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Radio – Programa 460
Vida en Familia Hoy
Pornografía: El engaño peligroso “La anatomía de la lujuria”
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Roberto:
Bienvenido y bienvenida a Vida en Familia Hoy. Nuestro anfitrión en el
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programa de hoy es Dennis Rainey y yo soy Roberto Lepine. Gracias por
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acompañarnos. Una vez más, Dennis, necesitamos recordar a nuestros
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oyentes al comienzo de este programa que el tema que estaremos tratando
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hoy es de naturaleza muy delicada y no sería apropiado para niños
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pequeños. Sería mejor que busque una distracción para ellos durante el
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programa de hoy.
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Dennis:
Así es Roberto, estamos tratando el tema de la pornografía y la lujuria.
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Estamos compartiendo un artículo de un pastor que luchó tenazmente con
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la lujuria.
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Roberto:
Voy a continuar leyendo lo que este pastor escribió en el artículo dice:
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“No podía sentarme a juzgar a este hombre porque él simplemente había
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terminado donde mi propia obsesión probablemente me llevaría a mí”. Él
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tuvo una oportunidad de ver el futuro hacia el cual se dirigía. En el
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Sermón del Monte, Jesús relacionó la lujuria y el adulterio, el odio y el
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asesinato, no para devaluar el adulterio y el asesinado, sino para señalar la
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asombrosa verdad sobre el odio y la lujuria. Hay una conexión. El pastor
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continúa: “Por algunas semanas, viví bajo una nube que combinaba los
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primeros sentimientos de condenación y terror. ¿Había yo cruzado alguna
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línea invisible de modo que mi alma estaba manchada para siempre?
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¿Marcharía yo también, como mi querido amigo, inexorablemente hacia la
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destrucción sistemática de mi cuerpo y de mi alma? Él, el otro pastor,
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había llorado pidiendo perdón y liberación, hizo todas las oraciones que
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aprendió en la iglesia y, sin embargo, cayó en el abismo. Los abogados ya
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estaban dividiendo su casa y posesiones para dárselos a sus hijos. ¿Ya no
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había escapatoria para él? ¿Y para mí?”
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Dennis:
Imagina esto. Aquí está un hombre que buscó ayuda y en esencia está
mirándose en un espejo, excepto que está mirando dónde terminará en diez
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años si no deja de pecar. Sabes, Roberto, esa sería mi oración para este
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programa, que haya hombres o quizá algunas esposas que sepan que sus
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esposos tienen este problema, que consigan esta grabación y hagan que sus
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esposos la escuchen. Y ellos se verían en ese espejo, reaccionarían y
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regresarían a sus sentidos espirituales para regresar a Dios y buscar ayuda.
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Consiga un amigo, vaya donde un pastor, vaya con otro hombre y pídale a
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Dios que le saque de ese agujero con la ayuda de otra persona.
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Roberto:
En cierto punto uno sí desea, ¿no te ha pasado?, que Hugh Hefner (es el
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creador de Playboy) y otros que están involucrados en la pornografía
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estuvieran en fila delante de los hombres cuyas vidas han sido destruidas
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debido a lo que ellos han provisto.
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Dennis:
El versículo que inmediatamente me viene a la mente es el pasaje que
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dice: “Pero si alguien hace pecar a uno de estos pequeños”.
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francamente, estos hombres han enganchado a los niños en la pornografía.
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El pasaje continúa diciendo lo siguiente: “Más le valdría que le colgaran al
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cuello una gran piedra de molino y lo hundieran en lo profundo del mar”.
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Yo batallo con la ira en este punto que en los Estados Unidos hay una
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industria a la que se le permite promover y engañar a nuestra juventud,
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engancharlos desde una edad temprana de modo que terminen en el mismo
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lugar que este pastor. Eso no significa que es una excusa. Simplemente
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estoy diciendo: “Ay del hombre que está traficando y vendiendo
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pornografía, haciendo que los pequeños tropiecen”.
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Roberto:
Y
Ese encuentro cara a cara que el escritor de este artículo tuvo con su amigo
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pastor del sur fue una llamada de advertencia para él. Pero como él
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escribe, no estaba mirando solamente las consecuencias negativas de la
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pornografía. Él comenzó a ver las razones positivas por las que Dios nos
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llama a la pureza. No es simplemente para que no nos pasen cosas malas,
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sino para que nos puedan pasar cosas buenas y las bendiciones puedan
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fluir. Él escribe: “No podría decir por qué una oración que se ha hecho
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por 10 años es contestada en la milésima vez que se pide, cuando Dios
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respondió las primeras 999 peticiones con silencio. No puedo decir por
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qué tuve que soportar diez años de algo que casi se sintió como posesión
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antes de estar listo para la liberación. Y lo más triste de todo, no podría
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decir por qué mi amigo pastor, desde nuestra conversación, se ha ido hacia
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un deslizamiento increíble a la destrucción. Su matrimonio ahora está
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destruido, él podría volverse loco o cometer suicidio antes que este
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artículo sea publicado. ¿Por qué? No lo sé”.
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Dennis:
La diferencia es que este pastor que está escribiendo el artículo comenzó a
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alejarse del pecado y acercarse a la verdad. El otro pastor enfrentó la
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verdad y se alejó de la luz hacia la oscuridad.
Y ese resbalón y la
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pendiente de su declinación se volvieron más grandes en ese punto,
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Roberto. Y creo que esa debe ser una señal de advertencia para el oyente
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que escucha este programa y nuevamente se mira en el espejo de la
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Palabra de Dios, sabiendo que tiene un problema. Usted debe arrepentirse
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si tiene un problema con la pornografía y la lujuria, alguna adicción o
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alguna fantasía. Cuando Dios arroja luz en su vida, debe arrepentirse.
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Usted está jugueteando en ese punto con la muerte. Quiero decir, la
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muerte de su vida, la muerte de su familia, de su matrimonio, de su legado.
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Estas cosas de las que estamos hablando son muy serias.
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Roberto:
Somos muy buenos para advertir a los adolescentes de este tiempo, cuando
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les decimos que no se involucren en situaciones en las que podrían ser
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atraídos hacia el pecado sexual, pero no necesariamente aplicamos el
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mismo consejo si un hombre se da cuenta que está metiendo sus dedos en
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la pornografía cuando viaja por negocios. Quizá tendría que encontrar un
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nuevo trabajo para preservar su matrimonio y su propia alma. Si un
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hombre se da cuenta que esto ocurre cuando sale con un grupo particular
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de otros varones, podría querer buscar nuevos amigos. John Owen, el
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escritor puritano, habló sobre la mortificación del pecado. Eso significa
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darle muerte y no abrir ninguna puerta de entrada.
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Dennis:
Roberto, lo que estás diciendo aquí suena radical pero, ¿sabes una cosa?
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¡El pecado es radical! El pecado es un gran problema y si está a punto de
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destruir su vida, ¿hasta dónde luchará y qué pasos está dispuesto a tomar
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para vencerlo? Cambiar de trabajo comparado con su vida, su familia, su
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matrimonio, su legado, es un problema muy, muy pequeño. Salga de la
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tentación. Segunda a Timoteo 2:22 dice: “Huye de las malas pasiones”.
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Aléjese completamente de ellas. Eso podría requerir un paso radical.
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Roberto:
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Si yo te dijera que encontraron un cáncer en 1% de tu cuerpo, los doctores
radicalmente lo extirparían.
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Dennis:
Así es.
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Roberto:
No dirían: “Bueno, probablemente podemos esperar hasta que llegue al 4 o
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5% antes que realmente comience a hacerle daño”. No. Ellos lo extirpan
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en ese mismo instante.
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Dennis:
Inmediatamente.
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Roberto:
El pastor continúa escribiendo: “Lo que puedo decirles especialmente a
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aquellos que permanecieron en cada paso de mi propio peregrinaje, porque
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esto corresponde de manera tan cercana al suyo, es que Dios sí se
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manifestó en mi vida.
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después de tantos años de fracaso, se sintió como si él de repente decidió
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aparecer después de una larga ausencia. Oré, sin ocultar nada”, y entre
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paréntesis él agrega: “como si yo pudiera ocultar algo de Dios, y Dios me
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escuchó. Hubo un doloroso pero necesario paso de arrepentimiento. El
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arrepentimiento, según C. S. Lewis, no es algo que Dios demanda de
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usted antes que Él le reciba de vuelta o algo de lo que Él podría dejar que
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usted quede excluido si Él así lo decide. Simplemente es una descripción
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de lo que significa regresar. Regresar para mí incluyó una conversación
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muy larga con mi esposa, quien había sufrido en silencio por una década.
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Fue ella a quien yo hice daño, yo pequé contra ella así como pequé contra
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Dios. A lo mejor, mi impunidad había mantenido a mi propio amor
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imposibilitado de crecer de la misma manera que había bloqueado el amor
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que pude haber experimentado con Dios. Nos acostamos el uno junto al
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otro en la cama en una calurosa tarde de verano. Hablé sobre cosas
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superfluas con una voz temblorosa por los nervios por más o menos una
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hora, tratando de romper la barrera que me mantenía inmovilizado.
La frase podría sonar herética, pero para mí,
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Finalmente, alrededor de la medianoche, comencé. Le dije casi todo, con
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el conocimiento que estaba depositando en ella una carga que quizá no
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podría llevar. Me preguntaba por qué Dios me permitió luchar por una
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década antes de la liberación. Quizá algún día descubriré que mi esposa
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necesitaba ese tiempo justo para madurar y prepararse para la
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conversación que tuvimos esa noche. Cosas mucho más pequeñas habían
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fracturado nuestro matrimonio durante meses. De alguna manera, ella
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encarnó la gracia de Dios para mí”.
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Dennis:
Y de eso se trata el mensaje del evangelio. No importa lo que usted haya
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hecho, no importa lo que haya pensado, no importa a qué vendió su alma,
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el amor de Dios fue derramado en la cruz de Cristo y la tumba está vacía.
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Existe una vida que ha surgió de la muerte, pero debemos acercarnos a la
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cruz. Debemos vaciarnos de nosotros mismos y aferrarnos a esa cruz.
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Debemos expresar remordimiento. Debemos clamar pidiendo perdón y
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pidiéndole a Dios que nos dé lo que Él desea darnos con liberalidad,
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Roberto. Él desea darnos gracia, perdón, paz, limpieza e integridad. Y es
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interesante que su esposa se haya convertido en eso para él. Ella se
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convirtió en los brazos del amor, la gracia, la sanidad y la paz de Dios para
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un hombre que había estado en cadenas.
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Roberto:
Él escribe: “Durante diez años ella había visto cómo una niebla invisible
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se robaba mi interior, me hacía actuar extraño y me alejaba de ella. Ahora
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ella había escuchado lo que a menudo sospechó. Escucharlo debe haberle
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parecido un rechazo. ‘Tú no eras suficiente para mí en el aspecto sexual,
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tuve que ir a otro lugar’, ese fue el mensaje aplicado. Pero a pesar de ese
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dolor y el remolino de emociones que deben haberla sacudido en su
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interior, ella todavía me dio su perdón y su amor. Ella hizo que mi
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enemigo sea suyo también. Ella tomó mi sed de pureza como su sed
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también. Ella me amó y mientras escribo esto incluso hoy corren las
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lágrimas por mi rostro debido a ese amor, a ese amor maravilloso, es tan
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incomprensible para mí y tan inmerecido, pero estuvo ahí”. Él concluye lo
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siguiente, Dennis, al mirar al pasado en todo este tiempo que pasó: “Hubo
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dos experiencias totalmente nuevas que me ocurrieron que debo admitir
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que contrarrestaron mi sentimiento de pérdida en la experiencia de lujuria
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que ya no tengo. Llegué a ver a Dios de una manera en la que nunca antes
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lo había conocido. En ocasiones, he tenido una experiencia con Dios que
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me ha sorprendido con su profundidad e intimidad, una experiencia de un
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orden que yo ni quiera sabía que existía. Otra cosa que ocurrió y que ni
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siquiera se la pedí a Dios, es que la pasión regresó a mi matrimonio. Mi
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esposa es nuevamente mi romance, su cuerpo, el cuerpo de ninguna otra
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persona me atrae tanto como el de ella en todo el universo”. Creo que en
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ambos casos, él ha visto una redención, una resurrección de entre los
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muertos.
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Para seguir comentando sobre este artículo le invitamos a sintonizar el
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siguiente programa de Vida en Familia Hoy. Que Dios le bendiga.
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