posiciones extremas y alejando cada día más el deseo de reconciliación nacional. Para comprender mejor la complejidad de la presente coyuntura, es necesario hacer un recuento histórico de los principales hechos vinculados al devenir nicaragüense. 1933-1979: Intervencionismo y dictadura somocista Sección: Política Mundial Nicaragua: Triunfo de la Democracia o de la Guerra de Baja Intensidad José Luis Ramírez León* Alejandro Valencia Villa** * Investigador del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de los Andes. ** Investigador del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de los Andes. "El domingo pasado no hubo en Nicaragua una victoria de la democracia. La victoria fue de la violencia y la lección fue la de que la violencia es provechosa. Tras más de una década de haber sido desangrados por un enemigo poderoso e implacable -Estados Unidos- la mayoría de los nicaragüenses escogieron el realismo, por encima del nacionalismo y dijeron basta". Alexander Cockburn, "En Nicaragua ganó el terrorismo y no la democracia", The Wall Street Journal. Nicaragua está atravesando en la actualidad por un difícil momento, luego de la transición democrática que siguió al triunfo de la Unión Nacional Opositora -UNO-, en las pasadas elecciones del mes de febrero. La nueva presidenta, Violeta de Chamorro, se enfrenta así a una serie de dilemas de tipo político y económico que deben ser resueltos a corto y mediano plazo, como condición indispensable para dar al gobierno la estabilidad institucional que necesita. De otra forma, Nicaragua puede debatirse nuevamente entre la rivalidad de fuerzas polarizadas que impidan llevar a cabo los urgentes e inaplazables cambios, agudizando así las Para este período, es necesario comenzar por considerar el antecedente de las intervenciones militares llevadas a cabo por Estados Unidos en Nicaragua, hasta los años treinta. En este sentido, se debe anotar que "a diferencia de otros países centroamericanos, donde la intervención del poder hegemónico se daba gracias a intereses básicamente económicos, la intervención en Nicaragua obedeció básicamente a intereses geopolíticos dada la situación estratégica del país y especialmente debido a su condición canalera"1. No obstante, en el período anterior a 1933, los Estados Unidos pudieron "ejercer en forma monopólica, o cuasi monopólica, su dominación económica"2. De esta forma la injerencia norteamericana sobre el país centroamericano venía desde mucho tiempo atrás e iba a marcar los acontecimientos futuros en forma determinante. En 1933 se da el retiro de las tropas de ocupación, y en 1934 1. Ana María Bejarano, "Nicaragua 1945-1986", Documento de Trabajo, Pág. 1. Bogotá, 1986. 2. Amaru Barahona Portocarrero, "Breve estudio sobre la historia contemporánea de Nicaragua", en América Latina: Historia de medio siglo, Tomo I I , Pág '382. Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. México, 1984. es asesinado Augusto César Sandino, instaurándose un régimen dictatorial pronorteamericano, que tendrá su consolidación final en 1937, cuando el jefe de la Guardia Nacional, Anastasio Somoza García, asume el poder mediante un golpe de Estado. De ahí en adelante Nicaragua se convierte en "amigo" incondicional de Estados Unidos, con la consecuente corrupción de la familia Somoza, en el poder, y un sustento económico basado en la producción esencialmente cafetalera. Para los años cincuenta se da una considerable expansión económica con diversificación de productos, en especial hacia el algodón, la caña de azúcar y la ganadería. Pero "en este país, como en el resto de Centroamérica, el modelo de crecimiento económico adoptó un carácter concentrador y exclúyeme (...) la familia Somoza se convirtió durante la década de los cincuenta en el primer grupo empresarial de Centroamérica, con la peculiaridad de haber sido construido a través del aparato estatal, de las políticas públicas, de la ayuda internacional y de la explotación de los trabajadores nicaragüenses"3. Luego del asesinato del dictador, lo sucede Luis Somoza, y a la muerte de este (1967) llega al poder Anastasio Somoza Debayle, quien continuó el manejo de los asuntos del país dentro de un claro esquema de perpetuación de lo iniciado por su padre. "Tacho" Somoza sustentó su poder en el mantenimiento del control sobre la Guardia Nacional, de la que fue jefe hasta su ascenso a la presidencia, y al mismo tiempo en el dominio económico derivado de la posesión de los mayores monopolios del país. 3. Ana María Bejarano, Op. Cit. Pág. 2. Pero el descontento generado por el despótico manejo que la familia gobernante le dio al Estado, la injusta situación social que afectaba a la inmensa mayoría de la población nicaragüense, y los desmanes cometidos por la Guardia Nacional, llevaron a la conformación de grupos armados opositores, en especial luego de la experiencia cubana. "EL FSLN -Frente Sandinista de Liberación Nacional, movimiento surgido a comienzos de la década del 60, bajo la influencia inmediata de la primera época de la revolución cubana, ha estado compuesto, desde sus inicios, por representantes radicalizados de las capas medias urbanas"4. En esencia las reivindicaciones del Frente Sandinista, van a ser de carácter eminentemente nacionalista y anti-imperialista. Para comienzos de los setenta, se presentó un hecho de indudable trascendencia para este país. En 1972 un terremoto destruyó gran parte de Managua y la ayuda internacional, que se brindó con el ánimo de reconstruir la capital, fue aprovechada por el dictador para su beneficio personal. Este hecho genera una gran reacción popular, que sería reprimida por la Guardia Nacional, hecho que favoreció las pretensiones del Frente Sandinista que se vio así fortalecido con nuevos adherentes. "Desde enero de 1974, hasta 1977, la dictadura tortura, asesina y comete múltiples actos de barbarie a efecto de lograr un terror paralizante del movimiento popular en todas sus manifestaciones. A la cruel represión se unen las condiciones de vida del pueblo, debido a la inflación, la congela- 4. Amaru Barahona. Op. Cit. Pág. 401. ción de salarios desocupación"5. y la En este período de levantamiento relativo de la población, el bloque opositor se veía fortalecido por otra serie de actores sociales, entre los cuales se encontraban representantes de la burguesía nicaragüense que está cansada del manejo excluyente que Somoza le da a los asuntos económicos. Se creó así la Unión Democrática de Liberación -UDEL-, que será liderada por Pedro Joaquín Chamorro. La muerte de este carismático periodista, en 1978, por orden de Somoza, fue el detonante de la ofensiva final del FSLN, que condujo a la caída de la dictadura en julio de 1979 y a la asunción del poder por un Gobierno Provisional, del que hacen parte: Violeta de Chamorro (Viuda de Pedro Joaquín Chamorro); Sergio Ramírez (Miembro del "Grupo de los Doce"); Daniel Ortega (Comandante del FSLN); Moisés Hassan (del Movimiento Pueblo Unido), y Alfonso Róbelo (Industrial representativo del capital antisomocista). 1979-1989: Afianzamiento Sandinista y contrarrevolución La Junta de Gobierno va a disolverse para 1980. Los sectores que en ella representaban a la vieja burguesía antisomocista, doña Violeta de Chamorro y Alfonso Róbelo, se separaron de la misma denunciando un manejo autoritario y marxista de parte de los demás miembros, y en particular del FSLN. Desde este momento en adelante, se comenzó a estructurar el proyecto político sandinista, representado en el 5. Mario Salazar Valiente, "Nicaragua: Los años últimos", en América Latina: Historia de medio siglo, Op. Cit. Pág. 406. ideal de "un nuevo Estado y un nuevo régimen de gobierno. Un Estado de las mayorías dirigido por un equipo gubernamental dispuesto a hacer realidad un proyecto en el que el sujeto histórico central es el pueblo". Dentro de este proyecto político "tiene un espacio la burguesía. Espacio en lo político, en lo económico y en lo ideológico"6. Así mismo, en el esquema adoptado se garantizaba el pluralismo político, una política exterior de no alineamiento y como hecho importante un régimen de economía mixta en el cual tenía cabida el capital privado nacional, y algunas empresas con capital extranjero, dentro de parámetros definidos por el gobierno. Poco después, la nueva administración norteamericana de Ronald Reagan, daría inicio a su nueva política hacia Centroamérica y el Caribe, potenciando las tensiones bipolares, dentro del esquema de contener la intromisión marxista en su área de influencia. Con este concepto se dio inicio a una "guerra de baja intensidad". Inicialmente, se daría el bloqueo económico, con el cierre al crédito externo, y trabas al comercio con Estados Unidos y el minado de puertos nicaragüenses. Simultáneamente comenzaría a darse apoyo a los grupos opositores legales así como a la oposición armada, representada por la Contra, que desde entonces fue dotada militarmente y financiada por el gobierno norteamericano. difícil y de extrema complejidad. Para comenzar, es prudente recordar que no sólo la guerra se ha ensañado contra este país centroamericano. Los desastres naturales también han sido una constante, que ha arrojado cuantiosas pérdidas humanas y económicas, como en el caso del terremoto de 1972, que significó destrucciones físicas por un valor cercano a la mitad del Producto Interno Bruto de un año, y el paso del huracán Joan en 1988, que representó para la maltrecha economía nicaragüense una proporción igual a la del terremoto de los setenta. Para 1980, y con la terminación de la guerra antisomocista, el país presentaba un balance bastante desolador. "Más de cincuenta mil muertos, pérdidas físicas por 500 millones de dólares y 900 más descapitalizados: era un país en quiebra"7. De ahí en adelante vendría la guerra para sostener el proyecto político-económico sandinista, en la que se enfrentó a la Contra. Este nuevo enfrentamiento en el primer "quinquenio ha provocado 54 mil víctimas y ha provocado 12 mil millones de dólares en pérdidas"8. Los costos de esta guerra se han visto en especial en los indicadores económicos. Por ejemplo, el PIB se redujo para 1988 en un -9%. "Este que era de 2.576 millones de dólares en 1980 se redujo a 2.442 en 1988 (...) esto significa que en su conjunto el producto cayó y se sitúa por debajo de los niveles máximos alcanzados históricamente"9.Es interesante observar Situación Económica Para poder hacer una evaluación realista de lo acontecido en estos diez años, es necesario partir de la base de una situación 6. Ibid. Pág. 416. 7. "Nicaragua: los dilemas en el año del décimo aniversario", en Coyuntura Centroamericana, Pág. 2, Año 2, Número 12. CIDE, México. 8. Ibid. Pág. 17. 9. Ibid, Pág. 16. cómo este declinar se da a partir de 1984, pues durante los primeros años de la revolución hubo un crecimiento del mismo. Es así como "en los últimos cinco años (1983-1988) se ha verificado una brusca contracción del producto por persona, particularmente durante 1988".En cuanto al salario real, este "se ha contraído entre 1980 y 1987 en un 93%" 10. Sin lugar a dudas, a pesar de la crítica situación económica actual, esta fue más llevadera hasta 1985, debido a la ejecución de una política de seguridad social y los subsidios otorgados por el Estado. Pero a partir de ese año se produjo un drástico desmonte de lo anterior, con el ánimo de frenar la inflación, lo que condujo a una considerable disminución en Los servicios de salud, educación y por supuesto en el sistema de subsidios. A manera de balance se podría concluir que "un aspecto absolutamente claro es que para muchos la realidad de un país históricamente pobre se trocó en una realidad en la cual campea el espectro de las privaciones elementales"11. Situación Política La racionalidad aplicada por la administración Reagan para armar a la Contra, se basó en una serie de contradictorios argumentos que, por su carácter etéreo, hacían bastante compleja la comprobación de los mismos. "A Nicaragua se le hace responsable principal de los conflictos en el área. Ello es no sólo falso sino también peligroso porque supone eludir la solución a las causas estructurales que generan los conflictos de cada 10. Ibid. Págs. 16 y 1 7 . 11. Ibid. Pág. 17. los conflictos en cada país, particularmente en El Salvador y Guatemala"12. De igual forma, y atendiendo a los parámetros de revitalización de la guerra fría en el área centroamericana, se esgrimió permanentemente el argumento de la intromisión soviética en la región. "Tanto Gorbachov en Washington, como el principal negociador de armamentos soviéticos en París Víctor Karpov sostuvieron que la URSS suspendería los envíos militares a Nicaragua si los Estados Unidos dejaban de financiar a la Contra. Reagan no respondió"13. Por último, los recientes hechos acaecidos en Nicaragua terminaron por legitimar la posición soviética de que no existió un interés de crear una "segunda Cuba" en Centroamérica. Lo que sí se hizo patente en todo momento, es que el principal factor de desestabilización lo representaron los Estados Unidos a través de su política de intervencionismo durante los diez años de revolución. En este sentido, frente a la derrota de la Guardia Nacional de Somoza, "es claro que su rearticulación y subsistencia bajo la forma de contra se posibilitaron solo debido a la intervención de la. administración Reagan"14. Para el año de 1984, la Junta Sandinista, con Daniel Ortega como comandante, convocó a unas elecciones generales, a las que no se presentó la oposición por considerar que no existían 12. "Nicaragua: el costo de la guerra", en Coyuntura Centroamericana, Pág. 14, Año 1, Números 4 y 5. CIDE, México. 13. Ibíd. Pág. 14. 14. "Nicaragua: a nueve años de la revo lución los desafíos continúan", en Coyun tura Centroamericana, Pág. 1 1 , Año 1, Número 9. CIDE, México. garantías mínimas. A pesar de estas afirmaciones, el grupo de observadores internacionales que acudió a las mismas no encontró motivos para impugnarlas debido a fraude. Más adelante, en 1986, se aprobó una nueva constitución para el país, reafirmando los principios rectores de la revolución en cuanto a su carácter pluralista, no alineamiento y economía mixta. Infortunadamente el carácter de guerra permanente llevó al gobierno a dictar una serie de normas de excepción dentro de las cuales se contemplaba la restricción de ciertas garantías individuales y al mismo tiempo se dio el cierre del diario La Prensa, por considerarlo vinculado a sectores enemigos del gobierno. Esta medida, que fue ampliamente cuestionada a nivel interno e internacional, llevó a un observador a afirmar: "Estuve de acuerdo con Violeta de Chamorro en que el cierre de La Prensa era un error. Fuera de cualquier otra cosa, era evidente, por los artículos prohibidos que estaban clavados en la puerta principal que, debido a que La Prensa desafiaba y presentaba argumentos, era el mejor periódico del país"15. Pero a pesar del recrudecimiento de las acciones de la contra y las consecuentes restricciones de las libertades públicas, el proceso de pacificación iniciado por el Grupo de Contadora, como respuesta regional al conflicto centroamericano, y los acuerdos de Esquipulas II y Sapoa, llevaron poco a poco a la seguridad de que la salida negociada sería una realidad. En este sentido 1989 fue un año de indudable trascendencia para el logro 15. Salman Rushdie, La sonrisa del jaguar, Pág. 145. Editorial Vanguardia, Managua. 1989. de la paz concertada en el área. En febrero, mediante los acuerdos de "Costa del Sol", el presidente Ortega anunció el adelanto de las elecciones para febrero de 1990. Simultáneamente se solicitó, por parte del gobierno nicaragüense, la presencia de observadores internacionales de la ONU y la OEA. En agosto, tras la cumbre de Tela, los acontecimientos fueron más favorables para aclimatar la paz, en la medida en que se dieron las bases para la desmovilización de la contra. Para el mes de septiembre el escenario político estaba compuesto por una gran variedad de actores. De un lado se encontraba la "oposición interna", constituida por "un mosaico de individuos y agrupaciones caracterizadas por su división interna"16. La articulación del grupo sólo pudo darse tras la unidad de catorce de los partidos opositores, dentro de la Unión Nacional Opositora UNO-, y bajo la figura de doña Violeta de Chamorro. De esta heterogénea fuerza hicieron parte desde sectores de la extrema derecha, vinculados a la contra, hasta el Partido Comunista. La que había quedado definitivamente por fuera del juego era la contra, como opción política, ya que sin lugar a dudas no tenía nada que ofrecer "salvo depredación y horror". Con actores definidos para la contienda democrática, ya el gobierno había dictado una amplia ley electoral con el ánimo de garantizar de la mejor forma el proceso político. Dentro de las medidas se encontraba la constitución de un Consejo Supremo Electoral, compuesto por un miembro del FSLN, un miembro de la oposición y un tercer miembro elegido por los 16. "Nicaragua: Los dilemas en el año del décimo aniversario", Op. Cit. Pág. 18. dos representantes. De esta manera se dio la posibilidad de que se inscribieran nuevos partidos, que para su constitución sólo requerían de un trámite sencillo. En la ley electoral se preveía una amplia cobertura de información a través de los medios de comunicación, y el acceso de los partidos opositores a los canales de televisión de propiedad estatal. De igual forma el Estado dio financiación a todos los partidos políticos, así como se aceptó la ayuda externa, pero mediante el lleno de una serie de requisitos que buscaban evitar una exagerada injerencia extranjera. Por demás se estableció el concepto de derecho a las minorías mediante la creación de Consejos Regionales Autónomos, especialmente para la zona de la Costa Atlántica. Y por último, se incluyó la participación de los observadores internacionales. Así las cosas, Nicaragua se alistó para la realización de las elecciones del 25 de febrero, en las cuales un potencial electoral de un millón setecientas mil personas, votarían por los representantes de 21 partidos legalmente inscritos, aunque las posibilidades reales se encontraban polarizadas entre el partido gobernante, el FSLN, y la UNO. 1990: Elecciones y transición democrática "Presidente: Usted nos prometió en noviembre de 1984 gallo pinto y dignidad. Voté por el FSLN. He comido seis años dignidad, ¿dónde está el gallo pinto?" La anterior pregunta de una maestra a Daniel Ortega en 1989, sintetiza los resultados de la jornada del 25 de febrero, donde la dignidad nicaragüense perdió las elecciones a causa de la guerra y del hambre. Los nicaragüenses buscaban la paz y una paz sin hambre; no querían seguir padeciendo las penalidades de la guerra y de la zozobra económica. El conflicto armado estaba desangrando al país con más de 55.000 muertos y produjo en 1988 una inflación superior al 30.000%. De esta manera, la permanencia en el poder del FSLN representaba la continuidad de la guerra y el bloqueo económico. Los sandinistas acabaron con la poliomielitis y redujeron las otras enfermedades, vacunaron a la población entera y disminuyeron la mortalidad infantil, de tal manera que ahora viven uno de cada tres de los niños que antes morían a poco de asomarse al mundo. Los sandinistas alfabetizaron por primera vez en su historia a la población y no sólo a la de lengua española, alfabetizaron en lenguas indígenas y en inglés a cincuenta mil personas; este era un país de analfabetos y ahora uno de cada tres nicaragüenses está estudiando. Los sandinistas desde la caída de Somoza, repartieron más tierras que todos los demás países centroamericanos juntos, a través de una reforma agraria prudente pero verdadera, que se ha limitado a expropiar las tierras que no producen y las que pertenecían a la dinastía reinante; entregaron cerca de dos millones de hectáreas a cien mil familias. Los sandinistas le entregaron a su pueblo una nueva Constitución, cuyo anteproyecto fue discutido por más de cien mil nicaragüenses17 Sin embargo, la violencia del hambre y de la guerra impuesta desde afuera, pudo más que la 17. Eduardo Galeano, "'Defensa de Nicaragua", en Revista Foro, No. 2, Bogotá, Febrero de 1987, p. 6. erradicación de la poliomielitis, la alfabetización, la reforma agraria y la nueva Constitución. La UNO ofrecía acabar con la guerra y el FSLN aparecía como responsable de ella. Las elecciones del 25 de febrero han sido las más democráticas en América Latina, las más observadas en el mundo entero, y son un ejemplo de civilización para todos nosotros. Los nicaragüenses eligieron un nuevo presidente, 92 diputados de la Asamblea Nacional y 835 concejales de 131 alcaldías. Contra todo pronóstico, Doña Violeta Barrios de Chamorro ganó las elecciones presidenciales y la Asamblea Nacional quedó integrada por 51 miembros de la UNO (12 de tres corrientes liberales, 12 de los socialcristianos de derecha, 11 de cinco corrientes conservadoras, 8 de los socialdemócratas, 6 del partido comunista y del partido socialista y 1 del partido integracionista de América Central), 39 miembros del FSLN, 1 del movimiento de unidad revolucionaria MUR, y 1 del partido social cristiano PSC. La UNO obtuvo el 54.7% de los votos, porcentaje que le impide obtener por sí sola la mayoría parlamentaria de 2/3 para reformar la constitución. El modelo jurídico de la ley electoral, la adecuada integración de las juntas receptoras de votos, las precisas facultades de los fiscales o representantes de los partidos políticos, la ejemplar conducta de la policía electoral, el amplio horario de votación, el pedagógico diseño de las boletas electorales, el civismo de los nicaragüenses en el acto de la votación y la voluntad de los miembros de las juntas en el escrutinio, son claros ejemplos del éxito del proceso electoral y de la madurez del pueblo nicaragüense. Tanto a la UNO como al FSLN le quedan cruciales asuntos por resolver. ¿Podrá la UNO gobernar en una frágil coalición y ante una economía en crisis? ¿Podrá el FSLN fortalecerse en el ejercicio de una oposición democrática cuando está construida sobre el ejército más numeroso de Centroamérica que triunfó por las armas pero que fue derrotado en las urnas? El FSLN con su lema de "gobernar desde abajo", quiere mantener una actitud constructiva hacia el nuevo gobierno, siempre y cuando se respeten los logros de la revolución. El Frente pretende defender sus conquistas en el plano político, social y económico como son conservar las garantías que establece la Constitución, sostener la integridad y el profesionalismo del Ejército Popular Sandinista y del Ministerio del Interior, no desmantelar los beneficios sociales de protección a las madres de soldados caídos, huérfanos y lisiados de la guerra; y propugnar para que no se revierta el proceso de reforma agraria, ni la adjudicación de lotes a los pobladores urbanos, así como la nacionalización de la banca, los recursos naturales y las empresas estatales. La UNO plantea establecer una economía de mercado y privatización de los medios de producción; modificar la Constitución especialmente en lo relativo a las fuerzas armadas, policía, poder electoral y poder judicial; revisar la reforma agraria, promulgar una nueva legislación laboral, suprimir la ley de los medios de comunicación y abolir el sistema único de salud para establecer un seguro social autónomo. Alfredo César, resume así el proyecto económico: "La reactivación económica tiene tres vectores. El primero, como medida de emergencia durante primeros 100 días de gobierno, abatir la inflación, ajustes fiscales, monetarios, un conjunto de medidas para estimular la producción. El segundo vector es el agropecuario, a partir del ciclo agrícola que se inicia en abril y con programas sostenidos de desarrollo agrícola y pecuario estaremos basando la recuperación de los índices económicos anteriores a la revolución. El tercero, la modernización del aparato económico con reformas de carácter industrial, es de largo plazo -cuando hayamos caminado de tres a cuatro años de recuperación económica- y sería concebido como un proyecto compartido por todas las fuerzas políticas del país para que pudiera continuarse independientemente de quien gane el gobierno"18 Los Perspectivas Desde la posesión de doña Violeta Barrios de Chamorro, los diferentes actores de la realidad política y social nicaragüense se han jugado la carta de la civilidad y el pragmatismo. No obstante, se han presentado serias dificultades que auguran una prolongación de la crisis. El Frente Sandinista entregó el poder negociando ciertas condiciones con el nuevo gobierno, que le otorgan un papel protagónico en el manejo del Estado. Sin embargo, su fuerte cohesión cimentada en una estructura militar, hace pensar que, en el caso de profundizarse las fisuras con la administración de doña Violeta, puedan desestabilizar el endeble proceso de reconciliación nacional. Por el momento, el FSLN evalúa el programa de gobierno, participa según sus intereses y 18. José Zaldúa, "No me sorprendió el triunfo", en Pensamiento Propio, No. 68, Managua, Marzo de 1990 p. 20. critica las medidas que considera contrarias a sus objetivos. Este juego puede conducir a dos posibles alternativas: que se amplíen los espacios de convergencia con la administración entrante, o que el FSLN se constituya en una "espada de Damocles" para la paz nicaragüense. La UNO, prácticamente se desintegró desde la posesión de doña Violeta Barrios de Chamorro debido —entre otras—, a las tendencias separatistas encabezadas por el Vicepresidente Virgilio Godoy, quien exige una mayor desvinculación política del Frente Sandinista del manejo del Estado. Con un partido de gobierno atomizado, la mandataria nicaragüense afronta serias dificultades para sacar adelante las iniciativas propuestas durante su campaña, máxime con las presiones ejercidas tanto por el FSLN como por la Contra. En últimas, el gobierno no tiene mayorías consolidadas, y se halla en una delicada intersección de intereses encontrados, de la que difícilmente saldrá beneficiado el pueblo nicaragüense. La Contra ha buscado, mediante diferentes formas de presión, una mayor capacidad negociadora. Aunque la desmovilización parece ser un hecho, con la supervisión de la ONU y la OEA, el proceso se está desarrollando en forma lenta. De todas maneras, como esta organización ha incumplido reiteradamente los acuerdos suscritos, queda en duda su real voluntad de pacificación. De hecho, cualquier acuerdo entre el FSLN y doña Violeta Barrios de Chamorro, puede eventualmente obstaculizar el proceso de desarme. Por último, la contribución internacional en favor de encontrar una salida a la crisis, no ha sido satisfactoria. Las Inversiones que se hicieron para financiar una década de guerra, por parte de Estados Unidos, no se compensan con la ayuda ofrecida para reconstruir al país. De hecho, la atención mundial se dirige cada vez más hacia la apertura de los países de Europa del Este y hacia la consolidación de la Comunidad Económica Europea, circunstancias que han desfavorecido los programas de ayuda económica al Tercer Mundo. En el ámbito regional, en América Latina se están impulsando procesos de concertación política e intergra- ción económica, pero la magnitud de los propios problemas limita una eficaz participación en el proceso de pacificación de Centroamérica. Los actores nacionales e internacionales tienen la palabra sobre el destino incierto de Nicaragua.