Indicaciones y complicaciones de adenoamigdalectomía

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REVISTA FASO AÑO 21 - Nº 2 - 2014
Indicaciones y complicaciones de
adenoamigdalectomía
Adenotonsyllectomy in children: indications and complications
Dra. María Elena Arabolaza (1), Dra. Mercedes Basile (2), Dra. Bibiana Patricia Paoli (3)
Abstract
The adenotonsillectomy is one of the most common
procedures performed in children under the age of
15. Not without risk their indications must be well
evaluated in order to perform the correct procedure. It is essential to keep complications, especially
bleeding, which can be serious.
Key words: tonsillectomy, adenoidectomy, children, apneas, indications, complications.
Resumen
La adenoamigdalectomía es una de las cirugías más
frecuentes realizadas en niños menores de 15 años.
No exenta de riesgos, sus indicaciones deben ser
muy bien evaluadas con el fin de realizar el procedimiento correcto. Es fundamental tener presente
las complicaciones, especialmente las hemorragias,
que pueden ser de gravedad.
Palabras clave: amigdalectomía, adenoidectomía,
niños, apneas, indicaciones, complicaciones.
La adenoamigdalectomía es la cirugía por la
cual se extraen las amígdalas y las adenoides y es
uno de los procedimientos que más se realizan en
menores de 15 años.
Las amígdalas palatinas pueden presentar un
crecimiento en cualquier etapa de la vida pero es
mayor antes de los 12 años; en cambio las vegetaciones adenoideas están presentes al nacer e involucionan en el adulto.
Cuando aumentan de tamaño tanto las amígdalas palatinas como las faríngeas provocan obstrucción al paso del aire en la vía aérea, generando como
síntoma principal insuficiencia ventilatoria, la cual
es mayor durante el sueño ante el decúbito dorsal.
La adenoamigdalectomía aumenta el diámetro
del espacio respiratorio y disminuye la resistencia al pasaje de aire. Es importante tener presente
la mencionada etiología multifactorial, ya que la
eficacia de la cirugía varía de acuerdo al paciente:
tamaño del tejido linfoideo, obesidad (aumento del
tejido adiposo), morfología facial, el colapso faríngeo al pasaje del aire respiratorio.
A la inspección de un niño con hipertrofia de
vegetaciones adenoideas se observa la facies adenoidea característica de la respiración bucal (cara
alargada, labio superior pequeño, dientes superiores “en paleta”, mal oclusión dentaria, labio inferior
engrosado, paladar ojival, hundimiento de malares)
con actitud de hombros caídos.
En nuestro Sector de Otorrinolaringología Infantil del Servicio de Orl del Hospital de Clínicas “José
de San Martín” de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires se realizan aproximadamente 350 cirugías de
este tipo por año en pacientes de este grupo etario.
Debe ser considerada con absoluta seriedad y no
como una cirugía menor, ya que sus complicaciones
pueden llevar la vida del paciente.
Las vegetaciones adenoideas o amígdalas faríngeas (VA) y las amígdalas palatinas forman, junto
con las amígdalas linguales, las tubáricas y el tejido
linfoide de la pared posterior faríngea, el anillo linfático de Waldeyer.
(1) Médica de planta. (2) Residente de 2°Año. (3) Jefa de Sector. Sector Otorrinolaringología Infantil. Servicio de Otorrinolaringología.
Hospital de Clínicas “José de San Martín” Av. Córdoba 2351. Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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Las vegetaciones adenoideas se clasifican según
el grado de obstrucción de la rinofaringe, solicitando para ello una radiografía lateral de cavum
(importante en la técnica realizarla con la boca cerrada), trazando una línea que pase por el velo del
paladar y otra línea paralela a ésta que corre por el
cuerpo del esfenoides.
Grado I - hiperplasia no obstructiva: obstrucción
<33% (1/3 de la columna aérea).
Grado II - hiperplasia semi obstructiva: entre 33 y
66% (menos de 2/3 de la columna aérea)
Grado III - hiperplasia obstructiva: estrechamiento
de la columna aérea en rinofaringe de más del 66%
(más de 2/3 de la columna aérea).
La hipertrofia amigdalina se clasifica en 4 grados
según el espacio que ocupa con respecto a la distancia entre el pilar anterior y la úvula (línea imaginaria que pasa por la línea media).
Indicaciones de adenoamigdalectomía:
Las indicaciones de adenoamigdalectomía son
varias; con el tiempo estos criterios fueron ajustándose para no realizarse en patologías cuyos síntomas no se correlacionaban con la hipertrofia adenoamigdalina.
Según la signosintomatología de cada paciente
puede realizarse la amigdalectomía sola o con adenoidectomía, o sólo adenoidectomía.
La amigdalectomía tiene como principal indicación la obstrucción de la vía aérea por hipertrofia
amigdalina y en segundo lugar las amigdalitis recu-
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rrentes por EBHGA. En nuestra estadística desde diciembre de 2010 a diciembre de 2013 se operaron un
total de 960 pacientes, de los cuales a 926 (96,45%)
se les realizó adenoamigdalectomía, a 19 pacientes
(2,06%) adenoidectomía y a 15 pacientes (1,06%)
sólo amigdalectomía. De este total en el 90,22% de
los pacientes la indicación de adenoamigdalectomía
fue el síndrome de apneas e hipoapneas del sueño
y en el 9,78% faringoamigdalitis a repetición o antecedente de absceso periamigdalino.
Generalmente se realiza adenoamigdalectomía
en síndrome de apneas e hipoapneas obstructivas
del sueño (SAHOS), especialmente en niños menores de 3 años, pero es importante considerar las indicaciones de los dos procedimientos por separado.
En el grupo de niños entre 3 a 12 años es donde
se realizan la mayor cantidad de cirugías del anillo
linfático de Waldeyer.
En los niños mayores de 12 años es habitual la
amigdalectomía sin adenoidectomía (porque como
se dijo anteriormente las vegetaciones adenoideas
no ocupan ni obstruyen el cavum a la mayoría de
los niños de esta edad) y la indicación quirúrgica se
relaciona con la presencia de infecciones a repetición y de abscesos periamigdalinos.
Actualmente ha cambiado el porcentaje de pacientes operados en cuanto a su indicación porque
La obstrucción ha reemplazado a la infección
como la causa más frecuente de cirugía en niños de
hasta 12 años.
Trastornos respiratorios del sueño
Los trastornos respiratorios del sueño involucran desde un simple ronquido al síndrome obstructivo del sueño.
El síndrome de apneas obstructivas del sueño
(SAHOS) es la obstrucción de la vía aérea superior
durante el sueño que interrumpe la ventilación y altera los patrones del sueño normal.
Los trastornos respiratorios del sueño tienen
una etiología multifactorial, siendo la hipertrofia
adenoamigdalina un factor contribuyente. Un reciente metaanálisis demostró la efectividad de la
amigdalectomía en niños con trastornos respiratorios del sueño con hipertrofia amigdalina o sin un
tamaño importante, práctica recomendada en guías
de prácticas actuales.
Factores anatómicos restrictivos de la vía alta y
factores neurales incrementan el colapso de la vía
respiratoria, contribuyendo al SAHOS.
Existen 4 fenotipos descriptos: el primer fenotipo es la hipertrofia amigdalina y vegetaciones ade-
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noideas (hava), el segundo está asociado con malformaciones craneofaciales (síndrome de Down,
síndrome de Pierre Robin), el tercer fenotipo con
los desórdenes neuromusculares y el cuarto fenotipo con obesidad. La American Board Pediatrics recomienda realizar la cirugía en obesos como primera línea de tratamiento, pero debemos recordar que
estos pacientes deberán continuar con nutricionista,
debido a que no mejoran totalmente post-cirugía.
El diagnóstico se realiza en base a la historia clínica, el examen físico, el audio o la grabación de un
video casero o actualmente la filmación desde un
teléfono celular.
Debe indagarse sobre el comportamiento del
niño, bajo rendimiento escolar, falta de progreso en
el crecimiento y en el peso, enuresis, respiración bucal (por la asociación de hava), roncopatías, somnolencia diurna. Cualquier alteración de las anteriores
nombradas pueden ser causadas por hipertrofia
adenoamigdalina.
Para el examen físico es importante una buena
exposición de la orofaringe con el bajalengua, porque existen amígdalas a primera vista de grado II
pero que, al ser péndulas durante el sueño, dan sintomatología obstructiva o provocan dificultades en
la deglución, con episodios de ahogo.
En casos especiales o de duda diagnóstica (pacientes con riesgos de apneas centrales o cuando los
padres refieren apneas que no podemos constatar)
se realiza oximetría de pulso y/o polisomnografía.
Este es un estudio que se realiza durante el sueño
nocturno (tiene mejor efectividad) donde se miden
parámetros como esfuerzo respiratorio, saturación
O2, flujo aéreo, etapas del sueño, movimientos, ritmo cardíaco.
En varias guías de adenoamigdalectomía se habla de la polisomnografía como el gold estándar
para diagnosticar y estadificar los trastornos respiratorios del sueño; sin embargo consideramos en
base a nuestra experiencia que es una herramienta
importante en casos severos para planear estrategias preoperatorias. Determinar si el niño debe ser
internado y preveer mayor riesgo de complicaciones. Se recomienda realizar polisomnografía en
niños con sospecha de trastornos respiratorios del
sueño previa cirugía si presentan algunas de las
siguientes comorbilidades: obesidad, síndrome de
Down, anomalías craneofaciales, desórdenes neuromusculares, mucopolisacaridosis. También se recomienda en casos de discordancia entre la clínica
de sahos y el examen físico.
La polisomnografia es anormal si la oximetría es
menor al 92% o presenta un índice de apneas / hipoapneas > 1 ó 2 o más eventos de apneas / hipoap-
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nea consecutivos en una hora de sueño o ambos. No
existe valor de corte basado en la experiencia para
decidir amigdalectomía en niños, algunos con un
índice de apneas/hipoapneas < 5 son sintomáticos y
requieren amigdalectomía.
Los pacientes que consultan por apneas del sueño son evaluados también en el Servicio de Neumonología Pediátrica, que solicita los estudios
pertinentes. Debido al costo y al medio en el que
trabajamos se realiza oximetría nocturna (contamos
con el equipo para que el paciente pueda llevarlo a
su casa, registrarlo y de esta forma no internar a
los niños) y de ser necesario se realiza polisomnografia nocturna. En determinados casos, tales como
obesos y pacientes neurológicos o con malformaciones, se solicita polisomnografía.
En caso de pacientes que consultan con apneas
severas se los interna, se realiza oximetría nocturna
y de acuerdo al resultado se indica tratamiento médico o la cirugía en forma inmediata.
No se realiza polisomnografía de control, ya que
se considera tratada la causa del sahos, pero si los
síntomas persisten debe considerarse esta opción.
En algunos casos posteriormente a la cirugía o bien
previamente a ésta; si el paciente se encuentra internado se utiliza CPAP (Continous Positive Airway
Pressure).
Amigdalitis a repetición
Algunas guías utilizan los criterios de Paradise,
donde consideran indicación de amigdalectomía
cuando el paciente presenta:
– 7 o más episodios de amigdalitis aguda al año en
el último año o,
– 5 episodios al año en los últimos 2 años:
– 3 episodios al año en los últimos 3 años;
– síntomas persistentes durante al menos 1 año.
No utilizamos dichos criterios; consideramos
importante un buen seguimiento del paciente durante los episodios de amigdalitis, y que deben
cumplir, al menos, uno de los siguientes criterios:
– exudado purulento sobre las amígdalas;
– fiebre superior a 38ºC;
– linfoadenopatías cervicales anteriores;
– cultivo faríngeo positivo para estreptococos betahemolíticos del grupo A.
Debemos recalcar la importancia de documentar
los episodios de amigdalitis, con un tiempo de espera considerable para así evaluar el costo - beneficio
de la amigdalectomía, evitando las innecesarias.
Causas ortodóncicas
Es muy común en la práctica diaria recibir derivaciones del odontólogo por alteraciones en el
sistema estomatognático. Desde el punto de vista ortodóntico la respiración bucal es considerada
como una de las principales causas de maloclusión,
desequilibrio funcional y estructural del sistema estomatognático en el niño en crecimiento, pudiendo
comprometer la estética facial del paciente.
El grado de alteraciones que produzca dependerá de la duración, la intensidad, la frecuencia y la
biotipo facial, teniendo en cuenta también factores
hereditarios que pudieran influir en cada caso. Por
ello es importante normalizar la permeabilidad de
la vía aérea superior, como también equilibrar todas
las funciones del sistema estomatognático.
Otras
La hipertrofia amigdalina unilateral no constituye por sí misma una indicación quirúrgica, pero
es importante un estricto control, evaluando cambios de tamaño en corto plazo y evaluar otros síntomas asociados, para descartar la presencia de un
tumor, especialmente un linfoma.
Deben mencionarse también los pacientes que
consultan por dificultades en la deglución, bajo
peso y selección de alimentos blandos (evitando la
carne), en los cuales se observa hipertrofia amigdalina causante de dicho cuadro, que mejora totalmente posteriormente a la cirugía.
Indicaciones de adenoidectomía
La adenoidectomía es la extirpación del tejido
linfático que se encuentra ubicado en la pared posterior de la faringe y que tiene como límite anterosuperior las coanas (desembocadura posterior de
las fosas nasales). Su hipertrofia está causada por
la propia infección del tejido adenoideo o es una
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consecuencia de la infección de las estructuras paranasales.
Cuando se produce una hipertrofia del tejido
adenoideo es frecuente que obstruya la desembocadura de la trompa de Eustaquio, en la pared posterior de la faringe, produciendo alteraciones en el
oído medio (otitis media crónica, otitis media con
efusión, otitis media recurrente); por esto es necesaria una correcta evaluación de la sintomatología
que presenta el niño y del compromiso de las adenoides en la patología del oído medio. A causa de
ello es conveniente que, ante la necesidad de colocar tubos de ventilación, se evalúe la necesidad de
extirpar las adenoides en el mismo acto quirúrgico,
brindando así una solución integral al cuadro que
presenta el paciente.
Ante cuadros de sinusitis a repetición o de cuadros neumonológicos, se debe también considerar
que las adenoides pueden ser una causa que contribuya a dichos procesos.
Debido a que por su ubicación el tejido adenoideo no se visualiza en el examen de fauces, es necesario recurrir a la visualización mediante rinofibroscopía, rx. cavum (siempre debe solicitarse con
boca cerrada).
La tomografía computada o la resonancia magnética no se justifican por la alta exposición a radiación, a menos que se sospeche de un tumor de
cavum u otra alteración concomitante (desviación
septal marcada, pólipo antrocoanal, hipertrofia de
cola de cornetes).
Técnicas quirúrgicas
Es importante conocer las diferentes técnicas y
cada cirujano debe realizar aquella con la cual se encuentre más familiarizado.
Técnicas para amigdalectomía
Pueden clasificarse según el instrumental utilizado en “frías” (bisturí, amigdalótomo de Daniels, Sluder) y “calientes” (electrobisturí, radiofrecuencia, láser). También se clasifican según si la
extracción es completa o parcial, y según el plano
de disección en extracapsular (disección del espacio periamigdalino entre la cápsula y el plano muscular) o disección intra o subcapsular.
Amigdalectomía con amigdalótomo de Daniels:
se realiza con anestesia general. Se coloca abrebocas.
Se coloca la amígdala dentro del amigdalotomo, se
realiza la tripsia de ésta y luego se baja la cuchilla
del amigdalótomo, completándose la amigdalectomía.
Amigdalectomía con amigdalótomo de Sluder:
igual a la anterior, pero no tiene cuchilla.
En nuestro sector la mayoría de las cirugías se
realizan con Daniels y en menor cantidad con Sluder y disección (en los casos de amígdalas encastilladas). Sobre el total de 941 pacientes que fueron
operados de amígdalas, 935 (99,36%) fueron con
técnica de Daniels y sólo 6 pacientes (0,63%) por
técnica de Sluder.
Técnica para adenoidectomía
Adenoidectomía con cureta de Beckman: se colocan sondas k30 en ambas fosas nasales, las que se
extraen por la boca para una mejor exposición de
la rinofaringe y se sujetan por delante de las fosas
nasales, elevando así el paladar blando. Se pasa la
cureta en reiteradas oportunidades por la rinofaringe y se palpa, a fin de evitar dejar restos.
También se puede realizar la extracción por vía
endoscópica, pero no la realizamos.
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Complicaciones
Hay tres etapas relacionadas directamente con
la cirugía, en las que se pueden presentar complicaciones:
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rante el sueño REM, trastornos cardiopulmonares,
obesidad e hipotiroidismo. Otras características,
como úvula bífida, hendidura submucosa o paladar
hendido, no deben olvidarse.
Etapa prequirúrgica.
Etapa intraquirúrgica.
Etapa post-quirúrgica.
Etapa prequirúrgica:
Como en toda cirugía, es importante realizar
una correcta evaluación prequirúrgica para prevenir complicaciones.
Estos pacientes tienen mayor incidencia de estenosis subglótica, sea congénita o adquirida post-intubación orotraqueal, por lo que se sugiere realizar
la intubación con un tubo dos tamaños más chicos
que el indicado para un niño de la misma edad sin
el síndrome.
Entre los estudios prequirúrgicos solicitamos:
hemograma completo, glucemia, recuento de plaquetas, coagulograma básico, electrocardiograma
con riesgo quirúrgico, Rx tórax y una evaluación
preanestésica para evaluar la posibilidad de complicaciones anestésicas inmediatas o dificultades de
intubación.
Estos pacientes también presentan hipertrofia
de amígdalas linguales, las cuales pueden presentar
sangrado posterior a la amigdalectomía. Esto ocurre
cuando al ser las amígdalas grado IV o péndulas, se
encuentran cercanas a las linguales y al realizar la
tripsia se toma parte de éstas.
Otros estudios o evaluaciones que se consideren
necesarias de acuerdo a las patologías asociadas, y
en el caso de mayores de 11años solicitamos una
tomografía para descartar desvíos septales o hipertrofias de cornetes que serán tratados en la misma
cirugía.
En el preoperatorio debe realizarse una correcta
evaluación del paciente, determinar la indicación
precisa de la cirugía y la severidad de las apneas,
analizar los estudios prequirúrgicos y considerar
los factores de riesgo.
Los factores de riesgo a tener en cuenta son:
- Apneas del sueño.
- Edad menor de 2 años.
- Obesidad.
- Prematurez.
- Enfermedades cardíacas.
- Anomalías craneofaciales.
- Desórdenes musculares.
- Enfermedades respiratorias concomitantes.
- Fallas en el crecimiento.
- Discrasias sanguíneas.
Otro riesgo en estos pacientes es la luxación atlantoaxoidea durante la intubación.
Por todo lo descrito y el mayor riesgo de complicaciones respiratorias, se recomienda la internación
durante la primera noche post-operatoria.
Parálisis cerebral
Estos pacientes se caracterizan por presentar hipotonía muscular, convulsiones, reflujo gastroesofágico, mayores secreciones orofaríngeas, un disfuncionante control neuromuscular; todo esto les
proporciona a los lactantes y niños una alta incidencia de apneas obstructivas del sueño.
En estos pacientes una hipertrofia adenoamigdalina moderada puede ser clínicamente significativa.
Se recomienda internación postoperatoria en
unidad de cuidados intensivos con monitoreo, correcto manejo de secreciones y adecuada hidratación.
Mucopolisacaridosis
Síndrome de Down
Son un grupo de enfermedades originadas en
errores innatos del metabolismo de los glucosaminoglicanos, también llamados mucopolisacáridos,
que producen acumulación progresiva de estas
moléculas en los lisosomas de las células del tejido
conectivo, incluido cartílago y hueso. Son causadas
por la deficiencia de las enzimas lisosomales que los
degradan. Existen varios tipos, pero el tipo I (Hurler) es la forma más grave; es autosómica recesiva
con una incidencia de1/30.000 a 1/150.000 en nacidos vivos.
Se estima una prevalencia de sahos entre 54
-100% en estos pacientes. Pueden presentar: hipoplasia mediofacial (estenosis coanas, estrechez bóveda palatina, micrognatia), protrusión de la base
de la lengua, macroglosia, hipotonía marcada du-
La clínica es bien florida a partir del 2do. año de
vida: dismorfia craneofacial, retardo del crecimiento, estatura corta, múltiples disostosis, infecciones
respiratorias recurrentes, cuello corto, pectus carinatum y pectus excavatum, macroglosia, puente
Es necesario tener presente los siguientes casos
especiales para conocer y -si es posible- evitar las
posibles complicaciones.
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nasal deprimido con secreciones nasales crónicas,
apneas del sueño, obstrucción por hipertrofia de
amígdalas, adenoides y lengua, otitis media recurrente y otopatía serosa, infecciones respiratorias
recurrentes, trastornos cardiovasculares.
En estos pacientes la mayor complicación puede
presentarse en la intubación o la extubación (dificultad o falla); por ello es fundamental una correcta
evaluación preanestésica. Siempre considerar que
se puede requerir una traqueotomía.
Obesidad
La obesidad es cada vez más reconocida como
un factor de riesgo para el desarrollo del síndrome
de apnea obstructiva del sueño en la población pediátrica. Los pacientes con índice de masa corporal
mayor al percentilo 95 presentan desórdenes respiratorios entre el 25 - 45%. Aproximadamente 1/3 de
los niños obesos tienen polisomnografía anormal.
Hay que tener en cuenta la restricción a nivel
torácico por el impacto de la cavidad abdominal y
también de la pared torácica y restricción por ello
del volumen respiratorio y movimiento del diafragma.
En nuestro medio observamos un gran porcentaje de niños con sobrepeso u obesos con hipertensión arterial que se halla en la valoración cardiológica previa a la cirugía y que, a pesar de que se
los deriva a nutrición, no concurren a ese servicio
y son operados conllevando un gran riesgo que los
padres no admiten.
La morbilidad perioperatoria es mayor en los
niños obesos. La obesidad puede alterar el metabolismo de algunos medicamentos anestésicos por el
aumento del volumen de distribución en el tejido
adiposo, lo que aumenta la vida media de eliminación.
Los niños obesos con sahos en el postoperatorio
pueden tener más complicaciones que los niños con
peso normal y requerir oxígeno en el postoperatorio
inmediato y CPAP en forma continua.
Enfermedades neuromusculares
Los pacientes con neuropatías o distrofias musculares presentan apneas - hipoapneas que es importante caracterizar con polisomnografia para descartar causas centrales. Se debe tener en cuenta que
muchos de estos pacientes presentan dificultades
en la deglución y en la regulación del oxígeno en el
postoperatorio.
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síndrome de Pfeiffer, síndrome de Pierre Robin. En
ellos la nasoorofaringe es más estrecha y pueden
presentar anormalidades laríngeas.
Enfermedades respiratorias concomitantes
Las enfermedades de la vía aérea superior afectan el manejo de las enfermedades broncopulmonares, por lo tanto en el tratamiento del niño asmático
debe prestarse atención a la vía aérea superior y
evaluarla y tratarla sabiendo que este control redundará en beneficio del tratamiento del asma.
La línea de pensamiento predominante en el período entre 1950 y 1970 era que la amigdalectomía
en pacientes alérgicos podía evolucionar hacia la
aparición de asma bronquial. En forma más reciente
se ha demostrado una incidencia de 7% de nuevos
casos de asma bronquial en niños sometidos a esta
cirugía, similar a la población general, en la cual
la incidencia de inicio de esta enfermedad es del
5-10% anual.
Un niño con enfermedad obstructiva o recurrente de la vía aérea superior debe ser intervenido quirúrgicamente, independientemente de su condición
de paciente alérgico o asmático, ya que esto redundará en una mejor calidad de vida.
Discrasias sanguíneas
Es importante tener en cuenta que cualquier alteración en el coagulograma debe ser valorada y estudiada para descartar trastornos de la coagulación
a fin de evitar complicaciones de sangrado. Con
respeto al hematocrito y la hemoglobina preoperatorias, con valores de hemoglobina menor a 10%
se requiere diagnóstico y tratamiento de la anemia
previamente a la cirugía.
Indicaciones prequirúrgicas
El ayuno para comidas sólidas debe ser de 8 hs y
para leche de vaca 6 hs, leche materna 4 hs, líquidos
claros como agua 2 hs. El ayuno previene la broncoaspiración.
En cuanto a los medicamentos es importante indagar sobre ellos, y en caso de consumo deben ser
suspendidos o tomar los siguientes recaudos, según
corresponda:
Acido acetilsalicílico (Aas). 7 días antes.
Fármacos orales con un sorbo de agua: hasta 1 a 2
horas previas a la anestesia.
Malformaciones craneofaciales
Corticoides vía oral: 7 días antes.
Son varios los sindromes que es necesario tener
en cuenta: síndrome Apert, síndrome de Crouzon,
Beta-2 adrenérgicos (salbutamol): 8 hs antes de la
cirugía.
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Es muy importante que el niño entre al quirófano confiado y tranquilo. Para ello ayuda la presencia de los padres, llevar algún objeto acompañante y
siempre es necesario explicarle que serán operados.
-Lesión de labios y dientes.
En situaciones en las que el niño no comprenda o ante alteraciones de la conducta (autismo, esquizofrenia) se sugiere administrar midazolam vía
oral, 45 minutos antes de la cirugía, con un sorbo
de agua.
-Traumatismo de la amígdala lingual.
Los padres deben avisar ante la presencia de alguna de las siguientes patologías previas a la fecha
de cirugía para postergar la misma y evitar complicaciones:
Hemorrágicas:
Pueden presentarse por mala técnica quirúrgica
- ingesta previa de aspirina (Aas) - discrasias sanguíneas.
-Infección respiratoria aguda con compromiso pulmonar: 4 semanas.
Para prevenir la hemorragia debe realizarse una
correcta hemostasia y descartar la presencia de restos amigdalinos o adenoideos.
-Infección respiratoria aguda sin compromiso pulmonar: 2 semanas.
-Rinitis o bronquitis crónica: no se posterga la cirugía.
-Enfermedades infectocontagiosas: hasta que el
niño esté asintomático y cuando el pediatra le
haya dado el alta.
- Mononucleosis y varicela: 4 semanas.
Etapa intraquirúrgica:
En esta etapa es muy importante el manejo anestésico y una correcta técnica quirúrgica para evitar
complicaciones.
En cuanto al manejo anestésico:
1) Inducción:
< de 10 años: anestésicos inhalatorios con máscara
(o2-n2o -sevoflurano).
> de 10 años: anestésicos intravenosos: (Propofol)
2) Intubación orotraqueal: es importante el tamaño del tubo endotraqueal, la presencia de manguito
insuflado para el adecuado manejo de secreciones
y proteger la vía aérea durante la cirugía. Realizar
una adecuada extubación que evite el espasmo laríngeo.
Nosotros sugerimos una dosis de hidrocortisona intraoperatoria (1 mg/kg a 10 mg/kg/dosis). En
determinados casos se indican antieméticos dosis:
metroclopramida 0,1 a 0,2 mg/kg/d.
Las posibles complicaciones intraoperatorias
pueden clasificarse en traumáticas o hemorrágicas.
Traumáticas:
-Lesión de estructuras laríngeas.
-Desgarro de los pilares amigdalinos.
-Traumatismo o sección de la úvula.
-Subluxación atlanto-axial (como ya mencionamos
especialmente en niños con síndrome de Down).
-Hematoma en paladar y pilares.
En nuestro servicio a los pacientes de más de 11
años les realizamos puntos hemostáticos profilácticos (pilar - pilar).
Etapa postquirúrgica
En esta etapa es muy importante monitorear la
saturación de O2 y realizar un correcto manejo del
dolor.
Siempre considerar internación durante la primera noche post-operatoria en pacientes menores
de 2 años, en pacientes con síndrome de Down,
obesos mórbidos, apneas severas, desordenes neuromusculares y malformaciones craneofaciales.
También es indicación de internación el caso de
pacientes que viven muy lejos del centro hospitalario (más de 100 km), previendo una complicación
como la hemorrágica.
Hay trabajos que hablan de una complicación
como la deshidratación o la intolerancia en el postoperatorio en menores de 3 años como la causa más
frecuente. Desde nuestra experiencia en más de 20
años de realizar esta cirugía, nunca tuvimos un caso
de deshidratación.
En nuestro servicio no indicamos tratamiento
antibiótico postoperatorio para así evitar la intolerancia digestiva, ya que no está comprobado el
riesgo aumentado a infecciones. En caso de que el
paciente se presente a la cirugía con un cuadro de
catarro y se ausculten secreciones se indica amoxicilina en dosis habitual.
Dentro de las indicaciones postquirúrgicas indicamos analgesia reglada en las primeras 48 hs con
ibuprofeno a una dosis de 20 mg /kg /día. No encontramos un riesgo aumentado de hemorragia por
el uso de este Aine. De persistir dolor importante al
control a las 48 hs, agregamos corticoide (VO o IM)
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y generalmente esto sucede cuando hay importante
inflamación, especialmente a nivel de la úvula.
Con respecto a la dieta:
- A la hora y media de la cirugía se indica agua
fría, si presenta tolerancia a la misma se indica dieta
blanda y fría durante las primeras 48 hs y luego se
comienzan a agregar alimentos que no sean irritantes, que no raspen y nada de cítricos ni fritos hasta
cumplir los 10 días.
Durante las dos últimas etapas la complicación
más temida es la hemorragia, ya que requiere reexploración y hemostasia del lecho quirúrgico. De
presentar hemorragia a nivel adenoideo se revisa y
se observa que no quede resto. De presentar desgarro en pared posterior se realiza compresión o se
coloca ácido tánico. Hay trabajos que plantean sangrados donde se debió colocar sonda Fowley para
una hemorragia a nivel del cavum; no tenemos experiencia ni hubo necesidad de ello.
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amigdalino y a los cuales se le realizaron puntos en
el vaso sangrante; a uno de ellos se lo repuso con 2
unidades de sangre.
Otras complicaciones post-adenoidectomía que
pueden presentarse:
Tortícolis o síndrome de Grisel: descalcificación y laxitud del ligamento atloaxial por inflamación crónica poscirugía. Se observa una luxación
espontánea asociada a dolor y tortícolis. Debe realizarse endoscopia para descartar infección del lecho.
Prevención: realizar el legrado paralelo a la mucosa,
sin movimientos circulares que lastimen la musculatura.
La hemorragia post-amigdalectomía se clasifica en:
Insuficiencia velopalatina (0,03-0,06%): cierre
incompleto del paladar con las paredes faríngeas,
se observa transitoriamente en el 50%. Autolimitado en 2-4 semanas. Si persiste más allá de 3 meses (1
cada 1.500-3.000) insuficiencia velopalatina. Sospechar paladar hendido submucoso (úvula bífida, un
rafe medio atenuado en paladar blando, o v hendida palatina).
- Primarias (primeras 24 hs), con una incidencia en
la bibliografia de 0,2-2,2% relacionada con mala
técnica quirúrgica, discrasias sanguíneas o consumo de Aas.
Lesión de la trompa de Eustaquio: al realizar la
adenoidectomía puede lesionarse a nivel de su salida en cavum. Provoca inflamación y el paciente
puede referir otalgia.
- Secundarias (posterior a las primeras 24 hs) incidencia en la bibliografía de 0,1-3%. Generalmente
se presenta entre el 5to. y 10mo. día por caída prematura de la escara.
Debemos tener en cuenta que hay varios factores
que influyen para evitar complicaciones:
Los estudios que se solicitan que indican cualquier alteración que se puede tratar, el hecho de
trabajar con anestesiólogos con amplia experiencia en pediatría, los enfermeros que se encuentran
atentos a cualquier modificación en los parámetros
en el pop y las pautas que se indican a los padres en
estos tres momentos.
Con la técnica de Daniels y Sluder se observa
hemorragia en las primeras 24 hs. Sobre el total de
960 pacientes sólo hubo que reintervenir antes de
las 24 hs a dos pacientes que presentaron sangrado
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