Osakidetza estudia implantar el `aborto farmacológico` y

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EL MUNDO. LUNES 12 DE JULIO DE 2010
EUSKADI
>EL FUTURO DEL PAÍS VASCO / La reglamentación sanitaria
Osakidetza estudia
implantar el ‘aborto
farmacológico’ y
asumir más casos
máximo de 22, Osakidetza asumirá la intervención si se demuestran razones médicas que lo justifiquen. En este caso las mujeres
recibirán además un sobre con información sobre las ayudas a la
maternidad, a la discapacidad,
etc. Por último, en embarazos con
más 22 semanas, el abortó sólo
será autorizado si se detectan
«malformaciones incompatibles
con la vida», que según la ley deberán estar confirmadas por un
comité ético.
En Euskadi actualmente 7 de
cada mil mujeres en edad fértil
–de 15 a 44 años– se someten cada año a un proceso de intervención de embarazo.
La fotografía del aborto en el
País Vasco muestra un incremento constante de casos desde el año
1994. Sólo en la última década los
casos se han duplicado hasta rozar la barrera de los 3.000 anuales. Intervenciones que en su mayoría no ha soportado la sanidad
pública y que han financiado las
mujeres en centros privados. Desde el Departamento de Sanidad
achacan esta realidad a las incertidumbres que generaba el anterior marco normativo en lo relativo a uno de los supuestos, el referido al riesgo físico o psicológico
para la madre y al que se acogían
la inmensa mayoría de las mujeres que decidían abortar.
Eliminaría las intervenciones quirúrgicas
en embarazos de menos de ocho semanas y
rebajaría la dependencia de la red privada
MIKEL SEGOVIA / Bilbao
La sanidad privada continuará soportando la inmensa mayoría de
las interrupciones de embarazos
en Euskadi, al menos por ahora.
El cambio de la ley del aborto ha
traído consigo algunas modificaciones en la política que desde el
pasado lunes aplica la Consejería
pero que no alterará el porcentaje
mayoritario de casos que asumirán los centros privados. Según
los últimos datos hechos públicos
por la Administración, correspondientes al año 2008, la sanidad
pública realizó 467 interrupciones
de embarazos, lo que representó
apenas el 15,% del total de casos
notificados en Euskadi. Por el
contrario la sanidad privada llevó
a cabo 2.529 abortos. Una realidad que el departamento confía
en poder reconducir si finalmente
pone en marcha el aborto «farmacológico» frente al quirúrgico implantado actualmente. Un cambio
que aún está en estudio y que de
aplicarse situaría al País Vasco como comunidad pionera en la aplicación de esta técnica.
El Departamento analiza fórmulas que considera menos agresivas para las mujeres. Frente al
aborto quirúrgico actual, evalúa
poner en marcha interrupciones
provocadas por el consumo de determinados medicamentos, lo que
evitaría la intervención en el quirófano. Por ahora la opción con
más posibilidades podría ser el
empleo de la denominada píldora
postcoital, la RU 486 –Mifepristona–. Para ello debería autorizarse
para darle este uso o incluso su
combinación con otros principios
activos como el miseprostol o la
dinoprostona.
Además de estar a la espera de
la autorización de este tipo de
aplicaciones abortivas, el Departamento estudia el tipo de seguimiento a distancia de las mujeres
que requeriría poner en marcha
este procedimiento. La fórmula
estaría limitada a gestaciones por
debajo de las nueve o diez semanas, si bien la inmensa mayoría
de los casos de aborto en Euskadi
se suelen practicar en este plazo.
Con la nueva ley en vigor, el
aborto será libre hasta las 14 primeras semanas de gestación y, de
manera obligatoria, se practicará
en clínicas privadas aunque con
financiación pública. Sanidad ha
llegado a un acuerdo por el que
los siete centros acreditados para
este tipo de intervenciones realizarán estas intervenciones, mientras que la red pública asumirá los
casos en los que el motivo que
La Sanidad pública
tan sólo realiza el 15%
de las interrupciones
de embarazo
Cada año siete de cada
mil vascas en edad
fértil interrumpen
su embarazo
avale la interrupción tenga base
médica.
Desde que entró en vigor la ley,
varias mujeres han sido ya derivadas a centros privados tras solicitar la interrupción de su embarazo al no haber superado las 14 semanas de gestación. En Álava
sólo hay un centro acreditado, la
clínica Dr. Etxebarria– y en Gipuzkoa dos, la Clínica Askabide y
la Clínica Prada. Por último,
Bizkaia contará con tres centros
privados, la Clínica Euskalduna,
el Centro Ginecológico Lasaitasuna y el Centro Carlton, además
del módulo Psicosocial de Rekalde, de carácter municipal.
El proceso fijado establece que
las mujeres deben solicitar formalmente la interrupción a su médico de la red pública y será éste
quien les derive a un centro priva-
En Euskadi se estima que más
del 90% de los casos se acogían a
este supuesto que según recuerda
el viceconsejero de Sanidad, Jesús
María Fernández, «requería informes médicos detallados»: «En
muchos casos era difícil justificar
desde el punto de vista médico, lo
que provocaba problemas de garantías jurídicas a los médicos».
Por esta razón, la mayor parte de
las mujeres optaban por superar
este proceso acudiendo a la red
privada, según Fernández.
«Cuando las casos eran más fáciles de ser objetivables, es decir
aquellos en los que existían razones médicas para la salud de la
madre o del feto, Osakidetza sí los
asumía». En la sanidad pública
vasca este segundo supuesto apenas ha venido representando el
5% del total en los últimos años.
Algunas cajas de la RU 486, la denominada ‘píldora postcoital’. / RICARDO CASES
do. Los casos de mujeres que opten por acudir de manera personal a las clínicas privadas no serán costeados por la sanidad pública.
La financiación debe ser autorizada por las direcciones territoriales, previa petición a través de un
informe ginecológico o de la ma-
trona. La mujer recibe un sobre
con la autorización para ser intervenida en la red privada y en el
que su único elemento identificativo es una clave, con lo que se
procura garantizar su anonimato.
En el caso de que se trate de interrupciones de gestaciones superiores a las 14 semanas y hasta un
La regulación de la objeción de conciencia, sin urgencia
M. S. / Bilbao
La regulación de la objeción de conciencia es sin
duda uno de los aspectos
más delicados del renovado marco legal. Por ahora,
desde el Departamento de
Sanidad se desconoce
quién es el competente para desarrollar su regulación, si bien consideran
que en Euskadi, al menos
por ahora, no urge llevarla
a cabo.
El viceconsejero de Sanidad, Jesús María Fernández, cree que existe demasiada «confusión» sobre está cuestión y que debería
ser aclarada cuanto antes.
Incluso apunta que un informe jurídico del propio
Departamento de Sanidad
no logra determinar la competencia última.
Sin embargo, la consejería apunta que mientras
existan facultativos sufi-
cientes para poder cubrir la
demanda de interrupciones
que asume Osakidetza «no
hay necesidad» de desarrollarla. Pese a ellos señala
que el marco legal debe ser
lo más garantista posible
para asegurar los derechos
de todos los médicos y de
las mujeres.
Un punto sensible entre
el colectivo médico que en
muchos casos se muestra
contrario a practicar abor-
Un quirófano de maternidad, en un hospital../ EL MUNDO
tos, bien por motivos profesionales o morales, bien por
considerar que en algunos
casos no están suficientemente justificadas las circunstancias legales que dan
respaldo a la interrupción
de un embarazo.
Con la nueva ley corresponderá a los facultativos
emitir los informes por los
que se deriva a las mujeres
con menos de 14 semanas
de embarazo y que decidan
abortar a los centros privados en los que se llevará a
cabo la intervención.
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