Naturaleza Aragonesa nº25 13/12/10 07:25 Página 4 PALEONTOLOGÍA Un paseo por la historia de la vida a través de los fósiles de la sala «Lucas Mallada» (Museo Paleontológico de Zaragoza) Luis Miguel SENDER PALOMAR* Eladio LIÑÁN GUIJARRO* José Antonio GÁMEZ VINTANED** * Área y Museo de Paleontología-IUCA. Facultad de Ciencias. Universidad de Zaragoza. C/ Pedro Cerbuna, n.º 12. E-50009 Zaragoza. España. C/e: <[email protected]> ** Área de Paleontología. Depto. de Geología. Fac. de Ciencias Biológicas. Universitat de Valencia. C/ Dr. Moliner, n.º 50. E-46100 Burjasot (Valencia). España. C/e: <[email protected]>, <[email protected]> Introducción Naturaleza Aragonesa, n.º 25 ( julio-diciembre 2010). ISSN: 1138-8013 L 4 a sala de paleontología «Lucas Mallada» se localiza en la primera planta (Área de Paleontología) del edificio de Geológicas del campus de San Francisco, en la Universidad de Zaragoza (fig. 1). Recibe su nombre en homenaje a D. Lucas Mallada y Pueyo (fig. 2), ingeniero de minas oscense que vivió «a caballo» entre los ss. xix y xx. Se le considera el padre de la Paleontología española por sus dos obras emblemáticas, Sinopsis de las especies fósiles que se han encontrado en España (1875-1887) y Catálogo general de las especies fósiles encontradas en España (1892). Sus vastas investigaciones en el seno de la Comisión del Mapa Geológico de España y sus amplios conocimientos en Paleontología (ocupó durante doce años la Cátedra de Paleontología de la Escuela Superior de Ingenieros de Minas de Madrid) lo situaron a la par que científicos contemporáneos de gran renombre como Charles Lyell, Richard Owen o el propio Charles Darwin. En la actualidad, en la sala «Lucas Mallada» se encuentran expuestas al público unas 500 piezas fósiles, representativas de los principales grupos de organismos que han aparecido a lo largo de la historia de la vida sobre la Tierra. La mayoría de estas piezas son originales (incluyendo tan sólo unas pocas réplicas de fósiles depositados en otros museos), y de ellas un alto porcentaje provienen de yacimientos aragoneses. La exposición se encuentra distribuida en dos ámbitos temáticos principales: el primero, situado en la periferia de la sala, con- Figura 1. Izda.: edificio C (Geológicas) de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza, sede del Museo. Dcha.: interior de la sala «Lucas Mallada». Naturaleza Aragonesa nº25 13/12/10 07:25 Página 5 PALEONTOLOGÍA siste en vitrinas ordenadas de acuerdo con los periodos geológicos de la historia del planeta. El segundo se ubica en el centro de la sala, con vitrinas que contienen ejemplares fósiles emblemáticos, procedentes de los yacimientos paleontológicos más interesantes de Aragón, y que están relacionados a la vez con las vitrinas del primer ámbito. Las colecciones del Museo, que habitualmente se pueden disfrutar en la sala Lucas Mallada, salen en ocasiones fuera de ella para conformar exposiciones de gran éxito. En los últimos años han destacado las muestras «Tesoros fósiles de Aragón» (en el Centro Joaquín Roncal, Fundación CAI-ASC, Zaragoza, del 16 de febrero al 11 de marzo de 2006; organizada por la SAMPUZ y el Museo Paleontológico de Zaragoza), «Aquaria. Vida y agua en Aragón» (La Lonja, ZaragoFigura 3. División de los tiempos geológicos durante el za, del 13 diciembre Eón Fanerozoico, con indica- de 2006 al 29 enero ción de algunos de los princi- de 2007; Depto. de pales bio y geoeventos en la Medio Ambiente del historia de la Tierra. Gobierno de Aragón ción científica sobre el Cámbrico con material del Museo. Fósiles: definición y tipos Como en todo museo de paleontología, en la sala «Lucas Mallada» se exponen al público fósiles de diferentes tipos. Los fósiles son los restos o las evidencias de los organismos (y de sus actividades) que vivieron en el pasado y que han quedado conservados en las rocas, sobre todo sedimentarias. Al entrar en el museo, en la primera vitrina se muestran ejemplos de los diferentes tipos de fósiles que se pueden hallar: fósiles corporales, moldes (tanto internos como externos) y réplicas naturales, permineralizaciones, carbonizaciones, momificaciones, fósiles químicos e icnofósiles (que son evidencias conservadas de la actividad de los organismos en vida, como las dejadas durante su movimiento, alimentación, descanso, etcétera). Los organismos más antiguos: fósiles proterozoicos La vitrina de fósiles del Proterozoico recoge los fósiles más antiguos expuestos en el museo, consistentes en secciones pulidas de estromatolitos, Naturaleza Aragonesa, n.º 25 ( julio-diciembre 2010). ISSN: 1138-8013 Figura 2. Cartel con las fotografías de Lucas Mallada y Pueyo y otros insignes paleontólogos del s. XIX, situado en la entrada a la sala «Lucas Mallada». y la Diputación de Zaragoza) y «Vincencio Juan de Lastanosa (1607-1681). La pasión de saber» (Diputación de Huesca, Huesca, del 24 de abril al 3 de junio de 2007; Instituto de Estudios Altoaragoneses). También es digno de mencionar que numeroso material del Mu- Figura 4. Portada del catálogo de la exposición seo ha ilustrado el «Aquaria». reciente documental de divulgación científica Tras las huellas de la vida primitiva (el Periodo Cámbrico), elaborado en el seno del Proyecto «Murero» de la Universidad de Zaragoza y primer documental realizado en el marco de un pro- Figura 5. Portada del DVD del documental de divulgayecto Consolíder. 5 Naturaleza Aragonesa nº25 13/12/10 07:26 Página 6 PALEONTOLOGÍA que son estructuras etológicas de bioestratificación formadas por la actividad de colonias (en forma de tapiz) de organismos muy primitivos como cianobacterias y algas microscópicas. Presentan una típica laminación concéntrica, muy repetitiva, donde se alternan sucesivamente en la vertical capas muy delgadas de carbonato cálcico de precipitación biológica con otras de material detrítico atrapado físicamente por la colonia (un ejemplo más moderno, del Cámbrico, puede verse en la fig. 6). Sus micro- cópicas encontradas en España denominadas Vendotaenia (que algunos autores interpretan como colonias de bacterias del azufre) (fig. 7) y las réplicas de fósiles del famoso yacimiento neoproterozoico de Ediacara Hills, en Australia, con una edad de unos 560 millones de años, que representan los primeros organismos conocidos de gran tamaño que vivieron en los océanos. La radiación cámbrica y el yacimiento de Murero (Zaragoza) Uno de los acontecimientos clave en la historia de la vida sobre la Tierra se inició hace algo más de 540 millones de años y representó el fin de una era (la Neoproterozoica) y el comienzo de otra (la Era Paleozoica). Se ha denominado la «explosión cámbrica de la vida» y ha quedado reflejado en fósiles de animales Naturaleza Aragonesa, n.º 25 ( julio-diciembre 2010). ISSN: 1138-8013 Figura 6. Estromatolitos del Cámbrico inferior de la Sierra de Córdoba. Muestra MPZ 2010/953a. Anchura de la fotografía: 10,2 cm. 6 organismos productores tuvieron una importancia crucial para el desarrollo de la vida sobre la Tierra, ya que fueron los generadores del oxígeno atmosférico en la Tierra primitiva, propiciando así un nuevo recurso y la formación de la capa de ozono (que es crucial para la supervivencia de casi cualquier ser vivo fuera del agua, ya que filtra las dañinas radiaciones solares del ultravioleta). Otros fósiles significativos, algo más modernos, son las algas megas- Figura 8. Arqueociatos del Cámbrico medio (Ovetiense) de Las Ermitas (Sierra de Córdoba). Muestra MPZ 2010/954. Anchura de la fotografía: 4,5 cm. Figura 7. Vendotaenia del Neoproterozoic tardío del anticlinal de Guadalupe (Cáceres). Muestra MPZ 2007/1466. Anchura de la fotografía: 10 cm. Figura 9. Ejemplar completo del trilobites Eccaparadoxides? pradoanus, Verneuil y Barrande, 1860 del Cámbrico medio (Caesaraugustense) de la provincia de Zaragoza. MPZ 2006/374a. Longitud: 3,7 cm. Naturaleza Aragonesa nº25 13/12/10 07:26 Página 7 PALEONTOLOGÍA miento de Murero (Zaragoza) tiene reservado un lugar especial en el museo, pues fue el primer Bien de Interés Cultural (B.I.C.) de tipo paleontológico declarado en España, y en él se encuentra la sucesión estratigráfica más completa y rica en diversidad y cantidad de organismos de entre hace unos 515 y 505 millones de años de toda Europa occidental. Destacan Figura 10. Equinodermo edrioasteroideo (lado adoral o ventral) del Cámbrico medio (Caesaraugustense) de Murero (Zaragoza). Ejemplar MPZ 2007/1890. Dimensión mayor del ejemplar: 1,9 cm. Figura 12. Schistoscolex sp. nov., gusano paleoescolécido del Cámbrico medio (Caesaraugustense) de la rambla de Valdemiedes, alrededores de Murero (Zaragoza). Ejemplar MPZ 2006/372. Longitud (sin rectificar): 7,3 cm. los trilobites (artrópodos marinos extintos; fig. 9 y portada), con ejemplares que suponen la evidencia más antigua del dimorfismo sexual animal). También pueden contemplarse equinodermos primitivos (como los antepasados de las actuales estrellas de mar [fig. 10] y otros, de los que se habla en este mismo número: p. 26), braquiópodos, algunas de las esponjas más primitivas que se conocen (fig. 11) y ejemplos de uno de los escasos registros mundiales de fósiles de gusanos marinos de cuerpo blando y conservación excepcional (fig. 12). La fauna marina paleozoica Figura 11. Leptomitus conicus García-Bellido et al., 2007, demospongia del Cámbrico medio (Caesaraugustense) de Murero (Zaragoza). MPZ 2005/591b. Altura del ejemplar (casi completo): 1,7 cm. Las evidencias de organismos marinos paleozoicos no se limitan a fósiles corporales y moldes de caparazones. La «revolución agronómica» (explotación, removilización y alteración del substrato de los fondos oceánicos por los organismos) que comenzó en el Cámbrico tiene su reflejo también en las pistas fósiles que los animales dejaron, y que proporcionan una extraordinaria información para reconstruir las comunidades y los modos de vida del pasado. Algunos de los icnofósi- Naturaleza Aragonesa, n.º 25 ( julio-diciembre 2010). ISSN: 1138-8013 marinos (esqueléticos [fig. 8] y de cuerpo blando [fig. 12]) en yacimientos de todo el mundo, también en Aragón. De entre ellos, el yaci- 7 Naturaleza Aragonesa nº25 13/12/10 07:26 Página 8 Naturaleza Aragonesa, n.º 25 ( julio-diciembre 2010). ISSN: 1138-8013 PALEONTOLOGÍA 8 les que se pueden contemplar en la sala encontramos evidencias de una proceden del Periodo Ordovícico (488 gran diversidad faunística en a 444 millones de años); son los los fondos marinos. Entre los icnogéneros Cruziana –madriregistros hallados desgueras dejadas por trilobites al tacan los fósiles de alimentarse dentro del suspeces primitivos, de los trato (fig. 13)– y Rusocuales el museo expone phycus –producido por éstos un magnífico cráneo de al descansar en el fondo pez acorazado (placodermarino–. Además de esmo) de unos 395 millones tas estructuras etológide años de antigüedad, cas (que informan sobre único en el mundo, proceel comportamiento de dente de la localidad de los organismos), se puede Monforte de Moyuela (Teruel) y contemplar una gran variedad que se ha denominado Carolowilhelmina geognostica (fig. 14). de fósiles corporales de animales con concha ordoFigura 13. Cruziana rugosa D’Orbigny, 1842. vícicos, como braOrdovícico Inferior (Arenigiense) de Zaragoza. quiópodos, cefalópoMPZ 2006/1. Longitud: 23 cm. dos y gasterópodos, equinodermos (fundamentalmente crinoideEl salto del agua a la tierra: los os), briozoos y corales rugosos y tabulados, primeros organismos terrestres que muestran la riqueza y diversidad faunístiy la flora del Carbonífero ca de los fondos marinos aragoneses durante el Paleozoico. Esta abundancia y diversidad Sabemos que a finales del Periodo Dede organismos se vio truncada a finales del Ordovícico por un evento de extinción en vónico, hace unos 360 millones de años, algumasa ligado a una intensa glaciación que ter- nos peces primitivos y varios grupos de artróminó con el 85% de todas las especies mari- podos marinos se hallaban ya instalados en nas conocidas. Sin embargo, la vida se fue ambientes terrestres, culminando un proceso de recuperando durante el Silúrico, cuando colonización de las tierras emergidas iniciado comenzaron a proliferar animales coloniales mucho tiempo atrás (al menos desde el comiencomo los graptolitos y los corales. Ya en las zo del Ordovícico). Igualmente, las plantas, rocas procedentes del Periodo Devónico, que –a partir de ancestros relacionados con hace entre 416 y 359 millones de años, unas algas primitivas denominadas carofitas– habían ido colonizando paulatinamente las zonas encharcadas en las orillas de los océanos, eran ya una esplendorosa realidad sobre los continentes devónicos. Estos grupos de organismos se fueron diversificando y ocupando las nuevas áreas costeras generadas por la unión de las diferentes masas continentales en un sólo megacontinente (al que denominamos Pangaea o Pangea). De este modo, a mediados del Periodo Carbonífero (hace unos 320 millones de años) ya encontramos ambientes con grandes masas vegetales en las cuales vivían diversos tipos de insectos y otros artrópodos, además de anfibios que habían evolucionado a partir de Figura 14. Cráneo incompleto del pez placodermo Carolowilhelmina geognostica Carls, 1995 del Devónico aquellos peces primitivos que dieron el paso del Medio de Monforte de Moyuela (Teruel). Ejemplar mar a la tierra en el Devónico. MPZ 95/174, donado a la Universidad de Zaragoza por Aunque en Aragón todavía no se han enconel Prof. Peter Carls (Universidad de Braunschweig, trado evidencias fósiles de los animales y planAlemania). Colección «Peter Carls». Longitud: 43 cm. Naturaleza Aragonesa nº25 13/12/10 07:26 Página 9 tas terrestres que vivieron en este intervalo temporal tan crucial para la vida sobre los continentes, el museo cuenta con una notable colección de ejemplares procedentes de cuencas aledañas y contemporáneas como la de LeónPalencia y la cuenca Cantábrica. Piezas espectaculares como tallos de plantas esfenofitas gigantes (del género Calamites) o ramas y moldes de raíces de licofitas arbóreas que podían alcanzar los 60 m de altura pueden contemplarse en las vitrinas del museo (fig. 15). Figura 15. Fragmento de Annularia sphenophylloides (Zenker, 1833), planta de la División Sphenophyta, conservado en tobas volcánicas. Carbonífero superior de Puertollano (Ciudad Real). MPZ 2010/955. Longitud: 17,5 cm. La extinción en masa del final del Pérmico y el comienzo de una nueva era La asimilación de una gran parte del CO2 atmosférico por parte de las enormes masas forestales que se desarrollaron durante la última parte de la Era Paleozoica (periodos Carbonífero y Pérmico) provocó un notable enfriamiento de los climas en la Tierra (glaciación), que fue seguido –tras el deshielo– por una crisis sin precedentes. Este evento de extinción en masa –que produjo la desaparición de más del 50% de las familias y más del 90% de todas las especies tanto marinas como terrestres de aquel entonces– supuso la extinción de muchos de los grandes grupos de organismos que habían reinado durante el Paleozoico, sin dejar descendientes. Así, en los mares desaparecieron grupos como los trilobites, los corales tabulados y rugosos y los graptolitos; y en tierra los anfibios gigantes y las licofitas y esfenofitas. Sobrevivieron algunos reptiles mamiferoides que más tarde dieron lugar a los verdaderos mamíferos. Fue sin duda la mayor extinción que ha azotado la Tierra. ¿Cuánto duró esta extinción? El 85% de las familias marinas se extinguieron en el plazo de un millón de años; pero las curvas de isótopos de carbono ligadas a la extinción indican un cambio que duró solamente 10.000 años. Entonces, ¿qué la produjo? Se han invocado dos causas principales para esta extinción tan súbita a escala de tiempo geológico: el brusco descenso de los niveles de oxígeno en la atmósfera y un aumento del dióxido de Carbono (CO2), que originó uno de los primeros episodios de calentamiento global. Pero además contribuyeron otros factores geológicos. En efecto, este tiempo coincide con un periodo de muy intenso vulcanismo en la actual Siberia y con la culminación del proceso de unificación de placas tectónicas para formar un único continente o Pangaea, lo que redujo drásticamente los ecosistemas costeros, de plataforma y marinos cerrados –lugares que soportaban una parte muy sustancial de la biomasa marina–, con la consiguiente reducción del ecoespacio. La configuración paleogeográfica del planeta resultó también fatal: con Pangaea situada en posición ecuatorial y con las versiones antiguas de las Montañas Rocosas y los Andes ya elevados y limitando este megacontinente por su borde occidental, la circulación atmosférica determinó un episodio de clima global extraordinariamente cálido y árido, como no ha vuelto a haber otro igual en la historia de la Tierra. (No en vano se depositaron durante este tiempo los mayores yacimientos de sal que existen, que han sido explotados por la humanidad desde hace milenios y que guardan todavía inmensas reservas de este mineral.) Es evidente las dificultades que encontrarían para sobrevivir, así, la flora y la fauna de los antaño esplendorosos bosques húmedos que ocupaban todas las latitudes. Para comprender aún mejor el escenario en que desapareció gran parte de la fauna terrestre Naturaleza Aragonesa, n.º 25 ( julio-diciembre 2010). ISSN: 1138-8013 PALEONTOLOGÍA 9 Naturaleza Aragonesa nº25 13/12/10 07:26 Página 10 Naturaleza Aragonesa, n.º 25 ( julio-diciembre 2010). ISSN: 1138-8013 PALEONTOLOGÍA 10 en el Pérmico, se hace necesario echar un vista- de en tres periodos: Triásico, Jurásico y zo al porcentaje de gases atmosféricos de nues- Cretácico. Los supervivientes de este evento fuetro planeta. El oxígeno libre en la atmósfera, que ron organismos que pudieron adaptarse a estas en la actualidad supone aproximadamente un nuevas condiciones ambientales gracias a su 21% del volumen de todos los gases presentes, escasa especialización, sus características corpoen los últimos 20 millones de años de la transi- rales y sus estructuras particulares. Así, en los ción Paleozoico/Mesozoico cayó desde un 30% mares se diversificaron ampliamente moluscos, a un 16% al final del Pérmico, y a un 12% en los esponjas y corales, y en tierra los reptiles, que primeros diez millones de años del Triásico. habían evolucionado de los primitivos anfibios Respirar al nivel del mar una atmósfera con un desde el Carbonífero y que fueron los organis16% de O2 es parecido a hacerlo hoy a 3.000 m, mos dominantes durante el Mesozoico (incluso y con un 12% es como hacerlo por encima del en medios marinos). Puede afirmarse que la Everest. Al mismo tiempo, al aumentar la tem- capacidad de los reptiles para sobrevivir –gracias peratura por el efecto invernadero, los niveles de a la reproducción mediante el huevo amniota– en temperatura y metabolismo un planeta tan corporales también suben, árido como el de lo que requiere más oxígeentonces fue la no del habitual para razón de su exsobrevivir. Además, la traordinario éxito. escasez de oxígeno hizo Las comunidades de inhabitable las zonas plantas terrestres (fig. montañosas altas y sus 16) sufrieron también pasos, quedando así las grandes cambios, tocomunidades aisladas y mando el relevo las ante una falta de nutrientes plantas gimnospermas. Este tipo de plany la imposibilidad de Figura 16. Fragmento de planta de la División tas, gracias a la migrar. Todo ello proPteridospermophyta (helechos con semillas) del género Callipteridium conservado en cenizas volcánicas del Pérmico dujo la desaparición película cérea que Inferior (Autuniense) de Fombuena (Zaragoza). MPZ 2010/956. de la mayor parte de cubría sus hojas y Dimensión mayor de la muestra: 6,5 cm. la vida sobre los contallos –la cutícutinentes, incluidos mula–, podían sobrechos de los grupos de vertebrados terrestres. vivir mejor a la sequedad ambiental limitando la Para algunos autores, en este contexto la pérdida de agua de sus tejidos. Además, su innoinmensa mortandad de plantas en las zonas ele- vadora estrategia reproductiva por medio de vadas suministró ingentes cantidades de bioma- semillas les dotó de una ventaja añadida que persa vegetal que llegaron al mar arrastradas por los mitió su expansión por todos los medios terresríos, proliferando así los hongos que se aprove- tres durante la Era Mesozoica. En el museo puecharon de este recurso alimenticio descompo- den observarse ejemplos de fósiles de plantas niéndolo, dando lugar en los océanos a una espe- gimnospermas procedentes tanto de depósitos cie de «sopa infecta» donde luchaban por sobre- volcanoclásticos del Pérmico Inferior de Fomvivir animales y plantas. Es lo que ciertos inves- buena como fluviales del Triásico Medio de tigadores han denominado «evento fúngico». Rodanas (ambas, localidades de la provincia Ello derivaría hacia las condiciones de euxinia de Zaragoza). (anoxia) generalizada que se detectan en el registro geológico y que, junto con los altos niveles La fauna marina del Jurásico de CO2, acidificarían las aguas marinas y produen Aragón cirían la descalcificación de muchos esqueletos El dominio de las plataformas marinas del como los de los corales (al igual que se ha visto sucede hoy con los hexacoralarios que devienen Triásico, Jurásico y Cretácico, que se formaron tras la ruptura de Pangaea, corrió a cargo de los en pólipos de cuerpo blando). La extinción en masa del final del Pérmico invertebrados (corales, esponjas, braquiópodos, marca el final de la Era Paleozoica y el comien- crinoideos, bivalvos y –especialmente– cefalózo de la siguiente era, la Mesozoica, que se divi- podos [fig. 17]) que evolucionaron y se diversifi- Naturaleza Aragonesa nº25 13/12/10 07:26 Página 11 PALEONTOLOGÍA caron ampliamente durante el Mesozoico dando lugar a miles de especies que ocuparon los océanos de la Tierra. El museo cuenta con una gran variedad de fósiles de todos estos grupos, destacando los moldes de conchas de amonites. Los Figura 17. Belemnoidea indet. del Jurásico de Ricla (Zaragoza) que conserva el rostro completo y parte del fragmocono. MPZ 2006/377. Longitud: 20,8 cm. del tren de alta velocidad Zaragoza-Madrid. En la sala del museo también se expone una réplica de un pez del Jurásico marino procedente de Inglaterra. La excelente conservación de este fósil demuestra que poseía una armadura de placas de hueso mares que cubrían el actual territorio aragonés fueron poblados también por algunos tipos de reptiles, gracias a sus diversas adaptaciones a la natación. Un ejemplo espectacular y único de este tipo de organismos, y que se expone en la sala «Lucas Mallada», es el del ya famoso «cocodrilo de Ricla» (fig. 18). Los restos de este fósil aragonés tan mediático consisten en un cráneo y en parte de la mandíbula inferior de un cocodrilo marino, que fueron encontrados cerca de esta localidad zaragozana en el año 1995, durante unas labores de control de impacto paleontológico previas a las obras de la línea que cubría su cuerpo y que podría permitirle cierta defensa frente al ataque de otros animales, como por ejemplo los cocodrilos marinos. Océanos, dinosaurios y vegetación en el Cretácico Figura 19. Rudista hipurítido con la parte superior de la valva inferior seccionada y pulida. Cretácico Superior de Huesca. MPZ 2010/916. Longitud: 20 cm. Los principales grupos de seres vivos que se desarrollaron durante el Periodo Cretácico están representados en el museo. Fósiles de los animales marinos que siguieron dominando los océanos (como los gasterópodos, bivalvos, artrópodos, corales, Naturaleza Aragonesa, n.º 25 ( julio-diciembre 2010). ISSN: 1138-8013 Figura 18. Cráneo del cocodrilo marino Metriorhynchus von Meyer, 1830 del Jurásico Medio de Ricla (Zaragoza). Ejemplar MPZ 2001/130. Longitud: 55 cm. 11 Naturaleza Aragonesa nº25 13/12/10 07:26 Página 12 PALEONTOLOGÍA Naturaleza Aragonesa, n.º 25 ( julio-diciembre 2010). ISSN: 1138-8013 Figura 20. Paratipo de Arenysaurus ardevoli Pereda-Suberbiola et al., 2009. Mandíbula izquierda (dentario), con una pequeña parte de la batería dental conservada (12 dientes). Perteneció a un ejemplar adulto de la familia Hadrosauridae (de «pico de pato»). Cretácico Superior (Maastrichtiense superior) de Arén (Huesca). Se trata de uno de los últimos dinosaurios europeos. MPZ 2008/258. Longitud: 43,5 cm. 12 peces óseos y reptiles marinos) pueden observar- delantera de las mandíbulas, que poseían un pico se en sus vitrinas. De entre los fósiles de inverte- córneo similar al de estas aves actuales. En la sala brados, destacan los de un tipo de bivalvos muy también se expone el fósil de otro dinosaurio con singular, los rudistas, que eran organismos filtra- pico: un esqueleto original, con todos sus huesos dores que poseían una valva inferior con forma articulados, de Psittacosaurus mongoliensis del cónica que fijaban al sustrato, y que cubrían con Cretácico Inferior, encontrado en el desierto del otra plana (a modo de tapa). Los rudistas domi- Gobi (Mongolia; fig. 21). Su nombre no es naron los medios marinos arrecifales durante el casual, ya que denota la similitud de alguno de sus elementos corporales con los de las aves psiCretácico Superior fundamentalmente (fig. 19). Aunque el registro de fósiles marinos cretáci- tácidas actuales (que engloban a los loros, guacacos es muy abundante en Aragón, los fósiles de mayos, y periquitos, entre otros). Respecto a la vida vegetal, las gimnospermas y animales terrestres son también frecuentes en diversos yacimientos paleontológicos. En el helechos se diversificaron ampliamente durante el museo, destacan por su espectacularidad los fósi- Mesozoico (figs. 22, 23 izda.), y en el Cretácico Inferior aparecieron las angiosperles de restos óseos (dientes, costillas, vértebras y mas (o plantas con flores; huesos largos) de diferentes tipos de dinosaurios carnívoros (terópodos y barionícidos) y fig. 23 dcha.), que con su innovadora estrategia reproductiva lleherbívoros (saurópodos y ornitópodos) del Cretácico Inferior de la provincia garían a ser, con el tiempo, el de Teruel. También se muestran al tipo de plantas dominantes público los huesos y mandíbuen nuestro planeta. Las vitrilas con dientes de los dinonas del Cretácico albergan saurios más modernos de ejemplos de los principales Europa occidental, que grupos de plantas que crecían proceden del yacimiento en lo que hoy es Aragón, y oscense de Arén (fig. que proceden de yacimientos 20). Se trata de restos asociados con las explotaFigura 21. Psittacosaurus mongoliensis Osborn, 1923. de hadrosaurios, comúnciones de carbón de la Ejemplar completo procedente del Cretácico de mente llamados dinoprovincia de Teruel. Mongolia (perteneciente a la Sociedad de Amigos del saurios «de pico de Los dinosaurios, los Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza pato» debido a la conreptiles voladores y la [SAMPUZ] y expuesto en la sala «Lucas Mallada»). figuración de la parte gran mayoría de los reptiAltura del ejemplar (en su posición actual): 52 cm. Naturaleza Aragonesa nº25 13/12/10 07:26 Página 13 PALEONTOLOGÍA Figura 22. Izda.: Ruffordia goepperti Seward, 1894. Compresión excepcional de helecho completo (con frondes, tallos [estipes] y rizomas en conexión) de la familia Schizaeaceae; Cretácico Inferior (Albiense) de Oliete (Teruel). MPZ 2009/341a. Longitud total (sin rectificar): 15,8 cm. Dcha.: frondes fértiles del helecho Weichselia reticulata (Stokes y Webb, 1824), Cretácico Inferior (Albiense) de Utrillas (Teruel). MPZ 2006/378. Diámetro: 80 cm. Figura 23. Izda.: Fragmento de tronco silicificado. Coniferophytina, Pinatae. Cretácico Inferior (Albiense) de Estercuel (Teruel). MPZ 2006/2. Longitud: 83 cm. Dcha.: Hoja de la angiosperma acuática Ploufolia cerciforme Sender et al., 2010, relacionada con el orden Nymphaeales. Cretácico Inferior (Albiense) de Plou (Teruel). MPZ 2007/2331. Anchura de la hoja: 9 mm. Figura 24. Cerithium (Campanile) sp., gasterópodo del Eoceno marino de Huesca. MPZ 2006/381. Longitud: 42 cm. El Cenozoico: otro nuevo comienzo La extinción finicretácica marcó el fin de la Era Mesozoica y el comienzo de la Cenozoica. Los fondos del cálido mar que todavía bañaba el norte de Aragón durante la primera parte de esta era (Periodo Paleógeno) eran muy ricos en formas de vida, con extensos arrecifes de corales y diversos tipos de invertebrados como gasterópodos gigantes Figura 25. Izda.: caliza numulítica del Eoceno marino de la sie(fig. 24), micro y macroforaminíferos (como rra de Guara (Huesca). EMPZ 2002/3. Diámetro de las conchas: el famoso y abundantísimo género Nummu- entre 1 y 2 cm. Dcha.: réplica (MPZ 2006/380) de la mandíbula lites; fig. 25 izda.) y artrópodos marinos, del cocodrilo marino de Fanlo (MPZ 94/1). Paleoceno superior del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, provincia de e incluso de vertebrados como los tiburones. Huesca. Longitud: 46 cm. Naturaleza Aragonesa, n.º 25 ( julio-diciembre 2010). ISSN: 1138-8013 les marinos, así como los amonoideos, los rudistas, muchos tipos de microorganismos marinos (fundamentalmente foraminíferos) y algunos grupos de plantas desaparecieron hace 65 millones de años debido a otro evento de extinción en masa. En esta ocasión se produjo por la fatal coincidencia en el tiempo de un gran impacto meteorítico en el golfo de México y un episodio de vulcanismo muy intenso en el Deccán (India), exterminando cerca del 65% de todas las especies de aquel momento (ver «Nuestro Museo y sus Protagonistas», p. 93). 13 Naturaleza Aragonesa nº25 13/12/10 07:27 Página 14 PALEONTOLOGÍA diferentes órdenes que a su vez se diversificaron en nuevas familias, géneros y especies que ocuparon todos los medios, tanto terrestres como acuáticos, e incluso el medio aéreo. Los mamíferos del Mioceno y los fósiles de conservación excepcional Figura 26. Zanthopsis dufouri Milne-Edwards, 1850, crustáceo decápodo marino, en vistas dorsal (izda.) y ventral. Ejemplar macho (identificable por su región ventral). Eoceno de Huesca. MPZ 2010/957. Anchura del tórax: 6,7 cm. Naturaleza Aragonesa, n.º 25 ( julio-diciembre 2010). ISSN: 1138-8013 De entre todos los fósiles de estos organismos que se encuentran depositados en el museo, destaca por su belleza y excepcional conservación el fósil corporal completo de un cangrejo –crustáceo decápodo (fig. 26)–, y por su importancia el 14 Figura 27. Holotipo de la icnoespecie Estrellichnus jacaensis Uchman y Wetzel, 2001. Eoceno (Luteciense Superior-Bartoniense) de Jaca (Huesca). Sistema de túneles horizontales radiales a partir de un fuste central vertical. Eoceno (Luteciense Superior-Bartoniense) de Jaca (Huesca). MPZ 98/477. Anchura de la laja: 87 cm. cráneo y la mandíbula de cocodrilo marino hallados en las calizas con alveolinas dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (fig. 25 dcha.). Ambos animales habitaban zonas someras del citado mar hace unos 50 millones de años, mientras que en los depósitos de las zonas más profundas (denominados Flysch) se conservaron numerosas pistas de invertebrados con diseños peculiares (fig. 27). Los nichos ecológicos que quedaron vacantes en los medios terrestres al extinguirse los dinosaurios fueron ocupados por otros organismos oportunistas que hasta ese momento habían permanecido a la sombra de los reptiles durante 150 millones de años: los mamíferos. Con paso lento pero seguro, fueron evolucionando dando lugar a El registro fósil de mamíferos en Aragón abarca todo el Cenozoico, pero es mucho más abundante en depósitos correspondientes a la época denominada Mioceno (Periodo Neógeno). Durante esta época, en la cual se produjeron diversos cambios climáticos, el paisaje de Aragón y el de la península Ibérica en general estaban altamente influenciados por los movimientos de los bloques tectónicos en que se dividía el terreno. Estos eventos geológicos habían generado una serie de grandes depresiones que fueron rellenadas por las aguas de los ríos dando lugar a gigantescos lagos endorreicos, además de generar largos y estrechos valles que eran en realidad enormes fosas tectónicas. En este contexto, y con un clima más seco que el actual –aunque alternando con periodos húmedos–, se desarrolló un ambiente similar al de la sabana africana actual en donde proliferaron diversos tipos de animales, sobre todo mamíferos, que estaban bien adaptados a estas condiciones. Se han hallado fósiles de caparazones de tortugas terrestres gigantes, restos craneales y postcraneales de rinoceróntidos sin cuernos (fig. 28), proboscidios (en este caso, «elefantes» tanto con dos defensas en la mandíbula inferior, llamados deinoterios [fig. 29], como con cuatro defensas, llamados gonfoterios; fig. 30), suidos (cerdos salvajes primitivos; fig. 31), félidos, équidos (aquí, Figura 28. Mandíbula de Alicornops simorrense (Lartet, 1851), rinoceróntido aceratino (sin cuerno) de pequeña talla del Mioceno medio (Aragoniense superior) de Daroca (Zaragoza). Ejemplar MPZ 2006/6. Longitud: 39 cm. Naturaleza Aragonesa nº25 13/12/10 07:27 Página 15 PALEONTOLOGÍA caballos primitivos con tres dedos al final de cada extremidad) y varios tipos de rumiantes, algunos de los cuales eran muy diferentes de los actuales. En algunos de los lagos que se desarrollaron en esta época, las condiciones del fondo eran tales (aguas con escasa o nula agitación, ausencia de oxígeno en el fondo, depósito de sedimentos de grano muy fino con gran velocidad de sedimentación) que permitieron la conservación excepcional de los organismos que caían en ellos. A estos yacimientos se los denomina con el vocablo alemán de uso internacional Konservat-Lagerstätten (o yacimientos de conservación excepcional). Este es el caso de los Figura 30. Mandíbula incompleta de Gomphotherium angustidens Cuvier, 1806. Mioceno medio (Aragoniense superior) de Daroca (Zaragoza). MPZ 2006/4. Longitud: 53 cm. Figura 31. Listriodon splendens major Roman, 1907, suido primitivo del Mioceno medio (Aragoniense superior) de Daroca (Zaragoza). Es el cráneo más completo conocido de esta especie (se trata de una hembra geróntica). MPZ 2006/386. Longitud: 45,3 cm. yacimientos miocenos de Rubielos de Mora y de Libros, en la provincia de Teruel, con unos 18 y unos 10 millones de años de antigüedad respectivamente, en cuyos sedimentos se conservaron restos de la vegetación (hojas, semillas, flores y frutos de diversos tipos de plantas; fig. 32) que crecía en sus orillas así como los esqueletos –en algunos casos completos– de los anfibios que habitaban sus aguas (ranas, tritones y salamandras). La conservación es en ocasiones tan perfecta que, además de todos los huesos en cone- Naturaleza Aragonesa, n.º 25 ( julio-diciembre 2010). ISSN: 1138-8013 Figura 29. Deinotherium cuvieri Kaup, 1829 del Mioceno inferior (Aragoniense inferior) de Villafeliche (Zaragoza). Son los restos de proboscidios más antiguos hallados en la península Ibérica. Izda.: fragmento de maxilar derecho de individuo juvenil; de izda. a dcha.: dos molares (M3 y M2), un molar decidual o «de leche» (DM1) y un premolar (P4). MPZ 6408. Longitud: 22,5 cm. Dcha.: defensa. MPZ 2006/5. Longitud: 44 cm. 15 Naturaleza Aragonesa nº25 13/12/10 07:27 Página 16 PALEONTOLOGÍA El Cuaternario: la página más reciente del libro de la historia de la vida Naturaleza Aragonesa, n.º 25 ( julio-diciembre 2010). ISSN: 1138-8013 Figura 32. Hoja de Acer sp. Mioceno inferior (Rambliense superior-Aragoniense inferior) de Rubielos de Mora (Teruel). MPZ 2006/19. Longitud: 8 cm. 16 Figura 33. Esqueleto de ejemplar completo de Rana pueyoi Navás, 1922, con impresiones de las partes blandas. Mioceno superior (Vallesiense) de Libros (Teruel). MPZ 2006/3. Longitud: 19 cm. xión en el esqueleto articulado, pueden apreciarse también las impresiones de la piel, la carne e incluso las vísceras de estos organismos hasta una escala celular (micrométrica) (fig. 33). En la parte de la Era Cenozoica más cercana a nuestros días –el Periodo Cuaternario, en el que nos encontramos actualmente– el clima se fue haciendo cada vez más frío debido a sucesión de varias épocas glaciales. Sólo un número muy reducido de grupos de mamíferos poseían las características adecuadas para sobrevivir en estas condiciones tan extremas. Sus restos fósiles han llegado hasta nosotros, ya que fueron arrastrados y acumulados en las graveras de los cauces y orillas de los ríos que discurrían por Aragón en aquel entonces. Gracias a este hecho, se han podido recuperar molares y fragmentos de grandes defensas de elefantes primitivos de los géneros Elephas (fig. 34 izda.) y Mammuthus, así como restos de cérvidos y del espectacular uro (Bos primigenius), emparentado con el toro actual. En algunos rellenos de cuevas también se han podido recuperar grandes concentraciones de huesos de rinocerontes, caballos, hienas, lobos, roedores y osos de las cavernas (fig. 34 dcha.). Algunos fósiles cuaternarios nos dan pistas sobre los cambios ocurridos en la Tierra durante los últimos centenares de miles de años. Este es el caso de dos molares de Mammuthus que fueron pescados, literalmente, con redes en el mar del Norte, frente a las costas holandesas. De hecho, todavía conservan algunos caparazones de cirrípedos (balanos) adheridos a su superficie como mudos testigos de su tumba marina. Puede parecernos extraño que fósiles de animales terrestres como los mamuts se encuentren en el fondo del mar. Sin embargo, la explicación reside en los cambios sufridos en la superficie del planeta después de la última glaciación. Durante el Cuaternario, la zona ocupada en la actualidad por el mar del Norte se encontraba emergida, debido a que una parte importante del agua de los océanos se encontraba congelada en forma de hielo acumulado en las zonas septentrionales del hemisferio norte. En las llanuras que conformaban este área emergida, pastaban y vivían multitud de animales, incluidos los mamuts, que al morir quedaban enterrados por depósitos continentales. Cuando, hace entre 12.000 y 10.000 años, el clima comenzó a cambiar hacia uno más cálido, los hielos acumulados se fundieron en gran parte y el agua retornó a las cuencas mari- Naturaleza Aragonesa nº25 13/12/10 07:30 Página 17 PALEONTOLOGÍA nas en estado líquido, provocando un ascenso del nivel del mar en muchas decenas de metros e inundando zonas que habían estado emergidas. El Museo Paleontológico de Zaragoza posee también una colección de fósiles de animales procedentes de los depósitos de rellenos de grutas del Pleistoceno de la sierra de Atapuerca, en la provincia de Burgos. Mandíbulas de diferentes tipos de mamíferos, así como grandes concentraciones de pequeños huesos y dientes de roedores, dan testimonio de la fauna cuaternaria que convivía con nuestros antepasados humanos. Registros de nuestros antiguos ancestros pueden verse también en la exposición en forma de fragmentos de huesos craneales procedentes del mismo yacimiento de Atapuerca y a través de una colección de réplicas de los cráneos más significativos en la evolución de los homínidos, hasta llegar al género Homo y al hombre actual. Agradecimientos J.A.G.V. disfruta de un contrato «Juan de la Cierva» (referencia JCI-2009-05319) del Ministerio de Ciencia e Innovación, España. Este trabajo se enmarca dentro del Proyecto Consolíder CGL2006–12975/BTE «MURERO» financiado por el M.E.C. y FEDER. Bibliografía citada en el texto ACÍN FANLO, J. L., CENTELLAS SALAMERO, R. y SANCHO ROYO, J. (coords.) 2006. Aquaria. Agua, Territorio y Paisaje en Aragón. Gobierno de Aragón, Diputación Provincial de Zaragoza, Zaragoza. 527 pp. GÁMEZ VINTANED, J. A., CLÚA MÉNDEZ, J. M. y SAURAS HERRERA, M. D. (coords.) 2006. Tesoros Fósiles de Aragón. Catálogo de la Exposición. 16 de febrero - 11 de marzo de 2006. Centro Joaquín Roncal (Fundación CAI-ASC). Zaragoza. Sociedad de Amigos del Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza, Zaragoza. 32 pp. LIÑÁN, E. y BAYÓN, J. M. 2009. Tras las huellas de la vida primitiva (el Periodo Cámbrico). Prensas Universitarias, Universidad de Zaragoza. [DVD, 30’.] MALLADA, L. 1875-1887. Sinopsis de las especies fósiles que se han encontrado en España. Boletín de la Comisión del Mapa Geológico de España, vol. II, pp. 1-161; vol. VII, pp. 241-257; vol. XI, pp. 209-259; vol. XII, pp. 619-670; vol. XIV, pp. 1-174. Imprenta Manuel Tello, Madrid. MALLADA, L. 1892. Catálogo general de las especies fósiles encontradas en España. Boletín de la Comisión del mapa Geológico, vol. XVIII, pp. 1-253. Imprenta Manuel Tello, Madrid. SAS, T. (coord.) 2007. Vincencio Juan de Lastanosa (16071681). La pasión de saber. Instituto de Estudios Altoaragoneses, Huesca. 436 pp. n Nota. Todas las fotografías (excepto 3 y 21), cortesía del Museo Paleontológico de Zaragoza (MPZ) y realizadas por: José Antonio Gámez Vintaned (1, 6-8, 10, 12 izda., 25 izda., 26, 27), Luis Miguel Sender Palomar (2), Galería (Andrés Ferrer y Antonio Ceruelo) (9, 12, 14, 17, 18, 23 izda., 24, 25 dcha., 28-31, 33, 34), Diego GarcíaBellido Capdevila (11), Francisco Albalá Pérez (13, 32), Isabel Pérez Urresti (15, 16, 19, 20) y Zarela Herrera Toledo (22, 23 dcha.). Figuras 3 y 21, cortesía de la Sociedad de Amigos del Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza (SAMPUZ) y realizadas por: JellyDan Studio (3) y José Ignacio Canudo Sanagustín (21). Naturaleza Aragonesa, n.º 25 ( julio-diciembre 2010). ISSN: 1138-8013 Figura 34. Izda.: Molar (M2 inferior) de Elephas (Palaeoloxodon) antiquus (Falconer y Cautley, 1847), proboscidio del Holoceno de Chiprana (Zaragoza). MPZ 2006/383. Longitud: 23,5 cm. Dcha.: Ursus spelaeus Rosenmüller, 1794. Cráneo incompleto de hembra de oso de las cavernas. Pleistoceno superior de Tella-Sin (Huesca). MPZ 2006/7. Longitud: 40 cm. 17