las crónicas - La Biblioteca de Cartago

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Autor: Alexander Weiss – [email protected]
LAS CRÓNICAS
RAVNOS
LAS PALABRAS DE RAVNOS A SUS CHIQUILLOS
Soy el Vagabundo,
Es el nombre que me dio Caín,
El que nos maldijo a todos,
El que me maldijo a mí,
Soy el Vagabundo,
A las Bestias he dominado
Y una Bestia mi hermana fue.
Dominad a las Bestias, pues es vuestro legado.
Soy el Vagabundo,
Los Salvajes me acogieron en mi exilio en el este
Y me dieron cobijo y poder
Poder sobre los sentidos.
Soy el Vagabundo,
Mi cuerpo tiene la dureza de la piedra,
Resistió el ataque de mis enemigos,
¡Cuidado con los Demonios de Oriente!
Sabed que donde nace el Sol me aguardan Grulla, Tigre y
Dragón para darme muerte.
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LAS PRIMERAS NOCHES
ENOCH
Durante muchos siglos aislados en una tierra lejana y ausentes de la mayoría de los
registros de los Vástagos, en las Noches Finales muchos eruditos han comenzado a recopilar
historias y conocimientos sobre los Ravnos, en busca de respuesta para los últimos y
extraordinarios acontecimientos que han afectado directamente al clan.
Quizás más que otros clanes, los Ravnos poseen muchísimos relatos sobre sus orígenes
que en su mayoría carecen de una pauta conexa, la mitología de la India, los relatos gitanos,
pero también leyendas egipcias y relatos bíblicos tratan de explicar el origen del linaje.
A pesar de la existencia de otros relatos que ofrecen un origen completamente distinto,
la mayoría de los eruditos vampíricos consideran que el clan Ravnos, como el resto de los
clanes, se originó en la Primera Ciudad, conocida como Enoch, donde los vampiros caminaban
abiertamente entre los mortales. Sin embargo, la mayoría de los propios Ravnos tratan de
justificar su existencia como algo completamente diferente del resto de los Cainitas.
Siguiendo las leyendas que hablan sobre la ciudad de Enoch, un ladrón llamado Dracian
habría entrado en el refugio de Irad el Fuerte, uno de los chiquillos de Caín, para robar
durante el día. Sin embargo, Irad se despertó ante la intrusión y Abrazó a Dracian con la
esperanza de utilizar a su chiquillo para espiar a sus hermanos y a sus descendientes. Irad
sospechaba que se estaba preparando una rebelión en la Primera Ciudad.
Pero Dracian era un hombre orgulloso y se convirtió en un vampiro todavía más
orgulloso. Poco después descubrió a los conspiradores, que planeaban matar a los chiquillos de
Caín, y se unió a ellos, dirigiendo el ataque contra Irad. Las distintas fuentes son confusas
sobre si Irad, Enosh y Zillah, fueron asesinados, y no está claro si fue este crimen lo que
provocó el Diluvio Universal o si fue cometido después de que Caín se marchara de la Primera
Ciudad.
DAENNA
Algunos de los primeros historiadores creían que los romaníes, gitanos o cíngaros, eran
descendientes de Caín, el asesino bíblico, y aunque esta teoría ha sido rebatida por los sucesivos
descubrimientos históricos y etnológicos, existen algunos cuentos gitanos que sitúan el origen
de su pueblo entre los mortales que servían a los descendientes de Caín, y especialmente los
Antediluvianos Gangrel y Ravnos.
Entre estos mitos se encuentra el cuento de Daenna, una mujer fuerte y hermosa, que
supuestamente se convirtió en la madre del pueblo gitano.
En un tiempo inmemorial Daenna vivía en la Ciudad de Marfil, donde los vampiros
caminaban entre los hombre, y fue elegida por uno de ellos, Dracian, para convertirse en su
esposa y amante, pero nunca llegó a beber su sangre. El Antediluviano Ravnos enseñó muchas
cosas a Daenna sobre los hombres lobo, las hadas, los fantasmas y los espíritus, y el poder de la
magia.
A lo largo de los años Dracian había llegado a poseer –o crear- un árbol maravilloso, el
Árbol de la Sabiduría, que dio un único fruto que le permitiría liberarse de las ataduras de la
Bestia y le proporcionaría un enorme poder.
Desgraciadamente otro vampiro llamado Amriat –posiblemente el Antediluviano
Lasombra- descubrió las intenciones de Dracian y se propuso robar el fruto maravilloso. Los
servidores de Amriat mataron a Dracian y quemaron su refugio, pero Daenna consiguió escapar
con la preciada posesión de su marido.
En su huida Daenna probó el fruto del Árbol de la Sabiduría y obtuvo el poder
atesorado en su interior. Desde ese día en adelante nunca dejó de viajar y a lo largo de los años
tuvo varios hijos, según algunas versiones diez, según otras diez decenas. Cada uno de estos
hijos era especial ya que el poder del fruto corría por su sangre pero ninguno era tan poderoso
como Daenna. Sus sucesores aprendieron muchos de los caminos de la magia y tras enseñarles
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todo lo que sabía los dejó, aunque tal vez siga viviendo tan inmortal como las hadas y los
vampiros.
Diferentes familias de gitanos trazan su linaje hasta Daenna, aunque su génesis varía.
Una tribu de hombres lobo conocidos como los Caminantes Silenciosos posee lazos con los
gitanos, y éstos aseguran que uno de sus ancestros era el hermano de Daenna, y que de su amor
incestuoso tuvieron varios hijos.
Los Ravnos gitanos afirman que Daenna regresaría posteriormente a la Ciudad de
Marfil, donde encontraría la sangre de su esposo. Mediante la sangre y su magia perpetuaría el
linaje de Dracian, Abrazando al primer Ravnos.
Algunos vampiros del clan Gangrel afirman que Daenna era una hechicera, y que fue
ella la verdadera fundadora del clan Ravnos, obteniendo el Abrazo de Irad mediante la astucia
y el engaño.
Sea cual sea el verdadero papel de Daenna en la historia de los vampiros está nublado
por el mito y la leyenda.
ENNOIA
La mayoría de los registros antiguos remontan la enemistad entre los clanes Gangrel y
Ravnos a las Primeras Noches. Según estos registros Ennoia, la Antediluviana Gangrel, acusó a
su hermano Dracian de haberla engañado para que atacara a su sire Irad, aunque otras
versiones afirman que fue Dracian quien lo atacó y después hizo que Ennoia fuera culpada.
Otras historias cuentan que tras la caída de la Segunda Ciudad Ennoia y Ravnos viajaron
juntos hacia Oriente y allí fueron atacados por los ancestros de los Kuei-Jin. No está claro si
Ennoia y Ravnos ya habían comenzado sus disputas anteriormente, pues los textos a menudo son
confusos y contradictorios, pero tanto Gangrel como Ravnos se acusan mutuamente de haberse
aliado con los vampiros orientales o de haber abandonado la guerra contra ellos.
Un antiguo cuento de origen gitano narra que Ravnos era el chiquillo favorito de Caín
y fue él quien Abrazó a Ennoia. Sin embargo, la fundadora del clan Gangrel era una mujer
orgullosa y traicionera, y tras cansarse de su amante y sire lo traicionó a los demás vampiros,
que lo capturaron y destruyeron. Ennoia fue a su vez capturada y juzgada por los descendientes
de Ravnos y el propio Caín, enfurecido por la destrucción de chiquillo, maldijo a Ennoia a
vagar para siempre como una bestia, sola y rechazada por todos.
Sin embargo, la verdad de las historias gitanas es harto dudosa y sin duda debieron
surgir posteriormente como un intento de desprestigiar a los Gangrel como un linaje de
traidores. Por su parte los Gangrel poseen historias similares donde los Ravnos son difamados
de igual modo. Cualquiera que fuese el motivo por el que se inició el enfrentamiento entre ambos
clanes continúa siendo un misterio.
A pesar de todas estas versiones y relatos contradictorios, es posible que en ellos
existan ciertos indicios de verdad. Tal vez el chiquillo de Caín (Irad), fuera traicionado por
Ennoia y Dracian, lo que atraería sobre ambos la ira de Caín.
LA MALDICIÓN DE CAÍN
Él, que no emprendió acción alguna
Sino que dejó a su suerte a los otros
Se convertirá a sí mismo en un paria
Y nadie jamás confiará en él.
La naturaleza del crimen del Antediluviano Ravnos es desconocida, pero de lo que no
cabe duda es que desde la maldición de Caín el Abrazo despierta en el linaje de los Ravnos a una
Bestia especialmente astuta y más engañosa que la del resto de los vampiros. Además del hambre
y la propensión del frenesí, los Ravnos son constantemente tentados para llevar a cabo
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traicioneros impulsos que atraen sobre ellos el odio y la desconfianza. La mayoría de los
Vástagos del clan se resisten a la oscura llamada de su Bestia, pero ignorarla durante
demasiado tiempo provoca en ellos una creciente intranquilidad, semejante a la sed de sangre.
De acuerdo a las antiguas leyendas, la maldición consistió en que Dracian nunca
conocería la satisfacción debido a que el Antediluviano Ravnos deseaba recuperar los placeres
de la vida que había perdido –la historia de Daenna y el fruto maravilloso podrían ser una
muestra de estos anhelos-. Su necesidad de robar vida de los mortales y su deseo de recuperar lo
que había perdido se extendieron a todos los ámbitos de la vida mortal. En vez de simplemente
buscar lo que deseaba, se vio obligado a tomar cualquier cosa que pudiera recordarle la misma.
Una versión de la historia asegura que el Antediluviano podía debilitar su maldición
extendiéndola a otros, cuantos más Ravnos hubiera en el mundo, más débiles se volverían las
tentaciones del fundador.
En cualquier caso, para cada Ravnos el peso de la tentación es diferente –algunos
muestran profundas similitudes pero el origen de la tentación difiere. Las inclinaciones de los
Ravnos hacia el vicio, el crimen y el pecado están basadas en sus actividades como mortales, bien
cualquier trasgresión con la que disfrutaban o que rechazaban en vida. En otros el impulso se
desarrolla hacia crímenes que nunca habían considerado en vida.
La maldición del linaje se manifiesta en ocasiones de forma más sutil, especialmente entre
los Ravnos africanos y gitanos, situando a estos Vástagos en el centro de las acusaciones y el
desprecio de las sociedades mundanas y vampíricas, obligándoles a viajar constantemente.
Además de la maldición de Caín en fragmentos antiguos del Libro de Nod aparecen varios
pasajes y profecías donde se augura la destrucción del Antediluviano Ravnos y de su linaje.
LOS SALVAJES Y EL PODER SOBRE LA REALIDAD
Además de su reputación de crimen, mentira y engaño, los Ravnos son conocidos por sus
dones ilusorios conocidos como Quimerismo, y existen múltiples teorías sobre su origen. Entre
los Ravnos hindúes se considera que se trata de una forma para alterar o descubrir los engaños
de la realidad. El mundo terrenal sería una enorme ilusión que se extiende a varios niveles
físicos y espirituales. Los dones del Quimerismo toman una imagen del mundo espiritual y la
hacen aparecer de forma insustancial en el mundo físico.
Otra teoría más extendida es que en su viaje a Oriente, Dracian el Vagabundo llegó a la
India y fue recibido por las Hadas Oscuras, que lo consideraron un invitado en sus cortes y
forjaron una serie de extraños pactos y alianzas con él. Como consecuencia de estos pactos
Dracian y sus descendientes aprendieron el poder de crear ilusiones en el mundo físico. No está
muy claro quienes eran estas hadas, aunque la tradición habla de las cortes de los naraka,
adoradores de Kali, la diosa de la muerte y la destrucción, y los acheri, espíritus de la
enfermedad.
EL KARAVALANISHA VRANA
El Karavalanisha Vrana, traducido como las Heridas de la Espada de la Noche, es un
poema épico de origen hindú, que proporciona un origen alternativo sobre los inicios e historia
del clan Ravnos. Como todas las leyendas está lleno de exageraciones y metáforas, en las que el
autor intenta justificar la existencia de los Ravnos y su propósito sagrado. También constituye
la base de la Senda de la Paradoja, un código moral de los Ravnos que considera el Abrazo
como una misión para defender el mundo de los demonios.
Todas las evidencias parecen indicar que el Karavalanisha Vrana fue escrito después de
la llegada de Dracian a la India, y está fuertemente influido por los mitos locales. Aunque
tradicionalmente se considera que el autor fue el propio Antediluviano, los eruditos creen que
su autoría recae sobre algún antiguo especialmente fanático o astuto, que deseaba organizar a
su linaje en torno a una especie de culto.
De acuerdo con la versión de las Heridas de la Espada de la Noche, el mundo consta de
varias edades o “días de Brahma”. En la primera edad, la Edad de Oro o Satya Yuga, no existían
la muerte ni el pecado, ni los demonios. La Edad de Plata o Treta Yuga vio la incorporación de
los pecados y la muerte a la realidad. La maldad apareció en el mundo y los dioses enviaron a
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sus protectores para defender a la humanidad. En la Edad de Bronce o Dvapara Yuga los
demonios sedujeron a los servidores del bien, los siddhitizayya, y los tentaron a convertirse. Se
emborracharon con el poder y renunciaron a sus obligaciones devorando la carne, bebiendo la
sangre y saciando su lujuria con la humanidad.
Los siddhitizayya fueron juzgados por los dioses y acusados de asesinato, utilizando sus
poderes para robar la vida de los hombres que debían proteger. También fueron acusados de
abandonar su tarea de combatir a los demonios que atacaban a la humanidad.
Como castigo los dioses maldijeron a los descarriados. La carne y la sangre que habían
constituido un recreo para ellos se convirtieron en su único sustento. Surya, el dios del sol, los
quemó con sus rayos ardientes y los obligó a vivir en las tinieblas. Los dioses los llamaron
asuratizayya o “demonios infinitos” u”hordas infernales”. Sin embargo, a pesar de su castigo, los
condenados no aceptaron la carga de sus crímenes y se deleitaron en su maldición, reclamando
para sí el dominio de los hombres.
Como los dioses no podían destruir a los malditos sin provocar un gran daño en el mundo
decidieron crear un equilibrio. Primero Yama, el dios de los muertos, buscó entre los difuntos el
alma de un hombre que había sido terriblemente perjudicado por los crímenes de los
siddhitizayya. Kali, la diosa de la guerra y la destrucción, dotó a ese hombre de pasión por la
venganza de aquéllos que habían sufrido a manos de los demonios. Indra, la diosa de la
vegetación le confirió poder para engendrar a más de los suyos para que combatieran a su lado.
La propia tierra resucitó el cuerpo del hombre y Varona, diosa de la fuerza, restituyó su sangre
concediéndole un poder mucho mayor que sus enemigos. Devi (la diosa del engaño) le concedió el
poder para crear ilusiones. Himavat, dios de las montañas, lo hizo tan resistente como las
cumbres. Hanuman, dios de los monos, le regaló una lengua que le permitía hablar con las
bestias y unos oídos para comprenderlos. Cuando el hombre elegido se encontró ante los dioses
con sus nuevos dones, Shiva el Destructor le ordenó destruir a los asuratizayya.
Pero no todos los dioses estaban de acuerdo con la decisión de sus pares, temiendo que la
nueva creación se volviera contra ellos, como habían hecho los siddhitizayya y manifestaron
que la nueva criatura causaría un azote mayor que el que estaba destinada a destruir. Agni, el
dios del fuego dijo: “El fuego le perseguirá siempre”. Surya, el dios del sol afirmó: “Mi rostro lo
devorará un día.” Brahma, el dios de la creación privó al demonio de sustento natural y lo
condenó a un apetito eterno y ansia de vicios antinaturales. Por último el propio Brahma dio
nombre a la creación de los dioses y lo llamó Zapathasura, “el demonio maldito”.
A pesar de las maldiciones impuestas sobre Zapathasura, éste se esforzó por combatir a
los asuratizayya. Sin embargo, pronto sus apetitos le llevaron a envidiar a los vivos y como
habían hecho lo siddhitizayya comenzó a tomar más de lo que necesitaba para sobrevivir,
transmitiendo su hambre a sus descendientes.
Otros textos separados del Karavalanisha Vrana describen que los dioses crearon a
otros monstruos como Zapathasura. El segundo fue una mujer guerrera y le otorgaron el poder
de cambiar de forma para combatir a los asuratizayya. Cuando los dioses le dijeron que debía
combatir a los demonios ella los maldijo por convertirla en un monstruo y rechazó las tareas
que le habían ordenado cumplir. Enfurecidos, los dioses la condenaron a “caminar entre las
bestias y no encontrar refugio en ninguna parte del mundo.”
Tras el velo de la leyenda, parece que el Karavalanisha Vrana intenta explicar los
motivos que llevaron al clan Ravnos a combatir a los vampiros orientales, Wan Kuei o Kuei-Jin.
Los Kuei-Jin cuentan que en sus orígenes eran espíritus celestiales enviados para combatir a los
verdaderos demonios, pero en su arrogancia y orgullo ofendieron a los dioses y fueron
convertidos en demonios. Es muy posible que los Ravnos conocieran esta leyenda y la utilizaran
para sus propios propósitos, creando un origen mitológico que justificase su continuada guerra
con los vampiros orientales. Aunque otros clanes han luchado contra los Kuei-Jin en ocasiones,
sólo los Ravnos, en mayor o menor grado, han guerreado continuamente contra ellos a lo largo
de los milenios.
LA SENDA DE LA PARADOJA
La Mayaparisatya, o Senda de la Paradoja, es un código moral con fuertes influencias
hindúes, que supuestamente lleva hacia la iluminación. Aunque como el Karavalanisha Vrana su
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autoría es atribuida al Antediluviano Ravnos, no es seguro, ya que sus preceptos a menudo han
sido alterados y corrompidos en diferentes versiones. Además de un texto histórico el
Karavalanisha Vrana también es considerado como un libro sagrado por los seguidores de la
Senda de la Paradoja y muchas enseñanzas, preceptos y parábolas están extraídos de él.
Las enseñanzas de la Mayaparisatya establecen que todos los vampiros están encerrados
en un estado estático fuera de la rueda kármica de la reencarnación o samsara, el ciclo de la
vida y de la muerte. El alma pierde toda su energía y debe reestablecerse en un cuerpo muerto.
Para alcanzar la iluminación los iniciados en la Senda de la Paradoja deben traspasar
la ilusión de maya, la realidad. Los engaños de maya son los causantes de las aparentes
maldiciones del fuego, la luz del sol y la sed de sangre. Una vez trascendidas estas limitaciones
los vampiros pueden trascender su maldición. Algunos vampiros ven similitudes entre las
enseñanzas de la Mayaparisatya y la Golconda y algunos de los Ravnos más antiguos
consideran que la Golconda no es más que una rama de la Senda de la Paradoja.
Para alcanzar la iluminación es necesario que el iniciado comprenda su svadharma, el
propósito de su existencia, y lo siga fielmente. Esto no es tan sencillo como parece ya que ningún
individuo tiene el mismo svadharma que otro, por lo que es necesario comprender antes que
actuar.
Los seguidores de la Mayaparisatya se llaman a sí mismos Shilmulo (un término hindú
para designar a los vampiros) y consideran a los no creyentes como seres erróneos, inferiores y
potencialmente peligrosos, a los que es necesario iluminar o destruir…Esto no significa que los
Shilmulo sean asesinos crueles, sino que consideran su causa sagrada y un deber conseguir
conversos.
Aunque los inicios de la Mayaparisatya son enseñados por un mentor Shilmulo, al
contrario que otros códigos, una vez el iniciado ha comenzado a caminar en la Senda debe
continuar por sí mismo y abandonar a sus maestros, lo que sin duda ha llevado a la aparición de
numerosas herejías y desviaciones de la Mayaparisatya. Puede pedir consejo, pero no debería
esperar una respuesta fácil.
Ninguna de las versiones conservadas del Karavalanisha Vrana está completa, aunque se
habla de un rumoreado texto que contiene las partes perdidas y que se encontraría
supuestamente en el refugio del propio Zapathasura. Los rumores sobre su contenido van desde
secretos prohibidos de la iluminación hasta instrucciones y profecías sobre el fin del mundo.
Los más antiguos Ravnos susurraban que la conclusión del Karavalanisha Vrana
encerraba una maldición que sometería a todo el clan Ravnos en un frenesí caníbal, y que
Zapathasura la ocultó para proteger a sus descendientes. En realidad, nadie sabe si estos
rumores son ciertos o si el autor del poema lo dejó inconcluso, aunque los acontecimientos de
las Noches Finales parecen otorgarles una preocupante credibilidad…
LA INDIA MILENARIA
MOHENJO-DARO Y HARAPPA
Hacia el 3.000 a.C. existían diversas culturas en el valle del Indo, entre las que
destacan las de Kulli, Nundara, Amri, Nal y Quetta. De entre estas culturas las de MohenjoDaro y Harappa dominarían todo el valle del Indo, presentando las primeras ciudades dirigidas
por reyes (rajás) o grandes reyes (maharajás). Las urbes estaban ordenadas en cuadrículas,
siendo las edificaciones de ladrillo, controladas desde una fortificación elevada. Se ha
constatado su conocimiento de la metalurgia, a excepción del hierro, así como lo evolucionado
de su agricultura y de su comercio fluvial, tomando el Indo como eje comercial. En cuanto a su
arte, existen sellos con representaciones religiosas y de animales que recuerdan a las culturas
sumerias.
Las ciudades de Mohenjo-Daro y Harappa, separadas por unos 500 km son descritas en
numerosos registros del clan Ravnos y en el Karavalanisha Vrana. De acuerdo con estas
referencias, los Ravnos gobernaron sobre las ciudades del valle del Indo y las defendieron del
avance de los asuratizzaya. Muy posiblemente se trató de una lucha entre ambos bandos por el
control del territorio, pero los Ravnos lo presentan como una guerra sagrada. Las
descripciones de las batallas entre los Ravnos y los asuratizayya incluyen detalles de
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increíbles poderes que provocaron que los ríos enrojecieran con la sangre de los combatientes y
eclipsaron el sol. No cabe duda que muchos hechos fueron exagerados o magnificados y tal vez
la lucha sólo fue una escaramuza entre dos poderosos vampiros, mucho menos épica de lo que es
descrita por los Ravnos.
La civilización de Harappa sucumbió ante el empuje de las migraciones de los arios, tribus
de lengua indoeuropea procedentes del noroeste que se asentaron en la llanura del Ganges.
Esta emigración se produjo de manera escalonada hacia la mitad del II Milenio. Estos arios
(denominados así por la palabra arya que en sánscrito quiere decir noble) luchaban con arcos y
flechas e iban equipados con coraza y casco, utilizando el carro de guerra tirado por caballos.
Con esta potencia militar se impusieron fácilmente a la población indígena, iniciándose el
Período Védico que abarcó hasta los inicios del I Milenio.
La guerra entre los Ravnos y los asuratizayya continuó durante varios siglos (en
algunas fuentes se dicen cerca de dos mil años, mientras otras sólo cinco siglos). Y finalizó con
una apocalíptica batalla entre Mohenjo-Daro y Harappa. El General Chandraputra, chiquillo
de Zapathasura, dirigió un ejército de vampiros, ghouls y mortales contra los asuratizayya que
gobernaban Harappa. Durante la batalla los dos líderes invocaron poderes de otro mundo e
hicieron que “la luz de cuatro soles” brillara en el cielo. Supuestamente la batalla duró un año
y una noche hasta que Chandraputra cortó la cabeza de su enemigo milenario y envió su alma al
más horrible de los infiernos.
Ningún mortal de las dos ciudades sobrevivió a la guerra. Mohenjo-Daro y Harappa se
convirtieron en necrópolis, embrujadas por los espíritus de los muertos que las habían
defendido. Los vampiros y los asuratizayya las abandonaron.
Se cree que los Ravnos fueron ayudados por otros clanes durante la guerra, y se cree
que fue durante este período cuando otros linajes de Cainitas llegaron a la India. Debido a su
guerra sagrada contra los asuratizayya los Ravnos no estaban preparados para combatir en
dos bandos, pero se convirtieron en el linaje más eminente y numeroso del territorio.
LAS JATI
Entre los arios se produjo un reparto de tierras que desencadenó la existencia de
haciendas individuales y la fragmentación del territorio en reinos dispersos que se enfrentaban
entre sí. La aristocracia dominó el poder y los reyes se sucedieron por herencia. En estas fechas
aparecieron los veda, una de las más antiguas muestras de la literatura sagrada que se
conservan. Están escritos en sánscrito y en ellos se establece la religión india, donde existe una
fuerza universal de carácter impersonal llamada Vrita que comparte veneración con la
divinidad de los juramentos, Varuna, y la divinidad de los contratos, Mitra. Las fuerzas
naturales también son objeto de culto así como la guerra, Kali. La interpretación de los vedas
corresponde a los sacerdotes en exclusiva, denominados brahmanes. En algunos textos se hace
referencia al yoga como elemento de liberación mediante la unión con la suprema realidad.
Será en estos momentos cuando se establezca la existencia de un régimen de castas en la
sociedad hindú dirigida por los brahmanes o sacerdotes; la nobleza militar tiene en su poder la
fuerza de las armas; los campesinos libres y la clase agrícola y artesana sometida serían la base
de la sociedad mientras que los parias no pertenecen a clase alguna, son los descastados. Esta
estructura social viene reflejada en el código de Manu. Las castas surgieron del cuerpo de
Brahma, el dios creador.
No se sabe hasta qué punto los Vástagos influyeron en el sistema de castas o se vieron
influidos por él. Pero para los vampiros el sistema de jati o castas se volvió tan importante
como el linaje vampírico. Los antiguos del clan Ravnos y de otros clanes intentaron establecer
una serie de estrictas reglas sobre el Abrazo de mortales, y para los Ravnos esta estructura
había sido aprobada por las palabras del propio ancestro. A los vampiros se les prohibía
Abrazar entre los mortales que no pertenecían a su casta. No obstante, los Ravnos contaban
con el privilegio de que mientras los demás clanes estaban limitados a una única casta, ellos
tenían representantes en todas Sin embargo, los Ravnos Brahmanes sólo podían Abrazar entre
los Brahmanes, los Ravnos Kshatriyas entre los Kshatriyas y así sucesivamente. A medida que
transcurrió el tiempo menos Ravnos siguieron la estructura y los antiguos simplemente
asumieron que los nuevos conversos eran Abrazados en las castas apropiadas.
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Los Ravnos Brahmanes remontaban su linaje a la Madre Negra, chiquilla de
Zapathasura, que en algunos registros es confundida con la diosa Kali Ma. Estos Ravnos
tenían una visión sobrenatural y don para la profecía del que carecían las demás jati, y a
menudo utilizaban su don para descubrir a sus enemigos asuratizayya. Los Ravnos Brahmanes
también se consideraban los guardianes de la Mayaparisatya, la Senda de la Paradoja,
convirtiéndose en los consejeros espirituales y filósofos del clan.
Los Ravnos Kshatriyas componían la mayoría del clan en la India, y su función era la de
guerreros y entre ellos se contaban los vampiros más mortíferos. A pesar de la tradición
algunos Abrazaron a guerreros de otros pueblos buscando a los soldados más eficientes. Entre
sus estrategias se contaban la de realizar Abrazos masivos para aplastar a los asuratizayya
mediante la superioridad numérica.
Los Ravnos Vaisyas Abrazaban entre artesanos y mercaderes, y su papel era la de
establecer vínculos con la sociedad mortal. La mayoría de los Vaisyas adquirieron un gran
poder en las ciudades indias y protegieron a sus familias mortales, ayudándolas a sobrevivir a
lo largo de los siglos, como los Marijava. Los Vaisyas también ocultaban los abusos de los
vampiros y rastreaban la presencia de los asuratizayya en las ciudades. Una de las tareas más
humildes de este jati era “purificar” los campos de batalla después de que los Kshatriyas
hubiesen hecho su trabajo, para evitar sospechas de los mortales, ocultando los derramamientos
masivos de sangre de sus ojos.
Los Ravnos Chandalas eran el jati de posición más baja, y entre ellos se encontraban
vampiros sin clan. En esta casta también se incluían los Ravnos que habían cometido crímenes
contra el clan o roto los preceptos de la Mayaparisatya. Sin embargo, existían posibilidades de
promoción mediante tareas peligrosas y humillantes. A lo largo de los siglos muchos Ravnos
Chandalas abandonarían la India en lugar de vivir despreciados por el resto del clan.
Los Sudras no eran un auténtico jati sino que en esta casta estaban incluídos los ghouls
y servidores mortales del clan Ravnos. Estos servidores raramente eran bien tratados, salvo
que pertenecieran a la familia mortal de sus amos, aunque algunos eran mantenidos durante
siglos, pero debido a los preceptos de la Mayaparisatya esta práctica no era muy fomentada.
EL ÉXODO DE LOS HIJOS DE ZAPATHASURA
Desde el siglo VII a.C. el principal reino de la India estaba gobernado por la dinastía de
Maghada, dueño y señor del delta del Gangres.. En estos momentos hicieron acto de presencia en
la India dos movimientos religiosos reformistas: el budismo y el jainismo.
El budismo fue fundado en Nepal por un miembro de la familia guerrera de los Sakya,
llamado Siddharta Gautama y más conocido por Buda, el Iluminado. Este sistema filosóficoreligioso elaboró una doctrina para la salvación del hombre con la extinción del dolor al que
conducía al Nirvana. La teoría de la reencarnación vino definida por el autoperfeccionamiento
del individuo que se reencarnará en un ser superior o inferior, dependiendo de su
comportamiento. El sistema de castas será la referencia utilizada para la reencarnación,
recurriendo en ocasiones a animales para descender de casta.
El jainismo será fundado por Vardhamana, también llamado Jina (el Victorioso) y
Mahavira (Alma Grande). Según esta doctrina, el sufrimiento terrenal es producto de la unión
del espíritu y la materia. Cuando se separen ambos elementos se alcanzará la liberación,
utilizando como instrumentos liberadores la ascesis o el ayuno hasta la muerte. El centro del
jainismo será la negación de la violencia y el principio del ahimsa, no hacer daño a criatura
alguna. Los jainitas formarán sectas.
En el año 512 Ciro se introdujo hasta las orillas del Ganges, arrasando la capital del
territorio. Con Darío I los territorios de Gandhara y Sind fueron incluidos en el Imperio Persa
para formar una satrapía, desarrollando un importante comercio con Grecia. Durante casi dos
siglos, la India quedó bajo el dominio persa hasta que entre 327 y 325 Alejandro Magno controló
la mayor parte del territorio, venciendo al rey Poros para regresar a Grecia inmediatamente.
Tras la destrucción de Mohenjo-Daro y Harappa aparecen las primeras disensiones entre
los Ravnos sobre la guerra contra los asuratizayya, debido a la destrucción y la miseria que
habían llevado sobre los mortales que habían jurado proteger. Muchos se preocuparon por sus
propios intereses y por su supervivencia personal. Al final algunos rechazaron las órdenes de
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Zapathasura y de su chiquillo Chandraputra de continuar la guerra a cualquier coste. Muchos
Ravnos sentían que la guerra que estaban luchando no les concernía y comenzaron a poner en
duda los mandatos del Karavalanisha Vrana.
Ramessu, el Quinto Chiquillo de Zapathasura y fundador de los Ravnos Vaisyas,
simplemente desapareció de su refugio una noche. Partió hacia el oeste y allí estableció otro
linaje que no sabía nada de Zapathasura ni de su guerra contra los asuratizayya. Allí, Ramessu
se rodeó del lujo y decadencia de la nobleza, alzándose por encima de la posición que le había
sido otorgada en su tierra natal.
El Matusalén conocido como Rakshasa, el Segundo Chiquillo de Zapathasura, era un
maestro de la ilusión y el engaño. De acuerdo con las leyendas, podía caminar entre los más
poderosos asuratizayya sin ser detectado, chupar del pecho de un tigre y beber agua a un pez
sediento. Durante los largos años en que sirvió a Zapathasura actuó como explorador para los
Ravnos y aprendió mucho de sus enemigos. Pero unos siglos después de la desaparición de
Ramessu decidió que la guerra contra los asuratizayya era injusta y cometió el error de
decírselo a su sire. Los dos lucharon y el Rakshasa apenas escapó con vida. De acuerdo con el
Karavalanisha Vrana se convirtió en el segundo mayor enemigo de Zapathasura. Algunos
relatos consideran que este traidor era en realidad Ennoia, la Antediluviana Gangrel. No se
sabe cual fue su destino, aunque se cree que pudo haberse escondido en África o en el “Reino
Medio”, entre los Kuei-Jin.
Ravana, el Cuarto Chiquillo de Zapathasura, era también un maestro del engaño, y su
linaje, los Chandalas, adoptaron el nombre de Ravnos por el que serían conocidos en Occidente.
Según la leyenda supuestamente pactó con poderosos demonios para obtener un poder todavía
mayor que el que había recibido de su sire. Los textos son bastante breves, pero parece que sus
pactos fueron descubiertos por la Madre Negra y poco después desapareció del mundo,
utilizando su poder infernal para llevar a cientos de asuratizayya a su muerte.
La Madre Negra era la Primera Chiquilla de Zapathasura, fundadora del jati de los
Brahmanes. Conocida como Marizhavashti Kali a menudo era confundida con Kali Ma, la diosa
hindú de la destrucción y la guerra. La Madre Negra poseía una destacable visión y comprensión
sobre la naturaleza de la realidad y era una conocida profetisa antes de su Abrazo. Las
historias dicen que podía descubrir a los asuratizayya desde enormes distancias, conocía los
pensamientos más ocultos de quienes la rodeaban y conocía las virtudes y pecados de sus
compañeros
Poco después de la llegada de Alejandro Magno a la India sus soldados lo obligaron a
volver al oeste, y la Madre Negra siguió a los griegos en su viaje de regreso. Zapathasura
ordenó que su nombre fuera borrado de todos los registros.
Junto con los chiquillos desertores de Zapathasura partieron varios de sus
descendientes, buscando lugares lejos del sangriento conflicto con los asuratizayya al este y al
oeste. Se desconoce si Zapathasura Abrazó más chiquillos antes o después, o si estos fueron
destruidos, pero los eruditos vampíricos sólo han encontrado linajes que se remontan a cinco
chiquillos del Antediluviano.
Se rumorea, a partir de una leyenda apócrifa, que Ravana regresó junto a Zapathasura
y le ofreció más poder del que los dioses podían darle. Afirmó que podría caminar bajo el sol y
disfrutaría de los placeres mortales. Zapathasura lo rechazó y trató de matarle, pero sólo se
encontró con una ilusión que se desvaneció con una carcajada burlona. Mientras el tentador
Ravana se desvanecía, Zapathasura sopesó la oferta y lo que podía significar. Poco después,
desesperado, dejó el clan en manos de Chandraputra, su único chiquillo leal.
El General Chandraputra, el Tercer Chiquillo, fue el más leal de todos, continuando la
guerra contra los asuratizayya contra viento y marea. Intentó estructurar el clan y codificó
la Mayaparisatya, adoctrinando a los nuevos reclutas en sus enseñanzas, que incluían la
guerra contra los que no comprendieran los propósitos de Zapathasura y la destrucción de los
asuratizayya. Sus propósitos fueron favorecidos por la llegada de una nueva oleada de
asuratizayya procedentes de China, que aparentemente creían que su misión sagrada era eliminar
la presencia de los Cainitas de la India. Al mismo tiempo vampiros de otros clanes –Gangrel,
Lasombra, Malkavian, Tzimisce y Ventrue principalmente- llegaron a la India siguiendo las
rutas comerciales. Algunos de los recién llegados se aliaron con los Ravnos contra los
vampiros orientales y con el tiempo algunos adoptaron la filosofía y cosmología de los Ravnos.
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Otros, sin embargo, lucharon contra los Ravnos y asuratizayya por el dominio de la India,
proporcionando una enorme variedad vampírica al subcontinente.
El vacío de poder que se manifiestó tras la marcha de Alejandro Magno sería
aprovechado por Chandragupta, quien inició la dinastía Maurya. Derrotó al último rey de la
dinastía Nanda de Magadha, rechazó un ataque del antiguo general de Alejandro, Seleuco I
Nicator, al que entregó quinientos elefantes por abandonar la India, e instaló la capital en
Pätaliputra.
Tras instaurar a Chandragupta y la dinastía Maurya y evitar la llegada de nuevos
vampiros de Occidente a la India, el Matusalén Chandraputra se retiró a las sombra y preparó
el ascenso de Asoka, que sería el creador del primer gran Imperio Indio, que dominó la mayor
parte del subcontinente y buena parte de la meseta de Irán. Tras la brutal batalla de Kalinga
que provocó más de 100.000 muertos y un número similar de exiliados se convirtió al budismo y
comenzó un gobierno más pacífico y tolerante.
RAVANA Y LA CIUDAD DE LOS DEMONIOS
En un oscuro rincón de los infiernos Ravana se instaló en una isla construida sobre el
lomo de un titánico monstruo que nadaba en el centro de un mar de sangre hirviente, donde
construyó Lanka, su reino infernal. Allí no existían ni el día ni la noche ya que el cielo parecía
sumido en un eterno crepúsculo granate. Muy pronto orgullosos palacios se alzaron para
conformar uno de los infiernos más grandes y poderosos. Los edificios latían y se movían al
compás rítmico de las almas que eran apresadas en su interior. La propia isla era una entidad
viviente y horrible que existía sólo para servir a los deseos de su señor Ravana, el siempre
mutable y hambriento.
El infierno de Lanka se alimentaba de la violencia: cada acto de agresión y cada gota de
sangre derramada sobre la tierra proporcionaba a la ciudad un poco más de energía y
prolongaba la vida del ser repugnante sobre el que se asentaba el dominio de Ravana. El rajá
demonio rara vez trataba de provocar la violencia personalmente, prefería instigarla en otros
mediante la astucia y el engaño, llevando a la perdición a numerosos mortales, pero también
asuratizzaya y otros seres sobrenaturales.
En el centro de la ciudad Ravana construyó su palacio, decorado con mosaicos
construidos con los dientes arrancados de sus víctimas. El lugar se comportaba como algo vivo,
una masa pulsante de tendones y carne. El palacio estaba rodeado por un gran foso, que en
realidad se trataba de la gran mandíbula abierta de Lanka. Durante mucho tiempo había filas
enteras de atormentados que aguardaban para alimentar el edificio, esperando ser
desmembrados y luego lanzados pieza a pieza en la monstruosa boca.
Entre los servidores preferidos de Ravana se encontraban los Rakshas, demonios
caníbales que en su mayoría habían sido asuratizayya, hengeyokai y vampiros y que habían caído
bajo el influjo de Ravana. Los Rakshas poseían el poder de cambiar de forma a su antojo, además
de controlar las tormentas y el fuego, y a menudo utilizaban sus poderes para sembrar la
confusión y provocar el caos entre sus enemigos.
Con su amor vil por los claros y templos profanados, Ravana finalmente se ganó
numerosos enemigos que buscaron poner fin a su siniestro reino. Según la leyenda, Hanuman, el
rey de los monos, se infiltró en el infierno de Lanka y utilizando su astucia y su magia provocó
un incendio que abrasó todo con un fuego purificador. La isla misma gritó y los ministerios del
dolor se derrumbaron. Mientras la monstruosa bestia de Lanka se retorcía de agonía las
paredes de los edificios cayeron abrasadas. Y así el reino de Ravana quedó calcinado: sus
grandes edificios fueron engullidos por el fuego y zarzas retorcidas brotaron entre las ruinas.
La vanidad y el orgullo habían provocado la caída de Ravana, que había creído que no
existía ser que pudiera superarle en poder, intelecto y maldad. Esa arrogancia lo había hecho
muy peligroso, pero también muy predecible y fácil de manipular. Ravana consiguió sobrevivir y
se retiró a su palacio, donde comenzó a transformarse. Tras unos breves días de miedo a la
destrucción, el temor al fracaso definitivo lo llevaron a volverse más sutil y menos susceptible
al orgullo.
EL MUNDO ANTIGUO
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EGIPTO
Aunque se desconoce la llegada del Matusalén Ramessu a Egipto, comúnmente se cree que
ocurrió durante la invasión de los Hyksos (siglo XVIII a.C.), donde creó el linaje de Ravnos que
serían llamados los Alejandritas o Alejandrinos.
Durante este período el clan de los Seguidores de Set estaba combatiendo a un pueblo de
hombres chacal conocidos como los Caminantes Silenciosos y carecían de suficiente fuerza para
expulsar a Ramessu, por lo que éste instaló su refugio en el Bajo Egipto a pesar de los
esfuerzos para rechazarle. No mucho después los Setitas se aproximaron al Matusalén Ravnos
con una propuesta de alianza contra los Caminantes Silenciosos.
Sin embargo, Ramessu y su linaje rechazaron a los Seguidores de Set, aliándose con sus
enemigos de la Liga de Osiris. Pero ni siquiera su ayuda consiguió derrotar a los ejércitos de
Set, y muchos Ravnos fueron capturados y destruidos, aunque Ramessu y sus seguidores
supervivientes consiguieron sobrevivir en el Delta del Nilo.
Durante este período los Ravnos entraron en contacto con una secta de vampiros
egipcios conocida como los Hijos de Osiris, que rechazaban el dominio de la Bestia y buscaban
liberarse de su maldición. Varios Ravnos entraron a formar parte de la secta, y cuando los
Hijos de Osiris se vieron forzados a abandonar a Egipto, los Ravnos los guiaron hacia Oriente,
donde construyeron varios templos en la India, Nepal y Tíbet.
Algunos eruditos vampíricos creen que la alianza entre los Ravnos y los Hijos de Osiris
no fue casual. El linaje de Osiris, hermano de Set, es desconocido y a menudo ha sido objeto de
numerosos debates, por lo que se ha teorizado que el Antediluviano Ravnos había visitado
Egipto en tiempos inmemoriales y otorgado el Abrazo a Osiris. No existen pruebas que lo
confirmen ni tampoco Ravnos que recuerden la presencia de su clan en Egipto en tiempos tan
antiguos.
Ramessu no transmitió a sus descendientes el conocimiento sobre Zapathasura y su
guerra contra los asuratizayya, por lo que los Alejandritas crearon orígenes alternativos.
Ramessu se rodeó con los atributos de la nobleza y creó una autentíca corte egipcia que
sobreviviría hasta el Renacimiento, a pesar de sus periodos de letargo, lo que llevó a los
Ravnos egipcios a remontar sus orígenes hasta Akenatón, Smenkhara u otros faraones. Ramessu
favoreció esta creencia, exhibiendo sus poderes mágicos. Aunque no gobernaba a su linaje
mediante la fuerza, su consejo y sabiduría eran escuchados por sus descendientes. Sus
enseñanzas establecían que nada era permanente y todo podía ser reemplazado, aunque debe
decirse que el propio Matusalén se resistió a abandonar los atributos de los faraones, mucho
después de la caída de la última dinastía del Antiguo Egipto.
Aunque la presencia de los Seguidores de Set impidió que los Ravnos egipcios tuvieran
una influencia fuerte en el territorio, algunos continuaron luchando contra los Setitas e
incluso se introdujeron en las cortes de los faraones. Se dice que un antiguo Ravnos llamado
Ankla Hotep, Abrazado poco después de la llegada de Ramessu a Egipto, consiguió seducir a la
princesa Nefertiti, futura esposa de Akenatón, y robar sus joyas. Muy pocos creen que su
presencia en la corte del faraón se debiera a un motivo tan trivial.
La progenie de Ramessu permaneció oculta durante varios siglos, aunque algunos
reaparecían ocasionalmente, sembrando la confusión entre sus enemigos antes de desaparecer.
No reaparecieron en gran número hasta el siglo IV a.C. cuando Alejandro Magno conquistó
Egipto y ordenó la construcción de la ciudad de Alejandría, que se convirtió en el principal
centro de reunión del clan, y del que derivó el nombre del linaje de “Alejandritas” o
“Alejandrinos”.
Los más antiguos Alejandritas construyeron cortes a imitación de Ramessu, llenas de
tesoros y obras de arte que recordaban el esplendor faraónico mucho después de su decadencia.
Sin embargo, muchos de los jóvenes retomaron los orígenes de Ramessu y se dedicaron al
comercio, viajando por las rutas comerciales del Mediterráneo y Oriente. Los Alejandritas se
extendieron por el Norte de África, el sur de Europa y Asia Menor, y se cree que al menos unos
pocos se instalaron en la ciudad de Cartago. La mayoría intentaban evitar el contacto y el
conflicto con los demás vampiros, prefiriendo mantener su libertad de movimiento mediante el
sigilo en lugar del terror o el respeto.
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ORIENTE MEDIO
Se cree que durante el siglo V a.C. comenzó el éxodo de los pueblos gitanos, según se cree
pertenecientes a la casta Chandala de la India. Entre los gitanos iban numerosos Ravnos que
utilizaron tanto su música como sus dones mágicos para ganarse a los mortales. Sin embargo, se
detuvieron al llegar a Persia y Oriente Medio, y no continuaron viajando hacia el Oeste y el
sur hasta siglos más tarde. Estos aventureros Ravnos a menudo actuaron como exploradores en
busca de nuevas tierras donde sus rebaños mortales pudieran asentarse.
Aunque no queda constancia exacta de los motivos que llevaron al éxodo de los gitanos
una historia sugiere que fueron obligados a huir ante la invasión de numerosos pueblos
nómadas. Los Ravnos cuentan que entre los invasores llegaron vampiros Assamitas que tenían
por objetivo destruir el clan y esclavizar a los mortales de la India. Cuando los Ravnos
encontraron por primera vez a los Assamitas, según cuenta la leyenda, se aproximaron a los
extraños en son de paz y se les respondió con violencia. Los Ravnos Kshatriyas respondieron
expulsando a los extraños de regreso a Occidente y deteniendo el influjo de vampiros
occidentales tiempo después. Sin embargo, en la confusión de la guerra muchos mortales y
Ravnos Chandalas escaparon hacia el oeste.
Varios historiadores árabes cuentan que el rey persa Bahram Gour, hacia el 420 a.C.,
debido a que el precio demandado por los músicos de su reino era excesivo, y deseoso de llevar
esparcimiento y diversión a su pueblo, escribió al rey de la India, quien le envió doce mil músicos
zott o luris que fueron distribuidos por las ciudades persas. A cada músico le fueron dados un
buey, un asno y una carga de trigo, para que pudieran cultivar cosechas y hacer música
gratuitamente para los persas.
Los músicos partieron, se comieron los bueyes y el trigo y al cabo de un año se
presentaron demacrados ante el monarca persa. El rey les dijo: “No hubiérais debido comeros las
semillas de trigo. Ahora sólo os quedan los asnos. Cargadlos con vuestras cosas, preparad
vuestros instrumentos de música y ponedles cuerdas de seda.”
Desde entonces los músicos, siguiendo las justas palabras de Bahram Gour, vagaron por
el mundo, buscándose la vida, compañeros de perros y lobos y siempre por los caminos, para
robar de día y de noche.
Aunque estos relatos persas poseen numerosos matices legendarios, muestran la llegada
a Persia de un pueblo nómada por vocación con fama de músicos renombrados…y de ladrones,
una descripción que se adapta muy bien a la imagen que tendrían los gitanos medievales. Su
presencia en Persia y Oriente Medio debió ser muy prolongada, debido a las numerosas palabras
persas de la lengua gitana.
En Persia los gitanos se dividieron en dos ramas, los ben y los phen. Los gitanos ben
continuaron su ruta hacia el oeste y el sudoeste donde serían llamados duman en Mesopotamia,
kurbat en Siria y zott en Palestina. Por su parte los gitanos phen permanecerían en Persia y
algunos regresaron a la India.
Muy pocos de estos Ravnos Chandalas viajaron a Occidente en esta época. Algunos
escasos exploradores siguieron las rutas de comercio, pero pocos se sentían atraídos por el
Imperio Romano y sus parientes “impuros” que vivían en él, y se mantuvieron entre los gitanos,
siguiendo su lento avance.
EL IMPERIO ROMANO
Cuando los ejércitos de Alejandro Magno llegaron a la India, la Madre Negra descubrió
a Phaedyme, una mujer que viajaba disfrazada de soldado macedonio. La vida mortal y vampírica
de Phaedyme contienen numerosos actos de rebelión contra el orden establecido, aunque muchos
de sus chiquillos optaron por combatir la tendencia al vicio que corría a través de sus venas.
La Madre Negra y su nueva chiquilla viajaron hacia Occidente, donde hicieron su
presencia conocida, y finalmente Phaedyme estableció su refugio en la Galia, lo que llevó a
algunos conflictos con los Gangrel asentados previamente en la región. Otros descendientes de
la Madre Negra comenzaron a extender su influencia por el Imperio Romano y algunos se
introdujeron en la Ciudad Eterna. Phaedyme Abrazó a Marcia Felicia Licinia, que se convertiría
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en una destacada antigua y contaría con la amistad de los vampiros que gobernaban Roma,
entre ellos el Matusalén Montano, del clan Lasombra. Se dice que Marcia colaboraría
activamente con Montano para convertir el cristianismo en religión oficial del Imperio.
Como sus parientes egipcios, los Ravnos romanos desconocían las leyendas de
Zapathasura, y remontaban su linaje hacia los antiguos dioses y emperadores romanos, y muchos
de ellos incluso afirmaban ser los fundadores del clan. Durante el reinado del emperador
Calígula, un gobernante loco y decadente, uno de sus más íntimos consejeros fue Abrazado,
diabolizando a su sire poco después. Este desconocido Ravnos pronto se rodeó de varios
chiquillos tan decadentes y libertinos como él, aliándose con otros vampiros, principalmente
Toreador, Malkavian y Seguidores de Set, con intereses similares en la depravación y el
libertinaje. Estos Ravnos serían conocidos como Sibaritas.
Durante las noches de preeminencia de los Sibaritas los Ravnos indios intentaron
extender las enseñanzas de la Mayaparisatya en Europa, esperando que sus parientes perdidos e
infieles pudieran reintegrarse nuevamente en el clan. El intento fracasó estrepitosamente. Los
Sibaritas recibieron las enseñanzas pero las corrompieron a su gusto fomentando una filosofía
autoindulgente. La Senda de la Paradoja se convirtió en una excusa para satisfacer sus
depravados deseos, siempre y cuando quisieran.
Aunque las enseñanzas originales de la Mayaparisatya no fomentaban las prácticas
libertinas los Sibaritas las utilizaron para justificar su hedonismo. Tampoco ayudó que los
mensajeros de la India cayeran en la misma decadencia y vicios que los Ravnos romanos. Bebían
la sangre de niños, fornicaban como mortales vivos y derrochaban enormes fortunas que se
robaban unos a otros, a sus compañeros Vástagos y a los mortales.
La Senda de la Paradoja que surgió en Roma era muy extraña. Por un lado, buscaba la
pureza espiritual, pero por otra creía que esa pureza podía alcanzarse a través del diabolismo.
Las enseñanzas de la senda mostraban un origen cosmológico alternativo a la creación de
Zapathasura y el exilio de Dracian. Enseñaba que los Antediluvianos se habían creado a sí
mismos y una vez formados se habían dado cuenta de que el mundo estaba lleno de energía y
comenzaron a absorberla para su uso. El Antediluviano Ravnos se creó a semejanza de los demás
pero juró detener a sus hermanos antes de que convirtieran el mundo en un lugar extático y sin
placer.
La Senda también mostraba que la única forma de detener la parálisis espiritual era
liberando la energía, lo que significaba que los vampiros más poderosos debían ser destruidos,
preferiblemente mediante la diablerie. El objetivo apocalíptico de la Senda era provocar la
Gehenna, en la que el Antediluviano Ravnos destruiría a los demás con la ayuda de su clan.
Posteriormente, la Senda recogió la prohibición de destruir a otros Ravnos, posiblemente debido
al añadido de varios antiguos Ravnos cansados de que los jóvenes intentasen diabolizarlos.
Phaedyme y sus seguidores expulsaron o destruyeron a los Sibaritas que llegaban a su
territorio en la Galia. Estos asesinatos no estaban motivados por causas filantrópicas:
simplemente la Madre Negra no deseaba ser molestada mientras yacía en letargo. La razón por
la que consideró a los Sibaritas, en su mayor parte sus descendientes, como una amenaza, no está
clara. Sin embargo, esta actuación llevó a un enfrentamiento entre Phaedimitas y Sibaritas que
se prolongaría durante la Edad Media.
EL CRISTIANISMO
Cuando el cristianismo apareció en Palestina, un Ravnos seguidor de la Paradoja se
encontraba en la zona. Poco después ese Ravnos, llamado Bashir, afirmó haber visto a Dios –y
no fue el único-. Cuando San Juan escribió las Revelaciones del Apocalipsis Bashir las leyó y
con sus conocimientos sobre la Paradoja llegó a la conclusión de que la Senda de la Paradoja
era una preparación para el Apocalipsis. Bashir transmitió esta extraña doctrina a sus
chiquillos, y terminó por crear un culto milenarista con la intención fanática de preparar –o
provocar, según las diferentes interpretaciones- la llegada del fin del mundo. Bashir enseñó que
Cristo regresaría cuando la humanidad alcanzara el mayor grado de división posible.
Los descendientes de Bashir o Bashiritas se extendieron por Oriente Medio y ganaron
adeptos vampíricos y mortales a medida que el presumible momento del regreso de Cristo se
aproximaba. Varios Bashiritas mataban peregrinos, musulmanes, judíos y a cualquiera que
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creyesen podía impedir la llegada del Apocalipsis. En un caso un Bashirita incluso proclamó que
era el Anticristo de las Escrituras.
Finalmente se hizo claro incluso para los más devotos que la Segunda Venida no iba a
llegar a corto plazo. Varios se suicidarían en los siglos siguientes, y otros serían destruidos
por otros clanes. Otros optaron por tomar una visión más flexible de la Senda de la Paradoja y
de las Escrituras.
LA EDAD MEDIA
A lo largo de la Edad Media los Ravnos se habían extendido por toda Europa, aunque
eran uno de los clanes menos numerosos del continente. Los comerciantes Alejandrinos y
Sibaritas crearon una red de contactos en el mercado negro y fluyeron hacia los “puertos
libres” donde el comercio florecía. Estos Ravnos también cuidaban las rutas comerciales entre
Europa y Oriente, y prosperaron con la creciente demanda de mercancías orientales.
En general los Ravnos se encontraban con el desprecio de otros clanes, salvo contadas
excepciones, pero los excesos de los Sibaritas mancharon la reputación del clan… o tal vez fue
resultado de la propia maldición de Caín. En los dominios de otros Vástagos los Ravnos eran
rechazados y despreciados. En algunos lugares entraron en conflicto con otros clanes como los
Seguidores de Set en Egipto o los Tzimisce en Europa Oriental.
Durante la Edad Media también apareció la tradición del “Tratamiento”. Muchos Ravnos
europeos eran acusados de crímenes que no habían cometido y decidieron desanimar a los
príncipes y antiguos que exiliaban a los Ravnos de sus dominios o que los destruían en cuanto
descubrían su presencia. Estos Ravnos esparcieron rumores sobr el “Tratamiento” y contaron
historias sobre príncipes que habían sido destruidos por centenares de Ravnos que atacaban a
quien destruía a uno de sus congéneres sin una buena razón. Las historias variaban según la
zona y a medida que transcurría el tiempo se hicieron cada vez más exageradas y terminaron por
convertirse en realidad. Los Ravnos seguían sin ser bienvenidos pero por lo menos no eran
expulsados nada más entrar en un dominio ajeno.
El Tratamiento fue una respuesta reaccionaria de los Ravnos que estaban hartos de ser
maltratados por los demás clanes. Cuando eran insultados o atacados, varios convergían en el
dominio del ofensor y cometían toda serie de crímenes imaginables hasta que el dominio entraba
en una espiral de caos.
Por supuesto estas tácticas hicieron poco por mejorar la reputación del clan Ravnos,
pero por lo menos tuvieron cierta efectividad, y la mayoría de los príncipes decidió dejar que los
Ravnos se ocuparan de sus propios asuntos.
FRANCIA
Francia y la ciudad de París se convirtieron en el principal bastión de los Ravnos
Phaedimitas. Phaedyme desapareció en algún momento del siglo XII y su chiquilla Marcia Felicia
Licinia asumió el liderazgo de sus descendientes. Esta facción de Ravnos denegaba los deseos
oscuros de su Bestia, luchando contra lo que otros miembros del clan consideraban como
inevitable. Durante la Edad Media asumieron códigos de honor, honestidad y obligación.
Sin embargo, la reputación de sus compañeros hizo que no fueran muy bien recibidos en
las cortes de otros clanes, salvo algunos príncipes que negociaron con ellos para que sirvieran
como embajadores ante los demás Ravnos. Otros Phaedimitas también sirvieron a los príncipes
vampíricos como mensajeros, trovadores e historiadores. Varios también participaron en las
cruzadas, como guerreros u observadores.
En contraste, el puerto de Marsella se convirtió en un punto de encuentro para los
Ravnos Sibaritas, que prosperaron con el comercio de esclavos. Cuando la Cruzada de los Niños
llegó a la ciudad en 1212, los mercaderes marselleses, entre los que se encontraban varios
Ravnos, ofrecieron sus embarcaciones a los pequeños cruzados para llevarlos a Tierra Santa,
pero todos los que aceptaron terminaron en los mercados de esclavos del Norte de África. En
este comercio también participaron otros Vástagos decadentes de los clanes Toreador,
Assamitas y Seguidores de Set.
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Las relaciones entre Phaedimitas y Sibaritas siempre fueron tirantes, y hacia el año 1230
un grupo de caballeros Phaedmitias mató a numerosos Sibaritas que comerciaban con esclavos.
Los Sibaritas se enfurecieron y convocaron a todos sus hermanos de clan para acabar con los
Phaedimitas, aunque sus peticiones rara vez fueron escuchadas. El enfrentamiento entre ambas
facciones se prolongarían durante toda la Edad Media, aunque los Phaedimitas acabarían por
desaparecer a finales del siglo XV, debido a su escaso número y a la llegada de nuevos Ravnos
de Oriente que apoyaron la purga de los Sibaritas.
ITALIA
Tras la caída de Roma, muchos Ravnos Sibaritas se lanzaron al comercio legal e ilegal
para recuperar sus fortunas perdidas. Vagaron por el Mediterráneo realizando toda serie de
prácticas indeseables y distribuyeron mercancías ilegales realizando acuerdos mutuos con otros
clanes.
Algunos Sibaritas llegaron a involucrarse en la piratería en el mar Mediterráneo,
consiguiendo aliados entre los Lasombra y los Assamitas. Atacaban barcos y realizaban
incursiones contra pueblos costeros dejando un reguero de sangre a su paso.
Sin embargo, no todos estos comerciantes restringían sus actividades al Mediterráneo.
Algunos viajaron hasta puntos tan alejados como Londres o Novgorod, practicando el
esclavismo y la bandolería. Otros se dejaron arrastrar por sus instintos más incivilizados
compitiendo con los Gangrel en salvajismo y algunos en su decadencia llegaron a practicar
sangrientos ritos infernales.
Algunos Sibaritas llevaron su decadencia a monasterios aislados o pequeñas sectas
heréticas. Algunas de las acusaciones de la iglesia de satanismo, lujuria y promiscuidad contra
los herejes bien pudieron estar basadas en los cultos decadentes de los Ravnos Sibaritas.
LA PENÍNSULA IBÉRICA
Aunque los Phaedimitas también se extendieron a la península ibérica la principal
facción del clan en los reinos ibéricos eran los Ravnos Yoryari, una facción de los Sibaritas
que se separó cuando no pudieron soportar más los excesos y decadencia de sus hermanos. La
anciana Karmenita Yoryari, despreciando los abusos que su sire, el fundador de los Sibaritas,
había cometido sobre ella, se trasladó a la península ibérica y proporcionó un enfoque más
espiritual a la Senda de la Paradoja. Según su interpretación sus adeptos siempre debían actuar
motivados por la razón y debían acabar con las estructuras de poder y destruir a los individuos
y objetos poderosos para abrir camino a cosas nuevas. Eran conscientes de que sus prácticas no
eran comprendidas, así que procuraban actuar en secreto.
Karmenita se instaló en una lujosa mansión cerca de Lisboa, mientras que su chiquillo
Iago Castillo se dedicaba a la piratería en el Mediterráneo y el Atlántico. Muchos de su linaje
viajaban disfrazados como peregrinos y mercaderes. Otros dieron un enfoque más científico a sus
creencias, desarrollando complicadas matemática y geometrías.
Muchos de los Yoryari se unieron a las bandas de jóvenes vampiros rebeldes conocidos
como Furores, que comenzaron a actuar durante la Edad Media.
BIZANCIO
El Imperio Bizantino fue un lugar de encuentro para los Ravnos de todas las facciones.
Phaedimitas, Bashiritas, Sibaritas, Alejandrinos y los Ravnos gitanos que comenzaban a llegar
de Oriente ya a partir del siglo XI. Los contactos iniciales entre los Ravnos de Oriente y
Occidente fueron bastante fríos en el mejor de los casos, pues los Ravnos gitanos traían con
ellos su propia versión de la Mayaparisatya y consideraban que sus parientes occidentales se
habían corrompido durante los siglos de aislamiento. Además, muchos Ravnos gitanos todavía
recordaban las historias sobre los chiquillos desertores de Zapathasura.
Los vampiros bizantinos temían las disputas que los Ravnos ocasionaban en sus feudos y
muchos les cerraban sus puertas, considerándolos peligrosos e incontrolados merodeadores.
Debido a esta hostilidad, muchos optaban por regresar a sus dominios o viajar hacia Occidente.
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Los pueblos gitanos llegaron a territorio bizantino entre los siglos XIII y XIV,
introduciéndose en el caos que siguió a la caída de Constantinopla en 1204. Los historiadores de
Bizancio les dieron el nombre de “atsinganos”, transmitido de los herejes de una secta maniquea
aparecida en el siglo VIII. Los atsinganos eran considerados descendientes de los samaritanos,
practicantes de la magia, pillos y envenenadores de animales. Permanecían poco tiempo en un
mismo lugar, vagabundeando de ciudad en ciudad con campamentos de usanza árabe.
Algunos gitanos –ayudados por los Ravnos que viajaban entre ellos- consiguieron
ganarse la confianza de los gobernadores bizantinos, venecianos y genoveses, y distintos grupos
se asentaron en las ciudades griegas. En Modon, en el sur de Grecia, instalaron una colonia
donde vivían unas cien familias gitanas, y que se iría despoblando con la conquista de los
turcos. Otros gitanos se instalaron en las islas griegas como Corfú, Candía, Negroponte y
Rodas.
Desde Bizancio los gitanos o cíngaros viajaron a los países balcánicos, y ya en el siglo
XIV habían llegado a Serbia y Valaquia, donde muchos se vieron sometidos a la esclavitud, y sus
habilidades como herreros, albañiles o ladrilleros eran muy apreciadas. Durante su estancia en
Europa Oriental contactaron con eslavos, y se encontraron con viajeros alemanes, franceses,
españoles e ingleses. Aprendieron otras lenguas y tomaron de los cristianos parte de sus
creencias y ritos. También oyeron hablar de Tierra Santa; supieron que los peregrinos eran
viajeros privilegiados y este conocimiento les resultaría provechoso cuando continuasen su
migración hacia Occidente.
RUSIA Y EUROPA ORIENTAL
Se desconoce el modo en que los Ravnos llegaron a Rusia, pero en el siglo X ya existía
constancia de la presencia de importantes antiguos como Vladovos o Iván Krenyenko. Sin
embargo, el miembro más conocido del clan en la zona es la poderosa hechicera y vidente
conocida como Durga Syn.
La larga historia de Durga Syn está entremezclada con la de la Matusalén Nosferatu
Baba Yaga. Durga Syn era una sacerdotisa de un culto pagano ruso. Su comprensión de la
naturaleza y su maestría en los ritos místicos extendieron su fama y numerosos mortales y seres
sobrenaturales buscaban su ayuda y consejo.
Baba Yaga acudió ante Durga Syn y le ofreció el poder de su sangre, así como una
eternidad para estudiar la naturaleza. Durga Syn la rechazó y como castigo Baba Yaga la
maldijo convirtiendo a la joven sacerdotisa en una marchita caricatura.
Poco después los rusos se convirtieron al cristianismo, y en las purgas de la población
pagana casi resultó muerta. Baba Yaga acudió y nuevamente le ofreció el Abrazo, pero esta vez
no estaba sola. El poderoso Ravnos Vladovos distrajo a la anciana Nosferatu con sus ilusiones
mientras Abrazaba a la sacerdotisa contra su voluntad.
Aunque insatisfecha con su nueva naturaleza, Durga Syn encontró un propósito
liderando a los vampiros que se oponían a Baba Yaga, que se convirtió en su enemiga,
combatiendo a la hechicera y a sus esbirros continuamente. Después de que Baba Yaga cayera en
letargo, Durga Syn pasó mucho tiempo intentando localizar su refugio y luchando contra los
Nosferatu rusos. Cuando los gitanos llegaron a Rusia les dio la bienvenida y los reclutó como
aliados en su guerra.
Durga Syn participó en numerosos acontecimientos de la historia de los vampiros,
actuando como consejera y vidente. Con su ayuda la tribu de hombres lobo conocidos como
Colmillos Plateados consiguieron matar al dragón Sharkala el Cruel, que aterrorizaba las
estepas rusas. Y también ayudó a los Fundadores de la Camarilla en la creación de la secta,
aunque nunca aceptó pertenecer a ella.
Durante el siglo XII llegaron a Europa Oriental varios Ravnos gitanos, que estaban
preparando el camino para la llegada de sus rebaños mortales. A menudo se infiltraban
descaradamente en los dominios de los vampiros Tzimisce que dominaban la zona. Sin embargo, la
fuerte presencia de los Gangrel, que en ocasiones llegaron a tomar rebaños gitanos tras
destruir a sus amos vampíricos, los llevó a negociar con los vampiros de Europa Oriental en la
búsqueda de protección.
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En Europa Oriental muchos Ravnos, principalmente Sibaritas, se encontraron con los
Tremere y llegaron a acuerdos con ellos. Muchos seguidores de la Senda de la Paradoja y de la
Mayaparisatya consideraban blasfemas las enseñanzas de Saulot sobre la Golconda, y
colaboraron con los vampiros hechiceros en la destrucción de los Salubri…normalmente a
cambio de un precio. Muchos Ravnos se beneficiaron enormemente cazando Salubri o llevándolos
mediante engaños a las garras de los Tremere.
EL MUNDO ISLÁMICO
En el mundo islámico los Ravnos eran conocidos como Bay´t Mujrim (“El Clan Criminal”).
Egipto constituía el refugio más confortable para el clan desde siglos atrás, y en Alejandría
prosperaba la progenie de Ramessu. Durante la Edad Media muchos de los Ravnos Alejandrinos
se dedicaban al comercio, dejándose llevar por la codicia y el orgullo, sin preocuparse por la
moralidad ajena.
Los mercaderes Ravnos recorrían el Norte de África y las rutas comerciales que se
internaban en el sur del continente, de donde llegaban noticias de extraños imperios y vampiros.
El principal centro de reunión era la ciudad de Tombuctú, donde los Bay´t Mujrim se
encontraron con los Kinyonyi, un linaje de Ravnos africanos, que habían habitado en el sur de
África desde tiempo inmemorial
Los degenerados Ravnos Sibaritas tampoco eran ajenos a la prosperidad del mundo
islámico, manteniendo refugios en la costa del Norte de África, donde podían pasar semanas
enteras sin llamar la atención.
Numerosos Ravnos también se reunían en las ciudades de Siria, Palestina, Arabia y
Persia. Bashir, el fundador de los Bashiritas, entró en letargo en las cercanías de Damasco y
sus chiquillos predicaban su mensaje herético llevando el caos tanto a cristianos como a
musulmanes. Varsik, un antiguo Bashirita, habitaba en la ciudad de Jerusalén, defendiendo los
lugares sagrados con celo y muchos emprendían peregrinaciones periódicas. No obstante, las
manipulaciones de Varsik para provoca el Apocalipsis le atrajeron el odio de otros vampiros y
finalmente él y gran parte de su progenie resultarían destruidos. Su chiquillo Etienne de
Faubergé sobreviviría a lo largo de las cruzadas, aliándose con vampiros cristianos y
musulmanes según su conveniencia, y convirtiéndose en el Príncipe de la ciudad de San Juan de
Acre. A finales de la Edad Media los Bashiritas desaparecerían como grupo y muchos se unirían
a os Alejandrinos, Sibaritas e incluso a los Ravnos Gitanos que venían de Oriente.
LA INDIA MEDIEVAL
Frente a las continuas invasiones en la cuenca del Ganges, se organizó una reacción
india bajo la dinastía de los Gupta, que hacia el año 300 dieron comienzo a una de las Épocas
más importantes en la historia india. Hahraja Gupta, entre el 230 y 300, fue el fundador de esta
dinastía feudal de la que se sabe muy poco en esta época. Su nieto Chandra Gupta inicio el año
320, como soberano absoluto, la autentica era Gupta y el comienzo de un nuevo sistema
cronológico. Por su matrimonio con la princesa Kumaradevi, heredera del Reino de Lichchavis,
el monarca extendió su poder sobre Bihar, ampliándolo mas tarde hasta la región bengalí y la
llanura del Ganges.
Su sucesor, Samudra Gupta (328-376), tiene los principales hechos que realizó inscritos en una
columna Asoka de Allahabah, en los que se narra la consolidación del poder gupta en el Norte,
así como la penetración en India meridional tras las derrotas consecutivas de nueve reyes, hasta
que una coalición de varios príncipes indios meridionales frenó su expansionismo.
Chandraputra, el chiquillo de Zapathasura, se mostraba muy disconforme con las
noticias que recibía de Occidente sobre la corrupción de sus parientes, por lo que procuró
aprovechar las sucesivas invasiones mortales para aislar a la India de Occidente. Durante el
debilitamiento del Imperio Romano envió a varios embajadores a Occidente con la esperanza de
devolver la pureza de la Mayaparisatya a sus parientes occidentales, pero su proyecto fue un
fracaso. Ninguno de los embajadores regresó, y con la llegada de nuevos invasores mortales, los
vampiros de la India se vieron cada vez más aislados de sus congéneres occidentales,
desarrollando sus propias tradiciones y costumbres.
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A la muerte de Samudra Gupta, el Estado gupta atravesó un periodo de decadencia del
que fue sacado por Chandra Gupta II (376-415), llamado Vikramaditya (Sol de la fuerza y del
valor), que representó la época dorada del periodo. Gracias a sus campañas, diplomacia y valor,
su imperio, entre dominios directos, reinos sometidos y protectorados, llegó a extenderse por
todo el triángulo territorial entre el Himalaya, al Noreste, el río Indo, al Noroeste, y los
montes Vindhya, al Sur.
Bajo su hijo, Kumasa Gupta I, y la esposa de éste, Dhruvadevi (415-455), se mantuvo
todavía un Estado gupta floreciente, si bien casi al final del reinado la amenaza de los hunos ya
se hizo sentir cada vez más. Con el Skanda Gupta (455-476) se tuvo que luchar repetidamente
contra los hunos, que ocuparon todo el Noroeste, situación que permitió a algunos
gobernadores del Ganges declararse independientes. Las luchas sucesorias a la muerte de Budha
Gupta, hacia el 500, dividieron al imperio gupta en dos partes, una occidental y otra oriental,
pero muy pronto los hunos invadieron ambas, dando paso al periodo de descomposición del
Imperio.
La invasión de los hunos trajo consigo a numerosos vampiros, entre ellos Gangrel
descendientes de la Matusalén Mathasunta. Estos vampiros recordaban la guerra entre Ennoia
y Zapathasura y llegaron llenos de resentimiento. El conflicto fue largo y sangriento, y
distrajo temporalmente a los Ravnos de su guerra contra los asuratizayya, pero finalmente, los
invasores fueron expulsados. Afortunadamente para los Ravnos, los propios conflictos entre
los asuratizayya impidieron que pudieran sacar ventaja durante este período. Al parecer
existían profundas diferencias filosóficas y dhármicas entre los asuratizayya indios y sus
parientes del Reino Medio.
Con el dominio gupta, que unificó políticamente la India, el arte y la cultura alcanzaron
un gran esplendor y refinamiento, y losRavnos no fueron ajenos al mismo, aunque en el
esplendor participaron diversos clanes.
Sin embargo, a pesar de que los hunos heftalitas fueron derrotados hacia el año 536 por
el rey Malwa Yasodharam, el reino gupta entró en decadencia y se fragmentó en pequeños reinos:
destacando los de Sthanesvara, calukya y pallava, que a menudo se enfrentaron entre ellos.
Durante esta época el Matusalén Chandraputra trató de mantener la unidad del reino
gupta, pero la llamada del letargo y las propias disensiones internas entre sus seguidores no
consiguieron evitar la decadencia del reino. Muchos vampiros se beneficiaron de la
fragmentación, consiguiendo dominios propios entre la multitud de rajás que aparecieron
durante los siglos VI y VII.
A partir del siglo VIII y hasta finales de la Edad Media, la historia de la India está
marcada por el reiterado fracaso de las tentativas por establecer un Imperio unificado, por la
expansión del Islam y por la creciente importancia del Sur como refugio del hinduismo puro
frente a los invasores musulmanes Mohamed ibn Qasim, y con él el islamismo, penetró en el año
711 hasta el Sind, después de una marcha a través del desierto de Maram. Sus posteriores
intentos de conquista sobre el Sind fueron rechazados por el Reino de Cachemira, lo que
marcará una constante en la lenta y espasmódica penetración de los conquistadores musulmanes
ya que, cuando pueden, los hindúes también reconquistan parte de los territorios perdidos.
La llegada del Islam coincidió con el flujo de un importante contingente de vampiros
Assamitas de Occidente, que seguían el avance de la nueva religión para obtener nuevos
dominios. Sin embargo, su presencia no fue aceptada por los Ravnos ni por los vampiros indios,
salvo contadas excepciones, y los enfrentamientos entre vampiros musulmanes e hindúes se
prolongarían durante siglos.
El éxito de los conquistadores musulmanes hay que justificarlo por su ventaja en
armamento moderno y por sus técnicas de combate, a pesar de ser inferiores en número. Después
de la conquista de Sind, sigue la del Punjab hacia el año 1000, la de todo el norte de la India
hacia el 1200, la de Gujarat, Malwa y Dekán hacia el 1300 y, por último, la de la India
meridional aproximadamente en el 1700.
En el Oeste, el último soberano hindú de Sind sucumbió en 712 ante las tropas árabes
procedentes de Beluchistán, pero las castas de caballería de los rajputas (hijos de reyes)
impidieron un mayor avance de los invasores islámicos. La aparición de esta nueva nobleza debió
de ocurrir a lo largo del siglo VII. Los rajputas, como casta guerrera organizada, dominan
sobre una región que comprendía los cursos fluviales del Indo, el Jumma y el Chambal. Su mítico
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origen lo entroncaban con las dinastías del Sol, de la Luna o del fuego, aunque en realidad
eran en su mayor parte descendientes de hordas de guerreros extranjeras como los hunos.
A pesar de las continuas guerras entre las diferentes dinastías y de la fragmentación de
los Estados, la vida económica fue bastante próspera, con un artesanado numeroso y activo, una
vida urbana intensa y una agricultura sin apenas transformaciones, que producía trigo, arroz,
caña de azúcar, frutas, hortalizas y algodón. Pero en las fronteras septentrionales del
subcontinente indio, en el mundo islámico, la hegemonía había pasado de los abbasíes a las
iranios y después a los turcos, procedentes del Turquestán occidental y convertidos al Islam.
En el norte de la India, en Nepal y el Tíbet, prosperó la secta de los Hijos de Osiris, a la
que se habían unido numerosos Ravnos y que había asimilado enseñanzas budistas e hinduistas.
Estos vampiros mantuvieron buenas relaciones con los hombres lobo y otros pueblos cambiantes
de la India, aunque raramente se alejaban de sus santuarios y templos. Destaca en especial la
figura del sabio y místico Milarepa, un santo budista que tras aprender los secretos de la
hechicería oscura para vengarse de sus tíos, renegó de sus actos y alcanzó la santidad tras
varios años de meditación y prácticas rituales en el Himalaya. La fama de Milarepa y sus
milagros se extendieron, y cuando fue envenenado por un lama que envidiaba sus hazañas, un
antiguo Ravnos lo Abrazó y sería aceptado por los Hijos de Osiris.
Ciento cincuenta años más tarde de la conquista del Punjab por parte de Mahmud de
Gazna tuvo lugar el asalto musulmán definitivo a la India, con las conquistas del turco
Muhammad de Ghor. Éste arrebató Afganistán a los gaznavíes en 1186, y emprendió la conquista
del Punjab, del Sind y, posteriormente, de la cuenca del Ganges. En 1192 acabó con los últimos
gaznavíes que todavía gobernaban en Lahore, a los que derrotó en la batalla de Tamesvar,
asegurando cinco siglos de dominación musulmana en el norte de la India. En 1202, Muhammad de
Ghor (1186-1206) era el señor de toda la llanura indogangética, pero en 1206 fue asesinado.
Los lugartenientes de Muhammad de Ghor, los generales Qutb al-Din Aybak y Muhammad
ibn Bajtiyar (los gúridas), recogieron su herencia y fundaron el sultanato de Delhi, que declaró
la guerra santa al hinduismo y se extendió por todo el centro de la India y la mayor parte del
Dekán. Desde entonces, el sultanato o imperio de Delhi fije el punto obligado de referencia en
toda la evolución política del subcontinente hasta el día de hoy.
Qutb al-Din Aybak logró establecer una dinastía, si bien poco después, siendo sultán su
hijo Iltutmis, ya se hubo de repeler el primer ataque de los mongoles, que a partir de entonces y
a lo largo de todo el siglo XIII amenazaron repetidas veces el norte de la India.
En 1290, el jefe de un clan turco de Afganistán se apoderó de Delhi, y el sobrino de este
nuevo conquistador, Ala al-Din, prosiguió la conquista musulmana, ocupando Malva en 1305 y
ampliando sus dominios hacia el Sur, si bien también tuvo el mérito de salvar nuevamente a la
India de un ataque mongol.
Tras la muerte de Ala al-Din, y después de una serie de intrigas palaciegas, el poder pasó
a manos de Muhammad ibn Tugluq (1325-1351), fundador de la dinastía de los tugluquíes; este
personaje, de extrema crueldad, logró dominar la mayor parte del subcontinente del que sólo
quedaban fuera Cachemira, Orissa, las costas de Malabar y sectores de Rajputana en el Sur.
Para gobernar este inmenso territorio no dudó en emplear métodos de deportación masiva de
poblaciones enteras, aumentar la presión fiscal y trasladar su capital de Delhi a Degaviri
(Daulatabad), a la vez que logró comprar la retirada de los mongoles, que habían vuelto a
invadir el norte de sus dominios. Su sucesor, Firfuz Shah (1351-1388), mucho más condescendiente
que su padre, se preocupo por hacer prosperar a su pueblo, trasladando nuevamente la capital
a Delhi, a la vez que emprendía grandes obras públicas de todo tipo, en especial de irrigación.
Intentó imponer la ley islámica a todos sus súbditos, pero murió sin haber logrado este objetivo,
que únicamente llegó a utilizarse para motivos penales.
El gobierno de Firfuz Shah no logró impedir el inicio del desmembramiento de sus inmensos
territorios, ya que en 1345 se independizaría el sultanato de los bahmaníes, y en 1352 se formó el
Reino de Bengala. Diez años después de la muerte de este soberano, en 1393, los ejércitos de
Tamerlán penetraron en la India y saquearon Delhi, llevándose como esclavos a numerosos
artesanos para embellecer Samarcanda. Después de esta sangrienta incursión, la India quedó
dividida en Estados independientes: entre los islámicos destacaban el sultanato de Delhi, el
Reino de Bengala y Cachemira; y entre los otros destacaban los de Gujarat, Jaunpur, Malwa, y
sobre todo el Reino sureño de Vijayanagar, fundado en 1336, que recogería la herencia del
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pasado hindú y la mantendría hasta casi finales el siglo XVI, gracias a su rico comercio basado
en productos textiles, arroz, azúcar y especias; pero este esplendor se fue desvaneciendo
lentamente al ser suplantado por la colonia portuguesa de Goa.
La conquista musulmana del norte de la India cambio profundamente la sociedad hindú,
su cultura tradicional y sobre codo su estructura política. Mientras que el Sur se mantuvo a
la defensiva ante los avances islámicos en el Norte surgiría una verdadera cultura indiomusulmana que nos ha dejado numerosas obras maestras artísticas de todo tipo y que se extendió
también por gran parte del mundo islámico asiático.
A pesar del éxito de los conquistadores musulmanes éste no se correspondió con sus
contrapartidas vampíricas. Aunque los Assamitas y otros clanes consiguieron establecer
dominios en la India, a menudo se encontraron con la oposición feroz de los Ravnos y los
vampiros hindúes, que les forzaron a retirarse en numerosas ocasiones y a negociar su presencia
en la zona. Sin embargo, la llegada de nuevos asuratizayya del Reino Medio llevó a los Ravnos
a realizar pactos puntuales con los recién llegados, algunos de los cuales fueron reclutados
en su guerra sagrada, aunque no fue una práctica común.
EL LEJANO ORIENTE
No todos los gitanos emigraron hacia Occidente. Algunos miembros de la casta de los
Chandalas viajaron hasta Bactria y el Occidente de China. Con ellos iban algunos Ravnos
conocidos colectivamente como los Kalderash, debido a sus habilidades en la forja y la
orfebrería. La mayor parte del tiempo procuraban pasar desapercibidos ante los Kuei-Jin,
aunque existe constancia de que por lo menos en algunos casos individuales llegaron a acuerdos
con ellos. Durante su estancia en Oriente los Kalderash amasaron enormes fortunas, pero sus
tratos con los asuratizayya no eran de agrado para los Ravnos de la India, que los rechazaron
y marginaron de sus reuniones.
LA INQUISICIÓN Y LA FORMACIÓN DE LA CAMARILLA
En el siglo XIV la Inquisición, y más en concreto una serie de organizaciones de
cazadores de vampiros que actuaban bajo el manto de los inquisidores, descubrieron a numerosos
Cainitas y los destruyeron. Los Ravnos sedentarios fueron los más afectados, aunque los
Ravnos nómadas también sufrieron numerosas bajas cuando las poblaciones gitanas atrajeron
la atención de los inquisidores.
Como otros clanes, algunos Ravnos utilizaron a la Inquisición para deshacerse de sus
enemigos, aunque nunca pudieron controlar el conjunto institucional. Las cacerías de vampiros
y las hogueras hicieron creer a muchos Vástagos que había llegado la Gehenna.
En la hora más oscura de la Inquisición, cuando los anarquistas se rebelaron contra los
antiguos y la guerra entre vampiros azotaba Europa, unos pocos y emprendedores Vástagos
crearon una nueva organización vampírica para ocultarse de los mortales y poner fin a los
desmanes de los Cainitas rebeldes.
Algunos antiguos Ravnos como Durga Syn participaron en los primeros cónclaves y
reuniones que dieron lugar a la Camarilla, y aunque en principio todos los vampiros estaban
invitados a unirse a la secta, es cierto que otros clanes eran rechazados. Aunque los miembros
de estos últimos podían unirse a título individual, no podían esperar los mismos derechos.
Dada la conducta atribuida a los Ravnos y su debilidad para organizarse, fueron
excluidos, junto con los Assamitas, los Seguidores de Set y los Giovanni. Aunque generalmente
se dice que estos clanes eligieron el camino de la independencia, apartados de la guerra de
sectas, la verdad es que lo hicieron porque no tenían elección.
LA MIGRACIÓN DE LOS GITANOS
Durante la Edad Media los gitanos, cíngaros o romaníes se extendieron lentamente por
Europa. Como ya se ha mencionado, varios Ravnos viajaban con las kumpaniyi (grupos familiares
nómadas). Estos Ravnos, cuyos ancestros habían sido Chandalas en la India, se sentían
superiores a los Ravnos occidentales, que habían contaminado su sangre Abrazando lejos de su
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hogar ancestral e ignorado sus tradiciones. Normalmente los encuentros entre los Ravnos
gitanos y los occidentales solían terminar en discusiones cuando no en luchas. Con el tiempo los
Ravnos gitanos constituyeron la mayoría del clan en Europa, mientras que los europeos
permanecían ocultos o eran considerados excepciones a la norma.
Algunos Ravnos europeos fueron “convertidos” por la fuerza por los Ravnos gitanos. Al
principio intentaron enseñar a sus parientes occidentales la Mayaparisatya pero muchos –
especialmente los neonatos y los ancillae- terminaron por convertirse a la Senda de la
Paradoja occidental. La estructura de jati o castas de la India constituía una carga y la Senda
de la Paradoja borraba todo tipo de distinciones.
Entre los Ravnos gitanos o Phralmulo viajaba un pequeño grupo de Ravnos de la casta
brahmán, que habían sido expulsados junto con los Chandalas y habían adoptado una nueva
identidad. Esta elite se hacían llamar los Phuri Dae y los Ravnos gitanos recurrían a ellos en
busca de consejo y orientación.
A principios del siglo XV, aprovechando los disturbios y el caos entre antiguos y
anarquistas, los Ravnos incitaron a los gitanos a continuar su marcha hacia Oeste desde
Europa Oriental. Muchos deseaban escapar de la servidumbre y la esclavitud a la que estaban
sometidos en los principados rumanos, pero sin duda el principal motivo fue el avance de los
turcos otomanos. Al evadirse de los territorios azotados por la guerra, los gitanos, a quienes
estas querellas no importaban, esperaban descubrir comarcas más apacibles.
No se trató de un éxodo masivo, y muchos cíngaros permanecieron en Europa Oriental,
donde permanecieron hasta nuestros días. Los emigrantes eran pequeños grupos que buscaban
nuevos países para explorar primero y explotar después. Anteriormente los Ravnos gitanos se
habían aventurado en Europa Central y Occidental, colándose en medio de vagabundos, viajeros
y bandidos.
Las kumpaniyi de gitanos estaban compuestas por grandes caravanas familiares de gentes
de aspecto extranjero, cuyos jefes ostentaban títulos de voivodas, duques, príncipes, condes y
caballeros. Estos jefes se presentaban ante las autoridades de los países que atravesaban y se
ganaban su confianza afirmando que procedían de Egipto o de Oriente y se encontraban en
peregrinación para hacer penitencia. Esta historia, múltiples veces utilizada y alterada, se debía
a que los peregrinos medievales tenían un carácter casi sagrado y todo buen cristiano, clérigo o
laico, debían prestarles ayuda y asistencia. De hecho, muchos utilizaban su condición para vivir
de las limosnas públicas y privadas.
Las primeras bandas atravesaron Hungría y llegaron al Sacro Romano Imperio
Germánico, donde –con la ayuda de los Ravnos- consiguieron hacerse entregar por el rey
Segismundo cartas de protección. Con estos documentos atravesaron Soest, Westfalia,
Luxemburgo y Hamburgo. A pesar de la protección imperial no siempre eran autorizados a
entrar en las ciudades y en algunas ocasiones no se atrevían a mostrarse.
Hacia 1418 varias kumpaniyi llegaron a Suiza, en todos los cantones, y algunos de los
contemporáneos lo consideraron una auténtica invasión en toda regla. Según las crónicas de la
época los gitanos vestían de forma miserable, pero poseían oro y plata y bebían y comían bien.
También tenían la enojosa costumbre de aprovisionarse furtivamente.
Nuevas kumpaniyi comenzaron a salir de Hungría, siguiendo los pasos de sus
predecesores, avanzando cada vez más hacia el Oeste, hasta que la presencia de los cíngaros se
convirtió en un acontecimiento frecuente en el Sacro Romano Imperio Germánico. En este lugar
varios vagabundos los imitaron y formaron sus propias bandas errantes, adoptando la vida y
algunos oficios de los nómadas. Algunos Ravnos acompañaron a estos imitadores, pero los
antiguos lo desaconsejaban, manteniéndose entre los gitanos.
En 1419 los primeros cíngaros llegaron a Saboya, y desde allí pasaron a Francia,
continuando su viaje a través de Provenza y posteriormente dirigiéndose hacia el norte y los
Países Bajos. Repetidas veces mostraron las cartas de protección del emperador, pero a medida
que abandonaban el ámbito imperial buscaron otros protectores. En julio de 1422 una kumpaniyi
gitana llegó a Roma y su jefe, el duque Miguel, intentó entrevistarse con el Papa Martín V.
Poco después los gitanos comenzaron a mostrar cartas de protección papales, aunque su
autenticidad era harto dudosa y se cree que los Ravnos ayudaron a sus protegidos a obtenerlas.
Pocos años después de su llegada al sur de Francia los gitanos pasaron a España.
Algunos autores han supuesto que llegaron a la península ibérica bordeando, desde Egipto, la
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costa africana, aunque no existen pruebas. Algunos eruditos vampíricos consideran que los
Ravnos Alejandrinos se encontraron con estos nómadas y los acompañaron, contándoles sus
historias y tradiciones.
El desembarco de los primeros gitanos en Inglaterra y Escocia pasó inadvertido y no
quedan testimonios de ello. Causaron menos sorpresa entre la población debido a que desde
tiempo inmemorial en las Islas Británicas existían gentes denominadas tinkers, en su mayoría
nómadas, cuyos medios de subsistencia eran similares a los gitanos. Muy pronto los recién
llegados adoptaron este nombre, y aunque en ocasiones se relacionaron con los tinkers, a
menudo hubo estallidos de hostilidad.
No sólo los Ravnos acompañaban a los gitanos, algunas familias fueron “adoptadas” por
los Gangrel, que en muchas ocasiones los tomaban como rebaño después de destruir a sus
enemigos ancestrales. Otros vampiros como los Tzimisce de Europa Oriental aceptaron a los
gitanos como sus siervos a cambio de protección contra otros seres sobrenaturales. Asimismo,
hombres lobo, hadas y hechiceros encontraron cobijo entre las familias gitanas, aunque los
Ravnos constituían uno de los grupos con mayor influencia entre el pueblo gitano.
LA EDAD DE LAS EXPLORACIONES
Mientras la Camarilla se asentaba en la sociedad vampírica y la Inquisición comenzaba a
perder fuerza (al menos en lo que respecta a la destrucción de los vampiros), las naciones
europeas comenzaron a construir imperios y colonias en América, África y Asia. Los Ravnos –y
el resto de los clanes- los siguieron poco después.
Con la Camarilla y el Sabbat luchando por el dominio de las colonias las nuevas tierras
representaron una oportunidad para los Ravnos, encontrando los yermos inexplorados
preferibles al rechazo de los príncipes europeos. Los Ravnos gitanos tenían la ventaja de que
viajaban acompañados de grupos de mortales que rara vez permanecían en un mismo lugar
durante mucho tiempo.
EL RENACIMIENTO Y EL SABBAT
Poco después de la creación de la Camarilla una revolución cultural y artística se
extendió por Europa –el Renacimiento. Para los Ravnos esta época significó un incremento del
comercio y del contrabando de mercancías ilegales y en este ámbito los Ravnos se habían
afincado desde hacía siglos, proporcionando placeres prohibidos a cualquiera dispuesto a pagar
el precio. Otros Ravnos continuaron con actividades como la piratería y el esclavismo.
El Renacimiento fue un período próspero para los Ravnos Sibaritas, muchos de ellos
asentados en el comercio de esclavos. No fueron los únicos. Algunos Ravnos gitanos vendieron
a sus parientes mortales en servidumbre a los terratenientes de Europa Oriental.
Cuando se formó el Sabbat muchos Ravnos, principalmente Sibaritas, se unieron a la
secta, mientras que otros vieron a la secta como una oportunidad para librarse de las ataduras
de casta de sus antiguos. Los seguidores de la Senda de la Paradoja occidental rechazaban
cualquier expresión de estructura y sociedad, pero el Sabbat proporcionaba una secta donde los
vampiros podían satisfacer sus deseos más básicos. Curiosamente, los Ravnos no extendieron la
Senda de la Paradoja en el Sabbat, y esta filosofía es prácticamente desconocida dentro de la
secta, aunque varios de sus preceptos influyeron en otras filosofías. Otros Ravnos se
convirtieron en seguidores de la Senda de la Catarsis.
Muy pocos Ravnos del Sabbat eran gitanos, lo que reflejó la perspectiva de que los
Ravnos Abrazaban exclusivamente entre los gitanos y que los renegados del clan se habían
unido al Sabbat. Dentro de la secta actuaron a menudo como exploradores y espías y
relativamente pocos alcanzaron posiciones de poder.
AMÉRICA
No todos los colonos que llegaron al Nuevo Mundo viajaron con afán de exploración o
de conocer nuevas tierras. Muchos emigraron –o más correctamente, huyeron- para dejar su
pasado atrás. Los Ravnos viajaron por la misma razón, buscando huir de la opresión de la
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Camarilla o de la guerra de sectas, a un lugar donde no existían príncipes antiguos y los demás
clanes estaban ocupados asentando sus dominios.
Entre los nativos americanos ya había presentes otros linajes vampíricos como los
Gangrel y los Nosferatu, y otros muchos estaban ferozmente protegidos por la presencia de los
hombres lobo. Entre las tribus de Norteaméica existían algunos vampiros que poseían
habilidades semejantes a las de los Ravnos. Estos Vástagos conocían leyendas sobre sus orígenes
en una lejana tierra y tenían en gran estima a los tótems embaucadores del Cuervo y el Coyote,
aunque los eruditos vampíricos no tienen claro si su origen es anterior a la llegada de los
europeos o fueron Abrazados en los primeros años de la colonización.
Los Ravnos llamaron a estos parientes perdidos Ravnos Neve (Nuevos Ravnos) y varios
idealistas del clan se aliaron con ellos en su sangrienta e infructuosa resistencia ante los
colonos blancos (aunque otros Ravnos no tuvieron ningún escrúpulo en traicionarles). Se cree
que este linaje fue destruido por los mortales europeos, aunque de vez en cuando surgieron
rumores sobre la supervivencia de uno u otro individuo, como el extraño conocido como Asesino
de Sabandijas, que apareció en Tucson, Arizona a finales del siglo XIX.
Aunque los primeros Ravnos que llegaron a América pertenecían al Sabbat, los Ravnos
gitanos no tardaron en seguirles poco después, debido a las medidas disciplinarias que los
gobiernos mortales tomaron contra los gitanos. A finales del siglo XVI comenzaron las
primeras deportaciones masivas: los portugueses enviaron a grupos de gitanos a África y Brasil.
El número de estos deportados era bastante elevado y se multiplicó durante los siglos XVII y
XVIII. España también procuró deshacerse de sus gitanos, sobre todo durante el siglo XVIII. En
América eran conocidos como “chinganeros”.El sistema de deportación también tuvo partidarios
en Inglaterra, que enviaron a grupos de gitanos a Jamaica, Barbados y Norteamérica.
Al estallar la Revolución Americana los Ravnos se mantuvieron al margen de lo que
constituía una guerra ajena a ellos. Para ellos resultaba ridículo jurar lealtad a cualquier
gobierno, y cuando nacieron los Estados Unidos, el clan no lo celebró; bajo las antiguas
autoridades británicas los gitanos eran ignorados ante asuntos más urgentes.
En Francia, en 1788, hubo un proyecto para crear una colonia gitana en América,
compuesta por voluntarios. Los organismos coloniales propusieron un establecimiento en la
Guayana, pero con el estallido de la Revolución Francesa el proyecto quedó olvidado.
Los Ravnos gitanos se acostumbraron a la vida en el Nuevo Mundo, y muchos viajaban
entre América y Europa manteniendo el contacto con los antiguos europeos. Otras kumpaniyi
perdieron con el tiempo sus lazos con Europa.
Durante el siglo XIX la presencia de los Ravnos del Sabbat aumentó en Norteamérica,
viajando en pequeños grupos o participando en la colonización del Salvaje Oeste. Varias
ciudades fronterizas fueron dominadas por los Ravnos, que las arrebataron a otros vampiros
que simplemente no tenían suficientes recursos para mantenerlas. Otros se enriquecieron
enormemente con el comercio de esclavos en los Estados del Sur hasta la Guerra de Secesión, y
algunos se especializaron en el comercio de sangre para los vampiros, buscando recipientes
específicos para los gustos más refinados.
ÁFRICA
Comúnmente se cree que tras enfrentarse a su sire, el chiquillo de Ravnos conocido como
Rakshasa, huyó al oeste a África (aunque otras versiones señalan al este) y Abrazó progenie
durante su viaje. Les transmitió algunos de sus conocimientos pero no permaneció mucho tiempo
con ellos antes de trasladarse. Al menos cuatro linajes de Ravnos africanos o Kinyonyi afirman
descender de una figura embaucadora sin nombre ni origen conocidos, que les advirtió que no
practicaran los pecados de su padre y que se prepararan para el momento en que “nuestro
ancestro vuelva su ira hacia nosotros y destruya el mundo.” La última evidencia conocida sobre
el Rakshasa en África se remonta hacia el año 1000 a.C.
Aunque los relatos sobre el fundador de los linajes Kinyonyi han sido atribuidos a
Rakshasa, algunos eruditos vampíricos creen que se trata de Ramessu de Egipto, y que los
relatos confunden a ambos. Esta confusión es propia de la figura de un embaucador, y el propio
Ramessu transmitió a sus chiquillos De Egipto leyendas en las que afirmaba ser descendientes de
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los dioses o faraones. Alternativamente otros eruditos proponen que el fundador africano
podría ser un chiquillo desconocido de Ravnos o un antiguo de una generación posterior.
Aunque la presencia africana de los Kinyonyi es muy antigua, no fue tan visible como la
de otros clanes. Algunos Kinyonyi se encontraron con los Ravnos occidentales en el Norte de
África durante la época fenicia y en las rutas comerciales que llevaban a los reinos del centro
y sur de África.
Los Kinyonyi tomaron su nombre de la palabra Luganda que significa “pájaro”. Los más
antiguos afirman que su linaje viajó a África desde el este, y aunque unos pocos aseguran
descender de los gitanos, su clan ya se encontraba asentado en el continente mucho antes de que
los Chandalas comenzasen su migración desde la India. Algunos linajes africanos trazaban su
ascendencia hasta seres embaucadores de leyenda como Anansi o Eshu, y algunos antiguos
incluso afirmaron ser esas figuras.
Entre los vampiros africanos o Laibon los Kinyonyi actuaban como mercenarios
itinerantes, y su contribución a la sociedad vampírica no era muy estable, viajando de dominio en
dominio, ofreciendo sus servicios y habilidades por el precio adecuado, como comerciantes,
mensajeros, matones o asesinos.
Por razones desconocidas la maldición de los Ravnos se manifestaba de una forma más
sutil e insidiosa entre los Kinyonyi. Aunque no eran más proclives a dejarse llevar por la
tentación y el exceso que el resto de los Vástagos, si se asentaban en un lugar pronto atraían
las sospechas y eran acusados por los demás vampiros de algún crimen. Esta situación los
obligaba a viajar de un lugar a otro, reforzando su carácter nómada. Su reputación les
precedía y pocos adquirían la confianza de los demás vampiros.
Uno de los más reputados antiguos era Wakumota, una figura legendaria de piel y
cabello claros, lo que claramente indica que no era un nativo africano. Wakumota ayudó a
numerosos Laibon, rescatando vampiros de la muerte, encontrando objetos perdidos y
estableciendo la paz entre los Laibon.
Sin embargo, la mayor hazaña de Wakumota es una leyenda que rara vez ha sido
escuchada fuera de los círculos de los Kinyonyi. Se dice que uno de los grandes reyes Guruhi
(Nosferatu) de África quería poseer el sol y le pidió a Wakumota que se lo consiguiera.
Wakumota no era estúpido –sabía que los Laibon no debían mirar al sol ni bañarse en sus rayospero sabía que obtendría una gran recompensa del avaricioso rey. Al principio se excusó,
diciendo que la tarea le parecía imposible, para elevar el precio.
“Pero rey de reyes,” insistió Wakumota, “nuestra especie es incapaz de contemplar el sol,
tal es el precio de nuestra maldición.
“No me importa, lo quiero.” Replicó el rey Guruhi.
“Pero maestro de los magaji,” Wakumota respondió,”el resto del mundo sabrá enseguida
que el sol ha sido robado.”
“No me importa, lo quiero.” Replicó el rey Guruhi.
“Pero gobernador de la noche,” Wakumota insistió, “sin el sol el resto del mundo
caminará en la oscuridad.”
“No me importa, lo quiero.” Replicó el rey Guruhi.
Y así discutieron durante ciento una noches, hasta que el Guruhi finalmente le preguntó
a Wakumota, “¿No puedes hacer esto, Wakumota?”
Al oír esto, Wakumota el Zurdo replicó, “Por supuesto que puedo. Tendrás el sol cuando
te levantes mañana por la noche.”
Al día siguiente, mientras el rey Guruhi dormía, Wakumota tomó prestado el manto de la
luna para poder moverse durante el día. Acudió junto al sol y le dijo, “Sol, he descubierto una
conspiración contra ti, y por una sola moneda te contaré todo.”
El sol le dio la moneda a Wakumota y el Kinyonyi replicó que la siguiente persona que
llevara la moneda sería el conspirador. Entonces regresó al palacio del rey Guruhi.
Cuando el rey Guruhi despertó, Wakumota le dijo, “He capturado el sol para ti y aquí lo
tienes”, y le dio la moneda del sol. “Pero nunca debes mostrarlo,” prosiguió Wakumota, “porque
he colocado una joya falsa en su lugar y si revelas que tú eres el verdadero propietario del sol
todos sabrán que han sido engañado y se pondrán muy furiosos.”
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El rey Guruhi aceptó, pero no tenía intención de guardar el secreto. Como propietario
del sol, se consideraba el dueño de todo y podía destruir con facilidad a cualquiera que se
enfureciese o se sintiese engañado.
Un mes después decidió mostrar su tesoro ante la corte. Se levantó ante los Laibon
reunidos y sacó la moneda del sol para que todos la vieran. “¡Mirad el sol que tengo en mi mano!”
Gritó. “¡El sol que brilla en el cielo durante el día sólo es una joya que he colocado allí para
que cumpla el cometido del verdadero!” La multitud se sorprendió…
…y el sol, viendo al conspirador que llevaba su moneda a través del cielo de la noche,
envió uno de sus rayos para golpear al vanidoso rey Guruhi, del que sólo quedaron cenizas.
Wakumota movió apesadumbrado su cabeza y se marchó. Había recibido su pago, así que lo
que había ocurrido no era culpa suya.
LA ESCLAVITUD EN RUMANÍA
Contrariamente a los demás países europeos, que se esforzaban por expulsar a los
gitanos de sus territorios, en Valaquia y Moldavia se les prohibía emigrar al extranjero.
Estaban situados bajo un estado de esclavitud, un medio de conservar por coacción una mano de
obra que se consideraba indispensable. Hubo esclavos gitanos ya desde el siglo XIV y eran
comprados y vendidos con la tierra a la que estaban sujetos. En época de hambruna, los gitanos
libres se vendían a sí mismos para sobrevivir. Estaba permitido a los amos castigar a sus
esclavos, pegarles, encadenarles y hasta encarcelarles, aunque no podían ejecutarlos si no
habían cometido un crimen que mereciese ese castigo. Aunque todo intento de huida al extranjero
era reprimido duramente, las evasiones eran bastante frecuentes.
Los esclavos gitanos trabajan para los voivodas, el clero y los boyardos, ocupándose de
labores domésticas y artísticas, y muy especialmente la forja y la orfebrería, habilidades por las
que eran muy apreciados.
En ocasiones los gitanos caían bajo el control de los vampiros del clan Tzimisce, y a
cambio de la protección de sus rebaños algunos Ravnos se sometían voluntariamente a un
Vínculo de Sangre y se convertían en agentes y espías de los voivodas vampíricos.
Durante el siglo XIX, varios Ravnos, dirigidos por la antigua Durga Syn, lucharon para
terminar con la esclavitud de los gitanos. En varios lugares los estatutos de esclavitud fueron
suavizados y en otros los vampiros llevaron a sus rebaños mortales a la rebelión. Aunque los
gitanos eran inferiores en número a sus esclavizadores, el poder combinado de su voluntad y el
poder de los vampiros obligaron al gobierno rumano a liberarles. Oficialmente todos los
esclavos gitanos de Valaquia y Moldavia fueron liberados entre 1855 y 1856.
Animados por su éxito muchos Ravnos se adentraron en las ciudades y pueblos de Europa
Oriental y Oriente Medio en busca de venganza contra los mortales que habían esclavizado a
los gitanos. Durante este período muchos consiguieron hacerse con el control de muchas redes
de contrabando y actividades ilegales, especialmente el juego, las drogas y la prostitución.
Estos contactos les permitieron rivalizar con los Nosferatu a la hora de obtener información.
EL IMPERIO MOGOL DE LA INDIA
A comienzos del siglo XVI, la India estaba dividida en numerosos Estados, en su mayor
parte regidos por príncipes musulmanes. El sultanato de Delhi era demasiado débil para poder
imponer la unidad política, sobre territorios de hecho independientes. La mayoría de los
príncipes eran conquistadores musulmanes, afganos o turquestanos, que mantenían sometida a
la población hindú. En otras zonas la debilidad del sultanato de Delhi fue aprovechada por
jefes hindúes para independizarse. Así ocurrió en el Rajastán, territorio ocupado por dos
clanes, el del Marwar y el de Mewar, que eran de hecho agrupaciones de jefes de clanes
independientes.
Muchos vampiros indios, situados en los estratos más bajos de la sociedad de castas,
abrazaron el Islam y utilizaron la presencia de los conquistadores musulmanes para hacerse
con el poder en varios dominios. La mayoría de los Ravnos permanecieron en territorio hindú y
lucharon contra los invasores y los renegados, pero a pesar de sus victorias carecían de un
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liderazgo unificado, sobre todo después de que el Matusalén Chandraputra entrase en letargo,
y no consiguieron consolidar sus victorias.
Esta situación dejaba a merced de una invasión victoriosa todo el territorio indio, y fue
lo que ocurrió cuando el señor de Kabul, Baber el León (1483-1530), tras invadir el Punjab,
decidió en 1526 apoderarse de la India. Tras apoderarse de las ciudades de Delhi y Agra, fue
investido emperador del Indostán. Así comenzó el Imperio mogol en la India. De momento no
dominaba más que la llanura del Indo y el Ganges, pero la derrota en 1527 de los príncipes
rajputas y afganos le dio el control de la India septentrional.
Los comienzos del Imperio Mogol dieron comienzo a un nuevo influjo de vampiros
Assamitas en la India, que se asentaron firmemente en el norte de la India y se aliaron con los
vampiros musulmanes. Fomentaron las medidas discriminatorias contra los hindúes y lucharon
contra los Ravnos que habitaban entre ellos.
Al acceder al trono su hijo y sucesor Humayún (1530-1556) la presencia mogola no era
apenas más que una ocupación militar mantenida por el prestigio personal de Baber, y los
hindúes estuvieron a punto de destruir el Imperio Mogol.
El reinado de Akbar el Grande (1556-1605) fue uno de los más brillantes de toda la
historia india y del mundo de su tiempo, no sólo por las conquistas territoriales, sino por el
desarrollo artístico y cultural. A su llegada al trono, el sultanato de Delhi no era más que
uno de los reinos que existían en la península y sólo abarcaba el Punjab, las llanuras del Indo y
del Ganges y algunas zonas de la India central. La unificación de los diversos reinos bajo un
mismo poder fuerte, y no nominal como había llegado a ser el sultanato de Delhi, supuso una
guerra casi continua durante todo el reinado, conquistando mediante la guerra y la diplomacia
los reinos de Gondwana, Rajastán, Cachemira, Multan, Qandahar y Beluchistán. Sin embargo, el
conquistador mogol se vio obligado a realizar concesiones a los nobles hindúes, que obtuvieron
numerosos privilegios durante su reinado. Cuando Akbar murió en 1605 sólo quedaba
independiente el gran reino hindú de Vijayanagar.
La guerra entre vampiros hindúes y musulmanes continuaba, pero en algunas zonas
llegaron a una tensa convivencia. Muchos Ravnos comprendieron que la presencia de los
invasores estaba demasiado arraigada en la India y en lugar de minar su influencia comenzaron
a utilizarlos como habían hecho con otros mortales. Indirectamente, la presencia musulmana los
beneficiaba, ya que detuvo el flujo de asuratizayya durante un tiempo. Los más acérrimos
defensores de la Mayaparisatya se refugiaron en el reino de Vijayanagar.
EL DECLIVE DE LOS MOGOLES
A la muerte de Akbar el Grande sus sucesores continuaron su legado, basando la
estabilidad de su imperio sobre la personalidad del emperador, la alianza y tolerancia de la
población hindú, especialmente los guerreros rajputs y el equilibrio de poder. Este período de
prosperidad se mantuvo con altibajos hasta comienzos del siglo XVIII, cuando la dominación
mogol comenzó a decaer, sobre todo debido a la intolerancia del emperador Aurangzeb (1648 –
1707), musulmán ortodoxo y sunnita fanático que trató de convertir a la India al Islam y
persiguió a los hinduistas, cobrando elevados impuestos, transformando sus templos en
mezquitas y martirizando a sus sacerdotes.
Los fanáticos Ravnos fomentaron los disturbios y enfrentamientos entre musulmanes e
hindúes, buscando debilitar el dominio musulmán sobre la India. Consideraban a los vampiros que
habían abrazado el Islam como traidores e infieles que debían ser expulsados. Poco a poco
consiguieron que numerosos vasallos bajo la soberanía del gran mogol pasaran a ser
independientes y los vampiros musulmanes fueron expulsados de varios dominios.
Después de 1707 la autoridad de los emperadores mogoles se redujo a la nada frente al
surgimiento de rahjás independientes. El debilitamiento del imperio permitió la intervención de
potencias extranjeras en la política india, entre ellas los países europeos.
Los Ravnos fomentaron las guerras sucesorias y la rebelión de las poblaciones
sometidas, como los sikhs o los maratos y acompañaron a los invasores afganos que saquearon
Delhi en 1757.
Los primeros vampiros europeos llegaron a la India en el siglo XVI y se asentaron sobre
todo en las colonias portuguesas de Goa y Diu y en el golfo de Bengala. Estos ambiciosos
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vampiros ayudaron a los Ravnos a fomentar la disensión entre los principados indios, y
prepararon el camino para la colonización del siglo XIX.
LA COLONIZACIÓN BRITÁNICA DE LA INDIA
.En la India, a comienzos del siglo XIX, los ingleses iniciaron una política expansionista
alentada por Wellesley y llevaron a cabo una toma de posiciones frente a otros imperialismos
vecinos, consiguiendo imponer a varios rahjás aliados en el poder y frenar el expansionismo de
Maharata. A partir de 1813 sólo los reinos de Cachemira, Sindh y Punjab podían considerarse
verdaderamente independientes, y progresivamente iría cayendo bajo la influencia británica
hasta que la reina Victoria I de Inglaterra fue coronada emperatriz de la India en 1877.
Los colonizadores británicos asumieron su misión como un apostolado: trataron de
educar a los indios según los principios occidentales, les enseñaron inglés, intentaron desterrar
sus supersticiones y los usos sociales inconvenientes y los iniciaron en el cristianismo. En fin, a
partir de 1815 llevaron a cabo una labor de britanización de los indígenas que les permitió
contar con los hindúes -no con los musulmanes de los que no se fiaban- como auxiliares de su
administración.
Los vampiros europeos, y especialmente los de la Camarilla, engendraron progenie para
consolidar su dominio sobre los territorios coloniales –muchos de ellos murieron en
enfrentamientos con los Vástagos indios.
La mayoría de los Ravnos se opusieron a la presencia de la Camarilla y la combatieron
junto a otros clanes de la India, principalmente los Seguidores de Set y los Ventrue hindúes.
Convirtieron sus ilusiones y habilidades en armas de guerra. La Camarilla, más acostumbrada a
la débil presencia de los Ravnos gitanos, nunca se había esperado una resistencia semejante de
un clan tan “inefectivo” y reaccionó con lentitud ante los ataques de los Ravnos. Los Ventrue
británicos estuvieron a punto de convencer a sus compañeros de secta de que declararan una
Caza de Sangre a nivel mundial contra los Ravnos, pero algunos avances significativos en la
India les llevaron a moderar su postura.
Durante el siglo XIX los Ravnos continuaron Abrazando entre todas las castas indias,
pero aumentaron su presencia sobre todo entre los guerreros Kshatriya y los comerciantes
Vaisya. La mayoría de las ciudades indias tenían rajás y maharajás Ravnos, entre ellos el
antiguo Surarihan, que tenía a varios rajás mortales bajo el Vínculo de Sangre, y entre los
Ravnos se encontraba el grueso de los vampiros opuestos a la presencia británica. La mayor
fuerza del clan se encontraba en el interior de la India, donde utilizaron los cultos mortales
para sus propósitos, y en especial a los Thuggee o Estranguladores, que se ocultaron y
actuaron desde las sombras después de ser supuestamente exterminados por los británicos hacia
1850. Aunque ningún clan podía afirmar ejercer el control del culto, los Ravnos y los
Assamitas eran los linajes más influyentes. Los Thuggees fueron especialmente útiles a la hora
de asesinar y eliminar a los ghouls y servidores de otros vampiros. En Bombay la Ravnos
Rukhmini Kumasi fue especialmente adepta en el empleo de tácticas de terror, asesinando a los
mortales que se relacionaban con los vampiros de la Camarilla.
Las actividades de los Ravnos de la India no se limitaron a combatir a los europeos. En
la zona de Bengala y en la frontera oriental, continuaban su guerra milenaria contra los
vampiros de Oriente, aunque en este conflicto muy pocos Vástagos indios les apoyaban. De no ser
por su poder como el mayor de los clanes de la India posiblemente los Ravnos indios habrían
sido destruidos durante el siglo XIX debido a la guerra contra dos bandos.
A medida que se consolidaba la influencia británica sobre la India, un pequeño
contingente de Ravnos decidió cooperar con los colonizadores, siendo considerados traidores
por sus hermanos de clan. Como colaboradores algunos estaban motivados por intereses
egoístas, viendo el poder político y las riquezas que podían conseguir con la ayuda de los
británicos.
EL ÚLTIMO SIGLO
La Revolución Industrial del siglo XIX llevó muchos cambios a los Ravnos, que
Abrazaron a numerosos giorgio (Ravnos no gitanos). En América y Europa muchos extendieron
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su influencia sobre el crimen organizado. La lucha entre el Sabbat y la Camarilla constituía un
problema para los negocios Ravnos, y la amenaza del Tratamiento no siempre resultaba
efectiva. Aparte de algunos estallidos de violencia individuales, los Ravnos consiguieron evitar
el conflicto entre ambas sectas.
Es difícil describir el efecto que la Gran Guerra (1914-1918) tuvo sobre los Vástagos. El
conflicto estuvo en su mayor parte restringido a Europa, el corazón político de la Camarilla,
forzando a la secta a adaptarse y a prestar una atención más vigilante a los acontecimientos
mortales. Por el contrario, el conflicto no afectó demasiado a los Ravnos europeos –gitanos en
su mayoría- que simplemente se alejaron del avance de la guerra, y algunos obtuvieron
numerosos favores y beneficios de otros Vástagos trasladándolos a lugares seguros o
informándoles de la presencia de ejércitos mortales.
PORRAJMOS
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, los Ravnos intentaron adaptarse a la
presencia de los ejércitos del Tercer Reich, al igual que habían hecho durante la Gran Guerra.
Sin embargo, muy pronto las cosas cambiaron. La comida fue racionada y muchos gitanos
murieron durante la escasez. Los Ravnos intentaron aprovisionar a sus kumpaniyi mediante sus
contactos en el mercado negro y obteniendo documentos de identidad falsificados. A corto
plazo, el clan comenzó a monopolizar la distribución de cartillas de racionamiento y
documentos de identidad falsificados.
Y entonces comenzó el Porrajmos, el Holocausto gitano.
La expresión más estremecedora de lo que el Nuevo Orden europeo nazi supuso fue el
Holocausto, que significó un cambio esencial en la experiencia colectiva de la Humanidad a
través de los siglos. En otros tiempos -como, por ejemplo, durante la Guerra de los Treinta
Años- el ser humano había practicado la eliminación de sus semejantes animado por supuestas
motivaciones ideales y de principios, pero nunca, en cambio, se había intentado hacer desaparecer
de la superficie de la Tierra una entera categoría racial o religiosa.
Para muchas personas de la sociedad actual el Holocausto fue una matanza
exclusivamente de judíos, pero numerosos comunistas, homosexuales, gitanos y otros
“indeseables” para los políticos nazis sufrieron la miseria y el horror de los campos de
concentración y de las cámaras de gas.
Para los Ravnos europeos el Porrajmos fue un desastre. Los Nazis habían vigilado los
desplazamientos de los gitanos por toda Europa durante un tiempo y capturaron a kumpaniya
tras kumpaniya. Junto con los prisioneros gitanos también fueron capturados docenas, quizás
cientos, de vampiros Ravnos que utilizaban las caravanas gitanas como refugio. Algunos
miembros del clan acusan a los Tremere y Ventrue de Alemania de estar detrás del genocidio
gitano para destruir a los Ravnos, pero realmente el Holocausto fue el resultado de toda una
política que se extendió fuera del control de cualquier vampiro. Aunque es cierto que algunos
Vástagos de la Camarilla estaban infiltrados entre las filas nazis y algunos utilizaron el
Holocausto para destruir a sus enemigos, no puede hablarse de un plan orquestado por la
Camarilla para acabar con el clan Ravnos, aunque sin duda fueron el clan que más bajas sufrió
durante la Segunda Guerra Mundial.
Las persecuciones crearon un cisma entre los Ravnos. Muchos creían que permanecer en
Europa sólo aceleraría su destrucción y que su supervivencia dependía de escapar a África, Asia
y América. Otros optaron por recurrir al letargo para escapar a la persecución nazi hasta que
terminara la guerra.
Otros miembros del clan no se resignaron con tanta facilidad. Apoyaron a los grupos de
resistencia contra la ocupación nazi y en ocasiones adquirieron armas e información
implicándose directamente en la guerra de guerrillas contra los nazis, realizando varios golpes
aislados que no tuvieron un efecto devastador sobre el avance de los alemanes. Indirectamente
muchos gitanos, que habían continuado viajando en paz, fueron culpados de los crímenes de los
Ravnos y acorralados por las tropas nazis y los resistentes vampiros comprendieron que no
podían continuar luchando sin sacrificar a su gente.
Por miedo a la extinción, unos pocos Ravnos intentaron asaltar algunos campos de
concentración y descubrieron una situación abominable: muchos vampiros europeos acechaban en
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la noche, utilizando a los prisioneros para su sustento. Y ante la presencia de tantos vampiros
estos “rescatadores” no podían prevalecer y los campos de concentración continuaron
funcionando hasta el final de la guerra. Para mayor injuria, varios Ravnos se infiltraron en
los campos de concentración para alimentarse de los gitanos capturados en lugar de ayudarles
Entre los Ravnos y Gangrel circulan ciertas historias sobre campos de concentración
que fueron asaltados y destruidos por los vampiros, que Abrazaron a numerosos prisioneros
para volverlos contra sus guardianes. Si esto hubiera sido cierto el Holocausto hubiera sido
una nota marginal en la historia mortal. Es posible que ocurriera en una o dos ocasiones y
posteriormente la historia fue exagerada.
Al fin la guerra terminó, y los gitanos y Ravnos recuperaron su forma de vida, aunque
muchos gitanos supervivientes de los campos de concentración se acordaban de los vampiros que
los cazaban durante la noche y se volvieron contra sus antiguos amos. De hecho, surgió entre
los gitanos una facción radical conocida como Tsurara dedicada al exterminio de todos los
vampiros. Algunos Tsurara fueron Abrazados por los Ravnos y se hicieron llamar Wuzho,
dedicándose a cazar a los vampiros de otros clanes. Muchos Ravnos, abandonados por los
gitanos o llenos de odio por la desaparición de sus familias mortales, se unirían al Sabbat.
HACIA LAS NOCHES FINALES
Tras la postguerra llegó el período de la Guerra Fría, donde el mundo quedó dividido
entre la influencia de los Estados Unidos y la Unión Soviética. Los británicos abandonaron sus
posesiones coloniales en la India, que quedó dividida en dos estados, India y Pakistán, uno de
mayoría hindú y otro de mayoría musulmana. Algunos antiguos Ravnos se despertaron para
encontrarse en un mundo completamente extraño, pero su regreso fue bien recibido por el
incremento de los ataques de los vampiros orientales, que renovaron sus esfuerzos para
expulsar a los vampiros occidentales de la India. Los antiguos Ravnos contraatacaron, con un
notable éxito a corto plazo, pero el conflicto terminó por descontrolarse cuando nuevos y
antiguos asuratizayya llegaron para ayudar a sus jóvenes en la guerra y los Ravnos
comenzaron a Abrazar numerosos chiquillos para que sirvieran como carne de cañón.
Mientras tanto los Ravnos de Occidente intentaban recuperarse de las pérdidas del
Porrajmos, y muchos emigraron a América. Muchos gitanos se estaban asentando y renunciando
a sus antiguas costumbres nómadas, obligando a los Ravnos a asentarse con ellos o buscar otro
rebaño. En América muchos Ravnos se unieron a bandas de motoristas y jóvenes itinerantes del
movimiento hippie, que les proporcionaron una alternativa temporal para los vampiros nómadas.
A medida que transcurría el tiempo la guerra contra los asuratizayya en la India
alcanzó un nivel de hostilidad sin precedentes. Por algún motivo desconocido, los vampiros
orientales estaban llegando en número mayores que nunca. Los Ravnos indios comenzaron a
experimentar con Abrazos masivos y llegaron hasta extremos como provocar el desastre
industrial de Bhopal en 1984
Durante este año varios Ravnos Kshatriyas invadieron la ciudad india de Bhopa y
Abrazaron a numerosos mortales para enviarlos contra los asuratizayya, obligando a sus
chiquillos a alimentarse de sus propios familiares. Para cubrir el incidente de las
desapariciones y las muertes provocaron un accidente en la industria química cercana y
liberaron 40 toneladas de gas tóxico en aire que mató a más de 4.000 personas y 50.000 más
resultaron afectadas. El plan tuvo éxito, y los Ravnos y su carne de cañón cayeron sobre un
ejército de asuratizayyas y lo destruyeron.
A medida que aumentaba la violencia más y más antiguos Ravnos indios despertaban para
ayudar a sus chiquillos. Al mismo tiempo embajadores Ravnos viajaron al este y al oeste para
buscar a sus hermanos huidos o que nunca habían conocido la India. Cuando descubrieron a los
practicantes de la Senda de la Paradoja Occidental con pretensiones de misticismo, a los
Ravnos que desconocían por completo el sentido de la existencia de su clan y a muchos otros,
especialmente en el Sabbat que no se preocupaban por contener sus vicios o se rendían a los
deseos de la Bestia, pasaron a la acción.
Al contrario de lo que había pasado siglos antes, cuando los Sibaritas habían
corrompido a los enviados de la India, los embajadores convirtieron a muchos Ravnos
occidentales a la Mayaparisatya. Algunos seguidores de la Senda de la Paradoja estaban
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cansados de siglos de decadencia con una ética que proclamaba “Todo está permitido, nada está
prohibido.” Sin duda el poder de los antiguos Ravnos y su intolerancia por las indiscreciones de
los jóvenes también influyeron a la hora de conseguir conversos. El cambio llevó años, pero
hacia 1998, la mayoría de los seguidores de la Senda de la Paradoja se habían convertido a la
Mayaparisatya.
Al mismo tiempo que se producían las conversiones surgieron inquietantes rumores sobre
el despertar de poderosos Matusalenes Ravnos que llevaron la destrucción a sus enemigos en la
India. De hecho, parece ser que a finales del siglo XX, cientos –quizás miles- de Ravnos fueron
Abrazados y enviados contra los asuratizayya, y muchos perecieron destruidos en cuestión de
noches.
LA SEMANA DE LAS PESADILLAS
El gran número de Muertes Definitivas había acelerado la llegada de la Gehenna. Al
principio la muerte y los conflictos de numerosos vampiros habían perturbado el sueño de los
Matusalenes Ravnos. A corto plazo esto significó una valiosa ayuda para el clan: una vez los
ancianos vampiros saciaron su sed de sangre con sus descendientes, destruyeron a buena parte
de los asuratizayya de la India.
Pero también los Matusalenes sufrieron algunas bajas y el olor de la sangre derramada
despertó a un ser todavía más poderoso, antiguo y terrible en julio de 1999.
Zapathasura. Dracian. El Antediluviano Ravnos. A medida que los vampiros envejecen
necesitan alimentarse de sangre cada vez más potente. Al principio la sangre animal deja de
saciarles. Después de unos siglos sólo la sangre de otros vampiros puede saciar su sed…y la sed
es cada vez más fuerte. El hecho carece de importancia. En la India la Gehenna había comenzado
y durante siete días la destrucción se desató.
Muchos Ravnos simplemente desaparecieron. Se desconoce si el Antediluviano los devoró
completamente o simplemente destruyó sus mentes, convirtiéndolos en una fuente de sangre sin
voluntad. Lo que ocurrió es que los Ravnos perdieron el control de sus poderes e incluso los
más débiles neonatos producían ilusiones sin esfuerzo ni consciencia alguna. Pocos Ravnos
pudieron aprovechar la fuerza de sus poderes porque sus mentes fueron inundadas de visiones
del Antediluviano. Psíquicos, videntes y lunáticos de todo el mundo también sintieron el
despertar del monstruo, aunque no tuviesen ni idea de lo que estaba ocurriendo. El
Antediluviano contaminó los sueños de todos los habitantes de la Tierra, retorciéndolos en
forma de pesadillas, pero algunos no pudieron escapar de ellos ni despertando.
Otros poderes sobrenaturales acudieron a la India atraídos por el despertar de Ravnos
y le atacaron. La batalla final se produjo en las llanuras pantanosas de Bangladesh. Tres de
los más viejos y poderosos vampiros orientales, de los dharmas Grulla Resplandeciente, Tigre
Diablo y Dragón Asesino (conocidos entre su especie como Bodhisattvas) se enfrentaron al
Antediluviano. Uno de ellos creó un huracán para utilizarlo como arma tanto ofensiva como
defensiva: las gruesas nubes cubrieron la luz del sol, permitiéndoles combatir durante el día.
Los Bhodisattvas utilizaron también sus poderes para crear grietas en los mundos espirituales,
desconocidos para la mayoría de los vampiros occidentales. Esta táctica provocó una segunda
tormenta sobrenatural, debido a la colisión entre el mundo físico y el espiritual. La batalla
resonó en los mundos de los sueños, los espíritus, los demonios y los muertos.
En la cuarta noche, la Tecnocracia, el grupo más poderoso de magos científicos del
planeta también tomó parte en la batalla. Estos magos utilizaban la magia para transformar la
realidad en un paradigma tecnológico y para proteger a la humanidad de la amenaza de los
seres sobrenaturales. La ciencia de los hechiceros identificó la presencia de los vampiros en
medio de la tormenta, así que intentaron utilizar la luz del sol contra ellos. Como no podían
atravesar la capa de nubes utilizaron bombas de neutrones, construidas y modificadas
especialmente para proyectar una radiación letal sobre los seres sobrenaturales. Funcionaron.
Las bombas destruyeron a todas las criaturas…excepto al Antediluviano Ravnos. Sin embargo,
las explosiones y el combate contra los Bhodisattvas lo habían debilitado lo suficiente como
para que cuando se disiparon las nubes la luz del sol reflejada en cuatro satélites lo destruyó
por completo.
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Autor: Alexander Weiss – [email protected]
En ese momento, los Ravnos del mundo se volvieron locos y cayeron en un frenesí
caníbal, sacudidos por un repentino frenesí que barrió todo el clan. Los Ravnos de todo el
mundo se abalanzaron unos sobre otros sintiendo un loco e insaciable apetito por la sangre de
sus hermanos. La sed de rabia, respaldada por un odio milenario, duró cuatro noches, y cuando
terminó menos de cien Ravnos, en su mayoría jóvenes neonatos, habían sobrevivido.
LOS SUPERVIVIENTES Y EL INCIERTO FUTURO
Los demás clanes creyeron que los Ravnos habían sido destruidos por completo y los
escasos supervivientes prefirieron ocultarse de miradas indiscretas. Los vampiros de la
Camarilla que conocieron lo ocurrido prefirieron ocultar el hecho del despertar del
Antediluviano Ravnos.
La mayoría de los Ravnos del Sabbat sobrevivieron, ya que cuando cayeron en un frenesí
asesino, fueron retenidos y ayudados por sus compañeros de secta. Estos Ravnos antitribu han
comenzado a comprender que su Antediluviano fue destruido bajo la luz de cuatro soles y que el
frenesí que recorrió el clan nunca se ha producido en ningún otro linaje, por lo que algunos
han llegado a la conclusión de que los Lasombra y Tzimisce mienten cuando afirman haber
destruido a sus Antediluvianos, y que los Ravnos son el único clan digno de dirigir el Sabbat.
Hasta el momento muy pocos lo han manifestado abiertamente, pero algunos han comenzado a
actuar para subvertir el Sabbat y asumir el liderazgo de la secta.
Aunque los supervivientes son vampiros muy jóvenes y de sangre débil, también han
comenzado a surgir rumores sobre varios antiguos que habrían sobrevivido a la Semana de las
Pesadillas. Parece que Durga Syn y algunos de sus chiquillos continúan actuando en Rusia y
combatiendo a los servidores de la hechicera Baba Yaga, que desapareció poco antes de la
Semana de las Pesadillas. Y parece que la antigua Marcia Felicia Licinia, de la facción de los
Phaedimitas, ha despertado de su letargo y está buscando respuestas a los misterios y lagunas
de la historia de los Ravnos.
Poco después de la Semana de las Pesadillas, las puertas del mundo de los sueños fueron
voladas de cuajo. La muerte del Antediluviano Ravnos desató toda la energía que residía en los
pactos que había realizado con las hadas de la India y provocó todo un cataclismo en su mundo,
abriendo pasos sellados desde hacia milenios. Muchos naraka (espíritus adoradores de Kali) y
acheri (espíritus de la enfermedad) murieron durante la gran tormenta de sangre y espíritus que
provocó la muerte del Antediluviano, pero otros sobrevivieron, corrompidos por las energías
espirituales y volvieron a pisar el mundo de los vivos.
El 12 de mayo de 1998 la India probó su primera arma nuclear. Y muy pronto las secuelas
militares y políticas se extendieron por todo el mundo. En pocos días Pakistán, Irán, y otros
países de la zona declararon que se veían obligados a armarse nuclearmente, como resultado de
los experimentos de la India.
En el infierno de Lanka, Ravana, rajá de los demonios, y chiquillo renegado de
Zapathasura, sonrió. Desde los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki había estado cavilando
sobre el potencial de la guerra nuclear y ha fomentado la carrera armamentística en Pakistán,
China e India. Cree poseer la clave para recolectar las almas de los muertos tras provocar una
hecatombe mundial. Sus leales servidores Rakshas asumen la forma de generales y militares
indios, chinos y pakistaníes y se preparan para la guerra.
Tras la muerte del Antediluviano Ravnos, un grupo de eruditos del clan que habían
sobrevivido a la Semana de las Pesadillas intentaron reconstruir la historia de su clan,
supuestamente con la ayuda oculta de la antigua Marcia Felicia Licinia, con la intención de
descubrir lo que había ocurrido y obtener suficiente información para impedir o prevenir
futuros desastres. Dirigidos por el doctor Lawrence Mayhew, estos Ravnos viajaron a la India,
donde encontraron numerosos documentos en los refugios de varios antiguos destruidos.
Estos eruditos consiguieron encontrar el lugar de la muerte de Ravnos, en las llanuras
de Bangladesh y numerosas evidencias de la terrible batalla que había tenido lugar. El grupo
partió poco después, pero la neonata más joven del grupo Gwendolyn Brand comenzó a tener
pesadillas tras la visita, y a menudo se despierta balbuceando en Sánscrito, un lenguaje
desconocido por completo para ella. Gwendolyn no le ha contado a nadie sus sospechas pero
cree que el espíritu de Zapathasura sobrevivió y que ha poseído su cuerpo…
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