CAPITULO VII LOS CHARRÚAS Y LA GUERRA GUARANITICA Cuando a consecuencias del Tratado de Madrid o de Permuta (1750), í1) los guaraníes tuvieron que enfrentarse con las tropas combinadas de España y Portugal, fueron auxiliados, pese a los crudos antagonismos del pasado, por algunas parcialidades charrúas, incluyendo: charrúas propiamente dicho, minuanes, bohanes y guenoas. Y es que, siendo la guerra de los tapes una revuelta en la que aparte de lo político palpitaba un fervoroso nacionalismo indígena, no podía ser ajena a los charrúas, para quienes dicho nacionalismo constituía un verdadero culto. La primera noticia formal sobre el acercamiento de los guaraníes con los charrúas, parece corresponder a setiembre (?) de 1753, y figura en una relación del padre Nusdorffer, S. L, titulada "La Guerra de los Siete Pueblos". Leemos en ella: "Vinieron a S. Luis (2) 9 Casiques de los Infieles Guanoas y Minuanes y Charrúas, entraron en el Pueblo y fueron recibidos de los Indios" (guaraníes), "como si fuessen sus antiguos amigos, siendo assí que aora pocos años estubieron en viva guerra, y nunca se hubieran atrevido de meterse en aquellos Pueblos sin tener su venia bien assegurada. Sospecharon pues los PP. que habían sido llamados de nuestros Indios para tratar con ellos los negocios corrientes. Irritáronse largamente entre sí sin saber los PP. lo que avían concluido. Después de averse tratado, vinieron los Ca(1) Por este tratado, España entregaba a Portugal, a cambio de la Colonia, las Misiones Orientales y el territorio de Río Grande. (2) San Luis Gonzaga, uno de los siete pueblos de las Misiones Orientales, ubicado en las proximidades del Piratinl. Con anterioridad, al querer establecerse los tapes de este pueblo en campos del Miriñay y del Mocoretá, margen occidental del Uruguay, visto que los suyos pasarían a manos de loa portugueses, debieron volver sobre sus pasos, al hallar una firme oposición por parte de los charrúas comarcanos, fl vol. XX pg. 293 y 457]. Igual suerte cupo a los tapes de San Borja, cuando por la misma razón pretendieron trasladar su pueblo a las inmediaciones del Queguay, ¡1 vol. XXI pg. 299]. 98 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA siques" (guaraníes), "a los PP.; pidiéronles regalassen a Jos Infieles con yerba, tabaco y ropa en sus almacenes, y lo hubieron de hazer sin poderlo impedir, porque, escribiendo desto un P. de allá dice: Nosotros ya no gobernamos. Ellos" (los guaraníes), "gobiernan y nosotros obedecemos." [1 vol. XXII pg. 223]. Pero, es indudable que los guaraníes ya estaban aliados con los charrúas de tiempo atrás, y debía ser a espaldas de los jesuítas, que por su política de acatamiento al Tratado de 1750, habían perdido la confianza de los indígenas. Espigando en distintas fuentes, nos encontramos con referencias muy interesantes sobre los resultados de aquella alianza. Así ésta, incluida en las manifestaciones de Joaquín de Viana, gobernador de Montevideo, hechas ante la Junta de Guerra celebrada por el Comando Español en el río Negro, (Enero de 1755), y en la que se estudió el plan de campaña a realizarse en territorio misionero. Expresó Viana: "Como consta de las Declaraciones de los Yndios prisioneros del Pueblo de Yapeyú, en todo este Campo especialmente en las Costas de S.ta Tecla, S.n Antonio, y Caydas del Rio Grande, mantienen" (los guaraníes), "sus Piquetes fuertes y vnidos con los Charrúas, Bojanes, y Minuanes, todos los quales son Ynfieles que continuamente han hostilizado matando, y robando en los partidos de Monteuideo, Víboras, Bacas, y Santo Domingo Soriano; Y finalmente se sabe, están coligados estos, y amparados de los Pueblos rebeldes, fomentándolos con lo que necesitan dhos infieles. Constandome asi mismo, que en la vltima salida que hice en Monteuideo el año de 53 (3) en seguimiento de los que hauian hurtado en Castillos los Cauallos del Señor Marques de Valde Lirios, y hauiendolos seguido dha partida (4) hasta el primer puesto de Yapeyú, en el qual dhos Ynfieles se incorporaron con los Tapes, y todos juntos se retiraron a la parte interior de dhos Pueblos." [2 pg. 43]. Esta incidencia ocurrida al marqués de Valdelirios, comisionado español para la demarcación de la nueva frontera, se menciona también, aunque con variantes un tanto caprichosas, en el "Diario" de campaña del general Gomes Freiré, comisionado portugués a los mismos (3) Esta salida la hizo Manuel Domínguez por orden de Viana, y no en el ano 53 sino en el 52, como se verá en el documento C del presente capitulo. (4) La de Domínguez. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 99 efectos. Dice el "Diario", que en marzo de 1753 llegó a la Colonia un propio venido de la zona en que se estaban haciendo las demarcaciones, y que: "O mesmo encontrou uns Indios chamados Minuanos que tinham ido em Castilhos furtar a cavalhada do marquez atrás dos quaes tinham ido dragóes hespanhoes, e dos- nossos, que elle pediu socorro, ao Sr. general, e encontrado-os uns foram prisioneiros, e outros fugiram para táo longe, que, faltando-lhes o sustento, comeram os cavallos, e acabados estes, seus filhos, dito por elles ao tal propio que os achou a pé". [3 pg. 152], Sabemos asimismo por declaraciones de Bartolomé de Villanueva, hechas en el "Campamento de Jesús", en julio de 1754, que, hallándose con una partida española en las proximidades del arroyo "Garapey" (5) se: "encontró como num.o de docientos Yndios, entre Tapes y Charrúas", etc., etc., "quienes le recibieron con bastante desafecto", [2 pg. 92], y "avanzaron a la Cavallada retirándola violentam.te haziendo vnos frente y otros disparando flechas, Piedras y manejando la Lanza, de lo q.e resulto her.r a vn Soldado, y muertole el Cavallo al q.e degollaron p.r tomar la flecha, y no se pudo consegj p.r haverle penetrado bastantem.te". [2 pg. 94]. Tenemos además estos informes que el tape Cristóbal Yaguirre o Yacaguiré, fugitivo del pueblo de La Cruz, proporcionó al maestre de campo Manuel Domínguez, también en el paraje de "Jesús", y en agosto de 1754: "que los Indios de los Pueblos de vna y otra vanda del Vruguay, se hallaban cologados al opocito, y defensa de sus tierras socorriéndose con Jente, y Cavalladas teniendo repartidas sus Armadas a las Puntas del Yvicui, y Cahidas del Rio Pareg, (8) dondes [sic] mantienen con indios infieles, Charrúas y vojanes para opocito de no dexar entrar Portugueses alguno, y que los siete Pueblos de esta Vanda del Vruguay se mantienen con todas sus familias sin esperanza de mudarse a ninguna parte ni entregarlos". [2 pg. 126]. Y en otra declaración ratificó lo dicho, agregando que: "el R.P. Cura nom.do Antonio que lo es del Pueblo de la Cruz, este por si mismo tenia congregado y Gratificado a Yndios Ynfieles parcialidades Charrúas, Bojanes, y minuanes dándoles Yerba, tavaco, y otros efectos, Cuias parcia(5) (6) Arapey. ( ? ) Plray. (?) 100 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA lidades las Commandava vn Indio de la misma nación llamado d.n Jph solo con el fin de que reconozca las Campañas sus entradas, y salidas, y q.e de todo dize pronto auiso de qualquier resulta, y se incorporase con los Cuerpos de Yndios Guaranies para ayuda de ellos en defensa de sua Pueblos." [2 pg. 127]. En. el "Diario" del Rvdo. Pdre. Tadeo Xavier Henis S.I., interesantísimo por cuanto fue escrito en el pueblo de San Lorenzo, es decir en la retaguardia misionera, nos encontramos con otras referencias que no queremos pasar por alto. Así por ejemplo, dice que a fines de julio de 1754, en campos de Yapeyú, como aprehendiera un escuadrón español al indio principal del pago de Jesús María para llevarlo con los suyos a donde estaba el resto del ejercito, difundida la noticia entre los vecinos: "los excitó á tomar las armas, y habiendo llamado y convocado las tropas de Charrúas, Minuanes y Guanoas gentiles, que andaban vagando por estos campos en lo mas intempestivo de la noche, acometieron á todas las tropas de los españoles: á algunos despojaron (se dijo que fueron 50), á otros obligaron á huir, quitaron toda una caba liada, y pusieron en libertad á los prisioneros". [4 pg. 22]. En octubre del mismo año dice que: "También vinieron por este tiempo algunas numerosas tropas de gentiles Guanas (7) y Minuanes al socorro: á todos los cuales armaron los indios, señores de las tierras, con lanzas, saetas y caballos, y así juntaron un ejército de 2.000 poco mas ó menos, y se mostraban con arrojo desde lejos al enemigo". [4 pg. 28]. En referencia a los suministros que se daba a los charrúas, leemos los siguientes párrafos: "un cierto capitán llamado Felipe, se fue otra vez á llamar á los gentiles Minuanes y Guanas, para que se confederasen con ellos, y con él vinieron 12 á explorar el real del enemigo. Y después, habiendo considerado el aspecto de las cosas, prometieron que habían de ir á traer 260 de su gente armada, con su capitán José, con tal que del pueblo les diesen 100, y de las estancias otros tantos careases de saetas (8) para su uso" [4 pg. 31]. (7) No sabemos qué indios eran estos "guanas" a los que alude líenla, pero evidentemente no se trata de guenóas, a loe cuales el escritor jesuíta llama siempre de "guanoas". Pudieran ser guananas o gualachos, parcialidad guayaná muy vinculada a la historia de las Misiones, y de la que ya hablamoB en un capítulo anterior. (8) Probablemente se trata de puntas de flecha hechas en hierro. Siendo así, la referencia noB parece invalorable, puesto que señala el origen LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 101 Los charrúas en la Guerra Guara ni tica constituyeron, primordialmente, un cuerpo de observación y guerrilla. Diseminados en grupos de diez o quince individuos por los lugares más estratégicos de la campaña, su cometido se alternaba entre "bombear" los movimientos de las fuerzas enemigas, arrear los ganados y quemar los campos por donde aquéllas habían de pasar, trabando así su aprovisionamiento y avance. Las tropas hispano - portuguesas sólo encontraban poblados y mieses arrasadas; los pocos animales dejados por sus dueños aparecían muertos a lanzazos dentro de los corrales [3 pg. 223]; alejarse de los campamentos constituía serio riesgo, y no fueron pocos los rezagados y distraídos que desaparecieron para siempre, tan rápidos eran los indios en sus golpes de sorpresa. Dice el "Diario" de Gomes Freiré: "é costume n'esta vil canalha de Indios nao darem quartel a pessoa alguma" [3 pg. 226]. Con referencia al papel que cupo a los charrúas en los dos combates más importantes de la guerra, el del Daymán (3 oct. 1754) y el de Caaibaté (10 febr. 1756), nada hemos podido indagar del primero, no así del segundo, inicua matanza de indios en la que con los guaraníes sucumbieron muchos de sus aliados guenoas. Sobre lo ocurrido luego de este episodio escribe Henis: "los primeros que volaron al lugar de la mortandad que acababa de hacerse, fueron 130 Guanoas, gentiles confederados; quienes, viendo el destrozo ó estrago de los suyos, y el campo sembrado de cadáveres, gimieron, y también derramaron lágrimas". [4 pg. 53]. Además, en el "Manifiesto" de operaciones llevado por Andonaegui, se dice, que después del combate, los prisioneros guaraníes declararon: "que aquel dia esperaban el socorro de los infieles Minuanes y Charrúas". [5 tomo VIII pg. 156]. Por el "Diario" de Gomes Freiré, tenemos noticias de un minuán que actuó como guía de las fuerzas españolas. Efectivamente, leemos en el mencionado documento, que el 2 de febrero de 1756, acampando los dos ejércitos en "o campo do Gallo de Jaguary", corrió la noticia de que una patrulla española enviada el día antes a explorar la campaña, no había regresado, temiéndose que hubiera sido atacada por los indios. [3 pg. 224]. Dos de misionero de tales implementos, uaados por charrúas y minuanes durante el Coloniaje y las guerras de la Independencia. Demás está aclarar que dichos infieles no realizaban trabajos de fragua y forja. 102 EDUARDO F. ACOSTA Y UARA éstos fueron apresados el día 5 por los portugueses, encontrándoseles un cuchillo y unas espuelas, lo que se reconoció como perteneciente a los soldados de la patrulla perdida. [3 pg. 225]. El día 6, por declaraciones de los dos indios se supo que la patrulla había sido realmente atacada, matándose primeramente al alférez, luego a seis soldados, y que los restantes serían muertos ese mismo día. (e) [3 pg. 226]. El 10 se produjo el combate de Caaibaté, y el 20, leemos en el "Diario" de Gomes Freiré, que en el campo "das Vaccas", "Depois de estarmos aquí acampados acharam os Castelhanos n'este campo o corpo de um seu pratico de na$áo minuane, que foi apanhado junto com a partida dos treze Castelhanos, e o alférez no primeiro d'este mez pelos Indios, cujo pratico estava morto de poucos días", [3 pg. 240]. Analizando varias referencias de Nusdorffer, llegamos a la conclusión de que el jefe que atacó a la patrulla española, no fue otro que el famoso cacique Sepe Tiararú o Tiarajú, pilar de la resistencia guaraní, muerto por Viana en una escaramuza previa al combate de Caaibaté, [1 vol. XXIVpg. 61]. Nos resta mencionar el caso de otro minuán, probablemente el cacique Moreira o Moreyras, que a fines de 1754 o principios del 55, se habría ofrecido a Gomes Freiré para combatir contra los guaraníes. Este episodio que conocemos a través de informes contradictorios, ocurrió durante la tregua de casi un año, en que suspendidas las operaciones, se retiraron las tropas españolas y portuguesas a sus respectivos acantonamientos. Con fecha 20 de abril de 1755, escribía Andonaegui a Gomes Freiré, desde Buenos Aires, contestándole a carta del 9 de febrero del mismo año: "Quedo en la inteligencia", etc., etc., "como también de lo que ofreció el Cacique de Minuanes retirado de S.ta Tecla, a quien podrá V.E. si bolbiere como lo prometió y a todos los que llegaren permitirles hagan a los Tapes las hostilidades que pudiesen, y darles el ausilio y fomento que necesitaren para que desta forma puedan hazer la entrada que intentan en solicitud de bueies, Cauallos y muías." [2 pg. 163]. (9) En un "Diario" de Andonaegui, contemporáneo al "Manifiesto", se comenta este hecho aclarándose que fueron un oficial y diez y seis soldados los que resultaron muertos por los indios, habiéndose encontrado días después: "tres cuerpos de los que se dijo faltaban, que uno estaba sin cabeza y los dos Bin manos." [5 vol. VIII pg. 255]. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 103 Remitiéndonos al "Diario" de Henis y abarcando un lapso que parece comprender mayo, junio y julio de 1755, leemos que los portugueses procuraron atraerse a los "Guanoas gentiles", etc., etc., "lo que es fácil de conseguir de una gente pobre, y deseosa de donecillos, regalos y vestidos de ante ó coletos". [4 pg. 40]. Agregando luego de otros detalles: "Así lo contaron después á nuestros Miguelistas (10) otros caciques de los Minuanes, que habían participado de los dones ó regalos. Que algunos de los suyos habían sido pagados para la guerra, y principalmente uno llamado Moreira, para que en la siguiente expedición custodiase los bagages de los Portugueses con su gente. Que tenían mucha ropa, armas, y se veian armados, y estar instruidos con alfanges para este fin". [4 pg. 40]. Pero parece que ciertos caciques no accedieron a cooperar con los portugueses, y el propio Moreira, que ya había estado en tratos con ellos en noviembre de 1754 [4 pg. 33], reconvenido por los guaraníes declaró que: "verdaderamente él había sido llamado de los Portugueses y solicitado con dones por las cosas sobredichas, pero que de ninguna suerte habia consentido: por lo cual se habia retirado, habiendo los Lusitanos con furor, héchole muchas amenazas". [4 pg. 41], Como vemos, el problema es bastante complejo, y también lo fue la Guerra Guaranítica, sucesión de intrigas inimaginables, cuyos resultados habrían de ser calamitosos para la estrategia española en el Plata. DOCUMENTOS A) B) C) Carta de Viana a Andonaegui, sobre hostilidades minuanes a principios de la Guerra Guaranítica. Montevideo, octubre 6 de 1752. Carta de Viana a Andonaegui, sobre robo de caballos en Castillos por parte de los minuanes. Adjunta copia de la Que recibiera del marqués de Valdelirios, e informe presentado a este último por "Perico el Canario", baqueano del grupo que salió en persecución de los indios. Montevideo, octubre 26 de 1752; Castillos, 20 y 2U de octubre del mismo. Carta de Viana a Andonaegui, incluida copia de la recibida de Manuel Domínguez, que salió de Montevideo en perse.10) Indios tapee de San Miguel. 104 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA cución de los mismos indios. Montevideo, diciembre 9 de 1752; Yi, diciembre 7 del mismo. Documento A. [6] "El Maestre de Campo de Milicias D.n Man.l Domínguez, me escrive desde Castillos como a llegado al acampamento de los Portugueses uno llamado Juan Gómez que hiva de Santa fee con la Tropa de D.n Fran.co Pintos Villalobos, y que entre él Cerro de Monson, y el Arroio llamado el Yi distante de esta Ciudad 47 leg.s abistaron a treinta Toldos de Indios Minuanes, los que no se atrebieron á salirles por la mucha Gente qué hiva; Aunque después a otra tropa que del Rio Grande, caminaba para santa íee, le salieron, y le quitaron todos los Cargeros, y Cavallos que llevaban, librando sus bidas en el que hivan montados, y no se sabe haian llegado todos los Peones á salvamento, por haverlos corrido los Indios en Cavallos buenos y se ere mataron algunos de dhos Peones; Con esta noticia he tomado todas las precauciones que me han parecido combeníentes a fin de que en la frontera estén con cuidado, y me havisen de qualquiera nobedad q.e tengan; haviendo también despachado 14 ombres de vezinos y forasteros, para que corran el Campo, y si divisan dhos toldos den parte con tiempo para que salga alguna Gente, aunque al presente no puedo determinar el embiar Partida suficiente por la íalta de Dragones con que me alio, y si en adelante se ofreze que salgan acompañados de Vecinos y Forasteros, espero dever a V.S. m& abise en primera ocasión sí á estos los puedo obligar á que se costeen de un todo, aunque á los forasteros me dizen no se les puede obligar. Estimare a V.S. embie orden al Comandante del R.l para que en lugar de la partida que yo tengo en Cufre (para lo que se le ofrezca al Marques de Valde Lirios) embie una de Dragones respecto de no hazer en aquel Campo tanta falta como aqui la Gente; pues solo para este fin tengo apostadas quatro Partidas en esta Jurisdiz.n. (. ) Dios Gue á vs. mu.s an.s Montevideo 6 de octubre de 17E2. Bl.m de V.S. Su m.or Serv.or Josepli Joq.n de Vianft (rubricado) S.r Gov.or y Cap.n Gral D.n Josseph de Andonaegui". Documento B. [6] "Incluía á V.S. la relazion que de Castillos me embia el Marques da Valde Lirios, de lo acaecido con los Yndíos, ta?] la Partida que salió LA- GUERRA DE L.O3 CHARRÚAS 106 de aquel Campo, y según ella, determino él que á últimos de este, ó principios del que biene, salga de áqui otra en su Beguim.to para bór ai se consigue el acabarlos por algún tpo, lo que pongo en noticia de V.S. para su inteligencia. Dios Gue. á V.S. m.s a.a Montevideo 26 de octubre de 1752 B.l m. de V.S. su mor Serv.or Josepb. Joaq.n de Viana (rubricado) S.or Gov.or y Cap.n Grl. Dn. Josseph de Andonaegui." "Copia MUÍ señor mío. Esta mañana ha trahido la noticia el Capataz de la Cavallada que tenemos más cerca de este Campo, que faltavan mas de doscientos Cavallos. Inmediatamente emblé a. Campear, y encontraron quatro Yeguas que tienen todas las señas de ser de los Minuanes, y el rastro que va acia san Miguel. En vista de esto escrivi una carta & D.n Gómez Freyre de que fue portador D.n Bruno de Zavala, pidiéndole auxilio para hazer una salida, y me ha respondido que embiaria esta tarde sesenta, Ó setenta Dragonea. En efecto acavan de llegar á este Campo ochenta ombres de tropa, y veinte Peones, mandados por el Capitán Pedro Pereira, y luego se han juntado con ellos treinta Dragones y veinte y tres Peones, que van á la orden de Zavala, y Piedra, con los Cavallos nezesarios; y sin detención alguna han marchado en busca de IOB Indios, que según noticias que ha tenido este General esta mañana por una china de los Indios tapes que salieron al esquilmo del Ganado menor, y fueron degollados por los Charrúas excepto las mugeres, de cuia función se escapo la ferida China que vino hasta San Miguel, están distribuidos en dos cuerpos, el uno esta en el paso del negro Josseph, y el otro en las puntas de Cebollati: lo qual aviso sin dilación a V.S. como se lo prebine al Maestre de Campo, para que V.S. tome las probidencias que aliase por combenieutes para resguardo de esa Provincia, ó por si á caso quisiese mandar hazer alguna salida, respecto de que el fin es exterminarlos, y quedar de una vez asegurados. . Renuebo mi verdadero afecto á la disposición de V.S. y ruego á nro S.or le gue. felizes años. Campo de Castillos Grandes 20 de oct.re de 1752. Blm de V.S. Sum.s af.o seg.o aeg.o Serv.or y Am.o El Marqués de Valde Lirios V.E. Dn. Josseph Joacbin de Viana" (rubricado) "Relación que haze el Practico Perico el Canario que acava de llegar á este Campo, á traer la. noticia del suzeso de la Tropa que Bailo en busca de los Indios. 106 EDUARDO F. AGOSTA Y LARA El dia 20, de este mes sallo la partida de este Campo, y pasó aquella noche en la India muerta. El dia 21 al Amanezer Be puso en marcha, y fue al paso del negro Josseph donde encontró 67, toldos viejos pero no havia ningún Indio. Quedo allí aquella noche. El dia 22 se puso en marcha, y encontró una china en la punta del Arroyo de Gutiérrez, la qual dio noticia de que los Indios estavan de la otra banda del Albardon grande, y que tenían intención de marchar al dia siguiente por la madrugada. La India se quedo con la partida; y aquella misma tarde á cosa de las tres abanzó la partida a los toldos, en las caidas del olimar grande, y luego que la bteron los Indios empezaron á huir acia olimar grande como que apuntavan acia el Cerro de monzón, mataron catorze o mas Indios y cogieron unas quinze mugeres, y toda la Cavallada que ellos tenían, excepto los cavallos en que únicamente montavan q.e fue con los que ellos huyeron. De este mismo parage se retiro la partida que podra llegar mañana a este Campo. Dize Perico que si sale de esa Plaza la partida que V.S. tenia prevenida que se dirija a los Cerros de Monzón: de este parage, que se encamine á los Cerros del difunto Escolla, y de este sitio puede embiar sus vaquéanos delante á cortar el rastro para seguirlos por él, porque no tienen mas Cavallos que los que montan, y muchos de ellos van a pie ó dos en un Cavallo. También dice que el numero de Indios que ha visto, contando las familias, entre mugeres, y muchachos le parece que se acercará á quatrocientas personas, pero también dize que no le ha parecido son muchos los Indios puramente de Armas. Campo de Castillos grandes 24 de oct.re de 1752." (rúbrica de Viana) Documento C. [6] "Con la adjunta copia de Carta escrita por él Mre. de Campo Dn. Manuel Domínguez en buelta de su partida, Verá V.S. no haver logrado el fin de extinguir los Yndios que ynfestan éstas Campañas, cuia noticia Sirva á V.S. de aviso para su yntelixencia. Dios Guarde a V.S. m.s a.e Montevideo ít de Diz.re de 1752 B. 1. m. de V.S. su m.or B.or Joseph Joaq.n de Viana (rubricado) S.or Gov.or y Cap.n Gral Dn. Joseph de Andonaegul." "Copla Señor Governador.— Después de ponerme a la ob.a de V.S. paso a participarle como me hallo en el Arroyo del Ti de buelta de haver seguido LA G U E R R A D E LOS C H A R R Ú A S 107 la Nación minoana; culo.rrastro se encontró en lae puntas del Yl, y albardon de Ulimar donde se encontró el día 20 del pasado las tolderías que de arcos, o rramas tenían dispuesto, culo rrastro tomó el.rrumbo para él rio Negro, y siguiéndoles por sus mismas pisadas pasaron dho Rio tomando por rrumbo acia las Aldeas de los Padres de la Comp.a donde apresuré la marcha por ber si podía darles alcanze antes que se favoreciera de ellas, donde llegué a un arroyo, donde se halló alojamiento de algunos Indios que havian quedado en su espera de los que hivamos siguiendo donde yncorporados prosiguieron su marcha en cuio alojamiento dejaron un cavallo muerto de la marca del S.r Marques, culos Indios entraron por la Estancia de Yapeyú que tienen alli por abocación Santo Ángel, pasando por otra que llaman S.n Borja, y en la de S.to Ángel tuvieron su alojamiento primero pues de alli subieron tomando él rumbo de Castillos; y por sus mismas pisadas bolbieron a entrar en dho Sitio donde se dejaron su rrastro tomando para los Pueblos con estancieros y todos, donde no halló de quien tomar lengua, pues no dejaron despojo de haver tenido encuentro unos con otros. Solo se conoció otro Cavallo muerto del S.r Marques en los mismos Ranchos cuios rranchos eran quinze con su Capilla, y Junto dellos havian armado su acampamento los dhos ludios Infieles de donde me bolbi desconsolado de no haverlos Castigado y restaurar la Cavallada del S.r Marques pues siempre que tengan este abrigo padeceremos continuam.te este travajo pues si huviera taavido permiso de poder entrar en Dominios ágenos huviese pasado mas adelante hasta los Pueblos solo con el deseo de quitar ese Subsidio de por medio y que los partidarios de V.S. salieran con luzimiento: toda la partida hiene buena, solo algo quebrantadas las Caballadas pues vamos conservándolas por no perderlas tengo él animo de largar la gente en Santa Lucia Saibó el parecer de V.S. y con ellos mismos retirar los Cavallos reclutados a sus dueños ynterin aguardo la resp.ta de V.S. para executar sus ordenes, y lo demás lo dexo hasta la vista — Dios G.e a V.S. ra.s a.s Yi 7 de Diz.re de 1752 = Blm.o de V.S. su mas seg.ro serv.or — Man.l Dominguez." (rúbrica de Viana,) BIBLIOGRAFÍA 1) BERNARDO NUSDORFFER S. I. — La Guerra de loa Siete Pueblos (1750-1756). Publicada por Carlos Leonhartít. Revista "Estudios". Academia Literaria del Plata. Vol. XIX y siguientes. Buenos Aires. 1920. 2) ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, MONTEVIDEO. — Colección Falgao Espalter. Copias del Archivos de Indias, Sevilla. (Gobierno de D. José J. de Viana. Tomo III). 3» JACINTO RODRIGUES DA CUNHA. — Diario da Expedigáo de Gomes 108 4) 5) 6f EDUARDO F. ACOSTA Y LARA Freiré de Andrada aa MisBÓes do Uruguay. Revista do Instituto HÍBtorico e Geographico do Brazll. Vol. XVI. Rio Janeiro 1853. TADEO XAVIER HENIS S. I. — Diario Histórico de la Rebelión y Guerra de los Pueblos Guaraníes (1754). En "Colección de Obras y Documentos" por Pedro Angelis. Vol. V, Buenos Aires, M36. PABLO PASTELLS S. I. y F. MATEOS S. I. — Historia de la Compafifa de JCBÚS en la Provincia del Paraguay. Vol. I y siguientes. Madrid, 1912. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Legajo Montevideo N* 2. 1752. S9-C2-A1-N* 5. CAPITULO VIH LA PAZ DE 1762 - 64 Resulta evidente en cuanto toca a los minuanes, que a poco de finalizar la campaña de Domínguez ya merodeaban por las afueras de Montevideo, debiendo movilizarse una y otra vez las partidas armadas destinadas a perseguirlos. Pero, la documentación que hemos encontrado relativa a estas operaciones es muy pobre, no pasando de notas aisladas y truncas que a nada conducen. Así por ejemplo, leemos en las actas del Cabildo de fecha diciembre 24 de 1753: "teniendo Prezente la Livertad con que los Yndios í1) han Venido a Matar, y rovar a un mismo tpo el día tres del mez Corriente que en la Costa de Santa Lucia, y que dhos Yndios se Restituyeron a sus avitaciones Sin haverzéles Podido dar el Castigo Merecido, ni Conozido, el Cuerpo de Yndios de donde pudieron haver sido destacados los que Vinieron a dha Fechuría; y atendiendo, a que al Prezente están los Vecinos trauajando en sus Cosechas, Repartidos en distintos Pagos y que no es fácil se puedan Juntar prontamente a qualquier Novedad, de alguna avenida de Yndios", se resuelve: "al mayor Veneficio de dhos Vecinos, y que puedan Recojer Con su Siega sus Cosechas teniendo en la frontera alguna Jente; para que estos Con su Vigilancia Corran la Campaña para Ymbadir qualesquiera Yntento que dhos Yndios Pretendan;" se haga presente al comandante de la Plaza: "Ponga la Jente que se alie precisa para dha Fontera, Ynterin se Recoja dha Cosecha." [1 Vol. 2 pg. 394]. En otra del 23 de febrero de 1758 se dice que: "respecto de auer represen(1) Aunque los documentos no lo aclaran, parece evidente que se trata de Indios minuanes. Recordaremos, no obstante, que los asaltos a las estancias de Montevideo también eran realizados por guaraníes cimarrones, generalmente agavillados con bandidos de toda laya y origen, tal como consta en actas del Cabildo, [1 vol. 3 pg. 230 y 278; vol. 4 pg. 193, vol. 7 pg. 248]. 110 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA tado el S.or Gouernador ser Conueniente que seaga una salida a el campo a fin de Ver si se puede conseguir el ayuentar los hindios ladrones que regularmente suelen hinuadir las histancias hinmediatas a el rio de S.ta Lusia y hurtar en ellas conuenimos en que seaga dha salida por redundar en benefisio de los uesinos y no teniendo esta Ciudad propios para suministrar a los cuarenta onbres que deueran hir a dha salida hemos acordado se rebaxen en tres ó cuatro de ellos de dho Numero, y den Grasiosamente los Viueres que sean menester como hes de hierba sal y axí y tabaco para dha partida por el termino de cuinse días." [1 Vol. 3 pg. 16]. A veces, sin embargo, los jefes y oficiales a cargo de las partidas, remitían noticia de su encuentro con los nativos, como ésta del teniente Gabriel de Rodas al gobernador de Montevideo, que aún lo era José Joaquín de Viana: "Señor Govern.or. Participo á VS. como el dia trese deste alcanze vnos Yndios de la otra Vanda del Yy, de los. quales matamos vno, y quitamos quatro Chinas dos tapes, y dos minuanes, y de los que se escaparon fueron á vnos toldos q.e discurro estaban serca, pues el dia catorze a la tarde los tube ensima queriéndome embestir haziendome morisquetas, y no me atrebi á embestirles por ser poca la Jente, y ser ellos muchos pues los que se bieron pasaban de quarenta; y VS. puede determinar lo mejor que le pareziere, que yo me mantengo en la Calera hasta esperar la Orn de VS. porq.e estos Yndios han de venir sobre las estancias por ser fuerza de Yndios y dizen las chinas que con Muinanes, y Bojanes — Dios Gue á VS. m.s añ.s Calera y Nov.re 15 de mil setecientos cinquenta y Ocho— Grabriel de Rodas." [1 Vol. 3 pg. 28]. Muy pobre pues, la documentación relativa a la guerra de los minuanes en este período histórico, disponemos en cambio de algún material sobre el convenio de paz que celebrara el Gobierno de Montevideo con un grupo de caciques de aquella Nación, episodio de características singulares, y uno de los más interesantes dentro del presente tema. Al gobernador José Joaquín de Viana, persona de criterio amplio y liberal, distinguido por su habilidad en el trato con los nativos, se debe la concertación de esta paz, que aunque breve, permitió a los españoles extender su control y sus estancias hasta treinta leguas dentro de nuestro territorio. [1 Vol. 8 pg. 57]. El 29 de marzo de 1762, reunido el Cabildo en la Sala Capitular, comunicó Viana, LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 111 que como ya: "estaría noticioso este Ayuntamiento, havian venido á esta Ciu.d de las Campañas de afuera quatro Yndios de Nación Minuana, con vn Casique llamado Cumandat, los quales siendo recomheñidos del fin de su venida, aseguraban no ser otro que el buscar en nosotros la paz, y buena armonía para con ellos, y que les dejasen establecerse en esta Jurisdis.on". [1 Vol. 3 pg. 289]. Visto lo cual y de conformidad tanto a las Leyes de Indias como a las ventajas de atraerse la amistad de los citados minuanes, se les hizo llamar a Sala, disponiéndose estuvieran también presentes el maestre de campo don Manuel Domínguez y el capitán de vecinos don Juan Antonio Artigas. Y, ya en sala los cuatro indios, el maestre de campo: "como avil en la lengua Guaraní por entender también mui bien esta el referido Casique", (Cumandat), los invitó a tomar asiento, haciéndoles luego, y de acuerdo con los deseos del gobernador, una serie de preguntas, de las que resultó que todos conocían por cacique de ellos al mencionado Cumandat, el cual venía de Misiones (2), y que con riesgo de su vida: "se havia conducido aquí á rendir la Ovediencia por el, y Sus hijos". Enterado el Ayuntamiento, se les hizo saber que tanto el Cabildo como el gobernador, por sí, y en nombre de la Ciudad, les quedaban muy agradecidos por su actitud; que la Ciudad se hallaba pronta a guardar con ellos buena armonía y que no experimentarían violencia ni extorsión de clase alguna. Agregó el cacique, que por no haber auxiliado en la guerra de las Misiones, veíase ahora con sus hijos en total desamparo ( 3 ), y que quedaban afuera otros varios indios que sólo esperaban su aviso y la acogida que aquí tuvieran para venirse igualmente con ellos. Y así sucesivamente, encarados diversos puntos y hechos los acuerdos del caso, se les dijo: "que todo lo q.e havian Tratado (2) Los minuanes frecuentaban mucho el territorio misionero. Ya vimos al tratar de la campaña de Manuel Domínguez, (1751), que el cacique Baruala se habla retirado con sus parciales "a los pueblos de las Misione?". Parecería que estos Indios hubieran sido más dados a pacificarse que los charrúas, y por lo general, sin perder su condición de nómades e infieles, mantuvieron buenas relaciones coa los jesuítas. (3) Evidentemente, al dar a entender que durante la Guerra Guaranftica no había .tomado el partido de los misioneros, Cumandat no buscaba otra cosa que congraciarse con los españoles. Recordemos, que a la entrevista con los indios asistieron oficiales de destacada actuación en aquella contienda, inclusive Viana, factor preponderante en el combate del cerro Caaibaté. 112 EDUARDO F. ACOSTA Y i-ARA quedava aqui escrito y sentado para que fuese inviolable en todo tiempo Su cumplim.to por ambas partes asi por parte de este Govierno y Ciudad, como por parte de ellos, y que también se les daría el Correspondiente Pasaporte para que asegurasen su ida y Salida desta Jurisdiz.on en demanda del Paradero de su gente. Y el S.or Gov.or los Obsequio á todos los quatro Yndios dándoles algunas varas de Vayeta, cuchillos, y gorros colorados en reconocimiento del buen tratamiento que devian a su Zelo, y buena correspondencia". Terminada la entrevista regresaron los indios a campaña, con excepción de uno de ellos llamado don José (*), hermano del cacique Cumandat, que: "quería quedarse en esta Ciu.d por tener aqui Su muger." [1 Vol. 3 pg. 293]. Ocho meses tardó en regresar Cumandat, haciéndolo el 1" de diciembre de 1762. Recibido por el Cabildo el día 2, expresó que volvía con otros caciques a cumplir lo prometido, y preguntado por que: "havia tardado tanto en llegar a sus Toldos, respondió que por haver caído enfermo en el Camino, y haver hallado a los mas De sus Yndios con biruelas." [1 Vol. 3 pg. 357]. Preguntado en qué lugar tenía sus tolderías, respondió que en las tolderías del Yi, y en cuanto a lo de mantenerse aquí, en el paraje que se le señalara, contestó que efectivamente, sus intenciones eran las de establecerse en un arroyito inmediato al Sta. Lucía. Convinieron luego el cacique Cumandat y sus acompañantes, los caciques Cristóbal Quiritó.y José Luis Lescano, en que por no tener suficientes cabalgaduras, sus familias vendrían poco a poco a esta Jurisdicción, saliendo en: "vn Rodeo grande en la primera Estancia que está en S.ta Lucia, y que darían aviso luego al S.or Gov.or, y que Tardarían Tres dias en Venir con otros dos Casiques mas que quedaron en sus Toldos llamados Luis Lezcano, y Man.l Gómez", a quienes harían venir para que se enterasen de la paz y buen recibimiento que aquí tenían. Aseguraron además que procura(4) El cacique "don José", y otro llamado "Moreyras", mencionado más adelante, deben ser loa mismos de que habláramos en el capítulo anterior, al ocuparnos de la Guerra Guaranltica. No es extraño que varios de estos indios tuvieran nombres cristianos, ya que muchos habrían sido bautizados durante BUS estadías en los pueblos misioneros. En cuanto a los apellidos españoles y portugueses, los propios indioB debían de adoptarlos voluntariamente. EB de notar, que los caciques charrúas que conoció el sargento mayor. Benito Silva en la primera mitad del Biglo XIX, lucían los nombreB de algunos guerreros famosos, tales como Rondeau, Leoor, Barbacana, etc., [2 pg. 347]. MIKUAN, eegún Pernetty. (foto-copia de un original + x ¡ , Museo de la Biblioteca Nacional, Montevideo). LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 113 rían hacer despacho a otros dos caciques, llamados Molina y Moreyras, los cuales andaban dispersos por la campaña: "exhortándoles a que Viniesen á cituarse con ellos en esta Jurisdis.on". Y a esta altura de las cosas, acordó el Cabildo, en entendimiento con el gobernador, que: "Teniendo pres.te las K.s Leyes de Yndias que encargan en sumo grado la pasificas.n y modo De ir suabisando estos Naturales hasta á nra paz, y buena armonía", se diera buen recibimiento a dichos indios y sus familias, disponiéndose que los tres caciques acompañados del alguacil mayor y del alcalde provincial: "recojiesen algunos bastimentos en las tiendas y Pulperías desta Ciud.d", llendo así aviados en busca del paradero de sus familias, quedando reservado para su regreso: "el destino q.e se les deva asignar y las asistencias que se les aya De promediar y acudir p.a su manutens.on" [1 Vol. 3 pg. 359]. Pasado algo más de tres meses, el 10 de marzo de 1763 se presentaron nuevamente los indios ante el Cabildo, compareciendo esta vez aparte de los ya conocidos, Cumandat, don José, don Cristóbal y Moreyras, cuatro caciques más, a saber, "el Salteño", don Lorenzo, don Antonio y don Manuel, los cuales excusaron a su principal, Comiray, que por no tener caballo y: "aliarse totalm.te a pie", había quedado en campaña, reunida su toldería con la de don Cristóbal. [1 Vol. 3 pg. 391]. Y hechas por ambas partes las acostumbradas protestas de amistad, oficiando de lenguaraz una minuán llamada Petrona, radicada en Montevideo, se hizo saber a los indios, entre otras cosas, que el gobernador haría publicar un bando; "para q.e no fuesen obstilizados ni molestados por nadie De aqui de la Ciu.d ni aun De los nuestros de la Campaña, para lo qual llevarían pap.l De Seguro á maior abundam.to De mano de Su S.ria como también Viesen vna Persona a quien pudiesen nombrar por su Padrino, ó Protector De su satisfas.on y Voluntad para q.e ablase en su defenza, bien fuese Vno de los S.res Capitulares, v Otro cualesquiera particular todo, a fin De q.e viniesen con la maior Vrevedad á estableserse aqui en nuestra paz como lo estaban Ofresiendo". También se les hizo saber que si encontraran y trajeran de la campaña algunos caballos, y que éstos resultaran de propiedad del vecindario de la Ciudad, sus dueños quedarían obligados a pagarles un peso por cada cabeza: "por la Coxida en el campo", como asimismo si se tratara de EDUARDO F. ACOSTA Y LARA animales ajenos a esta Jurisdicción, ellos, los indios, vendrían a ser considerados como sus únicos y legítimos dueños. Igualmente se estableció que los muchachos que así lo desearan, y con el consentimiento de sus caciques, podrían conchavarse en las estancias y chacras, en la seguridad de que el gobernador les haría pagar por su trabajo en caso de cualquier omisión que hubiera sobre el particular [1 Vol. 3 pg. 392], Y así, parecería que sin más trámites, quedó sellada la paz, viniendo los minuanes a establecerse en un lugar próximo a Montevideo, donde irrumpían casi a diario, prestando a las calles una nota por demás pintoresca y novedosa. El benedictino Antonio José Pernetty, distinguido naturalista adjunto a la expedición de Bougainville, y que de paso para las Malvinas, permaneció en nuestra Ciudad desde el 28 de diciembre de 1763 hasta el 16 de enero del 64, tuvo oportunidad de ver varios de estos indios, sobre los que escribió un capítulo mal titulado: "De quelques particularités sur les Indiens du Paraguay", [4 Vol. I pg. 295]. Deducimos por él que los minuanes, no sólo gozaban de las más amplias libertades en las calles de Montevideo, sino que, inclusive, se permitían chanzas con los paseantes, como aquella de que fue objeto el escribano de la fragata, compañero de Pernetty. Quedan también de manifiesto, las influencias culturales que estos indios habían recibido durante su permanencia en las Misiones, como ser en lo idiomático, ya que aparecen hablando la lengua "du Para", o del Paraguay, el guaraní por generalización, "mezclado con la de los indios de las tierras circunvecinas". Otro tanto diríamos a propósito del cultivo de la mandioca y aprovechamiento de su derivado, el cazabe, tan difundido entre los guaraníes como ajeno a los charrúa - minuanes, cuyo régimen alimenticio era esencialmente a base de carne. (Véase el apéndice N<" 2). El convenio de paz con los minuanes puede decirse que feneció con el mandato de Viana. En efecto, el 8 de abril de 1764, recibía el Cabildo en sesión plenaria los despachos del nuevo gobernador, don Agustín de la Rosa [1 Vol. 3 pg. 486], y éste, no sabemos obedeciendo a qué razones o influencias, ya el 10 escribía a Buenos Aires, al gobernador Ceballos, tres cartas que no hemos podido localizar, pero que, por el tono de la que recibió en con- LA. GUERRA DE LOS CHARRÚAS US testación, deducimos no eran muy favorables a que los indígenas continuaran viviendo en las cercanías de Montevideo. Dice así la carta de Ceballos: "Señor mió— Satisfaciendo a las tres cartas de VS de 10 del corriente que hé recivido juntas, devo decirle, que yó no hé dado permiso alguno para que los Infieles se pongan, ni menos permanezcan en los parajes que VS me expresa, antes su antecesor se há portado en esto con tanta independenzia, que ni aun noticia me há dado de ello, en cuio supuesto podrá VS hablando antes reservadamente con el Maestre de Campo D.n Man.l Domínguez, tomar las providenzias que Juzgare mas acertadas, ya sea para intimarles q.e se alegen de esas Fronteras, ó para señalarles algún paraje distante de ellas, donde sin hacer daño a las Estancias puedan subsistir- ( ) Quedo a la ovediencia de VS con todo afecto, y con el mismo ruego á nro Señor gue su vida m.s a.s Buenosayres 14 de abril de 1764. Blm.o de VS su mas afecto ser.or D.n Pedro de Ceballos (rubricado) S. D. Agustín de la Roza" [3]. Siguiendo las indicaciones de Ceballos, de la Rosa debe haber hecho sus consultas con Domínguez, y éste a su vez con los caciques minuanes, llegando a un acuerdo por el que la indiada se retiraría a campaña luego de recibir algunos presentes. Asi las cosas hasta la reunión del Cabildo de fecha 4 de mayo, en la que se planteó el alejamiento de los indígenas como asunto de interés general. Leemos en el acta de la fecha: "propuso su Señoría" (de la Rosa), "lo primero, que hallándose la Iglesia Matriz de esta ciudad en el arruinado estado que se ve, en un infeliz estado de indecencia y lo que es más estar deteriorado y próximo a arruinarse su edificio o parte de pared de aquel mismo Templo, si con tiempo no se hecha mano a remediar este inconveniente", etc., etc., "y porque debe ser de la primera atención de esta Ciudad y Vecindario el esforzarse con su católico y pió Zelo, a poner, los conducentes medios que conduzcan a reparar, y remediar en lo posible así la ruina en que de un día a otro se teme sobrevenga al sobre- 116 EDUARDO F. AGOSTA Y LARA dicho Templo, como también subvenir en lo posible a su compostura y aderezo, a este intento se tuvo por conveniente, el que en el Cabildo abierto, con asistencia del dicho Gobernador y sus individuos Capitulares y de los curas párrocos de esta misma ciudad con los principales ciudadanos de ella y todo el demás restante número de Personas así vecinos como forasteros que residen en ella, para que enterándoles del estado lastimoso en que exhiste como va referido el expresado Templo o Iglesia Matriz se conmuevan voluntariamente a dar de limosna lo que cada uno quiera a propia discresion para bien de concurrir a fomentar el reparo y posible compostura y arreglo de dicho Santo Templo", etc., etc. Y aquí viene lo de los indios: "al mismo tiempo por acuerdo de este mismo Cabildo con insitativa del dicho Señor Gobernador se hizo presente a todo el vecindario y forasteros como se tiene dispuesto, captando la maior quietud, paz y sosiego de esta Ciudad y su Jurisdicción que los Indios de la Nación Minuana que vajo de paz permanecen en ella, se les haga retirar á abitar y situarse en el Rio nombrado de San Francisco (s) en esta misma Jurisdicción y deseando que se perpetué quanto es a nuestra parte la tolerancia posible, a fin de que en quanto permita los medios prudentes y Justificados, se sohstenga, y Heve en conservación la paz y buena armonía en que permanecen dichos Indios, para esto se hallaba por conveniente el poner a la consideración de todos los expresados concurrentes, el que por el mismo Orden y método voluntario ofrecieren graciosamente lo que tuviesen por conveniente; de cuya manera se hizo el ofrecimiento siguiente. Don Pedro de Barrenechea, ofreció dos pesos de limosna para la Iglesia y un peso para el arbitrio de los Indios. Don Marcos Velazquez, ofreció quatro pesos para la Iglesia y dos pesos para los Indios", etc., etc. [1 Vol. 4 pág. 20], Se suceden los donativos hasta totalizar sumas apreciables para ambas partes, quedando finalmente nombrados para recaudar y distribuir estas limosnas don Francisco de Gorriti, don Juan de Achucarro y don Jaime Soler. [1 Vol. (5) Puede ser el arroyo San Francisco, afínente del IUescas, en el Dpto. de Florida, o su homónimo, afluente del Campanero, en el Dpto. de Lavalleja. Nos inclinamos a pensar que se trate del último, bien conocido de los montevideanos a partir de 1747, afio en que Manuel Domínguez descubrió en sus inmediaciones: "evidentes Indicios de metales de oro", [6 pg. 113]. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 117 4 pág. 31]. Pero los minuanes no percibieron ni un céntimo de estos donativos. Algo ocurrió, porque en paz y amistad como estaban, se retiraron inesperadamente a campaña, actitud que pudo responder a una intimación de desalojo, o en vía de los hechos a un verdadero desalojo a culatazos. ¿Es que al hacerse el recuento de los donativos se advirtió que era mucho lo que les correspondía, y a espaldas del Cabildo y de la población se decidió alejarlos por medio de la violencia? Como quiera que aea, al reunirse el Cabildo el 19 de mayo: "se tubo pres.te y resolvió por este Ayuntam.to y con allanam.to y veneplacito del dho S.or Gov.or que respecto a que parece que se han retirado á las Campañas desiertas distantes de las estanz.s de esta Jurisdiz.on los Indios de la naz.on Minuana con presumpcion de q.e se ban á vivir retirados de aqui, por esto se tubo por conviente, y desde luego se resolvió como ba referido que él ofresimiento hecho por los Individuos deste Vesindario, y Forasteros, á favor de dhos Indios se aplique desde luego á favor de la particular obra de la dha Iglecia Matris de esta Ciu-d." [1 Vol. 7 pg. 12]. Transcurrieron junio y julio sin que se volviera a hablar de los indios, hasta que a fines de agosto cundió la noticia de que regresaban en son de guerra. La conmoción debe de haber sido grande, tanto como para que de la Rosa publicara el siguiente bando: "D.n Agustín de la Roza Queipo de Llanos y cien fuegos, Coronel de los R.s Ex.tos de S.M.R. Gov.or Político y Militar y Juez de Arrivadas de esta Ciu.d de S.n Ph.e de Montevideo y su Jurisdis.on. Por quanto por representas.on que me acaba de haser él nt.re Cav.do de esta Ciu.d, demás de otros particulares avisos con q.e me alio; estoy enterado del temor y reselo que se tiene no desnudo de convincentes fundamentos sobre q.e los Indios de la Nación Minuan que se alian en esta Jurisdis.on y Desiertas Campañas, Asalten de vna hora á otra á nuestros avitantes de los pagos de afuera, causando en ellos y sus hasiendas lamentables obstilidades lo q.e en qualq.er modo subcedido me seria sencibilissimo así por la obligación de mi empleo, como por la veras con q.e amo y me conduelo de qualesq.ra subceso opuesto á quaIesquiera de los individuos deste Vesindario, y foráneos: Por tanto proveyendo del mas prompto Remedio a q.e se repare en lo posible aquel temido amago: Hago saver a todos los vesinos, 118 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA estantes, y avitantes de esta Ciu.d, y su Jurisdis.on que luego que oygan disparar dos Cañonazos en la R.l Ciudadela de esta Plaza en su baluarte que mira a la parte de la campaña, ocurran todos luego, pertrechados con sus Armas, y Cavallos (lo que desde aora tendrán dispuesto, y preparado) a la Guardia nombrada de Pintado en la Frontera de esta Jurisdis.on Pena de q.e á qualesquiera Vesino, ó Forastero de dentro, y fuera de esta Ciu.d que contraviniere á este mandato, se le extraerá la multa de veinticinco pesos, que aplico p.a fomento de Ramo de guerra a Veneficio de qualesq.ra salida, v otro refuerzo de gente que se ofrezca haser sobre el prevenido asumpto. I para q.e llegue á Noticia de todos, mando publicar este Vando en la forma acostumbrada. Fho. en esta refer.da ciu.d de Montevideo á veintinueve de Agosto de milsetes.tos sesenta y quatro; y lo firmé, y actué con los tgos subscriptos de mi asistencia a falta de SS.no y en este papel común q.e se vza por R.l mrz.d. D.n Agnstin de la Roza (rubricado) ttgo. Nicolás de Zamora (rubricado) ttgo. Pedro Pasq.I Hidalgo" [6] (rubricado) Y en concordancia, durante la reunión del Cabildo de fecha 3 de setiembre fue tratado lo siguiente: "teniéndose pres.te la necessidad q.e tiene la Guardia de la Frontera desta Jurisdiz.on nombrada de S.n Juan Baptista, de vna Fortaleza por la q.e se sobstenga en alguna guarda, y Defensa la gente q.e se alia en ella, maiorm.te en el tiempo actual en q.e se releban enemigos los indios Infieles de la Nación Minuana q.e se han retirado a la Campaña, y que sobre esto es necessario proveer del Correspondiente remedio á fortificar aquella guardia con la vrevedad posible á q.e esté la gente de ella á cubierto de cualesq.ra imbasion ó asalto q.e contra ella intenten los dhos enemigos, por ello con todos votos, acordó este Cav.do aviendo oydo sobre la materia al Mre de campo D. Man.l Domínguez, y a los Capitanes D. Manuel Duran, y D. Marcos Velazquez (que están pres.tes) el q.e luego se ponga en efecto vn Fuerte en la dha guardia hecho de palo a pique, y con alguna forma de parapeto con que á cubierto en el puedan los nros haser fuego en cualesq.ra imbacion." [1 Vol. 7 pg. 20]. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 119 Finalmente el 13 de setiembre se resuelve, y de acuerdo con las opiniones de Manuel Domínguez y de los capitanes Manuel Duran y Marcos Velazquez, levantar el fortín: "á distancia de vna legua de la Guardia de Pintado adelante, en la Cuchilla empinada q.e ay en aquel sitio de donde se descubren, y pueden observarse con facilidad qualesq.ra Avenida de enemigos, tanto por la Costa del mismo Arroyo de Pintado, como por la de Santa Lucia; a que se agrega el encontrarse en este paraje agua permanente por medio del Arroyo q.e corre a su pie." [1 Vol. 7 pg. 23]. Y aquí perdemos el rastro del asunto, no habiendo podido aclarar si llegó a consumarse el asalto minuán contra los "avitantes de los pagos de afuera". Lo más probable es que alguna comisión encabezada por Domínguez haya salido a parlamentar con loa caciques, logrando atraerlos nuevamente a la paz y sosiego anteriores. BIBLIOGRAFÍA 1) 2) 3) 4) 5) 6) ACUERDOS DEL CABILDO. — En "Revista del Archivo General Administrativo". Vol. I y siguientes. Montevideo, 1885. JUAN CARLOS GÓMEZ HAEDO. — Un vocabulario charrúa desconocido. Boletín de Filología del Instituto de Estudios Superiores. Vol. I, N» 4 y 5. Montevideo, 1937. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, MONTEVIDEO. — Caja Colonial 12, Carpeta 7. ANTONIO J. PERNETTT. — Histoire d'un Voyage aui isles M&louines, fait en 1763 - 1764. Vol. I y II. París 1770. FLORENCIA FAJARDO TERAN. — Historia de la ciudad de Minas. Boletín Histórico del Estado Mayor del Ejército, (N* 75-76), Montevideo, 1958. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, MONTEVIDEO. — Caja Colonial 12, Carpeta 3. CAPITULO IX LOS EPISODIOS DE OCTUBRE DE 1766 Y MARZO DE 1773 La ordenación y estudio de los hechos bélicos ocurridos entre minuanes y montevideanos, y en general entre charrúas y españoles es tarea por demás engorrosa. Y ocurre esto, en parte por la falta de documentos, y en parte por que, exceptuando aquellas oportunidades en que los portugueses incitaban a la indiada contra los establecimientos españoles, las hostilidades carecían de antecedentes políticos, plan, y consecuencias que puedan estudiarse ordenadamente. Conocemos sin embargo el origen de dOB episodios, ocurrido uno en octubre de 1766 y otro en marzo de 1773. Del primero, consta en el acta del Cabildo de fecha 23 de octubre de aquel año, que el gobernador don Agustín de la Rosa pidió se le elevara el informe de los sres. alcalde de segundo voto y provincial, don Joaquín de Vedia y don Antonio Camejo, a quienes se había comisionado en la estancia de los jesuítas, en la Calera, para: "averiguar y esclarecer el hecho de Insulto, ó obatilidad acaesida en el Puesto de afuera de dha Estancia, el día onse del corr.te mes, por los Indios Infieles que Vagan por esta Campaña según noticia y aviso que desde dha Calera embió á dar por medio de carta el M.R.P. Ignacio Perera Sup.or de la Residencia de dha comp.a de Jhs." [1 Vol. 7 pg. 119]. El informe debidamente ratificado por los testigos fue dado a conocer por don Juan de Achucarro, alcalde de primer voto, recién el 20 de diciembre, expresando el mencionado alcalde: "Que dicho alboroto, fue ocacionado de la vevida del aguardiente según consta de dha Inf ormaz.on que en dicha estancia y puesto ha ávido siempre de venta, el qual los insitó a los Indios á haser la corta demostraz.on aunq.e bien ponderada, y ruidosa; que es publico, y notorio que hizo mover y poner sobre las armas á toda la Guarniz.on de esta Plaza, vesindario y forasteros como a subcedido en otras ocacio- 122 EDUARDO P. ACOSTA Y LARA nes con motivos ligeros, é insultos supuestos por los dhos R.R.P.P. atribuyéndolo esto a la suma adversión y deseos que siempre han manifestando dhos R.R de la total extinsion de los Indios de la Nación Minuana (cuya conservación me parece es conveniente), sin que yo aya podido alcanzar el fin a que se dirige este empeño que solo dhos Padres han tomado a su cargo, pues aunq.e ay otras hasiendas de Vecinos particulares en parages mas avanzados a la Campaña, y que los puestos avanzados de dhos Padres, están muí estendidos de los Verdaderos linderos vajo de los quales fueles hecha la gracia y a la que precisamente devían reducirse, o reducirlos por mandato superior no se ha quejado otro algún Vezino de ninguna estorcion (que yo lo sepa) que dichos Indios le aiga hecho antes bien han ayudado en algunas faenas por la corta gratificaz.on de vn pedazo de carne, una poca de Yerba." [1 Vol. 7 pg. 129]. Atento a las conclusiones de los cabildantes, el gobernador de la Rosa les envió una carta el día 22 de diciembre, en la que expresaba: "viéndome precisado á tomar Varias providencias consernientes al bien publico, es necesario que V.S. me informe cathegoricam.te en el dia, y con la maior vrevedad, sobre lo siguiente= Si se devera privar que en los campos de esta Jurisdiz.on no haya [sic] Pulperías publicas, ni se vendan aguard.te ni otras vevidas, principalm.te a los Indios." A lo que se expidió el Cabildo, contestando: "Que no conviene aya Pulperías publicas ni se venda aguard.te ni otra vevida en los campos de esta Jurisdiz.on". [1 Vol. 7 pg. 135]. El segundo episodio que también recogemos del Libro de Actas del Cabildo, debe haber ocurrido en los primeros días de marzo de 1773. En el acuerdo celebrado el día 11 de dicho mes y presidiendo el gobernador don Joaquín del Pino, se leyó una carta dirigida al maestre de campo don Manuel Domínguez, allí presente, y en la que el capitán de milicias y juez comisionado de la campaña, don Ángel de los Llanos, le notificaba desde el Santa Lucía: "q.e por Valentín Roa, y otros delinquentes se abia estos dias pas.dos executado el culpable exceso De atropellar a los Indios Minoanes, De donde resultó matar á vna china y erir algunos Indios, según le informan; por cuyo motivo se fueron los Indios dejando los toldos parados, los q.e dice vio el dho Comicionado, como á la china muerta. Que de la huida De los dhos In- LA GUERRA DE LOS C H A K K Ú A S 123 dios, se quedó vno en el Monte con la muger, cuyo indio remitía al dho Mre De Campo, menos la china hasta que por este Cav.do se determinase lo mas conveniente". Informaba también el comisionado, que por nota que le enviara Manuel Cevallos, dependiente de las estancias de don Melchor de Viana, estaba al tanto de que la peonada que don Cristóbal de Castro Callorda tiene en la otra banda del Yi, había dado: "vn choque a dhos Indios matando algunos, y entre ellos al Cazique Castellano". [1 Vol. 8 pg. 381]. Con estos antecedentes acordó el Cabildo se aprontara y despachara un piquete de cincuenta hombres bajo el comando del capitán de milicias don Fernando Rodríguez, para que trasladándose a campaña, averiguara sumariamente la realidad y fundamento de los hechos. En ese ínterin, y como consta en actas del 15 de marzo, compareció ante el Cabildo Juan Carlos Salinas, peón que estaba trabajando con las tropas de Castro Callorda en la costa del río Negro, y que manifestó lo siguiente: "q.e haviendo pas.do por las inmediación.s del dho paraxe los sitados Indios, Minuan.s estos avanzaron a la Cavallada de dhos travajador.s arreándoselos, por lo q.e acudieron á pedir Socorro a la Otra tropa Del mismo Callorda de donde salieron de dha prim.a tropa ocho hombres alcanzando estos a los dhos Indios, haciéndose estos fuertes en defender los Cavallos q.e havian quitado, por esto, y reconociéndose los nuestros pocos en numero, acudieron a la dha seg.da tropa de Callorda en donde reforzandose De mas gente hasta num.o De veinte y tres salieron nuevam.te en seguim.to de dhos Indios a los quales alcanzándolos en el dho Rio Negro, consiguieron los nuestros el quitar a los dhos Indios los cavallos q.e les llevaban, y aun algunos de los prop.s Indios y sin q.e p.a esto tubiesen encuentro alg.o ni fuese necess.o vsar, ni valerse De las armas De vna, ni otra parte, y por consig.te no haver havido herido ni muerto alguno De q.e es visto fue según esta noticia vaga, é insierta la comunicada por d.n Juan Ang.l De Llanos, De q.e la gente Del dho Callorda avia tenido choque con dhos Indios matando a algun.s y entre ellos al Casiq.e Castellano". [1 Vol. 8 pg. 384]. Visto lo que antecede, y escuchada la opinión del maestre de campo, el Cabildo deliberó y acordó que el capitán. Rodríguez con diez o doce hombres saliera en busca de don Bernardo, cacique de los referidos indios, a quien entregaría una carta del gobernador, procurando además parla- 124 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA mentar con ellos, asegurándoles paz y buena armonía y darles la certeza de que: "el exceso ocacionado en la pres.te ocas.n en perjuicio De los suyos» a sido solo efecto del desordenado proceder De dos, o tres De los nuestros, hombres delinquentes a quien.s se hace toda dilig.a de aprehenderlos p.a su condigno castigo, a fin De q.e por medio De estas, v otras semejantes exprecion.s inducir a los dhos Indios a q.e vajen a esta Ciu.d p.a q.e conseguido esto, se les asegure en lo mismo por parte Del S.or Gov.or y este Cav.do". De todo lo cual: "inteligenciado el referido D.n Fernando Jph. Rodrig.z ofreció practicar De su p.te con la m.or eficacia esta düig.a y comisión con la m.r posible vrev.d". También se acordó que de las dos partidas que habrían de salir a campaña a cumplir patrulla] es de rutina, una se encaminara a la estancia de Melchor de Viana y de allí fuera hasta el Yi, a fin de indagar entre la gente de Callorda la veracidad de las declaraciones de Salinas. [1 Vol. 8 pg. 386]. Hasta aquí lo que hemos encontrado en las actas del Cabildo sobre estos dos episodios. Agregaremos, que han fracasado nuestros intentos en el sentido de localizar las cartas que se mencionan en ellas, como ser la del R.F. Ignacio Perera, cuya lectura podría habernos proporcionado detalles de verdadero interés documental. Incluímos en la presente sección, carta de Félix de la Roza al marqués de Loreto, relativa a un incidente entre minuanes y tapes del pueblo de San Nicolás, en 1786. Documento A. [2] "Eimo. Señor El Subteniente Don Josepb, Bolaños, se a retirado ayer del Campo abiendo permanecido de Partida, quarenta y dos dias, sin aberle ocurrido mas nobedad que el allasgo, de multitud de Reses muertas, en el Arroyo Piral (*), lo que le obligo, á continuar sus Marchas por el rastro, asta que consiguió alcanzar, una Baqueria, que iba causando aquel estrago, y pertenecía al Pueblo de San Nicolás, compuesta de cien Indios, con cinQuenta Chinas, y mas de otros tantos Parbulos: tenían ya grande cantidad de Ganado sujeto, y más de nobenta Bacas muertas en la immedicion de el Rodeo, sin sacar de ellas mas utilidad que la Grasa, ó Sebo y esto no (1) Piray, afluente del río Negro, al norte de Aceguá, en territorio brasileño. LA G U E R R A D E LOS C H A R R Ú A S 125 de todas: este desorden obligo al Comandante de la Partida llamase al Jefe de la Saquería Intimándole contubiese, & su Jente, y mirase las funestas resultas, que, causarla en los Campos, y Ganados á cuya Insinuación nada contexto, pero se conoció abia ecbo algún efecto pues al siguiente dia no fue tanta la mortandad, de Reses, aunque permanecerían bien poco en este arreglo pues separada la Partida conceptuó continuarían como acostumbran. El Jefe ó Correjldor que mandaba la Baqueria dio parte, al oficial, q.e los Mlnuanes, les ablan robado, la Yerba Mate, Lienzo, y tabaco, y que también, les ablan quitado la Caballada, pero que continuas suppllcas, la bolbieron desconfiando, el Correjidor y demás tapes, que deretirada á su Pueblo, repitan el propio echo y les lleben también el Ganado, que conduzen. Nuestro S.or guarde á V. E. muchos años. Paso del Rey 13 de Marzo de 1786 Señor B.L.M. de V.E. BU mas at-o sub.to Félix de la Boza (rubricado) Exmo. Señor Marques de Loreto." BIBLIOGRAFÍA 1) 2) ACUERDOS DEL CABILDO. — En "Revista del Archivo General Administrativo". Vol. I y siguientes. Montevideo, 188S. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Legajo varios N? 2. 1736- 1809. S 9 - C 8 - A B - N ' 8. CAPITULO X LAS VAQUERÍAS DE DN. MANUEL DEL CERRO SAENZ Con el alejamiento de los jesuítas, (1767), se inició el derrumbe de los Pueblos Misioneros. Sin la disciplina impuesta por aquellos religiosos y dilapidadas las reservas económicas reunidas durante su administración, pronto se esfumó la fuerza militar y política de que tanto se había valido la Corona Española. Envueltos en la bancarrota general y procurando sobrevivir a sus males, los habitantes del pueblo correntino de Yapeyú, cuyas dependencias incluían vastos campos en los hoy departamentos de Artigas, Salto, Paysandú y Tacuarembó [1, mapa, pg. 2-3], obtuvieron del virrey Meló de Portugal, y merced a gestiones del administrador de los Pueblos, Manuel del Cerro Sáenz, concesión para faenar ganados en los campos lindantes con sus estancias, ya que los robos, el derroche y la imprevisión, habían acabado por extinguir toda la hacienda propia. En carta de setiembre 28 de 1795, del Cerro planteaba al virrey la situación precaria por que atravesaban los pueblos a su cargo, recalcando que la miseria se acentuaba en el pueblo de Yapeyú, cuyos ganados habían sido repetidamente robados: "con biolencia tiránica" por los "Ladrones de ganados mas conocidos con el nre. de Changadores". Y agregaba luego de otras consideraciones: "Este Pueblo de Yapeyu q.e en otro tpo. floreció con sus aciendas de ganados oy se be en el abatimiento esplicado lleno de Deudas y sin Créditos p.a con ninguno otro de estas Misiones". [2]. Consultado el fiscal protector de naturales, atento a la exposición de del Cerro y a su pedido de arbitrios, se expidió indicando la conveniencia de que con tropas adecuadas se persiguieran y exterminaran los changadores de aquellas comarcas, como que asimismo, y vista la indigencia del pueblo de Yapeyú, se establecieran algunas faenas de cueros en su favor [2]. Oportunamente y entendemos que a 128 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA pedido del virrey, del Cerro especificó los parajes en que habrían de realizarse las faenas, y que serían: "los Arroyos Pirai Solis y Caraguatá q.e corren a él leste y fondos de las estancias del Pueblo de Yapeyu". [2]. El desarrollo de estos trabajos determinó que fueran aprehendidos un cierto número de charrúas y minuanes, produciéndose más adelante un levantamiento general de dichos indios, los que finalmente fueron reducidos por el comanmante de Yapeyú, teniente coronel Francisco Rodrigo. Terminaremos diciendo que, analizada a fondo, la concesión de Meló de Portugal se nos hace muy sospechosa de turbio negociado, tendiente más bien a llenar las arcas de Cerro Sáenz que a palear la miseria de los indígenas yapeyuanos. "Arbore dejecta quivis ligna colligü". DOCUMENTOS A) Copia de una carta del virrey Meto de Portugal a Cerro Sáenz, indicándole las normas por las que habrá de regirse en el establecimiento de las vaquerías. Buenos Aires, febrero 15 de 1796. B) Recibo dado por Félix Bacuare, comandante de la partida destinada a auxiliar la expedición de Cerro Sáenz, y en el que certifica habérsele entregado quinientos sesenta cartuchos y doscientas diez piedras de chispa. Yapeyú, marzo 15 de Í796. C) Copia de una carta de Meló de Portugal a Cerro Sáenz, ordenándole remitir a Buenos Aires los indígenas aprehendió dos. Buenos Aires, octubre 11 de 1796. D) Copia de una carta de Cerro Sáenz a Meló de Portugal anunciando el envío de dichos indígenas. (San José del Uruguay ?), octubre 25 de 1796. E) Notas sobre otras remesas de indios. F) Carta de Benito de la Matta Linares al virrey Olaguer y Feliú (*), sobre la reclamación de María del Carmen Mármol, quien se hallaba a cargo de una charrúa o minuán, (1) Helo de Portugal Habla fallecido en Pando, Canelones, el 15 de abril de 1797, cuando realizaba un viaje a Maldonado. El cargo de virrey fue ocupado por Antonio Olaguer y Feliú, hasta entonces gobernador de Montevideo. [4 Vol. 2 pg. 315]. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS G) H) I ) J ) K) 129 posiblemente de las remitidas por Cerro Saenz. Buenos, Aires, setiembre 12 de 1797. Nota de Jorge Pacheco a Olaguer y Feliú, sobre la remisión de varias charrúas y minuanes que apresara en las vaque' rías de Cerro Saenz. San José del Uruguay, setiembre 26 de 1797. Nota de Pascual Ibañez (?) a Olaguer y Feliú sobre la>s mismas prisioneras. Buenos Aires, octubre 5 de 1797. Carta de Bernardo Suarez a Olaguer y Feliú (?), dándole cuenta de las depredaciones cometidas por la gente de Cerro Saenz contra los charrúas, minuanes y misioneros. Arroyo de la Virgen, diciembre 27 de 1797. Carta de Félix de Azara a Olaguer y Feliú sobre hostilidades de los minuanes. Cerro Largo, diciembre 23 de 1797. . Carta de Azara a Feliú sobre el mismo tema. Cerro Largo, febrero 11 de 1798. Documento A. [2] "En bista del Espediente seguido a consecuencia de solicitud de V.m DlrlJtda a q.e se i-restablezcan las faenas de Cueros para el fomento del Pueblo de Yapeyu, he rresuelto q.e se ejecuten bajo la Dlrecion de V.m. e ymediata Dependencia de este Superior Gobierno y con conocim.to e ynterbencion del S.r fiscal Protector, en las Costas é ymediaciones de los Arroyos. Píray Solls y Caraguatá y otros parajes q.e sean precisam.te nonprendidos en el Destrlto del mismo Pueblo situándolas y asiendo las correrlas de modo q.e aga recostar el Ganado p.a dentro de la frontera y al centro de las Estancias a fin de q.e se sujete a rodeo el q.e sea dable y no matando mas de los toros q.e se separen del Enbraje Culos Cueros beneficiados q.e sean ande hirse conduciendo al puerto mas ymediato del Rio Uruguay y de el desta Capital p.a q.e se bendan al precio q.e sea Dable sobre culo Liquido producto reportara con un ocho por ciento p.r el Cuidado y trabajo de esta Comisión q.e es distinta y separada de la Adm.n gral. q.e obtiene. Estas faenas no deben enbarazar las Baquerias q.e en tpo. oportuno necesitan ácer p.a su subsistencia los naturales del mismo Pueblo, antes bien deberá V.m. ausillarles p.a ellas con precedente ablso q.e al efecto se le de, para q.e poniéndose de acuerdo gire desde el punto q.e considere mas conducente á acercar el ganado a sus propias Estancias. Este acuerdo p.a las Baquerias debe ser tanbien Estensibo a qualesquiera otros Pueblos a fin q.e se consiga la utilidad de ellas sin per- 130 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA juicio de las faenas Espresadas. Para q.e estas puedan Berificarse con facilidad y sin Riesgo de las Inbaciones q.e pudieran yntentar los Changadores Contrabandistas y Gauderios é comisionado al Cap.n de milicias de Caballería D.n[D]om.o de Igarzabal con una Partida honbres de tropa p.a q.e persiga tales lentes y deje así Libres los Canpos en q.e deban practicarse ygualmente q.e el transito de los Puertos a q.e ayan de conducirse los Cueros q.e se beneficien en ellos: Y admas prebengo en las adjuntas ordenes abirtortas al teniente Gobernador de Yapeyu y Comand. Multares de los Pueblos de s.to Dom.o Soriano y Concep.on del Uruguay q.e tranqueen á V.m. los auslllos necesarios y Cele sobre qualesqulera Personas Sospechosas q.e se refujien a aquellos Distritos ynpidiendo asi q.e se reúnan en crecido numero y puedan realizar alguna ydea opuesta al progreso de dhas faenas. V.m. LJebara de esta Cap.l honbres de tropa y los mantendrá a su Disposic.D asta q.e queden entabladas con cuio auBilio reconocerá los Puertos del Urugual y demás Parajes sospechozoB en q.e se faenan é Enbarcan Clandestlnam.te Cueros y lograda la aprensión de ellos Los remitirá a mi Disposic.n para ordenar su benta y la aplicac.n de su Producto Conforme a lo jeneralm.te resuelto y obserbado. Igualm.te aprenderá y remitirá V.m. qualesquiera efectos o especies de Contrabando si se le presentase ocacion, en cuio Producto tanbien tendrá V.m. y los demás aprensores la parte corresp.dte q.e señalan las R.s ord.ns e ynstruciones Espedidas sobre la aplicac.n de los Comisos. Asimismo cuidara V.m. de ynponerse de los Indibiduos q.e Be ayan situado por aquellos Campos sin permiso de esta Superioridad y talbez con objeto de fomentar el Clandestino Comercio de CuerOB y efectos dándome Ynstruidam.te Cuenta de ello p.a deliberar lo Correspond.te sobre Su separac.n de los mismos Parajes. Los Indios Charrúas q.e abitan por aquellos Parajes nos son muí perjudiciales asi por las ostilldades q.e nos ácen quando se consideran con superio.r fuerza no obstante la buena fe ofrecida como por lo q.e yocitan a la Deserción a los Guaranis y tapeB reducidos: por lo qual procurara V.m. moberlos a q.e se reduzcan ygualmente dándome Cu.ta de las resultas p.a las probidencias q.e conbengan: Dios g.e a V.m. m.s años B.os Ay.s 15 de f.ro de 1796— Pedro Meló de Portugal= A D.n Man.l del Cerro Saenz". Documento B. [3] "Digo yo Felis Bacuare, Comandante de la partida de Betenta hombres, que se destinaron para auxiliar a Don Manuel del Cerro, contra los Infieles en BU Expedición, y examen de los Campos donde cómodamente podía establecer las faenas de Cueros, que actualmente están a su Cuidado, que é recibido del Correxidor, Carildo y Administrador del Pueblo de LA. GUERRA DE LOS CHARRÚAS 131 Yapeyu Qalnientoa sesenta Cartuchos; y doscientas diez piedras de Chispas 7 para su legitima comprobación, 7 constancia lo firmó en el nominado Pueblo da Yapeyn, a 15 de Mano de 1796. Pella Bacoare (rubricado) Son 560 Cartuchos 7 210 Piedras". Documento C. [2] "Evacuado p.r el S.r fiscal Protector Oral, de Naturales la bista dada a los dos oficios de V.m. de 1S de Ag.to 7 13 de St.re últimos en q.e Consulta el destino q.e darla a los Indios MlnuaneB y Charrúas q.e abla haprendido, he resuelto en su Conformidad q.a se trasladen á esta Capital desde ese Puerto de S.n Joset (2) 7 en su Consecuencia Despacho a D.n Miguel BezareB con Qulnze honbres de tropa a recibirlos 7 conducirlos en los Barcos de esos Pueblos ó en los términos q.e la presencia de las circunstancias le Dicten mas conbeniente lo q.e prebengo a V.m. p.a q.e Cumpla, 7 ausllie p.r Su parte esta dlsposic.n Encargándole Iglmen.te q.e q.do Buenamente pueda procure hir aprendiendo tales ínfleles p.a alejarlos asimismo de esa Banda donde son tan Perjudiciales: Dios g.e a V.m. m.s años B.os A7-ra — 11 de O.re de 1796. Pedro Meló Portugal= A D.n Man.l del Cerro Saenz". Documento D. [2] "En birtnd del Espediente q.e V.E. mando formar Con blata del S.r fiscal de los dos oficios q.e pase a esa Superioridad dando Cuenta del numero de Infieles que tenia aprendidos Sea dignado determinar pasen a esa Capital 7 q.e p.a el efecto Despacha V.E. a D.n Miguel Bezares con 15 Indlbiduos de tropa p.a q.e se reciba de ellos a q.n tengo entregados solos 14 Barones de los grandes 35 mujeres con 23 hijos 7 31 yjas 27 mujeres mas solteras de todas edades como tanbien 23 muchachos de 6 a 14 años q.e por ultimo e podido conservar mediante a q.e el dia 14 a las 12 de la noche se Sublebar.n todos abiendo logrado escaparse 35 BaroneB grandes ocho mujeres 7 6 hijos q.e [. . .] dable su aprensión p.r q.tOB medios pude aliar 7a del Rigor 7a de la vijllancia, los Paisanos q.e 7a no podían sufrir tanta fatiga procuraban ebltar el trabajo con la ausencia de algunos de los IndioB guáranla q.e [echaban la Carga de las (2) San José del Uruguay, población que se levantaba en la margen oriental del rio Uruguay, al norte de Paysandú, próxima al arroyo Malo. 1S2 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA espaldas?] teniendo en poco el mérito q.e contrahian He ausiliado dtao enbarque asta ponerlos abordo de las Lanchas de D.n Manuel Barquín y de Sebastian Marx para q.e caminen a esa Capital quedando con el cuidado de hir recociendo q.tos sea posible p.a ebltar tantos perjuicios como causan en estos Canpos cuia operac.n medito a fin de etretener muchos ociosos q.e Be alian en estas ymediaciones lo q.e participo a V.E. p.a su gobierno. Asi mismo tenso entregado a dbo Bezares el cautibo Llamado Reymundo Robles natural de Monteb.o — N.ro S.r g.e V.E. Muchos afioB O.re 25 de 1796". Documento E. [2] "Eimo. Señor A bordo de la Lancha de Sebastian Marz remito a disposición de V.E. quatro chinas grandes con seys hijos' he y jas no abiendo podido concluir la remesa de las Cinquenta q.e tengo dado Cu.ta á esa Superioridad por aberseme escusado D.n Manuel Barquín, no obstante lo podía acer Sobre la Cub.ta. . N.ro Señor Gue a V.E. m.B a.s Henero 19 de 1797. Ex. nao Señor Manuel del Cerro Saenz (rubricado) Ex.mo S.or Virrey D.n Pedro Meló de Portugal." "Llegaron las 4 Chinas yníieles con sus hijos e hijas de q.e trata el oficio de V.m. de 19 del Corr.te y por lo q.e ase a las restantes q.e por falta de oportunidad no a podido V.m. remitir, prebengo a V.m. no omita aprobechar las ocasiones de Barcos prefiriendo los de los PueblosDios g.e a V.m. m.B años B.OB Ays 28 de H.ro de 1797. P. M. de P.l a D. M. del C. S." "E. S. H.ro 19/97 Abordo de la lancha de Juan Bautista Remito a disposlc.n de V.E. tres chinas grandes con 8 hijos e y jas pertenecientes a las 50 q.e tengo dado cuenta anterirm.te a esa Superioridad N.ro S.r g.e a V.E. m.B a.s" "Quedan en esta Cap.l las tres Chinas InfleLeB con Quatro hijos e hijas q.e remitió V.m. en Lancha del Cargo de Juan Bautista y se recojleron con otras mas en esos Canpoa. D.s g.e a V.m. m.B a.s B.os Ay.s 20 de f.ro de 1797. P. M. de P. a D.n M. del C. S. S.n Josef". LA G U E R R A D E LOS C H A R R Ú A S 133 Documento F. [5] "Exmo. Sefior Habiéndose entregado á D.a María del Carmen Marmol una china charrúa ó Mlnuána de laB depositadas en la Residencia, con calidad de reclvlr Igualmente los hijOB parbulos que esta tubiese, y la de que precediese conocimiento del cura y Alcalde de su varrio para que pudiesen celar sobre la instrucción y educación cristiana, trato y asistencia que la daba. según asi se me informó por la Secretarla haverse dispuesto todo en Iguales casos por ese Superior Govierno ocurrió la referida Marmol manifestándome la Inquietud en que se hallaba dha China por la separación que se le havia hecho de una hija suya parbula y pidiendo en conseq.a la reunión de ella bien fuese en» su casa ó en la que esta se hallaba. A esta instancia decrete la exhiviaion de la orn con que huviese sido entregada la hija, y verificado asi, resulta haverla reclvido D.n Manuel Rodríguez Rojo, oficial de estas Rs cajas en virtud de Decreto del mismo S.or Virrey, el que por el concepto en que está extendido, contrario á las expresadas calidades que estarían prevenidas á la Secretaria me dá motivo á consultar el asunto á V.E. a fin que en consideración á lo mucho que interesa «1 tener contentas tales Gentes para que abrazen nra Religión, y á lo propio, y devido que és mantenerlas en la unión con sus hijos pralme.te Parbulos, siempre que sea dable, y mayormente quando los reclaman se sirva Su Superioridad resolber lo que estime correap.te á culo fin Incluyo el expediente de la materia, haciendo presente á V.E. que según há expuesto verbalmente la citada Marmol no se conviene dha China en pasar á la casa donde está su hija por la pobreza que há deducido del modo en q.e la traen vestida. Dios gue á V.E. m.s a.s Buenos Ayres 12 de Setiembre de 1797 Exmo. S.or Benito de la Matta Linares (rubricado) Exmo. S.or D.n Ant.o O l a g u e r F e l i u " . (3) Documento G. [6] "Exmo. Señor Por el Patrón de champan Carlos Puyol, remito al Governador de Armas de la Capital de Buenos Aires ocho chinas, y cinco criaturas de las naciones charrúa, y minuan apresadas en las tropas taheñas de D.n (3) Hemos visto el borrador de la respuesta de Fellü, sin firma, fechada en Montevideo el 20 de setiembre del mismo año. Por la misma deja la resolución del expediente en manos de de la Matta Linares. [5] 134 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA Manuel del Cerro Saenz, para que las deposite en lugar seguro hasta la Superior disposición de V.E. Nuestro S.or gue la importantísima vida de V.E. m.s a.s Puerto de S. Joset 26 de Septiembre de 1797. (*) Exmo. Señor Jorge Pacheco (rubricado) Exmo. S.or Antonio Olaguer Feliú." Documento H. [5] "Exmo. S.or El Then.te de Blandengues D.n Jorge Pacheco me remitió desde el Puerto de S.n JoBef ocho chinas Minuanas con cinco Párvulos p.a q.e las pusiera en seguro deposito a disposición de V.E. En BU conBeq.a las he hecho trasladar a la Reclusión de la Residencia, y lo aviso a V.E. esperando se sirva prevenirme si gusta de que se den á Personas de buenas costumbres y suficientes posibles que las solicitan, asi para facilitar su civilidad, instrucc.n y educación cristiana, como p.a libertarlas de las peste de virhuelas q.e se ha propagado entre las de su clase en aq.lla casa, con muerte de muchas de. ellas. Dios gue á V.E. m.s a.s Buenos Ayres S de oct.bre de 1797. Ex.mo S.or Paaqaal Ibañez (5) (rubricado) Exmo S.or D.n Antonio Olaguer Feliu". Documento I. [6] "Eim.o S.or (•) Mi Señor: La continua Guerra q.e el numero de hombres eiercitadoe en el oficio de Changadores de esta Campaña tiene declarada á ios IndioB (4) Evidentemente no se trata aquí de los "ocho yndios entre chicos y Grandes, ynfieles", a que hace referencia Artigas en su carta a Feliú del mismo mes y año, [7 pg. 29], (véase el capítulo relativo a las campañas del Cuerpo de Blandengues de Montevideo). De éstos, por lo menos Biete fueron llevados a Montevideo por el blandengue Antonio Sosa, [7 pg.. 31 y 32], y no al puerto de San José o a Buenos Aires, como los que menciona la nota de Pacheco. (5) La firma y rúbrica aparecen tachados en el original. (6) Aunque en la carta no figura el nombre del destinatario, preBumlmos que está dirigida a Feliú. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 135 Naturales assi Minuanes y charrúas como Misionlstas, pareces.oa q.e más q.e nunca se ha empeñado en el pres.te año en exercer sus horrores^ Inauditos desastres dignos de ocultar á los Ordos píos de V.E. se han cometido por los faeneros q.e tubo á su cargo D.n Manuel Sanas del Zerro en aquella infeliz parte de Pueblos q.e aunq.e Salvaje goza de las prerrogativas y dros. de la Naturaleza y de Gentes: Sus Pueblos ó tolderías no una sino muchas vezes fueron dados al fuego y saco, asesinados sus ocupantes como las Reses en él Matadero: La maior parte de la ancianidad de ambos Sexos, entregó la cerviz ál cuchillo y fiereza de una turba de hombres desprendidos de los Bentlm.tos de la humanidad; y la juventud fue dispersa y condenada al cautiberio de la arbitrariedad caprichosa. Estos échos S.or Eim.o; dieron motibo a q.e Minuanes y Charrúas formasen un cuerpo, y plantasen sus Tolderías, en la situación ventajosa q.e les ofrece el seno ó rinconada q.e forma el Arroyo q.e se denomina Matahojo con el Arapé sobre las costas del Rio Uruguay distante de las Estancias fronterizas del Rio Negro como de doze leguas, en donde abroquelados y quejosos de la ynlquldad parece q.e en el día usaron en despique de la misma, sorprendiendo y asesinando quantos pudieron haver de algunas VaqueriaB q.e havian salido arrecojer algún Ganado. Las noticias q.e de llegada á este mi actual destino pude adquirir con más verisimilitud p.a noticiar a V.E. son a la letra: "A primeros de Nov.re dispersaron los Indios una Vaquería matando tres Individuos de los q.e la componían. El día 27 del mismo cercaron Otra en donde mataron hta el numero de diez— A primeros del corr.te salió otra de las Est.as del Arroyo Malo y tres Zerros, y se persuade sea muerta la malor parte de la Gente q.e la componían, por quanto solo se han regresado hta aqui nomás q.e la mitad; y en este ultimo echo se cree halan tenido gran parte los Indios del Pueblo de la Cruz q.e se aliaban en Vaquería y asociados con los Salvajes". (:) Esto es eimo. S.or lo q.e hasta aquf he podido adquirir de estos parajes, culo parte de oficio por el orden q.e devla omito, assi por ser echos cometidos con los faeneros u operarios clandestinos, como por no tener aún en mí poder el despacho q.e acredite los encargos y confianzas q.e V.E. se ha dignado poner á mi cuidado en esta Campaña. Si el hecho S.or Exmo. de veinte á treinta hombres muertos por el capricho de los Salvajes Minuanes y Charrúas es digno de atenz.n y castigo, no lo será menos la prevención de ulteriores desafueros q.e ácahecerán todos los días, a causa de hallarse justam.te en el lug.r de la situación de los Indios el recuesto de los pocos Ganados VagoB q.e en el dia existen en los campos de la parte meridional {') de Rio Negro; aten(7) Estas hostilidades y las que figuran en el documento siguiente, narradas por Félix de Azara, constituyen el preludio al gran levantamiento charrúa-minuán de principios de X798, que como veremos, hubo de ser reprimido por el teniente coronel Francisco Rodrigo. (S) Sic; Debe ser septentrional, o sea al norte del rio Negro, de acuerdo con lo que da a entender el documento. 136 EDUARDO P. ACOSTA Y LAR A don q.e llamará precisamente muchas Gentes al precipicio, a más de q.e las lmedlatas Estancias se alian expuestas á la Inbasion y ruina. Los Indios S.or, á no reducirse por el medio de la boluntad, carecen el de la fuerza; assl por q.e los Campos no les permiten bivir como hasta aquí, como por q.e las tolderías son el asilo de muchos Delinquentes q.e amparados en ellas toman la boz y él nombre— V.E. muchos años hace q.e llegó a penetrar q.e el logrp de los Ganados vagos seria únicamente el de aquellos q.e llegasen á recojer, rodear, y mansar para el fomento de Estancias, y sobre los quales vincularla la Patria y el Estado infinitas ventajas. Esta tan penetractiba como acertada ydea de una sana Política, me animará S.or á representar a la Superioridad de V.E. (q.to el tiempo me lo permita) lo q.e convendría el total exterminio de las cortas reliquias q.e existen de Ganados vagos en los campos, por ser en el dia la fuente de la emanaz.n y de donde se deriban infinitos males. Yo S.or Exmo á más de lo q.e pertenezca a mi encargo, no omitiré la más leve circunstancia de quantas puedan propender a la salud de un cuerpo enfermo q.e V.E. con tanta hansia deseha restablecer y poner en estado vigorozo, q.e no la ponga por el conduto de reserva en noticia de V.E. Nro. S.or Gue á V.E. m.s a.s Partido del Arroyo de la Virgen y Diere 27 de 1797. Exmo. S.or B. L. M. de V. E. Su mas umllde Subdito Bern.do Suarez" (rubricado) Documento J. [5] "Exmo Señor El 19 del corriente a las diez de la noche llegó un Paysano afligidísimo y me dijo que el dia 14 habian atacado los Yndios Minuanes una tropa de Paysanos que corrían Ganado al parecer sin licencia, compuesta de quarenta y ocho hombres sin armas, de los que matar.n Veinte y cinco dhos Yndios hacia a las caveceras del Arroyo llamado Las tres Cruzes que distará de aquf como cinquenta leguas. No supo explicar otras circunstancias ni el nombre de los muertos y solo añadió que estaban consternadoB los Estancieros de por allá. Con este motibo el dia siguiente a) medio dia despaché ciento diez hombres de esta Guardia y de otras las mas Inmediatas al mando del Capitán de Dragones D.n Enrique La Haye de S.t Hilaire y otros subalternos para que pusieren a cuvierto a los Españoles y sus haciendas encargando que procediese con madurez y juicio, y espero las resultas de que daré a V.E. los avisos correspondientes. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 137 Nuestro Señor guarde a V.E. m.a a.s Cerrolargo 23 de Dlzlembre de 1797. Ezmo. Señor Félix de Azara (rubricado) Exmo S.r D.n Antonio Olaguer Pellu". Documento K. [8] "Exmo Sefior D.n Enrique S.t Htlalr ha regresado de so Expedición dándome noticia de que fue al Mataojo donde averiguo que los muertos por los Yndloa Minuanes havian sido diez y seis Yndlos de Misiones y siete Gauchos. De allí siguió el rastro hasta el Y arado coico donde se le perdió y no obstante reconoció el Yarado grande sin poderlos encontrar por que atropelladamente se habian retirado. Perdido el rastro y faltándole Baqueano y Caballos para continuar tubo que retirarse y me avisó por si quería que volviese pidiéndome auxilio de Baqueano y Caballos que no le pude enviar porq.e ni uno ni otro hay aquí y los Caballos en que fue eran de los Particulares pues el Rey no los tiene. Lo que se ha conseguido es hauventar a los Yndlos, y en el día me es imposible tomar otra providencia sobre el particular. En BU viaje hallo gentes que corrían Ganado orejano sin mas Ucencia que la que incluyo y les quitó el q.e tenían recojido que seria como de setecientas cavezaa de las quales se escaparon muchas, y el resto en numero de tres cientos sesenta y dos trajo consigo y se hallan en esta Estancia a disposición de V.E. cuia vida ruego a Dios guarde m.a a.s Cerrolargo 11 de Febrero de 1798. Exmo. Sefior Félix de Azara (rubricado) . Ezmo S.r D.n Antonio Olaguer Pellu". BIBLIOGRAFÍA 1) 2) 3) CARLOS FERRES. — La Compañía de Jesús en Montevideo. Barcelona, 1919. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, MONTEVIDEO. — Donación Francisco Oliveres. Caja 1, Carpeta 1. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Legajo Misiones N' 12. 1797 - 98. S 9 - C 18 - A 6 - N» 5. 138 4) 5) 6) 7) 8) EDUARDO F. ACOSTA Y LARA FRANCISCO BAUZA. — Historia de la Dominación Española en el Uruguay. Segunda edición. Montevideo, 1895. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Legajo Montevideo N* 55, 1797. S 9 - C 2 - A 9 - N ' 2. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Legajo Comisionados, 1 7 9 7 - 1 8 0 9 . S 9 - C 1 0 - A 6 - N * 1. ARCHIVO ARTIGAS, MONTEVIDEO. — Vol. II. Montevideo, 1961. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Banda Oriental, Comandancia de Fronteras de Cerro Largo. 1793-1807. S 9 - C 1 - A 3 - N« E. CAPITULO XI CAMPAÑA DEL TENIENTE CORONEL DN. FRANCISCO RODRIGO No obstante haber sido una de las expediciones más importantes llevada a cabo contra los charrúas, la de Francisco Rodrigo, comandante de Yapeyú, ha pasado casi desapercibida para los historiadores. Apenas si Funes le dedicó estos párrafos, repetidos luego por Bauza: "El gobierno pasagero de Olagüer Feliú no tuvo otro suceso señalado que la invasión de los Charrúas y Minuanes, en número de mas de mil á las Baquerias, y otros puestos de san Borja, la Cruz y Yapeyú. Cuarenta guaraníes muertos alevosamente, algunos heridos y 3.000 caballos arrebatados, fue el resultado de este golpe terrible. El teniente coronel D. Francisco Rodrigo comandante de Yapeyú salió al alcance de estos enemigos, y los derrotó completamente", [1 Vol. 2 pg. 314], [2 Vol. 2 pg. 324]. Nuestras búsquedas en el Archivo General de la Nación, Buenos Aires, nos han proporcionado algunos documentos relacionados con esta expedición, pero es evidente que faltan otros muy importantes, entre ellos, el "Diario" de operaciones remitido por Rodrigo a Feliú, y que presumimos pueda hallarse en España. Desconocemos así, los lugares en que se desarrollaron los combates y el número de tolderías destruidas, que deben haber sido muchas, visto que la campaña duró alrededor de cinco meses. Sólo sabemos que los prisioneros, mujeres y niños, pasaron en carretas por Mandisubí rumbo a Salto Grande, de donde fueron embarcados para Buenos Aires. (*) (1) Mandisubí, antigua estancia y capilla de los jesuítas, al norte de Salto Grande y en campo de Entre Ríos. Las carretas venían de Yapeyú, probable base operativa de la expedición. 140 EDUARDO F. AGOSTA Y LARA DOCUMENTOS A) B) C) D) E) F) G) H) I ) J ) K) Carpeta de una carta de Francisco Rodrigo a Olaguer y Feliú, sobre las hostilidades llevadas a cabo por los infieles. Salto Chico, febrero 28 de 1798. Carta del comandante de la guardia de Cerro Largo a Feliú, transcribiéndole las noticias que ha recibido desde Santa Tecla y las Misiones, sobre el desarrollo de dichas hostilidades. Cerro Largo, mayo 13 de 1798. (*) Borrador de una carta de Feliú a Rodrigo, ordenándole llevar a cabo la expedición contra los infieles. Montevideo, marzo 20 de 1798. Carpeta de una carta de Rodrigo a Feliú, en la que dice llevará a cabo la expedición, de acuerdó a las órdenes recibidas. Yapeyú, abril i de 1798. Carpeta de una carta de Rodrigo a Feliú, avisando estar ya en Salto Chico del Uruguay los armamentos que le han sido remitidos. Yapeyú, abril 17 de 1798. Carta de Francisco Bruno de Zavála, gobernador de las Misiones, a Feliú, tratando de los mismos temas. Pueblo de Corpus, mayo 23 de 1798. Carta de Rodrigo a Feliú, adjuntando una solicitud de los yapeyuanos relativa a Juan Ventura Ifrán, de "mérito sobresaliente" en la expedición que acaba de verificarse contra los infieles. Yapeyú, 16 y 17 de agosto de 1798. Borrador de una carta de Feliú a Rodrigo, felicitándolo por el éxito de la expedición. (Buenos Aires ?) setiembre 10 de 1798. Nota de Francisco Albín al marqués de Sobremonte, comU'nicándole que ha regresado de la expedición contra los indios infieles. Víboras, setiembre 12 de 1798. Notas sobre las charrúas y minuanes enviadas a Buenos Aires y destino dado a algunas de ellas. Memorial de Rodrigo al Rey, enumerándole los servicios prestados hasta la fecha. Pueblo de San Miguel, diciembre 18 de 1798. (2) Hemos debido intercalar este documento fuera del orden cronológico, ya que de lo contrario y por "demorado", perderla BU ubicación y oportunidad dentro del tema. Lo mismo haremos con los documentos H e I, obedeciendo a las mismas razones. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS L) 141 Solicitudes de reconocimiento de servicios en la expedición de Rodrigo, pedidas a Francisco Albín por Pedro Arroyo y Manuel Gori, de las Milicias de Caballería de Colonia. En los mismos documentos las certificaciones extendidas por Albín. Víboras, febrero 18 de 1800; San Salvador, marzo 11 del mismo. Documento A. [3] "Salto chico del Uruguay y Febrero 28/98 El Ten.te Govern.or de Yapeyú. Para Instrucción de V.E. acompaña los Partes q.e á su Ueg.da á aq.l establecim.to le ha dado el Ayudante del Departam.to de su cargo acompañados de los oficios de los Corregidores, Cavüdos y Administradores de los Pueblos de Yapeyú, la Cruz y S.n Borja, noticiando las muertes y robos q.e han sufrido de los Indios ínfleles Charrúas y Mtnuanes, p.a donde iva á ponerse en marcha en dilig.a á fin de animar a aq.Uos Natura p.a q.e no abandonen sus domicilios, y no decaygan las faenas h.ta q.e hala proporción de poder procederse al castigo de dichoB Infieles." Documento B. [4] "Eimo S.or El Com.te de la Guardia de S.ta Tecla me acaba de dar aviso de los notables dafios y perjuicios q.e han hecho los Indios Infieles Minuanes, y charrúas según le noticia el Governador de los pueblos de Misiones cuyo acaesldo especifica el Oficio del dho Com.te que incluyo a V.E. para q.e enterado de el providencie según sea de su mejor agrado puea los pocos auxilios q.e hay en esta Campaña, y el espacio de tiempo que. a mediado dudo quales serán loa recursos que se puedan tomar. Dios g.ue a V.S. m.s a.s Cerro Largo 13 de mayo de 1798 Ei.mo S.or Joaquín de Soria (ni brieado) Eimo. S.or Virrey D.n Antonio Olaguer Feliu". "En papel 16 de Marzo pasado, el Governador de los Pueblos de Miclones Guáranla, remitiéndome los naturales de relebo a los existentes en este Puesto, me dice lo que copio a V.S. á ia L e t r a = Los Indios Infieles, Minuanes, y charrúas, han derrotado dos tropas de Baquerfa del Pueblo de San Franco, de Borja con muerte de varios Indios Borgia- 142 EDUARDO F. AGOSTA Y LARA tas quitándoles porción de cavallada aBi de las comunidades como de los Indios particulares, y también han derrotado otra tropa de Baqueros del Pueblo de la Cruz, y pasando á esta Vanda del Uruguay, quemaron y robaron la estancia de San Gregorio, perteneciente al Pueblo de Yapeyú, y asi mismo Saquearon unas carretas de D.n Luis Cecilio de Collantes, que venían cargadas del arroyo de la China, y como dhos Infieles tienen toda esta porción de cavallada, q.e han robado podia ser q.e Intenten llebarla á vender á los Portugueses, lo que participo á V.M. para que en esta intelíg.a vea si se les pueden quitar los cavallos, que intenten Uebar a vender á los Portugueses= Lo que traslado a V.S. para que obren los efectos, que convengan. Dios nro. Señor gue. a V.S. muchos años. Fuerte de Santa Tecla y maio 7 de 1798 Fran.co Jph. de Vera (rubricado) S.or D.n Joachin de Soria". Documento C. [3] "En Vista del oficio de Vm. de 28 de Feb.o ult. en q.e con referencia á IOB Partes q.e acomp. me instruye de las muertes de Indios Ouaxanis y robos de Cavallos perpetrados p.or los ínfleles Charrúas, y Minuanes en la Jurisdición de su cargo hé resuelto proceda con los Naturales q.e designe al efecto Vm. a una excursión y correrla contra loa citados Infieles p.or los puntos que mediante sus conocim.os halle convinables á BU encuentro castigo y persequclon, auxiliado con Milicias de s.to' Domingo Sorlano y de la Juris.on de Corrientes sobre que se pondrá Vm. de acuerdo con los Comand.tes D.n Fran.o Albín, y D.n Miguel Gerónimo Ciramajo á quienes enterando de esta resolución prevengo el mismo acuerdo y que seguidam.te tengan, y despachen á las ora. de Vm. al Salto q.e debe Ber el punto de reunión la gente que respectivam.te se nombrare p.ra que opere seg.n y en la forma que Vm. debiendo ir con la respectiva a S.o Dom.o Soriano el mis.o Albín como asi le advierto, y que la elija de los parajes q.e por mas confinantes al Salto crea más aproposlto, prometiéndome del acreditado celo, y experiencia de Vm. el prudente arreglo de este Plan y los estrechos encargos consig.tes para el salvamento de las Bidas de los Infieles viejos de ambos sexos, y nifios, su recojo, y embio á B.os Ay.s en intelig.a de q.e paso orns con esta fha al Comand.te de Artill.a en aquella Cap.l y al Admlnístr.or gral de Miclones p.a el apronte sin demora y remesa a disp.n de Vm. con el refer.do objeto de 200 fusiles de buen servicio 4 caJoneB con Valas, y 600 piedras de Chispa de aquellos R.B Almacenes. Mont. Marzo 20/98 Al Ten.e Gov.or del Departam.o de Yapeyu" LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 143 Documento D. [3] •'Yepeyú 4 de Abril de 1798 El Ten.te Govern.or Queda en verificar la expedición contra los ínfleles Charrúas y MtnuaneB auxiliado con las Milicias de S.to Dom.o Soriano, y la Jur.on de Corr.tes en la forma q.e se le ordena en olido de 20 de Marzo ult.o" Documento E. [3] "Yepeyn 17 de Abril de 1798 El Ten.te Gov.or Da cuenta de hallarse ya en el Salto Chico del Uruguay, el Armaro.to y Municiones, que a consequencia de Superior orn de 2 o de Marzo ultime* se le remite de los R.s Repuestos de Buen.s Ay.s para la expedición contra los Infieles Charrúas y Mlnuanes q.e se ha confiado á su Dirección, y que solo aguarda el auxilio de laB Milicias de S.to Dom.o Soriano y Corrientes para salir a verificarla." Documento F. [3] "Exmo Señor Virrey. Con el Superior oficio de V.E. de 2 de Abril antéete se digna V.E. prevenirme) que por mi oficio de 23 de Febrero ultimo N? 75 queda V.E. enterado de las muertes, Robos, y demás extragos que los Infieles Mlnuanes y Charrúas han hecho en la Estancia de S.n Gregorio del Pueblo de Tapeyú, y Tropa de Carretas de D.n Luis Cecilio Collantes después de los q.e executaron en las Vaquerías de los Pueblos de S.n Borja, y La Cruz y que en atención al parte que sobre ello havta dado a V.E. el Then.te de Gov.or de Yapeyú le pasa V.E. la orden de que es copla la - que acompafia V.E. p.a mi inteligencia y Gov.no de lo qual quedo enterado. El Then.te de Gov.or del Departamento de Yapeyú con Carta particular SQ fha en Yapeyú á 17 de Abril me avisó que por el Chasque q.e rezlvlo de V.E. con fha 22 de Marzo último ponía V.E. a su dirección la Expedición contra los Infieles Charrúas y Minuanes según verla por la Copia de la Superior Orden que me remitió con su anteced.te carta BU fha en Yapeyú á 31 de Marzo ultimo y me expresa q.e solo aguardara las Milicias de S.to Domingo Soriano y Corrientes p.a formalizar su Plan y Salir al campo sintiendo la demora por q.e vendrán las Aguas y se pondrán todos los Rios y Arroyos ha nado y no haviendo tenido después otra carta suya me persuado que ya havrá marchado al Salto del Uruguay que es el punto de Reunión que ea lo que por ahora puedo pasar á la Superior noticia de V.E. 144 EDUARDO P. ACOSTA Y LARA Dios Guarde a V.E. m.s a.s Pueblo del Corpus á 23 de Mayo de 1798 Exc.mo Señor Virrey Francisco Bruno de Zavala (rubricado) Eimo. Señor D.n Antonio Olaguer Feliú." (dice al margen) "Exmo Señor. — AYÍSO a V.E. el Recívo del Superior Oficio de 2 de Abril anteced.te con el qtial V.E. me remite Copia authorizada de la Superior de V.E. Su fha en Montevideo á 20 de Marzo ultimo dirigida al Then.te de Gov.or del Departam.to de Yapeyú para la ezcurcion y correrla contra los Infieles Charrúas y Minuanes y q.e el expresado Then.te de Gov.or me havia avisado remitiéndome copia de la citada Superior Orden." Documento G. [5] "Exmo. Sefior. Paso á manos de V.E. la adjunta Ynstancia que me han hecho él Corregidor, Cavildo, y Administrador de eBte Pueblo, solicitando que P.n Juan Ventura Ynsfran se quede aquí para perseguir los Ynfleles en él modo que Indican; no omitiendo manifestar á V.E. que este Yndividuo les servirá de mucho, pues me consta él Temor que le tienen los referidos Ynfleles, y su conocimiento y practica de estos Campos, haviendo hecho un mérito sobresaliente en ia expedición que acava de verificarse contra ellos; y si V.E. le distinguiese con un Despacho de Alférez de Cavalleria de Milicias urbanas, y los quatro Pueblos de este Departamento le auxiliasen con cincuenta pesos cada uno (mui corto o ningún gravamen para ellos) pagados en efectos de su producción, tendrían en este Sujeto un apoyo grande para evadirse de las continuas imbasiones de dichos enemigos, y un auxiliador para acompañar BUS vaquerías, libres de los riesgos con que executan estas salidas, fiadas á solo Naturales: Sobre todo lo qual, resolverá la Justificación de V.E. lo que fuese de su Superior agrado. Dios gue. á V.E. m.s a.s Yapeyu 17 de Agosto de 1798. Exmo. Señor Pran.co Rodrigo (rubricado) Ex.mo Sefior D.n Antonio Olaguer Fellu." "S.or Then.te Gov.or D.n Pran.co Rodrigo. El Correx.or Cavildo, y Administ.or de este Pueblo, con él devido respecto, exponemos a Vm.: Que as notorio q.e en los quatro Pueblos del Departam.to de su mando no hay practico, alguno de estos campos. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 145 Bino D.n Juan Ventura Ysfran, q.e ademas del grande conocimiento Q.« tiene de ellos, es también el asóte de los Tndios Yníieles, como á la vista de V.M. lo ha acreditado en la expediz.n q.e se ha verificado ultimam.te bajo su mando; Ntros hijos lo aman, y ha enseñado á varios de ellos a manejar la arma de fuego, y á guardar la formación, que ae requiere contra dhos Ynfleles; de modo que en varias ocasiones que ha salido, los ha castigado bien, sin que a su gente le hayan herido uno, aun levem.te como todo es bien constante á V. Quicíeramos q.e se estableciese en este Pueblo, y en q.e no pone él reparo, y con el mayor gusto le daríamos su ración diaria; pero como con este solo no puede subcistir, dejamos a la Prudencia de V. el asignarle un corto Sueldo q.e deveran pagar los dhos quatro Pueblos, y de este modo no solo nos defenderá de las imbacíones de los Ynfieles sino que saldrá á auxiliar, y aun á hacer las Baquerias que ios Yndicados Pueblos dlapucieren; en esta atención, y en la de que V. conoce mejor que nosotros el mérito de dho Ysfran, A V. rendidamente Suplicamos se sirva acceder á esta tan justa Solicitud, de lo que quedaremos perpectuamente reconocidos. Yapeyu 16 de Agosto de 17S8. Santiago Samandu Josef de Larlz Vicente Boqa (rubricado) (rubricado) Fran.co Gnaynyu (rubricado) (rubricado) Hilario Ai» (rubricado) S.S. de Cav.do" Documento H. [5] "Resibi el Oficio de Vm. de 15 de agosto ultimo y el Diarlo y Parte con que instruye circunstaciadam.te de las ocurrencias de la expedición que le confie contra los Infieles Minuanes y charrúas, siéndome de particular satisfacción el celo y acierto con que se ha conducido Vm. en esta empresa igualmente que los oficiales y demás Individuos de Milicias destinados á ella, Expecialm.te los del mando del Com.te del Partido de las vivo ras D.on Fran.co Albín, logrando asi matar mas de trescientos Infieles aprisionarles ciento treinta y tres Personas de chusma quitarles treze cautibos cristianos mil y quin.toa Caballos y porción de Bacas y Terneraje que se havian llevada en sus irrupciones dejándolos asi medianam.te escarmentados. Por todo doy á Vm. las corresp.tes gracias como igualm.te lo ejecuto resp.to al expresado Albin y sus subordinados quedando en atender con oportunidad al Alférez de Caballería d.n Jph. Lariz y demás oficiales que se emplearon en la misma expedición, aunque por la clase de Milicias de que son no haya arvitrio p.a proporcionarles R.s Patentes por Resistirlo las R.s Disposiciones q.e Rigen. Sep.re 10/98 Al Ten.te Coronel D.n Fran.co Rodrigo." 146 EDUARDO P. ACOSTA Y LARA Documento I. [6] "El dia 9 del preste, llegue á este destino de retirada de la Espedlclon q.e el Ex.mo S.or dispuso p.a el castigo del Indio Infiel bajo de la direcion del Tben.te coronel D.n Fran.co Rodrigo lo q.e participo á V.S. por ai Be dignase comunicarme sus superiores ordenes. Nro. S.or g.e a V.S. m.s y dilatad.oa años Víboras Sep.re 12 de 1798 Fran.co Albín (rubricado) S.or Sub Dispert.or Gral Marq.s de Sobremonte." Documento J. [5] "Yapeyú 17 de Agosto de 1798 El Teniente Govern.or D.n Fran.co Rodrigo Avisa baver remitido al Salto Chico del Uruguay 4 Carretas custodiadas, conduciendo la Chusma de Chinas, y niños de ambos sexos, cojldos a los Infieles en la expedición de BU mando, p.a su embarco á esta Capital." "Se van y¿ recibiendo en esta Capital las Personas de Chusma de ambos sexos cogidas á los Infieles charrúas y mlnuanes en la expedición del mando de Vm. y cuya remesa al Salto Chico del Uruguay me participó eu Oficio de 17 de Agosto alt.o. Sep.re 16/98 Al Ten.te Oov.or de Yapeyü" "En la Balandra nombrada Nra. S.a de Monserrate, propio de D.n Ant.o de Miralles, y a cargo de su hijo D.n Simón de Miralles, remito a disposicn de V.E. doze Infieles charrúas entre chicos, y grandes, prosedentes de la comic.n q.e tuvo el Sor. Then.te Gov.or deste Departam.to D.n Prau.co Rodrigo, en la expedic.n contra los ínfleles, quedando en hacer igual embio a su devido tpo. de los demás, q.e quedan a mi cargo, lo q.e comunico p.a la lntellg.a de V.E. Dios Gue. a V.E. m.s a.B Salto chico del Uruguay 29 de Agosto de 1798. Josef Fran.co Zentorlon (rubricado) Ezmo. Ser. D.n Antonio Olaguer Feltu." LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 147 "Se han recibido y depositado en esta Capital los doze Infieles charrúas de todas edades que remitió V.M. á cargo del Patrón Simón M ir alies, procedentes de las apreensiones hechas por la expedición del Mando del Ten.te Gov.or de ese Departamento. Y espero vaya V.M. despachando igualm.te los demás que quedan á su cargo en todas las ocasiones que se le presenten. Sep.re 6/98 Al Comisionado del Salto chico del Uruguay." "Eimo. Sor: en la Lancha S.n Juan Bau.ta de la propiedad del Pueblo de Yapeyu, y a cargo de su Patrón Juan Sequeira, Remito a disposic.n de V.E. veinte, 7 sinco Infieles, entre chicas, y grandes, de los q.e se hallan a mi cargo: lo q.e participo p.a la intellg.a de V.E. Dios Gue. la vida de V.E. m.s a.s Salto chico 26 de Sep.re de 1798 Josef Fran.co Zenturion. (rubricado) Eimo. Sr. D.n Ant.o O laguer Fellu." (dice al margen) "Buen.a Ay.s 5 de Octubre de 1798. Condúzcanse a la Reclusión de de la Residencia las Chinas de que trata este oficio, y debuelvase á la Secretaria de este Superior Gov.no con Parte q.e deberá dar á continuación el Sarg.to Encargado de la misma Casa de haverse asi ejecutado. Gallego" (rubricado) "Eimo. Señor: Bernabé Ruiz, Sarg.to de Dragones encargado de la Casa de Reclucion de la Recidencla; Da parte á V.E. como receví en esta Casa veinte y cinco infieles. Catorce chinas grandes, y onze chicos de pechos; los que quedan a las ordenes de V.E. Buenos Ay.s 6 de Octubre de 1798 UernaDe Kulz" (rubricado) "En la Lancha los Dolores propio de la Comunidad de Yapeyu, y a cargo de su Patrón Benito Ocampos, Remito a disposic.n cte V.E. veinte y tres Mugeres Infieles entre chicas y grandes, q.e con las tres partidas anteriores componen el num.o de ochenta: los sinco q-e aparesen menos p.a el lleno de la Remesa del Ser. Then.te Gov.or del Departam.to de Yapeyu D.n Fran.co Rodrigo, se murieron dos en el transporte de aq.l 148 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA Pueblo ¿ este, como acredita el parte, q.e me da el Procurador de la Capilla nombrada Mandisoby g.e campano tradusida en castellano. ( a ). Los tres restantes fallecieron en el tpo. de sus permanen.s en este eBtableclm.to haviendo alcansado el agua del Baup.mo, med.te a q.e los tres fueron de pecbo, y se le dieron sepultura en el semen.o deste eBtablecim.to lo q.e participo p.a intelig.a de V.E. Dios Gue. la vida de V.E. m.s a.s Salto chico del Uruguay 13 de oct.re de 179S. Josef Fran.co Zentarion (rubricado) Exmo. Sor. D.n Antonio Olaguer Feliu" "Han llegado á esta Capital las veinte y tres Chinas Infieles de todas edades, que despachó Vm. á mi disposición en Lancha N.S. de los Dolores y á cargo de su Patrón Benito Ocampo: y quedo enterado del fallecim.to de cinco de ellas que sobre estas y las de las anteriores Remesas faltan al completo de las 85 q.e envió á ese Puesto el Ten.te Gov.or que era de ese Departam.to Fran.co Rodrigo. Al Comisionado del Salto del Uruguay. Nov.re 5/98" Documento K. [8] "Señor. El Theniente Coronel de Infantería Dn Fran.co Rodrigo, Sargento maior de la Asamblea de Buenos Ayres, y Theniente Governador por Comisión del Departamento de San Miguel, en las Misiones de Indios Guaranis; á los R.s Pies de V.M. Expone: que tiene él honor de servir de mas de 34, años a esta parte, desde Cadete del Reximlento de Mallorca; haulendose hallado con una Compañía de Granaderos en una pálida de Montevideo, contra los Indios Minuanes (*); en laB Islas de Malvinas, ál principio de su establecimiento; de Guarnizion en la Fragata de Guerra Santa Rosa, destinada ál reconoztmiento del Estrecho de Magallanes; en el ezercito que mandó él Capitán General de estas Provincias Dn Juan José de Vertiz, y salida de Santa Teresa, á la reconquista del (3) En el expedientlllo figura una nota en guaraní firmada y rubricada por Ignacio Aratlré y José Paulino Guirapotl, con fecha agosto 25 de 1798, en la capilla de Mandisubf. Al dorBo de la misma su traducción, con la firma de José Francisco Zenturión. La nota certifica la muerte de dos criaturas, acaecida los dias 23 y 24 del mismo mes. (4) Descontando 34 años a la fecha de la carta nos remontamos a 1764. De ese año o de los inmediatos no sabemos que se hayan realltado campanas importantes contra los minuanes, por lo menos en la escala de la de Manuel Domínguez, (1751). Suponemos entonces que Rodrigo se refiera a alguna operación de menor trascendencia. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 149 Rio grande de S.n Pedro; y en el Destacamento de observación de dicha Fortaleza, durante él sitio y rendición de la Colonia del Sacramento; y desde él de 1778, en virtud de Real Orden, comisionado en la Secretarla del Virreynato, hasta que en él de 1794, se lo nombró Theniente Governador del Departamento de Yapeyú, y cuio desempeño, con él de las demás comisiones que há obtenido, justifica con los Documentos, que acompaña de 1 á 9 («); y últimamente en él año próximo pasado, fue nombrado por el Virrey del Distrito, para mandar una expedición contra los Infieles Charrúas, y Minuanes (8), que executaron las maiorea hostilidades, y muertes de Españoles, llebando á sus ordenes, algunas Milicias; y siendo sus resultas, él escarmiento de estos, por hauer muerto más de trescientos, que ee presentavan á ofender con el maior denuedo; recobrado 13, Infelizes Cautivos, mil y quinientos cavallos, y porción de Ganado bacuno, todo robado, de las Estancias imbadldas por ellos, con ciento y treinta y tres individuos, que les hizo prisioneros, sin mas perdida por su parte, que la de catorze hombres muertos; por lo que él Gefe de estas Provincias, le manifestó su satisfacción, en carta del 10 de Setiembre: En este concepto, asegurado de que la Real Justificación de V.M. ningún servicio deja sin premio, recurre, lleno de confianza, manifestando éste ultimo, y los anteriores y por todo. Suplica rendidamente a V.M. se digne conferirle él grado de Coronel de Infantería, para con esta nueva satisfacción, continuar hasta sacrificar su vida, en servicio de V.M.; lo que espera obtener de su Real Clemencia. San Miguel 18 de Diciembre de 1798 Señor A. L. R. P. de V. M. Fran.co Rodrigo" (rubricado) Documento L. [9] (T) "S.or Comand.te D.n Pedro Ant.o de Arroyo, Cap.an de Milicias del mando de V.m. (5) Adjunto al documento se hallan los nueve certificados de que habla Rodrigo. Ninguno de ellos alude en particular o da detalles sobre la campaña de 1798. (6) El año "próximo pasado" sería 1797, y ya hemos visto que el levantamiento charrúa ocurrió a principios de 179 8. Se trata pues de un posible error de Rodrigo, a menos que efectivamente hubiera recibido órdenes de atacar a los infieles antes de que éstos realizaran las hostilidades. Por nuestra parte no conocemos otra orden, en el sentido ele disponer la expedición, que la de Feltú, fechada el 20 de marzo de 1798, e incluida ya en el presente capítulo, (véase el documento C). (7) EstOB documentos Be hallan en un legajo titulado "D.n Juan Fran.co Fernandez a nombre de los Capitanes D.n Pedro Arroyo y Man.l Gori de las Milicias de Cavalleria del Partido de la Colonia, sobre Cobro 150 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA Parece y dice g.e p.a los fines q.e le combengan se sirba certificar el tiempo Q.e ocupo en la Espedicion hecha contra las Naciones Ynfieles Minuanes y Charrúas, por Orden del Exmo. S.or Virrey Antecesor del prnte. como también los Oficiales Sarg.tos — Cabos — y soldados q.e tubo á su mando, q.e de hacerlo así recibirán Merced y Justicia. Pedro Ant.o de Arroyo" (rubricado) "Certifico q.e el año pasado de noventa y ocho, p.r orden de el flx.mo S.or Virrey D.n Antonio de Olaguer Feliu de veinte y quatro de Marzo de dho año, sali de este destino el veinte y seis de Abril al castigo de las naciones ynfieles Charrúas y Minuanes con doscientos Hombres, bajo de el mando de el Then.te Coronel D.n Fran.co Rodrigo con quien me yncorporé en el Pueblo de Yapeyú, disponiendo este q.e con mi gente, saliese dividido, y q.e en el castigo y regreso tardé quatro meses y nueve días los mismos q.e tardaron los Yndividuos de esta Compañía, que son los abajo acotados, haviendo hecho la Campaña a su costa y menslon. Capit.n Then.te Alférez Sarg.tos Cabos D.n Pedro Ant.o de Arroyo D.n Benito Chain (') D.n Man.l Gutiérrez Ambrosio Thadeo Belázco Juan Ramos Domingo Barros Nazario Gallegos Alexandro Rodríguez Domingo Moreyra de sueldos que aquellos y sus Compañías vencieron en la Expedición que de orden de eBte Sup.or Gov.no hicieron a la excursión y Castigo de las Naciones Charrúas y Minuanes." En el mismo la resolución, dada en Buenos Aires el 7 dé-mayo de 1800, disponiéndose el pago, etc., etc. Firma y rubrica Velasco, (hay varias rúbricas). [9] (8) En una relación de los servicios prestados por Benito Chain, (Madrid, marzo 31 de 1819), hallamos un párrafo que viene a orientarnos sobre el lugar o lugares en que actuó la expedición de Rodrigo. Dice aaí: "En el año de 1798 hizo" (Chain), "una campaña de cerca de seis meses en la Sierra, y en lo más riguroso del invierno, contra los Indios infieles Minuanes y Charrúas." [7 pg. 52]. Siendo Yapeyú la base operativa de Rodrigo, ésta "Sierra" debe ser la del Yaráo, situada a unos cien kilómetros al S.E. de aquel pueblo. Con todo, una expedición al Yaráo no puede haber insumido seis meses, ya que se trata de un área de cerros relativamente pequeña, aislada, y sin mayores defensas naturales. Pensamos entonces que la campaña se haya extendido a las sierras de Caaverá, ubicadas más al este, y que como las del Yaráo, eran muy frecuentadas por los infieles. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS Soldados Lorenzo Acosta Victoriano Florentln Pedro Saíazar Juan Bentura Mino Pedro Josse Baes Juan Josse Taborda — ae enfermó en S.n Pedro (») y el dia diez de junio ae quedó allí. Juan Polo Josse Sosa Fran.co Zabala Silbeatre Gómez Miguel Eustaquio MUem Fran.co Sosa Fran.co Espinosa Antonio Lemus Dom.o Aguiar de la Rosa Bentura Arias Pedro Benabldes Y guació Tabares Mariano Medina Ylario Gómez Casimiro Bareto Bernardo Ribero Dtonicio Viera Juan Felipe Cabrera Bartholomé González Facundo Castillo Fran.co Bautista Agustín Lascano Juan Salvatierra Fran.co Baile jos Casimiro Ortiz Florentin Rodríguez Fran.co Gómez Benitez Fran.co Lima Jorje Fuentes Estanislao Muga Tilomas Cabanas Vivoras y Feb.o 18 de 1800 Fran.co de Albin" (rubricado) (9) San Pedro de Rio Grande ( ? ) . 151 152 EDUARDO F. ACOSTA Y LAR A "S.or Comand.te del Rexim.to de Milicias Manuel Gori Capit.n de la Comp.a de Pardos, ante V.M. con el devido respeto, parezco, y digo: Que p.a los efectos que me comvengan, se ha de servir V.M. certificar, si concurrí a la espedleion del año proxsimo de noventa y ocho, p.a el castigo de el Yndio ynfiel, a mi costa, y meneion: el tiempo q.e se demoró en yda, y buelta, y el Cabo y Soldados que llevé. Fabor q.e espero conseguir de V.M. por ser de justicia. Manuel Gori" (rubricado) "Certifico que de orn. del Ex.mo S.or D.n Antonio Olaguer Feliu de veinte y seis de Marzo de mili setecientos Nobenta, y ocho, salí el veinte, y seis de Abril de dho. año al Castigo de las Naciones ynfielee Minuanes y Charrúas bajo la dirección del Ten.te Coronel D.n Fran.co Rodrigo Ten.te Gobernador del departam.to de Yapeyu demorándome en yda, y buelta quatro meses nuebe dias abiendo hecho la Espedicion toda la jente que llebe a su Costa, y mension, y los yndibiduos de esta Compañía que fueron y finalizaron la Campaña son los siguientes. Capitán Cabo Soldados Man.l Gori Pedro José Regala Pedro Pablo Andrés Porborola Mig.l Diaz Elias Sena Agustín de la Rosa, y Flores San Salbador, y Marzo 11 de 1800 Fran.co de Albin" (rubricado) BIBLIOGRAFÍA 1) 2) 3) 4) GREGORIO FUNES. — Ensayo de la Historia Civil de Buenos Aires, Tucumán y Paraguay. Buenos Aires, 1856. FRANCISCO BAUZA. — Historia de la Dominación Española en el Uruguay. Segunda edición. Montevideo, 1895. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Legajo Misiones N* 12. 1797 - 98. S 9 - C 18 - A 6 - N» 5. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Banda Oriental. Comandancia de Fronteras de Cerro Largo. 1 7 9 3 - 1 8 0 7 . S 9 - C 1 - A 3 - N » 5. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 5) 6) 7: X) 9j 153 ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Legajo Misiones N» 13. 1798-99. S 9 - C 18 - A 2 - N» 4. ARCHIVO GENERAL DE LA XACION, MONTEVIDEO. — Caja Colonial 229, Carpeta 7. FLAVIO A. GARCÍA. — Aporte documental a la biografía de Benito Chain. Boletín Histórico del Estado Mayor del Ejército, (N? 75-76), Montevideo, 1958. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Legajo Montevideo N» 60 1801. S 9 - C 2 - A 9 - N H . ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, BUENOS AIRES. — Legajo Guerra y Marina 1800. N» 30. S 9 • C 24 - A J - N» 6. (expediente 8) En el Archivo General de Indias, Sevilla, y a nuestro pedido, se realizó un breve sondeo en procura del Diario y Parte remitidos por Rodrigo a Feliú, o de alguna referencia que permitiera ubicarlos. Habiéndose revisado varios legajos de la Sección Audiencia de Buenos Aires, correspondientes a la época, los resultados fueron negativos ,Asi nos lo tizo saber el Director de aquél Instituto, don José de la Peña y Cámara, que por carta nos remitió detalle de lo investigado. CAPITULO xn CAMPAÑAS DEL CUERPO DE BLANDENGUES DE LA FRONTERA DE MONTEVIDEO El avance de los establecimientos de Montevideo, fue lento pero continuo. Primero, la frontera estuvo en el Santa Lucía, luego vino el Pintado, el Yi, y finalmente el río Negro. Al concretarse la cadena de guardias y fortines, corral de palo a pique, rancherío, y mangrullo, las partidas armadas se internaron cada vez más en el desierto, empujando a los charrúas hacia una vasta zona de montes y cerrilladas, cuyo centro vendría a quedar en los límites de los actuales departamentos de Salto y Tacuarembó. Cuando a partir de 1792, la guardia de Meló extendió la jurisdicción de Montevideo hasta las serranías del este, morada de los minuanes en tiempos de Manuel Domínguez, es probable que ya no hubiera una sola toldería de infieles al sur del río Negro. Corresponde a esta época la creación del Cuerpo de Blandengues de la Frontera de Montevideo, fundado por el virrey Meló de Portugal en diciembre de 1796, y cuyas normas de reclutamiento fueron publicadas en nuestra Capital por bando de Olaguer y Feliú, con fecha 7 de febrero de 1797. [1 pg. XXIX]. Destinado a perseguir a los charrúas, a los contrabandistas portugueses y a las bandas de cuatreros que infestaban la campaña, el nuevo Cuerpo se formó con individuos conocedores del ambiente, aptos para desenvolverse y guerrear en terrenos agrestes y hostiles, y por sobre todo, "gente muy de a caballo", condición ineludible para cumplir las misiones que se les confiaban. Buscando "cuñas del mismo palo", en el bando de Feliú del 7 de febrero se concedía indulto, procurando su enrolamiento como blandengues, a los contrabandistas, a los desertores del ejército, a los escapados de las cárceles, y en general a los que hubieran cometido cualquier otro delito, no siendo el de homicidio o el de haber hecho armas contra la Justicia y las partidas armadas. Los interesados debían presentarse en los lugares señalados por el bando con seis caba- 1S6 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA Uos para el servicio, percibirían diez pesos por mes, o sea: "el mismo sueldo que gozan los Blandengues de la Frontera de Buenos Ayres", y la contrata tendría una duración de ocho años. [1 pg. 12]. Hemos visto algunos documentos relativos a ingresos en el Cuerpo de Blandengues de Montevideo. Así por ejemplo, un comunicado del gobernador José de Bustamante y Guerra a Feliú, (setiembre 19 de 1797), anunciándole el envió del reo Juan Palacios al comandante militar de Maldonado, con destino a servir ocho años en el Cuerpo de Blandengues. [2] En otro expedientillo de enero de 1798, José Ignacio Romero, desde la Ciudadela, expone: "q.e se halla preso hace veinte meses en un calavozo y con grillos, sin mas causa qe. haverle encontrado con una china tape en una de las Estancias de la Guardia de Meló, solicita su livertad agregándole al servicio del nuevo Cuerpo de Blandengues q.e se forma en Maldonado, donde promete servir con esmero". Advierte sin embargo Bustamante y Guerra en el mismo expediente, elevado a Feliú: "que la prisión de este Individuo procede de haverle hallado con otros malhechores en los Campos de la Guardia de Batovi con dos chinas, los quales hicieron fuego a la Partida que iba a prenderlos". [3] Y otro expedientillo, también de Bustamante y Guerra a Feliú, fechado en Montevideo en febrero de 1798, anuncia la remisión de José Domingo Farias a Maldonado, con destino a servir un año en el Cuerpo de Blandengues por: "haver acometido con armas al Capitán de Milicias D. Juan Esteban de Ludueña". [3] Se explica entonces, el juicio que sobre los blandengues emitió Azara en 1801: "No hay con quien compararlos siéndoles igualmente desconocidos el honor, pudor, berguenza, subordinación, respeto y en fin nada de bueno tienen y cada uno junta todo lo malo de que es capaz un hombre". [4 pg. 75]. Pero, no sólo de tales gentes se compondría el Cuerpo de Blandengues. También podía haber allí quien se enrolara por hacer la carrera de las armas, quién por la paga y quién por gustar de la vida azarosa de las patrullas de tierra adentro. Orientándonos en el magnífico volumen 2 del Archivo Artigas, nos encontramos con que el primer choque entre blandengues y charrúas debe haber ocurrido en las costas del Cuaró, y por el mes de setiembre de 1797- En dicho lugar, cumpliendo una misión relacionada con las vaquerías de Cerro Saenz, las partidas LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 157 a cargo de Jorge Pacheco y José Artigas fueron atacadas por los indios, como lo expresa el último de los nombrados en carta a Olaguer y Feliú desde la cuchilla de Tacuarembó; "Tengo ocho yndios entre chicos y Grandes ynfieles q.e Binieron estando en la tropa de d.n Manuel del zerro sayes Me atropellaron la caballada de las Gentes q.e tenia Apie ya Restadas me la llebaban estando tendidos los caballos comiendo. Sali Con. mi Gente y los Corrimos y Ganaron vn. Monte muy espeso y de los que abianze desgaitados de los yndios Bino Vno con vna Lanza Contra vn Blandengue a morir o matar lo q.e Eido esto el Blandengue le tiro y lo mato por que Estos yndios están echos Atropellar las partidas", etc., etc. [1 pg. 29]. Y así se van sucediendo los episodios. Desde Buenos Aires, el 30 de junio de 1798, el virrey da instrucciones al gobernador de Montevideo: "para q.e pase la correspondiente al Comand.te Militar de Maldonado, a fin de que, con obgeto á perseguir los Ladrones de caballadas, contravandistas, facinerosos, y gente olgazana y evitar los excesos que se cometen en la campaña, nombre tres partidas del cuerpo de Blandengues de Montevideo con la fuerza y destinos siguientes: O) La 1* se compondrá de un capitán, un sarg.to quatro cabos y 36 hombres, que correrán los campos que median entre S-ta Ana hasta Tacuarimbó, Cuaró, Cuarey, y los dos Arapeies grande y chico, cuyos parages son los que en el dia tienen mayor numero de ganado orejano, y en donde habitan los Indios Charrúas y Minuanes.", etc. etc. [3]. El gobernador de Montevideo pasó la orden a Manuel Gutiérrez comandante de Maldonado, [1 pg. 76], quién a su vez la hizo llegar al capitán de blandengues Francisco Esquivel y Aldao. Este último contestó en carta del 11 de julio de 1798, desde Maldonado: "Sor Comandante. He Rrecebido la orn de Vmd de 10 del Corriente, en que se sirbe trasladarme la del Exmo Sor Virrey de 30 del último Junio." etc. etc., y dice luego analizando el plan de campaña: "Los Indios Charuas y Minuanes, que según expresa la misma orn, se hallan situados en uno de los parajes que se me señalan, han llamado sienpre, como las demás Naciones Barbaras, la atención del Gobierno que Spre. ha estado cuidadoso y dete(i) Intercalamos únicamente lo relativo a la primera partida, por cuanto era la que debía operar en territorio indio. 15 8 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA nido en sus probidencias contra esta clase de enemigos, á menos que sus hostilidades haian exigido especial probidencia: por este principio pues, parece que deberá no molestárseles, si se berifica tocar en alguna Tolderia, establecim.to ó concurrencia de ellos, solo que p.r algún echo notorio deban comprehenderse, y rreputarse en la Clase de malhechores indistintam.te aplicándoseles el propio castigo y rigor que u aquella, circunstancia q.e es conbeniente saber, para conserbar las precauciones debidas con un enemigo, cuio agrabio y resentimiento puede ocasionar perjuicios al Estado con sus rrobos y mortandades, á que son propensos por naturaleza" [3]. De acuerdo a las órdenes recibidas, ya en el mes de octubre las fuerzas de Esquivel se hallaban en campaña y por campos del Arapey, donde se les incorporó Artigas, con "solo seis hombres", por haber dejado el resto en la "Orqueta de Salsipuedes custodiando un contravando de cinquenta y quatro cargas de Tavaco del Brasil, y alguna cavallada q.e se havia aprehendido en dho parage". Esquivel muere de resultas de una rodada y queda Artigas a cargo de las partidas, pasando a hostilizar a los charrúas, quienes habían robado las caballadas de la estancia de José Cardozo y muerto varios "Christianos", cuyos cadáveres fueron encontrados por aquellas inmediaciones. [1 pg. 77 - 80] ( 2 ). El propio Artigas señala estos hechos al enumerar sus servicios y pedir el retiro en octubre de 1803.: "Repitiendo sus incursiones los Yndios Ynfieles en la Campaña se mandó salir una Partida de 120,, hombres a las ordenes del Capitán del Cuerpo dicho D.n Fran.co Aidao, y para la dirección de las Partidas descubridoras se me nombró: y haviendo fallecido dicho Comandante dispuso la superioridad quedase aquel comando a mis hordenes, y seguidamente castigué a los Yndios apresando barios, Matando otros, y quitándoles muchos Cavallos, estando en esta (2) Con anterioridad, a fines de diciembre de 1797, Artigas, y a instancias de Matías Benites, había reconocido en las proximidades del Santa María (?) los cuerpos de otras personas muertas por los indios. Escribía así al virrey desde el arroyo del Sauce: "camine al parague donde abian sido las muertes y en Contramos vno atado. Con los Brazos pa. tras Con 5 y 5 chuzasos en las espaldas y asta el pelo leabian cortado y en otro parague dizen q.e abian. diez cuerpos Juntos en vn parague q.e los nabian muerto Juntos No lo preBenciee por no saber donde fueron Las aberias", etc., etc., [1 pg. 6 4 ] . LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 159 Comisión desde 3, de Octubre de 98, hasta 3, de Mayo de 99, que me retiré a Maldonado." [1 pg. 260]. Por su parte el historiador Barbagelata al estudiar las actuaciones de Artigas antes de 1810, dice que al morir Esquive! y quedar Artigas a cargo de las fuerzas, atacó y derrotó a los indios haciéndoles setenta prisioneros, encaminándose luego a Cerro Largo donde quedó de guarnición. [5 pg. 70]. En 1800 y 1801, se procedió a ocupar las tierras que aún quedaban en poder de los charrúas, empresa en la que tuvieron destacada actuación los cuerpos de blandengues de Montevideo y Buenos Aires. Corresponde la iniciativa al marqués de Aviles, sucesor de Feliú en el Virreynato del Río de la Plata, un gobernante inteligente, emprendedor, y con muy claras visiones de futuro^ En Buenos Aires, y en extenso documento del 2 de enero de 1800, expresaba: "Mi ardiente amor al Rey y mis vivos deseos de llenar cumplidamente las obligaciones del grave cargo q.e hé devido á su piedad, promoviendo, conforme á sus Soveranas intenciones la felicidad de sus amados Vasallos y la prosperidad de los Pueblos q.e há puesto á mi cuidado," etc., etc., "y persuadido á q.e ningún objeto és de mayor ínteres para el acrecentam.to de esta Provincia de Buenos Ayres, prodigiosam.te abundante de dilatadas Campañas deciertas é incultas en la mayor parte, que él establecim.to de Poblaciones para reunir en sociedad y Policía Cristiana á las Gentes q.e se hallan dispersas; para reducir á las Naciones de Indios infieles q.e vagean por ellas al conocimiento de Nuestra Sagrada Religión y á la obediencia de Nro Católico Monarca; para remediar y extinguir los frecuentes robos, omicidios, contrabandos, destrozos de Ganados y otros graves delitos y desordenes q.e impunem.te cometen los Vagos, delincuentes y foragidos de todas clases y condiciones, q.e sin respeto á las Leyes ni á la Religión infestan aquellos dilatados Campos," etc., etc., "me dediqué desde luego á tomar las medidas mas adaptables á conseguir tan basto objeto, q-e dignamente há ocupado la atención de mis celosos Predecesores y la meditación de los mas serios Tribunales y refleccivos Ministros sin q.e hasta el dia, a pesar del constante esmero de todos, haya podido aun darse una completa resolución sobre tan importante materia; y sin embargo de que conociendo su arduidad juzgo acertado dexar correr el expediente por su curso ordinario y regular, no obstante, impulsado ahora 160 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA de la urgente necesidad, q.e por el Cavildo y Diputados del Pueblo de Yapeyú se me há hecho presente, de contener las irrupciones de los Indios infieles Charrúas y Minuanes q.e han robado y muerto á varios Españoles é Indios Guaranis establecidos en ias immediaciones del Rio Uruguay; y de mi estrecha obligación de proteger las vidas y haciendas de los Vasallos del Rey: hé resuelto por pronto remedio y sin perjuicio de las providencias y disposiciones que se acuerden en el Expediente gral. del arreglo de Campos, se establescan por ahora y por via de ensayo algunos Pueblos en las cavezeras de los Arroyos Yarapey y Quarey, en el Puesto de S.n Joseph á la Costa de Uruguay, y hacia los tres Arboles, q.e son los parages, q.e después de un maduro examen y bien fundados informes hé estimado mas aproposito para contener las imbas iones y correrías de los Indios infieles y poner pronto remedio á los daños q.e ocasionan; y como para afianzar el logro de estos justos fines que tanto interesan á la dilatación de los Dominios de S.M.," etc., etc., "sea necesario nombrar personas de experimentada actividad, zelo é inteligencia q.*» sitoen, arreglen y establescan las Poblaciones con las ventajas y arreglo que exijen el buen orden y policía, y q.e disponen nuestras savias Leyes; concurriendo estas y las demás q.e se requieren para tan importante empresa en el Capitán de Blandengues D*c Jorge Pacheco, vengo en conferirle comisión en forma con toda la autoridad necesaria á su desempeño para el qüaí tengo por combeniente hacerle algunas prevenciones, que observará en lo adaptable, dejando lo demás á su prudencia y discernimiento." De las prevenciones que son trece en total, dice la segunda, que la primera población deberá situarse en las cabeceras del Arapey, y: "que será la primera como la mas importante por su situación, para contener las entradas de los Indios Charrúas, poniéndola bajo el particular patrocinio de la Santísima Virgen Maria Nra. Sra. con el titulo de Belén, p.r cuyo nombre será distinguido e) Pueblo en lo Succesivo." En la décima prevención dice que, concluido el pueblo de Belén,: "siga acia las Cavezeras del Quarey. á establecer en los mismos términos otra Población, en el parage mas propio con la advocación y bajo el amparo de Señora S.ta Ana: y si por hallarse con bastante numero de Pobladores considerare conveniente aprovechar la estación propia para estable- KJM.IX I>K AZAItA ('«ico 'Ji; (taya, foto-cu¡iia existente en el Mu-teu Xacioimt df. Üistui'ui Saturul. Montevideo). LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 161 cerlcs, podrá encargar al Subalterno de su Partida que considere mas dispuesto que pase á delinear y establecer el Pueblo acia los tres arboles con prevención de que lo distinga con la denominación de S.n Gabriel invocando la protección del Glorioso Arcángel á favor del Pueblo y de sus moradores." Y aún creía posible Aviles la formación de una cuarta población, que habría de situarse junto al "Puesto nombrado de S.n Jph. á las margenes del Rio Uruguay poniéndolo bajo el patrocinio de este glorioso Patriarca", etc., etc. Y termina el documento en que: "sacándose tres copias de esta resolución se remitirán con las consiguientes ordenes, una al Capitán D.n Jorge Pacheco comisionado para su execución; otra al Teniente Governador de Yapeyú para que subministre á este Comisionado algunas semillas p.a fomento de los nuebos Colonos y le preste los demás auxilios que pendan de su arbitrio, y la Tercera al Comandante de la Colonia á fin de que la haga publicar en aquel Partido y en los demás dependientes é inmediatos para que llegando á noticia de todos aquellos Vecinos pobres puedan ocurrir á establecerse con Ventajas y utilidad á las nuevas Poblaciones". ( 3 ). [6]. En realidad, el inspirador de los planes de Aviles fue don Félix de Azara, quién, profundo conocedor de nuestros problemas limítrofes, sabia que el establecimiento de poblados a lo largo de la frontera, y la reorganización política de las Misiones, (sin que - ello significara volver a la administración religiosa), eran los medios más eficaces para detener el avance de los portugueses y las hostilidades de los charrúas. El 18 de marzo de 1800, y en plan similar al confiado a Pacheco, Aviles encomendaba también a Azara la fundación de varios pueblos, comenzando por el de Batoví, "para contener las irrupciones y correrías de los Yndios infieles Minuanes y Charrúas, Y la osadía Y arrojo de los vagos facinerosos y contrabandistas que infestan las dilatadas desiertas campañas de la vanda del Norte de este Rio de la Plata con notable perjuicio de la seguridad y tranquilidad publicas; para contener las continuas usurpaciones de terrenos por parte de los fronterizos;" etc., [1 pg. 160]. En relación a Azara, que tan de cerca conoció a los charrúas, transcribimos una de las páginas que dedicara a aquellos indios. Se trata de cuando los vio, quizás por (3) El documento luce la firma y rúbrica de Aviles. 162 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA primera vez, en la festividad anual del pueblo misionero de San Miguel, el 29 de setiembre de 1784. Dice así: "Se hallaron en, esta fiesta algunos bárbaros Charrúas y Minuanes que persiguieron mucho á los pobladores de Montevideo, hasta que el gobernador Viana los escarmentó y destrozó.'De ellos hablan las historias muy antiguas y hoy están en paz con todos viviendo errantes en los dilatados campos de aquí al rio Negro y Santa Tecla. Habitan bajo de toldos de esteras, y de sus costumbres y modo de vivir me cuentan que difieren poco ó nada de otros que describiré á su tiempo. Hablan alguna cosa el guaraní, pero tienen idioma particular muy gutural. Corrieron con destreza parejas y sortijas juntamente con los del pueblo y recibieron tupambai como si todos fueran unos mismos. Iban montados en pelo: un palito servia de bocado al freno y dos pedazos de cuerno hacían de alacranes. Su vestido se reducia á un escaso tapa-rabo ó trapo sucio ceñido á. los ríñones. Los adornos consistían en una cuerda sobre la frente atada al cogote; el pelo suelto y largo y las quijadas pintadas de blanco, Algunos estaban armados de una lanza de doce pies con la punta de fierro muy delgada y larga media vara: otros llevaban una aljaba muy aplastada que ocupaba su espalda y lomos, en la que estaban las flechas en abanico formando un arco de varios colores que por delante hacia una bella vista. El arco era corto como el de todos los que lo manejan a caballo. Su talla y figura es elegante y exede á la de los españoles, aunque no llega según parece á la de los Mbayas, siendo incomparablemente superior á la de los guaranís. Estos bárbaros y los indios del pueblo no solo imitan en sus torneos á los españoles sino también representaron las escaramuzas y batallas de los bárbaros con los españoles. Los que imitaban á aquellos iban completamente desnudos, muy pintados en todo el cuerpo, y con muchas y varias plumas en la cabeza y en los pretales de sus caballos. Montaban en pelo y llevaban " una lanza muy larga con cuyo apoyo saltaban del suelo sobre el •'••-caballo,* y de este al suelo con suma ligereza en lo mas precipitado de la carrera. En la misma, se echaban á un lado manteniéndose ocaltos en el cuello del caballo que parecía que corría solo y sin jinete. Finalmente volaban, paraban, revolvían y hacían lo que parece imposible. El pueblo tiene una estancia de caballos escogidos que solo sirve en estos dias." [7 pg. 177]. Volviendo al virrey Aviles, su espíritu conciliatorio le hizo LA G U E R R A DE LOS C H A R R Ú A S 163 tentar una vez más la pacificación de los charrúas, mediante los oficios de la que llamaremos misión Ifrán, visto que su jefe no fue otro que Juan Ventura Ifrán, el mentado baqueano de la expedición de Rodrigo. El "Diario" de esta misión, interesantísimo como antecedente para la campaña de Pacheco, se conservaba en el archivo particular de Francisco Bauza, que así lo indica en su Historia de la Dominación Española en el Uruguay", [8 vol. 2 pg. 341]. Lamentablemente, al pasar dicho archivo a la custodia del Estado en 1959, no pudo hallarse el "Diario" de Ifrán, ni referencia alguna que permita conocer su actual paradero. En ausencia pues del documento, y sin otra fuente de información, debemos remitirnos a los hechos tal como los narra Bauza. Así el texto: "Como en el ánimo de Aviles prevalecía la iüea de no ahorrar medio para reducir pacíficamente á los naturales, pues hacia depender de ello, el éxito inmediato de las operaciones de Pacheco, resolvió, ante todo, enviar á loa indígenas una embajada compuesta de dos charrúas cristianos, residentes en Buenos Aires y antiguos prisioneros, quienes, por vía de Yapeyú, debían trasladarse con escolta y salvoconducto hasta las tolderías de sus compatriotas para proponerles en nombre del Virrey, paz y amistad duraderas, y buenos territorios donde pastorear como dueños sus ganados. Llamábanse los embajadores elegidos, Vicente Adeltú y Antonio Ocalián. El primero de ellos era jefe ó cacique, según los españoles acostumbraban á llamarles, y ambos aceptaron de buena voluntad el cometido que se les confiaba. A mediados de .Enero de 1800 se pusieron en marcha para Yapeyú, y llegados que fueron á dicho punto, después de haber conferenciado durante tres días con Bermúdez, (4) marcharon en dirección al Salto chico, donde les esperaba D. Juan Ventura Ifrán con una partida de 50 hombres y el jefe indígena Capataz para escoltarles hasta las tolderías. Atento al régimen puesto en práctica por Aviles para toda empresa importante, Ifrán debía llevar un diario de las operaciones de la embajada, con el pormenor de todos sus detalles. A 2 de Abril se incorporaron á Ifrán, en Laureles, los enviados charrúas. El 6 del mismo mes, él y ellos, escoltados por 14 hombres, pusiéronse en marcha con miras de encontrar á los indígenes, cuyo rastro se dejaba sentir en el camino. Sobrellevando las contrariedades de (4) FranciBco Bermúdez, gobernador de Yapeyú. 164 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA una empresa llena de peripecias, llegaron el 4 de Mayo á la costa del Cuareim, donde encontraron cuatro tolderías de indios minuanes, quienes, apenas divisaron á los españoles, pusiéronse en fuga, ganando el monte. Deseoso de aquietarles, pidió Ifrán á los embajadores, que acompañados de Capataz se adelantasen á tratar con los fugitivos, siguiéndoles él á corta distancia. Franqueó la embajada el monte, y en un potrero cercano tuvo lugar la primera conferencia, cuyo resultado fue frustráneo. Solamente un indígena con 12 personas de su familia, se avino á reducirse y acompañar á los cristianos; Todos los demás se negaron a imitarle. Vista la inutilidad de mayores esfuerzos con aquella gente rehacia, prosiguió Ifrán su marcha en dirección al Cuareim chico, desde donde despachó un baqueano á correr el campo. Desorientado por la falta de noticias con que retornó el explorador, iba siempre adelante, cuando dio con una mujer minuana, aprisionada por él en otra de sus salidas, y arrojada ahora del campo de sus compatriotas, quienes la negaron refugio, diciéndola que lo solicitase de su antiguo apresador. Informó esta mujer sobre el paradero más inmediato de los indígenas, que era en la costa del Cuareim chico, con cuya certidumbre apresuró sus marchas la expedición cristiana. Al amanecer del día 11 se divisaron dos indígenas que Ifrán mandó capturar, consiguiendo hacerlo con uno de ellos. Traído á su presencia, sueltas las ligaduras y obsequiado con yerba y tabaco, declaró el prisionero que su toldería, compuesta de ochenta individuos, tenía por jefe á Masalana, y estaba allí cerca. A lo que correspondió Ifrán instruyéndole de sus propósitos, é invitándole á servir de intermediario en el tratado de paz. Aceptó el indígena, y agregándose á los dos enviados charrúas y á Capataz, partieron en dirección á la toldería, escoltados por Ifrán y 20 hombres. A media legua de camino, sobre una cuchilla, divisaron formados á caballo, 80 minuanes en aire de combate. Hizo alto Ifrán, y para quitar á su actitud cualquier asomo de hostilidad, mandó á los comisionados que se adelantasen á entenderse con ellos; pero apenas se pusieron al habla unos y otros, fue enorme la algarabía que se levantó entre los minuanes. Cortáronse varios de las filas, y atropellando á los parlamentarios, les daban fuertes encontrones, blandiendo las lanzas y amenazándoles con toda suerte de injurias. La impasibilidad en los amenazados con- LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 165 siguió dominar el tumulto, facilitando una aproximación entre Ifrán y Masalana, quienes cambiaron las primeras palabras. Mientras ambos jefes hablaban, los enviados trataron de leer y explicar á la turba las proposiciones de Aviles; pero sea que no las entendiesen bien, sea que todos opinasen á un tiempo, la apaciguada algarabía volvió á encenderse con tal estrépito, que fue necesario señalar el día siguiente para una conferencia más tranquila, y el campo español como lugar de cita. Cumpliendo lo prometido, al dia siguiente, 12 de Mayo, á mediodía, compareció Masalana con 38 hombres armados en el campamento de Ifrán, que distaba pocas leguas del suyo. Venían entre los minuanes dos cristianos renegados, quienes parecían tener sobre ellos gran influencia. Ifrán recibió a todos con mucho agasajo, ofreciéndoles asiento, que Masalana aceptó á su lado, junto con los negociadores charrúas. En seguida regaló al jefe indígena, en nombre del Virrey, un sombrero, un poncho y un pañuelo provisto de yerba. Llenados estos preliminares de cortesía, empezó á explicarle las ventajas de la propuesta del Virrey, que no solamente aseguraba á él y loa suyos la paz de esta vida, instalándoles como dueños en tierras fructíferas, donde se verían libres de peligros y acechanzas, sino también, proporcionándoles por medio del bautismo la felicidad eterna fin para el que Dios les había criado. Traducían estos conceptos, los enviados é intérpretes, sin que Masalana interrumpiese; pero uno de los renegados, inquieto por aquella deferencia, empezó á murmurar con voz inteligible, y dirigiéndose á los indígenes en idioma propio, que no era verdad lo expresado por Ifrán, «pues ellos no tenían conexión alguna con los cristianos, ni menos eran criados para la gloria, pues el alma de ellos era como la de un animal, que muerto quedaba en la nada». Vertido al castellano aquel despropósito, Ifrán lo contestó en el acto, «con un razonamiento —dice— que fue suficiente para imponer silencio;» pero es de sentirse que no mencione el razonamiento argüido, á fin de aquilatar la clase de recursos polémicos que por aqirél tiempo cerraban los labios á los renegados de este hemisferio. Masalana, hasta entonces silencioso, creyó oportuno manifestarse, diciendo que él no vacilaba en seguir el dictamen del Virrey; pero no creía fuera esa la opinión de los suyos, como podía observarse por el descontento con que acogían las palabras de Ifrán, especialmente los 166 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA cristianos allí reunidos. Esta réplica emocionó al charrúa Adeltú, que siendo cristiano y jefe, sintió ofendidas sus creencias y lastimada su jerarquía con la imputación de mediar en un engaño. Así es que irguiéndose repentinamente, y sin que Ifrán tuviera tiempo de contenerle dijo: «que él venía de orden del Virrey á escuchar razonamientos para trasmitirlos, y no á llevarse gente;» y como si deseara acentuar que no la necesitaba para nada, «soy cacique», añadió con altanería. «También soy yo cacique y señor de estos campos —gritó Masalana— y antes prefiero morir con toda mi gente, que someterme». Semejantes frases levantaron el altercado á un diapasón extremo. Quiso mediar Ifrán para traer las cosas á partido; pero todo resultó inútil. Sin consideración ninguna ya, Masalana dijo que eran mentidas las promesas del Virrey, y saltando á caballo, fueron sus últimas palabras un desafío: «me retiro á la sierra del Ibi rápita >. La negociación había concluido desde ese momento y era inútil intentar reanudarla. Así lo comprendieron todos; de manera que Ifrán esperó el dia siguiente para romper su marcha en dirección á los Yerbales, por donde tenía miras de probar fortuna con otras tolderías. Llegó á dicho punto el dia 13, sin encontrar rastro alguno; el dia 14 avanzó hasta la Sierra, el 15 llegó hasta las puntas del Yarao, pernoctando allí, y el 16 se puso nuevamente en marcha, caminando diez leguas hasta situarse sobre una de las orillas del Cuareim, en el paso principal que por aquella altura tiene el río. Al caer la tarde, subido á un árbol, divisó una toldería compuesta de 70 personas, más ó menos, y á fin de acercarse sin ser sentido, fraccionó su gente, encerrando parte de la caballada en un potrero, y con el resto á pie y los caballos á soga, franqueó el paso del río á las nueve y media de la noche. Aproximóse en el mayor silencio á la toldería, y esperó el alba en esa actitud. Apenas rompió el día y le distinguieron los indígenas, hendió el aire una lluvia de flechas y el vocerío consiguiente de alarma. Los enviados charrúas y Capataz, de orden de Ifrán, levantaron la voz para expresar cuáles eran los motivos que llevaban á los cristianos á aquél paraje; pero.el tumulto y los flechazos seguían, resultando herido un hombre. A las proposiciones sucesivas de paz y avenimiento, respondieron que estaban por la guerra, y que se preparasen los cristianos á resistir, pues iban á exterminarlos á todos. Entonces el charrúa Ocalián opinó LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 167 que debía hacérseles fuego, único recurso de salvación disponible. Se rompió el fuego, que duró dos horas, después de perder cinco hombres muertos y varios heridos, ganaron los indios el monte. Fracasada esta nueva tentativa de pacificación, determinó Ifran ir en busca de los charrúas, creyendo hallarlos más dóciles. Confiaba reducir á dos de sus jefes, llamados D. Ignacio el gordo, y el Pintado, á cuyas tolderías se propuso llegar, rumbeando para donde presumía encontrarlas. Con tal designio, el dia 18 se dirigió al Cerro Pintado, desertándose allí el indígena reducido en el Cuareim con su familia. El 19 llegaba á la Palma Sola, y desde el 20 al 31 de Mayo, dificultado por las lluvias y la extenuación de las caballadas, fue caminando hasta el Cuaró, sin encontrar rastro de indígenas. Determinó entonces volverse á Yapeyú, por el camino de las Tres Cruces; pero cuando lo emprendía, una de sus partidas se avistó con otra de infieles, que después de un cambio de palabras, desapareció con rumbo opuesto. Aprovechando la oportunidad de orientarse sobre aquel rastro, se puso Ifrán a seguirlo, y el día 2 de Junio, desde la cima de un cerro, entre Yucutujá y Cuaró, pudo ver una numerosa toldería, hacia la cual desistió de aproximarse, por la imposibilidad de franquear el río y el mísero estado de sus cabalgaduras. Con esto, optó por la retirada definitiva, retomando el camino de Yapeyú, en busca de Bermúdez, para darle cuenta del fracaso acontecido." [8 vol. 2 pg. 338 a 344]. Inútiles pues todas estas gestiones, y enterado por el Cabildo de Montevideo de que los charrúas habían realizado nuevas hostilidades, Aviles optó por someterlos a al fuerza. El 4 de octubre de 1800 se dirigía a Pacheco, (5) ordenándole que, aumentados sus efectivos con trecientos blandengues, cien soldados de milicias y ciento cincuenta indios de Yapeyú, obrara según su pericia, a fin de lograr la entera sujeción de aquellos infieles y el exterminio de los facinerosos que se les habían reunido. El mismo dia escribió a Bustamante y Guerra, gobernador de Montevideo, poniéndolo en antecedentes de su resolución, habiendo librado dicho gobernador la presente copia al Cabildo: "Con fha. de (5) En el Archivo General de ta Nación, Buenos Aires, [10], hemos visto una copia sin firma de la carta de Aviles a Pacheco, con Instrucciones sobre la campaña a realizar contra los infieles. Bauza publica el texto completo de éstas instrucciones entre sus documentos de prueba. [8 vol. 2 pg. 703]. 168 EDUARDO F. ACOSTA Y L.ARA 4. del Corr.te me dice el Ex.mo S.or Virrey de estas Provincias lo que sigue. «Estando para determinar el expediente formado para contener las irrupciones de los Indios Infieles Charrúas y Minuanes y atraerlos á vivir en paz y redución, recivi vn Oficio de V del corr.te del Cavildo Justicia y Regimiento de esa Ciudad con vná representación de su Sindico Procurador Gral. que me han confirmado en el concepto ya formado de ser inútiles todos los medios pacíficos que se empleen al efecto, y la consiguiente vrgente necesidad de vsar de la fuerza para reprimirlos y castigarlos, y poner á cubierto las personas, vidas y Haziendas de los Vecinos y havitantes de la Campaña. Y en su consecuencia, paso las correspondientes ordenes para que salga vna expedición compuesta de vnos quatrocientos Blandengues de esa Vanda, Milicias del Regimiento del Partido de las Vivoras, Indios de Armas del Departamento de Yapeyú, y de los Vecinos y particulares que quieran agregarse, al mando toda del Capitán del mismo Cuerpo D. Jorxe Pacheco, y con prevención de no retirarse hasta conseguir á viva fuerza la total pacificación y reducción de aquellos Infieles, y exterminio de todos los Vandidos que los fomenten y demás de la Campaña. Lo que prevengo á V.S. para su inteligencia, y la del mismo Cavildo, de cuyo celo y el de V.S. fio que concurrirán en sus casos por quantos medios les sean facultativos al auxilio y logro de esta empresa en que se interesa principalmente el vecindario de su Distrito». I lo traslado á V. S. para su conocimiento. Dios gue a V. S. m.s a.s Montevideo 7 de Octubre de 1800 Joseph de Bustamante y Guerra (rubricado) Al M.I.C.J. y Regim.to de esta Ciudad". [9]. En Montevideo, el sub-inspector marqués de Sobremonte, dispuso que los refuerzos destinados a Pacheco fueran suplidos con doscientos hombres del Cuerpo de Blandengues de Montevideo y cien del Cuerpo de Blandengues de Buenos Aires, correspondientes a las guarniciones de Maldonado y Cerro Largo. Sobre el itinerario a seguir por estas partidas en procura del enlace con Pacheco, Sobremonte comunicaba a Aviles: *'A la Partida que sale de Maldonado, he prevenido la dirección á la cuchilla grande, LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 169 y Arroyo del Yy á pasar el Rio negro en el paso de Ramirez, y que siga por la costa de dho. Rio, persiguiendo los Infieles, y vandidos hasta encontrar con la del Cap.n D.n Jorge Pacheco, y á las dos del Cerro Largo, que se dirijan á pasar dho. Rio negro por la picada de Juan Gómez del otro lado de los Cerros de Azeguá, á correr las costas de los Arroyos Caraguatá, y Tacuarembó con los mismos fines, y según los informes que he tomado; pero prebengo á unas, y otras que á la mitad de su camino, despachen aviso al Cap.n Pacheco del parage en que se hallan, y que estén á sus disposiciones," etc., etc. [8 vol. 2 pg. 345 y 707]. ( 6 ). Pacheco al igual que Ifrán, debió llevar un "Diario" de campaña, cumpliendo así órdenes expresas de Aviles. Por dicho "Diario" [12] nos enteramos que la expedición, la más grande que jamás se había visto al norte del rio Negro, salió de Paysandú el 12 de febrero de 1801. Iban en. el convoy, aparte de los efectivos militares, cuarenta y ocho carretas en que viajaban las familias pobladoras, material agrícola destinado a la labranza de los nuevos campos, y varios millares de ovejas, yeguarizos y vacunos- El 15 llegaron al Queguay, empleando hasta el 22 o el 23 en atravesarlo, tantos fueron los trabajos, especialmente en lo de lograr que la hacienda arisca se echara al agua. El 24 del mismo mes, cuando la expedición hacia noche en puntas del arroyo Bellaco, cerca del Guaviyú, Pacheco dispuso que una partida de doce blandengues a cargo del alférez Marcos Balcarce, y el baqueano Cristóbal, se adelantaran hasta el paso de las Carretas, en el Daymán, llevando Balcarce el siguiente cometido, que leemos en la orden del dia correspondiente a la fecha: "se dirigirá á la Costa del Daymán y pasando en el Paso de las Carretas, girará por la Costa reconociendo hasta los Algarrobos, pero con toda precaución imbestigando los movimientos del Campo; si hallase Yndios atoldados como me presumo se ocultará en el Bosque y manteniéndose (6) La naturaleza de nuestro trabajo nos impide ocuparnos en detalle de todos loa aspectos de la expedición de Pacheco, cuyo comentario y documentación daría tema para un extenso volumen. El lector podrá recabar numerosos datos sobre dicha expedición, y especialmente en lo relativo a la fundación de Belén, entre otras obras, en la de Setembrino Pereda, "El Belén uruguayo histórico", [11]; Bauza, "Historia de la dominación española en el Uruguay", [8 vol. 2]; Ptvel Devoto, "Archivo Artigas1', Vol. 2 (introducción), [1], y José M. Mariluz Urquijo, "La expedición contra los charrúas en 1801 y la fundación de Belén", [4]. 170 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA en observación de sus operaciones, luego que anochesca me dará aviso con el Baqueano. Assimismo si encontrase rastro de Gentes que haya pasado en el Paso, me dejará un Papel colgado en el sause que se halla á la dra. en medio del Río". El 25 marchó Balcarce a cumplir su misión. El 26 se enviaba al alférez José Martínez con veinticinco hombres en busca de la seña que aquél habría de dejar en el Daymán. El 27 regresó Martínez sin haber encontrado ni rastros de Balcarce, hasta que el 28, dice el "Diario": "A las doce y quarto de la noche llegó el Baqueano con dos Blandengues de la Partida de Balcarce traen oficio de este oficial q.e avisa haber sido atacado de sesenta y tres Yndios que se hallaban atoldados en el Paso de los Algarrobos los quales quitaron á la Partida los Caballos". Se nombraron de inmediato ciento cincuenta hombres que salieron en persecución de los indios, pero nada se logró, ya que a las tres de la tarde regresó la columna, "incorporado yá Balcarce en ella", sin haber podido dar alcance a los enemigos. Y éste fue el único contratiempo de entidad sufrido por los expedicionarios. El 11 de marzo llegaban al Arapey que atravesaron por el paso de Evaristo, y el 14 se hacía alto en la barra del Yacuy, "punto determinado para el Quartel Gral. y Villa de Belén". Acampado en el Yacuy, la primera medida de Pacheco fue despachar al alférez de blandengues José Rondeau hacia Yapeyú, con oficio para el teniente gobernador dé dicho pueblo, que lo continuaba siendo Francisco Bermúdez, solicitando los "Baqueanos, Naturales, y demás, auxilios" que se tenía orden de franquearle. Esto demuestra que la operación contra los infieles se consideraba impostergable, y el concepto debe haberse afirmado aún más, luego del desastre ocurrido a una partida que marchó rumbo a Batoví para ponerse a las órdenes de Azara. (7) No obstante, la operación hubo de ser diferida, dado que de los refuerzos pedidos a Yapeyú, apenas llegaron ciento seis naturales el dia 20, desmontados o con los caballos en mal estado, y sin más armamento que unos pocos fusiles, otras tantas lanzas y un "Carcax de Flechas". En cuanto a Bondeau, que ya estaba de regreso el 21, traía infor(7) Dicha partida compuesta por cincuenta blandengues al mando del teniente Ignacio Martínez, salíA del Tacny el 16 de marzo, alendo casi de Inmediato atacada por loa indtOB, quienes mataron dos hombres, hirieron a nueve más Incluso al propio Martínez, y se llevaron la totalidad de las caballadas. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 171 mes, de que si bien se tenían muchos caballos reservados en el Ibicuy, la totalidad de los efectivos yapeyuanos estarían listos recién para setiembre. Frente a las perspectivas de una larga espera, Pacheco dispuso que todas las actividades se orientaran hacia el trazado y ordenación de Belén, reparto de tierras etc., (8) manteniendo sin embargo algunas providencias relacionadas a la campaña contra los indios. Eran ellas, las de establecer dos fortines, uno en la costa del Yacuy y otro en la del Arapey, para que llegado el caso sirvieran como baluarte y respaldo de dicha campaña. Estos fortines constarían de un rancho como para cuarenta hombres y un corral en el que pudieran encerrarse dos mil caballos. Los ranchos, dice el "Diario", "deven ser cercados de estacada y tener en cada Moginete un sobrado o Balcón para poder hacer fuego desde allí quatro Hombres. Tendrá un Parapeto de cuero y se mandaran por dentro á virtud de una Escala que habrá en las dos ventanas de los Moginetes. La Puerta del Corral quedará linea recta a uno de los Balcones, que de esta suerte queda defendido". (Orden del día 19 de marzo, confirmada en la del 22 del mismo). Pero Pacheco no era hombre de permanecer inactivo hasta setiembre. Es así que el 27 de marzo da órdenes que relacionamos a una inmediata salida contra los indios: "El Capitán D.n Teodoro Abad alistará los ciento treinta y cinco Hombres de su Piquete p.a marchar conmigo á Campaña, apartando á quatro caballos por Hombre; lo mismo executará el Ten.te de Milicias D.n Ambrosio Velasco con veinte y cinco, dejando al Alferes con los demás al cargo de las Caball.das que no se empleen". Abad hizo presente "que no tenia Caballos p.a montar la Tropa pues se hallaba toda su Caballada absolutam.te destruida", versión confirmada por los capitanes Maciel, Cardoso y el teniente Velasco, que, comisionados para inspeccionar las caballadas del piquete de Buenos Aires, las encontraron en "fatal estado", pues de setecientas noventa unidades sólo encontraron ochenta de mediano servicio. Buscando subsanar éste inconveniente, el único que demoraba su salida, Pa(8) El 3 de abril se ordenó al carpintero Blas Dias cortar doa trozos de ñandubay, y hacer con ellos una Cruz para colocar en el sitio destinado a Camposanto. Al dia siguiente, "A las tres y media de la tarde concluida la Cruz se Juntó el Vecindario franco y se llebó en Procesión hasta el lugar de su destino donde quedó enarbolada." 172 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA checo escribió el 31 de marzo a Yapeyú, pidiendo a Bermúdez "quatro caballos por Hombre para ciento treinta y cinco que deven salir á Campaña". El 12 de abril llegó la contestación de Bermúdez, quién anunciaba el envío de doscientos ochenta y tres caballos a cargo del alcalde provincial don Laureano Guiraporá, como asimismo la próxima salida de Pedro Pablo Portillo, conduciendo ciento veinte más. Entre el 13 y 14 se recibieron las caballadas de Yapeyú, y por la orden del dia 16 deducimos que la campaña contra los charrúas es cosa decidida, trabajándose ya en ultimar detalles. Dispone dicha orden, que el sargento Gregorio Villagra pase: "á la otra parte del Rio Uruguay á buscar al Baq.no Eug.o Acuña á quien le ofrecerá dies p.s al mes de Sueldos siempre q.e quiera guiar la Tropa en la immediata salida". ( 9 ). Y así, sucesivamente, la orden del dia 20 dice: "Toda la Caballada que ha despachado el Ten.te Gov.or" (de Yapeyú), "se entregará al Cap.n Dn. Teod.o Abad p.a que la conserbe en el mejor estado sin permitir q.e por pretexto alguno se ensille caballo de estos". La del 21: "El Capitán Dn. Felipe Cardoso, los Alféreces Dn. José Rondeau, Dn. Alexandro Medrano, y Dn. Josef Pilar Martines, los oficiales de Milicias Dn. Ambrosio Velasco y Dn. Man.l Pastor se aprontarán para marchar conmigo y los ciento y quar.ta y un Hombres que se hallan con Caballos, deviendo llebar á quatro por Hombre; serán revistadas las Monturas de suerte que en ninguna falte Lasos, Bolas, Manea, Fiador, Maneador ó Cabrestillo; Los Oficiales reconocerán prolijam.te que los Lomillos tengan buenos bastos para que no se extropee del Lomo la Caballada". Y la del 22: "Como no se aguarda mas q.e la venida del Sarg.to Villagra con el Baq.no Eugenio para la salida; las Tropas destinadas á ella estarán prontas sin separarse á parte alguna". Finalmente, el dia 23, a las tres de la tarde llegó Villagra con el baqueano, disponiéndose la marcha para esa misma noche. "Anoch.o cielo y ori(9) En todo éste tiempo, loe charrúas hablan permanecido atentos a la fundación de Belén, señalándose su presencia por una Berle de movimientos sospechosos, observados preferentemente en los cercanos montes del Arapey. Inclusive, puede que fueran ellos los que el 11 de abril incendiaron el campo, considerando que el viento reinante, E.N.E., extendería el fuego sobre la nueva villa, como aBÍ ocurrió. Hubo que lamentar la pérdida de varios ranchoB 7 muebles, escribe Pacheco,: "con b&Btante peligro de incendiarse la Polbora la qual a cincha de Caballos se sacó a cargo del Ten.te D.n Ignacio Martines j el Alférez de Milicias D.n Man.l Pastor y cincuenta Hombres." LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 173 sontes calimosos", dice Pacheco, "Vto. SO. fresq.to. Empesó á llober pero con todo á las seis emprendimos la marcha con ciento quarenta y un Hombres y los Oficiales nombrados, la que seguimos al SE. hasta el paso de la barra en el Arapey q.e vadeado continuamos cambiando rumbo al E. marchando hasta las diez y tres quartos q.e campamos en las margenes del dho Arroyo", etc., etc. (10). En el "Diario" de Pacheco figuran tres encuentros con los charrúas. El primero ocurrió en el paso de las Tropas, en el Arapey. Desde el 26 de abril estaban acampadas las fuerzas en el "Potrero" de la barra del Arerunguá, efectuándose reconocimientos por parte de los baqueanos y de las partidas exploradoras. Transcribimos literalmente el manuscrito de Pacheco: ( u ) . "Dia 29. Aman.o cielo claro orisontes ofuscados v.to NE. floxo; En la noche no hubo acontecido. A las nuebe de la mañana dio parte la Centinela de la vigía de haberse alborotado la Yeguada por lo cual se puso mayor cuidado en la observación del Campo. A las once y quarto se descubrieron tres Ginetes y estos se ocultaron inmediatam.te, se mandó reunir la Caballada; se emboscaron dos Partidas en la boca del Potrero de dies y seis Hombres cada una á cargo de los Alféreces Medrano y Pastor para en caso de ser Enemigos é intentar reconocernos queden muertos o presos. Anocheció cielo y orisontes calimosos viento E. floxo. Orn. del 29 al SO. Las Caballadas deven retirarse hacia el fondo del Potrero y en el Punto que en las noches anteced.tes se colocaban las Gentes de la Custodia, se podrán dos Emboscadas compuestas de dies y seis Hombres y un Sargento de los mejores tiradores, á quienes se les encargará que en caso de entrar Gente como no sea de la Partida Exploradora que se halla á cargo de Dn. José Rondeau (I2) se les haga fuego sin dar el Quien vibe: Si fuesen Enemigos se conocerán por las precauciones de dejar (10) El "Quartel y Vecindario" de Belén, hablan quedado a cargo del capitán Carlos Maciel, quién debía actuar de acuerdo a órdenes dejadas por Pacheco. Entre otras la siguiente: "Obserbará la mas escrupulosa vigilancia á fin de evitar quales.ra Sorpresa de los Yndios Ynfielea." (11) La transcripción incluye las anotaciones de los dias 29 y 30 de abril y 1' de mayo, correspondientes a los dos primeros combates. Incluímos también, y como complemento, las de loa dias 8, 9 y 10 del mismo mes. (12) Rondeau habla salido el dia 24 a efectuar reconocimientos por campos del Arapey y del Arerunguá. 174 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA los Caballos y entrar Pié á tierra para no hacer ruido en el agua. Lo demás de la Tropa tendrán los Caballos ensillados y las Armas colocadas, dentro del monte; no se hará fuego y se obserbará profundo silencio. S.to S.n Diego y Alcalá. Dia 30. Amaneció cielo claro orisontes calimosos v.to SE. floxo; A las once de la noche avisaron las Emboscadas que en el Paso de las Carretas de sentir ruido de Animales; se ohian las voces en el Ydioma de los Yndios Ynfieles de los que arreaban; Montó la Tropa á Caballo con los oficiales quedando el Sargento Antonio Casas con veinte y cinco Hombres en conserba de la Caballada y Campamento, dimos la marcha á los tres quartos p.a las doce; dirigiéndonos al mismo paso de donde se tomó la huella que se dirigía al nombrado de las Tropas en el Arapey grande, aqui llegamos á la una y quarenta y dos min.tos y como se advirtiese que las Gentes no havian vadeado este Rio se buscaron por la Costa arriba al E., luego advirtieron los Baqueanos estar parada la Gente y Animales q.e se perseguían, y mientras se despachó Gente á bombearlos se dispuso el ataque para el aclarar, encargando al Ten.te de Milicias D.n Ambrosio Velasco que con quarenta Hombres á Caballo cargase por el frente de la Campaña, y á este tiempo yá se encontrarían los setenta y cinco restantes por la Costa del Monte á pié; p.a este fin se desensilla-. ron los Caballos y soltaron acollarados y maneados; La Partida de Velasco anticipó su operación esto és no dio lugar á que el dia aclarase bien, por cuya causa hubo alguna confusión; se mató al Cacique Charrúa llamado Zurdo hijo del finado d.n Ygn.o el Gordo (1S), se hirieron á dos mas que tomaron el Monte, siendo el núm.o de todos, quatro que llevaban cautibo un Hijo de Juan Benavides como de quince años que agarraron entre los arroyos la Capilla y Bacacuá hacia tres dias, el qual se represó con toda la Animalada, que consistía en dos Manadas de Yeguas, treinta y cinco Caballos, algunos Redomones y Potros, con mas siete Muías, todo correspond.te a Fernando de Castro, Manuel Acosta y otros Vecinos, resultaron de esta acción quatro Eridos de los nuestros, los dos en las piernas de una vala p.r habérsele nido el 13) Ignacio el Gordo habla resultado muerto en un encuentro anterior con fuerzas de Pacheco, ocurrido en abril o mayo de 1800. (véase documento D del presente capitulo, carta de Pacherc a Aviles, fechada en "Ytacabó en el Rio Queguai 28 de Malo de 1800". LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 176 tiro á otro soldado que cayó persiguiendo á los Yndios quando intentaban tomar el Monte y el Ten.te Velasco con otro Blandengue quedó flechado en los brazos, p.r el Yndio muerto: Al salir el Sol nos retiramos llegando á las siete y m.a al Potrero en q.e quedó la Caballada; Encontramos ai Baqueano Eugenio despachado por D.n Josef Rondeau desde las immediaciones del Paso de Vera, de donde avisa hallarse unas Tolderías en el Corral de Sopas; Se dieron las ordenes para el apresto de las Gentes que deven salir al Anochecer quedando á cargo de la Caballada el Ten.te Velasco no obst.te estar erido; La marcha se rompió á las cinco y quarenta y nueve minutos de la tarde con ciento y nueve Hombres incluso el cautibo B en a vi des, continuándola por la Costa del Arroyo Ararunguá hasta incorporarnos con Rondeau. Anoch.o cielo claro y oris.tes despejados v.to E. recio. Orn. del SO de Abril al I9 de Mayo. Los ciento nueve Hombres que han de marchar al Anochecer estarán montados con sus Oficiales, Sarg.tos y Cabos en los mejores Caballos tendidos en ala á la boca del Potrero [imbertidos?] los Oficiales y demás en los mismos términos que se practicó la noche pasada. El Capitán D.n Felipe Cardoso elegirá cinq.ta Hombres de los mas diestros en las Armas y mejores tiradores, los quales son destinados á dar el ataque pie á tierra si la posición de los Enemigos lo permite; llebará á D.n Man.l Pastor p.a cubrir la Izquierda de su Piquete en el ataque; El Ayud.te D.n Josef Pilar Martinez antes de sacar á formar el Esquadrón pasará una escrupulosa revista á las Armas haciendo componer las Piedras, picarlas, poner Cebas nuebas y todo lo demás q.e corresponde á que tengan en función el mejor exercicio; Assimismo se intripulará la Milicia con la Tropa, les hará entender q.e al tiempo de atacar no debe haber voces ni alaridos que originan confusión, impiden atender las del mando;, las demás prebenciones se harán al mismo tiempo del ataque según lo dictase la "situación 4eí "terreno. S.to S.n Felipe y Mo»tev.o. '..._. '., Día 1* de Mayo. Aman.o en calma, cielo y orisontes nublados. A las nuebe de la noche nos incorporamos con el Alf.s D.n Josef Rondeau que se hallaba en la Costa del mismo Ararunguá para abajo de las Yslas del Difunto Ygnacio Vera, desde donde hicimos la trabesia hasta el Arroyo de Sopas dando alto en la 176 EDUARDO F. ACOSTA Y L.ARA Cuchilla á las once y tres quartos del otro lado del citado arroyo p.r dos ocasiones se intentó el reconocer las Tolderías pie á tierra que distaban como legua y quarto, y no habiéndolo podido conseguir p.r estar los Yndios en vela siempre se dispuso el atacarlos p.r el frente partida la Gente en dos Colubnas, la de la derecha regia el Comandan .te (") y la de la izquierda el Cap.n D.n Felipe Cardoso; A las cinco y media montó la Tropa á Caballo se reconocieron las Armas, se formaron en ala las Colubnas de dra. é izquierda ocupó la Partida exploradora con los Baqueanos el Centro; se variaron las disposiciones dando orn. de acometer á todo correr p.a impedir á los Indios el que tomasen el Monte y se practicó lo mandado á las seis de la mañana andando precipitadamente mas de tres quartos de legua á vista de los Enemigos por q.e el terreno no deparaba otra cosa, y encontrando á estos formados al frente de sus Toldos nos recivieron con algunos tiros, mucha flecha y Piedras, desmontó la División de la dra. y con un actibo fuego les hizo tomar el Monte; después de ver muertos dos; se mandaron juntar las Caballadas y cortar el Bosque arriba y abajo con dos Partidas de doce Hombres cada una manteniéndonos en inacción con la Tropa formada hasta las ocho y media; se descubrió una Emboscada que havian puesto los Enemigos en el Paso de arriba y estos nos probocaban p.a que cayésemos en ella; se nombró al Alferes D.n Josef Rondeau para q.e con cincuenta Hombres escogidos pie á tierra atrabesase el Monte y les cargase repentinam.te assí se verificó y retirándose los Yndios á la Cuchilla cargó el Comand.te con quar.ta Hombres á Caballo que se hallaban formados á esta parte del Rio y metidos los Enemigos entre dos fuegos perecieron sin quererse rendir; se contaron en el Campo muertos treinta y siete Hombres y dos Mugeres entre ellos el Cacique Juan Blanco de los Charrúas y el de los Minuanes Zara. Finada la acción á las nuebe y media entró toda la Tropa a pié a registrar la Montaña de donde se sacó la Cautiba Maria Ysabel Franco y otros dos Muchachos también Cautibos, se cogieron siete Yndios jobenes prisioneros, trece chinas y once Criaturas. También se advirtió que las Yndias mataron porción de Niños de pechos p.r no ser descubiertas en el Monte por los q.e lo registraban caso de llorar; (14) El propio Pacheco. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 177 Los Caballos apresados fueron trescientos dos todos inútiles y veinte y siete Yeguas; Los rastros de sangre que se notaron dentro del Bosque, manifestaban q.e los escapados hiban grabem.te eridos. A la una y media se concluió el registro del Bosque y a las* dos y tres quartos nos pusimos en marcha en retroceso con dirección al Potrero de la Barra del Ararunguá donde quedó la Caball.a y andubimos hasta las cinco y media que dimos alto en una Rinconada al lado del Paso del Arroyo de Sopas distante quatro leguas del lugar donde se abansó, no ha havido otra nobedad la jornada de la pasada noche fue de nuebe leguas; Concluió el día con el cielo y oris.tes opacos v.to SE. galeno. Orn. del 1? al 2.1a. mitad de la Gente del Esquadrón estará vigilante de prima hta. media noche á cargo del Alferes D.n AI ex andró Medrano; de media noche al dia el Capitán D.n Felipe Cardoso con la otra mitad vigilará, deviendo hallarse con las Armas en la mano á la Madrugada; Los Prision.s grandes y pequeñoa todos se asegurarán en cepo de laso y tendrán doce Hombres de custodia con un Sarg.to y Cabo los quales mantendrán Centinelas; La Caball.a apresada se conserbará en ronda extrecha immediato á la Costa. S.to S.n Antonio y Padua". Al dia siguiente, o sea el 2, se llegó al campamento del potrero del Arerunguá, quedando dispuesto que el teniente de milicias Ambrosio Velasco asistido de cincuenta hombres conduciría los prisioneros hasta el cuartel general de Belén, misión que recién pudo cumplirse el dia 7, por estar los arroyos crecidos. "Dia 8 (16) Aman.o cielo y oris.tes claros v.to ONO. floxo; En la noche hubo disparada de Caball.a porq.e un Tigre la atropello; salieron los Baq.nos a reconocer hasta la Costa del Arroyo del Corral de Sopas; volbieron á las dos de la tarde sin encontrar novedad; Armamos cimbra p.a pillar el Tigre que nos incomodaba. Anoch.o cielo y orisontes despejados v.to NO. floxo. Orn. del 8 al 9. Al aclarar saldrá el Alferes d.n Josef Rondeau con los Baq.nos y quarenta Hombres deviendose extender (15) Pasamos por alto los días 2, 3, 4, 5, 6 y 7, ya que en ellos no ocurrieron mayores novedades, salvo actividad de patrulla y la salida de Velasco para Belén conduciendo los prisioneros. En la orden del día 3, leemos sin embargo una curiosa disposición de Pacheco, motivada quizás por el deseo de guardar algunos trofeos charrúas: "Hágase entender á la Milicia q.e loa q.e desenastaron los Dardos tomados á los ínfleles, los pongan como estaban y me los presenten." 178 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA hta. el Corral de Sopas donde Be dio el abance á los Yndios, reconocerá si enterraron los Cadaberes, y de no advertir alboroto en el Campo dispondrá que maten carne con la qual se retirará. S.to Santiago y Compostela. Dia 9. Aman.o cielo claro, orisontes calimosos v.to SE. floxo. A las doce de la noche falleció el Blandengue Pasqual Alayausú que fue erido el día del abance por el tiro que se le fue al q.e cayó corriendo los Yndios. (16) No obstante haber andado el Tigre por el Campam.to toda la noche, nunca cayó en la Trampa; se notó una fuerte elada. A las siete de la mañana salió el Alferes D.n Josef Rondeau con los quarenta Hombres á su Comisión. A las quatro de la tarde se dio sepultura al Cadaber poniendo sobre ella una Cruz. Anoch.o cielo y oris.tes claros v.to SE. floxo; No ha buelto Rondeau. Orn. del 9 al 10. Mediante a no haberse retirado el Alferes D.n Josef Rondeau la Prebenz.n estará con la mayor vigilancia y la Gua. de la Caball.a rondarán a noche partida; Los demás del Campam.to tendrán los Caballos ensillados y las Armas prontas por si ocurriese novedad, concurriendo sin confusión formados á la boca del Potrero donde se ohirá el primer tiro. S.to S.n Dionisio y Paris. Dia 10. Aman.o cielo y oris.tes claros v.to SE. bonancible; En la noche no hubo más novedad q.e continuar el Tigre sus acometim.tos unas veces á las Gentes y otras á las Caball.as. A las once y tres quartos de la mañana regresó Rondeau con la noticia de haber encontrado enterrados los Cadaberes de los Ynfieles que murieron fuera del Monte exeptuando dos que dejaron sin sepultura y que de los que se mataron dentro de el no se pudo reconocer a causa de las aguas de los dias pasados que lo anegaron poniéndolo muy pantanoso, más como advirtió el Campo tranquilo trajo Carne p.ra toda la Tropa anocheciendo cielo y orisontes calimosos y en calma". Hasta aquí lo relativo a los dos primeros encuentros con los charrúas. El tercero se produjo el 21 de mayo, pero antes ocurrió un episodio no carente de interés. Desde el Arerunguá se habían despachado el 13 dos partidas (16) Se pensó en llevar éste herido a Belén junto con IOB prisioneros, e incluBO se le hizo una especie de silla de "lomillo" para transportarlo, pero llegado el momento hubo que desistir, "p.r q.e Be hallaba en eBtado de no poderlo mobér". {dias 6 y 7 de mayo). LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 179 exploradoras, una con Rondeau a reconocer los arroyos Daymán, Laureles, Molles y Queguay Chico, y otra con el sargento Mirabal, la que después de costear el Arapey Grande hasta sus puntas regresaría por el Arapey Chico, dirigiéndose luego a observar los movimientos en el arroyo de las Ysletas. El 14 se señala en el "Diario" la llegada del baqueano Eusebio, (1T) "despachado p.r el Sarg.to Josef Mirabal dando parte de que en el Paso de laa Carretas del Arapey Chico se havian descubierto catorce Ginetes q.e arreaban mas de cien Animales no Bacunos y entraban con dirección á la barra de las Ysletas". Con ésta noticia Pacheco se puso de inmediato en marcha, llevando consigo cien hombres y dejando veinticinco con el sargento Antonio Casas a cargo de la caballada. "En la noche", escribe Pacheco, "andubimos hasta las once que dimos alto en un Bosque distante como tres qu.tos de legua del dho. paso de las Carretas abajo, donde se pasó sin novedad". Al amanecer del dia 15 salieron dos partidas a "bombear los Ginetes", regresando la primera a las seis de la tarde sin más noticia que haber encontrado un caballo cansado "q.e dejaron en el Paso de la barra de las Ysletas". La segunda partida volvió el 16 pasado el medio dia. Costeando el arroyo de las Ysletas hasta sus puntas, "no descubrió los Ginetes pero si por las Paradas que havian hecho adujo ser Yndios Potreadores como lo demostraron los bosales dé Cuero fresco y Piedras de Bolas q.e redondearon". Sin otras novedades se emprendió el regreso al campamento del Arerunguá, anotando Pacheco un párrafo que deja entrever las penurias que se estaban viviendo: "No se encontró nobedad ni se advirtió en el Camino, pero tampoco hubo q.e comer". Del tercer encuentro con los charrúas, hace Pacheco un relato tan vivo y rico en detalles, que por momentos nos sentimos llevados al teatro de los acontecimientos. Cumplida la infructuosa misión en el paso de las Carretas, se decidió trasladar todos los efectivos desde el potrero de la barra del Arerunguá al llamado potrero Grande, situado más al sur, sobre las costas del mismo arroyo. Y continuamos con la transcripción del "Diario" ; (17) El mismo dia llegó el teniente Velasco, luego de conducir los prisioneros al cuartel de Belén. 180 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA "Día 17. Aman.o cielo y orisontes claros v.to O. se repartió la Yerba q.e trajo el Ten.te Velasco; Este marchó con su Partida á desempeñar la ora. que se le comunicó (1S) y nos pusimos en movim.to lo demás de la Expedición á las ocho y tres quartos de la mañana rumbo al SE.; dimos alto á la una y quarto por venir la Caballada muy fatigada, se quedaron cansados catorce, campamos como dos leguas mas abajo del Faso de Vera en el mismo Ararunguá, cuya costa seguíamos: Salió el Capitán d.n Felipe Cardoso con cinq.ta Hombres á buscar carne y no haviendola encontrado se retiró á las siete y m.a de la noche; En esta Partida se cansaron mas quatro Caballos, y también se pasó sin hallar que comer. Anoch.o cielo y orisontes claros v.to OSO. fresquito. La jornada de este dia fue de cinco leguas. Orn. del 17 al 18. La marcha se debe empreender temprano y será muy pausada atendiendo al estado de aniquilación en q.e se halla la Caballada; El Capitán D.n Felipe Cardoso luego q.e se dé alto saldrá con quarenta Hombres a buscar carne del otro lado del Rio; Los Caballos no se rondarán dejándolos que se tiendan y q.e pasten sin opresión. La Prebencion será colocada al frente en el centro del Campam.to como dos quadras abansada. S.n Antolin y Palencia. Dia 18. Aman.o cielo claro oris.tes calimosos y aturbonados por el 49 Quad.te v.to OSO. floxo. A las ocho y m.a con el rumbo al SE. nos pusimos en marcha q.e continuamos siempre por la Costa del dho. Ararunguá; frente al Paso de Vera se advirtió un Gin.te q.e exploraba el Campo el q.e huyo sin dejarse reconocer, y haviendo registrado el citado Paso no solo se vio el rastro del Ginete indicado, sino de otros quatro que dos dias antes habían pasado; se dio alto á las dos de la tarde por no poder hacer la jornada hasta las Yslas del Carumbé a causa de que se empesaron los Caballos á cansar se nos quedaron ocho y campamos sobre la Costa según costumbre; no se mandó buscar Carne porque no se descubrió Ganado en la marcha y los Caballos se advertían muy malos, la jornada fue de tres leguas y media. Anoch.o cielo claro orisontes ofuscados v.to S. floxo. (18) Se habla ordenado a Velasco que con el baqueano Eueebio, recorriera el Arapey Grande y todos BUS gajos hasta las puntas del Lunarejo, buscando luego la incorporación con Pacheco en el nuevo campamento, (orden del 16 al 17). LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 181 Or.n del 18 al 19. La Prebencionpondrádos Escuchas abansados á los Costados derecho é isquierdo del Monte; se reíorsará con diez Hombrea, y la mitad de la Gente se mantendrá en vela toda la Noche; todos tendrán Caballo ensillado y a los sueltos se les dará ronda extrecha entre las escuchas del costado dro. y el Campam.to. Si no acaeciere novedad que lo impida se debe marchar al aclarar . S.to S.n Juan y Malta. Dia 19. Aman.o en calma cielo y oris.tes ofuscados. En la noche no hubo acontecido. A las siete se toldó con cerrasón se llamó el viento al S.E. fresco y hubo algún chispeo á las ocho salimos con el rumbo al SE., se marchó con bastante precaución á causa del Ginete descubierto ayer, y once rastros de Hombres, Mugeres y Niños que pié a tierra se advirtieron al Anochecer en la misma costa del Arroyo; A la una y media llegamos al Potrero Grande en donde se encontró a la prim.a Partida exploradora del mando del Alféres d.n José Rondeau quien dio noticia de que á la otra parte del arroyo havía encontrado varios atoldamientos dejados de los Ynfieles, en ellos sepulturas que encerraban los Cadaberes de los q.e escaparon eridos en el ataque del dia 1* y q.e la ultima Toldería la havian abandonado los Enemigos dos días antes; Que el rastro manifestaba hir la mayor parte de la Yndiada á pie; Con semejante noticia pasó el Comandante personalm.te con los Baqueanos á reconocer la huella y advertido de q.e seguían la Costa del Arroyuelo de la Orqueta volvió á disponer la marcha quedando la Caball.a en el mismo Potrero a cargo del Sarg.to Antonio Casas con un Cabo y treinta y dos soldados saliendo á perseguir los Yndios nobenta y dos Hombres en los mejores Caballos, Uebando solo cincuenta de respeto, nos pusimos á las tres y veinte sobre el rastro-q.e seguimos rumbo al ESE. á poco andar se encontró una Baca carneada, y como legua y media mas adelante sobre la misma Costa otro lugar donde havian parado; allí se halló Carne fresca; Continuamos hasta obscurecer que se dio alto por no perder el rastro; salieron dies Hombres con el Sarg.to Lorenso Portillo á matar cinco Reses p.a q.e comiese la Gente; éste volbió luego y fue todo lo ocurrido. La jornada del dia fue de nuebe leguas. Ora. del 19 al 20. El Sargento Antonio Casas q.e quedará en este Punto á cargo de la Caball.a la defenderá á toda costa, en 182 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA caso de ser atacado; mantendrá un Centinela a pié sobre el Cerro alto de la Costa p.a registrar los movim.tos del Campo y evitar qualesquiera sorpresa; En los Caballos spre. habrá quatro Hombres repuntandolos, y á qualesq.ra rumor q.e se advierta se deven encerrar en el Potrero, donde también pasarán la noche; la gente de su custodia camparán en la misma boca: No permitirá salga gente á carnear hasta mi buelta y sí se alimentarán matando Perdices por la Costa ó Cerdos caso de encontrarse. Si la Partida del Ten.te d.n Ambrosio Velasco se incorporase le enterará de estas providencias. El Baqueano Eugenio hirá con el Blandengue Tomas Paz media legua abansado delante de la Colubna'* cortando rastro siempre y registrando los Pasos de los Arroyuelos y Cañadas; luego seguirá la Partida Exploradora de D.n José Rondeau un quarto de legua más atrás, y á esta toda la Colubna en su formación con el orn. y silencio q.e se acostumbra; si en la marcha se advierte Ganado inimediato, saldrá el Sarg.to Lorenso Portillo con diez Hombres á matar cinco Reses, y esta carne será repartirá [sic] p.r el Ayud.te de suerte q.e á cada Veinte Hombres se dé una. Los Caballos que van de repuesto con los ocho Hombres q.e se nombren p.a arrearlos vendrán s.pre sobre el Costado dro. de la formación. Al aclarar deben salir los Baqueanos á obserbár el Campo y examinar si él rastro gira siempre por la Costa. Toda la Tropa aguardará con los caballos ensillados y las Armas puestas, la venida de aquellos p.ra marchar sin perdida de instantes. Luego que la gente haya cenado se apagarán todos los fogones y los Caballos ensillados se manearán; El Oficial de la Prevenz.n vigilará que en la noche no se puedan hir caballos con recado y p.a impedirlo visitará de quando en quando el Campam.to recordando al soldado q.e dormido se le enrredase el Caballo: S.to S.n Pedro y Roma. Dia 20. Aman.o cielo claro y oris.tes calimosos v.to SE. recio y frió. En la noche no hubo acontecido; La Caball.a no tuvo pasto por estar el lugar de la Pascana muy pelado á causa de la porción grande de Haci.da alzada que se advirtió; Salieron los Baq.nos á reconocer el Campo y examinar el rumbo del rastro, volbieron al apuntar el Sol con la noticia q.e el rumbo era el mismo ESE. y q.e siempre giraba á la Costa; se emprendió la marcha y á las tres leguas poco menos se encontró otro alto de LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 183 los Enemigos en donde se advirtieron los Haces de Leña amarrados; los fogones que fueron encendidos é immediatam.te apagados y que los Ranchos los empesaron á parar y luego los abandonaron; También se hallaron dos sepulturas y una olla; Estas demostraciones y la de perderse totalm.te el rastro, indicaba q.e los Yndios nos habían descubierto; se hiso alto salieron los Ba-" queanos encima de los Cerros á examinar el Campo y solo se advirtió un pequeño movim.to en las Yeguas Vagualas p.r lo qual se dispuso variar el rumbo al SO. y atrabesár dando un rodeo la Cuchilla grande con dirección á la sierra del Ynfiernillo hasta embreñarnos en una quebrada donde paró la Partida saliendo d.n José Rondeau con doce Hombres y los Baqueanos á bombear el primer gajo del Tacuarembó; á puestas de sol llegó abiso de este oficial.de haber encontrado otra Parada de los Enemigos, y también descubierto los humos de sus fogones, quedando en espera de la noche p.a hacer mejor obgerbación; A las ocho llegó Rondeau dando cuenta de estar en el propio gajo la Yndiada pues havian visto los fogones; hiso el Baqueano descripción del parage, y por estar el Ganado cerca se despachó al Sarg.to Gregorio Villagra con doce Hombres á traer Carne, vino immediatam.te cenó la gente y se descansó hasta la una y media; No hubo mas suceso; la jornada fue de nuebe leguas. Orn. del 20 al 21. Saldrá el Sarg.to Villagra con dose Hombres y matará otras tantas Reses p.a la Gente, esto será luego q.e la Luna haya salido. Quando la Tropa haya cenado los oficiales encargados de los Piquetes harán un prolijo reconocim.to en las Armas, haciendo componer las Piedras, picarlas y ponerlas corr.tes y como no se deve marchar hasta las dos de la mañana descansarán todos ése rato. D.n Josef Rondeau con su Partida y el Baqueano Eugenio al tiempo de atacar Hebarán la Vanguardia, se presentarán al frente de los Toldos en ala, y echando pie á tierra romperá el fuego con toda vibesa; El Sarg.to Lorenso Portillo escogerá dies Hombres de los mejores montados y pasando con el Baq.no Cristóbal en el Paso de abajo q.e és lugar q.e he destinado p.a el acometimiento, se manifestarán por la otra parte del Arroyo á espalda de los Toldos, en lo alto de la Cuchilla p.a volear los Caballos á los q.e pretendan escapar; El Capitán D.n Felipe Cardoso con el Alferes D.n Alexandro Medrano 184 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA y treinta Hombres de la mejor Tropa cortarán el Monte en el mismo lugar donde pase Portillo, impidiendo á toda costa el q.e la Yndiada tome el Bosque de abajo; á la retaguardia de la Gente q.e me sigue hirá el Alferes de Milicias D.n Manuel Pastor, y el Ayud.te d.n Josef Pilar Martínez se mantendrá siempre á mi lado; durante la marcha tendrá este cuidado sobre q.e la Tropa no confunda la formación y q.e lleben siempre estas Divisiones el Ora. q.e se deja prebenído; El Cabo encargado de los cincuenta Caballos de respeto se acercará con ellos al Monte donde se ataca luego q.e sienta los primeros tiros, pero sin meterla en parage donde puedan originar confusión ó tomar los Yndios alguno. Qualesq.ra prebención q.e hiciese p.r el Ayud.te ó alg.a de mis ordenansas será exactam.te cumplida; si al principio del ataque necesitasen las Divisiones determinadas ser reforzadas ó noticiar alguna cosa considerable me encontrarán al frente de los Toldos donde se ha mandado acudir al Alferes Rondeau S.to S.n Blas y Huete, Día 21. Se marchó á las dos de la mañana, dadas ante las disposiciones p.a el ataque, andubimos dos leguas y m.a se sintieron ladrar los Perros de la Toldería; se hiso alto y se aguardó el dia que Aman.o cielo nublado orisontes ofuscados y densa niebla v.to ONO. fresq.to Nos aproximamos por el lado del (Monte) arroyo abajo todo lo posible á los Toldos, se hiso pausa por aguardar que la niebla se ralease, mas siendo yá las siete y media y esto no se consiguiese ni los Perros q.e nos volbieron á sentir dejasen de ladrar se hiso el ataque; se hallaron los Toldos á la otra parte del Rio y no se encontró paso abajo como se havia pensado, por lo qual se variaron las disposiciones q.e anteriorm.te estaban dadas, mandando al Alferes de Milicias D.n Man.l Pastor ocupasen la abra del Monte con quince Hombres por la parte inferior en acción de querer vadear el Rio y q.e a toda Costa impidiese el que la Yndiada tomase el otro Monte; Al Capitán D.n Felipe Cardoso se le ordenó que con los treinta Hombres desplegase en ala al frente de los Toldos y la demás gente siguió á todo correr monte arriba hasta encontrar un lugar por donde se atrabesó el Riacho; Con este movim.to la Yndiada que yá hiba de huida á pie para arriba hizo retroceso, y no pudiendo tomar el Bosque q.e defendía Pastor se presentó á pelear; LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 186 se mandó desmontar la Tropa y se lea cargo con vibeza; se fueron retirando hasta tomar un Cerrezuelo áspero q.e havia á la falda del Monte y guarecidos de los Peñascos disparaban flecha y Piedra; En este primer encuentro [hirieron] "(véase documento F ) " dos Blandengues y á otro dieron una pedrada en una mano; fue preciso perder terreno porque la mucha niebla y el humo de las Armas que por tener el viento de cara nos era mas perjudicial, impedia el obserbár los movim.tos de los contrarios y precaberse de los golpes, luego q.e raleó volbimos á cargar por segunda y tercera vez y fue menester otras tantas tratar de retirarse; al quarto ataque se mandaron ocho Hombres que por la ceja del Monte al lado de arriba trepasen el Cerro y graneasen fuego; assi lo executaron matando tres de los Flecheros, que visto de los demás tomaron el Monte, intentando atacar por dos veces á Pastor y Cardoso quienes los contubieron con un vibo fuego; se hiso pausa hasta q.e se quitó la Niebla que se mandó entrar el Monte, donde peleaban los Yndios disparando Flecha y Piedra, murieron todos sin quererse rendir alguno, pues quatro que se apresaron se sacaron de entre las rescuas donde estaban escondidos; aquí hirieron grabemente un Cabo; se sacaron las Chinas y Criaturas, concluiendose todo á las once y media de la mañana; se quemaron los treinta y seis Toldos se contaron los Prisoneros se encontraron cincuenta y dos entre Hombres, Mugeres, Muchachos y Niños, y se les puso una custodia de treinta Hombres á cargo del Sargento Josef Mirabal; se recogieron treinta y tres Animales q.e tenían entre Yeguas, Caballos, y Potrillos, y nos pusimos en marcha llebandolos á pié y haviendo andado como dos leguas dimos alto al pie de la Cuchilla grande en una Ysla á las dos y tres quartos porq.e el tiempo amenazaba. A las quatro se llamó el v.to al SO. y haviendose toldado la Atmósfera empesó á tronar y Ilober: Luego se cambió al N. y al poco rato cesó la agua; La jornada de este dia en hida y buelta fue de cinco leguas. Orn. del 21 al 22. La Prebención mantendrá cinco Centinelas una á cada Estaca de las en que se aseguran los Prisioneros y la otra en el Centro; hasta media noche vigilará el Cabo y de media noche al dia el Sarg.to, procurarán evitar que haya torpesa con las Chinas. Toda la Caball.a se soltará dejándola comer á satisfacción, atando solo de los tomados á los Charrúas p.a 186 EDUARDO F. AGOSTA Y LARA recoger. No se nombrará oficial p.a la Prevención pues el Campo se halla sin Enemigos. Como se debe marchar apenas amanesca se arrimarán los Caballos y se tomarán Veinte y quatro p.a Jos Varones y Mugeres llevando cada Soldado un Muchacho á las ancas ; La Gua. de Prev.on hirá delante de la Colubna y la Partida Explorad.a con los Baqueanos p.a recorrer al frente y los Costados, los parages donde haya ganado. S.to Santiago y Compostela. Dia 22. Aman.o cielo y orisontes carg.os v.to SSO. fresquito; En la noche hubo el mismo vi.to y loa orisontes se advirtieron en igual conformidad, no acaeció cosa alguna. Al aclarar se tomó Caballo p.a los Varones y Mugeres Prision.s y los Muchachos los tomó la Tropa á las ancas; se empreendió la marcha hta. las tres de la tarde q.e se hiso alto á la Costa del Arroyo de la orqueta; Se mandaron cinq.ta Hombres á matar Carne del Ganado q.e estaba á la vista, y venidos estos continuamos hta. el Campamento donde llegamos yá puesto el Sol; se halló al Teniente D.n Ambrosio Velasco Com.te de la 2* Partida exploradora q.e también havia llegado este dia á la una, quien en sus reconocim.tos no advirtió cosa. El Sargento Antonio Casas encargado de la Cabalha dió parte haber desertado tres Milicianos ayer llebandose las Armas y Municiones, robándose algunos Caballos y ropa de los Compañeros; se campó la Tropa y se aseguraron los Prisión.os sin mas acontecido. La jornada fue de dies leguas. Anoch.o cielo y oris.tes toldados v.to S. floxo". [12]. Y con éstas tres operaciones que dejamos narradas, Pacheco dió fin a la primera etapa de su cometido. Quedaban libradas de malones las tierras comprendidas entre el rio Uruguay, el Yacuy, el Arerunguá, el Salsipuedes y el rio Negro. Pero los planes de Aviles no seguirían adelante. Entre marzo y junio de 1801 se desarrolló una nueva guerra con Portugal, cuyos resultados fueron el avance de Borges do Canto sobre las Misiones, la consecuente pérdida de la población de Batoví, fundada por Azara, y la interrupción de los trabajos de Pacheco, a quién se ordenó marchar con todas sus tropas a defender la frontera española en Santa Tecla (1B). Llevando las de perder en los campos europeos, Portugal gestio(19) En marcha para Santa Tecla, Pacheco logró batir una vez mas a los charrúas, de lo que da cuenta al virrey del Pino en carta del 20 de agosto de 1801. (véase el documento H). LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 187 nó y obtuvo una paz decorosa, firmándose el tratado respectivo en Badajoz, el 6 de Junio del año en curso. Lamentablemente el virrey Joaquín del Pino, sucesor de Avilé» (20), fue omiso en exigir la inmediata devolución de los territorios usurpados, optando por iniciar una tardía gestión diplomática de la que nada se logró. Y perdimos con ésto los campos de Yaguarón y Misiones, como anteriormente habíamos perdido los de Rio Grande. [8 Vol. 2 pg. 358], [Ipg. XLIV]. Sólo nos resta agregar que, de no producirse la guerra con Portugal, se hubiera realizado otra batida contra los charrúas en las inmediaciones de "Tres Cruces", (21) simultánea a la de Pacheco, y a cargo de un centenar de blandengues, bajo las órdenes de José Artigas. Así lo habían dispuesto Aviles y Sobremonte, atendiendo al pedido de un grupo de hacendados de tierra adentro. [1 pg. 238 a 242]. DOCUMENTOS A) Carta de Agustín Arenas al virrey Arredondo, dándole sugerencias para la formación de un cuerpo de caballería, que podrá llamarse de "Blandengues". Paso del Rey, agosto 2U de 1791. B) Carta de Francisco Bermudez al marqués de Aviles, relativa al nombramiento de Juan Ventura Ifrán como práctico de los campos, y experto en la guerra contra los infieles. Yapeyú, julio 18 de 1799. C) Carta de Bermudez a Avüés, anunciándole el envió de muestras de flechas tomadas a los infieles. Yapeyú, setiembre 18 de 1799. D) Seis cartas de Pacheco al virrey Aviles, relativas a hostilidades de los charrúas, incluidas notas de Manuel Garda, Francisco Zenturión y Joaquín Nuñez de Prates. Concepción del Uruguay, noviembre 5, 8 y 12 de 1799; Paysandú, abril 11 y 23 de 1800; Quegicay, mayo 28 del mismo. (20) En mayo, el marqués de Aviles había abandonado el Virreynato del Rio de Plata para hacerse cargo del de Perú, con asiento en Lima. (21) Tres Cruces, cuchilla y arroyo en el departamento de Tacuarembó. 188 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA E) Carta de José Lucas de Castromau, o Castromanf al virrey Aviles, sobre un malón charrúa en el partido de las Flores y arroyo Malo. Arroyo de las Flores, octubre 27 de 1800. F) Parte de Pacheco a Aviles, relativo a los tres combates sostenidos con los charrúas en oportunidad de la fundación de Belén. Yacuy, junio 2J+ de 1801. G) Carta de Pacheco a Aviles, anunciándole el envió del charrúa Juan Manuel y del mulato Lucas Barrera. Concepción del Uruguay, marzo 2A de 1800. Declaraciones de Juan Manuel Guerrero, Mariano Godoy, Francisca Elena Correa y María Isabel Franco, en la causa seguida a los anteriores por orden de AvÜés. H) Parte de Pacheco al virrey del Pino, haciéndole saber que en marcha para Santa Tecla ha realizado nueva batida contra los charrúas. Batoví Chico, agosto 20 de 1801. I) Memorial de José Artigas al Rey, enumerándole los servicios prestados hasta la fecha. Montevideo, octubre 24 de 1803. Documento A. [13] "Eimo. Señor. Deseoso de llenar 1&B juBtas ideas de V. E. en el desempeño de la Comisión, que se há dignado conferirme del celo, y mando de estas Campañas, tengo, representado, que al efecto de exterminar los muchos, y diferentes excesos, que en ella Be cometen, no es a proposito la Tropa de Infantería: Este conocimiento lo veo cada día confirmado p.r la experiencia, con harto dolor mió, porque el crecido numero de hombres, que en varias, y grandes quadrillas vagan por los Campos en sus clandestinas, y perniciosas ocupaciones, como que es gente endurecida, acostumbrada á las inclemencias, connaturalizada ya con ellas, diestra, é Infatigable á cavallo, y llena de conocimiento de IOB campos, solo puede ser castigada, y contenida p.r Partidas compuestas de hombres en quienes concurran Iguales circunstancias, pero como ninguna de estas se encuentra en la Tropa de Infantería, consiguen burlarse de ella, continuando en sus desordenes, fiados en su dureza, y en que ninguna tienen aquellos q.e BOU destinados para contener BUS excesos; de suerte que solo una repentina, y dificultosa sorpresa puede dar esperanza de que alguna rara vez lleguen á ser arrestados algunos de estos hombreB. Para evitar estos incombenientes, y atajar de raiz todo desorden no hallo otro medio Señor Exmo, mas q.e el de asa- LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 189 lariar cinquenta hombres de Campo de aquellos mismos, que endurecidos en los travajos, que ofrecen las inclemencias de él, se hagan respetar de los faeneros clandestinos, de los extractores de ganados para el extrangero, de los Ladrones, ContravandUtas etc. podran llamarse Blandengues, Berrlrán en BUS cavallos, y deveran tener un Armero también asalariado, que componga las armas augetaa continuamente a muchas roturaB en laB diferentes rodadas, 7 disparadas. El modo de costear los Sueldos de la rartida sin el menor perjuicio del Real Erario, ningún desorden de la Campaña, 7 sin gravamen del Vecindario, Comunidades, ó Personas, a quieneB correspondan aquellos ganados que deven guardar 7 custodiar los dhos Blandengues lo comprehende mejor que nadie la alta penetración de V. E. p.r lo qual, 7 porque á mi solo toca pedir los auxilios necesarios para el desempeño de mi comisión, ¿ esto solo ciño mi representación para que con vista de ella disponga V. E. la q.e fuere de su superior agrado. Nro. S.or gue. la Importante vida de V. E. m.s años Paso del Rey 24 de Agosto de 1791. ( « ) . Ex.mo Sefior Agustín de Arenas (rubricado) Ex.mo S.or D.n Nicolás de Arredondo". Documento B. [14] "Exmo. Señor En Obedecimiento del Superior oficio de V. E. de 7 de Junio ultimo en el que me previene le Ynforme para determinar con el correspondiente conocimiento sobre la propuesta que dirigió á esa Superioridad este Corregidor, Cavildo, 7 Administrador, apoyada por mi antecesor, para que D.n Juan Bentura Ysfrán permanesca en este Departamento, (23) como practico de BUS Campos, y perito en dirigir con acierto las acciones de ofensa, y defensa contra los Ynfieles, de que se necesita especialmente en las Baquerias, contribuyéndole por este servicio Cinquenta pesos Annuales por cada uno de los quatro Pueblos del mismo Departamento, expondrá: que ezcigiendo la situación de estos Pueblos Fronterisos mantener un Cuerpo de Gente armada al mando de un Español de conocido balor, que pueda oponerse a las frequentes tentatibas y barbaras irrupciones q.e los Ynfleles Charrúas y Minuanes hazen en estas Estancias, proteger las Baquerias y aprender los malechores que se Introduzcan en estas Campañas: hallo el mas a propocito para este encargo al dho Ysfrán, por su valor, ser practico de estos Campos, y diestro en guerrear con dhos Yn(22) Otros documentos, contemporáneos al que publicamos, nos permiten identificar éste "Paso del Rey" como el existente sobre el rio TI, no lejos de la desembocadura del arroyo Illescas. (23) Vése capítulo anterior, documento G. 190 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA fieles: bajo este concepto, y para el mejor servicio, se le destinarán Diez Naturales Boluntarios de cada Pueblo de este Departamento surtidos de Armas de Fuego y Lanzas, y quatro Caballos por persona. Deverá recidir precisamente este Cuerpo Armado en la Estancia da S.n Miguel de eBte Pueblo; Tanto por ser una de las mas expuestas a la inbacion (como lo acredita haver sido atacada dos vezes en el mes anterior, por los charrúas) quanto por la mejor proporción que facilita de las mas prontas salidas a los obgetós Indicados. La contribución de cinquenta pesos annuales por cada Pueblo para el sueldo de dho Ysfrán es suficiente reconpensa á su Trabajo: Es quanto debo exponer a V. E. en honor de la verdad y cumplimiento de mi obligación. Dios gue. á V. E. m.s a.s Yapeyú 18 de Julio de 1799. Pran.co Bermud.z (rubricado) Eimo. Señor Márquez de Ahiles". Documento C [14] "Eimo. Señor Posteriormente al parte que doy á V. E. de la Expedición que se dirigió al desalojo de los Yníieles, que estaban acampados en estas inmediaciones, me entregó el comand.te de la Partida, que destiné á esta enpresa las flechas, que les quitó: de las que me há parecido oportuno remitir á V. E. como lo ago una de cada claBe, para que esté Impuesto de las Armas de que se sirven en sus Crueles y barbaras irrupciones estos ferozes Enemigos, que tienen consterLados e intimidados eBtos Naturales. ( 24 ). Dios gue & V. E. m.s a.s Yapeyú 18 de septiembre de 1799. Exmo. Señor Pran.co Bermudez (rubricado) Exmo. Señor Virrey Márquez de Ahiles". (dice al margen) "Remitiendo dos Flechas de las que Be quitaron a los Charrúas por una Partida de estos Naturales". Documento D. [10] "Exmo. Señor Desde mi llegada á este Pueblo he oydo referir siete Imbaciones echas por los Indios Charrúas, y Minuanes en las Estancias del Herbidero, Co(24) No tenemos noticia de la "Expedición" de que habla Bermudez, y presumimos que Be trate de alguna operación de poca monta. En cuanto a la denominación de "Naturales", es la que usualmente se daba a los tapes de los Pueblos. LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 191 rrallto, y Bacaquá con robos de Caballos, muertes, y Cautiberio de varias personas de ambos sezsos; coa esta fecha me avisa d.n Pedro Manuel García lo que V. E. advertirá por la adjunta carta original que reverente á V. E. incluyo, á fin de que se sirba determinar lo que fuere de su Superior agrado; Yo podría hacerles algún ataque con el auxilio que ofrece voluntariamente el Vecindario, pero para executarlo necesito el que V. E. ni» lo ordene. Nuestro S.or gue la importantísima vida de V. E. muc.s años. Villa de la Concepción del Uruguay 5 de Noviembre de 1799 Exmo. Señor Jorge pacheco (rubricado) Exmo. S.or Márquez de Ahiles". "MUÍ señor mió: el 22 del próximo pasado a la ora de la siesta, han rodeado los Indios Charrúas mi Estancia del Rincón de Ytacabó, y se defendieron de ellos sinco peones q.e en ella tenia, con dos armas de fuego, pero no pudiéndolos resistir a cauBa de ser mucho el numero de IndloB armados, no les fue posible el que pudiesen defender el que se Uebasen la Caballada en numero de sinq.ta con dos manadas manzas, p.r lo que luego q.e me dieron parte de lo acahecido, mandé, ymediatam.te quarenta y ocho con algunos redomones. Por parte que ayer recibí de un sarg.to de Milicias llamado Joseí Gregorio de Villagrán q.e está vezino, me ha remitido la desagradable noticia de q.e él 31 del mismo, bolbleron los indios en gran numero, y q.e estos mataron a mi Capataz y a dos Peones, escapando de esta refriega uno de ellos mui mal herido; quemaron los ranchos, y se Uebaron todo q.to alli havia; Asimismo se me avisa de que a otro vezino de más afuera de mi población, no pareze con su peón, siendo regular el que también a este le hubiesen quitado la Vida. El Chasquero quando saltó de casa del Sargento, habisto q.e hiba llegando toda la Indiada a dha Población, siendo regular el que también a estos los maten y roben; todo lo qual participo a V. M. p.a su inteligencia y gobierno, y p.a que con su Partida haga lo más laborable, y ponga remedio, a un desorden tan grande, q.e yo con esta misma fecha, doy parte al Exmo. Señor Virrey de todo lo acahócido, y q.e a V. M. también se lo hago pres.te. Nuestro Señor gue a V. M. m.s años, Vera del Rio Negro 3 de Nob.re de 1799. Pedro Maní Garda (rubricado) S.or Caplt.n D.n Jorge Pacheco". "Exmo. Señor Con esta techa recibo nuevas noticias sobre las Irrupciones de los Indios Infieles las quales adjunto originales a V. E. Estas me obligan trasladarme á la otra parte del Rio Uruguay para cubrir la Caballada de 192 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA mi partida q.e se halla mui expuesta ó ser despojo de loe enemigos, en aquel punto aguardo los Superiores dispuestos de V. E. que desempeñare coa arreglo. Nuestro señor gue la importantísima vida de V. E. muc.s años. Villa de la Concepc.on del Uruguay y Nov.re 8 de 1799. Bxmo. Señor Jorge Pacheco (rubricado) Exmo. S.or Márquez de Abiles". "Acara de llegar a éste Establecim.to el Sarg.to de Milicias Gregorio Villagra de la Compañía del Cap.n de Milicias D.n Pedro Manuel García, q.e se halla poblado én él rincón nombrado Ytacabó con la noticia, que él día primero del Corr.te como á las ocho de la mañana, dieron en su casa los Infieles Charrúas unidos con los Mlnuanes, en numero crecido como de cuatro cientos Indios, y deBpués de una, larga defensa q.e hizo con seis compañeros guardando su casa, y la cavallada q.e la tenían en él Corral oerretiraron los Infieles, á cerca de puestas de sol, dejando heridos á IOB defensores, y llevándole toda la cavallada por un portillo q.e abrieron al corral; Igualm.te da relación de cosa cierta, Q.e él día anterior ábansaron los Infieles, la estancia del referido Cap.n Garda, en donde le mataron ¿1 Capataz y dos peones, y haviendo cargado con todo él botin y cavallada incendiaron las casas. Que no save lo q.e haya sucedido én las demás Estancias, pero q.e presume haya sido en gral él estrago, por q.e los Indios andubieron tres días, corriendo las Estancias de aquellas sercanias, y advirtió q.e llevaran tres trosos de crecido n.o de cavallada; cuya noticia me ha parecido comv.te comunicársela & V. m. á fin de q.e tome las providencias de guardar la cavallada de su servicio q.e Be halla én éste Establecim.to y otras probidencias q.e combengan, para él resguardo de éste Vecindario. Dios gue. á Vmd. m.e a.s. Paisandú 4 de Kobre de 1799. Josef Pran.co Zenturion (rubricado) S.or Cap.n D.n Jorge Pacheco". "Exmo. Señor Las novedades de Indios de que he dado parte á V. E. llamaron mi atención al Rincón de San Francisco donde tengo la Caballada, alli me han informado que cinquenta ombres entre vecinos y peones han dispuesto BU Expedición contra los Infieles, emprendida ya vajo la dirección de un Portugués llamado Manuel Antonio Rodríguez, y como este corto numero de gente, sin dlslplina ni orden y mal armados me hacen creer algún ca- LA G U E R R A D E LOS C H A R R Ú A S 193 lastróle, lo pongo en noticia de V. E. a fin se Birva determinar lo que fuere de BU Superior Agrado, pues de conocer en mi autoridad para contenerlo, en modo alguno les habría permitido una salida en que loa considero victimas de aquéllos Varbaros. Nuestro S.or gue la importantísima vida de V. E. muc.s a.s. Villa de la Concepc.on del Uruguay y Nov.re 12 de 1799. Eimo. Señor Jorge Pacheco (rubricado) Exmo. S.or Márquez de Abilez". "Eimo. Señor Por el adjunto oficio que en fha tres del que luce me pasó d.n Juaquin Nuñez Prates, se Ympondrá V. E. en la continuasion de Yrrupcíonea efectuadas por los Ynfieles Charrúas y Minuanes: He tomado la Providencia de reunir algún becindario para contenerles con la fuerza, por si repiten como ofrecieron su ostilidad en las próximas Pasquas, pues mi desmembrada Partida se halla empleada en otras ocupaciones dlrijidas al plantel de Poblaciones, las qualea abrebiadaq será el único remedio de tan crecidos desordenes. Nro. señor gue. la importantísima vida de V. E. m.s a.s Puerto de Paysandú y abril 11 de 1800. Exmo. Señor Jorge Pacheco (rubricado) Exmo. S.or Márquez de Abiles". "Acabo de recibir en una misma ora como las cuatro de la tarde, oy ciia de la fecha dos avízos, que acaban de retirarse como cosa de Duzientos Indios en Fieles del Arroyo del Guayabo que ay de diatanzia a ese Eatablezim.to Sobre dos Leguas: Cuentan los que me dan la Noticia que acaban de enterrar a un Gallego por nonbre Andrés Bezino de S.to Domingo Soriano: Gerno de un Portugués que lo nonbran p.or Gerónimo Ñato: y la Cavallada de Los Bustillos: y dos Cavallos que se an encontrado ymediato a mi rodeo muy maltratados y devocados: y me dízen que ynoran de lo que pueden aver echo dhos Enfieles mas adelante: en Virtud de esta Noticia, me és indispensable dezar de dar parte a vmd. para q.e disponga lo que aliare por mas Conbeniente: Nro. S.or Guarde a vmd. m.s a.s. Vacaquan Costa del Queguay Gran.da Abril 3 de 1800. Juaq.n Ñoñez de Prates (rubricado) S.or Comand.te D.n Gorge Pacheco". 194 EDUARDO F. ACOSTA Y L.AR.A "Eimo. Señor L>as Muertes, cautiberio, y robos q.e continuamente experimenta este Vecindario de los Indios Infieles, promobieron la disposición de acopiar una partida para reprimirlos como abisé á V. E. por Oficio de 11 en el que corre, cuio mando encargué al Teniente de Blandengues D.n Pedro Maciel, quien no manejo su comicion con la debida pericia por que los enemigos entraron, saquearon las estancias, llebaron treB cautibos, é hicieron sinco aaecinatos todo en el dia 14 segundo de Pascua como abian ofrecido; tales prosederes me obligaron oy (aprobechan.do el tiempo que tardan las resoluciones de V. £. sobre la creación de nuebos Pueblos) á hacerme á la campaña por recoger laB haciendas robadas, rescatar del cautiberlo aquellos ynfelicea, y escarmentar la ynsolencia con que repiten sus obstilidades, llebando siempre presente la superior disposición de V. E. sobre precaber en lo posible el derramamiento de Sangre. Nro. S.or gue la ymportante vida de V. E. m.s a.s. Paisandú y Abril 23 de 1800. Exmo. Señor Jorge Pacheco (rubricado) Exmo. Sor. Márquez de Avüéz". "Exmo. Señor Hoy regreso de la salida contra los Indios Infieles que abisé á V. E. por Oficio de 23 en el p.o p.o Abril, a los quales di alcanze en los ríos Yacui y Palma— sola sorprehendiendo dos Tolderías sin poder conseguir por mu i bibas diligencias que practiqué se quisiese rendir alguno. Omití el Jugar las Armas llebando presente las piadosas maxsimas de V. E. que miran con horror la efusión de humana sangre, pues á no mediar tan justo reparo habría sido fácil el total exterminio de l.os citados atoldamtentos, en un rehencuentro con mis batidoras Partidas murió el Supremo caudillo de los enemigos D.n Ignacio el Gordo con dos mas de sus parciales, no tu be mas desgracia que un paisano herido de estocada en el honbro izquierdo quien se halla ya mejorado, recogí quatro Indias con dos criaturas, un cautibo cristiano, y trescientos ochenta y seis caballos del vecindario, retirándome con la celeridad que V. E. advertirá porq.e me prometo cahigan en las celadas que he puesto a las margenes de este rio pues no pudiendo ellos pasar sin caballada es regular bengan a egecutar nuebos robos en los poblados de BUS ynmediaciones como tienen de costunbre. y cargados de mi caballería en campo razo, distante de los bosquez, mirándose a pie como an quedado es Yndispensable se rindan. No ban mas de tres Chinas de las apresadas por que conbino a la idea de mi proyecto el usar con la otra de un malicioso descuido p.a que escapada impusiese a los sulos el rumbo de la partida, que luego bariado me ha colocado en las enboscadas de que trato arriba; Las citadas prisio- LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 195 neraa pondrá á la Superior disposición de V. E. el cabo Joaef Lámela, La yrresolucion de mis operaciones que dirigiré al escarmiento de estos Barbaros consiste en que los emisarios despachados por V. E. con propocisiones pacificas, (-3) baun no han concluido su comisión, si aquellos desestiman las beneficiosas Clemencias de V. E. protezto que ynmediatamente les habré echo sentir el brazo poderoso de la justicia, todo en la conformidad que V. E. me tiene ordenado. Nro. Sor. gue la Importantissima vida de V. E. m.3 a.s. Enboscada del Ytacabó en el Rio Queguai 28 de Maio de 1800. Exmo. Señor Jorge Pacheco í1 rubricado; Exmo. Sor. Marqués de Abiles". Documento E. [15] "Exmo. Señor El dia Viernes 24 de Oct.bre a la ora del mediodía han avanzado los Indios Charrúa y Minuanes á la mayor parte de las Estancias situadas én bl Partido de las Flores, y Arroyo Malo, en las quales han quemado la .Mayor parte de las poblaciones, y han muerto a varios que impensadamente los han sorprendidos, igualmente han robado toda la Caballada, y otros animales, llebandose al mismo tpo. alg.nos prisioneros, y entre ellos las mugeres de los infelizes que han muerto, de modo que los muí pocos que han tenido la fortuna de refugiarse en los Montes y los que en iguales términos se patrocinaron de mí casa p.r saber el que yo tengo algunas armas de fuego p.a el cumpllm.to de mi obligación, son los únicos q.e han quedado, y estos mismos me han suplicado p.a que a nombre de todos, hiciese presente á V. Ex,a las referidas desgracias, y ver si por éste Medio, les proporciona la Vegnina Proctecion de V. Ex.a alguna tranquilidad, pues de lo contrario dicen, les sera forzozo de Verse en el compromiso de avandonar sus pobres haciendas. Yo por mi parte los tengo énteram.te animados, y firmem.te persuadidos á que la notoria Caridad de V. Ex.a les franqueará los mas oportunos auxilios de una solida tranquilidad a todos los avitantes de estas Campañas. Dios Gue. a V. Ex.a felizm.te m.s a.s Partido del Arroyo de las Flores 27 de Oct.bre de 1800. José Lucas de Castromau (rubricado) Exmo. Señor Marqués de Abilés". (leemos en la carpeta) "He recibido el oficio de V. M. de 27 de Oct.re ult.o en que me (25) Evidentemente, Pacheco se refiere a la misión Ifrán. 196 EDUARDO F. ACOSTA Y LARA participa la imbasion q.e acababan de cometer los Infieles Charrúas y Minuanes en ese Partido de las Flores y en el arroyo Malo, y solicita provid, as p.a asegurar la tranquilidad de loe avitantes de ellos, como único medio de que no los despueblen y abandonen sus baz.das. Y teniendo ya dispuesta al efecto una expedición al mando del Cap.n de Blandengues de Montev.o d.n Jorge Pacheco, á la que pueden agregarse los Individuos que además de los nombrados como Milicianos quieran servir en ella por el común interés y el particular de sus Personas y Pamillas lo prevengo á V. M. en Resp.ta Nov.re 10/800 Ad.n Jph Lucas de Castro Mau". Documento F. [16] "Exmo. Señor Immedlatamente que reciví doscientos ochenta y tres caballos que me remitió el Teniente Gov.or del Departam.to de Yapeyú auxilio de q.e carecía, me hice á la Campaña el 23 del ultimo Abril con animo de batir los ínfleles Charrúas, y hacer una recogida de Ganado p.a el abasto de mi Expedición; El veinte y nuebe á las once de la noche hallándome en el Potrero de la barra del Ararunguá me dieron parte las Abajadas de que en el Paso de las Carretas se sentían voces y arrear Animales; en aquella misma bora segui con Ciento diez Hombres poniéndome antes en el rastro, y en la Costa del Arapey grande, lugar q.e llaman de las Tropas adbertf la Animalada parada; A las tres de la mañana desmonté setenta, con los quales marché pie á tierra Introduciéndolos por la Costa del Monte, y los quarenta restantes degé á Caballo á ias ordenes del Teniente de Milicias D.n Ambrosio Velasco, a quién encargué dirigiese el ataque por el fronte con aquella Gente montada luego q.e aclarase, como se verificó encontrando al Cacique Zurdo, hijo del Finado D.n Ygnacio el Gordo que con tres mas se havian apartada de otros veinte y quatro, viniendo de imbadir las Estancias desde el Queguay, hasta la Costa de S.n Fran.co; aunque se vieron cercados no trataron de rendirse por repetidas instancias que á esta fin les hice, me hirieron al dho Ten.te Velasco y otro Soldó cojvsus Flechas, pero murieron, les represé quarenta y siete Caballos, Redomones, y Potros, treinta Yeguas, y Biete Muías con un cautibo Muchacho ' de catorce & quince años Hijo de Juan Benavides Poblado entre los arroyos Capilla y Bacacuá; hubo á más la desgracia de caer en tierra un Blandengue y haviéndosele bido el tiro rompió á otro de su clase una pierna por cerca del Tovillo, cuya fractura a los pocos dias le originó la Muerte. Retirado el 30 al parage de mi Campam.to encontré la noticia que daba el Alférez D.n Josef Rondeau Comand.te de la Partida Exploradora de haber descubierto Infieles en el Corral de Sopas, aguardé la noche p.a unirme al expresado Rondeau, llevando ciento veinte Hombres, luego q.e lo conseguí me aproximé á los Enemigos, y aunque intenté varias veces examinar BU LA GUERRA DE LOS CHARRÚAS 197 situación, siempre los hallé vigilantes, no obstante variando las disposiciones que yá tenia dadas para Introducir Gente por el Bosque, resolví atacarlos de frente a las seis de la mañana 1* de Mayo, partiendo mi CoIubna en dos trozos, y encargando el de la Izquierda al Capitán D.n Felipe Cardoso, dirigí el de la derecha; El terreno que ocupaban los Enemigos no nos preparó modo de sorprenderlos, tublmos que correr tres quartos de legua largos para llegar al ataque siempre á su vista; asa! hubieron tiempo de meter no sólo las Familias sino aun sus trastes en lo espeso del Monte, aguardándonos al frente de los Toldos, y llegando á ellos nos cargaron con toda intrepidez, tirando algunos tiros de Fósil, y despachando densa nube de Flechas y Piedras, desmontando la Gente los contube por medio de un actibo fuego, quanto cayeron dos, desampararon el Puesto y se ocultaron en el Bosque, hice juntar las Caballadas, formé la Tropa, y me mantúbe en inacción dando tiempo á que si havia otras Tolderías por las immediaciones, y cargasen en socorro de estos, me encontrasen en disposición de batirlos sin confusión; desengañado yá por haber pasado mas de dos horas introduge ai Alférez D.n Josef Rondeau en el Monte con cincuenta Hombres de los mejores tiradores y la orden de que saliendo repentinam.te sobre los Enemigos que estaban á la otra parte del Rio les cargase con Ímpetu; Este oficial correspondió a las confianzas que me merece pues lo hizo con tal vigor que les obligó á desamparar la Costa y Salir á la Cuchilla; To q.e solo aguardaba este momento caigo sobre ellos á Caballo, y tomados en medio los acabamos sin quererse rendir mas de siete Jobenes; Finalizada esta acción Be encontraron muertos en el Campo treinta y siete Hombres y dos Mugeres, entre ellos el Cazlque Juan Blanco da los Charrúas y el de los Minuanes Zara, luego me metf con la Tropa á registrar la Montaña, de donde saqué la Cautiba María Isabel Franco y otros dos Muchachos q.e gemían la misma suerte, también recogí trece chinas, y once criaturas, se apresaron trescientos Caballos y veinte y siete Yeguas todos inútiles, lo qual hice conducir á este Quartel con cincuenta Hombres, quedándome en la Campaña siempre en observación de los enemigos; Restituida aquella custodia, emprendí mi marcha al Potrero Grande del Ararunguá, lugar que havía destinado á mis Espías p.a que me advirtiesen qualesquiera novedad q.e notasen; El 18 en la tarde tomé rastro de Indiada á. pié y á Caballo en el Paso q.e llaman de Vera, el qual seguí el dia 19 y á la una y media que di alto en dho. Potrero Grande, yá encontré la primera Partida Exploradora con la misma novedad de la huella que yó trahla; Inmediatam.te monté nobenta y dos Hombres en los mejores caballos continuando siempre sobre los Pasos de los Infieles, á la hora di en la Pascana que havian echo dos noches antes, andando siempre hasta anochecer que hice alto por no perder la senda que me guiaba; El 20 proseguí y a las diez y media totalmente perdí los rastros pero a pesar de esto mandé á la Colubna dar un rodeo y atrabesár la Cuchilla Grande hasta caer en la Sierra del Ynfiernillo; A las doce me embreñó en una quebrada de esta, y despaché al Alférez Rou-