El Padre Manuel d’Alzon por sí mismo Antología Alzoniana Tomo II EL PADRE MANUEL D’ALZON POR SI MISMO Antología Alzoniana Contextos, temas y textos, datos biográficos, indicaciones bibliográficas y cuestionarios Tomo II P. JEAN-PAUL PERIER-MUZET Agustinos de la Asunción Casa Generalicia Roma, 2009 Título original: Le Père Emmanuel d’Alzon par lui-même. Anthologie Alzonienne. Contextes, thèmes et textes, données biographiques, indications bibliographiques et questionnaires, tome II, Maison généralice des Augustins de l’Assomption, Roma, 2007, 299 páginas. Traducción: ` P. Tomás González Herrero, a.a. Maquetación, diseño y revisiones: Srta. Loredana Giannetti y P. Julio Navarro Román, a.a. Edición: Casa Generalicia Roma, setiembre 2009 @: [email protected] 300 copias Prefacio a La obra El Padre Manuel d’Alzon por sí mismo. Antología Alzoniana, se publicó hace sólo cuatro años, en 2003, y en este breve intervalo de tiempo ha sido traducida al portugués (2003), al español (2003) y al inglés (2007), y se ha convertido en un intrumento indispensable para iniciar a los laicos y a los jóvenes religiosos en el conocimiento de la persona y del pensamiento del P. Manuel d’Alzon, fundador de los Asuncionistas y de las Oblatas de la Asunción. Pocos lectores tendrán tiempo de recorrer los dieciocho volúmenes de la edición crítica de la correspondencia del P. d’Alzon. La genial idea de seleccionar cincuenta de sus cartas más importantes ha puesto esa imponente masa de escritos al alcance de un mayor número de lectores y hace posible descubrir las profundidades humanas y espirituales de esta figura de la Iglesia del siglo XIX cuya faceta más personal e íntima se transparenta menos en sus otros escritos más públicos o didácticos. Ahora el P. Jean-Paul Périer-Muzet, infatigable archivero e historiador de la Congregación, ha producido en un tiempo récord una segunda selección de otras cincuenta cartas, organizadas por temas significativos, que previamente introduce con notas históricas rigurosas. Tenemos una gran deuda de gratitud con él por habernos ayudado, con este segundo volumen y con sus numerosas publicaciones, a conocer al P. d’Alzon más a fondo. Considero este trabajo como el primero de una larga serie de publicaciones previstas para la celebración, ya próxima, del bicentenario del nacimiento de Manuel d’Alzon, nacido el 30 de agosto de 1810, en El Vigán, en el 3 sur de Francia. En el espíritu de esta serie, este segundo volumen de una “Antología Alzoniana”, al igual que el primero, es un testimonio de que las intuiciones espirituales de Manuel d’Alzon siguen siendo una fuente de inspiración de la que se nutren muchos hombres y mujeres, así laicos como religiosos, en su búsqueda de Dios. Tenemos que agradecer al P. Périer-Muzet los considerables esfuerzos que ha dedicado a este proyecto y a muchos otros. Y también quisiera aprovechar estas líneas de presentación para dar las gracias a los traductores y a los editores que con tanta diligencia han publicado las ediciones del primer volumen en otros idiomas. Esa dedicación nos permite esperar que en un futuro no muy lejano también podamos disponer de traducciones en vietnamita, en tagalo, en coreano, en suajili, en malgache... Richard E. Lamoureux, a. a. Superior General 15 de marzo de 2007 4 Prólogo a En el marco de las celebraciones que se avecinan del bicentenario del nacimiento del P. d’Alzon, se ha visto oportuno la composición en primer lugar de un segundo volumen de la Antología de los escritos del Fundador, según el estilo y el espíritu que orientaron la confección de la primera selección, –publicada en 2003 y probada con ocasión de distintas sesiones y presentaciones–. Ojalá que este pórtico de entrada más directa a su pensamiento y a su espiritualidad contribuya a darle a conocer mejor y amarle más por parte de cuantas y cuantos se consideran sus descendientes hoy, y de este modo asegurar su continuidad viva allí donde las familias de la Asunción contribuyen a la obra del Reino y allá donde algún día el Espíritu les enviará con la ayuda de su gracia. El bicentenario del nacimiento del P. d’Alzon (1810-2010) se acerca y va a provocar sin duda alguna cierto número de manifestaciones y producciones. El Consejo General por su parte ha decidido abordar la confección de unos Cuadernos del Bicentenario d’Alzon sobre distintos temas y realidades que tengan que ver tanto con la vida del Fundador como con la de sus Congregaciones. Sería también oportuno que algunas iniciativas nacieran en el marco de las diferentes Provincias, sobre todo allí donde la juventud asuncionista es más numerosa. En cuanto el manuscrito de un Cuaderno esté listo, enmaquetado y corregido, podrá ser impreso y distribuido a las comunidades. Esperemos que sea así honrada la memoria de quien ha dado origen en la Iglesia al carisma de la Asunción y que un día la Iglesia reconozca la santidad del P. d’Alzon cuya vida perdura a través de la de sus dos familias religiosas. 5 I Parte El tono de una infancia y de una adolescencia felices (1822)1 2. En búsqueda de los orígenes familiares (1831) 3. Su trato con los libros (1830) 4. ¿Qué elegir? El futuro de un joven rico (1831) 5. El resorte de una vocación sacerdotal (1832) 6. A la sombra de un maestro difícil de encuadrar, Lamennais (1832) 7. La Roma pontificia bajo Gregorio XVI (1834) 8. Una rápida promoción en la carrera eclesiástica (18351839) 9. En el país de los hermanos enemigos dentro del cristianismo (1837) 10. Un animador religioso en la ciudad de Nimes (1843) 1. 1 p. 09-12 p. 13-16 p. 17-20 p. 21-24 p. 25-28 p. 29-32 p. 33-36 p. 37-40 p. 41-44 p. 45-48 Edición de las Cartas del Padre Manuel d'Alzon: - Edición del P. Siméon Vailhé, 1923, 1925 y 1926, tres volúmenes que contienen las Cartas que van de 1822 a 1850. Citadas aquí como t. A, t. B, t. C. - Edición del P. Pierre Touveneraud, 1978, volúmenes I y II, Cartas de 1851 a 1858. - Edición del P. Désiré Deraedt, 1991 a 1996, volúmenes III a XIII, Cartas de 1859 a 1880. - Edición del P. Jean-Paul Périer-Muzet, 2003, volúmenes XIV y XV, Cartas inéditas que van de 1832 a 1880. 1 El tono de una infancia y de una adolescencia felices (1822) E sta carta, la primera que se ha conservado de la voluminosa correspondencia de Manuel d’Alzon (1810-1880), se remonta a la época de su despreocupada infancia transcurrida en Lavagnac a partir de 1816. Evoca la atmósfera familiar cálida, apacible y equilibrada de un joven adolescente de doce años en ambiente rural y protegido, cuya compañía es fuertemente femenina, sin mencionar la numerosa domesticidad al servicio de la hermosa residencia castellana construida en lo alto de una loma sobre el valle del Hérault. Los lazos familiares están impregnados de aquella dulzura de vida que encanta los horizontes de la llanura del Languedoc oriental, cubierta de viñedos y de campos de cereales. El joven d’Alzon se beneficia de las lecciones de un preceptor, un cierto abate Bonnet, que debe hacer también las funciones de capellán a domicilio en la capilla del palacio. Por entonces eran numerosos los sacerdotes beneficiados, quizá religiosos secularizados en la época de la Revolución, que vivían así en contacto con familias ricas que les procuraban techo y mesa franca, a cambio de un servicio de educación primaria y de culto doméstico. Las diversiones en el campo no son raras, variadas de acuerdo con la estación: paseos, visitas, deportes, equitación y caza. Sabemos que Manuel recibió de su padre como regalo de cumpleaños un caballito de Camarga, con el cual descubre los alrededores de Montagnac y 9 EL TONO DE UNA INFANCIA Y DE UNA ADOLESCENCIA FELICES (1822) los pueblos de la región; en otra ocasión su padre le regala unas pistolas con las cuales inicia una colección de trofeos de caza. Se ha conservado de una artista local, Paulina Lebrun, el retrato de Manuel con un pájaro disecado en la mano, tela regalada por Jean de Puységur en 1883 al P. Picard y conservada largo tiempo en el oratorio de las Orantes en El Vigán. Esta atmósfera de “chico bueno” de una vida de aristócrata en el campo, va acompañada también por los sanos usos y costumbres de un tren de vida de abolengo: se toma la medicina al menor signo del mal, no se olvidan las conveniencias de la higiene corporal, y el tono afectuoso con el que se dirigen los niños a sus padres no les dispensa de las reglas de una etiqueta distinguida, teñida de deferencia e incluso de distancia respetuosa. Se nota a través de estas líneas de niño una mesura refinada compuesta a la vez de proximidad distante y de afecto retenido, a imagen de la moda indumentaria de la Restauración: elegancia pero muy de “cuello subido”. Mi querido Papá: Contaba con escribirle con el último correo para desearle una feliz fiesta1, pero mamá me dice que, ya que Agustina2 le escribía, no hacía falta mandar las dos cartas a la vez. Confieso que hubiera debido escribirle antes. Pero la pequeña enfermedad que he tenido me lo ha impedido. Ahora que estoy totalmente restablecido, a veces soy lo suficientemente juicioso para ir al baño antes de comer. Hoy estoy un poco trastornado3. Agustina ha tomado hoy la medicina. Mimi4 es muy graciosa y cuando le preguntan dónde está usted, responde: ─“En París”. ─¿Y dónde en París? ─“En la Cámara”. ─¿Y qué hace en la Cámara? ─“Discute”. ─ Y ¿qué es? ─“Es diputado”. Le suplico que esa Cámara y esos ministros no le lleven a olvidar a sus repollitos que siempre están pensando en usted. Adiós, mi querido papá. Soy y seré siempre vuestro muy cariñoso hijo. Emmanuel d’Alzon. Carta a su padre, Lavagnac, 11 de junio de 1822 10 EL TONO DE UNA INFANCIA Y DE UNA ADOLESCENCIA FELICES (1822) (fecha corregida según el manuscrito), Lettres, t. A, p. 1-2. 1 El Vizconde Henri Daudé d’Alzon (1774-1864) celebraba su patrono, San Enrique, según el calendario romano de la época, el 15 de julio. La carta de Manuel lleva claramente la fecha del 11 de junio de 1822: sea que el niño haya cometido un error involuntario de datación del mes (lo que parece haber llevado al P. Vailhé a hacer una corrección), sea que los plazos del correo de entonces obligaran a tomar esa precaución. Se necesitaba por lo menos una semana de diligencia para recorrer la distancia París-Montpellier. El Vizconde vivía en París durante las sesiones parlamentarias, habiendo sido elegido en mayo de 1822, conforme a las disposiciones del voto censatario de la época, diputado por el Hérault. Toda la familia irá a reunirse con él a comienzos del curso escolar de 1823 y tomarán en alquiler un hotelito llamado Crapelet, en la calle de Vaugirard número 9. 2 Agustina (1813-1860) es la primera hermana de Manuel, tres años menor que él. Permaneció soltera, pese a numerosos pretendientes, viviendo en Lavagnac en compañía de su familia y perpetuando allí las tradiciones de una fe cristiana caritativa. 3 Término coloquial que designaba desórdenes intestinales, sin duda del mismo género de la pequeña enfermedad aludida antes. 4 Mimi es el diminutivo afectuoso de la segunda hermana de Manuel, llamada Marie Françoise (18191869). Es quien, llamada más tarde Condesa Abraham, dará posteridad a la familia d’Alzon al casarse en marzo de 1837 con Anatole de Puységur (1813-1851) del que tuvo tres hijos: Alix (1838-1895), Marthe (1839-1845) y Jean (1841-1910). Mamá en el texto designa a la Vizcondesa Henri d’Alzon, de soltera Jeanne-Clémence de Faventine (1788-1860). La pareja d’Alzon tuvo un cuarto hijo, Jules (1816-1818), muerto bebé. Las palabras transmitidas de la pequeña Marie-Françoise hacen pensar en las palabras y los balbuceos de los niños de esa edad, eco de las conversaciones de los adultos. No carecen de sal en todo caso. El diputado se entrega a las reglas de la “disputatio”, mientras que para un niño el hecho de ser disputado por sus padres ¡no le procura ninguna aureola parlamentaria! 11 EL TONO DE UNA INFANCIA Y DE UNA ADOLESCENCIA FELICES (1822) Para ulterior reflexión e investigación Sobre el período de la Restauración: - Emmanuel de WARESQUIEL, Benoît YVERT, Histoire de la Restauration 1814-1830, Perrin, 2002, 499 p. (colección Tempus). Sobre la infancia de los ambientes acomodados o populares de esta época: - Encontramos numerosos datos en la literatura de la época: así en Le Petit Chose de Alfonso DAUDET (1868), en Souvenirs d’enfance et jeunesse de Ernest RENAN (1882), en la novela de Hector MALOT, Sans famille (1878) y también en la de Charles DICKENS, Oliver Twist (1837), pinturas a veces muy realistas de ambientes sociales contrastados. Para una lectura personalizada • ¿Qué rasgos, en la carta de Manuel d’Alzon, hacen ver que se está en un ambiente acomodado? • ¿Qué recuerdas como experiencias marcantes de tu vida familiar? ¿Encontraste en ella ese equilibrio afectivo, esa preocupación por una educación en los buenos modales de la vida en sociedad y ese entorno cariñoso? • ¿Has tenido oportunidad de expresar a tus padres los sentimientos que te inspiraban sus relaciones contigo? • ¿Qué recuerdos de infancia conservas de tu ambiente natural, de tu región, de tus amigos y de tus relaciones de esa época? 12 2 En búsqueda de los orígenes familiares (1831) E sta correspondencia del año 1831 muestra la raigambre familiar y regional altamente histórica de los d’Alzon cuyos orígenes se sitúan precisamente en la región llamada el Alzonenco, en el corazón de los montes Cevenas, a caballo entre el Gard y el Aveyron. La Revolución política de 1830 había obligado a los d’Alzon a abandonar por prudencia la capital en ebullición. Manuel, replegado en Lavagnac, se había dado un régimen de estudios casi espartano, pero también incubaba el aburrimiento, lejos de sus relaciones parisinas. Sus padres le aflojaron las riendas autorizándole a finales del verano de 1831 a emprender con dos compañeros una especie de peregrinación a las fuentes familiares partiendo del Vigán. El trayecto de ida se hizo a pie con paradas bien programadas en el itinerario: Saint-Jean du Bruhel en el corazón del valle del Dourbie, el Causse Noir [Meseta Negra] del Larzac, el bosque de La Salvage, con detención final en el castillo del Monna, cerca de Millau, patria de los Bonald. El regreso se realizó, al menos en parte, en coche, en cupé y en diligencia. Esta expedición propició sin duda una multitud de encuentros, siempre enriquecedores y a veces pintorescos, con parientes más lejanos o más cercanos de su familia, felices de albergar al pequeño trío de nuestros alegres Una carta de la época al mismo diablillos. d’Esgrigny (19 de agosto de 1831) menciona las ruinas del 13 EN BÚSQUEDA DE LOS ORÍGENES FAMILIARES (1831) viejo castillo de Algues, capital derruida de las propiedades feudales de uno de mis tíos. De allí salieron los de Roquefeuil, antepasados en línea directa de los d’Alzon según una tradición genealógica cuidadosamente conservada en todas las familias aristocráticas. Poco a poco una rama de los Daudé d’Alzon vino a establecerse más allá del Vigán, en Saint-André de Majencoules. Se conserva allí el recuerdo de un lugar llamado el castillo de La Coste, que fue teatro de enfrentamientos confesionales en tiempos de las guerras de religión en que brillaron varios Daudé d’Alzon. Durante los siglos XVII y XVIII los Daudé d’Alzon fundaron linaje al pie del macizo de los Cevenas, en la vertiente del Gard, estableciéndose en La Condamine y La Valette en el mismo Vigán, ciudad fronteriza entre la montaña y la llanura fluvial regada por el Arre. Gracias a los servicios rendidos a “la Religión y al Rey”, los antepasados de Manuel d’Alzon obtuvieron en 1727, bajo Luis XV, las ejecutorias de nobleza. Encontramos rastros en la correspondencia del P. d’Alzon de algunas propiedades y dominios rurales situados en este municipio: La Valette, La Condamine, el Elze, Arènes, Bagatelle, el Moulin du Pont, Anglas, otros tantos vestigios tangibles de un extenso arraigo ancestral en los Cevenas. …Cuanto más avanzo más siento que mis raíces crecen. Y sin embargo, ¿a qué voy a vincularme? Estaba muy emocionado, cuando hacia las seis de la mañana, tras un cuarto de hora de camino, me volví a mirar por última vez el campanario de San Juan1 que se escondía tras los castañares de una montaña. Y sin embargo, ¿qué dejaba en este pueblo? Algunas personas a quienes había visto unos días, por primera vez en mi vida, y que probablemente no volvería a ver. Estaba con dos de mis primas2, iba a casa del señor de Bonald3. Como lo que quería era conocer la región, íbamos a pie por senderos de cabras. Estaba triste, hablaba poco. La vista del pueblecito de Cantobre4 me despertó. Imagínate una torre de 300 o 400 pies de altura, a pico sobre un riachuelo, que se comunicaba con una montaña mediante un pasadizo estrecho y, sobre la cima de esta torre, una veintena de casas construidas o más bien colgadas como nidos de 14 EN BÚSQUEDA DE LOS ORÍGENES FAMILIARES (1831) golondrinas en el extremo de la pared. Bajamos hacia el río y lo atravesamos para ascender a la cara opuesta. ¿Qué es Saint-Jean en comparación con las montañas que me lo ocultaban ahora?¿Qué son solamente sus habitantes, las personas que vi allí? Y si, pasando de una cumbre a otra de las montañas que encierran este vallecito5, se colmara el vacío que las separa, ¿qué sería de Saint-Jean, qué sería de sus habitantes sino una meseta árida, fría y sobre la cual un cierzo eterno empujaría las nubes? Almorzamos en casa del párroco de Saint-Sauveur6. Ya habíamos recorrido la mitad del trayecto y habíamos caminado durante tres largas horas. Retomando nuestra ruta, quise decir a uno de mis compañeros de viaje algo sobre la tristeza que me oprimía. Aunque con cierta gracia, no me entendió y me respondió con una broma. Le dejé bruscamente y aceleré el paso. Pensé en ti. Me pareció que te tomaba del brazo y te contaba lo triste que estaba. Durante dos horas te contaba muchas cosas, de las cuales ya no me acuerdo. En las subidas, resollaba. En las bajadas, me dejaba llevar corriendo con todas mis fuerzas. Así es como atravesamos el Causse Noir y el hermoso bosque de La Salvage7. Encontramos al señor de Bonald enfermo. Experimenté un vivo placer de volver a ver a su nieto a quien me unía un profundo afecto8. Pasamos una parte de la noche conversando… Carta a su amigo Luglien de Jouenne d’Esgrigny, Lavagnac, 9 de septiembre de 1831, Lettres, t. A, p. 233-234. ————— Luglien de Jouenne d’Esgrigny (1806-1888) es el amigo del alma de Manuel d’Alzon, en sus años jóvenes. Se conocieron en París; ambos eran estudiantes de derecho y frecuentaban las conferencias del señor Bailly en la calle de la Estrapade. 1 Saint-Jean du Bruhel es una pequeña localidad antigua del extremo Este del Aveyron con un pintoresco puente sobre el Dourbie, de 2.540 habitantes en 1880, patria de los Daudé de La Valette en el siglo XIX. 2 Las señoritas Daudé de La Valette, una de ellas Elisabeth. Numa Baragnon (1835-1892) se casó sucesivamente con dos de las hermanas Daudé de La Valette, Marie (+1871) y Amélie. 3 El Vizconde Louis de Bonald (1754-1840), escritor, hombre político de la Restauración y académico, que se casó con una pariente del P. d’Alzon, Elisabeth Guibal de Combescure. 4 Pueblito pintoresco del Aveyron, cerca de Nant y de Saint-Jean du Bruhel, que efectivamente hay que atravesar en un día de luz otoñal para gustar de su encanto romántico. 5 Una lectura atenta del mapa Michelin nº 240, pliego 2, de la región Languedoc-Roussillon permite trazar el itinerario de Manuel y sus dos compañeros con toda precisión. 15 EN BÚSQUEDA DE LOS ORÍGENES FAMILIARES (1831) 6 Saint-Sauveur du Larzac sobre el flanco del Causse es un pueblito donde Manuel hizo una parada en casa del cura de la época, el abate Louis Bousquet (1791-1867), figura típica de aquellos pastores de aldea que formaban cuerpo con su parroquia ya que la sirvió desde 1828 hasta su muerte. Queda la hermosa iglesia del pueblo en este lugar pintoresco colgada por encima del valle en forma de cañón del Dourbie. En las cercanías se encuentra el lugar que llaman Montredon, cuyo nombre figura entre los títulos de la Vizcondesa d’Alzon, de soltera de Faventine-Montredon. 7 Otro paseo aconsejado consiste en atravesar el citado bosque donde existe todavía el pequeño santuario del mismo nombre, en la linde del campamento militar del Larzac. 8 El nieto del Vizconde aquí mencionado no es sino Séverin de Serres (1809-1902), hijo de LouisAlexandre d’Arnal de Serres (+ 1835) y de Anne Henriette Elisabeth de Bonald. Séverin se casó con Angélique Delandine du Saint-Esprit. Para ulterior reflexión e investigación Sobre las raíces regionales del P. d’Alzon y su familia: - Siméon VAILHE, A.A., Vie du P. Emmanuel d’Alzon, París, Bonne Presse, 1926, t. I, p. 4-12. - Gérard CHOLVY, Emmanuel d’Alzon. Les racines, en Emmanuel d’Alzon dans la société et l‘Eglise du XIXe siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 19-36. - Henri-Dieudonné GALERAN, Anécdotas del P. d’Alzon, Roma, 2002, 546 p. (passim). - Robert SAUZET, Les Cévennes catholiques. Histoire d’une fidélité XVIeXXe siècles, París, Perrin, 2002, 415 p. - Patrick CABANEL, Itinéraires protestants en Languedoc XVIe-XXe siècles, t. I : Cévennes, Presses du Languedoc, Cahors, 1998, 480 p. - Ph. JOUTARD, Les Cévennes de la montagne à l’homme, Privat, 1979, 508 p. Sobre la genealogía de los Daudé d’Alzon: - Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II, Documentation Biographique, t. I, Roma, 1986, p. 5-10. - Hubert LAMANT, Armorial général et nobiliaire français, t. IV, p. 169-195 (artículo Daudé por Yves CHASSIN DU GUERNY). 16 EN BÚSQUEDA DE LOS ORÍGENES FAMILIARES (1831) Para una lectura personalizada • ¿Has encontrado rastros de tus antepasados? ¿Según tú, qué aporta esta investigación genealógica? • ¿Te sientes como Manuel d’Alzon ligado a una o varias regiones o lugar de origen o de adopción? • ¿Qué rasgos destacados conservas o no de tu herencia familiar? ¿Hay en ti ruptura afirmada o continuidad asumida? • Los lugares de tu infancia y de tu adolescencia ¿existen todavía materialmente? ¿Con qué transformaciones o cambios de propietarios, fuera de los familiares? 17 3 Su trato con los libros (1830) M uy pronto, Manuel d’Alzon le tomó gusto a la lectura de libros, revistas y periódicos. Le favorecía en esto su ambiente cultivado, y aprovechó bien su tiempo de estudios en París entre 1823 y 1830, en que su inteligencia y su apertura a las cuestiones de su tiempo, espoleadas por una memoria viva y un agudo sentido de la observación, le impregnaron como de una necesidad vital de leer, de informarse y de relacionarse. Se trata de una forma de conocimiento distinta de la puramente libresca, porque apela en él a un imperioso deseo de intercambio y de comunicación. Un hábito que conservará toda su vida, pluma en mano, reforzado por su sentido apostólico de la escritura. Ya en Lavagnac, se fue montando con su propio peculio 18 una buena biblioteca que enriquecerá a lo largo de su vida en el colegio de Nimes, no dudando en anotar los volúmenes, en acumular fichas y en informarse sobre las novedades editoriales que descubre al calor de las publicaciones leídas o señaladas. El Colegio Stanislas le inició en la literatura, tanto francesa como europea, si hemos de creer a su correspondencia, con preferencia por los grandes autores clásicos que forman el gusto y el estilo. Desde su juventud supo apreciar las primeras grandes obras de este período romántico, en particular las de la corriente tradicionalista; pero la literatura dejó en él rápidamente el lugar a la filosofía y a las ciencias religiosas. Estas últimas no brillaban especialmente en el firmamento de las publicaciones francesas, ya que el pensamiento EN BÚSQUEDA DE LOS ORÍGENES FAMILIARES (1831) teológico bajo la Restauración, e incluso bajo la Monarquía de Julio, sufrió mucho a causa del vacío y del éxodo de cerebros que produjo el tumulto de la Revolución. Éste se despertó más bien del otro lado del Rin. Solamente en 1836 el abate Migne emprende la publicación de una Biblioteca Universal del Clero, y luego diccionarios y enciclopedias entre las cuales las más famosas son las Patrologías latina y griega: el joven abate d’Alzon es un ferviente suscriptor. Bajo el Segundo Imperio, el arte bajo todas sus formas se laiciza a gran velocidad. Lamartine y Víctor Hugo simbolizan esta evolución en literatura que desliga el sentimiento religioso de su lazo confesional. El clero tiene tendencia a contentarse con las páginas del Univers que censura sin piedad las ideas modernas bajo el fuego del ultramontanismo intransigente. Renan, en el ámbito religioso, al rechazar los dogmas, funda un cristianismo racionalista y crítico en que la interpretación católica queda como vaciada de su sustancia. Reducida a una apologética de retaguardia, la misma teología buscará una nueva juventud en el renacer del neotomismo hacia finales del siglo. Ya que Bridieu1 se permite escribirte para encargarte que le hagas sus comisiones, ¿por qué no iba yo a usar la misma libertad, mi querido Eugenio? Pues bien, he aquí lo que me gustaría mucho que hicieras por amor a mí. Te agradecería mucho que fueras donde Dufort, calle Voltaire nº 19; le rogarás que me envíe por correo o por diligencia, si resulta más económico: 1º Dos ejemplares de las “Harmonies” de Lamartine2; los quiero en 8º; 2º La “Histoire de la philosophie” de de Gerando3; 3º La “Histoire romaine”de Niebuhr4; 4º La “Histoire de l’Antiquité” de Schlosser5; estas dos últimas obras traducidas. Ya que estas obras son para personas que no pueden conseguirlas en provincias, te agradecería que pidas que la factura sea incluida en el paquete en que me las envíen. Si me las envían en diligencia, mi dirección es: Señor Briffaut6, adjunto de Montagnac, para entregar al señor d’Alzon, Departamento del Hérault. No sé por qué no experimento vergüenza alguna en 19 SU TRATO CON LOS LIBROS (1830) encargarte mis comisiones de este modo. También te agradecería que echaras al correo la carta que incluyo. Como no tengo tiempo de escribirte con mayor amplitud y que mi carta es una verdadera carta de negocios, te ruego me permitas hacerla franquear7. Adiós, mi querido amigo. Una vez más, pido perdón. Es muy tarde, no puedo escribirte más largo. Emmanuel d’Alzon. Carta a Eugène de La Gournerie, Lavagnac, 25 de junio de 1830, Lettres, t. A, p. 95-96. _______ Eugène de La Gournerie (1807-1887) es otro amigo conocido en París por Manuel d’Alzon en sus tiempos de estudiante. 1 François-Marie-Antoine marqués de Bridieu (1804-1872), político francés y abogado. 2 Alphonse de Lamartine, poeta, historiador y político francés (1790-1869) que publicó en 1830 Les Harmonies poétiques et religieuses, consideradas como auténticos salmos modernos. 3 Joseph-Marie, barón de Gérando (1772-1842), publicista y filósofo francés, autor de una Histoire comparée des systèmes de philosophie relativement aux principes des connaissances humaines, publicada en 1804. 4 Berthold-Georg Niebuhr (1776-1831), historiador y diplomático alemán a quien debemos una Historia romana. 5 Frédéric-Christophe Schlosser (1776-1860), historiador, profesor y bibliotecario alemán, autor en especial de una Historia Universal de la Antigüedad, comenzada en 1826, traducida por Golbéry. 20 SU TRATO CON LOS LIBROS (1830) 6 Hemos encontrado el rastro de este Antoine Brifaud o Briffaut (1762-1840), director de correos de Montagnac y adjunto del alcalde de la Comuna, de 1826 a 1830. 7 La introducción del sello de correos en Francia data de 1849. Hasta entonces, habitualmente el que pagaba el precio de porte era el receptor y no el remitente. 21 SU TRATO CON LOS LIBROS (1830) Para ulterior reflexión e investigación Sobre el movimiento de las ideas en el siglo XIX: - Patrick BERTIER, Michel JARRETY, Histoire de la France littéraire, bajo la dirección de Michel PRIGENT, t. III : Modernités XIXe-XXe, P.U.F. - Michel WINOCK, Les voix de la liberté. Les écrivains engagés au XIXème siècle, París, Le Seuil, 2001, 678 p. Sobre la enseñanza de la teología en el siglo XIX: - HOCEDEZ, Histoire de la théologie au XIXe siècle, 3 vol., París-Bruselas, 1947-1952. - Marcel LAUNAY, Les séminaires français aux XIXe et XXe siècles, París, Cerf, 2003, 265 p. (colección Histoire). Para una lectura personalizada • ¿Cuáles son tus lecturas preferidas? ¿Notas una evolución en tus gustos y preferencias en tu historia personal? • ¿Cuáles son las grandes obras que te han marcado más? • En la comunidad en que vives, ¿observas una política de compra de libros, de presupuesto para la biblioteca y de clasificación? ¿Tienen en ella una parte preponderante las ciencias religiosas o no? • ¿Dispones ahora de otros medios o fuentes de información y de formación? 22 4 ¿Qué elegir? El futuro de un joven rico (1831) A l abandonar la capital antes del torbellino de las jornadas de Julio de 1830, Manuel d’Alzon lleva en su cabeza muchos proyectos de estudio que desea poner por obra tranquilamente, retirado en Lavagnac. A lo largo de los meses su ardor intelectual no decae, pero la nostalgia del animado ambiente parisino le gana, el recuerdo de sus amigos le embarga y la soledad campestre le roe, incluso si un capricho le deja entrever como una cosa sublime ir a pasar seis meses a la Gran Cartuja (Lettres, t. A, p. 209). No está hecho en absoluto para una vida solitaria de retiro prolongado. Su espíritu se llena, pero su alma anhelante no percibe todavía claramente la hora de la gracia iluminadora. Sus ambiciones de hacer carrera también se han desvanecido. En 1828 emprende los estudios de derecho únicamente por consejo de su padre, pero nunca les tomó gusto. Magistratura, diputación, compromiso político ya no le seducen, su corazón aspira a una plenitud de vida que el presente parece rehusarle. Más que planes de estudios, necesita un plan de vida que dé fuerza y sentido a sus proyectos. Ya en la adolescencia, la idea de una vocación sacerdotal le sonrió, sustituida más tarde por una atracción hacia la vida militar que sus padres de ningún modo apoyaron. Pero ni el trato con los libros ni el trato con las armas alimentan suficientemente su corazón. Helo aquí en busca de un sentido, como el joven rico del Evangelio a quien los triunfos o los halagos 23 ¿QUÉ ELEGIR? EL FUTURO DE UN JOVEN RICO (1831) del mundo dejan a fin de cuentas desorientado. Manuel no ha dejado de meditar durante estos largos meses de incertidumbre la Sagrada Escritura y las grandes obras de los Padres de la Iglesia, entre ellas las de San Agustín; a través de este contacto se enciende una brasa que estaba escondida: ésta será la que ilumine su porvenir cuando, a la luz de su inteligencia, se fortificará su valerosa decisión basada en la oración y recibida de la gracia divina. Además, Manuel gusta del trato frecuente con algunos sacerdotes amigos de los alrededores, entre ellos el abate Gabriel y el seminarista Justin Paulinier, en la casa cural de Santa Úrsula, en Pézenas, lugar de encuentro de los partidarios menesianos de la región, a quienes disgustan las viejas monsergas galicanas. En el encuentro humano y en el intercambio espiritual es donde Manuel encuentra su centro y finalmente aprende a discernir su camino. Su inteligencia se agudiza en el análisis controvertido de las ideas, pero su corazón y su alma se apaciguan en los coloquios donde sopla el Espíritu. Éste es el amigo que Dios le da para ayudarle en su caminar y conducirle a Él, como escribe en mayo de 1831 a Henri Gouraud y también, aunque en otros términos, a d’Esgrigny en noviembre de 1831: “No sé si te he dicho ya que, desde hace algún tiempo, descubro en mí como un hombre nuevo y que la luz con cuya ayuda lo descubría, es la oración” (Lettres, t. A, p. 241). El porvenir del joven rico se ha esclarecido. He aquí lo que hago: 1º Leo, tomando notas. En estos momentos tengo un empacho con el Catholique del barón1. 2º Estudio un poco de alemán, con un poco de italiano. 3º Sigo dando mis instrucciones que darían mucho mayor fruto si tuviera más celo. 4º Mantengo, de vez en cuando, conversaciones con dos o tres curas, los únicos seres razonables en la región. Fui, a principios de semana, a pasar casi tres días en casa de uno de ellos, donde se encuentran los demás, y pese a que estuve indispuesto, conversamos de un modo bastante interesante2. 24 ¿QUÉ ELEGIR? EL FUTURO DE UN JOVEN RICO (1831) 5º He pasado los últimos días de 1830 bastante aburrido; he perseguido a los patos salvajes, pero no he logrado cazarlos. 6º Me encuentro, de vez en cuando, con personas muy estúpidas, pero no las desprecio, prefiero compadecerlas. 7º En política, no pienso en nada concreto. Me decepciona el Avenir pero no tanto como a ti. La Quotidienne me aturde cuando no me da risa. El Correspondant es a veces interesante, pero en general demasiado soso3. 8º Desde hace algún tiempo no valgo gran cosa. Dentro de poco iré a Montpellier: trataré de fortalecerme. En cuanto a las demás preguntas, tal como me las planteas, son muy difíciles de esclarecer porque: 1º en cuanto a mis planes, no tengo sino el de ir a verte después de Pascua, si es posible; 2º en cuanto a mis deseos, temores, esperanzas, estoy en un mar de dudas. Quizá no tenga razón. Bien podría trabajar sobre el futuro, pero para hacerlo, tiene que haber alguien que lo anime a uno, hay que escuchar otros proyectos y combinarlos con los propios. Ahora bien, todos aquellos proyectos de los que oigo hablar me parecen tan absurdos que no quiero añadir nada de mi cosecha. No temo ni espero demasiado ni de unos ni de otros en este país. Estoy convencido de que, pese al estúpido artículo en la Revue de Paris, nos mantendremos contra las vejaciones, que nos dan cada día nuevas fuerzas. Van a publicar, en Montpellier, un diario bajo el título de Mélanges Occitaniques. Si no lo conoces ya por el Correspondant, te daré detalles sobre su talante, su meta, etc…, cuando vaya a Montpellier… Emmanuel. Carta a Luglien de Jouenne d’Esgrigny, Lavagnac, 9 de enero de 1831, Lettres, t. A, p. 182-183. _______ 1 Ferdinand Baron d’Eckstein (1790-1861) es un publicista de origen danés, israelita convertido al catolicismo, historiador amigo de Lamennais, colaborador del diario L’Avenir y redactor ultramontano de la revista Le Catholique (1826-1829). 2 Sin duda el grupo de Pézenas que se reunía en torno al abate Jean-Louis Gabriel (1796-1866). 3 L’Avenir es el diario político, científico y literario fundado por Félicité de Lamennais el 16 de octubre de 1830 para difundir sus ideas liberales. Se suspendió voluntariamente el 15 de noviembre de 1831. 25 ¿QUÉ ELEGIR? EL FUTURO DE UN JOVEN RICO (1831) Le Correspondant, primera fase, fue fundado el 10 de marzo de 1829 como semanal y luego quincenal animado por el grupo de la Asociación para la defensa de la religión, en torno al señor Bailly. Fue sustituido en 1830 por la Revue Européenne que se mantuvo hasta 1845. La Quotidienne comenzó en 1792, fue suprimido en 1793, reapareció en 1795 y en 1814 para pasar a ser el órgano monárquico por excelencia. También hubo un Mémorial catholique fundado en enero de 1824 por los abates de Salinis y Gerbet, dos menesianos de la primera hora, sin contar la Tribune catholique, periódico diario lanzado en enero de 1832. 4 Los d’Alzon disponían en Montpellier de un apartamento, en calle de los Trésoriers de la Bourse, en un antiguo palacete que constituye un espécimen de la arquitectura privada de la villa que se remontaba a los tiempos de Luis XIV. Para ulterior reflexión e investigación Sobre la prensa francesa en el siglo XIX: - Histoire générale de la presse française, bajo la dirección de André-Jean TUDESQ, Fernand TERROU, Louis CHARLET, Robert RANC, Charles LEDRÉ, Pierre GUIRAL, t. I, P.U.F., 1976. Para una lectura personalizada • ¿Qué proyectos de futuro has podido formar antes de entrar en la Asunción? • ¿Qué motivaciones te han decidido a elegir una vida de servicio a la Iglesia? • ¿Qué papel desempeñan el intercambio y el encuentro humano en la profundización de tus decisiones? • ¿Cuáles son, a tu manera de ver, los elementos clave de un discernimiento espiritual? 26 5 El resorte de una vocación sacerdotal (1832) N unca es fácil, ni siquiera para la persona implicada, dar cuenta de su vocación sacerdotal; a fortiori para su entorno o ante los medios de comunicación. Manuel d’Alzon lo ha intentado varias veces en su correspondencia de cara a algunos amigos. Sabe hacer en ello las distinciones indispensables: la de las opiniones, la de las convicciones, la de la llamada de la gracia y la de las respuestas del corazón, de la voluntad y de la inteligencia. Este tipo de verdad o de cuestionamiento lúcido sólo pertenece legítimamente a la conciencia. En cierto modo la vocación sacerdotal de Manuel d’Alzon parece más probada que la de un seminarista corriente porque cristaliza en una edad adulta, lo cual no le ahorrará ni las tensiones internas ni las incomprensiones externas. Cuando hubo tomado la decisión se la comunicó a su familia, consultó con sacerdotes y se confió a la gracia divina. Sabemos que su formación teológica fue un tanto sui generis, por una parte en los bancos del Seminario Mayor de Montpellier (marzo de 1832 - junio de 1833), luego como autodidacta en Roma estudiando en casa con el apoyo de algunos amigos teólogos y con el complemento de algunos cursos en el Colegio Romano. Precisamente en Roma es donde vivió desde dentro el drama del asunto Lamennais y sin duda que conoció de este modo mucho más sobre las prácticas eclesiásticas que en los mejores tratados de 27 EL RESORTE DE UNA VOCACIÓN SACERDOTAL (1832) eclesiología. ¡Incluso un sacerdote “libre”, sin vínculos, se compromete con una institución cuyos engranajes no todos han sido revelados en las Sagradas Escrituras! Pero una fe que no pasa por el fuego de la prueba ¿puede dar futuros frutos de compromiso indestructible, de discernimiento profundo, de inventiva liberadora? Manuel dio el paso del subdiaconado y del sacerdocio con plena lucidez. ¿Acaso no fue cortésmente invitado a firmar un formulario antimenesiano unos días antes? ¿No fue a hacerse “enjabonar” donde los Jesuitas de Roma en San Eusebio durante un mes, él que no sentía ninguna simpatía por la escuela de “aprendices de fariseos”? Se puede muy bien llevar el hábito del monje y preparar en su celda el veneno de la mentira o de la calumnia. Hay en el corazón de Manuel una certeza que no falla nunca, la de haber respondido sin rodeos a la llamada de Dios, para el servicio espiritual del hombre: Estoy convencido ante todo de que no es haciendo mi voluntad como haré la de Dios. Hay muchas cosas que yo no hubiera realizado, si sólo hubiera hecho lo que yo quería. La Iglesia, pese a sus arrugas y sus debilidades, no es sólo una institución humana. Ve pasar las generaciones y los siglos, no como un imperio terrestre que tarde o temprano conoce su apogeo y su decadencia, sino como aquella realidad permanente que no ha nacido un día en el tiempo sino para acompañar a su fundador en su eternidad celeste. Sacerdote para la eternidad. Para volver a tu carta, que ya habrás olvidado sin duda, pero que yo he conservado como un precioso tesoro, te agradezco todas las cosas amables y hermosas que me dices. Parece que mi entrada al seminario1 da que hablar a mucha gente, de muchas maneras, pero pocas personas han captado mi manera de pensar tan bien como tú. Unos dicen que si tomo la sotana es forzado por el fanatismo de mis padres2. En la situación actual, efectivamente, hubieran tenido que ser terriblemente fanáticos para forzarme a abrazar el sacerdocio contra mi voluntad. Otros han dicho que quería servir a Enrique V3. Montando una conspiración seminarística, sin duda. ¡Qué imbéciles! Los más ladinos han descubierto que no todo se sabe y que hay gato encerrado. ¿Captas la malicia? 28 EL RESORTE DE UNA VOCACIÓN SACERDOTAL (1832) Dios me ha dado la gracia de la entrega personal y he sentido crecer en mí el deseo de defender la religión4 en el momento en que más la atacan. Me gusta pensar que, en estos momentos en que todo está inestable, variable, incierto, en que el porvenir es tan oscuro que todo el mundo, sea cual sea su posición o su opinión, está amenazado, yo me atenía a algo fijo, inmutable, y que si corro algún peligro, al menos es por una causa que merece la pena. Ya te lo habré dicho más de una vez: nada me indigna tanto como el egoísmo que veo hoy invadir a la sociedad. Es un hielo que paraliza todo; es una lepra que avanza rápidamente y extiende la corrupción y la muerte. El amor se ha refugiado en lo que hay de más material –y cualquiera que se respete se ruboriza de tener que ir a buscarlo tan bajo–, o bien en la religión, donde se purifica cada vez más y de donde espero que rebrotará sin mucho tardar sobre los hombres que le desconocen… Emmanuel d’Alzon. Carta a su primo Edmond d’Alzon, Lavagnac, 10 de julio de 1832, Lettres, t. A, p. 312-313. _______ Edmond d’Alzon (1811-1873) es un primo hermano de Manuel, de la familia del Pouget en Lestang (Hérault). Se casó en 1849 con la señorita de Saint-Germain y realizó una carrera administrativa. La pareja tuvo cuatro hijos: Charles (1850-1869), Marie-Jeanne-Augustine-Henriette (1851-1870), Louis (1859-1933) llamado Lulú –que se casó con Marie Claire de Maistre (1863-1924) de donde surge la descendencia de los Hesse d’Alzon– y Jean (1864-1894) esposo de Valentine de Grateloup. 1 Manuel d’Alzon abandonó el castillo de Lavagnac el 14 de marzo de 1832 para ir a Montpellier en la diligencia de Montagnac. 2 Los padres de Manuel no se opusieron en absoluto a la vocación de su hijo. Su espíritu cristiano les hizo aceptar este sacrificio por parte de un hijo único sobre quien reposaba la esperanza de una descendencia y de un apellido. Pero hubo, es seguro, sentimientos encontrados en la parentela cercana, en especial por parte de un tío, como lo atestigua aún una predicación del espiritano P. JeanBaptiste Loevenbrück (1795-1876), en el Mediodía, hasta los años 1860. (Souvenirs du P. Loevenbrück, edición de René Charrier, espiritado, cuaderno 5). 3 Henri V no es sino el Conde de Chambord (1820-1883) sobre el que reposaban las esperanzas monárquicas de los legitimistas, hasta la muerte del pretendiente. Sean cuales fueran los lazos entre la monarquía y el catolicismo, era no conocer en este punto las verdaderas prioridades que se había fijado el futuro abate d’Alzon. 4 La expresión “defender la religión” forma parte del vocabulario apologético de la época, sobre todo a partir del final del reinado de Carlos X y de la Monarquía de Julio, que marcó una clara laicización del Estado francés. 29 EL RESORTE DE UNA VOCACIÓN SACERDOTAL (1832) Para ulterior reflexión e investigación Sobre el clero francés de Montpellier en el siglo XIX: - Ferdinand SAUREL, L’ancien clergé du diocèse de Montpellier, 1901, 4 vol. - Gérard CHOLVY, Le diocèse de Montpellier, París, Beauchesne, 1976, (colección Histoire des diocèses). - Pierre PIERRARD, Le Prêtre français du concile de Trente à nos jours, DDB, 1986. Para una lectura personalizada • ¿Qué motivaciones expresa con más énfasis Manuel d’Alzon para dar cuenta de su vocación? • Materialismo y espiritualismo componen una pareja estereotipada. Pero según tú ¿qué realidades pueden adivinarse detrás de estas expresiones? • ¿Cómo podrías dar razón de tu propia vocación, reconociendo la parte que tuvieron las influencias recibidas? • ¿Guarda la iniciativa divina su preeminencia en la presentación que hace Manuel d’Alzon de su elección? 30 6 A la sombra de un maestro difícil de encuadrar, Lamennais (1832) L a cuestión de las relaciones entre Manuel d’Alzon y el abate Félicité de Lamennais entre 1828 y 1834 no ha dejado de suscitar numerosos interrogantes de los que el Coloquio de Historia de 1980 se hizo eco. Es cierto que el joven Manuel se colocó bajo la dirección intelectual del famoso abate, pero sin ir como otros a la escuela de La Chesnaie en Bretaña. Sus padres, por lo demás, estaban atentos a mitigar todo excesivo entusiasmo suyo por las ideas de moda. Se ha calificado un tanto rápidamente a Manuel de discípulo de aquel “maestro” del clero joven del momento, cuya notoriedad está en su cénit antes de la primera encíclica condenatoria Mirari vos, promulgada en Roma el 15 de agosto de 1832. Manuel d’Alzon, por su parte, no tuvo conocimiento de ella hasta el mes de octubre siguiente. Como la encíclica no citaba nombres, cabía la posibilidad de interpretarla de distintos modos. El joven seminarista no ignoraba, sin embargo, la profunda aversión y las maniobras más o menos leales de los contradictores más encarnizados, entre ellos los galicanos convictos, pero no sospechaba que de intriga en intriga, de controversia en panfleto, el asunto iba a remontar hasta Roma para un examen estricto y fatal de las “doctrinas”. Hasta 1834, y la condena esta vez explícita de Lamennais mediante la nueva encíclica Singulari vos, firmada el 25 de junio por el Papa Gregorio XVI pero publicada el 7 de julio, Manuel continúa mostrándose de una lealtad sin 31 A LA SOMBRA DE UN MAESTRO DIFÍCIL DE ENCUADRAR, LAMENNAIS (1832) fisuras respecto de la persona y las ideas de Lamennais, animándole más bien a la prudencia y a una cierta discreción, comunicándole los rumores contradictorios en los que la Roma eclesiástica gusta de abundar tras el abanico de opiniones, chismes y falsos silencios. Es sabido que el abate no utilizó ni una ni otra, lo cual apenaba a sus mismos amigos. Sin embargo la postura de Manuel ha cambiado claramente: en 1828 no es sino un lejano estudiante parisino, en 1832 es un seminarista en Montpellier y a partir de noviembre del 1833 helo ahí en Roma, para prepararse al sacerdocio, mientras que Lamennais desde enero de 1834 ha roto de corazón con el catolicismo. De todos modos está claro que son las ideas políticas del abate las que le han granjeado en primer lugar su condena y su ostracismo, sea cual sea su evolución religiosa, ejemplo tristemente incomparable del encarnizamiento rabioso con el que sus adversarios le han acosado hasta su perdición. Así se comprende que los caminos de sus vidas se hayan separado entre Lamennais y d’Alzon, incluso si sus lazos personales ganaron en intensidad e intimidad en el ojo mismo del huracán. Cuando el P. Colette pudo finalmente echar una mirada al informe Lamennais-d’Alzon, cuidadosamente recopiado en el despacho negro de la policía pontificia, no fue sino para confirmar la perfecta lealtad de Manuel hacia su amigo y también hacia la Iglesia. En cuanto a las “doctrinas” defendidas por el abate, el tiempo se encargará de hacer una criba purificadora y el abate d’Alzon ganará en ello aquel amor a Roma que el crisol de la prueba hará menos ingenuo, a veces más crítico y siempre más libremente maduro. Ya le escribí que el señor Bastet1 había muerto. Este pobre hombre padecía de una retención de orina y no sé por qué le habían dejado la sonda puesta. Tuvo una caída, la sonda reventó la vejiga y en menos de un cuarto de hora estaba muerto en medio de los dolores más atroces. El señor Blaquières2 ha sido nombrado para sucederle. Parece ser que durante mucho tiempo el señor Blaquières había dejado entender que si le [ofrecían] una canonjía, la rechazaría. Tras la muerte del señor Basset, quisieron, eso dicen, tener un sencillo 32 A LA SOMBRA DE UN MAESTRO DIFÍCIL DE ENCUADRAR, LAMENNAIS (1832) gesto de deferencia para con él, esperando que rehusaría el nombramiento, pero el señor Blaquières por el contrario les tomó la palabra. Se habla mucho de un remplazo, pero las ideas se dirigen a tanta gente que no se ve nada de positivo. Le transcribo sin reflexión alguna lo que en la carta del señor de Mont[alembert] se refería a sus amigos; pero convendrá conmigo sin embargo que es una clara prueba de que no es el espíritu de bandería lo que empuja al señor de La M[ennais] 3, como pretenden. Porque finalmente, el “breve”[carta] que habría recibido del Papa hubiera sido para él, creo yo, un elemento de éxito, pero lo ha rechazado. Algunas personas piensan que es un error. Yo pienso que ha hecho bien. Tarde o temprano eso se sabe, y aunque no lo haya hecho con esa intención, el resultado no será menos honroso para él. Yo guardo aquí un silencio prudente, pero me doy cuenta de que continuamente en mi presencia se dicen ciertas palabras para ver lo que contesto. Tomo el mejor partido: no respondo… Emmanuel d’Alzon. Carta a su padre, Montpellier, 12 de noviembre de 1832, Lettres, t. A, p. 367-368. _______ 1 El abate Joseph Bastet (+ 1832), profesor y superior del Seminario Mayor de Montpellier donde fue nombrado en 1822 por monseñor Marie-Nicolas Fournier de La Contamine (1750-1834); es el autor de un Manual para los jóvenes sacerdotes. Monseñor Charles-Thomas Thibault (1796-1861) sucedió en Montpellier a monseñor Fournier. Ambos de fuerte sensibilidad galicana. Monseñor Fournier prohibió la lectura del diario L’ Avenir a los seminaristas. 2 El abate Constant-Clément o bien Marie-Jean Blaquières (1799-1847), designado según Manuel d’Alzon en 1832 como superior del Seminario Mayor de Montpellier, en sustitución del abate Bastet. 33 A LA SOMBRA DE UN MAESTRO DIFÍCIL DE ENCUADRAR, LAMENNAIS (1832) 3 Félicité de Lamennais (1792-1854), ex abate, escritor polemista, hombre político. 34 A LA SOMBRA DE UN MAESTRO DIFÍCIL DE ENCUADRAR, LAMENNAIS (1832) Para ulterior reflexión e investigación Sobre Lamennais y el asunto de Roma: - Gaston BORDET, Emmanuel d’Alzon et la crise mennaisienne 1828-1835, en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXe siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 37-82. - Jean-René DERRÉ, Les relations entre E. d’Alzon et Lamennais, en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXe siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 83-106. - Dossier Lamennais-d’Alzon, en « Pages d’Archives », nueva serie nº 9 (agosto de 1958), p. 321-344. - Jean-René DERRÉ, Lamennais, ses amis et le mouvement des idées à l’époque romantique, París, 1982. - Correspondance générale de Lamennais, publicada por Louis LE GUILLOU, París, Colin, 1973. - Guy DUPRÉ, Formation et rayonnement d’une personalité catholique au XIXe siècle. Le Père Emmanuel d’Alzon (1810-1880), Lille, 1975, 420 p. Para una lectura personalizada • ¿Qué te inspira la fórmula encontrada en las Cartas del P. d’Alzon: Trabajar con Roma siempre, contra Roma jamás, a veces sin Roma? • ¿Puede suceder a lo largo de la historia que algunos Papas se hayan equivocado en sus juicios y enseñanza? ¿Qué enseña sobre este particular la doctrina de la infalibilidad pontificia? • ¿Qué parece condenable hoy en las doctrinas de Lamennais? • ¿Cómo conciliarías tú los principios y las prácticas de lealtad, de prudencia y de apertura en cuestiones que atañen a opiniones de conciencia? 35 7 La Roma pontificia bajo Gregorio XVI (1834) E s un mundo nuevo y real, y no ya imaginario, el que el joven Manuel d’Alzon descubre al llegar a Roma en noviembre de 1833. Desde este punto de vista, su correspondencia de los años 1833-1835 ofrece numerosas anotaciones sobre la ciudad pontificia de la época, las costumbres eclesiásticas y la población de ese tiempo, así como sobre los innumerables atractivos de un lugar urbanizado desde la Antigüedad. Manuel no se limita en sus relaciones al círculo de los franceses de Roma que gravitan en torno a la embajada; traba amistad con un joven inglés, Charles Mac-Carthy, y con prelados italianos. Tampoco se encierra en el colegio eclesiástico de los Nobles sino que prefiere una vida más independiente como 36 pensionista en el convento de los Mínimos en Sant’ Andrea delle Fratte. En compañía del abate Gabriel, su compatriota, se entrega a la inevitable visita de las basílicas, iglesias y monumentos antiguos de la ciudad, comunicando sus impresiones y apreciaciones a veces insólitas. El Vaticano por entonces restauraba la muralla leonina; sus museos desbordan de obras maestras; pintores y escultores europeos no cesan de invadir y adornar esta capital de las artes que el barroco no ha logrado ahogar. La intelligentsia europea, además del flujo de peregrinos que frecuentan los jubileos, nunca ha olvidado los caminos que llevan a Roma, sobre todo desde el Renacimiento. Muchos artistas sientan en ella sus reales, LA ROMA PONTIFICIA BAJO GREGORIO XVI (1834) temporal o definitivamente, y abren salones y talleres bajo la égida de Academias o Escuelas nacionales. Los diplomáticos no se quedan atrás a la hora de hacer brillar la influencia de sus soberanos o de su política. Bajo Gregorio XVI, la palma se la llevan las potencias conservadoras, aquellas que a la zaga o a sueldo de Metternich tratan de contener las aspiraciones liberales de los pueblos. Cualquier movimiento con sabor más o menos carbonario es sofocado. Inglaterra fustiga el sistema conservador de la administración pontificia, haciendo de este Estado central de la bota de Italia el país más atrasado de Europa occidental. Los inventos modernos, como el ferrocarril, el alumbrado de gas o la práctica de la vacuna están allí prohibidos o son denunciados como salidos de cerebros infernales. Los servicios municipales de limpieza, los transportes y la higiene pública se han quedado en la era medieval, incluso si el interés por la arqueología, en especial por el pasado cristiano, no cesa de crecer. Las catacumbas continúan siendo exploradas e inventariadas. Pero lo que se podría perdonar en rigor al antiguo León XII, se torna cada vez menos aceptable bajo el pontificado de Gregorio XVI. Toda Italia está trabajada por nuevos fermentos que no logran parar ni las fronteras de los Alpes o de los mares, ni las censuras policiales de los soberanos autócratas. La Roma eclesiástica se muestra especialmente permeable a las ideas menesianas, dividiendo allí como en otras partes a los espíritus pero provocando también fecundos intercambios, contactos internacionales y suscitando interrogantes portadores de futuro. …Ya he anudado algunos buenos contactos. El cardenal Micara1 nos trata muy bien, al señor Gabriel y a mí. He ido a ver al abate de Retz2, que me ha recibido muy bien. No he conseguido aún la dirección del señor Le Bouteillier3. El señor de Brézé4 debe presentarme a los cardenales Lambruschini5 y Odescalchi6. Otras personas me presentarán el cardenal Weld7. Creo que ya le escribí que había visto al P. Ventura8, que me había recibido bien y me había puesto en contacto con el P. Mazzetti9, uno de los principales teólogos de Roma y que está dispuesto a recibirme periódicamente para darme lecciones de teología. El abate de La Mennais me ha mandado dos 37 LA ROMA PONTIFICIA BAJO GREGORIO XVI (1834) cartas. Una para Mac-Carthy10, joven inglés, del que estoy encantado: me ha recibido a la perfección y por él he sabido que la última carta del señor de La M[ennais] había encantado al Papa11. He ahí por lo tanto que los temores de un cisma quedan desvanecidos. La otra carta es para el P. Olivieri12 que pasa por ser el primer teólogo de Roma; iré a verle pasado mañana con el P. Lamarche13, a quien he elegido como confesor. Tomo lecciones de alemán; estoy muy contento. Se trata de un joven que me ha tomado afecto y con quien, además del tiempo de las lecciones, hacemos algunos recados durante los cuales siempre me habla en alemán14. Es el mejor medio de aprender rápido. Tengo suficientes libros, porque estoy abonado a un gabinete literario pasable… Emmanuel. Carta a su padre, Roma, 1º de enero de 1834, Lettres, t. A, p. 479-480. _______ 1 Ludovico Micara (1775-1847), capuchino predicador creado cardenal por León XII en 1824, amigo de Lamennais, apodado el “cardenal rojo”. 2 Monseñor Alexandre-François de Retz (1783-1843), eclesiástico francés auditor de la Rota, canónigo de Saint-Denis. 3 Marqués Henri-Louis Le Bouteiller (1783-1834), conocido de los d’Alzon y que vivía en Roma, donde murió el 17 de abril de 1834. Manuel pensó en visitarlo pero no lo logró. 4 Monseñor Pierre de Dreux-Brézé (1811-1893), condiscípulo de Manuel d’Alzon en el Stanislas de París, estudiante y luego sacerdote en Roma en 1834, obispo de Moulins de 1849 a 1893, que se convirtió a la sensibilidad ultramonatana. 5 Luigi Lambruschini (1776-1854), antiguo nuncio en París de 1827 a 1831, creado cardenal por Gregorio XVI, que le hizo su Secretario de Estado de 1836 a 1846, visceralmente antiliberal y partidario de la Europa de Metternich. 6 Carlo Odescalchi (1786-1841), llegó a cardenal y más tarde se hizo jesuita renunciando a la púrpura. Él fue quien ordenó sacerdote a Manuel en su oratorio privado el 26 de diciembre de 1834. 7 Thomas Weld (1773-1837), eclesiástico inglés; se hizo sacerdote tras quedar viudo, creado cardenal por Pío VIII en 1830. 8 Gioacchino Ventura di Raulica, sacerdote teatino, favorable a las ideas de Lamennais. Debió abandonar Italia tras la reacción antirrepublicana de 1849 y vivió desterrado en Francia. 9 Giuseppe-Maria Mazzetti (1778-1850) religioso carmelita italiano, consultor del Santo Oficio, autor de obras teológicas, pastorales y pedagógicas, consejero de la Corte de los Borbones en Nápoles después de 1838. 38 LA ROMA PONTIFICIA BAJO GREGORIO XVI (1834) 10 Charles Mac-Carthy (+ hacia 1886), inglés, por entonces seminarista en Roma, junto a su primo el futuro cardenal Wiseman, amigo de Lamennais y de Manuel d’Alzon. Renunció a una vida eclesiástica y se hizo diplomático. 11 El Papa en 1834 no es sino el antiguo monje camaldulense Mauro Cappellari bajo el nombre de Gregorio XVI (1765-1846), muy hostil a las ideas liberales. Condenó dos veces a Lamennais y se mostró muy reaccionario en política, bajo la influencia de Metternich. En cambio sostuvo con vigor el movimiento misionero extra-europeo gracias a su impulso en favor de la liberación de los pueblos colonizados. 12 Benedetto-Maurizio Olivieri (1769-1845), dominico italiano, teólogo, consultor de Congregaciones romanas, encargado temporalmente de la dirección de su Orden. 13 Vincent Lamarche (1780-1849), religioso dominico belga, corresponsal de Lacordaire a quien apoyó en la restauración de la Orden en Francia, confesor de Manuel d’Alzon en Roma. 14 Ignoramos el nombre de este profesor de alemán que ya tenía un excelente método para el aprendizaje de una lengua. Para ulterior reflexión e investigación Sobre la Roma eclesiástica en este período: - Philippe BOUTRY, Souverain et pontife. Recherches prosopographiques sur la Curie romaine à l’âge de la Restauration (1814-1846), Roma, ed. De Boccard, 2002, 785 p. (colección l’Ecole Française de Rome, nº 300). Para una lectura personalizada • ¿Cuáles son los grandes teólogos y filósofos que te han marcado a lo largo de tu tiempo de formación? • ¿Qué reflexiones inspira una sana historia de la teología y de los teólogos? • ¿Has encontrado personalmente eclesiásticos de alto rango, papas, cardenales, etc.? ¿Qué impresiones te quedan de tales contactos? • ¿El conocimiento directo de las personas no influye a veces en las opiniones que pueden dar de ellas sus escritos o tomas de posición transmitidos por la prensa o los medios de comunicación en general? 39 8 Una rápida promoción en la carrera eclesiástica (1835-1839) L a primera estancia en Roma de Manuel d’Alzon terminó el martes 19 de mayo de 1835 para volver a Francia en pequeñas etapas, visitando de paso la Toscana y la Lombardía. Sabemos que el 6 de julio había llegado a Lavagnac donde pudo celebrar misa en la capilla familiar con gran satisfacción. Antes de abandonar Roma, bajo los consejos insistentes de su madre, se empeñó en ser recibido por el Papa Gregorio XVI y había tomado la precaución de pedir una entrevista con su obispo, monseñor de Chaffoy, en Nimes, para presentarle sus proyectos apostólicos, en especial el de trabajar en la conversión de los protestantes, el de establecer en esta ciudad de 43.000 habitantes un convento de Carmelitas y finalmente el de fundar un colegio. 40 El obispo no se mostró favorable a estas perspectivas, pero dejó libre al abate d’Alzon para organizar su tiempo. Tras las vacaciones en familia, el abate d’Alzon se estableció en Nimes en la mañana del 14 de noviembre de 1835, aposentándose provisionalmente en el número 16 de la calle del Aspic, en casa de su tío-abuelo materno, el canónigo Daniel-Xavier Liron d’Airolles (1762-1838), Vicario General y director de la obra de las Damas de la Misericordia. Sin duda alguna esta alianza familiar influyó en las atenciones mostradas al joven sacerdote por monseñor de Chaffoy, que le nombra canónigo honorario y Vicario General honorario (8 de noviembre de 1835), con derecho a asistir al Consejo diocesano. UNA RÁPIDA PROMOCIÓN EN LA CARRERA ECLESIÁSTICA (1835-1839) ¿Nepotismo, favoritismo? Un receloso vicario de la catedral no pudo privarse de fustigar desde el púlpito ¡“el escándalo de los ambiciosos que invaden el santuario y usurpan los honores eclesiásticos”! D’Alzon no fue insensible a lo que él llamó “un pistoletazo tirado a quemarropa”. Sin embargo, quien nueve años más tarde en Turín iba a hacer voto de renunciar a toda dignidad eclesiástica y quien después iba a rechazar varias veces la promoción al episcopado, no debería ser acusado sin mayores pruebas de ambición personal o de intriga carrerista. Hubo sin duda un impulso inicial, digamos familiar, pero sólo a su mérito y a sus cualidades personales se debió el que el abate d’Alzon fuera distinguido y apreciado por parte de sus sucesivos obispos. El 9 de noviembre de 1835, monseñor de Chaffoy fue víctima de una primera hemiplejía, hasta que la tercera, acaecida el 26 de septiembre de 1837, terminó por llevarlo a la tumba tres días después. Favorito para ser Vicario Capitular, cargo que en realidad recayó en el abate Sibour, futuro arzobispo de París, le tocó al abate d’Alzon redactar y pronunciar el elogio fúnebre del prelado el 6 de octubre siguiente. Monseñor Cart, designado el 22 de diciembre de 1837 para la sede episcopal de Nimes, es quien nombró al abate d’Alzon Vicario General titular. El abate Liron d’Airolles tuvo la cortesía de rendir su alma el 9 de diciembre de 1838. El abate d’Alzon ocuparía el cargo durante cuarenta años. … Tras este preámbulo, te diré que encuentro tu carta encantadora: me has hecho gustar las rosas blancas con locura. Te ruego, ya que sabes pintar flores1, que me pintes sobre vitela una rosa blanca, que te prometo poner en mi breviario en el oficio de las vírgenes, a la espera de que me des un retrato tuyo2. ¡Díos mío! No me atrevo a decirte que llevas toda la razón, pero es sin embargo cierto. No te embarques en esta galera, ya que te gustan las rosas blancas y que conoces su precio. Te confieso, querida hermanita, que si nunca te hablé tan abiertamente es porque temía que hubiera en ti más horror de ser una multiplicadora que gusto por ser una rosa blanca: pero ya que caigo en la cuenta de mi error, me encanta conocer las disposiciones que me manifiestas. 41 UNA RÁPIDA PROMOCIÓN EN LA CARRERA ECLESIÁSTICA (1835-1839) Toda la ciudad sabe finalmente que soy el Vicario General3, y me permiten no mantenerlo como un misterio, pese a que las ordenanzas no han llegado aún. Me felicitan por todas partes. Creo que las personas de bien están contentas y es un triunfo para ellas; el pueblo también lo ve con buenos ojos en general; sólo los protestantes y cinco o seis sacerdotes están descontentos4. Sabemos positivamente que la ordenanza de aprobación saldrá de un momento a otro. El ministerio no desea otra cosa, según me han asegurado, y me alegro, porque si ellos ven en esto un buen cálculo yo quedo libre de tener que expresarles mis agradecimientos… Emmanuel. Carta a su hermana Agustina, Nimes, 6 de marzo de 1839, Lettres, t. B, p. 30-31. _______ 1 Augustine d’Alzon tenía efectivamente temperamento de artista, cultivaba la pintura y el canto. Si este retrato ha sido realizado algún día, nunca lo hemos poseído en la Asunción. 3 En primer lugar, de acuerdo con el derecho concordatario, se da la lista de presentación de los candidatos, propuestos o recomendados; luego, tras el examen por parte del Ministerio de Cultos, viene el visto bueno y el acta oficial del nombramiento firmada por el Rey. Este procedimiento exige tiempo. En 1855, tras la muerte de monseñor Cart y con motivo del nombramiento de monseñor Plantier, vemos que transcurrió un plazo bastante largo para la renovación del nombramiento del abate d’Alzon en las funciones de Vicario General. En 1839, la presentación al Rey para el beneplácito de la propuesta del abate d’ Alzon al puesto vacante de Vicario General lleva la fecha del 29 de enero. 4 Esta lista distingue cuidadosamente el campo de los satisfechos, (“personas de bien”, entendamos los notables y la alta sociedad nimeña, y el pueblo en general) del campo de los descontentos (los protestantes, categoría cuya opinión hostil no puede sorprender en las circunstancias, y una franja mínima del clero nimeño). La estratificación no parece, pues, social sino más bien ¡de humor confesional! En 1875, una auténtica conjura del clero se formó para oponerse esta vez con fuerza al 2 42 UNA RÁPIDA PROMOCIÓN EN LA CARRERA ECLESIÁSTICA (1835-1839) nombramiento del P. d’Alzon como Vicario Capitular, antes del nombramiento de monseñor Besson. Este último tuvo que presionar para hacerle aceptar de nuevo el cargo de Vicario General. El P. d’Alzon terminó por dimitir en 1878. 43 UNA RÁPIDA PROMOCIÓN EN LA CARRERA ECLESIÁSTICA (1835-1839) Para ulterior reflexión e investigación Sobre la ciudad de Nimes y los nombramientos oficiales del P. d’Alzon: - Adolphe PIEYRE, Histoire de la ville de Nîmes depuis 1830 à nos jours, Nimes, Catelan, 1886-1887, 3 tomos. [Edición más reciente: Nimes, Lacour, 1994, 3 tomos.] - Félix-Adrien COUDERC de LATOUR-LISSIDE, Vie de Mgr de Chaffoy, Nimes, 1856-1857, 2 tomos. - Abbé Pierre AZAÏS, Vie de Mgr Jean-François Cart, Nimes, 1857. - François LAPLANCHE, Les sciences religieuses, en Dictionnaire du monde religieux dans la France contemporaine, p. 538-539 (noticia sobre monseñor Plantier). - Sobre monseñor Besson, Dictionnaire de Biographie française, tomo VI, col. 331. Sobre las relaciones entre la Iglesia y el Estado en la Monarquía de Julio: - Buscar en las obras de Charles POUTHAS, en especial L’Eglise et les questions religieuses sous la monarchie constitutionnelle, C.D.U. 1948. - Brigitte BASDEVANT-GAUDEMET, Le jeu concordataire dans la France du XIXe siècle, París, P.U.F., 1988, 298 p. Para una lectura personalizada • ¿Cómo se hacen los nombramientos importantes en el clero de tu país? • Si tú fueras consultado, ¿cuáles son las cualidades que te parecen importantes para recomendar a un sacerdote para el episcopado o para un puesto de dirección en tu diócesis? • ¿Nepotismo y favoritismo siguen siendo de uso en las tradiciones eclesiásticas? • Según tú, el hecho de que el P. d’Alzon haya durado en su función de Vicario General de 1839 a 1878, ¿fue beneficioso o no para la diócesis de Nimes? 44 9 En el país de los hermanos enemigos dentro del cristianismo (1837) S ería quedarse corto decir que el Mediodía cenevol quedó marcado de manera perdurable por la fractura confesional del siglo XVI, reforzada además por los terribles enfrentamientos que siguieron a la Revocación del Edicto de Nantes (1685) y que la historia conoce con el nombre de Dragonadas y de guerra de los Camisardos (1702-1710). Basta para convencerse con visitar el museo del Desierto creado en 1910, cerca de Anduze (Le Mas Soubeyrand, Mialet [Casa de campo de estilo provenzal tradicional, de los Soubeyrand, en la Comuna de Mialet]: Histoire des Huguenots et des Camisards en Cévennes). Las mentalidades religiosas del siglo XIX se beneficiaron ciertamente de la Revolución y del Imperio: Edicto de tolerancia de 1787, establecimiento del estado civil bajo la Constituyente, reconocimiento por parte del Estado del pluralismo de cultos registrado en el Concordato de 1801. Pero estas señas de apaciguamiento y de reconciliación pública no comportan un acercamiento automático de las autoridades religiosas y de sus fieles. En el Mediodía, la fractura confesional, calvinista en su mayoría por parte de los protestantes, resurge con fuerza cada vez que la política se agita: el Terror blanco de 1815, la Revolución de Julio de 1830, la de 1848, el golpe de Estado de Napoleón III toman fácilmente una coloración confesional en el Mediodía en el transcurso y en el corazón de los acontecimientos políticos. En 1870 todavía, la guerra franco-alemana se 45 EN EL PAÍS DE LOS HERMANOS ENEMIGOS DENTRO DEL CRISTIANISMO (1837) interpreta diversamente según los bandos, en especial en la comarca del Vauxnage del Gard. Raras son por ambas partes las voces y las vocaciones ecuménicas, un término por lo demás que todavía no existía en el vocabulario de la época. Hugonote, hereje o papista son los motes que resuenan en las polémicas. Siguen siendo numerosos los terrenos de enfrentamiento y de competición, fuera del clásico de la política: la escuela y los colegios que hasta las leyes de 1881-1883 no han adquirido todavía un carácter laico, el hospital y los hospicios donde las conciencias se pelean hasta las puertas de los cementerios, también separados (el cementerio protestante de Nimes fue creado en 1822, en la carretera de Alès), el orfanato y las casas de misericordia en que el instinto de caridad no eclipsa del todo las intenciones proselitistas. Las manifestaciones de piedad en la vía pública están reguladas por la ley, pero procesiones, peregrinaciones o iluminaciones no siempre ocultan sus trasfondos de afirmación demostrativa y competitiva. El terreno privilegiado de la controversia es la predicación apoyada por la edición o el comentario bíblico. En esta área el abate d’Alzon no se quedó atrás, pese a las consignas de reserva y de moderación de sus obispos. Las iglesias de Nimes cuentan incluso entre sus oyentes a pastores protestantes que vienen a escucharle, pero dudamos mucho de que esta escucha fuese seguida de intercambios directos y amistosos, aunque no haya que excluirlos sistemáticamente en ocasiones. Porque en privado aquellos hombres sabían también expresarse las reales cualidades de estima que el ministro del culto en funciones se guarda mucho de manifestar. Antiprotestante, el P. d’Alzon lo fue, incluso duramente, en el plano de la doctrina y del dogma. Por desgracia el diálogo no fue su característica principal, pero uno se alegra cuando encuentra bajo su pluma o en las crónicas de su tiempo algún destello de irenismo o de fraternidad interconfesional al respecto. Señor Redactor, Desde hace algún tiempo, se viene ofreciendo en varias casas de esta ciudad una nueva edición de la Biblia que dicen estar conforme 46 EN EL PAÍS DE LOS HERMANOS ENEMIGOS DENTRO DEL CRISTIANISMO (1837) en cuanto a la traducción con la de Sacy1. Para comprometer al mayor número posible de suscriptores, les presentan una lista en la que figuran los nombres de Monseñor el obispo de Montpellier y de sus Vicarios Generales2. Estoy autorizado por ese prelado a declarar que ni él ni los miembros de su Consejo han suscrito a ninguna obra de este género; que consultado por uno de sus diocesanos ha cotejado distintos pasajes de esta edición3 y los ha encontrado falsificados en varios textos controvertidos por los herejes4. Si, en Nimes, han abusado del nombre del obispo de Montpellier ¿no podrán en alguna ciudad vecina abusar del nombre del obispo de Nimes? Estoy igualmente autorizado para declarar que Monseñor y sus Vicarios Generales han rechazado suscribirse a esta edición que se diría ser una obra de propaganda católica, pero en la que sin embargo el error es enseñado en nombre del Espíritu Santo. Tengo el honor, etc… L’abbé d’Alzon. Carta al Director de la Gazette du Bas-Languedoc, 25 de mayo de 1837, Lettres, t. B, p. 17. _______ La Gazette du Bas-Languedoc es una hoja legitimista que se publicó de 1833 a 1852, concurrente del Courrier du Gard, diario de la burguesía orleanista (impresa entre 1831 y 1873). 1 La Biblia llamada de Sacy (Antoine e Isaac Lemaître de Sacy) conoció una primera impresión del Nuevo Testamento en Amsterdam en 1667, publicada bajo el nombre de un librero de Mons. Bajo la dirección de Louis-Isaac Lemaître de Sacy, varios escritores, entre ellos Pascal, Robert Arnauld d’Andilly, Pierre Nicole, Pierre Thomas du Fossé, participaron en la traducción llamada de Port-Royal, abadía jansenista de París, traducción elaborada entre 1657 y 1696. Precede a la del oratoriano Richard Simon (1702). 2 En 1837, se trata de monseñor Charles-Thomas Thibault (1796-1861), que tuvo como Vicarios Generales al abate François-Xavier Coustou (1760-1844) y al abate Jean-François-Xavier de Lunaret (1755-1837), y luego entre 1849 y 1861 al abate Pierre-Aphrodise-Ferdinand Bouisset (1806-1865). 3 Hemos tratado de recensar las traducciones de la Biblia de 1830 a 1880 y hemos encontrado esta lista cronológica: 1831, La Bible. Traduction Nouvelle por Samuel Cahen (biblia judía, bilingüe hebreofrancés); 1843, Sainte Bible, traducción de Jacques Bourassé y Pierre Désiré Janvier, también llamada Bible de Tours, realizada a partir de la Vulgata; 1845, Sainte Bible, traducción de Antoine Etienne Genoud (de Genoude), impresa en la casa Méquignon-Harvard; 1847, Ancien Testament, traducción de H.-A. Perret-Gentil, a partir del texto hebreo; 1855 Révision de la Sainte Bible de David Martin; 1859, La Sainte Bible, de John Nelson Darby; 1860, Ancien Testament de Lazare de Wogüe, con Ben Baruk de Crehange, o B. Mosse d’Avignon; 1872, Le Nouveau Testament, de JeanHugues Oltramare (con las variantes de la edición griega Nestlé-Alland); 1872, L’Ancien Testament 47 EN EL PAÍS DE LOS HERMANOS ENEMIGOS DENTRO DEL CRISTIANISMO (1837) de Pierre Giguet (texto de los Setenta); 1873, La Sainte Bible, de Jean-Baptiste Glaire y comentarios de Vigouroux (texto de la Vulgata); 1874, L’Ancien Testament de Louis Segond a partir del hebreo; 1877, Le Nouveau Testament selon la Vulgata, con notas del abate Jean-Baptiste Glaire, P. Didot; 1880, Le Nouveau Testament et la Bible, de Louis Segond. 4 “Herejes” pertenece al vocabulario clásico de la tipología eclesial católica: del griego, airesis, hereje significa separación para designar las Reformas del siglo XVI, mientras que “cismático” se aplica a un miembro de la Iglesia Ortodoxa. Para ulterior reflexión e investigación Sobre las rivalidades confesionales en el siglo XIX: - Robert SAUZET, Les Cévennes catholiques. Histoire d’une fidélité XVIeXXe siècles, París, ed. Perrin, 2002, 415 p. - Patrick CABANEL, Itinéraires protestants en Languedoc XVIe-XXe siècles, tomo I : Cévennes, Cahors, Presses du Languedoc, 1998, 480 p. - Daniel OLIVIER, A.A., Le P. d’Alzon et l’œcuménisme, Roma, 79 p. (colección Série du Centenaire d’Alzon 1980, nº 7). - Daniel OLIVIER, A.A., Le Père d’Alzon et la crise du protestantismo au XIXe siècle, en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXe siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 165-179. - Pierre PETIT, Une métropole protestante au Languedoc, Nimes, ed. Lacour, 1989, 117 p. Para una lectura personalizada • ¿Cómo puede, según tú, esclarecerse mediante la fraternidad cristiana en el diálogo ecuménico la barrera de los dogmas y de las confesiones? • ¿Cuáles son los mejores campos de acción común para cristianos de tradición confesional diferente? • ¿Vives en un país en que el compromiso ecuménico haga parte de las prioridades eclesiales? • El Papa Juan Pablo II, al invitar a los católicos a ciertas formas de arrepentimiento, ¿no ha querido orientar las energías espirituales de los creyentes hacia un nuevo horizonte? 48 10 Un animador religioso en la ciudad de Nimes (1843) E l período que va del año 1835 al 1843 es sin duda el menos conocido de la vida apostólica del abate d’Alzon. Muchos documentos no han llegado hasta nosotros, o no han sido conservados o bien han sido destruidos. Aunque un poco frenada o canalizada por monseñor de Chaffoy, la actividad del joven Vicario General honorario está lejos de ser insignificante desde el año de su llegada a Nimes: catecismos, grupos de jóvenes, escuelas y orfanatos, ayuda a las comunidades religiosas, obras de predicación, de celo y de caridad, conferencias, le dan un ritmo de vida muy intenso. A partir de 1837, el joven abate está en la iniciativa de una fundación, la del Refugio, confiada al Instituto de las religiosas llamadas de Marie- Thérèse, más exactamente las Hermanas Siervas de Jesucristo, dedicadas a un apostolado social entre la juventud femenina que se encontraba en una gran miseria y que terminaba en la prostitución. Mantuvo además con la fundadora lionesa del Instituto, Madre María de Jesús, nacida Brochet de La Rochetière (17761842), una correspondencia de hermosa elevación espiritual. El público habitual del abate d’Alzon no tiene fronteras de edad: niños, jóvenes, adultos y mayores; ni de ambientes: aristocracia, burguesía y clases populares; ni de categorías socioprofesionales. Trata incluso de atraerse a los protestantes y, si bien los medios no están necesariamente a la altura de la meta, esta preocupación de contacto, ampliamente novedosa 49 UN ANIMADOR RELIGIOSO EN LA CIUDAD DE NIMES (1843) en aquella época, no deja de ser reveladora de un alma de fuego. Se trata de un pastor todo terreno, convencido y ejecutor de una pastoral general que no se desanima ni por los prejuicios, ni por la inexperiencia, ni por lo convencional, ni por la fuerza de la inercia de la tradición. Algunas de sus iniciativas son audaces incluso a los ojos de sus diferentes obispos. El abate d’Alzon no aprecia el círculo cerrado que ronronea hasta adormecer a las mejores parroquias por su funcionamiento demasiado regulado. Introduce formas de animación pastoral supraparroquiales que desbordan el campo diocesano, por ejemplo la Obra de la Propagación de la Fe, la Asociación del Corazón de María y la de la Adoración del Santísimo Sacramento; más tarde sostiene la fundación de una Conferencia de San Vicente de Paúl, la segunda en Francia después de la de París. Pero ante todo el abate d’Alzon está en las antípodas de aquel tipo de clero secular más dado a la apacible rutina que a la creatividad febril. Quiere vivir en la edad del vapor y dejar la carreta merovingia. Por eso, en 1843, anuncia a su hermana la próxima fundación de un convento de Carmelitas como un parte de victoria arrancado a monseñor Cart. …En estos momentos estoy muy ocupado con un convento de Carmelitas que instalaremos la semana que viene1. Estas santas hijas me causan bastantes aprietos con sus rejas y sus tornos. Figúrate que viniendo de Aix, donde son una comunidad muy numerosa, han creído necesario traer ¡veinte libras de azúcar! He de encontrar un terreno para El Refugio, que no puede subsistir donde está2, organizar un internado que he comprado a medias con un sacerdote3, pero eso no me urge todavía; finalmente estoy presionando para la fundación de una nueva Providencia4: hoy estamos regateando sobre una casa. He ahí mis grandes negocios. Añádele algunos enfermos y las obras ordinarias; comprenderás que tengo suficiente ocupación. Trataré de distraer tu tranquila uniformidad mediante algunas lecturas, a condición de que no te formes prejuicios antes de haberlas leído. No me importaría ver al señor Vernières en Castries5; estaría más cerca de Nimes y le podría ver más a menudo. Me encanta que 50 UN ANIMADOR RELIGIOSO EN LA CIUDAD DE NIMES (1843) me informes de que los vinos aumentan. Es algo estupendo, te lo aseguro y algo de lo que estoy muy dispuesto a alegrarme con mi padre. Adiós, querida hermanita. Olvidaba decirte que tenemos un predicador perfecto, el P. Charles Deplace6… Emmanuel. Carta a su hermana Agustina, Nimes, 14 de diciembre de 1843, Lettres, t. B, p. 113. _______ 1 El abate d’Alzon sueña con la fundación de un Carmelo en Nimes desde 1835, pero monseñor de Chaffoy no dio su consentimiento y monseñor Cart, nombrado en 1838, mostró muchas reticencias y demoras. Esta fundación pudo realizarse en diciembre de 1843, primero provisionalmente en un local situado en la calle de la Servie, una dependencia que más tarde será parte del colegio de la Asunción, la casa Paradan. 2 El Carmelo se estableció en Nimes el 20 de diciembre de 1843, bajo la dirección de la Madre MarieElisabeth de la Croix Eyssautier (1801-1861), a la que el futuro cardenal de Cabrières dedicó una hermosa nota biográfica. Las carmelitas de Nimes vivieron cinco años en la casa Paradan. Adquirieron luego, a la sazón en una punta del camino de Avignon, un vasto local perteneciente a una antigua fábrica de pañuelos que había pertenecido a la familia de Alphonse Daudet. El traslado se realizó en julio de 1848. En marzo de 1850 comenzaron los trabajos de construcción de una gran capilla, terminados en diciembre de 1851. Esta capilla fue bendecida por monseñor Cart el 10 de enero de 1852 con la participación del P. d’Alzon, pero fue monseñor Plantier quien consagró el edificio el 25 de octubre de 1865, terminado por el arquitecto Jacques-François Chapot. Este monasterio fue destruido totalmente por los bombardeos aliados en 1944. 3 El abate en cuestión no es sino Vital-Gustave Goubier (1802-1855), por entonces párroco de la iglesia de Santa Perpetua, amigo personal del abate d’Alzon, que compró a su nombre y al de su amigo la pensión Vermot de donde saldrá en 1844 el Colegio de la Asunción. 4 Conocemos una primera Casa de la Providencia en la Nimes del siglo XIX, la de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, establecidos ellos mismos en 1817 en la calle Reboul. El abate d’Alzon tomó parte directamente en 1841 en la fundación de un orfanato para muchachos, establecido en Cours-Neuf con la ayuda de Jules Monnier y de Philippe Eyssettte y con el apoyo de la Conferencia San Vicente de Paúl. El establecimiento fue transferido al antiguo cementerio del camino de Uzès en 1844. 5 El abate Jacques Vernière o Vernières (1797-1863) es un sacerdote diocesano de Montpellier, antiguo director del Seminario Mayor donde lo conoció y apreció Manuel. No fue nombrado a Castries sino a Capestang. Uno de sus hermanos, el abate Jérôme Vernière fue un tiempo postulante y novicio de la Asunción. 51 UN ANIMADOR RELIGIOSO EN LA CIUDAD DE NIMES (1843) 6 Charles Deplace (1808-1871), predicador del Adviento en Nimes en 1843, era por entonces religioso jesuita, un parisiense conocido de la Madre María Eugenia de Jesús. Pasó al clero secular hacia 1849. 52 UN ANIMADOR RELIGIOSO EN LA CIUDAD DE NIMES (1843) Para ulterior reflexión e investigación Sobre la ciudad de Nimes en el siglo XIX y el Carmelo en Francia: - Georges MATHON, Les cahiers d’histoire de Nîmes : Nîmes au XIXe siècle, textes et documents, (en Internet : www.nimausensis.com). - Adolphe PIEYRE, Histoire de la ville de Nîmes depuis 1830 à nos jours, Nimes, Catelan, 1886-1887, 3 tomos. [Edición más reciente: Nimes, Lacour, 1994, 3 tomos.] - Carmes et Carmélites de France du XVIIe siècle à nos tours. Actes du Colloque de Lyon (1907), recopilación de Bernard HOURS, París, Cerf, 2001, 477 p. - J.-P. PERIER-MUZET, A.A., Le P. d’Alzon figure du Carmel, en « A travers la Province », n. 122 (febrero de 1996), p. 19-23. Para una lectura personalizada • ¿Conoces a los grandes refundadores de la Reforma del Carmelo (Santa Teresa de Ávila y San Juan de la Cruz) y sus escritos mayores? ¿Sabes que es cosa probada, pese a afirmaciones contrarias sin fundamento, que el P. d’Alzon frecuentó las obras de San Juan de la Cruz? • ¿Has visitado algún Carmelo, te has encontrado con Carmelitas en tu región, en tu país? ¿Conoces su historia? • ¿Qué iniciativas originales pueden desarrollar los Asuncionistas en un apostolado parroquial? • El interés del P. d’Alzon por las acciones concertadas con los laicos ¿no encuentra su fuente en una vida interior abrasada por un fuego ardiente y en una comprensión ampliada de la gracia bautismal? 53 II Parte 11. Una alianza laico-religioso ejemplar y fundante, Germer-Durand (1838) 12. Un fundador marginado, Combalot (1841) 13. Deseo de fundar una Congregación (1844) 14. En la aventura de un colegio (1845) 15. La prueba de los comienzos: ¿Dónde encontrar apoyo? (1845) 16. Una emocionante conversión, Newman (1846) 17. La elección de Pío IX (1846) 18. Notas para un proyecto de Constituciones, 1846-1850 19. Una revolución palaciega en París, febrero de 1848 20. Una voz en el Concilio de Aviñón (1849) p. 51-54 p. 55-58 p. 59-63 p. 65-68 p. 69-72 p. 73-76 p. 77-82 p. 83-87 p. 89-94 p. 95-99 11 Una alianza laico-religioso ejemplar y fundante, Germer-Durand (1838) E l nombre de este profesor sigue ligado a la memoria del colegio del P. d’Alzon y a la de la ciudad de Nimes. Aunque era originario de una familia del Norte de Francia, en Saint-Riquier, cerca de Abbeville, toda la vida de este laico de perfil destacado y catedrático (1837), tras terminar sus estudios, se desarrolló en el Mediodía. Al principio estuvo integrado en la enseñanza pública y conoció los liceos reales de Nimes y de Montpellier. El P. d’Alzon logró convencerle, lo mismo que a su amigo Monnier, de que se uniera a él en la empresa de refundar el Colegio de la Asunción. Podemos decir que compartió plenamente las ideas del P. d’Alzon e incluso que tomó parte en sus realizaciones, no sólo como docente y pedagogo, sino también como cristiano militante. A partir de 1845 entró en la Asociación de la Orden Tercera de Nimes, mientras su mujer ingresaba en la rama femenina, y se interesó vivamente por el pasado glorioso de la Iglesia de Nimes, diócesis y departamento, publicando el Cartulaire du Chapitre de Nîmes, un Dictionnaire topographique du Gard (1868) y las Inscriptions antiques de Nîmes (reedición en 1893). El nombre del señor GermerDurand figura como director de publicación del periódico lanzado en Nimes en 1848 por el P. d’Alzon, La liberté pour tous, y también La Revue de l'Enseignement chrétien le debe no sólo varios artículos sino más ampliamente su orientación literaria y pedagógica así como la animación de su redacción. A la 56 UNA ALIANZA LAICO-RELIGIOSO EJEMPLAR Y FUNDANTE, GERMER-DURAND pasión por el estudio, el señor Germer-Durand unía la de la investigación arqueológica y bibliográfica, otras tantas razones que le valieron el ingreso en la Academia de Nimes (donde se conserva un retrato suyo sobre lienzo) y en el Comité de Arte Cristiano y ser elegido bibliotecario de la ciudad. Fue condecorado con las insignias de Oficial de la Academia y con la Cruz de la Legión de Honor. Este matrimonio acogió con gran alegría la vocación sacerdotal y religiosa en la Asunción de uno de sus hijos, el último de los varones, José (1845-1917), que como director y profesor de Nuestra Señora de Francia en Jerusalén adquirió renombre en epigrafía bíblica palestina. José era también aficionado a los versos y nos ha dejado poesías, algunas inéditas, impregnadas de suavidad romántica y fervor familiar (Pages d’Album). La señora Cécile Germer-Durand (1818-1886), que enviudó en octubre de 1880, entró en la familia de las Oblatas de la Asunción en 1882. No dudó en integrarse al grupo de las misioneras de Oriente, en Andrinópolis, antes de volver a Francia para terminar sus días. Equivale a decir cómo toda la familia estuvo impregnada del espíritu de la Asunción naciente, compartiendo sus compromisos y sus combates, vibrando con sus aventuras y sus recuerdos. El nombre de los Germer-Durand merece figurar en primera página de esa cohorte de laicos que en todo tiempo han trabajado en la “gesta apostólica” de la Asunción, y en especial en esta hora en que se perfila una Alianza Laicos-Religiosos que ha visto la luz en la realidad mucho antes que en los textos. Mi querido amigo: Has actuado tan poderosamente ante Salvandy1 para que se quedara en Nimes un profesor del colegio2, que estoy convencido de la eficacia de tu ascendiente para hacer que se vaya otro. He aquí los hechos. Desde que las Facultades de letras han sido implantadas en varias ciudades de Francia, las Comisiones examinadoras para el bachillerato quedan o van a quedar suprimidas; de lo cual resulta, para los profesores de las ciudades donde esas Comisiones existían, una pérdida bastante considerable: en los cursos superiores, en cuanto a derechos de examen; para los cursos inferiores, en cuanto a 57 UNA ALIANZA LAICO-RELIGIOSO EJEMPLAR Y FUNDANTE, GERMER-DURAND preparación de los aspirantes al bachillerato. Un joven de entre mis amigos, el señor Durand3, profesor de tercero en el colegio de Nimes, acaba de ser informado de que el profesor de retórica en el colegio de Montpellier ha solicitado recientemente una cátedra en la Facultad de Letras de Toulouse, y como Montpellier ha conseguido poco ha una Facultad de Letras, mi patrocinado piensa que si consiguiera la plaza del que va a partir, tendría muchas de las ventajas que le van a ser retiradas en Nimes por el hecho de la supresión de la Comisión examinadora. El señor Durand tiene ciertos derechos a esta plaza, en primer lugar por las buenas calificaciones que siempre ha tenido, y luego a causa de su talento real. En 1837 en las oposiciones a cátedra consiguió el número uno, y normalmente los número uno obtienen una cátedra de retórica. Hace algún tiempo rechazó una promoción, porque habiéndose casado en Nimes4 prefería las ventajas de la vida familiar a un puesto más honroso; pero ahora, obligado a pedir el cambio, quisiera estar lo menos alejado posible de la ciudad en la que ha habitado durante tanto tiempo. Te suplico que tomes con el mayor interés mi petición… Emmanuel. Carta a su amigo d’Esgrigny, Nimes, 19 de noviembre de 1838, Lettres, t. B, p. 28-29. _______ 1 El conde Narcisse-Achille de Salvandy (1795-1856) es un escritor y hombre de Estado francés. Nacido en Condom (Gers) es conocido del abate d’Alzon y de d’Esgrigny desde sus tiempos de estudiantes en París. Académico (1835), Ministro de la Instrucción Pública (1837-1839, 1845-1848), contribuyó a fundar la Escuela Francesa de Atenas. 2 Se trata del Colegio Real de Nimes que tiene sus orígenes lejanos en el Colegio de las Artes fundado en 1539. Pasó a manos de los Jesuitas entre 1644 y 1762, luego fue Ecole Centrale en 1795, después Liceo Imperial en 1802 organizado por el sabio Tédenat, y volvió a ser bautizado como Colegio Real de 1815 a 1848. El profesor en cuestión que se quedó en Nimes es Jules Monnier (1815-1856). 3 Tal es el apellido original de Louis-Eugène, apodado Germer-Durand (1812-1880), profesor de cátedra, dimisionó de la Universidad en 1844 para venir a tomar la dirección de estudios en el Colegio de la Asunción, fue colaborador y amigo incondicional del P. d’Alzon. Se trataba en esta fecha (1838) de conseguir un traslado para Germer-Durant de Nimes a Montpellier. 58 UNA ALIANZA LAICO-RELIGIOSO EJEMPLAR Y FUNDANTE, GERMER-DURAND 4 Eugène Germer-Durand se casó en Nimes con Cécile Vignaud (1818-1886) de los que nacerán seis hijos: Jean (1839- + hacia 1919), Daniel (1841), Michel (1842-1843), François (1843-1906), Joseph (1845-1917) y Elisabeth (1848-1851). Para ulterior reflexión e investigación Sobre la familia Germer-Durand: - T. de MOREMBERT, Germer-Durand, Joseph, en Dictionnaire de biographie française, t. XV, col. 1334. - Y. CHASSIN DU GUERNY, Germer-Durand, Louis-Eugène-Germer Durand, dit, en Dictionnaire de biographie française, t. XV, col. 1334-1335; (col. 1335: noticia sobre François y Jean). - L. DRESSAIRE, Germer-Durand, Joseph, en Supplément au Dictionnaire de la Bible, t. III, col. 613-615. - Jean-Paul PERIER-MUZET, A.A., Joseph (Vincent-J.-J.) Germer-Durand, 18451917, en Notices Biographiques, t. II, p. 1269-1270. - Joseph GERMER-DURAND, A.A., Pages d’Album [Se trata de un manuscrito con dibujos y poesías del autor]. (Noticia biográfica sobre Eugène por el novelista LAMOTHE, amigo del profesor, p. IX-XXVIII). - Siméon VAILHE, A.A., Le R.P. Germer-Durand. Conférence donnée aux novices de Louvain par le P. Siméon Vailhé, le 14 octobre 1917, quelques jours après la nouvelle de la mort du P. Germer, en «Lettre à la Dispersion», 10 (1922), p. 6976. - Emmanuel d’ALZON, Lettres, t. B, p. 14-15, nota 2 (sobre Eugène). - Sœur Marie-Cécile Germer-Durand (1818-1886), en Pages d’Oblation, t, I, p. 21-24. - Sœur Cécile, en «Souvenirs», 52 (1887), p. 339-341. Sobre los laicos en la Asunción: - Règle de l’Association de l’Assomption, en Lettres, t. B, p. 507-512. - Emmanuel d’ALZON, Instructions aux Tertiaires de l’Assomption 1878-1879, París, B.P., 1930, 193 p. - Claude SAVART, Le Père d’Alzon et la direction spirituelle des laïques, d’après sa correspondance, en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXe siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 259-278. - Alliance Laïcs-religieux. Recueil de Textes, París, Denfert-Rochereau, 2006, 36 p. 59 UNA ALIANZA LAICO-RELIGIOSO EJEMPLAR Y FUNDANTE, GERMER-DURAND Para una lectura personalizada • ¿A qué se llama en la Asunción Alianza Laicos-Religiosos? ¿Conoces el origen y el desarrollo de esta corriente en la Asunción? • ¿Qué definición darías tú hoy de un laico comprometido en la Asunción como voluntario apostólico asociado, respetando el carácter propio del laico y el del religioso? • El P. d’Alzon, y más tarde la familia de la Asunción, ¿han actuado en esto por pura necesidad práctica o bien intuyendo para los laicos de aquel tiempo una vocación bautismal plena? • La Iglesia de tu país ¿sabe dar a los laicos todo el lugar que les corresponde? ¿Cómo? ¿Te parece significativa la renovación conciliar del diaconado permanente? 60 12 Un fundador marginado, Combalot (1841) L a cuestión de la amistad espiritual entre el P. d’Alzon y la Madre María Eugenia de Jesús es un punto muy conocido de la historia religiosa de las dos Congregaciones, Religiosas de la Asunción y Agustinos de la Asunción. Sin la intervención del abate Combalot, sin embargo, aquel sacerdote de choque, que orientó personalmente a las cuatro primeras religiosas, la obra de la gracia habría tomado un rumbo desconocido. Fue él quien en confesión en San Eustaquio de París, en 1837, discierne en la joven Anne-Eugénie Milleret de 19 años, convertida por la predicación de Lacordaire, el material de una auténtica piedra sillar para una fundación llamada Asunción. Le hace conocer a las Benedictinas del Santísimo Sacramento de París, (octubre 1837 - agosto 1838) y a las Monjas de la Visitación de la Côte Saint-André (agosto 1838 - abril 1839), lugares ambos de formación y de oración según el estilo monástico. A los 21 años, María Eugenia de Jesús conoce al joven abate d’Alzon, que tiene 28, en casa de la madre del abate Combalot en Chatenay (Isère). Este sacerdote, predicador ambulante, era un amigo asiduo de Lavagnac donde era llamado familiarmente papá Combalot; no puso reparo alguno a permitir que su dirigida, que sufría con sus ausencias y su espíritu fantasioso, confiase su conciencia de joven fundadora a su joven amigo, el sacerdote nimeño (1840). Sólo en agosto de 1843, en el callejón des Vignes, volvió a ver el abate d’Alzon a la 61 UN FUNDADOR MARGINADO, COMBALOT (1841) Madre María Eugenia. De sus intercambios, de sus intuiciones así como de sus deseos mutuos de una vida religiosa plena y moderna, iban a nacer al mismo tiempo aquellas convergencias y aquellas particularidades que caracterizaron por mucho tiempo a “la doble Asunción”. Pese a todas las afirmaciones expresas en contra, el P. d’Alzon no era el fundador de las Religiosas, incluso si daba con gusto a la Madre María Eugenia el título de “madre” de su propia congregación. Además el P. d’Alzon no tomó el lugar del abate Combalot; desempeñó junto a la fundadora el papel que ella tuvo a bien asignarle con el pleno acuerdo del abate Combalot, sin que d’Alzon pensara en absoluto ampliar ese papel a toda la familia religiosa de ella. En este tema él se mostró mucho más constante y moderado que ella, ateniéndose a unas relaciones de amistad interpersonal y no de dirección o de unión entre las dos familias religiosas. Cuando sucedió en 1841 lo que la Madre María Eugenia presentía desde el principio, es decir una ruptura formal con el abate Combalot, ella sufrió mucho y durante largo tiempo, hasta el punto de tener que oír del P. d’Alzon en marzo de 1844: “Usted dice la palabra exacta, cuando afirma que en las relaciones con el señor C(ombalot) usted estaba demasiado centrada en su herida. Eso era causar dos. La caridad lo cicatriza todo”. Con el tiempo todo termina curándose efectivamente. En este tema como en tantos otros, materiales o espirituales, cuando en las familias religiosas se habla de fundadores y de fundaciones, nos parece muy verdadera aquella palabra de Antoine de SaintExupéry: “No heredamos la tierra de nuestros padres, se la tomamos en préstamo a nuestros hijos”. ¿Qué serían las familias de la Asunción sin las vocaciones de hoy y de mañana? Cosa asombrosa, él (el abate Combalot)1 quiso escribir al arzobispo2 para ponernos en sus manos y encomendarnos a él. Su carta era perfecta: pedía a Monseñor que fuera bueno con nosotras, que nos tomara como sus hijas y hacía los mayores elogios. Sin embargo sentíamos mucha pena por esta ruptura; no era así como hubiéramos querido separarnos. Si las relaciones de superior 62 UN FUNDADOR MARGINADO, COMBALOT (1841) ya no eran posibles, deseábamos mantener relaciones de amigos. Nuestra Madre y yo estábamos muy ligadas al abate Combalot: a través de él habíamos conocido la voluntad de Dios y le veíamos como un padre. Al día siguiente3 en seguida fuimos a presentarnos ante él, pero no quiso recibirnos4, lo que apenó mucho a nuestra Madre. Nos regresamos muy tristes, pero nada desanimadas y sin temor alguno respecto del porvenir. Sin embargo, según las apariencias humanas todo estaba perdido para nosotras: sólo éramos seis muchachas5 sin ninguna protección, no habiendo emitido todavía nuestros votos; sabíamos que el clero no tenía sino prevenciones contra nosotras, a causa del señor Combalot, que no era apreciado en París. ¿Cómo pues teníamos una seguridad tan grande? Me parece que en esta circunstancia, más que en ninguna otra, Dios nos ha mostrado que era él quien llevaba la obra y que quería hacerla solo. Relato de Sor Marie-Thérèse de Commarque, según Les Origines de l’Assomption, Tours, Mame, 1908, t. I, p. 401-405. _______ 1 El abate Théodore Combalot (1797-1873) es un sacerdote francés ultramontano, escritor, predicador apostólico, amigo del abate d’Alzon y de su familia, iniciador de la fundación de las Religiosas de la Asunción. Habitaba entonces en el nº 47 de la calle Vaugirard, en París. 2 Monseñor Denis-Auguste Affre (1793-1848), nombrado arzobispo de París el 26 de mayo de 1840, galicano que acogió a las Religiosas de la Asunción en su diócesis y, según la tradición, les dio el color del hábito. El P. d’Alzon le trató personalmente. 3 La escena de la ruptura está fechada el 3 de mayo de 1841 por la mañana. 4 La fundación de las Religiosas tuvo lugar en París, calle Férou, en un apartamento de alquiler (ex nº 15, actual nº 9); en octubre de 1840 hasta marzo de 1842, tras un verano en Meudon, las Hermanas se establecieron en la calle Vaugirard nº 108, al lado del convento de la Visitación (nº 110). Por entonces el abate Combalot tenía igualmente su residencia en la calle Vaugirard nº 47. 63 UN FUNDADOR MARGINADO, COMBALOT (1841) 5 En este momento, se contaban en efecto como religiosas de coro: Madre Marie-Eugénie de Jesús (1817-1898), Sor Marie-Augustine Bévier (1816-1895), Sor Thérèse-Emmanuel O’Neill (1817-1888), Sor Marie-Thérèse de Commarque (1811-1882), Sor Marie-Josèphe Hallez (1819-1843) y Sor Marie-Gonzague Saint-Julien (1822-1907), sin olvidar dos Hermanas legas: Sor Marie-Catherine Saint-Martin (1816-1853) y Sor Anne-Marie Carrère (1822-1875). 64 UN FUNDADOR MARGINADO, COMBALOT (1841) Para ulterior reflexión e investigación Sobre las Religiosas de la Asunción: - Les Origines de l’Assomption. Souvenirs de famille, Tours, Mame, t. I y II (1898), t. III (1900) y t. IV (1902). - Gaëtan BERNOVILLE, Les Religieuses de l’Assomption : I. La Fondatrice Eugénie Milleret (Mère M. Eugénie de Jésus) ; II. L’œuvre et l’esprit. Histoire d’un siècle, Grasset, 1948 y 1951. - Les Origines de la Famille de l‘Assomption, Fondateurs et Fondatrices, Fondations, Intuitions, Relations et Différends, Actes du Colloque InterAssomption, Paris 2004, ed. Bayard, 2005, 472 p. (col.: Recherches Assomption, nº 3). [Traducción en inglés y castellano]. - Thérèse-Maylis TOUJOUSE, R.A., Marie Eugénie et le Père d’Alzon : Intuitions communes, influences réciproques?, París, 1988, 90 p. (col.: Etudes d’Archives, nº 4). Sobre el abate Combalot: - Antoine RICARD, L’abbé Combalot missionnaire apostolique : l’action catholique de 1820 à 1870, París, Gaume et Cie, 1892, 656 p. - Textes fondateurs. Religieuses de l’Assomption, París-Auteil, 1991, 563 p. - Notes Intimes de Mère Marie-Eugénie de Jésus, París-Auteuil, 1997, Ecrits t. II, 423 p. Para una lectura personalizada • ¿Conoces otras situaciones semejantes en la vida religiosa en las que el fundador o la fundadora de una Congregación se haya retirado o haya sido apartado? • ¿Qué es lo que regula, según tú, la fidelidad al carisma en una Congregación? • ¿Por qué la Madre María Eugenia de Jesús puede ser legítimamente honrada como verdadera fundadora de las Religiosas de la Asunción? • ¿Existen fundaciones de Congregaciones sin fundadores o fundadoras? 65 13 Deseo de fundar una Congregación (1844) E l abate d’Alzon no carecía de recursos espirituales y apostólicos para ponerse a la cabeza de dos congregaciones religiosas (Agustinos de la Asunción en 1845 y Oblatas de la Asunción en 1865). Ya en 1835 apunta en su correspondencia un deseo de vida religiosa para sí mismo, a la espera de pasar al acto fundador que las circunstancias externas pudieran favorecer o contrariar. Se sinceró varias veces al respecto de este deseo con su confidente de primera hora, la Madre María Eugenia de Jesús. Conocemos algunos jalones de este camino de fe en su corazón y su oración antes de la hora de la aventura: su preferencia por un patrocinio agustiniano y una forma de vida religiosa “moderna”, su adhesión y su entrega a un compromiso pleno en la Iglesia, que eviten las trampas del pasado, su elección de servir a la Iglesia desde la base y no desde la estructura jerárquica (voto de humildad sacerdotal), su anhelo de perfección en la conducta de su vida personal y su deseo de compartir su vida apostólica mediante un camino de comunión fraterna. Sus defectos en este campo, que él mismo escrutaba a menudo de manera despiadada, no son contradicciones sino el reverso de sus cualidades. Son el lado incomprensible de una humanidad rica y perfectible, camino de santidad que la Iglesia por su parte ha avalado al proclamar al P. d’Alzon Venerable (diciembre de 1991). 66 DESEO DE FUNDAR UNA CONGREGACIÓN (1844) Este hombre que es sacerdote por la gracia de Dios, desea hacerse religioso por fervor espiritual y por celo apostólico, e igualmente para responder a una llamada divina. Al aceptar y recibir este don de la vida religiosa, el abate d’Alzon no pretendía sustraerse a ninguna de las obligaciones eclesiales y sacerdotales, como creía ilusoriamente o preventivamente su obispo, monseñor Cart. El abate d’Alzon no se retiró del mundo para encerrarse en un claustro, quiso asumir esta opción en cumplimiento de su vocación bautismal de cristiano, de sacerdote y de apóstol. Se ha dicho del P. d’Alzon que era un veleidoso, un impulsivo, un predicómano, un caballero del ultramontanismo de la región de los Cevenas, y muchos otros epítetos más o menos floridos que trataban de arañarle o de atemperar, pero sin éxito, las pasiones de su carácter. Él mismo no ocultó nunca que algunas de sus empresas tenían el sabor de la aventura, que estaba loco lanzándose a ellas o enviando allí a sus compañeros. Sin embargo no le causaban ni remordimientos ni vergüenza, incluso en horas de desilusión, porque sabía leer su aventura y la de sus Congregaciones como un camino de locura por el Evangelio, sin intereses personales, sin cálculos de vanagloria para su posteridad y sin esperar el beneficio de cualquier forma de reconocimiento. El P. d’Alzon es en definitiva y ante todo uno de esos “siervos inútiles” del Evangelio, al menos de aquella forma de Evangelio que no espera, en pago del servicio apostólico arriesgado, ni medallas, ni condecoraciones, ni promoción. Obedecía órdenes de las llamadas de la Iglesia y de las inquietudes de su conciencia nunca en reposo; contaba ante todo con el espíritu de fe y de sacrificio de sus compañeros de quienes esperaba que estuvieran a esa altura. Nunca emitió un parte de victoria porque sus combates librados en las fronteras de lo imposible no tuvieron más aprobación sonora que “el silencio de Dios”, ni sus dificultades apostólicas otra recompensa que el “viaje inmóvil” de un alma hacia Dios. No puedo ocultarle que el pensamiento de ser religioso me ha perseguido por mucho tiempo, aunque nunca me he sentido atraído 67 DESEO DE FUNDAR UNA CONGREGACIÓN (1844) por ninguna Orden de las subsistentes1, y si en este momento supiera muy positivamente que Dios me quiere en alguna parte, como supe que me quería sacerdote, no vacilaría ni por un instante2. Pero puedo asegurarle que no veo en mí ninguna señal clara, al menos en el estado actual de mi alma. Hay que esperar, pues, a que Dios actúe, rogándole que haga de mí lo que él quiera, y esforzándome por corresponder a sus planes, si es que tiene alguno en el que yo entre para algo. Yo me veo así: Me parece que reúno algunas condiciones para hacer lo que usted desearía3. Me faltan muchas cualidades: no soy bastante perseverante; me dejo a veces llevar demasiado por el pensamiento de cualquier bien sin calcular, como debiera, el tipo de bien que debo hacer; no tengo suficiente regularidad. Esto está singularmente determinado por mi temperamento; pero no deja de ser cierto que pongo muchos obstáculos a la acción sobrenatural. Desde hace algún tiempo, me parece que voy ganando en regularidad y perseverancia; pero me parece que todavía no he llegado al nivel necesario para imprimírselo a los demás. Además hay que tener en cuenta algunos hechos materiales. De entre las obras de las que me ocupo, hay tres que no puedo abandonar antes de haberlas consolidado: el Refugio, las Carmelitas y el colegio o internado que he establecido. El Refugio se mantendrá bastante bien dentro de poco. Las Carmelitas, por su parte, me parece que necesitarán apoyo por lo menos durante dos o tres años. El internado me pesa mucho más. Retroceder en este momento me parece terrible a causa de la postura del clero respecto de la Universidad y preveo que me voy a comprometer con sumas considerables. A veces me dan ganas de ir a vivir allá4, precisamente para observar a las personas y los caracteres que Dios me enviaría o enviaría5, porque si encontrara a alguien que pudiera hacer marchar la cosa, le cedería muy a gusto el paso. Hacer un viaje a París no me inquietaría mucho. Pero dese cuenta de que París es para mí menos importante que para usted, y por eso yo comenzaría con menos dificultades en el Mediodía, con la salvedad de trasladarnos más tarde a otra parte. Sin embargo, el Mediodía ha sido bastante bueno para las Órdenes. San Francisco, Santo Domingo, San Benito, San Ignacio y tantos otros trabajaron en el 68 DESEO DE FUNDAR UNA CONGREGACIÓN (1844) Mediodía, y aunque en estos momentos el movimiento está por el Norte, quizá la posición de nuestras regiones tenga un aspecto favorable. Pero todo esto no tiene sino una importancia secundaria, vuelvo a la cuestión principal… La base moral que quisiera dar a una Congregación nueva,6 sería : 1º la aceptación de cuanto hay de católico; 2º la franqueza; 3º la libertad. Comprenda que nada tengo que decir respecto de cuanto necesita una Orden para ser una Orden; sólo señalo lo que debería distinguir a una Congregación moderna de las que ya existen. Repito, no conozco nada mejor para hacer morir el espíritu particular y el amor propio que la aceptación de cuanto está fuera de sí mismo; nada conozco que gane tanto a las personas de nuestro tiempo como la franqueza, y no sé de nada más fuerte para luchar contra los actuales enemigos de la Iglesia que la libertad… E. d’Alzon. Carta a la Madre María Eugenia de Jesús, Nimes, 16 de agosto de 1844, Lettres, t. B, p. 183-184. _______ 1 El pensamiento del abate d’Alzon no cesa de oscilar, en cuanto al vocabulario, entre Orden y Congregación, con una clara predilección por la primera. “Orden subsistente” sitúa claramente su lenguaje en la óptica postrevolucionaria. En 1844 estamos todavía en Francia, pese a la eclosión de numerosas familias religiosas, en la mentalidad de restauración o de creación de Órdenes sobre el modelo anterior. 2 D’Alzon es un sacerdote que se orienta hacia la vida religiosa y no a la inversa, lo cual modela su óptica eclesial, del servicio apostólico a la interioridad espiritual. Pero en ambos casos, el impulso viene de Dios. Una vocación es ante todo respuesta a la gracia de una llamada. 3 Resulta interesante notar aquí el deslizamiento que se opera en este ejercicio de introspección espiritual: después de la llamada o del signo del Señor, el de la Madre María Eugenia de Jesús y de las Religiosas. Hacer la voluntad del Señor en todas las cosas puede también ser discernido o aguijoneado por una estimulación humana. 4 El abate d’Alzon siempre se resistió a la invitación de su obispo de ir a alojarse en el obispado (palacio episcopal), al lado de la catedral. En 1839 dejó su poco lustroso domicilio de la calle L’Arc-duGras para tomar un apartamento en la calle de los Lombardos (residencia Grandgent). El 10 de abril de 1845 toma una decisión: para San Miguel (29 de septiembre) vence su alquiler, en adelante el abate d’Alzon se alojará en la Asunción. 5 Dicho claramente, la cuna del colegio como fundación de la Congregación se entiende como lugar de maduración de posibles vocaciones religiosas futuras. 69 DESEO DE FUNDAR UNA CONGREGACIÓN (1844) 6 Antes de dar un nombre a la Congregación que va a fundar, su idea queda expuesta y consiste en esta afirmación clara muy menesiana: enraizarse en el pasado, por supuesto, pero ante todo estar abierto a la modernidad. La Asunción no mira la tradición sino en la perspectiva del porvenir, para estar presente y activa en el mundo de hoy. La base moral es límpida: ser plenamente católico, vivir en franqueza y libertad. La herencia menesiana no ha quedado olvidada. Para ulterior reflexión e investigación Sobre la protohistoria y la génesis de la Congregación A.A.: - Identité religieuse et Vie assomptionniste, Sesión de Nimes 1995, París, 1995, 151 p. (col.: Rencontres assomptionnistes, nº 3). - Gérard CHOLVY, Aux origines de la Congrégation (1845), en Deux siècles d’Assomption, le regard des historiens, (Paris, 2000-2001), París, 2003, p. 9-23, (col.: Rencontres assomptionnistes, nº 7). - L’Aventure Missionnaire Assomptionniste, Actes du Colloque d’Histoire du 150 ème anniversaire de la Congrégation des Augustins de l’Assomption (Lyon-Valpré, 2000), [edición Bayard, 2005], 751 p. (col.: Recherches Assomption, nº 1). - Les Origines de la Famille de l‘Assomption, Fondateurs et Fondatrices, Fondations, Intuitions, Relations et Différends, Actes du Colloque InterAssomption, Paris 2004, ed. Bayard, 2005, 472 p. (col.: Recherches Assomption, nº 3). [Traducción en inglés y castellano]. Para una lectura personalizada • ¿Cuáles son las cualidades reconocidas para ser Fundador de Congregación? ¿Cómo esboza el P. d’Alzon su propio retrato sobre el particular? • ¿En qué medida fue un estímulo para el P. d’Alzon el ejemplo de las Religiosas de la Asunción en este ámbito? • ¿Qué criterios se da la Iglesia para reconocer el carisma de fundación de una Congregación? ¿Cómo procede a su reconocimiento? • ¿Dónde se sitúa, a tu parecer, la originalidad de la Familia de la Asunción en la eclosión de las formas de vida religiosa del siglo XIX? 70 14 En la aventura de un colegio (1845) L a Asunción del P. d’Alzon nació en Nimes en 1845 en el marco de un colegio que estaba reorganizándose, el antiguo internado Vermot, ya bautizado La Asunción. Nos quedamos cortos al decir que el Fundador de los Asuncionistas quiso inscribir su acción dentro de la corriente liberal de una causa nacional entonces fuertemente discutida, la de la libertad de enseñanza en Francia. Son conocidos los altercados de Lacordaire y Montalembert con la justicia cuando, en los primeros días de la Monarquía de Julio, emprendieron la apertura de una escuela primaria libre en París. Es cierto que la Carta proclamaba en teoría esta libertad entre todas las demás, pero el Gobierno de la época no quería poner fin al monopolio creado por Napoleón Iº en beneficio de la Universidad y de la enseñanza estatal. Algunos internados y colegios privados gozaban de un derecho de ejercicio, pero era un privilegio o una excepción que la Monarquía constitucional quería abstenerse muy bien de extender al conjunto de los católicos. Una primera brecha se había concedido a los católicos con la ley Guizot, que en 1833 organizó la enseñanza primaria bajo el principio de esa libertad, dando a los municipios la posibilidad de buscar el concurso del clero y de las Congregaciones para esa tarea. La enseñanza secundaria, entonces reservada en la práctica a las élites sociales, era el coto reservado únicamente al servicio público, aunque los miembros del clero con calificaciones o títulos equiparables podían enseñar a título personal en los colegios y liceos públicos, fuera del cuadro especial de los Seminarios Menores y Mayores pensados en función del reclutamiento 72 EN LA AVENTURA DE UN COLEGIO (1845) sacerdotal. Cumpliendo ciertas garantías detalladas en la ley, pensionados, internados y otros colegios privados conservaban, es cierto, un derecho de existencia, pero en situaciones y localidades estimadas sin peligro de competencia, y sobre todo sin posibilidad de conceder títulos. La Monarquía de Julio se vio obligada por el empuje del catolicismo liberal a emprender una cierta flexibilización o modificación de la legislación. Ministerio tras Ministerio, varias proposiciones de ley intentaron llegar a un compromiso que, de Villemain a Salvandy, no pudo ver la luz debido a la oposición de los grupos burgueses anticlericales y volterianos partidarios acérrimos de la laicidad. El P. d’Alzon probó suerte en París en 1845 consiguiendo de Salvandy una medida calificada como de “justo medio puro”, el semiejercicio, pero logró arrancar a Freslon en 1848 para su colegio el pleno ejercicio, dos años antes de la votación de la Ley Falloux (1850) que, al reconocer la libertad de enseñanza para la secundaria, la extendió a todos los establecimientos del mismo nivel. Esta lucha política estuvo acompañada para el P. d’Alzon de la pesada carga de ser director de una institución escolar que había que animar: crear un cuerpo profesoral motivado, reclutar alumnos entre las Academias del Mediodía, elaborar programas de educación que fueran competitivos y atractivos para una clientela precisa, lanzar una revista que difundiera en el plano nacional las ideas más importantes de su acción en Nimes, amén de participar en los debates que agitaban al clero sobre los temas de la enseñanza y esbozar la creación de una Universidad San Agustín. En el corazón de esta zumbante colmena del Colegio de la Asunción es donde nace su Congregación, compuesta al principio por religiosos docentes o religiosos para la docencia. Monseñor, Aunque no tengo el honor de ser conocido de usted, no puedo resistir el gusto de ofrecerle el homenaje de mi admiración por el celo y el talento con que usted defiende la causa de la Iglesia en su guerra contra la Universidad. Quizá no hubiese osado presentarle la expresión de los sentimientos de un sacerdote que le es desconocido si no me hubiesen animado a hacerlo los Señores secretarios suyos1 a 73 EN LA AVENTURA DE UN COLEGIO (1845) quienes he visto últimamente en casa de Monseñor de Nimes. ¡Qué necesidad tendríamos de un cierto número de obispos que, como usted, no teman subir a la brecha y enarbolar bien alto el estandarte!2. En cuanto a nosotros en el Mediodía, nos agitamos a nuestra manera. Nos ocupamos de formar Comités para preparar el mayor número posible de peticiones reclamando la libertad3. Este medio es lento, pero tarde o temprano producirá su efecto, y estoy convencido de que ante las protestas de los católicos que cada año irán en aumento, el Gobierno se verá forzado a hacer algo por la libertad de la Iglesia. Por mi parte también he intentado otro medio. Me he ocupado, en sociedad con un párroco de Nimes, en formar un internado en el que la instrucción está confiada a profesores, excelentes católicos, catedráticos de la Universidad y que he arrancado a la Alma Mater4. Este medio ha desatado el furor y la desesperación en el campo universitario. Han comprendido que apoderándose de esa manera de lo que no es…5 Carta a monseñor Parisis, Lavgnac, finales de febrero de 1845, Lettres, t. B, p. 233-234. _______ Monseñor Pierre-Louis Parisis (1795-1866) es un eclesiástico francés, nacido en Orleáns, obispo ultramontano de Langres a partir de 1834, transferido a Arrás en 1851. Fue el artesano del primer plan para la causa de la libertad de enseñanza en Francia en los años previos al voto de la ley Falloux (1850). 1 Se trata quizá, al menos uno de ellos, del abate Pierre Favrel (1797-1855), nombrado Vicario General y transferido luego, al igual que monseñor Parisis, a Arras en 1851. El secretario de monseñor Parisis al principio de su episcopado fue un cierto abate Carré. 2 Subir a la brecha y enarbolar bien alto el estandarte, son expresiones típicamente alzonianas. Monseñor Parisis publicó el 24 de diciembre de 1844 un primer escrito titulado: Libertad de enseñanza. Examen de la cuestión desde el punto de vista constitucional y social. Una decena más de folletos vieron la luz en 1845. 3 El abate d’Alzon es en Nimes el corresponsal jefe y el delegado del Comité central que el conde de Montalembert ha fundado en París para la defensa de la causa de la libertad de enseñanza. Campañas de peticiones se organizaron en Francia para hacer ceder al Gobierno y presionar a la Cámara de Diputados para poner en aplicación uno de los principios de la Carta, la libertad de enseñanza. Se esperaba mucho en este sentido de la renovación parlamentaria por el hecho de las elecciones legislativas generales de agosto de 1846. Es sabido que la cuestión derivó en mayo de 1845 hacia una campaña antijesuítica y la expulsión (temporal) de la Compañía del territorio francés. 4 Hechos y personajes son conocidos: el internado es el antiguo internado Vermot, llamado ya “la Asunción”, retomado oficialmente bajo el nombre de Colegio de la Asunción (primaria y primer ciclo de secundaria al principio); el párroco de Nimes que aparece como asociado es el abate Goubier; los dos 74 EN LA AVENTURA DE UN COLEGIO (1845) profesores catedráticos son Germer-Durand y Monnier; el Alma Mater designa a la Universidad, es decir, la institución pública y estatal de la enseñanza organizada bajo el Imperio de Napoleón Iº. 5 El borrador se interrumpe aquí. Para ulterior reflexión e investigación Sobre la cuestión de la enseñanza en Francia: - Antoine PROST, Histoire de l’enseignement en France (1800-1967), Armand Colin, 1968, 524 p. - Paul GERBOD, La vie quotidienne dans les lycées et collèges du XIXe siècle, Hachette, 1968, 272 p. - Louis SECONDY, L’enseignement secondaire libre dans l’Académie de Montpellier (1854-1924), 1974. - Louis SECONDY, Aux origines de la maison de l’Assomption à Nîmes (1844-1853), en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXe siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 233-258. - Dictionnaire historique de l’éducation chrétienne d’expression française, ed. Don Bosco, 2001, 745 p. - Louis GRIMAUD, Histoire de la liberté d’enseignement en France, 1944, 6 vol. - Pierre PIERRARD, Le Père d’Alzon et la liberté de l’enseignement en France, en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXe siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 109-118. Para una lectura personalizada • ¿Cuál es la situación de la enseñanza en tu país? ¿Existe una enseñanza católica, subvencionada o no por el Estado y las colectividades públicas? • La libertad de enseñanza es una de las piedras de toque de los derechos fundamentales de los ciudadanos en un país, en general registrados en la Constitución. ¿Cómo se ejerce en tu patria? La acción del P. d’Alzon en ese sentido ¿representa una originalidad para la época? • ¿Cuáles son las condiciones legales de apertura, de creación y de ejercicio para un establecimiento escolar, público, privado, confesional, en los niveles de primaria, secundaria y superior? ¿Qué derechos puede hacer valer la Iglesia en nombre de los padres cristianos? • ¿Ha habido en tu país una especie de “guerra escolar” entre el Estado y las Iglesias? ¿Qué soluciones se han encontrado en el pasado, qué problemas persisten en el presente? 75 15 La prueba de los comienzos: ¿Dónde encontrar apoyo? (1845) E stamos en Navidad de 1845; tras haber puesto en marcha la Orden Tercera en el mes de septiembre, el abate d’Alson, ahora ya el Padre d’Alzon, inicia un noviciado con algunos compañeros voluntarios del colegio, dispuestos a intentar una aventura espiritual que monseñor Cart, aunque dejando hacer, se guardó mucho de autorizar. Entre los candidatos, además del Fundador, se cuentan el abate Henri, el abate Surrel, el abate Tissot, el abate Laurent y un joven aún laico, Eugène o René Cusse. Este noviciado más o menos improvisado, constantemente solicitado por las necesidades del colegio, iba a durar cinco años, con muchas vicisitudes: abandonos, desconfianzas frente al guía, murmuraciones o críticas, mudanzas; pero también con momentos constructivos: oración común, retiros, llegada de nuevos candidatos entre ellos el abate Blanchet, el abate Everlange, Víctor Cardenne (mayo de 1846), Hipólito Saugrain (agosto de 1846), Henri Brun (septiembre de 1847) y Esteban Pernet (1849). Los candidatos que se mostraron más sólidos en los primeros años fueron los que la Madre María Eugenia de Jesús había enviado al P. d’Alzon. Por cierto que en reciprocidad, de Nimes a París, algunas jóvenes de la buena sociedad nimeña llegaron al noviciado de las Religiosas tanto a la calle Vaugirard como al callejón des Vignes. Esta preocupación y esta búsqueda de vocaciones fueron continuamente el tormento y la cruz del P. d’Alzon. Él mismo se reprochó muy a menudo su falta de audacia en el reclutamiento de los candidatos y de haber estado 76 LA PRUEBA DE LOS COMIENZOS: ¿DÓNDE ENCONTRAR APOYO? (1845) poco presente en su formación debido a sus múltiples ocupaciones y a sus viajes. De ello se siguieron malentendidos, órdenes y contraórdenes, irregularidades o iniciativas intempestivas que pusieron a prueba los nervios del P. d’Alzon en más de una ocasión. Es cierto que su fe vigorosa contaba ante todo y sobre todo con el Espíritu de Dios para guiar a su pequeño rebaño por el sendero de la perfección. Se tomó el tiempo para leer numerosas Reglas y Constituciones, antes de redactar pacientemente, capítulo tras capítulo, las de su pequeña Asociación y someterlas a la apreciación de todos sus miembros. Para un hombre a quien se ha tachado de apresurado, por no decir agitado, el P. d’Alzon se tomó su tiempo, estudió, meditó, compartió, antes de fijar por escrito un espíritu que desborda necesariamente a la letra. Interiormente se dejó interrogar y a veces reconvenir por la Madre María Eugenia que no escatimaba sus consejos y sabía invertir amistosamente el curso de su dirección espiritual. Seríamos injustos con el Padre d’Alzon si no reconociéramos, más allá de su estilo imperioso y de su recia autoridad, una profunda capacidad de discernimiento, de juicio y de dirección, así como su robusta paciencia puesta a prueba en contacto con naturalezas y temperamentos muy contrastados. Se le podía temer, pero no se le podía dejar de amar. Dejó percibir sus dudas y sus interrogantes, pero nunca se dejó aplastar por el desaliento. Se puede decir que mucho antes que Foch, habría podido afirmar de sus fundaciones religiosas que “aceptar la idea de la derrota es ya estar vencido”. En este ámbito, aceptó voluntariamente el combate de cada día, lanzó a veces el grito de victoria prematuramente, pero jamás se acomodó a renuncias negativas, ni siquiera humillado en el fuego de la prueba. … ¿Le hablaré de nuestra Congregación? La Orden Tercera1 va bastante bien, excepto que como las reuniones tienen lugar el domingo por la tarde y la mayoría de sus miembros ha madrugado mucho, generalmente se duermen bastante mientras hablo. Han propuesto hacer la reunión por la mañana; ha habido viva oposición y yo no he manifestado ninguna opinión, porque pienso que pronto podré reunir 77 LA PRUEBA DE LOS COMIENZOS: ¿DÓNDE ENCONTRAR APOYO? (1845) los domingos por la mañana a los jóvenes para otra cosa; estoy hablando de los que formarán la Orden definitiva. Hasta ahora sólo tengo tres que vendrán definitivamente: El señor Henri2, joven sacerdote que desempeña las funciones de ecónomo y de prefecto de disciplina; el señor Laurent3, que será ordenado sacerdote en Navidad, actualmente profesor de cuarto, y el señor Cusse4, profesor de francés. Este joven no sabe latín, pero tiene un celo por la clase que da en la Escuela de comercio, que estoy convencido de que será un excelente religioso. Cardenne5 vendrá, pero ignoro si tomará la decisión inmediatamente. El señor Tissot6 será también un excelente monje, pero hay que perdonarle muchas cosas sobre el desorden y dudo que a su edad se pueda corregir. Nuestro capellán es también muy bueno; pero lo sería mucho más si no hubiera que estar siempre encima de él para que actúe7. Aquí sólo tengo a un hombre con quien puedo contar, ¡y aún! Los demás son buenos, piadosos, serviciales, pero todavía no tienen el sentido de la abnegación. Pido constantemente a Dios que me envíe alguien en quien pueda descansar. El abate de Tessan se queda en su casa, y además somos, no demasiado opuestos, pero sí demasiado distintos. El señor Goubier se ocupa muy bien de los detalles, pero no me presta ninguna ayuda cuando hay que actuar. Por otra parte, se trata ciertamente de la idea de entrega, pero que no concuerda en modo alguno con la mía en muchas cosas. Tengo pues que aprender a servirme de estos hombres, pero sin apoyarme en ninguno de ellos. Situación penosa y sin embargo, después de todo, muy útil, ya que de este modo estoy seguro de no contar sino con Dios. En fin, ya ve dónde estoy. Falta plantear esta pregunta: ¿Qué debo hacer? ¿He de formar por Navidad un núcleo de Congregación, o bien comenzar ya con elementos como los que acabo de indicarle? Déme su parecer sobre esto… E. d’Alzon. Carta a la Madre María Eugenia de Jesús, Nimes, 8 de noviembre de 1845, Lettres, t. B, p. 358-359. _______ 78 LA PRUEBA DE LOS COMIENZOS: ¿DÓNDE ENCONTRAR APOYO? (1845) 1 Según la lógica del pensamiento primigenio, la Asunción se constituiría según la fórmula de una Orden monástica: 1/ Orden masculina en Nimes 2/ Orden femenina ya fundada en París con la Religiosas de la Asunción 3/ Ordenes Terceras específicas: sacerdotes, laicos hombres y laicas mujeres. 2 El abate Eugène-Louis Henri (1815-1874), ordenado en 1840, sólo duró como novicio en la Asunción entre 1845 y 1846. Retornó a su vida de sacerdote secular y fue nombrado párroco de Remoulins. 3 Charles Laurent (1821-1895), nació en Uzès, profeso temporal en la Asunción en marzo de 1851 y profeso perpetuo en marzo de 1852, docente y más tarde predicador. 4 René Cusse (1822-1866), religioso Asuncionista de 1855 a 1862. Sacerdote en 1858, fue enviado a la misión de Australia en 1860 y fue excluido de la Congregación en 1862. 5 Víctor Cardenne (1831-1851), religioso hermano docente, profeso en 1850. 6 Paul-Elphège Tissot (1801-1895), sacerdote lionés, ordenado en 1825, era auxiliar del abate Vermot, subdirector del colegio, más tarde docente en París (1851) y en Clichy antes de partir para Australia como misionero (1860-1875). 7 El capellán es sin duda el abate Goubier, por entonces codirector del Colegio de la Asunción con el P. d’Alzon. Para ulterior reflexión e investigación Sobre la formación de los primeros religiosos: - Constitutions de 1855 en Premières Constitutions des Augustins de l’Assomption - - - 1855-1865, edición presentada y anotada por los PP. Athanase SAGE y Pierre TOUVENERAUD, Roma, 1966, p. 13-90. [Traducción en castellano, Bogotá 1998]. Directoire des Augustins de l’Assomption, en Ecrits Spirituels du Serviteur de Dieu Emmanuel d’Alzon, Roma 1956, p. 17-124. [Traducción en castellano: Guía Espiritual de vida interior, Santiago de Chile, 1991, 167 p.]. Quatre lettres au Maître des novices en Ecrits Spirituels du Serviteur de Dieu Emmanuel d’Alzon, Roma, 1956, p. 147-172. [Traducción en castellano: Cuatro Cartas al Maestro de Novicios. Discursos a los Capítulos de 1868 y 1873, Santiago de Chile, 1980]. Emmanuel d’ALZON, Circulaires aux Religieux de l’Assomption, París, B.P., 1912, 212 p. [Traducción en castellano en Cuatro Cartas al Maestro de Novicios. Discursos a los Capítulos de 1868 y 1873, Santiago de Chile, 1980; y en Circulares a los miembros de los Capítulos Generales, Santiago de Chile, 1998]. Jean-Paul PÉRIER-MUZET, A.A., Genèse d’une fondation, en « À travers la Province », nº 144 (agosto de 1998), p. 15-21. 79 LA PRUEBA DE LOS COMIENZOS: ¿DÓNDE ENCONTRAR APOYO? (1845) Para una lectura personalizada • El discernimiento y la animación de las vocaciones son un arte difícil. ¿Cómo se desempeñaba en esto el P. d’Alzon? • Hacer a las personas comunitarias, dinámicas y emprendedoras, pero trabajando en una misma línea, es un desafío para un Superior. ¿Cómo se las arreglaba el P. d’Alzon? ¿Nombró Maestros de novicios durante su generalato? • Ser Vicario General, Superior General, Maestro de novicios, Director de colegio, ¿no era un poco mucho para las mismas espaldas? ¿Supo el P. d’Alzon delegar? • ¿Supo el P. d’Alzon encontrar hombres religiosos según el corazón de Dios y colaboradores de acuerdo con sus ideas y sus métodos? 80 16 Una emocionante conversión, Newman (1846) M anuel d’Alzon frecuentó en Roma a miembros del Seminario-Colegio inglés reorganizado por el abate Wiseman en 1818. Trabó amistad con el joven Charles Mac-Carthy y desde entonces se mantuvo informado de las corrientes que surcaban el cristianismo en Inglaterra. Es sabido que allí, tras la Reforma, el Catolicismo estaba casi fuera de la ley y el país entero fue tierra de mártires, sobre todo en lo que concierne a Irlanda, aquella colonia brutalmente reprimida en tiempos del Adventurer’s Act. Pero a principios del siglo XIX, la masa de los católicos representada en el Parlamento por Daniel O’Connell, fundador de la Asociación Católica (1823), organizador de mítines impresionantes, logró hacer retroceder a Wellington. O’Connell fue triunfalmente elegido diputado en 1828 (aunque no era elegible por ser católico). Irlanda conseguía en 1829 el Bill [Acta] de emancipación para los católicos, apoyados por el Ministro del Interior, Sir Robert Peel. Fue un primer impulso que llevaría al país a su independencia mediante el tratado de 1921, excepto los seis condados del Ulster que siguieron siendo parte del Reino Unido, frente a los veinte-séis que constituyeron el Eire. El país sufrió enormemente por causa de una terrible hambruna entre 1845 y 1847, causada por la enfermedad de la patata, de su explotación colonial y de su superpoblación rural, lo que contribuyó a una pérdida de 81 UNA EMOCIONANTE CONVERSIÓN, NEWMAN (1846) millones de habitantes. Muchos emigraron a Estados Unidos, tierra de acogida y tolerancia. La propia Inglaterra experimentó profundas evoluciones en cuanto a la forma de su religión oficial, el Anglicanismo. Numerosos sacerdotes franceses habían emigrado al país, expulsados por la Revolución. Éstos no fueron ajenos a nuevos contactos con el ambiente religioso autóctono. El Movimiento de Oxford, también llamado tractariano, reunió a muchos clérigos anglicanos y a intelectuales deseosos de reformar la Iglesia Anglicana para librarla del dominio del Estado. La historia destaca los nombres de John Keble, autor en 1833 de un famoso sermón sobre la “aposta-sía nacional”. Edward Pusey y John Henry Newman redactaron la mayor parte de los Tracts for the Times que expresaban posturas cercanas al Catolicismo. Un Pasionista de origen italiano, el P. Domenico Barbieri, recibió en 1845 la abjuración de Newman, que no fue seguida por la de los principales jefes del Movimiento pero que causó gran impresión en todo el país y en el extranjero. La Iglesia Anglicana restableció usos tachados antaño de papistas: comunión frecuente, confesión auricular, culto a la Virgen y a los santos, ornamentos, lo cual limitó por el hecho mismo la expansión de la renovación católica. En 1850 Pío IX restableció la jerarquía católica en el país, lo que desencadenó una tempestad enconada. Newman fracasó en la fundación de una Universidad católica en Dublín (1851-1858) y vivió grandes dificultades con los católicos extremistas, sobre todo con Manning. León XIII quiso recompensar a este tan sufrido anciano confiriéndole la púrpura cardenalicia (1878). Es sabido que el abate d’Alzon simpatizó en París en el verano de 1845 con dos pastores anglicanos, C. Marriott y T.-W. Allies (éste pasó al Catolicismo en 1850) a quienes acompañó en visita a los lugares religiosos de la capital. … Interrumpida cinco o seis veces como debe ser, esta carta sin embargo ha de terminarse; y qué le diré, hija mía, si no que ya no sé por dónde ando; o más bien que ahora que la tormenta ha terminado en unas cuantas lágrimas que me ha hecho verter el relato de la conversión del señor Newman1, veo más claramente que nunca mi 82 UNA EMOCIONANTE CONVERSIÓN, NEWMAN (1846) vocación ante mí mismo, junto con la obligación de tender a lo más perfecto2. Pero, ¿qué hay de común entre lo más perfecto y yo, entre un hombre que resiente en el fondo del corazón todas las sensaciones del orgullo y de la venganza, por injurias recibidas hace cuatro años3, y la perfección? Y no le digo todo. Porque la tormenta no venía sólo de las majaderías, sino también de las pruebas en las que me siento tan pequeño que no sé qué idea me puede venir de creerme obligado a tender a la adquisición de esas grandes y divinas virtudes que me acerquen a Jesús, mi modelo y mi único amor… Desde ayer ya estoy en mi celda definitiva. Tengo en ella todavía algunos lujos4, pero hay que pasarlos por alto a causa de nuestra situación frente a los criados y a causa del local. El suelo es de piedra. Temo al frío en los pies y por ello tengo una piel de cordero para los pies; pero creo que la quitaré si no escribo en mi celda. Me repugna escribir mis Constituciones en mi despacho, que está tapizado y bastante limpio, porque me sirve de recibidor5. En mi habitación tengo dónde colgar mis hábitos, porque no tenemos guardarropa; los demás tendrán una cómoda. Pero yo me sirvo provisionalmente de una mesilla de noche, del estilo de las que usted me mostró para sus alumnas. Los estantes inferiores me sirven para colocar mi ropa. Sólo tengo una silla en mi celda; no creo que usted tenga más. No tengo cortinas en las ventanas, pero tengo persianas. Esto es indispensable en el Mediodía, cuando no hay postigos. Si desea conocer la forma de mi celda, hela aquí. La he garabateado en mi carta; lo hago algo menos horriblemente en una hoja de papel… E. d’Alzon. Carta a la Madre María Eugenia de Jesús, Nimes, 4 de enero de 1846, Lettres, t. C, p. 6-8. _______ 1 Cardenal John Henry Newman (1801-1890), profesor anglicano convertido al Catolicismo en 1845, ordenado sacerdote en Roma en 1847, creado cardenal por León XIII en 1878, autor de numerosas obras. 2 El voto de lo más perfecto es una preocupación constante en el P. d’Alzon. ¿En qué fecha lo pronunció? 3 ¿Qué afrentas sufrió el abate d’Alzon en 1842? Lo ignoramos, sobre todo por el hecho de que su correspondencia con la Madre María Eugenia de Jesús referida a los años 1841-1843 ha sido destruida. 83 UNA EMOCIONANTE CONVERSIÓN, NEWMAN (1846) 4 Leyendo con cuidado la descripción del P. d’Alzon, el término nos parece algo excesivo, incluso con dos siglos de distancia. El noviciado estaba entonces instalado en un anejo del colegio llamado el Arca de Noé. 5 El P. d’Alzon, como Director, recibía muchas visitas. Para ulterior reflexión e investigación Sobre Newman: - John Henry NEWMAN, Newman, Prose and Poetry, (Goeffry TILLOTSON, ed.), London, Hart-Davis, 1957, 842 p. - John Henry NEWMAN, Escritos autobiográficos, Madrid, Taurus, 1963, 252 p. - John Henry NEWMAN, Sermones católicos, Madrid, Ed. Rialp, 1959, 191 p. - John Henry NEWMAN, Philosophical readings in Cardinal Newman, (James COLLINS, ed.), Chicago, Regnery, 1961, 436 p. - La biografía definitiva es la de Wilfrid WARD, The life of John Henry cardinal Newman: based on his private journals and correspondence, London, Longmans, 1937, 2 vol. - Meriol TREVOR, John H. Newman: crónica de un amor a la verdad, Salamanca, Sígueme, 1989, 287 p. - Thomas SHERIDAN, Newman on justification: a theological biography, New York, Alba House, 1967, 265 p. - Jan Hendrijk WALGRAVE, Newman the theologian: the nature of belief and doctrine as exemplified in his life and works, London, Chapman, 1960, 378 p. - Charles Frederick HARROLD, John Henry Newman: an expository and critical study of his mind, thought and art, London, Longmans, 1945, (reed. 1966), 472 p. - Harold WEATHERBY, Cardinal Newman in his age, his place in English theology and literature, Nashville, Vanderbilt Univ. Press, 1973, 296 p. Sobre el Movimiento de Oxford: - Michael CHANDLER, An Introduction to the Oxford Movement, New York, Church Publishing, 2003, 137 p. - Christopher DAWSON, El espíritu del Movimiento de Oxford, Madrid, Rialp, 2000, 158 p. - El P. d’Alzon escribió cierto número de artículos sobre el movimiento religioso y el protestantismo en Inglaterra, publicados en el “Bulletin de l’œuvre de SaintFrançois de Sales”, 1866-1867. 84 UNA EMOCIONANTE CONVERSIÓN, NEWMAN (1846) Para una lectura personalizada • ¿Por qué, según tú, el P. d’Alzon ha sido tan sensible a la conversión de Newman? ¿No era para él un signo del cielo de cara a su acción militante? • ¿Cómo comprender la idea de perfección en la mentalidad religiosa del P. d’Alzon? ¿Se trata de violentar al cielo? • ¿Qué comprendes y captas en concreto del voto de pobreza en la comunidad de vida religiosa en la Asunción? ¿Qué es una “vida sobria y modesta” tal como la pide la Regla? ¿Respecto de qué o de quién, allí donde tú vives? • El P. d’Alzon quiso pasar de un estilo de vida familiar holgado a un estilo religioso despojado. ¿Cómo se realizó eso concretamente en su vida? 85 17 La elección de Pío IX (1846) L a figura del Papa Pío IX desató, tanto entre sus admiradores como entre sus detractores, pasiones tenaces. Es cierto que muchos rasgos tanto de su personalidad como de su acción siguen siendo enigmáticos. No fue admitido en la Guardia Noble, por razones de salud: sufría de epilepsia, enfermedad que antiguamente impedía acceder al sacerdocio. Sin embargo fue ordenado sacerdote en 1819, habiéndose beneficiado, según testimonios orales, de una curación considerada milagrosa, atribuida a la intercesión del Papa Pío VII. En 1823 fue enviado a Chile como auditor de monseñor Muzi, Delegado apostólico. En 1825, a su regreso, fue nombrado por el Papa León XII canónigo de Santa María en Vía Lata y director del hospital San Michele. Había conocido y animado antes como director espiritual un orfanato romano llamado Tata Giovanni, al que siempre permaneció muy unido. Su carrera eclesiástica fue fulgurante: arzobispo de Espoleto en 1827, a los 35 años; cardenal en 1840 con 48 años; y a la muerte de Gregorio XVI en 1846, cuando tenía 54 años, elegido Papa como candidato de los liberales, contra Luigi Lambruschini, portavoz de los conservadores, favorito en las primeras rondas de escrutinio y candidato sostenido por AustriaHungría. Pero debido a que llegó tarde al Cónclave el cardenal Kart Kajetan Graf von Gaysruck de Milán, portador de la exclusión pronunciada por el emperador Francisco Iº de Austria contra Mastaï Ferretti, éste fue elegido en el Cónclave celebrado en el Quirinal. Aceptó la tiara y tomó el nombre de Pío IX como homenaje a su protector Pío VII. 86 LA ELECCIÓN DE PÍO IX (1846) Gozó al principio de una popularidad inmensa, especialmente en las regiones de la Romaña que se ha-bían enemistado con Gregorio XVI y su Secretario de Estado Lambruschini a causa de los métodos brutales de represión empleados por éstos. Pío IX concedió incluso entre 1846 y 1848 reformas liberales a sus Estados, llamadas de modernización, denigradas sin embargo por su predecesor como “los caminos del diablo”. Como testimonio de este fervor primero del que Pío IX fue objeto en sus inicios, citemos el vibrante elogio pronunciado por Víctor Hugo ante la Cámara de París, el 13 de enero de 1848: “Este hombre que tiene en sus manos las llaves del pensamiento de tantos hombres, y pudiendo cerrar las inteligencias, las ha abierto. Ha puesto la idea de emancipación y de libertad sobre la más alta cumbre donde el hombre pueda colocar una luz […] aquellos principios de derecho, de igualdad, de deberes recíprocos que hace cincuenta años aparecieron por un momento en el mundo, siempre grandes sin duda pero salvajes, formidables y terribles bajo el bonete rojo […]. Acaba de mostrarlos al universo, radiantes de mansedumbre, dulces y venerables bajo la tiara. […] Pío IX enseña el camino bueno y seguro a los reyes, a los pueblos, a los hombres de Estado, a los filósofos, a todos”. Todo cambió a partir de 1848: Pío IX, esperanza de los patriotas italianos, dio un giro conservador antiliberal con su destierro en Gaeta. Fue restablecido en su sede de Roma por el ejército, defensa imposible de la pérdida inevitable de los Estados Pontificios. Condena sin réplica y sin matices todas las ideas modernas. Pérdida de Roma en 1870 y violencias contra el catolicismo en Suiza y en Alemania (Kulturkampf). Incluso su inhumación en San Lorenzo extramuros debió hacerse, dicen, a escondidas para evitar disturbios y desórdenes en la ciudad ya en manos piamontesas. El P. d’Alzon fue, por su parte, un amigo y un admirador entusiasta e incluso incondicional del Papa Pío IX, a quien encontró y saludó varias veces en Roma, por una parte porque encarnaba la llama ultramontana, afirmada con brillo mediante el dogma de la infalibilidad personal de Papa en 1870, y por otra parte porque las desgracias del papado tejieron por sí mismas la imagen de un nuevo “Papa mártir”, perfecta 87 LA ELECCIÓN DE PÍO IX (1846) reproducción bajo Napoleón III de Pío VII, que fue perseguido por Napoleón I. En fin, en el plano personal, Pío IX, muy sencillo en sus modales, dio pruebas de una calidad de corazón y de valor innegables que forzaban la admiración de caracteres tan apasionados como el suyo. Ya antes de su muerte, se le atribuían acciones milagrosas de las que el P. d’Alzon se hacía eco muy a gusto. El 16 de junio [de 1846], tercer día del Cónclave, el cardenal Mastaï1, encargado precisamente del escrutinio, se vio obligado a proclamar él mismo la realidad de este grito y cayó de rodillas como anonadado bajo el fardo que le invadía a medida que los votos se iban añadiendo. Cuando Mastaï se levantó, el Sagrado Colegio se prosternó ante él y le preguntó su nombre. El nuevo Papa, cuyo martirio superará a los de Pío VI2 y Pío VII3, responde que se llama Pío, como aquél a quien vio volver y que le había dicho: “Hazte sacerdote”. ¡Viva Pío IX!, gritó pronto la multitud. La paloma tenía razón. Nada puede describir el arrebato de Roma en este momento; sólo se encontraría un tal entusiasmo en Jerusalén el domingo de Ramos, antes de la Pasión. Mil hechos conmovedores excitaban cada día su popularidad. Una vez era un pobre que forzaba las barreras para acercarse al Papa y pedirle un caballo viejo, habiendo muerto el suyo, indispensable para su pequeño comercio. Pío IX recomienda que se añada al caballo dos piezas de oro, con el fin de sanear sus negocios que supone en apuros. ¿De no ser así, habría venido hasta el Quirinal a buscar un caballo? En otra ocasión, alejaban de la puerta por donde él iba a pasar a un niño que importunaba con sus gritos; como el buen Maestro, le oyó y dijo: –“dejadle acercarse”. –“Santo Padre, acaban de meter a mi padre en la cárcel por una deuda de doce escudos”. Pío IX, que en el inicio había pagado todas las deudas de los presos [por deudas], pidió prestados 12 escudos; como su séquito no lograba reunirlos, subió a su habitación y se los entregó. En otra ocasión vino, a la mitad del día, sorprendiendo al pueblo reunido para escuchar al P. Ventura, y predicó él mismo contra la 88 LA ELECCIÓN DE PÍO IX (1846) blasfemia. Le adoraban4, era el beso en la mejilla derecha. Todavía faltaba recibir el beso de Judas en la mejilla izquierda. No faltaría... Extracto del Pèlerin del 16 de febrero de 1878, n 59, p. 106-115: Histoire rapide du Pape le plus aimé et le plus trahi [Breve historia del Papa más amado y más traicionado]. _______ Este artículo sin firma tiene todos los visos de pertenecer a la pluma del P. d’Alzon o del P. Picard, ambos en Roma en esta fecha, si al menos interpretamos correctamente el pasaje anterior: “Aquí va una anécdota que hemos tenido el consuelo de escribir en el Pèlerin en el momento mismo de la muerte de Pío IX, la semana pasada. El artículo ha sido compuesto con la ayuda de la obra de Alexandre Denis HUOT DE LONGCHAMP SAINT-ALBIN, Histoire de Pie IX et de son pontificat, (París, Palmé, 1870, 2 vol). 1 Giovanni Mastaï Ferretti es el noveno hijo del Conde Girolamo y de Catalina Sollazzi, nacido el 13 de mayo de 1792 en Senigallia, elegido Papa a los 54 años el 16 de junio de 1846 al cuarto giro de escrutinio (tercer día de Cónclave) por 36 votos sobre 50, muerto en el Vaticano en febrero de 1878. Juan Pablo II beatificó en el año 2000 a este Papa, que fue liberal al principio pero que se volvió luego conservador y reaccionario (se refugió en Gaeta en 1849); fue autor del Syllabus (1864), promotor del dogma de la Inmaculada Concepción (1854) y del Concilio Vaticano I, que votó la infalibilidad pontificia (1871). Los Estados Pontificios fueron anexados a Italia progresivamente, de 1860 a 1871. Imágenes llenas de contrastes las de este Papa y de este pontificado, el más largo de la historia (1846-1878: 32 años). Su confianza inamovible en su Secretario de Estado, Antonelli, figura eclesiástica más que discutible, le causó gran daño. El pontificado de Pío IX también se vio iluminado por grandes gozos: la aparición de la Salette el mismo año de su elección (1846), la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción (1854), las apariciones de Lourdes (1858), la canonización de los mártires japoneses (1862) y la celebración del Concilio Vaticano I (1869-1871). 2 Pío VI (1717-1799), nacido Giannangeli Braschi, Papa de 1775 a 1799, hubo de afrontar el Josefismo y los inicios de la Revolución francesa. Murió prisionero en Francia, en Valence. 3 Pío VII (1742-1823), nacido Gregorio Luigi Barnaba Chiaramonti, sufrió todas las penalidades del imperialismo napoleónico en Europa: Fue el Papa que hizo firmar el Concordato de 1801, que asistió a la coronación del emperador en 1804, que vio Roma ocupada por el ejército de Miollis en 1808 y los Estados Pontificios anexados al Imperio. Estuvo preso en Fontainebleau de 1812 a 1814. Tras la caída del Imperio, Pío VII acogió en Roma a la madre del emperador destronado. 4 Notemos que el vocabulario utilizado en este texto transfiere al Papa términos propios reservados normalmente a la divinidad, índices tangibles de una papolatría excesiva. 89 LA ELECCIÓN DE PÍO IX (1846) Para ulterior reflexión e investigación Sobre el pontificado de Pío IX: - Giacomo MARTINA, Pie IX, en Dictionnaire historique de la papauté, Fayard, 1994, p. 1343-1349. - A. AUBERT, Pie IX, en Catholicisme, vol. XI, col. 271-279. - Revista: « Pio IX: Studi e ricerche sulla vita della Chiesa dal Settecento ad oggi », Roma, 1972-1998. (Ver también Revista: « La voce di Pio IX», Roma, 1954-1970). - Giacomo MARTINA, Pio IX, Roma, Pontificia Università Gregoriana, 19741990, 3 vol. Para una lectura personalizada • ¿Conoces algo sobre la manera como se ha desarrollado la elección de los tres últimos Papas, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI? • ¿Cómo has recibido la noticia de la beatificación de Pío IX el 3 de septiembre del 2000, haciendo balancín a la de Juan XXIII? • ¿En qué aspecto el pontificado de Pío IX se inscribe a contracorriente de la evolución de la sociedad del siglo XIX y marca la cerrazón de la sociedad eclesial de ese tiempo al mundo contemporáneo? • ¿Cómo, con la distancia del tiempo, puede la historia apreciar la grandeza y la santidad de una figura pontificia, al mismo tiempo víctima de los acontecimientos, psicológica y doctrinalmente intolerante, de práctica antisemita y sin embargo portadora de gérmenes de esperanza? 90 18 Notas para un proyecto de Constituciones (1946-1850) P oseemos del Fundador los primeros lineamientos de su pensamiento concernientes a la organización y animación de la Congregación gracias a las diferentes etapas de la redacción de las primeras Constituciones. No queriendo precipitar las cosas, dedicó tiempo al estudio de las grandes Reglas inspiradoras de la vida religiosa en Occidente, tomando notas, comparando textos y tradiciones, intercambiando ideas con otros y sometiendo a los distintos Capítulos el fruto de esas prolongadas elaboraciones. El patrocinio agustiniano se impuso como una evidencia, porque implicaba a sus ojos acertadamente el legado de las sanas tradiciones monásticas conjugado con la opción portadora de una vida apostólica anhelada. En el detalle se mezclaron luego en sabrosa dosificación sus impulsos intuitivos y calcos más o menos corregidos. La arquitectura de su pensamiento se basó en los grandes dogmas del cristianismo: el de la Trinidad evidentemente, pero concebido al modo de la tradición teológica occidental; el cristocentrismo; el misterio de fe en María que la enseñanza tradicional de la Iglesia ha sistematizado y profundizado (mariología), pero sin inflación devocional; y finalmente el misterio de la Iglesia (eclesiología); estos dos últimos los consideró siempre en dependencia del eje central que es Cristo. A estas piedras angulares injertó, fiel a la tradición teológica 92 NOTAS PARA UN PROYECTO DE CONSTITUCIONES (1946-1850) occidental, las tres virtudes teologales y bautismales: la fe, la esperanza y la caridad, a las que acopló los tres votos de religión. Arquitectura maestra, bien jerarquizada, con los elementos armoniosamente ligados, aunque quizá sin mucha originalidad distintiva, pero sobre todo sin particularismos que desvían o desnaturalizan. El P. d’Alzon ardía en deseos de dar como marca distintiva a la Asunción un cuarto voto que expresase fuertemente su finalidad apostólica, a un tiempo en su dimensión mística (ad intra) y en su especificidad misionera (ad extra). Había encontrado este cuarto voto especialmente en las Constituciones de las Hermanas Siervas de Jesucristo, llamadas de Marie-Thérèse, lo mismo que la divisa sacada del Padrenuestro: Adveniat Regnum Tuum. La Iglesia, más inclinada a la poda y a la no proliferación de las formas de vida religiosa, no lo permitió. El texto de las Constituciones de 1855 fue confiado en 1865 al canonista Chaillot, pero tuvo que sufrir el suplicio, según el P. d’Alzon, si no de la guillotina, al menos de algunas “chaillotadas”, es decir amputaciones a sus más bellas expresiones. La elección de un hábito no planteó gran problema: las Religiosas de París copiaron el de Lacordaire (túnica, esclavina, correa). Sirvió por otra parte durante algún tiempo al P. d’Alzon de ¡bata en el dormitorio para vigilar a los alumnos! Se adoptó con preferencia en Nimes el propio de la liturgia romana para el Oficio en coro. El noviciado duraba dos años, los votos eran renovables una sola vez, la profesión simple se emitía al término del primer año canónico de noviciado y la profesión perpetua al término del segundo año de noviciado, que podía realizarse en una casa de obras. Periódicamente se celebraron los primeros Capítulos de organización (1850, 1852, 1855, 1858, 1862), antes de pasar a la periodicidad acostumbrada, sexenal. De Roma llegaron sin precipitación signos de aliento y de aprobación, así como del mismo Nimes donde monseñor Cart se tomó cinco años para vencer sus temores (1845-1850). El 25 de diciembre de 1850, la Asunción contaba con cinco profesos simples (d’Alzon, Brun, Cardenne, Pernet, Saugrain); el 25 de diciembre de 1851 eran cuatro los profesos perpetuos (los 93 NOTAS PARA UN PROYECTO DE CONSTITUCIONES (1946-1850) mismos menos Cardenne ya fallecido), y un profeso simple, Picard. La barca se interna en el mar. I. Fin de la Orden El fin de la Orden se manifiesta mediante el cuarto voto1 de trabajar con todas nuestras fuerzas en la extensión del reino de Jesucristo en las almas: en la nuestra en primer lugar, en las de nuestros Hermanos y en la de todos los cristianos. El espíritu de la Orden es, pues, un espíritu de celo y de apostolado2. Nos atendremos particularmente a nuestro fin aplicándonos a hacer triunfar en nosotros y a nuestro alrededor: 1º La fe, mediante nuestro espíritu de sumisión a la enseñanza de la Iglesia y al espíritu de esta enseñanza; mediante nuestro amor por la unidad de la Iglesia y nuestra filial dependencia de su jefe; mediante nuestro respeto por la verdad que llevaremos a nuestros estudios, compenetrándonos con la idea de la importancia nuestra vocación que consiste en hacernos sus defensores y soldados, y por ende, los auténticos soldados de Jesucristo, Verbo, Dios, Verdad eterna; mediante nuestro espíritu de fe en la práctica de la obediencia, colocándonos siempre bajo la mano de nuestros superiores, como bajo la mano del mismo Dios3. 2º La esperanza, mediante el desapego de los bienes de la tierra llevado hasta la práctica de la pobreza evangélica y el amor de los bienes sobrenaturales; mediante la humildad, es decir el desprecio de lo creado[e] incluso de nosotros mismos; y mediante la oración, es decir la petición de la gracia y de sus dones y la aspiración hacia Dios, principio y término del hombre4; 3º La caridad: a) mediante el amor de Dios, a quien amaremos muy únicamente; mediante la castidad, es decir la renuncia a los placeres de los sentidos; mediante la mortificación, guardiana de los sentidos y medio de unir algunos sufrimientos expiatorios a los de Jesucristo; b) mediante el amor a Nuestro Señor que le testimoniaremos sobre todo mediante la imitación de las virtudes, cuyo perfecto modelo es él mismo; c) mediante el amor a la Santísima Virgen, su madre y nuestra protectora especial; d) mediante el amor a la Iglesia, su esposa; mediante el celo por la salvación de las almas, que se manifestará en 94 NOTAS PARA UN PROYECTO DE CONSTITUCIONES (1946-1850) las obras de educación entendidas en el sentido más general de la palabra, en las misiones entre los infieles y en la propagación de las obras de caridad, –para todo lo cual podremos hacernos ayudar por los Hermanos de la Orden Tercera5. Nuestro espíritu debe ser un espíritu de sencillez, de rectitud en la fe, de oración para acercarnos cada vez más a Nuestro Señor, de humildad en los estudios y de celo por el triunfo de la Iglesia. Fin de la Orden: trabajar en la propia perfección, extendiendo el reino de Jesucristo en las almas. Nada de rentas. Poseerán (sic) casas en el campo y casas de habitar. Pero no tendrán obreros agrícolas. Nada de dinero colocado con garantía del Estado. San Ignacio concede algunas rentas para los noviciados6. [E. d’Alzon] Constituciones, Nº 1 y 2. Lettres, t. C, p. 700-702. _______ 1 El principio de un cuarto voto, cuya formulación ha variado a veces y que se encuentra entre numerosas familias religiosas, le era muy querido al P. d’Alzon y a la primera Asunción. Roma no lo permitió. 2 Perspectiva fuertemente afirmada de una Congregación que se define prioritariamente como apostólica. 3 Aspecto doctrinal del espíritu de la Asunción que se desarrolla bajo la bóveda teologal de la fe y bajo su articulación cristocéntrica en los aspectos religiosos y morales: virtud de obediencia sellada por el voto de religión, compromiso ultramontano, ecumenismo militante. El pensamiento del P. d’Alzon, retomado de manera trinitaria en el Directorio, es de tipo catequístico: verdades que hay que creer, virtudes que hay que practicar, medios que hay que emplear. 4 Otro encadenamiento temático clásico: el voto de pobreza mediante las prácticas del desapego, de la humildad y de la confianza en Dios, a quien se busca en la oración, son otras tantas líneas fuerza espirituales cuyos fundamentos son el amor de Dios y la aspiración hacia Dios. 5 La virtud de la caridad se articula conforme a una formulación considerada clásica en la Asunción: el amor a Nuestro Señor, a María su madre y a la Iglesia su esposa. El añadido de la Orden Tercera, como posibilidad, se da en una única perspectiva: la del apostolado vivido en la luz de la fraternidad. Nos damos cuenta de que lo que manda realmente es la misión mediante el único imperativo de la caridad interna y externa. 6 Notita que navega entre el ideal de pobreza evangélica que proscribe cualquier forma de acumulación (injuria a la Providencia) y las necesidades de la vida económica que se sigue del derecho a la propiedad. La cuestión sigue actual: ¿cómo vivir gracias a los únicos frutos del trabajo y del 95 NOTAS PARA UN PROYECTO DE CONSTITUCIONES (1946-1850) servicio? En la literalidad de este texto llegado a nosotros bajo la forma de una simple nota, queda una contradicción flagrante entre la primera afirmación nada de rentas y la concesión final ignaciana algunas rentas. El espíritu franciscano ya se había debatido en este dilema consustancial a todos las formas de vida religiosa. El ideal de una pobreza evangélica radical es quizá posible en forma más angelical para un ermitaño, pero se hace inviable sin ciertos arreglos para una colectividad más o menos institucionalizada y organizada. Para ulterior reflexión e investigación Sobre los primeros textos constitucionales de los Asuncionistas y la vida de los inicios de la Asunción: - Constitutions de 1855 en Premières Constitutions des Augustins de l’Assomption - - - 1855-1865, edición presentada y anotada por los PP. Athanase SAGE y Pierre TOUVENERAUD, Roma, 1966, p. 13-90. [Traducción en castellano: Bogotá, 1998]. Les douze premières années de la Congrégation de l’Assomption (1846-1857), en Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II, t. I, p. 374-443. El espíritu de la Asunción según Manuel d’Alzon, Roma, 1993, 101 p. [Publicación en cinco idiomas]. Identité religieuse et Vie assomptionniste, Sesión de Nimes 1995, París, 1995, 151 p. (col.: Rencontres assomptionnistes, nº 3). Gérard CHOLVY, Aux origines de la Congrégation (1845), en Deux siècles d’Assomption, le regard des historiens (Paris, 2000-2001), París, 2003, p. 9-23, (col.: Rencontres assomptionnistes, nº 7). L’Aventure Missionnaire Assomptionniste, Actes du Colloque d’Histoire du 150 ème anniversaire de la Congrégation des Augustins de l’Assomption (Lyon-Valpré, 2000), [edición Bayard, 2005], 751 p. (col.: Recherches Assomption, nº 1). Les Origines de la Famille de l‘Assomption, Fondateurs et Fondatrices, Fondations, Intuitions, Relations et Différends, Actes du Colloque InterAssomption, Paris 2004, ed. Bayard, 2005, 472 p. (col.: Recherches Assomption, nº 3). [Traducción en inglés y castellano]. 96 NOTAS PARA UN PROYECTO DE CONSTITUCIONES (1946-1850) Para una lectura personalizada • El espíritu de la Asunción o su carisma tiene sus orígenes o toma sus raíces en el de su Fundador, el Padre d’Alzon. ¿Según tú, cuáles son los textos clave mediante los que ha tratado de expresarlo? • Un espíritu vivo no se puede fijar en un texto, por ideal y elaborado que sea. ¿Cómo ha sabido la Asunción desarrollar y transmitir este carisma de los orígenes de generación en generación y adaptarlo continuamente al tiempo que asume una cierta “fidelidad creadora”? • No puede haber contradicción entre el carisma del Fundador y el de su Congregación. ¿Mediante qué garantías o qué criterios de interpretación? ¿Ha intervenido la Iglesia? ¿Por qué? • La función legislativa es una de las atribuciones de los Capítulos Generales. ¿Qué diferencias estableces entre Constituciones, Regla de Vida, Ordenanzas, Recomendaciones y Costumbreros? 97 19 Una revolución palaciega en París, febrero de 1848 E ntre 1830 y 1848, Francia conoció una especie de segunda Restauración, incontestablemente más democrática que la primera, de inspiración liberal, que prefirió la dinastía de los Orléans descartando a los Borbones. Tres jornadas revolucionarias en París, en julio de 1830, llamadas las Tres Gloriosas, bastaron para este truco ilusionista dinástico, que ahogó todas las aspiraciones y veleidades republicanas de los sublevados. Sin embargo, pese a sus intenciones, este nuevo régimen monárquico marcado por un espíritu de laicización de las instituciones, una innegable práctica parlamentaria y un vivo desarrollo económico del país, nunca llegó a instaurar una auténtica democracia. Llevado al poder, el rey-ciudadano Luis Felipe Iº, con un pasado de jacobino más simbólico que real, le tomó gusto al poder y quiso no sólo reinar sino también gobernar gracias a ministros divididos, consentidores o flotantes. El Gobierno aumentó muy débilmente el cuerpo electoral censatario (250.000 electores en 1848, o sea un elector por cada 170 habitantes, frente a los 90.000 de 1830); es decir, limitó el derecho a voto a la sola clase burguesa, proclamó las libertades en una Carta revisada que, pese a las reivindicaciones de las clases populares agitadas por doctrinas socialistas, no fue sometida a un referéndum y no hizo efectivas tales libertades. Visto con malos ojos por la aristocracia legitimista, el poder fue acaparado por esa minoría burguesa, industrial, comercial y de banqueros que no tenía nada de democracia participativa, pese 99 UNA REVOLUCIÓN PALACIEGA EN PARÍS, FEBRERO DE 1848 a la fachada. Muy pronto el partido del movimiento, favorable a las reformas, cedió ante el partido de la resistencia a las mismas y se endureció en su inmovilismo oligárquico. Luis Felipe que se creía un hombre moderno, no era en realidad sino un “déspota ilustrado” al estilo del siglo XVIII. Enfrentado a las incesantes tentativas sediciosas de parte de los legitimistas (tentativa de la Duquesa de Berry en 1832), de las masas obreras decepcionadas y empobrecidas (epidemia de cólera en 1832, sublevación de los canutos lioneses en 1831 y 1834), de los bonapartistas (sublevación de la guarnición de Estrasburgo en 1836 y de Boulogne en 1840) y de regicidas o conspiradores de toda laya (atentado Fieschi en 1835, atentado Alibaud en 1836, insurrección Barbès-Blanqui en mayo de 1839), el poder vaciló tras la degradación económica de los años 1846-1847, sobre un fondo de rechazo obstinado a cualquier ampliación electoral y de escándalos ligados al clientelismo (asunto TesteCubières, 1847). El régimen fue barrido tan rápidamente como había sido llevado el poder dieciocho años antes. 100 En efecto, sólo en tres días (22, 23 y 24 de febrero de 1848), París se cubrió de barricadas y la revuelta tomó la forma de una insurrección sangrienta que derribó a un Gobierno paralizado. El rey abdicó a favor de su nieto, el conde de París, y tomó el camino del destierro en Inglaterra, como Carlos X lo había hecho en 1830. Otro Gobierno provisional, victorioso en las Tullerías, en el palacio Borbón y en el Ayuntamiento, organizó la elección de una Asamblea Constituyente por sufragio universal. Una agitación política de carácter socialista persistió hasta la represión brutal de las jornadas insurreccionales del 23 al 26 de junio. La IIª República, pacífica, que había plantado los árboles de la libertad, había caído en la violencia para terminar estrangulada por un golpe de Estado (1851). El P. d’Alzon, que se hallaba en París de enero a marzo de 1848 para encontrarse con Guizot, su compatriota, por entonces Presidente del Consejo, y obtener la plena libertad de ejercicio para el colegio de la Asunción, vivió estas jornadas parisinas con calma, al mismo tiempo que participaba en nuevos proyectos UNA REVOLUCIÓN PALACIEGA EN PARÍS, FEBRERO DE 1848 que atañían a la prensa y a la organización de elecciones favorables a sus puntos de vista. Mi querido amigo, Su entusiasmo me encanta. Hago plenamente mía la idea de un periódico1; sólo que habría que avanzar rápidamente, y rogar al señor Aillaud2 que no anuncie las conferencias que yo quería dar en San Carlos: 1º porque ya va para ocho días que tengo un dolor de garganta continuo, hasta el punto de ni siquiera poder rezar el breviario; 2º porque, si es necesario, prefiero emplear mi tiempo en ayudarle a usted a confeccionar el periódico que a predicar. ¿Le ha dicho el señor Goubier que yo le propuse la formación de un club? Por ahora prefiero el periódico. Usted puede hacerlo publicar cuando mejor le parezca. No me lo envíe, ya que estaré en Nimes, eso espero, antes de que sea impreso. Si mi garganta me lo permite, saldré el viernes por la tarde; si no el domingo por la tarde. Así estaré en Nimes el martes por la mañana o el miércoles a más tardar, si Dios quiere3. Luego, tendremos que ocuparnos de un punto esencial para poder mantener el interés del periódico: se trata, para empezar, de la elección de Montalembert, cosa que hay que conseguir absolutamente. Ahora bien, no se haga ilusiones. Los republicanos actuales sólo sueñan con una cosa, centralizarlo todo y entonces destruir toda libertad; por eso es necesario luchar contra ellos pidiendo la libertad como en los Estados Unidos. Tampoco hay que ponerse demasiado en contra de los protestantes. Se les puede mostrar que, si quieren, pueden tomar parte en esta libertad4. Por lo que me concierne, han exagerado demasiado, o más bien lo han inventado todo. La única cosa que he hecho algo bien ha sido la de no abandonar nunca la sotana (he sido casi el único). Por lo demás, la consigna en todas partes era respetar a los sacerdotes. Se vio a algunos asistir al pillaje de las Tullerías y no se les decía nada. En cuanto a ir a vendar a los heridos, hubiera ido si hubiera creído que merecía la pena; pero la cosa ocurrió tan rápidamente allí y los hospitales estaban tan atestados de damas del barrio Saint-Germain que ni siquiera me pasó por la mente la idea de unirme a ellas. Lo que es seguro es que ningún herido rechazó los sacramentos, al menos entre los que han muerto en los hospitales. 101 UNA REVOLUCIÓN PALACIEGA EN PARÍS, FEBRERO DE 1848 Aquí se mueven mucho para hacer periódicos. El P. Lacordaire5 quiere hacer uno. Montalembert otro; con el “Univers” ya serían tres6. Es absurdo. He prometido mi ayuda para procurar fondos al P. Lacordaire, pero no hay que esperar el más mínimo éxito; no quieren editarlos hasta dentro de seis semanas y para entonces ya habrán pasado las elecciones. Es una amarga estupidez. Pero me siento ya demasiado cansado, aquí lo dejo. Adiós. Converse todo esto con el señor Goubier. Todo suyo. E. d’Alzon. Carta a Eugène Germer-Durand, París, 6 de marzo de 1848, Lettres, t. C, p. 323-324. _______ 1 El periódico en cuestión es La liberté pour tous [La libertad para todos], título finalmente preferido al previamente elegido La Démocratie catholique [La Democracia católica]. Apareció por primera vez el martes 21 de marzo, después de la vuelta del P. d’Alzon a Nimes. Publicado tres veces por semana, en cuatro páginas, con un costo de 20 francos al año, vivió hasta el 31 de diciembre de 1848. GermerDurand es el Director, Hippolyte Saugrain el gerente y el P. d’Alzon el inspirador y proveedor de fondos. Apoyó la campaña de la candidatura de Cavagnac en diciembre de 1848, y no la del PríncipePresidente Napoleón. 2 Canónigo François-Hippolyte Aillaud (1803-1872), cura de la parroquia de San Carlos en Nimes, desde 1844 hasta 1850. El P. d’Alzon, amigo suyo, le confió la dirección del orfanato de la Providencia en 1851. 3 En realidad el P. d’Alzon no llegó a Nimes sino el 17 de marzo de 1848. Se necesitaban entonces dos días enteros para el viaje, combinar diligencia, ferrocarril y sin duda navegación fluvial. 4 Con la implantación del sufragio universal masculino, los datos cambian. En Nimes la mayoría se vuelve netamente favorable a la población católica. El P. d’Alzon vivió toda esta primera fase de la revolución política de febrero del 1848 en la capital como testigo más bien simpatizante de los acontecimientos: abdicación y destierro de Luis Felipe, formación de un gobierno provisional republicano. Las elecciones generales para una Asamblea Constituyente elegida por sufragio universal quedaron fijadas para los días 9 y 23 de abril de 1848, luego las elecciones municipales para agosto, y las presidenciales de régimen republicano para diciembre. El P. d’Alzon, conciliador, propuso en Nimes listas con candidatos de diversos colores, pero la hora de los convenios no había sonado y sus consignas de moderación no fueron seguidas. 5 Henri-Dominique Lacordaire (1802-1861), predicador y restaurador de la Orden dominicana en Francia, fue elegido diputado bajo la Segunda República. Era un republicano, liberal de convicción, mientras que Montalembert, monárquico orleanista liberal, sobre todo en materia política no fue sino un oportunista conservador, partidario sobre todo del orden, que lamentó amargamente haber sostenido la candidatura del Príncipe-Presidente Luis Napoleón para las presidenciales. 6 Tres portaestandartes católicos, pero de tendencias muy diversas: L’Univers, conservador y clerical ya antes de la llegada de Veuillot en 1843; L’Ere nouvelle, lanzado el 15 de abril de 1848, periódico republicano y liberal con Lacordaire, Maret y Ozanam, antes de morir legitimista; L’Election populaire, 102 UNA REVOLUCIÓN PALACIEGA EN PARÍS, FEBRERO DE 1848 hoja conservadora del Comité central para la defensa religiosa patrocinada por Montalembert; sin contar el liberal y galicano Ami de la Religión, patrocinado por Dupanloup, y la Voix de la vérité. Para ulterior reflexión e investigación Sobre la Monarquía de Julio y la Revolución de 1848: - André CASTELOT, Louis-Philippe, le méconnu, Perrin, 1994, 421 p. - Guy ANTONETTI, Louis-Philippe, París, Fayard, 1994, 1000 p. - Hervé ROBERT, La Monarchie de Juillet, P.U.F. 2000, (col.: Que sais-je?). - Le P. d’Alzon et le journalisme en 1848, en Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II, Documentation Biographique, t. I, Roma, 1986, p. 522-535. - André PEZZIARDI, Un journal catholique et démocrate, La Liberté pour tous, Montpellier, 1977, 101, p. - Anne Claude Ambroise RENDU, Les journaux du printemps 1848: une révolution médiatique en trompe-l’œil en « Revue d’histoire du XIXe siècle », 1999. - Jean-Marie MAYEUR, Les idées politiques du Père d’Alzon, en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXe siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 144-164. - Paul CHRISTOPHE, Les choix du clergé dans les Révolutions de 1789, 1830 et 1848, Lille, 1975 y 1976, 2 tomos. - José CABANIS, Lacordaire et quelques autres, Politique et religion, Gallimard, 1982. - Jean WATELET, Bibliographie de la Presse politique et d’information générale, Gard 30, París (B.N.), 1985, 125 p. Para una lectura personalizada • La inestabilidad política de Francia en el siglo XIX ¿acaso no es también el reflejo de un prolongado parto democrático de la sociedad? ¿Dónde se halla al respecto tu país en este proceso? • ¿Por qué se interesa el P. d’Alzon por la política? ¿La implicación del clero en las cuestiones políticas de un país es algo bueno en sí? ¿Qué pide la Iglesia al respecto? • La revolución de febrero de 1848 fue respetuosa con el clero. ¿Por qué los revolucionarios, en la historia de las sociedades cristianizadas, en general o habitualmente la toman con la Iglesia y con el clero? ¿De dónde viene el anticlericalismo? • ¿Qué recomienda el Evangelio en cuanto a actitudes fundamentales del cristiano en la ciudad y ante las autoridades públicas? 103 20 Una voz en el Concilio de Aviñón (1849) E l Concordato de 1801 y los Artículos orgánicos no preveían en absoluto formas de concertación institucional entre los obispos en el siglo XIX, que tomaron así la costumbre de comportarse como prefectos religiosos en sus diócesis, es decir, como autócratas locales religados directamente o verticalmente al Papa, al Nuncio y al Ministerio de Cultos. Quedaban a salvo, por supuesto, las disposiciones canónicas previstas por la Iglesia en materia de jurisdicción entre el Metropolitano y sus sufragáneos, pero a menudo muy restringidas. A partir de la Segunda República los obispos se dispensaron de pedir al poder civil la autorización para reunirse libremente en Concilio provincial. A imitación de otras sedes antes que ella (así Rennes en noviembre de 1849; Lyon en 1850), la metrópolis de Aviñón tuvo sus primeras sesiones en diciembre de 1849. El P. d’Alzon, en tanto que Vicario General de Nimes, participó como miembro de diversas comisiones e incluso redactó varios proyectos que sometió a la Congregación plenaria, de acuerdo con el método de trabajo adoptado. Este estilo de asamblea le permitió también comprobar las disposiciones supuestamente galicanas o ultramontanas del alto clero de su Provincia eclesiástica, disposiciones especialmente sensibles en el ámbito litúrgico. En aquella época, en efecto, muchas de las diócesis francesas utilizaban un misal o un breviario propios (en Nimes, los redactados en tiempos de monseñor En tiempos de Chaffoy). Napoleón Iº, el Imperio había difundido su famoso Catecismo nacional que 105 UNA VOZ EN EL CONCILIO DE AVIÑÓN (1849) hacía gran énfasis en los deberes de los fieles hacia la persona del soberano. La legislación civil no se inquietaba mucho de los convenios a la hora de invadir los tradicionales derechos eclesiales o para imponer incluso por la fuerza o la supremacía su punto de vista regalista. El estado civil había relegado a un segundo plano privado al estado religioso; el matrimonio civil era obligatorio antes de cualquier celebración de matrimonio religioso; el divorcio se había introducido en la legislación francesa. Cementerios, lugares de culto, erección de cruces públicas, procesiones y otras manifestaciones cultuales en la vía pública estaban sometidas al control administrativo del Estado y de las colectividades públicas. Lamennais denunció vigorosamente esta sumisión servil moderna de las Iglesias al yugo del Estado y se había pronunciado valientemente a favor de la separación de ambos, pese a algunas ventajas financieras del Concordato ligado a un estatuto de las religiones. La publicación del manifiesto de Montalembert: L’Eglise libre dans l’Etat libre [Iglesia libre en un Estado libre] en 1863, tras el Congreso de Malinas, causará un 106 gran choque. Los espíritus en 1850-1860 no estaban preparados en Europa a una situación semejante que era moneda corriente en Estados Unidos y cuya fecundidad alababan muchos a partir de algunos ejemplos nacionales de un catolicismo a veces minoritario: Bélgica, Holanda, Irlanda, algunos cantones suizos. Los promotores de una laicidad de combate se reclutaban sobre todo entre los adversarios declarados de la tradición católica: masones, librepensadores, socialistas, intelectuales racionalistas y laicos, minorías confesionales no católicas, todos y todas más o menos imbuidos de sólidas convicciones anticlericales. El papado y el episcopado en su conjunto, fuera cual fuera su sensibilidad particular, preferían aún arreglárselas con los inconvenientes conocidos del Concordato antes que lanzarse a un salto a lo desconocido. El P. d’Alzon, republicano de la víspera o del día siguiente, que no tenía nada de un temperamento liberal en el sentido filosófico y político del término, trataba sobre todo de hacer que la Iglesia se beneficiara del máximo de derechos que la UNA VOZ EN EL CONCILIO DE AVIÑÓN (1849) situación evolutiva de los regímenes en curso autorizaba o dejaba autorizar. Mi querido amigo: Nuestro concilio1 va bastante bien; se terminará probablemente antes de Navidad. El voto para la liturgia pasará2. Te envío el proyecto de decreto, tal como lo he redactado. Excepto una palabra que no he leído aún, todo ha sido aprobado por la Congregación particular de la que formo parte. Te lo envío para que se lo enseñes al Nuncio3. Lo había compuesto al principio con pasajes sacados de las Bulas de Clemente VIII4 sobre el misal y el breviario. ¡Figúrate que a un obispo le pareció que estaba en un bastante buen latín! Dile al Nuncio, si tienes oportunidad de hacerlo, que el obispo de Montpellier camina en estos momentos en buena dirección. El obispo de Valence, aunque se las da de galicano, adoptará el romano; el obispo de Viviers, aunque ultramontano, sigue queriendo un breviario nacional; el obispo de Nimes me hace siempre dulcificar cualquier expresión que huela demasiado a amor a Roma, y eso que es Romano. ¡Figúrate que el obispo de Valence había hecho pasar en un decreto que los obispos tenían en sus diócesis los mismos derechos que tiene el Papa en la Iglesia! Dile igualmente al Nuncio que hay un proyecto de decreto, adoptado por una Congregación particular, que expresa el deseo de devolver el derecho de los votos solemnes a las Órdenes femeninas que lo tenían antes de la Revolución. El obispo de Montpellier ha sido encargado de una declaración de respeto filial de los obispos hacia el Papa. Parece ser que, cuando la ha leído a sus colegas, ha roto a llorar. El arzobispo de Aviñón la tiene por ahora en sus manos. Me habías prometido escribirme; no lo has hecho. Adiós, querido amigo. Mil cosas a los Veuillot y a Taconet5. Dile a Jouenne cuán apenado estoy de haberme marchado sin abrazarlo. Mil veces todo tuyo. E. d’Alzon. N.B. Me han tomado el proyecto de decreto; no puedo recuperarlo. Estamos redactando uno sobre la Santísima Virgen, del que el Papa 107 UNA VOZ EN EL CONCILIO DE AVIÑÓN (1849) estará contento6. Intento hacer pasar la propuesta de que los obispos soliciten del Gobierno una mayor libertad en el tema del matrimonio. Ya me entiendes, será en el sentido de los impedimentos dirimentes. Carta a Melchior Du Lac, Aviñón, 14 de diciembre de 1849, Lettres, t. C, p. 516-517. _______ Jean-Melchior Du Lac et d’Aure (1806-1872), amigo de juventud de Manuel, ex-seminarista y postulante benedictino en Solesmes, periodista del Univers. 1 El Concilio provincial de Aviñón se desarrolló del 7 al 23 de diciembre de 1849. Bajo la jurisdicción del arzobispado de Aviñón cuyo titular entre 1848 y 1863 fue monseñor Jean-Marie-Mathias Debelay (1800-1863), la circunscripción metropolitana agrupaba entonces a las diócesis de Montpellier (monseñor Thibault), de Nimes (monseñor Cart), de Valence (monseñor Chatrousse) y de Viviers (monseñor Guibert). 2 Se trata de un voto de adopción de la liturgia romana cuando el propio de cada diócesis estaba aún en ejercicio. 3 El Nuncio en París de 1842 a 1850 es por entonces monseñor Raffaele Fornari (1788-1854), creado cardenal en septiembre de 1850. 4 Clemente VIII (1536-1605), Papa de 1592 a 1605. Hizo publicar una edición corregida de la Vulgata (1592), reconcilió a Henri IV con la fe católica (1595), pero desaprobó el edicto de Nantes (1598). 5 Louis Veuillot (1813-1883) tomó la dirección del Univers en 1843. El P. d’Alzon conocía a toda la familia: la pareja (Louis y Matilde, de soltera Mercier, 1824-1852) y sus hijas, al hermano de Louis, Eugène (1818-1905) y su esposa, de soltera d’Aquin (+1906), su hermana Elise (1825-1911) que educó a la familia de su hermano tras la muerte de Matilde; Marie (1846-1855), Agnès (1847-1945), Gertrude (1849-1855), Lucie o bien Luce (1850-1892), Thérèse (1851-1852), Madeleine (1852-1855). Eugène Taconet (+ 1884) es un hombre de negocios, industrial del Havre, que retomó el Univers golpeado por la censura imperial en 1860 y fundó Le Monde. 6 Se trataba ya de promover el culto a la Virgen María en el sentido de una futura definición de su Inmaculada Concepción. 108 UNA VOZ EN EL CONCILIO DE AVIÑÓN (1849) Para ulterior reflexión e investigación Sobre el Concilio de Aviñón de 1849: - Marie-Augustin CANRON, Relation sur le concile d’Avignon de 1849, Aviñón, 1851. - Brigitte BASDEVANT-GAUDEMENT, Le jeu concordataire dans la France du XIXème siècle, París, P.U.F., 1988, 298 p. Para una lectura personalizada • Según tú, ¿en la Francia de hoy, qué es lo que en la Iglesia suple al género “concilio provincial” como estructura eclesiástica de animación cristiana? ¿Cómo están llamados los obispos de un país a trabajar juntos en nuestros días? • ¿Qué existe hoy como elementos generales propuestos para la oración cristiana y como elementos nacionales o propios? • ¿Qué entiendes tú sobre los problemas y las cuestiones jurídicas en la Iglesia? En el ámbito central del papado, en el ámbito episcopal de un país, en el nivel metropolitano de una provincia eclesiástica, en el ámbito diocesano? • ¿Por qué un obispo de Francia en el siglo XIX no podía sino excepcionalmente concertarse con sus hermanos vecinos? 109 III Parte 21. En la galera del Consejo Superior de la Instrucción Pública (1850) 22. Familia, influencia y espiritualidad por parte de San Francisco de Sales (1851) 23. Un opositor irreductible y ultramontano al Segundo Imperio (1852) 24. En el fondo de la querella “gaumista” (1853) 25. Los quebrantos de salud (1854) 26. Un nuevo obispo en Nimes, monseñor Plantier (1855) 27. Continuas dificultades en Nimes (1856) 28. El decreto de alabanza para la Asunción (1857) 29. Dos ordenaciones de Asuncionistas en Le Mans (1858) 30. El Padre d’Alzon y su amigo el poeta Jean Reboul (1859) p. 103-106 p. 107-111 p. 113-116 p. 117-120 p. 121-124 p. 125-128 p. 129-133 p. 135-138 p. 139-142 p. 143-146 21 En la galera del Consejo Superior de la Instrucción Pública (1850) E l nombramiento del P. d'Alzon para el Consejo Superior de la Instrucción Pública en 1850 se debe a aquella personalidad católica y política de primer orden que era Montalembert en tiempos de la Segunda República y en los primeros días del Segundo Imperio. Sabemos que nuestro Fundador no manifestó ningún entusiasmo y que incluso trató de zafarse de este cargo. Su candidatura por otra oparte no suscitaba unanimidad entre las filas de los políticos: el Ministro de Parieu, por ejemplo, no era favorable y fue necesaria toda la obstinación de Montalembert, que se entrevistó para tratar este asunto con Falloux y con el futuro Napoleón III, para forzar finalmente la mano al P. d’Alzon, que hubiera cedido con gusto su lugar a su amigo Germer-Durand. Sin su aprobación expresa, y habiendo incluso notificado directamente a Montalembert por telégrafo su no aceptación, d'Alzon vio su nombre en la lista de los miembros designados en el Moniteur Universal, diario creado por Panckoucke en 1789 y que pasó a ser el diario oficial del Estado entre 1799 y 1868. D’Alzon obtuvo del Ministro Freslon en diciembre de 1848 el pleno ejercicio para su colegio de Nimes. De Parieu hizo votar el 15 de marzo de 1850 el proyecto de ley que su amigo Falloux había preparado sobre la enseñanza y que lleva su nombre. Esta ley establece un régimen de libertad para la enseñanza primaria y segundaria, reivindicación constante de los católicos bajo la Monarquía de Julio. Aunque no 113 EN LA GALERA DEL CONSEJO SUPERIOR DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA (1850) satisfacía a los católicos legitimistas y ultras de las esferas políticas y episcopales, permitió el desarrollo de las instituciones católicas de enseñanza gracias sobre todo a las facilidades que ofrecía para el nombramiento de maestros; la carta de obediencia de los religiosos y religiosas hacía la función de certificado de capacitación. Dentro de este mismo espíritu de falso consenso político del momento que agrupaba al grueso de las fuerzas políticas del catolicismo en el Partido del Orden (pese a muchas divisiones internas entre todas las etiquetas y matices de sus representantes en la Cámara: conservadores, liberales, republicanos, legitimistas, orleanistas, bonapartistas), la ley votada entró en funciones. El Consejo Superior de la Instrucción Pública que se reunía en la calle de Grenelle, heredero del antiguo Consejo de la Universidad Imperial, fue modificado y adaptado para acoger entre otros a obispos y miembros representativos del clero en la enseñanza. A este título y en este contexto el P. d’Alzon recibió su nombramiento, que fue preferido al de su amigo Germer-Durand, a quien Thiers encontraba demasiado oscuro. 114 Sin embargo, el P. d’Alzon, que ya en 1848 había experimentdo ¡hasta el hartazgo y a disgusto!, las flexibilidades de las políticas y de los políticos, no estaba dispuesto a hacer el juego a estos representantes llenos de las intenciones más adversas. En Nimes, su reputación de republicano de la víspera, del día y del día siguiente con motivo de las elecciones legislativas y municipales, le había enajenado por un tiempo los favores del clan legitimista y le había creado serios problemas para el reclutamiento de su colegio, incluso en su propia familia, y reproches dolorosos para sus afectos familiares. La misma hermana del P. d’Alzon, la señora de Puységur, llegó a retirar a su hija Alix del colegio de las Religiosas de la Asunción, porque pensaba que estaba contaminada del espíritu republicano que reinaba en Chaillot. Este espíritu de moda se atribuía por contagio a la mala influencia que la Superiora ejercía sobre su hermano, el abate d’Alzon. En Nimes, incluso su amigo de siempre el poeta Reboul llegó a reprocharle en la intimidad el hecho de una alianza contra natura, llegando hasta escribir que la Iglesia no tenía nada que ganar ¡con las caricias que creía deber EN LA GALERA DEL CONSEJO SUPERIOR DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA (1850) prodigar a la Revolución! Se precauciones, en la galera de los entiende fácilmente que el P. políticos y de los altos d’Alzon no quisiera dejarse funcionarios oficiales. embarcar, al menos no sin … Acabo de hacer reservar un asiento para dentro de ocho días. Estaré (pero no digas nada aún) en Nimes el jueves en el transcurso del día1. ¿Qué te parecen las presiones que me hacen para que forme parte del Consejo Superior de la Instrucción Pública2? Cuando digo que me hacen presiones, me refiero a Montalembert, a quien aún no he visto, pero que me escribe a propósito de esto; me refiero al señor Michel3, que al parecer hará parte del mismo y quisiera tenerme como colega; y a otras personas más; y sin embargo, no siento el menor deseo de ir a encerrarme en esta galera donde preveo muchos disgustos y pocas ventajas. Sin embargo, no hables tampoco de esto por ahí. Daría la impresión de darme aires de importancia que por nada del mundo deseo dar. Contaba con llevarme a Cabrières4 conmigo, pero sus superiores se oponen. He recibido esta mañana una carta del señor Tissot, de lo más satisfactoria. Ten a bien decirle que no le respondo porque ya había comenzado ayer a escribirte, aunque termine hoy 15 de julio. Los Parisinos se divierten prodigiosamente viendo a un jinete a caballo levantado por un globo; es el gran placer del momento5. Adiós, mi querido amigo. Dentro de ocho días estaré camino de Nimes y te aseguro que la espera se me hace larga. Mil veces tuyo. E. d’Alzon. Carta a Eugène Germer-Durand, París, 15 de julio de 1850, Lettres, t. C, p. 588-589. _______ 1 Es decir para el 24 de julio de 1850. De hecho el P. d’Alzon no salió de París hasta el 23 de julio para estar en Nimes el 25 de julio por la mañana. 2 El Consejo Superior de la Instrucción Pública es una instancia administrativa junto al Ministerio de Educación. Fue creado en 1808, pero después de la votación de la ley Falloux en 1850 fue modificado para ampliarlo a 24 personalidades “externas” (clero, Consejo de Estado, representantes de la enseñanza libre), mientras que ocho eran los universitarios. El P. d’Alzon sesionó en él de 1850 a 115 EN LA GALERA DEL CONSEJO SUPERIOR DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA (1850) 1852. Este Consejo daba su parecer sobre los proyectos de reforma, sobre la política educativa y desempeñaba el papel de tribunal supremo para los asuntos disciplinarios. 3 El señor Claude-Louis Michel (1795-1874), conocido y muy estimado por el joven d’Alzon en el colegio Stanislas, es un profesor de la enseñanza pública, autor de obras de pedagogía. Muy conocido igualmente de la Madre María Eugenia de Jesús. Terminó su carrera como Director de estudios en el Instituto de Agronomía de Versalles y profesor de francés en la escuela municipal de Turgot en París. 4 El abate Anatole de Cabrières (1830-1921), antiguo alumno del colegio de la Asunción, en 1850 no era todavía más que un seminarista en San Sulpicio de París. Sacerdote en 1853, secundó al P. d’Alzon en el colegio desde 1855 a 1857. Fue luego secretario de monseñor Plantier, nombrado Vicario General de Nimes en 1863, promovido a obispo de Montpellier en 1873, creado finalmente cardenal en 1911. 5 La invención de los montgolferos data de 1782 por dos hermanos de los Ardes [Ardèche], Joseph (1740-1810) y Etienne (1745-1799) de Montgolfier. Llamado también globo o aerostato, el montgolfiero tuvo una aplicación militar en Fleurus (1794), pero por entonces ya sólo servía como atracción en los espectáculos públicos. Para ulterior reflexión e investigación Sobre el periodo de la Segunda República: - Carlos MARX publicó siete artículos entre 1851 y 1862 que luego reunió bajo el título de Le 18 brumaire de Louis Bonaparte. Allí describe en vivo los acontecimientos que llevaron al golpe de Estado del 2 de diciembre de 1851 colocándolos en su contexto económico y social. - Alexis CLÉREL de TOCQUEVILLE, Souvenirs de 1848, texto fijado por Luc MONNIER, París, Gallimard, 1964, (col.: Folio, nº 991). - Inès MURAT, La IIe République (1848-1851), París, Fayard, 1987, 533 p. - Le P. d’Alzon membre du Conseil supérieur de l’Instruction publique (1850-1852) en Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II, t. I, p. 536-550. Para una lectura personalizada • ¿Qué sentimientos deja traslucir Manuel d’Alzon en cuanto a su posible nombramiento? ¿Por qué, según tú? • Participar o no en una estructura gubernamental oficial ¿te parece oportuno para un miembro del clero que no está dispuesto a dejarse atrapar o utilizar por el ambiente político? • ¿El P. d’Alzon encontró en este Consejo Superior personalidades importantes o influyentes? • ¿Qué ventajas, según tú, se pueden conseguir de un nombramiento en el plano nacional? 116 22 Familia, influencia y espiritualidad por parte de San Francisco de Sales (1851) L as familias de renombre siempre encuentran entre ellas cierta afinidad y algunos lazos, como los d’Alzon con los de Sales, a través de los de Roussy de origen cevenol. Encontramos efectivamente en la ascendencia paterna y materna de Manuel tales alianzas: Jean Daudé d’Alzon se casó con Magdalena de Roussy mientras que una hija de Pierre de Roussy, Margarita, se casó con Jacques de Faventine. Este parentesco anudado en los siglos XVII y XVIII, por lo tanto lejos del siglo XIX, fue reavivado con motivo de la estancia en Turín en 1844 de la familia d’Alzon a la cabecera de Anatole de Puységur en casa de los Roussy de Sales, sobrinos lejanos del obispo de Ginebra. En Turín, al abate d’Alzon descubrió a través de la marquesa de Barolo las obras sociales de tres santos sacerdotes: Don Cafasso, director espiritual de la marquesa, Don Cottolengo y sin duda Don Bosco, los tres llamados al honor de los altares y fervientes admiradores del espíritu de fe y de piedad de San Francisco de Sales. Ahora bien, en el abate d’Alzon encontramos estos mismos acentos salesianos: sencillez, rectitud, franqueza, entrega y sentido del deber. Hay otro rasgo mayor que une las figuras de Francisco de Sales y del P. d’Alzon: su acción con miras a la unidad con los protestantes. El apóstol del Chablais comenzó así sus primeros pasos en el sacerdocio y es sabido que el joven abate d’Alzon no tenía otra meta al llegar a Nimes. Para luchar contra la influencia protestante, el 117 FAMILIA, INFLUENCIA Y ESPIRITUALIDAD POR PARTE DE SAN FRANCISCO DE SALES Fundador de la Asunción creó en su diócesis las bibliotecas parroquiales y se hizo propagador de la obra de los Buenos Libros, fundada en Aviñón por el canónigo Bernard, ambas obras colocadas bajo el patrocinio de San Francisco de Sales, difusor de folletos y por eso elegido patrono de los periodistas. La misma inspiración decidió al P. d’Alzon en 1853-1854 a fundar la Obra de San Francisco de Sales, asociación de oración y de acción pensada bajo el modelo de la Propagación de la Fe, con vistas a luchar contra la influencia protestante. Es sabido que más tarde puso esta obra, una vez lanzada, entre las manos de monseñor Gaston de Ségur. El P. d’Alzon fortificó esta inspiración salesiana mediante varias peregrinaciones a Thorens, lugar natal del Santo: no habiendo podido hacerlo en junio de 1835 (Lettres, t. A, p. 846), la llevó a cabo según su propio testimonio en 1854 (Lettres, t. I, p. 459) y también en 1871 partiendo de Notre-Dame des Châteaux (Lettres, t. IX, p. 168). La idea de traer a Nimes una comunidad de la Visitación parece que le sonrió en 1852, pero aquella famosa Hermana Marie-Aimée Féval, que era la 118 encargada del proyecto, no supo convencer a monseñor Cart de la pertinencia de realizar esta fundación contemplativa. Más tarde, el P. d’Alzon dio la preferencia de sus energías a la instalación de las Religiosas de la Asunción programada desde hacía varios años y realizada en septiembre de 1855, lo que fue facilitado por la muerte de monseñor Cart. Sin embargo, la vida de las Hijas de Santa Chantal le era preciosa: ¿acaso no se decía en su familia que su nacimiento se debía a las fervientes oraciones de una de sus parientes, religiosa de la Visitación en París? Él mismo ¿acaso no se había constituido en reclutador de vocaciones para el cercano convento de la Visitación de Tarascón? ¿Acaso no fue hasta el convento de Le Mans para predicarles un retiro en 1868? Por estos signos y por otros más sin duda (entre otros el homenaje de los periodistas a San Francisco de Sales, proclamado santo patrono de la prensa católica), el P. d’Alzon, admirador del doctor del amor y de la dulzura evangélica, no ha dejado de infundir en la espiritualidad asuncionista un soplo auténticamente salesiano. Mi querida hija, Hace ya casi un mes que estoy enfermo o en retiro. En este preciso instante, debería estar encerrado en el seminario1 pero, como acabo de salir de Valbonne2, pienso que me basta escuchar dos instrucciones diarias para terminar mi conversión, si ello fuera posible. Esto me permite escribirte hoy dos palabras, para agradecerte las dos cartas que acabo de releer. Datan de hace tanto tiempo que no me atrevo a hablarte de ellas. Me dices en la última que tu señor padre3 ha tenido la “suette”4, pero espero que a estas horas estará totalmente restablecido. Ninguno de tus hermanos5 me ha dicho nada, y la señora de Sales, que fue a ayudar al señor de Roussy a cuidar de tus hermanas7, nada sabía que pudiera inquietarla en el momento de su partida. En cuanto a ti, mi querida niña, admiro los tesoros de paciencia que almacenas, si quieres aprovechar todas las oportunidades que Dios te da. ¡Todos tus proyectos contrariados!, ¡todos tus días entristecidos por algún sufrimiento!, ¡cuántos méritos para el cielo! Pero para eso se necesita una paciencia de ángel y estoy seguro de que, aunque la tengas, no te enfadarás de oír de vez en cuando a alguien que te recuerde el pensamiento de la voluntad de Dios. En efecto, nada hay como la voluntad divina, que lo dispone todo para nuestro mayor bien, con tal de que nos remitamos a ella. Pero a veces, a la pobre naturaleza no le trae cuenta. Desearía (nuestra naturaleza) poder quejarse, esquivarla, pero Dios le cierra la boca, pues corre el riesgo de perder el fruto de todas sus dolencias. ¿Cómo estás en cuanto a tus comuniones? Y tus meditaciones, ¿las haces bastante seriamente? Adiós, mi querida hija. Si quieres escribirme aquí, hacia el 10 de octubre, podré responderte bastante fácilmente. Todo tuyo en Nuestro Señor. E. d’Alzon. Carta a la señora Louis de Giry, Nimes, 19 de septiembre de 1851, Lettres, t. I, p. 85-86. 119 FAMILIA, INFLUENCIA Y ESPIRITUALIDAD POR PARTE DE SAN FRANCISCO DE SALES _______ 1 La señora Louis de Giry, esposa de Louis (1812-1896), había nacido con el nombre de Constance de Roussy de Sales. Es una prima segunda de Manuel d’Alzon. Su hijo único, Maurice (1847-1870), alumno en el colegio de la Asunción, murió en Roma en septiembre de 1870 en los combates de la Porta Pía. 2 Del 15 al 23 de septiembre tuvieron lugar en el Seminario Mayor de Nimes el retiro pastoral anual y un sínodo diocesano. 3 La Cartuja de Valbonne (Gard) fundada en 1204, abandonada en 1792, fue restablecida en 1836 hasta 1903. Fue para el P. d’Alzon un lugar muy grato de encuentro con las raíces profundas y de recogimiento; gustoso conducía allí a alumnos y profesores del colegio de la Asunción. Un antiguo cartujo de Valbonne se hizo Asuncionista en 1880, Théodore Defrance, mientras que un Asuncionista se hizo allí cartujo, el P. Athanase Malassigné. 4 Se trata de Jean-Eugène de Roussy de Sales (1887- ¿?), esposo en 1823 de Armandine de Castillon de Saint-Victor, del que nacieron 10 hijos. No hay que confundirlo con otro pariente, Eugène de Roussy de Sales (1822-1915). 5 La “suette” es una forma atenuada de la malaria todavía frecuente en el Sur de Francia en el siglo XIX, mientras que la varicela era una auténtica plaga, vencida poco a poco mediante la aplicación de la vacuna descubierta por Jenner en 1796, obligatoria en Gran Bretaña desde 1867, en Francia solamente a partir de 1902. 6 Los hermanos de Constance se llamaban: Emmanuel, René, Louis, Henri y Joseph. 7 La señorita Pauline de Sales (1786-1852), última descendiente de la familia del santo obispo de Ginebra, se casó en 1813 con Félix-Léonard que llegó a ser marqués de Roussy en 1821 (1785-1857) y que tuvo una larga carrera administrativa: subprefecto de Annecy bajo el Primer Imperio, luego prefecto de las Ardenas, de la Vandée, de Deux-Sèvres y de los Hautes-Alpes bajo la Restauración. Obtuvieron en 1857 el privilegio de conservar la partícula de Sales conjugándola con la de de Roussy. La familia habitaba en el castillo de Thorens en la Haute-Savoie, restaurado por Alexandrine de Sales. De esta alianza viene el parentesco entre los de Roussy y los de Sales; los d’Alzon estaban emparentados con los de Roussy. 8 Las hermanas de Constance se llamaban: Nathalie, Elisabeth, Thérèse y Gabrielle. 120 FAMILIA, INFLUENCIA Y ESPIRITUALIDAD POR PARTE DE SAN FRANCISCO DE SALES Para ulterior reflexión e investigación Sobre el P. d’Alzon, la familia Roussy de Sales y la impregnación salesiana: - Archivos familiares de los Roussy de Sales. - Jean-Paul PÉRIER-MUZET, A.A., Le P. d’Alzon et la Visitation, en « À travers la Province », nº 140 (febrero de 1998), p. 10-15. - Athanase SAGE, A.A., Présence de saint François de Sales dans la spiritualité assomptionniste, en « L’Assomption et ses Œuvres », nº 550 (1967), p. 20-21. - Existió un bulletin de l’œuvre de Saint François de Sales en el que el P. d’Alzon publicó algunos artículos. Sobre la obra misma, el P. d’Alzon escribió en 1855 una circular dirigida a los obispos de Francia. Para una lectura personalizada • ¿Cuáles son las raíces familiares que unen a los d’Alzon con los Roussy de Sales? • ¿Cómo marcó el P. d’Alzon en su vida su adhesión a la herencia salesiana? • ¿Tienes alguna idea de los rasgos salesianos en la espiritualidad asuncionista? • ¿Qué obras tradicionales en la Asunción ofrecen un parentesco espiritual con lo que tú sabes de la vida y de la acción de San Francisco de Sales? ¿Qué escolasticado asuncionista ha llevado el patronímico de San Francisco de Sales? 121 23 Un opositor irreductible y ultramontano al Segundo Imperio (1852) E l P. d’Alzon se encontraba en París en diciembre de 1851 para participar en las sesiones del Consejo Superior de la Instrucción Pública. Fue una vez más espectador involuntario de los acontecimientos políticos que se desarrollaron en la capital con el golpe de Estado del 2 de diciembre de 1851. No experimentó ninguna nostalgia por el régimen caído, la Segunda República, por otra parte tan poco republicana ya que estaba en manos de los conservadores. Para la elección presidencial de diciembre de 1848, había votado y hecho votar por el candidato republicano moderado, el general Cavaignac. Con 4.454.000 votos, el Príncipe-Presidente ganó ampliamente, pero Cavaignac consiguió un resultado más que honorable con 1.448.000 votos, sobre todo en los departamentos del Gard y del Hérault. El apellido de Napoleón no sonaba nada agradable a los oídos del P. d’Alzon. ¿Qué actitud iba a tener este pariente del ex-emperador frente a la Iglesia que su tío había perseguido? Era sabido por lo demás que este sobrino no se adhería de corazón a las tradiciones católicas e incluso, si pasaba por ser un cretino fácil de dirigir, el futuro no estaba nada claro. La situación cambió en 1852 con la proclamación del Imperio. D’Alzon, siempre políticamente legitimista de corazón, borrado sin explicación del Consejo Superior de la Instrucción Pública en enero de 1853, se guardó muy bien de dar muestras de aprobación al nuevo régimen y a su personal político. Ya se había visto 123 UN OPOSITOR IRREDUCTIBLE Y ULTRAMONTANO AL SEGUNDO IMPERIO (1852) claramente el 30 de septiembre de 1852 con motivo de la visita a Nimes del Príncipe-Presidente que vino a poner la primera piedra de la iglesia de Santa Perpetua. Este viaje a provincias no ocultaba de hecho su verdadera meta, la de preparar a la opinión pública para la restauración del Imperio. El P. d’Alzon, por entonces de viaje en París, no creyó necesario volver a tiempo y su ausencia, muy notada en las altas esferas, le costó, al parecer, la Legión de honor. No es de extrañar que el nuevo nombramiento del P. d’Alzon como Vicario General hecho por monseñor Plantier en 1855 se haya arrastrado por los despachos oficiales, acompañado de pareceres desfavorables. Pero a partir de 1859, con la política italiana del Emperador que desembocó en el desmembramiento de los Estados Pontificios, el P. d’Alzon, ultramontano de primera línea, manifestó abiertamente su hostilidad a Napoleón III, por razones religiosas ciertamente, pero también con tomas de posición políticas claras: peticiones, manifestaciones, candidatura a las elecciones cantorales en el Hérault contra el candidato oficial Marès (1861), 124 sermones ofensivos en Nimes que desataron un proceso judicial, reclutamiento de voluntarios para las tropas pontificias, apoyo enérgico a las acciones de monseñor Plantier denunciado por la propaganda oficial como el alborotador de Nimes. En 1863, la política de Napoleón III inició un acercamiento a la Iglesia por razones externas de búsqueda de apoyo ante la subida creciente de la oposición republicana y de la coalición de la unión liberal. Pero el nombramiento de Victor Duruy, anticlerical declarado, al puesto de Ministro de Instrucción Pública, y por otra parte la publicación del Syllabus en 1864, no eran hechos favorables a la reconciliación del clero con el régimen. La política internacional del emperador a partir de 1860 se volvió desastrosa: Napoleón III decepcionó las esperanzas de los italianos incluso tras la retirada de las tropas francesas de Roma (1864), emprendió una loca expedición militar a México que terminó con una retirada humillante (1867), dejó que Prusia amenazara las fronteras francesas después de Sadowa (1866), no consiguió de Bismarck compensación territorial alguna sobre el Rin y se dejó sorprender UN OPOSITOR IRREDUCTIBLE Y ULTRAMONTANO AL SEGUNDO IMPERIO (1852) por la candidatura del príncipe de Hohenzollern al trono de España. Una Francia aislada y mal preparada militarmente declaró a una Prusia fuertemente armada una desastrosa guerra perdida de antemano. Tras la capitulación de Sedán (1870), perdió su último apoyo, el ejército. Herido como todo el país en su orgullo patriótico, el P. d’Alzon se puso en manos de la Providencia, si no para un futuro mejor, al menos para un presente menos negro. Mi querido hijo: Todas las agitaciones de estos días me han impedido responderte1. Las tropas se han batido con fuerza toda la noche, pero no tenemos ninguna noticia; los periódicos están prohibidos y no sé si esta carta te llegará. He sabido por el joven de Cetto2, que ha cenado anoche en casa de su tío el g(ener)al Lawoestine3, que tenían la situación en mano. Parece incluso que están dejando que ésta se incremente, para golpear luego más fuertemente. Las tropas están furiosas y quieren tomarse la revancha del 48. El Consejo Superior será muy probablemente aplazado. Mañana sabremos la voluntad del Ministro4, porque hay que obedecer a esta altísima voluntad. Adiós, recemos para que Dios saque bien de todas estas cosas tan sombrías y tristes. Todo tuyo en Nuestro Señor. E. d’Alzon. Los representantes han sido todos liberados5. Carta a Esteban Pernet, París, 5 de diciembre de 1851, Lettres, t. I, p. 114-115. _______ 1 El golpe de Estado, cuidadosamente preparado en la sombra por Saint-Arnaud, Persigny y Morny, se desarrolló el 2 de diciembre de 1851, fecha simbólica, aniversario de la coronación de Napoleón Iº (1802) y de la victoria de Austerlitz (1804), que se adoptó finalmente después de que había sido fijada para el 20 de noviembre. 2 Contrariamente a lo que afirma el P. Touveneraud (Lettres, t, I, p. 114, nota 1), el joven de Cetto que tomaba lecciones en el colegio asuncionista del Faubourg Saint-Honoré, cuya familia estaba emparentada con los Polignac, no era el hijo del embajador de Baviera, sino el de un empleado o agregado de esta embajada. La historia ha retenido el nombre de un diplomático bávaro de Cetto, artífice de la Confederación del Rin, Antón Freiherr von Cetto (1756-1847): ver su biografía por Neri Daniela, ed. Thorbecke, 1993. Pero en 1851, según el Almanach National, el embajador de Baviera en París (calle d’Aguesseau, 15) se llamaba M. de Wenland. 125 UN OPOSITOR IRREDUCTIBLE Y ULTRAMONTANO AL SEGUNDO IMPERIO (1852) 3 General Anatole-Charles-Alexis Becelair, Marqués de La Woestine (1786-1870), senador en 1852 y gobernador des Invalides en París en 1863, que se casó efectivamente en 1806 con una tal Françoise-Henriette de Cetto. Esta pareja no tuvo hijos. 4 El Ministro de la Instrucción Pública y de Cultos en diciembre de 1851 es Hippolyte Fortoul (18111856). 5 216 parlamentarios fueron arrestados a partir del 2 de diciembre, todos progresivamente liberados; pero el balance humano de las jornadas comprendidas entre el 2 y el 15 de diciembre era más grave: una veintena de muertos en el ejército, al menos unos 300 civiles, unos 800 heridos, más de 2000 arrestos y más de 9500 deportados. Víctor Hugo eligió el destierro voluntario. Proporcionalmente las reacciones al golpe de Estado en las provincias fueron más vivas. Para ulterior reflexión e investigación Sobre el golpe de Estado del 2 de diciembre de 1851: - Henry GUILLEMIN, Le coup du 2 décembre, París, Gallimard, 1951, 478 p. - Luc WILLETTE, Le coup d’Etat du 2 décembre 1851 : la résistance républicaine au coup d’Etat, París, Montaigne, 1982, 223 p. - J. GOIRAND, Documents pour servir à l’histoire de l’insurrection du département du Gard contre le coup d’Etat du 2 décembre, Alès, Impr. de l’Union républicaine, 1883, 191 p. - Jean MAURAIN, La politique ecclésiastique du second Empire de 1852 à 1869, París, Alcan, 1930, p. 354-485. - Pierre TOUVENERAUD, A.A., La participation du P. d’Alzon à la défense des Etats pontificaux 1859-1863, en « Pages d’Archives », II (octubre de 1960), p. 385-410. - Jean TULARD (bajo la dirección de), Dictionnaire du Second Empire, París, Fayard, 1995, 1347 p. - Le P. d’Alzon défenseur des droits du Saint Siège (1859-1870) en Dossier sur la vie et les vertus d’Emmanuel d’Alzon, vol. II, t. II, p. 674-692. Para una lectura personalizada • ¿Qué deberes de discreción están obligados a respetar los clérigos en materia de elección o de preferencias políticas? • Las varias experiencias políticas del P. d’Alzon ¿te parecen acertadas? ¿Por qué? • ¿Qué convicciones pueden guiar tus preferencias políticas? ¿Puede iluminarlas el Evangelio? • ¿El compromiso eclesial no debería constituir una especie de freno para las pasiones políticas, los entusiasmos nacionales y patrióticos? 126 24 En el fondo de la querella “gaumista” (1853) N o está probado que el P. d'Alzon se haya encontrado con los dos hermanos sacerdotes Gaume, Jean-Alexis y Jean-Joseph, sino que solamente con el primero (Lettres, t. I, p. 50). Y sin embargo está claro que manifestó una comunión de pensamiento con ellos, sellada por el mismo fervor ultramontano. Jean-Joseph conoció la notoriedad cuando publicó en 1851 su libro manifiesto: Le ver rongeur des sociétés modernes ou le paganismo dans l’éducation [El gusano que carcome las sociedades modernas o el paganismo en la educación]. Ello le valió un sonoro altercado con su obispo, monseñor Dufêtre, de Nevers, y con monseñor Dupanloup, joven obispo de Orleáns. Apoyado por el cardenal Gousset de Reims, que le nombró Vicario General honorario de su diócesis, y por Louis Veuillot que tomó partido con armas y bagajes por él en el Univers, sostenía que el uso exclusivo de los autores paganos en los estudios clásicos era una de las causas de la decadencia de la sociedad cristiana. Deseaba que se introdujera el estudio de los Padres de la Iglesia, tanto griegos como latinos. Como sucede a menudo en las batallas ideológicas a la francesa, la exclusión cambió de campo; se defendió de manera absoluta la substitución total de los autores paganos por autores cristianos para las clases de humanidades. Solicitada la opinión de Roma, donde la presencia multiforme de la Antigüedad impregnaba toda la historia y su cultura, ésta intervino en un sentido más mesurado proponiendo en la encíclica Inter multiplices (1854) una juiciosa 127 EN EL FONDO DE LA QUERELLA “GAUMISTA” (1853) dosificación o mezcla. El P. d’Alzon, a quien todas las cuestiones de educación le apasionaban, no pretendía excluir de los estudios clásicos en su colegio todo contacto literario con los autores paganos. Partidario por cierto de una reforma que incluyera la doble herencia, había propuesto en las columnas de la Revue de l’enseignement chrétien un proyecto de publicación de autores cristianos en Nimes. Jules Monnier fue uno de los primeros que produjo unos cuadernillos, en 1851-1852, presentando textos latinos sacados de los Padres de la Iglesia (Ambrosio, Lactancio, Avit). Por su parte Germer-Durand preveía una publicación semejante de seis colecciones de textos griegos. Pero del círculo de los entendidos, la querella de los clásicos había transcendido ya al gran público. Un canónigo de Autun, el abate Landriot, propuesto para obispo de La Rochelle en 1856, publicó en 1852 una voluminosa obra sobre la misma controversia, titulada Examen crítico de las Cartas del abate Gaume sobre el paganismo en la educación, tras haber producido en 1851 Investigaciones históricas sobre las escuelas literarias del Cristianismo, con observaciones sobre “le Ver rongeur” [El gusano que carcome]. Con monseñor Dupanloup, otro fino experto dentro del mundo de la educación católica, la querella volvía a cobrar actualidad a causa de una carta pastoral: de una cuestión de escuela pasaba a ser un problema de Iglesia. Apoyándose en la tradición de la Iglesia, Dupanloup privilegiaba una interpretación cristiana de las obras paganas a partir del Concilio de Trento. Por otra parte, de los mismos textos y de las mismas autoridades, los Padres de la Iglesia, se podían defender las dos tesis absolutamente contrarias. Hasta que sobrevino un apaciguamiento deseable para imponer a los extremistas de ambos bandos un punto de vista lógicamente complementario (Roma locuta causa finita) dotado de un buen sentido práctico. Roma puso fin en 1854 a una controversia cuyos excesos terminaban por perjudicar los intereses católicos mismos. Señor abate Mil agradecimientos por el relato de su viaje a Roma1, que ha tenido a bien comunicarme. Hele aquí vengado más allá de lo que 128 EN EL FONDO DE LA QUERELLA “GAUMISTA” (1853) hubiera podido esperar, y vengado como un sacerdote de Jesucristo puede serlo. Esta carta del Papa es un acontecimiento para los estudios2. Comprendo que usted no quería darle una excesiva publicidad. Sin embargo algo tendrá que trascender. Piense que sus esfuerzos serán ahora legitimados contra todos los ataques de los partidarios del antiguo sistema. Desearía hacerle una pregunta, si no resultara indiscreta. ¿Dónde va a plantar ahora su tienda? ¿Se vuelve a Nevers3?¿Se va a dedicar a poner por obra sus principios ahora victoriosos? ¡Vea lo que me permito indagar! Acepte, señor abate, el homenaje de mis sentimientos más respetuosos y más devotos. E. d’Alzon. ¿Y en qué queda nuestro proyecto de Universidad católica4? Carta al abate Gaume, Nimes, 11 de abril de 1853, Lettres, t. I, p. 259-260. _______ El abate Jean-Joseph Gaume (1802-1879) es un sacerdote nativo de la diócesis de Besançon, que pasó al servicio de la diócesis de Nevers (1827); fue Vicario General (1843-1852) y residió luego en París donde su hermano el abate Jean-Alexis era Vicario General de monseñor Affre y luego de monseñor Sibour (1842-1856). Es autor de numerosas obras entre ellas el famoso Ver rongeur des sociétés modernes, que disparó la mencionada querella “gaumista”. 1 No poseemos actualmente el relato del viaje a Roma del abate Gaume. En 1843-1844 había cumplido ya un largo tiempo viviendo en Roma, había sido recibido por Gregorio XVI y publicó una obra: Les Trois Rome, 4 volúmenes, 1847. 2 A petición del abate, Pío IX le mandó por mediación de su secretario, monseñor Fioramonti, una carta que no conocemos sino indirectamente por los extractos reproducidos en una correspondencia del abate con el cardenal de Reims, monseñor Gousset (18 de marzo de 1853), donde sólo figuran los elogios y los estímulos del Papa, pero no sus reservas. La encíclica de Pío IX Inter multiplices, fechada en Roma el 21 de marzo de 1853, no fue publicada en el Univers hasta el 11 de abril de 1853. 3 El abate Gaume, visto con frialdad por monseñor Sibour en París, volvió a la capital para entregarse a sus numerosos trabajos de edición en la casa editora fundada con sus hermanos, en la calle de Cassette nº 4. En 1872 Roma le confió la dirección de la Obra Apostólica y le dio el título de protonotario apostólico. 4 ¿Proyecto de Universidad católica? El P. d’Alzon era un convencido adepto, que ya en el mes de agosto de 1851 había lanzado en Nimes el ambicioso proyecto del inicio de una Universidad de San 129 EN EL FONDO DE LA QUERELLA “GAUMISTA” (1853) Agustín, establecimiento de altos estudios literarios, científicos y teológicos, también el desarrollo de una Escuela preparatoria para las grandes escuelas del Estado, una Escuela Normal para la formación de maestros y la Revue de l’enseignement chrétien. Las Universidades católicas en Francia no verán la luz hasta 1875 tras la adopción de la ley Laboulaye. Para ulterior reflexión e investigación Sobre la querella de autores clásicos y paganos: - La querella “gaumista” desbordó al otro lado del Atlántico hasta las riveras del río San Lorenzo: ver las obras de Alexis PELLETIER y de HenriRaymond CASGRAIN en Quebec. - Daniel MOULINET, Les classiques païens dans les collèges catholiques? Le combat de Mgr Gaume, Cerf, 1995, 496 p. (col.: Histoire religieuse de la France). - Gérard CHOLVY y Nadine-Josette CHALINE, L’enseignement catholique en France aux XIXe et XXe siècles, Cerf, 1995, 296 p. (col.: Histoire religieuse de la France). Para una lectura personalizada • ¿Comprendes las querellas de opinión, de sensibilidad y de tendencias en la Iglesia? ¿Hasta qué punto te parecen legítimas y benéficas? • El papado bajo Pío IX dio numerosas pruebas de aprobación y de aliento al partido ultramontano en Francia. ¿Cómo se manifestaba esto? • El partido galicano y liberal, representado sobre todo por monseñor Dupanloup, no se quedó inactivo por su parte. ¿Cuáles eran según tú los verdaderos desafíos de los enfrentamientos detrás de los combates de pluma y los recursos a Roma? • ¿Por qué y cómo según tu parecer el P. d’Alzon, seducido en su juventud por las ideas menesianas, evolucionó hacia un ultramontanismo intransigente y a veces agresivo? 130 25 Los quebrantos de salud (1854) P ese a la opinión de Léon Daudet que calificaba al siglo XIX de estúpido, éste ha sido un gran siglo para la medicina en general y la cirugía en particular, la reina de las aplicaciones y de los experimentos de esa Facultad: los trabajos de Virchow, Darwin, Claude Bernard, Chatin, Pasteur, Pollender, Schow, Charcot y de Vulpian, para no citar más que algunos entre tantos otros, han hecho progresar estas disciplinas que seguían siendo hasta entonces muy empíricas. No se puede decir que las guerras sean un progreso moral para la humanidad, y sin embargo todas las batallas de las que está llena la historia humana han sido a su manera lugares y acontecimientos con consecuencias humanitarias capitales. Pensemos en la generalización de la anestesia, puesta a punto en los Estados Unidos y practicada ampliamente tras las carnicerías de la guerra de Secesión, evoquemos las pesadillas de Henri Dunant después de Solferino que le impulsaron a poner las bases de la Cruz Roja y pensemos ya en las proezas realizadas por Larrey en los campos de batalla en tiempos de Napoleón Iº. Como cualquier mortal, el P. d’Alzon pagó su tributo a la enfermedad. Aunque de constitución sólida, despilfarró muy pronto y muy rápidamente su capital de salud, según sus propias palabras, maltratando a su organismo mediante comidas expeditivas, un tren de vida llevado a mata caballo en todos los caminos y en todos los tiempos, horas de sueño recortadas y acumulación de nerviosismo del que su entorno sufrió sin duda las consecuencias. Leyendo de cerca los testimonios de su correspondencia uno se deja ganar 131 LOS QUEBRANTOS DE SALUD (1854) rápidamente por la impresión de un acelerado desgaste y por la realidad de dolorosos y continuos malestares, entre los cuales fuertes migrañas. Los dientes y el estómago fueron sus puntos débiles, curados o aliviados por la farmacopea de entonces: leche de burra, píldoras de opio e infusiones de toda laya, sin contar las consabidas sangrías, sanguijuelas y otras vejigatorias. Pero en mayo de 1854 la enfermedad fue mucho más grave con una seria alerta de amenaza de hemiplejía. El P. d’Alzon tuvo entonces que aceptar un tratamiento apropiado de larga duración: más reposo, estaciones de cura en aguas termales, algunos cuidados especiales, a la espera de poder volver a montar en su cabalgadura. En tales circunstancias descubrió lo benéfico de las aguas de Lamaloules-bains, una estación termal todavía desconocida que trataba de desarrollar su amigo y médico, el Doctor Privat. María Eugenia de Jesús tenía costumbre de ir a las termas de Cauterets en los Pirineos. El P. d’Alzon frecuentó Vichy, en el Macizo Central (1854), o Bagnères de Bigorre, en los Pirineos (1868), pero Lamalou era su preferida a causa del buen efecto medicinal que le hacían sus aguas, sin olvidar las de Cauvalat en el Vigán. La Asunción nunca ha carecido de médicos, quizá algún día, uno de ellos se entregue seriamente a un estudio clínico profundo, aunque sea retrospectivo, sobre la salud del Fundador. Lamalou es en todo caso el lugar privilegiado por excelencia donde el P. d’Alzon afinó los capítulos del Directorio (1859) y de donde salieron las famosas cartas a las Adoratrices, especie de meditaciones en que el enfermo que él era supo abstraerse de su mal para profundizar en ese misterio inagotable haciendo una lectura espiritual del sufrimiento. Mi querida Madre: En fin, estoy mal, y en cama, tras algunos golpecitos de sangre que no son nada, pero que quiero impedir que lleguen a ser graves. Estoy constantemente adormilado y el joven que tiene la pluma1 ha estado velando toda la noche a una marmota. Me han hecho una aplicación bastante fuerte de sanguijuelas y me van a administrar algunas medicinas. En una palabra, si intento levantarme, me caigo al suelo sin sentirme mal; por eso prefiero la posición horizontal a todas las demás. 132 LOS QUEBRANTOS DE SALUD (1854) Voy a intentar escribir en regla una nota para la señorita P[élissier] 2. Por favor diga a la señora de Gastebois3 que no le podré responder durante algún tiempo. ¿Sería usted tan buena para decirle al señor Poujoulat4 el motivo por el que no le respondo? El señor Roux-Lavergne5 se encargará de su artículo. Mi médico quiere enviarme a Vichy. Está persuadido de que necesito muchísimo reposo y una absoluta abstracción de mis preocupaciones ordinarias. Tendría otras cosas que decirle, pero la cabeza me duele demasiado en este momento, y aquí me detengo. Adiós, mi querida hija. Creo que estoy bastante afectado. Hoy hace treinta años que tuve algo parecido6. E. d’Alzon. Carta a la Madre María Eugenia de Jesús, Nimes, 20 de mayo de 1854, Lettres, t. I, p. 430. _______ 1 Esta carta fue dictada por el P. d’Alzon a su secretario ocasional, el Hermano Marie-Joseph Lévy (1833-1879). 2 Señorita Amélie de Pélissier, dirigida espiritual del P. d’Alzon, que en abril de 1856 pasa a ser por matrimonio la señora Louis-Joseph-Josías de Gaillard d’Escures (+1919). La boda tuvo lugar en la capilla de las Religiosas de la Asunción en Chaillot. 3 Señora de Gastebois es miembro de la Orden Tercera de la Asunción de París, de la que fue algún tiempo priora. 4 Jean-Joseph-François Poujoulat (1800-1880) es un escritor y periodista, que fue diputado en 18481849, editor de las cartas de San Agustín y de Bossuet especialmente. Se casó con una pariente de la Madre María Eugenia de Jesús, Marie Foulon (+ 1856). 133 LOS QUEBRANTOS DE SALUD (1854) 5 Pierre-Célestin Roux-Lavergne (1802-1874), filósofo, doctor en letras, autor de algunos libros, diputado en 1848, redactor del Univers, ordenado sacerdote después de enviudar (1855), algún tiempo profesor del colegio de la Asunción en Nimes. 6 El P. d’Alzon alude a su enfermedad del 20 de mayo de 1824, día en que debía haber hecho la primera comunión en París, aplazada a más tarde. Para ulterior reflexión e investigación Sobre la salud del P. d’Alzon y la medicina del siglo XIX: - André FAVARD, Emmanuel d’Alzon à Lamalou. Evocation sonore, junio de 1991, 4 p. - André FAVARD, Lamalou-les-Bains. Il y a 130 ans: Emmanuel d’Alzon, en « Midi Libre », 7 de julio de 1987. El texto de este artículo ha sido reproducido en « À travers la Province », nº 52 (1987), p. 8-9. - Nouveau dictionnaire de médicine et de chirurgie pratiques, bajo la dirección del Dr. JACCOUD, París, ed. Baillière, publicado entre 1864 y 1886, 40 vol. - Dominique LECOURT, Dictionnaire de la pensée médicale, París, P.U.F. Quadrige, 2004. - Jean-Charles SOURNIA, Histoire de la médicine, La Découverte, 2004 (reedición). - Louis DULIEU, La médicine à Montpellier du XIIème au XXème siècle, París, P.U.F., 1988, 6 tomos. Para una lectura personalizada • ¿Qué idea te haces de la medicina y de los medicamentos del siglo XIX? • Para un enfermo amenazado de hemiplejía, ¿no te parece que el P. d’Alzon conserva toda su lucidez y permanece todavía fuertemente pendiente de sus preocupaciones ordinarias? • ¿Qué ventajas corporales y espirituales sacó el P. d’Alzon de sus curas de aguas termales en Lamalou-les-Bains? ¿Qué lazos estableces tú entre curación y salud? • El P. d’Alzon recurrió en su vida a numerosos médicos, aunque sus más cercanos le hayan reprochado que no se preocupara suficientemente de su salud. Para un religioso apostólico, ¿la salud es sólo un capital a despilfarrar? 134 26 Un nuevo obispo en Nimes, monseñor Plantier (1855) E l nombramiento del abate Plantier para la sede de Nimes fue una sorpresa dolorosa para el P. d’Alzon, Vicario General de su predecesor, monseñor Cart, y Vicario Capitular durante el interim. La reputación de predicador un tanto mundano del nuevo obispo y su figura supuestamente galicana en el momento de su promoción episcopal, –lo que provocó además algunas reservas por parte de Roma–, dejaban en la sombra muchas de sus cualidades, destacadas sin embargo por monseñor Mioland, por el cardenal Donnet y por monseñor Lyonnet. Nombrado por decreto imperial el 30 de agosto de 1855, preconizado el 28 de septiembre, monseñor Plantier fue consagrado el 18 de noviembre siguiente en la primacial de San Juan de Lyon por el cardenal de Bonald. En la carta que el P. d’Alzon le dirigió el 18 de septiembre de 1855, había bajo los efluvios elogiosos consabidos la sombra de cierta reticencia, de una lección y de una amonestación preventivas: “Conocemos ya, monseñor, el éxito que Dios da a su palabra, y nos felicitamos al pensar que usted podrá emplearla con las mismas bendiciones en una diócesis en que vuestro santo predecesor nos había acostumbrado a predicaciones apostólicas y frecuentes. Encontrará una diócesis en que la obediencia de los sacerdotes a su obispo se hacía fácil, porque el obispo se gloriaba de predicar con el ejemplo mediante su sumisión filial a las órdenes y a todas las intenciones del Soberano Pontífice. Nuestros católicos son ardorosos y generosos; los protestantes 135 UN NUEVO OBISPO EN NIMES, MONSEÑOR PLANTIER (1855) tambaleantes; con un campo así preparado, un apóstol como usted, Monseñor, puede llegar con las mayores esperanzas”. El P. d’Alzon pensó incluso en dimitir de su puesto, pero tuvo la lealtad y la paciencia, antes de cualquier gesto llamativo o temperamental, de verificar la legitimidad de sus aprensiones y de pasarlas por la criba de la experiencia vivida en contacto con el nuevo obispo. Ahora bien éste, pese a todas las presiones contrarias, mantuvo al P. d’Alzon en su puesto de Vicario General, como si quisiera apuntarse abiertamente a la causa ultramontana. La franqueza y el sentido católico de estos dos hombres hizo el resto: se hicieron amigos el servicio de la Iglesia local de Nimes, cada cual a su manera y según su temperamento, pero en perfecta comunión con la Sede apostólica amenazada a partir de 1859 en su libertad. Monseñor Plantier se distinguió sobre todo por su obra doctrinal, que hizo de él ciertamente uno de los obispos más importantes de su tiempo por sus escritos, abundantes y densos. Tenía arrestos para invitar al Emperador en 1860 a que modificara su Mi querida hija 136 política frente al papado, recordándole el enojoso precedente de Napoleón Iº y su humillante destierro en Santa Elena; no temió en 1861 tomar la pluma para denunciar las medidas tomadas por Persigny contra la Sociedad de San Vicente de Paúl y en 1863 para replicar vigorosamente, en una carta pastoral muy comentada, a los ataques racionalistas de Renan que había publicado su Vida de Jesús ese mismo año de 1863. En 1862, rompió con el Imperio, lo que le valió el más absoluto ostracismo por parte de la administración hasta 1869 y el mote por parte del Emperador de alborotador de Nimes. Aunque el abate Deplace se empeñó en denunciar supuestas presiones que el partido ultramontano, d’Alzon a la cabeza, hubiera ejercido sobre su obispo, este último mantuvo claramente su línea de conducta: apoyo sin fisuras a Roma, participación con la mayoría en el Concilio en favor de la definición de la infalibilidad. En mayo de 1875, el P. d’Alzon no sólo lloraba a un amigo, sino que perdió a un auténtico maestro. UN NUEVO OBISPO EN NIMES, MONSEÑOR PLANTIER (1855) Su carta de ayer me fue entregada en el preciso momento en que iba a sentarme a la mesa. Vuestro comisionado no quería perder el ómnibus de las doce y media; he ahí por qué sólo le escribí dos palabras. Tuve sin embargo la posibilidad de reflexionar, mientras almorzaba, y entonces quedé convencido de que no tenemos otra solución que la de dejar hacer. La ordenanza está en el Monitor. Pero aunque así no fuese, ¿de qué sirve debatirse contra un hecho, triste sin duda, pero del que podemos sacar buen partido? El abate Plantier1 se pondrá en no pocos aprietos si quiere distanciarse de nosotros; y si se nos acerca, quizá haga por fuerza un bien que un ultramontano no hubiera hecho. La diócesis es demasiado romana para poder hacerle mella antes de mucho tiempo. ¡Quien viva verá! Me parece que estoy en bastante buena disposición; quiero que sea perfecta. Quizá Dios quiere que yo sufra aún por ciertos aspectos que desconozco. Nuestro retiro marcha bastante bien2. Lamento que los fuertes dolores de cabeza me impidan hablar como hubiera deseado. Nos ha llegado un eclesiástico para ser religioso3, estoy bastante contento de él. Quizá le impongamos el capuchón, al mismo tiempo que al señor Cusse, del que le he hablado a menudo. Mi única impresión por el momento, es que debo amar mucho el desprecio y la humillación, que debo dejar de lado las preocupaciones de construcciones4, para ocuparme ante todo de edificar la casa espiritual. Celebro la misa mejor que de costumbre, pero tengo una sequedad que da miedo. ¡Así sea! Adiós, mi queridísima hija. No tengo ningún reparo en decirle estas breves palabras. Todos vienen a verme y yo no voy a ver a nadie. Todo suyo en Nuestro Señor. E. d’Alzon. Carta a la Madre María Eugenia de Jesús, París, 7 de septiembre de 1855, Lettres, t. I, p. 589-590. _______ 1 El abate Claude-Henri-Augustin Plantier (1813-1875), nacido en Ceyzerieu (Ain), ordenado sacerdote en 1837, miembro de la institución de los Cartujos desde 1831 (de los misioneros diocesanos de Lyon), profesor de una cátedra de hebreo en la Facultad de Teología de Lyón (1838), autor de obras exegéticas, predicador renombrado, Vicario General de Lyón (1855), recomendado para 137 UN NUEVO OBISPO EN NIMES, MONSEÑOR PLANTIER (1855) el episcopado por monseñor Mioland, el cardenal Donet y monseñor Lyonnet, nombrado a la sede episcopal de Nimes el 30 de agosto de 1855. 2 Del 7 al 14 de septiembre de 1855 el P. d’Alzon predica un retiro a los religiosos de Clichy. 3 Sin tener mayor precisión, podemos pensar ya sea en el abate Ambroise, por entonces sacerdote postulante, o bien en el abate Bagès, sacerdote novicio en 1854. ¿Pero estas dos designaciones no recubrirán a la misma persona? 4 ¡Las preocupaciones de construcciones deben ser una especie de enfermedad congénita o infantil de la Asunción! Por entonces se quería construir en Nimes y en Clichy, lo mismo que entre las Religiosas en Auteuil y pronto en Nimes. Es bien conocido el adagio, en toda época: qui bâtit, pâtit (el que construye, sufre). Para ulterior reflexión e investigación Sobre monseñor Plantier y la diócesis de Nimes: - Abate Jules CLASTRON, Mgr. Plantier évêque de Nîmes, París-Poitiers, ed. Oudin, 1882. - Marcel BRUYÈRE, Mgr. Plantier évêque de Nîmes (1813-1875). L’activité apostolique d’un évêque sous le Second Empire, Lyón-París, 1925. - R. SAUZET, Contre-Réforme et Réforme catholique en Bas-Languedoc. Le diocèse de Nîmes au XVIIème siècle, París-Lovaina, Nauwelaerts, 1979. - Alexandre-Charles GERMAIN, Histoire de l’Eglise de Nîmes, Nimes, 1842. - Le P. d’Alzon vicaire général de Mgr. Plantier (1855-1875), en Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II, t. II, p. 730-757. - Lettres d’Alzon, t. II, p. 68, nota 1. Para una lectura personalizada • Para expresar un juicio ponderado sobre alguien, ¿no es preferible esperar la prueba de los hechos sin dejarse impresionar demasiado por los rumores y los prejuicios? • La actitud del P. d’Alzon, pese al sentimiento de tristeza expresado en el momento del anuncio de este nombramiento, ¿no está de hecho basada en un abandono sobrenatural a la Providencia? • Los hechos prueban que el P. d’Alzon supo superar sus aprensiones iniciales para trabajar en confianza con monseñor Plantier. ¿En tu opinión qué es lo que explicaría este cambio de actitud por ambas partes? • ¿Cómo aprendes a dominar tus impresiones, tus sentimientos o tus humores ante el anuncio de ciertos nombramientos o elecciones en la Iglesia? 138 27 Continuas dificultades en Nimes (1856) L os años 1855-1857 fueron especialmente dolorosos para el P. d’Alzon. Además del cuidado de su quebrantada salud, hubo de enfrentar una grave crisis financiera en el colegio de Nimes. Una primera causa hay que buscarla en una coyuntura económica desfavorable a partir del año 1848. El P. d’Alzon que vivía de su sueldo como Vicario General y de una pensión concedida por su familia (esta última cuidadosamente contabilizada como adelanto sobre la herencia), tenía que afrontar gastos financieros crecientes que no podían cubrir sus ingresos, incluso aumentados con otros dones. Para tomar a su cargo el colegio de Nimes había tenido que pedir préstamos y endeudarse. Había tomado sus precauciones para ocultar a su familia una segunda fundación asuncionista en París, que fue abierta a nombre del P. Charles Laurent y no al suyo, entendiéndose con la Madre María Eugenia de Jesús para los primeros gastos. ¡Su correspondencia sobre el tema se parece más a documentos de gente de negocios que a consultas espirituales! Pero ahogado financieramente, tuvo que recurrir una vez más a la caja familiar; pero esta vez el viento había cambiado. La señora d’Alzon, que era la dueña de la fortuna familiar, ya no estaba predispuesta tan generosamente con él: su hijo que le costaba más que dos holgazanes le parecía sumergido en un torbellino de negocios desastrosos y se había 139 CONTINUAS DIFICULTADES EN NIMES (1856) alejado ostensiblemente en el plano político de la línea recta legitimista que prevalecía en Lavagnac. El abate, que además se había embarcado en la fundación de una Congregación, ¿no iba a comerse los ahorros familiares y dejar a sus dos hermanas despojadas de la herencia? El P. d’Alzon tuvo que oír estos duros reproches, aderezados con una acusación apenas velada de incapacidad económica. Para ceder a una nueva petición, la señora d’Alzon puso condiciones: venta o cesión del colegio de Nimes, nombramiento de un consultor experto (señor Devès) para la liquidación y tutela impuesta al ¡hijo pródigo! El P. d’Alzon, humillado, tuvo que soltar lastre. De 1855 a 1857 buscó varias soluciones: abandonar Nimes e irse a París (que era el deseo más querido de la Madre María Eugenia de Jesús: ella hubiera tenido así a su director espiritual a mano), instalar su colegio en Beaucaire o construir otro más modesto en el terreno del patronato de Nimes. Consiguió en este contexto la venta por parte de sus padres de una propiedad rural en El Vigán (Anglas) y la agregación de un segundo experto financiero, el 140 abate Berthomieu, más favorable a sus aspiraciones. La situación se hizo insostenible. ¡La Señora d’Alzon amenazó con hacer intervenir a un escribano e incluso al Nuncio! So pretexto de razones de salud, el P. d’Alzon se ausentó de Nimes casi todo el año 1857 para instalarse provisionalmente en Auteuil en la casa de las Religiosas que construían allí su convento. Al menos podía seguir desde allí con más calma a la nueva comunidad del colegio de Clichy, organizar un noviciado más regular que el de Nimes, demasiado inmerso en los problemas del colegio, y mantener un sólido lazo con las Religiosas que se mostraban tan solidarias y fraternas con él. En octubre de 1857, las negociaciones concernientes al colegio, entre su familia y los accionistas, encontraron una solución que se consideró equitativa: el P. d'Alzon fue liberado de toda responsabilidad financiera asumiendo sólo la responsabilidad moral. Volvió a instalarse en Nimes de manera estable y retomó el ejercicio de su Vicariato; monseñor Plantier se había mostrado muy comprensivo respecto de su prolongada ausencia. Pero esto no significó ni el final del martirio de los CONTINUAS DIFICULTADES EN NIMES (1856) escudos, ni el de la fundación de pausa en el curso de una una Congregación, ni el del yugo existencia llevada a todo galope. vicarial; todo lo más fue una La carta que acabo de recibir de usted por medio de la señora Durand1, eso creo, me alegra enormemente. ¡Qué palabra! Mi decisión está tomada, no retrocederé2, a menos de uno de esos golpes de [la] Providencia como los que no hay que esperar. Podría dejar aquí al P. Brun3 y al P. Mauviel4 en el patronato. En fin, veremos, y quien viva verá. El día en que tomé mi gran resolución, cayó en mis manos una imagen de Dusseldorf, que recibí de usted probablemente, y que representa al Ecce homo de pie, con las palabras de San Juan: Ecce rex vester, que ellos han desnaturalizado. Pero poco importa. Creo que eso es lo que necesito: la imitación de la debilidad, de la humillación y del sufrimiento de un rey semejante. Lo que me apena5 más es ¡no poder conservarle este sagrario! Usted me guardará la imagen de la Santísima Virgen6. Sor M.-Walburge ha llorado la partida de Sor M.-Elisabeth, pero le aseguro que yo la encuentro admirable en el olvido de sí con todas sus Hermanas, y en la obediencia a usted. El miedo a desobedecerle le preocupa constantemente y es el punto sobre el que más me consulta. Desde entonces me parece más alegre y contenta, y siempre con la misma rectitud. Como desde hace algún tiempo se abre más sencillamente conmigo, o juega un juego muy finamente, o le puedo asegurar que no ha dado a Sor Elisabeth sino lo que convenía de llorar para ayudarle a partir con menos pena. A distancia se puede uno equivocar. Por mi parte, creo que Sor M.-Walburge hace grandísimos esfuerzos, con Sor M.-Augustine sobre todo. He tenido esta mañana con ella una larguísima conversación sobre la necesidad de pasar de las teorías a la práctica. He podido hablarle de sus defectos; sacrifica fácilmente sus lecturas a la oración y me ha prometido luchar contra sí misma7. El abate Mermillod8 me ha escrito. Me espera. No podré ir a Ginebra hasta el 20, a causa de la venta de Anglas. Adiós. Voy al oficio. [E. d’Alzon] Carta a la Madre María Eugenia de Jesús, 141 CONTINUAS DIFICULTADES EN NIMES (1856) Nimes, 30 de octubre de 1856, Lettres, t. II, p. 145-146. 142 CONTINUAS DIFICULTADES EN NIMES (1856) _______ 1 Cécile Germer-Durand. De viaje a París, los Germer-Durand hacían un alto para visitar a sus parientes en Boulogne-Billancourt. 2 Desde la crisis financiera de los años 1848-1849, la situación del colegio de Nimes se hizo muy crítica. Los padres del P. d’Alzon accedían a entregar a su hijo dinero fresco, como adelanto sobre la herencia, al vender una propiedad en El Vigán, Anglas, pero imponían condiciones draconianas que el P. d’Alzon no podía aceptar, como la de retirarse del colegio. La crisis duró hasta junio de 1858. Hippolyte Saugrain propuso la creación de una sociedad de accionistas que se hacían propietarios del colegio. 3 Henri Brun (1821-1895), uno de los cinco primeros Asuncionistas profesos en 1850, profesor, misionero en Australia (1862-1873), fundador de la Asunción en los Estados Unidos en 1891. 4 Prosper Mauviel (1830-1892), sacerdote de la diócesis de Montauban, conocido en París en el colegio de Clichy-la-Garenne, entró en la Asunción en 1857, pero volvió a su diócesis en 1859. 5 Del antiguo francés: poindre: hacer sufrir. 6 Père Jean Gourbeillon, O.S.B. (1814-1895), a veces llamado Jehan de Solesmes, sacerdote en 1844. En 1841, enviado al priorato parisino de Saint-Germain, trabajó en el taller de un tal señor Bion donde aprendió escultura. El P. d’Alzon le había comprado una de la Santísima Virgen para la capilla del colegio. 7 Las Religiosas de la Asunción habían fundado un priorato en Nimes en 1855, siendo el P. d’Alzon su superior eclesiástico según las normas de entonces. En 1856 hubo cambios en la comunidad: Sor Marie-Elisabeth de Balincourt (1823-1900) había sido llamada a París y remplazada por Sor MarieAugustine Bévier (1816-1895), una maestra de estudios muy notable pero de carácter difícil. La superiora de la comunidad, entonces situada en la calle Roussy, seguía siendo Sor Marie-Walburge Howly (1826-1910). 8 Eclesiástico suizo, el abate Gaspard Mermillod (1824-1892) era entonces párroco de Ginebra, promovido a obispo de Hebrón en 1864, auxiliar de monseñor Marilley, Vicario Apostólico de Ginebra en 1873, expulsado de Suiza, obispo de Lausana y Ginebra en 1883, creado cardenal en 1890. Se trataba por entonces de fundar una comunidad asuncionista en Ferney-Voltaire donde el párroco, el abate François-Denis Martin (1814-1877) manifestaba intenciones de entrar en la Congregación. 143 CONTINUAS DIFICULTADES EN NIMES (1856) Para ulterior reflexión e investigación Sobre las Religiosas de la Asunción: - Les origines de l’Assomption. Souvenirs de famille, Tours, Mame, t. I y II (1898), t. III (1900) y IV (1902). - Gaëtan BERNOVILLE, Les Religieuses de l‘Assomption, Grasset, t. I (1948) y t, II (1951). - Les Origines de la Famille de l‘Assomption, Fondateurs et Fondatrices, Fondations, Intuitions, Relations et Différends, Actes du Colloque InterAssomption, Paris 2004, ed. Bayard, 2005, 472 p. (col.: Recherches Assomption, nº 3). [Traducción en inglés y castellano]. - Thérèse-Maylis TOUJOUSE, R.A., Marie-Eugénie et le Père d’Alzon : Intuitions communes, influences réciproques?, París, 1988, 90 p. (Etudes d’Archives, nº 4). - Le P. d’Alzon et les Religieuses de l’Assomption (1845-1855) en Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II, t. II, p. 608-627. Sobre el colegio de Nimes: - Louis SECONDY, L’enseignement secondaire libre dans l’Académie de Montpellier (1854-1924), 1974. - Louis SECONDY, Aux origines de la maison de l’Assomption à Nîmes (1844-1853), en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXème siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 233-258. - Le P. d’Alzon et la maison de l’Assomption à Nîmes (1846-1857) en Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II, t. I, p. 467-521. Para una lectura personalizada • ¿No tenía el P. d’Alzon demasiadas cargas sobre sus espaldas? La crisis financiera del colegio de la Asunción, ¿no tenía más causas que su pretendida inexperiencia económica y su legendaria prodigalidad? • ¿Cómo se pudo construir financieramente la Asunción? ¿De dónde podía venir el dinero? • ¿Tuvo el P. d’Alzon dificultades como superior eclesiástico de las Religiosas de la Asunción en Nimes? ¿Por qué? • ¿La Asunción no sufría sobre todo de tener demasiados proyectos y pocos hombres? ¿Ha cambiado esto en nuestros días, según tú? 144 28 El Decreto de alabanza para la Asunción (1857) T oda Congregación nace diocesana, es decir, en concreto, con la aprobación de un obispo. Ha de pasar por la prueba del tiempo y de la duración para acceder al status de derecho pontificio si lo desea y si acaricia una ambición apostólica fuera de su cuna de origen. Para ello, Roma le enseña y le impone, además de la santa paciencia, el recorrido del guerrero: recoger el testimonio favorable de al menos tres obispos de tres diócesis diferentes donde la Congregación esté implantada. El P. d’Alzon, pese al deseo de dirigirse directamente al Papa Pío IX y gracias a juiciosos canonistas que le aconsejaron seguir la vía jerárquica normal, no atropelló las dulces costumbres romanas. Se dirigió a monseñor Cart, su superior inmediato en Nimes, a monseñor Sibour, que había aceptado en 1851 en su territorio de París a la comunidad del colegio del barrio Saint-Honoré, y aconsejado por la Madre María Eugenia de Jesús, al cardenal Gousset de Reims, amigo de las Religiosas, y también a monseñor de La Bouillerie, obispo de Carcasona (Lettres, t. II, p. 67-68, nota 1). Tres obispos hicieron en 1854 en su debida forma la carta de recomendación, tres autógrafos piadosamente conservados todavía hoy en un sobre de la Congregación romana para los Institutos religiosos. La gestión tuvo su resolución positiva el 1º de mayo de 1857: la Congregación romana llamada entonces de los Obispos y de los Regulares concedió a la Asunción 146 EL DECRETO DE ALABANZA PARA LA ASUNCIÓN (1857) el Decreto de alabanza tan deseado y para el que el joven François Picard, comisionado por el P. d’Alzon, no había ahorrado esfuerzos. Pasa lo mismo hoy día cuando se trata de conseguir un documento oficial en las altas esferas: hay que saber pasar tiempo en la antecámara, honrar a los prelados con visitas amistosas y, sin dejar de recordarles discretamente el objeto de la petición, ¡no mostrarse sobre todo demasiado ansioso por recibir la respuesta! Como su nombre lo indica, este decreto no tiene más valor que el dar ánimos; sólo precede a otra etapa que requiere la misma destreza para su obtención, el Decreto de aprobación. El P. d’Alzon, a quien se tacha a menudo de apresurado, se apresuró lentamente para conseguir este segundo favor, concedido el 26 de noviembre de 1864. Comportaba sin embargo el carácter de provisional porque no incluía el texto de las Constituciones, presentadas ad experimentum. Es sabido que en Roma, como en todas partes, lo provisorio puede durar mucho tiempo. Es cierto que la Congregación como tal ya podía presentarse como “aceptada” en las listas oficiales, sin embargo el Fundador murió en 1880 sin que sus Constituciones fueren definitivamente aprobadas. Se sabe que iban a sufrir, después del martirio de las chaillotadas, muchos otros arreglos y enmiendas, para ser debidamente registradas mediante aprobación pontificia solamente en 1923. El P. d’Alzon había muerto a los 70 años, su Congregación recibía su acta de bautismo o de consagración oficial a los 78 años. Quiera Dios, después de su santa Iglesia, darle la promesa de vida que sonrió a Melquisedec sobre esta tierra de elección por excelencia que es la misión sin fronteras. No le he escrito, mi querida hija, porque no creía poder informarle de nada y porque solamente en el momento de partir para las Santas [Marías] 1 he recibido la carta que adjunto. Heme aquí de vuelta desde hace algunas horas, muy triste con la tristeza que ha debido de causarle la muerte de Sor M.-Kostka2. Le confieso sin embargo que no me apena tanto el hecho de que usted no haya estado a su lado en su último suspiro. Sor T [hérèse]-Em[Manuel] la asistió, y pienso que 147 EL DECRETO DE ALABANZA PARA LA ASUNCIÓN (1857) mi querida hija se fatiga mucho por no estar inquieta cuando le evitan una fatiga más. He aquí dos cartas: una de mi madre, en respuesta a la noticia que yo había transmitido a mi padre sobre la aprobación de nuestra pequeña Congregación3 (Se la anuncié inmediatamente a usted, pero no me habla de esto). Ahí verá lo que se me responde. He enviado la carta de mi madre al señor Berth[omieu]; usted tiene también mi respuesta. Sin embargo continúo pensando que sería muy deseable que pudiéramos seguir al menos un año más en Nimes. La dispersión, en este momento, causará un mal efecto en el Midiodía y, aunque admitamos que nuestras ideas no son las de Dios, no viendo aún claramente la voluntad de Dios4, pienso que hemos de conservar lo que tenemos5. En dieciocho meses ya tendríamos medios para volvernos, la posibilidad de emplear útilmente el mobiliario. Ofertas de lo más hermosas se nos hacen en Marsella. En el plazo de seis meses no podremos aceptarlas, en dieciocho sí podríamos, si tuviéramos que cerrar la casa de Nimes… E. d’Alzon. Carta a la Madre María Eugenia de Jesús, Nimes, 25 de mayo de 1857, Lettres, t. II, p. 239-240. _______ 1 El P. d’Alzon en agosto de 1856 había prometido esta peregrinación a las Santas Marías del Mar en Camarga a las señoritas Combié (Lettres, t. II, p. 121). 2 Sor Marie-Kostka Furlong (1833-1857), Religiosa de la Asunción de origen inglés, muerta en Nimes prematuramente. 3 Notre petite Congrégation [Nuestra pequeña Congregación], es la expresión favorita del P. d’Alzon cuando habla de ella. La humildad de la expresión designa también una realidad estadística: en 1858, la Asunción, en 13 años de existencia, sólo contaba 22 religiosos profesos de los cuales 13 de coro, 2 oblatos y 7 legos. 4 Está muy claro por el contrario que incumbe al creyente buscar la voluntad de Dios sin pretender dominarla o verla, como a tientas decía ya el apóstol Pablo. La Providencia es más el reino de la fe que el de las ilusiones. 5 Inteligencia espiritual y sabiduría humana se conjugan y se fortifican mutuamente: más vale resistir que correr. 6 Si quisiéramos hacer la lista de los proyectos de fundación barajados por la Asunción en esta época, una vuelta geográfica a Francia apenas bastaría: Beaucaire (Gard, 1847), Narbona (Aude, 1855), Marsella (Bouches-du-Rhône, 1857), Le Nouailler (Vienne, 1857), Ferney-Voltaire (Ain, 1858), Montmorillon (Vienne, 1858), sin contar por supuesto Rethel (Ardenas, 1858), intento que duró tres 148 EL DECRETO DE ALABANZA PARA LA ASUNCIÓN (1857) meses. Sin duda que en la Asunción siempre ha gustado el estilo Carta a la dispersión (ya antes de que ésta existiera, para no evocar sino el pasado). Para ulterior reflexión e investigación Sobre el reconocimiento progresivo de la Congregación: - Le P. d’Alzon et la Congrégation de l’Assomption de 1858 a 1868 en Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II, t. II, p. 644-647. - Collectanea, nº 2, B, p. 3. - Aubain COLETTE, A.A., en « Pages d’Archives », abril de 1958, p. 174176. Para una lectura personalizada • ¿Con qué signos de reconocimiento concretos se abría en Roma el largo camino de aprobación de una Congregación nueva? ¿Cuáles han sido los de la Asunción? • ¿Qué te parece la práctica de la Iglesia en este renglón? ¿Ha habido regímenes de favor o de disfavor en este recorrido de aguante? • ¿Tienes idea de los mecanismos en la Iglesia que engendran las formas de reconocimiento de Congregaciones, de procedimientos y de métodos utilizados para su estatuto? ¿Qué pasa hoy en los recursos de unión, de fusión, de absorción entre Institutos religiosos? • Las formas de vida religiosa registradas en las Congregaciones romanas no reciben todas a lo largo del tiempo promesas de vida eterna. ¿Cuáles son las mejores condiciones o exigencias que “aseguran” la duración de una Congregación? 149 29 Dos ordenaciones de Asuncionistas en Le Mans (1858) U na Congregación clerical como la Asunción experimenta alegría cuando ve llegar al sacerdocio a miembros que han sido llamados y que se han preparado para ello. Cierto que en nuestros días una ceremonia de ordenación se celebra con gran concurso de celebrantes y de cantos, así como, habitualmente, con la participación de una numerosa asistencia entre la cual se cuenta con los familiares más cercanos. Cuando evocamos la ordenación de los primeros Asuncionistas, es forzoso constatar que ello no era automáticamente así. El abate d’Alzon en Roma, en diciembre de 1834, fue ordenado sin asistencia en el oratorio privado del cardenal Odescalchi, tras un retiro de un mes en los Jesuitas de San Eusebio; lo mismo Francisco Picard, en el mismo lugar, en mayo de 1856, por monseñor Ligi-Bussi, habiendo realizado precedentemente un retiro mensual en los Lazaristas de Montecitorio. En cuanto al Padre Galabert, si bien pronunció sus votos perpetuos entre las manos de su Superior local, el P. Picard, el 30 de junio de 1856, sobre la tumba de San Pedro en el Vaticano, ¡fue ordenado sacerdote tan discretamente el 7 de junio de 1857 que no sabemos todavía hoy el nombre del obispo que procedió a esta ordenación! Por el contrario, en el caso del P. Vicente de Paúl Bailly las circunstancias están mejor dilucidadas: su ordenación sacerdotal tuvo lugar el 1º de enero de 1863 en la capilla del vicegerente de Roma, por 150 EL PADRE D’ALZON Y SU AMIGO EL POETA JEAN REBOUL (1859) monseñor de Villanova Castellani. Se había preparado espiritualmente mediante un retiro en los mismos Lazaristas de Montecitorio. Otros religiosos entraron en la Asunción siendo ya sacerdotes, es el caso de los Padres Elphège Tissot (1825, en Lyón), Henri Brun (diciembre de 1845, en Mende) y Charles Laurent (diciembre de 1845, en Nimes), lo cual hace pensar que fueron ordenados en el cuadro de las ordenaciones diocesanas, previstas ordinariamente por las Témporas, en la catedral de la diócesis de origen. Volvamos al año 1858: el Sábado Santo 3 de abril, Esteban Pernet e Hipólito Saugrain recibían el sacerdocio de manos de monseñor Nanquette, obispo de Le Mans, en la capilla de este obispado, lo que elevaba a nueve el número de Asuncionistas (profesos perpetuos) sacerdotes en esta fecha, si no olvidamos al abate O’Donnell (sacerdote irlandés ordenado en Charleston en los Estados Unidos en 1824 por monseñor England). En cada caso, si el P. d’Alzon no podía estar físicamente presente, se tomaba muy a pecho unirse en la oración y expresar por carta sus augurios al joven elegido. Nada podía ser para él más precioso que poder contar en la corona familiar con esta gracia de nuevas perlas presbiterales, tan grande era su fe en el poder sobrenatural del sacerdocio. El rigor de las cifras y de las fechas, el orgullo de los números o de las estadísticas le importaban poco o bien se le escapaban a veces, pero no la ciencia espiritual del ser interior moldeado por la vida en Dios. Nos damos cuenta de ello fácilmente leyendo los consejos y los votos que expresaba cada vez: trabajar por la perfección de que un alma es capaz y en la extensión del rei-no de Jesucristo, hacerse sacerdote según el corazón de Dios, intentar procurar una mayor gloria a Dios, tales son sus pensamientos en cada ocasión. El P. d’Alzon tenía la ciencia de los santos y la conciencia de la urgencia de la evangelización. Por cierto, no quería desatender la preparación teológica de sus hijos, a veces un tanto caótica, pero estaba más preocupado de guiar auténticos y perfectibles obreros evangélicos, bajo la acción del Espíritu, por los caminos encumbrados de la fe. 151 DOS ORDENACIONES DE ASUNCIONISTAS EN LE MANS (1858) Cuando esta carta te llegue, querido hijo, ya serás sacerdote. Me causa una gran alegría el pensar que vas a subir las gradas del santuario, al que tus deseos te impulsaban desde hace mucho1 y te digo que es para mí gran sacrificio el que me impongo no yendo a asistir a tu primera misa2. La celebrarás sin embargo en familia ya que su-birás por primera vez al altar en la capilla de estas Hermanas que tan buenas son con nosotros3. Ofrezco a Dios la privación de estar lejos. ¡Hubiera sido para mí una dicha tan gran llevarte a Nuestro Señor en tus ornamentos sacerdotales! Pero es muy bueno poder ofrecerle algo mejor. La renuncia a nuestros mejores deseos y el pensamiento de que estamos separados de aquellos a quienes más amamos, en los grandes momentos de su vida, con el fin de procurar su gloria, es el mejor medio de probar que le amamos por encima de todas las cosas. Te deseo a ti y a nuestro buen Pernet, a quien comunicarás esta carta, un corazón grande para poder recibir más abundantemente el espíritu del sacerdocio. Tener el carácter no lo es todo4, hay que adquirir además todas las virtudes. Las voy a pedir todos estos días para ustedes. No les pido que recen por mí. Me parece que siento los efectos de los buenos deseos de ustedes. Adiós, mi querido hijo. Que Nuestro Señor y la Santísima Virgen pongan para siempre su trono en tu corazón y que tu vida sea en adelante enteramente para la extensión del reino de Nuestro Señor. E. d’Alzon. Lee la breve nota del señor Berth[omieu]. Tengo una trifulca con el P. Laurent. Este buen hijo me falta a menudo, sin darse cuenta, y esta vez se lo he hecho notar. Carta a Hipólito Saugrain, 1º de abril de 1858, Lettres, t. II, p. 415. _______ 1 El P. Pernet y el P. Saugrain fueron ordenados en Le Mans el Sábado Santo 3 de abril de 1858 por monseñor Nanquette, amigo de la Asunción. Estaban acompañados y presentados por el P. Picard. El P. Saugrain tenía 36 años, el P. Pernet 32. Como buenos Asuncionistas de la época, habían estudiado la teología como autodidactas. 152 DOS ORDENACIONES DE ASUNCIONISTAS EN LE MANS (1858) 2 Debido a las circunstancias, los primeros Asuncionistas no fueron rodeados por sus hermanos o sus familias en la ordenación sacerdotal: el abate d’Alzon está solo en Roma el 26 de diciembre de 1834, los Picard, Vicente de Paúl y Galabert lo mismo. 3 En sentido literal, la primera misa de un joven sacerdote es la del día de su ordenación. A menudo se entiende por “primera misa” la que celebra al día siguiente, solo o rodeado por otros, pero él como celebrante principal. Para el P. Pernet fue en Clichy el día de Pascua de 1858, 4 de abril; para el P. Saugrain en Auteuil. Se habla también de “primera misa” para las que el recién ordenado dice por primera vez en una capilla o iglesia particular los días siguientes a la ordenación. 4 Tema clásico en la teología del sacerdocio, el carácter es el sello, la sphragis del sacramento recibido del obispo. Para ulterior reflexión e investigación Sobre la ordenación de los primeros Asuncionistas: - Para la ordenación del abate d’Alzon: Lettres, t. A, p. 759-770. - Para la ordenación del P. Picard: Daniel STIERNON, A.A., en « Pages d’Archives », diciembre de 1967, p. 611. E. LACOSTE (Baudouy), Le P. François Picard, París, B.P., 1932, cap. III, p. 29 - 45. - Para la ordenación del P. Vicente de Paúl Bailly: Rémi KOKEL, A.A., Le Père Vincent de Paul Bailly, París, B.P., 1943, cap. II, p. 21-30. - Para la ordenación del P. Pernet: Postulation, Le P. Etienne Pernet A.A., fondateur des Petites Sœurs de l’Assomption, París, B.P., 1901, cap. III, p. 22-35. Para una lectura personalizada • ¿Qué puedes destacar en cuanto a las ideas del P. d’Alzon sobre el sacerdocio en esta carta? • ¿El espíritu de la Asunción te parece bien destacado en esta página? ¿En qué expresiones lo reconoces? • ¿Los Padres Pernet y Saugrain han respondido, de acuerdo con lo que tú sabes, a estos deseos y a estas oraciones del P. d’Alzon en la realización de su vocación sacerdotal? • Dios “amado por encima de todas las cosas” ¿no es éste el ideal espiritual permanente para un sacerdote? 153 30 El Padre d’Alzon y su amigo el poeta Jean Reboul (1859) L a ciudad de Nimes quiso honrar al Felibre con una fiesta, el 12 de marzo de 1859, invitando a los tres maestros del renacimiento occitano, Roumanille, Aubanel y Mistral. Estos poetas fueron recibidos con brillantez en el colegio de la Asunción por el P. d’Alzon, el abate de Cabrières que por entonces era su segundo, el abate Barnouin, ecónomo, y el señor Germer-Durand, prefecto de estudios. Una lápida en el salón de entrada y de honor recuerda todavía el acontecimiento histórico que tuvo su día después en el ayuntamiento de Nimes. Pero fue en el Colegio donde los convidados tomaron parte en el banquete triunfal y donde en el momento de las copas tuvieron lugar los brindis. La reseña del acontecimiento fue publicada en la Armana provençau en 1859. El poeta nimeño, Jean Reboul, era de la partida por más de un título. El poeta panadero era del círculo de los íntimos del P. d’Alzon del que ha escrito en una de sus cartas el 29 de mayo de 1851: “Es un buen y digno eclesiástico, instruido, lleno de distinción en sus modales, caritativo hasta la profusión, ardiente en el apostolado”. El hombre era ya célebre en 1838 cuando recibió el martes 24 de julio la visita del ilustre Chateaubriand que pasó algunas horas en la ciudad y visitó en su domicilio a Reboul, lo que nos ha valido esta anécdota sabrosa: “Le encontré en su panadería, y me dirigí a él sin saber a quién hablaba, no pudiendo distinguirle de sus compañeros de Ceres: él registró mi nombre y me dijo que 154 DOS ORDENACIONES DE ASUNCIONISTAS EN LE MANS (1858) iba a ver si la persona por la que preguntaba se encontraba en casa. Volvió al poco rato y se dio a conocer. Me llevó a su comercio; circulamos por un laberinto de sacos de harina y escalamos por una especie de escalera hasta un reducido reducto como la cámara de un molino de viento. Allí nos sentamos y conversamos. Yo me sentía tan feliz como en mi buhardilla de Londres y más feliz que en mi sillón de ministro en París…” ¡Podemos pensar que el P. d’Alzon recibía allí el mismo tipo de recibimiento! Por cierto, en 1848 hubo un ligero enfriamiento en sus relaciones: el puntilloso legitimista que era Reboul reprochaba al Vicario General su aparente evolución republicana. Muy pronto sin embargo las cosas volvieron a su cauce y se cuenta incluso que el P. d’Alzon disfrutó de las primicias de algunas producciones literarias del poeta, además de sus barras de pan. En 1852, el Gobierno imperial quiso distinguir al poeta con una condecoración que él declinó diciendo que no creía haber llegado aún al estado de monumento. En mayo de 1864, Reboul se extinguió en su panadería, él que había realizado estudios de abogado a los que había tenido que renunciar para afrontar cargas cada vez más acuciantes. La calle recibió su nombre en 1865, sustituyendo la antigua denominación de rue de la Carreterie. En 1867 fue erigido un monumento en el jardín de la Fontaine, y monseñor Plantier hizo poner en 1866 un medallón en la fachada de su casa natal. El P. d’Alzon no se quedó atrás: hizo colocar una inscripción en latín en el dintel de la puerta de entrada, en el ángulo de las calles Jean Reboul y Trois Maures, no lejos de las Arenas, el anfiteatro romano: (Hic Ioan Reboul vixit et obiit 1796-1864) [Aquí vivió y murió Ioan Reboul]. Los amantes y curiosos del viejo Nimes encontrarán cierto placer hojeando algunas páginas de poesías floridas, de encanto algo ajado, de este poeta original, que tal vez no tendrán ya el sabor de su harina, pero que guardan todavía el gusto de la amistad. …Los aplausos de los convidados siguieron a las palabras del felibre de los Jardines [Roumanille] 1. A su vez, Aubanel2 se levantó y dijo: “!Oh, Musa de los campos, sin estar vestida de seda eres sin 155 EL PADRE D’ALZON Y SU AMIGO EL POETA JEAN REBOUL (1859) embargo tan bella! ¡Musa de los Provenzales! Desde lo alto de las colinas donde a menudo vas a correr cuando sopla el viento en las encinas, cuando sopla el mistral, desciende rauda, desciende hasta aquí; y trae a los convidados nuestro cálido agradecimiento! Los aplausos de los convidados acompañaron los versos del felibre de la Miougrano. Mistral3 se levanta entonces y así habla a la asamblea: “Noble villa de Nimes que tan bien recibes a los Felibres, ¡que siempre tus hijos sean felices y libres! ¡Que tu nombre por los siglos esté entre los primeros! ¡Que tu cocodrilo nos preserve siempre de la serpiente! Que la paz de Dios se conserve en ti y que tu palma florezca!4 Los aplausos de los convidados acompañaron los versos del Felibre de Belle-Vue, y la alusión que los últimos versos hacen a las armas de Nimes causaron, como es justo, un gran gozo a los nimeños. Finalmente aquél que había coronado a los Felibres, el venerable y hermoso Reboul, se levanta. He aquí cómo habló: “Brindo por Mireio, el más bello espejo en que se haya mirado nunca la Provenza…! Mistral, tú vas a París, recuerda que las escaleras de París son de vidrio! ¡Nunca olvides que fue un buen católico de la parroquia de San Pablo5 quien depositó la corona en tu cabeza! Así habló Reboul y las lágrimas brotaron de sus ojos; la alegría y la emoción henchían todos los corazones. Se hubiera dicho un viejo profeta que imponía las manos sobre la frente de su discípulo y le dejaba su manto y su genio. Extracto de «L’Assomption et ses œuvres», Reboul et l’Assomption, nº 35 (1º de junio de 1876), p. 82-84. _______ 1 Joseph Roumanille (1818-1891), el Felibre de los Jardines, es un escritor e impresor provenzal que publicó en 1847 Les Pâquerettes, en 1851 Les Songeuses y Les Provençales, en 1860 Les Oeuvrettes en vers. Le debemos igualmente el Almanach provençal donde aparecieron en 1883 Les Contes provençaux. 2 Théodore Aubanel (1829-1886) es un escritor provenzal, uno de los fundadores del Félibrige, que colaboró en la Armana Provençau y publicó en 1860 La Grenade entrouverte (Miougrano), en 1878 Le Pain du péché, en 1885 Les Filles d’Avignon, compilación condenada por las autoridades religiosas. Se editó en 1928 Le Pâtre y en 1944 Le Rapt. 3 Frédéric Mistral (1830-1914), el escritor más célebre del Félibrige, que comenzó su carrera literaria escribiendo en 1851 su poema épico Mireille, publicado en 1859, que le aseguró la celebridad. 4 Cocodrilo y palmera figuran en el escudo de armas de la ciudad de Nimes, expresión de su fundación por parte de colonos romanos, antiguos legionarios que habían realizado la campaña en Egipto. 5 Esta iglesia de Nimes ha sido reconstruida a partir de 1835, sobre planos del arquitecto Charles Questel. La artesanía de hierro forjado se ha atribuido a los talleres Boulanger de París, la cerrajería y 156 EL PADRE D’ALZON Y SU AMIGO EL POETA JEAN REBOUL (1859) las verjas al nimeño Martin Nicolas, los vitrales a Maréchal, los mosaicos a los hermanos Mora, las bajorrelieves del vía crucis al escultor nimeño Auguste Bosc y la decoración pictórica a Flandrin. El grueso de la obra fue terminado en 1845, los órganos realizados por Cavaillé-Coll en 1848. La consagración solemne de la iglesia tuvo lugar el 14 de noviembre de 1849. Para ulterior reflexión e investigación Sobre Jean Reboul y su obra: - Poésies de Jean Reboul de Nîmes, précédées d’une notice biographique et littéraire, París, Delloye, 1842. - Les traditionnelles, nouvelles poésies de Jean Reboul de Nîmes, ParísNimes, Giraud, 1857. - Lettres de Jean Reboul de Nîmes, publiées avec une introduction par M. Poujoulat, París, Lévy, 1865. - Abate de CABRIÈRES, Jean Reboul. Dernières poésies, Aviñón, Seguin, 1865. - Eugène BAILLET, Biographies et souvenirs de quelques poètes ouvriers, París, Labbé, 1898. - Jean THOMAS, Le Nîmois Jean Reboul, poète chrétien, en De la Révolution à la Séparation de l’Eglise et de l’Etat 1789-1905, Lacour, 1987, p. 216-229. Para una lectura personalizada • ¿Qué sabes del movimiento de los Felibres y del Félibrige para la restauración de la lengua y de la cultura provenzales en el siglo XIX? • ¿Cómo se manifiesta hoy todavía este apego a la cultura provenzal? ¿Qué piensas de las manifestaciones religiosas que rodean o acompañan los ritos folclóricos propios de los Felibres? • ¿Se interesó el P. d’Alzon de manera general por las expresiones literarias de su época? • El arte en la Francia del siglo XIX guardó numerosas expresiones religiosas, especialmente bíblicas, antes de su laicización, tanto en literatura como en pintura y en música. ¿Tienes ejemplos sobre este tema? 157 IV Parte 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37. 38. 39. 40. Un recluta excepcional, Vicente de Paúl Bailly (1860) La Asunción en Burdeos (1860) Mujeres en santidad, mujeres en la Iglesia (1861) Industrialización en el Gard (1861) Una caravana de Nimes en peregrinación a Roma (1862) Una aventura, Constantinopla (1863) La señorita Correnson (1864) Una lluvia de vocaciones para las Oblatas (1865) En el centro de la plaza: tauromaquia y corridas de toros (1866) En plena confidencia y confianza con una dirigida (1867) p. 149-152 p. 153-156 p. 157-161 p. 163-167 p. 169-173 p. 175-179 p. 181-185 p. 187-191 p. 193-197 p. 199-203 31 Un recluta excepcional, Vicente de Paúl Bailly (1860) E l P. d’Alzon, cuya preocupación activa y constante en materia vocacional es notoria, tuvo la alegría en 1860-1861 de acoger en la Asunción a dos hijos de la familia Bailly de París: al mayor, Vicente de Paúl, y al último, precisamente Benjamín, a quien el P. d’Alzon le gustaba apodar “Culot” (“Pollito”). Vicente de Paúl había hasta entonces perseguido más bien una carrera profesional. Titular de tres bachilleratos (1848 letras, 1853 ciencias, 1858 derecho), rechazado en Saint Cyr (1850) y en la Politécnica (1851), pero admisible en 1852, decidió finalmente entrar en la administración de los Telégrafos en noviembre de 1852 y fue enviado para hacer su práctica al puesto de Nimes en marzo de 1853. Alojado en el Colegio de la Asunción, donde dio clases de matemáticas, pudo apreciar la compañía del Fundador al tiempo que seguía su carrera profesional en diversos lugares. En 1856 entró al servicio del Gabinete de Napoleón III en el palacio de las Tullerías, encargado de un puesto de confianza por excelencia: el archivo de la correspondencia diplomática. En 1857 dimitió para ocupar un puesto menos brillante. Miembro en 1855 del patronato de Santa Melania, del que llegó a ser director en 1857, frecuentó a los notables parisinos de las Conferencias de San Vicente de Paúl, donde su padre le había introducido en 1855, siendo elegido miembro y subsecretario del Consejo Central de la Sociedad (1855). En los salones mundanos 160 UN RECLUTA EXCEPCIONAL, VICENTE DE PAÚL BAILLY (1860) de la capital su compañía era muy apreciada por su ingenio, su distinción y sus buenos modales así como por sus múltiples competencias. Era un apasionado por el teatro, al mismo tiempo que conservaba una fe cristiana muy viva. A principios del año 1860, dio a conocer a sus padres su intención de acceder a las Órdenes y obtuvo unas vacaciones para hacer un viaje preliminar llamado de distracción, que le llevó hasta Nuestra Señora de la Guardia en Marsella. Según sus anotaciones, el 16 de abril de 1860, percibió allí el llamado a unirse al P. d’Alzon, cuya nostalgia conservaba. Vino a Nimes en junio de 1860 para ponerse bajo su dirección y para hacer un retiro preparatorio. Su entrada en el noviciado de la Asunción se decidió en la tarde del 2 de julio de 1860. Disfrutó aún durante el verano de un viaje a Suiza, presentó su dimisión como telegrafista el 30 de septiembre y llegó a Nimes el 15 del mes siguiente, después de hacer un alto en Nuestra Señora del Puy, aunque con el corazón desgarrado por dejar a su padre enfermo y a su familia disminuida. El 21 de octubre el P. d’Alzon le dio el hábito asuncionista en presencia de un antiguo compañero de trabajo, el señor Pouget, admitido excepcionalmente a la ceremonia. En contacto con el P. d’Alzon, Vicente de Paúl se entusiasmó con las generosas ideas apostólicas de la Asunción. En noviembre volvió a París a la cabecera de su padre enfermo, quien murió el 12 de abril de 1861. Al mismo tiempo, confiaba la dirección de su vida y de su conciencia al P. Picard, entonces Maestro de novicios en Auteuil, calle de la Fontaine, donde las Religiosas de la Asunción. En estas circunstancias, a principios de diciembre de 1860, Vicente de Paúl descubrió en París, en el número 8 de la calle François Premier, el terreno en venta donde se iba a instalar más tarde una comunidad apostólica emprendedora. El 17 de septiembre volvió a Nimes para terminar con un retiro su tiempo de noviciado, el que gracias a una dispensa fue reducido de un año. El 31 de octubre, pronunció entre las manos del P. d’Alzon sus primeros votos, que fueron igualmente perpetuos. A partir del 7 de noviembre se encuentra en Roma para hacer los estudios de teología en el Colegio de los Jesuitas, en la Minerva y en 161 UN RECLUTA EXCEPCIONAL, VICENTE DE PAÚL BAILLY (1860) el Apolinar, tiempo de estudios sacerdote a los 31 años en la tan rápido como su recorrido de capilla de monseñor Villanova iniciación a la vida religiosa. El 1º Castellaci, tras 20 días de retiro en de enero de 1863 era ordenado los Lazaristas de Montecitorio. Pienso, mi querido amigo, que has terminado tu viaje1 y que ahora estás hecho todo un hombre después de haber visto los glaciares y dado el bautismo de nieve a tus manos. Por desgracia, también mi hermana mayor ha terminado su viaje en esta tierra2. ¡Y tú sabes lo que es perder a una hermana!3 Cierto que nos deja grandes consuelos. Su confesor me decía que era una santa de primer orden; lo era por su espíritu de fe, su inmensa caridad y su delicadeza de conciencia. Sin embargo, los juicios de Dios son impenetrables, por eso hay que seguir rezando por los que amamos. Recomiendo a mi hermana a las oraciones de todos los tuyos. El 7 por la tarde estaré en París; y si quieres venir a buscarme a Auteuil el 8 por la mañana, puedes estar casi seguro de encontrarme allí. El horizonte se oscurece mucho por el lado de Italia4 y trato de ofrecer hospitalidad en Nimes a algunos profesores que desean venir a enseñar aquí. La persecución de Herodes trajo la dispersión de los apóstoles y marcó la hora de la difusión del Evangelio entre los Gentiles5. Entre las manos de la Providencia todo se transforma en medio, incluso la de estudiar la teología romana sin ir a Roma6. Ya comprendes a Garibaldi. Presenta mis respetos a tus padres, da recuerdos míos a Benjamín7 y confía, mi querido hijo, en mi más tierna amistad. E. d’Alzon. Carta a Vicente de Paúl Bailly, Lavagnac, 27 de julio de 1860, Lettres, t. III, p. 266-267. _______ 1 El joven Vicente de Paúl Bailly (1832-1912), antes de llegar a Nimes para el retiro preparatorio a su entrada al noviciado, había hecho una gira por el Oeste de Francia. El 6 de julio de 1860 abandonaba Nimes y proseguía su excursión por Lyón, Interlaken (Suiza), Lucerna, Einsiedeln y Estrasburgo. Sabemos que el 26 de julio estaba en París. 162 UN RECLUTA EXCEPCIONAL, VICENTE DE PAÚL BAILLY (1860) 2 Augustine d’Alzon murió el 15 de julio de 1860 en Montpellier. Fue inhumada en la tumba de los d’Alzon en el cementerio de Montagnac, cerca de Lavagnac. 3 Alusión a la muerte de Adrienne Bailly (1831-1854), la primera de los hijos de Bailly, fallecida en Polonia. 4 Como consecuencia del tratado de Zúrich (noviembre del 1859), la unificación de Italia estaba en marcha. Los movimientos revolucionarios obligaron a Napoleón III a aceptar la unión de Italia Central al Piamonte (marzo de 1860), lo que privó al Papa de todos sus Estados, menos el Lacio que conservó hasta 1870. 5 Según Hechos 8, 1 y 11, 19. 6 Este no fue el caso del joven Vicente de Paúl ya que estudió la teología en Roma (entre noviembre de 1861 y 1863) con su hermano Benjamín y Agustín Gallois, alojados en pensión en casa de los Resurreccionistas Polacos en Saint-Claude des Bourguignons. 7 Benjamín Bailly, el futuro P. Emmanuel Joseph (1842-1917), alumno en el Colegio de la Asunción de Clichy, recibió allí el hábito de manos del P. Charles Laurent el 30 de mayo de 1861. Para ulterior reflexión e investigación Sobre la formación religiosa de los dos hermanos Bailly A.A.: - Rémi KOKEL, A.A., Le Père Vincent de Paul Bailly, journaliste et pèlerin, 1832-1912, París, Bonne Presse, 1943, 195 p. - Adrien PÉPIN, A.A., Chronologie de la vie du P. Vincent de Paul Bailly 1832-1912, Roma, 1964, p. 125-276. [Sigue después de Chronologie de la vie du P. François Picard 1831-1903, p. 1-123]. - Paul CASTEL (Adrien PÉPIN), A.A., Le P. François Picard et le P. Vincent de Paul Bailly dans les luttes de presse, Roma, 1962, 602 p. - Siméon VAILHÉ, A.A., Souvenirs pour un centenaire. Le P. Emmanuel Bailly, Supérieur général des Augustins de l’Assomption, París, Bonne Presse, 1941, 63 p. Para una lectura personalizada • ¿Qué es lo que explica, según tú, el sentimiento de preferencia o de predilección que el P. d’Alzon mantuvo siempre hacia el futuro P. Vicente de Paúl Bailly? • ¿Qué podemos decir sobre la relativa rapidez de la formación religiosa y teológica del Hermano Vicente de Paúl Bailly? • ¿Qué lectura providencialista hace el P. d’Alzon de los acontecimientos? ¿No hay muchos inconvenientes en sacar demasiado rápidamente lecciones morales de una coyuntura pasajera? • ¿Por qué los Asuncionistas estudiantes en Roma buscaban alojamientos de alquiler en otras familias religiosas? ¿Cuáles fueron, y con qué ventajas? 163 32 La Asunción en Burdeos (1860) L a ciudad de Burdeos acogió primeramente a las Religiosas de la Asunción en 1860. En efecto, la Madre María Eugenia de Jesús abrió una comunidad en esta ciudad a finales de agosto de 1860 a petición del cardenal Donnet, por entonces arzobispo de la diócesis. Las Religiosas se instalaron en la calle Terre Nègre (hoy Boulevard Wilson, nº 370), de manera precaria como sucede a menudo en las fundaciones. El P. d’Alzon vino en persona a visitarlas a principios de diciembre de 1860 y para aportarle el apoyo de su afecto amistoso a quien recibió la pesada carga de ser nombrada ecónomaconstruc-tora en tiempos difíciles. Ella se apodó a sí misma Sor Juana de la Miseria. Las Religiosas pudieron emprender la construcción de su convento-escuela en 1870, edificio que se terminó en 1900 y fue levantado según los planos de los arquitectos Aymar Verdier (1818-1880) y Jean-Jacques Valleton (18411916), en un estilo mixto románico-gótico fácil de encontrar aún hoy día en la ciudad. La enseñanza de las Congregaciones se incrementó en Burdeos, y las Religiosas de la Asunción eran la cara femenina de otros establecimientos reservados a los muchachos: el de los Jesuitas de Saint-Joseph de Tivoli (en avenida d’Eysines, nº 40) y el de los Marianistas que iniciaron el complejo escolar a partir de 1894 llamado Sainte-Marie Grand Lebrun (en avenida Charles de Gaulle, nº 164). Más tarde las futuras Oblatas descubren también Burdeos en el momento de la guerra de 1870. Las dos hermanas Franck, judías conversas y dirigidas espirituales del P. Picard, transfirieron a 164 LA ASUNCIÓN EN BURDEOS (1860) Latresne, –ermita de San José du Rocher (propiedad de la familia del Conde de Bonneval)–, su orfanato parisino de niñas que luego, al pasar a Bouscat en 1893 (propiedad Bel-Air) iba a dar origen a otra institución escolar católica de la ciudad, el colegioescuela Santa Ana. Este último fue conocido a partir de 1908 como convento e institución escolar de las Hermanas Agustinas de la Consolación, congregación diocesana antes de fusionarse con las Oblatas en 1991. Los Asuncionistas no desembarcaron en Burdeos hasta 1892, mucho después de la muerte de su Fundador, pero eso sí, mediante un audaz golpe de efecto tomando posesión de un antiguo teatro, la Alambra (calle d’Alzon), donde animaron obras importantes de ayuda social y financiera. Esta implantación conoció un eclipse en 1901, cuando los Asuncionistas tuvieron que abandonar el suelo francés o mantenerse clandestinamente aislados como sacerdotes secularizados, tal como hizo el P. Ignace Druart. En 1910 se les pidió hacerse cargo de la capilla Balaresque, que en 1937 se transformó oficialmente en la parroquia Notre Dame de Salut, en el barrio de Caudéran, dominio de Mirande. En 1923 Burdeos fue elegida como centro de la Provincia asuncionista, cuya residencia cambió varias veces: rue de Mirande, nº 22 (de 1923 a 1951), donde el P. Arthur Deprez construyó la casa parroquial; rue de la Croix de Seguey, nº 97 (de 1951 a 1960); rue de Lacanau, nº 132 (a partir de 1960), donde los religiosos hicieron construir la capilla Santa Mónica. En el otoño del 2006, no sin gran pesar, los Asuncionistas yendo de repliegue en repliegue tuvieron que poner fin a su presencia más que centenaria en Burdeos, a penas un año después que la comunidad de las Hermanitas de la Asunción. Voy a matar dos pájaros de un tiro, mi querida hija. Por el P. Hippolyte había recibido su primera carta ayer o anteayer, y ahora recibo otra por el correo de hoy. Esta respuesta será para las dos. 1º Estoy muy satisfecho con los detalles que me da sobre su casa1. Ya que tienen 12 alumnas, esté muy convencida de que pronto tendrán muchas más. Y salvo mejor consejo, aténganse a una cierta clase, con tal de que más tarde tengan una escuela gratuita, para que pueda 165 LA ASUNCIÓN EN BURDEOS (1860) decirse que evangelizan a los pobres. Hay que caminar por esa senda, y ya que ustedes tienen éxito sin charlatanería, no la practiquen. La vecindad de los Jesuitas será para ustedes una excelente propaganda. No se ocupe más de mí. Estoy entre los arados que se hunden a 50 centímetros, en los capazos, en las calzadas, entre las granjas y granjeros, en las viñas, las alfalfas, las moreras, las esparcetas, las ovejas, los bueyes, las mulas, los bosques, los centenos, las aceitunas, las zanjas, los molinos, las inundaciones, las bodegas, las cubas, los toneles. ¿Es suficiente? ¡Pues bien! Eso es algo de lo que me ocupo, sin contar lo demás. Soy propietario agrícola3. Me estoy volviendo terrestre, terminaré siendo un auténtico Judío carnal. He aquí dónde estoy: bajísimo, bajísimo. En cuanto a usted, hija mía, creo que debe hacer esfuerzos muy continuos sobre su carácter y pedir siempre la fuerza de voluntad a Nuestro Señor. Usted sabe que San Andrés Avelino había hecho el voto de resistirse siempre a la voluntad propia. Es terrible pero es muy hermoso. Sin hacer un voto como éste, usted puede luchar un poco más contra sí misma. Es muy posible que vaya a hacerles una breve visita a principios de diciembre, aunque no puedo prometerlo de un modo absoluto. Diga, por favor, mil cosas amables de mi parte a su Madrecita, a Sor Juana de la Miseria, a todas sus Hermanas4, y crea, hija mía, que tendré una alegría muy grande el día que sepa que mi hija se ha vuelto una santa5. Su padre. E. d’Alzon. Muchos recuerdos al señor Daguilhan6. Si está cansada, suspenda las penitencias. Carta a Sor María-Margarita Mac-Namara, Lavagnac, 11 de noviembre de 1860, Lettres, t. III, p. 347. _______ 1 Implantación muy provisional todavía en el terreno de Terre Nègre en el pensionado de las Dominicas de la Orden Tercera. 2 Institución escolar de Saint-Joseph de Tivoli, avenida de Eysines, nº 40. 166 LA ASUNCIÓN EN BURDEOS (1860) 3 El vocabulario agrícola técnico del P. d’Alzon, impresionante, le viene de sus visitas a Lavagnac. Su madre, la propietaria de los bienes de la familia, había muerto en octubre de 1860, y el P. d’Alzon entra en posesión de la herencia de concierto con su única hermana viva, la señora de Puységur. A ella le dejó la preferencia por Lavagnac y su dominio, obteniendo para sí la casa del Vigán, las granjas cercanas y las tierras de Montmau, vasto dominio agrícola en el municipio de Saint-Pons de Mauchiens, sin contar el dinero en efectivo repartido entre los dos. El señor d’Alzon, enfermo y muy disminuido, que vivió hasta 1864, se conformó con una pensión. 4 La comunidad de las Religiosas de la Asunción de Burdeos comprendía al principio nueve religiosas: Sor Marie-Catherine Combié (1828-1870) superiora, Sor Marie-Thèrèse de Commarque (18111882) ecónoma, Sor Marie-Marguerite Mac-Namara (1826-1909) maestra del pensionado que había que levantar, a continuación de las Dominicas de la Orden Tercera. Estos tres pilares estaban acompañadas por tres religiosas muy jovencitas, recién salidas del noviciado, Sor Jeanne-Marie Pérouse (1834-1911), Sor Marie des Anges Hugues (1838-1901), Sor Marie-Agathe de Laroche (1838-1878) y tres Hermanas conversas, Marie-Clémence Roure (1835-1878), Marie-Rémi Perthus (1839-1921) y Marie-Jacqueline Henry (1832-1894). 5 El 16 de diciembre del 2006, un milagro atribuido a la Madre María Eugenia de Jesús ha sido autentificado por el Papa Benedicto XVI, abriendo así el camino para la próxima canonización de la Fundadora de las Religiosas de la Asunción, ceremonia prevista en Roma para el 3 de junio del 2007. 6 El señor y la señora Daguilhan eran un matrimonio de Burdeos, padres de una de las doce primeras alumnas del pensionado de las Religiosas de la Asunción. Fueron también bienhechores insignes de las Religiosas de la Asunción cuando fundaron allí. Para ulterior reflexión e investigación Sobre las familias de la Asunción en Burdeos: - Francis FAYE, Un siècle de connivence, une architecture originale, cuadernillo ilustrado (Convento de las Religiosas). - Jean-Paul PÉRIER-MUZET, A.A., Cent quatorze ans à Bordeaux, en « A travers la Province », nº 208 (2006), p. 32-34. - Les Origines de l’Assomption, t. IV, Tours, Mame, 1902, p. 47-58. Para una lectura personalizada • ¿Qué consejos da el P. d’Alzon para esta nueva fundación? ¿Las consideraciones de orden más personal te parecen equilibradas respecto a las informaciones temporales o de naturaleza más colectiva? • ¿Qué dificultades puede encontrar una fundación nueva? ¿Resultan un estímulo o un freno en este caso preciso? ¿Qué apoyos tenían que buscar? • ¿Sabes de alguna fundación en que Asuncionistas y Religiosas de la Asunción tuvieron que apoyarse mutuamente? • Hacer nacer a la Asunción en un lugar exige tiempo, energía y vigor espiritual. Para ti ¿cuáles son factores de permanencia o al contrario de provisionalidad en una implantación? 167 33 Mujeres en santidad, mujeres en la Iglesia (1861) E l cristianismo nació del testimonio de mujeres que fueron las primeras en recibir la luz de la Resurrección. En este punto, la historia no ha cambiado y el P. d’Alzon se hacía eco de ello en esta página a la señora de La Prade, que acompañaba sus reflexiones como consecuencia de una peregrinación a las Saintes-Maries de la Mer. La Virgen Ma-ría reunió en torno a ella, en el afecto y en la oración, a los apóstoles congregados en el Cenáculo: el P. d’Alzon, siempre generoso con sus denarios, ¿no tuvo la intención en 1861-1862 de comprar en Jerusalén la tumba de María para las Religiosas de la Asunción y el Cenáculo para los Asuncionistas? Dos lugares simbólicos que no cesan de hablar a “hombres” de fe alertas. Esta presencia y este símbolo de la mujer en el corazón de la fe no han tenido en la historia cristiana todas las repercusiones benéficas que se podían esperar de la comprensión de las Escrituras, debido a comportamientos e interpretaciones más culturales que propiamente evangélicos. Y sin embargo la Iglesia en su enseñanza fundamental, fuera de una cierta memez eclesiástica e incluso pseudoteo-lógica tan enorme como aflictiva, siempre ha valorizado el papel eminentemente positivo de las mujeres en la vivencia cotidiana de la fe cristiana. En los altares proliferan santas, misioneras y mártires. Pero es cierto que en este ámbito, la Iglesia ministerial, institución exclusivamente masculina en su organización jerárquica de arriba abajo y de 168 MUJERES EN SANTIDAD, MUJERES EN LA IGLESIA (1861) abajo arriba, siempre ha preferido las mujeres vírgenes o mártires, silenciosas y desecadas en la tumba, a las mujeres que hablan, ermitañas, profetisas, visionarias, extáticas o beneficiarias de apariciones demasiado en carne y hueso. Ha habido que esperar al siglo XVII para conceder a las religiosas una forma de vida apostólica, ya que el Concilio de Trento había ligado vida religiosa femenina y monástica bajo la guardia de una clausura estricta. Incluso San Francisco de Sales no pudo liberar de ella a sus Hijas de la Visitación, ¡que tuvieron que vivir simbólicamente el misterio de su nombre de “aire libre” en los pasillos de sus claustros! Las visitas formaban parte de la Regla, pero en sentido único: ¡del exterior al interior, y detrás de una reja! Fue el sagaz San Vicente de Paúl, astuto como hijo de campesino, quien inauguró la serie de mujeres apostólicas en la vida consagrada con las Hijas de la Caridad, dándoles por capilla la iglesia de la aldea, por claustros las calles de las ciudades y los caminos de los campos y por hábito los vestidos de las campesinas de Champaña, con los votos anuales como prima, puesto que no podían ser consideradas “auténticas consagradas” según los artículos de la legislación canónica de la época. Y sin embargo, la historia del cristianismo, comenzando por el testimonio de los Hechos de los Apóstoles, está repleta de mujeres entregadas, generosas, apostólicas y misioneras en el sentido primero y no institucional, catequistas en las casas y las escuelas, a la espera de formas más comprometidas y más reconocidas de nuestro tiempo: capellanías en hospitales y en ambiente escolar, teólogas patentadas, directoras de movimientos y de funciones litúrgicas. Los protestantes han resucitado en el siglo XIX a las diaconisas; los católicos han descongelado un tanto sus costumbres para moverse algo en este terreno, reconociendo por vía de facto los compromisos eclesiales en que las mujeres han sido pioneras e iniciadoras, tales como Pauline Jaricot en el siglo XIX. La vida religiosa ha sido para un gran número de ellas, fundadoras y misioneras, este ámbito emancipador, espacio de libertad y de creatividad. Fue Pablo VI quien en 1970 proclamó “doctoras de la Iglesia” a las dos primeras mujeres: Teresa de Ávila y Catalina de Siena. Juan Pablo II ensanchó la brecha, 169 MUJERES EN SANTIDAD, MUJERES EN LA IGLESIA (1861) él que ha sido el primer Papa de la historia en escribir una Carta a las mujeres en 1996. El siglo XX religioso ¿estaría completo sin los rostros luminosos y conmovedores de una Madre Teresa de Calcuta, de una Edith Stein, de una Madeleine Delbrel?; ¿y el siglo XIX sin Bernadette Soubirous, Anna-Maria Taïgi o Teresa de Lisieux, para no citar sino a ellas? No, el androcentrismo no es un fruto evangélico, incluso si tiene la piel dura en esta Iglesia que ha recibido la promesa de una vida eterna y deja tan a gusto a otros la tarea de las liberaciones humanas. ¡Gracias al P. d’Alzon por sus preguntas saludables: las alas extendidas hacia el cielo terminan siempre por tocar un día la tierra! … He vuelto hace dos días de una peregrinación a las Santas Marías1.¿Por qué permite Dios que estas mujeres, estas compañeras de sus correrías apostólicas, las amigas fieles de sus ignominias en el Calvario, que con San Juan y la Santísima Virgen formaban casi solas el núcleo de la Iglesia cuando Jesucristo expiró, cuyo amor sobrevivió a su muerte y que merecieron ser las primeras en saber su resurrección; por qué fueron arrojadas solas en esta playa, sin ayuda, sin dirección, sin acción apostólica? ¿Por qué tal abandono? ¿Por qué esta aparente severidad de parte del divino Salvador? Santa Marta evangelizó Tarascón2, Santa Magdalena es la compañera de los ángeles3, la tradición no da a las Santas Marías sino las arenas, el mar y un clima insalubre. ¿Qué sucedió, cuando una de ellas murió, en el alma de la que sobrevivió? ¿Qué prueba en semejante abandono, qué méritos en este sufrimiento aparentemente inútil? Una de ellas trajo la cabeza de su hijo, Santiago, el primer apóstol martirizado4; la otra nada tenía consigo sino los recuerdos de la cruz y de la resurrección. Eso les bastaba a las dos. ¡Que la fe le baste, mi querida hija, y le ayude a extender las alas hacia el cielo! Adiós, y mil veces suyo en Nuestro Señor. E. d’Alzon. Carta a la señora de La Prade, Nimes, 19 de abril de 1861, Lettres, t. III, p. 447. 170 MUJERES EN SANTIDAD, MUJERES EN LA IGLESIA (1861) _______ La señora de La Prade o Laprade es una dirigida del P. d’Alzon; su apellido de soltera es de Guiraud, de una familia domiciliada en el Aude, Limoux. 1 Las Santas Marías del Mar es un lugar de peregrinación en Camarga, en la costa mediterránea, lugar típico con su iglesia románica fortificada y su museo camargués, lugar de cita anual de los Gitanos. Los peregrinos honran allí según la tradición a tres mujeres desterradas de Judea: María de Santiago, hermana de la Virgen, María Salomé, madre de los apóstoles Santiago y Juan, y su sirvienta negra Sara que se habrían refugiado en este lugar. 2 Otra tradición muy querida en el Midiodía francés: Santa Marta, hermana de María y Lázaro de Betania, habría desembarcado con ellos en Marsella y estaría en los orígenes del cristianismo en Tarascón. 3 Santa María Magdalena es una de las mujeres testigos de la Pasión, quizá originaria de Magdala, según una forma de etimología posible. El cine contemporáneo más atraído por los estereotipos eróticos que por la precisión histórica, no duda en transformar a esta santa en una simple enamorada de Cristo. A veces se la confunde, según una tradición también embrollada, con la mujer anónima pecadora que perfumó los pies de Jesús (Lucas 7, 37) y también con María la de Betania. Una leyenda persistente le atribuye la fundación del convento de Sainte-Baume. Vézelay en el Yonne con su admirable basílica, espécimen del arte románico de Borgoña, es también un señalado lugar de peregrinación a Santa María Magdalena. (Ver Cahiers Supplément Evangile, nº 138 del 2006, consagrado a las Figuras de María Magdalena). 4 No confundir las parentelas y los parecidos: por una parte Santiago llamado el Mayor y su hermano Juan que según el Evangelio son los hijos de Zebedeo. Este Santiago habría muerto decapitado según Hechos 12, 2 por orden de Herodes Agripa hacia el año 44. Una leyenda le hace apóstol de España, fiesta el 25 de julio. Sus restos habrían llegado hasta Santiago de Compostela y habrían estimulado la reconquista cristiana a los Moros. Por otra parte Santiago llamado el Justo o el Menor, era otro apóstol, hijo de Alfeo, identificado como “hermano del Señor” (Mateo 13, 55), lo que una tradición corriente interpreta como un primo, hijo de una hermana de la Virgen. El Nuevo Testamento presenta a este Santiago como uno de los jefes de la primera comunidad cristiana de Jerusalén. Habría muerto lapidado en el año 62 y habría escrito la Epístola que lleva su nombre. Se le festeja el 11 de mayo. 171 MUJERES EN SANTIDAD, MUJERES EN LA IGLESIA (1861) Para ulterior reflexión e investigación Sobre la mujer en la teología, en la Iglesia y en la historia social: - Karl Hermann SCHELKLE, Femmes dans la Bible, Haguenau, Maison St. Gérard, 1980, 121 p. - Yvonne PELLE-DOUEL, Etre femme, París, Ed. Seuil, 1967, 271 p. - Georges DUBY, Michelle PERROT, Histoire des femmes en Occident, París, Plon, 1992, 5 tomos. - Michelle PERROT, Les femmes ou les silences de l’histoire, París, Flammarion, 1998, 493 p. - Christine BARD, Les femmes dans la société française au XXème siècle, París, Armand Colin, 2004, 285 p. - Suzanne TUNC, Brève histoire des femmes chrétiennes, París, Cerf, 1989, 296 p. - Elisabeth SCHÜSSLER-FIORENZA, En mémoire d’elle : essai de reconstruction des origines chrétiennes selon la théologie féministe, París, Cerf, 1986, 482 p. (colección: Cogitatio fidei, 136). - La colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia y en el mundo: Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe a los Obispos de la Iglesia Católica, del 31 de mayo de 2004. - Marie-Thérèse van LUNEN-CHENU, Femmes, féminisme et théologie, en Initiation à la pratique de la théologie, t. 5 : Pratique, París, Cerf, 1983, p. 267-322. - Christifideles Laici, Exhortación Apostólica Post-Sinodal de JUAN PABLO II, sobre la vocación y la misión de los laicos en la Iglesia y el mundo, del 30 de diciembre de 1988. Para una lectura personalizada • El cristianismo al principio ¿no fue el hecho de una real preponderancia numérica femenina? ¿De dónde les viene su “estatuto de inferioridad institucional”? • ¿Qué piensas de la hipótesis de ver algún día a las mujeres acceder a los ministerios ordenados? ¿Qué posturas defiende en esta materia la Iglesia católica? ¿Por qué? • Las demás tradiciones cristianas y judías ¿tienen otro modo de afrontar este tema? • La historia del cristianismo ¿no ha pecado a menudo de misoginia u otro prejuicio sexista cultural? ¿Hay algo de esto en tu país? 172 34 Industrialización en el Gard (1861) N o es evidente poder encontrar en la correspondencia del P. d’Alzon indicios sobre el desarrollo económico del Departamento del Gard, incluso si en ella abundan los datos financieros sobre préstamos y compras, proyectos inmobiliarios de construcción y de ventas, disposiciones económicas de todo tipo, en especial con la Madre María Eugenia de Jesús, su alter ego femenino enfrentada a los mismos imperativos de Congregación. Tanto el P. d’Alzon como su corresponsal preferida no eran jefes de empresa o decisores económicos de primer orden. Sin embargo, en cuanto actor pastoral de primer plano, el P. d’Alzon no podía dejar de interesarse por la organización parroquial de las zonas de fuerte expansión económica y por las construcciones de nuevos lugares de culto para responder a las necesidades espirituales de la población, comenzando por la ciudad de Nimes. El siglo XIX por otra parte fue un siglo importante de reconstrucción de numerosas iglesias antiguas y maltratadas por la Revolución. La región metalúrgica de Alès (barrio de Rochebelle, Tamaris) y la cuenca minera de La GrandCombe atrajeron en particular el éxodo rural de las laderas montañosas de los Cevenas y del Ardes, lo que obligó a crear una infraestructura eclesiástica adaptada a las nuevas parroquias. Podemos lamentar que los textos del P. d’Alzon no hagan casi alusión a todas estas transformaciones, ya que los hombres de Iglesia son más sensibles a las consecuencias sociales y religiosas del paisaje 174 INDUSTRIALIZACIÓN EN EL GARD (1861) humano que a las creaciones del paisaje industrial. Nada indica en ningún sitio que haya entrado en una hilatura textil, en un molino de aceite o que haya descendido a la galería de una mina. Es sabido que en abril de 1874 se acercó a la realidad de los niños huérfanos salidos de la institución Halluin y empleados en las gale-rías de los pozos de la mina de carbón de Brebis, cerca de Bully (Pas de Calais). Si fue recibido por los industriales de la región con motivo de alguna visita, seguro que fue más en un salón de su residencia en la ciudad que en una sala de máquinas de la fábrica o sobre un terreno de explotación. El mundo del trabajo no lleva a menudo al lugar de culto salvo, en ocasiones, para alguna manifestación específica de cofradías o patronatos; más bien aleja de él habitualmente. En Nimes sin embargo sabemos que el nombre del P. d’Alzon era popular en los barrios de obreros y artesanos de la ciudad, como asociado a esta población “blanca” que se reconocía tanto en las opiniones religiosas antiprotestantes como en las tradiciones monárquicas legitimistas. Con el fomento industrial del Segundo Imperio y la difusión de las doctrinas socialistas, las nuevas masas obreras se volvieron más bien hacia aspiraciones materiales e ideologías de ruptura. Las consignas y los eslóganes de opinión rechazaban al clero y a las realidades eclesiales como clases antagonistas tachadas de enemigas irreductibles al igual que la burguesía de negocios y los antiguos notables. Los modelos cristianos de asistencia caritativa, patronatos, colonias agrícolas, fábricas o empresas de formas paternalistas, círculos de obreros, eran mirados por el proletariado más como pantallas engañosas y falsos amigos que como medios adaptados para la construcción de una sociedad justa. La Iglesia se buscaba todavía los instrumentos para una sólida doctrina social entre las distintas escuelas reformistas de aquel tiempo (escuela tradicionalista de Angers con Le Play, escuela de Friburgo con monseñor Mermillod, escuela liberal con Leroy-Beaulieu). Finalmente esta doctrina social pudo ser saludada con la aparición de la encíclica Rerum Novarum (1891). El Manifiesto del Partido Comunista, escrito por Marx y Engels en 1848, acusaba ya una brecha de casi 50 años. 175 176 INDUSTRIALIZACIÓN EN EL GARD (1861) Mi querida hija, Acabo de llegar de Alais y he tenido una conversación con la señora Varin sobre el asunto de su hija1. Realmente parece que esta vez toma una actitud razonable; me ha dicho que propone pagar pronto 20.000 francos, que si vende el horno de cal de Lanerte2, pagará la totalidad antes de dos o tres años; que lo que desea, es tener la certeza de que Isaura no le retirará los 2.000 francos que le deja para su colonia3. Seguro que la falta de cosecha de gusanos de seda4 arruina a todos los propietarios de esta región. Pero si es cierto que quiera seriamente vender Lanerte, que le pertenece, para pagar la dote de su hija, se le puede conceder algún tiempo para realizar esta operación. Ahora bien, hasta entonces si tiene usted necesidad de fondos5 he aquí lo que le propongo. Mi crédito reporta no el cuatro y medio sino el cinco por ciento. Ahora bien, sobre 90.000 yo puedo prestarle 30.000 a Joséphine6, que colocaría así los capitales que ella desea retirar. Le dejo a usted la tarea de negociar un crédito de 60.000 francos, de los que se puede servir si los necesita. Los intereses me serían pagados mediante la pensión de Isaura, a menos que lo haga la señora Varin, cuando ella quiera, y yo emplearía ese capital en acciones de aquí como me lo proponía7. Me parece que esta combinación se puede hacer sin demasiados inconvenientes. Pero como su genio es muy superior al mío cuando de negocios se trata, temo equivocarme. Examine a fondo la cosa, porque quizá me sea posible vender mi crédito aquí. He aquí cómo. El señor Silhol, banquero de Alais8, consigue beneficios enormes en las minas donde la señora Varin tiene fondos. Quizá él encuentre la buena colocación y la señora Varin le pueda hacer algunas propuestas. Respóndame para decirme si aprueba la cosa, y yo escribiré entonces a Isaura. La señora Varin está un tanto herida con usted. Adiós, hija mía. Todo suyo en Nuestro Señor. E. d’Alzon. Carta a María Eugenia de Jesús, Lavagnac, 29 de enero de 1861, Lettres, t. III, p. 405. 177 INDUSTRIALIZACIÓN EN EL GARD (1861) _______ 1 Señora Jean-Baptiste Varin d’Ainvelle (+ 1882), es una joven viuda, madre de tres hijos: Cécile, Amédée e Isaura, la cual se hizo Religiosa de la Asunción bajo el nombre de Sor Jeanne-Emmanuel (1838-1890). El jefe de la familia, Jean-Baptiste (1806-1857), amigo del P. d’Alzon, era un ingeniero de minas. Su esposa, dama de obras caritativas, dirigida espiritual del P. d’Alzon, iba y venía entre Alès y el castillo familiar de Servas, cerca de Salindres, que cuenta de hecho con dos: el antiguo de origen medieval y el llamado nuevo por contraposición, construido en vida del señor Varin. Hasta 1926, Alès se escribía Alais. En esta carta se trata de gestiones familiares en vistas a pagar la dote de Isaura, al hacerse Religiosa de la Asunción. 2 Imposible de localizar este lugar en un mapa ordinario. Los hornos de cal se construían en sitios naturales a veces constituidos por islotes calcáreos en zonas pizarrosas, como en Branoux-lesTaillades (Gard), donde se conserva un ejemplar de 1856. La cal natural servía en la agricultura para mejorar los suelos. 3 La señora Varin dirigía una colonia agrícola, es decir de acuerdo con el modelo social y caritativo de la época, una especie de empresa de tipo familiar en la que se empleaban para los cultivos y las cosechas preferentemente a jóvenes huérfanos. Esta juventud así encuadrada aprendía una profesión. Se puede comparar esta iniciativa con otra contemporánea, la Obra de los Huérfanos de Auteuil, del abate Roussel. La Asunción conoció en distintas épocas colonias agrícolas (Mireman, Andrinópolis, Kerbernès) y orfanatos (Arras, Toulouse Grande-Allèe, Douvaine). Este tipo de apostolado y de trabajo social está aún vivo sobre todo en Rumanía (Barati). 4 Los gusanos de seda sufrían entonces enfermedades infecciosas debidas a microorganismos responsables de una fermentación y una putrefacción que las concepciones de la época atribuían a “generación espontánea”. El químico biólogo Louis Pasteur (1822-1895) con sus experimentos, especialmente en 1865 en la región de Alès, consiguió vencer el carbunclo de las ovejas, el cólera de las gallinas y la rabia, mediante la técnica llamada más tarde pasteurización. La técnica de la vacuna contra la rabia en el hombre en 1885 le valió gloria mundial. El hilo del gusano de seda alimentaba la cadena de las hilaturas, los molinos y las manufacturas textiles diseminadas por los valles de los Cevenas y muy representadas en Nimes para la confección de chales, especialidad reconocida. 5 Las prácticas capitalistas se desarrollaron en Francia bajo el Segundo Imperio gracias a la construcción de la red bancaria, ligada a la gran industria (textil, metalúrgica, carbonera, construcción mecánica y naval), al desarrollo del comercio nacional e internacional y por supuesto a los transportes. Los circuitos del dinero se multiplicaron: bancos, bolsas, sociedades accionnarias. 6 Joséphine Fabre (1825-1896), de la burguesía de Nimes, muy ligada al P. d’Alzon y a la Asunción. 7 Los conocimientos económicos del P. d’Alzon, por el hecho de su extracción aristocrática, donde la fortuna estaba tradicionalmente ligada a la posesión de la tierra y a su explotación, estaban atrasados respecto a los de la gran burguesía, de la que procedía María Eugenia de Jesús cuya fortuna se hacía (y se deshacía también) en el torbellino del comercio, de la banca, del ferrocarril y de la industria en general. 8 Sin duda un cierto Auguste Silhol, reputado como banquero en Alès en 1861. Nuestras fuentes hablan también de una rica familia de Alès, Henri Chamboredon, banquero, propietario del antiguo obispado de Alès, y de Auguste Chamboredon, rico industrial, constructor de una hilatura en 1853. 178 INDUSTRIALIZACIÓN EN EL GARD (1861) Para ulterior reflexión e investigación Sobre la industria en el norte del Gard en el siglo XIX: - Jean-Michel GAILLARD, Un exemple français de ville-usine, La GrandCombe dans le Gard et sa Compagnie de Mines 1830-1921, tesis en la Universidad X de París, 1974, 345 p., 2 vol. - Claude PACZKOWSKI y Aimé VIELZEUF, La Grand’Combe en Cévenne, jadis canton des gueules noires, Nimes, Lacour, 1989, 206 p. Para una lectura personalizada • ¿Cuál es el vocabulario económico que emplea el P. d’Alzon? ¿Cómo entra en el juego de los círculos financieros del dinero a plazos? • ¿Qué sabes tú de los mecanismos financieros y bursátiles que por medio de los empréstitos, de los préstamos y de los créditos hacen trabajar al dinero bajo la forma de capitales y acciones? • La doctrina de la Iglesia sobre la usura y el derecho de propiedad, que trataba de moralizar el préstamo de dinero, ¿había evolucionado en el siglo XIX? ¿No había entonces cambio de proporciones? ¿Cuáles son las primeras Encíclicas de tonalidad económica y social? • Las Congregaciones religiosas en pleno desarrollo en el siglo XIX tenían grandes necesidades financieras. ¿Cuáles eran sus modos de ingresos y sus recursos? 179 35 Una caravana de Nimes en peregrinación a Roma (1862) N ada tan sabroso como las cartas intercambiadas entre el P. d’Alzon y el joven Vicente de Paúl Bailly, por entonces estudiante de teología en Roma. Este último desempeñaba también a gusto el papel de intermediario o procurador de todos los asuntos que le confiaba el P. d’Alzon: peticiones ante las Congregaciones romanas, búsqueda de información, gestiones para conseguir reliquias, indulgencias, bendiciones apostólicas, etc., hasta el punto de que uno se pregunta a veces ¡cómo nuestro estudiante disponía aún de un poco de tiempo para sus estudios! Por cierto que hoy en Roma en este siglo XXI se puede constatar que el género no ha desaparecido del todo en la Asunción, ¡a salvo la capacidad de los estudiantes concernidos de estirar sus años llamados de estudios y hacer el papel de procuradores oficiosos! Sea lo que sea de tales semejanzas, nuestro buen hermano Vicente de Paúl fue encargado por el P. d’Alzon de organizar para finales de mayo y principios de junio de 1862 el albergue para una peregrinación de 65 sacerdotes nimeños, con monseñor Plantier y su Vicario General al frente: intendencia, transportes, visitas. Esto no tuvo nada de una sinecura, ya que los conventos estaban llenos, requisados por las guarniciones de tropas o por Capítulos generales, los hoteles demasiado caros y el resto ¡constituidos por graneros de pulgas!, como escribía Vicente de Paúl Bailly. Los nimeños encontraron refugio en las Cappellette del Viminal, 181 UNA CARAVANA DE NIMES EN PEREGRINACIÓN A ROMA (1862) frente a Santa María la Mayor. En el programa, visita por supuesto a las basílicas y a los monumentos antiguos, ceremonias, entre ellas la famosa canonización de los mártires japoneses en presencia de 300 obispos, el 8 de junio. Pero el P. d’Alzon se vio también acaparado por otro asunto: en el transcurso de esta estancia romana, gracias a múltiples contactos con cardenales de Curia, el 6 de junio tuvo una audiencia privada con Pío IX, de la cual salió creyéndose investido de una misión a favor del Oriente; ésta tomó realmente cuerpo en el Capítulo de septiembre de 1862. El P. Galabert se ofreció generosamente voluntario para ser el pionero de lo que se iba a llamar en la Asunción “La Misión de Oriente”, en algún lugar de Bulgaria. Por aquel entonces se estaba en tratos para una eventual fusión entre Resurreccionistas y Asuncionistas. El P. Jerôme Kajziewicz, por entonces Superior General, a quien el P. d’Alzon conoció en el barco en el viaje de ida, se mostraba más bien favorable. Un joven sacerdote Resurreccionista de rito bizantino, griego nacido en Tur-quía, el P. Jerôme Demetriades, motejado por 182 el P. d’Alzon “Girolamo cachetoi-vite” [escóndete rápido], entró incluso como novicio en la Asunción, en enero de 1864, con el consentimiento explícito de Pío IX: salió para Oriente en lugar del P. d’Alzon en mayo de 1864 para visitar al P. Galabert y volvió a Francia con dos jóvenes búlgaros, pero retomó su libertad abandonando Nimes bruscamente el 2 de enero de 1865 sin mayores trámites. El proyecto de unión con los Resurreccionistas también fracasó. Esta peregrinación a Roma, que terminó el 15 de junio con retorno a Nimes el 17, tuvo pues consecuencias inesperadas y muy indirectas. El P. d’Alzon fue desviado de sus proyectos en Palestina, en especial de la fundación de un seminario maronita; fue convencido por Pío IX para que fuera a plantar la tienda de la Asunción en Bulgaria, pero no en Andrinópolis donde tenían su centro los Resurreccionistas; su proyecto a largo plazo era el de establecer un seminario de rito oriental para los búlgaros, pero pensaba ya para más adelante en una acción más amplia en el mundo ortodoxo “contra todo el Cisma fociano”. UNA CARAVANA DE NIMES EN PEREGRINACIÓN A ROMA (1862) Esta carta te será entregada por las señoritas Combié y Fabre, mis dos hijas espirituales1, y por lo tanto tus hermanas, que ya habrás visto en mi misa; serás cortés con ellas. Querido amigo, Dispones de plenos poderes para el cocinero2. Ya que nos alojaremos en el Viminal3 tendrás la bondad de preparar todas las cosas, menos sábanas, toallas y cubiertos que llevaremos nosotros mismos. ¿Quizá algunos sacerdotes prefieran alojarse en la ciudad? ¡Allá ellos! Se te escribirá más adelante; para entonces dispondrás de biombos para proteger a los tímidos. Después de escribir estas líneas hemos recibido varias cartas tuyas; eres el comisario más delicioso que se pueda encontrar bajo la bóveda del cielo. Tu inventiva me entusiasma y me llena de orgullo como si fuera mía4. En cuanto al comisario nimeño, ni yo ni el señor Barn[ouin], nimeño también, no podemos partir. Si puedes encontrar algunas habitaciones de alquiler en torno a La Imperial, creo que algunos peces gordos las tomarán; pero en fin tampoco hay que atormentarse en exceso. Los señores Bouisse y el señor Corrieux5 se suman a la caravana. Se lo puedes decir al señor Bouisse al tiempo que le presentas mis afectuosos saludos y mi más sincero agradecimiento. Pienso que el señor Barre6 te enviará las informaciones necesarias, si no por el correo de mañana, al menos por el del jueves. Llevaremos sábanas con nosotros. Ya habrás previsto criados para las habitaciones, supongo. Adiós, admirable pero no menos querido hijo, ¡qué impaciente estoy por volver a verte! E. d’Alzon. 1er Post-scriptum. – Querido amigo, el día de nuestra llegada, ven a recibirnos con dos coches y dos ómnibus; los ómnibus para los omnes7, el primer coche para Monseñor, el segundo para los comisionados que así podrán llegar una hora antes que los demás. Si el señor Bouisse quiere venir contigo, será muy amable de su parte. ¿No le sería posible por sus altas influencias enviarnos un salvoconducto a Civitta Vecchia? ¿No podríais, tú o Bouisse, venir a buscarnos a Civitta? Pedir en la catedral un altar para que el obispo 183 UNA CARAVANA DE NIMES EN PEREGRINACIÓN A ROMA (1862) o uno de sus sacerdotes pueda celebrar la misa y mandar preparar una comida. El jueves te enviaremos los últimos detalles. Carta a Vicente de Paúl Bailly, Nimes, hacia el 10 de mayo de 1862, Lettres, t. IV, p. 56-57. _______ 1 Juliette Combié (+1900) y Joséphine Fabre (1825-1896), cuyas semblanzas han sido dibujadas por el P. Georges Tavard en Le P. d’Alzon et la Croix de Jesús (Roma, 1992, p. 85-94), junto con los de Eulalie de Régis (1826-1867) y de Clémentine Chassanis, eran todas miembros del grupo de las Adoratrices. 2 Se trata de prepararlo todo para esta peregrinación nimeña, entre otras cosas los inevitables problemas de transporte, alojamiento y comidas. 3 Viminale es el nombre de una de las colinas de Roma. Por extensión, es el nombre de un barrio y de un hotel o pensión de familia, cerca de Santa María la Mayor y de la actual estación Termini (Vía Cesare Balbo, nº 31) así como más lejos la Imperial (Vía Vittorio Veneto, nº 24). 4 El P. d’Alzon no se ahorra cumplidos. Apreciaba la inventiva, el espíritu de iniciativa y el sentido práctico del joven Vicente de Paúl, a quien la Asunción ya debía desde 1860 el descubrimiento del solar en el que se construiría en París la casa de la calle François Premier. 5 Las personas nombradas son sacerdotes nimeños: Henri Barnouin (1860-1895), párroco fundador de la parroquia de San Francisco de Sales en Nimes, Jean-Joseph-Marie Bouisse (1812-1872), párroco de Alès y hermano del abate Ubald, François Corrieux (1807-1880), párroco de Saint Gilles del Gard y luego de la catedral de Nimes. El señor François Bouisse (1779-1868), conocido como el de Roma, era un francés nativo de la diócesis de Aviñón, quizá pariente de los abates gardeses Bouisse, fundador de una pensión familiar o de un hotel situado cerca de la Plaza Venecia, en nº 39 del Ara Caeli, pero ciertamente no del lujoso Hotel Minerva construido en el siglo XVII, Piazza della Minerva nº 69, donde se alojaron Stendhal en 1832 y más tarde el General San Martín, héroe de la Independencia de Argentina y Perú. Es cierto que en 1841 este famoso hotel era propiedad de un francés, Joseph Sauve, donde acostumbraban a alojarse muchos obispos, en especial los que venían de Francia. 6 El abate Louis Barre (1814-1872), antiguo médico, profesor del P. Galabert, ordenado sacerdote en Roma en 1858. 7 El P. d’Alzon no ignora la etimología latina del ómnibus, vehículo de transporte colectivo como la diligencia o la imperial tirados por caballos, lo mismo que el patache, por oposición al coche, al simón, al fiacre, al cupé, al cabriolet y la calesa, para no hablar de la carroza. 184 UNA CARAVANA DE NIMES EN PEREGRINACIÓN A ROMA (1862) Para ulterior reflexión e investigación Sobre la peregrinación de sacerdotes nimeños a Roma en 1862: - Roger AUBERT, Le Pontificat de Pie IX (1846-1878), en Histoire de l’Eglise depuis les origines jusqu’à nos jours, t. 21, París, Bloud et Gay, 1952, p. 96-97 y 248-250. - Anatole de CABRIÈRES, Le Pèlerinage de Rome, en « Annales Catholiques de Nîmes », I, (1862), p. 298-314; 393-410; 505-530. - Chroniques, en « Annales Catholiques de Nîmes », I, (1862), p. 224, 274275 (A. Grancolas), p. 276-280 (A. Grancolas), 330-332. - Jean MAURIN, La politique ecclésiastique du Second Empire de 1852 à 1869, París, 1930, p. 602-604, 607-618. - Jacques-Olivier BOUDON, L’Episcopat français de l’époque concordataire (1802-1905), París, A.N.R.T., 1991, 2 vol., (608 p. Para una lectura personalizada • En la Asunción las peregrinaciones son una de las formas muy conocidas de animación apostólica. ¿Qué elementos, según tú, forman parte del programa de una peregrinación? • ¿Qué propone hoy la Asunción como formas de peregrinación? • ¿Qué distinción ves tú entre agencia de viajes, consejo de peregrinaciones, crucero, asociación para las peregrinaciones? • Roma sigue siendo hoy un destino de peregrinación. ¿Qué cosas crees que no pueden faltar en un programa de visita a este lugar? ¿Has participado u organizado alguna? 185 36 Una aventura, Constantinopla (1863) E l P. d’Alzon quiso comprobar por sí mismo las realidades de la Misión de Oriente cuya fundación había sido confiada al P. Galabert en 1862. Cumplió así, en compañía de uno de los alumnos mayores del Colegio de la Asunción, Louis Guizard, el único viaje de largo recorrido que realizó en su vida, utilizando los servicios de las Messageries Maritimes, que desde Marsella cubrían los puertos de Levante. Hizo escala en Atenas el 18 de febrero de 1863, allí donde otros antes que él habían escrito su meditación sobre la Acrópolis, entre ellos Chateaubriand, autor en 1811 del Itinéraire de Paris à Jérusalem; pisó la nieve en el Partenón; y desembarcó en Constantinopla, la capital bizantina de los Otomanos, el 21 de febrero. El P. Galabert lo recibió encantado en la sede del Vicariato apostólico patriarcal que dirigía monseñor Paolo Brunoni. Predicó la Cuaresma en la iglesia de San Juan Crisóstomo y un retiro a las Religiosas de Sión. Recibió a delegaciones búlgaras, visitó Calcedonia dos veces, el 2 de marzo y el 15 de abril, y participó en las reuniones del Comité latino que reflexionaba sobre las condiciones que habría que poner a la Unión búlgara. Mientras tanto el P. Galabert y Louis Guizard acompañaban a Bulgaria a monseñor François Malczinski, un sacerdote de Rutenia pasado el rito bizantino y designado, tras el episodio de Sokolski, como Administrador de los BúlgarosUnidos. Su viaje finalizó el 16 de abril. A su regreso, el P. d’Alzon quiso detenerse en Roma con la intención de entregar a Pío IX en persona un informe que contenía sus observaciones en 21 puntos. 187 UNA AVENTURA, CONSTANTINOPLA (1863) Esta memoria, entregada al cardenal Barnabo de la Propaganda y transmitido por él a Pío IX el 11 de junio, fue leído en Congregación general, pero no recibió una acogida favorable porque podía ofrecer un flanco débil al reproche permanente de los Orientales de querer ser latinizados. De hecho, cuatro puntos en particular se podían distinguir objetivamente en dicha memoria del P. d’Alzon que la diplomacia pontificia rechazaba de plano, por inoportunos, según ésta: la restauración de un patriarcado latino en Constantinopla, la creación de un arzobispado en Calcedonia, el nombramiento episcopal de monseñor Malczinski y la apertura de relaciones diplomáticas directas con la Puerta, todo ello presentado, es cierto, bajo una óptica muy francesa por el Fundador de la Asunción. Por el contrario, Roma estimulaba sin reservas la creación de escuelas y de seminarios orientales a cargo financieramente de la Asunción (¡monseñor Brunoni era categórico en este punto!) y la predicación del P. d’Alzon en Francia a favor de las Obras de Oriente. Podemos preguntarnos 188 legítimamente si este viaje del P. d’Alzon a Oriente consiguió los resultados esperados. Es cierto que le permitió captar de cerca las mil realidades complejas, tejidas con los enmarañados hilos del Oriente presos en el ovillo inextricable de las políticas, religiones y ritos, de las nacionalidades y particularismos. Sólo en el ámbito de la acción de las Congregaciones católicas latinas, sus rivalidades a veces seculares no favorecían en nada el entendimiento entre Capuchinos, Pasionistas, Resurreccionistas y Lazaristas, acentuadas como estaban por las diferencias culturales y lingüísticas de sabor nacionalista. La Congregación de la Propaganda se sintió muy irritada por la publicidad dada a este viaje por monseñor Chaillot en las columnas de la Correspondance de Rome, que había publicado extractos del informe del P. d’Alzon haciéndole decir, de acuerdo con sus términos, las mayores tonte-rías. Y sin embargo la aventura asuncionista estaba lanzada en tierras de Oriente, todavía tímidamente es cierto, pero con vocación de permanencia gracias a la ejemplar actividad apostólica del P. Galabert. UNA AVENTURA, CONSTANTINOPLA (1863) A su vuelta el P. d’Alzon traía de Constantinopla una semilla que tenía valor simbólico para los futuros objetivos vocacionales, en la persona del pequeño Pierre Descamps, por entonces de 15 años de edad. En Oriente, las aventuras no pueden morir, al menos no en el reino de los espejismos. La duración ofrece a las humildes semillas del campo recién arado, un fulgor de estrellas. Las sombras que no cesan de poblar los sueños, se tornan promesas proféticas arrancadas del firmamento de la esperanza. Las visiones fabricadas a partir de un presente esquivo no se realizan nunca enteramente al sol de esta esperanza. Un presente vivo las proyecta al reino siempre invisible de posibles estrellas futuras. Para el hombre realista sólo son ilusiones, pero si al doble que mora en él, al hombre de fe, se le transmite la semilla de los combates, de los sueños y de los mitos que alimentan todos los proyectos, la aventura podrá inscribirse con letras doradas en el Libro de los Vivos. Querido amigo, El tiempo pasa y la eternidad se acerca. Acuérdate de esta máxima1, que me ha inspirado un entierro que acabo de ver pasar. Salgo dentro de ocho días2. Cuando recibas esta carta tendrás a tu Padre sobre el agua, si no está dentro o debajo, como decía el P. Pernet. El P. Galabert está de vuelta de su Bulgaria. Es probable que vuelva allá para fundar una escuela en Filipópolis dentro de cinco o seis meses. Pero hay que hacer algo hasta entonces para encontrarle recursos. Monseñor Canova, muy santo Capuchino3, en lugar de rechazarle lo llama y le dice que el consuelo de sus últimos días sería verle fundar una escuela en su territorio. ¿De dónde han sacado los Polacos4 sus 12.000 francos5? Monseñor Canova le da al P. Galabert un local y una pequeña suma para instalarse. Habría que procurarle algunos recursos para sus niños. El obispo le ha asegurado que tendrá enseguida una escuela muy numerosa. ¡Dios le oiga! Dile al señor Soubiranne6 que estoy preparando una Memoria para presentarla a la Santa Sede y que se la comunicaré. Espero tener el billete en la Embajada. Si me hubiera fiado de ti, no lo hubiera conseguido. La última vez en Marsella, no habían recibido nada; lo 189 UNA AVENTURA, CONSTANTINOPLA (1863) cual me proporcionó un pequeño malhumor para contigo, dicho sea sin ánimo de ofender. Has hecho muy bien sacando al P. O’Donnell de la casa de esas Damas7. Turquía ha descubierto en estos días que Rusia había hecho una tentativa de diversión sobre las provincias danubianas; lo que excita a la Puerta contra el cisma y le hace ver la utilidad de que estas provincias sean católicas. Creo que tras madura reflexión, me atendré al proyecto siguiente: comprar cerca de Constantinopla un terreno con una hermosa vista, pero en el campo, y por lo tanto barato, para construir allí un seminario; luego en Constantinopla, una casita con una capilla8. Si Dios nos envía personal, creo que ahí está la mejor oportunidad. Es probable que la casa escuela del P. Galabert en Filipópolis nos permita preparar un cierto número de buenas vocaciones. Ayer asistí a una entrevista entre monseñor Brunoni y los enviados de Sistovo9. Como les han enseñado los dientes, se han vuelto más flexibles. Sólo queda la cuestión de los obispos del país que ellos exigen, y que no se les concederá, o al menos no sin unos exámenes muy rigurosos; por mi parte, estoy mil y mil veces de acuerdo. Adiós, querido amigo. Mil veces tuyo. Escríbeme a Roma. Salgo dentro de ocho días, a menos que no tenga mi billete. E. d’Alzon. Carta al P. Francisco Picard, Constantinopla, 8 de abril de 1863, Lettres, t. IV, p. 258-259. _______ 1 Esta máxima es antigua, de sabiduría bíblica (sentencia piadosa) y de pensamiento filosófico (huída del tiempo), a veces reproducida en los relojes de sol. Ha sido interpretada de mil maneras: el tiempo es el precio de la eternidad (Bourdaloue), el tiempo es la imagen móvil de la eternidad (Rousseau)… 2 El P. d’Alzon partió de Marsella en 14 de febrero de 1863, desembarcó en Atenas el 19 de febrero y en Constantinopla el 21 de febrero, de donde repartió el 16 de abril hacia Roma, a donde llegó el 22. No llegó a Nimes hasta el 5 de mayo de 1863, tras dos meses y medio de ausencia. 3 Monseñor Andrea Canova (+ 1866), Capuchino, Vicario apostólico latino de Sofía, concedió al P. Galabert la autorización para fundar una escuela en Filipópolis que se abrió en 1864 y llevó el nombre de San Andrés, patrono del obispo. Era el primer embrión del futuro Colegio San Agustín en Plovdiv. 190 UNA AVENTURA, CONSTANTINOPLA (1863) 4 Los Polacos designan a los Resurreccionistas cuyo centro de la misión de Oriente estaba fijado en Adrianópolis, hoy Edirne, en la Tracia oriental sobre el Tunca, a las puertas de Estambul por el lado europeo. 5 Esta suma era una subvención de la Obra de Oriente u Obra de las Escuelas de Oriente fundada en París en 1856, bajo la presidencia de Lavigerie. El P.d’Alzon era en Nimes el responsable diocesano de esta obra. 6 Monseñor Pierre-Jean-Joseph Soubiranne (1828-1893) es en 1863 el director general de la Obra de las Escuelas de Oriente, sucesor de Lavigerie nombrado obispo de Nancy (1863) antes de ser trasladado a Argel (1867). Soubiranne llegó también él a obispo en 1871, primero auxiliar de Argel, luego obispo residencial de Belley (1880). 7 El P. Edmund O’Donnell (1796-1869), primer Asuncionista de lengua inglesa, tenía la función de capellán suplente temporalmente de las Religiosas en Auteuil. No era muy apreciado allí. 8 La primera implantación asuncionista en Constantinopla no se realizó hasta 1882, en Koum-Kapou, en un barrio turco musulmán de la ciudad, en la rivera europea. Preparada por el P. Galabert fue dirigida por el P. Joseph Maubon (1849-1932). Kadiköy fue la tercera fundación asuncionista en Constantinopla, –después de la de Fanaraki (1886)–, realizada solamente en 1895 sobre la rivera asiática de la ciudad y en territorio de la parroquia establecida en 1858 por el abate italiano Giuseppe De Negri (1838-1892). Las cuestiones de prioridad, terrenos e inmuebles, no son cosa sencilla en Turquía. Adrianópolis sigue siendo la primera implantación asuncionista en territorio turco, a partir de 1867. 9 Monseñor Paolo Brunoni (1807-1877), en calidad de Vicario apostólico patriarcal de Constantinopla entre 1858 y 1869, tenía jurisdicción sobre las comunidades cristianas católicas de los diferentes ritos del Imperio Otomano y era el primer interlocutor cualificado para los tratos con vistas a la Unión de los Búlgaros con Roma. Sistovo [Sistov, Svistov] es una localidad en el norte del territorio búlgaro, en la rivera del Danubio. 191 UNA AVENTURA, CONSTANTINOPLA (1863) Para ulterior reflexión e investigación Sobre Bulgaria, Constantinopla y la Misión de Oriente: - Ivan SOFRANOV, Histoire du mouvement bulgare vers l’Église catholique au XIXe siècle, Roma-París, 1960. - Siméon VAILHÉ, A.A., Vie du P. d’Alzon, Paris, B.P., 1934, t. II, p. 366370. - Vitalien LAURENT, A.A., Le P. d’Alzon et les Eglises gréco-slaves, en Mélanges d’Alzon, Hal-Saint-Gérard, 1952, p. 283-301. - Pierre TOUVENERAUD, A.A., Religieux et religieuses de l’Assomption au service de l’Orient chrétien (1863-1963), en « Pages d’Archives », 3ª serie, nº 6 (1965), p. 419-452. - Etienne FOUILLOUX, L’Œuvre orientale du P. d’Alzon vue par ses fils, en Emmanuel d’Alzon dans la société et l‘Eglise du XIXe siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 199-212. Para una lectura personalizada • Las preocupaciones apostólicas del P. d’Alzon en cuanto a la fundación de la Misión de Oriente ¿se han realizado en el tiempo? ¿Cómo? • ¿Qué sabes tú del movimiento de unión con Roma por parte de una fracción de Bulgaria en siglo XIX? • ¿Mediante qué medios financieros internos y externos, podía una Congregación enfrentar implantaciones de tipo “misiones lejanas”? • ¿Las perspectivas de naturaleza religiosa no son esenciales a toda misión de Congregación? ¿Qué obstáculos, sin embargo, podían surgir por el hecho de las limitaciones confesionales, ligadas al clima de rivalidad o de ignorancia inter-religiosas en el siglo XIX? ¿Cómo ha vivido la Asunción la cultura de las vocaciones religiosas autóctonas? 192 37 La señorita Marie Correnson (1864) D e entre las numerosas familias que el P. d’Alzon frecuentó en Nimes hay una que merece ser destacada a causa de la fundación de las Oblatas de la Asunción. La familia Correnson-Pleindoux de Nimes figuraba entre los notables de la burguesía de la ciudad. Charles Correnson era médico, hijo de médico, y casado con una Pleindoux, ella misma hija y nieta de médicos. Su hijo Henri (18501891), que fue el único varón en llegar a la edad adulta, eligió igualmente la misma profesión tras sus estudios de secundaria en la Asunción. La primogénita de los diez hijos de la pareja, María, había nacido en París en 1842 en circunstancias que ciertamente afectaron a su salud, como consecuencia de un accidente ferroviario en la línea París-Versalles que costó la vida en especial al explorador Dumont d’Urville. Conoció la vida al mismo tiempo holgada y severa de las señoritas de su tiempo, cuya educación era confiada a preceptoras con frecuencia más estilizadas que cultivadas. Eligió al P. d’Alzon como confesor y director espiritual, así como sus amigas Eulalie de Régie o Isabelle de Mérignargues, y participó en los grupos que él animaba entre las jóvenes de la alta sociedad nimeña (Hijas de María, Adoratrices del Santísimo Sacramento, alumnas de los conventos). Entre 1841 y 1845, los Correnson y el abate d’Alzon fueron vecinos en la calle des Lombards, ellos en el nº 12 y él en el edificio Grangent, nº 10. Desde 1858 María pensaba en una posible vocación religiosa, pero en una congregación ya existente. El P. d’Alzon, que se veía presionado por las peticiones de ayuda y refuerzos del P. Galabert 193 LA SEÑORITA MARIE CORRENSON (1864) en Oriente, a partir de 1863 se puso a buscar el apoyo de una congregación femenina que cumpliera en Oriente el papel indispensable de auxiliares en el campo escolar y hospitalario. Sus expectativas no se veían realizadas por causa de los plazos establecidos, pero también por las incertidumbres concretas de instalación. Por ello, al P. d’Alzon le pareció mejor fundar una nueva congregación; pero le costó bastante encontrar la piedra fundacional sobre la que apoyar y asegurar su obra naciente. Después de varias decepciones, alentó a la joven María Correnson, que en 1865 tenía 23 años, pero cuya familia se oponía a que iniciara una fundación. Siguieron dos años agitados y penosos para todos; María se mantuvo firme, aunque contrariada en su elección; en 1867 se encontró puesta por el P. d’Alzon a la cabeza de una nueva congregación iniciada desde hacía ya dos años. María fue para el Fundador más el báculo de la vejez que una socia a partes iguales, pero tuvo el mérito de acompañar el ambicioso proyecto apostólico que dirigió la Asunción por los caminos de un Oriente todavía incierto. Las hijas de los 194 Cevenas se mostraron en efecto como misioneras robustas y valerosas en su naturaleza y en su fe, tanto en Bulgaria como en Turquía. En 1882 María Correnson se encontraba debilitada en su salud por una diabetes pertinaz y con menos confianza en la Asunción masculina (el P. Picard había relevado al P. d’Alzon tras su muerte según formas de autoridad rígidas). Hubo de buscar nuevos apoyos externos y hacer reconocer por Roma su congregación de Nimes en 1893, contra viento y marea, al término de dos procesos agotadores. Finalmente hubo de pasar el poder en 1897 a su Asistente, la Madre Margarita María Chamska. La Madre Correnson, en religión Madre Emmanuel-Marie de la Compasión, hizo el sacrificio de su vida y entregó el alma el 24 de julio de 1900, a la edad de 58 años. Como prueba de fidelidad al P. d’Alzon, la rama de las Oblatas de Nimes no había abandonado nunca los caminos de Oriente instalándose en Marsivan (1889), Tokat y Amasia, tres puestos de misión en la Armenia turca, que aceptó por consejo de Padres Jesuitas. LA SEÑORITA MARIE CORRENSON (1864) Se dirá pues, mi querida hija, que te escribiré primero; porque he aquí más de ocho días que no te he visto y tú no quieres darme noticias tuyas. Por mi parte no me encuentro muy bien. Sin embargo, quiero persuadirme de que los calores han terminado. Ha debido de haber una tormenta en las montañas, encima del Vigán, y el tiempo ha refrescado realmente; pero de agua, ni gota1. Cuando te hayas convencido de que detestas el campo, me figuro que querrás fijar tus cuarteles de verano en El Vigán. Tendrás hermosas praderas, cristalinas aguas, bonitas colinas y castañares como sólo se ven en Suiza. Sólo faltas tú en muchos aspectos. Estos pobres de los Cevenas están arruinados, ya lo sabes. Hay agitación protestante; acaban de construir un segundo templo, pagado con oro inglés2; pero el pueblo católico es excelente. Estas buenas gentes tienen la bondad de creer que les voy a ayudar a sacudir el yugo hugonote, que pesa no poco sobre ellos. Por mi parte, vivo con mis novicios; rezo un poco, no lo suficiente; me paseo, me reposo y recibo visitas, raras sin embargo. Dile por favor a Louise3 que, ya que le gustan tanto las muñecas, he ganado una magnífica en una lotería benéfica y se la reservo4; dice “Mamá”. Mándame noticias, hija mía, tanto de tu garganta como de tu alma. Esa querida almita, que tanto quiero, te lo aseguro; pero tampoco puedo ser indiferente al envoltorio que la conserva en este mundo. Dame noticias de tu envoltorio. ¿Tendré ocasión de felicitarte por tu fiesta? Eso espero, a menos que me veas llegar el 16 o el 17 de agosto, lo que no tiene nada de imposible. Eso dependerá del tiempo y de algunas cartas. Mis cumplidos a tu Señora madre. Mil cosas también a mi otra hija5. Adiós, mi querida hija. Rezo por ti y sigo esperando tu perfección. Todo tuyo, con todo el corazón que ya conoces. E. d’Alzon. P.S.- Reza por monseñor Gerbet6. Me causa un gran dolor no haber podido volver a verle; tal dolor aumenta al pensar que ya no queda aquí abajo sino el abate Combalot de aquella pléyade sacerdotal, que despertó en Francia el movimiento católico en una época muy adormecida, ¡por desgracia! Hace ya cuarenta años. No puedo expresarte cuánta tristeza siembran en mi corazón estos pensamientos. Pide también a Dios que envíe a su Iglesia grandes y 195 LA SEÑORITA MARIE CORRENSON (1864) santos defensores, de aquellos que se acuestan en la tumba antes que los combates terminen. ¡Y sin embargo, cuántos asaltos hay que enfrentar todavía! Hija mía, amemos a la Iglesia de Jesucristo y hagamos amarla mucho7. Carta a María Correnson, El Vigán, 10 de agosto de 1864, Lettres, t. V, p. 114-115. _______ 1 Es el fenómeno bien conocido de tormenta seca en verano. Anotación interesante sobre la situación económica del Vigán en esta época. Todas las Iglesias y confesiones practican la solidaridad financiera entre ellas por encima de las fronteras. Nada hay ahí de sorprendente o escandaloso. 3 Louise Correnson (1856-1943), séptima hija del matrimonio de Charles Correnson (1814-1875) y Théolinde, de soltera Pleindoux (1822-1909). Se quedó soltera y murió anciana, a los 87 años, la última de la familia. 4 Ciertamente el P. d’Alzon tenía suerte en los juegos de azar. En agosto de 1865 también es cuestión de otra muñeca ganada en una tómbola (Lettres, t. V, p. 385-386): Ver Antología Alzoniana, t. I, capítulo 34. ¡El progreso no tiene límites, con esta muñeca parlante ya en 1864! 5 Sin duda Augustine Correnson (1844-1876), segunda hija del matrimonio Correnson, muy unida a María. Pensó mucho tiempo en la vida religiosa en el Carmelo. El P. d’Alzon la llamaba a menudo Titina o bien Sor Jacqueline, queriendo atraerla a las Oblatas. No entró ni en la Asunción ni al Carmelo, sino prematuramente al cielo a los 32 años. 6 Entre 1824 y 1830, Manuel d’Alzon frecuentó en París a hombres de la renovación católica, entre los cuales al abate Philippe-Olympe Gerbet (1798-1864), nombrado obispo de Perpiñán en diciembre de 1853 y fallecido el 7 de agosto 1864 en Perpiñán, antiguo discípulo de Lamennais (1782-1854), y al 2 196 LA SEÑORITA MARIE CORRENSON (1864) abate Combalot (1797-1873). Monseñor Sibour era asesinado en enero de 1857, de Salinis ya fallecido en enero de 1861, el abate de Scorbiac en 1846 y monseñor Parisis iba a juntárseles en 1866. 7 Se reconoce ahí un rasgo esencial de la espiritualidad de la Asunción, el amor a la Iglesia por supuesto, a la que nos gusta ver calificada aquí de Iglesia de Jesucristo, pero en boca del P. d’Alzon el rostro de la Iglesia tiene ante todo un sabor ultramontano. 197 LA SEÑORITA MARIE CORRENSON (1864) Para ulterior reflexión e investigación Sobre María Correnson, sus raíces y su acción: - Colloque Marie Correnson et les premières Oblates de l’Assomption 1865-1925, París-Nimes, 2000, 229 p. - Marie de CRISENOY, Les Oblates de l’Assomption : de l’Orient désolé et des Chrétientés d’Occident à l’essor des Eglises noires (1865-1954), París, Grasset, 1955, 257 p. (col.: Les Grands Ordres monastiques et Instituts religieux, nº 45). - Pierre TOUVENERAUD, A.A., et Marie-Léonie MARICHAL, O.A., La fondation des Sœurs Oblates de l’Assomption, Roma, 1980, 36 p. (col.: Série du Centenaire d’Alzon 1980, nº 4). - Marie CORRENSON, O.A., Lettres de Mère Manuel-Marie de la Compassion Correnson, co-fondatrice des Oblates de l’Assomption et première Supérieure générale 1842-1900, Bruselas-París, 2005, 324 p. - Marie-Léonie MARICHAL, O.A., Les Oblates de l’Assomption en Turquie, París, 1981, 2 vol. - Marie-Léonie MARICHAL, O.A., Survol des champs d’apostolat des Oblates de l’Assomption, 1865-1980, París, 1982, 85 p. - Madeleine-Emmanuel BOUBION, O.A., Les Oblates de l’Assomption au service de l’unité en Bulgarie, París, 1982, 106 p. Para una lectura personalizada • ¿Qué pensamientos y qué sentimientos expresa el P. d’Alzon en esta carta? ¿Cómo sabe mezclar a la vez lo anecdótico, el tono de broma y el tono serio? • ¿Qué piensas de las relaciones del P. d’Alzon y de María Correnson? ¿Cuál fue la evolución? • En el transcurso de la historia la cercanía entre los Asuncionistas y las Oblatas nunca ha fallado. ¿Pero cuáles han sido las dichas y desdichas? ¿Por qué? • ¿Crees que existe un arte espiritual para un sacerdote cuando se dirige a un público femenino? ¿Cuáles serían a tu parecer sus características o sus condiciones? 198 38 Una lluvia de vocaciones para las Oblatas (1865) L os inicios de la Congregación de las Oblatas tuvieron lugar en un arrabal del Vigán, en Rochebelle, en mayo de 1865. El P. d’Alzon había alquilado allí una hermosa casa burguesa al borde de la carretera, adornada por un parque escalonado donde había bendecido una estatua de la Virgen María dedicada, como era debido, a Nuestra Señora de Bulgaria. El P. Hipólito Saugrain, maestro de los novicios asuncionistas también en El Vigán, pero en la casa natal del P. d’Alzon, llamada La Condamine, había prestado su colaboración al P. d’Alzon para esta nueva fundación religiosa. Ésta resultó, si no precipitada, sí muy agitada, pero él la conducía con la batuta, según sus propios términos, y cuyos miembros casi en su totalidad había reclutado en sus correrías apostólicas por los Cevenas. El Señor, en efecto, parecía hacer llover una lluvia de vocaciones misioneras sobre esta nueva familia religiosa. Pero le faltaba aún una fundadora, puesto que María Correnson no estaba preparada para asumir la dirección que ni ella ni su familia deseaban. La primera toma de hábito tuvo lugar en Rochebelle el 14 de agosto de 1865. El P. d’Alzon había recurrido a las Religiosas de la Asunción para obtener de ellas una formadora provisional y encuadrar un batallón de jóvenes cevenolas todas entusiastas pero con muy poca experiencia. La primera superiora designada por la Madre María Eugenia de Jesús llegó de Sedán el 25 de julio de 1865; era la Madre María Magdalena de 200 UNA LLUVIA DE VOCACIONES PARA LAS OBLATAS (1865) Peter (1823-1888), religiosa de todo punto ejemplar, muy admirada y queridísima de sus hijas adoptivas. No se puede decir lo mismo de la que le sucedió desde finales de noviembre de 1866 hasta junio de 1867, Sor Marie-Emmanuel d’Everlange (1827-1903). Por eso, con gran alivio de su parte, el P. d'Alzon entronizó como superiora fundadora a María Correnson en Rochebelle el 27 de junio de 1867. Le había dado el hábito en secreto en Nimes el 7 de abril precedente, a escondidas de sus padres, que ahora sentían animosidad al P. d’Alzon y le amenazaban con denunciarlo al Nuncio. María Correnson aceptó ir a Auteuil en julio de 1867 para dejarse formar por la Madre María Eugenia en las prácticas de la vida religiosa que descubría en parte. La acompañó en el mes de agosto hasta Ems, en Alemania, para una cura termal, a falta del P. d’Alzon que renunció a ir para evitar los chismes de Nimes. Por su parte, la Madre Correnson prefirió instalarse en Nimes, en el Colegio de la Asunción (7 de octubre), a la espera de encontrar una cuna propia para su Congregación. Eso fue cosa hecha en 1873 con la adquisición de la casa Puget, en la calle Séguier, que pasó a ser la casa madre del Instituto. Ya hacía cinco años que la Madre Correnson había pronunciado, la primera de todas, sus votos perpetuos el 18 de abril de 1868 entre las manos del P. d’Alzon. Al día siguiente, en la capilla del Colegio, lo habían hecho las otras cinco primeras misioneras Oblatas en Oriente: las Hermanas Thérèse de Jésus Salze, Marie-Marguerite Bernassau, Va-lérie Sarran, Colombe Balmelle y Hélène Puech. El 25 de abril, acompañadas por el P. d’Alzon, la Madre Correnson y la Madre María Eugenia de Jesús, tomaban el barco en Marsella con destino a Constantinopla, para inmensa felicidad del P. Galabert. El Instituto había tomado el camino de la misión, un camino que nunca iba a abandonar contra viento y marea. 201 UNA LLUVIA DE VOCACIONES PARA LAS OBLATAS (1865) Mi querida hija, Te agradezco tu hermosa carta y tu ardor por nuestras Oblatas. Creo como tú que Dios las bendecirá. Hay que formarlas poco a poco en el aspecto espiritual, pero créeme que en el aspecto temporal las cosas van mejor de lo que piensas. Voy allá todas las tardes y el P. Hipólito todas las mañanas. Esto ha cambiado a ojos vistas desde tu partida1. El P. Hipólito es un viejo ecónomo2 que dispone de la bolsa y no echa el tocino a los perros3. La señora Arnal también está allí4; el P. Hipólito le ha mandado hacer una cama en la habitación de la superiora. Y ahora que tú estás a veinticinco leguas, ¿no ves que el número uno es o la señora Arnal o el P. Hipólito? Si M[arie] de J[ordan] 5 viene, la recibiremos, pero dudo de que el número uno cambie por eso. Si la señorita de Roche6 tuviera ganas de consagrarse a nuestra obra, tampoco lo sería. Créeme que queremos ir despacio pero seguro. Si fuera necesario absolutamente, tomaríamos a una chica de treinta y dos años, colmada de capacidades y de sentido práctico. Es la segunda de cuatro hermanas7 que van a entrar con una docena de miles de francos para ellas cuatro. La mayor tiene cuarenta y un años. La pequeña dice: “Mi hermana no irá nunca a Bulgaria pero yo sí. Que mi hermana me deje pasar a mí primero”. La mayor, o más bien el P. Hipólito, responde: “hay que gestionar un volumen de mil francos, parte de ello una tienda; la pequeña es la más hábil de las dos, tiene que quedarse”. Ya ves dónde están las cosas. En caso de necesidad podríamos contar con esta chica tan inteligente, sin la menor dificultad; además tenemos para las tareas de la casa a tu Adelina, hoy Sor Teresa8, la cocinera de la señorita de Serres que todo El Vigán proclama un tesoro; luego, luego, hay docenas de vocaciones que llueven de las montañas, finalmente están esas santas muchachas que son como los Apóstoles entre la Ascensión y Pentecostés. ¿Qué más quieres? Tú has sido toda tu vida una muchacha presurosa y Dios no quiere que nos apresuremos. ¿Te he preguntado si la señorita de Roche quisiera venir con nosotros? Podrías averiguarlo por Isabelle9. No me hablas de esta querida niña. El P. Hipólito explica cada mañana el reglamento material; yo les explico todas las tardes el lado espiritual. Ya ves que hacemos progresos lentamente y sin ruido. Créeme, esto 202 UNA LLUVIA DE VOCACIONES PARA LAS OBLATAS (1865) va bien. Tienen una cabra, las cerezas maduran, y sospecho que ellas me mandaron ayer unas fresas excelentes. No son pues tan ineptas. La señora Durand10 me ha dicho que te ha conocido y apreciado mejor, y que se sentía feliz de unirse a ti en ciertos esfuerzos. También ella cuenta con morir en Bulgaria. Adiós, mi querida hija. No releo. Mil veces tuyo. ¿Cuándo te vas? E. d’Alzon. Cree que todas tus páginas tienen su valor y que de eso estoy convencido. Carta a Eulelie de Régis, El Vigán, 28 de mayo de 1865, Lettres, t, V, p. 317-318. _______ 1 Para la apertura del noviciado en Rochebelle, el 23 de mayo de 1865 por la noche, una ´”caravana” de amigas y simpatizantes había venido de Nimes, entre otras Eulalie de Gatimel de Régis (18261867). 2 Hippolyte Saugrain (1822-1905) sólo tiene 43 años en 1865, pero es el ecónomo de la Asunción desde sus comienzos y lo fue toda su vida, como buen normando atento a las necesidades y también a las economías y a las fuentes de ingresos que había que descubrir. No fue él quien inventó el género de “ecónomo despilfarrador”. 3 Tirar el tocino a los perros o darles salchichas, es una imagen para decir despilfarrar el dinero. 4 Madame Jean-François Arnal du Curel, de soltera Marie-Julie-Cléone Rigal (1820-1880), bienhechora y promotora de obras benéficas del Vigán, muy entregada a las Oblatas pero que pronto se convierte en un estorbo. 5 Marie de Jordan, conocida de la Condesa de Narbonne-Lara, nacida en Saint- Hippolyte del Gard, a quien el P. d’Alzon hubiera querido en las filas de las Oblatas. 6 La señorita de Roche, conocida de Eulelie de Régis, otra supuesta o presentida postulante Oblata pero que quedó vocación virtual. 7 Una tradición oral habla efectivamente de cuatro hermanas Durand: Julie, que se convierte en Sor Marie de l’Annonciation (1823-1905), Rosalie, que toma el nombre de Sor Marie-Madeleine (18131900), ambas hermanas de sangre, Philomène, ex Sor Marie-Philomène (1846- ?) que era en realidad una pariente, y otra más de quien ignoramos hasta el nombre y que tampoco perseveró. Todas eran originarias de Avèze (Gard). 8 Adelina Salze, luego Sor Marie-Thérèse de Jésus (1835-1902), nacida en Sauclières (Aveyon), primera superiora del grupo de Oblatas enviadas a la fundación de la Misión de Oriente en Andrinópolis en 1868. 9 Isabelle de Mérignargues, (1834-1884), ex Sor Marie des Anges. 10 La señora Eugène Germer-Durand, luego Sor Cécile (1818-1886), conoció el Oriente pero murió en Francia en Clichy-sous-Bois. 203 UNA LLUVIA DE VOCACIONES PARA LAS OBLATAS (1865) Para ulterior reflexión e investigación Sobre la fundación de las Oblatas: - Marie des Anges CLAVIER, O.A., La septième petite pierre brute. Souvenirs de la fondation des Oblates de l’Assomption, París, 1965. - E. d’ALZON, Fondation de l’œuvre de Bulgarie, en Ecrits Spirituels, Roma, 1956, p. 1182-1184. - Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, vol. II, Documentation Biographique, t. II, Roma, 1986, p. 699-702 y 720-729. Para una lectura personalizada • Según esta carta, ¿qué imagen debía forjarse Eulalie de Régis del grupo de las primeras Oblatas salidas de los Cevenas? ¿Cómo intenta el P. d’Alzon modificar las impresiones de su corresponsal? • ¿Qué sabes tú de la fundación de las Oblatas y de su primera formación? • ¿Cómo intenta el P. d’Alzon movilizar a todas sus relaciones para asentar la fundación de las Oblatas? ¿Qué congregaciones hubo de contactar? • Bulgaria fue la primera tierra de misión de las Oblatas. ¿Cómo se han abierto a otros horizontes a lo largo de su historia? 204 39 En el centro de la plaza: tauromaquia y corridas de toros (1866) N o hemos encontrado en la correspondencia del P. d’Alzon sino una alusión en 1866 a las corridas de toros en Nimes. El pasaje deja entender claramente que él ¡no se contaba entre los “aficionados” de la ciudad! Por otra parte su obispo, monseñor Plantier, había publicado en 1853 una sonora carta pastoral contra tales juegos, condenando sin remisión lo que algunos asimilaban a un deporte, incluso a un arte. A más de un siglo de distancia, el tema sigue siendo el centro de un debate irreconciliable entre partidarios y detractores, aunque sabemos que a los eclesiásticos la prohibición les ha sido levantada. Monseñor Jean Cadilhac, por su parte, obispo de la diócesis de Nimes fallecido en 1999, no temía presentarse en traje típico de Camarga para este tipo de manifestaciones. En el Mediodía de Francia hoy, costumbres como el marcado de reses, ferias, corridas de toros o de vaquillas, conducción de ganado y otras ligadas a la cultura de la tauromaquia, son moneda corriente. No era así en el siglo XIX en que la práctica de la corrida al estilo español, es decir con la muerte del toro, estaba estrictamente prohibida. Fue en 1853 cuando fue autorizado por primera vez un espectáculo así en el marco de las Arènes [anfiteatro romano de Nimes]. Trenes de recreo organizados por la Compa-ñía del ferrocarril de Lyon al Mediterráneo habían traído de Marsella y de Montpellier fuertes contingentes de curiosos. La ciudad entera estaba literalmente 206 EN EL CENTRO DE LA PLAZA: TAUROMAQUIA Y CORRIDAS DE TOROS (1866) atestada de oleadas de forasteros, aunque no estuviera taxativamente anunciado en los programas que los toros iban a ser muertos ese día. Más de treinta mil espectadores abarrotaban las graderías del antiguo anfiteatro. Ante los reclamos de una turba delirante la autoridad no tuvo más remedio que ceder. Cuando el espada fue ante la autoridad a pedir la venia para enfrentarse de tú a tú con el toro, de todas partes salieron los aplausos, las interpelaciones, los gritos exigiendo el sacrificio. La autoridad se inclinó y el toro recibió el golpe mortal. La señal estaba dada y con gran regocijo de la multitud la carnicería comenzó. El segundo toro fue literalmente martirizado por unos ejecutores inexpertos. Hubo que retirar a la bestia sangrando, todavía viva, y el mismo público, asqueado por la carnicería en que participaba, aplaudió a las autoridades que prohibieron para el futuro la muerte del toro. Diez años más tarde, los días 10 y 14 de mayo de 1863, fueron de nuevo autorizadas dos corridas con el célebre torero el Tato, en las Arenas de Nimes, con muerte del toro para mayor placer de los nimeños por este tipo de espectáculo. La municipalidad había autorizado dos corridas, el programa anunciaba “toros de muerte”. Las entradas eran arrebatadas al precio de un franco la localidad. La Cuadrilla estaba compuesta como primer espada por el más famoso matador de España, Antonio Sánchez, el Tato. Entre los picadores se encontraba un tal Calderón y entre los banderilleros El Cuco. Se esperaban toros españoles, pero el comisario encargado de las relaciones comerciales con España, García Pagès, no pudo conseguirlos a tiempo, hubo que contentarse con toros de Camargue. Seis toros fueron picados, banderilleados y muertos según el ceremonial en vigor en la plaza de Madrid: trajes de luces, jaeces de los caballos, mulillas, banderillas, varas, accesorios, cascabeles. Todos admiraron en 1863 la sangre fría, la destreza y la habilidad del Tato y sus compañeros. Pero como subrayaba el P. d’Alzon en 1866, en una corrida no siempre gana el hombre o siempre pierde el toro. Mi muy querido amigo, 207 EN EL CENTRO DE LA PLAZA: TAUROMAQUIA Y CORRIDAS DE TOROS (1866) Estoy rumiando tu propuesta. Ser fundador, como lo desea la Superiora, o Superior son dos cosas muy diferentes. El primer título me sonríe, el segundo me espanta un poco1. Dudo mucho de que bajo Pío IX esto se conceda. Haz rezar, pero no nos precipitemos. Una superiora que resida en Roma, y es lo mejor, me parece. Sin embargo, el señor Véron es el octavo superior, desde que yo me ocupo de esto2. Esto hace de media un superior cada tres años. ¿Desde cuándo lo es el señor Véron? Me parece que su término se acerca, si no ha pasado ya. Un poco de paciencia, esto no durará mucho. El P. V[icente] de Paúl te habrá dicho que en vez de un déficit de 24.000 francos, como el año pasado, el de este año en el Colegio se eleva a 2.974 francos y algunos céntimos, contando los intereses de los accionistas. Es consolador. Y no lo es menos el empuje de los religiosos y de los profesores que tendremos el año que viene, y la sensación de que nos recuperamos en toda la línea. En este aspecto sólo hay una voz, y es el caso de decirlo: “¿Qué es una batalla ganada? Es una batalla que creemos haber ganado”3. Dile al P. Pernet que haré rezar por sus hijas4. Mañana celebraré la misa por ellas y haré que las Oblatas que están aquí comulguen. Causan muy buena impresión y tienen una excelente actitud para ser muchachas con poca o ninguna educación5. El obispo sigue admirablemente bien dispuesto respecto de Auteuil. Nimes está entristecida por tres catástrofes. La noche antepasada cuatro empleados del ferrocarril han muerto en la carretera de Beaucaire. Ayer un torero fue muerto por el toro y quedó allí tendido6. Hoy un detenido de la casa central ha matado a un guardián, a uno de sus compañeros y se ha segado la garganta. Adiós, queridísimo. No hagas cosas semejantes. Todo tuyo en N.S. E. d’Alzon. Carta al P. François Picard, Nimes, 3 de septiembre de 1866, Lettres, t. VI, p. 141. 208 EN EL CENTRO DE LA PLAZA: TAUROMAQUIA Y CORRIDAS DE TOROS (1866) _______ 1 En esta carta hay rastros del asunto Véron (Paul Véron, 1815-1867), superior eclesiástico de las Religiosas de la Asunción, que manifestaba pretensiones de jurisdicción desmesuradas. La Madre María Eugenia de Jesús buscaba liberarse de él pidiendo al P. d’Alzon que se presentara como el Fundador. 2 Las Religiosas de la Asunción de París tuvieron hasta 1866 a los siguientes superiores eclesiásticos: el abate Combalot (1839-1841), el abate Gros (1841-1843), el abate Gaume (1843-1849), monseñor Sibour, primo del arzobispo (1849-1852), el abate de La Bouillerie (1852-1855), el abate Darboy (1855-1858) y, de 1859 a 1867 el séptimo, el abate Véron de marras, que terminó calmándose y tuvo el buen tino de morirse repentinamente en 1867 siendo párroco de San Vicente de Paúl en París. 3 ¡El P. d’Alzon conoce a los clásicos! Hay un dicho que reza: sólo se pierden las batallas que no se dan. El Mariscal Mauricio de Sajonia (1696-1750), el brillante vencedor de la batalla de Fontenoy en 1745, había escrito que una batalla perdida es una batalla que se cree perdida. El P. d’Alzon, siempre optimista, sencillamente ha vertido en positivo la fórmula. 4 El 22 de agosto de 1866 había muerto en París una de las primeras compañeras de la Madre Antoinette Fage, Sor Marie-Denise (María de la Cruz), muerta del mal contraído cuidando a enfermos de cólera. 5 El P. d’Alzon evoca aquí el trabajo de las Oblatas en el Colegio de Nimes. 6 Los archivos municipales de Nimes han permitido encontrar su identidad: se trata de un español Felipe Carrasco Matas (1827-1866), fallecido por las heridas recibidas ese 2 de septiembre de 1866. Ya en 1845, un 11 de octubre, un Hermano de las Escuelas Cristianas había sido herido mortalmente por un detenido, lo que motivó poco después el retiro de los Hermanos de la Casa Central, centro de detención de Nimes. 209 EN EL CENTRO DE LA PLAZA: TAUROMAQUIA Y CORRIDAS DE TOROS (1866) Para ulterior reflexión e investigación Sobre la tauromaquia: - Adolphe PIEYRE, Histoire de la ville de Nîmes depuis 1830 à nos jours, Nimes, Catelan, 1886-1887, 3 tomos. [Edición más reciente: Nimes, Lacour, 1994, 3 tomos.] - Bartolomé BENNASSAR, Histoire de la tauromachie : une société du spectacle, París, Desjonquères, 1993, 212 p. - Eric BARATAY et Elisabeth HARDOUIN-FUGIER, La corrida, París, P.U.F., 1955, 126 p. (col.: Qué Sais-je?, 568). - Mireille DIDRIT, Le rite dans le jeu : une étude de la tauromachie, París, Université Sobonne, 1955. Para una lectura personalizada • ¿Cómo se mantenía informado el P. d’Alzon de la vida propia de su región? ¿Qué periódicos leía? • ¿Qué te inspira la lectura de las noticias diarias? ¿Cómo te informas? • ¿Tienes una opinión personal sobre la tauromaquia: práctica, arte, deporte, trato de los animales, ética? • ¿Tiene la Iglesia contemporánea una enseñanza o una doctrina particular sobre las prácticas deportivas en general? ¿Sobre la tauromaquia? ¿Qué valores promueve en el plano de una ética deportiva? 210 40 En plena confidencia y confianza, con una dirigida (1867) L a práctica de la vida cristiana en todas las épocas del cristianismo es objeto de modos o de enseñanzas diversas, que se pueden rastrear con ayuda de manuales o de consejos reproducidos en numerosos textos espirituales. Para las almas cristianas exigentes o de conducta poco ordinaria, el camino de la perfección evangélica va acompañado a menudo de una necesidad de guía personalizada que ha tomado varios nombres a lo largo de la historia: dirección espiritual, acompañamiento o discernimiento espiritual. Poco importa el vocabulario, lo esencial reside en esa necesidad sentida de exponer la propia vida a la mirada experimentada de un maestro, de un guía, de un pastor, de un padre, el término pudiendo ser entendido en masculino o en femenino. Así es especialmente en la vida religiosa en que la iniciación específica se realiza siempre bajo la conducción de un maestro o de una maestra de novicios acreditado. Para los cristianos y las cristianas laicos, la guía evangélica de sus vidas pasa voluntariamente por elegir un sacerdote o un religioso que, además de la confesión sacramental, ejerce este ministerio que exige de él, en cuanto consultor experto, acogida benevolente, sentido de la escucha, respeto y discreción, discernimiento e interpelación, invocación del Espíritu y de sus luces. Para que el intercambio y el diálogo practicados estén al diapasón superior del Soplo divino, se necesitan naturalmente, 212 EN PLENA CONFIDENCIA Y CONFIANZA, CON UNA DIRIGIDA (1867) en la persona acompañada o dirigida, cualidades de empatía, confianza y esfuerzo espiritual. El P. d’Alzon por su parte dedicó mucha atención, tiempo, energías y tinta al acompañamiento espiritual. De ello da testimonio su prodigiosa correspondencia en la que figura en primera línea el mundo femenino de las religiosas y de señoras de alcurnia, pero también personas de toda condición social y cultural. Es muy instructivo retener los rasgos principales de esta dirección espiritual: atención a las personas, a su estado de vida, a su entorno familiar, su deseo de elevar las almas a una vida más perfecta, más generosa, más servicial, más eclesial. En todas las cosas trata de favorecer aquella forma de apertura cristiana cuyo camino real está constituida por la participación en la vida sacramental y litúrgica dentro de un amor apasionado por la Iglesia. Las devociones no figuraban en absoluto entre sus consejos, daba caza “virilmente” y “sin rodeos” a las enfermedades del alma como son el escrúpulo, el repliegue sobre sí mismo, la tendencia al egocentrismo, al narcisismo o a la evasión más o menos romántica en la zona imprecisa de los sentimientos o la tortura de las pasiones. El P. d’Alzon recomendaba la lectura del Nuevo Testamento, de la Imitación de Cristo y, en cuanto a libros espirituales, le gustaba indicar más bien los de contenido doctrinal seguro que los de una piedad fácil y blanda. Sus autores preferidos eran los de la Escuela francesa y sobre todo San Francisco de Sales. Sus exhortaciones a las prácticas y a los ejercicios religiosos estaban dirigidas por el principio de sobriedad, del deber de estado y de la mesura, tal vez con una ligera nota ascética, conforme en todo caso con la mentalidad de su tiempo, pero sin excesos. El P. d’Alzon era sobre todo sensible a los valores del compromiso apostólico, del testimonio convencido de la fe y de servicio eclesial explícito, aquellos elementos arquitectónicos de la vida cristiana expuesta a los fuertes vientos de la vida del mundo y para la vida del mundo, según el espíritu del Evangelio. A imagen de su vida espiritual personal, al mismo tiempo robusta, resuelta y consistente, lejos de lo que él llamaba naturalezas de balas de algodón, lo que no excluía en él ni dulzura, ni ternura, ni humanidad. 213 EN PLENA CONFIDENCIA Y CONFIANZA, CON UNA DIRIGIDA (1867) Mi muy querida hija, Te agradezco que hayas querido enviarme el discurso del Papa y darme así la prueba de que yo no andaba tan descaminado al predicar en la catedral un discurso que levantó tantas iras1, y en que decía justamente lo mismo que dice Pío IX2. Hay que tomar su partido, no hay más que una verdad, y por consiguiente, sólo se puede defender una. Los católicos liberales son personas que preparan la muerte de la sociedad. Te conjuro a que nunca seas una católica liberal3. Estoy aquí para descansar un poco. Voy, vengo, asisto a un momento solemne para los habitantes del Vigán. ¿Los gusanos de seda serán un éxito o un fracaso? Es la pregunta que todo el mundo se plantea al encontrarse. Pues bien, nadie en un plazo mínimo de quince días podrá responder con certeza. Espero que la indisposición de Louis, de que me hablas en tu última carta, no haya tenido consecuencias, ya que nada me dices de ello en la carta de hoy. ¿Cuándo volverás definitivamente? Sabes que Alix ha ido a Thorens donde su cuñada está muy enferma4. He tenido noticias suyas hace dos días; están muy tristes por la señora de Roussy. Mi hermana está aún en París, pero espero verla regresar pronto. No sé qué hace allí, a menos que esté esperando a que desmonten completamente la Exposición5 que, por lo que me atañe, no tengo el menor deseo de ver. ¿Serías tan buena como para conseguirme una reliquia de Santa Eulalia? Tengo un motivo muy especial para desear una. Intento escribir una corta biografía de Eulalie de Régis. Si pudieras conseguirme algunos datos, me darías un gran gusto. El mariscal Mac-Mahon pretende que tendrán que cortarle la pierna al principito imperial6 y que incluso eso quizá no baste. El emperador ha declarado que en tal caso se pasaría a la República. Adiós, mi muy querida hija. Mil ternuras a Maurice7 y mis más afectuosos recuerdos a tu esposo. Todo tuyo en el Señor. E. d’Alzon. Carta a la señora Louis de Giry, El Vigán, 11 de mayo de 1867, Lettres, t. VI, p. 244-245. 214 EN PLENA CONFIDENCIA Y CONFIANZA, CON UNA DIRIGIDA (1867) _______ 1 Se trata de la conferencia del 28 de enero de 1867 (y no del 26 como indica el P. Vailhé en la Chronologie) sobre las luchas contra la Iglesia, conferencia predicada por el P. d’Alzon enfermo, pese a todos, después de un aplazamiento de ocho días, de un brillo extraordinario y de un vigor sostenido. 2 Como consecuencia de la Convención firmada el 15 de septiembre de 1864, Francia se comprometía a retirar sus tropas de Roma contra la promesa de Víctor Manuel II de frenar a los patriotas italianos que deseaban la anexión íntegra de los Estados Pontificios: convención ejecutada por Francia que retiró sus tropas en septiembre de 1866, pero no respetada por los adversarios del poder temporal del Papa (circular Ricasoli del 15 de noviembre de 1866). Pío IX denunció el arreglo hipócrita en su respuesta a los votos del Sagrado Colegio (finales de diciembre de 1866) y a los oficiales de las tropas pontificias (27 de diciembre de 1866). Garibaldi intentó contra Roma un golpe de mano con sus voluntarios en septiembre de 1867, pero Napoleón III mandó un cuerpo expedicionario a Civitavechia que ayudó a las tropas pontificias a batir a las bandas garibaldinas en Mentana el 3 de noviembre. Pío IX no renunció ni a su poder temporal ni a la defensa de los intereses y derechos de la Iglesia. Sólo se inclinará en septiembre de 1870 ante la fuerza de los ejércitos piamonteses. 3 La consigna del P. d’Alzon no ha variado: ser católico ante todo, pero su argumento empleado aquí es más de naturaleza polémica que dogmática. Ya que si la verdad es teológicamente una como la Iglesia en su articulación dogmática, sus traducciones, sus expresiones, o sus percepciones no pueden ser uniformemente y sin precaución consideradas tales al menos en el plano de una sana, humana y evolutiva presentación histórica. El Símbolo de los Apóstoles invita a los cristianos a creer, en cuarta posición por cierto, en la Iglesia una, santa, católica (universal por lo tanto) y apostólica: ello no impide, incluso en la Iglesia de confesión católica, hablar por ejemplo de sus propias Iglesias orientales. La enfermedad infantil del cristianismo latino, que ha constituido si no su pecado original sí su pecado casi continuo, consiste en haber querido –al menos en el enunciado de sus fórmulas y en sus prácticas curiales– uniformizarlo todo, centralizarlo todo, romanizarlo todo, latinizarlo todo, en una palabra unificar al modo humano. Sabemos lo que la historia ha opuesto a estas pretensiones: ruptura con Oriente y Reformas en Occidente. Si Cristo rezó para que la Iglesia permanezca una, es porque debía sospechar que al correr el riesgo de ponerla entre manos humanas, tendría que afrontar esta duración dolorosa de los hombres y de los siglos que, lo sabemos, ni están todos unidos, ni son todos santos, ni todos católicos, ni todos apostólicos. El Evangelio de Juan declara: En la casa del Padre hay muchas moradas (Juan 14, 2). Si los hombres de Iglesia en Roma y en otras partes lo hubieran leído de cerca, no hubieran dejado pasar sin una nota de comprensión esta enormidad: que fuera de la Iglesia no hay salvación, ya que dice Juan 1,9, el Verbo es luz verdadera que alumbra a todo hombre. En claro, ser católico, es más buscar la verdad que pensar en defenderla como su posesión, pero es ante todo y en primer lugar conservar el vínculo de la caridad. Y en este plano, hay que decirlo, ¡los campeones no fueron todos católicos! 4 Louis de Giry es el marido de la corresponsal; Alix (la señora Paulin de Malbosc) es la prima hermana de la señora Louis de Giry, nacida Constance de Roussy de Sales; la cuñada de Alix, enferma, es Renée de Brosses (+1868), esposa de Eugène Roussy de Sales (+1925); Thorens es la comuna de Alta Saboya de donde procede la estirpe de los Roussy de Sales. 5 La exposición universal e internacional de París fue inaugurada el lunes 1º de abril por la pareja imperial. Las industrias francesas se habían dado cita en el recinto ferial. La ciudad de Nimes estaba muy bien representada: Arnaud-Gaidan & Cie y Flaissier Frères ganaron una medalla de oro; las casas Clément Gravier, Samuel Guérin, Germain et Fils, P. Pailler ganaron cada una, una medalla de plata; además nueve medallas de bronce fueron atribuidas a empresas nimeñas. 6 El mariscal Edme Patrice Maurice Mac-Mahon (1808-1898) fue sin duda más un gran jefe militar que un sólido político, y en todo caso ni médico ni cirujano, lo cual resultó afortunado para el príncipe imperial Napoleón-Eugène-Louis (1856-1879), de 11 años en 1867: éste acababa de sufrir una operación en la cadera en marzo de 1867 practicada por el célebre Nélaton y soportada sin anestesia, 215 EN PLENA CONFIDENCIA Y CONFIANZA, CON UNA DIRIGIDA (1867) sólo con cloroformo, como consecuencia de una cojera provocada por un accidente de equitación. Una cura en Luchon bastó para consolidar su mejoría y desmentir todos los pronósticos pesimistas. 7 Maurice de Giry (1847-1870), hijo único de la pareja Giry, alumno en el Colegio de la Asunción de Nimes, murió en Roma, en la Puerta Pía, en septiembre de 1870. Para ulterior reflexión e investigación Sobre la dirección espiritual: - L’accompagnement spirituel, París, 1992, 270 p., en la revista « Christus », 153HS. - André LOUF, Etre formé à l’accompagnement spirituel en « Seminarium », nº 4 (1999), p. 553-568. - Direction spirituelle, en Dictionnaire de Spiritualité, vol. 3, col. 10021214. - Claude SAVART, Le P. d’Alzon et la direction spirituelle des laïques, d’après sa correspondance, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 259-278. - L’accompagnement spirituel. Eléments pour une pratique, París, Assomption Province de France, 1996, 19 p. [Traducido en español: El acompañamiento espiritual, Pomaire, 1999, 30 p.]. [Traducido en inglés: Spiritual Direction. Some Practical Guidelines, Publications on Assumptionist Formation, # 2]. Para una lectura personalizada • Hacerse cristiano y amar la Iglesia comprometen todo el ser. ¿Cómo aprendes a unir en tu vida una sólida ortodoxia y una fuerte ortopraxis? ¿No te parece un poco excesivo el P. d’Alzon en sus preferencias y afinidades eclesiales? • ¿Cómo entiendes para ti mismo, en la Iglesia de hoy, fidelidad doctrinal y libertad de juicio? ¿Te parecen compatibles en toda situación? • Unidad, verdad y caridad constituyen la base de la vida cristiana en la concepción católica: nunca una sin la otra, menos aún una contra otra. ¿Qué límites impone a veces “la armonía de los contrarios” a una auténtica tolerancia? • La libertad de conciencia ¿no es acaso un crisol donde se refuerzan esta triada unida-verdad-caridad en contacto con las personas y las situaciones? 216 V Parte 41. En el Capítulo General de 1868 42. En el Vaticano I, pulgas y cólicos bajo un sol de plomo (1870) 43. En la hora de la derrota, los gérmenes de esperanza para un católico (1871) 44. El P. d’Alzon en los Molinos de viento (1872) 45. Francia a un paso de una Restauración monárquica (1873) 46. Un sueño no iniciado: la “conversión de los Eslavos” (1874) 47. El P. d’Alzon desairado por el Cabildo de los canónigos de Nimes (1875) 48. Al calor del hogar, en Lavagnac (1976) 49. Trigésima tercera Meditación: los estudios (1878) 50. La amenaza del peligro republicano anticlerical (1880) p. 207-211 p. 213-217 p. 219-223 p. 225-229 p. 231-235 p. 237-241 p. 243-247 p. 249-252 p. 253-256 p. 257-261 41 En el Capítulo General de 1868 U na fundación de Congregación nace en el tiempo: la Asunción tiene su origen en el acto fundador del P. d’Alzon en Navidad de 1845, hecho reconocido por la Iglesia cinco años más tarde en Navidad de 1850 con la emisión de los primeros votos. Pero, si no es muy arriesgado fijar una referencia cronológica precisa de sus orígenes, una Congregación nueva existe a partir de su acta de nacimiento, oficioso u oficial, en un lento proceso de maduración y de construcción internas que en muchos casos lleva décadas. Así es como para la Asunción, que el P. d’Alzon gustaba de llamar nuestra pequeña Congregación, hicieron falta más de diez años para hacer visible, mediante sus Primeras Constituciones, una definición reconocible de su espíritu, más de seis Capítulos entre 1850 y 1868 para precisar orientaciones apostólicas abiertas ante la sociedad contemporánea, y más de cuarenta años para dotarse de un principio de cuerpo social mínimamente desarrollado. La Iglesia romana también se toma tiempo para hacer oficial en su seno el surgir de una nueva familia religiosa. En primer lugar exige que ésta sea avalada por tres testimonios episcopales: en el caso de la Asunción el Breve laudatorio o Decreto de alabanza fue concedido en 1857, es decir doce años después de una primera forma de vida común y de apostolado en distintos lugares; luego fue expedido en 1864 el Decreto de aprobación que registra a una Congregación con una duración reconocida y pone fin a su carácter provisional, concediéndole el beneficio de un estatuto pontificio y no ya diocesano. 220 EN EL CAPÍTULO GENERAL DE 1868 Pero quedaba claramente precisado en 1864 que esta aprobación no cubría todavía el texto de las Constituciones, cuyo examen minucioso por parte de la Congregación romana de los Institutos religiosos en muchos casos lleva a aplazar o a modificar algunos puntos originales de la Regla en función de objetivos o criterios que escapan al control de la familia religiosa examinada. Se trata de las famosas animadversiones (advertencias) que de examen en examen hacen pasar a una Congregación por las horcas caudinas del derecho canónico y le hacen sufrir la paciencia de comenzar y recomenzar. Es sabido que la Asunción no recibió el visto bueno hasta el año 1923 y tras penosas vicisitudes, más de 40 años después de la muerte del P. d’Alzon. Éste, a quien se sigue tachando de “apresurado” en todo, en este asunto no se dio ninguna prisa, ni pidió exoneración alguna, pese al favor personal de que gozaba con Pío IX. La fundación de una Congregación es ante todo un acto de fe, y para él valía más remitirse a los designios de la Providencia. Podemos incluso decir que murió sin tener la certeza humana de que su fundación le sobreviviría mucho tiempo, tan encarnizadas eran las dificultades internas y externas que pugnaban contra sus firmes esperanzas de Fundador puestas en el Reino de un futuro nebuloso. Así pueden interpretarse las experiencias de unión o de fusión que no cesó de intentar con otros Institutos u Órdenes religiosas: Resurreccionistas, Padres de la Santa Cruz, Agustinos y Ermitaños de San Agustín. Pero la base de su pensamiento fundador ni sufrió modificación vital ni conoció pe-ríodos de prueba: pese a todo, el horizonte de fe del P. d’Alzon no cambió nunca. Según él, Dios quería la Asunción como expresión encarnada del Reino evangélico de su Hijo en seres plenamente comprometidos al servicio del mismo amor apostólico: Ya presente pero todavía no, al precio de combates cuya fuerza permanece aún velada en los cielos y la sombra de sus designios como arrancada a las lentitudes humanas. Una ley de vida permanente suspendida como una espada encima de la cuna: nacer y volver a nacer sin cesar, por amor, para servir al Reino. 221 EN EL CAPÍTULO GENERAL DE 1868 Nuestra vida espiritual, nuestra sustancia religiosa, nuestra razón de ser como Agustinos de la Asunción1 se halla en nuestra divisa: Adveniat Regnum Tuum. El advenimiento del reino de Dios en nuestras almas, mediante la práctica de las virtudes cristianas y de los consejos evangélicos2, en conformidad con nuestra vocación; el advenimiento del reino de Dios en el mundo mediante la lucha contra Satán y la conquista de las almas rescatadas por Nuestro Señor y sin embargo sumergidas en las tinieblas del error y del pecado3; ¡qué hay de más sencillo, de más vulgar, si puedo expresarme así, que esta forma de amor de Dios4! Si a este amor principal añadís el amor a Nuestro Señor Jesucristo, el amor a la Santísima Virgen, su Madre, y a la Iglesia, su esposa, conoceréis en su expresión más breve lo que es el espíritu de la Asunción5. ¿Pero qué hay en esto de especial, de característico? ¿Qué se puede ver ahí que no puedan aceptar todos los cristianos6? ¿Qué pensamientos, bajo estos pensamientos básicos, pueden distinguirnos de las demás familias religiosas7? ¿Acaso todos los religiosos y cristianos no repiten cada día con la Oración dominical esta aspiración de la que nosotros queremos hacer nuestro santo y seña: Adveniat Regnum Tuum? Cristianos y religiosos ¿no tienen que amar todos a Nuestro Señor, a la Santísima Virgen y a la Iglesia? Una vez más, por qué reclamar como un bien propio lo que es patrimonio de todos? Hay que reconocer en primer lugar este primer rasgo de nuestro Instituto: la sencillez de medios. Se dice que la cosa más rara del mundo es el sentido común. ¿Resultaría paradójico afirmar que en el mundo católico la cosa más rara es el sentido común católico? Por eso intentamos apropiárnoslo como un sello original. Somos sencillamente católicos, pero todo lo católicos que se pueda ser; somos católicos de una sola pieza… Tal es el primer rasgo de nuestro carácter como Agustinos de la Asunción. E. d’Alzon. Alocución de clausura del Capítulo General, 17 de septiembre de 1868, según Ecrits Spirituels, p. 130-132. 222 EN EL CAPÍTULO GENERAL DE 1868 _______ 1 Esta alocución de clausura fue pronunciada por el P. d’Alzon el 17 de septiembre de 1868, antes de la redacción de las famosas Cartas al Maestro de Novicios. Retoma, de manera actualizada en función de los acontecimientos de la época, los grandes temas espirituales y apostólicos contenidos ya en el Directorio de 1859. 2 Es de admirar el encadenamiento ordenado: la práctica de las virtudes cristianas constituye el camino común y ordinario de la vida cristiana recibido en el bautismo; la práctica de los consejos evangélicos que se sigue o que de ellas depende es, dentro de esta vía común, la consecuencia de la opción de vida apropiada o específica de la vida religiosa. La vida religiosa es pues el desarrollo o la profundización de la vocación bautismal primera y fundante. Esta perspectiva no siempre ha sido tan luminosamente puesta en claro en la teología de la vida religiosa. 3 La repetición de la fórmula El Advenimiento del Reino de Dios bajo esta forma desarrollada retoma aquélla ordinariamente dada por el P. d’Alzon: el advenimiento del Reino de Dios en nosotros y alrededor nuestro, es decir una doble forma personal y social, lo que no deja de recordarnos el mandato evangélico único en un doble movimiento: amor a Dios y al prójimo. 4 El amor de Dios hay que entenderlo en el mismo sentido evangélico: amor primero de Dios hacia nosotros que es el don por excelencia de la elección divina; y, en respuesta, nuestro amor a Dios que se encarna en el amor fraterno. La encíclica de Benedicto XVI Deus caritas est, se apoya en la misma articulación. 5 Aquí en efecto, bajo esta fórmula resumida pero acabada, es donde mejor desarrollado aparece lo que se ha dado en llamar el triple amor en la Asunción, una de cuyas primeras expresiones se encuentra en la carta del P. d’Alzon al P. Picard del 5 de junio de 1856. 6 Aquí tenemos una forma de respuesta a todos los reproches, a todas las preguntas, a todos los comentarios más o menos inspirados que han sido escritos sobre la pretendida falta de originalidad del espíritu de la Asunción. La originalidad del espíritu de la Asunción consiste en retomar este espíritu en su fuente o en su fundamento, manando del corazón mismo de la oración cristiana tal y como la hemos recibido de labios de Jesucristo. 7 Distinguir sin oponer, retomar sin repetir, he ahí un arte sutil y difícil ya que se trata de afirmar el territorio propio sin pisar ni usurpar el de los demás. Ahora bien, es conocido lo mucho que hay de amor propio y de tentación de orgullo en el espíritu humano, incluso en el interior de las fundaciones religiosas, para intentar atribuirse una onza de originalidad o para desmarcarse de lo precedente. 223 EN EL CAPÍTULO GENERAL DE 1868 Para ulterior reflexión e investigación Sobre el espíritu de la Asunción - Constituciones y Regla de Vida los Agustinos de la Asunción, 1855 y 1865 [traducción española, Bogotá 1998] y 1983 [traducida en varios idiomas]. - El espíritu de la Asunción según Manuel d’Alzon, Roma, 1993, 101 p. [publicación en cinco idiomas]. - Pierre TOUVENERAUD, A.A., Charisme du P. d’Alzon et charisme de l’Assomption, en Approches et Recherches, Roma 1974. - Georges TAVARD, A.A., El Peso de Dios. La espiritualidad trinitaria del Padre d’Alzon, Santiago de Chile, 1998, 169 p. [original en francés en la colección Série du Centenaire 1980, nº 5). - André SÈVE, A.A., Mi vida, Cristo. Manuel d’Alzon, Barcelona, Claret, 1980, 178 p. [original en francés, París, du Centurion, 1980]. - Georges TAVARD, A.A., Emmanuel d’Alzon. La foi et le Royaume, París, Cerf, 2003, 179 p. Para una lectura personalizada • ¿En qué rasgos crees que se reconoce el espíritu de la Asunción según el P. d’Alzon? • ¿No existe cierta dificultad para dar razón de un espíritu? ¿Cuáles son los grandes textos del P. d’Alzon en los que acometió este esfuerzo de definición o de restitución? • ¿Por qué la Congregación tuvo tantas dificultades para ser reconocida bajo su solo, único, cierto, verdadero y verídico nombre original de Agustinos de la Asunción? • ¿Podrías resumir en una decena de puntos los caracteres propios del espíritu de la Asunción tal como se encuentran en los escritos del Fundador y como tú los reexpresas a tu modo y en tu lengua? 224 42 En el Vaticano I, pulgas y cólicos bajo un sol de plomo (1870) E l P. d’Alzon fue testigo directo de esa experiencia eclesial excepcional que es un Concilio ecuménico. No tanto como actor privilegiado –que es todo obispo como miembro de derecho– sino en cuanto teólogo de monseñor Plantier a quien acompañó a Roma. No participó pues en las sesiones oficiales, pero asistió a algunas ceremonias públicas y a reuniones periféricas externas que tuvieron su importancia en el juego de los largos debates que tuvieron lugar. El P. d’Alzon llegó a Roma con algunas ideas muy maduradas, pero pronto se dio cuenta de que la puesta en marcha de los debates conciliares y su animación no obedecían a una lógica humana sistemática, y ni siquiera a una simple organización planificada de manera demasiado rigurosa. Cierto, los Padres conciliares tenían un menú ya predigerido por las diferentes comisiones preparatorias; sin embargo el curso de los debates tuvo también peripecias inesperadas, en especial respecto a una cuestión fuera del programa que agitó a todo el mundo: la de la infalibilidad personal del Papa. El P. d’Alzon se alojaba en el Seminario Pontificio francés, calle Santa Chiara, en el corazón de la ciudad histórica, lo que le permitió visitar o volver a visitar numerosas iglesias y santuarios romanos. Su gran preocupación fue la de movilizar la más amplia mayoría conciliar a favor de la proclamación del dogma de la infalibilidad, cuando el tema salió a luz, animando una especie de centro de prensa y convirtiéndose según su expresión en el 226 EN EL VATICANO I, PULGAS Y CÓLICOS BAJO UN SOL DE PLOMO (1870) “moscardón”, multiplicando sus contactos y visitas al filo de los acontecimientos. Por su parte, el P. Galabert, consejero teólogo de monseñor Rafael Popov, reagrupó en torno a sí a los obispos orientales, bastante herméticos a la lengua latina, para presentarles en la misma línea las discusiones y lo que estaba en juego en el Concilio. La correspondencia del P. d'Alzon con tal ocasión está llena de informaciones sobre la ciudad de Roma, los rumores, las intenciones de voto y los debates de los Padres conciliares. Las lenguas se desatan y el P. d’Alzon se burla no poco de uno u otro orador, demasiado prolijo, demasiado rebuscado, demasiado inoportuno. Su pluma hace astilla de cualquier madera, truena, vitupera. Hasta le sucede que adorna a ciertos dignatarios de la Iglesia con calificativos algo distantes de las convenciones eclesiásticas y hasta de una cierta caridad cristiana. El tono resulta vivo, apasionado, a veces burlón, a menudo polémico. ¡Cómo desear a ciertos vientres episcopales una buena diarrea porque sus lenguas se han alimentado en exceso! Por el contrario, se adivina toda su admiración hacia los jóvenes y valerosos obispos misioneros, responsables de inmensos territorios que tienen que evangelizar, que han llegado a Roma sin grandes medios y sin aparato, en contraste con ciertos prelados húngaros, todavía grandes señores, que pasean por Roma en carroza con gran ostentación y orgullosa librea. De esta manera el P. d’Alzon nos descubre esa otra cara de la Iglesia que ha nacido en tierras lejanas, en cuyo corazón late el mismo amor al papado y su primera razón de ser, el servicio al Evangelio. En cierto modo nos descorre el velo de ese corazón que late en Roma y para Roma, pero que vive igualmente en la lejanía, en las fronteras y los límites de la misión. Una lección y un ejemplo para sus Congregaciones y para sí mismo, ¡lo que compensaba bien el sacrificio que sufría con las picaduras de pulgas en el horno romano! Le agradezco, querida hija, su hermosa carta. Supongo que no se habrá quedado mucho tiempo en París después de haberla escrito, sobre todo si debía abandonar Nimes el 10. Lamentablemente, yo no 227 EN EL VATICANO I, PULGAS Y CÓLICOS BAJO UN SOL DE PLOMO (1870) habré llegado para esa fecha1. Los galicanos y los presidentes, más culpables a mi parecer que los galicanos, nos retienen aquí2. Tengo sin embargo una gran esperanza. ¿Adivina en qué? En el cólico. Retuerce las tripas de algunos opositores. Eso les hará desear la clausura. ¿Por qué han retardado tanto las cosas? ¡Ay, los presidentes, los presidentes! El tiempo es muy pesado. Ni un poco de ese viento que lo seca todo, pero que ayuda a respirar3. La campiña está verde. Pero ¡las pulgas! Hija mía, 21, y aún no son las cuatro y se me han escapado muchas. El abate Chesnel4 dice que cuando se las mata en esta época resucitan a las cuarenta y ocho horas. Dice haber realizado la experiencia en estos animalitos, a los que había hecho una marca en la cola. ¡Diga a sus alumnas que hagan la prueba! El Papa estuvo magnífico. Ayer le vimos entrar en San Pedro, estábamos admirablemente situados. Hoy no he salido. La felicito muy sinceramente por el resultado de las elecciones6, pero créame, para que su Congregación camine al lado de la caridad, se necesita firmeza. Nada se hará sin ella. El P. Vitte7, que ya está de regreso en Lyón, cree que a este respecto pueda faltar algo. Hace mucho que no veo Lyón ni París, pero es verdad que nunca hay que quedarse dormido. Antes de su partida, recomiende mucho a las Hermanas la observancia de la Regla. Dios mío, ¡qué difícil es hacer realizar un noviciado como es debido! Y cuando el noviciado ha sido flojo, las pobres superioras locales lo han de hacer recomenzar. Quisiera que al partir les dijera a las Hermanas que a su vuelta les va a hacer realizar un nuevo noviciado según las cosas que haya visto durante el Capítulo. Verá cómo eso produce un temor saludable, que yo me encargaré de mantener8. Adiós, mi queridísima hija. Crea que será para mí un gran pesar encontrarla ya ausente cuando yo llegue. Mil veces suyo, en el Señor. E. d’Alzon. Carta a Sor Marie-Gabrielle de Courcy, Roma, 29 de junio de 1870, Lettres, t. VIII, p. 450-451 228 EN EL VATICANO I, PULGAS Y CÓLICOS BAJO UN SOL DE PLOMO (1870) _______ Sor Marie-Gabrielle de Courcy (1830-1885) era la Superiora de las Religiosas de la Asunción del priorato de Nimes por los años 1870. 1 Sor Marie-Gabrielle de Courcy participó en Auteuil en el Capítulo General de las Religiosas de la Asunción que acababa de finalizar. Contaba con salir de Nimes el 10 de julio de 1870 para una temporada en Eaux-Bonnes, exigida por su salud. El P. d’Alzon no regresó de Roma a Nimes hasta el 21 de julio. 2 Los cinco presidentes del Concilio en el Vaticano I, designados por Pío IX, eran los cardenales Charles Auguste de Reisach (1800-1869) muerto en diciembre de 1869, Antonio De Luca (18051883), Giuseppe Bizarri (1802-1877), Luigi Bilio (1826-1884), Annibale Capalti (1811- ) y Filippo De Angelis (1792-1877). ¡Nótese el carácter tan curial y tan italiano de esta elección que puede convertir un centro geográfico en un ombligo eclesial! 3 El calor romano en verano es a menudo sofocante por razones de temperatura y de humedad del aire. Sólo el “ponentino” por la noche puede aportar a la ciudad una pequeña corriente de frescor. El P. d’Alzon se alojaba en el Seminario Pontifico francés, vía Santa Chiara, en pleno centro del horno. 4 El abate François Chesnel (1822-1876) era uno de los seis teólogos franceses, llamados teólogos del Papa. Era Vicario General de Quimper y simpatizó con el P. d’Alzon. 5 El pasaje es evidentemente humorístico. La talla de una pulga no permite al ojo desnudo percibir sus particularidades fisiológicas, pero garantiza picores para toda la noche más allá del ombligo. Roma era tristemente célebre por la suciedad de sus calles y la falta de higiene de sus habitantes. 6 Se trata de las elecciones del tercer Capítulo General de las Religiosas de la Asunción que se celebró en Auteuil el 25 de junio de 1870. Resultaron elegidas la Madre Thérèse-Emmanuel O’Neill, asistenta que no cambió; la Madre Marie-Madeleine de Peter, 2ª asistenta; la Madre Marie-Thérèse de Commarque, consejera que no cambió; la Madre Marie-Walburge Howly, consejera que no cambió; la Madre Marie-Caroline de Paty, consejera suplente; la Madre Marie-Séraphine Déroudilhe, consejera suplente. Además fue elegida una Comisión para las Reglas, compuesta por las Hermanas MarieGonzague Saint-Julien, Marie-Gabrielle de Courcy, Françoise-Eugénie de Malbosc y Marie du SaintSacrement de Gouy. 7 El abate Pierre-Ferdinand Vitte (1824-1883) era un sacerdote francés nacido en Ain, nombrado obispo en 1873 y Vicario Apostólico de Nueva Caledonia, muy en relación con las Religiosas de la Asunción. 8 Ciertamente, la Biblia dice “el principio de la sabiduría es el temor”, ¿pero no es eso apoyarse sobre un resorte espiritual que por sí solo es demasiado negativo y demasiado poco eficaz para la perseverancia de toda una vida religiosa? El P. d’Alzon hizo algo mejor que echar reprimendas a su regreso: predicó a las religiosas del Priorato de Nimes unas magníficas conferencias sobre el espíritu de la Asunción que luego fueron publicadas. Para ulterior reflexión e investigación Sobre el Concilio Vaticano I: - Théodore GRANDERATH, Histoire du Concile du Vatican depuis sa première annonce jusqu’à sa prorogation, d’après les documents authentiques, Friburgo, 1903-1906, 3 vol. - Gustave THILS, Primauté et infaillibilité du pontife romain au Vatican I et autres études d’ecclésiologie, Lovaina, University Press, Peeters, 1989, 421 p. 229 EN EL VATICANO I, PULGAS Y CÓLICOS BAJO UN SOL DE PLOMO (1870) - Henri Rondet, Vaticano I, el concilio de Pío IX: la preparación, los métodos de trabajo, los esquemas que quedaron en suspenso, Bilbao, Desclée, 1963, 191 p. - Bruno BELLONE, I vescovi dello Stato Pontificio al Concilio Vaticano I, Roma, Libreria editrice della Pontificia Università Lateranense, 1966, 203 p. - Roger AUBERT, Michel GUÉRET, Paul TOMBEUR, Concilium Vaticanum I: concordance, index, listes de fréquence, tables comparatives, Lovaina, CETEDOC, 1977, 275 p. - Roger AUBERT, Vaticano I, Vitoria, Eset, 1970, 367 p. [Edición francesa: de l’Orante, 1964, 341 p.] - Le deuxième Concile du Vatican (1959-1965): Actes du colloque organisé par l'Ecole française de Rome, Rome, 28-30 mai 1986, Roma, Ecole française de Rome, 1989, 867 p. Sobre el Padre d’Alzon y el Concilio Vaticano I: - Antoine WENGER, A.A., Le P. d’Alzon et le Pape, en Hier et Aujourd’hui, d’Alzon et l’Assomption, París, 1982, p. 7-41, (col.: Série du Centenaire 1980 - Conférences). - Le P. d’Alzon et les deux Conciles du Vatican. Quelques aperçus, Roma, [Colegio Internacional de Roma. Conferencias de los estudiantes, los días 19, 20 y 21 de noviembre de 1960], 1960, 48 p. [texto dactilografiado]. - Georges TAVARD, A.A., Le P. d’Alzon au premier Concile du Vatican, Roma, 1996, 66 p. - Le Père d’Alzon au service du Premier Concile du Vatican (1869-1870), en Dossier sur la vie et les vertus du P. Emmanuel d’Alzon, Roma, 1986, vol. II, t. II, cap. XXV, p. 778-823. - Siméon VAILHE, A.A., Vie du P. Emmanuel d’Alzon, París, Bonne Presse, 1934, 2 vol. Para una lectura personalizada • ¿Por qué tenía prisa el P. d’Alzon de abandonar Roma? ¿No estaba el Concilio de hecho como atascado en debates de opinión sin fin pero no sin intención? • ¿Qué les reprochaba el P. d’Alzon a los tenores del Concilio? ¿Por qué los presidentes podían ser considerados responsables de los aplazamientos y retrasos de este Concilio? • ¿Crees que la observancia de la Regla es condición suficiente para la buena marcha de una Congregación y la animación espiritual de las comunidades? • El religioso debía ser según el P. d’Alzon un novicio perpetuo. ¿Cómo entiendes tú esta recomendación? 230 43 En la hora de la derrota, los gérmenes de esperanza para un católico (1871) E l 19 de julio de 1870, con una loca ligereza patriotera, Francia entró en guerra contra Prusia, y de hecho contra todo el ámbito germánico, pero sin gran preparación. Al contrario, su enemiga se había convertido en una potencia militar tras su victoria en Sadowa contra Austria (julio de 1866). Había bastado al hábil Bismarck agitar el trapo rojo ante el toro galo, a partir de un asunto en el que Francia había obtenido satisfacción: la retirada de la candidatura Hohenzollern al trono de España. Aislada, Francia se lanzó imprudentemente a una guerra mal llevada, para “castigar a una Prusia insolente”, convencida de que sus chassepots [fusiles de guerra] iban a hacer maravillas hasta Berlín, cuando el ejército francés carecía cruelmente de ametralladoras. Bastaron dos batallas para hacerle abandonar el suelo alsaciano; el 15 de agosto los Prusianos ocuparon Nancy sin combate. Napoleón III encomendó el mando del ejército del Rin a Bazaine; éste dejó a su ejército encerrado en Metz. El ejército de Mac-Mahon, reorganizado en el campamento de Châlons, no pudo salir de Sedán y capituló el 2 de septiembre. Los generales franceses habían actuado a ciegas, sin concertación, mientras que Moltke supo imponerse gracias a su espíritu resuelto y a su capacidad de adaptación. Estrasburgo cayó el 28 de septiembre, Metz el 27 de octubre. Vittorio Emmanuele II aprovechó la caída de Napoleón III y de la retirada del contingente francés de Roma para avanzar contra la Ciudad Eterna (septiembre de 1870) y hacer de ella su capital, 232 EN LA HORA DE LA DERROTA, LOS GÉRMENES DE ESPERANZA PARA UN CATÓLICO pese a las protestas de Pío IX, e instalarse en el Quirinal con su Gobierno (julio de 1871). Pese a actos de valentía por ambos bandos, la partida militar estaba perdida para Francia. El bloqueo de París iba a comenzar. El Gobierno de Defensa Nacional, constituido el 4 de septiembre, formó cuerpos de voluntarios según la fórmula revolucionaria del levantamiento en masa, pero ni el ejército del Loira, ni el del Norte, ni el de Borgoña pudieron despejar el cerco de la capital sitiada e iniciar la recuperación del terreno. En París Trochu animó a Ducrot a intentar salidas cuyas ofensivas quedaron en nada por la crecida del río Marne, por el frío glacial y por las tropas Wurtemberguesas. Faidherbe era batido en San Quintín, Chanzy en Le Mans y el ejército de Bourbaki hubo de cruzar la frontera suiza para no ser aplastado. El 18 de enero de 1871 fue proclamado en Versalles el Imperio alemán, y el 26 de enero se firmó el armisticio con los Alemanes. Gambetta dimitió el 6 de febrero, las provincias votaron la paz contra el París republicano y belicista en las elecciones del 8 de febrero. Thiers, elegido jefe del ejecutivo el 17, y Jules Favre en Asuntos exteriores, negociaron la paz con Bismarck que se mostró intratable sobre algunas condiciones draconianas: cesión de Alsacia, parte de Lorena y pago de una deuda de guerra de 5 billones de francos-oro. Thiers decidió desde Versalles licenciar a la Guardia Nacional de París. El 18 de marzo de 1871 la población de París se opuso a la retirada de los cañones de Montmartre. El motín terminó con el asesinato de los generales Lecomte y Thomas. Se proclamó la Comuna, gobierno insurreccional y revolucionario. El 10 de mayo de 1871 se firmó el tratado de Francfort; el ejército de Versalles arrebató la capital a la Comuna tras una semana de combates callejeros fratricidas. A principios de junio de 1871 se consiguió un primer empréstito para acelerar el pago de la deuda y la liberación progresiva de los departamentos ocupados (septiembre de 1873), y un segundo empréstito se obtuvo con éxito en julio de 1872. Francia quedó aislada diplomáticamente hasta 1893. El 23 de mayo de 1873 la Asamblea sustituyó a Thiers, republicano, por MacMahon, monárquico. Francia, vencida, humillada, alimentó un sentimiento de revancha 233 EN LA HORA DE LA DERROTA, LOS GÉRMENES DE ESPERANZA PARA UN CATÓLICO antialemán que estalló en 1914 y reaccionar el P. d’Alzon, hombre de nuevo en 1939. ¿Cómo podía de fe y de esperanza? Querido amigo, En este instante, en este instante recibo tu carta. ¡Lamentable! ¡Lamentable! Estamos en el fondo del abismo y lo tenemos bien merecido. Sí, París ha capitulado1 y ¿lo vas a creer?, estudiando la voluntad de Dios, no desde el punto de vista exclusivo francés, sino desde el punto de vista católico, le está bien. ¡Qué Cuaresma de cuatro meses y medio acaban de vivir los Parisinos! ¡Qué purificación del suburbio! ¡Cuántas orgías menos! ¡Qué fecunda pobreza de más! Tendremos menos oro, pero fabricaremos más hierro; tendremos menos empleos de lujo, haremos más trabajos moralizadores. Mira, si Francia hubiera empleado en arsenales lo que ha invertido en teatros, en fusiles lo que había empleado en fiestas, en ejercicios militares lo que ha puesto en bailes, ¿estaríamos donde estamos? ¡Lamentable! ¿Aprovecharemos la lección?2. Sólo Dios lo sabe. Tu hermano estaba bien, mi sobrino Juan va bien. Búscanos vocaciones. Un religioso muerto, un novicio despedido por razones de salud, otro bajo las banderas, otro movilizado. He ahí nuestro balance3. No ha habido ni un obús en Auteuil, al menos en el convento. Aquí Pierre Baragnon amenaza con la guerra civil mediante la presentación más o menos amarilla, si por espíritu de conciliación no se le nombra diputado4. Vamos a pasar tres o cuatro días malos, hasta las elecciones que tendrán lugar el día 8, a menos que las elecciones de París nos tranquilicen5. ¿Qué decirte del porvenir? Thiers piensa que la República y el Imperio han muerto, pero que no hay que enterrar demasiado rápido a la República. En cuanto a mí, lleno de tristeza como Francés, estoy lleno de confianza en cuanto católico. ¿Quién ha oído decir que los desastres de 1814 y 1815 hayan traído la sombra de una conversión entre nuestras tropas? De ahí saldrán, tenlo por seguro, magníficos esfuerzos de apostolados7. Estoy un tanto enfermo. Raymond de Surville ha muerto8. Rezad por la fundación de una Universidad católica y de una amplia asociación para la defensa de la Iglesia. Te conjuro que cuando estés 234 EN LA HORA DE LA DERROTA, LOS GÉRMENES DE ESPERANZA PARA UN CATÓLICO libre te las arregles para venir lo antes que puedas. Adiós, y todo tuyo. E. d’Alzon. Carta al P. Vicente de Paúl Bailly, Nimes, 6 de febrero de 1871, Lettres, t. IX, p. 11. 235 EN LA HORA DE LA DERROTA, LOS GÉRMENES DE ESPERANZA PARA UN CATÓLICO _______ 1 El 2 de septiembre de 1870, capituló Sedán, causando la caída del Imperio, la deposición de Napoleón III y la proclamación de la República en París el 4 de septiembre. Estrasburgo cayó el 28 de septiembre, Metz el 27 de octubre. París está asediado y hambriento. El Gobierno pide el armisticio el 26 de enero de 1871 y es firmado el 28, lo que de hecho equivalía a una capitulación general, pero la población parisina patriota rechazaba las políticas de capitulación. Las grandes ciudades de provincia, Burdeos, Toulouse, Marsella, Lyón, hervían de convulsiones comunistas. 2 A la vergüenza de la derrota militar sin apelación que golpeaba duramente al país en su loco orgullo belicista de julio de 1870, se añadían entre los católicos sentimientos de indignidad nacional y de castigo divino, merecido según ellos por una parte a causa de los excesos de la fiesta imperial y justificado por otra con una visión teológica de estilo apocalíptico “cólera de Dios”. Los discursos religiosos mantenían este clima moralizante que añadía a la tristeza del sentimiento nacional abatido los acentos de una penitencia arrepentida sobre un fondo de total confusión política. 3 El religioso fallecido es el hermano Edouard Patt, muerto en Nimes el 28 de noviembre de 1870 de rubéola. El novicio bajo las banderas, el hermano Paulin Bonnefoi, el hermano movilizado en las ambulancias es el Hermano Jules Ferret, el novicio despedido por enfermedad, Achille Gounin o bien Claude Lhérisson. Los Padres Vicente de Paúl Bailly y Esteban Pernet estaban como capellanes voluntarios con los soldados franceses prisioneros en Mayence. 4 Antiguo periodista en Constantinopla, candidato a diputado, de tendencia antibonapartista y republicana, Pierre Baragnon (1830-1904) no era de hecho sino un oportunista más, modelo de verdadera veleta. 5 Las elecciones del 8 de febrero dieron en conjunto una Cámara muy conservadora en la que figuraban numerosos notables, favorables a una restauración monárquica. 6 Adolphe Thiers (1797-1877) era en efecto el hombre fuerte del nuevo Gobierno, salido del Gobierno provisorio precedente, tras el ínterim de Gambetta (1838-1882), que había realizado la vuelta a Francia en globo. Thiers iba a reprimir la Comuna y fundar la IIIª República, políticamente liberal pero socialmente conservadora. Fue aclamado como el liberador del territorio en 1873, en el mismo momento en que era sacado del Gobierno y remplazado por el más seguro Mariscal Mac-Mahon (24 de mayo de 1873). 7 Los años 1871 y 1872 fueron efectivamente para la Asunción fecundos en inventiva apostólica: los alumnados, la prensa, las peregrinaciones, la reaparición de la Revue de l’enseignement chrétien, la perspectiva de la fundación de Universidades católicas, la animación de los Comités católicos, de los Círculos obreros y de Asociaciones de defensa de la Iglesia. 8 Raymond de Surville (1848-1871), ex alumno del colegio de la Asunción, era hijo de una familia nimeña muy cercana al P. d’Alzon: Charles de Surville (1803-1868), antiguo parlamentario legitimista, Recaudador general de impuestos del Gard; su segunda esposa de apellido de Ricard. 236 EN LA HORA DE LA DERROTA, LOS GÉRMENES DE ESPERANZA PARA UN CATÓLICO Para ulterior reflexión e investigación Sobre la guerra de 1870 y sus consecuencias: - Henri GUILLEMIN, Cette curieuse guerre de 70: Thiers, Trochu, Bazaine, París, Gallimard, 1956, 266 p. (col.: La Suite des temps). - Leonce ROUSSET, Histoire générale de la guerre franco-allemande (18701871), París, Montgredien et C.ie, Librairie illustrée, 1900, 6 vol. - Stéphane AUDOIN-ROUZEAU, 1870 : la France dans la guerre, París, ed. Armand Colin, 1989, 420 p. - François ROTH, La Guerre de 70, París, Hachette littérature, 2005, 774 p. (col.: Pluriel Poche). - Annette BECKER, La guerre et la foi : de la mort à la mémoire, 19141930, París, Collin, 1994, 141 p. (col.: Histoire contemporaine). Para una lectura personalizada • ¿Qué opinas tú en cuanto al manifiesto divorcio entre París y las provincias francesas en su apreciación política de los acontecimientos? ¿La amenaza de guerra civil no anunciaba la Comuna? • ¿Cuáles son a tu juicio las causas verdaderas de la derrota francesa, militar y política ante la potencia de la unidad alemana federada por Bismarck? ¿No nos encontramos ante dos modelos nacionales políticamente antagonistas uno que imita a Atenas y el otro a Esparta? • ¿No existe a menudo entre gente de temperamento activo y voluntarioso como el P. d’Alzon un agudo contraste entre el pesimismo de las ideas y una especie de llamado optimista a la acción de cara al futuro? • ¿No es la esperanza, virtud teologal, lo que ofrece el mejor suelo de futuro al creyente que no se encierra en las ideas negras y las ruinas del tiempo presente? 237 44 El P. d’Alzon en los Molinos de viento (1872) E l P. d’Alzon echó raíces en Nimes el 14 de noviembre de 1835. Pese a reiteradas ofertas, nunca después abandonó su ciudad de adopción, lo que no quiere decir que no conociera, como muchos humanos, múltiples mudanzas. En Nimes mismo, desde 1839 hasta 1878 mantuvo un despacho de trabajo en el Obispado, al lado de la Catedral de San Castor, transformado más tarde en Museo departamental del Viejo-Nimes. Monseñor Cart hubiera deseado que su Vicario General fijara allí su residencia habitual, ¡pero eso era desconocer el espíritu de independencia de su segundo! En su correspondencia él mismo precisa incluso aquí o allí, muchas veces con una simple alusión, la lista de sus distintos alojamientos de ocasión o de prestado. Así es como tenemos noticia de su primer alojamiento en Nimes, en la residencia de su tío materno, el abate Daniel-Xavier Liron d'Airolles, en el nº 16 de la calle del Aspic, algo provisional que cambió pronto (¿al cabo de tres meses?) por un alquiler en la calle del Arc-du-Gras nº 9 (actual nº 7), en la esquina con la calle des Orangers, residencia que compartía con un cierto abate Bernard Rode. En 1839, ya Vicario General titular, estaba obligado a poner su propia casa más honorablemente, por lo que alquiló un gran apartamento, situado en el nº 10 de la calle de los Lombardos o calle Margarita, en el edificio Grandgent. En 1845 fue cuando, desde París, rescindió el contrato, provocando de paso la alarma entre sus dirigidas, y decidió trasladar sus penates a su 239 EL P. D’ALZON EN LOS MOLINOS DE VIENTO (1872) Colegio de la Asunción, entonces en la rue de la Servie. Allí ocupó sin duda distintas celdas en los distintos pabellones que componían el Colegio, entre ellos el llamado Arca de Noé. Pero sabemos que el 21 de noviembre de 1880 murió en la habitación situada sobre la puerta cochera, trasformada luego en museo de recuerdos. Sin embargo en 1872 cometió una infidelidad a la Asunción decidiendo trasladarse a las alturas de Nimes, al barrio llamado de los Molinos de Viento, en el Monte Duplan, a la casa Prophète que el Obispado había comprado hacía tiempo (1854), para albergar allí la “Obra de Juventud Argaud”. El P. d’Alzon quería en aquel momento trasformarla según el modelo de los Círculos católicos que florecían entonces por todas las diócesis de Francia. La historia menuda cuenta incluso que los colegiales del momento fueron requisados para pasar de mano en mano y de calle en calle los volúmenes de la Patrología de Migne de la que el P. d’Alzon no quería separarse. El cambio fue de corta duración, al parecer, sólo unos años, hasta 1977 sin duda, – además residió allí sólo de manera intermitente– y pareció mejor a 240 todo el mundo que el Patriarca, demasiado acaparado por sus otros cargos, se reintegrara a sus muros, junto con su preciosa colección. Otro religioso fue destinado a la obra Argaud, entre 1874 y 1877, en especial el Hermano Désiré Gallet y el ex Padre Joseph-Marie Blanc. El P. d’Alzon volvió a vender los locales al Obispado en 1878. Se dice que, en cuanto a alojamiento, el P. d’Alzon se mostraba muy sobrio, acomodado al estilo de un monje o de un ermitaño, con apenas el mobiliario indispensable. Cuando abandonó Lava-gnac en 1835, rechazó la carroza decorada con las armas de los d’Alzon, que habría bloqueado, según decía, las callejuelas de la vieja ciudad y sobre todo alejado, por su lujo, ¡a los futuros donantes! Pero se llevó, sin embargo, dos espejos de mucho empaque, una calavera y un retrato de Santa Magdalena. Conservó durante mucho tiempo un gran crucifijo que le había regalado su primer obispo, monseñor de Chaffoy. Misma sobriedad en su gran apartamento de la rue des Lombards: su despacho de trabajo compren-día cuatro sillas blancas, un reclinatorio y una mesa con una calavera. Con los años, EL P. D’ALZON EN LOS MOLINOS DE VIENTO (1872) ciertamente, hubo de aceptar de sus “filoteas” nimeñas algunas comodidades, entre ellas una escribanía con cajones, regalo de la señorita José-phine Fabre, celosamente conservada desde 1901 por las Oblatas en su casa provincial de Hulsberg (Holanda). La comunidad asuncionista de Nimes, de la rue Sainte-Perpétue nº 2, mantiene aún su sitial de coro, instalado en su capilla más como una silla o trono de honor que como algo necesario a la liturgia. Todo el resto de los recuerdos personales vinculados al P. d’Alzon ha terminado por ser dispersado, al filo de las expulsiones y de los traslados, a los cuatro vientos de la historia, ¡que no sólo mueven molinos, en Nimes como en todo el Mediodía! Incluso los restos mortales del P. d’Alzon han conocido en Nimes tres localizaciones (tumba de la Asunción en el cementerio de San Baudilio, de 1880 a 1892; hipogeo en la capilla del Colegio de la Asunción, de 1892 a 1942; tumba en la capilla de las Oblatas rue Séguier, de 1942 a nuestros días), prueba fehaciente de que los hijos de esta tierra no pueden tener aquí abajo una morada permanente. ¡Objeto prodigiosamente querido por vuestro señor padre o por el Reverendo Padre, vuestro padre! Ante todo, no sois un monstruo: luego, le invito a hacer poner en lugar del señor Argaud para la obra de la juventud de Nimes a los religiosos de la Asunción; en lugar del señor Charles Laurent para los aprendices, al P. Ch. Laurent, de los Agustinos de la Asunción1; y preguntará al P. François si conoce a un tal señor François Chambourdon, director de la obra de los hombres en Nimes. Esto supera cualquier idea. En Alais, los religiosos de la Asunción; en El Vigán, obra de los hombres, los Religiosos de la Asunción. Acaba de ser fundado en El Vigán, un Círculo católico. El P. Hippolyte ha sido fundador y excluido inmediatamente después de abierto el círculo, pero eso no es ningún mal. Y ahora ¿qué le voy a decir? Tenemos cerca de 170 alumnos internos, 100 externos o semipensionistas: non c’è male. El P. Picard se encuentra a gusto en El Vigán. Va a tratar de mandar a Arras al P. Charles. Aquí me he instalado, mediante una misa a los santos ángeles, en la obra del señor Argaud2; esto desde esta mañana. Me presentaron una oposición cerrada, hace algún tiempo; en estos momentos están suaves como corderitos3. 241 EL P. D’ALZON EN LOS MOLINOS DE VIENTO (1872) Allemand ha llegado sombrío de Marsella, vuestra carta le ha sido entregada. ¿Qué le voy a decir?¿Tiene usted definitivamente el apartamento de la señorita Longueil4? En cuanto haya salido la Revista5 tendrá otro artículo mío. El domingo, si el tiempo lo permite, 1.200 nimeños irán a Rochefort, casi otros tantos de Aviñón, otros tantos de otras localidades. Contamos ser tres mil o cuatro mil si el tiempo es bueno6. El retiro eclesiástico ha estado mediocre. No se apresure a invitar al señor Barbe7. Con esto beso la suya8 y le deseo buenas noches. E. d’Alzon. En la Asunción tenemos de 10 a 12 misas al día9. Carta al P. Vincente de Paúl Bailly, Nimes, 2 de octubre de 1872, Lettres, t. IX, p. 436. _______ 1 Se trata de modificar los nombres en el Annuaire des Associations Catholiques Ouvrières de France, para el año 1873-1874. El P. Vincent de Paul era en aquel momento el secretario de la Asociación. El P. d’Alzon insiste en el nombre de Agustinos de la Asunción para sus religiosos que figuran en él: Charles Laurent (1821-1895), François Chambourdon (1844-1902), que se incardinó en Nimes en 1877, Hippolyte Saugrain (1822-1905). 2 El abate Casimir Argaud (1814-1901) había sido el fundador y director de esta Obra de juventud en la que había colaborado el P. d’Alzon siendo joven sacerdote. En 1872 se trataba de resucitarla en una modalidad más adaptada. Pasó luego bajo la dirección de los Padres de Timon-David. El P. Charles François (1841- ?) acababa de ser ordenado sacerdote. Abandonó la Congregación en 1876 y le hemos perdido el rastro. 3 Los jóvenes cuyo centro acababa de ser trasladado al Mont-Duplan sobre el “pic Argaud” (llamado también Maison Prophète) se habían mostrado recalcitrantes a la dirección del Hermano Norbert Mathieu (1852-1918), ordenado sacerdote en 1878 y enviado a la Misión de Oriente en 1880. Por estas fechas este centro contaba con un centenar de jóvenes según el P. d’Alzon. El P. d’Alzon quiso incluso en un momento dado (1874), transformar Mont_Duplan en casa madre, escolasticado y noviciado de la Congregación. 4 El P. Vincent de Paul señalaba a esta persona como la propietaria vecina de la rue François 1er sin duda bienhechora de la Asunción y habitual de la capilla parisina como lo era también una tal Srta. de Mauroy en 1877 que donó su casa de Sèvres al noviciado de París. 5 Se trata de la Revue de l’enseignement chrétien –que reapareció de 1872 a 1875– a la que el P. d’Alzon aportó varios artículos. 6 Esta peregrinación, en que predicó el P. d’Alzon, tuvo lugar el 6 de octubre de 1872 pese al viento y a la lluvia. Al P. d’Alzon no le gustó nada que el abogado y diputado legitimista Ferdinand Boyer (1823-1855) tomara la palabra a favor de una unión entre Henri V y el Papa. No le gustaba la mezcolanza de planos. 242 EL P. D’ALZON EN LOS MOLINOS DE VIENTO (1872) 7 Este predicador del retiro eclesiástico de Nimes en 1872, sin otra identificación, sería el hermano de un sacerdote diocesano, a quien sí hemos logrado identificar, el abate Jean-Pierre-Léon Barbe (18091867), párroco de Boudrac (Haute-Garonne). 8 Después de los acontecimientos de la Commune, los religiosos de París se habían dejado la barba para proteger su identidad y escapar a las expulsiones. Más tarde el P. d’Alzon intentó que se las afeitaran pero en balde. En 1863 él mismo había llevado una magnífica barba a la oriental. 9 Es un indicio del número de sacerdotes que residían y trabajaban en el colegio de la Asunción. Había entonces como sacerdotes religiosos A.A., además del P. d’Alzon: Emmanuel Bailly, Alexis Dumazer, Charles Laurent, Charles Désaire, François Chambourdon, Adrien Latour, Jules Ferret, Joseph-Marie Blanc y Charles François. Para ulterior reflexión e investigación Sobre los domicilios del P. d’Alzon en Nimes y la obra Argaud: - Rue du P. d’Alzon 1810-1880, en «Maison de l’Assomption» (revista del 3er Colegio de la Asunción en Nimes), octubre de 1936, p. 27-29. - Jean-Paul Périer-Muzet, Chronique alzonienne: les logements de l’abbé d’Alzon à Nimes?, en «A travers la Provnce», nº 106 (mayo de 1994), p. 16-19. - Oeuvre Argaud 1873-1937. Fêtes du centenaire de l’oeuvre, Nimes, 1938, 63 p. Para una lectura personalizada • ¿Por qué crees que el P. d’Alzon, que vivió casi toda su vida apostólica en un colegio, daba tanta importancia a vivir en contacto con la juventud? • ¿Cuáles eran las principales animaciones apostólicas dirigidas a la juventud en la Iglesia de aquel tiempo? • A tu parecer, ¿sabe la Asunción de hoy día mantener el contacto con la juventud? ¿Cómo y mediante qué animación o iniciativas? • La juventud es un mundo que cambia rápidamente. ¿Qué cualidades humanas y espirituales se valoran siempre en ella? 243 45 Francia a un paso de la Restauración monárquica (1873) P ara los observadores de la vida política francesa, el período que va de 1873 a 1877 y que ha recibido el apelativo, por lo menos ambiguo, de “República de los Duques”, sumerge los análisis en un abismo de perplejidad. Una Francia incierta, indecisa, vacilando entre formas constitucionales opuestas, al albur de consultas electorales casi contradictorias. En febrero de 1871, las Asambleas elegidas están compuestas en su mayoría por monárquicos, algunos más o menos nostálgicos, pero todos ciertamente divididos. Durante un siglo, el país ha oscilado entre familias dinásticas irreconciliables: los Borbones, expulsados del poder en 1830, pero siempre pretendientes al trono con el hijo del milagro, el Conde de Chambord, línea llamada legitimista; los Orleáns, desterrados en 1848, pero siempre surtidos de candidatos con el título y la rama llamada del Conde de París; y los Bonapartistas, cuya derrota en 1870, pese a la deslegitimación de Napoleón III y la muerte prematura del Príncipe imperial (1873), no ha abandonado toda esperanza de volver al poder. Thiers, el hombre fuerte del poder ejecutivo en 1871, fue apartado en 1873 por el Mariscal Mac-Mahon, sin haber tenido la posibilidad de asentar un régimen republicano en el país, habiéndose dedicado sobre todo a reconstruir la economía, las finanzas y el ejército. Mac-Mahon es un militar legitimista, llevado a la Presidencia para siete años por una coalición monárquica. Pero pese a sus preferencias personales que le llevan a escoger a sus 245 FRANCIA A UN PASO DE LA RESTAURACIÓN MONÁRQUICA (1873) ministros entre las filas de las derechas, no pretende imponer al país, mediante un nuevo golpe de fuerza de los que Francia había sufrido ya demasiado hasta entonces, un régimen que no haya salido válidamente de una consulta regular. En estos años el campo republicano se refuerza en cada consulta electoral, hasta la crisis abierta en febrero de 1876 que le da entonces una clara mayoría en la Cámara. El Mariscal interviene directamente en la vida parlamentaria, despidiendo a Jules Simon el 16 de mayo y remplazándolo por el Duque de Broglie, y disolviendo la Cámara de diputados. Pero tras las elecciones de octubre de 1877, sin duda las más apasionadas que haya conocido Francia, sólo le queda al Presidente o someterse o dimitirse, en palabras del tribuno Gambetta. Obligado a gobernar con ministros republicanos, como Dufaure, Mac-Mahon dimite antes del fin de su septenado, en enero de 1879, tras las elecciones senatoriales que consagran una nueva victoria republicana. Al socaire de una enmienda (Wallon) en enero de 1875, la Asamblea había votado, pero sin convicción, el reconocimiento de la forma republicana del régimen, y más 246 tarde las tres leyes constitucionales que iban a servir de base institucional a la Tercera República. El P. d’Alzon, como muchos de sus contemporáneos, cifraba todas sus esperanzas políticas en la restauración de la monarquía a favor del Conde de Chambord. Las creyó realizables e incluso realizadas tras el 24 de mayo de 1873, pero es sabido que sus tácticas políticas no tuvieron mucho éxito, ni fue afortunado, ni precursor, ni profeta. Sus lazos familiares e incluso su compromiso eclesial tan tipificado no le predisponían para una comprensión armoniosa o familiar de las expectativas de las nuevas capas sociales y menos aún de los juegos en el campo de la política que suelen oscilar con las variaciones de la opinión pública. El P. d’Alzon campeaba sobre el terreno de las convicciones, y no tenía aprecio ni estima por el campo de las opiniones, variables, flexibles, indiferentes e incluso hostiles al polo religioso. Cierto que, por experiencia y para sí mismo, se había visto obligado a iniciar un lento proceso de desacralización del poder político; pero sin avalar las opciones de una sociedad móvil, con un designio liberal y un horizonte FRANCIA A UN PASO DE LA RESTAURACIÓN MONÁRQUICA (1873) democrático, continuamente en busca de referencias no confesionales, deseando reformas estructurales y en ruptura con los valores tradicionales. Su conciencia eclesiástica, amputada poco a poco de su esfera de influencia en los ámbitos de la vida pública, continuaba disputándole su parte de ciudadano que no estaba dispuesta ni a cohabitar ni a entregarse. Una extensión al máximo del eslogan: Fuera de la Iglesia no hay salvación. Andas bien, tú, quejándote de nuestro silencio. ¿Dónde se cuecen las noticias? ¿En Nimes o en París? ¡Veamos qué tienes que responder! Si en Nimes, ven a ver; si en París, pues envía algunas, ¡monstruo!1. ¿No os basta con ser vosotros la fuente, tenéis además que burlaros porque nosotros estemos sin agua? Vamos, un poco de paciencia. ¡Ah, traidor! ¿Crees que sólo vamos a beber vino2? Noticias: mi prima, la señora d’Alzon, ha muerto; la señorita Valat ha muerto; la señora Chaudordy se debate entre una hipertrofia del corazón y un ataque de apoplejía grave al cerebro3. ¿Quieres nombramientos de coadjutores y de vicarios4? Pero las peregrinaciones asustan. ¿Por qué nos detesta tanto Freppel? Me gustaría mucho saberlo5. Yo estaría tentado por despreciar, pero me resulta absolutamente imposible tomarme la molestia de detestar a alguien. Detesto el pecado, que es algo, pero amo al pecador que es alguien Ahora6. tenemos la tricolor flordelisada7. Falloux triunfa. ¡Oh, Falloux!; pues bien, hago un esfuerzo, pero no te desprecio, es tu pecado el que es despreciable. ¡Si esta carta te molesta…! ¡Si esta carta te molesta! Pues tírala a la papelera. No, hijo mío, nunca creeré inútiles las peregrinaciones. Te advierto que nunca pondré la bandera tricolor flordelisada. Eso me ahorrará comprar una bandera. Trata de averiguar lo que hay de cierto en el nombramiento del abate Gay para Montpellier8. Hijo mío, un beso en las dos mejillas. E. d’Alzon. Si no te entiendes bien con el P. François9 que se encargue de él el P. Hippolyte. 247 FRANCIA A UN PASO DE LA RESTAURACIÓN MONÁRQUICA (1873) Carta al P. Vicente de Paúl Bailly, Nimes, 18 de octubre de 1873, Lettres, t. X, p. 128-129. 248 FRANCIA A UN PASO DE LA RESTAURACIÓN MONÁRQUICA (1873) _______ 1 ¡El razonamiento del P. d’Alzon es inatacable! Además, el P. Vicente de Paúl Bailly trabajaba en el Pèlerin: si el periodista no crea necesariamente las noticias, las digiere durante todo el día… 2 Fuente, agua, vino: ¡la metáfora es llevada hasta el agotamiento! ¡Humor digestivo! 3 En el registro de los boletines necrológicos, la lista es negra: la señora Edmond d’Alzon y la señorita Valat, ambas fallecidas en 1873. En cuanto a la señora Louis-Justin Chaudordy, de soltera Converset (1811-1874), su estado de salud muy deteriorado presagiaba una muerte cercana. 4 El P. d’Alzon es Vicario General. En esta época del año los cambios de destino entre el clero son numerosos; registrados, claro, en La Semaine religieuse de Nîmes. 5 Monseñor Charles-Emile Freppel (1827-1891) nombrado obispo de Angers en diciembre de 1869, era un antiguo neo-galicano parisiense pasado al ultramontanismo. Se distinguió después de 1877 por su ardoroso humor guerrero contra la República anticlerical. En cuanto a la fórmula de las peregrinaciones que dan miedo, hay que entender que dan miedo las manifestaciones públicas de fe, llamadas de masas, organizadas por trenes, como las peregrinaciones diocesanas nacionales o internacionales multitudinarias (en Francia: Lourdes, La Salette, Paray-Le-Monial, Pontmain), no los pequeños centros de piedad locales que siempre han sido frecuentados desde un radio limitado y sin desplazamientos notables o espectaculares. 6 La fórmula es totalmente agustiniana. Sermón 13, VII/8: Si sic audis… peccata persequeris, non peccantem [si así lo haces… perseguirás al pecado pero no al pecador], o bien Contra Adimantum XVII, 5: Sed hoc perfectorum est, ut non oderint in peccatoribus nisi peccata, ipsos autem homines diligant [Pero es propio de los perfectos: no odiar en los pecadores más que al pecado, amando al mismo tiempo a los pecadores]. 7 La tentativa de entendimiento entre las diversas facciones monárquicas que deseaban llamar al Conde de Chambord al trono de Francia, comenzó por tropezar con el color de la bandera nacional: blanco con flor de lys para los monárquicos de pura sangre, tricolor para los parlamentarios de la derecha liberal. Alfred-Frédéric de Falloux (1811-1886) había inclinado la decisión el 4 de octubre hacia el “tricolor flordelisada”. Pierre-Charles Chesnelong, diputado bearnés, formaba parte de la comisión de Los Nueve que fueron a ver al pretendiente el 17 de octubre para hacerle desistir y que creyeron haber conseguido su acuerdo. Una carta del Conde de Chambord, fechada el 27 de octubre de 1873 y publicada el 30 a mediodía, trajo un desmentido formal: ¡Nunca Henri V abandonaría la bandera de Henri IV y jamás sería el rey legítimo de la Revolución! Todas las combinaciones políticas de las derechas liberales se habían derrumbado. 8 La sede episcopal de Montpellier estaba vacante tras la dimisión de monseñor François-MarieJoseph Lecourtier (1799-1885). Charles-Louis Gay (1815-1892) no fue nombrado obispo sino en 1877, como auxiliar de monseñor Pie en Poitiers. Un antiguo alumno del P. d’Alzon, el abate Anatole de Cabrières, fue elegido para Montpellier en 1873. 9 El P. François d’Assise Chambourdon (1844-1902), asuncionista antes de incardinarse en la diócesis de Nimes en 1877, estuvo algún tiempo al servicio del Pèlerin en París, bajo la autoridad del P. Vicente de Paúl Bailly. 249 FRANCIA A UN PASO DE LA RESTAURACIÓN MONÁRQUICA (1873) Para ulterior reflexión e investigación Sobre el período llamado la “República de los Duques”: - P. R. AMBROGI y L. J. BUFFET, L’Avènement de la IIIème République, Biarritz, Atlantica, 1998, 382 p. - J. P. AZÉMA, M. WINOCK, La Troisième République, París, Hachette, 1986, 510 p. (col.: Pluriel). - Jacques CHASTENET, Histoire de la Troisième République: Jours inquiets et jours sanglants, París, Hachette, 1957. - Jean-Marie MAYEUR, Les Débuts de la IIIème République 1871-1898, Seuil, 1973, 256 p. (col.: Points Histoire). - Stéphane RIALS, Nouvelle Histoire de Paris, tomo 10: De Trocha à Thiers (1870-1873), París, Hachette, 613 p. - Odile RUDELLE, La République absolue (1870-1898), París, La Sorbonne, 327 p. - Jacques GADILLE, La pensée et l’action politiques des évêques français du début de la IIIème République, Hachette, 1967. - Jean-Marie MAYEUR, Les idées politiques du Père d’Alzon, en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXe siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 144-164. Para una lectura personalizada • ¿Cómo entiendes el hecho de que, con una Cámara mayoritariamente monárquica en 1873, Francia se haya orientado poco a poco hacia una democracia republicana? ¿No se da una especie de evolución contradictoria e incoherente? • ¿Qué podía esperar el P. d’Alzon de una restauración monárquica? ¿No se hacía ilusiones sobre los hombres políticos de su tiempo, incluidos aquellos que él consideraba de los suyos? • ¿Según tú, qué es lo que separaba al P. d’Alzon de una Francia políticamente liberal, constitucionalmente parlamentaria y socialmente reformista? ¿En política qué es para ti una convicción y qué es una opinión? • El P. d’Alzon tenía amigos en el Gobierno en 1873, a quienes pudo pedir algunos servicios en ciertas ocasiones. ¿Servirse de las influencias te parece legítimo, inocente, peligroso, moralmente aceptable pero con qué riesgos? 250 46 Un sueño no iniciado: la “conversión” de los Eslavos (1874) A l recibir del Papa Pío IX una bendición para las Obras de Oriente y de Occidente de la Asunción (1862), el P. d’Alzon ciertamente no imaginaba el camino que con él y después de él sus dos Congregaciones iban a emprender sobre aquella gran ruta apostólica que fue también la de los Apóstoles. Sin directivas precisas, sin un plan de misión preestablecido, sin medios tampoco, la Asunción tuvo que inventar su vía en aquel universo oriental complejo y fragmentado. El P. Galabert, que fue el pionero voluntario y valiente de esta Misión de Oriente, daba gustosamente a entender que él era de esas piedras ocultas en los fundamentos que terminan con el tiempo escapando a la mirada humana. Su sacrificio estuvo ciertamente a la altura de todas sus virtudes, de las que la paciencia no era la menor, pero su incontestable superioridad le vino de aquel amor generoso y bueno que le inspiró el aprendizaje de las costumbres y tradiciones de Oriente, tratando siempre de comprenderlas desde el interior y de no juzgar las mentalidades, los prejuicios o los particularismos, fácilmente ridiculizados por una mirada que sigue siendo extranjera. El P. Galabert se hizo búlgaro de corazón, aprendiendo la lengua, componiendo incluso un diccionario, poniéndose humildemente al alcance de los pequeños escolares de San Andrés, él que era doctor en medicina por Montpellier y doctor en derecho canónico por Roma. Si se pudieran hacer comparaciones, diríamos sencillamente que en esta materia el discípulo se reveló ser un maestro. ¿Y qué diremos de aquellas 252 UN SUEÑO NO INICIADO: LA “CONVERSIÓN” DE LOS ESLAVOS (1874) jóvenes Oblatas, salidas de las montañas de los Cevenas y enviadas a Andrinópolis sin preparación? El P. Galabert las defendió más de una vez ante el P. d’Alzon, siempre severo en materia de observancia de la Regla, pero que estaba lejos de aquel lugar donde la entrega cotidiana de las Hermanas, su capacidad de cercanía humana y sus cualidades de fe y de corazón, alcanzaron grandes victorias en el campo sin competencia de la caridad heroica? Con los años, el P. d’Alzon no dejó de sentirse obsesionado por este Oriente tan misterioso, que él percibía a través del prisma deformante del espejo occidental. Su amor a la Iglesia, con sus exigencias de verdad y de unidad, profundizaba en él un deseo obsesivo de unión que se expresaba en términos desplazados: no veía sino resistencias o resonancias de cisma en aquellos cristianos orientales que gemían bajo el yugo otomano desde hacía siglos; trataba de “convertir” a estos pueblos eslavos, separados de Roma, es cierto, pero evangelizados desde hacía más de un milenio. ¡Sin hablar de las poblaciones griegas, casi contemporáneas de los orígenes de la fe cristiana! Sobre todo, el P. d’Alzon no dejaba de pensar en la gran Rusia, el corazón de la nación eslava, desgarrada entre los partidarios de una apertura al Occidente y los partidarios eslavófilos, furiosos defensores de las tradiciones heredadas de Bizancio. Se sentía atraído por aquella inmensidad hecha de espacio y también de autocracia y grandes desigualdades sociales, sentía impaciencia por atacar al coloso con sus huestes misioneras. Una aristócrata de origen ruso pasada al catolicismo, la señora Fricero, que conservaba un corazón maravillado por las tradiciones religiosas de su pueblo, trató de abrirle los ojos al P. d’Alzon, que seguía siendo muy latino y muy romano en su manera de acercarse al Oriente. No hubo manera; el intento de diálogo se saldó por una especie de yuxtaposición justificativa de posturas inconciliables. Los sueños del P. d’Alzon siguieron siendo sueños sin realizar, pero sobre el terreno sus hijas y sus hijos han abierto brechas de reconciliación que una caridad inventiva ensancha mediante resplandores de estima, de reconocimiento y de esperanza. 253 UN SUEÑO NO INICIADO: LA “CONVERSIÓN” DE LOS ESLAVOS (1874) Aprovecho, mi querido amigo, una neuralgia que me impide hacer otra cosa para poner al día mi correspondencia un tanto atrasada. Ten la bondad de hacerme hacer por el P. Athanase1, con su pluma más legible que la tuya y la mía, un cuadro de las casas de los religiosos y de las Oblatas, sea en Andrinópolis, sea en Filipópolis. Hay que indicar: 1º la meta de la casa, 2º el nombre de los religiosos o religiosas, 3º los niños que frecuentan la escuela, si se trata de una, 4º los recursos, 5º el estado moral. Haciendo así vuestro cuadro, podré hacerme una idea exacta de la situación2. En el informe no habrá que saltar de una cosa a otra, y así se verá claro. Por lo demás, se podrá modificar el plan de estos cuadros, si la experiencia muestra que se puede hacer algo mejor. Deseo mucho enviarte a alguien cuanto antes, pero el P. Adrien nos abandona y el P. André se ha escapado3. Ya ves que no progresamos mucho. La muerte de monseñor Pluym4 ha sido muy rápida; es una gran pérdida, y antes de asumir la parroquia de Scutari5, hay que mirar dos veces la cosa, tanto más cuanto que salimos de los Búlgaros y es a los Búlgaros a los que importa dirigirse. Ateniéndonos a nuestros límites, podremos proseguir nuestra obra más fácilmente: la conversión de los Eslavos. Hete aquí a monseñor de Cabrières preconizado obispo de Montpellier6; se trata de un asunto enorme y tengo mis más vivas aprensiones. En fin, nos concede una residencia en Montpellier y un alumnado en Montmau. Pide al P. Athanase que me escriba él mismo lo que piensa de los estudios de sus niños. Nuestros pequeños alumnados no van mal; sólo que los recursos faltan en todas partes. La hermana de Sor Hélène ha entrado en las Oblatas7. Te han debido de enviar 1.000 a 2.000 misas; he tomado 195 a tus intenciones para pagar una cuenta que tenías con las Oblatas. Ten la bondad de anotar esas 195 misas, ya que el monto de ellas se ha utilizado en objetos gastados por ti. Te felicito por la asignación de 2.000 francos para el hospital8; con eso necesitamos tirar un poco menos al diablo de la cola. Adiós, querido amigo. Muy tiernamente tuyo. E. d’Alzon. 254 UN SUEÑO NO INICIADO: LA “CONVERSIÓN” DE LOS ESLAVOS (1874) Creo poco en las amenazas de guerra, del lado de Italia. Creo más bien en una mejoría de Francia, pero los católicos liberales mediante Broglie y Dupanloup retoman ventaja. El nombramiento de Cabrières sólo se ha conseguido bajo la amenaza de la dimisión del señor de Larcy9. Carta al P. Victorin Galabert, Nimes, 17 de enero de 1874, Lettres, t. X, p. 180-181. _______ 1 El P. Athanase Malassigné (1839- hacia 1922), asuncionista antes de hacerse cartujo en 1880, fue enviado como refuerzo al P. Galabert en 1869. 2 He aquí en efecto una manera bien precisa de clarificar una situación en una fecha dada. En 1874, los Asuncionistas tenían solamente dos puestos en Oriente, pero con múltiples obras: Filipópolis (escuela San Andrés abierta en enero de 1864, patronato, conferencia de San Vicente de Paúl) y Andrinópolis (residencia del Superior de la Misión de Oriente desde 1867 en la casa llamada Selamlik, un embrión de alumnado en Karagatch creado hacia 1870-1872, y una especie de orfanato agrícola San José en Kaik). Las Oblatas, por su parte, llegadas a Andrinópolis en mayo de 1868, servían en hospitales, dispensarios y escuelas; su residencia principal estaba en Andrinópolis en la casa llamada Haremelik; una primera escuela San Vicente con orfanato para niñas en la casa Mekemet, desalojada más tarde; una escuela parroquial San Dimitri; un hospital San Vicente de Paúl en la misma casa Mekemet; un hospital San Luis en el barrio de Kaik, generosamente subvencionado por un cierto Richard y reconstruido en 1885; una escuela búlgara Nuestra Señora de la Merced abierta en 1869. Sólo en 1890 la Madre Chantal Dugas abrió el externado Santa Elena en el barrio de Kalé. En enero de 1874, en la Misión de Oriente se contaban apenas 6 Asuncionistas, pero ya una veintena de Oblatas. 3 El P. Adrien Latour, ex abate Pierre (1825-?) novicio asuncionista, despedido en 1874, y el P. André Rigal (1849-1919), recientemente ordenado sacerdote pero que tampoco se quedó en la Asunción pese a varios intentos. 4 Monseñor Antoine-Joseph Pluym (1808- 1874), Pasionista holandés, sucesor de monseñor Paolo Brunoni en Constantinopla en 1870, en calidad de Delegado Apostólico para los Orientales y Vicario Apostólico patriarcal para los Latinos, había muerto el 13 de enero de 1874. 5 Scutari, la actual Üsküdar, es el nombre del barrio de la rivera asiática de Constantinopla, lugar retenido para la gran estación ferroviaria de la ciudad. Scutari dependía entonces de una parroquia atendida por los Lazaristas. 6 Monseñor Anatole de Roviéré de Cabrières (1830-1921), futuro cardenal en 1911, era un sacerdote de Nimes, ordenado en 1853, hasta entonces secretario de monseñor Plantier. 7 Sor Marie-Hélène (1843-1878) y Sor Marie-Nathalie Puech (1844-1929). 8 Asignación o subvención concedida por la Embajada de Francia a beneficio del hospital. 9 El Duque Albert de Broglie (1821-1901), monárquico orleanista de tradición y liberal, había llegado a Vicepresidente del Consejo bajo Mac-Mahon. Hubo de dimitir en mayo de 1874 tras el fracaso de la 255 UN SUEÑO NO INICIADO: LA “CONVERSIÓN” DE LOS ESLAVOS (1874) segunda tentativa de restauración de la monarquía y no fue llamado otra vez al poder sino brevemente entre mayo y noviembre de 1877. El Barón Roger de Larcy (1805-1882), viganés protestante amigo del P. d’Alzon, era un monárquico legitimista, ministro de Obras Públicas en el primer ministerio del Duque Albert de Broglie. 256 UN SUEÑO NO INICIADO: LA “CONVERSIÓN” DE LOS ESLAVOS (1874) Para ulterior reflexión e investigación Sobre el pensamiento apostólico oriental del P. d’Alzon: - Julian WALTER, A.A., L’Apostolat des assomptionnistes auprès des Bulgares de 1862 a 1880, en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXè siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 144-164. - Etienne FOUILLOUX, L’oeuvre orientale du P. d’Alzon vue par ses fils, en Emmanuel d’Alzon dans la société et l’Eglise du XIXè siècle, Colloque d’histoire sous la direction de René RÉMOND et Emile POULAT (décembre 1980), París, du Centurion, 1982, p. 199-220. - Les Assomptionnistes et la Russie, Actes du Colloque d’histoire (novembre 2003), París, Bayard, 2003, 319 p. - Kathy ROUSSELET, Les débuts de la misión d’Orient. Le P. d’Alzon et la Russie, en Deux siècles d’Assomption, le regard des historiens (Paris, 2000-2001), París, 2003 p. 113-131, (col.: Rencontres assomptionnistes, nº 7). - Antoine WENGER, A.A., Qui est la “Dame Russe” des lettres du P. d’Alzon?, en «AA Noticias», nº 5 (septiembre de 2006), p. I-XII. Para una lectura personalizada • ¿A qué prioridades apostólicas remite el P. d’Alzon al P. Galabert? • ¿Tenía el P. d’Alzon los medios para atacar a todo el cisma de Focio? • ¿Cómo ha escapado la Asunción poco a poco de las trampas de un proselitismo católico ofensivo en Oriente para entrar en una actitud más positiva, más respetuosa y más ecuménica? • La Misión de Oriente fue el único “laboratorio ecuménico” de la Asunción? 257 47 El P. d’Alzon desairado por el Cabildo de los canónigos de Nimes (1875) E l año 1875 fue para el P. d’Alzon un año lleno de sufrimientos, tanto físicos como morales. Monseñor Plantier, gravemente enfermo de un cáncer de estómago, murió en Nimes en su sillón el 25 de mayo de 1875, dejando a su sucesor un cierto número de decisiones difíciles de tomar y nombramientos delicados que realizar. Esta separación resultó cruel, porque una fuerte corriente de simpatía entre estos dos hombres se había anudado durante veinte años (1855-1875), alimentada por un mismo combativo entusiasmo ultramontano. Contra toda expectativa, los canónigos del Cabildo de la catedral decidieron esta vez no elegir al P. d’Alzon como Vicario Capitular sino al abate Corrieux; además se coaligaron con un grupo significativo del clero nimeño para hacer correr la voz de recusar la lista de episcopables promovida por el P. d’Alzon y para dejar entender que la diócesis de Nimes estaba harta de su dirección de Vicario General desde 1839. El P. d’Alzon tildado de despectivo por algunos, tan preocupado sin embargo por la unidad del clero nimeño, quedó al principio sorprendido por esta animosidad y esta exclusión hacia su persona, pero luego fuertemente herido por estos ataques que consideraba injustos: nunca imaginó su autoridad tan directamente contestada, ni su influencia tan fuertemente criticada como dictatorial, sobre todo no quería contribuir a poblar el episcopado con esas nulidades y mediocridades que denunciaba alto y claro en el juego concordatario de los Cuando se hizo evidente que el nombramientos. 259 EL P. D’ALZON DESAIRADO POR EL CABILDO DE LOS CANÓNIGOS DE NIMES (1875) nombre de monseñor Besson se iba a imponer en Nimes (decreto firmado el 3 de agosto, parecer favorable el 23 de septiembre y consagración el 14 de noviembre en Besançon), una elección que el P. d’Alzon vio con aprehensión al principio y a la que se adhirió finalmente, –el 25 de noviembre de 1875 tuvo la ocurrencia del día, después de la entrada solemne de monseñor Besson en Nimes: “Nuestro obispo no es hermoso, pero se nota que es alguien”–, quiso darse tiempo en un primer momento, yéndose a acampar sobre la colina de Notre Dame des Châteaux durante todo el mes de agosto. Allí rumió su decisión de no hacer más parte de los cuadros de la diócesis y pensó incluso en presentar su dimisión inmediata. Se dejó convencer sin embargo en un encuentro con monseñor Besson en el obispado de Grenoble, quien le persuadió de su deseo de contar con sus servicios por el bien de su administración, con la estima de sus consejos y con su conocimiento del terreno. En su foro interno el P. d’Alzon, reconfirmado en sus funciones por decreto del 2 de diciembre de Mi querida hija: 260 1875, aplazó por unos años esta dimisión que creía oportuna y que se le hacía evidente. Muy pronto se dio cuenta de que el tiempo de formar un equipo armonioso había pasado, vistos los métodos y las preferencias del nuevo obispo y las de su larga experiencia de los asuntos. No compartió una serie de debilidades en los nombramientos, la ligereza de algunas actitudes o palabras públicas calificadas por él de burlas, lamentó los tiempos de ausencia demasiado frecuentes y no estuvo de acuerdo con la necesidad que imponía el obispo de cerrar temporalmente la catedral para trabajos de envergadura. Presentó su dimisión por escrito en septiembre de 1878, decidido a consagrar en adelante todo su tiempo y todas sus energías a sus Congregaciones. Esta dimisión finalmente aceptada fue hecha pública el 5 de noviembre de 1878. Una página se cerró y el P. d’Alzon se dio cuenta de que la diócesis podía prescindir de él. Monseñor Besson quiso tener la última palabra: “El P. d’Alzon me ha dejado, pero espero que no me haya abandonado”. EL P. D’ALZON DESAIRADO POR EL CABILDO DE LOS CANÓNIGOS DE NIMES (1875) El Garona se ha llevado en efecto mis proyectos de Bigorre, y el granizo, en media hora, todo mi vino1. Es una gran lección de economía el granizo. He venido a refugiarme en uno de los puntos más encantadores de Saboya2 para meditar sobre las inundaciones que ahogan a las personas y el granizo que se lleva los escudos. Propalan que soy yo quien ha nombrado al nuevo obispo3, pese al Nuncio e incluso al Ministro. Dicen que me he vuelto orleanista, galicano, dupanloupista, ¿qué más? De hecho, no pudiendo conseguir a los que yo quería4, me he propuesto conseguir al menos a un hombre de valía. Uno se entiende siempre mejor con esta clase de gente que con los imbéciles, aunque sean de nuestra opinión. Monseñor Besson me ha ofrecido, desde hace mucho, todas las garantías deseables. No creo que haya escrito contra el obispo de Orleans, aunque haya publicado más de veinte volúmenes. El señor Bougaud ha sido pedido a monseñor de Orleans por el señor Baragnon5. Le han respondido: “Ni un Vicario General de Orleans, ni un Vicario General de Poitiers”. Pero yo no soy ya Vicario General. El Cabildo no se ha tomado la molestia de darme las gracias, sencillamente me ha echado a la calle6. Dicen que yo le he vencido mediante el nombramiento de monseñor Besson. Es seguro que deseaban al señor d’Hulst7. Se hizo una gran peregrinación a Paray para pedírselo al Sagrado Corazón; se hará una gran peregrinación a Lourdes para dar las gracias a la Santísima Virgen por haber nombrado a monseñor Besson, contra quien han actuado cuanto han podido, únicamente porque yo le deseaba a él. En el fondo, dentro de quince días tendré 65 años; aspiro al retiro y a ocuparme de mi Congregación, a la que Dios envía quebrantos, pero a la que bendice sobreabundantemente con los alumnados. Me dice que se siente incapaz de redactar un reglamento de vida. Me parece que lo esencial consiste en imponerse tantas horas de sueño, tanto tiempo para la meditación, las lecturas, los exámenes. Eso en cuanto a lo material. ¿Quién le impide apoyar su vida sobre un pensamiento muy profundo? El amor de Nuestro Señor, de la Santísima Virgen y de la Iglesia, por ejemplo, lo que es el fondo del espíritu de la Asunción. Con Nuestro Señor tiene la comunión, el reino social del divino Maestro, la verdad. Con la Santísima Virgen, tiene el modelo de todas las perfecciones humanas. Entregándose a la 261 EL P. D’ALZON DESAIRADO POR EL CABILDO DE LOS CANÓNIGOS DE NIMES (1875) Iglesia cumple el gran deber de los cristianos de nuestros días. Si este triple pensamiento que se resume en uno solo, le va, ¿quién le impide rumiarlo, alimentarse de él y traducirlo en la práctica? Vamos, mi querida Amélie, salga de su sopor y entréguese generosamente a la perfección que su posición reclama. Muy afectuosamente suyo, mi querida hija. E. d’Alzon. Carta a la señora Condesa d’Escures, Notre Dame des Châteaux, 17 de agosto de 1875, Lettres, t. XI, p. 206-207. _______ La señora Louis-Joseph-Josias de Gaillard d’Escures (+ 1919), dirigida espiritual del P. d’Alzon, de soltera Rose-Claudine-Amélie de Pélissier. 1 Le han informado al P. d’Alzon desde el alumnado de Montmau, que el granizo había destruido toda promesa de vendimia para la cosecha de ese año. 2 El P. d’Alzon se había retirado de Nimes a la colina de Notre Dame des Châteaux en Beaufort-surDoron desde el 1º de agosto de 1875. Se quedó allí todo el mes. 3 El decreto de nominación de monseñor Louis Besson (1821-1888) está fechado el 3 de agosto de 1875. El Nuncio en París desde finales de 1873 se llamaba monseño Pier-Francesco Meglia (18101883), creado cardenal por León XIII en 1879. El ministro de Instrucción y Cultos era Henri-Alexandre Wallon (1812-1904). 4 El P. d’Alzon había propuesto como sus “candidatos” a la sucesión de monseñor Plantier, fallecido en Nimes el 25 de mayo de 1875: monseñor Théodore Legain (1809-1881), nombrado obispo de Montauban en 1871, el canónigo Pierre-Marie Gervais (1828-1900), sacerdote de Burdeos y el abate Louis-Hippolyte Guiol (1818-1884). Se había plegado finalmente pero sin entusiasmo a la elección del Ministro: el abate Louis Besson de Besançon. 5 El obispo de Orleans no era otro que monseñor Félix Dupanloup (1802-1878). Numa Baragnon (1835-1892), antiguo alumno de la Asunción, era subsecretario de Estado. El abate Louis-VictorEmile Bougaud (1823-1888), fue nombrado obispo de Laval en 1887. 6 El P. d’Alzon, en el momento de la muerte de monseñor Plantier, era uno de sus cuatro Vicarios Generales, pero el Cabildo de Nimes no eligió a ninguno de los cuatro como Vicario Capitular. Monseñor Besson hubo de insistir para que el P. d’Alzon aceptase de nuevo el cargo, pero con la 262 EL P. D’ALZON DESAIRADO POR EL CABILDO DE LOS CANÓNIGOS DE NIMES (1875) intención de dimitir cuanto antes, lo que hizo por escrito en 1878. El Cabildo de Nimes había promovido a otros candidatos a la sucesión de monseñor Plantier. 7 Monseñor Maurice Le Sage d’Hauteroche d’Hulst (1841-1896), secretario de monseñor Guibert en París (1872), organizador del Institut Catholique de París, superior eclesiástico de las Religiosas de la Asunción (1874-1890). Para ulterior reflexión e investigación Para el año 1875 del P. d’Alzon en Nimes: - Louis BASCOUL, abate, Vie de Mgr Besson, t. II, París-Arras, 1902, 472 p. - «La Semaine religieuse de Nimes» (revista o boletín diocesano). - La succession de monseigneur Plantier. Le P. d’Alzon vicaire général de monseigneur Besson (1875-1878), en Dossier sur la vie et les versus du P. Emmanuel d’Alzon, Roma, 1986, vol. II, t. II, cap. XXXI, p. 971-991. Para una lectura personalizada • ¿Qué le reprochaban al P. d’Alzon en algunos círculos del clero y del Cabildo de Nimes? • ¿El mismo P. d’Alzon no sentía cierta fatiga de un cargo que había desempeñado sin interrupción desde 1839? • ¿El nombramiento de monseñor Besson en Nimes no ilustra los compromisos político-religiosos a que daba lugar el Concordato de 1801? • El P. d’Alzon aliado finalmente a monseñor Besson, ¿supo pacificar los espíritus en Nimes y trabajar sin rencores por el bien de su Iglesia diocesana? 263 48 Al calor del hogar, en Lavagnac (1876) A comienzos del año 1876, del 5 al 17 de enero, el P. d’Alzon pasa algunos días de reposo en Lavagnac en casa de la pareja de sus sobrinos, Juan y Clotilde de Puységur, de soltera de Quinsonas. El mal tiempo le sorprende allí, retrasando la fecha de su regreso a Nimes. Este contratiempo nos ha valido algunas líneas bastante anecdóticas sobre la vida en el castillo aislado por las nevadas y sobre la atmósfera familiar que el P. d’Alzon encuentra en la intimidad de su familia cercana, – son los últimos miembros que le quedan tras la muerte de su hermana Marie (1819-1869)–, lejos de los ruidos y de las agitaciones de la ciudad. Le gusta entregarse a la lectura, tranquila, al amor de la lumbre de la chimenea, sin por ello perder el contacto con las realidades del tiempo y de su Congregación a la que sigue con el pensamiento. El inmenso horizonte ruso que él supone y que le obsesiona en cierto modo, se alimenta con esta cercanía climática o metereológica que le permite dar libre curso a su pensamiento y a sus sueños. El espíritu del P. d’Alzon se evade con gusto, ya que en esta estación del año no debía ser molestado por muchas visitas. Su entorno en Lavagnac es muy restringido, si se exceptúa el servicio doméstico del castillo. Juan y Clotilde, casados en 1872, han iniciado su familia: en 1873 nació su primera hija, Alix (18731952); luego, en los años siguientes, nace una segunda hija, Marie-Clotilde; y finalmente la tercera, Isabelle. La tradición 265 AL CALOR DEL HOGAR, EN LAVAGNAC (1876) cuenta que el P. d’Alzon se divierte llevando a Marie-Clotilde en el capuchón de su esclavina, mientras da su paseo. Estos días de aire puro y de esparcimiento en un cuadro familiar muy atractivo le causan un gran bien. Numerosos Asuncionistas han recibido también los honores de una hospitalidad siempre muy cordial en el castillo y ello desde los años 1849. En 1980, con motivo de la celebración del centenario de la muerte del P. d’Alzon, fue sin duda la última ocasión para algunos de ellos de visitar en detalle la residencia de Lavagnac, todavía decorada y amueblada. Sólo queda esperar la resurrección cercana de los lugares si la propiedad pasara al Consejo General del Hérault, como ha sido anunciado, e incluso si su utilización toma una forma comercial. Tras la nieve, la escarcha. Ha nevado también esta noche. Esta mañana, una ligera escarcha picante, pero picante. El cochero que ayer tarde no dudaba de nada, esta mañana no responde de nada. Por lo tanto sigo cautivo con el fuego, el té, los libros, la pereza y unas ganas locas de ir a convertir a los Rusos que viajan en trineo. Anteayer, el cochero que es Saboyano, armó un trineo y fue a Montagnac a buscar provisiones. Ayer, Jean1, por cariño hacia mí, ensayó el trineo, pero el peso era excesivo y ¡cataplás, el trineo roto!, por fortuna cerca de Lavagnac. Jean volvió con nieve hasta las rodillas y eso que allí había poca; en otros sitios está más alta. En fin, aquí estoy. Dios no quiere que me meta en las elecciones2. Si cayera en toda Francia esta nieve las elecciones estarían hechas. ¿Quién podría decir que esto no es un acto de suprema misericordia? No le digas esto a Barnouin3, me anatematizaría. Lo que es yo, tengo aquí no sé cuántas cosas sobre Rusia. ¡Oh, viva Rusia bajo la nieve! Si esta carta te molesta, la, la, la, la volvemos a empezar. ¡Ah, eso sí que no! Le mando infinitas ternuras a papá Laurent4. La escarcha, en estos momentos, permite que la lluvia caiga con ella. Si ésta persiste podremos partir pasado mañana. ¡Al fin! Omnia tibi prosperiora suspicor. Vale5. Post-Scriptum. Ya no me acuerdo de lo que quería añadir. ¡Qué viento! Nunca había visto una escarcha semejante. Si te preguntan por mí, diles que habito en la región de los vientos, de las nieves, de 266 AL CALOR DEL HOGAR, EN LAVAGNAC (1876) la escarcha y de la lluvia helada, que sin embargo no es el granizo. Supongo que no me esperan para la Conferencia6. ¡Amigo mío, qué cosa más hermosa es la paciencia! La saboreo. ¡Y decir que estoy en el Midi, el país de las flores y de los amores! Carta al P. Emmanuel Bailly, Lavagnac, 13 de enero de 1876, Lettres, t. XI, p. 334-335. _______ 1 Jean de Puységur (1841-1910), sobrino del P. d’Alzon. Estaban previstas para el año 1876 dos series de elecciones: senatoriales los 16 y 30 de enero y legislativas el 20 de febrero. Se saldaron todas por un claro éxito del bando republicano. Mac-Mahon intentó oponerse despidiendo a Jules Simon y disolviendo la Cámara. Pero finalmente prefirió someterse al veredicto de las urnas llamando a un republicano moderado, Dufaure, y de esa manera animó a una interpretación parlamentaria del régimen republicano y de los textos constitucionales de la IIIa República, lo que iba a prevalecer en Francia hasta 1958, es decir hasta el final de la IVa República. Los Gobiernos iban a ser escogidos en el seno de una mayoría formada por la coalición de partidos. 3 Canónigo Henri Barnouin (1830-1895), párroco fundador de la parroquia Saint-François de Sales en Nimes. 4 Papá Laurent, es el P. Charles Laurent (1821-1895), ya un veterano de la Asunción. 5 Lo que puede traducirse de manera amplia: “Te deseo cuanto hay de mejor. Que te vaya bien”. 6 La serie de las Conferencia católicas de Nimes había recomenzado el 11 de enero de 1876. Estas Conferencias abordaban evidentemente todos los temas políticos del momento en el ámbito de la Defensa de los intereses y de las posturas de la Iglesia cuyos dirigentes no ocultaban sus lazos con los diferentes partidos de la derecha en el poder. A partir de 1898, con el asunto Dreyfus, todas las tendencias republicanas confundidas se iban a unir en una vasta coalición de gobierno para tratar de excluir esta vez toda posibilidad de interferencia o de influencia política del clero en las elecciones y en 2 267 AL CALOR DEL HOGAR, EN LAVAGNAC (1876) las distintas expresiones políticas de la vida pública. El primer golpe fue la ley de Asociaciones de 1901, liberal en su espíritu pero de aplicación restrictiva y de interpretación excluyente de las Asociaciones religiosas entre ellas las Congregaciones, y esto contra todo derecho; el segundo golpe fue la ruptura unilateral del Concordato (1905), en nombre de un concepto militante de la laicidad. 268 AL CALOR DEL HOGAR, EN LAVAGNAC (1876) Para ulterior reflexión e investigación Sobre Lavagnac: - Merveilles et Châteaux de Provence, Hachette, 1970, 316 p. (Texto de Claude FRÉGNAC y documentos de Pierre FAUCHEUX), p. 209ss. (col.: Réalités). - Jean-Paul PÉRIER-MUZET, A.A., Le Père Emmanuel d’Alzon par lui-même. Anthologie Alzonienne, t. I, Roma, 2003, p. 25-26 (introducción al capítulo 2). - Jean-Paul PÉRIER-MUZET, A.A., Sur les pas du P. d’Alzon à Lavagnac, en Lettres du P. d’Alzon, t. XVII, Roma, 2005, p. 567-580. Para una lectura individualizada • El P. d’Alzon no carecía de humor. ¿En qué lo notas en esta carta? • ¿En el campo, en invierno, cuáles podían ser las distracciones de un hombre de acción atrapado por la meteorología? • ¿A qué lecturas de libros sobre Rusia hace alusión el P. d’Alzon? ¿Qué semejanzas con su situación? • ¿Qué medios de transporte utilizaba el P. d’Alzon para ir de Lavagnac a Nimes? 269 49 Trigésima tercera Meditación: los estudios (1878) E l P. d’Alzon concibió grandes ambiciones doctrinales para la Congregación de los Asuncionistas. Él mismo había tenido la suerte de beneficiarse de una sólida formación de base en dos colegios parisinos (18231828). Sus estudios teológicos, comenzados en el Seminario Mayor de Montpellier (18321833) y proseguidos en Roma con los consejos de algunos cardenales (1833-1835), tuvieron quizá un carácter menos sistemático, pero intelectualmente muy formativos en contacto con las realidades eclesiales de la época. El P. d’Alzon durante toda su vida dio mucha importancia a mantenerse informado sobre las corrientes doctrinales que influían en la Iglesia; le gustaba leer la Biblia y a los Padres de la Iglesia en sus propios textos, como lo demuestra la adquisición que hizo de la Patrología de Migne, sin olvidar los periódicos de opinión de su tiempo y la lectura de los libros recomendados por la actualidad. El Colegio de Nimes poseía una gran biblioteca bien provista, digna de las bellas salas monásticas de antaño, antes de su dispersión o de su dislocación debida a los quebrantos del tiempo. Al fundar a los Agustinos de la Asunción, el P. d’Alzon marcó su elección de tener al gran Doctor de Occidente como el maestro intelectual de su familia e hizo de él el patriarca protector y conductor de los estudios. Por la época del Concilio Vaticano I, se mantuvo bien informado de la renovación de la teología tomista 270 TRIGÉSIMA TERCERA MEDITACIÓN: LOS ESTUDIOS (1878) que había puesto en boga el dominico Zigliara (1833-1893), profesor de filosofía en la Minerva de Roma, comentador de las obras de Santo Tomás de Aquino y autor de varios manuales escolásticos. El Papa León XIII, un poco más tarde, iba a impulsar en toda la Iglesia una vuelta organizada al pensamiento del “Doctor angélico” como base de una filosofía cristiana. El P. d’Alzon, por su parte, acogió in fine con fervor esta vuelta, recomendando a los religiosos unir en sus estudios las dos figuras y los dos pensamientos, el de Agustín y el de Tomás de Aquino. Daba importancia sobre todo a ese lazo vivo que debía, según él, impregnar una relación innata entre el estudio teológico y el movimiento doctrinal acompasado por las grandes afirmaciones de fe. En este sentido, los dos nuevos dogmas de la Inmaculada Concepción y de la Infalibilidad pontificia le parecían formar como un arco de luz reforzado por el pensamiento teológico, en el mismo momento en que la sociedad civil, guiada por el racionalismo y el positivismo ambientes, quería deshacerse de toda experiencia sobrenatural para construir una ciudad terrena sin Dios, sin estrellas y sin frenos. Un mundo antiguo se va1, ya ha desaparecido casi. ¿Por qué? No tengo que examinarlo. Constato el hecho y digo que esta disposición estaba en los designios de Dios. “La Providencia, ha dicho de Maistre, no borra sino para escribir”2. Vemos muchas instituciones borradas. ¿Cuáles serán las instituciones nuevas? Si llevan el sello divino, participarán hasta cierto punto de la estabilidad de las obras de Dios, si no, no tardarán en desaparecer. ¡Pues bien! Una institución permanecerá: la que, basada en Jesucristo, comprende al Papa, a los obispos3, y alrededor de los obispos a los sacerdotes, y a los religiosos llamados ante todo a ocuparse de doctrina. Ahora bien, en la noche que forman los vapores que se elevan de los pozos del abismo, Dios ha establecido algunos faros en los tiempos modernos: la Inmaculada Concepción4, que implica el doble dogma de la caída por el pecado y la reparación mediante Jesucristo; luego la proclamación de la infalibilidad del Papa, y en este dogma, 271 TRIGÉSIMA TERCERA MEDITACIÓN: LOS ESTUDIOS (1878) ¡qué fuerza más maravillosa para mantener la unidad de doctrina a través de la Babel del libre pensamiento y de la moral independiente5! Creedme: cuando, mediante la doctrina de María Inmaculada, quedamos fortalecidos sobre la noción de todo el orden sobrenatural que de él se sigue; cuando, mediante el Vicario infalible de Aquél que es el Autor y Consumador de nuestra fe, podemos estudiar siglos y siglos con seguridad, se puede sondear las profundidades de los horizontes más amplios, pero la vida la más larga es realmente corta para llegar al final de la verdad revelada a la tierra. Estudiad, pues, y admirando la manera como Dios afirma la verdad frente a las negaciones del orgullo, tratad de daros cuenta de los magníficos desarrollos de la doctrina católica, y refugiaos, como en un asilo, en aquella luz que cae siempre más brillante del cielo6. E. d’Alzon. Extracto según Ecrits Spirituels, p. 592. _______ 1 La expresión es indirectamente bíblica, pero la idea ha alimentado textos proféticos y apocalípticos de la Biblia bajo la forma de “cielos nuevos y tierra nueva”: Isaías, 65, 17 y 22; 2ª Pedro 3, 13 y Apocalipsis 21, 1. 2 Esta cita parece aproximativa. No la hemos encontrado tal cual en ningún sitio. Joseph de Maistre es un autor tradicionalista que había apreciado el joven Manuel d’Alzon cuando era estudiante. 3 Definición muy jerárquica de la Iglesia. Estamos en la época del Vaticano I. De todos modos para el creyente de cualquier época la Iglesia es de institución divina. 4 La proclamación del dogma se remonta a 1854, cuatro años antes de las apariciones de Lourdes (1858). 272 TRIGÉSIMA TERCERA MEDITACIÓN: LOS ESTUDIOS (1878) 5 Reconocemos aquí los dos reproches fundamentales de la doctrina católica a los diferentes movimientos de la Reforma protestante: libertad de interpretación de la Biblia (libre examen) y, como consecuencia, posible laxitud de la enseñanza y de las conductas morales generadas por la multiplicación de las numerosas confesiones. 6 Hermosa expresión del P. d’Alzon que nos remite a la expresión empleada para calificar la escena de la conversión de San Pablo en el camino de Damasco (Hechos 9, 3 y 22, 6). 273 TRIGÉSIMA TERCERA MEDITACIÓN: LOS ESTUDIOS (1878) Para ulterior reflexión e investigación Sobre el imperativo de los estudios en la Asunción: - Circular del P. d’Alzon sobre los estudios (1874). - Circular del P. Picard sobre el racionalismo y la fidelidad a Santo Tomás (1898). - Recommandations sur les études à l’Assomption (Capítulo General de 1906). - Ratio Studiorum (texto de 1943). - Ratio Institutionis (texto de 1987). - Claude Maréchal, A la découverte de la tradition intellectuelle de l’Assomption, Sesión sobre los estudios especializados en la Asunción, Roma, 1997. - Ratio Institutionis. Una formación para la vida y la misión (Capítulo General de 2005). - P. Désiré Deraedt, Des fortes études, une conviction ferme du P. d’Alzon, Roma, 1997, 18 páginas. Para una lectura personalizada • El P. d’Alzon estaba ligado a una lectura providencialista de la historia humana, al estilo de Bossuet. ¿Qué expresiones lo delatan en este texto? • ¿Qué ligazón establece el P. d’Alzon entre los dos dogmas proclamados en el siglo XIX? • ¿Cómo define hoy día la Iglesia católica su ministerio de verdad en la explosión de las confesiones cristianas? • Jesucristo luz de lo alto, ilumina a todo hombre, dice el Prólogo de san Juan. ¿A qué exigencias está sometido todo cristiano en la búsqueda del Verbo, luz verdadera? 274 50 La amenaza del peligro republicano anticlerical (1880) E l P. d’Alzon sentía avanzar en 1879 la ola del anticlericalismo político republicano contra las Congregaciones. Incluso si el tiempo del Orden moral (18731877) había podido dar una esperanza ilusoria, la opinión pública se había hecho a la idea en Francia de una República promisoria en cuanto a una transformación social. Las fuerzas políticas a las que la Iglesia estaba ligada por tradición, daban señales a cada elección de su dispersión y su impotencia para frenar la fuerza de un cambio que presentían temible. En enero de 1879, el paso fue dado cuando el Senado, último dique, fue conquistado por la mayoría republicana. Mac-Mahon sacó la conclusión de su fracaso abandonando el poder como consecuencia de esta victoria republicana. Jules Simon, republicano moderado, le remplazó pero no pudo oponerse a la implantación de medidas contra las Congregaciones decididas por su Gobierno. Jules Ferry aplicó su ofensiva contra la máquina vaticanesca, monástica, congreganista y silábica, que representaban a sus ojos las Congregaciones religiosas no autorizadas por la ley, es decir, una fuerza de 160.000 religiosos antirrepublicanos según las estadísticas de la época. En primera fila figuraban los Jesuitas, el espantajo agitado desde hacía un siglo por las fuerzas conjugadas de Librepensadores, Francmasones y la Liga de la Enseñanza. Hay que decir que Francia no era una excepción en el contexto 275 LA AMENAZA DEL PELIGRO REPUBLICANO ANTICLERICAL (1880) europeo. El Piamonte dio el tono en Italia desde 1855 y a partir de 1866 procedía a los mismos procedimientos de confiscación de los bienes de los conventos en todo el territorio de la península antes de ocupar Roma y de aplicarle el mismo trato; la revolución española en 1868 tomaba como blanco a los Jesuitas y a todos los conventos fundados después de las exclaustraciones de 1835. La Alemania de Bismarck, tras la ley de 1872, extendía a todo el territorio alemán la Kulturkampf, prohibiendo la Compañía de Jesús y a partir de 1875 todas las órdenes no hospitalarias en todo el reino de Prusia. La Confederación Helvética revisaba su constitución federal para agravar las medidas de exclusión contra las Congregaciones. Y la calmada Bélgica misma inauguraba una política de laicización tras el éxito electoral de los liberales en 1878. Jules Ferry presentó el 15 de marzo de 1879 un proyecto de ley que preveía, además de las disposiciones restableciendo las prerrogativas del Estado tras el otorgamiento en 1875 de la libertad de enseñanza superior, la exclusión de la enseñanza, pública Mi querido amigo, 276 o libre, de los miembros de las Congregaciones no autorizadas (artículo 7). La Compañía de Jesús quedaba disuelta en el territorio nacional en un plazo de tres meses. Otra disposición denegaba a las Congregaciones no autorizadas el derecho a una existencia de hecho y les obligaba a pedir una autorización en el mismo plazo. En segundo lugar se apuntaba a los Asuncionistas, aquella pequeña Congregación ultramontana especialmente dinámica que encarnaba un activismo peligroso al servicio del cual ponía las técnicas modernas (ferrocarriles para las peregrinaciones y las rotativas para la prensa de opinión). El P. d’Alzon había tomado partido por la resistencia, pero la diplomacia del Nuncio Czacki y de algunos obispos temía esta política de lo peor. El Papa León XIII mismo vacilaba y frente a las indeterminaciones y las divisiones que aparecieron tras la expulsión de los Jesuitas, aconsejó una fórmula de transacción. El P. d’Alzon, obediente, se sometió pero sin hacerse ilusiones, previendo ya países de acogida o de repliegue para el caso de expulsión. LA AMENAZA DEL PELIGRO REPUBLICANO ANTICLERICAL (1880) Evidentemente, hay electricidad en el aire. Hace tiempo que deseaba tener tu dirección, sobre todo desde hace algunos días; ¡gracias por dármela! Aprovecho para responder a tus preguntas. 1º Sólo los Jesuitas van a ser expulsados, pero lo serán violentamente1. En Vals, habrán de derribar las 150 o 200 celdas de religiosos y apresarlos. Anteayer, el Superior de Vals volvía de Toulouse, donde había tomado a los que te indico. En La Louvesc, de siete tres serán dejados para la peregrinación y cuatro serán expulsados. En Aviñón y en Montpellier, tras creer que podrían resistir, están temblando por su colegio. 2º Las demás Congregaciones serán dejadas tranquilas por el momento2. 3º Cuatro procuradores generales y tres procuradores de la República han presentado su dimisión; no quedará la cosa ahí3. 4º El contraste entre los partidarios de la Comuna a quienes se amnistía y los religiosos a quienes se expulsa se hace demasiado odioso4. 5º Las conferencias públicas hacen un bien inmenso, se van a organizar en las ciudades pequeñas y en los pueblos; Baragnon tiene un éxito monstruo. 6º Estoy totalmente convencido de que el espíritu público está cambiando. Si no tenemos elecciones hasta dentro de dieciocho meses, no me sorprendería que tras el triunfo y la caída de Gambetta (que sucederá pronto), tras la llegada al poder de Rochefort5 o de cualquier otro de la misma ralea, el orden volverá mediante la Monarquía, cuya idea está ganando terreno enormemente6. He aquí lo que te puedo decir en grandes líneas. Ahora algunas preguntas: 1º ¿Podrías decirme lo que costaría la nueva edición de las obras completas del cardenal Newman? 2º ¿Sería factible, en el supuesto de que seamos expulsados, establecernos en alguno de los sitios confiados a tus cuidados? Creo que sería sólo provisionalmente7. Te felicito por el bien que Dios hace por tu medio. Si continúa y otros hacen lo mismo, Inglaterra volverá a la verdad católica. Adiós, querido amigo. Muy tuyo en N.S. E. d’Alzon. 277 LA AMENAZA DEL PELIGRO REPUBLICANO ANTICLERICAL (1880) Carta al abate Henri Galeran, Nimes, 25 de junio de 1880, Lettres, t. XIII, p. 338. _______ 1 El Canónigo Henri-Dieudonné Galeran (1831-1915) es un antiguo alumno de la Asunción, sacerdote de la diócesis de Montpellier, por entonces misionero apostólico en Inglaterra. 2 Desde el 14 de octubre de 1877, los diputados republicanos formaban una muy amplia mayoría. A partir del 5 de enero de 1879, el Senado también era mayoritariamente republicano. Jules Ferry, republicano positivista y anticlerical, en calidad de Ministro de la Instrucción Pública desde febrero de 1879 y de Presidente del Consejo a partir de septiembre de 1880, preparaba medidas de reforma de la Enseñanza pública con tres líneas mayores: laicidad, gratuidad, obligatoriedad en primaria. Presentaba además en la Asamblea un proyecto de ley prohibiendo la enseñanza a las Congregaciones religiosas no autorizadas y no reconocidas por la ley (artículo 7). Los Jesuitas eran los primeros en el punto de mira, tanto por sus colegios como por sus residencias. Vals-près-Le-Puy (Haute Loire) era la comuna donde tenían su importante Escolasticado en Francia desde 1833; La Louvesc (Ardèche) era su centro de peregrinaciones dedicado a San Francisco de Regis (santo jesuita), confiado a los Jesuitas desde 1832. En numerosas ciudades de Francia la Compañía animaba colegios de enseñanza secundaria, entre otros el de Aviñón, dedicado a San José, fundado en 1850, y el de Montpellier, llamado Escuela Libre del Sagrado Corazón ya previsto por el P. Maurel en 1856 en el barrio del Gran San Juan, cerca de la estación, pero puesto en marcha a partir de 1874 en la calle de Rondelet n. 4, por el P. Michel Lanusse. 3 Las medidas contra los Jesuitas, ya acosados en Francia en 1845, estaban contenidas en el decreto del 29 de marzo de 1880 en virtud del cual en un plazo de tres meses y bajo pena de expulsión debían disolverse. El decreto del 30 de marzo de 1880 imponía a las otras Congregaciones religiosas la obligación de pedir la autorización al Gobierno. La aplicación contra los Asuncionistas, tampoco autorizados, fue puesta en marcha en noviembre de 1880: expulsión de Sèvres, de París en calle Francisco Iº y de Nimes. Las Congregaciones femeninas no fueron inquietadas de modo general. El decreto de expulsión de los Jesuitas se efectuó el 30 de junio de 1880. 4 Las medidas de expulsión contra las Congregaciones tuvieron como efecto provocar un importante movimiento de dimisiones entre las filas de la magistratura y del ejército. Le Pèlerin del 10 de julio de 1880 publicó bajo el título de Le livre d’or de la magistrature una larga lista de magistrados dimisionarios. Éstos fueron sustituidos por magistrados republicanos a las órdenes del Gobierno. 5 Los antiguos partidarios de la Comuna que habían escapado a las masacres de mayo de 1871, habían sido condenados a penas muy graves: condena a muerte, deportación (a Argelia y a Nueva Caledonia) y trabajos forzados. El 11 de julio de 1879 fue publicada una ley de amnistía para ellos. 6 Léon Gambetta (1838-1882), abogado, era la cabeza visible de la Unión Republicana que ocupaba la extrema izquierda. Más bien oportunista, era desde 1879 Presidente de la Cámara, pero fue mantenido al margen del poder, que sólo dirigió brevemente entre noviembre de 1881 y enero de 1882, antes de ser derribado. Henri Rochefort (1831-1913) era un aristócrata, político y escritor republicano, con un pasado de partidario de la Comuna. Después de la amnistía, pasó a ser diputado (1885), nacionalista y “boulangista”. 7 El P. d’Alzon se forjaba aún hermosas ilusiones sobre el posible retorno de Francia a la Monarquía, contando con un giro de la opinión pública cansada de los desórdenes y de los excesos de una vida política enardecida. De hecho, veinte años de un régimen republicano más bien oportunista y moderado, pero no sin crisis, iba a formalizar la República, a establecerla de manera durable y a dejar obsoleta la Monarquía para los Franceses. 8 Las expulsiones de noviembre de 1880 no tuvieron efecto duradero. Tras el “gran Ministro” Gambetta, las medidas contra las Congregaciones no siguieron aplicándose. La Asunción instaló su 278 LA AMENAZA DEL PELIGRO REPUBLICANO ANTICLERICAL (1880) noviciado en España, en Osma, durante seis años (1880-1886), antes de ser transferido a Livry, en Francia. En cambio, a partir del Proceso de los Doce en 1900, la Asunción francesa iba a conocer un destierro riguroso y generalizado, lo que tuvo como efecto obligarla a un primer movimiento de internacionalización, involuntario pero benéfico: Holanda, Inglaterra, Suiza, Italia. Para ulterior reflexión e investigación Sobre la República francesa anticlerical y las Congregaciones: - Jean-Marie MAYEUR, Une Congrégation face à la IIIe République anticléricale, en Deux siècles d’Assomption, le regard des historiens (Paris, 2000-2001), París, 2003, p. 43-59. (col.: Rencontres Assomptionnistes, nº 7). - Jean-Paul PÉRIER-MUZET, Assomptionnistes? Entrée d’un nom dans l’histoire de la société et de l’Eglise, en Notices Biographiques des Religieux de l’Assomption: 1850-2000, Roma, 2001, t. V, anexo nº 10, 11 p. - Christian SORREL, La République contre les Congrégations, Cerf, 2003, 265 p. - Jacqueline LALOUETTE et Jean-Pierre MACHELON, 1901: Les Congrégations hors la loi?, Latouzey et Ané, 2002, 304 p. Para una lectura personalizada • ¿Qué es lo que según tú, oponía ideológicamente el pensamiento cristiano al pensamiento republicano en el siglo XIX? ¿Por qué el republicanismo iba a la par del anticlericalismo? • ¿Por qué la cuestión de la enseñanza se había vuelto a lo largo de los años la apuesta política e ideológica mayor en la gran guerra sin cuartel de los republicanos contra la Iglesia? • Derechos de Dios, derechos de la Iglesia y derechos del hombre son, según tu parecer, irreconciliables? ¿Qué evoluciones se han dado en este dominio, sobre todo desde el Vaticano II? • Las Congregaciones religiosas estaban especialmente en el punto de mira de las fuerzas políticas republicanas anticlericales. ¿Por qué, según tú, este encarnizamiento contra ellas? 279 Oración para pedir La beatificación del Padre d’Alzon Señor Jesucristo, tú llamaste a Manuel d’Alzon para estar contigo, en medio de los hombres, al servicio del Padre y del Reino. Le impulsaste a compartir este servicio y su amor hacia ti, la Virgen y la Iglesia, con hermanos y hermanas en la Asunción. Hoy, en la confianza y la oración, esperamos que la Iglesia reconozca la santidad del Padre d’Alzon. Por ello y por su intercesión, te suplicamos, con los pobres y los enfermos del Evangelio, que nos concedas la gracia que te pedimos por… ¡Señor, ten piedad! Comparte con nosotros tu pasión por el Padre y por el hombre. Haz de nosotros obreros de tu Reino. Tú que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén. 281 EPÍLOGO El Padre Manuel d’Alzon (1810-1880) Fundador de los Agustinos de la Asunción y de las Oblatas de la Asunción. Fiel discípulo de Jesucristo, en la escuela espiritual de San Agustín, Manuel d’Alzon fue Vicario General de Nimes (Sur de Francia) y consagró su vida al servicio de la Iglesia. Fundó dos congregaciones para la misión y para la transformación de la sociedad, mediante un empeño doctrinal, social y ecuménico. Sus apostolados predilectos fueron las vocaciones y la educación de los jóvenes. Bajo la advocación de Nuestra Señora de la Salvación lanzó numerosas obras: asociaciones de oración, las peregrinaciones, la prensa. 282 EPÍLOGO Hitos en la Causa del Padre d’Alzon 14 de enero de 1931: Beneplácito dado por parte de la Congregación de Ritos al P. Romuald Souarn como Postulador General. El P. Arthur Deprez es Vice-Postulador. 1º de febrero de 1931: Monseñor Girbeau, obispo de Nimes, decreta la búsqueda de los escritos del P. d’Alzon. Abril de 1931: Constitución del Tribunal diocesano para la Instrucción de la Causa del P. d’Alzon. 21 de junio de 1931: El obispo de Montpellier decreta igualmente la búsqueda de los escritos del P. d’Alzon. 19 de febrero de 1935: Entrega de las Actas del procedimiento diocesano a la Congregación de Ritos en Roma. Junio y julio de 1937: El conjunto de los escritos del P. d’Alzon, debidamente transcritos y autentificados (52 volúmenes) es entregado a la Congregación de Ritos en Roma. 20 de noviembre de 1940: La Congregación de Ritos aprueba les escritos del P. d’Alzon (Nihil Obstat). 15 de agosto de 1942: El P. Jude Verstaen es nombrado Vice-Postulador en reemplazo del P. Deprez. 3 de noviembre de 1942: Exhumación y traslado del cuerpo del P. d’Alzon a la capilla de las Oblatas en calle Séguier, Nimes. 25 de junio de 1943: Clausura del procedimiento de “no culto”. 8 de mayo de 1948: Beneplácito dado al nombramiento del P. Jude Verstaen, Asistente General, como Postulador General en remplazo del P. Souarn, fallecido. 12 de noviembre de 1952: Beneplácito dado al nombramiento del P. Aubain Colette como Postulador General. 30 de abril de 1954: Nihil Obstat al volumen L’Âme du P. Emmanuel d’Alzon. 18 de enero de 1956: Edición de los Ecrits Spirituels du P. d’Alzon por el P. A. Sage. 29 de mayo de 1958: Decreto de Introducción de la Causa del P. d’Alzon. 283 EPÍLOGO 19 de noviembre de 1960: La Causa del P. d’Alzon pasa a la Sección Histórica de la Congregación de Ritos. 26 de noviembre de 1964: Ceremonia de exhumación y de reconocimiento canónico de los restos del P. d’Alzon en la Capilla de las Oblatas, calle de Séguier. 21 de noviembre de 1966: Edición de las Primeras Constituciones de los Agustinos de la Asunción por los PP. Athanase Sage y Pierre Touveneraud. 29 de abril de 1970: El P. Pierre Touveneraud es nombrado Postulador de la Causa del P. d’Alzon, en remplazo del P. Aubain Colette. Queda encargado de la redacción de la Positio. 29 de septiembre de 1983: El P. Wilfrid Dufault es nombrado Postulador de la Causa del P. d’Alzon, en remplazo del P. Pierre Touveneraud, fallecido en diciembre de 1979. Su nombramiento obtiene el beneplácito de la Congregación para la Causa de los Santos el 19 de octubre de 1983. El P. Désiré Deraedt colabora con el P. Dufault. 3 de marzo de 1986: Edición del Dossier sur la vie et les vertus du P. d’Alzon. 19 de noviembre de 1991: La Comisión cardenalicia reconoce unánimemente la heroicidad de las virtudes del P. d’Alzon. 21 de diciembre de 1991: El Papa Juan Pablo II ratifica esta conclusión con la firma del Decreto de heroicidad del P. d’Alzon, declarado Venerable. 7 de marzo del 2000: El P. Bernard Holzer es nombrado Postulador General de la Congregación para todas las Causas (Mártires búlgaros, Padres d’Alzon, Pernet, Picard y Vicente de Paúl Bailly). 18 de abril de 2005: El P. Vincent Cabanac es nombrado Postulador General de la Congregación para todas las Causas. 284 Indice de nombres propios A Abraham Condesa (nombre dado a Marie de Puységur, de soltera d’Alzon): 11 n. 4 Adoración del Santísimo Sacramento: 46 Adoratrices del Santísimo Sacramento: 122, 172 n. 1; 181 Affre monseñor Denis-Auguste (1793-1848): 56 (arzobispo), 57 n. 2; 119 Agustín de Hipona San (354-430): 22, 59, 83, 123 n. 4, 234 n. 6, 253, 254 Agustinas de la Consolación: 154 Agustinos: 208 Agustinos de la Asunción, Asuncionistas: 48, 52, 54, 55, 56, 59, 60, 62 nn. 5, 6; 63, 65, 70, 71 y n. 1, 72, 83, 84, 85, 86 y nn. 1, 2, 3, 4; 87, 127 n. 4; 130, 135, 136, 137 et n. 3; 138, 139, 150, 152, 153, 154, 156, 157, 166 nn. 3, 6; 170, 173, 207, 208, 209, 210 nn. 5, 6; 211, 222 n. 7; 227, 228 n. 1, 237, 238, 239, 240 n. 2, 241, 245, 249, 253, 257, 258, 260 nn. 2, 7 Aillaud canónigo François-Hippolyte (1803-1872): 91, 92 n. 2 Alfeo (Biblia): 160 n. 4 Alibaud Louis (1810-1836): 90 Allemand Louis (1815-1890): 227 Allies Thomas-William (1813-1903): 74 Alzon Augustine d’ (1813-1860): 10, 11 n. 2 ; 39 n. 1 ; 151 et n. 2 Alzon Daudé d’, familia: 9, 11 nn. 1, 2, 4; 13, 14, 15 n. 3; 24 n. 4; 26 (padres); 27 n. 2 (padres); 29 (padres); 35 n. 3 ; 37 ; 57 n. 1; 107, 129, 132 n. 2 (padres); 151 n. 2; 226 Alzon Edmond d‘ y familia (1811-1873) : 27 Alzon señora Edmond d’ (+ 1873): 233, 234 n. 3 Alzon Jules d’ (1816-1818): 11 n. 4 Alzon Manuel d’ (1810-1880): 5, 9, 10, 11 nn. 1, 2, 4; 12, 13, 14, 15 y nn. 5, 6; 16, 17, 18, 19, 21, 22, 25, 26, 27 y nn. 1, 2, 3; 28, 29, 30, 31 n. 2; 32, 33, 35 nn. 3, 4, 6, 10; 36 nn. 13, 14; 37, 38, 39 nn. 3, 4; 40, 41, 45, 47 nn. 1, 2, 3, 4, 5; 48, 51; 53 nn. 1, 3; 54, 55, 56, 57 nn. 1, 2; 59, 60, 62 nn. 1, 2, 4; 63, 65, 66, 67 n. 3; 68, 69, 70, 72 y n. 7; 73, 74, 75 nn. 2, 3, 4, 5; 76, 78, 79, 80, 83, 84, 86 nn. 1, 3; 87, 90, 92 nn. 1, 2, 3, 4; 93, 95, 96; 98 y n. 5; 103, 104, 105 nn. 2, 3; 106 y n. 4; 107, 108, 110 y nn. 2, 6; 111, 113, 114, 115, 116, 117, 119 n. 4; 120, 121, 122, 123 nn. 1, 2, 6; 124, 125, 126, 127 n. 2; 128, 129, 130, 132 nn. 2, 6, 7; 133, 135, 136, 137 nn. 1, 3; 139, 140, 141 n. 2, 142, 143, 144, 146, 149, 150, 152, 153, 154, 155 n. 3; 156, 157, 159, 160, 163, 166 nn. 1, 6, 7; 167, 169, 170; 172 nn. 1, 4, 7; 175, 285 INDICE DE NOMBRES PROPIOS 176, 178 nn. 2, 5; 180, 181, 182, 184 nn. 4, 5, 6, 7; 185, 187, 188, 190 n. 5; 191, 193, 194, 196 nn. 1, 3, 5; 197, 200, 202 nn. 1, 3; 203, 207, 208, 210 nn. 1, 3, 5 ; 211; 213, 214, 216 nn. 1, 3, 4, 8; 217, 220, 222 n. 8; 223, 225, 226, 227, 228 nn. 1, 2, 3, 5, 6, 229 y nn. 8, 9, 232, 234 nn. 1, 4, 8, 235, 237, 240 n. 9, 241, 243, 244, 246 et nn. 1, 2, 4, 6, 247, 249, 250, 251 n. 1, 252, 253, 254, 255 nn. 2, 6, 256, 257, 258, 260 n. 6 Alzon Vizconde Henri d’ (1774-1864): 9 (padre), 10 (papá), 11 n. 1; 18, 21 (padre); 47 (padre), 137 (padre), 156 n. 3 Alzon Vizcondesa Jeanne-Clémence d’, de soltera de Faventine (18771860): 10 (mamá), 11 n. 4, 16 n. 6; 37 (madre), 129, 130, 137 (madre), 155 n. 3 (madre) Ambroise abate (Pagès ?): 127 n. 3 Ambrosio de Milán San (v. 339-397): 118 Andrés Avelino San (1521-1608): 155 Anna-Maria Taïgi beata (1769-1837): 159 Antonelli cardenal Giacomo (1806-1876): 80 n. 1 Argaud abate Casimir-Camille (1814-1901): 226, 227, 228 n. 2, 229 Arnal du Curel señora Jean-François (1820-1880): 189, 190 n. 4 Arnauld d’Andilly Robert (1588-1674): 43 n. 1 Asociación de San Francisco de Sales: 108 Asociación del Corazón de María: 46 Aubanel Théodore (1829-1886): 143, 144, 145 n. 2 Avit de Viena San (450-525): 118 B Bagès abate (P. Ambroise ?): 127 n. 3 Bailly Adrienne (1831-1854): 151 et n. 3 Bailly Emmanuel (1794-1861): 15, 23 n. 3; 149, 150, 151 Bailly Emmanuel-Joseph A.A. (1842-1917): 149, 151, 152 nn. 6, 7; 221 (Hermano), 229 n. 9 Bailly Vicente de Paúl A.A. (1832-1912): 139, 141 n. 2; 142, 149, 150, 151 n. 1; 152 y n. 6; 169, 172 n. 4; 195, 222 n. 3; 228 nn. 1, 4, 234 nn. 1, 9 Balincourt Sor Marie-Elisabeth de, R.A. (1823-1900): 131, 132 n. 7 Balmelle Sor Colombe O.A. (1845-1878): 188 Baragnon Numa (1835-1892): 15 n. 2, 245, 246 n. 5, 259 Baragnon Pierre (1830-1904): 221, 222 n. 4 Barbe abate: 228 et n. 7 Barbès Armand (1809-1870): 90 Barbieri Dominic: 74 Barnabo cardenal Alessandro (1801-1874): 175 Barnouin canónigo Henri (1830-1895): 143, 171, 172 n. 5, 250, 251 n. 3 Barolo marquesa Giuletta Faletti de, de soltera de Colbert-Maulévrier (1785-1864): 107 286 INDICE DE NOMBRES PROPIOS Barre abate Louis (1814-1872): 171, 172 n. 6 Bastet abate Joseph (+ 1832): 30, 31 nn. 1, 2 Bazaine Maréchal François-Achille (1811-1888): 219 Benedictinas del Santísimo Sacramento: 55 Benedicto XVI: 81, 156 n. 5 ; 210 n. 4 Benito de Nurcia San (v. 480-547): 61 Bernadette Soubirous Sainte (1844-1879): 159 Bernard canónigo Louis-Marie (1808-1895): 108 Bernard Claude (1813-1878): 121 Bernassau Sor Marie-Marguerite O.A. (1840-1869): 188 Berry Duquesa de (1798-1870): 90 Berthomieu abate Joseph-Augustin (1800-1874): 130, 137, 141 Besson monseñor Louis (1821-1888): 39 n. 4, 243, 244, 245, 246 nn. 3, 4, 6, 247 Bévier Sor Marie-Augustine R.A. (1816-1895): 57 n. 5 ; 131, 132 n. 7 Bilio cardenal Luigi (1826-1884): 216 n. 2 Bion escultor: 132 n. 6 Bismarck Otto von (1815-1898): 114, 219, 220, 223, 258 Bizzarri cardenal Giuseppe (1802-1877): 216 n. 2 Blanc Joseph-Marie: 226, 229 n. 9 Blanchet abate Elzéar (1821- ?): 69 Blanqui Louis-Auguste (1805-1881): 90 Blaquières abate Marie-Jean (1799-1847): 30, 31 n. 2 Bonald cardenal Maurice de (1787-1870): 125 Bonald de familia: 13 Bonald Vizconde Louis de y señora (1754-1840): 14, 15 y n. 3, 16 n. 8 (vizconde) Bonnefoi Paulin: 222 n. 3 Bonnet abate (preceptor): 9 Bonneval conde de: 154 Bosc Auguste: 146 n. 5 Bossuet monseñor Bénigne (1627-1704): 123 n. 4, 256 Bougaud monseñor Louis-Emile Victor (1823-1888): 245, 246 n. 5 Bouisse abate Jean-Joseph-Marie (1812-1872): 171, 172 n. 5 Bouisse abate Ubald: 171, 172 n. 5 Bouisse François (1779-1868): 171, 172 n. 5 Bouisset abate Pierre-Aphrodise-Ferdinand (1806-1865): 43 n. 2 Bourassé Jacques: 43 n. 3 Bourbaki general Charles Denis Sauter (1816-1897): 220 Bourbons de France: 89, 231 Bourbons de Naples: 35 n. 9 Bourdaloue Louis (1632-1704): 178 n. 1 Bousquet abate Louis (1791-1867): 15 n. 6 Boyer Ferdinand (1823-1885): 228 n. 6 287 INDICE DE NOMBRES PROPIOS Bridieu marqués François de (1804-1872): 18, 19 n. 1 Briffaut Antoine (1762-1840): 18, 19 n. 6 Broglie duque Albert de (1821-1901): 232, 239 y n. 9 Brosses Renée de (+ 1868): 202 n. 4 Brun Henri A.A. (1821-1895): 69, 84, 131, 132 n. 3; 140 Brunoni cardenal Paolo (1807-1877): 175, 176, 178, 179 n. 9, 240 n. 4 C Cabrières cardenal Anatole de (1830-1921): 47 n. 2; 104, 106 n. 4; 143, 234 n. 8, 239, 240 y n. 6 Cadilhac monseñor Jean (1931-1999): 193 Cafasso Don Giuseppe San (1811-1860): 107 Cahen Samuel: 43 n. 3 Calderon: 194 Canova monseñor Andrea (+ 1866): 177, 178 n. 3 Capalti cardenal Annibale (1811-?): 216 n. 2 Capuchinos: 176, 177 Cardenne Victor A.A. (1821-1851): 69, 70, 72 n. 5; 84 Carlos X (1757-1836): 27 n. 4; 90 Carmelitas: 37, 46, 47 n. 2; 48, 61, 184 n. 5 Carrasco Matas Felipe (1827-1866): 196 n. 6 Carré abate: 67 n. 1 Carrère Sor Anne-Marie R.A. (1822-1875): 57 n. 5 Cart monseñor Jean-François (1799-1855): 38, 39 n. 3; 46, 47 nn. 1, 2; 60, 69, 84; 98 n. 1; 108, 125, 135, 225 Cartujos: 240 n. 1 Catalina de Siena Santa (1347-1380): 158 Cavaignac general Louis-Eugène (1802-1857): 92, 113 Cavaillé-Coll Aristide (1811-1899): 146 n. 5 Cayzac Sor Marie-Denise P.S.A. (1838-1866): 196 n. 4 Cérès: 143 Cetto de: 115 y nn. 2, 3 Chaffoy monseñor Claude-François Petit-Benoît de (1752-1837): 37, 38, 45, 47 n. 1; 95, 226 Chaillot monseñor Ludovic (+ 1891): 84, 136, 176 Chamboredon Henri y Auguste: 166 n. 8 Chambourdon abate François (1844-1902): 227, 228 n. 1, 229 n. 9, 233, 234 n. 9 Chamska Madre Marguerite-Marie O.A. (1842-1926): 182 Chanzy general Antoine Alfred Eugène (1823-1883): 220 Chapot Jacques-François (1811-1856): 47 n. 2 Charcot Jean-Martin (1825-1893): 121 Chassanis Clémentine: 172 n. 1 288 INDICE DE NOMBRES PROPIOS Chateaubriand Vizconde François-René de (1768-1848): 143, 175 Chatin: 121 Chatrousse monseñor Pierre (1795-1857): 98 n. 1 Chaudordy señora Louis-Justin de (+ 1873): 233, 234 n. 3 Chesnel abate François (1822-1876): 215, 216 n. 4 Chesnelong Pierre-Charles (1820-1899): 234 n. 7 Clemente VIII (1536-1605): 97, 98 n. 4 Clément-Thomas general Jacques-Léonard (1809-1871): 220 Colette Aubain A.A. (1888-1970): 30 Combalot abate Théodore (1797-1873): 55, 56, 57 y n. 1; 183, 184 n. 6; 196 n. 2 Combié Juliette (+ 1900): 172 n. 1 Combié señoritas: 137 n. 1; 170 Combié Sor Marie-Catherine R.A. (1828-1870): 156 n. 4 Commarque Sor Marie-Thérèse de, R.A. (1811-1882): 57 n. 5; 156 n. 4; 216 n. 6 Conde de Chambord > Henri V Conde de Paris > Orléans Prince Conferencia de San Vicente de Paúl: 46, 47 n. 4; 126, 149 Correnson Augustine (1844-1876): 184 n. 5; 188 Correnson Charles (1814-1875): 181, 184 n. 3 Correnson Henri (1850-1891): 181 Correnson Louise (1856-1943): 183, 184 n. 3 Correnson señora Charles, de soltera Théolinde Pleindoux (1822-1909): 181, 183 (madre), 184 n. 3 Correnson-Pleindoux familias: 181, 182 Corrieux abate François (1807-1880): 171, 172 n. 5, 243 Corrrenson María, Madre Emmanuel-Marie de la Compassion O.A. (18421900): 181, 182, 185, 187, 188 Cottolengo Don: 107 Courcy Sor Marie-Gabrielle de, R.A. (1830-1885): 216 y nn. 1, 6 Coustou abate François-Xavier (1760-1844): 43 n. 2 Crehange Ben Baruch de: 43 n. 3 Cubières Amédée-Louis Despans de (1786-1853): 90 Cusse Eugène-René (1822-1866): 69, 71, 72 n. 4; 127 Czacki cardenal Vladimir (1834-1888): 258 D Daguilhan señor y señora: 155, 156 n. 6 Damas de la Misericordia: 37 Darboy monseñor Georges (1813-1871): 196 n. 2 Darby John Nelson (1800-1882): 43 n. 3 Darwin Charles (1809-1882): 121 289 INDICE DE NOMBRES PROPIOS Daudé d’Alzon Jean: 107 Daudé de La Valette familia: 15 nn. 1, 2 Daudet Alphonse (1840-1897): 47 n. 5 Daudet Léon (1867-1942): 121 De Angelis cardenal Filippo (1792-1877): 216 n. 2 De Luca cardenal Antonio (1805-1883): 216 n. 2 De Negri abate Giuseppe (1838-1892): 179 n. 8 Debelay monseñor Jean-Marie (1800-1863): 98 n. 1 Defrance Théodore A.A. (1850-1918): 110 n. 2 Delbrel Madeleine (1904-1964): 159 Démétriadès Jérôme (1839- ?): 170 Deplace abate Charles (1808-1871): 47 et n. 6 Deprez Arthur A.A. (1868-1944): 154 Déroudhile Sor Marie-Séraphine R.A. (1834-1918): 216 n. 6 Désaire abate Charles (1845-1910): 229 n. 9 Descamps Pierre A.A. (1848-1915): 176 Devès Justin: 130 Didot P.: 43 n. 3 Domingo Santo (1170-1221): 61 Dominicas de la Orden Tercera: 155 n. 1, 156 n. 4 Donnet cardenal Ferdinand (1795-1882): 125, 127 n. 1; 153 Dreux-Brézé monseñor Pierre de (1811-1893): 34, 35 n. 4 Dreyfus Alfred (1859-1935): 251 n. 6 Druart Ignace A.A. (1852-1913 : 154 Du Lac et d’Aure Jean-Melchior (1806-1872): 98 Ducrot general Auguste Alexandre (1817-1882): 220 Dufaure Jules Armand Stanislas (1798-1881): 232, 251 n. 2 Dufêtre monseñor Dominique-Augustin (1796-1860): 117 Dufort vendedor de libros: 18 Dugas Sor Jeanne de Chantal O.A. (1848-1940): 240 n. 2 Dumazer Alexis A.A. (1844-1894): 229 n. 9 Dumont d’Urville Jules-Sébastien César (1790-1842): 181 Dunant Henri (1828-1910): 121 Dupanloup monseñor Félix (1802-1878): 92 n. 6; 117, 118, 120, 239, 245, 246 n. 5 Durand Hermanas: 190 n. 7 Durand Sor Marie de l’Annonciation O.A.(1823-1905): 190 n. 7 Durand Sor Marie-Madeleine O.A. (1813-1900): 190 n. 7 Duruy Victor (1811-1894): 114 290 INDICE DE NOMBRES PROPIOS E Eckstein barón Ferdinand d’ (1790-1861): 22, 23 n. 1 Edith Stein Beata, Sor Benedicta de la Cruz (1891-1942): 159 El Cuco: 194 El Tato (Sánchez Antonio): 194 Engels Friedrich (1820-1895): 164 England monseñor John: 140 Enrique IV (1553-1610): 98 n. 4, 234 n. 7 Enrique San: 11 n. 1 Enrique V, conde de Chambord (1820-1883): 26, 27 n. 3; 228 n. 6, 231, 232, 234 n. 7 Ermitaños de San Agustín: 208 Escures señora la condesa d’ (+ 1919): 246 > Pélissier Amélie de Esgrigny Luglien de Jouenne d’ (1806-1888): 13, 15, 22, 53 n. 1 ; 97 Eulalia Santa: 201 Everlange Sor Marie-Emmanuel d’, R.A. (1827-1903): 188 Eyssautier Sor Marie-Elisabeth de la Croix (1801-1861): 47 n. 2 Eyssette Philippe (+ 1874): 47 n. 4 F Fabre Joséphine (1825-1896): 165, 166 n. 6; 170, 226 Fage Madre María de Jesús, Antoinette (1823-1883): 196 n. 4 Faidherbe general Louis Léon César (1818-1889): 220 Falloux conde Albert-Frédéric de (1811-1886): 66, 67, 103, 105 n. 2, 233, 234 n. 7 Faventine Jacques de y señora Marguerite, de soltera de Roussy: 107 Favre Jules (1809-1880): 220 Favrel abate Pierre (1797-1855): 67 n. 1 Felibres: 143-146 Fernando Iº de Austria (1793-1848): 77 Ferret Jules: 222 n. 3, 229 n. 9 Ferry Jules (1832-1893): 257, 258, 260 n. 1 Féval Hermana Marie-Aimée (1818-1868): 108 Fieschi Giuseppe (1790-1836): 90 Fioramonti monseñor Domenico (+ 1862): 119 n. 2 Flandrin Hippolyte (1809-1864): 146 n. 5 Foch mariscal Ferdinand (1851-1929): 70 Fornari monseñor Raffaele (1788-1854): 98 n. 3 Fortoul Hippolyte (1811-1856): 115 n. 4 Foulon Marie (+ 1856): 123 n. 4 Fournier de La Contamine monseñor Marie-Nicolas (1750-1834): 31 n. 1 Francisco de Asís San (1181-1226): 61, 86 n. 6 291 INDICE DE NOMBRES PROPIOS Francisco de Sales San (1557-1622): 107, 108, 110 n. 6; 111, 158, 200 Francisco Regis San (1597-1640): 260 n. 1 Franck Madres Myriam (1837-1918) y Marie du Sacré Cœur (1855-1923): 153 François abate Charles (1841- ?): 227, 228 n. 2, 229 n. 9 Frédéric Ozanam Beato (1813-1853): 92 n. 6 Freppel monseñor Charles-Emile (1827-1891): 233, 234 n. 5 Freslon Alexandre-Pierre (1818-1867): 103 Fricero señora Joseph, Joséphine Koberwein (1825-1893): 238 Furlong Sor Marie-Kostka R.A. (1833-1857): 136, 137 n. 2 G Gabriel abate Jean-Louis (1796-1866): 22, 23 n. 2; 33, 34 Galabert Victorin A.A. (1830-1885): 139, 141 n. 2; 170, 172 n. 6; 175, 176, 177, 178 y n. 3; 179 n. 8; 182, 188, 214, 237, 238, 240 n. 1, 241 Galeran canónigo Henri-Dieudonné (1831-1915): 260 Gallet Désiré: 226 Gallois abate Augustin: 152 n. 6 Gambetta Léon (1838-1882): 220, 222 n. 6, 232, 259, 260 nn. 5, 7 Garcia-Pagès: 194 Garibaldi Giuseppe (1807-1882): 151, 202 n. 2 Gastebois señora de: 123 y n. 3 Gaume abate Jean-Alexis (1797-1869): 117, 119, 196 n. 2 Gaume abate Jean-Joseph (1802-1879): 117, 118, 119 y nn. 1, 3 Gay monseñor Charles-Louis (1815-1892): 233, 235 n. 8 Gaysruck cardenal Karl-Kajetan Graf von: 77 Genoude abate Antoine-Eugène de (1792-1849): 43 n. 3 Gerando barón Joseph-Marie de (1772-1842): 18, 19 n. 3 Gerbet monseñor Philippe-Olympe (1798-1864): 24 n. 3; 183, 184 n. 6 Germer-Durand Eugène (1812-1880) y familia: 51, 52, 53 y nn. 3, 4; 54, 67 n. 4; 92 n. 1; 103, 104, 118, 143 Germer-Durand Joseph A.A. (1845-1917): 52, 53 n. 4 Germer-Durand señora Eugène, Sor Cécile O.A. (1818-1886): 51, 52, 53 n. 4; 131, 132 n. 1; 190 y n. 10 Gervais abate Pierre-Marie (1828-1900): 246 n. 4 Giguet Pierre: 43 n. 3 Giry Louis de (1812-1896): 110, 201 (esposo), 202 n. 4 Giry Maurice de (1847-1870): 110, 201, 203 n. 7 Giry señora Louis de, de soltera Constance de Roussy: 110, 202 n. 4 Glaire abate Jean-Baptiste (1798-1879): 43 n. 3 Golbéry Marie-Philippe-Aimé de (1786-1854): 19 n. 5 Goubier abate Vital-Gustave (1802-1855): 47 n. 3; 67 n. 4; 71, 72 n. 7; 91, 92 Gounin Achille: 222 n. 3 292 INDICE DE NOMBRES PROPIOS Gouraud Henri (1807-1874): 22 Gourbeillon Jean (de Solesmes) O.S.B. (1814-1895): 132 n. 6 Gousset cardenal Thomas (1792-1866): 117, 119 n. 2; 135 Gouy Sor Marie du Saint-Sacrement de R.A. (1824-1908): 216 n. 6 Grandgent Stanislas-Victor (1769-1843): 225 Gregorio XVI (1765-1846): 29, 31 (Papa); 34, 35 et nn. 5, 11; 37, 77, 78, 119 n. 1 Gros monseñor Jean-Nicaise (1794-1857): 196 n. 2 Guibert cardenal Joseph-Hippolyte (1802-1886): 98 n. 1, 246 n. 7 Guiol abate Louis-Hippolyte (1818-1884): 246 n. 4 Guizard Louis: 175 Guizot François (1787-1874): 65, 90 H Hallez Sor Marie-Josèphe R.A. (1819-1843): 57 n. 5 Henri abate Eugène (1815-1874): 69, 70, 71 n. 2; Henry Sor Marie-Jacqueline R.A. (1832-1894): 156 n. 4 Hermanas de Sión: 175 Hermanas Siervas de Jesucristo, llamadas de Marie-Thérèse: 45, 84 Hermanitas de la Asunción: 142, 154, 195 Hermanos de las Escuelas Cristianas: 196 n. 6 Herodes Agripa (Biblia): 151, 160 n. 4 Hijas de la Caridad: 158 Hohenzollern Principe Leopoldo (+ 1905): 114, 219 Howly Sor Marie-Walburge R.A. (1826-1910): 131, 132 n. 7; 216 n. 6 Hugo Víctor (1802-1885): 18, 78, 116 n. 5 Hugues Sor Marie des Anges R.A. (1838-1901): 156 n. 4 Hulst monseñor Maurice Le Sage d’Hauteroche d’ (1841-1896): 245, 246 n. 7 I Ignacio de Loyola San (1491-1556): 61, 86 J Janvier Jacques-Désiré: 43 n. 3 Jaricot Pauline (1799-1862): 158 Jenner Edward (1749-1823): 110 n. 4 Jesuitas: 26, 53 n. 2; 67 n. 3; 139, 153, 155 y n. 2; 182, 257, 258, 259, 260 nn. 1, 2 Jordan Marie de: 189, 190 n. 5 Juan Apóstol San: 131, 159, 160 nn. 1, 4; 202 n. 3, 256 Juan Bosco San (1815-1888): 107 293 INDICE DE NOMBRES PROPIOS Juan Crisóstomo San (v. 340-407): 175 Juan de la Cruz San (1542-1591): 48 Juan Pablo I (1912-1978): 81 Juan Pablo II (1920-2005): 44, 80 n. 1; 81, 158 Juan XXIII (1881-1963): 81 Juana de Chantal Santa (1572-1641): 108 Judas Iscariote (Biblia): 79 K Kajziewicz Jérôme (1812-1873): 170 Keble John (1792-1866): 74 L La Boullerie monseñor François-Alexandre de (1810-1882): 135, 196 n. 2 La Gournerie Eugène de (1807-1887): 18, 19 La Prade señora, de soltera de Guiraud: 160 La Rochetière Sor Marie de Jésus Brochet de (1776-1842): 45 La Woestine general Anatole Becelair de (1786-1870): 115 et n. 3 Laboulaye Edouard-René Lefèvre de (1811-1883): 119 n. 4 Lacordaire Henri-Dominique (1802-1861): 36 n. 13; 55, 65, 84, 91, 92 nn. 5, 6 Lactancio (250- v. 325): 118 Lamarche Vincent (1780-1849): 35, 36 n. 13 Lamartine Alphonse de (1790-1869): 18, 19 n. 2 Lambruschini cardenal Luigi (1776-1854): 34, 35 n. 5; 77, 78 Lamennais Félicité (1782-1854): 23 nn. 1, 2; 25, 29, 30, 31 y n. 3; 32, 34, 35 y nn. 1, 8, 10, 11; 62 n. 6; 96, 184 n. 6 Lamothe Pierre-Alexandre Bessot de (1823-1897): 54 Landriot monseñor Thomas (1816-1874): 118 Lanusse Michel S.J.: 260 n. 1 Larcy barón Roger de (1805-1882): 240 et n. 9 Laroche Sor Marie-Agathe de, R.A. (1838-1878): 156 n. 4 Larrey barón Dominique Jean (1766-1842): 121 Latour abate Adrien: 229 n. 9, 239, 240 n. 3 Laurent Charles A.A. (1821-1895): 69, 71, 72 n. 3; 129, 140, 141; 152 n. 7; 227, 228 n. 1, 229 n. 9, 250, 251 n. 4 Lavigerie cardenal Charles (1825-1892): 178 nn. 5, 6 Lazaristas: 139, 150, 176, 240 n. 5 Lázaro San (Biblia): 160 n. 2 Le Bouteillier ou Le Bouteiller marqués Henri-Louis (1783-1834): 34, 35 n. 3 Lebrun Pauline (pintor): 10 294 INDICE DE NOMBRES PROPIOS Lecomte general Claude-Martin (1818-1871): 220 Lecourtier monseñor François (1799-1885): 234 n. 8 Le Play Frédéric (1806-1882): 164 Legain monseñor Théodore (1809-1881): 246 n. 4 León XII Della Genga (1760-1829): 34, 35 n. 1; 77 León XIII Pecci (1810-1903): 74, 75 n. 1, 246 n. 3, 254, 258 Leroy-Beaulieu Paul (1843-1916): 164 Lévy Marie-Joseph (1833-1879): 123 n. 1 Lhérisson Claude: 222 n. 3 Ligi-Bissi monseñor Antonio: 139 Liron d’Airolles canónigo Daniel-Xavier (1762-1838): 37, 38, 225 Loevenbrück Jean-Baptiste (1795-1876): 27 n. 2 Longueil señorita de: 228 y n. 4 Luis Felipe I (1773-1850): 89, 90, 92 n. 4 Luis XIV (1638-1715): 24 n. 4 Luis XV (1710-1774): 14 Lunaret abate Jean-François-Xavier de (1755-1837): 43 n. 2 Lyonnet monseñor Jean-Paul (1801-1875): 125, 127 n. 1 M Mac-Carthy Charles (+ v. 1886): 33, 34, 35 n. 10; 73 Mac-Mahon mariscal conde Patrice de (1808-1898): 201, 202 n. 6; 219, 220, 222 n. 6, 231, 232, 251 n. 2, 257 Mac-Namara Sor Marie-Marguerite R.A. (1826-1909): 156 n. 4 Maistre Conde Joseph de (1753-1821): 254, 255 n. 2 Malassigné Athanase (1839- v. 1921): 110 n. 2, 238, 239, 240 n. 1 Malbosc señora Paulin de, de soltera Alix Roussy de Sales: 201, 202 n. 4 Malbosc Sor Françoise-Eugénie de, R.A. (1822-1878): 216 n. 6 Malczinski monseñor François (1829-1908): 175, 176 Manning cardenal Henry-Edward (1808-1892): 74 Maréchal (artista): 146 n. 5 Marès Henri-Pierre-Louis (1820-1901): 114 Maret monseñor Henry (1805-1884): 92 n. 6 María de Betania Santa (Biblia): 160 nn. 2, 3 María de Santiago Santa (Biblia): 160 n. 1 María Magdalena Santa (Biblia): 159, 160 n. 3 ; 226 María Salomé Santa (Biblia): 160 n. 1 Marianistas: 153 Marie-Eugénie de Jésus Milleret Santa (1817-1898): 47 n. 6, 55, 56, 57 y n. 5; 58, 59, 62 n. 3; 69, 70, 75 n. 3; 104, 105 n. 3; 122, 123 n. 4; 129, 130, 135, 153, 156 n. 5; 163, 166 n. 7; 187, 188, 196 n. 1 Marilley monseñor Etienne (1802-1889): 132 n. 8 Marriott C.: 74 295 INDICE DE NOMBRES PROPIOS Marta de Betania Santa (Biblia): 159, 160 n. 2 Martin abate François-Denis (1814-1877): 132 n. 8 Martin David: 43 n. 3 Marx Karl (1818-1883): 164 Mathieu Norbert A.A. (1852-1918): 228 n. 3 Maubon Joseph A.A. (1849-1932): 179 n. 8 Maurel S.J.: 260 n. 1 Mauroy señorita de: 228 n. 4 Mauviel abate Prosper (1830-1892): 131, 132 n. 4 Mazzetti Giuseppe-Maria (1778-1850): 34, 35 n. 9 Meglia cardenal Pier-Francesco (1810-1883): 246 n. 3 Melquisedec patriarca (Biblia): 136 Mérignargues Isabelle de (1834-1884): 181, 189, 190 n. 9 Mermillod cardenal Gaspard (1824-1892): 131, 132 n. 8; 164 Metternich Klemens von (1773-1859): 34, 35 n. 5; 36 n. 11 Micara cardenal Lodovico (1775-1847): 34, 35 n. 1 Michel Claude-Louis (1795-1874): 104 y n. 3 Migne abate Jacques-Paul (1800-1875): 18, 226, 253 Miguel San (Biblia): 62 n. 4 Mínimos: 33 Mioland monseñor Jean-Marie (1788-1859): 125, 127 n. 1 Miollis general conde Sextius Alexandre François de (1759-1828): 80 n. 3 Mistral Frédéric (1830-1914): 143, 145 y n. 3 Moltke conde Helmuth von (1800-1891): 219 Monnier Jules (1815-1856): 47 n. 4; 51, 53 n. 2; 67 n. 4; 118 Montalembert Charles de (1810-1870): 31, 65, 67 n. 3; 91, 92 nn. 5, 6; 96, 103, 104 Montgolfier Joseph (1740-1810) y Etienne (1745-1799) de: 106 n. 5 Mora hermanos (mosaicos): 145 n. 5 Morny Charles duque de (1811-1865): 115 n. 1 Moros: 160 n. 4 Mosse B. d’Avignon: 43 n. 3 Muzi monseñor (Delegado apostólico en Chile): 77 N Nanquette monseñor Jean-Jacques (1807-1861): 140, 141 n. 1 Napoleón I (1769-1821): 65, 67 n. 4; 78, 80 n. 3; 95, 113 (tío), 115 n. 1; 121, 126 Napoleón III (1808-1873): 41, 78, 92 nn. 1, 5; 103, 113, 114, 126, 149; 151 n. 4; 201 (emperador), 202 n. 2; 219, 222 n. 1, 231 Napoleón Príncipe imperial Eugène-Louis (1856-1879): 201, 202 n. 5, 231 Narbonne-Lara condesa de: 190 n. 5 Nélaton Doctor Auguste (1807-1873): 202 n. 5 296 INDICE DE NOMBRES PROPIOS Nestlé Eberhard (1851-1913)-Alland: 43 n. 3 Newman cardenal John Henry (1801-1890): 74, 75 n. 1, 259 Nicolas Martin (cerrajero): 146 n. 5 Nicole Pierre (1625-1695): 43 n. 1 Niebuhr Berthold-Georg (1776-1831): 18, 19 n. 4 O O’Connell Daniel (1775-1847): 73 O’Donnell Edmund A.A. (1796-1869): 140, 177, 179 n. 7 O’Neill Sor Thérèse-Emmanuel R.A. (1817-1888): 57 n. 5; 136; 216 n. 6 Oblatas de la Asunción: 52, 59, 153, 154, 181, 182, 187, 188, 189, 190 nn. 4, 5, 8; 191, 195, 196 n. 5; 226, 237, 238, 239, 240 n. 2 Odescalchi cardenal Carlo (1786-1841): 34, 35 n. 6; 139 Olivieri Benedetto-Maurizio (1769-1845): 35, 36 n. 12 Oltramare Jeanj-Hugues: 43 n. 3 Orantes: 10 Orden Tercera de la Asunción: 51, 69, 70, 85, 86 n. 5; 123 n. 3 Orleans Príncipe Luis Felipe, conde de París (1838-1894): 90, 231 Orléans, dinastía: 89, 231 Orphelins d’Auteuil (Obra): 166 n. 3 P Pablo Apóstol San: 137 n. 4, 255 n. 6 Padres de Timon-David: 228 n. 2 Panckoucke Charles-Joseph (1736-1798): 103 Parieu Pierre Félix Esquirou de (1815-1893): 103 Parisis monseñor Pierre-Louis (1795-1866): 67 et nn. 1, 2; 184 n. 6 Pascal Blaise (1623-1662): 43 n. 1 Pasionistas: 176, 240 n. 4 Pasteur Louis (822-1895): 121, 166 n. 4 Patt Edouard A.A. (+ 1870): 222 n. 3 Paty Sor Marie-Caroline de, R.A. (1826-1871): 216 n. 6 Paulinier monseñor Justin (1815-1881): 22 Paulo VI Montini Papa (1897-1978): 158 Peel Sir Robert (1788-1850): 73 Pélissier Amélie de: 123 et n. 2 > Escures señora d’ Pernet Esteban A.A. (1824-1899): 69, 84, 140, 141 y nn. 1, 3; 142, 177, 195, 222 n. 3 Pérouse Sor Jeanne-Marie R.A. (1834-1911): 156 n. 4 Perret-Gentil H.A.: 43 n. 3 Persigny Victor Fialin duque de (1808-1872): 115 n. 1; 126 Perthus Sor Marie-Rémi R.A. (1839-1921): 156 n. 4 297 INDICE DE NOMBRES PROPIOS Peter Sor Marie-Madeleine de, R.A. (1823-1888): 187; 216 n. 6 Picard Francisco A.A. (1831-1903): 10, 80, 84, 136, 139, 141 nn. 1, 2; 142, 150, 153, 182, 210 n. 5; 227 Pie cardenal Louis (1815-1880): 234 n. 8 Pío IX Mastaï Ferretti Beato (1792-1878): 74, 77, 78, 79, 80 y n. 1; 81, 119 n. 2; 120, 170, 175, 176, 195, 201 (Papa), 202 n. 2; 208, 215 (Papa), 216 n. 2; 219, 237 Pío VI Braschi (1717-1799): 79, 80 n. 2 Pío VII Chiaramonti (1742-1823): 77, 78, 79, 80 n. 2 Pío VIII Castiglioni (1761-1830): 35 n. 7 Plantier monseñor Henri (1813-1875): 39 n. 3; 47 n. 2; 106 n. 4; 114, 125, 126, 127 y n. 1; 128, 130, 135, 144, 169, 170, 171, 193, 195 (obispo), 213, 240 n. 6, 243, 246 nn. 4, 6 Pluym monseñor Antoine-Joseph (1804-1874): 239, 240 n. 4 Polignac de (familia): 115 n. 2 Pollender Doctor: 121 Popov monseñor Raphaël (1830-1876): 213 Pouget (compañero de trabajo de V. de P. Bailly): 150 Poujoulat Jean-Joseph-François (1800-1880): 123 y n. 4 Privat Doctor Jean-Léon (1810-1897): 122 Propaganda de la Fe: 46, 108 Puech Sor Hélène O.A. (1843-1878): 188, 239, 240 n. 7 Puech Sor Marie-Nathalie O.A. (1844-1929): 240 n. 7 Pusey Edward Bouverie (1800-1882): 74 Puységur Alix de (1838-1895): 11 n. 4; 104 Puységur Anatole de (1813-1851): 11 n. 4; 107 Puységur Clotilde de, de soltera de Quinsonas y familia (1851-1924): 249 Puységur Jean de (1841-1910): 10, 11 n. 4; 221, 249, 250, 251 n. 1 Puységur Marie de, de soltera d’Alzon (1819-1869): 10 (Mimi), 11 n. 4; 104, 155 n. 3; 201 (hermana), 249 Puységur Marthe de (1839-1845): 11 n. 4 Q Questel Charles (1807-1888): 146 n. 5 R Reboul Jean (1796-1864): 104, 143, 144, 145, 146 Régis Eulalie de Gatimel de (1826-1867): 172 n. 1; 181, 190 nn. 1, 6; 191 Reisach cardenal Charles-Auguste von (1800-1869): 216 n. 2 Religiosas de la Asunción: 55, 56, 57 nn. 1, 2, 4; 58, 62 n. 3; 63, 104, 108, 123 n. 2; 127 n. 4; 130, 132 n. 7; 133, 141, 150, 153, 156 y nn. 4, 6; 157, 177; 179 n. 7; 187, 196 nn. 1, 2; 216 y nn. 1, 6, 7, 8, 246 n. 7 298 INDICE DE NOMBRES PROPIOS Religiosos de la Santa Cruz: 208 Renan Ernest (1823-1892): 18, 126 Resurreccionistas: 152 n. 6; 170, 176, 178 n. 4; 208 Retz monseñor Alexandre-François de (1783-1843): 34, 35 n. 2 Ricasoli Bettino (1809-1880): 202 n. 2 Richard (bienhechor de las Oblatas en Andrinópolis): 240 n. 2 Rigal abate André (1849-1919): 239, 240 n. 3 Roche señorita de (postulante O.A.): 189, 190 n. 6 Rochefort Henri (1831-1913): 259, 260 n. 5 Rode abate Bernard: 225 Roquefeuil de (familia): 14 Roumanille Joseph (1818-1891): 143, 144, 145 n. 1 Roure Sor Marie-Clémence R.A. (1835-1878): 156 n. 4 Rousseau Jean-Jacques (1712-1778): 178 n. 1 Roussel abate Louis (1825-1897): 166 n. 3 Roussy de (familia): 107, 110 nn. 3, 5, 6 Roussy de Sales (familia): 107, 110 nn. 3, 5, 6; 111, 202 n. 4 Roussy de Sales Eugène (+1925): 202 n. 4 Roussy Madeleine de: 107 Roussy Pierre de: 107 Roux-Lavergne abate Pierre Célestin (1802-1874): 123 y n. 5 S Sacy Isaac Le Maître de (1613-1684): 42, 43 n. 1 Saint-Arnauld mariscal Achille Leroy de (1800-1854): 115 n. 1 Saint-Exupéry Antoine de (1900-1944): 56 Saint-Julien Sor Marie-Gonzague R.A. (1822-1907): 57 n. 5; 216 n. 6 Saint-Martin Sor Marie-Catherine R.A. (1816-1853): 57 n. 5 Sales de (familia): 107, 110 n. 6 Sales señora Pauline de (1786-1852): 109, 110 n. 6 Salinis monseñor Louis de (1798-1861): 24 n. 3; 184 n. 6 Salvandy conde Narcisse-Achille de (1795-1856): 52, 53 n. 1; 66 Salze Sor Thérèse de Jésus O.A. (1835-1902): 188, 189, 190 n. 8 San Martín general José de (1778-1850): 172 n. 5 Santiago Apóstol San: 160 nn. 1, 4 Santiago el Menor Apóstol San: 160 n. 4 Sara Santa (Biblia): 160 n. 1 Sarran Sor Valérie O.A. (1843-1916): 188 Saugrain Hipólito A.A. (1822-1905): 69, 84, 92 n. 1; 132 n. 2; 140, 141 n. 1; 142, 154, 187, 189, 190 n. 2; 227, 228 n. 1, 233 Sauve Joseph (hotelero): 172 n. 5 Saxe mariscal Maurice de (1696-1750): 196 n. 3 Schlosser Frédéric-Christophe (1776-1860): 18, 19 n. 5 299 INDICE DE NOMBRES PROPIOS Scorbiac abate Bruno Casimir de (1796-1846): 184 n. 6 Segond Louis (1810-1885): 43 n. 3 Ségur monseñor Gaston de (1820-1881): 108 Serres señorita de: 189 Serres Séverin de y señora (1809-1902): 16 n. 8 Show Doctor: 121 Sibour monseñor Léon-François (1807-1864): 196 n. 2 Sibour monseñor Marie-Dominique (1792-1857): 38, 119 y n. 3; 135, 184 n. 6 Silhol Auguste banquero: 165, 166 n. 8 Simon Jules (1814-1896): 232, 251 n. 2, 257 Simon Richard (1638-1712): 43 n. 1 Sokolski monseñor Joseph (v. 1789-1879): 175 Soubiranne monseñor Pierre-Jean (1828-1893): 177, 178 n. 6; 179 n. 6 Stendhal Henri Beyle (1783-1842): 172 n. 5 Surrel abate François (1806-1857): 69 Surville Charles de (1803-1868) y señora, de soltera de Ricard: 222 n. 8 Surville Raymond de (1848-1871): 221, 222 n. 8 T Taconet Eugène (+ 1884): 97, 98 n. 5 Tavard Georges A.A.: 172 n. 1 Tédenat (profesor): 53 n. 2 Teresa de Avila Santa (1515-1582): 48, 158 Teresa de Calcuta Madre (1910-1997): 159 Teresa de Lisieux Martin Santa (1873-1897): 159 Tessan abate Jean-Charles Dortet de (1799-1884): 71 Teste Jean-Baptiste (1780-1852): 90 Thibault monseñor Charles-Thomas (1796-1861): 31 n. 1; 43 n. 2; 98 n. 1 Thiers Adolphe (1797-1877): 104, 220, 221, 222 n. 6, 231 Thomas du Fossé Pierre (siglo XVII): 43 n. 1 Tissot Elphège A.A. (1801-1895): 69, 71, 72 n. 6; 105, 140 Tomás de Aquino Santo (v. 1225-1274): 253 Touveneraud Pierre A.A. (1926-1979): 115 n. 2 Trochu general Louis-Jules (1815-1896): 220 V Vailhé Siméon A.A. (1873-1960): 11 n. 1; 202 n. 1 Valat señorita (+1873): 233, 234 n. 3 Valleton Jean-Jacques (1841-1916): 153 Varin d’Ainvelle familia: 166 n. 1 Varin d’Ainvelle señora Jean-Baptiste (+ 1882): 165, 166 nn. 1, 3 300 INDICE DE NOMBRES PROPIOS Varin d’Ainvelle Sor Jeanne-Emmanuel (Isaure) R.A. (1838-1890): 165, 166 n. 1 Ventura di Raulica Gioacchino (1792-1861): 34, 35 n. 8; 79 Verdier Aymar (1818-1880): 153 Vermot Chanoine Alexandre (1797-1852): 47 n. 3; 65, 67 n. 4; 72 n. 6 Vernières abate Jacques (1797-1863): 46, 47 n. 5 Vernières abate Jérôme: 47 n. 5 Véron abate Paul (1815-1867): 195, 196 nn. 1, 2 Veuillot familia: 97, 98 n. 5 Veuillot Louis (1813-1883): 92 n. 6; 98 n. 5; 117 Vicente de Paúl San (1581-1660): 158 Victor-Emmanuel II (1820-1878): 202 n. 2; 219 Vigouroux Fulcran (1837-1915): 43 n. 3 Villanova Castellani monseñor de: 139, 150 Villemain Abel-François (1790-1870): 66 Virchow Rudolf (1821-1902): 121 Visitación Monjas de la: 55, 57 n. 4; 108, 158 Vitte monseñor Pierre-Ferdinand (1824-1883): 215, 216 n. 7 Vulpian Alfred (1826-1887): 121 W Wallon Henri-Alexandre (1812-1904): 232, 246 n. 3 Weld cardenal Thomas (1773-1837): 34, 35 n. 7 Wellington Arthur Wellesley duque de (1769-1852): 73 Wenland M. de: 115 n. 2 Wiseman cardenal Nicholas (1802-1865): 35 n. 10; 73 Wogüe Lazare de: 43 n. 3 Z Zebedeo (Biblia): 160 n. 4 Zigliara cardenal Tommaso Maria (1833-1893): 253 301 Indice geográfico Abbeville (Somme): 51 Ain, departemento: 216 n. 7 Aix-en-Provence (Bouches-duRhône): 46 Alemania (Outre-Rhin): 18, 78, 188, 258 Alès (Gard): 163, 165, 166 nn. 1, 4, 8; 172 n. 5; 227 Alès, Rochebelle: 163 Alès, Tamaris: 163 Alger (Algeria): 178 n. 6; 179 n. 6 Algeria: 260 n. 4 Algues castillo (Aveyron): 13 Alpes: 34 Alsacia (Francia): 220 Alzonenco (Gard): 13 Amasia (Turquía): 182 Andrinópolis (Edirna, Turquía): 52, 166 n. 3; 170, 178 n. 4; 179 n. 8; 190 n. 8, 238, 239, 240 n. 2 Angers (Maine-et-Loire): 164, 234 n. 5 Anglas (Gard): 130, 131 Annecy (Haute-Savoie): 110 n. 6 Ardèche, departemento: 163 Ardennes, departemento: 110 n. 6 Argentina: 172 n. 5 Armenia (Turquía): 182 Arras (Pas-de-Calais) : 67 et n. 1 Arras, Orfanato Halluin: 164, 166 n. 3; 227 Arre, río (Gard): 14 Atenas (Grecia): 175, 178 n. 2; 223 Atenas, Acrópolis: 175 Atenas, Escuela francesa: 53 n. 1 Atenas, Partenón: 175 Austerlitz (Austria-Hungría): 115 n. 1 Australia: 72 nn. 4, 6; 132 n. 3 Austria-Hungría: 77, 219 Autun (Saône-et-Loire): 118 Aveyron, departemento: 13, 15 nn. 1, 4 Avèze (Gard): 190 n. 7 Aviñón (Vaucluse): 95, 97, 98 n. 1; 108, 172 n. 5; 228, 259, 260 n. 1 Babel (Babilonia): 254 Bagnères de Bigorre (HautesPyrénées): 122 Barati (Rumania): 166 n. 3 Baviera (Alemania): 115 n. 2 Beaucaire (Gard): 130, 137 n. 6 ; 195 Bélgica: 96, 258, 260 n. 7 Belley (Ain): 179 n. 6 Berlín (Prusia): 219 Besançon (Doubs): 119, 244, 246 n. 4 Betania (Palestina): 160 n. 2 Bigorre (Hautes-Pyrénées): 244 Borgoña (Francia): 220 Boudrac (Haute-Garonne): 228 n. 7 Boulogne-Billancourt (Hauts-deSeine): 132 n. 1 Boulogne-sur-Mer (Pas-de-Calais): 90 Burdeos (Gironda): 153, 154, 222 n. 1, 246 n. 4 Burdeos Asunción A.A. (capillas Balaresque, de Santa Mónica): 153154 Burdeos, escuela y convento R.A.: 153, 156 nn. 4, 6 Burdeos-Caudéran A.A. (av. de Mirande, Croix de Seguey, Lacanau): 154 303 INDICE GEOGRÁFICO Bizancio (Constantinopla-Estanbul): 238 Branoux-les-Taillades (Gard): 166 n. 2 Bretaña (Francia) : 29 Bulgaria: 170, 175, 176, 180, 182, 189, 190, 191 Calcedonia o Kadiköy (Turquía): 175, 176, 179 n. 8 Camarga (Provence): 9, 160 n. 1; 194 Cantobre (Aveyron): 14, 15 n. 4 Capestang (Hérault): 47 n. 5 Carcasona (Aude): 135 Castries (Hérault): 46, 47 n. 5 Causse Noir [Meseta Negra] (Aveyron-Lozère): 13, 15 y n. 6 Cauterets (Hautes-Pyrénées): 122 Cauvalat (Gard): 122 Cevenas (Gard-Lozère): 13, 14, 163, 166 n. 4; 182, 183, 187, 191 Ceyzerieu (Ain): 127 n. 1 Chablais (Haute-Savoie): 107 Châlons en Champagne (Marne): 219 Champagne (France): 158 Charleston (U.S.A.): 140 Chatenay (Isère): 55 Chile: 77 Civitàvecchia (Italia): 171, 202 n. 2 Clichy-la-Garenne (Hauts-deSeine): 72 n. 6; 127 nn. 2, 4; 130, 132 n. 4; 141 n. 3; 152 n. 7 Clichy-sous-Bois (Seine-SaintDenis): 190 n. 10 Condom (Gers): 53 n. 1 Constantinopla (Turquía, Estanbul): 175, 176, 178 et n. 2; 179 nn. 8, 9; 188, 222 n. 4, 240 nn. 4, 5 Constantinopla, Fanaraki: 179 n. 8 Constantinopla, Koum-Kapou: 179 n. 8 Damasco (Siria): 255 n. 6 Danubio, río: 179 n. 9 304 Dourbie, río (Aveyron): 13, 15 nn. 1, 6 Dourbies, comuna (Gard): 15 n. 1 Douvaine (Haute-Savoie): 166 n. 3 Dublín (Irlanda): 74 Dusseldorf (Alemania): 131 Eaux-Bonnes (Hautes-Pyrénées): 216 n. 1 Egipto: 145 n. 4 Einsiedeln (Suiza): 151 n. 1 Ems (Alemania): 188 España: 114, 160 n. 4; 194, 219, 258, 260 n. 7 Esparta (Grecia): 223 Espoleto (Italia): 77 Estados Pontificios (Italia): 78, 80 nn. 1, 3; 114; 151 n. 4; 202 n. 2 Estados Unidos de América U.S.A.: 73, 91, 96, 121, 132 n. 3; 140 Estanbul (Turquía, Constantinopla): 178 n. 4 Estrasburgo (Bas-Rhin): 90; 151 n. 1; 219, 222 n. 1 Europa: 34, 35 n. 5; 80 n. 3; 96 Ferney-Voltaire (Ain): 132 n. 8; 137 n. 6 Filipópolis, Colegio San Agustín: 178 n. 3 Filipópolis, Escuela San Andrés (Bulgaria): 177, 178 y n. 3, 237, 239, 240 n. 2 Fleurus (Bélgica): 106 n. 5 Fontainebleau (Seine-et-Marne): 80 n. 3 Fontenoy (Bélgica): 196 n. 3 Francfort-sur-le-Main (Alemania): 220 Francia: 19 n. 7; 35 n. 8; 36 n. 13; 37, 46, 51, 52, 62 n. 1; 65, 67 y n. 3; 80 n. 2; 89, 92 n. 5; 99; 110 n. 4; 114, 119 n. 4; 137 n. 6; 151 n. 1; 166 n. 5; 170; 172 n. 5; 176, 183, 190 n. 10; 193; 202 n. 2; 219, 220, 221, 222 n. 6; 226, 231, 232, INDICE GEOGRÁFICO 234 nn. 5, 7, 235, 239, 250, 251 n. 2, 257, 260 nn. 1, 2, 6, 7 Friburgo (Suiza): 164 Gaeta (Italia): 78, 80 n. 1 Gard (departamento): 13, 14, 51, 113, 163, 222 n. 8 Garonne, río: 244 Ginebra (Suiza): 107, 110 n. 6; 131, 132 n. 8 Gran Bretaña: 110 n. 4 Grenoble (Isère): 244 Hébron (Palestina): 132 n. 8 Hérault (río): 9 Hérault, departamento: 11 n. 1, 18, 113, 114, 250 Holanda: 96, 260 n. 7 Hulsberg (Holanda): 226 Inglaterra: 34, 73, 76, 90, 259, 260 y n. 7 Interlaken (Suiza): 151 n. 1 Irlanda (Eire): 73, 96 Italia: 34, 35 n. 8; 80 n. 1; 151 y n. 4, 239, 257, 260 n. 7 Japón: 80 n. 1; 170 Jerusalén (Palestina): 79, 160 n. 4 Jerusalén, Calvario, Gólgota: 159 Jerusalén, Cenáculo: 157 Jerusalén, Nuestra Señora de Francia: 52 Jerusalén, Tumba de María o Dormición: 157 Kerbernès (Finistère): 166 n. 3 La Chesnaie (Ille-et-Vilaine): 29 La Côte Saint-André (Isère): 55 La Gran Cartuja (Isère): 21 La Grand-Combe (Ardèche, El Ardes): 163 La Louvesc (Ardèche, El Ardes): 259, 260 n. 1 La Rochelle (Charente-Maritime): 118 La Salette (Isère): 80 n. 1, 234 n. 5 La Salvage selva (Aveyron): 13, 15, 16 n. 7 Lamalou-les-Bains (Hérault): 122, 124 Lanerte (Gard): 165, 166 n. 2 Langres (Haute-Marne): 67 Languedoc (Francia): 9 Languedoc-Roussillon (Francia): 15 n. 5 Larzac (Aveyron): 13, 16 n. 7 Latium ou Lazio (Italia): 151 n. 4 Latresne, Ermita de San José (Gironda): 154 Lausana (Suiza): 132 n. 8 Lavagnac (Hérault): 9, 11 n. 2; 13, 17, 21, 27 n. 1; 37, 55, 129; 151 n. 2; 155 n. 3; 156 n. 3; 226, 249, 250 Laval (Mayenne): 246 n. 5 Le Bouscat (Gironda): 154 Le Havre (Seine-Maritime): 98 n. 5 Le Mans (Sarthe): 108, 140, 141 n. 1; 220 Le Monna, castillo (Aveyron): 13 Le Nouailler (Vienne): 137 n. 6 Le Pouget, castillo de l’Estang (Hérault): 27 Le Puy, Nuestra Señora (HauteLoire): 150 Les Brebis (Bully, Pas-de-Calais): 164 Levante (Oriente): 175 Limoux (Aude, château de Villemartin): 160 Livry-Gargan (Seine-Saint-Denis): 260 n. 7 Loira, río: 220 Lombardía (Italia): 37 Londres (Inglaterra): 144 Lorena (Francia): 220 Lourdes (Hautes-Pyrénées): 80 n. 1, 234 n. 5, 245 Lucerna (Suiza): 151 n. 1 Luchon (Hautes-Pyrénées): 203 n. 6 Lyón (Ródano): 89, 95, 140; 151 n. 1; 193, 215, 222 n. 1 305 INDICE GEOGRÁFICO Lyón, Cartujos: 127 n. 1 Lyón, Catedral de San Juan: 125 Madrid, plaza de toros (España): 194 Magdala (Palestina): 160 n. 3 Malinas (Bélgica): 96 Marne, río: 220 Marsella (Bouches-du-Rhône): 137 n. 6; 160 n. 2; 175, 177, 178 n. 2; 188, 193, 222 n. 1; 227 Macizo Central (Francia): 122 Maguncia (Alemania): 222 n. 3 Marsella, Nuestra Señora de la Garde: 150 Marsivan (Turquía): 182 Mas [casa de campo provenzal] Soubeyrand au Mialet d’Anduze (Gard): 41 Mediodía (Francia): 41, 51, 61, 66, 67, 75, 110 n. 4; 137, 160 n. 2; 193, 227, 251 Mediterráneo, mar: 193 Mende (Lozère): 140 Mentana (Italia): 202 n. 2 Metz (Mosela): 219, 222 n. 1 Meudon (Hauts-de-Seine): 57 n. 4 México: 114 Milán (Italia): 77 Millau (Aveyron): 13 Mireman (Mirman, Mirmand, Gard): 166 n. 3 Montagnac (Hérault): 9, 18, 19 n. 6, 27 n. 1 ; 151 n. 2, 250 Montauban (Tarn-et-Garonne): 132 n. 4, 246 n. 4 Montmartre (Sena, París): 220 Montmau (Hérault): 156 n. 3, 239, 246 n. 1 Montmorillon (Vienne): 137 n. 6 Montpellier (Hérault): 11 n. 1, 23, 24 n. 4; 27 n. 1; 31, 42, 43, 47 n. 5; 51, 53 et n. 3; 97; 98 n. 1; 106 n. 4; 151 n. 2; 193, 233, 234 n. 8, 237, 239, 259, 260 y n. 1 306 Montpellier, calle de los Trésoriers de la Bourse: 24 n. 4 Montpellier, Colegio Real o Liceo: 53 Montpellier, Seminario Mayor: 25, 30, 31 nn. 1, 2; 47 n. 5, 253 Montredon (Aveyron): 16 n. 6 Moulins (Allier): 35 n. 4 Nancy (Meurthe-et-Moselle): 178 n. 6; 219 Nant (Aveyron): 15 n. 4 Narbona (Aude): 137 n. 6 Nevers (Nièvre): 117, 119 Nimes (Gard): 37, 38, 42, 43, 45, 46, 47 nn. 2, 6; 51, 52, 53 y nn. 2, 3; 66, 67 y nn. 3, 4; 69, 71 n. 1; 84, 91, 92 nn. 1, 3, 4; 95, 97; 98 n. 1; 104, 105 y n. 1; 106 n. 4; 107, 108, 113, 114, 118, 125, 126, 129, 130, 133, 135, 137 y n. 2; 140, 143, 144, 145 y n. 4; 149, 150, 151 y n. 1; 164, 166 n. 4; 170, 178 nn. 2, 5; 181, 182, 188, 190 n. 1; 193, 194, 195, 196 n. 6; 202 n. 5; 203 n. 7; 214, 216 n. 1; 222 nn. 3, 8; 225, 227, 228 n. 7, 233, 234 n. 9, 240 n. 6, 243, 244, 246 nn. 2, 4, 247, 249, 251 n. 6 Nimes, Académie: 52 Nimes, Arènes: 144, 193, 194 Nimes, Calle de Sainte-Perpétue: 227 Nimes, Calle del Arc-du-Gras: 62 n. 4, 225 Nimes, Calle del Aspic n°16: 37, 225 Nimes, Calle des Lombards: 62 n. 4 ; 181, 225, 226 Nimes, Calle Séguier (maison Puget): 188, 227 Nimes, Cárcel Central: 195, 196 n. 6 Nimes, Carmelo: 47 nn. 1, 2; 61 INDICE GEOGRÁFICO Nimes, Catedral Saint-Castor: 37; 62 n. 4; 140, 172 n. 5; 201, 225, 244 Nimes, Cementerio Saint-Baudile: 227 Nimes, Colegio de la Asunción: 17, 47 nn. 1, 3; 51, 53 n. 3; 61, 62 nn. 4, 5; 65, 66, 67 n. 4; 69, 72 nn. 6, 7; 90, 106 n. 4; 110 et n. 2; 123 n. 5; 129, 130, 132 n. 2; 133, 137, 143, 149, 181, 188, 195, 196 n. 5; 222 n. 8; 225, 226, 227, 229 n. 9, 246 nn. 5, 6, 253, 260 Nimes, Colegio Real o Liceo: 52, 53 n. 2 Nimes, Comité de Arte cristiano: 52 Nimes, Convento de las R.A.: 127 nn. 4, 7; 216 y nn. 1, 8 Nimes, Jardin de la Fontaine: 144 Nimes, Mont-Duplan (Moulis-àVent, maison Prophète): 226, 228 n. 3 Nimes, Obispado (palacio episcopal): 62 n. 4; 225 Nimes, Providencia: 46, 47 n. 4; 92 n. 2 Nimes, Refugio: 45, 46, 61 Nimes, Ruta de Alès: 42 Nimes, Saint-Charles: 92 y n. 2 Nimes, Sainte-Perpétue: 47 n. 3 ; 114 Nimes, Saint-François de Sales: 172 n. 6, 251 n. 3 Nimes, Saint-Paul: 145, 146 n. 5 Nimes, Seminario Mayor (rue des Chassaintes): 110 n. 1 Nimes, Universidad San Agustín: 66, 119 n. 4 Nord (Francia): 51, 61, 220 Notre-Dame des Châteaux, Santuario (Savoya): 108, 244, 246 n. 2 Nueva Caledonia: 216 n. 7, 260 n. 4 Occidente (Europa): 83, 202 n. 3, 237, 238 Oeste (Francia): 151 n. 1 Oriente: 52, 170, 175, 176, 178 n. 4; 182, 188, 190 nn. 8, 10; 202 n. 3; 228 n. 3, 237, 238, 240 n. 2, 241 Orleans (Loiret): 67, 117, 245, 246 n. 5 Osma (España): 260 n. 7 Oxford (Inglaterra): 74 Palestina: 170 Paray-le-Monial (Saône-et-Loire): 234 n. 5, 245 París (Sena): 10, 11 n. 1; 13, 15, 17, 19, 21, 35 n. 5; 38, 46, 53 n. 1; 55, 57 y n. 2; 61, 65, 66, 67 n. 3; 69, 71 n. 1; 72 n. 6; 74, 89, 90, 98 n. 3; 105 n. 1; 108, 113, 119 y n. 3; 123 nn. 3, 6; 129, 130, 135, 144, 145, 146 n. 5; 149, 150, 151 y n. 1; 178 n. 5; 181, 184 n. 6; 196 n. 4; 201, 202 n. 5; 214, 215, 220, 221, 222 n. 1; 225, 228 n. 4, 233, 246 nn. 3, 7 París, Abadía de Port-Royal: 43 n. 1 París, Auteuil (Tullerías, R.A.): 127 n. 4; 130; 142 n. 3; 150, 151, 179 n. 7; 188, 195, 216 nn. 1, 6; 221 París, Calle Cassette n°4: 119 n. 3 París, Calle de Chaillot: 104, 123 n. 2 París, Calle de Grenelle: 104 París, Calle de l’Estrapade: 15 París, Calle de Vaugirard n°47: 57 nn. 1, 4; n°108: 57 n. 4; n°110: 57 n. 4; 69 París, Calle du Faubourg SaintHonoré: 115 n. 2; 135 París, Calle Férou: 57 n. 4 París, Calle François Ier n°8: 150, 172 n. 4; 228 n. 4, 229 n. 8, 260 n. 2 307 INDICE GEOGRÁFICO París, Colegio Stanislas: 17, 35 n. 4; 105 n. 3, 253 París, Faubourg Saint-Germain: 91 París, Hôtel Crapelet (rue de Vaugirard, n°9): 11 n. 1 París, Hôtel de Ville: 90 París, Impasse des Vignes: 55, 69 París, Invalides: 115 n. 3 París, Palais Bourbon: 10 (Cámara de diputados); 90 París, Priorato benedictino de Saint-Germain: 132 n. 6 París, Quai Voltaire n°19: 18 París, Sainte-Mélanie: 149 París, Saint-Eustache: 55 París, San Vicente de Paúl: 196 n. 2 París, Seminario Saint-Sulpice: 106 n. 4 París, Tullerías: 90, 91, 149 Perpignan (Pyrénées-Orientales): 184 n. 6 Perú: 172 n. 5 Pézenas (Hérault): 23 n. 2 Pézenas, Casa parroquial Santa Úrsula: 22 Piamonte (Italia): 151 n. 4, 257 Pirineos, montaña: 122 Poitiers (Vienne): 234 n. 8, 245 Polonia: 151 n. 3 Pontmain (Mayenne): 234 n. 5 Provence (Francia): 145 Prusia (Alemania): 114, 219, 258 Quimper (Finistère): 210 n. 4 Reims (Marne): 117, 119 n. 2 ; 135 Reino Unido: 73 Remoulins (Gard): 71 n. 2 Rennes (Ille-et-Vilaine): 95 Rethel (Ardenas): 137 n. 6 Rin, río: 114, 219 Rochefort-du-Gard (Gard): 228 Roma (Italia): 25, 29, 30, 33, 34, 35 y nn. 3, 4, 10; 36 n. 13; 37, 73, 75, 78, 79, 80 y n. 3; 84, 97, 114, 117, 118, 119 nn. 1, 2, 3; 125, 126, 135, 308 136, 138, 139, 141 n. 2; 150, 151, 152 n. 6; 156 n. 5; 169, 170, 172 n. 6; 175, 176, 178 y n. 2; 179 n. 9; 180, 182, 195, 202 nn. 2, 3; 213, 214, 216 nn. 1, 5; 217, 219, 237, 253, 258 Roma, Cappellette del Viminale: 169, 171 Roma, Colegio Inglés: 73 Roma, Colegio Romano (Gregoriana): 25, 150 Roma, Congregación de la Propaganda: 176 Roma, Congregación para los Institutos religiosos: 135 Roma, Congregaciones: 169 Roma, El Apolinario: 150 Roma, Imperial: 171, 172 n. 3 Roma, La Minerva: 150, 253 Roma, Montecitorio: 139, 150 Roma, Pensión Bouisse: 172 n. 5 Roma, Porta Pia: 110, 203 n. 7 Roma, Quirinal: 77, 79, 220 Roma, Saint-Claude des Bourguignons: 152 n. 6 Roma, San Eusebio: 26, 139 Roma, San Lorenzo extramuros: 78 Roma, San Miguel: 77 Roma, Sant’Andrea delle Fratte: 33 Roma, Santa Chiara (Seminario Pontificio francés): 213, 216 n. 3 Roma, Santa María in Vía Lata: 77 Roma, Santa María la Mayor: 169, 172 n. 3 Roma, Tata Giovanni: 77 Roma, Vaticano: 33, 80 n. 1; 139, 156 n. 5; 213, 214, 215, 216 n. 2 Roma, Viminale: 172 n. 3 Romaña (Italia): 78 Rusia: 177, 238, 249, 250 Sadowa (Autria-Hungría): 114, 219 Saint-André de Majencoules, La Coste (Gard): 14 Saint-Cyr L’Ecole (Yvelines): 149 INDICE GEOGRÁFICO Saint-Denis (Seine-Saint-Denis): 35 n. 2 Saint-Gilles du Gard (Gard): 172 n. 5 Saint-Hippolyte du Gard (Gard): 190 n. 5 Saint-Jean du Bruhel (Aveyron): 13, 14, 15 et nn. 1, 4 Santiago de Compostela (España): 160 n. 4 Sainte-Baume (Bouches-du-Rhône): 160 n. 3 Saintes-Maries de la Mer (Bouchesdu-Rhône): 136, 137 n. 1 ; 159, 160 n. 1 Saint-Pons de Mauchiens (Hérault): 156 n. 3 Saint-Quentin (Aisne): 220 Saint-Riquier (Somme): 51 Saint-Sauveur du Larzac (Aveyron): 15 et n. 6 Santa Elena, Isla: 126 Sauclières (Aveyron): 190 n. 8 Savoya (Francia): 245 Scutari (Turquía): 239, 240 n. 5 Sedán (Ardenas): 115, 219, 222 n. 1 Servas (Salindres, Gard): 166 n. 1 Sèvres (Hauts-de-Seine): 228 n. 4, 260 n. 2 Sistovo (Bulgaria): 178, 179 n. 9 Sofía (Bulgaria): 178 n. 3 Solesmes (Sarthe): 98, 132 n. 6 Solferino (Italia): 121 Suiza: 78, 96, 132 n. 8; 150, 183, 220, 258, 260 n. 7 Tarascón (Bouches-du-Rhône): 108, 159, 160 n. 2 Thorens (Haute-Savoie): 108, 110 n. 6; 201, 202 n. 4 Tokat (Turquía): 182 Toscana (Italia): 37 Toulouse (Haute-Garonne): 53, 222 n. 1, 259 Toulouse, Grande-Allée: 166 n. 3 Trento (Italia): 118, 158 Turín (Italia): 38, 107 Turquía: 170, 177, 179 n. 8 ; 182 Ulster (Irlanda): 73 Uzès (Gard): 72 n. 3 Valbonne, Cartuja (Gard): 109, 110 n. 2 Valence (Drôme): 80 n. 2; 97, 98 n. 1 Vals-près-le-Puy (Haute-Loire): 259, 260 n. 1 Vauxnage (Gard): 41 Versalles (Yvelines): 105 n. 3; 181, 220 Vézelay (Yonne): 160 n. 3 Vichy (Allier): 122, 123 Vigán (Gard): 10, 13, 14, 122, 130, 156 n. 3; 183, 184 n. 2; 189, 190 n. 4; 227 Vigán, Anglas: 14, 130, 131, 132 n. 2 Vigán, Arenas, anfiteatro: 14 Vigán, Bagatelle: 14 Vigán, L’Elze: 14 Vigán, La Condamine: 14, 187 Vigán, La Valette: 14 Vigán, Le Moulin du Pont: 14 Vigán, Rochebelle (Nuestra Señora de Bulgaria): 187, 188, 190 n. 1 Viviers (Ardèche, El Ardes): 97, 98 n. 1 Zúrich (Suiza): 151 n. 4 309 Indice de corresponsales Cartas del P. d’Alzon a: Alzon Augustine d’ (su hermana): 39, 47 Alzon Edmond d’ (su primo): 27 Alzon Henri d’ (su padre): 10, 31, 35 Bailly Emmanuel A.A.: 251 Bailly Vicente de Paúl A.A., fundador de la Bonne Presse: 151, 171, 221, 233 Correnson María, Madre EmmanuelMarie de la Compassion O.A.: 184 Courcy Sor Marie-Gabrielle de, R.A.: 215 Du Lac Melchior (periodista del Univers): 97 Escures condesa d’, de soltera de Pélissier (dirigida del P. d’Alzon): 246 Esgrigny Luglien d’ (amigo suyo): 15, 23, 53 Galabert Victorin A.A., fundador de la Misión de Oriente: 240 Galeran Henri (sacerdote ultramontano de Montpellier, amigo suyo): 259 Gaume Jean-Joseph (sacerdote ultramontano, defensor de los autores cristianos): 119 Germer-Durand Eugène (profesor, ami suyo): 92, 105 310 Giry señora Louis de (prima y dirigida suya): 109, 201 La Gournerie Eugène de (ami suyo, periodista y escritor): 19 La Prade señora de, de soltera Guiraud (dirigida suya): 159 Mac-Namara Sor Marie-Marguerite R.A.: 155 Marie-Eugénie de Jésus, fondatrice des R.A., dirigée et amie du P. d’Alzon: 62, 71, 75, 123, 127, 131, 137, 165 Parisis, obispo ultramontano de Langres, luego de Arrás: 67 Picard François A.A., director espiritual y sucesor del P. d’Alzon: 178, 195 Régis Eulalie de O.A. (dirigida del P. d’Alzon): 190 y n. 1 Saugrain Hippolyte A.A., Ecónome general: 141 Textos que provienen del entorno del P. d’Alzon: Commarque Soeur Marie-Thérèse de R.A.: 57 Reboul Jean (poeta nimeño, amigo del P. d’Alzon): 145 Le Pèlerin (publicación de la Bonne Presse): 79 Bibliografía (Indice de nombres de autores) Alzon Emmanuel d’: 54, 72, 76, 86, 87, 111, 133, 142, 191, 256 Ambrogi P.R.: 235 Antonetti Guy: 93 Aubert Roger: 173, 217 Audoin-Rouzeau Stéphane: 223 Azaïs Abbé Pierre: 40 Azéma J.P.: 235 Baillet Eugène: 146 Baratay Eric: 197 Bard Christine: 161 Bascoul Louis: 247 Basdevant-Gaudemet Brigitte: 40, 99 Baudouy Ernest (Lacoste): 142 Becker Annette: 223 Bellone B.: 217 Bennassar Bartholomé: 197 Bernoville Gaétan: 58, 133 Bertier Patrick: 20 Bordet Gaston: 32 Boudon Jacques-Olivier: 173 Boutry Philippe: 36 Bruyère Marcel: 128 Buffet L.J.: 235 Cabanel Patrick: 16, 44 Cabanis José: 93 Cabrières Anatole de: 146, 173 Canron Marie-Augustin: 99 Casgrain Henri-Raymond: 120 Castelot André: 93 Chaline Nadine-Josette: 120 Chandler Michael: 76 Charlet Louis: 24 Chassin du Guerny Yves: 16 Chastenet Jacques: 235 Cholvy Gérard: 16, 28, 63, 87, 120 Christophe Paul: 93 Clastron Jules: 128 Clavier Marie des Anges: 191 Colette Aubain: 138 Collins J.: 76 Correnson Marie: 185 Couderc de Latour-Lisside Mgr Félix-Adrien: 40 Crisenoy Maria de: 185 Daudet Alphonse: 12 Dawson Christopher: 76 Deraedt Désiré: 256 Derré Jean-René: 32 Dickens Charles: 12 Didrit Mireille: 197 Duby Georges: 161 Dulieu Louis: 124 Dupré Guy: 32 Faucheux Pierre: 252 Favard André: 124 Faye Francis: 156 Fouilloux Etienne: 180, 241 Frégnac Claude: 252 Gadille Jacques: 235 Gaillard Jean-Michel: 167 Galeran canónigo Henri-Dieudonné: 16 Gerbod Paul: 68 Germain Alexandre: 128 Goirand J.: 116 Grancolas: 173 Granderath Théodore: 217 Grimaud Louis: 68 Guéret M.: 217 Guillemin Henri: 116, 223 311 BIBLIOGRAFÍA Guiral Pierre: 24 Hardouin-Fugier Elisabeth: 197 Harrold C.F.: 76 Hocedez: 20 Hours Bernard: 48 Jaccoud Dr: 124 Jarrety Michel: 20 Joutard Ph.: 16 Juan Pablo II: 161 Kirsh K.: 217 Kokel Rémi: 142, 152 Lalouette Jacqueline: 261 Lamant Hubert: 16 Lamothe Pierre-Alexandre Bessot de: 54 Laplanche François: 40 Launay Marcel: 20 Laurent Vitalien: 180 Le Guillou Louis: 32 Lecourt Dominique: 124 Ledré Charles: 24 Levillain Philippe: 81 Louf Dom André: 203 Machelon Jean-Pierre: 261 Malot Hector: 12 Marichal Marie-Léonie: 185 Marie-Antoine Sœur O.A.: 185 Marie-Eugénie de Jésus Milleret Santa: 58 Martina G.: 81 Marx Karl: 106 Mathon Georges: 48 Maurain Jean: 116, 173 Mayeur Jean-Marie: 93, 235, 261 Monnier Luc: 106 Moulinet Daniel: 120 Murat Inès: 106 Neri Daniela: 115 n. 2 Newman J.H.: 76 Olivier Daniel: 44 Paczkowski Claude: 167 Pellé-Douelle Yvonne: 164 Pelletier Alexis: 120 Pépin Adrien (Castel): 152 312 Périer-Muzet Jean-Paul: 48, 72, 111, 156, 229, 252, 261 Perrot Michelle: 161 Petit Pierre: 44 Pezziardi André: 93 Pierrard Pierre: 28, 68 Pieyre de Boussuges Adolphe: 40, 48, 197 Poujoulat: 146 Pouthas Charles: 40 Prigent Michel: 20 Prost Antoine: 68 Ranc Robert: 24 Reboul Jean: 146 Religieuses de l’Assomption: 58, 156 Renan Ernest: 12 Rendu Anne Claude: 93 Rials Stéphane: 235 Ricard monseñor: 58 Robert Hervé: 93 Rondet Henri: 217 Roth François: 223 Rousselet Kathy: 241 Rousset L.: 223 Rudelle Odile: 235 Sage Athanase: 72, 87, 111 Saint-Albin Alexandre de: 80 Saurel Ferdinand: 28 Sauzet Robert: 16, 44, 128 Savart Claude: 54, 203 Schelkle Karl Hermann: 161 Schüssler-Fiorenza E.: 161 Secondy Louis: 68, 133 Sève André: 211 Sheridan T.L.: 76 Sofranov Ivan: 180 Sorrel Christian: 261 Sournia Jean-Charles: 124 Stiernon Daniel: 142 Tavard Georges: 211, 217 Terrou Fernand: 24 Thies G.: 217 Thomas Jean: 146 BIBLIOGRAFÍA Tillotson G.: 76 Tocqueville Alexis Clérel de: 106 Tombeur: 217 Toujouse Thérèse-Maylis: 58, 133 Touveneraud Pierre: 72, 87, 116, 180, 185, 211 Trevor M.: 76 Tristram H.: 76 Tudesq André-Jean: 24 Tulard Jean: 116 Tunc Suzanne: 161 Vailhé Siméon: 16, 152, 180, 217 Vielzeuf Aimé: 167 Walgrave J.H.: 76 Walter Julian: 241 Ward W. P.: 76 Waresquiel Emmanuel de: 12 Watelet Jean: 93 Weatherby H.L.: 76 Wenger Antoine: 217, 241 Willette L.: 116 Winock Michel: 20, 235 Yvert Benoît: 12 313 Tabla de los principales temas Alianza Laicos-Religiosos: 51 Alojamientos nimeños del P. d’Alzon: 225 Animación apostólica: 45 Anticlericalismo político: 257 Apostolado social y mundo obrero: 163-164, 166 n. 3 Asunto Lamennais: 29 Biblia y exégesis (traducciones): 4243 Bibliografía: 17-18 Canónigos de Nimes: 243 Capítulo General: 207 Carisma de la Asunción: 209 Carrera: 21, 37 Colegio de la Asunción: 65, 129 Concilio provincial (Sínodo): 95 Concilio Vaticano I: 213 Congregación de los Asuncionistas: 59, 69, 135, 153, 207 Congregaciones de la Asunción: 153 Consejo Superior de la Instrucción Pública: 101 Constituciones y Reglas de la Asunción: 83 Conversión y proselitismo: 73 Correnson María: 181 Corrida, tauromaquia: 193 Diócesis de Nimes: 37, 125, 129, 243 Dirección espiritual o acompañamiento: 199 Economía: 163 Ecumenismo: 175 Educación-Enseñanza: 65, 101, 117, 153, 253 Elecciones: 251 Enfermedad-Salud: 121 Episcopado: 125 Esperanza cristiana: 213 314 Espiritualidad de la Asunción: 209 Espiritualidad salesiana: 107 Estudios: 253 Evangelisación y proselitismo: 237 Familia: 9-10, 13 Función oficial: 37, 101,103 Fundación y Fundador del Instituto religioso: 55, 59, 69 Genealogía: 13-14 Guerra de 1870: 219 Industrialización: 163 Infancia: 9-10 Laicos en la Asunción: 54 Lavagnac: 249 Lectura, libros: 17-18, 253 Libertad de enseñanza: 65 Misión de Oriente: 175 Mujeres – Feminismo: 157 Nimes: 37, 45, 65, 125, 129, 143, 193, 225, 243 Nombramiento episcopal: 125 Oblatas de la Asunción: 181, 187 Ordenación sacerdotal: 139 Ortodoxia: 175, 237 Patriotismo: 219 Peregrinación: 169, 228 Pío IX: 77 Poesía y literatura: 143 Política: 89, 113, 219, 231, 257 Pontificado: 77 Protestantismo: 41, 73 Revolución parisina: 89 Roma bajo Gregorio XVI y durante el Vaticano I: 33, 213 Sociedad: 21, 29, 41, 65, 89, 157, 163, 193 Ultramontanismo: 77, 113, 117, 125, 199 Vocación: 21, 25, 149, 181, 187 Índice Prefacio Prólogo I Parte El tono de una infancia y de una adolescencia felices (1822) 2. En búsqueda de los orígenes familiares (1831) 3. Su trato con los libros (1830) 4. ¿Qué elegir? El futuro de un joven rico (1831) 5. El resorte de una vocación sacerdotal (1832) 6. A la sombra de un maestro difícil de encuadrar, Lamennais (1832) 7. La Roma pontificia bajo Gregorio XVI (1834) 8. Una rápida promoción en la carrera eclesiástica (18351839) 9. En el país de los hermanos enemigos dentro del cristianismo (1837) 10. Un animador religioso en la ciudad de Nimes (1843). p. 3 p. 5 p. 09-48 1. II Parte 11. Una alianza laico-religioso ejemplar y fundante, Germer-Durand (1838) 12. Un fundador marginado, Combalot (1841) 13. Deseo de fundar una Congregación (1844) 14. En la aventura de un colegio (1845) 15. La prueba de los comienzos: ¿Dónde encontrar apoyo? (1845) 16. Una emocionante conversión, Newman (1846) 17. La elección de Pío IX (1846) 18. Notas para un proyecto de Constituciones, 1846-1850 19. Una revolución palaciega en París, febrero de 1848 20. Una voz en el Concilio de Aviñón (1849) p. 09-12 p. 13-16 p. 17-20 p. 21-24 p. 25-28 p. 29-32 p. 33-36 p. 37-40 p. 41-44 p. 45-48 p. 49-99 p. 51-54 p. 55-58 p. 59-63 p. 65-68 p. 69-72 p. 73-76 p. 77-82 p. 83-87 p. 89-94 p. 95-99 315 ÍNDICE III Parte 21. En la galera del Consejo Superior de la Instrucción Pública (1850) 22. Familia, influencia y espiritualidad por parte de San Francisco de Sales (1851) 23. Un opositor irreductible y ultramontano al Segundo Imperio (1852) 24. En el fondo de la querella “gaumista” (1853) 25. Los quebrantos de salud (1854) 26. Un nuevo obispo en Nimes, monseñor Plantier (1855) 27. Continuas dificultades en Nimes (1856) 28. El decreto de alabanza para la Asunción (1857) 29. Dos ordenaciones de Asuncionistas en Le Mans (1858) 30. El Padre d’Alzon y su amigo el poeta Jean Reboul (1859) IV Parte 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37. 38. 39. 40. Un recluta excepcional, Vicente de Paúl Bailly (1860) La Asunción en Burdeos (1860) Mujeres en santidad, mujeres en la Iglesia (1861) Industrialización en el Gard (1861) Una caravana de Nimes en peregrinación a Roma (1862) Una aventura, Constantinopla (1863) La señorita Correnson (1864) Una lluvia de vocaciones para las Oblatas (1865) En el centro de la plaza: tauromaquia y corridas de toros (1866) En plena confidencia y confianza con una dirigida (1867) V Parte 41. En el Capítulo General de 1868 42. En el Vaticano I, pulgas y cólicos bajo un sol de plomo (1870) 43. En la hora de la derrota, los gérmenes de esperanza para un católico (1871) 44. El P. d’Alzon en los Molinos de viento (1872) 45. Francia a un paso de una Restauración monárquica (1873) 316 p. 101-146 p. 103-106 p. 107-111 p. 113-116 p. 117-120 p. 121-124 p. 125-128 p. 129-133 p. 135-138 p. 139-142 p. 143-146 p. 147-203 p. 149-152 p. 153-156 p. 157-161 p. 163-167 p. 169-173 p. 175-179 p. 181-185 p. 187-191 p. 193-197 p. 199-203 p. 205-261 p. 207-211 p. 213-217 p. 219-223 p. 225-229 p. 231-235 ÍNDICE 46. Un sueño no iniciado: la “conversión de los Eslavos” (1874) 47. El P. d’Alzon desairado por el Cabildo de los canónigos de Nimes (1875) 48. Al calor del hogar, en Lavagnac (1976) 49. Trigésima tercera Meditación: los estudios (1878) 50. La amenaza del peligro republicano anticlerical (1880) Epílogo Indice de nombres proprios Indice geográfíco Indice de corresponsales Bibliografía (Indice de nombres de autores) Tablas de los principales temas Índice p. 237-241 p. 243-247 p. 249-252 p. 253-256 p. 257-261 p. 263 p. 267 p. 285 p. 292 p. 293 p. 296 P. 297 317