La Voz de Galicia | Miércoles, 21 de septiembre del 2016 | ECONOMÍA | 33 Casi 209.000 gallegos cobrarían más por despido si se aplica la sentencia europea El Gobierno limita de momento los efectos legales del fallo a los trabajadores interinos G. LEMOS REDACCIÓN / LA VOZ Una sola sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha hecho temblar los cimientos de la normativa laboral española, al determinar que la doble escala que se aplica en la indemnización por despido en función de si el trabajador es indefinido o temporal es discriminatoria y debe igualarse con carácter general. Aunque de momento los expertos son prudentes sobre las consecuencias prácticas que se podrían derivar del fallo, no son pocos los trabajadores que desde ayer miran de reojo a Luxemburgo, sede del tribunal, para ver si de sus decisiones se deriva una mejora sustancial en sus condiciones laborales. No en vano, de los 17,7 millones de afiliados a la Seguridad Social, más de cuatro millones son eventuales, a los que hay que sumar otros 214.000 con contrato de formación y prácticas. Un colectivo muy numeroso de asalariados que verían reforzada su protección en caso de despido si se aplicase la doctrina del tribunal comunitario. En Galicia, según las cifras de la última encuesta de población activa, los potenciales beneficiarios de la sentencia serían los 208.900 trabajadores por cuenta ajena con contrato temporal. Eso, en caso de que el fallo se aplique con criterios de máximos. Porque, por el momento, desde el Ministerio de Empleo — cuyos servicios jurídicos siguen estudiando el dictamen— defien- La sentencia de Luxemburgo equipara el pago por despido. ÁNGEL MANSO den que este solo afectaría a los trabajadores interinos, ya que el pleito del que se deriva la sentencia fue planteado por uno de ellos (de los 300.000 que existen en España, según los cálculos del sindicato CSIF). Pese a las cautelas, es muy difícil minimizar la trascendencia de este fallo del tribunal europeo. Para un destacado abogado laboralista como es José Antonio Sagardoy, «marca un antes y un después». Y aunque «no obliga a cambiar la legislación española», los tribunales tendrán que ajustarse a dicha interpretación. Más litigios A la espera de cómo afinen los jueces españoles la música que llega de Luxemburgo, lo que tiene claro Catarina Capeáns, letrada del departamento laboral de Iglesias Abogados, es que la principal consecuencia del fallo será «un aumento de la litigiosidad, ya de por sí elevada en los contratos temporales». Para evitar la indefinición y la judicialización masiva de los despidos, los sindicatos apremiaron ayer a los partidos a aprobar cuanto antes una modificación legal que adapte la normativa laboral española al principio de no discriminación que exige el tribunal. Entienden que no es necesario que se constituya un Gobierno en plenas funciones y que la reforma se puede impulsar desde el Congreso, toda vez que PSOE, Podemos y Ciudadanos coincidieron ayer en aplaudir la decisión judicial y aprovecharon, en el caso de la formación naranja, para defender las bondades de su propuesta de contrato único, con una indemnización creciente e igual para todos los trabajadores. No es la solución que quieren los sindicatos, que buscan que se iguale por arriba (esto es, en los 20 días por año trabajado) a todos los trabajadores y que dicen estar dispuestos a pelear la retroactividad de la sentencia, aunque ese debate suscita muchas dudas en los expertos, que ven muy difícil establecer una frontera temporal a partir de la cual se pudieran revisar los despidos ya ejecutados. Si para Luis Baneira, secretario de política sindical de UGT-Galicia, la decisión judicial pone fin a «quince años en los que se ha estado robando a los trabajadores» —recuerda que la directiva europea que prohíbe discriminar a los temporales entró en vigor en el 2001—, Maica Bouza, secretaria de empleo de CC.OO. en la comunidad, espera que sirva para reducir unas elevadísimas tasas de temporalidad y para que se respete la causalidad exigida en los contratos de duración determinada. Muy crítica se mostró por el contrario la patronal CEOE, que aprecia errores de calado en la sentencia y que defendió que en España a todos los trabajadores se les aplica el mismo régimen jurídico y el mismo baremo de indemnización en caso de despido disciplinario o por causas objetivas, que solo se rebaja a 12 días por año para los temporales que ven su contrato rescindido cuando llega a término. Para Lorenzo Amor, presidente de la federación de autónomos ATA, el fallo solo crea inseguridad jurídica y demuestra que en el poder judicial «hay gente que no ha creado puestos de trabajo». Abanca aumenta los depósitos de minoristas y reduce su negocio en la construcción REDACCIÓN / LA VOZ Abanca completó el primer semestre de este año con un aumento de más de 600 millones en depósitos de clientes minoristas (644 en concreto) hasta los 34.139 millones de euros, según el informe final de enero a junio que ayer entregó la entidad gallega a la CNMV. En ese documento, Abanca revela que ha reducido su exposición al negocio constructor y promotor, que en apenas seis meses ha pasado de 581 millones de euros en financiación a ese sector a 548,6 (incluyendo en ambos casos solares). Es menos del 2 % de los fondos prestados por la entidad. Porque uno de los principales objetivos de la entidad es priorizar el negocio de pymes y de familias. El crédito, a la vez, se incrementó en un 5 %, a la vez que se recortó la morosidad. En el mismo documento la entidad explica que de enero a junio —período en el que Abanca ganó 186 millones de euros— llevó a cabo la venta de varias empresas participadas, como las energéticas Fotonova, Azimut, Solnova, Tornasol y Solgomar, en las que tenía el 100 %. También se deshizo de su parte en la correduría de seguros Willis y del 7,9 % que mantenía en Castelao Productions (Filmax). Aún no estaba contabilizada la venta en la pizarrera Cupa. A la vez, aumentó su negocio en Natur Spa Allariz hasta el 85 % y constituyó el instituto de educación superior Ieside. El Popular concreta al fin: 2.900 empleados y 300 oficinas menos En Galicia se calcula que serían 450 los empleados afectados, el 25 % de la plantilla en la comunidad MERCEDES MORA REDACCIÓN / LA VOZ Aún no habían recibido todos los datos por parte de la dirección del banco cuando en sus teléfonos móviles ya podían leerlos en los titulares de las ediciones digitales de algunos diarios. Tan mal les sentó que a punto estuvieron de levantarse de la mesa. «En un tema como este las formas resultan vitales y si las perdemos antes de empezar... Mal asunto», resumía ayer uno de los represen- tantes sindicales presentes en la reunión convocada por el Banco Popular para negociar el expediente de regulación que los responsables de la entidad han puesto sobre la mesa para «mejorar la rentabilidad y la eficiencia» del banco. En esa reunión, por fin, desveló el Popular sus planes. A saber: el ajuste afectará «aproximadamente a 2.900 personas». Más concretamente: a entre 2.900 y 3.000 trabajadores, dependiendo de la «aplicación definitiva de las medidas de optimización», en palabras del banco. Además, se echará el cierre a unas 300 oficinas. Afectará así al 20 % de la plantilla y a algo más del 14 % de la red de sucursales. Poco más precisaron los representantes de la entidad a los sindi- catos, que, además del número de personas y oficinas a las que salpicará el ajuste, quieren saber quiénes saldrán del banco, cómo y en qué condiciones. Y en ese capítulo, a lo más que se avinieron fue a reiterar que quieren que el ajuste sea lo menos doloroso posible. Significativo resulta que el Popular recordase ayer en la nota de prensa en la que daba cuenta del encuentro con los sindicatos que en su plantilla hay 1.700 empleados que ya han cumplido los 59 años. El mero recordatorio de Los sindicatos, molestos por enterarse los últimos de las cifras del ajuste este dato presupone, según fuentes sindicales, que optarán por la vía de las jubilaciones anticipadas. Habrá que ver cuál es la fórmula que habilita para garantizar —con el cobro de una renta hasta el momento de la jubilación efectiva y de la correspondientes cotizaciones sociales— que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo. Pero, aunque todo ese personal se apuntara al retiro anticipado, las cuentas no salen. Y en el seno del banco todo el mundo hace cábalas para tratar de adivinar de dónde saldrá el resto. Hay pistas: el Popular aclaró que recortará plantilla «en las sucursales con menos rentabilidad por empleado». Aventuran fuentes sindicales que se calculará una cuenta de resultados por cada oficina, aten- diendo a las captaciones que realice, los créditos y productos que venda y las comisiones que cobre. Con esos datos sobre el tapete, se determinará su viabilidad financiera y, por tanto, si se habrá o no despidos en cada uno de los casos. El impacto en Galicia No se salvará ninguna comunidad. No hay todavía cifras por territorios, pero el cierre de oficinas será «proporcional al peso que tenga el banco en cada región», afirman fuentes sindicales. Así, en Galicia serían 450 los trabajadores afectados, una cifra equivalente al 15 % del ajuste para toda España. La plantilla gallega quedaría mermada en un cuarto. Al cierre del primer trimestre, el Popular tenía casi 1.800 empleados en la comunidad.