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CAPITULO VII
LOS CHARRÚAS Y LA GUERRA GUARANITICA
Cuando a consecuencias del Tratado de Madrid o de Permuta (1750), í1) los guaraníes tuvieron que enfrentarse con las
tropas combinadas de España y Portugal, fueron auxiliados, pese
a los crudos antagonismos del pasado, por algunas parcialidades
charrúas, incluyendo: charrúas propiamente dicho, minuanes,
bohanes y guenoas. Y es que, siendo la guerra de los tapes una
revuelta en la que aparte de lo político palpitaba un fervoroso nacionalismo indígena, no podía ser ajena a los charrúas, para
quienes dicho nacionalismo constituía un verdadero culto. La
primera noticia formal sobre el acercamiento de los guaraníes con
los charrúas, parece corresponder a setiembre (?) de 1753, y
figura en una relación del padre Nusdorffer, S. L, titulada "La
Guerra de los Siete Pueblos". Leemos en ella: "Vinieron a S.
Luis (2) 9 Casiques de los Infieles Guanoas y Minuanes y Charrúas, entraron en el Pueblo y fueron recibidos de los Indios"
(guaraníes), "como si fuessen sus antiguos amigos, siendo assí
que aora pocos años estubieron en viva guerra, y nunca se hubieran atrevido de meterse en aquellos Pueblos sin tener su venia
bien assegurada. Sospecharon pues los PP. que habían sido llamados de nuestros Indios para tratar con ellos los negocios
corrientes. Irritáronse largamente entre sí sin saber los PP. lo
que avían concluido. Después de averse tratado, vinieron los Ca(1) Por este tratado, España entregaba a Portugal, a cambio de
la Colonia, las Misiones Orientales y el territorio de Río Grande.
(2) San Luis Gonzaga, uno de los siete pueblos de las Misiones
Orientales, ubicado en las proximidades del Piratinl. Con anterioridad,
al querer establecerse los tapes de este pueblo en campos del Miriñay
y del Mocoretá, margen occidental del Uruguay, visto que los suyos pasarían a manos de loa portugueses, debieron volver sobre sus pasos, al hallar
una firme oposición por parte de los charrúas comarcanos, fl vol. XX pg.
293 y 457]. Igual suerte cupo a los tapes de San Borja, cuando por la
misma razón pretendieron trasladar su pueblo a las inmediaciones del
Queguay, ¡1 vol. XXI pg. 299].
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siques" (guaraníes), "a los PP.; pidiéronles regalassen a Jos
Infieles con yerba, tabaco y ropa en sus almacenes, y lo hubieron
de hazer sin poderlo impedir, porque, escribiendo desto un P. de
allá dice: Nosotros ya no gobernamos. Ellos" (los guaraníes),
"gobiernan y nosotros obedecemos." [1 vol. XXII pg. 223]. Pero,
es indudable que los guaraníes ya estaban aliados con los charrúas
de tiempo atrás, y debía ser a espaldas de los jesuítas, que por
su política de acatamiento al Tratado de 1750, habían perdido la
confianza de los indígenas.
Espigando en distintas fuentes, nos encontramos con referencias muy interesantes sobre los resultados de aquella alianza.
Así ésta, incluida en las manifestaciones de Joaquín de Viana,
gobernador de Montevideo, hechas ante la Junta de Guerra celebrada por el Comando Español en el río Negro, (Enero de 1755),
y en la que se estudió el plan de campaña a realizarse en territorio misionero. Expresó Viana: "Como consta de las Declaraciones de los Yndios prisioneros del Pueblo de Yapeyú, en todo
este Campo especialmente en las Costas de S.ta Tecla, S.n Antonio, y Caydas del Rio Grande, mantienen" (los guaraníes), "sus
Piquetes fuertes y vnidos con los Charrúas, Bojanes, y Minuanes,
todos los quales son Ynfieles que continuamente han hostilizado
matando, y robando en los partidos de Monteuideo, Víboras, Bacas,
y Santo Domingo Soriano; Y finalmente se sabe, están coligados
estos, y amparados de los Pueblos rebeldes, fomentándolos con
lo que necesitan dhos infieles. Constandome asi mismo, que en
la vltima salida que hice en Monteuideo el año de 53 (3) en seguimiento de los que hauian hurtado en Castillos los Cauallos del
Señor Marques de Valde Lirios, y hauiendolos seguido dha partida (4) hasta el primer puesto de Yapeyú, en el qual dhos Ynfieles
se incorporaron con los Tapes, y todos juntos se retiraron a la
parte interior de dhos Pueblos." [2 pg. 43]. Esta incidencia ocurrida al marqués de Valdelirios, comisionado español para la demarcación de la nueva frontera, se menciona también, aunque
con variantes un tanto caprichosas, en el "Diario" de campaña
del general Gomes Freiré, comisionado portugués a los mismos
(3) Esta salida la hizo Manuel Domínguez por orden de Viana, y
no en el ano 53 sino en el 52, como se verá en el documento C del presente
capitulo.
(4) La de Domínguez.
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
99
efectos. Dice el "Diario", que en marzo de 1753 llegó a la Colonia
un propio venido de la zona en que se estaban haciendo las demarcaciones, y que: "O mesmo encontrou uns Indios chamados Minuanos que tinham ido em Castilhos furtar a cavalhada do marquez atrás dos quaes tinham ido dragóes hespanhoes, e dos- nossos,
que elle pediu socorro, ao Sr. general, e encontrado-os uns foram
prisioneiros, e outros fugiram para táo longe, que, faltando-lhes
o sustento, comeram os cavallos, e acabados estes, seus filhos, dito
por elles ao tal propio que os achou a pé". [3 pg. 152], Sabemos
asimismo por declaraciones de Bartolomé de Villanueva, hechas
en el "Campamento de Jesús", en julio de 1754, que, hallándose
con una partida española en las proximidades del arroyo "Garapey" (5) se: "encontró como num.o de docientos Yndios, entre
Tapes y Charrúas", etc., etc., "quienes le recibieron con bastante
desafecto", [2 pg. 92], y "avanzaron a la Cavallada retirándola
violentam.te haziendo vnos frente y otros disparando flechas,
Piedras y manejando la Lanza, de lo q.e resulto her.r a vn
Soldado, y muertole el Cavallo al q.e degollaron p.r tomar la
flecha, y no se pudo consegj p.r haverle penetrado bastantem.te".
[2 pg. 94]. Tenemos además estos informes que el tape Cristóbal
Yaguirre o Yacaguiré, fugitivo del pueblo de La Cruz, proporcionó
al maestre de campo Manuel Domínguez, también en el paraje de
"Jesús", y en agosto de 1754: "que los Indios de los Pueblos de
vna y otra vanda del Vruguay, se hallaban cologados al opocito,
y defensa de sus tierras socorriéndose con Jente, y Cavalladas
teniendo repartidas sus Armadas a las Puntas del Yvicui, y
Cahidas del Rio Pareg, (8) dondes [sic] mantienen con indios
infieles, Charrúas y vojanes para opocito de no dexar entrar Portugueses alguno, y que los siete Pueblos de esta Vanda del Vruguay
se mantienen con todas sus familias sin esperanza de mudarse a
ninguna parte ni entregarlos". [2 pg. 126]. Y en otra declaración
ratificó lo dicho, agregando que: "el R.P. Cura nom.do Antonio
que lo es del Pueblo de la Cruz, este por si mismo tenia congregado
y Gratificado a Yndios Ynfieles parcialidades Charrúas, Bojanes,
y minuanes dándoles Yerba, tavaco, y otros efectos, Cuias parcia(5)
(6)
Arapey. ( ? )
Plray. (?)
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EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
lidades las Commandava vn Indio de la misma nación llamado
d.n Jph solo con el fin de que reconozca las Campañas sus entradas, y salidas, y q.e de todo dize pronto auiso de qualquier resulta,
y se incorporase con los Cuerpos de Yndios Guaranies para ayuda
de ellos en defensa de sua Pueblos." [2 pg. 127].
En. el "Diario" del Rvdo. Pdre. Tadeo Xavier Henis S.I., interesantísimo por cuanto fue escrito en el pueblo de San Lorenzo,
es decir en la retaguardia misionera, nos encontramos con otras
referencias que no queremos pasar por alto. Así por ejemplo,
dice que a fines de julio de 1754, en campos de Yapeyú, como
aprehendiera un escuadrón español al indio principal del pago de
Jesús María para llevarlo con los suyos a donde estaba el resto
del ejercito, difundida la noticia entre los vecinos: "los excitó á
tomar las armas, y habiendo llamado y convocado las tropas de
Charrúas, Minuanes y Guanoas gentiles, que andaban vagando
por estos campos en lo mas intempestivo de la noche, acometieron
á todas las tropas de los españoles: á algunos despojaron (se dijo
que fueron 50), á otros obligaron á huir, quitaron toda una caba
liada, y pusieron en libertad á los prisioneros". [4 pg. 22]. En
octubre del mismo año dice que: "También vinieron por este
tiempo algunas numerosas tropas de gentiles Guanas (7) y Minuanes al socorro: á todos los cuales armaron los indios, señores
de las tierras, con lanzas, saetas y caballos, y así juntaron un
ejército de 2.000 poco mas ó menos, y se mostraban con arrojo
desde lejos al enemigo". [4 pg. 28]. En referencia a los suministros que se daba a los charrúas, leemos los siguientes párrafos:
"un cierto capitán llamado Felipe, se fue otra vez á llamar á los
gentiles Minuanes y Guanas, para que se confederasen con ellos,
y con él vinieron 12 á explorar el real del enemigo. Y después,
habiendo considerado el aspecto de las cosas, prometieron que
habían de ir á traer 260 de su gente armada, con su capitán José,
con tal que del pueblo les diesen 100, y de las estancias otros
tantos careases de saetas (8) para su uso" [4 pg. 31].
(7) No sabemos qué indios eran estos "guanas" a los que alude
líenla, pero evidentemente no se trata de guenóas, a loe cuales el escritor
jesuíta llama siempre de "guanoas". Pudieran ser guananas o gualachos,
parcialidad guayaná muy vinculada a la historia de las Misiones, y de
la que ya hablamoB en un capítulo anterior.
(8) Probablemente se trata de puntas de flecha hechas en hierro.
Siendo así, la referencia noB parece invalorable, puesto que señala el origen
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
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Los charrúas en la Guerra Guara ni tica constituyeron, primordialmente, un cuerpo de observación y guerrilla. Diseminados
en grupos de diez o quince individuos por los lugares más estratégicos de la campaña, su cometido se alternaba entre "bombear"
los movimientos de las fuerzas enemigas, arrear los ganados y
quemar los campos por donde aquéllas habían de pasar, trabando
así su aprovisionamiento y avance. Las tropas hispano - portuguesas sólo encontraban poblados y mieses arrasadas; los pocos animales dejados por sus dueños aparecían muertos a lanzazos dentro de los corrales [3 pg. 223]; alejarse de los campamentos constituía serio riesgo, y no fueron pocos los rezagados y distraídos
que desaparecieron para siempre, tan rápidos eran los indios en
sus golpes de sorpresa. Dice el "Diario" de Gomes Freiré: "é
costume n'esta vil canalha de Indios nao darem quartel a pessoa
alguma" [3 pg. 226].
Con referencia al papel que cupo a los charrúas en los dos
combates más importantes de la guerra, el del Daymán (3 oct.
1754) y el de Caaibaté (10 febr. 1756), nada hemos podido indagar del primero, no así del segundo, inicua matanza de indios en
la que con los guaraníes sucumbieron muchos de sus aliados guenoas. Sobre lo ocurrido luego de este episodio escribe Henis:
"los primeros que volaron al lugar de la mortandad que acababa
de hacerse, fueron 130 Guanoas, gentiles confederados; quienes,
viendo el destrozo ó estrago de los suyos, y el campo sembrado
de cadáveres, gimieron, y también derramaron lágrimas". [4 pg.
53]. Además, en el "Manifiesto" de operaciones llevado por Andonaegui, se dice, que después del combate, los prisioneros guaraníes declararon: "que aquel dia esperaban el socorro de los infieles Minuanes y Charrúas". [5 tomo VIII pg. 156].
Por el "Diario" de Gomes Freiré, tenemos noticias de un
minuán que actuó como guía de las fuerzas españolas. Efectivamente, leemos en el mencionado documento, que el 2 de febrero
de 1756, acampando los dos ejércitos en "o campo do Gallo de
Jaguary", corrió la noticia de que una patrulla española enviada
el día antes a explorar la campaña, no había regresado, temiéndose que hubiera sido atacada por los indios. [3 pg. 224]. Dos de
misionero de tales implementos, uaados por charrúas y minuanes durante el
Coloniaje y las guerras de la Independencia. Demás está aclarar que
dichos infieles no realizaban trabajos de fragua y forja.
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EDUARDO F. ACOSTA Y UARA
éstos fueron apresados el día 5 por los portugueses, encontrándoseles un cuchillo y unas espuelas, lo que se reconoció como perteneciente a los soldados de la patrulla perdida. [3 pg. 225]. El día
6, por declaraciones de los dos indios se supo que la patrulla había
sido realmente atacada, matándose primeramente al alférez, luego
a seis soldados, y que los restantes serían muertos ese mismo
día. (e) [3 pg. 226]. El 10 se produjo el combate de Caaibaté, y
el 20, leemos en el "Diario" de Gomes Freiré, que en el campo "das
Vaccas", "Depois de estarmos aquí acampados acharam os Castelhanos n'este campo o corpo de um seu pratico de na$áo minuane, que foi apanhado junto com a partida dos treze Castelhanos,
e o alférez no primeiro d'este mez pelos Indios, cujo pratico estava morto de poucos días", [3 pg. 240]. Analizando varias referencias de Nusdorffer, llegamos a la conclusión de que el jefe
que atacó a la patrulla española, no fue otro que el famoso cacique Sepe Tiararú o Tiarajú, pilar de la resistencia guaraní,
muerto por Viana en una escaramuza previa al combate de Caaibaté, [1 vol. XXIVpg. 61].
Nos resta mencionar el caso de otro minuán, probablemente
el cacique Moreira o Moreyras, que a fines de 1754 o principios
del 55, se habría ofrecido a Gomes Freiré para combatir contra
los guaraníes. Este episodio que conocemos a través de informes
contradictorios, ocurrió durante la tregua de casi un año, en que
suspendidas las operaciones, se retiraron las tropas españolas y
portuguesas a sus respectivos acantonamientos. Con fecha 20 de
abril de 1755, escribía Andonaegui a Gomes Freiré, desde Buenos
Aires, contestándole a carta del 9 de febrero del mismo año:
"Quedo en la inteligencia", etc., etc., "como también de lo que
ofreció el Cacique de Minuanes retirado de S.ta Tecla, a quien
podrá V.E. si bolbiere como lo prometió y a todos los que llegaren
permitirles hagan a los Tapes las hostilidades que pudiesen, y
darles el ausilio y fomento que necesitaren para que desta forma
puedan hazer la entrada que intentan en solicitud de bueies, Cauallos y muías." [2 pg. 163].
(9) En un "Diario" de Andonaegui, contemporáneo al "Manifiesto",
se comenta este hecho aclarándose que fueron un oficial y diez y seis
soldados los que resultaron muertos por los indios, habiéndose encontrado
días después: "tres cuerpos de los que se dijo faltaban, que uno estaba
sin cabeza y los dos Bin manos." [5 vol. VIII pg. 255].
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
103
Remitiéndonos al "Diario" de Henis y abarcando un lapso
que parece comprender mayo, junio y julio de 1755, leemos que
los portugueses procuraron atraerse a los "Guanoas gentiles",
etc., etc., "lo que es fácil de conseguir de una gente pobre, y
deseosa de donecillos, regalos y vestidos de ante ó coletos". [4 pg.
40]. Agregando luego de otros detalles: "Así lo contaron después
á nuestros Miguelistas (10) otros caciques de los Minuanes, que
habían participado de los dones ó regalos. Que algunos de los
suyos habían sido pagados para la guerra, y principalmente uno
llamado Moreira, para que en la siguiente expedición custodiase
los bagages de los Portugueses con su gente. Que tenían mucha
ropa, armas, y se veian armados, y estar instruidos con alfanges
para este fin". [4 pg. 40]. Pero parece que ciertos caciques no
accedieron a cooperar con los portugueses, y el propio Moreira,
que ya había estado en tratos con ellos en noviembre de 1754
[4 pg. 33], reconvenido por los guaraníes declaró que: "verdaderamente él había sido llamado de los Portugueses y solicitado con
dones por las cosas sobredichas, pero que de ninguna suerte habia
consentido: por lo cual se habia retirado, habiendo los Lusitanos
con furor, héchole muchas amenazas". [4 pg. 41], Como vemos,
el problema es bastante complejo, y también lo fue la Guerra
Guaranítica, sucesión de intrigas inimaginables, cuyos resultados
habrían de ser calamitosos para la estrategia española en el Plata.
DOCUMENTOS
A)
B)
C)
Carta de Viana a Andonaegui, sobre hostilidades minuanes
a principios de la Guerra Guaranítica. Montevideo, octubre
6 de 1752.
Carta de Viana a Andonaegui, sobre robo de caballos en
Castillos por parte de los minuanes. Adjunta copia de la Que
recibiera del marqués de Valdelirios, e informe presentado
a este último por "Perico el Canario", baqueano del grupo
que salió en persecución de los indios. Montevideo, octubre
26 de 1752; Castillos, 20 y 2U de octubre del mismo.
Carta de Viana a Andonaegui, incluida copia de la recibida
de Manuel Domínguez, que salió de Montevideo en perse.10)
Indios tapee de San Miguel.
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EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
cución de los mismos indios. Montevideo, diciembre 9 de
1752; Yi, diciembre 7 del mismo.
Documento A. [6]
"El Maestre de Campo de Milicias D.n Man.l Domínguez, me escrive
desde Castillos como a llegado al acampamento de los Portugueses uno
llamado Juan Gómez que hiva de Santa fee con la Tropa de D.n Fran.co
Pintos Villalobos, y que entre él Cerro de Monson, y el Arroio llamado el
Yi distante de esta Ciudad 47 leg.s abistaron a treinta Toldos de Indios
Minuanes, los que no se atrebieron á salirles por la mucha Gente qué
hiva; Aunque después a otra tropa que del Rio Grande, caminaba para
santa íee, le salieron, y le quitaron todos los Cargeros, y Cavallos que
llevaban, librando sus bidas en el que hivan montados, y no se sabe haian
llegado todos los Peones á salvamento, por haverlos corrido los Indios en
Cavallos buenos y se ere mataron algunos de dhos Peones; Con esta noticia
he tomado todas las precauciones que me han parecido combeníentes a fin
de que en la frontera estén con cuidado, y me havisen de qualquiera nobedad q.e tengan; haviendo también despachado 14 ombres de vezinos y
forasteros, para que corran el Campo, y si divisan dhos toldos den parte
con tiempo para que salga alguna Gente, aunque al presente no puedo
determinar el embiar Partida suficiente por la íalta de Dragones con que
me alio, y si en adelante se ofreze que salgan acompañados de Vecinos
y Forasteros, espero dever a V.S. m& abise en primera ocasión sí á estos
los puedo obligar á que se costeen de un todo, aunque á los forasteros
me dizen no se les puede obligar. Estimare a V.S. embie orden al Comandante del R.l para que en lugar de la partida que yo tengo en Cufre
(para lo que se le ofrezca al Marques de Valde Lirios) embie una de
Dragones respecto de no hazer en aquel Campo tanta falta como aqui la
Gente; pues solo para este fin tengo apostadas quatro Partidas en esta
Jurisdiz.n. (.
)
Dios Gue á vs. mu.s an.s Montevideo 6 de octubre de 17E2.
Bl.m de V.S. Su m.or Serv.or
Josepli Joq.n de Vianft
(rubricado)
S.r Gov.or y Cap.n Gral D.n Josseph de Andonaegui".
Documento B. [6]
"Incluía á V.S. la relazion que de Castillos me embia el Marques da
Valde Lirios, de lo acaecido con los Yndíos, ta?] la Partida que salió
LA- GUERRA DE L.O3 CHARRÚAS
106
de aquel Campo, y según ella, determino él que á últimos de este, ó
principios del que biene, salga de áqui otra en su Beguim.to para bór
ai se consigue el acabarlos por algún tpo, lo que pongo en noticia de V.S.
para su inteligencia.
Dios Gue. á V.S. m.s a.a
Montevideo 26 de octubre de 1752
B.l m. de V.S. su mor Serv.or
Josepb. Joaq.n de Viana
(rubricado)
S.or Gov.or y Cap.n Grl. Dn. Josseph de Andonaegui."
"Copia
MUÍ señor mío. Esta mañana ha trahido la noticia el Capataz de
la Cavallada que tenemos más cerca de este Campo, que faltavan mas
de doscientos Cavallos. Inmediatamente emblé a. Campear, y encontraron
quatro Yeguas que tienen todas las señas de ser de los Minuanes, y el
rastro que va acia san Miguel. En vista de esto escrivi una carta &
D.n Gómez Freyre de que fue portador D.n Bruno de Zavala, pidiéndole
auxilio para hazer una salida, y me ha respondido que embiaria esta
tarde sesenta, Ó setenta Dragonea. En efecto acavan de llegar á este
Campo ochenta ombres de tropa, y veinte Peones, mandados por el
Capitán Pedro Pereira, y luego se han juntado con ellos treinta Dragones
y veinte y tres Peones, que van á la orden de Zavala, y Piedra, con los
Cavallos nezesarios; y sin detención alguna han marchado en busca de
IOB Indios, que según noticias que ha tenido este General esta mañana
por una china de los Indios tapes que salieron al esquilmo del Ganado
menor, y fueron degollados por los Charrúas excepto las mugeres, de
cuia función se escapo la ferida China que vino hasta San Miguel, están
distribuidos en dos cuerpos, el uno esta en el paso del negro Josseph, y
el otro en las puntas de Cebollati: lo qual aviso sin dilación a V.S. como
se lo prebine al Maestre de Campo, para que V.S. tome las probidencias
que aliase por combenieutes para resguardo de esa Provincia, ó por si
á caso quisiese mandar hazer alguna salida, respecto de que el fin es
exterminarlos, y quedar de una vez asegurados.
. Renuebo mi verdadero afecto á la disposición de V.S. y ruego á nro
S.or le gue. felizes años. Campo de Castillos Grandes 20 de oct.re de 1752.
Blm de V.S. Sum.s af.o seg.o aeg.o Serv.or y Am.o
El Marqués de Valde Lirios
V.E. Dn. Josseph Joacbin de Viana"
(rubricado)
"Relación que haze el Practico Perico el Canario que acava de llegar
á este Campo, á traer la. noticia del suzeso de la Tropa que Bailo en
busca de los Indios.
106
EDUARDO F. AGOSTA Y LARA
El dia 20, de este mes sallo la partida de este Campo, y pasó
aquella noche en la India muerta.
El dia 21 al Amanezer Be puso en marcha, y fue al paso del negro
Josseph donde encontró 67, toldos viejos pero no havia ningún Indio.
Quedo allí aquella noche.
El dia 22 se puso en marcha, y encontró una china en la punta del
Arroyo de Gutiérrez, la qual dio noticia de que los Indios estavan de
la otra banda del Albardon grande, y que tenían intención de marchar
al dia siguiente por la madrugada. La India se quedo con la partida; y
aquella misma tarde á cosa de las tres abanzó la partida a los toldos,
en las caidas del olimar grande, y luego que la bteron los Indios empezaron á huir acia olimar grande como que apuntavan acia el Cerro de
monzón, mataron catorze o mas Indios y cogieron unas quinze mugeres,
y toda la Cavallada que ellos tenían, excepto los cavallos en que únicamente montavan q.e fue con los que ellos huyeron. De este mismo parage
se retiro la partida que podra llegar mañana a este Campo.
Dize Perico que si sale de esa Plaza la partida que V.S. tenia prevenida que se dirija a los Cerros de Monzón: de este parage, que se
encamine á los Cerros del difunto Escolla, y de este sitio puede embiar
sus vaquéanos delante á cortar el rastro para seguirlos por él, porque
no tienen mas Cavallos que los que montan, y muchos de ellos van a
pie ó dos en un Cavallo. También dice que el numero de Indios que ha
visto, contando las familias, entre mugeres, y muchachos le parece que
se acercará á quatrocientas personas, pero también dize que no le ha
parecido son muchos los Indios puramente de Armas.
Campo de Castillos grandes 24 de oct.re de 1752."
(rúbrica de Viana)
Documento C. [6]
"Con la adjunta copia de Carta escrita por él Mre. de Campo Dn.
Manuel Domínguez en buelta de su partida, Verá V.S. no haver logrado
el fin de extinguir los Yndios que ynfestan éstas Campañas, cuia noticia
Sirva á V.S. de aviso para su yntelixencia.
Dios Guarde a V.S. m.s a.e
Montevideo ít de Diz.re de 1752
B. 1. m. de V.S. su m.or B.or
Joseph Joaq.n de Viana
(rubricado)
S.or Gov.or y Cap.n Gral Dn. Joseph de Andonaegul."
"Copla
Señor Governador.— Después de ponerme a la ob.a de V.S. paso a
participarle como me hallo en el Arroyo del Ti de buelta de haver seguido
LA G U E R R A D E LOS C H A R R Ú A S
107
la Nación minoana; culo.rrastro se encontró en lae puntas del Yl, y albardon de Ulimar donde se encontró el día 20 del pasado las tolderías que
de arcos, o rramas tenían dispuesto, culo rrastro tomó el.rrumbo para
él rio Negro, y siguiéndoles por sus mismas pisadas pasaron dho Rio
tomando por rrumbo acia las Aldeas de los Padres de la Comp.a donde
apresuré la marcha por ber si podía darles alcanze antes que se favoreciera de ellas, donde llegué a un arroyo, donde se halló alojamiento de
algunos Indios que havian quedado en su espera de los que hivamos
siguiendo donde yncorporados prosiguieron su marcha en cuio alojamiento
dejaron un cavallo muerto de la marca del S.r Marques, culos Indios
entraron por la Estancia de Yapeyú que tienen alli por abocación Santo
Ángel, pasando por otra que llaman S.n Borja, y en la de S.to Ángel
tuvieron su alojamiento primero pues de alli subieron tomando él rumbo
de Castillos; y por sus mismas pisadas bolbieron a entrar en dho Sitio
donde se dejaron su rrastro tomando para los Pueblos con estancieros
y todos, donde no halló de quien tomar lengua, pues no dejaron despojo
de haver tenido encuentro unos con otros. Solo se conoció otro Cavallo
muerto del S.r Marques en los mismos Ranchos cuios rranchos eran quinze
con su Capilla, y Junto dellos havian armado su acampamento los dhos
ludios Infieles de donde me bolbi desconsolado de no haverlos Castigado
y restaurar la Cavallada del S.r Marques pues siempre que tengan este
abrigo padeceremos continuam.te este travajo pues si huviera taavido permiso de poder entrar en Dominios ágenos huviese pasado mas adelante
hasta los Pueblos solo con el deseo de quitar ese Subsidio de por medio
y que los partidarios de V.S. salieran con luzimiento: toda la partida
hiene buena, solo algo quebrantadas las Caballadas pues vamos conservándolas por no perderlas tengo él animo de largar la gente en Santa
Lucia Saibó el parecer de V.S. y con ellos mismos retirar los Cavallos
reclutados a sus dueños ynterin aguardo la resp.ta de V.S. para executar
sus ordenes, y lo demás lo dexo hasta la vista —
Dios G.e a V.S. ra.s a.s Yi 7 de Diz.re de 1752 =
Blm.o de V.S. su mas seg.ro serv.or — Man.l Dominguez."
(rúbrica de Viana,)
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CAPITULO VIH
LA PAZ DE 1762 - 64
Resulta evidente en cuanto toca a los minuanes, que a poco
de finalizar la campaña de Domínguez ya merodeaban por las
afueras de Montevideo, debiendo movilizarse una y otra vez las
partidas armadas destinadas a perseguirlos. Pero, la documentación que hemos encontrado relativa a estas operaciones es muy
pobre, no pasando de notas aisladas y truncas que a nada conducen. Así por ejemplo, leemos en las actas del Cabildo de fecha diciembre 24 de 1753: "teniendo Prezente la Livertad con
que los Yndios í1) han Venido a Matar, y rovar a un mismo
tpo el día tres del mez Corriente que en la Costa de Santa Lucia,
y que dhos Yndios se Restituyeron a sus avitaciones Sin haverzéles Podido dar el Castigo Merecido, ni Conozido, el Cuerpo de
Yndios de donde pudieron haver sido destacados los que Vinieron
a dha Fechuría; y atendiendo, a que al Prezente están los Vecinos
trauajando en sus Cosechas, Repartidos en distintos Pagos y que
no es fácil se puedan Juntar prontamente a qualquier Novedad,
de alguna avenida de Yndios", se resuelve: "al mayor Veneficio
de dhos Vecinos, y que puedan Recojer Con su Siega sus Cosechas
teniendo en la frontera alguna Jente; para que estos Con su Vigilancia Corran la Campaña para Ymbadir qualesquiera Yntento
que dhos Yndios Pretendan;" se haga presente al comandante
de la Plaza: "Ponga la Jente que se alie precisa para dha Fontera,
Ynterin se Recoja dha Cosecha." [1 Vol. 2 pg. 394]. En otra del
23 de febrero de 1758 se dice que: "respecto de auer represen(1) Aunque los documentos no lo aclaran, parece evidente que se
trata de Indios minuanes. Recordaremos, no obstante, que los asaltos a
las estancias de Montevideo también eran realizados por guaraníes cimarrones, generalmente agavillados con bandidos de toda laya y origen, tal
como consta en actas del Cabildo, [1 vol. 3 pg. 230 y 278; vol. 4 pg. 193,
vol. 7 pg. 248].
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EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
tado el S.or Gouernador ser Conueniente que seaga una salida a
el campo a fin de Ver si se puede conseguir el ayuentar los hindios
ladrones que regularmente suelen hinuadir las histancias hinmediatas a el rio de S.ta Lusia y hurtar en ellas conuenimos en que
seaga dha salida por redundar en benefisio de los uesinos y no
teniendo esta Ciudad propios para suministrar a los cuarenta onbres que deueran hir a dha salida hemos acordado se rebaxen en
tres ó cuatro de ellos de dho Numero, y den Grasiosamente los
Viueres que sean menester como hes de hierba sal y axí y tabaco
para dha partida por el termino de cuinse días." [1 Vol. 3 pg. 16].
A veces, sin embargo, los jefes y oficiales a cargo de las partidas, remitían noticia de su encuentro con los nativos, como ésta
del teniente Gabriel de Rodas al gobernador de Montevideo, que
aún lo era José Joaquín de Viana: "Señor Govern.or. Participo á
VS. como el dia trese deste alcanze vnos Yndios de la otra Vanda
del Yy, de los. quales matamos vno, y quitamos quatro Chinas
dos tapes, y dos minuanes, y de los que se escaparon fueron á
vnos toldos q.e discurro estaban serca, pues el dia catorze a la
tarde los tube ensima queriéndome embestir haziendome morisquetas, y no me atrebi á embestirles por ser poca la Jente, y ser
ellos muchos pues los que se bieron pasaban de quarenta; y VS.
puede determinar lo mejor que le pareziere, que yo me mantengo
en la Calera hasta esperar la Orn de VS. porq.e estos Yndios han
de venir sobre las estancias por ser fuerza de Yndios y dizen las
chinas que con Muinanes, y Bojanes — Dios Gue á VS. m.s añ.s
Calera y Nov.re 15 de mil setecientos cinquenta y Ocho— Grabriel
de Rodas." [1 Vol. 3 pg. 28]. Muy pobre pues, la documentación
relativa a la guerra de los minuanes en este período histórico,
disponemos en cambio de algún material sobre el convenio de
paz que celebrara el Gobierno de Montevideo con un grupo de
caciques de aquella Nación, episodio de características singulares,
y uno de los más interesantes dentro del presente tema. Al gobernador José Joaquín de Viana, persona de criterio amplio y liberal,
distinguido por su habilidad en el trato con los nativos, se debe
la concertación de esta paz, que aunque breve, permitió a los
españoles extender su control y sus estancias hasta treinta leguas
dentro de nuestro territorio. [1 Vol. 8 pg. 57]. El 29 de marzo
de 1762, reunido el Cabildo en la Sala Capitular, comunicó Viana,
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
111
que como ya: "estaría noticioso este Ayuntamiento, havian venido á esta Ciu.d de las Campañas de afuera quatro Yndios de
Nación Minuana, con vn Casique llamado Cumandat, los quales
siendo recomheñidos del fin de su venida, aseguraban no ser otro
que el buscar en nosotros la paz, y buena armonía para con ellos,
y que les dejasen establecerse en esta Jurisdis.on". [1 Vol. 3 pg.
289]. Visto lo cual y de conformidad tanto a las Leyes de Indias
como a las ventajas de atraerse la amistad de los citados minuanes, se les hizo llamar a Sala, disponiéndose estuvieran también
presentes el maestre de campo don Manuel Domínguez y el capitán de vecinos don Juan Antonio Artigas. Y, ya en sala los cuatro
indios, el maestre de campo: "como avil en la lengua Guaraní
por entender también mui bien esta el referido Casique", (Cumandat), los invitó a tomar asiento, haciéndoles luego, y de
acuerdo con los deseos del gobernador, una serie de preguntas,
de las que resultó que todos conocían por cacique de ellos al mencionado Cumandat, el cual venía de Misiones (2), y que con riesgo
de su vida: "se havia conducido aquí á rendir la Ovediencia por
el, y Sus hijos". Enterado el Ayuntamiento, se les hizo saber que
tanto el Cabildo como el gobernador, por sí, y en nombre de la
Ciudad, les quedaban muy agradecidos por su actitud; que la Ciudad se hallaba pronta a guardar con ellos buena armonía y que
no experimentarían violencia ni extorsión de clase alguna. Agregó el cacique, que por no haber auxiliado en la guerra de las
Misiones, veíase ahora con sus hijos en total desamparo ( 3 ), y
que quedaban afuera otros varios indios que sólo esperaban su
aviso y la acogida que aquí tuvieran para venirse igualmente con
ellos. Y así sucesivamente, encarados diversos puntos y hechos los
acuerdos del caso, se les dijo: "que todo lo q.e havian Tratado
(2) Los minuanes frecuentaban mucho el territorio misionero. Ya
vimos al tratar de la campaña de Manuel Domínguez, (1751), que el
cacique Baruala se habla retirado con sus parciales "a los pueblos de
las Misione?". Parecería que estos Indios hubieran sido más dados a
pacificarse que los charrúas, y por lo general, sin perder su condición de
nómades e infieles, mantuvieron buenas relaciones coa los jesuítas.
(3) Evidentemente, al dar a entender que durante la Guerra Guaranftica no había .tomado el partido de los misioneros, Cumandat no
buscaba otra cosa que congraciarse con los españoles. Recordemos, que
a la entrevista con los indios asistieron oficiales de destacada actuación
en aquella contienda, inclusive Viana, factor preponderante en el combate del cerro Caaibaté.
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EDUARDO F. ACOSTA Y i-ARA
quedava aqui escrito y sentado para que fuese inviolable en todo
tiempo Su cumplim.to por ambas partes asi por parte de este
Govierno y Ciudad, como por parte de ellos, y que también se
les daría el Correspondiente Pasaporte para que asegurasen su
ida y Salida desta Jurisdiz.on en demanda del Paradero de su
gente. Y el S.or Gov.or los Obsequio á todos los quatro Yndios
dándoles algunas varas de Vayeta, cuchillos, y gorros colorados
en reconocimiento del buen tratamiento que devian a su Zelo,
y buena correspondencia". Terminada la entrevista regresaron
los indios a campaña, con excepción de uno de ellos llamado don
José (*), hermano del cacique Cumandat, que: "quería quedarse
en esta Ciu.d por tener aqui Su muger." [1 Vol. 3 pg. 293]. Ocho
meses tardó en regresar Cumandat, haciéndolo el 1" de diciembre
de 1762. Recibido por el Cabildo el día 2, expresó que volvía con
otros caciques a cumplir lo prometido, y preguntado por que:
"havia tardado tanto en llegar a sus Toldos, respondió que por
haver caído enfermo en el Camino, y haver hallado a los mas
De sus Yndios con biruelas." [1 Vol. 3 pg. 357]. Preguntado en
qué lugar tenía sus tolderías, respondió que en las tolderías del
Yi, y en cuanto a lo de mantenerse aquí, en el paraje que se le
señalara, contestó que efectivamente, sus intenciones eran las de
establecerse en un arroyito inmediato al Sta. Lucía. Convinieron
luego el cacique Cumandat y sus acompañantes, los caciques Cristóbal Quiritó.y José Luis Lescano, en que por no tener suficientes
cabalgaduras, sus familias vendrían poco a poco a esta Jurisdicción, saliendo en: "vn Rodeo grande en la primera Estancia que
está en S.ta Lucia, y que darían aviso luego al S.or Gov.or, y que
Tardarían Tres dias en Venir con otros dos Casiques mas que
quedaron en sus Toldos llamados Luis Lezcano, y Man.l Gómez",
a quienes harían venir para que se enterasen de la paz y buen
recibimiento que aquí tenían. Aseguraron además que procura(4) El cacique "don José", y otro llamado "Moreyras", mencionado
más adelante, deben ser loa mismos de que habláramos en el capítulo
anterior, al ocuparnos de la Guerra Guaranltica. No es extraño que varios
de estos indios tuvieran nombres cristianos, ya que muchos habrían sido
bautizados durante BUS estadías en los pueblos misioneros. En cuanto a
los apellidos españoles y portugueses, los propios indioB debían de adoptarlos voluntariamente. EB de notar, que los caciques charrúas que conoció
el sargento mayor. Benito Silva en la primera mitad del Biglo XIX, lucían
los nombreB de algunos guerreros famosos, tales como Rondeau, Leoor,
Barbacana, etc., [2 pg. 347].
MIKUAN, eegún Pernetty.
(foto-copia de un original + x ¡ , Museo de la Biblioteca
Nacional, Montevideo).
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
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rían hacer despacho a otros dos caciques, llamados Molina y Moreyras, los cuales andaban dispersos por la campaña: "exhortándoles a que Viniesen á cituarse con ellos en esta Jurisdis.on". Y a esta
altura de las cosas, acordó el Cabildo, en entendimiento con el
gobernador, que: "Teniendo pres.te las K.s Leyes de Yndias que
encargan en sumo grado la pasificas.n y modo De ir suabisando
estos Naturales hasta á nra paz, y buena armonía", se diera
buen recibimiento a dichos indios y sus familias, disponiéndose
que los tres caciques acompañados del alguacil mayor y del alcalde provincial: "recojiesen algunos bastimentos en las tiendas y
Pulperías desta Ciud.d", llendo así aviados en busca del paradero
de sus familias, quedando reservado para su regreso: "el destino
q.e se les deva asignar y las asistencias que se les aya De promediar y acudir p.a su manutens.on" [1 Vol. 3 pg. 359].
Pasado algo más de tres meses, el 10 de marzo de 1763 se
presentaron nuevamente los indios ante el Cabildo, compareciendo esta vez aparte de los ya conocidos, Cumandat, don José, don
Cristóbal y Moreyras, cuatro caciques más, a saber, "el Salteño",
don Lorenzo, don Antonio y don Manuel, los cuales excusaron a
su principal, Comiray, que por no tener caballo y: "aliarse totalm.te
a pie", había quedado en campaña, reunida su toldería con la de
don Cristóbal. [1 Vol. 3 pg. 391]. Y hechas por ambas partes las
acostumbradas protestas de amistad, oficiando de lenguaraz una
minuán llamada Petrona, radicada en Montevideo, se hizo saber
a los indios, entre otras cosas, que el gobernador haría publicar
un bando; "para q.e no fuesen obstilizados ni molestados por nadie De aqui de la Ciu.d ni aun De los nuestros de la Campaña,
para lo qual llevarían pap.l De Seguro á maior abundam.to De
mano de Su S.ria como también Viesen vna Persona a quien pudiesen nombrar por su Padrino, ó Protector De su satisfas.on y
Voluntad para q.e ablase en su defenza, bien fuese Vno de los
S.res Capitulares, v Otro cualesquiera particular todo, a fin De
q.e viniesen con la maior Vrevedad á estableserse aqui en nuestra
paz como lo estaban Ofresiendo". También se les hizo saber que
si encontraran y trajeran de la campaña algunos caballos, y que
éstos resultaran de propiedad del vecindario de la Ciudad, sus
dueños quedarían obligados a pagarles un peso por cada cabeza:
"por la Coxida en el campo", como asimismo si se tratara de
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
animales ajenos a esta Jurisdicción, ellos, los indios, vendrían a
ser considerados como sus únicos y legítimos dueños. Igualmente
se estableció que los muchachos que así lo desearan, y con el
consentimiento de sus caciques, podrían conchavarse en las estancias y chacras, en la seguridad de que el gobernador les haría
pagar por su trabajo en caso de cualquier omisión que hubiera
sobre el particular [1 Vol. 3 pg. 392], Y así, parecería que
sin más trámites, quedó sellada la paz, viniendo los minuanes
a establecerse en un lugar próximo a Montevideo, donde irrumpían casi a diario, prestando a las calles una nota por demás
pintoresca y novedosa. El benedictino Antonio José Pernetty,
distinguido naturalista adjunto a la expedición de Bougainville,
y que de paso para las Malvinas, permaneció en nuestra Ciudad
desde el 28 de diciembre de 1763 hasta el 16 de enero del 64,
tuvo oportunidad de ver varios de estos indios, sobre los que
escribió un capítulo mal titulado: "De quelques particularités
sur les Indiens du Paraguay", [4 Vol. I pg. 295]. Deducimos
por él que los minuanes, no sólo gozaban de las más amplias libertades en las calles de Montevideo, sino que, inclusive, se permitían chanzas con los paseantes, como aquella de que fue objeto
el escribano de la fragata, compañero de Pernetty. Quedan también de manifiesto, las influencias culturales que estos indios
habían recibido durante su permanencia en las Misiones, como
ser en lo idiomático, ya que aparecen hablando la lengua "du Para",
o del Paraguay, el guaraní por generalización, "mezclado con la de
los indios de las tierras circunvecinas". Otro tanto diríamos a propósito del cultivo de la mandioca y aprovechamiento de su derivado, el cazabe, tan difundido entre los guaraníes como ajeno a
los charrúa - minuanes, cuyo régimen alimenticio era esencialmente a base de carne. (Véase el apéndice N<" 2).
El convenio de paz con los minuanes puede decirse que feneció con el mandato de Viana. En efecto, el 8 de abril de 1764,
recibía el Cabildo en sesión plenaria los despachos del nuevo gobernador, don Agustín de la Rosa [1 Vol. 3 pg. 486], y éste, no
sabemos obedeciendo a qué razones o influencias, ya el 10 escribía
a Buenos Aires, al gobernador Ceballos, tres cartas que no hemos
podido localizar, pero que, por el tono de la que recibió en con-
LA. GUERRA DE LOS CHARRÚAS
US
testación, deducimos no eran muy favorables a que los indígenas
continuaran viviendo en las cercanías de Montevideo.
Dice así la carta de Ceballos:
"Señor mió— Satisfaciendo a las tres cartas de VS de 10 del
corriente que hé recivido juntas, devo decirle, que yó no hé dado
permiso alguno para que los Infieles se pongan, ni menos permanezcan en los parajes que VS me expresa, antes su antecesor se
há portado en esto con tanta independenzia, que ni aun noticia
me há dado de ello, en cuio supuesto podrá VS hablando antes
reservadamente con el Maestre de Campo D.n Man.l Domínguez,
tomar las providenzias que Juzgare mas acertadas, ya sea para
intimarles q.e se alegen de esas Fronteras, ó para señalarles algún
paraje distante de ellas, donde sin hacer daño a las Estancias
puedan subsistir- (
)
Quedo a la ovediencia de VS con todo afecto, y con el mismo ruego
á nro Señor gue su vida m.s a.s Buenosayres 14 de abril de 1764.
Blm.o de VS
su mas afecto ser.or
D.n Pedro de Ceballos
(rubricado)
S. D. Agustín de la Roza" [3].
Siguiendo las indicaciones de Ceballos, de la Rosa debe haber
hecho sus consultas con Domínguez, y éste a su vez con los caciques minuanes, llegando a un acuerdo por el que la indiada se
retiraría a campaña luego de recibir algunos presentes. Asi las
cosas hasta la reunión del Cabildo de fecha 4 de mayo, en la que
se planteó el alejamiento de los indígenas como asunto de interés
general. Leemos en el acta de la fecha: "propuso su Señoría" (de
la Rosa), "lo primero, que hallándose la Iglesia Matriz de esta
ciudad en el arruinado estado que se ve, en un infeliz estado de
indecencia y lo que es más estar deteriorado y próximo a arruinarse su edificio o parte de pared de aquel mismo Templo, si con
tiempo no se hecha mano a remediar este inconveniente", etc., etc.,
"y porque debe ser de la primera atención de esta Ciudad y Vecindario el esforzarse con su católico y pió Zelo, a poner, los conducentes medios que conduzcan a reparar, y remediar en lo posible
así la ruina en que de un día a otro se teme sobrevenga al sobre-
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EDUARDO F. AGOSTA Y LARA
dicho Templo, como también subvenir en lo posible a su compostura y aderezo, a este intento se tuvo por conveniente, el que en
el Cabildo abierto, con asistencia del dicho Gobernador y sus individuos Capitulares y de los curas párrocos de esta misma ciudad
con los principales ciudadanos de ella y todo el demás restante
número de Personas así vecinos como forasteros que residen en
ella, para que enterándoles del estado lastimoso en que exhiste
como va referido el expresado Templo o Iglesia Matriz se conmuevan voluntariamente a dar de limosna lo que cada uno quiera a propia discresion para bien de concurrir a fomentar el reparo y posible
compostura y arreglo de dicho Santo Templo", etc., etc. Y aquí viene lo de los indios: "al mismo tiempo por acuerdo de este mismo
Cabildo con insitativa del dicho Señor Gobernador se hizo presente
a todo el vecindario y forasteros como se tiene dispuesto, captando
la maior quietud, paz y sosiego de esta Ciudad y su Jurisdicción
que los Indios de la Nación Minuana que vajo de paz permanecen
en ella, se les haga retirar á abitar y situarse en el Rio nombrado
de San Francisco (s) en esta misma Jurisdicción y deseando que
se perpetué quanto es a nuestra parte la tolerancia posible, a
fin de que en quanto permita los medios prudentes y Justificados,
se sohstenga, y Heve en conservación la paz y buena armonía
en que permanecen dichos Indios, para esto se hallaba por conveniente el poner a la consideración de todos los expresados concurrentes, el que por el mismo Orden y método voluntario ofrecieren graciosamente lo que tuviesen por conveniente; de cuya
manera se hizo el ofrecimiento siguiente. Don Pedro de Barrenechea, ofreció dos pesos de limosna para la Iglesia y un peso
para el arbitrio de los Indios. Don Marcos Velazquez, ofreció
quatro pesos para la Iglesia y dos pesos para los Indios", etc.,
etc. [1 Vol. 4 pág. 20], Se suceden los donativos hasta totalizar
sumas apreciables para ambas partes, quedando finalmente nombrados para recaudar y distribuir estas limosnas don Francisco
de Gorriti, don Juan de Achucarro y don Jaime Soler. [1 Vol.
(5) Puede ser el arroyo San Francisco, afínente del IUescas, en
el Dpto. de Florida, o su homónimo, afluente del Campanero, en el Dpto.
de Lavalleja. Nos inclinamos a pensar que se trate del último, bien conocido de los montevideanos a partir de 1747, afio en que Manuel Domínguez descubrió en sus inmediaciones: "evidentes Indicios de metales de
oro", [6 pg. 113].
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
117
4 pág. 31]. Pero los minuanes no percibieron ni un céntimo de
estos donativos. Algo ocurrió, porque en paz y amistad como estaban, se retiraron inesperadamente a campaña, actitud que pudo
responder a una intimación de desalojo, o en vía de los hechos
a un verdadero desalojo a culatazos. ¿Es que al hacerse el recuento de los donativos se advirtió que era mucho lo que les
correspondía, y a espaldas del Cabildo y de la población se decidió
alejarlos por medio de la violencia? Como quiera que aea, al
reunirse el Cabildo el 19 de mayo: "se tubo pres.te y resolvió
por este Ayuntam.to y con allanam.to y veneplacito del dho S.or
Gov.or que respecto a que parece que se han retirado á las Campañas desiertas distantes de las estanz.s de esta Jurisdiz.on los Indios
de la naz.on Minuana con presumpcion de q.e se ban á vivir retirados de aqui, por esto se tubo por conviente, y desde luego
se resolvió como ba referido que él ofresimiento hecho por los
Individuos deste Vesindario, y Forasteros, á favor de dhos Indios
se aplique desde luego á favor de la particular obra de la dha
Iglecia Matris de esta Ciu-d." [1 Vol. 7 pg. 12]. Transcurrieron
junio y julio sin que se volviera a hablar de los indios, hasta que
a fines de agosto cundió la noticia de que regresaban en son de
guerra. La conmoción debe de haber sido grande, tanto como
para que de la Rosa publicara el siguiente bando:
"D.n Agustín de la Roza Queipo de Llanos y cien fuegos,
Coronel de los R.s Ex.tos de S.M.R. Gov.or Político y Militar y
Juez de Arrivadas de esta Ciu.d de S.n Ph.e de Montevideo y
su Jurisdis.on. Por quanto por representas.on que me acaba de
haser él nt.re Cav.do de esta Ciu.d, demás de otros particulares
avisos con q.e me alio; estoy enterado del temor y reselo que se
tiene no desnudo de convincentes fundamentos sobre q.e los Indios
de la Nación Minuan que se alian en esta Jurisdis.on y Desiertas
Campañas, Asalten de vna hora á otra á nuestros avitantes de
los pagos de afuera, causando en ellos y sus hasiendas lamentables obstilidades lo q.e en qualq.er modo subcedido me seria sencibilissimo así por la obligación de mi empleo, como por la veras
con q.e amo y me conduelo de qualesq.ra subceso opuesto á quaIesquiera de los individuos deste Vesindario, y foráneos: Por
tanto proveyendo del mas prompto Remedio a q.e se repare en
lo posible aquel temido amago: Hago saver a todos los vesinos,
118
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
estantes, y avitantes de esta Ciu.d, y su Jurisdis.on que luego
que oygan disparar dos Cañonazos en la R.l Ciudadela de esta
Plaza en su baluarte que mira a la parte de la campaña, ocurran
todos luego, pertrechados con sus Armas, y Cavallos (lo que
desde aora tendrán dispuesto, y preparado) a la Guardia nombrada de Pintado en la Frontera de esta Jurisdis.on Pena de q.e á
qualesquiera Vesino, ó Forastero de dentro, y fuera de esta Ciu.d
que contraviniere á este mandato, se le extraerá la multa de veinticinco pesos, que aplico p.a fomento de Ramo de guerra a Veneficio de qualesq.ra salida, v otro refuerzo de gente que se ofrezca
haser sobre el prevenido asumpto. I para q.e llegue á Noticia de
todos, mando publicar este Vando en la forma acostumbrada.
Fho. en esta refer.da ciu.d de Montevideo á veintinueve de Agosto
de milsetes.tos sesenta y quatro; y lo firmé, y actué con los tgos
subscriptos de mi asistencia a falta de SS.no y en este papel
común q.e se vza por R.l mrz.d.
D.n Agnstin de la Roza
(rubricado)
ttgo. Nicolás de Zamora
(rubricado)
ttgo. Pedro Pasq.I Hidalgo" [6]
(rubricado)
Y en concordancia, durante la reunión del Cabildo de fecha 3
de setiembre fue tratado lo siguiente: "teniéndose pres.te la necessidad q.e tiene la Guardia de la Frontera desta Jurisdiz.on nombrada de S.n Juan Baptista, de vna Fortaleza por la q.e se sobstenga en alguna guarda, y Defensa la gente q.e se alia en ella,
maiorm.te en el tiempo actual en q.e se releban enemigos los indios
Infieles de la Nación Minuana q.e se han retirado a la Campaña,
y que sobre esto es necessario proveer del Correspondiente remedio á fortificar aquella guardia con la vrevedad posible á q.e esté
la gente de ella á cubierto de cualesq.ra imbasion ó asalto q.e
contra ella intenten los dhos enemigos, por ello con todos votos,
acordó este Cav.do aviendo oydo sobre la materia al Mre de campo
D. Man.l Domínguez, y a los Capitanes D. Manuel Duran, y D.
Marcos Velazquez (que están pres.tes) el q.e luego se ponga en
efecto vn Fuerte en la dha guardia hecho de palo a pique, y con
alguna forma de parapeto con que á cubierto en el puedan los
nros haser fuego en cualesq.ra imbacion." [1 Vol. 7 pg. 20].
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
119
Finalmente el 13 de setiembre se resuelve, y de acuerdo con las
opiniones de Manuel Domínguez y de los capitanes Manuel Duran y Marcos Velazquez, levantar el fortín: "á distancia de vna
legua de la Guardia de Pintado adelante, en la Cuchilla empinada
q.e ay en aquel sitio de donde se descubren, y pueden observarse
con facilidad qualesq.ra Avenida de enemigos, tanto por la Costa
del mismo Arroyo de Pintado, como por la de Santa Lucia; a que
se agrega el encontrarse en este paraje agua permanente por
medio del Arroyo q.e corre a su pie." [1 Vol. 7 pg. 23]. Y aquí
perdemos el rastro del asunto, no habiendo podido aclarar si llegó
a consumarse el asalto minuán contra los "avitantes de los pagos
de afuera". Lo más probable es que alguna comisión encabezada
por Domínguez haya salido a parlamentar con loa caciques, logrando atraerlos nuevamente a la paz y sosiego anteriores.
BIBLIOGRAFÍA
1)
2)
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6)
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Vol. I, N» 4 y 5. Montevideo, 1937.
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ANTONIO J. PERNETTT. — Histoire d'un Voyage aui isles M&louines, fait en 1763 - 1764. Vol. I y II. París 1770.
FLORENCIA FAJARDO TERAN. — Historia de la ciudad de Minas.
Boletín Histórico del Estado Mayor del Ejército, (N* 75-76), Montevideo, 1958.
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, MONTEVIDEO. — Caja Colonial 12, Carpeta 3.
CAPITULO IX
LOS EPISODIOS DE OCTUBRE DE 1766 Y MARZO DE 1773
La ordenación y estudio de los hechos bélicos ocurridos entre
minuanes y montevideanos, y en general entre charrúas y españoles es tarea por demás engorrosa. Y ocurre esto, en parte por
la falta de documentos, y en parte por que, exceptuando aquellas
oportunidades en que los portugueses incitaban a la indiada contra los establecimientos españoles, las hostilidades carecían de
antecedentes políticos, plan, y consecuencias que puedan estudiarse ordenadamente. Conocemos sin embargo el origen de dOB
episodios, ocurrido uno en octubre de 1766 y otro en marzo de
1773. Del primero, consta en el acta del Cabildo de fecha 23 de
octubre de aquel año, que el gobernador don Agustín de la Rosa
pidió se le elevara el informe de los sres. alcalde de segundo voto
y provincial, don Joaquín de Vedia y don Antonio Camejo, a quienes se había comisionado en la estancia de los jesuítas, en la
Calera, para: "averiguar y esclarecer el hecho de Insulto, ó obatilidad acaesida en el Puesto de afuera de dha Estancia, el día onse
del corr.te mes, por los Indios Infieles que Vagan por esta Campaña según noticia y aviso que desde dha Calera embió á dar por
medio de carta el M.R.P. Ignacio Perera Sup.or de la Residencia
de dha comp.a de Jhs." [1 Vol. 7 pg. 119]. El informe debidamente ratificado por los testigos fue dado a conocer por don
Juan de Achucarro, alcalde de primer voto, recién el 20 de diciembre, expresando el mencionado alcalde: "Que dicho alboroto, fue
ocacionado de la vevida del aguardiente según consta de dha Inf ormaz.on que en dicha estancia y puesto ha ávido siempre de venta,
el qual los insitó a los Indios á haser la corta demostraz.on aunq.e
bien ponderada, y ruidosa; que es publico, y notorio que hizo
mover y poner sobre las armas á toda la Guarniz.on de esta
Plaza, vesindario y forasteros como a subcedido en otras ocacio-
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EDUARDO P. ACOSTA Y LARA
nes con motivos ligeros, é insultos supuestos por los dhos R.R.P.P.
atribuyéndolo esto a la suma adversión y deseos que siempre han
manifestando dhos R.R de la total extinsion de los Indios de la
Nación Minuana (cuya conservación me parece es conveniente),
sin que yo aya podido alcanzar el fin a que se dirige este empeño
que solo dhos Padres han tomado a su cargo, pues aunq.e ay otras
hasiendas de Vecinos particulares en parages mas avanzados a
la Campaña, y que los puestos avanzados de dhos Padres, están
muí estendidos de los Verdaderos linderos vajo de los quales
fueles hecha la gracia y a la que precisamente devían reducirse, o
reducirlos por mandato superior no se ha quejado otro algún Vezino de ninguna estorcion (que yo lo sepa) que dichos Indios le
aiga hecho antes bien han ayudado en algunas faenas por la
corta gratificaz.on de vn pedazo de carne, una poca de Yerba." [1
Vol. 7 pg. 129]. Atento a las conclusiones de los cabildantes, el
gobernador de la Rosa les envió una carta el día 22 de diciembre,
en la que expresaba: "viéndome precisado á tomar Varias providencias consernientes al bien publico, es necesario que V.S. me
informe cathegoricam.te en el dia, y con la maior vrevedad, sobre
lo siguiente= Si se devera privar que en los campos de esta
Jurisdiz.on no haya [sic] Pulperías publicas, ni se vendan
aguard.te ni otras vevidas, principalm.te a los Indios." A lo que se
expidió el Cabildo, contestando: "Que no conviene aya Pulperías
publicas ni se venda aguard.te ni otra vevida en los campos de esta
Jurisdiz.on". [1 Vol. 7 pg. 135].
El segundo episodio que también recogemos del Libro de
Actas del Cabildo, debe haber ocurrido en los primeros días de
marzo de 1773. En el acuerdo celebrado el día 11 de dicho mes
y presidiendo el gobernador don Joaquín del Pino, se leyó una
carta dirigida al maestre de campo don Manuel Domínguez, allí
presente, y en la que el capitán de milicias y juez comisionado
de la campaña, don Ángel de los Llanos, le notificaba desde el
Santa Lucía: "q.e por Valentín Roa, y otros delinquentes se
abia estos dias pas.dos executado el culpable exceso De atropellar
a los Indios Minoanes, De donde resultó matar á vna china y erir
algunos Indios, según le informan; por cuyo motivo se fueron
los Indios dejando los toldos parados, los q.e dice vio el dho Comicionado, como á la china muerta. Que de la huida De los dhos In-
LA GUERRA DE LOS C H A K K Ú A S
123
dios, se quedó vno en el Monte con la muger, cuyo indio remitía al
dho Mre De Campo, menos la china hasta que por este Cav.do se
determinase lo mas conveniente". Informaba también el comisionado, que por nota que le enviara Manuel Cevallos, dependiente
de las estancias de don Melchor de Viana, estaba al tanto de que
la peonada que don Cristóbal de Castro Callorda tiene en la otra
banda del Yi, había dado: "vn choque a dhos Indios matando algunos, y entre ellos al Cazique Castellano". [1 Vol. 8 pg. 381]. Con
estos antecedentes acordó el Cabildo se aprontara y despachara
un piquete de cincuenta hombres bajo el comando del capitán de
milicias don Fernando Rodríguez, para que trasladándose a campaña, averiguara sumariamente la realidad y fundamento de los
hechos. En ese ínterin, y como consta en actas del 15 de marzo,
compareció ante el Cabildo Juan Carlos Salinas, peón que estaba
trabajando con las tropas de Castro Callorda en la costa del río
Negro, y que manifestó lo siguiente: "q.e haviendo pas.do por las
inmediación.s del dho paraxe los sitados Indios, Minuan.s estos
avanzaron a la Cavallada de dhos travajador.s arreándoselos, por
lo q.e acudieron á pedir Socorro a la Otra tropa Del mismo Callorda de donde salieron de dha prim.a tropa ocho hombres alcanzando
estos a los dhos Indios, haciéndose estos fuertes en defender los
Cavallos q.e havian quitado, por esto, y reconociéndose los nuestros pocos en numero, acudieron a la dha seg.da tropa de Callorda
en donde reforzandose De mas gente hasta num.o De veinte y tres
salieron nuevam.te en seguim.to de dhos Indios a los quales alcanzándolos en el dho Rio Negro, consiguieron los nuestros el quitar
a los dhos Indios los cavallos q.e les llevaban, y aun algunos de
los prop.s Indios y sin q.e p.a esto tubiesen encuentro alg.o ni
fuese necess.o vsar, ni valerse De las armas De vna, ni otra parte,
y por consig.te no haver havido herido ni muerto alguno De q.e
es visto fue según esta noticia vaga, é insierta la comunicada por
d.n Juan Ang.l De Llanos, De q.e la gente Del dho Callorda avia
tenido choque con dhos Indios matando a algun.s y entre ellos
al Casiq.e Castellano". [1 Vol. 8 pg. 384]. Visto lo que antecede,
y escuchada la opinión del maestre de campo, el Cabildo deliberó
y acordó que el capitán. Rodríguez con diez o doce hombres saliera
en busca de don Bernardo, cacique de los referidos indios, a quien
entregaría una carta del gobernador, procurando además parla-
124
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
mentar con ellos, asegurándoles paz y buena armonía y darles la
certeza de que: "el exceso ocacionado en la pres.te ocas.n en perjuicio De los suyos» a sido solo efecto del desordenado proceder
De dos, o tres De los nuestros, hombres delinquentes a quien.s se
hace toda dilig.a de aprehenderlos p.a su condigno castigo, a fin
De q.e por medio De estas, v otras semejantes exprecion.s inducir
a los dhos Indios a q.e vajen a esta Ciu.d p.a q.e conseguido esto,
se les asegure en lo mismo por parte Del S.or Gov.or y este
Cav.do". De todo lo cual: "inteligenciado el referido D.n Fernando
Jph. Rodrig.z ofreció practicar De su p.te con la m.or eficacia
esta düig.a y comisión con la m.r posible vrev.d". También se
acordó que de las dos partidas que habrían de salir a campaña a
cumplir patrulla] es de rutina, una se encaminara a la estancia de
Melchor de Viana y de allí fuera hasta el Yi, a fin de indagar
entre la gente de Callorda la veracidad de las declaraciones de
Salinas. [1 Vol. 8 pg. 386].
Hasta aquí lo que hemos encontrado en las actas del Cabildo
sobre estos dos episodios. Agregaremos, que han fracasado nuestros intentos en el sentido de localizar las cartas que se mencionan en ellas, como ser la del R.F. Ignacio Perera, cuya lectura
podría habernos proporcionado detalles de verdadero interés
documental.
Incluímos en la presente sección, carta de Félix de la Roza
al marqués de Loreto, relativa a un incidente entre minuanes y
tapes del pueblo de San Nicolás, en 1786.
Documento A. [2]
"Eimo. Señor
El Subteniente Don Josepb, Bolaños, se a retirado ayer del Campo
abiendo permanecido de Partida, quarenta y dos dias, sin aberle ocurrido
mas nobedad que el allasgo, de multitud de Reses muertas, en el Arroyo
Piral (*), lo que le obligo, á continuar sus Marchas por el rastro, asta
que consiguió alcanzar, una Baqueria, que iba causando aquel estrago, y
pertenecía al Pueblo de San Nicolás, compuesta de cien Indios, con cinQuenta Chinas, y mas de otros tantos Parbulos: tenían ya grande cantidad
de Ganado sujeto, y más de nobenta Bacas muertas en la immedicion
de el Rodeo, sin sacar de ellas mas utilidad que la Grasa, ó Sebo y esto no
(1) Piray, afluente del río Negro, al norte de Aceguá, en territorio
brasileño.
LA G U E R R A D E LOS C H A R R Ú A S
125
de todas: este desorden obligo al Comandante de la Partida llamase al
Jefe de la Saquería Intimándole contubiese, & su Jente, y mirase las
funestas resultas, que, causarla en los Campos, y Ganados á cuya Insinuación nada contexto, pero se conoció abia ecbo algún efecto pues al siguiente dia no fue tanta la mortandad, de Reses, aunque permanecerían bien
poco en este arreglo pues separada la Partida conceptuó continuarían
como acostumbran. El Jefe ó Correjldor que mandaba la Baqueria dio
parte, al oficial, q.e los Mlnuanes, les ablan robado, la Yerba Mate, Lienzo,
y tabaco, y que también, les ablan quitado la Caballada, pero que continuas suppllcas, la bolbieron desconfiando, el Correjidor y demás tapes,
que deretirada á su Pueblo, repitan el propio echo y les lleben también
el Ganado, que conduzen.
Nuestro S.or guarde á V. E. muchos años.
Paso del Rey 13 de Marzo de 1786
Señor
B.L.M. de V.E.
BU mas at-o sub.to
Félix de la Boza
(rubricado)
Exmo. Señor Marques de Loreto."
BIBLIOGRAFÍA
1)
2)
ACUERDOS DEL CABILDO. — En "Revista del Archivo General
Administrativo". Vol. I y siguientes. Montevideo, 188S.
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Legajo
varios N? 2. 1736- 1809. S 9 - C 8 - A B - N ' 8.
CAPITULO X
LAS VAQUERÍAS DE DN. MANUEL DEL CERRO SAENZ
Con el alejamiento de los jesuítas, (1767), se inició el derrumbe de los Pueblos Misioneros. Sin la disciplina impuesta por
aquellos religiosos y dilapidadas las reservas económicas reunidas
durante su administración, pronto se esfumó la fuerza militar
y política de que tanto se había valido la Corona Española. Envueltos en la bancarrota general y procurando sobrevivir a sus
males, los habitantes del pueblo correntino de Yapeyú, cuyas dependencias incluían vastos campos en los hoy departamentos de
Artigas, Salto, Paysandú y Tacuarembó [1, mapa, pg. 2-3], obtuvieron del virrey Meló de Portugal, y merced a gestiones del administrador de los Pueblos, Manuel del Cerro Sáenz, concesión para
faenar ganados en los campos lindantes con sus estancias, ya que
los robos, el derroche y la imprevisión, habían acabado por extinguir toda la hacienda propia. En carta de setiembre 28 de 1795,
del Cerro planteaba al virrey la situación precaria por que atravesaban los pueblos a su cargo, recalcando que la miseria se
acentuaba en el pueblo de Yapeyú, cuyos ganados habían sido
repetidamente robados: "con biolencia tiránica" por los "Ladrones de ganados mas conocidos con el nre. de Changadores". Y
agregaba luego de otras consideraciones: "Este Pueblo de Yapeyu
q.e en otro tpo. floreció con sus aciendas de ganados oy se be
en el abatimiento esplicado lleno de Deudas y sin Créditos p.a
con ninguno otro de estas Misiones". [2]. Consultado el fiscal
protector de naturales, atento a la exposición de del Cerro y a
su pedido de arbitrios, se expidió indicando la conveniencia de que
con tropas adecuadas se persiguieran y exterminaran los changadores de aquellas comarcas, como que asimismo, y vista la
indigencia del pueblo de Yapeyú, se establecieran algunas faenas
de cueros en su favor [2]. Oportunamente y entendemos que a
128
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
pedido del virrey, del Cerro especificó los parajes en que habrían
de realizarse las faenas, y que serían: "los Arroyos Pirai Solis
y Caraguatá q.e corren a él leste y fondos de las estancias del
Pueblo de Yapeyu". [2]. El desarrollo de estos trabajos determinó
que fueran aprehendidos un cierto número de charrúas y minuanes, produciéndose más adelante un levantamiento general de
dichos indios, los que finalmente fueron reducidos por el comanmante de Yapeyú, teniente coronel Francisco Rodrigo. Terminaremos diciendo que, analizada a fondo, la concesión de Meló de
Portugal se nos hace muy sospechosa de turbio negociado, tendiente más bien a llenar las arcas de Cerro Sáenz que a palear
la miseria de los indígenas yapeyuanos. "Arbore dejecta quivis
ligna colligü".
DOCUMENTOS
A)
Copia de una carta del virrey Meto de Portugal a Cerro
Sáenz, indicándole las normas por las que habrá de regirse
en el establecimiento de las vaquerías. Buenos Aires, febrero
15 de 1796.
B) Recibo dado por Félix Bacuare, comandante de la partida
destinada a auxiliar la expedición de Cerro Sáenz, y en el
que certifica habérsele entregado quinientos sesenta cartuchos y doscientas diez piedras de chispa. Yapeyú, marzo
15 de Í796.
C) Copia de una carta de Meló de Portugal a Cerro Sáenz,
ordenándole remitir a Buenos Aires los indígenas aprehendió
dos. Buenos Aires, octubre 11 de 1796.
D) Copia de una carta de Cerro Sáenz a Meló de Portugal anunciando el envío de dichos indígenas. (San José del Uruguay ?), octubre 25 de 1796.
E) Notas sobre otras remesas de indios.
F) Carta de Benito de la Matta Linares al virrey Olaguer y
Feliú (*), sobre la reclamación de María del Carmen Mármol, quien se hallaba a cargo de una charrúa o minuán,
(1) Helo de Portugal Habla fallecido en Pando, Canelones, el 15
de abril de 1797, cuando realizaba un viaje a Maldonado. El cargo de
virrey fue ocupado por Antonio Olaguer y Feliú, hasta entonces gobernador de Montevideo. [4 Vol. 2 pg. 315].
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
G)
H)
I )
J )
K)
129
posiblemente de las remitidas por Cerro Saenz. Buenos, Aires,
setiembre 12 de 1797.
Nota de Jorge Pacheco a Olaguer y Feliú, sobre la remisión
de varias charrúas y minuanes que apresara en las vaque'
rías de Cerro Saenz. San José del Uruguay, setiembre 26
de 1797.
Nota de Pascual Ibañez (?) a Olaguer y Feliú sobre la>s
mismas prisioneras. Buenos Aires, octubre 5 de 1797.
Carta de Bernardo Suarez a Olaguer y Feliú (?), dándole
cuenta de las depredaciones cometidas por la gente de Cerro
Saenz contra los charrúas, minuanes y misioneros. Arroyo
de la Virgen, diciembre 27 de 1797.
Carta de Félix de Azara a Olaguer y Feliú sobre hostilidades de los minuanes. Cerro Largo, diciembre 23 de 1797.
. Carta de Azara a Feliú sobre el mismo tema. Cerro Largo,
febrero 11 de 1798.
Documento A. [2]
"En bista del Espediente seguido a consecuencia de solicitud de V.m DlrlJtda a q.e se i-restablezcan las faenas de Cueros para el fomento del
Pueblo de Yapeyu, he rresuelto q.e se ejecuten bajo la Dlrecion de V.m.
e ymediata Dependencia de este Superior Gobierno y con conocim.to e
ynterbencion del S.r fiscal Protector, en las Costas é ymediaciones de los
Arroyos. Píray Solls y Caraguatá y otros parajes q.e sean precisam.te
nonprendidos en el Destrlto del mismo Pueblo situándolas y asiendo las
correrlas de modo q.e aga recostar el Ganado p.a dentro de la frontera
y al centro de las Estancias a fin de q.e se sujete a rodeo el q.e sea
dable y no matando mas de los toros q.e se separen del Enbraje Culos
Cueros beneficiados q.e sean ande hirse conduciendo al puerto mas ymediato
del Rio Uruguay y de el desta Capital p.a q.e se bendan al precio q.e
sea Dable sobre culo Liquido producto reportara con un ocho por ciento
p.r el Cuidado y trabajo de esta Comisión q.e es distinta y separada de
la Adm.n gral. q.e obtiene.
Estas faenas no deben enbarazar las Baquerias q.e en tpo. oportuno
necesitan ácer p.a su subsistencia los naturales del mismo Pueblo, antes
bien deberá V.m. ausillarles p.a ellas con precedente ablso q.e al efecto
se le de, para q.e poniéndose de acuerdo gire desde el punto q.e considere
mas conducente á acercar el ganado a sus propias Estancias.
Este acuerdo p.a las Baquerias debe ser tanbien Estensibo a qualesquiera otros Pueblos a fin q.e se consiga la utilidad de ellas sin per-
130
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
juicio de las faenas Espresadas. Para q.e estas puedan Berificarse con
facilidad y sin Riesgo de las Inbaciones q.e pudieran yntentar los Changadores Contrabandistas y Gauderios é comisionado al Cap.n de milicias
de Caballería D.n[D]om.o de Igarzabal con una Partida honbres de tropa
p.a q.e persiga tales lentes y deje así Libres los Canpos en q.e deban
practicarse ygualmente q.e el transito de los Puertos a q.e ayan de conducirse los Cueros q.e se beneficien en ellos: Y admas prebengo en las
adjuntas ordenes abirtortas al teniente Gobernador de Yapeyu y Comand.
Multares de los Pueblos de s.to Dom.o Soriano y Concep.on del Uruguay
q.e tranqueen á V.m. los auslllos necesarios y Cele sobre qualesqulera
Personas Sospechosas q.e se refujien a aquellos Distritos ynpidiendo asi
q.e se reúnan en crecido numero y puedan realizar alguna ydea opuesta
al progreso de dhas faenas.
V.m. LJebara de esta Cap.l honbres de tropa y los mantendrá a su
Disposic.D asta q.e queden entabladas con cuio auBilio reconocerá los
Puertos del Urugual y demás Parajes sospechozoB en q.e se faenan é
Enbarcan Clandestlnam.te Cueros y lograda la aprensión de ellos Los
remitirá a mi Disposic.n para ordenar su benta y la aplicac.n de su Producto
Conforme a lo jeneralm.te resuelto y obserbado. Igualm.te aprenderá
y remitirá V.m. qualesquiera efectos o especies de Contrabando si se
le presentase ocacion, en cuio Producto tanbien tendrá V.m. y los demás
aprensores la parte corresp.dte q.e señalan las R.s ord.ns e ynstruciones
Espedidas sobre la aplicac.n de los Comisos.
Asimismo cuidara V.m. de ynponerse de los Indibiduos q.e Be ayan
situado por aquellos Campos sin permiso de esta Superioridad y talbez
con objeto de fomentar el Clandestino Comercio de CuerOB y efectos
dándome Ynstruidam.te Cuenta de ello p.a deliberar lo Correspond.te
sobre Su separac.n de los mismos Parajes.
Los Indios Charrúas q.e abitan por aquellos Parajes nos son muí
perjudiciales asi por las ostilldades q.e nos ácen quando se consideran
con superio.r fuerza no obstante la buena fe ofrecida como por lo q.e
yocitan a la Deserción a los Guaranis y tapeB reducidos: por lo qual
procurara V.m. moberlos a q.e se reduzcan ygualmente dándome Cu.ta
de las resultas p.a las probidencias q.e conbengan:
Dios g.e a V.m. m.s años B.os Ay.s 15 de f.ro de 1796—
Pedro Meló de Portugal= A D.n Man.l del Cerro Saenz".
Documento B. [3]
"Digo yo Felis Bacuare, Comandante de la partida de Betenta hombres, que se destinaron para auxiliar a Don Manuel del Cerro, contra los
Infieles en BU Expedición, y examen de los Campos donde cómodamente
podía establecer las faenas de Cueros, que actualmente están a su Cuidado,
que é recibido del Correxidor, Carildo y Administrador del Pueblo de
LA. GUERRA DE LOS CHARRÚAS
131
Yapeyu Qalnientoa sesenta Cartuchos; y doscientas diez piedras de Chispas
7 para su legitima comprobación, 7 constancia lo firmó en el nominado
Pueblo da Yapeyn, a 15 de Mano de 1796.
Pella Bacoare
(rubricado)
Son 560 Cartuchos
7 210 Piedras".
Documento C. [2]
"Evacuado p.r el S.r fiscal Protector Oral, de Naturales la bista dada
a los dos oficios de V.m. de 1S de Ag.to 7 13 de St.re últimos en q.e
Consulta el destino q.e darla a los Indios MlnuaneB y Charrúas q.e abla
haprendido, he resuelto en su Conformidad q.a se trasladen á esta Capital
desde ese Puerto de S.n Joset (2) 7 en su Consecuencia Despacho a D.n
Miguel BezareB con Qulnze honbres de tropa a recibirlos 7 conducirlos en
los Barcos de esos Pueblos ó en los términos q.e la presencia de las circunstancias le Dicten mas conbeniente lo q.e prebengo a V.m. p.a q.e Cumpla, 7 ausllie p.r Su parte esta dlsposic.n Encargándole Iglmen.te q.e q.do
Buenamente pueda procure hir aprendiendo tales ínfleles p.a alejarlos asimismo de esa Banda donde son tan Perjudiciales:
Dios g.e a V.m. m.s años B.os A7-ra — 11 de O.re de 1796.
Pedro Meló Portugal= A D.n Man.l del Cerro Saenz".
Documento D. [2]
"En birtnd del Espediente q.e V.E. mando formar Con blata del S.r
fiscal de los dos oficios q.e pase a esa Superioridad dando Cuenta del
numero de Infieles que tenia aprendidos Sea dignado determinar pasen a
esa Capital 7 q.e p.a el efecto Despacha V.E. a D.n Miguel Bezares con
15 Indlbiduos de tropa p.a q.e se reciba de ellos a q.n tengo entregados
solos 14 Barones de los grandes 35 mujeres con 23 hijos 7 31 yjas 27
mujeres mas solteras de todas edades como tanbien 23 muchachos de
6 a 14 años q.e por ultimo e podido conservar mediante a q.e el dia 14
a las 12 de la noche se Sublebar.n todos abiendo logrado escaparse 35
BaroneB grandes ocho mujeres 7 6 hijos q.e [. . .] dable su aprensión p.r
q.tOB medios pude aliar 7a del Rigor 7a de la vijllancia, los Paisanos q.e
7a no podían sufrir tanta fatiga procuraban ebltar el trabajo con la
ausencia de algunos de los IndioB guáranla q.e [echaban la Carga de las
(2) San José del Uruguay, población que se levantaba en la margen
oriental del rio Uruguay, al norte de Paysandú, próxima al arroyo Malo.
1S2
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
espaldas?] teniendo en poco el mérito q.e contrahian He ausiliado dtao
enbarque asta ponerlos abordo de las Lanchas de D.n Manuel Barquín
y de Sebastian Marx para q.e caminen a esa Capital quedando con el
cuidado de hir recociendo q.tos sea posible p.a ebltar tantos perjuicios
como causan en estos Canpos cuia operac.n medito a fin de etretener
muchos ociosos q.e Be alian en estas ymediaciones lo q.e participo a V.E.
p.a su gobierno. Asi mismo tenso entregado a dbo Bezares el cautibo
Llamado Reymundo Robles natural de Monteb.o —
N.ro S.r g.e V.E. Muchos afioB O.re 25 de 1796".
Documento E. [2]
"Eimo. Señor
A bordo de la Lancha de Sebastian Marz remito a disposición de
V.E. quatro chinas grandes con seys hijos' he y jas no abiendo podido
concluir la remesa de las Cinquenta q.e tengo dado Cu.ta á esa Superioridad por aberseme escusado D.n Manuel Barquín, no obstante lo podía
acer Sobre la Cub.ta. .
N.ro Señor Gue a V.E. m.B a.s Henero 19 de 1797.
Ex. nao Señor
Manuel del Cerro Saenz
(rubricado)
Ex.mo S.or Virrey D.n Pedro Meló de Portugal."
"Llegaron las 4 Chinas yníieles con sus hijos e hijas de q.e trata
el oficio de V.m. de 19 del Corr.te y por lo q.e ase a las restantes q.e por
falta de oportunidad no a podido V.m. remitir, prebengo a V.m. no omita
aprobechar las ocasiones de Barcos prefiriendo los de los PueblosDios g.e a V.m. m.B años B.OB Ays 28 de H.ro de 1797.
P. M. de P.l a D. M. del C. S."
"E. S.
H.ro 19/97 Abordo de la lancha de Juan Bautista Remito a disposlc.n
de V.E. tres chinas grandes con 8 hijos e y jas pertenecientes a las 50 q.e
tengo dado cuenta anterirm.te a esa Superioridad
N.ro S.r g.e a V.E. m.B a.s"
"Quedan en esta Cap.l las tres Chinas InfleLeB con Quatro hijos
e hijas q.e remitió V.m. en Lancha del Cargo de Juan Bautista y se
recojleron con otras mas en esos Canpoa.
D.s g.e a V.m. m.B a.s B.os Ay.s 20 de f.ro de 1797.
P. M. de P. a D.n M. del C. S. S.n Josef".
LA G U E R R A D E LOS C H A R R Ú A S
133
Documento F. [5]
"Exmo. Sefior
Habiéndose entregado á D.a María del Carmen Marmol una china
charrúa ó Mlnuána de laB depositadas en la Residencia, con calidad de
reclvlr Igualmente los hijOB parbulos que esta tubiese, y la de que precediese conocimiento del cura y Alcalde de su varrio para que pudiesen celar
sobre la instrucción y educación cristiana, trato y asistencia que la daba.
según asi se me informó por la Secretarla haverse dispuesto todo en
Iguales casos por ese Superior Govierno ocurrió la referida Marmol manifestándome la Inquietud en que se hallaba dha China por la separación
que se le havia hecho de una hija suya parbula y pidiendo en conseq.a
la reunión de ella bien fuese en» su casa ó en la que esta se hallaba. A esta
instancia decrete la exhiviaion de la orn con que huviese sido entregada
la hija, y verificado asi, resulta haverla reclvido D.n Manuel Rodríguez
Rojo, oficial de estas Rs cajas en virtud de Decreto del mismo S.or Virrey,
el que por el concepto en que está extendido, contrario á las expresadas
calidades que estarían prevenidas á la Secretaria me dá motivo á consultar
el asunto á V.E. a fin que en consideración á lo mucho que interesa «1
tener contentas tales Gentes para que abrazen nra Religión, y á lo propio,
y devido que és mantenerlas en la unión con sus hijos pralme.te Parbulos,
siempre que sea dable, y mayormente quando los reclaman se sirva Su
Superioridad resolber lo que estime correap.te á culo fin Incluyo el
expediente de la materia, haciendo presente á V.E. que según há expuesto
verbalmente la citada Marmol no se conviene dha China en pasar á la
casa donde está su hija por la pobreza que há deducido del modo en q.e
la traen vestida.
Dios gue á V.E. m.s a.s
Buenos Ayres 12 de Setiembre de 1797
Exmo. S.or
Benito de la Matta Linares
(rubricado)
Exmo. S.or D.n Ant.o O l a g u e r F e l i u " .
(3)
Documento G. [6]
"Exmo. Señor
Por el Patrón de champan Carlos Puyol, remito al Governador de
Armas de la Capital de Buenos Aires ocho chinas, y cinco criaturas de
las naciones charrúa, y minuan apresadas en las tropas taheñas de D.n
(3) Hemos visto el borrador de la respuesta de Fellü, sin firma,
fechada en Montevideo el 20 de setiembre del mismo año. Por la misma
deja la resolución del expediente en manos de de la Matta Linares. [5]
134
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
Manuel del Cerro Saenz, para que las deposite en lugar seguro hasta la
Superior disposición de V.E.
Nuestro S.or gue la importantísima vida de V.E. m.s a.s
Puerto de S. Joset 26 de Septiembre de 1797. (*)
Exmo. Señor
Jorge Pacheco
(rubricado)
Exmo. S.or Antonio Olaguer Feliú."
Documento H. [5]
"Exmo. S.or
El Then.te de Blandengues D.n Jorge Pacheco me remitió desde el
Puerto de S.n JoBef ocho chinas Minuanas con cinco Párvulos p.a q.e
las pusiera en seguro deposito a disposición de V.E. En BU conBeq.a las
he hecho trasladar a la Reclusión de la Residencia, y lo aviso a V.E.
esperando se sirva prevenirme si gusta de que se den á Personas de
buenas costumbres y suficientes posibles que las solicitan, asi para facilitar su civilidad, instrucc.n y educación cristiana, como p.a libertarlas de
las peste de virhuelas q.e se ha propagado entre las de su clase en aq.lla
casa, con muerte de muchas de. ellas.
Dios gue á V.E. m.s a.s Buenos Ayres S de oct.bre de 1797.
Ex.mo S.or
Paaqaal Ibañez (5)
(rubricado)
Exmo S.or D.n Antonio Olaguer Feliu".
Documento I. [6]
"Eim.o S.or (•)
Mi Señor: La continua Guerra q.e el numero de hombres eiercitadoe
en el oficio de Changadores de esta Campaña tiene declarada á ios IndioB
(4) Evidentemente no se trata aquí de los "ocho yndios entre chicos
y Grandes, ynfieles", a que hace referencia Artigas en su carta a Feliú
del mismo mes y año, [7 pg. 29], (véase el capítulo relativo a las campañas del Cuerpo de Blandengues de Montevideo). De éstos, por lo menos
Biete fueron llevados a Montevideo por el blandengue Antonio Sosa, [7 pg..
31 y 32], y no al puerto de San José o a Buenos Aires, como los que
menciona la nota de Pacheco.
(5) La firma y rúbrica aparecen tachados en el original.
(6) Aunque en la carta no figura el nombre del destinatario, preBumlmos que está dirigida a Feliú.
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
135
Naturales assi Minuanes y charrúas como Misionlstas, pareces.oa q.e
más q.e nunca se ha empeñado en el pres.te año en exercer sus horrores^
Inauditos desastres dignos de ocultar á los Ordos píos de V.E. se han
cometido por los faeneros q.e tubo á su cargo D.n Manuel Sanas del Zerro
en aquella infeliz parte de Pueblos q.e aunq.e Salvaje goza de las prerrogativas y dros. de la Naturaleza y de Gentes: Sus Pueblos ó tolderías no
una sino muchas vezes fueron dados al fuego y saco, asesinados sus
ocupantes como las Reses en él Matadero: La maior parte de la ancianidad de ambos Sexos, entregó la cerviz ál cuchillo y fiereza de una
turba de hombres desprendidos de los Bentlm.tos de la humanidad; y
la juventud fue dispersa y condenada al cautiberio de la arbitrariedad
caprichosa. Estos échos S.or Eim.o; dieron motibo a q.e Minuanes y
Charrúas formasen un cuerpo, y plantasen sus Tolderías, en la situación
ventajosa q.e les ofrece el seno ó rinconada q.e forma el Arroyo q.e se
denomina Matahojo con el Arapé sobre las costas del Rio Uruguay distante de las Estancias fronterizas del Rio Negro como de doze leguas,
en donde abroquelados y quejosos de la ynlquldad parece q.e en el día
usaron en despique de la misma, sorprendiendo y asesinando quantos
pudieron haver de algunas VaqueriaB q.e havian salido arrecojer algún
Ganado. Las noticias q.e de llegada á este mi actual destino pude adquirir
con más verisimilitud p.a noticiar a V.E. son a la letra: "A primeros de
Nov.re dispersaron los Indios una Vaquería matando tres Individuos de
los q.e la componían. El día 27 del mismo cercaron Otra en donde mataron hta el numero de diez— A primeros del corr.te salió otra de las
Est.as del Arroyo Malo y tres Zerros, y se persuade sea muerta la malor
parte de la Gente q.e la componían, por quanto solo se han regresado hta
aqui nomás q.e la mitad; y en este ultimo echo se cree halan tenido
gran parte los Indios del Pueblo de la Cruz q.e se aliaban en Vaquería
y asociados con los Salvajes". (:) Esto es eimo. S.or lo q.e hasta aquf
he podido adquirir de estos parajes, culo parte de oficio por el orden q.e
devla omito, assi por ser echos cometidos con los faeneros u operarios
clandestinos, como por no tener aún en mí poder el despacho q.e acredite
los encargos y confianzas q.e V.E. se ha dignado poner á mi cuidado en
esta Campaña.
Si el hecho S.or Exmo. de veinte á treinta hombres muertos por el
capricho de los Salvajes Minuanes y Charrúas es digno de atenz.n y
castigo, no lo será menos la prevención de ulteriores desafueros q.e ácahecerán todos los días, a causa de hallarse justam.te en el lug.r de la
situación de los Indios el recuesto de los pocos Ganados VagoB q.e en el
dia existen en los campos de la parte meridional {') de Rio Negro; aten(7) Estas hostilidades y las que figuran en el documento siguiente,
narradas por Félix de Azara, constituyen el preludio al gran levantamiento
charrúa-minuán de principios de X798, que como veremos, hubo de ser
reprimido por el teniente coronel Francisco Rodrigo.
(S) Sic; Debe ser septentrional, o sea al norte del rio Negro, de
acuerdo con lo que da a entender el documento.
136
EDUARDO P. ACOSTA Y LAR A
don q.e llamará precisamente muchas Gentes al precipicio, a más de q.e
las lmedlatas Estancias se alian expuestas á la Inbasion y ruina. Los
Indios S.or, á no reducirse por el medio de la boluntad, carecen el de la
fuerza; assl por q.e los Campos no les permiten bivir como hasta aquí, como
por q.e las tolderías son el asilo de muchos Delinquentes q.e amparados
en ellas toman la boz y él nombre—
V.E. muchos años hace q.e llegó a penetrar q.e el logrp de los Ganados vagos seria únicamente el de aquellos q.e llegasen á recojer, rodear,
y mansar para el fomento de Estancias, y sobre los quales vincularla la
Patria y el Estado infinitas ventajas. Esta tan penetractiba como acertada
ydea de una sana Política, me animará S.or á representar a la Superioridad de V.E. (q.to el tiempo me lo permita) lo q.e convendría el total
exterminio de las cortas reliquias q.e existen de Ganados vagos en los
campos, por ser en el dia la fuente de la emanaz.n y de donde se deriban
infinitos males.
Yo S.or Exmo á más de lo q.e pertenezca a mi encargo, no omitiré
la más leve circunstancia de quantas puedan propender a la salud de un
cuerpo enfermo q.e V.E. con tanta hansia deseha restablecer y poner
en estado vigorozo, q.e no la ponga por el conduto de reserva en noticia
de V.E.
Nro. S.or Gue á V.E. m.s a.s
Partido del Arroyo de la Virgen y Diere 27 de 1797.
Exmo. S.or
B. L. M. de V. E. Su mas umllde Subdito
Bern.do Suarez"
(rubricado)
Documento J. [5]
"Exmo Señor
El 19 del corriente a las diez de la noche llegó un Paysano afligidísimo y me dijo que el dia 14 habian atacado los Yndios Minuanes una
tropa de Paysanos que corrían Ganado al parecer sin licencia, compuesta
de quarenta y ocho hombres sin armas, de los que matar.n Veinte y cinco
dhos Yndios hacia a las caveceras del Arroyo llamado Las tres Cruzes
que distará de aquf como cinquenta leguas. No supo explicar otras circunstancias ni el nombre de los muertos y solo añadió que estaban consternadoB los Estancieros de por allá. Con este motibo el dia siguiente a)
medio dia despaché ciento diez hombres de esta Guardia y de otras las
mas Inmediatas al mando del Capitán de Dragones D.n Enrique La Haye
de S.t Hilaire y otros subalternos para que pusieren a cuvierto a los
Españoles y sus haciendas encargando que procediese con madurez y
juicio, y espero las resultas de que daré a V.E. los avisos correspondientes.
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
137
Nuestro Señor guarde a V.E. m.a a.s
Cerrolargo 23 de Dlzlembre de 1797.
Ezmo. Señor
Félix de Azara
(rubricado)
Exmo S.r D.n Antonio Olaguer Pellu".
Documento K. [8]
"Exmo Sefior
D.n Enrique S.t Htlalr ha regresado de so Expedición dándome noticia de que fue al Mataojo donde averiguo que los muertos por los Yndloa
Minuanes havian sido diez y seis Yndlos de Misiones y siete Gauchos.
De allí siguió el rastro hasta el Y arado coico donde se le perdió y no
obstante reconoció el Yarado grande sin poderlos encontrar por que atropelladamente se habian retirado. Perdido el rastro y faltándole Baqueano
y Caballos para continuar tubo que retirarse y me avisó por si quería
que volviese pidiéndome auxilio de Baqueano y Caballos que no le pude
enviar porq.e ni uno ni otro hay aquí y los Caballos en que fue eran de
los Particulares pues el Rey no los tiene. Lo que se ha conseguido es
hauventar a los Yndlos, y en el día me es imposible tomar otra providencia sobre el particular.
En BU viaje hallo gentes que corrían Ganado orejano sin mas Ucencia
que la que incluyo y les quitó el q.e tenían recojido que seria como de
setecientas cavezaa de las quales se escaparon muchas, y el resto en
numero de tres cientos sesenta y dos trajo consigo y se hallan en esta
Estancia a disposición de V.E. cuia vida ruego a Dios guarde m.a a.s
Cerrolargo 11 de Febrero de 1798.
Exmo. Sefior
Félix de Azara
(rubricado)
. Ezmo S.r D.n Antonio Olaguer Pellu".
BIBLIOGRAFÍA
1)
2)
3)
CARLOS FERRES. — La Compañía de Jesús en Montevideo. Barcelona, 1919.
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, MONTEVIDEO. — Donación
Francisco Oliveres. Caja 1, Carpeta 1.
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Legajo
Misiones N' 12. 1797 - 98. S 9 - C 18 - A 6 - N» 5.
138
4)
5)
6)
7)
8)
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
FRANCISCO BAUZA. — Historia de la Dominación Española en el
Uruguay. Segunda edición. Montevideo, 1895.
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Legajo
Montevideo N* 55, 1797. S 9 - C 2 - A 9 - N ' 2.
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Legajo
Comisionados, 1 7 9 7 - 1 8 0 9 . S 9 - C 1 0 - A 6 - N * 1.
ARCHIVO ARTIGAS, MONTEVIDEO. — Vol. II. Montevideo, 1961.
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Banda
Oriental, Comandancia de Fronteras de Cerro Largo. 1793-1807.
S 9 - C 1 - A 3 - N« E.
CAPITULO XI
CAMPAÑA DEL TENIENTE CORONEL DN. FRANCISCO
RODRIGO
No obstante haber sido una de las expediciones más importantes llevada a cabo contra los charrúas, la de Francisco Rodrigo, comandante de Yapeyú, ha pasado casi desapercibida para los
historiadores. Apenas si Funes le dedicó estos párrafos, repetidos
luego por Bauza: "El gobierno pasagero de Olagüer Feliú no
tuvo otro suceso señalado que la invasión de los Charrúas y Minuanes, en número de mas de mil á las Baquerias, y otros puestos
de san Borja, la Cruz y Yapeyú. Cuarenta guaraníes muertos
alevosamente, algunos heridos y 3.000 caballos arrebatados, fue
el resultado de este golpe terrible. El teniente coronel D. Francisco Rodrigo comandante de Yapeyú salió al alcance de estos
enemigos, y los derrotó completamente", [1 Vol. 2 pg. 314], [2
Vol. 2 pg. 324]. Nuestras búsquedas en el Archivo General de la
Nación, Buenos Aires, nos han proporcionado algunos documentos relacionados con esta expedición, pero es evidente que faltan
otros muy importantes, entre ellos, el "Diario" de operaciones
remitido por Rodrigo a Feliú, y que presumimos pueda hallarse
en España. Desconocemos así, los lugares en que se desarrollaron
los combates y el número de tolderías destruidas, que deben haber
sido muchas, visto que la campaña duró alrededor de cinco meses. Sólo sabemos que los prisioneros, mujeres y niños, pasaron
en carretas por Mandisubí rumbo a Salto Grande, de donde fueron
embarcados para Buenos Aires. (*)
(1) Mandisubí, antigua estancia y capilla de los jesuítas, al norte
de Salto Grande y en campo de Entre Ríos. Las carretas venían de Yapeyú,
probable base operativa de la expedición.
140
EDUARDO F. AGOSTA Y LARA
DOCUMENTOS
A)
B)
C)
D)
E)
F)
G)
H)
I )
J )
K)
Carpeta de una carta de Francisco Rodrigo a Olaguer y
Feliú, sobre las hostilidades llevadas a cabo por los infieles.
Salto Chico, febrero 28 de 1798.
Carta del comandante de la guardia de Cerro Largo a Feliú,
transcribiéndole las noticias que ha recibido desde Santa
Tecla y las Misiones, sobre el desarrollo de dichas hostilidades. Cerro Largo, mayo 13 de 1798. (*)
Borrador de una carta de Feliú a Rodrigo, ordenándole llevar a cabo la expedición contra los infieles. Montevideo,
marzo 20 de 1798.
Carpeta de una carta de Rodrigo a Feliú, en la que dice
llevará a cabo la expedición, de acuerdó a las órdenes recibidas. Yapeyú, abril i de 1798.
Carpeta de una carta de Rodrigo a Feliú, avisando estar
ya en Salto Chico del Uruguay los armamentos que le han
sido remitidos. Yapeyú, abril 17 de 1798.
Carta de Francisco Bruno de Zavála, gobernador de las
Misiones, a Feliú, tratando de los mismos temas. Pueblo de
Corpus, mayo 23 de 1798.
Carta de Rodrigo a Feliú, adjuntando una solicitud de los
yapeyuanos relativa a Juan Ventura Ifrán, de "mérito sobresaliente" en la expedición que acaba de verificarse contra
los infieles. Yapeyú, 16 y 17 de agosto de 1798.
Borrador de una carta de Feliú a Rodrigo, felicitándolo por
el éxito de la expedición. (Buenos Aires ?) setiembre 10
de 1798.
Nota de Francisco Albín al marqués de Sobremonte, comU'nicándole que ha regresado de la expedición contra los indios
infieles. Víboras, setiembre 12 de 1798.
Notas sobre las charrúas y minuanes enviadas a Buenos Aires
y destino dado a algunas de ellas.
Memorial de Rodrigo al Rey, enumerándole los servicios
prestados hasta la fecha. Pueblo de San Miguel, diciembre 18 de 1798.
(2) Hemos debido intercalar este documento fuera del orden cronológico, ya que de lo contrario y por "demorado", perderla BU ubicación
y oportunidad dentro del tema. Lo mismo haremos con los documentos
H e I, obedeciendo a las mismas razones.
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
L)
141
Solicitudes de reconocimiento de servicios en la expedición
de Rodrigo, pedidas a Francisco Albín por Pedro Arroyo
y Manuel Gori, de las Milicias de Caballería de Colonia. En
los mismos documentos las certificaciones extendidas por
Albín. Víboras, febrero 18 de 1800; San Salvador, marzo
11 del mismo.
Documento A. [3]
"Salto chico del Uruguay y Febrero 28/98
El Ten.te Govern.or de Yapeyú.
Para Instrucción de V.E. acompaña los Partes q.e á su Ueg.da á aq.l
establecim.to le ha dado el Ayudante del Departam.to de su cargo acompañados de los oficios de los Corregidores, Cavüdos y Administradores
de los Pueblos de Yapeyú, la Cruz y S.n Borja, noticiando las muertes y
robos q.e han sufrido de los Indios ínfleles Charrúas y Mtnuanes, p.a
donde iva á ponerse en marcha en dilig.a á fin de animar a aq.Uos
Natura p.a q.e no abandonen sus domicilios, y no decaygan las faenas
h.ta q.e hala proporción de poder procederse al castigo de dichoB Infieles."
Documento B. [4]
"Eimo S.or
El Com.te de la Guardia de S.ta Tecla me acaba de dar aviso de los
notables dafios y perjuicios q.e han hecho los Indios Infieles Minuanes, y
charrúas según le noticia el Governador de los pueblos de Misiones cuyo
acaesldo especifica el Oficio del dho Com.te que incluyo a V.E. para q.e
enterado de el providencie según sea de su mejor agrado puea los pocos
auxilios q.e hay en esta Campaña, y el espacio de tiempo que. a mediado
dudo quales serán loa recursos que se puedan tomar.
Dios g.ue a V.S. m.s a.s
Cerro Largo 13 de mayo de 1798
Ei.mo S.or
Joaquín de Soria
(ni brieado)
Eimo. S.or Virrey D.n Antonio Olaguer Feliu".
"En papel 16 de Marzo pasado, el Governador de los Pueblos de
Miclones Guáranla, remitiéndome los naturales de relebo a los existentes
en este Puesto, me dice lo que copio a V.S. á ia L e t r a = Los Indios
Infieles, Minuanes, y charrúas, han derrotado dos tropas de Baquerfa
del Pueblo de San Franco, de Borja con muerte de varios Indios Borgia-
142
EDUARDO F. AGOSTA Y LARA
tas quitándoles porción de cavallada aBi de las comunidades como de los
Indios particulares, y también han derrotado otra tropa de Baqueros del
Pueblo de la Cruz, y pasando á esta Vanda del Uruguay, quemaron y
robaron la estancia de San Gregorio, perteneciente al Pueblo de Yapeyú, y
asi mismo Saquearon unas carretas de D.n Luis Cecilio de Collantes, que
venían cargadas del arroyo de la China, y como dhos Infieles tienen toda
esta porción de cavallada, q.e han robado podia ser q.e Intenten llebarla
á vender á los Portugueses, lo que participo á V.M. para que en esta
intelíg.a vea si se les pueden quitar los cavallos, que intenten Uebar a
vender á los Portugueses= Lo que traslado a V.S. para que obren los
efectos, que convengan.
Dios nro. Señor gue. a V.S. muchos años.
Fuerte de Santa Tecla y maio 7 de 1798
Fran.co Jph. de Vera
(rubricado)
S.or D.n Joachin de Soria".
Documento C. [3]
"En Vista del oficio de Vm. de 28 de Feb.o ult. en q.e con referencia á IOB Partes q.e acomp. me instruye de las muertes de Indios
Ouaxanis y robos de Cavallos perpetrados p.or los ínfleles Charrúas, y
Minuanes en la Jurisdición de su cargo hé resuelto proceda con los Naturales q.e designe al efecto Vm. a una excursión y correrla contra loa
citados Infieles p.or los puntos que mediante sus conocim.os halle convinables á BU encuentro castigo y persequclon, auxiliado con Milicias de s.to'
Domingo Sorlano y de la Juris.on de Corrientes sobre que se pondrá Vm.
de acuerdo con los Comand.tes D.n Fran.o Albín, y D.n Miguel Gerónimo
Ciramajo á quienes enterando de esta resolución prevengo el mismo acuerdo
y que seguidam.te tengan, y despachen á las ora. de Vm. al Salto q.e debe
Ber el punto de reunión la gente que respectivam.te se nombrare p.ra
que opere seg.n y en la forma que Vm. debiendo ir con la respectiva a
S.o Dom.o Soriano el mis.o Albín como asi le advierto, y que la elija
de los parajes q.e por mas confinantes al Salto crea más aproposlto,
prometiéndome del acreditado celo, y experiencia de Vm. el prudente
arreglo de este Plan y los estrechos encargos consig.tes para el salvamento de las Bidas de los Infieles viejos de ambos sexos, y nifios, su
recojo, y embio á B.os Ay.s en intelig.a de q.e paso orns con esta fha
al Comand.te de Artill.a en aquella Cap.l y al Admlnístr.or gral de
Miclones p.a el apronte sin demora y remesa a disp.n de Vm. con el
refer.do objeto de 200 fusiles de buen servicio 4 caJoneB con Valas, y 600
piedras de Chispa de aquellos R.B Almacenes.
Mont. Marzo 20/98
Al Ten.e Gov.or del Departam.o de Yapeyu"
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
143
Documento D. [3]
•'Yepeyú 4 de Abril de 1798
El Ten.te Govern.or
Queda en verificar la expedición contra los ínfleles Charrúas y MtnuaneB auxiliado con las Milicias de S.to Dom.o Soriano, y la Jur.on de
Corr.tes en la forma q.e se le ordena en olido de 20 de Marzo ult.o"
Documento E. [3]
"Yepeyn 17 de Abril de 1798
El Ten.te Gov.or
Da cuenta de hallarse ya en el Salto Chico del Uruguay, el Armaro.to
y Municiones, que a consequencia de Superior orn de 2 o de Marzo
ultime* se le remite de los R.s Repuestos de Buen.s Ay.s para la expedición contra los Infieles Charrúas y Mlnuanes q.e se ha confiado á su
Dirección, y que solo aguarda el auxilio de laB Milicias de S.to Dom.o
Soriano y Corrientes para salir a verificarla."
Documento F. [3]
"Exmo Señor Virrey.
Con el Superior oficio de V.E. de 2 de Abril antéete se digna V.E.
prevenirme) que por mi oficio de 23 de Febrero ultimo N? 75 queda V.E.
enterado de las muertes, Robos, y demás extragos que los Infieles Mlnuanes y Charrúas han hecho en la Estancia de S.n Gregorio del Pueblo
de Tapeyú, y Tropa de Carretas de D.n Luis Cecilio Collantes después
de los q.e executaron en las Vaquerías de los Pueblos de S.n Borja, y La
Cruz y que en atención al parte que sobre ello havta dado a V.E. el
Then.te de Gov.or de Yapeyú le pasa V.E. la orden de que es copla la
- que acompafia V.E. p.a mi inteligencia y Gov.no de lo qual quedo enterado.
El Then.te de Gov.or del Departamento de Yapeyú con Carta particular SQ fha en Yapeyú á 17 de Abril me avisó que por el Chasque q.e
rezlvlo de V.E. con fha 22 de Marzo último ponía V.E. a su dirección
la Expedición contra los Infieles Charrúas y Minuanes según verla por
la Copia de la Superior Orden que me remitió con su anteced.te carta
BU fha en Yapeyú á 31 de Marzo ultimo y me expresa q.e solo aguardara las Milicias de S.to Domingo Soriano y Corrientes p.a formalizar
su Plan y Salir al campo sintiendo la demora por q.e vendrán las Aguas
y se pondrán todos los Rios y Arroyos ha nado y no haviendo tenido
después otra carta suya me persuado que ya havrá marchado al Salto
del Uruguay que es el punto de Reunión que ea lo que por ahora puedo
pasar á la Superior noticia de V.E.
144
EDUARDO P. ACOSTA Y LARA
Dios Guarde a V.E. m.s a.s
Pueblo del Corpus á 23 de Mayo de 1798
Exc.mo Señor Virrey
Francisco Bruno de Zavala
(rubricado)
Eimo. Señor D.n Antonio Olaguer Feliú."
(dice al margen)
"Exmo Señor. — AYÍSO a V.E. el Recívo del Superior Oficio de 2
de Abril anteced.te con el qtial V.E. me remite Copia authorizada de la
Superior de V.E. Su fha en Montevideo á 20 de Marzo ultimo dirigida al
Then.te de Gov.or del Departam.to de Yapeyú para la ezcurcion y correrla
contra los Infieles Charrúas y Minuanes y q.e el expresado Then.te de
Gov.or me havia avisado remitiéndome copia de la citada Superior Orden."
Documento G. [5]
"Exmo. Sefior.
Paso á manos de V.E. la adjunta Ynstancia que me han hecho él
Corregidor, Cavildo, y Administrador de eBte Pueblo, solicitando que P.n
Juan Ventura Ynsfran se quede aquí para perseguir los Ynfleles en él
modo que Indican; no omitiendo manifestar á V.E. que este Yndividuo
les servirá de mucho, pues me consta él Temor que le tienen los referidos Ynfleles, y su conocimiento y practica de estos Campos, haviendo
hecho un mérito sobresaliente en ia expedición que acava de verificarse
contra ellos; y si V.E. le distinguiese con un Despacho de Alférez de
Cavalleria de Milicias urbanas, y los quatro Pueblos de este Departamento le auxiliasen con cincuenta pesos cada uno (mui corto o ningún
gravamen para ellos) pagados en efectos de su producción, tendrían en
este Sujeto un apoyo grande para evadirse de las continuas imbasiones
de dichos enemigos, y un auxiliador para acompañar BUS vaquerías, libres
de los riesgos con que executan estas salidas, fiadas á solo Naturales:
Sobre todo lo qual, resolverá la Justificación de V.E. lo que fuese de
su Superior agrado.
Dios gue. á V.E. m.s a.s Yapeyu 17 de Agosto de 1798.
Exmo. Señor
Pran.co Rodrigo
(rubricado)
Ex.mo Sefior D.n Antonio Olaguer Fellu."
"S.or Then.te Gov.or D.n Pran.co Rodrigo.
El Correx.or Cavildo, y Administ.or de este Pueblo, con él devido
respecto, exponemos a Vm.: Que as notorio q.e en los quatro Pueblos
del Departam.to de su mando no hay practico, alguno de estos campos.
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
145
Bino D.n Juan Ventura Ysfran, q.e ademas del grande conocimiento Q.«
tiene de ellos, es también el asóte de los Tndios Yníieles, como á la
vista de V.M. lo ha acreditado en la expediz.n q.e se ha verificado
ultimam.te bajo su mando; Ntros hijos lo aman, y ha enseñado á varios
de ellos a manejar la arma de fuego, y á guardar la formación, que ae
requiere contra dhos Ynfleles; de modo que en varias ocasiones que ha
salido, los ha castigado bien, sin que a su gente le hayan herido uno, aun
levem.te como todo es bien constante á V.
Quicíeramos q.e se estableciese en este Pueblo, y en q.e no pone
él reparo, y con el mayor gusto le daríamos su ración diaria; pero como
con este solo no puede subcistir, dejamos a la Prudencia de V. el asignarle un corto Sueldo q.e deveran pagar los dhos quatro Pueblos, y de
este modo no solo nos defenderá de las imbacíones de los Ynfieles sino
que saldrá á auxiliar, y aun á hacer las Baquerias que ios Yndicados
Pueblos dlapucieren; en esta atención, y en la de que V. conoce mejor
que nosotros el mérito de dho Ysfran, A V. rendidamente Suplicamos
se sirva acceder á esta tan justa Solicitud, de lo que quedaremos perpectuamente reconocidos.
Yapeyu 16 de Agosto de 17S8.
Santiago Samandu
Josef de Larlz
Vicente Boqa
(rubricado)
(rubricado)
Fran.co Gnaynyu
(rubricado)
(rubricado)
Hilario Ai»
(rubricado)
S.S. de Cav.do"
Documento H. [5]
"Resibi el Oficio de Vm. de 15 de agosto ultimo y el Diarlo y Parte
con que instruye circunstaciadam.te de las ocurrencias de la expedición
que le confie contra los Infieles Minuanes y charrúas, siéndome de particular satisfacción el celo y acierto con que se ha conducido Vm. en esta
empresa igualmente que los oficiales y demás Individuos de Milicias destinados á ella, Expecialm.te los del mando del Com.te del Partido de
las vivo ras D.on Fran.co Albín, logrando asi matar mas de trescientos
Infieles aprisionarles ciento treinta y tres Personas de chusma quitarles
treze cautibos cristianos mil y quin.toa Caballos y porción de Bacas y
Terneraje que se havian llevada en sus irrupciones dejándolos asi medianam.te escarmentados. Por todo doy á Vm. las corresp.tes gracias como
igualm.te lo ejecuto resp.to al expresado Albin y sus subordinados quedando en atender con oportunidad al Alférez de Caballería d.n Jph. Lariz
y demás oficiales que se emplearon en la misma expedición, aunque por la
clase de Milicias de que son no haya arvitrio p.a proporcionarles R.s
Patentes por Resistirlo las R.s Disposiciones q.e Rigen.
Sep.re 10/98
Al Ten.te Coronel D.n Fran.co Rodrigo."
146
EDUARDO P. ACOSTA Y LARA
Documento I. [6]
"El dia 9 del preste, llegue á este destino de retirada de la Espedlclon q.e el Ex.mo S.or dispuso p.a el castigo del Indio Infiel bajo de la
direcion del Tben.te coronel D.n Fran.co Rodrigo lo q.e participo á V.S.
por ai Be dignase comunicarme sus superiores ordenes.
Nro. S.or g.e a V.S. m.s y dilatad.oa años
Víboras Sep.re 12 de 1798
Fran.co Albín
(rubricado)
S.or Sub Dispert.or Gral Marq.s de Sobremonte."
Documento J. [5]
"Yapeyú 17 de Agosto de 1798
El Teniente Govern.or
D.n Fran.co Rodrigo
Avisa baver remitido al Salto Chico del Uruguay 4 Carretas custodiadas, conduciendo la Chusma de Chinas, y niños de ambos sexos,
cojldos a los Infieles en la expedición de BU mando, p.a su embarco á
esta Capital."
"Se van y¿ recibiendo en esta Capital las Personas de Chusma de
ambos sexos cogidas á los Infieles charrúas y mlnuanes en la expedición
del mando de Vm. y cuya remesa al Salto Chico del Uruguay me participó
eu Oficio de 17 de Agosto alt.o.
Sep.re 16/98
Al Ten.te Oov.or de Yapeyü"
"En la Balandra nombrada Nra. S.a de Monserrate, propio de D.n
Ant.o de Miralles, y a cargo de su hijo D.n Simón de Miralles, remito
a disposicn de V.E. doze Infieles charrúas entre chicos, y grandes, prosedentes de la comic.n q.e tuvo el Sor. Then.te Gov.or deste Departam.to
D.n Prau.co Rodrigo, en la expedic.n contra los ínfleles, quedando en
hacer igual embio a su devido tpo. de los demás, q.e quedan a mi cargo,
lo q.e comunico p.a la lntellg.a de V.E.
Dios Gue. a V.E. m.s a.B
Salto chico del Uruguay 29 de Agosto de 1798.
Josef Fran.co Zentorlon
(rubricado)
Ezmo. Ser. D.n Antonio Olaguer Feltu."
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
147
"Se han recibido y depositado en esta Capital los doze Infieles
charrúas de todas edades que remitió V.M. á cargo del Patrón Simón
M ir alies, procedentes de las apreensiones hechas por la expedición del
Mando del Ten.te Gov.or de ese Departamento. Y espero vaya V.M. despachando igualm.te los demás que quedan á su cargo en todas las ocasiones que se le presenten.
Sep.re 6/98
Al Comisionado del Salto chico del Uruguay."
"Eimo. Sor: en la Lancha S.n Juan Bau.ta de la propiedad del Pueblo
de Yapeyu, y a cargo de su Patrón Juan Sequeira, Remito a disposic.n
de V.E. veinte, 7 sinco Infieles, entre chicas, y grandes, de los q.e se
hallan a mi cargo: lo q.e participo p.a la intellg.a de V.E.
Dios Gue. la vida de V.E. m.s a.s
Salto chico 26 de Sep.re de 1798
Josef Fran.co Zenturion.
(rubricado)
Eimo. Sr. D.n Ant.o O laguer Fellu."
(dice al margen)
"Buen.a Ay.s 5 de Octubre de 1798. Condúzcanse a la Reclusión de
de la Residencia las Chinas de que trata este oficio, y debuelvase á la
Secretaria de este Superior Gov.no con Parte q.e deberá dar á continuación el Sarg.to Encargado de la misma Casa de haverse asi ejecutado.
Gallego"
(rubricado)
"Eimo. Señor: Bernabé Ruiz, Sarg.to de Dragones encargado de la
Casa de Reclucion de la Recidencla; Da parte á V.E. como receví en
esta Casa veinte y cinco infieles. Catorce chinas grandes, y onze chicos
de pechos; los que quedan a las ordenes de V.E. Buenos Ay.s 6 de
Octubre de 1798
UernaDe Kulz"
(rubricado)
"En la Lancha los Dolores propio de la Comunidad de Yapeyu, y a
cargo de su Patrón Benito Ocampos, Remito a disposic.n cte V.E. veinte
y tres Mugeres Infieles entre chicas y grandes, q.e con las tres partidas
anteriores componen el num.o de ochenta: los sinco q-e aparesen menos
p.a el lleno de la Remesa del Ser. Then.te Gov.or del Departam.to de
Yapeyu D.n Fran.co Rodrigo, se murieron dos en el transporte de aq.l
148
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
Pueblo ¿ este, como acredita el parte, q.e me da el Procurador de la
Capilla nombrada Mandisoby g.e campano tradusida en castellano. ( a ).
Los tres restantes fallecieron en el tpo. de sus permanen.s en este
eBtableclm.to haviendo alcansado el agua del Baup.mo, med.te a q.e los
tres fueron de pecbo, y se le dieron sepultura en el semen.o deste eBtablecim.to lo q.e participo p.a intelig.a de V.E.
Dios Gue. la vida de V.E. m.s a.s
Salto chico del Uruguay 13 de oct.re de 179S.
Josef Fran.co Zentarion
(rubricado)
Exmo. Sor. D.n Antonio Olaguer Feliu"
"Han llegado á esta Capital las veinte y tres Chinas Infieles de
todas edades, que despachó Vm. á mi disposición en Lancha N.S. de los
Dolores y á cargo de su Patrón Benito Ocampo: y quedo enterado del
fallecim.to de cinco de ellas que sobre estas y las de las anteriores
Remesas faltan al completo de las 85 q.e envió á ese Puesto el Ten.te
Gov.or que era de ese Departam.to Fran.co Rodrigo.
Al Comisionado del Salto del Uruguay. Nov.re 5/98"
Documento K. [8]
"Señor.
El Theniente Coronel de Infantería Dn Fran.co Rodrigo, Sargento
maior de la Asamblea de Buenos Ayres, y Theniente Governador por
Comisión del Departamento de San Miguel, en las Misiones de Indios
Guaranis; á los R.s Pies de V.M. Expone: que tiene él honor de servir
de mas de 34, años a esta parte, desde Cadete del Reximlento de Mallorca; haulendose hallado con una Compañía de Granaderos en una
pálida de Montevideo, contra los Indios Minuanes (*); en laB Islas de
Malvinas, ál principio de su establecimiento; de Guarnizion en la Fragata
de Guerra Santa Rosa, destinada ál reconoztmiento del Estrecho de Magallanes; en el ezercito que mandó él Capitán General de estas Provincias
Dn Juan José de Vertiz, y salida de Santa Teresa, á la reconquista del
(3) En el expedientlllo figura una nota en guaraní firmada y rubricada por Ignacio Aratlré y José Paulino Guirapotl, con fecha agosto 25
de 1798, en la capilla de Mandisubf. Al dorBo de la misma su traducción,
con la firma de José Francisco Zenturión. La nota certifica la muerte de
dos criaturas, acaecida los dias 23 y 24 del mismo mes.
(4) Descontando 34 años a la fecha de la carta nos remontamos
a 1764. De ese año o de los inmediatos no sabemos que se hayan realltado campanas importantes contra los minuanes, por lo menos en la
escala de la de Manuel Domínguez, (1751). Suponemos entonces que
Rodrigo se refiera a alguna operación de menor trascendencia.
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
149
Rio grande de S.n Pedro; y en el Destacamento de observación de dicha
Fortaleza, durante él sitio y rendición de la Colonia del Sacramento; y
desde él de 1778, en virtud de Real Orden, comisionado en la Secretarla
del Virreynato, hasta que en él de 1794, se lo nombró Theniente Governador del Departamento de Yapeyú, y cuio desempeño, con él de las
demás comisiones que há obtenido, justifica con los Documentos, que
acompaña de 1 á 9 («); y últimamente en él año próximo pasado, fue
nombrado por el Virrey del Distrito, para mandar una expedición contra
los Infieles Charrúas, y Minuanes (8), que executaron las maiorea hostilidades, y muertes de Españoles, llebando á sus ordenes, algunas Milicias;
y siendo sus resultas, él escarmiento de estos, por hauer muerto más
de trescientos, que ee presentavan á ofender con el maior denuedo; recobrado 13, Infelizes Cautivos, mil y quinientos cavallos, y porción de Ganado bacuno, todo robado, de las Estancias imbadldas por ellos, con
ciento y treinta y tres individuos, que les hizo prisioneros, sin mas perdida por su parte, que la de catorze hombres muertos; por lo que él
Gefe de estas Provincias, le manifestó su satisfacción, en carta del 10
de Setiembre: En este concepto, asegurado de que la Real Justificación
de V.M. ningún servicio deja sin premio, recurre, lleno de confianza,
manifestando éste ultimo, y los anteriores y por todo. Suplica rendidamente a V.M. se digne conferirle él grado de Coronel de Infantería, para
con esta nueva satisfacción, continuar hasta sacrificar su vida, en servicio
de V.M.; lo que espera obtener de su Real Clemencia.
San Miguel 18 de Diciembre de 1798
Señor
A. L. R. P. de V. M.
Fran.co Rodrigo"
(rubricado)
Documento L. [9] (T)
"S.or Comand.te
D.n Pedro Ant.o de Arroyo, Cap.an de Milicias del mando de V.m.
(5) Adjunto al documento se hallan los nueve certificados de que
habla Rodrigo. Ninguno de ellos alude en particular o da detalles sobre
la campaña de 1798.
(6) El año "próximo pasado" sería 1797, y ya hemos visto que el
levantamiento charrúa ocurrió a principios de 179 8. Se trata pues de un
posible error de Rodrigo, a menos que efectivamente hubiera recibido
órdenes de atacar a los infieles antes de que éstos realizaran las hostilidades. Por nuestra parte no conocemos otra orden, en el sentido ele disponer la expedición, que la de Feltú, fechada el 20 de marzo de 1798, e
incluida ya en el presente capítulo, (véase el documento C).
(7) EstOB documentos Be hallan en un legajo titulado "D.n Juan
Fran.co Fernandez a nombre de los Capitanes D.n Pedro Arroyo y Man.l
Gori de las Milicias de Cavalleria del Partido de la Colonia, sobre Cobro
150
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
Parece y dice g.e p.a los fines q.e le combengan se sirba certificar el
tiempo Q.e ocupo en la Espedicion hecha contra las Naciones Ynfieles
Minuanes y Charrúas, por Orden del Exmo. S.or Virrey Antecesor del
prnte. como también los Oficiales Sarg.tos — Cabos — y soldados q.e
tubo á su mando, q.e de hacerlo así recibirán Merced y Justicia.
Pedro Ant.o de Arroyo"
(rubricado)
"Certifico q.e el año pasado de noventa y ocho, p.r orden de el
flx.mo S.or Virrey D.n Antonio de Olaguer Feliu de veinte y quatro de
Marzo de dho año, sali de este destino el veinte y seis de Abril al castigo
de las naciones ynfieles Charrúas y Minuanes con doscientos Hombres,
bajo de el mando de el Then.te Coronel D.n Fran.co Rodrigo con quien
me yncorporé en el Pueblo de Yapeyú, disponiendo este q.e con mi gente,
saliese dividido, y q.e en el castigo y regreso tardé quatro meses y nueve
días los mismos q.e tardaron los Yndividuos de esta Compañía, que son
los abajo acotados, haviendo hecho la Campaña a su costa y menslon.
Capit.n
Then.te
Alférez
Sarg.tos
Cabos
D.n Pedro Ant.o de Arroyo
D.n Benito Chain (')
D.n Man.l Gutiérrez
Ambrosio Thadeo Belázco
Juan Ramos
Domingo Barros
Nazario Gallegos
Alexandro Rodríguez
Domingo Moreyra
de sueldos que aquellos y sus Compañías vencieron en la Expedición que
de orden de eBte Sup.or Gov.no hicieron a la excursión y Castigo de las
Naciones Charrúas y Minuanes." En el mismo la resolución, dada en Buenos Aires el 7 dé-mayo de 1800, disponiéndose el pago, etc., etc. Firma
y rubrica Velasco, (hay varias rúbricas). [9]
(8) En una relación de los servicios prestados por Benito Chain,
(Madrid, marzo 31 de 1819), hallamos un párrafo que viene a orientarnos
sobre el lugar o lugares en que actuó la expedición de Rodrigo. Dice aaí:
"En el año de 1798 hizo" (Chain), "una campaña de cerca de seis meses
en la Sierra, y en lo más riguroso del invierno, contra los Indios infieles
Minuanes y Charrúas." [7 pg. 52]. Siendo Yapeyú la base operativa de
Rodrigo, ésta "Sierra" debe ser la del Yaráo, situada a unos cien kilómetros al S.E. de aquel pueblo. Con todo, una expedición al Yaráo no
puede haber insumido seis meses, ya que se trata de un área de cerros
relativamente pequeña, aislada, y sin mayores defensas naturales. Pensamos entonces que la campaña se haya extendido a las sierras de Caaverá,
ubicadas más al este, y que como las del Yaráo, eran muy frecuentadas
por los infieles.
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
Soldados
Lorenzo Acosta
Victoriano Florentln
Pedro Saíazar
Juan Bentura Mino
Pedro Josse Baes
Juan Josse Taborda — ae enfermó en S.n Pedro (») y el
dia diez de junio ae quedó
allí.
Juan Polo
Josse Sosa
Fran.co Zabala
Silbeatre Gómez
Miguel Eustaquio MUem
Fran.co Sosa
Fran.co Espinosa
Antonio Lemus
Dom.o Aguiar de la Rosa
Bentura Arias
Pedro Benabldes
Y guació Tabares
Mariano Medina
Ylario Gómez
Casimiro Bareto
Bernardo Ribero
Dtonicio Viera
Juan Felipe Cabrera
Bartholomé González
Facundo Castillo
Fran.co Bautista
Agustín Lascano
Juan Salvatierra
Fran.co Baile jos
Casimiro Ortiz
Florentin Rodríguez
Fran.co Gómez Benitez
Fran.co Lima
Jorje Fuentes
Estanislao Muga
Tilomas Cabanas
Vivoras y Feb.o 18 de 1800
Fran.co de Albin"
(rubricado)
(9)
San Pedro
de Rio Grande ( ? ) .
151
152
EDUARDO F. ACOSTA Y LAR A
"S.or Comand.te del Rexim.to de Milicias
Manuel Gori Capit.n de la Comp.a de Pardos, ante V.M. con el devido respeto, parezco, y digo: Que p.a los efectos que me comvengan, se
ha de servir V.M. certificar, si concurrí a la espedleion del año proxsimo
de noventa y ocho, p.a el castigo de el Yndio ynfiel, a mi costa, y meneion: el tiempo q.e se demoró en yda, y buelta, y el Cabo y Soldados
que llevé. Fabor q.e espero conseguir de V.M. por ser de justicia.
Manuel Gori"
(rubricado)
"Certifico que de orn. del Ex.mo S.or D.n Antonio Olaguer Feliu
de veinte y seis de Marzo de mili setecientos Nobenta, y ocho, salí el
veinte, y seis de Abril de dho. año al Castigo de las Naciones ynfielee
Minuanes y Charrúas bajo la dirección del Ten.te Coronel D.n Fran.co
Rodrigo Ten.te Gobernador del departam.to de Yapeyu demorándome en
yda, y buelta quatro meses nuebe dias abiendo hecho la Espedicion toda
la jente que llebe a su Costa, y mension, y los yndibiduos de esta
Compañía que fueron y finalizaron la Campaña son los siguientes.
Capitán
Cabo
Soldados
Man.l Gori
Pedro José Regala
Pedro Pablo
Andrés Porborola
Mig.l Diaz
Elias Sena
Agustín de la Rosa, y Flores
San Salbador, y Marzo 11 de 1800
Fran.co de Albin"
(rubricado)
BIBLIOGRAFÍA
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2)
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S 9 - C 1 - A 3 - N » 5.
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
5)
6)
7:
X)
9j
153
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Misiones N» 13. 1798-99. S 9 - C 18 - A 2 - N» 4.
ARCHIVO GENERAL DE LA XACION, MONTEVIDEO. — Caja Colonial 229, Carpeta 7.
FLAVIO A. GARCÍA. — Aporte documental a la biografía de Benito
Chain. Boletín Histórico del Estado Mayor del Ejército, (N? 75-76),
Montevideo, 1958.
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Legajo
Montevideo N» 60 1801. S 9 - C 2 - A 9 - N H .
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Legajo
Guerra y Marina 1800. N» 30. S 9 • C 24 - A J - N» 6. (expediente 8)
En el Archivo General de Indias, Sevilla, y a nuestro pedido, se realizó un breve sondeo en procura del Diario y Parte remitidos por Rodrigo a Feliú, o de alguna referencia que permitiera ubicarlos. Habiéndose revisado varios legajos de la Sección Audiencia de Buenos Aires,
correspondientes a la época, los resultados fueron negativos ,Asi nos lo
tizo saber el Director de aquél Instituto, don José de la Peña y Cámara,
que por carta nos remitió detalle de lo investigado.
CAPITULO
xn
CAMPAÑAS DEL CUERPO DE BLANDENGUES
DE LA FRONTERA DE MONTEVIDEO
El avance de los establecimientos de Montevideo, fue lento
pero continuo. Primero, la frontera estuvo en el Santa Lucía,
luego vino el Pintado, el Yi, y finalmente el río Negro. Al concretarse la cadena de guardias y fortines, corral de palo a pique,
rancherío, y mangrullo, las partidas armadas se internaron cada
vez más en el desierto, empujando a los charrúas hacia una vasta
zona de montes y cerrilladas, cuyo centro vendría a quedar en
los límites de los actuales departamentos de Salto y Tacuarembó.
Cuando a partir de 1792, la guardia de Meló extendió la jurisdicción de Montevideo hasta las serranías del este, morada de los
minuanes en tiempos de Manuel Domínguez, es probable que ya
no hubiera una sola toldería de infieles al sur del río Negro.
Corresponde a esta época la creación del Cuerpo de Blandengues
de la Frontera de Montevideo, fundado por el virrey Meló de
Portugal en diciembre de 1796, y cuyas normas de reclutamiento
fueron publicadas en nuestra Capital por bando de Olaguer y
Feliú, con fecha 7 de febrero de 1797. [1 pg. XXIX]. Destinado
a perseguir a los charrúas, a los contrabandistas portugueses y
a las bandas de cuatreros que infestaban la campaña, el nuevo
Cuerpo se formó con individuos conocedores del ambiente, aptos
para desenvolverse y guerrear en terrenos agrestes y hostiles, y
por sobre todo, "gente muy de a caballo", condición ineludible
para cumplir las misiones que se les confiaban. Buscando "cuñas
del mismo palo", en el bando de Feliú del 7 de febrero se concedía
indulto, procurando su enrolamiento como blandengues, a los contrabandistas, a los desertores del ejército, a los escapados de las
cárceles, y en general a los que hubieran cometido cualquier otro
delito, no siendo el de homicidio o el de haber hecho armas contra la Justicia y las partidas armadas. Los interesados debían
presentarse en los lugares señalados por el bando con seis caba-
1S6
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
Uos para el servicio, percibirían diez pesos por mes, o sea: "el
mismo sueldo que gozan los Blandengues de la Frontera de Buenos Ayres", y la contrata tendría una duración de ocho años.
[1 pg. 12]. Hemos visto algunos documentos relativos a ingresos
en el Cuerpo de Blandengues de Montevideo. Así por ejemplo,
un comunicado del gobernador José de Bustamante y Guerra a
Feliú, (setiembre 19 de 1797), anunciándole el envió del reo
Juan Palacios al comandante militar de Maldonado, con destino a servir ocho años en el Cuerpo de Blandengues. [2] En otro
expedientillo de enero de 1798, José Ignacio Romero, desde la
Ciudadela, expone: "q.e se halla preso hace veinte meses en un
calavozo y con grillos, sin mas causa qe. haverle encontrado con
una china tape en una de las Estancias de la Guardia de Meló,
solicita su livertad agregándole al servicio del nuevo Cuerpo de
Blandengues q.e se forma en Maldonado, donde promete servir
con esmero". Advierte sin embargo Bustamante y Guerra en el
mismo expediente, elevado a Feliú: "que la prisión de este Individuo procede de haverle hallado con otros malhechores en los
Campos de la Guardia de Batovi con dos chinas, los quales hicieron fuego a la Partida que iba a prenderlos". [3] Y otro expedientillo, también de Bustamante y Guerra a Feliú, fechado en
Montevideo en febrero de 1798, anuncia la remisión de José Domingo Farias a Maldonado, con destino a servir un año en el
Cuerpo de Blandengues por: "haver acometido con armas al Capitán de Milicias D. Juan Esteban de Ludueña". [3] Se explica
entonces, el juicio que sobre los blandengues emitió Azara en
1801: "No hay con quien compararlos siéndoles igualmente desconocidos el honor, pudor, berguenza, subordinación, respeto y en
fin nada de bueno tienen y cada uno junta todo lo malo de que es
capaz un hombre". [4 pg. 75]. Pero, no sólo de tales gentes se
compondría el Cuerpo de Blandengues. También podía haber allí
quien se enrolara por hacer la carrera de las armas, quién por la
paga y quién por gustar de la vida azarosa de las patrullas de
tierra adentro.
Orientándonos en el magnífico volumen 2 del Archivo Artigas, nos encontramos con que el primer choque entre blandengues
y charrúas debe haber ocurrido en las costas del Cuaró, y por
el mes de setiembre de 1797- En dicho lugar, cumpliendo una
misión relacionada con las vaquerías de Cerro Saenz, las partidas
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
157
a cargo de Jorge Pacheco y José Artigas fueron atacadas por
los indios, como lo expresa el último de los nombrados en carta a
Olaguer y Feliú desde la cuchilla de Tacuarembó; "Tengo ocho
yndios entre chicos y Grandes ynfieles q.e Binieron estando en
la tropa de d.n Manuel del zerro sayes Me atropellaron la caballada de las Gentes q.e tenia Apie ya Restadas me la llebaban
estando tendidos los caballos comiendo. Sali Con. mi Gente y los
Corrimos y Ganaron vn. Monte muy espeso y de los que abianze
desgaitados de los yndios Bino Vno con vna Lanza Contra vn
Blandengue a morir o matar lo q.e Eido esto el Blandengue le
tiro y lo mato por que Estos yndios están echos Atropellar las
partidas", etc., etc. [1 pg. 29]. Y así se van sucediendo los episodios. Desde Buenos Aires, el 30 de junio de 1798, el virrey
da instrucciones al gobernador de Montevideo: "para q.e pase la
correspondiente al Comand.te Militar de Maldonado, a fin de que,
con obgeto á perseguir los Ladrones de caballadas, contravandistas, facinerosos, y gente olgazana y evitar los excesos que se
cometen en la campaña, nombre tres partidas del cuerpo de Blandengues de Montevideo con la fuerza y destinos siguientes: O)
La 1* se compondrá de un capitán, un sarg.to quatro cabos y
36 hombres, que correrán los campos que median entre S-ta Ana
hasta Tacuarimbó, Cuaró, Cuarey, y los dos Arapeies grande y
chico, cuyos parages son los que en el dia tienen mayor numero
de ganado orejano, y en donde habitan los Indios Charrúas y
Minuanes.", etc. etc. [3]. El gobernador de Montevideo pasó
la orden a Manuel Gutiérrez comandante de Maldonado, [1
pg. 76], quién a su vez la hizo llegar al capitán de blandengues Francisco Esquivel y Aldao. Este último contestó en
carta del 11 de julio de 1798, desde Maldonado: "Sor Comandante. He Rrecebido la orn de Vmd de 10 del Corriente, en que se sirbe trasladarme la del Exmo Sor Virrey de
30 del último Junio." etc. etc., y dice luego analizando el plan
de campaña: "Los Indios Charuas y Minuanes, que según expresa
la misma orn, se hallan situados en uno de los parajes que se me
señalan, han llamado sienpre, como las demás Naciones Barbaras,
la atención del Gobierno que Spre. ha estado cuidadoso y dete(i) Intercalamos únicamente lo relativo a la primera partida, por
cuanto era la que debía operar en territorio indio.
15 8
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
nido en sus probidencias contra esta clase de enemigos, á menos
que sus hostilidades haian exigido especial probidencia: por este
principio pues, parece que deberá no molestárseles, si se berifica
tocar en alguna Tolderia, establecim.to ó concurrencia de ellos,
solo que p.r algún echo notorio deban comprehenderse, y rreputarse en la Clase de malhechores indistintam.te aplicándoseles el
propio castigo y rigor que u aquella, circunstancia q.e es conbeniente saber, para conserbar las precauciones debidas con un enemigo, cuio agrabio y resentimiento puede ocasionar perjuicios al Estado con sus rrobos y mortandades, á que son propensos
por naturaleza" [3]. De acuerdo a las órdenes recibidas, ya en
el mes de octubre las fuerzas de Esquivel se hallaban en campaña y por campos del Arapey, donde se les incorporó Artigas,
con "solo seis hombres", por haber dejado el resto en la "Orqueta
de Salsipuedes custodiando un contravando de cinquenta y quatro
cargas de Tavaco del Brasil, y alguna cavallada q.e se havia aprehendido en dho parage". Esquivel muere de resultas de una rodada y queda Artigas a cargo de las partidas, pasando a hostilizar a los charrúas, quienes habían robado las caballadas de la
estancia de José Cardozo y muerto varios "Christianos", cuyos
cadáveres fueron encontrados por aquellas inmediaciones. [1 pg.
77 - 80] ( 2 ). El propio Artigas señala estos hechos al enumerar
sus servicios y pedir el retiro en octubre de 1803.: "Repitiendo
sus incursiones los Yndios Ynfieles en la Campaña se mandó
salir una Partida de 120,, hombres a las ordenes del Capitán del
Cuerpo dicho D.n Fran.co Aidao, y para la dirección de las Partidas descubridoras se me nombró: y haviendo fallecido dicho Comandante dispuso la superioridad quedase aquel comando a mis
hordenes, y seguidamente castigué a los Yndios apresando barios,
Matando otros, y quitándoles muchos Cavallos, estando en esta
(2) Con anterioridad, a fines de diciembre de 1797, Artigas, y a
instancias de Matías Benites, había reconocido en las proximidades del
Santa María (?) los cuerpos de otras personas muertas por los indios. Escribía así al virrey desde el arroyo del Sauce: "camine al parague donde
abian sido las muertes y en Contramos vno atado. Con los Brazos pa. tras
Con 5 y 5 chuzasos en las espaldas y asta el pelo leabian cortado y en otro
parague dizen q.e abian. diez cuerpos Juntos en vn parague q.e los nabian muerto Juntos No lo preBenciee por no saber donde fueron Las
aberias", etc., etc., [1 pg. 6 4 ] .
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
159
Comisión desde 3, de Octubre de 98, hasta 3, de Mayo de 99,
que me retiré a Maldonado." [1 pg. 260]. Por su parte el historiador Barbagelata al estudiar las actuaciones de Artigas antes
de 1810, dice que al morir Esquive! y quedar Artigas a cargo
de las fuerzas, atacó y derrotó a los indios haciéndoles setenta
prisioneros, encaminándose luego a Cerro Largo donde quedó de
guarnición. [5 pg. 70].
En 1800 y 1801, se procedió a ocupar las tierras que aún
quedaban en poder de los charrúas, empresa en la que tuvieron
destacada actuación los cuerpos de blandengues de Montevideo y
Buenos Aires. Corresponde la iniciativa al marqués de Aviles,
sucesor de Feliú en el Virreynato del Río de la Plata, un gobernante inteligente, emprendedor, y con muy claras visiones de
futuro^ En Buenos Aires, y en extenso documento del 2 de enero
de 1800, expresaba: "Mi ardiente amor al Rey y mis vivos deseos
de llenar cumplidamente las obligaciones del grave cargo q.e hé
devido á su piedad, promoviendo, conforme á sus Soveranas intenciones la felicidad de sus amados Vasallos y la prosperidad de
los Pueblos q.e há puesto á mi cuidado," etc., etc., "y persuadido
á q.e ningún objeto és de mayor ínteres para el acrecentam.to de
esta Provincia de Buenos Ayres, prodigiosam.te abundante de
dilatadas Campañas deciertas é incultas en la mayor parte, que
él establecim.to de Poblaciones para reunir en sociedad y Policía
Cristiana á las Gentes q.e se hallan dispersas; para reducir á
las Naciones de Indios infieles q.e vagean por ellas al conocimiento de Nuestra Sagrada Religión y á la obediencia de Nro Católico
Monarca; para remediar y extinguir los frecuentes robos, omicidios, contrabandos, destrozos de Ganados y otros graves delitos
y desordenes q.e impunem.te cometen los Vagos, delincuentes y
foragidos de todas clases y condiciones, q.e sin respeto á las Leyes
ni á la Religión infestan aquellos dilatados Campos," etc., etc.,
"me dediqué desde luego á tomar las medidas mas adaptables á
conseguir tan basto objeto, q-e dignamente há ocupado la atención de mis celosos Predecesores y la meditación de los mas serios
Tribunales y refleccivos Ministros sin q.e hasta el dia, a pesar del
constante esmero de todos, haya podido aun darse una completa
resolución sobre tan importante materia; y sin embargo de que
conociendo su arduidad juzgo acertado dexar correr el expediente
por su curso ordinario y regular, no obstante, impulsado ahora
160
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
de la urgente necesidad, q.e por el Cavildo y Diputados del Pueblo de Yapeyú se me há hecho presente, de contener las irrupciones de los Indios infieles Charrúas y Minuanes q.e han robado
y muerto á varios Españoles é Indios Guaranis establecidos en
ias immediaciones del Rio Uruguay; y de mi estrecha obligación
de proteger las vidas y haciendas de los Vasallos del Rey: hé
resuelto por pronto remedio y sin perjuicio de las providencias
y disposiciones que se acuerden en el Expediente gral. del arreglo
de Campos, se establescan por ahora y por via de ensayo algunos
Pueblos en las cavezeras de los Arroyos Yarapey y Quarey, en el
Puesto de S.n Joseph á la Costa de Uruguay, y hacia los tres
Arboles, q.e son los parages, q.e después de un maduro examen
y bien fundados informes hé estimado mas aproposito para contener las imbas iones y correrías de los Indios infieles y poner pronto remedio á los daños q.e ocasionan; y como para afianzar el logro de estos justos fines que tanto interesan á la dilatación de los Dominios de S.M.," etc., etc., "sea necesario nombrar personas de experimentada actividad, zelo é inteligencia q.*»
sitoen, arreglen y establescan las Poblaciones con las ventajas y
arreglo que exijen el buen orden y policía, y q.e disponen nuestras savias Leyes; concurriendo estas y las demás q.e se requieren para tan importante empresa en el Capitán de Blandengues
D*c Jorge Pacheco, vengo en conferirle comisión en forma con
toda la autoridad necesaria á su desempeño para el qüaí tengo
por combeniente hacerle algunas prevenciones, que observará en
lo adaptable, dejando lo demás á su prudencia y discernimiento."
De las prevenciones que son trece en total, dice la segunda, que
la primera población deberá situarse en las cabeceras del Arapey,
y: "que será la primera como la mas importante por su situación,
para contener las entradas de los Indios Charrúas, poniéndola
bajo el particular patrocinio de la Santísima Virgen Maria Nra.
Sra. con el titulo de Belén, p.r cuyo nombre será distinguido e)
Pueblo en lo Succesivo." En la décima prevención dice que, concluido el pueblo de Belén,: "siga acia las Cavezeras del Quarey.
á establecer en los mismos términos otra Población, en el parage
mas propio con la advocación y bajo el amparo de Señora S.ta
Ana: y si por hallarse con bastante numero de Pobladores considerare conveniente aprovechar la estación propia para estable-
KJM.IX I>K
AZAItA
('«ico 'Ji; (taya, foto-cu¡iia existente en el Mu-teu Xacioimt df.
Üistui'ui Saturul. Montevideo).
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
161
cerlcs, podrá encargar al Subalterno de su Partida que considere
mas dispuesto que pase á delinear y establecer el Pueblo acia
los tres arboles con prevención de que lo distinga con la denominación de S.n Gabriel invocando la protección del Glorioso Arcángel á favor del Pueblo y de sus moradores." Y aún creía posible
Aviles la formación de una cuarta población, que habría de situarse junto al "Puesto nombrado de S.n Jph. á las margenes del
Rio Uruguay poniéndolo bajo el patrocinio de este glorioso Patriarca", etc., etc. Y termina el documento en que: "sacándose
tres copias de esta resolución se remitirán con las consiguientes
ordenes, una al Capitán D.n Jorge Pacheco comisionado para su
execución; otra al Teniente Governador de Yapeyú para que subministre á este Comisionado algunas semillas p.a fomento de los
nuebos Colonos y le preste los demás auxilios que pendan de su
arbitrio, y la Tercera al Comandante de la Colonia á fin de que la
haga publicar en aquel Partido y en los demás dependientes é inmediatos para que llegando á noticia de todos aquellos Vecinos
pobres puedan ocurrir á establecerse con Ventajas y utilidad á las
nuevas Poblaciones". ( 3 ). [6]. En realidad, el inspirador de los
planes de Aviles fue don Félix de Azara, quién, profundo conocedor de nuestros problemas limítrofes, sabia que el establecimiento de poblados a lo largo de la frontera, y la reorganización política de las Misiones, (sin que - ello significara volver a la administración religiosa), eran los medios
más eficaces para detener el avance de los portugueses y las hostilidades de los charrúas. El 18 de marzo de 1800, y en plan similar al confiado a Pacheco, Aviles encomendaba también a Azara
la fundación de varios pueblos, comenzando por el de Batoví,
"para contener las irrupciones y correrías de los Yndios infieles
Minuanes y Charrúas, Y la osadía Y arrojo de los vagos facinerosos y contrabandistas que infestan las dilatadas desiertas campañas de la vanda del Norte de este Rio de la Plata con notable
perjuicio de la seguridad y tranquilidad publicas; para contener
las continuas usurpaciones de terrenos por parte de los fronterizos;" etc., [1 pg. 160]. En relación a Azara, que tan de cerca
conoció a los charrúas, transcribimos una de las páginas que dedicara a aquellos indios. Se trata de cuando los vio, quizás por
(3)
El documento luce la firma y rúbrica de Aviles.
162
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
primera vez, en la festividad anual del pueblo misionero de San
Miguel, el 29 de setiembre de 1784. Dice así: "Se hallaron en, esta
fiesta algunos bárbaros Charrúas y Minuanes que persiguieron
mucho á los pobladores de Montevideo, hasta que el gobernador
Viana los escarmentó y destrozó.'De ellos hablan las historias muy
antiguas y hoy están en paz con todos viviendo errantes en los
dilatados campos de aquí al rio Negro y Santa Tecla. Habitan bajo de toldos de esteras, y de sus costumbres y modo de vivir me
cuentan que difieren poco ó nada de otros que describiré á su
tiempo. Hablan alguna cosa el guaraní, pero tienen idioma particular muy gutural. Corrieron con destreza parejas y sortijas
juntamente con los del pueblo y recibieron tupambai como si todos fueran unos mismos. Iban montados en pelo: un palito servia
de bocado al freno y dos pedazos de cuerno hacían de alacranes.
Su vestido se reducia á un escaso tapa-rabo ó trapo sucio ceñido á.
los ríñones. Los adornos consistían en una cuerda sobre la frente
atada al cogote; el pelo suelto y largo y las quijadas pintadas de
blanco, Algunos estaban armados de una lanza de doce pies con
la punta de fierro muy delgada y larga media vara: otros llevaban una aljaba muy aplastada que ocupaba su espalda y lomos, en
la que estaban las flechas en abanico formando un arco de varios
colores que por delante hacia una bella vista. El arco era corto
como el de todos los que lo manejan a caballo. Su talla y figura es
elegante y exede á la de los españoles, aunque no llega según parece á la de los Mbayas, siendo incomparablemente superior á la
de los guaranís. Estos bárbaros y los indios del pueblo no solo
imitan en sus torneos á los españoles sino también representaron
las escaramuzas y batallas de los bárbaros con los españoles. Los
que imitaban á aquellos iban completamente desnudos, muy pintados en todo el cuerpo, y con muchas y varias plumas en la cabeza y en los pretales de sus caballos. Montaban en pelo y llevaban
" una lanza muy larga con cuyo apoyo saltaban del suelo sobre el
•'••-caballo,* y de este al suelo con suma ligereza en lo mas precipitado
de la carrera. En la misma, se echaban á un lado manteniéndose
ocaltos en el cuello del caballo que parecía que corría solo y sin
jinete. Finalmente volaban, paraban, revolvían y hacían lo que
parece imposible. El pueblo tiene una estancia de caballos escogidos que solo sirve en estos dias." [7 pg. 177].
Volviendo al virrey Aviles, su espíritu conciliatorio le hizo
LA G U E R R A DE LOS C H A R R Ú A S
163
tentar una vez más la pacificación de los charrúas, mediante los
oficios de la que llamaremos misión Ifrán, visto que su jefe no fue
otro que Juan Ventura Ifrán, el mentado baqueano de la expedición de Rodrigo. El "Diario" de esta misión, interesantísimo como
antecedente para la campaña de Pacheco, se conservaba en el archivo particular de Francisco Bauza, que así lo indica en su Historia de la Dominación Española en el Uruguay", [8 vol. 2 pg.
341]. Lamentablemente, al pasar dicho archivo a la custodia del
Estado en 1959, no pudo hallarse el "Diario" de Ifrán, ni referencia alguna que permita conocer su actual paradero. En ausencia
pues del documento, y sin otra fuente de información, debemos remitirnos a los hechos tal como los narra Bauza. Así el texto: "Como en el ánimo de Aviles prevalecía la iüea de no ahorrar medio
para reducir pacíficamente á los naturales, pues hacia depender
de ello, el éxito inmediato de las operaciones de Pacheco, resolvió,
ante todo, enviar á loa indígenas una embajada compuesta de dos
charrúas cristianos, residentes en Buenos Aires y antiguos prisioneros, quienes, por vía de Yapeyú, debían trasladarse con escolta
y salvoconducto hasta las tolderías de sus compatriotas para proponerles en nombre del Virrey, paz y amistad duraderas, y buenos
territorios donde pastorear como dueños sus ganados. Llamábanse
los embajadores elegidos, Vicente Adeltú y Antonio Ocalián. El
primero de ellos era jefe ó cacique, según los españoles acostumbraban á llamarles, y ambos aceptaron de buena voluntad el cometido que se les confiaba. A mediados de .Enero de 1800 se pusieron en marcha para Yapeyú, y llegados que fueron á dicho punto, después de haber conferenciado durante tres días con Bermúdez, (4) marcharon en dirección al Salto chico, donde les esperaba
D. Juan Ventura Ifrán con una partida de 50 hombres y el jefe
indígena Capataz para escoltarles hasta las tolderías. Atento al
régimen puesto en práctica por Aviles para toda empresa importante, Ifrán debía llevar un diario de las operaciones de la embajada, con el pormenor de todos sus detalles. A 2 de Abril se incorporaron á Ifrán, en Laureles, los enviados charrúas. El 6 del
mismo mes, él y ellos, escoltados por 14 hombres, pusiéronse en
marcha con miras de encontrar á los indígenes, cuyo rastro se
dejaba sentir en el camino. Sobrellevando las contrariedades de
(4)
FranciBco Bermúdez, gobernador de Yapeyú.
164
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
una empresa llena de peripecias, llegaron el 4 de Mayo á la costa
del Cuareim, donde encontraron cuatro tolderías de indios minuanes, quienes, apenas divisaron á los españoles, pusiéronse en fuga,
ganando el monte. Deseoso de aquietarles, pidió Ifrán á los embajadores, que acompañados de Capataz se adelantasen á tratar
con los fugitivos, siguiéndoles él á corta distancia. Franqueó la
embajada el monte, y en un potrero cercano tuvo lugar la primera
conferencia, cuyo resultado fue frustráneo. Solamente un indígena con 12 personas de su familia, se avino á reducirse y acompañar á los cristianos; Todos los demás se negaron a imitarle.
Vista la inutilidad de mayores esfuerzos con aquella gente rehacia, prosiguió Ifrán su marcha en dirección al Cuareim chico, desde donde despachó un baqueano á correr el campo. Desorientado por la falta de noticias con que retornó el explorador,
iba siempre adelante, cuando dio con una mujer minuana, aprisionada por él en otra de sus salidas, y arrojada ahora del campo
de sus compatriotas, quienes la negaron refugio, diciéndola que
lo solicitase de su antiguo apresador. Informó esta mujer sobre
el paradero más inmediato de los indígenas, que era en la costa
del Cuareim chico, con cuya certidumbre apresuró sus marchas
la expedición cristiana. Al amanecer del día 11 se divisaron dos
indígenas que Ifrán mandó capturar, consiguiendo hacerlo con uno
de ellos. Traído á su presencia, sueltas las ligaduras y obsequiado
con yerba y tabaco, declaró el prisionero que su toldería, compuesta de ochenta individuos, tenía por jefe á Masalana, y estaba allí
cerca. A lo que correspondió Ifrán instruyéndole de sus propósitos, é invitándole á servir de intermediario en el tratado de paz.
Aceptó el indígena, y agregándose á los dos enviados charrúas y
á Capataz, partieron en dirección á la toldería, escoltados por Ifrán
y 20 hombres. A media legua de camino, sobre una cuchilla, divisaron formados á caballo, 80 minuanes en aire de combate. Hizo
alto Ifrán, y para quitar á su actitud cualquier asomo de hostilidad, mandó á los comisionados que se adelantasen á entenderse
con ellos; pero apenas se pusieron al habla unos y otros, fue enorme la algarabía que se levantó entre los minuanes. Cortáronse varios de las filas, y atropellando á los parlamentarios, les daban
fuertes encontrones, blandiendo las lanzas y amenazándoles con
toda suerte de injurias. La impasibilidad en los amenazados con-
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
165
siguió dominar el tumulto, facilitando una aproximación entre
Ifrán y Masalana, quienes cambiaron las primeras palabras. Mientras ambos jefes hablaban, los enviados trataron de leer y explicar á la turba las proposiciones de Aviles; pero sea que no las entendiesen bien, sea que todos opinasen á un tiempo, la apaciguada
algarabía volvió á encenderse con tal estrépito, que fue necesario
señalar el día siguiente para una conferencia más tranquila, y el
campo español como lugar de cita. Cumpliendo lo prometido, al
dia siguiente, 12 de Mayo, á mediodía, compareció Masalana con
38 hombres armados en el campamento de Ifrán, que distaba pocas leguas del suyo. Venían entre los minuanes dos cristianos renegados, quienes parecían tener sobre ellos gran influencia. Ifrán
recibió a todos con mucho agasajo, ofreciéndoles asiento, que Masalana aceptó á su lado, junto con los negociadores charrúas. En
seguida regaló al jefe indígena, en nombre del Virrey, un sombrero, un poncho y un pañuelo provisto de yerba. Llenados estos
preliminares de cortesía, empezó á explicarle las ventajas de la
propuesta del Virrey, que no solamente aseguraba á él y loa suyos la paz de esta vida, instalándoles como dueños en tierras fructíferas, donde se verían libres de peligros y acechanzas, sino también, proporcionándoles por medio del bautismo la felicidad eterna
fin para el que Dios les había criado. Traducían estos conceptos,
los enviados é intérpretes, sin que Masalana interrumpiese; pero
uno de los renegados, inquieto por aquella deferencia, empezó á
murmurar con voz inteligible, y dirigiéndose á los indígenes en
idioma propio, que no era verdad lo expresado por Ifrán, «pues
ellos no tenían conexión alguna con los cristianos, ni menos eran
criados para la gloria, pues el alma de ellos era como la de un animal, que muerto quedaba en la nada». Vertido al castellano aquel
despropósito, Ifrán lo contestó en el acto, «con un razonamiento
—dice— que fue suficiente para imponer silencio;» pero es de
sentirse que no mencione el razonamiento argüido, á fin de aquilatar la clase de recursos polémicos que por aqirél tiempo cerraban los labios á los renegados de este hemisferio. Masalana, hasta
entonces silencioso, creyó oportuno manifestarse, diciendo que él
no vacilaba en seguir el dictamen del Virrey; pero no creía fuera
esa la opinión de los suyos, como podía observarse por el descontento con que acogían las palabras de Ifrán, especialmente los
166
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
cristianos allí reunidos. Esta réplica emocionó al charrúa Adeltú,
que siendo cristiano y jefe, sintió ofendidas sus creencias y lastimada su jerarquía con la imputación de mediar en un engaño. Así
es que irguiéndose repentinamente, y sin que Ifrán tuviera tiempo de contenerle dijo: «que él venía de orden del Virrey á escuchar
razonamientos para trasmitirlos, y no á llevarse gente;» y como
si deseara acentuar que no la necesitaba para nada, «soy cacique»,
añadió con altanería. «También soy yo cacique y señor de estos
campos —gritó Masalana— y antes prefiero morir con toda mi
gente, que someterme». Semejantes frases levantaron el altercado á un diapasón extremo. Quiso mediar Ifrán para traer las cosas
á partido; pero todo resultó inútil. Sin consideración ninguna ya,
Masalana dijo que eran mentidas las promesas del Virrey, y saltando á caballo, fueron sus últimas palabras un desafío: «me retiro á la sierra del Ibi rápita >. La negociación había concluido desde
ese momento y era inútil intentar reanudarla. Así lo comprendieron todos; de manera que Ifrán esperó el dia siguiente para romper su marcha en dirección á los Yerbales, por donde tenía miras
de probar fortuna con otras tolderías. Llegó á dicho punto el dia
13, sin encontrar rastro alguno; el dia 14 avanzó hasta la Sierra,
el 15 llegó hasta las puntas del Yarao, pernoctando allí, y el 16 se
puso nuevamente en marcha, caminando diez leguas hasta situarse sobre una de las orillas del Cuareim, en el paso principal que
por aquella altura tiene el río. Al caer la tarde, subido á un árbol,
divisó una toldería compuesta de 70 personas, más ó menos, y á
fin de acercarse sin ser sentido, fraccionó su gente, encerrando
parte de la caballada en un potrero, y con el resto á pie y los caballos á soga, franqueó el paso del río á las nueve y media de la
noche. Aproximóse en el mayor silencio á la toldería, y esperó el
alba en esa actitud. Apenas rompió el día y le distinguieron los
indígenas, hendió el aire una lluvia de flechas y el vocerío consiguiente de alarma. Los enviados charrúas y Capataz, de orden de
Ifrán, levantaron la voz para expresar cuáles eran los motivos
que llevaban á los cristianos á aquél paraje; pero.el tumulto y los
flechazos seguían, resultando herido un hombre. A las proposiciones sucesivas de paz y avenimiento, respondieron que estaban
por la guerra, y que se preparasen los cristianos á resistir, pues
iban á exterminarlos á todos. Entonces el charrúa Ocalián opinó
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
167
que debía hacérseles fuego, único recurso de salvación disponible.
Se rompió el fuego, que duró dos horas, después de perder cinco
hombres muertos y varios heridos, ganaron los indios el monte.
Fracasada esta nueva tentativa de pacificación, determinó Ifran
ir en busca de los charrúas, creyendo hallarlos más dóciles. Confiaba reducir á dos de sus jefes, llamados D. Ignacio el gordo, y
el Pintado, á cuyas tolderías se propuso llegar, rumbeando para
donde presumía encontrarlas. Con tal designio, el dia 18 se dirigió al Cerro Pintado, desertándose allí el indígena reducido en el
Cuareim con su familia. El 19 llegaba á la Palma Sola, y desde el
20 al 31 de Mayo, dificultado por las lluvias y la extenuación de
las caballadas, fue caminando hasta el Cuaró, sin encontrar rastro
de indígenas. Determinó entonces volverse á Yapeyú, por el camino de las Tres Cruces; pero cuando lo emprendía, una de sus
partidas se avistó con otra de infieles, que después de un cambio
de palabras, desapareció con rumbo opuesto. Aprovechando la
oportunidad de orientarse sobre aquel rastro, se puso Ifrán a seguirlo, y el día 2 de Junio, desde la cima de un cerro, entre Yucutujá y Cuaró, pudo ver una numerosa toldería, hacia la cual desistió de aproximarse, por la imposibilidad de franquear el río y
el mísero estado de sus cabalgaduras. Con esto, optó por la retirada definitiva, retomando el camino de Yapeyú, en busca de
Bermúdez, para darle cuenta del fracaso acontecido." [8 vol. 2 pg.
338 a 344]. Inútiles pues todas estas gestiones, y enterado por el
Cabildo de Montevideo de que los charrúas habían realizado nuevas hostilidades, Aviles optó por someterlos a al fuerza. El 4 de
octubre de 1800 se dirigía a Pacheco, (5) ordenándole que, aumentados sus efectivos con trecientos blandengues, cien soldados de
milicias y ciento cincuenta indios de Yapeyú, obrara según su pericia, a fin de lograr la entera sujeción de aquellos infieles y el
exterminio de los facinerosos que se les habían reunido. El mismo dia escribió a Bustamante y Guerra, gobernador de Montevideo, poniéndolo en antecedentes de su resolución, habiendo librado dicho gobernador la presente copia al Cabildo: "Con fha. de
(5) En el Archivo General de ta Nación, Buenos Aires, [10], hemos visto una copia sin firma de la carta de Aviles a Pacheco, con Instrucciones sobre la campaña a realizar contra los infieles. Bauza publica
el texto completo de éstas instrucciones entre sus documentos de prueba.
[8 vol. 2 pg. 703].
168
EDUARDO F. ACOSTA Y L.ARA
4. del Corr.te me dice el Ex.mo S.or Virrey de estas Provincias
lo que sigue.
«Estando para determinar el expediente formado para contener las irrupciones de los Indios Infieles Charrúas y Minuanes
y atraerlos á vivir en paz y redución, recivi vn Oficio de V del
corr.te del Cavildo Justicia y Regimiento de esa Ciudad con vná
representación de su Sindico Procurador Gral. que me han confirmado en el concepto ya formado de ser inútiles todos los medios
pacíficos que se empleen al efecto, y la consiguiente vrgente necesidad de vsar de la fuerza para reprimirlos y castigarlos, y poner á cubierto las personas, vidas y Haziendas de los Vecinos y
havitantes de la Campaña. Y en su consecuencia, paso las correspondientes ordenes para que salga vna expedición compuesta de
vnos quatrocientos Blandengues de esa Vanda, Milicias del Regimiento del Partido de las Vivoras, Indios de Armas del Departamento de Yapeyú, y de los Vecinos y particulares que quieran
agregarse, al mando toda del Capitán del mismo Cuerpo D. Jorxe
Pacheco, y con prevención de no retirarse hasta conseguir á viva
fuerza la total pacificación y reducción de aquellos Infieles, y exterminio de todos los Vandidos que los fomenten y demás de la
Campaña. Lo que prevengo á V.S. para su inteligencia, y la del
mismo Cavildo, de cuyo celo y el de V.S. fio que concurrirán en
sus casos por quantos medios les sean facultativos al auxilio y
logro de esta empresa en que se interesa principalmente el vecindario de su Distrito».
I lo traslado á V. S. para su conocimiento.
Dios gue a V. S. m.s a.s Montevideo 7 de Octubre de 1800
Joseph de Bustamante y Guerra
(rubricado)
Al M.I.C.J. y Regim.to de esta Ciudad". [9].
En Montevideo, el sub-inspector marqués de Sobremonte,
dispuso que los refuerzos destinados a Pacheco fueran suplidos
con doscientos hombres del Cuerpo de Blandengues de Montevideo y cien del Cuerpo de Blandengues de Buenos Aires, correspondientes a las guarniciones de Maldonado y Cerro Largo. Sobre el itinerario a seguir por estas partidas en procura del enlace
con Pacheco, Sobremonte comunicaba a Aviles: *'A la Partida que
sale de Maldonado, he prevenido la dirección á la cuchilla grande,
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
169
y Arroyo del Yy á pasar el Rio negro en el paso de Ramirez, y
que siga por la costa de dho. Rio, persiguiendo los Infieles, y
vandidos hasta encontrar con la del Cap.n D.n Jorge Pacheco, y
á las dos del Cerro Largo, que se dirijan á pasar dho. Rio negro
por la picada de Juan Gómez del otro lado de los Cerros de Azeguá,
á correr las costas de los Arroyos Caraguatá, y Tacuarembó con
los mismos fines, y según los informes que he tomado; pero prebengo á unas, y otras que á la mitad de su camino, despachen aviso al Cap.n Pacheco del parage en que se hallan, y que estén á
sus disposiciones," etc., etc. [8 vol. 2 pg. 345 y 707]. ( 6 ).
Pacheco al igual que Ifrán, debió llevar un "Diario" de campaña, cumpliendo así órdenes expresas de Aviles. Por dicho "Diario" [12] nos enteramos que la expedición, la más grande que
jamás se había visto al norte del rio Negro, salió de Paysandú el
12 de febrero de 1801. Iban en. el convoy, aparte de los efectivos
militares, cuarenta y ocho carretas en que viajaban las familias
pobladoras, material agrícola destinado a la labranza de los nuevos campos, y varios millares de ovejas, yeguarizos y vacunos- El
15 llegaron al Queguay, empleando hasta el 22 o el 23 en atravesarlo, tantos fueron los trabajos, especialmente en lo de lograr
que la hacienda arisca se echara al agua. El 24 del mismo mes,
cuando la expedición hacia noche en puntas del arroyo Bellaco,
cerca del Guaviyú, Pacheco dispuso que una partida de doce blandengues a cargo del alférez Marcos Balcarce, y el baqueano Cristóbal, se adelantaran hasta el paso de las Carretas, en el Daymán,
llevando Balcarce el siguiente cometido, que leemos en la orden
del dia correspondiente a la fecha: "se dirigirá á la Costa del
Daymán y pasando en el Paso de las Carretas, girará por la Costa
reconociendo hasta los Algarrobos, pero con toda precaución imbestigando los movimientos del Campo; si hallase Yndios atoldados como me presumo se ocultará en el Bosque y manteniéndose
(6) La naturaleza de nuestro trabajo nos impide ocuparnos en detalle de todos loa aspectos de la expedición de Pacheco, cuyo comentario
y documentación daría tema para un extenso volumen. El lector podrá
recabar numerosos datos sobre dicha expedición, y especialmente en lo
relativo a la fundación de Belén, entre otras obras, en la de Setembrino
Pereda, "El Belén uruguayo histórico", [11]; Bauza, "Historia de la dominación
española en el Uruguay", [8 vol. 2]; Ptvel Devoto, "Archivo
Artigas1', Vol. 2 (introducción), [1], y José M. Mariluz Urquijo, "La expedición contra los charrúas en 1801 y la fundación de Belén", [4].
170
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
en observación de sus operaciones, luego que anochesca me dará
aviso con el Baqueano. Assimismo si encontrase rastro de Gentes
que haya pasado en el Paso, me dejará un Papel colgado en el sause que se halla á la dra. en medio del Río". El 25 marchó Balcarce
a cumplir su misión. El 26 se enviaba al alférez José Martínez
con veinticinco hombres en busca de la seña que aquél habría de
dejar en el Daymán. El 27 regresó Martínez sin haber encontrado
ni rastros de Balcarce, hasta que el 28, dice el "Diario": "A las
doce y quarto de la noche llegó el Baqueano con dos Blandengues
de la Partida de Balcarce traen oficio de este oficial q.e avisa haber sido atacado de sesenta y tres Yndios que se hallaban atoldados en el Paso de los Algarrobos los quales quitaron á la Partida
los Caballos". Se nombraron de inmediato ciento cincuenta hombres que salieron en persecución de los indios, pero nada se logró,
ya que a las tres de la tarde regresó la columna, "incorporado yá
Balcarce en ella", sin haber podido dar alcance a los enemigos. Y
éste fue el único contratiempo de entidad sufrido por los expedicionarios. El 11 de marzo llegaban al Arapey que atravesaron por
el paso de Evaristo, y el 14 se hacía alto en la barra del Yacuy,
"punto determinado para el Quartel Gral. y Villa de Belén".
Acampado en el Yacuy, la primera medida de Pacheco fue
despachar al alférez de blandengues José Rondeau hacia Yapeyú,
con oficio para el teniente gobernador dé dicho pueblo, que lo continuaba siendo Francisco Bermúdez, solicitando los "Baqueanos,
Naturales, y demás, auxilios" que se tenía orden de franquearle.
Esto demuestra que la operación contra los infieles se consideraba
impostergable, y el concepto debe haberse afirmado aún más, luego del desastre ocurrido a una partida que marchó rumbo a Batoví para ponerse a las órdenes de Azara. (7) No obstante, la
operación hubo de ser diferida, dado que de los refuerzos pedidos
a Yapeyú, apenas llegaron ciento seis naturales el dia 20, desmontados o con los caballos en mal estado, y sin más armamento que
unos pocos fusiles, otras tantas lanzas y un "Carcax de Flechas".
En cuanto a Bondeau, que ya estaba de regreso el 21, traía infor(7) Dicha partida compuesta por cincuenta blandengues al mando
del teniente Ignacio Martínez, salíA del Tacny el 16 de marzo, alendo casi
de Inmediato atacada por loa indtOB, quienes mataron dos hombres, hirieron a nueve más Incluso al propio Martínez, y se llevaron la totalidad
de las caballadas.
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
171
mes, de que si bien se tenían muchos caballos reservados en el
Ibicuy, la totalidad de los efectivos yapeyuanos estarían listos
recién para setiembre. Frente a las perspectivas de una larga espera, Pacheco dispuso que todas las actividades se orientaran hacia el trazado y ordenación de Belén, reparto de tierras etc., (8)
manteniendo sin embargo algunas providencias relacionadas a la
campaña contra los indios. Eran ellas, las de establecer dos fortines, uno en la costa del Yacuy y otro en la del Arapey, para que
llegado el caso sirvieran como baluarte y respaldo de dicha campaña. Estos fortines constarían de un rancho como para cuarenta
hombres y un corral en el que pudieran encerrarse dos mil caballos. Los ranchos, dice el "Diario", "deven ser cercados de estacada y tener en cada Moginete un sobrado o Balcón para poder
hacer fuego desde allí quatro Hombres. Tendrá un Parapeto de
cuero y se mandaran por dentro á virtud de una Escala que habrá
en las dos ventanas de los Moginetes. La Puerta del Corral quedará linea recta a uno de los Balcones, que de esta suerte queda
defendido". (Orden del día 19 de marzo, confirmada en la del
22 del mismo).
Pero Pacheco no era hombre de permanecer inactivo hasta
setiembre. Es así que el 27 de marzo da órdenes que relacionamos
a una inmediata salida contra los indios: "El Capitán D.n Teodoro
Abad alistará los ciento treinta y cinco Hombres de su Piquete
p.a marchar conmigo á Campaña, apartando á quatro caballos por
Hombre; lo mismo executará el Ten.te de Milicias D.n Ambrosio
Velasco con veinte y cinco, dejando al Alferes con los demás al
cargo de las Caball.das que no se empleen". Abad hizo presente
"que no tenia Caballos p.a montar la Tropa pues se hallaba toda
su Caballada absolutam.te destruida", versión confirmada por
los capitanes Maciel, Cardoso y el teniente Velasco, que, comisionados para inspeccionar las caballadas del piquete de Buenos Aires, las encontraron en "fatal estado", pues de setecientas noventa
unidades sólo encontraron ochenta de mediano servicio. Buscando
subsanar éste inconveniente, el único que demoraba su salida, Pa(8) El 3 de abril se ordenó al carpintero Blas Dias cortar doa trozos de ñandubay, y hacer con ellos una Cruz para colocar en el sitio destinado a Camposanto. Al dia siguiente, "A las tres y media de la tarde
concluida la Cruz se Juntó el Vecindario franco y se llebó en Procesión
hasta el lugar de su destino donde quedó enarbolada."
172
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
checo escribió el 31 de marzo a Yapeyú, pidiendo a Bermúdez
"quatro caballos por Hombre para ciento treinta y cinco que deven
salir á Campaña". El 12 de abril llegó la contestación de Bermúdez, quién anunciaba el envío de doscientos ochenta y tres caballos
a cargo del alcalde provincial don Laureano Guiraporá, como asimismo la próxima salida de Pedro Pablo Portillo, conduciendo
ciento veinte más. Entre el 13 y 14 se recibieron las caballadas
de Yapeyú, y por la orden del dia 16 deducimos que la campaña
contra los charrúas es cosa decidida, trabajándose ya en ultimar
detalles. Dispone dicha orden, que el sargento Gregorio Villagra
pase: "á la otra parte del Rio Uruguay á buscar al Baq.no Eug.o
Acuña á quien le ofrecerá dies p.s al mes de Sueldos siempre q.e
quiera guiar la Tropa en la immediata salida". ( 9 ). Y así, sucesivamente, la orden del dia 20 dice: "Toda la Caballada que ha
despachado el Ten.te Gov.or" (de Yapeyú), "se entregará al Cap.n
Dn. Teod.o Abad p.a que la conserbe en el mejor estado sin permitir q.e por pretexto alguno se ensille caballo de estos". La del
21: "El Capitán Dn. Felipe Cardoso, los Alféreces Dn. José Rondeau, Dn. Alexandro Medrano, y Dn. Josef Pilar Martines, los oficiales de Milicias Dn. Ambrosio Velasco y Dn. Man.l Pastor se
aprontarán para marchar conmigo y los ciento y quar.ta y un
Hombres que se hallan con Caballos, deviendo llebar á quatro por
Hombre; serán revistadas las Monturas de suerte que en ninguna
falte Lasos, Bolas, Manea, Fiador, Maneador ó Cabrestillo; Los
Oficiales reconocerán prolijam.te que los Lomillos tengan buenos
bastos para que no se extropee del Lomo la Caballada". Y la del
22: "Como no se aguarda mas q.e la venida del Sarg.to Villagra
con el Baq.no Eugenio para la salida; las Tropas destinadas á ella
estarán prontas sin separarse á parte alguna". Finalmente, el dia
23, a las tres de la tarde llegó Villagra con el baqueano, disponiéndose la marcha para esa misma noche. "Anoch.o cielo y ori(9) En todo éste tiempo, loe charrúas hablan permanecido atentos
a la fundación de Belén, señalándose su presencia por una Berle de movimientos sospechosos, observados preferentemente en los cercanos montes del Arapey. Inclusive, puede que fueran ellos los que el 11 de abril
incendiaron el campo, considerando que el viento reinante, E.N.E., extendería el fuego sobre la nueva villa, como aBÍ ocurrió. Hubo que lamentar
la pérdida de varios ranchoB 7 muebles, escribe Pacheco,: "con b&Btante
peligro de incendiarse la Polbora la qual a cincha de Caballos se sacó a
cargo del Ten.te D.n Ignacio Martines j el Alférez de Milicias D.n Man.l
Pastor y cincuenta Hombres."
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
173
sontes calimosos", dice Pacheco, "Vto. SO. fresq.to. Empesó á llober pero con todo á las seis emprendimos la marcha con ciento
quarenta y un Hombres y los Oficiales nombrados, la que seguimos al SE. hasta el paso de la barra en el Arapey q.e vadeado continuamos cambiando rumbo al E. marchando hasta las diez y tres
quartos q.e campamos en las margenes del dho Arroyo", etc.,
etc. (10).
En el "Diario" de Pacheco figuran tres encuentros con los
charrúas. El primero ocurrió en el paso de las Tropas, en el Arapey. Desde el 26 de abril estaban acampadas las fuerzas en el
"Potrero" de la barra del Arerunguá, efectuándose reconocimientos por parte de los baqueanos y de las partidas exploradoras.
Transcribimos literalmente el manuscrito de Pacheco: ( u ) .
"Dia 29. Aman.o cielo claro orisontes ofuscados v.to NE. floxo; En la noche no hubo acontecido. A las nuebe de la mañana
dio parte la Centinela de la vigía de haberse alborotado la Yeguada por lo cual se puso mayor cuidado en la observación del
Campo. A las once y quarto se descubrieron tres Ginetes y estos
se ocultaron inmediatam.te, se mandó reunir la Caballada; se
emboscaron dos Partidas en la boca del Potrero de dies y seis
Hombres cada una á cargo de los Alféreces Medrano y Pastor para
en caso de ser Enemigos é intentar reconocernos queden muertos
o presos. Anocheció cielo y orisontes calimosos viento E. floxo.
Orn. del 29 al SO. Las Caballadas deven retirarse hacia el
fondo del Potrero y en el Punto que en las noches anteced.tes se
colocaban las Gentes de la Custodia, se podrán dos Emboscadas
compuestas de dies y seis Hombres y un Sargento de los mejores
tiradores, á quienes se les encargará que en caso de entrar Gente como no sea de la Partida Exploradora que se halla á cargo
de Dn. José Rondeau (I2) se les haga fuego sin dar el Quien vibe:
Si fuesen Enemigos se conocerán por las precauciones de dejar
(10) El "Quartel y Vecindario" de Belén, hablan quedado a cargo
del capitán Carlos Maciel, quién debía actuar de acuerdo a órdenes dejadas por Pacheco. Entre otras la siguiente: "Obserbará la mas escrupulosa
vigilancia á fin de evitar quales.ra Sorpresa de los Yndios Ynfielea."
(11) La transcripción incluye las anotaciones de los dias 29 y 30
de abril y 1' de mayo, correspondientes a los dos primeros combates. Incluímos también, y como complemento, las de loa dias 8, 9 y 10 del mismo mes.
(12) Rondeau habla salido el dia 24 a efectuar reconocimientos
por campos del Arapey y del Arerunguá.
174
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
los Caballos y entrar Pié á tierra para no hacer ruido en el agua.
Lo demás de la Tropa tendrán los Caballos ensillados y las Armas colocadas, dentro del monte; no se hará fuego y se obserbará profundo silencio. S.to S.n Diego y Alcalá.
Dia 30. Amaneció cielo claro orisontes calimosos v.to SE.
floxo; A las once de la noche avisaron las Emboscadas que en el
Paso de las Carretas de sentir ruido de Animales; se ohian las
voces en el Ydioma de los Yndios Ynfieles de los que arreaban;
Montó la Tropa á Caballo con los oficiales quedando el Sargento
Antonio Casas con veinte y cinco Hombres en conserba de la
Caballada y Campamento, dimos la marcha á los tres quartos
p.a las doce; dirigiéndonos al mismo paso de donde se tomó la
huella que se dirigía al nombrado de las Tropas en el Arapey
grande, aqui llegamos á la una y quarenta y dos min.tos y como
se advirtiese que las Gentes no havian vadeado este Rio se buscaron por la Costa arriba al E., luego advirtieron los Baqueanos
estar parada la Gente y Animales q.e se perseguían, y mientras
se despachó Gente á bombearlos se dispuso el ataque para el
aclarar, encargando al Ten.te de Milicias D.n Ambrosio Velasco
que con quarenta Hombres á Caballo cargase por el frente de la
Campaña, y á este tiempo yá se encontrarían los setenta y cinco
restantes por la Costa del Monte á pié; p.a este fin se desensilla-.
ron los Caballos y soltaron acollarados y maneados; La Partida de
Velasco anticipó su operación esto és no dio lugar á que el dia aclarase bien, por cuya causa hubo alguna confusión; se mató al
Cacique Charrúa llamado Zurdo hijo del finado d.n Ygn.o el
Gordo (1S), se hirieron á dos mas que tomaron el Monte, siendo
el núm.o de todos, quatro que llevaban cautibo un Hijo de Juan
Benavides como de quince años que agarraron entre los arroyos
la Capilla y Bacacuá hacia tres dias, el qual se represó con toda
la Animalada, que consistía en dos Manadas de Yeguas, treinta
y cinco Caballos, algunos Redomones y Potros, con mas siete
Muías, todo correspond.te a Fernando de Castro, Manuel Acosta
y otros Vecinos, resultaron de esta acción quatro Eridos de los
nuestros, los dos en las piernas de una vala p.r habérsele nido el
13) Ignacio el Gordo habla resultado muerto en un encuentro anterior con fuerzas de Pacheco, ocurrido en abril o mayo de 1800. (véase
documento D del presente capitulo, carta de Pacherc a Aviles, fechada en
"Ytacabó en el Rio Queguai 28 de Malo de 1800".
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
176
tiro á otro soldado que cayó persiguiendo á los Yndios quando
intentaban tomar el Monte y el Ten.te Velasco con otro Blandengue quedó flechado en los brazos, p.r el Yndio muerto: Al salir
el Sol nos retiramos llegando á las siete y m.a al Potrero en q.e
quedó la Caballada; Encontramos ai Baqueano Eugenio despachado por D.n Josef Rondeau desde las immediaciones del Paso
de Vera, de donde avisa hallarse unas Tolderías en el Corral de
Sopas; Se dieron las ordenes para el apresto de las Gentes que
deven salir al Anochecer quedando á cargo de la Caballada el
Ten.te Velasco no obst.te estar erido; La marcha se rompió á las
cinco y quarenta y nueve minutos de la tarde con ciento y nueve
Hombres incluso el cautibo B en a vi des, continuándola por la Costa del Arroyo Ararunguá hasta incorporarnos con Rondeau.
Anoch.o cielo claro y oris.tes despejados v.to E. recio.
Orn. del SO de Abril al I9 de Mayo. Los ciento nueve Hombres que han de marchar al Anochecer estarán montados con sus
Oficiales, Sarg.tos y Cabos en los mejores Caballos tendidos en
ala á la boca del Potrero [imbertidos?] los Oficiales y demás en
los mismos términos que se practicó la noche pasada. El Capitán
D.n Felipe Cardoso elegirá cinq.ta Hombres de los mas diestros
en las Armas y mejores tiradores, los quales son destinados á
dar el ataque pie á tierra si la posición de los Enemigos lo permite; llebará á D.n Man.l Pastor p.a cubrir la Izquierda de su
Piquete en el ataque; El Ayud.te D.n Josef Pilar Martinez antes
de sacar á formar el Esquadrón pasará una escrupulosa revista
á las Armas haciendo componer las Piedras, picarlas, poner
Cebas nuebas y todo lo demás q.e corresponde á que tengan en
función el mejor exercicio; Assimismo se intripulará la Milicia
con la Tropa, les hará entender q.e al tiempo de atacar no debe
haber voces ni alaridos que originan confusión, impiden atender
las del mando;, las demás prebenciones se harán al mismo tiempo
del ataque según lo dictase la "situación 4eí "terreno. S.to S.n Felipe y Mo»tev.o.
'..._.
'.,
Día 1* de Mayo. Aman.o en calma, cielo y orisontes nublados. A las nuebe de la noche nos incorporamos con el Alf.s D.n
Josef Rondeau que se hallaba en la Costa del mismo Ararunguá
para abajo de las Yslas del Difunto Ygnacio Vera, desde donde
hicimos la trabesia hasta el Arroyo de Sopas dando alto en la
176
EDUARDO F. ACOSTA Y L.ARA
Cuchilla á las once y tres quartos del otro lado del citado arroyo
p.r dos ocasiones se intentó el reconocer las Tolderías pie á tierra que distaban como legua y quarto, y no habiéndolo podido
conseguir p.r estar los Yndios en vela siempre se dispuso el atacarlos p.r el frente partida la Gente en dos Colubnas, la de la derecha regia el Comandan .te (") y la de la izquierda el Cap.n
D.n Felipe Cardoso; A las cinco y media montó la Tropa á Caballo se reconocieron las Armas, se formaron en ala las Colubnas de dra. é izquierda ocupó la Partida exploradora con los Baqueanos el Centro; se variaron las disposiciones dando orn. de
acometer á todo correr p.a impedir á los Indios el que tomasen
el Monte y se practicó lo mandado á las seis de la mañana andando precipitadamente mas de tres quartos de legua á vista de
los Enemigos por q.e el terreno no deparaba otra cosa, y encontrando á estos formados al frente de sus Toldos nos recivieron
con algunos tiros, mucha flecha y Piedras, desmontó la División
de la dra. y con un actibo fuego les hizo tomar el Monte; después
de ver muertos dos; se mandaron juntar las Caballadas y cortar
el Bosque arriba y abajo con dos Partidas de doce Hombres cada una manteniéndonos en inacción con la Tropa formada hasta
las ocho y media; se descubrió una Emboscada que havian puesto los Enemigos en el Paso de arriba y estos nos probocaban p.a
que cayésemos en ella; se nombró al Alferes D.n Josef Rondeau
para q.e con cincuenta Hombres escogidos pie á tierra atrabesase el Monte y les cargase repentinam.te assí se verificó y retirándose los Yndios á la Cuchilla cargó el Comand.te con quar.ta
Hombres á Caballo que se hallaban formados á esta parte del
Rio y metidos los Enemigos entre dos fuegos perecieron sin quererse rendir; se contaron en el Campo muertos treinta y siete
Hombres y dos Mugeres entre ellos el Cacique Juan Blanco de
los Charrúas y el de los Minuanes Zara. Finada la acción á las
nuebe y media entró toda la Tropa a pié a registrar la Montaña
de donde se sacó la Cautiba Maria Ysabel Franco y otros dos
Muchachos también Cautibos, se cogieron siete Yndios jobenes
prisioneros, trece chinas y once Criaturas. También se advirtió
que las Yndias mataron porción de Niños de pechos p.r no ser
descubiertas en el Monte por los q.e lo registraban caso de llorar;
(14)
El propio Pacheco.
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
177
Los Caballos apresados fueron trescientos dos todos inútiles y
veinte y siete Yeguas; Los rastros de sangre que se notaron dentro del Bosque, manifestaban q.e los escapados hiban grabem.te
eridos. A la una y media se concluió el registro del Bosque y a
las* dos y tres quartos nos pusimos en marcha en retroceso con
dirección al Potrero de la Barra del Ararunguá donde quedó la
Caball.a y andubimos hasta las cinco y media que dimos alto en
una Rinconada al lado del Paso del Arroyo de Sopas distante
quatro leguas del lugar donde se abansó, no ha havido otra nobedad la jornada de la pasada noche fue de nuebe leguas; Concluió el día con el cielo y oris.tes opacos v.to SE. galeno.
Orn. del 1? al 2.1a. mitad de la Gente del Esquadrón estará
vigilante de prima hta. media noche á cargo del Alferes D.n
AI ex andró Medrano; de media noche al dia el Capitán D.n Felipe Cardoso con la otra mitad vigilará, deviendo hallarse con las
Armas en la mano á la Madrugada; Los Prision.s grandes y pequeñoa todos se asegurarán en cepo de laso y tendrán doce Hombres de custodia con un Sarg.to y Cabo los quales mantendrán
Centinelas; La Caball.a apresada se conserbará en ronda extrecha immediato á la Costa. S.to S.n Antonio y Padua". Al dia
siguiente, o sea el 2, se llegó al campamento del potrero del Arerunguá, quedando dispuesto que el teniente de milicias Ambrosio
Velasco asistido de cincuenta hombres conduciría los prisioneros
hasta el cuartel general de Belén, misión que recién pudo cumplirse el dia 7, por estar los arroyos crecidos.
"Dia 8 (16) Aman.o cielo y oris.tes claros v.to ONO. floxo;
En la noche hubo disparada de Caball.a porq.e un Tigre la atropello; salieron los Baq.nos a reconocer hasta la Costa del Arroyo
del Corral de Sopas; volbieron á las dos de la tarde sin encontrar
novedad; Armamos cimbra p.a pillar el Tigre que nos incomodaba. Anoch.o cielo y orisontes despejados v.to NO. floxo.
Orn. del 8 al 9. Al aclarar saldrá el Alferes d.n Josef Rondeau con los Baq.nos y quarenta Hombres deviendose extender
(15) Pasamos por alto los días 2, 3, 4, 5, 6 y 7, ya que en ellos
no ocurrieron mayores novedades, salvo actividad de patrulla y la salida
de Velasco para Belén conduciendo los prisioneros. En la orden del día
3, leemos sin embargo una curiosa disposición de Pacheco, motivada quizás por el deseo de guardar algunos trofeos charrúas: "Hágase entender
á la Milicia q.e loa q.e desenastaron los Dardos tomados á los ínfleles,
los pongan como estaban y me los presenten."
178
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
hta. el Corral de Sopas donde Be dio el abance á los Yndios, reconocerá si enterraron los Cadaberes, y de no advertir alboroto
en el Campo dispondrá que maten carne con la qual se retirará.
S.to Santiago y Compostela.
Dia 9. Aman.o cielo claro, orisontes calimosos v.to SE. floxo. A las doce de la noche falleció el Blandengue Pasqual Alayausú que fue erido el día del abance por el tiro que se le fue al
q.e cayó corriendo los Yndios. (16) No obstante haber andado el
Tigre por el Campam.to toda la noche, nunca cayó en la Trampa; se notó una fuerte elada. A las siete de la mañana salió el
Alferes D.n Josef Rondeau con los quarenta Hombres á su Comisión. A las quatro de la tarde se dio sepultura al Cadaber poniendo sobre ella una Cruz. Anoch.o cielo y oris.tes claros v.to
SE. floxo; No ha buelto Rondeau.
Orn. del 9 al 10. Mediante a no haberse retirado el Alferes
D.n Josef Rondeau la Prebenz.n estará con la mayor vigilancia
y la Gua. de la Caball.a rondarán a noche partida; Los demás
del Campam.to tendrán los Caballos ensillados y las Armas prontas por si ocurriese novedad, concurriendo sin confusión formados á la boca del Potrero donde se ohirá el primer tiro. S.to S.n
Dionisio y Paris.
Dia 10. Aman.o cielo y oris.tes claros v.to SE. bonancible;
En la noche no hubo más novedad q.e continuar el Tigre sus acometim.tos unas veces á las Gentes y otras á las Caball.as. A las
once y tres quartos de la mañana regresó Rondeau con la noticia
de haber encontrado enterrados los Cadaberes de los Ynfieles
que murieron fuera del Monte exeptuando dos que dejaron sin
sepultura y que de los que se mataron dentro de el no se pudo
reconocer a causa de las aguas de los dias pasados que lo anegaron poniéndolo muy pantanoso, más como advirtió el Campo
tranquilo trajo Carne p.ra toda la Tropa anocheciendo cielo y
orisontes calimosos y en calma". Hasta aquí lo relativo a los
dos primeros encuentros con los charrúas. El tercero se produjo
el 21 de mayo, pero antes ocurrió un episodio no carente de interés. Desde el Arerunguá se habían despachado el 13 dos partidas
(16) Se pensó en llevar éste herido a Belén junto con IOB prisioneros, e incluBO se le hizo una especie de silla de "lomillo" para transportarlo, pero llegado el momento hubo que desistir, "p.r q.e Be hallaba
en eBtado de no poderlo mobér". {dias 6 y 7 de mayo).
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
179
exploradoras, una con Rondeau a reconocer los arroyos Daymán,
Laureles, Molles y Queguay Chico, y otra con el sargento Mirabal, la que después de costear el Arapey Grande hasta sus puntas regresaría por el Arapey Chico, dirigiéndose luego a observar los movimientos en el arroyo de las Ysletas. El 14 se señala en el "Diario" la llegada del baqueano Eusebio, (1T) "despachado p.r el Sarg.to Josef Mirabal dando parte de que en el Paso de laa Carretas del Arapey Chico se havian descubierto catorce Ginetes q.e arreaban mas de cien Animales no Bacunos y entraban con dirección á la barra de las Ysletas". Con ésta noticia
Pacheco se puso de inmediato en marcha, llevando consigo cien
hombres y dejando veinticinco con el sargento Antonio Casas
a cargo de la caballada. "En la noche", escribe Pacheco, "andubimos hasta las once que dimos alto en un Bosque distante como
tres qu.tos de legua del dho. paso de las Carretas abajo, donde
se pasó sin novedad". Al amanecer del dia 15 salieron dos partidas a "bombear los Ginetes", regresando la primera a las seis
de la tarde sin más noticia que haber encontrado un caballo cansado "q.e dejaron en el Paso de la barra de las Ysletas". La segunda partida volvió el 16 pasado el medio dia. Costeando el
arroyo de las Ysletas hasta sus puntas, "no descubrió los Ginetes pero si por las Paradas que havian hecho adujo ser Yndios
Potreadores como lo demostraron los bosales dé Cuero fresco y
Piedras de Bolas q.e redondearon". Sin otras novedades se emprendió el regreso al campamento del Arerunguá, anotando Pacheco un párrafo que deja entrever las penurias que se estaban
viviendo: "No se encontró nobedad ni se advirtió en el Camino,
pero tampoco hubo q.e comer".
Del tercer encuentro con los charrúas, hace Pacheco un relato tan vivo y rico en detalles, que por momentos nos sentimos
llevados al teatro de los acontecimientos. Cumplida la infructuosa misión en el paso de las Carretas, se decidió trasladar todos los efectivos desde el potrero de la barra del Arerunguá al
llamado potrero Grande, situado más al sur, sobre las costas
del mismo arroyo. Y continuamos con la transcripción del "Diario" ;
(17) El mismo dia llegó el teniente Velasco, luego de conducir los
prisioneros al cuartel de Belén.
180
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
"Día 17. Aman.o cielo y orisontes claros v.to O. se repartió
la Yerba q.e trajo el Ten.te Velasco; Este marchó con su Partida
á desempeñar la ora. que se le comunicó (1S) y nos pusimos en
movim.to lo demás de la Expedición á las ocho y tres quartos
de la mañana rumbo al SE.; dimos alto á la una y quarto por venir la Caballada muy fatigada, se quedaron cansados catorce,
campamos como dos leguas mas abajo del Faso de Vera en el mismo Ararunguá, cuya costa seguíamos: Salió el Capitán d.n Felipe
Cardoso con cinq.ta Hombres á buscar carne y no haviendola encontrado se retiró á las siete y m.a de la noche; En esta Partida
se cansaron mas quatro Caballos, y también se pasó sin hallar que
comer. Anoch.o cielo y orisontes claros v.to OSO. fresquito. La
jornada de este dia fue de cinco leguas.
Orn. del 17 al 18. La marcha se debe empreender temprano
y será muy pausada atendiendo al estado de aniquilación en q.e
se halla la Caballada; El Capitán D.n Felipe Cardoso luego q.e
se dé alto saldrá con quarenta Hombres a buscar carne del otro
lado del Rio; Los Caballos no se rondarán dejándolos que se tiendan y q.e pasten sin opresión. La Prebencion será colocada al
frente en el centro del Campam.to como dos quadras abansada.
S.n Antolin y Palencia.
Dia 18. Aman.o cielo claro oris.tes calimosos y aturbonados
por el 49 Quad.te v.to OSO. floxo. A las ocho y m.a con el rumbo
al SE. nos pusimos en marcha q.e continuamos siempre por la
Costa del dho. Ararunguá; frente al Paso de Vera se advirtió un
Gin.te q.e exploraba el Campo el q.e huyo sin dejarse reconocer,
y haviendo registrado el citado Paso no solo se vio el rastro del
Ginete indicado, sino de otros quatro que dos dias antes habían
pasado; se dio alto á las dos de la tarde por no poder hacer la jornada hasta las Yslas del Carumbé a causa de que se empesaron
los Caballos á cansar se nos quedaron ocho y campamos sobre la
Costa según costumbre; no se mandó buscar Carne porque no se
descubrió Ganado en la marcha y los Caballos se advertían muy
malos, la jornada fue de tres leguas y media. Anoch.o cielo claro
orisontes ofuscados v.to S. floxo.
(18) Se habla ordenado a Velasco que con el baqueano Eueebio,
recorriera el Arapey Grande y todos BUS gajos hasta las puntas del Lunarejo, buscando luego la incorporación con Pacheco en el nuevo campamento, (orden del 16 al 17).
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
181
Or.n del 18 al 19. La Prebencionpondrádos Escuchas abansados á los Costados derecho é isquierdo del Monte; se reíorsará
con diez Hombrea, y la mitad de la Gente se mantendrá en vela
toda la Noche; todos tendrán Caballo ensillado y a los sueltos se
les dará ronda extrecha entre las escuchas del costado dro. y el
Campam.to. Si no acaeciere novedad que lo impida se debe marchar al aclarar . S.to S.n Juan y Malta.
Dia 19. Aman.o en calma cielo y oris.tes ofuscados. En la noche no hubo acontecido. A las siete se toldó con cerrasón se llamó
el viento al S.E. fresco y hubo algún chispeo á las ocho salimos
con el rumbo al SE., se marchó con bastante precaución á causa
del Ginete descubierto ayer, y once rastros de Hombres, Mugeres
y Niños que pié a tierra se advirtieron al Anochecer en la misma
costa del Arroyo; A la una y media llegamos al Potrero Grande
en donde se encontró a la prim.a Partida exploradora del mando
del Alféres d.n José Rondeau quien dio noticia de que á la otra
parte del arroyo havía encontrado varios atoldamientos dejados
de los Ynfieles, en ellos sepulturas que encerraban los Cadaberes
de los q.e escaparon eridos en el ataque del dia 1* y q.e la ultima
Toldería la havian abandonado los Enemigos dos días antes; Que
el rastro manifestaba hir la mayor parte de la Yndiada á pie; Con
semejante noticia pasó el Comandante personalm.te con los Baqueanos á reconocer la huella y advertido de q.e seguían la Costa
del Arroyuelo de la Orqueta volvió á disponer la marcha quedando
la Caball.a en el mismo Potrero a cargo del Sarg.to Antonio Casas
con un Cabo y treinta y dos soldados saliendo á perseguir los Yndios nobenta y dos Hombres en los mejores Caballos, Uebando solo
cincuenta de respeto, nos pusimos á las tres y veinte sobre el rastro-q.e seguimos rumbo al ESE. á poco andar se encontró una
Baca carneada, y como legua y media mas adelante sobre la misma Costa otro lugar donde havian parado; allí se halló Carne
fresca; Continuamos hasta obscurecer que se dio alto por no perder el rastro; salieron dies Hombres con el Sarg.to Lorenso Portillo á matar cinco Reses p.a q.e comiese la Gente; éste volbió
luego y fue todo lo ocurrido. La jornada del dia fue de nuebe leguas.
Ora. del 19 al 20. El Sargento Antonio Casas q.e quedará en
este Punto á cargo de la Caball.a la defenderá á toda costa, en
182
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
caso de ser atacado; mantendrá un Centinela a pié sobre el Cerro alto de la Costa p.a registrar los movim.tos del Campo y evitar qualesquiera sorpresa; En los Caballos spre. habrá quatro
Hombres repuntandolos, y á qualesq.ra rumor q.e se advierta se
deven encerrar en el Potrero, donde también pasarán la noche; la
gente de su custodia camparán en la misma boca: No permitirá
salga gente á carnear hasta mi buelta y sí se alimentarán matando Perdices por la Costa ó Cerdos caso de encontrarse. Si la Partida del Ten.te d.n Ambrosio Velasco se incorporase le enterará
de estas providencias. El Baqueano Eugenio hirá con el Blandengue Tomas Paz media legua abansado delante de la Colubna'* cortando rastro siempre y registrando los Pasos de los Arroyuelos y
Cañadas; luego seguirá la Partida Exploradora de D.n José Rondeau un quarto de legua más atrás, y á esta toda la Colubna en
su formación con el orn. y silencio q.e se acostumbra; si en la
marcha se advierte Ganado inimediato, saldrá el Sarg.to Lorenso
Portillo con diez Hombres á matar cinco Reses, y esta carne será
repartirá [sic] p.r el Ayud.te de suerte q.e á cada Veinte Hombres
se dé una. Los Caballos que van de repuesto con los ocho Hombres
q.e se nombren p.a arrearlos vendrán s.pre sobre el Costado dro.
de la formación. Al aclarar deben salir los Baqueanos á obserbár
el Campo y examinar si él rastro gira siempre por la Costa. Toda
la Tropa aguardará con los caballos ensillados y las Armas puestas, la venida de aquellos p.ra marchar sin perdida de instantes.
Luego que la gente haya cenado se apagarán todos los fogones
y los Caballos ensillados se manearán; El Oficial de la Prevenz.n
vigilará que en la noche no se puedan hir caballos con recado y p.a
impedirlo visitará de quando en quando el Campam.to recordando al soldado q.e dormido se le enrredase el Caballo: S.to S.n
Pedro y Roma.
Dia 20. Aman.o cielo claro y oris.tes calimosos v.to SE. recio y frió. En la noche no hubo acontecido; La Caball.a no tuvo
pasto por estar el lugar de la Pascana muy pelado á causa de la
porción grande de Haci.da alzada que se advirtió; Salieron los
Baq.nos á reconocer el Campo y examinar el rumbo del rastro,
volbieron al apuntar el Sol con la noticia q.e el rumbo era el
mismo ESE. y q.e siempre giraba á la Costa; se emprendió la
marcha y á las tres leguas poco menos se encontró otro alto de
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
183
los Enemigos en donde se advirtieron los Haces de Leña amarrados; los fogones que fueron encendidos é immediatam.te apagados y que los Ranchos los empesaron á parar y luego los abandonaron; También se hallaron dos sepulturas y una olla; Estas demostraciones y la de perderse totalm.te el rastro, indicaba q.e
los Yndios nos habían descubierto; se hiso alto salieron los Ba-"
queanos encima de los Cerros á examinar el Campo y solo se advirtió un pequeño movim.to en las Yeguas Vagualas p.r lo qual
se dispuso variar el rumbo al SO. y atrabesár dando un rodeo
la Cuchilla grande con dirección á la sierra del Ynfiernillo hasta
embreñarnos en una quebrada donde paró la Partida saliendo d.n
José Rondeau con doce Hombres y los Baqueanos á bombear el
primer gajo del Tacuarembó; á puestas de sol llegó abiso de este
oficial.de haber encontrado otra Parada de los Enemigos, y también descubierto los humos de sus fogones, quedando en espera
de la noche p.a hacer mejor obgerbación; A las ocho llegó Rondeau dando cuenta de estar en el propio gajo la Yndiada pues
havian visto los fogones; hiso el Baqueano descripción del parage, y por estar el Ganado cerca se despachó al Sarg.to Gregorio Villagra con doce Hombres á traer Carne, vino immediatam.te cenó la gente y se descansó hasta la una y media; No hubo
mas suceso; la jornada fue de nuebe leguas.
Orn. del 20 al 21. Saldrá el Sarg.to Villagra con dose Hombres y matará otras tantas Reses p.a la Gente, esto será luego
q.e la Luna haya salido. Quando la Tropa haya cenado los oficiales encargados de los Piquetes harán un prolijo reconocim.to en
las Armas, haciendo componer las Piedras, picarlas y ponerlas
corr.tes y como no se deve marchar hasta las dos de la mañana
descansarán todos ése rato. D.n Josef Rondeau con su Partida y
el Baqueano Eugenio al tiempo de atacar Hebarán la Vanguardia, se presentarán al frente de los Toldos en ala, y echando pie
á tierra romperá el fuego con toda vibesa; El Sarg.to Lorenso
Portillo escogerá dies Hombres de los mejores montados y pasando con el Baq.no Cristóbal en el Paso de abajo q.e és lugar
q.e he destinado p.a el acometimiento, se manifestarán por la otra
parte del Arroyo á espalda de los Toldos, en lo alto de la Cuchilla p.a volear los Caballos á los q.e pretendan escapar; El Capitán D.n Felipe Cardoso con el Alferes D.n Alexandro Medrano
184
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
y treinta Hombres de la mejor Tropa cortarán el Monte en el
mismo lugar donde pase Portillo, impidiendo á toda costa el q.e
la Yndiada tome el Bosque de abajo; á la retaguardia de la Gente
q.e me sigue hirá el Alferes de Milicias D.n Manuel Pastor, y el
Ayud.te d.n Josef Pilar Martínez se mantendrá siempre á mi
lado; durante la marcha tendrá este cuidado sobre q.e la Tropa no
confunda la formación y q.e lleben siempre estas Divisiones el
Ora. q.e se deja prebenído; El Cabo encargado de los cincuenta
Caballos de respeto se acercará con ellos al Monte donde se ataca
luego q.e sienta los primeros tiros, pero sin meterla en parage
donde puedan originar confusión ó tomar los Yndios alguno.
Qualesq.ra prebención q.e hiciese p.r el Ayud.te ó alg.a de mis
ordenansas será exactam.te cumplida; si al principio del ataque
necesitasen las Divisiones determinadas ser reforzadas ó noticiar
alguna cosa considerable me encontrarán al frente de los Toldos
donde se ha mandado acudir al Alferes Rondeau S.to S.n Blas
y Huete,
Día 21. Se marchó á las dos de la mañana, dadas ante las
disposiciones p.a el ataque, andubimos dos leguas y m.a se sintieron ladrar los Perros de la Toldería; se hiso alto y se aguardó
el dia que Aman.o cielo nublado orisontes ofuscados y densa
niebla v.to ONO. fresq.to Nos aproximamos por el lado del
(Monte) arroyo abajo todo lo posible á los Toldos, se hiso pausa
por aguardar que la niebla se ralease, mas siendo yá las siete y
media y esto no se consiguiese ni los Perros q.e nos volbieron á
sentir dejasen de ladrar se hiso el ataque; se hallaron los Toldos
á la otra parte del Rio y no se encontró paso abajo como se havia pensado, por lo qual se variaron las disposiciones q.e anteriorm.te estaban dadas, mandando al Alferes de Milicias D.n
Man.l Pastor ocupasen la abra del Monte con quince Hombres
por la parte inferior en acción de querer vadear el Rio y q.e a
toda Costa impidiese el que la Yndiada tomase el otro Monte; Al
Capitán D.n Felipe Cardoso se le ordenó que con los treinta
Hombres desplegase en ala al frente de los Toldos y la demás
gente siguió á todo correr monte arriba hasta encontrar un lugar
por donde se atrabesó el Riacho; Con este movim.to la Yndiada
que yá hiba de huida á pie para arriba hizo retroceso, y no pudiendo tomar el Bosque q.e defendía Pastor se presentó á pelear;
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
186
se mandó desmontar la Tropa y se lea cargo con vibeza; se fueron retirando hasta tomar un Cerrezuelo áspero q.e havia á la
falda del Monte y guarecidos de los Peñascos disparaban flecha
y Piedra; En este primer encuentro [hirieron] "(véase documento F ) " dos Blandengues y á otro dieron una pedrada en una
mano; fue preciso perder terreno porque la mucha niebla y el
humo de las Armas que por tener el viento de cara nos era mas
perjudicial, impedia el obserbár los movim.tos de los contrarios
y precaberse de los golpes, luego q.e raleó volbimos á cargar por
segunda y tercera vez y fue menester otras tantas tratar de retirarse; al quarto ataque se mandaron ocho Hombres que por la
ceja del Monte al lado de arriba trepasen el Cerro y graneasen
fuego; assi lo executaron matando tres de los Flecheros, que visto de los demás tomaron el Monte, intentando atacar por dos veces
á Pastor y Cardoso quienes los contubieron con un vibo fuego; se
hiso pausa hasta q.e se quitó la Niebla que se mandó entrar el
Monte, donde peleaban los Yndios disparando Flecha y Piedra, murieron todos sin quererse rendir alguno, pues quatro que se apresaron se sacaron de entre las rescuas donde estaban escondidos;
aquí hirieron grabemente un Cabo; se sacaron las Chinas y Criaturas, concluiendose todo á las once y media de la mañana; se quemaron los treinta y seis Toldos se contaron los Prisoneros se encontraron cincuenta y dos entre Hombres, Mugeres, Muchachos
y Niños, y se les puso una custodia de treinta Hombres á cargo
del Sargento Josef Mirabal; se recogieron treinta y tres Animales q.e tenían entre Yeguas, Caballos, y Potrillos, y nos pusimos
en marcha llebandolos á pié y haviendo andado como dos leguas
dimos alto al pie de la Cuchilla grande en una Ysla á las dos y
tres quartos porq.e el tiempo amenazaba. A las quatro se llamó
el v.to al SO. y haviendose toldado la Atmósfera empesó á tronar y Ilober: Luego se cambió al N. y al poco rato cesó la agua;
La jornada de este dia en hida y buelta fue de cinco leguas.
Orn. del 21 al 22. La Prebención mantendrá cinco Centinelas una á cada Estaca de las en que se aseguran los Prisioneros
y la otra en el Centro; hasta media noche vigilará el Cabo y de
media noche al dia el Sarg.to, procurarán evitar que haya torpesa con las Chinas. Toda la Caball.a se soltará dejándola comer
á satisfacción, atando solo de los tomados á los Charrúas p.a
186
EDUARDO F. AGOSTA Y LARA
recoger. No se nombrará oficial p.a la Prevención pues el Campo
se halla sin Enemigos. Como se debe marchar apenas amanesca
se arrimarán los Caballos y se tomarán Veinte y quatro p.a Jos
Varones y Mugeres llevando cada Soldado un Muchacho á las ancas ; La Gua. de Prev.on hirá delante de la Colubna y la Partida
Explorad.a con los Baqueanos p.a recorrer al frente y los Costados, los parages donde haya ganado. S.to Santiago y Compostela.
Dia 22. Aman.o cielo y orisontes carg.os v.to SSO. fresquito; En la noche hubo el mismo vi.to y loa orisontes se advirtieron
en igual conformidad, no acaeció cosa alguna. Al aclarar se tomó Caballo p.a los Varones y Mugeres Prision.s y los Muchachos
los tomó la Tropa á las ancas; se empreendió la marcha hta. las
tres de la tarde q.e se hiso alto á la Costa del Arroyo de la orqueta; Se mandaron cinq.ta Hombres á matar Carne del Ganado q.e estaba á la vista, y venidos estos continuamos hta. el Campamento donde llegamos yá puesto el Sol; se halló al Teniente
D.n Ambrosio Velasco Com.te de la 2* Partida exploradora q.e
también havia llegado este dia á la una, quien en sus reconocim.tos no advirtió cosa. El Sargento Antonio Casas encargado
de la Cabalha dió parte haber desertado tres Milicianos ayer llebandose las Armas y Municiones, robándose algunos Caballos y
ropa de los Compañeros; se campó la Tropa y se aseguraron los
Prisión.os sin mas acontecido. La jornada fue de dies leguas.
Anoch.o cielo y oris.tes toldados v.to S. floxo". [12]. Y con éstas tres operaciones que dejamos narradas, Pacheco dió fin a la
primera etapa de su cometido. Quedaban libradas de malones las
tierras comprendidas entre el rio Uruguay, el Yacuy, el Arerunguá, el Salsipuedes y el rio Negro. Pero los planes de Aviles no
seguirían adelante. Entre marzo y junio de 1801 se desarrolló
una nueva guerra con Portugal, cuyos resultados fueron el avance de Borges do Canto sobre las Misiones, la consecuente pérdida
de la población de Batoví, fundada por Azara, y la interrupción
de los trabajos de Pacheco, a quién se ordenó marchar con todas
sus tropas a defender la frontera española en Santa Tecla (1B).
Llevando las de perder en los campos europeos, Portugal gestio(19) En marcha para Santa Tecla, Pacheco logró batir una vez mas
a los charrúas, de lo que da cuenta al virrey del Pino en carta del 20 de
agosto de 1801. (véase el documento H).
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
187
nó y obtuvo una paz decorosa, firmándose el tratado respectivo
en Badajoz, el 6 de Junio del año en curso. Lamentablemente el
virrey Joaquín del Pino, sucesor de Avilé» (20), fue omiso en exigir la inmediata devolución de los territorios usurpados, optando
por iniciar una tardía gestión diplomática de la que nada se logró.
Y perdimos con ésto los campos de Yaguarón y Misiones, como
anteriormente habíamos perdido los de Rio Grande. [8 Vol. 2
pg. 358], [Ipg. XLIV].
Sólo nos resta agregar que, de no producirse la guerra con
Portugal, se hubiera realizado otra batida contra los charrúas
en las inmediaciones de "Tres Cruces", (21) simultánea a la de
Pacheco, y a cargo de un centenar de blandengues, bajo las órdenes de José Artigas. Así lo habían dispuesto Aviles y Sobremonte, atendiendo al pedido de un grupo de hacendados de tierra
adentro. [1 pg. 238 a 242].
DOCUMENTOS
A)
Carta de Agustín Arenas al virrey Arredondo, dándole sugerencias para la formación de un cuerpo de caballería, que
podrá llamarse de "Blandengues". Paso del Rey, agosto 2U
de 1791.
B) Carta de Francisco Bermudez al marqués de Aviles, relativa al nombramiento de Juan Ventura Ifrán como práctico de los campos, y experto en la guerra contra los infieles. Yapeyú, julio 18 de 1799.
C) Carta de Bermudez a Avüés, anunciándole el envió de muestras de flechas tomadas a los infieles. Yapeyú, setiembre
18 de 1799.
D) Seis cartas de Pacheco al virrey Aviles, relativas a hostilidades de los charrúas, incluidas notas de Manuel Garda,
Francisco Zenturión y Joaquín Nuñez de Prates. Concepción del Uruguay, noviembre 5, 8 y 12 de 1799; Paysandú,
abril 11 y 23 de 1800; Quegicay, mayo 28 del mismo.
(20) En mayo, el marqués de Aviles había abandonado el Virreynato del Rio de Plata para hacerse cargo del de Perú, con asiento en
Lima.
(21) Tres Cruces, cuchilla y arroyo en el departamento de Tacuarembó.
188
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
E)
Carta de José Lucas de Castromau, o Castromanf al virrey
Aviles, sobre un malón charrúa en el partido de las Flores
y arroyo Malo. Arroyo de las Flores, octubre 27 de 1800.
F)
Parte de Pacheco a Aviles, relativo a los tres combates sostenidos con los charrúas en oportunidad de la fundación de
Belén. Yacuy, junio 2J+ de 1801.
G)
Carta de Pacheco a Aviles, anunciándole el envió del charrúa Juan Manuel y del mulato Lucas Barrera. Concepción
del Uruguay, marzo 2A de 1800. Declaraciones de Juan Manuel Guerrero, Mariano Godoy, Francisca Elena Correa y
María Isabel Franco, en la causa seguida a los anteriores
por orden de AvÜés.
H)
Parte de Pacheco al virrey del Pino, haciéndole saber que en
marcha para Santa Tecla ha realizado nueva batida contra
los charrúas. Batoví Chico, agosto 20 de 1801.
I)
Memorial de José Artigas al Rey, enumerándole los servicios prestados hasta la fecha. Montevideo, octubre 24 de
1803.
Documento A. [13]
"Eimo. Señor.
Deseoso de llenar 1&B juBtas ideas de V. E. en el desempeño de la Comisión, que se há dignado conferirme del celo, y mando de estas Campañas, tengo, representado, que al efecto de exterminar los muchos, y diferentes excesos, que en ella Be cometen, no es a proposito la Tropa de
Infantería: Este conocimiento lo veo cada día confirmado p.r la experiencia, con harto dolor mió, porque el crecido numero de hombres, que en
varias, y grandes quadrillas vagan por los Campos en sus clandestinas, y
perniciosas ocupaciones, como que es gente endurecida, acostumbrada á
las inclemencias, connaturalizada ya con ellas, diestra, é Infatigable á cavallo, y llena de conocimiento de IOB campos, solo puede ser castigada, y
contenida p.r Partidas compuestas de hombres en quienes concurran Iguales circunstancias, pero como ninguna de estas se encuentra en la Tropa
de Infantería, consiguen burlarse de ella, continuando en sus desordenes,
fiados en su dureza, y en que ninguna tienen aquellos q.e BOU destinados
para contener BUS excesos; de suerte que solo una repentina, y dificultosa
sorpresa puede dar esperanza de que alguna rara vez lleguen á ser arrestados algunos de estos hombreB. Para evitar estos incombenientes, y atajar
de raiz todo desorden no hallo otro medio Señor Exmo, mas q.e el de asa-
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
189
lariar cinquenta hombres de Campo de aquellos mismos, que endurecidos
en los travajos, que ofrecen las inclemencias de él, se hagan respetar de
los faeneros clandestinos, de los extractores de ganados para el extrangero, de los Ladrones, ContravandUtas etc. podran llamarse Blandengues,
Berrlrán en BUS cavallos, y deveran tener un Armero también asalariado,
que componga las armas augetaa continuamente a muchas roturaB en laB
diferentes rodadas, 7 disparadas. El modo de costear los Sueldos de la
rartida sin el menor perjuicio del Real Erario, ningún desorden de la
Campaña, 7 sin gravamen del Vecindario, Comunidades, ó Personas, a
quieneB correspondan aquellos ganados que deven guardar 7 custodiar los
dhos Blandengues lo comprehende mejor que nadie la alta penetración
de V. E. p.r lo qual, 7 porque á mi solo toca pedir los auxilios necesarios
para el desempeño de mi comisión, ¿ esto solo ciño mi representación para que con vista de ella disponga V. E. la q.e fuere de su superior agrado.
Nro. S.or gue. la Importante vida de V. E. m.s años Paso del Rey
24 de Agosto de 1791. ( « ) .
Ex.mo Sefior
Agustín de Arenas
(rubricado)
Ex.mo S.or D.n Nicolás de Arredondo".
Documento B. [14]
"Exmo. Señor
En Obedecimiento del Superior oficio de V. E. de 7 de Junio ultimo
en el que me previene le Ynforme para determinar con el correspondiente
conocimiento sobre la propuesta que dirigió á esa Superioridad este Corregidor, Cavildo, 7 Administrador, apoyada por mi antecesor, para que
D.n Juan Bentura Ysfrán permanesca en este Departamento, (23) como
practico de BUS Campos, y perito en dirigir con acierto las acciones de ofensa, y defensa contra los Ynfieles, de que se necesita especialmente en las
Baquerias, contribuyéndole por este servicio Cinquenta pesos Annuales por
cada uno de los quatro Pueblos del mismo Departamento, expondrá: que
ezcigiendo la situación de estos Pueblos Fronterisos mantener un Cuerpo
de Gente armada al mando de un Español de conocido balor, que pueda
oponerse a las frequentes tentatibas y barbaras irrupciones q.e los Ynfleles Charrúas y Minuanes hazen en estas Estancias, proteger las Baquerias y aprender los malechores que se Introduzcan en estas Campañas: hallo el mas a propocito para este encargo al dho Ysfrán, por su valor, ser practico de estos Campos, y diestro en guerrear con dhos Yn(22) Otros documentos, contemporáneos al que publicamos, nos
permiten identificar éste "Paso del Rey" como el existente sobre el rio
TI, no lejos de la desembocadura del arroyo Illescas.
(23) Vése capítulo anterior, documento G.
190
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
fieles: bajo este concepto, y para el mejor servicio, se le destinarán Diez
Naturales Boluntarios de cada Pueblo de este Departamento surtidos de
Armas de Fuego y Lanzas, y quatro Caballos por persona. Deverá recidir
precisamente este Cuerpo Armado en la Estancia da S.n Miguel de eBte
Pueblo; Tanto por ser una de las mas expuestas a la inbacion (como lo
acredita haver sido atacada dos vezes en el mes anterior, por los charrúas) quanto por la mejor proporción que facilita de las mas prontas
salidas a los obgetós Indicados.
La contribución de cinquenta pesos annuales por cada Pueblo para
el sueldo de dho Ysfrán es suficiente reconpensa á su Trabajo: Es quanto debo exponer a V. E. en honor de la verdad y cumplimiento de mi obligación.
Dios gue. á V. E. m.s a.s Yapeyú 18 de Julio de 1799.
Pran.co Bermud.z
(rubricado)
Eimo. Señor Márquez de Ahiles".
Documento C [14]
"Eimo. Señor
Posteriormente al parte que doy á V. E. de la Expedición que se dirigió al desalojo de los Yníieles, que estaban acampados en estas inmediaciones, me entregó el comand.te de la Partida, que destiné á esta enpresa las flechas, que les quitó: de las que me há parecido oportuno remitir á V. E. como lo ago una de cada claBe, para que esté Impuesto de las
Armas de que se sirven en sus Crueles y barbaras irrupciones estos ferozes
Enemigos, que tienen consterLados e intimidados eBtos Naturales. ( 24 ).
Dios gue & V. E. m.s a.s Yapeyú 18 de septiembre de 1799.
Exmo. Señor
Pran.co Bermudez
(rubricado)
Exmo. Señor Virrey Márquez de Ahiles".
(dice al margen)
"Remitiendo dos Flechas de las que Be quitaron a los Charrúas por
una Partida de estos Naturales".
Documento D. [10]
"Exmo. Señor
Desde mi llegada á este Pueblo he oydo referir siete Imbaciones echas
por los Indios Charrúas, y Minuanes en las Estancias del Herbidero, Co(24) No tenemos noticia de la "Expedición" de que habla Bermudez, y presumimos que Be trate de alguna operación de poca monta. En
cuanto a la denominación de "Naturales", es la que usualmente se daba
a los tapes de los Pueblos.
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
191
rrallto, y Bacaquá con robos de Caballos, muertes, y Cautiberio de varias
personas de ambos sezsos; coa esta fecha me avisa d.n Pedro Manuel
García lo que V. E. advertirá por la adjunta carta original que reverente
á V. E. incluyo, á fin de que se sirba determinar lo que fuere de su Superior agrado; Yo podría hacerles algún ataque con el auxilio que ofrece
voluntariamente el Vecindario, pero para executarlo necesito el que V. E.
ni» lo ordene.
Nuestro S.or gue la importantísima vida de V. E. muc.s años.
Villa de la Concepción del Uruguay 5 de Noviembre de 1799
Exmo. Señor
Jorge pacheco
(rubricado)
Exmo. S.or Márquez de Ahiles".
"MUÍ señor mió: el 22 del próximo pasado a la ora de la siesta, han
rodeado los Indios Charrúas mi Estancia del Rincón de Ytacabó, y se defendieron de ellos sinco peones q.e en ella tenia, con dos armas de fuego,
pero no pudiéndolos resistir a cauBa de ser mucho el numero de IndloB
armados, no les fue posible el que pudiesen defender el que se Uebasen la
Caballada en numero de sinq.ta con dos manadas manzas, p.r lo que luego q.e me dieron parte de lo acahecido, mandé, ymediatam.te quarenta y
ocho con algunos redomones. Por parte que ayer recibí de un sarg.to de
Milicias llamado Joseí Gregorio de Villagrán q.e está vezino, me ha remitido la desagradable noticia de q.e él 31 del mismo, bolbleron los indios
en gran numero, y q.e estos mataron a mi Capataz y a dos Peones, escapando de esta refriega uno de ellos mui mal herido; quemaron los ranchos, y se Uebaron todo q.to alli havia; Asimismo se me avisa de que a
otro vezino de más afuera de mi población, no pareze con su peón, siendo
regular el que también a este le hubiesen quitado la Vida. El Chasquero
quando saltó de casa del Sargento, habisto q.e hiba llegando toda la Indiada a dha Población, siendo regular el que también a estos los maten
y roben; todo lo qual participo a V. M. p.a su inteligencia y gobierno, y
p.a que con su Partida haga lo más laborable, y ponga remedio, a un desorden tan grande, q.e yo con esta misma fecha, doy parte al Exmo. Señor
Virrey de todo lo acahócido, y q.e a V. M. también se lo hago pres.te.
Nuestro Señor gue a V. M. m.s años, Vera del Rio Negro 3 de Nob.re
de 1799.
Pedro Maní Garda
(rubricado)
S.or Caplt.n D.n Jorge Pacheco".
"Exmo. Señor
Con esta techa recibo nuevas noticias sobre las Irrupciones de los
Indios Infieles las quales adjunto originales a V. E. Estas me obligan
trasladarme á la otra parte del Rio Uruguay para cubrir la Caballada de
192
EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
mi partida q.e se halla mui expuesta ó ser despojo de loe enemigos, en
aquel punto aguardo los Superiores dispuestos de V. E. que desempeñare
coa arreglo. Nuestro señor gue la importantísima vida de V. E. muc.s
años.
Villa de la Concepc.on del Uruguay y Nov.re 8 de 1799.
Bxmo. Señor
Jorge Pacheco
(rubricado)
Exmo. S.or Márquez de Abiles".
"Acara de llegar a éste Establecim.to el Sarg.to de Milicias Gregorio
Villagra de la Compañía del Cap.n de Milicias D.n Pedro Manuel García,
q.e se halla poblado én él rincón nombrado Ytacabó con la noticia, que él
día primero del Corr.te como á las ocho de la mañana, dieron en su casa
los Infieles Charrúas unidos con los Mlnuanes, en numero crecido como
de cuatro cientos Indios, y deBpués de una, larga defensa q.e hizo con seis
compañeros guardando su casa, y la cavallada q.e la tenían en él Corral
oerretiraron los Infieles, á cerca de puestas de sol, dejando heridos á IOB
defensores, y llevándole toda la cavallada por un portillo q.e abrieron al
corral; Igualm.te da relación de cosa cierta, Q.e él día anterior ábansaron
los Infieles, la estancia del referido Cap.n Garda, en donde le mataron ¿1
Capataz y dos peones, y haviendo cargado con todo él botin y cavallada
incendiaron las casas. Que no save lo q.e haya sucedido én las demás Estancias, pero q.e presume haya sido en gral él estrago, por q.e los Indios
andubieron tres días, corriendo las Estancias de aquellas sercanias, y advirtió q.e llevaran tres trosos de crecido n.o de cavallada; cuya noticia
me ha parecido comv.te comunicársela & V. m. á fin de q.e tome las providencias de guardar la cavallada de su servicio q.e Be halla én éste Establecim.to y otras probidencias q.e combengan, para él resguardo de éste
Vecindario.
Dios gue. á Vmd. m.e a.s.
Paisandú 4 de Kobre de 1799.
Josef Pran.co Zenturion
(rubricado)
S.or Cap.n D.n Jorge Pacheco".
"Exmo. Señor
Las novedades de Indios de que he dado parte á V. E. llamaron mi
atención al Rincón de San Francisco donde tengo la Caballada, alli me
han informado que cinquenta ombres entre vecinos y peones han dispuesto
BU Expedición contra los Infieles, emprendida ya vajo la dirección de un
Portugués llamado Manuel Antonio Rodríguez, y como este corto numero
de gente, sin dlslplina ni orden y mal armados me hacen creer algún ca-
LA G U E R R A D E LOS C H A R R Ú A S
193
lastróle, lo pongo en noticia de V. E. a fin se Birva determinar lo que
fuere de BU Superior Agrado, pues de conocer en mi autoridad para contenerlo, en modo alguno les habría permitido una salida en que loa considero victimas de aquéllos Varbaros.
Nuestro S.or gue la importantísima vida de V. E. muc.s a.s.
Villa de la Concepc.on del Uruguay y Nov.re 12 de 1799.
Eimo. Señor
Jorge Pacheco
(rubricado)
Exmo. S.or Márquez de Abilez".
"Eimo. Señor
Por el adjunto oficio que en fha tres del que luce me pasó d.n Juaquin Nuñez Prates, se Ympondrá V. E. en la continuasion de Yrrupcíonea
efectuadas por los Ynfieles Charrúas y Minuanes: He tomado la Providencia de reunir algún becindario para contenerles con la fuerza, por si repiten como ofrecieron su ostilidad en las próximas Pasquas, pues mi desmembrada Partida se halla empleada en otras ocupaciones dlrijidas al
plantel de Poblaciones, las qualea abrebiadaq será el único remedio de tan
crecidos desordenes.
Nro. señor gue. la importantísima vida de V. E. m.s a.s
Puerto de Paysandú y abril 11 de 1800.
Exmo. Señor
Jorge Pacheco
(rubricado)
Exmo. S.or Márquez de Abiles".
"Acabo de recibir en una misma ora como las cuatro de la tarde, oy
ciia de la fecha dos avízos, que acaban de retirarse como cosa de Duzientos
Indios en Fieles del Arroyo del Guayabo que ay de diatanzia a ese Eatablezim.to Sobre dos Leguas: Cuentan los que me dan la Noticia que acaban de enterrar a un Gallego por nonbre Andrés Bezino de S.to Domingo
Soriano: Gerno de un Portugués que lo nonbran p.or Gerónimo Ñato: y
la Cavallada de Los Bustillos: y dos Cavallos que se an encontrado ymediato a mi rodeo muy maltratados y devocados: y me dízen que ynoran de
lo que pueden aver echo dhos Enfieles mas adelante: en Virtud de esta
Noticia, me és indispensable dezar de dar parte a vmd. para q.e disponga
lo que aliare por mas Conbeniente:
Nro. S.or Guarde a vmd. m.s a.s.
Vacaquan Costa del Queguay Gran.da Abril 3 de 1800.
Juaq.n Ñoñez de Prates
(rubricado)
S.or Comand.te D.n Gorge Pacheco".
194
EDUARDO F. ACOSTA Y L.AR.A
"Eimo. Señor
L>as Muertes, cautiberio, y robos q.e continuamente experimenta este
Vecindario de los Indios Infieles, promobieron la disposición de acopiar
una partida para reprimirlos como abisé á V. E. por Oficio de 11 en el que
corre, cuio mando encargué al Teniente de Blandengues D.n Pedro Maciel,
quien no manejo su comicion con la debida pericia por que los enemigos
entraron, saquearon las estancias, llebaron treB cautibos, é hicieron sinco
aaecinatos todo en el dia 14 segundo de Pascua como abian ofrecido; tales
prosederes me obligaron oy (aprobechan.do el tiempo que tardan las resoluciones de V. £. sobre la creación de nuebos Pueblos) á hacerme á la
campaña por recoger laB haciendas robadas, rescatar del cautiberlo aquellos ynfelicea, y escarmentar la ynsolencia con que repiten sus obstilidades, llebando siempre presente la superior disposición de V. E. sobre precaber en lo posible el derramamiento de Sangre.
Nro. S.or gue la ymportante vida de V. E. m.s a.s.
Paisandú y Abril 23 de 1800.
Exmo. Señor
Jorge Pacheco
(rubricado)
Exmo. Sor. Márquez de Avüéz".
"Exmo. Señor
Hoy regreso de la salida contra los Indios Infieles que abisé á V. E.
por Oficio de 23 en el p.o p.o Abril, a los quales di alcanze en los ríos Yacui
y Palma— sola sorprehendiendo dos Tolderías sin poder conseguir por mu i
bibas diligencias que practiqué se quisiese rendir alguno. Omití el Jugar
las Armas llebando presente las piadosas maxsimas de V. E. que miran
con horror la efusión de humana sangre, pues á no mediar tan justo reparo habría sido fácil el total exterminio de l.os citados atoldamtentos, en
un rehencuentro con mis batidoras Partidas murió el Supremo caudillo de
los enemigos D.n Ignacio el Gordo con dos mas de sus parciales, no tu be
mas desgracia que un paisano herido de estocada en el honbro izquierdo
quien se halla ya mejorado, recogí quatro Indias con dos criaturas, un
cautibo cristiano, y trescientos ochenta y seis caballos del vecindario, retirándome con la celeridad que V. E. advertirá porq.e me prometo cahigan
en las celadas que he puesto a las margenes de este rio pues no pudiendo
ellos pasar sin caballada es regular bengan a egecutar nuebos robos en
los poblados de BUS ynmediaciones como tienen de costunbre. y cargados
de mi caballería en campo razo, distante de los bosquez, mirándose a pie
como an quedado es Yndispensable se rindan.
No ban mas de tres Chinas de las apresadas por que conbino a la
idea de mi proyecto el usar con la otra de un malicioso descuido p.a que
escapada impusiese a los sulos el rumbo de la partida, que luego bariado
me ha colocado en las enboscadas de que trato arriba; Las citadas prisio-
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neraa pondrá á la Superior disposición de V. E. el cabo Joaef Lámela, La
yrresolucion de mis operaciones que dirigiré al escarmiento de estos Barbaros consiste en que los emisarios despachados por V. E. con propocisiones pacificas, (-3) baun no han concluido su comisión, si aquellos desestiman las beneficiosas Clemencias de V. E. protezto que ynmediatamente
les habré echo sentir el brazo poderoso de la justicia, todo en la conformidad que V. E. me tiene ordenado.
Nro. Sor. gue la Importantissima vida de V. E. m.3 a.s.
Enboscada del Ytacabó en el Rio Queguai 28 de Maio de 1800.
Exmo. Señor
Jorge Pacheco
í1 rubricado;
Exmo. Sor. Marqués de Abiles".
Documento E. [15]
"Exmo. Señor
El dia Viernes 24 de Oct.bre a la ora del mediodía han avanzado los
Indios Charrúa y Minuanes á la mayor parte de las Estancias situadas én
bl Partido de las Flores, y Arroyo Malo, en las quales han quemado la
.Mayor parte de las poblaciones, y han muerto a varios que impensadamente los han sorprendidos, igualmente han robado toda la Caballada, y
otros animales, llebandose al mismo tpo. alg.nos prisioneros, y entre ellos
las mugeres de los infelizes que han muerto, de modo que los muí pocos
que han tenido la fortuna de refugiarse en los Montes y los que en iguales
términos se patrocinaron de mí casa p.r saber el que yo tengo algunas armas de fuego p.a el cumpllm.to de mi obligación, son los únicos q.e han
quedado, y estos mismos me han suplicado p.a que a nombre de todos, hiciese presente á V. Ex,a las referidas desgracias, y ver si por éste Medio,
les proporciona la Vegnina Proctecion de V. Ex.a alguna tranquilidad,
pues de lo contrario dicen, les sera forzozo de Verse en el compromiso de
avandonar sus pobres haciendas.
Yo por mi parte los tengo énteram.te animados, y firmem.te persuadidos á que la notoria Caridad de V. Ex.a les franqueará los mas oportunos auxilios de una solida tranquilidad a todos los avitantes de estas
Campañas.
Dios Gue. a V. Ex.a felizm.te m.s a.s
Partido del Arroyo de las Flores 27 de Oct.bre de 1800.
José Lucas de Castromau
(rubricado)
Exmo. Señor Marqués de Abilés".
(leemos en la carpeta)
"He recibido el oficio de V. M. de 27 de Oct.re ult.o en que me
(25)
Evidentemente, Pacheco se refiere a la misión Ifrán.
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EDUARDO F. ACOSTA Y LARA
participa la imbasion q.e acababan de cometer los Infieles Charrúas y Minuanes en ese Partido de las Flores y en el arroyo Malo, y solicita provid, as p.a asegurar la tranquilidad de loe avitantes de ellos, como único
medio de que no los despueblen y abandonen sus baz.das. Y teniendo ya
dispuesta al efecto una expedición al mando del Cap.n de Blandengues de
Montev.o d.n Jorge Pacheco, á la que pueden agregarse los Individuos que
además de los nombrados como Milicianos quieran servir en ella por el
común interés y el particular de sus Personas y Pamillas lo prevengo á V.
M. en Resp.ta Nov.re 10/800
Ad.n Jph Lucas de Castro Mau".
Documento F. [16]
"Exmo. Señor
Immedlatamente que reciví doscientos ochenta y tres caballos que me
remitió el Teniente Gov.or del Departam.to de Yapeyú auxilio de q.e carecía, me hice á la Campaña el 23 del ultimo Abril con animo de batir
los ínfleles Charrúas, y hacer una recogida de Ganado p.a el abasto de
mi Expedición; El veinte y nuebe á las once de la noche hallándome en
el Potrero de la barra del Ararunguá me dieron parte las Abajadas de
que en el Paso de las Carretas se sentían voces y arrear Animales; en
aquella misma bora segui con Ciento diez Hombres poniéndome antes en
el rastro, y en la Costa del Arapey grande, lugar q.e llaman de las Tropas
adbertf la Animalada parada; A las tres de la mañana desmonté setenta,
con los quales marché pie á tierra Introduciéndolos por la Costa del Monte, y los quarenta restantes degé á Caballo á ias ordenes del Teniente de
Milicias D.n Ambrosio Velasco, a quién encargué dirigiese el ataque por el
fronte con aquella Gente montada luego q.e aclarase, como se verificó encontrando al Cacique Zurdo, hijo del Finado D.n Ygnacio el Gordo que
con tres mas se havian apartada de otros veinte y quatro, viniendo de imbadir las Estancias desde el Queguay, hasta la Costa de S.n Fran.co; aunque se vieron cercados no trataron de rendirse por repetidas instancias
que á esta fin les hice, me hirieron al dho Ten.te Velasco y otro Soldó
cojvsus Flechas, pero murieron, les represé quarenta y siete Caballos, Redomones, y Potros, treinta Yeguas, y Biete Muías con un cautibo Muchacho
' de catorce & quince años Hijo de Juan Benavides Poblado entre los arroyos Capilla y Bacacuá; hubo á más la desgracia de caer en tierra un Blandengue y haviéndosele bido el tiro rompió á otro de su clase una pierna
por cerca del Tovillo, cuya fractura a los pocos dias le originó la Muerte.
Retirado el 30 al parage de mi Campam.to encontré la noticia que daba el
Alférez D.n Josef Rondeau Comand.te de la Partida Exploradora de haber
descubierto Infieles en el Corral de Sopas, aguardé la noche p.a unirme al
expresado Rondeau, llevando ciento veinte Hombres, luego q.e lo conseguí
me aproximé á los Enemigos, y aunque intenté varias veces examinar BU
LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS
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situación, siempre los hallé vigilantes, no obstante variando las disposiciones que yá tenia dadas para Introducir Gente por el Bosque, resolví
atacarlos de frente a las seis de la mañana 1* de Mayo, partiendo mi CoIubna en dos trozos, y encargando el de la Izquierda al Capitán D.n Felipe Cardoso, dirigí el de la derecha; El terreno que ocupaban los Enemigos no nos preparó modo de sorprenderlos, tublmos que correr tres
quartos de legua largos para llegar al ataque siempre á su vista; asa! hubieron tiempo de meter no sólo las Familias sino aun sus trastes en lo
espeso del Monte, aguardándonos al frente de los Toldos, y llegando á
ellos nos cargaron con toda intrepidez, tirando algunos tiros de Fósil, y
despachando densa nube de Flechas y Piedras, desmontando la Gente los
contube por medio de un actibo fuego, quanto cayeron dos, desampararon
el Puesto y se ocultaron en el Bosque, hice juntar las Caballadas, formé
la Tropa, y me mantúbe en inacción dando tiempo á que si havia otras
Tolderías por las immediaciones, y cargasen en socorro de estos, me encontrasen en disposición de batirlos sin confusión; desengañado yá por
haber pasado mas de dos horas introduge ai Alférez D.n Josef Rondeau
en el Monte con cincuenta Hombres de los mejores tiradores y la orden
de que saliendo repentinam.te sobre los Enemigos que estaban á la otra
parte del Rio les cargase con Ímpetu; Este oficial correspondió a las confianzas que me merece pues lo hizo con tal vigor que les obligó á desamparar la Costa y Salir á la Cuchilla; To q.e solo aguardaba este momento
caigo sobre ellos á Caballo, y tomados en medio los acabamos sin quererse
rendir mas de siete Jobenes; Finalizada esta acción Be encontraron muertos en el Campo treinta y siete Hombres y dos Mugeres, entre ellos el
Cazlque Juan Blanco da los Charrúas y el de los Minuanes Zara, luego me
metf con la Tropa á registrar la Montaña, de donde saqué la Cautiba María Isabel Franco y otros dos Muchachos q.e gemían la misma suerte,
también recogí trece chinas, y once criaturas, se apresaron trescientos Caballos y veinte y siete Yeguas todos inútiles, lo qual hice conducir á este
Quartel con cincuenta Hombres, quedándome en la Campaña siempre en
observación de los enemigos; Restituida aquella custodia, emprendí mi
marcha al Potrero Grande del Ararunguá, lugar que havía destinado á
mis Espías p.a que me advirtiesen qualesquiera novedad q.e notasen; El
18 en la tarde tomé rastro de Indiada á. pié y á Caballo en el Paso q.e llaman de Vera, el qual seguí el dia 19 y á la una y media que di alto en
dho. Potrero Grande, yá encontré la primera Partida Exploradora con la
misma novedad de la huella que yó trahla; Inmediatam.te monté nobenta
y dos Hombres en los mejores caballos continuando siempre sobre los Pasos de los Infieles, á la hora di en la Pascana que havian echo dos noches
antes, andando siempre hasta anochecer que hice alto por no perder la
senda que me guiaba; El 20 proseguí y a las diez y media totalmente
perdí los rastros pero a pesar de esto mandé á la Colubna dar un rodeo y
atrabesár la Cuchilla Grande hasta caer en la Sierra del Ynfiernillo; A
las doce me embreñó en una quebrada de esta, y despaché al Alférez Rou-
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