Homilia por el Dia del NIño por Nacer 2012

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Arzobispado de Piura
MENSAJE DEL ARZOBISPO DE PIURA
CON OCASIÓN DE LA MARCHA Y FESTIVAL
POR EL DÍA DEL NIÑO POR NACER
Queridos hermanos y hermanas:
En nombre de todos los Niños por Nacer, es decir de los
concebidos no nacidos, quiero agradecerles su multitudinaria
presencia, donde cada uno de nosotros esta públicamente
manifestando esta tarde que, “Soy Piurano y soy Pro Vida”.
Queremos especialmente hoy día, pero también durante todos los
días del año, testimoniar el valor sagrado e inviolable de la vida
humana desde la concepción hasta su fin natural. “La vida humana
debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el
momento de la concepción. Desde el primer momento de su
existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de
persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser
inocente a la vida”.1 No tengamos miedo en defender a los Niños
por Nacer, es decir a los más pequeños, frágiles, inocentes e
indefensos, integrantes de la familia peruana. Ellos que no tienen
voz para defenderse, cuentan contigo y conmigo para que seamos su
voz y nos dicen: “Mi vida está en tus manos”.
Hoy más que nunca es fundamental este compromiso con los
concebidos no nacidos, pues lo que está en juego es, literalmente
hablando, cuestión de vida o muerte.
1
Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2270.
1
En esta coyuntura, nadie puede permanecer neutral, porque el
derecho a la vida desde la concepción hunde sus raíces, con una
firmeza inconmovible, en lo más profundo de la condición humana.
Es necesario defender la vida humana porque en nuestro
mundo se está repitiendo la historia de Caín y Abel. El hombre se ha
convertido en el asesino de su hermano, sobre todo del más
indefenso, que es el concebido no nacido. El aborto es un crimen
abominable, y ninguna de las falaces explicaciones ofrecidas por la
modernidad pueden cambiar esta verdad.
La Beata Madre Teresa de Calcuta solía afirmar: “La amenaza
más grande que sufre la paz hoy en día es el aborto, porque el
aborto es hacer la guerra al niño, al niño inocente que muere a
manos de su propia madre. Si aceptamos que una madre pueda
matar a su propio hijo, ¿cómo podremos decirle a otros que no se
maten?”. La paz que todos queremos se construye desde el vientre
materno.
Recientemente la Ministra de Salud ha anunciado que en el
primer semestre de este año se aprobará el Protocolo o Guía de
Aborto Terapéutico en el Perú. A su vez el Ministerio de Justicia ha
dado un equivocado sustento legal para hacer viable esta norma que
aprobaría por primera vez el aborto en nuestra Patria, diciendo
sorprendentemente que “es una obligación internacional”.
2
De esta manera el Gobierno Peruano estaría cediendo a
presiones internacionales haciendo que el Perú abdique de su
soberanía, esa que con tanto ardor y justicia ha defendido en La
Haya,
pronunciándose
así
en
contra
del
ordenamiento
constitucional y legal que protege al niño desde la concepción, ya
que en nuestro país, “el concebido es sujeto de derecho en todo
cuanto le favorece”.2 Con todo respeto le pedimos al Gobierno, que
enarboló las banderas del nacionalismo, de la familia y de la
inclusión social durante su campaña electoral, que no ceda ahora
nuestra soberanía ante la presión de organismos internacionales
altamente ideologizados en confabulación con minúsculos grupos
de presión nacionales, y que no excluya a los peruanos más
indefensos de todos como son los Niños por Nacer. La Beata Madre
Teresa de Calcuta afirmaba: “El gobierno que acepta el aborto no
está enseñando a su pueblo a amar sino a aplicar la violencia para
conseguir lo que se quiere. Es por esto que el mayor destructor del
amor y la paz es el aborto”.3
Hermanos: la defensa de la vida humana es absoluta. No hay
excepciones para el aborto. Las situaciones más graves jamás
pueden justificar la eliminación deliberada de un ser humano
inocente. De otro lado reitero lo que tantas veces he dicho en
relación al mal llamado “aborto terapéutico”: Éste no cura nada y
más bien mata una vida inocente y añade en la mujer el trauma y la
herida imborrable del aborto. De otro lado el avance de la ciencia
Constitución Política del Perú, Artículo 2, inciso 1.
Beata Madre Teresa de Calcuta, Discurso durante el Desayuno Anual de Oración, Washington
D.C., 04-II-1994.
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médica hace prácticamente inexistente en nuestros días este tipo de
aborto ya que hoy se pueden salvar ambas vidas, la del hijo y la de
la madre. Asimismo las muertes maternas se disminuyen con
mejores servicios de salud que provean adecuados chequeos
prenatales y mejores condiciones higiénicas donde nuestras madres
puedan dar a luz. Así lo demuestran otros países como Chile que
han reducido drásticamente sus tasas de mortalidad materna sin
recurrir al aborto. Finalmente bien sabemos que la aprobación de
este tipo de guías para el aborto terapéutico, es el primer paso del
lobby abortista para infiltrar el aborto en todas sus formas en
nuestro país.
Con el Papa Francisco digamos: “Sí al amor y no al egoísmo. Sí
a la vida y no a la muerte”.4 “Un ser humano es siempre sagrado e
inviolable, en cualquier situación, y en cualquier etapa de su
desarrollo. Es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver
otras dificultades. Si esta convicción cae, no quedan fundamentos
sólidos y permanentes para defender los derechos humanos, que
siempre estarían sometidos a conveniencias circunstanciales de los
poderosos de turno”.5
Desde aquí invoco a nuestras autoridades, a las cuales les
corresponde salvaguardar la vida del más inocente, que “tienen el
deber de tomar decisiones valientes en favor de la vida,
especialmente en el campo de las disposiciones legislativas”6, más
aún en un país como el nuestro donde la inmensa mayoría de los
S.S. Francisco, Homilía Jornada de la Evangelium vitae, 16-VI-2013.
S.S. Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, n. 213.
6 S.S. Juan Pablo II, Encíclica Evangelium vitae, n. 90.
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peruanos, un 87%, no votaría por un candidato a presidente de la
república que apruebe el aborto.7
Queridos hermanos: del don de la vida humana todos somos
responsables pues no hay don más grande que éste. Al ser el don del
cual dependen todos los demás dones es el que más hay que cuidar,
el que más hay que defender, acoger y promover. Pongamos al Niño
por Nacer al centro de nuestro cuidado y preocupación. Este es el
único camino para que el mundo siga adelante y pueda sobrevivir.
Pero no nos olvidemos que quien primero cuida del don de
nuestras vidas son nuestros padres. Por ello la vida humana necesita
de la familia, de papá y de mamá, del hogar bien constituido por el
matrimonio sacramento para verse sostenida y protegida. Un hijo o
una hija es un regalo de Dios para la familia. La familia es el
santuario de la vida, es el ámbito donde la vida puede ser protegida
de manera adecuada contra los múltiples ataques a que está
expuesta y donde puede desarrollarse según las exigencias de un
auténtico crecimiento humano.
Finalmente pido a todos, pero especialmente a los sacerdotes,
a los consagrados y consagradas, a los laicos comprometidos en los
diferentes movimientos eclesiales para que seamos el sostén y el
amparo en la angustia en la que se encuentran con frecuencia
algunas madres que no ven ninguna esperanza a su embarazo, sobre
todo cuando éste ha surgido como producto de una situación difícil
7
Encuesta Nacional de IPSOS APOYO, 21-VII-2013.
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y dolorosa y así les demos una respuesta de ayuda afectiva y
efectiva a la tentación de la muerte, del aborto, que no resuelve nada
y que más bien asesina y añade más dolor.
Que María Santísima nos enseñe a cuidar la Vida, Ella que
cuidó a Dios chiquito, desde que era un embrión en sus entrañas
inmaculadas, y que después lo cuidó de niño y posteriormente de
joven y de adulto hasta la Cruz. Que aprendamos de María a acoger
la vida de cada ser humano y a cuidar la vida de los Niños por
Nacer.
Muchas gracias y que Dios los bendiga.
San Miguel de Piura, 22 de marzo de 2014
Vísperas del III Domingo de Cuaresma
 JOSÉ ANTONIO EGUREN ANSELMI, S.C.V.
Arzobispo Metropolitano de Piura
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