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Una (duma acotación sobre es
iDfIuencla de la iconografía política
marianas, imagen creada durante la re
hizo símbolo de la patria, la libertad
lCIIIiólogo Richard Sennetl el significa
"L~l RevolLH."lón model
joven diosa griega, co
formadas. Su cuerpo
madre joven. A veces
antiguas holgadas que
otras, la Revolución la
con el pecho al descu
pintó a la diosa de esta
finl1es y llenos y los
desnudos ponían de m
mujeres. En la pintu
M:.mallne eran para tod
revolucionaria (".).
:\1ariallne se convirtie
pareció abierto tanto é
cuerpo femcnino de m
primer lugar pllrll di fer
del Antiguo Régimen."1
También utilizó la Iconografía
serie de elementos icónicos propios d
dicen sus coetáneos, acn:clitaba una b
recurso a versos de su propia autoría
extranjeros. El periodista Horacio Fr
ClÓnica anotaba al respecto:
"Admiraba y conocía p
como Fomin, Gillette,
magnífiCOS dibujantes
revistas
parisienses.
extraordillanul1lente a
elogiaba y estudiabll él G
J1\Véase. Sennett, Richard. Carne :v piedra. E
Alianza Editorial, Madnd, IlJ94, pp. 305 a JOlJ
Pelele, Sirio y otros dib
1os escarmena b<l pero SI·
El caricaturista Rendón terminó
Wnosocafé·bar El Automático de Bog
literatos, periodistas y políticos, se desc
JUicidio se ha especulado mucho y
especulativas, A su entierro, dicen las c
, corroborar el gran prestigio que había a
ÍIlIlegables aportes al género, lo han c
d
llrevería a negar su importancia históric
Ikanzó al gobierno de Olaya lo cual no
Di del liberalismo, él
C01110
caricaturista
pérdida de esta característica era la per
siguientes caricaturas.
I~ Franco, Horacío, "Verso, iJlétlito!; tle R
Ílpectador, Bogotó, Julio 17/55,
-¿Cr•• u.ted, do
-!CAmn n6! Para
51. Fuente: C
Olaya Herrera y
conservador José
proceso de unid
caricaturista insinú
intentos. El carica
Concha que ese pl
el
IV.4. José "Pepe" Gómez: la
Otro caricaturista des
suerte algo diferente. Sus pref
no le impidió ejercer la critica
conservadora. Nació en 1892
colaboró en la década de 1910
semanario ilustrado Bogotá C
y 1932 época en la cual se ini
los publica en periódicos de p
Anacleto, en los cuales se r
Alfonso López Pumarejo.
Colabora después en e
último en el diario El Siglo
Gómez en febrero de 1936.
enfermedad hepática. Utilizó
"Lápiz", "Buenos Días" y "
misma notoriedad que Rendón
opuestas, contribuyó a reposic
medios políticos y periodístico
de opinión.
En una semblanza sob
nos dice sobre él:
"En los años
Partido Conse
Gómez consti
del cambio de
Laureano Gó
campañas de o
177 Véase, González, Beatriz. Pepe
Banco de la República, Biblioteca Lu
En el mismo texto, Guillermo
"cuatro trazos equivalen a dos o tres
"buen dibujante, fino y comlquÍsIl110",
.. (n.), \:'1 le 111 a político
No erJ un sentimenta
caricaturas, se encuen
realistas (... ), Sus ley
.' d
veces,,' I espll'ltu
e I
a"
Otro coetáneo de "Pepe" Góme
de su muerte, expresa algo que sirve p
renacimiento del sec
''(. .. ). iba al fondo de
(.. ,), todo eso en servi
Liberwd en el Orden
república de Colombia.
O sea que para (iómez el quid
drculos de su partido. Los caricaturi
decir, contribuyeron al forjamiento d
Il'Ogramático entre los partidos. "Pepe
los caricaturistas que desde El Siglo,
critica demoledora contra Jos gobiemos
A continuación se podrá apreci
explicación descriptiva.
11Camacho MOlltova. Guillermo. Ibid, : pp 8
I~Casas,JoséJoaq~ín. Ibld. p. lO
52. "Consumatum est. La
violencia,! ya queda despejado
'piló' la futura presidencia,!
'hon'ible noche' y es urgente
según Solano, escasamente!
gallo y el 'histórico puí'ial"',
Fuente: Gonzú/cz. Beatriz,
Colombia. Fasdeulo No. 2,
Arango, [3ogotú, 1%6-19))7,
Fllllfoches, octubre 2711928.
Hacia el final dd mandato de
sátira del Escudo "Nacional
momento Greñas y Rendón
reemplazado por un buitre qu
petróleo" en vez del original "
unos dados en vez de los cuer
de gallos de pelea en vez del g
sobre un ceno "Catallllllbo" un
que el artista a través de una
patrio, denullcia v;:¡rios atrope
Cata(umbo a compaiHas gring
Juego de azar, el recorte de l
liberticida.
53. "EI espanto del sig
rechinando los diente
COIUml1élS Abadía/ eXCl
mansión pri mero que
Sansón nma humillado
I al ver que dOIl Miguel
encontró fuerte y holga
Fuente: Oonzález, l3
originalmente en Fall!o
"Pepe" Gómez hace aquí
los filisteos de la leyend
causada a la democracia p
triunfo electoral de Ola
derrumba el edilicio del
Juan Pueblo (vestido com
democracia en pié.
2(10
54. "Cruel engaño: Después de la extremaunción ¡que se
llamó 'el arbitraje', ¡se nos dio otra sensación Ique fue la
presentación ¡que hizo Miguel del mensaje, ¡Pero resultó un
papel ¡anodino y poco tl'anco I y tan lleno de oropel ¡que en.!
mejor que Miguel/lo hubiera dejado en blanco",
Fuente:
Gonzúlez, Beatriz, Op. cit. p. 20. Publicada
originalmente en Fantuches, agosto 3111929.
El presidente Abadía (a la derecha del cuadro) con sus manos
untadas de sangre (por la represión a las huelgas obreras y la
persecución a los opositores) entrega mensaje al Congreso con mes
y mediO de retraso, Los congresistas son dibujados como simios y
]u alegoría de la muerte en plan de amenaza vigila que estos
cllmplan el mandato del presidente. La crítica a Miguel Abadía es
demoledora y la manera como representa a los congresistas para
significar b,ljeza, obsecuencia y hasta desorden, hará can'era en los
afios siguientes.
201
55. "Dios no l'astiga l'01l palo.
Ocupaba don Miguel/ su pirámide sombIÍa,l y no llegaban a él/ ni
quejas del pueblo fiel/ ni aullidos de la jauría.! Pero Vásquez. sin
cautela,! ha llegado en forma activa,/Iisto a meterle candela! si de su
puesto no vuela! con toda su comitiva.! Y este hombre, que
delTochara/ oro y sangre sin tesón, / está viendo cara a cara! que lo
miden con la vara! con que él midió a la l1¡¡ción."
Fuente: González. [3e¡¡triz. Op. cit. p. 27. Publicada originalmente en
Fml/oches, octubre 26/1929.
Miguel AbadÍZl es dibujado en actitud de desentendido sobre una
montai'ta ele cadáveres y calaveras (de los huelguistas de las
bananeras). en traje de Napoleón el general Alfredo Vásquez Cobo
y la alegoría de la l1luerte en traje de militar prusiano observan la
eScena. El buitre lleva una leyenda en francés que se puede traducir
así: Chantaje abajo, chantaje arriba, chantaje por doquier". "Pepe"
Gómez coincide con Rendón en buena parte de los rasgos físicos y
en las actitudes o comportamientos atribuidos a Abadía.
202
56. Fuente: UOl1záJez, Beatriz. Op. cit. p. 4 ¡ .
El presidente Abadía cabalga imperturbable en medio de los
cadáveres de los obreros de la empresa bananera Uníted Fruit
Company masacrados el 6 de diciembre de 1928 en el municipio de
Ciénaga. departamento del 'v1agdalena en la región del Mar Caribe
colombiano. Sin título y sin leyenda. Rincón era uno de los
seudónimos de "Pepe" GÓmez.
57. Fuente: GOllzálcz, Beatriz. Op. ciL p. 41
Esta es otra caricatura alusiva a dicha masacre. La alegoría de la
muerte esgrime amenazadora su guadai'ia. Sin título y S1l1
leyenda.
203
58. "La pesadilla de Alfonso". Fucntc: González, Beatriz. Op. cit. p. 50. Al Conso López PUl11arejo duerme sin percatarse de la amenaza que
representan para su gobierno Darío Eclmndía (Ministro de
Gobierno) pui'íal del "izquierdismo" en mano y por el
"col11unismo" debajo de la cama. También podría pensarse que el
dibujante quiso mostrar el doble frente de alaque que había contra
el Presidente López (1934-38) y que éste era inocentc (por eso
duerme) frente a tal peligro. "Pepe" Gómez ya para esta época ha
dado un giro en sus mordaces creaciones, no se tratará tan sólo de
la crítica irónica natural en todo buen caricaturista cuando se refiere
en particular a los gobernantes, ahora ha tomado como bandera la
denuncia del cOJ11unismo. Paulatinamente hará eco de las
aseveraciones de su hermano y de buena parte de la jerarquía
eclesiástIca según las cuales el Régimen Liberal estaba aliado con
los comunistas y hasta podría ser su cabeza de playa en el país.
204
59. "El tlnal del crédito: Después de que consiguió Ihacernos
delTocludores, lese tío nos cUllceló ltodu cuentu y se negó lu
hucemos 'nuevos fuvores' IV ya su gUITa huesosa len las
alturas dcscuellu llistu como una raposa lu usaltamos silenciosu
le incuuturse lu botellu."
Fuente: [bid. : p. 57. Publicadu origínulmente en Fallfoches,
septiembre 7/1929.
Esta es una típica representación del tío Sam y del imperialismo yanki que
alude a la agresiva política norteamericana de prineipios del siglo XX pura
obtener ventajosos contratos de exploración petrolera en los países
latinoamericanos. Aparece incl inado sobre el mapa americano, sobre el sur,
más cOllcretamente sobre ('olombia, en donde un humilde eampesino qUl' la
representa le hace ver el poco petróleo de que dispone, como para que él se
desinterese y se vaya a otra parte. Los hermanos Gómez adelantaron una
intensa campaña en contra de la intervención norteamericana que terminó con
la separación de Panamá, contra los tralados que estuvieron en la mesa de
negociación entre Colombia y EE.UU. para poner fin al diferendo y contra las
pretensiones de las empresas gringas por adueñarse de las riquezas naturales
del país.
205
"Pepe" Gómez no se diferenciaba de sus colegas en cuanto a las fuentes de
inspiracIón, que
C0l110
hemos ilustrado, estaban fuertemente relacionadas con la
situación política y con el ejercicio del poder. En sus creaciones hacía alusión a hechos
ya circunstancias de la I1Hlyor resonancia, pero su énfasis no radicaba tanto en hacer el
rerrato o el apunte jocoso como sí en el mensaje programático como lo seí'íaló Casas.
Gómez apuntaba a mostrar la hondura de la crisis moral en que había caído el país
durante las últimas administraciones conservadoras, era inclemente con los yerros y los
equívocos de la doctrina liberal y
COIl
los actos de gobierno de Olaya y de López
Pumarejo. Insinuaba los peligros que representaban para "la Colombia en orden" a la
que él aspiraba, una política demasiado condescendiente con los comunistas y con el
sindicalismo.
Por ello, su caricatura, si bien no es totalmente panf1etaria, deja entrever el
espíritu del militante partidista, del hombre que trasluce en su obra sus intenciones, su
visión política y sus convicciones ideológicas conservadoras. En sus dibujos se aprecian
influencias de caricaturistas nacionales e ingleses, se puede decir que emulaba en el
estilo con Rendón, usaba animales en el mismo sentido en que lo hicieron sus
antecesores, Es como si para todos ellos la política se asimilara a una especie de
zoológico, en el que ciertos animales son tomados para representar las bajas pasiones, lo
primitivo, las malas virtudes y la decadencia moral de los rivales. Por eso no es de
extraflar que a los parlamentarios los pintara
C0l110
micos, a los políticos como sapos,
burros, cuervos o cerdos que son animales con atributos negativos. En su obra también
se encuentran algunas 13111inas que aluden a expresiones de violencia política que él
110
dudaba en achacar al liberalismo y al gobierno liberal. En particular fue muy incisivo
con Otaya Herrera a qUien pll1taba como inspirador de los hechos de sangre contra los
conservadores cn Boyad en 1931 y 1932 Y con Alfonso López Pumarejo a qUIen
empezó pimando como una víctima y luego un aliado de los comunistas.
Veámoslo en las siguientes caricaturas:
206
VIDI ...
BaCHE ...
60. "Vcni, vidi... biehe ... "
Fuente: El Siglo, junio 3/1936. p. 1".
Enrique Olaya Herrera con voladores y pistolas al cinto, camisa
negra de los fascistas, ante estatua de Mussolini dibujado como
un César, en actitud de consulta y lamentándose de su país: "Que
lástima que Colombia sea tierra estéril para la dictadura", cuando era
embajador en Italia. La leyenda del regalo del Duce a "Mister
OJaya" es una ironía a su conducla pronorteamericana en el
pasado. EJ obsequio es una espada torcida y aceite 1l1cendiario.
Olaya empezaba a sonar como posible candidato liberal para las
elecciones presidenciales de 1938, ello explica que sea motivo
de ironía para "Pepe" GÓmez.
207
61. La upoteosis. Fuente: /:" Siglo, Junio 17/1936. p. ]". Olaya sentado en una nube, sobre un inmenso campo de cruces
que aluden a muertos conservadores, recibe de un esqueleto que
es él mismo, una banda bordada por las viudas de Santander que
dice: "y una banda bordudu por las viudus y los muertos de
Sanlunder", Los conservadores lo responsabilizaron de la
violencia en esa región durante su mandato presidencial. El
mico alado es un recurso del caricaturista que quiere aparecer en
la escena sin ser parle de ella, ese giro se aprecia con Donald y
con el ratón en trabajos posteriores en este diario y también en
los de la línea liberal como Chapctt.
208
IV.S. Adolfo Salllper Ber/lal: la caric;}{unl del Iibenll llIi1ít:lIIfe
El cancaturista Adolfo Samper Bernal nació en Bogotá en 1900, se inclinó por
las artes del dibujo siendo muy joven antes de terminar sus estudios secundarios. Entró
en relación con personas del mundo artístico e llltelectual y así se hizo amigo de
Germán Arciniegas, notable miembro de las Juventudes liberales universitarias, para
quien trabajo en diagramacíón y como dibujante de las letras capitales en la revista
Universidad que circuló por los años veinte del siglo pasado. También hizo amistad
con el caricaturist::l "Pepe" GÓl11ez, de quien recibió una colección de la revista L;¡
ParisienJle en la cual aprendió las líneas del Ar¡
NOl/l'I!({1I
vü·
francés. Por esa época hizo
caricaturas e ilustraciones para medios que también publicaban trabajos de Gómez y de
Rendón, como
CroIllOS,
El Gráfico,
GUOll- Gllall
y Buen lllllllor
Samper ingresó a la Escuela de Bellas Artes de Bogotá lo que le representó
madurez y perfeccionamiento de la técnica del dibujo. En 1928 se ganó una beca para
realizar estudios de artes en París que le permitió enriquecer aún más su bagaje y sus
destrezas. Allí asistió a clases de dibujo en La Gran Chaumiere, La Colorosí y
L'Acadel11ie Julien. A su regreso al país intentó consolidarse como pintor, realizó
algunas exposiciones sin obtener gran mención. Las circunstancias lo llevaron de nuevo
a la caricatura para poder sobrevivir, en este terreno se consolidó y alcanzó gran
renombre sobre todo en las décadas de 1940 y 1950 cuando estaba en todo su furor el
enfrentamiento entre liberales y conservadores.
En el campo de la caricatura ensayó con tiras cómicas y con caricatura política
editorial teniendo más suerte en esta última. Entre las tiras cómicas se recuerda la
creación de personales como lJon Amacise y /vlisúí Escopeta que personificaban a la
clase media bogotana, yen cuyas historietas se recreaban los valores, vicios, costumbres
y aspiraciones de este sector social, con apuntes divertidos y satíricos. En el plano
político alcanzó gran J:1Il1a dibujando mordaces situaciones desde el diario El Liberal y
desde la revista Crítica que dirigía el intelectual Jorge Zalamea, siempre desde una
óptica militante liberal. También colaboraba ocasionalmente en otros medios como los
209
diarios liberales El Tie/llpo y El Espectador, el semanario Sábado, y en la década de
1950 en los diarios conservadores La Patria y El País.
La tIna calidad de sus dibujos, su alto sentido de la ironía, como también su gran
capacidad de síntesis, lo colocan, según los crítIcos, como lino de los más grandes
exponentes de la caricatura editorial colombiana de los años treinta a cincuenta del siglo
pasado, en un nivel comparable al de los dos anteriores: Rendón y GÓmez. Sobre
\ Adolfo Samper y sus caricaturas volveremos más adelante cuando nos ocupemos de la
aciaga época de la violencia liberal conservadora cuyas situaciones inspiraron su
creatividad dejando de paso la huella inconl'undlblc del caricaturista militante.
apasionado en sus ataques al conservatis1110 yen b defensa de su propio partido xo .
El periodismo colombiano fue actor protagónico del proceso de ruptura de las
relaciones entre los partidos en los años treinta. Las noticias, las crónicas, los titulares
de plimera página, los editoriales, y, claro, también la caricatura editorial, adquirieron
una consistencia doctrinaria, agitacional y propagandística. Los diarios, semanarios y
revistas, como también las emisoras fijaron en uno y en otro bando. Esto puede
apreciarse claramente en el seguimiento de los acontecimientos internos como también
de los internacionales, por ejemplo, en el cubrimiento que de la Guerra Civil Espai10la
primero y de la Segunda Guerra Mundial después, que hicieron los medios. Sobre todo
respecto a la primera.
Quizá por la significación de Espai1a en nuestra historia yen nuestra cultura, los
medios informaban profusamente, a diario, el curso de la guerra civil con amplias
crónicas de las batallas más célebres y de todo tipo de episodios. En ambos conflictos,
como sJbel11os, estaba en ciernes el duelo elltre dos formas de concepcIón del poder y
de la sociedad: de un lado las fuerzas de la extrema derecha y el nacionalismo
xenofóbico; del otro, las tendencias republicanas y democráticas, circunstancialmente
aliadas con los comunistas y las izquierdas,
110 Segura, ~1illlha. Adolfo SmllJlcr Ucmal: la Caric¡ltura, Ull olicio entrc otros. IIistoria de la
caricatUrll cn Colombia Fascículo N° (¡, B,lIlcO de b Repúbticu, BiblIOteca Luis Angel Arungo, Bogotá,
1989. En este Ic,IO se cnClIcntr,1Il 1,15 d'110S bíogrúfícos de Salllpcr.
210
El conservatismo, de rónna unánime se alineó con los franquistas y la falange
española, y
su fracL:ión mús beligerante, la L:omandada por Gómez, 10 haría con
los países del Eje. Por su parle, el liberalismo inclinó sus simpatías por las fuerzas
agrupadas en lorno al Frenle Popular y luego con los Países Aliados. Así las cosas,
Colombia viviría a su manera, y no propiamente virtual, la confrontación que sacudía a
los países europeos y al mundo. Tales cont1ictos Sirvieron de acicate y de pretexto en el
alinderamiento de nuestros partidos, recrearon y ampliaron el contenido ideológico de
las viejas querellas ayudando a hacer más profundos los distanciamientos y más agudas
las polémicas doctrinarias.
En hl década de 1940, los caricaturistas de los principales diarios se preocuparon
por convertir su labor en una tribuna más del combate ideológico sectario. Se fustiga al
rival, se le asocia con lo negativo y con lo que representa destrucción, a la vez que se
ensalza la condición y las virtudes propias. Se podría inferir que el carácter sesgado de
esta fuente histórica dificulta su análisis, como lo sostuvo Gell11án Colmenares, lo cual
sería aceptable si el propósito ruese el de reunir IIlfofmación sobre acontecimientos
puntuales o el de establecer la secuencia de los hechos; pero, en la perspectiva de
obtener elementos
(¡ti les
para saber del ambiente y de las circunstancias espirituales, del
conjunto de valoraciones simbólicas y de las representaciones que alimentaban el
conflicto, es por el contrario, una fuente de singular importancia, como lo es también la
palabra de los protagonistas plasmada en los discursos, en los editoriales y en otras
fonnas de expresión, porque ellas nos dan la oportunidad de rehacer el cuadro de los
írnaginanos políticos en los que se inspiraba y se inscribía el accionar cotidiano de los
partidos. Más adelante referircmos algunas de las caricaturas de éste artista sobre la
convulsionada situación de la década de 1940.
211
V.CARICATURA POLÍTlt:A l"YIOLENClA SIMBÓUt:A: 1936-1950
Para seguir el curso de nuestnl investIgación, es importante hacer unas
referencias descriptivas de corte pre-íconográlíco sobre las caricaturas. Las imágenes y
los recursos icónicos de las caricaturas eran auxiliados con textos como letreros y
leyendas, diálogos, consignas y versos, de tal forma que, texto e imagen se conjugaban
dando lugar a un mensaje homogéneo, unitario, sin equívocos, contundente, en el que
los distintos componentes de la viñeta tenían un sentido sólo en cuanto estaban
asociados y en cuanto contribuían a aclarar el contenido latente, que a la vez que dice de
una form¡¡ de mirar III que est:l sucediendo, también muestra una intencillnalidad clara:
resumir la política editorial del periódico y el pensamiento del partido o facción
partidista con el que éste se identi fícaba.
Los caricaturistas eran reiterativos en el uso de algunas simbolizaciones, se
apoyaban en ciertos estereotipos y acometían contra determinados personajes, casi hasta
la obsesión, causando la impresión de estar haciendo un producto meramente
propagandístico. Cassin:r en El mito del Estado nos da una clave para comprender
mejor este <lsunlo, cuando explica que en las sociedades modemas la lucha por el poder
ha involucrado técnicas de propaganda masiva a través de las cuales se orienta y se
manipula a la opinión pública y se crean o rehacen mitos como el del caudillo salvador
en épocas de graves crisís o de grandes tensiones sociales, sus ret1exiones fueron hechas
en los ai10s cuarenta a la luz de las experiencias políticas rusa, alemana e ital iana:
"Siempre se ha descrito al mito como resultado de una actividad
inconsciente y como un producto libre de la imaginación. Pero
aquí nos cncontrllmos con un mÍlo eluborudo de ucuerdo con un
plan. Los nuevos mitos políticos no surgen libremente, no son
I!-Lltos si Ivestres de una imllginación exuberante. Son cosas
arti ticiales fabncadas por artífices muy expertos y habilidosos.
Le ha locada al siglo XX, nuestra gran época técnica,
desarrollar una nueva técnica del mito. Como consecuencia de
ello, los mitos pueden ser manu faclmudos en el mismo sentido y
según los mislllos métodos que cualquier otra arma 1l10dema,
igual que ¡)metralladoras y Cllllones (... ). Fue en 1933 cuando el
mundo empezó a preocuparse algo respecto del rearme de
212
Alemania (... ). Pero, de hecho este rearme había empezado
muchos años antes, aunque pasara inadvertido. El verdadero
rearme empezó con la aparición y el auge de los mitos políticos
(... ). El rearme militar era solamente la consecuencia necesaria
,,181
. po l'ltIcos.
.
deI rearme mentu I pro'd UCI'd o por Ios I1l1t05
La propaganda masiva es un recurso en la vida política modema y es
fundamental en los momentos de gran tensión. Los periódicos colombianos no han sido
ajenos a tal circunstancia. La caricatura de entonces, sin duda, cumplía funciones de
propaganda política al irradiar la opinión pública con sus representaciones, sus
grafismos e ideas moldeadas en imágenes metafóricas o analógicas. La dinámica del
conflicto inlerpartidista que cada vez dejaba menos espacios libres, hacía más
irremediable tales características.
El formato de las vifietas era rectangular o cuadrado, generalmente tenían un
título a manera de abrebocas o encabezamlCnto, que brindaba pistas al leclor.
Recordemos que uno de los rasgos característicos de la caricatura política consiste en
pennítir la identifkación de los hechos y los personajes. A veces, los dibujos venían
enriquecidos con textos
ylo diálogos de los personajes involucrados, también con
letreros o palabras que ayudan a designar algo o alguien o para dejar en claro un
mensaje o un icono; por ejemplo: el hombre viejo de sombrero ancho, barbado, de ruana
negra y armado de rula y armas de fuego, eonque se representaba al conservalismo en la
prensa liberal, easi siempre llevaba impresa la palabra "col1servatisl11o" y fue tan
recurrente que pr5clical11ente se convirtió en un estereotipo. Veamos a continuación un
ejemplo de lo dicho.
181 Cassircr, Ernst. El mito del estado. Fondo de Cultura Económica, México D.F., 1" edición, 3"
reimpresión, 1974, cap. XVIII "La técnica de los lllilOS políticos modernos", pp. 333-334.
213
bt ."Campuíia
eleccionarill". -¡Qué inocentes son los
liberales' Creían que yo iba ajugar limpio... !"
Fuente: El Libera!, lebrero 21/1947, p. 4".
Aquí tenemos al arquetipo de gamonal con el que el earicaturista
Adolfo Sall1per representaba al conservatisl11o colombiano. Un
ser manipulador de "trucos" y violento "armas prohibidas", con
las cuales realizaba sus campañas electorales. Su estampa de
típico hombre de los campos de la región de Boyad es
complemenwc1a por un semblante de cinismo con pocos o nulos
escrúpulos. La canasta indica carga de votos fraudulentos.
214
Las armas de fuego o corto-punzantes tenían leyendas de "violencia liberal",
"violencia conservadora" o "persecución" según el diario, las circunstancias o el tema.
Todavía se apreciaba, a estas al!uras, el recurso de las trovas o estribillos irónicos tan
propio de los cultores del género en el siglo XIX. Hay otra serie de elementos ditlciles
de tabular pero que tienen un sentido específico, como la sonrisa sarcástica o cínica con
que era dibujado Alfonso López Pumarejo, o el gesto de amargura y de rencor en el
í
rostro de Laureano GÓmez. Los gestos, los ademanes, las posiciones, el vestuario, los
rasgos faciales y los recursos simbólicos y emblemáticos, objetos, leyendas y diálogos,
constituyen elementos integrantes de una totalidad coherente en la que no cabe aislar a
ninguno de ellos. Parafraseando a Lorenzo Vilches, podríamos decir que en la caricatura
como en los
cOll1ics "( ... )
imagen y texto mantienen una vinculación indisociable"
. d
'
. d'Ices IX?-.
sien
o erroneo
consl'd erar Ia una o e1otro C0l110 apen
Su articulación con la línea editorial era clara, más no necesariamente con el
comentario central del periódico. Los símbolos de carácter político, social o religioso,
utilizados, eran conOCIdos y tuvieron amplio despliegue en el discurso escrito y hablado
de la época en el mundo yen Colombia. Acú adquiere pertinencia la rel1exión de Ernst
H. Gombrich acerca del estudio de contenido dc las imúgenes simbólicas, en el sentido
de que la tarea de interprctación de ellas sólo es factible teniendo en cuenta el contexto
en el que están insertas y que en tal dirección: "la misión del historiador es determinar el
significado preciso de los símbolos utilizados por el artista"IX3.
En el
LISO
de estos símbolos se percibe una nítida intención; así por ejemplo, el
de la hoz y el martillo fue utilizado por los caricaturistas conservadores para
estigmatizar a sus adversarios liberales, quienes quedaban pintados y eran señalados
como enemigos de la democracia y de la religión católica, además de subversivos y
propiciadores del caos y la violencia. De otro lado, la cruz gamada en manos de los
caricaturistas liberales, es el símbolo con el que se busca identificar a los conservadores
y muy especialmente a la fracción laureanista y a su jefe. Las atrocidades del régimen
hitleriano se empezaron a conocer en plena segunda guerra mundial, de tal 1'0l111a que
cualquier asociación con sus ideas implicaba un alto descrédito; de eso eran conscientes
182
18)
Cfr. Víkhcs Lorenzo. Teoría de
(;1 imagen periodística. Paidós EdicIOlles. 13arcclona, 1987. p. 189. Cfl'. GOll1brich, Ernst. hnilgelles simbólinls. Alianza Editorial, Madrid, 1990, pp, 23 Y 71, 215
las elites y por ello, no se escatimó espacio para enrostrarle a GÓl11ez, en espeCIal, la
imagen de simpatizante del nazismo, cosa que logró fastidiarlo bastante.
Unos y otros competían con pasión y vehemencia por fijar al rival una imagen
negativa y por za farse de aquella que se les quería imponer. Se presentaba un
contrapunteo, no del mismo tenor del que se puede hablar respecto de un debate
parlamentario, sino en el plano de lo que pudiera considerarse una guerra de imágenes;
por eso la rel1exión de Alvaro Gómez en cuanto que la caricatura cuando es eticaz "( ... )
no puede ser contrarrestada, no es susceptible de réplica, ni de rectificaciones
posteriores"I,~, pierde validez para esta época, puesto que los caricaturistas apelaron a
las am1as del rival para dcCenderse, para atacar y para contraatacar.
El diario El Tielllpo dio cabida a varios caricaturistas que se identificaban con su
1
apellido o con un seudónimo, entre ellos cabe destacar a: Alberto Arango (quien trabajó
para El Espectador en los años treinta), Serrano, González, Rincón, Franklin, López R.,
Chapete, K.O., Quin, (después de los años cuarenta) Entre estos los más destacados
fueron: Arango, Rincón, Chapcte, Serrano y Franklin por su mayor creatividad y
; producción. El Liherol cn cambio, trae siempre los cuadros de Adolfo Samper. En El
Siglo, la mayoría de las caricaturas aparecen [irmadas con seudónimo (muy pocas
carecen de firma autógrafa), entre los que encontramos a Jack Monkey (José "Pepe"
Gómez), Pin Pon, Grans, O.K., Belmol, Joselim, Chaplin, Donald, Mickey, uno que se
identificaba con el símbolo de un pez y otro con el dibujo de un ratón. De ellos, los de
mayor aparición fueron Chaplin, Donald y Mickey, en quienes se detecta una fuerte
¡ influencia de "Pepe" Gómez por la Jarma de sus trazos y hasta es probable que sean una
¡
t misma persona 1,5. Las caricaturas en gran parte están ubicadas en la página editorial
l
°, en los años
(4"), pero en El Siglo y en El 7i' e 1IIj7
treinta, se publicaban en la primera
ji página en un cuadrado bastante grande, indicio claro de la importancia que se le daba a
.J¡
, este género en el combate político . 184 Cfr. Osulla, Iléelor. Op. ell. ]l. l)
185 No llle ha :.iLiD pO:'lble eS«lolcen el (los) IHllllore(S) de estos c,meatunstas. Soore ellos llO se ha
realizado hasta ,Ihora lllllgum Illvestlgaclóll eOlloelLüL SCgllll Alvaro GÓlllCZ Hurtado, Cll 1988 cstaba ell
curso un trabajO ele recopilaelóll ele la obra dc "Pcpe" GÓlllCZ.
216
La cruz gamada nazi era uno de los símbolos más frecucntementc uti l!zado por
los liberales como recurso para indicar peligro para las libertades, para las instituciones
democráticas e inl11ll1ente uso de métodos violentos, de la misma forma que lo eran los
símbolos del comunismo, el oso y la hoz y el martillo en manos de los conservadores.
Otros símbolos, serán explicados en la medida que avancemos en el texto, teniendo en
cuenta que:
"El símbolo es entonces bastante mós que un simple signo: lleva
mús alJú de la slgni licación. necesita de 1<.1 interpretación y éSIa
de una cierta predisposición. Está e<.lrg<.ldo de <.Ifectividad y
) .
I ., IX(,
,. .
( 111<.1111151110 t... ,Juega COIl eSlIllCllIr<JS l11enta cs.
Lo cual quiere decir que la ubicación de su sentido o significación dependc de la
fomla como se articule con una situación, con las figuras y con los demás atributos con
que es creado o recreado y por ende con el contexto histórico preciso. La caricatura
política. como hcmos podido ver, cllenta
COI1
una larga tradición en la historia
colombiana y tiene rasgos similares a los del libelo. el panfleto y la sátira periodísticos.
para deCirlo
l'll
términos dcl historiador argentino Amadeo Dell'Acqua:
H( ... )telllible
an1l<l de combate, en especial contra aquellos
gobiernos que guardan
razones para temerle
Incuestiol1:lblemente, ningún é1l1ist:l pudo sustraerse <.11 Ilam<.ldo
cautiv:lnte y siempre peligroso de la incursión por los labelintos
de la caricatur<J, sobre todo la de cmúcter político. La muda
elocuencia de la línea cobra eXIstencia real. pasión y fuego,
hasta tré1nsformarse, C0l110 se ha visto repetidamente, en divisa
de combélll'. Leunardo de Vinci, Miguel AngeL Alberto Durero,
Pedro 13n:u¡,;lh.'l, Rcmbrandt van Rin, Francisco de Goya y
Lucientes, en Los Caprichos: P<.Iblo Usteri, con dibujos en que
ataca <.1 los partidos políticos: HOllorato Daumier. lllofúndose de
los poderes: Gustavo Doré, etc .• son ejemplos por demás
conocidos. ,,1 Xi
e.. ).
La cualidad signiticante y generadora de sentido de la caricatura puede justificar
: ejercicios analíticos que la aíslen con el fin de hacer análisis sel11iológico, a la vez que le
1St Cfr Cilc\'C:ilcr. .kan y AI,ln GilccrbrallL Diccíonario dc los símbolos. Editorial Herder, Barcelona,
.1993, p. Il).
1&7 Cfr. Dcl\'Acquu, Allladeu. Ll caricatura política argentina. AntologÍll. EditOrial Univcrsltariu de
Buenos Aires. Buenos Ain:s, 2a ediCión, 1%3, pp. 8, 11 Y 12. Estc autor plantea llna clasificación de lu
caricatura en trcs grupos: dcformativu, caracterizante y simbolista, (p. 11) quc para nuestro caso, no ticn~
mucllo sentido. cn r;¡zón de que los dibujos unalizados contiencn simultáncamcnte estas tres
características y porquc cn vez. de sus aspectos extcrnos lo que nos interesa es el anúlisis de contcnido. .
217
megan estatuto de documento histórico porque: "no vemos en ella un documento que se
pueda leer y del cual extraer datos para talo cual reconstrucción histórica ( ... ),d8g, lo
cual constituye un craso error, pues se olvida que la historia es mucho más que la simple
reconstrucción de episodios puntuales y que además de estos existen otros
acontecimientos o creacIOnes relativos a procesos de la realidad imaginada cuyo
desentrañamiento sólo puede hacerse con el apoyo de fuentes no siempre tradicionales,
siendo la cancatura una de ellas.
Lo que pretendemos hacer en el conjunto de la investigación de tesis. es un
trabajo en el que, sin detrimento de la perspectiva del historiador, se analizan y
clasifican las caricaturas por períodos, personajes, instituciones y por recurrencias
temáticas para cuyo efecto procedimos a la identificación de las figuras, partidos y
temas centrales que sirvieron de inspIración a los dibujantes. En cada sección procuro
dar cuenta de la lógica histÓrica de producción de sentido de las caricaturas, al
relacionar sus contenidos, los símbolos. las leyendas y los signos utilizados, con la
retórica expucsta en editoriales yen titulares de primcra página, con la dinámica de los
conflictos, con los sucesos políticos cotidianos y con las relaciones entre los partidos, y
sus respectivos imaginarios tradicionales. Con el objeto de brindar otros elementos
útiles para la comprensión de significados, he recurrido a las informaciones que
diccionarios de símbolos aportan acerca de la función simbólica de algunas imágenes y
alegorías utilizadas en bs caricaturas lx9 .
Al linal de cada apartado se colocan las imágenes ese ancadas de las caricaturas,
la fuente de la cual han sido tomadas. Inmediatamente después, se explica de su
contenido primario, la trama de las mismas, la descripción del conjunto de elementos
iconográficos y apuntes sobre el mensaje o significado que se quiso producir. Es decir,
el análisis cubre tanto el aspecto iconológico como el pre-iconográfico. De alguna
manera. nos movimos en concon1ancía con la ensei'íanza de Todorov en el sentido de
proceder a interpretar lu que el dibujante quiso decir y a explicar su relación
Antonio Javier. ''F:llfrejigllrtls y escrílllms" en Otras Quijotadas, :-,¡o 3, Medellín, 1986.
Me refiero a los siguientes tcxto~: Chcvalicr, kan y Aluín Ghcerbrant. Op. cit., y CirlOI, Juan Eduardo.
l>iccionario de símbolos Editorial Labor S.A., 10" edición. Sanlafé de Bogotá, 1994.
19B Jurul11illo,
IB9
218
~ntextualll)IJ. Hacia el linal de la tesis presento a título ilustrativo, las tablas con los
~cursos
icónicos de mayor
LISO
c importancia en el trabajo de los dibujantes.
Los caricaturistas liberales y conservadores dibujaron a los líderes más
~epresentativos
de ambas agrupaciones. En El Siglo, aparecen según el poder detentado,
~u importancia en el juego político o su proyección, de ahí que en cada eoyuntura o
¡,eríodo de gobierno se noten cambios de personajes. Alfonso López Pumarejo, por
¡ejemplo. está en las vií'íetas e11 muchas ocasiones mientras fue presidente del país o era
¡candidato a la presidencia, sus inlllc(hatos colaboradores, entre ellos Alberto Lleras
iCamargo. Darío Echandía. Carlos Lleras Reslrepo, Gabriel Turbay, lo acompaJ""'ían casi
¡pennanentemente. Cada uno de ellos era uti Iizado con mayor o menor intensidad de
acuerdo con el protagonismo, con la responsabilidad en hechos de especial significación
ocon los cargos que estuviesen desempeí'íando. También sobresalen Enrique Olaya
Herrera, Eduardo Santos, Jorge Eliécer Gaitán, Enrique Santos "Calibán", Darío
Samper, Jorge Uribe Márquez y Francisco José Cháux, entre otros miembros de las
directivas liberales. En una muestra cercana a las 500 caricaturas analizadas, tomadas
del diario El S'ig/o, encontramos los siguientes datos: (véase cuadro N° I en la siguiente
página)
190 Al respecto éste aulor sostiene: "por interpretación entendemos el intcnto de afirmar lo que el locutor
diJO y la manera cómo comprendió, de hecho, lo que dijo.
o no expresado explieitamente esta
comprensión. Por explicación elltclldemos el mtento de afirmar las implicaciones de sus aserciones que él
mismo no había advertido". ('ti' TodolOV, T.Op. cit. p. 21.
219
Cuadro N° 1. Líderes políticos libenlles cHricaturizados
Número
de Refércfldas
53
44
25
"Calibáll"
21
12
6
64
220
Los dibujos de personajes de la misma corriente son pocos, unos cuantos sobre
Laureano Gómez y en 5 ocasiones sobre Mariano Ospina Pérez, todos de carácter
positivo a diferencia de los anteriores.
En la prensa liberal, por el contrario, el personaje que concentra la mirada de los
caricaturistas es, de lejlls, Laureano Gómez, quien aparece en 74 oportunidades en una
muestra de 190 cuadros, le sigue Guillermo León Valencia en 7 y otros (Mariano
Ospina, Gilberto Alzate A., Silvio Vi llegas, Luis Ignacio Andrade) en 13. Sobre
personajes del propio partido liberal hallamos 15 referidas especialmente a Alfonso
López, a Jorge Eliécer Gaitán y a Eduardo Santos, algunas con fuertes ataques en razón
de las rivalidades internas en este partido.
En las caricaturas se observa un proceso sistemático de destrucción simbólica de
los dirigentes adversos, pues además de los asuntos corrientes, aparecen asociados a
imágenes y acciones que los muestran corno líderes belicosos, agresivos, en suma bajo
una faceta negativa y desastrosa para la sociedad. De esa percepción generalizada sólo
escapan por breves momentos Alberto Lleras y Mariano Ospina Pérez; el primero
cuando entró a reemplaz3r a López PUlllan.:Jo en 13 presidencia en agosto de 1945 y por
haber ofrecido efectivas garantías electorales al Partido Conservador en los comicios
presidenciales de 1946, actItud que le granjeó comentarios editoriales desde El Siglo
que lo colocaron en el sitial de los hombres ejemplares de la patria pues esto se llegó a
decir de él: "( ... ) hay una ligura humana que se destaca sobre lodo el panorama
nacional: la del Presidente Alberto Lleras ( ... ), ha sido el autor de esa obra inmensa.
Loor etemo a su nombre" I'JI. El segundo, porque encarnó y propuso una política de
conciliaCión y de entendimiento entre Jos dos p3rtidos a través ele la Unión Nacional, la
cual tuvo una relativ3 eficacia en distintos momentos de su mandato.
Otra de las cosas que sobresale ell estas composiciones es el esfuerzo por
aprovechar las divisiones internas de la colectividad rival. La mirada liberal concentrada
en la figura de Laureano Gómez no sólo resume el temor ante lo que consideran un
peligroso espíritll de cruzada de la extrema derech3 del país, sino también el deseo de
- - - _ . - ... _ - - ­
191 EL Siglu, Illayo M4G. p, 4".
221
alentar a las otras facciones conservadoras para que no se dejaran aplastar por la
"disciplina p¡¡ra perros" instaurada por él. ni arrastrar al campo de las ideas fascistas y
falangistas. A su vez, desde el ángulo conservador Jaureanista, se atizan y se exageran
las disputas entre los célLldillos y jefes del liberalismo para desconcertar a sus
seguidores, por eso el tono de los ataques varía según la ocasión, como cuando se
muestra a Gaitán en calidad de víctima de la casa Santos, o a López PUll1arejo
enfrentado con Eduardo Sm1tos, o a Lleras Reslrepo. Echandía y Francisco José Cháux
compitiendo deslealmente por g,lJ1ar la nominación liberal para la presidencia.
De acá en adelante me propongo exponer lo hallado sobre cada personaje y cada
tema. Me detendré con especial énfasis el1 las caricaturas sobre dos grandes personajes
antagónicos: Gaitán y GÓmez. Después abordaré a otros dirigentes de los dos partidos
tradicionales y concluiré con una detallada explicación de las instituciones y temas que
centraron la mirada de los dibujantes: cada uno de los partidos. la Unión Nacional, la
violencia política, las elecciones y el comunismo. entre otros.
222
V.l. La /llUl.'rfe simbólic;¡ de Jorge Éliécer (,';¡ifúl1: "El N('gro"
El 9 de Abril de 1948, siendo la una y cinco minutos de la tarde, fue asesinado
en BogOlá, el líder y caudillo liberal Jorge Eliécer Gailán Ayala. El homicida, según las
versiones de muchos tesligos y de los expedientes Judiciales de la época, un hombre que
sufría perlurbaciones menlales, de nombre Raúl Roa, fue, a su vez, muerto a golpes y
arrastrado por las calles aledaÍlas por una multitud enardecida que clamaba venganza.
Así comenzó a fraguarse en el país lino de los levantamiclllos populares más
devastadores, sino el que más, en la hisloria eolombiana. El doble suceso ha dado pie a
numerosos escritos, produclll de investigaciones y de testimonios, con los euales se ha
pretendido no sólo esclarecer lo acaecido sino también inlellJrelar sus causas y explicar
sus consecuenCias.
La protesta popular conocida inicialmente como "el Bogotazo", en razón del
impacto causado en la capital, se extendió por disímiles puntos de la geografía nacional,
como se ha venido demostrando en estudios recientes entre los cuales cabe destacar los
de Gonzalo Sánchez, Gonzalo Buenahora y Apollinar Díaz Callejas '91 , La magnitud de
los sucesos puso de presente el profundo calado que había logrado el dirigente liberal
con su discurso redentor. Su oratoria, sus consigllas contra la oligarquía a la que culpaba
de los males principales del país: la cCl!Tupciól1 moral y la violencia política; su
capacid<ld de control sobre las multitudes puesta a prueba en las grandes movilizaciones
con antorchas yen las marchas silenciosas, habían hecho crecer su figura hasta el punto
de convertirlo en caudillo mesiánico.
Su compenetración con las masas reunía las características de experiencias
similares en la vida política del viejo continente como la de la Italia üIscista con
Mussolini en el poder desde la década del veinte y la de la Rusia Soviética bajo el
liderazgo de Stalin. Ambos líderes impulsaron el culto a su personalidad y estimularon
las grandes movilizaciones de masas, los desfiles
COI1
banderas y con cánticos de
192 Véase, Sánchez, Gonzalo. Los dhls de la revolución: GlIitlluismo y nueve de lIbril en 1)I'ovincill.
Centro Culturul Jorge Eliécer Gailún, Bogolú, 1983. Díaz Callejas, Apollinar: Diez díllS de poder
popular: cl9 de llbril 1948 en BllrranclIbermcja. Editorial Lubrador Fcseol, 2" edición, Bogotá, 1989.
Alape, Arturo: "[/9 de (llml ell!)/'()\'ill1'Ía" ell Alvaro Tirado M. (Director Cicntífico) Nucva Historill de
Colombia. TOl11o 11. Plancla Colombwna Edllonal, l3ogol~l, I()89.
223
estrofas y consignas, dominaron los medios masivos de comunicación de tal forma que
los convirtieron en dócil instrumento para mentalizar a la población en tomo a la
defensa de unas ideas claves. La fuerte compenetración entre masa y caudillo es lino de
los factores que ayuda a entender la reacción destructiva de las masas y la lógica
vengativa de su proceder cllamlo se enteraron dd crimen, asunto muy bien tralado por el
historiador Herberl BraUll en
¡'HNf;¡roIJ
:/
(7:JÍf:íll.
tnto en el que realiza un
pomlenorizado estudio del curso de la reacción del pueblo gaitanistal~J.
Para una gran mayoría de la población, el asesinato de Gaitáll y el levantamiento
popular que le siguió, representó una de las más grandes fhlstraciones en la vida del
país. El caudillo liberal había creado una expectativa de mejoramiento y de refom1a
social y una atmósfera positiva impregnaba el ambiente cargándolo de renovadas
esperanzas en un mañana prol111sorio, En un período de tiempo relativamente corto,
Gaitán se había convertido en el año 1947 en Jele único del liberalismo colombiano.
Dejó de ser el causante de la derrota del partido en las elecciones presidenciales del 46,
cuando se enfrentó al candidato oficial Gabriel Turbay, para asumir la dirección con el
reto de reconquistar el poder en las elecciones de 1950. Ya no era el divisionista sino el
unificador de su colectividad.
Al momento de su muerte, :,u prestigio y su arrastre de multitudes era de
dimensiones colosales, Aún en su propio partido, los jefes que no simpatizaban con sus
ideas, con sus tácticas y con su estilo que tenían por populista, y que lo habían eritieado
o le habían disputado el liderazgo, no tuvieron más remedio que aceptarlo como jefe
único.
)\0
haberlo hecho les hubiera representado la muerte política. El partido
conservador, por su parte, tenía conciencia de que Gaitán era un rival ante el cual la
derrota electoral y la pérdida de la presidencia sería inevitable; por ello, sus dirigentes
desde diversos medios y escenarios, lanzaron una intensa ofensiva para desprestigiarlo,
El periódico laurealllsta El
arremetió desde mediados del
3i10
47 con titulares de
primera página, editoriales y caricaturas contra la imagen del caudillo y de su
movimiento. Desde entonces y hasta los días previos a su muerte, no escatimaron
epítetos, adjetivos de grueso ca libre, acusaciones de distinta índole, asociaciones con
193 Cfr. Braull, Hcrbcrt. Mataron a Gllitán. Ccntro Editorial Univcrsidad Nacional de Colombia, Bogotú,
1987. El asunto es tralaclo el: los
VI, VII, v VIII.
224
ideologías totalitarias, analogías con el desorden y la anarquía, asocJación con
delincuentes y pillos, alusiones
él
promesas demagógicas, etc" con los cuales pretendían
detener y afectar su creciente popularidad. Todo ello parecía tener como estímulo o
causa el deseo de Gómez de ganar la presidencia para el siguiente período.
El impacto del 9 de abril sobre la mental idad de las gentes pudo conducir a una
distorsión de la perspectiva histórica. A suponer por ejemplo, que el asesinato de Gaitán
y el9 de abrí! constituyen el punto de inflexión de nuestra historia, a pensar que ahí se
partió en dos la histona nacional, como gustan decir los hacedores de frases, ya deJar de
reconocer que tales episodios no fueron otra cosa que la expresión de tensiones larvadas
en un largo proceso de intensas y apasionadas rivalidades políticas entre liberales y
conservadores. Rivalidades que seguían aflorando en la vida política cotidiana, no
obstante que el recuerdo dI..' la última de las guerras civiles en quc se habían precipitado,
la de los mil días
(U~99-1902)
parecía ser algo
111 uy
lejano y ya superado. La fractura de
la sociedad colombiana entre dos agrupaciones irreconciliables, la de los partidos
tradicionales liberal y conservador,
1..'11
vez de morir, revivía
1..'011
inusitada energía en
éste tipo de coyunturas.
Los pormenores de la evolución de los episodios y hechos que se produjeron en
aquellos momentos. han sido esclarecidos por varios investigadores -Eduardo Santa,
Herbert Braun, Artmo ¡\jape, Gonzalo Sánchez- e incluso, es posible encontrar
abundante información en documentos testil1l0niaks (publicados como libros) de
protagonistas de los acontecimientos -Carlos Lleras Restrepo, José María Nieto Rojas,
Rafael Azula_ 194 , Sin embargo, no contamos con suficientes estudios que se ocupen,
COI1
propiedad, del análisis de la producción discursiva, es decir, de las ideas, que permita
apreciar el conjunto de valores y visiones cn las quc sc apoyaron liberales y
Cfr Santa, r~du~lIdo Qué pas{¡ el 1) de abrir! EdiclOlles Tl'l'c.;r MUlldo. 1" edición, l311golü. 198.'1;
I krbe'JI Op, e'il.. 1,l.:r;ls II.cslr"IJo. ('arios, De la repúblícll a la dictlldura, Edilorl;t! Orgra,
Bogotá. 1<)55; Nieto Ro}!o, José M,lria, Lll b'l!'llla ('Outnl el comunismo en Colombia, Empresa
NaCIOnal de l'ublicaelolle05. t3o¿,:otú. 1')56; Y Ai'ul:l Barrera, Rat~lcl. De hl revolución al orden lluevo,
Editorial
Bogotá, 195ú. Cuyos tílulos expresan ya la visión programática e ideológica resumida de
las miradas de los autores. Sanla es un historiador de extracción liberal, Lleras Restrepo era uno de los
tres grandes
dcl liberalismo, Nieto era UIl parlament~ll'io cOllservador originario dIO Boyacú y A/.ula
fue el secretario privado del prcsldclltc
Pérc/.,
194
[3raul1.
225
conservadores para enJ'rcl1tarsc el1 términos tan destructivos l '!) Hemos considerado
oportuno reproducir en la página siguiente algunas fotografías (4) con diversas
semblanzas de Gaítán antes de entrar a hablar de su carícaturízación, para que el lector
tenga ocasión de hacer las debidas comparaciones
1'5 Véase, Perca, Carlos Mano. I'orque la sangre es espíritu. Institulo de Estudios Políticos y Relacioncs
Internacionales (IEPRI) UlliversIdad '\Iaeional de Colombia y Aguilar Editorial Santillana, Santafé de
Bogotá, 1996; Accvcdo, Durío. Op.cil.; e11 los cualcs se intenta UIl un:I1isis dc los editoriales, discursos y
titulares de preIlsa de IJ época.
226
Fuentes: alTíba de í/.quíerda a derecha, Gaítán Jaral11íllo, Gloría. Bolívar tu\'o un caballo blanco, mi
c. Santa!'': de l3ogotú, 1998, p, :;O(¡ y p, UZ, Abajo de
él derecha,
Melo, Jorge Orlando, (Dírcclor i\e:ldélllíeol Endclopcdia TcmÍltic;l de Colombia. Tomo 11. Círculo de
Lectores, S;¡nlalc dc Bogolú, J 991, ¡l 51.3 Y Gai¡¡tIl, Clona. OJ), elt, p, .'S5.
papá un Buick. Tomo L
Descripción: en la parle superior: a la izquierda Gaitán acudiendo a las urnas, A la
derecha con su hija única Gloria. En la línea inferior: a la izquierda en pose de orador y
a la derecha acompañado por seguidores.
227
La primera condición que debía reunir un personaje para ser caricaturizado era la
de haber protagonizado algún hecho específico de cierta relevancia. haber tenido algún
tipo de figuración política. claro que además de lo anterior el personaje debía acreditar
una trayectoria política de tal forma que no fuese un desconocido. Las primeras
caricaturas sobre Gait{¡n fueron obra ele Rendón y de "Pepe" Gómez cuando GaItán
apenas cstaba íniclClmlo su I'ulgurantc carrera política y ya descollaba en cl Congreso y
en ensayos disidentes
C011
la conlormaclón de la Unión de Izquierdas Revolucionanas
tNIR- en 1933. proyecto desde el que pretendía instaurar un socialismo a la
colombiana. En aquellos años eran otros dirigentes los que se ganaban los dibujos
zahirientes de los caricaturistas. Lo más sonado que hizo entonces fue el debate que
adelantó en la Cámara de Representantes (cámara baja del Congreso colombiano) contra
el gobierno de Miguel Abadía Méndez por la "masacre de las bananeras". En dicho
debate logró demostrar la
resp()ns~lbilidad
del gobierno, del ministro de Gobierno
Ignacio Rengifo- y del general de la policía Carlos Cortés Vargas, en la represión
injustificada y aleve de las tropas contra los trabaJadores bananeros que realizaban una
huelga contra la empresa estadounidense United Fruit Company. Lo cierto del easo es
que estos dos caricaturistas tenían sus ojos sobre otras personas de mayor rango e
importancia que la que reunía Gaitán, sin embargo dejaron sobre él su testimonio que se
aprecia en Jos siguientes dibujos.
228
~
l)r,
JülH;F EUECER GAITA:"
vi,,,,
.
.:-.~
pUl R"..don.
()3. Fucntc: Colmenares. Gerlllúll. Ricardo Rcndón: 1I1111
fuente para el estudio de 1" opinión pública. Fondo
Cultural Curetero. [3ogotú. 191\4. p. 238.
En este primer dibuJo de Gaitán por Rendón, no se alcanza a
plasmar una intención destructiva de la imagen del caudillo.
Rendón era un buen retratista y como tal le hizo retralos tipo
caricatura a más de un dirigente nacional. Así pues, en esta
lámina no hay nada más allá de la línea algo exagerada con la
que se resaltan los rasgos físicos sobresalientes del personaje
como también algunos relativos a su presentación: el pelo
engominado. el uso de corbatín que muestran cuan preocupado
era Galtlln en cuidar su aparienCia. de otro lado las líneas
angulosas de su rostro aindíado. En suma una versión muy
benévola.
229
64. "La última zambra: la
gente con un exceso! de
ingenuidad increíble,! esperaba que el congreso! (kspués de
tanto proceso! le haría la vida vivible./ Mas vio que en
forma in~l\ldítal imperaba 1:.1 violencia! y quc era una
guacha lita! de politiCe¡ jesuita! 1.'011 dietas y presidencia.! '{
llena dc Índignación! salió allln de su sorpresal allcrminar la
I'uncíón/ y desentabló el salón! y cchó abajos a la empresa."
Fuente: Gonzúlez, Beatriz . •José "Pepe" GÓmez. Historia
de la caricatllnl en Colombill. Fascículo 2, Banco de la
República, Biblioteca Luis Ángel Arango Editores, Bogotá,
1987, p. 18; Y publicada originalmente en: F'(lIIfoches,
noviembre 23 de 1929.
En esta carícatura, Pepe Gómez deja ver su manera de apreciar
el trabajo de los congresistas: un ambiente de algarabía, de
desorden, de circo. de contradicciones e improductividad, No
hay rumbo Jli coherencia, Allí sobrcsa le la figura de Gaitán (el
que resbala sobre la mesa) quien ya hacía sus primeros pinos
con el debate por la masacre de las bananeras,
2JO
65. "Liberlad de palabra: Uribe. recÍenlell1elllej se dobló ante
Juan Vicente! y no dejó, humilde y líel,! que un Illuchacho
inteligente! contura su historia cruel.! Y :Jyn, C01110 Ull
sacristán.! silenció a Eliécer Gaitán! y lo trincó muy ufano!
para incensar con afán! al (helador italiano.! Como esla
prúctica impera.l solo es posible que vibre! la voz de la
plaiiidera;/ pero eslo ell Colombia entera/ se llama "tribuna
libre".
Fuente: González, l3eatriz. Op. cir. p. 49; originalmente en:
Falltoches. sepliembre 22 de 192i-L
Jorge Eliéeer (¡aitán es pisoteado por el Canciller de la República,
Carlos Uribe, quien era acusado de defender bs leorías de MussolillÍ,
y quien se negó a escuchar su alegato a t~lvor ele unos exilados
venezolanos perseguidos por el dicl~ldor Juan Vicente GÓmez.
231
Hacía 1940, cuando fue nombrado ministro de Educación por el presidente
Eduardo Santos, volvemos a topar con caricaturas que fueron publicadas en El Siglo.
Desde esa época lo dibujaban exagerando sus principales características físicas: muelón,
aindiado y negroide, las cuales eran usadas con el claro propósito de mostrarlo como un
lipo peligroso, vulgar y de baja calaña. Además se le muestra asociado a la masonería
con el fin de cuestionar sus dotes morales para el manejo de un asunto tan delicado
como la educación de la juventud colombiana. A propósito de esto último, se dijo en un
editorial de éste periódico lo siguiente:
"La persona y los antecedentes del doctor Gaitán no dejan
margen para optimismo alguno sobre lo que puede representar
en escándalo, atropello, exhibicionismo, petulancia, manía
innovadora y actividad malsana y atolondrada, su paso por el
ministerio (...). El doctor Gaitán es un hombre inteligente, de
fácil palabra, de condiciones oratorias. Su cultura es más
superficial que profunda (...), su imaginación es corta (...). La
cultura del doctor Gaitán se reduce a un mosaico de
logomaquias y fraseologías nacionalistas que estuvieron de
moda en las postrimerías del pasado siglo y primeros lustros del
presente. Por lo tanto es ateo, materialista, positivista (...). No es
hombre de activo comercio intelectual. Está pasmado (...),
puede servir para la demolición pero no para construir (...). Es
. dor no es un esta d'Ista. ,.196
un agita
El gobierno de Santos había trazado una directriz de amparo para acoger en
condiciones especiales a los republicanos españoles que huían de la dictadura franquista
en España. Varios de esos intelectuales fueron vinculados a centros educativos y
contribuirían al desarrollo de nuevas pedagogías y corrientes científicas y literarias. Por
tal razón, a Gaitán, responsable de la implementación de estas políticas desde dicho
Ministerio, se le dibuja como protector de revolucionarios, izquierdistas, anarquistas y
revolucionarios españoles, por lo tanto era considerado un "rojo", "procomunista",
"aleo" y "anarquista". Tales epítetos resumían la mirada conservadora según la cual
Gaitán era toda una afrenta a la cultura nacional y un peligro o amenaza para el espíritu
católico. Una vez se retiró del ministerio, los caricaturistas continuaron en su tarea de
desprestigio de los gobiemos liberales y de su obra. En el período presidencial
siguiente, la dirección del fuego se orientó contra López Pumarejo y la corrupción
196
El Siglo, febrero 2/40, p. 4".
232
oficial, en especial la de la familia presidencial. Por ello Gaitán dejó, transitoriamente,
de ser objeto de ataques.
233
66. "Te he aplaudido tanto Te he pedido tanto Te lo he pedido tanto He esperado tanto Que ahora si me vas a conceder el milagro." Fuente: El Siglo, febrero 2/40, p. 4". Gaitán le reza a una imagen de Eduardo Santos, en el cesto de la
basura han quedado abandonados sus viejas ideas y programas
de izquierda con las que fundó la UNIR y a las que renuncia
para ser ministro de Educación en este gobierno. Aquí
encontramos una alusión sarcástica a su arribismo. En el
editorial de la fecha se dijo: "Es fatal entregar el alma de los
niños y la mente de la juventud al azar de las caprichosas
quimeras de un exhibicionista". El encabezado es un juego de
palabras con el apellido del presidente Santos. La leyenda
redondea la faena del que es capaz de rezar aún en contra de su
incredulidad de izquierdista con tal de escalar posiciones de
poder.
234
67. Fuente: El Síglo, febrero 21/40, p. 4".
En esta caricatura anónima, Gaitán es dibujado a la usanza
vasca, en su solapa lleva el símbolo del comunismo y en la
leyenda él mismo se ufana de su semejanza con el líder de los
republicanos españoles, lndalecio Prieto: "Era lo que me faltaba
para parecemle a Indalecio Prieto: Revolucionario, izquierdista,
demagogo anticlerical, ministro... y oportunista". En suma una
persona sin escrúpulos parecido a todo aquello que los
conservadores consideran deleznable.
235
Un segundo momento en la caricaturización de Gaitán se detecta hacia mediados
de 1945, cuando el caudillo decide lanzarse a la candidatura por la presidencia aun en
contra del sentir y del deseo de las directivas oficiales de su partido. Este hecho explica
que su figura sea objeto de la mordacidad e ironía de los caricaturistas de los diarios
liberales. En efecto, tanto El Tiempo como El Liberal voceros del santismo y del
lopismo respectivamente, arremetieron contra Gaitán por medio de editoriales y
caricaturas en las que trataban de mostrar que el caudillo le estaba haciendo el juego al
conservatismo, que sus consignas eran las del otro partido y que andaba en tratos con el
laureanismo. Cuando menos, se advertía que su candidatura era divisionista y conducía
a una derrota segura del liberalismo en las elecciones presidenciales del ai'ío 46. El
historiador Herbert Braun acota que "en cierto sentido, Gaítán estaba ideológica y
políticamente más cerca de los conservadores. Su crítica al capitalismo en nombre de un
orden moral más elevado hacía vibrar en ellos cuerdas afines" y va aún más lejos
cuando afirma que:
"Laureano Gómez respaldó al "candidato del pueblo", y hasta
un mes antes de las elecciones El Siglo llevaba la vocería no
oficial del liberal (, ..) Las relaciones entre los dos eran lo
bastante estrechas como para alimentar rumores posteriores de
que los conservadores habían financiado la campaña del
caudillo. ,,1<17
Además, reconoce Braun, la dirigencia conservadora estimulaba la división en
las filas de su rival a sabiendas de que de esa manera podía alcanzar más fácilmente la
victoria. De ahí que el hostigamiento a que fue sometido Gaitán por los líderes del
liberalismo oficialísta tuviese como motivación el temor a perder el poder como
consecuencia de la actitud rebelde de éste. No es de extrañar, por tanto, que el periódico
El Liberal llegara a decir sobre él cosas del siguiente calibre:
"Lo que ocurre es que el señor Gaitán siguió explotando por su
cuenta todos esos pretextos, a fuerza de demagogia, y fomlando
con ellos una bandera que en realidad arrebató a otros amigos
conservadores y liberales.,,198
y días más adelante:
197
198
Braun, Hcrbcrt. Op. cit. pp. 156-57.
El Liberal, septiembre 25/45, p. 4".
236
"El hecho es que (oo.) los conservadores asisten a las
manifestaciones gaitanistas por orden de sus directorios (oo.), los
conservadores sueñan con que se repita en 1946 lo ocurrido en
1930 (oo.). El señor Gaitán no ha sido nunca liberal. Él es ante
todo gaitanista. Su implacable ambición personal no se liga
solemnemente a ninguna idea, a ninguna doctrina (oo.) No
entendemos, ni podemos compartir en ninguna forma que
existan puntos de contacto, o siquiera de analogía entre esas dos
políticas. El liberalismo y el gaitanismo son excluyentes,
inconciliables, desde todo punto de vista.,,199
Por su parte, el diario El Tiempo consignó su pensamiento en varios editoriales,
en uno de ellos, titulado "La candidatura Gaitán" se afinnaba:
"En la formación intelectual del doctor Gaitán, dejó honda
huella el contacto con la autocracia latina (oo.). Hasta ahora la
candidatura del doctor Gaitán parecía contar con la simpatía de
algunos sectores del conservatismo, que la utilizaron como una
punta de lanza contra el partido liberal (oo.). Realmente el único
personaje visible del movimiento es el propio candidato, y la
responsabilidad de los excesos, del fragoroso tumulto, de la
violencia organizada con todas sus nocivas consecuencias, no
puede localizarse en nadie distinto a su inspirador
intelectual. ,,200
En otro editorial titulado "Liberalismo, conservatismo, gaitanismo" se insistía en
descalificar a Gaitán:
"(oo.) y ante las dos candidaturas (Turbay y Ospina) está,
asimismo, la del doctor Jorge Eliécer Gaitán, fruto de una
agitación personalista, adelantada en forma tenaz y aguerrida
contra el régimen liberal, y que por tanto no puede considerarse
como disidencia de nuestro partido (oo.). El doctor Gaitán hizo
suyas todas las tesis oposicionistas más encarnizadas y violentas
que "El Siglo" había venido presentando contra las
administraciones liberales (00.)"201.
Razones no les faltaban a los conservadores para estar felices con la situación
creada por Gaitán en las filas de sus rivales. Desde mediados 1945 los editorialistas de
El Tiempo y de El Liberal habían expresado sus reservas frente a los métodos de
movilización y organización de masas puestos en marcha por el movimiento gaitanista
Liberal, octubre 1/45, p. 4".
Tiempo, marzo 20/46, p. 4".
201 El Tiempo, abril 2/46, p.4".
199 El
200 El
237
las principales ciudades del país. En efecto, ya para entonces, Gaitán había impuesto
,nuevo estilo de proselitismo político inédito en la historia colombiana que consistía
¡apelar al pueblo, en convocarlo a las calles, a las plazas públicas, en la realización de
ultitudinarias marchas y movilizaciones en el marco de una estricta disciplina yorden.
apolítica con él dejó de ser asunto de unos cuantos convencionistas que se reunían en
Ipacios cerrados como restaurantes y clubes a dirimir las candidaturas y a hacer planes.
80
asustó y alarmó enormemente a los líderes tradicionales que se referían a esas
rácticas con términos desdeñosos y despectivos: "espectro de anarquía", "tumulto
~sbordado",
"muchedumbres apasionadas", etc.
El acto de proclamación de su candidatura tuvo lugar en la plaza de toros "La
ianlaMaría" situada en un lugar céntrico de la capital el 23 de septiembre de ese año y
he un evento meticulosamente preparado. Durante una semana, llamada por la
lrganización "La semana de pasión", en los barrios populares y en las principales
dudades del país se llevaron a cabo diversos actos preparatorios en los que se anunciaba
la convención. Según Braun, "las sedes gaitanistas de los barrios se convirtieron en
centros de información política y en lugares de reunión donde se efectuaban bazares,
bodas y primeras
comuniones.
Servían
como
centros culturales
e
incluso,
ocasionalmente, como hospitales temporales,,202, las gentes desfilaban con antorchas,
coreaban consignas y lemas, agitaban banderas, entonaban cánticos, voceaban por todas
partes el periódico semanario Jornada fundado por el propio Gaitán, en suma se movían
llevados por una gran mística y fe en el caudillo.
Véase Braun, Herbert. Op.cit. p. ) 75 Y en las páginas subsiguientes se puede leer un extraordinario
relato sobre la proclamación de la candidatura de Gaitán, desde una metodología en que el autor revela su
empatía con la obra de Elías Canneti Masa y Poder.
102
238
---n
liA11 Al
a
la
Fuente: Gaitán, Gloria. Op. cit. p. 233.
Este cartel de propaganda electoral fue uno de los más conocidos y
usados por los seguidores del caudillo. El puño de su mano derecha
alzado en señal de combate, el rostro en una expresión de fortaleza
y vehemencia y la leyenda clara y simple con la que se señalaba el
rumbo: Ha la victoria". El cartel es toda una novedad en aquellos
años cuando la política se empezó a tomar las calles y las plazas de
pueblos y ciudades. Sus seguidores exhibían con orgullo y frenesí
este tipo de carteles en las marchas y en las concentraciones
multitudinarias
organizadas
por
la
JEGA203 .
203 Cfr. Bamicoat, John. Los carteles. Su historia y su lenguaje. Colección Comunicación Visual,
Editorial Gustavo Gili S.A., Barcelona, 1972. Los carteles de manera más clara que la caricatura se habían
convertido en instrumento auxiliar de la agitación política y social en Europa desde el siglo XIX con las
lparición de las grandes movilizaciones obreras, y sindicales y de los partidos revolucionarios y
marquistas.
239
Según El Siglo, a la convención asistieron más de 50.000 personas, el interés
nanifiesto de este diario por sacar provecho se puede apreciar en la circunstancia de que
Jurante una semana dedicaron amplio espacio a las crónicas, comentarios y al discurso de
3aitán. Mientras que los diarios liberales omitieron referirse a la misma o lo hicieron con
~rminos
desobligantes o minimizaron su importancia. No obstante, las páginas de
opinión si dejaron traslucir los temores crecientes de las directivas oficialistas, así, el
diario liberal La Razón citado por Braun, diría:
"El circo de Santamaría ha sido siempre destinado a los
espectáculos de género bárbaro, como los toros, el boxeo, etc.
Ningún sitio más apropiado para lanzar la candidatura del
doctor Gaitán que éste. ,,204
La irónica alusión al carácter bárbaro del gaitanismo es clara. A la vez, en El
Tiempo se calificó el evento como "una bizarra conjunción de lo dramático y lo grotesco"
yse afinnó que el gaitanismo estaba en poder de "avalanchas multitudinarias" en donde
pesaba más el instinto que la razón.
Enrique Santos "Calíbán", editor del mismo, en su columna Danza de las Horas
reconocería que su fuerte arraigo entre las masas se entendía mejor por el hecho de que
"Gaitán les habla en un lenguaje más fácil de entender, y se dirige a sus pasiones y no a
su razón,,205. Las críticas editoriales se expresaban gráficamente a través de la caricatura
editorial, en particular Adolfo Samper en El Liberal le dedica varios cuadros en los que lo
dibuja como un servidor de los propósítos de Laureano Gómez de dividir al liberalismo,
tal como se puede apreciar en las siguientes tres (3) viñetas:
204
Braun, Herbert. Op. cit. p. 187.
Tiempo, septiembre 24/45, p.4".
lOS El
240
68. Fuente: El Liberal, agosto 26/45, p. 4a •
Laureano Gómez, feliz, lleva en hombros a Gaitán, quien se
presta a la maniobra divisionista. Es de las pocas ocasiones en
que Samper dibuja a Gómez con cara alegre, con lo cual afirma
su mensaje en el sentido de que Gaitán es manipulado por éste.
Es tal la satisfacción que sonríe cuando Gaitán lo arrea como si
fuese un caballo, con una de sus consignas distintivas:
"Laureano, a la carga".
241
69. La leyenda dice: "Gaitán.-Oiga, patroncito ¿Aquí cuánto voy ganando?" Fuente: El Liberal, noviembre 16/45, p. 4". Laureano Gómez conduce un caballo y lleva al anca a Gaitán
quien a su vez lleva un bulto "restaurador". Detrás, va a pié y
pegado de la cola (indicando su actitud servil) Luis Ignacio
Andrade, copartidario muy cercano de GÓmez. De nuevo se
sugiere la alianza de los dos dirigentes, en la que Gómez lleva
las de ganar, pues en la leyenda Gaitán se coloca en condición
de inferioridad al tratarlo como "patroncito".
242
70. En la leyenda Gómez dice: "-Por estar embelesada con el Príncipe me dieron las doce!" Fuente: El Liberal, enero 9/46, p. 4". En una parodia del famoso cuento de los hermanos Grimm:
Cenicienta o El zapatito de Cristal, Gaitán hace las veces del
Príncipe que corteja a la Cenicienta representada por Gómez
quien luce una sonrisa de irónica satisfacción. Se presenta a
Gaitán como un líder dispuesto a aliarse con el enemigo con tal
de lograr sus fines, es decir, es un oportunista e inescrupuloso.
243
Veamos ahora cómo desde el otro bando, El Siglo aprovechó la ocasión para
mular la división en las toldas liberales. Las caricaturas y los editoriales revelan una
Ión no tan destructiva de Gaitán, se resalta su consigna de "restauración moral de la
úblíca" de la cual se consideran precursores ya que ese fue el espíritu de su batalla
lIra el segundo mandato de López Pumarejo. Ilustremos esto con lo que se dice en un
¡torial a propósito de Gaitán y de sus metas:
"El doctor Gaitán trata de convencer a su partido de que
necesita una verdadera cura de salud, una enmienda radical que
lo rehabilite ante la opinión (. .. ). Su ambición es loable y sería
perfecta si no adoleciera su movimiento de ciertos vicios de
Pero, con
violencia y de peligrosos distintivos clasistas
todo, es un esfuerzo generoso que, de triunfar sobre los intereses
creados, contribuiria en algo a salvar a su colectividad del
desastre definitivo. ,,206
e..).
Es indudable que aquí hay un cambio de posición respecto de los juicios
ropalados cuando ocupó la cartera de Educación en 1940 y es claro también, que dicho
:ambio estaba mediatizado no tanto por las afinidades programáticas con Gaitán como
lor circunstancias de conveniencia electoral, pues los conservadores sabían a ciencia
:ierta que sólo podrían alcanzar el triunfo enfrentando a un liberalismo dividido. El
desarrollo ulterior de los acontecimientos, que muestra un cada vez más fortalecido
liderazgo gaitanista refrendado en las dos elecciones realizadas en 1947 pone fin a ese
paréntesis de tratamiento benévolo hacia el caudillo liberal.
Un tercer momento en la caricaturización de Gaitán se da cuando éste se
consolida como jefe de su colectividad y se proyecta corno candidato único para las
elecciones presidenciales del año 1950. El órgano laureanista vuelve a la carga contra
Gaitán tal como lo había hecho en los años cuarenta. En los titulares de primera página,
en los editoriales y en la caricatura, el tema central, el objeto principal de los ataques
será de lejos Jorge Eliécer Gaitán, el gaitanismo y los conflictos entre estos y las demás
tendencias del liberalismo.
2116
El Siglo, abril 4/46, p. 4".
244
Como hemos dicho, El Siglo se había ensañado en el pasado con otros
personajes rivales, también lo hará luego de la muerte de Gaitán con Echandía y con
Lleras Restrepo. La línea consistía en vapulear a los personajes más destacados del
partido opositor en sus aspiraciones presidenciales. En todos los casos es posible
. detectar énfasis temáticos diferentes no obstante el trasfondo común en que eran
. envueltos los dirigentes y el liberalismo como tendencia política. Así por ejemplo, a
Gaitán le pintan como un falangista, agitador comunista, líder desbocado o derrotado,
como un ser violento y anárquico y hasta
C011
facetas animaloides. Sus rasgos físicos
fueron explotados con especial saña, desde sus dientes prominentes, hasta el color
mestizo de su piel, sus líneas indígenas, y además, su baja condición sociaL La
utilización de estos elementos se hacía de forma graciosa y agresiva a la vez, la idea
consistía en mostrarlo como un ser ordinario, de baja ralea y malos modales, como un
arribista que no podía disimular su origen humilde pues sus formas de vestir y de hablar
lo delataban como un tipo vulgar y brusco. Los zapatos rotos y con taches de refuerzo se
le colocaban como un indicio de ordinariez, tosquedad y mal gusto, cabe anotar que el
uso de calzado no estaba plenamente generalizado, las gentes del campo utilizaban
alpargatas o caminaban a pié limpio, cuando alguien daba el tránsito al uso de zapatos,
las incomodidades de la adaptación quedaban en evidencia, pero era un símbolo de
progreso, de civilización, quizá a Gaitán se le quería presentar como un advenedizo a la
vida urbana moderna.
Para entender mejor el empleo de recursos racistas por parte del diario El Siglo,
el historiador norteamericano James Henderson puede damos unas buenas pistas. En
una biografía intelectual que escribió sobre Laureano Gómez, sostiene que aunque éste
era crítico del racismo anglosajón y nazi:
"(... ) no podía resistir el deseo de utilizar ocasionalmente el
denuesto racista cuando ello podía ayudar a sus propósitos. Es
así como durante los años treinta y cuarenta los caricaturistas de
El Siglo exageraban en forma burda los rasgos faciales de los
adversarios políticos que parecían tener alguna huella de
ancestro africano.,,207
107
Cfr. Henderson, James. Las Ideas de Laureano GÓmez. Ediciones Tercer Mundo, Bogotá, 1985, p.
254.
245
i
Sin embargo, decir que esta actitud era un recurso ocasional de Gómez riñe con
·1
la evidencia empírica, ya que por una parte en los discursos de Gómez, en editoriales de
I
I
su diario yen otras circunstancias, se refirió en fonna despectiva a lo negro, a lo indio, a
lo africano y a la condición judía, usando témlinos muy despectivos; y, de otro lado, lo
de Gómez no estaba al margen sino que más bien se correspondía con una tradición de
pensamiento, de la cual también hacían parte algunos intelectuales liberales, que
consideraban el mestizaje como un lastre de nuestra cultura, un factor explicativo del
atraso económico-social y hasta una de las razones de la violencia política.
La revisión sistemática del diario laureanista entre 1945 y abril de 1948 nos
pennitió encontrar los siguientes datos: más de 90 caricaturas, cerca de 40 registros
editoriales y una altísima cantidad de titulares de prensa, de tono destructivo y mordaz
contra el caudillo liberal. Este número de referencias es particulannente notable a partir
demediados de 1947: 19 editoriales y 45 caricaturas hasta diciembre, y 18 editoriales y
41 caricaturas hasta fines de marzo de 1948. ¿Razones? La más coherente es la que
tiene que ver con el hecho de que Gaitán se había convertido en un fenómeno de masas
y que había sido reconocido jefe único del liberalismo por todas las tendencias yeso
causaba pánico entre los conservadores que soñaban con Gómez como nuevo
presidente. El sueño se les había convertido en pesadilla.
La exposición analítica de las caricaturas que haremos a continuación tendrá una
lógica temática, no se realizará según la cronología de los acontecimientos aunque no
dejará de tener presente en cada faceta temática el orden cronológico de publicación de
las mismas.
Hecha
esta
advertencia
metodológica
podemos
decir
que
las
representaciones sobre el caudillo liberal en las caricaturas analizadas se pueden
apreciar en el cuadro de la página siguiente 208 .
200 La suma de referencias no es equivalente con el número de lámínas analizadas porque en muchas de
ellas se encuentran varios tópicos y facetas.
246
¡ Cuadro N° 2. Facetas de Jorge Eliécer Gaitán
75
28
9
/\Jnnr>lOr...
Duce)
17
A.~OICJa{j'O
la yiolencia
27
con fraude electoral
16
corrupción
asuntos propio.5 del Iiberali5mo
36
Asociado con el
9
.Asociado con sindicalismo y huelgas
6
I
I
En tratos o e/lredos con prensa líberal
l
Asociado con elgaitanísmo
A continuación
representaciones o facetas.
presentaremos
de
manera
desagregada
10
10
las
principales
~.
247
V.1.a. Gaitán fascista
Las ideologías de extrema derecha en auge en Europa, en particular la fascista,
empezaron a suscitar miradas de simpatía entre algunos sectores juveniles del partido
Conservador colombiano en la década del treinta del siglo XX. Los jóvenes
conservadores Gilberto Alzate A vendaño, Augusto Ramírez Moreno y Silvio Vi llegas,
confonnaron un agrupamiento al que le dieron por mote "los leopardos" para señalar de
esa fonna su arrojo y su espíritu de combate. Ellos de forma clara reivindicaron su
militancia con dicha ideología y su apoyo al régimen de Mussolini. Laureano Gómez
fue más cauto, puesto que, aunque se sentía atraído no dejó de puntualizar las
limitaciones del fascismo en materia religiosa así como la exaltación exagerada del
nacionalismo. En todo caso, fue Gómez el que recibió la mayor parte del agua sucia
cuando a mediados de los años cuarenta el fascismo cayó en desgracia y cuando haber
sido simpatizante o amigo de esta corriente empezó a ser visto como un lastre y algo
indigno. Ser acusado de fascista ya no era, como años atrás, motivo de orgullo sino de
pena. Así pues, no es raro que en el debate político, los partidos en su afán por
desprestigiar a su contendiente apelaran al recurso de tildarlo de fascista.
Sin embargo, no deja de parecer ilógico que un vocero de ideas de extrema
derecha como El Siglo le enrostrara a su rival simpatías con esta tendencia que muchos
liberales de la época y estudiosos actuales le achacaban al sector laureanista. Aunque
Laureano Gómez simpatizó durante la segunda guerra mundial con los países agrupados
en el Eje (Alemania, Italia y Japón), se preocupó por dejar en claro que el régimen de
sus simpatías era el falangista liderado en España por el dictador Francisco Franco.
Escribió sus opiniones sobre el nazismo y el fascismo, inclinando más sus simpatías por
éste último, aunque años después lo excluyera de sus preferencias, para quedarse con el
falangismo español.
Luego de la derrota militar del Eje, el laureanismo inicia un viraje para
desprenderse de una mácula que ellos sabían los podía perjudicar en sus aspiraciones de
poder, por ello entonces, asumen el fascismo como una ideología nefasta y peligrosa y
248
, por eso se la endilgan a Gaitán. Para que ello no apareciera como una cosa caprichosa,
: dibujaban al caudillo a la cabeza de manifestaciones de multitudes que portan teas, -tal
i
como en efecto ya las venía realizando- a la manera como lo hacía Mussolini en la Italia
i
de los veinte, y también recordaban que el jefe liberal había realizado estudios de
¡ Derecho en la Italia fascista
¡
209
.
De esa fonna le daban consistencia a un mensaje con el
cual trataban de mostrar las tendencias o gustos dictatoriales de Gaitán. Ornamentos
simbólicos como la camisa negra, las botas militares, el saludo con mano derecha alzada
~ y cuadros de Mussolini en el escenario, complementaban el mensaje que se quería
transmitir a la opinión.
El impacto buscado por los caricaturistas era claro en el sentido de proyectar una
imagen totalitaria del caudillo, no hay que olvidar que ya para 1947, los responsables
del genocidio en Europa eran juzgados y condenados por crímenes contra la humanidad,
el nazismo y el fascismo eran ideologías proscritas y en barrena, de tal fonna que quien
apareciese como tal era objeto de descrédito político. En un editorial se decía que
Gaitán pretendía ganarse las masas liberales para "conducirlas por los mismos caminos
fascistas del unirismo ( ... ), está ensayando el nazi-fascismo con las masas de su
partido,,21O. En ocasión anterior le habían enrostrado su viaje a Italia "Roma bullía otra
vez en la mente del caudillo delirante,,21l.
No obstante y para ser precisos, fue el liberalismo el que abrió fuegos en este
tipo de señalamientos contra Gaitán. Desde la campaña presidencial del 45-46, los
métodos de movilización de masas, las fornlas de propaganda y la exacerbación de las
emociones y pasiones de la multitud por él utilizadas, produjeron en los círculos
directivos mucho temor y comentarios adversos. El liberalismo, decían, no podía
someterse a las muchedumbres ciegas y enardecidas, por eso convocaron a respaldar a
Turbay frente "al peligro fascista" que encamaba Gaitán 2l2 . En ténninos similares se
expresó el partido comunista, aliado del oficialisl110 liberal desde el primer mandato de
López Pumarejo, los comunistas apoyaron a Turbay pues consideraban que "Gaitán es
Braun. Herbcrt. op. cit. pp, 114 Yss.
febrero 28/48, p. 4a ,
El Siglo, diciembre 17/47, p. 4a ,
212 El Tiempo, diciembre 10/45, p. 4',
210 El Siglo,
249
un aventurero peligroso con rasgos fascistas" según lo reseña H. Braun en el texto ya
citado.
En las páginas que siguen presentaremos algunas caricaturas en las que Gaitán
es dibujado como un líder fascista:
250
71. La leyenda dice: "No quiere usar el cubo de agua ... y
el tiempo sigue su marcha".
Fuente: El Siglo, julio 10/47, p. 4a •
Gaitán es dibujado representando al partido liberal, sentado en
una bomba de tiempo Uuego de palabras con el diario El
Tiempo) que es el sindicalismo comunista. Él es un ventrílocuo
cuya segunda voz es Eduardo Santos (cuyo rostro aparece en la
garganta) El cubo de agua simboliza valores respetables de los
que Gaitán no se quiere untar: orden, libertad, progreso, paz
social, que son los que encarna la Unión Nacional. Tiene botas y
uniforme fascistas. La lámina tiene un múltiple sentido: Gaitán
fascista, comunista, sindicalista y además manipulado por
Santos.
251
72. Fuente: U Sigl(),julio 16147, p. 4".
AquÍ aparl:cl: l:on Irajl: ,k militante fascista haciendo el saltlllo
característico dc ésta corriente, se dirige a un auditorio de
personas qUl: le cscuchan scrvilmcntc y quc portan antorchas
cnccndidas cn actitud cnajcnada. Es una asociación l:vidcntc dc
SlIS cualidades earÍsl11útÍcas y oratorias con las técnicas dd
1~lscÍsmo. Para entonccs, (iailún había institucionalizado los
vil:rJ1es liberales en el Teatro Municipal dc Bogotú. l.os ojos
abiertos del caudillo indican delirio, cmbriaguez.
73. I.a leycnda dice: "\1ol11cn[o etl que el jelc único y alegrL's Illllclwchos se disponían a tomarse .. , lIllOS SlIS
IOlles Cl1l'l
FlIenlt':
cale del Atrio," mSiglo. Julio ]9/47, p, 4", Nueva analogía de sus métodos de llHlvili/,aClún de masas con
los del I~lscismo, (íaitún organizú varios destilcs con antorchas y
ello fuc :lprovechado por sus rivales para mostrarlo como un jeCc
con pretellsiones 1~IScislas. Aquí va aeolllpaí'iado por Darío
Echandía él su i/quierda. detrús de éste Darío Sal1lper y luego de
sOlllbrl'J'O y galas Armando Solano (todos ellos din,'clivos del
liberalismo) 1·:/ '\:a1'0 del Atrio" (al quc alude la leycnda) era un
bar dondc sí.' rí.'unÍan los scguidores dc Gaitún, 1] I>ato Donald.
quc es d caricaturista. aparece sigulclHlo la corriente en actitud
dc trivializar la Illarcha. I.os zapatos rotos. rccurso usual de los
caricaturistas de U ,"'(t!,/o. insinúan debilidad. I~llta dc lirmua ell
l'l punto de apoyo delnHlvilllÍl'nto {) dc la persona o vulgaridad,
74. Fuente: U SigJo, enero 24/4S, p, 4",
(jaitán vestido con aditamentos li.lscistas, va montado en UIl oso
(según Cirio!, el oso expresa lo instintivo y símboli/,a atributo
del hombre cruel y primitivo, aquí es resignilkado para
sil11bolí/,ar al C0l111lllismo ruso), armado con b guadalla de 1,1
muerle de la cual pende ulla de SlIS consignas l~¡voritas
"rcsistellclU civil", (con la cual Irat(í de mientar las huestes
liberales en su lucha contra la violencia conservadora y oficial)
Aquí es encal'ado por la alegoría de la Justicia que apoyada el1
su espada jusliciera le sef¡ala rl'ladoramentc el "Den:cho
Conslitucillllal" como li'olltera de sus aclos. Gait{lIl es
alllella/,lIlle, nótese su mallO el!lpullando una rllla, así mismo va
a la cabel.a de un grupo de sil!líos. que símboli/an desordell,
Aparece también Dado Salllper tocando el cuerno (.fomud(/,
semanario gailanístl)para alluncíar lu llegada dellídcr.
V.1.b. Gaifún ('0/11lll1isfH
La sllua;':lún del comunis!l1o ell Colombia
en otros conllncs: era
Ulla
110
i.:ra
lllUy
diferente de la que vivía
I'uer/u con escasos apoyos y perseguida, era mirado
fantasJ1la alllell<lIan(c igual que como lo fue
CI1
COIllO
un
Furopa C11 el siglo X IX scgún la
afortunada Illclú!'ora de Marx. Servía de chivo expiatorio a los gobcrnantes que querían
atribuirle todos los maks
l1~lbid()s
y por haber, era cl rcsponsahk de (odos los conllli.:tos
y desbonbnllclltO:i :iocialc:i. I:n lin,
~c
le Illo:itraha cn
1I1la~
dilllCIl:iiolles muy lejanas a
su peso real en la política criolla. Ln e!Cclo, el Partido COlllunisla que habia sido
fundado a mcdiado:i dc I ()JO sobre las i"lIina:" dcl Partido Socialista RcvolucloIlario
criticado por sus l'olllporlamÍl'nlos putl'histas, logró cl'har algunas raÍccs Cll el
movimicnto sindical urbano y
CII
scclore:i agrarios Cll los departalllentos i.k I{oyacú,
Cundinalllarca y Tolill1a. Su l'Sl'aSll arrastre de Illultitudes era compellsado pUl" ulla gran
capacidiJd para hacersc
,~elltlr
desde su aparato de propagallda.
La estiglllatÍ/.aciún de esta ideología se reJllonta ell Colombia al siglo XIX
cuando las orientaciones del Papado cOllsignadas en el Syllabus yen otros documelltos
fueron asumidas como parll' de la plataforma (k lucha del COllserV<ltlSl1l0 y de la
institución clerical. Sill clllbargo, fue CIl la década de 19JO, una vu el liberalisll10
retomó el podcr y dlO illlcio a
1I11
proceso rel()\"Jllista de
\;¡
sociedad, que el PartIdo
Conservador y el alto clero cOll\'irtiel"On la dellullcia cOlltra el cOl11lll1ismo en materia
consuctudinaria, ell call1pafla sistemúliea, ell asunto sagrado: pero, csta ve/." pl"Occdiel'On
a seI1alar los posibks Ilexos directos l' indirectos,
franco,~
y clllbo/.,ados i.kl liberalismo
colombiano, quc según cllos hacia causa cOlllún con los cOll1unistas para instaurar un
régimél1 pro SO\"iL'til'o y ateo. Desde cntonces, Ilingún dirlgelltc
111
periódico liberal
escapó a tal "cilalaIl1Íento, al estigma de scr acusado de tCl1dcll\:ias o militancia
comunista. I':sta Illodalidad rctúriL'a es aprL'ciable tanto ell la lucha progralllática
en el
110
C0l110
l1lellOS expresivo duelo quc se libraba a través dc la prellsa, y ell particular es
posible hacerlc
1111
se¡2,uilllicllto por Illedio dc la produeciún de L'aríeaturas \:ditorialcs.
Los ataques a (j;1Ítúll ell este terrello talllbil'n rucron slstelll,iticos y reiterativos.
Ello es explicable si tellelllOS ell cuenta quc desde la segunda l1litad del siglo XIX,
IllÚS
155
Flcretumcllte desde la restituci,'lIl dd COllcordato entre l'i l:stado colol1lbiano y l'l
~pado cn 1
'\ el cOllservatislllo COIOlllbi;1Ilo y la jerarquía católica Ilaciollal habíall
levado a canoll programátil'o la lucha contra esta ideología. Ik cOll1ullista, adell1ús de
~asolles
y anticlericales fueroll tildados cI Partidn Liberal y sus dirigl'lltes
lllÚS
~nspíclloS. en especial dcsdc el ré)2:1lllcll dc la "revolul'ión Cll marcha" de L(lpe/
~l1larejO aCllsa,.!o y dibujado COIllO l'ulllullista. bokhcvique y silldicalista. de la lllisllla
~anera quc lo J'ueroll otros dirigelltes liberaks.
[
i
Sc pucde pensar que todo esto era producto de la exageración propia de la lucha
kClaria y dc la retórica propagandística
,lomprobado
I
qUé
ello
110
ra/,ón de que históricamellte estú
CI1
fuc así.
Sin cmbargo. el asullto no PUl',1e sinlpli ricarsc tal1 a la ligera ya lJue cuando se
detecta quc dichas alusioJles. rekrencias y analogías entre liberalislllo y eOlllllnislllo
eran parle de la retórica política hacía ya un bueJl tielllpo y que ello se hacía de lllUllenl
sistemútica. y que
,Hk'I11ÚS
era vivido y sClltido así por la pobl,lciún conservadora y
católica, lo que debe recol1ocerse ClltOIlCCS es la existcnl'ia de una accndrada convicción
colectiva quc scrvía de ,Il'icute para la lucha cOlltra los liberales. La illlagell propagada
sistematicamel1te termillaba por cllll1pl ir la función dc Iwcerlo vcr
C0ll10
cOlllunista de
verdad ante la militallcia catúlico conservadora. lis decir. topalllos ahí l'on una
convicción cob.:liva que tenía eICctos lallgibles en la vida real, l'n las rl'l;JCiones
pues condicionaba el accionar (Il'
llllOS
y ntros sl'gún estuviesen ubicados en el
espectro político.
Ahora bicn,
COIllO
recurso prop;lgandíst ieo, cm
UIl
pretexto de pril1ler onkn ell
cuanto Iu elitc clerical y cOllscrvadora sabia que el lllcllsaje calaba
muy rural, tradicioll<l 1isla. J'lIertelllcll te creycnte
las orientuciollcS del clero. Dihujar a (iail;ú1
CIl
II
CI1 UIl
país todavía
lo rel iglOSO y Illuy iIllluclleiado por
rcICrirsc a él COlllO un COlllullista ()
instrumenlo de dicila COl"rielllc, daba re'ditos políticos y cll'etoraks, por lo l1lellOS así
debían pcnSLlr Ills rcspollsabks de la call1pai"ia antigaltanista. ('Oll1l1lliSlllO y gaitallisl11o.
segun éSla, iban ,k
1~1
Illano propíciamlo desórdelll's, prol1lov il'lldo el caos. las huelgas,
Veásc, ACc'lc'tJo, DlIl"IlL La llu'lltatitlatl!lc las dill'S sulwc 1:1 yioll'lIl'íll ('11 ColHlllhia: 1936-(')49. 1,:1
Áncora Editorl's-II'PRltlniwrsldad Nal"i()n~tI dc' ('ol'llJlIlI'I. SCIIII,lIl' de Ilogolú. Itj<)5.l'Clpilulo ,i,
l!.\
alcnwdos, conspirando contra la población y SlIS n:rl'n:ntl's n v:.llorl's rL'ligiosos m~í:-.
Il'ados, El oso (símbolo de Rusi:.l cOll1unista), b hoz yel martilll) (emblema y SI1;I1\)
IC0l11l111islllll) prescntados con una carga ncgativa y descalillc:.ldora, la ligur:.l siniestra
maquinadora de Stalin, al lado de bombas, en escl'narios ell los que (¡aitán y/o el
¡i!;lIliSIllO ataGIIl los símbolos de la democracia, dcl orden y de las institucioncs
public;lIla~, encarnadas por Illariana~, son rccursos con los que se pretelldía consolidar
imagen cOlllunista del caudillo liberal.
Tamlm:n el1 los editoriales era clara la asoct<lciún que sc le h,ll'ía con L'l
omuniSlllO, como por ejemplo cn 1..'1 siguicntL' cOlllcntario:
"1:1 seílor Gaitán no pil'rde lu esp..:ran/a de hacer
sonado
antes de que se rellna la eonfercm:ia (Panalllericana), por eso
desde tierras \'l'no.olanas proeura 1ll00er sobre Colombia ciertas
avan/udas cOlllunistas (. .. ), lle aquí el múxilllo baldón del
gailanislllo: el resuelto propósito de entregar a ('olombia a la
dictadura marxista,,,.'I.
Fn litulares dI..' prensa se le relaciona eOlleol11plots imerllucillllaks, con planes de
huelgas sulwerslvas: "agentes l'onlllllistas vene/olanos tratan de provocar movill1ientos
subversivos en eoncxión con los eUlllaradas eolulllbianos, (iaitúll, Antonio (jarcia y
Montai'¡a ClIellar'I', principales agitadores dellllovilllicllto,,'I", "paro totalcolllllnista en
Latinoamérica para sabotear la reunión 11anamericana,,'I, IT7aba un tilular a cinco
wllllllnas, "(iaitanisl11o y l'oll1ullislllO contra ('ololllbia,,'I', (:1 diario L'onservador dc
AntiOtlUia. U Co/m!lhiu!lII, talllbién consignó similarcs comentarios: "la opinión pública
conocl' por ejelllplo, las cstrechas relaciolles existenles entre el seilOr (iaitún y los
, 1
,,·'1')
,
agltatOl'es COIllUl11stas' ,(:stc tIpO de lenguaje L'ra usado eOll gran frecuencia, citar
todo lo que SI..' deda haría
1~lrragoso
nuestro relato, por eso nos helllos limitado a unos
cuantos ejelllplos, Verelllos el1 las siguientes púgillas las caricaturas el1 las que (iai¡ún
era representado eOlllO un
COl11l1l1 ista,
khrc'w 7,-ls, p, -l",
Alltonio (jarcia era un inleleclual de IL'ndellela ;;oc¡:ilisla no ad,enlo a 1l111!-!IÚl parlido Dic!-!() ~lolllaiia
Cuclbr ,'ra tlll dirigc'nll' ,kl l'arl1do ('Olllllllisl,1 quc' dl',li,'ú buc'n:1 parle' de Sll~ aetl\ id,l,k~ cn aqul'lhl
a la onelll,IClón dc' los Silldil'alos dl' lI'abajadol'L'S FI Sl~/{), L'llc'I\} 2.. ·.. s, p. 1", U
kbll'l'() :; .. s, p. 1". :1,' ¡:;¡ Siglo, <':11\.'1" 27'''s, p. 1",
,," 1:1 C'U!r¡¡I/¡'¡i1I/U, ,'11Cro 22'''s, pi",
257
EL. .JUEGQ .GAIT
75. Fuente: U
m:lubre 24/47. p. 4".
(Jai¡ún eon una exprcsión cn su rostro de "yo no fui", manipula
por debajo dc la mesa a los dirigentcs de la izquicrda
colombiana representados por tll10S globos dc juguete: (¡ilberto
Viclra. Dicgo MontaIla ('lIcllar. Augusto Durún del Partido
Comunista, Gerardo Molil1a y Carlos 11. Pareja del liberalismo
socialista. Los zapatos rotos y con taches que son mostrados en
distintas lúminas !lO sólo insinúan que es un ser hueco en sus
cimientos -los pies- sino que también parecen hacer rcfereneia a
su mal gu:-.to y al alarde que él hacía de su condición de pobre/.a
() de su origen humilde, también a quc no sc acomodaba a usar
algo que es indicio de civilización.
7(J.
FUl'ntl':
n Siglo. novicmbrc 4/47, p, 4",
Sobre el lomo de un oso y con hotas de I~lscista, <'iaitún ahorca a
la industria nacional, ante la mirada aterrada y crítica de la
opinión, una mariana qUl' observa desde Ulla Vl'ntana, Se trata de
mostrar que un proyecto de ley de protección a las industrias.
preselltado en esos días por (iaitún a cOllSideraciúll del
Congreso. ell rcalidad lo que va a producir es su
estrangulamiento, De llUevO se le presenta como fascista (por
sus hutas) y cOlllunista a la ve/o
25')
71
Fucntc: 1:'/ -'>'iglo, enéro I 1/4í1, p. 4".
I':n traje de bolchevique, conduce un coche lirado por el oso
cOlllunista que es cmpujado por el dirigente cOl11unista y asesor
de los sindicatos petroleros Diego MOlllaíia ('ud lar. ¡\ manera
de eebn dcl animaL un cactus "huelgas", para hacer caer cn él
al "'país" (el pie descalzo de Ull hombre del pueblo)
I.os ojos cerrados en muchas de las figuras pueden indicar
malicia, visiún estrecha, sumisiún () intenciones ocultas. Para
el G1SO (iaitún sc utili/~lba lllucho \.'11 la primera y última
accpt.'ión.
78. La caricatura contiene el siguiente diálogo: "CJaitán: - Y eso fue todo lo que trajeron') 1:llos: - I lasta donde nos alcanLaron los cartuchos, Illi alllo." Fucntc: U S'ig/o, enero 2¡';/4¡';, p. -1". De nuevo con traje de gU~lrdia bolchevilJue y eOIl easco y botas
dc Llscista, llevando en sus manos las riendas del oso, recibe un
parlc dc gucrra de los dirigcntcs liberales Roberto Salazar Fcrl'll
y .Iuall Lozano y Lozano (el de gafas) lJuien lleva en sus
hOl1lbros un morral COIl calaveras de vÍctil1las dc sus acciolles
\iolentas. Amarrado en la pared el sÍl1lbolo comullista asociado
COIl cl caos. Violencia, caos, comunisl1lo, l'ascisl1lo, servilis!llo,
sc enlazall ell esta lámilla. El Illellsaje tal1lbiéll es c1al'll cn
denunciar el tipo de relacil'lIl que tiene con sus seguidores, de
servilislllo, por eso lo tratan de "a !ll o".
'7<1-.
Fuente:
n
Siglo, febrero 7¡4Í'1, p. 4",
(iait{¡n en patines, amena/.u con un paro nacional contra la
vio\cncia olicial. AquÍ el dibujante lo muestra C0!110 un
demagogo agresivo y hace un ejercicio de modificación de
íconos y del personaje al proycctar COlllll sombra de la tca
(asociada sicmprc a restauración) la ho/. dcl C0I11UniSil111 en
munos del oso quc es la sombra que proyecta (Jaitún. Quien
aparcce en patines, caído, es Darío Samper cuyo k'trL'ro "paro"
se refiere a Ull intcnto de convocatoria de pam nacional realizada
por clliberalislllo el cual concluyó en un rracaso.
Set. Fllcnte: ,'iig/o, ICbn.:ro 17/4R, p, 4",
1:11 la escena de arriba. sc dibuja el cnntraste entre gaitanisll10
(un ser bárbaro, nrdillario y agresivo) y "progreso" (una dama
elegante con texto de ley en su l11allo) I{n la de abajo, un hombre
civilizado, bien vestido. descubre que del cerebro de Gaitún sale
un oso eOl11unista. La leyenda dice: "COI1 la mente en Moscú".
Se insinúa que Gaitán es UI1 líder con ideas ocultas, que 110 dice
[oda la verdad, qlle tiene propósitos il1conlCsables y que no se
atreve a reconocer sus tendencias cOl11unistas,
SI. FIICllt{': /:'1 ,)'ig!o, mar/o ISi4X, p, 4",
1':11 traje dc guardia bolcheviquc y con botas de láscista. Illontado al
re\és en un oso (abstencionismo), se pinta aquí el desorden yel caos
que gelll,'ra entre sus seguidores en el Congrcso con sus
contradictorias consignas y orientacioncs, ¡':n particular sus
vacilaciones respccto de sí se queda o no colaborando con la t Iniún
Nacional. Aparecen entre otros, ¡)arío Fchandía con UIl malt·tín "Il1e
voy l11e quedo" (cerca de la cabe/a del oso). Roberto Sahllar ];crro
arriba del anlcnor cerrando una pucrta para impedir la cntrada de
alguicn que dicc "yo relluneio", Francisco José Chaux dice "me
qucdo" y a su lado Jorgc t iribe Múrquc/(cerca a la cola del oso)
Pedro l:!iseo enl/' y Diego I.uis Córdoba (sacan las barras del
recinto a la izquierda). Darío Sal11per (dejando caer la malcta "mc
quedo" dcsde lIna vcntana) En las barras se aprecia la coni'usiún
generada por las consignas contradic{(lrias. I':n esta lámina se aprecia
una cierta inllucl1cia dc "Pepe" (¡(¡me/ si se compara con la
earicatura (l4 del presenle lrabajo.
82. Fucnk: FI Siglo, marzo 2X/4H. p. 4".
Con aspecto sil11ioide (simios y micos. según Cl1evalier y
(iheerlm.lnt. se usan para sil1lbolil.ar desorden) de nuevo
montado en el oso del comunisl11o. tira piedras a dos 111uriunas
quc representan a la Opinión Nacional y a la Conferencia
Panamericana. ell actitud de resistellcia. Se le sindicaba en esos
días en que se iha a instalar la ('ol1!l:rencia Panamericana. de
estar prcparando Ull boicot el1 alianza con el comunisl11o. (iaitún
fuc excluido de la delegación nacional a la misma por
disposicióll del gohil'n1o. medida qUl' rue recibida por el
liberalismo como una gran o!l:nsa a su líder.
V.J.e.
(,';lÍt;Í1l liok/lto
Textual y
polÍlic~, ('O!llO
gnillc~lmellte,
la figura de (i"ílúll
e~
aso\:iada \:on IllThos de vÍo!cll\:ia
es ya re\:ol1ocido en los trabajo:, de muchos investigadores de este
periodo y sobre el lema de la violencia, en la década del cuarenta
e,~taba
en curso un
proceso ascendente de l'lmlúm!aciún retlírica y rísica entre liberaks y conservadores en
los J11<Ís disímiks escenarios. Mientras las direclivas de los dos partidos se laJl/aban
acusaciolles l'ntre sí. los choques y las masacres se sucedían escap;.llldo cada vez más al
control de las autoridades. Se trataba JlO de una gUl'l"ra
se dieron ell ('ololllbia eJl el siglo XIX.
C01110
COIl\ellCion~d
al estilo de las que
bieJl lo ha explicado el historiado!' inglés
Malcolm Ikas''''', sino mús bien de un IL'W'l111CnO csponlúllco, llO plancado, del
(JUl'
nadie quería responsabi I izarse.
Gait:1I1 y su partido
rUCJ'oll
sCl1alado;; como artíllces. ¡!estorcs y propíl'iadon:s de
los hechos de sangre \:ol1lra la pohla\:ión l'lmservadora, ul1as cUcllltas rc!l'1'Cll\:ias pueden
ilustrar lo que qucre1ll0S decir: en un editorial dedicado a criti\:ar la oposiciún de Ciaitán
al proyecto de acuerdo de rl'l'ormu elu.:toral se dÍJ0:
"ha fue la sok'mnl' y pública llotillcacióll a todos los matolles
¡:lIsarins y electoreros (k que cl'dulas y rl'gislros ¡¡lisos.
cnnlilluarún siendo usados ( ... ). ¡\nll' los ojos dd país queda
descubierto el responsabk único de las Ill'¡:u1l1as Illlll'l"ll's por
causa polílica (Iue al"r\'nl,ln la cultura nacional. Se llama .Jorge
l:Iil;cer (iaitúll.,,·"1
¡.:¡ a!lo número de láminas clm tal contenido es indicativo dc ulla actitud que en..l
comÍln a las ditcs di." los dos bandos, a saber: reni111inar sÍL'lllpre al olm. acl1<lCurle toda
la culpa de los hel:!lOs violentos. (iail:l1l rUl' diblIJado
C01110
un perSOlla]\.' silllics\:o,
C01110
un bandido. armado dc rulas, pistolas, fusiles y escopetas, con las manos untadas de
sangre y l'll esccnario,;
l.
¡ hay Illucrtos,
pais~lJes
('11
los que hay \:elllellterios de vÍl'tllllaS conslT\adoras.
¡\
su lado
de desolación, casas de gente humilde incendiadas. Su rostro es
f
I¡,uC'¡¡'~~as.
ivblcollll. ""I!!.':lIl/fi' illl,'/'f'{)!.':llIllcS .\{){¡rt' /u rdu('Í()!1 gll,'I'/"II.\
'.. GOIl;alo y Ric:lrdo I'dí;¡rall~hi. cOlllpi lad:)rcs. Op. CI!. pp. 4 t ~I 4ú ..
J211 fi Siglo, diciclllhrc ::S/47. p. 4".
t
I
(j¡'/I,'., l' I'/O!,'Ill'iIl" CII S:lIlCI1l'/,
adornado con gcstos agresivos, sus
OIOS,
sielllpre cerradlls, estarían ocultando sus
pecados o su vergüenza.
l~n
la retórica conservadora la VIOlencia politica es atribuible a 1;.1 ausellcia de
normas y procedllniel1tos claros en e! sistema electoral y a la corrupción del n:'gil1len
liberal en ésta materia. l.os ejemplos son abundantes, como un editorial que titulaba
"escándalo en e! ('onscjo de Lstado""·. ell cuyo cOlltenido se sustenta la idea de! n'aude
f electoral del
liberalismo durante los 1(¡ ,lllos ell que gobernó; también se Icen titulares
del siguiente tenor: "!llonstruoso li'aude liberal se prepara en Norte de Santander""'. 1:1
mensaje que se reiteraba, sobre todo en las coyunturas elcctor;lies. era el de qlh: e!
liberalismo se había sostenido en e! poder apelando al rraude y por ende a la viole1lcia.
El presidente Mariano Ospina en su lllensajL' tlL' alío lluevo de 194X se expresaba en
estos "'rmillos:
I
"( ... ) cllhludc dcsel1cadclla la violellcia y 110 es posible eliminar
csta si an1l's !lO sc hall puriticado COIlVl'lliclltelllcll!t' las I'uelltes
del sufragio ( ... ). I.a pa/. política y cl ordcll sociul del país sc
basal1el1 la verdad ell'l'loral ( ... )"""I
De manera reitl'rada y
h,lst~l
ohsesiva. la prellsa a/tl! lll"istía en la estrecha
relacióllenlrc fraude electoral y violencia, L'I primero es la madre de 1:.1 segunda, y como
quiera que los libl'rak'", se negaban a rellmllar el sui'ragío, eran l'11t0l1l'eS los
responsabks dc la mis1l1a. sus inspiradures y sus directos autores, por eSll hablaban del
""matonismo líberal"
C0l110
el autor de los asesinatos políticos contra dirigenll's
conservadores, practicado por: "foraJidos y malhechores reclutados por los gobiernos
liberaks"}·~. y Se dolían de la negativa del liberalislllo a la rl'visiún de la ecdulacít'lll:
"Si el ti'aude Illl se extirpa radicalmellte 110 podrú C\ itarse la
violellcia, esa mancha IX1\llrosa que destruy~' nuestro prestigio
de pueblo cuBo y d~·l1lolTútico."-"(;
l22
')21
fI
, [/
12/·.\7, p...f".
I1wr/O (,147, 11, l"
111.11'/0
fI (·O/O/l/¡'1iI110. l'11Crn 3:4S. 11, 4".
1:'1 Siglo . •1gllS¡O 1V47.l'dltorl<l1. 11. 4".
22" 1:'1 Siglo. dlciclllbn: 4:47. p. 4"
,/24
¡2i
El seiialamiento rue rerorzado por la ver"i('lI1 lanzada por I ,~llIreano (¡(¡mez en el
ientido de que en poder de los liberales había un millón oellUcienlas ll1il cédul:Js falsas,
Las acusaciones de rraude electoral enrostradas desde tiempo atrús contra la dirigencia
roja, se extendían a los lideres liberales según la ocasión y "u grado de importancia,
Gaitán es alcanzado por tal c<llllpaiia í.,'n el momento
(.'11
que es reconocido jek de
1;1
colectivid;HI y candidato a la presidencia,
Ade1l1ús, se ,k'eía que (iaitún era violento porque salió en defensa de los
acusados de la matanza de conservadores en (iachetú de enero de 19}\) y al haber sido
clecto a la ('úmara de Repn:sentantes por tal provincia, por eso decían que él:
"representa, pucs ( .. ,) de ll1odo auténtico, 1;.1 voluntad dd propio sector liberal que
perpetró el mús abominable (k los ddltos políticos de que tenga memoria los I:lstos de
la república"':'!, Sostenían que era violento porque desde el Ministerio de hlucaeióll
apoyó a los rojos emigrados de la (iuerra Civil lispaíinla qUl' busca han protección L'll
Colombia (n:cw':'rdese la clricatura
imagen ()\)- ,k kbrero 21/40 domk se le l1luestra
mirándose al espejO cn pose de l'll1ulaeión con Indalccio Prieto, líder de los republic;lIlOS
espaiioles); lo era también por las alllcml/.as de huelgas gcnera les y la convocatoria de
paros contra el régimen, por su pecul iar forma de instigar al puchlo y por su verbo
"enardecido y dClllagógÍL'o",
(Iait~n
era violento insistían sus dL'lractores- PorqllL' se llegó a impulsar desde
el Senado la rcl'orllla del ('ódígo Electoral -y
COIllO
se ha ll1ostrado- este era el punlo de
partida de la violencia:
"I,os cons,'rvadows l'alllpl'si nos han caído por centenares
víctimas dI..' la violencia dI..' las turbas gaítanistas, desenfrenadas
por el L'slíllllllo de SlI dil\'clíva y l'OlTompida por l'i ejemplo ,k
la p,ltanelÍa parlamentaria t... ), 1I horrendo 1,,'nÓlllL'Il0 de los
homicidios por l'allsa politica l'(lIltlllúa en el país porque él
doctor (iailún lo L'slímuló al lanzarse 0Imislllo por los atajos (k
la íniquid,HI
la dicltriba ( ... ) y al oponersL' a la revisión de la
cl'llul'lción.
D Siglo, li:lll'"w S!40, p. 4", [J Siglo, enero :: J/4)\, Jl. 4", Claro quc no scriamos justos si no rccollocicramos quc cn la Glmpal1a clectoral
del 45-46 Gaibn lall1bicl1 rccibió dc parte de las tendel1cias santista y lopista
acusaciones de cstar estimulando la violencia con los 111c!odos que utili/aba pJra
movilizar a
SlIS
scguidorcs. métodos quc asociaban con sus IL'ndellcias idco!t'lgicas pro
fascistas:
"Realmente el único personaje del movimienlo es el propio
candidato. y la responsabilidad de los excesos. del fi-agolOso
tllll111Ho. de la violencia organi/atla con todas sus nocivas
consecuencias. no puede locali¡arse l'n nadil' distinto ~I su
inspirador intelectual. Los Illl'todos aplicadn:,; Slln l1L' una tipic~1
extracción I;'¡scisla (... L tina minoria resuelta. Juda/ y rl'scnlida.
resuelve por la violencia apoderarse de las phI/as públiccls y dar
la impresión fisica lk que conclla se halla el país ( ... )""".
Casi dos
<l110S
dcspucs, cu;mdo el caudillo había desactivado I;.¡s acusaciollcs dc
sus pares en l'l libcralisl11o, los conscrvadores lo prcselltan a los ojos de los Iectorcs
como "( ... ) lino dI.' los directores de tan disolvclltcs métodos de barbarie""", para por
medio dc b violencia ascg:UI"ar el II'aude electoral. En la misma línca se rellTÍan a su
movimicnto en térll1inos clínicos, l'lwl si
Sl'
tratasc de lIna cnlCrn1l'dad síquica
ljUl'
illdul.'c a las personas a ser violentas:
"Qué es el gaÍlanislllll'! 1:1 gaitanÍsmo es una epidemia, cs una
cnlálllcdad, una l'Spl'l.'Íc de intoxicacióll que IIcva a sus
victimas él odiar la p<1/, el bil'll ajello, el ordcll y que las
precipita él la violl'llcia ( ... ). ()octor (iallúll: las restauraciolll's
no se hacell con \iokl1ci~l y hojarasca oratoria. I
¡\
continuación <.kscrihirel1los la sl'iL'cción de caricaturas bajo la Llceta del
dirigl'l1te "violento":
U lklll!)(J. 11I;11·/U 20·4(,. p_ 4·'
:;¡, ¡:¡ l/ell/!'(). cllero I ;';i4S, p. 4·'.
U l/clII/Ji). kbrclll 7.4i\. p. 4·'
1
83. La h:yenda completa dice: "Miehín dijo a su Illamú ­
voy a volverme pateta· y el que a illlpelhrlo se Illl'ta- ell el
acto Illorirá" que es I¡el a la leyenda original de la IIlbuiJ
y que acú es usada para indicar sus inlcnciones violentas.
La t¡gura traviesa del I)alo ()ol1ald que repn.'selll'l al
caricaturista huye del gato y así reafirma la idea del
peligro que representa (iaitán."
FU(,lltt,: D Si.!!,!(), noviembre I/.:! 7, p. 4".
(íaitán l:S cI "(¡ato Bandido" (lÍtulo de ulla I~íbula del poeta
eololllbiano Ral~lel I)olllbo tlLlC llalTa la historia dc Lln gato que
dceide hacl'rsc mall). que pronuncia una de las consIgnas
peculiares de (¡aitón "a la carga". y eOlllll JcI'e (11:1 lilK'ralislllo va
armado de re VI') Iver y espada, 1~Il sus l'spaldas porta otras armas
en las que se lec "gases", ell alusióll a U\1 debate promovi,h) por
el caudillo cOlltra ullas illlporlaci\llles de gases lanimógellos
ordellada por el gohiertlo de OspinLl Pérl'l.
no
84. 1.é1 leyenda dice: "1)(' jefe de partido a jefe de cuadrilla"
Fllente: n Siglo, novicmbre 24/47, p, 4",
Se toma como prell'XIO para mostrar su taceta de violento, la
present~lción CI1 d ('ongreso de los proyectos de reforma a la
Policía Nacional y al arancl'i aduanero, los euales literon
considerados como !csivos para el p'Jís y de corte comunista por
parte de la bancada conservadora, La estampa es claramente la de
un tipo arrabalero, de h~lja condiciún, en actitud violenta quc
cxhibe crúneos de sus víctimas, a manera de trofeos. ! 'na
campesina observa ill1p~IVidalllente,
:m
85. La leyenda diee: ")'0 fui vuestro matador COI!lO l'1 Illulldo e" bil'1l notorio; y aqui l'st:1 don Juan Tl'llorio para l]ujl'1l quil'ra algo dl' él", Fucntc: U
febrero 9/4K p. 4", (iaítúll como el caballero medieval -Doll Juan TCllorio-, en
aClltud íncrepad()ra y cobarde por desafíar llluertos ante tumbas
de sus víctimas () de su 1l1OvilllicIlto CIl Boyad y Santander. bl
editonales y titulares de prensa se le responsabilizaba por estos
y olros hechos de violencia. La compaiiía del oso sugiere su
cercanía con el comunismo ruso. La espada es la del guerrero 110
la de la justicia.
86. La leyenda dicc: "1,:1 síncabezal,,,y, ahora qué más')"
Fucntc: U ,'>'ig/o, l1lal/O ü/4)-:, p, 4",
(;ait:lIl ha cOlldw:ído al libl'ralislllo a la ruptura de la ¡Inión
Nal'iollal. Aquí su l'slampa es la de un bandido (arrabakro dc
1l1l1'VO) responsable de violencia y fraude (las dos píSl\llas), que
amenaza a su partido y lo ha dl'lado sin cabL"/a (sin rumbo, sin
oriL'nlaciún), o qUL' SI.' la ha hL'cho L'scomll'r. Dclrús dI.' Ull l1luro
un hombre común y d caricaturista miran con asombro las
lropL'lías de (Jailún'1 2,
Arrabal desl~lw L'Il ¡\r~é!1lilla barrio popular dc I,IS anlcras de 1:1 Ciudad y el (//,J'oha/,'r() L'S su lllor,ldor
lue se carackl'l/,I por formas de h'stir, de lubhlr y dL' l'Olllportarsc bnls..:as y ordinarias, LI1 Colombia SL'
Jsaban
del ar~ot ar~cnlíllo tomados dL' la letra de los tall,L;os quc' tellían grall acogida ell sectores
,opularcs,
!,12
V.l.d. Guíf;íJl dü:I;u/or
(I na
de las [acetas
l1lÚS
di lillldidas del caudillo es la relativa a sus preteIlSH)IH.'S
,dictatoriales. Fn primer lugar. por su calidad de jek único de
Ull
parlidu que era
cOllsidcradn hegcl110nisla y arbitrarIo, en segundo tl'rmino. por bs influencias que
habría reCibido el1 su viaje a la Italia ¡¡lsclsta. también. porque era
UI1
aliado de los
f
: COlllllllislas y. por último. por su talante y su egocentrismo. Desde los diarios liberales
l
!
i
se le endilgaba su asccndencia
COI1
el l11odelo iIl1tocrútico rascista. /:'1 ¡¡-clIl/m. por
ejemplo. llegú a decir en un editorial que:
"FIl la formación intelectual ,kl doctor (¡ailúll. dejó honda
huella el conLlcto con la autocracia lalina. y en su intimidad
quisiera reali/llr entre nosotros el tipo de I)ucc y del
('ol1dollicrc. I.i.l l'statua de (·okoni. soberbiamcnte erguida ell la
pla/a dI.' Vcnecia, desasosicga sus sudos dI.' illlpaciclKia y
ambición. I.as lropas de clloquL', mgani/adas por el candidato
dc la restauración llloraL han venido actuando COI1 clicacia
estrepitosa l'n los l'elllros poblados, con el únimo de infundir
pavor cn los l'lcl'lorcs Itbl'l'all's, all1clléllúndolos cOllclll1itin yel
tUll1ulto. e impidIendo antidcll1ocrátieall1ellte el libre ejercicio
del derecho de n:unión y coartando la libl'l'tad de palabra.":1\
Claro que la posición de este diario no siempn: l'tIe la misma, rec\)rdcl1los lJlIe su
propicturio y rundador. I':duardo S¡lI1los. lo nOl1lbr() millistro de I:dueaeiún durante un
trecho de su malllbto presidcllcial y que lucgo. cuando el enemigo a derrotar rue
: Laureallo (J\íl11C1., convoní a su partIdo a respaldar a (¡;tilán como jefe único delll1is!1lo .
.luan ('rihe ('ualb. directivo conscrvador allegado al laureallisl1lo. lo caliricaba
rde líder '\lIllllip\)tl'nle y s\)bcrano,,'l.J. lln edilnri;11 firmado por Inocl'llcio Fraileo -quc
I
'puede ser el seudónilllo de algún dirigcllte
l'l'l'C~lIl()
a Laureano (¡ómel () qui¡ús ':'1
mis!llo- se rc!Cría a (¡altón l'n estos términos: "l Jsted tielle ell el rOlldo de su ser.
aUIl
:cuando uslL'd no 1\) crea, lIl1~l contextura loWlitaria"'''. Adjetivos de hombre soberhio y
vanidoso. y cosas por cleslilo, sc le cndilga
21;
.m
fJ
'11('1/1/'(1.
mar/o 2()/4(), p 4". Obsl'r\c'sc
'lI11ld":fnocrúllcos.
USig!(}.JlIlliu 14:47.p.4".
Siglo. o..:tllhrc 4.'47. p. 4".
n
CIl
CÓ!1l0 .... 1
otros editoriales. cn los quc se le asigna
cduonalíst:l habla d..: "tropas de choquc" y ,k sus
dotes de arbitrariedad y de poco allligo de la ley. Por ello es dibujado
\Japoleón, o CO!110
I~I
Duce,
II
alguien ccremo a Stalin,
II
C01110 UIl
un César romano.
Por supuesto, estas 1I1lúgenes estún en correspondencia con la rellírica
conservadora dc los edilorialistas desde la qlle sc insiste de mancra implacable en la
tarea de destrucción síl11bl')lica del caudillo. I':sa:-; dotes imperiales o autoritarias se le
achacan cn cl lIl:ulejo de los asuntos dc su partido. en el que había logrado
decían­
poderes illClllllrnlados y de:"l11esurados desde que asumió la jclulura única dellllisllln. Se
le mucstra como perSllna ambiciosa. capaz de cualquier cosa para lograr sus propósitos
arribistas. Ilay
UIla
caricatura (imagen X7) que resume de forma cOl1centrada esa visión.
se trata dc aquella ell la quc aparece diciendo "yo quiero ser dictador".
1':11 las púginas SIguientes se presenta una muestra con caricaturas de (¡aitún en la
semblan;a de dictador:
275
S7.Fuellte: U Siglo, octubre 27/47. p. 4".
En lrajl: de bolchevique (para insis!ir en el 1:'llllasllla cOlllunisi:L
cOl1lullisl1lo es igual a dicladura) aplasta valores que Sí..'
cOllsidcran caros al cOllserva! iSlllO y a la sociedad: decoro,
libertad, pueblo, prcnsa. pensamiento. trabaJo, La consigna
"restauración" es silllboli/ada por una prensa Illcdnica utili/ada
para lal COIl1L'(ido. I~I I1ll'nsajl' l'S l'¡)ll'górico y I.'taro desde el
título hasta el contenido de la Il1lagen: Ciai(án encarna un
proyecto dictatorial.
17C>
88. Fucntc:
n
Siglo, Ilovíembn: 19/47, p. 4"
I~n acción de cortar con el serrucho "restauración" la mano
derecha de una mariana que representa a la !\ación. que lleva en
él un texto de "Derecho ('onstituciollal" para indicar que (iailún
es un enemigo de los dos. Los pies torcidos no era UIl atrihulo
aplicado usualmente a (inilún, pero quiere decir inlenciones
oscuras.
277
1
EL
NAPOLEON
CRIOLLO
-------------------.----------------------­
('omo un Napoleón herido y derrotado, su l11ovil11iento -un
caballo ael'l:hado por un gallínazo- cstú l11uerto. Lnrique Santos
"( \lIibún" es quien conduce el avión "danza de las horas",
nOl11bre de su colul11na en I~'I TiclIll)(), desde el cual le lanza
bomhas y desde donde, según I~'I Siglo, se trataba de ponerle
;:ancadilla al caudillo, eso explica las bOl11bas arrojadas contra
él. En este tipo de creaciones, el artista trata de sacar partido de
los conflictos que viven sus rivales al atizar sus diferencias. El
uso dI..' la figura icónica de Napoleón Jacilítaba entre el público
una 1{ICí! y grórica apropiación de la idea imperial o dictatorial.
27X
EL..C.UltCO
9D Fuclltc:
GAITAN1STA
mSiglo, enero 30/4X, p. 4".
(iaitún como UI1 César el1 el circo romano en el que ha PUl'sto a
combatir en t0rminos desiguales a su oso ("el comunismo") con
una dama indef\:l1sa ("la Iranqui I idad naciona 1"). Entre los
soldados de su guardia se aprecia ~1 Juan Lozano primero él la
izquierda de (,ailún, Jorge lJribe M~\r(¡uez (segundo él la
i;quierda) y Diego luis Córdoba (en la extrema derecha de la
Iúmina) como la guardia Pretoriana. Todos armados con lanzas.
1·:1 león en el brazo de la silla es un signo c!úsico de poder. Es de
las pocas lúminas en las que aparcce con ojos abiertos que
podría indicar goce súdico, por el brillo que tienen, s;¡lisL1Cción
con el sufrimiento dc la nación, o tambi0n puede indicar
cOllCicncia de lo que sc hace.
279
V.l.e. (;:titúlI jl'll' líheru/
La coronación de (iaitán como jele Illúxilllo dcl Partido Liberal que tuvo lugar
enjunio dc IlJ47, es para la dirigellcia conservadora, en especial para el ala lallreanista.
el fruto dc la Illanipulactún. dc la dcmagogia. de la contCl11pOri/,aC¡Ón con la corrupción
del régimen liberal precedelllc. h, a(k'más, cl producto de la entn:ga a los métodos
lllÚS
cuestionables de la prúetIca política, al desellll'ello del sectarismo y deltLllllultn.
La importallcia dada
él
(iaitún en calidad dc jere. se rclkja en la gran canlidad de
caricaturas el1 las que aparece como líder o condlKlor liberal (2X de manera cxplícIla)
En ellas se le pinta cn una variada gama de Ill\:clas: \'elllrílocllo de Lduardo Santos.
divisionista
(l
vÍl'tima dc tretas divisionistas dc parlc de sus rivales,
Enrique Santos "( 'alibún", manipulando a la i/quierda
COIl1L1t1ist~l.
CI1
especial de
con Ímpctus
dictatoriales, cicgo y sordo, lrapecista. camillat1le dc la cuerda Iloja. tramposo, sectario,
amenazante. instigador de desórdelles y de huelgas. en tratos con el COlllllllisl11o,
. í impulsando
proycctos "macabros" dcsdc el Senado, ::JI.uzando la violencia, IlacÍl'ndo el
doble juego dc participar en el gobil'rno de la Lillión 'Jacional ya la vez promover cntre
sus seguidores una política anticolabmacionista. organi/ando complots contra el
gobierno y contra la <. 'on!'crencia PanallllTÍl'ana.
Días antes de dicha Conl(:rencia quc tuvo lugar L'n Bogotú, D
('()!()lIlhí{/}/(J
YD
Siglo publicaron noticias sobn: una supuesta cOl1spirnciól1 contra el e\'CIlto propici,lda
por dirigelltes cOlllunistas del contÍnl'llte l'lltre los que estaría (iaitán. Desde novielllbrc
de 1947, Laul'eano (ióml'/, nombrado por el gobierno JClC de la l11is¡llll cololllbiana.
advertía quc:
"llay un colombiano, lIllO ~ól(l. el jefe dd partido lil1L'r~d. l'l
doctor (íaitún. qUL' eslú pl'll;.,ando L'1l la mllllL'ra como (kslll~lra.
mancha y l'Il!OrpCCL' el fUllcionamicllto de la con Il'rcllcía, y nos
exhiba anle Ins \¡ul'spedc~ de 110nOl' nmlO un pueblo inculto y
salvale í... lO
lJo
EI.)·ig/o.
l](l\
j"l1Ihl\;
J ()i47.
p,4"
2S0
El caudillo era dibujado en trances dil'íciles. lidiando eOil su partido allarquií'ado
y dividido que es asemejado a
hombre viejo y ellkrlllo que
cercanía de la llluerte. a
UIl
110
UIl
caballo brioso. desbocado o partido ell dos. o
él
un
quiere decir sabiduría sino achaque, fin de! ciclo vital,
burro cansado y sin fuerzas que es sobrecargado de trabajo, a
un cadáver que va ell earnl/,a fúnebre conducida por él. Sus cop:lrlidarios son mostrados
en actitud de disgusto COll e!nuev\) jde y buscando la manera de ponerle zancadilla, de
"aguarle la fiesta", Antes de ser proclamado candidato liberal y jeIC [lIl1CO. hluardo
Santos ba 1'<11 \') otras alternativas como la de tilla dirección dual COIl Dario ],cllandía;
López PUl1larCJo ya no lo miraba COIl buellos ojos e impulsaba e! l10mbre de Lleras
Restrcpo Ixml cOlltrarrestar su ascellSO meteórico,
Todas c:-.as discuslOlIes y debates intemos ell el liberalislllo eran e:\plOlados al
máximo por los caricaturistas y editorialistas cOllservadores para crear descolll'icrhl e
incertidumbre en las ['ilas rivales. pOI' ello e11 un cOl1lentario sobre Slll'\lI1sagraclóll como
jefe únil'o, se dijo que ese era
UIl
"aelo de delllellcia colectiva del
liber~¡]lsllj()'"
lino de esos editoriales resullle grúlíc:lmelllL' lo que represelltari,l para el país 1,1
presencia de (iaitún ell el palaCIO presidellcial. algo así como
"Ull
mico en
UIl
pesebre".
allí, al hacerse el balance de su gestióll como jeli.: de las mayorías liherales ell el
Congreso del
¡tIlO
1947. se agregaba: "el saldo'!
UIl
director ignor¡lIllL' en la ciencia del
gobierno. engreído, quc sólo cllcnta para m,lIltenL'l'se COI1 una garganta demagógica y
una soberbiu pcrtina/ ( .. ,t~·.l~,
A continuación mostrare1l10S las carieaturas sobre (jait¡ín el1 su calidad de jl'lc
liberal:
m El Siglo, diclclllbJ\.' 13i.+ 7, p. ·V
l,lIEISiglo,dícÍl.'lllhrc 17/'+7, p. 4'.
2S1
91. la leyenda dice: "¡'.:sic apóstol, faquir y cl!lIililmsl<\
iDe sus pas:.Hlos yerros ni se acucrda /Y prl'lende.
lllos1rúIldosc <;tllllísla /Lvilar que lo 11IIllbcIl de la cuerda."
Fllente: n ,<;¡g/o, kbrl'ro .\140. p. 4".
(iaitún como un equilibrista que juega entre su pasado de
la
UNIR"')
(llniún
de
Izquierdas
i/.quÍl'rdista
en
Revolucionarias) y su simpatía () acercamientos con el sanlis11lo
-la sombrilla quc no lo dCJa caer-, Recordemos que Santos lo
habia n(lll1brado ministro de Educación, La l;NIR es
n:prescl1tada por una pesada cadena a manera dc esposas. qllc no
lo deja libre, cs prisloncro de su pasado, El sombreado que
recubre su cucrpo cs para reiterar el color negro () allldiado del
caudillo quc en dIstintos CÍrculos era apodado "el ncgro", l'ste
atributtl y la il11~lgell de equilibrista (oportunista) puede tal11bil'n
IIlSllllIar asociaciúl1 con la idea cliché' dc la "malicia indígena",
1." La IINIR
(Unión de 1/l[lIicnl:is Rc\olucíoJlari:ls) fuc creada por (iaitún cn I 'n.' COIllO Ull
agrupanllc'lIlo dlSI,klllc dcllíbcr~¡\isl1lo. su c\islcl1Cla ruc rll:;a/, pucs dl'saparcciú ,le- éSCélla c'll 19:14 anlc'
la arrolladora viclona dél o/kíalísllIo líbl'ral COIl su candidato prl'sídcncial LópCl
92. Fuente: U ::-;¡g/o, julio 9/47. p. 4".
(iailún es dibujado COIllO un dirigenle que juega -COIl "malicia
indíu:cna"- a dos carlas con el u:obicrIlo de l i¡lión 1\:acíonal: ser
opo:icióll y ser gobierno a la v~,/~Il. Por debajo de la mesa hall
(a ido olras carlas "proposición" y "demagogia" que indican
acciollcs COII las que enredaba las scsiones del COllgreso. I~I
caricaturista insisle ell dibujarlo con zapatos toscos y rotos para
remarcar la idea de ordinariez. mal gusto y debilidad ele su punto
de apoyo.
24" Gultán aceptó Iorilla l' parte dc' la Ilnióll NaCIOnal luq!o de qlle Cllera cOllvocldo por el ¡m:sidel1te
Ospllla !'eré! a rail dc' su vlctori:1 ell las t:lc:n:iol1es parlallJelltarlaS ,le- !llar/o. Recordelllos qut: 1:1 \ Inión
Nacional rile c'l Ilorlllm: dado al g(lbicTIW de Ospina P0n:! quien puru usegurar I¡¡ gllbl'rnahilldad lIollllÓ a
colaborar al Partido I.iberal que era lIlélyoria en l'l Congreso. Dicha Idíallla suJ'rlÓ vanas clIsis y
reCOlllp\lSICillllCS ('IJlrl' 1')4(, Y I 'J4<J.
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