209-CAS-2009 SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE

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209-CAS-2009
SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las diez
horas y diez minutos del día diecinueve de septiembre de dos mil once.
El anterior escrito de casación ha sido presentado por los Licenciados José Julián Flores
Arias y Ana Julia Cáceres Vega, en calidad de Defensores Particulares de José Arcadio Martínez
Morales, contra la sentencia definitiva condenatoria, pronunciada por el Juzgado Especializado
de Sentencia de San Miguel, a las ocho horas con treinta minutos del veinte de febrero del año
dos mil nueve, en el proceso penal instruido contra los imputados JOSÉ ARCADIO
MARTÍNEZ MORALES y REINA ISABEL HENRIQUEZ SANDOVAL, por el delito de
EXTORSIÓN, Art. 214 Nos. 1y 7 Pn., en perjuicio patrimonial de la víctima con clave "1788".
Habiéndose cumplido con las formalidades previstas para la interposición del recurso
requeridas por el Art. 423 Pr. Pn., ADMÍTASE.
RESULTANDO:
I) Que mediante á sentencia definitiva relacionada en el preámbulo, se resolvió: "POR
TANTO: ---.... EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR, FALLO: --- A)
CONDÉNASE a los imputados JOSÉ ARCADIO MARTÍNEZ MORALES y REINA ISABEL
HENRIQUEZ SANDOVAL, de generales antes dichas, por COAUTORES en el delito de
EXTORSIÓN, tipificado y sancionado en el Art. 214 numerales 1, 2 y 7 Pn., en perjuicio de la
víctima, con clave "1380" (sic) a cumplir la pena de PRISIÓN DE CATORCE AÑOS OCHO
MESES...".
II) Los recurrentes aducen la violación de los Arts. 130 y 362 No. 4 y la errónea
interpretación del Art. 162 todos del Código Procesal Penal.
Alegando en el literal A) "Violación a las reglas de la sana critica". Manifiesta que en
nuestro sistema penal debe existir una acusación en contra de la persona que se señala como
responsable de un acto delictivo, también una identificación e individualización del sujeto que
está siendo procesado y que el Art. 4 Pn., prohíbe que se juzgue solamente el resultado material,
sin considerar la dirección de la voluntad del imputado, estimando que la culpabilidad del
encartado no está sostenida con el desfile probatorio de la vista pública, pues con la declaración
del testigo y víctima que lo señala únicamente como la persona que llegó a traer el sobre, sin
decide ni una sola palabra, que iba platicando por teléfono, situación que el acusado no ha
negado, tampoco el cabo […] quien dijo que lo vio hablando por teléfono, ahí cabe la llamada
que le realizaron al encartado de parte de los sujetos que lo estaban coaccionando para asegurarse
que hacia lo que le mandaban. Por otra parte, está la declaración de […], testigo de descargo, que
no fue tomada en cuenta; relacionando, los recurrentes, lo que ésta manifestó en vista pública,
testimonio que concuerda con lo expresado por Arcadio y el informe de llamadas entrantes y
salientes de su teléfono, y que no le mereció credibilidad al juzgador, ni el dicho de José Manuel
Vásquez Díaz; en tal sentido, no es factible la generación de certeza en el A quo, porque según lo
fundamenta en el fallo no lo sacan de la escena del delito, no siendo ese el objetivo de la prueba
testimonial, sino de decir la verdad, considerando que ambos testigos son referenciales para
establecer circunstancias que valoradas en conjunto con las otras pruebas tenían enlace para
determinar que Arcadio dice la verdad, que él es un joven que nació y creció en Lolotique, y que
nadie, ni la misma víctima lo ha visto en actos o compañía de personas que se dediquen a
delinquir, que si bien es cierto, se vio involucrado en un hecho que no está negando, también
manifestó que intervino bajo coacción y por temor a que le dañaran su integridad física o la de su
familia, temor que era real porque días antes habían matado a otro taxista del pueblo, situación
que menosprecia el juez en la sentencia.
Siguen indicando los impugnantes, lo que ellos advierten que no hizo el imputado por
temor, además, ni éste ni la defensa pretendieron establecer que la P.N.C. actuó negligentemente
o que desconfiaban de los miembros de tal Institución, "por lo que éstas son muy personales y
son presunciones provenientes de una intima convicción, lo cual está totalmente prohibido
presumir, ya que desaparece la certeza, lo cual es un elemento indispensable para emitir una
condena, pues lo único que se puede y debe presumir es la INOCENCIA de nuestro representado,
es lo que constitucionalmente le garantiza a un ser humano que el derecho penal no lo liquide, es
un limite constitucional al poder penal, en todo caso si se debla presumir tendría que ser a favor
de José Arcadio y declararlo inocente; entonces los hechos deben legitimadamente (sic)
demostrarse, sin ajustes ni aproximaciones de responsabilidad pena, en tal sentido debió
dictarse de manera absolutoria de conformidad al articulo 5 Pr. Pn. y no presumir en contra del
imputad, porque en todo caso la presunción debió ser para favorecer al imputado y no para
condenarlo; evidenciándose así la violación al artículo 362 numeral 4.... de donde se observa
que tales afirmaciones judiciales de calificación y prueba realizado obedecen más a la íntima
convicción del juzgador, que al sistema de valoración de la prueba basada en la sana critica.
con ello se ignora la aplicación del principio de la lógica de la recta razón en donde se debe
tomar en cuenta el principio de identidad y no valorar los indicios ambiguos, además con la
presentación de dos testigos de descargo que no contradicen el hecho pero si establecen
situaciones que unidas a la declaración del sentenciado, al análisis de llamadas del teléfono de
Arcadio, a lo dicho por la víctima, lo declarado por los testigos de descargo, construyen un hilo
casi invisible que lleva a la inocencia del Joven JOSÉ ARCADIO... y que una mente abierta y
critica podría visualizar, porque para aplicar el Derecho podríamos caer en la monotonía de
solo tomar en cuenta la existencia de un hecho constitutivo de delito y la participación del
inculpado... se está en peligro de juzgar objetivamente solo porque el resultado material que es
el delito de extorsión está unido causal y normativamente con el hecho de que Arcadio por miedo
tuvo que ir a traer ese sobre y entregarlo a otra persona, pero para aplicar justicia además de lo
citado, dentro de la participación se debe tomar en cuenta, que el ser humano está rodeado de un
sinfín de situaciones que pueden variar de un medio a otro, como lo es actuar por miedo a que
dañen la integridad física tanto propia como familiar, como es el caso en comento, situación que
es comprensible en el gremio de los trabajadores del transporte público...".
En el literal B), los impugnantes, invocan la errónea aplicación del Art. 162 Pr. Pn.,
aduciendo que "El juzgador valora y acepta como verdad los testimonios de la representación
fiscal, el cabo […] y la víctima, pero no valora que el sentenciado no niega el hecho de haber ido
a retirar y entregar el sobre, no valora que fue inducido por temor que le dañaran su integridad
física o la de su familia, y que las llamadas telefónicas se las hicieron a él, que nunca llamó a los
teléfonos de los extorsionistas ni al teléfono ce la víctima, no valora objetivamente el tiempo que
Arcadio tuvo disponible porque andaba trabajando, para ir a la policía y denunciar que lo
estaban obligando a retirar ese sobre, y el tiempo de las llamadas telefónicas, no valora la
declaración de Arcadio, ni valora que Arcadio declaró en sede de instrucción, no valora que el
testimonio de la señora […] establece la preocupación reflejada en el rostro de Arcadio y le dice
que lo quieren meter en un problema, nadie supo de quien son esos números telefónicos de donde
estaban extorsionando a la víctima y al sentenciado, para saber si siquiera había una relación de
amistad entre los propietarios y Arcadio, nada más valora que hubo un hecho constitutivo de
delito y que JOSÉ ARCADIO... participó yendo a traer un sobre de papel color blanco y fue a
dejarlo a otra persona, el señor juez está responsabilizando muy objetivamente la participación
de JOSÉ ARCADIO, lo cual está prohibido violentando el Principio de Responsabilidad, el
articulo 4 del Código Penal explícitamente lo prohíbe, porque no se ha tomado en cuenta los
aspectos existentes y vertidos en vista pública, en donde no se negó la acción de Arcadio
atribuida, pero si se niega la existencia en Arcadio el elemento volitivo, esa voluntad de querer
realizar tal acción, si no hubiese sido por la acción de las llamadas telefónicas, entonces el
sentenciador ha partido únicamente de la valoración objetiva, menospreciando la declaración
del sentenciado, la declaración de los testigos e incluso no valoró en su totalidad la prueba,
porque valoró o tomó en cuenta lo desfavorable para Arcadio, pero lo que le favorecía no, como
por ejemplo, la inexistencia de llamadas salientes del teléfono de Arcadio hacia los teléfonos
involucrados en la extorsión, el hecho de que antes del día y hora que le hicieron esas llamadas,
nunca había recibido y enviado llamadas a esos teléfonos, todos los números telefónicos estaban
identificados, solo esos aparecen sin nombre, sin identificar era porque no los conocía ni tenia
ninguna relación con los extorsionistas, el margen de tiempo entre una llamada y otra indica que
no le dieron mucho tiempo para pensar y actuar como no realizar lo que le ordenaban, por ende,
el poco tiempo que este tuvo para poder pensar y determinar si era factible ir a la P.N.C. de
Lolotique, no valora que este joven desde el inicio del proceso declaró, con el objetivo de
cooperar en la investigación, en este caso, no se visualizan indicadores de que la acción de la
cual el sentenciado es acusado, haya agotado todos los pasos necesarios del "camino del crimen
criminis", no hay una concordancia entre el hecho y los elementos que se toman en cuenta para
decidir sobre la responsabilidad de éste...ahora si queremos sostener que el hecho delictivo se
prueba con el desembolso del dinero por parte de la víctima y demás documentos, y la
participación del sentenciado se prueba con lo dicho por el testigo clave 1788 y el cabo […], el
impartir justicia seria una fórmula matemática, para lo cual sería procedente si no estuviésemos
juzgando seres humanos quienes poseen en su psiquis elementos volitivos y cognitivos que son
determinantes a la hora de realizar y materializar la acción...es que se juzgan seres humanos,
quienes no están exentos de caer en una situación de las contempladas en el articulo 27 del
Código Penal, numeral 3, con la situación delincuencia que se encuentra el país actualmente, el
peligro es inminente, real y actual, a pesar de que nadie le apuntaba con un arma de fuego,
porque no necesitamos intuir que cumplen sus amenazas los que obligan a otros a dar o a traer
algún sobre donde hay dinero producto de una extorsión, si hemos visto como a lo largo y ancho
del país mueren y lesionan a diario a trabajadores que prestan sus servicios en el transporte al
público. Y finalmente el quebrantamiento del articulo 130 C. P. P. al no fundamentar con
precisión los elementos que lo llevan a tener certeza de la responsabilidad de nuestro
representado por lo cual se le condenó...".
III) Por su parte, el Agente Auxiliar del Fiscal General de la República, al ser emplazado
contestó el libelo expresando lo siguiente: "...Los motivos anunciados que basan el recurso de
casación contra la sentencia... no son aceptables puesto que no se distinguen unos de otros,
haciendo los abogados una mezcla entre lo que consideran fundamentación del recurso y su
propia valoración de cómo debió haber interpretado el señor Juez, en tal sentido, se habla en un
primer momento de falta de fundamentación de la sentencia y de contradicción en la misma, en
razón de que sólo se tomó en cuenta lo manifestado por los testigos de la Fiscalía, sin embargo,
eso no es correcto, puesto que expresa la sentencia porqué la prueba de descargo, no fue
suficiente para acreditar la excluyente de responsabilidad que pretendía acreditar la defensa,
sobre la base de que el imputado había sido amenazado para ir a recoger el paquete, de igual
forma, relaciona que no estableció los elementos subjetivos en la comisión del hecho, no
obstante en el apartado X, relaciona los elementos subjetivos del tipo que se acreditaron al
caso.--- Por otra parte, alega como motivo, la violación a las reglas de la sana critica, al cual no
haré relación debido a que los recurrentes, únicamente expresan la discrepancia valorativa
sobre el juicio que de la prueba ha hecho el juzgador y sobre otros aspectos que no versan sobre
la responsabilidad del imputado, repitiendo parte de los alegatos utilizados durante la vista
pública. Finalmente, se alega errónea aplicación del Art. 162 Pr. Pn., debido a que no se valoró
la declaración del imputado, quien aceptó haber realizado la acción y además relaciona una
violentación al principio de responsabilidad, al respecto considera esta representación fiscal que
se trata de alegaciones que la defensa no logró acreditar en la vista pública, pues aunque no se
niega que la declaración indagatoria sea un medio de defensa material, ésta no basta por si sola
para acreditar determinada circunstancia, en el presente caso el imputado manifestó que sí
había recogido el paquete y se lo había llevado a la señora Reina Henríquez, pero que lo había
hecho porque había sido amenazado, por tal razón, la defensa técnica alegó que el imputado lo
había hecho, bajo una excluyente de responsabilidad penal, específicamente, un estado de
necesidad, en tal sentido correspondía a la defensa aportar elementos para probar tal
excluyente, no únicamente alegarlo, partiendo de ello, no solo por el nivel generalizado de
violencia que vive el país, vamos a tener por establecido que el peligro bajo el cual estaba el
imputado era inminente, real y actual, por el contrario, tal peligro debe ser directo y
correctamente dirigido hacia el sujeto y/o su entorno, es por ello que el hecho de que haya el
imputado actuado producto de las amenazas que recibió vía teléfono, no constituye un estado de
necesidad; más aún, esto suponiendo que sea cierto que haya recibido tales amenazas; es por
ello qué el juzgador al momento de valorar toda la prueba vertida en el proceso y formarse la
idea de la ocurrencia de los hechos y la responsabilidad de cada uno de ellos, no fue suficiente lo
manifestado por el imputado y los dos testigos de descargo, quienes únicamente aportaron
aspectos referenciales, ni siquiera indiciarios. --- Por lo anteriormente expuesto a criterio de la
suscrita no hay lugar para la procedencia del recurso de casación interpuesto, siendo
procedente en ese caso resolver con el solo análisis del mismo, de conformidad con el Art. 427
Pr.Pn…”.
IV) No obstante, que los defensores plantean su reclamo en dos motivos, se dará respuesta
a la pretensión recursiva en un solo apartado, pues ambos tienen íntima relación. No sin antes
aclarar, que del estudio del escrito, se advierte una serie de argumentos tendentes a cuestionar la
manera en que el tribunal sentenciador evaluó los elementos de prueba que desfilaron en la
audiencia de vista pública, observándose que los recurrentes lo que ofrecen es su propia visión de
los hechos y de las probanzas recibidas, aspectos que no serán sometidos a análisis, en razón de
que tal y como se ha advertido en reiterada jurisprudencia emitida por esta Sala, con el recurso de
casación no es posible un control de los aspectos del juicio por valoración de prueba, ya que ésta
depende de forma directa de la inmediación y porque su materia está delimitada a la observancia
o errónea aplicación de un precepto legal.
Las reglas de la sana critica, que en esencia informan el principia de libre convicción en el
estudio de las pruebas, permiten ponderar las cuestiones decisivas relativas a la existencia del
ilícito y responsabilidad de los participes. No hay, por lo tanto, normas preestablecidas para darle
el valor a los datos probatorios, sino que el juez los debe analizar según las referidas reglas.
Ahora bien, el estudio de la sentencia permite determinar que el A quo, valoró todas las
probanzas, existiendo más bien en el presente caso inconformidad con la apreciación del tribunal,
sin que se compruebe el vicio de falta de fundamento del fallo que se pretende, tampoco se
observa ningún yerro en cuanto a la aplicación de las reglas de la sana critica, por cuanto el
juzgador analizó la prueba que fue ofrecida e incorporada en la vista pública y emitió juicios de
valor sobre ella.
Se ha podido verificar que el sentenciado revaluó, para acreditar la coautoría del acusado
en el delito de Extorsión, lo dicho por la víctima con clave "1788", lo cual fue complementado
con lo relatado por el testigo […]; considerando, además, entre sus razonamientos, que si los
imputados estaban siendo coaccionados por otro sujeto, tal como lo expresaron en sus
declaraciones, pudieron haber denunciado; sin embargo, ninguno de los dos lo hizo, pese a que
ambos portaban teléfono; que la excluyente de responsabilidad penal "debe acreditarse con todos
sus elementos objetivos y subjetivos, en este caso en la declaración de ambos imputados, las
supuestas amenazas son vía telefónica, significa que en ese momento no había una amenaza
actual, suficiente para actuar exculpado", reiterando el tribunal, "que si eran reales las
amenazas, ambos pudieron haber recurrido a la Policía, tal como lo hizo la víctima". Sin que le
quedara duda al juzgador, que "ambos actuaban con conocimiento de lo que hacían y actuaban
conjuntamente con el otro sujeto que llamaba ya que incluso se acreditó una llamada tripartita
entre el sujeto, la víctima y Arcadio, teniendo la certeza positiva de la coautoría de los
imputados...".
Sigue indicando el sentenciador, que al hacer una valoración integral de las declaraciones
de los testigos que desfilaron en la vista pública, las mismas son coherentes, complementarias
entre sí, claras y concluyentes, generando convicción que los acusados realizaron acciones
suficientes para poder determinar su coautoría, ya que ambos, se reunieron después que José
Arcadio fue a recoger el dinero de la extorsión, por lo que queda establecido el consentimiento
conjunto de los imputados con el que se hacia las llamadas, infiriendo que entre los tres había una
coordinación y reparto de funciones.
También valoró las declaraciones de los testigos de descargo, concluyendo que éstos son
testigos de referencia y no los sacan de la escena del delito, pues solo manifestaron que
estuvieron con ellos, que los conocen, que son buenas personas. Además, dichos testimonios
fueron contradichos por los testigos de cargo, quienes hicieron un relato claro y preciso de todas
las circunstancias de modo, lugar, tiempo y forma, indicando que primeramente llegó José
Arcadio Martínez Morales, en una moto taxi a recoger el sobre de la extorsión y se retira con
rumbo a la calle el cementerio, a la Lotificación Santa Rosa, donde le entrega el sobre a Reina
Isabel Henríquez, siendo detenidos. Tales testigos, al ser interrogados por las partes, contestaron
con seguridad, y sus declaraciones realizadas sin vacilaciones, sin ser desacreditados por la
defensa y sus dichos fueron firmes, en consecuencia, le resultaron al juez, creíbles, precisos y
coherentes para mantener un grado de confiabilidad en los testimonios sobre el incito,
declaraciones que al ser analizados con la prueba documental, son complementarias entre sí,
estableciéndose con certeza que existió el delito de Extorsión y que los procesados participaron
en la ejecución de éste.
En la sentencia, el tribunal, también examina tanto los elementos objetivos como los
subjetivos del tipo, al efectuar el análisis del Art. 214 Pn..EI objetivo, comprende el sujeto activo,
-el coautor es cualquier persona hombre o mujer que realice la acción descrita, no exigiendo el
tipo penal ninguna cualidad especial en el sujeto activo y que en el presente caso fueron
identificados como José Arcadio Martínez Morales y Reina Isabel Henríquez Sandoval y otro que
no se capturó, persona que hacia las llamadas, son coautores en el delito de Extorsión, éstos
fueron vistos en el lugar de los hechos, cuando el primero llega a recoger el dinero y
posteriormente se lo entrega a la segunda-El sujeto pasivo, que es la persona titular del bien
jurídico sobre el que recae el daño, lesión o la puesta en peligro de los mismos, -determinándose
que el ofendido, es el testigo con Régimen de Protección a Víctimas y Testigos con clave ''1788",
ya que a él iban dirigidas las llamadas telefónicas de carácter intimidatorio y la afectación
patrimonial-. Así como el bien jurídico protegido -patrimonio del sujeto pasivo como su
disposición, de modo que viene a configurarse como una especie de figura mixta, contra la
libertad y contra el patrimonio-, y el resultado o relación de causalidad, -se vio materializado por
la acción de doblegación de la libertad, con un resultado de perjuicio patrimonial.
El segundo de los elementos, el subjetivo, está conformado por el dolo, siendo sus
elementos básicos el intelectual o el conocimiento y el volitivo o la voluntad. Los cuales a juicio
del tribunal, han quedado firmemente establecidos a partir de la declaración de los testigos y la
prueba documental, puesto que con ello se demostró que los coautores han conocido que estaban
obligando a la víctima a entregar una cantidad de dinero, por lo que actuaron con conocimiento y
voluntad de realizar la acción prohibida.
Concluyendo el A quo, que con las pruebas introducidas al juicio, se denota la existencia
de una coautoría, en atención a que existió distribución de funciones entre los sujetos activos del
delito, ya que una persona quien no pudo ser individualizada en el presente proceso efectuó
llamadas telefónicas extorsionando a la víctima, mientras la acción ejecutada por el imputado,
consistió en ir a recoger el dinero en concepto de renta.
Lo anterior, no es más que partes de la sentencia, en las cuales se advierte que el tribunal
cumplió con la exigencia a la que se refiere la ley, en lo que respecta a la fundamentación del
fallo.
También se observa que el A quo valoró en forma integral la prueba aportada al proceso
enunciando las razones por las cuales, tales elementos eran suficientes para establecer la
participación del imputado en la infracción penal atribuida, sin que el argumento que permitió
arribar a tal conclusión, se aprecie contrario a las reglas de la sana crítica, expresando en base a
dichas reglas, los motivos por los cuales desestimó la prueba de descargo, y otorgó credibilidad a
la de cargo, en la que sustentó el pronunciamiento recurrido.
Esta Sala considera pertinente recordar, que casación no examina los hechos, ni da lugar a
una nueva valoración de la prueba, dado que los elementos que de ella se desprenden son
producto del examen que en su momento realizó el tribunal, en cumplimiento de los principios de
oralidad e inmediación; y si bien es cierto, es deber del A quo, examinar la veracidad de lo
manifestado por los testigos, y con ese fin confirmarlo con otros datos probatorios, incluso
cuando ello implique como ocurrió en el caso de autos, restarle credibilidad, siempre que se
exponga en el fallo de manera motivada y lógica las circunstancias que llevaron a esa
apreciación, requisito que se ha cumplido en la sentencia que se objeta, ya que el juzgador indicó
las razones por las cuales no fue de su aceptación el dicho de los testigos de descargo, sin que se
perciba en la valoración infracción a las reglas de la sana crítica, pues tanto la lógica como la
experiencia, no impiden extraer la conclusión a la que ha llegado el sentenciador, siendo tales
reglas las que permitieron al juzgador hacer el análisis correspondiente respecto a la prueba que
desfiló en la vista pública. No se nota por ende el error que se viene alegando, por cuanto las
argumentaciones del fallo son razonables y derivan válidamente de las pruebas introducidas al
debate, cumpliendo el A quo con el deber de fundamentar su resolución, al indicar en lo esencial
el contenido de la prueba, así como las razones que determinaron la condenatoria del imputado,
en consecuencia los motivos deberán desestimarse.
POR TANTO:
Con base en lo expuesto, disposiciones legales citadas y Arts. 50 Inc. 2° No. 1, 130, 357,
421, 422 y 427 Pr. Pn., en nombre de la República de El Salvador, esta Sala RESUELVE:
DECLÁRASE NO HA LUGAR A CASAR la sentencia de mérito.
Remítase el proceso al tribunal de origen, para los efectos legales consiguientes
NOTIFÍQUESE.-----R.M. FORTIN H.----M. TREJO------GUZMAN U.D.C.-------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN.-------ILEGIBLE------------RUBRICADAS.
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