Revista Digital ISOCUANTA / ISSN: 2145-1419 / Vol. 2 / No. 2. / 2012 / pp. 5-16 ANÁLISIS DEL DESARROLLO ECONÓMICO Y SUS DETERMINANTES EN AMÉRICA LATINA* Analysis of economic development and its determinants in Latin America Jaime Orlando Gaona Sánchez** RESUMEN diversificación de las exportaciones, no limitándose a materias primas; fortalecer el avance industrial; y reorientar un sistema económico que satisfaga las necesidades de la sociedad. Resumen La problemática del subdesarrollo consiste en ese conjunto complejo e interrelacionado de fenómenos que traducen y expresan desigualdades flagelantes de riqueza y pobreza, estancamiento, retraso frente a otros países, potencialidades productivas desaprovechadas y dependencia económica, cultural, política y tecnológica. Este artículo analiza el proceso de desarrollo económico que ha atravesado América Latina desde la implementación del modelo de industrialización por sustitución de importaciones, hasta la apertura económica, a partir de los aportes de la industrialización, la globalización y la integración regional, factores que constituyen los mayores determinantes del desarrollo económico latinoamericano. Palabras clave: desarrollo económico, integración regional, industrialización, apertura económica, globalización. Clasificación JEL: F02, F15, O33 ABSTRACT The problem of underdevelopment is the complex and interrelated set of phenomena that translate and flagellants express inequalities of wealth and poverty, stagnation, lagging behind other countries, wasted productive potential and economic dependence, cultural, political and technological. This paper analyzes the economic development process in Latin America has experienced since the implementation of structural models to economic openness, from the contributions of industrialization, globalization and regional integration; these three factors being the major determinants of this process. El problema principal del desarrollo de América Latina, en tanto estructura subdesarrollada, es la necesidad de superar su estado de dependencia; transformar su estructura en función de obtener mayor crecimiento y **Articulo de reflexión (tipología dos). Recibido: 19 de abril de 2012; revisado: 22 de mayo de 2012; aprobado: 13 de junio de 2012. **Estudiante de IX semestre de Economía en la Universidad Santo Tomás, Bogotá, Colombia. Coordinador del Semillero de Investigación de Geopolítica y Relaciones Internacionales. Monitor de la asignatura Economía Internacional. Correo electrónico: [email protected] The main problem of development in Latin America, as an underdeveloped structure, is the need to overcome their 4 Revista Digital ISOCUANTA - Vol. 2, No. 2, 2012 Análisis del desarrollo económico y sus determinantes en América Latina entonces era “dedicar especialmente sus actividades al estudio y búsqueda de soluciones a los problemas causados por el ajuste económico mundial”. state of dependency, transforming its structure to be more growth, diversification of exports not limited to consumer goods, industrial progress to strengthen and reorient the economic system that meets the needs of society. En las discusiones previas al nacimiento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) se Keywords: economic development, regional integration, industrialization, economic liberalization and globalization. manifestó que el problema fundamental de América Latina era su necesidad de tener una tasa acelerada de recuperación para los efectos de guerra, el desarrollo económico y la industrialización. JEL Classification: F02, F15, O33 Introducción El proceso de industrialización y financiamiento de América Latina El problema del desarrollo y subdesarrollo económico constituye uno de los temas más importantes de discusión en los diferentes foros internacionales. Quienes hablan del “subdesarrollo” conciben este fenómeno como una situación estructural característica del proceso histórico del desarrollo; por su parte, los que prefieren la expresión “países en vías de desarrollo” acentúan las posibilidades de aprovechamiento del potencial productivo en una sociedad. El modelo de sustitución de importaciones El modelo de sustitución de importaciones pretendía desarrollar la industria nacional, protegiéndola de productos manufacturados y, a su vez, restringiendo la importación de materias primas del exterior. Este modelo fue visto como la forma de reducir la dependencia de América Latina frente a países desarrollados y de fomentar así la formación de capital. Las corrientes de pensamiento o enfoques sobre el tema de desarrollo tienen conceptos que son examinados desde el ángulo de la realidad histórica, la cual refleja el pensamiento económico, social y filosófico de la época correspondiente. El desarrollo del modelo proteccionista es una contraposición al modelo de la economía clásica que fundamentaron autores como Adam Smith y David Ricardo. El modelo clásico sustentaba que en cualquier situación es mejor el comercio que el no comercio. Por su parte, las políticas de sustitución de importaciones señalaban que el comercio internacional no siempre era necesario para conceptualizar el “desarrollo hacia adentro”, pues era necesario mejorar los términos de intercambio con el avance industrial y así, entonces, lograr una mejoría en el aprovechamiento de los recursos gracias al progreso técnico. En este contexto, los países latinoamericanos se ven presionados por las tareas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en función de contribuir al desarrollo de las zonas más atrasadas. En efecto, la ONU desarrolla una serie de comisiones para Europa, Asia y América Latina, con el fin de resolver los problemas económicos urgentes suscitados por la guerra; la primicia 5 Revista Digital ISOCUANTA - Vol. 2, No. 2, 2012 Jaime Orlando Gaona Sánchez Se dieron grandes cambios en el sistema productivo al adquirir maquinaria importada con sistemas de producción fordistas y tayloristas1. Asimismo, se produjeron ajustes tecnológicos y organizacionales que modificaron las relaciones laborales y abrieron paso a la industrialización y al movimiento urbano. Vale la pena señalar que entre 1984 y 1986 ya se veía venir un nuevo contexto económico, social y demográfico para algunos países de América Latina. financiera de casi 20.000 millones de dólares. Sin embargo, las buenas intenciones de los Estados Unidos se asociaron con el hecho de frenar el avance socialista en América Latina. Además, esta ayuda externa estuvo encaminada a la industrialización de la región, pues las condiciones eran más favorables para Estados Unidos, lo que se refleja en las balanzas de pago deficitarias que sobrevenían a los países de América Latina, así como en el patrocinio por parte del país del norte a algunos golpes militares que se dieron. El vínculo de los Estados Unidos con América Latina y la rotura del “desarrollo hacia dentro” Por otro lado, después del periodo de posguerra, algunos países de América Latina empezaron a nacionalizar el petróleo, lo que contribuyó a adquirir ulteriormente una aparente independencia, entre ellos México, Brasil y Venezuela. No obstante, con la “Bonanza Petrolera”, el flujo de capitales del exterior comenzó a dirigirse a estos países, y el exceso de divisas trajo consigo la apreciación de la moneda local. Finalmente, el resultado fue la pérdida de competitividad, a causa de los altos precios de las mercancías exportadas. Desde la década de los sesenta del siglo pasado se ha podido percibir un cambio de actitud de Estados Unidos hacia América Latina. Muchos analistas latinoamericanos han entendido este fenómeno como una relación de alianza: “La alianza entre un rico frente al pobre, el fuerte frente al débil” (Powelson, 1964). Esta dominación ha sido posible debido al respaldo financiero que poseen los norteamericanos. El resto de países de América Latina nunca aceleraron el crecimiento de sus economías, puesto que no existió transferencia tecnológica en los procesos proteccionistas; únicamente se importaba la maquinaria, pero no se generó una articulación en la elaboración de bienes de consumo y bienes de capital. En general, América Latina tuvo problemas de eficiencia en sus estructuras productivas y en el aprovechamiento de los recursos; tampoco existió una diversificación de las exportaciones, por la incapacidad financiera del sector público, el estancamiento de la economía rural y la desigualdad en la distribución del ingreso. Estados Unidos es una gran potencia industrial, mientras que América Latina es proveedora de materias primas; por ende, no se puede hablar de una relación ventajosa para ambas partes. Estados Unidos desarrolla nuestras materias primas, obteniendo una alta rentabilidad, bajos costos y, por ende, precios más bajos en sus productos. La “Alianza para el Progreso” fue un cambio de actitud de Norteamérica hacia Latinoamérica: se dieron recomendaciones en materia de una reforma agraria, inversión exterior, libre mercado, inflación, además de una ayuda 1 Bajo este modelo se segmenta la producción, de tal forma que los trabajadores no tienen una visión total del proceso productivo. 6 Revista Digital ISOCUANTA - Vol. 2, No. 2, 2012 Análisis del desarrollo económico y sus determinantes en América Latina El endeudamiento excesivo como resultado de la política internacional y su financiamiento no tuvieron más elección que seguir los dictámenes del FMI. La crisis se agudizó en 1979, cuando Estados Unidos aumentó la tasa de interés, debido al gasto militar de la guerra de Vietnam y a que las crisis bancarias azotaron las finanzas internacionales. La declaración de moratoria se hizo notar por la mayoría de países endeudados; por ende, las políticas de FMI para los años ochenta fueron las de generar superávits comerciales para pagar el servicio de la deuda. América Latina es una región generadora de bienes y servicios. Allí los países desarrollados están interesados en la inversión, que se vería reflejada en su consumo. Después de la Segunda Guerra Mundial se pudo observar el reintegro de las inversiones extranjeras, en la que los países desarrollados vieron a América Latina como fuente para el aprovechamiento de materias primas. La apertura económica y las políticas neoliberales Durante la segunda mitad de la década de los setenta y empezando la de los ochenta, en América Latina aumentó el tamaño de la intervención estatal en el desarrollo de los países y en las necesidades de importaciones, pues el crecimiento acelerado de la población y la migración de los campesinos a las grandes ciudades generaron mayor demanda de ciertas instituciones del Estado, tales como escuelas, hospitales, servicios sanitarios, vivienda, etc. Los ingresos tributarios no aumentaron en la misma medida y sumando la debilidad en el comercio exterior, causado por el bajo nivel de exportaciones, debido al mal manejo de las tierras y aprovechamiento de recursos, el financiamiento fue la única forma de beneficiar la actividad productiva. La política económica de América Latina tuvo que ser de endeudamiento para hacerla sostenible. El periodo perdido de América Latina La década de los ochenta se conoce como el “decenio perdido”, un periodo de gran estancamiento en América Latina y el Caribe. En conjunto, el crecimiento económico medio anual per cápita de la región (incluyendo el Caribe) fue del 1%. Los factores más incidentes de la mayor crisis de la modernidad en América Latina fueron: la inconsistencia del manejo de políticas económicas, la exorbitada expansión del gasto doméstico, los altos niveles de endeudamiento externo, las políticas de estabilización de precios basadas casi solo en el manejo de las tasas de cambio y los métodos de liberalización financiera que frenaron la inversión extranjera directa al mantener tasas de interés elevadas. Organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) prestaron su capital a los gobiernos de América Latina y, mediante ajustes estructurales, les impuso políticas para limitar la cobertura del Estado en materia de seguridad social por el “gasto excesivo”. De esta manera, el Estado solamente debía limitarse a la seguridad y defensa. La deuda es el mecanismo de control que desde esa época se fortaleció, y los gobiernos latinoamericanos América Latina había tenido una mejora en materia de comercio e intercambios, además de una dotación de créditos internacionales que se dirigieron principalmente al sector privado. Estas condiciones imposibilitaron las políticas económicas, reflejando que diez países tuvieron un crecimiento negativo del PIB y solo tres lograron mantener un crecimiento superior por encima del 1% (tabla 1). 7 Revista Digital ISOCUANTA - Vol. 2, No. 2, 2012 Jaime Orlando Gaona Sánchez Tabla 1. Referencias Cepal, estudio de los últimos 15 años, Santiago de Chile, 1996. Fuente: Economic Commission for Latin America and the Caribbean, ECLAC- The Economic Experience of the Last 15 Years 19801995 (Santiago de Chile, Chile: ELCAL, 1999). Países latinoamericanos: Producto Interno Bruto (variaciones entre promedios anuales) Países 1978/1981 1982/1984 1985/1990 Argentina 0,1 0,8 -0,9 Bolivia 0,4 -3,2 1,7 Brasil 4,1 1,0 2,8 Chile 7,2 -3,4 5,6 Colombia 4,9 2,2 4,7 Costa Rica 2,2 0,9 3,8 Ecuador 5,3 0,7 2,1 El Salvador -4,1 -1,0 1,4 Guatemala 3,6 -2,0 2,3 Haití 4,1 -0,8 0,2 Honduras 5,1 0,5 3,2 México 9,2 -0,5 1,6 Nicaragua -7,3 0,7 -3,4 Panamá 8,2 1,5 -0,4 Paraguay 10,5 -0,2 4,0 Perú 3,9 -2,6 -1,4 República Dominicana 4,5 2,6 2,1 Uruguay 4,8 -5,5 3,3 Venezuela -1,2 2,7 2,4 América Latina 4,2 0,0 2,0 1991/1995 7,6 3,7 2,3 6,8 4,0 4,9 3,7 2,5 4,0 -8,3 0,3 2,6 0,8 6,9 2,9 4,7 3,5 4,7 3,0 3,6 En la mayoría de los casos, estos resultados se vieron acompañados por un déficit en la balanza de pagos (tabla 2). Tabla 2. Referencias Cepal, estudio de los últimos 15 años, Santiago de Chile, 19962. Fuente: Economic Commission for Latin America and the Caribbean, ECLAC- The Economic Experience of the Last 15 Years 19801995 (Santiago de Chile, Chile: ELCAL, 1999). Países latinoamericanos: Cuenta corriente como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB)(a) (b)(porcentajes) Países 1978/1981 1982/1984 1985/1990 1991/1995 Argentina 0,8 2,2 1,3 2,5 Bolivia 9,2 8,7 12,5 9,3 Brasil 4,4 3,0 0,3 -0,2 Chile 9,3 9,3 4,5 2,9 Colombia 0,9 6,4 0,5 0,1 2 Las estimaciones en dólares del PIB fueron calculadas sobre la base de datos del PIB expresados en monedas locales y en las tasas de cambio aplicadas a las exportaciones más relevantes de bienes y servicios. Las cifras negativas se refieren a resultados positivos o de superávit en la balanza de pagos. 8 Revista Digital ISOCUANTA - Vol. 2, No. 2, 2012 Análisis del desarrollo económico y sus determinantes en América Latina Países latinoamericanos: Cuenta corriente como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB)(a) (b)(porcentajes) Países 1978/1981 1982/1984 1985/1990 1991/1995 Costa Rica 13,4 9,5 8,4 5,6 Ecuador 7,5 4,4 6,0 4,2 El Salvador 4,3 6,0 5,5 4,6 Guatemala 4,1 3,7 4,4 5,1 Haití 15,5 15,2 13,3 7,8 Honduras 10,5 9,2 8,4 11,1 México 4,5 -1,0 1,0 6,8 Nicaragua 12,1 22,8 40,0 51,9 Panamá 8,4 -1,7 -3,6 3,1 Paraguay 6,5 7,0 7,5 9,0 Perú 1,7 4,7 3,0 4,9 República Dominicana 8,5 7,5 4,1 2,9 Uruguay 4,7 1,8 0,2 1,7 Venezuela -1,0 -2,9 -1,7 -0,1 América Latina 3,7 2,1 1,2 2,8 Estilo del desarrollo neoliberal y la apertura económica Este modelo pretende fortalecer la economía interna, la competitividad y el sector exportador, como también buscar una mayor participación en los mercados mundiales. El desarrollo neoliberal se dio a partir de la apertura económica, donde cada país abrió sus puertas al mundo, firmando y dando cabida a tratos comerciales, además de continuar con la idea de apoyar procesos productivos nacionales financiados con capitales extranjeros. En 1989, el Consenso de Washington surge como una serie de ajustes estructurales propuestos en programas del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y otros organismos, durante la crisis que empezó en 1982. Las políticas del Consenso de Washington resumen la doctrina capitalista en su versión del libre mercado. “La clave” para América Latina está en que el equilibrio de balanza de pagos y la expansión de las exportaciones sean mejores que la sustitución de importaciones para el desarrollo económico. A pesar del señalado decenio perdido para los países de América Latina, debido a las dificultades que enfrentaban sus economías, muchas naciones de este continente entraron en el proceso de globalización de la economía. Temporalmente se puede ubicar el desarrollo neoliberal a partir de 1982, después de la caída de los precios de los hidrocarburos y de la crisis de la deuda externa. La apertura económica se vivió en dos facetas: 1. Se pone en marcha el modelo de manufacturas de exportación, mediante el cual los países en vías de desarrollo aportan mano de obra para la elaboración de productos finales manufacturados de países desarrollados. 2. Se restaura la productividad, lo que abarca la transformación mayoritaria del proceso productivo. 9 Revista Digital ISOCUANTA - Vol. 2, No. 2, 2012 Jaime Orlando Gaona Sánchez La década de los noventa estuvo marcada con la entrada de Brasil a los países emergentes que hicieron reformas económicas, siguiendo las pautas de la apertura económica, la privatización y las reformas del Estado. No obstante, en muchos países de América Latina, la apertura hizo exponer a muchas empresas autóctonas a la competencia internacional, pero por falta de competitividad dificultó la productividad y el avance financiero. como de capital. Sin embargo, la creación de las nuevas reglas económicas globales sigue siendo aceptada muy lentamente, ya que muestra claros vacíos institucionales. Integración económica en América Latina Perspectiva de la integración económica en América Latina La reconversión tecnológica se vino dando mediante la importación de maquinarias y equipos, lo cual exteriorizó grandes impactos en el sector industrial y afectó sectores de bienes de capitales y materias primas. Por ende, se manifiestan movimientos de concentración a través de acuerdos y fusiones para los sectores más afectados por la competencia externa. Las importaciones de bienes de capital para la restructuración hacen deficitarias las cuentas externas. El Estado, por tanto, debe diseñar políticas de atracción de capitales para robustecer el ahorro internacional y generar superávits en reservas intencionales que guarden la moneda contra etapas de crisis y cambios especulativos. La integración económica se debe entender como un proceso directamente relacionado con el desarrollo industrial, la transformación del comercio y los cambios en la combinación de los factores de producción encaminados por medio de la tecnología. En primer lugar es importante considerar el avance desigual en el proceso de industrialización y la asimetría del comercio. El avance del proceso de desarrollo industrial ha sido bastante desigual en los diversos sectores y países de América Latina. La producción de bienes de capital está más rezagada que la de bienes de consumo. Lo anterior es ocasionado por la escasa capacidad de creación tecnológica, pues debido a la falta de políticas de avance científico y técnico, no se permiten crear equipos ni técnicas productivas: Estas políticas se concentrarán en la tasa de interés real, la privatización, la flexibilización de los mercados, las reformas fiscales y administrativas por parte del Estado, sin descuidar el déficit fiscal y saneando las cuentas públicas. De esta manera, el Estado estará vinculado a la reactivación económica de manera eficiente, y la economía sin inflación será más competitiva. El avance tecnológico en la producción de cualquier bien–textil alimentario, duradero de consumo, químico, etc. Se traduce generalmente en la creación de un nuevo equipo específico que incorpora dicho avance […]. Las diferencias entre el crecimiento industrial está ligado al proceso de producción. Los países de América Latina, en lugar de especializarse en una actividad de principio a fin para producir bienes finales y equipos, verticalmente, lo hacen cediendo la innovación a los países del exterior, horizontalmente. Por ende, la falta de capacidad de innovar es un factor trascendental en la problemática de desventaja de la producción Pensar la globalización conduce a argumentar que vivimos en una era de supremacía de lo financiero sobre lo real. Ambos procesos tienen como propósito crear una profunda organización institucional a nivel mundial, cuyo factor elemental ha sido la liberalización de las negociaciones económicas internacionales, tanto corrientes 10 Revista Digital ISOCUANTA - Vol. 2, No. 2, 2012 Análisis del desarrollo económico y sus determinantes en América Latina productos agropecuarios); sin embargo, aún falta reforzar este ámbito para darle un valor agregado a los productos procesados y, en esa medida, obtener un mayor desarrollo industrial, económico y social. Los países más avanzados de la región ya han iniciado la etapa de exportación de bienes manufacturados, con considerables avances industriales. latinoamericana para competir en el mercado global. En los casos en que se han producido innovaciones, los resultados fueron muy positivos (Aya, 1975). Los mercados de la región de tamaño mediano o menor no pueden avanzar a cierto nivel de desarrollo, y algunos sectores requieren un mínimo de determinado nivel de producción. Es por eso que la posibilidad de integración se hace notar, destacando la importancia del papel que pueda desempeñar en el proceso de desarrollo de los países de América Latina. El crecimiento de bienes industriales importados explica cómo a pesar del sistema de sustitución de importaciones y del avance en materia de industrialización, no ha disminuido la vulnerabilidad externa ni tampoco el déficit de la balanza de pagos en los países de América Latina. Las dificultades que se han dado en la balanza comercial ya no se pueden resolver con tan solo reducir el número de bienes no esenciales, pues cuando baja el poder adquisitivo de las exportaciones, se deben sacrificar importaciones esenciales en el desarrollo de la actividad económica. La importación tecnológica es necesaria y conveniente; la gran mayoría de países lo hacen, aun los más avanzados. El problema de América Latina surge en la extrema dependencia de esa tecnología importada, lo cual rezaga la industria y los procesos de desarrollo. Además, la estructura de las importaciones y las exportaciones de los países latinoamericanos es demasiada asimétrica, pues es juzgada por el sector de origen. Esto último constituye una reflexión muy importante, porque cada país debe poseer significados y procesos diferentes respecto al desarrollo económico. Al respecto, señala Aya (1975): La integración de los pueblos de América Latina y el Caribe ha sido un proceso histórico, mediante el cual los países han ido reduciendo sus diferencias en materia de política y comercio, como también los obstáculos de la libre circulación de factores, barreras comerciales y tipos de cambio. De manera técnica, la integración debe ser evaluada mediante la creación de comercio, junto con los beneficios económicos y sociales como empleo, salud, educación y vivienda. Además, estos lazos ayudan al mejoramiento de mercados y sistemas de producción a escala, disminuyen las guerras civiles, dan la confiabilidad para atraer inversión extrajera, entre otros beneficios. Los bienes primarios exportados indican la disponibilidad de recursos naturales. Las ventas al exterior de bienes semielaborados revelan un avance en el proceso de industrialización que permite exportar bienes primarios con cierta elaboración industrial y, por tanto, con cierto contenido de mano de obra manufacturera, generalmente mejor remunerada que la que emplea mano de obra primaria. La disponibilidad en los recursos naturales en la región, como lo ocurrido con el petróleo, el carbón y otros combustibles fósiles, ha demostrado el interés de los países desarrollados por abastecerse en dichos bienes primarios, lo que constituye un hecho positivo. A su vez, los países latinoamericanos han podido avanzar en la exportación de bienes semielaborados (principalmente, La integración regional facilita el intercambio comercial y financiero entre las naciones, mediante procesos de formación y desarrollo, para alcanzar una economía 11 Revista Digital ISOCUANTA - Vol. 2, No. 2, 2012 Jaime Orlando Gaona Sánchez sostenible en el tiempo y formular estrategias que permitan alcanzar niveles cada vez más afines. Montevideo en 1960. Este acuerdo de integración económica pretendía afirmar, en el comercio, el desarrollo socioeconómico de sus miembros; por ende, se formuló un acuerdo de libre intercambio que duró veinte años. A través del ALALC se promovió el diálogo para facilitar la integración regional, con perspectivas hacia una integración total. Sin embargo, muchas de estas ideas se quedaron en su marco teórico-judicial y no pudieron ser desarrolladas. El fallecido expresidente de Argentina Néstor Kirchner (2004) señala que estos acuerdos entre naciones son “el único camino posible para alcanzar el desarrollo sustentable y rescatar a los millones de hombres que viven en la pobreza”3. Asimismo, el exsecretario general de la Comunidad Andina, Allan Wagner, (2004) dice: Hoy más que nunca la integración puede y debe construir un poderoso instrumento para una inserción justa y equitativa de nuestros países en el ordenamiento internacional, que coadyuve al proceso de consolidación democrática que viven nuestras naciones […] La integración democrática constituye una condición necesaria para nuestros pueblos. Entre las iniciativas del ALALC se encuentran la constitución del Grupo Andino (GP), que desarrolló actividades formales desde 1969, y la Corporación Andina de Fomento, banco múltiple de financiamiento, no solo a los países asociados. En 1980, la ALALC se transformó en la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), la cual, a diferencia de su versión anterior, promovía un modelo de integración semejante al libre comercio planteado por la Organización Mundial del Comercio (OMC). La ALADI promueve un regionalismo abierto cuyo objeto es la creación de un mercado común en la región, mediante tres mecanismos: una periferia arancelaria regional, acuerdos de alcance regional (comunes en todos los miembros) y acuerdos de alcance parcial (participación de dos o más países del área). Es importante reconocer la integración como punto de partida para la democracia y la inserción económica en el proceso de globalización. Principales acuerdos de integración en América Latina y el Caribe El primer intento moderno de integración en la región se remonta a la concepción del Mercado Común Centroamericano (MCCA) en 1960, mediante el cual se pensaba desarrollar una integración económica. No obstante, el MCCA se vio afectado por la crisis política y el conflicto armado que se vivía en ese momento en los países de Centroamérica, lo cual conllevó, de nuevo, la adaptación de políticas proteccionistas. El Mercado Común del Sur (Mercosur) nació en 1991, con el objeto de integrar los países en ámbitos políticos y administrativos, para integrar la región y facilitar el desarrollo de los países miembros. Este acuerdo ha logrado un avance en la reducción arancelaria de los productos de la región (es el cuarto mayor grupo económico del mundo). En la década de los sesenta entró en auge la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), firmada en Un nuevo suceso de integración económica se demuestra con la entrada de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) en 1997, cuyo objetivo es proporcionar un modelo de desarrollo regional más equilibrado que pueda ser 3 Néstor Kirchner Porlamar (2004) realizó estas afirmaciones en la isla de Margarita, durante una visita oficial a Venezuela. 12 Revista Digital ISOCUANTA - Vol. 2, No. 2, 2012 Análisis del desarrollo económico y sus determinantes en América Latina estima en cerca del 19%4, lo que está lógicamente situa- expandido a toda la región. La estrategia de la CAN se conceptualiza en tres principales ejes: profundizar la integración comercial, favorecer el desarrollo y competitividad y reforzar la política exterior. do por debajo de las expectativas. La integración no se reduce solo a tratados de libre comercio, sino que se concibe como un proceso de “densidad regional” que articule los intereses de cada uno de los Estados con sus respectivos pueblos, a fin de resolver los problemas de desigualdad y cerrar la brecha entre la calidad de educación, la diferenciación entre el sector rural y el urbano, y los problemas de género. En síntesis, en América Latina se debe fomentar la integración y cooperación interna, sin aislarse de la economía global, para poder desarrollar una economía de intercambio y asimismo llegar al crecimiento económico. Por consiguiente, el fortalecimiento de la participación social es una manera de fomentar el apoyo político y consolidar las estrategias de desarrollo social. Cada Estado debe continuar en su tarea de regulación, haciendo hincapié en el sector productivo y abriendo acuerdos regionales para mejorar el intercambio entre las naciones de América Latina. Conclusiones El modelo de sustitución de importaciones, aunque fue tomado como un modelo nacionalista aparentemente propio de América Latina, no resolvió el problema de la desigualdad. América Latina viene realizando, desde hace varias décadas, un importante mejoramiento en materia de industrialización, inversión extranjera e infraestructura. No obstante, se ha observado un estancamiento del proceso de industrialización y predomina parte de la problemática inicial: dependencia extranjera, desigualdad económica, falta de oportunidades, entre otros. De forma concreta se puede decir que los esfuerzos de industrialización e inversión no se verán reflejados en un cambio estructural, mientras prevalezcan algunos sectores de la economía –como la agricultura– ausentes de una reforma que no solo agregue el uso de tecnología, sino que haga posible una incorporación social. Tales reformas sociales han estado ausentes en los gobiernos de América Latina; en cambio, se ha dado prioridad a estructuras e instituciones que dificultan el avance tecnológico y tienden a concentrar la riqueza y a agudizar la desigualdad. Integración: opción para contrarrestar los avances del FMI El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha contribuido a la inestabilidad de la región. En la década de los ochenta, las políticas que se dirigieron obligaban a mantener superávits comerciales para pagar el servicio de la deuda, mientras que en los años noventa, los países latinoamericanos debían aceptar la absorción forzosa de recursos causados por el exceso de liquidez que circulaba en la economía internacional. El proceso de industrialización de América Latina va más allá del modelo de sustitución de importaciones: se trata de agrandar el centro, incluyendo los países de la periferia, ya que el fortalecimiento de la región nos conduce a eliminar la dependencia. Es necesaria la integración economía de la región; sin embargo, la integración poco ha avanzado, y la participación interregional en las importaciones de la región se 4 Para complementar esta información, visite la página web de la Cepal: http://www.cepal.org/. 13 Revista Digital ISOCUANTA - Vol. 2, No. 2, 2012 Jaime Orlando Gaona Sánchez Referencias El concepto del desarrollo, concebido como la transición de un cambio social, se refiere a un proceso que tiene como finalidad la igualación de oportunidades sociales, políticas y económicas, sin tener necesariamente que sufrir la misma trayectoria de los países desarrollados. La visión adoptada implica examinar y buscar la propia realidad de América Latina, como también pensar sobre las influencias que esta sufre por coexistir con sociedades desarrolladas, formar parte del proyecto de nación y requerir formas de organización que satisfagan la tarea de desarrollo. Arango, L. G. y López, C. M. (1999). Globalización, apertura económica y relaciones industriales en América Latina. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. Asociación Latinoamericana de Organizaciones de Promoción (ALOP). (1992). América Latina: opciones estratégicas de desarrollo. Caracas: Nueva Sociedad. Aya, J. et ál. (1975). Integración económica y sustitución de importaciones. México: Cepal. Por otro lado, la apertura económica hizo necesario replantear el modelo de sustitución de importaciones por el de expansión de las exportaciones, libre movilidad e intercambio de bienes y capitales, para alcanzar el desarrollo económico a partir de la productividad de cada uno de los agentes económicos. Sin embargo, la apertura económica ha llevado a la región a una presión por parte de las instituciones internacionales, en función de mantener positiva la balanza comercial y controlar minuciosamente el gasto fiscal. Este gasto es el que redistribuye los ingresos entre los que más tienen y los que son menos favorecidos. Ayala Mora, E. y Posada Carbo, E. (2008). Historia general de América Latina: los proyectos nacionales. París: Unesco. Banco de la República (1985). El financiamiento del desarrollo y el proceso de recuperación económica de América Latina y el Caribe. XV Asamblea General. Bogotá. Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (1999). Progreso económico y social en América Latina. Informe 1998-1999. Washington. La integración económica en América Latina es un proceso histórico para mitigar las diferencias de las naciones de la región. Tal integración está directamente relacionada con el desarrollo industrial y debe ser evaluada mediante la creación de comercio, junto con los beneficios económicos y sociales como empleo, salud, educación y vivienda. Pero no solo se debe enfocar en el libre intercambio, sino también en desarrollar e intensificar la democracia, fortalecer los proyectos de nación para interrelacionarlos con las oportunidades de la región y, por último, aplicar políticas sociales que reduzcan la desigualdad y redistribuyan el ingreso, para tener un mundo más justo. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) (1996). The economic experience of the last 15 years: 1980-1995. Santiago de Chile. Cepal (s.f.). Exportaciones de América Latina y el Caribe crecerán 27% en 2011. Recuperado de http://www. eclac.org/cgi-bin/getProd.asp?xml=/prensa/noticias/comunicados/9/44369/P44369.xml&xsl=/ prensa/tpl/p6f.xsl&base=/tpl/top-bottom.xsl Cepal (1969). El pensamiento de la Cepal. Santiago de Chile: Editorial Universitaria. 14 Revista Digital ISOCUANTA - Vol. 2, No. 2, 2012 Análisis del desarrollo económico y sus determinantes en América Latina Powelson, J. P. (1964). La revolución económica y social. Nueva York: McGraw-Hill. Facultad de Filosofía y Letras (2009). Declaración de Bogotá sobre la integración de América Latina y de El Caribe. Revista CIFE, 14(11), 115-117. Universidad Santo Tomás. Presbisch, R. (1970). Transformación y desarrollo: la gran tarea de la América Latina. México: Fondo de Cultura Económica. Green, D. (1997). Revolución silenciosa: el auge de la economía de mercado en América Latina. Bogotá: Tercer Mundo. Shteingert, M. (1989). Las ciudades latinoamericanas en la crisis. Problemas y desafíos. Mexico: Trillas. Herrera, F. (1967). El desarrollo de América Latina y su financiación. Buenos Aires: Ediciones Buenos Aires. Soros, G. (2002). Globalización. Bogotá: Planeta. Stiglitz, J. E. (2002). El malestar en la globalización. Madrid: Santillana. Kirchner, N. (23 de julio de 2004). Visita oficial en Isla Margarita, Venezuela. Recuperado el 10 de Noviembre de 2011, de http://www.casarosada.gov.ar/compo nent/content/article/28-discursos-ant/24689. Sunkel, O. y Paz, P. (1970). El subdesarrollo en América Latina. Teoría del desarrollo. Santiago: Siglo XXI. Matos, J. (1968). La dominación de América Latina. Buenos Aires: Amorrortu. Taugores Ques, J. (1994). Economía internacional e integración económica. Barcelona: McGraw-Hill. Pérez Baltonado, A. (1997). Globalización, ciudadanía y política social en América Latina: tensiones y contrataciones. Caracas: Nueva Sociedad. Wagner, A. (2004, 12 de julio). Notas de prensa de la Comunidad Andina. Recuperado http://www.comunidadandina.org/prensa/notas/np12-7-04.htm 15 Revista Digital ISOCUANTA - Vol. 2, No. 2, 2012 Revista Digital ISOCUANTA - Vol. 2, No. 2, 2012