otra vez. Le pido a mi hijo compartir su sentido de humor. De mi padre pido su regalo del valor. Desprenderme del pasado con amor me liberó y me abrió para ser capaz de recibir los dones de un nuevo comienzo. Recibí a través de la gratitud. Estoy 196 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington agradecida por la tremenda abundancia que ha entrado en mi vida desde la primera vez que repetí “te agradezco por la luz sanadora del sol.” Agradezco el pan de cada día, consciente de todo lo que el pan simboliza, y sabiendo que no sólo de pan vivo. (11) 197 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 17: El Perdón El perdón es el catalizador para el avance. - Martín Luther King Recientemente me llamó una madre que acababa de enterarse de que su padre había abusado sexualmente de su hija durante la niñez. Durante años la madre había notado el dolor emocional y espiritual de su hija. Pero nunca había descubierto la fuente de su dolor, o la raíz de sus pensamientos y frecuentes intentos suicidas. Reconocer la verdad, y comprender el largo y arduo proceso de sanación que su hija debía encarar, torturaban a la madre cargada de culpa. Ardida de rabia y con intensos sentimientos de odio, su vida física, emocional y espiritual estaba amenazada. La ira, el odio, la culpa y el remordimiento son las manifestaciones emocionales de la necesidad espiritual del perdón. La culpa y el remordimiento surgen de una necesidad del auto perdón. La culpabilidad es una expresión de cosas que hicimos y que desearíamos no haber hecho. El remordimiento es una expresión de cosas no hechas, que sabemos que podríamos haber hecho. El odio contra uno mismo es la necesidad de auto perdonarnos. El odio proyectado se deriva de la necesidad de perdonar a otros. La ira, expresión emocional del odio, puede manifestarse cuando hay una necesidad de perdón a uno mismo así como a otros. La ira, tanto contra uno mismo como contra otros, es expresada a tal grado que uno comienza a albergar sentimientos de odio. La ira contra uno mismo puede interiorizarse en un esfuerzo por disfrazarla de maneras más socialmente aceptables. Sin embargo, el cuerpo físico no puede ser engañado. Las enfermedades y las condiciones crónicas que radican en la ira contra uno mismo, continúan nutriéndose por el alimento del odio, la culpa y el remordimiento. El odio contra uno mismo puede expresarse a través de reflexiones negativas (conversaciones con el alma). 198 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington La ira y el odio, constantemente impulsados en cada célula del cuerpo, absorben la energía vital necesaria para el mantenimiento y el crecimiento saludable. La ira contra uno mismo puede también ser expresada exteriormente, manifestándose de varias maneras auto destructivas. Cortarse las muñecas y el abuso de drogas no son las únicas formas de auto castigarse. Comportamientos de auto mutilación, tales como lacerarse la piel, arrancarse el pelo o las pestañas, no ejercitar el cuerpo, no alimentarse nutritivamente, fumar, ingerir alcohol, abusar de los medicamentos, y frecuentar ambientes peligrosos, pueden indicar un deseo de auto castigarse o incluso auto destruirse porque la persona se siente indigna. La ira, arraigada en el odio hacia otras personas, puede también ser expresada tanto de maneras visibles como encubiertas. Podemos demostrar exteriormente la ira hacia otros mediante palabras o comportamientos hostiles y abusivos. O podemos intentar disfrazar nuestro odio envolviéndolo en sarcasmo, críticas, manipulación, o bloqueando las metas de otro. Cuando somos incapaces de perdonar a otros, somos incapaces de perdonarnos. Cuando somos incapaces de perdonarnos, somos incapaces de amarnos verdaderamente. Cuando somos incapaces de ver nuestro propio mérito, es difícil ver el mérito en otros. Cuando somos incapaces de identificar lo bueno dentro de nosotros, también somos incapaces de verlo en otros. En la raíz de los sucesos de la vida más difíciles de sanar existe una necesidad de perdonar. Si examinamos la historia de la vida de la señora, de su padre y de su hija en el marco de una sola existencia, liberar la ira y el odio sujetos a su incapacidad de perdonar a su padre sería una tarea sumamente difícil. Pero, si retrocedemos e inspeccionamos la situación dentro del marco mayor de la continuación de la vida, y del ciclo de vidas, vemos este escenario y todos los traumas de la vida bajo una luz diferente. Hablando de su experiencia de regresión, una mujer mencionó que había vislumbrado niveles de creación muy por encima de cualquier cosa que podría haber imaginado. Le fue mostrado que todo tiene un significando de un nivel más alto. El sufrimiento no es casualidad; es sencillamente parte de 199 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington un plan eterno más complejo y grandioso del que somos capaces de imaginar. En Sólo el Amor es Real, (1) Brian Weiss revela pensamientos sobre el perdón citados por hombres y mujeres que hicieron regresiones a otras vidas, para revisar las lecciones importantes de la vida recién terminada, y para examinar cómo las lecciones de esa vida afectaban la vida actual. Un sujeto indicó que aunque Dios perdona, el perdón es también una responsabilidad personal. El verdadero perdón es perdonar y ser perdonado por Dios y por otros. “Todos hemos hecho cosas que condenamos en otros. Si queremos ser perdonados, debemos perdonar” … El psicoanálisis por sí solo no repara el daño. Uno todavía tiene que ir más allá de la comprensión y hacer cambios, mejorar el mundo, reparar las relaciones, perdonar a otros y aceptar su perdón. (2) Sacando conclusiones sobre el tema del perdón, de la información que Brian reveló de sujetos regresados, creo que es importante reconocer que todos tenemos que cambiar de religión, raza, y nacionalidad. Que experimentemos vidas de riqueza extrema y de inmensa pobreza, de enfermedad y de salud. Que se nos presenten todo tipo de circunstancias a fin de comprender y crecer. Al revisar la información obtenida de mis propios clientes, y las obtenidas por diversos investigadores y terapeutas, de millares de sujetos regresados, es imposible sacar otras conclusiones. Los resultados reportados tanto en la literatura profesional como la secular coinciden. Somos lanzados a distintas vidas para encontrar la misma gente, y para enfrentar con ellos desafíos no afrontados en vidas previas, hasta que el alma aprenda las lecciones requeridas. Una mujer contó que sus recuerdos sobre los primeros años de su niñez estaban envueltos por la lucha de su madre contra el temor, el pavor, las inquietudes y los sentimientos de inadaptación y, finalmente por su suicidio. Durante una sesión de meditación, y después a través de un sueño, vio a su madre renacida y ya en sus años de adolescente. Observó los intentos de la muchacha de quitarse la vida, debido a deficiencias percibidas como insuperables. Su madre no había sido capaz de superar las dificultades mentales en la vida que ellas habían compartido. No había sido capaz de afrontar los desafíos que habían sido propuestos para el progreso de su alma y ahora enfrentaba, 200 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington aún en otra situación de vida, desafíos semejantes a los que había encarado anteriormente. Discutimos acerca de las nociones del karma acumulado, de aceptar los desafíos de la vida como lecciones para ser aprendidas, y de pasar las pruebas como parte del desarrollo del alma en el avance hacia la Unidad. Hablamos de la necesidad de perdonar y ser perdonado. Discutimos la posibilidad de aligerar el karma de su madre al extenderle sus pensamientos de amor y compasión. Guié una imaginería en cual la invitaba a liberar a su madre de los grilletes que la mantenían encadenada. Le pedí usar una llama violeta de amor para disolver el cordón de enojo y sufrimiento que la conectan con el cordón de culpabilidad y el remordimiento de su madre. La orienté para extender su amor y compasión. Le pedí destrozar los grilletes que encadenaban a su madre por medio de concederle el perdón por el traumático dolor ocasionado por su enfermedad y su muerte. Orienté la modulación del campo de energía que ahora rodeaba su alma renacida. Le hablé de borrar la energía errática y de pulir y equilibrar su campo de energía. Le pedí que cubriera el alma de su madre bajo un manto protector de luz cristalina. Cuando expandimos nuestro pensamiento al incluir no solamente una vida, sino la continuación del alma, reconocemos no solamente nuestra capacidad, sino también nuestra responsabilidad para ayudar a las almas de nuestros seres queridos en su viaje espiritual. Cuando somos capaces de entender la increíble diferencia que podemos hacer al extender el amor, comprendemos, también, nuestra tremenda responsabilidad hacia nuestro grupo de almas, y al alma del colectivo. Cuando somos capaces de ver el alma fuera de los parámetros de una sola vida, reconocemos nuestra responsabilidad personal en todo lo que nos sucede. Aunque no nos guste admitir que hemos tenido participación en crear las situaciones que ahora encaramos, y que realmente hemos diseñado nuestras propias pruebas en esta vida, la comprensión de esta lección es de suma importancia para el desarrollo de nuestra alma. Los millares de casos de estudio, reportados desde una variedad de fuentes míticas, tradicionales y de investigación, revelan que volvemos a encontrar la misma gente, las mismas situaciones, hasta que aprendemos las lecciones requeridas por nuestra alma. 201 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Se nos recuerda de diversas maneras lo que necesita realizar el alma a fin de avanzar hacia la Unidad con la Llama Divina. Las pruebas establecidas para nuestra alma, y por nuestra alma, se basan siempre en dos lecciones importantes. El alma debe aprender a amar, y a conocer la verdad. Ambas lecciones se entretejen, y son interdependientes. Con el conocimiento viene el amor. Con el amor viene el conocimiento. El auto perdón es indispensable para el amor a sí mismo y la auto compasión. El perdón hacia otros es indispensable para poder dar amor y compasión. Con el conocimiento viene la compasión; con la compasión el perdón se hace posible. ¿Pero qué es exactamente el perdón? Tengo malos recuerdos de sermones sobre el perdón. Sermones del mismo tipo han sido expresados por muchas mujeres que vivieron en situaciones abusivas en su niñez, y/o en sus relaciones adultas. Estos mismos sermones repletos de dolor han sido expresados por hombres sumergidos en la culpa y el remordimiento. Los conceptos de perdonar, olvidar y excusar no son los mismos; pero frecuentemente han sido usados intercambiablemente. Esto crea una tremenda confusión en el ya nublado pensamiento de quienes lidian con un profundo sufrimiento. Cuando los conceptos de perdonar, olvidar y excusar no son separados claramente, el perdón llega a ser casi imposible; la formidable tarea crea un considerable sufrimiento innecesario. El abuso o los comportamientos perjudiciales de cualquier tipo no deben nunca ser excusados. Esos comportamientos son infligidos por un alma esclavizada, y esclavizan el alma de otros. Estudios psicológicos y pedagógicos han demostrado que la violencia engendra violencia. Los padres que abusan se fallan a sí mismos, a sus hijos, y a toda la raza humana. Aunque el niño podría tener una lección kármica relativa a aprender a lidiar con la violencia, el padre ha sido encomendado con el papel responsable de enseñar al niño a aprender a usar el amor en las relaciones. Los padres que abusan impiden no solamente el desarrollo del alma de su hijo, sino que ellos mismos fallan también sus propias pruebas kármicas. Con cada acción y pensamiento violento acumulan un karma negativo enorme y contribuyen a la masa crítica de violencia en la conciencia universal. Nunca debemos excusar esos comportamientos; debemos hacer 202 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington todo lo posible por parar la actividad violenta creciente en nuestro mundo. El desarrollo del alma está en juego. La paz mundial se tambalea. Aunque no debemos excusar ni condonar la violencia de ningún tipo, antes que podamos ser libres del nudo que estrangula nuestra alma, del odio causado por el sufrimiento, debemos encontrar maneras de perdonarnos de cualquier responsabilidad de nuestra parte, y de liberar a través del perdón a quienes nos han dañado. En el perdón debemos llegar al punto en el que seamos capaces de separar a la persona, al alma humana esclavizada, de su comportamiento. Separar a la persona de su o sus comportamientos es no solamente una técnica para aprender y aplicar el perdón, es también la manera más efectiva de orientar a nuestros hijos en la dirección correcta. Como padres, debemos reconocer al espíritu humano alojado dentro del pequeño ser puesto a nuestro cargo. Cuando un niño se porta mal, no solamente es mucho más sabio y preciso sino también más efectivo, recordar al niño que es muy amado pero no así su comportamiento, que no será tolerado. Decirles que son malos o golpearlos lastima el alma de los niños. Ellos están intentando aprender lecciones. Ellos necesitan ayuda de quienes eligieron ser sus guías humanos. Cuando les fallamos les causamos un daño considerable. Cuando no pasamos nuestras propias lecciones como profesores y guías, acumulamos un karma negativo considerable que tendrá que ser equilibrado, ya sea en esta vida o en futuras encarnaciones. Quizás en esta vida, pero seguramente en otra, o incluso en muchas otras, una persona abusiva hará frente, de cualquier manera, a la situación en que ella causó dolor a otros. Soportará el sufrimiento y tendrá que aprender a perdonar. Las pruebas kármicas serán establecidas. Será puesta en circunstancias donde sus pruebas serán las de encontrar soluciones diferentes a la violencia. Aunque al comienzo de la sanación, perdonar a la persona que nos ha dañado (o perdonarnos a nosotros mismos) mientras condenamos su comportamiento, suena absurdo, pero realmente es la única manera. Separar el alma del comportamiento del ser humano en esta vida presente, es realmente la única manera en que el verdadero perdón puede realizarse. Cuando aprendemos a separar a la persona de su comportamiento, y cuando somos capaces de ver a otros desde el punto de vista de su alma inmortal, 203 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington adquirimos la conciencia que el perdón total puede realizarse. Cuando examinamos nuestras propias vidas con referencia a lecciones a ser aprendidas y pruebas a ser pasadas para avanzar en el crecimiento de nuestra alma, el perdón a uno mismo llega a ser una realidad. Cuando reflexionamos sobre las circunstancias que circundan nuestro sufrimiento, cuando ampliamos nuestra vista, cuando incorporamos nociones de crecimiento del alma a través del tiempo, reconocemos nuestra responsabilidad. Cuando aceptamos nuestro papel, nuestra responsabilidad por lo sucedido, el verdadero perdón ocurre. Una colega relató una increíble historia de perdón referente a las lecciones de la vida. Durante la meditación, una voz familiar pero distante, la llamaba repetidamente. Con cada llamado, su nombre se hacía más perceptible. Cuando se aseguró de su total atención, la voz, inquirió, “¿Quien te ha dañado?” Ella murmuró, “Mi madre, mi padre, mi hermano.” La voz preguntó. “¿Estás dispuesta a perdonar?” Suplicante, ella gritó “verdaderamente quiero perdonar.” La voz resonó. “¡Entonces contempla a tus maestros!” Uno a la vez, su madre, su padre y su hermano aparecieron ante ella, resplandeciendo en su esencia espiritual. Solamente cuando se acercaron a ella, notó sus grilletes. Cada uno de ellos la abrazó; cada uno le agradeció por la libertad que le había dado. A cambio del amor y el perdón, sus grilletes se zafaron, resonando fuertemente al caer al suelo. La voz interrumpió la reunión. “Ustedes pueden ahora liberarse.” Ella no había notado las cadenas que la envolvían. Se soltaron. Se disolvieron; la luz irradió desde el lugar que habían ocupado. La luz se movió, desviando su atención hacia una puerta dorada distante. Un sendero inicial desfilaba en esa dirección. La voz indicó. “Su marcha ahora será más liviana; marchen al umbral.” El perdón es un ejercicio de compasión. El perdón es un ejercicio de libertad. El perdón libera nuestras almas y libera las almas de los otros. La ira, el odio, la culpa y el remordimiento nos atan al pasado, manteniendo nuestras almas, y las almas de otros, esclavizadas. El perdón es un acto de voluntad. El perdón surge de una elección que debemos hacer, una elección para liberarnos del sufrimiento que nos atrapa, y del que ejercemos sobre las almas de otros. 204 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Durante siglos, videntes y guías espirituales han descrito el proceso del perdón. En La Culpa es el Maestro, el Amor es la Lección, (3) Joan Borysenko planteó seis pasos a seguir. Estos pasos son: 1. Responsabilízate de lo que hiciste. 2. Confiésale a la naturaleza tus faltas hacia Dios, hacia ti mismo, y a hacia otros seres humanos 3. Busca tus puntos buenos. 4. Mantente dispuesto a hacer enmiendas cuando sea posible, mientras lo puedas hacer sin dañarte a ti mismo o a otras personas. 5. Busca la ayuda de Dios. 6. Examina lo que has aprendido. Aunque ella enumera seis pasos diferentes, cada uno de ellos es parte del primero. Cada uno pide que examinemos nuestra responsabilidad en las faltas. El perdón, hacia nosotros mismos y hacia otros, requiere que asumamos la responsabilidad por cada una de nuestras acciones. El perdón exige que reconozcamos nuestra responsabilidad hacia otras almas. Asumir responsabilidad significa que examinemos, de la manera más concienzuda, lo que hemos hecho para contribuir a dicho comportamiento. Significa que analicemos las circunstancias, que examinemos la situación de la manera en que el alma la examinará cuando pasemos ante los jueces kármicos. Nuestras almas revisarán nuestro comportamiento desde el punto de vista de cuán bien hemos pasado las lecciones kármicas de esta vida, basadas en las lecciones que hemos establecido para el progreso de nuestras almas en cuanto al desarrollo total del alma, y el crecimiento total del alma de la humanidad entera. El progreso de nuestra alma se juzgará sobre lo bien que nos hayamos amado a nosotros mismos y a otros, y sobre cómo hayamos mostrado compasión hacia nosotros mismos y hacia otros. Durante una imaginería guiada, una mujer se vio parada frente a sus guías. Ella estaba congelada en un pilar de hielo por su propia culpa irresuelta, por su propia necesidad auto definida de perdón. Recibió guía de varias maneras para mostrar más amor y compasión por sí misma. El Dr. Whitton comparte otro ejemplo para mostrar cómo nuestra renuencia a perdonar a otros, también interfiere con el desarrollo de nuestra propia alma. En este caso, la persona se encontró a sí misma examinando una vida 205 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington en que fue tomada prisionera por un hombre cuya tribu había saqueado su aldea, y matado a sus parientes. Ella vivió muchos años en el hogar del enemigo, nunca dando nada de sí misma, nunca perdonando, nunca amando de ninguna forma, y finalmente muriendo por su propia mano. Al revisar las lecciones de esa vida, reconoció que pudo haber elegido de manera diferente. A pesar de las circunstancias, se le había pedido amar a quienes le habían causado pena. De haber elegido el perdón, podría haber realizado mucho bien, tanto en esa vida como hacia el crecimiento de su alma y al de toda la humanidad. Identificó maneras en que podría haber ayudado a los pequeños niños en el campo del enemigo. Ellos no tuvieron nada que ver con las acciones que le habían ocasionado tanto dolor. Al ayudarlos habría cambiado sus propias circunstancias, y el lote kármico, las circunstancias de vida de ellos y el lote kármico, y habría hecho avanzar al colectivo entero. (4) Se nos recuerda frecuentemente que no es el suceso sino nuestra percepción, y nuestra subsiguiente reacción al suceso lo que crea alegría o pena en nuestras vidas. Citando a Shakespeare, "Nada es bueno o malo, sino que el pensamiento lo concibe así." (5) No es tanto lo que sucede, aunque pudimos haber vivido un suceso terriblemente doloroso, sino nuestra reacción a ese suceso lo que nos proyectará hacia atrás en la amargura o hacia adelante en la paz, no solamente en esta vida sino también en futuras encarnaciones. Es nuestra disposición a perdonarnos compasivamente a nosotros mismos y a quienes nos han dañado lo que determina el grado en que nuestras almas evolucionarán. En La Vida Iluminada, (6) Abe Arkoff da un ejemplo claro de cómo, frecuentemente, no es el suceso sino nuestra percepción del suceso lo que determina nuestra reacción. Un consejero asistía a dos hermanos que se habían criado con un padre alcohólico. Uno de los hermanos bebía excesivamente, el otro apenas probaba el alcohol. Curioso con respecto a su percepción de por qué era así, el psicólogo preguntó al alcohólico. “Usted dice que ha bebido excesivamente la mayor parte de su vida adulta. ¿Puede contarme por qué ha sido así?” La respuesta fue rápida. “Ah, eso es fácil. Vea, mi padre era un alcohólico. Se podría decir que aprendí a beber, sentado en su regazo.” Luego el psicólogo preguntó al hermano que apenas probaba el alcohol, “Usted me dijo que casi nunca bebe. ¿Puede contarme por qué es así?” Una vez más, la respuesta fue rápida. “Ah, eso es fácil. Vea, mi padre era un alcohólico. Se podría decir que aprendí sentado en sus piernas que el alcohol puede ser un veneno.” 206 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington A todo el mundo le han sucedido cosas malas. Cada uno debe decidir cómo usar esa experiencia. Es por eso que perdonar no es igual que olvidar. Nosotros recordamos lo que hemos pasado. Cada experiencia nos marca de una manera única. Cada experiencia, y nuestra reacción a dicha experiencia, se graba sobre cada célula de nuestro cuerpo, llega a ser nuestro conocimiento, y se inscribe en nuestro Registro Akáshico, el registro del progreso de nuestra alma. Frecuentemente, cuando suceden eventos difíciles en la niñez, creemos que el curso de nuestra vida ha sido determinado por las circunstancias. Las circunstancias han sido las pruebas. La manera en que enfrentamos los desafíos, y pasamos las pruebas, depende de nosotros. Somos responsables de las decisiones que tomamos. Aceptar la responsabilidad de nuestras propias vidas y de nuestras decisiones son los primeros pasos para avanzar. Aceptar la responsabilidad es el primer paso para perdonarnos a nosotros mismos o a otros. Reconocer cualquier culpa que podamos tener, y hacer enmiendas por cualquier participación que hayamos tenido en la falta, es primordial para que el perdón suceda. Aceptar la responsabilidad no es fácil. Más bien preferiríamos escondernos detrás de la culpa. De algún modo parece más fácil encarar el mundo con culpa que admitir nuestra responsabilidad. Ocultarse bajo la culpa frecuentemente esconde el verdadero sentimiento – la vergüenza. La vergüenza nos acerca más a la propiedad, a la responsabilidad. ¿Qué no hicimos, que deberíamos haber hecho? ¿Qué hicimos, que no deberíamos haber hecho? Mientras sentí culpa por la muerte de mi hijo, no me pude perdonar. Y sin el perdón a mi misma, la sanación fue imposible. Tuve que encarar la vergüenza. Tuve que reconocer mi responsabilidad. Me sentí muy avergonzada. Se me había dado un niño para criarlo y protegerlo hasta su mayoría de edad. No había actuado de manera responsable. Había permitido que mi niño estuviera en una situación peligrosa. No había honrado mi papel de madre. Tenía que admitir la responsabilidad. Admitir la verdadera emoción, la emoción de vergüenza, y expresar claramente mi carencia de acción responsable, me permitió solicitar el perdón de mi hijo. También me permitió pedir perdón a mi Dios. De cualquier manera, ambos conocían ya la verdad. Solamente yo estaba 207 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington cegada. Yo era la que tenía que desenterrar la vergüenza y admitir la responsabilidad total por mi carencia de acción. Fue necesario permitir que la vergüenza formara parte de lo que me moldeó, pero sin permitirle entorpecer mi vida, antes que yo pudiera aceptar totalmente el perdón requerido. Disolver los sentimientos dolorosos asociados con la emoción fue también una parte importante y necesaria. Los Budistas enseñan que entrenarnos en el arte de la respiración controlada es crucial para saber manejar y liberar las emociones. Comencé a practicar la respiración controlada. Con la respiración controlada no se intenta suprimir la emoción ni expresarla. Al usarla traemos la energía de lo consciente a la emoción. Permitimos que la energía consciente rodee y nutra y retenga la emoción. Esta práctica me recordó una técnica que aprendí para controlar el dolor. Hace algunos años enseñé a madres parturientas a respirar durante las contracciones. Y cuando cuidaba a pacientes convalecientes les enseñaba no a evitar el dolor sino a usar la respiración. Estos ejercicios de respiración controlada han hecho una diferencia considerable y positiva en el dolor experimentado. Thich Nhat Hanh (7) compara la contención de una emoción de una manera controlada, con una madre sosteniendo a su bebé cuando llora. Con la respiración controlada retenemos nuestra emoción y nuestro dolor en una manera cuidadosa y delicada y le permitimos encontrar la paz dentro de los brazos del amor y la compasión. La respiración controlada es efectiva. Yo la practico y la enseño cuando hay necesidad de controlar y liberar el dolor físico o emocional. La energía de la respiración controlada no solamente calma, sino que después de un tiempo lleva nuestra atención profundamente hacia el origen. El conocimiento que llega nos permite ver la verdad sobre la situación, nos permite examinar la raíz de la emoción, el dolor. Nos puede conducir al lugar donde el perdón puede suceder. Aunque se cree que las prácticas de respiración controlada tienen su origen en el pensamiento Oriental, yo obtuve un conocimiento similar sobre el control de las emociones de un maestro indígena. Aunque me tomó un largo 208 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington tiempo darme cuenta, finalmente reconocí las muchas similitudes entre las prácticas sagradas usadas por pueblos en diversas partes del mundo. Algunos creen que esto es porque los continentes estuvieron unidos alguna vez. ¿O es porque todos tenemos el mismo origen –la Gran Unidad? ¿Es porque cada uno de nosotros es una parte del Todo? Según las enseñanzas de la Rueda Sagrada, las lecciones del perdón se aprenden en el Norte. Nuestro viaje al norte de la Rueda Sagrada es en busca de la Sabiduría. La sabiduría se adquiere a través de escuchar, a través del perdón, y de vivir en equilibrio. Estos tres caminos deben cruzarse muchas veces. Cada vez que somos templados por el fuego de la experiencia, como el guerrero que comienza su entrenamiento y frecuentemente se siente abrumado por las dificultades de su marcha y la falta de alimento, quienes viajan al Norte, el lugar de la sabiduría, el lugar de los ancianos, debe estar dispuesto a perseverar, porque nada se obtiene sin pagar un precio. (8) Las conchas marinas, la pipa y el tomahawk son usados frecuentemente como los símbolos del Norte. La concha marina enseña que escuchar la voz del Creador en toda la creación conduce a la sabiduría. El tomahawk representa la paz, pero el pacificador debe saber cuándo enterrar el hacha y perdonar, y cuándo defender la verdad. (9) El sabio conoce su responsabilidad respecto del uso apropiado de la verdad y el perdón. Las malas obras no pueden ser absueltas, pero deben ser perdonadas. Sin el uso apropiado de la verdad y el perdón no puede haber justicia. Sin la justicia, no puede haber paz o seguridad en el mundo. La lección del equilibrio enseña que todas las cosas se van acoplando unas con otras, el camino recorrido durante nuestra vida física y el camino del espíritu, nuestro lado masculino y nuestro lado femenino. El equilibrio, cuando se aplica a la interconexión de todos los seres humanos, se convierte en justicia. Comencé a entender la responsabilidad de una manera mucho más amplia. Agregué una plegaria pidiendo perdón por todas las veces que no había amado como debía. Supliqué, “Dios de Amor, toma mi amor imperfecto. Transfórmalo en Tu Amor Perfecto y llena con él a todos los que debería haber amado mejor.” 209 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 18: La Tentación, El Pecado y La Maldad Bajo el cielo todos pueden ver la belleza como tal, precisamente porque hay fealdad. Todos pueden conocer la bondad como tal, precisamente porque hay maldad. - Lao Tse en el Tao Te Ching Antes de la muerte de mi hijo yo había pensado muy poco sobre la noción de la maldad. Generalmente asumía que, dado que cumplía con los Mandamientos, la maldad era un enemigo remoto que no afectaba mi existencia. Igualmente, nunca pensé mucho sobre el concepto del pecado. Pero, de algún modo, en mi pena, cada vez que la palabra aparecía en el diálogo o la plegaria, atraía mi total atención, me sumergía bajo olas de emoción tormentosa. Mientras más atención ponía, más reconocía las muchas maneras en que las oraciones que había repetido, probablemente miles de veces, y probablemente como millones de personas, llevaban fuertes mensajes que reforzaban nuestro poco valor como seres humanos. El furor fluía desde un profundo conflicto interno. Comenzaba a darme cuenta que era algo que repetía sin prestarle atención, algo que no creía sobre mí, mi auto estima y mi relación con el Creador. Pero más importante, en ese tiempo de mi vida el trasfondo del pecado amenazaba mis creencias sobre el valor de mi hijo ante los ojos del Padre - Madre Dios y, por lo tanto, su vida después de la muerte. Yo no creía ser una pecadora, como tampoco creía que había vivido una vida pecaminosa. No pensaba que mi hijo fuera un pecador o que él hubiera vivido una vida llena de pecado. Aunque reconocía que ambos, él y yo, habíamos cometido actos que estaban dentro de la definición de pecado en mi religión. 210 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Recuerdo que siendo joven hice una lista de pecados para tenerlos listos para la confesión, que se hacía cada sábado por la noche. Algunos de mis amigos tuvieron que inventar pecados para tener algo para confesar. Yo nunca tuve que hacerlo, pues siempre tuve altercados con mi hermano para reportar. Y yo sabía que mi hijo y sus hermanas habían tenido conflictos similares durante su niñez. ¿Lo habían hecho indigno ante los ojos de Dios, estos “pecados”? Se me había enseñado que el pecado era opuesto a Dios. ¿Cómo podía esperar un pecador indigno reunirse con un Dios puro? ¿Aún más, cómo podía un niño de Dios, alguien venido de Dios, y ser de Dios, ser un pecador? Las inconsistencias ardían. Era inquietante preguntarse si las numerosas referencias sobre el pecado en las plegarias y sermones de mi niñez eran otra táctica más de control. Ya no podía creer más o defender las ideas sobre el pecado que había aprendido. Ya no podía pronunciar las palabras de las numerosas oraciones que afrentaban la santidad de mi herencia espiritual, o la de mi hijo. Necesitaba saber la verdad sobre este concepto. Aunque había referencias sobre el pecado en la Biblia, me sorprendí cómo algunos, y la mayor parte de éstos parecían usar la palabra intercambiablemente con la palabra maldad. ¿Eran el pecado y la maldad la misma cosa? Jesús no usaba la palabra pecado. El usaba la palabra maldad. Él nos había pedido orar: “No nos dejes caer en tentación, y líbranos de todo mal.” En El Diccionario de la Biblia (1) John McKenzie indica que “la palabra (pecado) es más común en Juan 1 que en los Evangelios Sinópticos y más usualmente significa no el acto en sí sino el estado o la condición inducida por el acto de maldad.” Reflexioné. McKenzie veía el pecado como un acto singular y la maldad como una condición. ¿Significaba que la acumulación de pecados conduce a una condición de maldad? ¿Era la maldad siempre lo contrario de la bondad? La vida me había enseñado que los dos no estaban necesariamente en dicotomía. En El Profeta, (2) los ancianos de la ciudad pidieron al Profeta hablar sobre el bien y el mal. Él contestó, “Del bien en ustedes puedo hablar, pero no del mal. Porque, ¿qué es el mal sino el bien torturado por su propia sed y hambre?” Luego agrega, “Ustedes son buenos de muchas maneras y no son 211 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington malos cuando no son buenos. Ustedes están solamente perdiendo el tiempo y siendo holgazanes.” Se nos recuerda que cuando perdemos el tiempo y somos holgazanes no somos malos, pero tampoco somos tan “buenos” como podríamos ser. Hacer menos de lo que podemos nos impide conocer nuestra mayor “bondad” porque atrasa el movimiento hacia esa dirección. El Profeta observó, “Qué pena que el ciervo no puede enseñar rapidez a las tortugas.” ¿Estaba Jesús, como Gibrán, recordándonos que aunque es más fácil hacer solamente lo necesario, tal elección es el camino lento hacia la Santidad? Jesús decía, no caigas en la tentación de los pequeños pecados de hacer menos de lo que eres capaz de hacer. Los pecados pequeños desgarran nuestro escudo de bondad. El escudo de santidad impide que la maldad penetre. Jesús debe haber comprendido lo que los antiguos conocían y que todavía se practica en numerosas culturas alrededor del mundo. Necesitamos protegernos de la maldad, porque la maldad existe en el mundo físico y en el mundo del espíritu. Uno de los mejores escudos es estar siempre moviéndose hacia la bondad, el sendero hacia la Unidad. Porque así estaremos entonces cubiertos por la armadura del amor. Los Diez Mandamientos han orientado a Judíos y Cristianos sobre qué no hacer para lograr la bondad. Jesús vino para enseñar qué hacer. Jesús predicó el amor. Buda, como Jesús, enseñó qué hacer. Buda enseñó la acción justa. (3) En Sólo el Amor es Real (4) Brian Weiss cuenta de una lección sobre la acción justa que un sujeto recibió mientras vislumbraba una vida pasada. “La acción llega a ser acción justa cuando llega a ser acción a lo largo del camino, a lo largo del sendero hacia Dios…. La acción que fomenta justicia y perdón y amor y sabiduría, y los atributos que llamamos santos o espirituales es inevitablemente la acción justa.” Los Cinco Preceptos Maravillosos del Budismo que enseñan sobre la acción justa son: la reverencia hacia la vida, la generosidad, el comportamiento sexual responsable, hablar y escuchar profundamente, e ingerir solamente sustancias saludables. Seguir estos preceptos conduce a la bondad en nosotros mismos, en nuestra familia, y en nuestra sociedad. 212 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington En Buda Viviente Cristo Viviente (5) Thich Nhat Hanh cita los Preceptos del Budismo al referirse a los problemas de nuestros tiempos. Él describe que “los preceptos se interrelacionan.” Cuando practicamos uno totalmente, los practicamos todos. Cada uno se entrelaza con el siguiente. Rasgar la tela de nuestra sociedad y nuestro mundo es un comportamiento que profana los preceptos de la acción justa. Arrancar nuestra tela social es la destrucción de la vida, es explotación, injusticia social, es mentir, robar, y oprimir. La actividad sexual que involucra violencia y abuso contra niños y contra quienes carecen de opciones, por medio de mentiras y la codicia, desgarra nuestra tela. La gula y el abuso de los alimentos, bebidas y recursos provistos por el universo abundante, desgarran nuestra tela. Tales acciones envilecen y profanan el orden sagrado del universo. Profanar el orden sagrado es maldad. Esto, creo, es a lo que Jesús se refería cuando usó las palabras, “líbranos de todo mal.” Jesús estaba consciente del mal uso del poder, y de cómo el poder se usa frecuentemente para controlar, a fin de cubrir las necesidades de la codicia. Jesús estaba consciente de cómo el mal uso del poder puede procurar gratificación instantánea. Él también estaba consciente de la deuda kármica acumulada cuando uno procede así. Jesús nos estimulaba a rezar a fin de tener fortaleza para resistir esta tentación. Jesús conocía la tentación de la gratificación instantánea. El también sabía que puede conducir a la maldad. Jesús estaba consciente que uno debe blindarse contra la maldad, porque le roba al alma la Luz Divina. Nuestra alma es como un microcosmos —un universo, compuesto de muchas partes. Cada parte del alma está viva a causa de la Chispa Divina interior. Cada parte brilla con la Llama Eterna. Cada parte tiene características únicas, regalos únicos. Al momento de nuestra creación, nuestra alma desbordaba con la Presencia Divina. Como una antorcha iluminada por la Llama Divina, fuimos dotados con dones heredados. La maldad disminuye la Luz Divina en partes de nuestra alma y roba los dones heredados consagrados allí. La maldad puede invadir desde nuestras propias acciones, desde nuestro propio karma, desde las acciones o el karma de otros. Cuando la luz en una parte de alma disminuye, la confusión surge. Jesús sabía que nosotros necesitamos protegernos de la maldad. Los antiguos estaban mucho más cerca del mundo del espíritu. Ellos parecen haber tenido una mejor comprensión que la mayoría de nosotros sobre las fuerzas del bien y del mal. Ellos tenían prácticas bien desarrolladas para 213 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington blindarse y protegerse. Estas prácticas han sido descritas anteriormente en el capítulo titulado El Escudo del Alma. Necesitamos reinstituir estas prácticas. Necesitamos protegernos y a nuestros seres queridos del aumento de la maldad que invade nuestro universo. Jesús sabía que íbamos a necesitar ayuda para protegernos y librarnos de la maldad. Jesús vino para ofrecer salvación. La palabra salvación viene del Latín “salvo” que significa “sanar”, “completar”. Yo creo que salvación significa librar de intromisiones espirituales y reclamar cada parte perdida del alma. Jesús frecuentemente echaba a espíritus perversos, y mediante su contacto hacía a la persona completa. Él sabía que íbamos a necesitar ayuda para librarnos de intromisiones malignas, para llegar a sentirnos completos y para reclamar nuestras partes perdidas del alma. Él sabía que solamente en nuestra totalidad, en nuestra completa bondad, podemos reunimos en Unidad con la Llama de la cual procedemos. Las tradiciones antiguas reconocían las intromisiones espirituales, y la pérdida del alma. Los Chamanes respondían a las necesidades del alma. En las tradiciones al inicio del Cristianismo, se reconocían las intromisiones espirituales. Se practicaban rituales para protegerse de la maldad, para exorcizar, y para reclamar la esencia espiritual del alma. Aunque los conceptos del bien y el mal, la pérdida del alma y las intromisiones espirituales no son usados en el lenguaje común, la necesidad de rituales para sanar el alma es muy real. Yo he experimentado la pérdida del alma, y su recuperación. Sé cuan incompleta permanecí durante esos años vacíos. Conocí la manera diferente en que me sentí inmediatamente al recuperar las partes de mi alma, una vez, al practicar un ritual personal de sanación, gracias a la mediación de un Chamán. Trabajo con personas que pasan por experiencias de fragmentación de su alma. He presenciado los cambios positivos en sus vidas después de la extracción de intromisiones espirituales y la recuperación de partes perdidas del alma. Una vez creí que la pérdida del alma y las intromisiones espirituales eran resultado de experiencias sufridas en esta vida. Pero ahora sé que las almas no necesariamente llegan a esta vida totalmente enteras y completas. Los niños tienen fobias y temores, problemas de la piel, alergias, marcas de nacimiento e incluso condiciones físicas que resultan de traumas de vidas 214 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington anteriores. (6), (7) Terapeutas que facilitan la regresión a vidas pasadas han descubierto que los recuerdos traumáticos afloran más frecuentemente que los placenteros. Las intromisiones espirituales y las experiencias de fragmentación del alma se transportan a la siguiente vida, porque el karma que acarrea dichas experiencias todavía requiere ser equilibrada. En la religión Católica se les pide a los padres bautizar rápidamente a sus niños, porque si el bebé muriera su alma quedaría suspendida en el limbo. En La Canción del Espíritu, (8) la Chamán, Mary Summer Rain, comparte información de sus guías espirituales sobre la relación entre el limbo y las almas no bautizadas. “Las creencias de sectas específicas no tienen apoyo en la realidad . . . aquí.” Además, las almas de niños muertos “no son almas de niños sino son realmente almas ancianas.” Pero yo a veces “ocupo el espacio”, creando un ambiente seguro para el cuerpo físico mientras el espíritu de un Chamán viaja. Frecuentemente, para completar la sanación de la persona por quien el Chamán viaja, se requiere que la o las partes perdidas del alma sean recuperadas. Cuando las partes perdidas del alma vagan en diversas ubicaciones basadas en temores, de vez en cuando, al Chamán se le pide viajar al “Valle de los Muertos” para recuperar una parte del alma en estado de zombi. La primera vez que oí la descripción de esta escena quedé pasmada, porque las imágenes descritas eran idénticas a las imágenes que invoqué cuando leí Los Prados de los Asfódelos en Hades, en la Ilíada de Homero. (9) Aunque muchos asocian a Hades como sinónimo del infierno, Hades es descrito realmente como un reino espiritual que consiste en tres niveles. Los Campos Elíseos era el lugar de gratificación para quienes habían complacido a los Dioses. Los prados de los Asfódelos eran lúgubres. Aquí la noche y el día se fundían en el crepúsculo eterno. Allí permanecían quienes no podían convencer a los jueces que su vida merecía las gratificaciones de los Campos Elíseos. Tártaro, el lugar de la condenación eterna, sería lo más parecido a la noción Cristiana del infierno. Mientras algunos podrían concebir los prados de los Asfódelos o el Valle de los Muertos como el lugar descrito en el Cristianismo como el purgatorio, Mary Summer Rain (10) cita a su guía, quien revela que el purgatorio no está en el mundo del espíritu, sino en el reino físico. Las situaciones espantosas 215 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington en que a veces nos encontramos son oportunidades purgatorias, oportunidades de redimirse, otorgadas al alma para equilibrar el karma. Aunque pienso que originalmente recibí un mensaje equivocado sobre el limbo, y acerca de lo que sucede después de la muerte, mi trabajo con sanadores tradicionales me ha convencido que existe ese estado después de la muerte conocido como limbo. Creo en un lugar donde las almas o partes del alma existen, que son capaces apenas de mantener encendida la Chispa Divina. Creo también que hay una razón importante por la cual la práctica del bautismo fue introducida inicialmente, y aun permanece importante en la práctica Cristiana. El bautismo es un sacramento. El espíritu de Dios es invitado a descender durante el sacramento. La práctica del bautismo es un ritual instituido para equilibrar el “pecado original.” ¿Es posible que durante el bautismo las partes del alma que vagan en un estado de limbo sean devueltas al alma mediante la infusión del espíritu? Nos gusta pensar sobre el pecado original como el pecado de Adán. Nos gusta estar libres de culpa, ignorar nuestra propia responsabilidad. Pero Adán es una representación simbólica de cada uno de nosotros. Cada uno de nosotros ha cometido sus propios pecados originales y los sucesivos. Cada uno ha cometido actos originales y sucesivos por los que el karma descendió. El camino a casa, el recorrido hacia la Unidad, se hace mediante la sanación del alma, mediante el equilibrio del karma y mediante la infusión de la energía del Gran Espíritu, el Espíritu Santo, el Hálito de Vida, el Hálito de Dios, o por cualquier otro nombre que escojamos para describir la esencia del Creador que nos llena y nos hace avanzar. La sanación del alma es esencial, porque un alma fragmentada está incompleta. Mientras más completos estamos, más capaces somos de atraer la Energía Divina, y más capaces somos de irradiarla en forma de buenos actos, buenas obras. Aunque las prácticas Chamánicas y los rituales sacramentales proveen la sanación del alma, otros rituales y prácticas también regeneran y sanan el alma. Yo creo que nosotros podemos reclamar nuestras partes perdidas del alma mediante las prácticas de meditación, la visualización y la imaginería sagrada y también mediante la oración. Creo, sin embargo, que para que la 216 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington oración pueda sanar verdaderamente debe venir desde el alma de la persona. Un diálogo con el Creador, en una voz que clama desde la profundidad del propio sufrimiento, más que repetir de memoria las palabras inventadas por el alma de otro, es el catalizador para la sanación del alma. Las prácticas de sanación han sido usadas desde tiempos antiguos para restaurar el alma y para aliviar el sufrimiento espiritual. Cuando estuve en Sudamérica me mostraron un símbolo que reconocí como el Arco Iris en Espiral, que es un símbolo para lograr la unidad y la totalidad. Frecuentemente aplico dicho símbolo en un ritual, rodeando en un remolino con los colores del arco iris, cualquier área de interés, o alguna petición. Después de rodear la petición en un vórtice de colores del arco iris, la recubro con un segundo vórtice de colores. Los colores del segundo vórtice del arco iris resuenan con las frecuencias del arco iris natural. El primer color del segundo vórtice comienza justamente arriba de la frecuencia del violeta. El violeta tiene la frecuencia más alta entre todos los colores del arco iris. La frecuencia del violeta resuena más estrechamente con la frecuencia del plano espiritual. El violeta es el punto de transición a la siguiente octava de luz. Hay muchas historias de sanación y de auto transformación que describen al violeta como un color trascendental entre los mundos físico y espiritual. En La Llama Violeta Para Sanar El Cuerpo, La Mente y El Alma, (11) Elizabeth Clare Prophet interpreta estas prácticas antiguas de auto transformación. “La Llama violeta cambia la energía negativa en energía positiva, la oscuridad en luz, el destino en oportunidad… La llama violeta es capaz de transmutar o mitigar nuestro karma negativo… La Llama violeta funciona por vibraciones cambiantes. En física, la vibración es la velocidad de la oscilación —la velocidad en que un cuerpo se mueve a un lado y a otro de su posición de equilibrio. Al nivel atómico, las vibraciones pueden entenderse como la velocidad a la que los electrones orbitan alrededor del núcleo del átomo. La llama violeta funciona por vibraciones cambiantes sobre este nivel.” La negatividad equivale a la densidad. Las personas más espiritualmente desarrolladas tienen menos densidad dentro de cada átomo. Por eso, sus electrones giran más y más rápidamente, elevando así las vibraciones. 217 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Según las enseñanzas sobre el uso de la Llama Violeta, nosotros podemos elevar nuestras propias vibraciones a un nivel más espiritual induciendo en nuestro ser vibraciones de color violeta. Las infusiones de violeta transmutan la energía negativa retenida dentro de los átomos de nuestro ser, transformándola en luz. La Biblia enseña que es algo bueno y santo rezarle a los difuntos. (12) Liberar a quienes han dejado el reino físico, de las obligaciones del karma que los une a nosotros es el más digno de los rezos. La Llama violeta es una meditación poderosa para eliminar tareas y obligaciones kármicas y también para liberarnos del karma no sólo con alguien vivo sino también con alguien que ha fallecido. Durante la meditación visualizo un Fuego Sagrado ante mí. Imagino las llamas cambiando de un rojo anaranjado al violeta. Cuando están reluciendo vibrantemente violeta, invito a las llamas a moverse hacia mí, a absorberme, para llenar cada célula de violeta, y a fluir en mi aura, llenándola completamente. Cuando mi aura se llena de la llama violeta, visualizo a la persona con la cual creo que podría tener obligaciones kármicas negativas. Le pido a la llama extinguir cualquier obligación kármica que me comprometa a otro, y al otro a mí. Visualizo la llama moviéndose desde el Fuego Sagrado, envolviendo e infiltrando al ser ahora parado ante mí, y extinguiendo cualquier obligación kármica. Entonces atraigo las llamas de vuelta hacia mí, luego hacia el Fuego Sagrado justamente frente a mí, e invito al otro a separarse de mí, libre de cualquier compromiso hacia mí o conmigo. Luego, visualizo dos almas, llenas y completas, ni necesitando poseer ni comprometerse, ambas libres para moverse en la luz de la Unidad. Me han enseñado meditaciones similares para aumentar el Fuego Sagrado interior. Me gusta visualizar la luz, la calidez, y la bondad del Abuelo Sol uniéndose y fusionándose, al centro de mi ser, con la energía del Fuego de la Tierra. En esta meditación poderosa para lograr la totalidad, la energía vibrante del amor que fluye desde el núcleo refulgente de la Madre Tierra, es elevada mediante las plantas de mis pies y hacia mi Centro. Aquí, el fuego nutriente de la Madre Tierra se une en unión sagrada con el fuego que da vida, emanado hacia el Centro desde el Abuelo Sol. Una vez que el fuego de arriba, el de abajo y el mío propio se funden, pueden respirarse en cada célula del cuerpo y ser movidos al aura para actuar como armadura 218 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington protectora. Ningún mal puede penetrar este escudo poderoso del Fuego Divino. Prácticas sagradas, como la anteriormente descrita, que aprovechan la Fuerza Divina dentro de los elementos, han sido usadas alrededor del mundo y desde tiempos antiguos, para sanar y proteger del daño y la maldad. (13), (14) Muchas de estas prácticas emplean el uso de símbolos para agregar poder a los esfuerzos por proteger y sanar. Tales prácticas y sus símbolos son provistos generalmente en toda la tierra durante tiempos turbulentos y de maneras milagrosas. La práctica del Reiki y sus símbolos es un ejemplo. El Reiki, que se originó en el mundo Oriental, provee símbolos y prácticas para reclamar la totalidad. Los símbolos de segundo grado del Reiki, que pueden ser estudiados en libros como Reiki Esencial de Diane Stein, (15) son poderosos para protegerse contra la maldad y el daño, y para ofrecer sanación a heridas recibidas en esta vida, así como también las que se han originado en una vida previa. Durante una práctica Reiki, el Símbolo del Poder se usa para crear condiciones para el flujo de la Energía Divina. Hon Sha Ze Sho Nen, el símbolo para la sanación a distancia puede usarse para enviar energía sanadora al pasado, incluyendo vidas pasadas, así como también al futuro. La energía asociada con los símbolos Sei He Ki trae equilibrio mental y emocional. La energía Reiki puede sanar las heridas del karma pasado y el karma acumulado dentro de la vida presente. La energía Reiki atrae Energía Divina para ser usada en auto sanación y para la sanación del cuerpo, la mente y el alma de otros, así como también para la sanación del universo. Los símbolos del Reiki fueron provistos de nuevo a la tierra a principios del siglo XIX. Estos símbolos ayudarían a extraer una energía más espiritual, a fin de acelerar las vibraciones espirituales sobre nuestro planeta. Desde entonces, símbolos nuevos y más poderosos han sido recibidos. Estos incluyen los símbolos Sirios de la energía, uno de los cuales es un símbolo para el amor incondicional y universal. Esta serie de símbolos está siendo canalizada hacia la gente de la Tierra por seres de una dimensión espiritual mayor. Aunque no han aparecido aún en forma escrita, están siendo transmitidos rápidamente de un sanador a otro. Hay un fuerte deseo entre 219 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington los seres espirituales de las dimensiones mayores de asistir a la Tierra y su gente a ser más espirituales. La meta definitiva es la de ayudarnos a sanar a nosotros mismos y a nuestro planeta, y con ello proteger la Tierra de su destrucción. Vale la pena reconocer que las fuerzas espirituales no solamente ayudan a la gente de la Tierra para ser más espirituales, sino que realmente imprimen a la Tierra con símbolos sagrados. Círculos en las cosechas están ahora apareciendo en muchas partes del globo. Los círculos están impregnados de símbolos. Muchos de los símbolos se han reconocido como símbolos sagrados antiguos, usados para sanar y proteger. Otros símbolos aun no son reconocibles, probablemente porque la información sobre ellos y su uso fue perdida hace muchos años. El mundo del espíritu nos está asistiendo en numerosas y diversas maneras en nuestros esfuerzos para lograr la sanación y la protección. Estamos siendo invitados a asociarnos con el reino espiritual, para atraer a nuestro mundo una energía más espiritual para la sanación de nuestro planeta y de la gente de la Tierra. La necesidad es grande. No caigamos en la tentación de creer que no necesitamos dicha ayuda. Aunque tenemos una gran responsabilidad para crear el bien en nuestro mundo, el mal existe. Lo hemos encarado antes. Hemos ganado algunas batallas; pero otras no. Arrastramos el karma adquirido de las batallas perdidas. Se nos han dado numerosas enseñanzas y se nos han provisto prácticas para liberarnos de revoluciones adicionales en la rueda kármica. El reino espera nuestra decisión. 220 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Capítulo 19: El Reino, El Poder y La Gloria No tengo ningún otro amo más que las hayas y los robles. - Bernard de Clairvaux He orado en grandes iglesias, templos y mezquitas alrededor del mundo. He transitado por el suelo santificado de templos y sitios sagrados. He estudiado doctrinas y dogmas. Pero ninguno afirma, como lo hacen las capillas naturales. Ilimitada por las paredes del hombre, la Catedral del Universo habla del poder y la gloria del Gran Arquitecto. Los sermones de las montañas se han grabado en mi alma. El mensaje sagrado susurrado por el pino y el sauce, y repetido en el grito de la gaviota y el gemido del viento, resuena dentro de mi ser. Al revelarse la Tierra como un ser viviente, las rocas y los árboles y desde luego todo dentro del mundo natural, ha llegado a ser majestuoso y santo. Pero más significativamente, el magnífico orden exterior ha conducido al descubrimiento del esplendor interior. ¿Cómo pude haber visto antes tantas realidades como dicotomías? ¿Cómo pude haber vislumbrado a Dios y al hombre, el cielo y la tierra, lo sagrado y lo secular, el bien y el mal, y el vivir y morir en extremos opuestos de un continuo? ¿Por qué me había tomado tanto tiempo comprender, como a Ralph Waldo Emerson, que “Dios es un hombre en ruinas” (1) y que nuestra aspiración definitiva es remendar el alma humana quebrantada? ¿Por qué no había reconocido antes que el reino no es un lugar a donde vamos, sino que es una experiencia que llevamos dentro? ¿Por qué me había tomado tanto tiempo descubrir lo que era realmente valioso en la vida? Yo creo que mi hijo sabía, a un nivel subconsciente, que su vida era corta. Él sabía que se marcharía temprano para que las lecciones sobre el crecimiento del alma pudieran ser aprendidas. De muchas maneras a lo largo de su joven vida, así como también desde su muerte, él me ha orientado para ver la realidad de una forma diferente. Aunque daría 221 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington cualquier cosa para haber aprendido de maneras menos dolorosas las lecciones que su muerte me enseñó, estoy consciente de que mi hijo ha sido mi mayor profesor. En Sólo el Amor es Real, (2) Brian Weiss escribe que una y otra vez sus pacientes hipnotizados repiten que la muerte no es un accidente. Ellos enfatizan que cuando los niños mueren, se nos da la oportunidad de aprender lecciones importantes. “Ellos son nuestros maestros, nos enseñan sobre los valores, las prioridades, y más que nada, sobre el amor.” De mi hijo he aprendido sobre el amor. De él he aprendido sobre las prioridades. He aprendido que cuando vivimos únicamente para obtener lucro en este mundo, perdemos nuestras raíces y revoloteamos sobre el árbol. Mi hijo amaba el mundo natural. Hubiera deseado haberlo acompañado más a ir de pesca y a caminar bajo las estrellas. Había mucho más que podría haber aprendido. Si hubiera estado despierta podría haber descubierto, mucho antes, las lecciones sagradas disponibles a lo largo del recorrido. De algún tiempo hasta hoy, he estudiado las piedras. Estoy llegando a ser versada en su lenguaje. Ellas comparten su historia en forma pictórica y en vibraciones de energía. Recientemente, encontré al lado de mi gastado camino una roca muy extraña. No puedo explicar por qué no la había notado antes. Sólo puedo asumir que aún no estaba preparada para las lecciones que me podía ofrecer. No había equivocación. La figura que me presentaba era claramente la de un búfalo. Grabado en blanco, contra un fondo color arcilla, la impresión era clara. Alegremente la acepté, a cambio de la dulce sabiduría, los dones y la lección contenida allí. La imagen invitaba a una exploración de las profecías del regreso del Búfalo Blanco. Una enseñanza encontrada en diversas tradiciones espirituales es que nosotros vivimos en el tiempo justamente antes del amanecer del Quinto Mundo de Paz. Millares de Guerreros del arco iris de ambos géneros han renacido a fin de producir esta realidad. Ellos recuerdan el Conocimiento Sagrado aprendido antes. Las verdades reavivadas ahora serán usadas para beneficio de todos los hijos de la Tierra. 222 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington La profecía advierte que, antes del regreso del búfalo, el fuego bajará desde el cielo a los océanos de la Tierra, resultando en la purificación. Los conocimientos antiguos retenido por los Guerreros del arco iris, de cómo producir alimento, cómo sanar, y cómo conectarse a la naturaleza, serán necesarios para los que sobrevivan a ese tiempo de enormes cambios. Nosotros no hemos reverenciado la gloria y el poder del Creador y la Creación. Hemos abusado y sobrecargado a la Madre Tierra. La profecía advierte que el tiempo está cerca. Debemos actuar responsablemente. Si reaccionamos ahora, podemos proteger el futuro. Una profecía puede cambiarse, y también puede variar, pero debemos actuar. Debemos prestar atención a lo que es realmente importante en la vida. Hay muchos Guerreros del arco iris que esperan para hacer manifiesto el Quinto Mundo de Paz. Cada guerrero sabe dónde se encuentra el reino. Cada uno conoce sobre el poder y la gloria del Creador manifiesto en toda la creación. Cada uno conoce la importancia de encontrar primero la Chispa Divina interior, porque es únicamente cuando identificamos verdaderamente el resplandor interior que se vuelve visible externamente. Cada Guerrero del arco iris, sin considerar color o credo sabe que: Si hay luz en el alma, habrá belleza en la persona. Si hay belleza en la persona, habrá armonía en la casa. Si hay armonía en la casa, habrá orden en la nación. Si hay orden en la nación, habrá paz en el mundo. - Proverbio chino Cada Guerrero del arco iris sabe que el viaje para encontrar la luz dentro de uno es el más sagrado de los viajes. Por eso, los dejo viviendo en el poder y la gloria que impregnan el alma universal. 223 VIAJE HACIA LO SAGRADO Jane Simington Referencias Capítulo 1: En Busca Del Espíritu (8-15). (1). Sams, J. (1990). Sacred Path Cards. Nueva York: Harper Collins. (2). Levine, C. (1996). Preocúpate por el cuidado de tu alma. Sección de Religión, Edmonton Journal,13 de Enero. Edmonton, AB. Canadá. (3). Frost, R. The secret sits. In, S. J. Kennedy (ed.), (1986). Introducción a la Poesía (6a. edición.). Nueva York: Little, Brown & Co. (4). Canfield, J. In, J. Canfield & M. Hansen, M. (eds.), (1993). The golden Buddha. Chicken Soup for the Soul. Deerfield Beach, Florida: Health Communications Inc. (5). Ibid Canfield. (6). La Biblia, Job 19:7-10. (7). Hopkins, G. M. 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Nueva York: Warner Books. 235 Tu Guía para: • Aceptar los Retos a Tus Creencias Más Arraigadas • Liberarte de las Profundidades del Dolor de tu Alma • Reclamar Tu Poder Personal y Vivir la Vida con Sentido, Alegre y Completa que estabas destinado a vivir. En Viaje hacia lo Sagrado: Remendando un Alma Quebrantada, la doctora Jane A. Simington, PhD, profesora, autora galardonada, oradora muy solicitada, experta en dolor y trauma, combina sus antecedentes de investigación y práctica con enfoques multiculturales sobre la espiritualidad, un amplio conocimiento de métodos alternativos y complementarios de sanación, incluyendo el uso de la transferencia de energía, la hipnoterapia, interpretación de los sueños y el arte terapéutico, para brindarte una guía excepcional. En Viaje hacia lo Sagrado: Remendando un Alma Quebrantada, la Dra. Jane, la mujer de la esperanza, te guiará a través de las oscuras noches de los retos de tu propia alma, hacia el gozo de descubrir la vida significativa y con sentido que estabas destinado a vivir. Frecuentemente publica tanto para profesionales como para legos. Sus otros trabajos incluyen los videos premiados “Escuchando el Dolor del Alma” y “Sanando el Dolor del Alma”, el libro internacionalmente aclamado “Liberando a los Cautivos”, y el CD “La Liberación de Lazos que Atan”, “Recuperación de Partes del Alma”, y “Cubierto de Alegría.” La Dra. Simington ofrece talleres de sanación y formación profesional, dirigidos a un público nacional e internacional. Visita www.takingflightinternational.com Jane A. Simington, PHD “Su aflicción personal le permitió Jane Simington ir más allá de sí misma y escuchar las luchas espirituales de los demás. Aprendió a reconocer ese viaje como una “caminata del alma.” La misión de Simington es brindar un nuevo modelo de atención a las personas atrapadas por sus sistemas de creencias, sistemas políticos, circunstancias psicológicas, sistemas económicos, e incluso los sistemas de salud. En su vida profesional, Simington ha sido maestra, mentora y líder. Desde que escribió Viaje hacia lo Sagrado: Remendando un Alma Quebrantada y se curó de su inconmensurable dolor, alcanzó un nuevo nivel de liderazgo. Está consciente de que haciendo exactamente lo que se supone que debe hacer, le da un increíble poder personal. Vive su vida con propósito y pasión, y siente que está cumpliendo con algún tipo de destino.” Phil Harkins, autor de “En busca del liderazgo. Cómo los Grandes Líderes Responden a la Pregunta “¿Por qué Liderar?”” “La Dra. Simington es una talentosa autora, educadora y terapeuta, reconocida internacionalmente por su trabajo en trauma y abuso, dolor y pérdida. Viaje hacia lo Sagrado: Remendando un Alma Quebrantada es un catalizador de sanación para los que luchan en circunstancias difíciles de la vida.” Oe’Livia Chasse, Editor, Revista de Duelo “Vivir Nuestras Pérdidas”. “El trabajo de la Dra. Simington es muy profesional. Es espiritual. Es como una ceremonia.” Ann Johnson, Anciana Aborigen. “He tenido el honor de presenciar el trabajo de sanación de la Dra. Simington. Tiene una capacidad innata de conectar a nivel espiritual y “escuchar” el dolor del alma de las personas. Como profesional en el campo de las adicciones, he llegado a saber que la espiritualidad y el dolor del alma son elementos integrales del proceso de recuperación. Este libro (igual que su video, Escuchando el dolor del alma) es un valioso recurso tanto para particulares como para profesionales.” Barb Mahaffey, RN, MSC (Estudios de la Familia), MS (Terapia Matrimonial y Familiar). www.takingflightbooks.com