Allen, Woody Adulterios. Tres comedias de un acto Barcelona: Tusquets, 2006 155 p. 21cm. T ALLEN tre Tenía que haber sido boticario. Eso es lo que le decían sus padres. Una buena farmacia allí en Brooklyn, donde el chaval, con ese aspecto enfermizo y escuchimizado que ha tenido siempre, dispensara medicinas, vendas y cepillos de dientes para todo el barrio, sin meterse en líos. Pero su vida ha estado permanentemente desenfocada. Se empeñó en ser artista y de culto, se le metió en la cabeza escribir historias raras y jugar con los tabúes de una manera un tanto malabar, cambiarse el nombre y elegir uno más en concordancia con su espíritu de clown que de rabino. Así fue como Allen Stewart Konigsberg pasó a ser Woody Allen, el icono que en lugar de calmarnos los males nos los evidencia, si no con un ataque de hipocondría histérico, desnudándonos las vergüenzas con retratos descarnados de la especie, con ese sistema milimétrico de trabajo que tiene, y que alterna magistralmente el drama y la tragedia con su don innato para la comedia. (Jesús Ruiz Mantilla. El País Semanal 15-10-2006) Mediante vivos diálogos llenos de ingenio, Adulterios narra tres historias sobre el amor y el desamor, el matrimonio y la infidelidad. Y, como ocurre en todas las obras de Woody Allen, las situaciones disparatadas y divertidas esconden una honda reflexión en torno a la comedia humana. Tituladas a partir de tres zonas de Nueva York -Riverside Drive, Old Saybrook y Central Park West-, están protagonizadas por neoyorquinos arquetípicos que, con una mezcla de ingenuidad y prepotencia, creyendo que lo tienen todo controlado y que sus actos están regidos por la razón, se ven, sin embargo, compelidos a ocultar dichos actos y, contradictoriamente, a confesarlos en los momentos más inoportunos. En Riverside Drive, el diálogo entre un conocido escritor y un psicópata saca a relucir lo peor del conocido escritor, aventuras extramaritales incluidas, y también lo peor del psicópata; en Old Saybrook, tres parejas, reunidas en torno a una barbacoa, empiezan a contar secretos hasta ese momento bien guardados; por último, en Central Park West, una prestigiosa psiquiatra se entera de que su marido va a dejarla por otra mujer y llama a su mejor amiga para contárselo. Sellier, Jean Atlas de los pueblos de África Barcelona: Paidós, 2005 218 p. 18 cm. 94 AFR 000 "Las sociedades mediterráneas de la Antigüedad eran, por lo general, esclavistas. Por el contrario, en las sociedades africanas tradicionales al sur del Sahara, existían ciertas formas de subordinación muy fuertes, pero (salvo excepciones) no se trataba de esclavitud propiamente dicha, y aún menos de trata (es decir, de ese comercio en el que las mercancías son seres humanos). La práctica de la esclavitud según el modelo mediterráneo alcanzó la zona «sudanesa» (de Senegal a Etiopía) al mismo tiempo que el cristianismo (Nubia) y, sobre todo, el islam. Este último profesaba que se podía esclavizar a las poblaciones paganas siempre que no se convirtieran. Estados como Kánem o Mali (y más tarde Waddai y Darfur) adoptaron a la vez la fe musulmana y el sistema esclavista (según algunos, extraían la mayor parte de sus recursos de la venta de esclavos a los tratantes que partían hacia el norte del Sahara). El modelo esclavista se propagaría después hacia el sur, llegando al país akan en el siglo xv, poco antes de que los portugueses desembarcasen en la Costa del Oro." "La conferencia de Berlín (1884-1885), que convocó a las potencias europeas a propósito de África, dejó constancia de la expansión colonial, ya en curso, y resolvió algunas cuestiones, como las ambiciones de Leopoldo II. Contrariamente a lo que se suele pensar, allí no se fijaron las reglas del juego, sino que se ratificó la idea de que África se debía colonizar «para que se abriera a la civilización». "En 1990, De Klerk soltó a Mandela y a los demás presos políticos. El ANC [Congreso Nacional Africano] recuperó la legalidad. En dos años, se desmanteló toda la reglamentación del apartheid. En diciembre de 1991, comenzaron negociaciones entre diferentes formaciones políticas, con el objetivo de formar un gobierno multirracial de transición, así como para preparar una nueva Constitución. Las negociaciones se convirtieron en un tête à tête entre el ANC y el Partido Nacional, de tal manera que otros posibles interlocutores, relegados, acabarían manifestando sus discrepancias, a menudo fuera de la mesa de negociación." Baroja, Pío Desde la última vuelta del camino. Memorias Barcelona: Tusquets, 2006 780 p. 23 cm. N BAROJA des Considerado por la crítica el novelista español más importante del siglo XX, Pío Baroja nació en San Sebastián y estudió medicina en Madrid, ciudad en la que vivió la mayor parte de su vida. Su primera novela fue Vidas sombrías (1900), a la que siguió el mismo año La casa de Aizgorri. Esta novela forma parte de la primera de las trilogías de Baroja, Tierra vasca, que también incluye El mayorazgo de Labraz (1903), una de sus novelas más admiradas, y Zalacaín el aventurero (1909). Con Aventuras y mixtificaciones de Silvestre Paradox (1901), inició la trilogía La vida fantástica, expresión de su individualismo anarquista y su filosofía pesimista, integrada además por Camino de perfección (1902) y Paradox Rey (1906). La obra por la que se hizo más conocido fuera de España es la trilogía La lucha por la vida, una conmovedora descripción de los bajos fondos de Madrid, que forman La busca (1904), La mala hierba (1904) y Aurora roja (1905). Realizó viajes por España, Italia, Francia, Inglaterra, los Países Bajos y Suiza, y en 1911 publicó El árbol de la ciencia, posiblemente su novela más perfecta. Entre 1913 y 1935 aparecieron los 22 volúmenes de una novela histórica, Memorias de un hombre de acción, basada en el conspirador Eugenio de Avinareta, uno de los antepasados del autor que vivió en el País Vasco en la época de las guerras carlistas. Ingresó en la Real Academia Española en 1935, y pasó la Guerra Civil española en Francia, de donde regresó en 1940. A su regreso, se instaló en Madrid, donde llevó una vida alejada de cualquier actividad pública, hasta su muerte. Entre 1944 y 1948 aparecieron sus Memorias, subtituladas Desde la última vuelta del camino, de máximo interés para el estudio de su vida y su obra. Baroja publicó en total más de cien libros. Usando elementos de la tradición de la novela picaresca, Baroja eligió como protagonistas a marginados de la sociedad. Sus novelas están llenas de incidentes y personajes muy bien trazados, y destacan por la fluidez de sus diálogos y las descripciones impresionistas. Maestro del retrato realista, en especial cuando se centra en su País Vasco natal, tiene un estilo abrupto, vívido e impersonal, aunque se ha señalado que la aparente limitación de registros es una consecuencia de su deseo de exactitud y sobriedad. Ha influido mucho en los escritores españoles posteriores a él, como Camilo José Cela o Juan Benet, y en muchos extranjeros entre los que destaca Ernest Hemingway. epdlp.com García García, José Manuel Judo. Juegos para la mejora del aprendizaje de las técnicas Badalona: Paidotribo, 2006 796 8 ART "Utilizar el juego en la enseñanza del judo significa ser un maestro creativo; hay que atreverse a ser diferente, desechar las ideas que la propia razón puede considerar estúpidas e ilógicas si uno está acostumbrado a enseñar con un estilo tradicional y admitir que, en contra de la opinión de la mayoría, es necesario confiar en la idea de que las rutinas convencionales, desde esta perspectiva, quedan relegadas a un segundo plano para potenciar la imaginación y la receptividad." "En el aprendizaje del deporte del judo es importante destacar que los aspectos que están involucrados en dicha actividad no son puramente mecánicos -fuerza, velocidad, resistencia y flexibilidad-, ya que cada una de las acciones está determinada por el pensamiento. Por lo tanto, el judoca en su ejecución deberá abstraer, combinar, comparar, encadenar, discurrir y memorizar las posturas necesarias para lograr el objetivo propuesto." "Podemos considerar que el deporte del judo es una búsqueda continua de soluciones a un problema motor planteado. Es un trabajo perceptivo-motor generado por la manipulación combinada de la tarea y el ambiente. La apreciación de la eficacia (control motor) de la persona supone poder relacionar su rendimiento con la dificultad del juego que se va a realizar. El número de actividades que las personas pueden aprender es muy abundante si las oportunidades, el material, las condiciones ambientales y la preparación de los profesionales conforman un sistema eficiente para alcanzar los objetivos, ya que existen muchos métodos posibles para descubrir la solución apropiada. En el deporte del judo hay que ofrecer las condiciones de práctica más favorables para las personas, ya que las actividades deportivas con fuerte carga informativa pueden medirse por la exactitud de la elección de los objetivos, por la adecuación de los programas de respuestas para alcanzar dichos objetivos y por la rapidez y la precisión de ejecución. Bajo estas condiciones el practicante dará continuidad a su eficacia sea cual sea el nivel de las limitaciones fijadas por el juego que hay que realizar. La práctica es más que repetir por repetir (Berstein, 1967); es desarrollar soluciones según las formas jugadas presentadas." Wood, Juliette Los celtas. Vida, mitología y arte Madrid: Jaguar, 1998 144 p. 26 cm. 930 8 woo "Hace más de 2.000 años, el norte del Mediterráneo europeo estaba dominado por los celtas, un grupo de individuos que compartían lengua, arte y cultura. Mucho de lo que sabemos sobre su sociedad y sus antiguas costumbres nos ha llegado por parte de escritores contemporáneos procedentes del mediterráneo clásico, para quienes las personas que ellos llamaban «Galatae», «Keltoí» o «Celtae» eran unos bárbaros fascinantes, aunque demasiado temerarios. Los observadores extranjeros fueron sorprendidos por la loca valentía de los guerreros celtas y lo que ellos describieron como una predilección por combatir. Incluso fuera del campo de batalla, los celtas poseían claramente un entusiasmo que dejaba huella en los visitantes procedentes de un mundo clásico más moderado. «Pendenciero», «orgulloso», «tranco», «insolente», «jactancioso», «de elevado espíritu»... fueron algunos de los apelativos utilizados por griegos y romanos para describir el carácter de los celtas. Mucho de lo que dicen los escritores clásicos sobre el estilo de vida celta concuerda con lo que sabemos a través de las posteriores fuentes, procedentes, por ejemplo, de Irlanda. El arte de la escritura estaba tan bien visto como todas las habilidades de la guerra, pero los escritores clásicos rara vez mencionan el increíble legado de información recogido a través del arte oral ni la lógica o la belleza de los manuscritos celtas. [...] Eran habilidosos mineros, herreros, constructores, granjeros y comerciantes con amplias conexiones internacionales. La religión celta creía en profecías, en la magia y en la transformación a través del simbolismo de la naturaleza. Los artistas clásicos preferían la simetría y el orden, pero los celtas se inspiraron en la infinitamente sutil transformación de la naturaleza. En el estilo de arte celta La Tène -que comenzó en el año 500 a.C. y finalizó con los magníficos trabajos hechos en hierro y los manuscritos de la Irlanda medieval primitivala simple sugerencia de una forma humana, animal o vegetal era ideada basándose en la fantástica ingenuidad y delicadeza de líneas curvas y arremolinadas. A pesar de que todavía se ignoran muchas cosas sobre los celtas, la supervivencia hasta nuestros días de grandes objetos de este arte son una muestra incomparable de las maravillas esta gran civilización." Villena, Luis Antonio de Madrid ha muerto. Esplendor y caos en una ciudad feliz de los ochenta Barcelona: El Aleph, 2006 238 p. 22 cm. N VILLENA mad Luis Antonio de Villena nació en 1951 en Madrid, donde reside actualmente. Estudió filología clásica y románica en la Universidad Complutense. Conocido por su labor poética, es también autor de numerosos ensayos y de varias antologías y novelas. En los últimos años compagina su producción literaria con labores periodísticas. Colabora en el programa de la Cadena Ser A vivir que son dos días y en El ojo crítico de Radio Nacional de España. Villena, además, es noble: el actual monarca del Reino de Redonda, Xavier Marías, le otorgó el título de Duke of Malmundo en el año 1999. "Son muchas, en verano, las personas que presumen de irse de Madrid, pero muchas menos las que realmente lo hacen. La mayoría apenas se van una semana, como yo me iba una semana —raramente más— a Palencia. Mis amigos, al contrario, se quedaban en Madrid. Unos con leve protesta, la mayoría francamente a gusto. A veces, lo reconozco, pensaba en viajes lejanos, y volvía de inmediato a la realidad: no tenía dinero. ¿A qué decir otra cosa? Pero el verano caliente u ocioso de Madrid estaba poblado de sorpresas y de una perseverante voluntad erótica. Parecía que incluso quienes se iban a veraneos ilustres (lejanías prestigiosas o esos desiertos lugares de Almería como los entornos del cabo de Gata) intentaban volver pronto. Madrid imantaba." "Yonquis. La palabra la puso en español, así tal cual, a partir de la pronunciación inglesa, mi amigo Mariano Antolín Rato —otro de siempre, un tío de fondo— al traducir el libro de W. S. Burroughs (el padrino maldito) Junkie —pronuncíese yonqui—, adicto o heroinómano en argot americano, al menos desde los años 40. He visto a muchos, muchísimos yonquis. Desde que la palabra guardaba un oscuro ribete de prestigio (como en las películas underground) hasta que vino a ser, y sigue siendo como todos saben, mierda pura. Sinónimo de paria y de presumible sida. Asco, desprecio y miedo. Otros decían también pinchotas, por lo de pincharse o meterse el pico... ¡Daba igual! Desde las discotecas de lujo o las grandes casas, los yonquis empezaron a caminar como espectros semimuertos, a veces fantasmas agresivos —armados de faca y mono—, yéndose hacia los últimos rincones de la ciudad, grutas secas, la tripa podrida del universo." Eaton, Jan Pinturas famosas a punto de cruz Barcelona: Océano, 2005 112 p. 28 cm. 746 EAT pin "El punto de cruz es un bordado cuya técnica es muy fácil, ¡además de ser muy rápido y adictivo! Este tipo de punto se presta a diseños muy detallados y coloridos, hasta el extremo de que, cuando lo miramos a distancia, casi parece una pintura. Con esta premisa, he elegido las pinturas de este libro para que los proyectos tengan una amplia variedad de estilos, desde los viejos maestros a los artistas del siglo xx, con la esperanza de que gusten a todo el mundo. Los proyectos más ambiciosos de este libro, Los lirios, de Van Gogh, El nacimiento de Venus, de Boticelli, y el retrato de La Ghirlandhata, de Rossetti, son bordados densos y con una paleta de colores muy amplia, acompañados de detallados gráficos desplegados a lo largo de cuatro páginas. Puede que te resulte útil hacer fotocopias de cada página de los gráficos y separar los bordados en varios grupos hasta completarlos. Si no tienes experiencia en bordados y te enfrentas a una pieza grande por primera vez, puede ayudarte una rejilla de hilo cosida a la tela antes de empezar la labor. En el trabajo con Aida, divide la tela en diez partes con un hilván; en el trabajo con otras telas de tramado regular de dos hilos haz unas veinte hileras separadas. Esto dividirá el tejido en bloques de diez puntadas, que te harán mucho más fácil seguir el gráfico. [...] En todos los casos, puedes cambiar la tela de origen si lo deseas, pero recuerda que eligiendo una tela de pocos cuadros (por ejemplo, Aida 11 o un tramado de dos hilos de 25) cada punto será más grande, y necesitarás más hebras para cubrir bien la tela. Puede que también necesites comprar más madejas de hilo que si sigues estas instrucciones. Si eliges un tejido de más cuentas, como Aida 18 o un tramado de 36 cuentas, cada puntada será más pequeña y necesitarás usar menos madejas de hilo, dependiendo del efecto que prefieras. [...] El tamaño, entre pequeño y mediano de los cuadros, hará que la costura sea más rápida, pero aun así puedes decidir que es más fácil fotocopiar el gráfico y colocarlo sobre el bordado para trabajar. Es lo que yo hago, sobre todo cuando estoy bordando con varios hilos del mismo tono. Si te sientes capaz de realizar estos proyectos de otra manera, borda la naturaleza muerta de Cezanne en una gran pieza de tela y móntala en un marco moderno de brillantes colores." Steele, James Schindler Colonia (Alemania): Taschen, 2005 96 p. 23 cm. 72 SCH ste "El año 1914, en el que Rudolf Schindler emigró de Viena a Estados Unidos, es crucial para comprender la importancia de su contribución a la arquitectura. Poco después, la tradición romántica de la escuela de arquitectura de Schinkel, que él personificaba, iba a engrosar la lista de víctimas de los horrores de la Primera Guerra Mundial. Por una curiosa combinación de circunstancias, el mundo que conocía el fin de siècle vienes se había erigido en representante de los mayores logros artísticos y científicos y, al mismo tiempo, de los excesos más extremos de una época hedonista. Pero la guerra lo alteró para siempre y Schindler, cual vaina de semillas, se vio arrojado a un nuevo y fértil suelo. Los días del Imperio Austro-Húngaro, que durante su juventud parecía encontrarse todavía en el auge de su poder, estaban ya contados cuando el joven Schindler decidió emprender un viaje al Nuevo Mundo y seguir así la pista de su mentor Adolf Loos. Emigró a Nueva York en 1914, con 26 años, y fue la misma fascinación por el potencial bruto de las ciudades americanas, que había llevado a Loos a Chicago, la que poco después arrastró a Schindler. No es coincidencia que eligiera a Frank Lloyd Wright como segundo mentor, pues en Estados Unidos lideraba la misma tradición romántica que Hermann Muthesius y Josef Hoffmann importaron a Alemania tras fracasar en su intento de materializarla en Gran Bretaña como English Free Architecture." "La casa Schindler/Chace es la obra más importante de Schindler, a pesar de que la casa de playa Lovell siga siendo considerada por muchos como uno de los ejemplos más significativos de los cánones modernos de EE.UU. Schindler veía su residencia-estudio de Kings Road como la expresión más clara de sus principios, puesto que realza el contexto, ensambla los espacios interiores con los exteriores, presenta los materiales de forma noble y demuestra economía de medios y eficacia metódica. La casa se convirtió en modelo del programa Case Study House que empezó a aplicarse tras la Segunda Guerra Mundial, anticipando en más de cuatro décadas el deseo americano de un estilo de vida más informal y al aire libre." Torrey, Edwin Fuller Superar la esquizofrenia Barcelona: Planeta, 2006 567 p. 23 cm. 616 TOR sup "En la gente normal, el cerebro funciona de tal modo que los estímulos que van llegando son seleccionados e interpretados. Después, se elige la respuesta correcta y se emite. La mayoría de las respuestas se aprenden, como decir «gracias» cuando recibimos un regalo. Esas respuestas también incluyen la lógica, como saber predecir lo que nos va a pasar si no llegamos al trabajo a la hora que debiéramos. [...] Un defecto fundamental en la esquizofrenia es una incapacidad frecuente para clasificar, interpretar y responder. [...] Nuestra comprensión del cerebro humano no es suficiente para conocer con precisión cómo funciona el sistema; pero nos podemos imaginar en medio del sistema límbico a una telefonista sentada delante de un cuadro de conexiones manuales, como antiguamente. Recibe toda la información que va llegando, pensamientos, ideas, recuerdos y emociones, los cataloga y determina todos los que deben ir juntos. [...] Ahora bien, ¿que pasaría si la telefonista decidiera no realizar la tarea de organizar e interpretar? [...] La incapacidad de los pacientes con esquizofrenia, no sólo para organizar e interpretar los estímulos, sino también para seleccionar las respuestas apropiadas, es una de las características distintivas de la enfermedad. Es la que llevó al psiquiatra suizo Eugen Bleuler en 1911 a introducir la palabra «esquizofrenia», que en alemán significa la escisión de las distintas partes involucradas en el proceso del pensamiento. A Bleuler le impresionaban las respuestas inadecuadas que con frecuencia daban las personas afectadas de esquizofrenia; por ejemplo, al recibir la noticia de que un amigo ha muerto, un esquizofrénico puede echarse a reír. Es como si la operadora no solamente se estuviera aburriendo y dejara de organizar e interpretar sino como si también se hubiera vuelto maléfica y empezara a asociar los estímulos que llegan a respuestas seleccionadas al azar, por lo general disparatadas." Edwin Fuller Torrey es psiquiatra clínico en Estados Unidos e investigador especializado en esquizofrenia y trastorno bipolar. Es director ejecutivo del Stanley Medical Research Institute, la fundación privada más importante del mundo sobre investigación de la esquizofrenia. Barber, Joseph Tratamiento del dolor mediante hipnosis y sugestión: una guía clínica Bilbao: Desclée De Brouwer, 2000 383 p. 21cm. 616 BAR tra "La palabra "hipnosis" es un término un tanto conflictivo. Durante décadas, los hipnotizadores de teatros, novelas y películas han contribuido a crear una serie de extrañas imágenes en torno a la "hipnosis". Hasta no hace demasiado tiempo, la imagen que mayoritariamente se asociaba con los fenómenos hipnóticos era la de un hombre con bigote, ojos oscuros y una mirada fija que, con su adusta expresión, daba la impresión de que iba a tratar de coaccionar o, tal vez, de hacer daño a la indefensa mujer que tenía ante él." "La utilización de esas capacidades, alcanzadas a través del cambio disociativo en la conciencia, diferencia los métodos hipnóticos de las estrategias cognitivas para el control del dolor. El tratamiento hipnótico no es una terapia cognitiva, en el sentido de que no enseña al paciente a pensar su problema de un modo diferente. El paciente que experimenta la analgesia o la anestesia hipnóticas siente tanto la modificación en la percepción del dolor (el componente sensorial y/o el afectivo), como la automaticidad de esa modificación. En ocasiones, los pacientes experimentan la anestesia o la analgesia hipnóticas, pero no creen que hayan sido hipnotizados (por cuestiones que guardan relación con las falsas expectativas en torno a la experiencia y con la automaticidad de la respuesta). En efecto, puede suceder que esos pacientes no tengan conciencia de cambio alguno en sus cogniciones o en cualquier otro aspecto de su experiencia que no sea la reducción o la desaparición del dolor. Por ejemplo, un paciente que fue sometido a una técnica odontológica muy dolorosa (un tratamiento del canal de la raíz de un diente vital), con la ayuda de la hipnosis como único anestésico, pensó que no había sido hipnotizado ("porque yo no puedo ser hipnotizado") y le explicó a su sorprendido dentista que no le había dolido, porque "no me ha hecho nada que duela". Otro paciente, que padecía un persistente dolor de espalda, acudió a la primera consulta insistiendo en que debería ser hipnotizado, pero que sería una tarea imposible. Al finalizar el tratamiento (tras seis sesiones, durante las cuales quedó patente su capacidad para experimentar fenómenos hipnóticos), su dolor mejoró. Se marchó afirmando que su única frustración era que no le hubiesen hipnotizado."