Nicaragua: Triunfo de la Democracia o de la Guerra de Baja

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posiciones extremas y alejando
cada día más el deseo de
reconciliación nacional.
Para comprender mejor la
complejidad de la presente
coyuntura, es necesario hacer un
recuento histórico de los
principales hechos vinculados al
devenir nicaragüense.
1933-1979: Intervencionismo y
dictadura somocista
Sección: Política
Mundial
Nicaragua:
Triunfo de la
Democracia o de
la Guerra de
Baja Intensidad
José Luis Ramírez León*
Alejandro Valencia Villa**
* Investigador del Centro de Estudios
Internacionales de la Universidad de los Andes.
** Investigador del Centro de Estudios
Internacionales de la Universidad de los Andes.
"El domingo pasado no hubo
en Nicaragua una victoria de la
democracia. La victoria fue de
la violencia y la lección fue la
de que la violencia es
provechosa. Tras más de una
década
de
haber
sido
desangrados por un enemigo
poderoso e implacable -Estados
Unidos- la mayoría de los
nicaragüenses escogieron el
realismo, por encima del
nacionalismo y dijeron basta".
Alexander
Cockburn,
"En
Nicaragua ganó el terrorismo y
no la democracia", The Wall
Street Journal.
Nicaragua está atravesando en
la actualidad por un difícil
momento, luego de la transición
democrática que siguió al
triunfo de la Unión Nacional
Opositora -UNO-, en las pasadas
elecciones del mes de febrero. La
nueva presidenta, Violeta de
Chamorro, se enfrenta así a
una serie de dilemas de tipo
político y económico que deben
ser resueltos a corto y mediano
plazo,
como
condición
indispensable para dar al
gobierno
la
estabilidad
institucional que necesita. De
otra forma, Nicaragua puede
debatirse nuevamente entre la
rivalidad de fuerzas polarizadas
que impidan llevar a cabo los
urgentes
e
inaplazables
cambios, agudizando así las
Para este período, es
necesario
comenzar
por
considerar el antecedente de las
intervenciones militares llevadas
a cabo por Estados Unidos en
Nicaragua, hasta los años
treinta. En este sentido, se debe
anotar que "a diferencia de otros
países centroamericanos, donde
la intervención del poder
hegemónico se daba gracias a
intereses
básicamente
económicos, la intervención en
Nicaragua
obedeció
básicamente
a
intereses
geopolíticos dada la situación
estratégica
del
país
y
especialmente debido a su
condición
canalera"1.
No
obstante, en el período anterior
a 1933, los Estados Unidos
pudieron "ejercer en forma
monopólica,
o
cuasi
monopólica, su dominación
económica"2. De esta forma la
injerencia norteamericana sobre
el país centroamericano venía
desde mucho tiempo atrás e iba
a marcar los acontecimientos
futuros en forma determinante.
En 1933 se da el retiro de las
tropas de ocupación, y en 1934
1. Ana María Bejarano, "Nicaragua
1945-1986", Documento de Trabajo, Pág. 1.
Bogotá, 1986.
2. Amaru
Barahona
Portocarrero,
"Breve
estudio
sobre
la
historia
contemporánea de Nicaragua", en América
Latina: Historia de medio siglo, Tomo
I I , Pág '382. Instituto de Investigaciones
Sociales de la UNAM. México, 1984.
es asesinado Augusto César
Sandino,
instaurándose
un
régimen
dictatorial
pronorteamericano, que tendrá
su consolidación final en 1937,
cuando el jefe de la Guardia
Nacional, Anastasio Somoza
García, asume el poder mediante
un golpe de Estado. De ahí en
adelante Nicaragua se convierte
en "amigo" incondicional de
Estados
Unidos,
con
la
consecuente corrupción de la
familia Somoza, en el poder, y
un sustento económico basado
en la producción esencialmente
cafetalera. Para los años
cincuenta se da una considerable
expansión
económica
con
diversificación de productos, en
especial hacia el algodón, la
caña de azúcar y la ganadería.
Pero "en este país, como en el
resto de Centroamérica, el
modelo
de
crecimiento
económico adoptó un carácter
concentrador y exclúyeme (...)
la familia Somoza se convirtió
durante la década de los
cincuenta en el primer grupo
empresarial de Centroamérica,
con la peculiaridad de haber sido
construido a través del aparato
estatal, de las políticas públicas,
de la ayuda internacional y de la
explotación de los trabajadores
nicaragüenses"3. Luego del
asesinato del dictador, lo sucede
Luis Somoza, y a la muerte de
este (1967) llega al poder
Anastasio Somoza Debayle,
quien continuó el manejo de los
asuntos del país dentro de un
claro esquema de perpetuación
de lo iniciado por su padre.
"Tacho" Somoza sustentó su
poder en el mantenimiento del
control sobre la Guardia
Nacional, de la que fue jefe
hasta su ascenso a la presidencia,
y al mismo tiempo en el dominio
económico derivado de la
posesión de los mayores
monopolios del país.
3. Ana María Bejarano, Op. Cit. Pág. 2.
Pero el descontento generado
por el despótico manejo que la
familia gobernante le dio al
Estado, la injusta situación social
que afectaba a la inmensa
mayoría de la población
nicaragüense, y los desmanes
cometidos por la Guardia
Nacional,
llevaron
a
la
conformación
de
grupos
armados opositores, en especial
luego de la experiencia cubana.
"EL FSLN -Frente Sandinista de
Liberación
Nacional,
movimiento surgido a comienzos
de la década del 60, bajo la
influencia inmediata de la
primera época de la revolución
cubana, ha estado compuesto,
desde
sus
inicios,
por
representantes radicalizados de
las capas medias urbanas"4. En
esencia las reivindicaciones del
Frente Sandinista, van a ser de
carácter
eminentemente
nacionalista y anti-imperialista.
Para comienzos de los setenta,
se presentó un hecho de
indudable trascendencia para
este país. En 1972 un terremoto
destruyó
gran
parte
de
Managua
y
la
ayuda
internacional, que se brindó con
el ánimo de reconstruir la
capital, fue aprovechada por el
dictador para su beneficio
personal. Este hecho genera una
gran reacción popular, que sería
reprimida por la Guardia
Nacional, hecho que favoreció
las pretensiones del Frente
Sandinista que se vio así
fortalecido
con
nuevos
adherentes. "Desde enero de
1974, hasta 1977, la dictadura
tortura, asesina y comete
múltiples actos de barbarie a
efecto de lograr un terror
paralizante del movimiento
popular
en
todas
sus
manifestaciones. A la cruel
represión
se
unen
las
condiciones de vida del pueblo,
debido a la inflación, la congela-
4. Amaru Barahona. Op. Cit. Pág.
401.
ción de salarios
desocupación"5.
y
la
En
este
período
de
levantamiento relativo de la
población, el bloque opositor se
veía fortalecido por otra serie de
actores sociales, entre los cuales
se encontraban representantes de
la burguesía nicaragüense que
está cansada del manejo
excluyente que Somoza le da a
los asuntos económicos. Se creó
así la Unión Democrática de
Liberación -UDEL-, que será
liderada por Pedro Joaquín
Chamorro. La muerte de este
carismático periodista, en 1978,
por orden de Somoza, fue el
detonante de la ofensiva final
del FSLN, que condujo a la
caída de la dictadura en julio de
1979 y a la asunción del poder
por un Gobierno Provisional, del
que hacen parte: Violeta de
Chamorro (Viuda de Pedro
Joaquín Chamorro); Sergio
Ramírez (Miembro del "Grupo
de los Doce"); Daniel Ortega
(Comandante del FSLN); Moisés
Hassan (del Movimiento Pueblo
Unido), y Alfonso Róbelo (Industrial representativo del capital
antisomocista).
1979-1989:
Afianzamiento
Sandinista y contrarrevolución
La Junta de Gobierno va a
disolverse para 1980. Los
sectores
que
en
ella
representaban a la vieja
burguesía antisomocista, doña
Violeta de Chamorro y Alfonso
Róbelo, se separaron de la
misma denunciando un manejo
autoritario y marxista de parte de
los demás miembros, y en particular del FSLN. Desde este momento en adelante, se comenzó
a estructurar el proyecto político
sandinista, representado en el
5. Mario Salazar Valiente, "Nicaragua:
Los años últimos", en América Latina: Historia de medio siglo, Op. Cit. Pág. 406.
ideal de "un nuevo Estado y un
nuevo régimen de gobierno. Un
Estado de las mayorías dirigido
por un equipo gubernamental
dispuesto a hacer realidad un
proyecto en el que el sujeto
histórico central es el pueblo".
Dentro de este proyecto
político "tiene un espacio la
burguesía. Espacio en lo
político, en lo económico y en lo
ideológico"6. Así mismo, en el
esquema
adoptado
se
garantizaba
el
pluralismo
político, una política exterior de
no alineamiento y como hecho
importante un régimen de
economía mixta en el cual tenía
cabida el capital privado
nacional, y algunas empresas
con capital extranjero, dentro de
parámetros definidos por el
gobierno.
Poco después, la nueva
administración norteamericana
de Ronald Reagan, daría inicio a
su
nueva
política
hacia
Centroamérica y el Caribe,
potenciando
las
tensiones
bipolares, dentro del esquema
de contener la intromisión
marxista en su área de
influencia. Con este concepto se
dio inicio a una "guerra de baja
intensidad". Inicialmente, se
daría el bloqueo económico, con
el cierre al crédito externo, y
trabas al comercio con Estados
Unidos y el minado de puertos
nicaragüenses. Simultáneamente
comenzaría a darse apoyo a los
grupos opositores legales así
como a la oposición armada,
representada por la Contra, que
desde entonces fue dotada
militarmente y financiada por el
gobierno norteamericano.
difícil y de extrema complejidad.
Para comenzar, es prudente
recordar que no sólo la guerra
se ha ensañado contra este país
centroamericano. Los desastres
naturales también han sido una
constante, que ha arrojado
cuantiosas pérdidas humanas y
económicas, como en el caso del
terremoto de 1972, que significó
destrucciones físicas por un
valor cercano a la mitad del
Producto Interno Bruto de un
año, y el paso del huracán Joan
en 1988, que representó para la
maltrecha
economía
nicaragüense una proporción
igual a la del terremoto de los
setenta. Para 1980, y con la
terminación de la guerra
antisomocista, el país presentaba
un balance bastante desolador.
"Más de cincuenta mil muertos,
pérdidas físicas por 500 millones
de dólares y 900 más
descapitalizados: era un país en
quiebra"7. De ahí en adelante
vendría la guerra para sostener
el proyecto político-económico
sandinista, en la que se enfrentó
a la Contra. Este nuevo enfrentamiento en el primer "quinquenio
ha provocado 54 mil víctimas y
ha provocado 12 mil millones de
dólares en pérdidas"8.
Los costos de esta guerra se
han visto en especial en los
indicadores económicos. Por
ejemplo, el PIB se redujo para
1988 en un -9%. "Este que era
de 2.576 millones de dólares
en 1980 se redujo a 2.442 en
1988 (...) esto significa que en su
conjunto el producto cayó y se
sitúa por debajo de los niveles
máximos
alcanzados
históricamente"9.Es interesante
observar
Situación Económica
Para poder hacer una
evaluación realista de lo
acontecido en estos diez años, es
necesario partir de la base de
una situación
6. Ibid. Pág. 416.
7. "Nicaragua: los dilemas en el año del
décimo aniversario", en Coyuntura
Centroamericana, Pág. 2, Año 2, Número
12. CIDE, México.
8. Ibid. Pág. 17.
9. Ibid, Pág. 16.
cómo este declinar se da a partir
de 1984, pues durante los
primeros años de la revolución
hubo un crecimiento del mismo.
Es así como "en los últimos
cinco años (1983-1988) se ha
verificado
una
brusca
contracción del producto por
persona, particularmente durante
1988".En cuanto al salario real,
este "se ha contraído entre 1980
y 1987 en un 93%" 10.
Sin lugar a dudas, a pesar de
la crítica situación económica
actual, esta fue más llevadera
hasta 1985, debido a la ejecución
de una política de seguridad
social y los subsidios otorgados
por el Estado. Pero a partir de
ese año se produjo un drástico
desmonte de lo anterior, con el
ánimo de frenar la inflación, lo
que condujo a una considerable
disminución en Los servicios de
salud, educación y por supuesto
en el sistema de subsidios. A
manera de balance se podría
concluir que "un aspecto
absolutamente claro es que para
muchos la realidad de un país
históricamente pobre se trocó en
una realidad en la cual campea el
espectro de las privaciones
elementales"11.
Situación Política
La racionalidad aplicada por
la administración Reagan para
armar a la Contra, se basó en una
serie
de
contradictorios
argumentos que, por su carácter
etéreo, hacían bastante compleja
la comprobación de los
mismos. "A Nicaragua se le
hace responsable principal de los
conflictos en el área. Ello es no
sólo falso sino también peligroso
porque supone eludir la solución
a las causas estructurales que
generan los conflictos de cada
10. Ibid. Págs. 16 y 1 7 .
11. Ibid. Pág. 17.
los conflictos en cada país,
particularmente en El Salvador y
Guatemala"12. De igual forma, y
atendiendo a los parámetros de
revitalización de la guerra fría en
el área centroamericana, se
esgrimió permanentemente el
argumento de la intromisión
soviética en la región. "Tanto
Gorbachov en Washington,
como el principal negociador de
armamentos soviéticos en París
Víctor Karpov sostuvieron que la
URSS suspendería los envíos
militares a Nicaragua si los
Estados Unidos dejaban de
financiar a la Contra. Reagan no
respondió"13. Por último, los
recientes hechos acaecidos en
Nicaragua
terminaron
por
legitimar la posición soviética de
que no existió un interés de crear
una
"segunda
Cuba"
en
Centroamérica. Lo que sí se hizo
patente en todo momento, es que
el
principal
factor
de
desestabilización
lo
representaron los Estados Unidos
a través de su política de
intervencionismo durante los
diez años de revolución. En
este sentido, frente a la derrota
de la Guardia Nacional de
Somoza, "es claro que su
rearticulación y subsistencia bajo
la forma de contra se
posibilitaron solo debido a la
intervención
de
la.
administración Reagan"14.
Para el año de 1984, la Junta
Sandinista, con Daniel Ortega
como comandante, convocó a
unas elecciones generales, a las
que no se presentó la oposición
por considerar que no existían
12. "Nicaragua: el costo de la guerra",
en Coyuntura Centroamericana, Pág. 14,
Año 1, Números 4 y 5. CIDE, México.
13. Ibíd. Pág. 14.
14. "Nicaragua: a nueve años de la revo
lución los desafíos continúan", en Coyun
tura Centroamericana, Pág. 1 1 , Año 1,
Número 9. CIDE, México.
garantías mínimas. A pesar de
estas afirmaciones, el grupo de
observadores internacionales
que acudió a las mismas no
encontró
motivos
para
impugnarlas debido a fraude.
Más adelante, en 1986, se
aprobó una nueva constitución
para el país, reafirmando los
principios rectores de la
revolución en cuanto a su
carácter
pluralista,
no
alineamiento y economía mixta.
Infortunadamente el carácter de
guerra permanente llevó al
gobierno a dictar una serie de
normas de excepción dentro de
las cuales se contemplaba la
restricción de ciertas garantías
individuales y al mismo
tiempo se dio el cierre del diario
La Prensa, por considerarlo
vinculado a sectores enemigos
del gobierno. Esta medida, que
fue ampliamente cuestionada a
nivel interno e internacional,
llevó a un observador a afirmar:
"Estuve de acuerdo con Violeta
de Chamorro en que el cierre de
La Prensa era un error. Fuera de
cualquier otra cosa, era evidente,
por los artículos prohibidos que
estaban clavados en la puerta
principal que, debido a que La
Prensa desafiaba y presentaba
argumentos, era el mejor
periódico del país"15.
Pero
a
pesar
del
recrudecimiento de las acciones
de la contra y las consecuentes
restricciones de las libertades
públicas,
el
proceso
de
pacificación iniciado por el
Grupo de Contadora, como
respuesta regional al conflicto
centroamericano, y los acuerdos
de Esquipulas II y Sapoa,
llevaron poco a poco a la
seguridad de que la salida
negociada sería una realidad. En
este sentido 1989 fue un año de
indudable trascendencia para el
logro
15. Salman Rushdie, La sonrisa del jaguar, Pág. 145. Editorial Vanguardia, Managua. 1989.
de la paz concertada en el área.
En febrero, mediante los
acuerdos de "Costa del Sol", el
presidente Ortega anunció el
adelanto de las elecciones para
febrero
de
1990.
Simultáneamente se solicitó, por
parte del gobierno nicaragüense,
la presencia de observadores
internacionales de la ONU y la
OEA. En agosto, tras la cumbre
de Tela, los acontecimientos
fueron más favorables para
aclimatar la paz, en la medida en
que se dieron las bases para la
desmovilización de la contra.
Para el mes de septiembre el
escenario
político
estaba
compuesto por una gran variedad
de actores. De un lado se
encontraba
la
"oposición
interna", constituida por "un
mosaico de individuos y
agrupaciones caracterizadas por
su división interna"16. La
articulación del grupo sólo pudo
darse tras la unidad de catorce de
los partidos opositores, dentro de
la Unión Nacional Opositora UNO-, y bajo la figura de doña
Violeta de Chamorro. De esta
heterogénea fuerza hicieron
parte desde sectores de la
extrema derecha, vinculados a
la contra, hasta el Partido
Comunista. La que había
quedado definitivamente por
fuera del juego era la contra,
como opción política, ya que sin
lugar a dudas no tenía nada que
ofrecer "salvo depredación y
horror".
Con actores definidos para la
contienda democrática, ya el
gobierno había dictado una
amplia ley electoral con el ánimo
de garantizar de la mejor forma
el proceso político. Dentro de
las medidas se encontraba la
constitución de un Consejo
Supremo Electoral, compuesto
por un miembro del FSLN, un
miembro de la oposición y un
tercer miembro elegido por los
16. "Nicaragua: Los dilemas en el año
del décimo aniversario", Op. Cit. Pág. 18.
dos representantes. De esta
manera se dio la posibilidad de
que se inscribieran nuevos
partidos,
que
para
su
constitución sólo requerían de un
trámite sencillo. En la ley
electoral se preveía una amplia
cobertura de información a
través de los medios de
comunicación, y el acceso de los
partidos opositores a los canales
de televisión de propiedad
estatal. De igual forma el
Estado dio financiación a todos
los partidos políticos, así como
se aceptó la ayuda externa, pero
mediante el lleno de una serie de
requisitos que buscaban evitar
una
exagerada
injerencia
extranjera. Por demás se
estableció el concepto de
derecho a las minorías mediante
la creación de Consejos
Regionales
Autónomos,
especialmente para la zona de la
Costa Atlántica. Y por último, se
incluyó la participación de los
observadores internacionales.
Así las cosas, Nicaragua se
alistó para la realización de las
elecciones del 25 de febrero, en
las cuales un potencial electoral
de un millón setecientas mil
personas, votarían por los
representantes de 21 partidos
legalmente inscritos, aunque las
posibilidades
reales
se
encontraban polarizadas entre el
partido gobernante, el FSLN, y
la UNO.
1990: Elecciones y transición
democrática
"Presidente:
Usted
nos
prometió en noviembre de 1984
gallo pinto y dignidad. Voté por
el FSLN. He comido seis años
dignidad, ¿dónde está el gallo
pinto?"
La anterior pregunta de una
maestra a Daniel Ortega en 1989,
sintetiza los resultados de la
jornada del 25 de febrero, donde
la dignidad nicaragüense perdió
las elecciones a causa de la
guerra y del hambre.
Los nicaragüenses buscaban la
paz y una paz sin hambre; no
querían seguir padeciendo las
penalidades de la guerra y de la
zozobra
económica.
El
conflicto
armado
estaba
desangrando al país con más de
55.000 muertos y produjo en
1988 una inflación superior al
30.000%. De esta manera, la
permanencia en el poder del
FSLN
representaba
la
continuidad de la guerra y el
bloqueo económico.
Los sandinistas acabaron con
la poliomielitis y redujeron las
otras enfermedades, vacunaron a
la
población
entera
y
disminuyeron la mortalidad
infantil, de tal manera que ahora
viven uno de cada tres de los
niños que antes morían a poco
de asomarse al mundo. Los
sandinistas alfabetizaron por
primera vez en su historia a la
población y no sólo a la de
lengua española, alfabetizaron en
lenguas indígenas y en inglés a
cincuenta mil personas; este era
un país de analfabetos y ahora
uno de cada tres nicaragüenses
está estudiando. Los sandinistas
desde la caída de Somoza,
repartieron más tierras que
todos
los
demás
países
centroamericanos juntos, a través
de una reforma agraria
prudente pero verdadera, que se
ha limitado a expropiar las
tierras que no producen y las
que pertenecían a la dinastía
reinante; entregaron cerca de dos
millones de hectáreas a cien mil
familias. Los sandinistas le
entregaron a su pueblo una
nueva
Constitución,
cuyo
anteproyecto fue discutido por
más de cien mil nicaragüenses17
Sin embargo, la violencia del
hambre y de la guerra impuesta
desde afuera, pudo más que la
17. Eduardo Galeano, "'Defensa de Nicaragua", en Revista Foro, No. 2, Bogotá,
Febrero de 1987, p. 6.
erradicación de la poliomielitis,
la alfabetización, la reforma
agraria y la nueva Constitución.
La UNO ofrecía acabar con la
guerra y el FSLN aparecía como
responsable de ella.
Las elecciones del 25 de febrero
han sido las más democráticas
en América Latina, las más
observadas en el mundo entero,
y son un ejemplo de civilización
para todos nosotros. Los
nicaragüenses eligieron
un
nuevo presidente, 92 diputados
de la Asamblea Nacional y 835
concejales de 131 alcaldías.
Contra todo pronóstico, Doña
Violeta Barrios de Chamorro
ganó
las
elecciones
presidenciales y la Asamblea
Nacional quedó integrada por
51 miembros de la UNO (12 de
tres corrientes liberales, 12 de
los socialcristianos de derecha,
11
de
cinco
corrientes
conservadoras, 8 de los
socialdemócratas, 6 del partido
comunista y del partido
socialista y 1 del partido
integracionista de América
Central), 39 miembros del
FSLN, 1 del movimiento de
unidad revolucionaria MUR, y 1
del partido social cristiano PSC.
La UNO obtuvo el 54.7% de los
votos, porcentaje que le impide
obtener por sí sola la mayoría
parlamentaria de 2/3 para
reformar la constitución.
El modelo jurídico de la ley
electoral,
la
adecuada
integración de las juntas
receptoras de votos, las precisas
facultades de los fiscales o
representantes de los partidos
políticos, la ejemplar conducta
de la policía electoral, el amplio
horario
de
votación,
el
pedagógico diseño de las boletas
electorales, el civismo de los
nicaragüenses en el acto de la
votación y la voluntad de los
miembros de las juntas en el
escrutinio, son claros ejemplos
del éxito del proceso electoral y
de la madurez del pueblo
nicaragüense.
Tanto a la UNO como al
FSLN le quedan cruciales
asuntos por resolver. ¿Podrá la
UNO gobernar en una frágil
coalición y ante una economía
en crisis? ¿Podrá el FSLN
fortalecerse en el ejercicio de
una
oposición
democrática
cuando está construida sobre el
ejército más numeroso de
Centroamérica que triunfó por
las armas pero que fue derrotado
en las urnas?
El FSLN con su lema de
"gobernar desde abajo", quiere
mantener una actitud constructiva
hacia el nuevo gobierno,
siempre y cuando se respeten
los logros de la revolución. El
Frente pretende defender sus
conquistas en el plano político,
social y económico como son
conservar las garantías que
establece
la
Constitución,
sostener la integridad y el
profesionalismo del Ejército
Popular Sandinista y del
Ministerio del Interior, no
desmantelar
los
beneficios
sociales de protección a las
madres de soldados caídos,
huérfanos y lisiados de la
guerra; y propugnar para que no
se revierta el proceso de reforma
agraria, ni la adjudicación de
lotes a los pobladores urbanos,
así como la nacionalización de la
banca, los recursos naturales y
las empresas estatales.
La UNO plantea establecer
una economía de mercado y
privatización de los medios de
producción;
modificar
la
Constitución especialmente en lo
relativo a las fuerzas armadas,
policía, poder electoral y poder
judicial; revisar la reforma
agraria, promulgar una nueva
legislación laboral, suprimir la
ley
de los medios de
comunicación y abolir el sistema
único de salud para establecer
un seguro social autónomo.
Alfredo César, resume así el
proyecto
económico:
"La
reactivación económica tiene
tres vectores. El primero, como
medida de emergencia durante
primeros 100 días de
gobierno, abatir la inflación,
ajustes fiscales, monetarios, un
conjunto de medidas para
estimular la producción. El
segundo
vector
es
el
agropecuario, a partir del ciclo
agrícola que se inicia en abril y
con programas sostenidos de
desarrollo agrícola y pecuario
estaremos
basando
la
recuperación de los índices
económicos anteriores a la
revolución. El tercero, la
modernización
del
aparato
económico con reformas de
carácter industrial, es de largo
plazo
-cuando
hayamos
caminado de tres a cuatro años de
recuperación económica- y sería
concebido como un proyecto
compartido por todas las fuerzas
políticas del país para que
pudiera
continuarse
independientemente de quien
gane el gobierno"18
Los
Perspectivas
Desde la posesión de doña
Violeta Barrios de Chamorro, los
diferentes actores de la realidad
política y social nicaragüense se
han jugado la carta de la civilidad
y el pragmatismo. No obstante,
se han presentado serias
dificultades que auguran una
prolongación de la crisis.
El Frente Sandinista entregó
el poder negociando ciertas
condiciones con el nuevo
gobierno, que le otorgan un
papel protagónico en el manejo
del Estado. Sin embargo, su
fuerte cohesión cimentada en
una estructura militar, hace
pensar que, en el caso de
profundizarse las fisuras con la
administración de doña Violeta,
puedan desestabilizar el endeble
proceso
de
reconciliación
nacional. Por el momento, el
FSLN evalúa el programa de
gobierno, participa según sus
intereses y
18. José Zaldúa, "No me sorprendió el
triunfo", en Pensamiento Propio, No. 68,
Managua, Marzo de 1990 p. 20.
critica las medidas que considera
contrarias a sus objetivos. Este
juego puede conducir a dos
posibles alternativas: que se
amplíen
los
espacios
de
convergencia
con
la
administración entrante, o que el
FSLN se constituya en una
"espada de Damocles" para la
paz nicaragüense.
La UNO, prácticamente se
desintegró desde la posesión de
doña
Violeta
Barrios
de
Chamorro debido —entre otras—,
a las tendencias separatistas
encabezadas
por
el
Vicepresidente Virgilio Godoy,
quien
exige
una
mayor
desvinculación política del
Frente Sandinista del manejo del
Estado. Con un partido de
gobierno
atomizado,
la
mandataria nicaragüense afronta
serias dificultades para sacar
adelante
las
iniciativas
propuestas durante su campaña,
máxime con las presiones
ejercidas tanto por el FSLN
como por la Contra. En últimas,
el gobierno no tiene mayorías
consolidadas, y se halla en una
delicada
intersección
de
intereses encontrados, de la que
difícilmente saldrá beneficiado
el pueblo nicaragüense.
La Contra ha buscado, mediante
diferentes formas de presión,
una
mayor
capacidad
negociadora.
Aunque
la
desmovilización parece ser un
hecho, con la supervisión de la
ONU y la OEA, el proceso se
está desarrollando en forma
lenta. De todas maneras, como
esta organización ha incumplido
reiteradamente los acuerdos
suscritos, queda en duda su real
voluntad de pacificación. De
hecho, cualquier acuerdo entre
el FSLN y doña Violeta Barrios
de
Chamorro,
puede
eventualmente obstaculizar el
proceso de desarme.
Por último, la contribución
internacional en favor de
encontrar una salida a la crisis,
no ha sido satisfactoria.
Las
Inversiones que se hicieron
para financiar una década de
guerra, por parte de Estados
Unidos, no se compensan con
la
ayuda
ofrecida
para
reconstruir al país. De hecho, la
atención mundial se dirige cada
vez más hacia la apertura de los
países de Europa del Este y
hacia la consolidación de la
Comunidad Económica Europea,
circunstancias
que
han
desfavorecido los programas
de ayuda económica al Tercer
Mundo. En el ámbito regional,
en América Latina se están
impulsando
procesos
de
concertación política e intergra-
ción económica, pero la
magnitud de los propios
problemas limita una eficaz
participación en el proceso de
pacificación
de
Centroamérica. Los actores
nacionales e internacionales
tienen la palabra sobre el
destino incierto de Nicaragua.
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