¿Quién tejió esta bala, para quién? ¿La bordó abuela para el nieto ajeno? ¿La forjo el padre contra el pecho de otro padre? ¿La acarició una mujer desvelada, Que pensaba en su hijo soldado que pensaba en su madre Fabricante de balas y explosivos? ¿Quién, para quiénes hemos sobado todas las balas?1 1 Poema anónimo referido por Guerra F.: “Viaje al mundo de las balas” en Bohemia del 16.3.91, Año 83 No. 11. Pps. 16-17. Indice de Capítulos y Epígrafes Páginas I. Introducción a la Balística Criminalística 1 I.1. I.2. I.3. I.4. Origen y evolución histórica de las armas de fuego Conceptualización y clasificación de la Balística La Balística Criminalística y su objeto de estudio Fundamentación Jurídica de la Balística Criminalística 1 16 18 19 II. Las Municiones 24 II. 1. La Pólvora como carga impulsora de los proyectiles disparados por las Armas de Fuego II.2. Evolución histórica de las municiones II.3. Concepto y clasificación de las municiones 24 III. Las Armas de Fuego 46 III.1 III.3 Concepto y división de las Armas de Fuego Principios de funcionamiento de los tipos de Armas de Fuego objeto de estudio de la Balística Criminalística. Sus elementos componentes 46 51 IV. La Balística Interior 91 IV.1. La Piroestática IV.2. La Pirodinámica 27 31 91 96 V. La Balística Exterior 103 V.1 V.2. La Balística de Transición Teoría del vuelo de los proyectiles disparados por las Armas de Fuego 103 104 VI. La Balística de Efectos 113 VI.1 Las huellas del disparo sobre las barreras. El Rebote VI.2. El poder de penetración de los proyectiles VI.3. La Energía de Detención y el Efecto Biológico de los proyectiles VII. VII.1. VII.2. VII.3. VII.4. VII.5. La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego La Inspección del Lugar del Suceso La Inspección de las Armas de Fuego Inspección de los Casquillos Inspección de los Proyectiles Inspección de las Brechas motivadas por el paso o el rebote de los proyectiles VII.6. Inspección de Personas 113 116 120 122 97 102 104 106 107 109 VIII. Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego 145 VIII.1. Investigación preliminar de las Armas de Fuego VIII.2. Determinación del Estado Funcional de las Armas de Fuego VIII.3. Determinación de la posibilidad de efectuar disparos con un Arma de Fuego dada VIII.4. Determinación de la posibilidad de producción de disparos involuntarios con un Arma de Fuego en situaciones concretas VIII.5. Determinación de las causas de la producción de determinados accidentes durante el tiro VIII.6. Estructura del dictamen pericial sobre el Estado Técnico de las Armas de Fuego 145 147 154 IX. Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas 163 IX.1. Introducción al concepto de Arma de Fuego Atípica IX.2. Investigación pericial balística de las Armas de Fuego Atípicas IX.2.1. Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas de Anacarga IX.2.2. Investigación pericial de las pistolas totalmente atípicas de retrocarga IX.2.3. Investigación pericial de las escopetas totalmente atípicas IX.2.4. Investigación de las armas de fuego atípicas enmascaradas en artículos de uso doméstico IX.2.5. Investigación pericial de las armas de fuego amorfas totalmente atípicas IX.3. Investigación pericial de las armas de fuego parcialmente atípicas IX.3.1 Investigación pericial de las armas de fuego típicas con modificaciones del calibre IX.3.2. Investigación pericial de las armas de fuego atípicas con modificaciones de sus dimensiones longitudinales IX.3.3. Investigación pericial de las armas atípicas con elementos o mecanismos aislados de origen típico IX.3.4. Investigación pericial de los objetos con atipicidades que los transforman en armas de fuego IX.3.4.1. Las armas neumáticas IX.3.4.2. Las pistolas de construcción y montaje IX.3.4.3. Mecanismos pirotécnicos varios IX.3.5. Investigación pericial de la fusión de elementos de diferentes armas típicas en un solo ejemplar IX.4. El Dictamen Pericial de la investigación técnico criminalística de las Armas Atípicas IX.4.1. Contenido del Informe Pericial IX.4.2. Elaboración de la Fototabla Ilustrativa 163 166 170 156 158 159 176 179 180 182 184 184 185 187 187 187 188 188 189 191 191 192 X. Teoría de la Identificación de la Criminalística. La Balística Comparativa Balística 194 X.1. X.2. X.3. Teoría General de la Identificación Criminalística La Identificación Balística. Evolución y Principios Básicos Proceso de conformación de las huellas del disparo sobre proyectiles, casquillos y barreras 194 196 198 XI. Determinación del Sistema, la Marca, el Modelo de las Armas de Fuego 204 Determinación del Sistema, la Marca y el Modelo de las Armas de Fuego por sus huellas sobre los proyectiles. XI.2. Determinación del Sistema, la Marca y el Modelo de las Armas de Fuego por sus huellas sobre los casquillos. XI.3. Determinación del Sistema, la Marca y el Modelo de las Armas de Fuego por las huellas de su morfología externa en fundas, escondites y otras superficies 205 XII. Identificación Criminalística Particular de las Armas de Fuego 213 XII.1. Identificación pericial de las Armas de Fuego por sus huellas sobre los proyectiles XII.2. Identificación pericial de las Armas de Fuego por sus huellas sobre los casquillos XII.3. Estructura de los dictámenes periciales de Identificación Criminalística de las Armas de Fuego 213 Conclusiones 220 Anexos 221 XI.1. Bibliografía 206 212 216 218 Introducción Se ha señalado en reiteradas oportunidades que uno de los elementos distintivos de la Escuela Cubana de Criminalística lo constituye el asumir la preparación de sus especialistas de diferente perfil, para ello el Sistema de la Técnica Criminalística ha insistido en la superación técnico profesional de sus cuadros y su incorporación al movimiento científico y docente que hoy sacude al país mediante la práctica de investigaciones y la obtención con sus resultados de grados y categorías científicas. El “Tratado de Balística Criminalística” es el fruto de 17 años de labor en ese campo, en el resumimos nuestras experiencias y conocimientos teóricos, planteamos los logros fundamentales de nuestras investigaciones y sometemos a juicio de los criminalistas nuestros juicios y puntos de vista sobre situaciones polémicas y en disputa dentro del espectro teórico conceptual. Cuenta con un conjunto de capítulos que tratan de recorrer el camino desde la historia de la pólvora y las primeras armas de fuego hasta las fórmulas más avanzadas a nuestro alcance aplicables a las determinaciones periciales de la Balística Exterior. Hemos tratado de que el lenguaje del texto fuera lo más ligero posible y que la redacción y el estilo de escritura resultara ameno, con el objetivo de que más que un libro de texto o de consulta para profesionales se convirtiera en una lectura deseada. Nuestro propósito a lo largo de 5 años de búsqueda y organización de los materiales que exponemos, fue poner al alcance de todos los criminalistas nuestros modestos conocimientos y facilitar el proceso de preparación de los peritos con un compendio de los materiales necesarios para llevar a cabo el trabajo pericial balístico tanto en el Lugar del Suceso como en condiciones de laboratorio. Aspiramos a que la crítica profesional, tan necesaria para el desarrollo, fomente la necesidad de refutar, profundizar y polemizar sobre nuestras afirmaciones y que con ello surjan nuevas fuentes imprescindibles para engrosar el caudal bibliográfico y cognoscitivo de los criminalistas cubanos. El Autor Introducción a la Balística Criminalística I. Introducción a la Balística Criminalística. I.1. Origen y evolución histórica de las Armas de Fuego. Desde épocas remotas en que el hombre iniciaba su evolución social, la necesidad de un arma que lo situara en condiciones similares a las de los animales de mayor peso y talla, y en una situación favorable con respecto a otros hombres, le hizo prestar atención a los objetos propios de la naturaleza y a partir de ellos desarrolló instrumentos que tuviesen un carácter defensivo u ofensivo según el caso. Pero el hombre actuando como ente social, con frecuencia y por diferentes razones, también las utilizaba contra congéneres de su propio pueblo, tribu, nación, familia, etc. De ahí que los antiguos nos legaran diferentes definiciones que recogen el concepto de lo que puede ser considerado un arma. Ulpiano afirmaba en la Ley 3ra., párrafo 2do., Título XVI, Libro XLIII que: “Arms suni omnia tela, hec est fustes, et lapides, non solum gladii hastae, frameae, it est, rompheae”1 . Mientras que Gayo explicaba en la Ley 54ta., párrafo 2do., Título II, Libro XLVII.D que: “Teli autem appelatione et ferrum, et fustis, et lapis, et denique emne quod nocendi causa habetur significatour”2 . Pertenecientes a una época mucho más reciente, nuestros colonizadores fueron un poco más amplios cuando consideraron en la Ley 7ma., Título XXXIII, parte 7ma.: “E por esta palabra armas, non tan solamente se entienden los escudos, e las lorigas, e las lanças, e las espadas, e todas las otras armas con que los omes lidian, mas los palos e las piedras”3 . Partiendo de estas denominaciones que universalizan a todo lo que el hombre pudiera utilizar para ofender y/o defenderse, las armas en su sentido más amplio pueden clasificarse hasta la contemporaneidad como sigue: a) Blancas: Contundentes Perforantes Cortantes y sus combinaciones 4 b) De proyección: Mecánicas 5 1 Ulpiano citado por la “Enciclopedia Jurídica Española”. Francisco Seix Editor. Barcelona. 1910. T. III. Pp 400. (Son armas todas las cosas que se emplean con carácter ofensivo, ya sean palos y piedras, espadas y lanzas) 2 Gayo ibidem. (Pero se designa con el nombre de Telum a la espada, el palo, la piedra y, en fin todo lo que se considere apto para matar) 3 Ibidem. Se ha respetado la ortografía y redacción del original. (N. del A.) 4 Corto-contundentes, pérforo-cortantes, etc. 5 Utilizan la energía mecánica en sus diferentes variantes: centrífuga (la honda), elástica (el arco), muscular (la jabalina), etc., para el lanzamiento de los proyectiles. 1 Introducción a la Balística Criminalística De fuego 1 : portátiles: individuales 2 colectivas o grupales 3 estacionarias 4 Neumáticas 5 : de aire o gas comprimido hidroneumáticas 6 c) d) e) f) g) Explosivas Reactivas Químicas Bacteriológicas Atómicas 7 Como se aprecia cada cultura humana se ha preocupado por dotar a sus pueblos de un arma cada vez más eficaz, poderosa, destructiva, no poseída por nadie, pero indiscutiblemente el más brillante descubrimiento de la historia universal del armamentismo lo significó la creación de la pólvora por los chinos en el siglo IX antes de la era cristiana, este descubrimiento según la afirmación de Engels en su trabajo “La Táctica de Infantería y sus Fundamentos” significó: “… junto a la invención de las armas de fuego una verdadera revolución dentro de las ciencias militares, ya que paulatinamente fueron desplazando a las flechas, las armaduras, las fortificaciones de madera, extendiendo considerablemente las líneas defensivas de las plazas militares y conllevaron al desarrollo de lo que hoy conocemos como Arte Militar Contemporáneo”8 . Aunque Abraham De Memmingen en su libro “Feuerwerksbuch” 9 , le atribuye al monje alemán Berthold Schwarz el descubrimiento accidental de la pólvora en 1313, muchos autores ubican el empleo de la misma en momentos históricos mucho más remotos, con lo cual coincidimos particularmente, una de las primeras referencias españolas, fruto de la pluma de Fray Andrés Aguirre, Provincial de los Agustinos en las Filipinas, señala que los chinos ya conocían la pólvora antes de la era de Cristo y la empleaban en la producción de fuegos de artificio y en la guerra, lo que corrobora Rabello cuando sita que “En las crónicas japonesas se plantea que los chinos fueron los primeros en usar engendros pirotécnicos con fines militares”10 . 1 Utilizan la energía de la deflagración de la pólvora para el lanzamiento de los proyectiles. Están concebidas para ser portadas y operadas por una sola persona. 3 Están concebidas para ser portadas en piezas o completamente por un grupo de personas (dotación), con independencia de que puedan ser o no operadas por una sola. 4 Están concebidas para su ubicación de forma permanente en una posición o por su concepción no pueden ser trasladadas del lugar durante el proceso del tiro. 5 Utilizan la energía de un gas comprimido para el lanzamiento de los proyectiles. 6 Utilizan la energía combinada de un gas y un líquido comprimido para el lanzamiento de los proyectiles. 7 Con el lanzamiento de las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945, se dio inicio a la llamada “Era Atómica”, dentro de la misma se han desarrollado armamentos atómicos, termonucleares y neutrónicos de diferente tipo. Durante la pasada “Guerra del Golfo”, tanquistas y artilleros del USARMY dispararon proyectiles de uranio empobrecido con piezas artilleras convencionales. 8 Engels F.: “La Táctica de Infantería y sus Fundamentos Materiales” en Anti Düring. Editorial Pueblo y Educación. La Habana. 1975. Pp. 409. 9 “Libro sobre Artificios de Fuego”, aparecido en 1410. 10 Rabello E.: “Balística Forense”. 3ra. Edición Sagra-DC Luzzatto. Porto Alegre. 1995. Pp. 34. 2 2 Introducción a la Balística Criminalística A su vez Ustinov y Blium plantean que la pólvora es el resultado del perfeccionamiento de una mezcla combustible que los antiguos denominaron “Fuegos Griegos”, que fue creada por un Bizantino llamado Kalinnik, más tarde señalan que esta mezcla fue mejorada por los árabes que le encontraron un empleo militar en la producción de explosiones e incendios y si damos crédito a las Crónicas Cristianas de 1119, entonces también la emplearon para la producción de disparos por medio de instrumentos, a los que los castellanos denominaron “Truenos” durante la defensa de Zaragoza contra Alfonso I “El Batallador” y en el sitio de Niebla en 1257 según lo describió Alfonso X “El Sabio”. Sin embargo la abrumadora mayoría de los autores consultados coincide en que hacia el siglo XIII la pólvora fue trasladada a Europa por el veneciano Marco Polo en uno de sus viajes desde el Lejano Oriente y que su total expansión por el antiguo continente tardó aproximadamente un siglo, ya que su nombre proveniente del latín Pulver 1 , aparece en algunos manuscritos sólo a partir del siglo XV, sin embargo en la primera mitad de ese propio siglo ya su producción “industrial” era dominada plenamente por algunas naciones, puesto que existen evidencias históricas acerca de que en dos ocasiones (1422 y 1547) la capital del principado de Moscovia 2 , fue totalmente destruida por sendos incendios originados en fábricas de pólvora ubicadas en sus arrabales. Fig. 1: Fabricación de la pólvora en 1390 3 . El surgimiento de la pólvora, unido a premisas objetivas motivadas por el desarrollo de algunas ciencias técnicas de la época, trajo consigo la aparición alrededor del siglo XIV de las Armas de Fuego, siempre concebidas con la aspiración de poder lanzar de disímiles formas algún tipo de proyectil, fundamentalmente contra ciudades y campamentos fortificados, algo similar a lo que habían intentado los chinos antes de la era cristiana con las catapultas y las “flechas cohetes” que según Rabello 4 fueron empleadas en el siglo X. Inicialmente se trataba de piezas artilleras de sitio y de gran calibre, concebidas como armas colectivas o de grupo, similares a las empleadas en Francia durante 1324, por el Rey Moro de Granada en 1331 durante su marcha contra Alicante y Orihuela, por los árabes en los sitios de Algeciras en 1340 y 1344, en los ejércitos de la Gran Bretaña en 1355 y por los rusos en la 1 Polvo. Moscú. 3 Según el Codex Germanicus 600. 4 Ibid. 1. 2 3 Introducción a la Balística Criminalística defensa de Moscú contra los tártaros en 1382; pero a finales del mismo siglo ya aparecen las primeras armas portátiles que podían ser manejadas por un solo hombre, aunque en muchos casos debían ser apoyadas sobre el suelo, su cabalgadura u otro objeto diseñado al efecto 1 . También en el siglo XIV el italiano Camill Betelli diseño un arma de fuego portátil maniobrable durante el tiro con una sola mano a la que denominó “pistola”, por haber sido precisamente en la ciudad italiana de Pistolla donde se ubicaban sus talleres. En el primer cuarto del siglo XV en los ejércitos europeos ya se empleaban con profusión las culebrinas 2 , en la segunda mitad del mismo siglo se descubrió el sistema “de mecha”, consistente en una palanca accionada por la energía liberada de un resorte, que sostenía en su extremo una mecha encendida, que acercada al oprimir el disparador a la oreja o fogón del arma, inflamaba la pólvora provocando el disparo, este sistema se implantó rápidamente en arcabuces y mosquetes y perduró hasta el siglo XVI. Fig. 2: Arma de fuego apoyada durante el tiro sobre la armadura de un jinete. Fig. 3: Variante de una de las primeras pistolas de mecha. 1 Espadones, hachas, picas o sencillamente aditamentos concebidos en forma de una vara corta con una horqueta o bifurcación en su extremo superior. 2 En 1496 durante la batalla de Marat, los suizos contaron en su armada con 6 000 culebrinas. 4 Introducción a la Balística Criminalística Fig. 4: Culebrinas del S. XV. Fig. 5: Arcabuz de principios del S. XVI, debajo se ilustra el esquema de dos “mecanismos de disparo” empleados en los arcabuces de la segunda mitad del S. XV. Fig. 6: Mosquetes europeos de los siglos XVI y XVII junto a uno de los aditamentos empleados para apoyarlos durante el tiro. Sin embargo se trataba de armas portátiles muy rudimentarias, que durante este período de casi ciento cincuenta años, a pesar de los esfuerzos de centenares de artesanos distribuidos a lo largo y ancho de la Europa Medieval, no pudieron competir exitosamente con el resto de las armas de proyección conocidas, respecto a su masa, durabilidad, precisión y velocidad de tiro; estos tipos de armas continuaban siendo muy inferiores a los arcos y las ballestas, incluso en cuanto a poder de penetración, los proyectiles disparados por los arcabuces, en muchos casos, poseían una potencia inferior a la de las saetas disparadas con ballestas; esta correlación comenzó a cambiar positivamente para las armas de fuego con la introducción de esferas de plomo en calidad de 5 Introducción a la Balística Criminalística proyectil para los mosquetes, con ellas se lograba un mayor poder de impacto, ya que estos proyectiles llegaron a alcanzar una masa de 50-60 g (aproximadamente el doble de la masa de los proyectiles de hierro y piedra empleados por los arcabuces); antes de la aparición de los proyectiles esféricos de plomo, sólo se lograba aumentar la masa de las balas proporcionalmente con el crecimiento del calibre, con lo que se perdía alcance del disparo, los mosquetes además poseían mayor precisión ya que tenían cañones de una longitud mayor a la de los arcabuces, no obstante a todo ello y a que su posterior desarrollo conllevó también a que creciera el poder de penetración de sus proyectiles, a mediados del siglo XVI, las armas de fuego portátiles todavía no competían en el mercado armamentista con el resto de las armas de proyección, con relación al pobre desarrollo logrado por las armas de fuego de la época, Engels señaló: “Cualquiera que se encontrara bajo el fuego de tiradores armados con mosquetes, no podía sufrir mas que la impresión de un profundo sobrecogimiento como resultado de la descarga”1 . A pesar de todo esto el principal inconveniente de las Armas de Fuego lo constituía el que todas ellas requerían de un gran consumo de tiempo durante su recarga, por lo que poseían muy baja velocidad de fuego; si un arquero durante un minuto era capaz de disparar hasta doce flechas, un mosquetero sin embargo, tenía que realizar decenas de procedimientos para alistar su arma para el tiro, por lo que sólo era capaz de realizar disparos aislados con intervalos de varios minutos. El sistema de mecha fue sustituido por el de “chispa o pedernal” que eliminaba a la mecha sustituyéndola en una primera variante (también conocida como sistema de rueda) por un fragmento de pirita 2 sujeto por una mordaza al extremo de una palanca similar a la del sistema de mecha, la que puesta sobre una rueda que giraba por un mecanismo de relojería, daba lugar a un haz de chispas que se dirigía hacía el fogón del arma y en la segunda variante por un pedernal ubicado igualmente en una mordaza, pero que al accionar la palanca, debía friccionar una superficie metálica rugosa, con lo que también se producían chispas que inflamaban a la carga impulsora. Fig. 7 y 8: Diseños de los sistemas de chispa fundamentales empleados en las armas de fuego en el período S. XVI-XIX. 1 Engels F.: “Historia del Fusil” en Marx C. y Engels F., Obras Escogidas, 2da. Edición. T. 15. Pp. 202. (en idioma ruso) 2 Mineral del Sulfuro de Hierro - FeS2 , o Calcopirita si es de Cobre - FeCuS2. 6 Introducción a la Balística Criminalística Las primeras noticias de estos sistemas de chispa nos llegan por los bocetos y manuscritos realizados en 1482 por el sabio Leonardo da Vinci, sin embargo su introducción se le atribuye por diferentes autores al alemán Donner y al flamenco Ettor, este sistema se extendió rápidamente por el mundo, siendo el preferido para usos militares en el período comprendido del siglo XVI al XIX. La relatoría histórica de estas armas largas no estaría completa si no citáramos a uno de los apéndices más importantes de las armas de fuego: la bayoneta. Antes de la aparición en las armas de fuego de la bayoneta, la infantería de todos los ejércitos se conformaba de destacamentos de lanceros y mosqueteros alternos, el papel fundamental en estas formaciones le correspondía a los lanceros, ya que los mosqueteros no participaban en los ataques. Durante la recarga de sus armas los mosqueteros permanecían prácticamente indefensos, ya que las armas blancas con que contaban resultaban menos efectivas en la defensa que las de los lanceros o la caballería. Por ello, con el objetivo de dotar a los mosqueteros de un arma que les permitiera emplear al mosquete en calidad de pica, tanto en su defensa como en el ataque, en 1646 fue adoptada una especie de jabalina corta que se colocaba en la boca del cañón de los mosquetes sujetándose a modo de tapón. Fig. 9: Fusil ruso de 1701, importado de Suecia por el comerciante Gartman, dotado de bayoneta. De esta forma el mosquete se convirtió en pica y el mosquetero empleando este aditamento al que se denominó bayoneta, ya que fue creado en la localidad francesa de Bayone en 1641, podía disponer lo mismo de un arma de fuego para el tiro de proyectiles de plomo, como de un arma blanca pérforo-contundente para el combate cuerpo a cuerpo, que podía en ciertos casos convertirse en arma contundente a través del empleo de la culata. “En 1648 muchos regimientos franceses recibieron puñales con la empuñadura hueca que se colocaban sobre el extremo del cañón de sus mosquetes, ahora se podía disparar sin retirar del cañón esa práctica bayoneta, que sin embargo, molestaba la recarga del mosquete”1 El primer fusil de percusión para cartucho unitario fue diseñado de manera conjunta por el alemán Johann Nikolans Draysse y el suizo Samuel Johann Pauly en 1827, en principio se trataba de un arma que consumía un tipo de cartucho unitario muy lejano de lo que hoy en día denominamos con ese término, estaba constituido por un envoltorio de papel o tela, que contenía a la carga impulsora, el proyectil y la carga iniciadora, esta última se colocaba directamente detrás del proyectil, para alcanzarla el percutor en forma de aguja tenía que atravesar el envoltorio del cartucho y recorrer toda la longitud de la carga impulsora, por lo que 1 Razin E..: “Historia del Arte Militar”. Moscú. 1961. T. 3. Pp. 490. (en idioma ruso) 7 Introducción a la Balística Criminalística frecuentemente se partía y era menester sustituirlo. A pesar de este inconveniente y de que después de varios disparos el fondo del cañón se “tupía”, ya que estas armas continuaban siendo de avancarga, y resultaba engorroso extraer de ellas los residuos de la combustión del cartucho, este sistema permitió alcanzar una considerable velocidad de tiro. Fig. 10: Fusil de percusión diseñado por Draysse en 1841 y más abajo el esquema de percusión propuesto en él. La solución técnica del cerrojo fue alcanzada de forma paralela hacia el año 1870 por tres constructores diferentes, Berdán, Mauser y Gru, esta innovación unida a otros alcances tecnológicos de la época como el cartucho unitario totalmente metálico, el cañón de retrocarga, los cargadores no removibles, nuevos tipos de pólvora, el cañón rayado y el blindaje de los proyectiles, abrieron una nueva era para las armas de fuego. Fig. 11: Peter Paul Mauser, diseñador y constructor alemán de armas de fuego. 18381914. 8 Introducción a la Balística Criminalística Fig. 12: Fusil Mauser mod. 1871. La revolución tecno-científica operada en la segunda mitad del siglo XIX, junto a los elementos señalados en el párrafo anterior, promovió la aparición de nuevos tipos de armas de fuego; en 1836 el norteamericano Jhon Person diseño un arma corta, portátil, de varias cargas que se alojaban en un tambor giratorio, este sistema de arma de fuego más tarde se le adjudicó al más famoso de los armeros de la época Samuel Colt 1 , no obstante, a lo largo de toda la historia del armamentismo siempre había existido la idea latente de multiplicar el efecto de las armas de fuego, logrando la rápida repetición de los disparos, o al menos el disparo de más de un proyectil, los primeros intentos generaron diversos artefactos, muchos de los cuales aparecen plasmados en los Códices Germánicos de 1390 a 1400 2 y podían disparar sucesiva o simultáneamente todos los cañones previamente cargados. Estas armas eran llamadas genéricamente “órganos”, “cañones de tubo” u “órganos de bombarda”, en España también se conocieron bajo el nombre de “ribadoquines”3 y según Leopoldo Frandsberg 4 también eran llamados “cañones voceadores” y “de granizada” por la ráfaga o sonido graneado de sus descargas. Fig. 13: Samuel Colt (1814-1862). 1 En realidad Jhon Person, prácticamente en la indigencia, vendió la patente comercial de su descubrimiento al emprendedor Samuel Colt, más tarde la mitomanía norteamericana ha fomentado la leyenda de que el díscolo joven que fue Colt, en uno de sus viajes en barco, se fijó en el movimiento del timón, lo que le sugirió la idea del tambor del revólver poniendo cada vez una nueva cámara frente al corte trasero del cañón con un cartucho listo para ser disparado. 2 Biblioteca Nacional de Munich. Alemania. 3 Del término ribaldo, que designaba al sirviente de las ballestas estacionarias. 4 Escritor militar del siglo XV. 9 Introducción a la Balística Criminalística Fig. 14: Revólver de pistón “diseñado” por Colt en 1851, junto a un molde para fundir proyectiles. Dentro del variado conjunto de estas armas tan frecuentes en la esfera militar en el período comprendido entre los siglos XV y XVI existieron portátiles y estacionarias; grupales e individuales; con varios cañones en el plano vertical u horizontal, dispuestos circular, rectangular o triangularmente, pero las más sobresalientes a nuestro juicio fueron una que se conserva en el Museo de Nuremberg fabricada por un armero anónimo en fecha sin precisar hasta el momento entre 1593 y 1650, se trata de un arma de un solo cañón montado sobre un trípode de madera que podía moverse en cualquier plano, la misma posee un tambor giratorio con cámaras de mediano calibre que alojaban cartuchos no unitarios y es capaz de disparar ráfagas de baja cadencia y la segunda, de la cual se conservan varios ejemplares en los museos rusos del Kremlin de Moscú, Tula y en las colecciones imperiales de Tzarskoe Selo y San Petersburgo, se trata de armas estacionarias o de campaña sobre afustes de ruedas de dos principios fundamentales: a) en el primero sobre una circunferencia dispuesta verticalmente se ubican un número de cámaras de avancarga que se alinean frente a un cañón por medio de una palanca antes de cada disparo. b) y en el segundo, las cámaras se ubican concéntricamente sobre una plancha metálica, circular y giratoria, dispuesta horizontalmente y se alinean frente a una sección de varios cañones capaces de disparar al unísono. 10 Introducción a la Balística Criminalística Fig. 15 y 16: Antecesores del principio de funcionamiento de los revólveres. Estos ejemplares de armas de fuego fueron realmente, según nuestra percepción, las que aportaron el principio que sentó las bases para el ulterior desarrollo del revólver y no la observación de Colt, como señala la tradición norteamericana. De todas formas, para su época el revólver diseñado por Person suponía la máxima aspiración del poseedor de un arma de fuego en cuanto a versatilidad, potencia, alcance, poder de penetración y detención, velocidad de realimentación y tiro, hasta que en 1863, el también norteamericano Regul Pilon, diseñó el primer fusil de autocarga capaz de aprovechar la energía de los gases del disparo para expulsar los casquillos percutidos, a partir de esta idea en 1866 el inglés Josef Curtiss construyó su fusil automático de varias cargas alojadas en un tambor, mas tarde aparecerían con el mismo principio los sistemas Plesner, Winchester, Krnka, Manlicher, Freddy, Bang, etc.. Fig. 17 y 18: Fusiles Manlicher mod. 1891 y 1893. Se les reconoce como unos de los primeros fusiles automáticos diseñados y construidos en Europa. En 1872 y 1874 en Europa (Pleiner) y EEUU (Liutre) diseñaron las primeras pistolas automáticas que sintetizaban los logros fundamentales de los fusiles automáticos en una escuadra metálica que podía maniobrarse con una sola mano, capaz de disparar más de una vez con 11 Introducción a la Balística Criminalística cartuchos de dimensiones y potencia similar a las de los revólveres y en las que la energía de los gases del disparo era capaz no solamente de expulsar el casquillo percutido, si no también de realimentar el arma. Fig. 19: Pistola automática Borchardt, una de las primeras producidas en masa en los Estados Unidos. En 1915 el italiano Pebelli a partir de la unión sobre un bípode de dos pequeñas ametralladoras que empleaban cartuchos para pistolas, logró la primera pistola ametralladora, que por su aspecto exterior poco se diferenciaba de las ametralladoras ligeras y podía disparar con uno o ambos cañones a partir de cargadores curvos removibles con capacidad para veinticinco cartuchos cada uno, el arma en cuestión poseía una alta cadencia de fuego y gran dispersión de sus proyectiles, por lo que su significación histórica se resume en haber abierto el camino al posterior desarrollo de un nuevo tipo de arma de fuego, que cobró su máximo realce cuando en 1918 Bergmann le introdujo el cierre masivo, que hasta hoy se conserva en la mayoría de las pistolas ametralladoras. Fig. 20: Pistola ametralladora propuesta por el constructor italiano Pebelli en 1915. 12 Introducción a la Balística Criminalística Fig. 21: Pistola ametralladora construida por Bergmann en 1918, en la que por primera vez aparece el cierre masivo. En el período que antecedió a la Segunda Guerra Mundial, los requerimientos de la guerra moderna, hicieron preocuparse a los armeros de varios países por el diseño del fusil automático, armamento con que contaron EEUU, Alemania, la URSS, Bélgica y Polonia a partir de 1940 con las denominaciones de “Fusil Automático”, “Fusil de Asalto”, “Automático”, “Fusil Ametralladora” y “Carabina Automática” respectivamente, en ellos se trató de plasmar las ideas más revolucionarias de la Balística de aquel entonces, una potencia de cartucho que garantizara además del funcionamiento automático del arma, un largo alcance (3 000-3 500 m) y un retroceso menor que el de los fusiles mecánicos, la capacidad de realizar el fuego “tiro a tiro” y en ráfagas 1 de mediana cadencia, un peso proporcional que permitiera aumentar el módulo de municiones por tirador y la posibilidad de portar bayoneta, logrando un arma versátil capaz de ser empleada en la defensa y el ataque, para el tiro de precisión y para el combate “cuerpo a cuerpo”, para la guerra de posiciones y para realizar raids en la profunda retaguardia del enemigo sin más aseguramiento logístico que el que era capaz de portar el tirador. Fig. 22: El MP-43 (“Shturmgeber 44”) alemán, uno de los más conocidos fusiles de asalto de la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día a pesar de la ola de distensión que impera en el mundo, no han cesado los aportes de los armeros de diferentes confines del planeta, sólo en materia de armas portátiles, son dignos de 1 Más tarde hacia la década del 50 se les agregó la capacidad de realizar el tiro en series controladas de varios disparos. 13 Introducción a la Balística Criminalística destacar el proyectil “Giro Jet” con propiedades de movimiento reactivo, el sistema de fusil automático “Bull Pap” de los diseñadores Shteier y Puj que rompe con el diseño tradicional de las armas de fuego sostenido por más de cinco siglos, al eliminar el espacio muerto que constituía la culata, alojando en ella la caja de los mecanismos, el sistema de alimentación y el cargador, y por último el sistema de fusil automático propuesto para los ejércitos de la OTAN, que al poseer un mecanismo de disparo eléctrico y munición con casquillos autoinflamables que se destruyen totalmente durante la combustión de la carga impulsora, opera una revolución digna de atención por la Criminalística, ya que desaparecen con ellos las posibilidades investigativas de las huellas del disparo sobre los casquillos percutidos. Fig. 23: Valmet M82, diseño finlandés de fusil “Bull Pap” concebido a partir del mundialmente conocido sistema de Fusil Automático Kalashnikov. 14 Introducción a la Balística Criminalística Fig. 24: Pistola automática “Gyrojet Rocket Handgun”, construida por la firma norteamericana MB Associates de San Ramon California. Lo descripto hasta el momento evidencia que cada diseñador y cada fabricante de armas de fuego a lo largo de la historia, trató de que sus armas fuesen más cómodas, ligeras, económicas, hermosas, rápidas en el tiro y la realimentación, pero ante todo más certeras, potentes y de mayor alcance, lo cual trajo como consecuencia el nacimiento de una nueva ciencia ubicada en la confluencia de la Mecánica, la Química y la Física: La Balística. 15 Introducción a la Balística Criminalística Fig. 25: Esquema arbóreo del desarrollo histórico de las Armas de Fuego. I.2. Conceptualización y clasificación de la Balística. 16 Introducción a la Balística Criminalística Este término fue empleado por primera vez en 1644 por el científico Marenn Mersenn al referirse a una ciencia militar que debía estudiar el movimiento de un proyectil disparado por un arma, interrogante que según el propio Mersenn se remonta al siglo XVI, el término en si, según el criterio de algunos estudiosos probablemente se derive de la palabra germana Ballistik 1 o la griega Ballo 2 . Según el “Diccionario Enciclopédico Militar”, la Balística se trata de “… una ciencia sobre el movimiento de los proyectiles artilleros, bombas de aviación, balas, cohetes no dirigidos, etc.… .”3 . Kustanovich en la introducción a su libro “La Balística Judicial” señala por su parte que en sentido general se trata de la “… ciencia sobre el movimiento de los proyectiles”4 . Mientras que el “Diccionario de Términos Balísticos” señala que no es más que “La ciencia que estudia las leyes que rigen el movimiento de los proyectiles durante su recorrido por el ánima del cañón de las armas de fuego, la trayectoria que éstos describen en su recorrido (vuelo) en el espacio, así como los efectos que causan dichos proyectiles al hacer impacto en los blancos”5 . Todos los autores consultados coinciden en que esta ciencia se divide en tres partes: La Balística Interior: que se encarga del estudio de lo que acontece dentro del arma, desde el disparo hasta que el proyectil abandona el ánima del cañón y comprende a la Piroestática 6 y la Pirodinámica 7 y está integrada además por la Balística Identificativa o Comparativa, componente encargado del estudio de las huellas que se conforman sobre proyectiles y casquillos con fines identificativos y a la que por su importancia en la práctica criminalística generalmente se le concede un sitio independiente 8 . La Balística Exterior: que se encarga del estudio de los fenómenos inherentes al vuelo del proyectil, desde que sale de la boca del cañón, hasta que tropieza con una barrera, dentro de la misma se individualiza a la Balística Intermedia o de Transición que se ocupa del estudio de los procesos del período posterior a la acción del disparo hasta que el proyectil alcanza su velocidad máxima. La Balística de Efecto: que se ocupa de la acción de los proyectiles sobre el blanco y es objeto de estudio de cuatro ciencias con objetivos diferentes y muy bien definidos: 1. Las Ciencias Militares 2. Las Ciencias Médicas 1 Arma estacionaria similar a las catapultas, empleada para el lanzamiento de lanzas de grandes dimensiones durante los sitios a ciudades, fortalezas y campamentos. 2 Lanzo. 3 “Diccionario Enciclopédico Militar”. Voennoe Izdatelstbo. Moscú. 1986. Pp. 409. (en idioma ruso) 4 Kustanovich S. D.: “Balística Judicial”. Editora Estatal de Literatura Jurídica. Moscú. 1956. (en idioma ruso) 5 “Diccionario de Términos Balísticos”. LCC. Pp. 12. 6 Leyes de la iniciación y la combustión de la carga impulsora y la formación de los gases del disparo. 7 Leyes que rigen a los procesos que ocurren dentro del canal del cañón durante el disparo y la relación entre ellos, las características constructivas del canal del cañón y los procesos de alimentación, así como el diseño balístico del arma (calibre, características del cañón, sistema de funcionamiento, etc.). 8 Acogiéndonos a esta práctica universal, en el presente libro a esta temática se le dedicado todo un capítulo aparte. 17 Introducción a la Balística Criminalística 3. Las Ciencias Forenses, especialmente la Medicina Forense 1 4. La Criminalística I.3. La Balística Criminalística y su objeto de estudio. Los elementos planteados por la Balística pero referidos a su manifestación en diferentes conductas delictivas, son utilizados por una Balística a la que Kustanovich apellida Judicial, señalando que “… se trata de una disciplina especial, entre cuyas tareas se encuentra el estudio de las partes materiales de las armas de fuego, sus municiones, la pólvora y también los fenómenos relacionados con el disparo, incluidas sus huellas sobre diferentes superficies, para la solución de interrogantes originadas en la práctica del derecho 2 , así como por otra Balística que el “Diccionario de Términos Balísticos” identifica como Forense que “… tiene como objetivo fundamental el estudio de las huellas del disparo, de las municiones, … y de las armas de fuego, con el fin de contribuir al rápido y eficaz esclarecimiento de aquellos hechos o delitos que han sido cometidos con la participación directa de las armas de fuego”3 , Juan Vicente de Luis y Turégano a su vez la identifica como “… parte de la Policía Científica (término con el que en muchos países se define a la Técnica Criminalística) que analiza los movimientos de los proyectiles lanzados como consecuencia de la deflagración de las pólvoras por medio de un arma de fuego portátil, de sus causas y efectos”4 , sin embargo el citado autor no deja clara su ubicación y pertenencia científica, ya que más adelante en la misma obra la vuelve a identificarla como “… una Ciencia, que forma parte de la Balística, vinculada íntimamente con la investigación jurídico policial de un supuesto hecho delictivo acaecido con arma de fuego… ”5 . Pudiera percibirse que existe algún tipo de divergencia o contradicción en cuanto a la denominación de la disciplina encargada de las investigaciones balísticas en el enfrentamiento al delito, ya que los estudiosos del tema se dividen en consumidores de los calificadores Forense, Judicial, etc., pero no hay ninguna contradicción sustancial ya que si acudimos a cualquier diccionario especializado nos percataremos que se denomina Forense a todo lo que depende del Foro, sitio en la antigua Roma donde se dirimían pleitos y demás problemas legales; mientras que la denominación de Judicial se le da a lo que pertenece a la Judicatura, es decir a los jueces y por antonomasia al Tribunal, todo lo cual es propio de aquellos sistemas de derecho donde diferentes tipos de pericias o determinado número de peritos no están institucionalizados y estos a título personal se adscriben a un tribunal determinado de manera permanente o sólo cuando se le reclama por el tribunal para una causa determinada, como ocurre en España y EEUU por ejemplo o en los que estando institucionalizada la pericia depende directamente de la judicatura como por ejemplo en el Sistema de la Técnica Criminalística que en Rusia se adscribe al Ministerio de Justicia o el del FBI en EEUU dependiente del Departamento de Justicia. 1 La que denomina a este aspecto “Balística de Heridas”. Ibid. 1. 3 “Diccionario de Términos Balísticos”. LCC. Pps. 12-13. 4 De Luis y Turégano J. V.: “Policía Científica II”. Colección de Estudios. Instituto de Criminología y Departamento de Derecho Penal. Universidad de Valencia. 1990. Pp. 313. 5 Ibidem. 2 18 Introducción a la Balística Criminalística En el caso particular de Cuba, somos del criterio que nuestro sistema de administración de justicia se auxilia de una disciplina balística que integrada a la Técnica Criminalística no merece otro “apellido” que el que le confiere el elemento cognoscitivo que nuestra Escuela Cubana defiende como ciencia particular e independiente: La Ciencia Criminalística, por lo que entendemos que no le corresponde otro nombre que el de Balística Criminalística, la cual podemos conceptuar como: Una parte integrante de la Técnica Criminalística que estudia interrogantes de carácter científico que surgen durante la investigación de los delitos relacionados con el empleo, portación, tenencia, confección y comercio de las armas de fuego, así como los medios, formas y métodos empleados para la detección, conservación, fijación, ocupación e investigación de las huellas del fenómeno del disparo, los mecanismos de las armas, las municiones y sus partes 1 . Al igual que la Balística Clásica, la Balística Criminalística guarda estrecha relación con otras ciencias como la Química, la Física, la Mecánica y además con las Ciencias Médicas y la Cibernética. Las tareas concretas que la misma soluciona son: • La determinación de la pertenencia de diferentes elementos a un arma o una munición determinada. • La definición de si un objeto es o no un arma de fuego, una munición o una huella del disparo. • La determinación del género, tipo, y grupo de arma de fuego o munición dados (sistema, marca, modelo y calibre). • El estado técnico de las armas de fuego o las municiones (aptitud para el disparo y posibilidad de la producción de disparos involuntarios en situaciones concretas). • La identificación del arma por sus huellas sobre proyectiles y casquillos. • Las determinaciones diagnóstico-balísticas relacionadas con la producción de disparos (distancia, dirección, consecutividad, interubicación de la víctima, el victimario y el arma en el momento del disparo, el conocimiento cuantitativo y cualitativo de elementos independientes del fenómeno del disparo como: el coeficiente balístico, la velocidad inicial, media y remanente de los proyectiles, la resistencia del aire, el coeficiente de forma, la energía cinética, el diámetro y el volumen del hueco temporal causado por un proyectil en la barrera humana, la energía cedida, la energía de penetración, la energía en el punto de impacto, la densidad del medio atravesado, la energía de detención, la altura máxima y el tiempo de vuelo (elevación y caída) de un proyectil, el ángulo de caída etc.), lo cual se emplea en el proceso de sustentación de las versiones que se promueven a partir de los resultados de la Inspección del Lugar del Suceso y de otras acciones de instrucción. I.4. Fundamentación Jurídica de la Balística Criminalística. El proceso penal como medio para la materialización de las normas del derecho penal sustantivo, como forma de lograr la materialización de éste, se apoya para el logro de sus fines en la 1 Posada Jeanjacques J. A.: “Sistema Experto para el Diagnóstico Balístico-Criminalístico con elementos del Lugar del Suceso”. Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias Jurídicas. La Habana. 1996. Pps 33-34. 19 Introducción a la Balística Criminalística ejecución de un conjunto de actividades que con la denominación de Diligencias de Prueba de la Fase Preparatoria se contienen en la ley penal adjetiva, estableciéndose en ella las exigencias que desde el punto de vista procesal deben cumplirse para que posean valor probatorio o de Acciones de Instrucción como comúnmente las llama la Ciencia Criminalística, sin que ambas denominaciones deban identificarse. La ejecución de las referidas acciones, persigue llevar al convencimiento de aquellos que se vinculan de cualquier forma al proceso penal la certeza de los hechos que está conociendo, ofreciéndole en última instancia al Tribunal juzgador la delimitación de los hechos a que ha de aplicar las normas de derecho, adquiriendo por ello especial importancia, ya que no resultaría posible la ejecución de un proceso penal sin pruebas que le permitan alcanzar sus fines. La utilización de estos medios de prueba en el desarrollo de los procesos penales, debe estar en correspondencia con las particularidades de cada una de las diferentes figuras delictivas que se regulan en nuestra ley sustantiva y al hecho concreto que se investiga; de ahí que cada expediente sumarial se conforme con las pruebas que contribuyan al esclarecimiento de ese hecho específico, no siendo ajena a esta valoración las que constituyen el contenido del presente libro, que son aquellas en las que intervienen las armas de fuego. Antes de existir el Código Penal de 1870, el que fuera impuesto a nuestro país por la metrópoli española en el siglo XIX, no se castigaba el Disparo de Arma de Fuego, ya que el mismo no era considerado como delito, absolviéndose al infractor si el disparo no causaba lesiones o la muerte del sujeto pasivo, ya que se entendía que no debía castigarse un delito ausente de resultado material. El nuevo cuerpo legal reguló el delito de Disparo de Arma de Fuego contra Determinada Persona al expresar: “El acto de disparar un arma de fuego contra cualquier persona será castigado con la pena de prisión correccional en sus grados mínimo y medio, si no hubieren concurrido en el hecho todas las circunstancias necesarias para constituir delito frustrado o tentativa de Parricidio, Asesinato, Homicidio o cualquier otro delito a que esté señalado una pena superior por alguno de los Artículos de este Código”1 . Con la aparición en la ley sustantiva española de este delito se dio un gran paso en la lucha contra la peligrosidad que tiene disparar un arma de fuego, no quedando impune el mismo aunque no ocasionara un daño material determinado. No obstante su regulación jurídica fue analizada y criticada por tratadistas del derecho, como Luis Jiménez de Asúa, quién lo consideró una desdichada creación legal, para lo cual se basó en que jamás ofrece por si solo carácter sustantivo para formar de el un delito especial, que si el culpable no tuvo intención de matar o lesionar, será tentativa o frustración de Parricidio, Homicidio o Lesiones según el caso, alegando además que esto lo prueba la Jurisprudencia del Tribunal Supremo, que no llega a poder distinguir cuando hay realmente delito de Disparo de Arma de Fuego y cuando ha de calificarse de Homicidio Frustrado. 1 “Código Penal Español de 1870”, citado por Aldo Prieto en Derecho Procesal Penal. Editorial Orbe. La Habana. 1977. Pp. 230. 20 Introducción a la Balística Criminalística Casasús en su obra “Código de Defensa Social y Derecho Penal Complementario” platea que en este delito regulado en el Código de 1870, se trata de un dolo indeterminado, ya que legislaba bajo el “Imperio de la Escuela Clásica” y se ignoraba el propósito del agente; lo cual ejemplificó en 1922 a través de una sentencia que establece: “Si bien el delito de Disparo de Arma de Fuego es de dolo indeterminado, cuando por virtud del disparo se cause la muerte de una persona, desaparece esa figura delictiva y surge la de Homicidio con el dolo que le es propio, por lo que el dolo indeterminado se determina por el resultado de la acción”1 . A finales de los años 30 se derogó el Código Penal español de 1870 y se puso en vigor el Código de Defensa Social, el cual reguló este delito dándole la redacción siguiente: “a) Se sancionará como homicidio imperfecto el disparo de arma de fuego contra determinada persona. b) Esta sanción se aplicará aunque no se causen lesiones y aun cuando las que se causaron, como consecuencia del disparo, vinieran reprimidas con una sanción de menor entidad”2 La ausencia de la definición típica de marco sancionador establecía una relación obligada entre el referido artículo y el Nro. 28 de la parte general de la ley sustantiva que señalaba: “Cuando los actos realizados por el culpable en los casos de delito imperfecto, constituyen por si un delito de menor entidad o una contravención, y no se hubiere exteriorizado de manera clara la intención criminosa del agente, se aplicará, si le favoreciere, la sanción del delito consumado de menor entidad o de la contravención también consumada”3 , siendo necesaria para su aplicación práctica, buscar la sanción de menor entidad que se regulaba para el delito de homicidio, que era la de seis años de privación de libertad y ésta fue la que se impuso por los tribunales para sancionar el delito de disparo de arma de fuego. El fundamento de la sanción excesiva descansa en el dolo de peligro que fácilmente se observa en estos casos, ya que el agente que emplea un arma de fuego contra una persona tiene indiscutiblemente el dolo de la representación, es decir, de admitir las consecuencias gravísimas de su acto, que deben haber estado representadas en su mente y no obstante haber procedido de esta forma, lo que revela una máxima peligrosidad. Acorde al principio de la peligrosidad del sujeto que acogía el Código de Defensa Social, el que disparaba un arma de fuego contra una persona, se sancionaba, aunque no se le produjeran lesiones al atacado y si se le producían y las mismas estaban reprimidas con una menor sanción, se le aplicaba entonces la correspondiente al Homicidio Imperfecto. La necesidad de aplicar un nuevo Código Penal, de hacía cada vez más imperiosa, aunque se le habían hecho modificaciones imperiosas al vigente, el mismo no se correspondía con la realidad de la etapa revolucionaria, con el desarrollo económico, político y social, ni tenía la coherencia requerida por los cuerpos jurídicos, es así que el 15 de febrero de 1979 entra en vigor el nuevo Código Penal Cubano. 1 Ibid. . Sentencia Nro. 25 de enero de 1922. “Código de Defensa Social”. Publicación Oficial del Ministerio de Justicia. 1973. Artículo 436. 3 Ibid. . Artículo 26. 2 21 Introducción a la Balística Criminalística El nuevo cuerpo legal: Ley Nro. 21 de 15 de febrero de 1979 derogó la legislación penal anterior que no se atemperaba a esos momentos y estableció una nueva forma de calificar el delito de Disparo de Arma de Fuego contra Determinada Persona al regular en su Artículo 318 que “El disparo de arma de fuego contra determinada persona, aunque no se hiera a la víctima, se sanciona con privación de libertad de 1 a 4 años, siempre que el hecho no constituya un delito de mayor entidad”1 . Los cambios ocurridos en el país, que indudablemente trascendieron a la esfera jurídica, producen en materia penal un proceso de tipificación de nuevas conductas y destipificación de otras, así como variaciones en los marcos sancionadores de los delitos, los que se materializan en la Ley Nro. 62 “Código Penal” de 30 de abril de 1988, el que al regular la tipicidad delictiva que estudiamos expresó “El disparo de arma de fuego contra determinada persona aunque no hiera a la víctima, se sanciona con privación de libertad de 1 a 3 años, siempre que el hecho no constituya un delito de mayor entidad”2 . Bajo la denominación de “Delitos contra la vida y la integridad corporal”, correspondiente al Título VIII, Capítulo IV, exigiéndose como elemento para que se integre el mismo, que el disparo haya sido contra determinada persona, estableciéndose en dependencia del resultado la calificación legal que al hecho le corresponda. La acción de disparar un arma de fuego consiste en hacer que salga el proyectil del ánima del cañón de un arma con una dirección predeterminada, empleando para ello la energía de la deflagración de la pólvora, ya sea accionando el mecanismo de disparo o mediante cualquier otro procedimiento que permita que el arma expela el proyectil, por lo tanto al ejecutar varios disparos, cada uno de ellos constituye una acción diferente y por lo tanto pueden ser delitos distintos. También puede darse el caso de que efectuando una sola acción se cometan varios delitos, debido a que el proyectil pudo atravesar el cuerpo de la víctima y alcanzar a otra, encontrándose la forma de calificar el delito y de sancionarlo en correspondencia con el supuesto de unidad y pluralidad de acciones e infracciones de que se trate, pudiendo en ocasiones, en dependencia de la situación concreta, mantenerse en forma autónoma otra figura delictiva, la de Portación y Tenencia Ilegal de Arma de Fuego, prevista en el Artículo 211 de la ley sustantiva. El empleo de las armas de fuego como instrumento directo o indirecto en la comisión de hechos delictivos, es considerado un elemento de gran peligrosidad en las legislaciones de la mayoría de los países y en la nuestra en particular, así en el “Código Penal Cubano” se protege penalmente a la sociedad del empleo de las mismas en los delitos de: Piratería (Art. 117.5), Otros Actos contra la Seguridad del Estado (Art. 124.1 inciso “c”), Atentado (Art. 142.3 inciso “b”), Desórdenes en los Establecimientos Penitenciarios o Centros de Reeducación (Art. 166.2), Desórdenes Públicos (Art. 200.2), Portación y Tenencia Ilegal de Armas o Explosivos (Arts. 211.1; 211.2; 212.1 incisos “a”, “b” y 212.2), Disparo de Arma de Fuego contra Determinada Persona (Art. 265), Amenaza (Art. 284.2) y Robo con Violencia o Intimidación en las Personas (Art. 327.3 inciso “c”); así como también lo realiza en la “Ley de los Delitos Militares” para el caso de Resistencia o Coacción al Jefe o a un Superior (Art. 5.2), Amenaza al Jefe o a un Superior (Art. 6.2), Violencia contra Centinela u otro Militar (Art. 16.2), 1 “Ley Nro. 21 de 15 de febrero de 1979. Código Penal”. Publicación Oficial del Ministerio de Justicia. Editorial Orbe. La Habana. 1980. Artículo 318. 2 “Ley Nro. 62 de 29 de diciembre de 1988. Código Penal”. Editorial Ciencias Sociales. La Habana. 1989. Artículo 265. 22 Introducción a la Balística Criminalística Resistencia o Coacción contra Centinela u otro Militar (Art. 17.2), Daños a Bienes Militares (Art. 33.1), Enajenación o Pérdida de Bienes Militares, (Arts. 34.2 y 35.1) y De la Agravación de las Sanciones en Situación de Guerra o durante las Acciones Combativas (Art. 37 incisos “a”, “c”, “ch” y “d”). Para lograr la comprobación de cualquiera de estos delitos y la determinación de sus partícipes, existen diligencias de prueba de las reguladas en la ley de trámites y acciones de instrucción criminalísticas, que realizadas con el riguroso cumplimiento de las exigencias tácticocriminalísticas pueden contribuir en gran medida al esclarecimiento de los mismos. Tal es el caso de la Inspección del Lugar del Suceso, acción de instrucción que persigue fundamentalmente la búsqueda de pruebas materiales y que puede aportar en la investigación del delito: • el arma utilizada en su perpetración • las huellas del disparo • casquillos, proyectiles y municiones o sus partes con su correspondiente valor identificativo • el cadáver, si estuviera vinculado el disparo a un presunto delito de homicidio todos los cuales conforman el Corpus Delictis, estas evidencias también pueden ser ocupadas en un lugar y momento diferente a éste mediante Diligencias de Prueba de la Fase Preparatoria como el Registro, la Ocupación, el Experimento de Instrucción y la Reconstrucción de los Hechos y sometidas posteriormente a un análisis pericial nos permitirán conformar una conclusión científicamente fundamentada como resultado de su investigación, como señala Rafael García Valdez en su obra titulada “Derecho Procesal Criminal”, “El Juez Instructor procurará recoger en los primeros momentos las armas, instrumentos o efectos que puedan tener relación con el delito y extenderá diligencia expresiva del lugar, tiempo y ocasión en que fueron halladas, describiéndolos minuciosamente… Podrá también acordar el reconocimiento, siempre que esté indicado, para apreciar mejor la relación con el delito, de los lugares, armas, instrumentos y efectos que al mismo se refieran… ”1 1 García Valdez R.: “Derecho Procesal Criminal”. 2da. Edición. Instituto Editorial Reus. Madrid. 1944. Pps. 214218. 23 Las Municiones II. Las Municiones. II.1. La Pólvora como carga impulsora de los proyectiles disparados por las Armas de Fuego. Como señalamos en el capítulo anterior, los orígenes de la pólvora se remontan a una fecha tan profunda de la evolución humana que resulta imposible adjudicársela a alguien en concreto o establecer su aparición en una fecha específica. Sin embargo el estudio de diferentes manuscritos antiguos permite afirmar sin lugar a dudas que aquellas primeras pólvoras obtenidas por árabes, chinos, bizantinos y la trasladada a Europa por Marco Polo, estaba formada por la mezcla de tres elementos: a) Salitre (NO3K) b) Carbón c) Azufre en una proporción de 50; 25 y 25 % respectivamente. La evolución de la mezcla con el objetivo de la optimización del disparo fue modificando estas proporciones que llegaron a ser de 75-12,75-12,75; siendo precisamente ésta la adoptada por las fábricas reales en España, especificándose que la leña indicada para obtener el carbón debía proceder de madera de sauce, para que así cada uno de los componentes cumpliera la función asignada: a) El salitre - aumentar la potencia y retardar la combustión. b) El carbón - acelerar la combustión. c) El azufre - incrementar la inflamabilidad De ahí que aquellas pólvoras, a las que los primeros fabricantes denominaron Seis-As-As, ya que estaba formada por seis partes de salitre, una de carbón y otra de azufre, fueran más inflamables, más aceleradas y con mayor cantidad de humo que las pólvoras actuales. En el Sistema de la Técnica Criminalística Cubana, la investigación pericial de la pólvora y sus huellas, tradicionalmente ha sido objeto de investigación físico-química 1, no obstante brindaremos a continuación algunos datos de interés sobre la pólvora que consideramos imprescindibles en la formación de cualquier criminalista. Actualmente la amplia comercialización de la pólvora con diferentes fines, ha traído como consecuencia la presencia en el mercado de cientos de marcas comerciales distintas de este producto, no obstante atendiendo a sus características físico-químicas, estas “diferentes” pólvoras pueden dividirse en tres grupos: a) La pólvora de humo o negra b) Las pólvoras progresivas 1 A diferencia de lo usual en otros países donde se considera su análisis lo suficientemente elemental como para ser dominado por peritos de otras especialidades. 24 Las Municiones c) Las pólvoras de nitroglicerina o de doble base La pólvora de humo o negra como señalamos es el producto de la mezcla de Salitre, Carbón y Azufre en diferentes proporciones que se han mantenido más o menos estables durante siglos 1, e inalterable su composición, ya que el intento del francés Berthollet de sustituir el salitre por cloruro potásico, trajo consigo un número de accidentes fatales que motivaron, al menos en Francia, la prohibición de alterar la composición de la pólvora de humo. El Nitrato de Potasio y el Carbón vegetal constituyen elementos fundamentales de la pólvora de humo, mientras que el Azufre actúa como complementario. El Carbón es el combustible y facilita el volumen de gases de la combustión, mientras que el Nitrato de Potasio aporta el oxígeno necesario para la combustión y oxidación rápida del Carbón y el Azufre. Este último actúa como elemento beneficiador del compuesto y cumple las funciones de: a) Aglutinar a la mezcla, dándole homogeneidad b) Impermeabilizarla, ya que tanto el Salitre como el Carbón son elementos muy higroscópicos c) Regularizar la combustión Las propiedades de la pólvora de humo dependen de la proporción en ella de cada uno de sus componentes. En el año 1635 los ingleses propusieron la proporción idónea de los componentes para la pólvora requerida en sus armas de guerra, 75-12,5-12,5; la cual en caso de existir la necesidad de conservación durante largo tiempo debía añadírsele azufre en calidad de conservante contra la humedad. Sin embargo no era esta la misma pólvora que se empleaba para la caza; debido a la poca resistencia que los perdigones ofrecían a los gases del disparo, a la “pólvora de caza” se le aumentaba la proporción de Salitre, a fin de conseguir una mayor potencia del disparo, la proporción de los componentes de esta pólvora debía mantenerse en los marcos de 80-11-9. La pólvora de humo en general debe ser dura y seca, muy inflamable e insensible al choque, debe poseer velocidades de combustión que alcancen de 8 a 16 m/seg. al aire libre y 400 m/seg. al vacío, su combustión debe producir 180 litros de gases por Kg de pólvora y 600 g de residuos que pueden variar su naturaleza en dependencia de la marca de pólvora que se emplee. La pólvora de humo constituyó la carga impulsora de los cartuchos para armas de fuego hasta la primera mitad del siglo pasado, en que la aparición de las pólvoras sin humo comenzó a desplazarla, a pesar de ello el descubrimiento en 1831 de la mecha lenta por Bickford, dio nuevamente auge a su producción y empleo en la cartuchería, lo que se conserva en casi todos los países productores de pólvora. 1 En la Biblioteca Nacional de París se conserva un manuscrito copia del Liberignium del 846 antes de Cristo en el que Marcos Gracus describe un explosivo compuesto por seis partes de Salitre, dos de Carbón y dos de Azufre. 25 Las Municiones Las pólvoras progresivas también conocidas como “sin humo”, por la poca producción de este residuo en comparación con la anteriormente descripta, tienen la propiedad de emitir gases por deflagración con suficiente presión inicial como para vencer la inercia del proyectil y además aumentar progresivamente la combustión, por lo que se obtiene una aceleración gradual del empuje del proyectil, hasta que éste abandona la boca del cañón, lo cual se debe, según se ha comprobado experimentalmente, a que la combustión de estas pólvoras se realiza por capas paralelas y se inicia al mismo tiempo en todos los “granos”, lo cual encuentra su explicación en diversos procesos físico-químicos que ocurren durante la deflagración, vinculados a la forma 1, volumen y peso de los mismos, la estructura molecular de la pólvora en cuestión y sus gelatinizadores 2. Sus ventajas sobre la pólvora de humo pueden resumirse en: 1. Efectos balísticos superiores, manifiestos en que se logra una mayor velocidad de vuelo de los proyectiles con sólo dos tercios de la cantidad que se emplearía con pólvora de humo. 2. Carencia de humo y por lo tanto de residuos sólidos. 3. Presencia del oxígeno necesario para la combustión combinado con otros elementos y no mezclado como en la pólvora de humo. El componente fundamental de las pólvoras progresivas lo constituye la Nitrocelulosa o “Algodón pólvora” 3 descubierta en 1846 por el suizo Schômbein en fecha próxima al descubrimiento por el italiano Ascanio Sabrero de la Nitroglicerina y a otros descubrimientos que pretendieron ser sustitutos de la pólvora de humo, pero que sólo lograron mezclas excesivamente vivaces de carácter rompedor que no tuvieron aplicación en las armas de fuego portátiles 4. En este camino de progresos Rodman y Federik Abel jugaron un destacado papel desarrollando un número de pólvoras progresivas destinadas fundamentalmente, debido a su potencia, a las armas de caza de cañón rayado. Todo cambió a favor del desarrollo, cuando el francés Paul Vieille en 1886 inventó un proceso modificativo de la nitrocelulosa en pólvora deflagrante-progresiva, aumentando la densidad del algodón pólvora por gelatinización mediante el disolvente eter-alcohol, obteniendo un coloide de nitrocelulosa con una densidad de 1,5 similar a la que se hubiera conseguido a 4 000 Atm. Pólvoras de nitroglicerina o de doble base: Dos años después del descubrimiento de Vieille, en 1888, Nóbel consiguió gelatinizar la Nitrocelulosa con Nitroglicerina, lo que con un principio similar al de Vieille, dio lugar a pólvoras con aspecto físico de coloides, por lo que se denominaron pólvoras coloidales, las que se caracterizan por: 1 Las pólvoras progresivas pueden aparecer en forma de láminas, esferas, cilindros, cilindros porosos, barras y discos. 2 Sustancias que transforman a la nitrocelulosa fibrosa en una masa gelatinosa córnea o de consistencia intermedia entre ambas. 3 También conocida como fulmicón. 4 En 1846 Schulze descubrió la “pólvora blanca”, en 1866 Nobel crea la Dinamita, posteriormente aparece la Balistita o Cordita de discutida autoría, la Melenita de Sprengel, la Tolita de Dewar y la Solenita. 26 Las Municiones 1. Desarrollar una mejor combustión por el aporte de oxígeno del gelatinizante. 2. Aportar energía como explosivo activo. Lo que con respecto a las otras clasificaciones de pólvora posee las siguientes ventajas: 1. Mayor empuje que se traduce en mayor velocidad de vuelo de los proyectiles. 2. Mejor regularidad. La presión progresiva facilita y condiciona la estabilidad del proyectil. 3. Facilidad de elaboración. 4. Mayor estabilidad química que en las pólvoras de simple base. En el mercado coexisten centenares de pólvoras diferentes, por lo que la tradicional expresión del peso de la carga impulsora del cartucho en gramos o grains 1, no es capaz de ilustrar con exactitud la potencia de la misma, por ello se elaboró una referencia con el mismo fin, a través de un coeficiente denominado Dracma equivalente a la potencia de 1,772 gramos de pólvora de humo. II.2. Evolución histórica de las municiones. Las primeras armas de fuego se cargaban con lo que se ha denominado “cartuchos no unitarios”, o sea una carga en la que los elementos que conforman el cartucho contemporáneo se colocaban por la boca en el fondo del cañón del arma de forma independiente con los siguientes procedimientos: 1. Se depositaba la correspondiente dosis de pólvora 2, la que previamente tamizada se clasificaba en grano fino para las armas cortas, medio para las largas y grueso para las piezas artilleras. 2. Se introducía el taco, elaborado con tela, papel o fieltro, el que debía compactar y comprimir la pólvora, lo que se lograba atacándolo con la baqueta del arma 3. 3. Se alojaba el proyectil que podía ser una sola esfera de plomo, municiones o simplemente piedras, las que también debían comprimirse con un taco. 4. Se cebaba la oreja, fogón o cazoleta con pólvora. 5. Se martillaba el arma antes de disparar 4. 1 Un grain equivale a 0.065 gramos. Las dosis se depositaban a libre apreciación del tirador, posteriormente se les dotó de frascos en cuya boca se había instrumentado un dosificador, hasta que se introdujo la solución para los soldados de empaquetar en papel la dosis requerida, durante el proceso de carga uno de los extremos de este paquete se rompía para poder depositar la pólvora por la boca del cañón, esta solución fue quizás la precursora del cartucho. 3 En condiciones de campaña, si se empleaban esferas de plomo del calibre correspondiente, podía obviarse el empleo de tacos. En la segunda mitad del siglo XVIII con los mismos fines se diseñaron proyectiles que una vez atacados con la baqueta ensanchaban su diámetro, con lo que no requerían de ningún taco, nos referimos a los correspondientes a los fusiles Delvigne, Thierry y Thouvenin; en la primera mitad del XIX aparecieron otros proyectiles que lograban el mismo objetivo pero en este caso el ensanchamiento se reafirmaba por la acción de los gases del disparo con lo que había una mayor ganancia de los mismos, se trata de los proyectiles Minié, Pritchet, Enfield, Peters y Wilkinson, de este último se tomo el principio para el diseño de los proyectiles de cuerpo anillado cal. .22. 4 Durante el imperio de las armas de mecha, era menester además encender la mecha. 2 27 Las Municiones El procedimiento de realimentación resultaba muy prolongado, por lo que sólo se lograba un disparo cada 1-2 minutos previo entrenamiento 1. Fig. 26: Mosquetero realizando con todos los elementos requeridos, mientras realiza la avancarga de su arma. Por ello fueron varios los intentos dirigidos acelerarla, de los cuales prosperó la empaquetadura en papel inicialmente de la carga de pólvora y posteriormente en dos etapas del resto de los componentes del cartucho, cuya definición proviene precisamente de la palabra italiana Cartoccio 2 y que en materia de armas se refería a la carga de las mismas encerrada en un contenedor, lo que fue conceptualizado por Lanza como “… un conjunto rígido de elementos, que introducido en la recámara de un arma de fuego portátil o ligera, puede materializarse en ella características balísticas que constituyen la razón de la existencia del arma”3. 1 Este entrenamiento incluía el llamado “fogueo”, consistente en habituarse al intervalo de tiempo que mediaba entre la inflamación de la pólvora de la cazoleta hasta que se producía el disparo. 2 Cucurucho de papel. 3 Lanza citado por Juan Vicente de Luis y Turégano en “Policía Científica II”. Colección de Estudios Instituto de Criminología y Departamento de Derecho Penal. Universidad de Valencia. 1990. Pp. 287. 28 Las Municiones Fig. 27: Algunas de las primeras municiones unitarias: 1 y 2 empleadas en los fusiles de chispa, 3 1 y 4 en los fusiles de avancarga y pistón, 5, 6 y 7 para fusiles de retrocarga y pistón. Estos cartuchos se colocaban por la boca del cañón, se atacaban con la baqueta y posteriormente se punzaban con un objeto agudo por la oreja del arma antes de cebarla 2, pero en su segunda etapa, luego del descubrimiento por Howard, Forsythe y Eggs del sistema de iniciación por medio de la percusión del fulminante y de la percusión por aguja introducida por Dreyse y Pauly, los cartuchos ya eran unitarios, por que reunían en si todos los elementos necesarios para ejecutar el disparo, podían colocarse indistintamente en el arma por cualquiera de sus dos extremos 3, todo lo cual fue posible gracias al descubrimiento en 1799 del Fulminato de Mercurio por Howard, que hasta 1911 fue el único explosivo iniciador utilizado con fines industriales y militares, y fue sustituido por el Nitruro de Plomo, al que posteriormente se sumaron el Trinitrorresorcinato de Plomo y el Tetraceno. Las características esenciales de los explosivos iniciadores que los recomiendan para su empleo en la cartuchería son las siguientes: 1. Sensibilidad al choque. 2. Resistencia a la humedad. 3. Resistencia a las altas temperaturas (con el fuego no detonan, si no que deflagran). 4. Velocidades de detonación en el marco de los 5 000 m/seg. El descubrimiento de la carga iniciadora abrió paso a la evolución del “contenedor” para los componentes del cartucho destinado a la retrocarga de las armas de fuego, siempre con el objetivo de que dicho contenedor facilitara un cartucho que reuniera las siguientes condiciones: a) Solidez que garantizara resistencia al almacenaje y traslado, así como durabilidad. b) Sensibilidad de la carga iniciadora a la percusión, pese al principio que se adoptara para contenerla. c) Impermeabilidad de los espacios destinados a las cargas iniciadora e impulsora. 1 Se conocía como cartucho holandés, traía atada a su base a la cápsula iniciadora, que se retiraba antes de alojar al cartucho en el cañón. 2 Con la aparición de las armas de pistón, los cartuchos se punzaban a través de la chimenea. 3 Que desde ese momento comenzaron a ser identificados como “boca de fuego” y “boca de carga”. 29 Las Municiones d) Elasticidad para resistir la interacción con los elementos metálicos del arma, la obturación, la dilatación durante la deflagración y que a pesar de ello conservara la capacidad suficiente para regresar después del disparo a un estado lo más cercano posible al original a fin de facilitar la extracción. e) Bajo costo. El primer resultado de estas aspiraciones lo constituyó el cartucho logrado por Casimiro Lefacheux en 1836, Lefacheux asimiló los inconvenientes de la aguja del fusil de Drayse y diseñó un cartucho de cartón con fondo metálico que en su interior contenía a la carga iniciadora junto a la impulsora, además el cartucho contaba con una aguja o espiga metálica que sobresalía del cuerpo del casquillo junto al culote y que golpeada por el martillo del arma producía la percusión del cartucho. Este cartucho fue mejorado por el francés Loron, el belga Bernimolin y los ingleses Bush y Hallier, quienes proyectaron variantes del mismo totalmente metálicas y persistió hasta la primera mitad del siglo XIX, cuando la percusión central monopolizó el diseño de las armas de fuego. Pero antes de que esto ocurriera, en un intervalo de 40-50 años, atrajo la atención otro tipo de cartucho diseñado por el francés Flobert, el mismo estaba destinado al tiro dentro de salones, por lo que carecía de carga impulsora, sin embargo en ellos la carga iniciadora se ubicaba en forma de anillo dentro del reborde del casquillo, estos cartuchos conocidos como “cartuchos Flobert”, de fuego anular o periférico, pasaron rápidamente de moda; no obstante el norteamericano Benjamin Tyler Henry apreció en ellos que la percusión podía efectuarse en cualquier punto de la periferia del culote (lo que posibilita repetirla con éxito en caso de fallas), que el reborde cumple además la función de depósito de la carga iniciadora y que en ellos el papel de yunque la cumple el corte trasero de la recámara cuando en él se apoya el reborde como resultado de la percusión, por lo que decidió incorporar a estos cartuchos pólvora de humo y proponerlos a la firma armera Smith & Wesson, la que en 1857 los adoptó en su revólver Modelo 1 patentado por Poulin Waite, de siete cargas que apareció indistintamente con calibres .22 y .32. A pesar de las ventajas que representó en su época, la percusión anular cedió a la central y quedó relegada al calibre .22, ya que resultaba muy caro reforzar el fondo de los casquillos de mayor calibre y además éstos requerían de un volumen mayor de carga iniciadora. En 1861 el francés Pollet ofreció al mundo el primer cartucho unitario de percusión central, lo que representó un paso importante en el desarrollo de las armas largas fundamentalmente, el cartucho propuesto por Pollet tenía casquillo de cartón con culote metálico, Boxer más tarde diseñó para él un casquillo totalmente metálico, pero obtenido con una pobre tecnología que le transmitía múltiples deformaciones a su cuerpo, con lo que provocaba interrupciones durante la extracción de los casquillos percutidos, por ello diferentes diseñadores continuaron perfeccionándolo, hasta que en la segunda mitad del siglo XIX, ya los cartuchos de percusión central se consumían en la mayoría de las armas de fuego, primero en las caza, más tarde en las militares y posteriormente en el resto. 30 Las Municiones Fig. 28: Tipos de percusión: 1- Lefacheux (lateral), 2- Flobert (periférica) y 3- Pollet (central). Independientemente de su tipo o de cualquiera de sus clasificaciones, los cartuchos unitarios se componen de: 1. Casquillo 2. Cápsula iniciadora 3. Carga impulsora 4. Proyectil El casquillo debe dilatar rápidamente como consecuencia de la presión de los gases que se originan con la deflagración de la pólvora, al mismo tiempo debe tener suficiente resistencia elástica como para evitar la formación de fisuras en su cuerpo que permitan el escape de la presión de los gases y dilatarse hasta adherirse a las paredes de la recámara o cámara, pero también debe de poseer gran capacidad elástica para facilitar la extracción, por ello generalmente los casquillos se elaboran de latón 1, pero también pueden aparecer de acero latonado, acero, aluminio, hierro, plástico, cartón u otros metales o materiales con capacidad para resistir presiones de hasta 3 900 Kg/cm². La cápsula iniciadora debe estar elaborada de un metal lo suficientemente dúctil como para transmitir la percusión de la aguja a la mezcla iniciadora sin romperse para evitar interrupciones del tiro 2, pero además ese metal debe de ser resistente a otros golpes y a la oxidación. Mientras que los proyectiles deben ser metálicos (salvo excepciones), pesados, con un diámetro de 0,1-0,2 mm mayor al diámetro interior del cañón del arma para el cual se destinan y lo suficientemente elásticos como para asumir el perfil de los rayados del ánima del cañón, lo que les permite aprovechar eficientemente la energía del disparo y mantener una estabilidad giroscópica en su vuelo. II.3. Concepto y clasificación de las municiones. En su sentido más amplio se denomina munición a los elementos consumidos por las armas de fuego portátiles para la producción de disparos, aunque en español esta palabra tiene otra acepción, la de esferas metálicas de diferente diámetro con las que se cargan en calidad de proyectil los cartuchos de caza, lo que también se denomina “proyectil no unitario”. 1 2 Aleación de 70% de cobre y 30% de zinc para que integre dureza, elasticidad y resistencia a la oxidación. Esta resistencia se multiplica para el caso de las armas de cierre masivo (pistolas ametralladoras). 31 Las Municiones Lo más frecuente en nuestro medio es que la munición se denomine con el término de cartucho, el que se identifica con la estructura unitaria o no destinada a la producción de disparos con las armas de fuego portátiles que contiene al proyectil, la carga impulsora y la carga iniciadora dentro del casquillo. Estos con independencia de su forma y dimensiones se componen de: a) Cartuchos de percusión anular: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. Proyectil Anillos Ranura de engarce 1 Cuerpo del casquillo Carga impulsora Cámara de la carga impulsora Base de pólvora comprimida Carga iniciadora Depósito de la carga iniciadora Reborde del casquillo 1 En la figura de los tres tipos de proyectiles que se exponen, el proyectil se ilustra unos milímetros fuera de su lugar, a fin de que pueda apreciarse este elemento que realmente coincide con el borde del cuello del casquillo. 32 Las Municiones Fig. 29: Cartucho de percusión periférica o anular. b) Cartuchos de percusión central: 1. Proyectil 2. Núcleo del proyectil 1 3. Envoltura del proyectil 4. Ranura de engarce 5. Cuerpo del proyectil 6. Casquillo 7. Corte del cuello 8. Cuello 9. Hombros o gola 10. Cuerpo del casquillo 2 11. Culote del casquillo 12. Fondo 13. Ranura de extracción 14. Reborde 15. Base de la cámara de la carga impulsora 16. Canal de fuego 3 17. Nicho de la cápsula iniciadora 18. Yunque 4 19. Cámara de la carga impulsora 20. Carga impulsora 21. Cápsula iniciadora 22. Carga iniciadora 1 Constituye la masa fundamental del proyectil, generalmente es de plomo, pero puede contener además en su centro un elemento de acero que aumente el poder de penetración de los proyectiles, en otros proyectiles especiales ese núcleo puede ser de sustancias diversas. 2 En los casquillos cilíndricos, en el primer tercio del cuerpo desde el cuello, puede existir además una o dos ranuras de forzamiento destinadas a afianzar aun más el proyectil y sirven además para contener durante el paso del proyectil por el cañón una determinada cantidad de lubricante que facilita su tránsito al exterior. 3 Puede aparecer más de uno en dependencia del sistema de mecanismo iniciador. 4 El yunque puede formar parte del casquillo o estar incluido en la cápsula iniciadora como un elemento independiente. 33 Las Municiones Fig. 30: Cartucho de percusión central. c) Cartuchos de caza: 1. Cuerpo del casquillo 2. Base del casquillo 3. Fondo 4. Cápsula iniciadora 5. Separador 6. Carga impulsora 7. Asiento del taco 8. Taco 9. Canasta del proyectil 10. Proyectil no unitario 11. Pliegue del casquillo 12. Canal de fuego 13. Yunque 14. Reborde 15. Cámara de la carga impulsora 34 Las Municiones Fig. 31: Cartucho de caza. Debe destacarse que existen diferentes tipos de sistemas iniciadores y en dependencia de los mismos puede variar la forma, dimensiones y estructura del nicho de la cápsula iniciadora, la propia cápsula, el yunque y el canal de fuego; de estos sistemas los más utilizados en nuestros días son: Berdan, Boxer y Gevelot. Además existen particularidades originadas por la forma o tipo específico de casquillo y proyectil que señalaremos posteriormente. Un elemento importante dentro de las partes de los cartuchos lo constituye el culote o base del cartucho y no sólo porque es el encargado de contener a la cápsula iniciadora, si no también porque sus superficies soportan estampadas en código alfanumérico una rica información, que refleja el calibre del cartucho, su año de fabricación, su marca comercial, fábrica productora, país de procedencia, algunas características constructivas y propiedades balísticas, etc.; todo lo cual posee gran interés criminalístico. La más universal de las clasificaciones de los cartuchos para las armas de fuego ha sido sin dudas el calibre, sin embargo aun en nuestros días, a pesar del desarrollo alcanzado por la cartuchería no es un elemento concluyente, las diferentes denominaciones del calibre no son de 35 Las Municiones idéntico significado y en muchos casos se trata de denominaciones formales que no reflejan del todo la realidad dimensional del cartucho. Para aclarar esta afirmación debemos en primer lugar explicar que el concepto calibre comenzó a manejarse respecto a las armas de cañón liso y los proyectiles esféricos, cuando su fundamento se apoyaba en criterios de peso 1 y posteriormente en criterios lineales a partir de los cuales comenzó a considerarse como calibre al diámetro de los proyectiles o del canal del cañón de las armas de fuego el que se expresaba en una unidad de medida lineal determinada. En aquel entonces el diámetro de los cañones y sus proyectiles era el mismo, por supuesto que se conocía la existencia de diferencias entre ellos, pero para aquella época se trataba de una magnitud tan pequeña que era despreciada, por ello no existía ningún tipo de dificultad en designar el calibre de armas y proyectiles, cada expresión de calibre identificaba tanto al arma como a sus municiones. Hoy en día el calibre de las armas y sus municiones aun se expresa con una misma cifra, pero entre estos calibres existen diferencias; con la aparición de las armas con cañón rayado y fundamentalmente en el caso de las armas de retrocarga, esta situación se tornó aun más compleja, en primer lugar por que la medición del diámetro del cañón podía realizarse entre campos o rayados opuestos, con lo que se obtenían resultados diferentes y en segundo lugar por que el diámetro de los proyectiles designados para armas rayadas de retrocarga siempre superaba el diámetro del canal del cañón para que se oprimieran contra los rayados aprovechando de esta forma al máximo la energía del disparo y permitiendo además que los proyectiles adquirieran el movimiento de rotación giroscópico. Esta diferencia de diámetro no tiene un carácter regular para todos los casos, ya que depende de la profundidad, forma y número de rayados, dureza del proyectil o de su envoltura, largo de su superficie de fricción, las cualidades de la carga impulsora, etc. De ello se comprende, que de las diferentes mediciones descriptas se obtendrán diferentes expresiones del calibre, sin embargo sólo una de ellas deberá designar el calibre tanto del arma como de sus proyectiles, decidiéndose que a estos efectos sirviera la dimensión existente entre campos opuestos. No obstante pueden aparecer expresiones de calibre que no respondan a las dimensiones ni de uno ni de otro, son sencillamente expresiones con profundas tradiciones que ofrecen una información simbólica del cartucho y no dimensional. A las dificultades con la denominación de los calibres debemos agregar que con frecuencia un mismo cartucho se denomina de diferente manera en diferentes fuentes bibliográficas, por ejemplo el calibre del fusil Mauser Mod. 1898 y de sus municiones se identifica como 7,9; 7,92 ó 8 mm, lo mismo ocurre con el cartucho 9 mm Browning que se conoce con más de diez denominaciones diferentes. 1 Esto se conserva para los cartuchos y las armas de caza. 36 Las Municiones Además de las expresiones numéricas, en las denominaciones del calibre se plasman otras características que resultaron imprescindibles con la aparición de los cartuchos unitarios, ya que determinan el tipo de casquillo; los cartuchos de un mismo calibre pueden presentar casquillo de diferente forma y dimensiones, ranura de extracción o reborde o refuerzo del culote, lo que los hace inintercambiables, por lo que resultaría poco práctica la expresión del calibre sin que conllevara las características elementales del casquillo, por ello se ha tratado de transmitir su largo en milímetros y su tipo 1 de la siguiente forma: 7,62X53R mm ó 7,62X39 mm. Entre los cartuchos para pistola se emplea otra forma de expresión en la que después de la cifra se agrega el nombre del cartucho, por ejemplo 7,65 mm Browning, 7,65 mm Parabellum, 7,65 mm MAS ó 7,65 mm Mannlicher, lo que concreta ostensiblemente la identidad del calibre, pero indistintamente en ellos también puede emplearse la misma denominación que en los fusiles, por ejemplo 9X19 mm en lugar de 9 mm Parabellum. En la mayoría de los países el calibre se expresa en milímetros y sus décimas y centésimas, pero en EEUU, Gran Bretaña y el resto de los países donde es común el Sistema Anglosajón de Medidas, el calibre se expresa en fracciones de pulgada 2 (hasta las centésimas en EEUU y hasta las milésimas en Gran Bretaña), las que se anotan en forma de un número entero precedido de un punto, de esta forma un calibre de 0,3” se anotaría como .30 ó .300. Partiendo de que 1”=25,4 mm, pudiera considerarse que bastaría con realizar la correspondiente conversión para obtener el calibre en milímetros, pero esto resulta imposible en la mayoría de los casos, ya que el calibre en el sistema anglosajón de medidas se expresa de manera aproximada o formal, convirtiéndose prácticamente en el símbolo de un cartucho, por ello si convirtiésemos a milímetros el calibre .38, se obtiene una dimensión de 9,65 mm, por lo que pudiera erróneamente asumirse como correspondiente a un calibre 9 mm, pero el diámetro real de estos cartuchos es de 8,83 mm. Esa es la razón por la que en la práctica internacional coexistan ambas denominaciones en diferentes sistemas de medidas, designándose cada cartucho de la misma forma como lo realizaron en su país de origen, así los cartuchos Browning y Parabellum se designan en milímetros en cualquier país del mundo y los Colt y Smith & Wesson en centésimas de pulgada. En los anexos ofrecemos una tabla con algunas de las características dimensionales de los cartuchos para armas de fuego portátiles más frecuentes en nuestra práctica criminalística, las cuales responden a los acuerdos de la Conferencia Internacional celebrada el 1 de enero de 1975 por los representantes de los países signatarios de la Comisión Internacional Permanente en Bruselas de la Convención para ensayos de las armas de fuego portátiles 3: Para el caso de las escopetas de caza, donde se emplean cartuchos con proyectiles no unitarios la expresión del calibre posee otras particularidades, se trata de una tradición sostenida desde el siglo XIX, donde el calibre de estas armas se expresa nominalmente a partir de la cantidad de 1 La presencia de reborde se expresa agregando la letra “R” (del alemán Raud y) cuando no está presente este elemento sencillamente no se agrega señalamiento alguno. 2 Una pulgada es igual a 25,4 mm. 3 Kustanovich A. I. y Blium M. M.: “Cartuchos para las armas de fuego portátiles y su investigación criminalística”. Ministerio del Interior de la URSS, BNII. Moscú. 1982. T. I Pps. 47-52 y 73-75, T. II Pps. 134149. 37 Las Municiones esferas que con el mismo diámetro del ánima del cañón de una escopeta, puedan obtenerse de una libra inglesa de plomo 1, o sea que cuando se refiere un calibre 12 de escopeta se está diciendo que esta tiene el mismo calibre que las doce esferas (iguales en dimensiones) que pudieron fundirse de la libra inglesa de plomo. Como se aprecia esta forma de denominar el calibre tiene determinados inconvenientes relacionados con la fundición y moldeado de las esferas, por lo que a pesar de la tradición, los armeros han preferido establecer una serie de equivalencias, que en el sistema métrico decimal, permiten conocer el calibre de las escopetas de caza, manteniendo su tradicional expresión nominal. Calibre España 4 8 19,70 10 18,50 12 17,60 14 16,80 16 15,60 20 14,7 24 28 32 14 14 mm 12 12 mm 9 9 mm Rusia Francia G. Bretaña 23,35-23,75 23,75 20,8-22 21,2 19,3-19,7 19,3-19,7 19,68 18,2-18,6 18,1-18,7 18,52 17,6 16,8-17,2 16,8-17,2 16,82 15,6-16 15,6-16 15,62 14,2-15,1 14,7-15,1 14,71 13,3-14,2 13,4 13,97 12,4-13,1 - EEUU 21,21 19,68 18,52 16,81 15,62 13,97 - Alemania 23,4-23,8 20,8-21,2 19,3-19,7 18,2-18,6 17,2-17,6 16,9-17,2 15,7-16,1 14,7-15,1 13,8-14,2 12,7-13,1 - Nota: El cartucho de 14 mm español equivale al .410. Los cartuchos de escopetas (y en consonancia las recámaras de las escopetas de caza) se fabrican de diferentes longitudes aceptadas internacionalmente. • • • • • • • 50,7 mm (2”) 63,5 mm (2 ½”- para los cartuchos de calibre 24 al 32) 65 mm (2 ½”- para los cartuchos de calibre 12 al 20) 69,8 mm (2 ¾”) 72,8 mm (2 7/8”) 76 mm (3”) 82,4 mm (3 ¼”) 2 También es nominal la expresión del calibre de los proyectiles no unitarios con los que se cargan los cartuchos de las escopetas de caza 3, de ellos los más comunes son: 1 Una libra inglesa equivale a 453,59 gramos. Un milímetro equivale a 0,03937 pulgadas. 3 Los proyectiles no unitarios de los cartuchos de caza se conocen comúnmente con los nombres de munición y perdigón cuando su diámetro no excede de 5 mm, cuando el perdigón excede de 5 mm de diámetro, pero no alcanza el diámetro total del cartucho que lo contiene, recibe el nombre de posta; los cartuchos de caza también 2 38 Las Municiones Calibre 14 13 12 11 10 9½ 9 8 7½ 7 6½ 6 5½ 5 4½ 4 3 2 1 0 00 000 0000 España 1,25 1,5 1,75 2 2,25 2,37 2,5 2,75 3 3,25 3,5 3,75 4 4,25 4,5 4,75 5 Italia 1 1,15 1,25 1,5 1,75 2 2,1 2,30 2,4 2,5 2,7 2,9 3,1 3,3 3,5 3,7 3,9 4,1 4,3 4,5 Ale.-Fran. G. Bretaña 1,23 1,25 1,57 1,5 1,67 1,75 1,78 2 2,03 2,25 2,2 2,5 2,4 2,52 2,75 2,6 2,72 3 2,8 2,88 3,25 3,05 3,5 3,25 3,75 3,43 4 3,61 4,25 3,91 4,5 4,09 4,75 4,32 5 4,57 EEUU 1,27 1,52 1,78 2,03 2,3 2,41 2,54 2,79 3,05 3,3 3,56 3,83 4,08 4,33 4,59 4,82 5,07 Rusia 1,5 1,75 2 2,25 2,4 2,5 2,75 3 3,25 3,5 3,75 4 4,25 4,5 4,75 5 Es bueno señalar que las denominaciones de estos calibres pueden cambiar en diferentes países, por ejemplo: • El 13 en EEUU se denomina DUST • El 0 en España se denomina 1/0 y tanto en EEUU como en Rusia B • El 00 en España se denomina 2/0 y tanto en EEUU como en Rusia BB • El 000 en España se denomina 3/0 y tanto en EEUU como en Rusia BBB • El 0000 en España se denomina 4/0 y tanto en EEUU como en Rusia A Respecto a la designación de las postas se aprecia una mayor uniformidad y concierto entre sus consumidores: • 9-9,2 mm - 000 • 8,5-8,7 mm - 00 • 8-8,2 mm - 0 • 7,6-7,8 mm - 1 • 7-7,2 mm - 2 • 6,2-6,4 mm - 3 pueden cargarse con proyectiles unitarios del mismo diámetro del calibre del cartucho, pero tanto las postas como estas balas no son frecuentes en nuestra práctica nacional debido a que están destinadas a la caza mayor. 39 Las Municiones • 5,8-6 mm - 4 Partiendo de toda la clasificación señalada, las municiones de las armas de fuego de manera general se clasifican en: • pequeño calibre (de 0 a 6,5 mm) • mediano calibre (de 6,6 a 9 mm) • gran calibre (más de 9 mm) Se conocen además decenas de otras clasificaciones útiles y prácticas de las municiones, las cuales parten de diferentes criterios, varios de los cuales expondremos a continuación. De acuerdo a la esfera social a donde se dirige el comercio de los cartuchos, podrán ser: • civiles (de 0 a 7,65 mm) • policíacos y militares (mayores de 9 mm) • deportivos (5,6 mm y todos los de caza) • especiales Teniendo en cuenta el empleo para el cual se destinan sus proyectiles, los cartuchos pueden dividirse en: • ordinarios • trazadores 1 • incendiarios 2 • perforantes 3 • perforante-incendiarios • perforante-incendiario-trazadores • explosivos 4 • de señalización 5 • de instrucción 6 • de sobrepresión 7 1 Contienen en el interior del cuerpo del proyectil una mezcla pirotécnica (Magnesio y Peróxido o Nitrato de Bario o Estroncio) que se inflama al producirse el disparo, dejando durante el vuelo una estela ígnea que se aprecia desde su culote, lo cual sirve a los efectos de orientar el tiro en la oscuridad. 2 Contienen en su interior una aleación de Magnesio y Aluminio que al chocar el proyectil con el blanco provoca la formación de incendios. 3 Existen diferentes variantes de estos proyectiles: en una los proyectiles poseen en su interior una carga acumulativa que se activa al chocar el proyectil con el blanco, lo que les permite atravesar barreras de mediano espesor; en otra los proyectiles están dotados de una punta aguda de acero macizo a fin de atravesar barreras de pequeño espesor; mientras que en otras (la llamada munición K.T.W.), el proyectil se reviste de teflón con núcleo endurecido, con lo que se obtiene el mismo resultado que con los de punta de acero. 4 Poseen en su interior sustancias explosivas que estallan al chocar el proyectil con el blanco 5 Están compuestos básicamente de sustancias pirotécnicas que sirven para iluminar o realizar señales luminosas durante el vuelo. 6 Constituyen una pieza monolítica metálica y se emplean para conocer el funcionamiento de diferentes sistemas del arma. 7 Se utilizan para comprobar la resistencia de las paredes del ánima del cañón durante los ensayos de las armas de fuego. 40 Las Municiones • • • • • • de comprobación 1 expansivos 2 aceleradores 3 de salva 4 para el sacrificio de animales en instalaciones industriales 5 especiales, dentro de los que se cuentan: cartuchos para adormecer animales 6, de gases 7 y de detención 8 No podemos desconocer que a partir de los dos componentes fundamentales del cartucho (el proyectil y el casquillo), también existen otras clasificaciones Respecto a la forma del proyectil éstos pueden ser: • esféricos • cilíndricos de punta plana • cilíndricos de punta semiesférica • cilíndricos de punta cónica • cilíndricos de punta cónica con el extremo redondeado • cónicos • ojivales • ojivales de punta plana • con el cuerpo anillado 9 Conforme al material utilizado para elaborar el cuerpo del proyectil pueden ser: • metálicos • de madera • plásticos • mixtos 1 1 Son cartuchos con una pequeña carga impulsora y proyectiles huecos de madera blanda que se emplean para comprobar el estado de funcionamiento de las armas de fuego. 2 Ideados en Inglaterra en 1899 poseen en los proyectiles diferentes diseños de estructura que permiten que los mismos aumenten su diámetro hasta dos tercios cuando se impacta con el blanco, lo que les permite aumentar su fuerza de detención, actualmente se producen para su empleo en la caza mayor. 3 Se trata de cartuchos originalmente de gran calibre provistos de proyectiles calibre .22, que con la carga impulsora del proyectil original alcanzan una considerable velocidad inicial (superior a los 1000 m/seg) y trayectorias rasantes. 4 Cartuchos carentes de proyectil que se emplean para simular el disparo durante maniobras y ejercicios o para el lanzamiento de proyectiles diversos que se alojan directamente en el ánima del cañón del arma de fuego sobre su boca de fuego. 5 Con similares características exteriores a los destinados para pistolas y revólveres, pero con proyectiles de una aleación de zinc carente de plomo. 6 En ellos el proyectil es una aguja hipodérmica, cuyo émbolo se acciona por inercia al producirse el impacto, o un dardo embebido de la sustancia adormecedora que actúa al lamerse el animal el sitio adolorido por el impacto. 7 Sus proyectiles son contenedores metálicos, de plástico o vidrio con alfa-cloracetona, ortoclorbenzol malonitritos u otras sustancias irritantes o neuroparalizantes. 8 En estos cartuchos los proyectiles se elaboran con polímeros a los que el disparo dota de una considerable energía de detención. 9 Estos pueden además poseer cualquiera de las formas anteriores. 41 Las Municiones Respecto a la envoltura del proyectil pueden aparecer: • sin camiseta • sin camiseta pero con un baño de cualquier otro metal • con camiseta o blindados • con camiseta abierta o expansivos Los proyectiles por su ubicación pueden encontrarse visibles en el exterior del cartucho u ocultos en el interior 2. De acuerdo a su estructura los proyectiles pueden tener o no núcleos, de tenerlos éstos pueden llegar hasta dos (como en el caso de los cartuchos .223 Remington empleados durante la guerra de Vietnam por el USARMY), el cuerpo además puede ser macizo o hueco y la forma de sus culotes puede dividirse en Minies (proyectiles de base cóncava) y Maxibalas (proyectiles de base plana). Los casquillos a su vez pueden elaborarse de los siguientes materiales: • metal • plástico • metal y cartón • metal y plástico • material inflamable Los casquillos metálicos se confeccionan generalmente con aleaciones que garanticen las características físico químicas que garanticen el funcionamiento de las armas de fuego, los casquillos de latón por ejemplo presentan la siguiente composición porcentual: Cobre (Cu) 67-70 Zinc (Zn) 32-30 Níquel (Ni) 0,3 Hierro (Fe) 0,1 Plomo (Pb) 0,005 Fósforo (P) 0,005 Arsénico (As) 0,005 Azufre (S) trazas Antimonio (Sb) trazas Bismuto (Bi) 0,002 Lo que le transmite las siguientes cualidades: Resistencia Elástica 30-35 Kg/mm², Dureza 45-55 Kg/mm², Módulo de Elasticidad 11 000-12 000 Kg/mm². Mientras que la composición de los casquillos de acero laminado se comporta de la siguiente forma: Carbono (C ) 0,12-0,20 1 Además de éstos relacionados, los Servicios Especiales de diferentes países han desarrollado experimentos dirigidos a crear proyectiles de otros materiales como hielo seco, vidrio, etc. 2 Esto se aprecia fundamentalmente en los cartuchos con proyectiles no unitarios y en los de proyectil unitario destinado al tiro deportivo a cortas distancias. 42 Las Municiones Manganeso (Mn) 0,35-0,60 Silicio (Si) no más de 0,08 Azufre (S) 0,04 Fósforo (P) 0,035 Cromo (Cr) 0,15 Cobre (Cu) 0,20 Níquel (Ni) 0,30 Azufre y Fósforo 0,07 Con lo que logra una resistencia elástica de 33-40 Kg/mm², una Dureza de 50-60 Kg/mm² y un Módulo Elástico de 21 500- 22 000 Kg/mm². Pueden tener diferentes sistemas iniciadores: • percusión lateral (Lefacheux) • percusión periférica • percusión central • ignición eléctrica La forma de los casquillos contempla: • cilíndrica con reborde y sin ranura de extracción • cilíndrica con reborde y con ranura de extracción • cilíndrica sin reborde y con ranura de extracción • cónica con reborde y sin ranura de extracción • de botella sin reborde • de botella con reborde • con el cuello plegado • cónica con ranura de extracción y sin reborde • con el culote reforzado La forma del casquillo se caracteriza por el llamado Coeficiente de Capacidad que refleja la relación existente entre la media del diámetro interior del casquillo y el calibre del proyectil según la fórmula: dm µ = ──── φ donde: µ es el Coeficiente de capacidad φ es el Calibre del Proyectil dm es el Diámetro Interior Medio del Casquillo Para los casquillos cilíndricos, el coeficiente de capacidad es igual a uno y se emplea únicamente en cartuchos de revólver, pistola y otros de pequeño calibre, ya que su forma no garantiza una fácil extracción, mientras que en los casquillos de forma de botella el coeficiente de capacidad oscila de 1,25 a 1,5. 43 Las Municiones Por el tipo de unión entre el proyectil y el casquillo pueden aparecer cartuchos con las siguientes características: • a presión • con labios en el borde del cuello del casquillo • por segmentos en el borde del cuello del casquillo • por puntos aislados en el cuello del casquillo • con una banda de engarce en el cuello del casquillo • con una banda de engarce y otra de forzamiento • con una banda de engarce y dos de forzamiento • por segmentos en el cuello del casquillo • con una banda de engarce en el borde del cuello del casquillo • con dos bandas de engarce en el cuello del casquillo • con el proyectil inmerso dentro del casquillo • con puntos continuos en el cuerpo del casquillo Y por último nos quedaría por citar una clasificación interesante que recoge un concepto poco manejado en nuestro ámbito, que es la correspondiente a la división de los cartuchos en dependencia del tipo de armas para las que fueron diseñados, esta clasificación recoge a los cartuchos de: • revólveres 1 • pistolas 2 • fusiles: mecánicos de autocarga 3 ametralladoras portátiles • intermedios El concepto de cartucho intermedio se refiere a los cartuchos concebidos para los fusiles automáticos, ya que en ellos se resumen los elementos que garantizan el automatismo de las pistolas, así como las cualidades balísticas del cartucho de fusil, pero con una menor potencia de disparo que al disminuir el retroceso del arma, hace más efectivo el fuego a ráfagas cortas. Una vez expuestas las diferentes clasificaciones de las municiones, resulta oportuno citar dos conceptos propiamente técnico-criminalísticos, que complementan la información que sobre las municiones debe poseer cualquier criminalista, nos referimos concretamente a los conceptos de Cartucho Sustituto y Cartucho Atípico. Son Cartuchos Sustitutos aquellos que en virtud de sus dimensiones o diseño pueden ser consumidos en armas de otro calibre (mayor o menor), sin que se le introduzcan ni al arma ni a los cartuchos, en ninguna de sus partes, ningún tipo de modificación. Pueden ser cartuchos sustitutos, por ejemplo: • el cartucho calibre 5,6 mm Short para las armas mecánicas calibre 5,6 mm Long Rifle. 1 Los cartuchos de revólveres son consumidos también por algunas carabinas y pistolas. Son los mismos que se consumen en las pistolas ametralladoras. 3 Se diferencian de los destinados a los fusiles mecánicos por presentar ranura de extracción y carecer de reborde. 2 44 Las Municiones • el cartucho calibre 7,65 mm Browning para los revólveres calibre .32 Colt Short • el cartucho calibre 9 mm Parabellum para las pistolas calibre 7,62 mm Modelo 193033, 7,63 mm Máuser y .38 ACP. • el cartucho 7,62X53R para las escopetas calibre 12 mm. • el cartucho calibre .38 Special de tiro deportivo para los revólveres calibre .38 Short. Mientras que los Cartuchos Atípicos son aquellos cuyas características generales no responden a las de los cartuchos fabriles en virtud de modificaciones a ellos practicadas con el fin de consumirlos en armas de mayor o menor calibre que aquel al cual fueron destinados o transformar sus cualidades balísticas; este concepto sólo es aplicable a los cartuchos unitarios cuyos elementos componentes responden a determinados requisitos de diseño. En nuestra práctica nacional, las atipicidades frecuentes en los cartuchos tienen magnitudes parciales que se logran en condiciones artesanales o rústicas, con el objetivo de adaptar un cartucho fabril para su consumo en armas de mayor o menor calibre, o en armas del mismo calibre pero con un perfil de recámara cuyas características no asimilan el cartucho en cuestión. De esta forma en Cuba para disminuir el calibre de un cartucho se liman sus superficies exteriores o se les rebaja con la cuchilla de un torno, para consumirlos en armas de un calibre mayor, se les acopla un anillo de alambre en la ranura de extracción, se les envuelve con cartón o un metal dúctil o simplemente se les acomoda dentro del cuerpo de un casquillo de diámetro mayor y para disminuir su longitud, se hace más corto el proyectil o se desarma el cartucho y luego de seccionar el tramo sobrante del casquillo, nuevamente se vuelve a colocar el proyectil en el casquillo. También puede ser frecuente que se conviertan proyectiles ordinarios en expansivos, ya sea limando la punta aguda del proyectil, barrenándolo longitudinalmente en una profundidad de aproximadamente 5 mm o haciendo en su punta un corte en forma de cruz con la ayuda de una segueta. 45 Las Municiones 46 Las Municiones Características de las municiones más frecuentes en la práctica pericial cubana Casquillo Calibre del Cartucho Largo del cartuch o Proyectil diámetro (mm) largo tipo cuello hombro s cuerpo reborde masa diámetro Vo Eo 1,8-2,2 5,7 170-280 - 2,6 5,7 360 - .22 Short 18,8 10,5 5,9 5,9 5,9 7,1 .22 Long Rifle 25,5 15,6 5,9 5,9 5,9 7,I sin camiseta sin camiseta 22,5-23 15,215,7 6,9-7 7 7 7,5-7,7 blindado 3,2-3,3 6,3-6,39 230-247 8,8-10 7,62 Mod. 1930-1933 34,634,8 23,5524,7 8,2-8,3 9,3 9,7-9,8 9,8-9,9 5,4-5,6 7,8-7,85 420-455 50,3 7,62 mm deportivo 26,1- 25,7- 8,4-8,5 9-9,1 9-9,1 blindado trazador traz.-inc. 9,9-10,2 sin 7,3-7,4 7,95-8,03 200 6,35 mm Browning (OTROS NOMBRES) DWM 508 A GR 757 6,35 mm ACP 6,35 mm für SelbstladePistolen 6,35 mm SelbstladePistole 6,35X15,8 Browning Pistole .25 ACP .25 ASP .25 Automatic Pistol .25 Colt Automatic .25-6,35 mm Auto 24 Las Municiones 7,63 mm Mauser (OTROS NOMBRES) 7,63 mm Mauser M. 1896 7,63 mm Mauser Selbstlade Pistole 7,63 m/m 63 Pour Pistolet Automatique Mauser .30 Mauser Automatic .30 (7,63) Mauser DWM 403 GR 829 26,4 26,8 34,1-35 20,821,1 camiseta 8,3-8,4 9,3 9,8-10 9,8-10 blindado expansivo 5,2-5,9 5,5-5,8 7,81-7,83 443 55 25 Las Municiones 7,65 mm Browning (OTROS NOMBRES) 7,65 mm ACP 7,65 mm Browning M. 1897 7,65 mm Browning M. 1900 7,65 mm Holland P. S. N 19 7,65 mm Mauser 7,65 mm Browning, Mauser, Beretta 7,65 mm Pistolen-Patrone N 19 7,65 mm Pistolen-Patrone 206 (h) 7,65 mm SelbstladePistole 7 m/m 65 Pour Pistolet Automatique 7,65 mm (.32) Automatic DWM 749 DWM 749 A DWM 749 C GR 619 .30 Browning .32 ACP .32 ASP .32 Auto. Colt .32 Automatic Pistol .32 Colt Automatic .32-7,65 mm Auto 7,8x17,5 Browning 24,6-25 16,817,2 8,3-8,5 8,4-8,6 8,4-8,6 8,9-9,1 blindado expansivo 4,5-5 4,6-4,9 7,7-7,95 300 21,6 26 Las Municiones 9 mm Browning (OTROS NOMBRES) 9 mm Bergmann-Bayard 9 mm Browning kurz DWM 540 9 mm Beretta M. 1934 9 mm Corto 9 mm Holland P.S. N 21 9 mm kurz 9 mm M. 34 9 mm Pistolen-Patrone N 21 9 mm Pistolen-Patrone 400 (h) 9 mm SelbstladePistole (.380) 9 mm Short 9 mm Short Browning .38 Colt Auto-Hammerless .38 ACP .380 Auto. Hammerless Pistol .380 Automatic Pistol .380 Auto. Webley .380 C.A.P.H. .380 (9mm) Auto 24,5-25 1717,4 9,4-9,5 9,4-9,5 9,4-9,5 9-9,5 blindado expansivo sin camiseta 5,9-6,2 5,9-6,2 5,9-6,2 8,85-9,05 270 22,6 27 Las Municiones 9 mm Parabellum (OTROS NOMBRES) 9 mm Pistolen-Patrone 08 9 mm P. 08 9 mm P. 08 m. E 9 mm P. 08 SE 9 mm Luger 9 mm Pistolen-Patrone 400(b) 9 mm Pistolen-Patrone M. 1941 9 mm Lang 9 mm Beretta (1915) 9 mm Lang Beretta M. 38 9 mm engl. PistolenPatrone 9 mm Soumi 9 mm schwedisch m/34 9 mm schwedisch m/39 9 mm Pour Mi 34 et G. P. 9 mm M. 38 9 m/m 40 M. Parabellum DWM 480 C DWM 487 C 9X19 9 mm PM .38 Colt (OTROS NOMBRES) .38 ACP .38 Automatic Colt .38 Colt Auto 28,929,9 18,819,1 8,5-9,9 9,8-10 9,8-10 9,8-10 24,824,9 17,818,1 9,8-9,9 9,8-9,9 9,8-9,9 9,8-9,9 32,5 22,822,9 9,7-9,8 9,7-9,8 9,7-9,8 10,210,3 blindado blin. con nuc. acero sin camiseta y baño expansivo cónico 7,9-8,1 6,3-6,5 8,9-9,05 345 49,5 5,7-6 8-8,1 7,6-8,2 blindado bli. con nuc. acero trazador 6,15 9,22-9,27 315 36,3 blindado 8,4 9-9,1 317 43 28 Las Municiones .38 Super Automatic (OTROS NOMBRES) .38 Colt Super .38 Colt Super Automatic .45 Colt Automatic (OTROS NOMBRES) .45 ACP .45 Automatic Colt .45 Automatic Colt, Government Model .45 Government Model Cartridge Ball, Caliber .45, M. 1911 .22 Remington (OTROS NOMBRES) .22 Remington "Jet" .22 Center Fire Magnum 5,75 mm Velo Dog (OTROS NOMBRES) 5,5 mm N 8 Cartouche VeloDog 5,5 mm Velo Dog Revolver 5,6 mm Velo-Dog 5,8 mm Velodog 6 mm Velo Dog 5,75 mm Velo Dog corto (OTROS NOMBRES) 5,75 mm Velo Dog kurz 5,75 mm Velo Dog Short 5,7 mm Velo Mith 32,5 22,822,9 31,8 22,523 40,1 32,532,7 6,3-6,4 35,335,6 28,528,6 6-6,3 6,1-6,4 6,1-6,4 23,924,2 17,218,1 6,3-6,4 6,4-6,5 6,4-6,5 7,1-7,8 9,7-9,8 11,912,1 9,7-9,8 11,9-12,1 9,7-9,8 10,210,3 blindado 8,4 9-9,1 389 64,5 11,4 230-260 33,862,9 2,6 5,65 750 74 7,,5-7,9 blindado 2,7-2,9 5,55-5,95 205 6 sin camiseta 2,6-2,8 5,65-5,75 250 - 11,912,1 11,912,1 9,5-9,6 11,111,2 blindado sin camiseta 14,8-15,2 con nucleo de madera expansivo explosivo no unitario expansivo 29 Las Municiones 7,62 mm Nagant (OTROS NOMBRES) 7,62 mm NagantRussisches Modell 7,62 mm Russisch Nagant 7,62 mm Polnisch Nagant 7,62 mm Grechisch Nagant 95 7,62 mm Grechisch Nagant 1912 7,62 mm Revolver Patr. 2602 (r) 7,5 mm Russisch Nagant 8 mm Russisch Nagant 8X38 (GR 684) GR 684 7,62 mm deportivo .32 Long Colt .32 Short Colt (OTROS NOMBRES) .320 Colt .32 Smith & Wesson .32 Smith & Wesson Long .357 Smith & Wesson Magnum (OTROS NOMBRES) .357 Magnum 38,338,8 38,338,8 7,1-7,8 9-9,1 9,7-9,9 38,638,7 38,638,7 7,7 9,1 9,9 31 22,624,3 23,3 8,1 8,1 8,1 9,7 16,5 8,1 8,1 8,1 9,3 23,4 30,832,4 15,4 8,6 8,6 8,6 9,6 23,4 8,6 8,6 8,6 9,5 38,3 32,8 9,6 9,6 9,6 11,2 blindado sin camiseta sin camiseta sin camiseta sin camiseta sin camiseta sin camiseta blindado expansivo 6,2-7,2 7,79-7,82 290 29 6,5 7,9 183-198 - 5,3 7,67 230-247 14-15 4,8-5,3 7,98 220-230 13-14 5,5-5,7 8 183-230 9 a 15 6,3-6,5 8 215-240 15-18 8,1-10,3 9,12 430-470 96116 30 Las Municiones .38 Smith & Wesson (OTROS NOMBRES) .38 Colt New Police .380/200 .38 Super Police .38 Special (OTROS NOMBRES) .38 Smith & Wesson Special .38 Colt Special 30,5 19,7 9,8 9,8 9,8 11,1 sin camiseta 9,4-9,5 9,17 190-225 17-24 39,4 29,3 9,6 9,6 9,6 11,2 sin camiseta 7,1-13 9,14 220-470 27-80 .45 Colt 40,6 12,2 12,2 12,2 13,1 sin camiseta 16,2-16,6 11,58 260 56-57 56,2-57 32,6 38,2639,6 6,146,29 9,2-9,25 9,88-10 3,3-3,35 5,62-5,65 890 - .223 Remington 55,12 44,7 6,43 8,89 9,47 9,53 3,56 3,56 5,69 5,69 1006 972 184 171 7,62X39 (OTROS NOMBRES) 7,62 mm Mod. 1943 55-56 38,3638,7 8,53 10,1510,2 11,2311,35 11,2311,35 7,75-8,05 7,87-7,92 725 216 7,62X53 (OTROS NOMBRES) Cartucho de fusil 7,62 mm Cartucho de 3 líneas 7,62 mm Mod. 1908 7,62X53R 7,62X54R 75,9177,16 53,3553,72 8,53 11,4811,61 12,2712,42 14,1714,48 9,6 7,87-7,92 865 360 .30 Carabine (OTROS NOMBRES) .30 M1Carabine .30 Self Loading Rifle 7,62K 42,67 32,77 8,53 9,06 9,06 9,14 7,15 7,,82 603 231 5,45X39 9,88-10 blindado trazador bindado expansivo blindado trazador incendiari o perf.-inc. blindado trazador incendiari o perf.incen. perforante perf.-inc.trazador blindado expansivo 31 Las Municiones .30-06 (OTROS NOMBRES) .30-06 Springfield .30-45 Ball Cartridge Caliber .30 Model of 1906 Ball, Caliber .30 M1 Cartridge, Ball, Caliber .30 M2 .30-06 Springfield Wimbledon Sir 7,62X63 84,8 7,62X51 OTAN (OTROS NOMBRES) .308 Winchester US T-65 71,12 63,35 51,18 8,64 8,74 11,2 11,53 11,94 11,93 12,01 12,01 blindado 8,4-14,3 7,82 expansivo 7,13-8,1 7,82 blindado 6a8 7,82 expansivo 7,1312,96 7,82 7351000 9751027 390409 383393 875890 7471018 235325 369377 32 Las Municiones 7,92 mm Mauser (OTROS NOMBRES) 8X57 8 mm Mauser 7,9X57 8X57 S 8X57 JS 8X57 R 8X57 JR 8X57 JRS DWM 88 DWM 88 A DWM 366 DWM 560 DWM 561 DWM 571 GR 362 8X63 8 mm Swedish 8 mm Swedisch-Bofors 80,6 .32-20 Winchester (OTROS NOMBRES) .32 WCF .32-20 WHW .32-20 winchester High Velocity .32 Colt Lighting Magazine Rifle .32 CLMR .32 Marlin 8X33 (cal. Nro. 32) Winchester 8,0X33,0 Winchester 32 GR 942 40,39 57 33,52 8,899,08 8,3 10,95 8,59 11,95 8,98 11,9513,32 10,36 blindado 8,2-14,7 expansivo 9,98-12,8 sin camiseta expansivo blindado 8,098,22 8,098,22 640830 770870 270377 361417 6,5 6,5-7,45 7,93 7,93 393 393-427 51 51-69 5,18 7,93 640 115 33 Las Municiones 34 Las Armas de Fuego III. Las Armas de Fuego. III.1. Concepto y división de las Armas de Fuego. Con la evolución de las armas como elemento vital para la pervivencia social de grupos de personas y entes individuales, el criterio energético de la fuerza motriz empleada para el funcionamiento de estos medios primó en su identificación, así en un momento de la historia se definió como “armas de fuego” a todas las que lanzaban proyectiles por medio de la combustión de la pólvora. Ya mucho más adelante, según Ortega y Ruiz Toledo lo describe en su libro “Iniciación a las armas de fuego”, se definió con ese término a “… todo instrumento o máquina diseñado para lanzar proyectiles a gran velocidad, que produzcan efectos balísticos deseados, utilizando como fuerza motriz impulsora la combustión de la pólvora”1 , pero este concepto manejado además por muchos otros autores, deja un espacio indefinido en el cual armas explosivas como la granada, encuentran un lugar, ya que ellas también son capaces de lanzar proyectiles (sus esquirlas) a gran velocidad, empleando para ello como fuerza motriz la detonación de un explosivo que inicialmente fue pólvora. Por ello hemos considerado más atinado conceptuar como armas de fuego a todo mecanismo destinado al lanzamiento de proyectiles en una dirección predeterminada mediante el empleo de la energía de los gases de la deflagración de la pólvora, garantizando en ello una determinada seguridad para el tirador 2 . Como se puede apreciar el concepto que proponemos no incluye ninguna cláusula referente a la energía con que debe dotarse al proyectil para causar determinada lesión, ya que este particular, que si constituye un objeto de investigación para las Balísticas Exterior y de Efecto, carece de influencia conceptual a tenor con lo preceptuado en el Art. 265 del Código Penal Cubano, en el que como señalamos en el primer capítulo, el mero hecho de disparar contra determinada persona, constituye un delito penado por la ley, aun cuando el proyectil no estuviera dotado de la energía mínima requerida para lesionarlo, por lo que ventilar este particular durante la decisión de si un objeto es o no un arma de fuego, caería en nuestras condiciones nacionales, dentro de lo que el Procedimiento Penal denomina Prueba Innecesaria. Estos mecanismos abarcan a una amplia gama de armas destinadas a la satisfacción de necesidades balísticas, alcances tecnológicos, gustos, etc., por lo que para ellos se han desarrollado las siguientes clasificaciones: En dependencia de donde se fabrican: • fabriles 1 Ortega y Ruiz Toledo citado por Juan Vicente de Luis y Turégano en “Policía Científica II”. Colección de Estudios Instituto de Criminología y Departamento de Derecho Penal. Universidad de Valencia. 1990. Pp. 231. 2 Posada Jeanjacques J. A. “Metodología para la determinación del estado técnico de las armas de fuego”. IV Simposio Nacional de Técnica Criminalística TECNICRIM´98. La Habana. 1998. Pp. 3. 46 Las Armas de Fuego • artesanales • caseras o rústicas 1 Por la destinación de las mismas: • combativas: militares (pistola Makarov) civiles 2 (pistola Browning Mod. 1906) policíacas 3 (revólver Smith & Wesson Highway Patrollman) especiales 4 (pistolas-plumas) • de caza: para la caza productiva (escopeta Isch-17) para la caza amateur o de aficionados (escopeta Stevens) • deportivas: de entrenamiento (fusil Brno Mod. 2) para el tiro de precisión (fusil Vostok Mod. CM-2) Por el procedimiento de carga: • de avancarga o carga por la boca de fuego • de retrocarga o carga por el corte trasero del cañón o boca de carga Por el principio de funcionamiento del mecanismo de disparo: • de ignición: de flama 5 de mecha 6 de chispa 7 • de percusión: de pistón 8 sobre cartuchos unitarios: lateral periférica central 9 • eléctrico Por el principio de funcionamiento del arma y del sistema de realimentación: • mecánicas 1 Las armas de fuego atípicas las estudiaremos en un capítulo aparte. Las armas de fuego civiles son armas destinadas a la comercialización entre el personal civil de la población para su autodefensa y la protección de sus propiedades, en cuyo diseño priman ante todo intereses de mercado. 3 Las armas de fuego policiacas son aquellas que se diseñan y producen para su empleo en los cuerpos policiacos y otras formaciones parapoliciacas. 4 Las armas de fuego de destinación especial son generalmente armas de fuego atípicas de construcción fabril o artesanal destinadas a su empleo en actividades de espionaje, terrorismo y sabotaje por los servicios especiales de diferentes estados. 5 Cuando se produce el disparo por la intervención directa de una fuente de calor en forma de llama abierta sobre el fogón, oreja o cazoleta. 6 Cuando se produce el disparo por la intervención directa de una fuente de calor en forma de incandescencia sobre el fogón, oreja o cazoleta. 7 Cuando se produce el disparo por la intervención de una chispa externa que puede tener orígenes diversos. 8 Cuando se produce el disparo golpeando sobre un recipiente alojado sobre la chimenea, que contiene fulminato de mercurio o sus similares, quién transmite una chispa al interior del arma. 9 En las armas de fuego con principio de funcionamiento del mecanismo del disparo eléctrico, éste se produce al acceder al cartucho el paso de energía eléctrica, produciéndose dentro de los mismos (que carecen de carga iniciadora) una chispa que provoca la deflagración de la carga impulsora. 2 47 Las Armas de Fuego • automáticas • semiautomáticas 1 Por el número de cargas: • de una carga • de varias cargas, las que pueden alojarse en el tambor, cargadores o depósitos fijos ubicados de manera horizontal o vertical (anterrecámara o postrecámara 2 y en cargadores removibles en forma de cintas, discos o cajuelas rectas o curvas a colocar por debajo, por arriba o por un lado del arma. Por el carácter del tiro o tipo de fuego: • tiro a tiro • ininterrumpido (solamente a ráfagas) • en series 3 • combinado 4 Por el número de cañones en el arma: • un cañón • dos cañones • varios cañones 5 Por las características constructivas del canal del cañón: • liso: con choque 6 : semichoque (50% de 0,1-0,2 mm; ¼ de choque) 7 minichoque (50-55%, 4 estrellas de 0,2-0,3 mm; ¼ de choque) 1 El principio de funcionamiento semiautomático es muy poco frecuente en las armas de fuego portátiles modernas, está concebido para que utilice la energía del disparo en la apertura del cierre y la expulsión del casquillo percutido, mientras que la alimentación del arma se realiza de forma manual o mediante el consumo de otro tipo de energía (casi siempre mecánico-muscular). En la actualidad este principio se aprecia sólo en algunas piezas de artillería. Sin embargo es frecuente que en la literatura balística procedente de los EEUU (o de los países influidos por ésta) se le denomine arma semiautomática a aquella que utilizando la energía de la deflagración de la pólvora para realizar el autofuncionamiento de sus mecanismos, es incapaz de realizar el tiro en ráfagas, lo que consideramos erróneo ya que esta definición es propia de las armas de autocarga o carga automática. 2 Los cargadores anterrecámara se ubican delante de la boca de carga del cañón, por ejemplo los cargadores horizontales de la mayor parte de las escopetas automáticas o en las llamadas de “repetición”, que se presentan fijos a la parte inferior del cañón del arma, los cargadores postrecámara son los más frecuentes y se encuentran ubicados inmediatamente detrás de la boca de carga o dentro de la culata del arma. 3 Las armas de fuego de tiro en serie realizan el fuego en ráfagas limitadas a una determinada cantidad de disparos cada vez que se oprime el disparador, como el fusil norteamericano Spiu, que lo hace en ráfagas de tres disparos cada una. 4 Cuando en el arma están presentes más de uno de los tipos de fuego anteriores. 5 En la práctica pueden ser hasta cinco cañones. 6 El choque es un estrechamiento del ánima del cañón que se practica junto a la boca de fuego del mismo con la finalidad de producir un mejor agrupamiento o plomeo de los perdigones, con el objetivo de mejorar el alcance y la precisión del tiro, existen aditamentos que con los mismos fines pueden intercambiarse entre diferentes escopetas y además regularse a determinadas magnitudes y que se denominan Polichoques. 7 La expresión porcentual señala el volumen de perdigones que alcanzan a un blanco de 75 cm de diámetro ubicado a una distancia de 36 m, mientras que en milímetros se expresa cuanto se estrecha la boca de fuego con el choque seleccionado. 48 Las Armas de Fuego choque moderado (56-65%, 3 estrellas de 0,4-0,6 mm; ½ choque) superchoque (75%, 1 estrella de 0,9-1,1 mm; Full choque) cilíndrico cónico • estriado o rayado • poligonal 1 • combinado 2 Por la ubicación de los cañones respecto al plano: • horizontal o yuxtapuestos • vertical o superpuestos Por la composición del conjunto de cañones: • todos rayados • todos lisos • combinados 3 Por la disposición geométrica de los cañones 4 : • lineal • triangular • cuadriculada • romboidal Por la longitud del cañón: • de cañón corto (hasta 160 mm) 5 • de cañón medio (de 161 a 550 mm) 6 • de cañón largo (más de 551 mm) 7 Por el calibre 8 : • de pequeño calibre (hasta 6,5 mm) • de mediano calibre (de 6,6 a 9 mm) • de gran calibre (mayor de 9 mm) Por el tipo de arma de fuego: • Pistolas: mecánicas 1 1 En éstos el rayado se sustituye por un perfil interior del ánima del cañón en forma de prisma poligonal con aristas y lados redondeados que se inclinan hacia uno de los dos lados. 2 Se denomina cañones combinados a aquellos que se presentan con dos tercios del cañón liso y el último tercio rayado, se conocen con la denominación comercial de Paradox (Paradoja). 3 Es la composición de más de un cañón con ambas características constructivas. 4 Esta clasificación se refiere ala perfil geométrico que asumen los cañones del arma. 5 Pistolas y revólveres. 6 Pistolas ametralladoras y algunos fusiles automáticos. 7 Fusiles, carabinas y escopetas. 8 Al igual que sus municiones. 49 Las Armas de Fuego • • • • • • automáticas Revólveres Fusiles: mecánicos de autocarga Fusiles automáticos 2 Carabinas 3 : mecánicas automáticas Pistolas ametralladoras 4 Escopetas Todos los tipos de armas de fuego poseen diferente composición de todas sus partes, mecanismos y piezas, sin embargo las armas de fuego contemporáneas se componen básicamente de los mismos sistemas: Sistema de dirección del disparo: Conjunto integrado por el cañón y los órganos de puntería, que tiene la finalidad de dirigir la trayectoria del proyectil, de los componentes de este sistema el cañón es permanente en todos los tipos de armas de fuego, el cual puede presentarse en cualquiera de los tipos expuestos en la clasificación anterior, con la particularidad de que siempre es recto con excepción de un fusil desarrollado experimentalmente durante la década del 40 en Alemania donde el cañón era curvo y se destinaba a disparar desde las esquinas con el auxilio de un complejo mecanismo de puntería; los órganos de puntería son mucho más variables, se componen del alza y el punto de mira; las alzas pueden aparecer fijas o regulables, estas últimas en diferentes variantes. Sistema de percusión: Complejo sistema de elementos, diseñados en dependencia del tipo de arma de fuego, que se destinan a la percusión del cartucho. En todas las armas de fuego este sistema se integra en forma de martillo-aguja percutora 5 o martillo y aguja percutora (los primeros se conocen como de percusión directa y los segundos de percusión indirecta) y además en forma de percutor 6 , para el caso específico de la mayoría de las pistolas ametralladoras, el sistema de percusión se concibe en forma de cierre masivo 7 . Sistema de disparo: Conjunto de elementos destinado a liberar (o interrumpir) el sistema de percusión en cualquiera de las variantes de tiro. Sistema de alimentación: Elementos que facilitan la introducción de cartuchos en el arma y la extracción de casquillos percutidos. 1 Se trata de las armas cortas portátiles diseñadas y/o construidas hasta el siglo XVIII, precisamente a las que originalmente se les denominó pistolas, igualmente de armas cortas contemporáneas de funcionamiento mecánico en las que no esté presente el tambor. 2 También denominados fusiles de asalto, carabinas automáticas, fusiles ametralladoras, etc. 3 En ocasiones denominadas Rifles, aunque la palabra proviene del vocablo árabe carab, que significa arma y se diferencia de los fusiles por el largo del cañón y apareció a finales del siglo XV (España) en manos de tiradores selectos de caballería ligera junto a un arcabuz, un sable y una pistola; más tarde en Francia, S. XVI y en Austria, mediados del S. XVIII. 4 También denominadas ametralladoras de mano, subametralladoras y metralletas. 5 Cuando ambos conforman un sólo elemento, se identifica como martillo a la pieza que con cualquier forma y diseño se encargue de golpear para producir el disparo. 6 Pieza metálica con un extremo en forma de saliente que produce el disparo cuando golpea a la cápsula iniciadora con la energía liberada por un resorte sin que medie golpe inicial alguno. 7 Saliente ubicado en el centro del eje longitudinal del cierre que golpea a la cápsula iniciadora de los cartuchos con la energía combinada del resorte recuperador y la propia masa del cierre. 50 Las Armas de Fuego Sistema de obturación: Elementos a garantizar el aprovechamiento de la energía de los gases del disparo con la menor pérdida posible, soportando la reacción del mismo (energía de retroceso) y que en las armas automáticas además desvía parte de la misma a garantizar el funcionamiento autónomo del arma. Sistema de sujeción: Conjunto destinado a la sujeción, portación y direccionamiento del arma, que en las armas cortas se compone de la empuñadura y las cachas y en las largas se extiende a la culata, los guardamanos y la correa portafusil. Sistema de seguro: Elementos que pueden aparecer o no en un arma reunidos en más de un conjunto, que a fin de impedir la producción de disparos involuntarios pueden bloquear indistintamente (o al mismo tiempo) los sistemas de disparo, percusión, alimentación y obturación. Además las armas de fuego se integran de otros elementos que pudiéramos llamar complementarios, como las bayonetas, bípodes, visores ópticos de diferente tipo, silenciadores, aditamentos para el lanzamiento de proyectiles no convencionales, etc. De todos los elementos citados, algunos no son imprescindibles para el funcionamiento del arma (como el sistema de seguro y los elementos complementarios) y el número, diseño, distribución, composición, dimensiones y cualidades de las diferentes piezas que los componen dependen no sólo del tipo de arma, si no del sistema, marca y modelo de la mismo, incluso un mismo detalle puede poseer diferente denominación en dependencia de la procedencia geográfica de su fabricante, aunque existe determinado concierto en la definición por diferentes armeros de las piezas básicas de los diferentes tipos de armas de fuego portátiles. III.3. Principios de funcionamiento de los tipos de Armas de Fuego objeto de estudio de la Balística Criminalística. Sus elementos componentes. En nuestra práctica nacional, las armas de fuego portátiles típicas que con mayor frecuencia se peritan son los revólveres, pistolas, fusiles, carabinas y escopetas, de éstas armas ofreceremos a continuación una breve reseña de sus principios de funcionamiento, así como una relación de sus componentes fundamentales. Revólveres Un revólver es un arma de fuego corta, portátil, individual, diseñada para su manejo con una sola mano, de funcionamiento mecánico y varias cargas contenidas en un tambor giratorio, la que se destina a hacer blancos hasta 100 m. En nuestros días es frecuente encontrarse revólveres de los más disímiles sistemas, los que se diferencian fundamentalmente por la forma de extracción de los casquillos percutidos, de la que se desprenden diferencias constructivas de la armadura, los sistemas de percusión, disparo y alimentación y de otras piezas y mecanismos. 51 Las Armas de Fuego Las formas de extracción de los revólveres se dividen en sistemas de: • extracción individual: retirando el tambor y empleando para la extracción el eje del mismo o un extractor fijo a la armadura del revólver en su parte frontal y mediante un extractor que actúa en dirección contraria a la alimentación, con lo que realiza la extracción por el mismo orificio de alimentación (A, B y C). • extracción múltiple: 1. oscilando el cañón 1 hacia arriba y accionando el extractor mediante una palanca. 2. accionando una palanca que mueve hacia adelante al cañón junto al tambor y acciona automáticamente al extractor. 3. girando parte de la armadura a un lado y llevándola hacia adelante junto al cañón y el tambor con lo que se acciona automáticamente el extractor. 4. con cañón basculante hacia abajo, operación que acciona automáticamente al extractor. 5. desplazando hacia un lado al tambor y accionando el extractor de forma manual. 6. extracción automática mediante el aprovechamiento de la energía de retroceso del disparo 2 . 1 Los revólveres en los que sus cañones oscilan hacia arriba o hacia abajo se denominan indistintamente revólveres de cañón partido, flexible, oscilante o basculante. 2 Este tipo de extracción es formalmente múltiple, ya que en realidad se realiza la expulsión automática de los casquillos percutidos individualmente después de cada disparo como en las pistolas automáticas. 52 Las Armas de Fuego Fig. 32: Formas de extracción de los casquillos en los revólveres. 53 Las Armas de Fuego La alimentación de los revólveres está indisolublemente unida al diseño del mismo, en los revólveres de extracción individual se realiza a través de un orificio practicado en la pared trasera de la armadura (en cualquiera de los lados del arma), este orificio puede estar cerrado mediante una escotilla que se denomina con el nombre de su creador, “Cubierta de Abad”, mientras que en los revólveres de extracción múltiple se realiza después de la apertura del arma, con lo que se muestran las bocas de alimentación de todas las cámaras del tambor al mismo tiempo, estas cámaras pueden aparecer en números, que de acuerdo a lo apreciado en la práctica, oscilan de 5 a 22. Cabe describir en este punto que, con el objetivo de acelerar la realimentación de los revólveres, en algunos sistemas fueron introducidos mecanismos con ayuda de los cuales se reducía el número de operaciones requeridas para completar el tambor, por ejemplo durante la 1ra. Guerra Mundial los revólveres Colt calibre .45 de seis cámaras fueron adaptados para el consumo de cartuchos .45 ACP con ayuda de un clip 1 en forma de medialuna capaz de sostener hasta tres cartuchos, otros aceleradores de carga se conocieron a partir de los años 20, por ejemplo la cinta de Mollo, que abrazaba a seis cartuchos, los que por su ubicación coincidían con el eje longitudinal de las cámaras del tambor del arma para la que se destinaba, o el acelerador elástico consistente en una cinta sintética que sujetaba a seis cartuchos por el reborde, los que se liberaban al flexionar la cinta, o los aceleradores circulares en sus variantes gomoide, que liberaba al unísono todos los cartuchos cuando se le presionaba por uno de sus extremos o metálica, que libera los cartuchos accionando sobre un tornillo. En la década del 70 los aceleradores de carga para revólveres comenzaron a ser desplazados por un diseño constructivo de la armadura de los revólveres que permitía remover el tambor con los casquillos percutidos, para sustituirlo por otro alimentado previamente con cartuchos, lo que acercó a los tambores de revólveres a los cargadores removibles de las pistolas automáticas, incluso al punto que más de un tambor alimentado de cartuchos podían portarse en cartucheras especialmente diseñadas con esos fines. Fig. 33: Aceleradores de llenado del tambor de los revólveres: 1- pieza metálica en forma de media luna, 2- acelerador circular gomoide, 3- acelerador circular metálico, 4- cinta de Mollo y 5- acelerador elástico. También se encuentra estrechamente ligado al diseño de los revólveres su sistema de obturación, que en los mismos no garantiza el total aprovechamiento de los gases del disparo, problemática que se tiene en cuenta al calcular la potencia de la carga iniciadora de los cartuchos destinados 1 Especie de abrazadera que sostiene a los cartuchos por la ranura de extracción o por el reborde. 54 Las Armas de Fuego para ellos; en los revólveres el disparo se produce dentro de las cámaras del tambor, pero una vez iniciado el movimiento del proyectil, luego de su desprendimiento del casquillo, debe ocurrir la transición desde el espacio comprendido en la cámara correspondiente hasta el ánima del cañón, entre estos dos espacios existe un intersticio por el que se produce una fuga de la energía del disparo, en el siglo pasado el belga Nagant concibió un mecanismo que empleando cartuchos con proyectil alojado dentro del casquillo, cuyo largo superaba la longitud del tambor, movía a este último hacia una posición delantera extrema en la que el cuello del casquillo se introducía dentro del cañón evitando así la pérdida de la energía del disparo, este sistema perduró durante mucho tiempo, pero fue pasando poco a poco al olvido, fundamentalmente por que en el resto de los revólveres podía recuperarse la energía que se perdía por el espacio descrito aumentando la potencia de la carga iniciadora de los cartuchos escogidos para el diseño del arma, por ello en nuestros días la tendencia de los diseñadores es mediante ajustes de los mecanismos del arma, disminuir el espacio entre el cañón y el tambor. Por lo demás la energía del retroceso del disparo en los revólveres es resistida totalmente por la armadura que se refuerza con una especie de escudo en su parte trasera y por la empuñadura a la que con el objetivo de absorber parte de esa energía se le provee de cachas de algún material poroso poco conductor de la energía de choque. Todo esto se combina al mecanismo de sujeción del tambor, que debe resistir igualmente la energía del disparo impidiendo que se rompa el eje de continuidad entre el cañón, la cámara del tambor y la trayectoria de vuelo del proyectil, este mecanismo en los revólveres de cañón basculante y en los que el cañón se desplaza hacia adelante la sujeción del tambor se logra mediante pestillos de disímiles diseños, en los revólveres donde el tambor se desplaza hacia un lado se logra introduciendo su eje dentro de un nicho practicado en la parte trasera de la armadura, para liberarlo será menester accionar una palanca que actúa directamente sobre el eje del tambor. Por su construcción los mecanismos percutores de los revólveres se dividen en: • simple acción (u ordinarios) • doble acción Los revólveres de simple acción realizan el tiro sólo después de haber situado previamente al martillo en su posición combativa (esta operación también era necesaria para llevar una nueva cámara del tambor frente al corte trasero del cañón), mientras que en los de doble acción, mediante la fuerza muscular, se logra que accionando el disparador, el tambor gire, se accione el retenedor del tambor y el martillo retroceda lo suficiente (sin detenerse en la posición combativa) como para en su retorno provocar el disparo, los revólveres de doble acción contemporáneos además, una vez producida la percusión permiten que el martillo retroceda de 3 a 5 mm, a fin de no interrumpir el giro del tambor, de esta forma el martillo se coloca en una posición transitoria entre la posición combativa y la posición de fuego, esta posición es llamada posición intermedia o posición de seguro 1 , esta posición además garantiza que no se produzcan disparos involuntarios como consecuencia de golpes, caídas o movimientos bruscos del arma. Generalmente los revólveres de doble acción permiten realizar el tiro en cualquiera de las dos variantes explicadas (doble y simple acción), en dependencia de que se requiera realizar el tiro 1 Por esta razón esos revólveres son llamados erróneamente “revólveres de triple acción” en algunas fuentes bibliográficas. 55 Las Armas de Fuego rápido o de precisión, sin embargo existen revólveres de martillo interior u oculto dentro de la caja de los mecanismos, en los que es imposible interactuar directamente con el mismo, en ellos sólo es posible realizar el tiro en doble acción; también hay revólveres de martillo semioculto 1 , pero con ellos también puede dispararse en cualquiera de las dos variantes señaladas. La percusión en los revólveres se realiza además de forma directa o indirecta, en la primera el martillo y la aguja percutora se encuentran indisolublemente unidas en una pieza monolítica o mediante un pasador, al accionarse el martillo, la aguja a través de un canal practicado en la armadura del revólver alcanza a la cápsula iniciadora y provoca el disparo, mientras que en la segunda, martillo y aguja percutora son piezas independientes, la aguja se aloja dentro de un nicho practicado en la armadura y funciona al ser golpeada directamente por el martillo o recibe la energía de la percusión del martillo sobre la armadura para accionar inercialmente sobre la cápsula iniciadora. Otro elemento de clasificación importante de los revólveres lo constituye el cañón, que puede presentarse con diferentes longitudes y características en un mismo modelo, en cuanto al largo que generalmente se expresa en el Sistema Anglosajón de Medidas, los revólveres pueden ser de: 2” (51 mm), 2 1/3” (60 mm), 2 ½” (63 mm), 2 ¾” (70 mm), 3” (76 mm), 3 ½” (89 mm), 4” (102 mm), 4 ½” (114 mm), 4 ¾” (121 mm), 5” (127 mm), 5 ½” (140 mm), 6” (152 mm), 6 ½” (165 mm), 7” (178 mm), 7 ½” (190 mm), 8 ½” (216 mm), 8 ¼” (209 mm), 8 2/5” (212) y 12” (305 mm), y en cuanto a sus características, esos mismos cañones pueden ser: • Standard 2 • Pesados 3 • Ventilados 4 Los órganos de puntería de los revólveres se alojan sobre la armadura y el cañón, el alza constituye una ranura longitudinal a lo largo de toda la ranura, excepto en los revólveres deportivos y militares donde se dota al arma de alzas graduables en ambos planos o sólo en el plano horizontal, mientras que el punto de mira constituye un elemento sobresaliente ubicado junto a la boca de fuego del arma y en la parte superior, este elemento en casos excepcionales puede aparecer graduable pero con procedimientos muy primitivos. No debemos dejar de señalar que en los revólveres, aunque puede aparecer un seguro indicador en forma de palanca ubicada en cualquiera de sus lados, que interrumpe el funcionamiento de los sistemas de percusión o disparo, lo más frecuente es que posean además de la citada posición de seguro del martillo, un seguro que se conoce con el nombre de “seguro por interposición de masa”, consistente en una lámina metálica que se interpone entre el martillo y la armadura, esta lámina facilita el desbloqueo de la aguja percutora sólo mediante la opresión del disparador. La empuñadura de los revólveres a pesar de las disímiles formas y materiales con los que se elaboran sus cachas y de la presencia en las superficies de las mismas de diversos relieves 1 Se trata fundamentalmente de revólveres de bolsillo, en los que el martillo sobresale de la armadura escasos milímetros o se oculta con una cubierta a voluntad. 2 Cañón con perfil cilíndrico y normal. 3 Cañón con refuerzo en sus bordes superior e inferior o en uno solo de los dos. 4 Cañón con refuerzo en su borde superior, el cual se presenta provisto de aberturas transversales cíclicas. 56 Las Armas de Fuego antirresbalantes, dependen fundamentalmente del calibre del arma y de la potencia de los cartuchos que consume, por ello se dividen en empuñaduras ligeras o pequeñas, medianas y pesadas, como elemento curioso debemos citar que algunos revólveres poseen en sus empuñaduras aditamentos que permiten adosar a las mismas culatas para mediante un apoyo complementario facilitar el tiro de precisión a distancias considerables, en las bases de los revólveres policíacos y militares con frecuencia aparece una anilla que sirve para fijar a ella un tahalí o correa que se sujeta a la muñeca del tirador, el vestuario o su correaje, evitando así la caída del arma 1 . Los elementos más significativos que componen a los revólveres son: 1. Disparador 2 2. Elevador del tambor 3. Palanca del disparo 4. Nicho (o canal) de la aguja percutora 5. Aguja percutora 6. Martillo 3 7. Seguro indicador 4 8. Resorte combativo (o resorte real o resorte del martillo) 9. Anilla para el tahalí 10. Cachas 11. Tornillo de sujeción de las cachas 12. Empuñadura 13. Alza 14. Tambor 15. Cámara 16. Resorte del extractor 17. Eje del extractor 18. Cañón 19. Cabeza del extractor 20. Punto de mira 21. Soporte del tambor 5 22. Extractor 23. Fijador del tambor 6 24. Guardamonte 25. Interruptor del martillo o seguro por interposición de masa 26. Canelura del tambor 27. Ranura para el fijador del tambor 1 Esta anilla en algunos antiguos revólveres europeos puede aparecer en la parte frontal del guardamonte. Mal llamado en muchas oportunidades gatillo. 3 En el caso de los revólveres de martillo interior puede componerse de: oreja, ranura para el alojamiento de la aguja percutora (si ambos elementos no constituyen una pieza monolítica) y canal del pasador de la aguja percutora. 4 En la imagen representada se ilustra el eje de un tipo de seguro indicador (también llamado seguro de tipo aleta) que incide directamente sobre el martillo interior bloqueándolo. 5 Este elemento puede aparecer en dependencia del sistema de revólver indistintamente fijo, móvil hacia los lados o adelante, o removible. 6 También llamado retenedor del tambor. 2 57 Las Armas de Fuego 28. 29. Caja de los mecanismos Tapa de la caja de los mecanismos 1 Fig. 34: Corte del revolver Colt mod. 1917 cal. .45. Las superficies de los revólveres contienen una rica información de relevante importancia para la Criminalística en forma de inscripciones y símbolos estampados, los que se ubican en diferentes áreas en dependencia de los intereses estéticos del fabricante: 1. Marca: Sobre el cañón, la armadura y las cachas. 2. Modelo: Sobre el cañón y la armadura. 3. Calibre: Sobre el cañón y la armadura. 4. Datos sobre su Patente comercial: Sobre el cañón y la armadura. 5. Identificación de la firma productora: Sobre el cañón, la armadura y las cachas. 6. Marcas o sellos de control de fábrica: Sobre el cañón, tambor, armadura y martillo. 7. Número de serie 2 : Sobre la armadura, la base de la empuñadura o sobre las superficies de la misma que quedan ocultas por las cachas, sobre la superficie trasera del tambor o ubicando un dígito sobre cada cámara del tambor, sobre el soporte del tambor, en el borde inferior del cañón junto a la armadura, junto al mecanismo de cierre de los revólveres de cañón basculante, en la superficie inferior de la tapa de los mecanismos, dentro de la caja de los mecanismos y en la superficie inferior de las cachas. 8. Número de control de exportación: Sobre la base de la empuñadura 3 . 1 En dependencia del diseño utilizado, la misma puede ubicarse en uno de los laterales del arma o en su borde superior. 2 Este número puede aparecer en uno cualquiera de los puntos que se señalan a continuación o en más de uno. 3 Esta información se aprecia en los casos de algunos revólveres de producción norteamericana, en los casos en que aparezca, el arma poseerá la numeración de serie en cualquiera de los puntos descriptos y además en la base de la empuñadura el número de control de exportación. 58 Las Armas de Fuego Pistolas Las pistolas son armas de fuego portátiles, individuales, destinadas a hacer blanco con proyectiles diversos en distancias cortas (50-70 m), con el empleo de una sola mano. La construcción de las pistolas automáticas es mucho más variada que la de los revólveres, igualmente es mucho más variado el número de principios de funcionamiento automático de las mismas y el diseño y la composición de sus mecanismos. Como en todos los tipos de armas cortas, debido a la baja potencia de los cartuchos que consumen (comparativamente con los cartuchos de las armas largas), en la mayoría de las pistolas el principio de funcionamiento automático es simple: aprovechamiento del retroceso de los gases del disparo con un libre recorrido del cierre sobre un cañón fijo, pero no debe desconocerse que junto a esta mayoría coexisten diferentes pistolas automáticas con principios de funcionamiento automático diferentes, que se clasifican precisamente a partir de las características del movimiento del cierre. A- Con el cierre libre: 1. Aprovechamiento del retroceso del disparo con cierre libre y cañón fijo: El cierre en su posición de reposo se sujeta solo por la acción del resorte recuperador y durante el disparo la energía del retroceso lo empuja sin ningún tipo de obstáculos hacia atrás, gracias a que el cierre posee una masa mayor que la del proyectil, se mueve mucho más despacio, por lo que antes de que el casquillo abandone la recámara, el proyectil logrará abandonar el canal del cañón, con lo que descenderá bruscamente la presión dentro del mismo, de esta forma el cierre regresará nuevamente a la posición de reposo bajo la acción del resorte recuperador realizando la realimentación y la obturación. 2. Aprovechamiento del retroceso del disparo con cierre estático y cañón móvil hacia adelante: En este caso la energía del retroceso actúa sobre el fijo que no la aprovecha para nada en absoluto, sin embargo la realimentación ocurre cuando el cañón se mueve hacia adelante por efecto de la fricción entre el proyectil y su ánima, cuando el proyectil abandona el cañón este regresa a su posición de reposo bajo la acción del resorte recuperador realimentando la pistola y garantizando el cierre necesario para el próximo disparo. B- Con cierre limitado: 3. El principio de funcionamiento automático correspondiente a las pistolas con cierre limitado ocupa un lugar intermedio entre las de cierre libre y cierre fijo, en ellos no existe un cierre rígido del cañón, si no que la apertura del cierre durante el disparo se logra mediante un aditamento que provoca la fricción o que produce el retroceso de otros detalles. En la ilustración se muestran los elementos que intervienen en el principio de funcionamiento de la pistola Heckler & Koch Mod. P-9, en la que por la acción del retroceso el cierre arrastra a dos rodillos que ruedan sobre un plano inclinado que provoca su acercamiento y con ello un retroceso acelerado del percutor y el retroceso retardado del cierre, una vez que 59 Las Armas de Fuego el cierre alcanza la máxima posición trasera retorna a la de reposo cumpliendo con la realimentación y la obturación. C- Con cierre retenido: 4. Aprovechamiento del retroceso con un largo recorrido del cañón: En este caso el cañón y el cierre durante el disparo se encuentran férreamente unidos entre si, por ello el retroceso los arrastra juntos a lo largo de todo el recorrido del cierre, cuando este conjunto llega a la máxima posición trasera, se produce la separación de los mismos y su regreso a la posición de reposo, el regreso cada elemento lo realiza de manera independiente bajo la acción de diferentes resortes recuperadores, de los que el correspondiente al cañón provoca una mayor energía, durante esta segunda etapa del recorrido, el movimiento del cañón provoca la extracción del casquillo percutido, mientras que el del cierre produce la realimentación y obturación para el próximo disparo. 5. Aprovechamiento del retroceso con un corto recorrido del cañón: Aquí el cañón y el cierre también permanecen ligados durante el disparo y así mismo retroceden juntos, sin embargo como ambos tienen una masa equivalente, su retroceso se produce mucho más lentamente que en el caso anterior, bajo la acción de este retroceso los mecanismos internos del arma interaccionan entre si liberando al cierre del cuerpo del arma, una vez que el cañón detiene su movimiento, el cierre continua su recorrido de retroceso durante el que realiza la expulsión del casquillo y al regresar a su posición inicial bajo la acción del resorte recuperador realiza la realimentación y la obturación 1 . 1 Este principio presidido de los que corresponden al movimiento libre del cierre es el más utilizado en las pistolas automáticas, por lo que también son los que mayor variabilidad de diseño poseen. 60 Las Armas de Fuego Fig. 35: Esquemas de los diferentes principios de funcionamiento de las pistolas automáticas. En la construcción de las pistolas automáticas se emplean no sólo diferentes principios de funcionamiento automático, si no como citamos anteriormente, diferente composición de piezas y mecanismos, en el esquema constructivo de las mismas, debido a su forma compacta, influye significativamente la ubicación de determinados detalles como por ejemplo el resorte recuperador, que puede aparecer sobre el cañón, por debajo o alrededor del mismo, detrás del cierre o dentro de la empuñadura, lo que además determina el diseño y ubicación de otras piezas. El cañón de las pistolas automáticas puede aparecer dentro de la cubierta del cierre (Makarov), fuera de la misma (Walther Mod. P-38) o parcialmente fuera (Star Mod. A); en el caso de encontrarse dentro los elementos de los órganos de puntería se ubicarán sobre la cubierta, en los dos casos restantes el punto de mira aparece sobre el cañón mientras que el alza se ubica sobre la cubierta; estos órganos de puntería, como en todas las armas destinadas al tiro a corta distancia son muy primitivos, pero en algunas pistolas pueden aparecer alzas regulables en cualquiera de los planos, que a criterio de muchos autores resultan ineficaces ya que: 61 Las Armas de Fuego • las armas cortas de por si están destinadas al tiro a cortas distancias dada la poca potencia de los cartuchos que consumen. • además las pistolas consumen parte de la energía del disparo en su funcionamiento automático restándole alcance a sus proyectiles. • y el principio de funcionamiento que poseen provoca durante el disparo determinada oscilación del cañón que afecta la trayectoria del disparo. La alimentación de las pistolas se realiza a través de cargadores de diferente capacidad, la que puede oscilar entre 5 y 20 cartuchos, estos cargadores pueden ubicarse anterrecámara o postrecámara, pero siempre verticalmente; pueden ser fijos, que se alimenten a través de la ventana de eyección mediante clips que retienen a los cartuchos por la ranura de extracción o removibles en forma de cajuelas metálicas de diseño rectangular 1 en los que los cartuchos se alojan en una o dos filas al tresbolillo, estas cajuelas poseen generalmente la misma longitud de la empuñadura donde deberán alojarse, pero en algunas pistolas, fundamentalmente en las capacitadas para realizar el tiro en ráfagas, el cargador puede sobresalir de la empuñadura, en todos los casos los cargadores removibles se proveen de ranuras de diferentes formas y dimensiones a través de las cuales puede conocerse el estado de completamiento del cargador. El mecanismo de alimentación de las pistolas automáticas contemporáneas incluye una pieza denominada retenedor del cierre, la cual accionada por el elevador del cargador permite que, una vez consumidos todos los cartuchos, el cierre se mantenga en su posición trasera, con lo que colocado el nuevo cargador, para llevar un cartucho a la recámara baste con accionar la señalada pieza con lo que se liberaría el cierre, lo que elimina la necesidad de manipularlo y facilita un ahorro considerable de tiempo durante la realimentación con respecto a otros tipos de armas de fuego 2 . Fig. 36: Diferentes modelos de cargador o depósito empleados en las pistolas automáticas: 1Beretta mod. 1934, 2- Browning mod. 1900, 3- Browning mod. 1935 y 4- Beretta mod. M92. Otro elemento que en las pistolas integra el sistema de alimentación lo constituye el pin de señales, se trata de una pieza destinada a interactuar con el culote de los cartuchos alojados en la recámara del arma y que sirve a los fines de indicar al tirador si el arma está cargada, se ubica 1 Para las pistolas Parabellum destinadas a los oficiales del cuerpo de artillería se concibió un cargador en forma de espiral capaz de contener hasta 30 cartuchos. 2 Esta pieza también está presente en algunos fusiles automáticos. 62 Las Armas de Fuego generalmente por encima o por debajo del nicho de la aguja percutora y sobresale al exterior de acuerdo a la arquitectura del arma a nivel de la ventana de eyección o por debajo del alza, aunque puede presentarse con mecanismos más complicados que permitan su visualización o percepción al tacto en otros puntos del arma. El mecanismo de cierre de las pistolas está estrechamente ligado a su principio de funcionamiento automático y también se presenta de las más variadas formas: A- Mecanismo de cierre con cañón ascendente: En el borde superior del cañón junto a su recámara aparecen unas ranuras donde se alojan varios salientes (correspondientes en número) practicados en la cubierta cierre, de esta forma se garantiza un firme acoplamiento entre estos dos elementos. Al producirse el disparo, el cierre golpeado por la energía de retroceso comienza a desplazarse hacia atrás acompañado del cañón el cual se sujeta al cuerpo del arma mediante un pasador y un pendiente que funciona como bisagra, ésto obliga a que el cañón incline hacia abajo su boca de carga, con lo que queda dirigido hacia arriba, lo que lo libera del cierre que continua solo su movimiento en retroceso por la acción de la inercia y la energía remanente del disparo. El diseño de este mecanismo de cierre puede ser disímil en cuanto al número y forma de las ranuras y pendientes, los que pueden ser sustituidos por salientes por salientes inclinados en los laterales del cuerpo, los que cumplen la misma función descripta anteriormente (Ver esquemas 1 y 2). B- Mecanismo de cierre con cañón giratorio: El cañón en su superficie exterior presenta dos salientes, uno de los cuales se desplaza por una ranura inclinada que se ubica en un sitio inmóvil de la armadura, mientras que el segundo lo hace por una ranura ubicada transversalmente en el cierre. Al producirse el disparo, el saliente introducido en la ranura transversal garantiza la obturación del arma, por lo que el cierre arrastra consigo al cañón durante su retroceso, en el cual el cañón gira sobre su eje longitudinal imbuido por el desplazamiento del primer saliente por la ranura inclinada de la armadura, después de producirse la rotación del cañón, en determinado ángulo, el saliente transversal se libera produciéndose la apertura del arma. C- Mecanismo de cierre por medio de detalles independientes: interruptor de balance o elementos resbalantes: Existe gran variedad de diferentes mecanismos de cierre que funcionan por este principio, todos ellos se basan en que la cohesión entre el cierre y el cañón se logra por medio de un detalle que después de un corto retroceso de los elementos móviles del arma, como resultado de su interacción con el cuerpo del arma, varían su posición, liberando de esta forma al cierre. D- Mecanismo de cierre por medio de sistemas de palancas: El cierre en su posición de reposo es retenido desde atrás por un sistema de palancas y resortes fijos a la armadura de la pistola, que en este sistema constituye un 63 Las Armas de Fuego elemento monolítico con el cañón 1 y que en reposo ocupan una posición de punto muerto. Cuando se produce el disparo retroceden el cierre junto al sistema de palancas y el cañón con la armadura, durante este movimiento las palancas se apoyan en el fondo de la armadura y se flexionan saliendo de su punto muerto con lo que el cierre se libera para continuar su movimiento en retroceso. Fig. 37: Esquema de los diferentes principios de cierre de las pistolas automáticas. Los mecanismos de percusión de las pistolas automáticas pueden ser de las variantes: • percutor 1 Este elemento monolítico es denominado por algunos autores caja del cañón. 64 Las Armas de Fuego • martillo 1 Mientras que los sistemas de seguro de las pistolas son mucho más variados que los de los revólveres y se clasifican en: • seguros mecánicos en dos variantes: seguro indicador o de aleta 2 y posición de seguro del martillo 3 . • seguros automáticos: que constituyen resortes ubicados en la empuñadura y que mantienen interrumpido al mecanismo de disparo hasta tanto no se empuña el arma. • Como se aprecia existe una gran variedad de seguros en las pistolas automáticas, además en una pistola pueden estar presentes los tres tipos de seguro descriptos (Colt Mod. 1911A1), la preocupación de convertir la pistola en un arma tan “asegurada” parte de que se considera por muchos armeros que en una pistola que no tenga un cartucho en la recámara posee la misma disposición para el tiro que un revólver con el tambor vacío, por ello para mitigar la peligrosidad de mantenerla “cargada”, se le incorporan varios mecanismos capaces de bloquear a más de uno de los sistemas que intervienen en el tiro. Fig. 38: Seguro indicador de la pistola automática PSM, cal. 5.45 mm. 1 Los martillos en las pistolas automáticas pueden aparecer exteriores o ubicados en el interior del arma (interiores), algunas pistolas de martillo interior se dotan de una palanca que permite llevar al martillo a la posición combativa sin necesidad de manipular su cubierta cierre y un seguro que permite llevar al martillo a su posición intermedia si no se precisa realizar el disparo. 2 Que en una de sus posiciones interrumpe el funcionamiento de los sistemas de disparo o percusión. 3 Que funciona indistintamente si existe o no algún cartucho en la recámara, si el martillo se encuentra en su posición de reposo basta hacerlo retroceder hasta la posición intermedia para asegurarlo, pero si se encontrara en la posición combativa, será necesario sujetar el martillo al mismo tiempo que se oprime el disparador e irlo desplazando hacia adelante lentamente para asegurarlo, aunque algunas pistolas permiten llevar al martillo hasta esta posición si el arma posee cartuchos en la recámara mediante el accionamiento de una palanca. 65 Las Armas de Fuego Fig. 39: Seguro automático de la pistola Colt mod. “Comander” cal. .45 ACP. Otro elemento característico de las pistolas automáticas y de gran significación criminalística lo constituye la ventana de eyección, se trata de un orificio de diferentes formas (oval o rectangular) que generalmente se ubica en la parte superior o lateral derecha de las pistolas y que se encuentra destinado a dejar salir al exterior 1 los casquillos percutidos, su importancia pericial radica en que sus bordes constituyen elementos formadores de huellas si durante la salida al exterior del casquillo entra en contacto con ella, con lo que se produce una huella volumétrica producto del golpe o una huella dinámica en caso de que se produjera un deslizamiento, además cada modelo de pistola automática tiene implícito por diseño parámetros determinados de dirección, distancia y ángulo de eyección, así como de dispersión de los casquillos eyectados, lo que sirve durante la Inspección del Lugar del Suceso para realizar determinaciones que serán tratadas más adelante. Algunos modelos de pistolas militares incorporan una funda de madera u otro material plástico que cumple además la función de culata 2 , a fin de como señalamos en los revólveres aumentar la efectividad del tiro a largas distancias, para estas pistolas en la empuñadura se concibe un determinado perfil al que debe sujetarse la culata y el resorte destinado a retenerla. También se encuentra presente en las pistolas automáticas la anilla para sujetar al tahalí, que puede encontrarse indistintamente en la empuñadura y/o el cargador o en su defecto con los mismos fines se emplea un orificio practicado en la cabeza del martillo (Browning Mod. 1935 High Power). 1 2 En las pistolas de cargador fijo este orificio sirve además para alimentarla mediante clips. Pistola Stechkin. 66 Las Armas de Fuego Fig. 40: Fundas-Culatas de algunas pistolas automáticas: 1- Browning mod. 1903, 2 y 3Browning mod. 1935 “High Power” belga y canadiense respectivamente, 4- Heckler & Koh mod. FP-70 A1, 5 y 6- Mauser mod. K-96 en sus variantes civil y militar, 7- “Parabellum”, 8“Star”, 9- APS “Stiechkin”, 10- Nambú mod. 1914. Las inscripciones de interés criminalístico en las pistolas se ubican en los siguientes sitios: 1. Marca: Sobre la cubierta cierre y la armadura. 2. Modelo: Sobre la cubierta cierre y la empuñadura. 67 Las Armas de Fuego 3. 4. 5. 6. 7. Calibre: Sobre la cubierta cierre. Datos de la patente: Sobre la cubierta cierre y la armadura. Datos de propiedad gubernamental 1 : Sobre la cubierta cierre y la armadura. Identificación de la firma productora: Sobre la cubierta cierre y la armadura. Marcas o sellos de control de fábrica: Sobre el cañón, la cubierta cierre, la armadura y detalles independientes como la aguja percutora, el martillo, el disparador, etc. 8. Número de serie: Sobre la armadura, la cubierta cierre, el cañón, la base de la empuñadura, la superficie inferior del cierre, el cargador, en la superficie de la armadura junto al guardamonte y en la superficie frontal de la empuñadura. Las diferentes piezas que componen a las pistolas automáticas son las siguientes: 1. Cañón 2. Alza 3. Empuñadura 4. Ventana de eyección 5. Alza 2 6. Punto de mira 7. Extractor 3 8. Cubierta cierre 4 9. Aguja percutora 5 10. Resorte recuperador 6 11. Disparador 12. Palanca del disparo 13. Desconectador 14. Interruptor 7 15. Martillo 8 16. Resorte combativo 17. Fijador del resorte combativo 18. Cachas 1 1 Las inscripciones o símbolos referentes a la propiedad gubernamental se estampan en las armas de fuego militares y policiacas, identificando su pertenencia a determinado cuerpo armado mediante una inscripción (Colt Mod. 1911A1 donde se estampan las palabras “Government Modell”) o el escudo del país en cuestión o de la institución armada (Browning Mod. 1935 High Power adquirida por el Gobierno Revolucionario de Cuba para la PNR donde además de la inscripción “Policía Nacional Revolucionaria” aparece el escudo estatal de la República de Cuba). 2 Que en caso de ser regulable puede contar además con un soporte o base y su regulador. 3 En dependencia del diseño del arma puede ubicarse en cualquiera de los lados o encima del arma y se conforma por la uña y el talón, y va acompañado del resorte del extractor y la guía del resorte del extractor. 4 La cubierta cierre en su extremo posterior y por ambos lados, está dotada de un relieve antirresbalante destinado a facilitar su manipulación. 5 Esta se aloja en el nicho de la aguja percutora y cuando su funcionamiento no es inercial, va acompañada del resorte de la aguja percutora y su retenedor. Si se trata de una pistola con mecanismo de percusión del tipo percutor, debe tenerse presente que en esos casos la aguja y el percutor constituyen un elemento monolítico por lo que aparecerán en el mismo sitio. 6 Que si es del tipo espiral y no se encuentra alojado alrededor del cañón se acompaña de la guía del resorte recuperador. 7 Que se acompaña del resorte del interruptor. 8 Con o sin oreja, en dependencia del diseño del arma. 68 Las Armas de Fuego 19. 20. 21. 22. 23. Tornillo de las cachas Cargador o depósito Elevador del cargador Fondo del cargador Retenedor del cargador 2 Fig. 41: Corte de la pistola automática PM Makarov cal. 9 mm. Pistolas Ametralladoras Las pistolas ametralladoras son armas de fuego cortas, portátiles, individuales, de funcionamiento automático, diseñadas para el consumo de cartuchos de pistola, que conjugan la portatividad de las pistolas y la capacidad de disparar en ráfagas y se conciben para el fuego a cortas distancias, con el empleo de una o ambas manos. Su cañón es algo más largo que el de las pistolas, pero mucho más corto que el de las armas largas, está fusionado a la caja de los mecanismos que contiene al cierre masivo y a su resorte recuperador; la superficie exterior del cañón es generalmente lisa, pero en algunos ejemplares 1 Puede ser un solo elemento que cubre toda la empuñadura del arma. Puede aparecer ubicado en diferentes sitios de la empuñadura y en dependencia de ésto y de su diseño puede estar acompañado del liberador del cargador y del resorte del liberador del cargador, en algunas pistolas puede ser además un sistema removible para su adecuación a tiradores zurdos y derechos (Una variante de esta facilidad también abarca a la palanca del seguro indicador). 2 69 Las Armas de Fuego puede presentar un relieve disipador de calor en forma de aletas de diferentes formas y dimensiones (Thompsom - 1921) o de lo contrario puede presentarse cubierto de un cilindro metálico dotado de orificios de ventilación 1 (PPSh). Estos cañones en su boca de fuego pueden además presentar compensadores de fuego destinados a reducir las desviaciones del cañón durante el tiro a ráfagas (STEN) y frenos de boca (PPS) para además de este efecto compensar la energía de retroceso, todo lo cual eleva considerablemente la precisión del tiro. Algunos ejemplares de pistolas ametralladoras militares están provistos junto a la boca de fuego de aditamentos destinados a sostener bayonetas de diferente tipo y dimensiones 2 (Steyr-Solothourn S I-100). El mecanismo del disparo destinado simplemente a sostener o liberar al cierre masivo puede incluir además un selector de fuego 3 que permite hacer el tiro indistintamente tiro a tiro o en ráfagas, aunque lo más frecuente es que las pistolas ametralladoras se conciban solamente para el tiro en ráfagas y que los disparos aislados o las ráfagas cortas se logren con ligeras presiones sobre el disparador, lo que en los ejemplares contemporáneos se logra con mayor eficiencia mediante la introducción de un regulador de la cadencia del disparo destinado a escoger a voluntad el número de disparos por minuto que se desee. Los órganos de puntería de las pistolas ametralladoras pueden ser fijos o regulables sectorizados como los de los fusiles, con elementos dióptricos, pero es muy común que el alza se conciba en forma de láminas ranuradas abatibles, graduadas para dos o tres distancias (en dependencia del número de láminas que incluya el arma), no obstante las pistolas ametralladoras pueden presentar aditamentos para la sujeción de miras ópticas de diferente forma y principio de funcionamiento (Steyr MP-69). La alimentación de este tipo de arma de fuego se lleva a cabo mediante cargadores removibles en forma de discos o cajuelas (rectas o curvas), en estas últimas los cartuchos se acomodan en una o dos columnas y pueden ubicarse los cargadores por debajo, por arriba o por ambos lados del arma, siempre postrecámara y en un nicho concebido al efecto o sencillamente dentro de la empuñadura como en las pistolas, en muchos casos los cargadores de cajuela sirven además de empuñadura complementaria para la mano pasiva del tiro. Algunas pistolas ametralladoras diseñadas especialmente para las tropas de desembarco aéreo incluyen en el nicho del cargador un aditamento que permite plegarlo haciendo así mucho más compacto su contorno, con lo que se evita que el arma se enrede con el cordaje de los paracaídas durante el descenso (MAT-49). En la sujeción de las pistolas ametralladoras intervienen hasta dos empuñaduras, la culata y la correa portafusil 4 . La culata no es un elemento permanente y puede confeccionarse de madera, 1 También conocido como camisa de enfriamiento. Los diferentes mecanismos de sujeción de las bayonetas se ilustrarán en el epígrafe correspondiente a los fusiles. 3 En algunas pistolas ametralladoras el mecanismo selector de fuego se sustituye por dos disparadores uno para el fuego tiro a tiro y el segundo para el fuego en ráfagas. 4 Algunas pistolas ametralladoras dadas sus escasas dimensiones pueden portarse en una funda a la cintura como las pistolas (P-63). 2 70 Las Armas de Fuego plástico 1 o de metal que remedan al contorno de la culata tradicional o en forma de culatines plegables hacia los lados, arriba o abajo, o retráctiles. No obstante a la diversidad de los elementos que componen a las pistolas ametralladoras, el principio de funcionamiento automático es igual en casi todas ellas y se basa en el aprovechamiento del retroceso con movimiento libre del cierre, sólo algunos ejemplares excepcionalmente poseen principios de funcionamiento basados en el movimiento limitado del cierre, pero en todas indistintamente el disparo se produce de la misma forma: cuando el arma se dispone para el tiro, el cartucho que será percutido se aloja en el cargador y no en la recámara como en el resto de los tipos de armas de fuego, el cañón entonces se mantiene libre y el cierre abierto, esta pieza (el cierre) en realidad constituye un percutor de gran volumen y masa, gracias a lo cual cumple otras funciones además de la de percutir la cápsula iniciadora (alimentador, cierre y soporte del extractor), algunos presentan la aguja percutora de una longitud tal que la percusión se produce antes de que el cartucho penetre totalmente en la recámara y que por supuesto se complete el cierre del arma, gracias a lo cual durante un corto espacio de tiempo la energía de retroceso contrarresta a la energía cinética del cierre que todavía continua su movimiento hacia la posición de reposo. En el caso de las pistolas ametralladoras la información gráfica aparece en los siguientes puntos: 1. Marca: Cubierta del cierre, caja de los mecanismos y cachas. 2. Modelo: Cubierta del cierre y caja de los mecanismos. 3. Calibre: Cubierta del cierre y caja de los mecanismos. 4. Datos de la patente comercial: Cubierta del cierre y caja de los mecanismos. 5. Datos de la propiedad gubernamental: Cubierta del cierre. 6. Identificación de la firma productora: Cubierta del cierre y caja de los mecanismos. 7. Marcas o sellos de control de fábrica: Cañón, cierre, caja de los mecanismos y detalles independientes. 8. Número de serie: Cierre, cañón, empuñadura, caja de los mecanismos, cubierta del cierre y culata. Los elementos que componen las pistolas ametralladoras son los siguientes: 1. Culata 2. Tapa de la caja de los mecanismos 3. Caja de los mecanismos 4. Alza 5. Ventana de eyección 6. Cierre 7. Palanca del cierre 8. Soporte del punto de mira 9. Cañón 10. Anilla para la correa portafusil 11. Guardamano inferior 12. Aditamento para acelerar el llenado del cargador 1 1 Con forma similar a la de los fusiles, maciza o hueca, en este último caso para colocar en ella accesorios de limpieza, herramientas, etc. 71 Las Armas de Fuego 13. 14. 15. 16. 17. Guardamonte Disparador Seguro Cargador o depósito Empuñadura Fig. 42: Pistola ametralladora mod. 25 cal. 9 mm. Fusiles y Carabinas En este epígrafe nos referiremos tanto a fusiles como a carabinas por cuanto ambos tipos de armas de fuego difieren tan solo por la longitud del cañón que en las carabinas resulta mas corto en algunos centímetros que el de los fusiles, además explicaremos solamente el principio de funcionamiento de los fusiles y carabinas mecánicos ya que los de autocarga jugaron un papel poco relevante en el desarrollo de las armas de fuego durante un corto período luego del que fueron totalmente desplazados por los fusiles automáticos y en nuestras condiciones nacionales fueron contados los ejemplares de fusiles de autocarga presentes en la práctica criminalística, que en las estadísticas de las investigaciones periciales balísticas tampoco ocuparon un lugar significativo. Los fusiles y las carabinas son armas de fuego portátiles, individuales con principios de funcionamiento mecánico o que aprovechan la energía del disparo para realizar automáticamente la eyección, realimentación y cierre y están destinados a hacer blanco a largas distancias con el empleo de ambas manos y en el caso de los ejemplares militares además se destinan a combatir cuerpo a cuerpo con culata y bayoneta. Constituyen el tipo de arma de fuego portátil individual objeto de estudio por la criminalística de mayor masa, longitud y potencia, y al decir del constructor armero Simonov “… el más masivo de los tipos de armas de fuego de todos los tiempos”2 , sus cañones se elaboran en los tres grupos de calibres conocidos, siempre rayados, con puntos de mira fijos que pueden ubicarse sobre 1 Según el diseño del arma puede aparecer en diferentes puntos o no existir, se destina a sostener al clip de cartuchos y permitir el deslizamiento del cargador durante su completamiento. 2 Simonov S. G.: “Introducción a Automáticos y Fusiles”. Voenizdat. Moscú. 1987. Pp. 1 (en idioma ruso) 72 Las Armas de Fuego soportes y protegerse con una cubierta a fin de evitar su deformación y desalineamiento 1 y alzas regulables de diferente tipo, no sólo en dependencia del alcance del cartucho que consumen, si no también por el diseño que puede presentarse en forma de: 1. Marco con corredera ranurada (Springfield Mod. 1903) 2. Alza desplazable sobre un plano escalonado (Mannlicher Mod. 1889) 3. Corredera ranurada desplazable sobre un plano escalonado (M91/98/25) 4. Corredera ranurada desplazable sobre un plano inclinado (Máuser Mod. 1916) 5. Dióptrica con corredera 2 (Lee-Enfield Nro. 4 Mk 1) Fig. 43: Diferentes tipos de alza empleados en los fusiles y carabinas. Además muchos fusiles están concebidos para el acoplamiento de visores ópticos de diferente tipo que satisfacen intereses deportivos, militares y de caza (Brno Mod. 2). El sistema de sujeción de los fusiles es más voluminoso que en el resto de las armas de fuego, ocupa entre el 30 y el 40% del arma y cumple tres objetivos: 1. La sujeción del arma 2. Contrarrestar la energía de retroceso 3. Convertir al fusil en un arma contundente durante el combate cuerpo a cuerpo Se elabora siempre de madera recia y se extiende en forma de un elemento monolítico o fusionado desde el guardamano (inferior y superior) hasta la culata que se elabora de diferentes formas y que incluye un diseño que permite a la mano activa sostener el arma durante la 1 En algunos fusiles, sobre la boca de fuego puede aparecer sujeto mediante una rosca un cono metálico denominado cubrellama destinado a enmascarar la llamarada del disparo en la oscuridad. 2 Con variantes donde la corredera se acciona manualmente o mediante un regulador. 73 Las Armas de Fuego opresión del disparador en un punto al que se le denomina empuñadura (o cuello de la culata en dependencia del diseño empleado). Los fusiles están dotados además de una correa portafusil que se sostiene con anillas ubicadas una en la culata y otra en el guardamano inferior, algunos fusiles pueden presentar hasta tres anillas de las cuales dos se ubican en diferentes puntos del guardamano con el objetivo de que la correa se sostenga opcionalmente en cualquiera de ellas, otros fusiles carecen de anillas y con el mismo fin para sustituir su ausencia, se practica una ranura en la culata y otra en el guardamano (Mosin Mod. 1944). En algunos fusiles deportivos y militares la correa portafusil puede ser doble a fin de portar el arma como una mochila. Los fusiles se habilitan con bayonetas en forma de punzón o puñal de uno o dos bordes afilados, las que se destinan al combate cuerpo a cuerpo, estás además pueden ser de diferentes formas y dimensiones, pero en cuanto a su unión al arma pueden ser fijas plegables o removibles. Las bayonetas removibles se sostienen al arma mediante diferentes mecanismos que por su diseño se clasifican de la siguiente forma 1 : 1. Por medio de un cilindro acoplado sobre la boca de fuego con un resorte (Mosin Mod. 1891/30) 2. Por medio de un saliente ubicado bajo el cañón y una argolla en la guarda de la bayoneta (Lebel Mod. 1916) 3. Mediante una argolla en la guarda de la bayoneta y un resorte que acciona sobre el soporte de la anilla de la correa portafusil (Lee-Enfield Mk III) 4. Mediante una argolla en la guarda de la bayoneta y un resorte que acciona por un lado del cañón (M-88) 5. Mediante una argolla en la guarda de la bayoneta y un resorte que acciona en la argolla del guardamano (Arisaka Mod. 99) 6. Mediante una guía en la empuñadura y la guarda de la bayoneta y un resorte que acciona en un saliente debajo del cañón (Mauser Mod. 98) 7. Mediante una argolla en la guarda de la bayoneta y un resorte que acciona sobre el soporte de la baqueta (AKM) 8. Mediante una argolla en la guarda de la bayoneta y un resorte que acciona sobre la base del soporte del punto de mira (AR-18) 9. Mediante una rosca interior en la empuñadura de la bayoneta que se acopla al compensador de fuego (FN KAL) 10. Mediante una argolla en la guarda de la bayoneta y un resorte que acciona sobre un saliente ubicado en el zuncho de los gases por encima del cañón (G3) 11. Mediante una argolla en la guarda de la bayoneta y un resorte que acciona sobre la camisa de enfriamiento de las pistolas ametralladoras por un lado del arma (SteyrSolothourn C I-100) 12. Mediante una argolla en la guarda de la bayoneta y un resorte que acciona sobre la camisa de enfriamiento de las pistolas ametralladoras diagonalmente por un lado del arma (L2 A1) 1 Se incluyen los mecanismos de sujeción más frecuentes en las pistolas ametralladoras y los fusiles automáticos. 74 Las Armas de Fuego Fig. 44: Mecanismos de sujeción de las bayonetas empleados en fusiles, carabinas y pistolas ametralladoras 1 . La alimentación de los fusiles se realiza desde cargadores fijos a los que se les suministran los cartuchos por debajo o por encima 2 , en números que oscilan entre 3 y 10 cartuchos, mediante clips o cajuelas y donde los cartuchos se ubican verticalmente en una o dos columnas, horizontal o circularmente; también pueden aparecer en los fusiles cargadores removibles en forma de cajuelas curvas o rectas con capacidad muy variada que puede llegar hasta 30 cartuchos. 1 2 También algunas escopetas de destinación militar pueden presentar bayonetas. Algunos ejemplares posibilitan realizar este suministro bidireccionalmente. 75 Las Armas de Fuego Fig. 45: Clips empleados para el llenado de los cargadores de algunos fusiles y carabinas: 1Manlicher mod. 1886/90, 2 y 2A- M1888, 3- Manlicher-Carcano mod. 1891, 4- Manlicher mod. 1893, 5- Bertier mod. 1890, 6- Lebel mod. 1916, 7- Garand M1, 8- Lee-Enfield mod. 1903, 9, 9A y 9B- Mosin mod. 1891, 10, 10A y 10B- Mauser mod. 1898, 11- Arisaka mod. 30 y 12- SKS Simonov. 76 Las Armas de Fuego Algunos fusiles civiles, deportivos o de caza pueden estar dotados de cargadores horizontales anterrecámara ubicados bajo el cañón o postrecámara dentro de la culata, pero el número de estos fusiles no es significativo en nuestros días. La obturación en los fusiles se realiza mediante cierres deslizantes de los que persisten en nuestros días dos variantes fundamentales: • Cierre por palancas de Henry • Cerrojo Estos últimos se dividen en tres tipos: • Con palanca giratoria ubicada en la zona central del cerrojo (Mosin Mod. 1944) • Con palanca giratoria ubicada en la zona trasera del cerrojo (Mauser Mod. 98) • Con palanca desplazante sólo longitudinalmente (Mannlicher Mod 1895) En los mecanismos de cierre de los fusiles se ubican: 1. La corredera (que al mismo tiempo constituye el cuerpo del cerrojo) 2. La palanca del cerrojo 3. Ranura o guía de desplazamiento del cerrojo 4. Saliente del cerrojo 5. Aguja percutora (o percutor en caso de carecer el cerrojo de martillo) 6. Resorte de la aguja percutora 7. Martillo 8. Extractor 9. Elemento de sujeción de los componentes del cerrojo 10. Seguro indicador El principio de funcionamiento de estos cerrojos es como sigue: se acciona la palanca del cerrojo girándola perpendicularmente al eje longitudinal del arma, lo que permite que se liberen sus salientes acoplados a la caja de los mecanismos, al tirar de la palanca una vez liberados los salientes de la corredera, ésta se desplaza hacia atrás aperturando el arma, posteriormente se empuja la palanca hacia adelante con lo que se lleva un cartucho a la recámara y se coloca al percutor (o al martillo) en la posición combativa y volviendo a girar la palanca del cerrojo en dirección contraria se garantiza la obturación. El seguro de los fusiles funciona bloqueando al percutor o al martillo del arma y se ubica en la parte trasera del cerrojo 1 , para poner nuevamente el arma en disposición para el tiro basta con accionar la palanca del seguro en dirección contraria (o la cabeza del martillo) o darle un medio giro a la palanca del cerrojo sin necesidad de desplazarla. Algunos fusiles incorporan un seguro complementario ubicado en la base posterior del guardamonte que interrumpe el movimiento del disparador evitando la producción de disparos involuntarios. Estos tipos de armas de fuego pueden acompañarse o no de los accesorios de limpieza, estos se alojan con frecuencia dentro de la culata y para acceder a ellos es menester retirar la cantonera o 1 En algunas fusiles el aseguramiento se realiza girando hacia uno de los lados la cabeza del martillo (fusiles y carabinas Mosin) 77 Las Armas de Fuego abrir una escotilla especial que se practica en la misma, los accesorios de limpieza incluyen a la baqueta, ésta puede ser de la misma longitud del cañón o un poco más larga, pero con el objetivo de disminuir el peso del arma o hacerla más barata, en algunos fusiles militares, la baqueta tiene una longitud coincidente con un tercio del largo del cañón, por lo que para realizar la limpieza del mismo es menester que se agrupen tres o más tiradores y que unan mediante rosca los extremos de los segmentos de baqueta. Las baquetas se alojan mediante soportes o dentro de un nicho practicado por debajo o a un lado del arma. Los fusiles militares pueden presentar además en la culata un orificio transversal reforzado con bordes metálicos cuyo fin es facilitar, una vez que los fusiles se encuentren reposando en su correspondiente armero, el paso de una varilla de acero que debidamente acerrojada impida retirar algún fusil desautorizadamente (Mauser en casi todos sus modelos). La información estampada en las superficies de los fusiles y carabinas aparece mucho más concentrada que en el resto de las armas de fuego: 1. Marca: sobre el cañón y la caja de los mecanismos 2. Modelo: sobre el cañón y la caja de los mecanismos 3. Calibre: sobre el cañón y la caja de los mecanismos 4. Datos de la patente comercial: sobre el cañón y la caja de los mecanismos 5. Datos de la propiedad gubernamental: sobre el cañón, la caja de los mecanismos y la culata 6. Identificación de la firma productora: sobre el cañón y la caja de los mecanismos 7. Marcas y sellos de control de fábrica: sobre el cañón, la caja de los mecanismos, el cerrojo, el cargador en caso de ser fijo y sobre otros elementos aislados de los diferentes mecanismos del arma. 8. Número de serie: sobre el cañón, la caja de los mecanismos, el cerrojo, el guardamonte, el cargador en caso de ser fijo y la culata. Los elementos componentes de los fusiles son los siguientes: 1. Cantonera 2. Culata 1 3. Seguro 2 4. Palanca del cerrojo 5. Cerrojo 6. Alza 7. Guardamano superior 8. Orificio para la correa portafusil 3 9. Cañón 10. Punto de mira 4 11. Bayoneta 1 1 Esta en su interior puede alojar a los accesorios de limpieza y/o al cargador o depósito con sus diferentes elementos componentes 2 Que aunque generalmente se ubica en la zona trasera del cerrojo, puede aparecer en dependencia del diseño en cualquier otro sitio del arma. 3 Generalmente se trata de una anilla. 4 Que muchas veces se aloja sobre o dentro del soporte del punto de mira. 78 Las Armas de Fuego 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. Anilla de sujeción de la bayoneta Mecanismo retenedor de la bayoneta plegable 2 Baqueta Guardamano inferior Cargador o depósito 3 Guardamonte Disparador Fig. 46: Carabina Mosin mod. 1944 cal. 7.62 mm. Fusiles Automáticos Los fusiles automáticos son armas de fuego portátiles, individuales, de varias cargas y funcionamiento automático, capaces de disparar indistintamente tiro a tiro, en ráfagas y/o en series, y están destinados a hacer blanco a largas distancias con el empleo de ambas manos y a combatir cuerpo a cuerpo con su culata y la bayoneta. Es un tipo de arma de fuego que se encuentra en el clímax de su desarrollo tecnológico y no se ha apreciado durante los últimos diez años condiciones objetivas que permitan introducir en ellas modificaciones en el aspecto material o tecnológico, o perspectivas de otro desarrollo que no se refiera a las transformaciones de sus municiones 4 . En la actualidad estas armas poseen dimensiones y masas mucho menores que las de los fusiles mecánicos, están dotadas de cargadores de gran volumen (entre 12 y 50 cartuchos) y realizan el tiro con gran precisión en las distancias largas con un fuego lo suficientemente efectivo en los límites permisibles por sus órganos de puntería que incluso a ráfagas es más preciso que en los fusiles mecánicos y los de autocarga gracias a que consumen cartuchos menos potentes (cartuchos intermedios) y a la presencia en sus cañones de compensadores de fuego de diferente tipo concebidos especialmente para ello. El diseño de estas armas ha alcanzado hoy en día tal diversidad que de un mismo ejemplar pueden aparecer varios modelos con ligeras 1 Que en dependencia del diseño puede ser de diferentes formas y dimensiones, fija o removible y acompañada de diferentes elementos destinados a su sujeción en diferentes puntos del arma. 2 En las bayonetas removibles este mecanismo se aloja en la empuñadura de la bayoneta y no en el arma. 3 Que contiene con independencia de su forma o clasificación al elevador, el resorte del elevador y al fondo del cargador. 4 Sólo hemos conocidos de los ensayos experimentales encaminados al desarrollo de cartuchos con casquillos autoinflamables o con proyectiles reactivos. 79 Las Armas de Fuego modificaciones entre si o con variantes constructivas que respetan el sistema de funcionamiento diseñado 1 o de diferentes calibres 2 Su sistema de dirección del disparo difiere de los fusiles solamente en que presentan alzas sobre un soporte de determinada altura que debe sobrepasar la del suncho de los gases y en que muchos de los fusiles automáticos están dotados de aditamentos que permiten el acoplamiento de visores ópticos de diferente tipo, incluidos infrarrojos para realizar el tiro en la oscuridad, o poseen otros órganos de puntería suplementarios destinados para el lanzamiento de granadas de fusil. En los fusiles automáticos más modernos se incluye un aditamento bajo el cañón que constituye un lanzagranadas de retrocarga autónomo, cuyos proyectiles poseen el mismo principio de disparo que los cartuchos de las armas de fuego, sólo que sus proyectiles tienen propiedades explosivas y mucho menor alcance que los de las armas de fuego comunes. Fig. 47: Soporte del punto de mira y lanzagranadas M203 instalados en el fusil automático M16 A1. La percusión en estos tipos de armas se realiza mediante martillo y aguja percutora y en muy contados casos a través de un percutor, los que se accionan por un mecanismo de disparo en el que está presente un disparador ligado a un selector de fuego que al mismo tiempo puede constituir el seguro que interrumpe a varios mecanismos del arma, está presente también en algunos fusiles automáticos el regulador de la cadencia de fuego y se introduce un estrangulador del suncho de los gases para aprovechar toda la energía de los gases de la percusión de cartuchos de salva en el lanzamiento de las granadas de fusil. Esta percusión se realiza de manera tal que el acto de percutir no desvíe el arma de su alineación con el blanco. La alimentación se ejecuta a través de cargadores removibles en forma de cajuelas curvas o rectas que como señalamos pueden albergar hasta 50 cartuchos en dos columnas al tresbolillo, en los fusiles que incluyen en su diseño la capacidad de lanzamiento de granadas de fusil puede darse el caso de que se incluyan cargadores especialmente concebidos para contener únicamente cartuchos de salva, los que con una capacidad mucho menor impiden cualquier tipo de confusión durante el tiro 3 . 1 Por ejemplo del diseño inicial del fusil automático Kalashnikov se conocen procedente de la misma oficina de proyectos los fusiles AKM, AKMS, AKMSU y los fusiles ametralladoras RPK y RPKS, así como múltiples variantes realizadas en diferentes países. 2 También del mismo fusil del diseñador Kalashnikov se conocen el AK cal. 7,62X39 y el AK-74 cal. 5,45X39. 3 En la década de los años 80, en el mercado armamentista se introdujo la granada de fusil sistema BT (Bullet Trap), dotados de una trampa de proyectiles en su fondo, para ser lanzadas por la energía del disparo de cartuchos ordinarios cal. 5,56 y 7,62 mm, por lo que puede prescindirse de los cartuchos de salva para estos menesteres. 80 Las Armas de Fuego La obturación se alcanza en todos los fusiles automáticos mediante cierres de movimiento limitado y su principio de funcionamiento automático se basa en el aprovechamiento de la energía de retroceso de los gases, la que se obtiene a través de un orificio situado en el cañón y se materializa a través de un pistón que se ubica como regla general por encima del cañón y dentro del guardamano, el procedimiento mediante el cual se garantiza la obturación se ejecuta gracias al giro de una pieza (cierre) o a salientes como en el caso de los fusiles mecánicos. Cuando se produce el disparo y el proyectil alcanza el punto donde se ubica el orificio que lo comunica con el suncho de los gases, parte de los mismos se desvían a través de este orificio haciendo retroceder al pistón, el cual en su retroceso acciona al cierre llevándolo a su posición trasera, de esta forma se realiza la apertura del arma; cuando el proyectil abandona totalmente al cañón y la presión dentro del mismo se estabiliza, el mecanismo de cierre regresa accionado por el resorte recuperador a su posición de reposo con lo que lleva un nuevo cartucho a la recámara y realiza nuevamente la obturación. En la sujeción intervienen la culata que puede ser macizas o huecas, de plástico o metal 1 , con mucha frecuencia plegables o retráctiles (en las que además pueden fijarse amortiguadores especiales que se emplean en el lanzamiento de granadas de fusil), así como empuñaduras de pistola ubicadas una entre la culata y el cargador 2 y otra en el guardamano inferior, la que en algunas oportunidades puede ser plegable, la sujeción incluye también además de la correa portafusil un asa o agarradera cercana al centro de gravedad que sirve a los efectos de portar el fusil en campaña, lo que hace esta operación mucho más cómoda fundamentalmente cuando en el arma aparece acoplado un bípode; estos bípodes se le incorporan a los fusiles automáticos con la finalidad de hacerlos más estables durante el tiro. La información gráfica que se estampa en las superficies de los fusiles ametralladoras puede estar ubicada en los siguientes puntos: 1. Marca: sobre los laterales de la caja de los mecanismos, la tapa de la caja de los mecanismos y el nicho del cargador. 2. Modelo: sobre los laterales de la caja de los mecanismos, la tapa de la caja de los mecanismos y el nicho del cargador. 3. Calibre: sobre los laterales de la caja de los mecanismos, la tapa de la caja de los mecanismos y el nicho del cargador. 4. Datos de la patente comercial: sobre los laterales de la caja de los mecanismos y el nicho del cargador. 5. Identificación de la firma productora: sobre los laterales de la caja de los mecanismos y el nicho del cargador. 6. Marcas y sellos de control de fábrica: sobre el cañón, la caja de los mecanismos, la tapa de la caja de los mecanismos, el cierre y sobre otros elementos aislados de los diferentes mecanismos del arma. 7. Número de serie: sobre el cañón, la caja de los mecanismos, la tapa de la caja de los mecanismos, el cierre, el guardamonte y la bayoneta en caso de ser fija. 1 En la confección de los fusiles automáticos modernos se utiliza en nuestros días con gran profusión el plástico y las aleaciones metálicas ligeras con el objetivo de disminuir su peso. 2 Esta primera empuñadura se encuentra tan cercana al cargador que en algunos modelos de fusiles automáticos sus diseñadores consideraron innecesaria la inclusión del guardamonte. 81 Las Armas de Fuego Además aparecen inscripciones que permiten conocer la posición del selector de fuego, la cadencia de tiro seleccionada con el regulador y si el arma se encuentra o no asegurada. Los fusiles automáticos se componen de: 1. Cantonera 2. Culata 3. Saliente posterior de la guía del resorte recuperador 4. Tapa de la caja de los mecanismos 5. Selector de fuego 1 6. Caja de los mecanismos 7. Ventana de eyección 8. Soporte del cierre 9. Palanca del soporte del cierre 10. Alza 11. Pestillo del cilindro de los gases 12. Guardamano superior 13. Cilindro de los gases 14. Suncho de toma de los gases 2 15. Punto de mira 16. Soporte del punto de mira 17. Compensador de fuego 3 18. Baqueta 19. Soporte de la baqueta (en el fusil que aparece en la ilustración cumple además la función de retener a la bayoneta mediante un resorte) 20. Guardamano inferior 21. Cargador o depósito 22. Liberador del cargador 23. Guardamonte 4 24. Disparador 25. Empuñadura 1 O selector de tiro. También llamado zuncho de los gases. 3 En algunas armas de guerra el compensador de fuego cumple además la función de protector de la rosca diseñada para ubicar el tromblón utilizado en el lanzamiento de las granadas de fusil, otros en su superficie externa pueden poseer rosca u otro mecanismo destinado a fijar una bayoneta de empuñadura hueca. 4 Algunos guardamontes pueden liberarse de uno de sus extremos o flexionarse a un lado, con lo que se deja abierto el disparador, facilitando el tiro cuando se emplean guantes en la mano activa del tiro. 2 82 Las Armas de Fuego Fig: 48: Fusil automático AKM cal. 7.62 mm. Escopetas En su sentido más amplio, las escopetas son armas de fuego portátiles, individuales, de cañón liso total o parcialmente, destinadas a hacer blanco a 60-90 metros, con el empleo de ambas manos y consumiendo para ello proyectiles nounitarios. La masa fundamental de estas armas de fuego es empleada en la caza, pero durante la Primera Guerra Mundial se emplearon con éxito en los combates a cortas distancias, experiencia que fue retomada por el USARMY durante la Guerra de Vietnam que incluyó en la formación de sus escuadras a un tirador de escopeta, pero además es el arma larga de fuego preferida por las fuerzas policiales y parapoliciales para el tiro en condiciones callejeras y dentro de inmuebles debido al corto alcance, gran dispersión 1 , poder de impacto y baja penetración de sus proyectiles. Fig. 49: Variante militar de escopeta: Winchester mod. 1897 cal. 12, utilizada por las tropas norteamericanas durante la Primera Guerra Mundial. 1 Para aumentar esta dispersión se diseñan escopetas de cañón más corto como el de las carabinas o sencillamente se les recorta el cañón a las escopetas estandart. 83 Las Armas de Fuego Fig. 50: Variante policíaca de escopeta: Franchi SPAS 1 mod. 12 cal. 12. El gran mercado que poseen estas armas de fuego entre la población civil, ha influido creativamente en el diseño y construcción de las mismas, además a partir de la década del 50 con el desarrollo de los fusiles automáticos, muchas fábricas de fusiles mecánicos militares, modificaron su tecnología con el objetivo de producir escopetas en las que se aprovechaba el sistema de disparo, percusión, obturación, alimentación, seguro y sujeción de los fusiles militares desarrollados con anterioridad. Se conocen escopetas mecánicas de un solo tiro por cañón y de varios disparos (o de repetición como se les conoce), de uno o varios cañones que pueden llegar hasta cinco, de funcionamiento mecánico y automático, de cierre deslizante por palancas que se ubican debajo del cañón o sobre el disparador, con percusión de martillo y aguja percutora en los que el martillo se ubica interior o exteriormente, o simplemente de percutor, pero a nuestro juicio el elemento clasificador más significativo está presente en la cualidad rígida o flexible de su cañón. El sistema de dirección del disparo de las escopetas lo constituye el cañón liso que las identifica como clase de arma independiente, sobre el cual se alojan los elementos de los órganos de puntería, que de hecho son muy rudimentarios y no cumplen un papel tan importante como en las armas de cañón rayado, ya que la precisión del tiro en las escopetas se sustituye por la eficiencia de la dispersión de los proyectiles no unitarios, precisamente por ello, en algunas escopetas, los órganos de puntería están totalmente ausentes o se sustituyen por un refuerzo en el borde superior del cañón, el cual con fines decorativos puede ser ventilado o por el surco resultante de la unión de varios cañones. Como señalamos en el primer epígrafe del presente capítulo, el perfil interior de las bocas de fuego de estos cañones, está dotado de un estrechamiento de diferentes magnitudes, el cual se denomina choque y está destinado a concentrar el vuelo de las municiones, sin embargo muchas escopetas pueden poseer en la superficie exterior de la boca de fuego un área roscada destinada a fijar al arma un mecanismo que permita regular el estrechamiento de la boca de fuego (Polichoque) o frenos de boca. 1 SPAS son las siglas en inglés de Escopeta Automática de Propósitos Especiales. 84 Las Armas de Fuego La percusión en las escopetas se realiza mediante el martillo y aguja percutora (con martillo interior o exterior), o mediante percutor, en los casos de escopeta con más de un cañón, los mecanismos de percusión pueden ser independientes para cada uno de ellos, o el arma puede presentar un selector que permita accionar el mecanismo de percusión o el percutor de diferentes cañones a voluntad. En las escopetas de martillo interior, con frecuencia puede aparecer incorporado un pin de señales. La alimentación de las escopetas se realiza mayormente suministrando directamente los cartuchos en la recámara de cada cañón con la mano activa del tirador, pero en las llamadas escopetas de repetición (mecánicas) y en las automáticas, la alimentación se realiza mediante cargadores fijos que casi siempre se alojan anterrecámara por debajo del cañón y con la misma longitud o postrecámara, como en los fusiles mecánicos. La capacidad de estos cargadores es muy variada, pero generalmente se ubica entre 5 y 9 cartuchos, aunque debemos significar que la práctica pericial norteamericana señala en su literatura la existencia de escopetas dotadas de cargadores de mayor volumen en forma de discos concebidos para alimentar escopetas automáticas capaces de disparar en ráfagas a las que denominan con el sugestivo nombre de “Limpia calles”. La obturación de las escopetas depende de que el arma presente cañón basculante (o flexible) o rígido. En las escopetas de cañón basculante el cierre lo garantiza la pared frontal de la caja de los mecanismos la cual ejerce la misma función que el fondo del cierre realiza en el resto de las armas de fuego, en las escopetas esta pared resiste la energía de retroceso del disparo y deja pasar a través de un canal el extremo de trabajo de la aguja percutora. Estas escopetas presentan un mecanismo retenedor del cañón que sostienen al mismo ligado a la caja de los mecanismos del arma, lo que además de optimizar la obturación evita la ocurrencia de accidentes durante el tiro. En las escopetas de cañón rígido están presentes diferentes mecanismos de cierre que pueden clasificarse en tres grupos fundamentales: 1. Cierre deslizante 2. Cerrojo 3. Automático Los cierres deslizantes garantizan la obturación por diferentes procedimientos, que se llevan a vías de hecho mediante el accionar de un sistema de palancas, que parten del guardamano inferior o de una prolongación del guardamonte. La composición y funcionamiento de los cerrojos de las escopetas no se diferencia en lo absoluto de los descriptos en el epígrafe de los fusiles, su única diferencia estriba en las dimensiones que deben ser aun mayores para el caso de las escopetas con calibres de 12 mm al 4; aunque sólo hemos apreciado la presencia de cierres de cerrojo en escopetas de los calibres 12 mm, 20, 16 y 12. 85 Las Armas de Fuego Los mecanismos de cierre automáticos para escopetas constituyen cierres deslizantes dotados de movimiento libre que aprovechan la energía de retroceso del disparo para extraer el casquillo percutido y accionar al elevador del cargador, que pone a un nuevo cartucho en una posición tal que permita su introducción a la recámara del cañón cuando el cierre por la acción del resorte recuperador regrese para garantizar la obturación, a su posición de reposo. La sujeción se ejecuta mediante la culata y el guardamano, la culata generalmente es de madera, pero en las escopetas hasta el calibre 16 puede ser plástica y en las de destinación militar y policíaca se les incorpora un culatín metálico plegable o retráctil o simplemente la culata se sustituye por una empuñadura como en las pistolas; esta culata constituye siempre un elemento independiente fijo a la caja de los mecanismos mediante tornillos ubicados en diferentes puntos; la cantonera de las escopetas puede elaborarse de un material gomoide dotado de canales transversales para amortiguar la energía del retroceso del disparo. El guardamano inferior que también constituye un elemento independiente puede ser móvil para el caso de las escopetas mecánicas de repetición y ligado a un sistema de palancas para accionar al cierre o huecos para permitir la ubicación del cargador horizontal en las automáticas, pero en las escopetas de cañón basculante cumplen además la función de completar la bisagra que facilita su oscilación, por lo que una vez retirados, se rompe la cohesión del cañón con la caja de los mecanismos, dividiéndose el arma en dos partes, que puede de esta forma transportarse dentro de una funda o estuche, precisamente por ello muchas de las escopetas de cañón basculante carecen de correa portafusil y por consiguiente de las anillas destinadas a retenerla. Las escopetas de martillo exterior y cañón basculante pueden carecer de seguro, pero las de martillo interior están provistas de un seguro “automático” que interrumpe a los sistemas de disparo y percusión, el cual se acciona con la apertura del arma, el resto de las escopetas pueden presentar seguros indicadores que interrumpen indistintamente el funcionamiento del mecanismo de disparo o el de percusión. En las automáticas y las de repetición con cargador horizontal se aprecia un seguro que interrumpe el paso de cartuchos al elevador, con lo que se garantiza el funcionamiento “en seco” de los sistemas de alimentación y obturación. La información gráfica que aparece sobre las superficies de las escopetas es mucho más variada que en el resto de las armas de fuego y se ubica como relacionamos a continuación: 1. Marca: sobre el cañón, los laterales de la caja de los mecanismos y los elementos metálicos del guardamano. 2. Modelo: Sobre el cañón, los laterales de la caja de los mecanismos y los elementos metálicos del guardamano. 3. Calibre 1 : Sobre el cañón (aunque la información más completa se ubica sobre la base de los cañones) y los laterales de la caja de los mecanismos. 4. Datos sobre la patente comercial: Sobre el cañón y los laterales de la caja de los mecanismos. 5. Identificación de la firma productora: Sobre el cañón y los laterales de la caja de los mecanismos. 1 En las escopetas la información del calibre incluye además el largo de la recámara de cada cañón, la existencia de choque, sus dimensiones y su ubicación, así como la potencia máxima de carga impulsora que es capaz de resistir cada cañón. 86 Las Armas de Fuego 6. Marcas o sellos de control de fábrica: sobre cada cañón, en las partes metálicas del guardamano, sobre el cierre o la pared frontal de la caja de los mecanismos y sobre diferentes detalles independientes que componen a los mecanismos del arma. 7. Número de serie: Sobre el borde superior o los laterales del cañón, sobre la base del cañón y sobre diferentes puntos de la caja de los mecanismos. Algunas escopetas denominadas De Luxe (de lujo), pueden presentar además grabados decorativos con motivos alegóricos a la caza, etc., en diferentes puntos de sus superficies metálicas. Las escopetas se componen de los siguientes elementos: 1. Cantonera 2. Culata 3. Seguro 4. Liberador del cañón 1 5. Caja de los mecanismos 6. Extractor 7. Ventana de eyección 8. Cierre 9. Palanca del cierre 10. Cañón 11. Punto de mira 12. Anilla para la correa portafusil 13. Fondo del cargador o depósito 14. Guardamano inferior 2 15. Eje de basculación del cañón 16. Ventana de alimentación 17. Guardamonte 18. Disparador 1 Siempre es uno, con independencia del número y disposición de los cañones. En el caso de la escopeta automática que se ilustra, el cargador o depósito se aloja por dentro del guardamano inferior y contiene en su interior al resorte del cargador, el soporte del cargador, mientras que el elevador se presenta como un sistema independiente dentro de la caja de los mecanismos. 2 87 Las Armas de Fuego Fig. 51: Dos variantes de escopetas de caza: automática y mecánica con dos cañones superpuestos. No debemos terminar este capítulo sin tratar a dos elementos independientes que pueden ser empleados en las armas de fuego con independencia de su tipo, nos referimos a las miras ópticas y a los silenciadores. Las miras ópticas de componen de cuatro grupos de mecanismos que sirven a los efectos de facilitar el tiro a determinadas distancias o en determinadas condiciones, y que pueden emplearse con fines militares, policíacos, deportivos, de caza o civiles; estos cuatro grupos contienen a: • las miras telescópicas • los visores nocturnos • las miras electrónicas • las miras láser Las miras telescópicas constituyen un complejo diseño de lentes que permiten el aumento de la imagen del blanco, poseen en el objetivo una retícula de colimación que una vez alineada permite la corrección del tiro, las miras de este tipo de destinación militar poseen además otras graduaciones que facilitan realizar el tiro contra blancos en movimiento, se fijan cerca de la empuñadura sobre el borde superior del arma mediante aditamentos que pueden ser propios del arma, de la mira o combinados. Fig. 52: Esquema básico de una mira telescópica. Los visores nocturnos constituyen un complejo sistema electrónico que permite a través de un convertidor óptico electrónico (COE) apreciar en la oscuridad los rayos infrarrojos que despide la energía térmica de los objetos o el reflejo de los rayos infrarrojos emitidos por una fuente independiente, este tipo de visor utilizado por primera vez en el armamento de las tropas blindadas 1 , permite apreciar el blanco inclusive a través de barreras delgadas de origen orgánico 2 , sin embargo son inefectivos ante barreras en cuya composición exista carbono, en el primer caso el COE se ubica sobre el arma mientras, que en segundo además del COE se emplea 1 2 En la conducción y el tiro con tanques. Papel, cartón, algunos tipos de tejido textil, el follaje de las plantas, etc. 88 Las Armas de Fuego necesariamente una fuente de rayos infrarrojos que puede ubicarse en cualquier otro sitio siempre que se proyecte sobre el blanco. Fig. 53: Visor nocturno Orion mod. 80 acoplado a la pistola ametralladora Heckler & Koch mod. MP5A2 SMG. Las miras electrónicas son visores telescópicos con un principio de funcionamiento similar al de los colimadores empleados en la aviación de caza, en los que la retícula se combina con un alza que funciona como un nivel, en el que la burbuja se sustituye por un haz de luz que indica la colimación necesaria para el tiro cuando se proyecta en la intersección de los ejes de la retícula, este tipo de mira se destina fundamentalmente para las pistolas ametralladoras y se ubica en el punto medio del arma sobre su borde superior. Las miras láser son potentes emisores de un rayo láser, que permite la proyección de un punto luminoso concentrado de hasta 40 000 candelas sobre el blanco a distancias entre 80 y 100 metros 1 y se ubican directamente sobre el cañón del arma (por debajo o a sus lados) y paralelos a su eje longitudinal. Fig. 54: Mira láser TN21 acoplada a un fusil automático “Bull Pap”. 1 Según algunos prospectos comerciales consultados. 89 Las Armas de Fuego Los llamados silenciadores son aditamentos destinados a mitigar el estruendo del disparo, se ubican directamente delante de la boca de fuego y constituyen una cámara dotada de una serie de tabiques que absorben la honda sonora del disparo, presentando su mayor efectividad en las armas de pequeño y mediano calibre. Fig. 55: Pistola Tipo 64 cal. 7.65 mm con silenciador implícito. 90 La Balística Interior IV. La Balística Interior Uno de los componentes de la Balística Criminalística lo constituye la Balística Interior, que se ocupa, como señalamos en el primer capítulo, del estudio de los fenómenos que ocurren dentro del arma desde que se produce la percusión hasta que el proyectil abandona al cañón, que se subdivide en: • Piroestática • Pirodinámica • Balística Identificativa o Comparativa Pero en el presente capítulo sólo profundizaremos en los dos primeros elementos dejando espacio, por el volumen de las investigaciones periciales que agrupa, en otros próximos capítulos a la Balística Identificativa. La Balística Interior surge como resultado del desarrollo de la Termodinámica y la Termoquímica y depende de un gran número de variables entre las que sobresalen la presión de los gases, el calor comunicado al cañón de las armas de fuego, la disipación de este calor por conductividad y radiación, la fricción, la velocidad lineal y la velocidad de rotación. IV.1. La Piroestática. Este primer elemento de la Balística Interior se ocupa de la investigación de las leyes y procesos que intervienen en la iniciación y la combustión de la carga impulsora, así como en la formación de los gases del disparo y abarca el período comprendido desde la percusión hasta que el proyectil se separa del casquillo abandonando la cámara o recámara (según sea el tipo de arma con que se ejecute el tiro), tal y como lo indica el término que la identifica, se refiere a la combustión durante el período estático del disparo. Por ello el primer elemento a estudiar por la Piroestática resulta la recámara, por ser el lugar donde se producen los fenómenos que dan origen al disparo. La recámara es la antesala del cañón de las armas de fuego desde su boca de carga, donde se aloja el cartucho durante su percusión, presenta un perfil que responde al diámetro del cartucho en sus cinco puntos de medición fundamentales (superficie de rozamiento del proyectil, cuello, hombros, cuerpo y reborde), a la forma del casquillo y a la longitud total del cartucho, está provista además de una rampa de alimentación y un relieve en su corte trasero que permite el alojamiento de los diferentes elementos del cierre, lo que facilita la obturación del arma y la extracción de los casquillos percutidos y un diseño concebido para facilitar la retención del cartucho durante los procesos de obturación y percusión en dependencia de la forma general del cartucho consumido y que puede conformarse de los puntos de apoyo del corte del cuello del cartucho, de los hombros y del reborde. 91 La Balística Interior En el caso de los revólveres, la percusión transcurre dentro de la correspondiente cámara del tambor, estas cámaras constituyen un tipo de recámara separada del mismo, que cumple con todos los requerimientos expresados en el párrafo anterior, con excepción de la rampa de alimentación y el relieve de acoplamiento del cierre, precisamente por constituir una recámara independiente del cañón. En el caso de las cámaras de los revólveres, los cartuchos se apoyan con el reborde sobre su corte trasero, pero en dependencia del calibre 1 , las cámaras pueden presentar puntos de apoyo para los hombros del casquillo. Tanto las cámaras de los revólveres, como las recámaras del resto de los tipos de armas de fuego, presentan además paredes más gruesas que las del cañón del arma, con el objetivo de resistir exitosamente la presión originada por la deflagración de la pólvora una vez realizada la percusión. La percusión constituye el acto durante el cual el extremo de trabajo de la aguja percutora (o el percutor) golpea sobre la cápsula iniciadora del cartucho, esta cápsula contiene en su interior, como señalamos en el segundo capítulo, una sustancia explosiva sensible al golpe, por lo que contrarrestado el mismo por el yunque ubicado dentro de la cápsula, se produce la ruptura de la sustancia explosiva y con ella su estallido e inflamación instantánea, de la que parte de la llama se traslada por el canal de fuego practicado en el fondo del casquillo, hasta la cámara de la carga impulsora, iniciándose la combustión de la misma con un fuerte desprendimiento de gases. Este desprendimiento de gases o deflagración se produce de distinta manera con pólvoras de humo y pólvoras sin humo. En la pólvora de humo, los gases que se desprenden presentan la siguiente composición: • Dióxido de Carbono (CO2) 50 % • Monóxido de Carbono (CO) 10 % • Nitrógeno (N2) 35 % • Sulfuro de Hidrógeno (H2S) 3 % • Hidrógeno (H2) 2 % Lo que puede acompañarse además de oxígeno (O2) y Metano (CH4). Además el olor específico que se percibe producto de la deflagración de la pólvora de humo se relaciona con la formación de Sulfuro de Hidrógeno (H2S). Estos gases ocupan sólo el 40-50 % de los productos del disparo, correspondiéndolo el resto a vapores de agua y otros desechos sólidos, entre los que se encuentran el Carbonato de Potasio (K2CO3), Sulfuro de Potasio (K2S), Sulfatos, Tiocianato de Potasio (KCNS) y restos de Nitratos y Nitritos 2 , Carbonato de Amonio (NH4CO3), Azufre (S) y Carbono (C ). Todo lo cual a la llamarada del disparo con pólvora de humo le transmite una coloración oscura con manchas blancas. 1 Por ejemplo el calibre .32-20. Cuya presencia, tanto en el cañón de las armas de fuego como en las barreras impactadas, constituye la huella química típica de la producción de disparos. 2 92 La Balística Interior Mientras que en la pólvora sin humo la composición de los gases que se producen con su deflagración se comporta de la siguiente forma: • Monóxido de Carbono (CO) 39,5 % • Vapores de Agua 17,5 % • Hidrógeno (H2) 16,8 % • Nitrógeno (N2) 10,4 % • Dióxido de Carbono (CO2) 14,6 % • Metano (CH4) 0,3 % • Oxígeno (O2) 0,5 % Con la particularidad de que al decaer la presión de estos gases, el Nitrógeno (N2) puede combinarse con el Oxígeno (O2) del Aire formando óxidos, precisamente esta es la causa de que el olor característico que se percibe al disparar con pólvora sin humo se origine en la oxidación del Nitrógeno (N2). La pólvora sin humo, aunque en volúmenes menores, también arroja con su deflagración desechos sólidos similares en composición a los de la pólvora de humo. La composición porcentual de estos elementos gaseosos y sólidos no es estable y puede variar como consecuencia de la composición de la carga iniciadora y la carga impulsora, el estado del canal del cañón y otros factores. Tanto la integración de la pólvora como sus características físicas juegan un papel decisivo en la producción de los disparos por ello debemos conocer que las pólvoras modernas se componen de granos aislados, que para cada marca presentan formas y dimensiones constantes, en las municiones de las armas de fuego portátiles, se emplean pólvoras de granos pequeños, cuyo largo no excede los tres milímetros, esta exigencia depende de que precisamente su velocidad de deflagración está vinculada a las dimensiones de los granos; a menor dimensión de los granos, más rápidamente crece la presión de los gases dentro del casquillo, estas dimensiones son prefijadas para cada tipo de arma y no pueden modificarse sin que se rompan todos los parámetros balísticos de la misma. De la forma de los granos dependen las dimensiones de sus superficies y en consecuencia el flujo constante de los gases durante el disparo. Durante la combustión de la pólvora en barras cilíndricas, la superficie de sus granos disminuye gradualmente y por ello va disminuyendo la presión, aproximadamente lo mismo ocurre con la pólvora laminada, sin embargo con ella la disminución de la presión a término de su combustión se produce más lentamente; por su parte la pólvora en forma de cilindros huecos o de cilindros porosos durante la combustión disminuye su superficie exterior, mientras que aumenta la interior con lo que garantiza una presión más estable. Se ha determinado experimentalmente que la pólvora sin humo constituida a partir de una masa coloidal, durante el disparo siempre se combustiona en capas paralelas, estas investigaciones se fundamentan en cálculos de la llamada Ley de la Combustión Geométrica de la Pólvora que indica que: 1. La combustión se produce en capas paralelas, con la misma intensidad y en todos los sentidos. 93 La Balística Interior 2. Los granos de pólvora de una misma carga son todos iguales y se deflagran de la misma forma. En la práctica se aprecian no obstante excepciones, pueden detectarse diferentes formas y dimensiones en los granos de pólvora de una misma carga impulsora como resultado de su descomposición natural, lo que se acelera cuando existen malas condiciones de almacenamiento de los cartuchos, lo que provoca que muchos granos no logren combustionarse durante el disparo y que por consiguiente no se alcance la presión esperada. Regularmente se establecen tres etapas de la combustión de la pólvora: 1. Encendido: Aparición de la reacción en los elementos de la carga impulsora; en gran medida esta etapa depende de la intensidad de la llama que aporte la cápsula iniciadora del cartucho. 2. Inflamación: Propagación de las llamas por las superficies de los granos de pólvora de la carga, la que depende de la acción de la cápsula iniciadora, ya que para la combustión al unísono de todos los granos que componen a la carga iniciadora, es necesario que la combustión de la carga iniciadora produzca en el cartucho una presión inicial de 20 Kg/cm². 3. Autocombustión: penetración de la combustión al interior de los elementos que componen a la carga impulsora. La velocidad de la deflagración de la carga impulsora depende a su vez de otra serie de factores: 1. Tipo y marca de pólvora. 2. Densidad de la carga: o sea la relación entre el peso de la carga impulsora vinculado al volumen de la cámara del casquillo limitada por la presencia del proyectil. Cuando esta densidad es mayor, la carga de pólvora se combustiona más rápidamente, sin embargo el aumento excesivo de la densidad provoca deflagraciones aceleradas con saltos bruscos de presión lo que puede originar accidentes en el tiro (ensanchamiento o estallidos de las paredes de la recámara o el cañón). 3. Acción de la cápsula iniciadora: con cápsulas viejas o débiles la deflagración transcurrirá más lentamente. Un elemento muy importante en el disparo lo constituye la presión que desarrollan los gases como resultado de la deflagración, de esta presión depende el movimiento del proyectil a lo largo del cañón, su efecto a determinados distancias, las deformaciones que pueda sufrir el proyectil como consecuencia del disparo y la fricción con el ánima (y por consiguiente la aparición de las características generales y particulares del disparo sobre los proyectiles). El pionero de la investigación balística de la presión del disparo fue Hutton, quién la calculó para diferentes puntos del arma, partiendo de la hipótesis de que los gases con su expansión seguían los principios de la Ley de Mariotte, según la cual las presiones son inversamente proporcionales a los volúmenes, sin embargo todos estos planteamientos de Hutton quedaron en teoría hasta que Bunsen, Schischkov, Noble y Abel lograron demostrarlo experimentalmente. Posteriormente Moisson publicó en su trabajo “Pyrodynamique” que la expansión de los gases en el interior del cañón de las armas de fuego obedece a la Ley de Mariotte y que la velocidad de la 94 La Balística Interior combustión de la pólvora es directamente proporcional a la presión bajo la cual se efectúa, a lo que Sarrau agregó que la combustión de la carga iniciadora avanza en sentido normal a la superficie de los granos de pólvora, con lo que quedaron elaboradas las leyes fundamentales de la Piroestática en la Balística Interior. La magnitud de esta presión depende de dos causas fundamentales: 1. Del volumen de los gases que provoque la deflagración de la pólvora. 2. De la dimensión del espacio donde se produzca la deflagración. La cantidad de los gases de la deflagración durante la segunda etapa (inflamación) crece paulatinamente en un espacio relativamente pequeño, como resultado de lo cual la presión continua creciendo hasta alcanzar un punto máximo. Esta presión en cada disparo, aun cuando se realice con la misma arma de fuego, no se manifiesta establemente, si no que varía en dependencia del cartucho, las condiciones técnicas del arma y de otras condiciones externas vinculadas al disparo, de las cuales las más importantes son las siguientes: 1. Tipo y marca de pólvora. 2. Cantidad de pólvora en la carga impulsora: mientras mayor sea el volumen de la pólvora contenida en el cartucho, su deflagración provocará una mayor presión. 3. Edad de la pólvora: Las pólvoras viejas producirán menor presión que las pólvoras frescas. 4. Humedad de la pólvora: Las pólvoras húmedas producen menor presión durante el disparo que las secas. 5. Estado de la cápsula iniciadora: las cápsulas débiles o viejas producen como regla general bajas presiones. Si se tiene en cuenta la desviación cualitativa que pueden presentar esas cápsulas, debe prestarse atención a que la variabilidad de la acción de los cartuchos fabriles depende en gran medida de este parámetro. 6. Densidad de la carga: la densidad va aparejada al aumento de la presión durante el disparo. 7. Peso del proyectil: con proyectiles pesados, en virtud del mayor esfuerzo necesario para vencer su inercia, la presión crece. 8. Dimensiones del proyectil: los proyectiles con gran diámetro sufren una mayor fricción, por lo que se separan más lentamente del casquillo y también lentamente penetran al cañón, con lo que provocan el aumento de la presión. 9. Plasticidad del proyectil o de su envoltura: a mayor plasticidad, la fricción inicial del proyectil contra las paredes del cañón será menor. 10. Unión entre el proyectil y el casquillo: la rápida separación de estos elementos da lugar a que crezca el espacio donde transcurre la deflagración, con lo que disminuye la presión. Un papel importante en el crecimiento de la presión de la deflagración le corresponde al estado técnico del arma: 1. El desgaste del cañón provoca que disminuya la fricción del proyectil, por lo que en las armas con este desperfecto, la presión será considerablemente menor. 95 La Balística Interior 2. Fuerza de la percusión de la aguja o el percutor sobre la cápsula iniciadora, de la cual depende la acción de esta última; cuando el golpe es débil, la deflagración de la carga impulsora como regla general transcurre mucho más lentamente. 3. Movimiento del cierre; en las armas de cierre libre, cualquier impedimento que interrumpa su normal funcionamiento, provoca el aumento de la presión de los gases. 4. Presencia de suciedades en el canal del cañón; la grasa espesa, el hollín y las suciedades aumentan considerablemente la fricción durante el disparo y frenan el movimiento del proyectil, como resultado de lo cual crece la presión. Resta citar a un elemento externo que también influye sobre la presión: la temperatura, la temperatura ambiental sumada a la temperatura del arma que ha disparado recientemente influye positivamente sobre la presión, por lo que los disparos que se producen con armas recalentadas por el tiro ininterrumpido, disponen de una presión mucho mayor. Una vez producida la deflagración de la carga impulsora, la presión de los gases resultante comienza a incidir en todas las direcciones sobre las paredes del casquillo, su fondo y el culote del proyectil, todo lo cual como señalamos ocurre a altas temperaturas, si tenemos en cuenta por ejemplo que algunos gases aportan como promedio: • Monóxido de Carbono (CO) de 600 a 650°C • Hidrógeno (H2) de 500 a 580°C • Metano (CH4) 700°C Lo cual provoca también la dilatación del casquillo, facilitando con ello que la presión rompa la cohesión del casquillo y el proyectil, por lo que este último es empujado a lo largo del ánima del cañón. Durante la producción del disparo en condiciones normales, o sea con un arma en buen estado técnico (entiéndase sin desgastes, ni deformaciones significativas de la recámara y el canal del cañón) y con un cartucho óptimo, la presión en la recámara puede alcanzar hasta 400 Atm en un lapso de tiempo de aproximadamente 0,000 5 seg., antes de que se 1 produzca la separación del proyectil 2 . VI.2. La Pirodinámica. La Pirodinámica, que en su significado encierra los conceptos combustión y movimiento, es un componente de la Balística Interior que se encarga del estudio de las leyes que rigen los procesos que ocurren dentro del canal del cañón durante el disparo y la relación entre ellos, el calibre y las características constructivas del canal del cañón y los procesos de alimentación, así como el diseño balístico del arma. Por ello en primer término hemos de referirnos a la estructura del cañón y a sus características. 1 2 Se expresa la presión máxima que se alcanza disparando con cartuchos para fusiles militares, en los cartuchos de pequeño y mediano calibre esta presión es considerablemente menor. 96 La Balística Interior El cañón es un cilindro hueco cuya longitud varía en dependencia del tipo de arma de fuego, también varían la forma de su relieve y el diámetro exterior en dependencia del diseño del arma y de la potencia del cartucho para el que fue concebida; sin embargo el relieve de la superficie interior del cilindro llamada ánima, posee una mayor estabilidad, lo que como ya señalamos, divide a las armas de fuego en armas de cañón liso y rayado. En el caso precisamente de estas últimas, el ánima presenta un relieve de forma helicoidal compuesto por los rayados y los campos en un número de 3 a 8 y de forma trapezoidal, rectangular o segmentada y dirigidos a derecha o izquierda con diferentes ángulos de inclinación. Si estudiamos el perfil de este relieve apreciamos que en el mismo se pueden definir las siguientes magnitudes: a) Calibre del arma: distancia comprendida entre dos campos opuestos. b) Diámetro del canal del cañón: distancia comprendida entre dos rayados opuestos. c) Profundidad del rayado: altura comprendida desde el fondo hasta el borde superior del rayado. d) Ancho del rayado: distancia comprendida entre los bordes opuestos de un mismo rayado. e) Ancho del campo: distancia comprendida entre dos rayados contiguos. Debido a su forma helicoidal los rayados tienen una determinada inclinación que permite conforme a la longitud del cañón que el rayado de o no una o más vueltas completas, a este recorrido se le denomina paso, estas magnitudes se encuentran estrechamente ligadas, de manera tal que se puede conocer el ángulo de inclinación de los rayados según la fórmula: π tg Θ = ⎯⎯ N donde Θ es el ángulo de inclinación de los rayados en grados y N es el largo del paso de los rayados expresado en calibre A su vez el largo del paso puede calcularse según la fórmula: n N = ⎯⎯ d donde n es el largo del paso en milímetros y d es el calibre del arma también en milímetros A partir del proyectil esta última fórmula puede ser sustituida por otra más asequible a las investigaciones balísticas: πd tg Θ = ⎯⎯ n 97 La Balística Interior y para determinar el largo del paso de los rayados por el ángulo de su inclinación, la fórmula puede emplearse de la siguiente forma: πd n = ⎯⎯ tg Θ Correlación entre los ángulos de inclinación de los rayados y los largos de paso de los calibres más frecuentes en las armas de fuego. Paso en mm. 5,6 mm 6,35 mm 7,65 mm (7,62) 9 mm 11,43 mm 180 200 240 255 305 355 370 380 400 410 475 500 590 610 5,7 5 4,25 4 3,4 2,9 2,75 2,65 2,55 2,5 2,1 2 1,7 1,65 6,4 5,7 4,8 4,5 3,75 3,2 3,1 3 2,85 2,8 2,4 2,25 1,95 1,9 7,9 7 5,9 5,5 4,6 4 3,8 3,7 3,55 3,45 3 2,8 2,4 2,3 9 8 6,7 6,3 5,3 4,5 4,3 4,25 4 3,9 3,4 3,2 2,7 2,6 11,5 10,2 8,5 8,1 6,7 5,8 5,5 5,4 5,1 5 4,3 4 3,5 3,4 Otros elementos importantes del cañón lo constituyen el suncho u orificio de toma de gases y la boca de fuego del arma. El suncho de los gases es un orificio practicado en el último tercio del cañón junto a la boca de fuego, que se ubica en el borde superior o inferior del cañón de las armas automáticas de cañón largo (fusiles y carabinas automáticas o ametralladoras), con el objetivo de permitir que parte de los gases que empujan al proyectil se desvíen accionando al pistón que permite realizar el funcionamiento automático del arma. Algunas armas automáticas contemporáneas están dotadas de un regulador (fusil automático FAL) o de un obturador (versiones yugoslavas del fusil automático AKM: M64B, M70B1 y M70AB1) del suncho de los gases, que permite dosificar o limitar por completo el paso de los gases por este orificio en dependencia del empleo que quiera dársele al arma. La boca de fuego está provista de un bisel que atenúa el cambio de régimen de efecto de las altas presiones a las que se somete el proyectil dentro del canal del cañón al régimen de la presión atmosférica al que se enfrentará durante el vuelo. Cualquier defecto del relieve de los bordes de la boca de fuego puede traer consigo profundas deformaciones del proyectil durante su salida al 98 La Balística Interior exterior e incluso su fragmentación y como consecuencia cambios en la trayectoria de vuelo del mismo. Analizado el ambiente donde se produce la Pirodinámica podemos proceder a dividirla en cinco etapas o dinámicas fundamentales a partir del momento en que el proyectil se separa del casquillo: • Retroceso del arma • Dinámica de los gases • Movimiento rectilíneo del proyectil • Movimiento helicoidal del proyectil • Dinámica del sistema de alimentación automática del arma Al producirse el disparo, los gases de la deflagración de la pólvora ejercen presión en todas las direcciones con la misma magnitud, como resultado de lo cual junto al movimiento del proyectil a lo largo del ánima, la presión sobre el fondo del casquillo y el mecanismo de cierre se transmite a toda el arma y la empuja en sentido contrario a la trayectoria del proyectil. Sin embargo debido a que el arma y el proyectil presentan diferente masa 1 , el arma se imbuirá de una velocidad mucho menor. La magnitud del retroceso depende no solamente de la energía del empuje que recibe el arma como consecuencia de la presión de los gases dentro del canal del cañón, si no también como consecuencia de un segundo envión que se produce cuando los gases abandonan la boca del cañón, produciendo un efecto de reacción similar al de los cohetes, lo que acentúa el retroceso del arma. La velocidad de este retroceso puede ser calculada teniendo en cuenta las leyes de la mecánica que señalan que una fuerza que actúa sobre dos cuerpos les transmitirá una velocidad proporcionalmente contraria a su masa. De manera simplificada la velocidad de retroceso de las armas de fuego puede calcularse mediante la fórmula: qv Uo = ⎯⎯ Q donde: Uo es la velocidad de retroceso, v es la velocidad del proyectil, Q es el peso del arma y q el peso del proyectil La velocidad de retroceso de las armas de fuego oscila de 2,8 m/seg en los fusiles militares a 0,28 m/seg en los fusiles deportivos de pequeño calibre. 1 Los fusiles por ejemplo pesan 468 veces lo que sus proyectiles. 99 La Balística Interior Como resultado del retroceso el arma además de su movimiento hacia atrás, también adquiere un movimiento de balance que provoca el ascenso de su boca de fuego, este balance se produce como consecuencia de que la culata de las armas largas y la empuñadura de las cortas se encuentran por debajo del eje longitudinal del cañón sobre el cual actúa la energía de retroceso que se inicia con la deflagración de la pólvora pero se torna más crítica cuando los gases del disparo salen al exterior. Los constructores de armas de fuego han tratado de disminuir de varias formas este retroceso, ya que afecta la precisión del tiro, aumentando el peso fundamentalmente de las armas destinadas al tiro de precisión y en las de tiro en ráfagas incorporándoles compensadores de fuego o frenos de boca que garantizan la neutralización de un 25−50 % de la energía de retroceso. Cuando comienza el movimiento del proyectil éste empuja a la columna de aire contenida dentro del cañón, como consecuencia de esto antes del disparo 1 sale del cañón una honda esférica que se forma por la expulsión del aire comprimido, detrás de esta honda de aire continua una pequeña cantidad de gases del disparo que logran sobrepasar al proyectil cuando éste al separarse del casquillo, todavía no ha hecho contacto con el rayado del cañón, esta pequeña cantidad de gases crece paulatinamente al sumársele otro determinado volumen que logra filtrarse entre el proyectil y las paredes del cañón. 1 Identifíquese con el término disparo la salida al exterior del proyectil. 100 La Balística Interior Fig. 56: Fenómeno de la “honda esférica” durante el disparo según Okuniev. En cuanto el culote del proyectil se separa de la boca de fuego, sale al exterior el volumen fundamental de los gases del disparo, cuyas moléculas con una masa mucho menor a la del proyectil, poseen una velocidad mayor (hasta 1 500−1 700 m/seg), por lo que logran adelantarlo durante los primeros centímetros de su recorrido, envolviéndolo en una nube durante un corto espacio de tiempo, ya que por efecto de la resistencia del aire, esta nube pierde su velocidad inicial y se dispersa mientras es abandonada por el proyectil, 101 La Balística Interior Respecto al movimiento del proyectil una vez que se ha separado del casquillo dentro de la recámara, este transcurre de forma lineal hasta que penetra en el área rayada del cañón 1 y mantiene este tipo de movimiento durante los primeros centímetros de su recorrido hasta que el trazado helicoidal de los rayados lo obliga además a rotar sobre su eje longitudinal 2 , con lo que habrá ganado la dinámica que garantiza su trayectoria balística, sin embargo el trayecto a lo largo del cañón, el proyectil lo realiza con diferentes presiones y velocidades, debido a que la combustión de la pólvora continua produciéndose en el espacio que va creciendo detrás del proyectil, consecuentemente con ello crece también la presión de los gases y alcanza su punto máximo cuando al penetrar en los rayados, el proyectil refrena su velocidad, sin embargo al iniciarse la rotación helicoidal y continuar el trayecto por el cañón, la presión va reduciéndose y con ello se estabiliza la velocidad del proyectil. El punto máximo de presión de los gases dentro del cañón puede ser de 2 850−3 000 Atm para los fusiles militares, 1 870−2 070 Atm para las pistolas de mediano calibre, de 1 085−1 350 Atm para los revólveres de mediano calibre y para los fusiles de pequeño calibre de 900−1 350 Atm, sin embargo esta presión cuando el proyectil alcanza la boca de fuego del arma es 15 veces menor. Fig. 57: Diagrama del comportamiento de la presión de los gases del disparo en el fusil Mosin mod. 1891/1930 cal. 7,62 mm. La dinámica del funcionamiento del mecanismo de alimentación automática de las armas de fuego por la acción de la energía de los gases del disparo se comporta de diferente manera en los diferentes tipos y sistemas de armas de fuego y fue explicado en el capítulo III, epígrafe 3. Todo el proceso de la Pirodinámica del disparo transcurre en un lapso de tiempo muy pequeño que a lo sumo en las armas largas alcanza sólo 0,000 16 seg. 1 Al trayecto que realiza el proyectil antes de entrar en contacto con los rayados del arma se le denomina “Vuelo Libre”. 2 Movimiento que conservará hasta perder totalmente la energía recibida. 102 La Balística Exterior V. La Balística Exterior Como ya señalamos, la Balística Exterior se encarga del estudio de los fenómenos inherentes al vuelo del proyectil, desde que sale de la boca de fuego del cañón del arma, hasta que tropieza con una barrera, en dependencia del medio por donde transita el proyectil se identifican a la Balística Exterior Aérea y a la Balística Exterior Subacuática. La Balística Exterior incluye además como elemento independiente a la Balística Intermedia o de Transición, el cual se encarga de estudiar los procesos que ocurren con posterioridad a la acción del disparo y hasta que el proyectil alcanza su velocidad máxima durante el período de transito entre el canal del cañón y el aire. V.1. La Balística de Transición. Todo lo descripto en el capítulo anterior va acompañado de la detonación y la llamarada del disparo, además junto a los gases, el arma expulsa al exterior también toda una serie de desechos sólidos que comúnmente se denominan “hollín del disparo”, aunque además se compone de restos de granos de pólvora sin deflagrar, partículas de lubricante y polvo, junto a óxido y otras impurezas que pudieran existir dentro del canal del cañón, así como fragmentos microscópicos del metal con que esté confeccionado el proyectil o su envoltura. La llama del disparo no es más que el volumen gaseoso en que transcurre el proceso de la combustión y se manifiesta de diferentes formas en dependencia del tipo de pólvora consumida en el disparo. Con pólvora de humo el disparo expulsa al exterior restos de la combustión de las cargas iniciadora e impulsora, que en un 50−60 % se compone de elementos sólidos, como resultado de lo que se obtiene una columna de fuego conformada de partículas incandescentes (sólidos) y fundidas (líquidas), mientras que en los disparos con pólvora sin humo se diferencian dos momentos independientes: la llamarada del disparo y el fuego del cañón. Se denomina llamarada del disparo al estallido de los productos de la combustión incompleta de la carga impulsora, que ocurre a unos centímetros delante de la boca de fuego del arma, al mezclarse los gases del disparo con el oxígeno del aire, ésta puede alcanzar dimensiones considerables: 30−50 cm en las escopetas de caza 1 y en las carabinas, fusiles automáticos, pistolas ametralladoras, pistolas y revólveres de mediano y gran calibre de 20 a 30 cm. La magnitud de la llamarada del disparo crecerá en dependencia del calibre, la velocidad inicial del proyectil y la presión que el disparo logre generar dentro del cañón, sin embargo puede disminuir e incluso ser imperceptible en dependencia del estado de conservación del cartucho o 1 La llamarada en las escopetas de caza puede alcanzar hasta un metro si en los cartuchos se emplea pólvora de humo. 103 La Balística Exterior de otros factores externos entre los cuales el más trascendente es el nivel de lubricación del cañón 1 . Mientras que el fuego del cañón lo originan las partículas sólidas resultantes del estallido de la carga iniciadora, este fenómeno no tiene una incidencia importante en el vuelo del proyectil y se aprecia claramente delimitado de la llamarada del disparo por un intervalo opaco que es ocupado por la nube de los gases del disparo. Ya fuera del cañón los gases de la deflagración de la pólvora, antes de disiparse debido a la resistencia del aire, logran imprimirle al proyectil una velocidad complementaria de alrededor de un 1−2 % de la velocidad que posee junto a la boca de fuego, por ello es usual que la velocidad inicial de los proyectiles se determine a partir del primer metro de su recorrido. No obstante a que la nube de los desechos del disparo se disipa a unos pocos centímetros de la boca de fuego, la Teoría de Vinagradov señala que partiendo de que el proyectil va cortando la masa de aire, se origina detrás del mismo un cono de vacío dentro del cual parte de estos elementos sólidos son arrastrados durante el vuelo del proyectil, por lo que pueden ser apreciados sobre barreras ubicadas hasta 2 000 m de la boca de fuego del arma, encontrándose con mayor profusión en el reverso de la primera barrera alrededor del orificio de salida. V.2. Teoría del vuelo de los proyectiles disparados por las Armas de Fuego. Un proyectil disparado por un arma de fuego es capaz de recorrer centenares de metros en un segundo, sin embargo, para comprender este complejo proceso, es necesario estudiar de forma independiente cada uno de los elementos que garantizan las propiedades balísticas de su trayectoria. Una vez producido el disparo, el proyectil que recibió determinada velocidad inicial (V0) producto de la deflagración de la carga impulsora, continua el vuelo por inercia, si sobre el mismo no actuaran otras fuerzas. Debería seguir una trayectoria rectilínea y uniforme, sin embargo durante su movimiento a través del aire sus superficies se someten a la acción de dos fuerzas fundamentales: la gravedad terrestre (g) y la resistencia del aire (y), la gravedad es la atracción que la tierra realiza sobre cualquier cuerpo situado libremente en movimiento y se manifiesta con una aceleración aproximada de 9.81 m/segª, mientras que la resistencia del aire se calcula mediante la fórmula desarrollada por Newton: V2 y = Sδ ─── 2g donde: y es la resistencia del aire, 1 Los excesos de lubricantes disminuyen la intensidad de la llamarada del disparo. 104 La Balística Exterior S es el área de la sección transversal de un proyectil, que en caso de ser circular podrá calcularse mediante las fórmulas S = π r2 ó S = (πD2): 4, donde r es el radio de la circunferencia y D es el diámetro de la circunferencia, Calibre Diámetro en Radio en Superficie de algunos milímetros milímetros en milímeproyectiles tros cuadrados. .22 LR y S .32 SW y C .38 Sp 9 mm .45 Colt 5,5 8,1 9,6 8,92 11,4 2,75 4,05 4,8 4,46 5,70 23,75 51,5 72,35 62,46 102,02 δ es la densidad del aire, V es la velocidad remanente (velocidad que tiene el proyectil en cada punto de su recorrido) y se calcula mediante la fórmula Ec = 0,5mV2, donde Ec es la energía remanente, m la masa del proyectil y V la velocidad del proyectil, y g la gravedad terrestre. Newton agregó a esta fórmula las definiciones siguientes: a) La resistencia del aire es inversamente proporcional al peso del proyectil 1 . b) A igualdad de dimensiones y peso, la resistencia del aire dependerá del coeficiente de forma del proyectil (f1) 2 . c) La resistencia del aire es inversamente proporcional al coeficiente balístico de los proyectiles (Cb), el cual puede calcularse mediante las fórmulas: P P Cb = ─── ó Cb = ───── f1δπR2 f1δS donde: Cb es el coeficiente balístico del proyectil, P es el peso del proyectil, f1 es el coeficiente de forma del proyectil, δ es la densidad del aire, S es el área de la sección transversal del proyectil y R es el radio de la sección transversal del proyectil. Bajo la acción de la atracción gravitacional, el proyectil desciende paulatinamente y la resistencia del aire contrario al movimiento del proyectil le resta velocidad de vuelo, como 1 Por ello este criterio junto a sus propiedades de maleabilidad son los que han primado a lo largo de siglos en la elección del plomo como material apropiado para la confección de los proyectiles. 2 El coeficiente de forma de los proyectiles se manifiesta de la siguiente manera: f1=1 para los proyectiles de punta roma, f1<1 para los proyectiles de punta cónica y f1>1 para los proyectiles de punta plana. 105 La Balística Exterior resultado de la acción de estas dos fuerzas sobre el proyectil, su vuelo transcurre no de forma rectilínea como pudiera esperarse, si no en forma de parábola irregular que recibe el nombre de trayectoria (T), todos los puntos de la trayectoria se encuentran por debajo de la línea a de tiro (LT) que no es más que la prolongación del eje longitudinal del ánima del cañón empleado para dispararlo. La trayectoria está constituida por dos partes fundamentales, la inicial o ascendente, y la final o descendente, entre las cuales se encuentra la altura de la trayectoria (hT), la relación entre estos dos componentes es de aproximadamente 2:3; esta asimetría se debe precisamente a la perdida de velocidad como consecuencia de la resistencia del aire. Con las armas de fuego puede realizarse el tiro a diferentes distancias, el alcance de los proyectiles está ligado estrechamente al ángulo de elevación del cañón del arma (αe), sin embargo el incremento del ángulo de elevación traerá como consecuencia el aumento del alcance dentro de determinados límites, el ángulo óptimo para el alcance máximo es diferente para cada tipo de arma y para cada tipo de cartucho, en el espacio al vacío el alcance máximo de los proyectiles para todas las armas de fuego podría lograrse con un ángulo de elevación de 45°, sin embargo en la atmósfera terrestre este ángulo será siempre inferior a los 45° y para las armas portátiles estará en el límite comprendido entre los 30 y 35° 1 . Por ejemplo tomemos el comportamiento de los disparos (Tabla de Tiro) de las pistolas Makarov (PM) con diferentes ángulos de inclinación 2 : Calibre: 9 mm PM Características de la envoltura del proyectil: Blindado Estructura del proyectil: Con núcleo de acero Largo del proyectil: 10-12 mm (l) Masa del proyectil: 6.15 g (m) Diámetro del proyectil: 9.22-9.2 mm (φ) Velocidad inicial del proyectil: 315 m/seg (V0) Energía Cinética inicial del proyectil: 36.3 Kgm (Ec0) Coeficiente Balístico del proyectil: 14.2 m²/Kg (Cb) 1 2 Ver en los anexos las Tablas de tiro de los calibres de armas de fuego más frecuentes en nuestro país. Ministerio de la Seguridad de la RSCh. “Tabulky Strelby”. Praga. 1977. Pp. 52 (en idioma checo) 106 La Balística Exterior Angulo de salida t X Y Vc Angulo de caída 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 15 20 25 30 40 50 60 70 80 1,05 2,02 2,9 3,73 4,5 5,24 5,95 6,62 7,27 7,9 10,77 13,31 15,63 17,77 21,61 24,92 27,68 29,79 31,14 274,47 485,85 683,23 761,3 863,67 951,06 1028 1093,8 1153,14 1206,45 1406,59 1533,03 1610,17 1648,89 1631,39 1502,78 1270,33 936,57 506,17 1,36 5,04 10,47 17,33 25,42 34,62 44,68 55,66 67,33 79,68 149,79 230,29 317,76 409 598,33 781,79 946,23 1078,23 1164,92 230,9 183,3 160,4 141,2 127,2 116,5 108,3 101,7 96,4 92,3 80,6 77,4 77,7 79,4 83,9 87,7 90,4 92,1 93,1 -1°11' -2°49' -4°40' -6°46' -9°01' -11°25' -13°54' -16°28' -19°03' -21°42' -34°31' -45°33' -54°24' -61°16' -70°46' -76°48' -81°00' -84°09' -87°00' donde: Θ es el ángulo de salida del proyectil en grados, t es el tiempo de vuelo del proyectil en segundos, x es el alcance del proyectil en metros, y es la altura máxima del proyectil en metros, Vc es la velocidad de caída del proyectil en metros por segundo y Θc es el ángulo de caída del proyectil en grados. Estas Tablas de Tiro son elaboradas por los fabricantes de diferentes armas de fuego, con el objetivo de demostrar las cualidades de las mismas y reflejan el resultado del tiro en condiciones óptimas de funcionabilidad del arma, por ello no satisfacen los requerimientos periciales cuando previamente se establece que el arma objeto de investigación posee deficiencias técnicas manifiestas fundamentalmente en el desgaste de los rayados, lo que afecta todos los parámetros de vuelo del proyectil, en esos casos, las magnitudes reflejadas en las Tablas, deberán ser calculadas mediante el tiro experimental en Estaciones Balísticas concebidas especialmente al efecto o contra Péndulos Balísticos; para dichos cálculos se tendrá en cuenta que conforme a las leyes fundamentales de la dinámica del movimiento progresivo, el alcance máximo de un cuerpo lanzado con un ángulo α respecto al horizonte y a lo largo del eje horizontal X, se expresa mediante la fórmula: Vo². Sen 2α Xmax = ───────── g 107 La Balística Exterior De acuerdo con esta fórmula se puede expresar el alcance máximo de vuelo horizontal (X) y la altura de la trayectoria (Y) para un determinado ángulo de proyección, por ejemplo para 45° sería 1 : Vo². Sen 2(45°) X45°= ─────────── g Vo². Sen² 45° Y45°= ────────── 2g Para determinar el tiempo de vuelo del proyectil en ascenso (tva), se puede partir de los datos de la elevación del proyectil con las fórmulas: gt² ┌ 2Y Y= ── es decir que tva = √ ─── 2 g Conociendo el tiempo de caída desde determinada altura (tc = tv – tva), se puede calcular su velocidad en el punto de caída (V = gt) y la energía cinética en el punto de impacto: PV² E= ──── 2g Como se aprecia la velocidad inicial de los proyectiles constituye el elemento primario para partir hacia el cálculo de otras magnitudes balísticas, este parámetro es constante para los cartuchos fabriles disparados con armas típicas en buen estado y se señala en textos de balística, catálogos militares y prospectos comerciales, por lo que su obtención no constituye un problema complejo. Sin embargo no existen fuentes que señalen la velocidad inicial de los perdigones de los cartuchos de caza cargados en condiciones domésticas, por ello el perito no tendrá otra salida que calcularla en caso de necesidad, para ello puede auxiliarse de la profundidad de penetración de los perdigones, mediante el tiro experimental a 35 m contra un blanco de papel de 75X75 cm, en el cual debe trazarse una diana de 5 cm de diámetro, como soporte del blanco se emplearán tablas de pino de 25 mm de espesor, una vez realizados los disparos experimentales en número de 5 a 10, se mide la profundidad de penetración de los perdigones en la diana y se haya la media de la misma, para calcular la velocidad mediante la fórmula: ____ / Pm + d V35= √─────── 0,0000757 1 El seno de cada ángulo que se escoja se obtiene de las Tablas Trigonométricas. 108 La Balística Exterior donde: V35 es la velocidad de los proyectiles a 35 m, Pm es la profundidad media de penetración expresada en metros y d es el diámetro de los perdigones también en metros. Con el resultado que se obtenga, se puede conocer la velocidad inicial partiendo de que V0=C. V35, donde C es el coeficiente a emplear para el cálculo de la velocidad en dependencia del diámetro de los perdigones y se puede conocer a partir de la siguiente tabla: Nro. del perdigón 1 2 3 4 5 6 7 8 9 4 3,75 3,5 3,25 3 2,75 2,5 2,25 2 Diametro del perdigón 1,48 1,52 1,55 1,59 1,64 1,7 1,82 1,85 1,96 Coeficiente En otras condiciones similares el alcance de los proyectiles depende de su velocidad inicial; mientras mayor sea la velocidad inicial, mayor será el alcance, esta proporcionalidad se aprecia hasta determinados límites, ya que cuando el proyectil supera a la velocidad del sonido, la resistencia del aire crece proporcionalmente al cuadrado e incluso al cubo de la velocidad. En los disparos a largas distancias la altura de la trayectoria alcanza expresiones considerables, o sea que el proyectil podrá encontrar sobre la línea de tiro la estabilidad de su vuelo, teóricamente al vacío el proyectil debería conservar a lo largo de toda su trayectoria la misma posición con que sale del cañón del arma, por lo que con ángulos de tiro considerables, el proyectil volaría con la punta levantada y durante el descenso tomaría contacto con el suelo por su culote; sin embargo en el aire, el proyectil que rota sobre su eje longitudinal no conserva la misma posición y siempre contactará el blanco por su punta, ésto se debe a que la rotación le transfiere al proyectil las mismas propiedades que posee el Giroscopio 1 , resumidas en que el proyectil no sólo conserva la posición de su eje en el espacio, si no que también se opone a las fuerzas externas que influyen negativamente sobre esta posición. Fig. 58: Comportamiento del vuelo de un proyectil al vacio. 1 Giroscopio: Volante que, montado en una suspensión doble y puesto en rápido movimiento de rotación, conserva su eje en la misma dirección aunque se modifique la de su soporte. 109 La Balística Exterior Fig. 59: Giroscopio. Bajo la acción de fuerzas externas, el Giroscopio cambiará la posición de su eje moviéndose siempre bajo un ángulo recto y hacia el lado del sentido de su rotación 1 . Fig. 60: Representación esquemática de la derivación de un proyectil. El proyectil durante el vuelo en el aire conservará la posición de su eje en el espacio, sin embargo la fuerza de gravedad lo obligará a descender de la línea de tiro como resultado de lo cual curvará su trayectoria; si el eje del proyectil coincidiera con la tangente de su trayectoria, la resistencia del aire sería regular sobre toda el área de la superficie de su punta, sin embargo, como señalamos, el proyectil vuela con su punta levantada, por lo que la resistencia del aire afectará en primer término a su culote, por lo que el proyectil responderá a esta resistencia nuevamente como el Giroscopio, volviéndose hacia aquella dirección desde la cual actúa la fuerza y en el sentido de su rotación, repitiendo esa oscilación hacia los lados, arriba y abajo de tal forma que describirá constantemente un círculo sobre la trayectoria, lo que en Balística se denomina Rotación Cónica Retardada 2 , gracias a esta rotación, el proyectil volará siempre con la punta hacia adelante y en esa misma posición impactará el blanco o caerá a tierra al perder la energía. 1 2 A este fenómeno en balística se le denomina derivación del proyectil. Ya que la Rotación Acelerada es la que realiza el proyectil sobre su eje longitudinal. 110 La Balística Exterior Fig. 61: Esquema de la Rotación Cónica Retardada de un proyectil. Los elementos balísticos que integran la trayectoria del vuelo de los proyectiles son los siguientes: 1. Eje del arma (E): Eje geométrico del ánima del cañón del arma. 2. Origen de Fuego u Origen de la Trayectoria (O): Centro geométrico de la boca del cañón de las armas de fuego, de donde parte la trayectoria de sus proyectiles. 3. Línea de Tiro (LT): Prolongación del eje geométrico del cañón de las armas de fuego. 4. Plano de Tiro: Plano vertical que contiene a la Línea de Tiro. 5. Línea de Proyección (LP): Línea de Tiro en el instante cuando el proyectil sale del ánima del cañón con su punta dirigida hacia arriba, antes de que comience a actuar la resistencia del aire y que puede coincidir o no con la Línea de Tiro. 6. Línea de Situación (LS): Es la línea recta imaginaria que une al Origen de Fuego con el Blanco; a la medida longitudinal de esta línea se le denomina Alcance. 7. Horizonte del Arma (HA): Plano horizontal que contiene al Origen de Fuego; todos los valores por encima de este plano serán positivos y por debajo negativos. 8. Angulo de Tiro (αt): Angulo formado por la Línea de Trayectoria y la Línea de Situación. 9. Angulo de Reelevación (αr): Angulo comprendido por la Línea de Proyección y la Línea de Tiro. 10. Angulo de Proyección (αp): Angulo formado por la Línea de Proyección y el Horizonte del Arma. 11. Angulo de Mira (αm): Está formado por la Línea de Mira y la Línea de Situación, el vértice de este ángulo es el centro del Blanco. 12. Angulo de Caída (αc): Está formado por la Línea de Situación y la tangente de la Trayectoria en el Punto de Caída. 13. Pendiente (p): Semirrecta tangente a la Trayectoria que concluye en el Punto de Caída o en el Blanco. 14. Altura de la Trayectoria (hT): Punto más alto de la parábola que conforma la Trayectoria. 15. Blanco (B): Punto donde se impacta el proyectil. 16. Punto de Caída (PC) Punto donde cae el proyectil una vez desaparecidas las fuerzas que garantizan su vuelo. 111 La Balística Exterior Fig. 62, 63, 64 y 65: Elementos que conforman el comportamiento del vuelo de un proyectil. 112 La Balística de Efectos VI. La Balística de Efectos. Aunque en sus anales se le consideró un elemento componente de la Balística Exterior, La Balística de Efecto hoy se erige como un componente independiente que tiene como objetivo el estudio de los efectos que los proyectiles causan sobre diferentes barreras, en particular el cuerpo humano, por ser esta la barrera de mayor incidencia en los delitos en que participan las armas de fuego (Homicidio y Lesiones), quizás por ello algunos autores como Guisbert Calabuig y Simonín entre otros, la denominaron Balística de Heridas, aunque realmente no existe un concierto universal al respecto, ya que otros autores consideran a la Balística de Efectos como un único componente, con independencia de la barrera que estudie y un último grupo, al cual nos adherimos, considera a la Balística de Heridas un elemento contenido en la de Efectos, que por estudiar a las lesiones sobre el cuerpo humano, debe afrontarlas mancomunadamente por peritos criminalistas y médicos forenses. VI.1 Las huellas del disparo sobre las barreras. El Rebote. Según la Trazología, en la más elemental de sus elaboraciones conceptuales, huella no es más que el resultado del contacto entre dos cuerpos como resultado de la comisión de un hecho delictivo, este reflejo para la Balística Criminalística tiene una manifestación eminentemente material y en la Balística de Efectos se presenta como la acción de un proyectil (la bala, o sus fragmentos, los perdigones, las postas, etc.), la energía que provocan los gases de la deflagración de la pólvora y la explosión de algunos proyectiles de destinación especial; a las superficies receptoras de las huellas del disparo, en la Balística de Efecto se les da la denominación genérica de barreras, independientemente de su naturaleza. Entre los factores cuya acción puede reflejarse en la formación de las huellas sobre las barreras 1 se encuentra la acción termo-mecánica de los gases de la pólvora, la deposición de hollín y granos de pólvora, la acción mecánica de los granos de pólvora que actúan como proyectiles independientes, la deposición de lubricantes y otros factores que dependen del propio proyectil: su velocidad, forma, constitución, etc., y son estudiados tanto por la Balística Criminalística, como por la Físico-química Criminalística de forma conjunta. A las huellas del disparo producidas directamente por la acción de los proyectiles de las armas de fuego, se les denomina brechas y pueden ser de tres tipos: de rebote, de traspaso y ciegas. Brechas de rebote son aquellas en las que el proyectil, al impactarse contra la barrera, cambia bruscamente su dirección de vuelo sin llegar a alojarse en su interior. Brechas de traspaso son las que se forman al atravesar el proyectil totalmente la barrera, formando con ello un orificio de entrada, un canal y un orificio de salida, con la particularidad de que los bordes de ambos orificios estarán revertidos hacia el sentido de la trayectoria del 1 Las huellas sobre las barreras son también denominadas deterioros por los peritos físico-químicos en el contexto de la investigación de las huellas del disparo sobre prendas de vestir. 113 La Balística de Efectos proyectil, siendo generalmente el orificio de salida el de mayor diámetro y con más elementos de destrucción por el paso del proyectil; sin embargo no pueden desconocerse excepciones conocidas de esta regla, que están presentes en el comportamiento atípico de los proyectiles, por ejemplo: • algunos casos de disparos a boca tocante, donde se aprecian en el orificio de entrada deformaciones producidas por los gases del disparo. • en los orificios de entrada precedidos de un rebote, cuando el proyectil penetra de perfil. • cuando durante su vuelo, el proyectil cambia de un medio a otro. El canal generalmente tendrá una configuración rectilínea y lo suficientemente uniforme como para considerar acerca de la línea de tiro por medios tradicionalmente convencionales (observación, varillas reglas, cordeles, etc.). Brechas ciegas son aquellas en las que el proyectil penetra la barrera sin la energía necesaria para traspasarla, por lo que queda alojado en su interior formando solamente un orificio de entrada y en algunos casos un canal que siempre será ciego. Las brechas que mayores dificultades prestan a la investigación criminalística son los rebotes, por lo que nos detendremos en un análisis más minucioso de las mismas, ya que se encuentran con frecuencia en la práctica investigativa. El rebote se produce por la presencia de una serie de condiciones entre las que se encuentran: un ángulo de caída del proyectil de escasa amplitud y suficiente velocidad durante el impacto, así como la resistencia de la barrera, aunque pueden ocurrir rebotes en barreras de poca resistencia, incluida el agua, como veremos posteriormente. En aquellos casos cuando la barrera posee gran resistencia (paredes de ladrillo, bloques, hormigón, metal, etc.), el fenómeno del rebote no es complejo y se reduce a la simple reflexión del proyectil; en estos casos el rebote se producirá con ángulos de 0 a 35°, el proyectil perderá parte de su energía y el ángulo de rebote (αR) será similar al ángulo de incidencia (αI). Fig. 66: Comportamiento del rebote de un proyectil contra una superficie dura. Luego del rebote, el proyectil continuará su vuelo con una nueva trayectoria, estas trayectorias de rebote (TR), son complejas y prácticamente imposibles de calcular, si el proyectil durante el rebote sufre una fuerte deformación, lo más frecuente es que aparezca en las inmediaciones de su brecha con incrustaciones de partículas de la barrera sobre su superficie, si no llega a 114 La Balística de Efectos deformarse, entonces su vuelo será regido por otras leyes físicas que no han sido lo suficientemente estudiadas por la Balística Criminalística. El alcance de los proyectiles después del rebote dependerá de la amplitud del ángulo de rebote y de su desviación del plano de su dirección de vuelo primaria, ésta desviación siempre será en el sentido de su rotación acelerada por efecto de la derivación. El alcance máximo de los proyectiles en el rebote se logrará con pequeños ángulos de incidencia y poca desviación en el sentido de la rotación acelerada, no obstante este alcance siempre será considerablemente menor al del proyectil que volara libremente sin interrupciones durante la trayectoria. Sobre barreras poco resistentes, el rebote ocurrirá de otra manera, ante una barrera de este tipo, el proyectil penetra en ella emergiendo más tarde, ya que la resistencia de las capas superiores de la misma será inferior a la de las interiores, obteniéndose de esta forma un ángulo de rebote mayor al ángulo de incidencia, debido a la penetración en la barrera el proyectil pierde parte de su energía y como resultado estará dotado de una menor velocidad; mientras más ligero sea el proyectil, más blanda la barrera y menor el ángulo de incidencia, será menor la pérdida de velocidad. Fig. 67: Comportamiento del rebote de un proyectil contra una superficie blanda. En los rebotes sobre la tierra, la superficie de la misma se deforma, conformándose una huella en forma de surco anguloso, que será más profundo en la medida en que el ángulo de incidencia se acerque a los 90°, por ello ocurrirán rebotes sobre la tierra sólo con pequeños ángulos de incidencia. El ángulo de este surco también está vinculado al efecto de la derivación que provoca la rotación helicoidal del proyectil, este ángulo generalmente no supera a los 45° y varía en dependencia de la magnitud del ángulo de incidencia, pudiendo no existir si la velocidad del proyectil es cercana a los 200 m/seg y el ángulo de incidencia menor a los 10°, si el proyectil incide en la tierra con ángulos entre 10 y 17°, el ángulo del surco de rebote puede alcanzar los 45°, sin embargo con 25° o más de incidencia el surco puede llegar excepcionalmente a los 90°, también como excepción puede ocurrir que el proyectil se desvíe en sentido contrario a su derivación natural en caso de que al salir del surco, reciba un golpe en su punta al chocar contra algún elemento contundente del terreno. 115 La Balística de Efectos Fig. 68: Manifestación de la huella de un rebote sobre la tierra. Los rebotes en el agua ocurren cuando el ángulo de incidencia se encuentra entre 4 y 12°, con ángulos de incidencia menores, el proyectil se deslizará sobre el agua y la desviación por la derivación se manifestará entre 3 y 45°, con mayores ángulos de incidencia el proyectil la penetrará hundiéndose. Está demostrado que cuando la velocidad del proyectil es menor a los 200 m/seg existen muy pocas probabilidades de rebotes en el agua. Los rebotes múltiples en un mismo plano de barrera blanda estarán más distanciados al principio que al final de la serie de rebotes, debido a la repetida pérdida de energía en cada uno de los eventos. VI.2. El Poder de Penetración de los Proyectiles. Un proyectil en movimiento en cada uno de los puntos de su trayectoria posee una capacidad de trabajo en función de la energía cinética remanente (0.5m.V²) y de otras variables como el coeficiente de forma de los proyectiles, la densidad del medio, etc. Cuando este proyectil se impacta contra una barrera y comienza a atravesarla, desaloja bruscamente sus moléculas en dirección perpendicular a la trayectoria de entrada del proyectil; las moléculas desplazadas que se energizan con la energía cinética de que está imbuido el proyectil, se alejan centrífugamente del orificio de entrada con velocidad decreciente, hasta que frenadas por las fuerzas elásticas del medio penetrado, intentan regresar a su posición original, en este lapso de tiempo se conforma un “hueco temporal” cuyo diámetro máximo se alcanza cuando la energía cinética de las moléculas desplazadas en la barrera se transforme en energía elástica. Las dimensiones de este hueco temporal se pueden conocer por medio de las siguientes fórmulas: D = c.V ; v = k.Ed donde: D es el diámetro del hueco temporal, 116 La Balística de Efectos c es el coeficiente elástico de la barrera, V la velocidad en el punto de impacto, v el volumen del hueco temporal, k la expresión constante de la barrera penetrada, que puede calcularse o determinarse experimentalmente partiendo del conocimiento de como se comporta esta variable en otras barreras similares, por ejemplo la gelatina al 20% tiene una k de 6 cm³/Kgm, la musculatura humana 8 cm³/Kgm, el agua 9 cm³/Kgm, la plastilina 2.5 cm³/Kgm y el jabón de baja densidad 1.5 cm³/Kgm, Ed la energía cedida por el proyectil al atravesar la barrera. Esta cesión de energía depende de la velocidad del proyectil, su peso, forma y estructura, y se calcula mediante la fórmula Ed = 2s.a.Er, donde Ed es la energía cedida, s es el recorrido óptimo del proyectil y a es una variable que procede de la expresión exponencial de la variación de la velocidad de un móvil al pasar de un medio a otro y se calcula mediante la fórmula a = (d.C.f1.f2)/(2P.c), donde: a es la variación de la velocidad al pasar un proyectil de un medio a otro, C es el coeficiente balístico del proyectil, f1 es el coeficiente de forma del proyectil, f2 es el coeficiente de precisión que dependen del grado de estabilización de vuelo del mismo, P es el peso y c es el coeficiente elástico de la barrera atravesada y Ed es la energía en el punto de impacto y expresa la energía cedida por el proyectil en cada centímetro de recorrido por la barrera. Para un efecto óptimo del proyectil, su energía en el punto de impacto debe ser totalmente cedida, es decir Ed = Er y como Ed = 2s.a.Er, se deduce que 2s.a = 1, o sea que a = 1/2s. Es por ello que la energía cedida total será igual a la siguiente sumatoria: Ed (i) Σ ═ Ed (de penetración)+Ed (de deformación o hueco temporal)+Ed (calorífica)+Ed (remanente) n-1 La energía de penetración requerida para que un proyectil atraviese la piel humana se expresa en PERF (Kgm/cm²) y se calcula mediante la fórmula: Ed PP = ─── S donde: PP es el poder de penetración, S el área de la sección transversal del proyectil y Ed es la energía cedida. Un proyectil de arma de fuego requiere de 10 PERF para atravesar la piel humana y de 10 a 30 para perforarla y penetrar en los tejidos, la fisura de huesos largos se produce con más de 30 PERF y las fracturas a más de 40 PERF. Por calibres los proyectiles poseen las siguientes expresiones de PERF: 117 La Balística de Efectos Calibre del proyectil .22 Short .22 Long Rifle 6.35 mm Browning 7.65 mm Browning 7.65 mm Mauser 9 mm Browning 9 mm Parabellum .38 Special .357 Magnum .44-40 .44 Magnum .45 ACP Expresión de PERF 24 40 27 40 105 30 75 50 145 60 160 45 - 30 45 30 45 110 35 80 60 150 65 170 55 Fig. 69: Penetración de un proyectil ordinario cal. 9 mm PARA en una barrera de madera de pino. El concepto de poder de penetración de los proyectiles no puede ser confundido con otros manejados habitualmente y que se refieren a la energía cinética mínima necesaria para causar lesiones de determinado nivel de gravedad. Muchos autores basados en esta teoría y en determinaciones experimentales han dado pie a tres criterios distintos de energía cinética mínima de penetración: 1. El Criminalístico, a partir del criterio de la energía necesaria para causar una lesión con las magnitudes previstas en el Código Penal (1.1 Kgm/mm²). 2. El Médico, a partir del criterio de la energía necesaria para dañar a un órgano interno (3 Kgm/mm²). 3. El Militar, a partir del criterio de la energía necesaria para poner fuera de combate a una persona (8 Kgm/mm²) Para ello se utilizaron los datos correspondientes a la velocidad del proyectil y su energía cinética, mediante los procedimientos desarrollados por las ciencias militares para conocer la capacidad mortífera de los proyectiles disparados por las armas de fuego, sin embargo estos métodos resultan extremadamente complejos ya que tienen en cuenta el cálculo de un gran número de variables como la vulnerabilidad de diferentes regiones anatómicas, la probabilidad de impacto en cada una de estas regiones, las características balísticas externas de los proyectiles, el efecto destructor de los mismos, etc.; cada una de estas variables tiene un número 118 La Balística de Efectos elevado de gradaciones e índices de valoración cuyos resultados de análisis experimental se expresan con indicadores numéricos determinados mediante la elaboración estadística de sus índices para demostrar las ventajas y desventajas características de las municiones en fase de estudio con respecto a otras análogas existentes. También debe tenerse presente que en materia militar se trata de lograr el máximo poder de impacto y por ello se operan con tales magnitudes que garantizan una considerable reserva que supera a las necesidades habituales de empleo de las armas de fuego y sus municiones. Sin embargo los objetivos de la criminalística concentran su interés fundamentalmente en los valores mínimos existentes en el punto denominado “límite de impacto”, mientras que en la literatura militar por ejemplo, respecto al calibre combativo 7.62 mm, sólo se señala la energía mínima necesaria para sacar a un soldado de filas (8 Kgm/mm²), o sea la energía mínima conformada por la sumatoria de la energía de penetración, hidrodinámica, de choque, etc. Al mismo tiempo, según la literatura criminalística y médico forense consultada, la práctica señala que las lesiones mortales pueden producirse con proyectiles imbuidos de una energía cinética mucho menor 1 , lo que hace dudar de la utilidad que los criterios militares en este ámbito puedan tener en las determinaciones balísticas de la práctica criminalística. Por ello los criminalistas del extinto campo socialista, en la década del 50 se dieron a la tarea de determinar experimentalmente los criterios de velocidad de vuelo y energía cinética específica 2 mínimos en el límite de impacto. En esta determinación el fundamento del criterio de velocidad mínima lo constituyó la elaboración estadística de los resultados de experimentos llevados a cabo sobre cadáveres, en el proceso de los cuales se trató de alcanzar y registrar la menor velocidad, de proyectiles con calibre entre 5.6 y 9 mm, requerida para penetrar los tejidos blandos y alcanzar a los órganos internos; estableciéndose que este parámetro con independencia de la masa de los proyectiles (de 2,2 a 6 g) y de su energía cinética (de 1,1 a 3 Kgm) se ubica en el intervalo de 97 a 105 m/seg, siendo su media de 101 m/seg. El criterio energético se fundamentó en los resultados de cálculos realizados en dos etapas, durante la primera se determinó la energía cinética específica mínima que garantiza dejar fuera de combate a una persona (o sea se estableció el criterio militar) con un proyectil de fusil calibre 7,62 mm, lo que se logró con una energía cinética general de 8 Kgm, equivalente a 0,175 Kgm/mm², también se realizó la determinación de la energía cinética específica mínima para proyectiles de otros calibres, empleando el concepto de energía cinética equivalente, la cual se determina mediante la fórmula EE = S.0,175 Kgm/mm² (donde EE es la energía cinética equivalente y S es el área de la sección transversal del proyectil escogido para el cálculo). La segunda etapa se extendió a la determinación de la energía cinética mínima en el límite de impacto, partiendo de las mismas leyes físicas y datos empleados en el análisis de la velocidad, de esta forma se estableció que un proyectil con velocidades cercanas a los 100 m/seg con 1 Hasta 0.7 Kgm/mm² según Ustinov. Precisamente específica y no general, por cuanto el índica de sobrecarga energética sobre unidades de área caracteriza con mayor exactitud las cualidades de fuerza de un proyectil. 2 119 La Balística de Efectos diferentes masas y áreas de su sección transversal, poseían una energía cinética específica ubicada en el intervalo de 0,045 a 0,059 Kgm/mm², lo que arrojó una media de 0,05 Kgm/mm², la que es internacionalmente aceptada como criterio energético mínimo de penetración en el cuerpo humano de los proyectiles de las armas de fuego. Por calibres de armas, la energía cinética específica calculada a 35 m, con proyectiles de punta redondeada y con velocidades iniciales superiores a los 100 m/seg. es de: 5,6 mm Long Rifle 6,35 mm Browning 7,62 mm Mod. 1930-33 9 mm PM 1,1 Kgm/mm² 1,6 Kgm/mm² 2,7 Kgm/mm² 3 Kgm/mm² Ya que los conceptos energía y velocidad en Balística se encuentran indisolublemente unidos, vale destacar que según el Departamento Médico de los EEUU, para atravesar la piel humana, un proyectil requiere de una velocidad superior a los 36 m/seg y para un hueso de 61 m/seg. Normalmente los proyectiles de las armas cortas alcanzan velocidades entre 200 y 400 m/seg y las armas largas entre 400 y 1 200 m/seg. VI.3. La Energía de Detención y el Efecto Biológico de los proyectiles. La energía de detención o el Stoping Power como comúnmente se le conoce en inglés, es la energía necesaria para causar un shock doloroso de tal magnitud que inhiba la ejecución por el individuo de las acciones preconcebidas 1 . Se expresa en STP (Kgm/cm²) y se calcula mediante la fórmula ED = Ec.S, donde ED es la Energía de Detención, Ec es la Energía Cinética y S el área de la sección transversal. La energía de detención mínima para dejar fuera de combate a una persona es de 35 STP y sólo se logra con proyectiles cuyo calibre sea mayor a los 9 mm. Tradicionalmente se ha tratado de aumentar esa energía tres vías diferentes: • aumentando el poder de la carga impulsora de los cartuchos • diseñando proyectiles con puntas semiesféricas o planas • diseñando proyectiles de tipo expansivo, que al chocar contra barreras relativamente blandas se deformen en su extremo delantero, asumiendo forma de flor y aumentando el diámetro de su punta de esta forma en 1,5 - 2,5 veces sin fragmentarse. Estos proyectiles básicamente son de cuerpo cilíndrico con el extremo delantero cónico con punta redondeada o cilíndricos de punta semiesférica, con camiseta semiblindada, que 1 Este elemento se comenzó a estudiar después de la llamada Guerra Hispano Cubano Norteamericana, cuando con la ocupación de Filipinas por el USARMY, se apreció que los proyectiles de los revólveres de servicio no lograban detener a los combatientes que antes de lanzarse al ataque ingerían una bebida euforizante elaborada con plantas propias del país. 120 La Balística de Efectos deja al descubierto el plomo del cuerpo del proyectil y contienen en su interior generalmente un núcleo de acero en forma de hongo. Debido a su forma y a la energía cinética de que están imbuidos, no todos los proyectiles, al impactarse con el cuerpo humano ceden la misma cantidad de energía, precisamente por ello, los proyectiles en dependencia de su forma provocan diferente efecto sobre el cuerpo humano, a este efecto se le denomina Efecto Biológico. Los proyectiles cilíndricos de punta plana provocan orificios de entrada de mayor magnitud a los de punta semiesférica y redondeada, los de punta hueca producen grandes efectos si en el punto de impacto conservan la energía necesaria para expansionarse, esto en el cráneo por ejemplo, da lugar a fracturas múltiples, los proyectiles de destinación militar dotados de velocidades de vuelo entre 600 y 1 000 m/seg producen perforaciones de diámetro similar al de su calibre, con mínimas pérdidas de energía y raras veces sufren deformaciones durante la penetración, sin embargo a cortas distancias pueden desprender suficiente energía como para ocasionar la muerte por efecto de choque 1 , su mayor pérdida de energía ocurrirá en caso de chocar durante el trayecto con la estructura ósea. Los impactos de disparos en ráfagas producen mayores efectos biológicos, de acuerdo a cálculos realizados por cirujanos militares, dos impactos en ráfagas equivalen al efecto biológico de cuatro aislados y tres al de nueve. Si los proyectiles sobrepasan los 600 m/seg pueden provocar un efecto hidrodinámico desbastador en los tejidos blandos, con efectos mortales, ya que su onda de choque de acuerdo al principio de la mecánica de los fluidos, presiona a los líquidos contenidos en los mismos, causándoles grandes desgarros, este efecto se aprecia fundamentalmente en el cerebro, el corazón, los pulmones, la vejiga, etc. 1 La onda de choque afecta sensiblemente al sistema nervioso (shock traumático nervioso) y provoca la muerte por inhibición, pues deja de funcionar el sistema regulador de la frecuencia cardiaca, produciéndose un para, ésto quedó plenamente demostrado durante la Guerra de Vietnam, cuando se estudió las causa de la muerte de miles de patriotas vietnamitas con lesiones aparentemente benignas, producidas con proyectiles procedentes del cartucho .223 Remington de los fusiles AR-15. 121 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego VII. La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego. Muchos autores han coincidido a lo largo de los años en afirmar (y con razón, de acuerdo a nuestro juicio), que la Inspección del Lugar del Suceso constituye la Acción de Instrucción o Diligencia de Prueba más importante de la Fase Preparatoria, ya que la persona encargada de realizarla (o todos los participantes en la misma), durante su desarrollo tienen la oportunidad de percibir e interactuar directamente en calidad de investigadores con el sitio donde se produjo el delito, en conjunto e interacción con todos lo objetos materiales que el mismo contiene, lo que le permite adquirir un dominio cognoscitivo del hecho acaecido, sin la interdicción de terceros sujetos o medios. Esta acción tiene para la Técnica Criminalística en todo su contexto una trascendencia singular, ya que se trata de la única ocasión procesal en la que el perito desarrolla un “trabajo de campo” en el que puede poner en juego todas las posibilidades investigativas de las diferentes especialidades que tradicionalmente se han identificado con el Laboratorio de Criminalística. El trabajo pericial en el Lugar del Suceso ha transcurrido por diferentes etapas evolutivas, desde la recolección de huellas in situ por legos de la Criminalística, hasta la contemporaneidad, en que se considera indispensable la especialización de los peritos en el trabajo del Lugar del Suceso, es decir en el trabajo de búsqueda, detección, revelado, levantamiento, conservación e investigación preliminar de todas las categorías de huellas que son estudiadas por la Criminalística. En una época se consideró que el Lugar del Suceso en determinados tipos de delitos era patrimonio de especialidades muy concretas de la Técnica Criminalística, así a los delitos de sangre asistían generalmente los biólogos, a los vinculados a las drogas y los envenenamientos, etc. los químicos, a los accidentes y averías los de AVEXI y a los vinculados a disparos los balistas. Esta preselección del perito adecuado para cada hecho conforme a su perfil profesional, a nuestro juicio resulta errónea, ya que en todo hecho delictivo se desarrollan un conjunto de acciones productoras de huellas disímiles que no pueden ser consideradas típicas de alguna especialidad, partiendo de este juicio, en un homicidio provocado por un disparo de arma de fuego, no puede esperarse solamente la existencia de casquillos y proyectiles para ser estudiados por la Balística, si no también huellas dérmicas sobre el arma, restos de nitratos y nitritos tanto en el arma como sobre la víctima y el presunto victimario, huellas hemáticas, pelos y fibras de diferente origen, rebotes sobre barreras constituidas de materiales de diversa resistencia, etc., todo lo cual constituye un segmento del objeto de estudio de diferentes especialidades de la Técnica Criminalística. Sin embargo en cualquier delito la Inspección del Lugar del Suceso presenta elementos comunes a todas las especialidades periciales, entre los que sobresalen los objetivos de esta acción, que constituyen el eje fundamental de cualquier proceso lógico de obtención de conocimiento: a) Ubicar el Lugar del Suceso b) Determinar si en el mismo ocurrió o no un delito y cual. c) Establecer si el delito en cuestión ocurrió en este o en otro lugar. 122 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego d) Identificar cuales huellas, evidencias u otros elementos de cualquier tipo pudieron haber sido producidos o abandonados por el comisor en el Lugar del Suceso. e) Reconocer si en el Lugar del Suceso se adoptaron o no medidas de enmascaramiento o falsificación de las huellas para entorpecer el esclarecimiento del hecho, cuales fueron y que resultados arrojó su investigación. f) Esclarecer cuantos fueron los comisores, por cual vía o vías penetraron y salieron, si se auxiliaron en su traslación de algún medio de transporte, cual y conque fines 1 . g) Diagnosticar cuales huellas y evidencias pudieron quedar sobre los cuerpos y ropas de la víctima y el victimario y cuales sobre el instrumento o arma del delito. h) Relacionar las circunstancias negativas que aparecen en el lugar del delito. i) Valorar cuales fueron a juzgar por las condiciones del lugar del suceso los fines y motivos del delito y de otras actividades colaterales desarrolladas por el comisor en el Lugar del Suceso, así como cuales condiciones propiciaron la comisión del delito. Todo lo cual constituye el fundamento objetivo necesario para soportar el Plan de Versiones de la investigación, que a su vez es el punto de partida del proceso cognoscitivo en Criminalística. Mucho se ha escrito acerca del concepto de esta acción, su clasificación, objetivos, importancia, etc., por lo que no estimamos pertinente profundizar en este particular que ha sido ampliamente debatido por decenas de autores en sus obras, sólo señalaremos el criterio conceptual que sustentamos y que fue enunciado en otra obra anterior 2 y relacionaremos a otros tipos de inspecciones ampliamente utilizados por la Balística Criminalística que serán revisados posteriormente con mayor profundidad. Consideramos que en el más amplio sentido, la Inspección del Lugar del Suceso, es una acción de instrucción consistente en la investigación practicada por las personas autorizadas en la Ley de Procedimiento Penal de las condiciones del sitio donde se cometió un hecho delictivo y de objetos aislados vinculados a el 3 y está dirigida al descubrimiento, revelado, fijación, levantamiento e interpretación o investigación preliminar de aquellas huellas, evidencias, informaciones o elementos de cualquier otro tipo, que en calidad de prueba material permita dentro de límites objetivos posibles, demostrar la presencia o ausencia de los elementos fácticos que permitan calificar al hecho investigado como delito, así como construir y comprobar las versiones del mismo, procesar la información necesaria para orientar la búsqueda de los comisores durante la investigación preliminar 4 y determinar las causas y condiciones que contribuyeron a su comisión. Dentro del conjunto del resto de los tipos de inspección estrechamente vinculados a la Inspección del Lugar del Suceso se encuentran: 1 En el caso particular de la Balística Criminalística, este objetivo también puede referirse a cuantas armas participaron en el hecho, desde cuales sitios dispararon, si se emplearon armas atípicas u otros aditamentos en el tiro, cuales y conque fines, etc.. 2 Posada Jeanjacques J. A.: “La Ciencia Criminalística”. Facultad de Derecho de la Universidad de Oriente. Santiago de Cuba. 1992. Pp. 56. 3 Locales e instalaciones, objetos, documentos, personas y cadáveres. 4 También denominada en nuestros círculos policiacos “Primer Ataque”. 123 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego • • • • • La inspección de locales e instalaciones que no constituyen propiamente Lugares del Suceso y que se realiza como medida preliminar o preparatoria de otras acciones de instrucción tales como: Experimentos de Instrucción o Reconstrucciones de Hechos, conforme a las reglas generales de la Inspección del Lugar del Suceso. Inspección de objetos, la cual se materializa de dos formas fundamentales: 1. Cuando el objeto detectado durante una acción de instrucción determinada (registro, ocupación, etc.) debe ser investigado detalladamente en condiciones más propicias que no pudieran lograrse en el sitio de la detección. 2. Cuando el objeto es entregado al instructor u otra autoridad actuante por sospechosos, cómplices, víctimas, testigos, etc., y se precisa establecer su identidad y relación con el hecho que nos ocupa. La inspección de documentos, es muy similar a la inspección de objetos y se practica para determinar si el mismo contiene alguna información (en el sentido más amplio de éste término) importante que lo convierta en prueba material 1 . La inspección de personas, comúnmente conocida como Reconocimiento de Personas, es una acción dirigida a inspeccionar diferentes partes del cuerpo de víctimas o victimarios a fin de detectar en ellas huellas del delito. La inspección de cadáveres constituye una modalidad especial de la inspección de personas, también se conoce como Reconocimiento de Cadáveres y aunque generalmente se asocia a la práctica Médico Legista, en el caso que nos ocupa, se ejecuta con la activa participación de peritos balistas a fin de detectar, fijar e interpretar desde el punto de vista criminalístico las diferentes huellas típicas o no de la comisión de determinado delito sobre el cuerpo humano con el concurso de armas de fuego. Durante la Inspección del Lugar del Suceso los actuantes deberán extremarse en el cumplimiento de cuatro tareas fundamentales: 1. Búsqueda y detección de los elementos vinculados al caso en cuestión. 2. Fijación de los mismos (tanto desde el punto de vista gráfico como legal). 3. Investigación preliminar e interpretación de las huellas y evidencias detectadas, lo cual incluye la solución pericial de cuestiones diagnóstico criminalísticas encaminadas al direccionamiento de la investigación durante el “primer ataque”. 4. Ocupación del Corpus Delictis. Este último aspecto define la táctica del enfrentamiento pericial para cada tipicidad delictiva, ya que éstos caracterizan a los mecanismos de la comisión del delito y al conjunto de huellas que pueden aparecer en cada lugar concreto en virtud de sus condiciones ambientales, su naturaleza, estructura, dimensiones, ubicación, mobiliario, etc.. Para los delitos que se cometen mediante disparos o con el concurso de armas de fuego, este Corpus Delictis puede estar constituido por: • Casquillos percutidos • Proyectiles (elementos aislados de ellos o sus fragmentos) • Cartuchos completos percutidos o sin percutir 1 Durante la Inspección del Lugar del Suceso donde se produjo un disparo de escopeta, podrán inspeccionarse en calidad de documentos, tacos de papel o fragmentos de casquillos. 124 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego • • • • • • • Tacos Separadores Contenedores de munición Armas de fuego (o elementos aislados, o sus fragmentos) Barreras impactadas por proyectiles (incluye a las víctimas) Otros elementos circunstanciales ligados al empleo de un arma de fuego en la comisión de un hecho delictivo Otras huellas que constituyan objeto de estudio de especialidades diversas de la Técnica Criminalística Todo lo cual define como tipos de inspección particulares de la Balística Criminalística a: 1. La Inspección del Lugar del Suceso. 2. La inspección de armas de fuego. 3. La inspección de casquillos. 4. La inspección de proyectiles. 5. La inspección de brechas motivadas por el paso o el rebote de los proyectiles (incluidas las brechas sobre cadáveres). 6. La inspección de personas. VII.1. La Inspección del Lugar del Suceso. Aun cuando la Ley de Procedimiento Penal le adjudica la Instructor el derecho de decidir sobre la conveniencia o no de realizar la Inspección del Lugar del Suceso asistido de un perito, es recomendable que en todos los casos en que se produzcan disparos, el Instructor se haga acompañar de uno especializado en lo que será menester realizar en el Lugar del Suceso, es decir del especialista que en algunos textos hispanoamericanos se llama comúnmente “Perito de Campo” 1 o en su defecto de un Perito Balista, el cual deberá ayudarlo durante la detección fijación e investigación preliminar de las huellas y evidencias de este tipo de delito, igualmente el perito asesorará al Instructor durante la extracción y embalaje para su conservación de las pruebas, en la redacción del Acta de Inspección del Lugar del Suceso, la confección de los croquis correspondientes y en la formulación de las interrogantes que pueden ser solucionadas en condiciones de laboratorio posteriormente de manera más profunda, ya que los resultados de la peritación criminalística dependen en gran medida de hasta donde se haya extremado la calidad de la preparación de los materiales que serán objeto de investigación. Solo podrá llevarse a cabo una Inspección del Lugar del Suceso calificada, en la medida en que el sistema de enfrentamiento policial garantice: 1 Defendemos el criterio de la necesidad de una especialidad pericial particular encargada de ejecutar las acciones propias de la etapa denominada “Primer Ataque”, a la que hemos denominado Especialidad de Enfrentamiento Pericial y no del Lugar del Suceso como usualmente le llaman otros autores; consideramos que esta última denominación circunscribe el actuar de sus especialistas únicamente a esa acción de instrucción, mientras que para garantizar la participación pericial en la necesitada continuidad investigativa, los marcos de su competencia deben de extenderse más allá de la inspección. 125 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego 1. La estricta preservación del Lugar del Suceso 1 . 2. La rápida concurrencia al mismo de todas las fuerzas especializadas involucradas en su investigación. 3. La correcta organización de la ejecución de la inspección en cada una de las etapas y su dirección centralizada por el Instructor. 4. La elevada preparación técnica, táctica y metodológica de los especialistas encargados del enfrentamiento. 5. Una adecuada fijación del ambiente, el proceso de inspección y de sus resultados. En aquellos casos en que resulte imposible proceder a una pronta Inspección del Lugar del Suceso, deberán extremarse las medidas de preservación que contrarresten la transformación natural o la desaparición de cualquier elemento de interés. Lejos de lo que muchos consideran, los errores u omisiones que se cometan durante la Inspección del Lugar del Suceso no pueden ser solucionados durante una segunda inspección o Reinspección del Lugar del Suceso como también suele llamársele, ya que el transcurrir del tiempo, ligado a lo que concierne a la cotidianidad, traen consigo la transformación del lugar del crimen (se levanta el cadáver, desaparecen las huellas de disparos cercanos, se transforman las manchas de sangre, proyectiles y casquillos se mueven del lugar e incluso desaparecen en manos de terceras personas, etc.). En los casos de disparos de armas de fuego o de la comisión de delitos con la intervención de armas de fuego, la Inspección del Lugar del Suceso persigue los siguientes objetivos: 1. Detección del arma de fuego, sus cartuchos, casquillos percutidos, proyectiles disparados y huellas del disparo (brechas, hollín, granos de pólvora deflagrados o no, etc.) sobre diferentes barreras. 2. Realización de determinaciones de diagnóstico vinculadas al mecanismo del hecho, la ubicación e interrelación entre la víctima, el victimario y el arma. 3. Fijación de la ubicación y posición de las diferentes huellas detectadas. 4. Fijación de las características y el estado de estas huellas. En el ámbito de la Balística Criminalística la acción de instrucción que nos ocupa responde a la estructura general de la Inspección del Lugar del Suceso elaborada y desarrollada por la Táctica Criminalística e igualmente se divide en las etapas Preparatoria, de Trabajo y Conclusiva, con la particularidad de que durante la Etapa de Trabajo, en el marco de la Inspección Dinámica, la elección de la forma de inspección dependerá en primer orden de las características del Lugar del Crimen y del comportamiento del disparo. De esta manera en los lugares abiertos, una vez establecida la línea de tiro, la inspección con el objetivo de detectar el proyectil se realizará en forma lineal, en esos mismos lugares abiertos la inspección dirigida a localizar los casquillos percutidos debe llevarse a cabo por sectores, mientras que en los lugares cerrados, en los que se hayan realizado varios disparos la inspección se llevará a cabo de forma concéntrica. 1 Salvo en los casos de existir víctimas humanas, en los que se exige determinar si las mismas requieren de asistencia médica y su inmediato traslado a un centro asistencial, se aceptará la violación de la preservación. 126 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego Fig. 70, 71 y 72: Tipos más usuales de Inspección del Lugar del Suceso para aquellos casos donde ocurren disparos de armas de fuego. Deberá centrarse la atención en la detección de elementos que aclaren el mecanismo del hecho y la identificación del arma empleada. Para ello es preciso, además de obtener las huellas típicas de la Balística Criminalística, determinar: 1. Ubicación y posición de la víctima al producirse el (o los) disparos. 2. Ubicación y posición del tirador. 3. Número de disparos realizados, consecutividad y trayectoria de los mismos. La ubicación y posición de la víctima que resultara lesionada como consecuencia del disparo deberá obtenerse mediante su interrogatorio por el instructor actuante en el cual el perito participará pasivamente, pudiendo formular con la debida autorización del instructor, sólo aquellas preguntas que le permitan precisar el particular, los elementos obtenidos de esta forma tienen que ser corroborados en el Lugar del Suceso con otros de carácter técnico criminalísticos y de obtenerse resultados coincidentes entre el testimonio de la víctima y los datos de la inspección se podrá considerar el sitio indicado como útil para posteriores determinaciones balísticas. 127 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego Si la víctima resultara occisa, no podrá en ningún caso asumirse como ubicación y posición del cadáver al recibir el disparo la imperante al iniciarse la inspección, si no la adoptada como resultado del impacto del proyectil, el movimiento y caída del cuerpo, ya que el deceso no ocurre de manera instantánea, por lo que pudo haberse movido e incluso trasladado del lugar donde recibió el impacto antes de morir 1 , además debe considerarse que el cuerpo humano no permanece erecto y rígido constantemente, si no que asume a voluntad o por otras causas diversas posiciones gracias a la flexibilidad que poseen ciertas articulaciones e incluso sistemas osteomusculares como el cuello, el tronco, las rodillas, etc.. Por ello el cuerpo de la víctima debe ser estudiado acorde a las reglas de la inspección general de cadáveres en el propio ambiente del Lugar del Suceso y sólo como resultado de esta inspección podrá dictaminarse sobre su ubicación y posición al recibir el impacto del proyectil. Determinar la ubicación y posición del tirador resulta un tanto más compleja, ya que en la mayoría de los casos se logra solamente desde la línea de tiro que se construye a partir de las lesiones de la víctima (conociendo previamente su ubicación y posición al recibir el disparo) o a partir de testimonios, pero también puede determinarse a partir de la ubicación de los casquillos eyectados, ya que cada arma de fuego 2 posee acorde a su diseño determinadas distancias, ángulos de eyección y dispersión de los casquillos los que pueden conocerse en catálogos especializados o pueden determinarse experimentalmente. 1 Además deberá valorarse si el victimario o terceras personas movieron el cadáver para cerciorarse si permanecía con vida, registrarlo, sustraerle algún bien o con otros fines. 2 Excluyendo a los revólveres y a algunos tipos de armas carentes de mecanismo de eyección por estar destinadas a la práctica de disparos aislados. 128 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego Características de la eyección de algunas de las armas de fuego automáticas cortas frecuentes en nuestra práctica pericial Marca y Modelo Colt mod. Pocket Mauser Ortiz Webley Scott Savage Mauser TT mod. 1930-33 Browning mod. 1900 Browning mod. 1910 Radom mod. VIS Walther mod. P-38 Luger mod. 1908 Luger mod. 1908 Colt mod. Pocket Frommer mod. Baby Browning mod. 1935 Mauser mod. 1909 Colt mod. 1911A1 Calibre en mm 6,35 6,35 7,65 7,65 7,65 7,65 7,62 7,65 7,65 9 9 7,65 9 9 7,65 9 7,63 11,55 Angulo de Distancia de Dispersión de los casquillos Eyección en Eyección en Longitudinal Transversal grados cm En cm En cm Hacia arriba 200 200 110 300 210 360 30 215 130 110 90 255 125 90 50 250 150 10 50 850 200 200 80 400 400 400 120 200 400 210 97 190 180 260 80 200 300 400 270 190 300 200 160 180 170 70 150 260 200 110 128 210 50 70 8 140 95 25 51 80 60 35 Hacia delante 370 450 30 Hacia arriba 360 360 La distancia y dirección de la eyección de estos casquillos dependen de las características constructivas de cada modelo, de las cualidades específicas de cada ejemplar y de la posición del arma al realizarse el disparo en relación con el nivel del suelo. De haber ocurrido el hecho en un sitio susceptible a la formación de huellas de calzado, la ubicación del tirador puede establecerse a partir de las mismas, ya que para el tiro con diferentes tipos de armas de fuego se asume comúnmente una postura particular en la que la posición de los pies se diferencia totalmente de la que se aprecia en una senda común de los pasos. El número de disparos se establece a partir del número de brechas, proyectiles, casquillos y tacos que se detecten durante la inspección, pero deberá tenerse presente lo siguiente: 1. No todos los proyectiles logran hacer blanco, por ello el número de brechas puede ser menos que el de disparos realizados. 2. Más de un proyectil pueden penetrar a través de una misma brecha, por lo que la determinación pericial en este caso no será concluyente hasta tanto no se inspeccione el fondo de la brecha. 3. Algunas brechas conforme a la naturaleza de la barrera pueden proceder de un solo disparo que atraviesa varios planos, es decir se conforma un conjunto de brechas 129 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego múltiples 1 , por lo que será menester reconstruir el estado de la barrera al recibir el disparo y realizar un análisis lógico del mecanismo de formación de las brechas antes de emitir algún juicio en relación con el número de disparos realizados. 4. Un proyectil durante el vuelo, en dependencia de la energía que lo asiste, puede atravesar más de una barrera, por lo que se contabilizará a lo largo de su trayectoria de vuelo sólo la primera de las barreras impactadas para definir el número de disparos. 5. Los proyectiles pueden deformarse, descomponerse 2 o fragmentarse al atravesar una barrera resistente, por lo que se contabilizarán los disparos sólo a partir de brechas que no dejen lugar a dudas sobre su origen. 6. Algunos tipos de armas no eyectan a los casquillos percutidos o conservan en la recámara el casquillo correspondiente al último disparo, hasta tanto el tirador no manipule el cierre, por ello el número de disparos puede ser superior a la cantidad de casquillos que se detecten durante la Inspección del Lugar del Suceso. La consecutividad de los disparos, o sea la determinación del orden en que fueron realizados a partir de sus huellas sobre diferentes barreras, se puede determinar por dos vías, la primera mediante procedimientos físico-químicos que permitan cuantificar los restos de lubricantes sobre las huellas del disparo, atendiendo a que los proyectiles al recorrer el cañón arrastran a los restos de lubricantes que existen sobre las superficies del ánima, por lo que lógicamente en disparos sucesivos, los últimos proyectiles disparados se acompañarán de un volumen menor de lubricantes, que se reflejarán con una concentración menor en los alrededores de la brecha en la barrera; la segunda vía sólo es válida para los disparos producidos sobre barreras como el vidrio, el plástico e incluso huesos, estas barreras son susceptibles a recibir la energía del proyectil durante el choque, la que se transmite en ondas radiales y concéntricas que parten del centro de la brecha de traspaso, estas ondas de energía son delimitadas en la barrera por las grietas que se conforman al quebrarse la superficie, por ende las grietas tanto radiales como concéntricas que provocan los disparos sucesivos se verán interrumpidas por las grietas ya existentes como resultados de disparos anteriores. 1 Por ejemplo cuando un proyectil disparado atraviesa varios pliegues de una prenda de vestir (una camiseta plegada sobre el pecho de la víctima). 2 Separarse los diferentes elementos que lo conforman, es decir: separarse la camiseta del cuerpo o el cuerpo del núcleo, etc. 130 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego Fig. 63: Huellas de dos disparos sucesivos sobre el cristal (el primer disparo se ubica a la derecha de la fotografía). Se puede juzgar acerca de la trayectoria de los proyectiles en el lugar del suceso, valorando las características de las brechas sobre diferentes barreras, ya que el fenómeno mecánico que se origina cuando el proyectil la atraviesa depende en gran medida del sentido en que actúa la fuerza del disparo sobre la barrera, la resistencia elástica de esta última y de los fenómenos físicos que tienen lugar cuando el proyectil pasa de un medio gaseoso a otro sólido y viceversa. La influencia de todos estos factores provoca que se originen una serie de características generales, tanto en el orificio de entrada como en el de salida y a lo largo del canal que provoca el proyectil, los que permiten concluir, con pequeño margen de error, sobre el sentido de la trayectoria del disparo que se investiga 1 . Una vez concluida la etapa de trabajo de la Inspección del Lugar del Suceso, al perito le restarán misiones no menos importantes que las cumplimentadas, ya que durante la etapa conclusiva le corresponderá asesorar al instructor en la redacción del Acta, así como en la conformación del croquis donde se señalarán todos los elementos detectados durante la inspección con sus correspondientes mediciones, las que sed reflejarán en el croquis de la manera más fiel posible, ya que podrán ser el punto de partida para en el futuro realizar otras Acciones de Instrucción u otras determinaciones periciales, cálculos, experimentos, etc. en condiciones de laboratorio. También será responsabilidad del perito, conjuntamente con el Instructor, la confección de la Fototabla Ilustrativa que se anexará al Acta, en ella deberán ilustrarse todos los elementos que se hubiesen detectado o establecido, siempre que puedan ser objetivamente ilustrados por la Fotografía Criminalística, se tendrán en cuenta con esos fines todas las reglas de la Fotografía General y Criminalística (tanto Operativa como Investigativa), las que facilitarán poder contar con fotos lo suficientemente ilustrativas, tanto para versados como para legos en los quehaceres de nuestra profesión. La ocupación y embalaje de las huellas y evidencias del disparo también tienen particularidades propias y muy importantes, que explicaremos en el epígrafe correspondiente a cada una de ellas. VII.2. Inspección de las Armas de Fuego. Antes de proceder a la inspección de las armas de fuego en el Lugar del Suceso, es preciso establecer con exactitud su ubicación con precisión de hasta 1 cm, en relación con puntos de orientación inmóviles y fácilmente identificables como paredes, marcos de puertas y ventanas, árboles, postes del tendido eléctrico o telefónico, etc., y también en relación con otros elementos, que aunque posean movilidad relativa, guardan singular importancia con el hecho que nos ocupa (el cadáver, casquillos percutidos, manchas de sangre, otras barreras menores impactadas 2 , etc.), deberá especificarse también hacia donde apunta el cañón y sobre que lado descansa el arma en la superficie donde se encuentra. 1 2 Esos particulares se describen en el Capítulo VI, epígrafe 1. Muebles. 131 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego Sólo después de describir estos particulares y de fijarlos debidamente tanto en el Acta como en el croquis y mediante fotografías, el arma podrá ser levantada del sitio donde se encontró, lo que responderá a la necesidad de estudiarla más profundamente y realizar su ocupación. No debe olvidarse que las zonas de relieve uniforme en las superficies del arma pueden ser portadoras de huellas dérmicas 1 , por ello deberá elegirse cuidadosamente el sitio por donde la misma se asirá, a fin de no destruir esas huellas, además debe tenerse en cuenta el peligro latente que representa un arma presumiblemente cargada, por ello aunque con cuidado, el arma debe ser tomada con seguridad, personalmente consideramos como inefectivos y sumamente peligrosos métodos como: - Auxiliarse del pañuelo para tomar el arma (el tejido textil y por demás contaminado con el sudor, la grasa e incluso el mucus de su propietario, a pesar del mensaje proveniente de los filmes “Hollywoodenses”, si son capaces de destruir las huellas que pudieran albergar las superficies del arma, además una vez cubierta el arma con el pañuelo es preciso acudir al sentido del tacto para conocer las diferentes partes que se tocan, lo que puede provocar accidentes). - Utilizar pinzas para recoger el arma (puede resbalar el arma y caer al suelo si no se ha oprimido la pinza lo suficiente o si su extremo de trabajo carece de relieve antirresbalante, lo que acarrearía un accidente). - Auxiliarse de plumas, bolígrafos o de cualquier otro objeto alargado para levantar el arma por el guardamonte o el ánima del cañón (pude originar los mismos resultados que el caso anterior al producirse el choque contra el suelo). - Tomar el arma con miedo o “excesivo cuidado” (todo en exceso siempre ha sido perjudicial, la falta de profesionalidad siempre constituye un peligro latente). Reiteramos que el arma debe ser tomada con las manos enguantadas y plenamente seguros de si mismos, nunca se tomará el arma por el cañón, ni por sitios cercanos al disparador o al martillo, siempre se tratará (en lo posible) de tomar el arma por las áreas rugosas o irregulares y sólo después de levantar las huellas existentes en sus superficies se procederá a descargarla; una vez eliminado el peligro que constituye manipular un arma cargada, no se manipularán sus mecanismos ni se accionarán el disparador o el martillo, ya que estas operaciones pueden alterar el estado de sus mecanismos y piezas, con lo que se influirá en la objetividad de investigaciones periciales posteriores 2 . Durante la inspección se tomarán medidas encaminadas a evitar la destrucción de las huellas del disparo ubicadas dentro del ánima del cañón, para lo cual el mismo se sostendrá en posición vertical y la boca de fuego del arma se taponará con algodón estéril y se sellará la boca de 1 Aunque no se descarta que estas superficies porten también otros tipos de huellas: masa encefálica, tejido dérmico, pelos y sangre dentro del ánima junto a la boca del cañón, microfibras textiles o de otro tipo en la junta de las cachas, en sus grietas, alrededor del martillo o el disparador, sangre sobre diferentes puntos, huellas odorológicas fundamentalmente en las cachas, etc. 2 Nos referimos a peritajes posteriores encaminados a determinar el estado técnico del arma y su aptitud para realizar disparos fundamentalmente. 132 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego carga 1 , cumplimentando de esta forma el primero de los pasos correspondientes a la cadena de custodia de las huellas del disparo. El perito deberá fijar: 1. Posición del martillo. 2. Posición del seguro. 3. Existencia de cartuchos en la recámara o la cámara ubicada frente a la boca de carga del cañón (para el caso de los revólveres). 4. Existencia de cargador en el nicho y cuantos cartuchos contiene, si alguno de ellos está percutido y cuales son las marcas que en su culote identifican la procedencia de los mismos. Durante la inspección también se fijarán todas las inscripciones visibles sobre las superficies exteriores del arma (en ningún caso se realizará el desarme del arma en el Lugar del Suceso), incluidos las que pudieran aparecer sobre el cargador y la bayoneta, este paso también servirá a los efectos de apreciar si están presentes todas las partes fundamentales del arma en cuestión o si falta alguna pieza exterior y también si alguno de sus elementos fundamentales o aquellos conducentes a la identificación de su propietario legal fueron sustituidos por otros similares. Debe concedérsele particular importancia a la búsqueda, detección y fijación en la superficie del arma de cualquier huella que sirva para sustentar o derogar cualquier versión vinculada a accidentes en el tiro o a disparos involuntarios, las cuales deberán someterse a una discusión objetiva e incluso confrontación con otros elementos que se hubieran detectado en el Lugar del Suceso. El arma deberá ser convenientemente embalada, este embalaje puede resumirse a taponear la boca de fuego del arma y sellar el cierre como ya hemos señalado, colgando de cualquiera de las partes exteriores del arma que lo permitan una etiqueta, donde se consignarán los datos referentes al caso de donde procede y el sitio donde la misma fue ocupada, sin embargo siempre que las dimensiones del arma lo permitan, es recomendable colocarla dentro de un sobre de nylon u otro envoltorio adecuado. Los cargadores o las municiones que se encontraran contenidos en el arma, se embalarán siempre por separado en evitación de accidentes, en el caso de los revólveres, antes de extraer los cartuchos del tambor, se graficará la ubicación de los mismos en sus correspondientes cámaras, nunca se extraerán los cartuchos de los cargadores removibles. VII.3. La inspección de los Casquillos. Los casquillos constituyen un elemento muy importante que permite establecer el tipo, marca, modelo y calibre del arma utilizada para percutirlo, así como identificarla a partir de las huellas particulares que contiene. 1 En algunos tipos de armas de fuego basta con inmovilizar al cierre, lo que limitará la pérdida o transformación de las huellas cercanas a la boca de carga. 133 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego La búsqueda y detección de los casquillos no siempre resulta una tarea sencilla, primeramente como señalamos, es necesario ubicar en el Lugar del Suceso el sitio desde donde se produjo el disparo y partiendo del conocimiento de cómo se realiza la eyección de los casquillos en los diferentes tipos de armas de fuego 1 se necesitará inspeccionar sus alrededores, teniendo en cuenta que en dependencia de la dureza de la superficie del suelo, y de los muebles u otros elementos duros del Lugar del Suceso, el casquillo puede rebotar y alejarse del sitio de su probable hallazgo, o caer en los sitios menos esperados, como zapatos, en los pliegues de prendas de vestir, vasijas con diferentes contenidos, oquedades de muebles, lámparas, etc.; si el disparo hubiera sido producido en exteriores cubiertos de hiervas o arbustos, la búsqueda resultará todavía más compleja, ya que en esos sitios los casquillos por su coloración y pequeñas dimensiones pueden confundirse y no ser detectados; en esos casos siempre es recomendable que la búsqueda de estos elementos se realice por sectores, forma de inspección que facilita la búsqueda de pequeños objetos en grandes áreas 2 de terreno, en esos casos el perito también podrá auxiliarse de detectores de metales o buscaminas que graduados a determinada sensibilidad facilitan la detección de pequeños objetos metálicos, sin embargo téngase siempre presente que partiendo de que la mayoría de los casquillos se encuentran conformados de metales no ferrosos o sus aleaciones, así como de cartón y plástico, no todos los detectores de metales y buscaminas existentes en el mercado son efectivos en este tipo de búsqueda, por estar concebidos para la detección básicamente de metales o aleaciones ferrosos y de considerable volumen 3 . El primer paso a ejecutar una vez detectado el casquillo, lo constituye la fijación de la ubicación topográfica del mismo, tanto en el acta de inspección como en el croquis del Lugar del Suceso, esta necesidad crece cuando se detecten varios casquillos percutidos, ya que a partir de su ubicación se podrá conocer el mecanismo del hecho, la consecutividad de los disparos y el comportamiento del tirador en el Lugar del Suceso. Cada casquillo encontrado debe ser identificado con números consecutivos, para lo cual se consignarán sus características generales y si se encuentra o no percutido. Las características que deben describirse son las siguientes: • Inscripciones en el culote • Forma • Material con el cual está constituido • Color • Largo total 1 Deberá recordarse que aunque un gran número de sistemas de revólveres y escopetas no eyectan sus casquillos una vez realizado el disparo, sí lo realizan durante la operación de recargarlas, por lo que en esos casos los casquillos pueden no aparecer precisamente en el sitio donde se realizaron los disparos. 2 La gran dimensión del área es relativa, teniendo en cuenta las pequeñas dimensiones de los casquillos. 3 Existe determinada experiencia nacional del empleo de canes de rastro entrenados para la búsqueda de armas y/o municiones que durante Registros de Terreno han colaborado eficientemente en la búsqueda de casquillos. 134 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego • Diámetro máximo 1 No deberán ofrecerse datos sobre el presunto calibre del cartucho al que perteneció el casquillo o sobre el calibre del arma empleada para percutirlo en el propio Lugar del Suceso, ya que allí el perito carece de los medios y el respaldo bibliográfico requerido para ofrecer conclusiones objetivas. Durante el levantamiento del casquillo, deberá tenerse presente que cuando se emplean para el tiro cartuchos profusamente lubricados, el contacto de los dedos con sus superficies provoca la decapación del lubricante en los puntos de contacto con las crestas digitales, por ello debido a la elevación de la temperatura del casquillo como consecuencia de la deflagración de la carga impulsora, pueden formarse huellas negativas, visibles, de color pardo oscuro, estos fragmentos de huellas dactilares, fotografiadas debidamente con el auxilio de una cámara pantoscópica, en dependencia de sus cualidades, pueden servir para identificar a la persona que alimentara el arma. El embalaje del casquillo se logra colocando un pequeño fragmento de papel con el número que lo identifica dentro del casquillo y envolviéndolo o colocándolo dentro de un pequeño sobre de nylon o en una caja de fósforos convencional vacía. En ningún caso se colocarán varios casquillos sin protección juntos en un mismo embalaje o en unión de otros elementos que por su dureza puedan deformar o destruir las huellas existentes sobre sus superficies. VII. 4. La inspección de los Proyectiles. Los proyectiles son tal vez, los portadores de huellas balísticas que requieren de un tratamiento más delicado, estos elementos pueden encontrarse libremente al final de su trayectoria de vuelo libre o de rebote, o empotrados en alguna barrera, sin embargo para encontrarlos, es saludable orientar la búsqueda partiendo de las brechas o huellas de rebote que pudieran detectarse en el Lugar del Suceso, siempre será mucho más fácil obtenerlos si previamente fue establecida su trayectoria de vuelo y a lo largo de la misma se desarrolla una inspección lineal o frontal. De encontrarse libremente sobre cualquier superficie, una vez fijada su ubicación, el proyectil se tomará directamente con las manos a fin de estudiarlo, ahora bien, si se encontrara en el fondo del canal ciego ubicado en el interior de una barrera (incluido el cuerpo humano), se accederá al mismo ampliando el diámetro de la brecha inicialmente y del canal después con un instrumento apropiado, hasta que pueda asirse el proyectil, si debido a la naturaleza de la barrera, a la inaccesibilidad del proyectil o a que éste por presentar deformaciones se aferra al fondo o las paredes del canal, fuera imprescindible sujetarlo o tirar del mismo con una pinza, se tratará de hacerlo por su punta o en su defecto por el cuerpo, dañando lo menos posible las huellas de los 1 No se precisan de otras mediciones en el Lugar del Suceso con fines identificativos, además el resto de las mediciones podrán realizarse posteriormente en condiciones de laboratorio con instrumentos mucho más precisos. 135 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego rayados. Muchas veces la tierra puede ser el blanco donde termina la trayectoria de un disparo 1 , en esos casos los proyectiles pueden alcanzar diferentes profundidades en dependencia de la consistencia del suelo y la potencia del cartucho empleado, para extraerlos una vez detectada la brecha de entrada será necesario extraer la tierra alrededor de la misma, profundizando poco a poco y desmenuzarla sobre una superficie con mucho cuidado o cernirla a través de un tamiz apropiado de acuerdo al calibre del proyectil que se pretende encontrar. En el Lugar del Suceso se describirán las siguientes características del proyectil: • Forma • Material con el cual está confeccionado • Color • Largo total • Diámetro máximo • Número de huellas de rayados que se aprecian • Dirección de las huellas de los rayados Aunque muchos autores recomiendan numerar los proyectiles grabándolos en su base o culote con el empleo de algún objeto puntiagudo, consideramos que lo ideal es embalarlos en pequeñas cajas como las de fósforos, previamente numeradas y protegidas en su interior con una capa de algodón o guata, o en su defecto envolverlos en papel, sobre el que se anotarán previamente todos los datos que se requieran, así evitamos provocar deformaciones adicionales al objeto de investigación pericial. Si el proyectil en cuestión se hubiera extraído del cuerpo humano, es preciso antes de embalarlo lavarlo cuidadosamente 2 , retirando de esta forma de su superficie restos de sangre, grasa y tejidos, sin estregarlo ni frotarlo con nada, luego se pondrá a secar a temperatura ambiente, para finalmente recubrirlo con una delgada película de lubricante, con esta operación se preservarán las características particulares de sus huellas y podrá ser conservado en un Registro adecuado por un tiempo relativamente largo, mientras tanto no haya sido identificada el arma que lo disparó. Al igual que los casquillos, con el objetivo de preservarlos, los proyectiles se embalarán por separado, preservándolos de cualquier golpe contra superficies duras. Determinación del calibre y tipo de proyectil alojado en organismos vivos. En ocasiones la práctica pericial depara “sorpresas” que someten a exámen la pericial del más avezado experto, una de ellas lo constituyen los casos en que proyectiles disparados por un arma de fuego, se alojan en la cercanía de algún órgano vital, el lesionado presenta algún padecimiento que hace imposible la intervención quirúrgica imprescindible para extraerlo o 1 En los casos de disparos dirigidos hacia el suelo, o cuando los proyectiles disparados al “aire” caen por fuerza de la gravitación terrestre o cuando esos mismos proyectiles caen al suelo una vez terminada la parábola que describe su trayectoria. 2 Con una solución de agua jabonosa o sencillamente con agua corriente. 136 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego sencillamente el facultativo decide que por su ubicación, dimensiones, etc. Su presencia dentro del organismo del lesionado no representa al menos temporalmente ningún peligro para su vida. En cualquiera de los casos el perito se verá privado de la posibilidad de examinar el proyectil de una manera tradicional, pero existen otras posibilidades (aunque limitadas) que pueden ayudar al cumplimiento de sus objetivos de investigación, auxiliándose de los “Rayos X” 1 y de una ciencia denominada Radiodiagnóstico 2 . Para el criminalista, en el caso que nos ocupa, la más importante de las propiedades de los rayos "X" son: su poder de penetración; cuando un haz de rayos al atravesar un objeto, pierde parte de su energía, que es absorbida por el objeto; esta absorción depende de: a) la naturaleza del objeto y en particular su número atómico. b) el grosor del objeto. c) c)su densidad o peso específico. d) la longitud de onda de los rayos empleados. De los metales con los que generalmente se confeccionan los proyectiles de las armas de fuego, el plomo, el cobre, el bronce y el latón retienen (o sea absorben) gran cantidad de rayos "X"; sin embargo estos rayos atraviesan con facilidad los tejidos del cuerpo humano, los huesos debido a su alto contenido de sales de calcio, absorben más rayos que el tejido muscular. Es por eso que al revelar una placa radiográfica, la imagen de los huesos se observa más densa que la del tejido muscular o el resto de los órganos. Teniendo en cuenta todo esto, cuando estudiamos la placa radiológica de un área del cuerpo humano afectada por la presencia de un proyectil de arma de fuego, apreciaremos en diferente tonalidades la estructura músculo esquelética de la víctima, así como la silueta de algunos órganos y de forma totalmente transparente podremos apreciar la silueta del proyectil alojado en el organismo en dimensiones aproximadas a su original. La forma de esta silueta puede variar en dependencia de la inclinación que el proyectil adopte en el interior del organismo, de las deformaciones que sufra de haber chocado con algún hueso en su recorrido o con cualquier otra barrera antes de alojarse en el cuerpo de la víctima y las dimensiones son aproximadas debido a que la proyección del haz de rayos con que se 1 Los Rayos "X" fueron descubiertos en 1895 por el profesor de física de la Universidad de Wurtzbourg, Baviera, Alemania Wilhelm Konrad Röntgen, cuando en la tarde del 8 de Noviembre, haciendo funcionar un "Tubo de Crookes" envuelto en papel negro, vio iluminarse brillantemente un recipiente que contenía cristales de platocianuro de bario. Röntgen no tenía idea de los rayos descubiertos, ni de su existencia en la naturaleza, era simplemente un físico que experimentaba con una ampolla de cristal vacía y una corriente eléctrica, por lo que los denominó de una forma bastante literal que ha trascendido hasta nuestros días: rayos, pues realmente lo son; y "X", por que la "X" es el signo con que suele señalarse la incógnita. 2 El descubrimiento que Röntgen presentó a la Wurzburger Physikalisch Medizinischen Gessellschaft (Asociación de Medicina Física de Wurtzbourg) representó una revolución dentro de las investigaciones físicas de la radiactividad y sentó el precedente para el desarrollo dentro de la medicina del Radiodiagnóstico, del cual hoy conocemos una serie de ramas como: Radiografía, Tomografía, Röngentelevisión, etc. Con ayuda de esta última, el radiodiagnóstico ha dejado de ser un mero método descriptivo y hoy permite analizar el movimiento y la función de los órganos y además situar la forma y la estructura en el contexto fisiológico y fisiopatológico del paciente. 137 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego irradia el proyectil se dispersa en forma de cono y al alejar la "pantalla" (placa radiológica) del cuerpo opaco (proyectil) su imagen aumenta en dimensiones. Cada proyectil de los que comúnmente encontramos en el ejercicio de la práctica pericial cubana conocemos que tienen una forma determinada: a) Cilíndricos de punta plana (.38 Sp. de corto alcance o deportivo). b) Cilíndricos de punta semiesférica (9 mm PM). c) Cilíndricos de punta cónica con el extremo delantero redondeado (.38 Sp.; .38 ACP; 9mm PARA; .45 ACP; etc.). d) Cilíndricos de punta redondeada con el extremo delantero ligeramente aplanado (.45 Colt). e) Ojival (7,62mm mod. 1943). f) Cilíndricos de punta redondeada, con el cuerpo en relieve de pliegues, anillos o caneluras dispuestos perpendicularmente a su eje longitudinal (.22 de diversos tipos). Estas formas se pueden apreciar con nitidez en la placa radiográfica, cuando el proyectil posee una inclinación que oscile aproximadamente de 90 a 30 grados con respecto al haz de rayos. Fig. 64: Imagen radiológica de un proyectil cal. 7,65 mm Br inclinado entre 60 y 90º. Partiendo de las observaciones practicadas en las inclinaciones de proyectiles de diferentes formas y calibres en placas radiológicas de casos reales estudiados por el Departamento de Medicina Legal del Hospital Provincial Docente "Saturnino Lora" de Santiago de Cuba durante varios años, proponemos una pequeña tabla que puede servir para auxiliarnos en estas determinaciones: 138 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego Fig. 65: Tabla elaborada experimentalmente a partir de imágenes radiológicas de proyectiles de diferentes calibres. En ocasiones podemos incluso determinar la forma de unión del proyectil al casquillo, si en la placa se aprecia la silueta de la ranura de engarce. 139 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego En caso de que resulte necesario conocer la ubicación exacta del proyectil dentro del cuerpo de la víctima (ya sea para trazar la trayectoria del canal de la herida o para apoyarnos en esta trayectoria para determinar la línea de tiro en el lugar del suceso), debemos tener en cuenta que existen métodos en radiología para realizar estas determinaciones. En estos casos cuando se requiere conocer la ubicación del proyectil en cualquier región anatómica del cuerpo, se realizan dos clichés en una misma placa sin mover el cuerpo de la víctima, a una misma altura del anticátodo o tubo radiológico, sólo desplazándolo hacia uno de los lados en una dimensión previamente establecida. Entonces además de visualizar su posición podremos determinar la profundidad alcanzada por el proyectil apoyándonos en esta fórmula: a X = H ----d+a Donde: X: distancia entre el anticátodo y el proyectil. H: altura desde la placa radiológica hasta el anticátodo. a: dimensión entre I y I'. (I: posición del anticátodo en el 1er. Cliché y I': posición del anticátodo en el 2do.) Conocer el diámetro o calibre exacto de los proyectiles por medio de sus imágenes radiológicas es más difícil, ya que el error en la lectura de su imagen puede ser considerable (en rangos de mm), aunque se recomienda la obtención de la placa por el método de la Telerradiografía, que no es más que una radiografía tomada situando el tubo radiológico a gran distancia del objeto de investigación (generalmente de 1,50 a 2 m); se considera que a esa distancia los rayos son prácticamente paralelos, por lo que las imágenes radiológicas no son deformadas, ni agrandadas. Entonces si mediante la fórmula expresada anteriormente, ya conocemos la profundidad del proyectil podremos por medio de un "soporte", colocar a esa misma profundidad una escala de plomo o cobre, en la que podríamos barrenar un pequeño orificio cada 2 mm. De esta forma, mediante una segunda placa obtendríamos una imagen detallada del proyectil, con una escala graduada que puede ofrecernos una lectura con bastante exactitud, en dependencia de su ejecución, el diámetro de los orificios y si logramos ejecutarlos cada 2 ó 1 mm 1 . El próximo paso de la medición sería ya más fácil, pues conociendo la dimensión aumentada del proyectil y utilizando un instrumento de medición del sistema decimal a escala real, mediante una sencilla operación de la "regla de tres" podremos conocer cual es aproximadamente el diámetro. Entonces observando la forma del proyectil y teniendo sus dimensiones aproximadas es más fácil para el perito ofrecer una respuesta referente al calibre. 1 Para lo cual recomendamos utilizar la barrena del menor diámetro posible y ejecutar los orificios en dos filas, de modo que un orificio de la fila superior se ubique entre dos de la fila inferior. 140 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego Existe otro método mucho más confiable para hacer estas determinaciones: el Ultrasonido, pero no lo recomendamos por ser una técnica mucho más costosa y por ende alejada de las posibilidades del quehacer policiaco, mientras que la radioscopía se encuentra al alcance de todos los investigadores hasta el nivel de Municipio en Policlínicas y Hospitales. VII. 5. Inspección de las Brechas motivadas por el paso o el rebote de los proyectiles. Las brechas causadas por los proyectiles en diferentes barreras, permiten determinar la dirección, sentido y distancia del disparo 1 , y si se trata de disparos a “boca tocante”, en algunos casos se puede conocer el tipo de arma empleada a partir de la imagen que como resultado del fogonazo y la humareda imprimen los compensadores, frenos de boca, silenciadores, choques regulables e incluso algunos puntos de mira y soportes para los mismos. Fig. 66: Silueta de la boca de fuego de una pistola CZ mod. 1927 cal. 7,65 mm Br producida sobre la piel humana durante un disparo a boca tocante. Si durante la inspección se detectan brechas en las paredes, techos u otras barreras, deberá fijarse su ubicación en el acta y el croquis correspondiente con precisión milimétrica a partir del centro geométrico de la brecha 2 . La descripción metrológica de estas brechas sin embargo deberá incluir no sólo los elementos lineales de la misma (largo y ancho), si no también su profundidad y si esta excede dos veces la longitud promedio de los proyectiles conocidos, también se fijará la inclinación del canal resultante respecto a los planos horizontal y vertical de la barrera en cuestión. 1 Ya sea con procedimientos químico físicos o balísticos. Se fijará la ubicación de la brecha según el eje de coordenadas x, y; es decir incluyendo la altura a partir del suelo. 2 141 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego Si se tratara de una brecha ubicada en una barrera que no puede ser extraída del Lugar del Suceso para su posterior estudio en condiciones de laboratorio, la misma deberá ser filmada fotográficamente con el procedimiento apropiado, de manera tal que en la vista fotográfica se aprecien las características tanto de la brecha como de las superficies circundantes de la barrera, ya que en muchos casos, en dependencia de la naturaleza de la barrera, sobre la misma podrán apreciarse diferentes elementos como hollín, partículas de pólvora deflagrada o no, etc., que permitirán valorar la distancia del disparo. En los casos de brechas múltiples provocadas por disparos con proyectiles no unitarios (perdigones), se trazará el perímetro de la superficie afectada por el disparo a partir de las huellas ubicadas en la periferia del blanco, como resultado de ese trazado se obtendrá una elipsis de bordes irregulares, en la cual deberán medirse el ancho y el alto de la misma, lo que facilitará con posterioridad calcular el ángulo del disparo mediante la fórmula y en consonancia conocer la distancia del disparo confrontando estos elementos junto al tipo de choque presente en el cañón, con las tablas balísticas del tiro con escopetas que se refleja en variadas fuentes bibliográficas, o determinarla con procedimientos experimentales una vez conocida el arma empleada para disparar. No obstante a partir de investigaciones practicadas por el autor, podemos recomendar al efecto la siguiente tabla: Distancia del disparo en metros 10 20 30 40 50 60 Dispersión de los perdigones Escopetas con choque Escopetas de cañón moderado y cilíndrico minichoque 25 10 45 25 65 45 100 65 más de 100 80 más de 100 más de 100 Si la brecha objeto de investigación se tratara de una prenda de vestir de la víctima u otra afectada ocasionalmente por los proyectiles, la misma una vez fijada convenientemente se ocupará para su estudio posterior, debe tenerse especial cuidado en el embalaje de estas prendas, ya que cualquier descuido puede provocar la desaparición de elementos de mucho valor a la hora de determinar por procedimientos químico físicos la distancia del disparo, las prendas de vestir deberán embalarse por separado, incluidas las prendas interiores (aun cuando ya se hubiera ocupado la correspondiente prenda exterior), las brechas en las mismas se cubrirán con un fragmento de nylon o tela en evitación de que el roce con otros elementos elimine la presencia de granos de pólvora u otros elementos microscópicos resultantes del paso del proyectil, no es conveniente utilizar con esos fines papel, ya que el mismo absorbe los restos de lubricantes que puedan aparecer en las inmediaciones de la brecha, lo que transforma la naturaleza de los granos de pólvora no deflagrados que pudiera contener la barrera, si la prenda se encontrara húmeda por la sangre u otros líquidos, antes de su embalaje, la misma debe ser puesta a secar a la sombra y a temperatura ambiente, esto impide que tanto la sangre como la prenda se corrompan por la acción de procesos naturales. La ropa para su embalaje no debe ser plegada próximo a la brecha y si las brechas múltiples hubieran tenido su origen en un solo disparo debido a pliegues 142 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego inicialmente existentes en la prenda, estos pliegues originales deberán conservarse o fijarse adecuadamente dentro de lo posible. En el embalaje de todas las huellas que se ocupen durante la Inspección del Lugar del Suceso se consignará: • Identificación codificada del caso de donde proceden (números de denuncia, Salida Operativa, Denuncia, Expediente de Fase Preparatoria, etc.) • Delito • Dirección del Lugar del Suceso • Fecha en que se ejecutó la Inspección del Lugar del Suceso • Sitio donde fuera ocupada la huella o evidencia en cuestión • Denominación e identificación de la huella ocupada 1 • Nombre del o de los peritos actuantes Todos estos elementos son de vital importancia en la garantía de la cadena de custodia de las pruebas materiales. VII.6. La Inspección de Personas. Las personas son objeto de inspección pericial en dos condiciones fundamentales, en caso de que se tratare de una víctima viva sobre la que pudieran aparecer disímiles elementos vinculados a la producción sobre ella de los disparos objetos de investigación y en el caso de los victimarios, a fin de obtener elementos materiales que demuestren el empleo por el de armas de fuego en la producción de disparos. En el primer caso, la táctica a seguir durante la inspección poco difiere de la empleada durante la inspección de cadáveres, sólo que en el caso de los lesionados por razones lógicas la exploración interna de su organismo quedará vedada para los médicos, de los que se obtendrán descripciones de las características de la herida y el canal provocado por el proyectil, además de los proyectiles que puedan extraer sin poner en peligro la vida del lesionado 2 . En el segundo caso se perseguirá, además de detectar las típicas lesiones de defensa, encontrar huellas y otros elementos que permitan vincular al victimario con el cuerpo del delito 3 y con el disparo: fundas, municiones, manchas de óxido o lubricantes sobre su cuerpo o prendas de vestir, huellas del disparo sobre su mano activa o sobre el rostro en el caso de que empleara un arma larga, las que pueden ser levantadas con los tradicionales “guanteletes de parafina”, cinta adhesiva o sencillamente con 1 Es decir: casquillo, proyectil, camisa de la víctima ..., pistola (consignando marca, modelo, calibre y número de serie), etc. y si se tratara de más de un objeto con la misma denominación se agregará a modo de identificación el número de orden con que la misma se identifica en el Acta de Inspección del Lugar del Suceso y en el croquis correspondiente. 2 En los casos en que los médicos consideren impertinente la extracción de los proyectiles, ya que estos acarrearía mayores consecuencias al lesionado se obtendrán de ellos imágenes radiológicas a distancia de teles junto a una escala centimétrica de plomo, para a partir de ellas juzgar sobre la posición del proyectil y calcular dentro de lo posible la “línea de tiro” y determinar su calibre y modelo. 3 El arma fundamentalmente. 143 La Inspección del Lugar del Suceso en los delitos cometidos con la participación de Armas de Fuego gasa humedecida con agua destilada, todo lo cual debidamente embalado y en posteriores investigaciones físico químicas podrán demostrar la realización de disparos. 144 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego VIII. Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego. Los antecedentes históricos del Examen Técnico de las Armas de Fuego se remontan a finales del siglo pasado, cuando Hanns Gross en su libro “Handbuch für Untersuchungsrichter” 1 dedicó un capítulo al examen de las armas de fuego, recomendándole a los jueces que adquirieran conocimientos de Balística, ya que quien los posee, ...”puede obtener resultados mucho más satisfactorios que los llamados especialistas armeros” 2 . Este capítulo escrito por Gross, puede haber sido el primer intento de elaborar una guía metodológica para el examen técnico de las armas de fuego, sin embargo a pesar del tiempo transcurrido desde aquella época denominada por William Hewitt “El Siglo de la Investigación Criminal” 3 y de haberse elaborado diferentes guías, recomendaciones y metodologías al respecto, su necesidad continua latente, ya que existen más de 75 000 modelos diferentes de armas de fuego en el mercado, distribuidos en diferentes áreas geográficas del planeta, que tienen gran incidencia en la comisión de hechos delictivos y en la ocurrencia de supuestos accidentes, de ahí el lugar que ocupan en la investigación pericial y su importancia dentro de las investigaciones criminalísticas. En nuestro país bajo el título de Examen Técnico de las Armas de Fuego, se agrupa a un conjunto integrado por el 53 % de las investigaciones periciales balísticas, que tienen como objetivo la determinación de: • si se trata o no de un arma el objeto de investigación. • el carácter típico o no de un arma de fuego a partir de su confección. • el tipo, sistema, marca, modelo, calibre y país de procedencia del arma investigada (o partes de un arma). • el estado funcional de los mecanismos del arma en cuestión. • la posibilidad de efectuar disparos con un arma de fuego dada. • la posibilidad de producción de disparos involuntarios con un arma en condiciones concretas. • las causas de que se produjeran determinados accidentes durante el proceso del tiro con el arma recibida para la investigación. VIII.1. Investigación preliminar de las armas de fuego. Todas las investigaciones técnico criminalísticas a ejecutar en condiciones de laboratorio, tienen en común la etapa inicial, en la que el perito traba conocimiento con el objeto de investigación, los antecedentes del hecho y las interrogantes formuladas por el solicitante, pero cada objeto en 1 Manual del Juez de Instrucción. Hanns Gross citado por Jürgen Thorwald en “El Siglo de la Investigación Criminal”. Ediciones Revolucionarias. Instituto del Libro. La Habana 1966. Pp. 603. 3 William Hewitt: “Prólogo a la 7ma. Edición de El Siglo de la Investigación Criminal”. Ediciones Revolucionarias. Instituto del Libro. La Habana 1966. Pp. VI. 2 145 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego dependencia de la especialidad donde será sujeto a investigación pericial, requerirá de un tratamiento diferenciado en dependencia de las particularidades que emanen del mismo. En el caso de las armas de fuego, el hecho latente de que puedan dispararse accidentalmente pone en peligro no sólo la vida del perito, sino también la de aquellos que lo rodean, por lo que cualquier metodología de investigación de armas de fuego, llevará implícito como primer elemento, la erradicación de esa peligrosidad y posteriormente otros que nos llevarán finalmente al tipo de determinación requerida por el solicitante. Esta primera etapa de la investigación de las armas de fuego podrá realizarse según el siguiente esquema: Recepción de los materiales objeto de investigación. Erradicación de la peligrosidad latente del objeto de investigación. Estudio de los antecedentes del hecho investigado. Análisis de las interrogantes formuladas. Investigación pericial conforme a las recomendaciones metodológicas elaboradas para cada una de las interrogantes que integran la determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego. Siempre que se reciba un objeto cualquiera para la investigación, conforme a lo que establece la Metodología General de los Peritajes Criminalísticos, el perito comprobará el cumplimiento (hasta la recepción por él) de la cadena de custodia de las pruebas materiales remitidas a la investigación, la identidad de los materiales recibidos, su integridad cualitativa y cuantitativa, y tomará todas las medidas pertinentes para garantizar la conservación del mismo y de las diversas huellas que pudiera contener y para su debida peritación con posterioridad. Si el objeto recibido calificara como presunta arma de fuego, el perito además deberá tomar ingentes medidas para la erradicación de su peligrosidad latente, partiendo de un examen visual 146 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego exterior que le permita conocer si la misma está o no cargada, y si esto no fuese suficiente, procederá a la manipulación del cierre y a la extracción del cargador o depósito 1 , esta operación la realizará el perito siempre, con independencia de que haya sido o no realizada por otra persona, en un lugar que no ofrezca peligros para si, ni para otros. Con la seguridad de que el mecanismo recibido ya no ofrece peligro, podrán estudiarse los antecedentes del caso y las interrogantes formuladas, ventilando la competencia pericial para la solución técnico-criminalística de las interrogantes formuladas, definiendo para el caso en cuestión, cual de las recomendaciones metodológicas que integran al Peritaje del Estado Técnico de las Armas de Fuego será la idónea para solventar las preguntas planteadas al perito. VIII.2. Determinación del Estado Funcional de las Armas de Fuego. A la peritación criminalística, con frecuencia se remiten armas de fuego que pueden encontrarse en los más disímiles estados, algunas en perfecto estado técnico, pero otras con un alto grado de desgaste y desajuste, todo lo cual puede influir negativamente en la producción de disparos, impidiéndolos o provocándolos sin presionar el disparador. El objetivo fundamental del empleo de un arma de fuego es alcanzar y batir un blanco con sus proyectiles, para que las mismas puedan cumplimentar esta destinación, deberán reunir toda una serie de cualidades que concebidas por sus diseñadores, aparecen en sus correspondientes cartas tecnológicas, reglamentos de servicio y/o instrucciones de explotación. Cuando un arma no cumple con algunas de las exigencias plasmadas en estos documentos, los diferentes mecanismos que integran el arma no interactúan correctamente y aparecen determinados defectos, por ejemplo un temple deficiente del resorte del cargador, causa fundamental de que se pierda calidad de tensión, provoca que el elevador no alimente a la recámara, impidiendo la realimentación automática y por ende el tiro, sin embargo estos son defectos que normalmente son detectados durante el control de la producción terminada en las diferentes firmas armamentistas, las que han desarrollado normas que impiden la salida al mercado de ejemplares deficientes, ya desde la década de los 60, “La mayoría de los fabricantes de pistolas de los Estados Unidos someten a sus modelos en producción a las siguientes pruebas: a) El arma debe hacer por lo menos 5 000 disparos consecutivos sin fallas. b) Todas las piezas del arma deben demostrar una vida en servicio para 10 000 disparos. c) El arma debe funcionar sin interrupciones a temperaturas entre –40 y +49°C” 2 . Mientras que las escopetas rusas ...”deberán brindar un óptimo funcionamiento en regímenes de explotación normales a temperaturas de –30 a +30°C durante 7 500 disparos que deberán desarrollar en la recámara no más de 700 Kg/cm²”... 3 11 O del tambor si se tratara de un revólver. Gourlev G. D. Y Bristow A. P.: “Administración de Patrullas Policiacas”. Editora Capitán San Luis. Pps. 270-271. 3 “Carta Tecnológica de la escopeta de caza IYSH-54” citada por Ustinov A. I.: “Estado Técnico de las armas de fuego, su aptitud para el tiro y posibilidades de ejecutar con ellas disparos aislados”, en “Teoría y Práctica del Peritaje Criminalístico”. Ministerio de Justicia de la RFSSR. Moscú 1958. Pp. 121. (en idioma ruso) 2 147 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego De ambas citas se desprende que las empresas armamentistas poseen implementados desde hace más de 30 años sistemas de control de la calidad que garantizan la salida al mercado de armas capaces de presentar un normal funcionamiento en el marco de 5000-7500 disparos con la condición de que se consuman cartuchos óptimos. De tal manera que en buen estado técnico sólo se considerará a aquellas armas que respondan a los parámetros tecnológicos establecidos por el fabricante, cualquier alejamiento de esta norma señalará un desperfecto técnico del arma. De ahí que la importancia fundamental de la investigación pericial radique en la detección y fundamentación científica de aquellos defectos derivados de la explotación, el mantenimiento, la reparación y la conservación del arma. En algunos casos estos defectos pueden influir directamente en el funcionamiento del arma (desgastes del borde combativo del martillo o pérdida de la tensión del resorte recuperador), en otros sólo crean condiciones objetivas para que el arma funcione deficientemente en un momento determinado (fisuras en el martillo) y algunos no influyen absolutamente en el funcionamiento del arma (fractura de la oreja del martillo, fractura de las cachas, etc.). Independientemente de la influencia que estos defectos puedan ejercer, su presencia prueba que el arma se aleja de las normativas tecnológicas, lo cual obliga al perito a clasificar el arma objeto de investigación como en “mal estado técnico”. Para la pericia balística, el estado funcional de un arma no siempre tiene la misma significación criminalística, en unos casos este estado puede ser un factor determinante en la interrogante formulada al perito (¿fue el deficiente estado técnico la causa de un disparo involuntario determinado?) y en otros puede no tener una significación directa en la cuestión que interesa a los órganos investigativos (un proceso por el delito de Tenencia Ilegal de Armas de Fuego por ejemplo). Sin embargo, durante su investigación, en cada caso en concreto, el perito deberá prestar atención al estado funcional del arma, ya que en el transcurso del peritaje, éste puede cobrar una importancia trascendental, ya sea para la ejecución del tiro experimental sin peligro alguno o para debatir y conformar las conclusiones periciales. La determinación del estado funcional de las armas de fuego se realizará conforme al siguiente esquema: 148 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego Determinación del Estado Funcional de las Armas de Fuego Determinación del completamiento del arma e investigación de sus superficies exteriores. Análisis de la interacción de las diferentes partes del arma. Práctica de disparos experimentales. Desarme parcial del arma investigada. Conformación de las conclusiones periciales. Estudio de las superficies de trabajo de los mecanismos internos del arma. Desarme total del arma. Durante la investigación del completamiento del arma, se apreciará la ausencia de cualquier elemento y en particular de aquellos que puedan incidir negativamente en el estado funcional de la misma, así como se perseguirá establecer su grado de oxidación, que de alcanzar determinados niveles, puede afectar el funcionamiento y la interacción de determinados mecanismos del arma, en especial se buscará la presencia de óxido sobre las superficies del ánima del cañón, ya que la corrosión altera por completo las dimensiones del diámetro de la misma, ello incide en la fricción que debe producirse durante el recorrido del proyectil por el ánima, y si los niveles de corrosión sobrepasan determinados índices, el proyectil podrá refrenar o detener su recorrido y en caso tal que los gases impulsores no encontraran un orificio de escape, ocurrirá un estallido del cañón del arma. Igualmente se prestará atención al desajuste ocasionado por desgastes de determinadas piezas, lo que puede provocar pérdida de gases con disminución del alcance de los proyectiles e interrupciones en el funcionamiento automático del arma. El análisis de la interacción de las diferentes partes del arma abarcará a todos los sistemas que la integran: Sistema de dirección del disparo: Se buscará la presencia en el cañón de poros, arañazos, grietas u oquedades, corrosión, desgaste y ensanchamiento de determinados sectores, la ausencia o deformación de alguno de los elementos que componen a los órganos de 149 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego puntería y su alineación que constituye uno de los análisis más complejos, ya que por ser un objeto de estudio poco frecuente, no se cuenta en los laboratorios con bancos de pruebas para órganos de puntería, sin embargo esta determinación que sólo se realizará en los casos en que se evidencie la reparación de alguno de los elementos que los componen, su reimplantación después de haberse recortado el cañón, su sustitución o modificación (normalmente los órganos de puntería son alineados en condiciones fabriles o en talleres especializados donde existen condiciones tecnológicas para realizar reparaciones capitales a las armas de fuego y se aseguran de tal forma que en condiciones extremas de explotación no pueden desalinearse 1 ), puede implementarse de la siguiente manera: Partiendo de que la dispersión de los proyectiles disparados por un arma se calcula a partir de una posición de tiro preestablecida, el arma objeto de investigación debe ser previamente fijada en una posición determinada con mordazas diseñadas al efecto o en un tornillo de banco ordinario si se trata de armas cortas 2 . Los disparos en número de cinco o más se practicarán con cartuchos nuevos de una misma partida, contra un blanco de papel o cartulina de 30X30 cm de área ubicado a 25 m. A partir de los orificios en el blanco deberá determinarse inicialmente el punto medio de impacto 3 , para ello en el caso de que se practiquen 6 disparos solamente, se unirán con una recta (A) los centros de dos impactos cualquiera (1 y 2), la que se dividirá a la mitad y desde ese punto divisorio se trazará otra línea (B) hasta el tercer impacto, la que deberá dividirse en tres partes iguales, de las divisiones obtenidas se tomará la más cercana a la línea A y desde ella se trazará otra línea hasta el cuarto impacto (C), la que a su vez se dividirá en cuatro partes también iguales y partiendo del punto divisorio más cercano a la línea B, se trazará una última línea (D), hasta el quinto impacto, lo que se repetirá uniendo al quinto con el sexto disparo y se dividirá esta última línea en seis partes iguales y su punto divisorio más cercano a la línea D será el Punto Medio de Impacto, a partir del cual se trazará una circunferencia que debe pasar por el centro del más lejano de los impactos y lógicamente contener a los cuatro restantes en su interior, el radio de esta circunferencia será el Radio de Dispersión de los Proyectiles 4 del arma investigada, el cual para conocer el grado de alineación de los órganos de puntería se comparará con el Radio de Dispersión de los Proyectiles que para este ejemplar (o para otro similar del mismo sistema) plantea el fabricante 5 . 1 Exceptuándose a las armas deportivas y a las de precisión, en las que los órganos de puntería se regulan fácilmente a voluntad, de acuerdo a los intereses del tirador. 2 A fin de que la vibración del disparo no varíe el ángulo previamente seleccionado, entre las mordazas del tornillo de banco y el arma deberán situarse piezas de goma y el tornillo deberá ajustarse de forma tal, que el arma se sostenga con firmeza. 3 Punto Medio de Impacto (PMI). 4 Radio de Dispersión de los Proyectiles (RDP). 5 Este dato aparece también en las tablas de tiro de las diferentes armas de fuego y en las tablas de este tipo elaboradas con fines criminalísticos que contengan los datos balístico-exteriores de diferentes armas de fuego. 150 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego Fig. 67: Determinación sobre un blanco del Punto Medio de Impacto y el Radio de Dispersión de seis proyectiles disparados con una pistola ametralladora PPSh cal. 7,62 mm mod. 1930/33 de quinta categoría. Sistema de percusión: Se comprobará si la aguja sobresale lo suficiente como para percutir una cápsula iniciadora y si lo hace con la fuerza requerida, además si el martillo (percutor o cierre masivo) se fija en la posición combativa y no salta de ella al manipular el arma, sacudirla, dejarla caer desde determinada altura o golpearla con determinada fuerza. Sistema de disparo: Se verificará si la presión a ejercer sobre el disparador se encuentra dentro de los parámetros recomendados para cada tipo de arma, lo que se comprobará de no contarse con el dinamómetro apropiado, colgando del disparador (a determinado ángulo que variará para cada tipo de arma de fuego) pesos progresivos hasta alcanzar el equivalente a la presión necesaria para que se accione el mecanismo de disparo. Los parámetros de la presión necesaria a ejercer sobre el disparador considerados normales para cada tipo de arma de fuego son los siguientes: Tipo de Arma de Fuego Presión Angulo Pistolas de pequeño calibre Pistolas de mediano y gran calibre Revólver en simple acción Revólver en doble acción Pistola ametralladora Fusil deportivo de entrenamiento Fusil deportivo (de caza o militar) de precisión Fusil militar ordinario Escopetas de dos cañones (cañón derecho o inferior) Escopeta de dos cañones (cañón izquierdo o superior) Escopeta de un cañón 1,3 a 1,8 2a5 45° 45° 1,4 a 5 2,8 a 9 2a6 0,8 a 2,8 0,04 a 0,8 45° 45° 45° 25° 25° 2 a 3,2 1 a 1,8 25° 15° 1,4 a 2 25° 1,55 a 2 25° 151 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego Nota: La presión a ejercer sobre el disparador se expresa en Kilogramos. Teniendo siempre presente que en general en las armas de precisión de cualquier tipo, la presión mínima a ejercer sobre el disparador, puede ser de hasta 0.04 Kg en el orden descendente a voluntad del tirador, a fin de no afectar la precisión del tiro. Sistema de alimentación: Se establecerá si los cartuchos penetran sin dificultad en la recámara (cámara) y si no existe un juego excesivo de los mismos dentro de esta última, si la tensión del resorte del depósito garantiza el movimiento de los cartuchos (fundamentalmente de los 2 o 3 últimos en el cargador) y si una vez percutidos los casquillos salen de la recámara sin dificultades y sin trabarse en la ventana de eyección, para lo cual es aconsejable elaborar “cartuchos de comprobación” 1 , que con las mismas dimensiones y formas de los cartuchos ordinarios de diferentes calibres, carezcan de carga iniciadora e impulsora a fin de manipularlos a través de toda su travesía en el interior del arma sin peligro de accidentes. Sistema de obturación: Se comprobará si existen o no desajustes en el cierre (el soporte del tambor del revólver o el espacio entre el tambor y el corte trasero del cañón) y si el retenedor del cañón de las escopetas y revólveres de cañón basculante garantiza la obturación. Sistema de seguro: De forma experimental, modelando la percusión, se establecerá si el (o los seguros) del arma funcionan correctamente estando el martillo (percutor o cierre masivo) de la misma en las posiciones combativa, de seguro y reposo, sometiendo el arma a situaciones extremas. Sistema de sujeción: Se comprobará si los elementos que lo componen ofrecen seguridad durante el tiro. Los disparos experimentales encaminados a comprobar cada una de las situaciones relacionadas anteriormente, se realizarán con los cartuchos correspondientes al calibre del arma investigada, éstos deben de encontrarse en buen estado, de manera tal que los proyectiles y casquillos recuperados posteriormente puedan emplearse en calidad de material experimental en futuras investigaciones comparativas de ser necesario, sin embargo, teniendo en cuenta el número elevado de exámenes técnicos que anualmente son realizados por los peritos balistas y lo complejo y costoso que resulta el mantenimiento de los captadores de disparos 2 , resulta conveniente implementar en un lugar adecuado en áreas exteriores, donde no constituya peligro, una barrera que no provoque rebotes 3 , contra la que puedan practicarse los disparos en los casos 1 Estos cartuchos se elaboran empleando metales dúctiles (cobre, aluminio, bronce, etc.), a fin de que las superficies huelloproductoras de piezas como el extractor, el eyector, el pin de señales, etc., no sufran deformaciones que afecten futuras investigaciones, con los mismos fines y para que además producto de una mala manipulación no se fracture la aguja percutora, el sitio correspondiente a la cápsula iniciadora se taladrará hasta una profundidad de 7 mm. 2 En nuestro país los captadores de disparos predominantes en los Laboratorios de Criminalística, son los del tipo vertical de agua, que resultan ser muy prácticos, pero al mismo tiempo los más costosos de mantener y reparar. 3 Una estiba de sacos contentivos de guata o arena, o sencillamente una loma de arena, o contra la tierra, si tenemos la certeza de que no exista en ella ningún elemento duro que pueda provocar el rebote de los proyectiles. 152 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego en que no se precise recuperar los proyectiles. Los disparos se efectuarán en número de 3 a 5 1 , con una cadencia tal que lleve al arma a condiciones extremas para la interacción de los mecanismos: Tipo de arma de fuego Revólver Pistola Pistola automática Pistola ametralladora Fusil mecánico Fusil automático Escopeta mecánica Escopeta automática Secuencia del tiro experimental 2 disparos en simple acción y 3 en doble acción con una cadencia de 3 D/seg De 3 a 5 disparos De 3 a 5 disparos con una cadencia de 3 D/seg 3 disparos “tiro a tiro” con una cadencia de 3 D/seg, además de 3 ráfagas de 3 disparos cada una De 3 a 5 disparos con una cadencia que garantice la rápida manipulación del cierre 3 disparos “tiro a tiro” con una cadencia de 3 D/seg, además de 3 ráfagas de 3 disparos cada una De 3 a 5 disparos por cañón De 3 a 5 disparos con una cadencia de 3 D/seg, Nota: En la categoría de Pistolas, se incluyen a las pistolas atípicas. El desarme parcial constituye uno de los pasos más complejos del proceso de esta investigación, ya que deberá efectuarse con la precaución de que una vez investigada el arma, esta deberá ser devuelta al estado en que se encontraba antes; aunque prácticamente todos los modelos de armas de fuego se desarman con procedimientos diferentes, estos últimos pueden agruparse por sistemas, por lo que para dominar este paso de la investigación, el perito deberá conocer la composición de los diferentes sistemas básicos de las armas de fuego. Nunca deberá realizarse el desarme parcial antes de la ejecución del tiro, ya que para llevarlo a cabo no debe olvidarse que la Criminalística exige de la práctica de los experimentos, que deben ser realizados en las condiciones más cercanas a la realidad, lo que se conseguirá manteniendo los elementos interiores del arma en las mismas condiciones en que estaban al recibirla para su investigación. Tampoco se forzará ningún elemento para lograr el desarme, téngase presente que los diseñadores de armas han mantenido la tradición de que las armas de fuego portátiles ligeras se desarman sin la intervención de ningún tipo de herramienta. El desarme parcial se ejecuta con la finalidad de estudiar en los mecanismos internos, si existen desgastes o defectos en sus superficies de trabajo, observar los niveles de oxidación, apreciar la presencia y composición de inscripciones y numeraciones y conocer el estado de limpieza y lubricación del arma 2 , pero en ocasiones el desarme parcial no permite acceder a todas las piezas, en esos casos, será menester proceder al desarme total de aquel sector del arma que facilite la extracción de la pieza en cuestión para su estudio minucioso, en ocasiones con el auxilio de la microscopía. 1 En caso tal de que durante el tiro se presenten interrupciones o dificultades en el funcionamiento del arma, la secuencia de disparos podrá extenderse hasta que se logre el conocimiento de las premisas que los provocan. 2 En oportunidades, determinadas interrupciones en el tiro o el funcionamiento de un arma de fuego, son achacados a desperfectos técnicos, cuando en realidad se trata de la concentración de las impurezas que provoca una prolongada explotación sin el debido mantenimiento o simplemente la falta de lubricación o la lubricación inadecuada 153 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego Una vez realizado este estudio, el perito habrá reunido el material informativo necesario para conformar sus conclusiones, luego de lo cual procederá a armar el objeto de investigación en orden inverso al desarme practicado, una vez armado totalmente el objeto de investigación, el perito verificará el funcionamiento del mismo sin llegar a dispararlo y subsanará cualquier interrupción que haya provocado con su actuar. VIII.3. Determinación de la posibilidad de efectuar disparos con un Arma de Fuego dada. Lejos de lo que pudiera suponerse, existe una enorme diferencia entre la determinación del estado funcional de un arma de fuego y la determinación de su aptitud para realizar disparos, a tal punto que un arma de fuego puede encontrarse en mal estado técnico y sin embargo estar apta para disparar; pero además es necesario conocer que esta determinación pericial cobrará valor probatorio, si se refiere no a la cualidad del arma en cuestión al momento de practicarse la citada determinación, si no al instante de la comisión del disparo que se investiga, ya que un arma no apta para el disparo durante el peritaje pudo estarlo durante el hecho delictivo y perder esta cualidad como resultado del disparo producido, o pudo ser llevada a ese estado por el propio comisor movido por el interés de confundir la investigación o producto de una irresponsable manipulación en el lapso que media entre la su ocupación y el inicio de la investigación pericial balística. Las posibilidades de un arma para disparar en el instante del hecho delictivo, se determina sobre la base de los elementos objetivos obtenidos durante el proceso investigativo, por ejemplo la detección durante la Inspección del Lugar del Suceso de huellas del disparo correspondientes al arma en cuestión, la presencia en el arma de huellas de disparos recientes y elementos testimoniales que confirmen el hecho del disparo con el arma en cuestión. A partir de estos elementos el perito debe extremarse en el análisis teórico y experimental de las causas que pudieron incidir en la producción o no del tiro y verificar cada una de las versiones periciales a las que arribe durante su análisis. Deberá tener en cuenta que la ausencia o rotura de piezas y elementos como resortes, palancas, martillo e incluso la aguja percutora, que inicialmente pueden llevar al perito a versionar la imposibilidad de disparar con el arma dada, no impiden definitivamente la posibilidad de producir disparos, ya que incidentalmente pueden ser obviados en un funcionamiento inusual y muy particular para el mecanismo del disparo investigado o sustituidos por otros elementos como objetos contundentes, clavos, etc.. Los pasos necesarios para este tipo de determinación son los siguientes: 154 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego Determinación de la posibilidad de efectuar disparos con un Arma de Fuego dada: Determinación del completamiento del arma e investigación de sus elementos externos. Análisis de la interacción de las diferentes partes del arma de fuego investigada. Análisis de los elementos objetivos que en relación al arma se obtuvieron en el proceso de la investigación preliminar del hecho delictivo Análisis teórico de las causas que pudieron incidir en la posibilidad de efectuar disparos con el arma dada (versiones periciales). Experimento pericial para comprobar las diferentes versiones formuladas. Ejecución de disparos experimentales. Elaboración de las conclusiones periciales. 155 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego Durante el experimento pericial, deberá esforzarse al máximo la creatividad objetiva del perito en función de sustituir elementos ausentes o defectuosos del arma, a partir de su conocimiento y experiencia, para con ello tratar de obtener al menos un disparo con el arma investigada, ya que la conclusión referida a la imposibilidad del mismo, establecerá como certeza objetiva en el proceso, que con el arma objeto de investigación no pudo producirse el disparo que dio lugar al resultado que se investiga. Para lograrlo el perito tendrá nuevamente que auxiliarse del Registro de Armas de Fuego, tomando de los correspondientes ejemplares contenidos en él, las piezas que en el objeto de investigación falten o aparezcan defectuosas, a fin de completar temporalmente las armas que se peritan e intentar el tiro experimental con ellas. La conclusión pericial en este caso podrá definir a un arma: Apta para disparar: Apta para realizar series de disparos: Apta para realizar disparos aislados: No apta para realizar disparos Cuando los disparos se ejecuten normalmente sin interrupciones de ningún tipo en su secuencia Cuando se produzcan interrupciones durante el tiro de carácter cíclicas, que puedan ser subsanadas por el tirador Cuando previo, durante o posterior (o en más de uno de esos momentos) a cada disparo, el tirador deba realizar manipulaciones no convencionales de cualquier tipo en el arma para facilitar el tiro Cuando resulta imposible realizar disparos sin una reparación capital del arma o definitivamente VIII.4. Determinación de la posibilidad de producción de disparos involuntarios con un Arma de Fuego en situaciones concretas. Se consideran disparos involuntarios aquellos que se producen accidentalmente cuando no existe el ánimo de presionar el disparador del arma, pero como la Balística Criminalística carece del sustrato científico que le permita incursionar en el aspecto subjetivo de los ejecutores de disparos, el peritaje que nos ocupa, sólo se encargará de la comprobación de las posibilidades de producirlos en condiciones materiales concretas, a saber, en el marco de aquellas versiones (testimoniales, operativas, periciales o de instrucción) que fueron manejadas durante el proceso investigativo. Por ello este peritaje, es quizás el más representativo del diagnóstico criminalístico dentro de los que integran al conjunto del Estado Técnico de un Arma de Fuego, siendo su objetivo fundamental, la sustentación o derogación de las versiones que constituyen las supuestas condiciones concretas en que pudo realizarse el disparo involuntario en cuestión. 156 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego Este objetivo se logra mediante el análisis de las circunstancias objetivas del disparo, a partir de presupuestos teóricos y de su comprobación experimental, todo ello mediante el siguiente esquema investigativo: Determinación de la posibilidad de producción de disparos involuntarios con un arma de fuego en situaciones concretas: 1 Estudio de los materiales del Expediente de Fase Preparatoria Determinación del estado funcional del arma de fuego en cuestión. Análisis teórico de las diferentes situaciones que conforme a las versiones estudiadas y al estado funcional del arma investigada, pudieran incidir negativamente en la producción del disparo involuntario objeto de investigación. Comprobación de las versiones periciales mediante la práctica de experimentos. Elaboración de las conclusiones periciales. El perito debe comprender que en este tipo de peritaje, el experimento pericial, además de constituir un elemento insustituible para la conformación de la convicción, resulta una etapa investigativa extremadamente peligrosa, tanto por las propias circunstancias que supuestamente provocaron el disparo, como por la involuntariedad objetiva del mismo, que generalmente está vinculada a deficiencias funcionales del arma, por ello deberá ser especialmente cuidadoso, tanto en su manipulación una vez alimentada, como durante las diferentes etapas del experimento, aconsejándose en muchos casos modelar las situaciones de riesgo, empleando plastilina en 1 En particular de aquellos que guarden relación con los resultados de la Inspección del Lugar del Suceso y con las diferentes versiones que en torno al hecho fueron manejadas. 157 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego sustitución del cartucho 1 , casquillos vacíos sin percutir, cartuchos de salva antes de acceder a experimentos vinculados con vibraciones, movimientos bruscos, caídas, golpes, etc.. Las conclusiones, que en este caso tendrán carácter enunciativo 2 , podrán afirmar d manera probable o negar de forma categórica la situación o conjunto de situaciones, en las que pudo o no producirse el disparo, el carácter probatorio de estas conclusiones será proporcional al número de versiones que se logren sustentar en el curso del peritaje. VIII.5. Determinación de las causas de la producción de determinados accidentes durante el tiro. Los accidentes más comunes en el tiro según nuestra práctica pericial, lo constituyen: 1. La interrupción del movimiento de proyectiles dentro del ánima del cañón. 2. El ensanchamiento de las paredes del ánima del cañón. 3. Estallido del cañón. 4. Fractura (o fisura) de determinadas piezas o elementos del arma. Como se puede apreciar, el análisis de estos “accidentes” depende no sólo de las cualidades mecánicas del arma, si no también de los diferentes fenómenos piroestáticos y piró dinámicos que intervienen en el tiro, ligados ambos conjuntos de fenómenos a situaciones críticas de diseño, construcción, mantenimiento y conservación, tanto del arma, como de las municiones empleadas en el tiro. Esa es la razón fundamental por la que el esclarecimiento de las causas de determinados accidentes durante el proceso del tiro, se trate de un peritaje eminentemente de análisis teórico, en el que resulta extremadamente compleja la comprobación experimental de las versiones, sin embargo para fundamentar las conclusiones periciales, puede ser vital la solución de interrogantes correspondientes al ámbito de otras especialidades de la Técnica Criminalística como: estado de la carga impulsora de los cartuchos consumidos (Química Física), análisis metalográfico de los elementos deformados por el accidente (AVEXI), etc.. Durante esta determinación el perito balista podrá auxiliarse del siguiente esquema de investigación: 1 A fin de apreciar la huella de la percusión, se elabora un cilindro de plastilina con diámetro similar al del cartucho estandart, que se alojará antes del experimento en la recámara o cámara del arma según corresponda. 2 Describirán la situación concreta en la que se produce o no el disparo involuntario y en caso afirmativo explicarán las causas del mismo. 158 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego Determinación de las causas de la producción de determinados accidentes durante el proceso del tiro Estudio de los materiales del Expediente de Fase Preparatoria. 1 Inspección minuciosa de los restos del arma en cuestión. Determinación del estado funcional del hecho antes del hecho que nos ocupa. Análisis teórico de las diferentes causas que conforme a los materiales estudiados y a los resultados de la inspección de los restos del arma, pudieron producir el accidente objeto de investigación. Peritación de otros elementos independientes ligados al accidente en cuestión. Elaboración de las conclusiones periciales. VIII.6. Estructura del dictamen pericial sobre el Estado Técnico de las Armas de Fuego. Tal y como lo establece la Ley de Procedimiento Penal de la República de Cuba en su artículo 211, los resultados de las investigaciones relacionadas con valoraciones sobre el Estado Técnico de las Armas de Fuego, se redactarán por escrito 2 , de manera tal que respondan a las exigencias que la propia Ley y la Teoría General de la Criminalística formulan. Este documento denominado Dictamen Pericial 3 , está integrado de las siguientes partes: • Introducción 1 En particular de aquellos que guarden relación con la Inspección del Lugar del Suceso y con las diferentes versiones que en torno al hecho fueron manejadas. 2 Igualmente se redactarán por escrito el resto de los dictámenes de los peritajes balísticos a los que nos referiremos en lo adelante. 3 Aunque también se conoce comúnmente como Informe Pericial. 159 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego • • Desarrollo Conclusiones La parte introductoria del Dictamen Pericial, señalará los antecedentes del hecho, puntualizando en las diferentes versiones que lo rodean para el caso de los disparos involuntarios y de los accidentes en el tiro, así como en el completamiento e identidad de los materiales recibidos y su estado, la coherencia de las interrogantes planteadas y la correspondiente competencia pericial para responderlas. El desarrollo, donde se describirá la etapa que también se conoce como “Examen e Investigación”, contendrá en primer término la descripción detallada del arma y del resto de los elementos que la acompañan, siempre para el caso del Estado Técnico en este orden: 1. Arma 2. Cargadores o depósitos 3. Municiones 4. Otros accesorios u objetos Profundizando en sus elementos descriptivos: marcas, modelo, sistema, calibre, serie, número, país de procedencia, inscripciones diversas, largo del cañón, etc.. Para el caso de las armas típicas que estén plenamente identificadas mediante elementos bibliográficos o a través de los Registros Criminalísticos de Armas de Fuego, podrá solamente enunciarse su identificación, lo que simplifica de sobremanera el proceso descriptivo, de lo contrario será menester describirlas en detalle. Posteriormente el perito centrará su atención en elementos particulares como la ausencia de piezas o partes, presencia de elementos ajenos, deformaciones, daños, atipicidades menores, etc. Seguidamente se describirá la integración de sus mecanismos verificando cada uno de los sistemas en lo posible y profundizando en la exposición de cualquier deficiencia que se aprecie. Particular esmero se pondrá en la redacción de la etapa correspondiente al experimento pericial, donde se describirá todo el proceso del tiro y sus inconvenientes, y todo el curso de las modelaciones y experimentos requeridos para dar respuesta a las interrogantes formuladas, así como los resultados que de las mismas se obtengan. Por último se expondrá el resultado del desarme parcial, particularizando en situaciones tales como: numeraciones e inscripciones internas, ausencia o rotura de piezas, en las que también se describirá el grado de desgastes, oxidación, suciedad, lubricación, etc.. Todos los elementos señalados le permitirán al perito sustentar la redacción de la discusión objetiva de las diferentes versiones, para en definitiva conformar sus conclusiones. La conclusión del peritaje criminalístico del Estado Técnico de las Armas de Fuego, por su naturaleza lógica, podrán ser expuestas en forma categórica o probable, en dependencia del contenido del discurso y versarán sobre: • es o no el objeto de investigación un arma de fuego. 160 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego • • • • • • • es típica el arma investigada o no. el tipo, sistema, marca, modelo y país de procedencia del arma investigada o de los elementos aislados recibidos para la investigación. el calibre del arma. se encuentra en buen o mal estado técnico el arma recibida para su investigación. es posible o no disparar con el arma recibida para u investigación. es posible o no que se produjeran disparos involuntarios en las condiciones concretas planteadas por el solicitante. el conjunto de probables causas de determinado accidente ocurrido durante el tiro. siendo razones para la emisión de conclusiones imposibles: • La incorrecta redacción de las preguntas formuladas por el solicitante. • La Incompetencia objetiva 1 o subjetiva del perito designado. • La existencia de deficiencias o insuficiencias cualitativas que afecten la integridad del objeto de investigación. En cualquier caso el dictamen emitido por el perito, expondrá las causas que motivaron la imposibilidad de la práctica del peritaje dispuesto. La importancia de la fototabla ilustrativa en el caso que nos ocupa, radica en el nivel de complejidad que entraña la descripción por escrito del conjunto de elementos y funciones mecánicas que componen a un arma de fuego, así como los fenómenos que son estudiados por este tipo de peritaje, todo esto que resulta complejo de describir por el perito, resulta aun más complejo de comprender por legos de la Técnica Criminalística y de la Balística Criminalística en particular. Por ello la Fototabla deberá ilustrar: • El aspecto general exterior de los objetos de investigación, resaltando las inscripciones que se aprecien en sus superficies. • Los detalles de daños, deformaciones o atipicidades que los mismos pudieran contener. • Los elementos que afecten su estado funcional y/o su aptitud para el tiro 2 . • Las causas materiales que provocan la ocurrencia de disparos involuntarios 3 en situaciones concretas. • Las causas 4 del accidente ocurrido durante el tiro y sus resultados materiales. Todo ello aportará la necesaria carga descriptiva al Dictamen Pericial, haciéndolo asequible a todas las partes interesadas en el proceso penal, lo que permite además que el peritaje 1 Esta incompetencia objetiva en nuestra práctica contemporánea puede estar motivada por muchos factores de índole material, como por ejemplo la ausencia de cartuchos del calibre requerido para el tiro experimental, en este caso algunos peritos proponen que las conclusiones reflejen un contenido teórico, aunque el mismo no llegue a verificarse experimentalmente. 2 Si se trata de elementos que conllevan a declarar el arma en mal estado técnico y/o apta para realizar solamente series de disparos o disparos aislados, los mismos pueden ser filmados en Video Tape durante el proceso del tiro. 3 En algunos casos en dependencia de la naturaleza de esas causas y de su manifestación las mismas pueden ser filmadas en Video Tape. 4 Si todavía persisten de forma material. 161 Determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego criminalístico de determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego se convierta en una herramienta útil y necesaria. 162 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas IX. Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas. IX.1. Introducción al concepto de Arma de Fuego Atípica. Como señalamos en el capítulo III, se denomina Arma de Fuego a aquella que para el lanzamiento de los proyectiles emplea la energía de los gases que se originan durante el proceso de deflagración de la carga impulsora, dentro de sus disímiles clasificaciones recordemos que estas armas de fuego, en dependencia de su fabricación pueden ser típicas (fabriles o artesanales) y atípicas (rústicas o caseras). En condiciones fabriles de empresas industriales gubernamentales o privadas, se construyen las llamadas armas estandarts de determinados tipos, sistemas, modelos y calibres, cuyos ejemplares responden a una serie consecutiva, mientras que las armas artesanales, son aquellas que se construyen, se remodelan, ajustan o terminan por maestros armeros o grupos de ellos en cifras muy reducidas o ejemplares únicos. El elemento que diferencia tanto a las armas fabriles como a las artesanales, es que se producen por armeros profesionales que poseen pleno dominio de su actividad. Todas las armas que se producen en serie responden a determinadas exigencias tecnológicas que determinan: • Las cualidades balísticas del arma. • Su maniobrabilidad. • La calidad que garantiza el óptimo funcionamiento de todos sus mecanismos. Las armas artesanales sobresalen por su terminación, la presencia de elementos decorativos u ornamentales o de determinadas exigencias de diseño, ajuste o reglaje formuladas por el destinatario del arma. En condiciones caseras se confeccionan armas fundamentalmente por personas que carecen de los conocimientos requeridos y de hábitos productivos específicos, que no disponen del instrumental y los materiales que se requieren. Sin embargo no debe considerarse que la confección de armas atípicas no responde a algunas de las exigencias que se formulan al resto de las armas de fuego, las personas que realizan esta actividad, se esfuerzan por copiar las características genéricas o las cualidades de aquellos ejemplares estandartizados que tuvieron la oportunidad de ver, manipular o estudiar en alguna oportunidad, y que generalmente se trata de sistemas sencillos que tuvieron determinada difusión en alguna etapa del desarrollo de las armas de fuego. Sin embargo, partiendo de que estas personas no poseen la profesión de armeros, sus confecciones resultan lejanas de los ejemplares industriales. Los individuos que poseen hábitos de conformado de metales y que tienen acceso a máquinas herramientas, confeccionan sus armas similares a los ejemplares contemporáneos, pero simplificando su construcción y entremezclando en ellos elementos que aparentan pertenecer a diferentes ejemplares estandartizados, sólo en el caso de individuos muy calificados, se logran armas atípicas semejantes a las armas contemporáneas. 163 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas En la práctica pericial se conoce de escopetas y fusiles de pequeño calibre atípicos, pero lo más frecuente es la peritación de pistolas de diferente naturaleza, que no siempre fueron concebidos para la comisión de hechos delictivos; hemos conocido de hechos en los que inicialmente estas armas se concibieron para la caza furtiva, la autodefensa y el entretenimiento de menores y adolescentes, y en otros según refieren varias fuentes bibliográficas consultadas, para el entrenamiento deportivo o durante intentos dirigidos a la “concepción” de nuevos modelos de armas de fuego. Una investigación estadística desarrollada en las provincias Santiago de Cuba, Holguín y Las Tunas durante los años 1995-1997, en relación con la investigación pericial de las armas atípicas arrojó, que en nuestra práctica nacional, las mismas se encuentran mayormente vinculadas a los delitos de: Delitos Tenencia Ilegal de Armas de Fuego y Explosivos Lesiones Homicidio (%) 67 10 7 Correspondiendo la vinculación en la primera tipicidad a los actos preparatorios de otros tipos de delitos, la caza furtiva y el ánimo de autodefenderse, o de proteger los bienes de los comisores del delito en cuestión, según manifestaron los acusados de varios delitos de tenencia ilegal, lesiones y homicidio en el proceso investigativo, durante entrevistas sostenidas con los autores de la citada investigación. Al comparar las cualidades de las armas atípicas con las de las armas estandarizadas, apreciamos que las cualidades balísticas de estas últimas constantemente se desarrollan, mientras que en las armas atípicas, estos indicadores se mantienen en un mismo nivel de desarrollo, muchas de estas incluso no permiten que se realice con ellas el tiro de precisión, fundamentalmente en las medias y largas distancias, pero además las cualidades que garantizan el funcionamiento óptimo del arma como son el trabajo ininterrumpido, la velocidad de realimentación y disparo, durabilidad de los diferentes elementos que conforman su mecanismo, la seguridad para el propio tirador, etc., son mucho menores o no están presentes en las armas atípicas. Se conocen también intentos de enmascarar las armas atípicas, con este objetivo se construyen de pequeñas dimensiones o con un diseño exterior que responda al de objetos domésticos (plumas de fuente, bolígrafos, bastones, sombrillas, paraguas, etc.), aunque esta característica no es sólo inherente a las armas atípicas de confección rústica, si no que también pueden aparecer armas atípicas con esas características construidas en condiciones fabriles o artesanales y destinadas a actividades especiales 1 . No obstante la notoria diferencia que existe entre las armas típicas y las atípicas, estas últimas también se construyen con la finalidad de producir disparos y responden al concepto básico de las armas de fuego. Un arma de fuego atípica puede crearse: a) mediante la confección de todos los detalles que la componen y su integración final. 1 Generalmente se trata de ejemplares concebidos para su empleo en actividades de espionaje, atentados y/o terrorismo. 164 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas b) mediante la transformación (o la integración) de determinados elementos o partes de una o varias armas típicas o de otros objetos que no son propiamente armas de fuego. En el segundo caso, el poseedor del arma típica la emplea como “materia prima”, para la creación de un ejemplar atípico. Por ejemplo al recortar una escopeta, esta deja de existir, ya que se convierte en un mecanismo inoperante para la caza o el tiro deportivo, transformándose en un arma solamente útil para el tiro a cortas distancias, como en las armas cortas estandart, o cuando se toman detalles de una o diferentes armas típicas, que reelaboradas o no se integran con otros detalles para la obtención de un arma típica. La mayoría de estas armas son atípicas totalmente, mientras que las parcialmente atípicas tienen su origen en armas de fuego y en armas neumáticas, las primeras se clasifican como atípicas teniendo en cuenta la conversión de su calibre y el empleo de elementos de un arma típica o de varias armas diferentes de este tipo en su confección. Las armas atípicas se emplean regularmente para el tiro precisamente en cortas distancias, por un lado esto se determina por el propio carácter de los delitos cometidos con su concurso y por el otro debido a las malas cualidades balísticas presentes en las mismas y a la dificultad que representa en condiciones extrafabriles la concepción y alineación de los órganos de puntería que garanticen la ejecución del tiro a medias y largas distancias, por ello el largo de sus cañones oscila de 40 a 120 mm en las armas cortas y de 121 a 600 mm en las largas fundamentalmente y carecen de órganos de puntería mas del 64 %. En la mayoría de los casos estas armas se conciben para el consumo de cartuchos calibre 5.6 mm (.22), debido a que sobre este cartucho destinado fundamentalmente al entrenamiento y el tiro deportivo, el control gubernamental es menos estricto, por lo que pueden adquirirse ilícitamente con relativa facilidad en campos de tiro, unidades militares e instalaciones deportivas, además las pequeñas dimensiones y la baja potencia de este cartucho, facilita la confección de un arma de pequeñas dimensiones que no requiere de materiales resistentes, lo que simplifica significativamente su producción. Tradicionalmente durante la investigación de cualquier instrumento atípico semejante a un arma de fuego, los peritos balistas de diferentes países han tenido en cuenta si el mismo: a) fue creado especialmente para la ejecución de disparos. b) o si sus disparos representan un peligro real para la vida y la salud humana. La solución de la primera interrogante se fundamenta en el análisis de las partes materiales del objeto de investigación, mientras que la segunda se soluciona sobre la base del efecto balístico de los proyectiles disparado por estas armas sobre la barrera particular que constituye el cuerpo humano. Este segundo aspecto como señalamos en el Capítulo III al referirnos a las armas típicas no es consustancial con nuestros requerimientos penales, por lo que el concepto de Arma de Fuego Atípica en nuestras condiciones nacionales pudiera definirse como sigue: Mecanismos no sistematizados, que no responden a parámetros tecnológicos y que son producidos por personas carentes de especialización y hábitos productivos, para el 165 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas lanzamiento de proyectiles en una dirección predeterminada con el aprovechamiento de la energía que produce la deflagración de la pólvora. 1 Dentro del conjunto de las armas atípicas, aparecen los más disímiles ejemplares, desde imitaciones simplificadas, hasta copias exactas de armas estandarizadas, en algunos casos se reproducen sólo determinadas partes o mecanismos y el resto de ella se simplifica, se conocen casos incluso en los que el productor ha llegado a entremezclar las características de los mecanismos de diferentes armas fabriles. La práctica indica que los mejores ejemplares de armas atípicas se logran allí donde existan las mejores condiciones productivas, con el consiguiente hábito de explotarlas, o sea en los establecimientos industriales o de reparaciones varias, ya que para su obtención con relativos índices de calidad, el comisor del delito necesitará de máquinas herramientas, fragmentos del metal apropiado y otros recursos tecnológicos. Para su producción se emplean generalmente como materia prima latón, acero, cobre, aluminio, bronce, madera, plástico, caucho o materiales sintéticos similares, alambre de diferente naturaleza y características e incluso hilo, cinta adhesiva aislante etc.. El cañón de estas armas puede ser indistintamente rayado o liso, el primero generalmente obtenido de otras armas fabriles, ya que incluso disponiendo de ciertas facilidades tecnológicas resulta muy difícil construirlo fuera de las industrias armamentistas, por lo que lo más frecuente es la construcción de cañones atípicos lisos o el empleo en su sustitución de otras confecciones industriales que por si solas no constituyen armas de fuego (cañones de armas neumáticas o de juguete, inyectores de motores diesel de combustión interna, émbolos de aire para cocinas de keroseno, etc.). La gran diversidad de las armas de fuego atípicas hace muy compleja su sistematización, sin embargo esta puede realizarse atendiendo a la semejanza de su morfología externa con diferentes tipos de armas típicas en pistolas, revólveres, pistolas ametralladoras, fusiles, escopetas y armas convencionalmente amorfas, además de las armas enmascaradas en artículos domésticos y las que se obtienen a partir de la transformación de ejemplares fabriles que por sus características merecen un estudio pericial independiente. Las armas atípicas mayormente estudiadas por nuestra práctica pericial son las pistolas, los fusiles y las escopetas, en su mayoría de retrocarga, concebidas para el consumo de cartuchos unitarios de los calibres 5.6 mm, 16 y 12 de caza y 7.62 mm en los dos modelos más frecuentes en Cuba 2 ; a lo cual se vincula que el tipo de percusión de las mismas sea en primer orden periférica y en el resto central. Las pistolas atípicas constituyen el grupo más numeroso y diverso dentro de las armas rústicas y pueden ser automáticas o no (las últimas son las más frecuentes), pueden ser de avancarga o retrocarga, concebidas las segundas para cartucho unitario, este último tipo es el más frecuente dentro de las armas atípicas de cañón corto. IX. 2. Investigación pericial balística de las armas de fuego atípicas. 1 Posada Jeanjacques J. A., Hernández Batista L. R. Y Cruz Paz I.: Metodología para la investigación técnico criminalística de las armas de fuego atípicas. XII Forum Nacional de Ciencia y Técnica del MININT. La Habana. 1997. Pp. 6. 2 7.62 mm Mod. 1908 y 7.62 mm Mod. 1943. 166 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas La primera etapa de la investigación pericial resulta común para cualquiera de las clasificaciones de las armas atípicas y deberá llevarse a cabo conforme a como ilustra el siguiente diagrama de bloques: Proceso de investigación pericial balística de las Armas de Fuego Atípicas Recepción de los materiales objeto de investigación Erradicación de la peligrosidad latente del mecanismo Establecimiento de las cualidades que lo definen como Arma de Fuego Atípicas Clasificación Investigación pericial conforme a las recomendaciones metodológicas elaboradas para cada tipo de Arma de Fuego Atípica Al recepcionar los materiales objeto de investigación se cumplimentarán los requisitos establecidos por la Metodología General de los Peritajes Criminalísticos, comprobando la identidad de los materiales recibidos, su integridad cualitativa y cuantitativa, y se tomarán las medidas necesarias para garantizar su debida peritación. Por tratarse de presuntas armas de fuego, el perito mediante un examen exterior preliminar, determinará si la misma se encuentra o no cargada, aun cuando supuestamente otros hayan revisado el mecanismo con antelación, de estar cargada el arma, el perito procederá a descargarla, si es que esta operación puede hacerse sin relativo peligro para el y para otros1 , y sin recurrir al desarme parcial o total del mecanismo. Si resultara imposible descargarla (cosa que ocurre con muy poca frecuencia y sólo en las armas de avancarga), el perito está en la obligación de tomar las medidas de seguridad necesarias para continuar la investigación, sin que esto represente peligro para nadie. Una vez creadas las condiciones seguras de manipulación del mecanismo en estudio, se procederá a realizar su investigación descriptiva y a establecer las 1 En los casos en que se compruebe que el arma objeto de investigación se encuentre cargada y resulte complejo o peligroso descargarla, siempre será preferible dispararla, tomando las medidas de seguridad pertinentes para el caso de que el arma estallara y para evitar los efectos del proyectil. 167 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas cualidades que lo definen como arma de fuego de carácter atípico. Obsérvese que en este paso se aprecian dos definiciones operacionales diferentes: Arma de Fuego 1 y Arma de Fuego Atípica 2 . La primera está definida, como ya señalamos en el Capítulo III por: 1. El empleo de la energía de la deflagración de la pólvora para el lanzamiento de sus proyectiles. 2. La presencia de elementos que permitan dirigir la trayectoria del vuelo de un proyectil. 3. La relativa seguridad que garantiza para el tirador. Mientras que la segunda se define por la presencia de los tres elementos anteriormente citados más la ausencia de: 1. Maniobrabilidad. 2. Calidad de ejecución en niveles que garanticen su óptimo funcionamiento. 3. Cualidades balísticas básicas. 4. Sistematización. Establecidos estos siete elementos en el mecanismo objeto de investigación, nuestro próximo paso debe ser la clasificación del arma de fuego atípica en cuestión, ya que de acuerdo a la misma será el procedimiento investigativo que se empleará en lo adelante. La Caracterización Criminalística de las Armas Atípicas 3 practicada en nuestro país en 1996, demuestra que para las condiciones de Cuba la clasificación idónea sería: 1 Mecanismo empleado para el lanzamiento de un proyectil en una dirección predeterminada con el empleo de la energía de la deflagración de la pólvora. 2 Mecanismo no sistematizado que no responde a parámetros tecnológicos y que se construye por personas carentes de especialización armera y hábitos productivos para el lanzamiento de proyectiles en una dirección predeterminada con el empleo de la energía de la deflagración de la pólvora. 3 Posada Jeanjacques J. A.: Caracterización Criminalística de las Armas Atípicas. 1987-1995¨. XI Forum Nacional de Ciencia y Técnica del MININT. La Habana. 1996. 168 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas Clasificación de las Armas de Fuego Atípicas Armas de Fuego Atípicas Armas de Avancarga Totalmente Atípicas Pistolas Armas de Retrocarga Totalmente Atípicas Pistolas Escopetas Armas enmascaradas en objetos domésticos Escopetas Armas enmascaradas en objetos domésticos Armas Amorfas Armas atípicas con elementos o mecanismos aislados de origen típico Fusión de elementos de diferentes armas de fuego típicas en un solo ejemplar Parcialmente Atípicas Armas típicas con atipicidades Con modificaciones del calibre Con modificaciones de la longitud del arma Objetos con atipicidades que los convierten en armas de fuego Armas neumáticas Pistolas de construcción y montaje Mecanismos pirotécnicos varios 169 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas Ya que algunos tipos de armas atípicas que en Cuba se conocen sólo por referencias bibliográficas (revólveres y fusiles totalmente atípicos de retrocarga, pistolas automáticas totalmente atípicas y otros), no son frecuentes o se desconocen en nuestra práctica pericial. Por lo que precisamente a partir de esta clasificación describiremos las posteriores etapas de la investigación de las armas atípicas. IX.2.1. Investigación pericial de las armas de fuego atípicas de avancarga. Por su principio de funcionamiento y características, este tipo de arma de fuego atípica, se asemeja a los primeros ejemplares de armas de fuego de los siglos XV y XVI. Su construcción se encuentra al alcance de cualquier persona que tenga hábitos elementales de conformado de metales con instrumentos sencillos, además no requiere del empleo de cartuchos unitarios, lo que significa cierta ventaja, ya que la adquisición de éstos se torna compleja en muchos casos. Todo lo cual es común para pistolas, escopetas y armas enmascaradas en objetos domésticos, todas totalmente atípicas de avancarga, las que se diferencian sólo por su aspecto exterior, calibre y dimensiones. Este grupo de armas por sus características constructivas puede dividirse de la siguiente forma: • Con ignición por el “fogón” o la “oreja” 1 . • De pistón 2 Las armas de ignición por el fogón constituyen un cilindro metálico ciego por uno de sus extremos, este cilindro generalmente posee ánima lisa y si fue concebido como un elemento independiente se sostiene a la empuñadura o guardamano por dos o tres puntos mediante bandas metálicas clavadas o atornilladas, o sencillamente atados o envueltos con disímiles alambre, bandas elásticas o cinta adhesiva aislante. El fogón u oreja es un orificio de 2-3 mm de diámetro ubicado en la parte superior o uno de los laterales del tercio ciego del cañón y sirve para provocar el disparo al acercársele una llama o fuente de calor en incandescencia. El proceso de carga de estos tipos de pistolas se realiza por la boca del cañón (de donde parte el término que las clasifica) con la ayuda de una baqueta, inicialmente se coloca en el fondo del cañón una carga impulsora constituida con pólvora de humo o de cualquier otro tipo, que generalmente se extrae de cartuchos unitarios o sencillamente del polvo que se obtiene al triturar las cabezas de fósforos o la carga impulsora de munición de artillería, seguidamente esta carga se presiona con el taco (papel, tejido textil, guata o aserrín) auxiliándose de la baqueta y por último se coloca el proyectil, en cuya calidad se emplean esferas de plomo, cojinetes de rodamientos, fragmentos de metal de formas y dimensiones diversas, esferas de cristal de las empleadas en los juegos infantiles, granos de sal común, etc. y en algunos casos estos proyectiles también se 1 Orificio por el que acercando la llama, incandescencia o chispa, se producía el disparo en las armas portátiles y estacionarias durante los siglos XV y XVI. 2 Adminículo similar a la cápsula iniciadora de los cartuchos unitarios, que durante los siglos XVIII y XIX se utilizaba con el objetivo de contener a la carga iniciadora del disparo con cartuchos unitarios o no. 170 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas cubren por otro taco a fin de mantener toda la carga cohesionada y garantizar una relativa impermeabilidad que no disminuya las cualidades balísticas de este cartucho no unitario. Dado que resulta compleja la producción de series de disparos con este tipo de armas, ya que se consume mucho tiempo en la realimentación y se dificulta la transportación de los diferentes elementos que componen la “carga”, las mismas (y fundamentalmente las pistolas y escopetas) pueden ser de uno o varios cañones, los que a su vez pueden clasificarse de la siguiente forma: • Varios cañones que disparan de forma independiente. • Un solo cañón largo, en el que se practican varios fogones y se coloca una carga por cada uno de ellos, bien delimitadas por tacos (los disparos siempre se realizan desde la primera carga, contando desde la boca del cañón). • La conjunción de ambas características descriptas anteriormente. Fig. 68: Pistola totalmente atípica de avancarga con cuatro cañones independientes de un solo tiro cada uno. Fig. 69: Pistola totalmente atípica de avancarga de un solo cañón concebido para cuatro disparos, con números consecutivos se señalan las correspondientes orejas o fogones en el orden de tiro. El grupo de las pistolas de avancarga de pistón también tiene cierto número de variantes, aunque el principio de construcción continúe siendo el mismo descripto anteriormente y sólo se diferencian en la concepción del mecanismo percutor. El sistema más difundido lo constituye un martillo confeccionado a partir de una lámina metálica con perfil en forma de arco o de letra griega “Π”, colocado sobre la armadura del arma y sujeta mediante un eje horizontal y transversal al eje longitudinal del cañón. Esta pieza gira sobre el eje de forma tal que en su posición más alta, el borde superior se encuentra sobre el cañón y en la posición inferior queda sobre el fogón, que siempre estará 171 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas ubicado en el borde superior del cañón, un resorte o una sencilla cinta elástica mantendrá la tensión del martillo sobre el fogón. El retenedor de este martillo puede ser una pieza de madera, metal o sencillamente un alambre conformado para esos fines, sujeto a la armadura mediante un tornillo, un clavo o un pasador, para colocar al martillo en la posición combativa, será menester levantarlo manualmente y sujetarlo con el retenedor. Este mecanismo puede complementarse con un disparador o liberador del retenedor, pero lo más frecuente es que éste se libere normalmente con la mano contraria a la activa del tiro, permitiendo así que el martillo gire sobre su eje y golpee sobre el mito 1 , la cápsula iniciadora de un cartucho ordinario, contentiva de fulminato de mercurio o de polvo obtenido de la trituración de cabezas de fósforos, la cual se coloca directamente sobre el fogón, sujetándose con diferentes adminículos. Fig. 70: Pistola totalmente atípica de avancarga con mecanismo de iniciación de pistón. Pueden aparecer otras armas de este mismo tipo, con un mayor desarrollo del mecanismo de percusión, lo cual dependerá de la creatividad y posibilidades de su constructor, en algunos casos se han empleado con los mismos fines elementos del mecanismo de percusión de algunas escopetas fabriles de martillo exterior e incluso de pistolas o escopetas de juguete 2 . El esquema de la investigación pericial de las armas de fuego atípicas de avancarga transcurrirá por dos causes diferentes definidos por la posibilidad que se tenga de descargar o no el arma recibida por el perito, y es común para la investigación de pistolas, escopetas y otras armas de fuego totalmente atípicas de avancarga enmascaradas en objetos domésticos. 1 Nombre por el cual se conoce a los artilugios conformados por una sustancia que estalla por percusión, contenidos en un envoltorio generalmente de papel, utilizados en pistolas de juguete; por extensión popularmente se emplea en nuestro país para designar a cualquier envoltorio contentivo de una sustancia explosiva por percusión. 2 Juguetes de los que provocan un sonido semejante al de la deflagración de la pólvora durante el disparo con un cartucho de pequeño calibre, por medio de golpes de un “martillo” sobre una sustancia pirotécnica sensible a la percusión. 172 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas Investigación pericial de las pistolas, escopetas y otras armas totalmente atípicas de avancarga enmascaradas en objetos domésticos Si resulta imposible descargar el arma Si el arma se encuentra descargada Creación de las medidas de seguridad pertinentes Investigación de la interacción de los mecanismos del arma Práctica de los disparos experimentales Investigación del proyectil y el taco Determinación del calibre Investigación de la interacción de los mecanismos del arma. Desarme parcial Cálculo del volumen de la carga impulsora mínima Práctica de los disparos experimentales Desarme parcial Investigación de sus componentes internos Investigación de sus componentes internos En el caso de que resultara imposible la descarga del arma, el primer paso después de tomar las medidas de seguridad pertinentes corresponderá a la práctica de disparos experimentales con la o las cargas contenidas en el arma objeto de investigación, los disparos (cerciorándose de que se realicen todos en el caso de las armas con cañón de varias cargas o cañones múltiples), se realizarán en el captador a fin de recuperar los proyectiles y tacos, acción que se realizará inmediatamente después de cada disparo, se tratará de que cada uno de estos disparos se efectúen 173 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas colocando el arma en algún soporte que facilite no tener que incidir con las manos directamente sobre el arma durante el tiro 1 . Los proyectiles y tacos se investigarán y describirán teniendo en cuenta todas sus características generales (forma, peso, diámetro, largo), así como cualquier otro elemento que permita conocer su procedencia o realizar su identificación. De la medición del diámetro interior del ánima del cañón junto a la boca de fuego y de los proyectiles que no sufrieron severas deformaciones en el tiro se concluirá el calibre del arma, que para este caso en particular se tratará del calibre real, siempre expresado en milímetros y sus décimas. Terminado el tiro experimental se procederá al desarme parcial del arma, cuya culminación de encuentra sujeta a limitaciones prácticas; se desarmará el arma objeto de investigación hasta que sus condiciones de diseño lo permitan, teniendo en cuenta que la misma no responde a un esquema formal y que deberá ser nuevamente llevada al estado más cercano al original en que fue recibida, o se desarmará igualmente hasta el punto en que el desarme permita investigar a plenitud la composición diseño y estado de sus componentes interiores, o las causas de las interrupciones que se aprecien durante los disparos experimentales. En el caso de que el arma se encontrara descargada, se procederá sin ningún peligro a investigar la interacción de sus mecanismos interiores y una vez conocidos los mismos, el próximo paso será el cálculo de la carga impulsora mínima 2 requerida para la práctica de los disparos experimentales, este paso es muy importante, ya que el dato en cuestión sólo puede obtenerse por tres vías: 1. La entrevista con el acusado (o la participación del perito designado en el curso de los interrogatorios, si para los intereses de la instrucción no fuera procedente la entrevista). 2. La obtención de elementos que lo indiquen o permitan deducirlos durante la práctica de registros. 3. El cálculo balístico de este parámetro. Sin embargo el perito deberá conocer que de estas vías, la primera resulta poco confiable y la segunda no siempre estará a nuestro alcance, ya que esta acción de instrucción no sólo depende de los intereses del perito y sus resultados son en extremo hipotéticos. Del conocimiento de este parámetro depende: • La práctica de disparos experimentales seguros. • La definición del mecanismo como arma de fuego a partir de su aptitud física para soportar la energía de la deflagración de la carga mínima de pólvora calculada. El cálculo en cuestión se realizará a partir de la fórmula: W1= 0.014*103*d2Kg 1 Esta recomendación es válida para todos los disparos experimentales que se realicen con cualquier tipo de arma atípica, ya que en ellas el peligro latente de accidente durante el tiro es mayor que en el resto de las categorías de armas de fuego que comúnmente se investigan por los criminalistas. 2 La Carga Impulsora Mínima (W1), es la cantidad mínima de pólvora requerida, para que una vez deflagrada, sus gases sean capaces de mover al proyectil y expulsarlo del ánima del cañón. 174 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas Donde: - W1 es la carga impulsora mínima requerida para producir un disparo con un arma atípica de avancarga dada. - d es el diámetro del proyectil a utilizar durante la práctica de los disparos experimentales. Para los cuales siempre se empleará pólvora de humo y proyectiles plomo con un diámetro menor a la del ánima del cañón del arma investigada 1 . Conocida esta carga mínima, con ella se conformará un cartucho no unitario con el que se cargará el arma objeto de investigación, empleando los procedimientos clásicos para esta operación en las armas de fuego de avancarga 2 ; si el arma en cuestión no resistiera el primer disparo con esta carga mínima, no podrá considerarse un arma de fuego, ya que no cumple con dos de los tres requisitos mínimos para serlo (la presencia del elemento direcccionador del vuelo del proyectil: el cañón, y la relativa seguridad para el tirador), con lo que habrá culminado la investigación pericial referida a calificar el objeto de investigación como arma de fuego. Si el cañón resiste el primer disparo, se podrán repetir varios si fuese menester para observar el comportamiento del arma 3 , teniendo en cuenta que no deberá experimentarse el tiro hasta el punto crítico de la destrucción del arma. Concluidos los disparos experimentales podrá procederse al desarme parcial e investigación de los elementos interiores del arma, todo lo cual aportará los fundamentos requeridos para la elaboración de las conclusiones periciales. Como en todo peritaje criminalístico, respecto a las armas de fuego atípicas, la redacción de las conclusiones periciales dependerá del enfoque de las interrogantes del solicitante, en nuestro caso podrán versar sobre: 1. La definición del mecanismo como arma de fuego y su carácter típico o no. 2. La posibilidad de efectuar disparos con ella. 3. La posibilidad de que con la misma pudieran producirse disparos involuntarios. 4. Las causas de que ocurrieran determinados “accidentes” durante el tiro. Como se puede apreciar, en todos ellas tendrá mucha importancia la calidad de la ejecución del experimento pericial, tal y como se describe en la Metodología Técnico Criminalística para la determinación del Estado Técnico de las Armas de Fuego 4 . En ningún caso respecto a las armas atípicas se concluirá acerca de su Estado Técnico, ya que ellas no responden a ningún estandarte o norma fabril que pueda considerarse patrón de la tecnicidad del arma no que permita valorar hasta que punto la misma puede ser buena o mala. 1 El rango de diferencia permisible entre el diámetro del proyectil que se emplee en el tiro experimental y el diámetro interior del ánima del cañón del arma investigada deberá encontrarse en el intervalo de 1-2 mm. 2 La carga mínima calculada se depositará en el fondo del cañón y con un taco(fragmento de tela, fieltro, guata, papel o aserrín) se compactará empleando para ello una baqueta, una vez lograda la compactación de la carga se colocará dentro del cañón el proyectil, delante del cual también será conveniente la colocación de un segundo taco, a fin de lograr un aprovechamiento óptimo de la carga impulsora, si las paredes del cañón son de un grosor superior a los 5 mm, será conveniente colocar en el fogón u oreja una porción adicional de pólvora. 3 La práctica pericial balística, conforme a la Teoría del Derecho Penal, confirma que un único disparo evidencia la aptitud práctica para efectuar disparos con un arma de fuego de cualquier tipo. 4 Posada Jeanjacques J. A.: “Metodología para la determinación del estado técnico de las Armas de Fuego”. XII Forum Nacional de Ciencia y Técnica en el MININT. La Habana. 1997. 175 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas La aptitud para el tiro en estas armas sólo 1 podrá definirse como: Apta para realizar disparos: No apta para realizar disparos: Cuando los disparos se ejecuten con independencia del procedimiento que para ello se emplee (aun cuando sólo se logre un único disparo). Cuando resulta imposible realizar disparos de forma definitiva o en los casos en que para ello sea necesaria una remodelación capital del arma. IX.2.2. Investigación pericial de las pistolas totalmente atípicas de retrocarga. Las armas de fuego totalmente atípicas de retrocarga constituyen el tipo de arma atípica más difundido y por ello también el más diverso, el de mecanismos más complejos y con un mayor grado de conformación. En ocasiones resultan atípicos todos sus elementos, aunque también pueden aparecer también armas de este tipo que empleen determinados elementos de procedencia fabril o elementos fabriles reelaborados para su empleo en el arma atípica dada. Independientemente del calibre del arma, todas las conocidas poseen cañón fijo y cierre libre e independiente. Todas las pistolas atípicas totales mecánicas de retrocarga estudiadas, son de una sola carga, en ellas cada detalle del arma se confecciona independientemente o se fabrican partes de las pistolas (cañón, armadura, empuñadura) a los que se les insertan otros elementos secundarios. En el primer caso el material empleado para la confección del arma es generalmente acero, mientras que en los elementos secundarios se emplean otros metales más dúctiles, por ejemplo: cobre, bronce, aluminio, latón, zinc, etc.. El mecanismo de cierre de estas armas es muy inestable para su sistematización, pero al mismo tiempo es poco complejo. En los casos en que presentan un cañón fijo, la obturación se realiza mediante un cierre masivo y amplio bajo la tensión de un resorte combativo, es poco frecuente que el cierre aparezca en forma de un sistema de piezas o de un mecanismo giratorio sobre su eje longitudinal 2 . El eje de los cierres de tipo basculante puede aparecer paralelo al eje del cañón o transversal al mismo, en 1 En las armas de fuego totalmente atípicas de avancarga, no podrá hablarse sobre la posibilidad de ejecutar series de disparos, ya que su concepción impide la realización de un “tiro continuado”, su diseño responde precisamente a la práctica de disparos, que puede tener una determinada secuencia de repetición (recuerden las armas de varios cañones y los cañones de varias cargas) pero sin embargo continúan siendo disparos aislados debido al complicado mecanismo mediante el cual se ejecutan. 2 Los cierres del tipo “cerrojo” son más comunes en las escopetas de caza totalmente atípicas. 176 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas estos casos dentro del cierre se instalan las piezas del mecanismo de disparo: el percutor, el resorte combativo o simplemente una aguja percutora inercial. Cuando estas armas poseen cañón giratorio sobre el eje transversal (cañón basculante), el mecanismo de cierre además de fijar el cañón poseerá un fondo del cierre lo suficientemente resistente como para soportar la energía de retroceso y un elemento que puede poseer disímiles formas y cuya destinación es retener el cañón en la posición requerida. En casos muy excepcionales aparecerán sistemas de cierre de tipo “cerrojo”, pero muy primitivos y el mecanismo de percusión puede ser indistintamente de percusión, martillo y martillo-percutor, estos últimos son característicos de las armas atípicas de martillo exterior, cuya función es la de golpear directamente sobre la cápsula iniciadora del cartucho o sobre un elemento aislado sobre el que se encuentra la aguja percutora. En el primero la aguja estará dotada de movimiento bajo la tensión de un resorte, generalmente en espiral, esta aguja puede ser un elemento independiente o puede constituir un extremo sobresaliente del percutor. Fig. 71: Pistola totalmente atípica de retrocarga cal. 5,6 mm LR. El esquema de investigación particular para estas armas podrá llevarse a cabo de la siguiente forma: 177 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas Investigación pericial de las pistolas totalmente atípicas de retrocarga Investigación de la interacción de los mecanismos del arma Determinación del calibre del arma Elección del cartucho apropiado para el tiro Práctica de disparos experimentales Desarme parcial del arma atípica Investigación de los componentes internos del arma La investigación exterior de las pistolas totalmente atípicas se dirige fundamentalmente a conocer la composición de sus diferentes partes y mecanismos, así como su funcionamiento, particularmente el de los mecanismos de percusión y disparo y las etapas de que consta el proceso de alimentación. La determinación del calibre posee particular importancia en la investigación de este tipo de arma, ya que sus fabricantes se auxilian de disímiles materiales para la conformación del cañón, teniendo en cuenta tan sólo que el canal de los mismos posea forma cilíndrica y un diámetro interior (al menos en el área donde se pretenda ubicar la recámara) cercano al calibre de los cartuchos unitarios accesibles al poseedor del arma, de ahí que independintemente de que se expresará el calibre en milímetros, al mismo tiempo se definirá nominalmente con el calibre de cartucho unitario inmediatamente inferior al del cañón del arma atípica investigada 1 . Conocido el calibre del arma, podrá escogerse el cartucho requerido para la práctica de los disparos experimentales, que para seguridad del perito, en el caso de que sólo se pretenda comprobar la aptitud del arma para la realización de disparos, será el de menor potencia entre los modelos de cartuchos de un mismo calibre, o sea si fue establecido que el calibre del arma es 5.6 mm (.22) y con este calibre disponemos de los cartuchos: • 5.6 mm Short 1 Si el diámetro interior del cañón de un ama atípica dada es de 6-6.3 mm, el calibre del arma se expresará como 5.6 mm (o .22), ya que de los cartuchos unitarios conocidos, el idóneo para la misma es precisamente éste, cuyo diámetro en el cuerpo es de 5.9 mm. 178 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas • 5.6 mm Long Rifle • 5.6 mm Extra Long • 5 mm Remington Magnum para la ejecución de los disparos experimentales con un arma totalmente atípica, utilizaremos el cartucho 5.6 mm Short, debido a que por ser el de menor potencia, ofrecerá menos peligro durante el tiro experimental. En la elección del cartucho a emplear también influye el estudio de las características de la recámara, para unas se requieren cartuchos con reborde, pero en otras pueden precisarse cartuchos de forma cónica o “de botella”. Los disparos experimentales, que nunca excederán de tres, se realizarán colocando el arma en un soporte, en el captador de disparos o contra una barrera que elimine el peligro de rebotes, durante los mismos se tomarán las medidas pertinentes para ejecutarlos a distancia, ya que estas armas pueden estallar o de ellas pueden desprenderse determinados componentes con energía suficiente como para lesionar a un individuo. Se prestará atención al comportamiento del arma durante el tiro: la presión a ejercer sobre el disparador, la tensión del resorte combativo y los procedimientos necesarios para extraer de la recámara los casquillos percutidos. Una vez comprobada la aptitud para el tiro se podrá proceder al desarme parcial con los mismos requerimientos descriptos en epígrafes anteriores. Durante el estudio de los mecanismos interiores se determinará cuales elementos fueron elaborados por el constructor del arma y cuales proceden de otros mecanismos, si estos fueron colocados sin transformación alguna o si fueron reelaborados en función del arma creada y si es posible deberá brindarse en el informe pericial, al menos su identicación genérica, ejemplo: émbolo de aire de cocina de keroseno, inyector diesel de combustión interna, pestillo, etc.. El análisis de lo descripto brindará suficientes elementos de juicio al perito para elaborar sonclusiones en los mismos términos descriptos con antelación. IX.2.3. Investigación pericial de las escopetas totalmente atípicas. Estructuralmente las escopetas de esta naturaleza poseen muy poca diferencia respecto a las pistolas atípicas de retrocarga, en esencia mantienen la misma composición en los mecanismos de disparo y percusión 1 y los procedimientos de alimentación. Sus diferencias emanan del objetivo general con que se emplean, las pistolas están destinadas a permanecer ocultas durante su portación y hasta la comisión del delito que se lleva a cabo generalmente a cortas distancias, para lo cual las pequeñas dimensiones del arma y su bajo calibre constituyen ventajas constructivas; mientras que las escopetas están destinadas fundamentalmente a la caza a medias y largas distancias con el empleo de cartuchos de los calibres 16 y 20 (generalmente), para ello están provistas de un cañón largo, guardamano y culata. 1 En las escopetas totalmente atípicas los mecanismos de disparo y percusión guardan similitud con los de las pistolas, sin embrago en virtud de las mayores dimensiones de las escopetas y de la mayor capacidad de su caja de mecanismos, en ellas se aprecia un mayor novel de perfección en la ejecución de ambos sistemas. 179 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas El cañón generalmente se obtiene a partir de tubos de hierro galvanizado, de los que se emplean en las instalaciones hidráulicas, o mediante el maquinado de barras de transmisión de algunos modelos de camiones; la culata y el guardamanos se tallan de una sola pieza de madera blanda, generalmente autóctona, pueden poseer (en casos muy excepcionales) órganos de puntería muy primitivos (generalmente desalineados) y la presencia de la “correa portafusil” no es obligatoria. El esquema de la investigación de estas escopetas es el mismo que en las pistolas totalmente atípicas, con la salvedad de que para la práctica de los disparos nunca se emplearán los mismos cartuchos que se remitan para la investigación, aún cuando se solicite determinar el estado técnico de los mismos y su aptitud para ser disparados. La razón de esta recomendación radica en que los cartuchos de caza fabriles se cargan con pólvora de humo, la misma que se recomienda emplear para cargarlos en condiciones domésticas, sin embargo esta pólvora es poco resistente a la acción de la humedad de nuestro clima y humedecida posee una baja velocidad de deflagración, por lo que puede ocurrir 1 que percutido el cartucho no se produzca la salida de los proyectiles hasta pasados 0.5-2 segundos, lo que de coincidir con la operación de extracción del cartucho de la recámara, puede provocar un accidente conocido popularmente como “tiro por la culata”, en el que la energía del disparo impulsa tanto a los proyectiles del cartucho como al casquillo, que también convertido en proyectil, puede lesionar la mano y la cara del tirador2 . Con las escopetas es aconsejable realizar los disparos experimentales con cartuchos en buen estado, a los que previamente se le extraerán las municiones. A los peligros que normalmente acompañan a la práctica de los disparos experimentales, cuando se realizan con escopetas atípicas, debemos sumar que las partes de madera pueden fracturarse y sus astillas volar con diferente potencial energético en la dirección del retroceso del arma. IX.2.4. Investigación de las armas de fuego atípicas enmascaradas en artículos de uso doméstico. Las armas de fuego atípicas pueden ser enmascaradas en diferentes instrumentos y utencilios, aunque la bibliogafía extrangera las describe contenidas en estoques, sombrillas, bastones, hebillas, guantes, suelas de botas, etc., las más conocidas por nuestra práctica nacional aparecen bajo la forma de plumas de escribir o bolígrafos. Fig. 72: Armas de fuego cal. 5,6 mm LR y .38 Sp respectivamente, enmascaradas bajo la apariencia de plumas de escribir. 1 Casos similares se han enfrentado en nuestra práctica pericial y además se describen en la literatura. Según diferentes fuentes consultadas, en dependencia de la potencia de la carga impulsora del cartucho, su humectación y el peso del proyectil no unitario, el casquillo puede moverse con una energía suficiente para penetrar la cavidad craneana. 2 180 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas Consisten en dos cilindros roscados, uno de los cuales constituye el cañón con una recámara generalmente calibre 5.6 mm (.22) 1 y el otro el cierre y el cajón de los mecanismos al mismo tiempo. El cierre se garantiza al roscar ambos cilindros, constituyendo el fondo del cierre la cabeza del percutor que recibe además la energía de retroceso del disparo. La percusión se realiza mediante un percutor que puede poseer uno o varios salientes en la periferia, mientras que el mecanismode disparo puede presentar varias variantes constructivas, pero básicamente funciona al tirar del eje del percutor y soltarlo, aunque también el percutor puede colocarse en posición combativa, funcionando a modo de pestillo, de donde se libera con un ligero giro. Los ejemplares más perfeccionados disparan al liberar el percutor accionando la pieza que en las plumas sirve a los efectos de sujetarlas al borde del bolsillo. En estos tipos de armas atípicas, el esquema de investigación será similar al anterior con la siguiente diferencia: Investigación pericial de las armas de fuego atípicas enmascaradas en objetos domésticos Investigación de la interacción de los mecanismos del arma Desarme parcial Determinación del calibre del arma Selección del cartucho apropiado para el tiro experimental Práctica de los disparos experimentales Como se aprecia, aquí se altera el orden del desarme parcial, ya que estas armas persiguen el objetivo de ser confundidas con aquellos objetos bajo cuya apariencia se presentan, para ello brindan la impresión de ser objetos compactos y contienen a todos sus elementos (o al menos a los más importantes) ocultos en su interior. 1 Durante la investigación estadística realizada sólo conocimos reportes de casos aislados de otros calibres: 9 mm PM y .38 Sp. 181 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas Por ello resulta imprescindible para conocer el calibre y dominar la interacción de sus mecanismos, practicar inicialmente el desarme parcial, en el que además se estudiarán los componentes interiores, prestando especial atención a su colocación en orden inverso cuando se vuelva a armar para el tiro experimental. IX.2.5. Investigación pericial de las armas de fuego amorfas totalmente atípicas. Se trata de armas cuyas características exteriores no responden a la arquitectura tradicional de las armas de fuego portátiles, elaborada sobre la base de que estas deban ser sostenidas con una o ambas manos; el grupo fundamental de ellas conocida en la región oriental por el elocuente nombre de “chirimbolo” está constituido por armas que constan de mecanismos de percusión, que pueden responder a cualquiera de las ideas descriptas anteriormente, un mecanismo de disparo por alivio de tensión, que siempre se conforma por un cordel o alambre fijo de uno de sus extremos y que en el segundo sostiene al percutor o al martillo, o a un pasador que interrumpe el acceso de los mismos a la cápsula iniciadora de un cartucho que a diferencia de las armas anteriormente estudiadas siempre es de mediano a gran calibre (7.62 mm, 12 ó 16 de caza) y por último un aditamento sobre en cuyo plano se montan los diferentes elementos que componen al arma y que sirve para colocarla estacionariamente por medio de un “sargento”, una estaca de madera o una tabla. La ubicación de estas armas se hará en dependencia del tipo de sujeción conformado y será respectivamente: el borde de cosas muebles o no, clavados en la tierra (los chirimbolos) o amarrados a árboles u otras cosas, siempre con el cañón dirigido al bien que se pretende cuidar o a las posibles vías de acceso de los ladrones al mismo, los cuales al chocar con el cordel, accionarán el mecanismo de disparo del arma. El segundo grupo está integrado por un arma amorfa descripta en la literatura foránea y presente en nuestra práctica pericial, llamada por diferentes autores “cañón de prisión” y una variante nacional alargada de la misma, la “punta explosiva”, popular entre los pescadores submarinos cubanos. El cañón de prisión es un cilindro metálico de unos 12-15 cm de largo y gruesas paredes, su diámetro interior puede variar en dependencia del calibre del cartucho que se pretenda disparar, uno de sus extremos posee un tapón roscado que en su interior aloja al percutor y al resorte combativo, en el extremo romo del percutor se conforma una cabeza sobre la que incide una palanca (disparador) fija al cuerpo del cilindro; de esta forma para disparar, se aloja un cartucho (generalmente 7.62 mm o 12 de caza) dentro del cilindro obturándolo con el tapón roscado y el disparo podrá efectuarse ya sea soltando el percutor o utilizando para ello la palanca disparador. La punta explosiva presenta un diseño similar, sólo que en el tapón roscado se aloja un cilindro de unos 2 cm de diámetro, terminado en forma de cabeza de alfiler, en cuyo centro se practica una protuberancia, esta pieza se mueve libremente y cumple la doble función de percutor y soporte del arma, la que se emplea colocada en el extremo de una vara o tubo de aproximadamente 1-1.5 m de largo y cuelga de la muñeca del cazador submarino durante la inmersión; para disparar, antes de sumergirse en el mar, se coloca el cartucho dentro del cilindro y el tapón roscado se ajusta sin apretarlo en demasía, en la boca de fuego del arma se coloca determinada cantidad de lubricante sólido destinado a impermeabilizar el cartucho y entonces el 182 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas arma puede ser fijada a la vara, los disparos se producen golpeando el extremo del cañón con violencia contra el blanco (generalmente peces de gran porte), con lo que el cañón cede provocando la ruptura de la cápsula iniciadora contra la protuberancia del “percutor-soporte” y con ello el disparo. Dadas sus características, el esquema de investigación de estas armas atípicas tiene ciertas particularidades: Investigación pericial de las armas de fuego amorfas totalmente atípicas En el Lugar del Suceso En condiciones de laboratorio Determinación de la ubicación del disparador y de la trayectoria del disparo Investigación de la interacción de los mecanismos del arma Investigación de la interacción de los mecanismos del arma Descarga del arma Extracción del arma del Lugar del Suceso Determinación del calibre del arma Selección del cartucho apropiado para el tiro experimental Práctica de los disparos experimentales Desarme parcial Investigación de sus componentes internos En el caso de investigarse un arma atípica amorfa estacionaria en el Lugar del Suceso, se inspeccionarán sus alrededores partiendo del arma 1 para conocer en que dirección está tendido el 1 Se realizará una inspección de forma excéntrica, a partir del arma, teniendo en cuenta no interceptar el “cordón disparador” a fin de no provocar ningún accidente. 183 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas cordón y hacia donde apunta el arma, una vez conocidos estos dos elementos, el perito deberá situarse en el lado opuesto a la boca de fuego y desde allí inspeccionará el arma para conocer la disposición de sus mecanismos, como interactúan y si el arma se encuentra o no cargada; de estarlo, deberá determinar de que forma interrumpir el funcionamiento de la misma a fin de evitar el disparo, esto podrá lograse de tres formas: 1. Si el cordel sujeta al martillo (percutor) directamente, éste deberá sujetarse firmemente, con lo que se procederá a desprender el cordón y se soltará lentamente el martillo hasta que regrese a la posición de reposo. 2. Si el cordel está atado a un pasador que interrumpe al percutor (martillo), entonces simplemente se procederá a desprender el cordel tomando precauciones a fin de no desprender el pasador. 3. Y si el cordel incide directamente sobre el disparador, entonces el perito deberá interrumpir el mecanismo de disparo, trabando el disparador (o el martillo) con algún objeto resistente a la tensión del resorte combativo y sólo entonces desprenderá el cordel. Una vez desconectado el “sistema de disparo”, se procederá a descargar el arma extrayendo el cartucho de la recámara, entonces esta podrá ser retirada sin peligro del Lugar del Suceso con destino al Laboratorio de Criminalística 1 IX.3. Investigación pericial de las armas de fuego parcialmente atípicas. Las armas de fuego parcialmente atípicas poseen un universo aun más complejo que las revisadas hasta ahora, su clasificación agrupa a: • Las armas de fuego típicas con atipicidades diversas. • Las armas de fuego atípicas con elementos o mecanismos diversos de origen típico. • Los objetos con atipicidades que los convierten en armas de fuego • La fusión de elementos de diferentes armas de fuego típicas en un solo ejemplar de arma de fuego atípica. Las armas de fuego típicas con atipicidades diversas agrupan a las armas de fuego con modificaciones del calibre dirigidas a aumentarlo o disminuirlo indistintamente, con la finalidad de adoptar el calibre de un cartucho menos deficitario y a las modificadas en lo referente a la a disminución su longitud. IX.3.1. Investigación pericial de las armas de fuego típicas con modificaciones del calibre. Cuando se pretende aumentar el calibre de un arma, se barrenan las cámaras o recámaras (según corresponda, trátese de revólveres u otras armas de fuego) e incluso el cañón en el caso de algunas armas cortas y se ensanchan las dimensiones del fondo del cierre afectando incluso al eyector y al extractor en el caso de las armas automáticas o mecánicas de cerrojo, la magnitud de la transformación a realizar dependerá exclusivamente del calibre existente y el deseado, si las transformaciones a realizar son muy significativas, entonces el arma quedará imposibilitada de 1 No se recomienda proceder en el Lugar del Suceso a la práctica de disparos experimentales ni a la peritación del arma una vez descargada, en vista de que en el Lugar del Suceso no existen las condiciones apropiadas para ello. 184 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas ejecutar series de disparos, ya que resulta muy difícil lograr la interacción de todos los mecanismos del arma con tales transformaciones. Para disminuir el calibre 1 , se practican “camisas” que se colocan dentro de las cámaras o recámaras, según sea el tipo de arma a transformar y para consumir cartuchos periféricos cal. 5.6 mm, también se transformará la aguja percutora, que deberá entonces golpear sobre la periferia del culote del cartucho. Un caso muy particular de disminución del calibre lo constituye el encamisamiento de la recámara de las pistolas de señales para el consumo de cartuchos calibre 12 de caza, con lo que cambia completamente la destinación de un arma de fuego concebida para el lanzamiento de cohetes luminosos, convirtiéndola en un arma atípica dotada de partes y mecanismos fabriles y de gran letalidad. IX.3.2. Investigación pericial de las armas de fuego atípicas con modificaciones de sus dimensiones longitudinales. Las armas largas se recortan fundamentalmente por el cañón, el guardamanos inferior y la culata reduciendo a un tercio o un cuarto su longitud original, de forma tal que se asemejen en largo y por la nueva forma adquirida a un arma corta, de donde reciben la denominación popular de “recortadas”, son susceptibles a ello tanto las escopetas (que es lo más frecuente), como las carabinas y fusiles; a pesar de que se conocen múltiples casos en que sus poseedores recortan el cañón de los revólveres y algunas pistolas 2 , transformación que no es considerada seriamente una atipicidad, ya que comercialmente un mismo modelo aparece hasta con seis dimensiones de cañón y su acortamiento no afecta considerablemente sus cualidades balísticas como en el caso de las armas largas, que al sufrir modificaciones en su longitud, pierden totalmente las cualidades del uso para el cual fueron concebidas. Fig. 73: Arma de fuego parcialmente atípica obtenida al recortar el cañón y eliminar la culata de una escopeta de caza cal. 16. La investigación de estas armas no se aleja mucho de la que traza la metodología general de investigación de las armas de fuego típicas, sin embargo debe tenerse en cuenta como particularidad, que en las modificaciones del calibre se determinará inicialmente cual era el calibre típico y cual calibre atípico resultó como consecuencia de la modificación, en algunos casos estas modificaciones resultan imperceptibles 3 , para el que pretende de identificar correctamente el arma investigada y elegir la munición necesaria para la práctica de los disparos experimentales, por lo que para las modificaciones del calibre, el esquema de investigación será como sigue: 1 Lo que en nuestra práctica nacional siempre se realiza con el objetivo de consumir alguno de los siguientes calibres de cartuchos: 5.6 mm (.22), 7.65 mm Br, 9 mm PM, 16 y 20 de caza. 2 Sólo aquellas en las que el cañón sobresale de la armadura y de la cubierta del cierre, Ej.: Walther Mod. P-38 cal 9 mm PARA. 3 Por ejemplo cuando se modifica del calibre .38 ACP o .38 Super a 9 mm PARA; o del 7.62 Mod. 1930-33 al 9 mm PARA, etc. 185 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas Investigación pericial de las armas de fuego típicas con modificaciones de su calibre Identificación genérica del arma típica transformada Investigación de la interacción de los mecanismos del arma. Determinación del calibre del arma Determinación del calibre típico Determinación del calibre atípico resultante. Selección del cartucho apropiado para el tiro experimental. Práctica de los disparos experimentales Desarme parcial del arma. Investigación de los componentes internos del arma Identificación de las modificaciones existentes en el arma Determinación de los procedimientos implementados para la atipicidad 186 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas Para el caso de las armas con modificaciones en sus dimensiones, la mayor trascendencia radicará en la identificación del ejemplar fabril transformado, ya que este habrá cobrado una apariencia tal que resultará harto complejo encontrarlo en los catálogos y registros al alcance del perito. IX.3.3. Investigación pericial de las armas atípicas con elementos o mecanismos aislados de origen típico. Durante la peritación de diferentes modalidades de armas atípicas se detectan elementos correspondientes a armas típicas de diverso grado de importancia, puede tratarse del martillo, el percutor, resortes, un cargador e incluso el cañón o la armadura con la empuñadura, alrededor de los cuales se conforma el andamiaje del arma atípica que se concibe; en estos casos la estructura de la investigación difiere de las precedentes en que practicado el desarme parcial y vista la presencia de un elemento típico se procederá a identificar el arma típica de origen, lo que se logrará a partir del establecimiento en ellos de marcas de control de fábrica. En las industrias armamentistas se encuentran establecidos diferentes mecanismos para el control de la calidad, los más frecuentes consisten en determinar la calidad de todos los elementos vitales1 de cada una de las armas, de las destinadas al uso gubernamental del país en cuestión o a la exportación por laboratorios de la misma firma o especialistas militares o estatales; en cualquiera de los casos a cada una de las piezas que pasen exitosamente las pruebas de calidad se les estampa un sello que identifica el laboratorio, la firma o el país en cuestión2, todos estos sellos aparecen recogidos en catálogos y fuentes bibliográficas de uso criminalístico. En el caso de modelos de armas que son indistintamente producidos por diferentes empresas, como es el caso de la pistola Makarov, estos sellos además llegan a la identificación de la fábrica de origen del arma. IX.3.4. Investigación pericial de los objetos con atipicidades que los transforman en armas de fuego. Dentro del conjunto de los objetos con atipicidades que los transforman en armas de fuego pueden encontrarse: 1-. Las armas neumáticas. 2-. Las pistolas de construcción y montaje. 3-. Los mecanismos pirotécnicos varios. IX.3.4.1. Las armas neumáticas. En este primer caso se trata de con mínimas transformaciones convertir fusiles y pistolas destinados al lanzamiento de proyectiles mediante el aprovechamiento de la energía del aire comprimido en armas de fuego para lo cual los comisores del delito dirigen sus esfuerzos fundamentalmente a adaptar la recámara del arma para el empleo de cartuchos 5,6 mm (.22) y a conformar un percutor en la cabeza del émbolo, en todos estos casos una vez conocida la 187 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas interacción de los diferentes mecanismos del arma su investigación podrá marchar por sobre un cause conocido que debe pasar por el tiro experimental y el desarme parcial para una vez estudiados sus mecanismos internos (e identificadas las atipicidades y determinados los procedimientos empleados para llevarlas a cabo) poder conformar las conclusiones periciales. IX.3.4.2. Las pistolas de construcción y montaje. En el segundo caso se trata de investigar mecanismos pirotécnicos destinados a introducir clavos (básicamente, aunque existen variantes para tornillos y remaches) en superficies muy duras especialmente el hormigón con el empleo de la energía de la deflagración de la pólvora, existen disímiles modelos de estas pistolas de diversa procedencia, pero en todas el principio de funcionamiento es similar. La pistola tiene un mecanismo de percusión y otro de disparo así como un complejo cañón con una recámara donde se coloca un cartucho de salva y el proyectil (clavos, etc.), este cañón por demás tiene un mecanismo de seguro que impide el disparo hasta tanto no se presione contra la barrera sobre la que se pretende clavar, además por ser su objetivo el que el clavo penetre en el hormigón, en todos los modelos el cañón de las pistolas posee una longitud tal que escasamente aloja a la recámara y al mecanismo de seguro. A fin de disparar otros tipos de proyectiles, a estas pistolas es menester dotarlas de un artificio como mordazas o sencillamente un atado de alambres que mantenga presionado el seguro desactivándolo, además de un suplemento de cañón que adosado a la recámara permita direccionar los proyectiles. Durante el peritaje de las pistolas de construcción y montaje convertidas en armas de fuego el perito establecerá: • La presencia de estos dos elementos (inhibidor del seguro y prolongación del cañón). • El procedimiento para conformar los cartuchos, que en este caso por el diseño del objeto en cuestión, también serán atípicos. IX.3.4.3. Mecanismos pirotécnicos varios. Por último en el tercer caso se alude a un conjunto de objetos que no siendo armas de fuego, ni estando destinados al lanzamiento de proyectil alguno, emplean la energía de la deflagración de la pólvora con otros fines, por lo que son susceptibles a ser transformados en armas de fuego atípicas. Nos referimos a las pistolas de salva, lanzamiento de gases (no encapsulado), producción de señales sonoras, etc. Estos objetos se diseñan generalmente bajo la apariencia de armas de fuego cortas (pistolas o revólveres) dotados de un cañón ciego o adaptados al uso específico del objeto (un pequeño canal de 2 o 3 mm de diámetro destinado a la salida del gas o el sonido) por lo que podrán ser convertidos en armas de fuego barrenando el cañón hasta alcanzar el diámetro suficiente para el lanzamiento del proyectil deseado utilizando para ello cartuchos atípicos elaborados a partir de los cartuchos de salva destinados a los mismos. 188 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas En estos dos últimos casos el esquema de investigación será como sigue: Investigación pericial de las pistolas de construcción y montaje y de mecanismos pirotécnicos varios con atipicidades que los transforman en armas de fuego atípicas Investigación de la interacción de los mecanismos del arma Establecimiento de la existencia de la atipicidad Conformación de los cartuchos atípicos apropiados para el tiro experimental Práctica de los disparos experimentales Desarme parcial del arma Investigación de los componentes internos del arma IX.3.5. Investigación pericial de la fusión de elementos de diferentes armas típicas en un sólo ejemplar. El universo de las armas de fuego portátiles es bastante amplio, actualmente en el mercado armamentista se mueven más de 75 000 modelos de diferentes armas portátiles y los mecanismos comerciales han facilitado que un modelo correspondiente a un sistema de gran calidad o popularidad en el mercado se repita con diferentes patentes bajo la apariencia de diferentes marcas, en ocasiones con cambios de su aspecto exterior, pero muchas veces con el mismo diseño básico y los mismos mecanismos y componentes, por citar ejemplos: la pistola soviética PM aparece bajo otras 6 marcas; la pistola soviética TT Mod. 1930-33 aparece bajo 7 marcas diferentes, al igual que el revólver norteamericano Smith & Wesson Mod. Regulation Police; mientras que el revólver Smith & Wesson Mod. Military and Police aparece bajo otras 12 marcas de la misma forma que la pistola belga Browning Mod. High Power (1935); la pistola estadounidense Colt Mod. Goverment 1911A1 aparece bajo 16 marcas distintas, pero la más popular pudiera ser la pistola belga Browning Mod. 1906 que sólo del cal 6,35 mm Br aparece bajo 87 marcas distintas. 189 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas Cada fábrica al asumir la producción de un nuevo sistema trata de aprovechar las facilidades constructivas de otros de sus propios sistemas en producción, por esa razón las mismas piezas de diferentes modelos pueden tener diferente terminación de detalles específicos o de sus extremos de trabajo, por eso de que algunas piezas pueden intercambiarse de un modelo a otro, con frecuencia se precisa de maniobras de ajuste que pueden llegar incluso a pequeñas remodelaciones dimensionales o de diseño. Por ello durante la investigación el perito deberá prestar atención además de a las marcas e inscripciones que denoten el intercambio de piezas, a la existencia en ellas de huellas que señalen algún tipo de remodelación, para este caso el esquema de investigación deberá ser el siguiente: Investigación pericial de la fusión de elementos de diferentes armas típicas en un solo ejemplar Investigación de las inscripciones y marcas de control de fábrica sobre las superficies +-------------------------------+ exteriores del arma Identificación del ejemplar (o los ejemplares) de armas de fuego típicas que se establezcan Investigación de la interacción de los mecanismos del arma Práctica de los disparos experimentales Desarme parcial del arma Investigación de los componentes internos del arma Establecimiento de las modificaciones y de los procedimientos empleados para llevarlas a cabo Investigación de las inscripciones y marcas de control de fábrica en las superficies de los componentes internos del arma Identificación del ejemplar (o de los ejemplares) de procedencia 190 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas IX.4. El dictamen pericial de la investigación técnico-criminalística de las armas atípicas. Recordemos lo señalado de que la Ley de Procedimiento Penal vigente en la República de Cuba, en su Art. 211 establece que los resultados de las investigaciones periciales deben ser vertidos por escrito en un documento denominado Dictamen Pericial y que este documento posee un formato común para todas las investigaciones técnico-criminalísticas el cual se compone de tres partes fundamentales: • Introducción. • Desarrollo de la investigación. • Conclusiones. IX.4.1. Contenido del informe pericial. Para el caso de la investigación de las armas atípicas La parte introductoria debe reflejar donde, cuando, por quién y a partir de cuales elementos se desarrolla la investigación, que materiales se recibieron, así como el estado de su embalaje, consignando si éstos coinciden con la relación plasmada en la Designación o Solicitud de Peritaje y por último la lista de las preguntas que deben ser respondidas por el perito. El desarrollo de la investigación en el caso que nos ocupa sólo reflejará la investigación por separado de los diferentes materiales objeto de estudio pericial, por cuanto no se trata de practicar investigaciones comparativas1; durante ésta investigación por separado después que el objeto de investigación sea definido como arma de fuego y que el perito logre una adecuada clasificación de la misma, el dictamen debe recoger la descripción pormenorizada de todas las características generales y particulares de los objetos de investigación e identificación de todos los que pudieran corresponder a armas típicas o a objetos de uso doméstico o específico de confección fabril, así como la valoración pericial de cada uno de sus elementos constructivos, de sus mecanismos y piezas, siempre en el orden que se plasma para cada clasificación de las armas atípicas, en esta etapa se realizarán, los disparos experimentales y todos aquellos experimentos periciales encaminados a la sustentación o derogación de las versiones periciales que se analizan para conformar una conclusión, se procederá además al desarme parcial y al estudio de sus elementos internos con la correspondiente identificación de los que pudieran corresponder a armas típicas. Las conclusiones de la investigación pericial de las armas atípicas por su estructura lógica serán expuestas de forma categórica, en las que el discurso contendrá (conforme a las interrogantes formuladas por el solicitante) el diagnóstico acerca de si: • es o no el objeto de investigación un arma de fuego. • el calibre del arma investigada. • es atípica el arma de fuego investigada o no. • contiene o no en su conjunto elementos propios de algún arma de fuego típica y cuales (con su correspondiente identificación genérica: marca, modelo, calibre y país de procedencia). 191 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas • • • se encuentra o no apta para disparar. es posible o no que con ella se produzcan disparos involuntarios. la relación de las posibles causas de que con ella se produjeran determinados accidentes durante el tiro. Las únicas razones que pudieran llevar en este caso a la formulación de respuestas imposibles serán: • Incorrecta redacción de las preguntas por el instructor. • Incompetencia objetiva o subjetiva del perito designado. • Problemas cualitativos que afecten la integridad del objeto de investigación. En cualquiera de estos casos el perito expresará por escrito las dificultades confrontadas que imposibilitaron la práctica de la investigación dispuesta. IX.4.2. Elaboración de la fototabla ilustrativa. En el caso que nos ocupa la elaboración de la fototabla ilustrativa muy a pesar de lo que se piensa y de lo que regularmente ocurre en nuestra práctica, cobra una gran importancia, pues la diversidad y particularidad de las diferentes partes y piezas que componen a las armas de fuego es tal, que muchas veces resulta extremadamente difícil su descripción por escrito en el cuerpo del informe, así como también resulta difícil la comprensión del contenido de estas descripciones por parte de los destinatarios del dictamen pericial; además las armas atípicas son objetos susceptibles a la transformación en el proceso de investigación ya sea por accidentes durante el tiro experimental o por que no se logre regresarlas al mismo estado en que se encontraban después del desarme parcial. Por todo ello la fotografía en este caso no sólo será el soporte ilustrativo de todo el proceso de investigación del arma, reflejándola exteriormente e ilustrando cada una de las tesis del discurso conclusivo del informe, sino también el testigo de lo que fue el objeto de investigación antes de someterse a su análisis experimental y que resultó como consecuencia de la experimentación. Lo conveniente resulta reflejar en las fotografías: • el aspecto general exterior de todos los materiales recibidos para la investigación. • los detalles de los diferentes elementos atípicos que pudieran aparecer en u arma típica o viceversa, profundizando en este último caso allí donde aparezcan elementos particulares que permitan su identificación genérica. • los detalles de las atipicidades que convierten a diferentes objetos en armas de fuego. • los detalles de aquellos elementos causantes de determinados accidentes durante el proceso del disparo. Todos estos materiales ilustrativos serán de vital importancia para el feliz desarrollo de la última etapa formal de cualquier investigación pericial: La exposición de las conclusiones periciales durante el acto del Juicio Oral, en primer término servirán a los efectos de "refrescar" en la memoria los diferentes resultados obtenidos durante la peritación, ya que la observación por el perito de la fototabla reanima su memoria visual y con ella a los diferentes elementos que con referencia al caso son guardados en las conexiones nerviosas de su corteza cerebral y en segundo 192 Investigación pericial de las Armas de Fuego Atípicas término servirán de material ilustrativo para responder a las diferentes interrogantes que durante el juicio pueden emanar de fiscales, abogados o jueces, lo que en definitiva constituye el colofón de la participación del perito en el proceso de administración de justicia. 193 Teoría de la Identificación de la Balística Criminalística. La Balística Comparativa o Identificativa. X. Teoría de la Identificación de la Balística Criminalística. La Balística Comparativa o Identificativa. X.1. Teoría General de la Identificación Criminalística. La Teoría de la Identificación Criminalística constituye uno de los fundamentos de cualquier proceso de investigación criminalística, éste es el sistema de normas y conceptos necesarios para probar la identidad o no de un sujeto u objeto vinculado a la comisión de un hecho delictivo o a la ocurrencia de un suceso extraordinario con características de ello. Se acostumbra a denominar identificación, al proceso de investigación comparativa que se apoya en el principio filosófico de definición de identidad. Identificar significa 1 , resolver la cuestión de si es o no determinado objeto, aquel que buscamos, si es o no la persona detenida el comisor cuyas características conocemos, o si la pistola ocupada es el arma con ayuda de la cual se disparó el proyectil que en definitiva causó lesiones mortales a la víctima. Las bases de la Teoría de la Identificación lo constituyen tales categorías de la Filosofía Marxista Leninista como la identidad de los objetos y su efecto en el mundo material, así como su interrelación e interdependencia. Cada objeto es igual a si mismo, o sea que se diferencia de todos los demás, reza el Materialismo Dialéctico. La relativa constancia de las características exteriores de los objetos permite su identificación, es decir reconocerlo dentro de un grupo de objetos de similares características generales. En los procesos de identificación de la Balística Criminalística se utilizan: Características generales: Que determinan el origen, nombre y destinación del objeto. Ej.: forma, dimensiones, peso, color, marca, sistema, modelo, calibre, disposición y forma de las principales piezas y mecanismos, cantidad de rayados, etc. Características particulares: Las que resaltan a un objeto concreto dentro de un número de objetos similares. Ej.: estructura del relieve, defectos, particularidades de las huellas de determinadas piezas, fallas en el funcionamiento de determinadas piezas y mecanismos, etc. Para lo cual deberá tenerse en cuenta la durabilidad de los objetos evaluados y de sus características, precisando que los objetos de durabilidad relativa son aquellos que conservan durante largo tiempo sus características identificativas, mientras que los de menor durabilidad, por diversos factores de carácter objetivo (e incluso subjetivo, aunque en mucho menor 1 Identificar: “...Reconocer si una persona es la que se busca: identificar a un criminal”. Diccionario enciclopédico. Nuevo Pequeño Larousse Ilustrado. Vigésimoprimera edición. París VI°. Librería Larousse. 1955. 194 Teoría de la Identificación de la Balística Criminalística. La Balística Comparativa o Identificativa. frecuencia), pierden o sufren significativas transformaciones de esas características con gran rapidez. En sentido general, todas las disciplinas que integran a la Criminalística realizan la identificación de las siguientes formas: 1. A través de las imágenes materiales de sus características. 2. Por las características generales de su origen. 3. Mediante las imágenes de las características apreciadas y conservadas en la memoria del hombre. 4. Empleando las características descriptivas de un objeto o sujeto. Los primeros dos tipos de identificación son generalmente privativos del perito, en el primer caso estas “imágenes materiales” han sido conceptuadas como huellas y permiten en la mayoría de los casos alcanzar una identificación particular, mientras que en el segundo, más que una identificación se sugiere una diferenciación por exclusión, lo que también conduce a una identificación pero en este caso genérica. La tercera forma se materializa en la criminalística a través de la diligencia de prueba denominada Presentación para el Reconocimiento y ha dado lugar a la formulación de la Teoría sobre las Huellas Ideales, que fundamentan la identificación mediante Retratos Hablados. Y por último se tienen en cuenta los elementos recogidos en los diferentes tipos de Registros Criminalísticos que se operan por casi todas las instituciones de investigación penal. Pueden ser objeto de identificación criminalística, todos aquellos materiales que posean forma y dimensiones estables en el espacio y una durabilidad relativa en el tiempo. Es decir que: Pueden ser identificados: Se identifican mediante: Personas Animales Objetos Locales Espacios de terreno Mecanismos, etc. Se estudian los elementos estructurales correspondientes a cada uno de ellos (dimensiones, forma, relieve de su superficie, defectos, deformaciones, etc.) Elementos materiales de origen desconocido (huellas 1 ) Materiales comparativos (muestras de carácter libre 2 , virtualmente libre 3 y experimentales 4 ) Se estudian los elementos estructurales de otros objetos reflejados en ellos, es decir en el objeto a investigar pericialmente 1 Aunque de acuerdo a diferentes criterios conceptuales esgrimidos por otros autores, también pudieran incluirse a los indicios y evidencias físicas) 2 Muestras libres: Son aquellas que se obtienen del objeto o sujeto a identificar antes de la comisión del hecho delictivo, cuando cabe suponer que no se les adicionaran elementos enmascarantes que puedan confundir o dificultar la identificación comparativa. 3 Muestras virtualmente libres: Son las que obtenidas después de la comisión del hecho delictivo, aun cuando se desconocía por el comisor de su inclusión por los órganos investigativos en el círculo de sospechosos, por lo que no se debe descartar la existencia en ellas de los citados elementos enmascarantes. 4 Muestras experimentales: Son las que se obtienen siempre después de la comisión del delito y expresamente para la conducción de la investigación pericial, por lo que cuando esta obtención dependa directamente del presunto responsable, siempre se considerará la posible existencia de elementos enmascarantes. 195 Teoría de la Identificación de la Balística Criminalística. La Balística Comparativa o Identificativa. Por lo que se reconocen dos tipos de identificación criminalística: 1. La identificación particular que persigue la determinación de la individualidad de determinado objeto o sujeto. Señala la presencia de una relación causal entre el objeto o sujeto dado y una situación criminal determinada que haya sido establecida en el proceso investigativo 1 . 2. La identificación genérica o determinación grupal que constituye la constancia objetiva de que el objeto o sujeto dado es tal y como otros que conforman determinado grupo 2 . La conclusión de una identificación genérica demuestra la posibilidad de la participación de ese objeto (sujeto) o la categorización de la participación de uno similar en la situación criminal que se ventila 3 . X.2. La Identificación Balística. Evolución y Principios Básicos. El 14 de febrero de 1929, día de los Enamorados en Cuba y de San Valentín para muchos otros países, siete hombres de la banda de “Bugs” Moran se encontraban en un taller automotriz ubicado en North Clark Street en Chicago, cuando otros cuatro de una banda rival, luego de conminarlos a alinearse contra la pared, los masacraron con pistolas ametralladoras que llevaban ocultas bajo sus abrigos. Este hecho totalmente histórico por cierto, ha sido recreado en decenas de cintas del cine de ficción gansteril norteamericano, pero pocos conocen que fue la causa por la que se llamara a Calvin Goddard desde New York, destinándosele un local especialmente custodiado por policías fuertemente armados, a fin de que desarrollara sus investigaciones que lo condujeron a determinar que eran dos las armas empleadas, ambas pistolas ametralladoras Thompson calibre .45, una con cargador recto para 20 cartuchos y la segunda con tambor para 50; que una de ellas se volvió a utilizar para asesinar a un policía de tráfico en San Joseph, Míchigan el 14 de diciembre del propio año, ocupándose más tarde junto a muchas otras armas de fuego en el domicilio de un tal Done. Había salido a la luz pública la Balística Identificativa, pero antes sus pioneros habían tenido que recorrer un largo trecho que comenzó Henry Goddard en 1835, cuando identificó en Inglaterra a un arma homicida a partir de una protuberancia a la que llamó “seña particular” en la superficie del proyectil extraido de un cadáver, lo que colocó el fundamento de lo que poco después denominaron Balística Forense. En 1889 el profesor Lacassagne en Lyón, apreció a su vez sobre un proyectil obtenido durante una autopsia siete rayados longitudinales paralelos que podían corresponder al cañón de un arma encontrada en el patio del occiso, sin embargo en esa época aun no se conocía el mecanismo de formación de estas huellas, ni se podía juzgar acerca de la individualidad de las armas, ni existían medios ópticos apropiados para investigarlas. 1 Este tipo de identificación conforme al desarrollo alcanzado por la Técnica Criminalística solo es posible de alcanzar con el concurso de las disciplinas Trazología, Dermatoscopía, Balística Criminalística, Documentoscopía, Habitología, Fotografía y más recientemente por la Biología gracias a la inclusión en ella de las técnicas de ADN. 2 Ella es la razón por la cual se habla en ocasiones de identificaciones químicas o biológicas, cuando se identifica a una sustancia o una planta. 3 Aunque en determinados casos estas investigaciones pueden conducir a identificaciones de carácter particular pero sólo por exclusión, es decir cuando se establezca categóricamente la incoincidencia de las características generales del objeto a identificar con las del material identificante. 196 Teoría de la Identificación de la Balística Criminalística. La Balística Comparativa o Identificativa. Los Tribunales debieron esperar hasta 1902, en que el juez Oliver Wendell Holmes de Massachussets, citó a su vista contra Mughon a un “armero que supiera manejar a un microsciopio”, a que Balthazard publicara en Diciembre de 1913 en la revista “Archives d’Anthropologie criminella et de Médicine légale” acerca de que el percutor de las armas de fuego dejaba huellas particulares en las cápsulas iniciadoras de los casquillos percutidos, explicando además el mecanismos de formación de las mismas y de otras como las del fondo del cierre y a que Charles E. Waite iniciara en 1920 una larga cadena de investigaciones encaminadas a diferenciar a las armas de fuego por sus huellas sobre casquillos y proyectiles. Waite por primera vez prestó atención al calibre, el número, dirección y ángulo de inclinación de los rayados, su ancho y el de los campos de todas las armas norteamericanas que venían fabricándose desde 1857, visitó las fábricas Smith & Wesson y a todos los armeros famosos de la época a fin de dominar el proceso productivo de cada uno de los detalles de las armas de fuego y rescatar diseños y proyectos olvidados y hacia 1922 visitó durante un año a todas las fábricas de armas de Europa, llegó a colectar 1500 ejemplares de diferentes modelos europeos y todos los producidos en los Estados Unidos de 1857 a 1923, estaba seguro de haber estudiado todas las armas de fuego utilizadas por los criminales dentro y fuera de las fronteras de EUA y para lograr identificarlas se armó del mejor microscopio producido por Max Paer e incorporó a su causa a John H. Fisher, físico enamorado de las armas de fuego, a Philipp O. Gravelle, químico varias veces laureado por sus aportes a la microfotografía y más tarde a Calvin Goddard, médico frustrado que se desempeñaba en una armería militar; este equipo de trabajo en pocos meses creo el helixómetro, en 1925 el primer microscopio comparativo y en 1926 ya era capaz de diferenciar a los proyectiles disparados por diez pistolas nuevas diferentes, producidas con las mismas máquinas herramientas. Los fundamentos para llevar a cabo una investigación balística estaban descubiertos, se había establecido el mecanismo de formación de las huellas del disparo sobre proyectiles y casquillos, se había ponderado su valor identificativo, sistematizándolo en genérico y particular, se contaba ya con un microscopio comparativo y con un grupo de estudiosos, cuya habilidad garantizaba el éxito durante la investigación de hechos concretos. Su experiencia se transfirió a otros países, donde muchos especialistas se encargaron de ponerlas en práctica, desarrollarlas e incluso superarlas: Pierre Medinger de Luxemburgo, de Rechter y Mage en Bélgica, Loccard en Lyon, Hulst y Ledden-Hulsebash en Holanda, Georgides en Atenas, Matveiev y Suskin en Rusia, Sobolewsky en Polonia, Harry Söderman en Suecia, August Brüning y Kraft en Berlín, Waixenegger y Otto Mezger en Stuttgart, Friedrich Petrusky en Breslau. Todos ellos transitaron por el mismo camino que Waite, estudiaron las armas fabricadas en sus respectivos países, construyeron sus propios aparatos y métodos, cocibieron nuevas maneras de ilustrar sus comparaciones y publicaron el primer catálogo criminalístico de armas, el “Atlas de Pistolas. Para 1930, la Balística Criminalística había desarrollado plenamente su potencial identificativo, alcanzando una expansión mundial, sólidamente sustentada por un aparato teórico, que ha soportado las pruebas del desarrollo hasta nuestros días Principios básicos de la Identificación Balístico Criminalística 1. El objeto de identificación balística lo constituyen las armas de fuego 197 Teoría de la Identificación de la Balística Criminalística. La Balística Comparativa o Identificativa. 2. Pueden servir en calidad de objetos identificantes los proyectiles y casquillos ocupados en el Lugar del Suceso y los proyectiles extraídos de cadáveres u organismos vivos. 3. Las diferentes piezas y partes que conforman a un arma de fuego transfieren a casquillos y proyectiles sus características particulares que les son inherentes como a otros objetos de identificación criminalística, ya que también aparecen durante la fabricación del arma, su conservación y mantenimiento, explotación y reparación. 4. La relativa constancia de esas características particulares es variable, no obstante ocurre lentamente sin afectar a la totalidad del conjunto de elementos identificantes. 5. El proceso de conformación de las huellas de las armas de fuego durante el tiro posee un carácter cíclico, con independencia de que se modifiquen los factores que en él intervienen, cada disparo replicará el mismo mecanismo de formación de huellas tanto sobre los proyectiles como sobre los casquillos, hasta tanto alguno de los elementos huelloproductores no sea sustituido o modificado. X.3. Proceso de conformación de las huellas del disparo sobre proyectiles, casquillos y barreras. Este particular está estrechamente ligado a las cualidades básicas de cada tipo de arma de fuego, a los diferentes principios de funcionamiento de ellas 1 y a las cualidades de los cartuchos y podemos dividirlo en dos etapas: 1. La alimentación o carga 2. El tiro El primero está caracterizado por la intervención de valores energéticos poco significativos, proveniente de la fuerza muscular y de la de resortes como el del elevador del cargador, el recuperador, etc., por lo que la magnitud de las huellas resultantes del efecto de esas fuerzas durante la interacción de las diferentes piezas y mecanismos del arma con el cartucho 2 , tienen poca expresión y escaso valor identificativo, que a lo sumo garantiza la identificación genérica del arma o la práctica de otras determinaciones de diagnóstico. Mientras que en el segundo la energía del disparo garantiza la impresión de las características particulares del relieve de las superficies de cada una de las fuerzas interactuantes, tanto con el casquillo como con el proyectil, las que por su mayor ductilidad, están en condiciones de recibir y conservar esas impresiones pese a la acción de tales agentes como las altas temperaturas y sus cambios bruscos, la fricción, el choque, etc. Procedamos a describir todo el proceso de formación de las huellas del disparo, éste puede transcurrir en diferentes tipos de armas de fuego, pero siempre básicamente de la misma manera, por ello asumiremos, por ello asumiremos como vehículo didáctico el tiro con una pistola automática. Para llevar a cabo el tiro con este tipo de arma es menester alimentar con cartuchos el cargador o depósito de la pistola, introduciéndolos uno a uno a través de sus labios, una vez llena su capacidad, el cargador se introduce en su nicho ubicado dentro de la empuñadura, con lo que el 1 2 Ver capítulos III y IV. Por ende con el proyectil y el casquillo. 198 Teoría de la Identificación de la Balística Criminalística. La Balística Comparativa o Identificativa. arma se considera alimentada. Para cargarla el tirador deberá halar el cierre hasta su máxima posición trasera y soltarlo para que bajo la tensión del resorte recuperador, el cierre empuje al primer cartucho del cargador hasta la recámara del cañón, a la que accederá ascendiendo por la rampa de alimentación, todo ello lo realiza el cierre al mismo tiempo que coloca al martillo o al percutor en la posición combativa, con lo que el arma ha quedado “cargada” y lista para realizar su primer disparo; para ello basta con oprimir el disparador, con lo que el martillo será liberado de la posición combativa y bajo la acción de su resorte golpeará a la aguja percutora y ésta a su vez a la cápsula iniciadora del cartucho colocado en la recámara, como resultado de este golpe, el fulminato de mercurio estalla y transmite una onda térmica a través de los canales de fuego hasta la carga impulsora, ella a su vez se inflama desprendiendo un gran volumen de gases que empujan al proyectil separándolo del casquillo, ocurrida la reparación, el proyectil abandona la recámara y penetra longitudinalmente en el área rayada del ánima, la cual lo obliga a rotar sobre su eje; una vez que el proyectil ha recorrido el primer tercio del cañón aproximadamente 1 , los gases del disparo comienzan a actuar sobre el fondo del cierre y al vencer la resistencia del resorte recuperador, lo empujan hacia a tras obligándolo a arrastrar al casquillo percutido, sujeto por la ranura de extracción mediante el extractor, de esta manera el casquillo abandona la recámara, dejando espacio al segundo cartucho que es empujado hacia arriba por el resorte del elevador por intermedio de los cartuchos subsiguientes, mientras tanto el cierre (y el casquillo percutido sujeto a él) continua su recorrido hasta que el culote del casquillo choca contra el saliente del eyector y cambia de dirección por reflexión o efecto de rebote, abandonando el interior del arma a través de la ventana de eyección. A partir de este momento 2 , el proyectil continua su traslación rotatoria hasta abandonar el cañón por la boca de fuego y el cierre prosigue en dirección contraria tensando al máximo el resorte recuperador y cuando cesa la acción de los gases del disparo sobre el mismo, retorna a su posición de reposo empujando con sigo al segundo cartucho, que repetirá todo el recorrido del anterior hasta la recámara y así una y otra vez por cada opresión sobre el disparador 3 . Fig. 74, 75, 76 y 77: Mecanismo de formación de las huellas durante el disparo. 1 En dependencia de la “automática” del arma Nos referimos a momentos hipotéticos, desde un punto de vista teórico, ya que todo ello ocurre en fracciones de segundos tan pequeñas, que aun no se ha podido identificar que fracción temporal corresponde a cada momento. 3 O mientras el mismo se mantenga oprimido en las armas concebidas para el tiro a ráfagas solamente. 2 199 Teoría de la Identificación de la Balística Criminalística. La Balística Comparativa o Identificativa. Como se aprecia en cada “momento” intervienen un determinado conjunto de piezas o piezas totalmente independientes, que producen huellas típicas de cada operación, lo cual para mejor comprensión y praxis futura graficaremos en la siguiente tabla: “Momento” del disparo 1. Introducción cartuchos en cargador 2. Se cierre manipula Elementos que intervienen Huellas lineales profundas a ambos lados del cuerpo del Superficie del elevador casquillo (2 y 10) o del cuerpo del Huellas lineales próximo cartucho comparativamente menos pronunciadas ubicadas debajo y entre las dos anteriores (6) el Superficie interior del Huellas lineales poco fondo del cierre significativas en la parte superior del cuerpo del casquillo Observaciones negativas de Labios del cargador el 3. El cartucho sale del cargador al soltar el cierre 4. El cartucho asciende por la rampa de alimentación 5. El cartucho entra en la recámara 1 Ubicación y forma de las huellas que surgen 1 De escaso identificativo valor De escaso valor identificativo por su magnitud y por que se confunde con la de otros momentos Borde frontal inferior Ligera abolladura Posteriormente del fondo del cierre sobre el borde del desaparece o se culote en su parte confunde con otras inferior huellas Labios del cargador Se acentuan las huellas descriptas en el pto. 1 y se forman junto a ellas otras en forma de media luna o “pico de pájaro” (2 y 10) Superficie de la rampa Huellas lineales en la de alimentación zona inferior del cuerpo del casquillo que se confunden con las del pto. 1 (6) Ligera abolladura en el Carece de valor al ser borde del cuello del muy inestable su casquillo (6) repetición experimentalmente Paredes interiores de Huellas lineales en Desaparecen la recámara toda la superficie del posteriormente durante cuerpo del casquillo la extracción paralelas a su eje Según la distribución de los dígitos en la esfera del reloj. 200 Teoría de la Identificación de la Balística Criminalística. La Balística Comparativa o Identificativa. 6. Se produce la Extremo de trabajo de percusión de la cápsula la aguja percutora iniciadora Paredes interiores de la recámara Fondo del cierre, bordes del nicho de la aguja percutora y pin de señales 1 Perfil de la boca de carga o del corte trasero de la recámara 7. El proyectil penetra Area rayada del cañón en el ánima del cañón 8. El casquillo Paredes interiores de abandona la recámara la recámara Superficie de trabajo del extractor 9. El casquillo choca Superficie de trabajo con el eyector del eyector Superficie de trabajo del extractor 1 2 longitudinal pero muy poco pronunciadas Huella básicamente volumétrica (o combinada) sobre la cápsula iniciadora Huellas volumétricas producidas por las deformaciones que puedan existir en la recámara y se ubican sobre diferentes puntos del cuerpo del casquillo Huellas volumétricas de cada uno de estos elementos (en todo el culote, en el centro del culote y en el 12 respectivamente) Huella volumétrica sobre el cuerpo y junto al culote (a todo alrededor) Huellas dinámicas correlacionadas al número de rayados y campos del cañón y paralelas al eje longitudinal del proyectil 2 Huellas dinámicas que parten de las volumétricas descriptas en el pto. 6 Huella volumétrica en la cara interna de la ranura de extracción (del 12 al 3) Huella volumétrica sobre el culote opuesta a la del extractor (del 6 al 9) Huella dinámica profunda en el reborde (del 12 al 3) De escaso identificativo valor De escaso valor identificativo por carecer de elementos particulares Se emplea muy poco por ser de difícil percepción Si lo hubiera Se denominan Huellas Primarias 201 Teoría de la Identificación de la Balística Criminalística. La Balística Comparativa o Identificativa. 10. El casquillo Borde de la ventana de Huella volumétrica en Poco significativa y abandona al arma a eyección 1 un pto. Indeterminado difícil de obtener través de la ventana de del cuerpo experimentalmente si eyección es por defecto del arma o mal estado del cartucho 11. El proyectil Area rayada del cañón Huellas dinámicas continua su correlacionadas al movimiento a través número de rayados y del cañón campos del ánima, inclinadas a uno de los lados y paralelas entre si 2 , que cubren parcialmente a las primarias Fig. 78 y 79: Anima del cañón de una pistola PM cal. 9 mm y las huellas de sus rayados sobre el correspondiente proyectil. Fig. 80 y 81: Fondo del cierre, nicho de la aguja percutora, extremo de trabajo de ésta última y extractor de una pistola PM cal. 9 mm y el culote del correspondiente casquillo. 1 2 Por diseño de fabricación, por defecto del arma o mal estado del cartucho Se denominan Huellas Secundarias 202 Teoría de la Identificación de la Balística Criminalística. La Balística Comparativa o Identificativa. Fig. 82 y 83: Extremo de la aguja percutora de una pistola PM cal. 9 mm y su huella sobre la cápsula iniciadora de un casquillo del mismo calibre. Fig. 84 y 85: “Uña” del extractor de una pistola PM cal. 9 mm y su huella sobre el reborde de un casquillo destinado a la misma. Fig. 86 y 87: Extremo trabajador del eyector de una pistola PM y su huella sobre el culote de un casquillo percutido. Paralelamente a las huellas descriptas o en combinación con ellas, pueden aparecer otras de carácter muy particular y de diferente significación, de origen accidental o incidental y de difícil sistematización, cuyo valor dependerá únicamente del análisis pormenorizado que el perito realice de su mecanismo de formación. 203 Determinación del Sistema, Marca y Modelo de las Armas de Fuego. XI. Determinación del Sistema, Marca y Modelo de las Armas de Fuego. Definamos ante todo los tres elementos conceptuales básicos de este capítulo: Sistema, Marca y Modelo. Sistema “es la reunión de reglas o principios que forman un todo homogéneo, ...el conjunto de elementos mecánicos que contribuyen a una misma acción...”1 .Sin embargo en Balística, generalmente este término identifica al principio de construcción de un arma, que generalmente se identifica con el nombre del diseñador principal o el de la firma o industria productora del arma, por lo que más de un arma procedente de un mismo diseñador, firma o fábrica pueden tener diseños diferentes y por ende partes y elementos distintos. Por ejemplo el fusil automático sistema Kalashnikov modernizado. Marca es el título o distintivo de identidad, con el que se registra legalmente un artículo para su uso exclusivo. Por ejemplo la del fusil automático finlandés Valmet. Mientras que el Modelo es la muestra de un objeto u obra, que sirve de guía para construir otros idénticos y que en la esfera industrial se registra con una patente. Por ejemplo el fusil experimental M82 2 . Si equiparamos este criterio de clasificación con otros utilizados en las Ciencias Naturales, en el mismo orden coincidirían con el de Familia, Tribu y Especie, siendo común el de ejemplar para cada uno de los objetos de investigación que respondan al criterio de arma de fuego Aproximadamente el 65,57% de los casos balísticos que se han realizado en los últimos años en las diferentes provincias del país 3 , pertenecen al grupo de los peritajes Diagnóstico Criminalísticos, o exigen de la solución de problemas de este tipo como premisa antes de proceder a la etapa identificativa de otro tipo de peritaje, ocupando un lugar importante la determinación de: 1-. Calibre y Tipo de cartucho al cual perteneció el casquillo investigado. 2-. Calibre y Tipo de cartucho al cual perteneció el proyectil investigado. 3-. Calibre y Tipo al que corresponde el cartucho investigado. 4-. Sistema, Marca y Modelo del arma productora del disparo por las huellas en el casquillo investigado. 5-. Sistema, Marca y Modelo del arma productora del disparo por las huellas en el proyectil investigado. precisiones que tanto como peritajes independientes, o como elemento investigativo a solucionar dentro de la metodología establecida para otro peritaje de tipo identificativo, permiten juzgar 1 De Galina Mingot T.: “Pequeño Larousse de Ciencias y Técnicas”. Editorial Científico-Técnica. Ciudad de la Habana. 1988. Pp. 942 2 Se refiere en los tres ejemplos a un fusil experimental de funcionamiento automático finlandés sistema “Bull pap” desarrollado a partir del principio del AKM soviético al cual se le denominó Valmet modelo 1982. 3 Posada Jeanjacques J. A.: “Sistema Experto para el Diagnóstico Balístico-Criminalístico con elementos del Lugar del Suceso”. Tesis en opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias Jurídicas. La Habana. 1996. 204 Determinación del Sistema, Marca y Modelo de las Armas de Fuego. acerca del círculo de armas que pudieran disparar (percutir o alimentarse de ellos) el objeto de investigación. XI.1. Determinación del Sistema, Marca y Modelo de las Armas de Fuego por sus huellas sobre los proyectiles. Para la Determinación del Sistema, Marca y Modelo del arma productora del disparo por las huellas en el proyectil investigado se tiene en cuenta los siguientes calificadores: a) Calibre del proyectil. b) Presencia de huellas que señalen su disparo en armas de mayor, menor o del mismo calibre. c) Número de huellas de Rayados. d) Dirección de las huellas de los Rayados. e) Ancho de las huellas de los Rayados. f) Ancho del Campo entre las huellas de los Rayados. g) Angulo de inclinación de las huellas de los Rayados o Largo del Paso de las mismas (Existe una estrecha relación entre estas dos expresiones, la que se manifiesta en la fórmula: tgα=Πd/n, donde: "α" es el ángulo de inclinación de los rayados expresado en grados; "d" es el calibre del cañón del arma expresado en milímetros, "n" es el largo del paso también en milímetros y "Π" es la constante 3.14159...). Para establecer los valores de estos calificadores basta auxiliarse de un “pié de rey” un microscopio de mediano aumento y un microscopio instrumental, el calibre se determinará tal y como explicamos en el capítulo II, para conocer si el proyectil fue disparado en armas de mayor o menor calibre se tendrá en cuenta que los proyectiles dentro de un cañón de mayor diámetro no transitan por el ánima con una trayectoria recta, si no que van rebotando de un lado a otro, como resultado de lo cual has huellas de los rayados se imprimen en su superficie desordenadamente, sin embargo al ser disparados en cañones de menor calibre, los rayados se imprimen con considerable profundidad, al punto de plegar y cortar la camiseta que lo envuelve, además será evidente el “desbordamiento” del plomo a través de la abertura del blindaje en el fondo del proyectil, si se tratara de un proyectil sin camiseta la pérdida de diámetro será inversamente proporcional al incremento de la longitud, por lo que claramente se apreciará un proyectil totalmente anormal, que no responde por sus dimensiones a ninguno de los conocidos; el número de los rayados y su dirección se estudiarán al microscopio, mientras que los tres últimos calificadores se medirán con el auxilio de un microscopio instrumental con precisión de centésimas de milímetros. 205 Determinación del Sistema, Marca y Modelo de las Armas de Fuego. Fig: 88: A la izquierda se muestra un proyectil cal. 9 mm PARA disparado con una pistola Walter mod. P-38 y a la izquierda un proyectil del mismo calibre disparado con una pistola TT cal. 7,62 mm mod. 1930/33. Fig. 89: Trazado sobre la fotografía de un proyectil 6,35 mm Br, dirigido a la medición del ángulo de inclinación de las huellas de los rayados. XI.2. Determinación del Sistema, Marca y Modelo de las Armas de Fuego por sus huellas sobre los casquillos. Para la Determinación del Sistema, Marca y Modelo del arma productora del disparo por las huellas en el casquillo investigado: a) Calibre del casquillo. b) Presencia de huellas que señalen su percusión en un arma de mayor, menor o del mismo calibre. c) Presencia o no de la huella del Pin de Señales. d) Angulo entre las huellas del Extractor y el Eyector. e) Relación existente entre las huellas del Extractor y el Eyector. f) Forma de la huella de las Paredes del Cerrojo o Fondo del Cierre. 206 Determinación del Sistema, Marca y Modelo de las Armas de Fuego. g) h) i) j) Forma y ubicación de la huella del Extractor. Forma y ubicación de la huella del Eyector. Forma y ubicación de la huella de la Aguja Percutora. Forma de la huella del corte trasero de la Recámara. Fig. 90: Tipos de relación entre las huellas del extractor y el eyector. 207 Determinación del Sistema, Marca y Modelo de las Armas de Fuego. Fig. 91: Diferentes formas de huellas del fondo del cierre. Fig. 92: Diferentes formas y ubicaciones de las huellas del extractor. 208 Determinación del Sistema, Marca y Modelo de las Armas de Fuego. Fig. 93: Diferentes formas y ubicaciones de las huellas del eyector. Auxiliándonos de los mismos instrumentos de medición descriptos en el epígrafe anterior y conforme a lo aprendido en el capítulo II, se determinará el calibre del casquillo investigado, el cual arrojará información acerca de su empleo en armas de calibre diferente a partir de deformaciones de sus superficies, cuando un casquillo se consume en armas de mayor calibre, su cuerpo sufre considerables deformaciones durante el disparo que provoca en el dilatación y muchas veces grietas, también es común que el tirador le incorpore algún artilugio que engroce su diámetro a fin que se sostenga en la recámara del arma o que sea capaz de sostenerlo por el reborde o la ranura de extracción, si al contrario lo hubiesen empleado en un arma de calibre menor, obligatoriamente su cuerpo tendrá que ser desvastado con algún instrumento con el objetivo de restarle algunas décimas de milímetro a su diámetro exterior; sólo se constatará la existencia de la huella del pin de señales, la relación entre las huellas del Extractor y el Eyector se analizará a partir de la ubicación de los dígitos en la esfera del reloj, mientras que el resto de los calificadores se compararán con las formas de variadas figuras geométricas, tal y como han recomendado los clásicos durante decenios. 1 Las características antes relacionadas, que como conocemos permiten determinar el sistema, marca, modelo y calibre de las armas de fuego y sus municiones fueron fundamentadas científicamente para su empleo en las investigaciones balísticas por Charles E. Waite en 1923 y más tarde enriquecidas por Calvin Goddard en 1926; se trata de los mismos elementos exitosamente utilizados y verificados por todos los peritos balistas del mundo por más de 70 años. Todas ellas pertenecen al grupo de las características generales que conforme a la Teoría de la Identificación Criminalística, sólo permiten conformar la Determinación Genérica o Grupal, ya 1 En los anexos proponemos un patron de comparación utilizado con éxito por el autor durante toda su práctica profesional. 209 Determinación del Sistema, Marca y Modelo de las Armas de Fuego. que las características generales son insuficientes para sustentar una conclusión de identificación particular, lo que se traduce en nuestro caso en que partimos fundamentalmente de criterios constructivos utilizados en diferentes modelos de un mismo sistema, o soluciones técnicas adoptadas al mismo tiempo por diferentes fabricantes, por lo que lógicamente podemos encontrar dentro de la práctica pericial más de un arma de diferente Sistema y Modelo, con el mismo conjunto de características generales coincidentes. Sin embargo este conjunto de características generales en el caso de ser diferentes, si puede cumplir con un principio de exclusión, puesto que demuestra, que genéricamente se trata de armas de diferente naturaleza, por lo que en este caso el conjunto de características generales conformado durante la investigación descriptiva si sería suficiente para sustentar una conclusión pericial del tipo categórica, pero negativa. Otra particularidad de estas investigaciones diagnóstico criminalísticas consiste en que en algunos casos, durante la investigación comparativa puede prescindirse del experimento pericial dirigido a la adquisición de material comparativo, ya que a la conclusión puede arribarse de dos formas: La primera y la más usada mediante la confrontación de los resultados obtenidos con los relacionados en diversas fuentes bibliográficas (catálogos), de los que en nuestro país los más conocidos son: • "Pistolas Automáticas y sus huellas en Casquillos y Proyectiles" de Dvarianskiy N. A. • "Municiones para las Armas Cortas Militares de todo el mundo, 1945-1980" y "Guía de Municiones. Manual de identificación de las Municiones para Armas Cortas" de Labbet P. • "Tabla Guía acerca de los tipos de Armas de Fuego más conocidas" conformada por el LCC • "Armas de Fuego y Municiones en servicio en los Estados Unidos" de Lewis B. R. • "Catálogo de Municiones" elaborado por el Ministerio del interior de la antigua RDA • "Manual de Balística Judicial. Armas estriadas de producción nacional" elaborado por el MVD de la exURSS • "Tablas. Elementos orientativos sobre los ejemplares de Armas de Fuego más difundidos". de Selitskiy y Leifer • "Revólveres y Pistolas" y "Fusiles y Automáticos" de Shuk A. B • "Armas de Fuego del mundo. Manual básico de las Armas de Fuego Militares" y "El Clásico W. H. B. Libro de Pistolas y Revólveres" de Smith J. E. • "Armas de Fuego del mundo" compilado por la firma Smith Wesson • "Amunicionamiento General" editado por el USARMY • "Cartuchos para las Armas de Fuego y su importancia criminalística" de Ustinov A. I. y Blium M. M. • "Inscripciones en los Culotes de las Municiones" compilado por la INTERPOL. En estos casos el experimento pericial podría utilizarse como procedimiento comprobatorio para la validación de las conclusiones. La segunda forma mediante la cual puede arribarse a la conclusión pericial puede ser a través de la confrontación directa del objeto de investigación con otros debidamente avalados que obren en 210 Determinación del Sistema, Marca y Modelo de las Armas de Fuego. los Registros Criminalísticos de los diferentes laboratorios, que en nuestro caso serían Los Registros de Armas de Fuego. Esta confrontación puede hacerse con material comparativo obtenido experimentalmente, con los medios contenidos en el Registro o directamente con los elementos recogidos de la investigación experimental practicada a los mismos con antelación. Independientemente del procedimiento que se emplee para conformar la conclusión pericial ésta señalará generalmente un conjunto de conclusiones, el cual podrá ser mayor o menor en dependencia de: 1-. La Naturaleza del propio objeto de investigación. 2-. Las deformaciones que presente y su origen. 3-. La amplitud del patrón comparativo. Pero además téngase en cuenta que los datos imprescindibles sobre las particularidades de la construcción de las armas de fuego no siempre son completos, frecuentemente salen al mercado nuevos ejemplares que constituyen una remodelación de diseños anteriores de la misma firma, la adopción del esquema mecánico diseñado por otra, variando sólo la arquitectura externa del arma o la introducción en un modelo propio de una solución técnica de otro sistema. En 1956 Kustanovich alertó a los peritos acerca de que sólo del sistema Browning se conocían: ..."del calibre 6.35 mm alrededor de 200 modelos, del 7.65 mm más de 100 y cerca de 50 del calibre 9 mm.(38)”. Hoy ese número es mucho mayor, pués el catálogo "Revólveres y Pistolas" de Shuk, sólo del modelo Browning "High Power" de 1935, cal. 9 mm Parabellum, contiene 8 modificaciones, copias, variantes o patentes producidas en Canadá, Gran Bretaña, Bélgica, Checoslovaquia, Indonesia, Viet Nam y China. Cuando el patrón se trate de fuentes bibliográficas deberá tenerse en cuenta que en su mayoría, las conocidas son de procedencia extranjera y en ellos el autor trató de reflejar lo que es común en el medio para el que fueron concebidos, por lo que en el conjunto de soluciones conformado, podrán haber unidades desconocidas o poco frecuentes en nuestro ámbito, o de lo contrario podrán faltar otros para nosotros más comunes, pero que no lo eran en el medio del cual procede la fuente bibliográfica que poseemos. Esto ocurre raras veces cuando el patrón se trata de Registros Criminalísticos, ya que ellos se engrosan fundamentalmente con los resultados de la práctica pericial y contienen los ejemplares realmente típicos para una región determinada. El principio establecido en las correspondientes metodologías, para la ejecución de estas investigaciones de diagnóstico, se basa en que una vez establecido y clasificado el conjunto de características generales inherente al objeto de investigación, acorde con la teoría de las huellas del disparo y su mecanismo de formación, la estrategia a seguir durante esta búsqueda de coincidencias consistirá en un mecanismo deductivo, donde a partir de un conjunto de hipótesis (características o huellas) el perito arribará a una o varias conclusiones (cartucho o arma), pero ésta no será una búsqueda estática de diferentes parámetros medibles, sino una búsqueda heurística, donde el especialista, además de los elementos del conjunto conocido de características generales para la elección de la conclusión acertada, tendrá también en cuenta el conocimiento adquirido por medio de su experiencia práctica, la que le permitirá evaluar entre otras cosas como podrían manifestarse las huellas apreciadas ante determinados fenómenos y como éstos pueden incidir en su transformación; el camino mediante el cual la búsqueda se hará menos engorrosa, eliminando a cada paso el mayor número de objetos de comparación posibles; 211 Determinación del Sistema, Marca y Modelo de las Armas de Fuego. así como de que forma construir un conjunto objetivo de conclusiones a partir de elementos bibliográficos que reflejan una realidad lejana a nuestra situación operativa. XI.3. Determinación del Sistema, Marca y Modelo de las Armas de Fuego por sus huellas de su morfología en fundas, escondites y otras superficies. A pesar de su diseño compacto, las armas de fuego presentan una superficie característica conformada por un amplio relieve de entrantes y salientes más o menos pronunciados, por ejemplo un revólver contiene su elevación mínima 1 junto a la boca de fuego del cañón y la máxima en el tambor, en las pistolas el relieve es mucho más uniforme, sin embargo también presenta salientes pronunciados en el área de sus seguros indicadores, el retenedor del cierre, los extremos de cada uno de los pasadores que sostienen sus mecanismos internos, la argolla para el tahalí, el liberador o retenedor del cargador. Todas las armas de fuego presentan sus superficies cubiertas de una delgada película de lubricantes e impurezas o en su ausencia de óxido. Si combinamos el contacto del relieve de las armas con las superficies de fundas y escondites, junto a la acción “pintante” de los lubricantes e impurezas o el óxido, bajo el mecanismo de portarla en una funda o depositarla en un escondite, apreciaremos que el peso del arma sobre el material de la funda o la presión existente entre el cuerpo del propietario y sus prendas de vestir, todo lo cual actúa bajo la dinámica de la traslación del cuerpo humano, provocarán un conjunto de huellas volumétricas del relieve y contornos del arma que facilitarán su comparación contra imágenes a escala de diferentes ejemplares de armas de fuego o con los propios ejemplares debidamente clasificados en un Registro. Nuevamente subrayamos el valor de uso de un Registro de Armas de Fuego 2 , su existencia en un Laboratorio de Criminalística resulta imprescindible, los ejemplares que en el mismo se mantengan constituyen el mejor elemento de validación experimental de la mayoría de las investigaciones periciales balísticas. 1 Si lo apreciamos acostado sobre uno de sus lados Reiteramos el término Registro, específicamente el genérico de Registro Criminalístico y no Colección como erróneamente se le ha denominado ya que los peritos balistas requieren de un registro activo que contenga un amplio conjunto de armas de fuego en perfecto estado técnico y de conservación, debidamente clasificadas y que sean representativas de la situación operativa del territorio donde esté enclavado su Laboratorio y no una colección pasiva de armas inutilizadas en vitrinas ubicadas en la antesala de la instalación para la vanidad de sus directivos o el disfrute de los visitantes, se trata de una herramienta de trabajo y no un adorno para la instalación. 2 212 Identificación criminalística de las Armas de Fuego. XII. Identificación criminalística particular de las Armas de Fuego. XII.1. Identificación pericial de las Armas de Fuego por sus huellas sobre los proyectiles. La identificación de un arma de fuego a partir de sus huellas sobre los proyectiles disparados depende en gran medida de la hábil explotación por el perito de los medios de investigación a su alcance, la correcta utilización de la correspondiente metodología de investigación y el dominio de las condiciones en que se desarrollaron los mecanismos de formación de los diferentes conjuntos de huellas apreciadas sobre el proyectil. Debe señalarse que las técnicas de microscopía empleadas en estos menesteres, han alcanzado un óptimo nivel de desarrollo que garantiza la detección de las características particulares presentes en las huellas de los proyectiles, igualmente existen diversas técnicas de filmación fotográfica (convencional y digital), en video y de televisión instrumentadas para la observación y fijación de las mismas. Por ende debe hacerse durante la práctica de estas investigaciones, especial hincapié en la correcta explotación de las potencialidades del microscopio comparativo a nuestro alcance y en la ejecución del experimento pericial dirigido a la obtención de los proyectiles-muestras experimentales. Durante la etapa preliminar de la investigación, el perito ventilará el contenido de las interrogantes formuladas por el solicitante, es decir si objetiva y subjetivamente es posible responderlas con sus posibilidades periciales, si el objeto de investigación conserva sus cualidades identificativas y si se ha garantizado la cadena de guardia y custodia de las pruebas materiales establecida para estos casos. Posteriormente estudiará los antecedentes del hecho, consultará con el solicitante cualquier duda y asesorará y recomendará al mismo, sobre cualquier particular que a su juicio, estando al alcance de su pericia, puede aportar elementos complementarios al proceso, dejando a decisión del solicitante su inclusión o no en la investigación pericial. En esta propia etapa se realizará el estudio descriptivo de todos los proyectiles investigados, estableciendo todos sus particulares (forma, tipo, material con el cual fue confeccionado, características de su envoltura, color, largo, diámetro, peso, presencia de huellas de rayados, cuantos, dirección, ancho e inclinación), a fin de establecer su identidad respecto a un determinado modelo de cartucho 1 , se buscará en él la existencia de huellas que denoten su empleo en calidad de cartucho sustituto en un arma de mayor o menor calibre y finalmente luego de limpiarlo cuidadosamente con agua jabonosa, se determinará si las huellas que soporta poseen el suficiente valor para proceder a una identificación comparativa. 1 Incluso se describirán la existencia de manchas, deformaciones o incrustaciones en sus superficies. 213 Identificación criminalística de las Armas de Fuego. Concluida la investigación descriptiva del proyectil, se realizará el estudio previo del arma, que incluirá obligatoriamente la determinación de su estado técnico y su aptitud para el tiro, aunque no se solicitara, debido a elementales razones de seguridad para el perito y para quienes lo rodeen, así como el estudio descriptivo de todas las municiones que acompañen al arma. Sólo cumplimentando esos pasos, se podrá proceder con todas las medidas de seguridad y atendiendo al estado técnico del arma al experimento pericial, consistente en la práctica de disparos experimentales con el arma a fin de obtener sus proyectiles experimentales, para ello se disparará con proyectiles nuevos 1 , preferiblemente de la misma marca y data de producción del cartucho al que perteneció el proyectil investigado, se harán de 3 a 5 disparos contra un captador de cualquiera de los aceptados internacionalmente por la Balística 2 ; los proyectiles se obtendrán después de cada disparo y se tendrá cuidado de que no queden en el captador proyectiles olvidados o perdidos 3 y se marcarán de tal manera, que sin afectar sus huellas, queden plenamente identificados como experimentales y a que caso corresponden. Obtenido el material experimental necesario, el (o uno de los) proyectil investigado se colocará en la plataforma izquierda del microscopio comparativo y uno de los experimentales en la derecha, el haz de luz de cada uno de los lados se colocará de manera tal que incidan diagonalmente sobre la superficie del proyectil con igual ángulo para ambos, el cual debe estar entre 30 y 45° y se regulará la intensidad de la luz de tal manera que no provoque brillos sobre el metal, si en virtud de alguna deformación fuese imposible, podrán emplearse para ellos filtros polarizados 4 . Sólo una vez cumplimentadas estas recomendaciones será efectiva la comparación. Dicha comparación se iniciará con aumentos medios (aproximadamente 6x), las que podrán incrementarse para verificar la calidad de las coincidencias detectadas o disminuirse si se requiriera algún tipo de orientación topográfica durante el proceso comparativo, se tomará uno de los rayados del proyectil investigado y se irán rotando los del proyectil experimental, hasta ubicar una coincidencia, la que se correrá a lo largo de todo el rayado investigado 5 . A fin de verificar el resultado obtenido, éste se ampliará y estudiará más profundamente y se repetirá la operación descripta con al menos otros dos proyectiles experimentales. De repetirse la coincidencia, sólo entonces se dará por concluyente y se procederá a la fijación del resultado. Puede ocurrir que no se obtengan coincidencias plenas 6 , esto puede deberse a diferencias en el mecanismo de formación de las huellas sobre el proyectil debido a determinadas condiciones en el cartucho del cual procede, para dilucidar este particular, podrá procederse a la realización de disparos experimentales con cartuchos “viejos” 7 o con los que acompañaban al arma al ser recibido el peritaje y repetir el proceso comparativo. Concluida la investigación comparativa y elaborado el dictamen pericial, el arma y los proyectiles, tanto investigados como experimentales, se embalarán adecuadamente de manera tal que se garantice su conservación, diferenciándolos e identificándolos debidamente. 1 Es decir, carentes de huellas de otras armas sobre sus superficies, independientemente de su fecha de producción. De guata, agua, aceite o cortinas de láminas de goma. 3 Fundamentalmente en los de guata, en los que además se tendrá cuidado de colocar la boca de fuego del arma a 0.5 – 1 m en evitación de incendios debido a la llamarada del disparo. 4 También podrán utilizarse otros tipos de filtros de luz para mitigar las diferencias de matices o colores entre ambas proyectiles o para mitigar o desaparecer manchas que no pudieron ser eliminadas durante el lavado del proyectil. 5 Aunque esto no deja de ser una recomendación, pues no descartamos que otros peritos tengan experiencias exitosas con otros métodos de búsqueda. 6 Es decir, que no coincidan todos los microtrazos que conforman la huella del rayado escogido. 7 Por eso es conveniente contar en las reservas de los laboratorios de Balística con cartuchos excedentes de otras investigaciones periciales y de determinada antigüedad que conserven su aptitud para el tiro. 2 214 Identificación criminalística de las Armas de Fuego. Fig. 94: Coincidencia de la imagen pantoscópica de las huellas primarias y secundarias de los rayados sobre proyectiles disparados por una pistola TT cal. 7,62 mm mod. 1930/33. Fig. 95: Coincidencia de la huella de uno de los rayados en dos proyectiles disparados por una pistola PM cal. 9 mm. Fig. 96: Coincidencia de la huella de uno de los campos en dos proyectiles disparados por una pistola PM cal. 9 mm. 215 Identificación criminalística de las Armas de Fuego. XII.2. Identificación pericial de las Armas de Fuego por sus huellas sobre los casquillos. Este segundo tipo de identificación responde totalmente a las características y procedimientos del anterior, salvo en lo referido a las diferencias genéricas existentes entre el proyectil y un casquillo. El estudio descriptivo de los casquillos investigados en este caso, tendrá en cuenta la forma, tipo, material con el cual está confeccionado, largo, diámetro, inscripciones en el culote, existencia en él de huellas fundamentales como las de la aguja percutora, el extractor y el eyector, a fin de establecer su identidad respecto a determinado cartucho, su empleo en un cartucho sustituto y luego de limpiarlo cuidadosamente 1 se determinará si sus huellas poseen suficiente valor identificativo 2 . Durante el tiro experimental, podrá obviarse al captador de disparos 3 , a fin de no sobreexplotarlo y acortar su vida útil, ya que sólo se pretende recuperar los casquillos percutidos, podrá efectuarse el tiro en un lugar seguro de rebotes y previamente limpio de casquillos. Igual que en el epígrafe anterior, se realizarán de 3 a 5 disparos con cartuchos nuevos y los casquillos obtenidos se identificarán adecuadamente. La ubicación de los casquillos en el microscopio comparativo, dependerá en primer orden del tipo de huella que se pretenda comparar, generalmente los microscopios de comparación balística, con independencia de su factura, están provistos de soportes universales o particulares para cada tipo de huella. En el caso de los casquillos, la comparación se realiza por confrontación y dadas sus dimensiones y las de sus huellas, se iniciará con aumentos mínimos (aproximadamente 1x). Particularmente recomendamos iniciar la secuencia de comparaciones en este orden: 1. Huella de la aguja percutora 2. Huella del extractor sobre el reborde del casquillo 3. Huella del eyector 4. Huella del pin de señales 4 5. Huella del borde del nicho de la aguja percutora 6. Huella del fondo del cierre Y sólo acudir al resto de las conocidas en caso de no tener éxito con las relacionadas, ya que las restantes poseen una menor significación identificativa. Debe tenerse presente, que las huellas de los labios del cargador no identifican al arma de fuego investigada, si no al cargador, que constituye un elemento intercambiable, lo que no constituye el objeto fundamental de este tipo de investigación 5 . 1 En este caso además de emplear agua jabonosa, se utilizará algún solvente orgánico a fin de retirar los sellos de conservación que generalmente aparecen sobre la cápsula iniciadora. 2 Cada uno de los tipos de huellas que deben aparecer sobre el casquillo, es decir las de: la aguja percutora, el pin de señales, el fondo del cierre, el borde del nicho de la aguja percutora, el extractor, el eyector, los labios del cargador, etc. 3 De existir en la instalación condiciones seguras para ello. 4 De estar presente este elemento en el arma. 5 El objeto esencial de este tipo de investigación balística lo constituye la identificación de un arma de fuego a partir de sus huellas y no de elementos aislados correspondientes o pertenecientes al arma dada. 216 Identificación criminalística de las Armas de Fuego. Fig. 97: Coincidencia de la huella de la aguja percutora, sobre la cápsula iniciadora de dos casquillos percutidos por una pistola CZ mod. 70 cal. 7,65 mm Br. Fig. 98: Coincidencia de la huella del extractor, sobre el reborde de dos casquillos percutidos por una pistola Colt mod. Comander cal..45 ACP. Fig. 99: Coincidencia de la huella del extractor, sobre el culote de dos casquillos percutidos por un fusil cal. 5,6 mm LR. 217 Identificación criminalística de las Armas de Fuego. Fig. 100: Coincidencia de la huella del nicho de la aguja percutora, sobre la cápsula iniciadora de dos casquillos percutidos por una escopeta de caza Stevens cal. 16. Fig. 101: Coincidencia por superposición de la huella del fondo del cierre, sobre la cápsula iniciadora de dos casquillos percutidos por una pistola Ortgies cal. 6,35 mm Br. XII.3. Estructura de los dictámenes periciales de Identificación Criminalística de las Armas de Fuego. El dictamen de este tipo de peritaje también responde a la estructura general de los dictámenes periciales criminalísticos, poseen una etapa introductoria donde se describen los antecedentes del hecho acaecido y las interrogantes formuladas al perito, en un segundo momento se describe la integridad del embalaje y el estado cualitativo y cuantitativo de los materiales recibidos para la investigación, luego de lo que se procede a la investigación por separado de todos los materiales recibidos para su peritación y en el siguiente orden: 1. proyectiles o casquillos investigados (en el orden que el perito considere más estético o adecuado, pueden incluso describirse para más facilidad por medio de una tabla, en la que cada columna corresponda a un calificador descriptivo). 2. armas recibidas para la obtención de ellas del material experimental (se trata de armas estandartizadas, bastará con enunciar sus marcas, modelo, calibre y número de serie, así como las particularidades exteriores inherentes a cada una de ellas, en el orden que el perito considere más estético o adecuado). 218 Identificación criminalística de las Armas de Fuego. 3. 4. 5. 6. cargadores cartuchos fundas otros elementos vinculados o no al peritaje que se reciban adjuntados a la solicitud Posteriormente se procederá a describir los elementos más significativos del experimento pericial como por ejemplo el tipo de cartucho empleado para ello, las características de la instalación donde se efectuó 1 , cualquier tipo de interrupción o accidente que se produzca durante el tiro, para pasar a la etapa comparativa, en la que fundamentalmente se describirá el tipo de microscopio empleado, a que aumento se alcanzó la coincidencia, como se comportó y cual valoración hace el perito del valor identificativo de la misma y finalmente se plasmarán en el informe las conclusiones periciales, redactadas de manera coherente y de forma tal que responda a la pregunta formulada ilustrando particularmente: cual proyectil (cual casquillo) y con que arma fue disparado (percutido). Un carácter significativo se le confiere en estas investigaciones a la fototabla ilustrativa, ninguna descripción es capaz de sustituir la carga ilustrativa que tiene en una comparación balística la coincidencia de uno de los rayados, por ello resulta indispensable para los destinatarios del peritaje poder contar con esa ilustración. La fototabla debe contar con las siguientes fotos: 1. Aspecto general de los materiales remitidos para la investigación (si son muchos o se trata de armas largas, es conveniente plasmar en una foto a las armas, en otra a los cartuchos que la acompañaban y en otra a los proyectiles y casquillos investigados) 2. Aspecto detallado de los proyectiles y casquillos investigados (estos últimos sería conveniente fotografiarlos de perfil y por sus culotes) 3. Foto de las coincidencias detectadas 2 , las que se marcarán con flechas y otros símbolos de color rojo. 4. Foto de control de las coincidencias detectadas (se trata de la misma foto anterior, pero carente de todo tipo de señales o marcas, en las que el destinatario podrá evaluar las coincidencias aludidas en el dictamen pericial) 1 Fundamentalmente cuando se trata de obtener proyectiles. Se colocará en la fototabla una foto por cada una de las coincidencias que se establezcan, y se buscarán en cada uno de los objetos de investigación, es decir con cada casquillo y cada proyectil investigado). 2 219 Anexos. XIII. Anexos. Fórmulas y datos de interés balístico Debido a que muchas determinaciones en Balística se obtienen mediante mediciones en el orden de las centésimas de milímetro, los grados y minutos, empleando para ello instrumentos (pies de rey, micrómetros, microscopios instrumentales, etc.) con diferente margen de error y que las determinaciones de diferentes magnitudes por vía experimental dependen de un alto número de eventos metrológicos, es bueno conocer que el promedio de las mediciones se determina mediante la siguiente expresión: n â = Σ ai/n i=1 donde: â es el promedio de las mediciones, ai son los resultados de las mediciones obtenidas, n es el número de las mediciones realizadas, n Σ es la sumatoria de las mediciones realizadas, la cual se expresa de la siguieni=1 te forma: n Σ ai = a1 + a2 + … + an i=1 La diferencia entre el promedio y la medición obtenida se nombra Error Absoluto de la Medición y se expresa: Δai = â - ai Para comprobar â y Δa1: n Σ (Δai) = 0 i=1 Conforme a la Teoría de las Probabilidades, el defecto máximo permitido se calcula por: Δ = 3σ σ es el error medio cuadrado de las mediciones y se calcula mediante la fórmula: 1 Anexos. Σ (Δai)² σ = √ ────── n-1 Si entre los errores absolutos, alguno llegara a ser mayor que Δ, entonces las mediciones realizadas fueron incorrectas. Para conocer el intervalo de la medición obtenida de a, se puede emplear la fórmula: σ a = â ± ─── √n También en Balística resultan de mucha utilidad un determinado conjunto de fórmulas geométricas, para conocer el volumen y el área de una esfera se puede utilizar la siguiente fórmula: V = 1/6 πd Y es muy útil también dominar las siguientes fórmulas geométricas: Triángulo: A=b.hb/2=1/2 ac senß P=a+b+c ha:hb=1/a:1/b a/senα=b/senβ=c/senϒ (ley de los senos) c2=a2+b2-a.b.cosϒ (ley de los cosenos) Triángulo rectángulo: (ϒ=90°) A=a.b/2 p=a+b+c h2=p.q (teorema de las alturas) 2 Anexos. a2=p.c; b2=q.c (teorema de los catetos) a2+b2=c2 (teorema de Pitágoras) senα=cosβ=a/c tanα=cotβ=a/b Cuadrado: A=a2 p=4.a e=a.√2 Rectángulo: A=a.b p=2(a+b) e=√a2+b2 Circunferencia: A=π.r2( 13,14) 2 A=π/4.d p=2π.r( 11,12) p=π.d α Angulo inscrito β Angulo central (sobre la cuerda AB) γ Angulo seminscrito 3 Anexos. α=γ α=β/2 Arco: b/p=α/360° b=r.arcα b=r(α.π/180°) ( 24) Sector circular: Aa/A=α/360° Aα=1/2b.r Aα=1/4b.d p=2r+b p=d+b Anillo circular: A=π(r12-r22), para el caso en que r1>r2 A=π/4(d12-d22) A=π/4(d1+d2)(d1-d2), para el caso en que d1>d2 4 Anexos. Cilindro circular: V=π.r2.h V=π/4(d2.h) AT=2π.r2+2π.r.h AT=π/2d2+π.d.h AL=π.d.h AL=2π.r.h Cilindro anular: V=π.h(r12-r22) en caso que r1>r2 AT=2π.r1.h+2π.r2.h+2π( r12-r22) en caso que r1>r2 AL=2π.r1.h+2π.r2.h en caso que r1>r2 Cono circular: 5 Anexos. V=1/12π.d2.h V=1/3π.r2.h AT=π/4.d(d+2s) AT=π.r(r+s) AL=π/2.d.s=π.r.s s2=r2+h2 Esfera: V=4/3π.r V=1/6π.d3 AT=4π.r2 AT=π.d2 Tronco de cono: V=π/12.h(d12+d22+d1.d2) V=π/3.h(r12+r22+r1.rr) AT=π.r12+π.r22+πs(r1+r2) AL=πs(r1+r2) S2=(r1-r2)2+h2 en caso de que r1>r2 Si AB y Ab no fueran muy diferentes, sería válida la siguiente aproximación: V≈π/2.h(r12+r12) 6 Anexos. Sector esférico: V=2π/3.r2.h=π/6.d2.h AT=π.ρ.r+2π.r.h Casquete esférico: A=2π.r.h=π.d.h ρ2=r2-(r-h)2=h2+2rh Algunas constantes de uso frecuente en Balística y sus logaritmos Constante n lgn π 2π 3π 4π π/2 π/3 2π/3 4π/3 π/4 π/6 π/12 π/180 π/360 π2 √π 3,1416 6,2832 9,4248 12,5664 1,5708 1,0472 2,0944 4,1888 0,7854 0,5236 0,2618 0,0175 0,0087 9,8696 1,7725 0,4971 0,7982 0,9743 1,0992 0,1961 0,0200 0,3211 0,6221 0,8951-1 0,7190-1 0,4180-1 0,2419-2 0,9395-3 0,9943 0,2486 1 Constante n lgn √2π 1/π 1/2π 180/π 360/π 1/√π 1/2√π √2/π √3/π √4/π 3 √π 3 √6/π 3 √4π/3 3 √3/4π 2,5066 0,3183 0,1592 57,296 114,592 0,5642 0,2821 0,7979 0,9772 1,1284 1,4646 1,2407 1,6120 0,6204 0,3991 0,5029-1 0,2018-1 1,7581 2,0591 0,7514-1 0,4504-1 0,9019-1 0,9900-1 0,0525 0,1657 0,0937 0,2074 0,7926-1 π≈3,141592653589793238462643383279502884197169399…; √2≈1,414213562373095048801… y √3≈1,732050807568877293527… 1 7 Anexos. Para calcular la velocidad inicial que una determinada carga impulsora es capaz de comunicar a un proyectil o la presión máxima que la misma puede desarrollar sobre las paredes del ánima del cañón se puede emplear la fórmula de Sarrau: 1 V=Aα(p.i)3/8(Δ/p.a)1/4.[i-Bβ.(P.i)1/2/a] V=M(α.β-3/8)-(P3/8. Δ1/4.a1/8.i3/16)/p7/16 T=K.α2[(Δ.P1/4.p3/4)/a2] V1=(M.p5/8.C1/8)/(p4/10.c1/4.a3/10) V2=(M.p3/8. Δ1/4.i1/4)/(p4/10.d1/6) Donde: V es la velocidad inicial, T es la presión, α y β son dos constantes de la clase de pólvora, C y c son los volúmenes de toda el ánima del cañón y la recámara respectivamente, P y p son los pesos del proyectil y la carga de proyección respectivamente, a es el calibre Δ es la densidad de la carga, d el diámetro de la recámara, i el camino recorrido dentro del ánima por el culote del proyectil. En V1 M=640 y en V2 M=430 El coeficiente balístico es la facultad del proyectil de vencer la resistencia del aire y reducir el tiempo de recorrido; es el valor que resulta de la relación existente entre la densidad de la sección y el índice de forma. Según Siacci se puede calcular de la siguiente forma: Cb= P/(n.δ.S) ó Cb= P/(n.δ.π.R2) P/(π.R2)= Densidad de la Sección Cb= Densidad de la Sección/(n.δ) Donde: S es la Sección del proyectil P el peso del proyectil N el coeficiente de forma δ la densidad del aire 1 3/8=0,375 ¼=0,25 ½=0,5 1/8=0,125 3/16=0,1875 5/8=0,625 ¾=0,75 4/10=0,4 3/10=0,3 1/6=0,166... 8 Anexos. R el radio de la sección del proyectil La resistencia del aire según Robins se determina de la siguiente forma: R= [(n.δ.R2)/P].K(v)v2 Donde: n es el coeficiente de forma r la aceleración negativa (resistencia) R y P son respectivamente el radio y el peso del proyectil Mientras que la función K(v) podría representarse según la formula de Euler: K(v)=π/4000(1+V2/2g.h), Según Touzard: K(v)=π/4000[1+(v)2/525] Didian: K(v)=0,000027π.g(1+0,0023v) o Helie: K(v)=A-B/10αv10 (A y B son constantes) 9 Anexos. Tablas de tiro de algunos tipos de armas de fuego Revólveres .38 Calibre: .38 Sp Características de la envoltura del proyectil: Sin camiseta Estructura del proyectil: Sin núcleo Masa del proyectil: 7,1-13 g Diámetro del proyectil: 9,14 mm Velocidad inicial del proyectil: 220-470 m/seg Energía Cinética inicial del proyectil: 27-80 Kgm Coeficiente Balístico del proyectil: 10,8 m2/Kg Angulo de salida (grados) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 15 20 25 30 40 50 60 70 80 t (seg) X (m) Y (m) Vc (m/seg) 0,92 1,80 2,63 3,42 4,17 4,90 5,60 6,28 6,93 7,57 10,51 13,14 15,55 17,77 21,75 25,17 28,00 30,17 31,54 227,40 410,63 560,77 689,07 799,82 897,08 983,75 1061,16 1131,30 1195,04 1441,71 1605,32 1711,42 1772,34 1781,98 1659,61 1413,68 1047,50 567,55 1,04 3,97 8,52 14,46 21,62 29,83 39,11 49,21 60,20 71,88 139,93 219,89 308,92 403,38 600,29 794,15 969,59 1111,32 1204,79 225,1 194,0 172,0 155,5 142,5 132,2 123,8 116,9 111,2 106,5 92,1 86,8 85,8 86,9 91,4 95,9 99,5 101,9 103,3 Angulo de caída (grados) -1°06’ -2°30’ -4°02’ -5°45’ -7°36’ -9°34’ -11°38’ -13°47’ -15°59’ -18°13’ -29°31’ -39°59’ -48°52’ -56°06’ -66°37’ -73°35’ -78°34’ -82°30’ -86°09’ 10 Anexos. Pistolas 6,35 mm Calibre: 6,35 mm Br Características de la envoltura del proyectil: Con camiseta metálica Estructura del proyectil: Sin núcleo Masa del proyectil: 3,2-3,3 g Diámetro del proyectil: 6,3-6,39 mm Velocidad inicial del proyectil: 230-247 m/seg Energía Cinética inicial del proyectil: 8,8-10 Kgm Coeficiente Balístico del proyectil: 12,9 m2/Kg Angulo de salida (grados) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 15 20 25 30 40 50 60 70 80 t (seg) X (m) Y (m) Vc (m/seg) 0,75 1,48 2,18 2,84 3,48 4,10 4,70 5,28 5,84 6,39 8,94 11,24 13,34 15,28 18,75 21,72 24,18 26,05 27,23 153,77 283,29 393,64 488,70 578,26 467,00 713,74 774,30 829,33 879,68 1076,66 1209,54 1297,12 1348,90 1363,13 1273,50 1085,95 805,02 436,29 0,71 2,69 5,84 9,99 15,01 20,86 27,46 34,70 42,59 51,08 100,74 159,99 225,98 296,58 444,39 590,44 722,78 829,81 900,39 189,8 167,6 150,8 137,8 127,4 118,8 111,8 105,8 101,0 96,8 83,8 78,5 77,1 77,8 81,4 85,5 88,7 91,0 92,4 Angulo de caída (grados) -1°05’ -2°22’ -3°51’ -5°27’ -7°09’ -8°59’ -10°54’ -12°53’ -14°56’ -17°02’ -27°43’ -37°51’ -46°41’ -54°02’ -64°55’ -72°17’ -77°36’ -81°51’ -85°49’ 11 Anexos. Pistolas sistema TT Calibre: 7,62 mm mod. 1930/33 Características de la envoltura del proyectil: Con camiseta metálica Estructura del proyectil: Con núcleo de acero Masa del proyectil: 5,4-5,6 g Diámetro del proyectil: 7,8-7,85 mm Velocidad inicial del proyectil: 420-485 m/seg Energía Cinética inicial del proyectil: 50,3 Kgm Coeficiente Balístico del proyectil: 17 m2/Kg Angulo de salida (grados) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 15 20 25 30 40 50 60 70 80 t (seg) X (m) Y (m) Vc (m/seg) 1,30 2,35 3,28 4,14 4,94 5,69 6,40 7,08 7,73 8,35 11,20 13,71 16,00 18,11 21,92 25,23 27,99 30,12 31,47 391,00 600,93 749,82 865,12 958,42 1036,99 1104,30 1162,61 1214,09 1259,88 1428,52 1531,11 1589,63 1613,63 1572,55 1439,26 1208,43 886,58 477,71 2,19 7,06 13,84 22,11 31,59 42,04 53,45 65,56 78,41 91,88 166,60 250,49 340,26 433,57 623,22 805,53 967,63 1096,99 1181,52 229.6 176,1 146,2 126,8 133,3 103,5 96,0 90,3 85,8 82,3 73,6 72,1 73,3 75,4 79,6 82,7 84,8 86,1 86,7 Angulo de caída (grados) -1°30’ -3°28’ -5°45’ -8°18’ -11°01’ -13°52’ -16°50’ -19°48’ -22°48’ -25°47’ -39°39’ -50°48’ -58°56’ -65°36’ -74°06’ -79°19’ -82°49’ -85°24’ -87°40’ 12 Anexos. Pistolas 7,65 mm Calibre: 7,65 mm Br Características de la envoltura del proyectil: Con camiseta metálica Estructura del proyectil: Con núcleo de acero Masa del proyectil: 4,5-5 g Diámetro del proyectil: 7,7-7,95 mm Velocidad inicial del proyectil: 300 m/seg Energía Cinética inicial del proyectil: 21,6 Kgm Coeficiente Balístico del proyectil: 9,6 m2/Kg Angulo de salida (grados) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 15 20 25 30 40 50 60 70 80 t (seg) X (m) Y (m) Vc (m/seg) 1,02 1,99 2,89 3,75 4,58 5,36 6,12 6,86 7,57 8,25 11,43 14,28 16,87 19,27 23,57 27,27 30,34 32,69 34,18 276,25 467,10 671,22 821,40 950,51 1063,25 1163,13 1252,83 1333,14 1406,20 1688,19 1875,05 1994,77 2063,54 2072,54 1929,68 1643,89 1218,41 660,24 1,25 4,85 10,33 17,45 26,00 35,81 46,83 58,88 71,85 85,75 166,04 260,38 364,58 475,31 705,89 932,85 1138,22 1304,18 1413,67 245,0 209,8 185,0 166,4 151,9 140,8 131,7 124,2 118,1 113,0 97,9 92,5 91,7 93,0 97,9 102,7 106,5 109,0 110,5 Angulo de caída (grados) -1°07’ -2°32’ -4°07’ -5°52’ -7°47’ -9°49’ -11°56’ -14°08’ -16°23’ -18°41’ -30°12’ -40°45’ -49°38’ -56°48’ -67°10’ -73°59’ -78°51’ -82°42’ -86°15’ 13 Anexos. Pistolas 9 mm corto Calibre: 9 mm Br Características de la envoltura del proyectil: Con camiseta metálica Estructura del proyectil: Con núcleo de acero Masa del proyectil: 5,9-6,2 g Diámetro del proyectil: 8,85-9,05 mm Velocidad inicial del proyectil: 270 m/seg Energía Cinética inicial del proyectil: 22,6 Kgm Coeficiente Balístico del proyectil: 12,4 m2/Kg Angulo de salida (grados) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 15 20 25 30 40 50 60 70 80 t (seg) X (m) Y (m) Vc (m/seg) 1,01 1,95 2,82 3,65 4,43 5,17 5,88 6,57 7,23 7,87 10,81 13,43 15,82 18,02 21,97 25,37 28,19 30,36 31,73 267,00 465,45 628,33 752,08 861,47 955,87 1038,52 1111,93 1177,52 1236,53 1461,45 1606,32 1697,17 1745,83 1738,74 1609,09 1364,68 1008,43 545,70 1,22 4,68 9,86 16,50 24,43 33,48 43,46 54,41 66,08 78,55 149,81 232,46 322,94 418,45 615,96 808,86 982,60 1122,39 1214,40 233,4 194,4 168,3 149,6 135,6 124,8 116,3 109,4 103,9 99,3 86,2 82,1 81,9 83,5 88,1 92,2 95,3 97,4 98,5 Angulo de caída (grados) -1°10’ -2°39’ -4°23’ -6°18’ -8°22’ -10°35’ -12°54’ -15°17’ -17°43’ -20°11’ -32°24’ -43°14’ -52°08’ -59°11’ -69°06’ -75°31’ -80°00’ -83°30’ -86°40’ 14 Anexos. Pistolas 9 mm Calibre: 9 mm PARA Características de la envoltura del proyectil: Con camiseta metálica Estructura del proyectil: Sin núcleo Masa del proyectil: 7,9-8,1 g Diámetro del proyectil: 8,9-9,05 mm Velocidad inicial del proyectil: 345 m/seg Energía Cinética inicial del proyectil: 49,5 Kgm Coeficiente Balístico del proyectil: 7,6 m2/Kg Angulo de salida (grados) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 15 20 25 30 40 50 60 70 80 t (seg) X (m) Y (m) Vc (m/seg) 1,11 2,15 3,13 4,08 4,98 5,84 6,67 7,48 8,26 9,01 12,52 15,66 18,54 21,20 25,98 30,10 33,52 36,13 37,78 325,06 583,69 796,90 977,88 1134,89 1272,78 1395,41 1505,59 1605,25 1696,01 2048,38 2284,08 2439,04 2530,39 2554,00 2386,50 2039,15 1514,39 821,47 1,52 5,73 12,16 20,60 30,76 42,46 55,56 69,94 85,51 102,12 198,75 312,87 439,36 574,28 856,39 1135,35 1388,65 1593,91 1729,55 266,8 230,5 204,5 184,9 169,5 157,4 147,4 139,3 132,0 126,9 110,0 103,7 102,6 104,0 109,4 114,9 119,2 122,2 123,9 Angulo de caída (grados) -1°08’ -2°30’ -4°13’ -5°46’ -7°38’ -9°35’ -11°39’ -13°47’ -15°59’ -18°13’ -29°28’ -39°53’ -48°43’ -55°56’ -66°25’ -73°21’ -78°21’ -82°21’ -86°04’ 15 Anexos. Fusiles automáticos sistema Kalashnikov Calibre: 7,62X39 mm mod. 1943 Características de la envoltura del proyectil: Con camiseta metálica Estructura del proyectil: Con núcleo de acero Masa del proyectil: 7,75-8,05 g Diámetro del proyectil: 7,87-7,92 mm Velocidad inicial del proyectil: 725 m/seg Energía Cinética inicial del proyectil: 216 Kgm Coeficiente Balístico del proyectil: 9,43 m2/Kg Angulo de salida (grados) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 15 20 25 30 40 50 60 70 80 t (seg) X (m) Y (m) Vc (m/seg) 1,86 3,18 4,34 5,42 6,42 7,37 8,27 9,14 9,97 10,77 14,44 17,71 20,69 23,46 28,47 32,83 36,47 39,27 41,06 730,20 1048,15 1276,50 1463,18 1615,55 1745,26 1857,70 1957,83 2045,32 2124,52 2422,88 2611,70 2726,01 2781,50 2743,54 2525,98 2136,02 1575,39 851,25 4,54 13,68 25,52 39,63 55,59 73,18 92,19 112,46 133,91 156,41 281,62 422,87 575,02 734,05 1059,95 1376,36 1660,13 1888,14 2037,76 269,9 216,4 184,6 163,1 147,6 135,9 127,0 119,8 114,4 110,0 98,7 96,5 98,0 100,7 106,4 111,0 114,1 116,1 117,2 Angulo de caída (grados) -1°54’ -3°57’ -6°14’ -8°42’ -11°19’ -14°02’ -16°49’ -19°42’ -22°30’ -25°20’ -38°42’ -49°25’ -58°47’ -64°08’ -72°48’ -78°15’ -81°57’ -84°48’ -87°21’ 16 Anexos. Perdigones disparados por escopetas de caza Calibre del perdigón: 2,5 mm Características de la envoltura del proyectil: Sin camiseta Estructura del proyectil: Sin núcleo Velocidad inicial del proyectil: 340 m /seg Coeficiente Balístico del proyectil: 135 m2/Kg Angulo de salida (grados) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 15 20 25 30 40 50 60 70 80 t (seg) X (m) Y (m) Vc (m/seg) 0,82 1,38 1,84 2,24 2,61 2,91 3,26 3,56 3,85 4,12 5,34 6,42 7,40 8,32 9,99 11,45 12,68 13,62 14,22 129,63 169,62 193,56 210,60 223,66 234,22 242,99 250,40 256,80 262,33 281,30 290,65 293,54 291.36 274,56 243,51 199,66 143,75 76,46 0,87 2,49 4,53 6,83 9,33 12,00 14,80 17,72 20,74 23,84 40,34 57,96 76,14 94,53 130,68 164,20 193,17 215,73 230,22 84,4 59,3 47,0 40,0 35,6 32,7 30,6 29,0 28,0 27,5 26,5 27,0 28,0 28,9 30,0 30,6 31,0 31,0 31,1 Angulo de caída (grados) -2°19’ -5°43’ -9°38’ -13°52’ -18°12’ -22°33’ -26°50’ -30°59’ -34°56’ -38°41’ -53°52’ -64°01’ -70°52’ -75°37’ -81°31’ -84°49’ -86°47’ -88°04’ -89°03’ 17 Anexos. Perdigones disparados por escopetas de caza Calibre del perdigón: 3 mm Características de la envoltura del proyectil: Sin camiseta Estructura del proyectil: Sin núcleo Velocidad inicial del proyectil: 340 m /seg Coeficiente Balístico del proyectil: 112 m2/Kg Angulo de salida (grados) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 15 20 25 30 40 50 60 70 80 t (seg) X (m) Y (m) Vc (m/seg) 0,85 1,44 1,94 2,37 2,77 3,13 3,47 3,79 4,10 4,39 5,71 6,86 7,92 8,91 10,70 12,26 13,58 14,59 15,23 143,34 190,30 218,92 239,19 254,87 267,55 278,09 287,03 294,75 301,45 324,53 336,19 340,20 338,22 319,55 283,98 233,24 168,17 89,55 0,92 2,72 4,99 7,57 10,39 13,42 16,58 19,90 23,33 26,87 45,73 65,93 86,85 108,04 149,79 188,62 222,24 248,47 265,34 97,6 66,0 52,0 44,4 39,5 36,0 33,8 32,0 31,0 30,0 29,0 29,5 30,5 31,4 32,7 33,4 33,8 34,0 34,0 Angulo de caída (grados) -2°11’ -5°25’ -9°10’ -13°11’ -17°22’ -21°35’ -25°45’ -29°48’ -33°42’ -37°23’ -52°35’ -62°56’ -69°57’ -74°51’ -80°59’ -84°26’ -86°31’ -87°53’ -88°58’ 18 Anexos. Perdigones disparados por escopetas de caza Calibre del perdigón: 3,5 mm Características de la envoltura del proyectil: Sin camiseta Estructura del proyectil: Sin núcleo Velocidad inicial del proyectil: 340 m /seg Coeficiente Balístico del proyectil: 97 m2/Kg Angulo de salida (grados) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 15 20 25 30 40 50 60 70 80 t (seg) X (m) Y (m) Vc (m/seg) 0,88 1,50 2,02 2,49 2,90 3,29 3,65 3,99 4,32 4,63 6,03 7,26 8,39 9,43 11,33 12,99 14,38 15,45 16,13 155,98 209,57 242,54 266,17 284,42 299,16 311,46 321,90 330,94 338,79 365,99 380,00 385,18 383,47 363,08 323,24 265,88 191,94 102,28 0,97 2,93 5,41 8,26 11,38 14,72 18,25 21,94 25,76 29,71 50,82 73,49 97,02 120,90 168,05 211,98 250,08 279,86 299,04 105,7 72,0 57,0 48,5 43,0 39,4 36,8 35,0 33,6 32,8 31,0 31,7 32,7 33,7 35,0 36,0 36,4 36,5 36,7 Angulo de caída (grados) -2°06’ -5°10’ -8°45’ -12°38’ -16°41’ -20°47’ -24°52’ -28°50’ -32°41’ -36°20’ -51°32’ -62°01’ -69°11’ -74°12’ -80°31’ -84°06’ -86°17’ -87°44’ -88°53’ 19 Anexos. Perdigones disparados por escopetas de caza Calibre del perdigón: 4 mm Características de la envoltura del proyectil: Sin camiseta Estructura del proyectil: Sin núcleo Velocidad inicial del proyectil: 340 m /seg Coeficiente Balístico del proyectil: 85,5 m2/Kg Angulo de salida (grados) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 15 20 25 30 40 50 60 70 80 t (seg) X (m) Y (m) Vc (m/seg) 0,90 1,55 2,09 2,58 3,01 3,42 3,80 4,16 4,50 4,83 6,30 7,60 8,78 9,87 11,87 13,60 15,06 16,18 16,90 165,79 225,60 262,76 289,44 310,10 326,86 340,85 352,76 363,04 372,01 403,23 419,57 425,99 424,65 402,92 359,31 295,95 213,89 114,08 1,01 3,10 5,72 8,81 12,19 15,81 19,64 23,65 27,81 32,12 55,20 80,07 105,93 132,22 184,23 232,80 274,98 308,00 329,29 113,0 77,5 61,5 52,0 46,4 42,3 39,5 37,5 36,0 35,0 33,0 33,7 34,7 36,0 37,0 38,0 39,0 39,0 39,0 Angulo de caída (grados) -2°01’ -4°57’ -8°25’ -12°10’ -16°05’ -20°04’ -24°03’ -27°58’ -31°44’ -35°22’ -50°32’ -61°07’ -68°26’ -73°35’ -80°04’ -83°46’ -86°04’ -87°35’ -88°49’ 20 Anexos. Fusil atípico obtenido mediante la remodelación de un fusil neumático para el tiro con cartuchos cal. 5,6 mm. Calibre: 5,6 mm Short Características de la envoltura del proyectil: Sin camiseta Estructura del proyectil: Sin núcleo Masa del proyectil: 1,8-2,2 g Diámetro del proyectil: 5,7 mm Velocidad inicial del proyectil: 170-280 m/seg Coeficiente Balístico del proyectil: 90 m2/Kg Angulo de salida (grados) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 15 20 25 30 40 50 60 70 80 t (seg) X (m) Y (m) Vc (m/seg) 0,66 1,18 1,64 2,05 2,44 2,79 3,13 3,45 3,75 4,04 5,36 6,51 7,56 8,53 10,27 11,78 13,05 14,02 14,64 98,36 146,05 178,22 202,30 221,32 236,96 250,17 261,50 271,38 280,07 311,13 328,72 337,41 339,22 326,02 293,56 243,67 177,21 94,96 0,53 1,75 3,42 5,42 7,68 10,17 12,84 15,65 18,62 21,71 38,59 57,18 76,79 96,94 137,27 175,37 208,77 235,11 252,20 108,5 78,9 63,8 54,5 48,3 43,9 40,7 38,3 36,5 35,1 31,9 31,8 32,5 33,5 35,2 36,4 37,1 37,5 37,7 Angulo de caída (grados) -1°36’ -3°47’ -6°26’ -9°23 -12°33’ -15°49’ -19°10’ -22°32’ -25°53’ -29°10’ -43°51’ -55°02’ -63°10’ -69°06’ -76°49’ -81°25’ -84°23’ -86°29’ -88°14’ 21 Anexos. Fusil atípico obtenido mediante la remodelación de un fusil neumático para el tiro con cartuchos cal. 5,6 mm. Calibre: 5,6 mm LR Características de la envoltura del proyectil: Sin camiseta Estructura del proyectil: Sin núcleo Masa del proyectil: 2,6 g Diámetro del proyectil: 5,7 mm Velocidad inicial del proyectil: 360 m/seg Coeficiente Balístico del proyectil: 58,5 m2/Kg Angulo de salida (grados) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 15 20 25 30 40 50 60 70 80 t (seg) X (m) Y (m) Vc (m/seg) 0,86 1,53 2,12 2,65 3,13 3,58 4,01 4,41 4,79 5,16 6,82 8,28 9,60 10,83 13,04 14,96 16,57 17,80 18,59 163,85 241,75 292,59 330,13 359,75 383,98 404,37 421,92 437,14 450,54 498,27 525,12 538,11 540,38 518,62 466,59 387,09 281,38 150,72 0,90 2,96 5,74 9,05 12,77 16,84 21,19 25,79 30,60 35,61 62,93 92,89 124,43 156,78 221,45 282,50 335,99 378,18 405,51 136,9 97,6 78,5 67,0 59,3 53,9 50,0 47,1 44,9 43,3 39,7 39,6 40,6 41,9 44,0 45,4 46,2 46,7 46,9 Angulo de caída (grados) -1°37’ -3°58’ -6°44’ -9°49 -13°07’ -16°31’ -19°59’ -23°27’ -26°52’ -30°13’ -45°02’ -56°08’ -64°07’ -69°55’ -77°25’ -81°50’ -84°41’ -86°41’ -88°20’ 22 Conclusiones Los acontecimientos internacionales y nuestra realidad nos hacen pensar en la actualidad de la Balística Criminalística, no hubo un balance mundial en la producción de armamentos a pesar de que los dos polos políticos existentes antes de la caída de la URSS y el campo socialista centuplicaron sus producciones, por otra parte en nuestro país una cadena de sucesos han favorecido la existencia de un gran número de armas de fuego de disímiles tipos y calibres en manos de la población civil: el comercio indiscriminado de ellas antes de enero de 1959, la lucha revolucionaria en montañas y ciudades, posteriormente la lucha contra bandidos, las infiltraciones de bandas y agentes enemigos armados a lo largo de 40 años, el descontrol sobre las armas deportivas y otras distribuidas para la defensa y protección de instalaciones económicas; muchas de las cuales con frecuencia son empleadas en la comisión de hechos delictivos. Si a ello agregamos que resulta inevitable la existencia de armas en la sociedad, ya que ellas se han entronizado no sólo en la defensa del país y su orden interior, instalaciones y bienes personales, si no también en la práctica de deportes y en determinadas actividades productivas y de otro tipo, y que producto de su empleo debe pronosticarse un determinado número de accidentes y usos que deriven en la comisión de delitos, se desprende la necesidad de continuar preparando a nuestras fuerzas para enfrentar objetiva y científicamente los hechos que de tales actos se deriven, poniendo todo su caudal cognoscitivo en función del multilateral esclarecimiento de los mismos. Sirva nuestro esfuerzo a la tarea de mantener preparados a nuestros especialistas a que puedan contar con una apropiada herramienta para cumplimentar la misión de poner los alcances tecnocientíficos en función de enfrentar el delito. 220 Bibliografía consultada. XIV. 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