Trompeta Evangelizadora

Trompeta
Evangelizadora
¡Envía tu luz!
Caminar en la luz de Dios
Vosotros sois la luz del mundo
Ver o ser ciego
Enero 2012
Contenido
Títulos de temas
5 ¿Tú, anhelas también luz?
¿Dónde estaba el secreto del rey David en su sabia
actitud? ¿Dónde encontramos nosotros un buen
consejo en las problemáticas decisiones de nuestra vida?
5
Muchas luces brillan
6
Venid, caminemos en la luz del Señor
Para el cambio de año
4 Una vez más, entramos a un nuevo año
Lo que mueve al corazón
10 Jehová quiso quebrantarlo
Biografía
¿Qué significado tiene la luz para nuestra vida
cotidiana? Como en la vida natural, así para nuestra
alma es luz de gran necesidad. Protección y
bendición hay en ella.
12 Charles Wesley Naylor
Mensaje Radial
14
Ver o ser siego
Enseñanzas bíblicas – Fácil de comprender
8
Vosotros sois la luz del mundo
9 El triunfo de la luz
Cristo ha traído luz divina en la oscuridad de esta
tierra. Esperanza para los desesperanzados,
sanación para corazones destrozados. Cada persona
puede recibir por medio del triunfo de Cristo, Luz
divina y sanación.
2
Trompeta Evangelizadora | 01/2012
16 Lección 13: La naturaleza del hombre
Preguntas y respuestas
17 La obediencia de Abraham
Editorial
¡Estimados lectores!
En el mundo se ve obscuridad, por todas partes hay
intranquilidad, revoluciones, disturbios y
derramamientos de sangre. ¡Cuánta desgracia, hambruna,
enfermedades hay en todo el mundo! Muchas personas
viven con miedo.
El Salvador lo ha visto de antemano: “y en la tierra
angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido
del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el
temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en
la tierra” (Lucas 21, 25-26).
Página juvenil
18 Envía tu luz
19 Preguntas juveniles
20 Experiencia con Dios
Página infantil
21 ¿Para quién tienes tiempo?
¿Tú, como amas?
Página familiar
22 La familia – Caminos de alegría
23 El secreto
El hogar y la escuela dominical
Perfil de la Iglesia
24 Iglesia de Dios en
Toronto, Canadá
Informe
26 Culto de bautismo en Edmonton
27 Anuncios
Pie de imprenta
Queridos, ¿Es muy negra ésta imagen? ¿Está todo
perdido? ¡No, y otra vez no! ¡No queremos observar a la
impiedad, a la injusticia, al odio y el aumento de la falta
de amor de nuestro tiempo! Sobre todo lo oscuro de éste
mundo está Jesús, el sol de la vida, el sol de justicia. Si,
Jesucristo, el crucificado y resucitado héroe está allí. Él
ha prometido: “He aquí yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28,20).
Los rayos del sol natural, su maravilloso calor hace
derretir el hielo y nieve del invierno. Sin este sol, nuestro
planeta estaría congelado y muerto, sin vida. ¡Cuanto más
inmenso es el hijo de Dios, quien nos regala luz y vida!
En su amor y misericordia, quiere también en éste año, al
desesperado y al que busca, serle una viva esperanza, luz
y guía para su vida.
Oh, querido lector, ¿Conoces tú la palabra: “Suave
ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol”
(Eclesiastés 11,7)? Yo lo he experimentado pudiendo salir
de un corazón incrédulo, lleno de culpas, ver y reconocer
a Jesús, acudir a Él, la luz y el sol de la vida. ¡En todos
estos años, me ha sido dulce su palabra y deliciosa su
voluntad! ¡Si, también para ti está Jesús allí, también en
tus ojos tiene que ser agradable y hermoso el hijo de
Dios!
H. D. Nimz
01/2012 | Trompeta Evangelizadora
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Para el cambio de año
Una vez más, entramos
a un nuevo año
Un año más llegó a su fin. ¡Cuántas esperanzas o temores,
confianza o ansiedad podrían estar vinculados con el inicio
del año que pasó! ¿Qué nos ha traído? ¿Nos colmó de
esperanza, o nos dio desilusiones? ¡Qué rápido transcurrió!
Y nuevamente hacemos los primeros pasos en un año
nuevo. Oscuro está el futuro ante nosotros. En el pasado
quedaron festejos y feriados, pasaron voces de alegría, -el
bendecido lapso de descanso- los quehaceres cotidianos
exigen nuevamente su derecho.
En la vida del hombre no son tan importantes las cosas
destacadas, sino lo cotidiano, la vida cotidiana es el tramo
más largo de nuestra vida, es él quien nos forma y conduce.
Si esta cotidianidad es gris, o es luminosa y agradable,
dependerá plenamente de nosotros.
Los pastores tuvieron que volver a lo cotidiano después de
escuchar las buenas nuevas de los ángeles, y haber
encontraron al niño en el pesebre. Dice: “Los pastores
volvieron, glorificando y alabando a Dios por todas las cosas
que habían oído y visto, como se les había dicho” (Lucas 2,
20)
Sobre esto, escribe alguien actualmente y preciso: “los
pastores volvieron”, quiere decir: Regresaron nuevamente a
sus rebaños, Todo estaba allí, todo lo que pertenece a la vida
pastoril. El frio de las noches, el peligro de los animales
salvajes, las disputas por los lugares de pastos, problemas con
los propietarios, los escasos salarios, el hambre, el cansancio
y la suciedad. Todo estaba igual como lo habían dejado, nada
había cambiado.
Pero ellos mismos, los pastores, habían cambiado, se dice
de ellos: “Glorificaron y alabaron a Dios por todo lo que
habían oído y visto.” ¿Qué era lo que habían oído y visto?,
era, que el hijo de Dios vino en un establo, vino a ellos, a los
pastores, si, especialmente para ellos. Nos demuestra que
Dios no quiere ser un Dios de festejos y de cosas destacadas,
sino un Dios de vida cotidiana; no un Dios de filósofos y
sabios, de los grandes y ricos del mundo, sino ciertamente un
Dios de pastores. Por lo tanto la vida cotidiana para ellos
cambió.
¿Qué hemos alcanzado de las recientemente pasadas
fiestas? Externamente nuestra vida cotidiana no será muy
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Trompeta Evangelizadora | 01/2012
diferente en los primeros días del mes de enero de los que
fueron en los pasados días de diciembre. Todo será igual
como antes: El mismo escritorio, la misma máquina, la
misma sección, la misma casa, los mismos colegas, los
mismos jefes. Y nuevamente será: ¡levantarse, trabajar,
dormir!
Sin embargo en esta vida cotidiana se demuestra, si nos
hemos dejado llevar por sentimientos y estado de ánimo, o si
realmente tuvimos un encuentro con Dios. A Dios lo
podemos encontrar en cualquier momento, no solo en
navidad, año nuevo o en una etapa especifica de la vida. No,
Dios siempre está para nosotros, y la Biblia nos dice: “Si
oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones”
(Hebreos 3, 7-8).
¿No vivimos en un tiempo de oscuridad y tinieblas? ¿No
vivimos en más incertidumbre que cualquier generación
anterior? ¿No estamos constantemente amenazados por el
poder arbitrario de un puñado de personas? ¿No tenemos
suficiente motivo de preocuparnos por nuestra pequeña barca
de la vida, que debe soportar las olas y tormentas, sobre las
cuales no tenemos ningún dominio? Bienaventurado el que
puede unir su voz con el autor de este himno:
Mantenme cerca de ti,
Para no caer, Jesús.
Solo tú me sostienes,
en la senda de la luz.
Sin ti, ¿Qué será mi vida?
¡Oh, qué triste mi andar!
Al que diste tú la luz,
Le ilumina el sol de vida.
¡Envía tu luz!
¿Tú, anhelas también luz?
En el Salmo 43 encontramos al rey
David en gran angustia, personas
malas y falsas trabajaban en contra
de él, los enemigos lo vienen
presionando desde un tiempo, su
situación parece no tener esperanza.
Él venía orando un buen tiempo,
está triste, deprimido y siente: “Tal
vez el Señor me desechó” (v.2).
Pero David, como un hombre de fe,
no se da por vencido; sin embargo
llama y ruega por ayuda divina, la
intervención de Dios.
“¡Envía tu luz!” o “¡Envía tu luz y
tu verdad; éstas me guiarán!” Esta
maravillosa petición nos demuestra
que el Salmista deposita toda su
confianza en Dios. El confía
firmemente que el Señor viene a su
encuentro, y que Dios le envía ayuda
y consuelo desde el trono de gracia.
-Si, envía tu luz, entraré al altar de
Dios, al Dios de mi alegría y gozo; y
te alabaré con arpa, oh Dios, Dios
mío.
David quiere agradecer por la luz
de Dios. Cuando el Señor ilumine
nuevamente su rostro y colme su
corazón con los divinos rayos de su
amor. Entonces podemos
agradecerle, alegrarnos en el Señor y
alabarle. Aquí tenemos el ejemplo
de un hombre que pide luz divina y
luego con un canto de acción de
gracias glorifica al Señor.
Estimada alma, ¿oras también y
esperas por luz? ¿Te falta la luz de
esperanza en tu difícil situación?
¿Esperas también la luz, que sin
respuestas has traído con frecuencia
en oraciones hacia el trono de Dios
en tu aposento, que el Señor pueda
recompensarla abiertamente? O
bien, ¿Esperas por luz y guía para
tomar correctas decisiones?
¿Quisieras tener la luz del divino
consuelo y ver brillar esta luz divina
en tu vida? ¿Estás tal vez ahora en
un valle de sombra y oras como
Jacob en el Peniel?: “No te dejaré, si
no me bendices”. Y que hermoso es
que después de la oscura noche,
llega la aurora y el siervo de Dios,
en la maravillosa y divina
experiencia, vive la salida del
brillante sol.
Cual sea el consuelo o luz que
necesites, deja fluir sobre tus labios
la oración de David: “¡Oh Señor,
envía tu luz!” y luego espera de todo
corazón, que Dios te ayudará
también a ti, y tú podrás agradecer
con alegría.
Muchas luces brillan
La noche en la ciudad: Luces, luces, deslumbrando y
dando voces, intrusos e insinuantes; pero luces que una
vez deben apagarse, que pasan en desuso.
¿Existe una luz permanente? ¿Existe una luz, que
pueda alumbrar la obscuridad del corazón de una
persona? A pesar de estar al lado de una brillante luz, un
corazón puede estar en plena tinieblas.
Jesús dice de sí mismo como la luz del mundo, que es
más fuerte que todas las tinieblas. Donde ésta luz llega,
debe desaparecer toda tiniebla, ya sea como se llame.
Puede que sea la oscuridad de las preocupaciones o el
futuro de las personas.
Puede ser la tenebrosidad de las culpas sin arreglar que
perturba toda alegría de la vida. Puede ser la oscuridad
de vicios, que le hacen al hombre ser esclavo de su
desenfrenada pasión. Ayudar puede solamente ésta luz:
¡Jesucristo! Él es la verdadera luz, que quiere alumbrar a
todos los hombres (Juan 1,9)
¿Has tenido un encuentro con Jesucristo, esta brillante
luz?
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¡Envía tu luz!
Venid, caminemos en la luz
del Señor
“¡Venid, oh casa de Jacob, y caminaremos a la luz de Jehová!”
Isaías 2,5
El año viejo está tras nuestro; el
nuevo ha efectuado su comienzo.
¿Cómo queremos marchar a través del
año que ha comenzado? Tomemos en
nuestro corazón el arriba citado pasaje
bíblico: “¡Venid, y caminaremos a la
luz del Señor!”
Para caminar a la luz del Señor
tenemos que entregarnos a la luz divina.
Ella tiene que iluminar nuestro oscuro
corazón, por naturaleza, para que a
través de la salvación seamos hijos de
luz. El mundo es oscuro. Tenemos que
interactuar con hijos de las tinieblas.
Necesitamos luz divina, para andar
sobre el camino que agrada a Dios.
“¡Venid!”, dice nuestro texto. El
profeta Isaías no exhorta en primera
línea a otros, a caminar a la luz del
Señor, sino que él está dispuesto a ir
por el camino. Existe una diferencia, si
exhortamos a nuestros hijos a ir al
culto, o si les decimos: “¡Venid,
vayamos!”
Si nosotros entramos en el año a la
luz del Señor, sólo vemos como a la luz
de una linterna el siguiente paso ante
nosotros. Dios ha visto como algo
bueno, iluminarnos sólo una parte del
camino. Si viéramos por completo el
camino del nuevo año o incluso de
nuestra vida, no nos podríamos alegrar
realmente en la vida. Lo desagradable
delante de nosotros nos pesaría y nos
daría miedo.
Si andamos en la luz vemos el camino
correcto, el cual debemos andar.
Estamos desinteresados en conocer los
6
caminos oscuros. Así es también por la
noche cuando vamos en auto,
mantenemos nuestro vehículo bien
sobre la pista iluminada ante nosotros y
no estamos interesados en descubrir los
profundos barrancos, zanjas y piedras
de los costados. Así la luz divina
tampoco quiere mostrarte todos los
peligros espirituales en el camino de la
vida. Ella quiere iluminarte el camino
correcto y seguro, eso es suficiente. En
ello está tu seguridad, querido hijo de
Dios.
Si caminamos en la luz, no
tropezamos. Juan 11,9b y 10 nos dice:
“El que anda de día, no tropieza, porque
ve la luz de este mundo; pero el que
anda de noche, tropieza, porque no hay
luz en él.” ¿Hubo alguien, quien haya
tropezado con Jesús mismo? Eran los
fariseos y los escribas, quienes tenían
una cegada religión, pero que vivían en
una oscuridad espiritual. Ellos
tropezaban con Jesús y en lo que él
decía. También tropezaban con sus
discípulos y se quejaban, de que ellos
comían con manos no lavadas (Marcos
7, 1-6). Ellos se asoleaban en la luz de
su propia justicia, pero le faltaba la luz
divina (Lc. 18, 9-14). También aquellos
que andaban en la penumbra
tropezaron. Jesús había predicado una
vez, aparentemente duro. Dijo: “El que
come mi carne y bebe mi sangre, tiene
vida eterna” (Jn. 6,54). Los que
caminaban solamente en penumbra
espiritual, tropezaron con este discurso
y abandonaron a Jesús. Diferente fue
Trompeta Evangelizadora | 01/2012
con aquellos que andaban en la
completa luz divina (Vers. 67-69).
Andar en auto en la penumbra es el
momento más peligroso. Considera: es
peligroso servir a Dios en la penumbra
espiritual. ¡Por lo tanto, extiéndete a la
completa luz divina!
Si nosotros mismos andamos en la
luz, evitaremos que otros se tropiecen
con nosotros. 1. Juan 3,10 nos dice: “En
esto (en las obras) se manifiestan los
hijos de Dios, y los hijos del diablo.”
Los hijos de la luz andan en la luz. Los
hijos de las tinieblas andan en las
tinieblas. Malaquías 3,18 subraya el
gran contraste entre los justos y los
impíos de la siguiente manera:
“Entonces os volveréis, y discerniréis la
diferencia entre el justo y el malo, entre
el que sirve a Dios y el que no le sirve.”
El esfuerzo del “mundo cristiano” de
hoy es borrar esta diferencia. Uno lleva
el nombre “cristiano”, pero vive según
la medida mundana. Ellos dicen: no se
debe discriminar, se debe aceptar, no se
debe juzgar, pues no podemos ver en el
corazón de nadie, se agrega. Satanás
quiere borrar con eso los límites. Pero
Dios nos enseña en su Palabra, que
debe verse la diferencia entre justos y
malvados. ¿A quién queremos
obedecer?
Si andamos en la luz, avanzaremos
seguros. En la oscuridad andamos
inciertamente a tientas. ¿Cómo debe de
ser en el servicio a Dios? Hebreos
12,13 nos dice: “Haced sendas derechas
para vuestros pies.” Los cristianos son
comparables a un ejército de soldados,
que marchan seguros para tomar la
tierra para su líder. No se comparan a
dos clases de personas, que rondan en
la oscuridad.
¿Pero qué significa exactamente
andar en la luz del Señor? Se refiere a
caminar a la luz de la Palabra de Dios.
La Biblia es la mayor revelación de la
voluntad de Dios. Dios nos dará
siempre luz en relación a su palabra.
Nos dice el salmista: “Lámpara es a mis
pies tu palabra, y lumbrera a mi
camino” (Sal. 119,105). ¿Qué quiere
decir eso? Nosotros andamos a la luz de
los mandamientos y prohibiciones de
Dios. Andamos a la luz de los ejemplos
de las personas que caminaron con
Dios. En Espíritu vemos a un Enóc,
quien ya en sus tiempos llevó una vida
que agrada a Dios, hasta que Dios lo
llevó. La obediencia en la fe de
Abraham alumbra como una luz sobre
nuestro camino. Vemos un Jeremías
ante nosotros, quien cumplió el encargo
de Dios, si bien él sabía que él no
tendría éxito visible en su trabajo.
Tenemos el ejemplo lleno de luz del
apóstol Pablo, quien intrépidamente
atestiguó sobre Cristo ante el pueblo,
gobernadores y reyes. Sobre todo
vemos el sublime ejemplo de nuestro
Salvador.
Estrechamente relacionado con la
Palabra de Dios está la iluminación del
Espíritu Santo. Él es quien ilumina la
Palabra de Dios, de modo que no haya
palabra oscura alguna para nosotros.
Así podemos andar en su luz. Jesús dijo
una vez con respecto a la tarea del
Espíritu Santo a sus discípulos: “El os
guiará a toda la verdad” (Jn. 16,13).
Eso obra Él, mediante que el proyecta
luz sobre las verdades de la Palabra de
Dios y nos exhorta a obedecerlas.
Andemos a la luz de la predicación
divina. Hay una diferencia si leo un
pasaje bíblico o si escucho una
predicación sobre ello. Leemos un
pasaje y puede que al otro día lo
hayamos olvidado. Pero si escuchamos
una predicación sobre ello, nos
podemos acordar a veces hasta años
después de ello. Venimos bajo la
Palabra de Dios para oír lo que el Señor
puso sobre el corazón de su mensajero,
que deba decírselo a otros. Por eso es
de suma importancia.
Es un privilegio caminar a la luz de la
ciudad. Nosotros, habitantes de
ciudades, no apreciamos
suficientemente los caminos iluminados
para caminar y manejar. Eso se
diferencia, cuando llegamos a una zona
en donde es distinto. Aprécialo como
valioso, que puedes andar en la luz de
la iglesia de Dios. ¡Aprecia la luz de la
santidad entre sus muros! ¡Alégrate de
la majestuosidad y pureza de su
enseñanza!
Caminar a la luz del Señor significa,
encontrarse en la presencia de Dios. En
la cercanía del Señor hay claridad. Eso
nos dice el salmista: “Alza sobre
nosotros la luz de tu rostro” (Sal. 4,6) y:
“Andará a la luz de tu rostro” (Sal.
89,15). El rostro, la cara de Dios es
Dios mismo (Éx. 33,14 y 15). Sí, en la
luz de su presencia muchas cosas
oscuras y sombrías se vuelven claras.
“Venid, caminaremos a la luz del
Señor, a la luz de su presencia.”
Queremos andar a la luz de la
experiencia divina, en primer lugar
nuestras propias experiencias. Caí una
vez en el hielo, no me desplazaré otra
vez sobre hielo delgado. Me quemé una
vez, seré cauteloso al tocar algo
demasiado caliente. Me dio
remordimientos, la próxima vez
prestaré más atención a las advertencias
del Espíritu Santo. También podemos
aprender de las experiencias de otros.
¿Tenemos que experimentar todo lo
desagradable nosotros mismos, antes de
que aprendamos de ello? ¡No!
Tomemos en consideración lo que
Pablo dice en 1. Corintios 10,11: “Y
estas cosas les acontecieron como
ejemplo, y están escritas para
amonestarnos a nosotros.”
Por último “caminar a la luz del
Señor” también significa moldear
nuestra vida a la luz de la eternidad. La
vida es corta, pasará pronto. Entonces
tenemos que presentarnos ante el Juez,
para dar cuenta de sobre cómo hemos
vivido, sea bueno o malo (Rom. 14,12).
Debemos dar cuenta de cada
pensamiento, cada palabra, cada acto.
Nada es pasado por alto. ¡Cuán serio
concepto!
Luz en tu vida significa: haber
alcanzado el perdón de los pecados a
través de la gracia de Dios y vivir así de
aquí en adelante, para poder estar
parados una vez ante Dios. Por ello
queremos tomar en consideración las
exhortaciones bíblicas: “¡Venid, y
caminaremos a la luz del Señor!”
Reinhard Roesler, Toronto (CA)
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¡Envía tu luz!
Vosotros sois la luz del mundo
“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede
esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero,
y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los
hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está
en los cielos.” (Mateo 5, 14-16)
Luego de las bienaventuranzas, las cuales fueron
proclamadas por Jesús al principio del sermón del
monte, dijo a sus oyentes: “Vosotros sois la luz del
mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se
puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone
debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra
a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz
delante de los hombres, para que vean vuestras buenas
obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los
cielos” (Mateo 5,14-16).
Aquí se nos dice que una ciudad que está sobre un
monte, no puede quedar oculta. La ciudad de Dios está
sobre un monte y por eso no está escondida. Y todos los
que en ella viven aman la luz y odian las tinieblas. Por
esa razón también se esfuerzan con empeño en alumbrar
a aquellos que están sentados en la oscuridad, para que
también ellos puedan ver la ciudad de Dios, la nueva
Jerusalén. Ellos deben reconocer su esplendor, para que
tengan el deseo de convertirse en ciudadanos de esta
ciudad de Dios. En ellos debe despertar hambre y sed
por la justicia, por el alimento imperecedero, el cual
conduce a la vida eterna.
Muchos ya han recibido luz y quieren hacer lo mejor
para dejarla alumbrar. Pero la mejor luz no le sirve de
nada al que está sentado en tinieblas, si es mantenida
oculta. Por ello también nos dice el versículo 15 en
Mateo 5: “Ni se enciende una luz y se pone debajo de
un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los
que están en casa.”
La luz debe ser puesta sobre un candelero, para que
pueda alumbrar a todos. ¿Pero cómo puede aquel poner
su luz sobre un candelero, quien no sabe dónde está el
candelero destinado para él? Que el candelero está en la
iglesia del Señor se nos dice en Apocalipsis 1,20: “…
los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.”
Con ello Jesús nos muestra el lugar, el cual tenemos que
ocupar en la iglesia local. Allí debemos tomar parte,
cada uno según su don, el cual el Señor lo ha otorgado.
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Quisiera preguntarte: ¿Obras junto en la edificación
de la iglesia, mediante que dejas alumbrar allí primero
tu luz? ¿O tal vez tienes algo mejor que hacer, mientras
tus hermanos se congregan; eso quiere decir, algo mejor
según tu opinión y parecer? Si este es el caso, entonces
has sido engañado y el Señor no te puede utilizar. Tú no
eres eficiente para el reino de Dios. De los apóstoles y
los primitivos hijos de Dios leemos, que continuamente
estaban unánimes reunidos (por favor, lee Hechos 1,1314).
Queridos hermanos, reconozcamos que no hemos
recibido en vano la gracia de Dios: “… Y
considerémonos unos a otros para estimularnos al amor
y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como
algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y
tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”
(Hebreos 10,24-25). Más adelante somos exhortados:
“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la
gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura,
os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”
(Hebreos 12,15).
Estás en la casa de Dios, entonces deja brillar tu luz,
pero no según tu buen parecer, sino según cómo le
agrade al Señor. No te imagines que estás en el camino
correcto y poder dejar brillar tu luz, si eres un mal
visitante de las reuniones. Puede que durante el tiempo
en el que estabas ausente de las congregaciones de los
santos, hayas realizado según tu opinión muchas cosas
buenas, pero aún así has descuidado lo mejor y más
importante en la iglesia. Tú has desaprovechado de
poner tu luz sobre un candelero, para que pueda
alumbrar ampliamente alrededor. Considera, cuantas
más luces hay en un lugar oscuro, más claro está. Quien
no se deja interferir en su descuido y a pesar de todas
las exhortaciones sigue su camino, ese está tan perdido
como aquel a quien él quiere ayudar.
Quien se cree que sabe suficiente, y por ello no
necesita ir a las reuniones, es un ciego guía de ciegos.
Pero cuando un ciego conduce a otro ciego, ¿pueden
ellos entonces huir de la perdición? “Si alguno se cree
profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo
son mandamientos del Señor” (1 Corintios 14,37). Y
nuevamente dice el apóstol: “El que se cree ser algo, no
siendo nada, a sí mismo se engaña” (Gálatas 6,3). Toda
justicia propia no le servirá a nadie de nada, por más
buena y linda que le parezca, cuando él descuida el
mayor de todos los mandamientos: Amar a Dios sobre
todo y a su prójimo como a sí mismo.
El lugar correcto para un salvo es allí, donde él es
mayormente necesitado, y donde solamente Dios puede
conceder la ayuda correcta a las personas. Por lo tanto,
es necesario que iluminemos el lugar donde Dios puede
hablar a almas humanas errantes y ayudar
correctamente. Por ello es necesario, querido hijo de
Dios, poner tu luz sobre el candelero y alumbrar en las
congregaciones de los santos, para que la iglesia del
Señor pueda ser vista. Y por lo tanto, también es
necesario dejar alumbrar nuestra luz en todos lados,
cada día y cada hora de nuestra vida, donde quiera que
nos encontremos. Pero especialmente, es nuestro deber
que dejemos alumbrar nuestra luz junto con todos los
demás en la congregación.
No siempre te será posible, participar en las
congregaciones de los hijos de Dios, porque no siempre
tendrás oportunidad de ello. Por eso, si tienes la
oportunidad, ¡aprovéchala! ¡Oh, qué bueno sería, si
todos los hijos de Dios cumplieran su deber en esta
área! Como fieles hijos de Dios, no observemos a otros,
¡sino dejemos alumbrar nuestra luz en el lugar donde
E. J.
Dios nos ha puesto!
El triunfo de la luz
“Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que
resplandeció en nuestros corazones…” (2 Corintios 4,6)
Que maravillosa palabra: “¡Dios mando que de las
tinieblas resplandeciese la luz!” Ello nos lleva
seguidamente al relato de la creación bíblica. Está
escrito: “La tierra estaba desordenada y vacía, y las
tinieblas estaban sobre las faz del abismo.” Pero entonces
Dios pronunció su poderosa palabra: “¡Sea la luz!” – y
fue la luz. Las impenetrables tiniebla fue quebrada,
colmando una radiante luz sobre toda la tierra.
Lo que aprendemos de la palabra de Dios sobre la
creación de la naturaleza, es también aplicable a la nueva
creación en el sentido espiritual. La palabra de Dios dice:
“…he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las
naciones.” (Isaías 60,2). Era la noche de pecado que
mantenía a los pueblos en tinieblas y oscuridad. Lo
inmenso que era las tinieblas nos demuestran la vida de
los pueblos paganos. Había una incesante búsqueda de
Dios, al que no conocían. Era buscado en la fuerza de la
naturaleza, el sol y las estrellas eran honrados como
dioses. Con ello se pasaba a Dios de largo y no se
encontraba la realización del anhelo por lo espiritual.
Lamentablemente aún hoy, en esta era cristiana,
millones de personas se encuentran en tiniebla espiritual,
y oscuridad envuelve su alma. Muchos anhelan una
nueva creación y no saben que desde hace mucho tiempo
Dios anunció en el mundo espiritual: “¡Sea la luz!” Por
medio del nacimiento de Jesucristo en Belén, llegó el
amanecer desde las alturas sobre esta tierra. Así comenzó
un nuevo tiempo, porque con Cristo fue el comienzo de
una nueva creación espiritual. Si bien el espíritu de la
nueva creación no está en todos los que se denominan
cristianos, no a todos le corresponde la nueva creación,
pero el reino de Dios está en aquellos que lo adoran y
sirven en espíritu y verdad. El reino de Jesús no está
alineado material ni políticamente, sino espiritualmente.
La Sagrada Escritura dice: “El reino de Dios no es
comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu
Santo.”(Romanos14, 17) Y este reino está en el corazón
de los hijos de Dios. Esta es la nueva creación espiritual,
porque Dios habló también aquí con voz poderosa:
“Levántate, resplandece; porque ha venido tú luz, y la
gloria de Jehová ha nacido sobre ti.” (Isaías 60,1)
Nuestro texto nos habla de una experiencia personal
con Dios. Dice aquí: “Dios, el que mandó que de las
tinieblas resplandeciese la luz, este nos dio un claro
resplandor en nuestros corazones.” ¿No es esta una
experiencia personal, si Dios nos da un claro resplandor
en nuestro corazón?, allí debe desaparecer toda
oscuridad, todo el miedo y ansiedad del corazón, porque
el Señor se presenta de manera creativa y genera un
nuevo corazón. Con esto comienza una nueva vida, nada
es como antes, porque “…las cosas viejas pasaron; he
aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5,17)
¿Cómo está nuestra vida? ¿Pudo la palabra creadora de
Dios: “Sea la luz” deportar de nuestros corazones y vida
toda oscuridad? ¿Se describe el acontecimiento en
nuestra experiencia personal? ¡Cada persona debería
tenerla!
Gustav Sonnenberg (1898-1980)
01/2012 | Trompeta Evangelizadora
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C. W. - Naylor- Lo que mueve al corazón
Jehová quiso quebrantarlo
La Biblia nos menciona detalladamente, por las muchas
tribulaciones que debía pasar el apóstol Pablo. ¿Por qué no
lo protegió Dios a su fiel siervo del camino de sufrimiento?
Para muchas personas es un misterio: ¿Por qué los
cristianos deben sufrir con frecuencia?
A pesar de las promesas bíblicas de curación física,
muchos cristianos experimentan dolores corporales,
independientemente de la fidelidad y omnipresencia
de Dios, pasan por sufrimientos, persecuciones y
angustias. ¿Cómo podemos explicar esto? ¿Cómo
podemos armonizar esto con la fe que tenemos en un
Dios amoroso? En los informes de Pablo, leemos
mucho acerca de privación, dificultad, sufrimiento y
dolor. Es cierto que habla en ello de alegría y victoria;
y, sin embargo en ocasiones soportaban cuerpo, alma
y espíritu dolorosos latigazos. ¿Amaba Dios realmente
a su siervo? ¿Por qué permitió estas cosas?
El amor de Dios hacia su hijo era absoluto, y sin
embargo leemos:
“…aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su
boca. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo,
sujetándole a padecimiento.” (Isaías 53,9 y10) - ¡Que
extraño lenguaje! El hijo de Dios no había hecho nada
malo, era completamente inocente y sin embargo
“Jehová quiso quebrantarlo.” Ciertamente, el amor es
tierno y está por encima de todas las cosas; ¿Cómo es
posible de encontrar agrado en quebrantarlo? Pero así
sucedió. Jesús, el cordero inocente, fue “herido y
maltratado por Dios.” Cuando pensamos en
Getsemaní, la corona de espinas y la cruenta cruz, nos
parece, que no hubo un acto de amor de parte de Dios,
dejar que su hijo pase por tal indecible sufrimiento. Y
sin embargo era amor, el más puro amor.
¿Por qué Dios lo trató así? No fue porque el corazón
del padre no sentía el sufrimiento de la muerte. Dios
vio que esto era el único medio para salvar a la
humanidad, y deseaba por su gran amor que sentía,
traer este sacrificio, de modo que pudo surgir la
infinita alegría de la salvación al mundo.
Nada acerca más a la humanidad a Cristo, como su
sufrimiento. Nada nos despierta más confianza en Él,
que la historia sobre sus últimos días. Si alejaríamos la
historia sobre su sufrimiento de la Biblia, ¿Qué
importancia tendría Cristo todavía para nosotros?
Quizás, no más que un gran maestro, cuyo ejemplo e
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imaginación moral es inalcanzable para nosotros. Pero
a través de este relato lo reconocemos como nuestro
Salvador, por su justicia hace accesibles a todos. Sin
su sufrimiento no tendríamos acceso a Dios. Que
pobres seríamos sin la historia de Getsemaní y
Gólgota. Nunca hubiésemos experimentado que
“Jehová quiso quebrantarlo”, y que a través de sus
sollozos, lágrimas y dolor, fluirían corrientes de amor,
alegría y ternura, que enriquecen nuestros corazones y
conmueven a los ángeles de Dios a entonar una alegre
canción.
Dios se permitió de castigar a su amado y único
Hijo, ¿Nos deberíamos extrañar si sus golpes a veces
nos tocan? Cuando el dolor nos deprime, cuando el
miedo nos tiene bajo control, cuando el cielo se nos
oscurece y parece que Dios se ha alejado de nosotros,
¿Son estas evidencias que Él nos ha privado de su
amor? ¿No nos demuestra esto que, Dios ve una tarea
la que hay que hacer, por la que no hay otro camino y
que permite hacernos sufrir para alcanzar el objetivo?
Surgen valiosas cosas a través de horas de
sufrimientos. Alegría no nos hace fuertes, ella no nos
mejora, no nos transforma, no nos enriquece ni nos
trae más cerca a Dios. Solo el fuego crea oro puro y
acero endurecido debe pasar primeramente por calor.
Dios quiere purificarnos como el oro y fortalecernos
como el acero, por lo tanto, Él no puede ahorrarnos el
fuego. Tenemos que pasar por el horno del
sufrimiento. La Biblia nos dice: “Porque no aflige ni
entristece voluntariamente a los hijos de los hombres”
(Lm. 3, 33). Es mejor, que algo bueno y bendecido
surja a través del sufrimiento que renunciar por
completo a ello.
Nuestro entendimiento surge a través de la propia
experiencia. Quien quiera ser una herramienta útil en
las manos de Dios y ayudar a otros, debe pasar antes
con frecuencia, por el curso preparativo en la escuela
del sufrimiento. ¿Cómo podríamos ayudar a los que
sufren? Hermano, hermana, ¿Te ha llamado Dios para
realizar un trabajo para Él? Si es así, entonces no te
sorprendas, cuando Dios pone sobre ti la vara del
sufrimiento. No te sorprendas, cuando hay obstáculos
en tu camino, cuando pasas por pruebas, las cuales tú
no entiendes, cuando experimentas frustración y
desamparo, cuando tienes conflictos espirituales que
amenazan con abrumarte. ¿Cómo puedes instruir a
otros a superar obstáculos, si tú nunca lo has
experimentado? ¿Cómo puedes mostrar a otros el
camino, si tú mismo no lo has ido? ¿Cómo puedes
enseñar a otros a buscar las bendiciones en estas
cosas, si tú nunca has cosechado en tu vida el fruto del
sufrimiento? El que ha sufrido mucho, puede entender
mejor el sufrimiento del otro.
Cada trabajador eficiente en el reino de Dios sabe,
que la fuerza necesaria y la sabiduría que le lleva a la
victoria, son un don del sufrimiento. A veces también
debemos sufrir por los demás, para salvarlos. Quieres
ser un siervo útil de Dios y comprender
verdaderamente el dolor y las necesidades de los
demás, entonces es necesario que bebas la copa
amarga y que sientas la vara del castigo.
Después que el Señor me llamó a su servicio, tuve
que sufrir grandes luchas espirituales. A veces estaba
frente a la desesperación. Pero miro hacia atrás y
reconozco, que esto me ha ayudado a entender mejor
el corazón humano. Sentí una gran compasión por mi
prójimo y fui capaz de percibir en mí el dolor y
sufrimiento de los demás, y con compasión pastoral
proporcionar consuelo. Era capaz de brindar ayuda, la
cual antes no hubiera sido posible. Mis anteriores
sufrimientos, abrieron miles de secretos, no solo
enriqueció mi vida, sino también la de los demás.
Soporta estas cosas con paciencia, porque producirán
posesiones más valiosas que el oro. Si te privas del
sufrimiento, entonces no eres de gran ayuda para
aquellos que sufren. La promesa es: “...si sufrimos,
también reinaremos con Él” (2. Ti. 2,12).
Abraham sufrió angustia por el gran sacrificio que él
tuvo que traer, pero su ejemplo de fidelidad ha
enriquecido a millones de almas. Job no sufrió solo el
dolor físico, sino también una intensa angustia
espiritual, y sin embargo este sufrimiento era justo la
oportunidad de Dios, de revelar su bondad y
misericordia. ¡Cuanto pudo Job aprender de Dios en
estos días oscuros, y cuanto más el mundo ha
aprendido de él! ¡Si eliminamos todos los informes de
sufrimientos de la Biblia, quitaríamos todo lo mejor,
lo más noble, lo más útil y alentador! Que limitados
seríamos, si la Sagrada Escritura solo hablaría de
alegría, paz y consuelo, victorias y éxitos, y no del
camino difícil que nos conduce a ello. Si el Señor nos
castiga, es solo para “nuestro beneficio”; si Dios nos
castiga, es con el fin de enriquecernos. Por la tanto,
lleva todo con paciencia para reconocer todo lo
invisible. Sé “paciente en la tribulación”, bebe el cáliz
de tu Getsemaní, lleva tu corona de espinas sin
murmurar, soporta tu cruz con paciencia. Debido a
que se te dio ambos: sufrir y reinar con Él.
El camino de Dios
El camino del Dios es el mejor,
si diferente alguien lo ve,
es solo, por falta del conocimiento
Y toda verdad no pueda comprender.
Si debería solo, por mis caminos ir,
errabundo seguro andaré,
llevado a todas tinieblas,
y a Jesús en el cielo jamás veré.
Me conduce rectamente, no me quejaré,
si sus caminos no pueda ver,
si pasan por tribulación y pruebas,
por impotencia y mucho dolor.
El camino de Dios es el mejor,
perciba mi corazón y esté firme,
aunque miedo y dudas exista,
deposítate plenamente en Él.
Señor, tus caminos he optado,
todas pertenencias te doy a ti;
tus fieles manos me conducen,
hasta la conquista eternal.
Coro:
Señor, como tu guías no quiero quejarme
aunque se vuelva oscuro el camino,
como tu guías, quiero seguirte,
tu camino es bueno, bueno para mí.
C. W. Naylor
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Biografía
Charles Wesley Naylor
Una Piedra preciosa en la mano de Dios, preparado en gran profundidad,
tallado en dolor, enmarcado en debilidad.
“Seguramente el dolor nos llegará
de algún modo… Debemos esperar
nuestra parte de sufrimiento y no
descartarlo de nuestra vida, debemos
estar dispuestos a enfrentarlo con
valor, seguridad e ingenio, de tal
manera que no seamos derrotados
por él” escribió el hno. Naylor.
Era una persona que conocía la
desdicha y el dolor. En los casi 41
años que se vio obligado a estar en
cama debido a su enfermedad, y a
pesar de ello, escribió alentadores
artículos para la Trompeta
Evangelizadora, escribió libros y
una cantidad de himnos. Sus
palabras fueron para muchos, que
estaban sufriendo, un verdadero
consuelo.
Uno de sus himnos representa la
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actitud positiva que tenía ante las
adversidades de la vida. En el coro
de esa canción dice: “Señor, como tu
guías no quiero quejarme, aunque se
vuelva oscuro el camino; como tu
guías quiero seguirte, tu camino es
bueno, bueno para mí” (Zions
wahrheitslieder Nr. 316).
Charles Wesley Naylor nació en
Atenas Ohio, en el año 1874. A los
ocho años vivió el primer gran dolor
de su vida con la muerte de su
madre. Desde ese momento vivió
con sus abuelos. En el año 1892
encontró la salvación en Cristo, y en
el mismo año, por medio de los
evangelistas B. E. Warren y S. L.
Speck conoció la iglesia de Dios,
cuando estos ofrecieron un servicio
religioso en su hogar. Al año
siguiente los evangelistas volvieron
al lugar, donde el hno. Naylor
experimentó la santificación como
un segundo acto de gracia y siguió
adelante con la iglesia del Señor.
En 1896, mientras era un joven
maestro fue a Grand Junction,
Michigan para ayudar en el
departamento de publicaciones de la
Gospel Trumpet Company
(Trompeta Evangelizadora). Luego
el hermano E. E. Warren lo puso
para hacer los trabajos generales,
eso significa: limpiar el lugar de
trabajo, ordenar el sótano, aserrar
leña para el fuego, revestir de
amianto las tuberías de vapor.
Después de haber trabajado unos
días así, el hermano Naylor vio
pasar un tren de pasajeros, eso le
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produjo añoranzas; deseó sentarse
en ese tren y partir rumbo a Ohio.
Pero no le dio lugar al desánimo.
Tenía un carácter fuerte que le
permitía ser un vencedor. Con el
tiempo trabajó en otras áreas del
departamento de publicaciones, y
pronto viajó con otros evangelistas
para trabajar en la viña del Señor.
En 1899 fue ordenado como pastor.
Se casó con Emma Hess en 1905,
junto con quien trabajó en la obra
del Señor. Mientras el Hermano
Naylor servía como pastor, dedicó
una parte de su tiempo también
como evangelista. En el verano de
1908, luego de haber dirigido en
Florida una campaña evangelista y
mientras desarmaban las carpas fue
gravemente herido, entre otras
complicaciones en ese accidente se
le movió el riñón izquierdo. A pesar
del dolor permanente siguió en el
servicio como pastor. Un año mas
tarde la Gospel Trumpet Compay
fue trasladada hacia Anderson,
Indiana, y el hermano Naylor fue
asta allí.
Una noche predicaba en la iglesia
local al norte de la ciudad de
Anderson. Regresaba al hogar en un
coche tirado por caballos, cuando
éste tuvo un accidente, el hermano
Naylor recibió un fuerte impacto
que complicó seriamente su ya
perjudicado lado izquierdo, debido a
la caída de la carpa. Algunos días
después de este suceso, el 28 de
junio de 1909 quedó postrado. En
aquel entonces no pensó que esa
sería su suerte para el resto de su
vida, por 41 largos años. Después de
tres años de enfermedad el hermano
Naylor tuvo que pasar seis semanas
en el hospital. Durante ese tiempo
tuvo dos vivencias muy especiales:
Poco antes de las operaciones, el
hno. Naylor estaba acostado y
profundizándose en oración con
Dios, cuando de repente vio a un
ángel al lado de su cama. Le
sobrevino un temor tan grande y la
majestuosidad le abrumó tanto que
no pudo hacer otra cosa que
solamente mirar al ángel. Poco
después el ángel desapareció. Esa
experiencia se repitió una vez más.
En los sufrimientos más extremos y
al sucederles estas vivencias, el
hermano Naylor fue suplido y
cargado por la gloria del Señor.
Su esposa Emma fue una gran
ayuda, especialmente en los
momentos de su enfermedad; tras su
muerte en marzo de 1926, su dolor
fue aun mayor. Se casó una segunda
vez con Orah Gibbs, pero también
ella falleció joven. Tal es así que el
hermano C. W. Naylor se quedó
solo, y vivió los últimos años con su
hija.
A pesar de estar desvalido, Naylor
no renunció. Enseguida se consiguió
un dictáfono (Un megáfono que
registraba la voz, en cuanto las
ondas sonoras las gravaba en un
cilindro de cera. Estos cilindros se
podían volver a escanear y el
lenguaje se volvía audible).
Mediante el dictáfono pudo exponer
sus pensamientos para que otros lo
escribieran. De esta manera, el
hermano Naylor pudo seguir siendo
útil para el reino de Dios.
Con ese medio y durante muchos
años, respondía el hno. Naylor
preguntas para la Trompeta
Evangelizadora. Escribió ocho
libros, algunos tratados, folletos y
compuso 150 himnos. El libro “El
secreto de un corazón alegre”
también fue publicado en alemán y
con el correr de los años lo han
reeditado varias veces.
Gracias al trabajo de C. W. Naylor
muchas almas fueron alentadas: “¡Es
un camino que hay que seguir!” Lo
demostró en su vida, por medio de
su fe y su alegría en el dolor.
Este mensaje vino de alguien que
aprendió a ser feliz, aunque haya
sido en el lecho del sufrimiento. El
hno. Naylor una vez resumió su
actitud positiva ante la vida de esta
manera: “Desde hace mucho tiempo
era mi objetivo ser una persona feliz.
Yo decidí ser feliz sin importar lo
que sucediera o en que situación me
encontrara. Hasta ahora he tenido
que estar 21 años postrado y siempre
con dolor, pero soy feliz. Soy feliz
cada día y no quiero pasar la vida de
otra manera.”
El hno. Charles Wesley Naylor
falleció el 21 de febrero de 1950 a
los 76 años.
Kurt Pudel, Edmonton (CA)
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Mensaje Radial
Mensaje de Salvación
Friedrich Krebs, Kitchener (CA)
Ver o ser ciego
Juan 9,10-11; 24-25
Dios le habló, y su vida recibió un nuevo y completo
En este párrafo de la Biblia, el evangelista Juan habla
sentido. Había encontrado a Dios y la comunión con los
de la curación de un hombre ciego de nacimiento en
cristianos, y ahora, siendo ciego, pudo ser una guía y
Jerusalén. A este ciego vio Jesús en las cercanías del
bendición para muchos en la ferviente fe. Dios le abrió
templo y movido por la compasión le sanó. Sin dudas
sus ojos sobre su propia vida, sobre su culpa y pecado y
esta fue la experiencia más grande que ese hombre había
también acerca de la gracia de Jesús y el perdón a través
experimentado en su vida hasta ahora. Nadie pudo darle
de Él. A pesar de toda adversidad por su ceguera, se
mayor felicidad y una alegría tan profunda.
alegraba en su camino y su vida fue más completa y
Por primera vez en su vida, se lució como una persona
bendecida que anteriormente. De esta experiencia surgió
que ve en este mundo. Esta alegría no se puede medir, y
su testimonio: “Tenía vista pero estaba ciego, ahora estoy
mucho menos se puede explicar su felicidad, como el
ciego pero veo.” A todos nosotros deberían abrirnos los
mismo milagro que le había acontecido. Que difícil debe
ojos a las cosas más profundas de la vida, sobre todo,
ser para una persona ciega, enfrentarse con el hecho de
para poder reconocernos sutilmente a nosotros mismos y
que nunca será capaz de ver en esta vida.
a nuestro Señor Jesús.
En esta situación deplorable hay muchas personas aún
Así lo ha experimentado el ciego en Jerusalén. El ha
hoy en día, y ésta puede ser tuya o mi situación. Si esta
experimentado una sanación en doble sentido, porque
persona, de repente recibe la vista, a pesar de que para él
Jesús le dio también la vista espiritual. En vista a la
era más allá de cualquier expectativa y esperanza,
eternidad la visión espiritual es aún más importante que
entonces para su vida temporal es sin duda un precioso
la natural. En la historia de una mujer ciega se expresa
regalo. Es comprensible que aquella persona ciega de
que cantaba junto gozosa cuando se entonaba la estrofa
nacimiento expresa su más profundo agradecimiento a la
“Jesús concede ojos sanos a los buenos, toca mis ojos;
curación con un claro testimonio: ¡Que habiendo yo sido
pues es la plaga más grande si la luz del día no se puede
ciego, ahora veo!” Un hombre rico quedó ciego. El dio
ver.” Se quería saber el motivo
un testimonio, que se formuló
“Tenía vista pero estaba ciego,
de la inmensa alegría de ésta
sorprendentemente diferente:
mujer, ella testificó: “Si, ahora
“Tenía vista pero estaba ciego,
ahora estoy ciego pero veo.”
veo mejor que antes, ahora
ahora estoy ciego pero veo.”
miro hacia el interior. Antes de quedar ciega, era lo
Eso suena muy extraño, pero este testimonio está junto a
una experiencia que cada uno que quiera pasar a una vida contrario, lo exterior era brillante y adentro oscuro.
Entonces llegó un tiempo, que todo estaba oscuro;
piadosa, debería experimentar. Este hombre pudo hacer
exterior e interiormente – hasta que se encendió una luz
su trabajo sin obstáculos por muchos años, y de repente
interior. Ahora, no lo cambio por nada”. En relación con
quedó completamente ciego. Tuvo que renunciar a su
nuestro texto dice Jesús: “Para juicio he venido yo a este
profesión y retirarse de toda actividad. En el silencio
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mundo; para los que no ven, vean, y los que ven, sean
cegados.” Los Fariseos se veían en su propia presunción
como los que sabían y veían. Por lo tanto no veían la
gloria del unigénito Hijo del Padre lleno de gracia y
verdad. Por lo tanto Jesús dice: “Si fuerais ciegos, no
tendríais pecados; mas ahora, porque decís: vemos,
vuestro pecado permanece.” Jesús quería decir: “Si serían
totalmente ignorantes, vuestra conducta desleal hacia mí
no sería pecado. Pero dicen tener la luz y todo el
conocimiento, y me rechazan como verdadera luz, ésta
actitud le es pecado.”
¿Cómo está en nosotros? ¿Estás viendo o eres ciego?
Jesús dice: “¡Para los que no ven, vean!” Él quiere abrir
los ojos a las personas para que vean las admirables cosas
celestiales. Mientras el hombre no reconoce su condición
de perdido, y no acepta, la posibilidad que Dios le da para
su sanación, está ciego. Quiera Dios regalar la gracia a
muchas personas y sanar su ceguera interior y
experimentar el poder de Jesús, y ser sanados como aquel
ciego de nacimiento y reconocer con alegría: “¡Habiendo
yo sido ciego, ahora veo!”
Cuando el ciego por el camino clamó:
“¡Jesús, misericordia ten de mi sufrir!,”
con una sola palabra se dirigió Jesús,
y todo dolor y ceguera desapareció.
Ciego era yo, cuando oí de Jesús,
me engañaron deseos, mundo y pecado.
Luz repentina, cuando Jesús me vio,
luz clara, desde Gólgota me iluminó.
Aun hoy pasa el gran Salvador,
observa y escucha todo clamor.
Recibe la vista, ¡sé su hijo ya!,
Sin Él en la vida, eternal ceguera tendrás.
¡Ciego era yo, mas tengo visión!
Atrás quedó toda penumbra,
Sombras y oscuridad tenían que huir,
hoy, el trono de gracia veo ya.
Gratitud a ti, oh hijo de Dios,
¡Alabado en todo sea el Señor!
Autor desconocido
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Enseñanza bíblica - fácil de comprender
Lección 13:
La naturaleza del hombre
¿Qué es el hombre?
La pregunta “¿Qué es el hombre?”
ha ocupado a las personas en todos los
tiempos. En la antigua Grecia, el
filosofo Platón ha establecido la
siguiente afirmación: “El hombre es
un animal bípedo sin plumaje.” Y él
recibió aprobación entre las personas
de aquella época. Luego su oponente
Diógenes sacó un gallo y se lo llevó a
la escuela de Platón y exclamó: “¡Este
es el hombre Platón! Entonces Platón
definió al hombre como un animal
bípedo sin plumas y con uñas planas.
¿Es esta la definición del hombre?
¿Somos animales con formas
especiales de piel y uñas y un poco
más inteligentes? ¿O somos más?
¿Qué nos diferencia de los animales?
¿Qué es esta naturaleza humana?
¿Qué cualidades y habilidades nos
realzan por encima del mundo
animal? Leemos en Génesis 1,27: “Y
creó Dios al hombre a su imagen, a
imagen de Dios lo creó; varón y
hembra los creó.” No leemos de otra
criatura, que fue creado según la
imagen de Dios. Pero ¿Qué es la
imagen de Dios en el hombre? Ciertas
cualidades y capacidades de Dios,
creó Él en la naturaleza humana,
destrezas, que fuera del hombre
ninguna criatura en la tierra posee.
Corresponde a la naturaleza humana,
que el hombre es un ser moral. Si
tenemos que matar un animal, no
somos inducidos por instintos e
impulsos. No solo encontramos en
nosotros pensamientos y planes, sino
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también la conciencia del bien y del
mal para este accionar. Si se presenta
un excelente animal en una
exposición, no puede tener esa
sensación que su propietario disfruta
en ese momento. A pesar de que los
animales sienten, de todas maneras
ellos no conocen el sentimiento del
orgullo y el honor.
Los humanos y animales tienen
instintos y poseen un cierto grado de
inteligencia. Son educables y pueden
recordar el pasado. En los animales,
desde el nacimiento hasta la muerte,
el instinto juega un rol muy
importante. Sin embargo, en los
humanos las acciones instintivas se
observan solamente en la infancia,
desaparecen casi por completo con el
avance de edad. A partir de entonces
las acciones son controladas con la
mente. La mente de los animales tiene
límites estrictamente definidos, puede
llegar a ciertas conclusiones, pero no
son capaces de pensar en forma
abstracta o para planificar con
antelación. Se pueden comunicar a
través de señas y sonidos, pero no
pueden desarrollar un lenguaje
complejo, con genitivo y dativo,
tampoco escrituras o libros.
La mente humana puede
desarrollarse casi infinitamente. Ella
tiene algo del poder creador de Dios.
Solo los humanos pueden construir
ciudades como Nueva York, solo el
hombre puede construir dispositivos
complejos que los llevan hasta la luna
Trompeta Evangelizadora | 01/2012
y regresar. Pueden escribir poesías e
historias que dan a nuestros
pensamientos una nueva dirección,
puede crear instrumentos y hacer
música, que conmueve nuestro
interior y nuestros ojos se
humedezcan con lágrimas.
No tenemos ninguna evidencia, de
que los animales tengan algún tipo de
responsabilidad ante Dios. Los
humanos tenían en todos los tiempos
una noción de Dios. Ofrendas o algún
otro tipo de dioses e idolatrías, dan
testimonio de la responsabilidad que
tienen los hombres ante Dios.
Solo el hombre tiene la capacidad
de mantener la íntima comunión con
Dios, que es Espíritu. Si, Dios lo creó
solo para vivir en íntima comunión
con Él, lo creó a su imagen. Pero por
desgracia, ha sido destruida por el
pecado en muchas partes esta imagen,
la imagen de Dios en el hombre. Y la
íntima relación con el hombre se ha
convertido imposible para Dios, es
esta una historia muy triste.
Queremos lanzar en las siguientes
lecciones ante los ojos del espectador.
Y deseamos que Dios grabe
profundamente en el corazón de los
lectores la tragedia de este caso.
Robert Witt, Gifhorn (DE)
Lección 13: La naturaleza del hombre
Lección 14: Cuerpo y alma
Lección 15: Libre voluntad
Preguntas & Respuestas
Pregunta: ¿Como es la orden de Dios a Abraham, en ofrendar a su hijo
Isaac (Gen.22, 2), para armonizar con el carácter de Dios? ¿No podría
pensar Abraham, de estar escuchando la voz de Satanás o de un espíritu
falso?
Respuesta: El desgarrador informe sobre el sacrificio a
Isaac, ha preocupado a más de un lector bíblico. Queremos
repasar un poco Génesis 22, 1-14. ¡Tal vez podamos lanzar
algunos rayos de luz sobre este complicado capítulo!
1. La prueba (Gen. 22, 1-2). La prueba surgió después que
Abraham recibió la maravillosa manifestación de Dios;
después que Dios le bendijo ricamente con bienes terrenales;
después de haberse cumplido la promesa y haberle regalado
un hijo, por medio del cual debían ser bendecidas todas las
naciones.
Y de repente, como un rayo del cielo, viene la orden:
“Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a
Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y
dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete
a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de
los montes que yo te diré.” En el entorno de Israel ya
acontecía algo así horrible. Siempre se ofrecía inocentes niños
en holocausto a los dioses para recibir sus favores. En Israel,
el primogénito, también pertenecía al Señor. Dios no quería la
ofrenda de niños, por lo cual, en Israel, el primogénito era
redimido.
Aparentemente, que Dios pida una ofrenda humana, habrá
dejado confuso a Abraham. Pero, que debía ofrecer al hijo de
la promesa, la cual Dios había dicho, que sería un pueblo
numeroso, lo confundió por completo.
Este mandamiento de Dios, ofrendar a Isaac, era muy
problemático en el judaísmo, que a veces se opinaba, que
Mastema (Quiere decir: El diablo) le ha conducido a Abraham
en esta crisis, y no Dios. También se hablaba en el judaísmo
del “cautiverio de Isaac”, en vez de “holocausto”, porque al
final, Isaac no fue ofrendado. Pero esto no lo sabía Abraham
cuando recibió la orden.
2. La obediencia (Gen. 22, 3-8). Abraham se levantó muy de
mañana (sin dudarlo) y enalbardó su asno, y tomó consigo dos
siervos suyos, y a Isaac (¿Habrá sabido Sara lo que estaba
aconteciendo?), cortó leña y se encaminó hacia Moriah.
Al llegar al lugar, deja a sus siervos atrás con la seguranza
“adoraremos, y volveremos a vosotros.” El autor de la carta a
los hebreos explica, que Abraham creyó, que Dios puede
levantarlo de entre los muertos (11,19). Con tremenda
exactitud se nos describe todos los detalles: Abraham ata la
leña sobre Isaac, llevando él el cuchillo y el fuego en sus
manos. “¿Dónde está el cordero? Pregunta Isaac. No puede
contener el largo silencio. La respuesta de Abraham, para
eludirlo: “Dios se proveerá de cordero para el holocausto.”
Isaac no continúa preguntando.
Sobre el monte edifica Abraham un altar, colocando la leña
sobre él. Ató a Isaac y extendió su mano tomando el cuchillo,
para matar a su hijo. Martín Lutero escribe: “Yo no podría ser
un espectador aquí, dejar que lo sacrifique.”
3. La solución (Gen. 22, 9-14) Por medio de un llamado del
cielo, es detenida la horrible escena. Abraham superó la
prueba. “porque ya conozco que temes a Dios.” Por medio de
la fe soportó Abraham la auto-contradicción de Dios (He.
11,17) Lo que Dios deja decir más tarde por medio de Oseas,
lo que aconteció aquí: “Porque misericordia quiero, y no
sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.”
(Oseas 6,6). Santiago pregunta: “¿No fue justificado por las
obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac
sobre el altar?” (2,21)
En ese mismo instante, cuando Abraham, en obediencia al
mandato de Dios, en querer hacer lo inexplicable, Dios
proveyó un cordero que había que dar en nuestro lugar. Esto
era el objetivo de Dios desde un principio. El no quería la
muerte de Isaac, sino que quiso poner a prueba la fe de
Abraham hasta lo extremo. Y Abraham vino purificado de esta
terrible prueba. Tenía la orden, de sacrificar a su hijo,
textualmente bien entendido. El mandato estaba totalmente en
contraste de lo que él sabía de Dios. Pero él actuó en
obediencia y finalmente experimentó, que Dios no anhelaba la
muerte de su hijo, sino la incondicional obediencia de
Abraham.
Muchos hijos de Dios, con la fe de Abraham en la historia
de sacrificar a Isaac, han encontrado maravilloso consuelo.
Muchas veces no comprendían los caminos de Dios, estaban
en peligros de dudar del amor de Dios. Pero, si aunque no
comprendían las intensiones de Dios, permanecieron en la fe y
decían con el salmista: “Con todo, yo siempre estuve contigo;
me tomaste de la mano derecha. Me has guiado según tu
consejo, y después me recibirás en gloria.” (Sal. 73, 23-24)
Envía tu pregunta a:
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@PÁGINA JUVENIL
Envía tu luz
Hace algún tiempo, en una noche,
estuve por el camino, después que
las luces de nuestra ciudad se
habían apagado. En esa noche no
necesitaba precisamente una luz, la
luna brillaba tan clara, que hasta se
podían ver los contornos de las
sombras. Tuve que detenerme para
observar lleno de admiración la
luna. Si tenemos en cuenta, la luna
no es una fuente de luz, sino que
simplemente refleja la luz del sol,
entonces es esto aún más
extraordinario y admirable.
Del mismo modo debe ser un
cristiano. Tú puedes tanto como los
demás ser una luz o enviar tu luz al
mundo. El mayor requisito previo
es la dependencia de Dios. Solo así
podemos seguir reflejando en esta
tierra, la luz que Dios nos dio.
Leemos de Juan el bautista en Juan
1,8-9: “No era él la luz, sino para
que diese testimonio de la luz.
Aquella luz verdadera, que alumbra
a todo hombre, venía a este mundo.”
Esto es también nuestro deber hoy:
Transmitir el Evangelio, lo que
Cristo ha hecho por nosotros. Jesús
mismo nos ha dado esa tarea a ti y a
mí, antes de dejar esta tierra.
Debemos continuar transmitiendo
esa luz, que nos iluminó. Hemos de
dar testimonio de la luz. Así alumbre
vuestra luz (Mateo 5,16) En este
versículo incluye un requerimiento
dirigido específicamente a ti.
¿Conoces la situación, donde tú
sabes exactamente, que debes decir
a tus colegas algo acerca de Dios?
18
¿O cuando las personas blasfeman
contra Dios en tu presencia y lo
niegan todo? ¿Cómo actúas en ese
momento? ¿Brillas o no? Solo hay
dos posibilidades, dependiendo de
cómo decides, será tu sensación. Ya
sea que estés satisfecho y contento
con la victoria, aunque has sido
ridiculizado hasta cansarte, o tal vez
solo has fundamentado tu opinión.
¿te sientes decepcionado? –
decepcionado de ti mismo, porque
otra vez has fracasado, y no tuviste
fuerza y valor, para estar a la
defensiva de Dios.
Un foco que parpadea, lo
desenroscamos de la lámpara y
tiramos a la basura. Ese parpadeo
molesta tanto que, después de un
corto tiempo, ya no lo soportamos.
Lo mismo es con nuestra vida. Si
constantemente titilamos y no
tenemos estabilidad en la vida,
entonces no servimos para
retransmitir la luz de Jesús. Así una
luz, Dios no necesita y el mundo
tampoco.
Por lo tanto, debemos ser un foco
de luz, que ilumine constantemente.
Incluso si tu luz no es tan brillante
como las demás y piensas que no
puedes hacer mucho, sé entonces
una luz constante. Muchas veces nos
sentimos insignificantes, pero
justamente a ti te necesita Jesús para
seguir compartiendo su luz al
mundo. Es mejor brillar sin
interrupciones, que de vez en
cuando dar un brillante resplandor.
En una canción infantil dice: “A
Trompeta Evangelizadora | 01/2012
medias para Dios, a medias para el
mundo, es lo que a Dios ni al mundo
agrada”. Aunque se expresa
sencillamente, estas palabras
contienen una profunda verdad. Para
brillar siempre, debemos
entregarnos completamente a Dios.
Debemos ser constantes en la lectura
bíblica y perseverar en oración.
Debemos estar alejados del mundo.
Cuando los rayos de Dios nos
iluminan ininterrumpidamente,
entonces podemos entregar una
valiosa luz.
Dios espera de ti y de mí, que
brillemos y compartamos su luz. Él
te ha dado dones y talentos, con el
fin de que seas una luz en este
mundo.
Eugen Igel, Kirchberg (DE)
Si todo tu cuerpo está en
la luz y no hay tinieblas
en él, entonces es como
si una lámpara te
ilumina con su luz
resplandeciente; todo
está en luz.
Lucas 11,36
SER JOVEN
PREGUNTA JUVENIL
Envía tu pregunta a:
[email protected]
?
¿Cómo se ajustan las siguientes partes bíblicas con la imagen de un Dios Santo?
El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de
parte de Jehová.
1 Samuel 16,14
Aconteció al otro día, que un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y él
desvariaba en medio de la casa. David tocaba con su mano como los otros
días.
1 Samuel 18,10
Y el espíritu malo de parte de Jehová vino sobre Saúl; y estando sentado en
su casa tenía una lanza a mano, mientras David estaba tocando.
1 Samuel 19,9
Y ahora, he aquí Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de estos tus
profetas; pues Jehová ha hablado el mal contra ti.
2 Crónicas 18,22
Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira.
2 Tesalonicenses 2,11
Muchas personas se imaginan a Dios
como “el Dios de amor.” El amor,
como una de las cualidades de Dios,
es para nosotros extremadamente
importante. Pero Dios tiene también
otras características: es omnisciente,
omnipotente, omnipresente, celoso,
santo… por nombrar algunas. Recién
cuando tengamos una visión
completa surgirá en nosotros una
verdadera imagen de Dios.
Pero: ¿Puede hacer Dios algo
malo? ¿Cuál sería la suposición?
Cierto, Dios sería malo. ¿Es malo
Dios? ¿Puede Aquel que dice
“aborreced el mal” (Amós 5,15), ser
malo? ¿Puede Aquel que nos
pregunta “Vierte de una misma
fuente agua dulce y amarga”?
(Santiago 3,12) ¿Ser bueno y malo al
mismo tiempo? Imposible. Podrá
surgir la pregunta, de cómo entonces
la primera pareja de humanos estaba
en la condición de hacer lo malo.
SER CRISTIANO
Antes de que eso sucediera, ambos
tomaron una conciente decisión. Esta
dio como resultado la desobediencia
a los mandamientos de Dios, y los
hizo capaz de hacer lo malo.
El hecho de que Dios no puede
hacer lo malo, no nos contesta la
pregunta de como los textos arriba
citados pueden tener convergencia
con la imagen de un Dios Santo.
Aquí es necesario tener claridad
sobre una de las otras cualidades de
Dios: El es también un Dios justo.
Esto nos muestra entre otras cosas,
que Dios nunca dejó en duda a las
personas sobre las consecuencias de
su desobediencia. Si leemos el
contexto de los versículos arriba
citados, sabremos que en cada caso
la desobediencia hacia Dios fue la
razón del castigo prometido y
consumado. Debemos notar, que no
fue Dios mismo el que hizo lo malo,
sino que permitió que lo malo (el
castigo) sucediera como
consecuencia del pecado. Cuando
Dios hace esto, demuestra a las
personas que es un Dios justo.
No debemos pasar por alto un
concepto en esta reflexión, que lo
que Dios permite como castigo a la
desobediencia, sirve en casi todos los
casos para ayudar a las personas y
darle la oportunidad de revocarse. Si
por ejemplo a Jonás, no le hubieran
echado al tempestuoso mar y no le
hubiera tragado una ballena; queda la
pregunta si él hubiera invertido su
camino. Existen muchos ejemplos de
que el castigo de Dios era necesario
para la salvación de las personas.
Eso está basado en que Dios no
quiere que nadie se pierda, sino que
todos se arrepientan y conviertan
(2Pedro 3,9). A final de cuentas, se
nos muestra en el castigo de Dios, su
amor hacia nosotros.
Nik o Ernst, H erford (DE)
01/2012 | Trompeta Evangelizadora
19
Experiencias con Dios
“El Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas” (2 Timoteo 4, 17)
En mi juventud tuve la oportunidad de encontrar a Jesús como mi salvador personal. No
me arrepiento por dedicar por completo mi vida a Él. Me ha conducido por maravillosos
caminos. Dios me ha puesto en mi corazón, en hacer algo para Él. Cuando en 1984 me
preguntaron si estaría dispuesta ayudar a los hermanos Nimz en México, acepté con gusto y
dejé mi hogar en Canadá. La experiencia que tuve en esos años en México, me introdujeron
y me establecieron aun más en el camino de la fe. En la iglesia hubo suficiente trabajo para
mí.
Cuando los hermanos Nimz tuvieron que regresar a Canadá, me quedé en México, Dios
me regaló mi compañero de vida, mi querido esposo.
Los años han pasado rápidamente. Hace aproximadamente 25 años que compartimos
juntos alegrías y tristezas. Estamos muy agradecidos a Dios por su dirección. En los
últimos años hubo altibajos, enfermedades las cuales nos acercaron más al Señor.
Mi esposo, como sufre de cáncer, debe hacerse cada tres meses una consulta terapéutica,
viajamos mucho a la ciudad de Juárez, México. Es una ciudad muy peligrosa y muchas
veces tememos, cuando pasan los soldados fuertemente armados y la policía, o incluso nos
detienen. A menudo experimentamos la protectora mano de Dios.
Es un consuelo saber que Dios tiene el futuro en sus manos. Mi deseo es ser una
bendición en el lugar donde Él nos ha puesto.
¡Gracias por vuestras oraciones! Qué hermoso es pertenecer a una familia espiritual, que
mutuamente se apoyan, que tienen la misma meta eterna: ¡Ver a nuestro salvador Jesús!
Vuestra hermana en el Señor
Susie Wiebe, Seminole, Texas, USA
Pequeñas luces
Klaus Nielsen, el vigilante de ya
muchos años de un gran faro, subió
los cientos de escalones de la torre
con una pequeña lámpara. En la otra
mano, conducía a su pequeño hijo,
quien lo acompañó por primera vez.
Con una suave voz dijo: “Papá”
¿Qué hacemos allá arriba?“Queremos alumbrar a los barcos en
el oscuro mar, porque los acantilados
y los bancos de arena que están
delante de nuestra isla, no se pueden
ver en la noche. Así no están en
peligro y pueden, a pesar de la
tormenta y la oscuridad, encontrar el
20
puerto”, contestó el padre. El niño
permaneció en el último escalón y
dijo: “¿con la pequeña lámpara
quieres iluminar hasta el mar, papá?
¡Esta es solo una miserable luz!
La respuesta fue “aunque la luz
fuera pequeña, ella hará su deber.
Mira aquí la gran lámpara, si no
hubiera traído la lámpara pequeña,
¿con qué hubiera encendido esta gran
lámpara? Mira, cuan lejos ilumina la
gran lámpara, y sus radiaciones
brillan sobre el mar y será una
iluminación y salvación para muchos.
No desprecies la pequeña lámpara y
Trompeta Evangelizadora | 01/2012
su insignificante llama; ella ha
cumplido su deber y encendió una
gran luz.
Si el señor te hace como una
pequeña luz, y pide solamente un
poco de ti, si haces fielmente lo poco
y pequeño, ya estará satisfecho
contigo. Muchos que caminaban en
tinieblas, se alegraron viendo una
pequeña luz en su camino. Y aunque
era tan pequeña, le ayudó a encontrar,
la claridad que buscaban. ¡Toma esto
en cuenta!
Página infantil
¿Para quién tienes tiempo?
¡Mami, voy a ser misionero!
Emocionado le contaba Rudi de lo que
había oído en la hora de los niños.
Imagínate, diez mil personas sin un
médico, y nunca han oído de Jesús.
¡Mami, voy a ir allá! la Madre dijo
sonriendo: “Si, tal vez mas adelante, si
Jesús te envía allí” ¡Pero por ahora
termina tus tareas escolares!
A la mañana siguiente Rudi pensaba
constantemente en aquel lejano país.
¿Por qué lleva tanto tiempo para que
seamos grandes? Su pequeño hermano
le alcanza los zapatos, “¡Rudi, ayúdame
a cerrar los zapatos!” Rudi delegó
disgustado: “¡Yo no tengo tiempo, ve
con Mami!“ – ¡Mami tampoco tiene
tiempo! Dijo desesperado el pequeño.
Pero Rudi ya se había ido.
Dos horas más tarde se encontró Rudi
con sus colegas. Dieter, su compañero
de banco le preguntó: ¿Rudi, puedes
explicarme el punto tres?, estuve
enfermo - ¿Tienes tiempo ahora para
mí? Rudi se dio vuelta, le dijo a los
otros: “¡Saben, allí debemos ayudar!
Piensen en ese país, no ha ido ningún
misionero. Yo he visto fotos...” Dieter
está parado ahí y no sabe a quien
preguntar. Nadie tiene tiempo para él.
Que fácil podemos parecernos a Rudi.
Vemos las enormes necesidades que
están lejos de nuestro alcance, y nos
olvidamos de los semejantes al lado
nuestro: Madre, Padre, hermanos,
compañeros de escuela. ¿Tienes tiempo
para ellos? ¿Sabes lo que está escrito en
Lucas 10,25-27?
¿Tú, cómo amas?
El Señor Jesús dijo a las personas que preguntaron, cual era
el mandamiento más importante de la Biblia: “Amarás a tu
prójimo como a ti mismo” (Mateo 22, 39) Pero, también te lo
dice a ti y a mí.
Conozco a una niña, con la que nadie quiere jugar ni hablar.
¡Que triste y solitario es a veces! ¿Hay algunos chicos así en
tu clase? Seguramente dirás: “¡Los otros chicos se ríen de mí
si hablo con ellos!” ¿Si Jesús actuaría de esa forma? ¡Si me
dejara a mí de lado – o a ti!
Jesús ama a todas las personas, no desprecia a nadie,
tampoco echa a ninguno. Quiere que todos vayamos a El.
¡Que triste debe ponerse Jesús, cuando desprecias a alguien
que El ama! ¿No quisieras aprender a amar a tus semejantes?
No podrás hacerlo con tus propias fuerzas. ¡Pero Jesús quiere
regalarte la fuerza necesaria! Dile: “¡Señor Jesús, perdóname!
No quiero hacer a un lado a las personas que en realidad
debería amar. Pero sin ti, lo volvería a hacer. Por favor
ayúdame hoy a ser agradable con los chicos que en clase o
mientras jugamos están solos.”
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21
Página familiar
La familia – caminos de
alegría
Alegres al casarse- ¿y después? Todo es tan nuevo, tan diferente, tan desacostumbradoaun así es maravilloso. ¿Hay alguna posibilidad de practicar y preservar, este tiempo de
felicidad y el íntimo amor?
Hemos considerado hasta el momento, la familia
como idea de Dios (marzo 2011) y plan de Dios
(mayo). En noviembre 2011 vimos el verdadero
comienzo del matrimonio. Hay una serie de cosas, que
deben ser consideradas antes del matrimonio.
Supongamos, que se presta atención al fundamento
divino del matrimonio y la pareja se casa felizmente.
¡Qué alegría y felicidad colmaban los primeros días,
semanas, meses de vivir juntos! Entonces se levanta la
primera pequeña nube sobre el cielo de la vida
compartida, y la próxima - un poco mayor. La joven
pareja se da cuenta, que es necesario el esfuerzo para
mantener la alegría y la bendición en el matrimonio
¿Qué recomendaciones pueden ayudar aquí?
1. De gran importancia es orar juntos. A esto
corresponde, ciertamente, la asistencia regular a los
cultos y reuniones de oración en la iglesia. De igual
importancia son las oraciones en común en el hogar. Se
debería comenzar con el altar familiar enseguida
después del casamiento. Este no reemplaza la hora de
silencio en el aposento. Pero juntos, conscientemente,
acudir a la presencia de Dios, abre la puerta de gracia y
bendición de Dios en el matrimonio.
2. El respeto mutuo. La Biblia exhorta al hombre
amar a su mujer, y la mujer estar sujeta al hombre
(Efesios 5, 22aa). La Palabra de Dios dice también a los
maridos: “vivid con ellas sabiamente, dando honor a la
mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de
la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no
tengan estorbo” (1 Pedro 3,7). El matrimonio une a dos
personas (Hombre y mujer). Reconocimmiento muto,
atención, comprención y concentimiento son de
absoluta necesidad.
3. La comunicación. Esta palabra proviene del latino
comunicare, que significa, “compartir, informar,
participar; hacer juntos, unir”. Una sana relación con
Dios, sin comunicación, no es concebible. El nos habla
a través de su Espíritu, por su palabra, y por diversas
maneras. Hablamos con Él, y tenemos libre acceso a Él.
No debe ser diferente entre el hombre y la mujer.
22
Trompeta Evangelizadora | 01/2012
Comunicación en el matrimonio es más que solo
intercambiar informaciones. Es una parte de la alegría,
preocupaciones, sentimientos, planes, etc. ¡Ambos
deben participar por igual! Me regocijo siempre cuando
noto, como un matrimonio encuentra su propio, y
unigénito idioma.
4. La unidad. La unión es la intuición de Dios en el
matrimonio. En ninguna otra relación entre seres vivos
en la tierra, aparece este grado de fusión. Pero que fácil
puede romperse esta unidad por un mal entendido.
Pueden surgir diferentes opiniones en la pareja – y cada
uno ve su derecho, sobre todo en cuestiones
financieras, o en la educación de los hijos, puede haber
gran diferencia en opiniones. No siempre se llega
enseguida a la misma conclusión. En este lapso, debe
permanecer el mutuo amor y la unidad. Para los hijos,
es sumamente importante, que los padres vivan en una
invulnerable unidad.
5. La confianza. Una profunda confianza entre ambos,
abre la puerta para una vida en común. Después del
enlace, debe conservarse y fortalecerse esta confianza.
La promesa de fidelidad, no debe ser quebrada. Hoy en
día existen por la internet y en diversas
comunicaciones, muchas tentaciones. Que fácil se
puede romper la confianza. Job dice: “Hice pacto con
mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una
virgen?” (Job 31,1) No solo los ojos, sino también el
corazón deben ser resguardados. Mi esposa debe estar
plenamente convencida, si vienen días buenos o malos,
si salud o enfermedad, montañas altas o valles
profundos: ella puede confiar en mí
inquebrantablemente.
6. El amor. Un verdadero y ardiente amor entre
esposo y esposa, es establecido por Dios. Este fuego de
amor tiene que ser alimentado a través de los años y por
distintos tiempos de la vida. A la iglesia de Éfeso, Jesús
tuvo que decir: “Pero tengo contra ti, que has dejado tu
primer amor” (Apocalipsis 2, 4). Los diferentes
servicios de los efesios, encontraron reconocimiento
ante Dios, solamente si fueran surgidos de amor.
De la misma manera acontece en el matrimonio. Los
diferentes quehaceres cotidianos, pueden
proporcionarse “mecánicamente” uno al otro. ¡Si el
servicio más pequeño esta hecho por amor, trae gran
alegría!
El matrimonio y la familia son realmente obra de Dios.
Profunda felicidad y gran alegría recibe la joven pareja
que se somete a los principios divinos del matrimonio.
Y cada uno puede ser partícipe de fortalecer esta
felicidad y alegría, crecer y madurar juntos.
Franz Friesen, Aylmer (CA)
El secreto
El pastor norteamericano George
Truett dijo: “Yo crecí en una
hacienda, en el campo; integrante de
una familia numerosa. Mi Padre se
iba a trabajar con mis hermanos
mayores, mientras que yo, en aquel
entonces de seis años, junto a mí
hermano de cuatro y mi mamá nos
quedábamos en la casa. Muchas
veces veía llorar a mi madre.
Cuando le preguntaba, recibía como
respuesta, que era muy chico para
entenderlo, pero que no debía
preocuparme por ella. Al ocaso,
cuando todo el trabajo estaba hecho,
frecuentemente escuchaba decir a mi
Madre: “Quédense aquí, ahora
quiero estar un rato sola. Se iba
llorando y volvía sonriendo.
Una vez quisimos ver, que era lo
que ella hacía, y cómo es que volvía
siempre alegre. La seguimos hasta la
casa de verano. Desde allí la
podíamos ver y escuchar. Con el
rostro inclinado hacia la tierra ella
oraba: “Señor Jesús, sin tu ayuda no
puedo educar a mis hijos de la forma
que Tú quieres. Sin tu ayuda van a
fracasar, no se que decirle o
aconsejarle, sin tu ayuda no puedo
ser una buena madre. Guíame y
enséñame.” Más tarde, cuando ya
era un hombre y un servidor de
Jesús, entendí a mi Madre. Ella era
la cristiana más grande que he
conocido.
El hogar y la escuela
dominical
Las influencias del hogar juegan el
rol más importante en la educación
de los hijos.
Por medio de las buenas impresiones
en la familia, se ven debilitadas las
influencias negativas a las que están
expuestos los niños fuera del hogar.
Pero si los padres no practican con
el ejemplo, el éxito del trabajo en la
escuelita dominical será
insignificante.
El trabajo de la escuela dominical,
debe ser apoyado por los padres.
Estos, no deben dejar la educación
cristiana de sus hijos solo en manos
de la escuela dominical. A través del
altar familiar cotidiano, el niño debe
prepararse para recibir la lección.
Hay una gran diferencia, si la
semilla cae en un suelo bien
preparado, o que si solo cayere en
un suelo que no está trabajado. Por
lo tanto los padres deben leer la
Biblia y orar con sus hijos en sus
hogares. Estos pueden apoyar el
trabajo de la escuelita, en tanto se
dejen contar por los niños los temas
que se trataron en ésa hora, así
sabrán si el niño estuvo atento y
participó en la clase. Deben
estimular al niño para que asista
siempre y puntualmente a la
escuelita, a memorizar los versículos
bíblicos. Es bueno que el niño
aprenda ya de una temprana edad a
participar en la colecta. También se
lo debe incentivar a que invite a sus
vecinos y compañeros de escuela.
Los padres nunca deben hablar
reprochando a los maestros, porque
con eso le quitan al niño el
sentimiento de atención que les
deben a sus maestros.
Para estímulo de los maestros, el
interés de los padres puede aportar
mucho, en cuanto éstos se acerquen
ocasionalmente a los maestros para
informarse sobre sus hijos, valoren
su trabajo y oren por ellos.
01/2012 | Trompeta Evangelizadora
23
Perfil de la Iglesia
Iglesia Toronto
Casi 60 años se reúnen, en la gran
ciudad de Toronto, regularmente,
hermanos de la Iglesia de Dios. Lo
que se puede decir de la Iglesia de
Jerusalén, se hace realidad aquí:
“perseveraban en la doctrina de los
apóstoles, en la comunión unos con
otros, en el partimiento del pan y en
las oraciones.”(Hechos 2,42). Desde
el comienzo, se nota la perseverancia
en la Iglesia.
Al comienzo se reunían algunos
inmigrantes alemanes en la casa de
los hermanos Julius Both. Los
hermanos se alegraban, en poder
tener reuniones en alemán en un país
de habla inglesa. Al quedar chico el
lugar, decidieron alquilar un local
cercano a la calle Church St. En
Weston.
Al pasar el tiempo, y los asistentes
aumentaban, se animaron los
hermanos, con la ayuda de Dios,
construir un lugar propio de reunión.
Fue un gran desafío para los
hermanos, porque las posibilidades
económicas en ese tiempo eran
limitadas. Se construyó un lugar de
reunión para 400 personas sentadas,
de tres pisos y una casa para el
pastor. El hermano Edmund Krebs,
que por momento estaba como
pastor, informó: “La necesaria fe,
dedicación y ofrenda, jóvenes y
mayores con entusiasmo ponían
manos a la obra. La ayuda de afuera,
también alegraba a los hermanos. En
agosto de 1956 pudíendonos reunir
en la calle 694 Westen Road.” En los
próximos siguientes treinta años, dio
el Señor sus ricas bendiciones. Fue
un lugar de reunión, en el que Dios se
pudo manifestar, se celebraban
fiestas y los hijos de Dios se
Primer Templo
24
Trompeta Evangelizadora | 01/2012
edificaban mutuamente.
Con los años, el tráfico de ésta calle
aumentaba, por lo cual decidió la
iglesia mudarse a otro lugar. Dios
guió de poder conseguir un terreno
sobre la calle Mc. Arthur, el cual se
pudo comprar. Otra vez estaba la
Iglesia con una gran labor. Con la
confianza en la gracia y ayuda de
Dios, fueron enérgicamente los
hermanos a la obra, para poder
construir un templo y una casa
pastoral. El hermano E. Henschel,
que en ese tiempo estaba como
pastor, informó del tiempo de
construcción: “Con gran alegría
pusieron los hermanos mano a la
obra… El 28 de Abril de 1985 se
realizó la anhelado fiesta de alegría:
La inauguración del nuevo templo.”
Si aquí se informa sobre la
construcción de madera y piedras, la
Toronto tiene cerca de 2,5 millones de
habitantes, Es la ciudad más grande de
Canadá, es capital de la provincia de
Ontario. Está ubicada en la costa noroeste
del río Ontario, es la más densamente
poblada zona de Canadá. Los primeros
europeos se asentaron en éste lugar en el
año 1750. En los últimos cien años,
principalmente después de la segunda
guerra mundial, experimentó la ciudad un
enorme incremento. Las ciudades vecinas
son Hamilton y Kitchener.
Templo
Reunión 1954
construcción espiritual de la iglesia
local nos es una cosa de corazón.
Con el salmista queremos decir:
“Porque tus siervos aman sus
piedras, y del polvo de ella tienen
compasión” (Salmos 102,14). Es
nuestro íntimo deseo, no solo que
la iglesia local se mantenga, sino,
que crezca. Tenemos un gran anhelo
de ver a personas que se agreguen.
Por décadas nos hemos
concentrados en ofrecer los oficios
religiosos a los habitantes de habla
alemana de esta ciudad. Nuestro
programa radial “Mensaje de
Salvación” y los comunicados en un
periódico alemán, para anunciar la
Iglesia bajo alemanes. Nos hemos
dado cuenta, que aquí, en esta gran
ciudad, el interés por los cultos en
alemán disminuye.
Después de traer en oración a Dios
repetidas veces, hemos decidido,
como iglesia, hacer algunos cultos
en ingles. En la actualidad se ofrecen
de los cultos regulares en alemán, un
culto por la mañana en el idioma de
nuestro país.
Este perfil de la iglesia, no estaría
completo, si no mencionaríamos los
pastores que sirvieron en Toronto.
El primer pastor de la Iglesia fue el
hno. Edmund Krebs, quien en el año
1954 con su familia emigró de
Alemania, sirviendo a la Iglesia
hasta 1961. El servicio de los
hermanos Hans Steinke, duró de
1961 a 1968. Después se hicieron
cargo los hermanos Lutzer hasta
1973 la responsabilidad de la iglesia.
Los hermanos Hans Dietrich Nimz
continuaron el trabajo aquí desde
1973 a 1976. Cuando los hnos.
Nimz recibieron el llamado a
México, se hizo cargo el hno.
Edmund Krebs de los pasos de la
Iglesia. Si bien estaba jubilado,
sirvió a la Iglesia hasta 1981. De
1981 a 1997 sirvieron a la Iglesia
los Hermanos Erich Henschel.
Después de ellos obedecimos
nosotros el llamamiento a Toronto,
sirviendo a la Iglesia hasta la
actualidad.
Nuestro deseo y oración es, que en
adelante como Iglesia local, que
cumplamos los requisitos de Dios
dentro y fuera de la Iglesia, ser una
permanente bendición, y representar
a la primera iglesia cristiana.
Reinhard Roesler
Reunión del
25 de Septiembre 2011
01/2012 | Trompeta Evangelizadora
25
Octubre 2011
Fiesta de otoño y culto de
bautismo en Edmonton
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo.
(Mateo 28, 19-20)
Como Iglesia de Dios, estamos
profundamente agradecidos a Dios por las
ricas bendiciones que nos ha regalado en los
últimos tiempos en Edmonton. Del 8 al 10 de
Octubre se realizó la fiesta anual de otoño en
Edmonton. El hermano Martín Kehler de
Winnipeg, Manitoba, fue nuestro orador
invitado, y el coro de Chilliwack, Britisch
Kolumbien, embelleció la fiesta con preciados
himnos.
Las reuniones estaban bajo el lema: “¡Echa
mano de la vida eterna!” A Dios sea la gloria,
que en estos días, muchos han obedecido a
este llamado, recibiendo perdón de sus
pecados por medio de la sangre de Jesús, y por
medio de ello echar mano de la vida eterna.
Las muchas oraciones que se elevaron antes
de la fiesta, fueron oídas sobre todo lo que
pedimos e imaginamos.
Cuan grande gracia, que el Espíritu Santo,
aun hoy, concede oportunidad de poner fin a
la vieja vida, llena de pecados, y hacer un
nuevo comienzo con Jesús. Como testimonio
abierto a ésta experiencia, haber muerto al
mundo y haber asido la vida eterna, pide Dios
a toda persona que ha nacido de nuevo,
dejarse bautizar. Dos semanas después del
congreso, se dio la oportunidad. P ra
a gloria de
Dios, podemos mencionar que diecisiete
jóvenes se anunciaron para ser bautizados y
basándose en su fe en Jesús, en el culto por la
noche del 23 de octubre los bautizó el
hermano Semenjuk. ¡A Dios sea la gloria y
gratitud!
Alabad a Jehová, invocad su nombre;
Dad a conocer sus obras en los pueblos.
(Salmo 105,1)
John Reimer
26
Trompeta Evangelizadora | 01/2012
Pie de imprenta
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Información de la
Trompeta Evangelizadora
Año 118
La TROMPETA EVANGELIZADORA es
una escritura cristiana que se presenta clara
y decididamente para la plena salvación en
Cristo, la unidad de los hijos de Dios, y
revelar todas las verdades de la Santa
Palabra. Publicado en intereses de la Iglesia
de Dios.
Editor responsable:
Hans-Dietrich Nimz (CA)
“El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba…”
(Lucas 8,5)
Colaboradores: Harry Semenjuk (CA),
Sieghard Schulz (CA), Dieter Jeske (DE),
Hermann Vogt (DE)
Hace años, entre los hermanos de América del sur, surgía la pregunta, si no
habría posibilidad que se edite una revista en el idioma español (Spanische
Evangeliums Posaune). En mayo de 2010 ha salido la primera edición con 80
ejemplares de 17 páginas, al momento se están distribuyendo alrededor de
500 ejemplares con 28 páginas. Juntos con los hermanos Günter hay siete
personas más, los cuales trabajan en la traducción de la revista del idioma
alemán al castellano, cada artículo debe ser traducido palabra por palabra.
Oremos para ésta parte de la misión en literaturas, para que Dios pueda
derramar sus bendiciones sobre este trabajo.
Los editores se reservan el derecho de
resumir o no publicar los artículos
recibidos.
Preguntas o sugerencias pueden ser
enviadas a:
[email protected]
Pedidos para recibir la Trompeta
Evangelizadora, dirigirse a:
Tel.: (402) 362-5133 Fax: (402) 362-5178
Email: [email protected]
Manfredo Günter
Sargento Cabral 577
3360 Oberá Misiones
Argentina
Tel: 54-3755-424582
e-mail: [email protected]
¡NUEVO!
A partir del 1° de Enero de 2012 la
literatura " Evangeliums Posaune"
(Trompeta Evangelizadora) tiene su
propia página Web. Aquí están
publicadas las ediciones traducidas,
en formato PDF.
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01/2012 | Trompeta Evangelizadora
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Para el año nuevo
En un lejano y caluroso país, caminaba a la orilla del mar un comerciante.
Observó el juego de un niño árabe: Tenía en sus manos una cajita, de ella sacaba
pequeñas piedras, las cuales lanzaba hábilmente sobre la superficie del agua,
de tal manera, que ellas rebotaban varias veces, antes de hundirse en el agua.
Ellas reflejaban con el brillo del sol. Seguramente aumentaba su habilidad, en
cuanto más piedra lanzaba.
Al acercarse lo suficiente el comerciante, donde estaba el niño, entabló con él
una conversación:
“¿Qué tienes en la caja?”
“Piedras, mi señor”
“Y tú, ¿las lanzas sobre las aguas?”
“Si señor, es una hermosa diversión. ¡Esto lo puedo hacer solo yo!”
“¿De dónde tienes esa caja?”
“La he encontrado aquí.”
El comerciante se acerca aún más. “¿Puedo verla?” El niño, sin idea, le mostró la
cajita. Había en ella una sola y última piedra. ¿Quién puede describir el asombro
del comerciante? ¿Qué vio él? ¡Una piedra preciosa!
“Todas eran así”, dijo el niño; “azules, amarillas, rojas, blancas, verdes. Era
demasiado lindo.” –El las lanzó todas al mar, solamente le quedó una sola. No
sabía, el tesoro que había lanzado.
En cada comienzo de año, Dios te da una caja con 365 piedras preciosas. Son los
días del año. ¿Qué harás con ellas? ¿Harás como el pequeño árabe, dejarás que
transcurran inútilmente? ¿O los vivirás para Gloria de Dios, en cuanto dejes
alumbrar la luz que Dios te ha dado?
Año 118