Aflo XXXIII Pamplona 8 de febrero de 1927 - ÓRGANO — DE LA "BIBLIOTECA CATÓLICO-PROPAGANDISTA" Núm. 765 ADMINISTRACIÓN, ESLAVA, 3 DIRECCIÓN, NAVAS DE TOLOSA, 23, 2. mo una falta. Y no se condena, de hecho, apenas en algún caso aislado; al punto de que cuando algún gobernador civil católico quiere perseguirla, tiene que recordar a los delegados de su autoridad las prescripciones legales, porque los delegados de la autoridad tienen el cumplimiento de tal deber muy olvidado. ODOS los años, la sesión de apertura del curLa Asociación para represión de la blasfemia, donde so de conferencias de la Asociación para la el odio al horrendo pecado es tan vivo siempre, hace represión de la blasfemia es un acto solemtiempo que venía buscando el modo de hacer que su ne. Una vez preside esta solemnidad el Prínacción pasara de la propaganda a la acciór. Y ahora ha cipe de Asturias; otras, un infante; siempre asiste a ella obtenido del Gobernador civil de Madrid el medio neceun ministro de la Corona; y el discurso de apertura se sario para combatir la blasfemia yendo directamente a encomienda a un orador de su encuentro. Todos los sorelieve en el difícil arte de NAVARRA cios de la Asociación para los que merecen tal nombre represión de la blasfemia han y son, con arreglo a la defisido provistos de un carnet nición clásica, Vir bonus, dique les acredita como agencendi peritus. tes gubernativos para los efectos de detener y denunEntre la "Asociación para ciar como autoridad a ios la represión de la blasfemia,, blasfemos. Y así, quien oiga y la "Lliga del bon mot« que estallar la blasfemia no tiene en Cataluña y Baleares funque buscar un guardia, sino ciona, vienen realizando una proceder por sí al correciivo. labor de propaganda muy esEstá bien. Es una resolución timable. Muy estimable y que honra al Gobernador de muy eficaz, porque no toda Madrid. Debe ser imitada la semilla cae en tierra árida, por los gobernadores de toy por el contrario, son muy das las provincias. copiosos los frutos obtenidos. VALLE DE YERRI.=Vista parcial de Arizala Si vamos a decir verdad, La blasfemia contra Dios Foto. Laureano Latida la blasfemia entre el pueblo es, sencillamente, la imitación de la satánica rebeldía. Es el pecado más horrendo español no es blasfemia formal en la generalidad de los que puede cometer el hombre. Y es la ofensa más grave blasfemos. Es mala educación, barbarie, grosería de lenque se infiere a la conciencia y a la persona de los creguaje. Pero tan horrenda es la blasfemia formal o mateyentes. rial que se echa de menos, cuando se oye por oídos católicos, aquella justa pena del Rey Sabio, que ordenaba La nación donde se blasfema es una nación digna de atravesar la lengua del blasfemo contumaz con un hierro perecer. Los mismos moros del inculto Rif han preguncandente. tado en ocasiones, refiriéndose a los blasfemos: "¿Qué civilización es la vuestra, que ofendéis a vuestro Dios?» Hoy la blasfemia en el Código español se condena coDE LA PROPAGANDA A LA ACCIÓN LA LUCHA CONTRA LA BLASFEMIA 26 LA AVALANCHA Tenían razón. Y así, la obra más plausible, bien pagada con los triunfos de nuestras armas, que ha realizado el gobierno militar ha sido la de desterrar de los campamentos españoles la blasfemia, de lo que justamente se enorgullecía el general Primo de Rivera en aquel lelegrama que desde Tetuán dirigía al Cardenal Primado, diciéndole: "Tengo la satisfacción de comunicar a Vuestra Eminencia que acabo de recorrer los campamentos de nuestra zona en Marruecos, y haber comprobado que el Ejército no blasfema.» ¡Merecía la noticia el telegrama que tanto consuelo llevó al ánimo del Cardenal de Toledo! Cuando las tropas de O'Donnell salieron para aquella gloriosa campaña de África, que refirió Alarcón en las "Memorias de un testigo,, el venerable Claret dijo al general: "Desterrad la blasfemia en vuestro ejército, y Dios os dará la victoria.B Fue una predicción. Entre la barbarie popular lo mismo que entre el blasfemo científico, más peligroso y además creador del blasfemo inculto, la rebeldía contra Dios y la ofensa a Dios tiene un estúpido carácter de "hombría,,. Son espíritus "fuertes* que no creen y hacen alarde de incredulidad. ¡Espíritus fuertes! Son tan odiosos como dignos de lástima si se les considera caritativamente, o de desprecio. - En estos días ha dado una conferencia en Sevilla un gallego ilustre que además es un bravo de veras: el coronel Millán Astray. Y el jefe del Tercio, nombre evocador de aquellos soldados que hincados de rodillas pedían a Dios la victoria, que era su compañera y su esclava, antes de entrar en batalla, refería, haciendo alarde de su fe católica, que la impresión más grande de su vida fue la que recibió al verse en Roma ante el Papa, representante de Dios en la tierra. —Tú, que eres conductor de hombres, le dijo al Pontífice, inspira tu conducta siempre en la conducta de los Santos Padres de la Iglesia. —Y me entregó esta medalla—añadía el coronel gloriosamente mutilado,—que llevaré, como condecoración la más preciada, siempre puesta sobre mi corazón... Esta fe es la fe de nuestros militares, de nuestros héroes. Hs la fe de los grandes capitanes españoles. La misma fe que poseía otro coronel del Tercio, el malogrado Valenzuela, muerto frente al enemigo, que en vísperas de la batalla fue hallado por el capellán de sus tropas arrodillado en su tienda, y que al ser preguntado respondió sencillamente:—Señor cura, estaba haciendo la comunión espiritual... Lo que indica no solamente cultura religiosa, sino una acendrada fe. Esa fe que es fuente del valor sereno, del valor frío, que no es suma, sino concepto exacto del deber y sacrificio consciente de la propia vida en holocausto a los grandes ideales humanos: Dios y la Patria. ¡Qué gran responsabilidad la de los hombres que, soberbiamente enfatuados, desafían a Dios y alardean de este desafío ante el pueblo! Un escritor que nunca se distinguió por reaccionario y que destacó en las filas del cerril anticlericalismo de fines del siglo pasado, acaba de escribir, en el periódico de más circulación de España: —Yo no he acertado a explicarme nunca, y menos en estas horas vesperales de la existencia, qué puede ganar la cultura de un pueblo con la ruina del sentimiento religioso. Decir a los gentes, ya de suyo propensas a rebe- larse contra las inclemencias del destino, que Dios es indiferente a lo que nos ocurre, me parece una insolencia y una crueldad... Lo es, en efecto. Pero es más; es una blasfemia. Si la restauración de la patria española ha de ser, será católica o no será. La grandeza española de los siglos de oro fue grandeza católica. La fe, y su difusión y defensa, el móvil de las magnas e inigualadas empresas de España: desde Covadonga hasta Lepanto, pasando por la epopeya de América que hizo, de un continente poblado por tribus idolátricas, las florecientes repúblicas en quienes reside el porvenir del mundo. Es necesario reconocer, a despecho de cuantas acusaciones se hagan, que la gloria de España fue gloria católica, y que esos llamados siglos de oro, que son los siglos del catolicismo español, son LOS SIGLOS DE ESPAÑA. Así lo dejó escrito en uno de sus libros D. Francisco Glner de los Ríos, el fundador de la Institución Libre de Enseñanza. ¡Los siglos de España! Aquellos siglos en que tremolaba en la galera capitana, que abatió el peligro turco que amenazaba a Europa, el estandarte blanco del joven de Austria sobre cuyos pliegues destacaba la imagen de Cristo en la Cruz... A. DE MlRABAL. ÚLTIMOS TIEMPOS DEL COLEGIO DE LA A B A D A DE LA COMPAÑÍA PAMPLONA (Conclusión) ¡Sebastián de Mendiburu! ¿Qué vascongado ignora el nombre del Cicerón de la Vasconia? Este varón extraordinario nació en Oyarzun el 2 de septiembre de 1708. Agregóse a la milicia de Loyola el 5 de septiembre de 1725. "Tuvo, escribe Luengo, buenos talentos para las ciencias, y a su tiempo enseñó Filosofía y Teología en cátedras principales (en las del Colegio de Pamplona entre otras); pero la tuvo mayor (sic) para el penosísimo de las misiones.,, Vivía en Pamplona cuando se intimó a los jesuítas la orden regia de abandonar su patria. Moró en el destierro de Italia, entregado de lleno a la oración y al estudio y edificando con su vida inmaculada a cuantos le trataban. Murió santísimamente en Bolonia, a 14 de julio de 1782. Escribió muchísimo; de doce obras hablan Sommervogel en su "Bibliothéque,, y Lizargarate en "Algunos claros varones guipuzcoanosn; pero se dejan no pocas olvidadas. En gracia de la brevedad indicaremos tan solo las principales. En 1751 imprimió en Pamplona, en casa de Pedro José Ezquerro, la "Devoción al Sagrado Corazón de Jesús» "Jesus-en Biotza-ren DevocioaB. Al describir este trabajo "Euskal-Erria,, (t. V, enero-marzo 1882, páginas 70-75 y 3-7), se expresaba en esta forma: "De este precioso libro, el primero y mejor que en su género se ha escrito hasta ahora en vascuence, hace un magnífico elogio el maestro y patriarca de los vascófilos, Larramendi, en una extensa carta éuscara que se halla al principio de dicho libro, fechada en Loyola el 15 de marzo de 1747.„ Vilson afirma que se halla un ejemplar en "British MuseumB. En 1882 se imprimió por tercera vez, en memoria del modesto centenario celebrado ese año en el pueblo natal de Mendiburu. Nueve años después dio a los tórculos el libro "Jesusen Amore-Nequei dagozten cembait otoitzgai,... Iruñeco, Libru-guille Antonio Castilla-ren echean. "Algunas materias para la oración refe- ••'-.'' ;••*'•'*" \l- ."' LA AVALANCHA 27 rentes a los amores y dolores de Jesucristo. „ Hay dos rónimo Anchuela, Impressor y Librero; y en 3 de febrero ediciones, que las analiza Vilson (1-207 y 208). La pride 1742, las de "El Corazón Sagrado de Jesús, descumera, en 12.°, consta de 11 tomos; es de 1760, fuera del bierto a nuestra España.,, En Pamplona: Por Jerónimo 2.°, 3.° y 4.°, impresos en 1759. La segunda, de 1760, en Anchuela, Impressor. tres tomos en 4.° Según dicho bibliógrafo, "el solo ejemAdjudícale el P. Uriarte, en la "Biblioteca de Jesuítas plar completo conocido (de la 1.a edición) descrito en Españoles», las obras siguientes manuscritas: 1.a "Con1847 por M. F. Michel, pertenecía al abate Ségalas de cordia liberii arbitrii cum Scientia Dei ejusque donisgraSt. Palaisn. Tratando de esa obra Michel, en "Le Pays tias.H 2.a "Tractatus Primus de Scientia Media., En 4.°, Basque, (pág. 501), testifica que está perfectamente esde 248 páginas (está en la Biblioteca de la Universidad crita en dialecto guipuzcoano; se encuentran algunos cánde Santiago). 3.a "Carta de edificación en la muerte del ticos de una versificación fácil y natural. De la segunda P.José aCarlos Miñano.» Pamplona y diciembre 9 de edición, dice Sorarrain que es "la misma obra anterior en 1745. 4. "Carta de edificación en la muerte del P. Franotra forma,. Es también esta edición muy rara en el día cisco Olagüe.B Pamplona y diciembre 22 de 1745. (Amy de muy difícil adquisición. bas se guardan en el Archivo de Loyola.) Otro tercer libro vascongado compuso el insigne jesuíTraza el P. Luengo la semblanza del P. Solano con ta que se intitula "Euscaldun Onaren viciera, mezaren rasgos muy simpáticos. Vino el P. Joaquín Solano al entzunbíde labur erreza, errosarioco amarrecoen asiera mundo en Pamplona, el 2 de julio de 1723; se hizo jesuíeta cembait bederatz-urrun edo Novena.» 1762. Iruñeco, ta en agosto de 1743. Estuvo muchos años dedicado a la Libru-guille Joseph Rada-ren echean. "Manera de vivir enseñanza del Latín y Filosofía en los colegios principadel buen vascongado, guía fácil y corto para oir la misa, les de la Provincia de Castilla, y explicó la Teología en orden de las decenas del rosario y algunas novenas.„ el de Pamplona por ocho o diez años. De aquí salió desPamplona, Imprenta de José Rada. En 8.°, de 236 págiterrado; y mientras su destierro, envió, juntamente con nas. Sorarrain recuerda otra edición de 1765 hecha en su paisano el P. Loarte, a Navarra, dos obras traducidas la misma imprenta, en 8.°, de 246 páginas. Puso el Cateal castellano: las "Irreflexiones,,, escritas por el P. Benecismo de Astete en un venuti, S. J., contra las vascuence muy elogiareflexiones de Moñino, NAVARRA do por Zabala; arregló y los "Procesos,,, del y aumentó la vida de P. General Ricci, S. J., San Luis Gonzaga, de lo que levantó una gran Cepari, traducida al persecución. En 1798, castellano por Acosta, en la amnistía que se esto es, por Lugo; esconcedió a los jesuítas, cribió varias novenas, volvió a Pamplona, en relaciones, reglamendonde se estableció tos de congregaciones, muy bien, vivía con su y dejó inéditos iibros acostumbrada piedad, de Filosofía y Teología mucha comodidad y dogmática, moral y cagusto. Gomprendiósele tequística que se conen el segundo destierro servan en el Archivo de 1801, y Luengo le de Loyola. A Mendibuencontró aquel año en ru le cuadra admirableBarcelona, 80 leguas mente la pintura que de Pamplona, casi de de él trazó D. Pablo 80 años de edad. Su Gorosábel: "Tai aconvida, en estos dos años tece también con el Pay medio en Roma, dice dre Sebastián de Menel citado Luengo, ha diburu, en quien la tersido tan piadosa y tan nura, suavidad y enECHAURI.— Un rincón del pueblo inocente como en BoFoto Luis Huid Miranda canto de la dicción, lonia y España, y acaso no se pasó día alguno, si era posible, en que no fuese que es siempre fluida y armoniosa, con un saber vasa la devota iglesia del Jesús. Acaeció su muerte en Rocongado muy propio y característico, sirve de eleganma el 23 de septiembre de 1803, y se le dio sepultura en te y fermosa cobertura a los pensamientos más encumla citada iglesia. brados, a los afectos más limpios y ardorosos, y a los más exquisitos refinamientos del amor místico. Él alma Cómico es lo que escribía por aquel tiempo el P. Mide Mendiburu es pura, sencilla y enamorada de Dios. guel de Elizalde: "Acaba de morir un tunante en el hosY estas mismas cualidades se transparentan en su estilo.„ pital de Burgos, el cual ha declarado, a la hora de la muerte, ser el P.Joaquín Solano, y que con él habían El P. Sommervogel no menciona en su *BibHothéquew entrado en España otros varios jesuítas: los parientes al P. Gaspar Reygadas y Agüero por haber ignorado del P.Joaquín están consternados.„ que había sido escritor. Descendía del pueblo de Camargo (Santander) y pasó gran parte de su vida religiosa en Afirma Luengo que "cuidó por encargo de Ja Dipuel Colegio de Pamplona, en donde enseñó Filosofía, Teotación (de Navarra) de una nueva edición de la Historia logía y tuvo el cargo de Rector. Al tiempo de la expulde Navarra, y lo hizo con tanto esmero y diligencia que sión, era, según el Catálogo, prefecto de estudios mayola Diputación quedó muy contenta y mostró con mucha res, bibliotecario, admonitor, consultor y confesor en la generosidad su agradecimiento,,. El P. Hervás y Panduiglesia. Expiró en Immola, en 1777. Aparece como uno ro asegura que fue cronista de Navarra, y que ilustró con de los firmantes, en calidad de catedrático de Teología, observaciones la nueva edición de los "Anales,,; pero ni en la "Aprobación del gravísimo y sapientísimo colegio fue cronista ni hizo tales observaciones. En esa edición pamplonés de la Compañía de Jesús,, a la "Medulla de los "Anales del Reyno de Navarra,,... imprenta de Theologise,,... Authore RR. P. Fr, Joseph de Spiritu Pascual Ibáñez... Año MDCCLXVI, se limitó, ateniénSancto... 1738... Pampilonae: Ex Officina et Sumptibus dose a la letra de los autores, a reducciones de capítulos Josephi Joachim Martínez. Corrigió en 14 de octubre de y de libros, abarcando en siete los 25 de Alesón, a divi1737 las erratas de "Tuta Conscientia.B Auctcfre... Carolo siones de párrafos, a distribución más apta de la materia, Casalicchio, Societatis Iesu Theologo. MDCCXXXVII. a indicaciones con letra distinta, encerrada entre parénPompelonas: Ex Officina et Sumptibus Iosephi loachim tesis, del contenido del texto, a componer nuevo índice, Martínez; en 5 de mayo de 1742, las de "Meditaciones añadir tres documentos en el tercer tomo y aumentar las del Sagrado Corazón de Jesús.» Su autor, el P.Juan de "Congresiones,,, que de 15 pasaron a 18 por haber trasLoyola, de la Compañía de Jesús. En Pamplona: Porjeladado a ellas los apéndices del primer tomo. La edición LA 28 AVALANCHA es bella por el papel, tipos y láminas simbólicas de las Congresiones. Comprende siete tomos en folio; los cinco primeros contienen los tres volúmenes de "Analesn de Moret y los dos de Alesón; otro, las "Investigaciones históricas,,, y el último, las "Congresiones„ del dicho Padre Moret. Una curiosa noticia refiere el P. Luengo: "El día en que a los jesuitas de Pamplona se intimó la real orden de abandonar el Colegio, el H. Gamiz, procurador de él, con la prisa y azoramiento, perdió el espléndido regalo que la Diputación había hecho al P. Solano.» De otra obra del ilustre pamplonés habla el Sr. La Fuente en el "Catálogo de los Libros manuscritos que se conservan en la Biblioteca de la Universidad de Salamanca.» Se intitula "De mérito in communÍ.H Es un tomo en 4.°, de 110 hojas dobles. (1759). Como se ve, los jesuitas de Pamplona sentían arder en su pecho el espíritu de celo de su hermano el gran Javier, y trabajaban calurosamente en el pulpito, en el confesonario, en las cátedras y en las catcquesis, en las cárceles y hospitales, en la ciudad y en los pueblos, con la palabra y la pluma, por santificar las almas, instruir a la juventud en la piedad y en las letras, y encender a todos en el amor de Nuestro Señor Jesucristo. No es extraño que dejaran una estela de dulcísimo recuerdo, que ni la mano helada del tiempo ni los vaivenes de la fortuna han podido borrarla. Después de más de siglo y medio tornan los hijos de Ignacio a la ciudad de los Moret y Ripaldas. Confiamos que seguirán fielmente las huellas de sus antepasados y que reanudarán con el mismo fervor las empresas apostólicas que tanta gloria dieron a Dios, honor a la Compañía de jesús y provecho a la heroica y nobilísima Navarra. A. PÉREZ GOYENA', S. / . LETRAS FSMSKINAS SENTIR CON LA IGLESIA A Iglesia es un legado divino que Cristo dejó; es la Esposa mística de Cristo; nosotros somos miembros suyos, hijos suyos, y por lo tanto, debemos amarla y venerarla; estar dispuestos y pronto para aceptar, acatar y obedecer sus órdenes y mandatos, sin murmuraciones ni críticas, pues según decía el apóstol Santiago a los romanos, "no serán reputados justos ante Dios solamente los que oyeren o supieren su ley, sino los que obedecieren,,. Por consiguiente, venimos obligados a amar y obedecer a los superiores jerárquicos, que son, después del Papa, vicario y representante de Jesucristo en la tierra, los obispos, párrocos, etc., sin mirar si son de aquí o de allá, pues "son enviados de Dios, impuestos por Diosot y no solo les debemos amor y respeto, sino que hemos de procurar, como hijos sumisos de la Iglesia, hasta ayudarles en la obra de su apostolado. ¿Cómo? No criticando ni comentando ni desvirtuando sus actos y sus disposiciones, sino haciendo atmósfera buena alrededor üe ellos, e influyendo en los demás para prevenirlos, no en contra, sino en favor. Si pertenecemos a esta asociación, a la otra, a la de aquí o a la de allá, y decimos que buscamos el reinado de Cristo en las almas, ¿cómo conseguir que reine en ellas si esas almas no se someten, no se entregan rendidamente, sin sis-sinperos, a lo que su Esposa, la Iglesia, les aconseja y les manda por medio de sus superiores? ¡Cuántas veces las obras de celo y de apostolado no dan los frutos que debieran por esa falta de sumisión a la Iglesia! No seamos de éste ni de aquél, ni de aquí ni de ajlá, sino de Cristo, como decía San Pablo. Pensemos que en el Cielo, si podemos reírnos, nos reiremos de las miserias y niñerías que ahora nos separan aquí en la tierra, y por las que se perjudican y malogran tamas obr-as buenas... Pequeneces que impiden que se trabaje más y mejor por la gloria de Dios. Ayudemos a la Iglesia, y en Ella a sus representantes, con nuestra cooperación personal a sus obras, cada uno en la medida de sus fuerzas, pero "unidos, de Cristo, en Cristo, por Cristo,,. ¡Y nosotras, en particular, señoras, imitemos y sigamos a aquellas santas mujeres, apóstoles también, que en unión con ellos trabajaron por la Iglesia, que conserva con sus nombres su memoria, para alabarla y enaltecerla, pero que no fueron ni de San Pablo ni de San Pedro ni de San Juan, sino "sólo y siempre» de Cristo! MARIA TERESA OIZ Y TRONCOSO. (Recuerdos de una peregrinación española} L 11 de septiembre de 1920 había aparecido espléndido, fulgurante de sol. Los luminosos horizontes de Lourdes, los valles de Angeles y de S.an Salvador, las verdes praderas en declive hasta el Gave, los montes, las iglesias, los. conventos, el panorama entero, adquieren en la hora matinal mágicas transparencias. Más que la luz madrugaron los devotos de Nuestra Señora. O por mejor decir, para los devotos de Nuestra Señora, en esta ciudad única no hay ocasos, ni noches ni auroras, ni sol que ciegue ni nublado que amague; tan solo se desliza una jornada continua, incesante, interminable, de oraciones, de alabanzas, de cánticos. Noche y día ascienden ante la Virgen de la Gruta los anhelos del alma. Noche y día la multitud ensalza a la Señora. Y una estrofa de ese admirable y obsequioso Laus perennis fue la comunión fervorosísima, numerosa, compacta, de la peregrinación española ante las aras de Massabielle, en aquella radiante mañana del 11 de septiembre. Y otra estrofa, vibrante de gozosa emoción, cuando los cientos de peregrinos de Aragón, de Navarra, de España entera, apiñados en torno al estandarte del Pilar, ante la Gruta, eran presentados a la Virgen de Lourdes por el P. Ángel María Gcrmez, cuyo hábito de Santo Domingo se destacaba, en el pulpito de hierro, como un jirón de nuestras glorias patrias. —Recíbenos, oh Madre, entre tus brazos—rogaba el joven religioso.—Bendice a quienes por venir a visitarte no dudaron en dejar sus hogares y emprender larga marcha... La fe y la devoción a la Virgen se han extendido como fuego de amor desde España hasta Francia; y si sobre el sagrado Pilar de Zaragoza fuiste siempre, para con tus hijos, tan pródiga y tan Madre, no vas a serlo menos en esta Gruta de prodigios y gracias, Tabor de tu poder y de tu misericordia... El himno del Pilar, arrollador, valiente, respondía a la cálida salutación del religioso. Y tras del estandarte—blancura, sedas, oro—se inició un ideal desfile hacia la altura, por el bello camino que, en graciosos meandros y entre árboles frondosos, escala la montaña de las apariciones. —¡Ave, ave, ave María!...—ascendía, cantando sin cesar, la muchedumbre. No de otro modo el grupo de escogidos subirá desde el valle de lá_grímas a la región triunfante, dominando paisajes de inefable belleza y envuelto en oleadas de esplendorosa luz. • . 1 Próxima la festividad de Ntra. Sra. de Lourdes, que con tanta solemnidad celebra estos días la Cofradía de la Parroquia de San Lorenzo, nuestros lectores verán con agrado esta bella crónica de un querido colaborador.—(Nota de LA AVALANCHA.) LA AVALANCHA Allá arriba, en la cumbre, la basílica blanca, anchurosas sus puertas y sus naves, nos aguardaba ya, cual regalado y simbólico regazo de la Madre piadosa... Todo, todo en aquel estilizado templo gótico pregona a los sentidos y al espíritu el misterio inefable de la purísima y limpia Concepción; desde la delicada y bella estatua de la Virgen que se alza detrás del tabernáculo, hasta las magníficas vidrieras que narran en sus diáfanos colores !a historia del gran dogma y los éxtasis de Bernardita Soubirous; desde las innúmeras banderas y estandartes que cubren materialmente los muros, hasta el más humilde e infantil ex voto de los que a miles suspendió allí el agradecimiento; desde el suelo de mármoles, hasta los finos nervios de la bóveda; desde las ricas lámparas, hasta el sonoro y majestuoso órgano; desde el sillar oculto en los cimientos, hasta la aguja de su elevada torre; desde la oración del último fiel que implora a la Vencedora del demonio, hasta las horas del reloj que desgrana en sus ecos sonoros el Ave, el oh Regina, el oh María. Las diez de la mañana. Un príncipe de la Iglesia, el Emmo. Sr. D. Juan Soldevila y Romero (q. e. p. d.), peregrino de Lourdes al frente de los peregrinos, ascendía, revestido, las gradas del altar. Comenzó el santo sacrificio, el gran pontifical. Del coro descendían las melodías de la Misa de Angelis. El templo rebosaba de españoles. Sacerdotes españoles asistían al Cardenal-Arzobispo celebrante. ¡Oh, el temblor de los Kyries y los transportes jubilosos del Gloria, y la bella colecta de Nuestra Señora de Lourdes, y el discurso del fraile dominico, y la confesión del Credo y toda la maravillosa sucesión de la liturgia! En aquellos momentos, la Iglesia, una, santa, católica, se aparecía tangible, soberana, realidad viva; y la comunión de los Santos destilaba sobre los corazones sus mieles de consolación. Al terminar la misa bendecía el llorado Cardenal al pueblo con la apostólica bendición. Y el himno del Pilar llenaba la Basílica con sus frases de aclamación y de entusiasmo. Las campanas anunciaban el Angelas del mediodía. Todavía cantaban los españoles en los atrios del elevado templo. De la Gruta ascendía el rumor del rezo interminable. • MAX. En estos días crueles en que sopla el cierzo y nieva, todo el que lo tiene, lleva fastuoso gabán de pieles. Prenda que el lujo pregona, que és del opulento amiga, y al mismo tiempo que abriga, da importancia a la persona. Cualquiera con él se engríe, ustedes lo observarán: todo el que lleva gabán de pieles, no se sonríe. Tal vez sin fijarse en ello, va grave, tieso, finchado, con el pescuezo encerrado entre las pieles del cuello. Y reposado el andar, como dándose importancia, tiene un aire de arrogancia, que no se puede aguantar. Con es*e gabán tan serio y que tanto enorgullece. el más humilde parece que va a formar ministerio. Podrá ser aristocrático y hasta cómodo, eso sí; mas, la verdad, para mí es un abrigo antipático. Prefiero la airosa capa con sus pintados embozos, prenda de viejos y mozos que adorna y abriga y tapa. Alegre como ella sola, con sus pliegues de escultura, ¡qué bien marca la figura! ¡qué gallarda cuando engola! Y al que la sabe llevar, no como algunos peleles, abriga más que las pieles; vaya, ¡pues no ha de abrigar! Caiga nieve y venga hielo; ¡yo recorro todo el mapa, arrebujado en mi capa de embozo de terciopelo! M. RAMOS CAHRIÓN 29 ¡NI DIOS NI AMO! NOVELA SOCIAL (Continuación) —Pero la Inquisición bien mandaba a los herejes que renegaran de lo que les dictaba su conciencia, y los quemaba vivos si no lo hacían! —¡Oye, oye, Gildo! Me barajas muchas cosas diferentes! Mira, este es el mal que aqueja ahora a los obreros: que os encajan en libros y cines y mítines un millón de mentiras y desatinos que no tenéis instrucción suficiente para conocer que lo son; y así os hacen perder la fe de vuestros padres, y os dejan sin defensa ante la invasión délos absurdos más descabellados! La Inquisición como institución humana y formada de hombres, cometió sin duda errores y abusos, como todos los humanos tribunales que en el mundo hubo. Pero acerca de su historia se han amontonado las más atroces calumnias, que aunque están evidentemente rebatidas en libros sabios, se os continúan repitiendo en folletos sectarios y películas de cine! La Inquisición no violentaba las conciencias, sino prohibía la propaganda de ideas heréticas. Si un hereje hubiera escondido en lo hondo de su conciencia sus errores, la Inquisición no hubiera podido descubrirlos. Lo que hacían los herejes era esforzarse por propagar aquí sus herejías malditas, para convertir nuestro país en Campo de Agramante, como convirtieron a Alemania, Inglaterra y Francia, y todos los demás países que los admitieron. Ni creas que eran mansas ovejitas los tales herejes, pues uno de sus jefes, Calvino, quemaba vivos en Ginebra a los que no pensaban como él; como quemó atrocfsimamente al aragonés Miguel Servet, porque, aunque era también hereje, no profesaba sus mismas herejías! —Si era tan bruto como el Aragonés que tenemos en el taller, no estuvo mal que le quemaran vivo!—exclamó Gildo chanceándose. —El ser bruto es una desgracia como otra cualquiera, Gildo, y a los que la padecen, antes les hemos de tener lástima que odio. Pero no salgamos de nuestro asunto. Eso que os dicen de la libertad de conciencia son pataratas. La conciencia del hombre es esencialmente libre, pues nadie puede penetrar en ella sino Dios, el cual ha querido que seamos libres, para que libremente le sirvamos. Pero llaman libertad de conciencia a la libertad de despotricar y calumniar y soliviantar las fantasías de los ignorantes. —Pero, en fin, la Inquisición quemaba a la gente fjor motivo de religión; y eso no me dirá usted que esté bien! —Hombre; Rousseau, que no fue fraile medioeval, sino el padre del liberalismo, dice que a todos los ciudadanos se les habría de dar libertad para abrazar la libertad del Estado o emigrar. Y si alguno, después de haberla abrazado, la abandonara, debía ser condenado a muerte! Esto hacían antes todos los Estados: los musulmanes y cristianos, católicos y protestantes! —Pero no me negará usted que era una barbaridad, propia de siglos atrasados. —Ni tú me negarías (si supieras historia) que fueron mayores barbaridades las que se cometieron en las guerras de religión, cuyo origen no fue otro sino haber cierto número de ciudadanos apostatado de las creencias de sus padres, que ellos mismos habían profesado en su mocedad. Gildo se quedó callado, y miraba con interés a don Lucas. —La discrepancia de los conciudadanos en materias que llegan tan al alma como la religión, no puede carecer de gravísimos daños; y por eso, justamente se castigaba a los que procuraban introducir estas discrepancias en aquellos siglos en que todo nuestro pueblo era catoli- 30 LA AVALANCHA co. Y te advierto que la Inquisición, que ahora se maldice en ios cines y cafés democráticos, era amadísima del pueblo sencillo; y no fue el pueblo, sino una manada de filosofastros imbuidos en ideas extranjeras, y tal vez sirviendo a extranjeros intereses, quienes la calumniaron y acabaron por destruirla. Y mira: esos influjos extranjeros que, naturalmente, escapan a la perspicacia del pueblo, son la causa de los desórdenes sociales que ahora nos fastidian a ti y a mí! —¿Como es eso? ¿Lo dice usted por los rusos que han venido? —No sé qué rusos son esos. Pero lo que yo veo claramente es que las huelgas y perturbaciones que impiden nuestro trabajo, están haciendo el caldo gordo a los yanquees y a los demás extranjeros que procuran introducir acá sus mercancías y matar la industria nacional. ¿No piensas tú que el mayor auxiliar de esos señores es todo lo que estorba nuestro trabajo, nuestra producción, o por lo menos la dificulta y encarece? Gildo se quedó pensativo. Las palabras de don Lucas acababan de levantar a sus ojos la punta de un velo, y veía al otro lado de él un horizonte extensísimo y nada halagüeño. ¿Conocía él, por ventura, a los dirigentes de los Sindicatos? ¿Por qué se valían éstos, como delegados, de los obreros más brutos, como el Aragonés? Si eran obreros y procuraban el bien de la clase, ¿por qué excluían tan despóticamente toda discusión de sus procedimientos, toda revisión de sus cuentas? Era, pues, verosímil que, detrás de aquel Sindicato cu- Pueblo esto que te acabo de insinuar a ti en este parque solitario? —Pero los curas, la Iglesia, que dice usted es amiga del obrero, ¿por qué no predican estas cosas, en vez de predicar que la autoridad viene de Dios? —Mira, Gildo; la situación de la Iglesia católica es difícil en nuestros días. Los gobiernos liberales le robaron el siglo pasado sus bienes, cuya posesión le daba independencia para hablar sin respetos humanos. Luego se la ha excluido sistemáticamente de toda influencia política: se ha procurado encerrar U Religión en las iglesias, y llevarse a los obreros a las casas del pueblo, como antes a los clubs revolucionarios. La Iglesia dice las verdades y las predica en general. Ahí tienes las encíclicas de León XIII, llenas de soluciones para todos ios problemas políticos y sociales. Pero, ¿qué obrero las conoce? ¿En qué reunión vuestra se os habla de ellas? La Iglesia predica en desierto, y de decir la verdad, sólo saca que los poderosos la hostilicen, mientras los proletarios huyen de ella con desconfianza porque les han llenado la cabeza con las más negras calumnias contra ella. La Iglesia ha de predicar a los ricos la caridad y humildad; pero a los pobres les ha de predicar la sumisión y la paciencia. Y esta predicación ahora apenas la sufre el pueblo, el cual no piensa sino en violencias que la Iglesia no puede aprobar; así porque son contrarias a la justicia, como porque, en definitiva, se volverán contra el mismo pueblo honrado! Créeme, Gildo; las conmociones populares redundan en beneficio de alguien que no es el pueblo; pero a éste no hacen sino aumentarle las miserias! Omito los desNAVARRA ECHAURI—Nuevo puente sobre el río Arga ya cabeza nadie veía claramente, hubiera alguna influencia extranjera: tal vez un Poder internacional, que procuraba simplemente la ruina de nuestro país... Y los obreros trabajaban para él con la más ciega furia! —Pero ¿por qué no se ilustra la opinión de los obreros, don Lucas? —¿Y quién quieres que lo haga? ¿Crees tú que me harían caso a mí, a quien consideran como un pobre pelón, si fuera al Café del Porvenir y les explicara estas cosas? Si el hombrecillo rechoncho que me has dicho pagó con las costillas la curiosidad por examinar las cuentas, ¿qué me aguardaría a mí si dijera en la Casa del Foto. José Garucharri graciados que perecen o quedan lisiados en estas revueltas. Pero las mismas mejoras económicas que pretendéis, ¡son enteramente ilusorias! Se os aumentará el jornal de seis a ocho pesetas; pero se os subirá la casa de seis a ocho duros, y el vestido, de sesenta a ochenta pesetas, y el calzado, y el pan y la carne, y todo subirá en la misma proporción que vuestros jornales. —Es verdad, don Lucas. Nosotros pagábamos cuatro duros por nuestro pisito, y ya nos lo han subido a seis. Y el pan, y la carne, y todo, usted sabe cómo ha subido estos últimos años. Yo creo que esta es la causa principal de la intranquilidad de los obreros. LA A V A L A N C H A —Que sea una de las causas, no lo dudo, Gildo; pero -sí que sea la principal. Pues si agitadores interesados en hacer su agosto a río revuelto no os trastornaran tas cabezas, acaso no faltarían medios eficaces para evitar esa subida enorme de los precios. Pero, desengáñate: mientras vosotros, guiados por vuestros invisibles jefes, os empeñéis en disminuir las horas de trabajo y acrecentar indefinidamente los salarios, todas las cosas subirán de precio en la misma proporción... Y en definitiva, los únicos beneficiados serán los que comercian con el hambre del pueblo y con las necesidades urgentes de todo el mundo. trógrados; pero ahora son ya los adelantados y progresivos, como Ortega y Gasset, los que escriben párrafos como este: "He ahí el nervio del problema. Nos hallamos ante un hecho que adquiere en una gran parte de Europa, y aun en otro aspecto, al que luego aludiremos, universalmente el carácter de una negación de la base moral de la civilización. ¿Será posible que vayamos en automóvil y en aeroplano, y mientras oímos un concierto radiotelefónico, hacia la selva primitiva? ¿Se habrá marcado una divergencia entre lo que se llama progreso material y progreso moral?B NAVARRA CATARROSO.—Vista general de ta villa Foto. Galle Calló don Lucas, y Gildo se quedó meditabundo. Ambos miraban apaciblemente el hermoso espectáculo que tenían delante. Las calles de árboles del Parque proyectaban agradable sombra. El sol, muy alto ya en el cielo, enviaba torrentes de luz que arrancaban de todos los objetos matices infinitos. Un mundo bullidor de insectos y avecillas animaba con sus chillidos y zumbidos aquella soledad, formada inútilmente para los moradores de la grande urbe, que desdeñaban los jardines públicos y se amontonaban tal vez en los cafés, en los clubs populares, y se emborrachaban allí con alcohol, con tabaco y con despropósitos de los tonos más subidos. (Continuará.) Es probable que las sociedades actuales, envanecidas y arrolladas por el trepidar de sus máquinas, llenas de orgullo por sus horribles rascacielos, se crean muy adelantadas, y sin embargo caminen hacia la barbarie. Esas construcciones modernas a que hemos aludido, los rascacielos, novedad arquitectónica de nuestros tiempos, y por lo tanto, de ellos característicos, podrían expresarnos el latido íntimamente retardatario. Ni en magnitud ni en belleza han igualado a las grandes construcciones que expresaron a su vez el espíritu y la moralidad de épocas pasadas y aun remotas. Las pirámides, los viejos templos paganos o cristianos, no solo son grandes, magnos, sino también grandiosos y magníficos, y sus moles están transidas de una armonía que es el alma ferviente que las traspasa. ¿Cómo hallar esa vibración de espíritu en aquellas caricaturas neoyorquinas de la torre de Babel? • * * A nosotros no nos puede sorprender esta regresión a los tiempos bárbaros; porque no creemos en otro progreso integral que el inspirado en la Verdad y en el Amor infinitos de Jesucristo; y cuando hemos visto que todo se rendía ante el ídolo de las riquezas y de los placeres, y se dejaba a un lado el reinado social de Jesucristo, hemos temido por la suerte de la civilización y del progreso. Por pensar así nos hemos ganado el calificativo "de re- Con toda discreción y con perdón de Paulino Uzcudun, nuestro compatriota, vamos a señalar una noticia que escuetamente dice así: "En Ukrania ha sido suprimido el boxeo.» ¡Qué vergüenza!—exclamarán, al conocerla, los aficionados.—¡Qué intolerancia! Y menos mal si no recuerdan el Tribunal de la Inquisición para establecer un paralelismo—un poco anacrónico—entre ella y el Gobierno de Ukrania Pero, entendámonos, señores. El boxeo, ¿es un deporte? Si el deporte es un recreo que contribuye al cultivo y ennoblecimiento, tanto del organismo como del espíritu, nos parece que el arte de hinchar las narices al prójimo, 32 LA AVALANCHA por diversión—¡menuda diversión!—dista bastante del referido concepto. Un deporte cuyos resultados son le-' Piones, sangre, dolor, cuando no la misma muerte, más que deporte resulta, hablando familiarmente entre nosotros, extrarradio de la sección deportiva, una barbaridad... Y la civilización tiende al progreso, no a la vuelta a la barbarie. Todo propósito, todo sistema, todo "deporte,,—empleemos la palabreja—encaminado a la hegemonía del puñetazo tiene más de regresivo que de cultural. Así es que Ukrania ha hecho bien suprimiendo el boxeo. Ha demostrado que quiere vivir en pleno siglo XX. XAVIER. TEOLOGÍA POPULAR Cuestiones acerca de Jesucristo Cuestión 10.—¿Cómo se prueba que Dios es el Autor de la ley natural? Bello es sin duda un lago de cristalinas aguas, en el cual se retratan los frondosos árboles que le cercan y el limpio azul de los cielos, o el disco esplendoroso del sol, o la suave claridad de la luna y de las estrellas. No arrojéis sobre el espejo de esas aguas ninguna piedra, por pequeña que sea, porque con el más ligero golpe todas se conmoverán; no revolváis su fondo cenagoso, porque se enturbiarán, y si el huracán las azota, llegarán a encresparse como las olas del mar agitado. Este lago es una semejanza de la conciencia del hombre. Dios la hizo limpia, pura y sosegada, para que fuese un espejo en el cual se reflejase su divina y espiritual hermosura; pero cualquier pecado la conmueve, las aficiones terrenales la enturbian y las furiosas pasiones la agitan y desconciertan. El niño inocente, hasta en su misma cara descubre la belleza de su alma angelical; pero si, llegado a la edad que llamamos de discreción, comete algún crimen, trastórnase todo su ser, y ya no veréis en sus ojos aquella serenidad y luz del cielo que en ellos resplandecía, sino la oscuridad, la inquietud y la fealdad de su alma pecadora. ¡Oh, y qué delicada es la conciencia humana! Toda la vida siente el hombre la severa obligación de obrar el bien y apartarse del mal, y medir por este rasero todos sus pensamientos, palabras y obras; y aunque se diga que hay pecadores desbocados que apenas sienten los remordimientos, la verdad es que no por eso desconocen el desorden de su vida abominable; y si les hacéis jueces de los cómplices de su maldad, les condenarán, sentenciándose interiormente a sí mismos, y siempre cubrirán la torpeza de sus depravadas costumbres con alguna excusa o color de virtud. Filosofemos ahora un poco. ¿Quién es el Autor de esa ley moral tan profundamente grabada en el corazón del hombre? ¿Quién la ha promulgado sin ruido de palabras a todos los hijos de Adán? ¿Quién infunde a sus almas esa luz maravillosa con que distinguen tan fácilmente lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto y lo honesto de lo vergonzoso y reprobado? ¿Quién serena y alegra sus corazones cuando practican el bien, y los entristece y agita con remordimientos cuando obran el mal? Cierto es que el hombre no se ha intimado a sí mismo semejante ley. Todos los que están de aliento en la maldad quisieran sacudir ese yugo que les aploma, y para no oír las voces pavorosas de su conciencia, procuran vivir enfrascados en sus negocios o embriagados en sus placeres. ¡Ay del día o de la hora en que entrasen dentro de sí! Tampoco procede esa ley natural de los legisladores humanos; porque nosotros mismos tenemos por cosa de burla las órdenes de los gobernantes, cuando vemos que no se fundan en aquella ley de la conciencia y regla natural del hombre. Concluyamos, pues> diciendo que si toda ley es de un superior, esa ley a que están sujetos todos los hombres,, procede del superior de todo el linaje humano. Sólo Dios puede haberla prescrito umversalmente a los hombres de todas las condiciones, de todos los pueblos y de todos los siglos; sólo Dios sabe promulgarla interiormente a las almas; sólo Dios sabe sancionarla con el gozo y tranquilidad de la conciencia, que es una prenda divina de la recompensa futura, o con la inquietud de los remordimientos, que son las secretas amenazas de los futuros castigos. Objeción.— El librepensamiento y la ley del asno salvaje. Los librepensadores protestan contra esas verdades tan claras, y dicen que no hay más regla del hombre ni ley moral que el librepensamiento. Pero, decidme, bellacos: ¿qué entendéis aquí por librepensamiento? Si entendéis la ley de la razón, decís lo mismo que nosotros, porque, en efecto, la ley natural no es más que esa ley que Dios ha prescrito a la criatura dotada de razón. Pero si queréis decir que así como el hombre puede pensar lo que quiera, puede hacer también lo que le dé la gana y vivir a sus anchuras, permitidme que os lo diga: esa regla de vuestra moral se parece en todo a la que sigue un asno salvaje. La ley natural prescribe la virtud, la obediencia, la caridad, la honestidad, la fidelidad conyugal, la piedad con Dios y con el prójimo, y reprueba el robo, la lujuria, el homicidio y el suicidio. ¿No es esto, librepensadores? Y con todo, muchos de vuestro bando piensan de otra manera: uno dice que la piedad con Dios es fanatismo; otro, que la propiedad es un robo; otro, que la lujuria es un pasatiempo; otro, que el suicidio es un privilegio del hombre; y no falta quien proclame el amor libre, el comunismo más imposible y la anarquía más bárbara y el exterminio de la sociedad como el mejor medio para salvarla. Y, ¿adonde vamos a parar si Dios no lo remedia? Aunque harto es de temer que el remedio de esa generación mala y perversa que ha dado en la manía de querer vivir sin Dios y gobernarse por sí misma, no ha de ser otro que el remedio de los locos, que con la pena se hacen cuerdos. FRANCISCO DE P. MORELL, S.j. •_ (Continuará) CUESTIONES SOCIALES LA OLA DE PEREZA i se mira al fondo de las cosas, pronto se echa de ver que la crisis económica y financiera que amenaza al mundo tiene su causa en la ola de pereza que invade los espíritus de la sociedad contemporánea. Por algo es la pereza uno de los pecados capitales y se dice que es madre de todos los Vicios. El comerciante sólo aspira a retirarse después de hacer fortuna en pocos años; el empleado sólo piensa en llegar lo más tarde posible a su oficina, y no cesa de mirar al reloj en la última media hora de la jornada; el obrero huelga en cuanto el patrón vuelve la espalda; el labriego sólo piensa en dejar la labor, y abandona en cuanto puede los campos para huir del duro trabajo de la tierra. Todos trabajan cada vez menos, todos producen cada vez menos, todos gastan cjd3 día más... y todos se extrañan de que de día en día se encarezca el precio de las cosas. El desorden y la perturbación en la economía del. mundo es un hecho patente. Y constituye un serio peligro para la estabilidad de las sociedades. Es un generador de la guerra civil y hace inevitable la guerra extran- 33 LA AVALANCHA jera, porque las ambiciones entre las naciones son resultado de las que apasionan a los individuos. ¿Cual es, pues, la fuente, cual es el principio del desorden económico? Bl abandono de la ley moral. La crisis económica es esencialmente una crisis de conciencia. No se quiere trabajar, y sólo se aspira a enriquecerse para llevar una vida fácil y placentera. Se ha olvidado la condenación divina: "ganarás el pan con el sudor de tu •frente,,. Se busca la ganancia fácil y rápida, por cualquier medio. Se ha perdido por la generalidad el punto de honor que impulsaba a dar al patrón o al cliente en trabajo o en mercancía el justo valor correspondiente al pa^o recibido. Se desdeña la virtud del ahorro, empeñándose en ase'gurarse contra todos los riesgos y necesidades futuras de la vida, acudiendo al Estado providencia. Se ha olvidado aquella divina advertencia: "siempre habrá pobres entre vosotros,,. Sólo por el retorno a la hombría de bien, y sólo por la resurrección de las conciencias se empezará a restaurar el orden económico perturbado. Si no se hace así, la sociedad actual perecerá. X. A propósito de la campaña antipornográfica oco a poco las conciencias honradas se van despertando de la inactividad que las tiene aletargadas en lo que se refiere a la gran plaga de las lecturas inmorales. El anuncio de este salvador movimiento nos consuela y nos anima grandemente a los que no nos hemos conformado con lamentar el daño, sino que para el remedio hemos trabajado a medida de nuestras modestas fuerzas y buen deseo, y nos sirve también de acicate para la perseverancia en la labor siempre RWi """'" tenaz y sin desmayos. Ei conocido literato Curro Vargas ha publicado en "El Debate» un curioso aitículo contra esta plaga, que empieza así: Uno de éstos, verbigracia, publicó no há mucho, como la cosa más natural, el retrato de un sabio español y el de una "cantaoraB a quien, en el pie del grabado, se apellidaba "artista clásica y exquisita, reina de los "¡oles!,,, no añadiendo "¡vaya cardo!,,, quizá por falta de espacio. ¡Así se escriben de nosotros "cosazas,, corno aquella: "En España, donde hay doce millones de analfabetos, pero hasta los ministros saben tocar la guitarra y cantar "soleares,,. Sin embargo, y por fortuna, nuestro flamenquismo casi ha pasado a la historia, "no se lleva ya,,. En cambio la literatura de burdel, el novelucho sucio y barato, están corrompiendo y embruteciendo, en el sentido más amplio de ambas palabras, a una buena parte de la juventud española que vive en las ciudades. La influencia de esa literatura grosera y halagadora de los instintos más bajos es un hecho: un hecho que se revela en el piafar lascivo y cínico de ciertos mozos de la pollada, no solo señoril, sino también obrera. La calle, las plataformas de los tranvías, los "cines», etc., etc., son otros tantos lugares donde muy a menudo las mujeres se ven asediadas de un modo grosero y hasta brutal, por esos muchachos que quieren "vivir,, a> todo trance lo que leen, esa literatura innoble y fea que avillana y enferma... "La pornografía es un crimen social,,, ha dicho un pensador moderno. Pero, aparte frases sonoras y sentencias morales, hay, aun para los imbéciles que con estulta vanidad se jactan de "amorales», una razón positiva que oponer al pornografismo, la que invoca la "joven Alemania,, y con ella, todos los pueblos fuertes: el porvenir de la raza y su depuración física y espiritual. Y por añadidura, hay algo en todo hombre, "si es un hombre,,, que instintivamente rechaza lo grosero, la "materialización,, de las pasiones voluptuosas: el buen gusto. El buen gusto que aquí acaba de perderse, como otros resortes poderosos de la raza.... . ' . BIBLIOGRAFÍA Almanaque d.e «Cultura religiosa», para 1937". EMI; interesantísimo Almanaque es el regalo que hace a sus susenptores la revistita del misino nombre, en 96 páginas de texto y una serie de dalos y curiosidades que hacen recomendable su lecitira. . Se vends a una peseta en iod:is las librerías religiosas. .: "EL «BURDELISMO, LITERARIO El porvenir de nuestra patria ha de basarse en una juventud fuerte, recia de cuerpo y de espíritu. Es necesario, pues, combatir tenazmente, y con la máxima energía, la literatura pornográfica, demoledora del cuerpo y del espíritu de esa juventud. ¡Bah! ¡Palabras de un misógeno o de un "neo 0 absurdo!, sonreirá despectivamente alguno de los cien mil aspirantes a novelistas "eróticos,, y proveedores de ciertas "novelas cortas,,. Pues, no señor, estas palabras las ha lanzado en un manifiesto "Alemania joven,,, o sea una sociedad berlinesa de vanguardia que no es una cofradía precisamente. Cierto que los alemanes no entienden el "donjuanismo,, a nuestro modo ni condicionan la hombría a nuestra manera, a la manera de algunos españoles, mejor dicho. No conciben como exaltación y consagración de la virilidad el revolcarse en la ciénaga de todos los vicios y el juergazo perdurable más o menos flamenco. A un alemán, a un inglés, a un americano* del Norte, se les antoja pintoresca, sencillamente, esa virilidad.., porque para ellos un hombre, "todo un hombre,,, es lo contrario de ese tipo desmedulado de cuerpo y de alma; lo contrario de ese fantoche que sólo vive su animalidad.,. y una flamenquería estúpida, ¡lo menos viril que puede , concebirse! Ambiente muy nuestro, al que no se sustraen, j ni algunos periódicos que alardean de sesudos. NUESTROS GRABADOS Vista parcial de Arizala—Ese pueblo se encuentra a 41 kilómetros de Pamplona, en la carretera de Estella que pasa por Salinas de Oro. Forma parte del Valle de Yerri y se compone de 195 habitantes, según el última censo general de población. En él está la residencia oficial del Ayuntamiento. Nuestra fotografía reproduce la plaza del pueblo, viéndose en ella la fuente pública con su abrevadero. ••.,'•. Un rincón del pueblo de Echauri, y el nuevo puente sobre el Arga.—Sobre una llanura, a la derecha del río Arga y a unos 15 kilómetros de Pamplona, ¡unto a la carretera que va a Puente la Reina, está el lugar de Echauri, formado de 139 edificios con 560 habitantes. Su término jurisdiccional confina con Otazu, Zabalza, Elfo y la sierra Sarbil. El nuevo puente levantado sobre el río Arga—cuya fotografía publicamos—ha sido construido bajo los planos y dirección del ingeniero D. Carmelo Monzón y Repá- 34 LA AVALANCHA raz, por los Sres. Erroz y San Martín, de Pamplona. Es de hormigón armado; tiene una largura de 78 metros, por 9 de alto y 3'30 de ancho. Las obras de construcción comenzaron el 16 de agosto de 1926, y se terminaron el 5 de octubre del mismo año, La inauguración oficial del puente, previa la bendición solemne hecha por el párroco D. Leandro Azcárate, fue eMO de diciembre, fiesta de Santa Eulalia, Patrona del pueblo; asistiendo ai acto el ayuntamiento de Echauri presidido por el alcalde D. Gregorio Apesteguía y formado por los concejales D. Tomás Muniáin, D. Teófilo Andueza, D. Crisóstomo Miquele, D. Pedro Ecay y don Esteban Ezcurra, y el secretario D. JoséGurucharri. Vista general de Caparroso.—Esta importante villa de Navarra se encuentra a 57 kilómetros de Pamplona, y la forman 2.870 habitantes y 583 casas, sin contar otros edificios inferiores. Caparroso confina con Traibuenas, Murillo el Cuende, Cadreita, Villafranca y las Bardenas Reales. Subsisten todavía vestigios, en la parte norte de esta villa, del antiguo castillo inexpugnable y muy importante por su posición estratégica. "En 23 de mayo de 1072—dice un insigne historiador,—Alfonso Almoctader, rey moro de Zaragoza, trocó este castillo por el de Tudujen, que le entregó el rey don Sancho el de Peñalén, y este cambio fue ocasión a los pactos y concordia entre ambos reyes. En 1087 era señor o gobernador de la villa de Caparroso el caballero don García Fortuñez, y.en 1137, D. Fortuno Iñiguez., "HOGAR NAVARRO,, ON este título simpático ha escrito nuestro querido colaborador el inspirado y fecundo poeta pamplonés Baldomero Barón un precioso diálogo de costumbres, original y en verso, que fue estrenado con éxito en el teatro Gayarre de Pamplona el día 5 de enero del año actual. Esta obrita, que puede constituir un número sano en las veladas que se dan en las villas navarras, colegios y escuelas, es un cuadro de costumbres lleno de encanto y sabor de nuestra amada tierra. En el diálogo intervienen dos personajes y un infantico navarro. El argumento es el siguiente: Isabel, en un hogar modesto, pero feüz, espera a cenar a su joven esposo, y está al lado de la cunita diciendo piropos maternales a su hijiio, para que no se duerma hasta que venga su padre; pero el niño tiene sueño y se duerme. Llega el padre, y siente que se haya dormido su hijito. El venturoso matrimonio cena pensando en su riqueza, en su hijo, que duerme como un ángel; y después de una interesante escena, en la que recuerdan sus castos amores, se dirigen a la cuna, exponiendo sus ilusiones de lo que celebrarían fuese el ángel de su hogar. El esposo quiere que sea un mozo deportista vasco, gallardo, noble, corredor en los "encierros,, de los toros; pero la esposa interrumpe al oír de "encierros,, que dan espanto; y Ricardo pregunta en este bonito momento final: RICARDO.—Pues tú, ¿qué quieres que salga? ISABEL.—Travieso... pero aplicado; que en la escuela siempre sea el primero por más sabio; que salga y que sea el tipo perfecto, digno y bizarro, tan propio de nuestra raza, de toda virtud dechado; ( que rinda culto a las glorias de nuestro Reino adorado, y a las limpias tradiciones que son sus timbres preclaros, y que aprenda a practicarlas con fervor ardiente y santo, cual nosotros aprendimos de nuestros padres ancianos. Y a la Virgen del Camino , y a la Virgen del Sagrario, les pido que sea humilde, hijo amante y buen cristiano. RICARDO.—Pues yo, a San Fermín, que salga hombre de bien, hombre honrado, ¡y valiente, muy valiente... como todos los navarros! • #* ¡Santas aspiraciones de unos padres cristianos! ¡Que su hijo sea honrado y patriota! Nuestra felicitación al fecundo poeta que así sabe pintar las sanas costumbres de nuestra tierra. Recomendarnos con gusto "Hogar navarro,, a los lectores de LA AVALANCHA. Muy bien editado en casa de nuestro amigo D. Jesús García, con linda portada y retrato del autor, puede adquirirse a 50 cents, el ejemplar. MESA REVUELTA Continúa con general aplauso la persecución a la inmoralidad.—Dicen de Barcelona que el jefe superior de policía señor Hernández Malulos ha dispuesto la creación de un grupo especial de agentes, que se denominará "Brigada de disciplina social,,, con la misión de velar por la moralidad en los espectáculos. Este servicio será mandado por el inspector señor Villacerde. Comunican también de Vigo que, siguiendo indicaciones de don Mauro Alonso, la guardia municipal ha dado una batida a los puestos y quioscos destinados a la venta de periódicos, recogiendo una enorme cantidad de postales, novelas y revistas pornográficas. Está decidido también el alcalde, prosiguiendo en su campaña moralizadora que tantos aplausos está mereciendo de la opinión, poner coto a las exhibiciones cinematográficas perniciosas y a la representación en los teatros de obras inmorales atentatorias a la decencia y buenas costumbres. Esperamos que nuestras dignas autoridades civiles,, imitarán el ejemplo de las citadas ciudades. En Pamplona, como nos lo ha advertido nuestro celosísimo Prelado para nuestro bien, se han representado días pasados obras que ningún buen católico debe presenciar. Uno de tantos llamados socialistas. — Fernando Rouisson, socialista y anticlerical furibundo, educa a sus hijas en un Convento de las Religiosas del Sagrado Corazón, en Italia, ya que en Francia no tienen esas monjitas la libertad para tener colegios. El señor Rouisson es demasiado "laico,, para conseguir de sus colegas, los diputados socialistas, que voten la vuelta de los religiosos a Francia; pero quiere que sus hijas no se vayan a las escuelas laicas, sino que se eduquen por las religiosas monjitas. Contra la blasfemia.—La guarnición de Roma ha celebrado en la iglesia de San Ignacio una función religiosa de reparación contra la blasfemia. Asistieron seis generales, entre ellos el jefe de la guarnición, centenares de oficiales y un regimiento. Revista notable.— Entre los diversos artículos que publica en su último número la importante revista de Madrid "Razón y FeB, hemos visto uno muy interesante del P. N. Noguer, acerca del ideal naturalista y el ideal, católico en las asociaciones gimnásticas y deportivas. LA AVALANCHA Cada día más de prisa.—La característica de la vida moderna es la actividad multiplicada a una velocidad inverosímil. El aviador francés ayudante Bonnet, que posee el record de un vuelo de 449 kilómetros por hora, parece que debiera ser el personaje representativo de esta época; pero, ¡Lisardo, en el mundo hay más!, y ese pías ultra del vivir de prisa nos viene del Canadá en forma de suceso, que fielmente traducimos: "A las cuatro de la mañana se mataron cuatro carneros en Brandford. En menos de media hora se lavó su lana, y metida en la caldera del tinte, inmediatamente se cardó, se hiló y se tejió. El paño se envió en seguida a un sastre, que confeccionó, también a toda velocidad, un gabán. Este gabán se transportó por avión al local de la Exposición Nacional de Quebec, y lo compró y usó el mismo día, a las diez y ocho cuarenta y cinco de la tarde, el teniente gobernador M. Perodeau.w Hasta aquí el suceso. Ahora que a lo mejor todo esto no es sino un canard en vez de la historia curiosa de la rápida utilidad de cuatro borregos. El club de los ardientes.—Se acaba de filmar la famosa novela "El judío errante», de Eugenio Sue, que fue una máquina de guerra contra los jesuítas en aquellos tiempos. Pero la lucha contra los ¡esuitas es hoy de una historia tan antigua y tiene un público tan poco apasionado en este tiempo de bolcheviquismo, de lucha de clases y de fiscalización agresiva, que la adaptación de la novela anticlerical de Sue ha suprimido a los jesuítas y los ha reemplazado por... el temible Club de los Ardientes (¡!), sociedad secreta especializada en el "torcimiento de herencias,. Si Eugenio Sue viviera, ¡sufriría un desvanecimiento! No había hecho su interminable novela más que contra los jesuítas, y lo que se retira de la novela son Jos jesuítas. V A. 1 EDADES UN MATRIMONIO SIGLO XX EÑORA A.—¿Con que se casa la de Rocafuerte? Señora B.—Sí, chica: con el hijo del naviero Antúnez; una bala perdida: mujeriego, deportista y feo como él solo, pero con mucho dinero. Señora A.—Pues tampoco irá al matrimonio con las manos vacías la de Rocafuerte. He oído decir que su padre la ha dotado en dos millones. Señora B.—¡Dos millones! Puede; pero sospecho que no debe ser tanto. Me consta que el Marqués ha vendido, no hace mucho, dos casas de su propiedad en la calle de Serrano y tiene hipotecado su hotel de San Sebastián. Señora A.—De todos modos no pasarán hambre. Luisita es además una muchacha muy lista y muy desenvuelta. Señora B.—Sí: toca bastante bien el piano y sabe guiar el auto. También habla francés e inglés y es gran jugadora de "tenis». 35 Señora A.—No harán mala pareja. Señora B.—¡No seas guasona! Luisita tiene poco que agradecer a la naturaleza: parece un huso. Sus piernas son dos violines y la cara un jeroglífico. ¡Estas chicas de hoy, sin caderas y sin garbo, con el cogote pelado y la cara embadurnada, se me antojan marimachos. ¡Pues donde me deja usted al novio: con su pantalón "chanchullo,, y su cara de payaso! ¡Siempre hablando de su musculatura "bestial,,! ¡Siempre con su vocabulario de plazuela: lo "postinero,, la "pochezn, etc. Señora A.—¡Pues mi marido, que es académico, dice que todos esos vocablos constan en el nuevo Diccionario. Señora B.—Sí, ya lo he visto. Dentro de poco la lengua española será un galimatías y reproduciremos IHS escenas de la torre de Babel. En fin, eso poco debe importarle al nuevo matrimonio. El dinero, como la música, es un lenguaje universal, y con pesetas o francos, o marcos o libras, se hace uno entender de todo el mundo. Señora A.—¿Y donde piensan fijar su residencia los recién casados? Señora B.—No lo saben aún. Lo que sí está resuelto es el programa del viaje de novios. He aquí el itinerario, según la doncella de Isabelita: París, Bruselas, Berlín, Budapesth, Constantinopla, El Cairo, y después las principales ciudades de América. Señora A.—Eso es un curso de geografía física y política. Buena falta les hace, porque dice mi marido que el novio, un día, al oír al capitán Lumbreras hablar de unos tíos que tiene en Santa Fe de Bogotá, le argüyó que "Santa FeB no es de Bogotá, sino de la provincia de Granada, y como el auditorio rompiera a reír, desafió a los que se reían, con lo cual aumentó la hilaridad de un modo "bestial», como él diría. Señora B.—¡Tiene usted razón! Los novios tienen poca instrucción. Isabelita no lee sino "La Moda Elegante, y "La Novela de HoyB, y me han dicho que el otro día, en Fontalba, viendo "La mariposa que voló sobre el mar,,, confesó que aquello era aburrido y que le gustaban más "Los extremeños se tocan». Señora A.—Bueno, con su pan se lo coman. Y lo peor es que mi marido piensa hacerle un regalo al novio, porque dice que le debe muchas atenciones. Yo trato de * convencerlo de que no está obligado a regalarle nada, porque no está la Magdalena para tafetanes. El no tiene sino ocho mil pesetas de la Tabacalera, mi .hijo Antonio está desocupado y mí hija Pura ha tenido que hacerse sus vestidos. Señora B.—Sí, tiene usted razón. No están los tiempos para regalar a nadie. A una no le regalan nada. Yo estoy viuda y tengo tres hijas que no llevan trazas de encontrar novio. Señora A.—Está todo perdido. El matrimonio es un negocio que no se concibe sin capital, y todos queremos ser capitalistas. Las niñas no se conforman con un hombre honrado y de posición modesta. Quieren un marido rico aunque sea "bestial,,. Señora B.—(Rompiendo a reir) ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Señora A.—(Amoscada) ¿De qué te ríes? Señora B.—No es por lo que dices, sino por un sucedido que nos contó el otro día el escritor Regúlez, que, como sabes, es muy amigo nuestro. Dice que un amigo suyo, catedrático que fue del Instituto de Málaga y hombre de mucho ingenio, tiene siete hijas muy inteligentes y muy virtuosas, pero sin un céntimo de dote. Cierto día en que hablaba a otro compañero, padre también de cuatro o cinco hijas, de sus graves preocupaciones respecto al porvenir de la prole, acertaron a pasar unos cuantos mocetones, hijos del pueblo, que iban a embarcar para América, "¡Yo quisiera para mis hijas cinco hombres como ésos!—dijo uno de los padres.—Me daría por satisfecho con que fueran honrados.,, Y el catedrático exclamó, con sinceridad bravia: "¿Honrados dice usted? ¡Aunque fueran los siete niños de Ecija!w Señora A.—¡Muy bien! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Señora B.—¡Es estupendo! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! H. PAMPLONA,—Imprenta, Librería y Centro de suscripciones de Jesús García, calle de la Estafeta, número 31 LA AVALANCHA 36 CAJA DE AHORROS DE LA VASCONIA cLa Electro-Mecánica-Navarra > Fabricantes! 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